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Comunismo, ¿una ideología fracasada?

Muchos afirman que el comunismo es una ideología fracasada, pero Rusia se transformó de
una nación de campesinos analfabetos, a una superpotencia mundial a la par con Estados
Unidos en décadas. Entonces, ¿cómo se considera el comunismo un fracaso?

Una manera sencilla de evaluar una forma de gobierno, una doctrina política y económica, es
ver si al gente quiere vivir en un país que la ponga en práctica.

Dicen que “la gente vota con los pies”, o sea que si con las fronteras abiertas el flujo de
personas es ingresando al país, podría considerarse como un voto positivo, si es emigrando,
sería negativo. Veamos; en la URSS las fronteras estaban cerradas y se disparaba a matar a
quien quisiera escapar. En Berlín sucedía lo mismo a lo largo del muro que separaba la parte
libre y con progreso de la parte pobre, gris, destruída y si trabajo. La frontera entre las dos
Alemanias se mantuvo fuertemente armada del lado comunista y cobró innumerables vidas de
quienes quisieron huir de la República “Democrática” Alemana. De Cuba la gente se escapa en
balsas precarias y peligrosas desafiando la muerte para llegar nada menos que a Miami, en el
país con la política más diametralmente opuesta que puedas imaginar. Los venezolanos han
huido de su amado país por millones, enriqueciendo la cultura de Argentina, Uruguay,
Colombia y, por supuesto, también la de los Estados Unidos. Corea del Norte tiene la frontera
más mortífera y hermética para quien intenta escaparse del comunismo. En China hay un
ejemplo aún más claro que el de Berlín en la ciudad de Hong Kong, cuyo progreso fue tanto
mayor al de China que cuando volvió a asimilarse al continente se mantuvo el sistema
económico y la ideología política pues la ciudad hubiera quedado desierta y el comercio
internacional destruido.

El comunismo siempre ha tenido que imponerse por la fuerza al pueblo que se supone que se
beneficiaría de su implementación, y con las fronteras cerradas para evitar que la gente se
escapara de la utopía.

Otro de los factores que no suelen tenerse en cuenta es que el comunismo ha matado más
gente que todas las guerras de la edad moderna juntas. Ha muerto más gente de hambre en
las granjas comunitarias de la URSS que en los campos de concentración Nazis. Y ni hablar de
la cantidad de gente que pereció en los centros de detención de Siberia.

Resumiendo, si la gente quiere escapar de los países comunistas, si el comunismo tiene que
imponerse por la fuerza de la dictadura y el comunismo mata a más gente que todas las
guerras y pestes juntas, no parece haber mucho a favor del comunismo.

En el frente económico, todos los países comunistas cuyas economías han progresado lo han
logrado desde que adoptaron políticas económicas de mercado, se han abierto a los mercados
internacionales, se han asociado con empresas de países libres con tecnologías más
avanzadas para producir bienes que el resto del mundo esté interesado en comprar, y han
tenido que hacer estos avances basados en mano de obra barata, que es lo único que tenían
para ofrecer después de décadas de comunismo.

Aunque los países comunistas hubieran tenido gran desarrollo económico - lo que no se dio - el
bienestar de los pueblos no puede evaluarse solamente a lo largo de sus ingresos. En todos los
demás frentes el comunismo ha fracasado. En las libertades personales, en la libertad de elegir
el gobierno y los representantes, en la cantidad de muertes violentas o evitables (hambre,
salud, cuidados, etc.), en el apoyo popular, en la violencia del estado, en la brecha entre los
más ricos (miembros de las cúpulas partidarias y sus amigos) y el resto del pueblo, en la
facilidad de cruzar las fronteras.

El día que haya caravanas de miles de personas intentando ingresar a Rusia, a Corea del
Norte, a Venezuela, a Cuba, ese día podría comenzar a revisar nuevamente esta cuestión.

Mientras eso no ocurra, el comunismo seguirá siendo el más mortífero y perverso de los
sistemas políticos del mundo.

Axel Wansart - Profesor Universitario - Pá gina 1

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