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Mis 10 claves para lograr una crianza respetuosa

1.- Yo sé que muchas veces perderás la paciencia, que tendrás días agotadores con tus hijos,
pero la primera clave es que los golpes JAMÁS serán una opción. Así como no lo haces con
quien se te cruza al manejar, como no lo haces con alguien de tu trabajo, con tu pareja a
pesar de también tener momentos de mucho enojo y estrés, tampoco usarás los golpes de
ningún tipo con tus hijos. Ni con vara, ni con la mano, ni “suave”, ni “sin enojo”. Tocar el
cuerpo de tus hijos para corregir alguna conducta debe quedar prohibido.

2.- Pasa un momento de calidad con tus hijos/hijas (si pudiera ser individual mucho mejor).
Parece que nunca hay tiempo para compartir pero tenemos que encontrarlo y a veces esos
momentos se encuentran en lo cotidiano.
Al estar en el coche: pueden jugar adivinanzas, pueden cantar sus canciones favoritas.
Al dormir: pueden contar historias, recordar algo lindo del día, disculparse, contar cuentos.
Al cocinar: todos pueden involucrarse mientras ponen música que les guste.
Cada momento del día es una oportunidad para encontrarnos.

3.- Dedícate tiempo de calidad a ti también. Deja las redes sociales y date un baño relajante,
arréglate las uñas como te gusta, medita, busca ejercicios de mindfullness en YouTube, habla
con alguna amistad. Tú eres muy importante!! Depende de cómo te encuentres
emocionalmente será el nivel de paciencia que tengas con tu familia y hasta contigo mismo.

4.- Repítete constantemente que tu calma es su calma. Experimenta cómo a pesar de ellos
estar completamente desregulados, cuando mantienes la calma, les das seguridad y poco a
poco van contagiándose de esa sensación por sentir que mantienes el control en ese gran
caos.

5.- Pide ayuda. Ve a terapia, habla con tu pareja de cómo te sientes, de lo que necesitas. Crea
y fomenta una red de apoyo que te ayude en la crianza. Puede ser una amistad o un familiar
que te ayude de alguna manera a recuperarte, a resolver cosas del trabajo, de la casa, de tus
hijos y te permita un tiempo para ti.

6.- Sigue informándote! Escucha podcasts, lee, toma cursos, sigue cuentas de profesionales
que estén actualizados y así obtendrás más reflexiones y herramientas para desaprender los
malos tratos y aprender formas más respetuosas.
7.- Habla en positivo. Perdemos la calma cuando damos la instrucción y tenemos que
repetirla mil veces porque no se hace. Lo que normalmente encontramos es que somos
nosotros quienes normalmente erramos al dar la instrucción pues sólo nos centramos en lo
que NO se debe hacer y lo decimos a gritos o a la distancia. Cuando realmente necesitamos
que nos escuchen, la mejor forma es que hablemos en positivo; decir lo que SI se debe/puede
hacer. Por ejemplo: En este lugar nos sentamos en lugar de “no estés corriendo” además
agrega contacto visual, un ligero contacto físico como tomarle la mano o tocar su hombro y
un tono firme pero amable.

8.- Habla sin adjetivos para no etiquetar a tus hijos o hijas. Cambia el “flojo, sucio,
desobediente, desordenado..” por una descripción de la situación. Por ejemplo: “Veo que te
está costando trabajo esperar tu turno”, “La habitación continúa sin ordenarse”.

9.- Elimina los premios y castigos. Céntrense mejor en encontrar la solución a la situación, en
dialogar sobre lo sucedido y/o en reparar el daño.
Si pintó la pared, que la limpie puede ser la solución y la reparación sin caer en el castigo
como sería dejarlo sin postre o sin tiempo de pantalla pues el postre y la pantalla nada tienen
que ver con la pared rayada.

10.- Valida sus emociones. Infórmate sobre esto porque nos cuesta mucho trabajo lograrlo
al no haberlo recibido cuando fuimos niños. Pero cuando nada te funcione, cuando hayas
dado mil explicaciones, cuando hayas conservado la calma y nada parece funcionar, lo que
va a ayudarle es sentirse validado. No lo olvides! Puedes decir algo como “Tú lo que querías
era.... y eso te hizo sentir......”, “Entiendo, yo también me he sentido así”, “Estás seguro, tú
puedes con esto”.

Espero que estos 10 puntos te apoyen, te ayuden, que puedas recordarlos y practicarlos para
lograr una crianza respetuosa, por ti, por tus hijos y por el mundo.

Con cariño,

Psic. Machy Guerrero Duclaud

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