acciones para la participación ciudadana

Domingo 25 de julio de 2021

Año 10 / Número 119
Prohibida su venta por separado

Tercera edad
Los adultos mayores manejan sus dispositivos móviles con
familiaridad y utilizan distintas aplicaciones sin problemas.
Así, convierten a la tecnología en una aliada, porque los
mantiene activos y con ganas de aprender. El costo de los
celulares e internet aparecen como limitantes.
2. ACCIONES | DOMINGO 25 DE JULIO DE 2021
EDITORIAL
Vivir más
conectados
Por Paz Míguez
Fundación Éforo
De acuerdo con las últimas pro-
yecciones disponibles de la Direc-
ción Nacional de Población (2020),
las personas mayores de 60 años
en Argentina son 7.735.317. El co-
lectivo se incrementa conforme
aumenta la esperanza de vida. Los
datos también indican que nuestra
Región es la que más rápido está
envejeciendo. Se prevé que para
2085, una de cada tres personas
tenga más de 65 años (BID, 2020).
Sin embargo, el tema no debie-
ra centrarse solo en cuántos adul-
tos mayores existen. Es necesario
orientar la discusión pública ha-
cia el cómo se envejece y bajo qué
condiciones. De qué forma mejorar
la calidad de vida de nuestros ma-
yores y qué acciones podrían im-
pulsarse para garantizar derechos
también en esta etapa de la vida.
Es importante acercarnos a una
concepción integral del envejeci-
miento activo y desasociar la vejez
del viejismo, visión cargada de es-
tereotipos sobre el ser y el hacer.
Esto supone asegurar cuestiones
socioeconómicas y de salud, pero
también abordar otros factores que
hacen al bienestar social, como lo
es el uso del tiempo libre, la parti-
cipación, la seguridad, el acceso a
las tecnologías, el aprendizaje a lo
largo de la vida y el disfrute.
En esta entrega, buscamos pro-
blematizar un aspecto de la in-
clusión, la brecha tecnológica.
Una de las tantas desigualdades
que la pandemia puso de relieve,
especialmente cuando recorda-
mos aquellas imágenes virales de
abuelos y abuelas haciendo largas
filas en bancos y supermercados a
pocos días de decretarse la cuaren-
tena. Desconocer las posibilidades
que habilita el lenguaje digital nos
desconecta, tanto como agotar la
discusión de inclusión verdadera
solo a ese propósito.
Tercera edad. Cómo
convertir a la tecnología
en una aliada estratégica
Los adultos mayores manejan
sus dispositivos móviles con
familiaridad y utilizan distintas
aplicaciones sin problemas.
Eso los mantiene activos y con
ganas de aprender. El costo de
los celulares e internet aparecen
como limitantes.
Hasta hace no mucho, pensar la rela-
ción de las personas de la tercera edad
con la tecnología parecía un imposible.
Series, películas y programas de televisión
repetían imágenes de abuelos buscando
la ayuda de sus nietos para usar una com-
putadora, un celular o una tablet. La reali-
dad, definitivamente, es otra.
Cambió el vínculo, pero también el con-
cepto de lo que hace una persona de la
tercera edad. La vejez ya no está asociada
con el retiro, el quedarse en casa o pasear
por diferentes consultorios médicos. Ac-
tualmente, quienes dejan de lado su vida
activa se dedican a estudiar y hacer activi-
dad física, entre otras cosas.
Por eso, cada vez es más la gente gran-
de que se apropia de los distintos accesos
al mundo digital para disfrutarlos y, tam-
bién, mejorar su calidad de vida. Mucha
se vincula con los dispositivos desde hace
tiempo, pero otra tanta comenzó a hacer-
lo a partir de la pandemia. Sin embargo,
todavía falta accesibilidad y capacitacio-
nes para que los beneficios puedan ser
universales.
“Yo manejo todo: computadoras, el ce-
lular, no tengo problemas. Por supuesto,
a veces pido un poco de auxilio porque
no tengo formación en computación. Mi
nieta, de 10 años, supera a todo el mun-
do y me explica algunas cosas. Me gusta
mucho sacarme fotos y ella me enseña a
hacerlo. Tengo redes sociales donde soy
muy activa”, explica Nora, de 70 años,
desde Paraná, Entre Ríos.
Asegura que se lleva bien con la tecno-
logía y cuenta cómo la ayudó a sobrellevar
el aislamiento. “Bailo flamenco con un
grupo de danza, hicimos presentaciones
en teatros y el año pasado las clases fueron
por Zoom, nos adaptamos a eso. De todos
modos, ni Whatsapp ni el celular rempla-
zan al contacto personal. Estoy conforme
con lo que la tecnología ofrece, pero todos
tendrían que poder acceder. Si no, se que-
dan afuera del mundo”, asegura.
Brecha digital. Afuera de este mun-
do de posibilidades quedan quienes no
pueden costear la compra de un celular
o el servicio de internet, los que no saben
cómo utilizar las herramientas digitales o
aquellos que son expulsados por las ba-
rreras que los desarrollos imponen. La es-
critora Clementina Macaroff, quien tiene
73 años y vive en Bariloche desde 1987,
encuentra obstáculos a la hora de llenar
formularios o completar información.
“A veces, se me produce algún chispazo
y le pido una mano a mi hija”, afirma, y
encuentra otras dificultades: “Hay una
brecha importante, una inequidad muy
grande a la hora de acceder a la tecnolo-
gía”, plantea.
Según el Módulo de Acceso y Uso de
Tecnologías de la Información y la Comu-
nicación (MAUTIC), de la Encuesta Per-
manente de Hogares, sobre el cuarto tri-
mestre de 2020, las personas mayores de
65 años son las que tienen más celulares
sin acceso a internet. El 71% de los adultos
mayores cuenta con teléfono móvil, solo
un 19% posee computadora y el 55% ac-
cede a internet. La diferencia con los otros
El uso de
teleasistencia
La tecnología también puede
ser un aliado en términos de salud
para los adultos mayores. Muchos
viven solos y, en caso de sufrir al-
gún accidente, necesitan tener una
forma de dar aviso de manera rá-
pida y recibir respuesta inmediata.
Para esos casos, distintas compa-
ñías, entre las que se encuentra la
Cruz Roja, ofrecen la teleasistencia.
Se trata de un acompañamiento
remoto a un costo relativamente
accesible.
El sistema funciona a través de
una línea telefónica y un dispo-
sitivo informático en formato de
pulsera, collar o terminal, que se
comunica mediante un equipo di-
gital con un centro de atención. No
es necesario que la persona recuer-
de números de teléfono, solo debe
accionar el dispositivo para entrar
en contacto, a través de la tecnolo-
gía de manos libres, con personal
preparado para dar una respuesta
adecuada a la necesidad que pu-
diera presentarse. Los servicios se
brindan las 24 horas del día, los 365
días del año.
Algunos contemplan, también,
las llamadas por parte del personal
de la empresa de medicina, con el
objetivo de acompañar al usuario,
recordarle que es momento de to-
mar un medicamento, saber cómo
se encuentra o brindarle una asis-
tencia telefónica para realizar dis-
tintas actividades.
Determinados países brindan
este servicio gratuitamente, por-
que consideran que un accidente
doméstico atendido en tiempo y
forma ayuda a reducir los plazos de
internación que pueda necesitar la
persona y eso disminuye el costo
para la salud pública.
“El costo de la conectividad
es muy grande y el acceso no
es el mismo en todo el país”,
dice el defensor de la Tercera
Edad, Eugenio Semino.
grupos etarios es significativa.
“El costo de la conectividad es muy
grande y el acceso no es el mismo en todos
los rincones del país. Nosotros formamos
cuidadores y tenemos graves problemas
en regiones como la Patagonia, porque
no tienen forma de conectarse. Muchos
pueblos quedan aislados en invierno.
Además, los celulares son muy caros y es
un limitante”, señala Eugenio Semino,
Defensor de la Tercera Edad. Hoy, una ju-
bilación mínima es de $ 23.000 y es difícil
encontrar en el mercado un celular que
cueste menos de $ 10.000 y tenga una vida
útil más o menos lógica. En Argentina, ac-
tualmente hay más de cinco millones de
personas jubiladas.
María Emilia, de 82 años, vive en Río
Gallegos, Santa Cruz, y usa su teléfono
solo para llamar o mandar mensajes a tra-
vés de Whatsapp. “El resto de las cosas me
parecen complicadas. Creo que estas tec-
nologías agilizan, evitan hacer filas, estar
parada mucho tiempo. Pero el servicio me
parece bastante caro. Estamos pagando $
7.500 mensuales por cable e internet. Se
hace difícil afrontarlo con lo que gano de
jubilación. Creo que debería ser más eco-
nómico el servicio, pero también los dis-
positivos, porque su uso es una necesidad
masiva y, sobre todo, ahora”, comenta.
Al servicio de la gente. “Hay ciertas
limitaciones que se producen con la edad
que la tecnología puede suplir. Es uno de
los sectores poblacionales que más nece-
sita a la tecnología porque viene a aumen-
tar la independencia de las personas ma-
yores y a disminuir riesgos. Pero si bien
hay una industria que está creciendo en
el mundo para satisfacer estas demandas,
aún no son vistos como un público ren-
table”, manifiesta Ricardo Iacub, docente
de grado de la cátedra de Psicología de la
Tercera Edad y Vejez de la Universidad de
Buenos Aires (UBA).
Los beneficios son muchos: desde evi-
tar desplazamientos y robos de dinero
hasta agilizar trámites online, entretener-
se, comunicarse con los demás o avisar de
una urgencia, pasando por implementar
tecnología en los hogares para que sean
lugares adaptados a las necesidades. “Hay
que pensar y diseñar las tecnologías te-
niendo en cuenta a esta población, los
nuevos desarrollos deberían ser probados
por adultos mayores para que sean más
accesibles”, recomienda Iacub.
Ayudar a los demás. “La idea es
generar tiempo adicional para revivir,
rejuvenecer, mantener desarrollado el
intelecto, la pasión y seguir haciendo co-
sas para mantenernos jóvenes mental y
físicamente. Si nos amigamos con la tec-
Para Ricardo Iacub, docente de
Psicología de la Tercera Edad
de la UBA, “la tecnología viene
a aumentar la independencia
de las personas mayores”.
nología, terminamos usándola para más
cosas. Si, por ejemplo, se rompe la cocina,
uno puede arreglarlo mirando un tutorial.
Son miles los beneficios”, afirma Luciano
Ángel Vasallo, quien acerca las ventajas de
la tecnología a los más grandes y es consi-
derado, prácticamente, un influencer.
“Tengo ansiedad de transmitir todo lo
que sé a quienes están conmigo o me si-
guen. Quiero que puedan aprender cosas
nuevas, acceder a más información. Voy
en busca de visibilizar una vejez muy ac-
tiva ayudada por la tecnología”, comenta
Vasallo. Con 70 años, en marzo de 2020
comenzó haciendo posteos explicativos
sobre cómo utilizar la tarjeta de débito,
hacer transferencias, usar el Home Ban-
king, manejar aplicaciones y realizar trá-
mites bancarios. Hoy, tiene una columna
en una radio los viernes por la noche y
hace tutoriales explicativos. El objetivo
que se trazó fue informar a partir de ven-
cer miedos, prejuicios y resistencias. Tie-
ne la convicción de que la mayoría de la
gente realizó a lo largo de su vida activida-
des “mucho más difíciles que manejar un
Home Banking”.
Acceso al saber. “Hay una brecha
digital importante que es multicausal.
Un punto importante tiene que ver con
la falta de una política pública clara, co-
herente y concisa en la temática”, declara
Dolores Martínez, diputada nacional por
la Ciudad de Buenos Aires. El año pasado,
DOMINGO 25 DE JULIO DE 2021 | 3. ACCIONES
“Hago videollamadas con mi
nieta y bisnietos. También uso
Whatsapp y comparto imágenes
y recetas en Facebook”, cuenta
Josefa Zabaleta, de 92 años.
presentó un proyecto de ley que busca es-
tablecer un Programa Nacional de Capa-
citación Digital para Adultos Mayores. La
iniciativa aún espera ser tratada en comi-
sión en el Congreso de la Nación.
“Se debe achicar la brecha digital que
existe en distintas franjas etarias y según
la situación social. Asimismo, tiene que
ver con una cuestión cultural, con igualar
la accesibilidad. Que puedan saber sobre
las fake news y protección de datos perso-
nales, porque a veces es el primer grupo
atacado o engañado. Me parece que cuan-
do hablamos de capacitación, referimos a
usos, mecanismos, derechos y protección.
Es un combo que hace a toda la cuestión.
Empoderar a las personas es la mejor for-
ma”, sostiene Martínez.
Por ejemplo, utiliza un tema bien ac-
tual. “Para el registro de vacunación, se ve
constantemente en la Ciudad de Buenos
Aires que son los hijos o nietos los inter-
mediarios para inscribirlos. No tienen que
quedar marginados de poder resolver o
acceder a distintos servicios que brinda el
Estado, debería ser más sencillo y funcio-
nal”, afirma.
En un informe titulado “Los servicios
bancarios en las personas mayores”, rea-
lizado por el Observatorio de la Deuda So-
cial de la Universidad Católica Argentina
(UCA) en 2019, se observan los contrastes
en el uso de internet: “No hay diferencia-
les por sexo, aunque sí por grupo de edad,
nivel educativo, nivel socioeconómico y
regiones urbanas: es mayor entre los que
tienen 60 a 74 años, con mayor nivel edu-
cativo y mejor posición socioeconómica,
así como en los residentes en la Ciudad de
Buenos Aires”, indica la encuesta.
Capacitaciones. Desde PAMI, a raíz
de la pandemia, digitalizaron la mayor
parte de sus trámites y ofrecen talleres
que brindan a través de distintas univer-
sidades públicas del país. “Están destina-
dos a todas las personas adultas mayores,
tengan estudios primarios, secundarios o
universitarios. La oferta académica com-
prende 7.000 talleres y cursos universi-
tarios en modalidad virtual y gratuitos,
disponibles para celular, PC o tablet y con
acceso desde cualquier región”, aseguran
desde el organismo.
Asimismo, en 2020, desarrollaron la Pla-
taforma Comunidad PAMI, un sitio elec-
trónico diseñado para generar espacios de
entretenimiento y formación de manera
virtual con el objetivo de mantener activa
la socialización. “La capacitación en nue-
vas tecnologías permite reducir la brecha
que existe en el uso de internet entre sec-
tores de la franja etaria mayor. Es evidente
que la democratización de dicho conoci-
miento ayuda a la integración de las y los
afiliados con una sociedad de grados de
digitalización cada vez más acentuados”,
agregan.
“Llamen a sus abuelos”. Con 92
años, Josefa Zavaleta se comunica desde
la provincia de Buenos Aires, por videolla-
mada con sus afectos más pequeños que
viven en Houston, Estados Unidos. “Ha-
blo con mi nieta y mis bisnietos una vez a
la semana, siempre. También uso Whats-
app y Facebook, donde comparto imáge-
nes y recetas”, explica. La tecnología llegó
a sus manos gracias a sus hijos y, aunque
no cuenta con internet en su casa, utiliza
los datos móviles del teléfono celular. “A
veces, me acuesto a las dos de la mañana
por estar en internet”, cuenta y ríe de esa
“travesura”.
“Creo que tan importante como la for-
mación es el estímulo”, afirma Vasallo.
“Mi primer mensaje es para los familia-
res. Llamen a sus abuelos, explíquenles,
ayúdenlos, seamos sensibles. Eso es lo
primordial. Todo el tiempo estamos con
el celular en la mano. Cuando vayan a
visitarlos, pregúnteles qué necesitan, son
unos minutos nada más”, sugiere.
¿Se puede estar ajeno a estos cambios?
“Investigo y aprendo sobre todo lo que
me interesa. Tengo Facebook, Instagram,
hago cursos virtuales, uso Zoom o Meet,
todo lo que la virtualidad me ofrece. Creo
que la tecnología y el avance de la comu-
nicación vinieron para quedarse y se van
a profundizar cada vez más, no podemos
permanecer ajenos”, señala la escritora
Clementina Macaroff, convencida de lo
inexorable del futuro.
4. ACCIONES | DOMINGO 25 DE JULIO DE 2021
ENREVISTA A NANCY ROQUETA
“La tecnología nos
mantiene activos”
Tiene 71 años y más de tres
millones de seguidores
en TikTok, la red social en
la que es furor. Comenzó
durante la cuarentena más
dura, cuando sintió que se le
terminaban sus actividades.
Hoy es un personaje muy
conocido en la plataforma e
interactúa con famosos.
“Las personas a las que les gustan mis
publicaciones son más felices, inteligen-
tes y atractivas, según un estudio que in-
venté”, ríe Nancy Roqueta en uno de los
videos que sube a TikTok.
Con ese espíritu jovial y su risa conta-
giosa, esta docente de música jubilada
inunda la red social en la que tiene más de
tres millones de seguidores. Eso mismo
replica en Instagram y Facebook.
Uruguaya llegada a Hurlingham, al Oes-
te del conurbano bonaerense, en 1979,
viuda, madre de dos hijos y abuela de cin-
co nietos, descubrió el mundo de los pos-
teos poco antes de cumplir 71 años.
¿Cómo se le ocurrió empezar con
los videos?
Empezó sin pensarlo. Estando en cua-
rentena, sentí que se habían cortado to-
das mis actividades. Un día vi un video de
una prima y le pregunté cómo lo había he-
cho, porque tenía la voz modificada. Me
dijo que era una aplicación nueva llamada
TikTok, le pedí que me la pasara, la bajé.
La única red que tenía yo hasta entonces
era Facebook. Al principio me costó un
poco, la llamé y le dije que creía que no
iba a poder. Después, pensé que no podía
ser que yo no supiera lograrlo. A veces, la
necesidad lleva a hacer cosas inesperadas.
Empecé a tocar en un lado y otro y cuando
me di cuenta, la había bajado. Ahí empecé
a ver videos que me sugería la aplicación.
Los primeros eran de Darío Barassi y de
Lali Espósito. Después, fue como un mi-
lagro, porque yo jamás me manejaba con
la tecnología. Tengo testigos que pueden
decir que hasta para prender la compu-
tadora en la escuela, cuando daba clases,
pedía ayuda. Esta plataforma me cambió
la vida.
¿Le resultó muy complicado?
Hice un primer video, pero no sabía si
estaba bien o mal. Si no era lo que espera-
ba, lo dejaba porque no había aprendido a
borrarlo. En el segundo o tercer video, Lali
Espósito me puso un sticker que decía “te
amo” y lo compartió. Ahí empezó a difun-
dirse en la red. Así, cada comentario me
ayudaba a seguir, me animaba. Después,
hice dúo con Darío Barassi. Eso me entu-
siasmó.
¿Tiene una rutina de subir deter-
minada cantidad de videos?
No, yo lo hago libremente. No siento la
presión de estar subiendo tres, cuatro o 30
videos. Hago lo que está a mi alcance. Ya
es suficiente el tiempo que trabajé con ho-
rarios y presión durante mi vida, eso ya no
lo quiero vivir. Hay días que no me sien- “No siento la presión de subir ¿Qué mensajes recibe?
to bien o no tengo ganas y otros en que Recibo mensajes diciendo que es lindo
hago cuatro videos. No lo tengo como una tres, cuatro o 30 videos. Hago lo que hago, que no quieren que me mue-
obligación. Es algo que me entretiene, me lo que está a mi alcance. Ya ra, jaja. Para darles aliento les digo que no
gusta y cuando voy aprendiendo, más me trabajé con horarios durante piensen que me voy a morir. A algunos les
gusta. contesto, a otros no puedo, son muchos.
Hay una idea de que la gente de mi vida”, dice Nancy Roqueta. Es muy histriónica. ¿Tuvo pro-
la tercera edad no se lleva bien con puestas para actuar?
la tecnología, ¿Usted es la excep- Me ofrecieron actuar en diferentes
ción o viene a derribar el mito? chísimo también para tomar clases por obras de teatro, pero tuve que decir que
A mí me dio vida. Tengo compañeras Zoom. no. Tenía que ir al centro, no puedo tomar
y amigas que dicen que ya tienen dema- ¿La reconocen por la calle? tren, colectivo, subte y tampoco preten-
siado con WhatsApp y no se animan a ex- Me pasa en el shopping, cuando voy. De der que mis hijos me lleven y me traigan.
tenderse más. Yo trato de sobreponerme tantos seguidores, uno seguro que hay. ¿Consiguió hacer canjes?
siempre. No voy a hacer algo que no esté Cuando fui con mi nieto al cine, camina- Ojalá me mandaran cosas para hacer
a mi alcance. Trato de hacerlo cada vez ba y una chica se acercó y me preguntó si comidas. Los canjes que tuve fueron de
mejor. era la abuela de TikTok, nos sacamos una óptica, juguetería y cereales, entre otros.
Digo que no hay que tener miedo a la foto. Con barbijo y todo me reconocen. Es el momento y ya está. No es que una
tecnología, a los que somos más grandes En el verano, estuve en la playa y veía a hace una propaganda y recibe determina-
nos ayuda a estar activos. Uno se jubila chicos que corrían y gritaban que era yo. da cantidad de dinero por mes. No es el
laboralmente, pero no tiene que hacer- No entendía cómo me conocían en malla objetivo, pero tampoco lo voy a desechar.
lo emocionalmente. Estoy contenta de y caminando por el agua. Soy conocida en El amor que recibo vale más que cual-
haber aprendido, porque me ayudó mu- las redes, pero no me creo famosa. quier dinero.