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La Comunicación y
la Administración de
Conflictos
Implicaciones para el Sector Extractivo
Myriam Cabrera
ÍNDICE GENERAL pág.
Prefacio 3
1 A MANERA DE INTRODUCCIÓN 5
2 Objetivos 7
9 A MANERA DE conclusión 73
PREFACIO
El análisis y manejo de conflictos constituye una área idónea para entender el mundo social,
sobre todo si se considera que el “conflicto” (no obstante ser ocurrencia común y fuente
constante de frustraciones y, en ocasiones, de manifestaciones de violencia) es, las mas de
las veces, mal entendido, mal analizado y mal manejado. La perspectiva dominante con
relación al fenómeno social llamado “conflicto” lo concibe como un “objeto” independien-
te de las decisiones humanas y, para usar otra metáfora, como una “sustancia altamente
maleable”, que se puede configurar y reconstruir a placer y al infinito. Nuestra perspectiva
intenta “poner de cabeza” a estas concepciones naturalistas (que asumen que el conflicto es
“natural” mas que social), para enfatizar no sólo la preeminencia de la voluntad y decisión
humanas en la configuración de relaciones conflictivas, sino para destacar el hecho de que
toda relación conflictiva nace y se transforma mediante procesos de comunicación. Así, la
comunicación adquiere, en nuestra concepción, un lugar central para la comprensión inte-
grada de relaciones conflictivas y no-conflictivas.
Con objeto de discutir éstas y otras muchas ideas, la Asociación Civil Labor, CooperAcción,
Oxfam América, el Ministerio de Energía y Minas del Perú y el Proyecto de Reforma del
Sector de Recursos Mineros del Perú (PERCAN) copatrocinaron un taller analítico-reflexivo
que se llevó a cabo en Lima, el 5 de diciembre de 2003, contando con la participación de
numerosos representantes de la sociedad civil, empresas mineras, gobierno, comunidades
campesinas, y organizaciones no gubernamentales. La exposición presentada en dicho taller,
sobre la cual se basa la presente publicación, tenía dos objetivos centrales. El primero, esti-
mular el diálogo constructivo sobre la temática minera, instando a profundizar y reflexionar
críticamente sobre el lenguaje mismo que se usa en minería para comunicar ideas, presentar
propuestas alternativas de debate y acción, y para crear y transformar relaciones conflictivas.
El segundo objetivo, a nuestro parecer el más importante, pretende contribuir a un cambio
estratégico mas que táctico de las formas de comunicación y discursos predominantes, para
pasar de la comunicación antagonista y de choque a una de acuerdo y convergencia. Estamos
conscientes, sin embargo, que éste es únicamente el principio y que el camino por recorrer
aun es largo y sinuoso. Este Guía es, sin duda, un buen comienzo.
La estructura de la Guía consta de dos partes. La primera presenta los conceptos básicos de
la comunicación resaltando aquellos relevantes para el sector extractivo. La segunda parte
constituye una introducción al tema del manejo de conflictos; introducción porque única-
mente se alude a aquellos aspectos que permiten destacar la conexión conflicto-comunica-
ción. Ninguna de las dos partes pretende dar un tratamiento exhaustivo a ambos temas.
La primera edición de este trabajo se realizó en mayo de 2004; la versión revisada que se pre-
senta en esta ocasión ha mantenido el formato original y únicamente ha incorporado nuevos
diagramas para hacer su lectura más ágil.
A manera de INTRODUCCIÓN 1
Cuando se pregunta ¿Qué es la “comunicación”?, la mayoría de las personas parece tener
una idea de lo que es. Sin embargo cuando se les cuestiona un poco más a fondo, múltiples
nociones de lo que es y no es comienzan a surgir.
Por otra parte, son pocas las personas que establecen una clara conexión entre la comu-
nicación y el manejo de conflictos, y especialmente entre comunicación y la creación de
conflictos, no obstante que la comunicación es un elemento fundamental para entender la
génesis, desarrollo y terminación de los conflictos. Es por ello que, desde el momento que
hablamos de conflicto, necesariamente tenemos que enfocarnos en los procesos de comu-
nicación que lo acompañan.
¿Qué es lo que queremos indicar cuando decimos “comunicación”? ¿Qué es lo que en-
tendemos por procesos de comunicación? ¿Qué es lo que estamos tratando de comunicar?
¿Cómo lo estamos tratando de comunicar? ¿Y por qué lo estamos tratando de comunicar
de esa manera específica? Estos son algunos de los puntos a precisar, como lo es el de-
terminar cómo los individuos y grupos, a través de la comunicación, crean situaciones de
conflicto. La identificación de la relación comunicación-conflicto, en este contexto, no es
una tarea estéril ya que ofrece la oportunidad de reflexionar críticamente sobre lo que cada
parte involucrada en un conflicto hace y dice. Pocas veces tomamos el tiempo para exami-
nar porqué hacemos las cosas que hacemos y porqué decimos lo que decimos. Es por ello
que esta publicación brinda la oportunidad de cuestionar, autoevaluar y entender cómo
los procesos de comunicación se constituyen en instrumentales para crear conflictos, pero
también para buscar posibles salidas al embrollo que genéricamente llamamos conflicto.
Objetivos 2
Los objetivos a alcanzar son los siguientes:
• Presentar diversos conceptos generales tanto sobre “comunicación” como sobre “la
administración de conflictos”, con algunos ejemplos prácticos relacionados con la
actividad minera
• Diversas Connotaciones para el Vocablo “Comunicación”
• Comunicar es Interpretar
• Modalidades de la Comunicación
• Conceptos Básicos
• Comunicación y Mensajes
• Comunicación y Lenguajes
• Comunicación y Discursos
• Comunicación y Significados
• Modelos Comunicativos
• Proceso de Interpretación
• Proceso de Retroalimentación
• Proceso de Atribución
• Control de Interferencias
• Comunicación y Tecnología
• Intención y Acción
• Estilos Comunicativos
• Competencia Comunicativa
¿QUÉ SE ENTIENDE POR COMUNICACIÓN? 3
La simple pregunta ¿Qué se entiende por “comunicación”?
es ya una forma de comunicación porque no sólo se
intercambian palabras, sino también significados profundos
que son condicionados por la experiencia cultural única
de cada individuo o grupo. Comunicar es un proceso
de creación, mediante el cual se ‘crean’ las relaciones
humanas. La comunicación es, por tanto, un proceso a
través del cual las personas buscan:
3 ¿QUÉ SE ENTIENDE POR COMUNICACIÓN?
Debe aclararse que comunicar no significa manipular, aunque algunas personas pretenden
que ese es el objetivo final de la comunicación. Cuando la comunicación se manipula, no
hay posibilidad de establecer relaciones sociales fructíferas. La desconfianza y la distan-
cia tienden, en esos casos, a prevalecer, imposibilitando todo proceso de comunicación
efectivo y eficiente.
Cada persona asume que su entender sobre lo que es la comunicación, tiene validez uni-
versal. Esto no es así. Para algunos, “comunicar” es básicamente el hecho de hablar; para
otros es el proporcionar información. Otros más piensan que comunicarse comprende asi-
mismo un proceso de coordinación, no sólo de los mensajes emitidos y recibidos, sino
también de actividades. En fin, para otros comunicarse es entender los significados (per-
sonales, culturales, profesionales, etc.) que cada uno da a las cosas, eventos y, sobre todo,
a las relaciones con otros seres humanos.
Cada una de esas interpretaciones, en sentido estrictamente formal, se sitúa en las mentes
de los que observan, no en las palabras de los que comunican. La interpretación del que
escucha el mensaje es la que prevalece y es la que sirve de base para evaluar el comporta-
miento de otras personas, o los hechos de un evento en particular.
Considérese, por ejemplo, el caso de un expositor que utiliza un lenguaje altamente téc-
nico cuando está frente a una audiencia no familiar con la terminología científico-técnica.
La información proporcionada puede ser relevante y oportuna, pero no necesariamente
entendible y por tanto aceptable. El proporcionar elaborados folletos, los cuales fueron
preparados para presentar una imagen particular de la empresa, pero no para dirigirse a
una audiencia específica con temas y preocupaciones específicos, puede generar descon-
fianza y resentimiento.
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Comunicar es Reafirmar Identidades
Modalidades de la Comunicación
Modalidades de
Descripción
la Comunicación
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Comunicación Cooperativa o Confrontacional
Claridad Resentimiento
Cooperación Resistencia
Compromiso Revancha
COMUNICACIÓN
La comunicación no violenta está representada en el diagrama por la vertiente izquierda;
si se opta por la cooperación, el objetivo es fortalecer la relación comunicativa. En la
vertiente derecha se destacan las situaciones conflictivas; si se escoge la confrontación, se
está en la senda de la creación del conflicto.
Podemos saber cuando los actores se involucran en una relación conflictiva por el tipo de
lenguaje que usan. Generalmente, éste tiende a ser adversario, antagónico, competitivo,
así como de aceptación de la violencia, incluida la agresión verbal.
De igual manera, son indicativas las metáforas que se utilizan para señalar ya sea una si-
tuación de conflicto o un proceso de manejo de conflictos. Por ejemplo, cuando las partes
en un conflicto se aprestan a negociar, la práctica es hablar de “prepararse para la batalla”
(la negociación), de formular un “plan estratégico” o de identificar las tácticas a seguir,
todas ellas metáforas asociadas con un lenguaje militarista, de lucha y confrontación.
Metáfora
Conceptos Básicos
Al hacer una revisión de los conceptos básicos de la comunicación, cuatro son constantes:
• Mensaje
• Lenguaje
• Discurso
• Significado
Para explicar estos conceptos, la imagen de un árbol resulta ilustrativa porque cuando se
entra en procesos de comunicación, lo que se escucha es el lenguaje de uso cotidiano en
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este caso representado por el follaje. El tronco es representativo de los diversos discursos
predominantes, con los que generalmente se asocian formas de poder, control y domi-
nación. Lo que no “vemos”, y por tanto no podemos explicar, son las ramas que están
escondidas dentro del follaje y, sobre todo, las raíces mismas que, ocultas en el subsuelo,
representarían a los significados ligados con la cultura y la identidad individual y social
de las personas.
La Construcción de Mensajes
Dialecto
Lenguaje
Caló
Estructura y
Discurso
Forma que se
da al contenido
Identidad
Significado
Cultura
Comunicación y Mensajes
Comunicación y Lenguajes
El lenguaje está íntimamente relacionado con la forma como cada persona piensa. La
construcción gramatical de cada lenguaje condiciona la forma de pensar. Por ejemplo,
hay lenguas que no hacen distinciones de género para los objetos inanimados; en cambio,
en aquellos idiomas en que esta distinción ocurre, se piensa que los objetos “se pueden
clasificar entre femeninos o masculinos”: la mina o el socavón.
La cercanía o distancia física hacen que se alteren los patrones de comportamiento, no sólo
por el uso de un determinado idioma, sino también por el uso de ciertos lenguajes, dialectos
y terminologías propias de ciertas regiones, ocupaciones y culturas. Así, por ejemplo, en-
tre los ingenieros mineros el lenguaje es más técnico, porque si se usa uno más coloquial,
entonces se comete una falta contra los patrones aceptables de comunicación en dicho en-
torno, además de arriesgar innumerables confusiones. Los profesionales de la minería están
“obligados” a usar un lenguaje apropiado conforme a su profesión, que a su vez condiciona
su conducta con los trabajadores y otros actores. Su comportamiento, entonces, queda supe-
ditado al uso particular de un lenguaje que sólo es entendido por los que se suscriben a él.
Lo anterior no significa que no se puedan adaptar los lenguajes para propiciar un comportamien-
to afín con las circunstancias, públicos y exigencias mismas de una comunicación en particular.
Comunicación y Discursos
El lenguaje está asociado también con lo que se llama “discurso”, que es la serie de pala-
bras, convenientemente enlazadas, que sirven para expresar el pensamiento. El discurso es
el razonamiento dirigido a una o varias personas, generalmente con el fin de persuadir. Los
discursos, además, se entrelazan con las narrativas personales (que registran la experiencia
y vivencia de las personas), por lo que en ocasiones es difícil distinguir unos de otros.
Ningún discurso es neutro: siempre hay un discurso que predomina y al cual otros discursos
se subordinan. Cuando uno pregunta cuál es el discurso prevaleciente en el sector extractivo,
en realidad se está tratando de entender sí es un discurso social, legalista, ambientalista, mo-
dernista o de aislamiento. ¿Es un discurso técnico, económico, social u ocupacional? ¿Cuáles
son los discursos que no se escuchan pero se expresan en el entorno minero? ¿Cuáles son sus
significados? ¿Qué palabras son las que se privilegian y cuáles son las que no?
Tanto los individuos como los grupos tienen la tendencia a favorecer un discurso sobre otros,
de manera que su comunicación casi siempre parte de este punto de referencia. Lo anterior
no significa, sin embargo, que las personas estén conscientes de ello, ya que muchas veces
no han recapacitado sobre el uso frecuente que hacen de un determinado tipo de discurso.
Comunicación y Significados
El concepto básico de comunicación implica la necesidad de dar sentido a las cosas. Cada
comunicante tiene que encontrar una explicación para lo que ve, escucha, siente y experi-
menta. El significado de los objetos no sale de la nada, se obtiene de enseñanzas previas,
de lo que se aprendió mediante la interacción social. ¿Cómo saber si ese objeto es una
“mina”? Su significado se ha aprendido, lo que significa que la próxima vez que se vea el
mismo objeto se experimentará tranquilidad y confianza, ya que no hay por que angustiar-
se al no saber qué es “eso”.
Cada significado según lo entiende cada cual se tiene que negociar. Diferentes contextos
históricos, sociales, ideológicos, políticos y económicos crean entornos y experiencias
muy distintos y, por ende, significados diversos. Para algunos, “minería” puede estar
vinculada al concepto de “desarrollo”; pero esta concepción no es compartida por todos.
De ahí que sea necesario negociar el significado social que se le dará al concepto. De una
“negociación” infructuosa se puede pasar rápidamente al conflicto: un conflicto de conno-
taciones y entendimientos, que no es exclusivamente semántico sino muy real.
Modelos Comunicativos
En 1940, los ingenieros Shannon y Waever buscaban explicar cómo se transmite el soni-
do por ondas radiofónicas. El modelo de comunicación que formularon originalmente se
usó para explicar una actividad física y no los procesos de comunicación humanos. Sin
embargo, ahora su modelo es el más usado para precisar qué ocurre cuando un remitente
envía un mensaje y alguien mas lo recibe. La representación gráfica de este proceso de
transmisión de mensajes es la siguiente:
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Modelo de Comunicación
En virtud de que, a la fecha, no existe ninguna otra explicación aceptable que exponga
cómo se desarrollan los procesos de comunicación humana, este modelo mantiene su vi-
gencia. Naturalmente, cuando se presenta de forma linear, el modelo deja fuera diversos
elementos constitutivos de la comunicación tales como las emociones; las atribuciones de
intención al comportamiento; los roles que comunican, por ejemplo, un campesino o un
funcionario del gobierno; y, los estilos de comunicación, verbigracia la de un originario
del lugar comparada con la de uno que viene de afuera.
Como el modelo original explicativo deja mucho que desear, se ha tratado de actualizarlo,
incorporándole todos aquellos elementos faltantes. Lo primero que se le ha adicionado es
una explicación más sustantiva sobre la transmisión de mensajes, agregando que se requie-
re de un proceso de cifrado/descifrado para entenderlos de conformidad con las normas
culturales prevalecientes. De igual manera, se precisa que la retroalimentación constituye
la serie de reacciones de remitentes y destinatarios frente a los mensajes intercambiados.
Dentro del concepto de interferencia (“ruido”) se incluyen a todos aquellos elementos
que, como el nombre lo indica, interfieren en la calidad y cantidad de los mensajes a ser
intercambiados (como seria el ruido, por ejemplo, en la calle si la comunicación ocurre en
medio del tráfico). El modelo reconstituido es el siguiente:
Canales
Cifrado Descifrado
Retroalimentación
Descifrado
Cifrado
Interferencia
Los mensajes se cifran dependiendo de los patrones culturales de cada persona. Así,
como se cifren los mensajes depende de la personalidad, identidades y culturas, formas
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de socialización, contextos y entornos sociales del remitente. Como se descifren los mis-
mos mensajes depende de la personalidad, identidades y culturas, formas de socialización,
contextos y entornos sociales del destinatario. En muchas ocasiones, las formas de cifrar
mensajes no coinciden necesariamente con las formas de descifrar mensajes, debido a que
remitentes y destinatarios tienen diferentes personalidades, identidades y culturas, además
de que han sido socializados de manera diferente (es decir, enseñados a cómo vivir en
sociedad) y viven en entornos sociales muy distintos.
Por ejemplo, si se dice: “la mina”, esta frase constituye un código, que sólo pueden entender
las personas que tienen los elementos para descifrarlo y determinar que se está refiriendo tan-
to a la mina misma como a la empresa minera. Aquellos que no tienen el código de este patrón
cultural, no tienen manera de descifrarlo y va a ser muy difícil que entiendan el mensaje.
Proceso de Interpretación
b) El comunero puede considerar que una expresión verbal es suficiente para establecer
la calidad de acuerdo, que goza del mismo valor comparado con la firma de un acuer-
do escrito
c) Las creencias éticas del comunero lo podrían llevar a hacer una alusión a una supuesta
“falta de responsabilidad” por parte del minero “de no cumplirse con lo estipulado”
El receptor del mensaje (el minero), a su vez, tiene que contestar; es decir reaccionar a
lo que ahora es una interpretación de una expresión verbal informal. Ello lo hará de la
siguiente manera:
c) El mensaje que enviará al destinatario (el comunero) bien podría ser negativo, ya que
lo que está en la mente del minero no es la posibilidad falta de responsabilidad a que
alude el comunero
d) El mensaje que llegará al comunero bien podría incluir una implicación mas: que el
comunero está tratando de “emboscar al minero”
Proceso de Atribución
Elementos como los mencionados ocasionan el que la interpretación que cada persona da
a la comunicación se priorice mediante la atribución de una intención, que puede ser real
o percibida; imaginada o construida con o sin base en los hechos. No hay duda de que, en
este caso, se está frente a una presuposición que, dependiendo de la espiral de respuestas
y contra respuestas que se siga, podría desembocar en un resultado conocido: un conflicto
potencial.
Control de Interferencias
Comunicación y Tecnología
Actualmente, mucha gente se comunica por correo electrónico. La presunción aquí es que
si hoy se recibe un correo de este tipo, hoy mismo se tiene que contestar y, de preferencia,
en el momento mismo en que se recibe. ¿A qué costo, en términos de eficiencia comuni-
cativa, ocurre esto? Al contestar tan rápido, no se reflexiona sobre el contenido de lo que
se comunica; se escribe lo primero que se viene a la mente y se envía. ¿Qué es lo que se
quiso decir y qué es lo que realmente se dijo? La tecnología se convierte en un obstáculo:
se contestó rápido, pero la comunicación fue ineficiente porque no se pensó en cómo ese
correo electrónico iba a ser interpretado (descifrado) por el destinatario.
Cuántas experiencias se conocen de personas que envían un correo electrónico, sólo para
darse cuenta que el receptor reaccionó de la manera menos esperada. El remitente se ve
forzado a coger el teléfono y tratar de limar asperezas. La respuesta escrita que se envió
irreflexivamente, ocasionó un malestar en la relación, sin que ninguna de las dos partes
entienda que fue lo que sucedió exactamente.
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Intención y Acción
Mediante la acción es posible inferir cuál puede ser la intención de los actores; es decir,
vincular lo que se comunica con lo que se hace (recuérdese: “las palabras no son hechos”).
La acción permite determinar aquellos factores que son indicativos de la intención, propó-
sito, función y resultados esperados de la comunicación. Esto es, las palabras no son sufi-
cientes, tiene que haber una acción específica y objetiva que las acompañe. En conclusión,
debe haber congruencia entre lo que se comunica, lo que se hace y cómo se hace.
Texto
Sub-Texto
Contexto
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Cuando alguien expresa una opinión en familia sobre un conflicto en el sector minero, la
opinión es el texto; el subtexto se sustenta en la opinión personal que se tenga sobre los
conflictos en general, que necesariamente lo lleva a enmarcar dicha opinión dentro de un
marco ético-moral particular. Si la misma opinión se formula en un ámbito de trabajo re-
gido por normas claras de conducta, dicho enunciado podría ser interpretado de múltiples
formas, por ejemplo como una opinión peyorativa del derecho de las personas y grupos a
expresar su disconformidad. Lo que cambió fue el contexto y en la segunda instancia una
opinión personal puede estar “fuera de contexto”.
Estilos Comunicativos
Cada persona tiene un estilo propio de comunicar. Cada estilo es el resultado de la combi-
nación de los siguientes elementos:
Estilos de Comunicación
Elementos Ejemplos
Toda persona debe ser tratada con respeto, y ello incluye la forma
Valores
en que se comunica; es decir, comunicar respeto
Idiosincrasias Modismos propios no sólo del idioma mismo, sino también del
Culturales entorno cultural, como seria un entorno rural
Competencia Comunicativa
Cada persona tiene un estilo propio de comunicación; cada cultura, además, tiene un mo-
delo ideal de lo que es ser un buen comunicador. El “comunicador eficiente”, según el
modelo que prevalece en Norteamérica, tiene características distintivas que determinan
cuál es una comunicación eficiente, mismas que se presentan en el siguiente diagrama:
El Comunicador Eficiente
Escoge y
Identifica y Compila Considera
Evalúa la Aplica la
Aclara Información Alternativas e
Evidencia Mejor
Problemas Implicaciones
Alternativa
Además, este tipo de comunicador es apto para identificar, crear o diseñar cursos alternativos
de decisión y acción. Más importante aun, sabe evaluar cada alternativa en el marco de sus
posibles consecuencias (negativas y positivas). Finalmente, este comunicador modelo es ca-
paz de vivir con la decisión que adopte, porque sabe que, dentro de las circunstancias prevale-
cientes en el momento de la decisión, la decisión que tomó era la única aceptable y posible.
En resumen, la comunicación eficiente requiere del uso óptimo de las capacidades de selección,
decisión, liderazgo, síntesis, evaluación y adquisición y transmisión de información. En el mo-
delo norteamericano, el comunicador eficiente es aquel que identifica y resuelve problemas.
23
•
Ruta del capítulo
Comunicación Interpersonal
• Comunicación Intercultural
• Comunicación Organizacional
• Comunicación de Riesgo
• Comunicación de Crisis
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¿CUÁLES SON LOS TIPOS DE COMUNICACIÓN
RELEVANTES PARA LA ACTIVIDAD EXTRACTIVA? 4
Es posible distinguir diversos tipos de comunicación:
acción política, de masas, mercadotecnia (marketing)
y de los medios de comunicación masivos. Cada una
de estas áreas busca determinar cuál es la dinámica
de la comunicación en sus respectivos campos
y, especialmente, cómo se pueden evitar malos
entendidos.
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4 TIPOS DE COMUNICACIÓN RELEVANTES PARA
LA ACTIVIDAD EXTRACTIVA
Dentro de esta amplia gama seis tipos de comunicación son básicos para el sector extractivo:
• Comunicación Interpersonal
• Comunicación Intercultural
• Comunicación Organizacional
• Comunicación de Riesgo
• Comunicación de Crisis
Las preguntas que invariablemente se hacen son las siguientes: ¿Cómo comunicarse con
personas difíciles? ¿Cómo comunicarse con alguien que no deja hablar, que siempre está
interrumpiendo y contradiciendo? Parece ser que el interés por la comunicación interper-
sonal se presenta únicamente cuando alguien es “difícil”; cuando se enfrenta una situación
o a una persona difícil. Esto es, cuando las diferencias de lenguaje, concepciones, signifi-
cados y entendimientos se colocan en el plano central.
Individualismo y Colectivismo
La dimensión del individualismo-colectivismo plantea otra serie de dificultades, ya que
aquí también se asume que la forma en que los individuos se comunican es la misma para
las colectividades –grupos, organizaciones, pueblos y naciones. Además, se les atribuyen
las mismas emociones, reacciones y comportamientos de los individuos, al grado de que
se dice que los grupos tienen necesidades, piensan y deciden.
Sea cual sea el resultado al que se llegue de estas deliberaciones, lo cierto es que los gru-
pos están constituidos por individuos y que son éstos los que, en última instancia, terminan
comunicándose, peleándose y concluyendo acuerdos.
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Comunicación Intercultural
El término “cultura” no debe ser entendido como una diferenciación exclusivamente étnica;
su significación es mucho más extensa e incluye todas aquellas formas de sentir, hacer, pen-
sar y organizar, que son propias de un grupo determinado. Por “cultura”, entonces, se en-
tienden las formas de vida de individuos, grupos, instituciones, organizaciones y naciones.
Todos los seres humanos pertenecen a un grupo cultural y, casi siempre, a una organiza-
ción, por lo que resulta imposible hablar de una cultura. Todo individuo y, en consecuen-
cia, todo grupo (sin importar el tamaño de estos últimos) son parte de múltiples y diversas
culturas, que están en constante flujo y en proceso de creación y reproducción, de nego-
ciación y de renegociación.
Choque Cultural
La comunicación intercultural tiene como principio explicativo el llamado “choque cultu-
ral”. Cuando un individuo encuentra, por primera vez, a alguien de otra cultura experimen-
ta ansiedad porque no sabe qué es lo que representa esa persona culturalmente diferente,
cuáles son sus parámetros de actuación y comportamiento, y sus valores e intenciones,
mismos que no comprende. La falta de entendimiento y comunicación eficiente se explica,
en parte, porque la “evaluación” de los valores e intenciones de la persona perteneciente
a otra cultura:
d) El no entender qué pasa y no estar seguro de cuál va a hacer la conducta que se siga,
provoca una situación de ansiedad
Comunicación Organizacional
En cuanto al proceso de comunicación, éste también pasa de nivel a nivel, de abajo hacia
arriba y pocas veces a la inversa. Mas que preguntarse a quién llega la información, uno
debe preocuparse de cómo llega la información. ¿Cómo puede saber el jefe si lo que el
subalterno comunica corresponde a la realidad o es su interpretación?
La razón que explica el que sean los mandos superiores a quienes se debe informar
guarda una relación proporcional con la toma de decisiones, que se sitúa a ese nivel.
El tipo de información que se requiere a alto nivel no es el que se necesita en los otros
niveles. Para llegar a los mandos superiores, el flujo de información se articula de tal
manera que la información que se proporciona, no necesariamente corresponde a lo
que los mandos medios o el personal de “abajo” recabaron. Es decir, el funcionario de
ventanilla, por principio, tiene información diferente y, por lo tanto, comunica y actúa
de manera diferente.
Más allá del problema de coordinación interna y externa se está frente a un problema de
relacionamiento con los multi-actores. La organización debe responder a las preguntas
de los grupos de interés y proporcionar información apropiada a la audiencia a la cual se
dirige y presentarla en el nivel adecuado. Esto es, la organización debe atender a las pre-
ocupaciones y necesidades de los actores, mediante procesos de comunicación efectivos.
Las más de las veces, las organizaciones e instituciones carecen de estrategias multidi-
mensionales de comunicación y para el relacionamiento con los multi-actores. El tema
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“comunicación” hace su aparición únicamente cuando surge una crisis; no es parte integral
de los procesos de planeamiento y toma de decisiones normales de las organizaciones. En
fin, la comunicación se concibe como un lujo, no como una necesidad.
Coordinación
Comunicación de Riesgo
Al respecto, se debe enfatizar que la comunicación del riesgo no equivale a una mani-
pulación de la comunicación. Por el contrario, inferir que manipular la información sin
respaldarla con hechos concretos y observables, puede propiciar relaciones de confianza
con los actores es una ilusión simple y llanamente. Los actos de manipulación son y serán
contraproducentes para los individuos y los grupos que los realicen.
Definición de Riesgo
¿Qué se entiende por riesgo? El riesgo es una contingencia o proximidad de un daño. Es la
probabilidad de obtener un consecuencia desfavorable como resultado de la exposición a
un evento azaroso. La probabilidad del riesgo se calcula con base en la siguiente fórmula:
¿Cómo entender “el problema del riesgo”? ¿Cómo recoger la percepción de los diversos ac-
tores sobre un riesgo? Los procesos de retroalimentación son un instrumento útil para deter-
minar cómo se evalúa el riesgo. Al comunicar el riesgo se puede enfatizar ya sea los medios
para lograr su mitigación o los fines que se pretende alcanzar con la gestión de riesgos.
Por ejemplo, si la percepción predominante del riesgo por el uso de cianuro destaca el
impacto en las vidas humanas, al indicar que como resultado de su uso “murieron veinte
personas”, la evaluación del impacto potencial se enfoca hacia las consecuencias. En
cambio, si el énfasis se pone en las técnicas actuales que usa la nueva minería para mitigar
el riesgo de que muera gente por uso de cianuro, es evidente que el impacto potencial
del riesgo va a ser evaluado de manera distinta. En el primer caso, el fin es el foco de la
comunicación. En el segundo, se resaltan los medios (la tecnología va a salvar la vida de
numerosas personas), no las consecuencias.
Tipos de Riesgos
¿De qué riesgos se trata? La respuesta depende del actor que se considere: para unos el
riesgo es natural (accidentes y desastres), puede también ser un riesgo financiero-eco-
nómico. Para otros actores es un riesgo a la salud; para otros mas es ambiental; y final-
mente para otros actores –quizá algunos de los mismos– pueda ser un riesgo cultural,
político y/o social.
TIPOS DE RIESGOS
• Ambientales
• A la Salud
• Financieros
Ocasionados por el
• Económicos
Hombre
• Culturales
• Sociales
• Políticos
Otro motivo de desencuentro surge en torno a la falta de credibilidad de las fuentes utili-
zadas en la comunicación de riesgo; en este caso los autores de la información. Se arguye
sobre su procedencia, y por ende, confiabilidad. Se cuestiona si la información proviene
de tal o cual fuente, emitiéndose juicios sobre su fiabilidad y los motivos por los cuales
una determinada información se publica. Es por ello que se debe precisar quién la elabora,
por qué lo hace, cómo se divulgará y, lo que es más importante, cuál es el propósito para
el cual se difundirá.
Se asevera que las probabilidades de que ocurra un riesgo ambiental son elevadas. Sin
embargo, no se define qué queda incluido dentro del concepto de “riesgo ambiental”. ¿Se
incluyen los impactos a la salud? ¿Cómo se vincula el riesgo social del manejo ambiental
con la explotación de los recursos naturales? ¿Se debe incluir asimismo la implantación de
nuevos patrones económicos y cambios en las formas de vida? ¿Cómo evaluar la proba-
bilidad de ocurrencia de otro tipo de riesgos? ¿Por ejemplo, los impactos en las relaciones
sociales que cambian los patrones culturales?
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¿Cuáles son los tipos de comunicación relevantes para la actividad extractiva?
Es reconocido que la industria extractiva causa impactos ambientales, pero al mismo tiem-
po se asevera que existe la tecnología para remediar dichos impactos, de suerte que el
riesgo sea aceptable. Al cuestionar el rol de la tecnología y su potencialidad para mitigar el
riesgo de manera que satisfaga a los afectados, cabe preguntar ¿Cuáles son las consecuen-
cias sociales del manejo ambiental asociadas con la credibilidad de las fuentes?
La evaluación del riesgo siempre está condicionada. Si el riesgo afecta a una sola persona,
la evaluación naturalmente va a ser muy distinta de sí se afecta a todo un país. Por ejem-
plo, asumimos que la capa de ozono o el efecto invernadero afectan a todos y cada uno, la
preocupación por el riesgo a la salud, bienestar y sobre vivencia por consiguiente es gran-
de. Si se afecta a un individuo, una reacción posible es la empatía, pero si ese individuo es
alguien cercano, es obvio que el riesgo se evalúa de otra manera. El cálculo de la probabi-
lidad de ocurrencia incluye las creencias sobre cómo ocurrirá el impacto, una estimación
sobre el número de posibles afectados y un muestreo de las acciones-reacciones que un
riesgo determinado puede generar.
La Medición es Instrumental
Cuando el riesgo es novedoso –no se le conoce– se rechaza con mayor presteza. La falta de
comprensión o entendimiento sobre lo que está ocurriendo hace que barreras defensivas
se levanten y fortalezcan. Pero no sólo eso, cuando el riesgo es “natural”, como en el caso
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de una inundación o un temblor, se reconoce que el vivir en países con actividades volcá-
nicas, incrementa las posibilidades de temblores y terremotos. En este caso, la aceptación
es resignación.
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Evaluación del Riesgo: Identificación de Responsables
La evaluación del riesgo, en este contexto, desencadena la llamada “dinámica del poder”.
Si existe un responsable, que a la vez es alguien poderoso o percibido como tal, el riesgo
va a ser evaluado desde la perspectiva de la víctima-victimizador. Esta dicotomía privile-
gia argumentos y posiciones centrados en los aspectos compensatorios y reivindicativos
que encuentran expresión, casi exclusivamente, en compensaciones de tipo económico-fi-
nanciero. La dinámica de poder asume una relación de poder asimétrica, mediante la cual
los supuestos responsables casi siempre son percibidos como “poderosos”; la aceptación
o no del riesgo se enmarca como una lucha entre David y Goliat, en la que comunicación
y percepciones se inclinan a favor del desvalido.
Riesgo Ambiental
La forma en que se ha comunicado riesgo, hasta ahora, ha reforzado creencias y percep-
ciones radicalizadas, sin que se haya generado un debate extenso y franco sobre los riesgos
reales de la industria extractiva. El riesgo ambiental, hasta cierto punto, se ha convertido
en el “caballito de batalla” para llamar la atención sobre otros muchos problemas sociales,
lo que ha degenerado en la desvirtuación y magnificación de los riesgos –reales y poten-
ciales– de la actividad y en el reforzamiento de la comunicación del temor. En concreto, la
comunicación de riesgo en el sector tiende a constatar que el impacto real del riesgo no se
conoce y que los actores no están preparados para dialogar abiertamente sobre este tema
de crucial importancia.
37
4
La comunicación de riesgo, primeramente, tiene que ser participativa, determinando lo
qué es prioritario, a quién se debe consultar, qué decisiones se tienen que tomar y qué se
pretende lograr. Asimismo, se requiere precisar los objetivos (reconfortar, persuadir, o
solicitar apoyo) de dicha comunicación. El riesgo ambiental es muy importante como para
permitir que derive en la sobre simplificación de sus posibles consecuencias. La actividad
extractiva necesariamente trae consigo cambios en la forma de pensar, hacer, actuar e
interactuar. En todo caso, lo que es común a todos los actores en relación con el riesgo es
la noción de cambio; noción que es crítica para establecer la forma como se evaluará el
cambio que trae consigo la minería, incluyendo la aceptación o rechazo del cambio mismo
y, por ende, de la actividad extractiva.
Comunicación de Crisis
La comunicación de riesgo –que es mucho más amplia que la pincelada presentada aquí–
tiene una estrecha relación con la comunicación de crisis. La gestión de riesgos, en nu-
merosas ocasiones, es parte esencial de la comunicación de crisis, lo que permite que
esta última sea más efectiva. Al respecto, hay que hacer una distinción entre lo que es el
manejo de crisis y la comunicación de crisis.
El manejo de crisis se ocupa de los aspectos reales de la crisis. Es decir, el manejo de los
eventos y las situaciones que ocurrieron, de cómo las autoridades y responsables están
controlando la situación, de manera que las cosas “vuelvan a la normalidad”, y de cómo se
está manejando el cambio ocurrido a raíz de la crisis. El manejo de una crisis requiere de
un plan de manejo de crisis que permita:
Cuántas veces, en una situación de desastre natural, la población considera que “todo
está bien, bajo control” y, de repente, la gente comienza a comunicarse y las percepcio-
nes cambian. En el ‘85 hubo un terremoto en México y los habitantes de la Ciudad de
México, de manera espontánea, salieron a las calles a ayudar a los vecinos. Según se
38
reportó en los medios, ello constituía “una muestra de civismo de los mexicanos, que era
Cuando se normalizó la situación, la opinión pública coincidió en que los medios de co-
municación habían cambiado la percepción no sólo sobre el riesgo, ahora convertido en
tragedia y que además fue magnificado, sino que habían cambiado la percepción de cómo
se estaba manejando la crisis. Para cuando el gobierno anunció públicamente que iba a
adoptar un plan de acción tendiente a minimizar la situación, el malestar público no podía
ser mayor. Si hoy uno va a México y toca el tema del terremoto del 85, la población aún
ignora que fue lo que realmente sucedió, pero aún sigue pensando que el gobierno “no
hizo nada”. Este ejemplo es indicativo de cómo cambiaron las percepciones y de cómo se
forman o crean las percepciones en situaciones de crisis.
Es importante enfatizar que no toda crisis requiere de comunicación de crisis y que no toda
crisis requiere el mismo tipo de comunicación. No todos los actores deben ser informados
de lo mismo ni en los mismos plazos. No hay recetas específicas para cada crisis, pero si
hay que tener en cuenta que, en la mayor parte de las veces, los intentos por “solucionar”
las crisis resultan en un incremento de la tensión, y en ocasiones, de la violencia. Una vez
mas, debemos insistir en que la comunicación de crisis no trata de manipular hechos o a
las personas, sino de informar, especialmente sobre cuáles pueden ser las medidas a tomar
para poner fin a la crisis. La comunicación en crisis es un mecanismo auxiliar, pero no
“para solucionar el problema”.
Generalmente, las crisis se asocian con altos niveles de hostilidad y enfrentamiento físico, des-
trucción y rompimiento del orden. No existen criterios definitivos para catalogar cuando un
evento se convierte en crisis. Se estima que, en la mayoría de los casos, son los propios afecta-
dos, las autoridades o los medios de comunicación quienes califican a una situación determi-
nada como una crisis. Cuando ello ocurre, la dinámica de la crisis toma control y, sin importar
que se esté de acuerdo o no con dicha determinación, la comunicación de crisis comienza a
operar. Paradójicamente, las crisis sólo se pueden ‘solucionar’ cuando dejan de serlo.
Derechos Desarrollo
Humanos y Democratización
Sostenible
Culturales
40
Esta es una de las ramas más recientes de la comunicación, que trata de entender cómo se
Es por ello que la comunicación para el desarrollo está íntimamente asociada al debate de
la globalización y/o anti-globalización. Desde esta perspectiva, la industria extractiva se
ubica al centro del debate sobre cómo evalúan los países en desarrollo el futuro de todos y
cada uno de ellos. La crítica se centra, por ejemplo, en que la nueva minería trae al entorno
un modelo de desarrollo económico que no necesariamente comunica cuál es su visión
para el futuro y el desarrollo de ese entorno.
Siguiendo esta misma línea de razonamiento, los propulsores de este enfoque insisten
en que la comunicación de desarrollo no puede seguir centrándose exclusivamente en
las cuestiones económicas, como ha sido hasta ahora. Debe, con un sentido de urgencia,
atender a las cuestiones sociales incluyendo las culturales. La comunicación, asimismo,
no puede seguir enfocándose exclusivamente en el “hablar” como el centro de su aten-
ción; debe –con igual urgencia– “escuchar” a aquellas voces que hasta ahora han estado
calladas. Ello implica, sin duda, reconocer que no todos los sectores tienen las mismas
posibilidades de hacerse escuchar; muchos de ellos tienen poca capacidad de gestión y de
acción.
Comunicación y Auto-Critica
Igualmente válido es el preguntar si esta corriente de la comunicación tiene la capacidad
de hacer una auto-crítica. Los especialistas en comunicación para el desarrollo han co-
menzado a cuestionar sus propias presuposiciones, valores y estructuras conceptuales.
Los propugnadores de esta corriente reconocen que existe una brecha –que no ha podido
ser acortada– entre lo que pasa actualmente tanto en los países en desarrollo como en los
desarrollados y la imagen idealizada que se tiene sobre ambos grupos de países. En otras
palabras, se preguntan qué tan relevante es una teoría de la comunicación para el desa-
rrollo que ha sido elaborada “desde afuera y sin incorporar a las voces marginadas de los
propios países en desarrollo”. Dicho sucintamente, el poder de la comunicación debe ser
utilizado de manera pro-activa y auto-critica a favor del desarrollo sostenible de todos los
pueblos, pero dentro de sus propios parámetros y atendiendo a sus propias necesidades.
42
EL COMUNICADOR IDEAL PARA EL
SECTOR EXTRACTIVO 5
Un resultado no anticipado de la comunicación para el
desarrollo ha sido la redefinición de las características
y el rol del comunicador, permitiendo definir el perfil del
comunicador ideal para el sector extractivo.
• Función de la Comunicación
• Inercia de la Tradición
Habilidades
Habilidades
En virtud de que estas ideas respecto al comunicador ideal para el sector tienen vigencia,
vale la pena entenderlas. Diversas empresas se han abocado a preparar a sus funcionarios
para adecuarlos a esta nueva concepción de la comunicación para el desarrollo, de manera
que la empresa adopte el enfoque de las mejores prácticas para la comunicación y el rela-
cionamiento con los otros actores.
Inercia de la Tradición
En este sector parece haber coincidencia en que la falta de confianza que lo caracteriza está
estrechamente relacionada con los procesos de comunicación que, necesariamente, tienen
que reorientarse para adoptar las líneas de acción comunicativa elaboradas conjuntamente
por todos los actores. ¿Cómo pueden las partes comunicarse si no hay acuerdo común
sobre cómo lo van a hacer?
45
Ruta del capítulo
• Re-definir Roles
46
PAUTAS ESTRATÉGICAS COMUNICATIVAS 6
47
6 PAUTAS ESTRATÉGICAS COMUNICATIVAS
La comunicación establece, de hecho, una correspondencia entre unas personas con otras;
la comunicación es un proceso que se da en el transcurso del tiempo y que se desarrolla
en etapas. Todo proceso de comunicación requiere constancia en su quehacer, a la vez que
demanda normas claras de vinculación tales como:
• Actuar y comunicar con • Demostrar competencia • Más que una buena se-
candidez lección de palabras
• Rechazar el desvirtuar
información
48
Acción y Evaluación
Re-definir roles
Paralelo a la definición de los roles está el reconocimiento de que cada función conlleva
una obligación. La obligación puede ser entendida como un sentido de responsabilidad
para desempeñar de la mejor manera posible el papel encomendado; también puede ser
conceptuada como el rendimiento de cuentas ante aquellos que se benefician o requieren
de la función asociada con un determinado rol.
49
6
Roles y Obligaciones
• Se debe tener mayor conciencia de cómo • Se debe reconocer que mientras haya
los grupos de interés definen el riesgo. confusión sobre los roles de los princi-
Una mayor conciencia debe resultar de pales actores (gobiernos, empresas, co-
los procesos de consulta y comunica- munidades y sociedad civil), las posibi-
ción en los dos sentidos lidades de conflicto se acrecientan
• Se debe admitir que los procesos de co- • El entender los diversos patrones de co-
municación no son independientes de las municación de los principales actores
relaciones sociales y que el rol que cada y determinar qué están comunicándose
agente desempeña va acompañado de un entre si y qué deberían comunicarse es
patrón particular de comunicación tarea fundamental de todos los actores
50
LA COMUNICACIÓN Y LA ADMINISTRACIÓN
DE CONFLICTOS 7
Este es el momento adecuado para retomar el tema
central de este Guía: los actores son, en última instancia,
los agentes principales en toda relación comunicativa y
conflictiva. También es oportuno establecer una serie de
vinculaciones esenciales para entender las conexiones
conflicto-comunicación, conflicto ambiental-conflicto
social y conflicto-industria extractiva.
• Comunicación y Conflicto
• Conflicto Socio-Ambiental
Comunicación y Conflicto
El conflicto es una manera de relacionarse; de hecho “conflicto” puede ser definido como
una forma particular mediante la cual los seres humanos se relacionan. Dicho relaciona-
miento se manifiesta mediante procesos específicos de comunicación, los cuales tienen
modalidades peculiares con respecto al:
• Lenguaje y las metáforas que se usan para describir la relación de conflicto: “embrollo”,
“guerra de todos contra todos”
• Discurso predominante: agresión, injuria, reparación o compensación
• Dinámica misma de la comunicación: confrontación, lucha, violencia
• Rituales que se siguen para indicar que se ha entrado a esta peculiar forma de relacio-
namiento: toma de instalaciones, manifestaciones de disgusto, expresiones de inflexi-
bilidad con respecto a principios y/o posiciones, etc.
Debe quedar claro que el conflicto no es un objeto con vida propia, sino el resultado de
decisiones que los involucrados toman para transformar la relación en conflictiva. Si las
decisiones humanas son las que transforman la relación de no conflicto a conflicto, a su
vez, son las decisiones humanas las que pueden revertir la relación nuevamente a una de
no conflicto, mediante procesos de comunicación, siendo el diálogo uno de ellos, la nego-
ciación es otro.
Al igual que el relacionamiento conflictivo, los esfuerzos para modificarlo también se ma-
nifiestan mediante procesos específicos de comunicación, los cuales tienen modalidades
peculiares con respecto al:
• Lenguaje y las metáforas que se usan para señalar la “salida” de la relación de conflicto:
“choque eléctrico que nos despertó”, “una sacudida para aceptar el cambio”
• Discurso predominante: cooperación, convivencia pacífica, armonía
• Dinámica misma de la comunicación: colaboración, búsqueda de acuerdos
• Rituales que se siguen para indicar que se desea cambiar las relaciones de conflicto:
desalojo de instalaciones, manifestaciones de amistad, expresiones de flexibilidad en
defensa de posiciones, etc.
52
Por la descripción hecha hasta ahora de las relaciones conflictivas, cabe preguntar si un
cambio en la comunicación se puede traducir efectivamente en un cambio en el relaciona-
miento conflictivo. Sin caer en posiciones utópicas, a ello se puede responder, como ya lo
hicimos anteriormente, que las palabras no son hechos, pero que sin embargo un cambio
estratégico de las formas comunicativas puede facilitar la transformación de dichas rela-
Concepciones y Conductas
Es evidente que el cambio de discurso (por ejemplo de confrontación a cooperación)
debe estar acompañado de un cambio en la concepción misma de la relación. Ello no
implica que se desconozca que, en múltiples ocasiones, las relaciones conflictivas son
provechosas –o al menos así se percibe– para algunos de los actores y agentes participes
en dichas relaciones.
Negociación
CONCEPCIONES CAPACIDADES
• Actividad Económica • Gana/Gana
• Deterioro Ambiental • Negociación Bilateral
• Creación de Conflictos
DISCURSOS
• Corporativo
• Gubernamental
• Comunitario
• Sociedad Civil
• Grupos de Interés
• Académico
Conflicto Socio-Ambiental
Invariablemente cuando se pide a los actores que describan en una palabra al “conflicto
extractivo”, puede decirse que prácticamente el 99% de las veces se utiliza el término de
ambiental. Si hay que escoger una palabra, no hay duda, es “ambiental”.
Clasificar, en parte, es definir por oposición a lo que no se es. Clasificar, también, equivale
a poner una “etiqueta”, que en lo sucesivo facilitará la identificación del objeto, persona,
evento o cosa así etiquetados, sin importar si la etiqueta es acertada. Una clasificación no
necesariamente tiene correspondencia con otras clasificaciones.
55
7
Clasificaciones de Conflictos
Generalmente los conflictos son clasificados por tipos según el contexto en el que se origi-
nan. Así tenemos que hay conflictos familiares, comunitarios, internacionales, organizacio-
nales, etc. También hay tipologías con base en el tema o asunto que dio origen al conflicto:
La preocupación que se tiene no es tanto relacionada con la veracidad de las etiquetas o con
la tarea del clasificador y los problemas inherentes que pueda encontrar en el desarrollo de
esta actividad; lo que aquí interesa son las repercusiones que el etiquetar trae consigo para
la definición, desarrollo y eventual manejo de relaciones conflictivas. Una de las etiquetas
más persistentes con relación al conflicto es la de clasificarlo como un “problema”.
Para vincular este tema con la primera parte de esta Guía, es pertinente preguntar además
• ¿Cuáles son las consecuencias de esta definición para los actores y para el conflicto mismo?
Ambiental
Social
AMBIENTAL SOCIAL
Poder Poder
• Responsabilidad • Modificar las relaciones sociales
• Equidad • Creación social
• Rendición de cuentas • Cambio social
Administración Administración
• Pasivos • Desarrollo social
• Impactos • Colectivo
• Funciones • Individual
Derechos Derechos
• A conducir negocios • A realizar actividades económicas
• A respirar aire puro • A saber, ser escuchado, tomar de-
cisiones
Recurso Legal
• Denuncias Recurso Legal
• Castigos • Rendición de cuentas por parte de
• Reparaciones la autoridad por falta de cumpli-
• Cumplimiento de las leyes miento
• Rendición de cuentas de las empre-
sas por irresponsabilidad social
58
Comunicación y Conflicto Minero
Algunas veces, cuando todos usan la misma terminología, se refuerza la ilusión de que se
está participando, sin que quizá se entienda de lo que se está hablando. Asimismo, el ma-
nejo de un lenguaje altamente técnico trae como consecuencia la “tecnificación” de los de-
bates en los que se repiten los términos clave (límites permisibles máximos, remediación
ecológica, etc.), sin entender realmente lo que se está diciendo ni medir las consecuencias
que su uso tiene para todos los actores.
59
7
No porque una empresa tenga un alto grado de experiencia y conocimientos técnicos, ello
significa que todo su personal también sea experto en la protección del medio ambiente;
no porque las comunidades se preparen para la toma de muestras de agua, ello las hace
expertas en la lectura del análisis del muestreo que levantaron.
Cuando la situación que se está viviendo es concebida como un problema técnico que
requiere de una solución técnica, una manera como se puede “solucionar” el problema
es dando capacitación técnica, lo que permite circunscribir la situación problemática al
corto plazo. Así, las habilidades que se requieren para la solución de problemas técnicos,
son habilidades que resuelven únicamente problemas puntuales. No se está argumentando
aquí que este tipo de capacitación no sea importante, al contrario se estima que es esencial.
Sin embargo, cuando el conflicto se define como ambiental con serios impactos sociales,
surge una contradicción ya que las habilidades para las cuales son capacitados los actores
no permitirán atender a esos impactos sociales de suma importancia.
Nótese que no se está abogando por seleccionar una u otra “etiqueta”. La preocupación,
y en esto hay que insistir, es que se llegue a la realización de que el escoger una etiqueta
determinada limita las posibilidades del manejo de los conflictos, hacia aquellas opciones
–y únicamente hacia aquellas opciones– que queden comprendidas dentro de la “etiqueta”
que se haya escogido. El definir relaciones conflictivas de una manera (pero no de otra)
siempre trae aparejadas consideraciones de tipo político, privilegiándose los discursos
ideológicos de ciertos actores.
La impresión general parece coincidir en que “las implicaciones son mucho más graves,
porque lo social implica todo: ética, moral, leyes, valores, creencias, etc.”. Cabe precisar,
sin embargo, que toda relación conflictiva es una relación social: aun cuando dichas rela-
ciones sean definidas bajo el concepto de “ambiental”: igualmente intervienen la ética, la
moral, las leyes, los valores y las creencias. Las relaciones sociales conflictivas, para dejar
de serlo, requieren de una atención especial a dos elementos fundamentales: generación de
confianza y formas constructivas de comunicación, vg., el diálogo.
60
Relaciones de Confianza
Toda relación no conflictiva está basada en la confianza, que en este caso va acompañada
de la credibilidad de todos los actores. Confianza significa enfatizar relaciones entre los
actores que acortan distancias emotivas, ideológicas, preceptuales, y toda otra clase de
diferencias. La confianza y el acortamiento de distancias (reales y virtuales) constituyen la
Relaciones de confianza son vitales para todo tipo de interacción humana porque las rela-
ciones de confianza son relaciones justas: sin temor de que unos tomen ventaja sobre otros,
ya que hay reciprocidad en el trato que presume relaciones cooperativas de larga duración.
Las relaciones de confianza están exentas del “juego de la culpabilidad”, mediante el cual
los actores únicamente interactúan para identificar a supuestos “culpables” entre ellos. En
las relaciones de confianza, entonces, no hay cabida para nociones tales como: “yo veo por
mi antes que nada, y tú miras por ti mismo”.
En fin, en toda relación, pero especialmente en aquéllas que buscan superar relaciones
conflictivas, se debe manifestar una responsabilidad compartida sobre las necesidades mu-
tuas, reconociendo que detrás de las emociones siempre hay necesidades muy reales.
Relaciones Sustentables
40%
35%
30%
25%
20%
15%
10%
5%
0%
Acuerdo Necesidades Entendimiento Confianza
Diálogo
El énfasis, entonces, se pone en el relacionamiento de los actores, el cual no puede ocurrir si
los actores involucrados no establecen paralelamente relaciones de confianza. La confianza
61
7
se construye o destruye mediante procesos de comunicación, en los que las partes reafir-
man su identidad y las expectativas de lo que esperan de los otros actores. Las relaciones
de confianza no surgen de manera espontánea, se crean a través de la interacción y la
comunicación social. Mas que una creación, sin embargo, se trata de que cada actor se
“gane” la confianza de los otros actores, vinculando las palabras con las acciones y esta-
bleciendo formas idóneas de comunicación tales como el diálogo.
62
Múltiples Connotaciones del Proceso Dialogante
• Primero, conocer - requiere determinar con qué tipo de información se cuenta y cuál
se requiere para examinar la situación presente. Se trata de determinar lo que se cono-
ce sobre lo que está pasando, no lo que debería pasar
• Segundo, entender - una vez que se conoce (y no se está calificando si bien, mal, com-
pleta o parcialmente) se puede hacer una interpretación de lo que se conoce. Entender
es, en realidad, analizar en un primer plano
Ninguna persona puede pensar como lo hacen otras personas porque su conocer es dife-
rente y sus interpretaciones son diversas. Su comprender, en consecuencia, será invaria-
blemente diferente. Cuando se intenta “conocer” una situación, sin embargo, la tendencia
es a enfocarse en el deber ser, mas que en el ser: la descripción de la situación actual se
ofrece en términos de lo que debería suceder. La búsqueda de explicaciones normativas
es, obviamente, la causa de las discrepancias en la comunicación, porque no todos están
de acuerdo en “lo que es” y muchos menos en “lo que debería ser”.
El diálogo permite obtener una aproximación sobre la información que los participantes
tengan; sobre la forma en que interpretan la situación y conciben las relaciones sociales
y, finalmente, sobre la manera como evalúan las relaciones pasadas y futuras así como las
posibles alternativas y, eventualmente, posibilidades de acuerdo. También es una oportu-
nidad para identificar las capacidades para participar en el diálogo, procesar información,
analizar y, lo más importante, integrar conocimientos. Sin estos elementos, el propósito
del diálogo va a ser siempre debatido y cuestionando.
Dicho de otra manera, el diálogo es un proceso de educación mutua de todos los actores.
La noción de educación, entendida como el simple hecho de transmitir información, no es
completa pues tiende a impedir la integración de conocimientos para entender qué es lo
que la otra parte pretende obtener del diálogo.
Diálogo y Concertación
¿Cómo se vincula el diálogo con los procesos de concertación? Parecería que la con-
certación usa al diálogo como un mecanismo para identificar posiciones divergentes y
63
7
oportunidades para lograr compromisos así como los objetivos mismos de la concertación.
El identificar, sin embargo, no necesariamente equivale a aceptación. Esta descripción
contrasta con la definición comúnmente aceptada de “concertación”: proceso de toma de
decisiones compartida. Si se trata de la toma de decisiones unilateral, entonces ya no es
concertación, tiene que ser toma conjunta de decisiones, que además incluye un proceso
de negociación, no sólo formal sino de “negociación” de significados, de identidades.
A manera de conclusión podemos reafirmar que la forma cómo se defina una situación
conflictiva determinará la forma cómo finalmente se llegue a manejar el “conflicto” y,
lo que es mas importante, se reconozcan los impactos que el poner etiquetas (“técnico”,
“ambiental”, de lucha de poderes, etc.) tiene para los procesos de relacionamiento y comu-
nicación, mismos que involucran a todos los actores.
64
FORMULACIÓN DE una ESTRATegia integrada
para la administración de conflictos 8
La exposición anterior sirve de marco para determinar
cuáles pueden ser las pautas estratégicas para
transformar relaciones conflictivas en el sector
extractivo.
• Generar Confianza
Generar confianza
Las expectativas que se tenga sobre las personas, instituciones y autoridades es la base de
la confianza en el relacionamiento social. La confianza se construye a través de procesos
de comunicación que se guían por las siguientes consideraciones:
Antes de actuar se necesita comprender (en el sentido que lo hemos usado en este Guía)
cuál es la situación que se enfrenta. Esa comprensión sólo puede ocurrir si se obtiene un
conocimiento profundo y se realiza un análisis sistemático de la problemática del sector
extractivo, especialmente de las relaciones conflictivas.
67
8
Acciones Proposiciones Actividades
Examinar las
• Las relaciones conflictivas cons-
Capacidades
tituyen un rompimiento del or-
de los
den establecido, la generación de
Individuos y
relaciones caóticas y la redefini- • Explorar las alternativas
Organizaciones
ción de relaciones sociales para
para Generar
obtener provecho únicamente en
Situaciones de
beneficio propio
Conflicto
68
Acciones Proposiciones Actividades
Llevar a cabo la
• Las relaciones no conflictivas
Evaluación de
constituyen una de las formas más
la Capacidad de
eficaces para propiciar el cambio
los Individuos y • Revisar las alternativas
social, instaurar procesos demo-
Organizaciones de aplicación
cráticos de participación y re-de-
para Manejar
finir relaciones sociales que han
Situaciones de
llegado a un punto de quiebre
Conflicto
• Las relaciones no conflictivas
constituyen un mecanismos para
• Explorar las alternativas
la instauración de relaciones so-
ciales mutuamente benéficas
69
8
Acciones Proposiciones Actividades
Establecer grupos de
Diseño de Sistemas de Manejo
diálogo con propósitos
de Relaciones No Conflictivas
claros y un plan de acción
70
Formulación de una estrategia integrada para la administración de conflictos
71
72
A manera de CONCLUSIÓN 9
La comunicación es elemento fundamental de la interacción humana social. El hecho de
que hablemos no significa necesariamente que sabemos cómo comunicarnos unos con
otros. La comunicación es mas que las palabras que se pronuncien, e incluye lenguajes e
idiomas, significados e identidades, discursos y narrativas, mensajes y códigos, percep-
ciones y expectativas, intenciones y acciones. La comunicación es, en fin, el proceso me-
diante el cual se crean y manejan relaciones conflictivas y no conflictivas. La forma como
se entienda esta interconexión será determinante para lograr tanto un manejo eficiente de
los procesos comunicativos como de aquellos de relacionamiento social, de conflicto y de
no conflicto.
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Diseño y diagramación: Andrea Sánchez Leighton
Pre prensa e impresión: Grambs