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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS

FACULTAD DE INGENIERÍA
ESCUELA DE INGENIERÍA QUÍMICA
ÁREA DE OPERACIONES UNITARIAS
LABORATORIO DE INGENIERÍA QUÍMICA 1

ENSAYO No. 2

ANÁLISIS DE DATOS Y ERRORES EN LAS MEDIDAS

MARCO ESTUARDO SOLÓRZANO HERNÁNDEZ


CARNÉ: 1990-12769
HORARIO: MARTES DE 16 h 30 min A 20 h 40 min
CATEDRÁTICO: ING. WILLIAMS G. ÁLVAREZ MEJÍA
AUXILIAR: JULIO VARGAS
FECHA DE ENTREGA: 2005-08-23
ANÁLISIS DE DATOS Y ERRORES EN LAS MEDIDAS

Las ciencias experimentales son aquellas que por sus características y,


particularmente por el tipo de problemas de los que se ocupan, pueden someter sus
afirmaciones o enunciados al juicio de la experimentación. En un sentido científico la
experimentación hace alusión a una observación controlada; en otros términos,
experimentar es reproducir en el laboratorio el fenómeno en estudio con la posibilidad de
variar a voluntad y de forma precisa las condiciones de observación. Un principio básico
para toda experimentación, es que, al medir pondremos extremo cuidado en no perturbar
el sistema que está bajo observación. La física y la química constituyen ejemplos de
ciencias experimentales.

Para la física y la química, en su calidad de ciencias experimentales, la medida


constituye una operación fundamental. Por otra parte la Metrología, es la ciencia que
tiene por objeto el estudio de las unidades y de las medidas de las magnitudes; define
también las exigencias técnicas de los métodos e instrumentos de medida. Las unidades,
como cantidades de referencia a efectos de comparación, forman parte de los resultados
de las medidas. Cada dato experimental se acompaña de su error o, al menos, se
escriben sus cifras de tal modo que reflejen la precisión de la correspondiente medida.

Una magnitud física adquiere sentido cuando se la compara con otra que se toma
como elemento de referencia. Así, una magnitud es un conjunto de cantidades en el que
hay una cierta ordenación. La medida de una magnitud puede realizarse directamente.
Una vez definida la unidad de medida para ciertas magnitudes, a partir de estas unidades
se pueden definir las correspondientes a otras magnitudes. Las primeras se conocen
como magnitudes fundamentales y las segundas como magnitudes derivadas. Una vez
definida la unidad de medida para ciertas magnitudes, a partir de estas unidades se
pueden definir las correspondientes a otras magnitudes. Una cantidad de referencia se
denomina unidad y el sistema físico que encarna la cantidad considerada como una
unidad se denomina patrón.
Entre las distintas propiedades medibles, puede establecerse una clasificación
básica. Un grupo importante de ellas recibe el nombre de magnitudes escalares. La
longitud, el volumen, la masa, la temperatura, la energía, son sólo algunos ejemplos de las
magnitudes escalares. Otro grupo importante son las magnitudes vectoriales o dirigidas.
La fuerza es un ejemplo claro de magnitud vectorial. Cuando se mide en forma directa, la
lectura se hace en un instrumento aplicado a medir la magnitud deseada. Cuando se mide
en forma indirecta se hace una lectura o más en los instrumentos aplicados a medir cierta
magnitud física y luego se calcula la medida de la magnitud física deseada.

Cuando se ha elegido un conjunto reducido y completo de magnitudes


fundamentales y se han definido correctamente sus unidades correspondientes, se
dispone entonces de un sistema de unidades.

Entre los sistemas de unidades más conocidos y de importante aplicación están: El


Sistema Internacional de Unidades (abreviadamente SI), el cual toma como magnitudes
fundamentales la longitud, la masa, el tiempo, la intensidad de corriente eléctrica, la
temperatura absoluta, la intensidad luminosa y la cantidad de sustancia (mol), y fija las
correspondientes unidades para cada una de ellas. El sistema anglosajón o sistema
inglés de medidas -millas, pies, libras, Grados Fahrenheit. Otros sistemas son el
sexagesimal -centímetro, gramo, segundo-, el terrestre o técnico -metro-kilogramo, fuerza-
segundo-, el Giorgi o MKS -metro, kilogramo, segundo- y el sistema métrico decimal.

Aunque existen innumerables procesos de medición diferentes, todos ellos


culminan con la obtención de un resultado, el cual es afectado por distintos errores que
surgen de la interacción entre el aparato de medida, el observador y el sistema bajo
estudio. Se entiende por error a la indeterminación o incerteza propia del proceso de
medición y que no se le toma como si fuera una equivocación por el operador. Existen
varias formas de clasificar y expresar los errores de medición. Según su origen los errores
pueden clasificarse del siguiente modo: Errores Introducidos por el Instrumento, los cuales
pueden ser: Error de Apreciación, Error de Exactitud, Error de Interacción.
Según su carácter los errores pueden clasificarse en: sistemáticos, estadísticos e
ilegítimos o espurios. Los Errores Sistemáticos se originan por las imperfecciones de los
métodos de medición. La única manera de detectarlos y corregirlos es comparar nuestras
mediciones con otros métodos alternativos y realizar un análisis crítico y cuidadoso del
procedimiento empleado. Los Errores Estadísticos son los que se producen al azar. En
general son debidos a causas múltiples y fortuitas. Estos errores pueden cometerse con
igual probabilidad por defecto como por exceso. En los Errores Ilegítimos o Espurios no
se aplica la teoría estadística de errores y el modo de evitarlo consiste en una evaluación
cuidadosa de los procedimientos realizados en la medición. El Error Accidental es
originado por factores accidentales o aleatorios entre los cuales se encuentran las
imprecisiones de manipulación del operador que hace la medición. Es el único que se
puede reducir a niveles despreciables aplicando criterios estadísticos, después de repetir
la medición un número suficiente de veces.

Los errores o imprecisiones en los resultados se expresan matemáticamente bajo


dos formas que se denominan error absoluto y error relativo.

Se define el Error Absoluto Ea, como la diferencia entre el resultado de la medida

M y el verdadero valor m de la magnitud a medir:


Ea = M – m

El Error Relativo Er es el cociente entre el error absoluto Ea y el verdadero valor.

Cuando se expresa en tanto por ciento su expresión es:

En sentido estricto tales definiciones son únicamente aplicables cuando se refieren


no a medidas físicas propiamente, sino a operaciones matemáticas, ya que el valor exacto
de una magnitud no es accesible.
Otra fuente de error que se origina en los instrumentos además de la precisión es la
exactitud de los mismos. La precisión de un instrumento o un método de medición está
asociada a la sensibilidad o menor variación de la magnitud que se pueda detectar con
dicho instrumento o método. La exactitud de un instrumento o método de medición está
asociada a la calidad de la calibración del mismo. La exactitud de los resultados de un
análisis queda reflejada en el grado de concordancia con la cantidad real del elemento. La
precisión de los resultados dará la posibilidad de repetir y reproducir el análisis. Los
resultados son precisos cuando son fruto de mediciones repetidas y se dan en un estrecho
margen de valores. Estos resultados se dice que son altamente reproducibles. La
precisión no significa que los resultados sean exactos, ya que parte de los procedimientos
de medición pueden desviarlos hacia valores más altos o más bajos que el valor real.

Los que realizan una experimentación procuran que sus datos experimentales no
digan más de lo que pueden decir según las condiciones de medida en los que fueron
obtenidos. Por ello ponen cuidado en el número de cifras con que expresar el resultado
de una medida con el propósito de incluir sólo aquellas que tienen algún significado
experimental. Tales cifras reciben el nombre de cifras significativas. Las Cifras
Significativas son la cantidad de dígitos que realmente se están midiendo con algún
instrumento. Una cifra es significativa cuando se conoce con una precisión aceptable. Se
tiene que tener en cuenta que el orden de magnitud de la medida no determina la
precisión de cifras de la misma. Se puede decir que el instrumento de medición puede
ofrecer limitaciones al proceso de medición que se traduce en el número de cifras
significativas, entre otros, y que provienen del que efectúa la medición como del objeto
que se quiere medir. Todas las cifras que figuran en un resultado deben ser significativas.
Este mismo criterio general debe respetarse cuando se opera con datos experimentales.
Cuando un resultado se escribe de modo que todas sus cifras sean significativas
proporciona por sí mismo información sobre la precisión de la medida. El monto de error
en cualquier cantidad medida o calculada determina el número de cifras significativas en
el valor de esa cantidad.
Para manejar correctamente los resultados expresados mediante cifras
significativas es necesario seguir las siguientes reglas:
a) Cuando los ceros figuran como primeras cifras de un resultado no son
considerados como cifras significativas, por ello el número de cifras significativas de un
resultado es el mismo, cualquiera que sea la unidad en la que se exprese.
b) Cuando los ceros figuran como últimas cifras de números enteros, ello no implica
que deban ser considerados, necesariamente, como cifras significativas.
c) El número de cifras significativas de un producto (o de un cociente) entre datos
que corresponden a resultados de medidas no puede ser superior al de cualquiera de los
factores.
BIBLIOGRAFÍA

1. Ayres, Gilbert H. “ANÁLISIS QUÍMICO CUANTITATIVO”. Editorial Harla. Primera


Edición. España 1,975. Capítulo 8: Veracidad en las Medidas.

2. Colombo de Cudmani, L., “ERRORES EXPERIMENTALES: CRITERIOS PARA


SU DETERMINACIÓN Y CONTROL”. U.N.T. 1997.

3. Walpole, Ronald y Myers Raymond, “PROBABILIDAD Y ESTADÍSTICA”. Editorial


McGraw-Hill. Tercera edición en español. México, 1992. Capitulo 7.

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