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"puesta en valor"
Author(s): manuel gándara v.
Source: Boletín de Antropología Americana, Vol. 47 (enero 2011 - diciembre 2012), pp. 203-
228
Published by: Pan American Institute of Geography and History
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/24616310
Accessed: 09-06-2018 14:44 UTC
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manuel gándara v."
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204 BOLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA . 47 ENERO 201 I-DICIEMBRE 2012
Por supuesto, eso no significa que sujetos no hayan tenido que ver en su creación: trivialmente,
todos los productos sociales requieren sujetos. En ese sentido el entierro es producto de sujetos,
pero del pasado —no es obra de decisiones de sujetos del presente.
Véase, por ejemplo Afghanistan: Conservation of the Bamiyan Valley, United Nations
Educational, Scientific and Cultural Organization, n.d.
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MANUEL GÁNDARA V. LA DIVULGACIÓN DE LA ARQUEOLOGÍA: UNA APROXIMACIÓN... 205
Otras dimensiones de valor patrimonial, como la estética o la simbólica, tiene cargas subjet
indudables, y por eso pueden o no ser reconocidas por todos. Pero la científica depende má
características objetivas de la realidad —por ejemplo, el que un monumento sea el único e
especie— y es por ello que es la que puede dar soporte a las demás.
Esta es mi coartada para no entrar en un solemne tratamiento de la obra aristotélica o los det
de la mecánica newtoniana.
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206 BOLETÍN DE ANTROPOLOGÍA AMERICANA .47 ENERO 2011-D1CIEMBRE 2012
El tono general del documento es el de permitir que los bienes culturales gene
ren ganancias económicas, preferiblemente para los habitantes de su entorno, a
través de un uso que preserve sus otros valores; pero claramente se señala a los
comerciantes y a la iniciativa privada como beneficiarios potenciales inmediatos.
Es decir, mientras que en la versión española se "pone en valor" y la inglesa se
"beneficia", en ambos casos la intención es la misma: permitir capitalizar el valor
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MANUEL GÁNDARA V. LA DIVULGACIÓN DE LA ARQUEOLOGÍA: UNA APROXIMACIÓN... 207
económico sin afectar los otros valores, aunque reconociendo que serán necesa
rias algunas adecuaciones (léase, alteraciones) para cumplir este propósito.
¿Es congruente el concepto de "puesta en valor" con el punto de vista marxis
ta? La respuesta es un rotundo "¡no!": primero, porque, como se señaló, el patri
monio tiene valores inherentes (cuando menos en la dimensión de valor
científico), que existen aún si nadie las "pone en valor" y que no aparecen porque
alguien lo hizo. Segundo, porque los beneficiarios inmediatos son los proveedores
de servicios, los comerciantes y otros agentes de la iniciativa privada, en cuyo
beneficio se hacen las sugerencias de cómo intervenir los monumentos sin alterar
los.
Ese fue uno de los temas de los que platicamos con Lenin Ortiz cuando nos
invitó a conocer Cochasqui, Ecuador en 2008. El mencionó haber debatido la
conveniencia del término con colegas con los que interactuó durante el tiempo
que estudió en México, en el entonces Instituto Paul Coremans —creado por con
venio con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y
la Cultura (UNESCO) y que es uno de los antecedentes de la escuela que hoy nos
alberga. El propio José Luis Lorenzo, a decir de Lenin, creía que era una cuestión
terminológica sin mucha importancia, y que las Normas de Quito había que apo
yarlas reconociendo su intención final, positiva, a pesar de que hacía algunas con
cesiones que, bueno, habría que tolerar (Lenin Ortiz, comunicación personal,
Cochasqui 2008).
Lenin no estaba de acuerdo, así que desde tiempo atrás utilizó una formulación
alternativa: la "puesta en valor social precisamente para diferenciar su propues
ta de la de ICOMOS, de una puesta en valor comercial o económico: se trata de
generar un beneficio social amplio, prioritariamente para las comunidades inme
diatas y no sólo para los comerciantes o la industria turística. Este es uno de los
antecedentes de la propuesta que presentaremos adelante.
El otro antecedente es el concepto de "socialización del conocimiento", que
aprendí de Eudall Carbonell del IPHES, durante una estancia académica en Tarra
gona, España: la idea es hacer llegar al colectivo los elementos de la cultura de su
entorno social, para que los individuos se los apropien; esto incluye, por supuesto
al conocimiento generado por la arqueología a partir del patrimonio arqueológico
(E. Carbonell, comunicación personal, Tarragona 2009).
De hecho, en la página web del IPHES hay una definición más formal:
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208 BOLETÍN DE ANTROPOLOGÍA AMERICANA • 47 ENERO 2011-D1CIEMBRE 2012
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MANUEL GÁNDARA V. LA DIVULGACIÓN DE LA ARQUEOLOGÍA: UNA APROXIMACIÓN... 209
Sindicato de Académicos del INAH, que ha luchado con tesón para que no sea
substituida por una que abra las puertas a la privatización del patrimonio. Ha sido
un trabajo arduo y constante, porque cada sexenio surgen un par de iniciativas
que, señalando las supuestas deficiencias o lagunas de la Ley existente, piden que
sea derogada a favor de una más "liberal". En consecuencia, ha sido clave el sos
tener una lucha en el flanco legal.
Protection legal
Conseivacion j ImmMMM
matersal/restaura patrimonial
Conservation
integral del
Investigacion
patrimonio
arqueologico
El problema es que a veces quienes violan la ley son las comunidades que
viven en torno a sitios arqueológicos, porque sus condiciones de vida hacen que
sea más rentable destruir el patrimonio que respetarlo, comerciando con artefactos
en el mercado negro; el patrimonio no es capaz de generar alternativas de mejo
ramiento de vida —o, si lo hace, los beneficios van a dar a las grandes compañías
globales de servicios turísticos. Es decir, parte de esos beneficios no son apropia
dos de manera social amplia. Y no importa qué tan fuerte sea la Ley o rigurosa su
aplicación, mientras las comunidades no entiendan los valores patrimoniales, por
un lado, y por otro no encuentren maneras de que parte de los beneficios del pa
trimonio les ayuden a generar mejores condiciones de vida, seguirán optando por
la destrucción y el saqueo. Eso muestra que, aunque importante, la esfera legal no
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210 BOLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA. 47 ENERO 2011-DICIEMBRE 2012
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MANUEL GÁNDARA V. LA DIVULGACIÓN DE LA ARQUEOLOGÍA: UNA APROXIMACIÓN... 211
específicos que conforman los "campos de acción" del plan de manejo: el plan
de conservación (en el sentido estrecho, de conservación material y restauro),
el plan de investigación, el plan de seguridad, etc.., que orientan las tareas en
estas áreas.
Por desgracia, se tiende a ver a los planes de manejo como parte de la "ges
tión" y ésta se reduce al problema del logro y la administración de fondos. Se
piensa que es una tarea de administradores y personal contable. O que cualquier
mención al tema de la gestión implica, de alguna manera oscura, una voluntad
de "venta" o privatización del patrimonio, o de centrarse en sus aspectos comer
ciales, como parecen proponer algunos colegas europeos.
El término "gestión" resulta desafortunado y equívoco: en el español mexicano
el término usual sería "administración": aquí no hay carreras de "gestión de em
presas", como en España, sino de "administración" de empresas. Cuando se aclara
el punto, la vaguedad del término desaparece y se evidencia que la gestión, así
entendida, no es sería sino una forma de administración. Pero la clave aquí no es
la administración, sino la planeación estratégica: sin ella, la administración es una
tarea técnica. Esta planeación sólo la pueden hacer los académicos especialistas
en los distintos campos del patrimonio, no es un asunto de administradores o de
contadores. Sin un plan académicamente diseñado, ¿qué administran los adminis
tradores?
Desafortunadamente, el rechazo a los planes de manejo, a los que se les conci
be como herramientas de administración, hace que se rechace la necesidad de
planificar estratégicamente. Se ceden espacios a los burócratas, a los políticos y a
los técnicos en administración, para luego reclamarles que no han hecho un traba
jo adecuado.
No obstante todo lo dicho, ni siquiera la más fina planeación estratégica, la
más correcta en términos académicos, será suficiente si al mismo tiempo no se
atienden los otros factores. Entre ellos el propio marco legal que haga que esta
planeación no sea letra muerta, cuando no logran asegurar el soporte presupuestal
que permita llevarlos a cabo, por ejemplo.
Este breve recuento puede entonces clarificar por qué pensamos que es in
dispensable tener un Modelo Integral de Conservación del Patrimonio Arqueo
lógico, que permita entender que es necesario intervenir en cuando menos cinco
áreas: la propia investigación (que es el punto de partida), la conservación mate
rial y restauro, la protección legal, la planeación estratégica y administración de
los bienes patrimoniales y el área en que ubicamos a la divulgación, la de la
apropiación social de los valores patrimoniales o socialización del valor patri
monial.
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212 BOLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 47 ENERO 2011-DICIEMBRE 2012
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MANUEL GANDARA V. LA DIVULGACION DE LA ARQUEOLOGIA: UNA APROXIMACION... 213
Cientifica
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214 BOLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA . 47 ENERO 2011-DICIEMBRE 2012
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MANUEL GÁNDARA V. LA DIVULGACIÓN DE LA ARQUEOLOGÍA: UNA APROXIMACIÓN... 215
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216 BOLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 47 ENERO 201 I-DICIEMBRE 2012
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MANUEL GANDARA V. LA DIVULGACIÓN DE LA ARQUEOLOGIA: UNA APROXIMACIÓN... 217
He intentado sintetizar en las siguientes cinco tablas las maneras concretas en que
se socializa el valor patrimonial. Son las respuestas a "qué ganamos" conservando
el patrimonio. Cada una corresponde a las dimensiones de valor patrimonial. En
ellas se resumen las variantes (conocimiento y acceso al propio bien) y subvarian
tes (difusión, divulgación y aplicación teórico/práctica del conocimiento; así co
mo disfrute directo del propio bien) de la Figura 3. También indico qué agentes,
acciones o factores alteran o destruyen ese potencial. Aunque creo que son sufi
cientemente explícitas, no está de más hacer algunos comentarios adicionales:
Tabla 1
Dimension estética
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Valor histórico
Esta dimensión coincide en muchas otras, ya que el mismo bien puede contener
no sólo elementos estéticos sino históricos, científicos y en muchos casos, simbó
licos. Normalmente el visitante las ve juntas. Las separo aquí sólo para fines ana
líticos y de facilidad de exposición.
Es importante notar que el asunto de las falsas narrativas requiere un ajuste: el
de dar cabida a la manera en que la propia población local entiende su historia
—que puede ser expresada en mitos, tradiciones y otras interpretaciones salidas
de la propia comunidad. En sentido estricto, algunas serían consideradas "falsas",
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Tabla 2
Dimension histórica
Touroperadores.
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Valor simbólico
Tabla 3
Dimensión simbólica
Touroperadores.
Esta dimension de valor es una de las más problemáticas, dado que, por su
propia naturaleza, está sujeta a convenciones y percepciones distintas. Lo simbó
lico lo es para alguien, que ve en un signo o índice la representación de algo, una
representación socialmente legitimada. A diferencia de otras dimensiones de va
lor, ésta es subjetiva o intersubjetiva en un sentido más fuerte. Es algo que el suje
to asigna, no algo que reconoce, como serían las otras dimensiones. Está
íntimamente ligada, además, a cuestiones identitarias, particulares y es la más
susceptible de manipulación política. No tiene sentido preguntarse si realmente la
bandera, por ejemplo, representa a la patria, o si la propia patria representa al
conjunto de los mexicanos: el colectivo lo ha definido, en general, así; le atribuye
a la bandera o al himno ese poder de representación. Podemos cuestionar la co
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MANUEL GÁNDARA V. LA DIVULGACIÓN DE LA ARQUEOLOGÍA: UNA APROXIMACIÓN... 221
rrección histórica o la justificación ética y política del uso de los símbolos, pero
no el proceso mismo de asignación simbólica, que es por naturaleza convencional
y en ese sentido, arbitrario. Curiosamente, una vez hecha una adscripción simbó
lica suficientemente fuerte en términos de consenso social, es capaz de hacer que
sus soportes materiales sean entonces elevados a la categoría de patrimonio, in
cluso cuando las otras dimensiones de valor no coincidan o hayan sido "fabrica
das" ad hoc.
Valor científico
He sostenido que esta es la dimensión de valor que puede dar sustento a las de
más, cuando por razones políticas o simbólicas esas dimensiones son desestima
das y el bien no destaca por su dimensión estética tampoco ni es capaz de
producir valor económico: el valor científico siempre está presente y desde ahí se
podrá argumentar en último caso su conservación.
Aquí el papel de la narrativa es clave, dado que mientras las otras dimensiones
de valor pudieran ser quizá ya valores entendidos para una determinadas comuni
dades, el valor científico es el menos autoevidente. Es por ello que la divulgación
es crucial —y para ella, adoptar en lo posible una estructura narrativa es contar
con una herramienta de particular eficacia para crear empatia, producir relevancia
y lograr compromiso con una cultura de conservación.
Dada amplitud del patrimonio arqueológico se requiere de múltiples especia
listas para materializar este potencial patrimonial; por ejemplo, del extensionista o
divulgador agrícola, que es quien puede llevar las técnicas de cultivo recuperadas
por el arqueólogo para su conocimiento y adopción en comunidades campesinas;
el educador ambiental, que pude contribuir a que los visitantes entiendan mejor el
papel de la humanidad en los cambios globales que hoy experimentamos y que
tienen raíces en el pasado; en fin, todos aquellos que estudian o comunican aspec
tos de la diversidad que englobamos con el término "patrimonio arqueológico".
Es normalmente la tarea de equipos de arqueólogos (y, sobre todo de las insti
tuciones oficiales encargadas del patrimonio), el que se cumpla la condición o
requerimiento de que el bien esté accesible; así que en esta tarea participan todos
los especialistas que se encargan de los diferentes componentes del Modelo Inte
gral de Conservación que presentamos antes.
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222 BOLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA . 47 ENERO 2011-DICIEMBRE 2012
Tabla 4
La dimension científica
Afectan esta dimensión de valor las narrativas falsas, sobre todo las impuestas
desde fuera (como los cuentos sobre ovnis que les endilgan algunos guías de
turistas a los visitantes); aquellas generadas como tradiciones en la comunidad
merecen ser incorporadas bajo las consideraciones expuestas en el caso del va
lor histórico. Se afecta también este valor cuando, haciendo caso omiso a lo que
podemos aprender de la arqueología, se adoptan soluciones globalmente desa
rrolladas, por ejemplo, para la conservación y el restauro, que no funcionan en
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MANUEL GÁNDARA V. LA DIVULGACIÓN DE LA ARQUEOLOGÍA: UNA APROXIMACIÓN... 223
los contextos locales. Hoy día también se afecta indirectamente este valor cuan
do se pone en peligro su integridad mediante usos incompatibles con su voca
ción original patrimonial. Y han no sólo afectado, sino han destruido el propio
bien patrimonial, ideologías sectarias y divisivas que, ignorando que el valor
científico tiene un interés potencialmente universal, han impuesto valoraciones
simbólicas o políticas con la consecuente mutilación o destrucción total de bie
nes.
Valor comercial
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224 BOLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA . 47 ENERO 201 I-DICIEMBRE 2012
Tabla 5
La dimension económica
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MANUEL GÁNDARA V. LA DIVULGACIÓN DE LA ARQUEOLOGÍA: UNA APROXIMACIÓN... 225
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226 BOLETÍN DE ANTROPOLOGÍA AMERICANA. 47 ENERO 2011-DIC1EMBRE 2012
eso, parte del propósito del patrimonio, que es el de ser una rica herencia que
ser compartida de manera amplia, quedará sin cumplirse.
Por cuestiones de espacio (¡y de capacidad!) nos hemos centrado en prop
una alternativa al concepto de "puesta en valor" de ICOMOS, una alternativa c
patible con un punto de vista marxista y enmarcada en el contexto de un Mod
de Conservación Integral del Patrimonio. Quisiera terminar estas líneas, si
bargo, cuando menos mencionando algunos elementos que tienen que ver c
contenido de una propuesta de divulgación desde el marxismo, a reserva d
fundizar en este tema en otra ocasión.
La divulgación significativa del patrimonio arqueológico es una estrategia de
comunicación para la educación patrimonial. Es heredera de la "interpretación
temática" (Ham 1992), una forma de educación ambiental surgida de la "interpre
tación natural" (Tilden y Craig 2009), iniciada en el National Park Service de
Estados Unidos (Merriman and Brochu 2006). La estrategia se generalizó a otros
países (Colquhoun 2005) y se extendió al patrimonio cultural, ya que en muchos
parques y bosques nacionales hay sitios arqueológicos o monumentos históricos.
Nosotros desarrollamos una variante "a la mexicana" (Gándara 2000) a la que
llamamos "enfoque antropológico de la interpretación temática" (Gándara 2001 y
Gándara 2009) y que, en rigor, debería llamarse "antropológico e histórico", dado
que uno de sus cimientos está en la antropología y el otro en la ciencia de la histo
ria, a la manera que esta se entiende en el marxismo. La divulgación significativa
se nutre de ambos enfoques y los refuerza apoyándose en teorías desarrolladas en
otras disciplinas, que van desde la psicología cognitiva (Ham 1999), (Moscardo et
al. 1999), a la pedagogía (Ausubel 2000), pasando por la comunicación (Chip
Heath y Dan Heath 2007), la teoría dramática (McKee 2000) y el wayfinding u
orientación en el espacio (Arthur y Passini 1992).
Para nuestro enfoque, es necesario "desnaturalizar" la cultura —es decir, mos
trar que no hay prácticas culturales "naturales" o "normales"—, sino que todas
son producto de dinámicas sociales que explican su funcionamiento y que sólo
son una de muchas soluciones posibles, todas igualmente legítimas; e "historizar"
la cultura —es decir, combatir la idea de que las prácticas actuales son las que
"han existido siempre", "son eternas", o forman parte de una "esencia humana"
que trasciende el tiempo y el espacio. Estas son dos tareas fundamentales para
abrir la posibilidad de que el público entienda que el presente es modificable, que
lo que hoy nos parece parte de "la naturaleza humana", no es sino la versión ac
tual de lo que la ideología capitalista globalizada nos presenta y que, en conse
cuencia, la acción organizada de los sujetos sociales puede transformar el mundo
en algo más justo y en mejor equilibrio con el planeta.
Por último, no hay que perder de vista que el patrimonio es, y se convertirá
cada vez más, en un campo de batalla entre clases y fracciones de clase, en un
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MANDEL GÁNDARA V. LA DIVULGACIÓN DE LA ARQUEOLOGÍA: UNA APROXIMACIÓN... 227
nivel, por el control y usufructo del patrimonio como recurso generador de valor
(como "mercancía" para el gran capital); en otro, por la hegemonía ideológica, la
historia que contemos sobre el pasado no puede ser una historia neutral siempre
responderá a una visión política. Es por ello que implica una gran responsabili
dad; y, en nuestro caso, es importante que llegue precisamente a los grupos subal
ternos, subordinados, a los que los productos más académicos, de difusión,
difícilmente llegan (o pueden ser decodifícados). La divulgación significativa se
centra en el público, pero con un interés muy particular en cuanto a qué público:
el de las clases y los grupos subalternos.
Bibliografía
Arthur, Paul y Romedi Passini
1992 Wayfinding: People, Signs, and Architecture, First édition, Mcgraw-Hill
(Tx).
Ausubel, D. P.
2000 The Acquisition and Rétention of Knowledge: A Cognitive View, Springer.
Colquhoun, Fiona.
2005 Interpretation handbook and standard: distilling the essence, Wellington
[N.Z.], Department of Conservation.
Gándara, Manuel
2000 "La interpretación temática y la protección del patrimonio cultural", Me
moria, 60 años de la ENAH, Eyra Cárdenas (ed.), México.
2001 "Aspectos sociales de la interfaz con el usuario. Una aplicación en mu
seos", PH. D., Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco, Mé
xico.
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228 BOLETIN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 47 ENERO 20I1-DICIEMBRE 2012
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