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El balance en nuestra vida.

Escuchamos siempre hablar de balance. Tenemos que tener un balance en las comidas, balance
en el trabajo, balance con el tiempo libre, balance con los gastos, y así sucesivamente.

También se nos habla de tener un balance correcto en nuestra vida cristiana, de tal manera que
nuestra vida honre a Dios. ¿Cierto? Para que seamos los hombres y mujeres de Dios.

Hoy voy a hablar acerca del este balance espiritual, por llamarlo de alguna manera.

Cuando hablamos del balance correcto en nuestra vida cristiana, nos encontramos con un
problema, y es que no nos damos cuenta, este excede, a nuestra capacidad humana a la hora de
vivir la vida en Cristo. Porque aunque esto nos da una idea de control, nos va a hacer sentir fuera
de balance, cuando de las cosas espirituales se trata.

Cuando viene ese sentimiento, nos decimos, tengo que hacer prioridades correctas en lo espiritual
y menos a lo secular.

Y es ahí donde todos en algún momento hemos oído que debemos hacer un listado de
prioridades.

1. Dios
2. Familia
3. Trabajo
4. Iglesia, y así sigue.

Hacemos esto con el fin de dividir nuestro tiempo asignándole a cada cosa un tiempo específico.
Para muchos, esta manera de encontrar el balance, se convierte en una fuente de condenación y
culpabilidad, porque al primero en esa lista, el que se merece mayor tiempo, termina con lo que
sobra del día, o peor aún sin ningún tiempo.

Cuál es el problema con hacer una lista de prioridades, es que le asignamos a Dios, sólo una parte
en nuestra vida. Cuando en realidad, Dios es toda nuestra vida, Él no es solamente lo más
importante, sino nuestra propia vida. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Gálatas 2:20. Cristo
no está en nosotros como un tipo de ayudante cuando lo necesitamos, Él realmente vive en
nosotros y está con nosotros todo el tiempo.

Colosenses 3:3. Entendamos esto, Cristo no quiere competir con nuestra lista de prioridades.

Ahora, cuando entendemos que Cristo es nuestra vida, se va a producir el fruto del Espíritu, el
crecimiento espiritual, los milagros, los dones van a operar en nuestra vida. ¿O cree usted, que
una lista de prioridades va a hacer posible que esto se produzca en su vida? Oración, lectura
bíblica, ayuno, devocional etc.

Para que esto suceda, debemos ser conscientes de que Cristo está siempre en nosotros, que Él nos
envuelve en cada aspecto de su vida, es ahí donde llevaremos mucho fruto y encontramos el
balance. Amados el balance espiritual no es una meta, es el resultado de permitir que Cristo sea
nuestro todo.
En otras palabras, el balance es obra del Espíritu Santo. Sólo debemos permitir que Dios actúe en
nosotros y a través de nosotros. Descansemos en Él.

La vida cristiana no se trata de comportarse como Cristo, sino permitirle vivir en nosotros y através
de nosotros

Efesios 3: 14-19. Dejemos de tratar de encasillar a Dios en una lista de prioridades que al final de
nada nos sirve. Y reconozcamos que nuestra vida es Él, y así nunca quedará en el último lugar, ya
que Él es el todo en nuestra vida.

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