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La 

batalla de Crécy tuvo lugar el 26 de agosto de 1346 en el noreste de Francia y


enfrentó a un ejército francés mandado por el rey Felipe VI con otro inglés dirigido por
el rey Eduardo III. Los franceses atacaron a los ingleses mientras estos saqueaban el
norte de Francia durante la guerra de los Cien Años, pero el enfrentamiento resultó en
una victoria inglesa y una gran pérdida de vidas entre los franceses.
El ejército inglés había desembarcado en la península de Cotentin el 12 de julio.
Comenzó a dejar un rastro de destrucción por algunas de las tierras más ricas de Francia
y llegó a menos de tres kilómetros de París, saqueando muchas ciudades por el camino.
Luego, los ingleses marcharon hacia el norte, con la esperanza de unirse con un ejército
flamenco aliado que había iniciado una invasión desde Flandes. Al enterarse de que los
flamencos se habían dado la vuelta, y después de haber alejado temporalmente a los
franceses que los perseguían, el rey Eduardo III ordenó que su ejército preparara una
posición defensiva en una ladera cerca de Crécy-en-Ponthieu. La lluviosa tarde del 26
de agosto, el ejército francés, que superaba en número a los ingleses, atacó.
Durante un breve duelo de tiro con arco, una numerosa fuerza
de ballesteros mercenarios franceses resultó derrotada por arqueros galeses e ingleses.
Los franceses lanzaron una serie de cargas de caballería, pero se llevaron a cabo de
manera improvisada y desordenada por tener que abrirse paso a través de los ballesteros
que huían, por el suelo fangoso, por tener que cargar cuesta arriba y por las zanjas
excavadas por los ingleses. Así, los ataques fueron desbaratados por las efectivas
andanadas de los arqueros ingleses, que causaron muchas bajas. Cuando las cargas
francesas llegaron a los hombres de armas ingleses, que habían desmontado para luchar,
habían perdido gran parte de su ímpetu. El subsiguiente combate cuerpo a cuerpo fue
descrito como «letal, sin piedad, cruel y horrible». Las cargas francesas continuaron
hasta altas horas de la noche, todas con el mismo resultado: feroces combates seguidos
de una retirada gala.
Los ingleses sitiaron después el puerto de Calais. El descalabro de Crécy debilitó tanto
al ejército francés que le impidió socorrer la plaza, que cayó ante los ingleses al año
siguiente y permaneció bajo el dominio inglés durante más de dos siglos, hasta 1558.
Crécy dejó clara la efectividad del arco largo y su influencia en los campos de batalla de
la Europa occidental de la época.

Índice

 1Trasfondo
 2Preludio
 3Fuerzas enfrentadas
o 3.1Ejército inglés
o 3.2Ejército francés
o 3.3Despliegues iniciales
 4Batalla
o 4.1Duelo de arqueros
o 4.2Cargas de caballería
 5Bajas
 6Repercusiones
 7Referencias
 8Bibliografía
 9Enlaces externos

Trasfondo[editar]
Los monarcas ingleses habían tenido títulos y tierras en Francia desde la conquista
normanda de 1066, cuya posesión hacía de ellos vasallos de los reyes de Francia.1 Tras
una serie de desacuerdos entre Felipe VI de Francia (r. 1328-1350) y Eduardo III de
Inglaterra (r. 1327-1377), el 24 de mayo de 1337 el Gran Consejo de Felipe en París
acordó que las tierras que poseía Eduardo en Francia debían volver a manos de Felipe
con el argumento de que aquel había incumplido sus obligaciones como vasallo. Esto
marcó el comienzo de la guerra de los Cien Años, que duró en realidad ciento dieciséis.2

Efigie de bronce de Eduardo III de Inglaterra en la abadía de Westminster

El ejército de Eduardo zarpó de Inglaterra el 29 de junio de 1345 y ancló en La Esclusa,


en Flandes, hasta el 22 de julio, mientras el rey inglés atendía asuntos diplomáticos.3
Cuando por fin zarpó de nuevo, probablemente con la intención de desembarcar
en Normandía, la flota fue dispersada por una tormenta, lo que sumado a otras demoras
imposibilitó emprender campaña alguna antes del invierno.4 Mientras tanto, Enrique,
conde de Derby, devastó la Gascuña al frente de un ejército anglo-gascón,5 derrotó con
claridad a dos grandes ejércitos franceses en las batallas de Bergerac y Auberoche y
tomó más de cien ciudades y fortificaciones francesas en Périgord y Agenais, lo que
sirvió para asegurar y ampliar las posesiones inglesas en Gascuña.6
En marzo de 1346, marchó sobre Gascuña un ejército francés de entre quince y veinte
mil soldados,7 «enormemente superior» a cualquiera que los anglo-gascones pudieran
desplegar, del que formaban parte todos los oficiales militares de la casa real8 y que
mandaba Juan, duque de Normandía, hijo y heredero de Felipe VI.9 El ejército puso sitio
a la estratégica ciudad de Aiguillon.9 El 2 de abril, se anunció una leva general para que
tomaran las armas todos los hombres capaces en el sur de Francia;710 los medios
financieros, logísticos y humanos franceses se centraron en esta ofensiva y Derby, que
había pasado a ser conde de Lancaster,11 pidió ayuda urgente a Eduardo.12 El rey inglés
estaba obligado moral y contractualmente a socorrer a su vasallo, pues su acuerdo con
Lancaster disponía que, si este era atacado por fuerzas superiores, Eduardo «lo
rescataría de una forma u otra».13
Mientras tanto, Eduardo estaba reclutando un nuevo ejército y reunió más de setecientos
buques para transportarlo, la mayor flota inglesa hasta la fecha.1415 Los franceses estaban
al tanto de los movimientos del rey inglés y confiaron en su poderosa armada para
impedir que desembarcase en el norte de Francia,16 pero la flota francesa fue incapaz de
detener a las naves inglesas y Eduardo cruzó el Canal de la Mancha.16

Preludio[editar]
Véase también: Campaña de Crécy

Mapa de la ruta de Eduardo III por Francia en 1346

Los ingleses desembarcaron en Saint-Vaast-la-Hougue, Normandía, el 12 de julio de


1346, lograron una completa sorpresa estratégica y marcharon hacia el sur.17 Los
soldados de Eduardo arrasaron cada pueblo en su camino y saquearon todo lo que
pudieron de la población. El 26 de julio asaltaron Caen, el centro cultural, político,
religioso y financiero del noroeste de Normandía, y posteriormente la saquearon durante
cinco días, durante los cuales más de cinco mil soldados y civiles franceses fueron
asesinados. Entre los pocos prisioneros que hicieron los ingleses estuvo Raúl, conde de
Eu y condestable de Francia. El 29 de julio, Eduardo envió su flota de regreso a
Inglaterra, cargada de botín, con una carta en la que ordenaba que se reunieran
refuerzos, se embarcaran suministros y se recaudara dinero, y que se los enviaran a Le
Crotoy, en la orilla norte de la desembocadura del río Somme, donde debía recibirlos el
ejército.1819 Los ingleses emprendieron la marcha hacia el río Sena el 1 de agosto.20
La situación militar francesa era difícil porque su ejército principal, que mandaba Juan,
duque de Normandía, hijo y heredero de Felipe VI, estaba enfrascado en el asedio
interminable de Aiguillon en el suroeste. Después de su desembarco sorpresa en
Normandía, Eduardo estaba devastando algunas de las tierras más ricas de Francia y
haciendo alarde de su capacidad de atravesar el reino sin encontrar oposición. Por
añadidura, un pequeño contingente inglés apoyado por fuerzas flamencas invadió
Francia desde Flandes el 2 de agosto, por una zona en la que las defensas francesas eran
totalmente insuficientes para impedirlo. El tesoro del reino estaba además casi vacío. El
29 de julio, Felipe VI ordenó una leva general en el norte de Francia y que todos los
hombres capacitados se reunieran en Ruan, adonde llegó el rey el 31.2122 Los ingleses
alcanzaron el Sena el 7 de agosto, a diecinueve kilómetros al sur de Ruan; viraron luego
hacia el sureste y para el 12 de agosto estaban acampados en Poissy, a treinta y dos
kilómetros de París, dejando tras de sí una franja arrasada de treinta kilómetros de ancho
en la orilla izquierda del Sena,23 quemando incluso pueblos a menos de tres kilómetros
de París.2425 El ejército de Felipe marchó paralelo al enemigo por la otra orilla y acampó
al norte de París, donde recibió nuevos refuerzos. París estaba alborotada, abarrotada de
refugiados y se hicieron preparativos para defender la capital calle por calle.26
Felipe VI de Francia, antagonista de la victoriosa campaña de Eduardo en 1346 y perdedor del combate de
Crécy

Felipe envió órdenes al duque Juan de Normandía insistiendo en que abandonara el


asedio de Aiguillon y marchara con su ejército hacia el norte; lo hizo finalmente el 20
de agosto, pero con tanto retraso que no llegó a tiempo de cambiar el curso de los
acontecimientos en el norte.27 El ejército francés acampado a las afueras de París estaba
formado por unos ocho mil hombres de armas, seis mil ballesteros y muchos reclutas de
infantería, reunidos en la leva. Felipe envió el 14 de agosto una carta de desafío
proponiendo que los dos ejércitos combatieran en un lugar cercano y en un momento
acordados mutuamente, a lo que Eduardo respondió que se encontraría con Felipe al sur
del Sena, pero sin comprometerse realmente. El 16 de agosto los franceses tomaron
posiciones, pero Eduardo se apresuró a quemar Poissy, destruyó su puente y marchó
hacia el norte.2829
Los franceses habían llevado a cabo una política de tierra quemada, llevándose todos los
alimentos almacenados y obligando así a los ingleses a dispersarse en una amplia región
para conseguir suministros, lo que retrasó mucho su avance. Bandas de campesinos
franceses atacaron a algunos de los grupos de soldados ingleses que recolectaban
alimentos. Felipe llegó al río Somme un día antes que Eduardo, estableció su base
en Amiens y envió grandes destacamentos para proteger todos los puentes y vados que
permitían cruzar el río entre Amiens y el mar. Los ingleses estaban atrapados en una
zona con escasez de alimentos. Los franceses partieron de Amiens en dirección oeste,
hacia los ingleses, dispuestos a plantar batalla sabiendo que tendrían la ventaja de poder
ponerse a la defensiva mientras que los ingleses se verían obligados a intentar abrirse
paso.30
Eduardo estaba decidido a romper el bloqueo francés del Somme31 y sondeó en varios
puntos, atacando en vano en Hangest y Pont-Remy antes de moverse hacia el oeste por
la orilla del río. Los abastos ingleses se estaban acabando y el ejército estaba
hambriento y desmoralizado.32 Los ingleses acamparon al norte de Acheux en la noche
del 24 de agosto, mientras que los franceses estaban a diez kilómetros de distancia
en Abbeville. Durante la noche, los ingleses iniciaron el paso de un vado llamado
Blanchetaque, defendido por tres mil quinientos franceses; los arqueros ingleses y los
hombres de armas a caballo entraron en el río y, después de un breve combate,
derrotaron a los franceses. El principal ejército francés había seguido a los ingleses, y
sus exploradores capturaron a algunos rezagados y varios carros, pero Eduardo
consiguió poner distancia con ellos. Tal era la confianza entre los franceses de que
Eduardo no vadearía el Somme, que las tierras de la orilla norte no habían sido
arrasadas, lo que permitió que el ejército de Eduardo las saqueara y se reabasteciera.3334
Mientras tanto, los flamencos, que habían sido rechazados por los franceses en Estaires,
sitiaron Béthune el 14 de agosto. Fueron rodeados por los franceses después de varios
contratiempos, quemaron las armas de asedio y pusieron fin a su campaña el 24 de
agosto.35 Eduardo recibió la noticia de que los flamencos no lo reforzarían poco después
de cruzar el Somme. Además, no se veían los barcos que estaba previsto que los
esperaran en Le Crotoy, por lo que el rey inglés decidió enfrentarse al ejército de Felipe
con las fuerzas que tenía. Se había sacudido temporalmente la persecución francesa y
empleó el tiempo ganado en preparar una posición defensiva en Crécy-en-Ponthieu.34
Mientras, los franceses regresaron a Abbeville, cruzaron el Somme por su puente y
retomaron la persecución del enemigo.36

Fuerzas enfrentadas[editar]
Ejército inglés[editar]
El ejército del rey Eduardo III estaba compuesto principalmente por soldados ingleses
y galeses, junto con algunas tropas bretonas y flamencas aliadas y algunos mercenarios
alemanes,1537 pero se desconoce el tamaño exacto y la composición de las fuerzas
inglesas. Los cálculos de la época varían ampliamente; por ejemplo, la tercera versión
de las Crónicas de Froissart da una cifra de soldados que es más del doble que la que
aparece en la primera.38 Los historiadores modernos han calculado su tamaño entre siete
y quince mil hombres.39 Andrew Ayton sugiere una cifra de alrededor de catorce mil:
dos mil quinientos hombres de armas, cinco mil arqueros con arcos largos, tres
mil hobelars (caballería ligera y arqueros montados) y tres mil quinientos lanceros.40
Clifford Rogers supone que eran quince mil los soldados: dos mil quinientos hombres
de armas, siete mil arqueros, tres mil doscientos cincuenta hobelars y dos mil
trescientos lanceros. Jonathan Sumption, según la capacidad de carga de la flota de
transporte original, cree que el ejército contaba con entre siete y diez mil soldados.41
Hasta mil hombres de ese ejército eran presos a los que se había reclutado con la
promesa de concederles el perdón real al final de la campaña.4243 Alrededor de la mitad
de los soldados ingleses, incluidos muchos de los delincuentes, eran veteranos.4445
Los hombres de armas de ambos ejércitos vestían un gambesón acolchado debajo de
una cota de malla que cubría el tronco y las extremidades, a la que se superponía a su
vez diversas piezas de armadura de placas, más comunes entre los hombres más
pudientes y veteranos. Las cabezas se las protegían con bacinetes, que eran cascos
militares de hierro o acero que dejaban la cara descubierta, con una malla unida al borde
inferior del casco para proteger la garganta, el cuello y los hombros, mientras que una
visera móvil actuaba de protector facial. Llevaban también escudos que tenían la parte
superior recta y la inferior picuda, normalmente hechos de madera delgada recubierta de
cuero. Los hombres de armas ingleses combatieron desmontados, y aunque se
desconoce las armas que usaron, en batallas similares emplearon sus lanzas a modo de
picas o lucharon con espadas y hachas de guerra.46
Réplica moderna de una punta bodkin, como las usadas por los arqueros ingleses en Crécy

El arco largo utilizado por los arqueros ingleses y galeses les era exclusivo; se tardaba
hasta diez años en dominar su manejo y podía disparar hasta diez flechas por minuto a
más de trescientos metros.47 Un análisis informático realizado por la Universidad
Tecnológica de Varsovia en 2017 demostró que las flechas de punta bodkin podían
penetrar la armadura de placas típica de la época a doscientos veinticinco metros. La
profundidad de penetración era poca a esa distancia, pero aumentaba a menor distancia
o si la armadura era de mala calidad.48 Las fuentes contemporáneas mencionan
frecuentemente flechas que perforan armaduras.49 Los arqueros llevaban un carcaj de
veinticuatro flechas, pero durante la mañana de la batalla, cada uno recibió dos carcajes
más, lo que dio setenta y dos flechas por arquero, suficientes únicamente para unos
quince minutos de combate disparando a la velocidad máxima, aunque el ritmo de tiro
se ralentizaría a medida que avanzaba la batalla. Se cree que desde los carros de
retaguardia llegaba un suministro regular de proyectiles y que los arqueros también se
aventuraban a avanzar durante las pausas de los combates para recuperar flechas.50 Los
historiadores modernos calculan que se pudieron disparar hasta medio millón de flechas
durante la batalla de Crécy.5152

Dibujo de una bombarda inglesa como las usadas en la batalla de Crécy

El ejército inglés también estaba equipado con varios tipos de armas de fuego, aunque
se desconoce cuántas pudieron ser: pistolas pequeñas que disparaban bolas de
plomo; ribadoquines que lanzaban flechas de metal o racimos de metralla; y bombardas,
un tipo primigenio de cañón que disparaba bolas de metal de ochenta o noventa
milímetros de diámetro. Los relatos contemporáneos y los historiadores modernos
difieren sobre qué tipos y cuántas de estas armas estuvieron presentes en Crécy, pero
desde entonces se han recuperado en el lugar de la batalla varias bolas de hierro que
pudieron ser munición de las bombardas.53
Ejército francés[editar]
Hay todavía menos certezas sobre el tamaño exacto del ejército francés debido a que se
perdieron los registros financieros de la campaña de Crécy, aunque existe consenso en
que era sustancialmente más grande que el inglés. Los cronistas contemporáneos lo
señalan como extremadamente grande para la época y calculan su tamaño entre los
setenta y dos y los ciento veinte mil hombres. Los números de hombres de armas a
caballo oscilan entre los doce mil y los veinte mil.54 Un cronista italiano afirmó que
hubo en el combate hasta cien mil caballeros (hombres de armas), doce mil soldados de
infantería y cinco mil ballesteros.55 Los cronistas contemporáneos indican que los
ballesteros presentes eran entre dos y veinte mil.56
Ballesteros genoveses en la batalla de Crécy. Miniatura del siglo XV

Los historiadores consideran estos números exagerados y poco realistas, sobre la base
de los registros conservados del tesoro de guerra de 1340, seis años antes de la batalla.57
Clifford Rogers calcula que «el ejército francés era al menos el doble de grande que el
[inglés], y quizás hasta el triple».58 Según los cálculos modernos, ocho mil hombres de
armas formaban el núcleo del ejército francés,58 apoyados por entre dos y seis mil
ballesteros mercenarios reclutados principalmente en la ciudad comercial de Génova,59 y
un «gran número, aunque indeterminado, de peones».60 No se sabe con certeza cuántos
soldados de infantería, milicianos y reclutas de leva con distintos grados de
equipamiento y formación participaron en la batalla, pero es seguro que por sí solos
superaban en número al ejército inglés.6160
Los hombres de armas franceses estaban equipados de manera similar a los ingleses,62
iban montados en caballos completamente desguarnecidos y llevaban lanzas de madera,
generalmente de fresno, con moharra de hierro y de aproximadamente cuatro metros de
largo.63 Muchos de los hombres de armas en el ejército francés eran extranjeros; algunos
se unieron individualmente por puro espíritu de aventura y las atractivas pagas
ofrecidas,64 otros pertenecían a contingentes aportados por los aliados de Felipe: tres
reyes, un príncipe-obispo, un duque y tres condes acaudillaban las huestes de los
territorios no franceses.65
Los ejércitos franceses habían ido aumentando su número de ballesteros desde la
entronización de Felipe,66 pero como había pocos arqueros en Francia, se solían reclutar
en el extranjero, principalmente en la república italiana de Génova.64 Eran ballesteros
profesionales que podían disparar su arma aproximadamente dos veces por minuto67 y
en la batalla se protegían de los proyectiles enemigos con un pavés, que era un escudo
muy grande con sus propios portadores que podía proteger hasta a tres ballesteros.66
Despliegues iniciales[editar]
Eduardo desplegó su ejército en una ubicación cuidadosamente seleccionada,68 mirando
hacia el sureste en una ladera inclinada, punteada de matorrales y terrazas, en Crécy-en-
Ponthieu,69 un territorio que había heredado de su madre y que muchos ingleses
conocían. De hecho, se ha sugerido que esa ubicación había sido considerada durante
mucho tiempo un sitio adecuado para una batalla.70 El flanco izquierdo llegaba hasta la
villa de Wadicourt, mientras que el derecho estaba protegido por el propio Crécy y más
allá por el río Maye, lo que dificultaba que los franceses los flanquearan.3871 La posición
tenía una ruta de retirada despejada en caso de que los ingleses fueran derrotados o
sometidos a una presión intolerable.72 Mientras esperaban que los alcanzaran, los
ingleses cavaron zanjas frente a sus posiciones, con la intención de desordenar a la
caballería atacante, y colocaron varias armas de fuego primitivas.7374 Eduardo deseaba
provocar a los franceses a lanzar una carga de caballería cuesta arriba contra sus sólidas
formaciones de infantería, respaldadas por lanceros galeses y flanqueadas por
arqueros.7576 El ejército estuvo en posición desde el amanecer, por lo que estaba
descansado y bien alimentado,77 lo que le daba una ventaja sobre los franceses, que no
descansaron antes de la batalla.3871 La victoria en el vado del Somme obtenida dos días
atrás sobre un gran destacamento francés hacía que las tropas inglesas estuviesen
animadas ante la inminente batalla.7879

Mapa táctico de la batalla

El ejército inglés se desplegó en tres divisiones, o «batallas», con dos delante y una en
la reserva. El hijo de Eduardo, el príncipe de Gales, ayudado por el conde de Warwick,
dirigió la mayor de las batallas de primera línea, mientras que la otra la mandaban los
condes de Northampton y Suffolk, situados a la izquierda del príncipe de Gales. El rey
dirigió la batalla de reserva. Cada división estaba compuesta por hombres de armas en
el centro, todos a pie, con filas de lanceros inmediatamente detrás de ellos, arqueros en
cada flanco, hostigadores delante8081 y muchos arqueros ocultos entre los árboles o
tumbados en los trigales.82 El tren de equipaje se colocó a retaguardia del ejército, donde
fue rodeado y fortificado, para servir como cuadra para los caballos, como defensa
contra cualquier posible ataque desde la retaguardia y como punto de reunión en caso de
derrota.3883
Los exploradores franceses, que avanzaban hacia el norte desde Abbeville, avistaron a
los ingleses alrededor del mediodía del 26 de agosto. Los ballesteros, dirigidos por
Antonio Doria y Carlo Grimaldi, formaban la vanguardia francesa, seguidos de una gran
batalla de hombres armados acaudillados por el conde Carlos de Alenzón, hermano de
Felipe, y por el rey ciego Juan de Bohemia. La siguiente batalla estaba a las órdenes del
duque Rodolfo de Lorena y del conde Luis de Blois, mientras que el rey Felipe
mandaba la retaguardia.84 Cuando se tuvo noticia de que los ingleses se habían parado
para luchar, los contingentes franceses apremiaron el paso, compitiendo entre sí para
llegar al frente de la columna. Los italianos permanecieron en vanguardia, los hombres
de armas a caballo dejaron atrás a la infantería y los carros que los acompañaban,8586
pero la disciplina se perdió porque los franceses acusaron la ausencia de su condestable,
que normalmente era el responsable de organizar y dirigir el ejército, pero que había
sido capturado en Caen.8788 Una vez que se detuvieron, les fueron alcanzando los
infantes que iban llegando lentamente desde Abbeville y se sumaban a la batalla de
Felipe.8085
Se celebró un consejo de guerra después de reconocer la posición inglesa en el que los
mandos franceses, seguros de obtener la victoria, aconsejaron atacar al día siguiente.89
El ejército estaba cansado tras una marcha de diecinueve kilómetros y necesitaba
reorganizarse para poder acometer con fuerza.90 También se sabía que el conde de
Saboya, con más de quinientos hombres de armas, avanzaba para unirse a los franceses
y estaba cerca;91 de hecho, interceptaría a algunos de los supervivientes franceses el día
después de la batalla.57 A pesar de este consejo, los franceses atacaron esa misma tarde.
No está claro por las fuentes contemporáneas si fue una elección deliberada del rey
Felipe o si muchos de los caballeros franceses siguieron avanzando y desencadenaron
finalmente la batalla pese a los planes regios de esperar hasta el día siguiente.92 El plan
de Felipe era utilizar las flechas de largo alcance de sus ballesteros para diezmar la
infantería enemiga, romper sus formaciones e infundir desánimo, a fin de permitir que
los hombres de armas a caballo que lo acompañaban penetraran luego entre sus filas y
los derrotaran.9394 Los historiadores modernos consideran generalmente que era una
estrategia adecuada, que había permitido vencer en otras ocasiones.95

Batalla[editar]
Duelo de arqueros[editar]

La lid entre los arqueros ingleses y galeses de Eduardo (derecha) y los ballesteros genoveses de Felipe
(izquierda). Pueden observarse las distintas armas y los pendones respectivos, con los leones ingleses y
las flores de lis francesas

El ejército francés avanzó a última hora de la tarde, desplegando su sagrado pendón de


batalla, la oriflama, indicando que no se harían prisioneros.9697 A medida que avanzaba,
una repentina tormenta estalló sobre el lugar, por lo que los arqueros ingleses
desmontaron las cuerdas de los arcos para evitar que se aflojaran; los ballesteros
genoveses no necesitaban tomar estas precauciones, ya que las cuerdas de las ballestas
estaban hechas de cuero.98 Los ballesteros se enfrentaron a los arqueros ingleses en un
duelo de tiro con arco,99 pero resultaron claramente derrotados por estos,100
cuya cadencia de tiro era más de tres veces superior a la suya.101102 Los ballesteros
además combatieron sin sus paveses protectores, que todavía estaban con el equipaje
francés, al igual que la munición de reserva.103 El lodo también les estorbó la recarga de
las ballestas, pues necesitaban presionar los estribos contra el suelo embarrado, lo que
redujo su cadencia de tiro.98 Los italianos fueron rápidamente vencidos y huyeron104
porque eran conscientes de su vulnerabilidad sin los paveses, por lo que quizá solo
hicieron un esfuerzo simbólico por parecer que combatían.105 Los historiadores
modernos no se ponen de acuerdo en la cantidad de bajas que sufrieron, pero debieron
ser muy pocas porque algunas fuentes contemporáneas aventuran que quizá ni siquiera
llegaron a disparar y el estudio especializado más reciente concluye que dispararon
precipitadamente quizá dos veces, tras lo cual se retiraron sin llegar verdaderamente a
disputar con los arqueros ingleses.105
Los caballeros y nobles que les seguían en la división de Alenzón, obstaculizados por
los ballesteros mercenarios derrotados, los atacaron mientras se retiraban. Según la
mayoría de los relatos contemporáneos, los ballesteros fueron considerados cobardes en
el mejor de los casos y probablemente traidores,106 por lo que muchos de ellos fueron
asesinados por los franceses.107 El choque de los genoveses en retirada con la caballería
francesa que avanzaba desbarató la batalla francesa, al tiempo que los arqueros ingleses
continuaban disparando contra la masa de tropas enemigas. A la confusión se sumaron
los disparos de las bombardas inglesas, aunque las crónicas contemporáneas difieren en
cuanto a si infligieron bajas significativas.10247
Cargas de caballería[editar]
La batalla de Alenzón lanzó enseguida una carga de caballería, que se hizo de manera
desordenada por su naturaleza improvisada, por tener que abrirse paso a través de los
italianos que huían, por el suelo fangoso, por tener que cargar cuesta arriba y por las
zanjas cavadas por los ingleses.108 Las nutridas y efectivas descargas de los arqueros
ingleses debilitaron la arremetida y causaron muchas bajas.109 Es probable que los
arqueros no disparasen hasta que tuvieran una posibilidad razonable de penetrar las
armaduras francesas, es decir, cuando los jinetes enemigos se encontrasen a
aproximadamente ochenta metros o menos.110 Los caballeros franceses tenían cierta
protección merced a sus armaduras, pero sus monturas estaban completamente
desguarnecidas y cayeron muertas o heridas en grandes cantidades,111 tirando o
atrapando a sus jinetes y haciendo que las siguientes filas se desviaran para evitarlos,
generando un desorden aún mayor.112 Los caballos heridos huyeron por la ladera presas
del pánico.113 Cuando la carga francesa alcanzó la apretada formación de hombres de
armas y lanceros ingleses había perdido gran parte de su ímpetu.114
La batalla de Crécy en una miniatura hecha ochenta años después del choque. La caballería francesa, a la
derecha, carga contra las filas inglesas. El pendón francés yace por tierra

Un contemporáneo describió el combate cuerpo a cuerpo que se desató como


«mortífero, sin piedad, cruel y muy horrible».115 Los hombres de armas que perdieron el
equilibrio, o que fueron arrojados por caballos heridos, fueron pisoteados, aplastados
por la caída de sus monturas y otros cuerpos y asfixiados en el barro. Alenzón estuvo
entre los muertos116 y su ataque fue repelido. La infantería inglesa avanzó para rematar a
los franceses heridos, saquear los cadáveres y recuperar flechas.117118 Algunas fuentes
dicen que Eduardo había dado órdenes de que, contrariamente a la costumbre,119 no se
tomaran prisioneros; superado en número como estaba, no quería perder soldados por
escoltar y vigilar a los cautivos. En cualquier caso, no hay constancia de que se hicieran
prisioneros hasta el día siguiente, después de la batalla.97120
Las nuevas formaciones de la caballería francesa se dispusieron al pie de la colina y
repitieron la carga de Alenzón, pero sufrieron los mismos problemas que aquella, con la
desventaja adicional de que el terreno sobre el que avanzaban estaba lleno de caballos y
hombres muertos y heridos.109121 Ayton y Preston describen «largos montículos de
caballos de batalla y hombres caídos... que suponían significativas dificultades añadidas
que tenían que afrontar las nuevas formaciones... mientras trataban de acercarse a la
posición inglesa».112 A pesar de todo, volvieron a cargar, aunque de manera tan
desordenada que nuevamente no pudieron penetrar en la formación inglesa y se produjo
una prolongada melé en la que se dice que el propio príncipe de Gales llegó a caer de
rodillas. Un historiador moderno ha descrito los combates como «una horrible
carnicería».122 Eduardo envió un destacamento de su batalla de reserva para asegurar la
victoria;123 los franceses fueron rechazados por segunda vez, pero volvieron al ataque.
Las filas inglesas habían quedado diezmadas por los repetidos asaltos enemigos, pero
los hombres de la retaguardia avanzaron para llenar los huecos.115124
No hay consenso sobre el número de veces que cargaron los franceses, pero se sabe que
continuaron hasta altas horas de la noche,80 cuando la oscuridad desordenó todavía más
sus ataques.122 Todos tuvieron el mismo resultado: feroces combates seguidos de la
retirada. En una de las acometidas, el conde de Blois ordenó desmontar a sus hombres y
les hizo avanzar a pie; el cadáver del conde fue encontrado luego en el campo de
batalla.125 La nobleza francesa se negó obstinadamente a ceder; no hubo falta de coraje
en ninguno de los bandos.122 Famoso es el lance del rey ciego Juan de Bohemia, que ató
la brida de su caballo a las de sus ayudantes y juntos cargaron contra el enemigo en el
crepúsculo, pero todos fueron descabalgados y muertos.124126 Hay relatos sobre
divisiones inglesas enteras que avanzaron para acabar con los supervivientes de las
desordenadas cargas francesas y luego se retiraron en perfecto orden a sus posiciones
originales.127
El propio rey Felipe se vio envuelto en los combates: le mataron dos caballos que
montaba y le clavaron una flecha en la mandíbula.100 El portador de la oriflama era un
objetivo prioritario para los arqueros ingleses; fue visto caer, pero sobrevivió tras dejar
el estandarte sagrado en manos del enemigo.128 Finalmente, Felipe abandonó el campo
de batalla, aunque no está claro por qué. Era casi medianoche y la batalla estaba
acabando; la mayoría del ejército francés iba abandonando el campo de batalla en
desorden.129130 Los ingleses pernoctaron donde habían luchado. A la mañana siguiente
seguían llegando al campo de batalla considerables fuerzas francesas, que fueron
atacadas por los hombres de armas ingleses, ahora a caballo, y perseguidos largo
trecho.131132 Las bajas francesas fueron miles,133 incluido el duque de Lorena;134 los
ingleses sacaron a algunos pocos franceses heridos o aturdidos de entre las masas de
cadáveres y los hicieron prisioneros.135136

Bajas[editar]

Eduardo III contando los muertos en el campo de batalla de Crécy


Las bajas en la batalla fueron claramente desiguales. Todas las fuentes contemporáneas
coinciden en que las bajas inglesas fueron muy escasas.75137 Se llegó a decir que las
muertes inglesas se limitaban a tres o cuatro hombres de armas y algunas más entre el
resto de la infantería: un total de cuarenta bajas, según un recuento posterior a la
batalla.138139 Algunos historiadores modernos han afirmado que esta cifra es demasiado
reducida y que las bajas inglesas debieron de haber sido unas trescientas.140139 Hasta la
fecha, solo se han identificado dos ingleses muertos en la batalla;141 otros dos caballeros
ingleses fueron hechos prisioneros, aunque no está claro en qué momento lo fueron.140
Del mismo modo, todas las fuentes de la época consideran que las bajas francesas
fueron muy altas. Según un recuento realizado por los heraldos ingleses después de la
batalla, se encontraron los cuerpos de 1542 hombres de armas de la nobleza francesa,
más probablemente varios cientos de la persecución posterior.142137 Los ingleses
recuperaron más de dos mil doscientos escudos heráldicos del campo de batalla como
botín de guerra.142 Sumption tilda las bajas francesas totales de «catastróficas»,137 y
Ayton se refiere a las «bajas extraordinariamente grandes sufridas por los franceses» y a
«bajas sobrecogedoras».143 El cronista Geoffrey le Baker calculó, de forma verosímil
según los historiadores modernos, que cuatro mil caballeros franceses resultaron
muertos en la batalla.144145 Entre los caídos conocidos se encontraban dos reyes, nueve
príncipes, diez condes, un duque, un arzobispo y un obispo.146 Según Ayton, las
enormes bajas de los franceses también pueden atribuirse a los ideales de la caballería
medieval, según los cuales los nobles debieron de preferir morir en la batalla a huir
deshonrosamente del campo, especialmente a la vista de los demás caballeros.147
No existen cifras fiables de las bajas de la infantería francesa, aunque también se
considera que también fueron grandes. Jean Le Bel las calculó entre quince y dieciséis
mil.75 Jean Froissart escribió que el ejército francés perdió un total de treinta mil
hombres, entre muertos y capturados.148 El historiador moderno Alfred Burne aventura
que hubo diez mil bajas en la infantería —si bien admite que esta cifra es «una pura
suposición»—149 y un total de doce mil muertos franceses.145

Repercusiones[editar]

El campo de batalla 672 años después del enfrentamiento, en 2018

Clifford Rogers describe el resultado de la batalla como «una victoria total para los
ingleses»,150 y Ayton como algo «sin precedentes» y «una humillación militar
devastadora».151 Sumption lo considera «una catástrofe política para la Corona
francesa».101 Se informó de la batalla al Parlamento de Inglaterra el 13 de septiembre en
términos entusiastas, como un signo del favor divino y la justificación del enorme costo
de la guerra hasta la fecha.152 Un cronista contemporáneo opinó: «los franceses fueron
destruidos por la precipitación y la desorganización».153 Rogers escribe que, entre otros
factores, los ingleses «se beneficiaron de una organización, cohesión y liderazgo
superiores» y de «la indisciplina de los franceses».150 Según Ayton, «la reputación
internacional de Inglaterra como potencia militar se fraguó en una dura lucha
nocturna».154
Eduardo puso fin a la campaña en Francia sitiando Calais, que cayó después de once
meses, en parte gracias a que la batalla de Crécy había anulado la capacidad del ejército
francés para socorrer la ciudad.155 La conquista dio a los ingleses un puerto comercial en
el norte de Francia, que conservaron durante doscientos años.156 La batalla dejó clara la
efectividad del arco largo como arma dominante en los campos de batalla de Europa
occidental.80 Muchos arqueros ingleses y galeses sirvieron como mercenarios en Italia y
algunos lo hicieron en lugares tan alejados de sus tierras de origen como Hungría.157 El
historiador moderno Joseph Dahmus incluye la batalla de Crécy en sus Seven Decisive
Battles of the Middle Ages (Siete batallas decisivas de la Edad Media).158

Referencias[editar]
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Enlaces externos[editar]
 British battles - The Battle of Creçy August 1346
King Edward III (en inglés)

 Proyectos Wikimedia

  Datos: Q27759

  Multimedia: Battle of Crécy

 Identificadores

 BNE: XX5366721

 BNF: 119932589 (data)

 LCCN: sh85033854

 NKC: ph312534

 Diccionarios y enciclopedias

 Britannica: url
Categorías: 
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