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Entre los documentos que enriquecen la cultura de esta región, se encuentra el Popol

Vuh o libro sagrado de los mayas donde los Quiché en Guatemala, recopilaron leyendas,
incluida la creación del mundo; el Popol Vuh se refiere a dos gemelos divinos, conocidos
como Hunahpú e Ixbalanqué, quienes fueron excelentes jugadores del juego de pelota. La
leyenda cuenta que los gemelos fueron invitados a Xibalbá o el inframundo, allí los señores
de Xibalbá les tendieron muchas trampas, igual que lo hicieron con sus padres, pero los
gemelos eran muy astutos y lograron evitar los engaños.

Siendo muy jóvenes, Hunahpú e Ixbalanqué descendieron al inframundo invitados


por los Señores de Xibalbá. Tras superar todas sus pruebas y engaños, Hunahpú e
Ixbalanqué dejaron instrucciones a dos adivinos. Se arrojaron juntos a una hoguera, tras lo
cual sus huesos fueron molidos y lanzados a un río por las deidades de Xibalbá. (Rocha,
2015, p. 33)

La cancha del juego de pelota o tlachco fue concebida en tiempos prehispánicos


como un espacio sagrado, o sea un teotlachco, un lugar destinado a los dioses. Las
superficies de la cancha, como la mayoría de la arquitectura prehispánica mesoamericana,
estaban construidas en roca. En el piso se trazaba una franja negra o verde que servía para
dividir la cancha en dos sectores; en cada uno de estos sectores en sus paredes se ubicaban
unos anillos, que eran los empleados como objetivo para la pelota de hule “los campos de
juego simbolizarían el cielo, sobre todo el nocturno; los anillos de piedra, los sitios de
salida y puesta de los astros en el horizonte; la pelota, el astro, y el acto del juego, el
movimiento del astro” (Krickeberg, citado en De La Garza & Izquierdo, 1980, p. 316).
Las ciudades estaban distribuidas de manera peculiar, en lo alto se ubicaban las
pirámides ya que estas señalaban al cielo o el mundo superior; las plazas establecen la
relación entre el pueblo y el mundo superior; por su parte los juegos de pelota se
localizaban en los sectores bajos para entrar en relación con el inframundo. De esa forma,
la plaza se presenta como elemento articulador entre ambos mundos.
La indumentaria utilizada en el juego variaba según la modalidad que se jugara:  
Hasta hoy se han propuesto cuatro modalidades distintas para jugar a la pelota:
 Con la mano, utilizando una especie de guante o un bastón. Se considera una de
las primeras y más elementales formas.
 Con la pierna, utilizando protectores en el área del muslo o de las espinillas.
 Con la cabeza, utilizando una especie de casco o banda.
 Con la cadera, utilizando una especie de faja. (Juego de Pelota en Mesoamérica,
1st Edition, 2008, p. 5)
Los jugadores podían vestir un cinturón de cuero, casco, mandil (delantal de cuero),
rodilleras, guantes y protección para los brazos. Por su parte la pelota utilizada para jugar
estaba hecha de hule no vulcanizado y estas llegaban a pesar entre 0.5 hasta 7 kilos.
Se contaba con las siguientes reglas:
 El único momento en el que se puede tocar con la mano la pelota era en el saque.
 No se puede tocar la pelota con la mano, con el pie o con la cabeza.
 Se puede golpear la pelota con antebrazos, hombros, espalda y nalgas. 
 Faltas: al tocar la pelota con partes del cuerpo no autorizadas, al arrojar la pelota
fuera de la cancha y al tener una mala recepción de pelota. 
 Para ganar el juego hay dos alternativas: pasar la pelota por cualquiera de los dos
 
aros marcadores u obtener puntaje. 
 Los equipos estaban integrados normalmente por siete jugadores, aunque este
número podía variar. (Taladoire, citado en Ocampo, 2012, p. 20)

Al finalizar el juego el ganador era sacrificado para ser ofrendado a los dioses
“muchas cosas dependían del juego de pelota: el honor, las propiedades, la fertilidad y
supervivencia de una ciudad o simplemente el entretenimiento de la nobleza y del pueblo”
(Ocampo, 2012, p. 20).

Bibliografía

Barrois, R., & Tokovinine, A. (2004). El inframundo y el mundo celestial en el


Juego de Pelota Maya. Asociacion Tikal. https://www.asociaciontikal.com/simposio-18-
ano-2004/03-barrois-y-tokovinine-04-doc/.

De la Garza, M., & Izquierdo, A. (1980). El ullamaliztli en el siglo XVI. Estudios


De Cultura Náhuatl, (14), 315-333. https://biblat.unam.mx/es/revista/estudios-de-cultura-
nahuatl/articulo/el-ullamaliztli-en-el-siglo-xvi.

Juego de Pelota en Mesoamerica, 1st Edition (2008). Fundacion Cultural Armella


Spitalier, (p. 1-10)
http://www.aglutinaeditores.com/media/resources/public/67/6771/6771354be8704888b3d8
dff8831dd38b.pdf

Ocampo Hurtado, Juan Gabriel. (2012). EL JUEGO DE PELOTA


PREHISPÁNICO Y LOS JUEGOS OLÍMPICOS. Revista U.D.C.A Actualidad &
Divulgación Científica, 15(Suppl. 1), 13-16. http://www.scielo.org.co/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S0123-42262012000300004&lng=en&tlng=es.

Rocha, E. (2015). El descenso al inframundo en el mundo Maya: Los casos del


«Popol Vuh», «Hombres de maíz» y los ritos chamánicos en la selva de Petén. Dialnet.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5603135.

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