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EL (D)EFECTO MARIPOSA EN VENEZUELA II

23 de diciembre de 2008
Jorge Cruz Osorio

El efecto mariposa ha tomado cuerpo en la reflexión, algunos amigos me han


preguntado sino tengo un ejemplo para las áreas en la que he estado involucrado por
varios años: ambiente e indigenismo.

Voy a ilustrar unos caso para lo ambiental, ante el déficit habitacional de muchas partes
del país, pero especialmente Caracas, hace varios años se habló de construir unos
núcleos habitacionales en parte del zona protectora de Caracas, uno de ellos fue
transformada en un propuesta de Núcleo Endógeno, especie de proyecto piloto de una
nueva manera de construir vivienda, en cuanto a servicios, él cuenta con varios “ligero”
problemas: colinda con el Parque Nacional El Avila, está aledaño a una zona
arqueológica y, especialmente, no tiene agua para abastecer a los que allí se asienten.
Para el agua se planteo traerla desde un relativamente pequeño embalse que está a
varios cientos de kilómetros de distancia y tiene uso agrícola: Petaquire. Nuevamente
una zona agrícola que puede ser limitada por falta de un insumo tan importante. Todo
ello porque las decisiones del presidente no se estudian su impacto sino se amoldan o
“suavizan” para su ejecución.

Los otros son invasiones permitidas a diversas zonas de Caracas: dentro de los linderos
del parque nacional ya mencionado, tanto su ala norte como sur; parques metropolitanos
como el Arístides Rojas; se llegó a plantear un área que ha tenido uso militar y civil de
aeropuerto (La Carlota), pero fue detenida a tiempo por las ciudadanía, diversos puntos
de la zona protectora de Caracas, donde hay mucho más habitantes por kilómetro
cuadrado que lo especificado por la ley.

En pocas palabras, ha habido indolencia en el tema ambiental, que se podría agrandar


los hechos con solo mirar un poco hacia otras partes del país.

En cuanto al tema de los derechos culturales. Por mandato de la Constitución vigente, se


ha debido realizar una reforma al decreto 1.257 que da los lineamientos para los
estudios de impacto ambiental, más no socioculturales como lo expresa la Constitución.
Han pasado casi 9 años y aún no hay nuevo decreto, menos aún unos lineamientos para
los estudios de impacto sociocultural, si antes los impactos sociales eran de tipo
sociodemográfico y económico, ahora se “profundiza” un poco más pero siguen siendo
“saludos a la bandera”.

El tema indígena tiene una historia similar, se ratificaron convenios, se aprobaron leyes
para proteger sus derechos, pero su aplicación no se ha cumplido. La demarcación de
territorios tuvo un comienzo rimbombante, se dieron titularidad a ciertas comunidades
indígenas, pero cuando se llegó a pueblo (todas las comunidades de una etnia) se trancó
el serrucho y desde hace más de tres años no se ha tramitado ninguna titularidad. Ya se
dio unos meses atrás una invasión u ocupación de su territorio (depende como se vea)
de los Yucpas en el Zulia, la Comisión Nacional de Territorios Indígenas actúo al
momento de la crisis, pero no se ven avances significativos.
Mucho despliegue discursivo, pero poco hechos, lo terrible de la historia es que ello ha
generado expectativas enormes dentro de sectores de la población, con consecuencias
desastrosas, si lo miramos al largo plazo.

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