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El silicio es un oligoelemento
esencial para el organismo, pues es
el responsable de la creación de tejidos celulares que ayudan a aportar una mayor
resistencia a los cartílagos, los tendones y todos los músculos del cuerpo.
El Silicio Orgánico está formado por los átomos de carbono y los átomos de hidrógeno
de los tejidos vivos. Al igual que otros seres vivos como las plantas y los animales,
nuestro cuerpo forma mucho silicio orgánico para consolidar nuestro crecimiento y
desarrollo.
Es verdad que una alimentación equilibrada podría garantizar los niveles necesarios para
aumentar las fuentes de silicio, pero no está de más saber cuales son esos alimentos que
debemos tener siempre en la cocina. Edgar Barrionuevo nos detalla una lista, pero antes,
nos advierte que "hay aspectos de la alimentación que pueden poner en compromiso su
absorción. Si nuestra ingesta está llena de alimentos ultra procesados, llenos de azúcares
y grasas de mala calidad, el silicio y otros muchos componentes esenciales para la salud
del deportista van a estar comprometidos".
Verduras y hortalizas: especialmente las verduras de hoja verde, las judías verdes, los
puerros, el perejil. También las zanahorias, los tomates, la remolacha, el pepino, y la
cebolla.
Las frutas: los cítricos como el limón o la naranja, también las fresas y el kiwi.
El aguacate.
Los cereales integrales (contienen grandes fuentes de silicio en su cáscara): avena,
centeno, arroz integral y quínoa. Y sobre todo el mijo.
Todos los frutos secos y semillas son buenas fuentes de silicio, especialmente nueces,
semillas de girasol, y las almendras.
Otros alimentos como la soja, las patatas, las legumbres y las algas son una buena
fuente.
Pero estos alimentos que podemos -y debemos- incorporar en nuestra dieta no son los
únicos que enriquecerán nuestra fuente de silicio.