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I. LA TENTATIVA:
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• Deliberación: aquí ya comienza a pensar los pro y los contra, puede rechazar la
idea o transformarse en;
• Resolución: se decide a cometer el delito. En esta etapa puede ponerse de
acuerdo con otros para llevar adelante la conducta ilícita.
Sin embargo a estas definiciones no poseen todos los elementos que nos brinda el
concepto legal del artículo 42 del Código Penal que dice: “El que con el fin de cometer
un delito determinado, comienza su ejecución, pero no lo consuma por
circunstancias ajenas a su voluntad”.
La figura de la tentativa no constituye un delito distinto e independiente,
es, más bien una ampliación de la imputación delictiva perfecta –consumación- que
cada delito representa.
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I.3.FUNDAMENTO DEL CASTIGO DE LA TENTATIVA, TEORÍAS:
I.3.2.Tesis Objetiva:
Para esta teoría el fundamento del castigo de la tentativa es la puesta en peligro,
con el accionar del autor, del bien jurídico protegido.
Cuando se habla de bien jurídico protegido se hace referencia al derecho que
mira cada delito, aunque no se cause daño alguno a ese derecho con dicha infracción,
-como es el caso de los delitos de peligro-.
Esta posición, desde el punto de vista metodológico, es absolutamente
compatible con todos los esquemas doctrinarios, aun el subjetivismo más agudo que, a
fin de cuentas, debe terminar recurriendo, aunque en modo elíptico, a la “puesta en
peligro” del bien jurídico para completar válidamente su ecuación.
Esta es la tesis que defienden Carrara y Nuñez, entre otros.
I.3.3.Tesis Subjetiva.
Esta postura tuvo mucha incidencia en la doctrina alemana, respecto de ella se
dice que: “En una tentativa no consumada el delincuente activa su intención criminal al
igual que en un intento exitoso, por ello es que la tentativa no consumada es punible, de
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acuerdo con la teoría subjetiva. Sobre todo porque los elementos subjetivos en el
hecho tentado se encuentran presentes de la misma manera que en el caso del delito
consumado, por ello considera la teoría subjetiva que ambos son merecedores de
castigo. En consecuencia, existe un pena más leve si se trata de una tentativa
inadecuada”1 –la negrita me pertenece-.
Esta teoría es, principalmente, sostenida por los autores finalistas.
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FREUND, Georg: “Der Versuch als Straftat” -Seminar zum Straf und Strafprozessrecht-;
Sommersemester 2001, publicado online en: www.prof-freund.de/material/ss01/seminar/sem3.rtf-. La
traducción es: “La tentativa como hecho delictivo – Seminario sobre la Pena y Derecho Procesal Penal”.
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Conf. FREUND, Georg: Op. Cit.
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• fin del autor de cometer un delito determinado;
• comienzo de ejecución;
• no consumación por causas ajenas a su voluntad.
I.4.2.Comienzo de Ejecución:
Esta fórmula distingue los actos “preparatorios” –impunes- de los “de ejecución”
que sí resultan punibles.
Actos preparatorios: es la etapa por la cual el autor del delito realiza las
investigaciones previas, se procura de los materiales y despliega la conducta necesaria
para llevar a cabo los “actos ejecutivos” que son los que forman parte de la tentativa
punible. Los actos preparatorios se encuentran en relación “indirecta” con el delito. Los
actos preparatorios son impunes.
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ZAFFARONI, Eugenio: “Tratado de Derecho Penal” –Parte General-, ed. Ediar, Bs. As., 1982, tomo
IV, págs. 432 y 433.
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Comienzo de la tentativa: La tentativa comienza con los actos ejecutivos. Se dice que
opera la fórmula “comienzo de ejecución” cuando se da inicio al desarrollo de alguna
de las hipótesis que prevé el “nucleo del tipo” específico – por ejemplo: robo
(comenzar a ejercer violencia), estafa (promover el error), etc.- no existe “tentativa”,
sino “tentativas”, habrá que estarse a cada delito específico. Beling agrega los
“complementos de acción” que completan el concepto -fuerzas de la naturaleza, 3ro
inocente, 3ro. cómplice y la propia conducta-.
2) Corriente: Material-objetiva.
Principales expositores: Frank, Mezger, Mayer y Frías Caballero.
Comienzo de la tentativa: El primer criterio de delimitación, al igual que la tesis
formal-objetiva, comienza por el tipo -mas este es insuficiente-. La tentativa se
extiende a aquellos actos en los que, sin ser típicos, se “rompe el estado de paz del
bien jurídico protegido” -se lo comienza a poner en peligro-. Este momento se
determina de acuerdo a la “naturaleza de las cosas” –fórmula de Frank- o al “peligro
inminente”; hay que estar a cada caso concreto.
4) Corriente: Objetiva-subjetiva.
Principales expositores: Ricardo C. Nuñez.
Comienzo de la tentativa: La tentativa comienza con los actos ejecutivos. Los actos
ejecutivos poseen dos elementos esenciales: a) material –idoneidad para consumar el
delito- y b) subjetivo -intención del autor o ánimo de consumar-. El elemento
material exterioriza el intencional. En los actos preparatorios -impunes-, las acciones
exteriorizan un ánimo distinto –disponer cosas o personas para que sirvan al efecto del
delito o desenvolver conductas tendientes a llevarlo a cabo-.
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Esta tesis “atiende al significado de los actos, considera que hay comienzo de
ejecución si el autor realiza actos demostrativos de que ha puesto en obra su finalidad
delictiva”4.
El comienzo de ejecución no comprende sólo los comportamientos típicos, en
sentido propio; sino también aquellos que, si bien no son adecuados por sí mismos para
consumar el delito, tienen una conexión directa con la conducta típica y demuestran la
finalidad del autor de cometer un delito determinado –se deduce del sentido de los
mismos-.
Este tercer requisito está emparentado con el artículo 43 del C.P. que contempla
la impunidad de la tentativa a través del desistimiento voluntario del autor.
La involuntariedad del agente implica que la consecución del fin pueda haberse
malogrado por:
El art. 43 del C.P. dice: “El autor de tentativa no estará sujeto a pena cuando
desistiere voluntariamente del delito”.
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NUÑEZ, Ricardo C.: “Manual de Derecho Penal” -Parte General-, Marcos Lerner -Editora Córdoba-, 4ª
reimpresión, Cba. , 1987, pág. 268.
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• El desistimiento implica cambio definitivo de actitud respecto a la finalidad de
consumar el delito –no suspender la acción, por ejemplo-;
• El desistimiento debe ser voluntario –no forzado por las circunstancias,
producto de la voluntad libre-;
• No invalidan la voluntariedad del desistimiento el “temor a la pena” –
obediencia al Derecho- o el escuchar un consejo – no espontáneo-;
• El desistimiento no implica necesariamente arrepentimiento del autor.
• El desistimiento voluntario es una excusa absolutoria –el acto ha sido típico,
antijurídico y culpable, pero no es punible-;
• Debe ser anterior a la consumación –si el resultado típico se realizó, no opera la
excusa absolutoria, por ejemplo, si el herido por el disparo ya falleció-;
• El desistimiento favorece al instigador o al cómplice que hubiesen logrado que
el autor desistiera de la ejecución o evitado que el delito se consumase oi que
hubiesen contribuido eficazmente para el logro de esos efectos.
II.1.CONCEPTO:
“Se entiende por delito imposible aquella acción que, aunque realizada por el
actor con el dolo de perpetrar un delito, la cual, en su representación, es idónea para
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ello, conceptualmente, bajo ninguna circunstancia hubiera podido conducir a la
consumación, por inidoneidad absoluta de los medios, del objeto o del sujeto”
(Politoff)5.
“El delito es imposible si los actos ejecutivos de la finalidad delictiva del autor,
ignorándolo éste, son inidóneos para consumar el delito” (Nuñez)6
El delito imposible carece de comienzo de ejecución típica a diferencia de la
tentativa –no se da inicio a ninguna acción penalmente relevante-.
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La atipicidad, por aplicación del principio “nullum crimen, nulla poena sine
previa lege poenali” es impune y no encuadra dentro de la hipótesis prevista por
artículo 44 C.P. como delito imposible.
La atipicidad puede provenir de:
• defecto del autor en su comportamiento –no es funcionario público y pretende
cometer abuso de autoridad (248 C.P.)-;
• defecto del medio utilizado –pretende estafar sin ardir (172 C.P.)-;
• defecto del objeto –como dijimos, pretende asesinar a un cadáver-;
• defecto respecto de las relaciones especiales o temporales exigidos por el
tipo de delito que el autor pretende realizar:-se hace, generalmente, referencia a
“estados de guerra” y un ejemplo sería aquel que creyendo que la Nación se
encuentra en guerra, realiza actos de traición en contra de una potencia “aliada”
(218 C.P.)-.
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III. BIBLIOGRAFÍA:
* FREUND, Georg: “Der Versuch als Straftat” -Seminar zum Straf und
Strafprozessrecht-; Sommersemester 2001, publicado online en: www.prof-
freund.de/material/ss01/seminar/sem3.rtf-. Traducción del alemán al castellano por
parte del autor de este trabajo.
* FRIAS CABALLERO, Jorge: “El Proceso Ejecutivo del Delito”, ed. Valerio Abeledo,
Bs. As., 1944.
* NUÑEZ, Ricardo C.: “Derecho Penal Argentino”, de. Bibliográfica Argentina Omeba,
Bs. As., 1960, T. II.
* NUÑEZ, Ricardo C.: “Manual de Derecho Penal” -Parte General-, Marcos Lerner
-Editora Córdoba-, 4ª reimpresión, Cba. , 1987
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* NUÑEZ, Ricardo C. : “El Castigo del Delito Imposible”; LL. T. 90, 1958, págs. 602 y
ss.
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GUÍA DE LA BOLILLA 12
I. CONCEPTO:
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B) Convergencia intencional: que implica ayuda recíproca o unilateral, pero dirigida a
la realización de una meta que es común para todas las partes intervinientes.
• La ley exige pluralidad de sujeto activo (ej.: Asociación Ilícita –art. 210 C.P.);
• Tratándose de delitos de prensa, cuando sólo se prestare al autor la
cooperación material necesaria para su publicación, difusión o venta (art. 49
C.P.);
• Cuando el tipo delictivo exige la cooperación voluntaria de la víctima (ej.:
Usura – art. 175 Bis C.P.-);
• Se dan casos que encuadran en la figura del Encubrimiento –art. 277 C.P.-,
porque esta intervención espontánea –no hay acuerdo previo- es posterior a
la consumación y la participación exige intervención anterior a la realización
del resultado o posterior pero en cumplimiento de promesa anterior.
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II. PRINCIPIO DETERMINADOR:
III. CATEGORÍAS:
• Autor: es quien toma parte en el hecho típico –o en los actos de ejecución del
hecho típico-;
• Instigador: es quien determina directamente a otro a cometer un delito;
• Cómplice Necesario: es quien presta al autor o autores un auxilio o cooperación
sin los cuales el hecho no habría podido cometerse –en el modo en que se
cometió-;
• Cómplices No Necesarios: pueden pertenecer a dos clases:
A) los que cooperaren de cualquier otro modo a la ejecución del hecho –que no
sean actividades propias del cómplice primario- y,
B) los que prestaren ayudas posteriores cumpliendo promesas anteriores
hechas con anterioridad a la comisión del hecho. –si no hay promesa o acuerdo
previo no hay complicidad no necesaria-.
IV.1.TEORÍAS:
IV.1.Teoría Formal-Objetiva:
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El autor es el que realiza el tipo delictivo, ejecutándolo o interviniendo en su
ejecución (toma en cuenta la forma del aporte y es la que recepta el Código Penal).
IV.2.Teorías Material-Objetivas:
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misma penalidad-, de los cómplices no necesarios –a quienes se aplica una
sanción disminuida-;
• El artículo 47 del C.P. establece los límites subjetivos de la participación en la
medida del hecho en el que el acusado quiso cooperar o que prometió ejecutar
y,
• El artículo 48 del C.P. establece limitaciones a los efectos de la transmisión de
las relaciones, circunstancias y calidades personales entre los partícipes del
delito.
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Para esta corriente de pensamiento sería autor todo aquel que tiene el efectivo
poder para la ejecución o no del delito, en la forma en que se produce –tiene el poder,
no sólo de interrumpirlo o abortarlo, sino también de “moldear” su ejecución-.
El dominio del hecho puede consistir en:
Lo que se le critica a esta teoría, entre otras cosas, es que lo que esta corriente define
como autoría es perfectamente compatible con lo que, dentro del Código Penal
Argentino, encuadra en la complicidad.
Como ejemplo de lo referido en el párrafo anterior, nadie dudará que, de acuerdo a
los parámetros establecidos por nuestra Legislación Penal, el “campana” encuadra,
indiscutiblemente, dentro de la hipótesis de la complicidad; siendo que este último tiene
el poder de interrumpir la ejecución del delito –dando la voz de alarma-. De acuerdo a
los estándares de la “Teoría del Dominio del Hecho” a este debería considerársele
coautor.
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Los roles están determinados socialmente, para que no haya delito, basta que el
interviniente se limite a cumplir, de modo correcto el rol que le ha sido atribuido –por
ejemplo: el mozo que es médico, a pesar de darse cuenta de estar sirviendo un alimento
que puede llegar a producir consecuencias dañinas para la salud, no comete una acción
delictiva si se limita a servir los alimentos, de acuerdo al pedido, cumpliendo su función
de “buen mozo”, siempre se debe recordar que en este caso, su status no es el de
médico, sino el de mozo, es por esto que basta que el agente desempeñe bien el rol
acorde al status que ocupa en esas circunstancias-.
Tomando el ejemplo anterior, el mozo nunca generará con su actividad de servir
un riesgo no permitido, sino que lo hará aquél que tiene el rol asignado, de acuerdo a su
posición de controlar la calidad y salubridad de los alimentos, a este último corresponde
la responsabilidad.
Siguiendo esta línea de desarrollo, los autores sociologistas sostienen, como
criterio de distinción entre la complicidad y la autoría a la “competencia”, aspecto que
está íntimamente relacionado con el status y los roles esperados de los partícipes en la
producción del suceso delictivo.
Para esta corriente autor será quién tenga la competencia decisiva sobre
determinado ámbito de organización del hecho delictivo (esta es la tesis de Jakobs).
Para este punto de vista autor es quien quiere cometer el delito por su propia
decisión y por intereses personales –quiere el hecho como “propio”-, es decir que es
quien actúa con “animus auctoris”. Mientras que partícipe será aquél que quiere la
producción del resultado como “ajeno” –por voluntad de otro, él sólo coadyuva a la
producción de ese resultado-, es decir que actúa con “animus socii”.
Esta teoría no se encuentra receptada en el Código Penal y basta ver el caso del
artículo 80, Inc. 3º, para convencerse de ello. De acuerdo a la Tesis Subjetiva, el que
mata por precio o promesa remuneratoria no sería autor del delito, sino cómplice –el
verdadero autor sería el comisionante o promitente-.
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Como referimos arriba, nuestra Legislación adoptó a los efectos de diferenciar la
autoría de la complicidad la Tesis Formal-Objetiva.
En base al sistema establecido en el Libro VII del Título I del Código Penal,
podemos distinguir las categorías siguientes en la Participación Criminal:
V.1.AUTORÍA -COAUTORÍA:
V.1.1. Autor:
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V.1.3.Coautor:
Es coautor, no quien realiza todos los actos que la consumación del tipo exige,
sino el que cumple alguno o alguno de esos actos.
Para determinar si existe o no coautoría habrá que estar a cada tipo específico,
por ejemplo, en el caso del tipo del Robo (art. 164 C.P.) no se habla solamente del
apoderamiento ilegítimo de una cosa mueble total o parcialmente ajena; sino
que se refiere al apoderamiento ilegitimo que surge de aplicar fuerza sobre las
cosas o violencia física en las personas. Es por esto que es tan autor de robo aquél
que se apropia de la cosa como aquél encargado de forzar la cerradura de la puerta.
En estos casos, evidentemente, no se requiere que el coautor actualice todos los
presupuestos del tipo, puesto que se trataría de un autor único, sino que lleve a cabo
alguno o algunos de esos actos.
V.2. COMPLICIDAD:
V.2.1.Concepto:
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Se entiende por cómplice necesario: “aquel partícipe delictivo sin cuyo
auxilio o cooperación, el hecho no se podría haber verificado de la manera en
que se verificó” –siempre y cuando, obviamente, no estemos hablando de casos de
coautoría- (art. 45 C.P.).
El mismo Cuerpo Legal define a los cómplices no necesarios como: “los que
cooperen de cualquier otro modo a la ejecución del hecho y los que presten una
ayuda posterior cumpliendo promesas anteriores al mismo”.
V.3. INSTIGACIÓN:
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Es instigador el que hubiese determinado directamente a otro a cometer un
delito (art. 45 C.P. In Fine).
Respecto de la instigación se puede decir que:
VI.PENALIDAD –ESCALAS-:
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B) En caso de complicidad no necesaria y siguiendo con la interpretación de la
cátedra que se expuso al hablar de tentativa, la escala que se aplicará será de:
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• Las calidades personales del autor que especializan el delito –por ejemplo, la
condición de funcionario público en la malversación de caudales públicos –art.
260 C.P.-;
• Las circunstancias o agravantes de los arts. 40 y 41 del C.P. –porque son las que
se refieren a la aplicación de la pena-;
• Las calidades agravantes personales generales, como es el caso de la condición
de reincidente de uno de los partícipes –art. 50 C.P.-;
• Ni las calidades personales que excluyen la capacidad delictiva -minoridad o
inmimputabilidad-.
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