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Rector General
Eduardo Peñalosa Castro
Secretario General
José Antonio De los Reyes Heredia
Coordinador General de Difusión
Francisco Mata Rosas
Director de Publicaciones y Promoción Editorial
Bernardo Ruiz
Subdirectora de Publicaciones
Margarita Ledesma
Subdirector de Distribución y Promoción Editorial
Marco Moctezuma
Memoria y prospectiva | 11
Eduardo Peñalosa Castro
Presentación | 15
Eduardo Peñalosa Castro | Angélica Buendía Espinosa
SECCIÓN I
GOBIERNO, GESTIÓN Y TOMA DE DECISIONES
SECCIÓN II
LA SALUD COMO CONDICIÓN NECESARIA
PARA EL TRABAJO Y EL ESTUDIO EN CASA
SECCIÓN III
LA FORMACIÓN FRENTE A LA PANDEMIA:
ACTORES, PROCESOS Y PRÁCTICAS
SECCIÓN IV
PROCESOS Y LÓGICAS PARA LA CONTINUIDAD
DE LA INVESTIGACIÓN EN TIEMPOS DE LA COVID-19
SECCIÓN V
VIVIR LA CULTURA A DISTANCIA
SECCIÓN VI
EL FUTURO QUE NOS ALCANZÓ
PARA PENSAR EL FUTURO
aunque a todos conviene sentirla, más propio es que la sientan aquellos que ya
han tenido necesidad de consuelo y lo han encontrado en otros”.
En un periodo donde pocos han escapado al dolor, a la pérdida o a la en-
fermedad misma, mucho nos importa organizar un registro plural: crónica
de lo vivido y reflexionado por una comunidad integrada por alrededor de
60 000 universitarios y universitarias, entre profesores, estudiantes y traba-
jadores a quienes, a lo largo de más de 400 días de aislamiento, para evitar la
transmisión y contagio del virus SARS-CoV-2, nos ha correspondido conti-
nuar con nuestro diario compromiso: investigar, educar y difundir la cultura
desde nuestros respectivos hogares; sin descuidar lo que debemos a la socie-
dad: asesoría, orientación, y apoyo a los ordenamientos de las autoridades
sanitarias y gubernamentales para evitar la propagación de la epidemia, en-
tre otras acciones.
Salimos en marzo 23 de 2020 de una cotidianidad acelerada —para mu-
chos agobiante— para caer en un aislamiento total. Como si nos hubieran
encerrado bajo tierra y cerrado la escotilla, para habitar un tiempo idéntico,
repetitivo. Quedamos aislados para encontrar que el día a día nos consume:
pocas veces reflexionamos e hicimos conciencia de nuestro vínculo con la so-
ciedad; es decir, con los demás: “con su cara de Juan, cara de todos”, como lo
escribió Octavio Paz. Este periodo, nos ha permitido, como nunca, visualizar
a los otros, a los demás y a las demás: y distinguirlos, distinguirlas; individuali-
zarlos, individualizarnos. Curiosamente, nos hemos vuelto testigos de nuestros
actos. Para muchos ha sido motivo de tensiones inauditas, que se han sumado
a la presión de responder al compromiso con nuestra comunidad.
Duele por ello profundamente, en lo humano, que a diario se refuerce el
avance de la enfermedad y sus efectos. Duele al final del día el diario recuento
del contagio y de los fallecimientos. En poco más de un año y un mes, hemos
rebasado con el número de defunciones ocurridas en Hiroshima y Nagasaki
como resultado de la explosión de las dos bombas atómicas que dieron fin a
la IIª Guerra Mundial. Lo atestiguamos día con día; o cuando nos avisan que
alguien próximo ha muerto a causa del virus: se nos recuerda que todo falle-
cimiento tiene rostro, un nombre y una historia, y nos lastima. Sentimos la
pérdida. Nos han separado e impuesto una distancia necesaria; pero en mu-
chos aspectos nos han cohesionado en lo familiar y en lo social. Sucede hoy que
“extrañamos a la gente”. Lo confirman las contrastantes fotografías del mismo
espacio a la misma hora: hace un año desierto y abandonado, y el lunes o mar-
tes previo, congestionado: la avenida Madero a mediodía el 20 de abril. Pese
a que siguen vigentes las recomendaciones del inicio de la pandemia: guardar
Memoria y prospectiva. Mensaje del Rector General 13
1 Cfr. De Croissainte, Pichatty. A brief Journal of what passed in the City of Marseilles, while it was afflic-
ted with the Plague, in the Year 1720. Londres, J. Roberts, 1721. (Reedición de Project Gutenberg, 2014
[EBook #45673]). Se calcula que entre Marsella y Provenza se perdieron unas 150 000 vidas.
2 Consultados en https://espanol.cdc.gov/flu/pandemic-resources/2009-h1n1-pandemic.html en abril
20 de 2021.
Presentación
Resumen
Introducción
1 Al hacer la comparación de 2019 con 2018, los autónomos ya habían tenido recortes. El Instituto Na-
cional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales recibió 17.9% me-
nos; el Instituto Federal de Telecomunicaciones 14.2% menos; la Comisión Federal de Competencia
Económica, 9.2% menos; la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, 6.6% menos, y el Instituto
Nacional Electoral 35.1% menos, considerando que el año previo había tenido el gasto de las elecciones
federales. (Animal político, 5/12/2019). Incluso la autonomía del Poder Judicial ha sido puesta en riesgo.
El presidente ha hablado de que está en proceso “una limpia” contra la corrupción, por lo que incluyó en
sus ternas para la Suprema Corte de Justicia a personajes que fueron cuestionados por ser cercanos a él, o
a su círculo de colaboradores.
22 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
Al tomar decisiones hay que considerar la dinámica y las tensiones entre deman-
das internas y restricciones externas que enfrentan las autoridades y los órganos
de gobierno universitario. Una de las tensiones características en la uam, como
en muchas otras ies, sería la que se ajusta entre la democracia y la rapidez y la
eficiencia en la toma de decisiones. Las autoridades convocaron a miembros
de la Comisión para el Desarrollo de la Educación en la Contingencia para
elaborar propuestas de operación frente al cierre físico de las instalaciones.
El trabajo colegiado de autoridades, académicos, alumnos y personal admi-
nistrativo de la Universidad permitió impulsar iniciativas para contender con la
emergencia sanitaria (Codec-uam, 2021). Por otro lado, se hizo llegar los ele-
mentos de decisión e información a los miembros de los órganos colegiados
con la anticipación que señala nuestro reglamento; además de las reuniones
realizadas mediante plataformas digitales, se han propuesto y sometido a dis-
cusión y aprobación de los órganos colegiados las iniciativas emanadas de los
distintos órganos personales, colegiados y comisiones especiales.
A pesar de la continuidad de reunión de los órganos colegiados, incluso
antes de la contingencia, la participación y representatividad de los miembros
de los distintos sectores ha sido objeto de múltiples cuestionamientos. Por un
lado, se pone en duda que todos los participantes cuenten con la misma infor-
mación y se hayan enterado simultáneamente de los elementos implicados en
las decisiones. Existen reuniones previas, generalmente del sector de autoridades
institucionales, en que ser se toman entre ellos algunas decisiones, antes de las re-
uniones colegiadas, por lo que se afecta la importancia del intercambio de ideas
y su impacto en la toma final de las decisiones. Aun cuando exista una represen-
tación fidedigna en los órganos colegiados, no siempre los temas discutidos son
relevantes en términos de la vida institucional. Muchas veces —especialmente
en esta etapa de crisis y contingencia— lo urgente se impone a lo importante, lo
que deriva en una pérdida de sustancia en la actividad de los órganos colegiados.
No hay duda de que las autoridades y los académicos de la uam han busca-
do sostener la coordinación de las actividades de enseñanza aprendizaje en los
programas de los distintos niveles, los departamentos y unidades de la institu-
ción, lo que sin duda se ve favorecido por la amplia proporción de profesores
de carrera en la planta académica —característica fundamental en nuestra
Institución desde su fundación—. Es más difícil, sin embargo, integrar a los
profesores temporales, quienes sustituyen a aquellos con licencias de distinto
tipo o en año sabático.
26 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
2 En México, según Dreesen et al., 2020, entre 25 y 50% de los habitantes no tienen acceso a Internet.
Son las repercusiones más allá de la pandemia. Si bien por la preselección social que tiene lugar en la po-
blación juvenil en términos de posibilidades de acceso a la educación superior, en las encuestas realizadas
en la uam sólo poco más del 10% de los estudiantes no contaban al menos con condiciones elementales
para enfrentar las clases a distancia.
Gobierno, gestión y toma de decisiones 27
Referencias bibliográficas
Winston Churchill
Resumen
Introducción
El presente ensayo tiene como objetivo realizar una reflexión, en cuatro mo-
mentos, acerca del impacto que ha tenido la pandemia del COVID-19 en la
educación superior y, en especial, en la uam. Se reconocen importantes logros
en la instrumentación del peer y se sugiere elaborar una perspectiva amplia
que considere distintos aspectos que permitan atender no sólo los problemas
emergentes, sino también aquellos que conocen un rezago histórico, a la vez
que promueva la construcción de un futuro en el que las expectativas institu-
cionales alcancen un mayor nivel de efectividad.
La educación es, apuntaba Kant (1798), junto con la acción de gobernar, una
de las “invenciones humanas más difíciles de lograr”; Freud (1937) las ele-
varía, agregando la de psicoanalizar, por la “insuficiencia de los resultados”,
al rango de “profesiones imposibles”. La educación superior constituye una
función social de primer orden y posee múltiples aristas, lo que le confiere
el grado de compleja; por ello, además de contar con su propia perspectiva,
las ciencias de la educación son abordadas desde diversos ángulos teóricos
como la sociología, la psicología, la filosofía, la pedagogía, la economía y la
administración.
Cada una de ellas aporta aspectos relevantes para comprender mejor su
naturaleza, darle direccionalidad y aprovechar su potencial. Así, se debate
intensamente sobre los fines de la educación, como el desarrollo individual y
colectivo, el social, el económico y cultural; se hace énfasis tanto su natura-
leza civilizatoria en términos de la perfectibilidad del ser humano como su
función social en tanto formadora de ciudadanos responsables y profesio-
nistas especializados. Se intercambian ideas acerca de cómo lograr el acto
educativo, de la naturaleza y modalidades del conocimiento, de sus posi-
bilidades de transmisión, de la centralidad del sujeto que aprende, de las
posibilidades y limitaciones del recurso tecnológico, de su vínculo con la
investigación. Se atienden problemas operativos como los de presupuesto,
la formulación de planes estratégicos y acciones operativas, las modalidades
de la toma de decisiones; se establecen criterios cuantitativos como los de la
matriculación y la eficiencia terminal; se busca obtener acreditaciones diver-
sas y buenos lugares en los rankings especializados.
34 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
Las crisis nos hacen más visibles: destacan nuestras debilidades por más que nos
hayamos empeñado en ignorarlas. Nos remiten a aquella sentencia de Freud
donde señalaba la existencia de tres fuentes del sufrimiento humano: la supre-
macía de la naturaleza, la fragilidad del cuerpo humano y la complejidad de
las relaciones sociales; todas ellas presentes en la actual crisis. Para enfrentar el
sufrimiento, refería el mismo Freud, construimos la civilización. Así, mediante
la creación y el fortalecimiento de diversas instituciones sociales tratamos de
contender contra tales amenazas. Las crisis se enfrentan fortaleciendo nuestra
vida institucional.
La plasticidad conceptual de la institución nos obliga, sin entrar en el
detalle, a una toma de posición al respecto. Podemos considerar a la institu-
ción como un proyecto social a futuro, constitutivo del orden social, con un
alto contenido de idealidad, que se expresa de manera universal y abstracta y
establece vínculos profundos con diversos actores, brindándoles sentido a su
existencia social; ella constituye una referencia fundamental para la acción
organizacional (Friedland y Alford, 1991). En nuestro caso, nos referimos a
ella como la universidad. La organización, por su parte, es la búsqueda para
concretar un anhelo social, es, parafraseando a Enriquez (1999), la institu-
ción transmutada en tecnología y fierros, la cual se verá sujeta a condiciones de
existencia particulares, desatendiendo algunos de sus compromisos institu-
Gobierno, gestión y toma de decisiones 35
40.00
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20.00
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CBI CBS eco CNI CSH CAD
■1 . 2 ,.. ■s .6 ■ 7a 8 9 a 10
Fuente: elaborada con base en la encuesta realizada por la Comisión de diagnóstico y estrategia para la
docencia en contingencia (2020).
Nota: cbi: Ciencias Básicas e Ingeniería. cbs: Ciencias Biológicas y de la Salud. ccd: Ciencias de la
Comunicación y Diseño. cni: Ciencias Naturales e Ingenierías. csh: Ciencias Sociales y Humanidades.
cyad: Ciencias y Artes para el Diseño.
Pero esto no significa que la conformación del peer constituya una decisión
estratégica; a pesar de algunas apariencias, no nos encontramos en un punto
súbito de inflexión institucional. Hay que recordar, entre otros aspectos, que la
tasa de matriculación en la educación superior en el país se encuentra por deba-
jo del promedio mundial; que México ingresó a la etapa de educación masiva,
de acuerdo con los parámetros de la Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura (unesco), en 2010, al alcanzar una tasa
de 30% (Tuirán, 2019). Ello, aunado a una gran desigualdad socioeconómica,
permite prever en los años venideros un incremento del ingreso de alumnos de
estratos socioeconómicos bajos, que representa una primera experiencia fami-
liar universitaria, con un capital cultural deprimido. Ello significa que el paso a
un modelo de educación virtual resultaría limitante para muchos de ellos, aun
a pesar de sentirse satisfechos con la experiencia remota.
La mayoría de los profesores tampoco estaba preparada. Para ellos, ésta
representó una primera experiencia. En el ámbito disciplinario, los profesores
de ciencias y tecnología se encontraron mejor capacitados que los de ciencias
sociales y humanidades. Aquéllos utilizaron de manera más amplia las pla-
taformas virtuales; en tanto los segundos prefirieron las videoconferencias.
Gobierno, gestión y toma de decisiones 39
Pero también hay que regresar a las raíces para pensar el futuro más lejano.
Las emociones y los afectos pueden complementar y fortalecer la reflexión
necesaria que nos permita desarrollar una visión más panorámica, menos
fragmentada, con oscilaciones pendulares menos intensas, de la función
civilizatoria, social y académica que pesa sobre las espaldas de la Universidad,
como uno de los proyectos fundamentales de la humanidad. Entre menos
amplias sean las oscilaciones, mejor podremos desarrollar las visiones
binoculares que requerimos. Entre más sólidas sean las raíces, nuestra cometa
tendrá mejor rumbo y volará más alto.
Referencias bibliográficas
Resumen
Introducción
El análisis que guía este trabajo nos lleva a centrarnos en las condiciones
institucionales para el desarrollo de “actividades de apoyo” a la docencia, la in-
vestigación y la difusión-extensión universitaria. No se trata de analizar cómo
se han desarrollado las funciones sustantivas en sí mismas, sino cómo éstas se
han visto favorecidas o no, por una serie de actividades de gestión, de coordina-
ción y, en general, de índole administrativa; y si éstas han ocurrido soportadas
o no, por la necesaria adaptación de las condiciones de trabajo. Particularmen-
te importa centrarnos en lo que viene, más que en lo que hubo en el momento
más complicado de la pandemia de 2020 y principios de 2021.
1 Al respecto se pueden destacar los foros virtuales de discusión sobre diferentes temas educativos, pero
alrededor de la experiencia docente y las condiciones institucionales para su atención, llevados a cabo por
el Consejo Mexicano de Investigación Educativa (comie) y por la propia uam. Disponibles en las res-
pectivas páginas web o canales Youtube de dichas instituciones. (https://www.youtube.com/channel/
UC9O7BcdtVEcrq3Y0tlpr1hA)
48 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
2 Análisis e informes sobre el desarrollo de la docencia remota también se han producido con distintos
objetivos y niveles de profundidad. La uam ha elaborado distintos informes sobre el desarrollo del Pro-
yecto Emergente de Enseñanza Remota (peer) (uam, 2020b).
Gobierno, gestión y toma de decisiones 49
sario identificar cuáles son las actividades de vinculación que se han visto
más afectadas (suspendidas o canceladas) y cuáles han de ser estudiadas
como posibles ejemplos de adaptación institucional y continuidad de las
labores académicas.
Si se tienen pocas noticias sobre la manera en que estas dos funciones
sustantivas se llevan a cabo, ¿qué podríamos decir del trabajo de apoyo a las
funciones sustantivas? ¿Acaso podríamos obviar que la docencia remota, o la in-
vestigación en circunstancias de confinamiento, ocurre sólo por la intención del
académico o por su relación con los alumnos, mediada por una computadora?
Se debe referir aquí un tipo de trabajo que se ubica en muchas ocasio-
nes “tras bambalinas” y que es requisito para que las funciones sustantivas
puedan ocurrir. Para centrarnos en la uam, podemos tomar el ejemplo más
evidente: las diversas formas en las que el personal académico y los alumnos
se “adecuaron” a la modalidad remota de la actividad docente; la cual tienen
atrás el cumplimiento de diversas actividades de coordinación, gestión, de
carácter técnico y de apoyo administrativo como prerrequisito, que involu-
cran a personal universitario de diversos niveles jerárquicos, y que abarcan
desde la operación de aulas virtuales, el funcionamiento adecuado de la banda
ancha, el asesoramiento técnico y la solución de problemas operativos; pasan-
do por la coordinación de actividades docentes tales como programación de
cursos, distribución de cargas docentes, mediación en la comunicación entre
diferentes instancias institucionales: docentes, alumnos, órganos personales,
personal de apoyo, órganos colegiados; el control y desarrollo de procesos
de incorporación de personal académico temporal; hasta la sustentabilidad
de actividades administrativas cotidianas, tales como la generación de la nó-
mina y el pago de salarios sin interrupciones, mantener la administración de
proyectos con financiamiento externo, o ejercer el presupuesto disponible
para la operación básica de las funciones sustantivas en su versión remota,
sólo por mencionar algunas de las actividades más evidentes.
En este sentido, es indispensable reconocer que las actividades de apoyo
requeridas para la operación remota de las funciones sustantivas en la uam han
permitido mantener su funcionamiento, en lo general.
Se puede afirmar que la operación institucional en todas las funciones
sustantivas, o de apoyo, no ha sido la óptima. Sin embargo, lo que procede
es analizar cuáles han sido las condiciones y cómo se ha llevado a cabo su
adaptación o no, a las condiciones existentes. Importa conocer las fallas, que se
hacen evidentes día tras día, pero también los esfuerzos, aciertos y oportunidades
para lograr un justo balance que permita a la Institución enfrentar los cambios
50 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
necesarios, tal como lo demandan las condiciones actuales y las que habrán de
caracterizar la llamada nueva normalidad y que tendremos que encarar con
nuevos referentes organizacionales.
Precisamente en términos organizacionales se presentarán las principa-
les demandas de cambio. Resulta un lugar común afirmar que las estructuras
actuales para la gestión, administración y coordinación de las actividades de
apoyo a las funciones sustantivas (igual que las propias funciones sustantivas)
no fueron pensadas o creadas para funcionar en un ámbito que no fuera pre-
sencial. El traslado y la adecuación de la docencia y la investigación a los medios
virtuales y las estrategias remotas se realizó de manera acelerada, parcial, limi-
tada, tanto por las propias condiciones institucionales (su modelo presencial,
sus recursos, las características y habilidades de los académicos, entre otros
factores), como por las propias condiciones de la emergencia (incertidum-
bre, descontrol, ansiedad, generación de efectos inmediatos desfavorables a
la comunidad de alumnos: desempleo, falta de recursos y equipos, etcétera),
así como el recrudecimiento de la desigualdad antes mencionada.
Señalemos que, ante este panorama incierto, el trabajo de apoyo fue aún
más difícil de atender, transformar y adaptar. Entre otros temas que contribuyen
a ello se pueden ubicar el propio modelo administrativo, la naturaleza misma
de las actividades administrativas y de gestión, el contenido de las actividades
que involucra, así como la normatividad institucional vigente.
3 Marquis (1987) al respecto, enfatiza, desde el punto de vista weberiano sobre el tipo de dominación
democrático-burocrático, la exitosa combinación de las estructuras institucionales de la uam para el go-
bierno y la eficiente toma de decisiones, a través del modelo de desconcentración funcional y operativa de
las Unidades de la uam.
Gobierno, gestión y toma de decisiones 53
4 Es importante mencionar que esta ausencia de acuerdos, se sustenta en que cualquier acuerdo de esta
naturaleza, está sujeto a la existencia del Contrato Colectivo de Trabajo vigente, que no contempla entre
sus cláusulas la forma de trabajo administrativo de manera remota. Aun cuando se trata de una situación
emergente y por causas de fuerza mayor, ajenas por completo a cualquiera de los actores universitarios.
54 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
5 Uso aquí el término papeleo de manera literal. Como un ejemplo muy simple del cambio, hoy en día nos
hemos visto obligados a usar como medio para hacer trámites administrativos el correo electrónico y con ello,
documentos y formatos en versión electrónica. Además, el Rector General, en su acuerdo 12/2020 estable-
ce, con fundamento en leyes administrativas aplicables, la institucionalización del uso de la Firma Electrónica
Universitaria (feu), para ser utilizada en documentos oficiales con los mismos efectos que la firma autógrafa.
La institucionalización deberá entenderse como una norma, y en consecuencia deberemos no volver al “pape-
leo” innecesario. Habremos, además, de contribuir a construir una Institución más sustentable (uam, 2020c).
6 La uam, como la gran mayoría de las Universidades Públicas en México (así como un largo etcétera en
otros subsistemas de educación superior del país), no había contemplado con antelación la existencia de
programas educativos a distancia, porque se concibió, a pesar de los impulsos de un contexto signado por
las tecnologías de la información y la comunicación, como una institución presencial.
Gobierno, gestión y toma de decisiones 55
ción administrativa y funcional, que para algunos sigue siendo una asignatura
pendiente,7 y lo mejor de los mecanismos instrumentados o adaptados duran-
te la contingencia actual.
Habrá también que proponer nuevas formas de autoevaluación institu-
cional, en la que todas las fuerzas políticas y grupos de interés, presentes en la
institución, reconozcan —y se reconozcan— en la actual coyuntura como una
oportunidad de articular esfuerzos para contribuir en la formulación de nuevas
políticas institucionales. Al respecto, conviene recordar que:
Muchos han sido los momentos de crisis que ha experimentado la uam en sus
más de 45 años de existencia; pero nunca con la magnitud de esta crisis, par-
ticularmente dominada por la incertidumbre. Ante tal contexto, el sistema de
educación en su conjunto tuvo que enfrentar un violento cambio en las rutinas
institucionales. Los efectos de tal modificación aún están por verse; pero no
pueden la Institución ni sus comunidades actuar como simples espectadores
en espera del fin de la crisis para volver a las rutinas construidas en los tiem-
pos prepandémicos —al amparo de un modelo exclusivamente presencial—.
De ser así, se corre el riesgo de “volver a lo mismo” y perder la oportunidad de
participar en el “juego reformador”.
De esta forma, el necesario cambio institucional significaría, en el fondo,
construir nuevas maneras de relacionarse, normas flexibles, sensibles ante la
fragilidad de ciertas certezas construidas durante la “presencialidad”; y saber
reconocer la importancia de las nuevas pautas de comportamiento social; en
7 En González y López (2019) se encuentran argumentos asociados a la idea expuesta. Ellos afirman que
el crecimiento de la planta administrativa, a partir de la primera década del siglo xxi, particularmente en
las oficinas e instancias de gestión de la Rectoría General, ha contribuido fuertemente a impedir la des-
concentración, pues se advierte más bien la duplicación de funciones entre las establecidas en la Rectoría
General, especialmente a partir de 2018, y las Unidades académicas. Lo que refleja que la “desconcentra-
ción administrativa sigue pendiente” (González y López, 2019, p. 419).
56 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
Referencias bibliográficas
Resumen
Introducción
camas o en espacios que impiden una posición adecuada, muy lejos de la ergo-
nomía (Wilser, 2020).
Las clases en línea son un excelente ejemplo de ello y de lo extenso del
problema. Las computadoras portátiles (laptops) y los teléfonos celulares son
responsables de buena parte de estas molestias. No hay muchas opciones
correctas, ya que lo ideal es que la pantalla quede frente a los ojos con el cuello
firme y que las manos estén alineadas con los antebrazos y con el teclado, que
deben estar paralelos al piso. Si acomodamos las manos en la posición correcta,
tendremos que ver la pantalla con el cuello flexionado hacia adelante. Ver hacia
abajo provoca tensión en los discos y articulaciones de la columna vertebral y
también, tensión en los músculos del cuello. Si elevamos la pantalla, tendremos
entonces que levantar los antebrazos y flexionar las muñecas, lo que puede pro-
vocar lesiones. Lo recomendable es usar un teclado y un mouse externos para
que se cubran los requerimientos. La posición del resto del cuerpo también
es importante, las caderas deben quedar ligeramente arriba de las rodillas, los
brazos a los lados y los pies sobre el piso (Wilser, 2020).
La inactividad física y permanecer sentados por largos períodos —hasta
en la mejor postura posible— puede también ocasionar dolor e incluso lesio-
nes. Aún en personas que no hacían ejercicio, el trabajo en casa ha provocado
cambios en los patrones de movilidad; se ha dejado de caminar por los pasi-
llos del trabajo, hacia el transporte público, o al expendio de café. Los tiempos
frente a la pantalla también se han incrementado. Esta conducta sedentaria se
asocia con riesgos para la salud como trastornos metabólicos, cardiovasculares,
visuales, musculares y óseos (Ayala y Ortiz, 2020); particularmente, el uso de
teléfonos celulares, por la posición de la cabeza, también provoca tensión en
el cuello, dolor de hombros y de cabeza. El riesgo de esto último se incremen-
ta en niños, adolescentes y adultos jóvenes.
Para manejar estos problemas es recomendable aumentar tanto el número
de pausas como el movimiento, con la ayuda de alarmas que recuerden cambiar de
postura por unos segundos, cada quince a treinta minutos, realizar respiraciones
profundas y estiramientos de tres a cinco minutos periódicamente, y ejercitarse
al menos durante treinta minutos al día; con una caminata puede ser suficiente.
Salud mental
Las instituciones de salud más influyentes del mundo han prestado especial
atención a la salud mental y la estabilidad emocional ante la pandemia del
La salud como condición necesaria para el trabajo y el estudio en casa 63
El estrés es una respuesta normal con la que los seres humanos reaccionamos
ante situaciones desconocidas o de alarma, sin éste no podríamos sobrevivir.
Sin embargo, en condiciones como la cuarentena, cuya duración ha rebasado
aun las expectativas más pesimistas, se ha desatado incertidumbre. Ésta nos
mantiene en un estado de estrés continuo, sin claridad sobre cuándo y en qué
circunstancias terminará. Pese a ello, la aprobación de algunas vacunas ha re-
gresado la esperanza a la sociedad.
Es muy probable que debido a las circunstancias por las que atravesamos y a
pesar de los esfuerzos para evitarlo, las personas se sientan tristes, ansiosas, eno-
jadas, estresadas, indecisas, aburridas e incapaces de alcanzar sus metas. Todo
ello puede acompañarse de dolores corporales y dificultad para dormir. Si algu-
nos de estos casos duran varios días, y provocan que la persona tenga problemas
para cumplir sus actividades y responsabilidades cotidianas, es momento de pedir
ayuda (Hernández, 2020). Si bien aún no existen cifras específicas del impacto
del COVID-19 en la salud mental, sí se sabe que esta pandemia ha generado un
aumento en la demanda de estos servicios. Diversas instituciones los ofrecen de
forma gratuita, incluyendo la Universidad Autónoma Metropolitana.
La inestabilidad emocional puede manifestarse como cambios de personali-
dad, de conducta, o físicos (Mingote et al., 2011). Los cambios de personalidad
incluyen expresiones de distrés, tristeza, ansiedad, ira, hostilidad, expresiones de
desvalorización o desesperanza constantes. Los cambios de conducta preocupan-
tes pueden ser: falta de motivación, abandono, deterioro de la calidad del trabajo,
cambio negativo en el rendimiento, ausencias o retrasos repetidos en actividades
importantes, búsqueda continua de ventajas especiales y frecuentes conflictos in-
terpersonales. Los cambios físicos suelen manifestarse con deterioro del aspecto
físico y del autocuidado, modificaciones importantes de peso, fatiga excesiva,
alteraciones del sueño e indicadores físicos de adicción (Mingote et al., 2011).
Los grupos más susceptibles para presentar afecciones emocionales (ops,
2020; Mingote et al., 2011) son los siguientes:
La salud como condición necesaria para el trabajo y el estudio en casa 65
El trabajo y el estudio en casa no han traído problemas para todos. Algunos sec-
tores sociales han observado beneficios que pueden repercutir en la salud, en el
perfeccionamiento del trabajo y en la consolidación de las relaciones familiares.
Aun cuando se trabaje la misma cantidad de horas a la semana, o incluso más,
la drástica disminución en las horas de transporte les ha permitido optimizar
La salud como condición necesaria para el trabajo y el estudio en casa 67
Notas finales
Referencias bibliográficas
Resumen
Introducción
Diversas universidades del país adoptaron los lineamientos emitidos por la oms
y lo señalado por la Secretaría de Salud (ss) y la sep (dof, 2020). La principal
acción se centró en el uso de los recursos tecnológicos de las instituciones para
continuar las actividades académicas, siempre y cuando se salvaguarde la salud
de la comunidad universitaria. Para ello, se redujeron al mínimo las operaciones
en las diferentes áreas de las instituciones, se recomendó la detección oportuna
y el reporte de casos sospechosos y confirmados de la COVID-19 a las autori-
dades sanitarias, y se restringió de manera estricta el acceso a las instalaciones.
En algunas instituciones se crearon comités de contingencia y protocolos de
prevención y respuesta ante la COVID-19. Algunas otras crearon páginas
de internet en donde se compartía información veraz acerca de la enfermedad,
con la comunidad universitaria y al público en general.
El 12 de marzo de 2020 la Universidad Autónoma Metropolitana
(uam) emitió el primer comunicado oficial ante la inminente propagación
del SARS-CoV-2 (uam, 2020a). De manera inmediata se cancelaron todos
los eventos de concentración masiva, se fortalecieron las medidas sanitarias
preventivas en todas las Unidades universitarias, oficinas administrativas, y
centros de difusión cultural y de desarrollo infantil. Además, se creó una co-
misión interdisciplinaria de expertos en salud, epidemiología y psicología
La salud como condición necesaria para el trabajo y el estudio en casa 75
Referencias bibliográficas
Resumen
1 Palabras del Secretario General de la Organización para las Naciones Unidas (onu), António Gute-
rres, en marzo de 2020, “La onu lanza un plan que puede derrotar el coronavirus y construir un mundo
mejor”, en https://news.un.org/es/story/2020/03/1472102
La formación frente a la pandemia: actores, procesos y prácticas 83
y la gestión del tiempo; pero estos aspectos se configuraban desde las posibi-
lidades del espacio laboral y con la infraestructura instalada en ellos, que por
su propia naturaleza estaban definidos para el desahogo de las necesidades
propias de la materia de trabajo. En este orden de ideas, es posible afirmar que
la disponibilidad de equipo de cómputo, la conexión a Internet y un espacio
apropiado para llevar a cabo las actividades laborales desde el hogar son una
condición necesaria, pero no suficiente, para contar con una perspectiva pro-
positiva al cambio, y con las habilidades para la resolución de problemas, pero
sin los recursos para la realización objetiva del trabajo.
Frente a estos datos parece evidente que, más allá de las intenciones y
los proyectos, existen condiciones objetivas que pueden limitar las posibilida-
des de logro para una parte del personal. Esto conduce a pensar que, tal como
los trabajadores requieren contar en el modelo presencial con una serie de re-
cursos para la realización de su trabajo (por ejemplo, gastos para el transporte
y alimentación), nuevas necesidades emergen con el trabajo a distancia; se ge-
neran nuevas desigualdades que inciden de forma importante en el desempeño
de los individuos, en el conjunto de los integrantes de la organización y en el
logro de los objetivos del colectivo.
Ante este complejo escenario, el mundo ha visto cómo las pocas certezas
con las que contábamos se encuentran hoy en jaque. Actividades insertas en
nuestra cotidianidad —como transitar y comunicarnos cara a cara, acceder a
los sistemas de salud para atender una afección de consideración o transitoria,
acudir a los centros de trabajo, así como tomar clases en un aula— son algunos
de los eventos que alguna vez pensamos que seguiríamos realizando de la mis-
ma forma si no por siempre, al menos durante mucho tiempo, y que han debido
adaptarse a las condiciones del obligado distanciamiento social. De acuer-
do con algunos autores (Haas, 2020), el mundo que dejará la pandemia será
ciertamente distinto del que teníamos antes, pero más que cambiar de forma
tajante la dirección de la historia, lo realmente notorio será que la habrá ace-
lerado. Es decir, esta crisis será menos un punto de inflexión que un tramo del
camino por el que el mundo ha estado caminando durante las últimas décadas.
Las bases de los cambios que observaremos a partir de 2020 se habrán gestado
años atrás; sin embargo, la emergencia sanitaria generará tal concentración de
fuerzas que acelerará la ocurrencia de lo que ya veíamos venir.
Esta aceleración de la historia parece delinear, en palabras de Haas
(2020), un reacomodo de las fuerzas con la depreciación de las alianzas en-
tre países y grupos en su interior. En contra de la ruta evidente, el reto que
impone la emergencia sanitaria requiere precisamente lo contrario, es decir,
La formación frente a la pandemia: actores, procesos y prácticas 91
Referencias bibliográficas
Haas, R. (2020). The Pandemic Will Accelerate History Rather Than Reshape It.
Not Every Crisis Is a Turning Point. Foreign Affairs. https://www.foreignaffairs.
com/articles/united-states/2020-04-07/pandemic-will-accelerate-history-rath-
er-reshape-it
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señanza Remota (peer). https://www.uam.mx/educacionvirtual/uv/peer.html
Universidad Nacional Autónoma de México (unam). (2020). Estudio Compara-
tivo de Universidades Mexicanas. http://www.execum.unam.mx
Aplicación del modelo universidad nodo
en la docencia universitaria
Resumen
Con el fin de difundir las posibilidades que tiene el modelo universidad nodo
en la docencia universitaria y la operación apropiada del Sistema Modular de
la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco (uam-X), en la
era digital, este ensayo da cuenta de la aplicación que se hace del modelo en el
diseño, operación y evaluación del módulo Historia y Sociedad, correspondien-
te al Tronco Común de las licenciaturas de la División de Ciencias Sociales y
Humanidades (csh) de la Unidad, en el marco de la instauración del Proyecto
Emergente de Educación Remota (peer) durante la pandemia.
Introducción
Una red es un conjunto de nodos interconectados. Las redes son formas muy
antiguas de actividad humana, pero actualmente dichas redes han cobrado
nueva vida, al convertirse en redes de información, impulsadas por Internet.
Las redes tienen extraordinarias ventajas como herramientas organizativas
La formación frente a la pandemia: actores, procesos y prácticas 95
Revisando a otros autores1 que han estudiado esta transición histórica podemos
darnos cuenta cómo las sociedades modernas están experimentando acelerada-
mente cambios profundos en todos sus campos y prácticas sociales. Vivimos
tiempos de incertidumbre situados en lo que Zygmunt Bauman denomina la
modernidad líquida. Una fase de la historia en la cual, la información circula en
cantidades exorbitantes y se transmite instantáneamente a cualquier parte del
planeta. Es una época en la que la vida social está en permanente flujo, en cons-
tante aceleración, donde los cambios culturales se producen a tal velocidad que
apenas tenemos tiempo de asimilarlos y adaptarnos a ellos. Es una sociedad inte-
grada a un sistema de producción, distribución y consumo descentralizado, en
la que la interacción social y las relaciones sociales se dan de manera horizontal
entre agentes que funcionan como nodos integrados a redes sociales cibernéti-
cas; es una sociedad hipermediatizada en la que todo lo existente se digitaliza,
virtualiza y se desvanece en el aire de un momento a otro.
1 Zygmunt Bauman, Gilles Lipovetsky, Byung-Chul Han, Gianni Vattimo y Yuval Noah Harari, entre otros.
96 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
2 El concepto castellsiano de sociedad red remite al periodo de transición del capitalismo a una nueva
fase informacional, la cual se relaciona con la noción de posmodernidad, así como con el concepto de
modernidad líquida como la conceptualiza Zygmunt Bauman y, también, con los términos sociedad
de la transparencia y sociedad transparente como los definen Byung-Chul Han y Gianni Vattimo respec-
tivamente, cada uno desde su postura teórica y, a su vez, con las formas sociales que emergen en la era del
vacío, como denomina Gilles Lipovetsky a esta fase de la historia en la que aún estamos inmersos.
La formación frente a la pandemia: actores, procesos y prácticas 97
3 El término objeto de transformación es un concepto clave en el modelo educativo de la uam-X, pues con
él se rompe con el paradigma disciplinario de la enseñanza y asume una visión constructivista centrada en
aprendizaje basado en la realización de proyectos sobre problemas de la realidad socialmente relevantes.
98 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
La cuestión para la uam consistía en hallar la manera de seguir con sus acti-
vidades académicas pese a las condiciones de confinamiento y limitación de
la movilidad e interacción social en ambientes presenciales que la pandemia
impuso a la sociedad y a la comunidad universitaria. En estas circunstancias
no quedaba más remedio que recurrir a la tecnología digital. De acuerdo con
el peer la idea era “procurar la continuidad de la formación universitaria, así
como la presentación de evaluaciones globales y de recuperación con la parti-
cipación de académicos” y para ello, se propuso instrumentar un plan de acción
con las siguientes características.
Contingente: es decir, que se llevará a cabo durante la crisis sanitaria.
Multitecnológico: que se propone el uso de una diversidad de herramien-
tas tecnológicas para la enseñanza remota, para facilitar la comunicación entre
profesores y alumnos, la creación de proyectos, el seguimiento de trabajos asig-
nados a los alumnos, el almacenamiento de materiales educativos y los propios
objetos digitales creados por el alumnado.
Flexible: donde el profesor y su grupo tengan la libertad de construir
los ambientes de enseñanza-aprendizaje necesarios para lograr los objetivos
de los programas docentes y, consecuentemente, el desarrollo académico y
profesional de los estudiantes.
Incluyente: lo que implica brindar apoyo para la conectividad y acceso
a la enseñanza remota, mediante un sistema de asistencia técnica permanen-
te, talleres de capacitación para el uso de recursos digitales y mecanismos de
ayuda tales como becas en especie para alumnos y maestros que las necesiten
y estén focalizadas en facilitar la conectividad, el acceso y uso apropiado de la
tecnología digital.
Siendo un profesor de carrera adscrito al Departamento de Educación y Co-
municación de la uam-X, y asumiendo que la aplicación del plan era obligatorio
para toda la comunidad, en abril de 2020 comencé a planear la forma en que debía
impartir el módulo Historia y Sociedad,que se me había asignado para el trimes-
tre 20-I, en concordancia con los cuatro lineamientos propuestos en el peer.
Para los efectos, y dado que la uam había hecho un convenio con Google
para articular su servicio de correo electrónico con el de la Universidad, con el
fin de acceder a todas sus aplicaciones, decidimos utilizar la aplicación Goo-
gle Classroom como medio principal de comunicación con los alumnos y
como plataforma para almacenar los trabajos de los estudiantes, los materia-
les didácticos, los contenidos de aprendizaje y dar seguimiento a la ejecución
del programa en sus distintas fases operativas y de evaluación. También se
utilizó la aplicación WhatsApp para generar una red instantánea de inter-
comunicación en el grupo, incluyendo a los profesores y, por supuesto, el
correo electrónico. Todo esto, además de la sala en Zoom que se usaría para
llevar a cabo sesiones en línea de las distintas unidades que integran el mó-
dulo tal como se diseñó.
Así, el módulo Historia y Sociedad quedó estructurado por tres compo-
nentes curriculares: un seminario temático, con duración de 80 horas acerca
de la historicidad de la sociedad global contemporánea, en el cual se pro-
puso como principales objetivos que los alumnos comprendan el carácter
histórico de las sociedades humanas y reflexionen sobre el papel que las re-
voluciones tecnológicas han cumplido en la génesis, desarrollo y decadencia
de las civilizaciones, en particular de la sociedad global contemporánea; un
taller de investigación con duración de 40 horas, donde los alumnos diseñan
y realizan los proyectos de investigación histórico-periodística del fenóme-
no de las noticias falsas o fake news durante la pandemia del COVID-19,
los cuales deben ser elaborados en equipo y de manera colaborativa con la
participación de todo el grupo; un curso de estadística aplicada a las ciencias
sociales, también de 40 horas, pensado para que los estudiantes aprendan a
leer datos, buscar y utilizar información estadística en las redes que les ayu-
de a fundamentar sus proyectos de investigación. En total, un programa de
160 horas de trabajo académico con 24 alumnos, atendidos por dos profe-
sores: un profesor titular para impartir el seminario temático y asesorar los
proyectos de investigación y un profesor asociado para impartir el curso de
estadística.
La operación de los tres programas constitutivos del módulo resultó muy
fluida y sin contratiempos, todo funcionó como se esperaba. Para organizar-
nos y ocupar el turno matutino completo los lunes y viernes de 8 a 10 horas
se impartió el curso de Estadística; el lunes, de 11 a 15 horas, se llevó a cabo
el Taller de Investigación; los martes y jueves, de 11 a 15 horas, se impartió el
Seminario Temático; los viernes, de 11 a 14 horas, se reservó para tener un ciclo
de cine documental. Asimismo, los miércoles, durante todo el día, y los martes
La formación frente a la pandemia: actores, procesos y prácticas 103
Reflexiones finales
Referencias bibliográficas
Resumen
Introducción
[…] los recursos y procesos educativos para ofrecer una educación de cali-
dad a los jóvenes provenientes de los estratos sociales más desfavorecidos,
donde desarrollen procesos de aprendizaje significativos que les permitan
mejorar sus condiciones de vida. Debe tender a una distribución desigual
de recursos y condiciones a favor de los menos favorecidos y no a un repar-
to basado en una igualdad formal (Silva, 2019).
1 La encuesta se aplicó en el marco de los trabajos realizados para la evaluación sobre la instrumentación
del peer en el trimestre 20-P en la uam-X, realizada por la planta docente de la Institución. Merecen una
mención especial Angélica Buendía, Aarón Arévalo, Héctor Guerrero, Javier Soria, Beatriz García, Sole-
dad Bravo, Silvia Pomar, Tomás Quirino, Víctor Garrido, Pamela Jiménez y José Ramón Hernández.
2 Es importante indicar que la muestra con la que se realizó el análisis no es resultado de un proceso alea-
torio, por lo que no son generalizables a la población de estudiantes de la uam-X.
La formación frente a la pandemia: actores, procesos y prácticas 111
I1. Está bien la educación remota, pero a veces las personas que no tenemos
los suficientes recursos ni apoyos nos vemos en la necesidad de acudir a café
Internet o casas de otros familiares, y eso implica gastos fuertes, que algu-
nos no podemos solventar tan fácilmente.
I2. Creo que fue un buen recurso debido a la emergencia sanitaria, pero de
igual manera un poco precipitado. Es clasista creer que por ser universita-
rios tenemos una buena conexión a Internet cuando algunos estuvimos con
problemas todo el trimestre.
I3. Tengo que salir a otros lugares donde la conexión es mejor, seguir pagando
la renta en la ciudad esperando las indicaciones de nuestras autoridades,
cuando eso implica mucho gasto. Espero nos consideren y los profesores
sean flexibles ante nuestra situación. No tenemos las mismas oportunida-
des (Estudiante de la comunidad de Guadalupe Nuevo Centro, Santa Ma-
ría Zacatepec, Putla, Oaxaca).
I4. Funciona para las personas que no tienen problemas con su Internet, y las
que no se preocupan por sus familiares, a lo mejor sí existen personas que sí
tienen buen Internet pero lo otro no, así considero el peer, sólo funciona
para un cierto grupo.
llama al diálogo permanente. Se puede decir que esta condición fue valorada
positivamente por los estudiantes; 72% señaló que la coordinación fue alta
o muy alta y no se observan diferencias sustanciales en las tres Divisiones.
No obstante, una buena coordinación no es suficiente si no se acompaña de
un seguimiento propicio.
Tal condición se hace visible cuando 33% de los encuestados consideró que
las actividades de aprendizaje aportaron poco o muy poco al desarrollo de la in-
vestigación o proyecto modular. Es un dato importante y contrasta con 37.5%
que juzgó que dichas actividades sí aportaron aprendizajes correspondientes
para realizar la investigación. Es probable que el componente disciplinar influya
en tal apreciación, pues 58% de quienes indicaron que las actividades aporta-
ron poco o muy poco, son de la División de Ciencias Biológicas y de la Salud.
En esta misma sintonía, poco más de la mitad de los estudiantes (57%) señaló
haber experimentado dificultades para desarrollar la investigación en el marco
del peer. De este grupo, 56% experimentó como principal problema el trabajo,
16% las asesorías con los profesores y 15% aspectos técnicos y de conectividad.
Asociado a la docencia y, en particular, a los programas de estudio mo-
dulares, se observa que la comunidad estudiantil valoró favorablemente el
desempeño de los profesores en cuanto a la oportunidad en la entrega de los
programas. De los alumnos, 80% indicó que los profesores integraron algu-
nos elementos relevantes como los objetivos de aprendizaje, unidades temáticas,
temas desglosados, bibliografías, apoyos didácticos y fechas específicas para
la entrega de actividades. Si bien el dato es optimista, todavía queda un
porcentaje mínimo de docentes que no cumple con esta responsabilidad:
6% de los estudiantes dijo que ninguno de los profesores proporcionó el
programa modular correspondiente, lo cual es, de inicio, un aspecto que puede
obstaculizar el desarrollo adecuado del aprendizaje, ya que en los programas
encuentran los elementos que orientan la lógica y la estructura de los contenidos
a revisar y las actividades por realizar en el trimestre.
Las voces de la comunidad estudiantil dan cuenta del reconocimiento
del peer como una estrategia positiva para contrarrestar los efectos de la
pandemia. No obstante, su efectividad se puede ver mermada cuando la do-
cencia no responde a las expectativas de los alumnos. Las experiencias
compartidas por la comunidad estudiantil se concentran en dos aspectos: la
formación docente y la flexibilidad. Fue recurrente la demanda de capacitar a
la planta de profesores en cuanto al uso adecuado de la tecnología, así como
de plataformas virtuales. Sin embargo, la petición principal de los estudiantes
está en la flexibilidad.
114 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
I1. Me agradó la modalidad; sin embargo, siento que no obtuve los cono-
cimientos necesarios, sobre todo en matemáticas que fue donde era más
difícil la explicación debido a los materiales que se podían usar de manera
virtual, a pesar de eso, agradezco a los profesores que tuve, la paciencia y el
esfuerzo por impartir todos y cada uno de los temas de la mejor manera,
ya que siempre buscaron opciones para que fuera más fácil el aprendizaje.
12. Considero buena alternativa el peer, pues nos permite continuar con
nuestra formación profesional; sin embargo, creo que sí hay un grado de
afectación al no poder llevar satisfactoriamente ciertos aspectos prácticos
—principalmente en el área biológica—. Así como nos estamos adaptando
a un mayor uso de tecnologías debemos hacerlo en cuanto a contenidos y
estrategias de aprendizaje que propicien la participación y mejor compren-
sión. Apegarse sí al programa, pero con recursos adicionales como pláticas
con algún experto, estudios de caso, etcétera. Fortalecer el conocimiento.
que es el momento propicio para imaginar y crear una Universidad todavía más
incluyente y abierta para todos. Por supuesto, ello no se limita únicamente a
las posibilidades de ampliar el acceso a la educación superior o de proporcio-
nar un mayor número de becas —sin restar la importancia que estas acciones
pueden tener para la culminación de las trayectorias escolares—, sino a la vo-
cación institucional para lograr que nuestros estudiantes permanezcan en las
aulas y logren resultados efectivos, es decir, aquellos que les otorguen los co-
nocimientos y habilidades requeridos para desarrollarse plenamente.
Las experiencias referidas por los estudiantes dan cuenta del camino que
nos falta por recorrer. Asimismo, nos permiten visualizar y ser más conscientes
de que no todos partimos del mismo piso y que la posición social puede marcar
y afectar nuestro devenir social. En tal sentido, sabemos que existen aspectos
estructurales que difícilmente la Universidad puede contrarrestar, no obstante,
existen muchos otros en los que sí podemos incidir. Uno de ellos sería incor-
porar los principios de una docencia para la justicia y la equidad social, no sólo
en términos políticos y filosóficos sino también, y con mayor insistencia, bajo
un planteamiento pedagógico.Por supuesto que dicha propuesta exige replan-
tear estrategias institucionales, organizacionales, pedagógicasy de gestión que
permitan construir el entramado requerido para favorecer el desarrollo de una
docencia con estas características.
También es un llamado a incorporar procesos de sistematización de infor-
mación que posibiliten capturar el curso de las trayectorias escolares de nuestros
estudiantes, para generar información estadística que dé paso a la toma de deci-
siones desde una perspectiva de equidad, es decir, pensando en las diferencias.
Referencias bibliográficas
Resumen
cada estudiante (Masschelein y Simons, 2014; Pennac, 2010). Más que ser el
espacio de lo determinado, es un recinto de lo potencial.
Así, lo escolar se revela como “un asunto de igualdad”, no porque equilibre
las desigualdades sociales de los estudiantes o garantice aprendizaje y trayecto-
rias independientes de ellas, sino porque esa suspensión —aquella que centra
a la persona en conocer o saber hacer algo nuevo— se abre a todos por igual,
bajo el supuesto de que cada estudiante tiene la capacidad de hacerlo.
Defensa de la escuela: una cuestión pública es el título que los autores eligie-
ron para el libro en el que desarrollan este planteamiento. Desde su perspectiva,
los rasgos previos caracterizan la matriz de lo escolar, pero ello no implica que
nuestra escuela actual los encarne. Masschelein y Simons (2014) enumeran y
enfrentan distintos ataques a ésta, múltiples intentos para domesticar su im-
pulso igualitario: desacreditarla; aterrizarla a la lógica del mundo económico;
domar su potencialidad, y definir con precisión la utilidad futura de lo que en
ella se enseña, porque sin esa exactitud —dirán los detractores— de qué sirve
aprenderlo. La defensa de los autores consiste en esclarecer el núcleo de lo es-
colar para promover una reinvención de la escuela frente a estas y otras críticas.
En ese ejercicio de renovación, los autores arguyen que la igualdad distin-
tiva de la educación escolar es una hipótesis práctica para quien enseña, más
que un hecho probado científicamente. En el trabajo de su comprobación
—aducen—, el docente se enfrenta a la individualidad de sus estudiantes y a
las desigualdades y diferencias sobre las que ésta se ha constituido. No hay op-
ción, el profesor debe afrontar la desigualdad entre el alumnado para erigir la
suspensión característica de la escuela con el fin de que cada estudiante pueda
aprender aquello que el profesor se ha propuesto enseñar.
Para quien ejerce la docencia, la expansión histórica de inmuebles crea-
dos específicamente para la educación escolar le ayuda a creer que la primera
finalidad se ha alcanzado: alejarse, junto con los estudiantes, de la vida de los
hogares, el orden desigual de la sociedad y la lógica del mundo productivo. En
el caso de la Universidad, una representación primigenia de ella antes de la pan-
demia era fundamentalmente espacial: un campus o unidad, edificios, salones.
Así, por ejemplo, la uam-X puede verse como un dispositivo arquitectónico
que garantiza al estudiantado un distanciamiento de sus hogares, refuerza la
sensación de lejanía de la vida económica y los pormenores propios del asegu-
ramiento del sustento, y contribuye a soterrar múltiples detalles de la vida de
quienes acudimos a los salones de clase.
Sin hacer algo aún, las profesoras y los profesores pueden fiarse de que la
suspensión que distingue lo escolar se ha logrado. Pero precisamente, porque no
La formación frente a la pandemia: actores, procesos y prácticas 121
1 Véanse Perrenoud (2008) para el contraste entre dos lógicas de evaluación del aprendizaje: una centra-
da en la regulación del aprendizaje y la otra en la clasificación o construcción de jerarquías de excelencia;
y Pérez y González (2011) para un cuestionamiento acerca de esa forma de entender la relación entre eva-
luación del aprendizaje y justicia.
122 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
aulas. Cuando se manifiesta, nuevamente vamos a la carga: “Es que cada vez
son más flojos”, “¡Vienen con una desgana!”, “Es que no hay manera de moti-
varlos”. Aunque esto pueda ser cierto, asumir la apatía como responsabilidad
del estudiantado es el derrotero temprano de nuestra enseñanza.
En principio, el logro de quien enseña se distingue por la capacidad de in-
volucrar al estudiante, animar su libertad y voluntad de aprender: tarea nada
sencilla que demanda una clara orientación pedagógica,destreza didáctica, así
como la capacidad de abordar la singularidad de cada grupo con creatividad,
empatía y pequeñas innovaciones que mantengan nuestra docencia en movi-
miento, ágil y reacia a la rutina.
En más de una ocasión, muchos nos descubrimos lejos de esa práctica docen-
te. La modalidad en línea y a distancia, en cambio, ha abierto ventanas a nuestras
carencias pedagógicas y didácticas, a una enseñanza cansada y poco imagina-
tiva. Sin embargo, observarla es la primera lección para renovarse y así evitar
que, cuando regresemos a las aulas presenciales, las cámaras apagadas sigan allí.
Aunque con sensibles diferencias, poco a poco replicamos casi todo lo que
hacíamos en nuestros programas de docencia antes de la pandemia. En el pos-
grado, por ejemplo: seminarios, talleres, conferencias, procesos de selección,
exámenes profesionales, reuniones de docencia, asesorías de tesis o Idónea
Comunicación de Resultados (icr), coloquios de avances de investigación,
etcétera. En una de las sesiones del coloquio que organizamos con estudiantes
de maestría y doctorado, uno de ellos, al presentar sus avances investigación,
planteó como tesis central que, frente a las exigencias actuales, la Universidad
experimenta un desplazamiento de sus funciones tradicionales y ha entrado en
un proceso que él llama escolarización. En un punto de su exposición señaló
que éste ha transformado a los profesores universitarios en “simples enseñantes,
en simples maestros pues”.
Su apreciación encuentra paralelo en los títulos laborales que solemos usar
para presentarnos: profesora-investigadora, profesor-investigador. Aunque la
legislación de la uam nos denomina únicamente profesores, nos gusta agregarle
lo otro, como para prevenir que sólo nos crean enseñantes; vaya, que se nos
confunda con simples maestros. Entre la enseñanza y la investigación, la
segunda otorga el prestigio. No sólo en la percepción de aquel estudiante de
La formación frente a la pandemia: actores, procesos y prácticas 125
Cuando escribo este texto, caigoen la cuenta de que son ya siete grupos diferentes
—tanto de licenciatura, como de maestría y doctorado— con los que he trabaja-
do en la modalidad a distancia durante la pandemia.A ello debo sumar la asesoría
individual de trabajos terminales, icr o tesis. Hasta ahora, entre todos los estu-
diantes, no he encontrado uno solo que prefiera esta modalidada la presencial. Lo
mismo he identificado entre colegas. Si bien unos y otros reconocen ciertas ven-
tajas y comodidades que brinda el distanciamiento, nadie desea permanecer así.
Aunque esa postura parezca obvia para muchos, de alguna manera es sor-
presiva. En los últimos treinta años, según Gert Biesta (2006, 2010), hemos
La formación frente a la pandemia: actores, procesos y prácticas 127
Este giro discursivo puede contribuir a que los docentes centremos nues-
tra práctica en facilitar el proceso de aprendizaje de los estudiantes. Incluso
—arguye Biesta— tiene el potencial de propiciar un movimiento emancipa-
dor, en tanto promueve que las personas tomen una responsabilidad mayor
en los procesos de aprendizaje y desarrollo. Sin embargo, el autor neerlandés
puntualiza dos riesgos importantes. El primero es que el discurso de la aprendi-
zajización es individualizante; el aprendizaje aparece como tarea individual del
aprendiz; mientras que la educación siempre es interacción social. El segundo
es su carácter procesual: aprender como proceso perenne, sin importar mucho
el contenido ni el rumbo, sentido o la finalidad.
La pandemia ofrecía las condiciones idóneas para que esta retórica diera
la estocada final a la educación. Fascinados por los desarrollos tecnológicos
recientes, muchos abrazaron la futurología de la emergencia. Hubo quienes,
apresurados, pregonaban el fin de la escuela o la otra frase típica de que “la
educación no volverá a ser como antes”. Imaginaban que toda persona con una
computadora o dispositivo móvil pronto descubriría lo banal de la educación
frente a la deslumbrante empresa de tejer individualmente sus propias redes
de aprendizaje. Más allá de las consecuencias que este escenario tendría en la
ampliación de las desigualdades, no ha resultado muy atractivo para estudian-
tes y personal académico.
Claro, nuestro deseo de retomar la educación cara a cara y de manera pre-
sencial se acompaña del anhelo de recuperar la convivencia, el relajo, los cuates,
las conversaciones de pasillo, el paquete completo que nos brinda la universi-
dad presencial. Pero también señala la primacía social de la educación sobre
el aprendizaje.
Con excepción de los cambios permanentes en las capacidades humanas que
resultan de nuestra acción directa sobre el medio ambiente o de la interacción
128 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
con los animales, todo aprendizaje supone una cierta interrelación social (Illeris,
2008), sea cara a cara, sincrónica, y en un espacio físico o ambiente comunica-
tivo común (bajo una relación nosotros, como la nombran Schutz y Luckmann
[1973]), es decir, distante y mediada por algún producto, creación, tecnología
o artefacto cultural como el libro, por ejemplo (bajo una relación ellos). Sin em-
bargo, al ser la enseñanza una condición necesaria de la educación —como lo
es también el aprendizaje— (Mialaret, 1981), el carácter interaccional de ésta
última es consustancial. Mientras más sincrónica, copresencial y directa sea esa
interacción, más se muestra la relevancia de la educación para activar y fortalecer
los vínculos sociales (Pérez e Ibarra, 2017). Cuando aprendemos, prescindiendo
de ella, el aprendizaje resulta un proceso más individual que cuando aprende-
mos educándonos. Por ello, tal como lo señala Biesta, el discurso que sobrepone
el aprendizaje a la educación es individualizante, en tanto que aquel que desta-
ca la primacía de la educación es socializador. Es el proceso por excelencia para
reproducir y renovar la vida humana, lo cultural, mediante la construcción o
fortalecimiento simultáneo de nuestros lazos, relaciones o comunidades. Como
lo dijo Dewey (2004 [1916]) en su momento, la educación es una necesidad de
la vida; ésa que a veces sentimos robada por la pandemia y queremos recuperar
tan pronto como sea posible.
La pandemia nos deja una lección sobre la importancia social de la edu-
cación y, con ello, afirma la relevancia de nuestro trabajo como educadores.
Conclusiones
Referencias bibliográficas
Resumen
Introducción
El plan de capacitación
la forma de evaluación del aprendizaje, así como los mecanismos para realizar
un acompañamiento virtual. Todo esto, con un único objetivo: promover un
aprendizaje relevante y significativo para los alumnos (Silva et al., 2020c).
Desde el 2016, se instrumentó en la Unidad la plataforma Xahni (figura
1), basada en el Proyecto Sakai, un programa de gestión de aprendizaje de có-
digo abierto con diversas herramientas que facilitan el trabajo colaborativo. La
formación académica en el uso de la plataforma fue habilitando a los profesores
interesados, en su mayoría de la División de cbi, para organizar sus contenidos,
actividades y evaluaciones en aulas virtuales. Sin embargo, la situación gene-
rada por la contingencia sanitaria demandó la formación de todo el personal
docente en el ámbito tecnológico.
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1 Metodología utilizada por los diseñadores para resolver problemas complejos enfocándose en las per-
sonas mediante la observación, detección de necesidades y generación de soluciones.
La formación frente a la pandemia: actores, procesos y prácticas 137
KUHNI.LER.UAM.MX
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Toda acción estructurada para apoyar las funciones sustantivas de docencia debe
evaluarse para identificar las áreas de oportunidad y entrar en el ciclo de mejora
continua. Para este fin, se diseñaron mecanismos de diagnóstico y valoración de
la percepción de estudiantes y profesores en torno al funcionamiento del peer.
Los instrumentos integraron reactivos organizados en cinco dimensiones:
1) inventario de recursos tecnológicos;2) planeación y evaluación del aprendi-
zaje; 3) alfabetización pedagógico-digital;4) problemas en la instrumentación
de la educación a distancia, y 5) psicosocial o socioemocional. Cada dimensión
integra una serie de preguntas a las que se les asignó un puntaje utilizado para
valorar los resultados a través de un semáforo, mismo que permitió identificar
necesidades y puntos de atención inmediata.
En la siguiente tabla se describe cada una de las dimensiones consideradas.
Dimensión Descripción
Resultados
acciones durante el resto del periodo lectivo y mejorar los servicios y atención
que brinda la Coordinación del Campus Virtual. Al concluir el trimestre —en-
tre las semanas 11 y 12— se aplicó el instrumento de evaluación que permitió
valorar el impacto de las intervenciones realizadas.
Los resultados se presentan como un comparativo de los semáforos obte-
nidos para cada dimensión en los trimestres 20-I y 20-P.
20-1
- - 1..~ l~bpo.hM,...-n
..,....,,,. _ _? •
TlpO 6t hlframitntM q.,t lcKalumnos
uwnltfllMW
20-P
Por otra parte, al inicio de la pandemia, 66% de los docentes utilizaba para
impartir sus cursos: un aula virtual sobre plataforma lms, herramientas de vi-
deoconferencia, aplicaciones de mensajería y redes sociales y otros medios de
comunicación (uam Lerma, 2020b). Al concluir el trimestre 20-P, se observó
que la cifra se incrementó al 80% con profesores que trabajaron fácilmente con
este tipo de materiales (uam Lerma, 2020d). Se percibió que del trimestre 20-I
al 20-P hubo un progreso importante en las habilidades del uso de herramien-
tas tecnológicas tanto en alumnos como en docentes.
20-1
20-P
Alfabetización pedagógico-digital
Los elementos que se valoran en esta dimensión contemplan el diseño de la-
bores de aprendizaje virtuales y de exámenes en línea; la selección y uso de
herramientas para actividades sincrónicas y asincrónicas; la grabación de vi-
deos y podcasts; el diseño instruccional de cursos a distancia, y la atención y
orientación a estudiantes en temas socioemocionales (uam Lerma, 2020a;
2020c). Al ponderar las respuestas (figura 5), se observó un avance considera-
ble, ya que el semáforo verde se incrementó en un 55% pasando de 20 a 75%
de alumnos que perciben la integración de todos estos factores en sus uea. En
el caso de los profesores, se registró un progreso importante, ya que el semá-
foro verde aumentó un 70% pasando de 13 a 83% de docentes que se estiman
capacitados en este rubro.
La preparación docente que se realizó al concluir el trimestre 20-I, contem-
pló temáticas enfocadas en el desarrollo de habilidades tecnopedagógicas,como
el diseño de actividades de aprendizaje virtual y el uso de recursos educativos
diversificados buscando la integración de dinámicas que faciliten el aprendi-
zaje activo. Al mismo tiempo, se ofrecieron talleres de acompañamiento como
ingrediente clave en los cursos de modalidad remota.
144 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
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146 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
Experiencia psicosocial
Por último, en esta dimensión cuyo impacto se refleja en el aprendizaje de los
alumnos, se observa que 53% de ellos presenta problemas cognitivos y 50% pro-
blemas emocionales que, sin duda, es el tema crítico por atender (uam Lerma,
2020a). La pandemia, el contagio de COVID-19, las muertes de familiares,
amigos y compañeros, mantiene un contexto de tensión, angustia y estrés con
el que se debe lidiar a la vez que, en muchos de los casos, los alumnos no cuen-
tan con un espacio adecuado para estudiar.
Comparativamente, los resultados obtenidos en esta dimensión entre alum-
nos y profesores es muy distinta. En la figura 7, se observa que en promedio más
del 80% de docentes no presenta problemas en este rubro, a diferencia de lo que
ocurre con los estudiantes. Sólo el 13% de profesores indica que tiene algún
problema emocional. Por supuesto, en relación con las dificultades derivadas
de la emergencia sanitaria, al mismo tiempo que se busca el espacio adecuado
para enseñar óptimamente, se plantea como uno de los mayores compromi-
sos por parte del docente, ser flexible y mantener el interés de los estudiantes.
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Los resultados que se muestran en los semáforos de los trimestres 20-I y 20-P
tanto para alumnos como para profesores, muestran avances importantes. Todo
esto manifiesta el compromiso y el gran esfuerzo que ha realizado la comunidad
universitaria para adaptarse a este nuevo entorno de enseñanza y aprendizaje.
No podemos limitarnos a seguir valorando el peer cada trimestre en ese
ciclo de mejora continua, es necesario pensar en la nueva realidad que tenemos
por delante. Hay que iniciar con una agenda digital universitaria cuyo objetivo
sea la transformación digital en la uam Lerma.
Es necesario avanzar en el diseño de un modelo educativo innovador que
atienda las nuevas circunstancias y aproveche las habilidades y competencias ob-
tenidas por alumnos y profesores durante el periodo de contingencia sanitaria.
Para transitar del peer a la transformación digital requerida para una nue-
va realidad, se requiere de una planeación estratégica (figura 8) que parta de
un diagnóstico del estado actual, que proponga escenarios para una nueva nor-
malidad, redefina misión, visión y objetivos estratégicos y que se realicen las
adecuaciones a los planes de desarrollo de la uam y de las Unidades.
La transición digital en la docencia, necesita valorar la posibilidad de
un diseño educativo híbrido (Silva et al., 2020a) adaptado al nuevo entorno
tecnoeducativo en el que se desarrollarán las actividades cotidianas; la inclu-
sión de toda la comunidad universitaria mediante un equipamiento adecuado
y adaptación de espacios en casa para mejorar el desarrollo de las funcio-
nes sustantivas de la Institución; contar con una gestión digital que integre
aplicaciones que apoyen las labores administrativas, optimizando recursos
y tiempos, además de habilitar la ejecución del trabajo desde cualquier lu-
148 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
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Futuro
¿A dónde quiero ir?
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Figura 9. Consideraciones para la transformación digital en la uam
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La Unidad Lerma debe realizar los mismos procesos administrativos que rea-
lizan las Unidades grandes, con un mínimo de recursos, lo que genera una
sobrecarga de trabajo a los órganos personales, al personal de confianza y a
los académicos. Por esta razón, se plantea la posibilidad de modelar y auto-
158 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
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Fuente: página web uam Lerma, consultada en 2020.
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Visión a futuro
Referencias bibliográficas
Resumen
Introducción
1 En el contexto de la crisis de salud que padece la humanidad, resulta importante reconocer a quienes
han estado al frente de este gran desafío.
La formación frente a la pandemia: actores, procesos y prácticas 165
Formación universitaria
La vida universitaria, hasta hace unas décadas, representaba la última fase for-
mativa que permitía a los egresados insertarse en la vida productiva, económica,
social y política para ser agentes de cambio. Se ha mantenido la idea generali-
zada de que la experiencia universitaria debería incidir en el desarrollo de ideas
y en los flujos culturales plantando en los jóvenes valores convenientes para
el progreso de la Institución, para el país y para ellos mismos. Esta percepción
social fue utilizada de manera política durante la década de los años setenta del
siglo pasado con la finalidad de transfigurar la identidad y la formación uni-
versitaria al grado de señalarles incluso como “traidores de la misión universi-
taria” (Montemayor, 2016; Mangone, 1994; Meyer, 2006).
No obstante, el pensamiento crítico, la autonomía y la reflexión social si-
guen siendo pilares fundamentales de la formación universitaria. Ciertamente
166 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
han cambiado los grandes problemas nacionales y culturales. Por ejemplo, antes
de la pandemia surgió con fuerza el movimiento contra la violencia de géne-
ro, impulsando cambios estructurales al interior de las ies y acompañando a
los grupos vulnerables externos en su demanda de no violencia a la mujer. Se
trata de un fenómeno de múltiples caras que no debe comprenderse como ho-
mogéneo. Esta es una muestra de la capacidad reflexiva pero, sobre todo, de
la conciencia de actores de cambio que la comunidad universitaria tiene de sí
misma. Hay mucho por avanzar en un mundo donde las interacciones entre
el universo estudiantil de nivel superior y los movimientos políticos que le ro-
dean resultan más complejas y, en ocasiones, opacas.
La universalización de la formación universitaria presentada como la
ampliación de la matrícula, y fundamentada en los cambios en la estructura
de los procesos productivos y de los mercados de trabajo que demandaron
perfiles profesionalizantes y técnicos, permitió el acceso de jóvenes proce-
dentes de orígenes sociales vulnerables, así como de mujeres, con lo cual se
reconfiguró el tejido social de las universidades. Este fenómeno, llamado
de manera peyorativa “masificación”, según Suárez se explica por tres mo-
tivos principales:
Con base en las propuestas de Krotsch (2002),2 Suárez sostiene que esta aliena-
ción ha cambiado dando paso a un distanciamiento creciente entre el mundo
institucional universitario y el de los estudiantes. El concepto de lejanía resulta
relevante en la actualidad del contexto de la emergencia sanitaria, no por los
argumentos de Krotsch, sino por las posturas que han señalado la crisis exis-
tente en los modelos universitarios de finales del siglo xx.
Por un lado, el modelo institucional de las universidades, que tiene sus orí-
genes en la organización gremial del medioevo y que se estructuró en el contexto
del desarrollo de los estados nacionales, es señalado por Alain Touraine como
un modelo en crisis caracterizado por su falta de actualización al no respon-
der a las demandas de las sociedades actuales (Touraine, 1977). En el mismo
sentido, Santos sostiene que en los últimos años del siglo xx ser alumno uni-
versitario ya no se asociaba con la pertenencia a un estatus de exclusividad, ni
las universidades eran vistas como garantía de ascenso social o de prosperidad
individual (Santos, 2007).
Por otro lado, las críticas exponen el agotamiento del modelo pedagógico
de las ies por la falta de incorporación al nuevo mundo social de los jóvenes
universitarios que se caracteriza por el uso intensivo de las tic en todos sus en-
tornos sociales, con lo cual se visibilizan nuevas oportunidades de acceso a la
información y al conocimiento. En 2001, el concepto “nativo digital” acuña-
do por Marc Prensky señalaba una brecha entre los procesos formativos y los
universitarios. Se trata de una discontinuidad que define la singularidad de
los estudiantes del siglo xxi, “como resultado del entorno omnipresente —de las
tecnologías digitales— y del enorme volumen de su interacción con él, los alum-
nos de hoy piensan y procesan la información de manera fundamentalmente
diferente a sus predecesores” (Prensky, 2001).
Manuel Castells señala que la irrupción de las tic ha configurado la socie-
dad de la información donde la estructura social iniciará una fragmentación
extrema, consecuencia de la gran flexibilización e individualización del traba-
2 Pedro Krotsch realiza sus indagaciones en torno a la hipótesis del debilitamiento o desaparición de los
movimientos estudiantiles, examina los debates surgidos a partir de los años sesenta hasta los primeros
años del siglo xx y complejiza las dificultades de los alumnos en el marco de una sociedad fragmentada,
de una juventud desencantada y una universidad pública latinoamericana expandida, diversificada y divi-
dida (Krotsch, 2002).
168 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
jo, también sostiene que los cambios tecnológicos generarán una cultura de
la virtualidad que modificará las dimensiones de espacio y tiempo de las inte-
racciones (Castells, 1999). El caso de la actividad educativa no es la excepción
y en la formación universitaria se profundiza por el concepto mismo de for-
mación. La manera tradicional de estar en las universidades se basaba en roles
sociales y estilos de desarrollo del aprendizaje y apropiación del conocimiento
propios de las estructuras pasadas: el enciclopedismo y el protagonismo del pro-
fesor universitario siguen siendo características arraigadas en los sistemas edu-
cativos actuales.
Con el acceso a las tic, aspectos como la autonomía, la virtualidad y la fle-
xibilidad adquieren relevancia en un cambio de roles donde el protagonismo
ya no residirá en el docente, sino en el alumno, donde se advierten otros ele-
mentos de interacción como los tutores, los mentores e incluso, los asistentes
inteligentes y las mismas tic. El diálogo cambia y también aumenta en todas
las interacciones. A partir del inicio del siglo xxi, los intentos por integrar la
tecnología en los entornos escolares expusieron las tensiones ideológicas, ad-
ministrativas e identitarias que fueron fuente de resistencias.
Además, en el entorno digital del presente siglo se ha configurado una
nueva propuesta formativa diferente a los ambientes universitarios: la amplia
oferta de cursos en plataformas abiertas que operan bajo los criterios de la li-
bertad de ritmo, tiempo y espacio de los estudiantes. La esencia que interesa
destacar es que por primera vez en la historia de las ies se advierte una pre-
sencia que ofrece otra opción, diferente en todos los sentidos al acceso de la
formación. Los cursos Massive Open Online Course (mooc, por sus siglas
en inglés) y las plataformas como Miríadax y Coursera, por mencionar dos
ejemplos, exponen nuevos desafíos a las ies. Este fenómeno inicia con el lla-
mado aprendizaje móvil, impulsado por dos derechos habilitantes esenciales
en la actualidad: derecho a la educación y derecho al acceso a las tic.
En el mismo sentido, Barber et al., en su documento An avalanche is co-
ming. Higher education and the revolution ahead, exponen la necesidad de
iniciar los procesos de cambio, modificación y mejoramiento de la educación
superior, dado el desfase entre las estructuras, operaciones y configuracio-
nes de las ies respecto de su entorno. Entre los factores del contexto que
deberían preocupar a las ies están la innovación, las migraciones territoria-
les, la insurgencia de clases, los nuevos grupos sociales, la difusión acelerada
y exponencial de la información y las pandemias, entre otros (Barber et al.,
2013). Aunque, quizás el aspecto esencial que debería considerarse para ini-
ciar el cambio en las instituciones de educación refiere a la integración de la
La formación frente a la pandemia: actores, procesos y prácticas 169
Cambio
Experiencia universitaria
3 Alain Touraine, observador crítico de las instituciones universitarias, en su obra ¿Podemos vivir juntos?
iguales y diferentes impulsa un debate sobre las implicaciones de las situaciones de clase privilegiadas y
precarias en tanto sumergen a sus ocupantes en mundos simbólicos radicalmente distintos por desiguales
(Touraine, 2000).
La formación frente a la pandemia: actores, procesos y prácticas 171
Rituales de interacción
4 Randall Collins basa su propuesta en los trabajos clásicos de Durkheim, Mead y Gooffman, en particu-
Collins explica que el ri inicia con un suceso común, que incluye las formali-
dades estereotipadas, así como los estímulos personales que pueden ser o no
transitorios. El suceso genera una copresencia, una reunión colectiva, un en-
cuentro con las naturales demarcaciones de estar “frente a otros”, es decir, esa
exposición y presencia con otros. Lo sustancial es que existe un solo foco de aten-
ción coincidente en todos los participantes y un estado emocional compartido,
el cual dependerá de la situación y de las copresencias. Cada encuentro tendrá
un ritmo, un tono, una intensidad diferenciada, que impulsará una efervescen-
cia colectiva que podrá gestar desde la solidaridad grupal, la energía emocional
individual, símbolos de relación social y objetos sagrados que darán pautas
de moralidad que definirán las acciones contra los agresores a un acuerdo no
escrito, pero compartido (Collins, 2009).
Resulta fundamental que, si bien existe una condición de presencialidad fí-
sica, lo importante de esta variable es que exista una afectación recíproca, por lo
cual, en el caso de las interacciones mediadas por la tecnología,el encuentro entre
dos o más personas se cumpla en las sesiones sincrónicas de las clases, así como en
las asesorías colectivas y sesiones de colaboración entre alumnos. Al contrario,
en las actividades de naturaleza asíncrona no se observa esta variable.
Las barreras excluyentes operan en el mismo sentido que la presenciali-
dad, los instrumentos tecnológicos limitan el acceso a algunas personas, pero
también las hay de naturaleza social. El conocimiento previo del grupo, la
confianza en uno mismo sobre la participación y el miedo a la exposición, son
algunos aspectos preexistentes; a ellos habría que agregar una situación adicio-
nal: la posibilidad de mantener la invisibilidad del entorno, no desaparecen,
sólo no actúan y esa es una decisión que afecta en la clase, genera una barrera
para sí mismo y para los otros.
En el caso de la identificación del foco de atención, refiere al estímulo
que hará cobrar una conciencia común. En el caso de las sesiones sincrónicas,
un centro de atención es la explicación de una tarea o un examen, no así las
conferencias y explicaciones temáticas del profesor. La idea de contar con la
posibilidad de verla a posteriori elimina el foco de atención en ese momento.
También existen estímulos externos como un beneficio en la calificación. En
otras palabras, el centro de atención es el resultado de la propuesta de interac-
ción en el encuentro entre colectivos diferentes.
Finalmente, la experiencia emocional individual transita a una experien-
cia emocional colectiva frente a un desafío, algo diferente que no conocían, o
bien, algo que sospechaban, en otras palabras, el resultante de una confluencia
de significaciones individuales.
La formación frente a la pandemia: actores, procesos y prácticas 173
menos. Con los profesores, es como una clase presencial, pero tienen algo
de estrés, se molestan porque no tenemos cámara, pero ahora se enojan por-
que no expresamos nuestras dudas. Hay ocasiones en que estás motivado
a poner atención, y luego te desanimas, ya no preguntas, pueden también
existir aspectos técnicos, sólo haces preguntas cuando estás haciendo las ta-
reas. Cuando quieres ver al profesor después de la clase es complicado, no
siempre puede, antes sí, ibas caminando con él. Eso ya no existe. Sí afecta,
porque el profesor ya no te puede ver de manera inmediata, tienes que agen-
dar y es más complicado.
I3. En la participación en la modalidad remota, uno siente que te pueden juz-
gar si no tengo la pregunta bien formulada, no me siento cómoda, siento feo
porque los maestros hablan y nadie participa.
Aprendizaje y desafíos:
I1. Todo lo que he aprendido ha sido porque me he esforzado. El peer no ha sido
del todo malo, hay cosas muy buenas, te da flexibilidad de horarios y pro-
ductividad, libertad de acción. El peer no lo quitaría, lo agregaría como una
modalidad adicional. El retorno lo haría gradualmente, asignar los viernes
para retroalimentación de las clases [...] Si se ve que hay conciencia social
y funciona de acuerdo con los protocolos, entonces habría que dejarlos. El
deporte es esencial, no nos pueden juntar para hacer deportes, pero hay mu-
chas posibilidades para volver a reunirnos utilizando herramientas en línea.
I2. Vimos la necesidad de comunicarnos y con los compañeros más cercanos
creamos grupos para ayudar a explicarnos las dudas. Debemos descansar de
la tecnología en general. Espero que haya más actividades dinámicas. Creo
que debe haber actualización en los programas de estudios para incorporar la
tecnología porque es muy necesaria, es bueno, es vital que integremos lo que
ya sabemos. Podríamos mejorar un sistema de educación, de aprendizaje ins-
trumentando estas mismas herramientas en los planes y actividades curricu-
lares y atender poco a poco de tal forma que sean parte de lo que viviremos en
el corto y largo tiempo.
I3. Creo que seremos menos ignorantes.
La formación frente a la pandemia: actores, procesos y prácticas 175
Reflexiones finales
las universidades del siglo xxi. Un llamado de alerta resalta en las observacio-
nes y comentarios de los alumnos entrevistados: el mundo social de las ies es
fundamental tanto para el desarrollo de su aprendizaje como de su personali-
dad y de sus motivos para permanecer en la vida universitaria.
Entre las funciones sustantivas, la docencia debe iniciar un proceso de
reflexión hacia nuevas dinámicas de interacción que permitan vincular los
aprendizajes de esta experiencia disruptiva, así como los elementos sustanti-
vos del quehacer educativo.
De las actividades de apoyo, resulta relevante la atención psicoemocio-
nal dirigida a alumnos y a profesores, quienes dan muestra de un agotamiento
acumulado. En el mismo sentido, es imperioso generar un sistema de acom-
pañamiento más cercano con los alumnos, que les impulse y oriente durante
su trayectoria escolar. Finalmente, no menos importante, las actividades de-
portivas y de esparcimiento deben integrarse con mayor intensidad de manera
inmediata para contrarrestar el agotamiento y el aislamiento social que expe-
rimenta la comunidad universitaria.
La vida y la formación universitaria representan partes sustantivas en la
existencia de las personas. Los recuerdos ocupan un papel fundamental en
la construcción de nuestro mundo y los que refieren a la vida escolar ocupan un
papel especial. Para George Gusdorf (1963), los recuerdos de familia y el amor
comparten importancia con los recuerdos escolares “todos nosotros conserva-
mos imágenes inolvidables de los principios en la escuela y de la lenta odisea
pedagógica en la que se realiza el desarrollo del pensamiento y, en gran parte,
la formación de la personalidad”.
Referencias bibliográficas
Resumen
Contexto y diagnóstico
1 Las entrevistas fueron llevadas a cabo vía remota por medio de la aplicación WhatsApp, y las respuestas
de cada entrevistado se recibieron entre el 15 de noviembre y el 10 de diciembre de 2020. Las dos entre-
vistadas y el entrevistado son: Brenda García Parra, Coordinadora de la Licenciatura en Diseño; Cecilia
Castañeda Arredondo, Jefa del Departamento de Teoría y Procesos del Diseño, y Octavio Mercado Gon-
zález, Director de la División de Ciencias de la Comunicación y Diseño.
180 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
trimestres de la instrumentación del peer, ¿cuáles son los problemas que ob-
serva en la enseñanza y aprendizaje en la carrera de Diseño? ¿Cuáles cree que se
deban a problemas relacionados con la tecnología, su uso, el conocimiento de
plataformas, etcétera? Es decir, ¿cuáles cree que se deban al hecho de que estamos
trabajando a distancia y cuáles considera que sólo se visibilizaron en la pande-
mia? ¿Cuáles problemas se presentan, presencial o remotamente?”.
Las respuestas se agruparon en tres categorías: 1) problemas con el uso de
la tecnología para la educación a distancia; 2) condiciones espaciales y eco-
nómicas para la educación remota, y 3) dificultades derivadas de la planeación
didáctica y la forma de comprender la disciplina. Se identificaron las coinci-
dencias, mismas que se mencionan a continuación:
Todo ello tiene relación con otro problema observado y que se vincula al he-
cho de que la planeación de cada curso, plasmada en el programa operativo,
se realiza en el hábito o mecánicamente, dándose el caso, por ejemplo, de
profesores que repiten en el rubro de actividades de aprendizaje varias que
no pueden realizarse a distancia; por tanto, replican el programa anterior
dejando evidencia de que para ellos la planeación no es un acto significati-
vo y esto, de acuerdo a uno de los entrevistados, tiene como causa principal
que la División y con ella, su Licenciatura en Diseño, poseen una plantilla
altamente competente para la investigación, pero que no necesariamente
tiene las mismas habilidades para la docencia. En esta atmósfera han que-
dado al descubierto, también, las dificultades de los estudiantes para el
aprendizaje autónomo.
En las siguientes líneas se argumenta en torno al papel que juegan los factores
didáctico-pedagógicosy la conceptualización de la disciplina en la explicación
de los obstáculos que ha puesto en evidencia la aplicación del peer. Sostenemos
que éstos no dependen de la situación coyuntural y crítica por la que atravie-
sa el país, sino que ya preexistían y es probable que se sigan dando cuando se
vuelva a recuperar el formato de educación presencial; asimismo, tampoco
se explican porque haya un desacuerdo entre lo que los profesores investigan
para conceptualizar al diseño y el perfil ideal propuesto por el plan de estudios.
2 Síntesis de los perfiles generados por las comisiones de trabajo y que circulan en documentos internos
que no han sido publicados pero que fueron elaborados para contar con una premisa que permitiera ana-
lizar las entrevistas a estudiantes y egresados.
3 En el avance actual de esta investigación, se seleccionó a la profesora Gloria Angélica Martínez De la
Peña y a los profesores Luis Alfredo Rodríguez Morales, Raúl Gregorio Torres Maya y Román Alberto
Esqueda Atayde. De ellos, el profesor Esqueda no es diseñador pero se ha involucrado en los laboratorios
o talleres proyectuales. Los cuatro participaron en una publicación donde cada uno argumentó en torno
al Design Thinking; asimismo, los tres profesores participaron en un foro sobre el futuro de la educación
en México organizado por el Consejo Mexicano para la Acreditación de Programas de Diseño (Coma-
prod). Paralelamente, se ha incorporado a este análisis la postura de la profesora Nora Angélica Morales
Zaragoza sobre el diseño para la transición, toda vez que esta es utilizada para fundamentar los proyectos
terminales en el último año de la carrera.
La formación frente a la pandemia: actores, procesos y prácticas 183
4 Quien suscribe ha participado, en los últimos ocho años, en diversos procesos de evaluación de pro-
gramas académicos de diseño —en nuestro país y en América Latina— para el Comaprod. Es un trabajo
que ha permitido generar un diagnóstico nacional sobre el estado que guarda la educación superior del
diseño en México. Véase: www.comaprod.com
5 En la Licenciatura en Diseño de la uam-C, la figura didáctica laboratorio, equivale a lo que en la mayo-
ría de los programas académicos de nuestro país se designa como talleres de proyecto o talleres de diseño.
En el laboratorio, para decirlo esquemáticamente, el estudiante aprende a diseñar, mientras que en los ta-
lleres, se aprende a producir lo que en los laboratorios se ha diseñado.
La formación frente a la pandemia: actores, procesos y prácticas 185
En una propuesta educativa que busca egresar estudiantes que ejerzan el pen-
samiento crítico y que, por ende, basa sus interacciones en el diálogo, el profesor
La formación frente a la pandemia: actores, procesos y prácticas 187
debe ser alguien que escuche con atención prudente. Autorrepresentarse como
docente implica, desde una perspectiva dialógica de la pedagogía, pensar en
el otro. Por esta razón, el asunto principal en nuestra Universidad y, en par-
ticular en la carrera de Diseño, es el aprendizaje. La premisa a partir de la cual
debe configurarse un curso es que lo trascendente es lo que los estudiantes
van a aprender y no lo que los profesores vamos a enseñar. El aprendizaje su-
bordina a la enseñanza. Esto es, en un programa operativo, el propósito, los
contenidos y las actividades, son de aprendizaje, no de enseñanza, y un docente
que se representa como tal, debe realizar un proceso de deliberación previo a
cada curso donde transforme sus conocimientos para situarlos en el contexto
de los intereses de sus alumnos.
¿Cómo traducir esto al contexto de nuestra Licenciatura? Se propone que:
Referencias bibliográficas
Resumen
Introducción
sesenta años debían trabajar desde casa; era el periodo intertrimestral, por lo
que esta medida no representaba un problema mayor. Una semana después, las
autoridades declararon el cierre de la institución, con apenas tiempo suficiente
para recoger los implementos más importantes que permitieran dar continui-
dad a las actividades. Debido a la incertidumbre, el inicio de clases se dilató y
el primer trimestre en línea se llevó a cabo, principalmente, con herramientas
y equipos de cómputo personales, muchas veces obsoletos, que se adaptaron
con software de uso libre para la docencia y la investigación. La esperanza inicial
de un cierre temporal relativamente corto se diluyó. Un problema inicial fue
reestructurar los proyectos de investigación para realizarlos, siempre que fuera
posible, desde casa o transitar hacia medios virtuales que permitieran realizar
el trabajo de campo y recolectar información.
Durante este proceso, la principal preocupación fue apoyar a los estu-
diantes que se quedaron varados a mitad de sus investigaciones y encontrar
alternativas formativas para que concluyeran a tiempo sus posgrados. En estos
meses, la relevancia de la investigación en ciencias médicas, biológicas y de la
salud, así como el acceso abierto a la información, han sido cruciales para que
hoy se cuente con vacunas y entender, sobre la marcha, los efectos de la pan-
demia que estamos padeciendo.
En diferentes países se han impulsado estudios respecto a las afectaciones
causadas por el cierre de universidades, centros de investigación y otros orga-
nismos dedicados a este fin, así como en los propios investigadores, profesores
y académicos. Aun cuando no son concluyentes, estos estudios describen un
panorama diverso cuyas consecuencias todavía desconocemos. El repositorio
académico Research Gate (2020) publicó el 31 de marzo de 2020 un primer
reporte que explora el impacto de la COVID-19 en la comunidad científica
global.1 De la comunidad, 82% señala que su trabajo de investigación se ha vis-
to afectado; uno de los principales problemas es el limitado acceso a sus sitios
de trabajo. 67% señala que trabaja desde casa; 86% disminuyó su asistencia a
eventos científicos y conferencias. 45% se dedica con mayor intensidad a la
búsqueda y lectura de artículos de investigación. 61% disminuyó su participa-
ción en actividades de docencia.
Las narrativas de los propios profesores dan cuenta de ello. Las mujeres in-
dican que dedican menos tiempo a la investigación, pero también se han visto
afectados aquellos académicos cuyo trabajo se orienta a la recolección en cam-
1 El sitio señala que en las primeras 24 horas tuvieron una respuesta de 3 mil profesionales de los 16 mi-
llones de miembros de la red, una de las más grandes en el mundo.
Procesos y lógicas para la continuidad de la investigación en tiempos de la COVID-19 193
po. Amita Gaire del Institute of Agriculture and Animal Science dice “Para
mí ha tenido un impacto negativo [la pandemia]. La investigación de campo
que iniciamos hace un par de meses queda muy lejos de mi casa. No puedo ir
ahí, y recolectar datos” (De la Torre, 2020).
En este mismo sentido, Brabazon (2020) plantea que la falta de apoyo de
la universidad y otros factores como la restricción de los viajes, disminuirán la
productividad de los investigadores entre 50 y 70%. Hace énfasis que desde el
inicio de la pandemia, se observa una disminución en el envío de artículos de
mujeres investigadoras a algunas revistas científicas. Otro estudio en el que par-
ticiparon más de 4 500 investigadores de diversas instituciones y rangos de edad
en Estados Unidos y Europa, señala que la COVID-19no ha afectado a todos los
investigadores por igual. Afirma que los efectos más negativos son para aquellos
que realizan trabajo de laboratorio (bioquímica, ciencias biológicas, química e
ingeniería química), las mujeres y quienes tienen niños pequeños. Este estudio
señala que 55% de los académicos que respondieron disminuyeron las horas de
trabajo que destinan a investigación, docencia, y trabajo administrativo.
En el ámbito de la investigación, 24% subraya este decremento, 21% plan-
tea que dedica más tiempo a tareas de investigación y 9% que no ha tenido
cambios (Myers et al., 2020). Esta situación se vuelve más dramática en las uni-
versidades e instituciones de investigación en países en desarrollo y más pobres.
El impacto en la formación de estudiantes, las áreas o grupos de investigación,
la débil infraestructura de telecomunicaciones puede llevar a consecuencias
inimaginadas. Además, la falta o la disminución del financiamiento de las acti-
vidades científicas o su redireccionamiento hacia el SARS-CoV-2 puede tener
efectos desastrosos (Subramanya et al., 2020).
En este contexto de intensas transformaciones y amenazas escasamen-
te vislumbradas, impuestas por la COVID-19, el objetivo de este ensayo es
reflexionar acerca de los procesos, las lógicas y los cambios necesarios para for-
talecer la investigación en la uam. Esta exploración parte de la transformación
del quehacer académico que impone la pandemia. Las nuevas condiciones para
la investigación hacen que viejos problemas, inercias y rutinas se destaquen,
así como los retos que la investigación enfrenta en las condiciones actuales.2
2 La metodología parte de lo que se conoce como observación indirecta en donde se recupera la explo-
ración realizada por otros, y la autoobservación en el contexto (Ciezelska et al., 2018). Además, la ob-
servación indirecta se complementa con el análisis documental de fuentes secundarias (datos estadísticos
sobre la uam, el desarrollo de la ciencia, tecnología e innovación (cti) en México, análisis de patentes e
información especializada), estudios previos y experiencia anecdótica. Como tal, el ensayo presenta las
ideas y experiencias de la autora.
194 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
El argumento eje de este ensayo plantea que la COVID-19 y los grandes pro-
blemas globales presentan enormes desafíos para la investigación científica, los
cuales requieren de un rediseño institucional que la articule con los viejos retos,
los nuevos y los urgentes. Estos retos necesitan evaluar detalladamente las iner-
cias, las rutinas y las oportunidades para fortalecer la investigación.
Además, la investigación debe promoverse y divulgarse en un contexto de
animadversión y denostación del conocimiento científico por buena parte
de la clase política y de la sociedad —quizá asociada a la erosión del tejido so-
cial—. Esto requiere de un esfuerzo mayor, de parte de las universidades, que
revierta esta peligrosa tendencia. Bajo este argumento, el ensayo se organiza en
cuatro apartados: primero, esta introducción, en donde se exponen los motivos
y el contexto en que se genera esta reflexión sobre la investigación en la uam.
En el segundo se analiza la COVID-19 como un inesperado acecho para los
distintos ámbitos de la acción social, en particular para la investigación, que
lleva a repensar la actividad como parte esencial de las funciones sustantivas
de la Universidad en el horizonte de los problemas globales. Asimismo, se
introduce el debate y el cuestionamiento al conocimiento científico y su
utilidad, tanto el que proviene del Gobierno Federal y del organismo rector
de la ciencia, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). En el
tercer apartado, se identifican las más acuciantes paradojas que emergen de la
investigación científica en nuestro país y en la uam, como la concentración de
escasos recursos en unos cuantos. En el cuarto y último apartado, se exploran
los retos y paradojas que la uam, y en general las universidades, tienen que
atender para apoyar la investigación en este nuevo contexto, y se presentan
algunas reflexiones finales en torno a la pregunta ¿hacia dónde impulsar la
investigación en la Universidad?
líderes políticos, la sociedad en general, así como por actores emergentes que
disputan la centralidad de la ciencia (Estébanez, 2002), lo cual pone en duda
al conocimiento científico. Esto ocurre, paradójicamente, en momentos don-
de la ciencia se ha convertido en la diferencia entre la vida y la muerte.
A finales de septiembre, Lawrence O. Gostin (2020), director del O’Neill
Institute for National and Global Health Law, publicó en el Milbank Quarterly
un interesante artículo donde plantea que la ciencia es una herramienta singular
desarrolladaporlahumanidad que,sinduda,nospermitirá frenar laCOVID-19.
Gostin enfatiza que “el valor de la ciencia y su capacidad para resolver proble-
mas depende de la confianza de la sociedad en el conocimiento experto y en
su deseo de adherirse a los hallazgos de la ciencia” (2020). De esta manera,
los gobiernos que han tenido una mejor estrategia enfrentando la pandemia
de la COVID-19 son aquellos en los que las políticas públicas y programas
diseñados para enfrentar el SARS-CoV-2 parten puntualmente de las pro-
puestas científicas.
Sin embargo, en nuestro país vivimos un retroceso en el ámbito científico
que puede hacer todavía más frágil el endeble sistema de ciencia y tecnología que
tenemos.
La incomprensión y denostación de las actividades científicas y los inves-
tigadores por parte del gobierno de la 4T, puede ser otra evidencia de que la
sociedad mexicana y la autoridad no han logrado integrar en sus procesos y
estructuras sociales a la ciencia (Cereijido, 1997), por lo que la toma de deci-
siones se aleja del pensamiento científico.
Esta situación define un reto mayor para la Universidad ya que, como dijo
Luis Villoro en su discurso de recepción del Doctorado Honoris Causa que le
otorgó la uam, “Nuestra Universidad está consagrada a una actividad que
le da sentido: el ejercicio y propagación del conocimiento científico” (Villo-
ro, 2014). Esta cita nos recuerda el papel de la ciencia como parte del proceso
humanizador de la sociedad, en donde la investigación, además de resolver di-
versos problemas, ha permitido ampliar pari passu la expectativa y la calidad de
vida, la salud, y también es y ha sido “origen de ideas y descubrimientos para
interpretar lo que sucede en el mundo y dentro de nosotros” (Nature, 1949).
Bajo estas consideraciones, la ciencia y la investigación no sólo son conve-
nientes para resolver problemas, sino para entender la realidad. Por tanto, la
dicotomía planteada por el gobierno federal y el Conacyt entre ciencia para
la sociedad y ciencia básica es inexistente. Necesitamos condiciones para realizar
todos los tipos posibles de investigación: básica, aplicada, de frontera, tecno-
lógica, experimental, histórica; y que resuelva problemas inmediatos. Como
196 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
dos posiciones: la del gobierno federal, por un lado, y la que tienen las uni-
versidades, institutos y centros de investigación.
El problema más acuciante se localiza en la falta de articulación entre incen-
tivos, normas y regulaciones a nivel federal con los que establecen las propias
instituciones dedicadas a la investigación, que aun cuando buscan establecer
buenas condiciones para fortalecer la actividad científica, producen incentivos
perversos. Este encontronazo de fuerzas que tienden hacia polos opuestos desar-
ticula los empeños de colaboración en todos los niveles, desde las áreas o grupos
de investigación hasta los departamentos y divisiones en la uam. La paradoja
radica en que los escasos e intermitentes incentivos para alentar la investiga-
ción mediante las políticas y los programas federales, tienen efectos contrarios
cuando chocan contra los incentivos que establecen las ies para promover la
investigación. Esto provoca efectos no deseados y afecta la calidad y consolida-
ción de largo plazo de la investigación. Dos ejemplos: 1) el trabajo de las áreas
en la uam o en los cuerpos académicos frente a las becas del sni y los recursos
externos para investigación (nacionales e internacionales) y 2) la gestión de los
posgrados de calidad. Las áreas, como núcleo básico del trabajo de investiga-
ción y coordinación de la vida académica en la uam, han ido perdiendo peso
en el impulso a la investigación. Los profesores investigadores de mayor nivel
académico crean y se allegan de sus propios espacios fuera de la dinámica de las
áreas y de la Institución. El acceso a recursos económicos, humanos e infraes-
tructura mediante las áreas es mínimo y se ha convertido, principalmente, en
un engranaje del aparato administrativo, donde, incluso, los premios anuales a
las áreas se consideran como un trámite que pueden realizar los ayudantes. Este
fenómeno no se ha evaluado en toda la Institución, pero la evidencia anecdótica
sugiere también la concentración de recursos en unos cuantos.
En relación a los posgrados de calidad, las regulaciones internas uam y ex-
ternas como Conacyt, si bien no son totalmente contradictorias, la laxitud de las
primeras lleva a que cada posgradose convierta en una especie de gremio, con una
estratificación propia que puedeobedecera las ideas personales de la coordinación
en turno, con reglas específicas, procesos de ingreso, concepciones sobre su cali-
dad y una significativa discrecionalidad.3 La presión de la evaluación a la que son
sometidos los posgrados por el Conacyt ha llevado a que se diluyan las diferen-
3 La diversidad de posgrados en la uam requiere un estudio amplio y detallado que permita comprender
la trayectoria y configuración de cada uno, así como la calidad en la formación más allá de los indicadores
establecidos por el Conacyt. Hay muchos posgrados cuya evolución natural los ha llevado a tener una ges-
tión más estandarizada y profesional, mientras que otros se desarrollan a la luz de decisiones más personales.
Procesos y lógicas para la continuidad de la investigación en tiempos de la COVID-19 201
Durante el periodo rectoral que está por concluir, se impulsó la reflexión co-
lectiva acerca de la investigación. Con este propósito, el 10 de septiembre de
2020 se dio a conocer a la comunidad universitaria el Anteproyecto de modifi-
cación a las políticas de investigación, que estará acompañado de lineamientos
operativos para la misma. Este proyecto plantea objetivos generales, respon-
sabilidades, mecanismos de difusión y financiamiento para la investigación.
Quizá, en el grupo de trabajo, se discutieron los problemas acuciantes de esta
actividad en la uam, pero el documento no muestra los problemas que se han
arraigado en la práctica universitaria.
Más allá de las contribuciones que se puedan generar a partir de la pro-
puesta, queda la incertidumbre respecto al tiempo en el cual pueda operar,
su pertinencia, el interés que pueda generar y se hace patente, una vez más, la
dificultad para impulsar cambios y transformar las condiciones para las acti-
vidades esenciales de la Universidad. Los obstáculos para consolidar cambios
en la uam nos llevan a preguntarnos: ¿cuánto tiempo lleva en la Universidad
hacer ajustes menores o grandes transformaciones? ¿Desde cuándo tenemos las
Procesos y lógicas para la continuidad de la investigación en tiempos de la COVID-19 203
Referencias bibliográficas
Gabriela Dutrénit *
Resumen
Introducción
diferentes actores difieren, y existe poco nivel de certeza sobre los resultados
y dificultades para calcularlos con precisión.
Este problema público de salud ha generado una demanda de conocimientos
en todas las áreas y diversas disciplinas, así como de un enfoque multi e inter-
disciplinario. La pandemia puso en evidencia que las capacidades científicas,
tecnológicas y de innovación están en la base de los avances en las vacunas, los
tratamientos, los modelos de atención, la forma de comunicación, etcétera. Por
ejemplo, la búsqueda de soluciones y resultados obtenidos en la producción de
vacunas se basan en los avances de la ciencia en biología molecular, genómica,
biotecnología, bioinformática, entre otras áreas, tanto de la ciencia básica que
investiga acerca de vacunas basadas en arnm, adn, vector viral, subunidades
de proteínas y virus inactivo, etc., desde hace muchos años; como de la ciencia
aplicada y también en las capacidades productivas de la industria farmacéutica
para producir y envasar las vacunas.
La colaboración entre actores del sector de ciencia, tecnología e innovación
(cti) y los gobiernos y la asignación de grandes montos de recursos —particu-
larmente en los países avanzados—, permitió acelerar los procesos de desarrollo,
evaluación, aprobación y producción de las vacunas. Parafraseando a Rothwell
(2007), el desarrollo de innovación de las vacunas pasó de un cambio secuencial
de una a otra de las distintas etapas y fases (preclínica,clínicas, revisión regulado-
ra y producción) a un proceso de desarrollo simultáneo de varias de estas etapas.
La pandemia mostró la importancia de la colaboración de equipos y el tra-
bajo multi e interdisciplinario, enfocado a problemas, que se asocia al Modo 2
de producción de conocimiento (Gibbons et al., 1994).1 Para ello, la interac-
ción de diversas áreas del conocimiento ha permitido estudiar la secuenciación
del material genético de cada virus (genética), la identificación de mutaciones,
el desarrollo de técnicas potentes para el diagnóstico utilizando herramientas de
edición genética,nuevas prácticas de higiene,novedosas formas de comunicación
socialy conocimientos sobre el proceso de desarrollo de vacunas, entre otras áreas.
Hay en marcha numerosos proyectos de vacunas en el mundo que conjun-
tan recursos públicos y privados; esta variedad permite un amplio proceso de
selección. Al 22 de diciembre, la Organización Mundial de la Salud (oms) re-
portaba 61 proyectos de vacunas en fase clínica y 172 en fase preclínica. El 8 de
1 Siguiendo a Gibbons et al. (1994), en el Modo 1 los problemas se plantean y resuelven en un contex-
to gobernado por una comunidad disciplinaria específica; por el contrario, en el Modo 2 la producción
de conocimiento se asocia a un contexto de aplicación y está orientada por la búsqueda de soluciones a
problemas, el enfoque transdisciplinario y la participación de actores heterogéneos. Es socialmente más
responsable y reflexivo que el Modo 1.
210 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
Área 7. lngenierias
Bioquímica, Genética
1 108 2 350 112.1 *
y Biología molecular
Farmacología, Toxicología y
469 947 101.9
Farmacia
pesos para el diseño de pruebas de diagnóstico más efectivas, y con una asig-
nación total de aproximadamente 30 millones de pesos,2 y (iii) Convocatoria
para proyectos de acceso universal al conocimiento ante la emergencia por la
COVID-19, emitida el 17 de abril, y con resultados presentados el 4 de junio,
donde se financiaron 22 proyectos con una asignación total de 1 965 217 pe-
sos. Adicionalmente, se han hecho asignaciones sin convocatoria.
Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores (sre) reasignó recur-
sos de la convocatoria 2019 del Fondo de Cooperación Chile-México a fin de
apoyar acciones para atender la emergencia, en acuerdo con el gobierno del país
sudamericano (Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desa-
rrollo [agcid], 15 de septiembre 2020). De esta forma, la sre ha financiado
proyectos de investigación, en particular, para el desarrollo de vacunas.
Como resultado del financiamiento de la sre, del Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología (Conacyt) y de recursos propios de las instituciones, hay
varios proyectos de vacunas mexicanas en marcha. Con medios de la sre se han
otorgado financiamientos al menos para: (i) Vacuna recombinante del Institu-
to de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam)
(con financiamiento del Conacyt); (ii) Vacuna de subunidad de proteína del
Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav); (iii) Vacuna
AVIMEX-imss, en colaboración con la unam y el Cinvestav (con financia-
miento Conacyt); (iv) Vacuna adn del Instituto Tecnológico y de Estudios
Superiores de Monterrey (itesm) y la Universidad Autónoma de Baja Cali-
fornia (uabc), en colaboración con el Instituto Politécnico Nacional (ipn), y
(v) Vacuna basada en péptidos de la Universidad Autónoma de Querétaro en
colaboración con el ipn.
Además, la Universidad de San Luis Potosí trabaja en dos vacunas de pro-
teínas recombinantes y basadas en seudo virus, financiadas por el Conacyt,
en las cuales la uam Cuajimalpa colabora en la caracterización biofísica de las
partículas seudovirales. Estas dos instituciones están desarrollando otro par de
proyectos con recursos propios.
Estas iniciativas se desarrollan con muy poco dinero y una fuerte colabo-
ración entre universidades, centros públicos de investigación, institutos nacio-
nales de salud y algunas empresas.
2 Se constituyó una red de laboratorios de diagnóstico del COVID-19, en coordinación con el Instituto
de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) de la Secretaría de Salud del Gobierno Federal, y
los gobiernos estatales.
Procesos y lógicas para la continuidad de la investigación en tiempos de la COVID-19 217
Efectos del calor y la humedad sobre los aerosoles que contienen microgotas
que pueden transportar virus y generar contagio de enfermedades respira-
torias virales como la influenza o la COVID-19.
Modelos matemáticos de epidemias, y Tutorial en Mathematica para la ob-
tención y manipulación de datos del COVID-19del repositorio de Wolfram.
Estudio genómico sobre el comportamiento de los virus.
Los espacios habitables y el medio ambiente después del COVID-19.
Microbioma del Metro de la Ciudad de México.
El futuro del trabajo y la pandemia:digitalización,trabajo en casa y regulación.
Pandemia, aislamiento social y salud mental.
Coronavirus y la comida en la calle: prácticas sociales y temas nutricionales.
Manifestaciones bucales de la COVID-19.
Pandemia y derechos humanos.
Políticas culturales en el mundo pos-COVID-19.
Procesos y lógicas para la continuidad de la investigación en tiempos de la COVID-19 219
Referencias bibliográficas
Resumen
La tecnología ha sido una herramienta muy útil que nos ha ayudado a rela-
cionarnos y a tratar de encontrar cercanía en la lejanía física. Cada usuario ha
podido resolver diversas situaciones y necesidades en plataformas comercia-
les como Google y en otras que han propuesto iniciativas en línea y que fun-
cionan como herramientas de relación —Youtube, Zoom, entre otros—. En la
actualidad, siguen sumando esfuerzos con gobiernos, autoridades y centros de
salud para colaborar y solucionar problemas, en lo posible, con cada usuario.
Una de sus ventajas es que han logrado mantener la comunicación; la informa-
ción y el conocimiento se siguen transmitiendo, y la digitalización ha cobrado
mayor relevancia y avanza en todo el país.
Sin embargo, conviene precisar el significado de información y de co-
nocimiento, pues no son lo mismo (Dosi, 1996). La información se refiere a
proposiciones sustentadas y codificadas acerca del estado del mundo, las pro-
piedades de la naturaleza o determinados algoritmos para realizar algunas
actividades. El conocimiento, por su parte, se integra por categorías cognosciti-
vas, códigos de interpretación de la información, habilidades tácitas y solución
de problemas (Canales, 2018).
Es un hecho que el desarrollo tecnológico e informático, con sus renovados
dispositivos en la vida productiva y social, han modificado el comportamiento
en el orden político y económico, y que el flujo de la información ha influido en
todos los ámbitos, en la investigación, educación e innovación.
Este contexto no es nuevo; desde los años setenta se empezó a utilizar la
narrativa de la “sociedad del conocimiento”, que se profundizó en los noventa
como una ideología que considera al conocimiento como el motor de cambio
y del bienestar de las sociedades. El cambio en la narrativa ha implicado no
sólo la modificación de la cadena y la estructura productiva, sino también en
el tipo de formación que deben recibir los ciudadanos, pues en él se subraya la
importancia del avance del conocimiento y la utilización intensiva de los dis-
positivos tecnológicos en diferentes ámbitos.
226 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
la consecución de metas a lo largo de la vida; otros piensan que las normas que
rigen el estímulo, la intervención de otro tipo de factores y las distintas condi-
ciones en las que se desarrollan sus actividades operan de distinta manera para
todos y por ello lo obtienen quienes lo obtienen, es decir, bajo condiciones de
desigualdad de oportunidades.
También, llama la atención la dificultad que tienen los graduados para
encontrar un trabajo equivalente a su formación. Este problema en particu-
lar fue atendido parcialmente en 2014 con el programa de Cátedras Conacyt
para jóvenes investigadores, pues mediante una nueva figura laboral en el
mercado académico, otorgó nombramientos de confianza, siendo el Con-
sejo quien reconoce el nombramiento y la plaza de personal académico al
fungir como patrón.
Al revisar los planes y los programas de la actual administración gu-
bernamental, puede decirse que resulta lógico que a través del tiempo se
introdujeran algunas mejoras que beneficien a la comunidad dedicada a la in-
vestigación y desarrollo (I+D) aunque, desafortunadamente, Conacyt no
ha podido actuar más decididamente en la solución de problemas como la
creación de nuevas instituciones en las que jóvenes investigadores puedan
insertarse laboralmente; tampoco en generar una distribución más unifor-
me entre las distintas disciplinas, en función de los nichos de oportunidad
de cada región; desde luego, no pudo revertirse la concentración geográfica
e institucional que se reporta desde sus primeros años, la inequidad de género
o la falta de competitividad tecnológica. Por ello, la solución se encuentra más
en el terreno de las políticas públicas y en el monto de los recursos otorgados
a la ciencia, tecnología e innovación y a las instituciones de educación
superior de alto desarrollo académico. Por ello, se deben contemplar medidas
para reducir la centralización y concentración geográfica e institucional
mediante el diseño de políticas de desarrollo económico regionales y ge-
nerales que incentiven una mayor actividad, y no sólo la que reporta el sni
(Pradilla, 2012).
No todo ha sido miel sobre hojuelas. En este gobierno las autoridades
del sector han anunciado y realizado algunas acciones, como cambiar los cri-
terios de evaluación, la selección de las y los integrantes de las comisiones
dictaminadoras, la vulneración de la institucionalidad, el desconocimiento
de su propia normatividad y de resoluciones judiciales sobre los integrantes de
las comisiones evaluadoras, la modificación de normas a modo que expresan
mensajes confusos y, en ocasiones, contradictorios. Esto deja ver cierta falta de
coordinación del programa y del propio sector.
Procesos y lógicas para la continuidad de la investigación en tiempos de la COVID-19 231
Conclusiones
Referencias bibliográficas
Resumen
Introducción
Metodología
A partir del método hipotético deductivo se confrontan las teorías con la expe-
riencia de la comunidad académica de la uam y las dinámicas de investigación;
es decir, de enunciados universales se obtienen enunciados particulares referi-
dos a la experiencia de la investigación en la Universidad.
La investigación en la uam
Orígenes
2014 2019
Categoría Porcentaje* Porcentaje*
(absolutos) (absolutos)
6.5 4.5
Cuerpos académicos
(283) (266)
4.9 3.7
sni
(1 060) (1 135)
5.2 4.5
Producción académica (655 artículos en WoS y (869 artículos en WoS y
734 en SCOPUS) 892 en SCOPUS)
4.8 4.6
Revistas en Latindex
(57) (59)
6.8 6.7
Revistas en Conacyt
(14) (14)
5.9 2.4
Patentes otorgadas (acumuladas)
(13) (42)
3.6 3.5
pnpc (Conacyt)
(74) (83)
Las lógicas previas se reproducen, aunque no en ese orden, en las ies; por
su puesto, en la uam también. Por ejemplo, la investigación académica, sea
Procesos y lógicas para la continuidad de la investigación en tiempos de la COVID-19 243
Reflexiones finales
Pareciera que esas lógicas y sus procesos se han agotado, pero esta crisis sanitaria
difícilmente cambiará los marcos institucionales, las lógicas y los procesos en las
ies. Los choques externos como la pandemia no tendrán la suficiente fuerza para
cambiar las lógicasmicroinstitucionales y los procesos particulares e individuales
en el corto plazo; es decir, el cambio en los patrones de comportamiento de las
comunidades académicas y el desarrollo de la investigación serán ligeramente
modificados, pero no lo suficiente para cambiar los modos de coordinación y
la regulación. Por tanto, el tipo de arreglo institucional instaurado será afecta-
do marginalmente por esos cambios externos; en el corto plazo permanecerá
la estabilidad institucional, a menos que pandemias similares a la ocurrida en
este momento, en el corto y mediano plazo, cambien los modelos económicos
de producción, distribución y consumo. O bien, a menos que surjan liderazgos
(emprendedores institucionales) con capacidad de construir arreglos institu-
cionales consistentes entre los distintos agentes de la Universidad para corregir
problemas viejos que seguramente sí se agudizarán en el contexto actual. No
obstante, la crisis genera oportunidades de cambio marcadas por una comple-
jidad que se incorpora en la planeación y toma de decisiones.
En el caso de la uam, a pesar de su resistencia a modificar esos patrones, el
contexto actual nos obligará con mayor énfasis a replantear, por lo menos, los
procesos de evaluación interna y la estructura de incentivos económicos a la in-
vestigación. Estos procesos han evidenciado problemas que no son nuevos, pero
que muy probablemente se intensificarán en el corto plazo. El cambio institucio-
nal no debe esperar un cambio en el “modelo de producción de conocimiento”
y que éste permee las políticas de educación superior, y a la Legislación de la
uam, sus políticas internas y lineamientos específicos. Como universidad pú-
blica está obligada a reflexionar sobre los problemas viejos y los escenarios de
futuro, a largo plazo, diseñar estrategias e instrumentar acciones.
Procesos y lógicas para la continuidad de la investigación en tiempos de la COVID-19 245
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historia de la uam: sus primeros 25 años. uam.
Sección v
Vivir la cultura
a distancia
La difusión de la cultura en la uam: sus acciones
y propuestas durante el periodo de pandemia
Resumen
Introducción
1 El peer define su objetivo principal como un proyecto que ayuda a “procurar la continuidad de la for-
mación universitaria, así como desarrollar las funciones sustantivas de la Universidad, la docencia, la inves-
tigación y la difusión de la ciencia y la cultura, en la medida de las posibilidades tecnológicas actuales, sin
poner en riesgo la salud de la comunidad universitaria en el contexto de la emergencia sanitaria impues-
ta por la pandemia del COVID-19” (uamVitual, 2019).
Vivir la cultura a distancia 251
Acciones y propuestas
Éste ofrece contenidos que permiten, por un lado, entender el momento extraor-
dinario en el que nos encontramos y dota de ciertas herramientas a la comunidad
para transitar por esta circunstancia de la mejor manera. Cabe señalar que, a los
pocos meses del confinamiento ocurrió una sobresaturación en redes sociales de
oferta cultural a nivel mundial —a veces confundida con la oferta de entreteni-
miento—: visitas a museos virtuales, clases de yoga, obras de teatro, etcétera, a
la par de una sobresaturación de parte de nuestro alumnado por su propia carga
académica; por esta razón, las actividades en este eje fueron pensadas como un
lugar de encuentro dentro de una comunidad segura donde los alumnos pudieran
reconocerse y sentirse contenidos. Es así que realizamos las siguientes actividades.
Este eje fue pensado como espacio para generar contenidos pertinentes de di-
versos materiales culturales, humanísticos y científicos para nuestra comunidad.
Uno de los sectores más afectados con esta pandemia ha sido el editorial,
ya que se suspendieron las publicaciones que se tenían programadas por falta
de presupuesto; la distribución ha sido muy baja debido al cierre de librerías;
las principales ferias del libro fueron suspendidas o realizadas a distancia; lo
anterior, no sólo afecta la venta de los ejemplares, sino también las presenta-
ciones de los autores y sus obras, eventos de trascendencia académica, por lo
que resultó impostergable rediseñar el sitio web Casa de Libros Abiertos, www.
casadelibrosabiertos.uam.mx, que integra en línea la venta de libros impresos
uam y la presencia de nuestros títulos electrónicos, lo que permite un mayor
alcance de difusión y distribución de los productos editoriales que se gene-
ran en la Universidad. Esto ha permitido ampliar la promoción editorial, así
como la participación en las ferias y actividades en línea que se comenzaron a
realizar en todo el país como Librofest Metropolitano y la Feria del Libro de
Guadalajara. El sitio ha tenido más de 20 800 visitas (véase el cuadro, Impacto
en sitios web de la cgd) a pocas semanas de su relanzamiento y su posiciona-
miento en el sector sigue aumentado. Igualmente, a partir de 2021 se diseñó
y abrió el sitio de la revista Casa del tiempo (casadeltiempo.uam.mx) que aloja
la revista virtual y su suplemento “Tiempo en la casa”.
De enero a diciembre de 2020 la cgd logró atender a más de 153 500
personas a través de 534 proyectos, más de 50% de las actividades fueron de-
sarrolladas y presentadas a través de una plataforma digital, lo que permitió
darle permanencia al material en la red y aumentar la audiencia. Al trasladar
las actividades a formatos digitales el impacto aumentó notablemente. En al-
gunos proyectos y actividades el incremento fue de más de 200% en relación
con los formatos presenciales del año anterior, siendo los principales canales
de oferta y consumo Instagram, Facebook y YouTube.
www.covidexhibition.org 25 060
www.difusioncultural.uam.mx 15 900
www.galeriametropolitana.uam.mx 2 340
www.casadelibrosbiertos.uam.mx 20 868
■ Actividades ■ Impactos
399689
52 662
34053
2018 201 9
l 2020
Fuente: elaboración de la cgd con datos proporcionados para el Informe Cuantitativo 2020 (uam, 2019).
Tipo de Duración en
División/ Organizador Nombre de la actividad Presencial / En línea Hombres Mujeres Total
actividad* horas
La escritura creativa como
En línea por
Casa del Tiempo herramienta. Imparte Martha Taller 16 3 12 15
videoconferencia Meet
Patricia Montero
Movimiento para liberar el cuerpo. En línea por
Casa del Tiempo Taller 16 3 12 15
Imparte Claudia Palavicini videoconferencia Zoom
Escritura creativa. Las historias
En línea por
Casa del Tiempo ocultas en el tiempo. Imparte Taller 16 10 14 24
videoconferencia Zoom
Martha Patricia Montero
Movimiento para liberar el cuerpo.
Casa del Tiempo Taller Google Meet 16 4 33 37
Imparte Claudia Palavicini
Subdirección de Artes Teatro confinado. Coordina Juliana
Taller Zoom 24 5 5 10
Escénicas Faesler
Subdirección de Artes Bailes de colores. Ritmos latinos.
Taller Zoom 3 9 45 54
Escénicas Imparten Javier Juárez y Lucy Wong
Subdirección de Artes Bailes de colores. Danzas urbanas.
Taller Zoom 3 9 40 49
Escénicas Imparte Asura Akasura XJ
Subdirección de Artes Bailes de colores. Tango. Imparte
Taller Zoom 3 4 28 32
Escénicas María Julia Rodrígguez
Subdirección de Artes Bailes de colores. Danzas circulares.
Taller Zoom 3 4 24 28
Escénicas Imparte Hester Martínez
264
Vivir la cultura a distancia
Fuente: elaboración de la cgd con datos proporcionados para el Informe Cuantitativo 2020 (uam, 2019). *Incluye cursos y talleres
259
260 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
Referencias bibliográficas
Resumen
Introducción
Un año complejo a nivel global, 2020 puede definirse como aquel en el que
el mecanismo de la bioseguridad se instituyó como estrategia permanente. La
bioseguridad entendida como ese “‘dispositivo’ de gobierno que resulta de la
conjunción entre la nueva religión de la salud y el poder estatal con su estado
de excepción” (Agamben, 2020).
La emergencia sanitaria convirtió al territorio, que ya era una suerte de es-
tado de excepción marcado por la impunidad y el fracaso de las instituciones, a
un estado de excepción marcado por el terrorismo sanitario —como denomina
UNO
Reflexiones en torno a la investigación artística [ia] y la transdisciplina
1 Esta reflexión se centra en el desarrollo de 2020; sin embargo, continúan los mismos parámetros de in-
certidumbre en 2021, por lo que esta reflexión se proyecta hacia el futuro.
2Versión estenográfica de la Conferencia de Prensa. Informe diario sobre coronavirus COVID-19 en
México (Secretaría de Salud, 12 de abril de 2021).
264 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
torno a la ia, o pia, se ha dado un debate que por un lado aborda estas prác-
ticas desde el seno de las universidades y su función en las mismas y por otro,
lado mira a estas prácticas desde la crítica y el disenso.
En el mes de junio de 2020, una serie de instituciones que agrupan a las
instituciones de educación superior (ies) europeas publicaron un comunica-
do titulado Declaración de Viena (2020), en donde definen la ia desde la parte
“disciplinar” de estas metodologías no-homogéneasde investigación, en un in-
tento por incorporarlas y normalizarlas dentro del ámbito académico.
En la Declaración de Viena (2020) la ia se define como aquella investiga-
ción de excelencia realizada mediante la práctica y la reflexión artísticas de alto
nivel. Es una investigación epistémica, dirigida a incrementar el conocimiento,
la percepción, la comprensión y las habilidades (dentro de las prácticas artísti-
cas). Desde esta perspectiva, la ia se alinea en todos los aspectos con los cinco
criterios principales que constituyen la investigación y el desarrollo en el Ma-
nual de Frascati. 3 Mediante temas y problemas que surgen y son relevantes para
la práctica artística, la ia también aborda cuestiones clave de una importancia
cultural, social y económica más amplia. La ia se lleva a cabo en todas las dis-
ciplinas de las prácticas artísticas, incluidas la arquitectura, el diseño, el cine,
la fotografía, las bellas artes, los medios de comunicación y las artes digitales, la
música y las artes escénicas. Ésta logra sus resultados tanto dentro de esas dis-
ciplinas como, a menudo, en un entorno transdisciplinario, combinando sus
métodos con métodos de otras tradiciones de investigación (The Vienna De-
claration on Artistic Research, 2020).
Por otro lado tenemos la concepción “crítica” que reivindica el germen
insurrecto de las prácticas artísticas y de los creadores que las realizan, en su
necesidad de explorar y nombrar al mundo: investigar. Desde este segundo
postulado, tenemos a Hito Steyerl que en 2010 escribió:
3 El Manual de Frascati es un manual que establece las “directrices para recopilar y notificar datos sobre
investigación y desarrollo experimental” (oecd, 2015).
Vivir la cultura a distancia 265
DOS
La reflexión crítica a través de la creación de espacios académicos
transdisciplinares
4 Tres de los cuatro integrantes del área de investigación de la PiaTS han sido aceptados en ambos siste-
mas nacionales mencionados: Rocha Iturbide, Solís García y Sánchez Cardona.
Vivir la cultura a distancia 267
[...] dos lenguajes y puede, en algunos casos, crear lenguajes nuevos. Ha-
bla el lenguaje de la cualidad, así como el de la cantidad, el lenguaje de
lo singular, así como el lenguaje de lo específico, el del valor de uso al
igual que el del valor de cambio o valor de espectáculo, el de la disciplina
tanto como el del conflicto; y hace traducciones de uno a otro. Esto no
significa que traduzca correctamente, pero, no obstante, traduce (2010).
Entre las ciencias y las ingenierías existe ya una larga tradición de colaboración;
en este sentido, “la transdisciplinariedad ofrece un reflejo novedoso del diá-
268 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
Steyerl nos recuerda, además, que no es sólo que los artistas en su búsqueda de
conocimiento establezcan metodologías de investigación, sino que también los
científicossehan beneficiadodesu acercamiento a losprocedimientosy metodolo-
gíasde la ia. Así, pone como ejemplo a Roman Jakobson que, en su autobiografía,
“describe de manera detallada cómo las prácticas del arte de vanguardia le ins-
piraron para desarrollar sus singulares ideas sobre lingüística” (Steyerl, 2010).
A la luz del reciente debate de la ia dentro de las ies europeas, Florian
Cramer y Nienke Terpsma nos recuerdan algunos ejemplos concretos en la
historia del siglo xx en la que la investigación artística ha tenido un lugar
preponderante. Transcribo que en sus “Notas sobre la formación de una Bau-
270 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
haus imaginista de 1957”, Asger Jorn escribió que “la investigación artística es
idéntica a la ‘ciencia humana’”, que para nosotros significa ciencia “interesada”
[es decir, comprometida], no ciencia puramente histórica. Esta investiga-
ción debe ser realizada por artistas con la ayuda de científicos ( Jorn, 1957).
5 La música formó parte del quadrivium científico junto a la astronomía, la aritmética y la geometría des-
de la Edad Media hasta el Renacimiento.
6 La Bauhaus fue fundada por el arquitecto Walter Adolph Georg a partir de la fusión de la Academia
de Arte de Weimar y la Escuela de Artes y Oficios de Weimar. La VkhUTEMAS, acrónimo por Estudios
Superiores Artísticos y Técnicos (1920-1930), conocida como la Bauhaus rusa, donde enseñaron creado-
res como El Lissitzky, Alexander Rodchenko, Varvara Stepanova y Kazimir Malevich entre otros; Black
Mountain College, en Carolina del Norte, que inició actividades en 1933, y donde Willem de Kooning,
Clement Greenberg, Merce Cunningham y John Cage fueron profesores; CalARTS o el Instituto de la
Artes de California (California Institute of Arts) fundada en Los Ángeles en 1961 a partir de la fusión
del Conservatorio de Música de Los Ángeles y el Instituto de Arte Chouinard y en cuyo claustro estuvie-
ron John Baldessari o Allan Kaprow, entre otros; la Universidad Libre Internacional para la Creatividad
y la Investigación Interdisciplinaria (Free International University for Creativity and Interdisciplinary
Research) (Tate, 2019), fundada por el creador Joseph Beuys en 1973, quien también fue profesor de la
Academia de Arte de Düsseldorf (Kunstakademie Düsseldorf )en los sesentas del siglo pasado.
Vivir la cultura a distancia 271
7 LEF, editada con Osip Brik. Siete números. Moscú, Gosizdat, 1923-1925 (veánse Mayakovsky, V. et
al., 1923 y Monoskop, s. f.).
8 Véase el texto de Georges Bataille (1999), “Troisième Partie. De Acéphale à Acéphale”.
272 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
9 Como el Centro de Investigación en Sonología ([NuSom] Núcleo de Pesquisas em Sonologia) del De-
partamento de Música de la Universidad de São Paulo, y la Red Internacional para la Investigación-Crea-
ción en Artes Mediales, Diseño, Tecnología y Cultura Digital Hexagram (International Network for
Research-Creation in Media Arts, Design, Technology and Digital Culture), que incluye a las universi-
dades Concordia, McGill y la Universidad de Montreal en Canadá.
10 Se sugiere ver el texto inaugural de este congreso de “Opening Speech to the First World Congress of
Free Artists in Alba, Italy” ( Jorn, Septiembre 1956).
Vivir la cultura a distancia 273
TRES
Metacuradurías académicas
11 En 2010 se realizó el Segundo Congreso Mundial de Artistas Libres, organizado por Århus Kunstb-
ygning, Århus, Dinamarca. Y que se ha presentado en ICI, Nueva York (2013); Casa del Lago, Ciudad
de México (2013); The Hessel Museum, Bard CCS, Nueva York (2014), y en la Trienal de Artes Frestas,
Sesc, Sorocaba, Brasil (2015) (Camell Collective, 2013).
274 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
de temas acerca del estado de excepción que se extiende mediante los desarro-
llos tecnológicos aceptados y apropiados por la población.
CUATRO
Reflexiones desde la Universidad ante el estado de excepción
por la emergencia sanitaria 2020-2021
los medios de los que han sido privados y recordar a los jueces que haber des-
truido el sistema sanitario nacional es un crimen infinitamente más grave que
salir de las casa sin la declaración jurada de circulación” (2020).
Una capa última da respuesta a la pregunta: “¿Qué significa vivir en la si-
tuación de emergencia en que nos encontramos? […] Significa, por último,
preguntarse qué haremos, cómo volveremos a vivir cuando la emergencia haya
pasado” (2020).
Y propone que “Ante todo deberemos observar de un modo diferente a la
tierra donde vivimos y las ciudades donde habitamos. […] Deberemos, en una
palabra, plantearnos seriamente la única pregunta que cuenta, que no es, como
hace siglos repiten los falsos filósofos, ‘¿de dónde venimos?’ o ‘¿hacia dónde
vamos?’, sino simplemente ‘¿En qué punto estamos?’” (2020).
Aquí Agamben y Bruno Latour tocan el mismo territorio: ese espacio ne-
cesario de reflexión individual y colectiva: “Las preguntas planteadas […] les
dieron a las personas atrapadas en casa —impotentes— una forma de pensar
sobre cómo crearían un futuro mejor (Watts, 6 de junio 2020).
Para Latour esta emergencia sanitaria proporcionó a los científicos un
modelo de contaminación y demostró la rapidez con que algo “puede volver-
se global con sólo pasar de una boca a otra” (Watts, 6 de junio 2020). Para
Latour se trata de la demostración en tiempo real de la teoría de redes [ne-
twork theory]:
CINCO
La arena para el diálogo. El disenso. La lucidez
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284 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
Resumen
1 Es parte de un trabajo más largo del autor acerca de los primeros años de la uam. Sobre la historia de la
Institución, véanse López Zárate, Casillas Alvarado y González Cuevas (2000) y Ornelas Navarro (2014).
* Profesor-investigador del Departamento de Política y Cultura de la División Ciencias Sociales y Hu-
manidades, Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco. Correo electrónico: vapg7469@
correo.xoc.uam.mx
288 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
Fundación
Pese a situarse en la Ciudad de México la uam fue creada por ley del
congreso federal y, por tanto, obtuvo desde su nacimiento estatus de univer-
sidad nacional. Hubo mucha prisa en las labores de inauguración y la estricta
secuencia de decisión política, sustanciación jurídica y puesta en marcha ad-
ministrativo-docente, acarrearía problemas de organización e instrumentación
que se harían patentes al poco tiempo.
La nueva institución debía ser modelo de renovación por su orientación
pedagógica, su estructura departamental, la organización desconcentrada en
una rectoría general y varias unidades (similares a campus o campi en la desig-
nación internacional, cada una con su propia “Rectoría de Unidad”), además
de originalidad curricular y —acorde con la idea de departamentalización—
estrecha relación entre investigación y docencia, dando peso preponderante a
profesores de tiempo completo que realizarían el enlace entre ambas funcio-
nes. Esto último, especialmente, era novedoso en México: se programó que
65% del personal académico fuera de tiempo completo y 35% de tiempo par-
cial (uam, 1984a, p. 3).
El proyecto de ley orgánica remitida por el ejecutivo al congreso el 10 de
octubre de 1973 contemplaba más detalladamente:
Problemas
2 “[...] hay una participación muy escasa, en algunos casos francamente inexistente” (uam, 1984a, p. 4).
3 Lógicamente en esto hay que distinguir entre las Unidades de Iztapalapa y Azcapotzalco por un lado y
Xochimilco por el otro, pues al definir la tercera por acuerdo con la Rectoría General, un modelo peda-
gógico distinto per se, la diferencia se establecía por decisión institucional y no a falta de coordinación en
la gestión, como sería el caso de las dos primeras.
El futuro que nos alcanzó para pensar el futuro 293
4 Este párrafo y los dos siguientes son con base en el Número Extraordinario del Órgano Informativo
(uam, 1984a, pp. 3-9), uam (1984c, especialmente p. 48) y Lares (1984).
El futuro que nos alcanzó para pensar el futuro 295
Balance y resiliencia
razones por tratarse precisamente de una institución muy joven (en sí misma y
en su personal) donde no faltó el entusiasmo propio de una época de cambios
y esperanzas. En la perspectiva de casi medio siglo, no se perdió la aspiración
fundacional de hacer una institución de calidad, que le permitiría ubicarse
entre las ies más importantes de México, visible en la demanda de ingresos y
el número de egresos, el desarrollo acumulativo del posgrado y los núcleos de
investigación de buen o alto nivel externamente reconocido. La uam fue pio-
nera en la introducción de mecanismos de evaluación institucional e individual
—más allá de la polémica que estos pueden causar— y una investigación casi
un cuarto de siglo después de fundada, mostró buena aceptación y promoción
de sus egresados recientes en el mercado de trabajo público o privado (Valenti
et al., 1997; esto sujeto como siempre, a la variable externa del ciclo económi-
co). Si el servicio social no funcionó debidamente, no se perdió el objetivo de
vinculación, pues la uam ha sido reconocida en un ranking internacional como
aquella que en México sostiene más programas de orientación social.
Referencias bibliográficas
Resumen
Experiencias personales
así lo hice en esta ocasión. Les hacía presentaciones parecidas a las tradicionales
ya que me resultaba difícil organizarlos en grupos pequeños, como en las clases
presenciales. Les pedía que resolvieran problemas en su casa para presentarlos
más tarde en las reuniones a distancia en la plataforma. Los resolvían normal-
mente a mano, les tomaban fotografías con sus teléfonos y los presentaban a
todo el grupo compartiendo la pantalla de la plataforma. Yo les daba obser-
vaciones acerca de la manera en que habían resuelto el problema. Incorporé a
mi computadora una tableta que me permitía hacer dibujos y ecuaciones para
aclarar las explicaciones que ofrecía de los problemas resueltos y trataba que
todos los estudiantes comentaran en qué forma habían solucionado los ejer-
cicios en comparación con la opción que presentaba el alumno designado. La
tableta fue de gran ayuda, ya que podía mostrar a los estudiantes lo que usual-
mente escribía yo en el pizarrón del salón de clase. Pero la participación de los
alumnos fue realmente muy difícil.
Leí artículos y hasta un libro de consejos para impartir cursos a distancia
(Darby et al., 2019). En casi todos se hacía hincapié en la importancia de esta-
blecer con los alumnos una relación cercana con el objetivo de suplir la falta de
contacto personal. Se sugería en esos textos entablar conversaciones un poco
apartadas del tema del curso con el fin de animarlos a la participación activa.
Debo confesar que esto me resultó casi imposible; los alumnos no se animaban
ni siquiera a conectar su micrófono y su pantalla para que pudiésemos vernos
entre nosotros mismos. Era necesario pedirles que lo hiciesen y, aun así, se resis-
tían bajo el argumento de que su conexión a Internet no era buena, o que en su
casa no tenían un espacio separado que les permitiese concentrarse, o que había
mucho ruido a su alrededor y esto viciaba la comunicación, y otras quejas simi-
lares. Yo había leído recomendaciones de pedirles a los alumnos que subiesen
al tablón o muro que tienen todas las plataformas, comentarios de los temas del
curso o de cualquier asunto que se les ocurriese. Tampoco lo pude lograr con
facilidad. Creo que en los temas de Ciencias Exactas e Ingeniería es más difícil
hacerlo que en temas de Ciencias Socialesy Humanidades. Resultó especialmen-
te complicado obtener respuesta de los alumnos cuando les preguntaba si tenían
alguna duda o si habían comprendido lo que yo les había explicado. Durante
las explicaciones me sentía con la duda de si alguien me estaba escuchando o ya
todos se habían ido. De hecho, en algunas ocasiones se había interrumpido la
comunicación y yo seguí hablando sin darme cuenta. En pláticas con otros pro-
fesores me enteré que no era el único que tenía estas impresiones.
En los cursos normales, después de las primeras dos o tres semanas de clase
hay una deserción significativa. Los alumnos dejan de asistir y para la primera
304 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
Con base en las experiencias anteriores, se deben de diseñar los escenarios fu-
turos que sean más benéficos para la Institución. En primer término, se debe
planear la organización del regreso al trabajo. No se sabe a ciencia cierta cómo
será la transición de las actividades totalmente a distancia o remotas a las acti-
vidades presenciales en las instalaciones físicas de la Universidad. Este aspecto
dependerá en gran medida de las decisiones que se tomen a nivel del Gobier-
no Federal y del Gobierno de la Ciudad de México. Una posibilidad sería que
a partir de determinada fecha se reanuden todas las actividades en el país o en
la ciudad, incluyendo las relacionadas con la educación en todos los niveles.
Quizá sería más factible que la reanudación se haga en forma gradual. Según los
cambios de color del semáforo, podrían iniciarse primero algunas actividades
esenciales para la economía y poco a poco las demás. Hasta ahora, cuando se
han reanudado las labores esenciales, no se ha incluido a la educación en gene-
ral entre ellas. Todas las instituciones de educación superior (ies) han estado
trabajando totalmente a distancia, aun cuando los semáforos han pasado de
color rojo a naranja. Una vez que se decida en qué momento se reanudarán las
funciones en las ies, habrá que decidir en cómo se regresará. Podría ser que no
se reanuden totalmente dentro de cada institución. En cierto momento se plan-
teó la posibilidad de regresar con un sistema híbrido en el cual una parte de los
alumnos inscritos en un curso asistiesen en forma presencial, que el profesor im-
308 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
partiese la clase en persona, que esta clase fuese trasmitida por televisión y que
la otra parte de los estudiantes viese desde sus casas la presentación del docen-
te. En la siguiente clase, los alumnos que estuvieron presentes se quedarían en
sus casas y los que habían permanecido en casa en primera instancia asistirían
en forma presencial, y así de manera continua. Este sistema, llamado híbrido,
se ha usado en muchas universidades de Estados Unidos para evitar aglome-
raciones en los planteles. Las autoridades de estas instituciones sostienen que
las tasas de contagio disminuyen significativamente. Hay que hacer notar que
muchos institutos norteamericanos se han inclinado por esta solución ante la
presión económica de haber visto disminuida bruscamente su matrícula y por
consiguiente sus ingresos por colegiaturas, así como los importantes ingresos
que obtienen por alojamiento de sus alumnos, alimentación, venta de libros,
papelería y otros (Gardner, 7 de noviembre 2020).
A mí no me parece una solución adecuada. Por una parte, se ha visto
que la mera transmisión de una clase presencial vía televisión no es adecuada
desde el punto de vista pedagógico. Otra desventaja es que no se aprovecha-
ría una de las ventajas de la educación a distancia: cuando se hace en forma
asíncrona, los alumnos que trabajan, numerosos en la uam, pueden asistir a
sus reuniones con los profesores fuera de sus horarios de trabajo; no lo po-
drían hacer en este caso, ni siquiera los días que estén en sus casas, ya que el
horario de las transmisiones por televisión estaría fijo. Y otro punto, no me-
nos importante, es que se requiere una inversión cuantiosa para los equipos
de transmisión.
Una variante del sistema anterior es que las clases no se transmitan por te-
levisión, sino que se graben y se distribuyan después, con lo que se evitaría la
inversión en equipo de transmisión y los alumnos que trabajan podrían ver las
grabaciones en cualquier momento. De todas maneras, la grabación no es sen-
cilla, se requiere buena tecnología, no todos los profesores están de acuerdo en
ser grabados y habría que contratar personal técnico para hacer las grabacio-
nes. Además, algunos investigadores en psicología educativa sostienen que el
máximo tiempo en que los alumnos permanecen atentos a una grabación en
video es de diez minutos (Darby et al., 2019).
Otro escenario, que podría denominarse de “regreso a la normalidad”, con-
sistiría en terminar el trimestre en curso como se esté impartiendo, una vez que
se decida regresar, e iniciar el siguiente en formato totalmente presencial. Creo
que esto no debe hacerse porque se perdería la experiencia que se ha tenido en
la organización e impartición de educación a distancia y en el uso de las tic.
No ha sido fácil ni para profesores ni para alumnos acostumbrarse al uso de
El futuro que nos alcanzó para pensar el futuro 309
más atribuciones y recursos a nivel central. Habría que analizar qué es lo más
conveniente, pero lo más importante es que el trabajo realizado en ellas sea
reconocido como investigación al mismo nivel del realizado en las Áreas.
Si se decidiese crear un organismo de este tipo dentro de la Universidad,
convendría revisar las experiencias que se han tenido con instancias que no
forman parte de la estructura formal de la Institución, es decir, que no son
departamentos o áreas, sino espacios que se ocupan especialmente de proble-
mas interdisciplinarios; en la uam, tenemos ejemplos de este tipo. Lasfigurasmás
conocidas son los Centros, los Foros y los Programas de Investigación Univer-
sitarios (González y López, 2019), los Centros son el Centro de Investigación
en Ciencias y Artes para el Diseño en Azcapotzalco, el Centro Darwin de Pen-
samiento Evolucionista en Iztapalapa y el Centro de Estudios de la Percepción
en Cuajimalpa. En el caso de los Foros, se tienen los Foros de la Pobreza y de la
Salud, en Xochimilco y el de Energía y Pobreza, en Azcapotzalco. En cuanto
a los Programas de Investigación Universitarios, hay algunos aprobados por
el Colegio Académico y tres aprobados por el Rector General. Un ejemplo
de los primeros es el de Uso de Energía en Edificaciones en el que participan
las Divisiones de Ciencias Básicas e Ingeniería de Azcapotzalco e Iztapalapa
y la División de Ciencias y Artes para el Diseño de Azcapotzalco. Y uno de
los aceptados por el Rector General es el de Ciencias de la Transición.
Las figuras de Centros y Foros tienen el problema de que el trabajo que
realizan podría ser realizado dentro de las instancias formales de la Universi-
dad, Departamentos y Áreas, lo que conlleva a fricciones entre profesores y a
problemas para la obtención de recursos económicos dentro del presupuesto
de la Universidad. En cambio, los Programas Universitarios sí tienen reglas
bien definidas para su aprobación, administración y evaluación de resultados.
Mi propuesta es que si se crea la instancia sugerida, se haga como un Progra-
ma Universitario aprobado por el Colegio Académico. Una de las reglas de
estos programas es que debe contar con la participación de investigadores
de por lo menos dos Unidades de la Universidad. En este caso deberían parti-
cipar las cinco Unidades.
Algunos estudiosos del tema de las innovaciones recomiendan que cuan-
do se quieran llevar a cabo las llamadas innovaciones disruptivas, no se haga en
instituciones existentes que ya tengan bien definidas sus formas de trabajo y de
organización, porque quienes están involucrados en las instancias operativas
de la organización son los primeros en oponerse a las innovaciones. Nos dicen
que es más conveniente tratar de implantarlas en instituciones independientes
de las existentes (Christensen et al., 2011). Aunque parezca que existen buenos
312 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
argumentos a favor de esta idea, creo que en el caso de los cursos remotos sería
mejor tener una instancia dentro de la misma Universidad, pero diferente e
independiente de las ya existentes. Es decir, que no dependa de un área de in-
vestigación o de un departamento, ya que existen casos dentro de la uam que
han dado buenos resultados, por ejemplo, el programa Camvia.
También habría que revisar todos los aspectos legislativos y reglamenta-
rios que se verían afectados por los cursos a distancia. Por ejemplo, si se tuvieran
que terminar en un trimestre, en los aprobados por el Colegio Académico, o
si podría haber una flexibilidad mayor. Y no menos importante es la relación
con los organismos acreditadores de nuestras carreras, que pueden tener cri-
terios de evaluación no compatibles totalmente con los cursos a distancia, por
ejemplo, el tema de las eficiencias terminales.
Recursos económicos
Referencias bibliográficas
Resumen
La pandemia llegó
8 mil personas cada semana, afectadas por la plaga. Para el momento en que
ésta cesó, unos 100 mil londinenses habían fallecido por su causa. Las univer-
sidades de Oxford y Cambridge, mundialmente reconocidas actualmente por
su excelencia, fueron obligadas a suspender sus actividades.
La cuarentena fue considerada la manera más efectiva de controlar los
contagios y en 1665 el College of Physicians ordenó el cierre de casas de in-
fectados evitando que alguien entrara o saliera de ellas. No obstante, huir del
centro de la infección fue una de las medidas tomadas durante la emergencia
por quienes podían hacerlo. Cito, longue, tarde: “vete rápido, lejos y regresa muy
despacio” fue el antídoto proverbial usado desde la Europa del siglo xiv ante
esas circunstancias. Así lo hizo el gobierno inglés, abandonó Londres y migró
a Oxford, mientras que Newton dejó Cambridge para residir temporalmente
en Woolsthorpe, la propiedad familiar en la que había nacido en 1643, situa-
da en el condado de Lincoln.
Durante una primera etapa de ocho meses, la Universidad de Cambridge
estuvo virtualmente cerrada. En octubre de 1665 cuando el Senado de la Uni-
versidad prohibió los sermones en la iglesia de Saint Mary y cerró las escuelas,
muchos de los profesores ya se habían ido, quedando solamente unos cuantos
miembros del personal para seguir los procesos administrativos y resguardar
las instalaciones; guardianes de una fortaleza vacía y cerrada.
Sabemos que Newton, quien entonces era estudiante de Trinity Colle-
ge, estaba en Cambridge el 23 de mayo de 1665, pues ese día hizo un pago de
cinco libras a su tutor, Pulleyn, pero tuvo que salir hacia Woolsthorpe poco
después. El poder de la plaga pareció reducirse durante el invierno mientras
las causantes, hoy lo sabemos, las pulgas de las ratas, estuvieron en estado de
hibernación. En un sentimiento de falsa seguridad, las autoridades universita-
rias hicieron una invitación a retomar las actividades en marzo de 1666, pero
la universidad fue cerrada otra vez, pues la epidemia había resurgido con más
fuerza y Newton, quien estaba nuevamente en Cambridge, tuvo que regresar
otra vez a Woolsthorpe el 22 de junio de 1666 para refugiarse de la plaga. El
bosquejo de una carta escrita por él muchos años más tarde es ciertamente re-
veladora de su prodigiosa actividad científica durante ese periodo. El mismo
Newton destaca esos dos años como el inicio de una época de creación como no
había tenido antes.
Las descripciones del impacto de la plaga en la Universidad de Cambridge
no dejan lugar a dudas, en 1666 su futuro estuvo amenazado.
El futuro que nos alcanzó para pensar el futuro 319
Un escenario posible
adecuada para los tiempos que vienen. El Internet ha abierto muchas posibili-
dades que simplemente no existían en 1974, cuando nació la uam. Desde luego
que con esto aparece inmediatamente una tensión con la idea de que el contacto
diario entre estudiantes y profesores es un elemento importante en los proce-
sos de enseñanza-aprendizaje, pero en la práctica el problema de su realización
ya existía desde antes, no debemos ignorarlo. Cabe mencionar que un dilema
muy similar enfrentan muchas empresas con el descubrimiento, debido a la
pandemia, de la eficiencia del llamado home-office, pues, aunque reduce costos,
también diluye el contacto entre personas, a pesar de las reuniones a distan-
cia con audio y video y, consecuentemente, la cohesión comunitaria necesaria
para el funcionamiento óptimo de las instituciones, sobre todo a largo plazo.
Otro tema que seguramente requerirá de atención inmediata es el de los dere-
chos humanos, comenzando por el papel de la mujer en la sociedad. Si deseamos
ser una sociedad moderna, debemos dar a la mujer el papel que le corresponde,
llevar a nuestras instituciones a una verdadera igualdad de género basada en el
reconocimiento de las habilidades y competencias de cada uno de sus miem-
bros, no de sólo una parte de ellos. Erradicar la violencia hacia la mujer que el
aislamiento debido a la pandemia exacerbó y al mismo tiempo, paradójicamen-
te, ayudó a esconder, debe ser también una tarea de la que nos debemos ocupar
de inmediato, sin dudar ni un momento. Si no podemos tolerar la violencia en
ningún espacio, comenzando con el de nuestra propia comunidad universita-
ria, la violencia hacia la mujer debe ser repudiada con mayor razón y fuerza. Los
ataques a mujeres y a miembros de minorías deberían preocuparnos a todos.
Finalmente, si bien es cierto que la pandemia ha requerido nuestra aten-
ción inmediata más decidida, no podemos olvidarnos de otras amenazas que
silenciosamente ya están en progreso y que igualmente requieren de nuestra
acción urgente. Tal es el caso de los problemas asociados al medio ambiente y
el cambio climático, que por su naturaleza son globales.
Reflexión final
Creemos que muy pocos de los rasgos culturales que conocemos permane-
cerán intactos.
Las universidades son ejes de cambio y transformación, y a la vez, paradó-
jicamente, islas de sosiego y receptáculos de conocimiento y tradición. Son,
por eso, sitios hacia los que la sociedad se vuelve cuando no sabe hacia dónde
ir, irradian confianza. Quiéralo o no, la uam deberá asumir ese papel. Por eso
es muy importante que, al igual que la Universidad de Cambridge lo hizo en
1665, logre no sólo traspasar esta etapa de incertidumbre, sino saber guiar a su
comunidad hacia la mejor salida posible de esta oscura etapa y resulte fortaleci-
da. Lo que la uam no puede ni debe olvidar son los principios fundamentales
que le dieron origen y sentido, los que la caracterizan como una universidad
pública mexicana sustentada por su sociedad.
Referencias bibliográficas
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Watson, J. (1968). The Double Helix: A Personal Account of the Discovery of the Struc-
ture of dna. New York: Atheneum.
El regreso a la Universidad: potencial
de la modalidad mixta de aprendizaje
Resumen
Introducción
Profesor Estudiante
Profesor-investigador Proactivo
Guía Autónomo
Motivador Autogestión
Características de la muestra
La muestra se hizo con veintisiete de los treinta alumnos inscritos. Los resul-
tados obtenidos reflejan una importante aceptación de esta modalidad por
parte de los estudiantes. Algunas características de la muestra incluyen la edad
de ingreso (18.7 años); el rango de edades (entre 17 y 24 años); 96.7% de los
estudiantes eran solteros y 3.3% divorciados, ninguno de ellos tenía hijos. El
número de personas que habitaban la casa donde residían era de entre tres y
cuatro personas, y tenían entre dos y cuatro habitaciones.
Cerca de la mitad de la muestra tenía un ingreso familiar de menos de 5
mil pesos mexicanos al mes, 40% de ellos trabajaba en el momento del estu-
dio piloto y cerca de la mitad de ellos trabajaba a tiempo completo; 26.7% de
los estudiantes requería entre media hora y una hora para transportarse de sus
hogares a la universidad; 36.7% viajaba entre una hora y media y dos horas.
Para contender con la deserción escolar, se tomaron un conjunto de deci-
siones con respecto a cada uno de los factores relevantes identificados como
responsables del desgaste.
Factores organizativos: se ofrecieron cursos, talleres, conferencias y se in-
cluyeron contenidos relevantes en la capacitación; se dieron tutorías y apoyo
contra la reprobación.
Factores sociales: los estudiantes interactuaron con los profesores, con los
compañeros de clase y con los materiales.
Factores financieros: los alumnos pudieron solicitar alguna de las becas que
ofrece la uam, que cuenta con diecinueve tipos de beca.
Factores académicos: no se reportaron, pero es importante evaluar y abor-
dar las causas del rezago escolar y promover la elevación del logro académico.
Factores psicológicos: se favorecieron habilidades de abstracción, pensamien-
to crítico, autonomía, entre otras.
Es importante tener en cuenta que la mayoría de los estudiantes que
abandonan los estudios (entre el 20 y 60%) lo harán en el primer año y, apa-
rentemente, en México las condiciones socioeconómicas tienen el peso más
importante en la deserción (Silva y Rodríguez, 2012).
Se dice que los planes de estudio virtuales tienen una tasa de deserción más
alta que los sistemas presenciales o mixtos. Por esta razón, en este estudio pi-
loto se cuidaron algunos de los aspectos que la literatura ha consignado como
relevantes en cuanto a la deserción en estas modalidades (Vo et al., 2017; Ber-
nard et al., 2014; Liu et al., 2016).
332 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
El regreso a la Universidad, sin duda, es añorado por todos, así como en todos
los dominios de conocimiento. No obstante, hay licenciaturas como Adminis-
tración, Derecho y Computación que se prestan para la instrumentación de la
modalidad a distancia (Hernández, 2016).
Conclusiones
•
Coplpetencias expresas
•
Figuro. de profesor investigador
de los órganos personales
•
ó rganos colegiados tom an
•
Licenciaturas innovadoras:
decisiones horizontalmente novedosas y tradicionales renovadas
•
Órganos personales: académicos
•
Troncos comunes
que ocupan puestos de gestión en divisiones y en unidades
•
Cupos predefinidos.
•
No tesis, sistema trimestral,
No existe reelección cuatro anos
Cada una de los rasgos que se ilustran en esta figura fueron pensados al inicio
de la Universidad; sería muy importante tomar en cuenta algunos otros facto-
res, como los siguientes.
He planteado que para el análisis y la renovación de un modelo educativo
como el de la uam es preciso que se incida: 1) en el modelo organizacional; 2)
la oferta curricular y las posibilidades de incorporar nuevos planes de estudio,
así como eliminar o modificar los disponibles; 3) los métodos de enseñanza,
que permitan evaluar y fomentar habilidades de pensamiento y autonomía, y
4) la mediación tecnológica, que ofrece nuevas posibilidades en tiempos re-
cientes ya que ha cambiado sustancialmente desde 1973.
En resumen, se requiere un análisis completo del modelo educativo, afinar as-
pectosque son fundamentales en estos tiempos, y contar con la renovación de éste.
Habría que tomar lo útil de la experiencia vivida en este tiempo de pan-
demia y, en función de ella, modificar, en su caso, el modelo o aquellas secciones
que así lo requieran. Esto es algo que determina a la Universidad, un organismo
342 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
vivo que debe cambiar constantemente a partir de las experiencias que se vi-
van, de los cambios externos e internos que se experimenten.
Referencias bibliográficas
Resumen
El debate respecto del origen de los cambios en la sociedad pasa por las grandes
teorías sociológicas clásicas que se han vinculado principal, pero no exclusi-
vamente, con las de orden económico. Sin afán de hacer un recorrido por las
mismas, el punto de partida se encuentra en aquellas que explican los cambios
sociales como un proceso lineal, ascendente y evolutivo, frente a las que los re-
velan desde un comportamiento cíclico no acumulativo que coloca a la sociedad
en un punto de partida para y tras una serie de eventos y hechos, volver al mismo
(Etzioni, 1964). Aunque es común hablar del cambio, de su necesidad como una
fuente de transformación sociocultural, en el caso de las universidades públicas
mexicanas existe un debate profundo sobre su conducción, orientación y signi-
ficados (Acosta, 2010; Zárate, 2010, 2007). No obstante, la situación actual nos
coloca frente a otra pregunta esencial: ¿estamos ante una transformación tras-
cendental que dará paso a una Universidad radicalmente distinta para atender
las condiciones y situaciones sociales y económicas que están escasamente rela-
cionadas con las de un pasado relativamente cercano?
En las siguientes líneas intentamos reflexionar acerca de una de tantas res-
puestas a esta pregunta, específicamente para la uam. Lo hacemos asumiendo
que la realidad hoy es compleja, lo que significa que es singular, inconmensu-
rable y altamente contingente. Se trata de un ir y venir entre su mantenimiento
y su transformación, debido al juego continuo y permanente que sus elemen-
tos desiguales, incluido el ser humano y su libertad de actuar, entablan entre sí.
El futuro que nos alcanzó para pensar el futuro 347
2 Las reflexiones de esta primera mirada fueron presentadas en el Foro “45 años de la uam: retos y futu-
ro”, celebrado el 28 de noviembre de 2019.
348 Pensar la uam en la pandemia: reflexiones desde la acción
Referencias bibliográficas