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EL VALOR PATRIMONIAL DE LA ARQUITECTURA VIRREINAL

Antonio San Cristóbal Sebastián*

CONSIDERACIONES CONCEPTUALES Por lo pronto distinguimos entre la cultura en la


que surgió y fue construida y utilizada, y la cultu-
La denominación común de "patrimonio cultu- ra vigente en nuestro tiempo. A lo largo de unos
ral", aplicada también -e ntre otras varias objetivi- tres siglos de intervalo entre ambas concepciones
dades culturales- a la arquitectura virreinal perua- culturales han variado profundamente los valores,
na, tiene para la generalidad de la gente un signi- los sentimientos colectivos, las normas sociales y
ficado cultural expresado como mera referencia. otros ingredientes de cada una de estas dos situa-
El objeto reconocido oficialmente como cultural, ciones culturales, aun cuando la cultura virreinal
en este caso la arqu itectura virreinal, se califica pueda ser considerada como uno de los antece-
con relación a una cultura con la que se supone dentes históricos, acaso ya bastante lejanos, de la
que está identificado y a la que representa, y cu- cu ltura contemporánea .
ya conservación y decoroso mantenimiento im-
ponen algunas obligaciones jurídicas que pueden La arquitectura virreinal ha perdurado en uso, al
ser cumplidas o vu lneradas. Es un modo de pre- menos en los monumentos que hoy la represen-
sentación gené rica del objeto considerado como tan, a lo largo de todos los cambios culturales. Si en
cu ltura l, para que su conocimiento se extienda a sus orígenes, siglos XVI al XVIII, constituía parte in-
círculos cada vez más amplios de actuales o de fu- tegrante y representativa de la vida cu ltural, en los
turos espectadores. Como pura denominación de tiempos actuales esa misma arquitectu ra virreinal
efectos jurídicos, el título de patrimonio cu ltural -de plena utilización en los monumentos religio-
puede ser otorgado, renovado o an ulado sin que sos- es considerada como perteneciente al patri-
se altere en ningún aspecto la inserción del obje- monio cultural heredado de la época virreinal.
to en una determinada cu ltura.
Desde el punto de vista objetivo se trata de la
Diríamos que la denominación de patrimonio misma arquitectura virreinal con referencia a am-
cu ltural exige un a doble relación independiente: bas situaciones cu lturales distanciadas y diferen -
con los hombres que otorgan y reconocen este tí- ciadas entre sí como la cultura propia de cada
tulo y con la cultura a la que pertenece el obj eto. tiempo. Pero desde la perspectiva de nuestro co-
Asumimos en lo sucesivo esta segu nd a referencia. nocimiento actual, la arquitectura virreinal pre-
senta dos expresiones o maneras según se refiera
Nos preguntamos ahora acerca de la manera en a la cu ltura virreinal en que surgió o a la cultura
que la arqu itectura virreinal peruana todavía exis- contemporánea en que es apreciada. La arqui-
tente expresa una cultura con relación a la cual tectura virreinal fue elaborada en un tiempo his-
puede se r calificada como patrimon io cultural. tórico determinado, según los criterios estilísticos,

• Historiador con numerosas obras publicadas sobre arquitectura virreinal peruana.


- - - . . Turismo y Patrimonio 5 _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _____ __ __ _ _ ________

las técnicas constructivas, los materiales y las con- Hasta el terremoto de 1687 las iglesias limeñas
cepciones arquitectónicas que entonces estaban estaban cubiertas con bóvedas vaídas de cruce-
vigentes, y que crearon y aplicaron los alarifes vi- ría, labradas con cal y ladrillo y con alfarjes mu-
rreinales, sus constructores. déjares de madera desplegados en tres o en cin-
co paños; actualmente esas mismas iglesias
Sobre la realidad objetiva de la arquitectura vi- muestran como cubiertas unas bóvedas de me-
rrein al conservada en nuestro tiempo se super- dio cañón con lunetos más o menos perfecta-
ponen las interpretaciones historiográficas for- mente labradas, conformadas por cerchas de ma-
muladas por los diferentes y a veces antagónicos dera y recubiertas con una capa de cañas y yeso.
expositores. Diríamos que se trata del recubri-
miento historiográfico con que los teóricos que Algunos histo riadores sin base documental segu-
han tratado de analizarl a y de interpretarla nos la ra consideran las bóvedas de la iglesia del con-
presentan. Ya no consiste en la pura desnudez junto de San Francisco como las que fueron ter-
de esa arquitectura en su conformación objetiva, minadas al inaugurarse este hacia 1672; pero
sino a su interpretación según las concepciones esos mismos historiadores convencionales omi-
en las que se instala previamente cada historió- ten mencionar que esas bóvedas primigenias de
grafo. De ello deriva que podamos hablar de di- cal y ladri llo se hundieron con el terremoto de
versas versiones teóricas superpuestas a la arqui- 1687 y que, consiguientemente, las bóvedas
tectura virreinal objetiva: la definimos como la franciscanas actuales proceden de la primera dé-
arquitectura virreinal teórica, es decir, como ob- cada del siglo XVIII.
jeto de las teorías ci entífi cas.
Las bóvedas de la Catedral M etropolitana de Li-
En verdad, el va lor de patrimonio cultural asig- ma han sido reconstruidas sucesivamente des-
nado a la arquitectura virreinal - aun cuando in- pués de los terremotos de 168 7 y de 1746, y las
cluye la arquitectura virreinal como objeto histó- bóvedas catedralicias actuales datan del período
rico- no se atribuye directamente a la arquitec- republicano -por los años de 1896 a 1898- y
tura inserta en la cultura virreinal obj etiva con su fueron inauguradas por el presidente Piérola.
cultura correlativa, vigente durante los siglos ya
mencionados, ya que esta conexión ha sido des- Otras valiosas iglesias como la del monasterio de
plazada en nuestro tiempo po r las versiones de la Concepción , la del monasterio de la En carna-
la arquitectura interpretad as por los teóricos ac- ción, la de Santa Teresa o El Carmen Bajo, la je-
tuales; y esta segunda ex presión es la que ad- suítica de Los Desamparados, el hospital de la
quiere el carácter de patrimonio cultural. Caridad, el hospital de San Bartolomé, La Reco-
leta mercedaria de Belén, el colegio franciscano
Tenga mos en cuenta además que la arquitectura de Guadalupe, la iglesia del colegio agusti niano
virreinal -construid a originalmente en co nexió n de San lldefo nso, etc., han desaparecido de la
directa con las con cepc iones culturales de su planta y traza urbana de la Ciudad de los Reyes
tiempo y con las experi encias sociales y eco nó- del Perú, hoy Patrimonio Cultu ral de la Hum ani-
micas de los hombres para los que se erigió- ha dad . Las iglesias de los monasterios de Santa Ca-
sido reducida y modificada po r las di versas ac- talina, de la Santísima Trinidad y de las D escal-
tu aciones que so bre ella han recaído. Fue afec- zas Concepcionistas de San Joseph ofrecen ac-
tada en algunos ce ntros regionales por terremo- tualmente un aspecto arquitectón ico muy d istin-
tos d estructores, modifi cados posteri orm ente to del que lucieron durante todo el siglo XVII,
durante el mismo período virreinal por recons- después de su construcció n.
trucc iones y añadiduras; en otros regionales una
parte muy importa nte de ell a ha sido destruida Nos hemos referido solamente a la arquitectura
por los agentes naturales o po r los hombres. de obra firme, pero las d iferencias afectan en
grado extremo la arquitectura de los retablos vi-
Señalamos brevemente algun as de las transfor- rreinales limeños, que constituyen otra de las
maciones sufridas por la arquitectura virreinal. grandes expresiones del patrimonio cultural de
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la época. Iglesias enteras han sido despojadas de Para una mayor precisión conceptual en la ex-
los retablos barrocos salomónicos y solo se pue- posición de los apartados siguientes emplea-
de admirar actualmente algunos de los retablos mos ahora estas otras denominaciones:
de los siglos XVII y XVIII en la iglesia de JesC1s Ma- Arquitectu ra virreinal originaria: Entendemos
ría, la de Santa María Magdalena en Pueblo Li- por tal la que fue constru ida durante los si-
bre, la de San Pedro, y aquellos trasl adados a la glos XVII y XVIII según las características de
catedral de Lima. la vigencia del barroco en todas las expresio-
nes de la vida humana y social.
De lo expuesto se deduce que la arquitectura de
estas iglesias y conventos solo corresponde en par- Arquitectura patrimonial: Comprende la ar-
te y con modificaciones ulteriores a la construida en quitectura que ahora se conserva, completada
conexión directa con su propia cultura virreinal. Las con las interpretaciones historiográficas que
bóvedas de medio cañón con ventanales rectangu- han propuesto los intérpretes; a ella se le atri-
lares, labradas con la popular quincha -existentes buye el concepto de patrimonio cu ltural.
en algunas iglesias limeñas- corresponden a un pa-
trimonio cultural distinto del que labró las bóvedas Sería muy conveniente que esta arquitectura pa-
vaídas de crucería con cal y ladrillo y los alfarjes mu- trimonial progresara en su ámbito mediante el
déjares de madera en esas mismas iglesias. conocimiento teórico, hasta aproximarse en la
mayor medida posible a lo que fue la arquitec-
Las diferencias cuantitativas y cualitativas que in- tura virreinal originaria. Pero advertimos que so-
terceden entre la arquitectura virreinal objetiva lo puede lograrse este progreso en el plano del
construida y utilizada durante los siglos XVII y conocimiento interpretativo, no en cuanto a la
XVIII de un a parte, y de la otra la arquitectura vi- arquitectura objetiva; porque la arquitectura vi-
rreinal que ahora conservamos y utilizamos, solo rreinal ahora existente ya no puede retornar o
pu eden salvarse mediante el recurso de las inves- reactua lizar lo que fue la originaria, por las des-
tigaciones históricas y arquitectónicas que incre- trucciones, modificaciones y deformaciones que
menten y a la vez corrijan el conocimiento sobre la han tra nsformado notablemente en relación
la arquitectura virreinal originaria que fue con s- con lo que se construyó.
truida o reco nstruida en su propio tiempo ; y que
además permitan saca r a luz las ca rencias actu a-
les y las modificaciones deformadoras que ofrece INTERPRETACIONES SOBRE
ahora la arquitectura objetiva existente. LA ARQUITECTURA PATRIMONIAL

El va lor de patrimo nio cultural asignado a la arqui- No se pretende exponer ahora todas las interpre-
tectura virreinal ex istente está sujeto a una evo lu- taciones formu ladas so bre la arquitectura virreinal
ción progresiva en su contenido conceptual, en la peruana, de las que me he ocupado en un libro
medida en que se in cremente el co nocimiento dedicado a este tema historiográfi co1 . Se mencio-
científi co sobre ella tal como fue construida y nan tan solo las tendencias historiográficas que
ex istió durante los siglos XVII y XVIII. Es un cono- orientan a presentar un concepto de la arquitec-
c imiento científico sobre la arquitectura objetiva tura virreinal considerada como patrimonio cultu-
que inicialmente se construyó, pero que se pro- ral. La pregunta consistiría ahora en averiguar de
yecta hacia la arquitectura virreinal actualm ente qué manera algunas interpretaciones teóricas
ex istente para determinar lo que nosotros enten- consid eran el patri rnonio cultural que identifica-
demos desde nuestra situac ión contemporánea mos con la arquitectura virreinal peruana.
acerca de la arqui tectura virreinal calificada corno
patrimo nio cultural. Vuelve así a reaparecer la dis- Las primeras investigaciones históricas acerca
tin ción antes esta blecida entre la arquitectura v i- d e la arquitectu ra virreinal peruana se remontan
rreinal objetiva y la arq uitectura virrein al teórica . a la década de 1940 . Algunos investigadores

1 Anlonio San Cri s16bal. Teoría sobre la historia de l a ;irqvitcctura virreinal pewana. Lima, Facultad de Arqui1ec1ura, Un iversidad Nacional de Ingeniería, 1999.
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acopiaron y publicaron informaciones de archivo -junto a las publicaciones relacionadas con ellas-
dispersas y poco numerosas, más bien a modo de y las de los sistemáticos como las fuentes prima-
noticias escuetas que corno exposiciones amplias rias a las qu e reiteradamente recurren para cono-
y completas sobre los monumentos virreinales. cer la arquitectura virreina l. D iríamos que el patri-
Este proceso de acopio y de divulgación del ma- monio cultural se ha encerrado en un ho rizonte
terial histórico asumido de las fu entes documen- estrecho y rígidamente cercado, abarcando el es-
tales de archivo terminó aproximad amente hacia tudio de la arq uitectura virreinal solo hasta las in-
1950, aunque algunos trabajos se publicaran mu- vestigaciones terminadas en el año en mención.
chos arios después, corno el libro de Harth-Terré
sobre los escultores españoles en el virreinato, La validez de este sistema histórico general así
que se editara tardíamente (1977). fundamentado se sustentaba en los escasos, dis-
persos e inseguros apoyos informativos hasta en-
La generación siguiente, integrada por los ahora tonces acumulados, y tam bién en las amplias la-
denominados historiadores sistemáticos, recopiló gunas vacías de informac iones históricas exten-
todas las informaciones procedentes de las f uen- didas po r pe ríodos cronológicos muy prolonga-
tes archi vísticas publicadas hasta 1950, cu ando dos y sumidas en la oscu ridad documental, in-
cesó la investigación directa docum ental. Con- tercaladas entre las ra leadas noticias históricas
tando solo con tan escasas, dispersas e inseguras manejadas por los historiadores sistemáticos.
informaciones, se lanzaron a formular una inter- Fuera de estos sistemas genera les quedaban las
pretación a modo de sistema general sobre el de- amplísimas y más fundamentales informaciones
sarrollo de la arquitectura virreinal en su desen - históricas conse rvadas en los archivos y todavía
volv imiento histórico. Era una primera presenta- inexploradas por d ichos histori ad ores.
ción sistematizada acerca del patrim onio cultural
que, según ellos lo entend ían , ofrecía la arquitec- Baste citar un ejemplo parad igmático. Estos histo-
tu ra virreinal al conocimiento y apreciación de riad ores de los sistemas generales hacen term inar
los contemporáneos interesados por ella. el período de influen cia mudéjar sobre la arqui-
tectura limeña en 1602, con la concertación del
Podemos mencionar, sin abarcar totalmente el alfarje para la iglesia del monasterio de la Con-
tema, el tra tado clásico de H.E. Wethey, publi- cepción, a p esar de que poste riormente he des-
cado en 1949 2, y la tesis doctoral de Jorge Ber- cubierto las informacio nes de archivo no conoci-
nales Ballestero s en Sevilla3 so bre la arquitectu- das por Wethey y Bern ales Ballesteros por las que
ra lim eña de 1972. Ambos m enc ionan y utilizan consta q ue tres ge neraciones sucesivas de carpin-
las mismas informacion es documentales acopia- teros mudéjares construyeron durante la pri mera
das hasta el año de 1950, pero no amplían co n mitad del siglo XVII hasta 25 alfarjes mudéjares
nuevas noticias de archi vo lo hasta enton ces co- de cinco paños, entre los años de 160 2 y 1656,
nocido y publicado . En realidad estos tratados es decir a un promed io de un alfarje cada dos
sistemáti cos produjero n un verdadero estanca- arios, durante medio siglo continu o.
miento y paralizació n en los estudios históricos
sobre la arquitectura v irreinal peruana, p ues los Nos interesa señalar q ué clase de arqu itectura
escritores p osteri ores los co nsideraro n co mo de- patrimonial prese ntaban los histo riad ores siste-
finiti vos y tam poco se preocu p aro n po r incre- m áticos. Po r lo pronto se trataba de una arqui-
mentar los conocimientos co nsignados en ellos. tectura muy red uc ida y simp lificada en compa-
Se ha creado así un a intermediac ión que des- ración co n la arq uitectura v irreinal o riginaria -e
plaza al o lvido co m pleto los documentos con- incluso también en relación con la arquitectura
servados en los archivos ele fond os virreinales virreinal qu e actualm ente se conse rva- , ya que
po rqu e los estudiosos posteri ores han conside - la som era docum en tación inform ativa que ma-
rado las inform acio nes acopiadas hasta 195 0 nej aban no expli caba la co nstrucc ión de estos

2 H.E. Welhe y. Colonial archi recrure and scu /¡;111,e i11 Peru. MJssach11se1ts, Camb ridge, Ha Na rd Un iversily Press, 194 9.
3 Jo rge Be rna les Ballesleros. Lima, fa ciudad y sus mo m1men1os. Sevilla, CSIC, 1972.
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monumentos todavía existentes. Por consi- cuales introduciría después algunos aportes
guiente, entre la que hemos denominado antes europeos no-ibéricos a ser usados en la arqui-
como arquitectura patrimonial y la que realmen- tectura v i rreinal hispanoamericana 4 •
te exponían los historiadores sistemáticos men-
cionados no había ninguna correspondencia, da- Lo que todavía en Kubler no era más que una
da la insuficiencia y simplicidad de esta última. complementación de los aportes españoles con
otros europeos no-ibéricos, recibidos ambos por
En segundo lugar, a falta de un conocimiento la arquitectura virreinal, se metamorfoseó en los
arquitectónico amplio sobre las estructuras escritos de Graciano Gasparini en una teoría que
compositivas, recurrieron estos historiadores propugnaba la situación generalizada de depen-
sistemáticos a la transferencia de los estilos eu- dencia de la arquitectura virreinal en cuanto es-
ropeos clásicos hacia la arquitectura virreinal, taba constreñida a recibir los aportes de los mo-
un patrimonio cultural estilístico asumido de delos transmitidos sucesivamente desde las ar-
las arquitecturas europeas. Era una forma to- quitectu ras llamadas " cultas" europeas en gene-
davía implícita de considerar la arquitectura vi- ral: la española y las europeas no-ibéricas5 •
rreinal como culturalmente dependiente de la
arquitectura española, y corno una extensión Esta teoría historiográfica de la dependencia in-
patrimonial de esta; se trataba además de una cluye al menos implícitamente algunas implica-
dependencia formal, en cuanto que los estilos ciones fundamentales en cuanto al contenido
artísticos son formas genéricas que solo ad- conceptual de la arquitectura virreinal patrimo-
quieren expresión en las estructuras composi- nial. Por lo pronto reduce al mínimo la creativi-
ti vas, sobre las que los historiadores sistemáti- dad y la originalidad que competía a los alari-
cos no formularon exposiciones adecuadas, fes virreinales, pues presupone que los mode-
antes bien las soslayaron. los que aplicaban no fueron creados por ellos,
sino recibidos por transmisiones extremas des-
La interpretación de la arquitectura virreinal pa- de los centros creadores europeos a los que es-
trimonial como dependiente fue propuesta de ta teoría parece reservar la exclusividad de ins-
un modo explícito durante las décad as de 1960 taurar lo que posteriormente se apl icaría en la
a 1980, en un momento historiográfico posterior arquitectura virreinal.
al de los sistemáticos. Los historiógrafos de esta
nueva genera ción dejaron de lado la tarea de En segundo lugar, de esta teoría de la depen-
ampliar las in vestigaciones históricas, que habían d encia se deduciría qu e el patrimonio a que
quedado paralizadas desde 1950, pues no to- corresponde culturalmente la arquitectura vi -
rnaron conocimi ento de un solo documento de rreinal deja de ser la expresión de la cultura de
archivo anteriormente inexplorado. En sus plan - su época, p ues estaría imbuido de la expresión
tea mientos se dedi ca ron a encaminar la arqui- cultural que portaban los aportes europeos re-
tectura virrein al obj etiva -la única que ellos co- c ibidos y ap licados: de una parte la cultura de
nocieron- por la senda de la dependencia, hacia los aportes españoles y de otra la de los apor-
un a diversificación geográfi ca rnás ampli a de ar- tes euro peos no-ibéricos. Resultaría lógico de-
quitecturas europeas donde las transmisiones ducir que la arquitectura virreinal viene a ser
cultural es de sus modelos habían impactado so- un patrimonio virreinal solamente en cuanto se
bre la arquitectura virreinal. ase ntaba en el virreinato del Perú, pero su con-
tenido cultural no habría surgido por la crea-
El inic iador d e esta tendenc ia hi storiográfi ca ción de los hombres virreinales peruanos, sino
fue el norteameri cano Geo rge Kubler, qui en se m ediante la transm isión de los aportes euro-
esforzó por abrir algunos forados en las fronte- peos en general, desde los centros creadores
ras del imperio artístico es pañol , a través d e los del viejo continente.

4 George Kubler. ·El problema de l os aportes europeos no-ibéricos en la arquitectura colonial latinoamericana· . En BCIHE 9, Caracas, 1968, pp. 104-t 16.
5 Graciano Gasp arini. América, barroco y arquitectura. Caracas, Ernesto Armitano editor, 1972 .
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Esta versión historiográfica está representada Además de todo lo ex puesto, este escritor no se
muy fielmente en la que fue la tesis doctoral de fundamenta para nada en la investigación de las
limar Luks en la Universidad de Heidelberg, que fuentes de arch ivo de fondos v irreinales para
buscaba las fuentes documentales gráficas para conocer cómo y de dónde se formaron los mo-
los motivos escultóricos tallados en la arquitectu- delos aplicados en la arquitectura andina plani-
ra planiforme surperuana del siglo XVIII y recu- forme, sino tan solo en la tesis sociológica de la
rría para ello a los grabados, ilustraciones de li- dominación, en base a la cual restringe a priori
bros y monumentos europeos, de los que pre- toda capacidad de creación original en los artí-
suntamente los talladores andinos habrían aco- fices virreinales. Por eso, y solamente desde es-
piado e imitado la decoración que aplicaron en te presupuesto sociológico, les niega toda capa-
sus portadas planiformes 6 . Defendía el escritor cidad de creación original: " la libertad expresi-
Luks la siguiente teoría: va nunca existió en el arte colon ial " 8 . En real i-
"La escultura decorativa andina resulta ser dad, debería haber escrito: "yo presupongo si n
una imitación popular del arte 'culto' europeo fundamento alguno que la libertad expresiva
transmitido a los centros culturales coloniales nunca existió en el arte colonial " , frase más
y de carácter netamente regional. Inspirados acorde con su tesis sociológica. Lo único que
en un único propósito artístico-religioso, sus sucedía es que sus prejuicios ideológicos no le
autores no se hallan ni mental, ni técnicamen- permitían reconocer la existencia objetiva de la
te capacitados para ejecutar la obra, tal como plena libertad creadora con la que actuaban los
aparece en el arte ' culto' europeo ... Todo el artífices virreinales peruanos.
arte colonial está estrechamente ligado a las
categorías tipológicas del arte europeo, me- Añadamos todavía esta otra observación de fondo:
nos en las técni cas de ejecución y conserva un La tesis de la dependencia cultural, por la re-
notabl e grado de espontaneidad. Dicha es- cepción de los modelos eu ropeos, sobrepues-
pontan eidad no significa, por ci erto, el senti- ta a la arqui tectura virreinal peruana -prescin-
do de libertad inventiva" 7 . diendo de lo que atañe a las otras arquitectu-
ras virreinales hispanoamericanas-, se queda
Naturalmente qu e est a tes is historiográfica en un simple esquema formal, vacío de con-
propuesta por limar Luks carece de todo sus- tenido objetivo determinado y constatado.
tento confiable y científico, por la simple razón Ello debid o a que esta tesis historiográfica no
- anotada ya por Ramón Guti érrez en su po- ha señalad o cuáles fueron esos modelos euro-
nencia al Simposio de Rom a de 1980- de que peos re cibidos y aplicados en monumentos
las fuentes gráfi cas a las que recurre no llega- co ncretos de la arq uitectura v irreinal peruana,
ro n en ab soluto a las bibli otecas virreinales pe - y tampoco ha precisado de qué fuentes euro-
ruan as de la zona andina, y por consigui ente peas concretas y determinadas proceden esos
eran totalmente desconocid as e inaccesibles presuntos e inexpresados modelos t ransmiti-
para los tall ad ores andin os pl aniform es, e in - dos. H e analizado ampliamente el tem a con-
cluso para los párrocos de las iglesias con por- creto de los arcos abiertos de cornisa difundi-
tadas o rn am entadas con m odelos escultóri cos. dos en las portadas y los retablos v irreinales
Y, desde lu ego , los abundantes mo ti vos o rn a- peruanos que, lejos de proceder de las fu en -
mentales asumidos d e la flora y la faun a autóc- tes europeas asignadas por los historiógrafos
ton as qu e rec ubren en gran número esas por- europeocéntricos - como serían los grabados
tadas planiform es andin as no proceden en ab- d e W endel Dietterl in o los retablos sev illa-
soluto de fu entes europeas, aunque Luks no ha nos- , const ituyen una auténti ca creación ori-
ca íd o en cuenta d e ell o . gin al producida por los alarifes y ensamblado-
res virreinales radi cados en el Perú 9 •

6 l imar Luks. "Tipología de la escuh ura decorativa hi spánica en la arquitectura and ina d el siglo XVIII ". En BC//--l f 17, Caracas, 19 73 .
7 lhidem, pp. 43 y 44 .
6 Ibídem, p . 2 5.
9 Antonio San Cristóbal . Estrud uras omamentales de l a arquitectura virrein al peruana. Lima, Facultad de Arquitectu ra, Un iversidad Nacional de Ingeniería, 2002, pp. 63-138.
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Antonio San Cristóbal Sebastián: El Valor patrimonial de la ... ~

En otras arquitecturas virreinales hi spanoameri- LA ARQUITECTURA VIRREINAL COMO


canas, corno las de Bogotá, Quito, Chile o Ar- RETÓRICA PERSUASIVA
gentina, los alarifes o ensambladores religiosos
europeos t rabajaron como agentes transmisores Algunos de los concurrentes al Simposio de Ro-
de los modelos aplicados prev iamente en sus ma asumieron la interpretación de la arquitectura
países de origen. Por el contrario, desde el se- virreinal como retórica persuasiva de una concep-
gundo tercio del siglo XVI 1, cu ando la arquitec- ción de vida cultural, sobre la base de los plantea-
tura virrein al p eruana iniciaba el decidido pro- mientos de algunos círcu los culturalistas europeos
ceso de su diferenciación autónom a respecto acerca de las relaciones entre el barroco y la retóri-
de las arquitecturas europeas, no aparece nin- ca. No es una versión centrada directamente sobre
guno de estos alarifes actuando en ella -fueran la arquitectura virreinal peruana, sino más bien
españoles o europeos no-ibéricos-; solo consta transferida hacia su interpretación desde ciertos
documentalmente la participación activa de ar- planteamientos sobre la función retórica desempe-
tífices avecindados y formados profesionalmen- ñada por las altas clases sociales laicas en medios
te en el Perú v irreinal, quienes expresaron en culturales barrocos, cuyo comportamiento ostensi-
sus construcciones arquitectónicas de obra fir- ble transmitía supuestamente un modo de vida y
me y de retablos de madera dorada la cultura una concepción cultural a la sociedad circundante.
de la sociedad virreinal en la que vi vían y ac- Salvadas las diferencias entre las clases sociales
tuaban, y nos han legado en sus obras el patri- barrocas europeas y la arquitectura virreinal, al-
monio cultural de su época. gunos ex positores han sustentado un proceso si-
milar de transición - a modo de retórica silencio-
Todas estas prolijas dilu cid ac iones historiográfi- sa y objetiva de unos ideales de vida difundidos-
cas confluyen hacia una mism a concepción de desde las expresiones más decorativas de la ar-
la arquitectura virreinal peruana como p atrimo- quitectura vi rreinal, como son las portadas y los
nio c ultural. En las historiográfi cas europeístas retablos, hacia los ciudadanos que las contem-
de las distintas tenden cias, la arquitectura vi- plaban diariamente.
rrein al representaría de un modo más o m enos
explíc ito el p atrimonio cultural europeo de Esta interpretación retórica fue propuesta en el
donde habría procedido la transmisión d e los Simposio de Roma por Graciano Gasparini, Jor-
modelos form ales expresados objetivamente en ge Bernales Ballesteros y Santiago Sebastián,
los mo num entos v irreinales . Frente a las tesis asumiendo del barroco la superficialidad exte-
euro peocé ntricas, venimos ex poni endo en riorizada del lujo, del refinamiento de las cos-
nu estras publicacion es la tesis de la autonomía tumbres, de la ornamentalidad en el vestuario y
de la arquitectura virrein al p eru ana, según la en el act uar público, de las fiestas de arraigo po-
c ual esta alcanzó d esde mediados del siglo XVII pular y de todas las manifestaciones que podían
su diferenciación esp ecífi ca respecto de las ar- exteriorizar haci a los demás un comportamiento
quitectura s euro peas en su conjunto; y por ostensible. En todos estos modos costumbristas
consigui ente esta arquitectura v irrein al autóno- actu aría un a retórica difusión de los ideales de
ma y específi ca represe nta el patrimoni o c ultu- vida socialmente compartidos. Se considera que
ral de las concepcio nes del mundo y de la v id a un comportamiento similar atribuido a las porta-
pro fesad as en la soc ied ad cultural del virreina- das y a los retablos virreinales del período barro-
to, según las distin tas épocas de su desarrollo co también habría actuado como retórica per-
hi stó ri co . Desde lu ego hay diferencias entre la suasiva de la religiosidad popular.
expres ión cultural correspo ndiente al gran ba-
rroco cuzqueño de la segunda mitad del siglo El barroco inc rementó ciertam ente el revesti-
XVII y la c ultura en que surgió la torre so litaria miento decorativo de estas estructuras arq uitec-
del convento d e Sa nto Do mingo, reconstruida tó nicas bajo form as muy diferenc iadas según las
en tiempos del v irrey Amat. regiones virreinales y se supone que este desbor-
damiento decorativo de las portadas y de los re-
tablos reiteraba una ostentación simi lar a la de
Turismo y Patrimonio 5

las clases en la sociedad barroca; y que por con- En una sim ple mirada genera l encontramos cier-
siguiente a su sen1ejanza transmitirían por per- ta desconexión entre la arqu itectura virreinal,
suasión retóri ca el mensJj e cu ltu ra l religioso. La que en su conjunto es un verdadero patrimonio
JrquitecturJ de los retablos y de las portadas vi- cultural, y la función socio lógica de la persuasión
rreina les barrocas impresionaba retóricam ente la retóri ca que habría ejercido durante el período
im aginación y los sentim ientos más espontáneos barroco. La arquitectura virreinal peruana fue
de los ciudadanos co rrientes y comunes ; y me- desarrollada desde el último tercio del siglo XVI
diante esta influ encia suscitaríJn en ellos la hasta que irrumpió destructoramente el neoclá-
aceptación de IJs creencias y de IJs normas de sico a finales del siglo XVIII. Durante este largo
vida religiosa. peripl o evolu cionó en etapas diferenciadas se-
gún los estilos artísticos. La arqu itectura inicial,
En esta interp retación retóriG1 de la arq uitectura prolongada en algunas regiones hasta med iados
virreina l también está im plícitam ente co ntenido del siglo XVII, siguió la tendencia estilística del
un co ncepto de la arquitectu ra com o patrimonio renacimiento y en parte del man ierismo; de ello
cultural. No se refiere a lo qu e la arquitectura vi- quedan algunos monumentos muy característi-
rrein al sea en sí mism a y por su propia confor- cos, como la iglesia del convento agustiniano de
mación estru ctural, sino a la función instrumen- Guadalupe, y portadas y retablos dispersos en
tal que se le atri buye corno propagadora de una distintas zonas geográficas, como las portadas de
cultu ra religiosa vivida, comunicada y aceptada Paucarcolla, Chucu ito, Acora, llave y La Asun-
según el modo barroco ele la ostentación deco- ció n de Juli en el Ca llao, además de hermosos
rativa : sería un a arqu itectura cu lturalmente per- retablos renacentistas en pueblos de Huancayo,
suasiva y transm isora de la concepc ión cultural del Cuzco y del Collao. La etapa del barroco es
reli giosa, más propiamente que expres ión de la si n duda la más prolongada de la arquitectura vi-
arqu itectu ra como arte y técnica de la con struc- rreinal peruana y la que mu estra mayor ostenta-
ció n ornam entada. ció n decorativa; a ella siguió, especialmente en
Lima, una etapa ulterior del rococó que si bien
Para interpretar en sus justos términos esta versión no aba rcó exclusivamente la segurid a mitad del
de patrimoni o cu ltural que correspondería atribuir siglo XVIII, dejó algunas construccion es repre-
a la arquitectura virreinal entendida ahora como sentativas, como los dos cu erpos superiores de la
retórica persuasiva, conviene precisar en primer to rre de Santo Domingo y el baptisterio en la
término de qué manera hilbría desemperiaclo esta iglesia de Los Huérfanos.
arqu itectura barroca la funcionalidad de propaga-
dora de una concepción cultural de la vida. Los historiógrafos cultu ral istas no han concentra-
do la funci ón retórica persuasiva sobre toda la
Se ñalemos, por lo pronto, que el ejercicio de la arq uitectu ra virreinal en su conjunto, cronológi-
retórica persuasiva ha estado vinculado a la cul- ca mente tan prolongada, sino que suponen que
tura d el período barroco. Primero en el compor- fu e ejercitada desde la arqu itectura barroca en
tamient o social de las clases altas más influyen- paralelo con la influencia persuasiva que ejer-
tes y lu ego tran sferido a la ostentación ba rroca cían sobre la sociedad virreinal, a modo de per-
ele las portadas y ele los retablos virreinales pe- suasión , las clases sociales altas im buidas de la
ruanos. No se pon e en duela que haya existido fastuosa osten tación barroca.
una co mu nicación retór ica de los comporta-
mientos culturales ej ercida mediante la persua- Desde luego no atribuyen el ejercicio de la retó-
sión, derivada de la ostentación decorativa de rica persuasiva a la arqu itectura de la etapa re-
las personas y tamb ién de los mon umentos ba- nacentista, a pesar de que en este período exis-
rrocos. De lo que ahora se tra ta es ele precisar si tieron retablos ostentosos y portadas exteriores
este ejercicio retórico constituye la razón prima- en las iglesias, y de que la concepción de vida de
ri a y f unela mental ele la presenciJ pública de la los hon1bres virreinales se inspi raba también en
arquitectura virreinal. las ideas y costum bres sociales de sentido reli-
gioso. Solo confieren fun cionalidad retórica a las
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ __ Antonio San Cristóbal Sebastián: El Valor patrimonial de la ... ~

portadas y a los retablos del período barroco vi- dentro de las iglesias; la ausencia de portadas-re-
rreinal. De este modo, el patrimonio cultural tablos barrocos en estas dos ciudades estaría ma-
consistente en la arquitectura barroca virreinal nifestando que no había nada de qué persuadir a
habría sustentado una irradiación de retórica los vecinos apenas salían de las iglesias a la calle
persuasiva, no como tal patrimonio, ni tampoco y transitaban por el exterior hacia sus casas.
como tal obra arquitectónica de función irradia- En algunos pueblos and inos los habitantes solo
dora desde la cultura virreinal en su conjunto, si- recibirían la persuasión retórica por intermedio
no en virtud de algunas características arquitec- de los retablos barrocos dentro de las iglesias,
tónicas estructurales y ornamentales asumidas pero quedaban desamparados de dicha persua-
por la arquitectura virreinal durante la vigencia sión los vecinos de numerosos otros pueblos a
del período barroco. los que no llegaron los retablos barrocos, y mu-
cho menos las portadas-retablos del período ba-
Pero esta correlación entre la arquitectura ba- rroco dieciochesco. Durante ese período, dentro
rroca en cuanto patrimonio cultural y la retórica de la misma diócesis eclesiástica del Cuzco, los
persuasiva de un modo de vida suscitan algunas cuzqueños recibían el mensaje de vida religiosa
aporías difíciles de solventar. En primer término desde unas portadas arquitectónicamente dife-
indicamos que la arquitectura virreinal peruana renciadas de las portadas también barrocas que
está diferenciada en escuelas regionales tan di- persuadían retóricamente en la misma concep-
símiles como la del Cuzco, la de Lima, la de ción de vida a los vecinos de los pueblos rurales
Arequipa-Collao y la de Cajamarca. Sin embar- de Lampa, Ayaviri y Asillo. Y todavía más, den-
go la cultura social, los valores y las normas del tro de esa m isma diócesis, los vecinos de Mana-
comportamiento religioso eran unívocos y del ra, Ayrihuanca, Haquira y Llac-Hua eran persua-
mismo contenido ideológico y sentim ental para didos retóricamente por portadas de una confor-
los habitantes de todo el virreinato del Perú. mación arquitectónica y de una ostentación de-
Existiría, pues, un antagonismo entre la hetero- corativa diferentes de las que comunicaban retó-
geneid ad de la arquitectura virrein al persuasora ricamente la m isma concepción cultura l a los ve-
- patrimonio cultural- y la homogeneidad del cinos de Lampa, Ayaviri y Asil lo.
mensaje cultural persuadido retóricamente des-
de ella. No se comprende fácilmente por qué La correlación entre la arqu itectura virreina l co-
razon es tendría que transmitirse la misma con- mo patrimonio cultural diferenciado en escuelas
cepció n d e vida en unos casos desde una arqui- regionales y la cultura homogénea virreinal vi-
tectura decorativa tan sobria como la limeñ a del gente durante el período del ba rroco aparece in-
siglo XVIII , y en otros casos desde la desbordan- terrelacionada por un entreverado de conex io-
te ornamentalid ad d e pl enitud total como es la nes contradictorias y antitéticas, que son verda-
de Caj amarca, a no ser que la cultura barroca deras rel aciones aporéticas. Una misma cultura
de los lim eños fu era más sobria que la de los ca- sería persuadida retóricamente desde el patri-
jam arquino s po r la mism a época. monio cultural de la arquitectura diferenciada
en las escuelas arquitectónicas regionales y di-
Aparece también como aporético el contraste en fundida diversificadamente por los pueblos y
cu anto a la difusión de la cultura virreinal homo- ciudad es del v irreinato del Perú .
génea y el despliegue tan diferenciado de la ar-
quitectura persuasiva difusora. En ciudades como
Lima, Cuzco, A requipa y Cajamarca , el mensaje LAS ARQUITECTURAS VIRREINALES Y
de la cultura barroca se difundió simultáneamen- LAS CULTURAS VIRREINALES
te en el ext erior de las iglesias mediante las por-
tadas y en su interi o r a través de los retablos do- La arquitectura virreinal peruana es en sí misma
rados; las dos grandes ex presiones de la arquitec- un obj eto elaborado en una época histórica de-
tura barro ca. Por el contra ri o en o tras ciudades termin ada y p erdura como el patrimonio de la
virrein ales co mo Ayacucho y Trujill o, la persua- cultura en la que fu e construida. Podemos defi-
sión re tóri ca se reí ugió solamente en los retablos nir que esta arquitectura constituye una parte
- - - - . . . Turismo y Patrimonio 5 - - - - - -- -- -- - - -- -- - -- -- -- -- - - - - - -

muy importante del patrimonio cultural objeti- coexistir unas forma s arquitectón icas españo-
vado que nos queda del período virreinal. Aun- las y una decoración indígena andina, de lo
que hablemos en conjunto de este patrimonio que resultaba la fusión cultural hispano-indíge-
cultural objetivo que es la arquitectura virreinal , na. El clásico Wethey distinguía dos grupos di-
en realidad existieron expresiones arquitectónicas ferentes de arquitectura virreinal peruana: un
diferenciad as y autónomas, localizadas en las es- primer grupo de la considerada por él como
cuelas regionales, que difieren no solo por el pe- española pura, que comprendía el gran barro-
ríodo cronológico asincrónico en que surgieron, co cuzqueño, a la que otorgaba carácter pro-
sino especialmente por su conformación estruc- piamente español , aunque la reconocía como
tural y el recubrimiento decorativo. "colonial " virreinal1°; y un segundo grupo de la
arquitectura plan iforme su rperuana, constitui-
Podemos colocar frente a frente como neta- do por la fusión de lo europeo con la aporta-
mente diferenciadas la arquitectura barroca del ción de los elementos decorativos y las técni-
Cuzco, desarrollada durante la segunda mitad cas bidimensionales de tallado, propios de la
del siglo XVII , y la arquitectura planiforme de cultura autóctona indígena.
Arequipa y del Callao, desplegada durante las
dos mitades del siglo XVIII hasta sus últimas déca- Se ha emp leado la palabra "fusión" para expli-
das, y recubiertas por una decoración totalmente car la presencia de los dos componentes de dis-
inex istente en el área del gran barroco cuzqueño. tinta procedencia cultural en la arquitectura
Analicemos ahora correlativamente estas dos es- planiforme su rperuana pero acaso no sea ella la
cuelas arquitectónicas regional es como represen - más adecuada porque - según las interpretacio-
tativas del patrimonio cultural peruano. nes de los h istoriógrafos partid arios del llamado
"estilo mestizo "- cada uno de ellos conservaba
Los historiadores d e la arquitectura virreinal pe- en esta arquitectura andina arequipeña-collav i-
ruana se enfrentan a estas diferencias notorias y na su propia raigambre cultural, de modo qu e
generalizad as entre las dos escuelas regionales y lo arqu itectónico continuaba siendo español y
tratan de interpretarlas desde posiciones estric- lo decorativo expresaba la cu ltura indígena na-
tamente arquitectónicas. El norteam ericano tiva, de la que procede .
George Kubler pretendió desglosar la terminolo-
gía de "estilo mestizo ", atribuida desde la déca- En sus diversos estudios reivindicativos del "esti-
da de 1920 a la arquitectura arequipeña y colla- lo m estizo", Teresa Gisbe rt lo definía de este mo-
vina, e introdujo en su lugar la clasifi cación ter- do: "arquitectónicamente el estilo mestizo co n-
minológica culturalmente asépti ca de arquitec- siste en la aplicación de una decoración pecul iar
tura m etropolitana - aplicada a la del Cuzco y a a las formas estructurales europeas" 11 . La inclu-
la de Lima- y arquitectura provin ciana y popu- sión del factor diferenciador consistente en "el
lar, en la que incluía la de Arequipa, la d el Co- componente indígena" 1 2 lo convertiría en un es-
llao y tambi én la de Caj am arca . Sin embargo el tilo distinto del barroco europeo.
problema no es exclusiva m ente terminológico,
sino también y fund amentalmente de enraiza- De acu erdo con estas interpretaci ones h istorio-
miento de estas escuelas regionales en un a fun- gráficas, sería más preciso considerar este estilo
d am entación cultural apropiada. surperu ano and ino como la coexistencia simul-
tánea en unas mism as portadas andinas planifor-
Desde los estudi os ini ciales sob re la arquitec- m es de dos elementos de distinta naturaleza cul-
tura pl aniform e surpe ru ana de A requipa y el tural: lo español y lo indígena. El térmi no " fu -
Collao, los historiadores propu siero n la teoría sión" parece indicar, por el contrario, qu e los dos
del llamad o "estil o m estizo" , en el que hacen co mponentes modifi ca rían su propia naturaleza

10 H.E. W elhey, op. ci1. , p. 68.


11 Teresa Gisbert. ·E l barroco andino y el estil o mestizo·. [n Simposio Intern acio nal so bre el Barroco Latinoamericano. Roma 1984, 10 010 11, p. 143 .
12 l bidem, p. 137.
Antonio San Cristóbal Sebastián: El Valor patrimonial de la ... . . - -
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originaria para transformarse dentro de la arqui- arquitectura planiforme hubiera reactualizado las
tectura virreinal planiforme en un tercer conjun- condiciones culturales vigentes al momento de la
to distinto de ellos, que se ría el resultante de la conquista española, o a lo sumo hasta cumplidos
presunta fusión. Pero no es tal transformación en los dos primeros tercios del siglo XVII.
algo diferente lo que vienen definiendo los histo-
riógrafos partidarios del "estilo mestizo", sino la En realidad, la arquitectura planiforme surpe-
permanencia de cada compon ente manteniendo ruana labrada durante el siglo XVIII correspon-
su propia raigambre cultural, junto al otro compo- de a una situación cultural en la que lo español
nente también invariado culturalmente. puro y lo indígena autóctono fueron superados
evolutivamente, transformándose -mediante
Estas someras referencias a las interpretaciones profundas e innovadoras evoluciones cultura-
historiográficas convencionales sobre el llama- les- en otra concepción cultural distinta, que
do " estilo mestizo" surperuano-potosino nos había dejado de ser lo español puro y lo indí-
permite retomar, bajo una nueva claridad, el te- gena autóctono puro.
ma de la arquitectura virreinal como objeto de
patrimonio cultural. Según las interpretaciones El planteamiento de los historiadores convencio-
usuales del "estilo mestizo", en las portadas pla- nales acerca del llamado "estilo mestizo " ha de-
niformes arequipeñ as y collavinas coexistirían ducido una interpretación arquitectónica a par-
dos expresiones culturales diferentes: en cuan- tir de la teoría sociológica sobre el mestizaje cul-
to a los componentes arquitectónicos serían un tural vigente durante la primera mitad del siglo
objeto cultural español , y en lo qu e respecta a XX. Partiendo del presupuesto de la dualidad en-
la ornam entación y a su técnica de tallado tre la cultura española y la cultura indígena, co-
constituirían un objeto cultural indígena muy mo integrantes de la sociedad mestiza hispanoa-
pec uli armente característico. De tal modo que mericana, derivaron también la dualidad de los
estas portadas planiformes andinas surperuanas componentes de la arquitectura planiforme su-
consistirían en patrimonios culturales de dos peruana referidos a esas dos culturas coexisten-
procedenc ias fu sionadas, en cuanto que en tes en la cultura mestiza hispanoamericana, se-
ellas coexistirían los dos elementos culturales gún las teorías sociológicas del siglo XX.
antes mencionados de la procedencia cultural
que han presupu esto los historiógrafos partida- Por nuestra parte, seguimos un proceso deduc-
rio s del " estilo mestizo " . tivo de sentido inverso: partiendo desde los
análisis arquitectón icos más estrictos, nos re-
El problema se complica radica lmente si tenemos montamos hasta la fundamen tación cultural de
en cuenta que la arquitectura planiforme se desa- esta arquitectura plan iforme arequipeña-colla-
rrolló en las dos regiones de Arequipa y del Collao vina. En trabajos publi cados anteriormente ha
sucesivamente, a lo largo de las dos mitades del sido expuesta esta interpretación arquitectóni-
siglo XVIII. Surge de inmediato la pregunta: l es ca y culturali sta 13 .
posible que en una época tan tardía continuaran
coexistiendo en vigencia inmodifi cada dos he- Los pasos fundamentales de esta reinterpreta-
chos cultural es como serían un a arquitectura es- ció n se ciiien al siguiente proceso teórico:
pañola y una decoración indígena autóctona? La
perduración así presupuesta teórica mente tendría 1. El componente arquitectónico de estas porta-
se ntido si a lo largo de los siglos XVI y XVII no hu- das planifo rm es surperuanas de Arequipa y el
biera acaec ido en el virreinato del Perú ningun a Collao no es en absoluto una expresión ar-
evolu ción cultural, o bien más propi amente esa quitectónica española y ni siquiera es una

13 Anlonio San Cristóbal. La arqui1ec1ura pla11iforrne y 1ex1ifogrMica virreinal de Arequipa. Lima, Facultad de Arquitectura, Uni versidad Nacional de San Agustín de Arequi-
pa, 1997; Id. " Rein1erpre1ación de la arq ui1ec1ura planiforme·. En Barroco iberoamerica110. Territorio, arle, espacio l' sociedad. Sevi lla, Universidad Pablo de O lavide-Edi-
ciones Giralda, 200 1, tomo 11, pp. 11 35- 11 54; Id. "Termin ología y concep to de la arqui1ectura plani forme· . En M emoria del I Encuentro Internacional sobre Barroco A(}-
dino. La Paz, 2003, pp. 95-106.
~ Turismo y Patrimonio 5

conformación renacentista arcaica en el siglo como influencia indígena autóctona, a la


XVIII, reiterada estáticamente en una época mane ra que presuponía el clásico Wethey en
tan tardía; tampoco es una arquitectura 1949. La conformación arquitectónica de es-
marginal y prov inciana a la manera de los tas portadas planiformes expresa la más ple-
pueblos primitivos de la antigüedad clásica, na actualidad de l siglo XVIII virreinal perua-
como la consideraba Graciano Gasparini. La no, y es la creación original de los alarifes y
estructura arquitectón ica de estas portadas talladores andinos.
planiformes corresponde a la más plena ac-
tualidad y contemporaneidad de los modelos 4. Durante el período tardío desde finales del
arquitectónicos empleados durante el siglo siglo XVI I y durante casi todo el siglo XVIII
XVIII, siempre según la autonomía diferencia- surgió en la zona andina surperuana una cul-
da respecto de los modelos usuales en la ar- tura virreinal andina con expresiones diver-
quitectura del Cuzco, en la escuela regional sas: la reactualizaci ón del aimara, el vestido,
de Lima o en la de Cajamarca. la religiosidad popular, etc. Esta cultura andi-
na no es española ni indígena autóctona, es
2. Los alarifes andinos de Arequipa y del Collao una nueva formación cultural andina surgida
no se limitaron a incorporar una decoración dentro del período avanzado del virreinato, y
de naturaleza cultural indígena autóctona so- conforma propiamente una cultura virreinal,
bre los modelos europeos asum id os pasiva- pero de diferente conten ido de las culturas
mente. Aque llos anónimos artífices ensambla- vividas en los centros urbanos de Lima y en
dores y talladores de las portadas planiformes ciudades como Cuzco, Ayacucho, Trujillo o
crea ron simultáneamente y con plena origina- Cajamarca. Precisamente una de las expre-
lidad las portadas en su integrid ad. Es decir, siones cultu rales más resa ltantes de esta cu l-
son los autores tanto de la conformación ar- tura andina virreinal es la arq uitectura plani-
quitectónica co mo de la decorac ión tallada forme su rperu ana arequipeña-collavina.
que las recubre de modo textilográfico. Las
portadas de Arequipa-Collao son propiamen - De todas estas premisas desarrolladas am plia-
te el resultado unitario de un proceso de crea- mente en los estudios antes mencionados con-
ción o rigin al ejercido por los artífices andinos clu imos que la escue la regio nal de la arquitectu-
surperuan os sobre el conjunto de los compo- ra plan ifo rme representa el patrimonio cultural
nentes arquitectónicos, y de la decoración ta- objetivo correspondiente a la cultura andina vi-
llada segú n el modo plan iforme tan distinto rreinal de l siglo XVIII, en cuyo marco fue creada,
del relieve tridimensional barroco puro . co n la aceptación con natural de los pobladores
andinos imbuidos de esta cultura virreinal.
3. Una interp retación concordante con la uni -
dad integral del com ponente arquitectó nico La cosmovisión dualista atribuida por los expo-
y del decorativo, creados conju ntamente de sitores convencionales a la arq uitectura plani-
modo original en estas portadas, ha de supe- forme areq uipeña-collavin a ha sido ahora des-
rar el d uali smo d e elementos de procedencia plazada, segú n las exposiciones antes desarro-
cu ltural heterogénea en qu e se habían estan- ll adas, por la confo rmación unitaria integral ,
cado los historiógrafos convencio nales: ar- creada original y conjuntamente por los alarifes
quitectura española y decoración ind ígena. y talladores and inos dieciochescos. Esta arq ui-
Este d uali smo derivaba de las teorías socio ló- tectura planiforme se nos presenta como el pa-
gicas sobre la cu ltura mestiza vigentes hasta trimonio cultu ral objetivo surgido de esta cultu-
mediados del siglo XX, pero es in aplicable ra and ina virrein al, también ella misma unitaria
para la comprensión de la arquitectura p lani- en sus componentes. La correcc ió n entre la ar-
forme surperuana and ina. Reiteramos que quitectura planiforme y la cultura and ina virrei-
esas portada s no co ntie nen un elem ento na l q ue la ha producido desvanece por su pro-
componente q ue pu eda ser con siderado co- pia coherencia esa otra dualidad cultu ral inte-
mo españo l, coexistente con otro apreciado grada por lo españo l y lo indígena autóctono
_ _ _ __ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ __ Antonio San Cristóbal Sebastián: El Valor patri monial de la ... ~

que proponía la tes is del llamado "estilo mesti- La arquitectura virre inal plan iforme, que repre-
zo " . La arquitectura planiforme arequipería-co- senta el patrimon io cultural de la cultura andina
llavin a subsiste todavía en la región surandin a virreinal flo reciente durante el siglo XVIII en la
del Pe n'.1 co mo el patrimonio cultural objetivado región andina surperuana, coexistió durante al-
por la cu ltura and ina virrein al. gún tiem po con este patrimonio urbano.

Retornamos ahora a esa visión amplia de la ar- Los historiadores de la arquitectura virreinal perua-
quitectura virre inal peruana con la qu e se inicia- na han distinguido con toda precisión estas dos
ba este apa rtado. La arquitectura en su co njunto conformaciones arquitectón icas: la no-planiforme
está fragmentada en escuelas arquitectónicas re- y la plan iforme. Resu lta de suyo obvio que con-
gionales qu e podernos agrupar en dos grandes centren sus expos iciones y análisis solo y exclu-
conformaciones: las escue las barrocas no-plani- sivamente en lo que concierne a la arquitectura
forrnes y la escuela planiforrne de A requipa-Co- como objetividad específica, ya que este es el
llao. Escuelas que no muestran los rasgos de lo objeto de la ciencia que ellos cultivan. Si ampl ia-
planiforme son la de Lima, la del Cuzco, la de mos el análisis a una visión interdisciplinaria que
Cajarnarca o la de las tierras altas surperuanas abarque sim ultáneamente la arqu itectura y la
(Lampa-Ayaviri -Asillo-Tisco). cultura asociada a ella, proponemos que no se
trata solo de dos expresiones arquitectón icas au-
Existió ciertam ente una influencia indígena de tónomas y diferenciadas, en cuanto a sus carac-
carácter prehispánico en la arquitectura del gran terística s. Ambas modalidades, consideradas
barroco del Cuzco, consistente en la técn ica de desde una v isión culturalista, son también dos
tallar la dura piedra and esita, em pleada por los objetividades como patrimonio cultu ral, repre-
canteros indígenas cuzq ueríos para labrar las por- sentativas de dos cu lturas virreinales coexistentes
tadas barrocas de la ciudad. Pero es una aporta- durante el siglo XVIII. Cabe enfatizar que aun
ción transparente, q ue no se manifiesta objetiva- cuando hablamos de las dos expresiones arq ui-
da corno tal ni en la conformación del diserí o, ni tectónicas co mo patri monios cu lturales objetivos
en la complementación decorativa de esas porta- de diferentes extracciones cultu rales, no por eso
das, y que por el contrari o deja ver úni cam ente fragmentamos arbitrariamente la unidad cu ltural
la estructura arquitectó nica y ornamental del del virreinato del Perú .
gran barroco cu zqueño de ca rácter urbano, co-
mo las otras e1>cuelas regiona les virreinales. No Podem os seña lar todavía otra diferenciación
consideramo s, pues, el gran barroco del Cuzco dentro de la arqu itect ura planiforme and ina, en
de la segund a mitad del siglo XVII como una ar- cuanto se distinguen en ella grupos regionales de
quitectura indígena autóctona, sino corno v irrei- portadas, como las de Arequ ipa, las de Apurí-
nal no-planiforme, a la manera de las otras arq ui - rn ac, las de Chumbivilcas-Coporaque de Espi-
tecturas regionales inclu id as en el mismo grupo. nar, las del Callao y las de Potosí. Difieren estos
grupos de portadas por razón de la composició n
También estas arq uitecturas virre inales no -p la- de su diseño, por los motivos ornamentales q ue
niforrn es expresan actualmente e l patrimonio las adornan y por la sutil multiplicidad en c ua n-
cultural obje ti vo de naturaleza virrein al, so lo to a las técn icas de tal lar la decorac ión, como lo
que co rrespo nden como creaciones c ulturales he ex puesto en otros estud ios publicados ante-
a un a c ultura virre in al propia de las poblacio- r iormente1·1 . Sin em bargo, estos mú ltiples nú-
n es urbanas co mo Li ma, Cuzco, etc. Son , pues, cleos de portadas p laniforrr1es and inas no rom-
el patrim oni o cultura l representativo de la cu l- pen la unidad de esta escuela regional surperua-
tura v irrein al urbana de mayor extensión en el na, porque preservan un conjunto de caracterís-
virrein ato del Perú. ticas com unes, como el ta llado planifo rme de la
deco ración y la d ist ribución textilográfica de los

14 Antonio San Cri, tóbal. ··unidad o heterogeneidJd del esti lo mestizo surpenJJno· . En / f ncuenlto /111e111acional de Pcwanistas. Lima. Un iversidad de Lima, 1998, tomo II.
pp. 139- 155; Id. ·Grupos regionales de portadas plJni formes". En Sonia Tello Rozas. En 10 1110 ,1/ patrimonio e interdisciplinariedad. [n cuentro Jberoamer,cano forum
Unesco. Lima, UniversidJd de San M artín de Parres. 2002, pp. 233-267.
- - - . . Turismo y Patrimonio 5

ornamentos, que son específicos dentro de la ar- cho histórico y existencial que reconoce el surgi-
quitectura virreinal peruana y diferenciados res- miento de la cultura virreinal andina de la que es
pecto de las otras escuelas regionales. patrimonio cultural la arquitectura planiforme.

A pesar de la diferenciación de estos grupos de Si la dualidad existencial de la arqu itectura vi-


portadas surperuanas andinas, todos ellos integran rreinal no-planiforme y de la arquitectura plan i-
la escuela surperuana planiforrne y como tales co- forme andina surperuana no fragmenta el con-
rresponden a la misma cultura andina virreinal; junto unitario de la arquitectura virreinal perua-
por consiguiente conforman un patrimonio cultu- na, tampoco la dualidad de los dos patrimonios
ral objetivo unitario. Solo persiste, pues, la duali- culturales objetivados en estas modalidades ar-
dad de dos patrimonios culturales antes diferen- quitectónicas fragmenta, corno se ha dicho, la
ciados: el que representan las portadas planifor- unidad de la cultura del virreinato del Perú.
rnes surperuanas andinas y el que representa la ar-
quitectura no-planiforrne. Las dos modalidades ar- Desde esta amplia visión de las dos conforma-
quitectónicas expresan corno patrimonios cultura- ciones arquitectónicas y de los dos patrimonios
les objetivos la doble cultura vigente en el virreina- culturales representativos de las dos culturas vi-
to del Perú durante el siglo XVIII. gentes en la vasta unidad del virreinato peruano,
podría también interpretarse ahora la función re-
La cultura andina virreinal y su objetividad patri- tórica persuasiva de una religiosidad cultural an-
monial consistente en la arquitectura planiforme dina surperuana transmitida desde los diferentes
arequipeña-collavina surgieron en el virreinato del grupos de las portadas planiformes antes señala-
Perú como un desarrollo diferenciado dentro de la dos hacia los habitantes de toda la región geo-
amplia cultura de la época. No interpretamos aho- gráfica de Arequipa-Churnbi vilcas-Apurímac-
ra cómo y por qué surgió esta cultura andina virrei- Collao durante el período del siglo XVIII , cuando
nal dentro de la unidad administrativa, de gobier- estaban vigentes esa cultura y su arquitectura
no, de economía y de religión en que se basaba el planiforrne característica. Quede esta tarea para
virreinato del Perú. Simplemente señalamos el he- el lector del presente artículo.

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