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UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR CAMPUS DE QUETZALTENANGO

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y EMPRESARIALES


LICENCIATURA EN ADMINISTRACIÓN DE HOTELES Y RESTAURANTES
ÉTICA PROFEESIONAL
Mgtr Magaly Sáenz

Ética profesional aplicada a Hoteles y restaurantes

Rocio Longo Pérez, 1511516

Quetzaltenango, 11 de noviembre 2019


Introducción

Cada actividad profesional u oficio exige por parte de quienes los despliegan
cumplir con una serie de deberes y de obligaciones, especialmente en aquellos
casos donde la vida de otros está en juego, o bien su estabilidad emocional.
Estas obligaciones y deberes conforman el código deontológico que regirá la
moral de cada profesional y le atribuirá responsabilidad en ese que hacer.
Cada ámbito laboral debe ocuparse de establecer estas máximas generales, que
tienen por misión excluyente recordarle al profesional lo que es correcto o no de
hacer en el desarrollo de su tarea profesional, volviéndolo responsable de las
acciones que despliega durante los procedimientos técnicos que aplique.
La ética aplicada a la ocupación profesional siempre hará que la misma se vea
beneficiada dado que ello garantizará que se desarrolle conforme a lo estipulado,
tanto en lo práctico como en lo moralmente aceptado y avalado, maximizando los
beneficios y minimizando los riesgos.
¿Qué es Ética Profesional?
La ética profesional hace referencia al conjunto de normas y valores que hacen y
mejoran al desarrollo de las actividades profesionales. Es la encargada de
determinar las pautas éticas del desarrollo laboral mediante valores universales
que poseen los seres humanos. Aunque ésta se centre en estos valores, se
especifica más en el uso de ellos dentro de un entorno plenamente laboral.
La ética laboral es fundamental en cualquier persona que desee trabajar, ya que
ésta implica la práctica de valores como la responsabilidad, puntualidad, estudio,
constancia, carácter, concentración, formación, discreción, entre otras.
Suelen aparecer conflictos cuando existen discrepancias entre la ética profesional
y la ética personal. En esos casos, las personas deben tomar medidas, como la
objeción de conciencia, si se cree que no se está actuando correctamente.

¿Para qué sirve la ética profesional?


Se supone que la ética profesional también determina cómo debe actuar un
profesional en una situación determinada. En un sentido más bien estricto,
podríamos solo señalar las carreras que son de nivel universitario o superior, pero
también deben considerarse los oficios y cualquier otro trabajo permanente.
Esto se debe a que el profesional enfrenta diariamente diferentes situaciones, y la
ética profesional debería verse plasmada en un código de ética profesional para
prevenir errores, cada colegio de profesionales debería contar con uno que deje
en claro qué está bien y qué no, tanto moral como éticamente.
Ética profesional de un administrador:en
la administración de empresas también existen códigos que están considerados
dentro de un marco ético. La lealtad, legalidad, diligencia y honestidad son los
valores éticos fundamentales para realizar estos trabajos.
La responsabilidad es una parte esencial cuando hablamos de ética
profesional, sin ella no seríamos capaces de establecer nuestras propias metas,
tanto laborales como profesionales. Cuando sabemos que debemos actuar bajo la
responsabilidad, se ponen en juego la voluntad de uno mismo y la libertad. La
responsabilidad hará que cada persona pueda realizar de forma justa y profesional
todo su trabajo.
La ética es considerada como una ciencia encargada de estudiar los
comportamientos de los seres humanos bajo normas que debe haber en una
convivencia en sociedad. De esta forma se aplica al ámbito profesional de un
individuo, ya que se trata de las decisiones que se toman de forma totalmente
consciente y voluntaria. Por esto mismo, no son considerados éticos aquellos
comportamientos involuntarios, es decir, que no sucedieron bajo el propio
consentimiento.
Ética profesional aplicada a hoteles y restaurantes
Uno de los acontecimientos socioeconómicos más relevantes de nuestro tiempo,
lo constituye el fenómeno turístico. Gracias al cual, miles de personas se trasladan
de un espacio habitual a otro temporal, sin fines de lucro, con el deseo de conocer
otra gente, otros paisajes, así como distintas culturas, costumbres y lenguas.
Por otra parte, para retener a estos visitantes y asegurar la permanencia de la
corriente turística en el lugar receptor, es necesario contar con una infraestructura,
estructura y superestructura, que permita ofrecer una serie de servicios turísticos
necesarios que satisfagan las necesidades como transporte, agencias de viajes,
tour operadores, servicios de esparcimientos, alojamiento, etc.
Es imperioso internalizar, que, sin ciertos valores como el amor, el respeto a los
otros, la tolerancia, la humildad, el gusto por la alegría, por la vida, la apertura a lo
nuevo, la disponibilidad al cambio, la identificación con la esperanza, la justicia; la
práctica turística se convierte en mero maltrato de un ser deseoso de disfrutar,
“turista” y otro ansioso por culminar su contacto con éste, “el prestador de
servicios”.
En este sentido la ética laboral juega un papel preponderante en el profesional en
turismo, ya que, sin ella, no se tendría base para avanzar con la mira de siempre
mejorar y optimizar los servicios, aprovechando los recursos naturales que cada
lugar o zona turística brindan al sector turístico, siempre teniendo en cuenta que
sea sustentable.

Es fundamental la responsabilidad que tiene el profesional del turismo en atender


y cuidar al turista, así como promover el cuido del ambiente; plataforma donde se
desarrolla la actividad turística. De ahí que la educación tenga una esencial
importancia, para poder desarrollar una cultura turística en todos los niveles
sociales. Porque el turismo se ejecuta en toda la sociedad: en el comercio, en la
cultura artesanal, en el folclore, en las costumbres innatas de cada región. De este
modo, la mejor promoción turística es el servicio y la huella que deja éste, de esta
manera se transforma en una promoción directa del turista visitante, en sus
lugares de origen.
El servicio hotelero, como toda otra actividad realizada por y con seres humanos,
debe adecuarse a tres principios éticos esenciales: el respeto a las personas, la
búsqueda del bien y la justicia. Es por esto, que, al ofrecer un servicio de hotelería
y turismo, debemos asegurarnos que tanto las instalaciones como nuestro
personal se encuentre preparado. En cuanto a las instalaciones, debe responder
de manera exitosa a la expectativa de nuestros huéspedes, siempre vinculadas al
buen servicio, confort y comodidad.
La ética profesional en el servicio hotelero implica ofrecer a los visitantes un lugar
limpio y seguro que proporcione la paz y la tranquilidad que el turista está
buscando. Por eso, como profesionales debemos estar a la altura de estas
exigencias, y con profesionales calificados para realizar las tareas sin
inconvenientes o sobresaltos.

Como vemos, todo trabajador debe desarrollar una ética profesional que
determine su lealtad tanto al trabajo que realiza, como a la empresa y sus colegas.
Y para ello debe contar con tres imperativos éticos profesionales:
Competencia: el trabajador debe contar con los conocimientos, destrezas y
actitudes necesarias para realizar la tarea que tiene a su cargo.
Servicio: toda tarea o actividad profesional es buena en el sentido moral si se pone
al servicio del cliente, de manera atenta y cortés.
Solidaridad: deben establecerse relaciones de respeto y colaboración tanto con los
turistas como con el personal de la empresa hotelera.
Por este motivo, para lograr que la ética profesional se desarrolle adecuadamente,
las empresas u organizaciones suelen establecer sus propios códigos de ética, en
los cuales quedan asentados los valores organizacionales, las normas y
directrices que deben orientar el comportamiento de los trabajadores.
Conclusión
El ambiente formal de la ética en una empresa es importante, no sólo porque
motiva a los empleados a comportarse éticamente, sino porque estos pueden
apoyarse en una buena política de la compañía cuando desean hacer respetar sus
propios valores. Se produce el fenómeno de los "valores compartidos"; las
personas desean identificarse con su organización, necesitan confiar y creer en la
corporación para la cual trabajan, puesto que contribuyen con su esfuerzo al éxito
de ella. Ese vínculo de valores compartidos es fundamental para todo lo demás,
se pone énfasis en la empresa como la entidad en la que trabajan, con la que se
identifican y que merece la admiración de sus colaboradores, así como de la
sociedad.
El otro punto fuerte es la ética social, y particularmente la responsabilidad asumida
por la empresa respecto de su entorno, lo que contribuye a su armonía con los
valores de la sociedad.
Las empresas que adoptan una cultura de ética en todas sus operaciones y de
veracidad y transparencia en su información financiera tienen una ventaja
competitiva muy importante: credibilidad y confianza pública, y la fidelidad de
todos sus colaboradores.
La operación basada en la ética es el mejor modo de tener una empresa sólida y
perdurable; resulta benéfico a la larga e indispensable para construir una
institución sana y duradera. La ética produce beneficios.
Bibliografía

Moya, 2016
https://journals.openedition.org/etudescaribeennes/9452
Raffino, 2019
https://concepto.de/etica-profesional/

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