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VITAMINAS Y MINERALES

ESTUDIANTES

CAROL DIAZ

KEIRY THALLIENS

DOCENTE

RAMON LOZADA

ASIGNATURA

BIOQUIMICA TEORIA

GRUPO

16

UNIVERSIDAD DEL ATLANTICO

LICENCIATURA EN BIOLOGIA Y QUIMICA

FACULTAD CIENCIAS DE LA EDUCACION

2020
¿Qué son las vitaminas y los minerales?

Las vitaminas y los minerales permiten que el organismo funcione como debe funcionar.
Tú obtienes las vitaminas y los minerales de los alimentos que ingieres día tras día, pero
algunos alimentos contienen más vitaminas y más minerales que otros.

Existen dos tipos de vitaminas: las solubles en grasas, o liposolubles, y las solubles en
agua, o hidrosolubles. Las vitaminas liposolubles (A, D, E, y K), al disolverse, se pueden
almacenar en el organismo. Las vitaminas hidrosolubles (C y las vitaminas del complejo B,
como la B6, la B12, la niacina, la riboflavina y el ácido fólico) deben disolverse en agua
antes para que tu organismo las pueda absorber. Por este motivo, estas vitaminas no se
pueden almacenar. Cualquier parte de las vitaminas C o B que no utilice tu organismo una
vez hayan entrado en su interior, se elimina (mayoritariamente a través de la orina). Por lo
tanto, necesitas irlas incorporando cada día.
Mientras que las vitaminas son sustancias orgánicas (de origen animal o vegetal), los
minerales son sustancias inorgánicas procedentes de la tierra o del agua, que absorben las
plantas o que ingieren los animales. El cuerpo necesita cantidades importantes de algunos
minerales, como el calcio, para crecer y mantenerse sano. Otros minerales, como el cromo,
el cobre, el yodo, el hierro, el selenio y el zinc, se denominan minerales
traza u oligoelementos porque solo se necesita una cantidad muy reducida de ellos cada
día.

¿Para qué sirven las vitaminas y los minerales?


Las vitaminas y los minerales estimulan el funcionamiento del sistema inmunitario,
favorecen el crecimiento y el desarrollo normales y ayudan a las células y a los órganos a
desempeñar sus respectivas funciones. Por ejemplo, probablemente habrás oído que las
zanahorias son buenas para la vista. ¡Pues es verdad! Las zanahorias están llenas de unas
sustancias denominadas carotenoides, que el cuerpo trasforma en vitamina A, una vitamina
que ayuda a prevenir los problemas oculares.

Otra vitamina, la vitamina K, ayuda a la sangre a coagularse (para que los cortes y los
rasguños dejen de sangrar rápidamente). Encontrarás vitamina K en las verduras de hoja
verde, como el brócoli, y en la soja. Y, para tener unos huesos fuertes, necesitas comer
alimentos como la leche, el yogur y las verduras de hoja verde, ricos en un mineral llamado
calcio.

VITAMINAS

Las vitaminas son un grupo de sustancias que son necesarias para el funcionamiento
celular, el crecimiento y el desarrollo normales.

Existen 13 vitaminas esenciales. Esto significa que estas vitaminas se requieren para que el
cuerpo funcione apropiadamente. Las cuales son:

 Las vitaminas son micronutrientes vitales para el desarrollo del organismo. Una
vez ingeridas a través de los alimentos, son sometidas a una serie de procesos
mecánicos y químicos en el tracto gastrointestinal para transformarlos en
compuestos más sencillos para poder ser absorbidas.
 En este post veremos el quién es quién de los 13 tipos de vitaminas que existen,
clasificadas según su solubilidad en hidrosolubles y liposolubles. Repasaremos las
principales funciones de cada una y en qué alimentos son más presentes:

Las vitaminas se agrupan en dos categorías:

 Vitaminas liposolubles que se almacenan en el tejido graso del cuerpo. Las cuatro
vitaminas liposolubles son A, D, E y K. Estas vitaminas se absorben más fácilmente por el
cuerpo en la presencia de la grasa alimentaria.

 Existen nueve vitaminas hidrosolubles. Estas no están almacenadas en el cuerpo. Toda


vitamina hidrosoluble sobrante sale del cuerpo en la orina. Aunque el cuerpo guarda una
pequeña reserva de estas vitaminas, deben tomarse regularmente para prevenir su escasez
en el cuerpo. La vitamina B12 es la única vitamina hidrosoluble que puede almacenarse en
el hígado durante muchos años.
HIDROSOLUBLES

Las hidrosolubles, como su nombre indica, se disuelven con agua. Incluye el complejo B y
la vitamina C. Las vitaminas del grupo B participan activamente en el metabolismo
celular y, a grandes rasgos, intervienen en la producción de energía y en el funcionamiento
de los órganos. Las repasamos una a una:

Vitamina B1 (tiamina)

Entre sus funciones, participa en el metabolismo glúcido y en el sistema nervioso como


neurotransmisor. Debe ingerirse una media de 1 mg al día de tiamina y está presente en
vegetales y cereales, así como en la leche y en tejidos animales.

Vitamina B2 (riboflavina) La ingesta recomendada oscila entre los 0,9 y los 1,1 mg al día
en función de la etapa o estadio fisiológico de la persona. La riboflavina está presente en la
leche, tejidos animales, pescado, huevos y vegetales de hoja verde. El principal órgano
encargado de degradar la riboflavina sin modificar es el hígado y es excretada por vía biliar,
orina y sudor.

Vitamina B3 (niacina)

Colabora en mantener el equilibrio químico del sistema nervioso, fomentando que las
neuronas transmitan impulsos eléctricos por su membrana, y también en producir hormonas
esteroideas. La ingesta recomendada de niacina es alrededor de 15 mg diarios y se
encuentra en vísceras, pescado, legumbres y harinas vegetales.

Vitamina B5 (ácido pantoténico)

Participa en los procesos de obtención de energía a partir de los alimentos y en la


producción de colesterol y de otras grasas esenciales. Se recomienda consumir alrededor de
5 mg diarios y está presente en muchísimos alimentos.
Vitamina B6 (piridoxina)

Participan en la formación de glóbulos rojos y en que las células reciban la cantidad


necesaria de oxígeno. Se recomienda ingerir 1,5 mg diarios y se puede obtener de hígado,
legumbres, nueces y plátanos.

Vitamina B8 (biotina)

Interviene en el metabolismo de los carbohidratos para la obtención de energía y también


en el metabolismo de las proteínas y las grasas. Se recomienda consumir alrededor de 30
mg diarios de biotina, que están presentes en el hígado, la yema del huevo y, en menor
cantidad, en muchísimos alimentos.

Vitamina B9 (ácido fólico)

Esta vitamina es fundamental en los procesos biológicos de mantenimiento y reparación de


las células. Junto con la B12, participa en la formación de glóbulos rojos. Son alimentos
ricos en ácido fólico son las verduras y hortalizas, legumbres y frutos secos.

Vitamina B12 (cianocobalamina)

Su aportación es imprescindible en la formación de glóbulos rojos, en la regeneración de


los tejidos y en la síntesis del ADN. Los principales alimentos que la contienen son
pescados, carnes, leche y derivados y huevo (de origen animal).

Vitamina C (ácido ascórbico)

Participa en la reparación y el mantenimiento de los tejidos celulares, tiene efectos


antioxidantes y favorece la correcta cicatrización de las heridas. Las frutas, las verduras y
hortalizas son alimentos ricos en vitamina C y se recomienda ingerir entre 75 y 90 m

LAS VITAMINAS LIPOSOLUBLES


Las liposolubles, como su nombre indica, se disuelven en grasas. A continuación las
vemos una a una:
Vitamina A (retinol)

Participa en la formación y el mantenimiento de la piel, huesos y mucosas y actúa en la


prevención de infecciones a través de la creación de nuevos tejidos. Asimismo, la vitamina
A es un potente antioxidante y disminuyen el riesgo de padecer cataratas y degeneración
macular (enfermedad que destruye la agudeza de la visión central). El retinol está presente
en huevos, carnes, pescados grasos y en mantequilla.

Vitamina D (calciferol)

Interviene en la mineralización ósea, absorbiendo el calcio y fósforo, así como en la


coagulación sanguínea y en la función muscular. Son alimentos ricos en esta vitamina el
pescado, las setas, los lácteos enteros y los huevos y la dosis recomendada diaria es entre 15
y 20 mg. Cabe destacar que la mayoría de esta vitamina no se ingiere a través de los
alimentos, sino por la radiación solar.

Vitamina E (tocoferol)

Tiene acciones antioxidantes, evitando la oxidación de las células de los sistemas nervioso,
muscular y cardiovascular. También evita la oxidación de las grasas, proteínas y ácidos
nucleicos. El aceite de oliva virgen, las aceitunas, los frutos secos y las partes verdes de los
vegetales son alimentos ricos en vitamina E.

Vitamina K (fitomenadiona)

Interviene en la coagulación sanguínea, es decir, cuando se produce una hemorragia


vascular. También participa en la producción de la osteocalcina (proteína abundante en los
huesos), lo que ayuda a la mineralización ósea. La vitamina K está presente en verduras,
sobre todo en la lechuga, coles, brócoli y espinacas y se recomienda ingerir entre 90 y 120
mg al día.
Cabe subrayar que si una persona sufre un exceso o una carencia importante de alguna
vitamina, puede derivar en problemas de salud. Por ello, es aconsejable consultarlo con tu
médico o dietista
ESTRUCTURAS QUIMICAS

Vitamina a

Vitamina B2

Vitamina B6
Acido fólico

Vitamina B1

Vitamina C

Vitamina H
Vitamina k

Vitamina E

SÍNTESIS DE VITAMINAS

Las vitaminas son compuestos orgánicos necesarios para el crecimiento normal y


mantenimiento de la vida de los animales. (Church, 1974).
Se pueden clasificar según su solubilidad en liposolubles e hidrosolubles.

Las vitaminas Liposolubles son: A, D, E y K. En su estructura participan C, H y O.

Las vitaminas Hidrosolubles son: C y las del complejo B: tiamina, riboflavina, niacina,
piridoxina, ác. pantoténico, ác. lipoico, biotina, ác. fólico, inositol, ác. paraaminobenzoico,
vitamina B12 y colina.

En su estructura participan C, H y O, y además: N, S o Co, salvo excepciones. (Church,


1974).
En relación a la síntesis de vitaminas son más importantes las especies bacterianas que
las protozoarias (Grudsky, et al., 1983).
De las vitaminas liposolubles, solo la vitamina K es sintetizada en el rumen, a excepción
de animales jóvenes o condiciones anormales (Church, 1974).
De las vitaminas hidrosolubles, se sabe que las del complejo B se requieren como
cofactores en sistemas enzimáticos de las principales vías metabólicas de los animales
(Church, 1974).
Las vitaminas del complejo B (tiamina, niacina, ác. pantoténico, riboflavina, ác. fólico y
B6 y B12), se sintetizan mediante fermentación microbiana en el tracto digestivo, en
particular de rumiantes y herbívoros no rumiantes (conejo y caballo), desde las ocho
semanas de edad (Grudsky, et al.,1983).
Cuando el animal es lactante es el aporte de la leche lo que le asegura la provisión de
dichas vitaminas (Church, 1974).

Vitamina B12

Dentro de la síntesis de vitaminas por parte de los microorganismos ruminales


menaquinonas (vitamina K2) son producidas por la flora bacteriana, siendo la fuente

La vitamina B12 es hidrosoluble, es la molécula más larga de las vitaminas del complejo

B y tiene la estructura más compleja. Puede ser sintetizada solo por bacterias y se

requiere para su síntesis, un átomo de cobalto (Co) para formar una molécula de la

Vitamina B12. (Christensen, 1998)

Por lo tanto, una deficiencia de Co en la dieta resulta en una deficiencia en vitamina

B12, ya que la bacteria no puede sintetizarla. (Christensen, 1998)

Dentro de las variadas funciones de la vitamina B12 encontramos su acción en el

metabolismo de las grasas, carbohidratos y proteínas, tiene un rol muy importante

ayudando en la producción de glóbulos rojos y en conjunto con el ácido fólico trabaja en la


síntesis del aminoácido metionina. (Christensen, 1998)

Existe además una relación simbiótica entre microorganismos ruminales que sintetizan
vitamina B12 del cobalto inorgánico y entre aquellos que requieren la vitamina como

factor de crecimiento y/o como coenzima en la producción de propionato. (Tiffany, et


al.,2006)

La compleja estructura de la vitamina B12 se refleja en la vía de síntesis que involucra

más de 30 enzimas mediadoras (Frank, et al., 2005).

Esta vitamina al ser un tetrapirrol modificado, proviene del uroporfirinógeno III que es

transformado en precorrina-2, que se oxida a factor II y finalmente es quelado con Co.

El factor II del Co es metilado en la posición C-20, transformándose en factor III del Co.

El factor III del Co es luego transformado a factor IV del Co. Describiéndose también

una transformación de precorrina-3 a preocorrina-4 (Frank, et al., 2005). (Anexo 1)

Este factor IV del cobalto y precorrina-4 pasarán a ácido cobirnico que se transformará

finalmente a vitamina B12 (cianocobalamina) (Frank, et al., 2005).

Vitamina K

Concepto utilizado para definir a un grupo de quinonas, compuestos liposolubles con


participación en la síntesis de factores de coagulación del plasma: factor III, factor VII,
factor IX y factor X (Buchanan-Smith et al., 2000).
Las principales fuentes naturales de esta vitamina son filoquinonas y menaquinonas.
Las filoquinonas (vitamina K1) se encuentra en pastos y forrajes verdes. Las
menaquinonas (vitamina K2) son producidas por la flora bacteriana, siendo la fuente
más importante para los rumiantes (Buchanan-Smith et al., 2000

Factores metabólicos que afectan la síntesis de vitaminas

La mayoría de las deficiencias de vitaminas son evidenciadas en animales jóvenes,


cuando aún no está desarrollado su aparato ruminal, ya que en estado adulto, como se
mencionó con anterioridad, éstas vitaminas son sintetizadas por los microorganismos
en el aparato digestivo del rumiante (Radostits, et al., 2002).
Deficiencia de Vitamina K

No es probable observar deficiencia primaria de esta vitamina en condiciones naturales,


dada la gran riqueza se sustancias con actividad vitamínica K en la mayor parte de los
vegetales, y dada la importante síntesis de estos productos por la actividad microbiana en el
aparato digestivo (Radostits, et al., 2002).
La alteración de la pared intestinal provoca una deficiente absorción de vitamina K, por
lo que tratamientos prolongados con antibióticos por vía oral pueden alterar la flora
intestinal productora de ésta, redundando ello en una deficiencia que puede ser causa
de coagulopatías (Radostits, et al., 2002).
También la deficiencia puede ser provocada por el uso de compuestos llamados
"antivitamina K" entre los que se encuentran, principalmente, una amplia variedad de la
sulfaquinoxalina, un coccidiostático utilizado en el ganado, es un
Deficiencia de Vitamina B12: hipocianocobalaminosis
Se produce cuando en la dieta hay deficiencia de cobalto. Aunque se produce síntesis
microbiana de la vitamina B12 en el rumen en presencia de cantidades adecuadas de
cobalto, lo más probable es que sea un nutriente esencial en rumiantes jóvenes. Las
proteínas animales constituyen una fuente importante de esta vitamina.
En animales jóvenes se evidencian síndromes con signos de anorexia, supresión del
crecimiento y debilidad muscular. (Radostits, et

DEGRADACIÓN

La cantidad de vitaminas requeridas para el organismo, por lo general, siempre ha estado


presente en la dieta en cantidades suficientes. No obstante, la moderna tecnología de los
alimentos ha provocado la pérdida de parte del contenido original de vitaminas, dejando, en
ocasiones, los alimentos con una insuficiente concentración vitamínica para poder
desarrollar correctamente su cometido. Todas las vitaminas tienen funciones muy
específicas sobre el organismo y deben estar contenidas en la alimentación diaria.

Factores que alteran su estabilidad


El tiempo que transcurre desde la recolección de los alimentos hasta su consumo origina
una importante variación en el valor nutritivo del producto, que puede llegar a perder gran
cantidad de sustancias, entre ellas las vitaminas. El contenido final depende de factores
como los aspectos genéticos, tanto del vegetal como del animal, o los secundarios al cultivo
de los vegetales, que pueden ser importantes causas de pérdidas vitamínicas. La variedad de
la planta o de la raza animal, la composición del subsuelo, la época de recogida del vegetal,
la alimentación del animal, el grado de maduración, el clima o la luz son algunos de los
más destacados.

Los procesos de cocción conllevan la eliminación de compuestos solubles en agua como las
vitaminas hidrosolubles, es decir, la C y todo el complejo del grupo B. Supone la
disolución de todas las vitaminas solubles en el medio acuoso que rodea el alimento.
Actualmente, en el ámbito industrial, la cocción se realiza al vacío y en sistemas cerrados,
lo que minimiza el grado de pérdida, que va acorde con la temperatura alcanzada, el
tiempo, el pH y el grado de maduración en el caso del vegetal. En el lavado de alimentos se
produce lixiviación, es decir, el arrastrado de vitaminas por el agua. Pero en este caso la
pérdida es mínima y en muchos casos necesaria para la eliminación de microorganismos.

El contacto con el aire puede degradar vitaminas liposolubles, A, D, E y K vía oxidación


lipídica debido al contacto con el oxígeno. En procesos como el troceado, la pérdida será
mayor debido al aumento de la superficie del alimento. Es importante pues no dejar el
alimento en contacto con el aire durante largos períodos de tiempo. Los tratamientos
químicos a los que son sometidos los alimentos durante su procesado causan también
importantes pérdidas vitamínicas. Un ejemplo de ello es el uso de oxidantes en las harinas o
la adición de nitritos como conservantes. Ambos procesos provocan la pérdida de vitamina
A, C, E, tiamina y ácido fólico respectivamente.

Finalmente, debe tenerse en cuenta que el almacenamiento de los alimentos facilita la


actuación de las enzimas causantes de importantes pérdidas además de la aparición de
productos oxidantes como los peróxidos, formados durante la oxidación lipídica. Es
importante pues, controlar los parámetros de almacenado de cada alimento y evitar
mantener los alimentos durante largos periodos de tiempo.
MINERALES

Los minerales son nutrientes que el organismo humano precisa en cantidades relativamente
pequeñas respecto a los macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y lípidos). Por ello,
al igual que las vitaminas, se consideran micronutrientes.

Son sustancias con una importante función reguladora, que no pueden ser sintetizados por
el organismo y deben ser aportados por la dieta. No aportan energía.

Dentro de los minerales se distinguen:

 Macro elementos esenciales: el organismo los precisa en cantidades superiores a


100 mg por día, como por ejemplo el calcio (Ca), fósforo (P), sodio (Na), potasio
(K), cloro (Cl), magnesio (Mg) y azufre (S).
 Micro elementos esenciales: el organismo los precisa en cantidades inferiores a 100
mg por día, como por ejemplo el hierro (Fe), flúor (F), cinc (Zn), y cobre (Cu).
 Elementos traza esenciales: el organismo los precisa en cantidades inferiores a 1 mg
por día, como por ejemplo el yodo (I), cromo (Cr), molibdeno (Mo) y selenio (Se).
 Elementos contaminantes: plomo (Pb), cadmio (Cd), mercurio (Hg), arsénico (As),
boro (B), aluminio (Al), litio (Li), bario (Ba), etc.

Los minerales están ampliamente distribuidos en alimentos y son relativamente resistentes


a los tratamientos tecnológicos y culinarios. No les afecta la luz y el calor, pero se pueden
perder en los lixiviados, en las aguas de cocción, retenidos en la fibra que no se absorbe,
etc.

El contenido en minerales es variable según la procedencia del alimento. Además, existen


algunos alimentos que contienen sustancias que actúan como antinutrientes impidiendo la
absorción de los minerales porque forman con ellos complejos, como por ejemplo el ácido
fítico presente en muchos vegetales.
MACROMINERALES

CALCIO

El calcio es uno de los electrólitos del cuerpo, es decir, minerales que llevan una carga
eléctrica cuando se encuentran disueltos en los líquidos corporales como la sangre, pero
la mayor parte del calcio del cuerpo no tiene carga eléctrica.

En torno al 99% del calcio del organismo se almacena en los huesos, pero también se
encuentra calcio en las células (sobre todo, en las células musculares) y en la sangre.
El calcio es esencial para:

 La formación de huesos y dientes


 La contracción muscular
 El funcionamiento normal de muchas enzimas
 La coagulación sanguínea
 Un ritmo cardíaco normal
El organismo controla con precisión la cantidad de calcio presente en las células y en la
sangre. El organismo desplaza el calcio desde los huesos a la sangre, según sea necesario,
con el fin de mantener una concentración constante de calcio en la sangre. Si no se
ingiere suficiente calcio, la mayoría del calcio se obtiene de los huesos y estos se
debilitan hasta el extremo de dar lugar a osteoporosis. Para mantener una concentración
adecuada de calcio en la sangre sin debilitar los huesos, se debe consumir un mínimo de
entre 1000 y 1500 mg de calcio al día.
La concentración de calcio en la sangre está regulada en su mayor parte por dos
hormonas.
 Hormona paratiroidea

 Calcitonina
La hormona paratiroidea la producen las cuatro glándulas paratiroideas situadas
alrededor de la glándula tiroidea, en el cuello. Cuando la concentración de calcio en la
sangre disminuye, las glándulas paratiroideas producen más hormona paratiroidea, Pero si
la concentración de calcio aumenta, las glándulas paratiroideas producen menos hormona.
La hormona paratiroidea actúa de la siguiente forma:
 Estimula a los huesos para que liberen calcio en la sangre
 Provoca que los riñones eliminen menos calcio en la orina
 Estimula al tubo digestivo para que absorba una cantidad mayor de calcio
 Provoca que los riñones activen la vitamina D, lo que permite que el tubo digestivo
absorba más calcio

MAGNESIO

El magnesio es uno de los electrólitos del cuerpo, es decir, minerales que llevan una carga
eléctrica cuando se encuentran disueltos en los líquidos corporales tales como la sangre,
pero la mayor parte del magnesio del cuerpo no tiene carga eléctrica y se encuentra unido
a proteínas o almacenado en el hueso.
Los huesos contienen la mitad del magnesio del organismo, mientras que la sangre
contiene muy poco. El magnesio es necesario en la formación de los huesos y de los
dientes, y en el funcionamiento adecuado de los nervios y de los músculos. Muchas
enzimas del organismo dependen del magnesio para funcionar con normalidad. El
magnesio también se relaciona con el metabolismo del calcio y el metabolismo del
potasio.
El nivel de magnesio en la sangre depende en gran medida de la forma en que el cuerpo
obtiene este mineral de los alimentos y cómo lo excreta en la orina y las heces, y depende
en menor medida de las reservas totales de magnesio en el cuerpo. La concentración
sanguínea de magnesio puede resultar

 Demasiado alta (hipermagnesemia)


 Demasiado baja (hipomagnesemia)

El fósforo es un elemento que desempeña un papel importante en el cuerpo. En el


organismo, casi la totalidad del fósforo se combina con oxígeno y forma fosfato. El
fosfato es uno de los electrólitos del cuerpo, es decir, minerales que llevan una carga
eléctrica cuando se encuentran disueltos en los líquidos corporales tales como la sangre,
si bien la mayoría de fosfato del cuerpo no tiene carga eléctrica.
El hueso contiene cerca del 85% del fosfato presente en el organismo. El resto se
encuentra principalmente en el interior de las células, donde participa en la producción de
energía.

El fosfato es necesario en la formación de los huesos y de los dientes. También es un


componente principal de varias sustancias importantes, incluidas algunas que las células
necesitan para producir energía, las membranas celulares y el ADN (ácido
desoxirribonucleico).

FOSFATO

El fosfato se obtiene de los alimentos y se elimina en la orina y a veces en las heces. La


cantidad de fosfato que se encuentra en las heces varía, dependiendo de la cantidad que
no se absorbe de los alimentos. Entre los alimentos que contienen una gran cantidad de
fosfato se incluyen la leche, la yema de huevo, el chocolate y los refrescos.

La concentración de fosfato en la sangre puede ser

 Demasiado alta (hiperfosfatemia)


 Demasiado baja (hipofosfatemia)

POTASIO

El potasio es uno de los electrólitos del cuerpo, es decir, minerales que llevan una carga
eléctrica cuando se encuentran disueltos en los líquidos corporales como la sangre.

Casi todo el potasio del organismo se encuentra en el interior de las células. El potasio es
necesario para el funcionamiento normal de las células, de los nervios y de los músculos.
El organismo debe mantener el nivel de potasio en sangre dentro de unos márgenes muy
estrechos. Una concentración de potasio demasiado alta (hiperpotasemia) o demasiado
baja (hipopotasemia) tiene consecuencias graves, como las arritmias o incluso un paro
cardíaco. El organismo utiliza las grandes reservas de potasio almacenado en las células
para mantener una concentración constante de potasio en la sangre.

El organismo mantiene el nivel correcto de potasio igualando la cantidad que se ingiere


con la cantidad que se elimina. Se encuentra en alimentos y en bebidas que contienen
electrólitos (incluido el potasio) y se elimina, en su mayor parte, en la orina. Una parte
del potasio se pierde también a través del tubo digestivo y del sudor. Los riñones, si están
sanos, pueden ajustar la excreción de potasio para compensar los cambios en el consumo.

Algunos fármacos y ciertos trastornos influyen en la entrada del potasio en las células y
también en la salida, lo que afecta en gran medida a la concentración de potasio en
sangre.

SODIO

El sodio es uno de los electrólitos del cuerpo, minerales que el cuerpo necesita en
cantidades relativamente grandes. Los electrólitos llevan una carga eléctrica cuando se
encuentran disueltos en los líquidos corporales como la sangre.

Casi todo el sodio corporal se encuentra en la sangre y en el líquido que rodea las células.
El sodio ayuda al organismo a mantener un equilibrio hídrico adecuado. Además,
desempeña un papel clave en el funcionamiento correcto de músculos y de nervios.

El organismo obtiene el sodio de los alimentos y de las bebidas y lo elimina


principalmente en el sudor y en la orina. Unos riñones sanos mantienen una
concentración constante de sodio en el organismo, ajustando la cantidad eliminada en la
orina. Cuando la ingesta y la pérdida de sodio no están en equilibrio, se altera la cantidad
total de sodio en el organismo. La concentración de sodio en la sangre puede ser

 Demasiado baja (hiponatremia)


 Demasiado alta (hipernatremia)
Controlar la volemia

La cantidad total de sodio en el cuerpo afecta a la cantidad de líquido presente en la


sangre (volemia) y alrededor de las células. El organismo supervisa continuamente la
volemia y la concentración de sodio. Si cualquiera de estos valores se vuelve demasiado
alto, los sensores del corazón, de los vasos sanguíneos y de los riñones detectan el
aumento y estimulan a los riñones para que eliminen más sodio, con lo que la volemia
retorna a los valores normales.

Cuando los valores de volemia o de sodio bajan mucho, estos sensores activan los
mecanismos que aumentan el volumen de sangre. Entre estos mecanismos se incluyen los
siguientes:

 Los riñones estimulan a las glándulas suprarrenales para que segreguen la hormona
aldosterona, que provoca que los riñones retengan sodio y eliminen potasio. Al
retener el sodio, se produce menos orina, lo que termina causando que la volemia
aumente.
 La hipófisis segrega vasopresina (en ocasiones llamada hormona antidiurética).
La vasopresina induce a los riñones a retener agua.
Mantenimiento del equilibrio de líquidos y sodio en personas mayores

Al envejecer, el organismo pierde capacidad para mantener el equilibrio de líquidos y de


sodio por varias razones:

 Disminución de la sed: con la edad se tarda más en percibir la sensación de sed o


es menos intensa, por lo que no se ingiere la cantidad de líquido necesaria.
 Cambios en los riñones: a cierta edad, los riñones tienen menos capacidad de
recuperar agua y electrólitos de la orina (orina concentrada), y, como resultado, se
elimina más agua en la orina.
 Menos líquido en el cuerpo: al envejecer, el organismo contiene menos líquido.
Solo un 45% del peso corporal es líquido en las personas de edad avanzada,
comparado con el 60% en edades más tempranas. Este cambio significa que las
consecuencias de una leve pérdida de líquido y de sodio, debida, por ejemplo, a la
fiebre o incluso a no comer ni beber lo suficiente (en ocasiones durante apenas uno
o dos días), son más graves.
 Incapacidad para obtener agua: algunas personas de edad avanzada tienen
problemas físicos que les impiden proveerse por sí mismas de bebida cuando
sienten sed. En otros casos, un estado de demencia les impide darse cuenta de que
están sedientas o decirlo a sus cuidadores. Por estos motivos, dependen de que otras
personas les proporcionen agua.
 Fármacos: muchas personas de edad avanzada toman medicamentos para tratar la
hipertensión arterial, la diabetes mellitus o una cardiopatía, que provocan que el
organismo elimine demasiado líquido o que magnifican el efecto negativo de la
pérdida de líquido.

Las situaciones anteriores pueden causar que se pierda líquido o que no se ingiera una
cantidad suficiente, por lo que aumenta la concentración de sodio en la sangre
(hipernatremia) y/o se produce deshidratación. Puesto que estas situaciones ocurren con
más frecuencia a edad avanzada, la hipernatremia también es frecuente en esa etapa de la
vida. Las personas de edad avanzada son muy sensibles a este trastorno, que en casos
graves puede provocar confusión, coma y la muerte.
En estas personas también es frecuente que haya un exceso de líquido y de sodio porque
los trastornos que provocan hipervolemia, como la insuficiencia cardíaca, las hepatopatías
y las nefropatías también ocurren con frecuencia a esa edad.

La hiponatremia (concentración baja de sodio en la sangre) es más frecuente a edad


avanzada. Se suele producir cuando el cuerpo retiene demasiado líquido, como ocurre en
la insuficiencia cardíaca o en las hepatopatías. También aparece a edad avanzada cuando
se toman ciertos tipos de diuréticos (diuréticos tiacídicos como la hidroclorotiazida), en
particular, si los riñones no funcionan de forma adecuada. Además, ingerir suplementos
nutricionales líquidos o recibir por vía intravenosa líquidos con poco contenido de sodio
cuando se está hospitalizado es otro factor que causa hiponatremia a edad avanzada.
CLORO

El cloro (Cl) es un macromineral que forma parte de la sal común, junto con el sodio.
Asimismo, participa de manera muy activa en los procesos digestivos. También es un
electrolito, completando así el trío con potasio y sodio.

Funciones del cloro

 Participa en el equilibrio osmótico: concentración de sustancias dentro y fuera de las


células.

 Forma parte del ácido clorhídrico gástrico que participa en la digestión.

 Interviene en la digestión de las grasas.

Fuentes alimenticias de cloro:

 Componente de la sal.

 Agua clorada.

Deficiencia de cloro

Pérdida de apetito.

Toxicidad del cloro

Retención de líquidos.
Alteraciones neuromusculares.

AZUFRE

El azufre (S) es un macromineral cuyas necesidades de consumo dependen de la ingesta de


metionina, un aminoácido, componente de las proteínas. Participa en múltiples reacciones
metabólicas y existen varios componentes importantes del organismo: vitaminas,
hormonas, etcétera, que son azufrados, es decir, con azufre en su composición.
Este mineral no posee recomendaciones de consumo propias, pero con la ingesta de una
dieta relativamente equilibrada se evita su deficiencia.

El tabaco es capaz de rebajar la absorción intestinal de azufre.

Como curiosidad, los baños termales de azufre se han usado durante muchos años por sus
propiedades curativas, ya que ayudaban a mejorar muchas dolencias: estrés, problemas
dermatológicos, musculares, etcétera.

Funciones del azufre


 Forma parte de vitaminas.
 Es integrante de algunas proteínas.

 Forma parte de hormonas.

 Participa en el metabolismo de grasas e hidratos de carbono.

Fuentes alimentarias principales

 Carne, pescado.

 Queso, huevos.

 Legumbres.
 Ajo y cebolla.
Deficiencia de azufre

Es muy rara. Pero su carencia en el organismo puede producir un retraso en el crecimiento.

Toxicidad por azufre

Al igual que su carencia, demasiado azufre también puede causar problema de crecimiento,
ya que es un mineral que está muy ligado a las proteínas. Si el exceso viene por la
alimentación no se considera tóxico, solo si se debe a la ingesta de azufre inorgánico a
través de otros productos.
OLIGOELEMENTOS

COBRE

La mayor parte del cobre del organismo está localizada en el hígado, en los huesos y en
los músculos, pero existen trazas de cobre en todos los tejidos del organismo. El hígado
excreta el exceso de cobre en la bilis para su eliminación del organismo. Forma parte de
muchas enzimas, incluidas las que son necesarias para las siguientes funciones:

 Producción de energía

 Formación de glóbulos rojos, de huesos o de tejido conjuntivo (el que une tejidos y
órganos)

 Acción antioxidante (protege a las células del daño producido por los radicales
libres, que son subproductos de la actividad celular normal)

La deficiencia de cobre puede ser adquirida o heredada.

El exceso de cobre (toxicidad) también puede ser adquirido o heredado (como


la enfermedad de Wilson).

Carencia de cobre

La carencia de cobre es poco frecuente en las personas sanas. Ocurre principalmente en


lactantes que presentan alguna de las características siguientes

 Prematuros

 Estén recuperándose de desnutrición grave

 Sufren diarrea persistente

Algunos niños de sexo masculino heredan una anomalía genética que causa carencia de
cobre. Este trastorno se denomina síndrome de Menkes.
En los adultos, la carencia de cobre puede estar causada por

 Trastornos que alteran la absorción de nutrientes (trastornos de malabsorción, como


la enfermedad celiaquía, la enfermedad de Crohn, la fibrosis quística o el esprúe
tropical)
 Cirugía para la pérdida de peso (cirugía bariátrica)

 Consumir demasiado cinc, que limita la absorción de cobre

Síntomas
Algunos síntomas de la carencia de cobre son fatiga, anemia y un descenso en el número
de glóbulos blancos (leucocitos). A veces, aparece osteoporosis o daño neurológico, el
cual provoca hormigueo y pérdida de sensibilidad en los pies y en las manos. Suele haber
debilidad muscular. En ocasiones, existe confusión, irritabilidad y depresión leve. La
coordinación se ve alterada.

El síndrome de Menkes provoca retraso mental grave, vómitos y diarrea. La piel carece
de pigmento y el pelo es escaso, duro y rizado. Los huesos pueden estar debilitados y mal
formados, y las arterias son frágiles y a veces se rompen.
Diagnóstico
 Evaluación médica

 Análisis de sangre

El diagnóstico de carencia del cobre se basa en los síntomas y en análisis de sangre que
permiten detectar concentraciones bajas de cobre y de ceruloplasmina (una proteína
portadora de cobre).

Cuanto más pronto se realice el diagnóstico de carencia de cobre y se indique el


tratamiento, mejores son los resultados.

Tratamiento
 Tratamiento de la causa

 Suplemento de cobre o inyección


Se trata la causa y se administra un suplemento de cobre por vía oral.

Si el síndrome de Menkes lo presentan los bebés, el cobre se inyecta debajo de la piel (vía
subcutánea). A pesar del tratamiento, los niños con síndrome de Menkes suelen morir
antes de cumplir los 10 años.

Exceso de cobre

Consumir un exceso de cobre es poco frecuente. Se pueden ingerir cantidades pequeñas


de cobre en exceso en las bebidas o en los alimentos ácidos que han estado en vasos,
tubos o válvulas de cobre durante mucho tiempo.

Consumir cantidades incluso relativamente pequeñas de cobre causa náuseas, vómitos y


diarrea. Si se ingieren grandes cantidades, por lo general, en los intentos de suicidio, se
dañan los riñones, se inhibe la producción de orina, aparece anemia debido a la rotura de
los glóbulos rojos (anemia hemolítica) e incluso puede producirse la muerte.

En contadas ocasiones, en los niños, se daña el hígado o aparece cirrosis. Es probable que
sea el resultado de tomar leche hervida o almacenada en recipientes oxidados de cobre o
de bronce.

Diagnóstico
 Análisis de sangre o de orina

 Una biopsia hepática

Se mide la concentración de cobre y de ceruloplasmina en sangre o en orina, aunque suele


ser necesario extraer una biopsia del hígado para realizar el diagnóstico, a menos que se
hayan ingerido grandes cantidades de cobre.

Tratamiento
 Lavado gástrico

 Dimercaprol inyectado en un músculo


 Penicilamina
 Hemodiálisis

En este caso, el estómago se bombea.

Si la toxicidad de cobre ha ocasionado trastornos, como la anemia, o ha dañado los


riñones o el hígado, se inyecta dimercaprol en un músculo, o un medicamento que se una
con el cobre, como la penicilamina, a fin de eliminar el exceso de cobre. Los niños con
daño hepático reciben penicilamina.
La hemodiálisis (un procedimiento que filtra la sangre) puede ser eficaz, si se realiza de
forma temprana.

En ocasiones, acaece la muerte a pesar del tratamiento.

FLUORURO

En el organismo, la mayor parte del flúor se encuentra en los huesos y en los dientes. Este
mineral es necesario en la formación de los huesos y de los dientes, y para mantenerlos
saludables.

Carencia de flúor

La carencia de flúor puede provocar caries dental y es posible que también osteoporosis.
El consumo adecuado de flúor previene la formación de caries dentales y fortalece los
huesos. La adición de flúor al agua potable (fluoración) que no lo contiene en cantidad
suficiente o la ingesta de suplementos de flúor reduce de forma significativa el riesgo de
padecer caries dentales. En las zonas donde el agua potable no se trata con flúor, puede
administrarse a los niños por vía oral.

Exceso de flúor

Si se vive en zonas donde el agua potable contiene de forma natural cantidades altas de
flúor puede haber un consumo excesivo de este mineral, lo que provoca un trastorno
llamado fluorosis. El flúor se acumula en los dientes, sobre todo, en los permanentes. En
la superficie del esmalte dental aparecen manchas blancas opacas e irregulares, que se
tiñen de color amarillo o marrón, lo que hace que el esmalte aparezca moteado. Los
dientes también pueden horadarse. Estos defectos son solo estéticos e incluso pueden
causar que el esmalte sea más resistente a la caries.

El flúor también se acumula en los huesos. En contadas ocasiones, consumir demasiado


flúor durante mucho tiempo provoca que los huesos sean más densos pero débiles, que
aparezcan espolones (crecimiento óseo anómalo) en la columna vertebral y que se
produzca parálisis por acumulación de calcio (calcificación) en los ligamentos.

El diagnóstico del exceso de flúor se basa en los síntomas.


El tratamiento del exceso de fluoruro consiste en reducir el consumo de flúor. Por
ejemplo, si se vive en zonas con una concentración muy alta de flúor en el agua, no debe
beberse agua fluorada ni tomar suplementos de flúor. Debe enseñarse a los niños a que no
se traguen el dentífrico fluorado.

ZINC

El cinc está ampliamente distribuido por el organismo, en huesos, dientes, pelo, piel,
hígado, músculos, glóbulos blancos (leucocitos) y testículos. Forma parte de más de 10
enzimas, incluidas algunas de las que participan en la formación del ARN (ácido
ribonucleico) y del ADN (ácido desoxirribonucleico).

La concentración de cinc en la sangre depende de la cantidad que se ingiera con los


alimentos. El cinc es necesario para que la piel esté sana, para que cicatricen las heridas y
para el crecimiento.

Gran parte del cinc consumido en la dieta no se absorbe. Una alimentación con gran
contenido de fibra y de fitatos (presentes en el pan integral, el salvado, los frijoles o
alubias, la soja, otras legumbres y los frutos secos) reduce la absorción de cinc.

Carencia de cinc

 La carencia de cinc tiene muchas causas, algunas de las cuales son la alimentación,
el alcoholismo, el uso de diuréticos y diversos trastornos.
 Si se padece este déficit, se pierde el apetito y el cabello, se siente pereza y
desaparece el sentido del gusto.

 El médico mide la concentración de cinc en la sangre y en la orina, pero estas


pruebas no permiten determinar con exactitud si existe un déficit.

 El tratamiento consiste en tomar suplementos de cinc por vía oral.

Numerosos trastornos aumentan el riesgo de que se produzca una carencia de este


mineral. La carencia de cinc en la alimentación es poco frecuente en los países
desarrollados. La deficiencia de cinc es más frecuente en las personas de edad avanzada
que viven en instituciones y en las que están confinadas en casa.

En presencia de acrodermatitis enteropática, un trastorno hereditario poco frecuente, el


cinc no se absorbe.
Síntomas
Los primeros síntomas son la inapetencia y, en los bebés y en los niños, retraso en el
crecimiento y en el desarrollo. Puede que el cabello se caiga por zonas. Se siente pereza e
irritabilidad. El sentido del gusto y del olfato están alterados. Aparecen erupciones
cutáneas. En los hombres, la producción de esperma disminuye. El sistema inmunitario se
ve afectado y las heridas cicatrizan más despacio y de forma menos completa.

Si una mujer embarazada tiene carencia de cinc, el bebé puede presentar defectos
congénitos y pesar menos de lo esperado al nacer.

En la acrodermatitis enteropática, los síntomas suelen manifestarse en el momento del


destete del lactante afectado. Este trastorno ocasiona diarrea y alopecia. Aparece una
erupción alrededor de los ojos, de la nariz y de la boca y en las nalgas. El sistema
inmunitario puede verse afectado, lo que da lugar a muchas infecciones. Los bebés no
pueden crecer como se esperaba.

Diagnóstico
 Evaluación médica
 Respuesta a los suplementos de cinc

 Análisis de sangre y orina

Se sospecha una carencia de cinc a partir de los factores personales, de los síntomas y de
la respuesta al tratamiento con suplementos de cinc. También se realizan análisis de
sangre y de orina para medir las concentraciones de cinc, si bien es posible que no
determinen con exactitud el estatus del cinc (si hay carencia o no).

Tratamiento
 Suplementos de cinc

Los suplementos de cinc se toman por vía oral hasta la desaparición de los síntomas; son
eficaces para tratar la acrodermatitis enteropática.

Exceso de cinc

No es frecuente consumir demasiado cinc. Por lo general, el exceso de cinc se debe a la


ingesta de alimentos ácidos o de bebidas enlatadas en recipientes con revestimiento de
cinc (galvanizados). En ciertas industrias, la inhalación de vapores de óxido de cinc da
lugar a un exceso de cinc en el organismo.

Se tienen náuseas, vómitos y diarrea. Inhalar vapores de óxido de cinc causa un trastorno
denominado fiebre por vapores de metal, cuyos síntomas son respiración rápida,
sudoración, fiebre y sabor metálico en la boca. El consumo excesivo y prolongado de cinc
reduce la absorción de cobre, causa anemia y afecta al sistema inmunitario.

Diagnóstico
 Evaluación médica

El diagnóstico se basa en los factores personales y en los síntomas.

Tratamiento
 Cambios en la dieta

El tratamiento consiste en ingerir menos cinc.


La fiebre por vapores de metal remite tras permanecer entre 12 y 24 horas en un entorno
sin vapores de cinc.

HIERRO

Casi todo el hierro del organismo se encuentra en la hemoglobina. La hemoglobina es el


componente de los glóbulos rojos (eritrocitos) que permite transportar el oxígeno y
distribuirlo a los tejidos del organismo. Además, el hierro es un componente importante
de las células musculares y es necesario en la formación de muchas enzimas en el cuerpo.

El organismo recicla el hierro: cuando los glóbulos rojos mueren, el hierro presente en
ellos vuelve a la médula ósea para ser reutilizado en la formación de nuevos glóbulos
rojos. Cada día se pierde una pequeña cantidad de hierro, principalmente en las células
que se desprenden de la mucosa intestinal. Esta cantidad suele reemplazarse a diario por 1
o 2 mg de hierro que se absorben de los alimentos. Las mujeres pierden más hierro en el
sangrado menstrual y, en ocasiones, la cantidad que se pierde no se puede reemplazar
totalmente con el hierro que se absorbe de los alimentos.

Los alimentos contienen dos tipos de hierro:

 Hierro hemo: los productos de origen animal contienen hierro hemo. Se absorbe
mucho mejor que el hierro no hemo.
 Hierro no hemo: la mayoría de los alimentos y de los suplementos de hierro
contienen hierro no hemo. Representa más del 85% del hierro presente en la
alimentación habitual. Sin embargo, el organismo absorbe menos del 20% de este
tipo de hierro. Se absorbe mejor cuando se consume junto con proteínas animales y
con vitamina C.

Carencia de hierro

 La carencia de hierro suele ser el resultado de la pérdida de sangre en los adultos


(incluido el sangrado menstrual), pero, en los niños y en las mujeres embarazadas,
puede deberse a una alimentación inadecuada.
 La aparición de un cuadro de anemia provoca palidez y sensación de debilidad y
cansancio.

 El diagnóstico se basa en los síntomas y en los resultados de los análisis de sangre.

 Se busca el origen del sangrado y, si se identifica, se aplica el tratamiento


correspondiente.

 Con frecuencia suele ser necesario tomar suplementos de hierro por vía oral.

La carencia de hierro es la deficiencia mineral más frecuente en el mundo. Causa anemia


en hombres, mujeres y niños.

Causas
En adultos, la deficiencia de hierro suele estar causada por

 Pérdida de sangre

En las mujeres premenopáusicas, puede atribuirse al sangrado menstrual. En las mujeres


posmenopáusicas y en los hombres, la carencia de este mineral indica una hemorragia,
muy a menudo en el tubo digestivo, por ejemplo, por una úlcera hemorrágica o por un
pólipo en el colon. La hemorragia crónica debida a cáncer de colon es una causa grave en
personas de mediana edad y de edad avanzada.

Los trastornos que interfieren en la absorción intestinal (trastornos de malabsorción),


como la celiaquía, también pueden causar carencia de hierro.
Esta deficiencia puede ser el resultado de una alimentación inadecuada, sobre todo en
bebés y en niños, que necesitan más hierro porque están en fase de crecimiento. Las niñas
adolescentes en proceso de crecimiento y que comienzan a menstruar corren el riesgo de
presentar carencia de hierro si no comen carne.

Las embarazadas también corren este riesgo, ya que el crecimiento del feto requiere
grandes cantidades de hierro.
La deficiencia de hierro y la anemia por deficiencia de hierro son comunes entre los
corredores de élite y los atletas de triatlón.

Síntomas
Cuando se agotan las reservas de hierro de que dispone el organismo, se produce anemia
por carencia de hierro. La anemia causa palidez, debilidad y cansancio. Las personas
afectadas no se suelen dar cuenta de su palidez porque se produce de modo gradual. La
concentración y la capacidad de aprendizaje pueden verse perjudicadas. En los casos
graves, la anemia puede causar dificultad respiratoria, mareo y taquicardia. A veces, la
anemia grave provoca dolor torácico e insuficiencia cardíaca y se interrumpe el ciclo
menstrual.
Además, la carencia de hierro puede causar pica (apetencia de objetos que no son
comestibles, por ejemplo, hielo, tierra o almidón puro), coiloniquia (uñas finas y en forma
de cuchara) y el síndrome de las piernas inquietas (una necesidad imperiosa de mover las
piernas al sentarse o acostarse).
En contadas ocasiones, la carencia de este mineral origina una fina membrana que crece
atravesando parte del esófago y causa dificultades para tragar.

Diagnóstico
 Evaluación médica

 Análisis de sangre

 En ciertas ocasiones, exploración de la médula ósea

El diagnóstico de la carencia de hierro se basa en los síntomas y en los resultados de los


análisis de sangre. Si los resultados incluyen una concentración baja de hemoglobina (que
contiene hierro), un número bajo de hematócrito (el porcentaje de volumen de sangre que
corresponde a glóbulos rojos) y un número bajo de glóbulos rojos, indican anemia. No
obstante, es necesario disponer de más información para distinguir entre una anemia
ferropénica y otras causas de anemia, que reciben un tratamiento muy diferente. En la
anemia ferropénica, los glóbulos rojos (eritrocitos) son extremadamente pequeños.

En los análisis de sangre también se mide lo siguiente:


 Transferrina: es la proteína que transporta el hierro en la sangre cuando este no se
encuentra dentro de los glóbulos rojos. Si el porcentaje de hierro en la transferrina
es inferior al 10%, es probable que exista carencia de hierro.
 Ferritina: es una proteína que almacena hierro. La carencia de hierro se confirma
si la concentración de ferritina es baja.
Sin embargo, la concentración puede ser normal o incluso alta a pesar de presentar un
déficit de hierro si se sufre algún proceso inflamatorio, una infección, cáncer o daño
hepático.

A veces, es necesario realizar un mielograma para confirmar el diagnóstico. Se extrae una


muestra de células de la médula ósea, por lo general de la cadera, con una aguja y se
examina al microscopio para determinar su contenido en hierro.
Tratamiento
 Control de la hemorragia

 Suplementos de hierro

 En escasas ocasiones, hierro administrado por medio de inyecciones

Dado que la causa más frecuente de la carencia de hierro en los adultos es un exceso de
sangrado, primero se intentan detectar posibles hemorragias. Si corresponde a un
sangrado menstrual excesivo, puede ser necesario administrar fármacos, como los
anticonceptivos orales (píldoras anticonceptivas). Del mismo modo, para tratar una úlcera
hemorrágica o para resecar un pólipo en el colon, se requiere a veces una intervención
quirúrgica. Si la anemia es grave, incluso será necesaria una transfusión de sangre.

La ingesta diaria habitual de hierro no siempre es suficiente para reemplazar al hierro


perdido (porque el organismo absorbe menos del 20% del hierro procedente de la
alimentación). Por eso, en la mayoría de los casos de carencia férrica es necesario tomar
suplementos de hierro por vía oral, por lo general, 1 o 2 veces al día. El hierro de los
suplementos se absorbe mejor cuando se toma con el estómago vacío, 30 minutos antes
de las comidas o 2 horas después, sobre todo, si la comida incluye alimentos que reducen
la absorción del hierro, como las fibras vegetales, los fitatos (incluidos el pan integral , el
salvado, los frijoles o alubias, la soja y los frutos secos), el café y el té.
Desafortunadamente, tomar suplementos de hierro con el estómago vacío puede causar
indigestión y estreñimiento. Por eso, en ocasiones deben ingerirse con la comida. Los
antiácidos y los suplementos de calcio también reducen la absorción de hierro. El
consumo de vitamina C, en zumos o en suplementos, mejora la absorción de hierro, así
como comer pequeñas cantidades de carne, que contiene la forma de hierro más fácil de
asimilar (hierro hemo). Los suplementos de hierro casi siempre dan a las deposiciones
una coloración negra característica, un efecto secundario inocuo.

En escasas ocasiones, el hierro se administra por medio de inyecciones, especialmente si


no se toleran los comprimidos o si el tubo digestivo no puede absorber suficiente hierro.

Corregir una anemia ferropénica requiere entre varias semanas y unos 2 meses, incluso
después de que la hemorragia haya cesado. Una vez corregida, deben tomarse
suplementos de hierro durante un periodo de 6 meses hasta reponer las reservas del
organismo. Deben realizarse análisis de sangre de forma periódica para determinar si la
persona afectada recibe suficiente hierro y para detectar posibles hemorragias.

Ni las mujeres que no estén menstruando ni los hombres deben tomar suplementos de
hierro ni complejos vitamínicos si no los receta un médico. Tomar estos suplementos
dificulta el diagnóstico de hemorragia intestinal, que puede deberse a trastornos graves,
como el cáncer de colon.

Dado que el feto en desarrollo requiere hierro, se recomiendan suplementos de hierro a


casi todas las mujeres embarazadas. La mayoría de los bebés, sobre todo los prematuros o
los que tienen un peso bajo al nacer, necesitan suplementos de hierro. Se administra en la
leche maternizada enriquecida con hierro, o, para los lactantes, como un suplemento
líquido separado.

Exceso de hierro

Puede acumularse un exceso de hierro en el organismo.

Entre las causas, se incluyen:


 Transfusiones de sangre repetidas

 Tratamiento consistente en cantidades excesivas de hierro o en suplementos de


hierro ingeridos durante mucho tiempo

 Alcoholismo crónico

 Sobredosis de hierro

 Trastorno hereditario llamado hemocromatosis


Una cantidad excesiva de hierro tomada de una sola vez provoca vómitos, diarrea y daños
intestinales y de otros órganos. Si se consume durante largos periodos llega a dañar el
corazón y el hígado.

A menudo, se administra deferoxamina por vía intravenosa. Este fármaco se une con el
hierro y lo transporta fuera del organismo en la orina. La hemocromatosis se trata con
sangrías (flebotomías).

ELEMENTO TRAZAS ESENCIALES

SELENIO

El selenio se encuentra en todos los tejidos; junto con la vitamina E, actúa como
antioxidante. Protege las células del daño causado por los radicales libres, que son
subproductos reactivos de la actividad celular normal. También ayuda a proteger al
organismo de algunos tipos de cáncer y es necesario para que la glándula tiroidea
funcione de forma adecuada.

Carencia de selenio

La carencia de selenio es poco frecuente, incluso en Nueva Zelanda y en Finlandia, donde


la ingestión de selenio es baja. En algunas zonas de China, donde la ingestión de selenio
es aún menor, quienes presentan un déficit de selenio son más propensos a padecer la
enfermedad de Keshan, una infección vírica que afecta en especial a niños y a mujeres
jóvenes. Esta enfermedad daña las paredes del corazón y provoca así una miocardiopatía.
Los niños en fase de crecimiento con carencia de selenio pueden desarrollar un trastorno
incapacitante, que avanza muy despacio, de las articulaciones y de los huesos
(enfermedad de Kashin-Beck). Esta enfermedad puede ser más frecuente en Siberia y en
China.

La carencia de selenio puede combinarse con la de yodo y causar bocio e hipotiroidismo.


La sospecha de carencia de selenio se basa en los factores personales y en los síntomas.
Si es posible, se realizan análisis de sangre para detectar este déficit.

El tratamiento con suplementos de selenio suele ser suficiente para la recuperación


completa. La ingesta de estos suplementos previene la miocardiopatía derivada de la
enfermedad de Keshan, pero no la cura.

Exceso de selenio

Tomar más de 900 microgramos diarios de un complemento de selenio de venta libre


tiene efectos nocivos. Los síntomas incluyen náuseas, vómitos, diarrea, alopecia (caída
del cabello), alteraciones en las uñas, erupciones cutáneas, fatiga y daños neurológicos. El
aliento suele oler a ajo.

El diagnóstico de exceso de selenio se basa en los síntomas, en especial la rápida caída


del cabello.
El tratamiento del exceso de selenio consiste en ingerir menos selenio.

MOLIBDENO
El molibdeno (Mo) está considerado un mineral esencial para la mayoría de los mamíferos
y plantas y se encuentra en la naturaleza principalmente en forma de molibdato. El cuerpo
humano contiene aproximadamente unos 9 mg de molibdeno. Su concentración en los
tejidos y líquidos corporales es baja aunque las mayores cantidades se encuentran en los
riñones, el hígado, el intestino delgado y las glándulas suprarrenales, formando parte en su
mayoría de enzimas. El molibdeno de la dieta se absorbe bastante bien (entorno al 70%).
Una vez absorbido genera un pico de concentración en plasma a los 40-60 minutos y
permanece unas 8 horas. El molibdeno en el plasma se une en forma de molibdato a
determinadas proteínas de transporte y aunque su concentración varía con la ingesta, la
concentración media de molibdeno en la sangre es de 5 ng/ml. Transcurridas unas 3 horas,
el molibdeno que no haya sido incorporado a las estructuras celulares comienza a ser
eliminado en la orina en forma de molibdato.

La forma biológicamente activa del molibdeno se conoce como cofactor de molibdeno


(CoMo). El CoMo es un cofactor de importantes enzimas como: xantina oxidasa y xantina
deshidrogenasa (oxidan la xantina a ácido úrico).

 Sulfito oxidasa: oxida sulfitos en el hígado.

 Aldehído oxidasa: oxida los aldehídos, las aminas y los sulfuros en el hígado.

 Nitrato reductasa: enzima importante en el ciclo del nitrógeno en las plantas.

Se estima que la actividad de la xantina oxidasa es directamente proporcional a la cantidad


de molibdeno en el cuerpo. Las concentraciones de molibdeno también afectan a la síntesis
de proteínas, el metabolismo y el crecimiento. El molibdeno tiene también un papel muy
importante en el metabolismo de los aminoácidos azufrados.

Los porcentajes de molibdeno en la dieta pueden variar en función del contenido de este
mineral en el terreno del que provienen los alimentos y el grado de acidez del terreno,
aunque el aporte diario de molibdeno a través de la dieta se encuentra entorno a los 100-500
mcg al día.

Se han observado mayores concentraciones en cereales integrales, frutos secos y moluscos.


Otras fuentes de este mineral son las legumbres, las verduras color verde oscuro, productos
de casquería como el hígado y el riñón, las pipas de girasol y la leche.

Actividad enzimática.

La función más importante del molibdeno es actuar como cofactor de enzimas. El


molibdeno participa en sistemas enzimáticos relacionados con el metabolismo del ácido
úrico, del alcohol, drogas, sulfitos y toxinas entre otros.
El molibdeno es cofactor de la enzima sulfito oxidasa encargada de oxidar los sulfitos que
se generan en el organismo y los sulfatos ya oxidados se excretan a través de la orina. Los
sulfitos se generan a partir de descomposición de compuestos orgánicos de azufre como los
aminoácidos taurina, cisteína y metionina. También se une a los sulfitos que ingerimos con
los alimentos, ya que son comunes en los alimentos, debido a que se emplea como
conservante, especialmente en productos cárnicos y en el vino.

El molibdeno también es cofactor de las enzimas aldehído oxidasas, enzimas implicadas en


la descomposición u oxidación de purinas y pirimidinas, de hidratos de carbono y otros
aldehídos como el acetaldehído. El acetaldehído es el producto de la degradación del
alcohol, concretamente el producto al que se le atribuyen la mayor parte de las
consecuencias negativas del alcohol. También se forman aldehídos a partir de la
fermentación de levaduras como la Candida.

CROMO

El cromo permite que la insulina (que controla la concentración de azúcar en sangre)


actúe de forma adecuada y, además, participa en el procesamiento (metabolismo) y en el
almacenamiento de hidratos de carbono (carbohidratos), proteínas y grasas. Aún no se ha
determinado si los suplementos de cromo son eficaces para la diabetes. Si se padece
diabetes, no deben tomarse suplementos de cromo excepto bajo supervisiòn de un experto
en diabetes.
Solo se absorbe una pequeña cantidad de cromo de los alimentos, sobre todo, si se toma
con alimentos que contienen vitamina C y niacina.
Los suplementos de cromo no aumentan el tamaño ni la fuerza de los músculos.

Carencia de cromo

Las carencias de cromo son poco frecuentes en los países desarrollados y pueden ser
consecuencia de una alimentación administrada por vía intravenosa (nutrición parenteral
total) empleada durante mucho tiempo.
Los síntomas incluyen adelgazamiento, confusión, pérdida de la coordinación y
disminución de la tolerancia a la glucosa presente en la sangre, lo que aumenta el riesgo
de diabetes.

El tratamiento de la carencia de cromo puede comportar el consumo de complementos de


cromo.

Exceso de cromo

Las cantidades pequeñas de cromo tomadas por vía oral no son perjudiciales (no tóxicas).
En ocasiones, en los lugares de trabajo, existe exposición a una forma diferente y nociva
(tóxica) de cromo. Esta forma, producto de la contaminación industrial, puede irritar la
piel, los cartílagos de la nariz, los pulmones y el tubo digestivo, así como también dar
lugar a cáncer de pulmón.

YODO

La glándula tiroidea contiene la mayor parte del yodo en el organismo. Este mineral es
necesario en la formación de las hormonas tiroideas.

Proviene del agua del mar. Una pequeña cantidad de yodo del agua de mar entra en la
atmósfera y, por medio de la lluvia, llega al agua subterránea y al suelo cerca del mar.

En muchas regiones, la sal de mesa está enriquecida con yodo (una combinación que
forma yoduro) para garantizar que se consume en cantidad suficiente.

Carencia de yodo

La carencia de yodo es poco frecuente en las regiones donde se ha agregado yodo a la sal
de mesa; sin embargo, es frecuente a nivel mundial. Si se vive lejos del mar y a mucha
altitud, existe un riesgo especial de presentar carencia de yodo, ya que el entorno, a
diferencia de las regiones cercanas al mar, contiene poco yodo o carece de él.
Síntomas

Cuando existe carencia de yodo, la glándula tiroidea se agranda (bocio) en un intento de


captar más yodo para producir hormonas tiroideas. La glándula tiroidea se vuelve
hipoactiva y produce una cantidad insuficiente de hormonas tiroideas (hipotiroidismo). La
fertilidad es menor. En los adultos, el hipotiroidismo puede causar piel hinchada, voz
ronca, deficiencia mental, pelo escaso y áspero, intolerancia al frío y aumento de peso.
Si las mujeres embarazadas tienen carencia de yodo, aumentan el riesgo de aborto
espontáneo y de muerte fetal. El feto crece despacio y el cerebro no se desarrolla de
forma adecuada. A menos que los bebés afectados reciban tratamiento nada más nacer,
aparece un trastorno que provoca retraso mental y estatura baja (cretinismo). Estos bebés
pueden ser sordos y mudos, y padecer defectos congénitos o hipotiroidismo.

Diagnóstico
 Análisis de sangre

 Presencia de bocio (en adultos)

El diagnóstico de la carencia de yodo se basa en los resultados de los análisis de sangre


que indican una concentración baja de hormonas tiroideas o una concentración elevada de
hormona estimulante del tiroides (TSH, tirotropina), o bien en la presencia de bocio (solo
en los adultos).

Se analiza la sangre de todos los recién nacidos para detectar un posible hipotiroidismo,
incluido el ocasionado por un déficit de yodo.

Las pruebas de diagnóstico por la imagen, como la ecografía o la gammagrafía tiroidea,


permiten medir la glándula tiroidea y valorar cualquier anomalía.

Prevención y tratamiento
 Para mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, vitaminas prenatales.

 Suplementos de yodo y de hormona tiroidea.


Las mujeres embarazadas suelen consumir cantidades inadecuadas de yodo. Por lo tanto,
tanto ellas como las lactantes deben tomar vitaminas prenatales que contengan 250 μg de
yodo al día.

Los bebés, los niños y los adultos con carencia de yodo reciben un tratamiento con
suplementos de yodo por vía oral. Además, los bebés también reciben suplementos orales
de hormona tiroidea, durante varias semanas o incluso de por vida. A los niños y a los
adultos también se les pueden administrar suplementos de hormona tiroidea.

Exceso de yodo

El consumo excesivo de yodo es poco frecuente. Suele ser el resultado de tomar


suplementos de yodo para tratar carencias prolongadas. A veces, cuando se vive cerca del
mar, se ingiere demasiado yodo debido al consumo de gran cantidad de marisco, algas y
agua yodada, como ocurre en las regiones septentrionales del Japón.

Consumir demasiado yodo no suele afectar a la funcionalidad tiroidea, aunque a veces sí


lo hace. Puede provocar que la glándula tiroidea se vuelva hiperactiva y produzca un
exceso de hormonas tiroideas (hipertiroidismo), en particular si antes se ingería muy poco
yodo. Sin embargo, en ocasiones, el exceso de yodo provoca una menor producción de
hormonas tiroideas (hipotiroidismo). El resultado es que la glándula tiroidea se hipertrofia
y, en consecuencia, aparece un trastorno denominado bocio. (Los bocios se pueden
formar tanto si la glándula tiroidea es hipoactiva como si es hiperactiva.)
Al consumir grandes cantidades de yodo, se percibe un sabor metálico en la boca y
aumenta la producción de saliva. El yodo puede producir irritación del tubo digestivo y
causar erupciones cutáneas.

Diagnóstico
 Evaluación médica

 Análisis de sangre

 Pruebas de diagnóstico por la imagen


Se sospecha hipertiroidismo o hipotiroidismo debido al exceso de yodo a partir de los
síntomas, sobre todo, si se declara haber tomado suplementos de yodo.

Se realizan análisis de sangre para determinar las concentraciones de hormonas tiroideas


y de la hormona estimulante del tiroides (TSH o tirotropina), además de pruebas de
diagnóstico por la imagen.

Tratamiento
 Cambios en la dieta

 A veces, hormonas tiroideas

Se aconseja consumir sal que no esté enriquecida con yodo y reducir la ingesta de
alimentos que contengan yodo, como el marisco, las algas, el yogur y la leche.

Si se padece hipotiroidismo por un exceso de consumo de yodo, reducir su consumo suele


curar el trastorno, pero en ocasiones es necesario tomar hormonas tiroideas de por vida.

Si la persona sufre hipertiroidismo, pueden ser necesarios fármacos para contribuir a la


función normal de la glándula tiroidea.

MANGANESO

El Manganeso es un compuesto muy común que puede ser encontrado en todas partes en la
tierra. El manganeso es uno de los tres elementos trazas tóxicos esenciales, lo cual significa
que no es sólo necesario para la supervivencia de los humanos, pero que es también tóxico
cuando está presente en elevadas concentraciones en los humanos. Cuando la gente no
cumple con la ración diaria recomendada su salud disminuirá. Pero cuando la toma es
demasiado alta problemas de salud aparecerán.

La toma de Manganeso por los humanos mayoritariamente tiene lugar a través de la


comida, como son las espinacas, el te y la hierbas. Las comidas que contienen las más altas
concentraciones son los granos y arroz, las semillas de soja, huevos, frutos secos, aceite de
oliva, judías verdes y ostras. Después de ser absorbido en el cuerpo humano el manganeso
será transportado a través de la sangre al hígado, los riñones, el páncreas y las glándulas
endocrinas.

Los efectos del manganeso mayormente ocurren en el tracto respiratorio y el cerebro. Los
síntomas por envenenamiento con Manganeso son alucinaciones, olvidos y daños en los
nervios. El Manganeso puede causar parkinson, embolia de los pulmones y bronquitis.

Cuando los hombres se exponen al manganeso por un largo periodo de tiempo el daño
puede llegar a ser importante.

Un síndrome que es causado por el manganeso tiene los siguientes síntomas: esquizofrenia,
depresión, debilidad de músculos, dolor de cabeza e insomnio.

Porque el Manganeso es un elemento esencial para la salud de los humanos la falta de este
puede también causar efectos sobre la salud. Estos son los siguientes efectos:

 Engordar
 Intolerancia a la glucosa
 Coágulos de sangre
 Problemas de la piel
 Bajos niveles de colesterol
 Desorden del esqueleto
 Defectos de nacimiento
 Cambios en el color del pelo
 Síntomas neurológicos
BIBLIOGRAFIA

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