Texto sobre PPT Tema 4

Prof. Cecilia Monteagudo

El empirismo es una corriente filosófica de origen inglés que tradicionalmente se la presenta

como opuesta al racionalismo de Descartes. Si bien esta afirmación es innegable no debe
extremarse la oposición, pues se trata de dos corrientes que se enmarcan en un mismo periodo
histórico y que representan en realidad dos formas filosóficas de enfrentarse a un mismo
evento histórico, a saber, el surgimiento de la ciencia moderna.

En cierto sentido ambas filosofías quieren ser un modelo adecuado a los tiempos modernos y
en esa medida terminan siendo dos modalidades de fundamentación de la ciencia moderna
con concepciones distintas sobre la verdad y el lugar que ocupa la filosofía respecto de ella.
Es decir, en Descartes la filosofía como metafísica claramente ocupa el lugar del saber
primero, raíces del árbol de la ciencia moderna, mientras en el empirismo la filosofía
funciona como una conciencia crítica que acompaña al devenir de la ciencia buscando dar
razón de su validez, mediante la investigación sobre el entendimiento humano.

De otro lado, ambas filosofías desarrollan sus proyectos adentrándose en la conciencia o

entendimiento humano por lo que algunas historias de la filosofía las consideran modalidades
de filosofías del ‘sujeto’ o de la ‘subjetividad’, aunque una (la de Descartes) lo haga
siguiendo un modelo metafísico y la otra (el empirismo inglés) lo haga siguiendo un modelo
de teoría del conocimiento.

Pero la motivación de esta ‘teoría del conocimiento’ al investigar el entendimiento humano

es identificar las posibilidades y los límites del conocimiento. Es decir en este proyecto de
'fundamentación' se parte de un cuestionamiento al ideal de certeza que vimos consolidarse
en la filosofía de Descartes y que representó el paradigma dominante en los inicios de la
modernidad.

De los tres empiristas ingleses John Locke (1632-1704), David Hume (1711-1776) y George
Berkeley (1685-1753), nosotros nos ocuparemos en las clases únicamente de Locke: de su
propuesta general de investigación sobre el entendimiento humano y su crítica al innatismo
(teoría de las ideas innatas ) de Descartes.
Pero aún con las diferencias que se pueden encontrar entre los tres empiristas ingleses sí es
posible identificar aquellos elementos que tienen en común y hablar en términos generales de
dicha propuesta. Por ello es posible afirmar que el empirismo en contra del racionalismo
destaca el valor de la experiencia como fuente y origen del conocimiento. Al mismo tiempo
que niega la existencia de contenidos innatos y nos ofrecerá una explicación que da cuenta de
la génesis todos nuestros contenidos mentales, comenzando por las ideas.

En ese sentido frente a la visión sustancialista y esencialista que tiene Descartes de la

conciencia el empirismo la entiende como una mente que al inicio es como una ‘tabula rasa’
(hoja en blanco). Es decir, antes de la experiencia la mente no posee ninguna representación o
idea. Sin embargo, se acepta que sí posee una capacidad originaria, o aptitud para realizar
ciertas operaciones mentales. Pero incluso es preciso que estas operaciones sean percibidas
por el sujeto y por tanto experimentadas para que él tenga idea de ellas. De este modo el
empirismo reconoce dos tipos de experiencia (la externa y la interna) o 2 fuentes para la
configuración de todas nuestras ideas (la sensación y la reflexión respectivamente).

Las ideas entonces no son innatas sino que todas son formación nuestra, adquiridas a lo largo
de nuestro desarrollo psicológico y mental y tienen su origen en la experiencia interna y
externa. Incluso aquellas ideas que se producen como supuestos para ordenar nuestra
experiencia (ideas de: sustancia, causalidad, tiempo, espacio). Por ello todas nuestras ideas
(las simples y las complejas) sometidas a un análisis son reducidas a representaciones simples
que vienen a constituir como el alfabeto del pensamiento. De sus más variadas
combinaciones resultaría constituido nuestro patrimonio intelectual, donde la ciencia es uno
de nuestros logros más elevados. Resultando así que el entendimiento sólo se limita a
relacionar todos los contenidos representativos que se derivan de la experiencia (tanto interna
como externa) y de este modo tiene un valor lógico que la trasciende.

En el empirismo al no estar presente una garantía divina como en Descartes se tiene que
admitir el carácter meramente conjetural (probable) de la verdad y la ciencia. En este sentido
cae en un 'agnosticismo metafísico'. Lo que no es otra cosa que una suspensión del juicio
sobre la sustancia del alma, la existencia de Dios y la sustancia del mundo. Precisamente los
tres principios que Descartes había concebido como certezas indubitables y el más alto
alimento del espíritu humano. Para el empirismo éstos deben ser abandonados como tema de
la filosofía.
Sin embargo, a pesar de lo anterior, el empirismo considera que es posible una ciencia
universal y verdadera pero cuya validez se alcanza en el plano de la verificación o
experimentación científica. Aunque esta validez no pueda ser absoluta, los enunciados se
mantienen verdaderos mientras sigan verificándose en la realidad. Como consecuencia de lo
anterior el empirismo reivindica la presencia de un 'escepticismo moderado' connatural a la
filosofía y que pueda proporcionar al hombre una idea de sus límites y posibilidades
racionales.