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Para ser más elegante no usa guante ni chaqué, solo cambia en un instante por una “efe” la

“ge”. ELEFANTE.

Me rascan continuamente de forma muy placentera, mi voz es muy bien timbrada y mi cuerpo
de madera. GUITARRA.

Para salir a la esquina ponte pan en el talón y camina. PANTALON.

El roer es mi trabajo, el queso mi aperitivo y el gato ha sido siempre mi más temido enemigo.
RATÓN.

Soy una caja adornada con dos palos para sonar, y en la banda de la escuela, me puedes
encontrar. TAMBOR.

Tengo copa y no soy árbol, tengo alas y no soy pájaro; protejo del sol a mi amo, en invierno y
en verano. SOMBRERO.

Vuelo de noche, duermo de día y nunca verás plumas en ala mía. MURCIELAGO

En una larga abertura tengo yo mi dentadura y luego que empiezo a hablar, todas mis piezas se
mueven sin poderlas yo parar. PIANO.

Me pisas y me quejo, me cepillas si me mancho, y con mi hermano gemelo, bajo tu cama


descanso. ZAPATO.

Cuando nada en los ríos parece un tronco flotante, pero si muestra sus dientes todos huyen al
instante. COCODRILO.

Santa con nombre de flor, y, a pesar de este retrato, me confunden con zapato. SANDALIA.

Con varillas me sostengo y con la lluvia voy y vengo. PARAGUAS.

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