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)99{,

L~S ESTRUCTURAS COGNITIVAS


OLAS REPRESENTACIONES
DE LOS CONOCIMIENTOS
EN EL SISTEMA MNEMÓNICO
l. LA NOCIÓN DE REPRESENTACIÓN COGNITIVA
Si el conjunto de psicólogos se pone de acuerdo sobre la utilidad de la
noción de representación, no sucede lo mismo sobre su contenido, hasta tal
punto que muchos ocultan su definición. No se trata aquí de representación
material, artificial o concreta (un cuadro, una foto, un croquis, un signo
lingüístico, etc), sino de una estructura mental «cognitiva» general y abs-
tracta, de la que solamente se puede inferir sus existencia a partir de com-
portamientos observables. Estas representaciones evolucionan con el desa-
rrollo cognitivo. En principio son concretas y particulares en el niño, pero se
con vierten, al término de una serie de transformaciones, en más abstractas,
generales y funcionalmente flexibles (Ehrlich, 1985).
Se ha demostrado experimentalmente que el tratamiento de una palabra
atractivo podía tener un efecto favorable sobre el tratamiento de una segun-
da palabra diana, cuando el atractivo y la diana están semánticainente
vi nculado~ . Para Jos ternas, se trata de decidir si la palabra diana existe o no
en el lenguaje: es lo que se Jlarna una tarea de decisión léxica. Para retonrnr
un ejempl o clásico Ja palabra «médico» se reconoce 1nás rápidan1ente si ha
eSlado precedida de Ja palabra «enfermera>> que si la ha precedido la palabra
<<mantequilJa» que no tiene relación semántica con ella. Este efecto puede
explicarse si se acepta la idea que la primera palahra ha activado en la

33
2 Las estructuras cognitivas

n1en1 ori_a, una repr~sentac ión se n1 ánti ca que le corresponde. Así, en virtud de
la relac1on que ex iste entre las palabras enfermera y médico la acti·v . ,
. .. , ac1on
de l concep~o correspondiente a la una fac1hta el tratamiento de] concepto
correspondie nte a la otra. Este efecto se traduce por un tiempo de respuesta
n1ás corto que c~ando el blanco no tiene vinculación con el atractivo.
La representación evocada aq~í corresponde a un tipo de conocimientos
estabilizados en la memoria, resultado de operaciones cognitivas efectuadas
sobre los datos .
Entre las representaciones cognitivas, se distingue las representaciones de
breve duración y las representaciones durables. Algunos autores llaman a las pri-
meras las representaciones ocurrentes o incluso las representaciones cir-
cunstanciales. Estos son los acontecimientos psicológicos, que se suponen son
breves en la actividad mental. Estas representaciones se elaboran en MCT y ev<>-
lucionan durante el tratamiento, es decir, durante la recogida de informaciones.
Las representaciones durables o representaciones tipo corresponden a los
conocimientos almacenados en MLT: constituyen los estados mentales de esta
memoria. Su activación es necesaria para la elaboración de las representaciones
ocurrentes; para ello, a veces se las denomina representaciones matrices.
La comprensión de la frase «el caballo está listo» requiere la activación
de los conocimientos que se refieren al sentido de las palabras (los items
léxicos), la sintaxis y las reglas gramaticales de combinación de palabras.
Como las propiedades de las representaciones tipos determinan los pro-
cesos de comprensión, vamos a interrogamos prioritariamente sobre los
diferentes aspectos de estas representaciones. Examinaremos después la
naturaleza de la representación ocurrente de frase construida en MCT.

2. LAS REPRESENTACIONES COGNITIVAS EN MLT


Recordemos que la MLT está considerada como que contiene todos los
• • . · 'd n el curso de su
conoc1m1entos y creencias que el ser humano ha adqwn e
• . . , .
°
, ,· ificados de las
vida. Los conoc1m1entos lex1cos que corresponden a los s ign . ·en-
. . . , d l s otros conoc1m1
pa1a bras part1c1pan naturalmente en la elaborac1on e O • , • d ,·o--
. . . emantica esic
tos, ya sean declarativos o de procedimiento. La memorias

34
Las estructuras cognitivas 2
na en general los conocin1ientos re lativos al sentido de los items léxicos, a
los objetos. a los acontecinüentos y al inundo en general. Al gunos autores,
como Tulving ( 1972). han defendido la idea que los acontecimientos pro-
pios de la experiencia individual, localizados en el tiempo y en el espacio, se
almacenan en otro registro llamado memoria episódica. Esta memoria está
c:-n la mis1na base de datos (la MLT) que la memoria semántica, pero exis-
tiría independientemente del sistema semántico. Ahora bien, los conoci -
mientos almacenados en MLT no han podido adquirirse a partir de la expe-
riencia. Se puede decir entonces que la memoria semántica pasa por la
1nemoria episódica, además, esta última se diferencia poco de las estructu-
ras ocurrentes o circunstanciales de las que anteriormente hemos hablado.
¿Hace falta introducir en el seno de la MLT otro sistema, independiente
de la memoria semántica?
Según Miller y Johnson-Laird; semejante distinción sería demasiado res-
trictiva. Efectivamente, tenemos un repertorio de habilidades motrices que
presupone una memoria, ni episódica ni semántica. En consecuencia, un tercer
campo mnemónico, la memoria de acción (conocimientos de procedimiento),
se requeriría y se podría ir más lejos postulando una memoria de personas en
la medida en la que un acceso rápido a las informaciones que poseemos .sobre
los demás es esencial para la regulación de las interacciones con ellos (Miller
y Jonhson-Laird, Lenguage and Perception, Toe Belknap Press of Harvard
University Press, p. 151). No obstante, si existen estos campos no pueden ser
independientes: expresan más bien varios tipos de entrada en memoria. Se
puede entrar en MLT por la activación de un acontecimiento del género «Juan
se ha casado en mayo último» e intentar recordar los detalles, o por la activa-
ción de una persona e intentar entonces recordar los episodios en los que esta
persona estaba presente, o incluso por la activación de un lugar, etc.
El debate teórico que se refiere a la utilidad de distinguir o no una memo-
na episódica está lejos de estar cerrado. Para concluir, la mayor parte de las
teorías que surgen del lenguaje se ponen de acuerdo en la idea que hemos
almacenado en memoria una especie de diccionario mental. Cuando se escu-
cha O se lee una palabra, se reconoce la configuración de los sonidos o de las
letras· , porque corresponden a un 1tem· I'ex1co
· represen tad o en memona
·

35
2 Las estructuras cognitivas

semántica que pe nn ite e l acceso a los se nt idos de la palahra F


, .. . 1 ,, . 1 . Allon t:e
liza 1n ás especittcan1ente e tern11110 < e 11u•111orla léxi<.·a. s st ut¡
La represt'ntac ión dt· las estruc turas 111e11t alcs t¡uc c orrovS.J)Ondcn
Par·te , a las si~nifi caciones de los ite111 s y, 11or o tra ' a lt· ts' r'"\, ., l't' · ' Por una_
. .. . '- 1· ,, 1 ,, • .
(. vl<>ncs
. entre el,
A

~Ü!tHhl'ac1ones, se estul tara en os prox 11110s pá.rra f os.


~
•>it\

2. t I"'as representaciones mentales


de conocimientos léxicos

¿Cómo un item léxico representa la significación de una palabra? E~ta pre~


gunta tan compleja es siempre objeto de debates teóricos. Para simplificarlo<,
'
hemos retenido tres aproximaciones teóricas: la teoría compositiva (o com-
ponencial), la gramática casual y la teoría de las dependencias conceptuales.

2.1.1 La teoría compositiva

La teoría compositiva, o componencial (del inglés component = compo-


nente) es una teoría psicológica inspirada en los análisis lingüísticos (como
el de Katz y Fodor, 1963), que pretende establecer la configuración de las
unidades mínimas de significación en el interior de un lexema 4 • Para ilus-
trar este comportamiento, citemos el análisis de Pottier relativo a los lexe-
mas de la familia de asientos. A partir de los componentes: para sentarse.
con pies, sin pies, con respaldo, sin respaldo, con brazos, sin brazos, se pue-
de reconstituir la significación de los lexemas puf, taburete, butaca Y silla.
Así, cada uno de estos items presenta una configuración específica de ras-
gos, la presencia o la ausencia de tal rasgo diferencia los items.
Esta forma de definir el sentido de las palabras permite tarnbién poner_~-º
evidencia su naturaleza polisémica. Consideremos, por ejen1plo, el sign~tt-
cado de <<canard» que puede reenvíar fundamentalrnente a p,íjaro, periódico

S ad .
4 , t . de rasgos
· e , mite que un lexema está constituido, por lo e se ncial , de tres conJUll os ,,
fonológicos s· tác . .. rasgo» te env1a
1· b13
. · ' ' m ticos, semánticos (We inrcich, 1972). En este texto, lapa ª « ·- . ,
siempre al rasg0. . ;; . . 1 texto lo precisara-
. semantico. C uando se trata de un rasgo de otra naturaleza e

36
Las t's l r uc tu r a s <·014niti vus 2
0
trozo de azúcar. La configurad6n de los rasgos sc rü di ferent e para cada
uno de los sentidos. Se pueden e nfocar confi gurac iones tal es como:
_ canardlpájaro: 1naterial. aninrndo (dotado de vida), comcstihle,
macho. etc.
- canard/periódico lperiodicucho] : material, no animado, no comesti-
ble. etc.
- canardlazúcar [trozo de azúcar mojado en café] : material, no anima-
do. l'On1estible, etc.
Según las teorías psicológicas, la unidad semántica de base no es el signi-
ficado del lexema, sino un significado de formato más pequeño que puede ser
alcanzado por una descomposición adecuada del lexema en rasgos semánti-
cos (Le Ny, 1979). Subrayemos que los rasgos semánticos deben compren-
derse aquí en su acepción cognitiva, es decir, ya no como descriptores de sig-
nificación, sino como entidades de naturaleza psicológica en las que algunas
no tienen correspondiente léxicos. Esta representación compuesta no puede
reducirse a la suma de estos elementos. Le Ny (1989) insiste en el hecho de
que la hipótesis compositiva implica la idea de una relación entre un rasgo y
la representación compuesta, relación cuya naturaleza se ignora.
Una forma de comprobar la realidad psicológica de la hipótesis composi-
tiva es la de estudiar el tratamiento y la retención de los items léxicos. Si el
tratamiento de un item se efectúa en todo o nada, entonces la hipótesis com-
positiva es dudosa. Por el contrario, si se puede inducir un tratamiento
semántico difenrenciado de un mismo ítem, se dispondrá de un argumento
experimental favorable a esta hipótesis, pero no se podrá generalizar.

Johnson-Laird, Gibbs y de Mowbray (1978) presentan oralmente a los


~ujetos una li sta de items cuyas significaciones incluyen tres rasgos comunes,
dos) ~ó]o uno O ninguno. Por ejemplo, «agua» contiene entre otros rasgos
semánticos los rasgos natura], comestible y líquido; «sudor» tiene en común
con «agua» los rasgos natural y líquido; «carbón» tiene el rasgo natural;
finalmente «bronce» no tiene ningunos de los rasgos citados.
Los sujetos tienen , simplemente, que decidir si cada una de las palabras
leídas designa sustancias naturales comestibles Y líquidas. Si ninguno de los
tres componentes están presentes, deben responder «No» .

37
E
2 Las estructuras cognitivas

Después de la presentación de todas l~s pa labras, los sujetos ef ,


corta tarea de cálculo 1nental para vacrnr_su me mori a inmeui at:ctuanuna
riben todas las palabras que recue rdan s111 qu e e l orde n len 1 • . ' despué~
es C . . .. gtt I rnport• .
Si el significado es tratado en su global 1dad, e l n úmero de . anc,a.
,, ,, cornpon
seinánticos que co1nparte con los de mas no de be n a tener efe ·t ente~
' ., e o Sohru'"' l·a
retencion.
Si se espe ra, pues, a que los r~sultados se d~stribuyan en dos porcionc\: la">
oalabras que pe1tenecen a la misma categona se recordarán mcJ·or , 1
t . . ,, 1 Ut 1a\
demás, porque la pertenencia a una misma categona es un índice organi zador
para la n1emorización y la recuperación (tabla III). Por el contrario, si el
nún1ero de componentes semánticos interviene en el tratamiento, entonce\
los recuerdos se ordenan en función del número de componentes.

Cuadro 111. Porcentajes de recuerdo de 31 sujetos en función


del número de componentes comunes (según Johnson-Laird y al. 1978).

Número de componentes 3 2 1 o
Porcentaje de recuerdos 57% 44,9% 34,3% 32%

Los resultados obtenidos confirman la segunda hipótesis: los recuerdos


se ordenan en función del número de componentes comunes. Sugieren que
los diversos elementos que entran en la composición de un significado sean
tratados separadamente. Esta idea se acredita por los datos empíricos que se
refieren a los verbos que contienen dos tipos de información: la que se estª-
blece Y la que se presupone. Por ejemplo, en el enunciado: «Juan aband0 na
la competición de automóvil» el verbo «abandona» contiene dos informa-
cio?es: Juan realiza la competición del automóvil, es el presupue sto, Y Juan
detiene la competición, es lo que se establece.
U na propie
· dªd notable del presupuesto léxico es que en una s ituac
· ión de
.
coherenci, d
. ª e emp Ieo de la palabra (aquí el verbo), el presupue st0 es ind1s-
cutible Y su val d
. ,, ·
d
or e ver ad no se modifica por la negac1on
c1on del enu . d O .
· ,,
b donado
°
l 1· nterroga-
ª
ncia que contiene el ítem. Decir que Juan no haª an
· 38
/ ,//.\' l '.I'// 111(///"//.\' 111/¡IIÍ /I V// ,\' 2
l·t ,·omiletu:ion t\\) ca1nhia l' I \'Hlor ih.-1 jln·s 11 1H, l's t,, Sl ' 111 . 1111 ll •lW C()fll() ver
4 \. . , ' ' ' t

dad qut' Juan co1npt"t1H nH\ t· I auto111úvil.


Cuando dt'spues de la lec tura dt· la frase que c onl ic ne se tr wjérnl e"' vcrhoi.;
St' pidt' a lo~ sujetos qut' se pronuncien lo más rápidament e pos,hl e sohrc el
v:tll)r dt' vt'rdad de los presupuestos y de l planteami ento, se comprucha (JU C
¡3 t.asa de t'tl"ores. así con10 del tiempo de respuesta, son significativamente
mas elevados sobre los presupuestos que sobre los planteamientos. Esos do\
aspectos del significado no parece que sean tratados de forma equivaJen tc:
d presupuesto es tratado como una información antigua en relación con el
planteamiento y así, pues, probablemente independientemente.
Estos argumentos experimentales (y otros no consignados aquí) demues-
tran que la hipótesis compositiva es fecunda para abordar el estudio de los
procesos de comprensión y de memorización.

2.1.2 La gramática casual de Fillmore (1968)


El análisis competitivo fue ilustrado y comprobado esencialmente con los
conceptos correspondientes a los nombres. Si estos conceptos nominales pue-
den, en general, pensarse sin tener necesidad de vincularlos con otros concep-
tos (se puede uno hacerse una imagen del concepto de manzana, por ejemplo),
no sucede lo mismo con los conceptos verbales. Siendo el significado de un
verbo de naturaleza relacional, no se puede pensar en la acción que expresa sin
vincularla con uno o varios otros conceptos-objetos que realizan o sufren la
acción (la acción de rodar, por ejemplo, no se puede pensar sin imaginar un
objeto que rueda). Fillmore sostiene la idea que no se puede describir el senti-
do de un verbo sin tener en cuenta los «casos» que puede adoptar. Los casos
')()n la\ relaciones semánticas (o relaciones casuales) entre los elementos de una
~ituación: es decir ]as re]aciones que un verbo puede mantener con los otros
1~ms léxicos susceptibles de acompañarle y que constituyen su entor~o a_ctan-

ciaJ e . . ,, t·"
. · 0 mo no se puede atnbu1r un va1or sernan 1co co · '
nst·tnte '·1 l·1s
'·. funciones
sintáct"1·c,a'i· SUJeto
· ·
gramatical · · tc.s scma"nt1·cas)
y o b'~eto ("1nvar1an ~.' es importante
detenn·inar un número de «casos» en la descnpc1on · · ,, de 1s•en1antts1no
· de un ver-
bo. Consideremos, por ejemplo, el verbo «acaramelar» en las frases 1 Y 2:
39
J
21 Las estructuras cognitivas

1) El azúcar se acara n1t'la ,


1) María acaran1ela el a / .ll l ' Hr
E l itt· n1 ~,a,.ucar,) ti t.· 11c dos fun c iones s i111éí c11 cí1s dd e rcni . .
. e\ , StJ Jeto _.
( 1) y ohjel\l t'll la (2 ). pero e n las dos lrases _111 cg <1 lé 1 mi s,11 ~1 fur . /. e n ht
• . . ,. . ic 11 >r1 '->c rn1.
til'a: su fre la acc1on. es e l obJeto. an
Consideren1os ahora los verbos «dar» y «reci hir» en los cnunc.;iado1.,
1 4
3) Juan golpea a Pablo Y
4) Juan ha recibido un golpe
Juan tiene la misma función sintáctica, es «sujeto gramatical » en la\ do\
frases . No obstante, no tiene la misma función semántica. En (3 ), contr'ola la
acción, es el agente; en (4), sufre la acción. Como se trata de un agente ani -
mado se dice que es paciente.
En un último ejemplo: «La llave abre la puerta» la palabra llave cumple la
función sintáctica de «sujeto». Para Fillmore, se trata del caso «instrumento>>
que expresa la causa inmediata del proceso, el agente no está explicitado
aquí. En todos estos ejemplos se ve bien que una misma función sintáctica
puede recubrir funciones semánticas diferentes. Así, el significado de un
verbo se definiría a partir de los casos que puede tomar. Por ejemplo, el sig-
nificado del verbo «abrir» podría estar representado en el diagrama:

► ----►~ Objeto
Agente
______,, Abrir
Instrumento

Según la utilización del verbo «abrir» uno o todos los casos se cun1plirán
(María abre la puerta, la llave abre la puerta, o incluso, María abre la pue st a
con su Jlave; en este caso, María es el agente y llave es el instrumento según
Fi11more, llave es la causa directa de la acción).
Fillmore ha descrito otros casos y muchos lingüistas han intentado eS tª-
blecer una nomenclatura exhaustiva, añadiendo a los casos relacionales, los
casos modales que se refieren al modo, al tie1npo y al aspecto del verbo,~ ~o~
casos· adverb·, ~ .d
ª
1 Jes ·
e tiempos · aqu1,, un a 1ustrac10n.
de lugar y de manera. He 1·

« Desgrac1·ad-
· amente Jas aguas han roto la presa ayer»
En esta fras· e, Jos. casos
. .
relacionales del verbo romper se exp resan por la
40
La.,· e.vtructuras cognitivas 2
causa <,aguas>> y el objeto «presa» ~ los casos modales, por el pasado com-
puesto y el 1110~0 indicativo; el aspect?, por «desgraciadamente»; finalmen -
te ,,ay~r>> descnbe un caso modal de tiempo.
Aden1ás de que el significado propio del item verbal no está verdade-
nunente descrito, una de las dificultades de esta aproximación es la gran
disparidad de lazos establecidos y de contenidos definitorios de los casos.
Algunas investigaciones han afrontado estos problemas temibles, teniendo
que reducir el número de casos y establecer definiciones más simples para
comprender las representaciones cognitivas y poner a punto un método de
análisis del contenido. Reenviamos al lector al número especial de la revis-
ta Langages (nº 100, 1990) y a la revista Verbum (nº 3, 1992).
A pesar de esas dificultades, es claro que una descripción completa del
significado de un verbo no puede ser el punto muerto de los casos.

2.1.3 Las dependencias conceptuales: Schank

La finalidad de Schank ( 1972) es la establecer un sistema de representa-


ción conceptual que no dependa del lenguaje. En otros términos, intenta pre-
sentar un análisis que, esencialmente, integre los conceptos nominales, ver-
bales y sus relaciones (dependencias conceptuales) teniendo en cuanta así
los casos. El sistema de representación que preconiza incluye tres clases de
conceptos elementales (conceptos nominales, conceptos de acción y con-
ceptos modificadores) y las reglas que establecen las relaciones entre los
conceptos. Los conceptos modificadores no tienen ningún sentido sin un
concepto nominal o sin un concepto de acción. Limitaremos nuestro propó-
sito a los conceptos de acción que han sido los más teorizados.
Existe un conjunto terminado de acciones básicas (o acciones primiti-
vas) que permiten dar cuenta de la significación de todos los sentidos que
puede tomar un verbo. Estas acciones primitivas constituyen los núcleos
sem' · ·
· anticos. Entre las 15 primitivas identificadas por Schank, citemos:
ATRANS transferencia de posesión: dar, tomar, prestar ...
MTRANS transferencia de una información mental: contar, exponer ...
AT'fEND entrada sensorial: escuchar, ver ...

41
2 Las estructuras coxnitivas

MBUILD construcción de estructuras en 1ne1nori·,· •


. . . '- · pensa r
INGEST ingenr: cotncr, 1nsp1rar. tragar... ···

Así st'lTÜn los nritnitivos


, • , ~ t
indicados.
. .
se 11ucdc coinJ)r<>h·tr
( que el .
<-<lhU)> t"ll t'l sentido de ,<dar un hbro» tiene co1no prin1it ivo ATR AN .verb, 1

t'l sentido ,<dar un aviso», tiene cotno primitivo MTRAN S Fl ~e S,Jy en


, • ., • • • ·ntt< <, de
1 • _, •

,<leer un hbro» esta compuesto de dos pnm1t1vos MTRANS y ATTf:NIJ


Por la vía de las reglas conceptuales, la aproximación de Schank, JI amada de
dependencias conceptuales, incluye la aproximación casual: los verbo\
que compartes allí donde los mismos primitivos toman también los mismo\
casos. El diagrama inferior ilustra una representación posible de un estado
t'n el cual «Joe se encuentra tomando una sopa con cuchara.»
Joe (agente) H INGEST ~ sopa (objeto), con cuchara (instrumento),
Joe H TRANS (objeto) CONT ~ cuchara (instrumento) en la boca
POSS (poseída) por Joe.
Joe, el agente, ingiere el objeto sopa, con el instrumento cuchara, transfi-
riendo el contenido sopa del instrumento en la boca que posee Joe.
Esta aproximación ha sido criticada por los psicólogos, porque exige una
definición precisa (por ello no realista) de los conceptos para identificar el
núcleo semántico y porque no proporciona ningún mecanismo para estable-
cer el análisis pragmático 5 . Si parece que los principios teóricos propue st.º5
por Schank no son adecuados para modelar un sistema general que pe~i(i;l
1st
dar cuenta de los contenidos y de las organizaciones conceptuales, la P ª
abierta continúa iniciando las investigaciones en este terreno. . .
Para concluir, las tres aproximaciones proporcionan los marcos teonl '.
, . 'º'
, . os que
l
que han permitido comprender un número de fenómenos psico ogic , · t·01._
· ta de
son complementarios pero permanecen insuficientes para dar cuen ,. . sr
ma exha ·f1 d . . t las teon,1~
. us va e las estructuras conceptuales. Actuahnen e, ' ., . ··1>>sr
onentan hacia l·as. concepc1oncs
. . ,,
mas generales en las que la «semanuc,
.
Jo~
s L . 11· hact:il
a pragmática e . ·I . d' . . ·1 ·o que de e a . , riº
loe . s e estu 10 de las relaciones e ntre le lengua Y e us . ) dícc1ona
utores en s1tuació d d.1das etc-
Larousse . , n e comunicación (presuposiciones subcnten ''
' Selecc1on, tomo l , 1988.

42
/ ,{/ ,\' l'S /nw t 11ro s l '/J }i //Íl i V(I S 2
, · h~ con u, <-ü ll\ puentt•)> entre L'apttc idadl'S cog 11 ¡t ¡va .s 1 1 1
l'om.: tt"- . . ( e en gua ie y
. •· t •idt"S J:1t'n:eptn·as y n,otrtl'L' S.
l'ªPª" tl ,,

. tA La rt.'presentut·iún intralexé1nica
1
(.,En 4ut' fnnna se puede representar 1nentalmente el signifi cado de un
leXt' HK¼°? La fonna tnás sin1ple de responder a esta cuestión es la de prcgun
t~tr a alguien que explique lo que es una sopera o lo que es un postul ado.
Para la prin1era palabra, se obtiene en general una explicación rápida de
tipo: una sopera es un gran recipiente hueco en el cual se sirve la sopa. Para
d s~gundo, la explicación es más lenta de obtener y, en general, menos rica.
s~ puede dar un enunciado como: un postulado es un principio que hay que
admitir para establecer una demostración.
Que exista en el mundo real un objeto que se refiere a la palabra (sopera)
o no (postulado), se observa que la explicación dada es de la forma: una X y
una Y, en la que Y expresa un concepto más general que X al cual se añade
una serie de rasgos que especifican el concepto que hay que definir y le limi-
tan su campo de aplicación (es grande, hueca, etc.). La operación cognitiva
realizada por el sujeto es la operación de predicación. Consiste en decir
algo a propósito de alguna cosa. Todo enunciado incluye así uno o varios
predicados (lo que se dice) y uno o varios argumentos (aquello sobre lo que
se aplica lo que se ha dicho). En el ejemplo (1), una sopera es un recipiente,
recipiente con función de predicado, sopera la de argumento o soporte de
predicado, y el conjunto, predicado argumento, constituye una proposición.
El enunciado explicativo de sopera incluye cuatro proposiciones. En una
proposición se puede encontrar cualquier categoría gramatical que juega la
fun~ón de predicado. En el ejemplo de la sopera, es un nombre en la pr~-
~ ición (1 ), pero es un adjetivo en la proposición (2), un sintagma propoSi-
cional Í) en la (3) y un verbo en la (4 ). Los argumentos son frecuenteruente

,, La rv. 1,. L • · d · . · nt ·ts nuc mantienen rda-


. ,.,alC11Jra sintagma desi gna una serie de palabras orga111:1.a ,is JU ' · , . ,.
c1ones de de . . . . . . l· 1 t • i ·t palabra cscm:ial t:n
pendencia. En general la naturalc1.a del srntagma es • <. t'. Ul" .
torno a l· ' .
a que se organizan los otros elementos del smtagma (scgun u
, o bois-Charl1cr:
·
«Com-
rnent s' in• . , .
itier a la hnguistique» livret 2, Laroussc) .

43
__J
2 Las estructuras cognitivas

nom bres, pero Pu eden ·ser también proposiciones enteras (2 y 4 ). He aquí un


ejemplo de análisis:
l) RECIPIENTE (sopera)
2) HUECA (1)
3) EN LA CUAL (2,4)
4) SERVIR (se, sopa)
Este tipo de descomposición se desarrollará el en último capítulo. A par-
tir de un análisis del enunciado definitorio, se puede inferir que la represen-
tación mental de la significación de una palabra se presenta esencialmente
en forma similar al enunciado producido: la forma proposicional. Si uno se
lanza al análisis, se puede realizar la hipótesis de que el orden de enuncia-
ción de los rasgos tiene importancia: es susceptible de reflejar una jerarqui-
zación psicológica de esos rasgos. En otros términos, algunos rasgos de un
significado tienen un relieve estructural mayor que otro. Es así como para
el objeto «piano», fuera de todo contexto, el rasgo «producto de sonido» tie-
ne más relieve que el rasgo «objeto pesado» .
Volvamos a la representación del significado de los verbos. Se puede
razonar de una forma parecida con el enunciado explicativo de un verbo.
Tomemos como ejemplo el verbo «dar», por ejemplo, es de la forma: «dar».
es cuando se posee algo que se envía a alguien. Se puede proporcionar una
representación en el diagrama siguiente:
DAR ➔ TENER a DISPOSICIÓN (x, y) y TRANS (x, y, z)
donde x es el que da, y lo que es dado, y z el que recibe. Con las modificacio-
nes menores, se puede analizar según el mismo esquema la significación típica
de verbos como prestar, tomar, ofrecer, comprar, perder, conservar, vender, etc.
Por ejemplo, se propone el análisis siguiente del significado del verbo
vender:
VENDER ➔ TENER a DISPOSICIÓN (x, y) y TRANS (x, y, z) y FI-
NALIDAD:
TENER a DISPOSICIÓN (x, m) y N . TENER a DISPOSICIÓN (x, y)
d?.,nde : es el agente, y el objeto, z el receptor y m al agente. U na descrip-
cion mas completa incluiría el resultado para el comprador, pero se ha ele-

44
las estructuras cognitivas 2
~lido una descripción tnínitna que corresponde a una descripción típica del
o
sentido. . .. .
Se ve así qnt" el t'llllll('tndo delnutori~, de 1111 nomhrc se presenta como
perteneciendo a una dase etil~Ue~a~a por otro nomhre («sopera>> es un reci
piente: ~postulado'>> ~s ~11~ pnnc1p10) que po~~e una serie de propiedades
(rt'Cipiente hueco; pnnc1p10 que hay que admitir). Para los verbos, el enun-
ciado definitorio pertenece a uno a los campos semánticos etiquetados por
uno o varios verbos y, según los casos, contiene los elementos específicos
(una finalidad, en el ejemplo de vender). Así, el significado de un item está
fundado en gran parte sobre uno o varios items más generales.

2.1.5 la representación de la organización interlexémica


La estructura de las representaciones semánticas permanentes se ha con-
cebido como una inmensa red jerárquica de nudos interconectados, un nudo
corresponde a un concepto del que se acaba de apreciar la complejidad en
relación a su representación interna. Uno de los primeros modelos represen-
tativos de una concepción en red es el modelo de Quillan (1968, 1969). He
aquí los puntos esenciales.
Se distinguen los nudos tipos y los nudos ocurrencias que le están
vinculados. Retomemos el ejemplo precedente: a la palabra sopera corres-
ponde un nudo tipo y cada uno de los términos relativos a la definición de
nudo tipo se les llama nudos ocurrencias, el conjunto constituye un plano
semántico. Los nudos ocurrencias tienen también una función de nudos
tipos en el plan semántico (que contiene su definición): el concepto de reci-
piente es un nudo tipo en un plan semántico super ordenado al de sopera.
Los diferentes planos semánticos están pues vinculados entre ellos. Las
relaciones están simbolizadas por los arcos de conexiones entre los nudos.
, ·1 conocer su naturaleza y, eventualmente, determinar su fuerza.
Es utt .
1:-°8 arcos están etiquetados según cinco tipos de relación: 1) de stlhºrd ~-
nac1ón1
. superordenación, el concepto de sopera esta; en re lact·ón de subord1-
nación
, . con recipiente que le está ·super ordenado (el signt· ·ricadO de .sopera
.
está incl ui'dO en la clase de los recipientes), 2) de mo d'f'
1 icac ión (rec1p1ente

45
2 Las estructuras cognitivas

hueco), 3) de disyunci ón (recipiente de loza o de porcelana), 4) de conjun-


ción (recipiente grande y hueco) y 5) otras relaciones reagrupadas bajo el
término de relaciones residuales .
Las propiedades que definen el nudo tipo le son propias, las que son com-
partidas por varios nudos tipos (por ejemplo, las propiedades éomunes a
todos los recipientes) solo son almacenadas al concepto «recipiente». Por
ejemplo, si nos referimos al «petit Robert» para el que, entre otras cosas, en
un utensilio hueco, la propiedad «hueco» está almacenada en el nudo tipo
recipiente y no sopera. En esta contexto, la noción de herencia de las pro-
piedades es fundamental, porque estipula que los nudos tipo de un nivel
dado heredan todos los rasgos del concepto super ordenado: «sopera» here-
da los rasgos definitorios de «recipiente» que, él mismo, hereda los rasgos
definitorios de «utensilio» , el cual hereda los rasgos del concepto «objeto».
Se trata aquí de un ejemplo típico de organización jerárquica

Cosa
>' -----..
Animado No animado
~
Animal >' " Planta
>
Pájaro " >' " Arbol
-
Canario > "
}..,igura 4. Diagrama que representa una parte de la memoria conceptual
según Collins y Quillan.

La organización representada en la figura 4 tiene implicaciones sobre el


tiempo del tratamiento. Cuando hay que remontar en la jerarquía, el tiempo
de tratamiento está en función del número de niveles que se deben franque~-
Por ejemplo, el tiempo de verificación del enunciado, «un canario es aman-
llo» que describe un concepto y una propi~dad específica del mismo nivel, _es
más corto que el tiempo de verificación de «un canario es pájaro», éste nus-
mo es más corto que el tiempo de verificación de «un canario es un ani~al»-
En otros términos, la distancia semántica entre los conceptos «canano» y

46
Las estructuras cognitivas 2
«amarillo» es más débil que entre «canario» y «pájaro» o «canario» y «ani-
mal». El efecto, de la jerarquía de los conceptos se ha verificado experimen-
talmente: verificar que un podenco es un perro tomó como media 720ms,
mientras que hacen falta 840ms para verificar que un podenco es un animal.
No obstante, investigaciones como la de Smith, Shoben y Rips (1973) han
demostrado que si la organización, en general, es de naturaleza jerárquica, los
criterios de jerarquización no parecen tan lógicos y ógidos como los resulta-
dos iniciales lo dejan suponer. El funcionamiento cognitivo puede introducir
variaciones que hacen caduca una noción de distancia semántica fija y deter-
minada por el número de pasos que hay que efectuar en la red. Especialmen-
te, el contexto en el que se produce la verificación juega una función impor-
tante. Por ejemplo, verificar el enunciado «las naranjas son jugosas» toma
menos tiempo cuando está precedido por «la jovencita exprime las naranjas»
que por «la jovencita cuece las naranjas» (Barclay y Jahn, 1978). La cons-
trucción de «la jovencita exprime las naranjas», de alguna forma alerta el con-
cepto de «jugo», facilitando el tratamiento y la verificación posterior del enun-
ciado «las naranjas son jugosas». Parece así que es más pertinente considerar
que la distancia semántica es variable y, como consecuencia, admitir una
estructura flexible al léxico mental. Esta idea ha sido particularmente defendi-
da por Mandler. Lo que se describe con el nombre de «estructura» del léxico
mental emparentado con la noción de esquema que vamos a abordar ahora.

2.2 Las representaciones de los conocimientos


del mundo: acontecimientos, acciones, situaciones

2.2.1 Los esquemas y los escritos

Un esquema es una estructura mnemónica organizada espacialmente


y/o temporalmente que «encapsula» nuestros conocimientos del mundo.
Es un cuadro conceptual invariante; solamente el contenido de informa-
ción es susceptible de variación. Un esquema se elabora a continuación de
los contactos, en general repetidos, con los objetos, las situaciones o los
acontecimientos. Se puede representar la noción de esquema en forma de

47
2 Las estructuras cognitivas

un diagrama que incluye los lugares, o muescas de las


. . . . ' · que alguw
tienen 1nformac1ones con valor constante, obligatorio y ot , . . as con-
' ras tn for .
nes con valor opcional y por ello variable . Se habla así de . rnac10-
. . esquerna d
objeto, esquema de acontec1m1ento, esquema de acción y d e
de estado. e esquema
En el esquema del objeto «perro» la información «animal» es
• • . · un valor
obhgatorio, pero el tipo de perro es un valor opcional. Cuando falt- ,
información contenido en un mensaje lingüístico, el esquema pennite re::¡~
zar la hipótesis, es decir, llenar las casillas por el valor más comúnmente
esperado que se llama el valor por defecto. Por ejemplo, si un vecino habla
del perro de su hijo, es poco probable que precise el número de patas del
perro, y no obstante, usted tendrá en la mente que ese perro tiene cuatro
patas. Este valor «por defecto» es también un valor opcional, porque un
perro que tenga tres patas es siempre un perro.
El esquema general de un acontecimiento puede describirse como inclu-
yendo un estado inicial, una transformación, y un estado final. Añadiendo a
este esquema un lugar etiquetado «fin» o «control», se obtiene el esquema
de acción.
En la frase «La tempestad abatió una encina», la representación del acon-
tecimiento expresado puede describirse como presuponiendo un estado ini-
cial E de un objeto O (una encina) en un instante t, una transfonnación (paso
del estado de pie al estado tumbado) en el que el instrumento es una fuerza
natural (la tempestad), finalmente, un estado final del objeto O en el in stªn-
te t ', que es el de estar tumbado. . ' to
En «El leñador ha abatido una encina», el esquema de acontecimie(n
. d agente ser
posee además una noción de control debida a la presencia e un . /
animado). Un acontecimiento controlado por un agente es una accion. trar
ueden en
Los esquemas pueden ser más o menos generales Y algunos P scri·
en la compos1c1on · como Por eJ· emplo 1os e
· · ,, de esquemas más compleJOS,
tos O argumentos y los esquemas de historias. •rnienros
Un escrito o argumento es una «secuencia coherente de aconte~l·pante 0
.d . . mo paruc1
conoci os por el individuo que le implica a él mismo co . tá pues
scnto es
como observador» (Abelson, 1973). El esquema de un e

48
Las estructuras cognitivas 2
constituido de esque1nas de aconteci mi entos y de acciones (cuando el indi-
viduo in1plicado participa) y Je esquemas de rutina (ya conocidos) como
por ejemplo «ir al restaurante>> o <<al tnéd ico» . Estos acontecimientos o
acciones están unidos por una relación del orden de uno o de los individuos
que asumen diferentes funciones.
Por ejetnplo. el escrito del restaurante incluye varios lugares: una eti-
quetada «accesorios» (que se pueden llenar con mesas, menús, comida,
nota, dinero, etc.), una que se refiere a las funciones de las personas (clien-
tes, camareros, cocinero, cajero, propietario), una que envía a las condicio-
nes de entrada (el cliente tiene hambre, tiene dinero), y todo un conjunto de
lugares relacionados con las diferentes fases (entrada e instalación, coman-
da, consumo, salida). Los resultados experimentales demuestran que dispo-
nemos de escritos específicos que nos permiten inferir informaciones por
defecto, es decir, llenar las casillas por los valores más comúnmente espe-
rados cuando las informaciones no se explicitan. Se dispondría así de escri-
tos generales que reenvían a todas las informaciones comunes de los acon-
tecimientos específicos. Por ejemplo, los escritos . ir al doctor, el dentista,
el radiólogo, el veterinario o a los abogados, tienen en común una serie de
accesorios y de acontecimientos que se refieren fundamentalmente a lo que
sucede en la sala de espera. Así, según Schank, no tendríamos en los escri-
tos «ir al restaurante» las acciones de rutina que surgen especialmente de
esta situación. Todos los otros acontecimientos o acciones comunes a
varias situaciones se almacenarían en las representaciones más generales
llamas las MOPS (memory organisation packets). Se ve el interés de seme-
jantes esquemas generales que evitan la proliferación de los escritos especí-
ficos.
Entre los esquemas generales, los esquemas de historias han suscitado
muchas investigaciones teóricas y experimentales. Algunos psicólogos, ins-
pirándose en los literatos y lingüistas, han supuesto que, correlativamente a
la estructura canónica de los textos narrativos, existiría en nuestra mente una
escritura que han llamado esquema de historia (fig 5).
Los modelados de la estructura de los relatos, de sus constituyentes y de
sus interrelaciones se han reagrupado bajo el nombre de gramáticas de

49
2 Las estructuras cognitivas

RELATO

EXPOSICIÓN
-- TEMA
7 ~
INTRIGA R J~S <)f __ lJ(:J()N

~ 1 1 /
Personaje Lugar Tiempo Fin Episodio Acontecimi entc, f: ~U:td<J
1

Subfin Intento Salida

Figura 5. Estructura en árbol de un relato.

relatos, porque poseen un conjunto de reglas que se utilizan para reescnbir


la historia (reglas de reescritura) 7 . He aquí unos ejemplos :
Regla 1: un relato se compone de una exposición, de un tema, de una
intriga y de una resolución.
Las reglas siguientes descomponen cada uno de los constituyentes enun-
ciados en la regla 1:
- la regla 2 dice que la exposición introduce a los personajes, el lugar
de la historia y el momento;
- la regla 3 establece que el tema está constituido por la expresión del
fin y, de forma opcional, por uno de los acontecimientos o estados que fun-
dan ese fin.
Consideremos un extracto de una historia titulada «el granjero y su asno)>.
«Había una vez un granjero (1) que quería hacer entrar en su granja a un
asno testarudo. Pensaba que si el perro ladraba el asno tendría miedo :
entraría en la granja (2).»

5
.Se trata aqw,, de 1a recuperac10n· " de 1•1orma 1·1smo lmgü1st1co
· , · en el que una reg Ia de reescnw· ·
. . . p J·ernplu.
ra consiste en convert1r un elemento en otro elemento o en una serie de ele mentos . or e .
. _ . . · . ¡ el c:u·
sea Ja frase P «EJ cartero trae el correo» en <lon<lc se puede identificar un sintag ma nomw.i ·
·. ta'gma verba I t rae e 1correo ; esta 1·rase se analizara
tero, y un srn · · · ·ct··c1 de SN + sV. .
, como const1tu1
. 1•111 !1 1•1
. 1 <l · . .
P = SN + ,Sv , otras rcg as e reescritura que se aplican al smtagma nonuna ' · . ¡ y •ti sin •r:
verbal desembocarán en las configuraciones :
SN = DET(el) + N(factor) y SV = V(aportación) + SN , etc .

50
Las estructuras cognitivas 2
El enunciado cotTesponde a la e xposi ció n (e l personaje principal está
introducido): el segundo corresponde al te ma , que puede descomponerse en
un fin {quería hai:er entrar al asno ... ) y e n un estado que fund a el fin (pe nsa-
ba que ... ) {para n1ás detalles lf Kekcnhosch, 1994 ).
El esquetna de historia es una estructura abstracta adquirida progresi va-
mente a rontinuación de contactos repetidos con las historias escuchadas o
leídas. Este esquema, como los otros, incluye sitios vacíos para cada uno de
los ronstituyentes identificados y, durante las actividades de comprensión
de un relato leído o escuchado, el lector o el auditor llena los lugares. Los
datos experimentales acreditan la existencia de semejante esquema; no obs-
tante. reducen la importancia que los teóricos le habían atribuido en los
meeanismos cognitivos de tratamiento del relato.

2.2.2 Los modelos mentales


La noción de modelo mental ha sido especialmente desarrollada por
Johnson-Laird (1983). Subraya que una teoría semántica que no ha integra-
do la referencia al mundo es insuficiente. Se trata de reintegrar los compo-
nentes figurativos vinculados con la percepción del mundo a los com-
ponentes más arbitrarios de las representaciones del lenguaje. Estos
componentes figurativos están presentes en el intelecto en forma de modelos
mentales. Un modelo mental es una representación de un cuerpo de saber en
el que la estructura corresponde a la estructura del saber que representa. Pue-
de solamente contener entidades perceptivas y, en ese caso, es una imagen
í1
perceptiva o imaginaria, pero puede también contener elementos abstractos.
Lo\ modelos mentales no existen solamente en MLT, sobrevienen tam-
bién en MCT, entonces son los modelos particularizados de situación que
re~ultan del tratamiento de los datos lingüísticos y de la activac ión en la
memori a del modelo mental genéri co.
. Para ilustrar este punto, evocaremos este aspecto de las representaciones
tipos Y ocurrencias que puede intervenir durante el tratamiento y la memori-
zación del lenguaje: el de la imagi nería vinculado al grado de concreción del
material verbal. Retomemos el ejemplo del item léxico sopera. Entre los ras-

51
2 Lll-' estructuws cognitivm

t , n en la significación de este item, algunos corresponct


gos, que en ra . ./ en a los
'eptivos y contnbuyen a la construcc1on de una represe .
aspectos perc . . . ntac1ón
. . , e incluye
cog01t1va qu ·
elementos.
figurati vos. Por el contrano. .
un co ncepto
. b ·t , ·t') como el de <<teoría» incluye pocos
d s rae , , . / rasgos .figurativos.
. / Esto no sig-
.
nifica necesariamente que una representacion cogrutiva grafica sea imposi-
ble. Según Denis ( 1979), la representación de nociones abstractas puede recu-
rrir a los símbolos gráficos. Por ejemplo. la «j usticia>> puede evocarse por la
imagen <le una balanza, porque esta imagen fonna parte de nuestras adquisi-
ciones culturales. Si semejantes ideogramas no existen en lo n1cntal. el suje-
to puede recurrir a la activación de situaciones vividas. Durante la construc-
ción <le la representación ocurrente de una palabra tal como «cólera» . puede
cargarse de rasgos figurativos y se produce probablemente la activación de
una situación a la cual se refi ere la palabra, situación que es una representa-
ción mental del mundo o incluso. p,u-a reton1ar la fórmula de Johnson-Laird,
un «modelo mental» ( 1983 ): el hombre traduce los acontecin1ientos externos
en modelos internos que utiliza después para con1prender y razonar. Los
modelos mentales son, de alguna fom1a , una especie de modelos de trabajo.

3. LAS REPRESENTACIONES COGNITIVAS


DE FRASES EN MCT
Las representaciones elaboradas en MCT son represe ntac iones ocurren-
tes transitorias. La unidad léxica o lexe1na que corresponde a la palabra que
incluye, según Saussure, un significante y un significado . El significante es
la imagen sonora del lexen1a. nosotros añadiremos a ello las características
g_ráficas, 0 esquen1as visuales, para dar cuenta del lenguaje escrito. El sign~-
ficado es el contenido se1nántico del lexema. Daremos una definición psi-
c?!ógica: el «significado» es la invariante psicológica que, a cada prese~t~-
c1on de un e ~t/ l . . . ·t· cac1on
s imu o-signo. produce un acontecirmento-s1gni i
r:sta~te, esencialmente idéntica a él mismo (según Le Ny, 1979). En otr~s
terminas cada e . .d d cogni-
f ' ncuentro de la palabra «libro» produce una activi ª d
iva, un acontecim· t . . .fi ción e
~ rb .
< 1 ro»• Teniendo e
°
ien psicológico, que representa la signi ica
/ ticos, 1ª
n cuenta los aspectos de superficie y los seman
52
J
Las es1ruuura.1· cognilivas 2
representación ocu~renk' d~- u11a r,_· asl' c o11 slr11ida en MCT es heLcrogénea :
mcluy~ eletnentos tono-art1cu lalorH ,s y e ll' ll ll' lllos se11u1n1 íco s.

Ye~ttgg_t'l ~ Le N~ ( 1977 ) han inll'ntado po11l'r c11 c vidc11c ié1 l:1 coexi sten-
n a de dt'l1lt' ntn~ fono-articulatorios y scmúnli cos dcmoslrnndo su~ dd crcn
"·1a~ dt' fun\'i\)Hanlit·nto y de evolución a corlo término.
Sohrt' una pantalla. se presentan sucesivamente dos frases, PI y P2 (jU C
mut'stran ya sea:
una estricta identidad formal y semántica (P2 es Ja repetición literal de
Pl):
una identidad semántica (PI y P2 son casi sinónimas);
una ausencia evidente de relación semántica.
He aquí los ejemplos:
P 1) El doctor tenía una casa vieja en el campo.
P2) El médico tenía una vieja residencia en el campo.
P2 ') El escritor tenía un viejo amigo en el campo.
Así: PI y PI muestran una estricta identidad; PI y P2, una identidad
semántica; PI y P2', una relación neutra.
Los sujetos leen separadamente las frases y deben dar un juicio de identi-
dad sobre las mismas: (es el caso de PI PI y PI P2), si el sujeto las juzga
\(diferentes» la respuesta que se espera es «no». La respuesta se da presio-
nando el botón correspondiente. La respuesta y el tiempo de respuesta se
registran casi a la centésima de segundo.
Existían tres condiciones de presentación de las frases :
- la segunda frase seguía inmediatamente a la primera (demora nula);
- la segunda frase seguía a la primera después de una demora de cinco
~gundos (demora vacía);
- Ja ~egunda frase seguía a la primera después de una actividad de cuen-
ta hacia atrá\ durante cinco segundos (demora llena, tarea interpuesta) 8.
St '> upone que durante la presentación de P2, el sujeto compara la infom1a-

;, En general ,~ h.ahla de íntcrpolac i611 cuando se introducen e n un tex to los pasajes que no
forman pane y que cambian e l \cntido (scgú11 Larou sse) . Por ex te nsión se ca lifü:a la tarea de
cuenta hacia atrá\ <..- u.rea ínt.erpue\ ta », porque, por una pai1e se í11troduce e ntre la comprensión
de fra').e\ Y el examen de \ U retención y que por otra parle, ll eva un material difere nte .

53
2 Las estructuras cognitivas

ción captada con la representación ocurrente elaborada durante la lectura


Se supone que se trata de actividades paralelas: al mismo tiempo que elab d~ Pl,
ora una
representación ocurrente de P2, el sujeto la compara crn1 la representación de
Examinemos las hipótesis planteadas durante cada condición exp,_.r·,n-1 PI_
V cntal·
,1

- Durante una demora nula, las actividades cog nitivas (se efectúan cr.
1
para lelo) cesan a partir de que se obtiene una coincidencia: el tiem po <le rcs
puesta es más corto en la situación de estricta identidad que en la si tu ación de
identidad semántica. Si tl representa el tiempo de respuesta para las relacio-
nes de estricta identidad y t2, la de las relaciones de identidad semántica, se
espera que t 1 sea más corto que t2.
- Durante una demora vacía de 5 s, no existe efecto diferencial entre los
con1ponentes de la representación ocurrente, los tiempos de respuesta son
idénticos.
- Durante una tarea interpolada, se produce una degradación del com-
ponente fono-articulatorio de Pl, pero no de la dimensión semántica. Se
espera entonces, en el caso de una estricta identidad, un tiempo de respuesta
más largo que el anterior. Por el contrario, en el caso de una identidad semán-
tica, el tiempo de respuesta permanece sin cambio. Los resultados se consig-
nan en el cuadro IV.

Cuadro IV. Latencias medias de respuesta en centésimas


de segundo (según Verstiggel y Le Ny ).

Condiciones de demora
Nulo Vacío 5 s Lleno 5 s

Identidad estricta 216 245 316


Identidad semántica 402 394 375

En todos los casos se comprueba que identificar una identidad se1nántica


exige más tiempo que identificar una estricta identidad (390 centésimas de
segundo de media contra 266 centésimas de segundo). Por otra parte, se
comprueba que el efecto de demora pleno es muy diferente según se trate ~e
una identidad estricta o de una identidad semántica. Estos resultados acredi-

54
Las estructuras cognitivas 2
tan la idea que los aspectos fono-articulatorios y semánti cos de información
han sido. a corto ténnino. tratados y conservados diferentemente, los aspec-
tos fo no-articulatorios son tnás frágiles que los aspectos semánti cos.
Esta fragi lidad de los aspectos de superficie en el plano mnemóni co ha
sido puesto en evidencia por Sachs, en 1967.

D~spués de haber presentado un texto corto, se propone una tarea de reco-


nocinüento de frases en las que se presenta una de las frases del texto, ya sea
literalmente, ya sea habiendo sufrido una modificación. Estas modificacio-
nes pueden ser: de orden sintáctico, la vía activa se convierte en pasiva (o
inversamente) , de orden formal, el orden de las palabras se cambia, incluso,
el orden semántico. Cuando la frase modificada se presenta inmediatamente
después de la frase diana, las respuestas de los sujetos son correctas en un
90% de los casos, cualquiera que sea la naturaleza de las modificaciones. Si
entre la lectura de la frase diana y la presentación de la frase modificada se
interpone la lectura de algunos elementos frásticos , la exactitud de las res-
puestas permanece elevado por las modificaciones semánticas, pero arriesga-
das en todos los otros casos. Además, la certidumbre de los sujetos es eleva-
da en lo que se refiere a las alteraciones semánticas y débil para las demás.

Resumiendo, se pueden considerar dos grandes formas en las representa-


ciones mentales:
- la forma posicional, que reenvía esencialmente a las representacio-
nes de conocimientos léxicos y probablemente participe también en la
representación de los conocimientos de procedimiento;
- la forma analógica, que es esencialmente la forma subyacente a los
mode]os mentales (correspondencia entre la estructura del mundo represen-
tado Yla estructura de la representación mental).
Estas dos formas pueden estar presentes en diversos grados en la repre-
~entación mental de los conocimientós.
En el capítulo siguiente, examinaremos cómo un proceso fundamental,
tal como e] de ]a producción de inferencias durante la comprensión, acredi-
ta la idea que construimos de los modelos mentales de situación.

SS

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