CONTRIBUCIONES PERDURABLES DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO
CLÁSICO Y PENSAMIENTO SOCIALISTA. UN ANÁLISIS CON DATOS
ACTUALES DE LA ECONOMÍA ECUATORIANA Jhosselyn Marina Dávila Romero jmdavila3@utpl.edu.ec Universidad Técnica Particular de loja. Gestión Ambiental UTPL
La teoría económica clásica o economía clásica se refiere a una escuela de pensamiento
económico cuyos principales exponentes son Adam Smith, Jean-Baptiste Say y David Ricardo. Es considerada por muchos como la primera escuela económica moderna. Incluye también a autores como Karl Marx, Thomas Malthus, William Petty y Frédéric Bastiat, algunos incluyen, entre otros, a Johann Heinrich von Thünen.
Los economistas clásicos intentaron explicar el crecimiento y el desarrollo económico,
contribuyeron con el mejor análisis del mundo económico hasta su época. Colocaron los cimientos de la economía moderna como una ciencia social y varias de las “leyes” clásicas ahora se enseñan como “principios” de la economía en los libros de texto de economía. Los principios que se convirtieron en contribuciones perdurables incluyen, pero no se limitan, a los siguientes: 1) la ley de los rendimientos decrecientes, 2) la ley de la ventaja comparativa, 3) la noción de la soberanía del consumidor, 4) la importancia de la acumulación de capital para el crecimiento económico y 5) el mercado como un mecanismo para conciliar los intereses de los individuos con los de la sociedad. Esto no pretende sugerir que la economía clásica no carecía de puntos débiles y errores.
A diferencia de la economía clásica, los principios socialistas han mostrado formidables
problemas para su implementación. En la actualidad muchos de los principios del socialismo no han resistido la prueba del tiempo. Por ejemplo, en la evaluación de Marx descubrirá que su principal la sociedad conforme a lineamientos socialistas, tampoco ha producido el nuevo florecimiento de la libertad, la creciente actividad colectiva para el bien común, mejores normas de moralidad y justicia, mayor seguridad para el individuo y el subsiguiente renacimiento cultural. Sin embargo, cabe destacar que esos pensadores desarrollaron las bases del pensamiento económico socialista contemporáneo, que hace constancia en la propiedad del Estado de los medios de producción, junto con la planificación y coordinación nacionales, además varias de las recomendaciones de políticas hechas por los socialistas se han institucionalizado en la actualidad dentro de naciones capitalistas. Muchos de los programas sociales actuales, por ejemplo, las leyes de seguridad social, compensación de los trabajadores y por desempleo, salario mínimo y pago de tiempo extra, y las leyes de la salud y seguridad ocupacionales fueron defendidas en alguna forma por los socialistas, mientras que la mayoría de quienes apoyaban la economía clásica se oponían con vehemencia a estas reformas.
En el Ecuador, el pensamiento socialista ecuatoriano no ha realizado sus actos liberadores
de aquellos que se auto consagraron como los gestores del pensamiento distinto en el país, y con la puesta en marcha del Plan Nacional para el Buen Vivir, en el cambio de la estructura se han conseguido limitados avances en el grado de diversificación económica, como se desprende de la comparación del período 2000-2006 con el 2007-2011.
En el Ecuador actual, el cambio y transformación del modelo de Estado dio un vuelco al
conjunto de la sociedad al priorizar las obras y los objetivos que durante casi tres décadas permanecieron relegados, tales como la construcción de la infraestructura para la integración provincial y el desarrollo productivo, la reforma educativa, de la salud y otros aspectos de una política social renovadora.
BIBLIOGRAFÌA
Básica Brue, S. y Grant, R. (2015). Historia del pensamiento económico. Octava edición. México: Editorial Cengage Learning.
Maldonado, D. (2016). Guía didáctica Historia del pensamiento económico. Loja-