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TEOLOGÍA

ESTUDIO BÍBLICO:
¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE SER RELIGIOSO Y SER HIJO DE DIOS? (Parte 1)

I- LA DEFINICIÓN
Hay una gran diferencia entre tener una RELIGIÓN y ser HIJO DE DIOS. Sin embargo la mayoría de las personas
cree que es lo mismo, que son sinónimos. Nada más lejos de la verdad! Es más, es tanta la diferencia que si sos
religioso estás adorando a Satanás y por lo tanto, sos su hijo.
Vamos a ver las diferencias, comenzando por definir cada una. Mirá lo que dice el diccionario acerca de lo que
es RELIGIÓN:

"Conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de
normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales, principalmente la oración y el
sacrificio para darle culto".

Ya desde el principio andamos mal. "Conjunto de creencias o dogmas" o sea, creer en cualquier cosa inventada
por el hombre (eso es dogma), en el gauchito Gil o en cualquier humano que se destacó por algo en su vida, es
religión. También creer en Dios a "tu" manera es religión. O seguir tradiciones religiosas como no comer carne
en jueves santo o viernes santo. En la Palabra de Dios jamás ni siquiera sugiere algo de eso, es invento humano
de religiosos.
En cambio, ser hijo de Dios es creer solamente en Él como divinidad, y no tener otros dioses menores como
santos o vírgenes, o muertos. Porque en este caso serías politeísta, que significa que tenés muchos dioses. Dios
es la única divinidad en sus 3 personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Los 3 son uno. Él es el único a quien debes
adorar y pedirle lo que necesitas. Sos hijo de Dios cuando aceptaste a Jesucristo como tu Señor y Salvador y lo
sigues. Ese mismo día que lo aceptaste, en ese mismo momento pasaste de ser criatura de Dios (una criatura
cualquiera de la naturaleza) a ser hijo de Dios. Y cuando se suma un hijo a la familia de Dios, como te dije antes,
hay fiesta en el cielo.

II- EL PEDIR Y RECIBIR


Hay personas que dicen: “yo le pedí a la Difunta Correa tal cosa y me la dio”. Yo te pregunto: ¿cómo sabes que
es la difunta Correa?
Hay algo que tenés que saber:
a) Los muertos no te escuchan, porque Dios no permite su relación con los vivos.
b) El diablo también puede darte “cosas”, porque tiene el poder de materializar la energía. Es más puede
materializarse él y aparecerse a cualquiera que no esté en el camino de Dios. Así que, si crees que la Difunta
Correa o cualquier ídolo que tengas como dios te ha dado algo, te cuento que el que te lo dio fue Satanás. Y
para qué? Para que creas en cualquier cosa menos en Dios, para alejarte de Él y te apegues a ídolos fabricados
por los humanos. Porque el diablo odia a Dios, te acordás que te dije eso antes?
c) También Dios puede darte cosas, más que nadie. Pero Dios no te lo cobra, contrariamente al diablo que
cuando te da algo te lo cobra con sufrimiento. Y te quita tus hijos, tu madre, tu vista, tus piernas, etc etc.
SIEMPRE te lo cobra. Y Dios lo permite porque vos confiaste en un ídolo antes que en Él. Porque respeta tu libre
albedrío.

III) LA ORACIÓN
Otra diferencia: los religiosos repiten y repiten oraciones y rezos estereotipados. La única oración de memoria
que Dios permite es el Padre Nuestro, y es la única oración que figura en su Palabra. Orar es hablar con Dios,
pero con reverencia. Porque te estás dirigiendo al Rey de reyes. No es una persona cualquiera. Los que somos
hijos de Dios le decimos “Papá”, “Papito”, “Abba”, “Padre”, porque es nuestro Padre, y estamos apegados a Él.
Pero eso no significa faltas de respeto o de reverencia. Tenemos confianza con Él, pero no nos “pasamos”. Los
religiosos le llaman “el flaco”, “el barba”, etc. etc. puras faltas de respeto. O le rezan a humanos muertos como
la virgen, los santos, un muerto de su familia, etc.

IV- LA BIBLIA
El religioso no conoce la Biblia. No la lee, si lee algo no la entiende como debería porque no tiene el Espíritu
Santo en su corazón. El Espíritu Santo entra al creyente cuando acepta a Jesucristo como Salvador. Allí se abre
su mente, porque se le “descorre el velo”, sus ojos son abiertos, así dice la Biblia. Por eso algunas personas
sienten que nacen de nuevo, y dicen “cómo puede ser que antes no sabía todo esto!!”. La Palabra de Dios habla
del Nuevo Nacimiento. Es un mundo totalmente nuevo.
No existe otra autoridad en esta Tierra que la Palabra de Dios. Para el hijo de Dios no existe otro “Código de
normas”. Todo lo demás que sigas son mandamientos de hombres, por lo tanto susceptibles de error, y te
desvían del camino. Por ejemplo: el ayudar a los pobres es algo bueno para todos, religiosos e hijos de Dios.
Pero el religioso se cree que esas buenas acciones le hace ganar el cielo, en cambio para el hijo de Dios es una
obligación de cristiano, y una consecuencia de ser hijos de Dios, no la causa. Porque la Biblia dice que somos
salvos por la fe en Jesucristo, no por obras. Si crees que por buenas obras vamos al cielo, la muerte de Jesús en
la cruz sería un desperdicio. Somos salvos por creer y aceptar a Jesús, por fe, no por ayudar al vecino. Fijate qué
gran diferencia!

V- DIFUNDIR EL EVANGELIO
El religioso no habla de Dios, no le nace, ni sabe hacerlo. El hijo de Dios escudriña las Escrituras, estudia, sabe,
se capacita, y transmite a otros ese conocimiento y esa vivencia. Porque es un ser esencialmente feliz y quiere
que otros lo sean. Además Jesucristo nos manda a extender el Evangelio, para ver quiénes serán sus hijos y
quiénes no.
“Id y predicad el Evangelio a toda criatura” así dice el Señor. Y para nosotros es un placer! Aunque algunos nos
rechacen, el placer es vivir por y para Cristo. Pero nosotros no tratamos de convencer a nadie, damos la Palabra
y si la persona se interesa por Dios será de Cristo. Pero es una elección personal, si le insistimos a Dios no le
sirve.

VI- LA FELICIDAD
“Porque el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” para nosotros los hijos de Dios, así dice la Biblia y es tal cual. Si
vivimos en esta Tierra somos felices, pero también ansiamos el momento de partir a estar con Cristo y con
nuestros hermanos cristianos que ya partieron. Nuestra felicidad es de adentro hacia afuera y permanente. En
cambio el religioso es feliz cuando sus circunstancias externas son favorables. Es una felicidad endeble que va
de afuera hacia adentro, y se pierde o se destruye de nada. Además cuando esa fugaz felicidad se va, el
religioso se siente vacío. El hijo de Dios jamás se siente vacío, siempre, en toda circunstancia está con Dios.
“Dios es mi amparo y mi fortaleza, de quién temeré?” dice su Palabra.

Como ves hay muchas diferencias y sólo te he contado algunas. Para terminar te digo que Dios no es religión, es
RELACIÓN, porque Él está vivo y entre nosotros, no allá lejos como el religioso cree.

“Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”. Mateo 7:8

La oportunidad es ahora, que la muerte no te sorprenda sin ser salvo. Sálvate y vive tu vida feliz. Ya sabés cómo
se hace para ser hijo de Dios, te lo he contado antes. Dios te dé el don de la fe!

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