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LA UNIDAD FRATERNAL DE LOS CREYENTES.

Fondo Bíblico: Hechos 10:34 al 11:18


Verdad Central: Dios quiere que todos los creyentes en Cristo estén unidos por los mismos
vínculos fraternales.
Texto Áureo: ¡Mirad cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! Salmo 133:1

Objetivos del aprendizaje


1. Reconocer que Dios llama a su pueblo para que esté en plena comunión con Él.
2. Estar conscientes de que los prejuicios raciales sólo sirven como barreras para separarnos de
los demás hijos de Dios.
3. Aprender a obedecer al Espíritu Santo, con cuya ayuda podemos derribar toda barrera racial
y social a fin de formar una sola familia con todos los cristianos.
4. Mantenernos siempre alerta en cuanto a la fe y a la obediencia de los creyentes con quienes
nos asociemos; pero no por prejuicios sino por lealtad a la Palabra del Señor.

Bosquejo General
I. Barreras entre la hermandad
A. Críticas sin base
B. Prejuicios tradicionales
II. Bases para la unidad fraternal
A. Lo que Dios limpió
B. Los que Dios llenó
III. La aprobación del Espíritu Santo
A. El mismo don espiritual
B. Todos glorificaron a Dios

Introducción
Durante los primeros años de la Iglesia primitiva los únicos gentiles que se unieron a las filas
cristianas eran los que se clasificaban como "prosélitos" o convertidos al judaísmo. Todos los
creyentes seguían sosteniendo las tradiciones judías en cuanto a su manera de vivir, sus
costumbres religiosas y especialmente con relación a las comidas. Hasta los capítulos 10 y 11 de
Hechos todavía no existía una puerta de entrada para los gentiles. La posición general era que
cualquier cristiano tendría primero que someterse a las normas de la religión judía. Por supuesto,
el Espíritu Santo no estaba nada satisfecho con esto. Siempre notamos su empeño en derribar
barreras y suprimir divisiones. Una iglesia con barreras y prejuicios contra la participación de los
gentiles no era una buena demostración de que Dios ama al mundo entero. El cristianismo
primitivo era tan estrecho que no dejaba lugar para todos aquellos por quienes murió el Señor. La
visión que tenían hasta entonces era tan reducida que no podían dar cumplimiento exacto a la
gran comisión de Cristo de hacer discípulos a todas las naciones. Dios usó a Pedro para abrir la
puerta a los gentiles a fin de que vinieran a formar parte del cuerpo de Cristo. Por los
acontecimientos que se cubren en la lección de hoy vemos que uno de los objetivos divinos es la
unidad fraternal de todos los creyentes en Cristo, sin distinciones ni prejuicios.

Exposición Bíblica

I. Barreras entre la hermandad Hechos 11:1-3


A. Críticas sin base
Jesús dio a sus seguidores la gran comisión de enseñar (hacer discípulos o alumnos) a todas las
naciones (Mateo 28:19). La palabra "naciones" viene de la palabra griega "etne", de la cual
también viene el vocablo "gentiles". (Lea Hechos 10:45.)
Pregunta: ¿Por qué no inició la Iglesia una misión entre los gentiles inmediatamente después
de Pentecostés?
El principal interés de la naciente Iglesia era introducir a los tres mil que aceptaron a Jesucristo
el día de Pentecostés a la enseñanza y comunión de los apóstoles. Los creyentes de Jerusalén
estaban empeñados en instruir a estos recién convertidos e incorporarlos en la comunidad
cristiana antes de salir a dar cumplimiento a la Gran Comisión. Jesús mismo les había dicho que
tendrían que ser testigos en Jerusalén y en toda Judea antes de ir a las demás partes del mundo
(Hechos 1:8).

Enseñanza práctica
Hay mucho que aprender en este aspecto de la reacción de la Iglesia. Muchas veces nos
sentimos inundados de un poderoso deseo de salir a conquistar al mundo entero para Cristo.
Después de un servicio de avivamiento quizá hemos hecho votos de salir y hacer grandes cosas
por el reino de Dios. Sin embargo, antes de salir a conquistar al mundo tenemos que
concentrarnos en la conquista de nuestra propia casa y de nuestros vecinos. Sería trágico salir a
anunciar el evangelio hasta las regiones más apartadas del mundo si no nos hemos interesado en
dar el mensaje de salvación a los que nos rodean.
Si los creyentes de la Iglesia primitiva no eran capaces de dar un testimonio eficaz y poderoso
en Jerusalén, ¿cómo podrían hacerlo en Judea y en Samaria? ¿Hubieran tenido éxito en la
evangelización de todas las naciones sin evangelizar primero a sus amigos y vecinos?

Pregunta: ¿Qué lugar ocupaban en todo esto los prejuicios raciales y religiosos?
La preocupación por educar a los recién convertidos de Jerusalén no fue la principal razón de la
falta de una evangelización entre los gentiles en la Iglesia primitiva. Lo que se interpuso con
mayor fuerza fueron los prejuicios. El significado más común de la palabra "prejuicio" es ‘juicio
preconcebido" u "opinión apresurada". Casi siempre un prejuicio es un juicio u opinión que nos ha
llegado de nuestros antepasados, nuestros maestros, nuestros padres o el medio en que hemos
crecido. Todos tenemos prejuicios porque no hemos dedicado tiempo para examinar las cosas por
nuestra propia cuenta. Un examen personal de algunos prejuicios puede demostrarnos que
estamos en lo correcto. Pero la mayoría de ellos son equivocaciones o ideas infundadas y
anticuadas.
Pedro, lo mismo que todos los creyentes de Jerusalén, tenía serios prejuicios contra los
gentiles. Pero Dios obró de una manera sobrenatural para derribar esas murallas y convertirlo en
el instrumento perfecto para llevar el evangelio a los gentiles que se encontraban en casa de
Cornelio en Cesárea. Pero cuando el apóstol regresó a Jerusalén, los líderes de la iglesia ya
estaban enterados de todo; y no les había gustado nada.

Pregunta: ¿Por qué no se alegraron estos líderes al oír que los gentiles habían recibido el
evangelio como ellos?
Lo que más les interesaba era criticar a Pedro por haber estado con gentiles y comido de lo que
estos le habían dado. Toda la vida, estos judíos, ahora convertidos al evangelio, habían aprendido
a no asociarse con gentiles. Los gentiles eran considerados como inmundos, extranjeros, ajenos
al pacto de Dios. Todos los creyentes judíos temían que Pedro viniera a contaminarlos y le dieron
un recibimiento muy poco cordial.

B. Prejuicios tradicionales
El que los gentiles creyeran en el Señor era suficiente motivo de regocijo para los hermanos de
Jerusalén. Sin embargo, lo que éstos hicieron fue condenar a Pedro por entrar en casa de
extraños y comer con ellos. Es cierto que la ley de Moisés prohibía que los israelitas comieran lo
que comían los gentiles. Pero los cristianos judíos estaban pasando por alto las enseñanzas de
Jesús de que hay algo más importante que lo que entra por la boca (Mateo 15:11). Se olvidaban
de la gran comisión (Mateo 28:19). También pasaban por alto la promesa que Dios le hizo a
Abraham de que en él serían "benditas todas las familias de la tierra" (Génesis 12:3). No se
acordaron tampoco de que Jesús, el Buen Pastor, estuvo dispuesto a dar su vida por las oveja
perdidas.
Pregunta: Además del prejuicio, ¿qué otra barrera tuvo que derribar el Espíritu Santo en la
Iglesia primitiva?
Otra barrera que tuvo que ser derribada por el Espíritu Santo fue la del idioma. Los idiomas han
venido sirviendo como barreras a las sociedades y a las naciones desde la torre de Babel. Pero el
Espíritu Santo obró para que también desapareciera este obstáculo de la comunicación. Mediante
un nuevo entendimiento entre ellos, los creyentes volvieron a unirse para seguir adelante.
En el libro de los Hechos podemos ver cómo el Espíritu Santo siempre intervenía en la iglesia
para destruir las barreras y obstáculos que los hombres levantaban entre sí. Los prejuicios, las
tradiciones de los hombres y de las iglesias, además de los malos entendidos entre los creyentes,
hacen que se levanten muros de separación. Jesús oró al Padre para que todos los que creyeran
en Él pudieran ser "una sola cosa" (Juan 17:22, 23). El Espíritu Santo siempre obra con ese fin.

II. Bases Para La Unidad Fraternal


Hechos 11:4-16

A. Lo que Dios limpió


Pedro sabía que ni siquiera él como apóstol estaba en libertad de actuar como quisiera.
También sabía que al regreso de Cesárea tendría que enfrentarse a un juicio ante los líderes de la
iglesia de Jerusalén. Por eso llevó consigo a seis hermanos para que lo acompañaran y le
sirvieran de testigos en su gira evangelística entre los gentiles. Quería hacer algo más que
cumplir con el requisito de la ley en cuanto a contar con dos o tres testigos (Deuteronomio
19:15). El contaba con seis hermanos judíos.
Pregunta: ¿Cómo respondió Pedro ante el juicio al que fue sometido en Jerusalén?
Estos líderes pensaban que para que un gentil pudiera estar en la posición de aceptar la
salvación ofrecida por Jesús tendría primero que hacerse judío, ser circuncidado y observar la ley
de Moisés. Para responder a estos argumentos, Pedro les explicó detalladamente lo que había
sucedido en su reciente gira misionera.
En Jope tuvo un trance mientras oraba. Se le mostró en visión un gran lienzo que descendía del
cielo, lleno de una variedad de animales inmundos. Algunos interpretan el lienzo como un símbolo
del mundo; sus cuatro esquinas, como el deseo de Dios de traer a Cristo gente de todas
direcciones; y la variedad de animales como todas las razas y clases humanas. Pedro, sin
embargo, no entendió nada de esto. Según él, lo que se le pedía allí era que comiese cosas
inmundas.
Pedro protestó ante esto, como pudo haberlo hecho cualquier otro judío. Pero su reacción fue la
misma que manifestó cuando reprendió a Jesús por el anuncio de su muerte en la cruz (Mateo
16:22). La actitud de Pedro era la de cualquier ser humano, no la de un creyente humilde que
desea hacer la voluntad de Dios. Le era cosa imposible poner a un lado sus tradiciones y las
normas con que había crecido.
La visión se repitió tres veces. Las tres veces protestó Pedro. Tres veces también le vino la voz
del cielo que le dijo: "Lo que Dios limpió, no lo llames tú común." Es enfático aquí el pronombre
tú. Como diciéndole: "¿Quién eres tú para decirle a Dios lo que tiene que hacer? Dios es la
suprema Autoridad aquí, no tú. Sobre todo, lo que El limpió, tú no tienes derecho a considerarlo
inmundo. Todo lo que tienes que hacer es obedecer al Espíritu Santo."
Pregunta: Las visiones a veces tienen más de un significado. ¿Cómo hizo Pedro para
interpretar1o todo correctamente?
No lo hizo basado en el razonamiento humano. Tampoco recurrió a la opinión de otros. Dios
estaba obrando en todo este proceso. Ya Él había enviado un ángel a Cornelio con instrucciones
para que hiciera venir a Pedro a su casa. Como el programa de Dios siempre está de acuerdo con
su perfecta sabiduría, los mensajeros de Cornelio llegaron a la casa donde Pedro estaba
hospedado en el preciso momento en que el apóstol necesitaba saber qué quería indicarle el
Señor. El entonces actuó con fe y obediencia al poner por obra el impulso del Espíritu Santo. Esto
le enseñó que Dios se agrada de los gentiles cuando estos le obedecen con reverencia y hacen lo
que es recto delante de Él.

B. Los que Dios llenó


A juzgar por la forma en que Pedro se dirigió a los presentes, tal parece que Cornelio y los que
con él estaban ya habían oído acerca de Jesús (Hechos 10:37). Lo que no sabían era que por la fe
en Cristo Jesús podían participar libremente de las promesas de Dios a Abraham y de sus
abundantes bendiciones (Efesios 2:8, 12-19; compárese con Isaías 55:1; 56:8; Ezequiel 47:22,
23; Mateo 8:10-12).
Algunos creen que Cornelio estaba orando para hacerse judío a fin de poder aceptar a Jesús
como su Salvador y recibir el don del Espíritu Santo.

Enseñanza práctica
Pregunta: ¿Qué cambios culturales deben operarse en una persona que quiere hacerse
cristiana?
Un problema muy común entre los cristianos es el modelo de cristianismo que han adoptado y
que quieren imponer sobre todos los que vienen al Señor. Muchas veces tratamos a un
inconverso de manera equivocada y le imponemos todas las reglas y prohibiciones que nos han
inculcado a nosotros. Como resultado, la persona se marcha desalentada a buscar la manera de
llenar todos esos requisitos antes de aceptar a Cristo. Muchos jamás regresan a la iglesia.
Es mejor confrontar al inconverso con las cosas positivas del cristianismo. Ya cuando él haya
experimentado los beneficios que hay en servir al Señor, el Espíritu Santo habrá de ayudarlo para
tratar con las cosas que debe evitar hacer para su propio bien espiritual.
Dios detuvo a Cornelio en su afán de adaptarse al modelo judeo-cristiano al enviarle al ángel a
indicarle que debía llamar a Pedro. Cuando el apóstol les dijo que Dios los aceptaba tales como
eran, todos respondieron positivamente al mensaje del evangelio.
Lo más fácil para ellos fue dar el siguiente paso y abrir su corazón a Cristo como el Bautizador y
dejar que los llenara con su Santo Espíritu. Hechos 10:44 dice que "el Espíritu Santo cayó sobre
todos los que oían". Esta expresión significa lo mismo que "derramarse el don del Espíritu" sobre
ellos. En Hechos 11:16 se identifica esta experiencia como el bautismo en el Espíritu Santo. Nadie
podía negarlo, porque los oyeron hablar en otras lenguas y glorificar a Dios. Evidentemente, Dios
había introducido a estos gentiles a la familia de la fe (Efesios 2:11-18). Los había aceptado sin
que primero se hicieran judíos. Por lo tanto, no se les podía negar el bautismo en agua y plenos
derechos como miembros de la iglesia.

III. La aprobación del Espíritu Santo


Hechos 11:17, 18

A. El mismo don espiritual


Pregunta: ¿Por qué aceptó Pedro la experiencia de estos hermanos y los reconoció como
verdaderos creyentes en Cristo?
El vio que Cornelio y todos los que estaban en su casa recibieron el Espíritu Santo de la misma
manera en que lo habían recibido los 120 el día de Pentecostés. Los oyó hablar en otras lenguas,
como sucedió en Hechos 2:4. Esto identificaba la experiencia de los gentiles con la promesa del
Padre, la cual dijo Jesús enviaría.
Esto nos indica claramente que todos los que aceptaron el evangelio en Cesárea fueron
bautizados en el Espíritu Santo y hablaron en otras lenguas. Como se dice en el griego, la
experiencia de esta gente fue idéntica a la de Hechos 2:4. De aquí también se deduce que todos
los que creyeron en Cristo el día de Pentecostés, y a partir de ese día, recibieron el don del
Espíritu Santo y hablaron en otras lenguas.
Pregunta: ¿Por qué quería hacer Pedro tanto énfasis en el bautismo en el Espíritu Santo?
Lo más importante en este caso fue que este grupo de gentiles ya se podía contar entre la
hermandad cristiana. En el libro de los Hechos se ve claramente que Dios solamente concede el
bautismo en el Espíritu a los que han creído en Jesucristo. Eso significa que Dios había aceptado a
los gentiles por su fe en Jesús. El bautismo en el Espíritu Santo era el sello de esa aceptación. Por
esa razón Pedro no quería interferir en el plan de Dios.
B. Todos glorificaron a Dios
Cuando los dirigentes de la Iglesia y los creyentes judíos escucharon el informe de Pedro
dejaron de criticarlo y dieron gloria a Dios de que hubiera abierto la puerta a los gentiles. Así
como Dios había perdonado a los judíos de su rebelión, ahora aceptaba también a los gentiles
que habían recibido a Cristo por la fe.
Enseñanza práctica
Pregunta: ¿Cuál debe ser nuestra actitud ante creyentes de otras denominaciones?
Muchas veces nos hacemos muy "denominacionalistas". Si alguien no está afiliado a nuestra
iglesia no sentimos deseos de tener comunión con él, a pesar de ser un hijo de Dios al igual que
nosotros. Cristo oró para que todos fuéramos una sola cosa. Debemos derribar las barreras de
separación. ¡Qué hermoso es disfrutar de la comunión con los demás hijos de Dios! Fue Cristo
quien propició la comunión entre Pedro y los gentiles de Cesárea. Toda diferencia cultural se
disipo cuando Pedro vio que ellos habían aceptado al mismo Cristo a quien él servía. El
derramamiento del Espíritu Santo sobre ellos era una prueba de que estaban en Cristo. Cuanto
más nos acercamos al Señor, tanto más cerca estamos de los demás creyentes.
Pregunta: ¿Cuál había sido la idea predominante entre los creyentes judíos?
Hasta ese entonces los cristianos judíos pensaban que las bendiciones del evangelio estaban
restringidas a los israelitas. No se acordaban del llamamiento de Isaías 55:1 que dice: "A todos
los sedientos", no "A todos los judíos". Ahora estaban convencidos de que, sin importar la raza,
todos los que recibieran a Cristo por fe serían aceptados por Dios.
Como lo declara la Biblia en Efesios 2:13-18, los gentiles estaban alejados de Dios. Pero en
Cristo todo ser humano es atraído ala gracia de Dios. Ahora judíos y gentiles se han fusionado en
un solo cuerpo por la obra de Cristo en la cruz. Ahora tanto los judíos como los gentiles tenemos
acceso a Dios por el mismo Espíritu Santo. El libro de los Hechos nos demuestra cómo el Espíritu
Santo ha venido obrando para destruir las barreras de separación de raza, cultura, idioma o
clases sociales. El no quiere que los creyentes estemos separados unos de otros.
Lo primero que hace el Espíritu Santo es traernos a todos para que tengamos comunión con el
Padre y con el Hijo. Luego se empeña en hacer que todos los creyentes nos consideremos y nos
amemos como verdaderos hermanos dentro de la familia de Dios: la Iglesia.
Enseñanza práctica
Uno de los testimonios más grandes que los cristianos pueden dar ante el mundo es su unidad.
Aunque no pertenezcamos a la misma iglesia, si somos nuevas criaturas en Cristo pertenecemos
al mismo Señor.

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