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Elena Carpi

La lexicogénesis del léxico filosófico español en el Siglo de las Luces

Índice

Introducción
Escuelas filosóficas en la España del Siglo XVIII
Filosofía y lenguaje
Principales herramientas lexicogenéticas
Criterios para la redacción de esta obra

Léxico
Atomismo
Atomista
Atomístico
Berkleísta
Cartesiano
Ciencias útiles
Confuciano
Copernicano
Corpuscular
Cuaternión
Deísmo
Deísta
Elemento
Ente
Entidad
Entitativo
Ergotismo
Escepticismo
Espinosismo
Espinosista
Espíritu geométrico
Espiritualismo
Fenómeno
Filosofía moderna
Forma
Gasendismo
Gasendista
Idea
Idealismo
Inmaterialista
Jansenismo
Jansenista
Libertinaje
Libertinismo
Lógica
Maignanista
Máquina animal
Materia
Materialismo
Materialista
Mecánica
Mecanismo
Método
Novator
Pirroniano
Pirronismo
Probabiliorismo
Probabiliorista
Probabilismo
Probabilista
Quiddidad
Sistema
Sociabilidad
Torbellino-turbillón

Bibliografía
Corpus textual
Corpora y Diccionarios

Introducción

Escuelas filosóficas en la España del Siglo XVIII


Contrariamente a lo que se ha creído y escrito durante mucho tiempo, la España del siglo XVIII
no es una nación alejada de las ideas científicas y filosóficas que surgen en el resto de Europa. En
este contexto, Sánchez Blanco-Parody señala (1991: 25): “España no vivía, ni podía vivir, de espaldas
a su entorno europeo, por muy letárgica que discurriera la vida en los pueblos castellanos a la sombra
de iglesias y conventos. Había todo un aparato estatal que pensaba y reaccionaba ante los cambios
que ocurrían en los países europeos”.
La filosofía moderna empieza a ser conocida en España en las últimas décadas del siglo XVII,
pocos años después de la muerte de Calderón de la Barca. Data de 1687 la Carta filosófica, médico-
chymica del médico valenciano Juan de Cabriada, en la que se afirma la superioridad del empirismo
contra el escolasticismo dominante y se subraya la ausencia de una academia real que se ocupe de
“adelantar el Conocimiento de las Cosas naturales” (Cabriada 1686: 217). La importancia otorgada
a la evidencia empírica sobre la teoría abstracta resalta en pasos de la Carta como el que se expone
a continuación, que anticipan el camino emprendido por los intelectuales españoles modernos para
superar las trabas de la filosofía aristotélica aplicada de manera rígida y libresca:

El conocimiento de las cosas por sus causas, siempre hâ sido el mas fundamental, y cientifico, segun buena Razon, y
segun la Doctrina de Aristoteles. Que este no se tiene sin la libertad en el filosofar, es indudable para con los Doctos:
Como también que esta rica, y preciosa Margarita, no se halla, ni se puede hallar solo por dichos de otros, ni leccion
de Libros (aunque estos ayudan mucho) pero si, por la razon, y Experiencia, que son los dos seguros Fundamentos de
las Ciencias naturales” (Cabriada 1686: 11).
Empiezan a crearse tertulias y círculos de novatores -en su mayoría médicos- que rechazan los
dogmas de la física aristotélica fundada en la materia y las formas y abren paso a la corpuscular,
influidos más por el empirismo de Bacon y por Emmanuel Maignan que por las idées claires et
distinctes de Descartes. Bajo su impulso, de la Veneranda Tertulia Hispalense nace en Sevilla la
Regia Sociedad que, reconocida por Carlos II y Felipe V en 1700, asumirá el nombre de Regia
Sociedad de Medicina y demás Ciencias de Sevilla1. El enfrentamiento entre fautores de la escolástica
-que controlan la enseñanza universitaria y escriben sus tratados en latín- y novatores, que defienden
la libertad de filosofar2, escriben en castellano y permanecen al margen de las academias, se prolonga
por todo el siglo. La publicación en 1713 de la Historia de la Iglesia y del mundo, desde su creación
al diluvio de Gabriel Álvarez de Toledo3 -que aplica el enfoque corpuscular a la creación del mundo-
desencadena una de las primeras polémicas del siglo entre conservadores y autores modernos,
definidos “novatores de la filosofía4” (Palanco 1714b: s.p), o sea heréticos5. Los médicos e
intelectuales que forman parte de los círculos valencianos y sevillanos reciben el despectivo apodo
de pirronistas y escépticos, por el hecho de no aceptar la autoridad de Aristóteles y abogar por el
método empírico e inductivo, que implica situar la experiencia en la base de todo conocimiento. Un
buen ejemplo de esta actitud intelectual, que Feijoo define como escepticismo moderado, son los
tratados escritos por Martín Martínez, Medicina scéptica y Philosophia scéptica. Los novatores son
acusados también por su eclecticismo, puesto que no siguen una única escuela, y se apoyan en teorías
de distintos autores6.

1
< http://ramse.es/index.php?option=com_content&view=article&id=45&Itemid=55>
2
Como evidencia Quiroz-Martinez (1949: 49) “[…] la declaración de libertad filosófica es un postulado o principio previo
de su filosofar. Es un principio surgido de su manifiesta preocupación crítica. Consideran tarea necesaria y anterior a la
toma de postura filosófica, a la aceptación de proposiciones o doctrinas filosóficas, la del examen de las mismas, para
discriminarlas según su valor”.
3
Le contesta en 1714 fray Francisco Palanco, con los Dialogus physico-theologicus contra Philosophiae
Novatores, sive thomista contra atomistas, atacando el sistema cartesiano. Contra Palanco toma posición en
1716 Juan de Nájera, teólogo vinculado con la Regia Sociedad de Medicina de Sevilla (López Cruchet 2003:
271), que firma con el pseudónimo de Alejandro de Avendaño los Diálogos philosóficos en defensa del
atomismo. El ensayo comprende también una extensa Censura escrita por Mateo Zapata, en que el médico
murciano se queja por la identificación entre novatores y herejes. Sigue en 1717 la publicación de las
Formas Illustradas a la luz de la razon con que responde a los dialogos de don Alexandro Avendaño y a la
Censura del Doctor Don Diego Matheo Zapata del médico toledano Juan Martín de Lessaca. Le replica
Eugenio Nicolás Guzmán y Márquez, en 1719 con el Escudo Atomistico en que se propugna la philosophia
platonica de nuestro principe Maygnan, que retoma la Censura de Zapata y los Diálogos de Avendaño. La
polémica se amplía con el Ocaso de las Formas Aristotelicas, que pretendio ilustrar a la luz de la razon el
doctor D. Juan Martin de Lessaca de Mateo Zapata –escrito en 1721, que aparece póstumo en 1745. Prueba
de la circulación de la obra antes de su publicación es la respuesta del Lessaca, el Colyrio Philosophico
Aristhotelico Thomistico publicado en 1724.
4
Cfr. novator en este volumen.
5
En efecto, en teología se utilizaba la terminología aristotélica de las formas sustanciales, y rechazarla suponía poner en
tela de juicio el dogma de la transubstanciación. Cfr. Carpi (2011: 426)
6
Sobre la cuestión del eclecticismo, cfr. el conocido ensayo de Quiroz Martínez (1949) y las páginas que Sánchez Blanco-
Parody dedica a este tema (1991: 104-133).
Uno de los puntos de referencia de la corriente empírico escéptica preilustrada se puede encontrar
en el Essay concerning human Understanding de Locke, que circula en España durante todo el siglo
en la traducción francesa de 1700 y en la latina de 1709, sin despertar ninguna suspicacia7, puesto
que “la teoría del conocimiento de John Locke parece a primera vista una confirmación de la doctrina
aristotélica contra el idealismo racionalista que predominaba en Descartes y Malebranche” (Sánchez
Blanco-Parody 1991: 203).
En la segunda mitad del siglo, la idea lockiana de que el conocimiento procede de las sensaciones
se enfrenta al dogmatismo escolástico, y abre el camino a la recepción de la filosofía sensista. En
efecto, la obra de Condillac es bien conocida en España, donde en 1784 se traduce la Logique,
reformulada en 1794 por el ilustrado Valentín de Foronda bajo la forma de diálogo8.

Filosofía y lenguaje
La atención por el lenguaje es uno de los rasgos relevantes del debate filosófico que se prolonga
a lo largo del siglo XVIII en España y que se ha resumido en el párrafo anterior. Durante el siglo se
crean nuevas palabras, y otras ya existentes varían su significado según las diferentes corrientes
filosóficas que las adoptan.

La palabra novator, hasta el momento utilizada como sinónimo de hereje, se va a utilizar


despectivamente para hablar de los filósofos modernos. La reflexión de los novatores modifica el
significado de muchos términos utilizados hasta el momento, fenómeno que ellos reivindican en sus
escritos: “Ni se admire alguno, de que à esta distincion llamemos real modal, como que ay alguna
cosa real en el modo, que no la aya realiter en las entidades. No es assi, porque el realiter nuestro
apela sobre el modo de ser, no sobre lo que es deste, ò aquel modo” (Guzmán y Márquez 1719: 40).
La cita de Mateo Zapata que aparece a continuación muestra la tipología de creación neológica a la
que se está asistiendo. Hablando de las voces latinas fermentatio y fermentat, afirma: “y porque
pretendo, ayan adelantado mas realidades, que vozes los Modernos, pues del eco, y sonido de las
vozes de los Antiguos han descubierto, y establecido verdaderas sensatas doctrinas” (Zapata [1721]
1745: 286)9. En el campo adverso, Lessaca confirma esta conducta: subraya que los modernos
atribuyen a voces existentes un significado distinto, y por esta razón se sitúan fuera de la senda de la

7
El tratado de Locke será prohibido por la Inquisición solo en 1804.
8
El traductor es el capitán de caballería Bernardo María de Calzada, socio de mérito de las Reales
Sociedades Bascongada y Aragonesa.
9
También el doctor Martínez puntualiza que los modernos usan los mismos términos que los aristotélicos,
pero les atribuyen significados distintos: “Los cartesianos, aunque convenimos con los Aristotelicos en los
nombres, y usamos de las mismas voces [...] discordamos mucho en el modo de explicarlo” (Martínez 1730:
35).
verdadera filosofía, porque están negando verdades asentadas y reconocidas: “las vozes se han de
tomar en aquella significacion, y concepto, que todos lo toman; y tomarlas de otra manera, es
hazerse indispesablemente Novator” (Lessaca 1724: 314). La cuestión lingüística está también muy
presente en el primer tomo de la Medicina Scéptica (1722) del médico novator Martín Martínez -
que define las voces “signo ad placitum” (1722: XXIX) - y en los primeros tomos del Teatro
Crítico Universal del padre Feijoo, que distingue entre escepticismo rígido y moderado. También
en estos casos, entre los dos bandos se desencadena una polémica encarnizada, en la cual la cuestión
lingüística asume una acusada relevancia10.

En las décadas siguientes se publican ensayos de lógica y traducciones de obras francesas sobre el
mismo tema, que profundizan en el papel del lenguaje en la formación de las ideas. La teorización de
un nuevo arte de pensar se opone a la estructura lingüística del silogismo que había dominado durante
siglos en la filosofía escolástica y aristotélica imponiendo un pensamiento deductivo y que, como
tradición discursiva, estaba presente también en las obras de los novatores.
Destacan11 la Lógica Moderna o Arte de hallar la verdad y perficionar la razón 12
de Andrés
Piquer y la Clave Philosóphica de Jacinto Puig, cuyo título explica que incluye “un facil, y breve
compendio de la Logica, ò Philosophìa racional”. Los dos textos defienden un concepto muy distinto
de lógica: Piquer la considera un arte (1747: s.p.) y Puig una ciencia “que dirige la facultad intelectiva
por unas reglas, que explican difusamente las confusas que tiene nuestro espíritu en el conocimiento

10
Contra las ideas contenidas en la Medicina sceptica reacciona en 1725 Bernardo López de Araujo y
Ascárraga con la Centinela médico aristotélica contra escepticos panfleto que, como el autor explica en el
prólogo, estaba listo ya en 1724 (López de Araujo y Ascárraga 1725: sp). En el mismo año se publica el
segundo tomo de la Medicina sceptica, que contiene un Apologema en que Martínez se defiende del
contenido de la Centinela..., al cual contesta Diego de Torres Villarroel con las Posdatas de Torres a
Martínez (Salamanca 1726). En 1726 el padre Feijoo publica el primer tomo del Teatro Critico Universal,
cuyo discurso nr. 5 titulado Medicina, contiene una defensa del doctor Martínez. Siempre en 1726 el mismo
Martínez interviene en el debate, defendiendo a Feijoo con la Carta defensiva sobre el primer tomo del
Teatro Crítico Universal. En 1727 Bernardo López de Araujo y Ascárraga publica la Residencia medico-
christiana contra el theatro critico universal contra Feijoo, y Diego de Torres Villarroel el Entierro del
Juicio Final y vivificación de la Astrología, contra Martínez y Feijoo. La reimpresión de 1727 de la segunda
edición de la Medicina Sceptica (sin fecha en la portada: 1727 es la fecha de la dedicatoria de Martínez)
comprende una Aprobación apologética del padre Feijoo, fechada 1725, una explícita censura de la
Centinela... de López de Araujo, definido “philosophastro desnudo de razones” (Feijoo 1725: sp). En 1729
Lessaca da a luz la Apología escolástica, donde critica varias veces a Martínez, acusado de jugar con las
palabras: “Es confundir lo esceptico con lo dogmatico solo juego de vozes, ó ignorancia de significados
(Lessaca 1729: 4). En el mismo año, Antonio Heredia y Ampuero escribe El estudiante preguntón criticando
a Feijoo y a Martínez.
11
Voy a referirme solo a las obras escritas en castellano, aunque en 1751 Verney publique en latín en Roma
el De re logica, editado en España en 1769.
El autor señala que el adjetivo moderno no se refiere a la filosofía moderna, sino al “nuevo orden y
12

método que [los Modernos] han dado à esta ciencia” (Piquer 1747: s.p.).
de la verdad” (Puig 1753: 2). El polémico diálogo a distancia entre autores tradicionalistas e
innovadores de los años precedentes sigue reproduciéndose: las Objeciones propuestas al Doctor don
Andrès Piquèr (1752), que forman parte de la obra de Puig, ponen en tela de juicio varias afirmaciones
del libro del médico valenciano. Puig evidencia la variación semántica de la voz naturaleza, que “es
termino inconstante, porque algunas veces significa à Dios, otras veces se toma por todas las cosas,
que Dios ha criado, otras la essencia de las cosas &.” (Puig 1753: 12); luego define la palabra término,
como “la voz, que significa cierta percepcion. Por exemplo la voz triangulo se llama termino, porque
mediante ella nos representamos una figura terminada de tres lados” (Puig 1753: 10); finalmente,
critica a Piquer por usar de manera equivalente los términos facultad y fuerza (Puig 1753: 16).
En 1759 se publica la traducción de la Logique de Port Royal (1662) con el título Arte de Pensar,
ò Logica Admirable, traducida por Miguel José Fernández, que define la lógica:
Arte de guiar, y governar bien la razon en el conocimiento de las cosas, assi para instruìrse à sì mismo, como para
instruìr à otros. Esta Arte consiste en las reflexiones, que han hecho los hombres, sobre las quatro principales
operaciones de su entendimiento, que son: Concebir, juzgar, discurrir, y ordenar. (Arnauld y Nicole 1759: 34)

La ópera de Arnauld y Nicole hace hincapié en la necesidad de crear una lengua nueva, cuyas
palabras sean semánticamente transparentes, mediante el procedimiento de la Definitio Nominis, que
considera el sonido de una palabra como signo de una idea:

No es necessario hacer nuevos sonidos, ò voces, porque se puede usar de las que estàn yà en practica, y uso, mirandolas
como sino tuviessen significacion alguna, para darles la que intentamos que tengan, designando por otras palabras
simples, y que no sean equivocas, la Idèa, à la qual las queremos aplicar. (Arnauld y Nicole 1759: 98-99)

En La lógica; o, los primeros elementos del arte de pensar, traducción de la Logique ou les
premiers developpement de l’art de penser de Condillac (1784), se definen algunas de las carencias
del lenguaje científico: razonar bien significa utilizar las lenguas como “métodos analíticos”
(Condillac 1784: 125), los filósofos que no las utilizan de esta forma yerran (Condillac 1784: 131) y
las transforman en jergas sin sentido: “las lenguas de la Ciencias […] tienen los mismos defectos que
las otras, y aun mayores: muy á menudo se hablan sin decir nada: muchas veces se hablan tambien
diciendo absurdos; y en general no parece que se hablan con designio de darse á entender” (Condillac
1784: 135-136).

El Sistema de Lógica del catedrático murciano de filosofía Ramón Campos13 vuelve a proponer
las teorías de Condillac y las amplía: el autor añora la falta de exactitud de las lenguas, que en su más
perfecta expresión serían “un remedo de la Aritmética” (Campos 1791: 31). Sin embargo, el lenguaje
se sustrae a tal precisión y se caracteriza por su polisemia: “una misma palabra suele variar de
significacion, segun los asuntos á que se aplica” (Campos 1791: 29). Finalmente, el autor pone en

13
Sobre Campos, cfr. Haßler (2015).
evidencia los mecanismos de creación neológica de las palabras: “las opiniones influyen en las
lenguas, introducen palabras nuevas, y nuevos sentidos en las antiguas; sucediéndose de este modo
opiniones y lenguas alternativa y continuamente” (Campos 1791: 27).

Casi a finales del siglo, los Elementos del arte de pensar o la Lógica reducida á lo que es
meramente útil (1797), traducción al castellano14 de la Logique de Jean-Alexis Borrelly (1777)15
compendia las cuestiones que han ido ocupando el debate filosófico dieciochesco, y da un paso
adelante respecto al pasado. A las preguntas: “La lógica puede considerarse báxo de diferentes
aspectos, mas ó menos importantes: ¿I. cómo se debe definir, y si es confundible con la dialéctica?
II. ¿si es arte, ó ciencia? III. ¿qué diferencia hay entre lo que se llama lógica natural y artificial?”
(Borrelly 1797: 47), el autor contesta negando que la lógica se pueda confundir con la dialéctica, y
adoptando la definición de la Logique de Port Royal: “Se dirá con los sabios de Puerto Real: que la
lógica es el arte de conducir rectamente la razon en el conocimiento de las cosas, así para la
instruccion propia, como de los demás” (Borrelly 1797: 49).
La penetración de la filosofía moderna en los territorios novohispanos -donde no existe un
movimiento como el de los novatores- es más tardía respecto a la península y posee características
distintas. En el reino de Granada el pensamiento ilustrado y la filosofía moderna se expresan sobre
todo en el interés hacia la filosofía natural y las ciencias útiles16. Los Elementos de filosofía natural
(1764) y las Lecciones sobre el Sistema Copernicano de Mutis (1774) comprueban la penetración
de la física newtoniana y de la astronomía copernicana en las universidades17. Sin embargo, como
en la península, aunque con características distintas, se asiste a una reacción contra las ideas
ilustradas: Valenzuela y Moya ataca la nueva física y a los filósofos modernos: “Si de aqui pasamos
à la Fisica encontramos à un Mundo de tinieblas donde los Filosofos solo ven espectros”
(Valenzuela y Moya 1796: 1403); “sin embargo de los esfuerzos de Descartes y Newton no estamos
satisfechos de la causa directiva y atractiva del Iman” (Valenzuela y Moya 1796: 1404); “Descartes
y Gassendo trastornan el Aristotelismo sin mejorar la Filosofia, y Newton se declara contra
Descartes” (Valenzuela y Moya 1796: 1405). Se declara además contra el filosofismo, que interpreta
de manera peligrosa los derechos del hombre, y que lleva a negar la soberanía regal y la religión. En

14
Por el pensador ilustrado Josef Maria Magallón y Armendáriz. A este propósito cfr. Sola Lasheras (1988).
15
Publicada en Berlín.
16
De las fechas importantes para la Ilustración novohispana se señalan 1761, cuando José Celestino Mutis
imparte el curso de matemática en el Colegio del Rosario (Hernández de Alba 1982), y 1774, data de
publicación en México de los Elementa Recentiori Philosophiae del padre Gamarra.
17
En la Carta de los Colegiales de filosofía de San Bartolomé (Anónimo [1791] 1989: 377-379), los
estudiantes piden un profesor que dé clase de filosofía moderna; para pagarlo, están dispuestos a renunciar a
su ración de pan.
la misma línea, Joaquín de Finestrad enumera a algunos autores considerados modernos y
eterodoxos, cuyas ideas considera la causa de la ribelión comunera de 1781: “Era firme mi creencia
de que tenían asiento oculto en estas remotas regiones el Barón de Puffendorf en su Derecho de la
Naturaleza y de Gentes [...] Hugo Grotio, Thomas Hobbes, Wolfio, Gravina, Vatel, el francés
Raynal y el escocés Robertson” (Finestrad ([1789] 2001: 42).

Principales herramientas lexicogenéticas


Los nuevos enfoques filosóficos que se crean y desarrollan durante el Siglo de las Luces favorecen
el nacimiento de palabras nuevas, que entran en el español utilizando varios mecanismos neológicos.
Uno de los más productivos es el de las creaciones inducidas, palabras formadas bajo el influjo de
una palabra extranjera y adaptadas al idioma mediante mecanismos derivativos y compositivos
(Álvarez de Miranda 2009: 146). En efecto, en el siglo XVIII, el español de la filosofía se crea por
influjo de palabras extranjeras -francesas, inglesas e italianas- y de las lenguas clásicas. Esta doble
procedencia hace que a veces sea difícil averiguar con certeza si una voz se ha formado sobre un
modelo extranjero, o utilizando los recursos de adaptación al idioma que están en la base de la
creación de los cultismos. A mayor razón, puesto que en las principales lenguas europeas18 se crean
casi contemporaneamente palabras que expresan el mismo significado en idiomas distintos. El camino
para averiguar si las nuevas creaciones son inducidas o se crean por derivación a partir de una base
latina pasa por el conocimiento de la circulación en España de los textos extranjeros en los que
aparecen por primera vez las voces estudiadas; de hecho, ese dato brinda la posibilidad de hacer
hipotésis más acertadas sobre el conocimiento de dichos textos por parte del autor en el que la voz
aparece por primera vez en español19. Por supuesto, cuando la primera aparición de una palabra en
español se encuentra en una traducción, seguir su recorrido se hace más fácil. Forman parte de las
creaciones inducidas estudiadas en este trabajo también unidades poliléxicas como ciencias útiles,
filosofía moderna, máquina animal etc, traducciones de análogas expresiones francesas.
Otra herramienta muy productiva en la formación del léxico filosófico dieciochesco es la derivación;
los sufijos más productivos son -ismo e -ista, puesto que colaboran a la vez en la adaptación de las
formaciones inducidas y de las deonomásticas. En realidad, un buen número de neologismos
pertenecientes al léxico de la filosofía son adjetivos y sustantivos deonomásticos, formados a partir

18
Malkiel (1957: 2) define “cadena cultista panrománica y aun paneuropea” el fenómeno por el cual una
palabra culta se forma en una lengua bajo el influjo de otra lengua, más productiva. El mismo concepto,
ampliado a las lenguas modernas, se puede utilizar para hablar de la formación de términos científicos en
siglos como el XVII y el XVIII, caracterizados por un acusado renovamiento de todas las disciplinas.
19
Aunque existen excepciones, la posibilidad de identificar a los onomaturgos (Migliorini 1975) disminuye
con la lejanía diacrónica.
de apellidos de científicos y filósofos, que identifican nuevas teorías y a sus partidarios, y se crean
generalmente bajo el influjo de palabras ya existentes.
También el cambio semántico posee un importante papel en la formación de voces nuevas,
puesto que las diferentes escuelas filosóficas, especialmente en la primera parte del siglo, utilizan a
menudo los mismos términos atribuyéndoles significados distintos, como acaece en el caso, entre
otros, de forma, elemento e idea. En el caso de mecánica y mecanismo, se añaden significados
nuevos a una palabra ya existente, bajo el influjo de una palabra extranjera morfológicamente
parecida. La presencia de extranjerismos o préstamos es practicamente nula, si se exceptúa el
efímero préstamo semántico20 torbellino.

Criterios para la redacción de esta obra


Este trabajo pretende proponer una selección de palabras representativas de las escuelas
filosóficas que durante el Siglo de las Luces se alternan en España y en los territorios novohispanos,
palabras de las que se estudia la lexicogénesis y la historia durante el siglo XVIII. El siglo XVIII la
palabra filosofía se utiliza para un conjunto de disciplinas muy variadas como la teología, la física,
la medicina y la política; solo después de la mitad del siglo cada uno de estos ámbitos empezará a
distinguirse de los otros. En particular, los ámbitos de la medicina y de la filosofía tienden a
solaparse: “Los Scepticos, y los Empyricos se diferencian, como se diferencian los Philosophos, y
los Medicos, ya que los primeros professan la Physica Universal, y los segundos la Physica
particular del hombre. Todo Medico es Philosopho, pero no todo Philosopho es Medico” (Martínez
1725: 28). Por lo tanto, se han considerado voces que hoy en día pertenecen al lenguaje de la
filosofía, de la medicina, de la teología y de la física, que aparecen en obras escritas por filósofos,
médicos, teólogos y estudiosos de filosofía natural.

Por lo que concierne al marco cronológico del estudio, se han elegido los años que van de 1680 a
1830, en base a criterios extralingüísticos, arbitrarios como cualquier criterio21. Como se ha
anticipado, en 1687 se publica la Carta filosófica médico-chýmica de Juan de Cabriada, que inicia
la etapa novatora. La fecha límite del estudio se ha alargado a 1830, puesto que en las primeras

20
Se entiende por préstamo semántico “la adopción por parte de un significante de una lengua dada cierto significado que,
en otra, se expresa mediante un significante que es o análogo -por su semejanza formal- u homólogo –por compartir el
significado básico- al de la lengua receptora” (Álvarez de Miranda 2009: 145)
21
Como evidencia Álvarez de Miranda (1992: 19-28) la década de los ochenta en España es emblemática: en
1680 se imprime en Bruselas El hombre práctico de Francisco Gutiérrez de los Ríos; en 1681 ven la luz
ensayos de todo tipo sobre la aparición del gran cometa de Kirch en 1680, como la Exposicion astronomica
del cometa... del jesuita Eusebio Francisco Kino, publicada en México, y siempre en ese año muere
Calderón.
décadas del siglo XIX “la actividad científica [...] está directamente relacionada con el pasado
inmediato, y por tanto puede contemplarse, en gran medida, como prolongación o último desarrollo
de la ciencia ilustrada” (Valera Candel 2006: 10). En efecto, son los años en que se vuelven a editar
algunas de las obras más importantes del siglo precedente, y en los cuales el pensamiento filosófico
dieciochesco impulsa el proceso constituyente de 1812, y encuentra una realización en los
movimientos indipendentistas americanos.

Las voces estudiadas proceden de los corpora reunidos en el ámbito de los proyectos Estudio del
Vocabulario Científico y Técnico del Español del siglo XVIII (VCT-18-I) y Estudio del vocabulario
científico y técnico del español del siglo XVIII. Ciencia y técnica en América” (VCT18-II), de los
cuales se han extraído manualmente. Estos corpora especializados22 comprenden textos
pertenecientes a los primeros dos niveles indentificados por Chanu (1971: 20-21): en el primero se
encuentran obras de especialistas como ensayos, tratados, textos docentes; en el segundo literatura y
obras divulgativas. La consulta de los corpora académicos, CORDE y CDH, y de los textos que
aparecen en Google libros y en la Biblioteca digital hispánica ha permitido profundizar en la
variación semántica de las palabras y hacer hipóteis sobre las primeras apariciones23. En las citas se
mantienen la grafía de la época y la letra cursiva, cuando aparecen en los textos originales.

Querría agradecer a la profesora Josefa Gómez de Enterría su constante cercanía a lo largo de


muchos años, durante los cuales me ha ayudado a descubrir la importancia e la belleza del siglo
XVIII. Su metodología de trabajo y su dedicación constituyen para mí un ejemplo inalcanzable.
También quiero dar las gracias a Mireia Aldomá y Borja Gómez por su ayuda en la detección de
italianismos y errores en el manuscrito original, y finalmente a mi familia, por su apoyo constante y
cariñosa paciencia.

22
Cfr. Gómez de Enterría (2011) para las fuentes del corpus VCT-18-I y Carpi (2013) para las de VCT-18-
II.
23
El uso de Google Libros -que se ha utilizado como una base de datos, aunque no anotada- ha resultado
particularmente útil por lo que concierne a las primeras atestaciones de una palabra, ya que su proyecto de
escaneamiento de bibliotecas enteras permite entrar en contacto con textos pocos conocidos. Sin embargo,
puesto que se trata de un proyecto en marcha que se incrementa cada día, hay que notar que, cuando en esta
investigación se fija la primera atestación de una voz, la búsqueda se refiere al mes de febrero de 2017. Los
textos añadidos en fechas posteriores podrían retrotraer ulteriormente los datos. También las búsquedas en
los corpora académicos se refieren a febrero 2017.

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