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Investigación Final
Contaminación Lumínica
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Elaborado por:
Debido a que no tiene un impacto inmediato hacia el ser humano, muchas veces es
pasada por alto, pero al igual que otro tipo de contaminaciones, genera consecuencias
tanto en la vida del ser humano como en los ecosistemas y vida silvestre.
Debido a que no existe un conocimiento amplio o general sobre este concepto, a la hora
del diseño de un sistema de iluminación, ya sea en interiores o exteriores, muchos
profesionales no toman en cuenta la importancia de proteger los espacios nocturnos.
Entre el año 2007 y 2008, la UNESCO declaro el cielo nocturno como un derecho humano,
a pesar de esta declaración, actualmente existen ciudades en el mundo en donde ver las
estrellas durante la noche es prácticamente imposible, las nuevas generaciones no
conocen o no han tenido el derecho de observar el cielo limpio de contaminación para
lograr ver las estrellas durante la noche.
• Explicar que es la contaminación lumínica así como sus efectos sobre el medio
ambiente y la salud.
Objetivos específicos
• Exponer la importancia del cielo natural nocturno para la vida silvestre y la salud.
• Mencionar el impacto de la luz artificial sobre los diferentes ecosistemas del
planeta tierra
• Mencionar las posibles alternativas para mitigar el impacto de la luz artificial en
los ecosistemas y salud humana.
Contaminación lumínica
Esta luz artificial creada por el ser humano crea una alteración de la oscuridad de la noche.
Normalmente esta contaminación es producto de luz que no es aprovechada realmente
para el objetivo para el cual fue diseñada, lo que se traduce en un desperdicio de recurso
lumínico por:
• Dispersión hacia el cielo: se origina por una mala instalación de las luminarias o
también por sobre iluminación, dado que la luz interactúa con las partículas del
aire, se desvía en todas direcciones (halo luminoso), disminuyendo la oscuridad de
los cielos. Asimismo, puede suceder que la luz utilizada emita en un espectro no
útil para el ojo humano, pero que afecta a otros seres vivos. Por ejemplo, la luz
blanco azulada es la que más altera la conducta de las especies de vida nocturna y
también obstaculiza la observación astronómica.
La luz artificial afecta nuestro reloj biológico o los ritmos circadianos, lo que conlleva
desajustes en la segregación de melatonina, la hormona del sueño.
Durante miles de millones de años, la mayoría de las formas de vida en la Tierra han
dependido del ciclo diario de luz y oscuridad producido por la rotación de nuestro planeta.
Ese ritmo natural de día y noche está codificado en el ADN de todas las plantas y animales,
y resulta imprescindible para controlar comportamientos vitales como su reproducción,
nutrición y períodos de sueño. Sin embargo, en las últimas décadas, los seres humanos
hemos interrumpido radicalmente este ciclo reduciendo la noche a su mínima expresión a
través de la iluminación artificial.
Los animales nocturnos duermen durante el día y están activos por la noche. La
contaminación lumínica altera radicalmente su entorno, convirtiendo la noche en día. Por
otro lado, muchos depredadores usan la luz para cazar, y sus presas usan la oscuridad de
la noche como protección o viceversa. Pero cerca de las ciudades, los cielos nublados son
ahora cientos, o incluso miles de veces más brillantes que hace 200 años. Algunos
depredadores explotan esta atracción en su beneficio, desequilibrando el
comportamiento natural de su ecosistema.
Entre las especies que más sufren por la contaminación lumínica se encuentran:
• Aves: Las aves que migran o cazan de noche se guían por la luz de la luna y las
estrellas. Las luces artificiales pueden desviarlas de su curso hacia los peligrosos
paisajes nocturnos de las ciudades. Cada año, millones de aves mueren al chocar
con torres y edificios innecesariamente iluminados.
• Tortugas marinas: Las tortugas marinas viven en el océano, pero rompen el
cascarón por la noche en la playa. Las crías encuentran el mar detectando el
horizonte brillante sobre el océano. Las luces artificiales las alejan del océano. Sólo
en Florida, millones de crías mueren de esta manera cada año.
• Ranas y sapos: El resplandor de las luces artificiales puede impactar en los hábitats
de los humedales que son el hogar de anfibios como las ranas y los sapos, cuyo
croar nocturno es parte del ritual de reproducción. Las luces artificiales
interrumpen esta actividad nocturna e interfieren con la reproducción, lo que
reduce las poblaciones.
• Corales: Más de 130 especies diferentes de coral en la Gran Barrera de Coral
desovan a la luz de la luna. Las luces urbanas brillantes pueden ocultar las fases de
la luna, lo cual desincroniza los relojes biológicos de los corales.