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Sindicatos Libres

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Unión de Sindicatos Libres
Sindicatos Libres emblem.svg
Presidente Ramón Sales Amenós
Fundación 10 de octubre de 1919
Disolución 14 de abril de 1931
Ideología tradicionalismo, catolicismo social, nacionalismo y anticomunismo
Posición Extrema derecha
Sede Barcelona
País España
Publicación Unión Obrera
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La Corporación General de Trabajadores o Unión de Sindicatos Libres fue una
organización sindical obrera creada por militantes carlistas en 1919, en el Ateneo
Obrero Legitimista de Barcelona.

Ramón Sales Amenós (1893-1936), fundador de los Sindicatos Libres.


Sus detractores acusan a los miembros de los Sindicatos Libres de haber practicado
el terrorismo de estado auspiciados por el gobierno de Eduardo Dato, la gran
burguesía catalana, el gobernador civil de Barcelona, general Severiano Martínez
Anido y la posterior dictadura de Miguel Primo de Rivera. El propio sindicato
afirmaría que surgieron como oposición a la «tiranía» y «antipatriotismo» de la CNT
y que sus actividades de pistolerismo fueron "la respuesta a la pasividad del
Estado tras ser asesinados varios de sus miembros por parte de anarquistas".
Causaron atentados y asesinatos de miembros prominentes de la CNT, como Salvador
Seguí y el abogado Francesc Layret.

Índice
1 Historia
1.1 Orígenes
1.2 Ideología
1.3 Lucha Sindical
1.4 Pistolerismo
2 Referencias
3 Bibliografía
4 Enlaces externos
Historia
Orígenes
Fundados el 10 de octubre de 1919 en el Ateneo Obrero Legitimista de la ciudad de
Barcelona,1 entre sus fundadores se encontraban jóvenes trabajadores y dependientes
del comercio que formaban parte de los círculos jaimistas de la ciudad condal. Lo
constituyeron los catalanes Ramón Sales Amenós, Juan Laguía Lliteras, Ceferino
Tarragó e Ignacio Jubert. El partido jaimista le daría inicialmente su apoyo, pero
posteriormente ocultaron sus orígenes para proclamar su naturaleza apolítica.
Realizaron huelgas, negociaciones, boicots e intimidaciones.2

Juan Laguía Lliteras (1890-1937), director de Unión Obrera, órgano del Sindicato.
Según Feliciano Baratech, uno de sus fundadores, los Sindicatos Libres nacieron
como oposición a la CNT, que "mediante la coacción y el terror habría obligado a
todos los obreros a ingresar en su organización". Cuando la CNT acordó en uno de
sus congresos adherirse a la "Confederación Mundial Comunista", los afiliados
pertenecientes a unos 20 de círculos obreros tradicionalistas radicados en
Barcelona se encontraron incómodos y decidieron recabar su libertad sindical.
Celebraron a tal efecto una reunión en el Ateneo Legitimista de la calle Laboria,
detrás de la catedral de Barcelona, y fundaron el "Sindicato Libre Regional", con
secretaría en todos los círculos tradicionalistas. Igualmente se nombró presidente
a Ramón Sales Amenós, dependiente de comercio, que trabajaba en aquel momento en un
despacho de tejidos de la calle de Urgel.3

El historiador Colin M. Winston distingue tres etapas en la evolución del sindicato


entre 1919 y 1923. En la primera y hasta principios de 1921, su expansión habría
sido modesta, en torno a 10 000 afiliados provenientes del entorno tradicionalista.
Hasta octubre de 1922 se produjo un avance considerable, favorecido por la estrecha
colaboración del general Severiano Martínez Anido, gobernador civil de Barcelona,
como por el paso de la CNT a la clandestinidad. Alcanzaron entonces la cifra de
150.000 miembros. Finalmente, desde la sustitución de Severiano Martínez Anido y el
golpe de Estado de 1923 se dio un retroceso en la influencia de los Sindicatos
Libres.4

Ideología
José del Castillo y Santiago Álvarez afirman que el Sindicato Libre fue la primera
fuerza obrera organizada en el mundo con carácter marcadamente anticomunista.5 Sus
fundadores aspiraban a constituir un órgano de lucha obrera al margen de la
anarquista CNT. Francisco Aizcorbe redactó los estatutos de la organización, cuya
ideología se inspiró en la doctrina gremial tradicionalista.6 El lema de la
asociación fue «Justicia y Libertad».7 Situados en la extrema derecha,8 originados
en un sustrato carlista urbano 9 y descritos por Albert Balcells como una
organización «anticenetista»,10 los Sindicatos Libres incorporaron el obrerismo en
su discurso9 —habrían declarado su objetivo «la unidad de los trabajadores contra
el sistema capitalista, en total autonomía»11 hasta el punto de incluir la hoz y el
martillo en su emblema.12 Antiliberales13 y con una pretendida ideología
transversal, se alejaron de posturas confesionales9 para ampliar su base
militante.14 Su ideario defendía los valores tradicionales de «familia, nación y
religión».15 Según Baratech, en 1923 el Sindicato aceptó la ideología del grupo de
la Democracia Cristiana que existía en Madrid, presidido por Severino Aznar.3
Álvarez Chillida les define como una organización prefascista12 y según Winston
podrían haber constituido una primigenia variedad de «fascismo hispano».13 A
comienzos de la década de 1930 estarían ya muy alejados de la ideología
tradicionalista.13

Lucha Sindical

Portada de Unión Obrera, órgano oficial de la Unión de Sindicatos Libres (1922)


El Sindicato Libre significó una reacción contra el Sindicato Único (CNT) surgida
entre elementos carlistas de Barcelona. El carlismo contaba con una veintena de
círculos en Barcelona, con un 80 % de afiliados obreros. Por sus ideas y su
tradición guerrera, los tradicionalistas estaban resueltos a jugárselo todo por «la
Causa».6

Se suele recurrir a la iniciativa gubernamental para explicar el nacimiento del


Sindicato Libre. Sin embargo, la significación y fuerza del carlismo catalán y el
hecho de que el gobernador civil de Barcelona, González Rotwos, se negase a
autorizar el funcionamiento del Sindicato Libre, no sugieren esta hipótesis.6
Aunque en la Barcelona de 1917 a 1919 el pistolerismo anarquista estaba a la orden
del día, el gobierno liberal del Conde de Romanones trataba de negociar con los
anarco-sindicalistas el cese del terrorismo y las grandes huelgas.6

La situación del Sindicato Libre respecto a la UGT, a los sindicatos católicos, a


la Patronal y al Gobierno es posterior. En sus inicios, bajo la autoridad
provincial del conde de Salvatierra, actuó como una fuerza de choque, dispuesta a
batirse con el Sindicato Único, a emplear métodos violentos contra la violencia
anarquista.16
Feliciano Baratech relataría de este modo los comienzos de los libres:

«Despechados, los Sindicatos Únicos trataron de eliminar mediante atentados a los


Libres. Al resistir éstos tan intolerable coacción, se les adhirieron las
sociedades de camareros, cocineros y otras, así como fuertes núcleos de diversas
profesiones y oficios, con los cuales se fue desbordando el primitivo Sindicato
Libre en otros tantos Sindicatos profesionales. Uno que alcanzó mucha resonancia
fue el de Banca y Bolsa, el cual declaró la huelga de personal bancario en
Barcelona, en apoyo de un acuerdo adoptado por el Comité Paritario del ramo
estableciendo nuevos salarios. Entonces, este Sindicato Libre de Banca y Bolsa se
extendió por toda España y, a la salida de un mitin celebrado en Valencia por esta
organización, su presidente, Baltasar Domínguez, y el secretario, Francisco
Cervera, fueron muertos a tiros por el Sindicato Único.»3
El Sindicato Libre pronto cobró personalidad propia al enfrentarse al rival
cenetista y hacer frente también en ocasiones a la patronal cuando esta quiso
subordinarlo a sus intereses. De 1919 a 1921, el naciente sindicato fue
promocionado por los empresarios en su labor de dividir al proletariado barcelonés.
Sin embargo, los "Libres" manifestaron que su política iba en defensa estricta de
los derechos profesionales del obrero, y que no se iban a plegar a los intereses de
los empresarios, como había pasado con algunos sindicatos profesionales y
católicos, que habían nacido por el patrocinio de algunos notables conservadores y
se sentían obligados a defender el orden constituido.[cita requerida]

Presidentes de los Sindicatos Libres de Barcelona (1922)


Este punto de vista diverso impidió unas relaciones amistosas con los sindicatos
confesionales que estaban controlados por magnates conservadores. No obstante, los
católicos-libres fundados por los dominicos habían mantenido una postura más
combativa en los intereses obreros, y mantenían un buen diálogo con los carlistas.
Estos sindicatos tenían casi su única fuerza en la región vasco-navarra, por lo que
la simbiosis carlista y sindicalista se daba en muchas zonas como Azpeitia. Esta
amistad se prolongaría de tal modo, que en 1924, en el congreso de Pamplona, la
Federación de Sindicatos Libres del Norte, de los dominicos José Gafo y Pedro
Gerard, decidió fusionarse con la Corporación General de Trabajadores-Unión de
Sindicatos Libres de Cataluña y crear la Confederación Nacional de Sindicatos
Libres de España,17 cuya fuerza estaba en Cataluña y en el País Vasco y Navarra,
curiosamente parte de la misma geografía política del tradicionalismo.18[fuente
cuestionable] Durante el Directorio Militar de Primo de Rivera, el socialismo,
alimentado en los organismos oficiales de la Dictadura, impidió que los Sindicatos
Libres pudieran organizarse nacionalmente para crear una auténtica fuerza
profesional única en toda España. A pesar de ello, se extendió a nuevas regiones,
creando federaciones y sindicatos en Madrid, Granada, Valencia y Aragón. En 1925
celebró un Congreso Nacional en Barcelona y en 1927 otro en Madrid.19

Tras la destitución del General Primo de Rivera en enero de 1930, los Sindicatos
Libres fueron acosados por fuerzas revolucionarias mediante mítines y campañas de
difamación en la prensa, que no quedaron sin respuesta. Los sindicalistas libres de
Cataluña, que hasta entonces empleado el semanario Unión Obrera, órgano oficial de
la corporación, y varias revistas, adquirieron la propiedad del diario La Razón,
pero su radio de expansión era menor.20

Al proclamarse la Segunda República, la organización fue prohibida y disuelta.20 El


primer acto como gobernador civil republicano de Barcelona de Luis Companys,
favorable al sindicalismo revolucionario, sería precisamente decretar la clausura
de todos los Sindicatos Libres. El pretexto empleado sería que la policía había
hallado en los locales del sindicato explosivos y artefactos peligrosos, que según
alegaría el sindicato, habían sido depositados clandestinamente por el capitán
García Miranda, comunista de acción.21 Según Baratech, a partir de ese momento los
pistoleros cenetistas se dedicarían a la "caza" de los sindicalistas libres.3
Tras la disolución de la Generalidad de Cataluña por el gobierno de la República
después de la insurrección de octubre de 1934, los Libres volvieron a
reorganizarse. En agosto de 1935 Unión Obrera reanudó su publicación, muy próximo
ahora, según Cruz Seoane y Saiz García, a las posturas de Renovación Española y el
Bloque Nacional. Varios jóvenes de los Sindicatos Libres participarían en
septiembre de 1935 en la fundación de la Agrupación de Juventudes Antimarxistas
(AJA), que tuvo como órgano el semanario ¡Presente!.22

Los afiliados a los Sindicatos Libres participarían en el alzamiento contra la


República en Barcelona el 19 de julio de 1936. Un grupo de trescientos se ofreció
para unirse a las fuerzas del cuartel de Pedralbes. La mayor parte fueron detenidos
en el canódromo, donde se concentraban. Otro grupo, se unió al Arma de Artillería,
a las órdenes del capitán López Varela. Otro grupo todavía, salió de los cuarteles
de San Andrés, llegando con las unidades sublevadas hasta la plaza de Cataluña y
tomó parte muy activa en la lucha entablada en dicho sector.3

Varios de sus integrantes serían cruelmente torturados y asesinados al iniciarse la


Guerra Civil Española. Por ejemplo, su presidente, Ramón Sales, fue atado con
cadenas en el Ensanche de Barcelona ante las oficinas de Solidaridad Obrera:
«Encadenaron los pies y las manos de Sales a cuatro camiones. Acto seguido los
camiones emprendieron la marcha, en direcciones distintas».323

Pistolerismo
Artículo principal: Pistolerismo

Local de los Sindicatos Libres en la calle de la Unión 7 (Barcelona), clausurado el


14 de abril de 1931.
Los Sindicatos Libres fueron dirigidos por el requeté Ramón Sales Amenós, natural
de La Fuliola, como presidente, que procedía del Sindicato Mercantil de la CNT. Su
ideólogo fue Juan Laguía Lliteras, asesinado en Madrid en 1936, quien también fue
secretario general, acompañados de José Baró, José Bru, Estanislao Rico, Domingo
Farell, Feliciano Baratech y Mariano Puyuelo.24 Los miembros de los Sindicatos
Libres fueron el brazo ejectutor de los atentados y asesinatos de miembros
prominentes de la CNT como Salvador Seguí, y también del abogado Francisco Layret.

Hasta 1923, los "Libres" sufrieron la constante amenaza del terrorismo anarquista
que no podía permitir que hubiesen escindido a la clase obrera, y el precio fue el
asesinato de 53 dirigentes sindicales. En respuesta, los "Libres" también crearon
sus grupos de autodefensa que atacaron a los anarquistas con sus mismas armas. No
obstante, los "Libres" estaban naciendo, y la pérdida de dirigentes les hacía más
daño. Las autoridades restauracionistas, en premisa de proteger el orden liberal
establecido, detenía tanto a sindicalistas cenetistas como a "Libres". La lucha
entre ambos sindicatos fue sangrienta, pero la patronal intentó manejarla a su
favor utilizando esquiroles Libres en las huelgas de los anarquistas y al revés en
las promovidas por los "Libres".18[fuente cuestionable]

Tras proclamarse la dictadura de Primo de Rivera, cesarían sus actividades


violentas, dejando al Estado la aplicación de una justicia que, según el Sindicato,
no había sido aplicada anteriormente.

Referencias
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Los sindicatos libres, un obrerismo nacido en la tradición
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