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PUBL I CACIONES DEL IDAEH

ANTROPOLOGIA E HISTORIA
DE GUATEMALA

MINISTER IO DE ED U C A C I O N PU BLICA
VOL. VI No. 1 ENERO DE 1954
Il

NEGROS FRANCESES EN AMERICA CENTRAL A FINES


DEL SIGLO XVIII

Agradecemos al Profesor Joaquín Pardo, Director del Archivo del


Gobierno, el habernos facilitado el acceso a los documentos utili-
zados para esta reseña histórica sobre la llegada a Centr o Amé-
ri ca de negros procedentes de Haití.

La Revolución Francesa cambió pro- pios de 1795, Su Ministro Godoy se retiró


fundamente Europa, pero tuvo también de la coalición firmada por los reyes eu-
consecuencias de mucha trascendencia en ropeos y firmó el Tratado de Basilea.
el Nuevo !\fondo. Aprovechando las lu- Francia y España volvieron a ser nacio-
chas políticas entabladas por los fran- nes aliadas y para evitar los problemas
ceses partidarios de la libertad, los es- coloniales, España cedió a Francia la
clavos negros de la isla de Santo Domin- parte Este de Santo Domingo. Sin em-
go se alzaron contra sus amos y empezó bargo no abandonó a sus aliados negros
una guerra sin cuartel entre negros, quienes durante dos años habían valien-
blancos y mulatos. Las luchas termina- temente peleado a su lado. A Juan Fran-
ron en 1803 con el fracaso de la expe- cisco y sus compañeros les fue concedido
dición francesa del General Leclerc quien el permiso de embarcarse hacia Cuba
no logró recuperar esa isla, la más rica para evitar las represalias de los fran-
de todas las Antillas. ceses. Los soldados se llevaron a sus
España, como los demás países eu- esposas y familias, de manera que ese
ropeos, había declarado la guerra a Fran- grupo de negros sobrepasaba a 780 perso-
ria a principios de 1793. Poseía la parte nas. Su presencia y la necesidad de darles
Este de Santo Domingo y luego, t rató de de comer parece haber causado muchos
~acar provecho de las luchas entre blan- problemas a las autoridades de Cuba y,
cos y negros de Ja colonia francesa para a fines del año 1795, 307 de ellos fueron
apoderarse de toda la isla. Tropas es- embarcados para ciudad Trujillo en Hon-
pañolas llegaron de Puerto Rico y la duras. Recibían un sueldo del gobierno
Habana, dirigiéndose hacia la parte cen- español. A los dos generales, Juan Fran-
tral de la isla en la que un guerrillero cisco y Bias, se les otorgaban 500 pe-
negro Juan Francisco resistía con éxito a sos al año, suma muy importante por
los soldados blancos. Merced a ofreci- aquel entonces.
mientos ventajosos el Gobernador español En Honduras ocasionó ciertas inquie-
de Santo Domingo se atrajo las simpa- tudes al gobierno la presencia de esos
tías de dicho jefe negro y de sus hombres negros franceses. Juan Franéisco er a
quienes aceptaron pelear al lado de los muy orgulloso y varias veces se quejó por-
españoles contra los franceses, sus anti- que en dicho país no recibía el trato que
guos dueños. correspondía a su título de general. El
Pero España, mal preparada, no so- Gobernador de Trujillo contestó que a
portó mucho tiempo la guerra contra la esos extranjeros se les había consentido
Nueva República Francesa. A princi- demasiado mientras estaban en Cuba, ya
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que allá cada día reciban un barril de hacer propaganda revolucionaria entre
vino y cantidad de víveres. Dichos do- sus hermanos de raza que eran ya bas·
cumentos nos propor cionan interesantes 'tante numerosos en dicha región.
detalles sobre esos soldados del rey. Su Durante algunos años se pierde la
presencia en tierra española no dejaba huella de esos soldados negros. Algunos
de llamar la atención de los habitantes fueron repartidos entre los pueblos per·
ya que venían de una isla misteriosa, en tenecientes a las jurisdicciones de Gua·
la que los esclavos se habían alzado con- temala, León, San Salvador, Sonsonate,
tra s us amos blancos. Se admiraba su Granada, San Miguel, Realejo, San Yi·
distinción y las buenas maneras que ha- cente, Nicaragua y Comayagua. Otros
bían adquirido al contacto de la socie- permanecieron en Ciudad Trujillo, al
dad a ristocrática de Haití. Pero, las servicio del r ey, ya que en abril de 179i
autoridades españolas t emían la influen- participaron en la defensa de dicha ciu·
cia que podían ejercer sobre las clases dad que habia sido atacada por los ingle·
bajas de la sociedad colonial . El Go- ses. Es de notar qu e en los documentos
be rnador de Trujillo recibió instrucciones siempre son mencionados como "negros
detalla das para que se les quitara el com- republicanos". En 1804 algunos de ellos,
plejo de igualdad que habían formado radicados en la región del Castillo de San
en sus luchas contra los blancos. Con Juan, pidieron herramientas y dinero pa·
cautela se les debía confiscar sus armas ra cultivar las tierras que hablan re·
al mismo tiempo que dividirlos en pe- cibido.
queños grupos. El General Juan Fran- Otro grupo se radicó en el pueblo
cisco er a presentado como el más sospe- de Mateara, Nicaragua. Los informes
choso de esos negros. Su familia r eunia de los blancos en la América Central.
a no menos de 43 personas, lo que le acer ca de la conducta de esos labradores
p ermitía dominar a los demás. El Go- eran muy satisfactorios. Varios traba·
bierno español pensaba que un grupo tan jaban en la ciudad. Agustín Azor, quien
importante de hombres de habla francesa había abierto una peluqueria en Grana·
podía r esultar sumamente peligroso en el da, tenía buena clientela y era muy res-
futuro. La única maner a de evitar los petado de sus vecinos. Pero en 1806 el
problemas era aislarlos de manera que Capitán General de Guatemala les quitó
al casarse con muj er es del país, pudieran la pensión que el Gobierno español les
ser a bsorbidos rápidamente. Los que te- s:eguía pagando. Los negros protestaron
nían a lgún oficio fu eron despachados a y •mandaron una diputación a Guatemala
p ueblos del interior de Honduras y de para presentar su caso y quejarse de la
Guatemala. injusticia de semejante decisión. Enttt
A esos negros qu e venían de tierra ellos, se encontraban el General Juan
francesa parece que se les consideraba Francisco y varios de sus ayudantes,
como buenos trabajadores. Cuando supo Juan Luis Santillan y Francisco Fan·
su llegada, el Gobernador del Puerto de taisi. Parece que a pesar de la ayuda
Omoa escribió al Capit,án General de que habían dado al Gobierno español, tanto
Guatemala quien t enía jurisdicción sobre contra los franceses como contra los in·
todos esos territorios par a p edirle que gleses, los negros republicanos dejaron de
fuer an enviados a la Costa del Atlántico recibir su p ensión. Su jefe Juan Fran·
que, según lo expresaba, debido a su ri- cisco debe de haber vuelto a su patria,
queza era destinada a prosperar mucho la República libre de Haití, ya que to-
si tenía buenos trabajadors para po- davia existe una familia Jean Francois
blar. Pero las autoridades españolas en Puerto Príncipe. Pero, según todas
no se mos traron favorables a esa suge- probabilidades, sus compañeros pennane-
rencia porque esos extranjeros podían cieron en territorio español.
Negros Franceses en América Central a fines del Siglo XVIII 67

La presencia de esos negros entre leado con heroísmo, asi como de las ideas
los sujetos del r ey de España presenta nuevas que algunos franceses les hablan
mucho interés. Habían peleado contra expuesto. La Revolución Francesa babia
los blancos y hasta cierto punto debían despertado mucha curiosidad en las co-
conocer la propaganda libertaria que, a lonias españolas. Poco a poco los su-
principios de la revolución, había sido jetos del rey pensaron que, tanto como
divulgada en las colonias francesas por los negros de Haití, podían prescindir de
la "Societé des Amis des Noirs", (Socie- sus amos europeos. La permanencia en-
dad de los Amigos de los Negros). En tre ellos, de esos esclavos que habían sa-
tierra española, no podían sino hablar bido liberarse, constituía un peligro para
de la! l('Uerras en las cuales habían pe- la supremacía europea en América.

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