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NACIONES UNIDAS
Revista de la
CEPAL
S e c r e ta n o E je c u tiv o
G ert Rosenthal
S e c re ta rio E je c u tiv o A d ju n t o d e
D e sa rro llo E c o n ó m ic o y S o c ia l
A ndrés Bianchi
S e c re ta rio E je c u tiv o A d ju n t o de
C o o p e ra c ió n y S e r v ic io s d e A p o y o
R obert T. Brown
D ir e c to r d e la R e v is ta
Aníbal Pinto
S e c re ta rio T é c n ic o
Eugenio Lahera
N A C IO N ES UNIDAS
C O M IS IO N EC O N O M IC A PARA AM ERICA L A T IN A Y EL CARIBE
SANTIAGO DE CHILE, ABRIL 1988
La Secretaría de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe prepara la Revista de la c e v a i .. l.as
opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no reflejan iiecesariameme los pumos
de vista de la organización. Las denominaciones empleadas y la Forma en que aparecen presemados los datos
no implican, de parte de la Secretaría, juicio alguno sobre la condición jurídica de países, territorios,
ciudades o zonas, o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus Fronteras o límites.
LC/G. 1521-P
Abril de 1988
Notas explicativas
En los cuadros del presente trabajo se han empleado los siguientes signos;
Tres puntos (...) indican que los datos Faltan o no constan por separado.
La raya (—) índica que la cantidad es nula o despreciable.
Un espacio en blanco en un cuadro indica que el concepto de que se trata no es aplicable.
Un signo menos { - ) indica déficit o disminución, salvo que se especifique otra cosa.
El punto (.) se usa para separar los decimales.
La raya inclinada (/) índica un año agrícola o fiscal (por ejemplo 1970/1971).
El guión (-) puesto entre cifras que expresen años, por ejemplo, 1971-1973, indica que se trata de todo el período
considerado, ambos años inclusive.
La palabra “toneladas” indica toneladas métricas, y la palabra “dólares”, dólares de los Estados Unidos, salvo
indicación contraria.
Salvo indicación en contrario, las referencias a tasas anuales de crecimiento o variación corresponden a tasas
anuales compuestas.
Debido a que a veces se redondean las cifras, los datqs parciales y los porcentajes presentados en los cuadros no
siempre suman el total correspondiente.
ISSN 0251-02.57
Revista de la
C E PA L
SUMARIO
I
Crisis y política económica
El avance efectivo hacia objetivos de desarro mejoramiento del nivel de vida de los sectores
llo económico y social de largo plazo no puede ser medios y la aceleración del crecimiento, deben
un resultado residual de políticas cuyo propósito tener alta prioridad en el manejo de las políticas
central es evitar el aum ento de precios y pagar los económicas y en la forma de encarar el pago de
intereses de la deuda. En cambio, la transform a ios intereses de la deuda externa.
ción de la estructura económica y social, el logro Por eso, el desafío que tenemos por delante
de sociedades más equitativas y participativas, el es de gran envergadura, y para enfrentarlo con
ataque frontal al subempleo y la pobreza, el éxito se requiere gran realismo e imaginación.
II
El enfoque ortodoxo del ajuste y del control
de la inflación
mas estructurales en la economía, para aum entar En esta forma, no se tiene en cuenta que a
los ingresos fiscales, y para increm entar y diversi partir de la crisis de la deuda una parte muy
ficar las exportaciones. En esta forma el ajuste im portante del déficit fiscal, de la pugna por la
tiende a ser recesivo, comprimiendo drástica distribución del ingreso y del déficit en cuenta
m ente el consumo y la inversión. corriente de la balanza de pagos, es causada por
En quinto lugar, se intenta aplicar estas polí el pago de los intereses de la deuda, situación que
ticas simultáneamente en un gran núm ero de es distinta a la del pasado.
países, sin tener en cuenta que esta aplicación Por lo tanto, en las experiencias concretas, la
conjunta provoca efectos más generales sobre la contracción del gasto fiscal de consumo e inver
economía mundial. Sobre este punto volveré más sión y la disminución de la dem anda nacional
adelante. necesaria para generar el superávit de balanza
Finalmente, estas políticas son prescritas pa comercial que compensará el pago de los intere
ra todos los países en forma igual o muy pareci ses, han sido de una m agnitud sin precedentes y
da, a pesar de que las circunstancias predom i no han ido a atacar una de las raíces principales
nantes en los distintos países suelen ser muy dis del problema, reduciendo los enormes pagos de
tintas entre sí. No ha habido un flexibüización intereses de la deuda.
suficiente de estas políticas para tratar de adap
La m era reducción de la dem anda no condu
tarlas a las circunstancias y características muy
ce a que los países en desarrollo se adapten a
diversas de cada uno de los distintos países y a su
modificaciones del contexto internacional y en
momento histórico singular.
particular a factores tales como el lento creci
miento de la economía mundial, la caída de los
2. E x p e r ie n c ia s e n la a p lic a c ió n
precios de los productos básicos, el aumento del
d e l e n fo q u e o rto xo d o
proteccionismo de los países desarrollados y el
La selección de un enfoque para el ajuste y la alto nivel real de las tasas internacionales de in
lucha contra la inflación, y la forma de aplicarlo, terés.
dependen del poder de distintos grupos sociales. Estas políticas pueden evitar sólo por un
Por ello, no puede sorprender que la distribu tiempo algunos de los síntomas del aumento de la
ción de la carga del esfuerzo sea desigual. Aque deuda externa de los países en desarrollo y de la
llos sectores de mayor influencia procurarán —y crisis de sus economías. Pero ello se obtiene con
lograrán— que las medidas los liberen en todo lo consecuencias que hacen inestables estas políticas
posible de las consecuencias desfavorables de es en el mediano plazo, como lo ha mostrado la
tos procesos. En esta forma, el esfuerzo de los experiencia de muchos países latinoamericanos y
grupos sociales más débiles será desproporciona del Caribe en los últimos años. El ajuste no puede
dam ente alto. recaer únicamente sobre los países deudores en
En los casos en que el enfoque ortodoxo se desarrollo sin provocar tensiones que darán poca
llevó a la práctica, se obtuvo como resultado el continuidad a las políticas.
pago de los intereses de la deuda, pero no se
disminuyó el peso relativo de ésta en la economía La falta de diferenciación y selectividad de
de los países. La inflación disminuyó, pero con estas políticas ortodoxas da lugar con frecuencia
frecuencia volvió a elevarse. Por su parte, a las a un resultado opuesto al que sería deseable. Se
características anteriorm ente m encionadas se m antienen y aun se increm entan gastos prescin
debieron en gran parte los resultados recesivos dibles —como los gastos militares y ios de consu
que provocaron las políticas ortodoxas. mo suntuario— mientras que, en cambio, el peso
La reducción de la dem anda se ha persegui de la reducción recae sobre el nivel de vida de
do contrayendo el déficit fiscal (disminuyendo sectores modestos y sobre consumos e inversio
fundam entalm ente los gastos de consumo y de nes que son esenciales para el desarrollo econó
inversión) y restringiendo el crédito. Asimismo, mico y social.
este enfoque ha intentado reducir los costos de En el caso de procesos inflacionarios que se
producción y corregir los precios relativos a tra acercan a la hiperinflación, puede ser apropiado
vés del control de los salarios y la devaluación de aplicar políticas de sh o c k . En cambio, el caso de las
la moneda nacional. transformaciones estructurales de las economías
12 REVISTA DE LA CEPAL N“ 34 / Abril de 1988
es muy distinto: en tales situaciones el tratam ien concentración del poder económico en muy po
to de s h o c k es contraproducente. cos grupos, que en ocasiones ha sido usado con
A diferencia del pasado, en que este enfoque fuertes elementos especulativos y con objetivos
se aplicaba al mismo tiempo a pocos países, en los orientados, en gran medida, a traspasar activos
últimos años, sobre todo desde que comenzó la existentes de unas manos a otras, más bien que a
crisis, se impulsó su aplicación simultánea en un increm entar la capacidad productiva.
gran núm ero de países en desarrollo que tienen
sus exportaciones fuertem ente concentradas en 3. E l a ju s te e s tr u c tu r a l s e g ú n e l e n fo q u e
un núm ero limitado de bienes primarios o de c o n v e n c io n a l
sectores m an u fa ctu rero s tradicionales. Esto
Algunas de las orientaciones estructurales fun
plantea una preocupación adicional. Si muchos
damentales que perseguían los enfoques ortodo
países disminuyen sim ultáneam ente sus im por
xos de ajuste y de lucha contra la inflación, se
taciones y aum entan sus exportaciones de bienes
hallaban, hasta cierto punto implícitas. En los
similares, contribuyen a deprim ir la economía
últimos años, se han hecho más explícitas a través
internacional, a hacer caer los precios de las ex
de las condiciones generalm ente requeridas por
portaciones y a aum entar el proteccionismo de
los organismos internacionales de crédito y de las
los países desarrollados.
posiciones adoptadas por los países desarrolla
En los casos en que el enfoque ortoxodo fue
dos en las negociaciones internacionales, como
aplicado en nuestra región, la reducción drástica
las de la Ronda Uruguay del g a t t .
de la dem anda realizada sin selectividad ni prio-
Este enfoque convencional u ortodoxo del
rización de los gastos que se comprimían, ha sig
ajuste estructural abarca principalm ente tres
nificado un fuerte deterioro del nivel de vida de
puntos:
los sectores asalariados y otros de ingresos mo
destos, aum entando la desigualdad social, y ha a) Liberalización y apertura de las economías
causado, asimismo, un desplome de la inversión. hacia el exterior, con respecto al comercio de
Por ello las economías no crecen y la capacidad bienes y servicios y a la inversión extranjera.
productiva no se m oderniza. Los incrementos de b) Predominio de las fuerzas del mercado
producto que han tenido lugar en algunos años que operen sin restricción o con la m enor interfe
han significado más bien una recuperación par rencia posibles, y del sistema de precios como
cial de caídas anteriores y no un verdadero creci asignador de recursos. Disminución al mínimo
miento de la capacidad productiva. Puesto que del papel del Estado en la conducción de la eco
otros países del m undo, incluso en desarrollo, nomía.
realizan nuevas inversiones y m odernizan cons c) Privatización de empresas públicas y de
tantem ente su capacidad productiva, adaptán actividades desem peñadas actualmente por el
dola a las nuevas tecnologías que se van impo sector público propiam ente dicho o por sus entes
niendo en la economía mundial, estamos per descentralizados. Reforma de las empresas pú
diendo rápidam ente competitividad, lo que ori blicas para hacerlas operar con criterios iguales o
gina devaluaciones adicionales y nuevos impul muy parecidos a los de las empresas privadas.
sos inflacionarios. Nos vamos convirtiendo así en Estos tres temas están íntimamente relacio
economías estructuralm ente estancadas y en so nados entre sí y en su conjunto constituyen una
ciedades cada vez menos equitativas. Debido a la concepción del desarrollo que ha sido llamada
disminución tan drástica y rápida de los gastos “neoliberal”. En la última parte de este trabajo
fiscales, sin posibilidad de program arla, el Esta voy a referirm e a ellos en conjunto y a plantear
do pierde su capacidad de acción y de atender las algunas ideas diferentes que, a mi juicio, se adap
necesidades del desarrollo económico y social. tan más a nuestras realidades y son más correctas
Además, en algunos países que han aplicado para enfocar estrategias y políticas de desarrollo
el enfoque ortodoxo hemos visto procesos de para nuestra región.
UNA POLITICA ECONOMICA PARA EL DESARROLLO / Norberto González 15
III
Hacia una política económica para
el desarrollo
que ser espontáneo, y produjeron retrocesos im nuestra parte, no podemos dejar de tener en
portantes en el desarrollo industrial y tecnológi cuenta este hecho y evitar caer en excesos doctri
co de las economías. narios.
Vivimos en un m undo de competencia im Uno de los temas en que ha habido discusión
perfecta, en el cual todos los países, y en particu con respecto a la apertura hacia el exterior en los
lar los desarrollados, aplican importantes barre últimos años, ha sido el de las actividades produc
ras arancelarias y no arancelarias y subvencionan toras de servicios. Algunas de ellas constituyen
sus exportaciones. En los países desarrollados, el sectores de punta, cuyo desarrollo está íntima
proteccionismo se mantuvo persistentem ente co m ente unido al desarrollo económico general y
mo un fenóm eno im portante desde la gran crisis que adquieren una importancia creciente tam
mundial de 1930. La disminución del proteccio bién para los sectores productores de bienes.
nismo obtenida a través de las sucesivas rondas Ciertos sectores vinculados con la tecnología, la
de negociación del g a t t , tuvo lugar predom i informática, la banca y la comercialización son
nantem ente para los bienes que los países indus muy im portantes, no sólo por su propia contri
trializados intercam bian entre sí, y en form a m u bución directa al desarrollo general, sino tam
cho m enor para los productos m anufacturados y bién porque de ellos depende el logro de una
sem im anufacturados que exportan los países la eficiencia adecuada en los sectores productores
tinoamericanos. Más aún, el proteccionismo apli de bienes. En este tema se está dando en este
cado por los países desarrollados a estos bienes momento una activa discusión internacional. A
ha venido en aum ento desde el decenio de 1970, mi juicio, en estos sectores de servicios es preciso
y abarca un núm ero creciente de bienes. Precisa poner en práctica un enfoque similar al aplicado
m ente en aquellos sectores en que los países en a los productores de bienes, protegiéndolos y
desarrollo van alcanzando condiciones de com- apoyándolos, para poder dar lugar a un avance
petitividad en los mercados de los países desarro vigoroso en actividades que son de gran trascen
llados, sus exportaciones tienden a ser sometidas dencia general. Al hacerlo, se deberá conciliar el
a restricciones debido a los pedidos de protección apoyo que requieren estas actividades con la ne
de los productores de tales países. Son muy cono cesidad de no encarecer excesivamente otras
cidos los casos de protección y subsidio aplicados producciones a las que ellas abastecen de in
por países desarrollados a actividades del sector sumos.
agrícola, de la industria textil, de la producción La estructura de precios del mercado inter
de automóviles, de la electrónica y de la siderur nacional es útil como un patrón básico de refe
gia, entre muchos otros. Es m enester destacar rencia para el comportam iento de los distintos
que los países desarrollados han tenido una acti sectores económicos y como instrum ento para la
tud dualista y cambiante con respecto a la protec adopción de decisiones económicas y la conduc
ción y prom oción de actividades económicas. En ción del proceso de desarrollo. Las distorsiones
ciertos períodos han propiciado fuertem ente un exageradas e innecesarias de los precios internos,
enfoque de apertura y liberalización para aque sobre todo cuando son mantenidas por tiempo
llos sectores en que han tenido ventajas competi indefinido, hacen perder el patrón de referen
tivas con respecto al m undo en desarrollo. En cia, fom entan ineficiencias y reducen el aliciente
cambio han aplicado fuertes restricciones —que, para adquirir grados de competencia crecientes,
por otra parte, siguen aplicando y aún aum en comparables a los internacionales. Por otra par
tando— en aquellos sectores y períodos en los te, en el caso de los países en desarrollo, se necesi
cuales las condiciones competitivas los desfavo ta en muchos casos modificar los precios inter
recen. nos, apartándolos de los internacionales, para
Desde este punto de vista, los mismos países determ inados sectores o bienes, adoptando una
desarrollados que tratan de persuadir a los países visión de largo plazo que incorpore los efectos
en desarrollo acerca de las virtudes de las doctri dinámicos y los aspectos externos, como requisito
nas económicas convencionales, suelen aplicarlas idispensable para lograr el desarrollo de nuevos
o no, de acuerdo con las necesidades específicas sectores productivos. El manejo de los instru
de cada situación. Algunas veces optan por el mentos de política económica, el tipo de cambio,
libre cambio y otras por el proteccionismo. Por la protección arancelaria y no arancelaria, los
UNA POLITICA ECONOMICA PARA EL DESARROLLO / Norberto González 15
sem p eñ ar una función autónom a de envergadu En buenas cuentas, el térm ino “sustitución
ra. La negociación con em presas extranjeras es de im portaciones” rep resen ta el desarrollo de
útil, más que p o r el ap o rte financiero que reali sectores nuevos, esenciales para la incorporación
zan, p o r el papel im p o rtan te que tienen en la y difusión de tecnología. Desde este pun to de
incorporación de nuevas tecnologías a las econo vista, la sustitución de im portaciones no está ni
mías y en la conquista de m ercados externos para estará agotada, al m enos p o r u n período históri
exportaciones no tradicionales. Al m ism o tiem co p ro lo n g ad o . La incorporación de sectores
po, la inversión d irec ta e x tra n je ra tiene que nuevos más avanzados es im portante no sólo p o r
ad ap tarse a las necesidades del desarrollo de ca la contribución que p u ed en hacer en form a d i
da país, a las necesidades de u n a creación en d ó recta al nivel de actividad económica, sino p o r
gena creciente de tecnología, y a la necesidad de que de ellos d ep e n d e la continuación del p ro g re
que los propios países latinoam ericanos m an ten so técnico en toda la econom ía.
gan el m anejo d e los resortes fundam entales de
sus econom ías y la autonom ía indispensable en Por o tra parte, es perfectam ente posible m a
sus decisiones de desarrollo económ ico y social. n ejar los instrum entos de política económ ica en
En todo esto, el sector público propiam ente tal, y form a que la sustitución de im portaciones y la
las em presas del Estado, tienen que cum plir un prom oción de exportaciones sean com patibles y
papel d e g ra n im portancia. Por ello hay que lo com plem entarias en tre sí. Si estos instrum entos
g ra r una articulación razonable en tre el papel del se aplican en form a diferenciada según los distin
Estado y de la em presa estatal, de la em presa tos sectores económicos, teniendo en cuenta la
ex tra n jera y de la em presa privada nacional o etapa de tlesarrollo en que se en cuentra cada
regional. Sin una política ap ro p iad a del sector uno, y se coordina el nivel de protección y p ro
público, la inversión ex tran jera puede convertir moción de exportaciones de uno a otro sector y
se en m ero sustituto de la inversión nacional, en d e n tro d e cada sector, se p u ed e lograr u n a estra
vez de com plem entarla. tegia que com bine sustitución con exportación, y
a través de la cual se prom ueva y acelere el cam
3. C o m p le m e n ta r ie d a d d e la e x p o r ta c ió n bio estructural de las econom ías y las sociedades.
y la s u s titu c ió n de im p o rta c io n e s
En síntesis, la oposición artificial en tre susti
U n p u n to adicional que m erece com entario con tución de im portaciones y exportación, en tre Es
respecto a la estrategia de desarrollo es la com tado y sector privado, e n tre planificación y m er
p lem en taried ad que tiene que existir en tre la cado, tiene que superarse cuanto antes en nues
sustitución de im portaciones realizada en condi tra región. Al presentarlos com o alternativas ex-
ciones razonables d e eficiencia y la exportación cluyentes, o al in ten tar discutir en abstracto cuál
de bienes no tradicionales. En la discusión econó tiene que ser la im portancia de cada uno de ellos,
mica de n u estra región, frecuentem ente se han estos tem as se convierten en cuestiones doctrina
p resen tad o estas dos orientaciones com o opues rias en vez de ser exám enes basados en la reali
tas en lu g ar d e com plem entarias. Se ha dicho que dad. P artiendo de la base de que Estado y sector
la sustitución de im portaciones está agotada, y privado, planificación y m ercado, sustitución de
qu e llevarla a cabo in tro d u ce u n perjuicio im p o r im portaciones y exportaciones tienen funciones
tan te p ara la posibilidad d e prom over ex p o rta esenciales que cum plir en econom ías com o las
ciones y conquistar m ercados externos. que pred o m in an en la m ayor p arte de los países
E n ciertos casos las políticas d e prom oción de latinoam ericanos, la p re g u n ta correcta que hay
exportaciones no tradicionales d em o ra ro n d e que hacer y contestar es qué tipo de funciones
m asiado tiem po antes de com binarse con la susti tiene que cum plir cada uno de ellos, y, sobre
tución d e im portaciones, y la protección fue d e todo, cóm o se deben articular estas funciones
m asiado elevada y larga. P ero en mi opinión esto p ara que conjuntam ente p u ed an o p e ra r en la
no significa que tenem os que dejar de lado el form a necesaria a fin de aseg u rar el cambio en la
proceso de sustitución de im portaciones. estru c tu ra económ ica y social de nuestros países.
UNA POLITICA ECONOMICA PARA EL DESARROLLO / Norberto González 17
Conclusión
En este trabajo he concentrado la atención en los rior y los pagos de intereses que tiene que hacer
temas del manejo de las políticas económicas, de el sector público. Esto tiene por objeto que las
la apertura respecto al exterior, del papel del políticas de ajuste y la lucha contra la inflación se
Estado y del sector privado, para poder exami planteen en condiciones sustancialmente distin
narlos con cierto grado de especificidad. Para tas a las actuales, y que estos objetivos pasen a ser
ello he debido dejar de lado el tratam iento de más viables y más compatibles con el desarrollo
otros temas igualmente vitales para nuestro desa económico y social. Dicho desarrollo ha estado
rrollo, aunque no me cabe duda de que ellos postergado hasta el presente y se ha constituido
tienen que ocupar un lugar central en nuestras claramente en una necesidad no sólo indispensa
preocupaciones y actividades. Me refiero a las ble sino también urgente.
estrategias de sectores productivos; las políticas El peso del ajuste no puede caer solamente
tecnológicas; las relaciones económicas comer sobre los países deudores. Es necesario que se
ciales y financieras internacionales, y la inserción distribuya en form a correcta entre acreedores y
de nuestra región en la economía mundial; las deudores, entre países desarrollados y países en
estrategias y políticas necesarias para lograr la desarrollo. A su vez, dentro de los países de nues
transform ación de la estru c tu ra social; una tra región es preciso lograr una distribución
mayor participación y una mayor equidad en equitativa del esfuerzo necesario para el cambio
nuestro desarrollo; y la política de cooperación estructural y para el manejo de la inflación, así
en la región y con el resto del m undo en desarro como de los frutos de ese esfuerzo.
llo. Estos temas han sido tratados en repetidas Sólo en esta forma se logrará un desarrollo
oportunidades por la c e p a i . y por lo tanto me con sentido social, una mayor autonomía de deci
remito a esos trabajos. siones y un afianzamiento de la democracia, que,
Para term inar me volveré a referir breve además de su valor en sí misma como objetivo
m ente al tema de la deuda externa. Deseo reite fundam ental en el plano político, es necesaria
rar que es indispensable cambiar la forma de para lograr el consenso social, requisito que a su
abordarlo, de modo que se disminuyan en forma vez es indispensable para lograr un proceso de
efectiva y estable las transferencias netas al exte desarrollo sostenido.
In t r o d u c c ió n
R E V IS T A D E L A C E P A L N ” 3 4
E l fra c a s o d e las p o lític a s o r to d o x a s p a r a e n f r e n
ta r el p r o b le m a d e la d e u d a e x te r n a h a c o n d u c i
d o a u n a p a u la tin a m o d ific a c ió n e n las p r o p u e s
tas d e los o r g a n is m o s fin a n c ie r o s in te r n a c io n a
Balance y les. E n e fe c to , c o m o s e ñ a la r e c ie n te m e n te S ach s
(1 9 8 7 ), la m a y o ría d e las e c o n o m ía s b a jo s u p e rv i
renovación sió n d e l FMi a ú n n o r e c u p e r a n su c a p a c id a d d e
c re c im ie n to y el p e lig r o d e c o la p so n o h a d e s a p a
en el paradigma r e c id o , lu e g o d e seis a ñ o s d e a p lic a c ió n d e l re c e
ta r io o r to d o x o .
estructuralista F r e n te a e s te d a to d e la r e a lid a d , la p r o p u e s
del desarrollo ta r e n o v a d a d e la o r to d o x ia f in a n c ie r a i n te r n a
c io n a l r e a c c io n a c o n p r o n titu d . A sí es c o m o se
laünoamericano p la n te a la id e a q u e las e c o n o m ía s e n d e u d a d a s
d e b e n s o m e te rs e a u n “a ju s te e s tr u c tu r a l” , q u e
les p e r m i t a i n c r e m e n t a r su s e x p o r ta c io n e s y
m e jo r a r la c a lid a d d e su c r e c im ie n to . S in e m b a r
Osvaldo Rosales* g o , c o m o lo d e m u e s t r a la r e c ie n te e x p e r ie n c ia d e
A m é ric a L a tin a , n o c u a lq u ie r in c r e m e n to d e e x
p o r ta c io n e s a y u d a a la ta r e a d e l d e s a rro llo .
La promoción del desarrollo basado en las exportacio L as c a ra c te rís tic a s d e la p r o p u e s ta d e a ju s te
nes va acompañada normalmente de una vigorosa crí e s tr u c tu r a l, las m is m a s q u e s e r á n e x a m in a d a s e n
tica a tas modalidades que la industrialización sustituti-
u n a r tíc u lo e n p r e p a r a c ió n , d e a lg u n a f o r m a se
va de importaciones (isi) ha asumido en América Lati
na. En la crítica neoliberal se supone que ellas habrían c o n t r a p o n e n a c ie rto s p r e c e p to s d e l e n f o q u e d e
seguido más o menos estrechamente las sugerencias c a m b io e s tr u c tu r a l, p r o p u e s ta m á s e n r a iz a d a e n
teóricas de la g e p a l y del enfoque estructuralista for la tr a d ic ió n y re n o v a c ió n d e l p a r a d ig m a la tin o a
mulado a su alero. m e ric a n o s o b re d e s a r r o llo e c o n ó m ic o .
En este trabajo se examina la validez y vigencia de
las propuestas centrales del ideario cepalino. Tal ejer E n e fe c to , la e x p e r ie n c ia d e d iv e rso s p aíses
cicio pone de relieve su constante preocupación por los e n d e s a r r o llo m u e s tr a q u e el d in a m is m o e x p o r
temas de la eficiencia productiva, la selectividad en el t a d o r se a so cia e s tr e c h a m e n te a la e x p o r ta c ió n d e
esfuerzo sustitutivo, la adecuada complementación
m a n u f a c tu r a s y, p o r ta n to u n a p o lític a s o s te n id a
entre la industria y la agricultura, así como la tempra
na urgencia acordada al fomento de las exportaciones d e e x p o r ta c io n e s n o p u e d e v e rse a isla d a d e l d is e
industriales y a un desarrollo industrial articulado con ñ o d e la p o lític a in d u s tria l. E n ese s e n tid o , e n
la integración regional. El contrapunto entre la conoci A m é ric a L a tin a es im p r e s c in d ib le u n a n u e v a in
da crítica neoliberal a la tsi y las propuestas de Prebisch d u s tria liz a c ió n p a r a a y u d a r a m e jo r a r la c o m p e -
y la C E P A L , deja de manifiesto que la primera es, en
titiv id a d , e q u ilib r a r la b a la n z a in d u s tr ia l y o to r
buena medida, infundada.
Más adelante se indaga en las verdaderas preca g a r m a y o r im p o r ta n c ia a la p r o m o c ió n te c n o ló g i
riedades de la propuesta estructuralista, detectándose ca y a la in n o v a c ió n , p ila re s d e la c o m p e titiv id a d
aquí insuficiencias en el manejo de la política económi e n el m e d ia n o p la zo .
ca de corto plazo, subestimación de los aspectos mone L a le c tu r a n e o lib e r a l d e las e x p e r ie n c ia s d e l
tarios y financieros y una confianza excesiva en las s u d e s te asiático , a d e c ir v e r d a d sin u n r e s p e to
bondades del intervencionismo económico.
m u y d e s ta c a d o p o r la e v id e n c ia h is tó ric a , h a g e
El artículo concluye con una suerte de balance
sobre las perspectivas de renovación y vigencia del n e r a d o el m ito d e l “m o d e lo s u d e s te a siá tic o ” ,
paradigma estructuralista latinoamericano. s u p u e s ta m e n te la p r u e b a e m p ír ic a d e a p lic a c ió n
e s tric ta d e l p a r a d ig m a n e o lib e ra l: u n E s ta d o r e
d u c id o y p a siv o , lib e ra liz a c ió n d e im p o rta c io n e s ,
♦Funcionario del Instituto Latinoamericano y del Caribe u n a ta s a d e c a m b io re a lis ta , a s ig n a c ió n d e r e c u r
de Planiftcadón Económica y Social ( il p e s ). El autor agradece
el permanente estímulo y los comentarios de don Aníbal Pinto sos s e g ú n las se ñ a le s d e u n sis te m a d e p re c io s sin
y de Eugenio Lahera. d is to rs io n e s y d e las v e n ta ja s c o m p a ra tiv a s q u e se
e x p r e s a n e n el m e rc a d o , y p o r ú ltim o , p r e d o m i-
20 REVISTA DE LA CEPAL N" 34 / Abril de ¡988
el la rg o p la z o , la e v o lu c ió n e c o n ó m ic a d e este d in á m ic o y a u tó n o m o , m e n o s v u ln e ra b le f r e n te
sis te m a c o n d u c e a u n r e z a g o p r o d u c tiv o y te c n o al e x te r io r , así c o m o a b s o r b e r c r e c ie n te m e n te
ló g ic o e n la p e r if e r ia y a u n d e t e r io r o d e sus m a n o d e o b r a , e le v a r la p r o d u c tiv id a d y m e jo r a r
té r m in o s d e in te r c a m b io (R o d ríg u e z , 1980). d e m a n e r a p a u la tin a el n iv e l d e v id a d e las m asas
El p e n s a m ie n to d e la c e p a l se va a r tic u la n d o (P re b is c h , 1950).
así e n to r n o a los s ig u ie n te s te m a s : E ste a le g a to c o n tr a la te o r ía tr a d ic io n a l d e
c o m e rc io e x t e r io r y e n fa v o r d e la in d u s tria liz a
a) Critica de la teoría tradicional del comercio
c ió n te n ía c la ra s r e p e r c u s io n e s s o b re el e q u ilib rio
exterior, ya q u e el tip o d e e s p e c ia liz a c ió n a q u e
m a c r o e c o n ó m ic o , y a q u e se p o s tu la b a q u e la
c o n d u c ía la d iv is ió n in te r n a c io n a l d e l tr a b a jo lle
p r in c ip a l lim ita c ió n al c r e c im ie n to e r a la escasez
v a b a a las e c o n o m ía s p e r if é r ic a s a p r o d u c ir ali
d e d iv isas, a n te s q u e la in su fic ie n c ia d e l a h o r r o
m e n to s y m a te r ia s p r im a s p a r a las e c o n o m ía s
in te r n o . P o r o tr a p a r te , la c o n s id e r a c ió n d e las
c e n tr a le s , im p o r t a n d o a c a m b io m a n u f a c tu r a s y
c a ra c te rís tic a s d e l s e c to r e x te r n o in v a lid a b a la
e q u ip o s . D e a c u e r d o a P re b is c h (1 9 5 0 ), e s te c o m
a lte r n a tiv a d e r e a s ig n a r r e c u rs o s al s e c to r e x p o r
p o r ta m ie n to q u e d a b a d e m a n ifie s to e n el d e t e
ta d o r , p u e s se h a b ía d e m o s tr a d o q u e las v e n ta ja s
r io r o m á s o m e n o s s e c u la r d e los té rm in o s d e
c o m p a r a tiv a s e s tá tic a s c o n d u c ía n a la e sp e c ia liz a
in te r c a m b io y e n el e s tr a n g u la m ie n to d e l s e c to r
c ió n e n p r o d u c to s p r im a rio s , lo q u e n o g a r a n tiz a
e x te r n o .
b a la e fic ie n c ia d in á m ic a q u e in te r e s a b a a P r e
E l d e t e r io r o e n los té rm in o s d e in te r c a m b io b isch . D e allí q u e la p o lític a c o m e rc ia l b u sc a se
o b e d e c e r ía a la r e te n c ió n d e los f r u to s d e l p r o r e e s t r u c t u r a r d e u n m o d o p e r m a n e n te los p r e
g r e s o té c n ic o e n las e c o n o m ía s c e n tra le s , e n la cios re la tiv o s in te r n o s e n fa v o r d e l s e c to r in d u s
m e d id a q u e e n e lla s el a u m e n to d e p r o d u c tiv id a d tria l, y n o se c o n te n ta s e c o n o b te n e r u n e q u ilib rio
se r e p a r t e e n t r e tr a b a jo y c a p ita l, sin d if u n d ir s e , te m p o r a l d e b a la n z a d e p a g o s (F ish lo w , 1985).
a tra v é s d e m e n o r e s p re c io s d e los b ie n e s m a n u
P a r a p r o m o v e r la in d u s tria liz a c ió n e r a im
f a c tu r a d o s , a la p e r if e r ia , c o m o p r o n o s tic a b a el
p r e s c in d ib le c o n ta r c o n u n a a d e c u a d a p o lític a d e
e n f o q u e clásico d e l c o m e rc io e x te r io r . P o r o tr o
p r o te c c ió n , in s tr u m e n to in h e r e n te a to d a s las e x
la d o , los a u m e n to s d e p r o d u c tiv id a d e n los e n c la
p e r ie n c ia s c o n te m p o r á n e a s d e in d u s tria liz a c ió n .
v es e x p o r t a d o r e s u b ic a d o s e n la p e r if e r ia se
“ H a y d o s p r in c ip io s c u y o fra n c o re c o n o c i
tr a n s f e r i r í a n a las e c o n o m ía s c e n tr a le s , e n v ir tu d
m ie n to t e n d r í a g r a n d e s p ro y e c c io n e s s o b re la
d e la d é b il o r g a n iz a c ió n sin d ic a l e n los p aíses
p o lític a c o m e rc ia l d e los p a íse s la tin o a m e r ic a n o s ,
p e rif é r ic o s .
ta n to e n su s r e la c io n e s c o n lo s p aíses in d u s tria le s
L as r a z o n e s d e e s te d e t e r io r o o b e d e c e ría n
c o m o e n las q u e g u a r d a n e n t r e ello s: p r im e r o ,
a d e m á s a: i) la b a ja e la s tic id a d - in g re s o d e los
q u e la in d u s tria liz a c ió n — e n d is tin to s g r a d o s se
p r o d u c to s p r im a r io s ; ii) la s u s titu c ió n g e n e r a liz a
g ú n los p a íse s— es u n a im p o s ic ió n in e v ita b le d e l
d a d e p r o d u c to s b ásico s p o r sin té tic o s; iii) el c a
d e s a r r o llo e c o n ó m ic o ; s e g u n d o , q u e la p r o te c
r á c te r a h o r r a d o r d e b ie n e s p r im a r io s p o r u n id a d
ció n e n ra z o n a b le m e d id a es e n g e n e r a l in d is p e n
d e p r o d u c to q u e a s u m e el c a m b io te c n o ló g ic o ; iv)
sa b le a la in d u s tria liz a c ió n ” (P re b is c h , 1954).
las p o lític a s p r o te c c io n is ta s a p lic a d a s e n las e c o
N o se tr a t a b a , sin e m b a r g o , d e f o m e n ta r
n o m ía s c e n tr a le s (P re b is c h , 1950 y 1952).
c u a lq u ie r p o lític a d e p r o te c c ió n . Se a d v e r tía q u e
E l d e s e q u ilib rio d e in g r e s o s e n t r e el c e n tr o y
e r a n e c e s a rio o p ta r : “ H a y d o s f o rm a s d e p r o te c
la p e r if e r ia se c o r r e g ir ía m e d ia n te la in d u s tr ia li
c io n is m o e n los p a íse s e n d e s a rro llo . P rim e r o , el
z a c ió n , q u e p e r m i te a u m e n ta r la e fic ie n c ia p r o
p r o te c c io n is m o q u e c o n trib u y e a p r o m o v e r los
d u c tiv a y a c c e d e r al a v a n c e té c n ic o , y c o n u n a
c a m b io s e s tr u c tu r a le s e x ig id o s p o r el d e s a r ro llo
a d e c u a d a le g isla c ió n social, q u e in d u z c a u n a e le
e c o n ó m ic o , sin p r o v o c a r la r e d u c c ió n d e las im
v a c ió n g r a d u a l d e l s a la rio re a l, d e a c u e r d o a los
p o r ta c io n e s p o r d e b a jo d e l v o lu m e n c o r r e s p o n
a u m e n to s d e p r o d u c tiv id a d (P re b is c h , 1950).
d ie n te a la c a p a c id a d d e p a g o s e x te r io r e s y sin
b) Alegato en fa v o r de la industrialización. Se lo r e d u c ir el c o m e rc io m u n d ia l n i d e b ilita r su r itm o
c o n s id e r a c o m o el ú n ic o c a m in o v á lid o al a lc a n c e d e c re c im ie n to . Y, e n s e g u id a , el p r o te c c io n is m o
d e lo s p a íse s d e A m é r ic a L a tin a p a r a a p r o v e c h a r q u e llev a m á s allá d e l lím ite el a ju s te d e las im p o r
las v e n ta ja s d e l p r o g r e s o té c n ic o . L a in d u s tr ia li ta c io n e s y a fe c ta a d v e r s a m e n te el c o m e rc io m u n
z a c ió n les p e r m itir ía a lc a n z a r u n d e s a r ro llo m á s d ia l” (P re b is c h , 1954).
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p r o d u c ti v id a d c o n lo s g r a n d e s c e n tr o s ” (P re- d e l c r e c im ie n to im p e d ía a b s o r b e r p r o d u c tiv a
b isc h , 1963). m e n te a la to ta lid a d d e la f u e r z a d e tr a b a jo u r b a
E n su p r o p u e s ta P re b is c h s u g ie re q u e la r e n a , e n v a ria s e x p e r ie n c ia s n a c io n a le s el s e c to r
b a ja a r a n c e la r ia se a g r a d u a l y sig a el a u m e n to p ú b lic o se tr a n s f o r m ó e n e m p le a d o r d e ú ltim a
p r e v is to d e las e x p o r ta c io n e s . P a r a m o d if ic a r la in s ta n c ia , p a r tic u la r m e n te d e s e c to re s m e d io s y
e s tr u c tu r a d e c o sto s y p re c io s q u e e n f r e n ta b a n p ro fe s io n a le s , e n a r a s d e la e s ta b ilid a d so c io p o lí-
las e x p o r ta c io n e s , p r o p o n e u n a d e v a lu a c ió n p r o tic a d e l m o d e lo .
p o r c io n a l a la r e b a ja a r a n c e la r ia , a c o m p a ñ a d a d e D e e s ta f o rm a , el d é fic it fiscal c ró n ic o d e la isi
u n im p u e s to e s p e c ia l q u e im p id a la o b te n c ió n d e se d e r iv a d e m a lo s m a n e jo s d e p o lític a e c o n ó m i
g a n a n c ia s e x t r a o r d i n a r ia s p o r p a r te d e las e x ca, p e r o , ta m b ié n , d e l tip o d e a lia n z a s p o lítica s y
p o r ta c io n e s tra d ic io n a le s . D ic h o im p u e s to , a la so ciales q u e la s u s te n ta r o n y d e l p a p e l q u e estas
vez, p e r m itir ía c o m p e n s a r los m e n o re s in g re s o s a lia n z a s le a s ig n a r o n al E s ta d o e n su p ro y e c to d e
fisca le s p o r e f e c to d e la r e d u c c ió n a r a n c e la r ia a c u m u la c ió n .
{ P reb isch , 1963). L a m o n e tiz a c ió n d e l d é fic it fiscal c o n d u c ía a
iii) E quilibrio macroeconómico. El m o d e lo isila in fla c ió n p o r e x c e so d e d e m a n d a , lo q u e o b li
te n d ió a u n d e s e q u ilib rio p r o g re s iv o d e las t r a n g a b a a a u m e n ta r el im p u e s to - in f la c ió n p a r a fi
sa c c io n e s e x te r n a s , s u s c ita n d o u n p a t r ó n d e c r e n a n c ia r el s e c to r p ú b lic o y s o s te n e r las tasas d e
c im ie n to q u e e n t r a ñ a b a u n a lto rie s g o in fla c io n a in v e rs ió n . L a in fla c ió n r e s u lta n te d e te r io r a b a el
rio . L a s u b v a lu a c ió n d e l tip o d e c a m b io d e te r io s a la rio r e a l y o b lig a b a , s e g ú n el c o n te x to p o lítico ,
r a b a la o f e r ta e x p o r ta b le d e m e d ia n o p la z o , la a p e r ió d ic o s re a ju s te s d e r e m u n e r a c io n e s , los
o f e r ta d e a lim e n to s y la p r o p ia d is p o n ib ilid a d d e c u a le s im p r im ía n u n n u e v o im p u ls o al f e n ó m e n o
d iv isas, e le m e n to e s te ú ltim o c ru c ia l e n las p o sib i p o r el la d o d e los co sto s. L o s e fe c to s d e la in fla
lid a d e s d e e x p a n s ió n d e la in v e rs ió n in d u s tria l. ció n s o b re las c u e n ta s e x te r n a s c o n d u c ía n a b r u s
L a d is c rim in a c ió n c o n tr a la a g r ic u ltu r a e r o cas e in e v ita b le s d e v a lu a c io n e s , q u e a la p o s tr e
s io n a b a el e x c e d e n te s u s c e p tib le d e s e r tr a n s f e r i r e d u n d a b a n e n u n a in fla c ió n e m p u ja d a p o r co s
d o a la in d u s tr ia . E n e sa m is m a m e d id a , el E sta d o to s e in se n s ib le a los in te n to s d e r e d u c ir la vía
d e b ía s u b s id ia r p r o p o r c io n a lm e n te m á s a las in c o n tra c c io n e s b ru s c a s d e la d e m a n d a (F ishlow ,
v e rs io n e s in d u s tr ia le s m e d ia n te su b sid io s aá hoc 1985).
y e x e n c io n e s tr ib u ta r ia s d iv e rs a s (F ishlo w , 1985), L as c o n d ic io n e s m a c ro e c o n ó m ic a s d e c o rto
d a d o el m a y o r c o s to re la tiv o d e la f u e r z a d e t r a p la z o e s tim u la b a n p u e s f u e r te m e n te la g e sta c ió n
b a jo u r b a n a . L a u tiliz a c ió n d e e sto s in s tru m e n to s d e u n a m b ie n te d e “b u s c a d o r e s d e r e n ta s ” {rent-
d e p o lític a , j u n t o c o n a f e c ta r s e v e r a m e n te la seeking). U n c o n te x to d e e le v a d a in fla c ió n y d e
tr a n s p a r e n c i a e n la a s ig n a c ió n d e re c u rs o s , lim i su sta n c ia le s v a ria c io n e s e n los p re c io s re la tiv o s
ta b a las p o s ib ilid a d e s d e la p r o p ia ca ja fiscal, p u e s e m ite se ñ a le s q u e o r ie n t a n el e s fu e rz o e m p r e s a
r e d u c ía s u s f u e n te s d e in g r e s o s y a m p lia b a las ria l a e s p e c ia liz a rse e n la o b te n c ió n o p o r tu n a d e
p r e s io n e s s o b r e lo s g asto s. in f o rm a c ió n q u e p e r m ita a n tic ip a r d ic h o s c a m
bios. D e e s ta f o rm a , u n c o m p o r ta m ie n to in d iv i
B a s ta n te se h a e s c rito a c e rc a d e l crowding-out d u a l ra c io n a l — r e d u c c ió n d e la in c e r tid u m b r e —
d e la p o lític a fiscal s o b re la in v e rs ió n p riv a d a , se tr a n s f o r m a e n u n c o m p o r ta m ie n to social y
e s to es, d e l im p a c to q u e g e n e r a e n el m e rc a d o d e l m a c ro e c o n ó m ic o p e r v e rs o . L o s a g e n te s e m p r e
c r é d ito la n e c e s id a d d e e n d e u d a m ie n t o in te r n o sa ria le s d e s tin a r o n p a r te im p o r ta n te d e su s es
d e l fisco p a r a f in a n c ia r su s d e s e q u ilib rio s co fu e r z o s , c r e a tiv id a d y r e c u rs o s a t r a t a r d e p r e v e r
r r ie n te s , lo q u e p r e s io n a al alza la ta sa d e in te r é s y los shocks e n p o lític a e c o n ó m ic a y a o r ie n t a r su
e v e n tu a lm e n te d e s a lie n ta la in v e rs ió n p riv a d a . c a r te r a d e activ o s e n f u n c ió n d e los c a m b io s e s p e
V a ld r ía la p e n a e m p e r o d e te n e r s e e n la h is to ria r a d o s . E l m a r g e n q u e ib a q u e d a n d o a la a u t o r i
e c o n ó m ic a d e la isi p a r a e s tu d ia r el re c íp ro c o ; la d a d p a r a a p lic a r el im p u e s to - in f la c ió n se r e d u
s u m a d e las p r e s io n e s e je rc id a s p o r los e m p r e s a cía, a n te el r á p id o a ju s te d e e x p e c ta tiv a s, o b lig a n
rio s s o b r e el p r e s u p u e s to p ú b lic o p a r a r e d u c ir su d o a u n a ta sa d e in fla c ió n c re c ie n te . C o m o la
p a r tic ip a c ió n e n los im p u e s to s y p a r a a u m e n ta r la c a p a c id a d d e d e f e n s a d e los a g e n te s e c o n ó m ic o s
e n los g asto s. f r e n te al im p u e s to - in f la c ió n es d is p a r, e s te e le
E n la m e d id a q u e la in s u fic ie n c ia d in á m ic a m e n to e s p e c u la tiv o c o n trib u y ó ta m b ié n a la d in á
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m ic a re g r e s iv a o b s e rv a d a e n la d is trib u c ió n d e l i) la p o s ib ilid a d d e e x p o r ta r m a n u f a c tu r a s d e
in g re s o . p e n d e n o só lo d e los se c to re s d ir e c ta m e n te in v o
E n sín te sis, la isi n o p u d o a s e g u r a r la estab ili l u c r a d o s , s in o t a m b i é n d e la e f ic ie n c ia d e l
d a d d e las c o n d ic io n e s m a c ro e c o n ó m ic a s d e c o r c o n ju n to d e la e c o n o m ía ; ii) u n m e rc a d o in te r n o
to p la z o , d e s a le n ta n d o así in d ir e c ta m e n te la b ú s a m p lio y d in á m ic o c o n s titu y e u n a e x c e le n te b a
q u e d a d e la e fic ie n c ia p r o d u c tiv a , la in n o v a c ió n se d e a p o y o p a r a a c tiv id a d e s e x p o r t a d o r a s ;
te c n o ló g ic a y la in v e rs ió n d e la rg o plazo . iii) e x iste u n g r a d o d e c o m p le m e n ta r ie d a d in te r
iv) E l estructuralism o y las ‘Apolíticas económicaste m p o r a l e n t r e u n a p o lític a e fic ie n te d e s u s titu
reales”. D e a c u e r d o a la im p la c a b le r e tó r ic a n e o li c ió n d e im p o r ta c io n e s y o tr a d e e x p o r ta c ió n d e
b e r a l, e l se sg o a n t ie x p o r ta d o r s e ría r e s u lta d o d i m a n u f a c tu r a s (G o n z ález, 1972).
r e c to d e los tr a b a jo s c e p a lin o s . S in e m b a r g o , p a r a O tr a c rític a n e o lib e ra l m u y d if u n d id a a la isi
s o r p r e s a d e m u c h o s , n a d a d e ello flu y e e n r ig o r s o s tie n e q u e é sta h a b r ía a s u m id o u n sesgo e n
d e los p r in c ip a le s e s c rito s d e la c e p a l . M e n o s a ú n c o n tr a d e la a g r ic u ltu r a , m a n ifie s to e n el d e te r io
p u e d e d e s c o n o c e r s e la in q u ie tu d q u e s ie m p re r o p e r s is te n te d e su re la c ió n d e in te rc a m b io co n
m a n if e s tó P re b is c h al r e s p e c to : “C u a n to m á s a c la in d u s tr ia y e n lo s n iv e les b ajo s o n e g a tiv o s d e
tiv o sea el c o m e rc io e x t e r io r d e A m é ric a L a tin a , p ro te c c ió n e fe c tiv a q u e le f u e r o n a sig n a d o s. Sin
ta n to m a y o re s s e r á n las p o s ib ilid a d e s d e a u m e n e m b a r g o , e s ta p e r v e r s a a r tic u la c ió n s e c to ria l
t a r la p r o d u c tiv id a d d e su tra b a jo , m e d ia n te la — q u e o b je tiv a m e n te e m a n ó d e l p ro c e so d e in
in te n s a f o r m a c ió n d e ca p ita le s. L a so lu c ió n n o d u s tria liz a c ió n y q u e c o r r e s p o n d e a u n a d e las
e s tá e n c r e c e r a e x p e n s a s d e l c o m e rc io e x te r io r , c a ra c te rís tic a s c e n tr a le s d e l d e s a r ro llo la tin o a
sin o e n s a b e r e x t r a e r , d e u n c o m e rc io e x te r io r m e ric a n o — ta m p o c o p u e d e , e n r ig o r, se r c a r g a
c a d a vez m á s g r a n d e , los e le m e n to s p r o p u ls o r e s d a al p asiv o c e p a lin o .
d e l d e s a r r o llo e c o n ó m ic o ” (P re b is c h , 1950, p . 2). “L a in d u stria liz ac ió n d e A m éric a L atin a n o es
T r a b a jo s p o s te r io r e s d e la c epa l a r g u m e n ta in c o m p a tib le c o n el d e s a r ro llo eficaz d e la p r o
b a n e n la m is m a d ire c c ió n , s e ñ a la n d o q u e la m o d u c c ió n p r im a ria . P o r el c o n tra rio , u n a d e las
d a lid a d e s p e c ífic a d e a p lic a c ió n d e la isi m o s tra c o n d ic io n e s e se n c ia le s p a r a q u e el d e s a rro llo d e
b a su s d e b ilid a d e s e n : i) el c a r á c te r a u tá r q u ic o d e la in d u s tr ia p u e d a ir c u m p lie n d o el fin social d e
la p r o d u c c ió n in d u s tr ia l; ii) la fa lta d e selectiv i e le v a r el n iv e l d e v id a es d is p o n e r d e los m e jo re s
d a d y, p o r e n d e , la a u s e n c ia d e e c o n o m ic id a d e n e q u ip o s d e m a q u in a r ia s e in s tru m e n to s , y a p r o
los c r ite r io s d e p r o te c c ió n y, iii) la in c a p a c id a d d e v e c h a r p r o n ta m e n te el p r o g r e s o d e la té cn ica, en
c o r r e g ir la v u ln e r a b ilid a d e x te r n a , p o r lo q u e e n su r e g u la r r e n o v a c ió n . L a m e c a n iz a c ió n d e la
la p r á c tic a se h a b ía t e r m in a d o d is c rim in a n d o a g r ic u ltu r a im p lic a la m is m a e x ig e n c ia . N e c e sita
c o n t r a las e x p o r ta c io n e s (c e p a l , 1977). El d e s c u i m o s u n a im p o r ta c ió n c o n s id e r a b le d e b ie n e s d e
d o e n el ac ce so a los m e rc a d o s e x te r n o s im p id ió c a p ita l, y ta m b ié n n e c e s ita m o s e x p o r ta r p r o d u c
el a p r o v e c h a m ie n to d e las e c o n o m ía s d e escala, to s p r im a rio s p a r a c o n s e g u ir la ” (P re b isc h , 1950).
d if ic u lta n d o el lo g r o d e u n a esp e c ia liz a c ió n m ás U n a c rític a d e o r d e n g e n e r a l q u e el n eo lib e-
e fic ie n te . E s ta p r o te c c ió n ex c esiv a e in d is c rim i ra lim o f o r m u la c o n tr a la isi a p u n t a a la in e ficie n -
n a d a a la in d u s tr ia i n te r n a se d a b a , p o r o tr a cia r e s u lta n te e n la a s ig n a c ió n d e re c u rs o s e n tr e
p a r te , e n el c o n te x to d e s e c to re s in d u s tria le s p o los s e c to re s q u e p r o d u c e n b ie n e s tra n s a b le s in
c o c o m p e titiv o s , d e m o d o q u e c a b ía a f ir m a r q u e te r n a c io n a lm e n te — e x p o r ta b le s e im p o rta b le s —
e s ta p o lític a h a b ía a d e m á s a m p a r a d o el d e s a r r o y e n t r e e sto s tra n s a b le s y los n o tra n sa b le s. L a
llo d e m o n o p o lio s y o lig o p o lio s n a c io n a le s, así im p o s ic ió n d e la ta r i f a c o n d u c e a m a y o re s costos
c o m o d e filia les d e e m p r e s a s tr a n s n a c io n a le s (c e - e n el c o n s u m o y e n la p r o d u c c ió n , p u e s g e n e ra
p a l , 1977). u n e x c e so d e o f e r ta in te r n a a co sto s q u e s u p e r a n
A p a r t i r d e las d if ic u lta d e s e x p e r im e n ta d a s el p re c io in te r n a c io n a l. E sta s o b r e p r o d u c c ió n d e
p o r la isi e n los a ñ o s s e s e n ta , la c e pa l p u s o d e b ie n e s im p o r ta b le s e r o s io n a los r e c u rs o s d is p o n i
re lie v e el im p e r a tiv o d e u n a p o lític a d e p r o m o b le s p a r a los d e m á s se c to re s , c o n tr a y e n d o la p r o
ció n d e e x p o r ta c io n e s d e m a n u f a c tu r a s , c o n el d u c c ió n d e b ie n e s e x p o r ta b le s y d e n o tra n sa b le s.
o b je to d e m e jo r a r la b a la n z a c o m e rc ia l y d e o to r L a ta r if a c o n d u c e a u n m e n o r c o n s u m o d e b ie n
g a r m a y o r d in a m is m o al d e s a r ro llo in d u s tria l. im p o r ta b le , p r o d u c id o a h o r a in te r n a m e n te a u n
T r e s c u e s tio n e s e r a n d e s ta c a d a s a e ste re s p e c to ; m a y o r c o sto , y a u n m a y o r c o n s u m o d e l e x p o r ta
BALANCE Y RENOVACION EN EL PARADIGMA ESTRUCTURALISTA DEL DESARROLLO DE A,L. / O. Rosales 31
b le , c o n u n a c a n a s ta d e c o s to s u p e r io r al q u e b iico , se f u e tr a n s f ir ie n d o p a u la tin a m e n te al c a
r e s u lta r ía a p re c io s in te rn a c io n a le s (C o rb o , p ita l e x tr a n je r o , e n e s p e c ia l e n a q u e lla s e c o n o
1985). P o r o tr o la d o , la e x ig u a d im e n s ió n d e los m ía s d e m a y o r d in a m is m o . E llo se tr a d u jo e n u n
m e rc a d o s in te r n o s , r e s p e c to d e las te c n o lo g ía s y in c r e m e n to d e l e n d e u d a m ie n t o e x te r n o y e n u n a
esc a la s d e p r o d u c c ió n a d o p ta d a s , p ro v o c a b a u n a g r a d u a l d e s n a c io n a liz a c ió n d e los s e c to re s d in á
s u b u tiliz a c ió n d e la c a p a c id a d in s ta la d a y d e l t r a m icos.
b a jo , d if ic u lta n d o a d ic io n a lm e n te el lo g r o d e u n a P o r o tr a p a r te , la in e fic ie n c ia o b s e rv a d a e n la
m a y o r c o m p e titiv id a d in d u s tria l. a d o p c ió n d e a lte r n a tiv a s te c n o ló g ic a s c o n d u jo a
A rie s g o d e s e r r e ite r a tiv o , e n a r a s d e la o b je u n r e z a g o e n el s e c to r p r o d u c to r d e b ie n e s d e
tiv id a d e n el d e b a te es n e c e s a r io in s is tir e n q u e c a p ita l, lo q u e in c id ió e n u n m a rc a d o a tra s o te c
e s ta p r e o c u p a c ió n e s tu v o s ie m p r e p r e s e n te e n n o ló g ic o d e n u e s tra s e c o n o m ía s . C o m o r e s u lta d o
los e s c rito s q u e d ie r o n o r ig e n al e s tru c tu r a lis m o d e u n a p r o te c c ió n co sto sa y q u e n o se r ig e p o r
la tin o a m e r ic a n o . c r ite r io s d e se le c tiv id a d — n o o r ie n ta d a al a p r e n
“ E s n e c e s a r io d e f in i r c o n p re c is ió n el o b je to d iz a je n i d e c r e c ie n te e n el tie m p o — , la a c tiv id a d
q u e se p e r s ig u e m e d ia n te la in d u s tria liz a c ió n . Si in d u s tr ia l tie n d e a o p e r a r c o n a lto s g r a d o s d e
se a s p ir a a la a u ta r q u ía , e n to n c e s las c o n s id e r a in e fíc ie n c ia e c o n ó m ic a y te c n o ló g ic a . E sto se tr a
c io n e s e c o n ó m ic a s p a s a n a s e g u n d o p la n o y se ría d u c e e n u n a r e d u c id a c o m p e titiv id a d in te r n a c io
a d m is ib le c u a lq u ie r in d u s t r ia q u e su s titu y a im n a l d e las m a n u f a c tu r a s , lo q u e a g ra v a el e s tra n -
p o r ta c io n e s . P e r o si e l o b je tiv o es e le v a r e l n iv e l g u la m ie n to e x t e r n o p u e s la p r e s ió n p o r d iv isas se
d e v id a d e las m a sa s, h a y q u e te n e r p r e s e n te s los ve a c r e c e n ta d a a n te la n e c e s id a d d e im p o r ta r
lím ite s m á s allá d e lo s cu a le s u n a m a y o r in d u s in s u m o s y b ie n e s d e c a p ita l. E l s e c to r in d u s tr ia l
tria liz a c ió n p o d r ía s ig n ific a r u n a m e r m a d e p r o la tin o a m e r ic a n o c u lm in a s ie n d o u n d e m a n d a n te
d u c tiv id a d ” (P re b is c h , 1950). n e to d e d iv isas, d a d o su p e r s is te n te d é fic it co
¿Y c u á le s e r a n eso s lím ite s? L a le c tu r a d e l m e rc ia l, q u e es d o n d e r e s id e el c a r á c te r e s tr u c tu
m e n c io n a d o d o c u m e n to d e P re b is c h p e r m ite d e r a l d e l d e s e q u ilib rio e x te r n o d e la re g ió n . Y c o m o
te c ta r los s ig u ie n te s : el g r u e s o d e la in v e rs ió n e n m a q u in a r ia s y e q u i
i) e fic a c ia e n la a s ig n a c ió n d e l c a p ita l; p o s es d e o r ig e n im p o r ta d o , el d in a m is m o d e l
ii) a te n c ió n al ta m a ñ o ó p tim o d e las e m p re s a s s e c to r in d u s tr ia l q u e d a b a s u p e d ita d o a l c o m p o r
in d u s tria le s ; ta m ie n to d e l s e c to r p r im a r io - e x p o r ta d o r , ú n ic o
iü) e fic ie n c ia d in á m ic a ( a u m e n to d e la p r o d u c ti p r o v e e d o r in te r n o d e d iv isas, y p o s te r io r m e n te a
v id a d s o c ia lm e n te m e d id a ) : “Se tr a t a r ía d e la a s o c ia c ió n c o n el c a p ita l e x t r a n je r o o al c re c i
a v e r ig u a r si el in c r e m e n to d e p r o d u c c ió n in m ie n to d e la d e u d a e x te r n a .
d u s tr ia l q u e se o b tie n e c o n los f a c to re s d e s S e a siste e n to n c e s a u n a s in g u la r p a r a d o ja :
p la z a d o s d e la p r o d u c c ió n p r im a r ia es o n o m ie n tr a s el s e c to r p r im a r io - e x p o r ta d o r e r a d e s
s u p e r io r a la m a s a d e a r tíc u lo s q u e a n te s se fa v o r e c id o c o n la p o lític a c a m b ia ria y la a r a n c e la
o b te n ía n a c a m b io d e las e x p o r ta c io n e s . S o la ria , p o r o tr o la d o se c o n s titu ía e n el f in a n c ia d o r
m e n te si f u e r a s u p e r io r p o d r ía d e c irs e q u e e n ú ltim a in s ta n c ia d e la in v e rs ió n in d u s tria l. E n
h a y u n a u m e n to d e p r o d u c tiv id a d d e s d e el la m e d id a q u e el s e c to r e x p o r ta d o r c o n tin u a b a
p u n t o d e v ista co lec tiv o ; d e n o se rlo , h a b r ía s ie n d o p o c o d iv e rs ific a d o y c o n c e n tr a d o e n p r o
u n a p é r d i d a d e i n g r e s o r e a l ” ( P r e b is c h , d u c to s d e im p o r ta n c ia d e c r e c ie n te e n el c o m e r
1 9 5 0 , p p . 3 , 4 , 17, 18). cio m u n d ia l, c o n p re c io s a l ta m e n te e rrá tic o s , el
U n d ia g n ó s tic o sin té tic o d e s d e el p e n s a m ie n d in a m is m o d e l s e c to r in d u s tria l, y p o r ta n to d e la
to e s tr u c tu r a lis ta p o d r ía s e ñ a la r q u e si b ie n la isi, p a s a b a a d e p e n d e r c r u c ia lm e n te d e la e v o lu
r e g ió n lo g r ó ta sa s d e c r e c im ie n to c o m p a r a tiv a c ió n d e l v a lo r d e las e x p o r ta c io n e s p r im a ria s . Se
m e n te a lta s , e lla s n o lo g r a r o n r e d u c ir la v u ln e r a a g u d iz a b a así la v u ln e ra b ilid a d e c o n ó m ic a f r e n te
b ilid a d e x t e r n a , n i ta m p o c o f a v o r e c e r la c re a c ió n a d e s a ju s te s c o m e rc ia le s e x te r n o s , e n la m e d id a
d e e m p le o s y la in c lu s ió n social e n la m e d id a q u e a h o r a ello s c o n d ic io n a b a n la in v e rs ió n y el
e s p e r a d a . L a d in á m ic a in d u s tr ia l n o b a s tó p a r a e m p le o in d u s tria l, j u n t o c o n el fin a n c ia m ie n to
in s t a u r a r u n m e c a n is m o d e a c u m u la c ió n a u tó n o d e l s e c to r p ú b lic o , a lta m e n te d e p e n d ie n te d e los
m o , d e m a n e r a q u e el lid e r a z g o d e la in d u s tr ia li in g re s o s d e l c o m e rc io e x te r io r . E n o tr a s p a la
z a c ió n , e n u n p r in c ip io e n m a n o s d e l s e c to r p ú - b r a s , e l tip o d e in d u s tria liz a c ió n f u n c io n a b a c o
32 REVISTA DE LA CEPAL N” 34 / Abril de 1988
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In t r o d u c c ió n
REVISTA DE LA CEPAL N“ 34
N o es ta r e a fácil e s b o z a r u n e n f o q u e e c o n ó m ic o
a lte r n a tiv o al o r to d o x o . E ste ú ltim o es re la tiv a
m e n te s im p le y p re c iso , e in c lu so su c a r a c te r iz a
c ió n se h a h e c h o m á s se n cilla lu e g o d e los c a m
Esbozo de un b io s q u e e x p e r im e n tó e n los a ñ o s s e te n ta . L a
p r e s e n c ia p r e d o m i n a n te d e l e n f o q u e m o n e ta r io
planteamiento d e la b a la n z a d e p a g o s lo to r n ó m á s sim p le , y sus
c o n c lu s io n e s y r e c o m e n d a c io n e s d e p o lític a e c o
neoestructuralista n ó m ic a se h ic ie r o n m á s e x tre m a s . A l p r o d u c ir s e
la crisis d e la d e u d a e n los in icio s d e los a ñ o s
o c h e n ta , el p la n te a m ie n to o r to d o x o , re s p o n s a b le
Ricardo Ffrench-Davis’ e n p a r te d e e sa crisis,* p a r e c ió p e r d e r te r r e n o .
S in e m b a r g o , e s to f u e d e c o r ta d u r a c ió n , ya q u e
los e n f o q u e s te ó ric o s y a p lic a d o s d e c a r á c te r o r
to d o x o o n e o lib e r a l h a n m a n te n id o u n a p o sic ió n
Por primera vez en cuatro decenios, América Latina d o m in a n te e n la c o n d u c c ió n d e la crisis d e la
enfrenta en los años ochenta un prolongado período deuda.
de retroceso en su desarrollo. El reencuentro con el A m é ric a L a tin a c u m p lió u n e x ito s o p ro c e s o
progreso pasa por la reformulación de estrategias de d e d e s a r r o llo a lo la rg o d e tr e s d e c e n io s , e n t r e
desarrollo que ofrezcan un enfoque técnicamente 19 5 0 y 1980. P e se a s e ria s im p e rfe c c io n e s , lo g ró
coherente y políticamente viable.
u n c r e c im ie n to s u p e r io r al 5% a n u a l. E n los a ñ o s
El autor presenta un contrapunto de los enfoques o c h e n ta , e n c a m b io , h a e x h ib id o u n r e s u lta d o
neoliberal y neoestructuralista, tanto en su dimensión n o ta b le m e n te in f e r io r . H o y va e n b u s c a d e u n a
teórica como en su aplicación al diseño de políticas
n u e v a e s tra te g ia d e d e s a r ro llo , a d e c u a d a a su
públicas. En la selección de aspectos en los cuales am
bos enfoques difieren acentuadamente han influido el c a lid a d d e r e g ió n y a s e m iin d u s tria liz a d a y a u n
estado de desarrollo de América Latina y las perspecti e s c e n a r io e c o n ó m ic o in te r n a c io n a l q u e , p a r a los
vas de la economía internacional. a ñ o s v e n id e r o s , se p r e v é d is tin to al d e los d e c e
El autor ilustra su análisis con ejemplos del desem n io s p r e c e d e n te s .
peño económico de la región, antes y después de hacer E n ese m a rc o , el r e s u r g im ie n to q u e h a n e x
su aparición la crisis de la deuda, y destaca las concep p e r im e n ta d o p la n te a m ie n to s d e c a r á c te r n e o e s-
ciones teóricas subyacentes y las recomendaciones de t r u c t u r a l n o s p a r e c e d e g r a n u tilid a d e n la d e f in i
política resultantes de uno y otro enfoque. Por último,
destaca la necesidad de profundizar en el enfoque c ió n d e e s tra te g ia s c o h e r e n te s y eficaces.
neoestructuralista, sobre todo en el diseño de políticas E ste a r tíc u lo , s u je to a in e v ita b le s lim ita c io n e s
(cómo y cuándo hacer qué), para construir un futuro y sim p lific a c io n e s, p r e s e n ta e n la se c c ió n i u n
de mayor crecimiento, equidad y autonomía regional. s o m e ro r e c u e n to d e la r e la c ió n e n t r e e s tr u c tu r a -
lism o y n e o e s tr u c tu ra lis m o . E n la se cc ió n ii b o s
q u e ja u n c o n t r a p u n to e n t r e los p rin c ip a le s r a s
g o s te ó ric o s d e l e n f o q u e n e o lib e ra l ( ta m b ié n lla
m a d o n e o c o n s e r v a d o r e n los E s ta d o s U n id o s ,
o r to d o x o o m o n e ta r is ta ) y los d e l e n f o q u e n e o e s
tr u c tu r a lis ta , y h a c e lo m is m o c o n las p rin c ip a le s
r e c o m e n d a c io n e s d e p o lític a e c o n ó m ic a d e a m
b o s e n f o q u e s . U n a s b re v e s c o n c lu s io n e s , c o n te n i
d a s e n la se c c ió n iii, c i e r r a n el tra b a jo .
E l n e o e s tr u c tu r a lis m o y su o r ig e n
II
A. RASGOS TEORICOS
B. RECOMENDACIONES DE POLITICA
7. L ib r e c o m e rc io 7. In s e r c ió n selectiv a
a) A p e r t u r a in d is c r im in a d a y u n ila te r a l a to d o a) G ra d u a c ió n c o n d ic io n a d a al fu n c io n a m ie n to
el m u n d o , in d e p e n d ie n te d e las te n d e n c ia s d e la e c o n o m ía in te r n a c io n a l; tr a ta m ie n to
v ig e n te s e n los m e r c a d o s in te r n a c io n a le s ; p re f e r e n c ia l a p aíses aso c ia d o s e n p ro c e so s
“p a ís p e q u e ñ o “ in c a p a z d e in f lu ir e n el m a r d e in te g ra c ió n e in te rc a m b io n e g o c ia d o .
co e x te r n o .
8. T ip o d e c a m b io ú n ic o : ta s a lib re (m o n e ta ris m o 8. T ip o d e c a m b io re a l r e g u la d o ; ú n ic o o d u a l,
a la m a n e r a d e F r ie d m a n , o d e e c o n o m ía c e r r a s e g ú n las d ife re n c ia s e n t r e el c o m p o rta m ie n to
d a ) o fija ( e n f o q u e m o n e ta r io d e la b a la n z a d e d e l in te r c a m b io d e b ie n e s y el d e serv icio s, y d e
42 REVISTA DK LA CEPAL N" 34 / Abril de 1988
III
R e fle x io n e s fin a le s
Bibliografía
Prebisch, Raúl ( 1961 ) : El falso dilema entre desarrollo econó Sunkel, Osvaldo y Pedro, Paz (1970): El subdesarrollo latinoa
mico y estabilidad monetaria. Boletín económico de América mericano y la teoría del desarrollo. México; Siglo xxi Edi
Latina, voi. vi, N" 1. c e p a l , Santiago de Chile, marzo. tores.
R E V IS T A D E L A C E P A L N ” 3 4
E l n u e v o e n fo q u e
lib e r a liz a d o r - p r iv a t iz a d o r
Neoliberalismo R e f o r z a n d o u n m o d e lo q u e se v e n ía g e s ta n d o y
neoestructuralismo M u n d ia l, el f m i y el G o b ie r n o d e E sta d o s U n id o s
c o m e n z a r o n d u r a n t e los a ñ o s o c h e n ta a p r o m o
II
L o s in te n to s d e s u p e ra c ió n d e l e n fo q u e
e s tru c tu ra lis ta
III
P r in c ip io s in s p ir a d o r e s d e las p o lítica s
n e o lib e ra l y n e o e s tru c tu ra l
E l p e n s a m i e n t o li b e r a l i z a d o r - p r i v a t i z a d o r se so d e a lg u n a s c o n v e r g e n c ia s p a rc ia le s, s u b siste n
p r e s e n ta c o n m a tic e s d if e r e n c ia d o s , s e g ú n q u ie d is c re p a n c ia s f u n d a m e n ta le s e n t r e a m b o s e n f o
n e s s e a n su s e x p o n e n te s . A lg u n o s so n m á s fle x i q u e s . S u e x p lic ita c ió n r e s u lta m á s c la ra m e d ia n te
b le s; o tr o s , m á s ríg id o s . P o r su p a r te , el p e n s a el an á lisis d e c a d a p o s tu r a e n lo to c a n te a c u e s tio
m ie n to n e o e s tr u c t u r a l e s tá e n v ías d e a r tic u la n e s claves.
c ió n . S in e m b a r g o , a p e s a r d e lo s m a tic e s e in c lu E n c u a n to a los p r in c ip io s , c u a n d o se c o m p a
NEOLIBERALISMO VERSUS NEOESTRUCTURALISMO EN AMERICA LATINA / Sergio Bitar 49
e s q u e m a n e o e s tr u c tu r a lis ta m á s a c a b a d o e x ig e o b je to d e h a c e r m á s f lu id a la o p e r a c ió n d e l m e r
u n a m a y o r r iq u e z a in s tr u m e n ta l. cado.
E stá f u e r a d e d ic u s ió n q u e el c re c im ie n to
1. D iferencias de enfoque sobre r e q u ie r e d e s p le g a r u n e s fu e rz o m u c h o m á s v ig o
el comercio exterior ro s o p a r a e x p o r ta r , e s p e c ia lm e n te m a n u f a c tu
ra s. E sta m e ta im p o n e u n c a m b io e n la b a s e p r o
L a m o d ific a c ió n d e la e s tr u c tu r a d e l c o m e rc io d u c tiv a , q u e a c e n tú e la e s p e c ia liz a c ió n y la se lec
e x te r io r d e A m é ric a L a tin a se h a tr a n s f o r m a d o tiv id a d . S u p o n e c o n t a r c o n p la n e s d e m e d ia n o y
e n u n o d e los te m a s p r in c ip a le s d e l d e b a te s o b re la r g o p la z o p a r a in v e rs ió n , d e s a r r o llo te c n o ló g i
e s tra te g ia s d e d e s a r r o llo . L a in s u fic ie n c ia d e l co , fo rm a c ió n d e r e c u r s o s h u m a n o s y o r g a n iz a
a ju s te e x te r n o o p e r a d o d e s d e 1982 se h a d e b id o c ió n p a r a el c o m e rc io e x te r n o .
e n p a r te im p o r ta n te al d é b il in c r e m e n to d e las E sto s o b je tiv o s c a r e c e n d e fa c tib ilid a d e n el
e x p o r ta c io n e s . Si b ie n el v o lu m e n físico d e éstas m a rc o d e u n a p o lític a “n e o lib e r a l” . N o e x iste ev i
se h a e x p a n d id o , la c a íd a d e su s p re c io s i n te r n a d e n c ia e m p ír ic a e n c u a n to a q u e los p a íse s e n d e
c io n a le s h a sid o in te n s a , c o n lo q u e el a u m e n to d e s a rr o llo q u e h a n te n id o é x ito e n el e m p e ñ o d e
los in g re s o s h a r e s u lta d o a la p o s tr e escaso . in c r e m e n t a r r á p id a m e n t e su s e x p o r ta c io n e s lo
Es u r g e n te c o n s e g u ir u n a e x p a n s ió n d e l v o h a y a n c o n s e g u id o m e r c e d e n lo f u n d a m e n ta l a la
lu m e n físico y d e l v a lo r d e las e x p o r ta c io n e s , a p lic a c ió n d e u n a ra n c e l b a jo y p a r e jo y u n tip o
p a r a lo c u a l es im p r e s c in d ib le a su vez m o d if ic a r d e c a m b io a lto y e s ta b le . N o es é sa la e x p e r ie n c ia
la c o m p o sic ió n d e las m ism a s. L a v ig e n te e n la d e las n a c io n e s d e l S u d e s te A siá tic o . C o r e a y
a c tu a lid a d c o n tin ú a c o n c e n tr a d a d e s p r o p o r c io T a i w à n , la s d o s m a y o re s , u til iz a r o n p o lític a s
n a d a m e n te e n r e c u rs o s n a tu r a le s c o n esc a sa e la a r a n c e la r ia s d if e r e n c ia d a s y c o n c e n t r a r o n su s e s
b o ra c ió n . A sí, a m e d ia d o s d e los a ñ o s o c h e n ta los fu e r z o s e n d e te r m in a d a s a c tiv id a d e s, e le g id a s al
p r o d u c to s p r im a r io s r e p r e s e n t a b a n c e r c a d e l m a r g e n d e l m e r c a d o , a p a r te d e q u e e n a m b o s
80% d e las e x p o r ta c io n e s to ta le s d e la r e g ió n p a íse s el p ro c e s o c o n tó c o n u n r e s u e lto a p o y o
(iNTAL, 1985 e I b a r r a , 1986). E sto s s o n los p r o e s ta ta l (Y u n g W h e e , R e e, 1984). E l é x ito b ra s ile
d u c to s m á s a f e c ta d o s p o r la crisis s u f r id a e n el ñ o es ta m b ié n f r u t o d e u n a a d e c u a d a c o m b in a
c o m e rc io m u n d ia l. E n las fa se s e x p a n siv a s, p o r c ió n d e p o lític a s, e s p e c ia liz a c ió n e n d e t e r m in a
o tr a p a r te , la d e m a n d a d e m a te r ia s p r im a s a p e d a s ra m a s , a p o y o f in a n c ie r o , in c e n tiv o s, a d e m á s
n a s re a c c io n a , d e b id o a q u e las tr a n s f o r m a c io n e s d e la v ig e n c ia d e u n a ta s a d e c a m b io c o m p e titiv a .
te c n o ló g ic a s h a n m o d if ic a d o e n f o r m a a p r e c ia E sta c o m p ro b a c ió n n o im p lic a s u b e s tim a r la
b le la e la s tic id a d - d e m a n d a r e s p e c tiv a . E l c o n s u n e c e s id a d d e p o lític a s c a m b ia ria s y a r a n c e la r ia s
m o d e m a te r ia s p r im a s d e los p a íse s in d u s tria liz a d if e r e n te s d e las u tiliz a d a s e n e l p a s a d o . S in d u d a
d o s p o r u n i d a d d e p r o d u c t o h a d is m in u id o , se r e q u ie r e u n a r a n c e l m á s b a jo , p e r o é s te h a d e
m ie n tr a s el d e m a n u f a c tu r a s h a c re c id o (K u - a p lic a rs e d e m a n e r a p r o g r a m a d a , se lec tiv a y d is
w a y a m a , 19 8 6 y M a la n y o tro s , 1986). c r im in a d a . R e s u lta a s im ism o im p r e s c in d ib le d is
p o n e r d e u n a ta s a d e c a m b io q u e e s tim u le las
A c e rc a d e l te m a h a y c o n s e n s o e n t r e las d is
e x p o r ta c io n e s y c u y o v a lo r r e a l se a re la tiv a m e n te
tin ta s c o r r ie n te s . P re v a le c e n d iv e rs a s p o sic io n e s,
e s ta b le . E sto s in s tr u m e n to s y c r ite r io s d e b e n in
e m p e r o , e n lo to c a n te a la im p o r ta n c ia re la tiv a d e
c o r p o r a r s e d e m a n e r a m á s r e s u e lta a las p o lítica s
las e x p o r ta c io n e s c o m o m o to r d e l c re c im ie n to ,
d e d e s a r ro llo .
así c o m o e n lo c o n c e r n ie n te a la id e n tific a c ió n d e
E s a c o n s e ja b le ta m b ié n a v a n z a r h a c ia la ig u a
los in s tr u m e n to s m á s id ó n e o s p a r a c o n s e g u ir u n
la c ió n d e l c o s to q u e in v o lu c r a e n r e c u rs o s n a c io
m e jo r a m ie n to e n el b a la n c e c o m e rc ia l.
n a le s g e n e r a r u n d ó la r d e e x p o r ta c ió n y u n o d e
E l p u n to d e v ista lib e r a liz a d o r - p riv a tiz a d o r s u s titu c ió n . E sto s u p o n e lle v a r a c a b o u n a r e b a ja
es m á s s e v e ro c o n t r a la s u s titic ió n y h a c e r e c a e r a r a n c e la r ia y, e n e l i n te r ta n to , e s ta b le c e r in c e n ti
d e s m e d id a m e n te s o b r e las e x p o r ta c io n e s la r e s vos e q u iv a le n te s a las e x p o r ta c io n e s y, e n p a r tic u
p o n s a b ilid a d d e p r o m o v e r el d in a m is m o . E n la r, a las n o tra d ic io n a le s . S in e m b a r g o , e s ta ig u a
c u a n to a las p o lític a s, c o n c e n tr a su a te n c ió n casi la c ió n n o tie n e p o r q u é d a r s e d e in m e d ia to n i e n
e x c lu s iv a m e n te e n d o s in s tr u m e n to s : ta sa a r a n el m u y c o r to p la z o . L a s e le c tiv id a d , el a p r e n d i
c e la ria b a ja y ta s a d e c a m b io a lta y e s ta b le , c o n el za je y la o b te n c ió n d e n u e v a s v e n ta ja s c o m p a r a d -
NEOLIBERALISMO VERSUS NEOESTRUCTURALISMO EN AMERICA LATINA / Sergio Bitar 51
vas pueden hacer aconsejable mantener durante constituye una experiencia interesante {sel a ,
cierto período un sesgo en favor de la sustitución 1986). Por cierto, ésta no es una opción viable
o de ciertas actividades elegidas, lo mismo que para todos, puesto que habrá que examinar en
para la exportación de determinados rubros. cada caso el tamaño del mercado y del sector. Lo
La transformación de la base productiva es importante es diseñar medidas apropiadas para
lenta. Por tanto, una política abrupta, que con ganar competitividad y evitar un rezago que des
sulte una liberalización intensa y repentina es un pués sería muy costoso superar.
camino de alta ineficiencia. El paso de un esque En materia industrial y de servicios, hay es
ma preferentemente sustitutivo a uno exporta pacio en el mercado mundial para absorber un
dor supone modificaciones de productos y pro aumento de las exportaciones latinoamericanas.
cesos, así como inversiones y adaptaciones técni En las materias primas, en cambio, una política
cas, humanas y organizativas, lo que demora de expansión simultánea de la producción de los
años y debe revestir un carácter gradual. países del Tercer Mundo puede conducir a resul
La magnitud de la rebaja de los aranceles tados muy frustrantes. La prioridad ha de ser
dependerá de la situación inicial, pero en todo asignada a la industria y al estrechamiento de los
caso es preferible una política de desgravación vínculos entre este sector y la agricultura y la
programada. También es necesario discriminar minería.
sectorialmente, según cuales sean las prioridades En 1983 apenas un 0.2% del consumo de los
de especialización. países industrializados fue abastecido con manu
La selectividad y la especialización, indispen facturas latinoamericanas. (Balassa y otros, 1986,
sables para elevar las exportaciones manufactu p. 25), de manera que hay amplio espacio para
reras, exigen a su turno instaurar una estrecha aumentar las ventas de este tipo de productos a
relación entre la política de exportaciones y la esos mercados. La región debiera proponerse
industrial. Mediante una integración vertical es alcanzar un coeficiente de exportaciones/pro-
posible avanzar hacia un mejor aprovechamiento ducto geográfico bruto más alto y sustentado en
de los recursos naturales. Ello supone seleccionar manufacturas. Por otra parte, una articulación
actividades asociadas a los mismos, en las que sea exportación-industrialización posee mayor efec
factible “crear” ventajas comparativas en campos to de arrastre sobre la economía que una política
tales como insumos, ingeniería y producción de puramente liberalizadora que aliente la explota
equipos o servicios. ción de recursos naturales.
Merecen ser tomadas en cuenta también las Llevado al extremo, el esquema de liberaliza
enseñanzas de los países nórdicos, debido a que ción y privatización induce la explotación con
sus características de reducido tamaño, explota poco valor agregado de los productos primarios
ción de recursos naturales e inserción autónoma y trata de aprovechar una mano de obra barata
en la economía mundial son pertinentes para como “ventaja comparativa”. Ambos resultados
muchas naciones latinoamericanas. Las expe agravarían la vulnerabilidad externa de la re
riencias de Suecia, Noruega, Dinamarca y Fin gión.
landia deben ser observadas con detenimiento, En el pensamiento latinoamericano domi
pues constituyen casos exitosos de industrializa nante se ha reiterado que es prioritario avanzar
ción con especialización. Cabe recordar que hace hacia la concertación regional. En cambio, este
40 años el desarrollo industrial de Finlandia era tema es casi por completo ignorado en los plan
inferior al de muchos países latinoamericanos. teamientos neoliberales, lo que no es de extrañar,
La significación de los servicios dentro del pues el enfoque partidario de la liberalización
comercio internacional va en aumento. Una polí pretende que cada país se inserte en forma direc
tica de liberalización indiscriminada en este cam ta en la economía mundial, sin pasar por acuer
po conlleva el riesgo de perder potencial de desa dos preferenciales con otras naciones latinoame
rrollo. En transporte, servicios financieros, in ricanas. Sin embargo, una estrategia exportado
formación, seguros, tecnología y comercializa ra que se apoye en las manufacturas tendrá
ción hay espacio considerable para un crecimien mayores posibilidades de éxito si cuenta con un
to articulado de los países latinoamericanos. La mercado más amplio, el del conjunto de la re
reserva del mercado de informática en Brasil gión, donde se articulen esfuerzos de inversión.
52 REVISTA DE LA CEPAL N“ 34 / Abril de 1988
ejemplo, luego de expandir sus exportaciones de competencia entre los países industrializados es
cobre, logró exportar tecnología, ingeniería, ser muy dura. La administración Reagan acaba de
vicios y maquinaria para esa actividad, lo que le someter a consideración del Congreso un pro
ha permitido obtener ingresos superiores a los yecto tendiente a mejorar la competitividad, de
provenientes de la explotación del recurso na modo de preparar a esa superpotencia para la
tural. llegada del siglo xxi. El proyecto consulta la crea
La microelectrónica y la informática son acti ción de centros federales de investigación, así
vidades que se propagan por toda la estructura como planes masivos de formación en matemáti
productiva, por lo que cabe considerarlas priori cas y computación en las escuelas primarias.
tarias en cualquier esquema de desarrollo. La ¡Cuánto más importante es para América Latina
importancia de los servicios ligados a la produc encarar este desafío!
ción y a las actividades con mayor desarrollo tec No menor importancia reviste la dimensión
nológico seguirá acrecentándose. Por tanto, han espacial de la estructura productiva. Ella debe
de ser incorporados explícitamente al análisis del ayudar a reducir los desequilibrios regionales. El
cambio estructural. costo de continuar expandiendo las grandes ciu
El reforzamiento de la base productiva exige dades latinoamericanas alcanza niveles insosteni
desplegar un ingente esfuerzo tecnológico. Amé bles. La regionalización permite un mejor apro
rica Latina en su conjunto destina a este propósi vechamiento de los recursos, potencialidades y
to un volumen tan exiguo de fondos, que equiva mercados regionales, al tiempo que favorece la
le al que desembolsa Italia por sí sola. Brasil, que iniciativa. La informática abre nuevas posibilida
efectúa la mitad del gasto tecnológico de la re des para la descentralización, cuyo aprovecha
gión, se ubica entre Bélgica y Suiza, en tanto que miento exige reforzar el poder local.
México invierte sumas similares a países bastante Estos temas son por completo ajenos al pen
más pequeños, como Austria y Dinamarca ( c e - samiento liberalizador-privatizador, que reviste
p a l / o n u d i , septiembre 1985,p. 12,c.l). América
un carácter eminentemente global, pues, salvo
Latina deberá a lo menos duplicar los recursos excepciones, no se adentra en un análisis secto
destinados a la investigación y adaptación tecno rial ni atiende a los ritmos y secuencias de los
lógicas, que hoy en día representan apenas 0.5% del cambios productivos. Establece un marco de in
producto. dicadores de mercado para orientar las decisio
La estructura industrial mundial está su nes de las empresas y presume que ello basta por
friendo profundas mutaciones, derivadas del ad sí solo para conducir a una adecuada selección de
venimiento de un nuevo patrón tecnológico. La las actividades más dinámicas. En otras palabras,
“tercera revolución industrial” en curso modifica el enfoque es desagregado en lo tocante a las
hondamente la base productiva y social. La trans políticas económicas y globalista en relación a lo
formación se articula en torno a un nuevo factor sectorial.
clave, la microelectrónica —recurso ilimitado, de En su expresión más pura, tal enfoque no
rápida difusión en todas las actividades, de bajo conoce éxitos. Es imposible considerarlo una op
costo— que sustituye a la energía barata, que fue ción válida, menos aún en países cuyas estructu
el elemento dinamizador de la fase precedente. ras productivas presentan desequilibrios sustan
Esta modificación representa una “onda larga” y ciales. La dirección del proceso exige combinar
no es un mero ajuste parcial (Pérez, 1986). instrumentos dirigidos y otros de mercado. Adi
cionalmente, el enfoque “liberalizador-privatiza
En estas circunstancias, la tradición estructu-
dor” carece de un marco analítico consistente
ralista latinoamericana aventaja a las tesis del
para evaluar los efectos temporales de las políti
libre mercado. Es evidente que en períodos de
cas y la secuencia de las acciones más eficaces
cambio profundo es preciso disponer de un ins
para conseguir objetivos múltiples en períodos
trumental más vasto de política industrial, que
largos.
incida con vigor en los campos tecnológico, edu
cacional, organizacional y de inversión, privile
3. Fmandamiento, ahorro e inversión
giando sectores claves para el futuro.
Otro tanto puede decirse acerca de la forma El crecimiento de la región seguirá altamente
ción de recursos humanos, ámbito en el que la condicionado por severas restricciones imperan
54 REVISTA DE LA CEPAL N" 34 / Abril de 1988
Así, es posible que la privatización sólo estimule de modo que éste se decida libremente a volver.
la transferencia de activos o la especulación. Lo Sin embargo, no parece que las políticas liberali-
que pasa es que si bien el ahorro financiero do- zadoras ni de diferenciales de interés basten para
méstico responde positivamente a la rentabilidad contener la fuga, toda vez que en este fenómeno
de los instrumentos de captación, no sucede lo inciden numerosos factores políticos, psicológi
mismo con el ahorro privado. cos e históricos.
Lo indicado es una política de tasa de interés Las motivaciones de quienes sacan sus capita
real positiva, moderada y estable. Sin embargo, les al exterior son sólo parcialmente contrarres-
no cabe descansar únicamente en ella, ya que no tables con incentivos. Aún en períodos de con
es el instrumento más eficaz para fomentar el tundentes estímulos (altísimas tasas reales de in
alza de los niveles de ahorro e inversión domésti terés) y de “seguridad” política (estabilidad de
cos. La experiencia de numerosos países sugiere mocrática en Venezuela y México y vigencia de
que en determinadas circunstancias no se obser férreas dictaduras autoritarias en Argentina,
va relación alguna entre tasa de interés y ahorro Chile y Uruguay) la fuga aumentó. Difícil sería
privado. En Corea, por ejemplo, durante perío atraer a sus protagonistas, dado que en la actuali
dos largos prevaleció una tasa de interés real dad la escasez de divisas y los controles son mayo
negativa, no obstante lo cual se anotaron eleva res, debido al deterioro de la situación financiera
das tasas de ahorro. En Chile y Argentina hubo internacional. El énfasis debe colocarse pues en
períodos en los que las tasas de interés real fue la contención de la fuga. Sin duda, una política
ron muy altas, en tanto que el ahorro descendió económica estable y con perspectivas de creci
incluso por debajo de los niveles históricos. Por miento reduce la magnitud del fenómeno e in
tanto, debe examinarse el conjunto de las políti cluso puede atraer algunos capitales. Pero se re
cas, y no una de ellas en particular. quiere contar adicionalmente con algunas dispo
El comportamiento de los agentes privados siciones de control administrativo.
Entre las medidas propuestas por el Banco
en América Latina es distinto del esperado por el
enfoque privatizador-liberalizador. Es cierto que Mundial y reforzadas por el Plan Baker y el fm i
para atraer capitales frescos se contempla la am
el empresariado se adapta al contexto en que
opera y que las señales del mercado inciden signi pliación y mayor apertura de los mercados de
ficativamente en sus decisiones. Pero también acciones y de capitales. Es posible que estas medi
hay conductas que se hallan condicionadas histó das redunden en un incremento de la afluencia
ricamente por factores culturales, percepciones de capitales. Sin embargo, la significación de es
de riesgo o estructuras económicas e institucio tos últimos siempre será escasa. Por otra parte,
nales. Así, por ejemplo, la adopción de medidas para expandir este tipo de financiamiento no
tributarias que alivien la carga de las empresas debe recurrirse a incentivos que pejudiquen la
(tipo supply side) no se traduce necesariamente en materialización de otros objetivos de importan
un mayor ahorro real. cia. Cabe agregar que la ampliación de los merca
dos de capitales y accionarios es un proceso gra
Por su parte, el financiamiento externo para dual y debe apoyarse en una normativa que ase
los países en desarrollo exhibe escasa elasticidad gure su estabilidad y ponga a los medianos y
vis a vis las tasas de interés. Tampoco es un meca pequeños inversionistas a salvo de las operacio
nismo de contención de la fuga de capitales, ya nes especulativas. La observación es particu
que las decisiones al respecto obedecen a una larmente válida para los países latinoamericanos,
política de diversificación del riesgo de los inver cuyos mercados son en general estrechos y, por
sionistas nacionales. ende, muy vulnerables a la manipulación y la
Los economistas de la región y los organis inestabilidad.
mos internacionales coinciden en que la fuga de Las violentas fluctuaciones observadas en el
capitales ha sido un fenómeno de gran enverga último tiempo en las bolsas de valores de los
dura en América Latina. Discrepan eso sí en tor países industrializados, que cuentan con enor
no a las políticas más idóneas para revertirlo. La mes mercados de capitales, configuran otro fac
tesis de los organismos multilaterales es que las tor de gran incertidumbre, que se proyecta sobre
naciones latinoamericanas deben adoptar medi los mercados accionarios de América Latina. Ello
das que resulten atractivas para el capital fugado. pone en evidencia el alto riesgo que entraña la
56 REVISTA DE LA CEPAL N" 34 / Abril de 1988
política que impulsa a que modestos trabajadores ses sobre la deuda convertida en activos sea infe
depositen sus ahorros en tales sistemas. rior a las remesas de las utilidades de las empre
Por último, la desconcentración del poder sas desnacionalizadas.
económico y financiero es otro requisito ineludi Por otra parte, es preciso tener en cuenta que
ble para el logro de un desenvolvimiento sano de se vive una situación que muy probablemente
estos mercados. desembocará en un cambio en las condiciones de
La inversión extranjera directa, vale decir, servicio de la deuda. Síntomas perceptibles son
aquella que es canalizada preferentemente a tra las moratorias en que están incurriendo impor
vés de las corporaciones trasnacionales, puede tantes países deudores y el incremento de las
constituir otro elemento dinaraizador del desa provisiones por parte de los bancos acreedores.
rrollo regional. Debe tenerse en cuenta, sin em En estas condiciones, el adelanto de los pagos vía
bargo, que a estas alturas su comportamiento es conversión de activos puede terminar siendo un
diferente del histórico. En efecto, ha bajado el pésimo negocio para el interés nacional. Si los
porcentaje de aporte propio y ha subido el que se descuentos de los papeles de la deuda continúan
financia con créditos. Por otra parte, se han mul bajando en los mercados secundarios, lo acon
tiplicado las fórmulas novedosas de aporte tecno sejable es alentar ese descenso y buscar fórmulas
lógico y productivo, con baja inversión directa. de recompra que beneficien al país, y no a los
En consecuencia, esta última no debe ser consi intermediarios o a determinados accionistas fo
derada un sustituto del financiamiento bancario ráneos.
externo. Su significación financiera es limitada y Cabe apuntar por último que la fórmula de
su importancia radica en el aporte al mejora conversión que propician los partidarios del es
miento de la capacidad tecnológica, de gestión y quema liberalizador-privatizador es negativa e
comercial (Bitar, 1987, Heileiner, 1986). incluso inconsistente con sus propios postulados.
La política de inversión extranjera debe Pues si el mercado manda, ¿por qué no aceptar
apuntar a la atracción de empresas en las áreas entonces las indicaciones del mercado secunda
seleccionadas, con el objeto de reforzar la espe- rio de pagarés de la deuda?
cialización. De preferencia, se procurará captar a En cuanto al financiamiento de la inversión,
firmas medianas o de alta competitividad que es evidente que para llevar a cabo un “ajuste
aún no hayan alcanzado una propagación global. estructural programado” se requerirán fondos
Una apertura indiscriminada o el otorgamiento dirigidos y concentrados en ciertos sectores de
de incentivos atolondrados para mejorar la especialización, con plazos y condiciones favora
“atmósfera”, como sugieren los bancos, organis bles ( c E P A i.- o N U D i, 1985). Ello supone una parti
mos multilaterales y gobiernos de las naciones cipación activa del Estado; no basta la adopción
industrializadas, puede desembocar en altos cos de normas generales y criterios de mercado.
tos y en escasos resultados concretos para los También es necesario que el Estado participe en
países anfitriones. la canalización de recursos en favor de las peque
Se está extendiendo la práctica de transfor ñas y medianas empresas, evitando que aquellos
mar deuda en acciones {debtfor equity swaps). Los se concentren en las mayores, lo cual dificultaría
bancos la visualizan como una interesante moda una sana competencia.
lidad para aminorar sus riesgos, mediante una En el ámbito institucional, por último, cabe
diversificación de activos, aparte de que la opera tener en cuenta la magnitud del cambio que se ha
ción misma de intermediación y gestión les re operado en el sistema financiero internacional.
porta utilidades nada despreciables. En cambio, El movimiento de capitales alcanza cifras muy
las ventajas para los países deudores son muy superiores a los montos involucrados en el inter
dudosas. En algunos casos esta fórmula entraña cambio comercial. La integración del sistema glo
nuevas inversiones; en otros, provoca la simple bal propaga con rapidez inusitada a las econo
transferencia de activos existentes a empresas mías latinoamericanas las oscilaciones generadas
foráneas. Su efecto en la balanza de pagos puede en el Norte. La presencia de subsidiarias de ban
resultar incluso negativo en el corto plazo, en la cos que se encuentran integradas al sistema glo
medida que no haya ingreso de capitales frescos y bal puede limitar excesivamente la eficacia de las
que el ahorro por concepto de no pago de intere políticas domésticas. Estas consideraciones cues
NEOLIBERALISMO VERSUS NEOESTRUCTURALISMO EN AMERICA LATINA / Sergio Bitar 57
tionan la conveniencia de la apertura financiera interpretación de las causas que generan la desi
externa, propugnada por algunos partidarios de gualdad, donde se subestiman los factores de
la liberalización. Es menester el establecimiento índole estructural.
de regulaciones y mecanismos que protejan las Los partidarios del esquema liberaliza
economías nacionales de vaivenes gestados en el dor-privatizador aseveran que en períodos de
aparato financiero externo. Ello supone también crisis, como el actual, es poco lo que se puede
que el Estado asume activamente un papel super hacer para atender las necesidades básicas insa
visor y regulador. tisfechas, por lo que los esfuerzos deben volcarse
La elevación del ahorro privado pasa inevita al crecimiento, ya que éste mejora la condición de
blemente por una mayor austeridad en el gasto los más pobres {trickle-down effect). Recomiendan
de los grupos de mayores ingresos. El consumo asimismo mejorar los términos de intercambio
conspicuo debe restringirse —o al menos limitar de la agricultura, para favorecer ai sector campe
se su tasa de expansión— máxime si se pretende sino, lo que sin duda tendrá mayor impacto en los
al mismo tiempo elevar el de productos esencia países en que la población rural sea importante,
les. El cambio del patrón de consumo requiere la no así en las aglomeraciones urbanas que son
adopción de medidas fiscales y tributarias. características de América Latina. Abogan igual
La adopción de un marco liberalizador- mente por la eliminación de los subsidios indis
privatizador puede transformarse en un serio criminados, de modo que los limitados recursos
obstáculo para la austeridad, dado que provoca públicos para gasto social se destinen sólo a los
inevitablemente una mayor concentración del in grupos pobres, debiendo los demás sectores cos
greso. Por tanto, la abolición de medidas regula tearse los servicios de educación y salud, por
doras ha de ser fruto de una cuidadosa evalua ejemplo. Postulan finalmente que lo prioritario
ción, debiendo ser compensada por otras que es el combate contra la extrema pobreza.
promuevan una mayor igualdad. En este pensamiento no se destacan las cau
sas estructurales de la desigualdad: la concentra
4. Distribución del ingreso y de la riqueza ción de la propiedad; la frágil organización social
y pobreza extrema y sindical, en particular en la agricultura y ios
La crisis de comienzos de los años ochenta acen sectores marginales urbanos; la propagación de
tuó las disparidades de ingreso y de riqueza, ya hábitos de consumo de los países industrializados
bastante pronunciadas en América Latina, tor entre los estratos medios y altos; los bajos niveles
nándose urgente la introducción de modificacio educacionales, y el rezago tecnológico. Estas dis
nes profundas para reducir la concentración. La torsiones no se corrigen con simples mecanismos
desigualdad es de tal envergadura, que su co de mercado, sino que exigen acciones dirigidas
rrección no puede quedar librada al rebalse del específicamente a la modificación de los elemen
crecimiento. tos estructurales que las generan.
El pensamiento liberalizador-privatizador A nuestro juicio, un enfoque eficaz debe
otorga menor prioridad a los mecanismos redis combinar ambos componentes: acciones sobre
tributivos, en cuanto asigna al mercado y al creci los elementos estructurales y políticas de precios,
miento un efecto benéfico per se sobre la igual fiscales y tributarias que eliminen rigideces y
dad, sin contemplar medidas relevantes que ac alienten el crecimiento.
túen directamente sobre el problema. Un sínto En particular, la disminución de la desigual
ma bastante ilustrativo de esta postura es el cam dad exige introducir modificaciones en la estruc
bio de nombre del servicio “empleo y distribu tura de la propiedad. La concentración debe re
ción del ingreso” del Banco Mundial por el de ducirse en todos aquellos casos en que no se
“mercados laborales” (Annis, 1986). Este enfo justifique por razones de eficiencia técnica. Y en
que supone que la libre competencia y la aboli los que se considere imprescindible, ha de ser
ción de las regulaciones estimulan el crecimiento, supervisada, regulada y compensada con meca
lo que indirectamente haría aumentar los niveles nismos administrativos. Deben promoverse al
de empleo y los salarios reales. Por tanto, con mismo tiempo formas de propiedad más difun
templa pocos instrumentos directos (Feinberg, didas (cooperativas, pequeñas y medianas em
1986, pp. 18-20). Otra debilidad radica en la presas, etc.).
58 REVISTA DE LA CEPAL N" 34 / Ahñl de 1988
La concentración del aparato financiero en composición del gasto permitiría generar recur
pocas manos, aparte de otorgar un poder político sos adicionales.
que desequilibra la sociedad, estimula el empleo La educación masiva y la recalificación de la
de los recursos en actividades conexas de los mis mano de obra para que ésta quede en condicio
mos grupos, lo que agudiza la concentración. En nes de desempeñar actividades de mayor com
consecuencia, el avance hacia una mayor igual plejidad y productividad es otra tarea prioritaria
dad demanda asimismo el control del aparato para reducir la desigualdad.
financiero. Las políticas propuestas aquí se fundan no
Se requiere, adicionalmente, fomentar la or sólo en razones éticas, sociales y políticas. Ellas
ganización de los trabajadores y de los grupos pueden asimismo generar un favorable efecto
sociales más vulnerables. El mejor resguardo de sobre la capacidad de crecimiento. Una mano de
sus intereses lo constituye la propia organización obra mejor capacitada —física, mental y técnica
de los interesados. Las políticas tendientes a libe mente— redunda en mayor productividad y fle
ralizar el mercado de trabajo persiguen obtener xibilidad de adaptación a condiciones cam
una flexibilidad de los salarios reales a la baja, biantes.
con el argumento de que ella alentaría una No ha sido la carencia de ideas lo que explica
mayor ocupación. Sin embargo, el análisis empí la escasa aplicación de fórmulas eficaces por par
rico revela que en términos globales es muy débil te de los gobiernos de la región. Las causas políti
la supuesta conexión entre caída de salarios rea cas han sido determinantes. De allí la necesidad
les y aumento de la ocupación. Más bien, esas de ligar con más nitidez las metas deseadas con
políticas han debilitado las organizaciones labo los recursos de poder necesarios para materiali
rales e incrementado la desigualdad. zarlas. Este ángulo es absolutamente ignorado en
El fortalecimiento de las empresas de tra la óptica de los organismos multilaterales y en la
bajadores, de las organizaciones de autocons lógica de la privatización-liberalizadón.
trucción o de autogestión de policlínicas de sa
lud, así como de diversas formas de poder local, 5. Estado y sector privado:
favorece una mayor igualdad y reduce la so un conflicto ideologizado
brecarga del aparato estatal. El tema del tamaño y las fundones del Estado ha
Es imprescindible, igualmente, desplegar ac adquirido alta gravitación en el debate sobre po
ciones paralelas al mercado, y al margen de éste, lítica económica. La crítica al Estado se aborda
para superar las manifestaciones más agudas de desde dos perspectivas: su presunto efecto nega
la pobreza extrema, en cuanto a cesantía, desnu tivo sobre la eficiencia productiva y su supuesto
trición y falta de vivienda. Debe apuntarse a gru impacto amplificador del gasto fiscal. La intensi
pos específicos de la población tanto rural como dad de esas críticas y las reiteradas propuestas de
urbana, en particular los niños, ya que al actuar privatización han polarizado el debate, hacién
sobre ellos se estará avanzando hacia una mayor dolo perder realismo y utilidad.
igualdad de oportunidades. Los partidarios del enfoque privatizador-li-
La reforma tributaria y el uso más eficiente beralizador propugnan la reducción del aparato
de los recursos fiscales son también imprescindi estatal, sugiriendo la venta de empresas públicas
bles. Es preciso captar más ingresos de los grupos y la canalización de los nuevos créditos al sector
de altas rentas y transferirlos a los pobres. Cabe privado. Esta postura se ve reforzada por las
señalar que en términos cuantitativos el combate agencias del Gobierno de Estados Unidos y la
contra la extrema pobreza no debiera compro banca comercial de ese país. (Baker, 1986; Mor
meter una fracción muy significativa del produc gan Guaranty Trust, 1986 ). Cuenta con similar
to. La transferencia de apenas del 5% de los acogida entre economistas latinoamericanos (Ba-
ingresos que percibe el decil más rico al tercio lassa, Bueno, Kuczynski y Simonsen, 1986).
más pobre bastaría para modificar apreciable Las propuestas orientadas a reducir las fun
mente la situación. Avanzar en este terreno exige ciones y el tamaño del Estado parecen reposar en
elevar el peso de la tributación directa y mejorar el supuesto de que tal contracción crearía un
la recaudación de los impuestos. Un cambio en la estímulo para una expansión automática del sec-
NEOLIBERALISMO VERSUS NEOESTRUCTURALISMO EN AMERICA LATINA / Sergio Bilar 59
tor privado, en una suerte de vasos comunican ha acumulado una variedad excesiva de activida
tes. De este supuesto deriva una preocupación des, ligadas unas a la función industrializadora
excesiva por el achicamiento del sector público, en un esquema de desarrollo “hacia adentro”;
en tanto que se descuida la forma de estimular otras, a la prestación de servicios básicos a las
directamente las iniciativas particulares. mayorías pobres o asociadas a diversos mecanis
Al menos dos de los supuestos en que se mos de regulación administrativa para orientar
funda el enfoque liberalizador-privatizador son inversiones o consumo y para combatir la infla
incorrectos. El primero postula que las distorsio ción. Esto debe experimentar un profundo
nes en las economías latinoamericanas se corri cambio.
gen mediante la liberalización. En rigor, una con El Estado debe asumir funciones cualitativa
fianza excesiva en el papel regulatorio del merca mente distintas, acordes con los desafíos del siglo
do conduce a otras insuficiencias, sobre todo en X X I, las que poco tienen que ver con la estructura
el caso de economías afectadas por graves dese pública que cristalizó después de la segunda gue
quilibrios. El camino del “ajuste estructural pro rra mundial. Ahora bien, para hacerse cargo de
gramado*' exige, por el contrario, una conduc nuevas responsabilidades hay que dejar de cum
ción. Lo que importa entonces no es la liberaliza plir algunas de las antiguas.
ción en sí, sino la gestión eficiente del ajuste Al Estado le cabe dirigir el ajuste estructural
programado. hacia una mayor especialización y competitivi-
El segundo de tales prejuicios es que el sector dad, en una perspectiva de largo aliento, orienta
privado responde a las indicaciones del mercado, ción que el mercado no proporciona. Esta es la
lo que conduciría a un incremento de la inversión función propia de un Estado “guía”. Además,
y la eficiencia. Estos supuestos sobre el comporta debe preocuparse del resguardo de la equidad y
miento del sector privado encuentran escaso res la autonomía nacional. Se trata de un Estado
paldo en la experiencia histórica. Aun en fases “guardián” de determinados equilibrios sociopo-
muy propicias para el empresariado latinoameri líticos esenciales.
cano, sólo en contadas excepciones la liberaliza La concertación entre trabajadores, empre
ción ha hecho surgir en éste una actitud de inno sarios y Estado es un factor clave para una estra
vación y esfuerzo con un perspectiva de mediano tegia de desarrollo. Esta perspectiva ayuda a con
plazo. figurar consensos en torno a un proyecto nacio
Para el surgimiento de tales hábitos, presen nal y aminora la pugna, a veces artificial, entre
tes por largo tiempo en países del Norte o algu Estado y actores privados.
nos del Asia, sería necesario que se operaran Debidamente integrados, estos elementos
cambios culturales más profundos. No se compa otorgarían más vigor al pensamiento neoestruc-
dece con la realidad el intento de lograr tales tural, evitando asimismo la propagación de un
modificaciones en plazo breve, contando con pu modelo neoliberal de efectos desarticuladores.
ros instrumentos de mercado.
6. Factores políticos y sociales
Gran importancia ha de otorgarse al incre
mento de la eficiencia de las empresas públicas. En el terreno político-social la brecha entre las
Sin duda, lo aconsejable es privatizar algunas de formulaciones neoliberales y el pensamiento
ellas, pero es obvio que la ineficiencia no se com neoestructural es amplia. Las primeras prestan
bate únicamente por esta vía. Es preciso también escasa o nula atención a las variables sociales y de
mejorar de manera sustancial las técnicas de ges poder que interactúan con las políticas económi
tión, los métodos de tarificación y fijación de cas y que determinan la viabilidad de cualquier
precios, incrementar la descentralización e intro estrategia de desarrollo.
ducir reformas institucionales que otorguen au El enfoque privatizador-liberalizador ex
tonomía a las decisiones. A diferencia de lo que cluye una referencia explícita a los factores socio
sucede en los países del sudeste asiático, en Amé lógicos y políticos. Sin embargo, es imprescindi
rica Latina existe una larga tradición de Estado ble contemplar la interacción entre economía y
empresario, la cual debe ser perfeccionada, pues política. Dos son las perspectivas relevantes: los
sería absurdo pretender eliminarla. efectos de determinadas medidas económicas so
Es imprescindible reconocer que el Estado bre las variables sociales y políticas, y segundo, las
60 REVISTA DE LA CEPAL N" 34 / Abril de 1988
condiciones y requisitos de poder necesarios pa Estas vivencias han influido sobre el enfoque
ra llegar a la aplicación de tales políticas. neoestructural, incentivando la búsqueda de mo
Si algunas de éstas provocan desigualdad, dalidades de consenso, concertación y participa
contracción de los niveles de vida de amplios ción, que hagan posible una reducción de los
sectores, desnacionalización, etc., resultados in conflictos o su canalización en pos de objetivos
compatibles con la vigencia de instituciones y comunes. La noción de proyecto nacional ha co
normas democráticas, cabe preguntarse cómo brado de esta manera creciente importancia, así
podría aplicarse una estrategia liberalizado- como la necesidad de construir un apoyo social y
ra-privatizadora. Si el único camino disponible es político amplio para sostenerlo por plazos pro
la fuerza, entonces la exclusión de consideracio longados. Estos factores revisten importancia ca
nes políticas y sociales implica por parte de ese pital para evaluar si es factible el despliegue de
esquema la aceptación de un marco no democrá una determinada estrategia.
tico, como sucedió y ocurre en varios países de la Sería utópico suponer que los conflictos van
región. a desaparecer mediante estos expedientes, pero
Una transformación progresiva de las es pueden aminorarse, y subordinarse a propósitos
tructuras productivas supone un apoyo social colectivos. La idea de que no se trata de “socieda
permanente. En ciertas circunstancias, es factible des de suma cero” abre posibilidades a la búsque
que una política de shock consiga cierta estabiliza da de un progreso conjunto. Una inserción efi
ción de precios. Es posible también aplicarla por ciente en la economía mundial proporcionaría
“sorpresa”, durante un período corto, sin contar espacio para que un esfuerzo nacional comparti
con apoyo ciudadano mayoritario. Sin embargo, do se tradujera en beneficios para todos.
no es éste el caso de las estrategias de cambio más También han de tenerse en cuenta las reper
profundas. Una política abrupta produce impac cusiones de una determinada estrategia sobre el
tos y costos económicos y sociales muy altos; mal estamento militar. Un proyecto nacional debe ser
podría, entonces, ser utilizada por un tiempo comprendido y apoyado por las fuerzas arma
prolongado. das, considerando su favorable efecto sobre la
Tampoco es políticamente viable la subordi seguridad en su sentido más amplio. El fortaleci
nación de la estrategia de desarrollo a condicio miento de la autonomía, la equidad y la capaci
nes externas agobiantes que impliquen la pérdi dad tecnológica inciden positivamente en la se
da de un espacio siquiera mínimo de autonomía guridad (Varas, 1986). En muchos casos, no cabe
nacional. La política liberalizadora-privatizadora duda que el gasto militar deberá restringirse.
abrupta o simplista entraña el peligro de desen Cabe apuntar que tampoco estos aspectos for
cadenar reacciones que exijan un ejercicio auto man parte explícitamente del marco conceptual
ritario del poder o que conduzcan a su propio que ordena el pensamiento liberalizador-privati-
colapso. zador.
Las experiencias de los países del Cono Sur Los requisitos de poder para sustentar una
llevaron a numerosos cientistas sociales y políti estrategia de largo alcance se satisfacen mejor en
cos a explicar en parte el derrumbe de los siste democracia, en presencia de concertación y de
mas democráticos en términos de la ruptura de participación amplia. Pero, estas mismas exigen
ciertos acuerdos sociales mínimos y de una pug cias condicionan a su vez el tipo de políticas eco
na desatada por la apropiación del excedente del nómicas aceptables para la mayoría. Particular
Estado. Por otra parte, la acelaración inflaciona trascendencia adquiere el efecto que las medidas
ria y el fracaso de las políticas de estabilización adoptadas generen sobre la equidad, si el propó
han sido atribuidos al agudo conflicto por la dis sito es avanzar en democracia y profundizar este
tribución del ingreso. sistema.
NEOLIBERALISMO VERSUS NEOESTRUCTURALISMO EN AMERICA LATINA / Sergio Bitar 61
IV
Reflexión final
La prioridad estratégica de América Latina es el espacios políticos para preservar una alianza so
crecimiento y el desarrollo, lo que exige la intro cial amplia y permanente.
ducción de modificaciones estructurales en la ba En consecuencia, un esquema liberalizado r-
se productiva para elevar la competitividad inter privatizador resulta contrario al objetivo de cre
nacional y satisfacer las necesidades básicas- cimiento con equidad, dadas las condiciones que
No existe un “modelo” único para llevar ade muestra América Latina, y constituye entonces
lante una transformación estructural. En conse un riesgo para la estabilidad política.
cuencia, es indispensable apoyarse en la expe En el largo plazo, las consideraciones pura
riencia y actuar con pragmatismo. Las “doctri mente económicas ven aminorada su importan
nas” presuntamente acabadas, que reposan en cia y la viabilidad de una estrategia pasa a depen
“principios” inmutables pueden acarrear nume der de numerosas variables políticas y culturales.
rosos efectos negativos. Para ser útil un enfoque debe tener capacidad de
Los esquemas conceptuales que discurren adaptación a situaciones cambiantes, mantenien
casi exclusivamente en torno a la noción de equi do bajo constante y riguroso escrutinio la interac
librio y a la validez de las “leyes del mercado”, ción economía-política.
pueden alcanzar alguna eficacia en períodos cor En síntesis, una política que resguarde un
tos para ayudar a la superación de los desajustes crecimiento con equidad y autonomía debe res
externos y a la estabilización de precios, pero no ponder al doble desafío de acometer un cambio
son apropiados para el cambio de estructuras. en la estructura productiva, resguardando los
Este debe inspirarse más bien en una perspectiva equilibrios financieros y, al mismo tiempo, ar
dinámica. Desde este ángulo, el desafío reside en ticular un apoyo social en democracia.
conducir y regular la secuencia de cambios, cui
dando de mantener los desajustes financieros y Ambos desafíos se abordarán con mayor efi
económicos, inherentes a un cambio de estructu ciencia si la acción se inspira en un enfoque con
ra productiva, dentro de rangos controlables. ceptual que recoja la tradición latinoamericana,
El carácter relativamente impredecible de es las experiencias y la nueva naturaleza de la eco
tos procesos entra en pugna con la práctica de nomía internacional y nacional.
establecer una rigurosa condicionalidad en el La ideas poseen un gran poder. La existencia
manejo de las principales variables macroeconó- de un pensamiento propio constituye pues un
micas, que es lo que hacen algunos organismos acervo muy valioso para impulsar nuevas etapas
multilaterales y propician los partidarios del neo- de desarrollo. Lo importante es superar las posi
liberalismo. ciones defensivas frente al neoliberalismo, pro
La aplicación de una estrategia de largo pla poniendo medidas operativas para encarar los
zo requiere estabilidad política, lo cual supone a problemas que afectan la vida nacional, en par
su turno la configuración de acuerdos sociales ticular en lo tocante al nuevo papel del Estado.
compartidos por la mayoría ciudadana. La estra Un enfoque “neoestructural” abierto y flexible es
tegia económica tiene a su vez que resguardar los un marco útil para asumir los nuevos desafíos.
62 REVISTA DE LA CEPAL N“ 34 / Abril de 1988
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I
REVISTA DE LA CEPAL N“ 34
El escenario internacional
y su impacto
sobre América Latina
Los d esa fío s
d e A m érica L atina 1. Las relaciones entre las superpotencias
Las relaciones entre las dos superpotencias han
e n el m u n d o d e h oy tenido siempre una influencia política decisiva
en el ámbito de las relaciones internacionales,
pues su comportamiento refleja, en esencia, la
Guillermo estructura del poder mundial. La convivencia
Maldonado Lince* entre ambas conoce períodos de alta tensión y
otros de aparente calma, pero su enfrentamiento
ideológico es permanente y se manifiesta en dis
tintas regiones del mundo. Los efectos económi
cos de esta pugna se traducen en un pasmoso
El artículo analiza diversos desarrollos, de largo y me incremento del gasto en armamentos, sustrayén
diano plazo, en la economía y la política internaciona dolo de su natural destino productivo y de la
les, precisando su impacto sobre América Latina. A cooperación internacional para el desarrollo. La
continuación se estudia el escenario regional y espe acumulación de este gasto ha creado, a su vez, un
cialmente la actual crisis económica, destacando los
esfuerzos realizados por América Latina para mejorar arsenal nuclear suficiente para terminar con
su actual situación. cualquier signo vital sobre la faz del planeta. Es
Frente al balance de restricciones y logros así con tán en jaque dos objetivos fundamentales de las
formado se plantean varios desafíos para la región: la Naciones Unidas: la paz y el desarrollo.
consolidación de la democracia, la preservación de la Sin embargo, en medio de enfrentamientos
paz, la recuperación de un margen de maniobra para
avanzar en el proceso de desarrollo, el aumento de la ideológicos y de conflictos localizados —Medio
autonomía en la formulación y aplicación de políticas y Oriente, Golfo Pérsico, Afganistán y Centroamé-
la generación de un nuevo impulso a los procesos de rica— se han registrado en el pasado reciente
integración. algunos avances apredables en las negociaciones
Para responder a estos desafíos, América Latina que las dos superpotencias mantienen sobre de
requiere un conjunto de respuestas. Ellas incluyen el
diseño de una estrategia alternativa del desarrollo, el sarme, lo cual puede llevar a una necesaria y
incremento de la cooperación regional, un cambio constructiva distensión mundial.
cualitativo en el tipo de inserción internacional de El inusitado incremento del gasto en defensa
nuestros países y la puesta en práctica de una Zona de está en la raíz del déficit fiscal de los Estados
Paz en la región. La comunidad internacional tiene
una responsabilidad al respecto, ya que la materializa
Unidos, lo cual hace que ese país, cuya gravita
ción de dichos logros está condicionada por una eco ción en las economías latinoamericanas es muy
nomía internacional estable, así como por la reducción considerable, compita con la región en la búsque
del peso de la deuda y del proteccionismo. El artículo da de esos recursos financieros que América La
concluye que el desarrollo, la integración y la democra tina precisa con tanta urgencia para impulsar su
cia son los pilares de un proyecto político de y para
América Latina,
desarrollo económico y social.
Los próximos meses serán claves para el de
senlace de las negociaciones sobre desarme, y
sería deseable que, en futuras reuniones cumbre,
las dos superpotencias no solamente eliminen los
♦ D ire cto r d e la D iv is ió n d e C o m e r c io I n t e r n a c io n a l y D e arsenales nucleares, sino que den prioridad a la
s a r r o llo d e la CF.PAL. consolidación de la paz, al impulso al desarrollo
E l a u t o r a g ra d e c e e s p e c ia lm e n te lo s c o m e n t a r io s fo r m u la
d o s a este tra b a jo p o r e l s e ñ o r G e n R o s e n th a l, S e c r e ta r io económico y social y al pleno reestablecimiento
E je c u tiv o d e la c;f.pal. del multilateralismo y de la cooperación interna
cional.
66 REVISTA DE LA CEPAL N" 34 / Abril de 1988
tanto de la estructura de poder mundial como de cambios y los nuevos fenómenos que se observan
la división internacional del trabajo que se había tanto en el sistema de comercio internacional,
consolidado. como en el financiero y monetario.
Los países latinoamericanos y los demás paí En síntesis, en la visión del Norte, el multila
ses en desarrollo no podían participar en ese teralismo ya no está en función ni de la nueva
esquema sin que existiera un tratamiento espe estructura del poder mundial ni de la emergente
cial y diferenciado en su favor, pues las reglas del división internacional del trabajo. En contraste,
juego se diseñaron para facilitar las relaciones para los países de América Latina, el multilatera
Norte/Norte antes que las Norte/Sur. De aquí lismo es válido y necesario. Es la vía más idónea
surge la larga y conocida lista de medidas por las para atenuar los desequilibrios en el poder eco
que tanto han bregado los países del Tercer nómico y en el poder político que existen entre
Mundo en los foros internacionales; la Parte iv los Estados. ¿Por qué, si no, escoge el propio
del CiATT, la creación de la u n c t a d , el sistema Norte un foro multilateral para consagrar las
generalizado de preferencias (s g p ), los códigos reglas de un nuevo sistema de comercio interna
de conducta, los convenios internacionales de cional de bienes y servicios? Es, sencillamente,
productos básicos, para no mencionar sino al porque esto aún confiere legitimidad. Al multila
gunos. teralismo, visto desde América Latina, aún le
La única alternativa viable para los países en quedan retos grandes que enfrentar: mantener
desarrollo fue acomodarse al esquema multilate la paz; impulsar el desarrollo; detener el deterio
ral creado por el Norte, lo cual, de alguna mane ro del sistema de comercio internacional; reesta
ra, lo modifica y erosiona. No cabe duda que en blecer la estabilidad y la equidad financiera, re
este hecho desempeña un papel preponderante formando el sistema monetario internacional;
la presencia masiva del mundo en desarrollo en solucionar, en un ámbito político, el problema
las Naciones Unidas y en otros foros multilatera del endeudamiento externo; y responder eficaz
les, y su función importante ya sea como merca mente a las necesidades de los países en desarro
do para las exportaciones de manufacturas de los llo, a fin de hacer más equitativa, simétrica y
centros, o como fuente de aprovisionamiento de dinámica su participación en la economía inter
productos primarios. Esto es lo que ha ido perfi nacional.
lando con nitidez la interdependencia de la que
tanto se habla, pero que es sustancialmente asi 4. La revolución tecnológica
métrica y se da entre desiguales. No cabe duda alguna que América Latina en
La experiencia de los últimos años muestra frenta hoy un mundo que cambia y progresa a un
una clara tendencia declinante del multilateralis- ritmo muy rápido y en direcciones a veces sor
mo en favor de un trato directo basado más en el prendentes. El desarrollo de la microelectrónica,
“poder” específico y real de cada uno de los paí de la informática y de las telecomunicaciones,
ses, muy lejos de las reglas y de la conducta más junto con otros derivados de la investigación es
propia de la “cooperación” entre Estados sobe pacial , ha hecho llegar al mercado internacional
ranos. servicios que antes o no existían, o, si los había, no
El multilateralismo, como se practicó en la eran transables internacionalmente.
posguerra, ya no está en función de la nueva El avance simultáneo de la informática y de
visión del mundo que indudablemente existe en las telecomunicaciones ha dado lugar a la deno
el Norte desarrollado. Las transformaciones es minada telemática que continúa y entrelaza, a
tructurales que están teniendo lugar en los países nivel internacional, los servicios que se derivan
más avanzados, expresadas en la revolución tec de estas actividades: informaciones comerciales,
nológica —algunos le llaman “la tercera revolu financieras, turísticas, científicas, diseños, patro
ción industrial”—, en el auge de los servicios y en nes para control de calidad, celebración de con
la internacionalización de las actividades econó tratos a distancia, etc. Esto permite la prestación
micas, configuran una suerte de período de tran internacional de servicios sin circulación de per
sición hacia nuevas formas de producción, de sonas y sin controles aduaneros en la frontera, y
poder y de relaciones entre Estados. A este perío la aplicación de estos adelantos al ámbito de la
do corresponden, además, la inestabilidad, los salud, la educación y otras áreas sociales. Los
68 REVISTA DE LA CEPAL N" 34 / Abril de 1988
soluciones técnicas elaboradas conforme a la vi ficación de un proceso que no admite una teoría
sión de los países industrializados. Ellas se trans de validez universal. En segundo lugar, se trata
miten entre otras formas, a través de los compo de una ortodoxia que se predica, pero no se
nentes coactivos que forman parte de las normas practica en las mismas sociedades en que se pos
de condicionalidad a que los países de la región tula. Algunos ejemplos de ello, que afectan de
han de someterse al buscar apoyo financiero ex manera muy directa a la América Latina, se en
terno. En esa pauta ocupan un papel prominente cuentran en los desequilibrios macroeconómicos
el desmantelamiento de las trabas al comercio que caracterizan a la principal economía desarro
exterior, con miras a que sean los precios interna llada del mundo —y sus múltiples repercusiones
cionales los que contribuyan a una asignación sobre el crecimiento económico internacional—;
óptima de los recursos; la adopción de políticas las políticas de subsidios a la producción y expor
macroeconómicas “correctas”, tendientes a evi tación de productos agrícolas seguidas en la
tar desequilibrios internos y externos; y la reduc mayoría de las economías industrializadas de Oc
ción del papel del Estado, en relación a los agen cidente; y el creciente proteccionismo que afecta
tes privados, los cuales, según se aduce, son los al comercio internacional. Finalmente, las tesis
que reaccionan en forma dinámica y creativa a las dominantes hacen abstracción de restricciones y
señales del mercado. Se sostiene, además, que la realidades de diversa índole, incluso su grado de
optimización de las tasas de crecimiento es com sustentación política y su aplicabilidad en un con
patible con el bienestar común, valga decir, con texto internacional complejo y cambiante. Como
consideraciones de equidad. se reitera más adelante, aun aquellos países de la
Cabría formular tres tipos de comentarios región que se han movido en la dirección de una
que sí reflejan un consenso que se va extendien mayor apertura de sus economías han encontra
do por América Latina. En primer término, no do resistencias de origen externo para insertarse
existe motivo alguno para pensar que los enfo de manera distinta en la economía internacional.
ques acaso válidos para una sociedad lo sean ne Así, para muchos países latinoamericanos, las po
cesariamente para otra, ni mucho menos que los líticas de liberalización, más que facilitar la recu
modelos teóricos aplicables a la realidad de una peración de sus respectivas economías, han con
economía industrializada contemporánea ten tribuido a mantener el nivel de actividad de las
gan validez al aplicarse a los sistemas productivos economías industrializadas, al atenuar la caída en
latinoamericanos. Ello refleja una burda simpli el nivel de sus exportaciones a la región.
II
El escenario regional
pueblos latinoamericanos ha sido, sin duda, la porque ha hecho retroceder el proceso de la re
reconquista de la democracia como sistema de gión en una década —para algunos países en casi
gobierno y corno forma de vida. La comunidad 25 años—, sino porque se inscribe en un contexto
internacional ha aplaudido sin reservas este pro internacional distinto del pasado.
ceso, pero las realidades que han debido enfren La región ha debido enfrentar serios dese
tar en lo económico se han convertido en una quilibrios externos, adoptando medidas para
seria amenaza no solamente a las posibilidades de ajustarse a una nueva circunstancia. El ajuste se
reanudar el camino del desarrollo, sino a la paz hizo con gran seriedad y una cuota muy grande
social y a la supervivencia de la propia democra de sacrificio de legítimas y muchas veces poster
cia. Sin embargo, la reconstrucción de ios siste gadas aspiraciones populares, en el entendido de
mas democráticos y el reestablecimiento de las que la economía internacional cumpliría con los
libertades civiles se ha constituido en el principal requerimientos de contrapartida, esto es, que se
muro de contención de la crisis económica, al reactivaría el crecimiento, que se reducirían las
hacer más tolerables los sacrificios en materia de tasas de interés, que se eliminaría el proteccionis
bienestar. Esto es así porque las medidas adopta mo y que se restablecerían las corrientes de capi
das por los gobiernos democráticos, aun cuando tal hacia la región. Nada de ello ha sucedido. Las
sean objeto de debate y desacuerdo en el plano señales que transmite el sector externo son, más
interno, tienen de partida un elemento nuevo bien, elementos de confusión, de inestabilidad y
que es fundamental: legitimidad. de incertidumbre. Ha habido, sin lugar a dudas,
Sin embargo, el muro de contención demo una enorme asimetría en el costo del ajuste. Se ha
crático ha soportado presiones que están minan transferido al exterior un porcentaje demasiado
do sus bases. No es posible pensar en que pueda grande de la capacidad regional de crecer y de
continuar la sangría del ahorro interno en nom ahorrar, tendencia que es imprescindible dete
bre del servicio de la deuda externa. No resiste ner e invertir, no solamente con el esfuerzo pro
análisis el pensar que el retroceso en la calidad de pio de América Latina, sino con la decidida cola
vida y en el nivel de ingreso pueda prolongarse boración de la comunidad internacional.
más en nombre del ajuste recesivo que se impone De todos los elementos de la crisis, el que
a la región y el cual no tiene, en la economía alcanza tonalidades espectaculares por su volu
internacional, ningún elemento de contraparti men e implicaciones es el de la deuda externa. Es,
da que compense los sacrificios latinoamerica a no dudarlo, el escollo más difícil de sobrepasar
nos. Forzar más los hechos significaría correr el si se quiere reanudar la senda del desarrollo eco
riesgo de que los rezagos y carencias en el domi nómico y social de la región. Entre 1977 y 1986,
nio económico terminen por devorar los logros el endeudamiento externo de América Latina
en el dominio político, y la región se sumerja, creció de 120 a 390 mil millones de dólares. Los
nuevamente, en un oscuro período de autorita factores que más influyeron en ese notable incre
rismo y agitación social. mento fueron la fuga de capitales y la capitaliza
Una lección significativa de estos azarosos ción de intereses exagerados. El déficit comer
años es que los fenómenos económicos ni se ges cial, a nivel regional, explica tan sólo un 17% de
tan ni se aplican en un vacío teórico. Tienen ese aumento en el decenio.
lugar dentro de un cuerpo social vivo, donde Si se proyecta un crecimiento de las exporta
existen ideas e intereses a veces excluyentes. Re ciones latinoamericanas, del 6% hasta fines del
sulta ahora más difícil que antes trazar una línea siglo —algo bastante cercano al promedio histó
divisoria tajante entre lo político y lo económico. rico— y se dedica el 20% de esos ingresos al
Quizás es más propio pensar que el manejo eco servicio de la deuda —intereses solamente—, el
nómico forma parte sustancial de la conducción endeudamiento sería, al comenzar el siglo xxi, de
política de los países, con todas las implicaciones 675 mil millones de dólares, aproximadamente.
que eso tiene. Visto desde esta perspectiva, el problema del
endeudamiento tiene solución solamente si se lo
2. La crisis económica entiende como responsabilidad conjunta de deu
La crisis del decenio de 1980 en América Latina dores y acreedores, que debe ventilarse en un
no tiene paralelo en la historia, no solamente diálogo que involucre a gobiernos y sectores pri
LOS DESAFIOS DE AMERICA LATINA EN EL MUNDO DE HOY / Guillermo Maldonado 71
vados, y se acepta que la deuda no tiene, real nadie arriesga inversiones sin saber, a ciencia
mente, su valor nominal. En otras palabras, para cierta, si puede vender o no en el mercado inter
resolver el problema de la deuda, ésta debe redu nacional. Hay un grado insuficiente de elabora
cirse a un tamaño que sea equitativo y manejable, ción de los productos primarios que América
y que reconozca el legítimo derecho de América Latina exporta, lo que resta valor agregado y
Latina al desarrollo. dinamismo a las exportaciones. Es grave el im
Las tasas de interés, junto con los tipos de pacto que el cambio tecnológico de los centros
cambio, son dos elementos de la economía tendrá, irremediablemente, en la producción y
mundial que tienen una decidida influencia en en el consumo de los productos básicos. El caso
el comportamiento económico de los países lati del acero puede ser ilustrativo: la tendencia de
noamericanos. Se ha mantenido, casi invariable clinante de la demanda es irreversible, pues se
mente, que las tasas de interés, sobre todo, son el registra aun en períodos de expansión económi
fruto del libre juego de las fuerzas del mercado. ca de los países desarrollados de Occidente. Los
Algo similar sucede con los tipos de cambio, so cambios tecnológicos estimulan la utilización ca
bre todo a partir de 1971, cuando se adoptaron da vez mayor de productos sustitutivos, como es
los tipos de cambios flotantes. Sin embargo, el el caso de los sintéticos versus los artificiales y el
desconcierto que reina en el sistema financiero y uso de nuevos materiales como la fibra óptica y
monetario internacional ha demostrado que su los anunciados superconductores.
fijación no corre a cargo del mercado, sino que es Como si todo lo anterior no fuera suficiente,
el resultado de cuidadosas negociaciones realiza el poder de compra de las exportaciones de pro
das entre un reducido grupo de países industria ductos básicos se deteriora cada vez más, consti
lizados, en el marco de la llamada coordinación tuyéndose en otro mecanismo de extracción de
macroeconómica. Para América Latina, el nivel los recursos latinoamericanos. Pero el desafío
de las tasas de interés ha sido el principal meca mayor es que América Latina, para dejar de ser
nismo de extracción de recursos financieros y de exportadora de materias primas, necesita alcan
multiplicación del volumen de su deuda externa. zar un alto grado de eficiencia en su producción y
Los problemas latinoamericanos se han agu comercialización, pues esa es la fuente principal
dizado por la crisis estructural de los productos de acumulación de que disponemos y, en conse
básicos que exporta la región y que constituyen cuencia, la mayor posibilidad de ahorrar para
las tres cuartas partes de sus ingresos anuales de invertir y diversificar el aparato productivo. Y
divisas. Al colapso sin precedentes de los precios este es un proceso que puede tomar muchos
internacionales, que coloca a la mayor parte de años, pero que es preciso iniciar ahora.
los productos en niveles muy inferiores a su costo A la caída de los ingresos por exportaciones
de producción, se suma el exceso de oferta, gene de productos básicos, se agrega la abrupta retrac
rado por la necesidad de exportar para cumplir ción del financiamiento externo, no solamente
con las exigencias de los programas de ajuste y de de la banca privada internacional, sino de los
servicio de la deuda. Además, hay algunas ten organismos como el Fondo Monetario, el Banco
dencias preocupantes tanto a corto como a me Mundial y el b i d . Con estos últimos se está bor
diano y largo plazos. En lo inmediato, hay una deando ya la misma situación que con la banca
evidente contracción de la demanda en el merca privada: corrientes financieras negativas. Es una
do mundial como fruto de las condiciones finan situación que raya en lo absurdo.
cieras imperantes —especialmente las elevadas El comercio internacional ha estado someti
tasas de interés— y de las políticas y prácticas do en los últimos años a intensas presiones que
proteccionistas de los países desarrollados. Esto han sobrepasado la validez y la credibilidad de las
se refuerza por la viciosa estructura de la comer reglas internacionalmente convenidas. Los tipos
cialización internacional, que deja en manos de de cambio flotantes han introducido elementos
los productores una porción ínfima del precio de incertidumbre, siendo difíciles de superar y
final que alcanzan los productos en el mercado modificar, por medios artificiales, la dirección y
de destino. Sin embargo, lo más serio se muestra la estabilidad de las corrientes comerciales. Las
hacia el horizonte más mediato. Hay una caída en políticas y prácticas proteccionistas utilizan un ar
los programas de inversión en el sector, pues senal de barreras arancelarias y no arancelarias,
72 REVISTA DE LA CEPAL N" 34 / Abril de ¡988
no solamente para garantizar el mercado local a veras y prolongadas en algunos países que en
las actividades productivas nacionales, sino para otros, ella ha afectado tanto a las economías gran
agredir las producciones eficientes de los países des de la región como a las medianas y pequeñas;
latinoamericanos en sus mercados y en los de a los países exportadores de petróleo y a los que
terceros. Se utilizan subsidios a la producción y dependen totalmente de las importaciones para
exportación, que los países industrializados, al su abastecimiento de combustible; a las econo
mismo tiempo, condenan como prácticas deslea mías que habían avanzado relativamente más por
les a las que responden con medidas de represa la senda del desarrollo y también a las más pobres
lia comercial. En algunos países desarrollados, la y con estructuras productivas menos diversifi
tendencia proteccionista se manifiesta en proyec cadas.
tos de ley que modifican totalmente los conceptos El carácter excepcional de la crisis se ha ma
del comercio internacional —la reciprocidad, nifestado, asimismo, en el deterioro simultáneo y
por ejemplo— hasta el uso puro y simple del persistente de los principales indicadores econó
poder de voto en organismos internacionales de micos. En efecto, en muchos países, junto con
financiamiento para negar recursos a proyectos caer la producción o reducirse su ritmo de creci
de desarrollo en sectores que compitan con sus miento, ha empeorado la situación del empleo y
producciones nacionales. Es preciso que, en un disminuyeron las remuneraciones reales. Al mis
ámbito multilateral, se pueda resolver la contra mo tiempo, se han acentuado y generalizado los
dicción que significa el que, por una parte, se procesos inflacionarios y se agravaron los proble
demande a la región vincularse más a la econo mas del sector externo.
mía mundial incrementando sus exportaciones Así, a pesar de su recuperación parcial en
y, por otra, se le cierren los mercados no sola 1986, en el conjunto de la región el producto
mente para sus productos básicos sino también interno bruto por habitante fue ese año 7% más
para sus manufacturas. bajo que en 1980 y superó apenas al que se había
El proteccionismo no solamente perjudica a alcanzado en 1977. Es más: como al mismo tiem
las exportaciones de los países en desarrollo. po se deterioró en forma aguda y persistente la
También afecta las relaciones entre los países relación de precios del intercambio y aumenta
miembros de la o c d e , cuya secretaría ba formu ron considerablemente las remesas netas de inte
lado toda suerte de advertencias sobre los efectos reses y utilidades al exterior, la baja del ingreso
negativos de las políticas y prácticas proteccionis nacional por habitante —que refleja en mejor
tas para la economía internacional y para la efi forma los niveles medios de vida— fue mucho
ciencia y competitividad de los distintos sectores más pronunciada (-13%) que la del producto
productivos. Especial atención ha merecido en por persona.
meses recientes el tema de los productos agríco Esta última baja subraya, asimismo, el grado
las, estando sobre la mesa de negociaciones de la muy considerable en que los esfuerzos internos
Ronda Uruguay una propuesta para eliminar en de ahorro y producción realizados por los países
una década todos los subsidios a la producción y a se han visto frustrados por la evolución desfavo
las exportaciones. Algunos países latinoamerica rable del entorno externo. Ello se ha debido, en
nos, junto con otros en desarrollo y desarrolla primer lugar, a que las economías de América
dos, trabajando mancomunadamente en el Gru Latina para financiar la cuantiosa transferencia
po de Cairns, han tenido una activa participación neta de recursos hacia el exterior en los últimos
para lograr que se dé prioridad al des man tela- años, han tenido que exportar mucho más que lo
miento del proteccionismo agrícola en las nego que importan, con la consiguiente reducción de
ciaciones del G A T T . Es un ejemplo que podría los bienes y servicios que quedan efectivamente
aplicarse con éxito a otros sectores de la negocia disponibles para el consumo o la inversión. Y esta
ción económica internacional. brecha entre los esfuerzos internos de produc
ción y ahorro y los beneficios del consumo y la
3. Las consecuencias inversión se ha visto ensanchada, en segundo
La crisis económica de América Latina, además lugar, por el deterioro constante y agudo de la
de aguda y larga, ha sido generalizada y polifacé relación de intercambio, que ha obligado a ex
tica. Aunque sus consecuencias han sido más se portar un volumen cada vez mayor de bienes y
LOS DESAFIOS DE AMERICA LATINA EN EL MUNDO DE HOY / Guillermo Maldonado 73
servicios para obtener la misma cantidad de pro productos de exportación, los gastos del gobier
ductos importados. no han sido presionados por el crecimiento rápi
Otro aspecto particularmente grave de la cri do e incesante de los pagos de intereses de la
sis ha sido la caída de la inversión. En el conjunto deuda pública. En estas circunstancias, los go
de la región, ésta disminuyó en 30% en los últi biernos han enfrentado a menudo el dilema de
mos seis años, y en muchos países la baja fue aún reducir otros egresos —que son vitales para satis
más pronunciada e implicó que, en algunos, ni facer apremiantes y legítimas necesidades de los
siquiera se pudiera cubrir la depreciación del grupos más pobres o que son indispensables para
acervo de capital. Así, además de afectar negati fortalecer el dinamismo y autonomía del proceso
vamente las condiciones de vida actuales, la crisis de desarrollo— o de tratar de mantener estos
también ha comprometido gravemente las posi gastos, financiándolos a través de mecanismos
bilidades de elevar con rapidez el nivel de vida en que han reforzado las presiones inflacionarias.
el futuro. Así la transferencia negativa de recursos al exte
Por otra parte, dado el alto ritmo de creci rior causada por el aumento de los pagos de
miento de la fuerza de trabajo, la declinación de intereses y la contracción radical del financia-
la actividad económica y la caída de la inversión miento externo, no sólo ha limitado el desarrollo,
han sido acompañadas de un fuerte aumento de al restringir violentamente la capacidad para im
las tasas de desocupación abierta y la ampliación portar y absorber una cuota considerable del
de distintas formas de subempleo. En efecto, pe ahorro interno, sino que ha limitado las funcio
se al descenso de la desocupación en la mayoría nes redistributivas y promotoras del desarrollo
de las principales ciudades de la región a partir de los gobiernos y ha contribuido asimismo a
de fines de 1985, la desocupación abierta en ge acelerar la inflación.
neral registró mayores niveles en 1986 que en
1980. 4. Avances frente a la adversidad
Los efectos sociales negativos derivados del Los pueblos latinoamericanos han dado mues
deterioro de la situación del empleo se han visto tras de una vitalidad que estaba lejos de la previ
agravados, además, en muchos casos por mer sión más optimista. No solamente han capeado el
mas importantes de las remuneraciones reales, temporal de la crisis más grave de su historia,
como también por la contracción sufrida en mu sino que han encontrado modos de crecer y de
chos de ellos por los gastos públicos en educa ahorrar, aun cuando su esfuerzo haya sido suc
ción, salud y vivienda, como consecuencia de la cionado desde fuera. Han recuperado la libertad
aplicación de políticas dirigidas a reducir el dese y la democracia en un proceso cuya viabilidad
quilibrio fiscal. De este modo, y no obstante los había sido cuestionada desde dentro y desde fue
esfuerzos realizados por los gobiernos para man ra. Hoy imperan, mayoritariamente, regímenes
tener aquellos programas o servicios que benefi de derecho, responsables de sus actos ante parla
cian más directamente a los grupos más desvali mentos legítimamente elegidos por sus pueblos,
dos, en muchos de los países de la región ha lo cual ha permitido, en un ambiente de respeto a
aumentado la pobreza extrema, mientras que la los derechos humanos y a las libertades civiles,
distribución del ingreso y de las oportunidades, adoptar penosas medidas de austeridad econó
que era ya muy dispareja, se ha tornado aun mica que han postergado muchas de sus más
menos equitativa. apremiantes necesidades. En algunos casos, los
Estos rasgos —que constituyen algunas de las pueblos se han expresado electoralmente respec
manifestaciones más ostensibles y doíorosas de la to de los rumbos adoptados por los gobiernos,
crisis— se han acompañado de otros, menos visi imponiendo diálogo, convivencia y pluralismo
bles, pero no menos graves. Entre éstos se desta democráticos, así como afianzamiento o enmien
ca la reducción del margen de maniobra disponi da de los caminos trazados.
ble para la política económica y, en particular, Paralelamente, ha sido posible el manteni
para la política fiscal. Mientras los ingresos públi miento de la paz entre los países de la región y,
cos se han visto constreñidos por la declinación o salvo un lamentable incidente fronterizo a co
crecimiento lento de la actividad económica y por mienzos de esta década, no han existido conflic
la fuerte baja de los precios de los principales tos armados entre países latinoamericanos, pese
74 REVISTA DE LA CEPAL N” 34 / Abril de 1988
a que existen litigios de vieja data que merecen creciente desarticulación entre sus países miem
una solución pacífica. El prolongado y complejo bros, ha vuelto a tomar un sendero que posibilita
conflicto centroamericano parece haber encon rá su presencia activa en los foros de la integra
trado un cauce de solución auténticamente sub ción y cooperación regionales, al haberse suscrito
regional, al suscribirse los acuerdos presidencia el Protocolo Modificatorio y adoptado un Pro
les de Esquipulas ii, los cuales constituyen un grama de Transición para la recuperación de los
acto de soberanía latinoamericana en Centro- niveles de comercio recíproco.
américa de extraordinario significado. La acción La Rueda Regional de Negociaciones de la
persistente e incansable de los países que forman A L A D i , tras largos meses de estudios, concentra
el Grupo de Contadora y su Grupo de Apoyo han su esfuerzo en un ambicioso programa de expan
dado el marco regional indispensable para que sión y recuperación del comercio. Se ha puesto
los acuerdos de Esquipulas tengan la necesaria en marcha una Preferencia Arancelaria que, si
viabilidad. La paz y el fortalecimiento de los pro bien es modesta, abre las puertas para que la
cesos democráticos en los países de Centroaméri- región disponga de un instrumento multilateral
ca pondrán de relieve la vocación histórica de que ampare y estimule el intercambio.
unidad que prevalece entre ellos.
En los últimos meses han tenido lugar tras Estos nuevos vientos que soplan en la renova
cendentes esfuerzos por alcanzar fórmulas de da atmósfera de la América Latina democrática
integración que tengan una verdadera inciden deben ser utilizados para impulsar la unidad de
cia en el desarrollo y en la relación entre los la región, única fórmula válida para salir de la
países de la región. Los acuerdos alcanzados por agobiante crisis que se prolonga peligrosamente.
la Argentina y el Brasil, y el de éstos con Uru Venciendo viejas barreras y prejuicios, se ha
guay, constituyen un importante ejemplo de vo establecido en América Latina una nueva diplo
luntad política aplicada a crear una sólida inter macia al hacerse habituales los contactos entre
dependencia regional. El intercambio comercial Presidentes y Cancilleres y al acentuarse el tra
se concibe como un síntoma de buena salud en la bajo mancomunado para el logro de la paz en
creación de interdependencias reales y perma Centroamérica. Esto condujo a la constitución
nentes entre los países que se integran, pero el eje del Grupo de Río, fundado en valores e ideales
principal, es la interdependencia y la coopera comunes respecto de la democracia y de la uni
ción en el sentido más amplio, dotándose de los dad latinoamericana. Todo esto permitió pro
instrumentos necesarios para incursionar en el gramar una primera cumbre presidencial exclu
campo del cambio tecnológico, llave de entrada sivamente latinoamericana, la cual tiende a insti
al siglo X X I . tucionalizar un foro para la concertación política
El Grupo Andino, luego de un marcado de del más alto nivel en la promoción del desarrollo,
terioro en su funcionamiento general y de una la integración y la democracia latinoamericanas.
III
Los desafíos
Ante el balance de logros y obstáculos reseñado que forma parte inherente del desarrollo; conso
brevemente en párrafos precedentes, América lidar los avances logrados en las tres décadas
Latina enfrenta hoy múltiples y complejos desa anteriores en materia económica y social; y, a la
fíos, que incluyen no sólo superar los efectos de la vez, superar los problemas estructurales de viejo
crisis económica del decenio de 1980, sino defen cuño y prepararse para las condiciones radical
der y fortalecer el proceso de democratización mente distintas del siglo xxi.
LOS DESAFIOS DE AMERICA LATINA EN EL MUNDO DE HOY ! Guillermo Maldonado 75
De manera más concreta, gobiernos y socie tivos prioritarios e indeclinables de toda la re
dades civiles deberán organizarse para el cumpli gión.
miento de los siguientes objetivos: En tercer lugar, se encuentra la imposterga
En primi I lugar, consolidar la democracia. ble y compleja tarea de recobrar la capacidad de
Sólo gobiernos imbuidos de legitimidad ofrecen alcanzar el desarrollo. Ello entraña, entre otros
el trasfondo en que se viabiliza la movilización de aspectos, transformar la estructura productiva
sociedades enteras en torno a metas nacionales y de la región, tanto para atender la demanda in
valores superiores como la igualdad, la libertad terna y regional como para mejorar la inserción
civil, y la justicia. Y sólo procesos ampliamente de los países de la región en la economía interna
participativos permiten escoger, con el apoyo cional; impulsar reformas estructurales tendien
consensúa! de la población, la mezcla y el grado tes a mejorar la distribución de los frutos del
en que habrá de intentarse alcanzar diversos crecimiento económico; superar los desequili
brios macroeconómicos que han impedido el
objetivos, y jerarquizarlos en el tiempo, tanto
ajuste expansivo y la estabilización en años re
para asegurar mejores condiciones de vida a la
cientes; y lograr un aprovechamiento racional de
población como para conservar la democracia.
los recursos naturales y del medio ambiente de la
En segundo lugar, y muy vinculado con lo región.
anterior, se persigue preservar y consolidar la En cuarto lugar, América Latina precisa ga
paz en la región, como reflejo de la solidaridad y nar autonomía en la formulación y aplicación de
hermandad latinoamericana. Ello apuntalaría la sus políticas económicas, lo cual tiene expresio
cooperación intrarregional, permitiría centrar nes a nivel de cada país, en el marco de la coope
toda la atención en el desarrollo —político, eco ración intrarregional, y en la manera cómo la
nómico y social—, contribuiría a reducir el arma región se inserte en el contexto internacional.
mentismo, y fortalecería la voz de América Lati Finalmente, el cumplimiento de los objetivos
na frente a terceros países. En ese contexto, el anteriores requerirá, sin duda, elevar el grado de
proceso recién iniciado de asegurar una paz fír interdependencia entre los países de la región, lo
me y duradera en Centroamérica, y los esfuerzos cual precisa un nuevo impulso a los procesos de
por evitar conflictos en el Atlántico sur, son obje integración.
76 REVISTA DE LA CEPAL N" 34 / Abril de 1988
IV
Las respuestas
1. Estrategias alternativas del desarrollo can al servicio de la deuda externa, hecho que
latinoamericano generaría turbulencias inmanejables en el siste
En América Latina es necesario cerrar la brecha ma financiero internacional.
que media entre lo que se declara y lo que se hace. La situación actual de América Latina es de
A los gobiernos democráticos de la región les una extrema y peligrosa vulnerabilidad frente al
corresponde la tarea de convertir todas las aspi sector externo. Por ello es necesario transitar
raciones sociales postergadas en hechos reales, hacia una posición de autonomía para diseñar y
justamente en un momento en que la economía aplicar políticas económicas que permitan el cre
mundial y la herencia del autoritarismo imponen cimiento, para lo cual es necesario esclarecer las
severas restricciones a la capacidad de maniobra responsabilidades que les corresponden a las
para diseñar y aplicar políticas económicas acor economías industrializadas. En el marco de una
des con las necesidades y realidades de cada una economía mundial creciente y asimétricamente
de las sociedades nacionales. integrada, es necesario que todas las partes cum
plan un papel definido, a fin de que la distribu
Ha quedado plenamente demostrado que no
ción de los frutos de una economía internacional
existe un modelo teórico que sea universalmente
en expansión sea más equitativa.
válido para el desarrollo económico de los países
latinoamericanos. Lo que es necesario es cons
truir un marco conceptual que tenga en cuenta
tanto las realidades latinoamericanas, como las 2. La toma de nuestras propias
cambiantes y fluidas circunstancias del entorno responsabilidades
internacional, a fin de que los países puedan Es necesario tomar conciencia de que América
recuperar la capacidad de crecer. Latina no conseguirá ningún resultado favorable
Los problemas más graves son los externos, por generación espontánea. Ello será siempre el
sobre los cuales los países latinoamericanos ejer fruto de decisiones políticas deliberadas. Los go
cen poco o ningún grado de control. Hay, tam biernos democráticos están dispuestos a enfren
bién, problemas internos cuya gama es muy am tar con decisión los desafíos que encaran para
plia, dada la creciente heterogeneidad que existe lograr el crecimiento. Hay hechos que dependen
en América Latina. Deben ser resueltos median de ios propios países, los cuales pueden gestar
te políticas que tengan consenso interno, el cual medidas dirigidas por ellos mismos, que depen
debe lograrse por las vías que los propios siste dan, fundamentalmente, del grado de decisión
mas democráticos señalen como las más apro política con que se haga frente a las realidades de
piadas. hoy y a los desafíos del mañana.
Crecer, en consecuencia, no es solamente el Está claro que en circunstancias como las
fruto de la voluntad de los países de la región. Se actuales, volver a tomar el camino del desarrollo
precisan condiciones externas que tornen viables es una tarea que está fuera del alcance de cada
los proyectos políticos nacionales. Si las señales uno de los países latinoamericanos por separado.
que transmite la economía mundial continúan Es necesario, de una parte, el fortalecimiento de
siendo desfavorables, como hasta hoy, no les que la cooperación e integración regionales y, de
dará otro remedio a los países latinoamericanos otra, la organización y el ejercicio de un poder de
que plantearse un desarrollo tornado hacia negociación en el plano internacional. La simul
adentro de la región, sustituyendo importacio taneidad necesaria en el manejo de estas dos
nes no por preferencia doctrinaria, sino por líneas de política permite eliminar una vieja y
fuerza de las circunstancias, tal como sucedió en nociva dicotomía: la de trabajar “hacia adentro”
el pasado. Esta solución no sería viable si los o “hacia afuera” de la región. Lo que se postula es
países no liberasen los recursos que hoy día dedi trabajar “desde adentro” de la región para lograr
LOS DESAFIOS DE AMERICA LATINA EN EL MUNDO DE HOY l Guillermo Maldonado 11
un cambio cualitativo de su inserción en el mun debería comenzar por una reactivación de las
do contemporáneo. Un poder de negociación economías de los países industrializados.
real para la región puede lograrse solamente en b) Una solución de fondo, en forma urgente,
la medida en que las posiciones hacia el exterior al tema de la deuda externa de América Latina.
estén respaldadas por esfuerzos serios, ciertos y Acreedores y deudores deben dialogar política
solidarios de cooperación e integración en el pla mente y lograr una reducción del tamaño de la
no regional. Así tendrá dos características nece deuda, como única fórmula para poder servirla y
sarias y fundamentales: credibilidad y eficacia. crecer. No es posible prolongar más la transfe
La experiencia de las negociaciones internacio rencia de divisas desde la región al mundo indus
nales demuestra, con claridad meridiana, que las trializado.
posiciones meramente declarativas y reivindica- c) La búsqueda de coherencia y viabilidad
torias no tienen destino cierto en la mesa de las —tanto económica como política— a los progra
negociaciones internacionales. mas que el f m i y el Banco Mundial “recomien
Sobre estas bases será posible poner nueva dan” a los deudores latinoamericanos. Se hace
mente las economías nacionales en una perspec hincapié en un desarrollo encabezado por las
tiva de crecimiento cierto y estable. Juntos, los exportaciones, pero se pasa por alto el proteccio
países latinoamericanos pueden viabilizar el de nismo de los países industrializados. El ajuste
sarrollo industrial del futuro, la forma de salir deestructural de los países de la región no tiene
la condición de exportadores de materias pri como contrapartida el desmantelamiento de las
mas, fórmulas para liberar recursos que hoy se barreras arancelarias y no arancelarias en secto
destinan al servicio de una pesada deuda exter res no competitivos de los países desarrollados.
na, y métodos para ir generando y adaptando Un sistema de comercio internacional más favo
conocimiento tecnológico que permita diversifi rable para los países en desarrollo amplía la capa
car el aparato productivo. cidad de éstos para crecer y hacer frente a sus
Hay un compromiso de agotar todos los es obligaciones externas.
fuerzos para lograr un ajuste con crecimiento a d) Una reforma del sistema financiero y mo
las nuevas circunstancias regionales e internacio netario internacional que permita, entre otros
nales, y cambiar cualitativamente la inserción de propósitos, un efectivo ejercicio de la vigilancia
América Latina en el mundo de hoy y del maña internacional sobre las principales economías de
na. Los gobiernos democráticos deben poner to sarrolladas, que preste atención especial a la evo
da su voluntad política al servicio de estos propó lución de los tipos de cambio, tasas de interés,
sitos. corrientes de comercio y de capital, así como de
los equilibrios fiscales, de conformidad con los
3. La corresponsabilidad de la comunidad objetivos de crecimiento previstos en el Artículo i
internacional del Convenio Constitutivo del f m i .
e) Estructurar un sistema de comercio esta
El escenario que se prevé hacia el futuro ha de ble, predecible, transparente, no discriminato
tener en cuenta la interdependencia de los paí rio, universal y duradero, de tal manera que pue
ses, el derecho latinoamericano al desarrollo, y la da ser un instrumento para el crecimiento y ser
necesidad de que la región participe activamente vir para la solución coherente de los problemas
en el crecimiento económico, en la generación y de la deuda externa, de los financieros y moneta
difusión del progreso técnico, en la división in rios y, por cierto, de los que hoy prevalecen en el
ternacional del trabajo, en la toma de decisiones comercio internacional.
que le afectan y en la organización institucional. La enumeración anterior no debe ser enten
Para eso es imprescindible que América Latina dida como parte de la larga lista de demandas
tome iniciativas que salvaguarden sus intereses, y que los países en desarrollo han planteado inva
que la comunidad internacional asuma sus pro riablemente desde hace más de dos décadas al
pias responsabilidades, al menos respecto de los Norte desarrollado. Debe entenderse, más bien,
siguientes temas: como la reiteración de un lúcido diagnóstico
a) La creación de un ambiente internacionalhecho en 1964 por Raúl Prebisch a la primera
más estable y favorable para el desarrollo, el cual U N C T A D . De allí en adelante los problemas se han
78 REVISTA DE LA CEPAL N" 34 / Abnl de 1988
agravado y han surgido otros nuevos, en un con solamente una expresión económica, sino, qui
texto distinto. La comunidad internacional, par zás, principalmente política. Esto requiere una
ticularmente los países desarrollados, deberían nueva diplomacia regional, que sea capaz de pre
percibir que en la solución de los problemas men sentar a la América Latina como un conjunto y
cionados hay un ancho cauce para el encuentro no solamente como un grupo de países, y sea
de intereses coincidentes, lo cual permitiría que capaz de persuadir a los países desarrollados,
la cooperación internacional volviera a ser el ins incluidos los del campo socialista, a entablar ne
trumento más eficaz para la reactivación econó gociaciones sobre temas concretos de la pauta
mica mundial y el progreso de los países en desa económica y política del entorno internacional.
rrollo. Solamente la acción conjunta de la región en el
plano internacional, firmemente asentada en los
4. La cooperación e integración regionales esfuerzos internos de cooperación e integración,
puede garantizar el éxito a un empeño como
Frente a los avances y retrocesos que, con los éste.
ciclos, ha tenido la integración latinoamericana, La profundización de la democracia, la inte
se ha reiterado que es un proceso que cuenta con gración regional y la cooperación política requie
el apoyo político de los gobiernos; pero los secto ren una nueva concepción de seguridad latino
res empresariales, públicos y privados, la miran americana que haga posible la implantación pro
con reservas nacidas de la falta de credibilidad, gresiva de una zona de paz en Centroamérica,
por el incumplimiento de compromisos jurídica Sudamérica y el Caribe. América Latina debe
mente asumidos. identificar sus intereses compartidos en materia
Lo que la integración no ha sido es un de seguridad, para superar las hipótesis de con
proyecto político de los latinoamericanos. La di flicto entre países hermanos y enfrentar en
mensión política de la integración ha sido siem conjunto las amenazas externas, el narcotráfico y
pre relegada a un plano más que secundario o, de el terrorismo que afectan a la región. Es urgente
hecho, marginada. Ha prevalecido una visión desarrollar un sistema de seguridad regional que
más “comercialista”, como si integrarse fuera fortalezca los regímenes democráticos y estimule
acumular el mayor número posible de operacio la cooperación e integración latinoamericanas.
nes de compraventa. Se analiza la integración y se La puesta en práctica de una Zona de Paz en
decide sobre ella solamente en círculos de las América Latina es un proceso progresivo que
burocracias nacionales o en élites empresariales. debe reconocer las particularidades y los meca
Cuando esos elementos se tornan adversos, se nismos adecuados a las realidades propias de
percibe el vacío político y la ausencia de otros Centroamérica, Sudamérica y el Caribe. Entre
actores que le den vida. Entre esos ausentes ha otras iniciativas, es posible considerar, en el mar
estado la comunidad política de la región, que es co nacional, subregional y regional, algunas co
la que puede lograr que la integración pase a mo las siguientes: políticas de estímulo a la coo
formar parte integral de los proyectos políticos peración fronteriza; compromisos para renun
nacionales y que haya una conciliación articula ciar al uso de la fuerza como forma de resolución
da, racional y armónica entre los objetivos nacio de los conflictos pendientes entre países de la
nales y los de la región considerada como un región; limitación equilibrada del gasto en arma
conjunto. mentos; mantenimiento de la desnuclearización
militar de América Latina; medidas para impe
La integración y la cooperación regionales
dir la regionalización e internacionalización de
deben servir, en consecuencia, para coadyuvar
conflictos internos; medidas conjuntas para re
en el cumplimiento de las responsabilidades in
ducir la carrera armamentista global; estímulo a
ternas que cada país asuma, y para ampliar la
la distensión entre las superpotencias; y políticas
capacidad de acción frente a terceros países, me de información y educación que promuevan, en
diante el ejercicio de su poder de negociación en la región, los valores permanentes de la paz. El
el plano internacional. estímulo a las políticas de eliminación de la extre
La inserción cualitativamente distinta de la ma pobreza permitirá una mejor aplicación de
región en el mundo contemporáneo tiene no soluciones políticas a las diversas formas de vio
LOS DESAFIOS DE AMERICA LATINA EN EL MUNDO DE HOY / Guillermo Maldonado 79
tando su oferta, cediendo parcialmente los frutos pa l y en la u n c t a d así como en otros foros inter
del progreso tecnológico al bajar los precios en nacionales.
los mercados mundiales. A su juicio, estos múlti Como lo atestigua la historia de postguerra
ples beneficios que recibía el centro a expensas de las negociaciones internacionales sobre pro
del empobrecimiento de la periferia tenían con ductos básicos, los argumentos del Dr. Prebisch
secuencias sobre el ingreso que se perpetuaban siguen válidos y su validez se ve fortalecida si se
agravando todavía más la asimetría. toma en cuenta primero, la condición tan margi
En su informe a la u n c t a d i , Prebisch (1964), nada del sector de los productos básicos* y segun
identificaba la tendencia al deterioro persistente do, el hecho de que sus propias propuestas, for
de la relación de intercambio para los países ex muladas hace más de 35 años, se han debatido
portadores de productos básicos como la princi constantemente en las mesas de negociación (por
pal limitación externa al proceso de desarrollo. ejemplo, en la reciente u n c t a d v ii, celebrada en
Sostenía que el punto focal de la política interna Ginebra en julio de 1987), pero lamentablemen
cional debía ser el establecimiento de convenios te con muy pocos resultados concretos.
sobre productos básicos con el fin de revertir la Las acciones correctivas propuestas inicial
persistente tendencia a la baja del precio de los mente por Prebisch han encarado desde un co
productos básicos exportados por los países en mienzo la fuerte oposición de las economías de
desarrollo y la promoción de medidas racionales mercado desarrolladas, mientras que los países
por parte de los países desarrollados a fin de socialistas han mantenido una actitud indiferen
establecer un mejor acceso a sus mercados inter te frente a esas iniciativas internacionales. La fal
nos para los productos básicos producidos por ta de progreso en las negociaciones sobre pro
los países en desarrollo. Prebisch reconocía que ductos básicos refleja en gran medida las diferen
en el caso de muchos productos no iba a ser cias crecientes de criterio entre los países del Sur
factible tal vez revertir la persistente tendencia a que perciben la necesidad de intervenir el merca
la baja del precio que afectaba a los países en do y los del Norte que insisten en la necesidad de
desarrollo exportadores mediante el solo arbitrio buscar soluciones que se atengan al librejuego de
de la intervención intergubernamental en los las fuerzas del mercado. Los supuestos implícitos
mercados mundiales en la forma de convenios formulados por las economías de mercado desa
sobre productos básicos, sobre todo para aque rrolladas sobre los mercados de productos bási
llos productos que iban a encarar una fuerte cos son: que existe una competencia perfecta con
competencia de parte de los productos sintéticos una elevada movilidad de los factores y que las
y sucedáneos. En dichos casos, propiciaba el em imperfecciones del mercado son inexistentes. La
pleo de un mecanismo de financiamiento com lógica de esta filosofía del laissezfaire lleva no sólo
pensatorio para contrarrestar cualquier deterio- a la conclusión de que toda regulación o inter
rio de la relación de intercambio. vención en el libre juego de las fuerzas del merca
En suma, en vez de depender exclusivamen do produciría una mala asignación de recursos.
te del libre juego de las fuerzas del mercado para
estimular el desarrollo, la lógica del argumento ‘Los precios de los productos básicos han revelado ten
de Prebisch demandaba acciones interguberna dencias muy desfavorables tanto en términos nominales co
mentales positivas destinadas concretamente a mo reales —los precios reales de los productos básicos caye
corregir el empeoramiento de la relación de in ron un 30% entre 1980 y 1986 y han llegado a un nivel
tercambio, a mejorar las perspectivas de ingreso inferior al de la gran depresión (1932). La pérdida acumulati
va resultante de la relación de intercambio en la presente
por concepto de exportaciones de productos bá década alcanzó a 93 000 millones de dólares para los países en
sicos y a reducir las fluctuaciones transitorias de desarrollo en su conjunto. Además de este deterioro persis
dichos ingresos, especialmente para los intereses tente de los precios, los problemas principales que afectan a
de los países en desarrollo, sobre una base no este sector son: la caída constante de la participación de los
recíproca. Esta interrelación entre política de productos primarios en el comercio mundial; la declinación
productos básicos y desarrollo, formulada por constante de la participación de los países en desarrollo en los
ingresos de exportaciones de los productos básicos y el papel
Prebisch, ha formado la base de todas las nego creciente que tienen estos países en las importaciones de
ciaciones y propuestas de política sobre produc dichos productos; y los cambios estructurales que deprimen
tos básicos debatidas con posterioridad en la c e - la demanda y aumentan la oferta.
L A C O M E R C IA L IZ A C IO N IN T E R N A C IO N A L D E P R O D U C T O S B A S IC O S Y A X . / Ai. K uw ayam a 83
sino que además los problemas inherentes a los do el incremento de su participación en tales
mercados de productos básicos serían de carácter actividades y en los ingresos procedentes de
cíclico y no estructurales. Además, los países de ellas”.
sarrollados han considerado en general estas ac Durante el curso de las negociaciones que
ciones correctivas exclusivamente en función de siguieron, se reconfirmó el mandato de Nairobi
sus intereses comerciales, a diferencia de un em tanto en la u n cta d v celebrada en Manila en
peño común que forma parte de una estrategia 1979 como en la u n cta d vi reunida en Belgrado
global de desarrollo y de cooperación internacio en 1983, conviniéndose en que debía acelerarse
nal, como lo había previsto Prebisch. la formulación de la cooperación internacional
La percepción por el Sur de que los proble en esas zonas concretas^. Sin embargo, pese a
mas de productos básicos son “estructurales” se estos esfuerzos no ha habido propuestas de ac
ha visto reforzada en el período posterior a la ción concretas, y, lo que es peor, la tendencia
segunda guerra mundial debido a la transnacio reciente de los países industrializados frente a
nalización de ese sector. Hoy los países en desa estos problemas ha sido la de escabullirse y cues
rrollo tienen que lidiar no sólo con los problemas tionar incluso el mandato de la u n c ta d ^.
relativos a las violentas fluctuaciones de precios y El deprimente historial de negociaciones in
al deterioro de su relación de intercambio, sino ternacionales durante más de una década y las
también con la distribución desfavorable de los posiciones rígidas de los países desarrollados so
ingresos de exportaciones, en particular entre los bre estas cuestiones significaría que en realidad
productores del Sur y las empresas transnaciona hay pocas perspectivas de alcanzar resultados po
les que ejercen una poderosa influencia sobre la sitivos con la cooperación Norte-Sur. La expe
comercialización de los productos básicos. La es riencia reciente apoya asimismo la conclusión de
tructura de la comercialización internacional de que la búsqueda de soluciones eficaces para los
productos básicos, que es el tema del presente múltiples problemas inherentes al sector de pro
artículo, ha asumido fuertes elementos oligopóli- ductos básicos dentro del marco exclusivo de los
cos y/o oligopsónicos, con el resultado de que un convenios tradicionales sobre productos básicos
número comparativamente pequeño de empre con la participación de los países productores y
sas ha pasado a manipular el grueso del comercio consumidores tampoco servirá de mucho^. En
mundial. La limitada participación de los pro consecuencia, si los países en desarrollo buscan el
ductores del Tercer Mundo en el precio final al
consumidor de las exportaciones de productos
básicos tiene como contrapartida una comuni ^En Manila, por ejemplo, se aprobó sin disentimiento la
dad mercantil muy organizada. resolución 124 (v) que reafirma la necesidad de establecer un
marco de coordinación internacional, en el contexto global
La reestructuración del sistema internacio del Programa Integrado para los Productos Básicos, en la
nal de comercio de los productores básicos ha esfera de la comercialización y distribución de las exportacio
sido uno de los puntos focales de los diálogos nes de productos básicos de los países en desarrollo. En esa
Norte-Sur. El Programa Integrado para los Pro ocasión se acordó tener en cuenta, entre otras cosas, los
ductos Básicos, definido en la resolución 93 (iv) siguientes elementos del sistema de comercialización desde la
perspectiva del Tercer Mundo: i) la mejora de la transparen
de la UNCTAD, aprobado sin disentimiento por la cia de los mercados, incluidas, en su caso, las medidas necesa
comunidad internacional en Nairobi en 1976, rias para mejorar el funcionamiento de las bolsas de produc
conviene específicamente en la necesidad de una tos básicos; ii) el aumento del apoyo financiero y técnico para
mayor participación de los productores del Ter el desarrollo de los sistemas de comercialización y distribu
cer Mundo en la comercialización y el transporte ción de los países en desarrollo; iii) el examen de los contra
tos, prácticas y acuerdos que rigen la comercialización de los
de productos básicos y en un mejor acceso de productos básicos; y iv) la eliminación de las barreras a la
dichos productores a los mercados de los países competencia leal entre las empresas de comercialización de
industrializados. En otras palabras, dicho Pro los países desarrollados y las de los países en desarrollo.
grama ha venido solicitando, entre otras cosas, la ^Las opiniones divergentes entre los países industrializa
adopción de medidas internacionales para dos y los países en desarrollo respecto a los temas de la
comercialización y la elaboración de productos básicos figu
“mejorar los sistemas de comercialización, distri ran en UNCTAD (1985 a; 1985 b).
bución y transporte de las exportaciones de pro ^Una síntesis de los acontecimientos que llevaron a esta
ductos básicos de los países en desarrollo, inclui conclusión se encuentra en c e p a l (1983 a).
84 R E V IS T A D E L A C E P A L N " 34 / A b r il d e 1 9 8 8
mejoramiento rápido de las actividades de co que la proporción del comercio intrafirma (o
mercialización internacionales, tienen que bus entre partes relacionadas) en las importaciones
car soluciones alternativas. El objetivo del pre totales de los Estados Unidos es elevada (por
sente artículo es facilitar el debate sobre posibles ejemplo, el comercio entre partes relacionadas
soluciones para lograr esas metas. representa casi la mitad del total de las importa
En la sección I se procuran identificar prime ciones estadounidenses de mercancías en 1981),
ro las características principales de los mercados la participación de los productos primarios en
de productos básicos mediante el examen de las dicho comercio es en general relativamente esca
transacciones estadounidenses intrafirma, y en sa, Indican también que el grado de “relación” de
tre partes relacionadas. El análisis de las prime los productos básicos tiende a aumentar propor
ras se basa más que nada en los datos contenidos cionalmente con el nivel de elaboración. El
en una publicación reciente, United States Direct conjunto de estas observaciones indicaría que la
Investment Abroad 1982: Benchmark Survey Data^ participación de las empresas indvstriales trans
mientras que el de las últimas se basa en una nacionales es mayor en las zonas donde el valor
información, no confidencial pero inédita, sumi agregado es elevado. Este hallazgo es corrobora
nistrada por la División Exterior de la Oficina del do por la visión somera que se da en la sección ii
Censo de los Estados Unidos. Esa información sobre la estructura de comercialización de los
sobre el comercio de importación en los Estados productos básicos que revisten mayor interés pa
Unidos entre partes relacionadas en 1981, es qui ra América Latina. En esta sección se procura
zá la única fuente de datos más actualizada y desentrañar además algunos factores que expli
global que permite un examen acabado de la quen esa variabilidad del comercio intrafirma (o
estructura de comercialización de productos bá entre partes relacionadas) entre diferentes gru
sicos, pero por lo que sabe el autor no ha sido pos de productos.
analizada en otra parte^. Dada la importancia de En cambio, como se analiza en la sección iii,
los Estados Unidos en el comercio global de pro en el caso de los productos básicos exportados en
ductos básicos, y sobre todo para la región forma bruta o semielaborada las empresas comer-
latinoamericana®, los resultados procedentes, de cializadoras transnacionales tienen una participa
dichas fuentes de datos deberían poner de relie ción elevada. El nivel considerable de interme
ve algunas características principales de los siste diación que entrañan esas comercializadoras, no
mas de dicho comercio. significa sin embargo que los mercados de pro
Los resultados obtenidos sugieren que aun- ductos básicos se aproximen a las operaciones de
libre mercado postuladas en la teoría neoclásica.
^E1 profesor G. Helleiner, de la Universidad de Toron En esta sección se examinan dentro de un marco
to, ha escrito una serie de documentos pioneros en que anali teórico las características y los aspectos más desta
za esta base de datos hasta el año 1977 (Helleiner, 1981 a). El
presente artículo versa sobre las cifras comerciales correspon cados de los mercados de productos básicos y de
dientes a 1981. No se dispone de información más reciente, sus agentes principales, concluyéndose que es
ya que la oficina del Censo de los Estados Unidos decidió escasa la aplicabilidad general de la teoría neoclá
suspender esta recopilación a partir de esa fecha. Mientras sica a los comportamientos de dichos mercados.
que en el estudio de Helleiner sobre el comercio estadouni
dense entre partes relacionadas se abarcan todos los grupos En la sección iv se examinan las experiencias
de productos provenientes de todos los países, en este artículo de algunas asociaciones de productores y la parti
se hace mayor hincapié en el sector de productos básicos, con cipación en ellas de los países latinoamericanos
especial referencia a América Latina y el Caribe. Idealmente, con el objeto de extraer algunas lecciones para el
el análisis debería incluir datos similares correspondientes a futuro. Se analiza también el desempeño de las
otros países industrializados, pero lamentablemente no se
dispone de ellos. organizaciones de comercialización estatales lati
‘^Los Estados Unidos absorben más de 30% de las expor noamericanas. Se sostiene que si bien las capaci
taciones de productos básicos de América Latina y el Caribe. dades de consultoría y coordinación de dichas
Además, en vista de la importancia permanente de los pro organizaciones han acarreado algunas mejoras
ductos básicos en el comercio global estadounidense-lati substanciales en las industrias respectivas, aque
noamericano —que representa más de 75% de las exportacio
nes regionales a los Estados Unidos— los resultados deberían llas se han preocupado muy poco de los proble
revelar algunos aspectos importantes del sistema comercial mas vinculados con la sobreproducción y la co
entre ambos grupos de países. mercialización. El examen de esos casos parece
L A C O M E R C IA L IZ A C IO N IN T E R N A C IO N A L D E P R O D U C T O S B A S IC O S Y A X . / M. K u w a y a tm 85
indicar que sólo la coordinación y la cooperación trias respectivas y que esas organizaciones deben
basadas en una voluntad política fuerte pueden salir a la palestra para participar directamente en
salvaguardar los intereses comunes de las indus las actividades de comercialización.
I
El entorno comercial de los productos primarios:
un análisis basado en las transacciones “intrafirma”
y “entre partes relacionadas” de los Estados Unidos
I. El comercio intrafirma de los Estados Unidos cercano al 35%) de las exportaciones regionales
de mercancías (cepal, 1984 b).
El comercio internacional se desarrolla en condi Por tanto, interesa conocer la medida en que
ciones de mercado estrictamente controladas
las transacciones de productos básicos son intra
donde tal vez entre 30 y 40% del comercio global
firma (o entre partes relacionadas) comparadas
se efectúa como comercio intrafirma (entendido
con las efectuadas entre ‘‘partes independien
en general como una transacción entre las enti
tes”. La expresión comercio intrafirma que ocu
dades de la misma empresa) o entre partes rela
rre entre entidades vinculadas por la inversión
cionadas (5% o más de la propiedad del capital
directa^, incluye no sólo el intercambio comercial
social). Otro 30% lo constituye probablemente el
entre las empresas matrices y las filiales de pro
comercio estatal, y el resto incluye mercados par
piedad total, y entre las empresas matrices y las
cialmente cautivos como resultado de subcontra
filiales extranjeras en que aquellas tienen partici
taciones o de acuerdos contractuales a largo pla
pación mayoritaria {majority ownedforeign affiliâ
zo (uNCTAD, 1981 a). Ultimamente, se observa un
tes (mofa), sino también entre las empresas matri
rápido aumento de los esquemas de comercio
ces y las filiales extranjeras en que su participa
compensado, estimándose que representan por ción es minoritaria. Las operaciones comerciales
lo menos 25% del comercio mundial (Carey y
entre partes independientes son todas aquellas
McLean, 1986, p. 443). Aquel concepto ilusorio
no realizadas a través de una negociación intra
de un mercado mundial libre y abiertamente
firma, e incluyen todo tipo de ventas entre dos o
competitivo se reduce aún más como consecuen
más entidades independientes, para entrega in
cia del aumento de las barreras comerciales y no
mediata o a futuro, contratos a largo plazo o
comerciales impuestas tanto por los países desa
arreglos preferenciales.
rrollados como en desarrollo. Por cierto que al
La tarea de analizar y cuantificar las activida
gunas no se excluyen mutuamente.
des comerciales de las empresas transnacionales
En vista de que es un hecho ampliamente
se ve limitada por la falta de información. No se
reconocido que las exportaciones de los países en
dispone de datos globales sobre las operaciones
desarrollo hacen frente a un grupo relativamen
dentro de las empresas, porque la mayoría de los
te pequeño y organizado de compradores (por
gobiernos no los recopila sistemáticamente (véa
ejemplo, véase cet, 1983, capítulo 5), en esta
se la nota 5). Los Estados Unidos es el único país
subsección se trata de cuantificar y examinar la
que recopila todos los antecedentes a este respec-
gravitación que tienen las empresas transnacio
nales en la comercialización de los productos pri
marios. La elección de este sector refleja su im
^Por ejemplo, en el caso de los Estados Unidos se dice
portancia vital para las economías latinoamerica que hay inversión directa cuando 10% o más de las acciones
nas y caribeñas, pues representa aproximada con derecho a voto de una empresa extranjera son de propie
mente 75% (excluido el petróleo y sus derivados, dad de una entidad estadounidense.
86 R E V IS T A D E L A C E P A L N ° 34 / A b r il d e 1 9 8 8
to. Lo hace por medio del Departamento de Co lan gran parte de las corrientes del comercio
mercio, el cual los publica en forma de estudios internacional. En el caso de los Estados Unidos,
periódicos. El último de ellos es United States Di- se estima que en 1982, aproximadamente 40%
rect Investment Abroad 1982. (Departamento de de las importaciones y 35% de las exportaciones
Comercio de los Estados Unidos, 1985 b). La correspondieron a operaciones de matrices esta
misma entidad entrega también los resultados de dounidenses, con sus filiares en el exterior —en
encuestas anuales sobre la situación de las inver tendidas como entidades que poseen 10% o más
siones estadounidenses en el exterior y de las de las acciones con derecho a voto— o de matri
filiales estadounidenses de empresas extranjeras ces extranjeras con sus filiales en los Estados Uni
que operan en los Estados Unidos. Sin embargo, dos (cuadro 1). Asimismo, se ha observado que la
los datos contenidos en esos documentos no per proporción de operaciones intrafirma dentro de
miten un examen de las estructuras de comercia las exportaciones totales del Reino Unido au
lización, por país y por producto, a un nivel razo mentó de 29% en 1976 a 31% en 1980. La en
nablemente detallado. cuesta japonesa de 1980 revela también que el
No obstante, la lectura de las publicaciones comercio intrafirma correspondió a 26% y a 25%
estadounidenses mencionadas y de los resultados del total de exportaciones e importaciones del
de otros estudios sobre otros países industrializa país, respectivamente (Japón, m i t i , 1983, cuadro
dos, permiten llegar a la importantísima conclu 55). Una muestra de las compañías industriales
sión de que las empresas transnacionales contro más grandes del mundo dejó en evidencia que en
Cuadro 1
COMERCIO INTRAFIRMA DE LOS ESTADOS UNIDOS, 1982
( M ile s d e m illo n e s d e d ó la res)
Importaciones Exportaciones
1. Importaciones de filíales extranjeras 83.4 1. Exportaciones a filiales extranjeras 60.2
2. Importaciones de filiales extranjeras de ma- 2. Eportaciones a filiales extranjeras de matri-
trices estadounidenses 41.6 ces estadounidenses 46.6
3. Total de importaciones de las filiales (1 + 2) 125.9 3. Total de exportaciones a las filiales (1+2) 106.8
4. Traslape entre 1 y 2 (30-35) 4. Traslape entre 1 y 2 (30-35)
5. Total de importaciones estadounidenses de 5, Total de exportaciones estadounidenses de
mercancías 243.9 mercancías 212.3
6. Porcentaje de importaciones de las filiales 6. Porcentaje de exportaciones de las filiales
(3-4)/5 37.3 - 39.3 (3-4)/5 33.8-36.2
Fuente:
1; Departamento de Comercio de los Estados Unidos (1984, cuadro 8), En ese estudio una filial estadounidense es una empresa
comercial estadounidense en la que hay inversión extranjera directa —es decir—una sola entidad extranjera es propietaria o
controla, directa o indirectamente, 10% o más de las acciones con derecho a voto si se trata de una empresa constituida en
sociedad, o un interés equivalente si se trata de una empresa no constituida en sociedad.
2: Departamento de Comercio de los Estados Unidos (1985 b, cuadro 3). La filial se define como la propiedad directa o indirecta
por parte de una entidad estadounidense del 10% o más de las acciones con derecho a voto de una empresa extranjera
constituida en sociedad o un interés equivalente en una empresa extranjera no constituida en sociedad.
3: El total de importaciones estadounidenses se estima sobre una base censal y representa los valores de transacción f.a.s. en el
puerto extranjero de exportación. Asimismo, las exportaciones totales estadounidenses se estiman sobre una base censal y
representan los valores de transacción f.a.s. en el puerto estadounidense de exportación.
4: Conforme lo reconoce el Departamento de Comercio, las exportaciones e importaciones de las filiales estadounidenses de
empresas extranjeras (Ítem 1) no pueden agregarse sin más trámite a las exportaciones e importaciones estadounidenses
vinculadas con las matrices estadounidenses (item 2), debido a que los dos conjuntos de datos se duplican. En la medida en
que las filiales estadounidenses de empresas extranjeras tuvieran a su vez filiales en el exterior, se habrían considerado como
las matrices estadounidenses de esas filiales extranjeras en el estudio anual de 1982. Una comparación muy preliminar entre
las empresas que figuran en ambos estudios señalaba que había un traslape considerable entre las exportaciones y las
importaciones, de aproximadamente 30 a 35 mil millones de dólares cada uno (Departamento de Comercio de los Estados
Unidos, 1985 c).
L A C O M E R C IA L IZ A C IO N IN T E R N A C IO N A L D E P R O D U C T O S B A S IC O S Y A .L, í M . K uw ayam a 87
1977, la tercera parte de todas las exportaciones estadounidenses, conforme a las agrupaciones
de empresas matrices consistía en ventas dentro individuales de la cuci, las que más destacan
de la empresa. Tal participación variaba de 45% entre las despachadas por las mofa a las matrices
para las estadounidenses, a 30% para las de Eu estadounidenses fueron las de vehículos y partes
ropa occidental y 17% para las japonesas (Dun- de automóviles (32,9%), maquinaria (20.9%) y
ning y Pearce, 1981). petróleo y sus productos (18.4%). Respecto a las
Si examinamos con mayor detalle el comer regiones en desarrollo estos tres sectores fueron
cio intrafirma de los Estados Unidos, veremos los que mostraron también el mayor coeficiente
que el valor total de las importaciones estadouni de comercio intrafirma. Aunque no fue posible
denses vinculadas con empresas transnacionales hacer una comparación directa, debido a la for
estadounidenses ascendía a 120 800 millones de ma en que el Departamento de Comercio agregó
dólares en 1982 distribuidas como sigue: las agrupaciones de la cuci, puede decirse que las
i) importaciones despachadas por filiales ex categorías que suelen considerarse como repre
tranjeras a sus matrices estadounidenses, 41 600 sentativas de los productos primarios (cuci 0-4,
millones de dólares (34.4%); ii) importaciones 68) tienen una coeficiente relativamente bajo de
despachadas por filiales extranjeras a entidades comercio intrafirma. América Latina no difiere
estadounidenses no afiliadas, 9 800 millones de significativamente de otras regiones en desarro
dólares (8.1%); y iii) importaciones despachadas llo en cuanto a la importancia sectorial relativa
por entidades extranjeras no afiliadas a las matri del comercio intrafirma de importación de los
ces estadounidenses, 69 400 millones de dólares Estados Unidos.
(57.5%). De las tres categorías, sólo el grupo
i) cae dentro de la definición y constituye parte
del comercio intrafirma estadounidense. Dentro 2. Comercio estadounidense entre partes
de este grupo, la encuesta de referencia de los relacionadas ( c p r )
Estados Unidos de 1982, proporciona datos so Para un examen por países a un nivel mucho más
bre las importaciones estadounidenses despa desagregado de productos, se emplean los datos
chadas por las MOFAa las matrices estadouniden pertenecientes a la División de Comercio Exte
ses deglosándolas a nivel de uno o dos dígitos de rior de la Oficina del Censo de los Estados Uni
la Clasificación Uniforme para el Comercio In dos. Se refieren al valor y al volumen de las
ternacional (cuci). Las importaciones estadouni importaciones de los Estados Unidos dentro de
denses despachadas por las mofa ascendieron a cada clasificación arancelaria (tsu s ) desde cada
38 500 millones de dólares. En el cuadro 2, estas país de origen siempre que provengan de “partes
cifras del comercio intrafirma se comparan con relacionadas”. La definición de “parte relaciona
las importaciones totales, conforme a los grupos da” corresponde a una empresa en que 5% o más
correspondientes de la cuci, a fin de evaluar la de las acciones con derecho a voto pertenecen a la
importancia relativa del comercio intrafirma otra parte con la que comercia. En tal definición
dentro de cada sector y entre los diferentes sec se incluyen compañías con sede fuera de los Esta
tores. dos Unidos y empresas estadounidenses.
Si se examinan los datos según el país sede de El examen de las cifras de 1981 indica que
las filiales, como ocurre en el cuadro 2, se observa ese año el 49% de las importaciones totales de
que de las importaciones estadounidenses despa mercaderías de los Estados Unidos se negociaron
chadas por las MOFA 32.3% correspondieron a en forma de comercio entre partes relacionadas
petróleo y sus productos, 27.4% a vehículos mo (cpr ) (cuadro 3). En general, esto coincide con las
torizados y sus partes y 22.1 % a maquinaria. Las cifras de 45.0% y 48.4% correspondientes a 1975
importaciones de otros productos fueron relati y 1977, respectivamente, que entregan los estu
vamente pequeñas. Según la región sede de las dios de Helleiner (1979; 1981), aunque indica
MOFA, las importaciones de los países desarrolla una leve tendencia al crecimiento en el transcur
dos superaron a las de los países en desarrollo, so de esos años. La cifra global parece concordar
tanto en forma global como en las categorías de también con los resultados obtenidos de la en
alimentos, petróleo y maquinaria. cuesta de referencia de 1982 recién aludida: el
E n r e l a c i ó n a l v a l o r t o ta l d e la s i m p o r t a c i o n e s menor coeficiente de importación intrafirma de
Cuadro 2
SIGNIFICACION DE LAS IMPORTACIONES ESTADOUNIDENSES DESPACHADAS POR LAS MOFA
A LAS MATRICES ESTADOUNIDENSES RESPECTO AL TOTAL DE IMPORTACIONES ESTADOUNIDENSES,
POR PAIS SEDE DE LA FILIAL Y POR PRODUCTO, 1982^
(Millones de dólares)
Importaciones t
totales (i) 46 792 1 872 440 4 444 7 948 56 2 371 4 813 11 308 929 3 179 6 184 3 005 o
Por las MOFA(ii) 16 551 35 51 628 d/
—
d/
1645 9 855 214 245 701 A / m
(ü)/(i) {%) 35.4 1.9 11.6 14.1 — 34.2 87.2 23.0 7.7 11.3 r*
>
o
CEE (10) m
Importaciones >
totales (i) 44 462 1 190 2 209 513 6 853 2 3719 11 623 5 134 1372 4 984 8 161 1 629
Por las MOFA(ii) 3 266 50 132 43 383 — 546 1 172 149 30 372 372 19 «
(ii)/(i) (% ) 7.3 4.2 6.0 8.4 5.6 — 16.7 10.1 2.9 2.2 7.5 4.6 1.2
Japón >
Imfxirtaciones 1
totales (i) 39 916 302 19 72 30 4 923 12 814 14 103 402 5 639 5 330 340
Por las MOFA(ii) 762 d/ cf
— 1 17 dJ
2 ___ d/
83 ___ ÏS
O r,
m i) (%) 15.8 9.1 9.0 19.5 15.2 — 18.9 39.2 168.5 4.3 6.2 90
Z
Africa >
n
Importaciones O
totales (i) 16 399 1088 29 383 14 265 9 16 478 77 117 z
c/ d/ >
r
Por las MOFA(ii) 2 544 — d/ d/
2 350 — — — d/ ___
Cuadro 3
IMPORTACIONES DE LOS ESTADOS UNIDOS EN EL COMERCIO ENTRE PARTES
RELACIONADAS (VALORES ARANCELARIOS) SEGUN LA CLASIFICACION ARANCELARIA
DE LOS ESTADOS UNIDOS, 1981
Fuente; Información proporcionada por la División de Comercio Exterior de la Oficina de Censos de los Estados
Unidos.
un 40% (cuadro 1) podría explicarse por la dife grupos, en los que predominan los productos
rencia que existe en la definición en cuanto al químicos y los metales y los productos metálicos,
porcentaje de la propiedad del capital entre el representaron 74.1% del total de importaciones
CPRy la inversión directa (10% o más de las accio y 87.8% del cpr total.
nes con derecho a voto de una empresa extranje El CPRpuede desagregarse más utilizando las
ra pertenecientes a una entidad estadouniden subagrupaciones de la tsus y compararse con las
se). Las amplias variaciones de los coeficientes de importaciones totales de los Estados Unidos, co
CPR que se observan entre los principales grupos mo se muestra en el cuadro 4. Cabe señalar ante
de productos, incluso al nivel más agregado, con- todo que dentro de cada clasificación arancela
cuerdan también con los resultados del estudio ria, hubo una gran variación de un producto a
de referencia de 1982. En general, se observó un otro, tanto en los sectores agrícolas como los de
coeficiente de cpr mayor para los bienes manu minerales y metales. Aunque la generalización
facturados, sobre todo en el sector de la industria es difícil, se puede distinguir que el cpr aumenta
pesada, mientras que los productos animales y como proporción del total a medida que se avan
vegetales y los minerales no metálicos registraron za desde los productos primarios —excluido el
un coeficiente relativamente bajo. Los textiles y petróleo— hacia los artículos semimanufactura-
sus productos constituyeron la excepción. Dos dos. Dentro de los productos primarios, el grado
L A C O M E R C IA L IZ A C IO N I N T E R N A C IO N A L D E P R O D U C T O S B A S IC O S Y A .L , / M . K u w a y a im 91
Cuadro 4
ESTRUCTURA DE LAS IMPORTACIONES DE LOS ESTADOS UNIDOS: TRANSACCIONES
ENTRE PARTES RELACIONADAS SEGUN LA CLASIFICACION ARANCELARIA DE LOS ESTADOS UNIDOS, 1981
Valores Valores
arancelarios arancelarios
de las de las
Subgrupo de Descripción de los productos importaciones transacciones (B) / (A)
productos totales entre partes %
(miles de relacionadas
dólares) (miles de
(A) dolares)
(B)
101 Animales vivos 359 928 45 114 12.5
102 A Carne de aves 3 371 247 13.6
102 B Otras carnes y preparados de carne 1 990 274 432 569 21.7
102 Carne y preparados de carne 1 993 645 432 816 21.7
103 A Pescado fresco, refrigerado o congelado 1 282 896 495 229 38.6
103 B Pescado seco, salado 81 440 2 928 3.6
103 C y D Pescado, preparado o en conserva 230 901 40 176 17.4
103 E Crustáceos y moluscos preparados
0 en conserva 1 333 155 236 220 17.7
103 Pescado y preparados de pescado 2 928 393 774 552 26.4
104 A y D Leche y crema 16 088 10 286 63.9
104 B Mantequilla y crema fresca o àcida con
contenido de más del 45% de materia grasa 2 155 34 1.6
104 C Queso y cuajada 332 062 39 202 11.8
104 D Huevos, aves y albúminas y
yemas de huevos de aves 5 541 777 14.0
104 Productos lácteos y huevos 335 846 50 299 14.1
105 A Cueros y pieles (excepto pieles finas)
sin curtir o curtidas 454 989 8 430 1.9
105 B Pieles finas 193 795 3 538 1.8
105 Cueros, pieles y pieles finas sin
curtir, o curtidas 648 783 11 968 1.8
106 A Plantas vivas 67 830 20 152 29.7
106 B Semillas de plantas 57 714 6 387 11.1
106 Plantas y semillas 124 543 26 539 21.3
107 Cebada, alforfón, maíz, sorgo, avena,
arroz, centeno, trigo, almidones 95 060 6 436 6.8
108 Legumbres frescas, congeladas o conservadas
temporalmente y leguminosas secas, raíces
y tubérculos 839 061 403 165 48.0
109 Frutas y nueces, frescas o secas preparadas
o en conserva 1 605 124 616 484 38.4
lio A Azúcar, Jarabes, melazas y miel 2 306 812 25 558 1.1
llOB Cacao en grano, manteca de cacao, cacao
en polvo y chocolate 876 212 101 192 11.5
lio c Otros preparados alimenticios que
contienen cacao o chocolate 123 759 53 484 43.4
lio Azúcar, melaza, miel, cacao
y sus productos 3 306 783 180 234 5.5
111 A Café, té, mate 3 019 422 147 390 4.9
111 B Especias 136 033 2 425 1.8
111 Café, té, especias y sus
preparados 3 155 456 149 814 4.7
112 A y B Bebidas no alcohólicas 656 672 137 612 21.0
112 C y D Bebidas alcohólicas 2 338 086 460 091 19.7
112 Bebidas 2 668 024 489 658 18.4
113 Tabaco y sus manufacturas 184 140 36 456 19.8
92 R E V IS T A D E L A C E P A L N " 34 / A b r il d e 1 9 8 8
Cuadro 4 (continuaàón)
Valores Valores
arancelarios arancelarios
de las de las
Subgrupo de Descripción de los productos importaciones transacciones (B)/ (A)
productos totales entre partes %
(miles de relacionadas
dólares) (miles de
(A) dolares)
(B)
114 Oleaginosas, nueces oleaginosas y
semillas oleaginosas no especificadas 558 039 32 619 5.8
115 Preparaciones de cereales y diversas
preparaciones alimenticias 1 068 893 159 967 15.0
Cuadro 4 (caniinuación)
Valores Valores
arancelarios arancelarios
de las de las
Subgrupo de Descripción de los productos importaciones transacciones (B)/ (A)
productos totales entre partes %
(miles de relacionadas
dólares) (miles de
(A) dolares)
(B)
404 Resinas sintéticas, caucho y
materiales plásticos 1 181 082 455 277 38.5
405, 406, Aceites esenciales y materiales de
407, 408 y 409 perfumería, preparados de tocados,
para pulir y limpiar 813 493 137 427 16.9
410 Petróleo crudo, productos de
petróleo 80 337 109 43 324 614 53.9
411 Fertilizantes manufacturados 1 393 909 425 176 30.5
412 Explosivos 20 720 4 291 20.7
413 Aceites y grasas animales y
vegetales, procesados, ácidos
grasos, ceras de origen animal,
vegetal o mineral 417 575 141 172 33.8
Cuadro 4 {continuacián)
Valores Valores
arancelarios arancelarios
de las de las
Subgrupo de Descripción de los productos importaciones transacciones (B)/ (A)
productos totales entre partes %
(miles de relacionadas
dólares) (miles de
(A) dolares)
(B)
602 G Productos relacionados con el plomo
y aleaciones de plomo, elaborados
y sin elaborar, desperdicios y chatarra 89 559 21 156 23.6
602 H Productos relacionados con el zinc y
aleaciones de zinc, elaborados y sin
elaborar, desperdicios y chatarra 562 257 104 137 18.5
602 I, J y K Productos relacionados con otros metales,
aleaciones, desperdicios y chatarras 616 227 36 516 5.9
602 Metales no ferrosos 20 456 490 10 072 509 49.2
603 Manufacturas metálicas 5 658 425 1 140 220 20.2
604 A Manufacturas de máquinas y equipos
generadores de fuerza, máquinas y equipos
industriales en general 6 342 651 2 989 773 49.1
604 B Equipo de manejo mecánico 1 612 466 909 889 56.4
604 C Maquinaria agrícola y hortícola
(excepto tractores), maquinaria de
elaboración de alimentos 748 306 442 585 59.1
604 D Maquinaria de impresión y encuader
nación y sus partes 671 196 240 299 35.8
604 E Maquinaria textil, para lavar,
blanquear y teñir 965 313 490 416 50.8
604 F Maquinaria para trabajar metales,
máquinas herramientas 2 268 852 1 206 397 53.2
604 G Máquinas de oficina y equipo
para la elaboración electrónica
de datos 3 492 998 2 565 045 73.4
604 H Maquinaria para calzado, clasificación,
moldeado, elaboración de cigarrillos,
aparatos audiovisuales, radios, etc. 1 766 375 857 068 48.5
604 J Bolas, rodamientos, válvulas, etc. 1 554 368 . 779 448 50.1
604 Maquinaria de uso industrial 19 422 526 10 480 920 54.0
605 Maquinaria eléctrica, aparatos y artefactos 11 160 255 8 048 663 72.1
606 Vehículos de carretera, otro equipo de
transporte 31 776 287 26 .574 475 83.6
C u ad ro 4 (c o n c lu s ió n )
Valores Valores
arancelarios arancelarios
de las de las
Subgrupo de Descripción de los productos importaciones transacciones (B) / (A)
productos totales entre partes %
{miles de relacionadas
dólares) (miles de
(A) dólares)
(B)
702 Aparatos y equipos de precisión 5 687 406 3 209 058 56.4
703 Instrumentos de música, estuches y repuestos 262 852 119 206 45.4
704 A Muebles 1 256 706 321 764 25.6
704 B Coberturas de piso 36 059 7 909 21.9
704 Muebles y coberturas de piso i 292 765 329 673 25.5
705 A Armas de fuego, municiones y cartuchos 159 659 29 459 18,5
705 B Equipo de pesca 136 999 36 809 26,9
705 C Bicicletas, cochecitos para niños 340 533 73 873 21,7
705 D Equipo para deportes 1 140 403 356 968 31.3
705 E Juguetes 862 303 222 977 25.9
703 Artículos y juguetes para deportes 2 639 897 721 086 27.3
706, 707, 708, Otros artículos
709 y 710 manufacturados 1 642 567 251 002 15.3
711 Obras de arte, antigüedades 725 809 35 191 4.8
712 Manufacturas de caucho 2 784 515 1 515 538 54.4
713 y 714 Artículos diversos 828 916 141 036 17.0
Clasificación 8 Disposición para clasificación especial 4 687 375 2 046 316 43,7
Clasificación 9 Apéndice a los rubros arancelarios 362 945 340 709 93,9
Clasificaciones
I a9 Total 259 011 948 126 788 024 49.0
Fuente: Información proporcionada por la División de Comercio Exterior de la Oficina de Censos de los Estados Unidos.
de “relación” tiende a aumentar con el nivel de con mayor detalle más adelante. Un gran núme
elaboración/fabricación®, aspecto que se tratará ro de productos básicos de especial interés para
la región latinoamericana experimentaron un total desde las etapas de producción hasta la últi
coeficiente de cpr bajísimo, como es el caso de los ma etapa de comercialización externa.
cueros y pieles, el azúcar, las bebidas, los cereales, El análisis precedente destaca además el as
las especias y las semillas oleaginosas. pecto de que dentro de un grupo de productos
El orden jerárquico expresado en valores ab básicos, salvo algunas excepciones, se observa un
solutos de CPR a nivel de subagrupaciones fue el coeficiente mayor de cpr para los que tienen un
siguiente: petróleo, vehículos de transporte por mayor nivel de elaboración y, por ende, un
carretera, maquinaria de uso industrial, maqui mayor valor agregado. Se pueden proporcionar
naria eléctrica, aparatos y arfectos, hierro y ace argumentos convincentes, por ejemplo, para las
ro, aparatos de precisión, maquinaria generado cadenas de productos de: i) cacao en grano/man-
ra de energía y maquinaria industrial en general, teca/chocolate; ii) animales vivos/carne y prepa
maquinas de oficina y de procesamiento automá rados de carne; iii) cueros y pieles/calzado;
tico de datos, etc. Los sectores manufactureros iv) madera/madera en rollo/muebles; v) tabaco
mencionados son aquellos en que los altos valores en hoja/tabaco manufacturado, y vi) algunos mi-
absolutos de importación iban acompañados de nerales/metales, como en el caso del cobre y el
coeficientes elevados de cpr. Sólo el aluminio estaño. Cabría inferir de esto que las empresas
superaba la cifra de mil millones de dólares como industriales transnacionales practican un control
producto primario. de mercado muy efectivo en las actividades de
elaboración secundarias donde el valor agregado
Por último, se puede examinar el nivel de cpr es elevado. Esas actividades de gran valor agrega
en los productos primarios con especial referen do suelen involucrar el uso de marcas comercia
cia a América Latina y el Caribe utilizando los les, una abundante publicidad, y diversificación
mismos datos, como se indica en el cuadro 5®. En de productos, como ocurre en el caso de la mayo
este ejercicio, el producto se analizó a nivel de ría de los mercados de alimentos y bebidas como
siete dígitos de la tsus, basándose en la hipótesis los del chocolate, el té o el café elaborados.
de que una mayor desagregación arroja más luz El nivel de cpr en las exportaciones latinoa
sobre la participación de las ent en la comerciali mericanas de productos básicos a los Estados
zación internacional de productos básicos. Ade Unidos no fue muy diferente del existente para
más, los productos individuales se agruparon y las procedentes de todos los orígenes. Las excep
compararon según sus etapas de elaboración. Se ciones incluyeron productos de madera elabora
seleccionaron los productos de exportación de dos, mineral de tungsteno, plomo y zinc, en que
especial interés para la región. la cifra latinoamericana fue mayor. En el caso del
Uno de los hallazgos principales de este ejer petróleo, el coeficiente latinoamericano fue muy
cicio es que en el caso de algunos productos, el inferior al coeficiente mundial.
coeficiente de cpr fue elevadísimo, como en la Lo que cabe concluir del análisis precedente
bauxita/alúmina/alu minio y el banano, mientras es que aunque el comercio intrafirma (o el cpr)
que en otros fue prácticamente inexistente como suele hallarse en las industrias o los sectores en
en el azúcar, o bajísimo como en el caso del cacao que hay un grado elevado de concentración del
en grano y el café en grano. Sin embargo, si mercado, no está necesaria ni directamente co
consideramos exclusivamente el sector de los rrelacionado con él. Una concentración elevada
productos básicos cabe concluir que aquellos de de la producción/refinación/elaboración no sig
importancia para la región experimentaron, con nifica necesariamente un coeficiente igualmente
algunas excepciones, bajos coeficientes de cpr. elevado del comercio intrafirma (o del cpr).
Esto parece sugerir que no son muchos los pro Las observaciones formuladas hasta ahora
ductos básicos beneficiados con la integración plantean varios interrogantes de interés, a saber:
i) ¿Qué factores determinan altos coeficientes de
cpr en las manufacturas y bajos coeficientes de
^Debido al carácter muy detallado de la información cpr en los productos primarios en general?; y
contenida en los datos suministrados por la Oficina del Censo
de los Estados Unidos, las cifras están agregadas a nivel ii) ¿Qué razones hacen variar estos coeficientes
regional. Respecto a las cifras arancelarias individuales y por entre diferentes productos básicos? En resumen,
países, consúltese c e p a l {1986 c, cuadro 3). ¿por qué las empresas transnacionales —comer-
C u a d ro 5
ESTRUCTURA DE LAS IMPORTACIONES ESTADOUNIDENSES DE PRODUCTOS BASICOS: TRANSACCIONES ENTRE PARTES n
RELACIONADAS SEGUN LA CLASIFICACION ARANCELARIA DE LOS ESTADOS UNIDOS Y POR REGION, 1981 O
( M ile s d e d ó la res)
w
r>
N“ de la Valor total de las importa Transacciones totales entre las >
clasificación Descripción deí producto B/A%
ciones (A) partes relacionadas (B) N
arancelaria >
de los América Todos los América Todos los América Todos los O
NN
Estados Unidos Latina países Latina países Latina países O
z
1061020 Vacuno con hueso, fresco y refrigerado 1 380 21 523 42 0.2 'Z
Vacuno sin hueso, fresco, refrigerado y W
1061060 congelado 189 957 1 313 897 14 844 283 247 7.8 21.6
1074820 Carne salada de vacuno 96 526 97 003 27 877 28011 28.9 28.9 >
o
1074840 O
r>
1144545 Camarones y langostinos, sin pelar 491 759 537 818 112 624 116 543 22.9 21.7
oM
1201400 Cueros de vacunos, sin curtir 0 curtidos 136 28 716 _ 1 397 _
4.9
Piel de vacuno de baja calidad, no
1216138 especificada 18 464 29 777 629 2.1 §O
7002960 *Cal2ado, cuero 419 877 1 590 007 15 392 119 873 3.7 1.5 c
1464000 Bananos frescos 708 956 709 496 499 621 500 048 70.5 70.5 O
H
O
w
Caña de azúcar, remolacha, jarabes, D9
1552045 melaza no especificadas 1 483 982 2 292 585 - 17 083 0.7 >
en
n
1561000 Cacao en grano 157 131 501 346 450 16 991 0.2 3.4 O
w
1562000 Chocolate sin azúcar 78 617 89 196 8 607 10 730 10.9 12.0 Hí
1563500 Manteca de cacao 125 216 228 115 13 581 29 043 10.8 12.7 >
r
1601020 Café verde 1 915 862 2 769 649 46 940 113 311 2.4 4.1
1601040 Café tostado 0 molido 32 860 40 564 1 881 4 227 5.7 10.4
1602000 Café soluble 0 instantáneo sin aditivos 212 629 227 321 6 974 15 153 3.3 6.7
1653540 Jugo de naranja concentrado 197 581 199 108 564 565 0.3 0.3
1703210 Tabaco en hoja para cigarrillos sin despalillar 17 184 43 757 3 401 14 778 19.8 33.8
1703230
1706020 Tabaco en hebra para cigarro 20 594 37 186 518 616 2.5 1.7
1706600 Cigarros 26 271 28 045 9 979 9 981 40.0 35.6
1707000
C u a d ro 5 ( c o r u : íu s ió n )
1708045 Tabaco, manufacturado o no 75 549 146 712 9 398 26 652 12.4 18.2
7272900
7273540 Sillas, muebles y partes de madera 31 358 791 119 5 220 107 384 16.6 13.6
7275560
3001040 Algodón en bruto no especificado 4 573 5 246 4 026 4 026 88.0 76.7
3013000 Hilado de algodón sin blanquear 6 699 10 386 16 16 0.2 0.2
3063172 Lana de un grosor menor de 58 elementos 20 082 56 999 667 13 251 3.3 23.2
6010600 Bauxita cruda 357 915 491 015 271 671 374 256 75.9 76.2
4171240 Oxido de aluminio (alúmina) 236 206 880 557 138 909 448 090 58.8 50.9
6180200 Aluminio sin aleación, no elaborado 901 359 001 - 309 437 - 86.2
6180650 Aleaciones de aluminio no elaborado 4 428 220 244 3 27 622 0,1 12.5
6182565 Chapas y bandas de aluminio 42 202 548 690 2 117 433 178 0.5 78.9
4751010 Petróleo crudo de 250 grados api o más 7 012 018 58 560 007 3 221 099 35 456 288 45.9 60.5
6012430 Mineral de hierro 253 164 835 041 13 774 454 505 0.5 54.4
6012450
6012760 Mineral de manganeso 6 649 39 538 145 5 897 2.2 14.9
92 710 8 586 19.8
n
6015400 Mineral de tungteno 32 252 6 408 9.3 O
sPí
6021011 Plomo mineral tratado inicialmente 20 309 22 272 _ _ — _ 99
6240350 Plomo sin aleación, no elaborado 24 431 69 358 14 373 14 473 58.8 20.9 O
>
r)—I
6022022 Zinc mineral tratado inicialmente 34 785 113 458 _ 32 704 — 28.8 N
6260200 Zinc sin aleación, no elaborado 106 844 567 827 31 827 109 679 29.8 19.3 >
n
O
6023033 Cobre mineral tratado inicialmente 17 218 55 502 97 1 843 0.1 3.3 z
6120640 Cobre si aleación, no elaborado 296 330 598 336 10 644 54 652 3.6 9.1
Eg
6220200 Estaño si aleación, no elaborado 130 147 645 386 13 831 182 751 10.6 28.3 9*9J
6220420 Aleaciones de estaño, no elaborado 1 152 3 688 - 1 319 - 25.8 z
>
HH
Fuente: Información proporcionada por la División de Comercio Exterior de la Oficina de Censos de los Estados Unidos. O
‘Este grupo incluye 7002980, 7003515, 7003530, 7004510, 7004540, 7004560. z
>
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100 R E V IS T A D E L A C E P A L N ” 34 / A b r il d e 1 9 8 8
dalizadoras o productoras— deciden emplear el para explicar las grandes diferencias de comer
comercio dentro de la empresa (o el cpr) en algu cialización entre los productos básicos y los bie
nos productos básicos y no en otros, en vez de nes manufacturados. Estos son los costos en que
recurrir al comercio entre empresas indepen incurren las partes en un mercado para hacer
dientes? valer sus derechos exclusivos sobre los bienes o
Teniendo presente los riesgos que supone servicios que se transan. R.H. Coase (1937) seña
generalizar sobre cuestiones de esta índole, se ló mucho tiempo atrás que la operación del mer
puede especular que es probable que las empre cado no es gratuita, y que la intemalización de
sas transnacionales procuren absorber el comer ciertas funciones, en vez de recurrir a las transac
cio de productos básicos bajo la forma de comer ciones entre empresas independientes, es la ra
cio intrafirma, cuando uno o más de los siguien zón de ser de fundar una empresa. La internali-
tes factores resulten apremiantes*®: zación introduce la eficiencia en esferas de la
i) Los insumos intermedios sean altamente producción como la transacción, la contratación
específicos para la empresa —en cuanto a cali y el cumplimiento de los contratos. El costo de
dad, especificaciones, tecnologías—, como en el corretaje de encontrar un precio correcto, el cos
caso de muchos bienes manufacturados, o en el to de definir las obligaciones de las partes en un
de la bauxita; contrato, el riesgo de la programación y de los
ii) Las ventas de productos terminados costos de insumos conexos, y los costos relativos a
exijan requisitos sustanciales de comercialización las divisas en el caso del comercio exterior no son
y posteriores a la venta, como ocurre en el caso de insignificantes.
muchos productos manufacturados, y menos en La reducción de esos costos y del riesgo y la
el de los productos básicos; incertidumbre que entrañan, justifica la integra
iii) El suministro de insumos intermedios co ción vertical. Mediante la integración la organi
rra el riesgo de sufrir interrupciones. zación puede servirse a veces del decreto admi
iv) El producto tenga una deteriorabilidad o nistrativo para fijar los precios internos, y puede
almacenabilidad limitadas como ocurre con el controlar la producción y la comercialización de
banano, que requiere una coordinación muy los productos intermedios.
precisa entre la producción y su comercialización
a través de diferentes fronteras nacionales; El comercio por decreto crea oportunidades
v) La inexistencia de protección contra las para la maniobrabilidad de los precios. La fija
alzas de precios, lo que permite que el aumento ción de precios desleales, la discriminación en
de los costos de las materias primas pueda traspa materia de precios y la fijación de los precios de
sarse al precio del producto final sin mucha difi transferencia son incentivos que suelen inducir
cultad. Por ejemplo, la participación de la bauxi al fabricante a la integración. En cuanto a la
ta en el valor final del aluminio es muy baja, de empresa comercializadora la integración consis
modo que un gran aumento de su precio no tente en una red mundial representativa de filia-
afectará demasiado la situación del aluminio. En les/sucursales no sólo facilita los flujos de infor
cambio, en el caso de la mayoría de los productos mación sino que da mayor margen para aplicar
básicos, la participación del costo de la materia dichas tácticas.
prima es alta, lo que implica un mayor riesgo y un Además del decreto administrativo, hay
nivel más elevado de intermediación, como el otras dos formas de hacer negocios; el mecanis
que ofrecen las comercializadoras, para reducir mo de los precios y los contratos. J.C. McManus
ese riesgo surgido de las bruscas variaciones de (1972) al tratar de describir las diversas formas
precios, y de la actividad del comercio exterior de una em
vi) El control tributario o cambiario deficien
presa, explica que algunas dimensiones de la in
te que aumenta las posibilidades de utilizar la terdependencia, aquellas en que los costos de
fijación de precios de transferencia. transacción son relativamente bajos, quedarán
El concepto de “costos de transacción” sirve delimitadas por el mecanismo de los precios. En
otras, puede que los miembros del conjunto pre
'^Algunos de estos aspectos se mencionan en Helleiner fieran delimitar sus acciones mediante acuerdos
(1981 a, p. 54). contractuales. Cualquiera combinación de estas
LA COMERCIALIZACION INTERNACIONAL DE PRODUCTOS BASICOS Y A.L, / JVÍ. Kuwayama 101
dos maneras de delimitar las acciones de los pro estos productos básicos exigen poca mantención
ductores individuales es la alternativa al estable o cuidado ulterior una vez que se entregan a los
cimiento de una empresa internacional. compradores respectivos. En contraste con otros
Junto con esta aclaración, interesa señalar rubros, por ejemplo, la importación de tecnolo
que entre las muchas esferas del comercio de los gía, el costo de corretaje de encontrar el precio
productos básicos, la intermediación es más correcto y de hacer cumplir el contrato es relati
acentuada en la transacción de materiales cuya vamente exiguo. Dentro del mismo contexto,
calidad y cantidad puede especificarse con relati W.P. Rapp (1976) sostiene que la tendencia gene
va facilidad mediante un contrato. Dichos mate ral del comercio exterior actual es que las gran
riales comprenden el algodón en rama, los cerea des empresas comercializadoras negocien con los
les, el azúcar, la soya y sus productos, el carbón, el grandes productores porque la comercialización
cobre, el estaño, el caucho, la lana, etc. Además, es mínima en cada transacción.
II
La estructura del mercado y la determinación
de los precios
Como pudo apreciarse en la sección precedente, mercado de entrega inmediata. Sin embargo,
los productos básicos se comercializan a través de dentro del mismo grupo, el lingote de aluminio
una gran variedad de sistemas. Lo hacen en ope exhibe un precio al productor y otro en la Bolsa
raciones entre empresas independientes, dentro de Metales de Londres y en la Bolsa de Productos
del esquema intrafírma y en estructuras que Básicos de Nueva York. De hecho, las cotizacio
mezclan ambos sistemas. La complejidad estruc nes bursátiles han reemplazado el papel del pre
tural de dicho comercio quedará confirmada con cio a los productores, es decir, el de la a lca n , que
los ejemplos que se darán a continuación a nivel durante mucho tiempo se consideró el precio de
de cada producto. mercado del aluminio^^.
La mayoría de la bauxita se transa dentro del El mineral de hierro presenta elevados niveles
esquema intrafírma —unos tres cuartos de toda de concentración por parte de compradores y
la bauxita que se extrae se refina dentro de vendedores —como la bauxita— pero los precios
sistemas corporativos^^ o al menos entre partes se determinan mediante una amplia variedad de
relacionadas. El resto se vende en virtud de con mecanismos, que fluctúan desde las negociacio
tratos a largo plazo quedando sólo pequeñas can nes bilaterales —sobre contratos a largo plazo—
tidades para el mercado de entrega inmediata. hasta la fijación de precios de transferencia^®.
Con la alúmina ocurre algo similar, pues sólo un
26 a 30% se comercia fuera de los sistemas em '^Uno de los factores que más han contribuido a la
presariales integrados y sólo 5 a 8% en el merca expansión de las operaciones en las bolsas de productos bási
do de entrega inmediata (Metal Bulletin, 1986). cos en los últimos años como en el caso del aluminio, el níquel,
Por tanto, sólo una pequeña fracción del volu el cobre y el petróleo, ha sido las grandes oscilaciones de los
men total que se transa se expone a —y, por lo precios a corto plazo que han hecho cada vez más difícil para
los productores mantener sistemas estables de precios en los
tanto, responde a— las fluctuaciones del “libre”* mercados mundiales.
*^Se estima que los contratos a largo plazo abarcan 70%
del comercio internacional de mineral de hierro. Se cree que
*Afuera de las economías de planificación centralizada, los contratos a largo plazo de Europa occidental cubren un
la industria sigue dominada por las “seis grandes”: Alumi 40% de sus necesidades de importación de este producto,
num Company of America ( a l c o a ) , Alusuissie, Pechiney- mientras que Japón había completado ya en 1976 los arreglos
Ugine-Kuhnann, Alean Aluminum Ltd., Reynolds Metals y para importar lodo el mineral de hierro que necesitará du
Kaiser Aluminum y Chemical Corporation. rante esta década (Radetzki, 1980).
102 R E V IS T A D E L A C E P A L N " 34 / A b r il de 1 9 8 8
Incluso los contratos a corto plazo, generalmente des de usar su poder de negociación. Los esfuer
por un año, a menudo son renovados regular zos de parte de los países en desarrollo producto
mente de tal manera que se establecen relaciones res de cobre por integrarse hasta la etapa de
que pueden durar decenios. En este mineral, las refinación pueden explicarse como su anhelo de
empresas comercializadoras o las ramas comer- superar el desequilibrio existente en este aspecto.
dalizadoras de las empresas siderúrgicas son los Pese a que han aumentado las ventas directas de
principales agentes de comercialización. Se los países en que los intereses nacionales han
calcula que sólo alrededor de un tercio —o me asumido el control de la comercialización^'*, una
nos— del comercio mundial de mineral de hierro parte importante de sus ventas sigue manejada
se negocia en el sector “libre” del mercado inter por agentes o distribuidores establecidos en los
nacional, es decir, sin ser cubierto por acuerdos principales países consumidores de cobre (u nc
especiales de comercialización (Radetzki, 1980). t a d , 1984 h).
La frecuencia de los contratos a largo plazo Respecto al estaño, debido a que las operacio
en el comercio del mineral de hierro obedece a nes de minería y fundición han pertenecido casi
las cuantiosas inversiones necesarias para ex siempre a empresas diferentes, la comercializa
traerlo y a la necesidad consiguiente de tener la ción se lleva a cabo en un régimen de indepen
garantía de que el mineral se venderá durante dencia. Los productores realizan la mayor parte
varios años, a fin de asegurar la solvencia de la del comercio internacional de concentrados de
empresa. Los contratos negociados entre com estaño, ya sea directa o indirectamente, por in
pradores en la República Federal de Alemania y termedio de una comercializadora. Tradicional
la empresa minera estatal brasileña cvrd ; los ce mente, estas empresas internacionales han reali
lebrados entre los compradores japoneses y la zado la mayor parte del comercio en metal de
empresa brasileña cv r d ; y los suscritos entre los estaño, cumpliendo allí un papel como interme
compradores japoneses y las minas australianas diarias más importante que en cuanto a los con
actúan normalmente como “fijadores de precios” centrados, principalmente debido a un uso di
para el mercado internacional del mineral de versificado del estaño a nivel del consumidor
hierro (u n c t a d , 1984 1). (u n c ta d , 1984j). Las bolsas en que se transan
En el caso del cobre, refinado o sin refinar, las metales han tenido un papel importante en la
exportaciones consisten principalmente en tran determinación del precio del estaño. Sin embar
sacciones entre empresas independientes, y los go, debido al fracaso de varias negociaciones ten
precios de todos los contratos, ya sea a largo o a dientes a salvar la crisis que ha enfrentado este
corto plazo, estipulan un valor relacionado con la metal a partir de octubre de 1985, la Bolsa de
Bolsa de Metales de Londres, sobre el cual rara Metales de Londres decidió suspender la tran
vez una sola empresa de comercialización puede sacción de dicho metal. Considerando el gran
influir decisivamente. Existe un alto grado de tamaño y la mayor influencia que tiene el merca
integración vertical en la industria del cobre, pe do de la capital británica (se cree que el mercado
ro salvo unas pocas excepciones la integración del estaño en Kuala Lumpur, Malasia, represen
está limitada dentro de las fronteras nacionales, y ta un 20% del mercado internacional del estaño,
la mayor parte del comercio internacional tiene mientras que la Bolsa de Metales de Londres
lugar entre entidades independientes. Aunque tiene una influencia más directa), cabe concluir
la Bolsa de Metales de Londres y la Bolsa de que este producto perdió un centro muy impor
Productos Básicos de Nueva York sólo manejan tante de determinación de precios.
entre 5 a 10% del comercio total de cobre, sus En cuanto al plomo y al zinc, existe una doble
cotizaciones representan el punto de referencia estructura de precios, compuesta por el que se
en que se basa un volumen mucho mayor de
contratos de negociación de este producto. Aun
que los precios de venta del cobre no refinado se ''‘coDFXCOde Chile negocia su cobre directamente por
basan en la Bolsa de Metales de Londres, las intermedio de oficinas de venta en Londres, Nueva York y
Sao Paulo y una red de agentes en otros mercados. Este
determinaciones de los costos de refinación (de esfuerzo de venta directa se refleja en que sólo entre 10 y 20%
ducciones para cubrir el costo de elaboración) del cobre chileno es administrado por agentes internacio
brindan a los compradores amplias oportunida nales.
L A C O M E R C IA L IZ A C IO N IN T E R N A C IO N A L D E P R O D U C T O S B A S IC O S Y A .L. / M . K uw ayam a 103
cotiza en la Bolsa de Metales de Londres y el que mediante, entre otras cosas, la propiedad parcial
se aplica a los productores. Con respecto a este o total de las plantaciones, relaciones de propie
último, los precios que figuran en el Metal Bulle- dad con los corredores, la concentración de su
tin —que se publica en Londres— y en el Metal poder comprador en las subastas, la propiedad
Week —que se publica en Nueva York— se toman de instalaciones elaboradoras, la participación
como precios de referencia para los contratos. En dominante en los principales mercados de consu
el caso del zinc, algunos precios a los productores mo, y un mayor poder de mercado mediante la
—como el vigente para los europeos— tienen diversificación de productos y la publicidad. En
una aplicación más amplia, lo que es especial esta categoría de productos se incluye el banano,
mente válido para los concentrados. El precio a en que dichas empresas alcanzan el máximo gra
los productores de los Estados Unidos es válido do de integración en las actividades de produc
en su propio mercado interno. En comparación ción y comercialización (fa o , 1986).
con el plomo, los productos de zinc tienen poco Respecto de otros productos básicos agríco
grado de concatenación progresiva, de modo que las (por ejemplo, café, cacao, azúcar, semillas oleagi
su producción se vende directamente a los consu nosas y algodón), las operaciones en los mercados
midores, situación que ha dado lugar a diversos de futuros tienen una particular importancia.
sistemas de precios a los productores. Debido al Las cotizaciones en dichos mercados no sólo es
predominio de esta estructura de precios, se esti tán muy influidas por las situaciones de la oferta
ma que la cantidad de transacciones de zinc efec y demanda reinantes sino también por la cober
tivamente realizadas en la Bolsa de Metales de tura y las actividades especulativas de las entida
Londres es menor que la correspondiente al plo des comercializadoras y productoras participan
mo o al cobre. tes y, sobre todo, por las operaciones de compra
Entre los productos agrícolas, hay un grupo venta de las grandes empresas comercializado-
donde las condiciones de mercado parecen apro ras. Todos estos productos son muy sensibles a
ximarse a las que supone la competencia perfec las expectativas futuras, permitiendo de este mo
ta; existe un gran número de vendedores y com do que los comercializadores con conocimiento
pradores, ninguno de los cuales puede por sí solo “interior” obtengan ganancias desproporciona
influir demasiado en el precio. Esto sería válido das. Como en estos productos el precio de la
respecto de los productos básicos vendidos men- materia prima incide bastante en el precio al
diante subasta —el te y el tabaco—, pero el precio consumidor final, los principales elaboradores a
de subasta puede ser influido considerablemente fin de evitar los riesgos desproporcionados que
por las acciones de un número limitado de com significa mantener grandes existencias disponi
pradores en gran escala. En la mayoría de los bles dependen en buena medida de los comercia
casos, poseen nexos de capital con las empresas lizadores para la adquisición de las materias pri
elaboradoras más grandes del mundo de las eco mas y para su cobertura en las bolsas de produc
nomías de mercado desarrolladas ( u n c t a d , tos básicos. La carne, el azúcar y los cereales,
1978 a; 1984 f). Pese a lo que suele suponerse, productos que hacen frente a una gran participa
estos productos encaran un alto grado de oligo- ción de las comercializadoras en los mercados
polio, y las empresas transnacionales elaborado- internacionales, están compuestos por mercados
ras/manufactureras han logrado un control es nacionales fragmentados en que los canales pre-
tricto desde la etapa de producción hasta la venta ferenciales o arreglos especiales, las barreras
al detalle en los principales mercados de consu arancelarias y no arancelarias o los subsidios a las
mo. Un pequeño número de grandes empresas exportaciones y a la producción son determinan
transnacionales controla el mercado mundial tes importantes de la orientación del comercio.
104 R E V IS T A D E L A C E P A L N ” 34 / A b r il d e 1 9 8 8
III
Los agentes de comercialización y las características
principales de los mercados de productos básicos
den ilustrarse también por Cargill, la empresa los minerales exportados por los países en desa
comercializadora de cereales más grande del rrollo. En estas condiciones asimétricas de mer
mundo, un ente privado con ventas registradas cado los precios no son determinados sólo por las
para 1980 superiores a los 25 000 millones de condiciones imperantes en el mercado, sino tam
dólares. Ha establecido una red de 140 filiales en bién por el poder de negociación relativo de am
más de 30 países (u n c i ad , 1981 a). Además de bas partes.
sus vastas operaciones en productos básicos, su Este desequilibrio de la capacidad negocia
rama de seguros ofrece financiamiento indivi dora ocurre en los casos en que un poderoso
dual y grupal, y sus conocimientos especializados conglomerado comercializador representa a un
abarcan los productos básicos a granel, todas las grupo de empresas productoras o manufacture
facetas de la agricultura, la comercialización y la ras como su agente de adquisiciones o de ventas.
especulación, y la logística de manipulación y En general, las grandes empresas comercializa
transporte doras están en situación de influir en los precios
del mercado debido al volumen de sus adquisi
2. Algunas consideraciones conceptuales ciones, la cuantía de su capital y su red de infor
mación ultramoderna. Lo que los países en desa
Las observaciones precedentes sobre la sólida po rrollo encaran en los mercados de productos bá
sición que mantienen las empresas comercializa- sicos no es sólo la esctructura oligopsónica de
doras transnacionales en el sector de los produc mercado de las economías desarrolladas, sino
tos básicos no conducen necesariamente a la con también los grupos compradores organizados en
clusión de que los mercados de dichos productos forma oligopsónica. La deficiente capacidad ne
sean de una naturaleza exclusivamente competi gociadora de los países en desarrollo refleja el
tiva. La intermediación que prestan esas empre creciente poder de mercado de los agentes co-
sas comercializadoras, aunque se catalogue de mercializadores de múltiples productos y de los
transacciones entre entidades independientes, gigantes industriales^^.
puede aproximarse a un caso bastante diferente La presunción que suele adoptarse con res
al de la situación puramente competitiva. En mu pecto a los mercados de productos básicos es que
chos casos el mecanismo del precio postulado en su funcionamiento espontáneo, en condiciones
teoría en el sistema de libre mercado no es aplica de competencia perfecta, es básicamente un ins
ble al comercio de productos básicos, cuando un trumento eficiente y neutral para la asignación
grupo de compradores oligopsónicos enfrenta a de recursos y no para ser generadores de una
un gran número de proveedores, como ocurre estructura determinada de distribución del in
con muchos productos básicos agrícolas, o tam greso. Sin embargo, el enfoque neoclásico tiene
bién cuando esos compradores oligopsónicos escasa aplicabilidad práctica al comportamiento
confrontan a un pequeño número de vendedo
res oligopolísticos, como ocurre con algunos de
'^Radetzki señala que la teoría de los precios, ya sea en
condiciones de competencia perfecta o monopolística, oligo-
*®Un reducido número de comercializadoras de cerea polio y monopolio entre vendedores (compradores), tiene
les que comprenden Cargill, Continental Grain, Bunge and escasa aplicabilidad al mercado de productos básicos, ya que
Born, Louis Dreyfus, Barnac y Cook Industries, etc., controla en la mayoría de los casos supone implícitamente que existe
un porcentaje elevadísimo del comercio mundial de cereales: una competencia perfecta en el otro lado del mercado. La
entre 1970 y 1975 esas seis empresas realizaron hasta 96% de teoría de los precios sirve de poco para determinar el nivel
las exportaciones de trigo, 95% de las de maíz, 90% de las de monopólico/oligopólico bilateral de precios. La teoría de la
avena y 80% de las de sorgo de los Estados Unidos. Las organización industrial adolece también de la misma defi
mismas compañías efectuaron también aproximadamente ciencia en el sentido de que sólo estudia habitualmente un
80% de las exportaciones de trigo de Argentina, 90% de las lado del mercado, suponiendo implícitamente condiciones de
exportaciones de sorgo de Australia y 90% de las exportacio competencia perfecta en el otro. Respecto a la teoría de la
nes de trigo y de maíz de la Comunidad Económica Europea. negociación, aunque ofrece una visión interesante de las acti
En el Canadá, canalizaron la totalidad de las exportaciones tudes conductuales en los Juegos de suma cero entre dos
asignadas al sector privado (20%), y una parte muy considera personas, carece de aplicabilidad al mercado de productos
ble de las ventas del restante 80%, que se lleva a cabo por básicos donde en general hay una dependencia recíproca
intermedio de la Junta Canadiense del Trigo ( u n c t a d , entre las entidades decisoras que operan en ambos lados del
1981 b). mercado (Radetzki, 1980).
106 R E V IS T A D E L A C E P A L N “ 34 / A b r il d e 1 9 8 8
de los mercados de productos básicos, pues entre rio es muy elevado, pues incluye todos los costos
sus principales deficiencias figuran: i) su suposi de buscarla, los costos marginales de suministrar
ción frecuente de que en ellos existe el libre acce la a los usuarios siguientes sólo incluyen el costo
so y no hay incertidumbre ni intervención de la comunicación, que en muchos casos es exi
gubernamental^® y su manera de tratar las exter- guo. También es cierto que como las actividades
nalidades y las imperfecciones que los afectan, comerciales suponen el arbitraje entre los cen
que son parte integrante del funcionamiento ac tros de precios bajos y los de precios elevados, el
tual de esos mercados; ii) su dificultad para ex número de transacciones posibles entre los cen
plicar por qué los mercados pasan de un desequi tros aumentará en forma exponencial por cada
librio a otro, en una serie continua de escaseces y centro adicional de información/comercializa-
excedentes, sin alcanzar jamás una posición de ción. Esto significa que mientras mayor sea el
equilibrio automático; y iii) su escasa capacidad número de puntos de contacto existentes,
para producir señales de mercado correctas y mayor será el potencial para hacer negocios en
racionales sobre los precios futuros y la asigna tre ellos. El mantenimiento de dichos centros
ción de recursos (Maizels, 1984; Helleiner, capí reviste suma importancia pues la información,
tulo 2, 1981 b). sobre todo respecto a los bienes y servicios que
Una de las grandes imperfecciones del mer están sujetos a modificaciones constantes, es muy
cado de productos básicos es la escasez relativa de perecióle. Así, para que la información tenga
información sobre el mismo. En el mundo de la algún valor para el usuario éste tiene que incu
competencia perfecta todos los participantes tie rrir en gastos no sólo para adquirirla, sino tam
nen acceso pleno e igual a toda la información, y bién para mantenerla y ojalá mejorarla y actuali
no existe incertidumbre respecto a las futuras zarla a través de su presencia comercializadora
configuraciones de precios. Pero, en realidad, los en el mercado.
mercados de información son en sí bastante im La información siempre puede ponerse a
perfectos, cuando existen, y se caracterizan por disposición de otro individuo sin que se elimine
el monopolio u oligopolio bilateral {Helleiner, el acceso a ella del usuario actual. Esta caracterís
1981 b). La incertidumbre respecto al futuro de tica de “propiedad pública” crea el problema de
los precios, tan volátiles como son los de los pro la apropiación de la información nueva para la
ductos básicos, complica mucho más las opera que no existe un mercado regular.
ciones de compraventa, almacenamiento, trans El conjunto de estas peculiaridades sugieren,
porte y financiamiento e introduce un elemento como lo ha señalado K. Arrow, que la demanda
especulativo en el proceso de toma de decisiones. de información es difícil de analizar en los térmi
Los que cuentan con más información están en nos racionales que suelen utilizarse. Con fre
mejor situación de aprovecharse de esta imper cuencia el comprador desconoce el valor de la
fección del mercado. información; y si en realidad supiera lo bastante
En general, se acepta que la búsqueda de como para medirlo conocería la información en
información posee la característica de otorgar sí (1963, p. 947). El valor intrínseco de una infor
rendimientos crecientes. Los costos fijos de ad mación determinada depende de cómo percibe
quirir un volumen fijo o un flujo constante de el usuario su utilidad marginal, y su forma de
información pueden repartirse en un volumen evaluarla es susceptible de cambiar con el tiempo
variable de transacciones. Aunque el costo mar según las variaciones de mercado. En estas cir
ginal de suministrar información al primer usua- cunstancias, la coordinación o internalización
dentro de un aparato administrativo como una
empresa comercializadora multinacional, es de
’^Respecto a la intervención gubernamental, interesa cir, la adquisición de información mediante sus
mencionar que en los últimos años los países con economía de
mercado desarrollada han mostrado una oposición mucho filiales y oficinas nacionales/extranjeras, puede
más abierta a tos convenios internacionales sobre productos evitar los costos de transacción que significaría
básicos, fundándose en que interferirían con el libre funcio una negociación entre partes independientes*^.
namiento de las fuerzas del mercado. Sin embargo, muchos
productos básicos producidos y exportados por los países
desarrollados se hallan ya sometidos a la intervención y el ’^El comportamiento de una gran empresa comerciali
control del gobierno. zadora puede explicarse por su anhelo de proteger o explotar
L A C O M E R C IA L IZ A C IO N I N T E R N A C IO N A L D E P R O D U C T O S B A S IC O S Y A X . / Ai. K u w a y a m a 107
Desde este punto de vista uno de los proble ción de sus instalaciones como almacenamiento y
mas principales que contribuyen a la relativa de transporte. En suma, en las transacciones de fu
bilidad de ios agentes de comercialización del turos hay pocas posibilidades de imponer el re
Tercel' Mundo, es su acceso limitado a la infor cargo de precios que es habitual en muchas acti
mación que posee el sector privado de las econo vidades manufactureras. Los precios están siem
mías desarrolladas. La poca información que re pre en movimiento y este problema se agrava por
ciben de las fuentes gubernamentales o de otra el hecho de que la empresa vende y compra a la
índole es inadecuada para una toma de decisio vez, de modo que se produce un conflicto de
nes eficiente. A menos que se corrija la relativa intereses entre ambas posiciones.
debilidad de los países en desarrollo en cuanto a Hay que señalar también que en la medida
su capacidad para recopilar, filtrar y evaluar la en que los contratos de compraventa sean de
información, es probable que estos países sigan futuros y no para entrega inmediata, el agente de
abasteciendo con sus productos al mercado mun comercialización mostrará una mayor tendencia
dial en las condiciones establecidas por los consu a que su filial o su oficina en el exterior efectúe la
midores, cuya equidad estos países no pueden compra. Esto se debe a que si el contrato es para
evaluar. entrega inmediata y contra pago en efectivo, se
La mayoría de los precios de exportación de puede eliminar el riesgo que puede plantear un
los principales productos primarios del mundo producto dudoso, ensayando in situ una muestra
se determ inan en las bolsas de productos del mismo. Así, cuando los contratos sean predo
básicos^^. Estas bolsas suelen citarse como ejem minantemente de futuros, el costo de la comer
plos de mercados en que existe la competencia cialización independiente tenderá a elevarse, y
perfecta y donde los precios son determinados las transacciones externas van a ser reemplaza
por el libre juego de la oferta y la demanda de un das por la integración vertical/horizontal de la
determinado producto. Pero en el mundo real empresa comercializadora.
los precios bursátiles son afectados no sólo por el Además, el mecanismo de determinación de
equilibrio actual entre la oferta y la demanda, precios en las bolsas de productos básicos adolece
sino también por las expectativas de la oferta y la de varias rigideces de consideración: respecto a
demanda, por las repercusiones de los mercados algunos productos hay unos pocos productores
monetarios, e incluso por la manipulación. En los importantes como en el caso del estaño, el cacao y
mercados de futuros, las expectativas respecto a el café; en cuanto a otros la mayoría de la deman
los factores económicos básicos pasan a cobrar da proviene de un número reducido de grandes
más importancia y las perspectivas de un produc importadores, como en el caso del trigo. En otros
to determinado se ponderan junto con la pers casos, unas pocas comercializadoras pueden co
pectiva económica más amplia y las expectativas brar mucha importancia en el mercado. No siem
de la moneda en que se cierra el trato. Para cada pre se manifiestan, pues pueden licitar en canti
agente la fijación óptima de precios depende de dades moderadas en diversas oportunidades o
sus propias expectativas acerca de los aconteci por conducto de varios corredores, pero si persi
mientos futuros, sus conjeturas sobre los intere guen una política concreta en forma sostenida
ses compradores y vendedores y sobre todas las pueden influir en el mercado y alterar con ello la
fuerzas económicas que inciden en los precios transparencia del mismo. Además, las propias
futuros. Sus prácticas de compraventa dependen bolsas establecen otras restricciones y distorsio
también de su posición financiera y de la utiliza- nes. Las normas que rigen la admisión de miem
bros de diversas categorías, comprenden requisi
tos financieros como garantías bancadas y capital
las fallas del mercado. Por ejemplo, los servicios que suminis pagado así como cláusulas de nacionalidad*^
tra una Sogo -Shasha contienen un gran volumen de informa
ción, pero la falta de un mecanismo de mercado para deter
La imperfección del mercado de productos
minar su valor y su carácter de “propiedad pública” crea
externalidades.
^^Estos productos son: trigo, maíz, soya, harina y aceite ^'Para un análisis sintético de los problemas relativos al
de soya, aceite de palma, café, cacao, azúcar, caucho, lana, funcionamiento de las bolsas de productos básicos dentro del
algodón, jugo de naranja, cobre, estaño, plomo, zinc, níquel, contexto de la mayor participación en ellas de los países en
aluminio, plata, oro y cada vez más, petróleo. desarrollo, véase u n c t a d (1983 a).
108
R E V IS T A D E L A C E P A L N “ 34 / A b r il d e ¡ 9 8 8
básicos obedece también a las cuantiosas sumas que ellas implican, los mercados de productos
de capital que es necesario invertir, para estable básicos operan en estados que distan mucho del
cer o ampliar las capacidades de elaboración. Las equilibrio donde los impulsos espontáneos de
etapas de elaboración y comercialización están autocorrección no logran imponerse.
íntimamente entrelazadas, pues a menudo las
posibilidades de elaborar antes de la exportación 3. Caracteristicas de las empresas
dependen de la capacidad para asegurarse de comercializadoras transnacionales
antemano mercados para el producto elaborado.
Suele necesitarse contar con la seguridad previa La razón de ser de la existencia y la expansión de
de que hay posibilidades de mercado a fin de las empresas transnacionales comercializadoras
allegar los fondos de inversión necesarios, espe de múltiples productos puede hallarse en los
cialmente respecto de los minerales y metales propios papeles y funciones que desempeñan^^:
donde hay cuantiosas sumas involucradas y se a saber, la minimización o la reducción de los
considera que la existencia de un compromiso de riesgos inherentes a las actividades comerciales
internas e internacionales. Los riesgos emanan
compra a largo plazo y otros tipos de arreglos al
de las fluctuaciones de la oferta y demanda de
menos por un volumen considerable de la pro
productos básicos así como de los tipos de cam
ducción, es una garantía parcial para el presunto
bio. Como es difícil y costoso asegurarse contra
inversionista. En este sentido, la gran frecuencia
estos factores, las empresas comercializadoras re
de contratos a largo plazo en el sector de los
ducen estos riesgos al repartirlos en múltiples
productos básicos significa que el mercado dista
transacciones. Si aumenta el número de produc
de ser competitivo y libre mediante el proceso de
tos que se comercializan, aumentará también la
la subasta constante entre compradores y vende
diversificación de las ventas por región geográfi
dores. A su vez, la índole del contrato a largo
ca y por tipos de compradores y, por ende, los
plazo refleja la fuerza relativa de ambas partes.
riesgos involucrados podrán distribuirse con
El tipo de determinación de precios postula
mayor amplitud. Por ende, el hecho de dedicarse
do por el enfoque neoclásico no rige tampoco
a múltiples productos se explica por su anhelo de
para el sector del transporte. En muchos casos los
aprovechar su efecto reductor de riesgos, prove
fletes para los productos básicos representan
niente de las ventajas de la escala y la diversifíca-
hasta 20% de los precios cif y sus fluctuaciones y
ción. Una cartera amplia no sólo de productos
cambios tienen un efecto significativo sobre los básicos sino también de mercados geográficos,
precios, la demanda de mercado de dichos pro compensada por grandes líneas de productos
ductos, y los ingresos netos de los productores. manufacturados y servicios, contrarresta las
Sin embargo, la estructura observada de fletes no grandes variaciones de ingreso por concepto de
refleja, en general, el verdadero costo del trans un producto determinado.
porte que es determinado en forma arbitraria.
El riesgo en la fluctuación de los tipos de
La práctica generalizada en esta actividad es
cambio baja cuando la transferencia neta de efec
“cobrar lo que tolera el cliente” y la medida más tivo, mediante convenios de compensación —co
utilizada es el valor unitario por tonelada del mo se hace en la liquidación de cuentas intrarre-
producto, lo que tiene escasa relación con el siste
gionales o interbancarias— constituye sólo una
ma de cobros basado en el costo marginal^^. Por fracción de las transacciones totales. Por sus ca
tanto, los productos de gran valor subvencionan
racterísticas, una empresa comercializadora de
a ios de bajo valor y, como resultado, los factores importaciones y exportaciones puede comprar y
de exceso de flete aumentan en forma similar a vender en monedas locales, con lo que reduce las
los aranceles. En muchos casos, la arbitrariedad
operaciones en diferentes monedas a una frac
en la imposición de cobros está relacionada con
ción de los volúmenes totales.
diferentes posiciones negociadoras de los países
La amplia diversificación geográfica de mer
exportadores y las empresas navieras.
cados y de productos aumenta la posibilidad de
En suma, en contraposición a las trayectorias
de las teorías convencionales y a las soluciones
^^Para una síntesis de estos temas, véanse Yamamura
^^Estos aspectos se plantean en Yeats (1981). (1976), Young (1978) y Roehl (1983).
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generar operaciones de trueque o de comercio y difundir tales datos. Sin embargo, dichos costos
compensado. A diferencia de una empresa que son fijos, e independientes del uso que se hace de
maneja un solo producto básico, la comercializa- la información. Por consiguiente, esto señala la
dora múltiple puede actuar, por ejemplo, como existencia de economías de escala en las activida
importador de artículos manufacturados a cam des de recopilar información y también la dismi
bio de una exportación de productos primarios, nución de los costos de búsqueda por unidad de
o viceversa. Una clientela grande, a la que una información a medida que se expande el tamaño
compañía atiende en exportaciones e importa del mercado.
ciones, le permite intervenir en mercados con los En la esfera del transporte, las empresas co
que un productor no tiene relaciones directas. mercializadoras, aunque no suministren necesa
Asimismo, la actual escasez de crédito ha aumen riamente medios propios pueden reducir el costo
tado la necesidad de concertar arreglos confor por unidad de mercadería mediante la coordina
me a un esquema en que los compradores obli ción de las fechas y lugares de embarque y del
guen a los vendedores a comprometer mercados espacio de carga. Los costos de transporte tam
para exportaciones equivalentes al valor en mo bién se reducen debido a las instalaciones y arre
neda dura de los bienes adquiridos^^. glos efectuados en los puertos de origen y desti
Otra característica de las comercializadoras no. Tales obras tienen como se sabe grandes cos
transnacionales es la magnitud de sus operacio tos fyos, pero pequeños costos marginales. Des
nes financieras y su reconocida solvencia, que pués de la inversión primaria, los exportadores
depende a su vez de su capacidad para reducir consiguen flexibilidad para organizar y progra
los riesgos de las transacciones y aprovechar las mar sus embarques de modo que mejoren sus
economías de escala cuando utilizan su capital. operaciones de acumulación de existencias y de
Así, a menudo estas empresas pueden funcionar comercialización.
como proveedoras o garantizadoras de crédito, o Como se sabe que los japoneses y los euro
dedicarse a comerciar con una variedad de ins peos dependen en gran medida de este tipo de
trumentos financieros más bien que con dinero comercializadoras y que Estados Unidos avanza
efectivo. Durante 1982, los créditos concedidos paulatinamente hacia la expansión de su sector
por las nueve mayores sogo-shosha a sus clientes comercializador mediante la adopción de un me
ascendieron a 58 100 millones de dólares mien canismo comercial más dinámico y diversifica
tras que recibieron más de 44 100 millones de do^^, una forma de impedir la intensificación del
dólares en préstamos de instituciones bancarias control que ejercen las empresas transnacionales
(Sogo-shosha Nenkan, 1984). en los mercados de productos básicos podría ser
Otra función importante es su capacidad pa la creación de empresas homólogas o el fortaleci
ra reducir los “costos de transacción”. Ello com miento de las comercializadoras existentes en la
prende los costos de recopilar/elaborar/filtrar la región de América Latina y el Caribe. En el con
información acerca de oportunidades de merca texto de las economías en desarrollo, este tipo de
do, perfiles económicos, negociaciones y cumpli organización comercializadora puede concebirse
miento de contratos, situación de servicios de como un medio efectivo para combatir las defi
transporte, etc. Cabe señalar, a modo de ejem ciencias de los mercados de productos básicos, en
plo, que la “producción” de información sobre particular referente a los siguientes aspectos: i)
oportunidades de mercado—los precios y la ubi fortalecimiento de la influencia comercial frente
cación de vendedores y compradores, su capaci a las empresas transnacionales; ii) fortalecimien
dad crediticia, etc.— incluye los costos de reunir to de sistemas de información comercial más in
dependientes; iii) establecimiento de un fondo
IV
Experiencias de las entidades latinoamericanas
de comercialización de productos básicos
1. Asociaciones de productores crearon, o porque algunos productores impor
La incapacidad de los países del Tercer Mundo tantes se han abstenido de hacerse miembros.
para controlar las diversas etapas de la cadena de Las políticas divergentes y a veces las estrategias
comercialización y su posición subordinada con contrapuestas perseguidas por los países produc
siguiente reflejan el poder de tas empresas trans tores en forma individual han tenido efectos de
nacionales, un conjunto de empresas que contro letéreos en los mercados internacionales de pro
lan las finanzas, la producción, los mercados, el ductos básicos.
transporte, la tecnología, la información, etc. El En el caso del cipec {Consejo Interguberna-
desarrollo de una fuerza eficaz que contrarreste mental de Países Exportadores de Cobre), los
tal concentración de poder dependerá en buena esfuerzos conjuntos tampoco han estado a la al
medida de las acciones que puedan adoptar los tura de las expectativas. Los ocho países miem
países en desarrollo a nivel de gobierno. Sin em bros, que en conjunto representan aproximada
bargo, sería difícil por cierto que los recursos y el mente 40% de la producción mundial, han tendi
grado de acción coordinada necesarios para do a la búsqueda de los beneficios económicos de
competir con esos centros de poder económico corto plazo en vez de fomentar el logro de un
provinieran de empresas pequeñas, competiti ingreso real más estable dentro de una perspecti
vas, nacionales y privadas. Habiendo reconocido va a más largo plazo. Por ejemplo, a mediados de
esto, se ha llegado a la conclusión de que median la década de 1970 cuando se sostenían conversa
te acciones coordinadas conjuntas, el Tercer ciones sobre un posible acuerdo cuprero como
Mundo o la región podrían lograr una mayor parte de la Conferencia sobre Cooperación Eco
participación y modificar paulatinamente, en su nómica Internacional y dentro del Grupo de Ex
propio beneficio, las reglas del juego que rigen pertos Intergubernamentales convocados por la
las operaciones de esos mercados. UNCTAD, el Gobierno de Chile decidió unilateral
La constatación precedente ha conducido en mente no adherir a la reducción de 15% de la
los dos últimos decenios a la creación de muchas producción convenida previamente por la reu
asociaciones de productores y exportadores, ya nión extraordinaria de ministros del cipec. Es
sea a nivel regional o internacional. Sólo respecto más, el Gobierno de Chile puso en marcha un
de los productos básicos agrícolas se pueden programa de expansión de la producción (Mart-
identificar más de 15 asociaciones de producto- ner, 1979, pp. 89-95). Esta medida de parte de
res-exportadores de importancia internacional Chile no sólo redujo el precio internacional del
( f a o , 1984). No obstante, el examen del desem cobre sino que actuó también como un freno
peño de las asociaciones internacionales y regio interno sobre las actividades del cipec, pues re
nales de productores revela, en general, que no dujo la organización al nivel de un expectador
han logrado alcanzar su objetivo principal, ya sea pasivo de los acontecimientos en los mercados
por falta de apoyo apropiado de los países que las mundiales e impidió que se celebraran conversa-
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poder negociador potencial del grupo, compues a la actitud no comprometida de los países miem
to por ocho miembros (Colombia, Costa Rica, bros. La c o m u n b a n a todavía existe en el papel,
Guatemala, Honduras, la República Dominica pero ha dejado de funcionar.
na, Nicaragua, Panamá y Venezuela), y creado La falta de apoyo de los países que crearon
en 1984, que representa 17% de la producción una organización de cooperación regional queda
mundial y 50% de las exportaciones mundiales, también de manifiesto en el caso de la Empresa
se ha visto disminuido desde un comienzo por la Multinacional Latinoamericana de Fertilizantes,
decisión del Ecuador de permanecer fuera de S.A. ( m u l t if e r t ). La empresa, con sede en Pana
este acuerdo regional. El Ecuador representa 15 má, se formó en 1980 como una entidad comer
a 20% de las exportaciones mundiales de esta cial, bajo los auspicios del Sistema Económico
fruta. Latinoamericano (se l a ), con el propósito de co
En cuanto a la comercialización, la séptima mercializar los fertilizantes a fin de garantizar el
reunión de ministros de la u p e s , celebrada en suministro de estos productos hacia y desde la
1976, decidió establecer la rama comercial de la región y facilitar su venta en terceros mercados,
entidad, bajo la forma de una empresa multina aprovechando la mayor capacidad de negocia
cional encargada de la comercialización y el ción que le otorgaba la consolidación de la oferta
transporte de la fruta y otros productos conexos y demanda.
de los miembros, a fin de contrarrestar el control Aunque el desempeño de este organismo ha
de las empresas transnacionales en estas esfe sido significativo —hasta febrero de 1984 se ha
ras^®. La iniciativa se materializó en 1977, cuan bía transado un total de 129 millones de dóla
do representantes de Colombia, Costa Rica, res— ha distado mucho de satisfacer las expecta
Honduras y Panamá crearon la Compañía Co- tivas originales de las naciones fundadoras. Las
mercializadora Multinacional del Banano, S.A. cifras de transacción proyectadas para 1980,
( c o m u n b a n a ). Esta empresa se concibió y se con
1982 y 1985 habían sido, por ejemplo, de 155
sidera como el instrumento ejecutivo de la políti millones de dólares, 400 millones de dólares y
ca de comercialización de la u p e b y está abierta a 545 millones de dólares, respectivamente, lo que
la participación de todos los integrantes de la habría significado que m u l t if e r t habría comer
organización. cializado 30%, 60% y 70% en esos años de las
Cabe destacar que a la c o m u n b a n a le fue compras totales de los 11 miembros del Comité
imposible cumplir sus objetivos cuando los de Acción del sela (c e p a l , 1984 a). La explica
miembros de la u pe b se negaron a comprarle sus ción de esta gran diferencia entre las cifras
embarques. En el punto máximo de sus operacio proyectadas y la realidad hay que buscarla no
nes, sólo pudo manejar, principalmente debido a sólo en las aspiraciones excesivamente ambicio
la falta de fruta, un cargamento de banano men sas sino también en la falta de compromiso políti
sual, mientras se pensaba que los compradores co de los países miembros que la crearon. De los
en los mercados de importación tradicionales ne 11 miembros del Comité, sólo 8 suscribieron el
cesitarían envíos semanales de la fruta. Desde el acuerdo que creó la m u i / f if e r t . Además, la baja
contrato original con Yugoslavia en 1978 hasta demanda de importaciones estuvo vinculada a la
1981 inclusive, comercializó una cantidad equi inconsecuencia de aquellos accionistas —sobre
valente sólo a 0.5% a lo sumo del total del comer todo de las empresas estatales— que decidieron
cio mundial anual del banano. Por tanto, el de no canalizar sus operaciones a través de m u l t i
sempeño deprimente de la c o m u n b a n a obedeció f e r t . La situación se volvió más compleja cuando
el gobierno peruano, un país miembro que había
^‘’Las empresas transnacionales más prominentes en es
sido el promotor de esta organización, liberalizó
te rubro son United Brands, Castle and Cooke (una filial de la la importación de fertilizantes y la Empresa Na
Standard Fruit) y Del Monte (R.J. Reynolds). Estas tres em cional de Comercialización de Insumes (e n c i ) de
presas controlan casi el 100% de las exportaciones de bananos este país perdió sus principales atributos de mo
de Costa Rica, Guatemala, Honduras y Panamá, y un porcen nopolio del Estado. Venezuela eliminó también
taje importante de las de Colombia (60%) y del Ecuador
(40%). Por otra parte, se estima que las entidades nacionales el monopolio estatal de v e n f e r c a . Como puede
de esos países comercializan el 35% del banano producido en observarse, además de la propia ineficiencia ha
Centroamérica, Colombia y Ecuador. bía una inestabilidad funcional que conspiraba
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bras (Brasil), Petroperú (Perú), Petroven (Petró el plano internacional. En cuanto a las exporta
leos de Venezuela S.A,) y ancap (Administración ciones, algunos de los principales cometidos que
Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland, se les encomiendan, en particular a las oge del
Uruguay). El predominio de estas firmas refleja Tercer Mundo, son la adquisición y comercializa
la importancia relativa del petróleo en el comer ción de productos que son la fuente principal de
cio total de la región. Sin embargo, en los produc ingresos de divisas, la diversificación de los mer
tos básicos, excluido el petróleo, la penetración cados de exportación y la promoción de produc
de las OCEen los mercados mundiales no es eleva tos para las empresas pequeñas y medianas. Los
da, sea desde el punto de vista del volumen o de inconvenientes que surgen cuando varios miles
la diversificación de los productos que manejan. de productores de determinado producto com
La participación de cobec (Companhia Brasilei- piten entre sí en los mercados internacionales,
ra de Entrepostos e Comercio), que solía citarse pueden subsanarse mediante alguna forma de
como una de las oce más influyentes en la región, comercialización coordinada y/o la centraliza
se ha reducido a un nivel casi insignificante: en ción de las compras de exportación. Con respec
1984 representó el equivalente a 0(07% del total to a las importaciones el objetivo suele ser obte
de exportaciones nacionales. Interbras, una filial ner precios y condiciones más favorables me
comercializadora de la empresa petrolera estatal, diante la centralización de las compras y garanti
Petrobras, otra oce influyente en la región, re zando el suministro estable de importaciones
presentó ese mismo año aproximadamente el 3% esenciales. Estos objetivos vinculados con el sec
de las exportaciones totales del Brasil, sin men tor externo están correlacionados con los inter
cionar sus exportaciones de productos básicos nos, entre los cuales los más importantes son el
(cACEx, Banco do Brasil, 1985)^*^. sostenimiento de los precios y la política de distri
Se dice que algunas oce latinoamericanas bución, la integración del comercio exterior a la
han logrado un alto nivel de comercio directo. planificación central, la recaudación de ingresos
Sin embargo, debe reconocerse que aunque uno fiscales y las consideraciones sanitarias y de con
de los objetivos principales es prescindir de los trol estratégico.
servicios de intermediación de proveedores y co La razón de ser de las oce incluye también
rredores y aumentar las exportaciones e impor otros argumentos como que el gobierno puede
taciones directas, en muchos casos su participa mejorar la posición negociadora del país utilizan
ción en el comercio exterior del país aún supone do su posición de negociación emanada de las
la presencia de otros agentes económicos, princi exportaciones de otros productos o de su capaci
palmente extranjeros. A manera de ejemplo, en dad de importar^*. Asimismo, las políticas de
el caso de las importaciones de alimentos la enci exportación aplicadas a niveles de gobierno son
del Perú suele limitarse a aceptar y seleccionar más susceptibles de tener la posibilidad de modi
ofertas en forma de licitaciones de los proveedo ficar las políticas comerciales de otros gobiernos.
res internacionales, quienes son los que efectúan Un monopolio explotado por el Estado podría
realmente la transacción. Esto dista mucho de ser estar en mejor posición para entrar en tratos con
lo que se llama comercio directo. Más bien lo que otras OCE en negociaciones bilaterales/multila-
ocurre es que la participación de la empresa esta terales^^. Además, en la comercialización se re-
tal sólo agrega otra etapa de intermediación.
Un objetivo común a todas las oce es el forta *'Un buen ejemplo lo contituiría Brasil, que ha pasado a
lecimiento del poder de mercado, sobre todo en ser uno de los países que más utilizan el comercio compensa
do en el mundo. La empresa estatal Interbras ha logrado
saldar cuando menos la mitad de sus compras de petróleo,
C O B EC se estableció para competir con las poderosas que representan aproximadamente 50% de la cuenta de im
comercializadoras dedicadas a la comercialización de la soya y portaciones del país, mediante el suministro de alimentos y
se ocupaba de una serie de productos básicos agrícolas, inclui productos manufacturados a los productores de petróleo
do el café. Sin embargo, en 1981 la c o b e c sólo exportó café (Carey y McLean, 1986, p. 459).
por un valor de 32 millones de dólares, frente a las exporta ^^La percepción cada vez mayor de la importancia del
ciones totales nacionales ascendentes a 1 500 millones de comercio compensado de parte de los gobiernos de los países
dólares. El impacto de Interbras también fue insignificante, en desarrollo condujo, por ejemplo, a la Asociación Interna
pues sólo representó 2% de las exportaciones totales de café cional de Organizaciones Comerciales Estatales de los países
en grano. Las cifras provienen de u n c t a d (1983 b). en desarrollo a establecer un servicio de referencia sobre las
LA COMERCIALIZACION INTERNACIONAL DE PRODUCTOS BASICOS V A.L. / Ai. Kuwayama 115
Conclusiones
En general, la región latinoamericana por sí sola bilidad como entidad negociadora mediante el
o en conjunto con otras regiones del T ercer establecimiento de acciones cooperativas regio
Mundo, no ha podido desarrollar mecanismos nales como punto de partida para elaborar sus
alternativos o perseguir los objetivos que ha veni posiciones negociadoras. Además, si hubiera una
do buscando en las negociaciones internaciona verdadera percepción de los intereses comunes,
les con los países consumidores. Por ejemplo, los no sería siempre necesaria la tutela de los países
países de la región no han logrado aplicar siste consumidores para garantizar el cumplimiento
mas de regulación de la oferta que podrían haber de las cuotas de exportación o de medidas análo
tenido un efecto im portante sobre el nivel de gas para apoyar los precios.
precios. Asimismo, el funcionamiento de una
En vista de que América Latina representa
asociación de productores prosperará única
una proporción elevada de la producción y las
m ente cuando exista el marco institucional apro
exportaciones mundiales de muchos productos
piado, una percepción real de los intereses co
básicos, las asociaciones regionales de producto
munes y una confianza colectica entre los países
res deberían participar en form a más activa en
productores. Dentro de esa perspectiva, los paí
las esferas de la comercialización, ya sea tomando
ses de la región deberían lograr su máxima credi-
sus propias iniciativas en dichas esferas o trans
form ándose en coordinadoras más eficaces de las
p ráclicas d e c o m e rc io c o m p e n s a d o y los p la n e s p a r a iniciar políticas de comercialización entre los países
p r o g ra m a s d e s tin a d o s a e n s e ñ a r le a los r e p re s e n ta n te s d e la miembros. Lo anterior no excluye la posibilidad
OCE las tácticas d e n e g o c ia c ió n y las p rá c tic a s d e c o n tra ta c ió n de que se transform en en empresas comercializa
d e n tr o d e l c o n te x to d e l c o m e rc io c o m p e n s a d o .
doras multinacionales.
^^P ara u n an álisis d e esto s p u n to s , véase K ostecki (1978)
y S a u lin e rs (1981). Pese a q u e su im p acto so b re la eco n o m ía
116 REVISTA DE LA CEPAL N” 34 / Abñl de 198S
nacional ha sido m enor de lo previsto en un muchos de los problemas del sector de los pro
comienzo, si se considera que la posición negocia ductos básicos dentro del marco exclusivo de la
dora relativa del com prador versus el vendedor cooperación Norte-Sur no produce resultados
juega un papel decisivo en la determinación de satisfactorios, y que ha llegado la hora de enta
precios, las o c e pueden ser un instrum ento apro blar negociaciones con los países consumidores
piado para concretar y ejercer el poder de merca dentro de un marco mucho más amplio, inte
do, sobre todo para los países en desarrollo, para grando los productos básicos en las negociacio
contrarrestar el dominio de los sistemas de co nes comerciales globales y no dejándolos aislados
mercialización por los agentes de los países desa como hasta ahora. Uno de los pilares de este
rrollados. Mediante este instrumento, la impor marco más amplio es que América Latina debería
tación de ciertos productos podría vincularse a la integrar su poder adquisitivo regional de bienes
exportación de un conjunto de productos bási y servicios en las negociaciones globales de pro
cos, a fin de conseguirles un precio más estable y ductos básicos. Para ejercer este poder, es impe
rem unerativo. En el entorno económico actual rativo que los países de la región lleguen a esta
en que se hallan inmersos los países latinoameri blecer mecanismos e instrumentos que vinculen
canos habrá muchas probabilidades de que la la capacidad de im portar varios productos (por
concentración de las ventas y las compras a nivel ejemplo, m anufacturas, tecnología, bienes de ca
de gobierno deje en mejor pie a los formuladores pital, servicios, inversiones, etc.) producidos por
de políticas para contrarrestar las medidas pro los países industrializados con la necesidad de
teccionistas crecientes que los afectan. Se consi aum entar los ingresos de exportación de los pro
dera que las o c : e son también un instrumento ductos básicos. En este escenario, se estima que es
efectivo para aum entar el comercio intrarregio- urgente el fortalecimiento de las entidades co-
nal de productos básicos y para ampliar y facilitar mercializadoras existentes o la creación de otras
diversos sistemas de comercio compensado con nuevas (nacionales o regionales) que se dediquen
países dentro y fuera de la región. a múltiples productos.
Los gobiernos latinoamericanos constatan
cada día más que la búsqueda de soluciones para (Traducido del inglés)
B ib lio g r a fía
D u n n in g , J .H . y R ,D , P e a rc e (1 981): T h e W o r l d ’s L a r g e s t E n t e r d e s a r r o l lo : i n f o r m e d e l S e c r e t a r i o G e n e r a l d e l a C o n f e r e n c i a d e
p r i s e s , G o w er. l a s N a c i o n e s U n i d a s s o b r e C o m e r c io y D e s a r r o l l o ( e / c o n f .
m ediante la expansión de los sectores modernos, 1965), pero simultáneamente se efectuaron aná
sobre todo en las zonas urbanas, a niveles eleva lisis de países entre otros, de la Argentina (Fe-
dos de productividad aseguraría el empleo pro rrer, 1963), el Brasil (Tavares y Serra, 1971) y
ductivo para la oferta creciente de mano de obra, Chile (Pinto, 1964) que suministraron también
constituida por la fuerza de trabajo liberada de antecedentes valiosos.
las actividades agrícolas y por los aumentos de
A fines del decenio pasado estaba claro que
población. Además, se preveía que la industria
el modelo de análisis necesitaba algún ajuste, ya
m anufacturera desem peñaría el papel principal
que los años setenta se caracterizaron por el rápi
en el proceso de absorción de m ano de obra. El
do crecimiento de la mayoría de los países lati
análisis de los efectos sobre el empleo de esta
noamericanos dada la alta liquidez internacional
m odalidad de crecimiento fue bien documenta
y la deuda externa rápidam ente creciente de la
do por varios análisis empíricos y teóricos a nivel
región. Los nuevos datos disponibles desde 1950
m undial (Clark, 1951; Kuznets, 1957; Lewis,
registran un crecimiento significativo y sostenido
1954; Fei y Ranis, 1961). La parte esencial de la
del empleo en los sectores modernos y especial
investigación latinoamericana en el pasado se de
m ente en la industria m anufacturera (García y
dicó a analizar cómo funciona semejante modelo
Tokm an, 1985). El sesgo en el modelo de inter
en los países en desarrollo, insertado en lo que
pretación era doble. Por una parte, la investiga
Prebisch denom inó el contexto centro-periferia.
ción de los años setenta estaba basada en datos de
Dicho análisis se hizo bajo tres perspectivas: en
decenios anteriores que no mostraban un creci
prim er lugar, acumulación y crecimiento; en se
miento rápido. Por otra parte, los datos estiliza
gundo lugar, inserción en el comercio interna
dos de la región estaban basados principalmente
cional; y en tercer lugar, el cambio tecnológico.
en los países del Cono Sur (Argentina, Chile y
U n argum ento im portante del análisis de Uruguay y, en algunos aspectos, Brasil). Estos
Prebisch era que el modelo latinoamericano se países ya eran en gran medida modernos en 1950
caracterizaba por la "insuficiencia dinámica”. Es y sus resultados en materia de inversión y creci
to significaba que la producción estaba creciendo miento mostraban claram ente una insuficiencia
a un ritm o lento o incluso en algunos casos estaba absoluta. Sin embargo, como la fuerza de trabajo
estancada porque la inversión era también insu ya estaba empleada en las zonas urbanas y el
ficiente. A su vez, la baja inversión era el resulta crecimiento de la población era lento, los proble
do del funcionam iento del capitalismo periférico mas de empleo no eran significativos como en
donde la m agnitud del superávit económico se otras partes de la región. Una comparación de los
red u ce m ediante transferencias a países ex resultados obtenidos en materia de inversión y
tranjeros por vía del deterioro de la relación de crecimiento por la región en su totalidad durante
precios del intercam bio o remesas de utilidades el período 1950-1980 con los resultados registra
en el caso de la inversión directa y donde gran dos por los Estados Unidos en los 30 años compa
parte de ese superávit es consumido dados los rables que transcurrieron entre 1873 y 1903,
hábitos de consumo internacional que son adop m uestran que las tasas de inversión fueron simi
tados rápidam ente por los grupos de ingresos lares, alrededor del 19% del p n b , y que la tasa de
medios y superiores de la población de los países crecimiento fue más alta en América Latina que
en desarrollo. La dependencia respecto de las en los Estados Unidos. Además, según Kuznets
m odalidades de intercambio comercial, inver (1961), la tasa de inversión de los Estados Unidos
sión y consumo da por resultado un crecimiento fue la más elevada del m undo desarrollado capi
insuficiente. El efecto principal es que el empleo talista. Las excepciones fueron los países del Co
no crece como se necesita, especialmente en la no Sur, en particular Chile y Uruguay, donde
industria m anufacturera donde, como examina tanto la inversión como el crecimiento se rezaga
remos más adelante, las características de pro ron con respecto a los prom edios regionales
ducción, la inserción internacional y el cambio (Tokman, 1985) (cuadro 1).
tecnológico refuerzan su debilidad para la absor
ción de m ano de obra (Prebisch, 1981; Pinto, Este análisis basado en los hechos debería
1965; Sunkel, 1971). Este modelo fue debatido situarse en la perspectiva apropiada dado que los
principalm ente sobre una base regional ( c e p a l , años setenta fueron años excepcionales en que
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C u a d ro 1
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C O M P O R T A M I E N T O D E A M E R IC A L A T I N A E N M A T E R IA D E C R E C IM IE N T O Y E M P L E O U R B A N O , 1 9 5 0 -1 9 8 0 >
2:
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A c u m u la c ió n y c re c im ie n to D in á m ic a d e l e m p leo * R e s is te n c ia d e l subem pleo*^ <
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C r e c im ie n to C o e fic ie n te d e C re c im ie n to C r e c im ie n to d e l C re c im ie n to d e l G ra d o d e R u ral U rb an o H
d e l PN B * in v e rs ió n d e la fu e rz a e m p le o f o rm a l e m p le o e n la in u r b a n iz a c ió n tra d ic io n a l in f o r m a l c5
de tra b ^ o no u rb a n o d u s tr ia 1950 1980 19 5 0 1980 1950 1980 >■
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a g ríc o la m a n u fa c tu re ra
O
G ru p o A 6 .4 2 3 .8 4 .8 5 .0 4 .4 3 8 .6 6 6 .8 3 8 .0 18.4 12.2 18.6
z
*<
B ra s il 7 .0 2 4.7 5.1 5 .2 4.7 3 9 .2 6 8 .1 3 7 .6 18.9 10.7 16.5
C o lo m b ia 5.1 2 1.7 4.1 4 .3 3 .4 3 9 .2 6 4 .9 3 3 .0 18.7 15.3 2 2 .3 3r
C o s ta R ica 6 .0 2 0.6 5.2 5 .5 4 .9 4 2 .0 6 9 .5 2 0 .4 9 .8 12.3 15.3 H
M é x ico 6.4 19.8 4.5 4 .6 4.3 3 4 .5 6 1 .5 4 4 .0 18.4 12.9 2 2 .0 O
Panam á 6 .2 2 0 .0 3.7 3 .8 3.5 4 6 .7 6 6 .4 4 7 .0 2 2 .0 11.8 14.8 U3
V e n e z u e la 5.4 3 5 .8 4 .8 5.2 4 .9 5 1 .1 7 9 .4 2 2 .5 12.6 16.4 18.5 m
Z
G ru p o B 4 .8 15.7 3.7 3 .9 2.3 3 2 .0 5 0 .9 4 3 .0 3 5 .9 14.9 2 1 .8
>
B o liv ia 3.6 15.5 3.3 3 .8 2.4 2 4 .1 4 1 .1 5 3 .7 5 0 .9 1 5 .0 2 3 .2 w
E cuador 6 .2 15.7 4 .2 3.1 2.7 3 3 .2 5 4 .2 3 9 .0 3 3 .4 11.7 2 8 .6 S
ñ
£1 S a lv a d o r 4 .5 14.8 4.1 4 .2 2.6 3 2 .2 4 7 .5 3 5 .0 30.1 13.7 18.9 >
G u a te m a la 4 .9 13.3 3.3 3 .4 2 .6 3 0 .6 4 2 .7 4 8 .7 3 7 .8 1 4.0 1 8.9
e:
P erú 4 .5 19.3 3.7 4 .4 2.0 3 6 .0 5 7 .5 3 9 .4 3 1 .8 16.9 19.8 NN
Z
G ru p o C 3.1 14.9 1.9 1.8 1.4 7 0 .6 8 2 .9 7.6 7 .0 16.6 2 1 .4
A r g e n tin a 3.1 17.9 1.9 1.9 1.2 7 2 .0 8 4 .9 7.6 6 .8 15.2 2 1 .4
C h ile 3 .6 13.7 2.5 2 .6 2.3 6 2 .9 7 7 .2 8 .9 7.4 2 2 .1 2 1 .7
U ru g u a y 2.3 13.2 LO 0 .8 0.9 7 7 .8 8 2 .3 4 .7 8 .0 14.5 19.0
A m é ric a L a tin a
(1 4 p aíses) 5.5 2 1 .5 4 .0 4.1 3.5 4 4 .1 6 7 .1 3 2 .6 18.9 13.5 19.4
tanto la capacidad de inversión como los niveles cos de la diversificación y el fomento de las ex
de consumo se increm entaron debido a la dispo portaciones.
nibilidad de financiamiento externo. Este hecho Después de la Gran Depresión muchos paí
oscureció la percepción de las tendencias a más ses latinoamericanos em prendieron una estrate
largo plazo. Los balances comerciales se deterio gia de industrialización como la única opción
raron dado un excedente m enguante de mate viable dado el medio económico internacional
rias primas y productos básicos para financiar un imperante. El instrum ento clave para aplicar esa
déficit creciente de importaciones m anufactura política fue la elevada protección asegurada por
das. Los cambios experimentados por las modali diferentes medios que fluctuaban desde los aran
dades de consumo de los países desarrollados, así celes elevados hasta las cuotas de importación.
como su agricultura subsidiada, afectaron las po Según Díaz-Alejandro (1981), esta estrategia
sibilidades de exportación al reducir los merca permitió que la región se recuperara a un ritmo
dos tradicionales y competir con el excedente de más rápido y en un período más corto que los
producción en nuevos productos básicos. Ade Estados Unidos. Esta política fue luego investiga
más, los cambios en la estructura de consumo de da y dada a conocer a los gobiernos por conducto
los países latinoamericanos como resultado del de muchos trabajos iniciados por la cepal , con el
aum ento de la dem anda y una dieta de mejor resultado de que en los primeros años del dece
calidad afectaron también la m agnitud del exce nio de 1970 la mayoría de las economías latino
dente de producción para la exportación, en par americanas ya tenían un sector industrial bien
ticular en una situación de producción agrícola desarrollado. Este sector fue el motor del creci
de lento crecimiento (Wells, 1987). Hubo restric miento y generó en form a directa e indirecta
ción comercial, pero fue posible realizar una gran parte del empleo productivo creado en el
mayor inversión debido al creciente financia período de postguerra (García y Marfán, 1981).
miento externo. La inversión dependió en gran El empleo en la industria m anufacturera creció
medida de las decisiones extranjeras. Interna 3.5% anual entre 1950 y 1980, tasa similar a la
mente, el sector público tuvo a su cargo gran registrada por otros países desarrollados du ran
parte de la inversión, mientras que los empresa te períodos de expansión. Los salarios reales tam
rios privados m ostraron un comportamiento me bién aum entaron y mejoró el perfil de calificacio
nos dinám ico, in v irtie n d o m ay o rm en te en nes, principalmente mediante el aprendizaje en
conjunto con el sector público o inversionistas el trabajo, mientras las organizaciones sindicales
extranjeros o, con mayor frecuencia, dedicándo aum entaban su poder de negociación durante
se a operaciones financieras que aseguraran una este período.
ráp id a recu p eració n del capital invertido y A pesar de esos resultados favorables ya esta
mayores utilidades (Tokman, 1985). En efecto, el ba claro que la estrategia de sustitución de im por
cambio espectacular de las condiciones económi taciones producía los mejores resultados durante
cas externas en los años ochenta y la necesidad de la fase tem prana de fácil sustitución de los bienes
ajustarse a la nueva situación financiera pusieron de consumo, pero un mayor avance en esa estra
en evidencia la debilidad del proceso de acumu tegia tropezaba con restricciones cada vez mayo
lación, y se registró una reducción del coeficiente res. Entre los problemas identificados figuraban
de inversión en 1985 a una tercera parte del nivel la incapacidad de la estrategia para levantar la
im perante en los años setenta. restricción de divisas, ya que el efecto sobre las
Un segundo tema que concentró la atención importaciones era en su mayor parte un cambio
de los investigadores fue el relacionado con las en su estructura desde los bienes finales hacia los
estrategias comerciales que guiaban el modelo de bienes intermedios. Esto se debía a la falta de
desarrollo. Históricamente, los países de tamaño integración y a la inexistencia de una industria
m ediano y grande de América Latina siguieron p roductora de bienes de capital (Fajnzylber,
una estrategia de industrialización basada en la 1983; García, 1984). El mercado interno para los
sustitución de importaciones, mientras que más productos m anufacturados era pequeño y alta
recientem ente, en particular durante los años m ente diversificado dada la concentración del
setenta, se redoblaron los esfuerzos por mostrar ingreso y la rápida adopción de las modalidades
la superioridad en cuanto a resultados económi de consumo de los países desarrollados. Esta si
EMPLEO URBANO; INVESTIGACION Y POLITICAS EN AMERICA LATINA / Víctor E. Tokrmn 123
tuación conspiraba contra el aum ento de los ren mayor densidad de mano de obra, podían intro
dimientos a escala. Además, al comienzo del últi ducirse en cualquier etapa del desarrollo. Una
mo decenio hubo también acuerdo general sobre segunda línea de investigación que se emprendió
la defectuosa gestión de las políticas económicas fue estimar el efecto diferencial sobre el empleo
ya que la protección excesiva y perm anente fue el de la sustitución de importaciones en compara
resultado de elevados aranceles y de tipos de ción con el fomento de las exportaciones en el
cambio subvaluados, lo que aseguró utilidades sector m anufacturero. Esto se hizo para el Brasil,
oligopolísticas para los productores, redujo la Colombia, Chile y Uruguay (Krüger y otros,
competencia extranjera y dio por resultado la 1981), calculando los efectos sobre el empleo pa
ineficiencia productiva y un sesgo contra el fo ra lo que se utilizó un m odelo de insum o-
m ento de las exportaciones. producto. La conclusión fue en general que la
En este escenario se exploraron diferentes canasta de exportaciones hace uso más intensivo
propuestas de investigación y políticas. Algunos de mano de obra, pero la estructura actual está
autores, como Fajnzylber (1983), subrayaron la dom inada por materias primas elaboradas en
necesidad de lograr más integración y una mayor que los respectivos países registran ventajas com
especialización del sector industrial, favorecien parativas absolutas.
do principalm ente la producción de bienes de Las conclusiones de la investigación de que se
capital como una m anera de disminuir las m er dispone apuntan hacia la necesidad de seguir
mas del balance de pagos, generar más empleo una estrategia más orientada hacia afuera y hacia
productivo y aum entar las posibilidades de cam un mejor empleo de los instrumentos comercia
bio tecnológico endógeno. Otros como Krüger les, en particular los aranceles más bajos y los
(1978) y Balassa (1977), hacen hincapié en la tipos de cambio más altos. Esto podría ir acompa
necesidad de abrir las economías para asegurar ñado por incentivos para producir bienes de ca
la expansión de las exportaciones, un crecimien pital que podrían dar por resultado también aho
to más rápido y la creación de empleos. rros de divisas, así como una estructura indus
Esta fue la misma prescripción de políticas trial más integrada. En esta etapa de desarrollo,
hecha a nivel m undial, especialmente estimulada el dilema de la sustitución de importaciones fren
por el éxito de la experiencia de los países del te al fomento de las exportaciones es falso. La
Asia sudoriental, que generó trabajos de investi mayoría de los países latinoamericanos ya poseen
gación en América Latina. Se pueden distinguir una base industrial, que puede ser mejorada,
dos tipos de estudio. En prim er lugar, aquellos pero que ya está proporcionando exportaciones
que argum entaban a nivel macroeconómico ya crecientes (Teitel y Thoum i, 1986). La cuestión
sea analizando resultados y regímenes comercia consiste en cómo hacerla más eficiente y cómo
les, como el proyecto Krüger-Bhagwati ( n b e r ) o puede mejorarse su capacidad para competir en
m ediante la comparación de los resultados de los los mercados mundiales. Volveremos a tratar es
países de Asia y algunos países latinoamericanos. te tema.
En ambos casos, el mensaje era que la apertura Una tercera dimensión im portante en la in
de las economías era el único método para asegu vestigación relacionada con el empleo fue el cam
rar el crecimiento y la creación de empleos. bio tecnológico. El análisis de la tecnología se hizo
Se suscitaron algunas dudas: por ejemplo, en diferentes niveles. A nivel macroeconómico,
por la interpretación diferente de los estudios de los modelos desarrollados para explicar por qué
casos nacionales que llevó a los dos coordinado los sectores modernos eran incapaces de absor
res del proyecto n b e r a escribir libros resúmenes ber mano de obra al ritmo necesario, asignaron
separados (1978), o por el análisis más acabado gran importancia al proceso de transmisión y
hecho por Ranis (1983), que subraya la impor difusión de la tecnología y a las características de
tancia de las condiciones iniciales que determ i la tecnología importada. El principal argum ento
nan diferentes sendas de desarrollo, aunque presentado por Pinto (1965) subrayaba el hecho
también sostiene que cambios como la reforma de la inadecuación de la tecnología creada en
agraria, el aum ento de la productividad agrícola, países desarrollados para las dotaciones de facto
la industrialización rural y el desplazamiento ha res de los países latinoamericanos. Además, co
cia tecnologías y combinación de productos, con mo se hacía poca innovación o incluso adapta
124 REVISTA DE LA CEPAL N'^ 34 / Abril de 1988
ción, esa tecnología era transferida a un medio rable, incluso aquellos países más jóvenes y que se
estructural totalm ente diferente caracterizado han industrializado más recientemente, como los
en general por una mayor concentración de capi Estados Lfnidos o los países de Europa septen
tal y abundancia de mano de obra. El principal trional. El rápido aum ento de la oferta de mano
resultado es que los beneficios del progreso téc de obra se concentró en las zonas urbanas donde
nico no alcanzan a la mayoría de la población la migración interna se sumó a las elevadas tasas
mientras que las diferencias de productividad, y de fecundidad y a una estructura de edades que
por ende las diferencias de ingreso, tienden a ser dio por resultado un rápido aumento de la parti
más amplias y sin m ostrar una tendencia a dismi cipación en el mercado de trabajo. El resultado
nuir, como fue la experiencia de los países hoy ha sido una insuficiencia dinámica, para utilizar
desarrollados (Pinto, 1970; Tokm an, 1982; Ta- las palabras de Prebisch, pero en términos relati
vares y Serra, 1971). Desde el punto de vista del vos. Se creó empleo, pero fue insuficiente para
empleo esta estructura productiva más heterogé satisfacer las necesidades de la oferta de mano de
nea implica un mayor costo de inversión para obra. El resultado es la existencia de un segmento
absorber el movimiento natural de la mano de significativo de la población, que está empleado
obra entre sectores (del agrícola al no agrícola) y en actividades de baja productividad y que sólo
entre diferentes estratos tecnológicos (de los sec disminuye lentamente. Es ésta la característica
tores informales a los formales). principal del problema del empleo urbano en los
El análisis de la elección tecnológica se hizo años setenta y parte im portante de la investiga
también al nivel sectorial principalmente para la ción se destinó a indagar acerca de las caracterís
industria m anufacturera. Los análisis de la fun ticas, la organización y las interrelaciones econó
ción de producción en que se calculan las elastici micas de las personas que trabajaban en el sector
dades de la sustitución son abundantes ( p r e a l c , informal urbano.
1980) y, en general, registran poca flexibilidad.
Se identificaron más posibilidades de creación de b) R e s is te n c ia d e l su b e m p le o a d is m i n u ir
empleos en un nivel más desagregado según ra La investigación sobre el sector informal u r
mas industriales, según tam año de los estableci bano es abundante y ha surgido después que la
mientos y cuando se incluyen los efectos indirec o i T en su inform e de Kenya lo introdujera a
tos ( p r e a l c , 1982b). La creación de empleos pa nivel mundial (1972). En América Latina, bajo el
rece entonces ser más sensible a la composición liderazgo del p r e a l c , se realizaron muchos estu
de la dem anda, que a su vez es determ inada en dios que dieron por resultado una mejor com
gran m edida por la distribución del ingreso, y a prensión del sector, así como prescripciones de
las posibilidades de prom over algunos tamaños políticas para ayudar a las personas que trabaja
de establecimientos, más bien que a los cambios ban en el mismo ( p r e a l c , 1981b). Un examen a
de precios relativos de los factores. fondo de las publicaciones sobre este tema supe
La absorción de mano de obra en los sectores ra el alcance del presente artículo y ha sido reali
m odernos, que en general era similar a la expe zado por el autor en otras partes (Tokman, 1978;
riencia histórica internacional, presentaba varias 1987b). Sin embargo, podría ser útil examinar
características que afectaban al nivel y la estruc brevemente algunas de las conclusiones de los
tura del empleo. La expulsión de la mano de obra trabajos académicos en la definición del sector, el
de la agricultura determ inó migraciones acelera conocimiento acerca del comportam iento, las
das hacia zonas urbanas y aunque la inversión y el normas de crecimiento y determinación del in
crecimiento fueron altos en promedio, la depen greso dentro del sector informal y su heteroge
dencia y la falta de adecuación tecnológica dio neidad.
por resultado un crecimiento inestable; mientras El acuerdo más im portante en la definición
las estrategias comerciales que se seguían eran del sector ha sido investigar las formas de pro
incapaces de levantar las restricciones de divisas. ducción como unidad de análisis. Este acuerdo
Este com portam iento de la dem anda se situaba sigue al inform e pionero de Kenya, pero va más
también en un contexto en que la oferta de mano allá. Los trabajadores que constituían el exceso
de obra crecía a un ritmo rápido, más rápido que de mano de obra, incapaces de encontrar trabajo
en los países desarrollados en un período compa en los sectores modernos y enfrentados a la nece
EMPLEO URBANO: INVESTIGACION Y POLITICAS EN AMERICA LATINA / Víctor E. Tokrnan 125
sidad de sobrevivir, tuvieron que encontrar acti sición (que podría d u rar muchos años) hasta que
vidades que Ies proporcionaran un ingreso. Da se creen trabajos más productivos en los sectores
da su falta de capital, tanto físico como humano, modernos. Esta opinión ha sido im pugnada re
las actividades que podían desem peñar tienen cientemente por Portes y Sassen-Koob (1987),
que registrar facilidad de entrada. La organiza que sostienen que el sector informal es un fenó
ción de la producción es por lo tanto rudim enta meno universal dada la reciente expansión de
ria, sin una clara división del trabajo o de la estas actividades en los países desarrollados. Se
propiedad de los medios de producción, y como trata de una cuestión crucial que debería anali
resultado de la competencia los ingresos medios zarse más detenidam ente.
se convierten en la variable de ajuste (Tokrnan, Un tercer campo de investigación en que
1978; Souza, 1980; Carbonetto y Chávez, 1984). existe acuerdo es que el sector es heterogéneo. La
Algunos autores hacen hincapié en el proceso de mayoría de los estudios disponibles (Costa Rica,
trabajo que caracteriza a las actividades inform a 1985; Carbonetto, 1985) m uestran que existen
les, es decir la mano de obra no protegida (Por diferenciales de ingreso dentro del sector según
tes, 1983), m ientras que otros autores, como de sea el tipo de actividad realizada. En promedio,
Soto (1986), subrayan la ilegalidad como la prin los trabajadores del servicio doméstico son gene
cipal variable de definición. Ambos enfoques son ralm ente los que reciben los salarios más bajos,
parciales dado que aunque existe un grado signi seguidos por los trabajadores de empresas infor
ficativo de superposición con la definición más males que obtienen entre el doble y el triple de la
aceptada, no captan en el análisis, y por consi rem uneración de la categoría anterior. Las per
guiente en sus prescripciones de políticas, la ne sonas que trabajan por cuenta propia recibieron
cesidad de actuar sim ultáneam ente sobre varias alrededor de 50% más que los trabajadores que
variables (Tokrnan, 1987a). perciben salarios en actividades del sector infor
Existe un grado m enor de acuerdo en cuanto mal, mientras que los propietarios de negocios
a la naturaleza de las interrelaciones entre secto informales ganan más del doble de lo que ganan
res. La pregunta clave planteada en prim er lugar sus empleados. A unque las cifras correspondien
por Emmerij (1974), en cuanto a si podía prever tes a los ingresos confirman la existencia de dife
se el crecimiento evolutivo o involutivo del sector rencias significativas dentro del sector, una vez
informal, ha sido respondida de diferentes ma que se hacen los ajustes para tener en cuenta los
neras. Algunos autores observan la funcionali pagos en especie en el caso de los servicios do
dad del sector y su relación positiva con el resto mésticos y los familiares no rem unerados en el
de la econom ía (Webb, 1974). Otros autores caso de los propietarios de tiendas informales, la
(Quijano, 1974; Bromley, 1979; Birbeck, 1979) m agnitud de las diferencias se reduce a 1.5. Esto
subrayaron la relación de subordinación o de sugiere que, a pesar de la heterogeneidad del
explotación, ya sea en el mercado de trabajo al sector, los ingresos tienden a ser determinados
proporcionar m ano de obra barata o en el merca dentro de un campo limitado como resultado de
do de productos al producir bienes-salario de la competencia en el mercado de trabajo (servi
bajo costo. Un análisis interm edio (Tokrnan, cios domésticos, personas que trabajan por cuen
1978) incorpora la heterogeneidad existente ta propia y trabajadores en tiendas informales), o
dentro del sector para diferenciar entre una ten en los mercados de productos donde la facilidad
dencia global a largo plazo a disminuir la partici de entrada no perm ite la posibilidad de obtener
pación del sector informal en el producto total y ingresos extraordinarios.
los cambios de estructura que se producirán de La investigación centrada en los subemplea
bido a que algunas actividades informales pue dos fue también orientada hacia las políticas. La
den expandirse (principalm ente los servicios y el principal conclusión, consecuente con la inefica
comercio) m ientras que otras, como la industria cia de la estrategia de derram e, fue la propuesta
m anufacturera, enfrentan una competencia más de políticas específicas dirigidas directamente
fuerte y reducirán su participación en el merca hacia los grupos más afectados. Se recomendó la
do. Si se adoptan políticas adecuadas, puede al selectividad como una m anera más eficiente de
canzarse el crecimiento evolutivo del sector in hacer frente al problema del empleo, más bien
formal por lo menos durante un período de tran que depender solamente de los instrumentos
126 R E V IS T A D E L A C E P A L N " 34 / A b r il d e 1 9 8 8
macroeconómicos. Además, como se encontró meros años del decenio de 1970, cuando las fuer
heterogeneidad dentro del sector informal urba zas políticas eran más favorables para redistri
no, se sugirió un conjunto de medidas múltiples buir los ingresos, en una estrategia dada a cono
para ayudar a los subempleados, y por consi cer prim ero por Dudley Seers en el Inform e de
guiente a los pobres, apoyando la unidad pro Colombia de la o i t (1970) se propuso que la
ductiva, m ejorando el bienestar de la familia y redistribución del ingreso, además de constituir
reform ando los arreglos institucionales para ha un fin en sí misma, generaría un círculo virtuoso
cer estas políticas viables y más eficaces ( p r e a l c , de creación de empleos, ahorro de divisas y creci
1981b; FAo, 1987). miento. El principal argum ento era que la canas
ta de consumo de los grupos de menores ingresos
2. P o lític a s d e e m p le o e n los a ñ o s se te n ta era de mayor densidad de mano de obra y utiliza
ba menos divisas que la de los grupos de mayores
Las políticas específicas para abordar el proble ingresos. Los alimentos, la ropa y el calzado re
ma del subempleo constituyeron solamente ex quieren más mano de obra para su producción y
cepciones. La confianza de que tarde o tem prano menos importaciones que los bienes de consumo
la estrategia del derram e funcionaría, fue respal duraderos que eran principalmente líneas de
dada por el crecimiento muy rápido durante el montaje de componentes importados. Se em
decenio, financiado en gran parte por el capital prendió una serie de investigaciones para mu
extranjero. Este com portam iento dinámico oscu chos países de la región a fin de cuantificar posi
reció el hecho de que, a pesar de ese crecimiento, bles efectos sobre el empleo y la automatización
los niveles de subempleo disminuían a un ritmo del proceso ( o i t , 1975; Foxley, 1974; Cline,
muy lento. 1972; Figueroa, 1972; Tokman, 1975). Las prin
Las únicas excepciones generales de políticas cipales conclusiones fueron que esa estrategia
específicas fueron las relacionadas con la oferta o crearía más empleos principalmente debido a su
las orientadas hacia el mejoramiento de la trans impacto sobre el balance de pagos, mientras que
parencia del m ercado de trabajo. Las institucio los cambios en la estructura de consumo favore
nes de capacitación profesional expandieron sus cerían también el empleo, pero su efecto sería
programas, mientras las bolsas de trabajo fueron pequeño, dado que el efecto neto sobre el empleo
gradualm ente incorporadas a muchos Ministe dentro de la industria m anufacturera no es gran
rios del Trabajo en la región. Sus efectos fueron de debido a la densidad de capital de la produc
limitados ya que respondían a un diagnóstico ción de alimentos y bebidas y la mayor dem anda
inadecuado para la situación latinoamericana de productos agrícolas sería parcialmente com
donde los problemas de empleo se debían princi pensada por la reducción de la dem anda de ser
palm ente a la falta de trabajos productivos más vicios.
bien que a la falta de correspondencia entre las La importancia de la tecnología era también
calificaciones o los puestos vacantes y las perso crucial, y estaba relacionada en particular con el
nas desempleadas. tamaño de los establecimientos que proporciona
La creación insuficiente de empleos en activi rían los bienes necesarios para atender a la mayor
dades m odernas a pesar del rápido crecimiento dem anda y el grado de obsolescencia de las fábri
se atribuyó fundam entalm ente a la aplicación de cas existentes (Tokman, 1975). Trabajos más re
políticas macroeconómicas equivocadas. En rea cientes sobre los eslabonamientos m uestran asi
lidad, los años setenta constituyeron un rico labo mismo que los efectos indirectos son también
ratorio de prueba para diferentes políticas eco importantes y se deben considerar, dado que la
nómicas que a su vez provocaron nuevas investi producción de bienes salariales es generalmente
gaciones. Nos referirem os únicamente a dos de más integrada que la de bienes de consumo dura
esas cuestiones: a la orientación de la dem anda deros (García, 1984; García y Marfán, 1985).
interna y el grado de apertura de la economía. Semejante política por lo general se situó en
La dem anda interna es una función del nivel un contexto de política expansionista donde se
y la distribución del ingreso. En el último decenio suponía que el régimen macroeconómico impe
se observa que en muchos países de la región se rante era de tipo keynesiano, dominado por una
siguieron dos modelos antagónicos. En los pri dem anda efectiva insuficiente. Las políticas sala-
EMPLEO URBANO: INVESTIGACION Y POUTICAS EN AMERICA LATINA / Víctor E. Tokrmn 127
nales eran concebidas como instrumentos redis vados costos de capital para atraer el capital ex
tributivos adecuados y, por lo tanto, se las asocia tranjero provocaron también un gran núm ero
ba con una relación positiva con el empleo. Ade de quiebras y un deterioro de la situación finan
más, se encontró capacidad no utilizada en m u ciera de las empresas que no se ha solucionado
chas ramas industriales, especialmente en las que hasta el momento. Las elevadas tasas de interés
debían suministrar bienes salariales. Estas políti también distorsionaron la asignación de la inver
cas fueron probadas con diferente intensidad y sión hacia el corto plazo y los elevados rendi
diversos resultados en países como Argentina, mientos, principalmente la especulación finan
Bolivia, Colombia, Chile y Perú durante la pri ciera o la construcción residencial y comercial
mera mitad del último decenio. Sin embargo, no para grupos de altos ingresos. Las políticas sala
duraron mucho no sólo debido a resultados eco riales fueron restrictivas dado que se suponía que
nómicos internos imprevistos (como escasez de el régimen im perante era neoclásico y, por lo
oferta) sino también debido a que la situación tanto, los salarios reales estaban inversamente
económica internacional cambió espectacular relacionados con el empleo, mientras que dado
mente después de la prim era crisis del petróleo. un tipo de cambio subvaluado y fijo, los salarios
Más im portante fue en algunos países la inestabi también debían m antenerse bajos para m antener
lidad política que acompañó a esta estrategia, en la competitividad internacional (Cortázar, 1984;
particular en Argentina y Chile, donde fue afec Canitrot, 1981).
tado el equilibrio de poder entre los grupos so
ciales. Los efectos sobre el empleo fueron principal
m ente una reducción en el nivel de empleo en los
La segunda mitad del decenio de 1970 fue sectores modernos con los resultantes aumentos
un período de cambios espectaculares tanto en el del desempleo abierto (Chile y Uruguay) o del
campo político como económico. Regímenes mi subempleo por medio de la expansión del em
litares asumieron el poder en muchos países y se pleo del sector informal (Argentina) o una com
ensayaron políticas neoliberales en diferentes binación de ambos (Costa Rica). La estructura de
grados, sobre todo en los países del Cono Sur. empleo también cambió en contra de la industria
Las cuestiones de empleo se vincularon clara m anufacturera y en algunos casos, como Chile,
mente a la incapacidad para expandir la econo en contra del empleo público (Tokman, 1986a).
mía a un ritmo suficiente, lo que a su vez se Los salarios reales dism inuyeron ya que el marco
atribuyó al mercado interno muy protegido y a la analítico neoclásico utilizado para el diseño de la
intervención excesiva del gobierno en el merca política incluía este hecho como uno de los prin
do. Tanto los diagnósticos como las prescripcio cipales objetivos, mientras en algunos países la
nes de política son bien conocidos y exceden el intervención de los sindicatos y los cambios intro
objetivo del presente trabajo, pero es importante ducidos en el proceso de negociación de salarios
señalar que se dispuso de investigación sobre las aseguraban que se alcanzara la política económi
restricciones de las estrategias de sustitución de ca que se perseguía. Dieron también por resulta
importaciones y que se realizaron nuevas investi do un cambio en la estratificación social en contra
gaciones para evaluar los efectos de las políticas de la mano de obra organizada, ya que im portan
más recientes, especialmente sus costos en lo que tes sectores de la industria m anufacturera per
se refiere a una distribución más regresiva del dieron integrantes en términos absolutos, sus re
ingreso, niveles más bajos de empleo y reducción clamaciones fueron más heterogéneas dados los
de salarios. Varios estudios (Foxley, 1982; Cortá cambios inducidos por el comercio y la apertura
zar, FoxleyyTokm an, 1984; Canitrot, 1983;Pre-
financiera y su posición negociadora se debilitó
bisch, 1982) analizan el impacto de las políticas
dado el aum ento del desempleo y del empleo
neoliberales que dieron por resultado un proce informal (Lagos y Tokm an, 1984).
so de desindustrialización e, incluso en los casos
extremos de la Argentina y Chile, la destrucción No todos los efectos en el empleo fueron
industrial debido a la apertura excesiva de la negativos. Los cambios en la estructura de pro
economía m ediante una combinación de bajos ducción g eneraron nuevos puestos, especial
aranceles y tipos de cambios subvaluados y fijos. mente en la agricultura m oderna, debido al in
La competencia de las importaciones más los ele crem ento de nuevas exportaciones de gran den-
128 REVISTA DE LA CEPAL N“ 34 / Abril de 1988
II
Cuestiones y políticas de empleo
en los años ochenta
La crisis internacional que alcanzó a América políticas recesivas generó una contracción de la
Latina en 1982 puso en claro la precaria fuente dem anda de mano de obra por parte de las em
de crecimiento del decenio anterior, así como las presas modernas, que, dada la oferta de trabajo
debilidades del enfoque neoliberal. La historia es rápidam ente creciente, produjo una expansión
bien conocida: los enorm es aumentos de las tasas significativa del desempleo abierto. No sólo se
de interés internacionales, el deterioro de la rela crearon menos puestos de trabajo, sino que, ade
ción de precios del intercambio y la recesión en más, ios que se generaron fueron de inferior
los mercados mundiales fueron agravados por el calidad. El rápido aum ento de los empleos infor
com portam iento procíclico de los bancos inter males, de los servicios en comparación con la
nacionales privados que redujeron drásticamen industria m anufacturera y del empleo público en
te la entrega de nuevos fondos cuando eran más relación con el sector privado m oderno dismi
necesarios, lo que afectó gravemente a las econo nuyó la productividad media y dio por resultado
mías altam ente endeudadas. No había otra alter un deterioro del ingreso. Este último efecto fue
nativa que ajustarse a esta situación y, dada la reforzado por la disminución de los salarios rea
presión internacional de los países donantes, los les, que era uno de los instrumentos claves en el
bancos acreedores y las instituciones financieras conjunto de políticas de ajuste. Los efectos sobre
internacionales, tarde o tem prano todos los paí el mercado de trabajo fueron también reforza
ses de la región adoptaron el habitual conjunto dos por la disminución del gasto social, conse
de medidas de ajuste económico del f m i . Para cuencia, asimismo, de la necesaria reducción de
dójicamente, esta nueva situación llevó a repen los déficit fiscales, otro componente clave del
sar más seriamente que antes las políticas econó conjunto de políticas (cuadro 2).
micas y aum entó la viabilidad política de las polí La segunda línea de análisis, desde luego, no
ticas específicas sugeridas por los investigadores independiente de la prim era recién examinada,
y algunos asesores en el decenio anterior. fue el examen de la eficiencia de los instrumentos
de política económica para corregir el desequili
brio. La experiencia latinoamericana muestra
1. P o lític a s d e a ju s te . S u g e s tió n y efectos
claramente que debe hacerse una distinción en
La prim era cuestión es el examen crítico de las tre la teoría y la realidad. Aunque la mayoría de
políticas de ajuste adoptadas por la mayoría de los países fueron capaces de ajustarse en un pe
los países. Se siguieron dos líneas de análisis. La ríodo muy corto, ello se logró m ediante la reduc
prim era se concentró en el costo social que impli ción de las importaciones y, por lo tanto, a costa
caban tales políticas, ya que el conjunto de políti de una recesión pronunciada, mientras simultá
cas estaba claram ente sesgado contra aquellos neamente la inflación se aceleraba y los salarios
grupos de la población que menos podían sopor reales se deterioraban. Ambos resultados desa
tar el costo del ajuste. Cornia, Jolly y Stewart fían el marco teórico, que identifica a los gastos
(1987), Tokm an (1986a, 1986b), p r e a l c (1985; excesivos y la pérdida de la competitividad inter
1987) y CEPAL (1985), entre muchos otros estu nacional como las principales causas. El conjunto
dios, plantearon esta cuestión y analizaron el usual de políticas es una mezcla de contracción
efecto de las políticas sobre el mercado de trabajo fiscal y monetaria y de políticas para desplazar
y, en particular, sobre los pobres. El conjunto de recursos desde los bienes no comerciables hacia
C u a d ro 2
A M E R IC A L A T I N A ; L A C R IS IS E C O N O M IC A Y E L M E R C A D C
{ T a sa s a n u a le s a c u m u la tiv a s }
E fecto s so b re e í e m p le o
los bienes comerciables m ediante una devalua opera a nivel macroeconómico, tiene que intro
ción del tipo de cambio en términos reales en ducir cambios más pronunciados en los instru
relación con los salarios. En este modelo los sala mentos de política económica que si se adoptara
rios reales no tienen necesariamente que caer un conjunto más selectivo de políticas. Así ocurre
dado que la exigencia está solamente restringida con la devaluación cuando una gran parte de los
a los precios de los bienes comerciables y el im bienes comerciables son inelásticos con respecto
pacto recesivo de las políticas de dem anda podría al precio y registran ventajas comparativas abso
ser por lo menos parcialm ente compensado por lutas o con la contracción del crédito interno que
los efectos expansivos de la devaluación. afecta a todos los prestatarios independiente
Las razones por las que este conjunto de m ente de su tam año o la densidad de mano de
medidas dio por resultado una sobrecontracción obra.
económica se analizan en varios estudios (Foxley, Un im portante subproducto del ajuste, en
1982; Ffrench-Davis, 1983; c e p a l , 1984; p r e a l c , materia de investigación y políticas, fue que la
1985; Taylor, 1987; Meller y Solimano, 1987). recesión coincidió con una inflación muy elevada
Entre las muchas conclusiones a que se llegó, es y creciente en algunos de los países, en particular
interesante señalar tres de ellas. En prim er lugar, Argentina, Brasil, Bolivia, Perú y Uruguay. La
que la estructura productiva de la región se ca necesidad de controlar la inflación reduciendo al
racteriza por las inelasticidades y, por lo tanto, la mínimo los costos sociales dio origen a propues
reacción ante las políticas macroeconómicas de tas heterodoxas que fueron adoptadas en los dos
m ora mucho más tiempo y produce efectos más primeros países bajo las denominaciones de Plan
pequeños que en los países más desarrollados. En Austral y Plan Cruzado, respectivamente. Sin en
segundo lugar, que los efectos expansivos de una trar en los múltiples diferentes aspectos de este
devaluación del tipo de cambio se registran úni diseño de política, una característica principal es
camente después de la recesión y por lo general la identificación de las normas que rigen los con
presentan un desfase de dos años, lo cual, dada la tratos, especialmente las aplicadas en el mercado
inestabilidad crónica de las economías latinoa de trabajo y que se señalan como una de las
mericanas, por lo general significa nunca. Así principales causas de inflación. Los contratos
ocurre en la coyuntura actual debido a varios muy indizados, incluidos los salarios, tenían un
factores. La recesión internacional y las políticas componente de inercia incorporado que produ
proteccionistas reducen los posibles efectos sobre cía una rápida inflación aun cuando, como se
las exportaciones, en particular cuando hay de sostuvo en el caso de Brasil, tanto el balance de
valuaciones competitivas en países con similares pagos como el presupuesto fiscal estuvieran en
dotaciones de factores. Las estructuras comercia equilibrio (Arida y Lara Rezende, 1985; Frenkel
les en América Latina son inelásticas con respec y Fanelli, 1987; Frenkel, 1986; Arellano, 1987;
to al precio debido a la elevada participación de Lopes, 1986; Modiano, 1986). Por lo tanto, un
los productos básicos y las materias primas en las componente fundam ental de estos programas
exportaciones totales y a la importancia de los era cambiar las normas, concentrando las fechas
insumos y las materias primas en el costo total de de reajuste y eliminando la indización. Este pun
las importaciones. La devaluación afecta a los to fue analizado y propuesto por Pazos cuando
precios globales por interm edio de expectativas y comparó las hiperinflaciones europeas con la in
presiones sobre los costos y, por lo tanto, los flación crónica en América Latina en un libro
salarios reales caen. A su vez, este cambio en la pionero (1972). Un resurgim iento de la inflación
distribución del ingreso afecta al consumo e in en los program as tanto post-Austral como post-
troduce nuevas fuerzas contractivas. Finalmente, Cruzado m uestra la resistencia de los factores de
como la mayoría de las empresas privadas habían inercia y abre nuevos campos de análisis para
contraído cuantiosas deudas en el exterior, la determ inar en qué form a se pueden hacer más
devaluación elevó significativamente los costos perm anentes estos cambios en los contratos de
financieros, lo que afectó su capacidad para au trabajo (y otros contratos) después del prim er
m entar la producción. sh o c k de estabilización, que en ambos casos in
Una tercera conclusión de estos trabajos de cluyó también la congelación de salarios y pre
investigación es que como el conjunto de políticas cios.
EMPLEO URBANO: INVESTIGACION Y POLITICAS EN AMERICA LATINA ¡ Víctor E. Tokman 131
Como resultado de los experimentos en ma que existe entre la pobreza y el empleo informal.
teria de investigación y políticas, se dispone ac Entre el 75 y el 80% de los trabajadores inform a
tualm ente de más conocimientos sobre la gestión les recibieron ingresos por debajo del mínimo;
de las políticas económicas y existe una mayor iv) las sombrías perspectivas para el crecimiento
conciencia de los costos sociales que entraña el rápido en el próximo decenio; y v) la creciente
proceso de ajuste. Además, la investigación ha evidencia de que se necesitan pocos recursos pa
perm itido también concluir que, aunque el costo ra llevar a la práctica estas políticas. El otro
de ajuste parece ser inevitable durante una crisis conjunto de causas se relaciona con el aumento
como la reciente, su intensidad y especialmente del interés en las actividades informales a nivel
su distribución entre los grupos sociales pueden mundial, especialmente en los países desarrolla
ser afectadas por la gestión de las políticas. En dos; el retorno de los regímenes democráticos en
efecto, se presentaron nuevas propuestas de po la mayoría de los países latinoamericanos que
líticas que asignan prioridad a la protección de permite una mayor capacidad de presión y una
los grupos más pobres durante el período de organización popular más abierta, así como el
ajuste. Entre ellas, cabe citar como ejemplos a las mayor peso del sector en las elecciones; el mayor
siguientes: “Ajuste con rostro hum ano” (1987) y grado de conflicto y violencia en las ciudades
“Ajuste y deuda social” (1987). grandes vinculado al emplazamiento de las acti
vidades informales. Finalmente, el resurgim ien
to de las posiciones neoliberales ha exigido tam
2 , U n a m a y o r o p o r tu n id a d p a r a a p lic a r bién que se preste mayor atención al empresaria-
p o lític a s esp e c ífic a s. E l caso do informal que es donde, según lo que sostie
d e l se c to r in f o r m a l nen, se puede encontrar la verdadera capacidad
empresarial en los países en desarrollo.
La mayor conciencia de la situación de los pobres
y la expansión del empleo informal elevaron la A pesar del breve período de aplicación de
popularidad de las políticas específicas destina las políticas, hay por lo menos seis lecciones que
das a apoyar el sector. Esta es la segunda cuestión se han aprendido de la experiencia. La prim era
relativa al empleo de los años ochenta. La popu es la necesidad de evitar la creación de excesivas
laridad puede medirse por muchas declaracio expectativas en cuanto a los resultados o la sen
nes gubernam entales y la aplicación de políticas cillez de estas políticas. La segunda es la com
en varios países como Bolivia, Colombia, Ecua prensión de que el respaldo productivo para el
dor, Guatemala y Perú. Asimismo, por el interés sector informal (acceso a los mercados y recur
cada vez mayor dem ostrado por las fundaciones sos) sólo puede entregarse a un núcleo del sector,
privadas, tanto a nivel nacional como internacio constituido por las unidades más organizadas. La
nal, para financiar y llevar a la práctica las políti tercera es que la política no implicará necesaria
cas, interés que es com partido cada vez más por mente aumentos de ingresos en el corto plazo
bancos internacionales como el Banco Interam e- para los segmentos pobres de la población. La
ricano de Desarrollo ( b i d ) y el Banco Mundial. prim era consecuencia será el aum ento de los in
Las causas del mayor atractivo de las políticas gresos de los empresarios informales, sin que
para el sector inform al son varias (Tokman, necesariamente lo transfieran a los salarios de sus
1987a). Existen razones económicas y político- empleados dada la abundancia de mano de obra,
ideológicas. Los principales factores económicos la inestabilidad laboral, los bajos requisitos de
son los siguientes: i) el hecho de que la estrategia conocimientos especializados y la falta de organi
de derram e no haya podido reducir de m anera zación o contratos de trabajo. Un efecto de se
significativa la participación del empleo informal gunda ronda será un aum ento de la dem anda de
urbano, mientras el núm ero absoluto de perso mano de obra que podría significar o nuevos
nas empleadas en los sectores aum entó en 55% empleos o períodos más prolongados de trabajo
durante el último decenio; ii) la expansión exce para los ya empleados, en ambos casos con un
siva de los puestos de trabajo informales como efecto progresivo sobre la equidad. La cuarta
resultado de la crisis de los años ochenta. Entre lección es que la doble función de hogar y pro
1980 y 1985 el núm ero de trabajadores inform a ducción de muchas unidades informales aum en
les aum entó en 39%; iii) la estrecha correlación ta la eficiencia de una combinación de apoyo
132 REVISTA DE LA CEPAL N“ 34 / Abnt de 1988
productivo y una politica de asistencia social para program as constituyen instrum entos eficaces
los grupos elegidos como objetivos. La quinta que han de utilizarse durante períodos de em er
lección consiste en que es necesario consultar a gencia ya que se pueden poner en marcha muy
los posibles beneficiarios para evitar un diseño rápidam ente, a bajo costo, pueden ser altamente
equivocado de políticas. Finalmente, la infraes selectivos y, por lo tanto, proporcionar ingresos a
tructura institucional debería ser mínima para los grupos más pobres. Asimismo, pueden ser
evitar el aum ento de la burocracia y la m anipula políticamente atractivos ya que indican una deci
ción política y asegurar una aplicación más per sión gubernam ental de tom ar medidas sobre
manente por interm edio de las instituciones exis cuestiones sociales y desde una perspectiva ma-
tentes en los sectores público y privado. croeconómica pueden proporcionar una expan
sión selectiva de la dem anda para reactivar la
3. f/na n u e v a d im e n s ió n d e l p r o b le m a economía sin demasiada presión sobre el balance
y la s p o lític a s de em p leo : de pagos o sobre los precios.
los d e se m p le a d o s
Al igual que en el caso de las políticas del
La tercera y última cuestión que examinaremos sector informal, ya se han aprendido algunas
respecto de los años ochenta es la aparición de lecciones gracias a la experiencia. En prim er lu
una nueva dimensión del problema del empleo. gar, son más eficaces para transferir ingresos a las
La crisis y las políticas aplicadas dieron por resul familias pobres que reducir el desempleo, ya que
tado un aum ento del desempleo abierto. Entre muchos de los beneficiarios de los programas
1980 y 1985 el núm ero de desempleados en las que están inactivos entran en el mercado atraídos
zonas urbanas aum entó en 48% y la tasa se elevó por estos programas. Entre el 70 y el 90% de los
del 7 al 11 %. Se trata de un fenóm eno nuevo, ya beneficiarios son mujeres. En segundo lugar, pa
que históricamente en materia de empleo el pro ra generar más empleos, los salarios deberían ser
blema ha sido el subempleo, mientras que el de más altos y los program as deberían ser dirigidos
sempleo abierto era bajo y estable, salvo fluctua hacia grupos específicos como, por ejemplo, jefes
ciones cíclicas muy breves. Además, los desem de hogar, o concentrarse regionalmente, donde
pleados eran principalmente fuerza de trabajo sea más elevado el desempleo. En tercer lugar, la
secundaria (no jefes de hogares, en su mayoría eficiencia es mayor cuando se dispone de más
mujeres y jóvenes), ya que los jefes de hogares no proyectos, en particular, del tipo de m ejoramien
podían permitirse estar sin ingresos, buscando to de terrenos y servicios en zonas marginales;
puestos de trabajo. La expansión de la tasa de cuando los proyectos tienen efectos más perm a
desempleo abierto fue acompañada también por nentes, como obras de riego o creación de nuevas
cambios en la estructura de los desempleados. empresas, y cuando existe también suficiente
Hay un aum ento de la participación de jefes de abastecimiento de recursos complementarios de
hogares, hombres en las edades más activas, tra la mano de obra. En cuarto lugar, es necesario
bajadores con experiencia anterior, más organi tener en cuenta las características personales. Es
zados y con mayor educación. to influirá en el tipo de empleos que han de
En consecuencia, el efecto social es más im crearse, su ubicación y las horas de trabajo, entre
presionante y su capacidad para presionar a fin otros factores. En quinto lugar, se manifiesta un
de que se adopten políticas es también mayor. mayor interés de los beneficiarios cuando los
Como resultado, aum entó la dem anda de políti proyectos son de beneficio directo para los que
cas de empleo directo. En particular, varios paí trabajan en estos programas. Finalmente, como
ses, como Bolivia, Brasil, Chile y Perú, llevaron a en el caso del sector informal, el marco institucio
la práctica program as específicos de empleo. Las nal para aplicar esta política debería evitar la
investigaciones sobre los efectos de este instru creación de instituciones grandes y centralizadas.
mento de política ya están disponibles y aum en Para ser eficaz, el esquema de funcionamiento
tan rápidam ente (Rodríguez y W urgaft, 1987; debería ser muy descentralizado y tan indepen
Houghton, 1987; Vigier, 1987; Cortez, 1987; diente como sea posible de la manipulación polí
PREALC, 1987). La conclusión general es que estos tica.
EMPLEO URBANO: INVESTIGACION Y POLITICAS EN AMERICA LATINA / Víctor E. Tokman 133
III
El debate actual
La necesidad de dism inuir el costo social del ajus nuevas tecnologías. Los países desarrollados ya
te seguirá siendo u n im portante tema de política se han ocupado de la reestructuración durante
e investigación en el futuro inmediato. Sin em más de un decenio y la adopción de nuevas tecno
bargo, los cambios experim entados por la situa logías está afectando a los procesos del trabajo y a
ción económica y política requieren un nuevo su organización. Este aspecto sólo ha recibido
enfoque de las cuestiones de que se trata. En el atención marginal en América Latina, a pesar de
plano económico, la pregunta ya no es cómo que se está registrando una rápida incorporación
evitar que el costo del ajuste en el corto plazo de nuevas tecnologías en los sectores modernos.
recaiga sobre los pobres, sino más bien cómo Dos cuestiones parecen ser im portantes en este
puede el ajuste estructural previsto asegurar que contexto. En prim er lugar, la identificación de
la deuda social histórica, aum entada durante la los efectos de la nueva tecnología sobre el em
crisis reciente, no sea aplazada una vez más. En el pleo, incluida la repercusión sobre los niveles de
plano político, el renacim iento de la democracia empleo, así como los cambios en el perfil de califi
introdn,*' crecientes restricciones a la m anera caciones. La investigación sobre este aspecto en
tradicional de m anejar las políticas económicas los países desarrollados no ha arrojado aún resul
por decreto, m ientras las presiones sociales serán tados definitivos (Emmerij, 1987) y debería tener
más difíciles de postergar. en cuenta la característica local de la estructura
El escenario económico ha cambiado y se ha de producción y la disponibilidad de mano de
desplazado del ajuste en el corto plazo al ajuste obra calificada. En segundo lugar está la cuestión
estructural. Existen muchas razones que expli de organización de ios procesos del trabajo. En
can tal cambio. La mayoría de los países de la efecto, la flexibilidad del proceso de producción
región ya ha llevado a efecto un ajuste espectacu es una de las respuestas que da la nueva tenología
lar en el corto plazo y el costo ha sido que el p n b a los problemas de baja productividad en el m un
per cápita en 1983 fue 9.5% m enor que el nivel do desarrollado. Esto afecta a las relaciones labo
de 1980. Ha aum entado también el reconoci rales y especialmente a la protección y la legisla
miento de que el conjunto de políticas a corto ción del trabajo. Como resultado, se están sugi
plazo no ha podido crear las condiciones ne^ '^sa- riendo políticas dirigidas a reform ar los códigos
rias para la recuperación a más largo plazo. Las del trabajo y los sistemas de seguridad social sin
expectativas de recuperación mundial en que ba un análisis profundo de la situación existente ni
saban su fuerza las tradicionales prescripciones de la pertinencia de las prescripciones disponi
de políticas estaban equivocadas y la crisis de bles para las características específicas de la re
liquidez se ha convertido cada vez más en una gión. Estas son esferas en que el trabajo conjunto
crisis de solvencia. Finalmente, aunque la econo entre el Norte y el Sur podría producir mayores
mía latinoam ericana inició una recuperación beneficios.
económica a partir de 1984, ésta ha sido insufi Una segunda esfera de interés es la adminis
ciente y podría ser efímera, ya que constituye en tración de los instrumentos de política económi
gran parte el resultado de la caída de los precios ca en un marco de ajuste estructural. Los efectos
del petróleo y de las tasas de interés. Aun cuando sobre el empleo y el ingreso pueden analizarse en
la situación parece estar invirtiendo actualmente relación con la mayoría de los instrumentos, pero
su dirección, el p n b per cápita en 1987 es todavía para ilustrar la cuestión mencionaremos sólo dos
un 7% inferior al de 1980, las importaciones de ellos: el gasto público y las políticas salariales.
están un 32% por debajo del nivel de 1981 y los Indudablem ente, las posibilidades de aumentos
efectos sobre el desempleo y los salarios reales de los gastos del sector público se limitarán en el
han sido insignificantes. futuro. Por el contrario, la necesidad de m ante
El ajuste esctructural propuesto debería in ner los déficit fiscales bajo control probablemen
corporar nuevas dimensiones de investigación y te supondrá reducción de los gastos, aum entan
política. En prim er lugar está el impacto de las do la importancia de los criterios que han de
134 REVISTA DE LA CEPAL N" 34 / Abril de ¡988
aplicarse para expandir o afectar menos (en el los salarios. Hay acuerdo respecto de que los
marco de la reducción) el empleo y la equidad y el salarios reales se han reducido durante el perío
papel del sector público como empleador. do de ajuste. En muchos países ello implica que el
La selectividad en el manejo del gasto públi actual nivel de salarios está por debajo del que
co exigirá conocimiento del impacto de diferen prevalecía a comienzos del decenio de 1970. Un
tes rubros o proyectos sobre el empleo y los in componente clave de cualquier estrategia será la
gresos. Hay ya estudios disponibles sobre los recuperación de los salarios, por lo menos al nivel
efectos de la inversión pública sobre el empleo existente antes de la crisis. Sin embargo, las res
(pREALC, 1984), así como varios estudios sobre la tricciones macroeconómicas y microeconómicas
repercusión de los gastos del sector público en los por lo general conducen a una prescripción co
pobres (Foxley, Aninat y Arellano, 1979; Rodrí m ún según la cual en el mejor resultado los sala
guez, 1985; Webb, 1973; prealc , 1976). Se abri rios deberían m antenerse constantes en términos
rán espacios más amplios para aum entar la selec reales, o, lo que ocurre más a menudo, reducirse
tividad y fijar los objetivos del gasto público, lo aún más. Las restricciones existen, pero la res
cual, como en el caso del sector informal, probará puesta está en contradicción con una política pa
que las investigaciones efectuadas en el decenio ra disminuir la deuda social. Por lo tanto, debe
anterior podrían constituir un aporte útil para el rían encontrarse nuevas opciones. Con este pro
diseño de políticas. A su vez, esto generará nue pósito, se deberían em prender investigaciones
vas necesidades de investigación. para explorar, por ejemplo, el grado de flexibi
El sector público ha sido históricamente un lidad de las estructuras salariales que permitan
im portante em pleador en América Latina. El un reajuste mayor y diferenciado del salario mí
empleo público ha aum entado a un ritmo más nimo; las posibilidades y maneras prácticas de
rápido que el empleo no agrícola y su participa vincular el reajuste con los cambios de producti
ción ha aum entado incluso más rápidam ente en vidad; y nuevos esquemas de redistribución di
aquellos puestos ocupados por los más educados námica del ingreso y la riqueza mediante la parti
(Echeverría, 1985). En parte ello ha sido el resul cipación de los trabajadores en las utilidades o el
tado de las crecientes funciones del sector públi capital.
co, pero en parte es también el papel amortigua La formulación de políticas salariales refor
dor desem peñado por el sector para disminuir el zará también la necesidad de llevar a efecto nue
conflicto social que se deriva de la insuficiencia vas investigaciones sobre la forma en que funcio
del sector privado para crear puestos de trabajo nan los mercados de trabajo en los países en
al ritm o necesario. Sin embargo, las tendencias desarrollo. En el pasado, éste ha sido un campo
futuras no perm iten prever que el sector pueda casi olvidado entre aquellos que abordaban el
continuar desem peñando este im portante papel, problema del empleo desde una perspectiva de
aun cuando se puedan evitar las masivas reduc crecimiento y equidad y aquellos que se concen
ciones de em pleados públicos. Esta situación traban en un análisis más tradicional del merca
abre campos de análisis donde la investigación ha do de trabajo. Los resultados en materia de em
sido insuficiente. Por una parte, la cuestión de las pleo y salarios han conducido, sin embargo, a la
funciones e incentivos de los empleados públicos, búsqueda de marcos analíticos alternativos don
en particular cuando la reducción de los salarios de prevalezcan los mercados segmentados. Las
del sector está afectando a la capacidad de atraer normas de determinación de salarios y de em
a las personas con las necesarias habilidades y pleo parecen ser diferentes según los segmentos
conocimientos. Por otra parte, el efecto que un y sus interrelaciones se hallan todavía en discu
papel menos dinámico del sector público podría sión. El com portam iento de salarios fijos que se
tener sobre la situación global del empleo, su observa en los sectores más organizados transfie
repercusión sobre el desempleo y sobre las de re el peso del ajuste al desempleo; mientras, la
mandas de conocimientos especializados, lo cual, facilidad de entrada en el sector informal hace de
a su vez, exigirá un examen del sistema educacio la flexibilidad de los ingresos y los salarios las
nal, especialmente a nivel universitario. variables de ajuste. La elección entre empleo a
Una segunda esfera de política económica en bajos niveles de ingresos y el desempleo abierto
que se requiere realizar nuevos trabajos es la de no está clara todavía. El diseño de políticas exigi
EMPLEO URBANO: INVESTIGACION Y POLITICAS EN AMERICA LATINA / Víctor E. Tokman 135
rá por lo tanto nuevas investigaciones en este rio. Finalmente, también se debería perm itir que
campo, ya que el análisis convencional resulta participaran aquellos no representados por los
inadecuado para prever los resultados. actores sociales tradicionales (trabajadores y em
Finalmente, el escenario político actual abre pleadores), como los campesinos y los trabajado
también más posibilidades para la investigación res informales. Esto exigirá que identifiquen sus
interdisciplinaria. La mayor negociación y parti restricciones y, lo que es más importante, sus
cipación de los actores sociales exigirá en la situa reclamos. Exigirá, asimismo, el diseño de formas
ción latinoam ericana esfuerzos sustantivos en institucionales más eficientes para atender esos
muchas esferas. En prim er lugar, en el estableci reclamos, que se presentan por lo general a nive
miento de la capacidad institucional de los agen les locales. A su vez, deberían explorarse políticas
tes participantes, lo que implica un mayor cono de descentralización para aum entar la capacidad
cimiento de la situación económica y la capacidad de ejecución del sector público. Finalmente, la
de ocuparse de cuestiones técnicas. En segundo negociación entre los grupos ya incorporados
lugar, mientras más fuertes sean los agentes par debería ir más allá de cuestiones de equidad y
ticipantes, más duraderos y equitativos serán los considerar la creación de empleos como un obje
resultados de la negociación. Esto requiere legi tivo importante, ya que ésta será en el largo plazo
timidad. En tercer lugar, exige asimismo cambios la forma más eficaz de beneficiar a quienes tra
en el gobierno para establecer los procedimien bajan hoy en los sectores de baja productividad.
tos y constituir también una capacidad de recur
sos humanos para intervenir cuando sea necesa (Traducido del inglés)
B ib lio g r a fía
t r i a l i z a c i ó n l a t i n o a m e r i c a n a s o b r e e l e m p le o , se rie T ra b a jo s e n e ro -m a rz o .
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Introducción
REVISTA DE LA CEPAL N* 34
cernir sobre sus reales potencialidades. La refle un marco analítico que perm ita analizar la p m i
xión sobre la p m i im perante en América Latina desde una perspectiva de política industrial. Se
ha m ostrado a nuestro juicio gran debilidad, al gundo, en la compilación y el análisis de la evi
exhibir una sustentación conceptual ambigua y dencia para algunos países industrializados y la
presentar una precaria base descriptiva y cuanti región latinoamericana, ejercicio que se concen
tativa. tra especialmente en los casos de Brasil, Colom
Este artículo pretende contribuir a reorde bia y Chile. Finalmente, en la identificación de las
nar el debate en torno a la p m i en América Latina, perspectivas más promisorias para América Lati
aportar nuevos antecedentes y despejar algunas na, a la luz tanto de las experiencias exitosas de
confusiones habituales. Para este propósito, el otras latitudes —Japón e Italia—, como de las
docum ento incursiona de m anera exploratoria singularidades y potencialidades del desarrollo
en tres direcciones. Prim ero, en la sugerencia de industrial de la región.
I
La reflexión contemporánea sobre la pm i
En los países en vías de desarrollo, el debate una idea de p m e industrial, a la cual se hará refe
acerca de la producción en pequeña escala se rencia a lo largo del artículo.
reanuda a partir de la publicación de un estudio A propósito de la definición de p m i , los indi
de la Organización Internacional del Trabajo so cadores reales y las variables efectivamente utili
bre Kenya, realizado a principios del decenio de zados por la clasificación de las empresas no son
los años setenta ( o i t , 1972)*. Desde entonces, se los más adecuados para describir las característi
multiplican las investigaciones acerca del papel cas de una organización productiva. Hay una bre
de la pequeña y m ediana empresa ( p m e ) y de su cha inevitable entre la descripción cualitativa y la
gravitación en los sistemas económicos. Los aná cuantificación de las empresas. El criterio de me
lisis, ya sean empíricos o teóricos, se han concen dición de las variables para identificar las em pre
trado en la descripción de las relaciones entre la sas reales tiene que ser simple y fácilmente verifi-
PME y los com ponentes del sistema económico, las cable, aparte de disponer de fuentes estadísticas
características económicas y el comportamiento adecuadas. En la experiencia real se reconoce
de estas unidades productivas y los obstáculos que no es posible m edir con facilidad y en pleni
que entraban a su desarrollo (Schmitz, 1982). Sin tud todas las características que identifican una
embargo, el debate está todavía abierto, y no es empresa, de modo que se ha optado por utilizar
de extrañar que muchas opiniones y resultados variables simples, como el núm ero de ocupados,
aparezcan como contradictorios. el valor del capital fijo o el monto de las ventas.
La definición de la p m e y del papel que puede En este trabajo utilizamos la siguiente clasifi
d e se m p e ñ a r en el d esarro llo económ ico, y cación: i) m ic ro e m p re sa , aquélla con menos de 10
particularm ente en el sector industrial, son todos ocupados; ii) p e q u e ñ a e m p re sa , con 10-49 ocupa
temas vinculados en form a estrecha a las caracte dos; iii) m e d ia n a e m p re sa , entre 50 y 99 ocupados;
rísticas del sistema económico. En este trabajo iv) g r a n e m p re sa , unidad productiva que emplea
consideramos la p m e industrial ( p m i ): nos centra más de 100 trabajadores^.
rem os en su papel en los países industrializados y
en las potencialidades que exhibe en el caso de las
®Con este c rite rio , m u c h a s in d u s tria s d a s ifíc a d a s co m o
naciones en desarrollo. Por último, se propondrá PMI e n p aíses d e s a rro lla d o s , c o n am p lio s m e rc a d o s, p u e d e n
c o n s id e ra rs e g r a n d e s e m p re s a s e n países e n vías d e d e s a r r o
llo. E n los E stad o s U n id o s y la R e p ú b lic a F e d e ra l d e A le m a
'E n t r e los tra b a jo s a n te r io re s m ás c o m p leto s, v éan se n ia , p o r e je m p lo , son c o n s id e ra d a s m e d ia n a s y p e q u e ñ a s
S taiey y M o rse (1968) y H o se litz (1959). e m p re s a s a q u ellas q u e e m p le a n m e n o s d e 5 0 0 p e rso n a s ; e n el
LA PEQUEÑA Y MEDIANA INDUSTRIA EN EL DESARROLLO DE A.L. / Ai. Castillo y C. Cortellese 141
Finalmente, cabe señalar el papel de la p m i en Sin embargo, existen otras posiciones que
el desarrollo social. En los casos de Italia y el manifiestan cautela e intentan delimitar lo que
Japón, la existencia de una amplia red de peque denom inan los verdaderos alcances de la p m i y de
ñas y medianas empresas ha permitido el fortale estas propuestas.
cimiento de la articulación socioeconómica y de Desde el punto de vista de su desempeño
la cohesión social. En Italia, la difusión de la p m i y económico, las dudas se sitúan en tres áreas*^. La
las características de este proceso han permitido prim era dice relación con la eficiencia producti
una industrialización difusa, una escasa concen va de la p m i . Todos los análisis concuerdan en
tración en pocas áreas urbanas, la mantención de que en ella la productividad del trabajo es consi
cierto equilibrio social durante el proceso de derablem ente inferior a la de la gran empresa.
transform ación de la economía y una discreta Sin embargo, algunos afirm an que pueden exis
estabilidad institucional®. En el Japón, la existen tir tecnologías o combinaciones de factores que,
cia de una estructura en p m i particularm ente in siendo económicamente eficientes, eleven la pro
tegrada con las unidades grandes ha facilitado ductividad de la p m i . El debate al respecto involu
un desarrollo económico fluido y ha creado con cra toda la conocida temática de la influencia de
diciones para la necesaria transformación social. los precios en la elección de las tecnologías de
producción, la distorsión de los precios de los
2. L a PMI e n los p a ís e s e n d e sa rro llo factores productivos y la elasticidad de sustitu
Las potencialidades y el desempeño de la p m i en ción entre capital y trabajo (Ahlu^valia, 1974). La
los países en desarrollo han sido ampliamente pregunta de si la p m i es más o menos eficiente no
analizados; sin embargo, los estudios llegan a carece de importancia, en particular si se consi
conclusiones muchas veces contradictorias*®. deran las restricciones de recursos para el desa
La bibliografía existente destaca el papel de rrollo (Little, 1987; Anderson, 1982)*^.
la PMI en el ámbito económico y en el plano social. El segundo aspecto, ligado conceptualmente
En el prim ero, se señala que es altamente intensi al anterior, dice relación con la supuesta caracte
va en m ano de obra; flexible ante cambios de rística de la PMI de em plear tecnologías más in
m ercado y de tecnologías; eficiente desde el pun tensivas en mano de obra. Existen estudios que
to de vista energético y capaz de aprovechar habi dem uestran, a nivel agregado, la mayor utiliza
lidades y materiales locales. Se considera además ción del trabajo en relación con el capital en
que contribuye a una estructura de ingresos más empresas de pequeñas dimensiones. Sin em bar
equitativa, a una mayor tasa de ahorro y reinver go, otros investigadores han concluido, sobre la
sión, y a la integración de la planta industrial. En base de análisis desagregados de la relación capi-
el plano social, se sostiene que la p m i realiza un tal/trabajo o la relación capital/producto, que en
aporte fundam ental a la democracia económica, muchos casos la p m i presenta un mayor conteni
al prom over la rearticulación y la participación do de capital por unidad de producto y por
sociales. La p m i fom enta el espíritu empresarial, trabajador*"*. Sin considerar todas las críticas a
reduce la brecha existente entre los pequeños
talleres artesanales de la economía informal y las
grandes empresas, y constituye un mecanismo “^En los ú ltim o s a ñ o s el B a n c o M u n d ia l h a a d q u irid o
eficiente de desconcentración de la propiedad* *. u n a n o ta b le e x p e rie n c ia e n los p ro g ra m a s d e a y u d a a la p m i y
e n la in v estig ac ió n e m p íric a y c o n c e p tu a l so b re el p a p e l d e
ésta. U n tr a b a jo b a s ta n te c rític o so b re el efectiv o d e s e m p e ñ o
d e la PMI e n los países e n d e s a rro llo , y sin e m b a rg o m u y ú til y
'■'La in s titu c io n a lid a d p o lítica ita lia n a se estab lece sólo claro , es el d e L ittle (1987),
d e s p u é s d e la S e g u n d a G u e r r a M u n d ia l y c o n d u c e al país a u n ’T a s tasas d e a h o r r o y d e re in v e rs ió n so n a m e n u d o
a c e le ra d o d e s a rr o llo in d u s tria l. V é a n s e c f .p a l / o n u d i , 1986; s u p e rio r e s e n la p m i e n p a r tic u la r e n las u n id a d e s m e d ia n a s
G E PA L, 1988. (W hite, 1978, p. 45).
“ ’P a ra u n a a m p lia d isc u sió n so b re esto s tem as y u n a “ “N o es su fic ie n te m o s tr a r q u e las p e q u e ñ a s e m p re sa s
e x h a u s tiv a b ib lio g r a f ía , v é a n s e A n d e r s o n (1 9 8 2 ); L ittle e m p le a n m ás tra b a jo y n o m ás ca p ita l p o r u n id a d d e p ro d u c to
(1 9 8 7 ); L ie d h o lm y M e ad (1987) y los clásicos tra b a jo s d e q u e las g r a n d e s e m p re sa s . Si esto es así, m ás v a ld ría e m p le a r
S taley y M o rse (1968) y H o selitz (1959). m á s tr a b a ja d o re s q u e n o h a g a n n a d a e n las e m p re sa s g r a n d e s
“ V é a n s e , e n t r e o tro s, S taley y M o rse (1968); S chm itz q u e o c u p a rlo s ‘p ro d u c tiv a m e n te ’ e n las e m p re sa s p e q u e ñ a s ” .
(1 9 8 2 ) y FU N D A C .O M U N , IL D IS y C O R D IP L A N (1978). (L ittle, 1987, p .2 0 5 ) .
LA PEQUEÑA Y MEDIANA INDUSTRIA EN EL DESARROLLO DE AX. / Ai, Castillo y C. Cortellese 143
los supuestos teóricos de estos enfoques^®, es ne precisar con claridad a qué tipo de empresa se
cesario tom ar en cuenta dos elementos: que los está aludiendo cuando se hace referencia a las
factores de producción no siempre son homogé potencialidades y al papel de la pmi en el desarro
neos, de modo que en ciertos casos la p m i puede llo económico, así como cuando se diseñan políti
ocupar algunos que en caso contrario perm ane cas para favorecerla^®.
cerían inutilizados; y que los análisis microeco-
nómicos tendrían que considerar todos los ele
mentos que se combinan para la producción de 3. L a im p o r ta n c ia d e p r e c is a r co n cep to s
bienes, además del trabajo y del capital, particu En el debate sobre la p m i se utilizan categorías
larm ente el empresarial (o m a n a g e m e n t) y la orga que en general no se explicitan y que pretenden
nización (White, 1978, p. 39; Stewart, 1977). describir situaciones estructurales contrapues
Por último, se cuestiona la participación su tas. Así, se hace uso de términos tales como infor
puestam ente dinámica de la p m i en el proceso de mal y formal, tradicional y m oderno, urbano y
avance tecnológico. A este propósito, vale lo di rural, pequeña y gran empresa. Una clasificación
cho acerca de la experiencia de los países indus según tipo de empresas significa considerar algu
trializados, puesto que la bibliografía especializa nos rasgos cualitativos. Estos se fundam entan en
da no ha analizado casos específicos de naciones el modo cómo se estructura la actividad producti
en desarrollo. Sin embargo, es útil subrayar la va, análisis que puede acometerse desde el punto
im portancia que puede tener la p m i en el des de vista ya sea de la organización interna o de las
pliegue de capacidades empresariales y en la relaciones externas.
difusión de técnicas, a través del proceso de En el segundo caso, estimamos importante
“apren d er haciendo”^®. aludir a las relaciones con los mercados, a las que
En nuestra opinión, las descripciones en tor se establecen con las otras unidades productivas y
no a su verdadera contribución al desarrollo obe con el contexto socioeconómico, y a la estra-
decen a que la eficiencia tanto económica como - TQ
tegia .
social de la p m i , así como el papel que ella puede Las empresas se relacionan con mercados
d e se m p e ñ a r, d e p e n d e n del contexto socio para las ventas de los productos y para la compra
económico en el cual se desenvuelva. La origina de factores de producción e insumos. En la
lidad de cada situación y sistem a económ i mayoría de los países en desarrollo, los mercados
co-social otorga escasa trascendencia a las afir de los factores productivos son altamente seg-
maciones categóricas al respecto*^.
El segundo problem a se refiere a la hetero
geneidad de definiciones, tanto desde un punto
*®ExÍste u n a a m p lia b ib lio g ra fía ac e rc a d e las razo n es
de vista conceptual como en términos de unidad q u e ju s tific a n el a p o y o po lítico a la pmi. A m o d o d e ejem p lo ,
de análisis. En el universo de lo que se denomina véan se S taley y M o rse (1968); H o selitz (1959); A n d e rs o n
PMI se incluyen varias categorías y conceptos que (1982) y las n u m e ro s a s p u b licacio n es del B a n co M u n d ia l.
describen situaciones y estructuras casi insepara L a d e fin ic ió n a d o p ta d a d e pmi es ta m b ié n fu n c io n a l a los
bles, y que más bien se entrecruzan. o b jetiv o s d e la po lítica in d u s tria l. A sí, p o r eje m p lo , si se
q u ie r e i n c r e m e n ta r e n el c o r to p la z o el e m p le o , d e b e r á
El problem a de fondo consiste justam ente en e s tim u la rse la m ic ro e m p re s a , d e f in ié n d o la so b re la b ase d e
u n b ajo costo d e ca p ita l p o r tra b a ja d o r. Si, p o r el c o n tra rio , se
q u ie r e d in a m iz a r el sistem a in d u s tria l, u n a m a y o r d ifu sió n d e
la PMI m o d e r n a p u e d e se r el in s tr u m e n to a d e c u a d o . Si m ira
'^ A h lu w a lia (1974) y v a rio s d e los d e m á s tra b a jo s q u e se
m o s la e x p e rie n c ia la tin o a m e ric a n a e n el d ise ñ o d e p olíticas
p r e s e n ta n e n el m ism o lib ro ; S te w a rt y S tre e te n (1971); S te
p a r a la pmi, r e s u lta q u e e n la m a y o ría d e los casos el objetiv o es
w a r t (1985).
la d ism in u c ió n c o y u n tu ra ! d e l d e s e m p le o , b ajo el su p u e s to d e
*®Hay u n in te n to p o r c o n c e p tu a liz a r el p ro c e so d in á m i
q u e ella u sa te c n o lo g ía s tra d ic io n a le s co n alta in te n s id a d d e
co d e d e s a rr o llo te c n o ló g ic o e in d u stria ) e n d ó g e n o , lo q u e en
tra b a jo , p o r lo q u e las p olíticas a p u n ta n a e m p re s a s d e m uy
los tra b a jo s d e la cepal h a sid o lla m a d o “n ú c le o e n d ó g e n o d e
p e q u e ñ a escala d e p ro d u c c ió n . S in e m b a rg o , e ste objetiv o n o
d in a m iz a c ió n te c n o ló g ic a ” . V éase cepal (1985). U n a b rev e
es e x p lícito ; p o r el c o n tra rio , se su p o n e q u e se q u ie r e d e s a r r o
r e fle x ió n so b re esto s te m a s se e n c u e n tr a e n C o rte lle se (1986).
lla r la PMI, p e r o p o r lo c o m ú n estas u n id a d e s q u e d a n al
*^Sin e m b a rg o , los an álisis d e las e x p e rie n c ia s h istó ricas
m a r g e n d e los b en eficio s p ro p u e sto s .
so n d e g r a n u tilid a d p a r a f o r m u la r h ip ó te sis so b re las p o te n
*^De to d o s m o d o s, h ay q u e te n e r en c u e n ta q u e estos
c ia lid a d e s d e la PMI, d a d o el c o n te x to e n el cu al se d e s e n
e le m e n to s n o son a u tó n o m o s , sin o in te r d e p e n d ie n te s .
v u elv e.
144 REVISTA DE LA CEPAL N” 34 / Abril de 1988
mentados^*^. Así, en el mercado laboral existen sistema; pueden aprovechar los recursos natura
segmentos de oferta que pueden ser marginales les y algunas características de ios mercados lo
para una gran empresa: la mano de obra femeni cales en forma más o menos estrecha; y, por
na, la fuerza de trabajo no calificada, los jóvenes, último, insertarse profundam ente en el medio
los inmigrantes, etc. El mercado de capitales es social, aprovechando las características locales de
relativamente oligopólico; la intermediación en la fuerza de trabajo o algunas tradiciones cultu
tre oferta y dem anda de capital carece de fluidez, rales, o mostrarse autónomas respecto de éste.
lo mismo que la disponibilidad de información, y En cuanto a la estrategia, una empresa puede
depende de una organización que a veces asigna tener como objetivo “maximizar el ingreso total,
un valor excesivo al riesgo. Los mercados de ven en lugar de aspirar a una tasa de utilidad como la
tas de los productos son también muy heterogé que se define en términos capitalistas” (Tokman,
neos. Hay una prim era diferenciación entre la 1987) o asumir una estrategia de supervivencia,
am plitud y distancia de los mercados: éstos pue m anteniendo un ingreso mínimo (Gomia, 1987);
den ser de carácter local y restringido, o más puede también, querer aum entar la escala de
amplio, y nacionales o internacionales. También producción, o simplemente conservarla. Ade
influye sobre la segmentación de la dem anda el más, la estrategia de una empresa se distingue
nivel de ingreso de los consumidores, lo cual por el plazo que tiene. Las decisiones que se
define las características de los productos reque adopten en estos casos ejercerán una influencia
ridos. im portante sobre la organización de la produc
Las relaciones que las empresas entablan con ción^^.
los demás actores económicos y con el contexto La organización interna se define por las
socioeconómico condicionan la forma de organi funciones que cumple y por las relaciones entre
zación de la producción. Una empresa puede factores productivos. Las funciones de gestión y
tener relaciones de competitividad, complemen- dirección de la em presa pueden ser desem peña
tariedad y subcontratación con otras. Estas se das por una unidad compuesta por profesionales
caracterizan ya sea por una fuerte dependencia y/o por el empresario, con diferentes niveles de
económica y estratégica {directa, como en el caso complejidad. De otro lado, las relaciones entre la
de la subcontratación, o indirecta, en cuanto a dirección de la empresa y los obreros y emplea
quién fija los precios), o por su autonomía^*. Las dos pueden ser de colaboración, lo que admite
relaciones que se instauran con el Estado y sus distintos niveles de intercambio de conocimiento
instituciones, con el contexto económico y con el e integración de capacidades, o estar fuertem en
contexto social varían según la empresa. Estas te jerarquizadas o personalizadas. Por último, la
pueden insertarse en el sistema legal vigente, relación capital/trabajo puede asumir diferentes
aprovechar beneficios y cumplir deberes defini valores, de acuerdo con la composición de la
dos por el Estado, o bien operar al m argen de tal producción, de los recursos financieros inverti
dos y de la técnica que se utilice (Staley y Morse,
1968, cap. i)^^.
^**Tokm an ( 1987) h a c e u n a c o m p le ta rev isió n d e l d e b a te
e n to r n o a la re la c ió n e n t r e c a ra c te rístic a s d e las e m p re s a s y
m e rc a d o s d e los fa c to re s d e p ro d u c c ió n . ^^O tro a sp e c to d e la e s tra te g ia se r e fie r e a la p ro y ecció n
^*EI te m a es m u y a m p lio y m e re c e ría u n e s tu d io p o r sí d e la e m p r e s a e n los m e rc a d o s d e ven tas. E ste n o es u n te m a
solo. P u e d e d e s ta c a rs e q u e n o h ay c o n c o rd a n c ia a c e rc a d el triv ial e n re la c ió n co n la d e fin ic ió n d e u n a ‘id e a ’ d e pmi, p e ro
c a r á c te r d e estas re la c io n e s; a lg u n o s p ie n s a n q u e ex iste u n a d a d a su a m p litu d es im p o sib le p ro fu n d iz a r lo aq u í. S in e m
re la c ió n d e d e p e n d e n c ia e n t r e estas u n id a d e s , sim ilar a la q u e b a rg o , vale la p e n a d a r a c o n o c e r a lg u n a s o p in io n e s; e n
se d a e n t r e p aíses in d u s tria liz a d o s y e n d e s a rro llo ; o tro s a f ir p a rtic u la r, hay q u ie n e s c o n s id e ra n q u e la pmi p u e d e o c u p a r
m a n q u e e x is te n p o sib ilid a d e s (y d e h e c h o se h a n d a d o ) d e esp acio s in te rstic ia le s d e m e rc a d o s q u e la g r a n e m p r e s a h a
q u e las m ic r o e m p re s a s m a n te n g a n u n a re la c ió n a u tó n o m a a b a n d o n a d o p o r q u e n o le in te r e s a n (T o k m a n , 1978; B ayce,
c o n las e m p re s a s m a y o re s; o tro s e n fo q u e s , p o r ú ltim o , sostie 1984), y q u ie n e s c o n s id e ra n q u e , d e p e n d ie n d o d e l r u b r o d e
n e n q u e es fa c tib le c ie r ta c o m p le m e n ta r ie d a d . T o k m a n p ro d u c c ió n , la ca lid a d d e la e m p r e s a y la o rg a n iz a c ió n d e los
(1 9 7 8 ); S te e ly T a k a g i (1983); B a y c e (I9 8 4 ). P a ra u n a rev isió n m e rc a d o s, la pmi p u e d e e n t r a r a c o m p e tir c o n la g r a n e m p r e
d e esto s te m a s , v éase T o k m a n ( 1987). E ste te m a a b a rc a c o n si sa, a u n e n el caso d e q u e los p r o d u c to s n o se a n to ta lm e n te
d e ra c io n e s s o b re las c a ra c te rístic a s d e los m e rc a d o s, las e s tra su b stitu tiv o s (S teel y T a k a g i, 1983).
te g ia s d e las e m p r e s a s , la e v o lu c ió n e n p e r ío d o s c o y u n tu ra le s ^^Estos e le m e n to s tie n e n v a ria d a s e x p re sio n e s c o n c re
d if e re n te s , etc. tas, e n t r e las q u e d e sta c a la fo rm a d e p r o p ie d a d , q u e in flu y e
LA PEQUEÑA Y MEDIANA INDUSTRIA EN EL DESARROLLO DE A.L, / M. Castillo y C. Cortellese 145
S istem a d e S istem a m á q u in a
p ro d u c c ió n S istem a a rte s a n a l o u n id a d e s S istem a d e fá b ric a
fa m ilia r d isp e rs a s
Una prim era distinción útil se produce entre ral por más de una persona y la organización es
em presas pequeñas, medianas y grandes. La cla necesariamente más compleja. Sin embargo, es
sificación no puede ser rígida, sino que debe tas unidades conservan cierto grado de flexibili
sum inistrar algunos elementos que la bibliogra dad productiva.
fía ha considerado característicos de las empresas La gran empresa es una estructura industrial
de diferentes tamaños. de escala relativamente alta, con una organiza
Según el esquema, pequeñas empresas son ción funcional diversificada en unidades especí
las que, en m ateria de organización interna, co ficas, una estructura de la propiedad general
rresponden al núm ero 6, pudiendo detectar al m ente compleja y una organización laboral basa
gunas de las características atribuidas al 5. El da en la división del trabajo. Adopta una estrate
propietario asume todas (o gran parte) de las gia similar a lo que en la terminología económica
actividades de gestión, por lo que el éxito está se denom ina oligopolio y competencia imperfec
estrecham ente ligado a su capacidad empresa ta; norm alm ente proyecta su actividad a los m er
rial. La relación capital/trabajo es baja, aunque cados nacionales e internacionales.
varía según el rubro de producción, y mantiene En virtud de estos antecedentes, es posible
una elevada flexibilidad tecnológica. En cuanto a discernir la validez de algunos de los ‘adjetivos’
relaciones externas, norm alm ente estas em pre que norm alm ente se utilizan para definir la p m i .
sas eligen mercados de venta cercanos, aun cuan El prim er aspecto es la dicotomía formal/
do pueden alcanzar cobertura nacional e incluso informal. Una empresa informal se caracteriza
exportar (también en este caso la experiencia por “una organización rudim entaria, sin una cla
m uestra que las potencialidades dependen del ra división del trabajo ni de la propiedad de los
rubro de producción). Por lo general, el objetivo medios de producción; en realidad, hay muy po
de la estrategia de una pequeña empresa no es el co capital comprom etido y se requieren escasas
crecim iento en térm inos de una organización habilidades. En cuanto a la inserción en el merca
más compleja y una mayor escala de produc do, hay facilidad de acceso a los mercados com
ción^'*. La form a de propiedad es predom inante petitivos y a la base de los mercados concentra
m ente individual o de sociedad simple. dos, y en ellos la posibilidad de competencia de
term ina que el ingreso promedio sea la variable
de ajuste. Dada la restricción del mercado, mien
d e m o d o sig n ificativ o so b re la o rg a n iz a c ió n d e la p ro d u c c ió n .
O tr a s d istin c io n e s a lu d e n a la te c n o lo g ía; tra d ic io n a l, sim ilar
tras mayor sea el excedente de mano de obra,
a la e m p le d a p o r g e n e r a c io n e s a n te r io re s , o m o d e r n a , m ás m enor será el ingreso percibido por cada perso-
c e r c a n a a la ‘f r o n t e r a ’ te c n o ló g ica. O b ie n e fic ie n te o in e fi
c ie n te , lo c u a l n o se re la c io n a n e c e s a ria m e n te co n su c alid ad
d e m o d e r n id a d o d e tra d ic io n a lid a d , d a d o q u e so b re la b ase p ro d u c tiv a s m u e s tr a n u n a a m p lia d isp e rs ió n . S in e m b a rg o ,
d e los r u b r o s p ro d u c c ió n y m e rc a d o s p u e d e n ex is tir te c n o lo e sta te n d e n c ia d e s a p a re c e c u a n d o a u m e n ta el ta m a ñ o d e las
g ías tra d ic io n a le s q u e ta m b ié n se an eficien tes. e m p re s a s c o n s id e ra d a s. D e to d o s m o d o s, la re la c ió n e n tr e el
^^E vans (1987) y K u m a r (1985). L os a u to r e s c o n c u e rd a n ta m a ñ o y el c re c im ie n to d e las e m p re s a s e stá lig a d o al e sta d io
e n q u e las tasas d e c re c im ie n to d e las p e q u e ñ a s u n id a d e s d e d e s a rr o llo e n el q u e se e n c u e n tr a la e co n o m ía.
146 REVISTA DE LA CEPAL N“ 34 / Abril de 1988
na que trabaje en el sector” (Tokman, 1987). El texto económico y por la activa inserción en el
objetivo de estas empresas es maximizar el ingre desarrollo industrial de un sistema.
so y tienden a una estrategia de supervivencia
La hipótesis de base que proponemos en este
(Gomia, 1987). Sin embargo, en esta definición
estudio postula que un sistema industrial equili
se incluyen también las microempresas, que es
brado está constituido por empresas de diferen
tán registradas en los censos y m antienen relacio
tes tipos y tamaños, y que la p m i m oderna es un
nes ‘form ales’ con los mercados y con el contexto
buen m edio para dinam izarlo y m ejorar su
socioeconómico. Las empresas son consideradas
articulación interna. La política industrial debe
informales pues no m antienen una relación con
pues tom ar en cuenta las diferencias funcionales
el Estado, en la m edida en que buscan evadir,
entre los distintos tipos de empresa. En este tra
total o parcialmente, el sistema legal de regula
bajo se considera aquella parte de p m i compuesta
ción impositiva^^.
por empresas m odernas o con potencial suficien
Finalmente, las empresas pueden ser m oder
te para em prender un proceso de moderniza
nas o tradicionales. Por lo común, se supone de
ción^®.
m odo implícito que una empresa es m oderna si
utiliza tecnología de punta, y que las empresas Para fines operacionales, utilizaremos como
grandes son m odernas, mientras las micro y pe criterio para la definición de la p m i el núm ero de
queñas empresas son tradicionales. Sin embargo, ocupados, indicador de fácil uso y que permite
muchos estudios dem uestran la existencia de em identificar las unidades productivas con una es
presas grandes que em plean tecnologías tradi cala de producción que guarda relación con el
cionales, y de empresas pequeñas que son de nivel de complejidad de la organización. Sin du
avanzada desde un punto de vista tecnológico. da, este modo de definir la p m i no incluye todas
Además, la m odernidad de una empresa se mide las variables antes definidas; sin embargo, sumi
no sólo por las técnicas empleadas, sino también nistra un indicador válido para evaluar la eficien
por la organización de la producción, por el dina cia de las políticas y estudiar la evolución de un
mismo de las relaciones que instaura con el con sistema industrial.
II
La presencia de la pm i en América Latina
C u ad ro 1
P A R T IC IP A C IO N DE LA PM I EN EL EM PLEO IN D U ST R IA L FORM AL POR T A M A Ñ O
DE LOS E ST A B L E C IM IE N T O S SEGUN N U M E R O DE OCUPADOS
(Porcentajes)
Países industrializados
Rep, Fed. d e A lem ania 1984“ 18.0 30.0 50.0 8 614
Bélgica 1982 45.7 905
D inam arca 1976 ’’ 55.4 72.2 505
Estados U nidos 1976 32.0 44.6 21 817
Francia 1972^ 39.0 60.2 5 269
Ja p ó n 1981 ^ 18.6 59.2 74.3 13 850
Italia 1981 23.0 59.3 69.4 80.4 5 819
Suecia 1978 40.7 59.2 984
R eino U nido 1981 33.9 5 773
Países de Am érica L a tin a
A rg en tin a 1984 ' 19.6 55.6 74.3
Brasil 1980, 10.8 46.0 65.7 80.4 4 918
C olom bia 1984.'* 18.0 46.5 59.4 ' 76.6
Costa Rica 1975,’' 12.8 48.5 58.7
Chile 1984 ’’ 15.0 53.6 68.0 86.7
E cu ad o r 1981 39.7 62.0 72.9 86.1
El Salvador 1976 51,7 65.7 89.0
México 1975 16,8‘ 38.0 69.7 1 677
P erú 1973 19,6 48.8 62.3 79.6 253
U ru g u ay ,1978. 15.0 51,0 65.0 81.0 183
V enezuela 1984/’ 20.0 53.7 433
mente dos patrones de referencia: por un lado, el maciones para comienzos de la década indican
de Italia y el Japón, donde la p m i es parte impor que las empresas de menos de 200 ocupados
tante de la estructura industrial; y, por el otro, la participaban del 20% de las ventas industriales
República Federal de Alemania ( r f a ) y los Esta en la r f a , tasa que en el caso de Italia ascendía al
dos Unidos, con una presencia significativamen 65%^l
te inferior y un claro predominio de conglomera Los otros países industrializados presentan
dos de gran diversificación horizontal y vertical.
La diferencia en patrones de tamaños de empre
^’ in fo rm ació n o btenida de c o n f in d u s t r ía Sesto R appor
sa resulta más evidente al considerar indicadores to, Rom a, 1983 y Statistisches B undesam t, R epública Federal
de participación en la actividad industrial. Esti de A lem ania, datos censales de 1986,
148 REVISTA DE LA CEPAL N” 34 i A búl de 1 9 8 8
variados matices; el caso del Reino Unido se ajus trial de países que históricamente habían tenido
ta a la situación de la r f a , en tanto que las expe elevados niveles de urbanización, industrializa
riencias de Francia, Bélgica, Dinamarca y Suecia ción y articulación, pero cuyas economías se es
se acercan más a las del Japón e Italia. Además, se tancaron en el curso de las últimas décadas^^.
observa que la industria con más de 500 ocupa Según las cifras, las estructuras empresaria
dos absorbe sobre el 50% del empleo en la r f a y les de algunos países de América Latina presen
los Estados Unidos, nivel que no llega ni al 30% tan similitudes con las de las naciones industriali
en Italia, Japón y Dinamarca. zadas; sin embargo, no es posible desconocer los
Al igual que los industrializados, los países de contextos sustancialmente distintos en los cuales
América Latina muestran una diversidad de si se insertan unas y otras. Es necesario llamar la
tuaciones, con la diferencia de que en algunos de atención sobre las enormes diferencias estructu
ellos el estrato de las microempresas es significa rales que han existido en los procesos de creci
tivo. Por una parte, están las economías —El miento y acumulación, en las especificidades de
Salvador, Ecuador y, en menor medida, Perú— la incorporación de la fuerza de trabajo, en la
con un sector industrial menos desarrollado, el articulación de los sistemas productivos y tam
cual concentra cerca de la mitad del empleo en bién en la actitud frente al progreso técnico.
microempresas formales (menos de 10 ocupa Aunque no es el propósito adentrarse en cada
dos). Por otro, están las economías de mayor uno de estos temas, la sensación que ha tendido a
grado de industrialización, como Brasil, México, predominar, con matices de un país a otro, es que
Colombia y Venezuela, donde las grandes em las estrategias de industrialización en América
presas (más de 100 ocupados) tienen una partici Latina han favorecido la recreación de un apara
pación importante —alrededor del 60% del em to productivo con muchos rasgos disfuncionales
pleo industrial—, configurándose así un patrón a las necesidades y recursos locales, con limitado
de distribución similar al de la r f a . En una terce dinamismo, baja productividad y débil competi-
ra categoría están los países con un grado inter tividad, lo que a la larga ha erosionado la base
medio de industrialización y en los que la p m i productiva y debilitado la capacidad para gene
alcanza la mayor gravitación relativa, entre los rar nuevas empresas y empleo^*^.
que destacan Chile, Argentina y Uruguay. Los fenómenos más visibles y ampliamente
Estos antecedentes y las peculiaridades de debatidos corresponden a la fuerte incidencia de
cada uno de los países sugieren la existencia de la informalidad urbana y la baja productividad
cierta relación entre tamaño de las empresas, de del sector moderno. Si incorporamos dentro de
un lado, y dinamismo industrial, articulación y la categoría de microempresas el empleo infor
subempleo, del otro^®. La presencia de la mi- mal de la industria, que por definición no es
croem presa es mayor en aquellos países que ex captado por los censos de manufacturas^\ la dis-
hiben un insuficiente proceso de acumulación y
un precario dinamismo industrial, lo que ha sig
nificado que en los años ochenta registren las ^^Entre los años 1950-1980 el crecim iento m edio de la
tasas de subempleo más elevadas de la región. in d u stria m an u fa ctu re ra fue: Brasil, 8.3%; México, 7.5%;
Por otra parte, la presencia de la gran empresa es Colom bia, 6.0%; V enezuela, 7.2%; Chile, 3.6%; A rgentina,
más significativa en los países que han experi 3.6%, y U ruguay, 2.6%, m ientras q u e el pro m ed io p a ra A m é
rica L atina alcanzó a 6.7% (Fuente, g epal ). P or o tra parte, las
mentado mayor dinamismo industrial, pero que tasas m ás significativas d e subem pleo se e n c u e n tra n en Ecua
muestran los mayores niveles de desarticulación d o r, 62%; P erú, 51.6% , y el Salvador, 49%, m uy su p erio res al
social, medida ésta en términos de la desigualdad p ro m ed io d e la región, qu e asciende a 38%. Estas cifras
distributiva (Chenery, 1974; García, A., 1984; re p re se n tan el porcentaje d e la población económ icam ente
Fajnzylber, 1987). En contraste, la p m i muestra activa q u e está expuesta a subem pleo (Fuente, prealc ).
®®Para m ayores antecedentes, véanse Fajnzylber (1983)
una importante presencia en la estructura indus- y (1987), Ik o n ico ff (1987) y Vuskovic (1985),
®*En m uchos casos esta lim itación obedece a la inexisten
cia de censos industriales o a su deficiente cobertura. Las
e n tie n d e p o r subem pleo la realización de trabajos estim aciones se susten tan en antecedentes proporcionados
qu e g e n e ra n insuficiente p roductividad e ingresos y/o a p ro p o r las encuestas industriales y las cifras d e em pleo sectorial
vechan en fo rm a in ad e cu a d a la capacidad de los trabajado calculadas p o r la o it sobre la base de censos de población y
res. PREALC (1982). encuestas d e hogares.
LA PEQUEÑA Y MEDIANA INDUSTRIA EN EL DESARROLLO DE A.L. / M. Castillo y C. Cortellese 149
C u ad ro 2
A M ERICA L A T IN A : D IS T R IB U C IO N DEL EM PLEO
IN D U S T R IA L T O T A L SEG U N T A M A Ñ O DE LOS E ST A B L EC IM IEN TO S
(Porcentajes)
N ú m e ro de ocupados G rado de
País y año
0 -9 e industrialización
10 - 99 100 y .más
inform al
Países grandes
A rg e n tin a (1984) 43.7 25.2 31.1 27.1
Brasil (1980) 38.3 24.3 37.4 29.1
M éxico (1975) 54.1 11.5 34.4 24.3
Países medianos
Colom bia (1984) 46.7 18.5 34.8 20.2
Chile (1984) 40.5 27.0 32.5 21.3
P erú (1973) 35.3 16.2 28.5 24,3
U ruguay (1978) 26.1 31.0 42.9 26.6
V enezuela (1984) 32.0 28.7 39.3 19,7
Países pequeños
Costa Rica (1973) 33.7 27.1 39.2 20.1
E cuador (1981) 51.7 17.8 30.5 23.1
El Salvador (1976) 65.8 9.9 24.3 19.9
F uen te: Censos d e m an u fa ctu ra y encuestas industriales. Los datos del em pleo total han
sido elaborados sobre la base de antecedentes d e la o it y cepal .
G rados de industrialización obtenidos de la división conjunta oepa U o n u d i , d e Industria
y T ecnología.
tribución de empresas según tamaño de estable rasgos comunes tienen que ver con una inserción
cimientos queda significativamente desequilibra internacional basada en los recursos naturales, el
da (cuadro 2). En este caso, el rango de participa establecimiento de una estructura industrial
ción de la microempresa en el empleo manufac orientada al mercado interno, la aspiración de
turero oscila entre 26% (Uruguay), y 66% (El reproducir modos de consumo de los países
Salvador). Los países que ven incrementarse en avanzados y la precariedad del empresariado na
mayor medida el empleo en las microempresas cional (García y Tokman, 1985; Fajnzylber,
son Perú, México y Colombia. 1987).
Para que la comparación de las p m i entre los A pesar del dinamismo del crecimiento in
países de América Latina y los industrializados dustrial y del proceso de acumulación de Améri
sea más realista, es preciso considerar también ca Latina desde los años cincuenta, éste ha resul
los contextos socioeconómicos en los cuales se tado insuficiente para garantizar un nivel de sus
han insertado estas experiencias. tentación productiva comparable al de los países
industrializados^^. Por sobre estos factores co
2. Los casos de Brasil, Colombia y Chile munes, es imposible, de otro lado, ignorar las
peculiaridades de las diferentes experiencias na
El patrón latinoamericano de industrialización
cionales. Un ejemplo de esta diversidad lo consti-
muestra tendencias y rasgos característicos. Las
tendencias observadas durante las últimas tres
décadas se relacionan con la acelerada urbaniza ^^M ientras e n 1950 el p ro d u c to p o r h abitante de los
ción, el incremento de la tasa de inversión y del países e uropeos triplicaba el d e A m érica L atina, en los años
och en ta casi lo cuadruplica. E n tre 1960 y 1980 la productivi
grado de industrialización, la insuficiente gene
d a d industrial d e A m érica L atina creció a u n a tasa m edia
ración de empleo de los sectores modernos, y la anual d e 2.9% , en ta n to q u e la d e los países d e la cee a u m en ta
ampliación de la brecha de productividad entre ba al 4,4%. (Estim aciones realizadas sobre la base de an tece
el sector industrial moderno y los servicios. Los dentes d e CEPAi. y de la o c d e ).
150 REVISTA DE LA CEPAL N" 34 / Abril de 1988
tuyen los procesos de industrialización de Brasil, de un 6% hasta los años setenta, a un 2.5% en los
Colombia y Chile, en particular el rol que le ha años ochenta.
cabido a la p m i . La evolución de la industria chilena experi
menta un vuelco a partir del año 1975, cuando se
a) Crecimiento industrial y evolución altera el patrón histórico, que se había sustentado
de la PMI en la ejecución de grandes proyectos de inver
sión pública impulsados por la c o r f o (siderur
Con una población de más de 130 millones
gia, refinación de cobre, petróleo, azúcar y plan
de habitantes, Brasil tiene un producto per cápi-
tas de celulosa), y el aprovechamiento del merca
ta del orden de los 1 600 dólares y merced a un
do interno. A mediados de los setenta el sistema
esfuerzo sostenido y prolongado de desarrollo
industrial se vio inserto en una estrategia global
industrial y tecnológico ha logrado ubicarse en
que se orientó a abrir la economía al exterior,
la categoría de los países de industrialización
liberalizar el sistema financiero y readecuar el
reciente. En la actualidad presenta superávit
tamaño del Estado. La tasa media de crecimiento
comercial simultáneamente en los sectores
de la industria, que había sido del orden de 5%
agrícola, minero e industrial. Colombia, con una hasta entonces, sufrió luego fuertes fluctuacio
población de 29 millones de habitantes y un pro nes a la baja, repuntando posteriormente, para
ducto per cápita de 1 300 dólares, se ha caracteri llegar a un crecimiento medio del 1% en los años
zado por la estabilidad de su estrategia de indus ochenta (Muñoz, 1986).
trialización y muestra un superávit en el sector Los efectos de la última crisis han sido más
agrícola, déficit en manufactura y equilibrio en intensos en Chile que en Brasil y Colombia. La
energía. Chile, con una población de 12 millones recuperación también ha sido desigual; la tasa de
de habitantes y un producto per cápita de 1 400 crecimiento industrial en el período 1984-86 al
dólares, ha experimentado profundas transfor canza a 9% al año en Brasil, 5% en Colombia y
maciones de orientación liberal y presenta supe 4.5% en Chile. En 1960 el producto manufactu
rávit en agricultura y minería y déficit en indus rero en Brasil era cinco veces el de Colombia y el
tria y energía. de Chile; en la actualidad, es 9 y 13 veces supe
El proceso de expansión industrial en el Bra rior, respectivamente.
sil en las últimas décadas experimentó dos impul La evolución de la p m i ha sido distinta en
sos importantes. Durante el ciclo de Plan de Me cada una de estas experiencias. Recuérdese que
tas (1956-1961), se concentró en el sector mate Brasil y Colombia estaban clasificados entre los
rial de transporte. A partir del ajuste estructural países latinoamericanos en los que la presencia
del Segundo Plan de Desarrollo (1974), la capaci de las grandes empresas era más determinante,
dad instalada de la industria pesada orientada a en tanto que Chile se situaba en el grupo de
los bienes de capital y a los insumos estratégicos aquellos en ios que la p m i era relativamente im
se expande de manera espectacular. La tasa de portante. En todos estos países, agencias guber
crecimiento histórica alcanzó al 8.5% anual, en namentales han fomentado la p m i , a través de la
tanto que en los años ochenta ha disminuido al Corporación Financiera Popular, en Colombia;
3% (Tavares y Coutinho, 1985). del SERCOTEC, en Chile; y del c e b r a e , en el Brasil.
Colombia fue uno de los países que acometió En el proceso brasileño de expansión indus
más tempranamente una política de fomento de trial se advierte un reforzamiento de la estructu
las exportaciones en América Latina, lo que se ra de grandes empresas, las cuales expanden el
tradujo en resultados satisfactorios entre los años empleo a una tasa más elevada (cuadro 3). Se
1967 y 1974. Posteriormente, pese a que la estra mejante intensidad muestra el fenómeno en Co
tegia no varió de manera sustancial, factores in lombia, aunque la tendencia cambia de signo con
ternos y externos tendieron a estancar la econo- el ajuste de los años ochenta. En cambio, la situa-
mía^^. La tasa de crecimiento histórica se redujo
C u a d ro 3
BRASIL, C O L O M B IA Y C H IL E :
V A R IA C IO N M EDIA A N U A L DEL EM PLEO
M A N U F A C T U R E R O SEGUN T A M A Ñ O DE LAS EMPRESAS
{Porcentajes)
T am añ o
Brasil Colombia C hile“
(n ú m ero de
ocupados) 1959-74 1975-80 1960-75 1979-84 1967-79
ción de Chile es sustancialmente diferente: en el ramas productivas^^, no muestran entre los tres
período 1967-79 la planta industrial se contrae, pares diferencias que sean compatibles con la
al tiempo que tiene lugar un significativo proceso magnitud de los contrastes que se dan en el ámbi
de reestructuración del empleo manufacturero, to industrial (cuadro 4). Sin embargo, se obser
a costa de ajustes de todos los estratos de empre van distingos interesantes de rango intermedio.
sas, en particular de las de mayor tamaño. El primero tiene que ver con los énfasis sectoria
les de la pm i ; el segundo, con las relaciones de
productividad.
b) La inserción de la p m i en la estructura Brasil presenta una mayor concentración de
industrial pequeñas industrias —10 a 49 ocupados— en el
Una de las características de la p m i es su su sector bienes de consumo, particularmente en el
bordinación a la estructura sectorial de la econo rubro muebles, imprentas y alimentos. Este ras
mía. Esto significa que su ubicación desagregada go es más fuerte en Chile, en donde, además de
en la estructura industrial no es independiente las ramas muebles y alimentos, la pequeña indus
de las posibilidades de situarse entre los límites tria exhibe una alta participación en vestuario y
moderno-tradicional, urbano-rural, formal- productos plásticos. Estos antecedentes sugieren
informal y exportadora-doméstica. Aunque la algún tipo de relación entre la producción de
información para los países es todavía prelimi bienes satisfactores de necesidades básicas y la
nar, existen indicios muy elocuentes. pequeña empresa. En la experiencia de Colom
bia, la inserción de la pequeña industria es más
Destaca en primer término la alteración de evidente en las industrias de bienes de capital, en
los perfiles sectoriales del conjunto de la indus particular en los rubros de maquinaria no eléctri
tria. El rasgo de mayor significación lo constituye ca e instrumentos de precisión. También en el
el aumento de la importancia del sector bienes de caso de Chile se advierte el surgimiento de pe
capitalenelcasodeBrasil(10a 19% entre 1963y queñas empresas en la producción de instrumen
1985). En términos gruesos, Colombia y Chile tos de precisión y productos metálicos.
conservan los perfiles históricos de los años se
senta, aunque se detecta que en el caso de Colom
bia aumenta ligeramente (del 5 al 6%) la impor ^^Las categorías utilizadas son las siguientes d e acuerdo
tancia de los bienes de capital, mientras que en a la c iiu : Bienes d e consum o: 3 1 1 -1 2 ,3 1 3 ,3 1 4 ,3 2 2 ,3 2 4 ,3 3 2 ,
Chile ella disminuye del 6 al 4% ( c e p a l - o n u d i , 342, 352, 356, 361 y 39. Bienes interm edios: 321, 323, 331,
1987). 341, 351, 353, 354, 355, 362, 369, 371 y bienes de capital:
3 8 1 ,3 8 2 ,3 8 3 ,3 8 4 y 385. En el caso del Brasil, que utiliza otras
A primera vista, los antecedentes sobre la categorías, se d e ja ro n com o no clasificadas la industria m eta
gravitación de la p m i , desagregados por grandes lúrgica y las industrias diversas.
Cuadro 4
E M PL E O , V A L O R A G R E G A D O , IN V E R S IO N Y P R O D U C T IV ID A D R E L A T IV A DE LA PM I E N B R A S IL , C H IL E Y C O L O M B IA
P O R E S T R A T O S DE T A M A Ñ O SE G U N SE C T O R E S C L A SIF IC A D O S DE A C U E R D O C O N EL D E S T IN O DE LA P R O D U C C IO N
BRASIL 1976'’
Bienes d e consumo 30.2 14.9 54.9 22.0 13.6 64.4 89 90 93 90 73 91 117 100 29
Bienes interm edios 27.3 15.6 57.1 20,3 15.5 64.2 109 118 107 108 74 100 112 100 33
Bienes de capital 17.3 13.9 68.8 14,0 11.5 74.5 112 93 98 102 81 83 108 100 24
N o clasifícados 21.6 15.3 63.1 15,0 12.6 72.4 96 93 104 102 69 83 115 100 15
Total 25.1 14.9 60.0 18,5 13.6 67.9 100 100 100 100 74 91 113 100 100
BRASIL loso*"
Bienes d e consum o 31.1 14.4 54.6 19.1 14.3 66.6 79 89 81 79 61 100 122 100 26
Bienes interm edios 28.2 14.9 56.9 17.7 13.8 68.5 123 126 122 120 63 93 120 100 35
Bienes de capital 15.8 13.0 71.2 10,2 9.6 80.2 109 87 98 104 64 74 113 100 25
N o clasificados 21.1 14.4 64.5 12.1 11.1 76.8 95 89 102 101 57 78 119 100 14
Total 25.1 14.2 60.7 15.4 12.5 72.1 100 100 100 100 61 88 119 100 100
C H IL E 1979'
Bienes d e consum o 34.3 65.7 15.3 84.7 83.4 16.6 96 95 92 45 129 100 45
Bienes interm edios 23.6 76.4 8.6 91.4 91.1 8.9 106 118 123 37 120 100 43
Bienes de capital 26.3 73,7 15.2 84.8 95.6 4.4 103 71 76 58 115 100 12
Total 29.2 70.8 12.4 87.6 86.5 Il5 100 100 100 42 124 100 100
C H ILE 1984
Bienes de consum o 33.4 17.1 49.5 15.9 15.4 68,7 16.7 19.4 63.9 96 107 78 80 48 90 139 100 42
Bienes interm edios 23.4 11.5 65.1 6.8 4.8 88.4 5.6 2.9 91.5 113 96 147 154 29 42 136 100 50
Bienes de capital 30.5 19.5 50.0 21.6 20.2 58.2 13.0 17.6 69.4 97 84 44 54 71 104 116 100 8
Total 29.7 15.6 54.6 11.8 10.5 77.7 11.3 11,7 77.0 100 100 100 100 40 67 142 100 100
III
Las experiencias exitosas e implicancias para
los países latinoamericanos
1. Los casos de Italia y Japón proyecta una opción de largo plazo y en donde el
mercado interno se encuentra reservado para la
Para evaluar las potencialidades de la p m i en expansión de la actividad manufacturera. Italia,
América Latina, no basta con el estudio de la en cambio, representa la alternativa de carácter
situación regional. Es necesario, además, apren más espontáneo y menos dirigida, caracterizada
der de lo sucedido en otros países. por una suerte de “ausencia de Estado”, pero en
Las experiencias de Italia y Japón son muy donde se advierten equilibrios sociales estables y
singulares y las más exitosas de la postguerra en la economía se halla inserta en el Mercado Eu
el ámbito de la p m i . El caso japonés representa el ropeo.
enfoque de la programación industrial, con un Los cuadros 5 y 6 muestran en forma sintéti
sector empresarial articulado a un Estado que ca la favorable evolución de la p m i en estas econo-
LA PEQUEÑA Y MEDIANA INDUSTRIA EN EL DESARROLLO DE A.L. / M . Castillo y C. Cortellese 155
C u ad ro 5
IT A L IA : A L G U N O S IN D IC A D O R ES DE LA S IG N IFIC A C IO N DE LA PM I
EN LA E ST R U C T U R A IN D U ST R IA L M A N U FA CTU RERA “
{PorcerUajes)
Estratos
1-9 10-99 101-499 500-999 1 000 y más
E structura de empleo
1951 29.6 23.0 21.1 9.3 17.0
1961 25.3 30.1 22.4 8.0 14.2
1971 20.3 32.7 23.2 7,7 16.1
1981 22.8 36.1 21.3 6.8 13.0
Ventas^
1973 43.1 30.0 13.4 13.5
1981 46.3 41.1 1.4 11.2
Exportaciones^
1975 17.2 26.0 56.8
1981 17.7 28.9 53.4
C u ad ro 6
[A PO N : PA R T IC IP A C IO N DE LA PM I EN
LA E ST R U C T U R A IN D U ST R IA L “
{Porcentajes)
Estratos
E structura de empleo
1972 15.9 37.4 16.0 30.7
1978 18.2 40.2 15.1 26.5
1981 18.6 40.6 15,1 25.7
Ventas
1972 6.6 27.5 17.1 48.8
1979 7.0 29.1 17.1 46.8
mías. Se presenta en seguida un esquema simpli ligado también a la expansión de la gran empre
ficado, en el que destacan los factores que más sa, encuentra su origen en la Reforma Meiji,
contribuyeron a l auge de la p m i : el contexto so acometida en 1868, con la cual se inaugura la
cioeconómico, la modalidad de desarrollo y e l etapa de modernización del país y su inserción en
marco institucional. el sistema internacional. También hay que seña
lar los rasgos culturales propios de la sociedad
a) El contexto socioeconómico japonesa, esto es existencia de una cultura de
grupo, destreza histórica para fabricar produc
El s in g u la r d e s a rro llo d e la pmi e n el J a p ó n , tos delicados, hábitos de trabajo y disciplina {Ho-
156 REVISTA DE LA CEPAL N" 34 / Abril de ¡9 8 8
sono, 1976; c k p a i ., 1986; Dore, 1986; m i t i , 1983 “Tercera Italia”, está a su vez asociado a diversos
y 1986; Soc. Latinoamericana, 1984 y 1985; Na factores de orden social y económico, entre los
ciones Unidas - c e s p a p , 1985; Astorga, 1985). que destacan los rasgos del sector agrícola, el
El segundo aspecto importante para com papel social de la familia y la disponibilidad de
prender mejor esta experiehcía se refiere a la infraestructura económica^^.
visión de futuro, materializada en una vocación
industrialista que ha caracterizado el desarrollo b) Las modalidades de desarrollo de la p m i
Por su parte, en el último tiempo vastos sec pra conjunta de equipos y materias primas, los
tores de la PM i japonesa superan su dependencia servicios de capacitación y la investigación e in
respecto de la gran empresa, lo que ha significa formación. Estas se convirtieron en los puntos
do la reestructuración de algunas unidades y la nodales de la red nacional de información
creación de otras, todo esto al amparo de iniciati tecnológica^'^.
vas de modernización y automatización. Muchas En la actualidad, el andamiaje institucional
PMi estarían, pues, enfrentando la crisis de mane en torno a la p m i está constituido por más de una
ra más autónoma, compitiendo con grandes em veintena de organismos públicos y privados que
presas en algunos campos de tecnología avanza abarcan las áreas de capacitación, consultoría e
da, en particular a través de las denominadas información, integración, fínanciamiento, desa
“operaciones de riesgo”. rrollo tecnológico, diseño de productos y promo
Un indicador indirecto de esta situación se ción de exportaciones. La actividad se encuentra
encuentra en el cuadro 7, en el que se observa segregada en dos tipos de instituciones: la Agen
que si bien el empleo manufacturero en el perío cia para la Pequeña y Mediana Empresa, encar
do 1972-81 disminuye, el proporcionado por las gada del diseño de políticas y programas de ac
pequeñas empresas y el número de este tipo de ción, y un conjunto de organizaciones públicas y
unidades aumentan sustancialmente. La situa privadas con aporte estatal variable, que realizan
ción de Italia y Japón contrasta con la de r f a , labores de apoyo a la p m i (Astorga, 1985).
donde el empleo en la p m i disminuye en forma En la experiencia italiana se constata una
más acelerada que el promedio de la industria. situación diferente en torno al marco institucio
nal. En particular, se percibe que gran parte del
c) El contexto institucional crecimiento de la producción en pequeña escala
estuvo basado esencialmente en la oferta local de
De las dos experiencias estudiadas, se con
mano de obra, la capacidad de ahorro y destrezas
cluye que la institudonalidad pública adquiere
empresariales heredadas de la época preindus
mayor importancia en el Japón. A partir de la
trial. No hubo ningún apoyo público especial,
posguerra, comienza a gestarse en el Estado una
salvo en las áreas subdesarrolladas del sur. Sin
clara voluntad de potenciar el desarrollo de la
embargo, en sus inicios este proceso dispuso de
PMI a través de medidas de política en los ámbitos
un volumen importante de recursos financieros,
tecnológico, de la producción, la organización y
factor clave para estas organizaciones produc
el financiamiento^^.
tivas.
En el ámbito de la institudonalidad privada,
En una primera fase, la colaboración entre
la experiencia deljapón también ha sido notable.
los pequeños empresarios en la producción y
Como consecuencia del proceso de democratiza comercialización del producto constituyó uno de
ción iniciado después de la Segunda Guerra
los instrumentos más importantes en los sistemas
Mundial, se produjo una multiplicación de las
de PM I. Posteriormente, la mayor complejidad de
asociaciones de pequeños y medianos empresa los mercados y la elevada competencia crearon la
rios, las cuales comenzaron a desplegar activida necesidad de disponer de mayor capacidad de
des relacionadas con el fmandamiento, la com- información y gestión, de diseñar estrategias co
munes y de conceder prioridad a la calidad de los
'*^En 1948 se estableció la Agencia de la Pequeña y
productos y servicios, objetivos cuya materializa
M ediana E m presa ( p m i ) y en 1953 se instituyó el Acta de ción se vio favorecida por una vigorosa política
Estabilización d e la p m i . Por o tra p a rte , en 1963 se prom ulgó industrial impulsada por el Estado. En el último
u n co n ju n to de d ecretos contenidos en la Ley Fundam ental período, la atención se ha concentrado en la am
de la PMI, con el objeto d e im p e d ir los excesos de la gran pliación de los consorcios orientados hacia la ex-
in d u stria en las relaciones de subcontratación. T o d as estas
m edidas básicas se han ido re fo rm u ian d o y read ecu an d o a las
condiciones cam biantes. C on estos propósitos, las políticas se
p re o c u p a n d e la m odernización de equipos, la prom oción de '*^En 1978 existían cerca de 40 000 asociaciones de em
tecnología y educación d e ingenieros, la introducción de n u e presarios, en las qu e participaba cerca del 50% de la p m i . Las
vos m étodos adm inistrativos, la rectificación de las situacio labores principales se referían a actividades conjuntas de
nes com erciales desfavorables y el m ejoram iento d e las condi subcontratación, adquisición de m aterial, gestión financiera y
ciones laborales en las em presas. producción.
LA PEQUEÑA Y MEDIANA INDUSTRIA EN EL DESARROLLO DE A.L. / M . Castillo y C. Cortellese 159
portación y en la garantía de los créditos que que se sume en el estancamiento (Tokman, 1987;
solicitan los empresarios medianos y pequeños. Gomia, 1987).
Sobre esta base, nos parece importante suge
2. Espacios y potencialidades en la re^ón rir por lo menos tres áreas en las cuales la p m i
contribuye a la superación de los problemas
El análisis efectuado de las experiencias exitosas mencionados.
enriquece la reflexión acerca de las potencialida La PMI puede ser un factor activo en un pro
des de la PM i en el desarrollo industrial de los ceso tendiente a conseguir una mayor articu
países de América Latina. No se trata de transfe lación socioeconómica. Esto es así porque, a dife
rir mecánicamente experiencias que han tenido rencia de otras empresas, la p m i muestra mayor
lugar en sociedades distintas a las nuestras y en flexibilidad, está más ligada a los mercados y es
contextos diferentes, sino de extraer lecciones menos autónoma, en el sentido de la cooperación
que permitan echar por tierra muchos de los y la delegación de funciones. Otra característica
falsos dilemas que entrampan la discusión. esencial es su cercanía a la demanda, lo que le
Si miramos el conjunto de países de la re permite responder en breve plazo a cambios en
gión, advertimos la existencia de tres áreas con los niveles de actividad de la economía y ser fun
flictivas en lo tocante al papel de la p m i . La prime cional a la creación de un sistema industrial flexi
ra tiene que ver con una serie de situaciones ble y eficiente. La modalidad y el grado de las
dualísticas y de brechas en la estructura producti relaciones entre grandes empresas y p m i no es un
va, que condicionan el reducido grado de articu tema trivial, debido a la variedad de posibilidades
lación socioeconómica prevaleciente. Ligado a existentes, según lo demuestran los casosjaponés
lo anterior, y en un plano más específico, está el e italiano.
tema de las relaciones entre la p m i y la gran em La experiencia del Japón revela que la oposi
presa, las cuales fueron abordadas conceptual ción entre gran empresa y p m i es un falso dilema,
mente en la segunda sección de este trabajo. La ya que ellas son perfectamente complementarias
tercera área alude a la pregunta reiterativa de si existen un proyecto de futuro compartido por
estos años acerca de ios efectos estructurales de la una mayoría social, una vocación industrialista y
crisis, interrogante estrechamente vinculado al una dedicación al trabajo. El caso de Italia, en
debate sobre el sector informal y su relación con cambio, enseña que —dada la amplia presencia
el desempeño de la p m i . de trabajadores independientes— los factores
La evidencia disponible nos permite recono fuerza se relacionan con la utilización eficiente
cer la clara diferencia que existe entre el desem de la infraestructura económica, la especiaUza-
peño económico de las pequeñas y las grandes ción entre las p m i y la modalidad de integración
empresas, la brecha entre los mercados formales vertical en territorios geográficos comunes.
e informales y la posibilidad cierta de que, en aras Es necesario desterrar el lugar común de que
de un acelerado desarrollo tecnológico, la distan la p m i es ineficiente por naturaleza y que, por
cia entre empresas tradicionales y modernas sea consiguiente, está destinada a desaparecer con el
cada vez mayor. Por otra parte, se concluye que desarrollo industrial. La experiencia indica que
dentro de la amplia gama de relaciones entre la puede no ser así. Interesante es considerar que
PMI y la gran empresa —dependencia, competen las relaciones de productividad entre la p m i y la
cia y complementariedad—, la más común en gran empresa brasileñas durante los años setenta
América Latina es la última de estas modalida no fueron sustancialmente distintas a las estima
des. Se trata de una “complementariedad pasiva” das para el Japón^^, Sin embargo, aun en los
por el lado de la oferta (subcontratación) y por el
lado de la demanda (mercados paralelos y seg
mentados). Finalmente, queda en claro que en ^''C onsiderem os el caso jap o n é s com o p atró n de re fe
períodos de crisis económica prolongada el sec rencia, En los años setenta la productividad d e la g ra n e m p re
tor informal, las microempresas y una parte de sa era en pro m ed io a lre d e d o r de dos veces al de la pequeña
em presa y 1.7 veces la m ediana. Del c u ad ro 4 se infiere que en
las pequeñas empresas ligadas al consumo de los Brasil la relación de p roductividad d e la g ra n em presa vis a vis
‘pobres’ tienen posibilidades de expansión, en la p e q u eñ a y m ediana está d e n tro del o rd e n de m agnitud
contraste con el resto de la estructura productiva. antes señalado (1.9% de la p e q u eñ a y 1.3% d é la m ediana). En
UH) REVISTA DE LA CEPAL N“ 34 / Abril de 1988
3. Algunas reflexiones sobre las políticas cados es posible seleccionar de manera tentativa
Para que los países latinoamericanos se reinser algunos espacios productivos en los que se espera
ten en un proceso de crecimiento y desarrollo es que la p m i alcance una destacada participación.
necesaria una profunda transformación de las En este caso, se requiere disponer de criterios e
estructuras productivas. Este planteamiento exi instrumentos que permitan priorizar y seleccio
ge distinguir al menos tres aspectos con distinto nar un conjunto de actividades que se constitui
nivel de generalidad, que ejercen diversa in rían en las receptoras privilegiadas de programas
fluencia sobre el desempeño de la p m i : el tipo de de apoyo más selectivos en los campos financiero
políticas que constituyen el marco de referencia y tecnológico. El manejo y la transformación de
macroeconómico de las empresas, denominado la demanda son temas importantes, ya que pue
políticas “factoriales”; la modalidad y la cobertu den dar impulso a los sectores de bienes de con
ra de los programas de asistencia directa y de sumo habitual y duraderos. Además, la amplia
creación de nuevas empresas, agrupadas bajo la ción del mercado interno es consecuencia nece
denominación de políticas “sectoriales”; y, por saria de una política que promueva una mayor
último, el papel que se atribuye el Estado. La equidad. La p m i puede ser favorecida por aque
orientación fundamental de las denominadas llas políticas dirigidas a mejorar el diseño de los
políticas “factoriales”, es la potenciación de aque productos, difundir nueva tecnología y poner en
marcha algunas líneas de producción con tecno
llas cualidades más atractivas de la p m i . Estas
logías ‘de punta’.
dicen relación con el aprovechamiento de las
principales oportunidades de desarrollo, tales El tercer aspecto está vinculado al papel del
como la capacidad de modernización, la coopera Estado y su relación con la economía. En el dise
ción, la especialización y la subcontratación. Es ño de estrategias y políticas tiene sentido no sólo
posible agrupar el tipo de mecanismos funciona proponer recomendaciones específicas, sino
les en torno a la política tributaria y de crédito, la también formular sugerencias para que el Estado
tecnología, el acceso al mercado y la localización promueva mejor la concertación de los distintos
industrial, entrenamiento y comercialización. agentes involucrados. En el plano de la estrategia
Dentro de este marco, cabe también el refor industrial —^marco de referencia para el desarro
zamiento de la articulación entre la p m i y los llo de la p m i —, se da por supuesta la adopción de
grandes grupos, exigencia y al mismo tiempo un sistema que permita la coexistencia entre una
objetivo de la reestructuración industrial. Bajo planificación participativa y el mercado (Fajnzyl-
este aspecto, es conveniente observar los cambios ber, 1983). La primera adquiere importancia pa
que se están operando en los países industrializa ra el diseño de las orientaciones fundamentales
dos en cuanto a organización y caracterización de mediano y largo plazo respecto de los progra
del empresariado, por efecto del avance tecnoló mas de inversión en sectores estratégicos; la pre
gico y de las rápidas transformaciones de los servación de las condiciones de equilibrio ma
mercados: en ambos casos se tiende “a sustituir croeconómico, y la definición de políticas secto
las relaciones jerárquicas verticales por las de riales de fomento. El mercado, por su parte,
cooperación de carácter horizontal” ( c e p a l , cumple un papel importante como mecanismo a
1988a, p. 48). El objetivo consiste en crear un través del cual fluye información al conjunto del
sistema productivo industrial flexible y capaz de sistema económico para la adopción de decisio
readaptarse a los acelerados cambios en los pa nes descentralizadas y la resolución de tensiones
trones de demanda. o desajustes de corto plazo. El papel del mercado
En cuanto a las políticas “sectoriales”, en un ve debilitada su condición de mecanismo funda
contexto de rearticulación y ampliación de mer- mental de asignación de recursos en aquellas
áreas consideradas estratégicas, pero mantiene
su carácter de regulador a nivel de la economía
y necesita m ás la estabilidad económ ica y política y u n contex descentralizada, que es donde opera preferente
to d e bajas tensiones, q u e las g ra n d es em presas. En el caso de mente la pequeña empresa.
Italia, esta concepción e ra explícita e n los p rim ero s gobiernos
d esp u é s d el fascismo; el desarrollo d e u n a clase d e pequeños
En este marco, la política de fomento de la
em p re sa rio s fue c o n sid era d o funcional a la estabilización pequeña empresa, trasciende sin duda el campo
dem ocrática. V éase c e p a l (1988). meramente económico y se sitúa en el ámbito de
162 REVISTA DE LA CEPAL N" 34 / Abril de 1 9 8 8
las pautas, apreciaciones y motivaciones de los las bases de un sistema empresarial eficiente, que
individuos y colectivas. Así lo comprueba el papel estreche los lazos entre la población y la industria
gravitante que le cabe al sistema educacional for y promueva el progreso técnico y las creativida
mal y a los medios de comunicación para reforzar des locales.
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Introducción
REVISTA DE LA CEPAL N" 34
Las ideas de Raúl Prebisch conservan un alto
Las ideas grado de vigencia para interpretar la coyuntura
que vive la economía mundial y comprender el
de Prebisch sobre lugar que ocupa América Latina en el cambiante
escenario internacional. Sin perjuicio de que esta
la economía mundial* afirmación sea también aplicable a otras áreas de
su pensamiento sobre el desarrollo, este trabajo
Armando Di Filippo** intentará poner de relieve la gran vitalidad de la
visión centro-periferia de Prebisch para inter
El p re sen te trabajo d istingue tres fases principales en
la evolución d e las ideas d e Prebisch sobre la econom ía
pretar la realidad presente y discernir significati
m undial. La p rim e ra, re fe rid a al p lanteam iento gene vos interrogantes sobre el futuro del orden inter
ral d e su concepción c en tro -p eriferia y form ulada nacional.
m ientras se de se m p e ñ ab a com o Secretario Ejecutivo En el limitado marco de estas notas, intenta
d e la C E P A i,, la dedicó a explicar los desequilibrios remos distinguir tres fases en la evolución de su
estru ctu rale s básicos in h ere n te s a la condición p erifé
rica. E n p a rticu la r c en tró su atención en las p ropensio
pensamiento que constituyen aportes altamente
nes deficitarias y d e u d o ras de estas econom ías, y en la rescatables para aprehender fructíferamente los
ten d en cia al d e te rio ro en los térm in o s del intercam bio rasgos esenciales de la grave crisis por la que
d e los pro d u cto s p rim ario s q u e ellas ex p o rtan . Asimis atraviesa la economía mundial e intentar antici
m o, develó el im pacto q u e en m ateria d e subutilización paciones sobre lo que puede depararnos el futu
de fuerza laboral deriva d e la especialización estricta
en actividades prim arias, pro p ia d e u n a adhesión o rto
ro, La primera corresponde a sus ideas fundacio
doxa a las ventajas com parativas estáticas. nales, formuladas en los años cincuenta, sobre el
La seg u n d a fase, qu e em erge com o u n a proyección sistema centro-periferia y las tendencias al dese
de la prim e ra, se re fie re a sus proposiciones en m ateria quilibrio estructural de las economías periféri
d e cooperación internacional, elaboradas en su calidad cas. La segunda coincide con su desempeño co
d e p rim e r Secretario G eneral de la u n c t a d , Desde allí
p ro p u so fó rm u las de cooperación productiva, com er
mo primer Secretario General de la u n c t a d , lap
cial y financiera que tu v ieran en cuenta las asim etrías so durante el cual promovió la cooperación inter
estru ctu rale s e n tre centros y p eriferias y la necesidad nacional sobre la base no sólo de los principios
d e p ro m o v er el desarrollo de e.ste segundo tipo de sustentados por las Naciones Unidas, sino tam
sociedades. bién de los fundamentos interpretativos de su
La terc era fase abarca sus reflexiones más recien
tes, vertidas prin cip alm en te en sus últim os dos libros y
concepción sobre el sistema centro-periferia. La
en la Revista de la c e f a l . El p e río d o c o rresp o n d e al última corresponde a la etapa en que funda y
d eb ilitam iento de los m ecanism os de la cooperación dirige la Revista de la , período en el que
c e p a l
in ternacional y a u n a creciente influencia de las posi desarrolla sus ideas sobre el capitalismo periféri
ciones unilaterales de p o d e r en las relaciones com er co, con especial preocupación por las temáticas
ciales y financieras internacionales. El esfuerzo p o r
c o m p re n d e r p len a m en te estos procesos lo o rienta ha
del excedente, la acumulación de capital repro
cia reflexiones d e cará cte r crecientem ente interdisci ductivo y los peligros de la sociedad de consumo.
plinario. Su análisis re fe rid o al uso social del excedente Esta es la fase en la que la visión de Prebisch se
en el capitalism o p eriférico m anifestó tam bién su utili torna interdisciplinaria y se acrecienta su interés
d ad p a ra la c o m p ren sió n d e las causas p ro fu n d as que, por las relaciones de poder que brotan de la
d esd e el cen tro dinám ico principal, h an ido precipi
ta n d o la actual crisis económ ica internacional. El tra
estructura social e influyen sobre las instituciones
bajo concluye revisando algunas de sus reflexiones económicas y el mecanismo del mercado.
m ás recientes sobre la econom ía m undial y las p erspec A lo largo de este prolongado período, las
tivas de la in tegración latinoam ericana. ideas de Prebisch fueron necesariamente evolu
*Este artículo corresponde a una versión revisada de la
cionando y transformándose, en términos no só
ponencia presentada en el seminario sobre América [.atina en lo de su propia dinámica intelectual, sino de los
la Economía Mundial, organizado en homenaje a Raúl Pre cambios en la realidad histórica. A pesar de ello,
bisch por el Instituto para la Integración de América Latina, la
Fundación Prebisch y la cepal, Buenos Aires, setiembre de
existe un hilo conductor fundamental, que ayu
1987. da a comprender el curso general de su pensa
**Fundonario de la División de Comercio Internacional y miento. Se trata de su permanente preocupación
Desarrollo de la cepal.
por los factores que determinan la distribución
166 REVISTA DE LA CEPAL N” 34 / Abril de 1988
del progreso técnico y de sus frutos entre centros mía mundial como un proceso asimétrico. La
y periferias, así como al interior de cada una de introducción de progreso técnico eleva el ingreso
estas sociedades (Di Filippo, 1986). medio por habitante de las sociedades industria
les, pero la demanda de bienes finales e insumos
1. Condición periférica y desequilibrio intermedios no se expande a un mismo ritmo en
estructural las diferentes ramas productivas. Esta asimetría
es atribuible a dos factores principales. Primero,
Recordemos brevemente las ideas fundacionales
a que en virtud de las conocidas leyes de Engel, la
planteadas por Prebisch en los años cincuenta
elasticidad-ingreso de la demanda de bienes pri
acerca del sistema centro-periferia y el impacto
marios es en general inferior a la de las manufac
de éste sobre el desequilibrio estructural de las
turas y a la de múltiples servicios. Y segundo, a
economías periféricas. Destaca su planteamiento
que el proceso de desarrollo tecnológico de las
acerca de la división internacional del trabajo
heredada de la Revolución Industrial. En su con actividades industriales lleva aparejada una re
ducción en el contenido de bienes primarios por
cepto, un grupo demográficamente reducido de
unidad de producto industrial final. En conse
economías centrales, en proceso autosustentado
cuencia, no sólo las demandas finales de los con
de diversificación productiva y capaz de generar
sumidores, sino también las demandas de bienes
su propio avance técnico, interactúa con una vas
e insumos de capital en la industria contribuyen a
ta periferia no industrializada. Esta última se ve
esta asimétrica expansión de las ramas producti
inducida a una creciente especialización produc
vas. Estas ideas fundamentales para la teoría del
tiva en los bienes primarios, los que son requeri
desarrollo económico tardaron, dicho sea de pa
dos por el primer grupo con el objeto de abaratar
so, en ser recogidas en debida forma por la teoría
sus costos de materias primas y bienes salarios*.
El desequilibrio estructural de la condición académica. Sólo muy recientemente se ha reco
nocido la necesidad de elaborar modelos forma
periférica deriva de esa peculiar y asimétrica po
lizados que den cuenta del carácter asimétrico
sición en la división internacional del trabajo y se
expresa tanto en la esfera del empleo como en la del crecimiento de las estructuras productivas y
de la inserción internacional de las economías se han elaborado las herramientas analíticas para
examinar este fenómeno (Pasinetti, 1981 y
involucradas. Estos diagnósticos fundamentales
1987).
ponen de relieve el carácter dinámico y el arraigo
histórico de las ideas sobre el desarrollo que sus A partir de estos principios fundamentales
tentó Prebisch. No tendría objeto reiterar aquí Prebisch planteó la tendencia al desequilibrio es
conceptos que han sido examinados en múltiples tructural de las economías periféricas. En la esfe
oportunidades por variados autores; sólo cabe ra internacional, la demanda mundial de pro
recordar algunos de sus rasgos principales, a fin ductos primarios crecería a un ritmo inferior a la
de destacar la vigencia histórica de tales plantea de las manufacturas. En consecuencia, las perife
mientos^. rias exportadoras de productos primarios e im
Prebisch concebía el desarrollo de la econo- portadoras de manufacturas evidenciarían nece
sariamente propensiones deficitarias y deudoras
de carácter estructural. En forma paralela, en la
' Véase de Raúl Prebisch, C recim iento, desequilibrio y esfera del empleo el desarrollo global de la eco
disparidades: in te rp reta ció n del proceso de desarrollo eco nomía mundial presenciaría un desplazamiento
nóm ico, p rim e ra p a rte del Estudio económico de América L a tin a de fuerza de trabajo desde las actividades prima
1 9 49, elaborado enlacE PA L .T am bién El desarrollo económ i
rias a las secundarias y terciarias. Pero de persis
co d e A m érica L atina y algunos d e sus principales problem as,
escrito en 1949 com o in troducción al Estudio económico de la
tir las periferias en una especialización estricta en
Am érica L a tin a 1 9 48, de la c e p a l . P osteriorm ente fue publica actividades primarias, adhiriendo ortodoxa
d o en el B oletín Económico de Am érica L a tin a , volum en vii, N“ 1, mente a las ventajas comparativas estáticas, ter
fe b re ro de 1962. minarían enfrentando la disyuntiva de tener que
^V éanse e n tre otros, los siguientes trabajos referidos al
aceptar una subutilización masiva y creciente de
p en sam ien to d e la c epa l en los años cincuenta y com ienzos de
los sesenta, en los q u e se reflejan y elaboran esencialm ente las
su fuerza de trabajo, o bien el éxodo de su mano
ideas de Raúl Prebisch: cp: p a i . (1969); R odríguez (1980); Gu- de obra hacia las regiones del mundo en que se
rrie ri (1982); Hacha (1974); Di Filippo (1981). verificaba el proceso de desarrollo industrial. De
LAS IDEAS DE PREBISCH SOBRE LA ECONOMIA MUNDIAL / Armando D i Filippo 167
los países periféricos deriva de la mayor expan de desarrollo en la década de los ochenta obede
sión de la demanda de manufacturas que de pro ce pues a la brutal restricción de importaciones
ductos primarios en la economía mundial. En para equilibrar las cuentas externas y, segundo, a
efecto, los datos ratifican que durante la posgue la forzosa reorientación del ahorro interno al
rra la demanda de manufacturas mostró un di pago de los intereses de la deuda.
namismo notoriamente superior al de los pro En resumen, la evolución del contexto inter
ductos primarios. En consecuencia, los princi nacional de fines de los setenta y lo que va corrido
pios en que se basaba la tesis del desequilibrio se de los ochenta ha ejercido un impacto devastador
vieron ampliamente comprobados. Desde el sobre la economía latinoamericana, efecto atri-
punto de vista del desarrollo de los países latino buible, en un plano estructural, a su condición
americanos, lo que interesa tener en cuenta no es periférica, tal como fue tempranamente caracte
el carácter superavitario o deficitario de su balan rizada por Prebisch en los años cincuenta: de
ce de bienes, sino la tesis más amplia y profunda, pendencia de la demanda mundial de productos
también formulada por Prebisch, de que la tasa primarios; acentuada vulnerabilidad a las varia
de crecimiento de la región depende de su capa ciones de sus precios; y posibilidades de creci
cidad para importar, la cual, a su vez sigue siendo miento supeditadas en alto grado a la capacidad
función de la demanda de los centros de nues para exportar productos primarios y a la obten
tras exportaciones de productos primarios. Si ción de recursos financieros externos.
esta última declina, entonces el ajuste externo Si hubiera que mencionar un área de la eco
afronta dos alternativas; o inducir una disminu nomía internacional en donde los factores teóri
ción de las importaciones y, por lo tanto, del cos considerados por Prebisch se expresan con
ritmo de crecimiento; o depender de la llegada mayor nitidez en el plano empírico, ésa sería sin
del ahorro externo, sea bajo la forma de coopera duda la de los términos de intercambio entre
ción internacional, esto es en condiciones prefe- productos básicos y manufacturas, a diferencia
renciales, o por las vías tradicionales a través del de las tesis sobre el desequilibrio estructural de
sector privado. las periferias, cuya comprobación exige recaudos
Durante todo el período de posguerra, Amé y consideraciones especiales. Datos de diversas
rica Latina dependió del ahorro externo, a juz fuentes (Banco Mundial, Fondo Monetario In
gar por el saldo permanentemente deficitario de ternacional, UNCTAD, etc.) confirman de manera
la cuenta corriente de su balance de pagos. La categórica la tendencia descendente de los pre
validez que siguen teniendo las tesis de Prebisch cios reales de los productos básicos a lo largo de
estriba en que la región obtiene más del 75% de todo este siglo. De hecho, a fines de 1986 ellos
sus ingresos de exportación de la venta de pro habían caído a un nivel inferior incluso al corres
ductos primarios, lo que la hace extremadamen pondiente a la crisis de los años treinta^. Del
te vulnerable a las fluctuaciones de la demanda mismo modo, el derrumbe experimentado en los
de estos productos en el mercado mundial. años ochenta reconoce ampliamente las causas
La evolución de la economía latinoamericana señaladas por Prebisch: diferentes elasticidades
de los años ochenta ha constituido un dramático respecto del precio y del ingreso, tanto por el
testimonio de la validez de las tesis de Prebisch lado de la demanda como por el de la oferta;
sobre la condición periférica. En primer lugar, disímiles capacidades de los agentes productivos
porque la caída de los precios de los productos para captar los incrementos de la productividad
básicos no sólo siguió la tendencia que se había del trabajo; y tendencias del progreso técnico
venido configurando durante el largo período que reducen el contenido de productos prima
de posguerra, sino que asumió además la forma rios por unidad de producto industrial final. En
de un verdadero “derrumbe” en lo que va de los particular, el derrumbe de precios de los años
años ochenta. En segundo lugar porque cesaron ochenta se esclarece a la luz de las reflexiones de
los flujos externos de capital, con lo que la región Prebisch sobre el ciclo económico. En el actual
ha experimentado en forma simultánea una gra ciclo de exiguo crecimiento por el que atraviesan
ve merma en su capacidad para exportar y una
virtual interrupción del financiamiento externo. ^V éase, e n tre o tro s, c e p a l (1986), B anco M undial
El dramático vuelco que sufren sus posibilidades (1986); S arkar (1986) Sapsford (1985),
LAS IDEAS DE PREBISCH SOBRE LA ECONOMIA MUNDIAL / Armando D i Filippo 169
cas internacionales comenzaron a desestimar el to. La “cultura consumista” irradiada desde los
espíritu de la cooperación propiciado por Na- centros, configuraba uno de los rasgos del
clones Unidas y a basarse cada vez más en el “capitalismo imitativo” en aplicación en las eco
poder (productivo, comercial, financiero, etc.) nomías periféricas. Dentro de una línea reflexiva
de los países o bloques de países que se sentaban a que ya había sido cultivada por otros ensayistas
la mesa de negociaciones. En otras palabras, en la latinoamericanos, denunció la adopción prema
menguante de largo plazo que ha estado afectan tura de pautas de consumo propias de sociedades
do el desarrollo de los centros industriales se ha desarrolladas, por parte de economías periféri
puesto de relieve, como tantas otras veces en la cas pobres. Tendencia que, en una expresión
historia, el papel que cumplen las relaciones de feliz, Aníbal Pinto (1973 y 1976), había denomi
poder, en tanto fuerza subyacente en la dinámica nado “caricatura de la sociedad de consumo”.
del mercado. Prebisch distinguió teóricamente entre las
Precisamente en la tercera fase de la evolu formas reproductivas y no reproductivas de la
ción de su pensamiento, Prebisch dedicó especial acumulación de capital. Estas no se referían a
atención a la manera como las relaciones de po ninguna cualidad concreta de determinados bie
der surgidas de la estructura social afectan las nes de capital, sino más bien a diferentes “estilos
relaciones de mercado y las condicionan de ma de acumulación”. La reproductiva era aquella
nera tal que su plena comprensión exige un aná que elevaba la productividad del trabajo y, al mis
lisis interdisciplinario. Una de las manifestacio mo tiempo acrecentaba las oportunidades de em
nes de esta nueva perspectiva se dio en el examen pleo del conjunto del sistema económico. Para
de la pugna social por captar el excedente en las que estos dos efectos, aparentemente contradic
economías latinoamericanas, al igual que en el torios desde una perspectiva estática se verifica
estudio de la incidencia de este fenómeno sobre ran de manera simultánea, era preciso que los
los procesos de desarrollo y democratización. Es responsables del proceso de acumulación en las
tas ideas, dirigidas a la comprensión del capitalis esferas pública y privada asumieran una actitud
mo periférico, se revelaron sin embargo, igual austera y “productivista”. En efecto, los sucesivos
mente fecundas para la interpretación de algu incrementos de productividad laboral derivados
nas de las causas de fondo que han precipitado la de la introducción de progreso técnico debían ser
actual crisis económica internacional. sustraídos del consumo, especialmente del sun
tuario de tipo imitativo, a fin de reinvertirlos en
4. Uso social del excedente, “consumismo*’ modalidades productivas que siguieran elevando
y acumulación de capital aceleradamente la productividad del trabajo.
Cabe sintetizar brevemente las ideas que Pre Cuanto más veloz fuera este incremento, más
bisch elaboró en este campo, para luego exami intenso debía ser el proceso de acumulación para
mantener en equilibrio el mercado de trabajo.
nar su aplicabilidad a la comprensión de la crisis
internacional actual. Por oposición la acumulación no reproducti
El concepto de excedente elaborado por Pre va era aquella orientada a diversificar y hacer
bisch parte de su constante preocupación por más complejas las formas de consumo. Al no
estudiar las formas sociales y económicas de incrementar la productividad del trabajo, esta
apropiación de los incrementos de la productivi modalidad retardaba la tasa de incremento del
dad del trabajo. Del mismo modo, su interés por excedente, limitando las posibilidades de una
el “uso social del excedente” —para usar su pro acumulación posterior. El capitalismo imitativo
pia terminología—, no es más que una nueva de las regiones periféricas se apoyaba precisa
manera de abordar las formas de utilización de mente en estas formas no reproductivas de la
los incrementos de la productividad del trabajo acumulación acompañadas de una pugna distri
(Prebisch, 1981). butiva entre los distintos sectores sociales que
En esta fase de sus cavilaciones preocupan a desembocaba en descomunales inflaciones y
Prebisch las formas de acumulación de capital atentaba contra el avance del proceso de demo
que tendían a prevalecer en las sociedades “con cratización.
sumistas” contemporáneas, así como su desfavo Aunque estas ideas fueron elaboradas te
rable efecto sobre las posibilidades de crecimien niendo en mente el capitalismo periférico, ellas
LAS IDEAS DE PREBISCH SOBRE LA ECONOMIA MUNDIAL / Armando Di Filippo 171
demostraron ser válidas también para anticipar na. Estos son recirculados bajo la forma de co
la evolución de algunas economías centrales rrientes financieras que contribuyen a enjugar
(Prebisch, 1984). En el examen de la “estanfla- los déficit estadounidenses. Sólo la cooperación
ción” que en los años setenta afectó al mundo internacional y la armonización de políticas ex
industrializado, Prebisch atribuyó el fenómeno a ternas entre ambas potencias permitirán superar
una insuficiente acumulación reproductiva y a sin graves consecuencias estos desequilibrios ma-
un exceso de consumo público y privado, ten croeconómicos, determinantes en la presente cri
dencias que alcanzaban especial fuerza en el sis internacional.
principal centro dinámico del capitalismo con No es del caso profundizar en estos comenta
temporáneo. Sus enormes déficit comercial y fis rios. Unicamente cabe enfatizar la innegable uti
cal y sus menguados ritmos de acumulación re lidad de estas categorías de análisis para la com
productiva comprueban que en los últimos años prensión de las causas profundas, o al menos
la economía estadounidense ha estado consu algunas de las más importantes, de las agudas
miendo por encima de sus posibilidades, funda fricciones y desequilibrios comerciales y financie
da en un poder monetario que le ha permitido ros que caracterizan la actual crisis económica
financiar con ahorros externos estos desequili internacional.
brios, que han llegado a niveles sin precedentes.
Prebisch se interesó también por el extraor
dinario crecimiento de la economía japonesa, 5. Stis reflexiones más recientes sobre
cuyo estilo, semejante al adoptado por otras na la economía mundial y América Latina
ciones asiáticas, marca un claro contraste con el Después de la publicación de su último libro so
“consumismo” imperante en el centro dinámico bre el capitalismo periférico (1981), Prebisch
principal. El caso japonés corresponde con mu prosiguió observando la evolución de la econo
cha mayor nitidez a una modalidad reproductiva mía mundial y presentando sus opiniones en la
de acumulación orientada a lograr rápidos incre Revista de l a . En el último de sus ensayos
c e p a l
mentos en la productividad laboral, los que eran volvió al tema que permanentemente le preocu
reinvertidos para acelerar todavía más el proce pó: el de la distribución del progreso técnico y de
so. Este estilo de desarrollo, orientado hacia la sus frutos en el relacionamiento internacional.
exportación de manufacturas, fuertemente pro En breves párrafos asoció su nueva concepción
tegido de las injerencias comerciales y financie del excedente con el antiguo pero omnipresente
ras externas, y apoyado en una estrecha colabo problema del deterioro de los términos del inter
ración entre los sectores público y privado, con cambio. Es interesante reproducirlos como un
dujo al denominado “milagro japonés”. Merced ejemplo relevante de la interdependencia de los
al vertiginoso crecimiento de la productividad distintos componentes de su visión teórica, inclu
laboral, este país logró en forma simultánea tres so de aquellos gestados en diferentes etapas de
resultados decisivos: elevar los niveles de vida de elaboración de su pensamiento:
su fuerza de trabajo, mantener márgenes de ga “Ya he señalado que existen factores que
nancia superiores a las economías occidentales explican la adversa reacción de los centros a la
industrializadas, e imponer una arrolladora importación de manufacturas provenientes de la
competitividad en los mercados internacionales periferia. Creo que para comprender este hecho
(Prebisch, 1981). es indispensable comprender el papel dinámico
El resultado de esta dispar evolución se ex del excedente económico de las empresas que he
presa en el tipo de interrelacionamiento que ha procurado explicar en artículos anteriores. En el
ido surgiendo entre Estados Unidos y Japón. La excedente se manifiesta principalmente el fruto
norteamericana es una economía deficitaria y de la creciente productividad del sistema, la cual
deudora, que usa de su poder monetario para no se transfiere a la fuerza de trabajo. Esto tiene
financiar un estilo de vida superior a sus medios profunda significación dinámica, puesto que del
económicos genuinos y que presiona a Japón excedente sale una parte considerable de la acu
para que modere sus ímpetus competitivos. La mulación de capital de las empresas. Así, confor
economía japonesa, por su parte, mantiene am me evoluciona la demanda hacia una creciente
plios superávit comerciales con la norteamerica diversificación, se desplaza también la inversión
172 REVISTA DE LA CEPAL N" 34 / Abril de 1988
de capital para producir los bienes que se diversi- da hubiera seguido profundizando, de habérselo
fícan. La competencia entre las empresas se diri permitido el tiempo.
ge a ganar mercados en el proceso de diversifica Pero no sólo las líneas centrales de su concep
ción, más que al descenso de los precios, salvo en ción teórica reclaman su atención durante este
aquellos bienes superados por otros provenien período. También los nuevos y candentes pro
tes de aquellas incesantes innovaciones”. blemas monetarios que fueron emergiendo a
“Hay aquí un hecho que tiene que subrayar partir de los años setenta le suscitaron agudas
se: ese desplazamiento de las inversiones se reali reflexiones. En este campo enfatizó un ángulo de
za gracias al crecimiento del excedente y ese cre visión asociado al papel de las relaciones de po
cimiento ocurre precisamente porque no bajan der subyacentes en el mecanismo de mercado, ya
en general los precios de las manufacturas gra comentado en la sección anterior. Esta misma
cias a la diversifícación. Si no hubiera diversifica- perspectiva le llevó, en la esfera de las relaciones
ción, gracias a incesantes innovaciones, el consu monetarias internacionales, a considerar critica
mo tendería a saturarse”. mente la manera cómo el uso del poder moneta
“Este es un fenómeno característico del desa rio internacional de los Estados Unidos había
rrollo capitalista. Sucede sin embargo que cuan influido el sistema monetario internacional, y
do las importaciones [provenientes] de la perife por esa vía había afectado también el conjunto de
ria adquieren capacidad competitiva [en las eco las relaciones de mercado de la economía capita
lista mundial. La declaración de inconvertibili
nomías centrales], al combinarse el progreso téc
dad del dólar a comienzos de los setenta, la crea
nico con salarios relativamente bajos, esta com
ción del mercado de “eurodólares” asociado a
petencia se realiza mediante la baja de precios y
una creciente capacidad de la banca transnacio
afecta adversamente el crecimiento del exceden
nal para expandir la oferta monetaria sin mayor
te y la aptitud de las industrias afectadas por la
fiscalización de alguna autoridad internacional,
competencia para desplazarse mediante inver
fueron así objeto de su preocupación. A fines de
siones en el proceso de diversificación o aumento
los setenta la “estanflación” en los países indus
de su productividad. Explícase así la resistencia
trializados —tendencia que repercutió con espe
de empresas y trabajadores a las importaciones
cial vigor en la economía norteamericana— le
provenientes de la periferia. Es claro que a este
suscitó reflexiones vinculadas no sólo al estilo
fenómeno se agrega actualmente el desempleo
consumista de desarrollo de los centros occiden
que, como hemos dicho, proviene del entorpeci
tales, sino también, nuevamente, a la gestión uni
miento dinámico de las economías de los cen
lateral del poder monetario de Estados Unidos.
tros”.
Posteriormente, al analizar el brusco giro de la
Y unas páginas más adelante agrega: “Co política monetaria y financiera de los centros a
rresponde ahora plantearse esta otra pregunta: comienzos de los años ochenta, Prebisch insistió
¿Por qué los centros reciben con beneplácito el en la manera como repercutieron sobre los países
descenso de estos productos primarios, en tanto periféricos y latinoamericanos en particular.
que se empeñan en resistir el descenso de los Tampoco escapó a su atento seguimiento de la
precios de las manufacturas que importan desde situación mundial la influencia de la caída en los
la periferia? La respuesta es muy simple. El des precios de los productos básicos sobre la exitosa
censo de los precios de los productos primarios reducción de las tasas inflacionarias en las nacio
agranda el excedente económico de las empresas nes industrializadas. En particular, el tema del
que los adquieren, en tanto que el descenso de los endeudamiento latinoamericano le suscitó co
precios industriales debilita su excedente y en mentarios categóricos sobre el origen de los cam
consecuencia su capacidad de acumulación” bios monetarios y financieros que habían precipi
(Prebisch, 1986, pp. 196 y 198). tado la crisis de la deuda.
En estos párrafos, escritos a los ochenta y Pocos días antes de su muerte, al exponer en
cinco años, poco antes de su muerte, se esbozan el vigesimoprimer periodo de sesiones de la c e -
—el ensayo de donde se extraen fue considerado p a l observó: “Hay aquí un dilema que es necesa
por Prebisch como unas “notas”— nuevas y fe rio exponer con claridad y cuya solución no se
cundas interrelaciones conceptuales que sin du alcanzará mientras no haya una decisión política
LAS IDEAS DE PREBISCH SOBRE LA ECONOMIA MUNDIAL / Armando Di Filippo 173
de los gobiernos de los países acreedores. ¿Por recuerdo que en aquella situación haya habido
qué una decisión política? Porque el origen de algún insano que dijera ‘no hay que sustituir
este problema es político. El mercado de eurodó- importaciones, sino exportar manufacturas’.
lares se originó en una decisión política de los ¡Exportar manufacturas! ¿Hacia dónde? ¿Hacia
grandes países, y principalmente de los Estados un mundo que estaba dislocado y donde el pro
Unidos. Dejar sin regulación dicho mercado de teccionismo era una forma normal de resguar
eurodólares, no obstante las voces de alerta que dar las economías? No hubo otra solución que la
se lanzaron en su tiempo, ha sido una decisión sustitución. No fue una imposición doctrinaria.
política. Cubrir el déficit fiscal de los Estados Fue una imposición de los acontecimientos. Lue
Unidos no en la forma tradicional ortodoxa, me go vinieron las dificultades de la posguerra, hasta
diante aumento de impuestos y reducción de que por fin, reconstruida Europa y alentada la
gastos, sino absorbiendo ahorro interno y canti economía mundial, sí se presentaron la oportuni
dades gigantescas de ahorro del resto del mundo dad y la necesidad de exportar manufacturas”
a través de altísimas tasas de interés, es una deci {Ibid, p. 15).
sión política. ¿Cómo no vamos a sostener enton Tras recordar que ya en 1961 la c e p a l había
ces que el problema de la deuda es esencialmente alertado sobre la asimetría de la política indus
político? Por la índole, por el origen y por las trial latinoamericana y sobre la necesidad de pro
graves consecuencias que va a tener esta situa mover la exportación de manufacturas, Prebisch
ción en todos los países afectados y, en última agregó otras observaciones referidas a la situa
instancia, en los centros industriales, ésta debe ción actual, cuya innegable vigencia merece pá
enfocarse con una visión de largo alcance, y con rrafo aparte;
comprensión de los peligros muy grandes para la "Este no es un problema de preferencias doc
economía mundial que ella encierra, porque no trinarias. La medida en que nuestros países ten
sólo se trata del problema de la deuda, sino, como drían que proseguir la sustitución de importacio
abundantemente se ha dicho en esta reunión, de nes, combinada con las exportaciones, depende
otros problemas que se le superponen” (Pre- rá de la capacidad receptiva de los centros. Si el
bisch, 1986a, p. 13). crecimiento de los centros sigue siendo muy infe
En esa misma oportunidad reiteró el impera rior a lo que fue en el pasado y siguen proliferan-
tivo de esclarecer el papel de la c e p a l en lo tocan do las medidas proteccionistas, la necesidad de
te a la política de sustitución de importaciones sustituir importaciones será mucho mayor que si
aplicada por los países latinoamericanos a partir se abren las puertas de economías desarrolladas
de la crisis de los años treinta. Es ilustrativo reco en franco crecimiento a las exportaciones no so
ger sus palabras sobre el tema. No sólo como lamente de manufacturas, sino de productos pri
testimonio de un pasado, sino como un lúcido marios de los países en desarrollo. Ello depende
planteamiento del papel que la sustitución de en última instancia de la capacidad receptiva de
importaciones podría jugar, en el marco de un los centros; no es un capricho de los países en
agravamiento de la crisis internacional actual: desarrollo, sino una exigencia de su creci
“También quisiera decir algo —ya que esta miento”.
mos hablando de renovación de ideas, de ideas
que van a la zaga de los acontecimientos— acerca 6. El tema de la integración
de la política de comercio exterior de los países Sin embargo, sus expectativas de una mayor
latinoamericanos. ¿Cuándo comienza en Lati apertura y dinamización de la economía mun
noamérica la sustitución de importaciones? Du dial, y en particular de la estadounidense, a las
rante la gran depresión mundial, cuando la polí exportaciones periféricas y latinoamericanas en
tica monetaria de los Estados Unidos y la enorme especial eran más bien pesimistas (Prebisch,
elevación de los derechos de aduana destruyeron 1986, p. 202). De allí su insistencia en el tema de
todo el sistema de comercio multilateral y pagos, la sustitución de importaciones, pero ahora cla
que estaba funcionando muy bien. La caída de las ramente planteado a nivel regional, en conexión
exportaciones de nuestros países fue formidable. con sus proverbiales ideas y recomendaciones
Y no hubo otra salida que la sustitución de im sobre la conveniencia de la integración latino
portaciones. Yo tuve que actuar en esa época y no americana, que datan de la década de los cin
174 REVISTA DE LA CEPAL N" 34 / Abril de 1988
cuenta. En torno a este tema, retomado, entre altos que los del mercado internacional por los
otros, en un ensayo escrito en 1986, formuló bienes de capital e insumos que importan desde
algunas recomendaciones que, más allá de su los más avanzados. Por eso y por otras considera
validez u operacionalidad —aspecto que no pre ciones, me inclino más bien a que los países avan
tendemos discutir aquí—, demuestran su espíri zados otorguen a sus exportaciones subsidios
tu de pensador orientado hacia la acción y su equivalentes a lo que significa su protección
inquebrantable fe en la integración como ele aduanera. Por supuesto que el régimen de subsi
mento de la unidad latinoamericana. Cabe en dios tendrá que establecerse de común acuerdo
tonces transcribirlas aquí: con un nuevo convenio, pero no bastaría por sí
“Hay que reconocer, sin embargo, que el mismo para asegurar un intercambio relativa
esfuerzo (en pro de la integración) que se ha mente equilibrado. Los países menos avanzados
realizado en más de dos decenios ha dado escasí o medianamente avanzados siempre estarían en
simos resultados. Conviene pues examinar seria inferioridad de condiciones si no se tomaran me
mente las razones por las cuales no hemos avan didas especiales para superarla; una de ellas sería
zado como se hubiera creído posible hacerlo en la de que los países más beneficiados por este
los primeros tiempos. Un examen retrospectivo intercambio compartieran con los menos las in
me lleva a la conclusión siguiente: en la c e p a l nos versiones necesarias para llegar a un equilibrio
dejamos seducir por la idea de un mercado co satisfactorio de carácter no bilateral sino multila
mún latinoamericano, que se fue abriendo paso y teral entre todos los países participantes” {Ibid, p.
llegó a concretarse en los arreglos conocidos. No 200).
digo que haya que abandonar esta idea, sino cam Hemos dejado deliberadamente para el final
biar la forma y el tiempo de realizarla. Lo funda estas referencias más bien prolijas al tema de la
mental ha sido y sigue siendo la tendencia al integración latinoamericana. Lo hemos hecho
desequilibrio con los centros, que tiene que lle así, en primer lugar, porque el estilo expositivo
varnos necesariamente a sustituir las importacio de esos párrafos pone de manifiesto su perma
nes provenientes de ellos. A mi juicio, es allí nente búsqueda de medidas concretas de política
donde hay que concentrar los esfuerzos, dejando económica capaces de operacionalizar sus diag
para una etapa posterior otras medidas de libera- nósticos. En segundo lugar, porque el tema de la
lización del intercambio. Así por ejemplo, las sustitución de importaciones a escala regional, en
preferencias que podrían otorgarse recíproca el marco de una intensificada integración lati
mente nuestros países para realizar importacio noamericana, comprueba la congruencia y conti
nes de bienes de consumo no nos van a resolver nuidad en el tiempo de sus líneas reflexivas prin
ese problema fundamental que mencionamos. cipales, las que cobran especial trascendencia en
Pero no es eso solamente; yo creo que la sustitu esta nueva coyuntura internacional de crisis, evo
ción de importaciones dentro de un régimen cando dilemas ya vividos por la región —aunque
preferencial tropieza con grandes obstáculos. En bajo circunstancias históricas diferentes— en el
efecto, los países más avanzados industrialmente período 1914-1945.
están en condiciones de exportar bienes de capi Por último, y a modo de conclusión, quizá
tal o bienes intermedios a los países menos avan quepa una reflexión final. Las ideas de Prebisch,
zados o medianamente avanzados, sin que éstos que de manera excesivamente precaria hemos
puedan participar en la misma medida en este repasado aquí, pertenecen no sólo a la historia
género de intercambio. Sin embargo, tiende a del pensamiento económico y social de América
recaer sobre ellos el costo de estas operaciones, Latina. También son ideas-fuerza que siguen
puesto que significa hacerles pagar precios más contribuyendo a hacer historia.
LAS IDEAS DE PREBISCH SOBRE LA ECONOMIA MUNDIAL t Armando Di Filippo 175
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la Sociedad E conom ètrica, Sao Paulo, 4 a 7 de agosto, evolution o f soft financing early in the U.N, W orld
Pinto, A. (1978): H e tero g en eid ad estructural y m odelo de B ank, Pioneers in development. W ashington, D.C.
1
REVISTA DE LA CEPAL N ’ 34
Prebisch pensador clásico
Desde su experiencia y sus raíces argentinas, el
pensamiento de Prebisch se proyectó primero
hacia el espacio latinoamericano y después a la
Prebisch economía mundial. Siguió así el camino de mu
chos pensadores clásicos en los campos más va
pensador clásico riados de la filosofía, la literatura y las ciencias
humanas en general, que se proyectaron desde
y heterodoxo* una realidad específica —temporal y espacial—
hacia un universo mucho más vasto. En econo
mía, para tomar la disciplina básica de Prebisch
Benjamin Hopenhayn** —aunque sus preocupaciones la desbordaran
con creciente frecuencia— recuérdese que los
fisiócratas abrieron fronteras analíticas y teóricas
desde la observación de la realidad francesa; que
En estas notas de re cu e rd o y hom enaje a Raúl Prebisch
Ricardo lo hizo a partir de la situación de Inglate
se busca destacar dos rasgos sobresalientes de su lega
do escrito: la natu raleza “clásica” de su pensam iento y
rra en su tiempo; que lo mismo hizo List en
su h etero d o x ia de com batiente, con las arm as de la Alemania; y el propio Keynes, desde la nueva
experiencia histórica concreta, c o n tra m itos conven situación que se le planteaba a Inglaterra en la
cionalm ente aceptados. A m bos rasgos aparecen con decadencia del Imperio Británico.
frecuencia en los p en sad o res qu e han m arcado hitos
No es éste el único camino para extender el
en el desarrollo de las ciencias y de las ideas, com o los
m arcó Prebisch en el cam po del desarrollo económ ico
conocimiento, en economía y en otras disciplinas.
y de la tran sfo rm ació n d e las sociedades. Hay quienes parten de la reflexión teórica, como
sería el caso de los fundadores del neoclasicismo,
Walras y Pareto, y del primer Samuelson. Otros
pensadores, como Carlos Marx, buscan sus fuen
tes en la historia. Diversos son, en efecto, los
caminos del pensador social. Cari Menger, el
fundador de la escuela austríaca y uno de los
precursores de esta preocupación hoy tan difun
dida por el método en las ciencias sociales, distin
guía tres caminos metodológicos en economía; el
teórico-abstracto, el empírico-realista, y el histó
rico ^. En realidad, todo pensador significativo ha
abrevado de una u otra de las tres vertientes en
distintos momentos y para distintos propósitos.
En el caso de Prebisch, podemos decir que su
personalidad le llevó a preferir generalmente el
cauce empírico-realista, con proyección históri
ca, es decir, la reflexión teórica basada en el análi
sis de la realidad y con el objetivo de buscar
propuestas para la acción práctica. En esto siguió
*Este artículo corresponde a una versión revisada de la
el camino de los “clásicos”.
ponencia presentada en el seminario sobre América Latina en La figura misma de Raúl Prebisch es de natu
la Economía M undial, organizado en homenaje a Raúl Pre raleza “clásica”, en la doble acepción del término.
bisch por el Instituto para la Integración de América Latina, la
Fundación Prebisch y la ce p al , Buenos Aires, septiembre de
En la más general de “modelo digno de imita-
H)H7.
**Asesor de las Naciones Unidas.
*Carl M enger (1981); P rim ip le s o f Economics, New York
University Press, N ueva York.
178 REVISTA DE LA CEPAL N" 34 / Abril de 1988
ción” y en la que califica su pensamiento como hay que hacerlo para aproximarse más a la reali
economista. De la primera, es decir, de la del dad que se pretende transformar”^.
hombre como modelo de personalidad y de vida, He aquí una de las claves del pensamiento de
han escrito y hablado con emoción y acierto otros Prebisch, que es también característica de los eco
amigos. nomistas clásicos: conocer y comprender para
Yo quisiera ahora reanudar la consideración tomar posiciones, y, si fuere necesario, para pro
de Prebisch como clásico de la economía y como poner cambios. Ni neutralidad ni pretendida
economista clásico. Digo reanudar, porque algo “asepsia”. Teorizar con un fuerte compromiso
de esto ya lo intenté en un comentario sobre su ético, como lo hicieron Adam Smith, Marx, Pare
libro Capitalismo periféñco: crisis y transformación, to, Keynes, Myrdal. Todos ellos utilizaron el aná
teniendo la satisfacción de que al propio Prebisch lisis económico para sustentar políticas o propo
le pareciera pertinente^. ner cambios profundos, cada uno en su espacio y
en su tiempo. Así lo hizo también el ilustre econo
A partir de la perspicaz distinción que hacen
mista latinoamericano a quien ahora rendimos
Hollis y Neaf^ entre las corrientes clásica y neo
homenaje.
clásica en la historia de las ideas económicas,
El propio Prebisch tenía clara conciencia de
resulta clara la ubicación de Prebisch en la prime
su inclinación “clásica” —en el sentido de Hollis y
ra de ellas. Para esos autores, los economistas Neal— o, más bien, de su conflicto con las co
clásicos se caracterizan por centrar su preocupa
rrientes neoclásicas. En uno de sus raros escritos
ción en la producción y la distribución, en proce de tinte autobiográfico (siempre pensó que
sos de cambio; en tanto las corrientes neoclásicas mientras pudiera ocuparse del presente y del
tienden a concentrarse en la acción de agentes futuro colectivos no debía perder tiempo escri
económicos racionales que operan como deman biendo sobre su propio pasado), señala cinco eta
dantes y oferentes en mercados interrelacio pas en su pensamiento sobre el desarrollo, a par
nados. tir de las graves dudas que la gran depresión
El pensamiento de Prebisch pone de relieve generó en él acerca de las teorías neoclásicas.
evidentemente la dinámica de la producción y la Vale la pena recordar los rasgos principales
distribución, pero no se detiene en sus fronteras. de esas cinco etapas, siguiendo muy de cerca el
A medida que su reflexión sobre la realidad resumen que hizo el propio Prebisch^.
avanza, sus ideas se extienden a lo social, a lo Su experiencia argentina en la práctica y en
político, a la ética del desarrollo. No amplía su la docencia de la política económica en aquellos
campo de buena gana. De formación y vocación años de la crisis de la década de 1930 terminó
científicas rigurosas, prefiere delimitar con mé planteándole “problemas teóricos importantes”.
todo un territorio de investigación más preciso, La reflexión sobre estos problemas, nos cuenta,
sin tratar de abarcar todo el universo. Sin embar “allanaron el camino para la etapa siguiente”. En
go, su necesidad profunda de comprender la esa etapa, primera de la c e p a l , que se plasma en
realidad lo lleva, con el correr del tiempo, a bus la histórica Introducción al Informe Económico de
car respuestas en otras disciplinas. Así, en su 1949, plantea Prebisch, como importante aporte
penúltimo libro, el dedicado a la crisis y transfor teórico, las características centrales de la asime
mación del capitalismo periférico, plantea un tría en las relaciones económicas entre centro y
modelo interpretativo en que lo económico, lo periferia. Esta asimetría se pone claramente de
social y lo político aparecen inextricablemente manifiesto en la tendencia secular al deterioro de
ligados. Y nos dice por qué: “Se impone ahora
abarcar [los distintos elementos] en su intrincada
complejidad y dilucidar sus mutuas relaciones. Y "*Raúl Prebisch (1981): Capitalismo periférico: crisis y trans
form ación, Fondo de C u ltu ra Económ ica, México, De este
libro, v e rd ad e ro com pendio de sus ideas en el cam po de la
teoría del d esarrollo periférico, cÍtaremo.s a b u n d an tem e n te a
H o p e n h ay n (1982): A lgunas notas sobre el “capita lo largo del p resen te ensayo.
lism o p e rifé ric o " de R aúl Prebisch, D esarrollo económico, ^Raúl Prebisch (1983): Cinco etapas de mi pensam iento
N” 86, B uenos Aires. sobre el desarrollo. Trimestre económico, voi. i. (2), México,
^M. Hollis y E. N eal (1975): R a tio n a l Economic M a n , re p ro d u c id o en c e p a l (1987): R a ú l Prebisch: un aporte a l estu
C am bridge U niversity Press. dio de su pensamiento, Santiago de Chile.
P R E B IS C H P E N S A D O R C L A S IC O Y H E T E R O D O X O ! B enjam ín Hopenhayn 179
la relación d e intercam bio, o sea, a la distribución puesta a los cam bios que estaban ocurriendo en
desigual d e los frutos del progreso técnico. De el proceso de desarrollo y a mi m ejor com pren
allí extrae la sustentación teórica d e la industriali- sión de los problem as”. Le preocupan aquí com o
zación com o clave d e la estrategia del desarrollo temas centrales la insuficiencia de la industriali
d e A m érica Latina®. zación y de los m ercados internos para superar el
V ale la p en a d eten ern o s a considerar la suer estra n g u la m ien to ex tern o , para optim izar la
te d e estas ideas. F ueron recogidas con entusias asignación de recursos, para m ejorar la distribu
m o por m ovim ientos transform adores del pensa ción del ingreso (o de los frutos del progreso
m iento latinoam ericano, y desconocidas o com técnico al interior de las sociedades latinoam eri
batidas por las corrientes d om inantes de los cen canas), para vencer las fuertes tendencias estruc
tros y su reflejo en la periferia. T reinta años turales a la inflación.
d esp u és, a base d e la experiencia d e otros países D e esta tercera etapa nacen propuestas prag
— algunos d e ellos m eros enclaves— , y com o res máticas que fructifican en los prim eros acuerdos
puesta parcial a la crisis d e la d eu d a, la política de de integración latinoam ericana, com o base para
industrialización, pero esta vez “hacia afuera”, es am pliar los m ercados internos de la industrializa
anunciada com o la B u en a N u eva d el desarrollo. ción; en el Banco Interam ericano de Desarrollo,
Finalm ente, en trabajos recientes, em pieza a re com o fu en te adicional de recursos externos con
con ocerse la im portancia esencial d e la industria participación decisoria de Am érica Latina; en la
lización basada en el m ercado interno com o eta frustrada Alianza para el Progreso, concebida
pa necesaria para p od er insertarse en el com er com o form a de increm entar sustancialm ente el
cio internacional, en un patrón de intercambio apoyo financiero extern o — de los Estados U ni
m últiple que su p ere las desventajas de aquellas dos principalm ente— y vincularlo con un desa
asim etrías que Prebisch había analizado ya en rrollo deliberado y con reform as estructurales;
1949. Por algo n u estro autor siem pre quería en el Instituto Latinoam ericano de Planificación
pensar “con visión d e fu tu ro”. Y al hacerlo, ha Económ ica y Social ( i l p e s ), para am pliar la labor
logrado que su pen sam ien to conserve, al leerse form ativa y esclarecedora sobre la temática del
d e nu evo, una asom brosa actualidad. desarrollo de la región.
En retrospectiva, aquella Introducción de D esde el punto de vista teórico, esta tercera
1949 aparece com o la propuesta del fecundo etapa del pensam iento m aduro de Prebisch está
program a d e investigación realizado por la c:e p a l marcada sobre tod o por la identificación de pro
en los años siguientes. En ese sentido cum plió blemas cuya dim ensión cuestiona el sistema mis
con d os fu n cion es fundam entales que identifi m o, tanto desde el punto de vista de su eficiencia
can las teorías contem poráneas del progreso de com o de su equidad. T ales cuestionam ientos se
las ciencias: refutar (com o quería Popper)^ teo reflejan claram ente en H acia u n a dinám ica del
rías d om inantes, y ofrecer un nuevo programa desarrollo latinoam ericano^, don d e no sólo exam i
d e investigación (a la m anera d e Laicatos)®. Y na problem as de estrangulam iento extern o e in
siem pre com b in an d o la indagación teórica con la suficiencia dinám ica, sino tam bién “el funciona
propuesta d e transform ación. m iento del sistem a y la estructura social”, así co
V ien e lu eg o una tercera etapa, después de m o el “trasfondo social de la inflación”. Esto últi
1955, en que Prebisch vuelve a asum ir una posi m o ya había asom ado tam bién en otro im portan
ción que calificaba d e “crítica d e la política y de te trabajo, “Falso dilem a entre desarrollo econ ó
las ideas econ óm icas [prevalecientes], en res- mico y estabilidad m onetaria”^®.
La Introducción de 1949 había constituido,
para el desarrollo del pensam iento económ ico
*’T e o ría q u e el p ro p io Prebisch precisó u n p a r de años latinoam ericano, un verdadero program a de in
m ás tard e (1951) en o tro de sus trabajos fundam entales:
vestigaciones. Casi quince años después, ese pro
Problemas teóricos y prácticos del crecimiento económico, c e p a l .
^Karl P o p p e r (1969): Conjectures and Refutations: The grama y sus propuestas habían ido m ostrando
Growth of Scientific Knowledge, R outledge Sc Kegan, Londres.
“im re Lakatos (1970): Falsification an d the m ethodolo
gy o f scientific research pro g ram m es, en Criticism and the ^(1963): F ondo de C u ltu ra Económ ica, México.
Growth of Knowledge, ed itad o po r I. Lakatos y A. M usgrave, ' \ ; f,p a l (1961): Boíeíírí económico de América Latina, voi. 6
deficiencias d e pod er explicativo. El propio crea En esta etapa culm inante de su evolución
dor del prim er program a reconoce esas insufi teórica Prebisch cuestiona explícitam ente los
ciencias en la realidad y en la teoría. Y propone, postulados básicos del análisis neoclásico, sobre
en H acia u n a dinám ica, que se busquen respuestas todo en sus versiones contem poráneas. Desarro
más apropiadas en m ecanism os más com plejos, lla su cuestionam iento a lo largo de una serie de
vinculados al fu n cion am ien to m ism o de la socie artículos que publica desde el prim er núm ero en
dad latinoam ericana y d e sus interrelaciones con la R evista de la cepal, a com ienzos de 1976, y que
los centros. Esta segu n d a identificación sistem á fu eron preced ien d o la síntesis del Capitalismo p e
tica d e problem as y propuesta programática in riférico. U na form a interesante de su controversia
volucra un cam bio en la concepción de eficacia, con el neoclasicism o contem poráneo se en cu en
que desborda el cam po económ ico y engloba la tra en el socrático “D iálogo” con supuestos discí
eficacia política y la razón ética, territorios en los pulos de Friedm an y Hayek^ ^. Lo hace a partir de
cuales Prebisch iría p enetrando en form a cada un conocim iento destilado del pensam iento n eo
vez más explícita. clásico, cuya persuasiva elegancia y fundam entos
La cuarta etapa de su pensam iento — que éticos basados en el óptim o paretiano y en la
podría ubicarse d esd e 1963 hasta fines de ese teoría del equilibrio general lo fascinó intelec
d ecen io lo ve concentrado en problem as de la tualm ente en sus años de joven profesor de eco
cooperación internacional entre el N orte y el nomía. Esa era la teoría que no pudo darle exp li
Sur. En realidad fu e una etapa con m ucho mayor caciones convincentes de la gran depresión, y
con ten id o d e acción, aunque no dism inuyera su que abandonó cuando tuvo que hacer frente a
inquietud intelectual. El m ism o reconoció que la una realidad para la cual Keynes le ofrecía exp li
intensidad d e las negociaciones lo llevó a inte caciones e instrum entos más eficaces.
rrum pir sus estudios teóricos. Pero, gran obser Vale la pena volver a leer la crítica de nuestro
vador d e la realidad, ese período le permitió autor a los neoclásicos. Los postulados básicos
“obtener una perspectiva m ejor del funciona que cuestiona son los relativos al com portam ien
m iento del sistem a, tanto en el centro com o en la to de los agentes económ icos y al funcionam iento
periferia”. de los m ercados. Estos son eficaces porque care
cen de sentido social y tam poco tienen un hori
La quinta etapa — y últim a, com o él m ism o
zon te de tiem p o adecuado. A dem ás de estas
previera— fu e posiblem ente la más larga, com
“disparidades funcionales”, el m ercado no ofre
pleja y fecu n d a d e su vasto viaje intelectual. Libe
ce soluciones adecuadas al “problem a de la acu
rado d e responsabilidades políticas y ejecutivas,
m ulación y de las grandes disparidades estructu
p udo dedicarse en plenitud a reflexionar sobre
rales en la distribución del ingreso”. Im pugna
preguntas antiguas y otras nuevas, que no encon
por otra parte que el interés de hom bres econ ó
traban respuesta en la teoría convencional. Ha
micos racionales, conducidos por la “m ano invisi
bía com probado que la evolución natural del sis
b le” de A dam Smith — ^base del pensam iento
tem a, poderosas corrientes d e opinión in d ep en
neoclásico y del de los “nuevos clásicos” de las
d ien te y su propio ascendiente intelectual y fu er
expectativas racionales— lleve a “soluciones que
za d e persuasión, no alteraban en m ucho las rela
beneficien a toda la colectividad”. N o se detiene
ciones asim étricas d e la periferia con los centros,
aquí. En su “D iálogo” Prebisch sostiene que la
ni tam poco las características d e insuficiencia di
“ética subyacente en el razonam iento neoclási
nám ica y h eterogen eid ad estructural del subde
co... dista m ucho de cum plirse en la realidad”. Y
sarrollo. Las corrientes d om inantes del pensa
d e ahí se interna en un discurso francam ente
m ien to neoclásico d e las últim as décadas seguían
político, en el mejor sentido de este térm ino de
— y sigu en — buscando soluciones en el libre fu n
que tanto se abusa.
cion am ien to d e los m ercados. Prebisch enfrenta
C oncluye Prebisch, en su “D iálogo”, en sus
esas corrientes y retorna a las preocupaciones
artículos y en su libro, que la aplicación de los
centrales d e los clásicos: la acum ulación de capi
tal, el proceso productivo, la distribución, en un
proceso d e cam bio que se da al interior de cada " R a ú l Prebisch (1981): Diálogo acerca de Friedm an y
sociedad y en sus relaciones con el resto del Hayek, D esde el p u n to de vista de la periferia. Revista de la
m undo. CEPAL, N" 1.5, Santiago de Chile, diciem bre.
P R E B IS C H P E N S A D O R C L A S IC O Y H E T E R O D O X O / B enjam ín Hopenhayn 181
principios neoclásicos no hace sino profundizar podrían alcanzar los grandes objetivos de eficacia
las crisis políticas del capitalism o periférico, al económ ica, eficiencia social y vigencia de d ere
servicio de gru p os privilegiados de las sociedades chos hum anos fundam entales”. N os preocupa
subdesarrolladas y d e los centros hegem ónicos que rara vez, en los hom enajes que se le rinden,
in tern a cio n a les. N o estoy ley en d o arbitraria se recuerden estas críticas de fon d o que hizo
m ente los textos d e Prebisch, tam poco interpre Prebisch a las corrientes dinám icas en boga, críti
tando subjetivam ente entre líneas. E scuchém os cas no sólo económ icas, sino tam bién éticas y
lo, en los párrafos finales del citado “D iálogo”. políticas; cuando de lo que se trata es precisa
“Los principios neoclásicos sólo p u ed en aplicarse m ente de recuperar la esencia ética del discurso
bajo un régim en d e fu erza” (p. 177). Para con político, de sustentarlo con una política económ i
cluir (p. 182): “T erm in o aquí, por ahora, este ca que concibe eficacia con equidad.
diálogo. Porque creo que hay que continuarlo, y En sus últim os años Prebisch utiliza el análisis
contrarrestar la p en etración d e id eologías de económ ico com o instrum ento para com prender
m uy graves consecuencias para el desarrollo lati mejor la realidad social, la estructura del poder y,
noam ericano: es una responsabilidad insoslaya en fin, los fundam entos filosóficos del sistema,
ble. Porque en este caso no se trata d e u n o de los tanto en su ética com o en su lógica. Q uienes
tantos ep isod ios d e irradiación intelectual de los tuvim os el privilegio de acom pañarlo, sabemos
centros. Es un claro fen ó m en o d e propagación que desde hace m ucho tiem po buscaba com pati-
deliberada. Visitas, entrevistas y conferencias, bilizar la racionalidad económ ica con la equidad
con el ferviente apoyo d e una dispendiosa y muy social y la libertad política. Esta es una de las
bien organizada cam paña en los m edios masivos claves d e su pensam iento “clásico”: el retorno a la
d e difusión. Hay en ello algo más, m ucho más filosofía m oral y política de don d e nace la teoría
que un sim ple celo apostólico. Es un em peño económ ica.
sistem ático por volver atrás, un trem endo retro M ucho se viene hablando de la crisis de la
ceso intelectual, desp u és que habíamos logrado teoría económ ica. Las vertientes reconocidas del
avanzar, con grandes dificultades, en la interpre pensam iento económ ico no han podido ofrecer
tación del desarrollo latinoam ericano”. explicaciones válidas y propuestas eficaces frente
N o nos hem os d eten id o en esta crítica del a las tendencias al estancam iento y la inflación
neoclasicism o con tem p orán eo con el solo fin de q u e paradójicam ente caracterizan al m undo,
poner d e relieve la posición teórica con que Pre ju n to con la más explosiva y difundida revolu
bisch culm ina una vida larga y rica d e reflexión y ción tecnológica de la historia hum ana. Si las
d e acción orientada a superar el subdesarrollo y teorías que generan los centros no sirven para
la dep en d en cia d e las sociedades latinoam erica explicar su propia realidad, m enos aún pueden
nas. Estamos convencidos d e la validez actualísi adaptarse a la situación actual de la periferia
ma d e su análisis y d e sus propuestas para e n latinoam ericana, acosada por una descom unal
frentar la crisis d e acum ulación y d e pugna social deuda externa, por el estancam iento, la fuerte
inflacionaria que, en un m arco d e dependencia caída de la inversión y la am enaza perm anente de
profundizada por la d eu d a externa, vuelven a la hiperinflación.
poner en jaq u e los regím en es dem ocráticos en la
Frente a esta crisis de la teoría económ ica
A rgentina y en otros países d e A m érica Latina.
reconocida, Prebisch, a lo largo de las diversas
Este p eligro fu e señalado insistentem ente
etapas de su pensam iento, desborda cada vez
por Prebisch, y lo asoció a la aplicación de inter
más los lím ites del análisis económ ico. N o lo hace
pretaciones y fórm ulas básicam ente neoclásicas.
por espíritu “dilettante” ni por descuido m etod o
Esta posición se resum e para m í en la lúcida
lógico. El celoso rigor analítico que le conocim os
angustia con que concluye su exten so artículo de
lo llevaba siem pre a delim itar el espacio de sus
1978 — recordem os el año— sobre “Estructura
reflexiones. Pero la observación de la realidad,
socioeconóm ica y crisis del sistem a”^^: “C om o
único laboratorio del econom ista, lo conduce a
quiera q ue sea, por m ejor que se sigan con inteli
incorporar cada vez más factores sociales, cultu
gen te virtuosism o, los principios neoclásicos no
rales y de poder. Este enriquecim iento de su
reflexión , este acercam iento cada vez m ayor a
^^Revista de la c ep al , N “ 6, S a n tia g o d e C h ile (1978). una realidad m uy com pleja, culm ina en sus últi-
182 R E V IS T A D E L A C E P A L N ° 34 / Abril de 1 9 8 8
m os escritos, que, por eso m ism o, constituyen un tenden enseñar a la ju ven tu d la m anera de inter
franco retorno a las fu en tes m ism as d e la econo pretar nuestra realidad, y de actuar para trans
mía com o ciencia social y política, inspirada en las formarla.
razones d e la filosofía moral. En la débil presencia del pensam iento escrito
La posición crítica fren te al sistem a no es sólo de Prebisch dentro de las discusiones académicas
fruto d e la lectura, la reflexión o la observación y los program as universitarios, se percibe cierta
d esd e afuera. D écadas d e intensa labor dedicó resisten cia a c o n sid e r a r lo co m o eco n o m ista
Prebisch a p ro p o n er reform as, a difundirlas con “profesional” o “científico”. N o creo que la au
celo d e p redicador, a persuadir a grupos diversos sencia de dem ostraciones matemáticas más o m e
d e gobernantes y gobernados, en el N orte y en el nos elegantes sea razón suficiente para justificar
Sur. N unca dejó d e utilizar su poderosa oratoria esa posición. R ecordem os que autores que m ere
com o instru m en to d e persuasión, que ejercitó cen una alta jerarquía en las aulas d e prestigiosas
prácticam ente en tod o el m u n d o. Estaba conven universidades del N orte, com o Hicks, Myrdal, la
cid o d e que las ideas podían ten er fuerza propia, Sra. Robinson, Shackle, K ingleberger, no form a
capaz d e torcer d esign ios y superar intereses. Y lizaron m atem áticam ente sus aportes teóricos
así es, si u n o considera la historia d e la hum ani m aduros. T am poco se justificaría esa crítica de
dad; p ero los tiem pos históricos no se acom odan supuesta falta de rigor “científico” a la luz de lo
fácilm ente a la voluntad d e los individuos. que Schum peter consideraba com o distintivo del
Vista en retrospectiva, la historia d e Prebisch econom ista científico: el dom inio de técnicas de
com o hom bre d e acción y d e persuasión está historia económ ica, estadística y teoría. Se conoce
sem brada d e d ecep cion es. H e aquí otra para la im portante contribución que hizo Prebisch al
doja: el Prebisch más conocido y adm irado uni desarrollo de la estadística en la Argentina; m e
versalm ente es el Prebisch d e las propuestas en nos conocido, pero no m enor, es su apoyo al
gran parte frustradas: industrialización, integra m ism o fin en la c e p a l y en la u n c t a d . En cuanto
ció n , co o p era ció n internacional, reform as es a teoría, enseñó los clásicos y neoclásicos en casi
tructurales, planificación. Son adm irables, por dos décadas de profesor universitario; escribió
cierto, la inteligencia, la tenacidad, el vigor y la un buen libro de Introducción a Keynes; y no
habilidad n egociadora con que intentó superar, dejó de leer los principales aportes teóricos pos
d en tro del sistem a, las deficiencias d e éste aun teriores.
que los frutos n o resultaran sino m agros. N adie podría desconocer que Prebisch, so
Pero al Prebisch actor d e su tiem po, le acom bre tod o d esd e la Introducción de 1949, sin
paña siem pre el teórico cuyo pensam iento evolu abandonar su preferencia por aquel enfoque
ciona con una gran vitalidad, d esd e los neoclási “em pírico-realista”, prestó cada vez mayor aten
cos d e su tem prana ju ven tu d , pasando por el ción en el desarrollo de su pensam iento a lo que
keynesiano que despierta en los años de la gran Schum peter consideraba com o el cam po más im
depresión; m adura com o teórico del desarrollo portante para la aplicación de técnicas económ i
en la c e p a l , con el análisis d e las relaciones entre cas: la historia. Y por las tres razones que el
centro y periferia; y culm ina con su interpreta propio Schum peter había d efin id o así: “Primera,
ción d e la crisis sistèm ica del capitalism o periféri que el tem a de la econom ía es esencialm ente un
co. Este Prebisch está p resente en num erosas proceso único d esplegado en el tiem po históri
contribuciones escritas, la mayoría de ellas de co. N adie p uede tener la esperanza de entender
indudab le vigencia para los tiem pos que vivimos los fen ó m en o s económ icos de ninguna época
en la A rgen tin a y en la A m érica Latina en g e — tam poco de la presente— si no dom ina ade
neral. cuadam ente los hechos históricos o no tiene un
E xtrañam ente — o no, si volvem os a leer sus sentido histórico suficiente, o lo que tam bién se
conclusiones del citado “D iálogo” con Friedman p u ed e llamar experiencia histórica. Segunda, que el
y H ayek— , este Prebisch teórico, probablem ente registro histórico no p u ed e ser sim plem ente eco
u n o d e los econom istas más originales que ha nóm ico, sino que ha de reflejar tam bién, inevita
p rod u cid o la A m érica Latina y tal vez todo el blem ente, ‘hechos institucionales’ que no son p u
m u n d o en desarrollo, no tiene la presencia que ram ente económ icos: de este m odo facilita el m é
debiera en los program as universitarios que pre todo mejor para com prender cóm o están relacio
P R E B IS C H P E N S A D O R C L A S IC O Y H E T E R O D O X O / Benjam in Hopenhayn 183
II
H e t e r o d o x ia y m ito s
'^Joseph S ch u m p ete r (1971): H istoria del análisis econó ’'‘Celso F u rta d o (197.’í): E l desarrollo económico: un mito.
mico, E diciones Ariel, B arcelona, pp. 48-49. Siglo X X I, México,
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d e difu sión m asiva y d efen d id o s com o dogm a de d e sr e g u la r ” la eco n o m ía , dejar actuar a las
fe por la m ayoría d e los voceros “pragmáticos y “expectativas racionales” de los agentes, confiar
realistas” que representan el pod er económ ico en su capacidad de optim ización, tanto indivi
en nuestros países. dual com o social. D ragón de m últiples cabezas, es
El m ism o pensam iento mítico es aceptado sin éste d el viejo laissez faire: cuando la realidad o la
vacilación por ciertas corrientes d e pensam iento teoría le cortan una, siem pre tiene otra que ofre
econ óm ico que, sien d o form alm ente atrayentes cer, ¿Es su fabulosa vitalidad producto de la per
en sus form ulaciones, con d u cen a norm as y polí severancia ideológica o de otras razones?
ticas que han d em ostrado ser peligrosas para las A ntes de ensayar una respuesta a este inte
sociedades d o n d e se aplican. En esencia, esas rrogante perm ítase otro breve desvío epistem o
nuevas corrientes o escuelas constituyen un re lógico. La teoría económ ica se viene construyen
su rgim ien to d e aquellas que, en el siglo pasado, d o — com o otras ciencias— sobre pilares de axio
propiciaban, d esd e el centro im perial dom inan mas o supuestos fundam entales. El prim ero de
te, las ventajas del laissez fa ir e y del libre com er éstos es el hom bre económ ico racional, que ya
cio. Esto, com o lo observó el propio Marshall, Stuart Mili reconoció com o una definición arbi
constituía a la sazón una proyección d e los intere traria y abstracta*^.
ses nacionales británicos. U n segu n d o axiom a consiste en suponer la
existencia de m ercados d on d e circulan fluida
1. E l mito de los mercados libres m ente trabajo, mercancías y, posiblem ente, d in e
ro. Para estudiar científicam ente esa circulación
U n o d e los supuestos teóricos fundam entales de
parece necesario suponer que los m ercados están
aquellas escuelas, reivindicados por las nuevas,
libres de influencias no económ icas, que les pu e
era la existencia posible d e una com petencia per
dan quitar com petitividad y transparencia y obs
fecta, con m ovilidad plena d e factores, en m erca
taculizar la tendencia “natural” al equilibrio y al
d os libres y transparentes, d o n d e los precios rela
óptim o paredaño.
tivos se m overían ágilm ente para orientar a los
Sin em bargo, todos sabem os que el hom bre
agen tes econ óm icos en la óptim a asignación de
recursos. A pesar d e que siem pre las retortas de puram ente económ ico y racional no existe. T am
poco existen los m ercados puros o “libres”. En
la realidad probaron la fragilidad de tales su
puestos, el cu erp o central d e la teoría parece otro plano, más cercano a los valores que rigen
revivir con vigor desp u és d e cada crisis a que lo los com portam ientos reales, cabe preguntarse si
som ete la historia. el homo econom icus r esp o n d e a algún óptim o
Los m ercados no están suspendidos dentro hum ano, y si la acción de tales homines indivi
duales en m ercados libres asegura u n óptim o
d e la cam pana al vacío de la com petencia perfec
social. Tratar de que el hom bre se com porte en la
ta. O peran en el aire viciado de intereses y presio
n es conflictivas, que utilizan tanto las “leyes” del realidad com o un optim izador económ ico es un
m ercado com o las “leyes” d e la fuerza, com o lo intento no sólo inútil, sino que lo reduce a algo
señaló Prebisch. E xtrañam ente, si la gran crisis m uy distinto de lo que es un com plejo ser hum a
d e 1930 llevó a fortalecer la capacidad regulado no. En este caso, es obvio para cualquiera que no
ra y la intervención del Estado, la crisis del dece pueden confundirse el axiom a con la realidad.
nio d e 1970 — que resultó a la postre tan grave Lo m ism o ocurre con los m ercados libres, aun
que esto ya no sea obvio, y m enos aún bajo el
com o aquélla para la periferia latinoam ericana—
genera una vigorosa resurrección d e las teorías bom bardeo perm anente a que se encuentra so
del laissez fa ire . La n ueva ortodoxia com ienza por m etida la opinión pública sobre las virtudes de
esa libertad. C onfundir las leyes de u n m ercado
culpar de las perturbaciones a la intervención
estatal y a las regulaciones propiciadas por el teóricam ente “libre” con la realidad del funcio
nam iento de los m ercados es distanciarse de la
keynesianism o, para lu eg o p rop on er con energía
dogm ática una solución exactam ente inversa. Se
trata ahora d e liberar a los m ercados de las trabas
*^John S tu art MUI. O n the definition o f political econo
que se les im p on en desd e el Estado y que les my a n d the m ethod o f investigation p ro p e r to it, reproducido
im p id en funcionar com o reguladores y optim i- en David M. H avim an, ed. (1984); The Philosophy ofEconomics
zadores d e la econom ía. Hay que “desestatizar y A n Anthology, C am bridge, University Press.
P R E B IS C H P E N S A D O R C L A S IC O Y H E T E R O D O X O / Benjamín Hopenhayn 185
posibilidad d e co m p ren d er la realidad econ óm i liberalism o político con socialism o económ ico.
ca, d e obrar sobre ella para m ejorar la condición ¿Qué es, si no esto, el m anejo social del excedente
hum ana, fin últim o d e toda ciencia social positi con un buen funcionam iento del mercado? Este
va. C on fu n d ir el axiom a necesario para la abs marco com binatorio sirve para conciliar, en cada
tracción con la realidad es tratar d e poner a ésta caso y en cada tiem po, las ventajas de la planifica
en un chaleco d e fuerza, por elegante que sea el ción orientadora y descentralizada con el m anejo
“m o d elo ” d e chaleco. C om o no lo resiste, sólo el de los instrum entos indirectos de política econ ó
pen sam ien to m ítico p u ed e concebirlo. Cabe pre mica, a fin de guiar y regular, con fines sociales,
guntarse en ton ces por qué se insiste a cada vuelta la acción de los agentes económ icos en el m erca
del tiem p o en este m ito d e realizar el m ercado do. Se trata, nos dice, de integrar la acción del
libre. ¿Es m ito in ocen te o intencionado? Estado y la actividad en el m ercado hacia la conse-
Se podría sostener lo prim ero en cierto senti cusión de una “gran visión transform adora... ins
do, com o p roducto d e con fu n d ir las tres esferas pirada en designios éticos de largo alcance, en
d e la econom ía que distin gu en , entre otros, fu n que se conjuguen previsoram ente consideracio
dadores del neoclasicism o com o Walras y Wick- nes económ icas, sociales y políticas”.
sell: la teoría económ ica, la política económ ica y El m ercad o n o p u ed e ser por sí solo el
la econom ía social. En el p lano d e la pura abstrac “suprem o regulador” de la marcha hacia esos
ción teórica, los supuestos han probado su valor y objetivos. V eam os rápidam ente las principales
utilidad. C uando se cruza la frontera y se los razones teóricas y prácticas por las cuales Pre
quiere aplicar a la política económ ica y a la econ o bisch descarta que la m era liberación de las fu er
mía social, las consecuencias son d e tal naturale zas del m ercado pueda hacerle cum plir ese papel
za, que cabe sospechar una intencionalidad de de suprem o regulador.
que el m ito se ponga al servicio d e otros fines Su argum entación transita de la dem anda a
m en os puros. V ien e al caso lo que piensa Robert la form ación d e la oferta o, si se quiere, la asigna
Graves d e las fu n cion es que han tenido los mitos ción de los recursos productivos. La dem anda en
en la historia d e la hum anidad: conferir “... un función de la cual opera el m ercado “proviene de
pod er en orm e a las d eid ad es a quienes se atri una cierta distribución del ingreso que dim ana, a
buye la creación y el cuidado d e las almas... y de su vez, de una determ inada estructura social y de
paso a sus sacerdotes. La segunda función del las relaciones que derivan de ella y de sus m uta
m ito es justificar un sistem a social existente”^^. ciones”. L uego, las leyes del m ercado represen
Prebisch no cae en la tram pa d e proponer el tan “una solución racional para los estratos favo
libre m ercado com o S u p rem o H acedor de las recidos [que son los más fuertes en las relaciones
relaciones económ icas d e las sociedades hum a de poder]... pero en m odo alguno racional d esde
nas. D el m ercado se o cupa perm an entem ente en el p unto d e vista colectivo”.
sus escritos, p reocu p ad o tanto por com batir su La com petencia no funciona com o factor co
falsa im agen com o por rescatar su potencial co rrectivo suficiente de tales distorsiones de la d e
m o ám bito d e la indispensable iniciativa indivi m anda. Por el contrario, los deseos del consum i
dual y com o asignador d e recursos, pero som eti dor son torcidos m ediante el “arte de sugestión
do a cierta disciplina, com o toda gran fuente de colectiva... de los m edios de com unicación y d ifu
energía. Por su p u esto q u e n o p rop on e suprimir sión social. ¡La soberanía dirigida!”. Si Galbraith
el m ercado, ni m u ch o m enos. El problem a es ya había exp u esto las aberraciones que genera
otro, y lo plantea así: “cóm o com binar las decisio e ste tip o d e p r e sio n e s en la so cied ad p o st
n es individuales en el m ercado con decisiones industrial, Prebisch señala las fallas en socieda
colectivas fuera del m ercado” Pero ¿cómo lo des que apenas si traspasan los um brales de la era
grarlo? industrial. Más aún: en el Capitalismo periférico
En busca siem pre d e la m ejor realidad posible, destaca que las em presas transnacionales, cuyo
Prebisch procura alguna com binación óptim a de papel d e difusión d e tecnología es m uy conocido,
tam bién contribuyen a difundir en la periferia
form as de consum o que p u ed en resultar útiles
*®Robert G raves (1978): In tro d u cc ió n a New Larousse
Encyclopedia of Mühology, H am blyn E ditores, N ueva York. para m antener el nivel de actividad económ ica y
'^Capitalismo peñférico, op. cit., p.39. aun m ejorar la calidad de vida en los centros.
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pero son, sin duda, prem aturas para la periferia. fuera del m ercado se ejercitan a través de los
D e este m od o p rofu n d izan tam bién las fallas del órganos del Estado. Lo cual no quiere decir que
m ercado com o núcleo central d e un sistema que el d eform e Estado que se ha ido conform ando a
acum ula poco, usa mal y distribuye peor. lo largo de la crisis del capitalism o periférico
N o deja d e considerar Prebisch las d eficien sirva para la transform ación de las sociedades
cias d el m ercado com o asignador d e recursos. En periféricas. La ineficacia abrum adora de ese Es
el C apitalism o periféñco destaca principalm ente tado y la necesidad de reform arlo p rofu n d am en
dos: la falta d e borizonte tem poral adecuado, y te preocupan tam bién a Prebisch. A ello dedica
su incapacidad para superar la “am bivalencia de m uchas páginas del Capitalismo periférico, pues no
la técnica”, tem a que le venía preocupando de se le escapa que tam bién es indispensable trans
m u ch o tiem p o atrás. En cuanto a lo prim ero, form ar al Estado para que éste pueda cum plir
sostiene que las em presas, al calcular separada eficazm ente su insustituible papel de regulador
m ente lo que más les conviene, se basan en un de la acum ulación y el uso social del excedente.
con cep to d e eficacia económ ica que “no va g en e Pero esto no satisface ni al pensam iento míti
ralm ente m ucho más allá d e sus intereses inm e co ni a los intereses que m edran a su amparo.
diatos, los que d eb en distinguirse del interés co Estos procuran identificar la consigna d e “deses
lectivo considerado con un criterio d e largo al tatizar y desregular” con objetivos fundam enta
cance”. En esto aplica aquella experiencia históri les para la racionalidad y la ética del sistema. En
ca que destacaba Schum peter entre las herra cuanto a lo prim ero, sostienen que todo lo que
m ientas del análisis económ ico. Lo m ism o hace restrinja o condiciones el libre ju eg o de los m er
cu an d o observa la inoperancia del m ercado para cados reduce la eficiencia en la producción y en la
resp on d er a la “am bivalencia d e la técnica”, res distribución. En lo segu n d o, afirm an que sin li
pecto d e lo cual sostiene que “ba sido ésta un bertad de m ercados, no hay sociedad genuina-
factor im ponderable d e bienestar material, pero m ente democrática*^. C om o ya dijimos, el sus
ha traído tam bién la explotación irresponsable tento teórico de estas posiciones va acom pañado
d e recursos naturales y el deterioro im presionan de una fuerte crítica al keynesianism o, que es
te d e la biosfera”. para ellos una desviación histórica de los postula
A estas críticas específicas d el m ercado com o dos clásicos. C om o suele ocurrir, las heterod o
asignador d e recursos sociales agrega Prebisch xias son más atacadas que las ortodoxias de la
otras críticas más globales: “T am p oco han re acera de enfrente, y más en este caso, pues Pre
suelto las leyes del m ercado las grandes fallas en bisch, com o antes lo hizo Keynes, cuestionó el
las relaciones centro-periferia. N i m ucho m enos kiissez fa ir e del neoclasicism o ortodoxo nada m e
las tendencias excluyentes y conflictivas del desa nos que en su ética, su racionalidad y su eficacia.
rrollo p eriférico”. C on lo cual resum e m agistral
m ente la evolu ción d e su propio pensam iento, 2. E l mito del espejo
d esd e la Introducción d e 1949 hasta el Capitalis
A este otro tipo de m itos se refiere Prebisch cuan
mo periférico d e 1982.
d o im pugna el “capitalism o im itativo”, o sea,
Prebisch no cuestiona el papel del m ercado aquel, — dice— que pretende que la periferia se
com o instru m en to fundam ental d e la actividad desarrolle “a im agen y sem ejanza de los centros”.
económ ica. Diríase más bien que le preocupa La experiencia histórica de los propios países
quitar los velos a ese m ito central del neoclasicis centrales m uestra la falacia o, cuando m enos, la
m o liberal prim itivo, q ue continúa con fundiendo a m b ig ü ed a d de esta aspiración. Los centros
a la periferia. En el plano teórico, sostiene que “es em ergentes siguieron siem pre cam inos distintos
incorrecto atribuir al m ercado las fallas del siste a los dom inantes. En el siglo x v iii, Inglaterra se
ma; es más bien la exp resión d e esas fallas”. Y en apartó del m odelo de base agrícola de los países
el plano d e las propuestas es igualm ente positivo: europ eos continentales; en el x ix , los Estados
“H ay que com binar las decisiones individuales en
el m ercado con decisiones colectivas fuera del
m ercado que se sobrepongan al interés de los
'®De lo p rim e ro se p re o cu p a n más los seguidores de
grupos d om in an tes”. F riedm an. De lo segundo los de de H ayek. Véase al respecto
En toda sociedad las decisiones colectivas el Diálogo acerca de F ried m an y Hayek...
P R E B IS G H P E N S A D O R C L A S IC O Y H E T E R O D O X O / B enjam ín Hopenhayn 187
U n id os y A lem ania, separadam ente, siguieron que Prebisch señala com o características del com
un rum bo d iferen te, fu n d ad o más bien en el portam iento pendular del capitalism o periféri
proteccionism o que en la libertad d e com ercio co, del cual en la A rgentina heredam os las ruinas
que prop u gn ab a el Im perio Británico. Lo m ism o minadas.
p u ed e decirse del J a p ó n en el siglo x x , con carac
La teoría de la apertura viene del brazo con
terísticas m uy particulares. T o d o s ellos im pulsa
aquellas que sustentan que, para poder desarro
ron su desarrollo d en tro d e u n m arco capitalista,
llarse com o lo hicieron los centros, basta con libe
pero e n n in g ú n caso se trató de un capitalismo
rar las fuerzas del m ercado de los grilletes y las
im itativo.
tres im puestos por un Estado gravoso por su
Los m itos d el capitalism o central y los del peso económ ico y por su exagerado celo regula
periférico no vienen aislados. Están m uy bien dor. A esto ya nos hem os referido. Reiterem os
articulados entre sí; más aún, form an una sola que no estam os d efen d ien d o el Estado d eform e e
pieza. La teoría que sustenta el capitalism o imita ineficaz que tam bién se fu e conform ando en la
tivo en la periferia es im portada de los centros A rgentina, com o en otros países latinoam erica
d om inantes. C orresponde esa teoría a la visión nos, en gran parte com o resultado de una histo
que con vien e al centro d om inante d e turno. Ya ria de “inefíciencia social del sistem a”, com o lo
vim os que el propio Marshall reconocía que el describe Prebisch.
librecam bism o del siglo pasado convenía a los Y si no ha de desarrollarse la periferia “a
intereses d e Gran Bretaña. El librecam bism o de im agen y sem ejanza de los centros”, ¿cómo ha de
nuestra época, com o teoría y com o práctica, con hacerlo? Se abre aquí un cam po de reflexión
vien e al centro d om in an te d e la tecnología, que sobre el cual m ucho se ha escrito, por lo m enos en
es a su vez sed e del núcleo m ayor d e em presas A m érica Latina, y que com prende tanto la litera
transnacionales, que dom ina el m ercado interna tura sobre crecim iento económ ico com o la más
cional d e capitales y que ejerce soberanam ente, reciente e im aginativa acerca de los estilos de d e
com o se ha d ich o en u n trabajo reciente*®, la sarrollo. R ectifiquem os. H ace ya cierto tiem po
h egem on ía m onetaria internacional. que este tem a de tanta im portancia para la Ar
gentina y para otros países periféricos ha perdi
El librecam bism o propiciado por corrientes
do notoriam ente su lugar en la discusión pública
económ icas en boga sirvió efectivam ente para
y académica; y tam bién en la política, que, en su
im pulsar el com ercio m undial en el largo perío
m ejor sentido, consiste precisam ente en la bús
d o d e auge que siguió a la segunda guerra m un
queda, propuesta y concreción d e m odelos o esti
dial. En cam bio, no contribuyó a frenar las ten
los de sociedad. En estos últim os años, después
dencias proteccionistas que caracterizan el com
del fracaso d el liberalism o económ ico con autori
portam iento d e la mayoría d e los países indus
tarismo político, las controversias sobre la adm i
triales d esd e que se inició, a principios de la déca
nistración de la coyuntura en una crisis aguda ha
da pasada, un p eríod o d e estancam iento e inesta
desplazado del debate económ ico a temas más
bilidad d e la econom ía m undial. La extensión de
vinculados con la trayectoria de largo plazo.
este p roteccionism o centrípeto no ha obstado pa
ra q ue tam bién en este últim o período funcionen Es com prensible que una crisis tan profunda
e n la p e r ife r ia la teo ría y la práctica d e la y com pleja com o ésta, caracterizada por la deuda
“apertura”, com ercial y financiera. Ello ha tenido externa, suscite las m ayores preocupaciones, los
nefastas consecuencias, com o se sabe, para el d e mayores esfuerzos. Sin em bargo, la form a de
sarrollo y la industrialización d e los países que se hacerle frente no debiera desvincularse de una
han dejad o seducir por los interesados corifeos política global, de más largo plazo. Es crucial, es
d e esas teorías, o que se han visto forzados a im prescindible, volver a exam inar las alternati
hacerlo, en esas etapas autoritarias y represivas vas de ese largo plazo, las que p u ed en conside
rarse c o m o m o d e lo s, co m o estilo s, o com o
proyectos políticos. El pensam iento de Prebisch
constituye para ellas un aporte original e im por
'®M. D inenzon y B. H o p en h ay n (1987): El régim en
m o n etario in ternacional y la crisis de la deu d a, c í s e a , B uenos tante, basado en la experiencia histórica nuestra.
Aires. Es necesario m antener ese pensam iento vivo, ex
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p o n ién d o lo y d iscu tién d olo, por am or y respeto a del sistema vigen te”, en form a “com patible con
la m em oria d e Prebisch y al futu ro de nuestros nuestro concepto de la dem ocracia y de los valo
pueblos. res h u m anos”.
A la b úsqueda d e explicaciones válidas y pro Valga para el final de este hom enaje a Pre
puestas útiles d ed icó Prebisch su vida. En sus bisch volver a citar sus palabras, que en clara
últim os aportes, los m ás ricos y am biciosos proba síntesis plantean el problem a y la propuesta:
b lem en te, se p rop u so “ofrecer a la discusión teó “Equidad distributiva, vigor del desarrollo y nu e
rica algu n os lineam ientos d e una posible trans vas form as institucionales d e una dem ocracia g e
form ación ” del capitalism o periférico. Su p reo nuinam ente participativa. T ales son los grandes
cupación central era encontrar “m aneras de eli objetivos que m e han guiado en la teoría de la
m inar las tendencias excluyentes y conflictivas transform ación”.
In t r o d u c c ió n
R E V IS T A D E L A C E PA L N® 3 4
tario Ejecutivo d e la propia C om isión, de u n c t a d 1943, la política económ ica de la A rgentina estu
y d e iLPEs, y asesor del Secretario G eneral de las vo, en gran m edida, bajo su responsabilidad; y es
N aciones U nidas. Pero en este trabajo, exam ina a él a quien hay que atribuir su éxito. A rgentina
ré sólo su gestión com o banquero central. fue uno de los países más severam ente afectados
por la Gran D epresión. C om o m uestra el cuadro
1. R elación personal 1, los ingresos de exportación y las entradas de
capital cayeron tan abruptam ente, que en 1933
Oí por prim era vez el nom bre d e Raúl Prebisch,
las im portaciones habían bajado, en térm inos
en abril o m ayo d e 1945, d e labios d e Roberto
reales, a 42% de su nivel d e 1929; sin em bargo, la
T riffin , que se refirió a él com o a uno de los
política económ ica aplicada en el país redujo la
m ejores econom istas que había conocido. Com o
contracción del producto interno bruto real a
R oberto T riffin conocía a todos los grandes eco
sólo 86% del nivel m áxim o alcanzado en 1929.
nom istas d e la época, pen sé q ue exageraba, pero
En 1939, el producto interno real era 15% supe
com p ren d í d esp u és que no era así. En todo caso,
rior al de diez años antes. La política económ ica
haber oíd o el nom bre d e Prebisch por primera
en la A rgentina fue, por consiguiente, m ucho
vez 11 años desp u és d e em pezar a estudiar eco más eficaz que en los Estados U nidos, don d e el
nom ía, y 5 años d esp u és d e haber escrito un libro ingreso real había sufrido una contracción de
sobre problem as m onetarios, m uestra la falta de 31 % en 1933 y sólo se había recuperado en 1939,
com unicación entre los econom istas latinoam eri cuando su nivel real era apenas 1.3% más alto
canos existen te e n esa época y, desd e luego, no que antes de la depresión.
habla d em asiado bien d e m i cultura. Sin em bar
go, d eb o decir en d efen sa propia que yo sabía
C u ad ro 1
que el B anco Central d e la República A rgentina
A R G E N T IN A : E V O L U C IO N DE LA E C O N O M IA
había aplicado alrededor d e 1940 innovadoras 1929-1943
políticas an tid clica s, rep etid a m en te elogiadas {1929 = 100)
por la Liga d e las N aciones en sus A nuarios sobre
M oneda y Banca. Estaba enterado d e las sobresa
lientes políticas m onetarias d e la A rgentina, pero 1933 1935 1939 1943
n o conocía el nom bre d e la persona que las había
E xportaciones 51.7 72.4 72.6 101.3
id ead o y p uesto en práctica, y que había explica
Im portaciones 42.2 60.4 74.0 47.2
d o su p ropósito y significado en la prosa tersa y Producción industrial 101.9 116.9 153.8 176.4
clara d e las m em orias anuales del Banco Central piB en térm inos reales 85.6 88.7 114.7 153.6
d e la R epública A rgentina. Costo de la vida 78.6 82.1 92.9 103.6
A ñ o y m ed io d esp u és conocí a Prebisch en Precios al p o r m ayor 89.6 100.4 112.5 201.2
M éxico, en la Prim era C onferencia de T écnicos
d e Banca C entral del C ontinente A m ericano, ce Fuente: Carlos F. D iaz-A lejandro (1970): Essays on the Econo
lebrada en setiem bre d e 1946, e inicié una amis mic History of the Argentine Republict Yale University Press.
3. Creación del B anco Central “El M inistro de H acienda H ueyo, que había
form ado parte de la C om isión que proyectó el
D urante la gestión d e Raúl Prebisch com o Subse Banco Central bajo el M inisterio de Uriburu,
cretario d e H acien d a, una d e sus actividades abandona la idea de la revaluación del oro y se
principales fu e trabajar en la preparación de un limita a proyectar una Ley de Bancos y algunas
proyecto d e ley d e B anco Central, institución que reform as d e la ley de R edescuentos, destinadas a
no existía en A rgentina. Había, sí, dos entidades facilitar fondos a los bancos con inm ovilizacio
que realizaban en tre am bas, en form a im perfec nes. Al m ism o tiem po solicita el asesoram iento de
ta, sus funciones: la Caja d e C onversión, que Sir O tto N iem eyer, del B anco de Inglaterra,
em itía m o n ed a nacional a cam bio d e divisas, y quien a com ienzos de 1933 elabora un proyecto
que excep cion alm en te era autorizada a com prar de Banco Central y otro de Ley de Bancos. En
valores del Estado; y el Banco d e la N ación Ar 1934 llega al M inisterio el doctor Pinedo y em
gentina, que era el d epositario y agente fiscal del prende la reform a del régim en de m oneda y
G obierno, y que excep cion alm en te hacía présta bancos. Los proyectos que envía al C ongreso se
m os a los otros bancos. A dem ás, a com ienzos de ajustan a los de Sir O tto N iem eyer en su estructu
la Gran D ep resión se estableció la O ficina de ra y disposiciones técnicas; hay, sin em bargo,
C ontrol d e C am bios, tam bién con funciones es diferencias fundam entales de concepción de la
trecham ente relacionadas con la banca central. política bancaria, tanto en lo que concierne a la
Sin em bargo, había consenso en que el sistema situación bancaria presente, com o al desarrollo
funcionaba mal y, a pesar del tem or de que la futuro de esa política. V eam os en qué consisten
creación d e un B anco Central provocase infla estas diferencias;
ción, se com p ren d ía la n ecesidad d e establecerlo. “En c u a n to a la situ a c ió n b an caria, los
En 1932, Raúl Prebisch fu e el m iem bro más proyectos de N iem eyer no preconizan m edida
activo d e u n a com isión organizada para preparar alguna de saneam iento; en cam bio, los nuevos
el proyecto d e ley d e Banco Central. Al parecer, proyectos crean con este objetivo el Instituto Mo-
la com isión no llegó a com pletar su trabajo, por vilizador con fondos de la revaluación del oro,
que u n n u ev o M inistro d e H acienda decidió en según se ha visto. Se consideraba esencial el sa
com en d ar la tarea a un técnico extranjero. Pidió neam iento bancario para que el Banco Central
al B anco d e Inglaterra los servicios de Sir Otto principiara a funcionar sin tropiezos ni desvia
N iem eyer, q u ien redactó un proyecto de ley que ciones. En cuanto a la d euda flotante, mientras
fu e enviado al C ongreso, aunque m odificado y los nuevos proyectos acuden tam bién a la reva
su p lem en tad o por técnicos argentinos, especial luación para pagarla, el proyecto de N iem eyer
m en te por Raúl Prebisch quien, al aprobarse la p rop on e, por el contrario, utilizar 130 m illones
ley, sería nom brado prim er G erente General de de fondos del T esoro para amortizarla y una
la institución. Yo ten go la convicción de que las parte de los beneficios del Banco Central.
disposiciones d e la ley que dieron al Banco su “En cuanto a la política del Banco Central las
extraordinaria eficacia, así com o las instituciones diferencias fundam entales son las siguientes;
auxiliares que contribuyeron a su éxito, fueron “Primero; Los nuevos proyectos crean la Ins
obra d e éste. pección de Bancos com o dependencia del Banco
En las C onversaciones sostenidas en el Banco Central, con amplias facultades de exam en de la
d e M éxico e n 1944 sobre la experiencia m oneta situación de los establecim ientos de crédito. En
ria argentina, que, com o dije antes, debieran ser cam bio, en los proyectos de N iem eyer, solam ente
lectura obligatoria en todas nuestras cátedras de se exige a los bancos la presentación de balances
m on ed a y banca, Raúl Prebisch tuvo el buen ai m ism o Banco.
gu sto d e n o atribuirse explícitam ente las m odifi “Segundo: En los nuevos proyectos se da al
caciones al proyecto N iem eyer, pero lo hizo im Banco Central un instrum ento de absorción de
plícitam ente al narrar el proceso, en palabras que fondos sobrantes en el m ercado a fin de actuar en
m erecen citarse literalm ente, tanto por la luz que el proceso cíclico. En los proyectos de N iem eyer
arrojan sobre la paternidad d e la legislación, co no se hace referencia alguna a un instrum ento de
m o por m ostrar la extraordinaria previsión con esta naturaleza.
q u e ésta fu e preparada. D ice así Prebisch; “Tercero: Mientras en los proyectos de Nie-
192 R E V IS T A D E L A C E P A L N " 34 / A bril de 1 9 8 8
m eyer el B anco C entral podía ten er divisas sin externo, había superado en gran m edida la crisis
lim itación alguna, en los nuevos proyectos del de 1929-1930. En dicho año, los ingresos y egre
G obierno solam en te p u ed e tener en divisas un sos corrientes del G obierno ya se habían equili
20 por cien to del total d e oro y divisas, y el resto brado, debido a la reducción del gasto público, a
debía estar com p letam en te en m etálico; y de este la reform a tributaria y a las m ayores recaudacio
20 por cien to en divisas solam ente la m itad podía nes resultantes de la expansión del producto na
com putarse en el cálculo d e la reserva legal del cional. Igualm ente, la balanza de pagos había
Banco Central. recobrado su equilibrio, y el sistem a cambiario se
“Cuarto: En los proyectos d e N iem eyer se había estabilizado, al operar con un sistema de
d isp on e la elevación d e la tasa d e redescuento del cam bio dual en que el tipo libre fluctuaba alrede
Banco C entral cuan d o la proporción d e la reser dor de una cotización que sobrepasaba solam en
va m onetaria con respecto a los billetes sea in fe te por un estrecho m argen el tipo de cambio
rior al 33 por ciento. En los nuevos proyectos del oficial.
G obierno se suprim e esta m edida restrictiva que T od os los avances descritos, logrados antes
sin d uda habría ten id o serias repercusiones so de crearse el Banco Central, habían sido realiza
bre la situación económ ica general en caso de dos en gran parte gracias a la gestión de quien
aplicarse en una fase d e d escen so cíclico y exp or habría de ser después su prim er G erente G ene
taciones d e oro. ral. C om o Subsecretario d e H acienda y principal
“Q uinto: M ientras los nuevos proyectos del consejero económ ico del G obierno, Raúl Pre
G obierno, ten ien d o en cuenta la índole de las bisch había sido el factor decisivo en la adopción
carteras bancadas y las m odalidades d e nuestros de una política m oderada de protección arance
bancos, adm iten el red escu en to de papel de una laria, que había prom ovido la creación d e nuevas
sola firm a, m ás la firm a del banco que redescuen industrias; había reducido el gasto público; había
ta, el proyecto d e N iem eyer exige dos firmas establecido el im puesto sobre la renta; y había
in d ep en d ien tem en te d e la bancaria y elim ina el organizado el sistem a de cam bio dual, en que el
papel industrial del redescuento. tipo libre subía en grado suficiente para desalen
“D el cotejo que acaba d e realizarse se des tar la salida de capital, pero sin llegar a un nivel
p ren d e claram ente que nuestra Ley de Banco que provocase distorsiones económ icas.
C entral ha hech o el esfu erzo d e adaptar al m edio
A pesar de los éxitos logrados, una parte
argentino el proyecto d e N iem eyer, m odificán
considerable de la cartera de los bancos perm a
d olo en tal form a que se ajuste a la realidad de
necía congelada. T am poco se había desarrollado
nuestro pais^.
un m ercado para valores públicos, ni de corto ni
C om o se ve, fu eron obra d e Prebisch el Insti
de largo plazo, lo que era necesario para canali
tuto M ovilizador, el servicio d e Inspección Ban
zar una parte del ahorro hacia las inversiones
caria adscrito al B anco Central, y la autorización
públicas, así com o para hacer posible la realiza
para ven d er y recom prar los B onos C onsolida
ción de operaciones d e m ercado abierto, a fin de
d os del T eso ro , es decir, las creaciones originales
absorber los excesos de liquidez en períodos de
d e la Ley y los instrum entos con los que el Banco
auge, y reinyectarlos a la econom ía en períodos
C entral realizó su extraordinaria labor durante
de contracción. La congelación de las carteras
sus prim eros o ch o años.
bancarias había sido causada por la política de
crédito excesivam ente liberal seguida por los
4. Situación económica a l crearse
bancos en el período que precedió a la crisis; por
el B anco C entral y tareas a las que tenía
la caída de los precios de los productos agrícolas
que hacer fre n te
d e exportación y de los ingresos de los agriculto
En 1935, al iniciar sus operaciones al B anco C en res; y por la saturación de papeles del Gobierno.
tral, la A rgentina, gracias a la política de indus Por su parte, la inexistencia de un m ercado para
trialización seguida por el G obierno y gracias valores públicos era, en parte, consecuencia na
tam bién a la recuperación parcial del m ercado tural de la etapa de desarrollo económ ico del
país, pero m ucho más del desequilibrio en que
habían estado las finanzas públicas hasta un año
*Banco C en tral d e la R epública A rgentina, op. cit. p. 267. o dos antes, puesto que la A rgentina ya generaba
R A U L P R E B IS C H , B A N Q U E R O C E N T R A L / Felipe Pazos 193
un volum en d e ahorro suficiente para hacer po congelación, que era de m $n 485.3 m illones. La
sible encauzar una parte d el m ism o hacia la com utilización de esa sum a para com prar activos con
pra d e títulos em itidos por el sector público. gelados duplicaba con creces los encajes y hacía
Por el h ech o m ism o d e su creación, el nuevo posible una expansión explosiva del crédito ban
instituto unificó las fu n cion es d e banca central cario; pero no provocó tal efecto porque el Banco
antes dispersas entre la Caja d e Conversión, el Central reabsorbió una tercera parte del incre
B anco d e la N ación A rgentina y la O ficina de m ento de encajes m ediante la venta de títulos, y
C ontrol d e Cam bios, haciendo posible la realiza persuadió a los bancos a no expandir sus présta
ción más eficien te d e las operaciones de Banco mos. La eficacia del poder pesuasivo del Banco
Central. A sim ism o, a más del cum plim iento de Central fu e reforzada por el hecho de que, com o
sus fu n cion es norm ales, la nueva institución te m uestra el cuadro 2, los encajes habían caído a
nía ante sí las siguientes tareas: a) sanear el siste niveles sum am ente bajos y que, a pesar de su
m a bancario; b) crear un m ercado de valores enorm e aum ento, subieron a niveles sólo m od e
públicos; y c) utilizar este m ercado, conjunta radam ente más altos que los que habían tenido
m en te con el sistem a cam biario, para aplicar una en el trienio 1926-1928. A dem ás, las angustias de
política anticíclica que preparase el país para el ios años de congelación habían h echo m ucho más
d escen so en los ingresos externos que debía esp e cautelosa la actitud de los bancos.
rarse d en tro d e los dos o tres años siguientes. D e diciem bre de 1934 a diciem bre de 1935,
C om o se explica a continuación, el Banco Central el encaje m antenido por los bancos aum entó de
cu m p lió estas tareas a cabalidad, en form a extre 14.0% a 24.7% de sus depósitos; pero los présta
m adam ente eficiente. m os subieron apenas en 1.7%, los m edios de
pago en circulación aum entaron en m enos de
5. Saneam iento y descongelación 10.0% y el costo d e la vida en sólo 4.5% (cuadro
del sistema bancario 3). Los precios al por mayor bajaron en 1.0%, y la
cotización de la libra esterlina en el m ercado libre
El sa n ea m ien to y d esco n g ela ció n del sistem a
bajó de 19.48 a 18.09. La explosión financiera
bancario fu e realizado m ediante la revaluación
que podría haberse tem ido, no se produjo. ¡Al
d e las reservas oro, cu an d o éstas fu eron transfe
crear el Instituto M ovilizador de Inversiones
ridas d e la Caja d e C onversión al B anco Central,
Bancarias, Raúl Prebisch ju g ó con dinam ita, pe
y la asignación d e las utilidades resultantes a la
ro supo evitar que ésta explotara!
creación d e una nueva entidad, el Instituto Movi-
lizador d e Inversiones Bancarias, que com pró a
los bancos los valores públicos y los créditos pri
vados en m ora q u e tenían en cartera. El Instituto C u ad ro 2
M ovilizador fu e, por con sigu ien te, creado en
A R G E N T IN A ; D E PO SIT O S Y ENCAJES BA N CARIOS,
form a en teram en te heterodoxa, que tenía un 1926-1935
en o rm e potencial inflacionario; pero en vez de (Saldos de fin de año en millones de m$n)
provocar una rápida espiral d e precios y salarios,
tuvo efectos altam ente positivos, ya que descon
geló la cartera d e los bancos, hizo posible la crea Depósitos Efectivo Encaje (%)
ción d e un m ercado d e valores públicos y capaci
1926 3 347 618 18.5
tó al B anco Central para realizar operaciones de
1927 3 477 635 18.3
m ercado abierto. 1928 3 836 909 23.7
Las reservas oro d e la Caja d e Conversión 1929 3 986 705 17.7
estaban contabilizadas a su valor del decenio de 1930 3 913 528 13.5
1920, antes d e la devaluación de la libra y del 1931 3 731 484 13.0
1932 3 536 596 16.9
dólar, y antes d e la depreciación d el p eso argenti
1933 3 514 609 17.3
n o con relación a estas m onedas; y, por ese m oti 1934 3 465 485 14.0
vo, la revaluación del oro casi d uplicó su valor y 1935 3 357 827 24.7
produjo una utilidad contable de m $n 701.1 mi
llones, equivalente a una vez y m edia el valor del F uente: Banco C entral de la R epública A rgentina, Memoria
encaje m antenido p or los bancos antes de la des anual, 1935.
194 R E V IS T A D E L A C E P A L N “ 34 / A brü de 1 9 8 8
por el F on d o d e Estabilización d e la M oneda, que m iento a 2.52% y 1.98% y 1.72% en diciem bre de
era una cuenta del B anco Central más bien que 1935, 1936 y 1937, respectivam ente.
una institución propiam ente dicha^. Raúl Pre- A ntes de term inar el año 1936, el Banco
bisch n o tuvo ese tem or y, desd e el principio alcanzó un volum en de venta de m $n 400 m illo
m ism o d e las o peraciones d el B anco Central de la nes, que era el m onto de bonos consolidados que
R epública A rgentina, en m ayo d e 1935, em itió, y tenía en cartera, por lo que procedió entonces a
ven d ió certificados de participación en los bonos colocar letras de tesorería (el producto de cuya
consolidados del T esoro N acional. N adie pensó venta se aplicaba a retirar deuda pública), y em i
que estas obligaciones eran em itidas porque el tió después certificados de custodia de oro y divi
B an co C entral n ecesitase recursos, y todo el sas, habiendo llegado en agosto de 1937 a tener
m u n d o con fió en la solvencia d e los títulos, que colocados m $n 741 m illones en los tres tipos de
tuvieron aceptación inm ediata. valores®; pero, com o m uestra el cuadro 4, las
El factor más im portante en la creación del disponibilidades líquidas del sistem a bancario
m ercado d e títulos fu e, sin em bargo, la enorm e habían com enzado a bajar desde el mes anterior,
masa m onetaria inyectada por el Instituto Movi- cuando habían llegado a un m áxim o de m $n
lizador, que puso a los bancos en condiciones de 1 543 m illones. Por este m otivo, el Banco Central
com prar los certificados d e participación en los d ism in u yó rápidam ente su venta de valores,
b o n o s con solid ad os del T eso ro y, más tarde, bajándola a m $n 373 m illones en diciem bre de
otros títulos del B anco Central y letras de tesore 1938 y cantidades progresivam ente m enores en
ría. Las operaciones d e d escongelación del Insti los años siguientes. A fines de 1941, el Banco
tuto casi duplicaron las reservas de los bancos y Central todavía em itía y vendía m $n 30 m illones
les dieron fon d os más que suficientes para com en certificados, pero probablem ente lo hacía pa
prar los títulos del B anco Central. ra conservar un instrum ento que podía volver a
necesitar en el futuro.
8. Operaciones de mercado abierto En sus C onversaciones sostenidas en el B an
co de M éxico, Prebisch explica que el Banco C en
En 1935, la econ om ía argentina estaba creciendo
tral com prendía que hubiera sido m ucho mejor
a una tasa anual d e 4.5% y gen eran d o un produc
vender ios títulos a los depositantes más bien que
to territorial bruto cercano al 90.0% de su nivel
a los bancos, porque así se hubiese reducido si
d e 1929. N i la tasa d e crecim iento ni el grado de
m ultáneam ente el p od er de com pra del público y
utilización del aparato productivo hacían acon
la capacidad de préstam os de los bancos, y por
sejable aplicar una política m onetaria dirigida a
que esta últim a quedaba reducida en una form a
frenar la exp an sión , pero la enorm e cantidad de
más efectiva, que escapaba a la posible decisión
liquidez inyectada para sanear el sistem a banca
posterior de los bancos de recuperarla. La venta
rio podía servir d e base a un gran aum ento de los
de títulos de corto plazo a los bancos perm ite a
préstam os, d e los m edios d e pago, d e la dem anda
éstos recuperar su capacidad de préstam o al ven
agregada, d e las im portaciones y d e los precios.
cer el plazo con sólo no volver a comprar, cosa
Era necesario pues, absorber la liquidez sobran
que está fuera de su alcance si los títulos han sido
te, por lo q ue el Banco Central inició de inm edia
vendidos al público, y las disponibilidades de los
to una política d e em isión y venta d e certificados
bancos se han reducido porque el público ha
d e participación en los bonos consolidados del
com prado los títulos girando contra sus depósi
T eso ro N acional que tenía en su cartera. Los
tos en los bancos. El Banco Central de la R epúbli
certificados se em itían con un vencim iento de 90
ca A rgentina no pudo, sin em bargo, vender títu
días y un ren d im ien to d e 2.75% anual, y se ofre
los ai público porque, en el caso de los certifica-
cían en licitación con la garantía d e ser readquiri
d os al precio d e venta. D esde un principio se
v en d ieron con prim a, lo que hizo bajar su rendi- ^A dem ás d e v e n d er certificados y letras, el Banco habla
c om prado dólares p o r u n m onto de m $n 207 m illones con
recursos del F ondo d e Divisas, lo q u e im plicaba tam bién una
®Estas recom endaciones fu e ro n cum plidas siete años operación de esterilización de fondos. De acu e rd o con nu es
desp u és, cu an d o fue crea d o el B anco Nacional de Cuba, pero tras cifras, las operaciones de esterilización llegaron a alcan
éste n u n ca em itió obligaciones, ni a n om bre propio, ni a zar u n m áxim o de m $n 948 m illones; pero, según N urkse, su
n o m b re del F ondo de Estabilización de la M oneda, m onto sobrepasaba en ju n io de 1937 los m $n 1 000 millones.
196 R E V IS T A D E L A C E P A L N “ 34 / A lm i de 1988
C uadro 4
A R G E N T IN A : D IS PO N IB ILID A D E S LIQ U ID A S Y A BSO RCIO N , 1934-1938
{Millones de m$n)
D isponibilidades Absorción % de
líquidas p o r el BC Efectivo Depósitos encaje Préstam os
Fuente: B anco C en tral d e la R epública A rgentina, m em orias anuales y suplem entos estadísticos.
d os d e participación, la Ley se lo prohibía, y en el la ley^, lo que hizo posible que, apenas aum enta
caso d e los otros títulos, ios bancos se opusieron dos sus encajes, los bancos desarrollasen una
por considerar que el B anco Central no debía aguda com petencia entre sí, d isponiendo visitas a
captar recursos del público en com petencia con clientes de entidades rivales para ofrecerles cré
ellos. dito a tasas más bajas de interés. Esto preocupó
Este aspecto d e la experiencia argentina es seriam ente al Banco Central, no sólo por razones
d e gran interés, porque el argum ento d e que el m onetarias sino porque, conociendo la situación,
B anco C entral n o debe com petir con los bancos sabía que no era aquel el m om ento propicio para
ha sido el principal obstáculo a la utilización de dism in u ir ganancias y entrar en operaciones
u n instru m en to d e política tan im portante com o arriesgadas, ya que aún había m uchos quebran
la com pra y venta e n m ercado abierto de títulos tos por sanear. El Banco Central llam ó a los ban
em itid os por el propio B anco Central. El argu cos y les aconsejó coordinar su política y concer
m en to n o es válido, porque la venta de títulos tar un convenio entre ellos, com prom etiéndose a
propios no es una form a d e com petencia sino de no reducir la tasa de interés por debajo de 4%. Al
regulación m onetaria, que p u ed e utilizarse en principio los bancos opusieron resistencia, pero
vez d e elevar los requisitos d e encaje, pero ha el Banco Central insistió y se firm ó el convenio.
sido un argu m en to eficaz para im pedir la utiliza C onjuntam ente con el éxito de su esfuerzo
ción d e este instrum ento. por contener la indebida expansión del crédito,
el Banco Central recom endó a los bancos, y éstos
9. P olítica de p e rstm ió n aceptaron, no pagar dividendos superiores a 5%,
a fin de constituir reservas. Sin el apoyo de nin
A pesar d e haber sido brillantem ente concebida y guna disposición legal, sim plem ente por m edio
ejecutada, la política d e absorción d e fondos no de la persuasión, el Banco Central logró que los
hubiera p od id o evitar una fuerte expansión de bancos destinaran la mayor parte de sus utilida
los préstam os bancarios si el B anco Central no des a aum entar sus capitales.
h u b iera d esarrollad o una gestión eficaz para
persuadir a los bancos a seguir una política de
crédito p ru d en te. En efecto, la venta de valores ’La ley exigía u n encaje m ínim o d e 16.0% sobre d epósi
tos a la vista y de 8.0% sobre depósitos a plazo. Com o los
nunca llegó a hacer descen d er el efectivo de los
prim ero s sum aban a lre d ed o r de u n tercio del total, y los
bancos p or debajo d e 21.0% d e los depósitos, que segundos a lre d e d o r de dos tercios, el encaje m ínim o m edio
era casi el doble d el encaje m ínim o requerido por estaba e n tre 10.0% y 11.0%.
R A U L P R E B IS C H , B A N Q U E R O C E N T R A L / Felipe Pazos 197
boración del pian d e reactivación económ ica, en apreciable a la violación de los controles. La am
cuyo texto se detecta, según Carlos Díaz, “el in plitud m oderada de las fluctuaciones se debió a la
con fu n d ib le estilo d e Raúl Prebisch”^*. política de intervención del Banco Central; pero
ésta tuvo éxito porque las expectativas del m erca
12. P olítica cambiaria d o lo hicieron posible. A todo lo largo del perío
do, los inversionistas nacionales y extranjeros
En 1931, la crisis del com ercio exterior y la fuga
m antuvieron su fe en la econom ía argentina, esti
d e capitales obligaron a la A rgentina a establecer
m ando que ésta podía experim entar dificultades
el control d e cam bios, inicialm ente en un sistema
transitorias que aconsejasen transferencias tem
rígido d e cam bio único, que intentaba regular
porales de capital, pero la tendencia a extraer
todas las operaciones y, d esp u és, en un sistema
capital se aplacaba cuando el tipo libre subía en
d e cam bios diferenciales que controlaba alrede
10%, 15% o, cuando más, 25%. Q uienes extraían
dor d e 85% d e las transacciones y dejaba al m er
capital tenían fe en que las dificultades cesarían y
cado libre el 15% restante. El sistem a establecía
que el precio de la libra y del dólar volvería a
tres tipos: u n o, d e 15 pesos por libra esterlina
bajar.
para las exp ortacion es im portantes, otro de 16
Las C onversaciones sostenidas en el Banco
para las im portaciones esenciales, y otro flotante
de M éxico m uestran que Prebisch com prendía
para todas las dem ás transacciones corrientes y
con gran claridad que no tiene sentido restringir
m ovim ientos d e capital. El B anco intervenía acti
cuantitativam ente la im portación de un produc
vam ente en el m ercado libre, no perm itiendo
to por debajo de la d em anda existente, y vender
que el tipo fluctuara más allá d e un m argen de 17
le divisas baratas al com erciante im portador. En
a 20 pesos por libra esterlina, es decir, un m argen
efecto, el bajo precio de éstas no favorece al con
d e 6.0% a 25.0% por encim a del tipo d e im porta
sum idor sino al im portador, ya que la restricción
ción en el m ercado oficial.
hace subir el precio de venta en el m ercado nacio
Sin entrar a discutir en detalle el sistema, ni
nal por encim a del costo de im portación, dando
las m odificaciones que se le hicieron en 1935-
ganancias indebidas al interm ediario. Prebisch
1943, p od em os decir que el control de cambios
ya com prendía en 1944 el efecto S ohm en, llama
fu e m anejado con extraordinaria eficacia para
d o así por haber sido descrito por prim era vez, en
estim ular las exportaciones, frenar las im porta
1958, por este autor, si bien había sido utilizado
ciones, p rom over la industria nacional y suple-
m uchos años antes por T riffin, que basó en él su
m entar la acción anticíclica d e la política m oneta
recom endación de que se elim inasen las restric
ria interna. En los períodos de aum ento de las
ciones cuantitativas a la im portación en el Ecua
exp ortacion es, la afluencia d e divisas presionaba
d or en 1947^^.
hacia abajo el tipo libre y lo hacía descender a 17,
pero el B anco C entral entraba a com prar y no lo
13. Efectos de la política anticíclica
dejaba bajar d e ese nivel. En los períodos de caída
d e las exp ortacion es, el tipo subía, contribuyen En las secciones precedentes hem os exam inado,
d o a frenar la salida d e divisas, pero el Banco una por una, las políticas aplicadas por el Banco
entraba al m ercado com o vendedor, y no lo deja Central d e la República A rgentina durante el
ba subir por en cim a d e 20. período que se exam ina, es decir, las operaciones
El m ercad o libre e n la A rgentina, en el perío d e m ercado abierto, el redescuento, la persua
d o q ue estam os exam in an d o, sirvió com o válvula sión al sector privado y el asesoram iento al G o
reguladora d e los m ovim ientos d e capital, tanto bierno. A hora verem os cuáles fueron sus efectos
nacional com o extranjero, y com o m ecanism o de a lo largo del período: prim ero, en la fase cíclica
fren o a las im portaciones en la fase descendente ascendente, 1935-1937 en que se utilizaron para
del ciclo; y, com o se m antuvo d en tro de una neutralizar presiones inflacionarias; después, en
franja d e fluctuación estrecha, no provocó dis la fase cíclica descendente, 1938-1939, en que
torsio n es d e p recios, ni o freció un incentivo
'^E gon S ohm en (1958): T h e effect o f devaluation on
th e price system, Quarterly Jo urnal of Economics, mayo. Para la
*'C a rlo s F, D íaz-A lejandro (1970); Essays on the Economic explicación d e Prebisch, B anco C entral de la República A r
History of the Argentine Republic. Yale University Press, p. 105. gentina, op. cit. p. 308,
R A U L P R E B IS C H , B A N Q U E R O C E N T R A L / Felipe Pazos 199
tuvieron por objetivo evitar la contracción de la gran m edida, el efecto m onetario del increm ento
econ om ía real; y, por últim o, en los años 1940- de reservas resultante del aum ento de las exp or
1943, e n que la tarea del B anco fu e contrarres taciones. Entre m ayo de 1935 y julio de 1937, las
tar, suplem entar y rectificar los graves efectos reservas internacionales aum entaron en m $n
distorsionadores d e la segu n d a guerra m undial. 840 m illones, m ientras que los m edios de pago en
C uriosam ente, la prim era política aplicada circulación subieron sólo en m $n 590 m illones, lo
por el B anco C entral n o tuvo carácter anticíclico, que significa que la venta de títulos y los hábitos
sino potencialm ente procíclico. C om o vim os an de ahorro del público esterilizaron m $n 250 mi
tes, esa prim era m edida del Banco, realizada a llones del aum ento m onetario potencial. Estos
través d e su institución auxiliar, el Instituto Mo- resultados parecen increíbles, aun para quienes
vilizador, fu e sanear la cartera d e ios bancos m e tenem os una adm iración sin límites por la ges
diante la com pra a éstos d e valores del G obierno tión de Prebisch.
y d e créditos privados d e d u d oso cobro. Esta En ju lio de 1937 com enzaron a bajar las ex
m ed id a p u d o haber ten id o consecuencias exp lo portaciones, descenso que continuó hasta finales
sivas, pero no fu e así, porque sus posibles efectos de 1938 y que redujo su valor en alrededor de
in flacion arios q u ed a ro n neutralizados, o más 40% en año y m edio. La caída de las exportacio
que neutralizados, por las ventas d e títulos y por nes afectó la actividad económ ica interna y pro
la persuasión sobre los bancos. D e hecho, el obje vocó una dism inución de reservas, ante la cual el
tivo d e la política anticídica del B anco Central no Banco recom endó al G obierno que intensificara
fu e tanto contrarrestar el efecto expansivo del el control de cam bios y que som etiera a licencia
alza d e las exportaciones y d e las entradas de las im portaciones, que estaban entrando sin ella,
capital, com o esterilizar el exceso d e liquidez en a través del m ercado libre. Al propio tiem po, el
los bancos. A fortu n ad am en te, esta política anuló Banco inició la política de readquisición de los
la fuerza explosiva del saneam iento bancario e títulos que había ven d id o en la fase ascendente
hizo d e éste una m edida d e enorm es beneficios del ciclo, lo que perm itió a los bancos m antener, y
para la nación, sin costo alguno para ella. aun aum entar ligeram ente, su volum en de crédi
La eficacia d e las políticas anticíclicas puede to. A dem ás, la contracción económ ica redujo los
verse con gran claridad en el gráfico 1, que regis depósitos a plazo, dism inuyendo la absorción es
tra la evolución d e los m edios d e pago y de las pontánea de m edios de pago por parte del públi
reservas en oro y divisas durante el período que co. Entre ju lio de 1937 y diciem bre de 1938, los
se exam ina, m ostrando el efecto d e las variacio m edios de pago bajaron en sólo 6.8%, a pesar de
nes d e éstas sobre aquéllos, y, por residuo, el que las reservas internacionales dism inuyeron en
efecto d e las variaciones del crédito interno. El 43.5% . Al año siguiente, 1938, las exportaciones
gráfico 1 y el cuadro 5 están tom ados, con ligeras recuperaron una parte de su valor perdido y los
adaptaciones, d e las m em orias del Banco C en m edios de pago aum entaron en m edida aproxi
tral, en las que Raúl Prebisch aplicó por primera m adam ente igual que las reservas internaciona
vez una técnica d e análisis que fu e sistematizada y les. En 1938, el producto interno bruto se con
refinada desp u és por Robert T riffin y que es trajo en 2.8%, pero en 1939 se recuperó, aum en
utilizada hoy, con diversas variaciones y refina tando en 4.5%.
m ientos, por los bancos centrales y por las institu
En mayo de 1940, el recrudecim iento de la
ciones m onetarias internacionales*'^.
guerra cerró el m ercado para los productos ar
El gráfico 1 y el cuadro 5 m uestran que la
gentinos en el continente eu rop eo, desplazó el
política anticíclica neutralizó enteram ente al au com ercio de im portación hacia los Estados U n i
m en to potencial d e la liquidez generado por el
dos, y desequilibró los ingresos y egresos en divi
saneam iento bancario y contrarrestó tam bién, en
sas, creando una gran abundancia de libras ester
linas y una gran escasez de dólares, que obligó a
la A rgentina a establecer controles discrim inato
' ’’R o b ert T riffin ( 1946) : Esbozo general de un análisis de las rios contra las im portaciones procedentes de los
series estadisticas monetarias y bancarias de América Latina sobre
Estados U nidos. Posteriorm ente, este país m ulti
bases uniformes y comparables, P rim era R eunión de Técnicos
sobre Problem as de B anca C entral del C ontin en te A m erica plicó sus com pras de productos argentinos, pero
no, México. m antuvo m uy bajas sus ventas, debido a las esca-
200
R E V IS T A D E L A C E P A L N " 3 4 / A lm i de 1988
G ràfico 1
A R G E N T IN A : M EDIO S DE PA GO POR O RIG EN
1935-1943
m e d io s
D E PA GO
ORO Y
DEVISAS
seces d e guerra, por lo que la A rgentina vio au una tasa m uy inferior al aum ento de las reservas
m entar verticalm ente sus reservas de oro y divi internacionales.
sas- Entre 1940 y 1943, las reservas subieron a Las políticas del Banco Central durante la
una tasa anual m edia d e 37.5% haciendo crecer guerra fu eron tan eficientes com o las m edidas
los m edios d e pago a una tasa anual m edia de anticíclicas de 1935-1939; pero fueron éstas, por
23.0% e n los tres años. A pesar d e las dificultades su belleza técnica, las que provocaron atención
d e la guerra y d e la necesidad de financiar los internacional. En su conocido análisis de la ex p e
exced en tes d e cosechas, el B anco Central pudo riencia m onetaria internacional entre las dos
m antener el crecim ien to d e los m edios de pago a guerras m undiales, Ragnar N ukse se refiere a la
R A U L P R E B IS C H , B A N Q U E R O C E N T R A L / Felipe Pazos 201
C uadro 5
A R G E N T IN A : M EDIO S DE PAGO PO R O R IG EN , 1935T943
{Millones de m$n)
1935 19.35 1936 1937 1937 1938 1939 1940 1941 1942 1943
Mayo Die. Die. Ju lio Die. Die. Die, Die. Die. Die. Die.
Factores e x te rn o s“ 1 460 1 480 2 000 2 300 1 700 1 300 1 480 1 400 1 870 2 360 3 650
Factores internos*’ 3 210 3 250 3 300 3 280 3 470 3 620 3 840 3 850 4 650 4 980 4 960
T o ta F . 4 670 4 730 5 300 5 580 5 120 4 920 5 320 5 250 6 420 7 280 8610
M enos absorcion"^ 2 670 2 540 2 900 2 990 2 4.50 2 420 2 560 2 430 2 860 2 990 3 350
M edios de pago en
circulación (M2)''. 2 000 2 190 2 400 2 590 2 670 2 500 2 760 2 820 3.560 4310 5 760
política m onetaria argentina en los siguientes xim o d e más de 1 000 m illones d e pesos en ju n io
térm inos: de 1937, que fu eron vendidos durante los diecio
“Es A rgentina la que ofrece el ejem plo más cho m eses subsiguientes y con el producto de esas
relevante d e neutralización cíclica en ambos p e ventas fueron pagadas las letras y certificados de
ríodos, el d e alza y el d e recesión, durante los tres T esorería que habían sido em itidos para finan
años 1936-1938. A quí nuevam ente, la época de ciarlas... Gracias a la política de neutralización, la
m ediados d e 1937 constituyó el punto crítico. expansión m onetaria en 1936-1937 fu e m odera
Los cam bios en el m ercado m undial afectaron a da en com paración con el alza en las exportacio
la balanza d e pagos d e A rgentina con particular nes y con la afluencia de fondos y, análogam ente,
violencia, p uesto que se reforzaron con una e n la contracción en el crédito in tern o d urante
trada d e fo n d o s exteriores antes y una salida de 1937-1938 fu e ligera, en com paración con la re
ellos d esp u és del p un to crítico, así com o por unas v e r sió n r e g istr a d a e n la b a la n za d e p a g o s
con d icion es clim áticas que produjeron una cose exteriores”^"*.
cha excep cion alm en te buena, antes y otra muy
mala inm ed iatam en te d esp u és d e dicho año. Las 14. M odelo de leyes bancarias
repercusiones d e estos acontecim ientos sobre la
La experiencia argentina sirvió de inspiración a
situación crediticia interna fu eron sorprenden
Roberto T riffín en sus trabajos de revisión de la
tem en te pequeñas, sien d o ello debido a la nota
estructura y funciones de la banca central en
ble política d e “aislam iento” m onetario adopta
países en desarrollo, que cristalizaron en las legis
da, lo m ism o en el períod o d e alza que en el de
laciones de Paraguay, Guatemala, República D o
d ep resión . La a fluencia d e cam bios exteriores en
m inicana y Ecuador. Estas, a su vez, sirvieron en
1936 y en los prim eros m eses d e 1937 fu e esterili
parte d e m odelo a las leyes creadoras de ios Ban
zada, en prim er térm ino, m ediante la venta de
cos Centrales de Cuba y H onduras, y a las m odifi
obligaciones d el B anco Central, y, después de
caciones de las leyes bancarias en El Salvador y en
noviem bre d e 1936, m ediante la cesión d e certifi
cados y letras d e T esorería al m ercado para com
pras d e divisas por cuenta del G obierno... El cam R agnar N urkse (1968): La experiencia monetaria interna-
bio total absorbido d e este m od o alcanzó un má- donai, México, p. 90.
F M i-B iD .c E M L A ,
202 R E V IS T A D E L A C E P A L N " 34 / A bril de 1 9 8 8
V en ezu ela . La g estión d e Raúl Prebisch fue, después de 1945 y alcanzó su m áxim o nivel en las
pues, la fu en te d e la banca centrai contem pora varias veces m encionada Primera C onferencia
nea en A m érica Latina. de T écnicos de Banca Central del C ontinente
La belleza teòrica d e las nuevas leyes banca- Am ericano. En el decenio de 1950 dism inuyó
rias y la prom esa que ofrecían d e neutralizar el rápidam ente, porque el interés se desplazó hacia
ciclo econ óm ico en cen d ieron el entusiasm o de la teoría y política del desarrollo económ ico, y
los econom istas latinoam ericanos. En consecuen hacia el estudio de las causas de la inflación, que,
cia, d epositam os nuestra fe en la política m oneta antes de desarrollarse en el resto del m undo,
ria y cam biaria com o instrum ento clave para so había surgido com o un problem a muy grave en
lucionar m u ch os d e nuestros problem as, y con varios países de Am érica Latina. En parte por
centram os nuestros esfu erzos en refinar al m áxi este desplazam iento del interés y en parte por
m o posible las técnicas d e análisis m onetario y los otras causas, los instrum entos adicionales de ban
instrum entos d e control d e los bancos centrales. ca central creados por las nuevas legislaciones
Fue una ép oca en que em pleábam os largas horas nunca fueron utilizados, ni a raíz de su creación
en discutir cóm o debía com putarse la revalua ni en los años siguientes. D e hecho, ningún banco
ción d e las reservas en la clasificación d e los m e central ha aplicado en las últimas cuatro décadas
dios d e p ago por origen , y en que tratábamos de una política anticídica activa, com o la aplicada
crear controles d e todas clases que diesen a un por Raúl Prebisch en la A rgentina en 1935-1943.
banco central una m ayor capacidad para neutra
lizar las fluctuaciones externas. 15. Factores que han desalentado la aplicación
de u n a política m onetaria anticíclica
El entusiasm o d e los econom istas latinoam e
en A m érica L a tin a en la posguerra
ricanos por las nuevas leyes bancarias, especial
m en te por sus disposiciones cambiarías, no se La pérdida de interés de los econom istas latino
debió tanto a que nos ayudasen a neutralizar am ericanos por la política m onetaria anticíclica, y
m ejor el ciclo, sino a que hacían posible acelerar la poca utilización de ésta por las autoridades
nuestra industrialización, porque nos permitían financieras en las cuatro décadas transcurridas
seguir invirtiendo y crecien do durante la fase desde la term inación de la guerra, parecen d e
d escen d en te del ciclo: al caer las exportaciones, berse a diversas razones. Las más im portantes de
soltábam os el tipo d e cam bio para las im portacio éstas parecen ser las siguientes: a) predom inio de
nes d e lujo, equilibrábam os nuestra balanza de la política de desarrollo; b) posibilidad de aplicar
pagos y seguíam os invirtiendo en industrias y en la política de desarrollo en form a anticídica; c)
infraestructura. Q ueríam os aplicar la nueva polí poca intensidad de las fluctuaciones del com ercio
tica m onetaria porque era un instrum ento indi internacional; d) gran resistencia del nuevo tipo
recto para prom over la industrialización; pero de inflación a las restricciones del crédito, que
cuando, gracias e n gran parte a Prebisch, apren provocaban graves contracciones económ icas; e)
dim os la vía directa, no fu e ya necesario dar un im posibilidad de aplicar una política monetaria
rod eo y n os dedicam os d e llen o a la teoría y congruente durante una inflación con desem
política d e desarrollo. A dem ás, la política de d e pleo; f) elevación de las tasas de interés en los
sarrollo podía aplicarse en form a anticíclica, in países industriales; g) exen ción de im puestos a
tensificando la construcción d e obras de infraes las colocaciones extranjeras en los Estados U ni
tructura y la contratación d e préstam os externos dos; y h) crisis de la deuda.
cu an d o caían las exportaciones, substituyendo Los fuertes m ovim ientos de inflación surgi
así, al m en os parcialm ente, a la política m oneta dos en varios países latinoam ericanos alrededor
ria en su fu n ción d e neutralizar el ciclo. Y, en el de 1950 hicieron que se diera, al principio, m u
terren o d e los h ech os, las fluctuaciones del co cha im portancia a la política m onetaria. Sin em
m ercio en la posguerra fu eron m ucho m enores bargo, estos m ovim ientos inflacionarios mostra
que en la anteguerra e hicieron m ucho m enos ron gran resistencia a la restricción m onetaria,
necesaria la aplicación d e una política m onetaria que incidía m ucho más sobre la producción que
anticíclica. sobre los precios, provocando fuerte desem pleo,
El entusiasm o d e los econom istas latinoam e a pesar del cual seguían subiendo los precios. La
ricanos por la política m onetaria tuvo su apogeo restricción m onetaria provocaba una situación
R A U L P R E B IS C H . B A N Q U E R O C E N T R A L / Felipe Pazos 203
res, que aum entan d e valor en la m oneda nado- de m orir dijo: “Las actuales negociaciones bilate
nal del adquirente, que d even gan réditos a una rales no podrán continuar indefinidam ente, por
tasa relativam ente alta d e interés, y que no pagan que m ientras se esté quitando el aliento a n ues
im puestos. ¡La op ción ofrece pocas dudas! Es de tras econom ías a fin de generar recursos con que
esperar, sin em bargo, que en un futuro no dem a pagar los servicios de la deuda, no habrá inver
siado lejano, los Estados U n id os establezcan un sión, ni nacional ni extranjera, porque el capital
fu erte im puesto a las colocaciones financieras de no se invierte en econom ías que no crecen, o que
propiedad d e residentes d e países en desarrollo o decrecen, y que están sujetas a crecientes tensio
m ejor aun, ofrezcan a estos países la celebración nes sociales”*^. La crisis de la deuda no puede
d e con ven ios fiscales en que se com prom etan a continuar d eten ien d o el progreso de la América
cobrar, por cuenta d e ellos, los im puestos con Latina y del m undo por m ucho tiem po más.
que graven las colocaciones financieras de sus C uando ios obstáculos que han dificultado la
residentes en el exterior. Las actuales transferen aplicación eficaz d e la política m onetaria se supe
cias d e capital d e los países pobres a los países ren, com o tendrán que superarse en un futuro
ricos constituyen un proceso tan ilógico y tan razonablem ente cercano, las enseñanzas m one
contrario a los principios básicos d e equidad, que tarias y bancarias de Raúl Prebisch volverán a
esta esperanza n o debería ser enteram ente ilu tener plena vigencia.
soria.
El últim o d e los obstáculos enum erados, la *®Raúl Prebisch (1986): Exposición en el vigesim opri-
crisis d e la d eu d a, preocu p ó durante los últimos n ier p eríodo de sesiones de la c e p a l . Revista de l a C e p a l , N"
años d e su vida a Prebisch, que, cinco días antes 29, Santiago de Chile, agosto.
R E V IS T A D E L A C E P A L N " 34
C e n t r o - p e r if e r ia y
Dependencia, d e p e n d e n c ia
tos prim arios. Los beneficios del aum ento de la ron bienes cuya dem anda está im pulsada por las
productividad que el progreso técnico d e los cen innovaciones tecnológicas de los centros. Cabría
tros trajo con sigo no se d ifu n d ieron al resto del concluir entonces que, de nuevo, la dinám ica de
m u n d o m ed ian te el descen so d e los precios d e las los centros no favorece a la periferia en la misma
m anufacturas, sino que se m anifestaron en los form a en que beneficia a los centros mismos.
m ism os centros con el acrecentam iento del in V olveré sobre esto más adelante.
greso, d e la d em an d a d e bienes y servicios, y de la Al com enzar afirm é que la polém ica sobre la
acum ulación d e capital para satisfacerla. La d e dependencia había enriquecido el esquem a cen
m anda d e bienes prim arios producidos por la tro-periferia. Acaso la contribución más im por
periferia tam bién se acrecentó en este proceso, tante haya sido la incorporación de las relaciones
gen eralm en te con gran intensidad, y el aum ento de poder en ese esquem a. En el desarrollo apen-
corresp on d ien te d e ingresos se desplazó hacia los dicular d e la periferia, los grupos dom inantes de
centros en procura d e bienes m anufacturados. los centros se habían articulado con los grupos
Este esquem a com en zó a resquebrajarse d u similares de la periferia; había una cierta com u
rante la prim era guerra m undial. Pero el im pul nidad de intereses entre esos grupos sociales,
so decisivo a la industrialización surgió sobre to aunque con una clara subordinación de los peri
d o d e la crisis d e los años treinta. N o fue una féricos. La hegem onía de los centros, y especial
exigen cia doctrinaria, sino una im posición de cir m ente del centro dinám ico principal, se asentó
cunstancias adversas que obligaron, asimismo, a en su superioridad económ ica, financiera y tec
la sustitución d e im portaciones. N ad ie pudo pen nológica, en la fragm entación de la periferia, en
sar en esos tiem pos en exportar m anufacturas a la tendencia al desequilibrio del intercam bio, y
los centros; tam poco durante la segunda guerra en aquella subordinación o dependencia, com o
m undial y los difíciles años d e la posguerra. Sin quiera llamársele.
em bargo, d esp u és vin ieron tiem pos propicios La superioridad de los centros siguió m ani
para la exportación d e m anufacturas. A lgunos festándose durante la industrialización periféri
países d e la región los aprovecharon bien, en ca, y adquiriendo nuevas m odalidades. A la suc
tanto que otros, com o A rgentina, no supieron ción de ingresos de las em presas productoras y
hacerlo con su ficien te intensidad y persistencia exportadoras de bienes primarios e im portado
d e objetivos. ras de m anufacturas, antes de la industrializa
A l n o participar la periferia en la industriali ción, así com o de las em presas de servicios públi
zación, grandes sectores d e la población queda cos, se añadió la sangría de ingreso a través de las
ron sustraídos al desarrollo, com o consecuencia em presas transnacionales, al participar éstas más
d e la dinám ica d e los centros y del cambio y la y más en la industrialización, am parándose con
diversificación d e la dem anda. En la periferia la frecuencia en una protección excesiva. (No ex
d em an d a d e b ien es m anufacturados tiende a cluyo desde lu ego a las com pañías bancarias y
crecer con celeridad, en tanto que sus exporta financieras). Se m odificó así la com posición de
ciones primarias tien d en a acrecentarse con rela los grupos periféricos dom inantes articulados a
tiva lentitud. Existe una disparidad muy grande los centros y se tejió una urdim bre de relaciones
entre los países centrales y los periféricos con propicias a sus intereses económ icos, políticos o
respecto al ingreso d e la dem anda d e im portacio estratégicos.
nes. D e ahí la significación d e las exportaciones Trátase de form as m anifiestas o sutiles de
d e m anufacturas. Sucede, sin em bargo, que las gravitación hegem ónica de los centros. Y cuando
m anufacturas que la periferia está en condicio la periferia reacciona contra esta dependencia y
nes d e exportar son precisam ente aquéllas cuya com prom ete esos intereses, no tarda en m overse
d em an d a en los centros tiende a crecer con relati en contra toda una constelación de elem entos
va lentitud. D e ahí q ue éstos no sólo se m uestren dom inantes en los centros, a fin de aplicar m edi
ren u en tes a desm antelar su proteccionism o, sino das punitivas.
que más bien lo acentúen. La gran liberalización C onviene hacer una distinción, que no siem
del intercam bio que trajeron consigo las rondas pre aparece clara y neta, entre estos fenóm enos
d e n egociacion es K ennedy y T ok io apenas alcan de dependencia y la índole de las relaciones cen
zó a la periferia, pues esas negociaciones abarca tro-periferia a las cuales nos hem os referido an
D E P E N D E N C IA , IN T E R D E P E N D E N C IA Y D E S A R R O L L O / R a ú l Prebisch 207
tes y que son consecuencia del retardo histórico m encionar se ha hecho m uy poco hincapié en las
en el desarrollo integral d e la periferia, de su fallas internas del desarrollo periférico. Así com o
inferioridad económ ica, financiera y tecnológi la periferia m uestra una tendencia persistente al
ca, y d e su fragm entación económ ica. desequilibrio exterior, tam bién tiende al d ese
Existe otra corriente d e ideas acerca de la quilibrio dinám ico interno entre el ritmo del gas
d ep en d en cia, entre cuyas exp resion es más signi to y el d e la acum ulación d e capital reproductivo,
ficativas está aquélla que sostiene que el alto nivel que es el capital indispensable para que se m ulti
d e vida d e los centros se d ebe fundam entalm ente plique el em pleo, la productividad y el ingreso
a la explotación sistem ática d e la periferia m e global de la econom ía. D icho desequilibrio pone
diante diversas form as d e transferencia de ingre de m anifiesto, sobre todo en la periferia latinoa
sos a los centros, y al deterioro d e la relación de m ericana, una falla fundam ental.
precios del intercam bio en detrim ento de los Con una productividad m edia inferior a la
productos prim arios d e la periferia. Sin duda de los centros, nos em peñam os en imitar con
que históricam ente ha habido elem entos de ex celeridad sus form as d e existencia, en acrecentar
plotación que la c f .p a l ha exp u esto de m anera la dem anda de bienes y servicios diversificados.
reiterada. Pero esa conclusión acerca del origen Se ha desenvuelto así la sociedad privilegiada de
p eriférico del bienestar d e los centros desconoce consum o en los estratos sociales favorecidos en la
la influencia del en orm e progreso tecnológico de apropiación del fruto del progreso técnico, en
éstos. claro detrim ento de las inversiones reproducti
N o es d e extrañar entonces que hasta se haya vas de capital. Y en el curso de las m utaciones
llegado a recom endar la desvinculación de los estructurales de la sociedad, al desenvolverse el
centros, el corte más o m enos p rofundo de las poder redistributivo de la fuerza de trabajo, fue
relaciones con ellos, a fin d e que la periferia, acrecentándose tam bién su consum o privado y
aprovechando a fo n d o su propia potencialidad, social, a la par que el Estado elevaba considera
pueda dar im pulso decisivo a su desarrollo. blem ente sus propios gastos civiles y militares.
Estas erogaciones n o se hacen a expensas de
Es cierto que los centros, y sobre todo el
los gastos de los estratos favorecidos, incesante
centro dinám ico principal del capitalism o, sólo se
m ente estim ulados por las innovaciones tecnoló
han interesado en el desarrollo d e la periferia en
gicas, sino que se superponen a su consum o pri
la form a y m edida en que ha respondido a sus
vilegiado. T arde o tem prano se resiente de esta
propios intereses, y gen eralm en te sin una visión
m anera el ritm o de la acum ulación reproductiva
d e gran alcance. N o han buscado el desarrollo de
en desm edro de la intensidad del desarrollo y de
la periferia en profu n d id ad social, ni fórm ulas
la equidad distributiva. Y este desequilibrio d iná
d e con vergen cia d e intereses.
mico term ina fatalm ente en un nuevo tipo de
Se precisará un en orm e y esclarecido esfuer inflación que es im posible atacar eficazm ente con
zo, un im pulso propio, tenaz y dilatado, para que la restricción m onetaria, contraproducente por
un país p eriférico deje d e serlo. Así ocurrió con sus consecuencias económ icas, sociales y polí
los Estados U n id os, hasta que este país llegó a ser ticas.
el centro dinám ico principal. Y así se ha dado la Q u e todas estas form as de gasto privado y
transform ación del Japón en un centro de ex social, civil y militar, constituyan una franca im i
traordinaria pujanza, no obstante su carencia de tación de los centros, es un hecho que podría
recursos naturales, salvo el pod er de su m ente y inducir a los teóricos de la corriente señalada a
su voluntad. atribuir tam bién a la dependencia el debilita
Ellos no se em p eñ aron en cortar sus relacio m iento del ritm o de acum ulación, así com o sus
nes con los centros, sino en aprovecharlas inteli consecuencias inflacionarias, lo cual obligaría a
g en tem en te para su propio desarrollo. llevar la desvinculación a un extrem o difícil de
Por lo general, en la corriente que acabo de concebir en la práctica del desarrollo.
208 R E V IS T A D E L A C E P A L N " 3 4 / A bril de 1 9 8 8
II
L a d e p e n d e n c ia in te le c tu a l
D eseo referirm e tam bién a otra m anifestación internacional, con el consiguiente deterioro d e la
conspicua d e d ep en d en cia. Se trata d e la subor relación de precios del intercam bio. La protec
dinación incondicional d e ciertos círculos de la ción de la industria ayudaría a reorientar capital
periferia a teorías elaboradas en los centros. N o y fuerza de trabajo de la agricultura hacia la
voy a negar el valor d e estas teorías, pero sosten industria, contrarrestando esa tendencia al dete
go que no resp on d en gen eralm en te a la realidad rioro. Q ue la protección haya sido exagerada y
periférica que h e tratado d e describir en diversos abusiva no invalida esa tesis. A unque lo ha sido
trabajos. N o es extraño entonces que se conside en realidad y en algunos casos — y vuelvo a m en
re el con cep to d e periferia com o un sim ple cam cionar la A rgentina— ha tenido efectos adversos
bio d e nom bre, o que se le atribuya el designio de en la agricultura y las exportaciones.
elaborar una teoría propia que difiera del pensa La defensa teórica de una protección ade
m iento d e los centros. N ada d e eso: los fen ó m e cuada fu e m uy sim p le. D ada la elasticidad-
nos del capitalism o p eriférico tienen que inser ingreso excesivam ente baja de la dem anda inter
tarse en una teoría global del desarrollo capitalis nacional de productos agrícolas — y tam bién de
ta. C onsidero m uy im portante esta aclaración productos prim arios en general— el aum ento de
para disipar equívocos. las exportaciones de estos productos tendía a
C uando por la fuerza d e las circunstancias deprim ir sus precios relativos. C onvenía la pro
internacionales se inició la industrialización de la tección si el aum ento de costos para un país resul
periferia, se atacó en los centros el concepto mis taba inferior al quebranto originado por la baja
m o d e esta industrialización deliberada, basada de precios de los productos agrícolas.
en la protección y la sustitución d e im portacio Pero el argum ento no term inaba allí. Había
nes. C on vien e recordarlo, porque a pesar del que sustituir im portaciones y, al m ism o tiem po,
tiem po transcurrido se sigue atacando la sustitu e m p r e n d e r la ex p o rta ció n d e m anufacturas
ción com o un en g en d ro m aligno d e la c e p a l . otorgándole estím ulos similares a los de la susti
R ecu erd o que a principios d e los años cin tución para el m ercado interno. Creo que en la
cuenta el p rofesor Jacob V iner la em prendió en CEPAL hem os figurado entre los prim eros en d e
contra nuestra en la U niversidad d e Río de Janei fen d er esta tesis en un trabajo presentado a los
ro, atribuyéndonos la peregrina idea de que la gobiernos hace un cuarto de siglo. Se decía allí:
agricultura era sím bolo d e pobreza. T u ve opor “La necesidad de sustituir im portaciones, y
tunidad d e replicarle poco tiem po después. ¿Có de proteger para ello las actividades sustitutivas,
m o podría yo sostener esa idea si mi país, la ha sido ineludible. Pero no se ba dado el mismo
A rgentina, había alcanzado gracias a la agricultu estím ulo a las exportaciones. Se ha discrim inado
ra un in greso p er cápita sum am ente elevado a en favor de la sustitución industrial y en contra
principios d e este siglo? En vez d e industrializar d e las exportaciones, principalm ente de las ex
se, decía el p rofesor V iner, había que introducir portaciones industriales. La política ideal habría
el progreso técnico en las actividades agrícolas, a sido dar a las exportaciones un estím ulo que res
fin d e aum entar la productividad y acrecentar las tableciera la paridad de condiciones con las acti
exportaciones. D e acuerdo, dije a mi vez, pero el vidades sustitutivas, y ello no significa necesaria
progreso técnico d e la agricultura dejaría fuerza m ente equivalencia de estím ulos.
d e trabajo redundante. Y a la industria, así com o “C onviene exam inar este aspecto por la im
a otras actividades que con ella se desenvuelven, portancia que reviste. C onsiste esencialm ente en
correspondía el papel, entre otros, d e absorber lo siguiente. La lim itación de la dem anda ex te
co n crecien te productividad esa población re rior de exportaciones primarias obliga a destinar
d u n d an te. D e lo contrario, se corría el riesgo de parte del increm ento de factores productivos a
acrecentar las exportaciones primarias más allá actividades sustitutivas. C om o su productividad
d e lo que exigía el crecim iento d e la dem anda es inferior a la de los grandes centros, es necesa
D E P E N D E N C IA , IN T E R D E P E N D E N C IA Y D E S A R R O L L O / R a ú l Prebisch 209
rio darles un subsidio d e cierta cuantía en form a Si m e refiero a este caso no es sólo por la
d e protección aduanera. Sin em bargo, existirían influencia que el profesor Balassa tiene en el
posibilidades d e desarrollar con un subsidio de Banco M undial, al cual asesora, sino porque es
cuantía in ferior nuevas actividades de exporta representante de ciertas actitudes que parece
ción industrial, con las cuales se podría obtener rían disgustarse ante el em p eñ o nuestro, de la
por el intercam bio m ayor cantidad de artículos C E P A L , de interpretar con criterio propio los fe
industriales que los que se conseguiría con la nóm enos de nuestro desarrollo. Por lo general,
producción sustitutiva. no se realiza un esfuerzo serio por com prender
“A l subsidiarse esta últim a producción, y no las ideas antes de atacarlas. N o se reconoció nues
la d estinada a nuevas exportaciones (industriales tra determ inación de librarnos de una persisten
o prirnarias), se han m alogrado posibilidades de te d ep en d en cia intelectual de serias consecuen
exp ortar qu e, d e haberse aprovechado eficaz cias en la praxis del desarrollo.
m en te, habrían dism in u id o la am plitud de la po
lítica sustitutiva o habrían perm itido un mayor D esde los prim eros tiem pos d e la c e p a l — pa
ritm o d e crecim ien to d e la econ om ía”^. ra citar un ejem plo im portante— no se conside
La CEPAL subrayó que la industrialización era raron con objetividad las razones teóricas que
asim étrica: adem ás d e basarse en una protección nos llevaron a sostener que, debido al progreso
gen eralm en te exagerada, no alentaba las exp or técnico, había una tendencia al deterioro de la
taciones d e m anufacturas m ediante el corres relación de precios del intercam bio. Ya lo dijimos
p on d ien te estím ulo. Y, sin em bargo, se dijo reite antes: si el aum ento de productividad elevaba la
radam ente que la c e p a l desconocía la necesidad producción por encim a de la dem anda, tendía a
d e com binar sustitución y exportación de m anu producirse ese deterioro. ¿Por qué no se daba
facturas. este fen óm en o en los bienes m anufacturados?
Y ya que h e m en cion ad o al profesor Viner, Pues sencillam ente porque cuando sobrevenía el
m e referiré tam bién al p rofesor Bela Balassa, que deterioro, la flexibilidad de la industria llevaba a
nos ha reprochado siempre el haber ignorado la desplazar el capital y la fuerza de trabajo en res
n ecesid a d d e efectu ar esa com binación. Y lo puesta a la d em anda diversificada que las innova
que es más grave, en un inform e reciente atri ciones tecnológicas siem pre traen consigo. Pero
buye a esta supuesta unilateralidad de la c e p a l esto no ocurre con los productos agrícolas, salvo
todos los m ales del desarrollo latinoamericano^. de un m odo lim itado. Se argüyó entonces que el
E videntem ente, sólo ha conocido fragm enta deterioro era una sim ple ilusión. El precio de los
riam ente nuestros trabajos, con citas de segunda bienes diversificados se elevaba por el m ejora
o tercera m ano, gen eralm en te truncas e incom m iento d e su calidad y eficacia; si el precio que un
pletas. Así, m enciona un párrafo de m i trabajo de agricultor debía pagar por un tractor era más
1961 recién citado en que den u n cio la protección elevado, se debía a este hecho. Sin em bargo, no
exorbitante, pero no incluye mi recom endación hay deterioro cuando por análogas razones sube
d e com binar las exportaciones con la sustitución el precio de una m áquina utilizada por los pro
d e im portaciones en m ercados más am plios que ductores industriales. N o lo hay, porque la diver
los nacionales. C on todo, celebro q ue el profesor sificación (y otros factores) im pide que los pre
Balassa haya llegad o a coincidir conm igo des cios de los bienes industriales en su conjunto
pués de tan dilatado tiem po. Y espero que se desciendan a m edida que aum enta la productivi
rectifique en el trabajo que está preparando acer dad. H e ahí la d iferencia fundam ental entre pre
ca del desarrollo latinoam ericano. cios agrícolas e industriales, que tanta im portan
cia tiene en el desarrollo de la periferia.
^Raúl Prebisch, El falso dilem a e n tre desarrollo econó En cuanto a los otros productos primarios,
m ico y estabilidad m onetaria, Boletín Económico de América hay casos en que, adem ás de verse afectada por la
Latina, Voi. 6, 1, c e p a l , m arzo de 1961, re p ro d u c id o en A. tendencia antedicha, la d em anda se debilita tam
G u rrieri, La obra de Prebisch en la c e p a l , México, D.F., Fondo bién por las innovaciones tecnológicas que susti
d e C u ltu ra Económ ica, 1982, Voi. ii, p. 19.
tuyen el p roducto natural por nuevos bienes pro
^R. Prebisch, N otas sobre el intercam bio d esde el p u n to
de vista periférico, Rexmta de la c e p a l , N" 28 (LC/G. 1392), d u cid os in d u strialm en te. El p rogreso técnico
Santiago de Chile, abril de 1986, obra pues adversam ente por los dos extrem os.
210 R E V IS T A D E L A C E P A L N ” 3 4 / A lm i de 1 9 8 8
A dversam ente a la periferia, pero no a los cen reconocer que los desequilibrios exteriores no
tros. solam ente provenían de una inadecuada exp an
N o tien en los países periféricos las mismas sión m onetaria interna, sino de factores interna
posibilidades d e contrarrestar la tendencia al d e cionales, com o veníam os sosteniendo en la c e p a l
terioro com o lo hace los Estados U nidos, restrin de m ucho tiem po atrás. Y frente a esos desequili
g ien d o la p roducción d e granos, o la C om unidad brios, se recom ienda com prim ir la actividad eco
E conóm ica E uropea, lanzando al m ercado m u n nóm ica para reducir las im portaciones, pues el
dial la sobreproducción provocada por la fijación respeto a las leyes del m ercado n o aconseja seguir
d e altos precios, con serio perjuicio para los otros una política selectiva d e im portaciones. Las con
países productores, esp ecialm ente los de la peri secuencias económ icas, sociales y políticas de la
feria. Y, sin em bargo, se sigue insistiendo en la com presión de la econom ía no parecen haber
falsedad de la teoría del deterioro. estado en el cuadro de las preocupaciones del
Este doble criterio para juzgar los hechos no Fondo, para no decir nada de la política sostituti
es por cierto in frecu en te. Lo estam os viendo en va, que éste ha im pugnado resueltam ente.
m ateria d e protección. Se ha im p u gn ado la pro T am bién han sido m uy serias las consecuen
tección periférica a la producción d e m anufactu cias de acudir a la contracción m onetaria para
ras. N o se niega, por supuesto, que sus costos, com batir la inflación, fórm ula eficaz en tiem pos
por lo m enos inicialm ente, son superiores a los del capitalism o pretérito en que la fuerza de tra
d e los centros, por la superioridad económ ica y bajo se subordinaba a las leyes del m ercado y el
tecnológica d e éstos. ¿Por qué no devaluar, se Estado era prescindente en la distribución del
dice entonces, en vez d e acudir a m edidas de ingreso. Para evitar, o por lo m enos atenuar ese
intervención arbitraria en las leyes del mercado? extrem o m onetarism o, sería necesaria una políti
Devaluar, sin em bargo, significa abaratar los pre ca de ingresos en la cual se diera la im portancia
cios d e los p roductos prim arios que ya eran inter que m erece a la acum ulación d e capital. El Fondo
n acionalm ente com petitivos, lo cual, si bien be m encionó alguna vez esta idea, pero desgracia
neficia a los centros, tien e efectos adversos sobre dam ente parecería haber seguido adhiriendo a
el desarrollo d e la periferia. su ortodoxia inveterada.
Pues bien, d esd e los centros se nos ha acon T am bién se preconiza ahora la reducción de
sejado ten azm en te exp ortar m anufacturas en las im portaciones para hacer frente al pago de
vez d e sustituir im portaciones, com o ya he dicho. intereses de la deu d a externa, con muy grave
A lgu n os países periféricos han segu id o el con detrim ento de la actividad interna y el em pleo.
sejo, adquirien d o la tecnología necesaria y ex H ay que reconocer que el Fondo no es responsa
p ortando bienes que, gracias a ello y a m enores ble de la deuda. Fue puesto sencillam ente de lado
salarios, com p iten favorablem ente con los bienes cuando los grandes bancos, guiados por el incen
d e los centros. Estos recurren entonces a la pro tivo de ganancias, aprovecharon los abundantes
tección. ¿Por qué no se les aconseja la devalua recursos del m ercado de eurodólares para pres
ción para en fren tar el problem a? Creo que pre tar a países que tom aron esos recursos sin un
valecen consideraciones d e sensatez: entre otras, sentido elem ental de previsión. H ubo conver
la d e que en esta form a se deterioran los precios gencia de irresponsabilidades de las dos partes,
d e sus exp ortacion es com petitivas, haciéndolas salvo en cuanto se trató d e hacer frente al alza del
p erd er parte del fruto d e su progreso técnico. petróleo. Los bancos privados proclam aron el
Los efectos d e esta d ep en d en cia intelectual valor de su propia sabiduría y de las leyes del
han sido gen eralm en te m uy serios, debido a la m ercado en la asignación de recursos, y exalta
autoridad académ ica que suele atribuirse a quie ron su superioridad sobre instituciones interna
nes preconizan ciertas form as d e pensar. Son cionales form adas por Estados.
recientes los estragos que trajeron consigo las Se está ju g a n d o con fu ego al esquivar una
teorías llam adas d e C hicago en varios países lati solución política del problem a de la deuda. A
noam ericanos, especialm ente el m ío. Más aún todo ello ha venido a añadirse el deterioro de la
cu an d o tales teorías se vuelven operativas, com o relación de precios del intercam bio y las crecien
e n el caso con sp icu o del F ondo M onetario Inter tes dificultades para acrecentar las exportaciones
nacional. T ard ó varios años esta institución en en las presentes circunstancias. El Plan Baker
DEPENDENCIA, INTERDEPENDENCIA Y DESARROLLO / Raúl Prebisch 211
significa el reconocimiento del carácter político de los centros; al contrario, su contenido tendría
del problema. Pero es nada más que el comienzo, que discutirse con la participación de economis
mientras siguen prevaleciendo elevadísimas ta tas independientes de la periferia, hasta llegar a
sas de interés. La deuda ha acentuado la depen un conjunto razonable de ideas que orientasen la
dencia de nuestros países. El factor financiero acción de las instituciones mencionadas, así como
siempre ha tenido gran relevancia y ahora la la del Banco Interamericano de Desarrollo.
tiene aún más en países cuya acumulación de
capital ha descendido sobremanera, sobre todo Asimismo, la condicionalidad sólo podría te
por la crisis inflacionaria y el pago de servicios, y ner sentido constructivo en el marco de una fran
que van a precisar capital extranjero. De ahí la ca política de expansión económica. Y para ello
necesidad de un arreglo político que, además de se imponen transformaciones de gran significa
resolver el problema, abra el camino a una políti ción. La cooperación financiera internacional,
ca selectiva de inversiones. por amplia y esclarecida que fuese, no tendría
Las anteriores consideraciones nos llevan al efectos positivos perdurables sobre los países pe
tema de la condicionalidad. Las operaciones in riféricos si éstos no tomasen medidas eficaces
ternacionales de crédito exigen condicionalidad. para corregir la tendencia a que el ritmo de creci
,3Pero qué condicionalidad? Hay que plantear miento del gasto sobrepase el de las inversiones
este asunto ahora que el Banco Mundial también reproductivas. Y tampoco se lograrían plena
está hablando de condicionalidad. No la observa mente esos efectos si no se tomaran medidas
ron por cierto aquellos bancos privados que aca correctivas de la tendencia al desequilibrio exte
bo de mencionar. La condicionalidad no debería rior. Aquí radica el papel clave de los centros,
consagrar nuestra dependencia del pensamiento principalmente del centro dinámico principal.
III
Dependencia e interdependencia
He discurrido acerca de la dependencia. Pero no ficiente ritmo, se vería forzado a elevar su política
de la interdependencia. Todos somos interde- sustitutiva más allá de lo que de otro modo hubie
pendientes, pero unos son menos interdepen se sido necesario.
dientes que otros. Así como en aquella igualdad ¿Perjudicaría a los centros esta política susti
citada por Orwell en que algunos son menos tutiva? Simplemente cambiaría la composición
iguales que otros. pero no la cuantía de las importaciones prove
Hay interdependencia positiva e interdepen nientes de ellos, que tendrían que crecer con la
dencia negativa. Y en ella el papel del centro intensidad del desarrollo^. Es éste un caso intere
dinámico es de importancia primordial. Una ex sante de asimetría que no suele comprenderse
pansión vigorosa y continua de este último difun bien. El desequilibrio, como ya lo hemos explica-
diría sus efectos positivos en el resto del mundo, y
especialmente en los países de la periferia, si ellos
se própusieran aprovechar ese estímulo. Por el ^Aníbal Pinto, el destacado economista latinoamericano
que tanto ha contribuido al desenvolvimiento de las ideas de
contrario, si el crecimiento del centro fuese débil la C E P A i., en un trabajo titulado "La apertura al exterior en la
y fluctuante, se daría un caso inquietante de in América Latina”, El Trimestre Económico, N“ 187, México,
terdependencia negativa. D.F., julio-septiembre de 1980, manifestó que para que Amé
No digo que un país periférico no tendría rica Latina pudiera mantener hasta el año 2000 la tasa de
medios para atenuar las consecuencias adversas, crecimiento de 6.4% registrada entre los años 1955 y 1974,
tendría que duplicar cada decenio sus importaciones. No se
sino que no los tendría para contrarrestarlas. Y trata pues, de reducir sino de aumentar y cambiar la composi
en la medida en que, a pesar de sus propósitos, ción de las importaciones en forma correspondiente, según
no pudiera acrecentar sus exportaciones con su las exigencias del desarrollo.
212 REVISTA DE LA CEPAL N“ S4 / Abril de 1988
do, se debe fundamentalmente a la disparidad una influencia dinámica sobre los centros, siem
provocada por el crecimiento relativamente len pre que se llegara a nuevas formas de coopera
to de las exportaciones primarias comparado con ción. El aumento de las exportaciones de bienes
el de las importaciones de bienes diversificados de tecnología menos avanzada que la de los cen
que tienden a crecer con relativa celeridad. Pues tros y su intercambio por bienes más complejos
bien, si un país periférico sustituye ciertas impor significaría para ambas partes recoger bien reco
taciones es para acrecentar otras. Por el contra nocidas ventajas con el acrecentamiento consi
rio, cuando es sobre todo el centro principal el guiente de la productividad. En tanto que la ex
que hace lo mismo y restringe sus importaciones, plotación en la periferia de una tecnología que se
priva a los países periféricos de los medios para renueva incesantemente en los centros ofrecería
seguir importando en igual o mayor medida que también innegables ventajas recíprocas.
antes, con el consiguiente debilitamiento del rit
Dije en otro lugar que los centros sólo se han
mo de desarrollo.
interesado en el desarrollo periférico en la medi
Compréndase pues, la significación adversa
da que ha convenido a sus propios intereses.
que tiene el menguado ritmo de desarrollo de los
Nadie podría reprochárselos. Tendríamos que
centros en estos tiempos, agravado por el recru
reprocharnos a nosotros mismos el no haber sa
decimiento de un proteccionismo inveterado.
bido sacudirnos una dependencia intelectual que
Habrá que encontrar fórmulas multilaterales
nos ha empañado la visión de nuestro propio
que permitan a los países periféricos participar
interés. Hemos llegado, sin embargo, a una etapa
sin perturbaciones en el incremento de consumo
en nuestras relaciones con los centros, en que hay
de los centros, mientras el desempleo persistente
grandes posibilidades de intereses convergentes.
en ellos impida medidas de mayor envergadura.
Como quiera que fuese: ¿podría sostenerse que Pero no hay sólo una convergencia de intere
esto resolvería a fondo el problema del desequili ses económicos, sino también políticos, y de una
brio? enorme relevancia. Nuestros países latinoameri
Quienes no estamos persuadidos de ello te canos, para seguir circunscribiéndonos a ellos,
nemos que seguir insistiendo en la necesidad de están pasando por una crisis estructural aguda,
combinar las exportaciones con la sustitución de cuyas consecuencias están a la vista. Al problema
importaciones. Es de esperar que la comprensión de las grandes masas humanas que han quedado
de los centros y la emancipación periférica de su relegadas en el fondo de la estructura social con
dependencia intelectual faciliten la aplicación de muy precarios ingresos, se agrega ahora el de
esta política. sempleo, y una creciente pugna distributiva, que
La sustitución impulsará a nuestros países a lleva fatalmente a la inflación y en algunos casos a
entrar en nuevas líneas de producción que re la hiperinflación. Se estrecha el horizonte vital de
querirán la cooperación tecnológica de los cen las nuevas generaciones y sus elementos dinámi
tros avanzados. Se abrirá así un promisorio cam cos se ven seriamente frustrados, con gérmenes
po de explotación de una tecnología que ya los muy potentes de resentimiento y rebelión. No es
centros han desarrollado, y que están superando tanto un problema de ideologías foráneas, sino
gracias a nuevos avances tecnológicos. de campo de cultivo de cualquier forma de vio
Para que esta política tuviese éxito sería in lencia, El signo es desde luego importante. Pero
dispensable que esas nuevas líneas de produc lo es mucho más su aptitud de trastornar la convi
ción, esos cambios en la estructura productiva, vencia social y el avance del proceso de democra
contaran con mercados más amplios que los na tización.
cionales. Hemos golpeadp con insistencia las El poder hegemónico de los Estados Unidos
puertas de los centros para favorecer nuestras es un hecho que no nos es dado cambiar. Puede
exportaciones. Pero no hemos sabido hacerlo en ejercerse en dos formas: una es dejar los aconte
tre nosotros. Hay que encontrar aquí también cimientos latinoamericanos a la deriva y afrontar
fórmulas más eficaces que las concebidas hace un los trasteónos consiguientes con medidas puniti
cuarto de siglo. vas o el empleo de la fuerza; la otra es practicar
Por primera vez en el desarrollo capitalista, una política previsora y esclarecida de interde
la periferia —hasta ahora pasiva— podría tener pendencia positiva. No hay otras opciones.
colección Reactivación externa y política fiscal
M. Marfan
Fuga de capitales
R. Ffrench-Oavis
NUEVA
S CEI AD
0 3
SUMARIO
Artículos: Sherwin Rosen: Los contratos implícitos: Una reseña »José Alberto Delfino: Cambios de la productividad y estrategia de
crecimiento. El caso argentino durante el período de 1953-1973 • Renato Aguilar, Eduardo Giorgi, Rubén Tansini y Mario Zejan:
La capacidad de pago de la deuda externa. Un estudio empírico sobre la Argentina y el Uruguay • Alejandra Cox Edwards: Las
diferencias salariales no compensadas: Implicaciones y medición en el caso chileno, 1974-1980* Rodrigo Paroty Martha Rodríguez:
El proceso inflacionario en el período de Bekúnde: 1980-1984* Santiago Levy: Los subsidios a la exportación y la balanza comercial*
Documentos: c e p a l . La evolución reciente de las relaciones comerciales internacionales.
ISSN 0046-001X
Desarrollo Económico
Revista de Ciencias Sociaies
Voi. 27 Octubre-diciembre 1987 N® 107
ULRICH MENZEL y DIETER SENGHAAS: Para una definición de los países de industrialización reciente.
Propuesta de indicadores para evaluar los países que se encuentran en el umbral de la industrializa
ción.
CATALINA H. WAINERMAN y MARTIN MORENO; Incorporando las trabajadoras agrícolas a los censos
de población.
ALFREDO VISINTINI y CARLOS BASTOS: Hacia un nuevo plan eléctrico.
RUSSELL E. SMITH ; Política salarial, mercado de trabajo y salarios industriales en San Pablo, 1960-1976:
análisis según tamaño de las empresas y su condición de nacionales o extranjeras.
MARIA MAGDALENA CHIRICO; El relato de vida como instrumento de investigación: Ramón, un
trabajador del partido de La Matanza.
DANIEL JAMES: 17 y 18 de octubre de 1945: el peronismo, la protesta de masas y la clase obrera
argentina.
Información de Biblioteca
DESARROLLO ECONOMICO —Revista de Ciencias Sociales— es una publicación trimestral editada por el Instituto de
Desarrollo Económico y Social (IDES). Suscripción anual; R. Argentina,^70.00; Países limítrofes, US$ 36; Resto de
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NUMERO 4 ■ABRIL DE 19SS
CINVE
C e n t r o d e I n v e s t ig a c io n e s E c o n ó m ic a s d e l U r u g u a y
P o r s u s c r ip c io n e s ; G u a y a b o 1729 A p . 7 0 2 . T e l. 4 0 ,4 9 .1 7 -4 0 .4 9 .4 7
M o n t e v id e o - U r u g u a y
Integración R E V IS T A M E N S U A L
D E IN T A L
Latinoamericana M a rz o 1988
A ñ o 13, N ” 132
Director: Juan Mario Vacchino • Comité Editorial Asesor: Martín Arocena, Eudes Bezerra
Galváo, Alfredo Fuentes, Guillermo Ondarts, Eliana Prebisch, Eugenio O. Valenciano, Alberto
Zelada Castedo • Edición - coordinación: Clara Ginzburg.
UNESCO
NUMEROS DE 1988
Núm. 115 Las ciencias cognoscitivas
Núin. 116 Tendencias de la antropología
Núm. 117 Las conexiones macro-mícro en las
relaciones internacionales
Núm. 118\ Las ciencias sociales en el mundo
A U T O R ES Y TEM AS:
J a im e C a m u ñ a s — La danza puertorriqueña: Punto de Partida Sociológico
A g u s tín C u e va
El Marxismo Latinoamericano: Historia y Problemas Actuales
S ilv ia A to c h o V e lá z q u e z
En búsqueda de una socio-historia económica de la música puertorriqueña
L e o p o ld o M á rm o ra — El Movimiento Verde Alemán
P e d r o J . S a a d é L l o r é n s — El Problema del Militarismo en Puerto Rico
A lin e F r a m b e s -B u x e d a
El Caribe - transformación de la ciudad de San Juan de Puerto Rico
L y d ia V é ie z
Más allá de las Máscaras: Una estrategia radical feminista
J o r g e R o d r íg u e z B e r u ff
Emerger del Reformismo Ideológico de los Militares Peruanos, 1948-1968.
Año 24 - N“ 68
Enero-Abril de 1987
Gonzalo Cataño: El ensayo sociológico ¿entre la ciencia y la literatura?
Sergio Spoerer: Cultura y Democracia: una mirada desde el mundo popular.
José Ramón García Menéndez: El debate sobre el “Fascismo Dependiente” en América
Latina.
Guillermo O^Donnel: Democracia en la Argentina: micro y macro.
Patricio Silva; Autoritarismo, Neoliberalismo y Sindicalismo Agrario en Chile.
Juan Schoemaker: Fecundidad en áreas marginales.
Roberto Luis Céspedes: Recesión económica y reconstitución del actor sindical.
Documentación Paraguaya
Reseñas Bibliográfícas
nrSockilad
Una revista trimestratde ciencias sociaies
sobre ia agricuitura ia pesca y ia aiimentación
E S T U D IO S P R E S E N T A C IO N
G IO V A N I M O T T U R A L S A C H S , J .P . C E R O N y D , T H E R Y
C u a r e n t a a n o s d e e s t r a t e g i a c o r p o r a t i v i s t a e n l a a g r i c u l t u r a i t a l i a n a (1 9 4 4 - 1 9 S 7 ) .
1 P a rte . E S T U D IO S
JE S U S G O N Z A L E Z R E G ID O R F, D E C A S A B IA N C A
A g r i c u l t u r a y a c u m u la c i ó n d e c a p i t a l e n lo s d e m á s s e c to r e s e c o n ó m ic o s . D e s a r r o ll o r u r a l y c o n t r o l d e l m e d i o a m b i e n t e e n e l M e d i t e r r á n e o .
L U IS R U IZ M A Y A J .P . C E R O N
E v o lu c ió n d e la c o n c e n tr a c ió n d e la tie r r a (1 9 6 2 -I9 S 2 ). F o r m a s d e d e s a r r o l l o a g r ic o l a , m e d i o a m b i e n t e y z o n a s m a r g i n a d a s .
C A R L O S SAN JU A N M ESO N A D A , E . O K O U K IO S
M A R IA JE S U S R O M O L A G U N A S D e s a r r o ll o d e s i s te m a s d e b i o m a s a i n t e g r a d o s c o m o e s t r a t e g i a a l t e r n a t i v a p a r a
E v o l u c i ó n i n t e r c e n s a l d e la s e x p l o t a c i o n e s a g r a r i a s ( 1 9 6 2 , 1 9 7 2 , 1 9 8 2 ). z o n a s ru r a le s . E l e je m p lo d e G r e c ia .
A N T O N IO C A B R A L C H A M O R R O J .C , H O U R C A D E , M . C O L O M B IE R y P . M E N A N T E A U
O b s e r v a c i o n e s s o b r a l a r e g u la c i ó n y o r d e n a c i ó n d e l m e r c a d o d e l v in o d e J e r e z C o m p e t it i v i d a d d e la s e n e r g ía s n u e v a s y r e n o v a d a s f r e n t e a la s e n e r g í a s « d e r e d » :
d e l a F r o n t e r a (1 8 5 0 - 1 9 3 S ) ; l o s a n t e c e d e n te s d e l C o n s e j o R e g u l a d o r d e l a D e n o r e f l e x i o n e s y p r o p u e s t a s a p a r t i r d e l c a s o d e l a e l e c t r i f i c a c i ó n r u r a l e n F r a n c ia .
m i n a c i ó n d e O r ig e n « J e r e z - X e r e s - S h e r r y » .
P. M ORLON
D e l c l i m a a la c o m e r c i a l i z a c i ó n : u n r ie s g o p u e d e o c u l t a r o t r o . E j e m p l o s s o b r e
NOTAS
el A ltip la n o p e r u a n o .
A N T O N IO T IT O S M O R E N O
N. HERRERA
L o s r e c u r s o s p a r a I + D e n c ie n c ia s a g r a r i a s ; a n á l is i s d e l a s i tu a c i ó n e s p a d ó l a e n
L a r a c i o n a l i d a d c a m p e s i n a a n d i n a y l a a l i m e n t a c ió n (E l c a s o d e l a c o m u n a d e
t r e l o s a f lo s 1 9 7 8 y 1 9 8 3 .
Y a n a t u r o e n l a S ie r r a C e n t r a l d e l E c u a d o r ) .
C A R L O D E S ID E R I
J . B O N N E M A IR E , J .P . D E F F O N T A IN E S , Y . H O U D A R D y M . P E T IT
A d m i n i s t r a c i ó n p ú b l i c a y r e g io n e s e n l a a g r i c u l t u r a i t a l i a n a .
S is te m a s d e p r o d u c c i ó n y s is te m a s a g r a r i o s e n la s c o l i n a s d e l H i m a l a y a d e l N e p a l.
J O S E M A R IA C A R D E S IN D IA Z
P o l i t i c a a g r a r i a y t r a n s f o r m a c i o n e s e n l a a g r i c u l t u r a g a lle g a : l a z o n a d e c o l o n i B IB L IO G R A F IA
z a c i ó n d e T e r r a d e l C h á (1 9 5 4 - 1 9 7 3 ).
I . C ritic a d e lib ro s M IR E N E T X E Z A R R E T A y A N T O N I M O N T S E N Y : « L a
M IC H E L D R A IN r e n o v a d a f u n c io n a lid a d d e l á m b i t o r u r a l » , E u r o p e a n R e v ie w o f A g r ic u ltu r a l E c o
L a s r e l a c i o n e s n o r t e - s u r e n la a g r i c u l t u r a e u r o p e a . n o m i c s . V o i, 1 3 -3 . 1 9 8 6 . J O S E F I N A C R U Z V I L L A L O N : « T r a b a j o s y o f i c i o s .
L a c o n f u s i ó n d e a c t iv i d a d e s e n e l m e d i o r u r a l » . C a h i e r s d ’E c o n o m i e e i S o c i o l o
L O U IS A S S IE R -A N D R E U
g ie R u r a l e s , n® 3 / 8 6 . V I C E N T E B A R C E L O : « E f i c a c i a y r e n t a b i l i d a d d e l a a g r i
T r a d i c i ó n y t r a n s i c i ó n : e l d e r e c h o y l a s p r á c t i c a s s o c ia le s e n la E u r o p a r u r a l .
c u l t u r a e s p a ñ o la » . C a r l o s S a n J u a n M e s o n a d a . M in is t e r i o d e A g r ic u lt u r a , P e s c a
y A l i m e n t a c ió n . S . G . T . S e rie E s t u d i o s . 1 9 8 7 . J O S E M A R I A M A R T I N E Z S A N
B IB L IO G R A F U
C H E Z : « L a n u e v a e c o n o m ía d e l d e s a r r o l l o » . J . E . S tig litz . R e v is ta d e E c o n o
I . C r í t i c a d e l i b r o s ; A N T O N I O J . S A N C H E Z L O P E Z : « T e c h n o l o g ic a l I n n o m í a , n® 2 0 3 5 , m a y o d e 1 9 8 6 . 11. R e s e A a d e l i b r o s . I I I . R e v is ta s .
v a t i o n i n A g r ic u ltu r e . T h e P o litic a l E c o n o m y o f its r a t e a n d b i a s » , A la in d e J a n v r y
y J e a n J a c q u e s D e th i e r . C o n s u l t a t i v e G r o u p o n I n t e r n a t i o n a l A g r ic u lt u r a l R e D O C U M E N T A C IO N
s e a r c h . S t u d y P a p e r n® 1. T h e W o r l d B a n k . W a s h i n g t o n . 1 9 8 3 , 9 0 p p , J O A N
M IN IS T E R IO D E P R O T E C C IO N D E L A N A T U R A L E Z A . S E N E G A L . L a de-
F R I C O L E : « R e m a k i n g Ib id c a . R u r a l life in A r a g o n u n d e r F r a n c o » , S u s a n F rie n d
s e r ti z a c i ó n ( P r i m e r e n c u e n t r o e n A f r i c a o c c i d e n t a l d e « g e s t o r e s » d e l M e d i o A m
H a r d i n g . U n i v e r s it y o f N o r t h C a r o l i n a P r e s s , C h a p e l H i l l . 1 9 8 4 . 2 2 1 p p . C A R
b i e n t e ) . A N I L A G A R W A L . M e d i o A m b i e n t e e n l a I n d i a ( 1 9 8 4 - 8 5 ).
L O S S A N J U A N M E S O N A D A : « A l t e r n a t i v a s p a r a la s p o l í ti c a s a g r a r i a s d e l f u
t u r o » , T h e p o l i ti c a l E c o n o m y o f I n t e r n a t i o n a l A g r ic u lt u r a l P o lic y R e f o r m , G e o f f
M i lt e r . A u s t r a li a m G o v e r m e n t P u b li s i n g S e rv ic e . G a m b e r r a . 1 9 8 7 . I L L i b r o s r e
c ib id o s . I I I . R e v U ta s. IV , E s tu d io s d e l M .A .P .A . V . A y u d a s d e l M .A .P .A .
D O C U M E N T A C IO N
JU A N P R O R U IZ
M a t e r i a l e s p a r a e l e s t u d i o d e l a c u e s ti ó n c a t a s t r a l e n E s p a ñ a : s ig lo X I X .