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ANTROPOLOGIA E HISTORIA
DE GUATEMALA
MINISTER IO DE ED U C A C I O N PU BLICA
VOL. VI No. 1 ENERO DE 1954
Il
que allá cada día reciban un barril de hacer propaganda revolucionaria entre
vino y cantidad de víveres. Dichos do- sus hermanos de raza que eran ya bas·
cumentos nos propor cionan interesantes 'tante numerosos en dicha región.
detalles sobre esos soldados del rey. Su Durante algunos años se pierde la
presencia en tierra española no dejaba huella de esos soldados negros. Algunos
de llamar la atención de los habitantes fueron repartidos entre los pueblos per·
ya que venían de una isla misteriosa, en tenecientes a las jurisdicciones de Gua·
la que los esclavos se habían alzado con- temala, León, San Salvador, Sonsonate,
tra s us amos blancos. Se admiraba su Granada, San Miguel, Realejo, San Yi·
distinción y las buenas maneras que ha- cente, Nicaragua y Comayagua. Otros
bían adquirido al contacto de la socie- permanecieron en Ciudad Trujillo, al
dad a ristocrática de Haití. Pero, las servicio del r ey, ya que en abril de 179i
autoridades españolas t emían la influen- participaron en la defensa de dicha ciu·
cia que podían ejercer sobre las clases dad que habia sido atacada por los ingle·
bajas de la sociedad colonial . El Go- ses. Es de notar qu e en los documentos
be rnador de Trujillo recibió instrucciones siempre son mencionados como "negros
detalla das para que se les quitara el com- republicanos". En 1804 algunos de ellos,
plejo de igualdad que habían formado radicados en la región del Castillo de San
en sus luchas contra los blancos. Con Juan, pidieron herramientas y dinero pa·
cautela se les debía confiscar sus armas ra cultivar las tierras que hablan re·
al mismo tiempo que dividirlos en pe- cibido.
queños grupos. El General Juan Fran- Otro grupo se radicó en el pueblo
cisco er a presentado como el más sospe- de Mateara, Nicaragua. Los informes
choso de esos negros. Su familia r eunia de los blancos en la América Central.
a no menos de 43 personas, lo que le acer ca de la conducta de esos labradores
p ermitía dominar a los demás. El Go- eran muy satisfactorios. Varios traba·
bierno español pensaba que un grupo tan jaban en la ciudad. Agustín Azor, quien
importante de hombres de habla francesa había abierto una peluqueria en Grana·
podía r esultar sumamente peligroso en el da, tenía buena clientela y era muy res-
futuro. La única maner a de evitar los petado de sus vecinos. Pero en 1806 el
problemas era aislarlos de manera que Capitán General de Guatemala les quitó
al casarse con muj er es del país, pudieran la pensión que el Gobierno español les
ser a bsorbidos rápidamente. Los que te- s:eguía pagando. Los negros protestaron
nían a lgún oficio fu eron despachados a y •mandaron una diputación a Guatemala
p ueblos del interior de Honduras y de para presentar su caso y quejarse de la
Guatemala. injusticia de semejante decisión. Enttt
A esos negros qu e venían de tierra ellos, se encontraban el General Juan
francesa parece que se les consideraba Francisco y varios de sus ayudantes,
como buenos trabajadores. Cuando supo Juan Luis Santillan y Francisco Fan·
su llegada, el Gobernador del Puerto de taisi. Parece que a pesar de la ayuda
Omoa escribió al Capit,án General de que habían dado al Gobierno español, tanto
Guatemala quien t enía jurisdicción sobre contra los franceses como contra los in·
todos esos territorios par a p edirle que gleses, los negros republicanos dejaron de
fuer an enviados a la Costa del Atlántico recibir su p ensión. Su jefe Juan Fran·
que, según lo expresaba, debido a su ri- cisco debe de haber vuelto a su patria,
queza era destinada a prosperar mucho la República libre de Haití, ya que to-
si tenía buenos trabajadors para po- davia existe una familia Jean Francois
blar. Pero las autoridades españolas en Puerto Príncipe. Pero, según todas
no se mos traron favorables a esa suge- probabilidades, sus compañeros pennane-
rencia porque esos extranjeros podían cieron en territorio español.
Negros Franceses en América Central a fines del Siglo XVIII 67
La presencia de esos negros entre leado con heroísmo, asi como de las ideas
los sujetos del r ey de España presenta nuevas que algunos franceses les hablan
mucho interés. Habían peleado contra expuesto. La Revolución Francesa babia
los blancos y hasta cierto punto debían despertado mucha curiosidad en las co-
conocer la propaganda libertaria que, a lonias españolas. Poco a poco los su-
principios de la revolución, había sido jetos del rey pensaron que, tanto como
divulgada en las colonias francesas por los negros de Haití, podían prescindir de
la "Societé des Amis des Noirs", (Socie- sus amos europeos. La permanencia en-
dad de los Amigos de los Negros). En tre ellos, de esos esclavos que habían sa-
tierra española, no podían sino hablar bido liberarse, constituía un peligro para
de la! l('Uerras en las cuales habían pe- la supremacía europea en América.