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Centro de salud integral y talento humano

Bio-psico-social-espiritual

Ciria Arciniegas
Licenciada en Psieología
Diplomado en gestión del talento humano
Certificaciones en aplicación e interpretación de test
proyectivos de la personalidad
FPV-15.274

Licenciada en teología
Mención: consejería bíblica terapéutica

0414 - 455 96 30
ciriarciniegas@Gmail.com
Venezuela
Trastorno de personalidad masoquista
síntomas, causas y tratamiento

Esta alteración psicológica está relacionada con el odio inconsciente hacia


uno mismo.

Un tipo de trastorno que puede llevar a situaciones de sometimiento y


degradación.

La abnegación y autosacrificio con el fin de ayudar a los demás son


aspectos que son valorados positivamente por la sociedad cuando parten
de una voluntad de ayudar a alguien en un momento puntual. Sin embargo,
existen personas que siempre ponen por delante las necesidades ajenas a
las propias y que incluso llega a negar las suyas o la posibilidad
de experimentar placer o alegría por sí y para sí mismos.

No estamos hablando de alguien generoso que nos hace un favor, sino de


alguien que literalmente se dedica a suplir las necesidades de los demás
incluso sin que estos lo pidan o lo consideren necesario. Personas que niegan
todo tipo de reconocimiento, pero que a la vez se sienten profundamente
ofendidos si su esfuerzo es ignorado.

Personas con una emocionalidad constantemente disfórica (emoción


desagradable o molesta, como la tristeza (estado de ánimo depresivo),
ansiedad, irritabilidad o inquietud). con pensamientos de no merecer nada
positivo y una gran inseguridad y miedo.

Estamos hablando de personas con una personalidad disfuncional, que no


les permite adaptarse correctamente al medio y les genera gran sufrimiento.

Estamos hablando de lo que viven las personas con un trastorno de la


personalidad masoquista o autodestructiva.

Concepto o definición
Se considera trastorno de personalidad autodestructivo o masoquista a
aquel tipo de personalidad caracterizada por la presencia de un patrón de
comportamiento y visión del mundo relativamente estable en el tiempo y a
través de las situaciones en que aparecen de manera constante elementos
de autodestructivos y de autonegación.

Las personas con este tipo de personalidad se caracterizan por presentar un


comportamiento autodevaluativo y buscador de dolor y sufrimiento, visible
en la búsqueda de entornos que tienden a llevarle a la presencia de
frustración o incluso a la búsqueda de maltrato o vejación (no es raro que
tiendan a considerar aburridas a aquellas personas que se sienten atraídos
por ellos y sentir atracción por personalidades sádicas), la negación de sus
propias necesidades y evitación de buscar placer y diversión.

Tiende a existir un rechazo hacia aquellas personas que le tratan bien, y


negar la posibilidad de ser ayudado.

Es probable que tras vivencias positivas busquen activamente vivir


experiencias aversivas o que se depriman.

Se trata de personas que manifiestan un comportamiento excesivamente


abnegado y generoso hacia los demás, autosacrificándose a menudo a
pesar de no ser necesario ni requerido. Además de ello, tiende a fracasar en
el cumplimiento de sus propios objetivos. Suelen acumular situaciones de
frustración y de autoperjuicio.

Las personas con este tipo de personalidad suelen ver a los demás o bien
como seres necesitados de ayuda o bien como seres competitivos y crueles,
mientras que se ven a si mismos como seres despreciables, merecedores de
dolor o simplemente inútiles. Tienden a buscar la rutina y consideran que sus
logros son debidos más bien a la suerte o a intervención externa.

Se trata de personas con una


elevada vulnerabilidad a la
humillación, una gran inseguridad y miedo al abandono. No suelen
pedir favores ni realizar grandes esfuerzos para lograr sus propias metas,
teniendo una actitud más bien pasiva y buscando la gratificación en la
abnegación y en beneficiar a los demás. Suelen permanecer en segundo
plano y permiten abusos para con ellos, teniendo un perfil afligido y dando
apariencia de sencillez.

Es frecuente que presenten distorsiones cognitivas, se consideren inferiores y


crean que tienen el deber de ayudar a los demás y nunca priorizarse.
Asimismo, el hecho de ayudar a los demás les hace verse como necesarios.
Es necesario tener en cuenta que este trastorno no se deriva únicamente de
la vivencia o el miedo a vivir algún tipo de abuso, así como tampoco se
produce exclusivamente durante la presencia de un episodio de depresión
mayor.

Afectación a nivel vital

Evidentemente, las anteriores características generan que estas personas


presenten una serie de importantes dificultades en su día a día, que puede
cursar con un elevado nivel de sufrimiento. No es raro que experimenten
elevados niveles de frustración, algo que a su vez retroalimenta sus
creencias de ser indignos.

En sus relaciones de pareja tienen tendencia a recibir


abusos y maltrato, siendo frecuente que aparezcan
conductas de sumisión absoluta. Ello también se refleja en otras
relaciones: muchas personas pueden aprovecharse de ellos, mientras que
otras muchas tenderán a alejarse de ellos debido a su excesiva
generosidad y sometimiento. Aquellas personas que les traten bien o suelan
querer ayudarlos pueden encontrarse con rechazo por parte de estas
personas.

Y no solo en lo social, sino que también en lo laboral pueden encontrarse


problemas: es probable que lleven a cabo largas jornadas de trabajo con
el propósito de beneficiar a otros. Asimismo, ello puede disminuir su propia
productividad. Su falta de confianza puede limitar sus posibilidades de
mejora en todos los ámbitos, así como la pasividad conductual en lo que
respecta a buscar su propio bienestar.
Posibles causas

El porqué de las causas de este tipo de personalidad es desconocido,


teniendo en realidad un origen multicausal. Aunque las causas no están del
todo claras, algunas de las hipótesis al respecto dejan ver la influencia de
las experiencias infantiles y los aprendizajes realizados a lo largo de toda la
vida.

Las principales hipótesis al respecto parten principalmente de una


perspectiva psicoanalítica. Entre los diferentes factores que parecen influir
en la aparición de este trastorno de la personalidad se encuentra la
confusión y integración en un mismo sujeto de la experiencia de castigos,
dolor y sufrimiento junto a la sensación de protección y seguridad. También
es posible que se haya aprendido que el único modo de lograr afecto sea
en momentos de sufrimiento personal (algo que en el futuro hará que se
autodevalúe como mecanismo para lograr dicho afecto).

La presencia de modelos parentales deficitarios (padres ausentes y fríos,


irritados y con un elevado nivel de frustración vital) que posteriormente el
niño replicará como manera de funcionar y ver el mundo es también
propuesto como hipótesis. Otro de los elementos sobre los que se habla es
sobre la falta de capacidad de integración de elementos positivos, llegando
a sentirse seguros sintiéndose despreciados y miserables.

El tratamiento de un trastorno de personalidad (sea este u


otro) es algo complejo. Al fin y al cabo, estamos ante una forma de
proceder y ver el mundo que se ha ido configurando a lo largo de la vida
de una persona. Pese a ello, no es imposible.

En el caso que nos ocupa y a partir del modelo de Millon, el tratamiento


buscaría invertir la polaridad placer-dolor (una persona con este trastorno
de la personalidad tiende a tener cierta discordancia obteniendo placer del
dolor y viceversa) y fortalecer la búsqueda de gratificaciones En sí
mismos (disminuyendo la dependencia a los demás).

También se buscaría generar un cambio en las creencias hacia uno mismo


y modificar las creencias negativas y devaluativas hacia uno mismo y la
necesidad de consentir abusos y autosacrificios constantes e excesivos.

Se buscaría modificar la creencia de que merecen sufrir o que su vida no


tiene valor por sí mismo y solo tiene valor si ayudan a los demás, así como
el resto de distorsiones cognitivas que suelen presentar.
También se intentaría que dejaran de ver a los demás como necesitados de
ayuda o entes hostiles y generar modificaciones de comportamiento de tal
modo que dejen de buscar relaciones de dependencia.

También alterar la manera de relacionarse con los demás y con el mundo,


así como fomentar un posicionamiento vital más activo y menos querulante.

Mejorar la autoestima y disminuir el nivel de inhibición vital son también


elementos que pueden ayudar a estar personas a adoptar una manera de
ver el mundo más adaptativa.

Para ello sería de utilidad la utilización de técnicas como la reestructuración


cognitiva, los experimentos conductuales, el uso de técnicas expresivas o el
psicodrama. El entrenamiento en habilidades sociales también puede
resultar de utilidad de cara a aprender a relacionarse positivamente. El uso
de terapia asistida con animales también podría ser de utilidad, así como el
entrenamiento en asertividad. Asimismo, la activación conductual puede
ser muy necesaria para contribuir a que adquieren una posición más activa
vitalmente.

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