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“De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, ... si es
de servicio, en servir.....” (Rom. 12: 6-7)
INTRODUCCIÓN:
El servicio al Señor puede ser un don especial como se lee en el versículo base, sin
embargo, cada hijo de Dios trae una función específica para desarrollar dentro del
cuerpo de Cristo.
Pablo nos compara con un cuerpo humano (1 Co. 12:27) y vemos que dentro de un
cuerpo, todos los miembros son importantes y necesarios. Cuando un miembro está
enfermo o doliente, el resto del cuerpo trata de ayudarle o de suplir la función que le
corresponde para que el organismo no se paralice (1 Co. 12:26), o bien cuando un
miembro recibe honra, todos los miembros se gozan con él.
Todo aquel que fue llamado por el Señor debe ser un servidor (Ex. 7:16; 8:1,20; 9:1,13).
Dios sacó al pueblo de Israel de Egipto para que lo sirviera, así mismo nos sacó a
nosotros del dominio de las tinieblas para llevarnos a su luz y hacernos útiles en su obra
(File. 1:10-14). Debería convertirse en un llamado familiar, tal como en el caso de
Josué, quien llama al pueblo a servir a Dios con integridad y en verdad y luego reafirma
que él y su casa servirán a Jehová (Jo. 24:14-15). Gran bendición es servir a Dios y
hacerlo conjuntamente con nuestra familia, pero la cabeza de hogar debe estar
dispuesta a servir primeramente él, para que también su casa lo haga .
DESARROLLO:
DESARROLLO:
En el N.T. se utilizan varias palabras griegas que nos dan mayor luz para comprender el
significado de la palabra servicio.
El Señor nos dio ejemplo de servicio. “... el Hijo del Hombre no vino para ser servido,
sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.” (Ma 20:28).
Debemos saber cómo realizar la obra que nos han encomendado. Si estamos ubicados
en el lugar correcto, Dios va a poner de su sabiduría y de sus dones para que podamos
trabajar. Tal fue el caso de Bezaleel y Aholiab a quienes Dios dio sabiduría e
inteligencia para saber hacer toda la obra del servicio del santuario (Ex. 36:1).
Estos hombres no solo recibieron estos dones sino también la capacidad de enseñar a
otros (Ex. 35:34). En esto se cumple el verso que dice que lo que cae sobre la cabeza
desciende a las barbas y hasta el borde de las vestiduras (Sal. 133:2). Nuestra
congregación ha sido bendecida por la unción que ha caído sobre las cabezas y por lo
tanto, todo el que quiera crecer en el servicio tiene la posibilidad de hacerlo. El Señor
prometió derramar su Espíritu sobre sus siervos y sus siervas (Hch. 2:18) para hacerlos
aptos para el servicio.
La enseñanza que el Señor nos dejó cuando vino a la tierra es “servíos por amor los
unos a los otros” (Ga. 5:13), y dio una promesa para aquellos que lo hagan, Él dijo que
el que sirve será grande en el Reino de Dios (Mt. 20:27, 23:11). Por otra parte,
tenemos que el apóstol Juan alaba a Gayo por la fidelidad con que cooperaba para que
la verdad del evangelio se expandiera (3 Jn. 5-6), entendiendo que la fidelidad es un
fruto del amor (Gal. 5: 22). También Pablo nos enseña que aquellos que han sido
circuncidados en el corazón, son los que realmente sirven en espíritu a Dios (Fil. 3:3).
CONCLUSIÓN:
“Solamente temed a Jehová y servidle de verdad con todo vuestro corazón, pues
considerad cuán grandes cosas ha hecho por vosotros.” (1 Sam. 12:24).