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INTRODUCCIÓN
El presente trabajo tiene como objetivo primordial conocer los enfoques más
recientes para la gestión de los inventarios en el contexto de la cadena de suministro, y
cómo se ha considerado el aspecto del transporte en los modelos matemáticos para la
definición de la política de abasto por parte de los diversos autores que tratan el tema
de la coordinación de inventarios entre clientes y proveedores, con el firme propósito de
identificar los vacíos o líneas futuras de investigación que permitan explorar con mayor
detalle su posible adopción a las condiciones actuales de las empresas.
Un modelo formal para una cierta teoría matemática es un conjunto sobre el que se
han definido una serie de relaciones unarias, binarias y trinarias, que satisface las
proposiciones derivadas del conjunto de axiomas de la teoría. La rama de la
matemática que se encarga de estudiar sistemáticamente las propiedades de los
modelos es la teoría de modelos.
propuesto el modelo de lote económico (Harris, 1915), muchos autores se han dado a
la tarea de resolver múltiples problemas de inventarios. El principio fundamental de
esta clase de modelos se orienta a determinar la política de abastecimiento a través de
precisar la cantidad a pedir y el período de suministro para lograr el costo mínimo.
Los modelos más recientes enfocan sus esfuerzos a coordinar el tamaño de lote
económico de producción/pedido que satisfaga las necesidades del cliente y el
proveedor. El papel que juegan dichos modelos, radica en la posibilidad de atender
problemas de inventarios en contextos más amplios de análisis, como es el caso de las
cadenas de suministro internacionales, constituidas por empresas localizadas en
diferentes partes del mundo. El uso y aplicación de ese tipo de modelos ha permitido
mayor visibilidad de la cadena de suministro, y ayuda a la toma de decisiones
coordinadas sobre el abastecimiento y control de los inventarios.
Los inventarios son un recurso inactivo que podría utilizarse para producir un
beneficio y que, sin embargo, deben mantenerse con objeto de satisfacer una
demanda. De hecho, el problema consiste en gestionar o controlar los inventarios: es
decir, tener en existencia los materiales, productos, personal, equipo o el dinero, según
se trate, de manera tal que se logre un equilibrio entre los costos propios de mantener
un inventario y los costos de no poder satisfacer una demanda.
Sin embargo, cuando t < 0 implica que D(0,t] > S(0,t]; por tanto, existe cierto nivel de
escasez.
• Ventas: Esta cuenta controlará todas las ventas de mercancías realizadas por la
Empresa y que fueron compradas con este fin.
Al relacionar este inventario con el inicial, con las compras y ventas netas del
periodo se obtendrá las Ganancias o Pérdidas Brutas en Ventas de ese período.
Cada inventario en concreto tiene una función determinada por lo que pueden
establecerse las siguientes categorías funcionales de los inventarios:
Los inventarios varían en razón de su consumo o la venta de cada artículo que los
componen, lo que da lugar al movimiento de las existencias por ingresos de nuevas
cantidades y salida de estas a solicitud de los usuarios, produciendo la rotación de los
materiales y la generación de utilidades en función de dicha rotación.
• Rentabilidad.
El activo circulante se caracteriza por estar compuesto por elementos que pueden
ser convertidos en dinero sin pérdida significativa de valor en un plazo inferior a un año
a diferencia del activo inmovilizado cuya conversión plena en liquidez requiere
normalmente más de un año.
Desde el punto de vista de rentabilidad será deseable, en principio, que este ratio
tenga el mayor valor posible, ya que ello implica que el capital inmovilizado en
inventarios sea mínimo.
• Existencias.
Las existencias son todos aquellos materiales que una empresa tiene depositados
en sus almacenes y que cumplen una serie de funciones específicas dentro de la
gestión del aprovisionamiento. Las existencias también se denominan stocks o
inventarios; los dos términos se pueden considerar como sinónimos.
Clasificación de Existencias.
• Según su uso y movimiento: Son materiales de uso cierto y constante que deben
existir permanentemente en los almacenes y cuya renovación se regula en
función del consumo y el tiempo de demora en contar con ellos. Se pueden
descomponer en diversos almacenes, a saber:
Pero cuando el inventario está compuesto por existencias que tienen un valor
relativamente bajo y las entradas en el almacén se han producido a distintos precios de
adquisición o costes de producción y las existencias no tienen un tratamiento
individualizado (por el coste muy elevado), para determinar el valor de las que salen del
almacén se ha de utilizar un criterio de valoración de existencias.
• Criterio FIFO (acrónimo de su denominación en inglés First In, First Out: primera
entrada, primera salida). El valor de salida de los productos del almacén es el
precio de las primeras unidades físicas que entraron. De esta forma, las
existencias salen del almacén valoradas en el mismo orden en que entraron. Las
existencias se registran a su valor de entrada respetando el orden cronológico.
• Criterio LIFO (corresponde al acrónimo en inglés de Last In, First Out: última
entrada, primera salida). El valor de la salida de las existencias es el precio de
las últimas que entraron. Así, las existencias salen del almacén valoradas en
orden inverso al que entraron. Las existencias se registran a su valor de entrada,
respetando también el orden cronológico.
De forma general, con estos criterios de valoración de las existencias que permite la
legislación mercantil (según el Plan General de Contabilidad), las entradas se valoran a
precio de adquisición o a coste de producción y las salidas según el criterio de
valoración empleado (PMP, FIFO o LIFO).
• Nombre.
• Material que lo constituye.
• Las dimensiones.
• El uso.
Por muy bien que se realice el mantenimiento de una planta, en algún momento de
su vida útil se requerirán piezas de repuesto para sustituir algunos de los componentes
que integran las máquinas que forman parte de una instalación industrial. Estas piezas
pueden ser originales, reacondicionadas, adaptadas, equivalentes o fabricadas
exprofeso, pero sin duda, serán necesarias. Es impensable abordar la explotación de
una instalación sin pensar cómo se va a gestionar el repuesto que se necesitará a lo
largo de la vida útil de ésta.
Asimismo, existen algunas instalaciones se diseñan, se construyen y se ponen en
marcha sin tener en cuenta las piezas de repuesto que se necesitarán, o sin abordar
este problema con el rigor que requiere. Estas instalaciones dejan de estar productivas
poco tiempo después de su puesta en marcha inicial por falta de piezas con las que
solucionar fallos incluso de importancia menor.
Por todo ello, parece imprescindible dedicar un capitulo completo de este libro a la
gestión del repuesto, en el que se analizarán las diferentes categorías en que puede
agruparse las piezas de repuesto, los criterios de selección del stock que debe
permanecer en planta, los almacenes, su control y su ubicación, o incluso, formas de
abordar la gestión del repuesto de manera que suponga un ahorro de costos para la
planta.
Un almacén de repuestos tiene que estar en buen estado, limpio y ordenado. Ya que
de ello dependerá que tengamos el material almacenado en condiciones óptimas para
ser usado por mantenimiento, también el poder transitar, con sus indicaciones y
señales sin peligros adicionales, hacen que tenga la importancia necesaria y que le
prestemos una atención adecuada.
Dentro del almacén podemos y debemos encontrarnos con las siguientes áreas: