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A
ntonio Martín Puerta es profesor titular de Filosofía Moral
en la Universidad San Pablo CEU de Madrid. Ha investigado
fundamentalmente sobre las relaciones entre las institu-
ciones políticas, culturales y religiosas en la España contemporá-
nea. Además de otros trabajos es autor de Ortega y Unamuno en
la España de Franco (2009), Historia de la Asociación Católica de
Propagandistas (1953-1965) (2010), Antecedentes económicos y
sociales de la España de la posguerra (2011) y El franquismo y los
intelectuales (2014). Ha sido investigador invitado en el Instituto
de Estudios Políticos de París (Sciences Po) y en la Universidad de
Oxford.
Editorial Dykinson
Editorial Dykinson
ISBN: 978-84-9148-380-9
Preimpresión:
besingsg@gmail.com
Impresión:
Recco, S.L,
recco@recco-sll.com
www.recco.es
“Como señala un sugerente escritor, el primer requisito
para tener éxito en la vida es ‘ser un buen animal’; y ser
una nación de buenos animales es la primera condición
para la prosperidad nacional”.
PRÓLOGO...................................................................................................... 11
CAPÍTULO 1.
LA EUGENESIA EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA ...................................... 15
CAPÍTULO 2.
LA REVOLUCIÓN DARWINISTA ................................................................ 23
CAPÍTULO 3.
UN MEDIO AMBIENTE PROPICIO ............................................................. 31
CAPÍTULO 4.
EL NACIMIENTO DE LA EUGENESIA EN GRAN BRETAÑA ................... 49
CAPÍTULO 5.
LAS TEORÍAS EUGENÉSICAS EN ESTADOS UNIDOS ............................. 59
CAPÍTULO 6.
LAS PRÁCTICAS EUGENÉSICAS EN LOS PAÍSES ANGLOSAJONES ...... 77
CAPÍTULO 7.
LAS TEORÍAS EUGENÉSICAS EN ALEMANIA .......................................... 87
CAPÍTULO 8.
LAS TEORÍAS EUGENÉSICAS EN FRANCIA .............................................. 105
CAPÍTULO 9.
LAS IDEAS EUGENÉSICAS EN ITALIA ....................................................... 117
CAPÍTULO 10.
LAS PRÁCTICAS EUGENÉSICAS EN SUIZA Y ESCANDINAVIA ............... 131
CAPÍTULO 11.
LAS PRÁCTICAS EUGENÉSICAS EN LA ALEMANIA
NACIONALSOCIALISTA .............................................................................. 149
CAPÍTULO 12.
LA EUGENESIA EN ESPAÑA ........................................................................ 165
CAPÍTULO 13.
EL TRIUNFO DE LA NUEVA EUGENESIA ................................................. 189
11
15
Añadiéndose en 460 a:
- “El número de los matrimonios será de cuenta de los gobernantes,
quienes, en razón de las guerras, epidemias y todos los demás accidentes,
procurarán mantener inalterable el número de los ciudadanos”.
gería. No había respeto por las vidas de los esclavos y otros ‘bárbaros’;
e incluso entre los mismos griegos y romanos los niños no tenían un
automático derecho a la vida. Griegos y romanos mataban a los niños
deformes o débiles exponiéndolos a los elementos en una cima. Platón
y Aristóteles pensaban que el estado debe imponer la muerte de los ni-
ños deformes. Los celebrados códigos legislativos atribuidos a Licurgo
y Solón contenían similares estipulaciones. En esa época se pensaba que
era mejor acabar con una vida tan desfavorablemente comenzada que
intentar prolongarla, con todos los problemas que pueda traer. Nuestras
actitudes presentes provienen de la llegada del cristianismo”1.
1
SINGER, Peter. Practical Ethics. Cambridge University Press. 1999, p.88.
23
2
CRUSAFONT, Miguel; MELÉNDEZ, Bermudo; AGUIRRE, Emiliano. La evolución.
Biblioteca de Autores Cristianos. Madrid. 1976, pp. 57 y 61.
3
GARCÍA GONZÁLEZ, Armando. Darwin desde Darwin. Catarata/CSIC. Madrid.
2010, p. 167.
A lo que añade:
“La selección natural, como ha sido recalcado, conduce a la diver-
gencia de carácter y a la extinción de los menos mejorados y de las for-
mas intermedias de vida”4.
DARWIN, Charles. Origin of species. Collier & Sons. New York. 1909, pp. 141 y 142.
4
DARWIN, Charles. The Descent of Man and Selection in Relation to Sex. Appleton
5
8
SPENCER, Herbert. The Principles of Biology….pp. 444-445.
9
SPENCER, Herbert. The Data of Ethics. D. Appleton and Company. New York.
1882, (vi).
10
SPENCER, Herbert. The Data of Ethics…, p. 63.
11
SPENCER, Herbert. The Principles of Ethics. D. Appleton and Company. New
York. 1895, p.307.
espacios donde fructificó, aunque los dos autores citados fueran es-
trictamente liberales.
En realidad los procesos que a continuación veremos se refie-
ren más que a las propias teorías de Darwin, a las derivaciones de
éstas aplicadas a la sociedad, es decir al llamado darwinismo social,
que, como veremos, el propio Darwin empieza a asumir admirati-
vamente. Todo ello basado en el selectivo ejemplo que los datos de
la naturaleza pueden ofrecer. Cabe, no obstante, una necesaria re-
flexión sobre el darwinismo social y sus propuestas, y en relación
con “lo natural”. Como se ha indicado fue en el medio ambiente libe-
ral anglosajón donde se generaron el término, las justificaciones y
los contenidos del proyecto eugenésico, con prontas extensiones a
la izquierda laborista. Hemos visto que se trata de promover una se-
lección y una segregación apelando a la imitación por el hombre de
las llamadas “leyes de la naturaleza”. Pero este es un concepto que
ha de ser previamente reconsiderado, porque el término naturaleza
incluye muy distintas acepciones.
Proviniendo el término de natus, nacido, en sentido metafísi-
co se refiere a la esencia de un ser creado como principio para sus
operaciones, lo que implica el concepto de que existe una finalidad
en ese ente. Ello conecta necesariamente con el reconocimiento de
que existe un principio creador y ordenador. Mientras en el sentido
utilizado por la ciencia se refiere al conjunto del universo material.
Los científicos de la naturaleza que hemos aludido se refieren prin-
cipalmente a los animales, las plantas y al medio en que estos se de-
sarrollan. La cuestión estriba en que las “leyes de la naturaleza”, en
el sentido darwiniano, y especialmente en el darwinismo social, se
traducen finalmente en una: la ley del más fuerte. Pero además se
rechaza la misma existencia del concepto de naturaleza en su acep-
ción metafísica: los seres humanos no tendrían naturaleza, que im-
plicaría un destino y un elemento común entre todos ellos. Bien al
contrario, unos serían inferiores y otros superiores, algo decidido
apriorística y fundamentalmente a partir de datos externos y, en
cualquier caso, accidentales. Lo que implica una consideración ma-
31
12
SAFRANSKY, Rüdiger. Romanticismo. Una odisea del espíritu alemán. Tusquets.
Barcelona. 2009, pp. 314 y 323.
14
GOBINEAU, Joseph Arthur. Essai sur l’inégalité des races humaines. Firmin-
Didot. Paris. Vol. I. 1884, p. 58.
15
GOBINEAU, Joseph Arthur. Essai sur l’inégalité des races humaines. Firmin-
Didot. Paris. Vol. IV. 1855, p. 204.
16
GOBINEAU, Joseph Arthur. Essai sur l’inégalité des races humaines. …, pp. 358 y 359.
17
CHAMBERLAIN, Houston Stewart. Foundations of the Nineteenth Century. John
Lane. London. 1912, p. XCIV.
18
CHAMBERLAIN, Houston Stewart. Foundations… p. 257.
19
CHAMBERLAIN, Houston Stewart. Foundations… p. 432.
20
CHAMBERLAIN, Houston Stewart. Foundations… p. 432-433.
21
CHAMBERLAIN, Houston Stewart. Foundations… p.649 y 304.
22
CHAMBERLAIN, Houston Stewart. Foundations… p. 681.
23
CHAMBERLAIN, Houston Stewart. Foundations… p. 641.
Bastará con aplicar los principios expresados, entre los que se en-
cuentra el de la selección artificial.
Otro de los más significados partidarios del racismo, como
igualmente de la eugenesia, fue Georges Vacher de Lapouge (1854-
1936), del que se tratará en páginas sucesivas por su adhesión a esta
segunda corriente. En él se daba además la adscripción al socialis-
mo, y como en los dos casos anteriores resultó ser más influyente
en Alemania que en su propio país. Fue autor del desordenado libro
de 1899 El ario: su papel social, donde podemos leer las siguientes
opiniones:
“La superioridad del Homo Aeuropaeus es una consecuencia direc-
ta de su organización síquica. Incluso sobre esta superioridad es necesa-
rio explicarse. Cierta gente, partiendo del principio místico de la igual-
dad fundamental no puede soportar que se hable de razas superiores. No
me molestaré en contradecirles”24.
Para añadir:
“La superioridad social del ario se acusa en todos los aspectos. En
Europa ocupa las llanuras, dejando las alturas al alpino. Fluye a las ciu-
dades, a los centros de actividad, a todo lugar donde se requiera mayor
decisión y energía. Cuanto más se eleva un espacio social, más se le en-
cuentra en abundancia. Predomina en las artes, la industria, el comercio,
las ciencias y las letras. Es el gran promotor del progreso”25.
Por otro lado comenta: “El único competidor del ario en la ac-
tualidad es el judío”, así calificado:
“El judío, obediente a aptitudes prodigiosas para la especulación y
el engaño, trata todo asunto político como una especulación o como una
estafa. No ve sino el resultado inmediato, sino la ventaja directa, sin pre-
ocuparse por las repercusiones. Es el perfecto oportunista, nunca duda
acerca de que el futuro es hijo del presente, y no vive salvo para el presen-
24
VACHER DE LAPOUGE, Georges. L’Aryen: son rôle social. Albert Fontemoing.
Paris. 1899, p.397.
25
VACHER DE LAPOUGE, Georges. L’Aryen…,p.399.
te. Por ello su dirección política es no sólo inmoral, sino además y sobre
todo destructiva”26.
26
VACHER DE LAPOUGE, Georges. L’Aryen … ,p.464 y 476.
29
SPENGLER, Oswald. El hombre y la técnica. Colección Austral. Madrid. 1967,
pp. 67 y 111.
30
SPENGLER, Oswald. La decadencia de Occidente. Espasa - Calpe. Madrid. 1966,
p. 72.
Sentenciando finalmente:
“Hemos de sentarlo una y otra vez: esta sociedad, en la que precisa-
mente ahora se cumple el tránsito desde la cultura a la civilización, está
enferma, enferma en sus instintos, y por ello mismo también su espíritu.
No se defiende. Halla gusto en su escarnio y su descomposición”32.
BASHFORD, Alison & LEVINE, Philippa. The Oxford Handbook of the History of
34
Eugenics. Oxford University Press. New York. 2016, pp. 416-429. El texto comprende es-
tudios sobre la eugenesia, sus fundamentos y aplicaciones en distintos países. La bibli-
ografía en los últimos años ha venido a ofrecer datos sobre desconocidos e inesperados
proyectos eugenésicos en muchos países. Entre los publicados en España se encuentra
GARCÍA GONZÁLEZ, Armando y ÁLVAREZ PELÁEZ, Raquel. En busca de la raza perfecta.
Eugenesia e higiene en Cuba (1898-1958). CSIC. Madrid. 1999.
35
LECLERCQ, Jacques. Les grandes lignes de la philosophie morale. Université de
Louvain. Louvain. 1947, p. 96.
Hemos podido ver cómo todas las ideas básicas para la consti-
tución de la moderna eugenesia se encontraban ya preparadas para
su integración en un proyecto. El artífice de la puesta en marcha
sería Francis Galton (1822-1911), primo de Charles Darwin, que a
partir de estudios acerca de lo que él consideraba un estado degene-
rativo de la sociedad y de sus elementos más eminentes, efectuaría
una traslación de las exposiciones de su primo a la sociedad huma-
na. Había nacido el llamado darwinismo social, que debía llevar a
una serie de consecuencias prácticas. Se partía de que Darwin había
mostrado fehacientemente que en la naturaleza se dan dos princi-
pios, el de evolución de las especies y el de la supervivencia de los
elementos más fuertes y adaptables, con la consecuente desapa-
rición de los más débiles. Pero la sociedad actual venía a mostrar
que se había producido un indeseado incremento de individuos con
escasas cualidades, ello debido a la presencia del cristianismo o de
idearios filantrópicos poco recomendables por sus consecuencias.
Estos, en lugar de favorecer al más fuerte, tal como las leyes de la
naturaleza enseñan, fomentaban el apoyo a los débiles y a los indi-
viduos con poca capacidad natural para la supervivencia en un es-
cenario natural de competencia. De haberse aplicado las leyes de
la naturaleza, tales individuos de características débiles habrían
49
40
GALTON, Francis. Hereditary Genius. An Inquiry into its Laws and Consequences.
Macmillan and Co. London. 1914, p 374.
41
DARWIN, Charles. The autobiography of Charles Darwin. Collins. London. 1958,
p. 43.
42
DARWIN, Charles. The descent of man…, pp. 106-107.
43
DARWIN, Charles. The descent of man …, pp. 171-172.
del clero, entre el que, como es obvio, se han dado siempre intelec-
tos de todos los calibres.
Se ha aludido aquí a los conceptos de “eugenesia positiva” y
“negativa”. Lógicamente, y dada la radicalidad de la propuesta, se ha
preferido en ocasiones utilizar eufemismos más presentables. Así
Leonard Darwin (1850-1943), hijo de Charles Darwin, en un artícu-
lo en The Eugenics Review, de la que fue director, comentaba:
“El primer objetivo de la eugenesia es, sin duda, sustituir los lentos
y crueles métodos de la naturaleza por otros más racionales, humanos y
rápidos un rápido sistema de selección por el que se asegura el progre-
so de la raza”… “Cabe esperar que la introducción de un proyecto en la
próxima sesión del Parlamento, donde la segregación de los débiles men-
tales sea tratada a partir de principios eugenésicos, conlleve esta ilusión”
… “La eugenesia puede ser dividida en dos ramas, eugenesia constructi-
va, o intento de promover la multiplicación del más apto, y eugenesia
restrictiva, o intento de disminuir el número de los menos aptos”44.
A lo que añade:
“En todo caso imponer algo inmediatamente penoso como resulta-
do del exceso de población puede ser justificable si conduce a la perdura-
ble mejora de las naturales cualidades de nuestra raza. Por la adopción
44
DARWIN, Leonard. “First Steps Towards Eugenic Reform”. Eugenics Review.
Abril, 1912. No. 4, pp. 26, 35 y 38.
45
DARWIN, Leonard. What is Eugenics? The Third International Congress of
Eugenics. New York. 1932, p. 23.
49
KEYNES, John Maynard. “Some Economic Consequences of a Declining
Population”. The Eugenics Review. Abril, 1937. Vol. 29 (1), p. 17.
50
WEBB, Sidney & Beatrice. Industrial Democracy. Longmans, Green & Co.
London, New York, Bombay. 1897. Vol. 2, pp. 785-786.
51
WEBB, Sidney. Decline in the Birth Rate. Fabian Tract, Number 131. The Fabian
Society. London. March. 1907, pp. 16-17.
52
WELLS. H. G. Mankind in the Making. Chapman & Hall. London. 1904, p. 36.
53
WELLS. H. G. Mankind in the Making. …, p. 37.
59
54
Statistical Abstract of the United States, 1924. Bureau of the Census Lybrary.
Washington. 1925, p. 7.
16/08/2017 17:39:55
La Eugenesia ayer y hoy. La Biopolítica en la Historia 63
PRINCIPALES
1921 1922 1923 1924
GRUPOS
Europa 655.254 216.385 307.920 354.939
Asia 25.054 14.263 13.705 12.065
Otros de
América(Canadá y 124.115 77.448 199.972 318.855
otros)
55
Statistical Abstract of the United States, 1924. …, p. 75.
P R I N C I PA L E S
1925 1926 1927 1928
GRUPOS
Alemanes 54.215 58.675 56.587 54.157
Ingleses 50.580 44.206 40.165 33.597
Irlandeses 42.661 42.475 44.726 38.193
Mejicanos 32.378 42.638 66.766 57.765
Escoceses 27.503 27.298 25.544 23.177
Escandinavos 20.146 19.418 19.235 18.664
Grupos
1925 1926 1927 1928
restringidos
Chinos 1.721 1.375 1.051 931
Italianos del Norte 1.784 1.486 2.637 2.653
Italianos del Sur 5.512 7.888 15.892 16.087
61
STODDARD, Lothrop. The Rising Tide of Color Against White World-Supremacy.
Charles Scribner’s Sons. New York.1920, pp. 88, 102 y 163.
62
STODDARD, Lothrop. The Rising Tide of Color…, p. 306.
63
STODDARD, Lothrop. The Rising Tide of Color…, p. 208.
64
STODDARD, Lothrop. The Revolt Against Civilization. The Menace of the
Underman. Charles Scribner’s Sons. New York.1922, pp. 23 y 24.
65
STODDARD, Lothrop. The Revolt Against Civilization…, pp. 30y 33.
66
STODDARD, Lothrop. The Revolt Against Civilization…, pp. 128 y 129.
67
STODDARD, Lothrop. The Revolt Against Civilization…, p. 63.
STODDARD, Lothrop. The Revolt Against Civilization…, pp. 240, 245 y 250.
68
71
POPENOE, Paul; JOHNSON, Roswell. Applied Eugenics…, p. 303.
78
LAUGHLIN, Harry Hamilton. Eugenical Sterilization in United States.
Phsycopatic Laboratory of the Municipal Court. Chicago. 1922.
77
Por supuesto Churchill tomó nota del asunto e instó a sus fun-
cionarios a analizar el antecedente, que él entendía debía ser toma-
do como ejemplo, pese al poco interés del parlamento. En cuanto al
asesor médico de prisiones, Horatio Donkin -sobre quien caería la
responsabilidad práctica de su aplicación-, consideraba que la nor-
ma americana era un monumento a la ignorancia basado además
en criterios no científicos. Mientras Churchill -considerando que el
grupo afectado era de unas ciento veinte mil personas- difundía el
texto de la comisión, que calificaba a los posibles afectados como un
serio peligro social. Finalmente Churchill habló en la Cámara de los
Comunes el 10 de febrero de 1911 acerca de la necesidad de inter-
namiento en campos de trabajo para débiles mentales, mientras en
su entorno seguía defendiendo ardorosamente la esterilización. No
80
PONTING, Clive. Churchill …pp. 100-105.
81
Las calificaciones médicas sobre los afectados -imbéciles, moralmente im-
béciles y enfermos mentales- pueden consultarse en el British Medical Journal de 16 de
noviembre de 1912.
84
KLUCHIN, Rebecca. Fit to Be Tied. Sterilization and reproductive Rights in
America 1950-1980. Rutgers University Press. New Brunswick. 2009, pp. 16 y 17.
ESTADO PERÍODO
Alabama 1919-1935
Arizona 1929-1956
California 1909-1963
Connecticut 1920-1963
Delaware 1923-1963
Georgia 1937-1983
Idaho 1932-1963
Indiana 1907-1974
Iowa 1910-1963
Kansas 1913-1961
Maine 1925-1963
Michigan 1914-1963
Minnesota 1928-1950
Mississipi 1930-1963
Montana 1923-1954
Nebraska 1917-1963
New Hampshire 1910-1959
New York 1912-1920
North Carolina 1929-1973
North Dakota 1921-1983
Oklahoma 1938-1955
Oregon 1921-1983
South Carolina 1935-1963
South Dakota 1920-1960
Utah 1925-1960
Vermont 1931-1957
Virginia 1924-1979
Washington 1921-1944
West Virginia 1927-1956
Wisconsin 1913-1963
85
BLACK, Edwin. War against the Weak. Four Walls Eight Windows. New York /
London. 2003, p. 123.
87
BLACK, Edwin. War Against the Weak…pp. 284, 285 y 296.
87
89
HAECKEL, Ernst. The Riddle of the Universe. Watts & Co. London. 1929, p.16.
90
HAECKEL, Ernst. The Riddle … p. 275.
91
HAECKEL, Ernst. The Riddle … p. 238.
94
HAECKEL, Ernst. The wonders of life. Harper & Brothers Publishers. New York.
1905, p. 21.
Dado que:
“en cierta manera, a través de la destrucción indiscriminada de cri-
minales incorregibles no sólo la lucha por la vida será más fácil entre
la mejor parte de la humanidad, sino que también se pone en práctica
un ventajoso proceso de selección artificial, desde el momento en que la
posibilidad de transmisión por herencia de cualidades nocivas se erradi-
cará de estos degenerados”97.
HAECKEL, Ernst. The History of Creation. Appleton and Company. New York.
96
102
MOSSE, George L. Les racines intellectuelles du Troisième Reich. Calmann-Lévy.
Paris. 2006, p. 111.
Explicitando lo siguiente:
“Pero es Darwin quien nos ha enseñado la profunda comprensión
de estas leyes fisiológicas. Es la selección natural en la lucha por la exis-
tencia de las razas, grupos, especies, familias e individuos la que rige la
historia social de las especies humanas”104.
103
WOLTMANN, Ludwig. Politische Anthropologie. Eugen Diederichs. Jena. 1903,
p. 157.
104
WOLTMANN, Ludwig. Politische Anthropologie…, p. 193.
Para concluir:
“El reconocimiento del derecho a la muerte de los enfermos men-
tales se considera en segundo plano, necesitándose, naturalmente, la
aprobación del paciente para la muerte, que aquí faltará, y esta circuns-
tancia, al menos al principio de la reforma, podría ser un problema. El
reconocimiento del derecho a la muerte de los que no tienen curación
física -y también, por principio, en situaciones donde no haya duda- es el
primer paso a adoptar en la práctica”106.
105
JOST, Adolf. Das Recht auf den Tod. Dieterich’sche Verlagsbucshhandlung.
Göttingen. 1895, pp. 6-7.
106
JOST, Adolf. Das Recht auf den Tod …,p. 47.
107
BAUR, Erwin; FISCHER, Eugen; LENZ, Fritz. Grundriss der menschlichen
Erblichkeitslehre und Rassenhygiene. J.F. Lehmans Verlag. Munich. Vol. 2. 1921, pp. 125 y
126.
108
HOFFMANN, Geza. Die Rassenhygiene in den Vereinigten Staaten von
Nordamerika. J.F. Lehmans Verlag. Munich. 1913, pp. XI, 2 y 3.
109
WEINDLING, Paul. Health, Race and German Politics between National
Unification and Nazism. 1870-1945. Cambridge University Press. 1989, pp. 270-280 y
337-341. Esencial en su descripción del papel de la ciencia alemana en el proceso eu-
genésico y de higiene racial.
110
WEINDLING, Paul. Health, Race and German politics…pp. 389-397.
112
WEINDLING, Paul. Health, Race and German politics…pp. 482-483.
105
116
VACHER DE LAPOUGE, Georges. Les selections sociales. Thorin et fils. Paris.
1896, p.1.
117
VACHER DE LAPOUGE, Georges. Les selections sociales…, p. 61.
118
VACHER DE LAPOUGE, Georges. Les selections sociales…, p. 80.
119
VACHER DE LAPOUGE, Georges. Les selections sociales…, p. 265- 266.
120
VACHER DE LAPOUGE, Georges. Les selections sociales…, p. 443.
Para concluir:
“La selección sistemática parece el solo medio posible para escapar
de la mediocridad próxima y la decadencia final. Por difícil que pueda
parecer en la práctica, no debe contemplarse como imposible”123.
124
RICHET, Charles. La sélection humaine. Félix Alcan. Paris. 1919, pp.53 y 54.
125
RICHET, Charles. La sélection humaine. …, pp. 81 y 92.
129
CARREL, Alexis. L´Homme, cet inconnu. Plon. Paris. 1935, p. 359.
130
CARREL, Alexis. L´Homme, cet inconnu. … p. 361.
más peligrosas que las de los ladrones o las de los asesinos. Ningún cri-
minal causa desdichas tan grandes como la introducción en una raza de
la tendencia a la locura. La eugenesia voluntaria no es irrealizable”131.
131
CARREL, Alexis. L´Homme, cet inconnu. … p. 364.
132
CARREL, Alexis. L´Homme, cet inconnu. … p. 365.
133
CARREL, Alexis. L´Homme, cet inconnu. … p. 367.
117
table apoyo social. Y que en 1929 tras la firma de los Pactos Latera-
nenses había puesto fin a la querella entre el estado italiano y la San-
ta Sede, lo que le incrementó su reconocimiento entre los católicos
y produjo un acercamiento con el Vaticano. Que por otra parte no
andaba con remilgos a la hora de denunciar el intervencionismo es-
tatal en documentos tales como las encíclicas Non abbiamo bisogno
y Quadragesimo anno de 1931. Se trataba además de una dictadura
no particularmente inclemente en su primera época, y por natura-
leza bien dispar del nacionalsocialismo, a cuyo jefe Mussolini des-
preciaba y ocultamente temía. Pero con quien prefería mantener-
se a distancia, e incluso apoyando la independencia de Austria en
1934 frente al intento de golpe de estado nazi en la Viena de 1934,
que concluyó con el asesinato el día 25 de julio del canciller católico
Engelbert Dollfuss, a quien el Duce había sostenido. En su discurso
de 6 de septiembre de 1934 a los fascistas de Bari calificaba a los
alemanes como “gente que ignoraba la escritura con la que redactar
los documentos de la propia vida, en la época en que Roma tenía a
César, Virgilio y Augusto”. La prensa fascista indicaba la reacción de
los asistentes: “Acclamazione altissime”. Mejor tener a una Austria
frágil e independiente de vecina que verse obligado a tratar con el
imprevisible y mesiánico Führer, máxime cuando Italia había arre-
batado los territorios del Tirol del Sur de población alemana, algo
que con seguridad se encontraría en la agenda del canciller.
Pero las cosas empezaron a cambiar drásticamente en 1936
tras la conquista de Abisinia por Italia. Inglaterra, afectada en el
control de la ruta a la India, se separó del antiguo aliado, y a Musso-
lini sólo le quedó en Europa un posible socio: Hitler. Lo que genera-
ría una segunda fase del fascismo, de carácter diferente. Se empe-
zaron a promulgar leyes raciales a partir de noviembre de 1938 y
a divulgar teorías nacionalsocialistas, que incluían la exigencia de
una fuerte selección sobre la población, con argumentos de carácter
cuando menos distante hacia lo católico, de modo que el régimen
empezó a cobrar un aspecto distinto. No obstante, y entre 1922 y
1936, el fascismo se mantuvo dentro de unos formatos que le logra-
ron un reconocimiento internacional que hoy, juzgando desde los
138
Reichspost, 29 de mayo de 1936, p. 2.
139
Reichspost, 30 de mayo de 1936, p. 6.
140
Acta Apostolicae Sedis. 9 de febrero de 1934, p. 93.
141
Acta Apostolicae Sedis. 19 de junio de 1937, p. 306.
Estaba claro lo que el Vaticano opinaba sobre las teorías racistas, conside-
radas igualmente por la mayoría de los italianos como algo estrafalario e
inaplicable. Pero que implicó ciertas consecuencias. El 5 de agosto de 1938
un grupo de profesores italianos publicaba lo que denominaron El mani-
fiesto de la raza, que incluía las siguientes afirmaciones: hay razas impor-
tantes y menores; el concepto de raza es puramente biológico; la mayoría
de la población italiana es de origen ario; existe una raza italiana; es el mo-
mento de que los italianos se proclamen racistas; los judíos no pertenecen
a la raza italiana; finalmente: los caracteres físicos y sicológicos puramente
europeos de los italianos no deben ser alterados en modo alguno. Lo que
precedería a la regulación de 17 de noviembre de 1938, primera norma ra-
cista emitida en Italia. Ambos textos generarían declaraciones contrarias
de Pío XI. No obstante, como se ha indicado, incluso en la revista La difesa
della razza -en cuyo primer número se reproducía el aludido manifiesto- se
percibían posturas no idénticas, aunque se rechazaba la herencia de La-
marck, situándose en favor del darwinismo. Si bien incluso entre los más
entusiastas partidarios de la aproximación a la cosmovisión nacionalsocia-
lista no se defendió la aplicación de procesos de esterilización.
Resulta de interés, entre las poco unánimes opiniones de los
fascistas ante la eugenesia, la de uno de ellos, Julius Evola, alguien
que habiendo sido poco influyente durante el ventennio, sería luego
faro intelectual del neofascismo. Gnóstico y aficionado a las formu-
laciones esotéricas, no consideraba que las posiciones puramente
biológicas del racismo fuesen un acierto, entendiendo que se tra-
taba de una postura materialista. Por el contrario entendía que la
búsqueda de la pureza racial desde un punto de vista biológico es-
taba condenada al fracaso por ignorar el componente espiritual, de
modo que podría darse por ello una grave decadencia a pesar de ha-
berse conseguido el dominio del prototipo físico deseado, que sería
un hombre artificial. Bien es cierto que su concepción de lo espiri-
tual estaba teñida de ocultismo, gnosis y elitismo, síntesis en la que
llegó a ser un destacado referente. Sobre su ideario, y con motivo
de la aparición en enero de 1927 de la revista Ur, ya había recaído
la siguiente demoledora crítica efectuada por Giovanni Montini, el
futuro Pablo VI, que demostró su agudeza en la reseña que puede
leerse en la revista Studium, 6, de 1928.
a los gobernantes civiles una facultad que nunca tuvieron ni pueden legí-
timamente tener. …. Además de que los gobernantes no tienen potestad
alguna directa en los miembros de sus súbditos; así, pues, jamás pueden
dañar ni aun tocar directamente la integridad corporal donde no medie
culpa alguna o causa de pena cruenta, y esto ni por causas eugenésicas ni
por otras causas cualesquiera”.
142
“On Catholicism”. The Eugenics Review. 1931 Abril 23(1), pp. 41-45.
143
Una detallada perspectiva sobre la eugenesia en Italia aparece en CASSATTA,
Francesco. Building the New Man. Eugenics, Racial Science and Genetics in Twentieth-
Century Italy. Central European University Press. Open Edition Books. 2013.
131
La eugenesia en Suiza
144
Sobre la eugenesia en Holanda y sus colonias, ver el aludido texto BASHFORD,
Alison & LEVINE, Philippa. The Oxford Handbook of the History of Eugenics…pp.
347-362.
La eugenesia en Dinamarca
147
WILDENSKOV, H. O. “Eugenic Legislation in Denmark”. The Eugenics Review.
1935. Enero, 26 (4), pp. 281-282.
La eugenesia en Suecia
149
HOFSTEN, Nils. “Sterilization in Sweden”. The Eugenics Review. 1938. Enero. 29
(4), pp. 257-260.
La eugenesia en Noruega
La eugenesia en Finlandia
151
HODSON, C. B. S. “Eugenics in Norway”. The Eugenics Review. 1935. Abril 27(1),
pp. 41-44.
152
Acerca de la eugenesia en Noruega, ver BROBERG, Gunnar & ROLL-HANSEN,
Nils. Eugenics and the Welfare State. Capítulo de Nills Roll-Hansen Norwegian Eugenics:
Sterilization and Social Reform pp. 151-194.
154
Sobre la esterilización en Finlandia ver BROBERG, Gunnar & ROLL-HANSEN,
Nils. Eugenics and the Welfare State. Capítulo de Marjatta Hietala, From Race Hygiene to
Sterilization: The Eugenics Movement in Finland, pp. 195-258. Datos anteriores en pp.
218-219.
ESTERILIZACIONES EN DINAMARCA
ENTRE 1929 Y 1950
TOTAL DE PORCENTAJE DE
PERIODO
ESTERILIZACIONES MUJERES
1929-1934 108 81%
1935-1939 1.380 71%
1940-1945 2.120 71%
1946-1950 2.332 76%
1950-1967 Sin datos Sin datos
SUMA TOTAL APORTADA 5.940 73%
ESTERILIZACIONES EN SUECIA
ENTRE 1935 Y 1967
TOTAL DE PORCENTAJE DE
PERIODO
ESTERILIZACIONES MUJERES
1935-1939 1.916 93%
1940-1945 7.253 68%
1946-1950 10.930 89%
1951-1975 42.789 78%
SUMA TOTAL APORTADA 62.888 92%
ESTERILIZACIONES EN NORUEGA
ENTRE 1934 Y 1976
TOTAL DE PORCENTAJE DE
PERIODO
ESTERILIZACIONES MUJERES
1934-1942 653 83%
1943-8.V.1945
Período de ocupación 487 84%
1.VI.1945-30.VI.1954 2.569 91%
1.VI.1954-1965 8.005 93%
1966-1976 29.177 62%
SUMA TOTAL APORTADA 40.891 75%
ESTERILIZACIONES EN FINLANDIA
ENTRE 1951 Y 1970
149
156
Sobre el antisemitismo en la universidad alemana, ver WEINREICH, Max.
Hitler et les professeurs. Les belles lettres. Paris. 2013.
cerlo sólo con anestesia-, arrancar las ancas a las ranas, recortar la
cola a caballos -incluso prohibía la importación de caballos con cola
recortada-, o realizar operaciones sin anestesia. Las penas podían
alcanzar los dos años de prisión y añadir quinientos marcos de mul-
ta. Conocida la lógica del nacionalsocialismo y sus antecedentes -fue
Haeckel quien creó el término “ecología” desde una visión panteísta
-no hay ninguna incoherencia en la coexistencia de esta norma con
otras que prevén otro trato para los humanos que no formen parte
del proyecto.
En septiembre de 1935 se promulgarían las leyes de Nurem-
berg, dirigidas a evitar matrimonios de alemanes de raza con otros
que tuvieran antecedentes de sangre judía, si bien estas normas no
fueron consideradas como propiamente eugenésicas por los espe-
cialistas en la materia de otros países, sino como puramente racis-
tas y vinculadas a la interpretación nazi. En cambio sí tenía tal carác-
ter la norma de 18 de octubre de 1935 prohibiendo el matrimonio a
portadores de enfermedades hereditarias.
Se ha aludido antes al programa Lebensborn, que buscaba in-
crementar la población nórdica de Alemania. Se atribuyó a la Oficina
Central para la Raza y el Asentamiento de las SS, una vez más or-
ganización paralela y distinta a la del partido, y en dependencia de
Heinrich Himmler. Inicialmente era una especie de asociación asis-
tencial interna para gentes de las SS y para la adopción de niños con
las características raciales deseadas. Comenzada la guerra se dedi-
có al secuestro de niños de aspecto nórdico en los países ocupados,
quedando al fin de la guerra en Alemania más de doscientos mil, que
desconocerían su origen. También se dedicó a la adopción de hijos
ilegítimos habidos de relaciones entre soldados alemanes con mu-
jeres de países ocupados de características raciales deseadas. De
haber tenido tiempo de valorar los resultados los promotores ha-
brían sufrido alguna seria frustración, pues la selección de personas
a partir del fenotipo no garantiza el resultado final buscado.
El siguiente paso sería la aplicación de la eutanasia, cuestión
más delicada que requería de mayores prevenciones. Ya se ha co-
160
WEINDLING, Paul. Health, Race and German politics…pp. 543-544.
161
Acta Apostolicae Sedis. 2 de diciembre de 1940, pp. 553-554.
162
WOLF, Hubert. Le pape et le diable. CNRS Éditions. Paris. 2014, pp. 169-172.
165
164
MALLADA, Lucas. Los males de la Patria. Fundación Banco Exterior. Madrid.
1990, pp. 47 y 62.
165
CASTÁN TOBEÑAS, José. La crisis del matrimonio. Hijos de Reus. Madrid. 1914,
pp. 328 , 336 y 337.
166
CLEMINSON, Richard. Anarquismo y sexualidad. España 1900-1939.
Universidad de Cádiz. Cádiz. 2008, pp. 120, 121 y 123. Sobre la misma materia véase
también el capítulo de Raquel Álvarez Peláez Eugenesia y darwinismo social en el pens-
amiento anarquista en HOFMANN, Bert. El anarquismo español. Sus tradiciones cultura-
les. Iberoamericana. 1995, pp. 29-40.
169
HUERTA NAVES, Luis. Eugénica, maternología y puericultura. Imp. Fortanet.
Madrid. 1918, pp. 157, 161-162,168 y 171.
170
Sobre Luis Huerta véase el texto de LÁZARO LORENTE, Luis Miguel. Luis
Huerta: eugenesia, medicina y pedagogía en España en Historia de la Educación, 28,
2009, pp. 61-88.
171
Gaceta Médica Española, número 18. Marzo de 1928, pp. 249-251.
172
Gaceta Médica Española, número 18. Marzo de 1928, pp. 269-273.
176
JIMÉNEZ DE ASÚA, Luis. Libertad de amar y derecho a morir… pp. 118, 210,
256, 323 y 435.
177
NOGUERA LÓPEZ, Joaquín. Moral, eugenesia y derecho. …, pp. 64, 79-80 y 81.
182
MARAÑÓN, Gregorio. Raíz y decoro de España. Espasa Calpe. Madrid. 1941, pp.
90-91, 92, 95, 98 y 101.
183
FERRÁNDIZ, Alejandra y LAFUENTE, Enrique. “El pensamiento eugénico de
Marañón”. Asclepio, 1999, Vol 51, nº 2, pp.133-148.
crecencias dañinas, puesto que son partes del todo social. Hay que
estudiar las causas de su debilidad y procurar suprimirlas. Y esto
no se logrará jamás mientras no se transforme radicalmente la so-
ciedad estableciéndola sobre la base de una nivelación económica”,
criticando el “error crasísimo de no pocos eugenistas” de copiar las
prácticas de la zootecnia. Entiende que se requiere de una reforma
del sistema social y de actuar por la vía de las mejoras sociales y de
la sanidad, concluyendo: “Sólo así cabrá una verdadera labor de Eu-
genesia. Lo demás es, simplemente, emprender la obra de destruc-
ción de los débiles y desgraciados por los fuertes y felices”184.
Ya durante la República, entre el 21 de abril y el 10 de mayo
de 1933, se celebraron en la Facultad de Medicina las Primeras Jor-
nadas Eugénicas Españolas, organizadas por la Gaceta Médica Es-
pañola y la Liga para la Reforma Sexual. Fueron inauguradas bajo
la presidencia del socialista Fernando de los Ríos, ministro de Ins-
trucción Pública, habiéndole acompañado en la presidencia conoci-
dos participantes, junto al presidente de la Federación Universitaria
Escolar y el delegado de la F.U.E. de Medicina. Los ponentes fueron
Roberto Novoa Santos, Matilde de la Torre, Jaime Torrubiano, Pío
Baroja, Ramón J. Sender, Gonzalo R. Lafora, Mariano Ruiz Funes y
Ángel Ossorio y Gallardo. El ministro depuso sobre La eugénica en la
Universidad, comentando que “el problema eugenésico, comprendi-
do en la forma que con justeza aquí se ha definido, es un problema
de porvenir de la raza”. Pío Baroja en su ponencia El tema sexual en
la Literatura no hizo alusión a la cuestión, comentando sobre la reli-
gión que más que opio “sería mucho más exacto decir que es el alco-
hol del pueblo”, y calificando las soluciones libertarias y de amor li-
bre como “chatarra vulgar pintada con purpurina”. Ramón J. Sender
en su ponencia Reflexiones sobre el amor tampoco haría alusión al
tema central de la convocatoria. Además hubo numerosos cursillos
prácticos, donde no podía faltar la célebre Hildegart Rodríguez Car-
balleira, que se presentaba como “abogado, publicista y Secretaria
de la Liga Española de Reforma Sexual sobre bases científicas”; su
184
HERNÁNDEZ ALFONSO, Luis. Eugenesia y derecho a vivir. Madrid. Javier
Morata Ed. 1933, pp. 16, 25, 32, 113 y 205.
187
MURILLO PALACIOS, Francisco. Acción Española nº 44. “El mejoramiento de la
raza, base del engrandecimiento de Alemania”. 1 de enero de 1934, pp. 780-793.
188
GONZÁLEZ OLIVEROS, Wenceslao. “Algunas notas sobre el momento científico
de la doctrina racista”. Acción Española, números 52 y 53 de 1 de mayo y 16 de mayo de
1934. P.p. 329-337 y 415-428.
191
MIRAVITLLES, Jaume. Crítica del 6 d’Octubre. Hacer. Barcelona. 1935, pp. 117
y 118.
192
AYMAMÍ I BAUDINA, Lluís. El 6 d’Octubre tal com jo l’he vist. Atena. Barcelona.
1935, p.180.
193
VANDELLÓS, Josep A. Catalunya, poble decadent. Biblioteca Catalana d’Autors
Independents. Barcelona. 1935.
194
Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya. 9 de enero de 1937, pp. 114-115.
200
Ver Acción Española, 1 de enero de 1932, nº2, pp. 142-154 y nº3 de 15 de ene-
ro de 1932, pp. 249-262.
201
VALLEJO NÁGERA, Antonio. Eugenesia de la Hispanidad. Editorial Española.
Burgos. 1937, pp. 7, 9, 47, 48, 51-52, 55, 62, 63, 64, 78 y 137-140.
Por otro lado la reforma del Código Penal aprobada por Decre-
to de 23 de diciembre de 1944 penalizaba severamente la práctica
del aborto en los artículos 411- 418, explicitando en el 416 la prohi-
bición de difusión de propaganda anticonceptiva, y prohibiéndose
igualmente en el artículo 418 la castración202. Con el tiempo quedó
claro que la regeneración buscada era perfectamente posible a par-
tir de la sanidad, la higiene, la elevación cultural y - tal como apuntó
en su momento Hernández Alfonso- la nivelación económica. Bas-
taba, por tanto, con aplicar tales medidas y generar una sociedad
abierta en cuanto a posibilidades de desarrollo humano, sin nece-
sidad de acudir a discriminadores proyectos de ingeniería social y a
técnicas propias de una granja de pollos.
202
BOE. 13 de enero de 1945, pp. 457- 458.
189
203
BOE. 31 de julio de 2008. Aprobada por las Cortes, se incorpora a la legislación
en el caso de España como Ley Orgánica 1/2008, de 30 de julio, por la que se autoriza la
ratificación por España del Tratado de Lisboa, por el que se modifican el Tratado de la
Unión Europea y el Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea, firmado en la capi-
tal portuguesa el 13 de diciembre de 2007.
205
MACKELLAR, Calum & BECHTEL, Christopher. The Ethics of the New Eugenics.
Bergham Books. Oxford-New York. 2014, p. 95.
206
SINGER, Peter. Practical Ethics…pp. 182 y 173.
solo el inicio del proceso; pero tampoco existe certeza acerca de que
el embrión o feto no tenga algún tipo de enfermedad. La siguiente
práctica de carácter eugenésico puede ser una decisión adoptada
tras el diagnóstico prenatal. En caso de que se prevea la probabi-
lidad de nacimiento de una persona con ciertas carencias físicas o
intelectivas las legislaciones suelen dar cabida a la posibilidad de
practicar un aborto. Obviamente se trata también de una decisión
eugenésica, en cuanto que se opta por la eliminación de una perso-
na considerada como no válida o deseable. Hasta ahora la práctica
eugenésica concluía en este punto. Pero se han alzado voces recla-
mando la ampliación hacia una fase siguiente que ya sería de infan-
ticidio207. De nuevo Peter Singer explica la propuesta:
“El diagnóstico prenatal no siempre puede detectar las más graves
discapacidades. Algunas discapacidades, de hecho, no aparecen antes
del nacimiento; pueden ser resultado de un nacimiento extremadamente
prematuro o de que algo no marche bien en el proceso mismo. Actual-
mente los padres pueden elegir mantener o destruir su prole no apta sólo
si la discapacidad se detecta durante el embarazo”.
Para a continuación abrir la puerta al siguiente paso:
“Aún así la principal cuestión está clara: matar a un niño incapaci-
tado no es moralmente equivalente a matar a una persona. Con mucha
frecuencia no es del todo un error”.208
TOTAL DE % SOBRE
POBLACION TOTAL DE
AÑO ABORTOS TOTAL DE
DE ESPAÑA ABORTOS
EUGENÉSICOS ABORTOS
1986 37.875.000 411 S.D. S.D.
1987 38.731.578 16.206 S.D. S.D.
1988 38.802.300 26.069 428 1,64
1989 38.853.227 30.522 515 1,69
1990 38.881.416 37.232 663 1,78
1991 39.051.336 41.910 738 1,76
1992 39.264.034 44.962 655 1,46
1993 39.458.489 45.503 720 1,58
1994 39.639.726 47.832 761 1,59
1995 39.808.374 49.367 809 1,64
1996 39.971.329 51.002 1.046 2,05
1997 40.143.449 49.578 1.031 2,08
1998 40.303.568 53.847 1.222 2,27
1999 40.470.182 58.399 1.444 2,47
2000 40.665.545 63.756 1.641 2,57
2001 41.035.271 69.857 1.768 2,53
2002 41.827.836 77.125 2.337 3,03
2003 42.547.454 79.788 2.258 2,83
2004 43.296.335 84.985 2.598 3,06
2005 44.009.969 91.644 2.901 3,16
2006 44.784.659 101.592 2.875 2,83
2007 45.668.938 112.138 3.265 2,91
2008 46.239.271 115.812 3.315 2,86
2009 46.486.621 114.482 3.317 2,98
2010 46.667.175 113.031 3.361 2,97
2011 46.818.216 118.611 3.590 3,01
2012 46.727.890 113.419 3.435 3,03
2013 46.512.199 108.690 3.393 3,12
2014 46.449.565 94.796 3.728 3,93
2015 46.445.828 94.188 3.786 4,02
TOTAL 2.106.754 57.600 2,73
210
“Abortion Statistics”. Department of Health. England and Wales. Elaboración
comparativa propia.
DOWBIGGIN, Ian. The Sterilization Movement and Global Fertility in the Twentieth
214
Century. Oxford University Press. New York. 2008, pp. 123,124, 139, 156, 190 y 213.
215
CONNELLY, Matthew. Fatal Misconception. Harvard University Press.
Massachussets / London. 2008, p. 184. La obra ofrece abundantes datos sobre los pro-
cesos y su financiación.
LA NUEVA EUGENESIA
218
HABERMAS, Jünger. El futuro de la naturaleza humana. Paidós Ibérica.
Barcelona. 2002, pp. 38, 69, 75, 87 y 146.
219
ENGELHARDT, Tristram. “La naturaleza humana tecnológicamente recon-
siderada”. ARBOR, 544. Abril, 1991, pp. 87, 91 y 80. Traducción del original “Human
Nature Technologically Revisited” en Social Philosophy & Policy, Vol. 8, issue I. 1990.
220
ENGELHARDT, Tristram. La naturaleza humana…pp. 78 y 80.
221
CRICK, Francis. La búsqueda científica del alma. Círculo de Lectores. Madrid.
1994, pp. 7, 8 y 323.
lógica, siempre distinta de las otras. Lo que tiene las mayores conse-
cuencias, pues las civilizaciones son resultado de las religiones. No
pudiéndose ignorar a estas alturas que algunas de las civilizaciones
aludidas han generado ya notables niveles de investigación en rela-
ción con la biología.
Las dificultades para volver al concepto de naturaleza no son
escasas ni de poco rango, pero observamos que no faltan quienes lo
consideran como el necesario punto de partida para poder generar
criterios sobre esta y otras cuestiones. La alternativa sería una gra-
ta y variable ética de consenso, instrumental, utilitaria y movediza,
pero poco útil para lo esencial. Lo sucedido durante los años treinta
debería servir de alerta. Stefan Zweig, no pudo dejar de efectuar una
coherente reflexión en El mundo de ayer: “Tuvimos que dar la razón
a Freud cuando afirmaba ver en nuestra cultura y en nuestra civili-
zación tan sólo una capa muy fina que en cualquier momento podía
ser perforada por las fuerzas destructoras del infierno”.
211
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1880.
HARO GARCÍA, Francisco. Eugenesia y matrimonio. Javier Morata, Editor. Ma-
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