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“Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de

ser hechos hijos de Dios. Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de
carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” Juan 1:12-13.
No todos los seres humanos, solo por virtud de su nacimiento, son necesariamente
hijos de Dios. Para ser llamado hijo de Dios, uno tiene que tener primero una
experiencia personal, una entrega genuina a Cristo; pues es necesario recibir a Cristo y
creer que Jesús es el Señor, el Hijo de Dios, y que para que, creyendo en Él, seamos
salvos (y no salvos por obras sino por gracia).
Uno no puede ser hijo de Dios solo por virtud de su nacimiento como los judíos creían
(por ser parte del pueblo escogido de Dios) o como otros creen hoy en día (sobre
todos aquellos que bautizan a sus hijos cuando son bebes). Es necesario “creer” (Juan
3:16), lo cual implica no solo una aceptación de hechos históricos o teológicos
(Santiago 2:19), sino incluye más bien un cambio de mentalidad tan fuerte e inminente
que se muestra en un cambio de comportamiento externo como un cambio de
mentalidad interna.
¿Quiere decir con esto, que los hijos de Dios no son “engendrados de sangre, carne, ni
de voluntad de varón”?
La respuesta está bastante relacionada con el versículo anterior; es decir, clarifica lo
que el versículo 12 y 13 estaba enseñando sobre quienes son realmente los “hijos de
Dios”. Por allí uno puede decir que nació de una familia cristiana, de una familia muy
piadosa, de buenas obras, y reconocida en su pueblo, pero esto no significa nada para
Dios con respecto a la salvación eterna.
El nuevo nacimiento viene como consecuencia de una acción iniciada por el Padre
celestial (Juan 3:27; 6:44), no porque nuestros padres biológicos así lo desearon.
El hombre dejado por sí mismo, nunca va a poder, o nunca va a tener la capacidad de
escoger libremente, de hacer el bien: Las tentaciones del diablo (2 Timoteo 2:26), la
influencia de la sociedad (1 Juan 2:15-16) y sobre todo la naturaleza carnal (Santiago
1:13-16) van a ser demasiado para que el hombre por si solo pueda escoger santidad.
Dios tiene que actuar primero en el corazón del hombre (ver también Juan 6:65), y
cuando lo hace, allí recién el hombre va a tener la verdadera oportunidad de escoger
entre el bien y el mal, allí recién el hombre va a tener libre albedrío: Va a tener una
oportunidad justa como para aceptar o no a Jesús (Génesis 2:16-17; Marcos 8:34; Juan
7:17; Apocalipsis 3:20). Dios es bueno, y quiere que todos los hombres se salven; pero,
aun así, Dios también es justo, y eso significa que Él también les da la libertad de
escoger su propio destino (Juan 7:17; 1 Timoteo 2:4; 1 Pedro 2:16).
Todos cuando nacemos estamos perdidos, no somos hijos de Dios en ese momento
porque se tiene al nacer la naturaleza del Diablo. Pero cuando usted cree en el
evangelio y confiesa a Jesucristo su naturaleza cambia porque el que está en Cristo
una nueva criatura es.
La Biblia dice “del polvo viniste y al polvo irás”. Queriendo decir la muerte es final, pero
Jesús no vino del polvo por eso él no se quedó en el polvo, tú tampoco vienes del
polvo por eso tú no te vas a quedar en el polvo. Es por eso que un día la trompeta
sonará y los muertos en Cristo resucitarán primero y aquellos que le antecedemos
volaremos con Cristo para estar con él.
La Biblia dice que carne y sangre nunca podrán heredar el reino de los cielos, el que no
nace de nuevo, no puede entrar al reino de los cielos. Porque la carne y sangre
humana heredan de Adán y les hace hijos del diablo. Por tanto lo verdadero
importante no es a que Iglesias vas, es si has nacido de nuevo. Si Dios te ha
engendrado, si usted ha confesado a Jesús como su salvador personal. Lo relevante es
si usted ha nacido de Dios, por Dios y para Dios. Cuando usted tiene la naturaleza de
Dios usted va a ir a donde Dios está. Porque el que nace de nuevo en sus venas cursa
la sangre de Jesús y no la sangre de Adán.
La Biblia dice en Colosenses 1:13 “el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas,
y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el
perdón de pecados”.
Aquí la palabra te dice que de la misma manera que Jesús dijo que el diablo no tenía
poder sobre él, yo me puedo parar y decir “yo soy libre de todo poder de las tinieblas
porque el diablo no tiene parte en mí”.
Hoy he venido a decirte que el diablo no tiene ningún poder sobre ti, ni las tinieblas
tampoco. Hoy te reitero que tú no tienes nada que ver con las tinieblas y el diablo no
tiene nada que ver contigo. Usted es libre del poder del infierno.
Jesús sabía que el diablo no tenía poder sobre él. Y usted también puede decir lo
mismo.
Por qué Jesús le dice a la Iglesia, lo que los fariseos nunca pudieron hacer Cuando los
fariseos vieron a Jesús echando fuera demonios, ordenando, teniendo autoridad sobre
los demonios, ellos dijeron que nueva doctrina es esta, porque nunca un fariseo
religioso, había echado fuera un demonio. Porque Satanás no se echa fuera a sí mismo.
Los brujos no te pueden echar fuera a un demonio, los hechiceros no te pueden echar
fuera un demonio, ni la santería, el espiritismo, los macumberos ni baba laos, porque
todos ellos trabajan para los demonios, son parientes. Solo el que tiene la naturaleza
de Dios, la naturaleza de Luz, tiene potestad sobre el enemigo, sobre el infierno.
Y cuando Jesús comienza a echar fuera demonios, ellos dicen esta es una doctrina
nueva, y se ponen tan celosos que comienzan a decir que echaba fuera demonios por
el príncipe de los demonios. Pero de repente Jesús les dice a sus seguidores, “en mi
nombre echarán fuera demonios”, “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi
nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas” Mc 16:17. Y los discípulos
comienzan a echar fuera a los demonios y vienen al maestro entusiasmados y le dicen
Señor los demonios se someten en tu nombre y esto ocurría porque ellos creían,
tenían algo que pone al enemigo bajo sus pies, así como usted también tiene esa
posibilidad.
¿Entonces a que se debe que en ciertos momentos usted siente que el enemigo tiene
potestad sobre usted, sobre sus pensamientos sobre su familia, sobre su matrimonio,
sobre sus finanzas, sobre su vida?
Porque así como Jesús tuvo que ceder su autoridad para morir por nosotros, nosotros
la cedemos por medio del “temor”. Si Jesús no cede su autoridad precisamente para
que el diablo pueda crucificarte el diablo no hubiera podido ponerle un dedo encima.
La Biblia dice que subieron a Jesús para despeñarlo y Jesús pasó por medio de ellos sin
que le pudieran poner un dedo encima. Porque nadie lo podía tocar porque él tenía
completa autoridad sobre el enemigo, por eso dice la Biblia que si el diablo hubiera
sabido lo que significaba la crucifixión de Jesús, nunca lo hubiera hecho. Eso nunca el
diablo lo sospecho. Cuando Jesús cede su autoridad para ser crucificado, lo hizo por
amor a nosotros.
Cuando nosotros cedemos nuestra autoridad al enemigo, lo hacemos por temor al
enemigo. El único que le puede abrir la puerta al diablo es usted. Por eso la Biblia dice
“ni deis lugar al diablo” Efesios 4:27. Y es el temor en el pueblo de Dios una causa
frecuente de ceder la autoridad y empoderar a las tinieblas. La Biblia dice que el
escudo de la Fe es el que más detiene los dardos del enemigo. O sea que mientras que
usted está en Fe los dardos de fuego del infierno quedan detenidos en el escudo de la
Fe y no pudieran entrar a su vida. Usted debe saber que cuando usted camina en Fe y
pase lo que pase usted mantiene la Fe, y aunque ocurra lo que ocurra usted sigue en
Fe, es usted INVENCIBLE.
Por eso donde más hincapié hace el infierno es en cambiar tu Fe a Temor. Lo opuesto
a la Fe es la duda, pero espiritualmente no, porque espiritualmente lo opuesto a la Fe
es temor. Porque temor es Fe a la inversa, temor es fe en el diablo. El que teme cree
que el enemigo va a hacer lo que dijo que va hacer. Lo que Satanás te dijo
amenazándote, que te iba a matar por cáncer o por otra enfermedad, que iba a
destruir tu familia, tu matrimonio, tus hijos, tu finanzas, tu empleo, tu vida, cuando no
tienes fe entonces tienes temor y te ocurre.. Pero la Fe es tener Fe en que Dios no
permitirá que ocurra pase lo que pase. Así veas un día que todo está al revés. Si hay Fe
tendrás paciencia para esperar el momento en que Dios revierte todo lo malo que te
está pasando a ti y a tu familia o a cualquier área de tu vida. Por eso “la fe es la certeza
de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” Hebreos 11:1
Está escrito en el libro de Job “Lo que más temía, me sobrevino; lo que más me
asustaba, me sucedió. No encuentro paz ni sosiego; no hallo reposo, sino solo
agitación” Job 3:25-26. Porque el temor funciona y lo hace a la inversa de la Fe. El
temor es un imán para atraer todo tipo de cosas malas, maldiciones y obras de
maldad.
La Fe es un imán para desatar toda bendición del cielo.
Cada vez que Jesús o un Ángel se aparecía decía “no temas, cree solamente”. Donde
hay Fe nunca hay temor y donde hay temor no hay Fe.
El Señor le dice a Pedro “Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos
como a trigo, pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto,
confirma a tus hermanos” Lucas 22: 31-32
Pedro me imagino que cuando Jesús le dijo eso comiendo en la última cena, habría
pensado, pero Señor tan bien que yo estaba cenando a tu lado, contento, feliz y se te
ocurre decirme eso, me has angustiado la noche. Me imagino también que Pedro le
diría y Señor por que no oraste para que eso no ocurriera en vez de por mi Fe. Y me
atrevo oír la voz del Señor diciéndole ¡no Pedro! Lo único que te va a mantener libre
de los ataques diabólicos es tu Fe.
Hoy te digo algo que debes saber, y es que Dios no va a detener al diablo por ti, pero
si tú le crees, te va a fortalecer la Fe, para que cuando el enemigo venga, usted se pare
en la brecha y seas INVENCIBLE.
Y le digas ¡Satanás yo te echo fuera en el nombre de Jesús de Nazaret!
CREERLE, CREERLE, CREERLE.
Así como Dios lo hizo con José, Jacob, Moisés, Noé y muchos otros, pero "Y Jehová
dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la
tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?" (Job 1:8).
Dios no dice nada respecto a la inteligencia de Job, ni de sus talentos o riquezas, pues
esas cosas no tienen ningún valor delante de Sus ojos. Él sólo señala las características
santas, la pureza y la justicia. Como en el caso de Jesús, fue el carácter de Job y no sus
logros materiales o su ministerio lo que complació el corazón de Dios. Lo que Dios
desea encontrar es un carácter puro. De tal modo, cuando Dios nos prueba, lo que
prueba es nuestro carácter, no nuestro conocimiento bíblico. Entonces puedo decir
que cuando Dios busca un hombre en quien pueda complacerse, a quien pueda
referir-lo a Satanás como un hombre íntegro, es aquel varón que posee un carácter
firme, santo, sin tacha, uno que tema a Dios y aborrezca el mal.
Por eso usted como seguidor de Cristo no se junte para murmurar o criticar o hablar
cosas que no edifique, únase a otros creyentes para luchar contra el mal, contra los
demonios, para aprender la palabra porque “la fe es por el oír, y el oír, por la palabra
de Dios” Rom 10:17. La victoria está en la Fe no en la crítica, hable con sus hermanos y
escúchele bien y así sabrá si debe seguir hablando con él, “El hombre bueno del buen
tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo del mal tesoro de su corazón
saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca” Lucas 6::45. Ande
con sabios y sabios será. “El que anda con sabios, sabio será; Mas el que se junta con
necios será quebrantado” Prov 13:20.
Nunca digas que no lo puedes hacer, nunca te expreses que no sabes cómo vas a
cambiar tus circunstancias. Nunca digas que es imposible que Dios pueda cambiar tus
problemas. “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible” Mc 9:23. Si no
crees nada podrás resolver y eso no es Fe.
Y te recuerdo “Porque ninguna cosa será imposible para Dios” Lc 1:37.
Recuerde que tiene que hablar como un seguidor de Cristo, recuerde que usted se
convirtió en seguidor de Cristo cuando alguien se dedicó a compartirle la palabra de
Dios y usted creyó en ese que todo lo puede, usted se hizo nueva criatura. Entonces no
se comporte como el viejo hombre, emprenda a su situación con la palabra de Dios,
con sus promesas, porque Dios no miente. “a fin de que por dos cosas inmutables, en
las cuales es imposible que Dios mienta, los que hemos buscado refugio seamos
grandemente animados para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros”
Hebreos 6:18
Cuando el mundo era solo oscuridad y todo era un caos, Dios dijo: “Sea la luz”, y fue la
luz. Dios puede hacer luz de las tinieblas y puede de la nada hacer todo con su
palabra. ¡Ese es Dios! Su palabra es su poder actuando. Y es usted quién debe llevar
esa palabra a un mundo que la necesita, entonces no exprese que usted está
cansado/a, no expreses que estas muy ocupado/a porqué de usted el Señor espera
que se propague su palabra. Hay muchas personas decepcionadas de la vida, alguien
les ha fallado y se han desilusionado; algunos hasta le echan la culpa a Dios. Gracias a
Dios por el evangelio que nos da palabras de esperanza y nos habla de su misericordia.
El evangelio es poder porque es palabra de Dios, y la palabra de Dios es poder. No se
le ocurrió a Moisés probar con la vara a ver si se abría el mar; Dios le dijo: “Extiende tu
vara y ordena al mar que se abra”, y fue por la palabra de Dios que se abrió el Mar
Rojo.
La gente está desesperada buscando alguien que le de esperanza, que le dé Fe, que le
dé testimonio de salir de dificultades, situaciones y problemas. El mundo está en
desesperación y nosotros somos la luz, no las tinieblas. Cuando alguien se junta
contigo necesita ver a Cristo, ver su magnificencia, ver la luz, ver la Fe, ver tu
entusiasmo, tu anhelo por las metas. El mundo necesita una palabra de Fe que cambie
su corazón así como un día cambió el tuyo. Dios quiere verte con gozo, alegría y Fe
porque sabe que así eres INVENCIBLE.
El Señor tu Dios quiere hoy decirte que lo que estás pasando es transitorio y
expresarte que esa enfermedad, ese problema que te hace preocuparte, ese stress,
cansancio, situación legal, financiera, ansiedad y desesperación que a veces tienes se lo
entregues y que por medio de la palabra adquieras FE. La preocupación agobia a la
persona; una palabra de aliento la anima. “La congoja en el corazón del hombre lo
abate; Mas la buena palabra lo alegra”. Proverbios 12::25.
Una palabra de aliento” en las buenas nuevas del Reino de Dios (Mateo 24:14). Ese
Reino, un gobierno de origen divino, pronto logrará lo que nosotros no podemos:
eliminar la ansiedad y sus causas, incluidas la enfermedad y la muerte. La Biblia
promete que Dios “limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni
existirá ya más lamento ni clamor ni dolor” Apocalipsis 21:4).
Hoy te digo que le creas a Dios, porque el hecho de que no hayas sido feliz durante tu
vida no quiere decir que Dios no está preparando tu felicidad durante el camino. Dios
quiere que te propongas cambiar lo que ves y cambiar lo que oyes y cambiar lo que
dices, que obres por Fe y que solo expreses Fe.
Fíjate, cuando los hijos de Jacob regresaron de Egipto y le dijeron que José estaba vivo,
Jacob se afligió mucho más (Génesis 42), sabes por qué, porque no les creyó, había
creído una mentira que sus hijos le habían contado cuando le enseñaron la túnica de
colores con sangre de un cabrito para hacerles creer que era sangre de José muerto
posiblemente por algún animal. Y está es la tragedia que acontece a diario en tu vida,
que cuando alguien te dice que lo que tú pensaste negativo no es, porque Dios ha
estado preparando algo para tú vida, por cuanto tú no te atreves a tener Fe en él, tú
alma se sigue afligiendo mucho más. Por eso algunos van a ser revelados por Dios en
estas palabras y saldrán danzando, mientras que los que persisten sin Fe seguirán
llorando. Mañana algunos estarán tristes mientras otros a los que hoy Dios les revelo
en su palabra tomarán el mundo para Cristo y su situación cambiará aunque no sea
vea todavía. Según usted reciba la palabra, así será su futuro.
El ángel Gabriel es el ángel mensajero del cielo; y llego donde un hombre llamado
Zacarías y le dice a ese hombre, Dios te va a dar un hijo que va a ser profeta (Lucas 1:5-
25), y dice que Zacarías dijo ¡eso no puede ser, mi esposa y yo somos muy viejos! Y el
ángel le dijo por cuanto no creíste te quedarás mudo hasta que tengas el hijo. Este
mismo ángel va donde una muchacha llamada María y le da una noticia similar, y le
dice, ¡aunque tú eres virgen vas a concebir al Mesías, y ella dice aunque no lo entiende,
hágase su voluntad conmigo de acuerdo a su voluntad! Y Dios la bendice. El mismo
ángel, el mismo mensaje y el mismo Dios y uno terminan en juicio y el otro en
bendición porque todo lo que recibimos depende de nuestra Fe.
Dios quiere verte con gozo, alegría, positividad y Fe porque sabe que así te llegaran las
bendiciones se cambiarán tus circunstancias y serás INVENCIBLE. AMÉN! 

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