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© Los autores
29 de setiembre 3901
Perspectivas Metodológicas Vol. 21 / Año 2021 e3525 2/
Alejandro Herrero
Omar Acha
Adriana Arpini
Alejandro Blanco
Liliana M. Brezzo
1.- Omar Acha / Hacia una historia social de las prácticas intelectuales ..........11
2.-Adriana Arpini / Entre Historia de las ideas y Filosofía práctica ................ 21
3.-Alejandro Blanco / La vida social de las ideas ............................................. 25
4.-Liliana M. Brezzo / Teko Pukavy (Vivir Sonriendo) ................................... 33
5.- Alejandro Dagfal / De la psicología a la historia intelectual
de las disciplinas psi .................................................................................. 43
6.-Beatriz Figallo / Reflexiones y travesías ...................................................... 48
7.-Daniel Lvovich / Discursos y representaciones
en el prisma de la historia social ................................................................ 67
Perspectivas Metodológicas Vol. 21 / Año 2021 e3525 4/
percepción sino que los mismos encuestados la fuerza de la disciplina. Pero lo hacen de
parecían certificarla. Un claro ejemplo fue diversas maneras. (Chartier, 1996, pp. 11-12)
el de Adolfo Prieto. Muchos de los colegas Un año después, en 1997, un grupo de
invocaban positivamente su Discurso criollista, colegas que participaron del libro crearon
sin embargo, el autor no se sentía parte de esta la publicación Prismas. Revista de Historia
disciplina. En nuestro libro reprodujimos Intelectual, y el Centro de Historia Intelec-
algunos pasajes de la carta que nos escribió tual de la Universidad Nacional de Quilmes,
Adolfo el 9 de diciembre de 1993: que discutía tanto la denominación como la
[…] aún después de admitir la aproxi- concepción de los estudios de ideas, presen-
mación de algunos de mis trabajos a esa tándose como una nueva forma de practicarla.
disciplina, me siento lejos de percibirme
como uno de sus cultores […] Me ha cos- Desde entonces, la denominación historia
tado años contener las imprecisiones de mi intelectual comenzó a familiarizarse entre
campo profesional, y no sé bien todavía si soy nosotros. Pero eso no quiere decir que se im-
historiador de la literatura o crítico literario, puso como único calificativo entre aquellos
o crítico cultural o lector especializado en que la cultivaban: el mismo Oscar Terán,
ciertos espacios de la literatura argentina. gestor central de aquella revista y del centro,
Por favor, ahorren a mis inseguridades la emplea el nombre de historia de las ideas en
fascinante perspectiva de la historia de las su último libro (Terán, 2008).
ideas. (Herrero y Herrero, 1996, p. 9)
Indefinición en cuanto a las denomi-
Claramente se aprecia indefinición por naciones, a las concepciones, y a quiénes
un lado, y vitalidad por el otro, tal como lo forman parte de esta disciplina.
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Daré otro ejemplo. Daniel Lvovich ideas, historia social de la cultura, historia
responde al cuestionario de este Dossier y, social de las prácticas intelectuales, historia
al mismo tiempo, publica un artículo en de los lenguajes o a la denominada historia
el último número de la revista Prismas, sin intelectual luego se le sumó otro nombre
embargo, nunca se ha sentido parte de esta superador, la nueva historia intelectual.
disciplina. Sé perfectamente que es así porque
La dificultad de ofrecer un título es todo
conozco a Daniel desde nuestros estudios
un síntoma, y la respuesta que ofrecí tiene
de grado en nuestra Santa Fe natal. Para que
que ver con mis lecturas y mi propia historia.
no queden dudas, él mismo lo ha escrito
expresamente en la respuesta que van a leer: En mi caso, sin duda, el título está ins-
En mi tesis doctoral que, modificada,
pirado en el cuento de Raymond Carver.
se convirtió en Nacionalismo y Antisemi- La pregunta articula muy bien el problema
tismo en la Argentina analicé las ideas de de aludir a una disciplina (si es correcto hablar
un conjunto de intelectuales y publicistas de disciplina) que tiene múltiples nombres,
de derecha, algunos miembros del mundo enfoques y criterios, y qué es complejo no
de la alta cultura y otros divulgadores muy
solo nombrarla de una vez sino decir de qué
menores; y en los trabajos sobre políticas
sociales trabajé los argumentos contrapuestos estamos hablando.
de dirigentes empresarios, sindicalistas y Con Fabián, en la década de 1990, tuvimos
académicos acerca de las características que que fijar, precisamente, ciertos criterios para
debía asumir el seguro social en la Argentina. determinar a quiénes convocaríamos. En
En los dos casos reconstruí los contextos de
nuestra presentación decíamos lo siguiente:
enunciación nacionales e internacionales,
pero no creo haber practicado la historia [...] sinteticemos la pauta de nuestra
de las ideas ni la historia intelectual, sino selección: a) primero convocamos a los
desorden de las fichas. Se leía lo que se podía, no recuerdo mal, de “Marxismo e historia”.
porque como la bibliografía disponible era Asistí a la dictada por el historiador econó-
tan reducida, se hacía necesario solicitar ocho mico Eduardo Azcuy Ameghino, en quien
libros para retirar tres pues los otros cinco se advertía desde el vamos que estaba más
estaban prestados o “en procesos técnicos” interesado en probar una tesis –básicamente
(extraviados). Recuerdo mis primeras lecturas la de su partido maoísta– que en investigar
en Ortega y Gasset (La rebelión de las masas), un problema sin respuesta preconcebida,
Habermas (La reconstrucción del materialismo algo que el historiador reconocía y justifi-
histórico), Lukács (Historia y consciencia de caba. Uno de los organizadores de la charla,
clase), Lévi-Strauss (El pensamiento salva- integrante de la agrupación estudiantil de
je), Sartre (Crítica de la razón dialéctica), Historia “Rebeldes Primitivos”, relató que el
Hjemslev (Principios de gramática general), economista Rolando Astarita había dictado
Chomsky (Lingüística cartesiana), Cortázar a través de la Secretaría de Extensión Uni-
(Rayuela), mucho de Platón y Aristóteles. El versitaria un curso de lectura de El capital y
conocimiento del Tractatus Logico-Philoso- que el mismo se reiteraría al año siguiente.
phicus fue significativo porque me condujo a
recelar de formulaciones que podían ser tan Luego de rendir un par de exámenes
deslumbrantes como inverosímiles. finales de Bibliotecología en diciembre de
1990, recurrí al “préstamo extraordinario”
Más o menos como tenía planeado, en de la biblioteca para llevarme a domicilio los
1992 inicié de manera paralela los estudios tres volúmenes de El capital en la edición de
en Historia. Mis cursos de grado se pro- Fondo de Cultura Económica, en la heroica
Encuentro que el reclamo de autonomía En tal sentido, la dialéctica social del capital
de la especialidad, sea que se sostenga en la es, aunque imprescindible, insuficiente para
teoría de los campos, en la incorporar como lo soñó Hegel
singularidad del lenguaje con su idealismo “absoluto”, las
o en la especificidad socio- dimensiones transhistóricas del
lógica de las élites letradas, lenguaje, las imágenes y los so-
evade esa cuestión decisiva. nidos. Algo similar sucede con
Los grandes temas de la mo- cuestiones cardinales como el
dernidad, el poder, la ciudad, monoteísmo y la dominación
la ciudadanía, la igualdad, masculina. El estallido reciente
la naturaleza, la historia, la de la divisoria naturaleza/cultura,
técnica, la revolución, la na- central para la metafísica de las
ción, etcétera, se han tornado ideas y las pretensiones de lo
crecientemente figuras de la intelectual, despliega desafíos
universalidad proliferante del que recién comenzamos a com-
capital. Ello es aún más válido prender. Para la formación en
para problemáticas recientes historia intelectual hoy, es tan
como lo inconsciente, el gé- importante conocer la obra de
nero y la sexualidad. No me Donna Haraway como la de los
grupos que uno va definiendo o incorpo- zada que la actividad intelectual, incluida
rando, de una manera casi imperceptible, la académica. Como sabemos, a diferencia
no solamente una determinada jerarquía de de otras categorías de la población, la de los
“objetos” y “problemas” sino también una productores culturales, pero especialmente
determinada manera de hablar de ellos –al la de aquellos que solemos agrupar bajo
fin y al cabo los grupos existen a partir de las el rótulo de intelectuales – artistas, escri-
censuras que imponen. Esto último se torna tores y profesores universitarios- es la que
ostensiblemente visible cuando se cambia de menos se define o define su identidad con
grupo (sea que implique cambiar el “grupo referencia exclusiva a los elementos de su
de pertenencia” o en virtud de la adopción propia sociedad y cultura. En ese sentido,
de un nuevo “grupo de referencia”). Como la referencia a lo internacional, a lo que
sea, cuando eso ocurre advertimos cuánto ocurre en el mundo, a las otras culturas y
de nuestras elecciones de objeto y de nues- sociedades es constitutivo de las prácticas y
tra manera de construir los problemas de de la forma en que esa categoría de agentes
investigación remiten a esos grupos en los define su identidad. Sabemos que nuestros
que nos hemos formado y que nos han for- nacionalistas se hicieron nacionalistas le-
mado. Ciertamente, aunque los beneficios yendo autores extranjeros. En ese sentido,
de la pertenencia a un grupo son tanto más tanto nuestra experiencia de formación como
grandes cuanto más importante es su grado nuestra ocupación en este campo involucra
de institucionalización y de “consagración”, inevitablemente la relación con tradiciones
lo cierto es que la sola pertenencia a un grupo intelectuales nacionales como extranjeras y
aumenta el rendimiento del capital de cada eso en lo que concierne tanto al plano de los
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“instrumentos de conocimiento” (teorías, que desarrollé en colaboración con otros
perspectivas analíticas, conceptos, técnicas colegas en el marco de un proyecto inter-
de investigación) como al de los “objetos nacional sobre una historia transnacional
de conocimiento” (temas o dimensiones de de las ciencias sociales estudiando tanto las
análisis relevantes). Digo todo esto dando dinámicas de internacionalización de los
por descontado que la distinción (aceptable) sociólogos argentinos durante las últimas
entre tradiciones intelectuales argentinas y tres décadas como la formación, durante
extranjeras no se confunde con la distinción las décadas de 1950 y 1960, de un espacio
(inaceptable) de tradiciones nativas, puras trans¬nacional de las ciencias sociales en
e incontaminadas, y tradiciones alieníge- América latina y su impacto sobre las tra-
nas. Luego, y para ir más allá de ese rasgo yectorias y las agendas de investigación de
estructural de nuestra ocupación, diría que una fracción de los sociólogos de la región3.
el trabajo de investigación que he realizado
hasta el momento ha consistido en construir
en objeto (u objetivar) esa relación misma 3.- ¿Cómo realiza, por lo general,
entre tradiciones nacionales y extranjeras, su tarea? ¿Discute sus trabajos
intentando comprender las modalidades con otros colegas? ¿Lee a otros
de apropiación de nuestros productores autores cuando está elaborando
intelectuales locales (o nacionales) de de- su trabajo?
terminadas tradiciones intelectuales de los
centros metropolitanos y los efectos que
En principio diría que la discusión con
todo eso produjo en la estructuración de
otros colegas no es una opción, no es algo
ciertos segmentos de nuestra propia tradición
que uno pueda decidir hacer o no hacer. Es
intelectual. Mi primera investigación de
con nuestra integración a uno o más grupos, viajan por el sistema ocupacional, y a me-
que -y aquí volvemos a encontrarnos con la dida que van cruzando las fronteras de las
importancia de estos últimos- no solamente diferentes ocupaciones (o profesiones) se
nos aseguran un primer mercado cautivo para van modificando por las exigencias relativas
nuestros productos sino que, y más impor- a cada ocupación que condiciona nuestra
tante todavía, nos proporcionan un modo relación con las ideas. Por eso tenemos,
de controlar – control que crece conforme exagerando un poco, “ideas de sacerdote”,
aumenta la heterogeneidad del grupo - los “ideas de empresario”, “ideas de maestro”,
presupuestos y/o sesgos de perspectiva de- “ideas de militar”, “ideas de magistrado”,
rivados, como decíamos hace un momento, “ideas de embajador”, “ideas de periodista”.
tanto de la posición que ocupamos en el Pero no como algo “esencial”, sino como
campo como de la particular trayectoria que el emergente de una serie de condiciones
nos ha conducido a ella, pero también de sociales de producción, de adquisición y de
la doxa de la disciplina que practicamos, de intercambio de las ideas, de las coacciones a
la tradición teórica con la que construimos las que esos productores están sometidos en
los problemas, etc. función de los campos (campo eclesiástico,
económico, escolar, político, periodístico)
4.- ¿Cómo define la investigación en los que participan como de la posición
que ocupan en los mismos. Un diplomáti-
que practica? ¿Cuáles serían las co no está sometido ni a los dictados de la
destrezas más importantes que pedagogía ni a las “urgencias” del raiting,
debería reunir este investigador? pero el periodista y el maestro están a salvo
Entre Ríos, Enrique Martínez Paz, Córdoba, que intermedian esas prácticas de lectura,
Manuel Fernando Martínez Paz [h], Córdo- esos actos de apropiación, y que afectan tanto
ba, Juan Carlos Agulla, Córdoba, Alfredo la forma como el contenido de las ideas. Las
Poviña, Tucumán, Pedro David, Tucumán, profesiones –decía Max Weber- son formas
Gustavo Adolfo Martínez Zuviría, Córdo- burocratizadas de una “profecía ejemplar”, en
ba, Luciano Molinas, Santa Fe, Fernando las que se trata de dar en ejemplo el propio arte
Cuevillas, Santiago del Estero, Luis Bruno de vivir. Si las ideas de sociología y las prácticas
Campoy, Mendoza, también criollos, como de sociólogo de Poviña y Germani eran tan
los anteriores. Finalmente, y ya en la segunda diferentes eso no se debió al consumo de un
mitad del siglo, la disciplina está en manos patrimonio cultural diferente o un mayor
de agentes salidos de la clase media urbana o menor grado de profesionalización sino
porteña de origen inmigratorio (mayormente al hecho de encarnar, en virtud de orígenes
hijos de comerciantes, de empresarios cultu- sociales y trayectorias muy diferentes, dos
rales, de cuadros superiores-profesionales y profecías o “estilos de vida” igualmente dife-
de cuadros medios), con una alta proporción rentes. Y esa es la razón por la que haciendo
de judíos y de mujeres, es decir, provenientes las “mismas cosas” (al fin y al cabo los dos
de familias con una posición muy diferente enseñaban sociología, asistían a congresos
en la división social del trabajo. Además del nacionales e internacionales, escribían libros
origen social y geográfico, la trayectoria escolar y redactaban ponencias, dirigían institutos
diferencia igualmente a los sociólogos de las de investigación, detentaban membresías
dos primeras generaciones, todos graduados nacionales e internacionales, etc.) hacían
en derecho, de los de la última, formados “cosas diferentes”.
duda, las de Historia. Allí tomé contacto, bajar un tema de historia diplomática que
por primera vez, con los conceptos de Impe- aún no había sido dilucidado: los antece-
rialismo, Dependencia, Nacionalismo, muy dentes y las negociaciones que condujeron
del gusto de una de las profesoras. Recuerdo al reconocimiento de la independencia del
que, a instancias de ésta, que se entusiasmaba Paraguay por la Confederación Argentina
en explicar historia argentina desde ideas tan en 1852, de la mano de un nutrido y poco
caras al revisionismo histórico, mi padre me explorado archivo del ministerio de Relaciones
compró los tomos de José María Rosa, de la Exteriores que en Buenos Aires se hallaba en
editorial Oriente y, para balancear, y porque plena organización. Una vez decidida me
eran más afín a las ideas de él, también me dediqué a los problemas de tipo metodoló-
regaló las Memorias del General José María gico que suponía una investigación situada
Paz (aunque debo confesar que no leí entera en un campo escasamente atendido en ese
ni una ni otra bibliografía). entonces en Argentina, el de la historia de las
relaciones internacionales. Para entonces, la
Estudié historia en la Universidad Cató- figura central de la renovación de la historia
lica Argentina. El profesor Miguel Ángel De diplomática era, sin dudas, el historiador
Marco, director de la carrera en ese entonces francés Pierre Renouvin que desde la pu-
y profesor de la cátedra de Historia de España blicación de su monumental Histoire Des
fue el primero que me habló de la posibilidad Relations Internationales (1959) bregaba por
de dedicarme a la investigación. Me alentó a hacer comprender que la acción diplomática
que aplicara a una beca de iniciación y luego no era suficiente para explicar la dinámica
a una de perfeccionamiento, que eran las que histórica de las relaciones internacionales,
en la práctica de la historia durante el siglo con toda claridad la tarde de otoño, en la que
veinte y tampoco sabía, propiamente, qué era veía desde la amplia ventana de la biblioteca
la nouvelle histoire, cuyo influjo produjo un cómo se montaba en el campus un concierto
cambio copernicano en los estudios históricos de rock y me entraron dudas entre abrir el
desde la segunda mitad del siglo veinte. A la libro que el profesor Olabarri me había acon-
historiadora uruguaya y muy buena amiga sejado leer ese día o dejarme estar siguiendo
Bárbara Díaz le debo el noventa por ciento los preparativos. Se trataba del breve texto de
del éxito de la primera estancia científica. Natalie Zemon Davis, El Regreso de Martín
Fue quien me habló del departamento de Guerre, que se había publicado más de una
Historia, en el que existía un grupo excelente década atrás y que yo no había leído. Fue tal
de profesores y de investigadores y que Ignacio el impacto que me produjeron los sucesos del
Olábarri Gortari lideraba allí los estudios matrimonio Guerre acaecidos en Artigat en
sobre teoría e historia de la historiografía 1540 que no advertí cuando se hizo de noche,
contemporánea y poseía, me aseguró Bárbara, se encendieron las luces en la biblioteca y mis
una generosidad sin orillas. De modo que, compañeros de cubículo, Juan y Merche (que
sentenció, en idioma uruguayo: “escribile, daban los toques finales a sus tesis doctorales),
a ver si tu podés ir un tiempo a hacer una se fueron. Al fin acabé la lectura, y al subir por
estadía”. Discípulo de Valentín Vázquez de la calle Iturrama, de vuelta a casa, no podía
Prada que se había formado, a su vez, junto dejar de preguntarme ¿Había leído un libro
a Fernand Braudel, el profesor Olabarri se de historia? ¿Una novela? ¿Se trataba de unos
me aparecía en aquellos años como la encar- hechos que, en verdad habían sucedido o los
nación viva de la escuela de Annales, cuyos había inventado la autora? Admiré la destreza
E. O’Leary, nave insignia del llamado, en el primeras ediciones de El Solar Guaraní, de Justo
argot historiográfico, revisionismo Pastor Benítez, Proceso y
paraguayo, o el robusto archivo de Formación de la Cultura
Carlos Pastore, el primero que se Paraguaya, de Juan Nata-
ocupó del problema de la tenencia licio González, Historia
y la distribución de la tierra en de la Cultura Paraguaya,
el Paraguay y que escribió una de Carlos R. Centurión,
monografía modélica, La lucha por Historia de la Cultura en el
la tierra en el Paraguay, o las más Paraguay, de Rafael Eladio
recientes labores que desarrollo Velázquez, y conocí perso-
en el acervo personal del Rafael nalmente a historiadores
Eladio Velázquez cuya producción de la talla de Manuel Peña
de conocimientos sobre la historia Villamil, Roberto Que-
colonial tuvo un influjo decisivo vedo, Bartolomé Meliá,
en los procesos de institucionali- Margarita Durán Estragó.
zación y profesionalización de la Precisamente, uno de los
historia. Estos archivos persona- dos proyectos que consi-
les de historiadores paraguayos, dero más relevantes en el
algunos de los cuales fueron organizados que trabajé con historiadores de Paraguay
para construir el propio legado intelectual fue el estudio de la robusta correspondencia
de sus autores, han dotado a mis estudios que mantuvieron el argentino Juan Bautista
sobre la escritura de la historia en el Para- Alberdi y el diplomático/intelectual paraguayo
un maestro en todos los sentidos del térmi- a los investigadores –la mayoría de los que
no, tanto por la transmisión de su propia conozco– que pueden tener jornadas más
producción como por su lectura atenta de predecibles, con largas mañanas dedicadas
todos mis trabajos. Oscar Terán y Élisabeth a la escritura, por ejemplo. Siempre discuto
Roudinesco fueron también referentes ine- mis trabajos con el equipo de investigación
ludibles, por la significación que sus obras que codirijo con Hugo Vezzetti. Se trata de
tuvieron para mis trabajos. un espacio de interlocución muy valorado,
que no he encontrado en otras latitudes.
Cuando elaboro mi trabajo siempre leo a otros
2.- ¿Se puede decir que su obra, autores, ya sea como bibliografía primaria o
secundaria. En esos momentos, sin embar-
de alguna manera, se relaciona go, no leo nada por fuera de mis temas de
con tradiciones intelectuales ar- investigación específicos. Ni siquiera ficción.
gentinas o extranjeras?
Sí. Por un lado, encuentro una filiación 4.- ¿Cómo define la investigación
evidente entre mi trabajo y el de Hugo Vezzetti, que practica? ¿Cuáles serían las
que a su vez se inserta en una tradición de his- destrezas más importantes que
toria intelectual argentina, cuya originalidad debería reunir este investigador?
reside menos en sus métodos –que son los de
la historia en general– que en su perspectiva
de lectura, que encuentra sus objetos en una La investigación que práctico podría
zona de cruce entre representaciones, dis- denominarse “historia intelectual de las
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disciplinas psi”, lo cual abre a un abanico virtudes, creo que lo determinante es lo que
muy amplio de perspectivas, dependien- suele llamarse el “lugar de enunciación”.
do de los objetos circunstanciales de mi Acuerdo con Kurt Danziger en que la po-
investigación. Por ejemplo, cuando inves- sibilidad de hacer un trabajo histórico que
tigué la creación de las primeras carreras sea a la vez crítico y eficaz se ve maximizada
de psicología, se me impuso la noción de cuando puede combinarse el compromiso
campo, para ordenar lo que sucedía en el propio de los insiders (que están cerca de
dominio académico y en el ámbito profe- los conceptos y de las prácticas de las dis-
sional, la composición del profesorado, las ciplinas psi) con la “distancia moral” que
disputas con los psiquiatras, etc. Al mismo caracteriza a los outsiders.
tiempo, para entender qué se enseñaba o
para comprender la inusual difusión del
psicoanálisis en nuestro país, me resultó 5.- ¿Cuál es, a su entender, la si-
indispensable la noción de recepción (que tuación actual de la disciplina que
algunos autores entienden como “indige- practica? ¿En su opinión, cuáles
nización” o “implantación”), tomándola son los debates relevantes que se
libremente de la teoría de la comunicación desarrollan al interior de la misma?
literaria de Hans Robert Jauss. Me resultó
fundamental restituir el rol activo de los
receptores, como lectores que realizaban Respecto de la situación actual de la “historia
una apropiación creativa de los textos que psi”, a nivel internacional existen diversos
recepcionaban, a la luz de un horizonte grupos particularmente activos. Por un lado,
de expectativas diferente. Esta concepción en el mundo anglosajón, hay una “Internatio-
más compleja de los procesos de recepción nal Society for the History of Behavioral and
para corroborar el adelanto de una noticia 22 años. Cuando un aviso en La Capital anun-
que nos parecía increíble, y que de alguna ció a principios de 1978 que la Universidad
manera, había que trasmitirle a mi abuela-, Católica Argentina abría Historia, decidí
la aparente razón: haber simpatizado con inscribirme, ayuda familiar de por medio.
el Movimiento Humanista de Silo. Luego Inserta en la Facultad de Derecho y Ciencias
mi prima Graciela al igual que su hermano Sociales, la carrera ofrecía posibilidades y
mayor, partieron a España, y de exilio fue. algunas limitaciones. Era obra del empeño
personal del profesor Miguel Ángel De Marco
No sabía si estudiar o trabajar, o ninguna quien en 1966 había logrado constituir el
de las dos, al final, fueron las dos. Después de Instituto de Historia dentro de la Facultad
descartar inscribirme en Trabajo Social por Católica de Humanidades, dependiente del
consejo de mis tíos, estudiar Historia parecía Arzobispado de Rosario, con el propósito de
una opción, apenas porque me gustaba, por- estudiar historia regional, formar archivo y
que había sacado buenas notas en el colegio y biblioteca. Entonces, y proviniendo de muy
porque mi madre creía que ser profesora era diversos sectores socio-culturales, así como
algo bueno para una mujer. Sin cumplir aún ya había cuajado la apertura de una Facultad
los 18 años intenté hacerlo en la Facultad de Católica de Derecho y otra de Química, se
Humanidades de la Universidad Nacional dio impulso a otra unidad que principió por
de Rosario, mientras había comenzado a impartir Letras y Periodismo, que atrajo por
trabajar en el Banco Provincial de Santa Fe, la novedad a numerosos estudiantes de todo
en una lejana agencia de barrio. El propósito el país; también Historia, que apenas logró
de insertarme en la vida universitaria duró dictar un solo curso. Vinculada en sus recursos
hombres!. Recién comenzada la exposición ocupe algunos cargos de gestión, pero súbi-
de los argumentos de la investigación y en tamente enfermé, derivando el mal en una
guardia para defenderme de las críticas y meningitis. En el proceso de recuperación,
las valoraciones de los cinco miembros del el 25 de septiembre de 1992 recibí la noticia
tribunal doctoral, con retraso don Vicente que una nueva postulación a CONICET
entró raudo al salón y tocándome el hombro, había sido aceptada, para ingresar no ya como
me tranquilizó diciéndome: ya llegué. Mi becaria, sino con categoría de investigadora
público eran algunos pocos interesados por asistente, lo que aseguraba una continuidad.
el tema -que “en capilla” me advirtieron que El cambio táctico se volvería en una magnífica
allí se juzgaba tanto como la tesis, amistades oportunidad para expandir mis intereses de
y enemistades universitarias de aquellos va- investigación: atrás había quedado la aparente
rones que me excedían- y sólo tres amigas impostura de estudiar las relaciones entre el
-una de ellas mi prima y otra Alicia González peronismo y el franquismo -algunos histo-
Valverde, gallega asentada en Madrid y dueña riadores locales adivinaban inconvenientes
de una buena biblioteca que me entretuvo adhesiones con el objeto de estudio, otros
los largos días de los tres meses en que aguar- recelaban de la falta de distancia temporal
de alojada en su casa que se sustanciara la y por ende, de su esterilidad para hacer su
defensa de la tesis, ya sin ninguna ayuda ni historia. Pero yo había intuido y aprendido
subvención. Obtuve la máxima calificación, otra cosa en España: estudiar el franquismo
para una tesis que a contrario sensu de lo que no era sinónimo de ser de derechas ni menos
era usual en las universidades españolas, era admiradora de autoritarismos o dictaduras.
breve: me defendió con ahínco uno de los Había propuesto investigar el Cono Sur,
intelectual como visual, que se vio mermada pandemia nos convencerá que es lo mismo
por un súbito ataque de glaucoma en 2002, la realidad virtual- de tomar contacto entre
que deterioró mi ojo derecho -¿contundente profesionales, si dejamos de lado otro interés
advertencia?. En la última larga década, colegas por engrosar curriculums. En ese sentido,
de la Unidad Ejecutora del CONICET en mi ámbito predilecto de congresos, jornadas
donde desempeñamos nuestra tarea, a través e intercambios que se hicieron actividad
de la óptica de distintas disciplinas sociales y obligada comenzó siendo el de la AAHRI,
humanísticas, me ayudan a suplir falencias o donde si bien los historiadores “puros” éramos
a actualizarme. Los compañeros de ruta inte- minoría, se generaba una sinergia creativa
lectual enseñan mucho y en ese corto o largo entre quienes eran receptivos. Recuerdo la
andar juntos, uno puede reflexionar más en paciencia ejercitada, frente a las agotadoras
términos de travesías que de puertos de arribo; sesiones donde casi únicamente se hablaba
como escribía el poeta griego Konstantino de globalización o de integración regional,
Kavafis, “Itaca te regaló un hermoso viaje. aunque las argumentaciones terminaran
Sin ella el camino no hubieras emprendido”. por permear el entendimiento. Cual onda
expansiva, fue allí donde conocí y valoré
colegas que luego habrían de volverse muy
3.- ¿Cómo realiza, por lo general, cercanos. Tal vez el vínculo más estrecho es
su tarea? ¿Discute sus trabajos el que se gestó con especialistas chilenos de
con otros colegas? ¿Lee a otros historia de las relaciones internacionales,
autores cuando está elaborando en particular con Joaquín Fermandois, a
su trabajo? quién admiro como maestro y ejemplo de
autora de textos del período hispano-crio- lograr un propósito que nos beneficie como
llo, aportan “sensatez y sentimientos” a mis grupo o cuando la amistad abraza, y sobrepasa
propios razonamientos. inquietudes específicas- es sustancial. Ello es
más fácil cuando prevalece la seguridad en
Así, la actividad se ha venido realizando la buena fe mutua del actuar, la percepción
en la convergencia de todas estas influencias, de que no existe una rivalidad que opaque la
que en círculos concéntricos, o a modo de confraternidad profesional. Las cuestiones
bucle recursivo, me ayudan a encarar proyec- más delicadas así lo piden, aunque no sea
tos históricos que como “modos de pensar fácil de lograr porque acucian los plazos para
[…] permitirían concebir que una misma todo, porque los pares -sea más alta o de menor
cosa pueda ser causada y causante, ayudada antigüedad su posición- requieren a su vez
y ayudante, mediata e inmediata”. del mismo consejo para sus propios trabajos
y no siempre coinciden urgencias con dispo-
Gran parte de la actividad de un investigador nibilidades. Saber que se cuenta con acogida y
es de necesaria introspección y de aislamiento, comprensión capitaliza una disposición positiva
pero a la vez de necesaria interacción no sólo que se da en ocasiones. Hoy día las evaluaciones
con colegas cercanos, sino con seres de inteli- de revistas científicas -siempre y cuando asu-
gencia, ya en conocimiento, ya en experiencia, man con responsabilidad y respeto la ímproba
ya en prácticas, ya en imaginación. Idealmente tarea de leer, analizar, valorar críticamente e
también una mirada joven, de algún alumno, incluso sugerir alternativas y ampliaciones,
de algún ayudante, de algún becario, de mi al trabajo de un colega investigador- pueden
ahora adulta y perspicaz hija, sin prejuicios ser un paliativo a la más perfecta situación de
juegan su juego, no ha resultado infrecuen- próximo que forma parte de las habilidades
te que se inventen documentos, se aleguen que los historiadores estamos ya manejando
testimonios inexistentes, se soslayen cuerpos para acceder a la información. Gestionar
enteros de fuentes y se fuercen argumentos. esos datos, diferenciar su valía, enfrentarse
Zuleta Álvarez me animaba a manejarme con su desorden e inconsistencia, requieren
como guerrillera de la historia: arrasando con habilidades no menores; a la par, la mayor
todo lo disponible y alcanzable de registrar. disponibilidad de herramientas tecnológi-
Tantas veces me he arrepentido de retirarme cas promueve nuevas competencias críticas
por sucumbir al fastidio, la falta de tiempo o en el proceso investigador del cual es muy
de medios técnicos, cuando me he encontrado difícil -y hasta inconducente- abstraerse.
en un archivo o una biblioteca. Con todo, La generalización de la “navegación” por
creo más vale ejecutar un equilibrio entre la web permiten el rastreo de un caudal
tiempos y formas de registrar y de recrear el asombroso de datos y testimonios, ya sean
conocimiento histórico de lo internacional. No documentos impresos, colecciones comple-
siempre lo alcanzamos, pero al final, “hacemos tas de periódicos como también registros
lo que los antiguos romanos”. En un pícaro orales y audiovisuales. Como con acierto me
comentario que nos hizo el padre Tonda en comentara el también académico Guillermo
sus clases, no recuerdo si de Filosofía de la Banzatto, en la tertulia posterior a la sesión
Historia o Historia Eclesiástica Argentina, privada donde compartimos aquel trabajo,
preguntado por algún despabilado que se a ello se añade la multiplicación de revistas
animó “y ¿qué hacían?”, y el cura respondió: de Acceso Abierto donde se publican los
“lo que podían”. resultados de las investigaciones. Aún nada
dad de lecturas –tanto “obligatorias” como rar ayudantes jóvenes dispuestos a afrontar
“complementarias”, según se nos exigía a los cursos abarrotados y exámenes cuantiosos,
“libres”- el imponente aparato bibliográfico tareas dignas, por cierto, pero al cabo muy
del Seminario Anual de Tesis titulado –ben- demandantes y sin vínculo alguno con la
jamianamente- “Constelaciones culturales “carrea de investigador” (en mi caso, para
en la Europa del Siglo XX: coyunturas e peor, no sólo no participaba en ningún
interpretaciones” (1997), que conservo “UBACyT”, sino que nunca pude ser be-
como mi tesoro estudiantil más preciado; cario por mis demoras en graduarme, ni
siendo hoy yo también profesor, no pue- posteriormente me sentí suficientemente
do más que admirar ese viejo programa de “en regla” para solicitar alguna ayuda o sub-
grado, inigualablemente superior a muchos sidio, consagrándome, durante años a la
seminarios de posgrado –aquí y acullá- que investigación independiente y ad honorem).
fui atravesando una década después. Rescato, claro que sí, el “seminario inter-
no” de la cátedra de Torcuato Di Tella en
Este último curso de Sazbón lo hice “Sociología” y “Sociedad y Estado” (CBC),
cuando ya había perdido la regularidad en que si bien consistía sólo en asistir a un
“Socio”, que abandoné de hecho un par monólogo suyo cada tres o cuatro meses,
de años por dedicarme prioritariamente al menos abordaba problemas de teoría
a estudiar las materias filosóficas, sin lo- de la democracia en diálogo con clásicos
grar, empero, que “me salga” el “trámite de latinoamericanos del siglo XX como Víctor
simultaneidad” con “Filo”. Esto significa Raúl Haya de la Torre (lo que en su momen-
que hice en condición de libre casi toda la to mi eurocentrismo colérico me impidió
como externo en los proyectos CONICET son un verdadero prodigio. Una segunda línea
que dirigió Hugo Biagini sobre la Adenda de trabajo individual son precisamente mis
del Diccionario del Pensamiento Alternati- ensayos independientes (en el sentido en que
vo y sobre el Tercer Tomo del Pensamiento no alcanzaron inscripciones institucionales),
Alternativo en la Argentina. Posteriormente que estoy de a poco retomando –mientras
comencé a colaborar con Marisa Muñoz en la cumplo mis obligaciones colectivas-, porque
Universidad Nacional de Cuyo en proyectos para mí es el trabajo que más me gratifica,
sobre filosofía argentina del siglo XX, desde más no sea espiritualmente.
una perspectiva roigiana con gran amplitud
categorial y temática. Desde hace cuatro años Carente de reconocimiento académico
también participo del proyecto que dirige para muchos de mis trabajos libres por no
Marcela Croce sobre Historia comparada pertenecer a CONICET ni a instituto u
de las literaturas argentina y brasileña en la organismo oficial de investigación alguno
Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, durante años (soy orgulloso miembro del
incorporándome a partir del tercer tomo de Instituto de Filosofía Argentina y Americana
un total de siete, incluyendo su onomásti- de la Universidad Nacional de Cuyo –que hoy
co. Se trata tareas exigentes –pese que a los dirige Dante Ramaglia- recién desde 2015),
docentes-investigadores se nos considera, ya a mediados de la década pasada comencé
al menos formalmente, de un status cien- a advertir –sobre todo en lo concerniente
tífico inferior- que realizo en defensa ética a “puntajes” y concursos- que también la
de la Universidad Nacional y Pública, sin propia carrera docente me llevaba –incluso
interrumpir lecturas pendientes de autores me impelía- a la titulación de posgrado, lo
Las investigaciones que he llevado adelante En parte me cuesta responder esta pregunta
se han movido en el campo de la historia de las por la amplitud del punto de vista disciplinar
ideas y la filosofía práctica, en algunos casos y temático que ha tenido mi trayectoria de
con más presencia de una o de otra, aparte de investigación, la cual antes he resumido bre-
considerar que pueden resultar perspectivas vemente. Diría que he seguido una serie de
confluyentes en varias ocasiones y eso enri- distintos debates en cada ámbito disciplinar
quece el tipo de interpretaciones que pueden o de carácter interdisciplinario, ya que tal vez
alcanzarse. Por mi misma formación filosó- este último caso es el que me corresponde.
fica, entiendo que el abordaje de los autores
y períodos históricos requieren de una serie En lo estrictamente historiográfico en-
de categorías y conceptos que sirven como tiendo que desde hace un tiempo largo existe
claves heurísticas, además de estar atento al una diversidad de propuestas metodológicas
tipo de fundamentación y argumentaciones y denominaciones en torno a la redefinición
que son desplegadas en los textos. del campo disciplinar. En tal sentido, se ha
hablado de historia crítica de las ideas, histo-
Las lecturas sobre un determinado corpus ria intelectual, historia conceptual, historia
reciben así una orientación definida, que cultural, nueva historia política, etc. Ya he
tiende a desentrañar la significación y el sen- sugerido antes que no siempre son justas estas
los verdaderos aportes que representa cada por un discurso más próximo al sufrimiento
enfoque y también explorar las posibilidades y la desigualdad de nuestras sociedades, sino
de complementación. En consecuencia, se que parece dirimirse en un cuestionamiento
trataría de tener una actitud más dialéctica, abstracto del colonialismo y la racialización en
no solo oposicional, en el sentido de encon- muchos casos. Tampoco puede decirse que el
trar realmente alternativas superadoras que debate generado por los planteos posmodernos y
contengan lo valioso que representa cada poscoloniales haya sido hasta ahora provechoso
propuesta teórica y metodológica. No obs- y movilizador de posiciones superadoras, ya
tante, parece que la vía elegida no siempre que al desconocimiento de lo valioso que se
responde a este criterio de selección basado había producido en diversos planos teóricos,
en lo que aporta cada perspectiva, sino que tales como la filosofía latinoamericana de la
se relaciona mayormente con debates que liberación, la crítica literaria y cultural, la so-
se dan el marco de una lucha por lograr la ciología e historiografía crítica, la teoría de
hegemonía académica de una determina- la dependencia, etc., han sumado frecuente-
da posición, que frecuentemente no tiene mente a sus discursos de denuncia un marcado
otro horizonte que el restringido al ámbito reduccionismo y la caricaturización de otras
universitario, sin poder proyectarse más allá propuestas para realzar la propia postura, o
del mismo para alcanzar cierto grado de le- podría afirmarse que se trata en realidad de la
gitimación social acerca de lo que se teoriza. impostura de algunos intelectuales.
Algo similar ocurre en el ámbito de los Una línea temática importante que viene
estudios latinoamericanos, -en este caso no desarrollándose actualmente, tanto en la
dad, como si fuera una alumna más, asistía pareciendo aún hoy) y cuando tuve que optar
Mona Ozouf. Tuve el privilegio de escuchar no dudé: elegí el liberalismo francés en el
las conversaciones entre ambos a lo largo siglo XIX. Mi tesis fue sobre el liberalismo
de esos cinco años. Es probable que una doctrinario entre 1820 y 1875, centrado
parte importante de mi formación se haya en la obra de Ch. De Rémusat y el universo
consolidado escuchándolos, presenciando que rodeó a liberales y doctrinarios en todo
cómo en esos intercambios se mezclaban una ese período. Otra razón importante para
larga y profunda amistad, una inteligencia, elegir un tema “francés” se relaciona con el
sutileza y penetración en el comentario in- plus de formación que sabía que adquiriría:
comparables, una capacidad sorprendente de cuando los otros estudiantes hablaban de los
construir analogías, movilizar bibliografía, autores del siglo XIX, ya sea de Constant,
traer a la discusión una fascinante y alucinante Tocqueville, Guizot, V. Hugo, Chateau-
formación literaria, en fin, no recuerdo haber briand, Stendhal, Lamartine, Lamennais,
vivido nunca otra experiencia intelectual Proudhon, entre tantos otros, hablaban con
de esa envergadura. En esos intercambios, la familiaridad que se adquiere luego de ha-
además, había varias lecciones que espero berlos leído a lo largo de toda su educación.
haber aprendido y atesorado: la combina- Yo tuve que suplir esa “falencia” haciendo
ción exquisita de conversación intelectual y “clases recuperatorias de lectura” de la mayor
amistosa entre ellos; la vivencia personal del parte de los escritores (publicistas, literatos,
intercambio cultivado entre quienes leían y filósofos, etc.) que constituyen el centro de la
quienes eran leídos con una mirada nueva; cultura intelectual francesa. Esa formación
la prodigiosa capacidad de asociar lecturas no estaba directamente vinculada con mi
literarias, filosóficas e históricas con un texto; tesis pero era imprescindible obtenerla para
parte, debido a mi área de especialización, este caso, de Croce: toda historia es historia
la lectura, las conexiones bibliográficas y de contemporánea. De este modo, se vuelve a
fuentes son esenciales. Es preciso reconocer poner en el centro de la investigación tanto la
que la multiplicación de las conexiones se pregunta y la dimensión irremediablemen-
pagan al precio de un cierto retraso y una te contemporánea que guía la pregunta en
cadencia que sería distinta si los intereses el historiador. Así, se reúnen, con una con-
y preocupaciones fueran más limitados y ceptualización más sofisticada y mucho más
metodológicamente encauzados. ambiciosa, algunos principios que guían la
investigación, al menos, en este campo.
No discuto mis trabajos con colegas cuando
los estoy escribiendo. No porque sea mejor
así; simplemente, no forma parte de mis hábi- 5.- ¿Cuál es, a su entender, la si-
tos. Por supuesto, que leo toda la bibliografía tuación actual de la disciplina que
disponible prolijamente; sin embargo, leo la practica? ¿En su opinión, cuáles
bibliografía que me resulta pertinente; su son los debates relevantes que se
pertinencia no obedece a una razón en parti- desarrollan al interior de la misma?
cular; incluso, muchas veces, esa pertinencia
no produce los frutos esperados. También leo
literatura, especialmente cuentos, mientras La historia de las ideas políticas, para
estoy escribiendo; no solo por placer sino por usar el nombre clásico que la designaba hasta
una razón “estratégica”: me ayuda para con- no hace mucho tiempo, constituye una de
centrarme en la forma de escribir, en pensar las áreas en las que más avances se han re-
cómo introducir párrafos, en la cadencia y el gistrado en los últimos años. Creo que eso
Lewkowicz (en mi caso, empecé leyendo El en esas cátedras y en los grupos y progra-
Capital, luego Badiou, Foucault, Castoriadis, mas de investigación organizados en torno
Nietzsche) en los que circulaban también a ellas y al Ravignani en los que terminé de
estudiantes y docentes de otras disciplinas y consolidarme como docente e investigador,
en cuyo marco escribí mis primeros trabajos a la vez que desarrollaba otras actividades
que no estaban destinados a aprobar una extraacadémicas que también fueron decisivas
materia. En verdad fue algo más que “muy en mi vida intelectual, ya sean vinculadas a
importante”, pero no logro encontrar las la formación y a la capacitación docente, o
palabras que logren definir lo que significó al debate público, como la revista La Escena
esa experiencia y creo que no sólo para mí. Contemporánea en la que me relacioné con
amigxs que provenían de otras disciplinas,
como María Pía López, Guillermo Korn y
A comienzos de la década de 1990 tuve
Diego Sztulwark.
mi primera experiencia laboral como ayu-
dante de investigación en un proyecto sobre
historia de empresas dirigido por Leandro
Gutiérrez y Juan Carlos Korol en el CISEA 2.- ¿Se puede decir que su obra,
(y así supe que la historia económica no me de alguna manera, se relaciona
atraía en lo más mínimo como sí lo hacía con tradiciones intelectuales ar-
la historia política y lo que entonces seguía gentinas o extranjeras?
denominándose historia de las ideas). Poco
tiempo después, y sin tener para nada en claro Sí, claramente, las argentinas a través de
que ese sería el inicio de lo que podríamos los nombres que cité en la pregunta anterior
calificar como una “trayectoria”, comencé a
Revista Perspectivas Metodológicas | Universidad Nacional de Lanús | ISSN 2618-4125|
y en cuanto a las extranjeras, no podría pre- vida académica y de algunos requerimientos
cisar ninguna en particular ya que no soy públicos en general vinculados al ámbito de
partidario del recurso a la docencia. Discuto avances
teorías o metodologías en reuniones y cuando forman
para aplicarlas a casos, parte de un proyecto colectivo,
sino en su uso como pero sino es raro que dé a leer mis
inspiración aunque no textos. Siempre estoy leyendo
tengan una relación otra cosa, no necesariamente de
directa con el tema de la disciplina, más bien literatura.
investigación (para po-
ner un ejemplo, no
podría decir qué es lo 4.- ¿Cómo define la in-
que “uso” del marx- vestigación que practica?
ismo inglés pero no ¿Cuáles serían las des-
tengo ninguna duda trezas más importantes
que influyó decisiva- que debería reunir este
mente en mi forma investigador?
de comprender la
historia y el trabajo
de lxs historiadorxs). Creo que la definición más
En los últimos quince pertinente es que soy un histo-
o veinte años me volqué riador, aunque para ser honesto
a la historia conceptual y en, particular, a la me costó mucho asumirme como tal ya que
línea koselleckiana y a quienes en su estela durante bastante tiempo decía que era do-