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Republica Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior

Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos

Maturín-estado-Monagas

Características estructurales
de la OMS y su posición
frente al Covid-19

Profesor Estudiante C.I Sección


Hernán Farrera Christian 28429302 12
Amodio

Maturín, 17 de Junio del 2021


Tras las secuelas de la Segunda Guerra Mundial, las conversaciones en las Naciones Unidas empezaron a
girar a la necesidad de una organización centrada en la mejora y el mantenimiento de la salud en todo el
mundo. Dichas conversaciones empezaron en 1845, pero no dieron sus frutos hasta la formación oficial de la
OMS, el 7 de abril de 1948. Sin embargo, la idea de un enfoque internacional (o al menos transnacional) para
tratar los asuntos de salud había existido desde mediados del siglo XIX. A partir de aquí, la organización
empezaría por expandir sus sedes y complejizar si estructura, lo que puede ser una ventaja o desventaja en
la lucha contra el Covid 19.

La OMS tiene su sede en Ginebra, Suiza, y tres oficinas exteriores:

 El Centro Mundial de Servicios en Kuala Lumpur, Malasia, donde funcionan los servicios
administrativos de la Secretaría.

 La Oficina de la OMS en las Naciones Unidas, en Nueva York, que representa los intereses de la OMS
en las Naciones Unidas.

 El Centro de la OMS para el Desarrollo Sanitario, en Kobe, Japón, donde se realizan investigaciones
sobre las consecuencias de los cambios sociales, económicos y ambientales y sus implicaciones para
la política de salud.

La Secretaría de la OMS, encabezada por el Director General, comprende principalmente 148 oficinas en los
países, territorios y zonas, seis oficinas regionales y la sede. Está regida por sus 194 Estados Miembros,
representados en la Asamblea Mundial de la Salud, y dos Miembros Asociados (Puerto Rico y Tokelau).

En algunos países se establecen oficinas subnacionales como filiales de una oficina en el país para apoyar la
ejecución de actividades de campo de un programa o facilitar la cobertura eficaz de las actividades de la
OMS en países grandes, países que se enfrentan con emergencias complejas o países afectados por brotes
de poliomielitis.

Una oficina subnacional normalmente está encabezada por un funcionario superior que rinde cuentas al jefe
de la oficina de la OMS. Los jefes de las oficinas de la OMS generalmente delegan a estos funcionarios
autoridad para desempeñar eficazmente sus responsabilidades de conformidad con el mandato de la OMS y
el reglamento de la Organización. En las seis regiones, la OMS tiene 139 oficinas subnacionales en 28 países.

Esto es, en cuanto a la distribución administrativa, en la estructura y liderazgo, una oficina de país, territorio
o zona generalmente está encabezada por un jefe de la oficina de la OMS. En las regiones se usan términos
diferentes para referirse al cargo, pero los papeles y las funciones son los mismos en toda la OMS. En este
informe, la frase “jefe de la oficina de la OMS” abarca las siguientes designaciones: Representante de la
OMS, Representante de la OPS/OMS, jefe de la oficina en el país, oficial de enlace, oficial de enlace en el país
y jefe de oficina.
El jefe de la oficina de la OMS representa al Director General y al director regional respectivo en el país al
cual está asignado y es el responsable de todos los aspectos de las actividades colaborativas de la OMS. Los
papeles y las funciones de un jefe de la oficina de la OMS consisten en lo siguiente:

 Convocatoria, representación, trabajo en colaboración y promoción de la causa.

 Cooperación técnica, asesoramiento de política y diálogo.

 Administración y gerencia.

La finalidad organizativa de la OMS posee la función central de apoyar la formulación y ejecución de las
políticas, las estrategias y los planes nacionales de salud. Por ende, la cooperación técnica de la OMS con un
Estado Miembro se define sobre la base de las prioridades establecidas en las políticas, las estrategias y los
planes nacionales de salud.

En 105 oficinas en los países, territorios y zonas (71%) hay políticas, estrategias y planes nacionales de salud
actualizados. Treinta y tres oficinas en los países (22%) informaron que políticas, estrategias y planes
nacionales de salud están en proceso de elaboración y las demás oficinas en los países no informaron sobre
la disponibilidad de políticas, estrategias y planes nacionales de salud actualizados. La Región de Europa
(100%), la Región de Asia Sudoriental (100%) y la Región de África (98%) tienen la mayor proporción de
oficinas en los países que cuentan con políticas, estrategias y planes nacionales de salud actualizados (o en
proceso de actualización), seguidas de la Región del Pacífico Occidental (93%), la Región del Mediterráneo
Oriental (88%) y la Región de las Américas (85%).

Frente a la disparidad en cuanto a promedios que podemos apreciar, no es de extrañar que la OMS tenga (al
margen de las criticas), intenciones para tratar al Covid 19, en su informe en cuanto a estrategias
(actualizado) en formato PDF, podemos encontrar que su posición es: ¨El objetivo primordial es que todos
los países controlen la pandemia mediante la ralentización de la transmisión y la reducción de la mortalidad
asociada a la COVID-19¨

Desde la perspectiva de la OMS, su misión es frenar con éxito la transmisión y proteger a los sistemas
sanitarios, resulta fundamental entonces, implantar con urgencia un enfoque renovado en las capacidades
de la salud pública a gran escala. Para esto, empelan los siguientes objetivos estratégicos:

 Movilizar a todos los sectores y comunidades para garantizar que cada sector del gobierno y de la
sociedad asuma la responsabilidad y participe en la respuesta y en la prevención de casos mediante
la higiene de manos, el protocolo de higiene respiratoria y el distanciamiento físico a nivel individual.

 Controlar los casos esporádicos y grupos de casos y prevenir la transmisión comunitaria mediante la
detección rápida y el aislamiento de todos los casos, la prestación de los cuidados adecuados y la
trazabilidad, cuarentena y apoyo de todos los contactos.
 Contener la transmisión comunitaria mediante la prevención del contagio y medidas de control
adecuadas al contexto, medidas de distanciamiento físico a nivel de la población y restricciones
adecuadas y proporcionadas en los viajes domésticos e internacionales no esenciales.

 Reducir la mortalidad prestando una atención clínica adecuada a los enfermos de COVID-19,
asegurando la continuidad de los servicios sanitarios y sociales esenciales y protegiendo a los
trabajadores de primera línea y las poblaciones vulnerables.

 Desarrollar vacunas y terapias seguras y eficaces que puedan ofrecerse a escala y que estén
accesibles en función de la necesidad.

Desde mi punto de vista, estamos ante lo que podríamos denominar, una externalidad negativa, el debate
acerca de que si es más importante las funciones económicas o la salud de las personas me parece una
cuestión redundante, sencillamente por la razón de que no puedes tener una y desechar la otra, por lo
tanto, desde mi punto de vista, la cuestión sería el determinar si la OMS puede ser el órgano internacional
adecuada frente la pandemia; desde un principio la OMS ha sido acusada de gestionar mal la crisis sanitaria.
Algunos la criticaron por su retraso en reconocer que la transmisión del virus entre humanos era posible,
pero las acusaciones más duras han sido por su dilación en declarar la alerta sanitaria, y en su poca
reactividad, muchos han reprochado a la OMS recomendaciones inadecuadas, en especial sobre el uso de las
mascarillas: El 6 de abril, la OMS reafirmó que su uso colectivo sólo era justificado si las otras consignas
sanitarias eran difíciles de implementar. Fue el 5 de junio que la institución recomendó las mascarillas en
zonas muy frecuentadas, en regiones muy afectadas por el covid-19.

La organización mundial de salud es un ente cuyas intenciones es apelar a una estructura flexible con
presencia en la mayor extensión de territorios posibles y que ayude a elevar el nivel vida y controlar el Covid
19; desde lo que puedo entender, es ingenuo esgrimir argumentos tales como ¨egoísmo¨ a los países que
posen controles relativamente menos estrictos, es imposible imponer un mismo estándar para todos los
países, mucho menos para los estados de una nación, los países subdesarrollados son quienes pueden llegar
a sufrir mayores impactos socio-económicos, un bajo poder adquisitivo también se traduce a una baja
atención sanitaria en otras aéreas, como la compra de medicamentos, podemos ver algunos ejemplos
¨excéntricos¨, como suiza y su política de encierro voluntario, lo cual en términos comparativos no resulto en
un desastre sanitario; los datos disponibles muestran que los confinamientos severos redujeron la movilidad
de la población y obstaculizaron el crecimiento económico más que los más leves. Dado que varios estudios
cuestionan también los supuestos beneficios de los confinamientos patronales en la supresión de la
pandemia, éstos deberían levantarse en lugar de ampliarse o endurecerse. La principal razón para
mantenerlos parece ser el fracaso de la medicina socializada para hacer frente a los picos de casos de Covid-
19. Sin embargo, es casi inconcebible que, después de más de un año desde el inicio de la epidemia, algunos
de los países más ricos del mundo no puedan garantizar suficientes camas de UCI en los hospitales y estén
muy retrasados en cuanto a la vacunación. En ese caso, la respuesta lógica sería no ampliar más la
intervención gubernamental, sino deshacer la inicial, es decir, desregular y privatizar la sanidad.

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