Está en la página 1de 2

UNA CUESTIÓ N DE ALCOHOL

Juan Bas
Ed. Alrevés (2021)

Una cuestión de Alcohol es la ú ltima novela de Juan Bas (Bilbao, 1959),


escritor y guionista con una prolífica obra a sus espaldas. Y si algo caracteriza la
producció n de Bas por encima de todo es la calidad. Porque Juan Bas es un gran
escritor. Escribir bien es algo al alcance de muy pocos. Porque escribir bien,
aunque debiera ser una premisa ineludible en alguien que se dice escritor, por
desgracia no es algo tan frecuente. Ya reseñ amos en esta revista su novela “El
refugio de los canallas”, con la que consiguió el premio Dashiell Hammett en la
Semana Negra de Gijó n.
Una cuestión de Alcohol retrata la vida de Julio Ejido, un sesentó n bilbaíno
cuya vida está marcada por el consumo de alcohol. El alcohol como leitmotiv ha
sido tratado en la literatura -Bajo el volcán (Malcolm Lowry)- y en el cine -Días de
vino y rosas (Blake Edwards)- desde la misma premisa que abraza esta estupenda
novela.
Ambientada en el casco viejo de Bilbao, el día a día de su protagonista es un
constante abuso de todo tipo de licores, sus causas y sus consecuencias. Un retrato
de una adicció n que orbita alrededor de un suceso acaecido el 26 de agosto de
1983 - fecha en que la ría decidió salirse de madre (y de cauce) en plenas fiestas de
Semana Grande anegando el centro de la ciudad-, y de una mujer, Bá rbara, a la que
el Julio Ejido cuenta su presente.
La novela está plagada de referencias literarias, cinéfilas y musicales que la
convierten en algo personal para su autor, imposible imaginar que Bas no está
hablando de sí mismo, de sus gustos, de sus obsesiones, de sus miedos. Porque Una
cuestión de alcohol está llena de fantasmas y terrores, miedos etílicos que se
manifiestan en forma de pesadillas y resacas descomunales. Y también los mitos,
Kim Novak y Jack London.
Con un ritmo vivo, fruto de capítulos muy cortos (en ocasiones apenas un
pá rrafo), asistimos a la caída de su protagonista, ocioso desde hace añ os, cuya
existencia se ve agredida por mú sicos callejeros que convierten sus resacas en algo
digno de lá stima. En sus recorridos por los bares del casco viejo nos encontramos
un rosario de personajes abismados por el alcohol, desencantados, desesperados.
Seres cuyo protagonista trata con desprecio, en ocasiones con odio, perdedores
abrazados a una copa a modo de salvavidas de una existencia penosa. Y es
precisamente ese desprecio, esa aparente crueldad hacia los desgraciados, la que
nos hace reflexionar, la que supone un espejo en el que mirarnos y nos devuelve
una imagen terrible de nosotros mismos (y del propio protagonista) que resulta
difícil de soportar. Y entonces aparece el miedo, miedo a imaginar que podemos
acabar como ellos, que no estamos tan lejos, que la desgracia nos puede tocar a
cualquiera de nosotros.
No exenta de el característico sentido del humor de Bas, Una cuestión de
alcohol es, sin embargo, una novela amarga, terrorífica en ocasiones, que nos
muestra los estragos que una adicció n tan extendida en nuestro país puede
provocar, una suerte de suicidio asistido, lento, inexorable. Donde el miedo a la
vejez, a la pérdida del deseo sexual, a no volver a ser lo que una vez fuimos, a
terminar siendo simplemente olvido, se vuelve insoportable sin la anestesia del
alcohol. Pero también es una novela de amor, del que duele, ese que deja heridas
que ni el licor puede curar, del que convierte nuestra vida en una constante mirada
al pasado, a un pasado que ni fue ni será futuro.
Si leer a Bas es siempre una delicia, un aprendizaje, en esta ocasió n es,
ademá s, un viaje hacia el desasosiego, una incursió n en el corazó n de sus tinieblas
personales de las que uno sale trastabillado, con la sensació n de haber visto un
pedazo oscuro a través de la rendija de una puerta que no quisiera cruzar jamá s.

También podría gustarte