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FACULTAD DE INGENIERIA

ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA CIVIL

INFORME
ECONOMIA DEL DESARROLLO

CURSO: ECONOMÍA

DOCENTE: EDQUEN ALTAMIRANO EDWIN

ALUMNOS:
CARUAJULCA LOZANO LIZBETH
CASTRO YRIGOIN ELIANA
DELGADO AYALA KATIA LORENA
HUANANGUE GUERRERO DAGNY MICHEL
LOZANO RODRIGUEZ EDWIN
ROMAN ERRERA ERIKA
PACHAMORO ARAUJO MEDILA LICETH

NUEVA CAJAMARCA
JUNIO - 2018
I. INTRODUCCIÓN

En este trabajo se presenta un concepto de Desarrollo particular, el expuesto por


Amartya Sen, y distintas consideraciones acerca del mismo realizadas por el propio
autor, para reflexionar acerca del rol de la educación en el proceso de Desarrollo. A
modo de ejemplo se citan brevemente características distintivas de los países
Latinoamericanos a fin de derivar, bajo el marco conceptual elegido, algunas
consideraciones de política específicas de Desarrollo.

En este trabajo se sintetiza también los aspectos fundamentales de las cuatro grandes
teorías del desarrollo: modernización, dependencia, sistemas mundiales y
globalización. Éstas son las principales explicaciones teóricas que permiten interpretar
esfuerzos para el desarrollo realizados por países y grupos sociales, especialmente por
aquellas naciones que presentan mayores niveles de pobreza.
Estas perspectivas teóricas nos permiten no sólo aclarar conceptos y ponerlos en
perspectiva, sino también identificar recomendaciones relacionadas con políticas
sociales.
Para fines de este trabajo el término desarrollo se entiende como una condición social
dentro de un país, en la cual las necesidades auténticas de su población se satisfacen
con el uso racional y sostenible de recursos y sistemas naturales. La utilización de los
recursos estaría basada en una tecnología que respeta los aspectos culturales y los
derechos humanos. Esta definición general de desarrollo incluye la especificación de
que los grupos sociales tienen acceso a organizaciones y a servicios básicos como
educación, vivienda, salud, nutrición, y sobre todo, que sus culturas y tradiciones sean
respetadas dentro del marco social de un estado-nación en particular.
En términos económicos, la definición mencionada anteriormente indica que para la
población de un país hay oportunidades de empleo, satisfacción de por lo menos las
necesidades básicas, y una tasa positiva de distribución y de redistribución de la riqueza
nacional. En el sentido político, esta definición enfatiza que los sistemas de gobierno
tienen legitimidad legal, sino también en términos de proporcionar beneficios sociales
para la mayoría de la población.
OBJETIVOS

OBJETIVO PRINCIPAL

Investigar, analizar y determinar la importancia que tiene para los países, los
diferentes temas que presenta la economía del desarrollo.

OBJETIVOS ESPEIFICOS

Determinar cuáles son las perspectivas de AMARTYA SEN


Analizar las diferencias que presentan cada una de las teorías de La Economía
el Desarrollo.
Evaluar las características que intervienen en la economía del desarrollo.
Conocer a detalle en que consiste el índice de desarrollo humano 2016, dentro
de ello, conocer sus perspectivas y sus dimensiones.
Determinar, a través las investigaciones, que estudia la economía del desarrollo
y en que se basa para calificar a un país como desarrollado.
II. ECONOMIA DEL DESARROLLO
La literatura económica presenta variadas definiciones del concepto de
desarrollo que abarcan una amplia gama de dimensiones, tanto políticas,
sociales, biológicas, como económicas. En términos generales coinciden en que
éste concepto hace referencia a factores y cambios cualitativos en la vida del
hombre y de la sociedad en la que habita, aunque algunos autores se detienen
en el aspecto meramente material (cuantitativo) del cambio.

La economía del desarrollo es una rama de la economía que se ocupa de los


aspectos económicos de los procesos de desarrollos en países de bajos
ingresos.

Puede definirse la economía del desarrollo como la utilización del análisis


económico para comprender los problemas de los países pobres, así como para
suministrar elementos de actuación a la política económica en estas áreas. No
contamos con una teoría bien sistematizada y, mucho menos, formalizada.
Estamos ante un conjunto de análisis, parciales en gran medida, destinados a
explicar el porqué del bajo nivel de vida de estos países, sus posibilidades y, casi
siempre, orientaciones para la política económica. Los análisis iniciales
priorizaban temas como: la agricultura, la industrialización, el desempleo, el
papel del Estado y la planificación, o el desarrollo por el comercio. En las últimas
décadas, los progresos de la teoría del crecimiento han desplazado gran parte
de las reflexiones de la teoría del desarrollo hacia temas comunes con la teoría
del crecimiento, produciéndose así una gran convergencia teórica. En este
artículo se revisan algunos de los estudios más fructíferos de la teoría del
desarrollo, por los análisis posteriores que han posibilitado. No se entra en la
teoría del crecimiento, por ser objeto de otro artículo en este mismo número de
Información Comercial Española.
III. PERSPECTIVAS DE DESARROLLO HUMANO (Amartya Sen)

AMARTYA SEN

Amartya Kumar Sen nació en Santiniketan, India, en 1933 de familia hindú,


aunque sus padres y antepasados provienen de Dhaka, ahora Bangladesh, de
padre Ashutosh Sen y madre, Amita Sen. Su padre era profesor de química en
la universidad de Dhaka y, posteriormente, le nombraron Presidente de la West
Bengal Public Service Commission, la organización de administración pública de
la región.

Se formó en la Universidad de Calcuta y en el Trinity College de Cambridge,


donde realizo su tesis doctoral (1959), bajo la dirección de Joan Robinson, sobre
las bases de las decisiones de planificación de la inversión, tratado bajo la
perspectiva de la economía del bienestar (Sen, 1998).
En sus trabajos de 1970 Sen comenzará a extraer conclusiones en contra del
modo habitual de concebir el comportamiento humano por parte de la ciencia
económica—la hipótesis del Homo económicas— y a hacer propuestas para
enriquecer esa concepción, que se convertirá en el punto de arranque de su
concepción filosófica.

De 1971 a 1977 es profesor en la London School of Economics, donde realiza


trabajos específicos sobre la teoría de la elección social e inicia sus estudios
sobre la pobreza.

En 1980, como profesor en Oxford de Economía Política, presenta su propuesta


de evaluar el bienestar individual y colectivo por medio de un criterio de
capacidades. Su preocupación se centró en dar un perfil satisfactorio a su idea
de que un criterio de evaluación de la justicia de las instituciones sociales debe
estar centrado en la libertad real que las personas tienen (dentro de la estructura
social que aquellas definen) para elegir su modo de vida.

Con Amartya Sen (Pedrajas, 2006) se va a considerar la teoría del desarrollo


como una disciplina surgida en la segunda mitad del siglo xx, que en su
perspectiva económica recoge el espíritu de los clásicos, así como distintos
instrumentos de análisis y de estudio de la ciencia económica en toda su
extensión, pero que se ha configurado como una disciplina nueva, con nuevos
objetivos y nuevos métodos.

Amartya Sen, recopilando la clasificación de Hirschman, agrupa las teorías del


desarrollo en dos grandes grupos (Pedrajas, 2006):

• Las teorías duras del desarrollo que consideran el desarrollo como un proceso
estrictamente económico que requieren un gran sacrificio de la generación
actual, que de acuerdo con Churchill exigen: “Sangre, sudor y lagrimas”. En
esta modalidad se incluyen la teoría de la acumulación, teoría de la
modernización, teoría de la dependencia entre otras. Estas teorías presentan
aspectos positivos que se incorporaran al enfoque de desarrollo humano.

• Las teorías amables del desarrollo que consideran el desarrollo como un


proceso amigable, destacando la cooperación entre los individuos y para consigo
mismos. En esta modalidad se incluirían las reflexiones sobre el desarrollo
sostenible, las teorías del capital humano y capital social, el enfoque de la
satisfacción de las necesidades humanas y, finalmente, el desarrollo humano.

APORTE DE AMARTYA SEN


Para ubicar cual es la perspectiva de desarrollo humano con la que Amartya Sen
contribuye al Informe de Desarrollo Humano, es importante revisar cuáles son
sus concepciones filosóficas y económicas. A continuación se sintetizan los
principales intereses de su filosofía moral y política de acuerdo con la
introducción del libro Bienestar, justicia y mercado (Sen, 1998).

Sen reprueba la presunción de los economistas tradiciones de que el mecanismo


de mercado es todo lo que se necesita para alcanzar el bien común. Por razones
distributivas, la sociedad requiere de más estructura que la que daría la sola
existencia del mercado, introduciendo un problema para juzgar los estados
sociales, como hacer juicios sobre el bien común.

La respuesta que Sen da a esta pregunta es una de sus aportaciones más


originales a la filosofía política.

En la economía del bienestar, la justicia es el resultado de elegir aquella


institución o política que maximice el bienestar social.

En la economía del bienestar utilitarista, las instituciones o políticas sociales han


de ser juzgadas por la bondad de los estados sociales que produzcan, es decir,
por sus consecuencias; adicionalmente, la bondad de estos estados sociales
será juzgada solamente en función de la utilidad que los diferentes individuos
obtendrían en tales estados. De tal modo que, finalmente, el criterio utilitarista
determinaría como más justo aquel estado social que mayor utilidad global
produzca.

Para Sen, el hecho de haber subsumido la idea de justicia en la idea de


maximización ha configurado un sentido de justicia muy limitado.

Sostiene que para juzgar la justicia de una institución se deben tener en cuenta
sus consecuencias, por la bondad de los estados sociales que produce, y las
ideas de libertad y de igualdad, esta última más relacionada con el problema de
la distribución. Así comenzó a sostener que lo que hace imposible una
consideración adecuada del problema distributivo reside en la conceptualización
del bienestar como utilidad.
Usualmente, la utilidad se presenta como un concepto único en el que se mezcla
el valor que tienen algunos estados mentales por sí mismos y la media de valor
que tienen otros objetos valiosos.

Sen va a considerar inadecuado reducir todo el valor del bienestar al valor de los
estados mentales de placer, felicidad o satisfacción.

Un elemento subjetivo que no puede hacerse cargo del concepto de bienestar.


Su opinión es que los bienes son valiosos como medios para otros fines, donde
lo importante no es lo que se posea, sino el tipo de vida que se lleve.

La simple posesión de bienes no puede ser el indicador de bienestar, porque los


bienes son solo los medios del bienestar. El concepto central de la concepción
de Sen sobre los juicios sociales se introduce al determinar que las realizaciones
representan las distintas partes del modo de estar de una persona y sus
capacidades reflejan las posibles combinaciones de realizaciones sobre las que
tenía oportunidad de elegir y entre las que ha elegido uno.
Y, ciertamente, el conjunto de capacidades de una persona refleja la libertad que
ha tenido para elegir un modo de vida. Para evaluar el bienestar, la información
que se requiere, entonces, es el conjunto de realizaciones entre las que se ha
elegido, es decir, el conjunto de sus capacidades de elección. Y el criterio de
justicia ha de ser la igualdad de capacidades, puesto que solo estas representan
la libertad real de elegir los modos de vida.

Mientras la economía profesional ha evaluado en términos de bienestar el


mecanismo del mercado, Sen lo evalúa en términos de libertad, como una
cuestión de derechos individuales, distinguiendo dos aspectos de la libertad en
los ámbitos en los que las instituciones tienen que probar la bondad de sus
efectos:

1) la generación de oportunidades para que las personas consigan sus


objetivos valiosos; y
2) los aspectos de la libertad que las personas valoran cuando defienden su
propio actuar como agentes que tienen en sus manos los mecanismos de
decisión y los ejercen sin interferencia de otras personas.

Se conforman así tres ámbitos analíticamente separables de evaluación de las


consecuencias de las instituciones sobre la libertad de las personas:

a) La libertad referida a la oportunidad que tienen las personas para


conseguir las cosas que valoran.
b) La libertad referida al papel que tienen las personas en los proceso de
toma de decisión.
c) La libertad referida a la inmunidad que tienen las personas frente a las
posibles interferencias de otras.
Amartya Sen aporta su concepción sobre el desarrollo como un proceso de
expansión de las libertades reales de las que disfruta el individuo. Este contraste
lleva a focalizar la atención en los fines del desarrollo y no solo en los medios
para alcanzarlo (Sen, 2000).

Para el logro del desarrollo se deben eliminar las fuentes de privación de la


libertad: la pobreza y la tiranía, la escasez de oportunidades económicas y las
privaciones sociales sistemáticas, el abandono en la prestación de los servicios
públicos y la intolerancia o el exceso de intervención de los Estados represivos.

Existen dos razones por las cuales la libertad es fundamental para el proceso de
desarrollo:

1. La razón de la evaluación. La forma de evaluar el progreso de los individuos


está en función del aumento o no de las libertades de los individuos. El éxito de
una sociedad debe evaluarse en función de las libertades fundamentales de que
disfrutan sus miembros. Esta postura se diferencia de los enfoques normativos
tradicionales, que centran la atención en variables como la utilidad, los
procedimientos para alcanzar la libertad o la renta real.

2. La razón de la eficiencia. El desarrollo depende de la libre agencia de los


individuos.

El aumento de la libertad mejora la capacidad de los individuos para ayudarse a


sí mismos y a influir en el mundo.

Esta segunda razón se justifica en las conexiones entre los diferentes tipos de
libertades que se apoyan mutuamente y permite mostrar la importancia de
concebir el desarrollo como un proceso de expansión de libertades
fundamentales relacionadas entre si.

En este proceso juegan un papel importante varias y diferentes instituciones,


como son los mercados y las organizaciones relacionadas con ellos, los
gobiernos y las autoridades locales, los partidos políticos y otras instituciones
ciudadanas, los sistemas de educación y las oportunidades de dialogo y debate
públicos, incluidos los medios de comunicación. En este enfoque tienen un papel
importante los valores sociales y las costumbres vigentes que influyen en las
libertades de los individuos y los motivos para valorarlas (Sen, 2000).

En su trabajo, Sen investiga cinco tipos distintos de libertad, vistos desde la


perspectiva instrumental:
1) las libertades políticas;
2) los servicios económicos;
3) las oportunidades sociales;
4) las garantías de transparencia; y
5) la seguridad protectora (Sen, 2000).
Las libertades políticas, incluidos los derechos humanos, se refieren a las
oportunidades que tienen los individuos para decidir quién y con qué principios
los deben gobernar. Se incluyen, además, los derechos políticos que abarcan la
posibilidad de dialogar, disentir y criticar en el terreno político, el derecho al voto
y a la participación en la selección del poder legislativo y ejecutivo. Los servicios
económicos se refieren a la oportunidad que tienen los individuos de utilizar
recursos económicos para el consumo, la producción o la realización de
intercambios. En esta libertad es relevante la forma en que se distribuyen las
rentas adicionales (Sen, 2000).

Las oportunidades sociales se refieren a los sistemas de educación, salud, entre


otros, que tiene la sociedad y que influyen en la libertad fundamental del individuo
para vivir mejor.

Estos servicios son importantes tanto para la vida privada de los individuos para
tener una vida sana y larga, como para participar más eficazmente en las
actividades económicas y políticas (Sen, 2000).
Las garantías de transparencia se refieren a la necesidad de franqueza y
confianza que pueden esperar los individuos en las interrelaciones sociales, la
libertad para interrelacionarse con la garantía de divulgación de información y
claridad. Estas garantías desempeñan un claro papel instrumental en la
prevención de la corrupción.

La seguridad protectora proporciona una red de protección social a la población


vulnerable y con grandes privaciones, abarcando mecanismos instituciones fijos
como las prestaciones por desempleo, ayudas económicas para indigentes, así
como ayudas para aliviar hambrunas, empleo público de emergencia para
proporcionar ingresos a los pobres.
Para Sen (2000), estas libertades instrumentales mejoran la capacidad de los
individuos, pero también se complementan y pueden reforzarse entre sí. Estas
libertades deben ir acompañadas de la creación y el apoyo de multitud de
instituciones, entre las cuales se encuentran los sistemas democráticos, los
Mecanismos jurídicos, las estructuras de mercado, los sistemas de educación y
sanidad, los medios de comunicación, entre otros.
En el eje de su referencia a las libertades concluye:
Los fines y los medios del desarrollo obligan a colocar la perspectiva de la libertad en el centro
del escenario. En este enfoque, los individuos han de verse como seres que participan
activamente —si se les da la oportunidad— en la configuración de su propio destino, no como
meros receptores pasivos de los frutos de ingeniosos programas de desarrollo. El Estado y la
sociedad tienen un gran papel que desempeñar en reforzamiento y en la salvaguardia de las
capacidades humanas. Su papel es ayudar, no proporcionar algo ya acabado. El enfoque de los
fines y los medios del desarrollo basado en la libertad reclama nuestra atención (Sen, 2000, p.
75).
La teoría que interpreta la economía y el proceso de desarrollo basado en la
libertad es una teoría que se apoya en gran medida en el concepto de agente,
referido a la capacidad de los individuos de configurar su propio destino y
ayudarse mutuamente, al contar con suficientes oportunidades sociales y no
concebirse como receptores pasivos de prestaciones de programas de
desarrollo. Es la persona que actúa y provoca cambios, y sus logros pueden
juzgarse en función de sus propios valores y objetivos, independientemente de
que se evalúen en función de algunos criterios externos.

El papel del agente se ve referido a la participación en actividades económicas,


sociales y políticas.

El desarrollo, para Sen, debe ocuparse de mejorar la vida que llevan los
individuos y las libertades de que disfrutan. La expansión de las libertades que
valoran enriquece su vida y la libera de restricciones, permitiendo que sean
personas más plenas, que ejercen su propia voluntad, influyendo en el mundo
en el que viven.

La concepción de libertad que adopta Sen“entraña los procesos que hacen


posible la libertad de acción y de decisión como las oportunidades reales que
tienen los individuos, dadas las circunstancias personales y sociales” (Sen,
2000, p. 33). Este enfoque desde las oportunidades concede especial atención
a la expansión de las capacidades de los individuos para llevar el tipo de vida
que valoran. Estas capacidades pueden aumentarse por medio de medidas
públicas, pero, a la vez, al uso eficaz de las capacidades de participación de los
individuos en el destino de estas medidas.

Como se observa, son tres los conceptos fundamentales en la perspectiva de


desarrollo humano de Sen: libertades, capacidades y agencia, que se relacionan
mutuamente. “La libertad de bienestar es una libertad de un tipo particular. Se
centra en la capacidad de una persona para disponer de varios vectores de
realización y gozar de las correspondientes consecuciones de bienestar” (Sen,
1998, p. 85).

Concepto que, a su vez, se diferencia de la libertad de ser agente de una


persona: “se refiere a lo que la persona es libre de hacer y conseguir en la
búsqueda de cualesquiera metas o valores que considere importantes” (Sen,
1998, p. 85).

“Dentro de la propia idea de libertad tiende a darse una pluralidad interna”


(Sen, 1998, p. 92).

Se consideran dos elementos distintos en la idea de libertad: poder y control, los


cuales deben verse en la evaluación de la libertad.
La libertad de una persona puede ser valorada en términos del poder para conseguir los
resultados elegidos: ya sea que la persona sea libre para conseguir un resultado u otro;
ya sea que sus elecciones sean respetadas y las cosas correspondientes sucedan. Este
elemento de la libertad que llamaré poder efectivo —realmente no se refiere a los
mecanismos y procedimientos de control.
[…] es posible evaluar la libertad de una persona en términos de que sea ella misma la
que ejerza el control sobre los procesos de elección… a este elemento de libertad se le
puede llamar control procedimental —o simplemente control (Sen, 1998, p. 93).

Con base en la distinción de los elementos de la libertad, Sen argumenta que


centrarse en el control tiende a producir una conceptualización limitada de las
libertades y de la libertad.

En el enfoque de las capacidades, Pedrajas (2006) hace notar que Amartya Sen
se va a apoyar en el trabajo de Martha Nussbaum, introduciendo este concepto
en 1979 en Equality, para expresar la relación de los bienes con las personas y
de las personas con los bienes como fundamento de la justicia. A partir de las
aportaciones de Nussbaum, relaciona la palabra griega dynamis, utilizada por
Aristoteles, que se puede traducir como “aquello que una persona puede ser
capaz de ser y hacer” (Nussbaum y Sen, 1998, p. 349), donde se hace
referencia a la capacidad.

[...] se eligió esta expresión para representar las combinaciones alternativas que
una persona puede hacer o ser: los distintos funcionamientos que puede lograr.
[…] Cuando se aplica el enfoque sobre la capacidad a la ventaja de una persona,
lo que interesa es evaluarla en términos de su habilidad real para lograr
funcionamientos valiosos como parte de la vida (Nussbaum y Sen, 1998, p. 54).

En la revisión de la noción más primitiva al enfoque de capacidades, Sen se


refiere a los “funcionamientos” que representan partes del estado de una
persona: en particular, las cosas que logran hacer o ser al vivir. La capacidad
de una persona refleja combinaciones alternativas de los funcionamientos que
esta puede lograr, entre las cuales puede elegir una colección.

El enfoque se basa en una visión de la vida en tanto combinación de varios “


quehaceres y seres”, en los que la calidad de vida debe evaluarse en términos
de la capacidad para lograr funcionamientos valiosos (Sen, 1998).

En la relación de la libertad y capacidad, Nussbaum y Sen especifican que la


libertad de llevar diferentes tipos de vida se refleja en el conjunto de capacidades
de la persona.
La capacidad de una persona depende de varios factores, que incluyen las características
personales y los arreglos sociales. Por supuesto, una explicación total de la libertad de un
individuo debe ir más allá de las capacidades de la vida personal y prestar atención a los otros
objetivos de la persona (por ejemplo, metas sociales que no están directamente relacionadas
con su propia vida), pero las capacidades humanas constituyen una parte importante de la
libertad individual (Sen, 1998, p. 58).

Para concluir, el Informe de Desarrollo Humano se ubica, inicialmente, en una


perspectiva del desarrollo humano que considera el análisis de este como un
problema de cifras referidas especialmente a indicadores de carácter económico
que dan a los administradores una visión de lo que consideran bienestar de las
poblaciones; pero se amplía a una segunda perspectiva, que analiza las políticas
socio económicas y las formas de existencia de las personas y sus grupos
humanos en la satisfacción de las necesidades humanas.

Sin embargo, el aporte de Amartya Sen a la perspectiva de desarrollo humano


conlleva un sentido más amplio del que hacer de los gobiernos y otras
instituciones en su responsabilidad en el ofrecimiento de oportunidades y la
garantía de libertades para que las personas desarrollen sus capacidades.

Este enfoque define el desarrollo humano como el proceso de ampliación de las


opciones de las personas y mejora de las capacidades humanas, es decir, la
diversidad de cosas que las personas pueden hacer o ser en la vida, y las
libertades, para que las personas puedan vivir una vida larga y saludable; tener
acceso a la educación y a un nivel de vida digno, participar en la vida de su
comunidad y en las decisiones que los afecten.
La libertad del hombre es el principal objetivo del desarrollo y, a la vez, su medio
primordial.

El objetivo del desarrollo se relaciona con la valoración de las libertades reales


de las que gozan los individuos. En este enfoque, la libertad instrumental
comprende varios componentes que se relacionan entre si: los servicios
económicos, las libertades políticas, las oportunidades sociales, las garantías de
transparencia y la seguridad protectora. Estas libertades interconectadas deben
contar con el apoyo de multitud de instituciones como los sistemas
democráticos, los mecanismos jurídicos, las estructuras de mercado, los
sistemas de educación y de sanidad, medios de comunicación y otros servicios
de comunicación, entre otros.

En el enfoque donde los fines y medios del desarrollo están centrados en la


libertad, los individuos deben verse como seres que participan activamente en la
configuración de su propio destino, contando con oportunidades que el Estado y
la sociedad protegen.

El concepto de desarrollo de Sen


En este contexto, Amartya Sen (Sen: 1999) expresó que para hablar del
desarrollo de una sociedad hay que analizar la vida de quienes la integran, que
no puede considerarse que hay éxito económico sin tener en cuenta la vida de
los individuos que conforman la comunidad.
El desarrollo es entonces el desarrollo de las personas de la sociedad. Por este
motivo define concretamente: "El desarrollo es un proceso de expansión de las
capacidades de que disfrutan los individuos" (Sen: 1999).
El autor destaca que la palabra capacidad no es atractiva en sí misma (Sen:
2001), y explica que se ha usado para hablar de las tierras y no de las personas.
Sin embargo él elige utilizarla porque le parece clara para expresar las
combinaciones, alternativas de lo que una persona puede lograr hacer o ser: las
capacidades simbolizarían las posibilidades que tienen los individuos de
alcanzar desempeños valiosos.
Señala que su concepto de capacidad se asemeja a la palabra griega dunamin
que Aristóteles empleó para analizar algunos aspectos del hombre, que puede
traducirse como “potencialidad” o “capacidad para existir o actuar”.
Cabe mencionar que Sen diferencia el concepto de capacidad humana del
tradicional concepto de capital humano. Expresa que si bien ambos conceptos
centran su atención en el hombre, la diferencia principal a tener en cuenta está
dada porque la literatura económica sobre capital humano pone mayor énfasis
en el rol del ser humano como productor de bienes y servicios, por lo que es
primordial observar y estudiar cómo cada mejora en la calificación del hombre
hace que éste sea más productivo. En cambio, el punto de vista de la capacidad
humana planteado por Sen centra su atención en la capacidad de los individuos
para vivir la vida, y por ello se analizan los motivos que éstos poseen para valorar
y aumentar las alternativas reales entre las cuales poder optar.
Cada persona, en función de sus características, origen y circunstancias
socioeconómicas con las que convive, entre otros aspectos, tiene la capacidad
para hacer ciertas cosas que valorará por diferentes motivos. Tal valoración
puede ser directa o indirecta:
 la primera está en función de aquellos elementos que implican que podrá
enriquecer su vida, es decir que le permitirán tener una mejor calidad de
vida, como estar bien nutrido o sano.
 la segunda tiene que ver con la posibilidad de contribuir más y mejor en
la producción.
De esta manera, la perspectiva de la capacidad humana es más abarcativa que
la teoría del capital humano, esta última una expresión más limitada de la
capacidad humana.
Sen (Sen:1999) también se refiere a las capacidades como las libertades
fundamentales (o reales) que pueden poseer los individuos. Las define como las
diferentes combinaciones de funciones que el individuo puede conseguir y que
le permiten lograr distintos estilos de vida. “Por ejemplo, una persona rica que
ayune puede conseguir los mismos resultados funcionales en lo que se refiere a
comer o nutrirse que una persona desfavorecida que se vea obligada a pasar
hambre, pero la primera tiene un 'conjunto de capacidades' diferente al de la
segunda (la primera puede decidir comer bien y estar bien nutrida, mientras que
la segunda no)" (Sen, 1999).
Dentro de los determinantes de las libertades del hombre menciona las
instituciones sociales y económicas, como por ejemplo los servicios de
educación y salud, o los derechos políticos y humanos, tales como la libertad de
expresión y el derecho a elegir las autoridades públicas.
Sen (Sen: 1999) manifestó como uno de los ejemplos de mayor falta de libertad
a la mortalidad infantil. Expresó que la muerte prematura es una negación básica
a la libertad humana, y explicó que esto no es así sólo porque valoramos la vida,
sino porque las cosas que una persona puede desear hacer las podrá hacer si
tiene vida. Vivir facilita las cosas que queremos alcanzar. A su vez, citando los
trabajos de Myers, enfatizó que la falta de libertad hoy puede causar falta de
libertad mañana: los problemas de la niñez no quedan en el hoy sino que afectan
las capacidades de los adultos mañana.
Un claro ejemplo de ello es la literatura reciente sobre nutrición y desarrollo
económico que incorpora la relación entre capacidad de trabajo e ingreso de los
individuos, conocida como curva de capacidad laboral. Esta relación funcional
es útil para comprender cómo, en una economía con diferentes dotaciones de
tierra o activos entre los individuos, y diferentes status nutricionales de los
trabajadores, se generan círculos viciosos de pobreza a la vez que situaciones
de desempleo involuntario (London-Santos:2005).
En esta dirección, Sen señala que la pobreza y el desempleo, desde el momento
en que coartan la forma en que los individuos pueden disfrutar y apreciar,
representan severas violaciones a la libertad (Sen:1997). El Desarrollo demanda
que ya no existan las fuentes primordiales que privan al hombre de su libertad,
tales como la pobreza, la tiranía, la escasez de oportunidades económicas y las
privaciones sociales sistemáticas, entre otras. La falta de libertades
fundamentales posee una estrecha relación con la pobreza, debido a que ésta
coarta la libertad de los individuos para satisfacer las necesidades básicas que
le concedan la posibilidad de vivir dignamente: obtener un nivel de nutrición
suficiente, acceder a servicios de salud y educación o poseer una vestimenta y
vivienda aceptables.
La referencia anterior no es sólo en términos absolutos, sino que el autor también
tiene en cuenta el concepto de “privación relativa”. Esta última es “... como
aquella que permite caracterizar situaciones en las cuales las personas poseen
cierto atributo deseable, menos que otras, sea ingreso, buenas condiciones de
empleo o poder” (Sen:1992).
Al mismo tiempo, destaca que las libertades fundamentales integrantes del
proceso de desarrollo no sólo son su fin primordial, sino que también forman
parte de sus medios principales, están íntimamente relacionadas entre sí y
pueden reforzarse unas a otras. "Las libertades políticas (en forma de libertad de
expresión y elecciones libres) contribuyen a fomentar la seguridad económica.
Las oportunidades sociales (en forma de servicios educativos y sanitarios)
facilitan la participación económica. Los servicios económicos (en forma de
oportunidades para participar en el comercio y la producción) pueden contribuir
a generar riqueza personal y general, así como recursos públicos para financiar
servicios sociales" (Sen: 1999). El hecho de que existan libertades y derechos
políticos, incluida la libertad de expresión, hace más fácil evitar desastres
económicos como las hambrunas (Sen: 1998).
En base al concepto de desarrollo que presenta Amartya Sen y las reflexiones
que de él se han derivado se expondrá la relación concreta entre dicho concepto
y el sistema educativo.

LA EDUCACIÓN COMO CAPACIDAD PRIMORDIAL

Para Sen hay pruebas suficientes de que, aun con una renta baja, un país que
logre que todos sus ciudadanos accedan a la educación y a la asistencia
sanitaria, puede obtener muy buenos resultados en cuanto a longevidad y
calidad de vida de toda la población (Sen1999b). No ser capaz de leer, escribir,
contar o comunicarse es una tremenda privación y constituye un caso extremo
de inseguridad, ya que el individuo tiene la certeza de la privación y la ausencia
de cualquier chance de evitar ese destino (Sen2003).

La educación es una capacidad esencial. Cuando la persona es analfabeta su


habilidad para entender e invocar sus derechos es limitada, y su falencia
educacional puede liderar otra clase de privaciones. Mientras que la educación
básica contribuye a reducir la privación básica, la falta de educación tiende a
hacer persistir el problema para las personas que están en los estratos sociales
más bajos, cuyos derechos no son respetados porque ellos no tienen la habilidad
de leer, observar y demandar, ni saben cómo hacerlo. Así, la diferencia
educacional se relaciona con la diferencia de clases. Los analfabetos no tienen
voz en política para hacer sus demandas.

Al mismo tiempo, la educación permite al individuo socializarse e intercambiar


ideas y obtener un empleo, por ello ayuda a aumentar la libertad y disminuir la
inseguridad. Sen relaciona la inseguridad personal con la social, y manifiesta que
la misma proviene de muchos caminos, pudiendo la educación tener un rol
importante en este aspecto. Las desigualdades en acceso, inclusión y logros
escolares conducirán a diferencias en habilidades, que a su vez diferencian la
participación de los individuos en el mundo contemporáneo. “Si continuamos
dejando a gran parte de la población mundial fuera de la órbita de la educación,
vamos a construir un mundo, no solo menos justo, sino también menos seguro”
(Sen:2004).

Por otra parte, el autor destaca que la educación básica tiene un gran rol en la
salud.

Por ejemplo, con la educación se puede disminuir las epidemias (por medio de
la disminución de infecciones y por la prevención). Esta afirmación se sustenta
en estudios que reflejan que la educación básica posee mayor impacto que la
educación especializada en salud.

En este mismo sentido, Sen hace gran hincapié en el rol de la educación de la


mujer.
Explica que, a medida que la mujer recibe educación y aumenta su capacidad
de lectura y escritura, se observa una disminución en las tasas de mortalidad
infantil3. El autor revela que puede ser mucho más importante el efecto generado
sobre la calidad de vida de la población por medio de una mejora en la educación
que por medio de la mejora en otras variables que tengan más que ver con el
nivel de riqueza de una sociedad4. El hecho de que las mujeres reciban
educación también contribuye en la disminución de las tasas de fecundidad. Este
efecto ocurre porque al incrementarse la educación las mujeres no están
dispuestas a dedicarse únicamente a la crianza de los hijos, ya que también
desean realizarse como personas por medio de su trabajo y porque, al estar
capacitadas, poseen un mayor costo de oportunidad de quedarse en sus casas
y no salir a trabajar. Lo anterior se refuerza ya que a partir de la educación se
difunde información sobre planificación familiar y sobre cómo usar mejor los
servicios de salud para sí y para sus hijos, logrando reducir las tasas de
fecundidad y de mortalidad infantil.

El autor también señala que la educación permite el progreso de un país y


menciona ejemplos donde se ha visto que la inversión en educación básica tuvo
resultados positivos para el progreso, como Japón, China y Corea del Sur, entre
otros. Manifiesta que es difícil participar de la economía mundial exitosamente si
la gente no sabe leer y escribir, producir de acuerdo a las especificaciones o
tener control de calidad, entre otras consideraciones.
A su vez, señala que por medio de la educación pueden fomentarse actitudes
favorables al desarrollo, por ejemplo puede acrecentarse el diálogo social,
promoviéndose la estabilidad y la paz dentro de la comunidad, las cuales son
deseables por sí mismas, pero además crean un clima favorable para el
desarrollo. Y además destaca que la escuela puede influenciar la identidad de la
persona, la forma en que la persona se observa a sí misma y a los otros. La
naturaleza de la educación es parte de la paz en el mundo. La educación básica
tiene un lugar vital en promover la amistad y la lealtad, por ello debe estar
disponible para todos, para que los niños reciban ideas de diferentes marcos o
puntos de vista, y sean animados a pensar por ellos mismos y con fundamentos.
La educación no sirve sólo para preparar al individuo en habilidades técnicas
(obviamente importantes), debe ser un lugar de reconocimiento de la naturaleza
del mundo, con sus diversidades y riquezas, de apreciación de la importancia de
la libertad y el razonamiento.

PARA CONTRASTAR LA POSTURA de Amartya Sen sobre su perspectiva de


desarrollo humano, es importante revisar algunas formas en que se ha abordado
la comprensión y explicación del desarrollo humano, una de ellas, de acuerdo
con Ocampo (2008), se hace en cuatro grandes posturas:

1) Una primera postura intentaba aproximar el denominado estudio


evolutivo, centrado en los aspectos filogenéticos y características de los
seres humanos en cuanto especie en evolución, hasta una mirada desde
el desarrollo como una posibilidad de la persona de alcanzar su más alto
grado de madurez en diferentes áreas, como es el caso de la psicología
evolutiva y el desarrollo, en donde se ha tratado de hacer un análisis
descriptivo, normativo y canónico del desarrollo.
2) Una segunda postura parte de los esfuerzos por ofrecer una alternativa
positiva a las necesidades humanas desde la óptica del desarrollo social
y económico como política de los estados y los organismos
internacionales. Esta, a su vez, ha llevado a considerar el desarrollo
humano desde dos perspectivas:
 Una que considera el análisis de este como un problema de cifras
referidas especialmente a ingresos, vivienda, acceso a la
educación, la salud, la recreación y otros indicadores de carácter
económico que dan a los administradores una visión de lo que
consideran bienestar de las poblaciones
 Una segunda perspectiva que analiza el desarrollo humano
considerando la incidencia de las políticas socio económicas y de
las formas de existencia de las personas y sus grupos humanos en
la satisfacción de las necesidades humanas.
En este segundo grupo se encuentra la Unesco que,
conjuntamente con otras organizaciones internacionales,
consideran el desarrollo humano como un problema que debe ser
estudiado por los gobiernos, los cuales no han trascendido la visión
acentuadamente cuantitativa.
3) Una tercera postura se coloca por encima de las organizaciones, las
estadísticas y los datos de la calidad de vida de las personas a las cuales
se refiere; este enfoque es propuesto por el economista chileno
Manfred Max Neef, quien ha estudiado los satisfactores de las
necesidades humanas, existenciales y axiológicas. Este desarrollo es
conocido como a escala humana y hace énfasis en el desarrollo de la
persona.
4) La cuarta postura se denomina Perspectiva Alternativa y considera el
desarrollo como algo más integral, que incluye el estudio de condiciones
individuales, las sociales y políticas de tal desarrollo en cada esfera del
ser humano, además de las condiciones de contexto en las cuales se
viabiliza la existencia de los seres humanos. Esta cuarta perspectiva tiene
una base en tres aportes teóricos que le dan sentido: la teoría de Berger
y Lukman sobre construcción de identidad y socialización con los
desarrollos desde la perspectiva del psicoanálisis de Alfred Lorenzar; las
reflexiones hechas por Agnes Heller sobre la vida cotidiana y los mundos
que constituyen y, en tercer lugar, la teoría de Urie Bronfenbrenner sobre
la Ecología del Desarrollo Humano.
IV. EL INFORME DE DESARROLLO HUMANO

Si bien el trabajo de Amartya Sen es un esfuerzo académico de varios años, se


hace visible cuando responde a la solicitud de participar en el Informe de
Desarrollo Humano del Programa de las Naciones para el Desarrollo, en 1990.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), fundado en
1965, es la red mundial de las Naciones Unidas en materia de desarrollo que
promueve el cambio y conecta a los países con los conocimientos, la experiencia
y los recursos necesarios para ayudar a los pueblos a forjar una vida mejor.
Fundado con unos objetivos básicos: la consecución del desarrollo humano y la
lucha contra la pobreza, su sede central está en Nueva York, con una
organización muy descentralizada y proyección universal, participa y administra
en otros programas y fondos asociados del sistema de Naciones Unidas (PNUD,
2009).

Los líderes mundiales se han comprometido a alcanzar los Objetivos de


Desarrollo del Milenio 1 (ODM) para el 2015, incluso el objetivo trascendental de
reducir la pobreza extrema a la mitad, y el PNUD, mediante su red mundial,
coordina los esfuerzos mundiales y nacionales para alcanzar dichos objetivos.

El PNUD cumple una función única en el desarrollo internacional. El Informe


sobre Desarrollo Humano anual, encomendado por el PNUD, centra el debate
mundial en las cuestiones fundamentales del desarrollo, proporcionando nuevos
instrumentos de medición, análisis innovadores y, a menudo, propuestas de
política controvertidas.
Este informe es elaborado por un equipo independiente de expertos que se vale
de una red mundial de personalidades destacadas del sector académico, los
gobiernos y la sociedad civil que aportan datos, ideas y las mejores prácticas.

El origen de este informe se ubica en el ano 1989. El Programa de Naciones


Unidas para el desarrollo, PNUD, encargo al economista Mahbub Ul Haq 2
(Pedrajas, 2006, p. 268) la preparación de un informe sobre el emergente
concepto de desarrollo humano y su impacto en la realidad mundial. Este a su
vez solicito ayuda a su viejo amigo Amartya Sen sobre la creación de un indice
de desarrollo humano:

“solo un número, que tenga el mismo nivel de vulgaridad que el PNB —pero una
medida que no sea tan ciega a los aspectos sociales de las personas humanas
como ocurre con el PNB” (pnud, 1990, p. 1).

Se crea así un índice que adiciona al pib per cápita, que representaría el nivel de
vida decente, dos dimensiones: longevidad y conocimiento (Rodas, 2000).
En el año 1990, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo presenta
el primer Informe de Desarrollo Humano con un enfoque que sitúa a las personas
en el centro del proceso de desarrollo, ampliando el enfoque existente hasta ese
momento, de la medición del ingreso, para evaluar el nivel de bienestar de las
personas en el largo plazo. El informe fue el resultado del trabajo de un equipo
de académicos dirigidos, en los primeros años, por Mahbub ul Haq e Inge Kaul
(pnud, 2009).

En el decenio de 1980, de acuerdo con el pnud, el enfoque de desarrollo suponía


un vínculo estrecho entre el crecimiento económico nacional y la ampliación de
las opciones individuales del ser humano. Muchas personas, entre ellas el
economista pakistani Mahbub ul Haq, reconocieron la necesidad de un modelo
de desarrollo alternativo dadas diferentes circunstancias, como la ola de
democratización de principios de los noventa que aumento las esperanzas de la
creación de un modelo centrado en las personas, los altos costos humanos de
los Programas de Ajuste Estructural a las economías de varios países, el
incremento de enfermedades sociales frente a un crecimiento económico sólido
y sistemático y el convencimiento del poco efecto de las fuerzas del mercado
para propagar los beneficios económicos y erradicar la pobreza.

A partir de 1990, el concepto de desarrollo humano se aplicó a un estudio


sistemático de temas mundiales. El trabajo de Amartya Sen y de otros
académicos fundo las bases conceptuales de un enfoque alternativo del
desarrollo humano. Este enfoque define el desarrollo humano como el proceso
de ampliación de las opciones de las personas y mejora de las capacidades
humanas, es decir, la diversidad de cosas que las personas pueden hacer o ser
en la vida, y las libertades para que las personas puedan vivir una vida larga y
saludable, tener acceso a la educación, a una vida digna, y a participar en la vida
de su comunidad y en las decisiones que los afecten (Sen, 1998).
El desarrollo humano, como enfoque, se ocupa de lo que yo considero la idea
básica de desarrollo:

Concretamente, el aumento de la riqueza de la vida humana en lugar de la


riqueza de la economía en la que los seres humanos viven, que es sólo una parte
de la vida misma” (pnud, 2009, p. 1).

Las contribuciones de Amartya Sen al enfoque de desarrollo humano del pnud


son muy evidentes, haciéndose explicitas numerosas colaboraciones en ellos,
destacando especialmente el correspondiente al 2004 dedicado al tema de la
libertad en el que ha colaborado en el capítulo 1 “Libertad cultural y desarrollo
humano” (pnud,1990, p. 1).

En el capítulo 1 del Informe de Desarrollo Humano de 1990 se realiza la


definición de desarrollo humano en los siguientes términos:

El desarrollo humano es un proceso en el cual se amplían las oportunidades del


ser humano. En principio, estas oportunidades pueden ser infinitas y cambiar con
el tiempo. Sin embargo, a todos los niveles de desarrollo, las tres más esenciales
son disfrutar de una vida prolongada y saludable, adquirir conocimientos y tener
acceso a los recursos necesarios para lograr un nivel de vida decente. Si no se
poseen estas oportunidades esenciales, muchas otras alternativas continuaran
siendo inaccesibles.

Pero el desarrollo humano no termina allí. Otras oportunidades, altamente


valoradas por muchas personas, van desde la libertad política, económica y
social, hasta la posibilidad de ser creativo y productivo, respetarse a sí mismo y
disfrutar de la garantía de derechos humanos.
El desarrollo humano tiene dos aspectos.

 La formación de capacidades humanas —tales como un mejor estado de


salud, conocimientos y destrezas— y
 el uso que la gente hace de las capacidades adquiridas para el descanso,
la producción, o las actividades sociales, culturales y políticas.

Si el desarrollo humano no consigue equilibrar estos dos aspectos, puede


generarse una considerable frustración humana.

Según este concepto de desarrollo humano, el ingreso es sólo una de las


oportunidades que la gente desearía tener, aunque ciertamente muy importante.
Pero la vida no solo se reduce a eso. Por lo tanto, el desarrollo debe abarcar más
que la expansión de la riqueza y los ingresos. Su objetivo central debe ser el ser
humano (pnud, 1990, p. 34).
V. EL ÍNDICE DE DESARROLLO HUMANO

El informe de desarrollo humano de 1990 plantea en el primer capítulo la forma


de medir el desarrollo humano: “la medición del desarrollo humano debe
centrarse en tres elementos esenciales de la vida humana: longevidad,
conocimientos y niveles decentes de vida” (pnud, 1990, p. 36).

• Para el primer componente, la longevidad, el indicador clave es la esperanza


de vida al nacer, que involucra el valor de una vida prolongada y que conlleva
varios beneficios indirectos.

• Para el segundo componente, las cifras sobre alfabetismo muestran el primer


paso hacia el conocimiento y es importante para medir el desarrollo humano
basico.

• El tercer componente se refiere a los recursos que se requieren para una vida
decente. Por la falta de informacion se requiere un indicador de ingreso (pnud,
1990).

Los individuos no aislan los diferentes aspectos de su vida, por esto se crea un
índice compuesto. “La longevidad y los conocimientos se refieren a la formacion
de capacidades humanas, y el ingreso es una medida alterna de las
oportunidades que tiene el ser humano cuando utiliza sus capacidades” (pnud,
1990, p. 42).

El siguiente es el diagrama de cómo se construye el Índice de Desarrollo


Humano, hay que aclarar que en la actualidad el Reporte de Desarrollo Humano
incluye cuatro índices adicionales.
VI. TEORIAS DEL DESARROLLO ECONÓMICO
1) La Teoría de la Modernización
Ésta es una teoría similar a la teoría del progreso, aunque pone mayor énfasis en el
carácter homogeneizador que la modernización tendría en la convergencia entre
grupos sociales, sociedades o países. Supone que, a medida que el tiempo pasa, la
gente se parece más entre sí, independientemente de su nacionalidad o del grupo
cultural del que procede.
Los modernizadores toman como punto de referencia el proceso evolutivo de la
cultura occidental en detrimento de las formas autóctonas de vida. Dicen que este
proceso de asimilación al modo de ser de los países occidentales desarrollados es
inevitable a la par de que también sería muy deseable, incluyendo el traslado del
modo de percibir original de cada grupo al modo de percibir occidental, especialmente
en lo que se refiere a las actitudes sobre la democracia formal y el mercado. El
concepto modernizador ha dado lugar a la estructuración de una cultura dominante
en cada país subdesarrollado, la misma que ha tratado de ignorar y, en el peor de los
casos, de anular, el modo de vida de los grupos socioculturales, los que han ocupado
el país en cuestión muchos siglos antes de que los modernizadores aparecieran.
Nada hay de reprochable en la intención de “modernizar” los modos de vida de un
país; lo que resulta inaceptable es que con el pretexto de la modernización, se
pretende hacer desaparecer toda actitud que no esté orientada a enaltecer el
mercado como la divinidad suprema. El caso de Japón es un buen ejemplo, pues allí
se considera que la lealtad a la empresa es más importante que la lealtad a cualquier
otra cosa, incluyendo la que se debe a la propia familia y al país. Los modernizadores
no se dan cuenta de que las costumbres y tradiciones son variables, que deben ser
tomadas en cuenta para estructurar modos de vida que no las excluyan, de lo
contrario, nunca habrá una verdadera conjunción de voluntades para llevar adelante
los postulados sobre el mejoramiento de la calidad de vida. Los modernizantes no se
dan cuenta de nada, excepto de las vitrinas de las casas comerciales de Europa,
sobre cuya observación parecen lanzar su consigna revolucionaria: ¡Modernidad o
Muerte!
 Causas:
Teoría inspirada en ideologías liberales y conservadoras que surgieron después de
la II guerra mundial. Parte de un supuesto evolucionista y concibe el desarrollo hacia
economías industrializadas y capitalistas como un fin al que todas las naciones deben
aspirar. Para esta escuela los distintos países se pueden situar a lo largo de un
continuo, cuyos polos están representados por la “tradición” y la “modernización”. El
más claro representante de estas teorías es Rostow, quien en su libro Las etapas del
desarrollo económico distingue cinco fases, desde la tradicional a la del consumo de
masas. Según las teorías de la modernización, el subdesarrollo de los países pobres
está debido a la falta de modernización y la existencia de sistemas, instituciones y
tradiciones “arcaicas”. De esta manera el subdesarrollo es un factor interno que
puede ser superado por la aceleración del proceso de modernización.
Consecuencia:
Consecuencias Sociales:

 Inestabilidad en el empleo pero mejores sueldos.


 Mejor estándar de vida.
 Mayor conocimiento de lo que sucede en el mundo.
 Concentración económica en unos pocos en desmedro de la mayoría.
 Desaparición de la clase media.
 Consecuencias Económicas:
 Aplicación de programas económicos duros.
 Aumento del poder adquisitivo.
 Aumento de Impuestos.
 Dependencia de la economía internacional.
 Consecuencias Políticas:
 Desaparición de Partidos Políticos tradicionales.
 Aparición de movimientos independientes.
 Refuerzo de las Democracias en algunos países.
 Indiferencia de la juventud en política.
 Consecuencias Culturales:
 Implantación de nuevas modas y estilos de vida.
 Pérdida de vigencia de la cultura tradicional.
 Mayor conocimiento del mundo en todos sus aspectos.

2) LA TEORÍA DE LA DEPENDENCIA
La Teoría de la Dependencia, que surgió en la América Latina en los años 60, intenta
explicar las nuevas características del desarrollo dependiente, que ya se había
implantado en los países latinoamericanos. Desde los años 30, éstos se
Habían orientado en la dirección de la industrialización, caracterizada por la
sustitución de productos industriales, importados de las potencias imperialistas, por
los producidos en industrias nacionales. De inmediato, terminado el ciclo depresivo
(caracterizado por dos guerras mundiales, una crisis global y la exacerbación del
proteccionismo y el nacionalismo), se restablecía, a través de la hegemonía
norteamericana, la integración de la economía mundial. El capital, concentrado en
aquel momento en los Estados Unidos, se expandió hacia el resto del mundo en busca
de oportunidades de inversiones que se concentraran en el sector industrial. En estos
años de crisis, la economía norteamericana generalizó el fordismo como régimen de
producción y circulación y dio inicio, incluso, a la revolución científico - tecnológica en
los años 1940. La oportunidad de un nuevo ciclo expansivo de la economía mundial
exigía la expansión de estas características económicas a nivel planetario. Esta fue
la tarea que el capital internacional asumió, teniendo como base de operación la
enorme economía norteamericana y su poderoso Estado Nacional, además de un
sistema de instituciones internacionales establecido en Bretton Woods. De las
investigaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Uno de los autores más representativos fue Raúl Prebish. El punto principal del
modelo Prebisch es que para crear condiciones de desarrollo dentro de un país es
necesario:
1. Controlar la tasa de cambio monetario, poniendo mayor énfasis en políticas
fiscales que en políticas monetarias;
2. Promover un papel gubernamental más eficiente en términos de desarrollo
nacional;
3. Crear una plataforma de inversiones, dando prioridad al capital nacional;
4. Permitir la entrada de capitales externos siguiendo prioridades ya
establecidas en planes de desarrollo nacionales;
5. Promover una demanda interna más efectiva en término de mercados internos
como base para consolidar el esfuerzo de industrialización en Latinoamérica
en particular y en naciones en desarrollo en general;
6. Generar una mayor demanda interna incrementando los sueldos y salarios de
los trabajadores;
7. Desarrollar un sistema seguro social más eficiente por parte del gobierno,
especialmente para sectores pobres a fin de generar condiciones para que
estos sectores puedan llegar a ser más competitivos.
8. Desarrollar estrategias nacionales que sean coherentes con el modelo
substitución de importaciones, protegiendo la producción nacional al imponer
cuotas y tarifas a los mercados externos.
Consecuencias
Como consecuencia, los países latinoamericanos aplicaron una estrategia de
desarrollo basada en el proteccionismo comercial y la substitución de las
importaciones. A la vez, los bancos centrales latinoamericanos se esforzaron
sobrevalorar sus propias monedas para abaratar sus importaciones de tecnología.
La estrategia funcionó satisfactoriamente durante la década de los setenta en la que
se produjo un crecimiento generalizado del precio de las materias primas en los
mercados internacionales que influyó muy negativamente en las economías
"centrales". Pero finalmente, la contracción de la demanda internacional y el aumento
de los tipos de interés desembocó en la década de los ochenta en la crisis de la
deuda externa lo que exigió profundas modificaciones en la estrategia de desarrollo.

3) La Teoría de los Sistemas Mundiales


Los críticos de la teoría de la dependencia mostraron el desarrollo de los países
asiáticos como una prueba de que los dependentistas andaban equivocados. Con un
espíritu de evangelio en acción les dijeron: vean a Japón, observen a Taiwan,
aprendan de Corea del Sur, sigan con devoción lo que hace Hong Kong y Singapur
y, al hacerlo, abjuren de la herejía de hablar de dependencias en los procesos del
desarrollo. Inmannuel Wallerstein, de la Universidad Estatal de Nueva York, extendió
el concepto de los Sistemas Mundiales desde la sociología hasta la antropología, las
ciencias políticas, la historia y la planificación urbana. Afirmó que el Estado-Nación
ya no era el centro del análisis verdadero para el estudio de las condiciones del
desarrollo.

El incremento de la tecnología en los sistemas de comunicación, los avances en el


comercio mundial, el sistema financiero internacional y la transferencia del
conocimiento más los vínculos militares operan como fuerzas que interactúan con las
condiciones internas de los países subdesarrollado. Lo más importante en la tesis de
los Sistemas Mundiales es su convicción de que hay una gran interconexión entre la
economía, la sociología y las ciencias políticas, por lo que denuncia el tratamiento
aislado que se da a cada una de estas disciplinas en vez de estudiarlas en la mutua
interacción de sus respectivos campos. Por sobre todo, dice, hay que estudiar la
realidad de los sistemas sociales, aunque no incluye en ellos, necesariamente, el
estudio de las culturas existentes en un país. Deja de lado el mercado de
competencia perfecta como un rasgo que pertenecía sólo a la época de la Revolución
Industrial en Inglaterra y pone de relieve la posesión del capital monopolista en
manos de las corporaciones transnacionales, incluyendo al capital orientado a las
inmensas inversiones especulativas. Deseosos de mostrarse diferentes ante las
otras percepciones del desarrollo, especialmente con la tesis de la dependencia, los
promotores de los sistemas mundiales dicen que la principal debilidad de los
postulados de la dependencia es que usan el Estado-Nación como unidad de análisis,
algo que los mundialistas consideran obsoleto.

Para ellos, la unidad de análisis debería ser el mundo entero como un todo, a través
del conjunto de sus esferas de acción. Los estados-naciones tendrían auges y caídas
que no permiten una sólida representación de las interacciones que se dan en el total
del planeta como un todo. Reemplaza la dualidad Centro Periferia de los
dependentistas con la introducción de un elemento intermedio, de manera tal que el
mapa queda estructurado por una trilogía basada en el centro, la semi-periferia y a
periferia, espacios que deben ser estudiados en su conjunto y no en partes
disgregadas como harían los dependentistas. Pero será el sistema social el que goce
del privilegio de estudios más sistemáticos. Resalta la diferencia entre la inversión
productiva en bienes y servicios y la especulativa, que es más volátil y que generan
ganancias más rápidas en los mercados bursátiles sin dejar beneficios para la
sociedad. En realidad sólo deja daños.

Consecuencias

En 2011, Immanuel Wallerstein publicará el cuarto tomo del Moderno sistema


mundial, cuyo subtítulo es "el triunfo del liberalismo centrista" y cuyo período va desde
1789 hasta 1914. Esta cuarta entrega se encargará de continuar la idea de "geo
cultura" en tanto que ideología dominante del sistema-mundo capitalista en su
conjunto. Ahí se verá cómo surgen las ideologías modernas ante el desafío que
representó la "Revolución francesa" con las consecuencias que aquella trajo:

1) el cambio político es normal la soberanía reside en el pueblo. Pues bien, las


ideologías "modernas" se encargan de ambos problemas en que surgió el
conservadurismo, el liberalismo y el radicalismo/socialismo, cada una poniendo
distintos énfasis en cuanto a la "velocidad" y "profundidad" de los cambios
sociales que deseaban.

4) Teoría de la globalización
La globalización o mundialización es un proceso económico, tecnológico, social y
cultural a escala planetaria que consiste en la creciente comunicación e
interdependencia entre los distintos países del mundo uniendo sus mercados,
sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas
y políticas que les dan un carácter global. La globalización es a menudo identificada
como un proceso dinámico producido principalmente por las sociedades que viven bajo
el capitalismo democrático o la democracia liberal, y que han abierto sus puertas a la
revolución informática, llegando a un nivel considerable de liberalización y
democratización en su cultura política, en su ordenamiento jurídico y económico
nacional, y en sus relaciones internacionales.
Este proceso originado en la Civilización occidental y que se ha expandido alrededor
del mundo en las últimas décadas de la Edad Contemporánea (segunda mitad del
siglo XX) recibe su mayor impulso con la caída del comunismo y el fin de la Guerra
Fría, y continúa en el siglo XXI. Se caracteriza en la economía por la integración de
las economías locales a una economía de mercado mundial donde los modos de
producción y los movimientos de capital se configuran a escala planetaria (Nueva
Economía) cobrando mayor importancia el rol de las empresas multinacionales y la
libre circulación de capitales junto con la implantación definitiva de la sociedad de
consumo. El ordenamiento jurídico también siente los efectos de la globalización y se
ve en la necesidad de uniformizar y simplificar procedimientos y regulaciones
nacionales e internacionales con el fin de mejorar las condiciones de competitividad y
seguridad jurídica, además de universalizar el reconocimiento de los derechos
fundamentales de ciudadanía. En la cultura se caracteriza por un proceso que
interrelaciona las sociedades y culturas locales en una cultura global (aldea global),
al respecto existe divergencia de criterios sobre si se trata de un fenómeno de
asimilación occidental o de fusión multicultural. En lo tecnológico la globalización
depende de los avances en la conectividad humana (transporte y telecomunicaciones)
facilitando la libre circulación de personas y la masificación de las TICs y el Internet.
En el plano ideológico los credos y valores colectivistas y tradicionalistas causan
desinterés generalizado y van perdiendo terreno ante el individualismo y el
cosmopolitismo de la sociedad abierta. Los medios de comunicación clásicos, en
especial la prensa escrita, pierden su influencia social (cuarto poder) frente a la
producción colaborativa de información de la Web 2.0 (quinto poder).
Mientras tanto en la política los gobiernos van perdiendo atribuciones en algunos
ámbitos que son tomados por la sociedad civil en un fenómeno que se ha denominado
sociedad red, el activismo cada vez más gira en torno a movimientos sociales y las
redes sociales mientras los partidos políticos pierden su popularidad de antaño, se ha
extendido la transición a la democracia contra los regímenes despóticos, y en políticas
públicas destacan los esfuerzos para la transición al capitalismo en algunas de las
antiguas economías dirigidas y la transición del feudalismo al capitalismo en economías
subdesarrolladas de algunos países aunque con distintos grados de éxito.
Geopolíticamente el mundo se debate entre la unipolaridad de la superpotencia
estadounidense y el surgimiento de nuevas potencias regionales, y en relaciones
internacionales el multilateralismo y el poder blando se vuelven los mecanismos más
aceptados por la comunidad internacional. La sociedad civil también toma protagonismo
en el debate internacional a través de ONGs internacionales de derechos humanos que
monitorean la actividad interna o externa de los Estados. En el ámbito militar surgen
conflictos entre organizaciones armadas no-estatales (y transnacionales en muchos
casos) y los ejércitos estatales (guerra contra el terrorismo, guerra contra el narcotráfico,
etc), mientras las potencias que realizan intervenciones militares a otros países
(usualmente a los considerados como Estado fallido) procuran ganarse a la opinión
pública interna y mundial al formar coaliciones multinacionales y alegando el combate
a alguna amenaza de seguridad no sin amplios debates sobre la legitimidad de los
conceptos de guerra preventiva e intervención humanitaria frente al principio de no
intervención y de oposición a las guerras. La valoración positiva o negativa de este
fenómeno, o la inclusión de definiciones alternas o características adicionales para
resaltar la inclusión de algún juicio de valor, pueden variar según la ideología del
interlocutor. Esto porque el fenómeno globalizador ha despertado gran entusiasmo en
algunos sectores, mientras en otros ha despertado un profundo rechazo
(Antiglobalización), habiendo también posturas eclécticas y moderadas.
CAUSAS
Entre las causas del fenómeno y del proceso de la globalización cabe mencionar: La
nueva reestructuración geopolítica del mundo acontecido después del término de la
guerra fría; la aceleración de los ritmos de apertura económica y de intercambios de
mercancías, bienes y servicios; la liberalización de mercados de capitales que
conforman plazas financieras y Bolsas de Valores de todo el mundo; y, la revolución de
la información y la comunicación, que ha conectado el tiempo real con el espacio tras la
convergencia de tecnologías avanzadas.
CONSECUENCIAS
El proceso y fenómeno de la globalización reviste las consecuencias siguientes:
.Segmentación, diferenciación y marginación de personas, grupos sociales, actividades,
regiones y países.
.Los estados democráticos pierden la capacidad de control de los flujos de información
y de comunicación horizontal entre los ciudadanos, con la aparición de la Internet.
.La globalización del crimen organizado, el tráfico de drogas y de armas, la prostitución,
la globalización de la tecnología, el blanqueo de dinero, la agresión violenta y que se
conectan a través de la Internet constituyen una amenaza seria para los Estados-
nación.
 .Los estados emergentes pierden poder anterior, autonomía, soberanía,
capacidad para decidir por sí solos la solución de sus problemas.
 Surgimiento de tendencias deshumanizadoras, elitistas, centralistas,
discriminatorias, marginadoras, empobrecedoras y de exclusión social.
Desarrollo del mercado como juez y parte.
 Especulación y «blanqueo» como fuentes de máximo lucro.
 Súper concentración de ingresos y de riqueza en pocas manos, haciendo a los
ricos cada vez más ricos y a los pobres cada vez más pobres.
 Creciente pérdida de la capacidad de compra de la población en los países
lentos.
 Degradación de condiciones de trabajo y del medio ambiente.
 Incremento de la economía informal, economía criminal y del capital
especulativo.
 Creciente poder de las empresas multinacionales y de los medios de
comunicación social.
 Fragmentación y debilitamiento de las organizaciones populares y sindicales.
 Incremento incesante de la migración social y la urbanización.
 Aparición y desarrollo de una cultura uniformizada, alienada y empobrecida en
valores.
 Fragmentación de los procesos productivos, de los mercados de trabajo, de las
entidades políticas y de las sociedades.
 Disolución de la resistencia a la explotación que imprime el sistema capitalista.
El ascenso de un poder político global en la estructura de autoridad de los
Estados del mundo.
 Aparición y desarrollo del Grupo de los 7 países (Estados Unidos, Canadá,
Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón) como instancia suprema de
resolución de las contradicciones entre las grandes potencias dominantes, y el
consiguiente dominio político y económico de estos países sobre el resto del
mundo.
VII. ESCUELAS DE ECONOMIA POLITICA DEL DESARROLLO

A. La Escuela De La Modernización
La escuela de modernización fue la corriente ortodoxa de la Economía Política del
Desarrollo desde mediados de los años cuarenta hasta mediados de los años setenta.
De forma somera, la teoría de la modernización podría sintetizarse de la siguiente
manera. El fenómeno del subdesarrollo es realmente un problema de atraso económico,
debido a que los países subdesarrollados no pueden alcanzar la fase de despegue. Las
causas de ese atraso son los obstáculos al desarrollo que se perpetúan en forma de
círculos viciosos; por tanto, la mejor manera de sacar a un país del subdesarrollo es
rompiendo el círculo vicioso de la pobreza por el eslabón ahorro-inversión. Sin embargo,
al no ser posible un aumento significativo del ahorro interno es necesario acudir al
endeudamiento, la ayuda o las inversiones extranjeras; éstos permitirán por medio de la
planificación poner en marcha los planes de industrialización para la transformación de
una economía tradicional y agrícola en una economía moderna e industrial, base de un
crecimiento económico auto sostenido que se irá difundiendo por toda la economía.
El momento de mayor influencia de esta escuela fueron la años cincuenta, en los que
se publicaron las principales obras de referencia de sus autores, entre los que
destacaron Paul Rosenstein-Rodan (1943), Kurt Mandelbaum (1945), Hans Singer
(1949 y 1950), Alexander Gerschenkron (1952), Ragnar Nurkse (1952 y 1953), Walt
Whitman Rostow (1952), Arthur Lewis (1954 y 1955), Harvey Leibenstein (1954 y 1957),
Prasanta Mahalanobis (1955), François Perroux (1955), Jan Tinbergen (1958), Albert
Hirschman (1958) y Tibor Scitovsky (1959), en su mayoría académicos de universidades
inglesas y estadounidenses, en particular de la Escuela de Economía de Londres, las
Universidades de Manchester, Sussex, Cambridge, Harvard y Columbia y del Instituto
Tecnológico de Massachussets.
Dichos autores estuvieron influidos por la teoría keynesiana de la inversión de John
Maynard Keynes (1936) y Roy Harrod (1939) y la teoría historicista de las etapas del
desarrollo económico de Friederich List (1841) y Werner Sombart (1920), y entre sus
principales aportaciones destacan: la teoría de las etapas del crecimiento económico de
Walt Whitman Rostow (1951 y 1960) y de Alexander Gerschenkron (1952); el modelo
Harrod-Domar de la relación entre ahorro e inversión de Evsey Domar (1946); la doctrina
de los círculos viciosos de Hans Singer (1953) y Ragnar Nurkse (1953); la tesis de la
industrialización de Arthur Lewis (1954 y 1955) y Hollis Chenery y Moshe Syrquin (1975);
el debate sobre la forma de planificar el crecimiento de Paul Rosenstein-Rodan (1943),
Ragnar Nurkse (1953), W. Arthur Lewis (1955), Albert Hirschman (1958) y Tibor
Scitovsky (1959); y la tesis del desarrollismo de Neil Smelser (1964) y Samuel
Huntington (1968).
No obstante, a pesar del dinamismo de esta escuela durante los años cincuenta, en los
años sesenta su producción se redujo significativamente hasta acabar extinguiéndose
a mediados de los años setenta. Entre las causas de dicha extinción pueden señalarse
las siguientes:
a) La escuela de la modernización no supo encontrar su sitio dentro de la Ciencia
Económica.

 Por un lado, los planteamientos de la escuela de la modernización pasaron de


ser tan evidentes que no hacía falta demostrarlos, a ser considerados carentes
de sentido debido a su escasez de modelización econométrica en unos
momentos en que la corriente principal de la Ciencia Económica defendía la
formalización matemática (Krugman, 1992).
 Por otro lado, la escasez de variables políticas en los principales análisis de la
escuela de modernización debilitó su consideración como una escuela de
Economía Política, en unos momentos en que las escuelas neomarxista y
estructuralista habían avanzado enormemente en la inclusión de las variables
políticas y sociales en sus análisis (Mkandawire y Rodríguez, 2003).

a) La escuela de modernización sufrió un importante descrédito hacia mediados de los


setenta.

 Por un lado, la aplicación de las recomendaciones de política económica de


esta escuela tuvieron muy poco éxito en los países subdesarrollados,
mientras que aquellos países que sí cosecharon algunos logros destacados
lo hicieron con políticas diferentes a las recomendadas por la escuela de la
modernización, lo que propició el descrédito de la misma (Krugman, 1992).
 Por otro lado, sus recomendaciones de política económica fueron aplicadas,
en muchos casos, por gobiernos dictatoriales surgidos de las luchas internas
en los países descolonizados, que encontraron en las recomendaciones de la
intervención del Estado en la economía una buena excusa para justificar su
autoritarismo (Hirschman, 1980).

b) El aumento de la heterogeneidad de los países subdesarrollados restó capacidad de


explicación a la escuela de modernización, cuyos planteamientos se suponían
válidos para todos estos países, al tiempo que provocó que muchos de sus miembros
tratasen de especializarse en aspectos parciales del desarrollo, lo que restó
coherencia a la teoría de la modernización y, en muchos casos, les condujo a
adscribirse a otras subdisciplinas de la Ciencia Económica y de otras Ciencias
Sociales (Hisrchman, 1980).

c) La escuela de modernización no consiguió ni identificar adecuadamente los factores


que determinan el crecimiento económico de los países subdesarrollados, ni
caracterizar adecuadamente el desarrollo económico, al ignorar entre otras cosas la
expansión de las oportunidades de los individuos y centrarse esencialmente en la
provisión de bienes, en lugar de hacerlo en el acceso de la población a los mismos
(Sen, 1983).

d) La crisis del keynesianismo como corriente principal de la Ciencia Económica


también afectó a las escuelas de origen keynesiano, como era la de la modernización;
así, la revitalización del pensamiento neoclásico también afectó a la Economía
Política del Desarrollo, marginando a los economistas de la escuela de la
modernización y encumbrando a los economistas neoclásicos del desarrollo que
desde los años cuarenta venían disintiendo del resto de las escuelas.

e) La reducción de la ayuda del desarrollo durante los años setenta, como consecuencia
tanto de la crisis económica de los países desarrollados como del fracaso de las
políticas de desarrollo financiadas con la misma, hizo cada vez menos atractiva la
profesión de economista del desarrollo, en la medida en que la escasez de recursos
destinados a dicha materia redujo el número de contrataciones y de cargos ofrecidos
a estos profesionales (Krugman, 1992).
La desaparición de la escuela de la modernización a mediados de los años setenta
coincidió en el tiempo con el auge de la escuela neoliberal y con el nacimiento de la
escuela alternativa.

B. La Escuela Estructuralista
La escuela estructuralista fue la primera escuela heterodoxa de la Economía Política del
Desarrollo alternativa a la escuela de la modernización. Surgió a finales de los años
cuarenta del siglo XX, con los trabajos seminales de Raúl Prebisch, Celso Furtado y
otros economistas y sociólogos de la CEPAL, y tras su refundación en los años noventa
como neoestructuralista, sigue activa en la actualidad participando en el debate sobre
las relaciones entre globalización y desarrollo.

De forma somera, la teoría estructuralista del desarrollo podría sintetizarse de la


siguiente manera. El fenómeno del subdesarrollo es un problema estructural que impide
la expansión de los sectores que utilizan tecnología avanzada y, por tanto, la
transformación de la composición de la producción, condenando a estos países a ser
exportadores de productos primarios, cuyos precios reales se reducen a lo largo del
tiempo con el consiguiente efecto de una reducida acumulación de capital. La causa de
dicho estancamiento se encuentra en la histórica inserción internacional de las
economías subdesarrolladas como fuente de materias primas y como mercados de
destino de manufacturas para los países desarrollados; por tanto, la mejor manera de
sacar a estos países del subdesarrollo es por medio de un proceso de industrialización
por sustitución de importaciones, basado en la protección de la producción
manufacturera nacional de la competencia de las importaciones industriales. Dicho
proceso de industrialización sería planificado por el Estado, canalizando los ingresos de
los impuestos sobre el comercio exterior hacia los sectores manufactureros de bienes
de consumo no duradero, primero, y duradero y de capital después, permitiendo así la
expansión de los sectores que utilizan tecnología avanzada y la mejora paulatina del
nivel de vida de la población.

Así pues, y con la influencia de la teoría historicista de la protección de la industria


naciente de Friederich List (1841), la teoría institucionalista de la evolución cultural de
Thorstein Veblen (1891) y la teoría de la inversión de John Maynard Keynes (1936), la
escuela estructuralista surge y se desarrolla durante los años cincuenta y sesenta en el
seno de la CEPAL; organización que sería un auténtico think tank del pensamiento
latinoamericano sobre desarrollo, y al que se incorporaron dos de los “pioneros del
desarrollo”, Raúl Prebisch y Celso Furtado, además de otros muchos intelectuales de
diferentes países latinoamericanos, entre los que destacan José Medina Echevarría,
Jorge Ahumada, Aníbal Pinto, Juan Noyola, Regino Boti, Pedro Vuskovic y Osvaldo
Sunkel.

Raúl Prebisch (1949, 1950 y 1951), partiendo de su crítica a la teoría neoclásica del
comercio internacional por la existencia de una tendencia secular al deterioro de los
términos de intercambio, elaboró desde la CEPAL el modelo centro-periferia, sobre
elque descansa el grueso de la teoría estructuralista del desarrollo6. Así el deterioro de
los términos de intercambio (Prebisch, 1949), el modelo centro-periferia (Prebisch, 1949,
1950), la industrialización por sustitución de importaciones (Prebisch, 1949, 1950, 1951
y 1954), la planificación económica (Prebisch, 1954; CEPAL, 1953 y 1955) y la
integración regional (CEPAL, 1959) se convirtieron en los temas centrales de la teoría
del desarrollo de la CEPAL.

Junto con la CEPAL, otros espacios de creación del pensamiento estructuralista sobre
desarrollo fueron la Universidad de Chile, la Facultad Latinoamericana de la Ciencias
Sociales, la Universidad Nacional de Brasil, la Universidad Estatal de Campinas en
Brasil, la Universidad Nacional Autónoma de México…; mientras que los principales
medios de difusión del dicho pensamiento fueron las revistas El Trimestre Económico y
Comercio Exterior de México, Desarrollo Económico de Argentina y Revista de la
CEPAL de Chile, y las editoriales Fondo de Cultura Económica y Siglo XXI de México y
Argentina.

En los años cincuenta y sesenta surgen las primeras versiones de la teoría de la


dependencia, que tendrían su auge durante los años setenta. No obstante, a pesar de
que suele utilizarse la expresión “teoría de la dependencia”, como si fuese un cuerpo
unificado de conocimientos, lo cierto que existen diversas corrientes, no demasiado bien
definidas, dentro de dicha teoría. La clasificación más simple es la que agrupa a los
autores en estructuralistas y neomarxistas7; permitiendo así hablar de una versión
estructuralista de la teoría de la dependencia y otra versión neomarxista, cuya principal
diferencia radicó en que este última negaba la posibilidad del desarrollo de la periferia
bajo el capitalismo, lo que dejaban como única salida la revolución.

Dentro de la versión estructuralista suelen incluirse, entre otros, los trabajos de Raúl
Prebisch (1963), Celso Furtado (1961, 1966, 1967 y 1974), Fernando Henrique Cardoso
y Enzo Faletto (1969) y Osvaldo Sunkel y Pedro Paz (1970).

El triunfo de los regímenes autoritarios en los países latinoamericanos durante los años
setenta, y en particular en Chile, llevó al exilio a muchos de los autores de la teoría de
la dependencia, tanto neomarxistas como estructuralistas; y si bien ello permitió la una
mayor difusión de dicha teoría, también la dispersión de dichos autores rompió el clima
en que la misma se había desarrollado. A partir de aquí el pensamiento estructuralista
pasaría por una travesía del desierto, sin mayores aportaciones significativas a la
Economía Política del Desarrollo hasta finales de la década de los ochenta; no obstante,
dicho periodo sirvió para que dicha corriente se fuese moderando tras el relativo
radicalismo en que la sumió la teoría de dependencia.

Sin embargo, a comienzos de la década de los noventa, el pensamiento de esta escuela


se revitalizó, gracias a una profunda reformulación, dando lugar al llamado
neoestructuralismo. Dicha reformulación permitió elaborar una nueva variante de la
teoría del desarrollo que podría sintetizarse de la siguiente forma. El fenómeno del
subdesarrollo es un problema estructural que impide la expansión de los sectores que
utilizan tecnología avanzada y, por tanto, la transformación de la composición de la
producción, condenando a estos países a ser exportadores de productos de bajo valor
añadido, con el consiguiente efecto de una reducida acumulación de capital. La causa
de dicho estancamiento se encuentra, además de en la histórica inserción internacional
de las economías subdesarrolladas, en el excesivo proteccionismo de una industria
nacional, que nos es capaz de competir internacionalmente ni de captar recursos para
la acumulación de capital; por tanto, la mejor manera de sacar a estos países del
subdesarrollo es por medio de un proceso de industrialización por promoción de
exportaciones no tradicionales, basado en los incentivos a la exportación de
manufacturas. Dicho proceso de industrialización sería impulsado por el Estado, por
medio de la concertación con los inversores nacionales privados a los que se
garantizaría un entorno macroeconómico estable y una serie de incentivos a la
exportación, que permitiría el aumento de la competitividad de la producción nacional,
al tiempo que aumentaríann los niveles de equidad en dichas economías.

Entre las aportaciones de neoestructuralistas destacan la tesis del casillero vacío de


Fernando Fajnzylber (1983 y 1990), que se concretaría en la propuesta de
transformación productiva con equidad de la CEPAL (1990) y sus derivaciones (CEPAL,
1991, 1992a, 1992b, 1993, 1994, 1995a, 1995b, 1996, 1997, 1998, 2000ª y 200b), así
como en la propuesta del desarrollo desde dentro de Osvaldo Sunkel (1991).
Cuando a finales de los años noventa el fenómeno de la globalización se hace evidente
y comienza a centrar el debate dentro de la Economía Política del Desarrollo, la escuela
estructuralista no quedó al margen y, de nuevo bajo el liderazgo de la CEPAL, se
posicionó sosteniendo que la globalización constituye una interesante oportunidad para
el desarrollo de los países subdesarrollados siempre y cuando sus estructuras
económicas e institucionales sean capaces de aprovechar sus ventajas y evitar sus
inconvenientes (CEPAL, 2002 y 2004).

C. La Escuela Neomarxista
La escuela neomarxista fue la segunda escuela heterodoxa de la Economía Política del
Desarrollo alternativa a la escuela de la modernización. Surgió a mediados de los años
cuarenta del siglo XX, con los trabajos seminales de Paul Sweezy y de la Monthy
Review, y, tras un período de letargo durante los años noventa, ha vuelto a revitalizarse
con el debate sobre la globalización.

De forma somera, la teoría neomarxista del desarrollo podría sintetizarse de la siguiente


manera. El fenómeno del subdesarrollo es una situación de estancamiento económico
derivado de la explotación de los países subdesarrollados por parte de los desarrollados,
consistente en la extracción del excedente económico generado en aquéllos que no
puede ser utilizado, por tanto, para una acumulación de capital en los mismos. Dado
que las élites económicas de los países subdesarrollados son cómplices del proceso de
explotación de sus países, el desarrollo no es posible bajo el capitalismo, por lo que la
solución del mismo pasa por revoluciones populares que aparten a dichas élites del
poder y permitan la instauración del socialismo nacional, para lo cual los países
subdesarrollados habrían de desconectarse del sistema económico mundial, a menos
que dicho sistema dejase de ser capitalista y caminase hacia el socialismo global.

Los principales centros de producción del pensamiento neomarxista sobre desarrollo


serían las Universidades de Harvard y del Estado de Nueva York, la Nueva Escuela de
Investigación Social en Estados Unidos, las Universidades de Chile, Nacional de Brasil,
Federal Fluminense de Brasil, de Brasilia, Nacional Autónoma de México y el Colegio
de México en América Latina y las Universidades de París, de Amsterdam y de Padua
en Europa. Un papel similar han jugado la Monthly Review, el Instituto Africano de
Desarrollo Económico y Planificación, el Centro Tricontinental, el Foro del Tercer Mundo
y el Foro Mundial de las Alternativas, así como los organismos vinculados con los
gobiernos de Cuba y de China.

Las principales influencias de esta escuela estuvieron en la teoría marxista de desarrollo


de Karl Marx (1867, 1885 y 1894) y la teoría del imperialismo de Rodolf Hilferding (1910),
Rosa Luxemburgo (1912) y Vladimir Illich Lenin (1917). Siendo las principales
aportaciones de la misma durante los años cuarenta, cincuenta y sesenta la nueva teoría
del imperialismo de Paul Sweezy (1942), de Paul Baran (1957), de Paul Baran y Paul
Sweezy (1966) y de Harry Magdoff (1969).

En los años sesenta, la escuela neomarxista del desarrollo se vio enriquecida con las
aportaciones de intelectuales y políticos de Europa, Asia, África y América Latina, y entre
ellas destacan la tesis de la revolución guerrillera de Ernesto Che Guevara (1960), las
tesis del gran salto adelante de Mao Zedong (1964), la tesis de la revolución cultural de
Mao Zedong (1964), la tesis del hombre nuevo de Ernesto Che Guevara (1965) y la tesis
del intercambio desigual de Arghiri Emmmanuel (1969). Aunque la gran aportación de
los años sesenta y setenta fue la teoría neomarxista de la dependencia, considerada
como la versión Sur de la nueva teoría del imperialismo.
La diferencia fundamental existente entre la variante estructuralista y la variante
neomarxista de la teoría de la dependencia, consistente en la aceptación, por parte de
ésta, de la tesis del estancamiento, o de la imposibilidad del desarrollo bajo el
capitalismo, de Paul Baran (1957), que dejaba, por tanto, la revolución como única vía
para el desarrollo. Además dicho carácter revolucionario hizo que la versión neomarxista
de esta teoría se hiciera más popular que la versión estructuralista.

Entre las principales aportaciones dentro de dicha teoría destacan la tesis del desarrollo
del subdesarrollo de André Gunder Frank (1966, 1967 y 1970), la tesis del desarrollo
desigual de Samir Amin (1970 y 1973) y la tesis de la estructura de la dependencia de
Theotonio Dos Santos (1970, 1972 y 1978).

Hacia finales de los años setenta las teorías neomarxistas del imperialismo y de la
dependencia terminan integrándose en la teoría del sistema capitalista mundial de
Immanuel Wallerstein (1974, 1980 y 1989) y hacia mediados de los años ochenta se
añade la tesis de la desconexión de Samir Amin (1985).

Sin embargo, con la caída del Muro de Berlín y la desaparición de la URSS a comienzos
de los noventa, el pensamiento neomarxista sobre el desarrollo quedó aletargado, hasta
que en la década del 2000 se reactiva como sustento teórico del movimiento
antiglobalización, con aportaciones de la teoría del imperio de Antonio Negri y Michael
Hart (2000), la tesis del apartheid global de Samir Amin (2001), la tesis de la
desglobalización de Walden Bello (2002) y la tesis de la crisis estructural del capitalismo
de Immanuel Wallerstein (2005).

D. La Escuela Neoliberal
La escuela neoliberal fue la tercera escuela heterodoxa de la Economía Política del
Desarrollo alternativa a la escuela de la modernización. Surgió a mediados de los años
cuarenta del siglo XX, con los trabajos seminales de los economistas neoclásicos de la
Escuela de Economía de Londres, de las Universidades de Oxford, Cambridge y
Chicago y del Instituto Tecnológico de Massachusetts, tales como Colin Clark, Peter
Bauer, Jacob Viner y Robert Solow. Y cuando a mediados de los años setenta la escuela
de modernización comenzó a diluirse, tomó el relevo de ésta como escuela ortodoxa de
la Economía Política del Desarrollo, habiendo sido la más firme defensora de las
bondades de la globalización durante la década del 2000.

De forma somera, la teoría neoliberal del desarrollo podría sintetizarse de la siguiente


manera. El fenómeno del subdesarrollo es una situación de estancamiento económico
derivado de un inadecuado funcionamiento del mercado debido a las distorsiones que
genera la intervención del Estado en la economía. Por tanto, la mejor manera de
combatir el subdesarrollo es reducir la intervención del Estado en la economía por medio
de políticas de liberación económica interna, que permitan al mercado nacional
funcionar en condiciones de libre competencia, y de liberalización económica externa,
que permitan aprovechar las ventajas comparativas derivadas del comercio
internacional y de las inversiones extranjeras. De esta forma se generaría un proceso
de crecimiento económico sostenido cuyos beneficios se repartirían por la sociedad por
medio de la distribución de la renta emanada del mercado.

El surgimiento de esta escuela se debe fundamentalmente a la resistencia de los


algunos economistas de las Universidades de Oxford, Cambridge y Chicago a
abandonar los postulados neoclásicos a la hora de explicar el fenómeno del
subdesarrollo.

Dichos economistas, entre los que estaban Jacob Viner, Gottfried Haberler, Theodore
Schultz, Colin Clark, Eugene Staley, Peter Bauer, Hla Mynt, Harry Johnson, Arnold
Harberger y Robert Solow, tuvieron como principales influencias la teoría clásica de la
división internacional del trabajo de Adam Smith (1776), la teoría clásica de la ventaja
comparativa de David Ricardo (1817), la teoría neoclásica de la dificultad de alcanzar el
estado estacionario de Alfred Marshall (1890) y la moderna teoría neoclásica del
comercio internacional de Eli Heckscher (1919) y Bertil Ohlin (1933).

Entre las aportaciones de esta escuela durante los años cuarenta, cincuenta y sesenta
destacan la crítica a la industrialización forzada y la defensa de la agricultura de Colin
Clark (1940) y Theodore Schultz (1964), la crítica del proteccionismo y la defensa del
libre comercio internacional de Jacob Viner (1952), Harry Johnson (1958), Gottfried
Haberler (1959) y Hla Myint (1964), la crítica del modelo Harrod-Domar y el modelo de
crecimiento exógeno de Robert Solow (1956) y la defensa del libre mercado de Peter
Bauer (1957).

No obstante, estos economistas tuvieron muy poca influencia política hasta que en la
década de los setenta sus discípulos abandonaban sus refugios académicos y
comenzaban a instalarse en los centros de estudio e investigación próximos a los
principales órganos de elaboración de la política exterior de las grandes potencias y de
las políticas económicas de los organismos internacionales, esto es, la Oficina Nacional
de Investigación Económica de Estados Unidos, el Instituto de Asuntos Económicos del
Reino Unido, el Instituto de Economía Mundial de Klein en Alemania, el Centro de
Investigación Económica de Japón, el Departamento de Estudios del Banco Mundial, el
Centro de Desarrollo de la OCDE, el Banco Asiático de Desarrollo… Desde dichos
centros consiguieron que sus planteamientos se convirtieran en la nueva ortodoxia de
la Economía Política del Desarrollo, desplazando a la extinta escuela de modernización.

Entre los factores que explican que la escuela neoliberal se convirtiera en la nueva
escuela ortodoxa destacan:

a) La crisis económica internacional de los años setenta y ochenta que tuvo como
consecuencias.
 La crisis del keynesianismo como corriente principal de la Ciencia Económica,
ante su incapacidad para explicar dicha crisis y aportar soluciones, y que tuvo
su impacto en el descrédito de todas escuelas de origen keynesiano, como la
de la modernización.
 La revitalización del pensamiento neoclásico, tras la síntesis neoclásica-
keynesiana, como corriente principal de la Ciencia Económica, que sí fue capaz
de explicar la crisis y de aportar soluciones, y que termina encumbrando a los
economistas neoclásicos del desarrollo que desde los años cuarenta venían
disintiendo del resto de las escuelas.

b) El ascenso al poder de líderes conservadores en las grandes potencias a


comienzos de los años ochenta (Margaret Thatcher en el Reino Unido, Ronald
Reagan en Estados Unidos, Helmut Kohl en Alemania y Yasuhiro Nakasone en
Japón), cuyos asesores neoliberales fueron colocados al frente de organizaciones
internacionales como el FMI, el Banco Mundial o la OCDE, desde donde pudieron
impulsar las políticas neoliberales de desarrollo.

c) La crisis de la deuda externa de muchos países subdesarrollados que los dejó a


merced de la ayuda financiera de los organismos económicos internacionales
controlados por los neoliberales, que condicionaron dicha ayuda a la
implementación de políticas neoliberales de desarrollo.

d) La travesía del desierto que vivió la escuela estructuralista del desarrollo y la


radicalización de la teoría neomarxista de la dependencia, que dejaba como única
opción para el desarrollo la revolución socialista, junto con la aún escasa relevancia
de las escuelas neoinstitucionalista, islamita y alternativa.

Entre las principales aportaciones de los años setenta y ochenta de los autores la
escuela neoliberal destacan las propuestas de liberalización interna de las economías
nacionales por medio de la reducción de las distorsiones que generaban los sectores
públicos de los países subdesarrollados, como las de Ian Little y James Mirrlees (1974)
y las de Deepak Lal (1983), las críticas a la industrialización por sustitución de
importaciones de Jagdish Bhagwati (1978) y Anne Krueger (1978), la propuesta de
industrialización por sustitución de exportaciones de Bela Balassa (1981), las teorías de
la economía de la oferta de Arthur Laffer et al. (1983) y los modelos de crecimiento
endógeno de Paul Romer (1986, 1987 y 1990), Robert Lucas (1988) y Robert Barro
(1991).

Durante los años ochenta, los economistas neoliberales impulsaron las políticas
neoliberales de estabilización macroeconómica y de ajuste estructural desde el FMI y
desde el Banco Mundial, que fueron posteriormente sintetizadas a finales de dicha
década en el llamado “Consenso de Washington” de John Williamson (1990),
reforzándose dicho consenso hacia medidos de los noventa con las propuestas de
consolidación de las reformas y las reformas de segunda generación, como la realizada
por Sebastián Edwards (1995) desde el Banco Mundial.

Junto con las principales universidades anglosajonas y los organismos internacionales


como FMI, Banco Mundial, OMC y OCDE, otros de los principales centros de producción
del pensamiento neoliberal sobre desarrollo han sido los think tanks estadounidenses
Cato Institute, Brooking Institution y Peterson Institute for International Economics.

Ya en la década del 2000 la escuela neoliberal se convierte en la principal defensora de


la globalización como vía para acabar con el subdesarrollo, como sostienen Paul Collier
y David Dollar (2002) desde el Banco Mundial.

E. La Escuela Neoinstitucionalista
La escuela neoinstitucionalista fue la cuarta escuela heterodoxa de la Economía Política
del Desarrollo alternativa a la escuela de la modernización. Surgió a mediados de los
años cuarenta del siglo XX, con los trabajos seminales de Clarence Ayres y Gunnar
Myrdal desde las Universidades de Texas y Estocolmo.

De forma somera, la teoría neoisntitucionalista del desarrollo podría sintetizarse de la


siguiente manera. El fenómeno del subdesarrollo es una situación de estancamiento
económico derivado de un inadecuado marco institucional que impide que las
innovaciones puedan impulsar un mayor crecimiento económico. Por tanto, la mejor
manera de salir del subdesarrollo consiste en una reforma institucional que dote a dichos
países de las instituciones adecuadas para que el mercado regulado pueda asignar
eficientemente los recursos y generar un aumento del bienestar colectivo.

El surgimiento de esta escuela se debe fundamentalmente a la existencia de una larga


tradición, aunque minoritaria, de economía institucional en la academia estadounidense
(Thorstein Veblen, Wesley Mitchell, John Commons…), de manera que, cuando el tópico
del desarrollo se populariza en la década de los cuarenta, aparecen las primeras
aportaciones neoinstitucionalistas sobre el tema, de la mano de
Clarence Ayres y Gunnar Myrdal.

Así en los años cuarenta destaca la teoría del progreso económico de Clarence Ayres
(1944) y en los años cincuenta y sesenta la teoría del sistema social de Gunnar Myrdal
(1957 y 1968) y la caracterización del crecimiento económico moderno de Simon
Kuznets (1966).

A partir de aquí el institucionalismo del desarrollo se divide en tres corrientes


diferenciadas aunque ligeramente interconectadas. La primera de ellas, influida,
además de por el institucionalismo estadounidense, por el estructuralismo marxista de
Louis Althusser (1965 y 1967), sería la escuela francesa de la regulación, en la que
destacarían los trabajos de los autores vinculados con la Universidad de París, Michel
Aglietta (1976, 1982 y 1986), Robert Boyer (1978 y 1986), Alain Lipietz (1979, 1983 y
1985) y Benjamin Coriat (1979 y 1990) sobre la evolución del capitalismo, las relaciones
financieras y los procesos de industrialización.

Una segunda corriente vino representada por los autores neoschumpeterianos de la


Universidad de Sussex, influidos, además de por el institucionalismo estadounidense,
por la teoría de la evolución del sistema económico capitalista de Joseph Alois
Schumpeter (1912, 1939 y 1942). Dichos autores fueron liderados a finales de los años
setenta por Chris Freeman, con sus aportaciones sobre los ciclos de onda larga y los
paradigmas tecno-económicos, entre los que destacan los trabajos de Chris Freeman
(1974), Giovani Dosi (1982), Andrew Tylecote (1984, 1986 y 1992), Carlota Pérez (1985,
1986, 1994 y 2001), Chris Freeman y Carlota Pérez (1988), y Giovani Dosi, Chris
Freeman y Silvia Fabiani (1994), así como el de Brian Arthur (1994), vinculado con la
Universidad de Standford, sobre los rendimientos crecientes de la tecnología.

Una tercera variante la constituyen los autores anglosajones de la nueva economía


institucional dedicados al tema del desarrollo y vinculados con las Universidades de
Harvard, Standford y Cambridge; con influencias de la economía neoclásica del
desarrollo, dichos autores, inspirados en la revisión neoinstitucionalista Douglas North
(1990), comenzaron a aplicar dicho enfoque a la teoría del desarrollo, destacando la
compilación que de John Harriss et al. (1994), la propuesta de refundar la Economía del
Desarrollo con bases institucionales de Joseph Stiglitz y Gerald Meier (2000), el trabajo
de Robert Bates (2001) sobre la evolución histórica de la prosperidad, la crítica al libre
comercio como vía para el desarrollo de Ha Joon Chang (2002 y 2007), la crítica a la
globalización de Joseph Stiglitz (2002) y los trabajos de Dani Rodrik (1999 y 2008) sobre
globalización y desarrollo.

F. La Escuela Islamista
La escuela islamista fue la quinta escuela heterodoxa de la Economía Política del
Desarrollo alternativa a la escuela de la modernización. Surgió a principios de los años
cuarenta del siglo XX, con los trabajos seminales de Abdul Ala Maududi, Sayid Qutb y
Malek Bennabi, los dos primeros vinculados con organizaciones políticoreligiosas
islamistas, como fueron el Partido Islámico de Pakistán y los Hermanos Musulmanes de
Egipto.

De forma somera, la teoría islamista del desarrollo podría sintetizarse de la siguiente


manera. El fenómeno de subdesarrollo es un proceso de decadencia de la sociedad
islámica por su alejamiento del Corán, debido al colonialismo y neocolonialismo de los
países occidentales. Por tanto, la mejor manera de salir del subdesarrollo es propiciar
un renacimiento de la sociedad islámica por medio de la islamización del Estado y la
reagrupación de la comunidad musulmana bajo un moderno califato, para lo cual es
necesario el control de los gobiernos nacionales de los países islámicos por parte de
auténticos musulmanes, ya sea por vías pacíficas o violentas (yihad).
La principal influencia intelectual de la escuela islamista es la obra de Abderramán Ibn
Jaldún (1382), el primer economista islámico, junto con los reformadores islamistas de
los siglos XVIII y XIX (Muhamad Abd al Wahab, Muhamad al Shawkani, Yamal al Din al
Afgani, Muhamad Abduh, Rashid Rida, Ahmad Rida, Muhamad Qasim Nanautavi,
Rashid Ahmad Gangohi…) y ya en el siglo XX, las enseñanzas de Hasán al Banna (n.d.).

En los años cuarenta y cincuenta destacan las aportaciones sobre la defensa de yihad
de Abdul Ala Maududi (1939), la primera concepción del sistema económico islámico de
Abdul Ala Maududi (1941) y la tesis de la decadencia y el renacimiento islámicos de
Malek Bennabi (1947 y 1954) y Sayid Qutb (1949). Mientras que en los años sesenta
Muhamad Baqir al Sadr (1961) presentó la primera sistematización moderna de la
Economía Islámica (versión chií), Sayid Qutb (1966) insistió en la defensa de la yihad
como única vía para conseguir la islamización del Estado y Ruhola Musavi al Jomeini
(1970) planteó la tesis del gobierno islámico. En todo este período el pensamiento
islamista sobre desarrollo se generó en círculos religiosos islámicos (mezquitas y
madrazas) sunníes de la península arábiga y el subcontinente indio, y en los chiíes de
Irak e Irán.

Sin embargo, durante los años setenta, ochenta y noventa, los islamistas, con el apoyo
financiero del Estado saudí, comenzaron a insertarse en los círculos académicos tanto
de países islámicos como de países occidentales, vinculándose con organizaciones
tales como la Fundación Islámica del Reino Unido, la Oficina de Investigación de la
Economía Islámica de Bangladesh, la Universidad Rey Abdulaziz de Arabia Saudí, el
Instituto Internacional de Pensamiento Islámico de Estados Unidos, el Banco Islámico
de Desarrollo de Arabia Saudí, la Organización de la Conferencia Islámica de
Marruecos, la Universidad Islámica Internacional de Islamabad en Pakistán, la
Universidad Internacional Islámica de Kuala Lumpur en Malasia…, donde desarrollaron
y difundieron en lengua inglesa (además de en árabe y urdu) la llamada Economía
Islámica. Entre las principales revistas dedicadas al tema destacan la Revista de
Economía Islámica, la Revista de la Universidad Rey Abdulaziz: Economía Islámica y
Estudios de Economía Islámica.

Entre los principales trabajos de los economistas islámicos relacionados con el


desarrollo destacan los referentes al funcionamiento del sistema económico islámico,
como los de Muhamad Chapra (1970, 1979 y 1994), Muhamad Siddiqi (1977), Monzer
Kahf (1978), Khurshid Ahmad (1979) y Muhamad Mannan (1984).

En las décadas de los noventa y del dos mil, las únicas aportaciones novedosas han
venido de la mano de los yihadistas de Al-Qaeda que, desde la clandestinidad y
utilizando páginas de Internet, videos distribuidos por la cadena de televisión Al Jazeera
y textos publicados por el periódico británico Al-Sharq al-Awsat, han defendido la
globalización de la yihad, como en los casos de Osama Bin Laden (1996), Osama Bin
Laden et al. (1998) y Aimán Al-Zawahiri (2001), y la conformación de un moderno
califato, como en el caso de Aimán Al-Zawahiri (2005).

G. La Escuela Alternativa.
La escuela alternativa fue la sexta escuela heterodoxa de la Economía Política del
Desarrollo, alternativa, en este caso, a la escuela neoliberal, que en los años setenta
pasó a convertirse en la escuela ortodoxa tras la desaparición de la escuela de la
modernización. La escuela alternativa surgió a principios de los años setenta vinculada
a organismos de las Naciones Unidas y a la Fundación Dag Hammarskjöld y sigue muy
activa en la actualidad con la defensa de la tesis de la altermundialización.

De forma somera, la teoría alternativa del desarrollo podría sintetizarse de la siguiente


manera. El fenómeno de subdesarrollo es una situación de privación de la satisfacción
efectiva de las necesidades básicas de los individuos, debido a la escasez de provisión
de bienes y servicios necesarios para satisfacer dichas necesidades o la falta de
capacidad de los individuos para hacer un uso efectivo de ellos. Por tanto, la mejor
manera de salir del subdesarrollo es aumentar las capacidades de los individuos para
que puedan satisfacer de forma efectiva sus necesidades básicas. La gran aportación
de esta escuela es que su concepción del desarrollo se basa no tanto en el aumento de
la riqueza, implícito en las concepciones del desarrollo del resto de las escuelas, sino
en la reducción de la pobreza.

Entre las causas que explican la aparición de esta escuela en los años setenta destacan:

a) La extinción de la escuela de la modernización por las razones expuestas


anteriormente.

b) El pesimismo y el radicalismo de la escuela neomarxista que afirmaba que el


desarrollo era imposible bajo el capitalismo y sólo podría alcanzarse por medio de
la revolución, lo que provocó la desafección de muchos intelectuales progresistas
más moderados.

c) La persecución política y el exilio al que se vieron abocados los autores


latinoamericanos de la teoría de la dependencia, en sus versiones neomarxista y
estructuralista, ante el triunfo de las dictaduras militares fascistas en América Latina,
y en especial en Chile, que rompió el clima de producción intelectual de la región, y
en especial el de la CEPAL.

d) El carácter marginal, aunque creciente, de la escuela islamista, circunscrita a ámbito


islámico por su condicionamiento religioso, y la escasa producción científica,
aunque igualmente creciente, de la escuela neoinstitucionalista.

e) La insatisfacción por parte de intelectuales progresistas ante las recomendaciones


de la nueva ortodoxia, la escuela neoliberal.

f) El auspicio de la Fundación Dag Hammarskjöld y de diferentes organismos de las


Naciones Unidas (OIT, PNUMA, UNICEF, PNUD…), que comenzaron a impulsar la
idea de la necesidad de “otro desarrollo”, focalizando la atención, con una
perspectiva microeconómica, en la satisfacción de las necesidadesbásicas de los
individuos, en particular, frente a las concepciones macroeconómicas de las otras
escuelas que propugnabas, de diferentes formas y diferentes matices, el aumento
de la riqueza de las naciones.

Así con un enfoque crecientemente multidisciplinar surge la escuela alternativa de la


Economía Política del Desarrollo, con influencias de autores de diferentes disciplinas,
tales como la geografía, la sociología, la sicología, la antropología, la administración de
empresas, las finanzas, las relaciones internacionales, la comunicación.

Una de las características de esta escuela es su carácter fragmentario, de forma tal que
existen pocas aportaciones que recojan de manera integral la concepción del desarrollo
de la misma; entre dichas aportaciones destacan las que ponen de manifiesto el carácter
multidisciplinar del desarrollo, con es el caso de la propuesta sobre el “otro desarrollo”
de la Fundación Dag Hammarskjöld (1975), luego recogida en Relatorio de Uppsala
(Nerfin, 1977), el análisis multidimensional del desarrollo de Michael Todaro (1977), y
más recientemente la propuesta de la ONU (2001) y de Jeffrey Sachs et al. (2005) sobre
los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

El resto del pensamiento de esta escuela se encuentra compartimentado en varias áreas


temáticas no demasiado interconectadas que, a la postre, terminarían siendo
identificadas con el desarrollo humano, el desarrollo territorial, el desarrollo sostenible,
el desarrollo con perspectiva de género, el post-desarrollo y la altermundialización.

Esta fragmentación hace que también los centros de creación de su pensamiento sean
muy diversos (desde organismos internacionales hasta ONGs, pasando por
universidades), así como los medios de difusión del mismo (desde los servicios de
publicaciones de los diferentes organismos de las Naciones Unidas y universidades
hasta páginas webs de ONGs y periódicos tales como Le Monde diplomatique).

En el área del desarrollo humano, centrada en la satisfacción de las necesidades de los


individuos, las primeras aportaciones se refieren la propuesta de la satisfacción de las
necesidades básicas de la OIT (1975), de Ajit Singh (1979) y de Paul Streeten (1981) y
la concepción del desarrollo como la capacidad de satisfacción efectiva de dichas
necesidades básicas de Amartya Sen (1981 y 1999). A mediados de los ochenta el
enfoque se centra en la dimensión humana con el desarrollo a escala humana de
Manfred Max-Neef et al. (1986) y la propuesta de ajuste con rostro humano de Giovani
Cornia et al. (1987); que comienzos de la década de los noventa deriva en la elaboración
del concepto de desarrollo humano y del índice de desarrollo humano de
Keith Griffin y John Knight (1990) y del PNUD (1990) y más tarde en la pobreza humana
(PNUD, 1997). En esta misma línea destacan la aportación de los microcréditos como
vía de alivio de la pobreza de Muhammad Yunus (1994 y 1998).

En el área del desarrollo territorial, centrada en la dimensión territorial del desarrollo con
sus múltiples variantes (desarrollo regional, local, urbano, rural, endógeno,
descentralizado, de abajo-arriba…), destacan las propuestas de Ignacy Sachs (1974)
sobre el ecodesarrollo, de Arnaldo Bagnaso (1977), de Giacomo Becattini (1979) y de
Micheal Piore y Charles Sabel (1984) sobre los distritos industriales, de John Friedmann
y Michael Douglas (1978) sobre el desarrollo agropolitano, de Johan Galtung et al.
(1980) sobre la autosuficiencia, de Raanan Weitz (1981) sobre el desarrollo rural
integral, de Walter Stöhr y Fraser Taylor (1981) sobre el desarrollo de abajo-arriba, de
Richard Walker y Michael Storper (1981) y de Allen Scott (1989) sobre la localización
industrial, de Orlando Fals Borda (1985) sobre el desarrollo participativo, de Rodolfo
Stavenhagen (1986) sobre el etnodesarrollo, de Jeffrey Luke et al. (1988) y Edward
Blakely (1989) sobre planificación y gestión estratégica aplicada al desarrollo local, de
Michel Porter (1990) sobre los clusters, de Paul Krugman (1991) sobre geografía
económica y de Tarso Genro y Ubiratán de Souza (1997) sobre el presupuesto
participativo.

En el área del desarrollo sostenible, centrada en la dimensión ambiental del desarrollo,


destacan las aportaciones de Donella Meadows et al. (1972) sobre los límites del
crecimiento, de Herman Daly (1973) sobre economía ecológica, de Ignacy Sachs (1974)
sobre el ecodesarrollo, de David Pearce (1976) sobre economía ambiental, del Gro
Harlem Brundtland et al. (1987) sobre el desarrollo sostenible, de Vandana Shiva (1988)
sobre ecofeminismo y desarrollo, de Mathis Wackernagel y William Rees (1996) sobre
la huella ecológica y de Al Gore (2006) y del PNUD (2007) sobre el cambio climático.
En el área del desarrollo con perspectiva de género, centrado en el papel de las mujeres
en el desarrollo, destacan las aportaciones de Ester Böserup (1970) sobre la
contribución de las mujeres al desarrollo, de Mayra Buvinic et al. (1983) y de Lynne
Brydon y Sylvia Chant (1989) sobre las diferencias de género en los países
subdesarrollados, Vandana Shiva y María Mies (1993) sobre ecofeminismo, de
Muhammad Yunus (1994) sobre la eficacia de los microcréditos concedidos a mujeres
y del PNUD (1995) sobre índice de desarrollo humano relativo al género y el índice de
potenciación de género.

En el área del post-desarrollo, centrado en la negación del estilo de vida de los países
desarrollados como modelo a imitar por los subdesarrollados y en la búsqueda de
alternativas comunitarias de resistencia, adaptación y mejora, destacan las aportaciones
de Serge Latouche (1991), Wolfgrang Sachs (1992), Arturo Escobar (1995), Gilbert Rist
(1996), Majid Rahnema y Victoria Bawtree (1997) y Gustavo Esteva y Madhu Prakash
(1998).

Y en el área de la altermundialización, centrada en el orden económico internacional y


en la regulación de la globalización, destacan las aportaciones de Jan Tinbergen et al.
(1976), Willy Brandt et al. (1980) y Julius Nyerere et al. (1991) sobre cómo transformar
el orden económico internacional, las de Sami Naïr (1997) sobre el co-desarrollo
(desarrollo y migración) y las de Ignacio Ramonet (2001) y Susan George (2003) sobre
“otro mundo es posible”.

ECONOMÍA KEYNESIANA

La economía keynesiana (keynesianismo) o teoría keynesiana se deriva del


nombre de su autor principal, John Maynard Keynes, y en particular, de su libro
"La Teoría General del Empleo, Interés y Dinero" (1936), que marcó el comienzo
de la macroeconomía contemporánea como campo distinto. El libro se centró en
los factores determinantes de la renta nacional en el corto plazo cuando los
precios son relativamente inflexibles.
TEORÍA KEYNESIANA

Keynes trató de explicar en detalle por qué altos niveles de desempleo como los
existentes tras la gran recesión, no pueden ser autocorregidos por el propio
mercado, debido a la baja "demanda efectiva" que dificulta el aumento de la
actividad económica si solo se impulsa por el capital privado, y porque la
flexibilidad de precios y la política monetaria podrían ser inútiles (trampa de
liquidez).

Términos tales como "revolucionario" se han aplicado para el libro por su


impacto en el análisis económico.

POLÍTICA ECONÓMICA KEYNESIANA

Keynes, defendió que en una situación de fuerte recesión económica y altos


niveles de desempleo, el estado puede apoyar la recuperación económica
mediante políticas fiscales expansivas, fundamentalmente inversiones públicas,
que permitan generar actividad económica adicional.
SUCESORES DE LA TEORÍA KEYNESIANA

La teoría keynesiana tiene dos sucesores. Por un lado una rama que se
concentra en las rigideces macroeconómicas y los procesos de ajuste. La
investigación sobre fundamentos micro para sus modelos se representan sobre
la base de las prácticas de la vida real en lugar de simples modelos de
optimización. Generalmente están asociados con la Universidad de Cambridge
y la obra de Joan Robinson.

Por el otro la denominada nueva economía keynesiana. Dentro de este grupo


de investigadores tienden a compartir con otros economistas, el énfasis en los
modelos que emplean fundamentos micro y la optimización de la conducta, pero
con un enfoque más limitado que el estándar keynesiano en temas tales como
el precio y la rigidez de los salarios. Para ellos, son variables endógenas de los
modelos, en lugar de simplemente asumirse como en el más antiguo estilo
keynesiano.
INDICES DE DESARROLLO HUMANO 2016
El índice de desarrollo humano (IDH) es un indicador del desarrollo humano por
país, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD).

El índice de Desarrollo Humano (IDH) es un indicador sintético de los logros


medios obtenidos en las dimensiones fundamentales del desarrollo humano, a
saber, tener una vida larga y saludable, adquirir conocimientos y disfrutar de un
nivel de vida digno. El IDH es la media aritmética de los índices normalizados de
cada una de las tres dimensiones.

La dimensión de la salud se evalúa según la esperanza de vida al nacer, y la de


la educación se mide por los años promedio de escolaridad de los adultos de 25
años o más y por los años esperados de escolaridad de los niños en edad
escolar. La dimensión del nivel de vida se mide conforme al INB per cápita.

El desarrollo humano tiene que ver con las libertades humanas: la libertad de
desarrollar todo el potencial de cada vida humana no solo el de unas pocas ni
tampoco el de la mayoría, sino el de todas las vidas de cada rincón del planeta
ahora y en el futuro. Esta dimensión universal es lo que confiere al enfoque de
desarrollo humano su singularidad.

Sin embargo, una cosa es el principio de universalismo y otra, muy distinta,


llevarlo a la práctica. Durante el último cuarto de siglo se ha observado un
impresionante progreso en muchos ámbitos del desarrollo humano: la población
es más longeva, hay más personas que salen de la pobreza extrema y menos
que sufren malnutrición. El desarrollo humano ha enriquecido las vidas humanas,
aunque lamentablemente no siempre en la misma medida y, lo que es aún peor,
no todas las vidas.

Es por ese motivo y no por casualidad por el que los dirigentes mundiales se
comprometieron en 2015 a emprender un proceso de desarrollo que no deje a
nadie atrás, una premisa fundamental de la Agenda 2030.
a

Buena
salud
Acceso a
Libre conocimientos
determinación

Capacidades y Derechos
humanos
oportunidades para
Dignidad todas las personas

Seguridad
humana
No
discriminación Nivel
de vida
digno

Desarrollo humano para todas las personas


En el último cuarto de siglo, el mundo ha cambiado y con él, el panorama del
desarrollo. Han surgido nuevos países y nuestro planeta alberga actualmente a
más de 7.000 millones de personas, de las cuales 1 de cada 4 son jóvenes. La
escena geopolítica también ha sufrido alteraciones, y los países en desarrollo
han emergido como importante fuerza económica y potencia política. La
globalización ha integrado a las personas, los mercados y el trabajo, y la
revolución digital ha cambiado la vida humana.
El desarrollo humano consiste en ampliar las libertades de todos los
seres humanos
El desarrollo humano Las privaciones humanas son dinámicas.
consiste en ampliar las Superar el umbral de desarrollo humano
bajo no garantiza necesariamente que las
libertades de modo
personas estén protegidas frente a las
que todos los seres amenazas nuevas y futuras
humanos puedan Es posible lograr el desarrollo humano
aprovechar las universal en la práctica, pero primero
deben superarse los principales
posibilidades que
obstáculos y formas de exclusión
consideren más
valiosas.
Sigue habiendo obstáculos sustanciales para el desarrollo humano universal: Los grupos
de personas que siguen sufriendo privaciones son a veces los más difíciles de alcanzar.
Las mujeres sufren discriminación en lo que se refiere a las oportunidades

193

18 países 100 países


Exentas de obstáculos Se les impide
jurídicos 100
emprender
algunas carreras
profesionales
solo por su género

Más de 150 países


Se las discrimina
legalmente
Las mujeres
sufren discriminación
en lo que se refiere
a las oportunidades
32 países
Los procedimientos
para obtener un pasaporte
son distintos de los aplicables
a los hombres

18 países
Deben tener
la aprobación
del marido para
desempeñar
un trabajo

Fuente: Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano.


Sin embargo, algunos obstáculos están profundamente arraigados en las
identidades y las relaciones sociales y políticas, como la violencia manifiesta, las
leyes discriminatorias, las normas sociales excluyentes, los desequilibrios en la
participación política y la distribución desigual de oportunidades. Para superarlos
será necesario que la empatía, la tolerancia y los compromisos morales con la
justicia y la sostenibilidad mundiales ocupen un lugar central de las decisiones
individuales y colectivas.

 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), publicado


el 21 de marzo de 2017 y compilado basándose en estimaciones de 2016.
Sin embargo, no todos los estados miembros de Naciones Unidas eligen
estar o pueden aportar la información necesaria. Los números entre
paréntesis indican el cambio en posición que tuvo el país entre el informe
2016 y el informe previo.
CONCLUSIONES

Con los conocimientos adquiridos de nuestra investigación, concluimos


que la economía del desarrollo se basa principalmente en estudiar a los
países de bajo desarrollo económico, de tal forma propone soluciones
para que estos emerjan.
Basándose en el libro de las investigaciones de AMARYTA SEN logramos
conocer que el ser humano depende de su capacidad para poder enfrentar la
vida.
Mediante los índices de desarrollo humano(IDH) 2016, conocimos cuales son los
diez países de IDH más altos y los diez más bajos, además este tema busca la
libertad para todos los seres humanos.
Para poder determinar a un país como país desarrollado tiene que ser potencia
en: salud, educación, desarrollo industrial, comercial, PBI, PN(producción
nacional), el manejo fiscal, balanza de pagos, desarrollo tecnológico, entre otros.
La teoría de la modernización ha dado lugar a la estructuración de una
cultura dominante en cada país subdesarrollado, la misma que ha tratado
de ignorar y, en el peor de los casos, de anular, el modo de vida de los
grupos socioculturales; La teoría de la Dependencia se centra en una
estrategia de desarrollo basada en el proteccionismo comercial y la
substitución de las importaciones como también mostrar el desarrollo de
los países asiáticos como una prueba de que los dependentistas andaban
equivocados.
BIBLIOGRAFIA

 http://www.redalyc.org/pdf/510/51001702.pdf
 http://www.revistasice.com/CachePDF/ICE_858_5770__E7847A84FAF5
D9DA7C574E1E7BC8FAB2.pdf
 https://www.ses.unam.mx/curso2011/pdf/M1_Lecturas/M1_S1a_JuanAra
ncibia.pdf
 file:///C:/Users/Equipo/Downloads/M_dulo_3_Teor_as_e_ideolog_as_en
_Econom_a_Pol_tica.pdf

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