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UN BUEN REFLEJO.

Cuando vemos a un niño en un lugar público con un mal comportamiento, malcriadeces y sin hacer caso hay
algo que siempre decimos: “…Eso es falta de madre”; ¿Increíble no?

El comportamiento de niño es un reflejo de sus padres, de la educación que recibe en su hogar y la crianza
que le han dado. Un hijo puede dejar tan mal parado a los padres, simplemente por no comportarse como
corresponde, de igual forma nosotros como hijos de Dios le dejamos mal parado con nuestras actitudes,
comportamiento, conducta y lenguaje. Este día quiero compartirle acerca de este tema, porque usted y yo
querido hermano, somos un espejo andante.

El exterior es un reflejo del interior, usted se comporta acorde a lo que es, aun cuando en ocasiones quiera
aparentar ser otra cosa, su conducta siempre será un reflejo de lo que en verdad es, no trate de simular algo
que no es por que terminará traicionado por usted mismo. Para poder exteriorizar algo bueno debe entonces
usted ser bueno por dentro, ¿pero es esto posible?

El ser humano es pecador por naturaleza (heredamos el pecado desde la desobediencia de Adán en el huerto
del Edén), por lo que nuestra conducta siempre tenderá a la desobediencia y al pecado, es imposible no
pecar; esto nos lleva a una pregunta ¿puedo ser bueno?, la respuesta es sencilla, No, por lo menos no bajos
los estándares verdaderos, el estándar de Dios.

Pero no se alarme, hay buenas noticias, Jesucristo logró cumplir los estándares de santidad y pureza que Dio
requería para la humanidad y a través de Él, creyéndole, obedeciéndole y haciéndolo el dueño de nuestro
corazón podremos ser bueno delante de los ojos de Dios y reflejarlo porque el habitaría en nuestros
corazones. Desea reflejar algo bueno, refleje a Cristo en su corazón.

“…Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres;
siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del
Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón” 2 Corintios 3:2-4.

En el momento en que usted se identifica como cristiano, usted pasa a ser una carta abierta, es decir una
carta que cualquiera puede leer, ¿Qué analogía es esta?, muy sencillo donde quiera que usted vaya cualquier
persona verá su lenguaje y comportamiento para ver si es acorde a la de Cristo, su comportamiento podrá
influenciar positiva o negativamente a las personas para llegar a Cristo, una frase famosa dice “Prediquen el
evangelio en todo tiempo y de ser necesario usen palabras” Franciso de Asis, a pesar de que no concuerdo
en muchas cosas de este personaje, en eso debo darle toda la razón del mundo.

A lo mejor usted es de los que piensa “A mí no me importa lo que piensen de mí, total yo sé quién soy”,
déjeme decirle querido hermano que eso es una actitud anti bíblica y de malcriadez. Mire lo que dice el
Apóstol Pablo “…También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en
descrédito y en lazo del diablo…” 1 Timoteo 3:7, el apóstol Juan habla de gozo que da un buen testimonio “…
Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en
la verdad…” 3 Juan 3; el Señor Jesús mandó “…Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado
conmigo desde el principio” Juan 15:27. ¿Se da cuenta porque es importante dar testimonio de lo que somos?

Hay dos aspectos de la vida a través de la cual usted refleja lo que es, el primero de ellos es su lenguaje y el
segundo la conducta o comportamiento; la gente puede ver quiénes somos a través de lo que decimos.
NUESTRO VOCABULARIO Y LENGUAJE.

Primero veamos una verdad acerca de lo que decimos y sus consecuencias: “…No lo que entra en la boca
contamina al hombre; más lo que sale de la boca, esto contamina al hombre…” Marcos 15:11, lo que usted
dice puede dañar su corazón y su mente, cuando uno refrena su boca de decir algo malo el pensamiento
suele fugarse, cuando usted la dice se impregna y gamas puede dar vuelta atrás.

En segundo plano observemos que rendiremos cuenta de todo lo que digamos “…Mas yo os digo que de
toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.” Mateo 12:36
¿Qué palabras están saliendo de nuestra boca? ¿Son palabras de edificación o truhanerías?
En tercer lugar, veremos el aspecto que más da en el clavo de lo que estamos predicando el día de hoy, y es
que por lo que decimos somos reconocidos, por ejemplo: si usted va en la calle y alguien le dice “…Haribol”
tenga por seguro que le habla un Hare Krishna, los santeros se saludan entre sí con el nombre de su “…
santo” (que obviamente son demonios), las personas mundanas hablan con groserías, son fáciles de
identificar cada uno de ellos mediante su lenguaje.

El lenguaje es característica de lo que somos, demuestra nuestro pensamiento, nuestro corazón y nuestro
comportar, una persona agresiva habla con lenguaje agresivo, una persona deprimida habla con palabras
depresivas y una persona habla lenguaje gozoso, veamos este caso en Mateo 26:73-74 “…Un poco después,
acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun
tu manera de hablar te descubre…”

Pedro se encontraba en el patio del sumo sacerdote, viendo como juzgaban a Jesús, atemorizado entre toda
esa multitud que estaba siendo objeto del diablo, esas personas querían matar a Jesús y todo aquel que fuera
discípulo o tuviese relación con él, Pedro estaba camuflajeado entre la multitud, pero cuando empezó a hablar
se delató, su lenguaje era como el de su maestro, no parecía al del resto, era diferente, pero para encajar y
no ser descubierto este empezó a maldecir y seguramente decir groserías para que vieran que su lenguaje
era como el de esos impíos “… Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre…”

NUESTRO COMPORTAMIENTO.

La Wickipedia la define como: “…la manera en que se comporta el ser humano u organismos, en relación con
su entorno o mundo de estímulos”¸ como seres humanos estaremos siempre en diferentes situaciones que
nos inducen a cambiar nuestra forma natural de actuar, los jóvenes hoy en día se ven inducidos a muchos
deseos carnales, drogas, alcohol, sexo entre otros, y pueden verse en situaciones en medio de este mundo
que los conlleve a tener ese tipo de comportamiento, y no solo los jóvenes, también los adultos vivimos
situaciones que nos inducen y conllevan a un comportamiento no cristiano, digno de un hijo de Dios.

Hay un comportamiento a la que fuimos llamado y no es acorde a las costumbres que existen en este mundo
pecaminoso, el Apóstol Pablo escribe “…Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de
la vocación con que fuisteis llamados…” Efesios 4:1
¿Cuál es esta vocación? Pues la de Hijos de Dios; esas viejas costumbres debemos hacerla morir de una vez
por todas, ya no más doble vida, ya no apariencias, ya no más autoengaños, la Biblia dice: “…Haced morir,
pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es
idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia…” Colosenses 3:5
Si la ira de Dios viene contra los hijos de desobediencia por estas cosas ¿Qué será de nosotros que siendo hijo
de Dios vivamos bajo esas costumbres?

El llamado de este día es que emparejemos nuestro comportamiento sea acorde al de Cristo, si sabemos que
estamos actuando mal, si mediante este mensaje ha sido confrontado por su mal andanza y lenguaje, el
llamado es a convertirnos del mal comportamiento, no podemos ser algo y pretender ser otra cosa, si su
exterior es el de un hijo de Dios es porque su interior así lo refleja y si su exterior demuestra lo contrario es
porque su interior no ha sido transformado.

Para concluir les dejo este pasaje: “…Porque esta es la voluntad de Dios: que, haciendo bien, hagáis callar la
ignorancia de los hombres insensatos…” 1 Pedro 2:15-16.

Hagamos bien, comportémonos y hablemos como Hijos de Dios y Reflejemos a Dios.


Quien le ama y ora por usted.

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