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UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS


ESCUELA DE DERECHO

EL ARBITRAJE

ACEVEDO MORILLAS, TATHIANA


CRUZ ACUÑA, JOSÉ LUIS
VILLANUEVA ORCHESS, MARCO

CURSO DE DERECHO LABORAL II


JOSÉ FERRADAS CABALLERO

TRUJILLO – PERÚ
2017
EL ARBITRAJE
GRUPO DE DERECHO LABORAL II

UNIVERSIDAD P R I VA D A A N T E N O R O R R E G O
C U R S O D E D E R E C H O L A B O R A L I I
GRUPO DE DERECHO LABORAL II

EL ARBITRAJE
«Vivir en el mundo sin percatarse del significado
del mismo es como deambular por una gran
biblioteca sin tocar sus libros».

The Secret Teachings of All Ages


(Las enseñanzas secretas de todas las épocas)
PRESENTACIÓN

La finalidad de este trabajo monográfico es, en primer lugar,


analizar los aspectos generales del arbitraje a nivel del Derecho
Colec-tivo de Trabajo. Importante, de igual manera, es desarrollar el
convenio arbitral, institución que da lugar al arbitraje, sea un
arbitraje potesta-tivo o facultativo. Asimismo, la clafisicación de
arbitraje está íntima-mente ligado al arbitraje de derecho y de
conciencia, dando dos puntos de vista sobre estas instituciones. El
árbitro y el laudo arbitral cobran vital importancia en el arbitraje, ya
que uno es el tercero que se incorpora para solucionar el conflicto y el
otro el veredicto final que, en materia laboral, es inapelable.

Para los fines de la investigación, estructuramos el trabajo en


tres capítulos, a saber: 1) Aspectos Generales del Arbitraje, en donde
alcanzamos una definición de arbitraje, explicamos sus
características y desarrollamos el convenio arbitral y el arbitraje
colectivo. 2) Clasifi-cación del arbitraje, analizando el arbitraje de
derecho y de conciencia y la clasificación de arbitraje propiamente
dicha. Finalmente, 3) Árbitro y Laudo Arbitral, donde desarrollamos
concepto, características, requi-sitos, funciones e incompatibilidades
del árbitro; de igual manera ana-lizamos el laudo arbitral y el
Tribunal Arbitral.

Confiamos, ante todo, en Dios y en nuestras fuerzas, de


manera tal que el trabajo cumpla satisfactoriamente con las
expectativas de nuestro docente, José Ferradas Caballero.

5
ÍNDICE GENERAL

PRESENTACIÓ N.............................................................................................................................................. 5
PRÓ LOGO........................................................................................................................................................... 8

Capítulo Primero
ASPECTOS GENERALES DEL ARBITRAJE

1. CONCEPTO DE ARBITRAJE.......................................................................................................... 9

2. CARACTERÍSTICAS DEL ARBITRAJE..................................................................................... 11


2.1. Cará cter consensual............................................................................................................ 11
2.2. Cará cter adversarial........................................................................................................... 11
2.3. Cará cter voluntario............................................................................................................. 11
2.4. Cará cter excepcional.......................................................................................................... 12
2.5. Existencia de un tercero.................................................................................................... 12
2.6. Cará cter rá pido..................................................................................................................... 12
2.7. Cará cter oneroso.................................................................................................................. 12

3. CONVENIO ARBITRAL................................................................................................................. 12

4. EL ARBITRAJE COLECTIVO....................................................................................................... 15
4.1. Arbitrate potestativo.......................................................................................................... 11
4.2. Arbitraje obligatorio........................................................................................................... 11

Capítulo Segundo
CLASIFICACIÓN DEL ARBITRAJE

1. CLASIFICACIÓ N DEL ARBITRAJE............................................................................................ 19


1.1. Arbitraje Institucional........................................................................................................ 20
1.2. Arbitraje Ad Hoc................................................................................................................... 21
2. VENTAJAS DE CADA CLASE DE ARBITRAJE.......................................................................22
2.1. Ventajas del arbitraje institucional..............................................................................22
2.2. Ventajas del arbitraje ad hoc........................................................................................... 23

3. DIFERENCIAS ENTRE LAS CLASES DE ARBITRAJE.........................................................23

Capítulo Tercero
ÁRBITRO Y LAUDO ARBITRAL

1. CONCEPTO DE Á RBITRO............................................................................................................ 25

2. CARACTERÍSTICAS DEL Á RBITRO......................................................................................... 25

3. EL TRIBUNAL ARBITRAL........................................................................................................... 26

4. REQUISITOS PARA SER Á RBITRO.......................................................................................... 26

5. FUNCIONES DEL Á RBITRO........................................................................................................ 27

6. INCOMPATIBILIDAD DEL Á RBITRO...................................................................................... 27

7. MATERIAS SUSCEPTIBLES DE ARBITRAJE.........................................................................27

8. EL LAUDO ARBITRAL.................................................................................................................. 27

7
EL ARBITRAJE
PRÓLOGO

Cuando se habla de arbitraje es indispensable desarrollar de forma


pre-via, aunque muy sucintamente, el conflicto de trabajo, porque a partir
de este fenómeno surge el ejercicio una institución jurídica laboral
Constitucional-mente protegida, hablamos de la negociación colectiva. Es en
este procedi-miento, encaminado a dar resolución al conflicto de trabajo,
donde se encuen-tra el arbitraje, como una de sus etapas.

Entonces, partimos de la premisa de que el conflicto de trabajo


antece-de, necesariamente, al arbitraje en materia laboral. De ahí que, la
institución del arbitraje que aquí desarrollamos tiene características
propias.

Como forma de introducir al tema, es menester dejar en claro que el


arbitraje, como institución para resolver conflictos laborales, constituye un
método heterocompositivo, es decir, el conflicto laboral será resuelvo por un
tercero, al que se le denominará árbitro, el mismo que emitirá una
resolución, una especie de sentencia, donde encuentra su análogo en la
sentencia judicial, pues el laudo arbitral (resolución a la que nos referimos)
no puede ser impugnada. La impugnación, cabe resaltar, del laudo arbitral
es la excep-ción, pues impugnar un laudo arbitral es la regla, lo cual, como
señalamos no sucede con los laudos arbitrales en materia laboral.

8
9
Capítulo Primero

ASPECTOS GENERALES DEL ARBITRAJE

1. CONCEPTO DE ARBITRAJE

Para los fines de esta primera parte, es necesario recurrir al


diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, porque partiendo de
una noción semántica sobre arbitraje estaremos en las condiciones de
elaborar un con-cepto sobre el arbitraje referido al Derecho Colectivo de
Trabajo.

Al respecto, la 23a edición de este diccionario (2014) señala que el


arbitraje es un «procedimiento extrajudicial para resolver conflictos de inte-
reses mediante sometimiento de las partes, por mutuo acuerdo, a la
decisión de uno o varios árbitros»1.

De lo anterior tenemos que los elementos indispensables de arbitraje


son 1) procedimiento extrajudicial, 2) mutuo acuerdo y 3) decisión de un
árbitro. Ello quiere decir que el arbitraje no es sino un método de solución
de conflictos heterocompositivo, dado que en este procedimiento de solución
interviene un tercero al que se le denomina árbitro.

En esta línea de ideas, veamos algunas definiciones sobre arbitraje


que encontramos en la doctrina nacional. Haro Carranza (2004) señala que
«el arbitraje es una de las instituciones más utilizadas en la solución
pacífica de los conflictos de toda naturaleza, especialmente en los de materia
laboral»2.

1
Diccionario de la Real Academia Españ ola. 23ª edició n. 2014.
2
HARO CARRANZA, Enrique. Derecho Colectivo del Trabajo. Editora RAO. Lima: 2004. Pá g. 257.

10
Ahora bien, veamos el comentario que hace Guillermo Cabanellas
sobre el arbitraje en su Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual:

«El arbitraje, al igual que la conciliación, configura un acto, un procedi-


miento y una resolución. Como acto lo integra la comparecencia o
audien-cia en que las partes presentan su causa e impugnan la ajena. El
proce-dimiento lo constituyen las diversas modalidades y trámites desde
que se pone en marcha el sistema de heterocomposición hasta que se
dicta y cumple la resolución imperativa. Y una resolución que, en todo
caso, se denomina laudo arbitral y que contiene lo resuelto por el árbitro
único o por los varios arbitradores»3.

Con esta base, ya podemos avocarnos a definir propiamente el


concepto de arbitraje. Por lo que, el arbitraje no es sino un mecanismo por
el cual un tercero, denominado árbitro tiene capacidad para resolver el
conflicto laboral a través de un documento denominado laudo arbitral.
Además, es importante señalar que el arbitraje, como mecanismo,
constituye una de las etapas de la negociación colectiva.

También podemos encontrar algunas anotaciones sobre arbitraje en el


Decreto Supremo N° 010-2003-TR, en los artículos del 46° al 61°.

Artículo 46°.- Al término de la negociación directa, o de la conciliación de


ser el caso, cualquiera de las partes podrá someter la decisión del
diferendo a arbitraje, salvo que los trabajadores opten por ejercer
alternativamente el derecho de huelga, de conformidad con el artículo 62°
de la Ley.

Asimismo, la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo, promulgada


me-diante Decreto Ley N° 25593, incorporó el arbitraje como unos de los
medios para dar solución a los pliegos de reclamos presentados por los
trabajadores cuando no hubiesen sido resueltos a través del trato directo.

3
CABANELLAS, Guillermo. Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, Tomo II, 21a Edició n.
Editorial Heliasta. BB.AA.: 1995. Editorial Heliasta. Pá g. 225.

11
Sin dudas, el arbitraje se ha convertido en una herramienta muy
óptima para solucionar una controversia o conflicto de intereses, porque
evita recu-rrir a los órganos jurisdiccionales, de tal modo que se ahorra
mucho tiempo. Las decisiones adoptadas por lo árbitros, contrariamente a
los que sucede en el Poder Judicial, son más eficientes.

2. CARACTERÍSTICAS DEL ARBITRAJE

Las características principales del arbitraje son:

2.1. Carácter consensual

El arbitraje es consensual, por cuanto las partes de un conflicto


colectivo de trabajo pueden acordar en una cláusula arbitral someter
la solución de determinados conflictos que hayan surgido o puedan
surgir entre ellos a la decisión de un particular que impone la solución
del conflicto, mediante un laudo arbitral.

Un proceso de arbitraje tiene lugar si ambas partes lo han acor-


dado. En el caso de controversias futuras que pudieran derivarse de
un contrato, las partes incluyen una cláusula de arbitraje. Una
contro-versia existente puede someterse a arbitraje mediante un
acuerdo de sometimiento entre las partes. A diferencia de la
mediación, una parte no puede retirarse unilateralmente de un
proceso de arbitraje.

2.2. Carácter adversarial

El arbitraje es un proceso esencialmente adversarial, confronta-


cional, cuya estructura es básicamente similar al procedo judicial,
don-de prima el enfrentamiento, la lucha por obtener la victoria.

2.3. Carácter voluntario

Por cuanto las partes deciden adoptar el arbitraje mediante un


convenio arbitral por su propia voluntad, sin imposición de ninguna
otra persona o el Estado.

12
2.4. Carácter excepcional

Esto porque que las partes, mediante un pacto arbitral, han


decidido relevar a la justicia ordinaria para que su controversia sea
resuelta por particulares investidos para administrar justicia.

2.5. Existencia de un tercero

El arbitraje implica la intervención de un tercero ajeno a la


dispu-ta denominado árbitro, elegido por las partes, por una
institución arbi-tral o en último caso por la Cámara de Comercio,
experto en el tema en conflicto, quien impone la soluciona a través del
laudo arbitral de obli-gatorio cumplimiento para las partes.

2.6. Carácter rápido

El arbitraje es más veloz que los largos y tediosos procesos judi-


ciales, es rápido solo por plazos breves, por ausencia del recurso de
ape-lación, porque resuelve las controversias en un tiempo corto y
razona-ble, sino porque, además los árbitros se dedican a resolver
pocos casos, a diferencia de los jueces del Poder Judicial donde tienen
que distraer su tiempo entre un gran número de procesos judiciales,
lo cual determi-na en una reducción considerable de los costos
económicos.

2.7. Carácter oneroso

El arbitraje es oneroso ya que se debe pagar los honorarios y


gastos del tribunal para que se pueda adelantar el trámite. El arbitraje
es económico en vista que soluciona la controversia de manera
definitiva en menos tiempo que los lentos y eternos procesos
judiciales, con lo cual las partes arbítrales se ahorran ingentes sumas
de dinero.

13
3. CONVENIO ARBITRAL

El convenio arbitral, en la noción de la Ley General de Arbitraje, Ley


N° 26572, es el acuerdo por el que las partes deciden someter a arbitraje la
controversia que haya surgido o que pueda surgir entre ellas respecto de
una determinada relación jurídica contractual o no contractual, sea o no
materia de un proceso judicial. Esta noción está contenida en el artículo 9°
de la Ley.

Artículo 9°.- El convenio arbitral es el acuerdo por el que las partes deci-
den someter a arbitraje las controversias que hayan surgido o puedan
sur-gir entre ellas respecto de una determinada relación jurídica
contractual o no contractual, sean o no materia de un proceso judicial. El
convenio arbitral obliga a las partes y a sus sucesores a la realización de
cuantos actos sean necesarios para que el arbitraje se desarrolle, pueda
tener pleni-tud de efectos y sea cumplido el laudo arbitral. El convenio
arbitral puede estipular sanciones para la parte que incumpla cualquier
acto indispensa-ble para la eficacia del mismo, establecer garantías para
asegurar el cum-plimiento del laudo arbitral, así como otorgar facultades
especiales a los árbitros para la ejecución del laudo en rebeldía de la
parte obligada. Independientemente de lo dispuesto en el párrafo
anterior, los árbitros se encuentran facultados para imponer multas
hasta por un máximo de dos (2) Unidades Impositivas Tributarias a la
parte que no cumpla sus mandatos. Estas multas que serán en favor de
la otra parte, constarán en el laudo arbitral y se ejecutarán
conjuntamente con este último.

Además de ser un genuino acto jurídico bilateral e intervivos, el conve-


nio arbitral puede generarse de un acto unilateral mortis causa que lo
incorpo-ra al testamento y hace obligatorio el arbitraje entre los
causahabientes del testador, o generarse de un acto multilateral que lo
incorpora a los estatutos de una persona jurídica y lo hace obligatorio entre
sus miembros.

14
Asimismo, el convenio arbitral viene a ser un acto o negocio jurídico
constitutivo, desde que genera obligaciones para las partes y las vincula a
su finalidad específica, que es la someter a árbitros la solución de su
conflicto.

De igual manera, el convenio arbitral se extiende a aquellos cuyo


consentimiento de someterse a arbitraje, según la buena fe, se determina
por su participación activa y de manera determinante en la negociación,
celebración, ejecución o terminación del contrato que comprende el convenio
arbitral o a que el convenio esté relacionado. Se extiende también a quienes
pretendan derivar derechos o beneficios del contrato, según sus términos.

Los requisitos del contenido y forma del convenio arbitral los encon-
tramos en el artículo 13° del Decreto Legislativo N° 1071.

Artículo 13°.- Contenido y forma del convenio arbitral.

1. El convenio arbitral es un acuerdo por el que las partes deciden


someter a arbitraje todas las controversias o ciertas controversias que
hayan surgido o puedan surgir entre ellas respecto de una
determinada rela-ción jurídica contractual o de otra naturaleza.

2. El convenio arbitral deberá constar por escrito. Podrá adoptar la forma


de una cláusula incluida en un contrato o la forma de un acuerdo
independiente.

3. Se entenderá que el convenio arbitral es escrito cuando quede cons-


tancia de su contenido en cualquier forma, ya sea que el acuerdo de
arbitraje o contrato se haya concertado mediante la ejecución de
ciertos actos o por cualquier otro medio.

4. Se entenderá que el convenio arbitral consta por escrito cuando se


cursa una comunicación electrónica y la información en ella
consignada es accesible para su ulterior consulta. Por “comunicación
electrónica” se entenderá toda comunicación que las partes hagan por
medio de men-sajes de datos. Por “mensaje de datos” se entenderá la
información gene-rada, enviada, recibida o archivada por medios

15
electrónicos, magnéticos, ópticos o similares, como pudieran ser, entre
otros, el intercambio elect-rónico de datos, el correo electrónico, el
telegrama, el télex o el telefax.

5. Se entenderá además que el convenio arbitral es escrito cuando esté


consignado en un intercambio de escritos de demanda y contestación
en los que la existencia de un acuerdo sea afirmada, por una parte, sin
ser negada por la otra.

6. La referencia hecha en un contrato a un documento que contenga una


cláusula de arbitraje constituye un convenio arbitral por escrito,
siempre que dicha referencia implique que esa cláusula forma parte
del contrato.

7. Cuando el arbitraje fuere internacional, el convenio arbitral será válido


y la controversia será susceptible de arbitraje, si cumplen los
requisitos establecidos por las normas jurídicas elegidas por las partes
para regir el convenio arbitral, o por las normas jurídicas aplicables al
fondo de la controversia, o por el derecho peruano.

Finalmente, tenemos que la renuncia al arbitraje será válida solo si se


manifiesta en forma expresa o tácita. Es expresa cuando consta en un docu-
mento suscrito por las partes, en documentos separados, mediante
intercam-bio de documentos o mediante cualquier otro medio de
comunicación que deje constancia inequívoca de este acuerdo. Es tácita
cuando no se invoca la excepción de convenio arbitral en el plazo
correspondiente, solo respecto de las materias demandadas judicialmente.

4. EL ARBITRAJE COLECTIVO

El arbitraje es el mecanismo heterocompositivo de resolución de


conflic-tos colectivos por el cual un tercero, llamador órgano arbitral que
podrá con-sistir en un árbitro o en un tribunal arbitral, resuelve el conflicto
económico o de creación de derechos. En relaciones colectivas de trabajo, el
arbitraje es de equidad por cuanto, para la resolución del fondo del conflicto,

16
los árbitros de basan en consideraciones básicamente económicas y no
jurídicas que, por el contrario, sí sustentan el arbitraje de derecho.

Las partes pueden someter a arbitraje los puntos en los cuales no ha


habido acuerdo en trato directo; por lo tanto, el recurso al arbitraje
presupone que dicha etapa ha culminado sin acuerdo de las partes, total o
parcial según el caso. Es decir, puede someterse al arbitraje todo el pliego de
reclamos o parte de él.

Po regla general, el arbitraje es voluntario. Para que un conflicto sea


sometido al arbitraje debe hacer acuerdo de ambas partes de que así lo sea.
En relaciones laborales colectivas, el arbitraje voluntario está recogido de
manera general en el artículo 60° del Decreto Ley N° 25953 y, además, en el
artículo 63° de esa misma ley, que regula el arbitraje durante la huelga.

Artículo 60°.- Las partes conservan, en el curso de todo el procedimiento,


el derecho de reunirse, por propia iniciativa, o a indicación de la
Autoridad de Trabajo, y de acordar lo que estimen adecuado. Asimismo,
podrán recu-rrir a cualquier medio válido para la solución pacífica de la
controversia.

Artículo 63°.- Durante el desarrollo de la huelga los trabajadores podrán,


asimismo, proponer el sometimiento del diferendo a arbitraje, en cuyo
caso se requerirá de la aceptación del empleador.

No obstante, la misma LRCT reconoce, además, dos tipos adicionales


de arbitraje: el potestativo y el obligatorio.

.1. Arbitraje potestativo:

Se entiende por arbitraje potestativo aquel para el cual no se requiere


el consenso de ambas partes de acudir a él, sino que bastará que una de las
partes, cualquiera de ellas, lo solicite, para que esa decisión comprometa a
la otra. El recurso al arbitraje nace de la voluntad de solo una de las partes,
quedando la contraparte obligada con esa sola decisión.

17
Con relación a este tipo de arbitraje, García Manrique (2015) señala
que: «hasta que antes que el Tribunal Constitucional expida la sentencia
Exp. N° 03561-2009-AA/TC no era pacífico el criterio sobre si la Ley de
Relaciones Colectivas de Trabajo consagraba o no un arbitraje potestativo»4.

La doctrina anota que quienes han considerado que el arbitraje


potestativo ha existido siempre en la LRCT sostienen que es aquel que se
encuentra regulado por el artículo 61° de la misma.

Artículo 61°.- Si no se hubiese llegado a un acuerdo en la negociación


directa o en conciliación, de haberla solicitado los trabajadores, podrán
las partes someter el diferendo a arbitraje.

.2. Arbitraje obligatorio:

En cuanto al arbitraje obligatorio, es aquel que se impone a la voluntad


se ambas partes pues, en este caso, el Estado, actuando como árbitro, es quien
resuelve el conflicto colectivo.

Presupone suma gravedad del conflicto ya que opera en caso de huelga


prolongada excesivamente en el tiempo, en los términos del artículo 68° de la
Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo. Previamente a la intervención del
Estado como árbitro, la Autoridad Administrativa de Trabajo debe promover por
última vez el arreglo consensuado, luego de lo cual, de fracasar en su intento,
ya resolverá unilateralmente el conflicto.

Finalmente, tanto el arbitraje potestativo como el arbitraje obligatorio


rom-pen la regla general del arbitraje, que es la voluntariedad de ambas partes.
Así, en el arbitraje potestativo basta la voluntad de una de ellas para someter el
con-flicto al conocimiento de los árbitros, mientras que en el arbitraje
obligatorio el Estado, actuando como árbitro, resuelve conflicto sin intervención
de las partes.

4
GARCÍA MANRIQUE, Álvaro. Sistema de Legislación Laboral. Gaceta Jurídica. Lima: 2015. Pág. 327.

18
Capítulo Segundo

CLASIFICACIÓN DEL ARBITRAJE

En la legislación nacional, en especial en la legislación sobre arbitraje,


Decreto Ley N° 26572, se ha determinado que existen dos clases de
arbitraje: el arbitraje de derecho y el arbitraje de conciencia.

Será arbitraje de derecho cuando los árbitros resuelven la cuestión


controvertida con arreglo al derecho aplicable. Es de conciencia cuando
resuelven conforme a sus conocimientos y leal saber y entender, teniendo
presente los usos aplicables.

Artículo 3°.- El arbitraje puede ser de derecho o de conciencia. Es de


derecho cuando los árbitros resuelven la cuestión controvertida con
arreglo al derecho aplicable. Es de conciencia cuando resuelven conforme
a sus conocimientos y leal saber y entender. Salvo que las partes hayan
pactado expresamente que el arbitraje será de derecho, el arbitraje se
entenderá de conciencia. Los árbitros tendrán en cuenta, de tratarse de
asuntos de carácter comercial, los usos mercantiles aplicables al caso.

Principales diferencias entre ambos:

1. El laudo de conciencian no es apelable (artículo 60° de la Ley General del


Arbitraje, Ley N° 26572).

2. El laudo de derecho es apelable ante el Poder Judicial o ante una segunda


instancia arbitral, siempre y cuando se haya pactado expresamente su
admisibilidad en el convenio arbitral. De no ser así, el laudo es definitivo e
irrenunciable (artículo 60° de la Ley General del Arbitraje, Ley N° 26572).

19
Es necesario aclarar que en el arbitraje laboral no se permite pactar la
apelación del laudo arbitral.

En el arbitraje de derecho los árbitros necesariamente tienen que ser


letrados o abogados de profesión, ya que tendrán que aplicar las técnicas y
la normativa jurídica. En cambio, en los arbitrajes de conciencia los
requisitos profesionales de los árbitros son indiferentes, e inclusive pueden
carecer de ella, ya que éstos resolverán el conflicto de acuerdo a su leal
saber y entender.

Para el ius laboralista y profesor de la Universidad de San Martín de


Porres, el Dr. Elías Mantero5, el arbitraje laboral en el Perú, establecido
exclusivamente para la negociación colectiva, no se afilia a ninguna de las
dos formas de arbitraje anunciadas, pues los árbitros no tienen la facultad
de imponer una solución de acuerdo con su leal saber y entender, como
tampoco aplican normas jurídicas, por no ser ésta la finalidad de la
negociación colectiva. Además, la aplicación de normas pre-existentes es
propia de un arbitraje de derecho. En el procedimiento de negociación
colectiva no estamos ante la aplicación de normas jurídicas sino ante la
creación de obligaciones de contenido económico.

El profesor emérito de la Universidad de San Marcos, Dr. Jorge


Rendón, es de opinión diferente al determinan qué tipo de arbitraje se aplica
en la negociación colectiva y señalar que en la negociación colectiva no
puede haber un arbitraje de derecho, puesto que los conflictos que tratan de
resolver no se generan por la infracción de alguna norma, sino por
planteamientos destinados a crear nuevas normas convencionales o a dejar
sin efecto ciertas obligaciones de las partes.

1. CLASIFICACIÓN DEL ARBITRAJE

En nuestra legislación, a través del Decreto Legislativo N° 1071,


norma-tiva que rige el arbitraje, señala en su artículo 7° la siguiente
distinción:
5
ELÍAS MANTERO, F. Relaciones Colectivas de Trabajo. Jus Editores. Lima: 1995. Pá g. 240.

20
Artículo 7°.- Arbitraje ad hoc e institucional.

1. El arbitraje puede ser ad hoc o institucional, según sea conducido por


el tribunal arbitral directamente u organizado y administrado por una
institución arbitral.

2. Las instituciones arbitrales constituidas en el país deben ser personas


jurídicas, con o sin fines de lucro. Cuando se trate de instituciones pú-
blicas, con funciones arbitrales previstas o incorporadas en sus
normas reguladoras deberán inscribirse ante el Ministerio de Justicia.

3. En caso de falta de designación de una institución arbitral, se


entenderá que el arbitraje es ad hoc. La misma regla se aplica cuando
exista desi-gnación que sea incompatible o contradictoria entre dos o
más institu-ciones, o cuando se haga referencia a una institución
arbitral inexiste-nte, o cuando la institución no acepte el encargo,
salvo pacto distinto de las partes.

4. El reglamento aplicable a un arbitraje es el vigente al momento de su


inicio, salvo pacto en contrario.

Las ventajas del arbitraje para resolver controversias sobre los proce-
dimientos judiciales son conocidas ampliamente: la rapidez, menor coste
eco-nómico, flexibilidad del procedimiento, confidencialidad, especialización
de los árbitros, etc. Quien acude al arbitraje puede decidir acceder al
arbitraje institucional o acceder al arbitraje ad hoc.

.1. Arbitraje Institucional

En término generales, podemos definir al arbitraje institucional como


aquel que es organizado y administrado por una institución arbitral.

En el arbitraje institucional, las partes designan a una institución


arbitral para que administre el arbitraje. Las instituciones arbitrales tienen
dictadas reglas y procedimientos preestablecidos.

Nos encontramos ante un arbitraje institucional, conocido por


múltiples tratadistas como arbitraje administrado, cuando las partes

21
encargan a una institución arbitral el apoyo e intermediación en la relación
principal entre las partes y los árbitros, así como en la regulación, por
voluntad expresa o defecto de acuerdo de aquellas, de situaciones diversas
al interior del proceso, sin que ello pueda implicar que la institución arbitral
pueda tener injerencia en las apreciaciones de hecho y de derecho que
formulen los árbitros, ni en las resoluciones o laudos que estos emitan. En
buena cuenta, el arbitraje institucional se sostiene en tres pilares:
institución arbitral, administración del arbitraje y normas reglamentarias 6.

El arbitraje institucional es aquel que tiene atrás, valga la


redundancia, una institución arbitral, que normalmente está vinculada a
una cámara de comercio. En el Perú, también hay instituciones que están
vinculadas a entidades académicas y colegios profesionales. Pero en la
mayor parte del mundo, están vinculadas a una cámara de comercio. Estos
arbitrajes tienen una serie de ventajas como contar con normas
preestablecidas por la propia institución que facilita el trámite del arbitraje.

.2. Arbitraje Ad Hoc

El arbitraje ad hoc es aquel que es administrado por los propios


árbitros de acuerdo a las reglas procedimentales que se establezcan de
conformidad con la Ley General de Arbitraje.

En el arbitraje ad hoc, el arbitraje no es administrado por ninguna


institución. Se elige para un arbitraje determinado, el cual es administrado
por los propios árbitros.

El arbitraje ad hoc, que también es conocido en la doctrina como arbi-


traje no administrado, es aquel en el que las partes encargan su administra-
ción al propio tribunal arbitral y que se realizará conforme a las normas fija-
das por este último o acordadas por las partes. Es decir, las partes, en ejer-
cicio del principio de libertad, siempre, claro está, que ellas no vulneren el
principio de igualdad (que exige que las partes reciban un trato equitativo y

6
DEL Á GUILA, Paolo. Arbitraje institucional o arbitraje ad-hoc ¿He ahí el dilema? Editora
Jurídica Grijley. Lima. 2005. Pá g. 235.

22
que cada una de ellas tenga la oportunidad de exponer su postura),
conforme lo puntualiza el artículo 23° del Decreto Legislativo N° 1071.

En el arbitraje ad hoc, quienes desarrollan el arbitraje, son los propios


árbitros. No hay una institución atrás que pueda dar soporte o facilitación
del desarrollo del proceso. Es por eso, que se utiliza para actores más
sofisticados que tienen ese nivel para poder armar a su medida el arbitraje
sin la necesidad del apoyo institucional. Pero esa es la excepción. En el
mundo, mayoritaria-mente los arbitrajes son institucionales.

2. VENTAJAS DE CADA CLASE DE ARBITRAJE

Según el jurista Cordón Moreno 7, las ventajas que presenta el arbitraje


institucional son las siguientes:

.1. Ventajas del arbitraje institucional

1. La especialización de la institución arbitral en la prestación


de los servicios arbitrales, al ser conocedora del fenómeno
arbitral. Es por ello más cómo y eficaz acudir a una institu-
ción arbitral, en la que, en buena cuenta, tenemos una
suerte de arbitraje prefabricado, en el que casi todos se
encuentra previsto, desde la misma redacción de la cláusula
modelo de arbitraje.
2. Una de las principales ventajas que ofrece el arbitraje insti-
tucional es la incorporación automática de su reglamento, lo
que adquiere una importancia considerable en situaciones
en las que se produce la rebeldía de alguna de las partes.
3. El arbitraje institucional tiene cuantías preestablecidas y
control sobre los árbitros
4. Normalmente, las instituciones arbitrales hacen un filtro de
las personas que llevarán a cabo el arbitraje.

7
CORDÓ N MORENO, Faustino. El arbitraje de Derecho Privado. Editorial Aranzadi. 2005.

23
5. Además, la institución tendrá reglas que obligan a los
árbitros a tener ciertas normas de conducta: códigos de ética
o reglas que permitan un mejor filtro de los árbitros.

.2. Ventajas del arbitraje ad hoc

Ahora, siguiendo la línea Cordón Moreno 8, las ventajas que


presenta el arbitraje ad hoc son las siguientes:

1. Las principales ventajas del arbitraje ad hoc son: una mejor


confidencialidad y una mayor flexibilidad, de forma que se
pueda diseñar un procedimiento más justo para las partes.
2. En el arbitraje ad hoc las partes no deben hacer frente a los
costes administrativos de las cortes arbitrales ya que no
actúa ninguna institución arbitral.
3. Si no hay acuerdo entre partes éstas pueden de antemano
establecer un reglamento o nombrar a un tercero para que
nombre a los árbitros.
4. Es ideal para disputas ya aparecidas y en el que las partes
están de mutuo acuerdo porque el proceso es mucho más
rápido.
5. El arbitraje ad hoc es más flexible y adaptable a las
concretas necesidades de las partes.

3. DIFERENCIAS ENTRE LAS CLASES DE ARBITRAJE

Según Natale Amprimo9, las diferencias entre los tipos de arbitraje


son:

Una de las grandes diferencias entre uno y otro, es que en el arbitraje


ad hoc, las partes y el árbitro deben pactar qué procedimiento van a seguir;
mientras que en el arbitraje institucional ya se ha establecido a través de su

8
CORDÓ N MORENO, Faustino. El arbitraje de Derecho Privado. Editorial Aranzadi. 2005.
9
NATALE AMPRIMO, P. Arbitraje institucional y ad hoc. Revista Peruana de Arbitraje N° 9.
2009.

24
ordenanza procesal (a no ser que las partes, de común acuerdo, opten por
modificarlo).

1. Otra distinción entre uno y otro radica en los costes. Las


instituciones publican sus tarifas y los honorarios de los árbitros;
mientras que en el ad hoc, es el árbitro o el tribunal el que
establece la cuantía de dichos honorarios.
2. La tendencia a favor del arbitraje institucional es clara en el
arbitraje internacional, aunque, como se ha puesto de manifiesto
en la doctrina, el arbitraje ad hoc subsiste, especialmente en los
grandes contenciosos, en los que las partes disponen de la
infraestructura necesaria y desean mantener en sus manos el
control del procedimiento arbitral y; sobre todo, el sigilo con el que
quieren que sea llevado el asunto.

Finalmente, habría que señalar que, a pesar de las facilidades


ofrecidas por las instituciones permanentes del arbitraje, no se puede negar
la importancia del arbitraje ad hoc, que es ampliamente utilizado 10.

10
MERINO MERCHÁ N, José y CHILLÓ N MEDIA, José. Tratado de Derecho Arbitral. Pá g. 956.

25
Capítulo Tercero

ÁRBITRO Y LAUDO ARBITRAL

1. CONCEPTO DE ÁRBITRO

En el ordenamiento jurídico se estipula que los árbitros no


representan los intereses de ninguna de las partes y ejercen el cargo con
estricta imparcialidad y absoluta discreción. En el desempeño de sus
funciones tienen plena independencia y no están sometidos a orden,
disposición o autoridad que menoscabe sus atribuciones, gozando además
del secreto profesional, la aceptación del cargo por los árbitros o por la
institución arbitral11.

Si bien la libertad de elección de los árbitros en el arbitraje es una de


las características más notoria de este mecanismo de solución de
controversias, en el caso específico del arbitraje en las contrataciones del
Estado, se han establecido una serie de exigencias y requisitos para la
designación de árbitros, algunos de ellos aplicables a todos los tipos de
arbitraje, mientras que otros están referidos sólo a alguno de ellos 12.

2. CARACTERÍSTICAS DEL ÁRBITRO

 Es un juez privado.
 Está investido de una misión jurisdiccional de origen contractual.
 Es un tercero imparcial.
 Es independiente

11
HARO CARRANZA, Julio E. Derecho Colectivo del Trabajo. Pá g. 176.
12
Revista Institucional Al Día N° 03. Edició n 2014. Lima. Pá g. 47.

26
 Instruye el proceso
 Valora las pruebas
 Dicta un laudo

3. EL TRIBUNAL ARBITRAL

El Reglamento de la LRCT en su Artículo 64° establece que, en la


negociación colectiva en el ámbito de empresa comprendida en el sector
privado, el arbitraje laboral puede estar a cargo de árbitro único, que podrá
ser personal natural o jurídica, o de un tribunal arbitral.

En caso que el empleador y los trabajadores no hubiesen llegado a un


acuerdo sobre el tipo de órgano arbitral que resolverá el conflicto, se
constituirá un tribunal tripartito de la siguiente manera: cada parte
nombrará un árbitro y éstos designarán a un tercero que actuará como
presidente del tribunal. A falta de acuerdo entre los árbitros nominados por
las partes, sobre la designación del tercer árbitro, éste será nombrado por la
autoridad de trabajo del domicilio de la empresa, y de tener varios centros
de trabajo el del lugar donde se encuentre el mayor número de trabajadores
comprendidos en el ámbito de negociación colectiva13.

4. REQUISITOS PARA SER ÁRBITRO

Artículo 20° del Decreto Legislativo N° 1071:

Pueden ser árbitros las personas naturales que se hallen en el pleno


ejercicio de sus derechos civiles, siempre que no tengan incompatibilidad
para actuar como árbitros. Salvo acuerdo en contrario de las partes, la
nacionalidad de una persona no será obstáculo para que actúe como
árbitro.

5. FUNCIONES DEL ÁRBITRO

 Identificar las posiciones de las partes.

13
HARO CARRANZA, Julio E. Derecho Colectivo del Trabajo. Pá g. 221.

27
 Respetar y manejar adecuadamente los plazos y las formas del
proceso arbitral.
 Analizar y evaluar las soluciones adecuadas y realistas.
 Promover la actuación de todas las pruebas.
 Laudar en estricta aplicación de la ley.

6. INCOMPATIBILIDAD DEL ÁRBITRO

Artículo 21° del Decreto Legislativo 1071:

Tienen incompatibilidad para actuar como árbitros los funcionarios y


servidores públicos del Estado peruano dentro de los márgenes establecidos
por las normas de incompatibilidad respectivas.

7. MATERIAS SUSCEPTIBLES DE ARBITRAJE

Pueden someterse a arbitraje las controversias sobre materias de libre


disposición conforme a derecho, así como aquellas que la ley o los tratados o
acuerdos internacionales autoricen.

Cuando el arbitraje sea internacional y una de las partes sea un


Estado o una sociedad, organización o empresa controlada por un Estado,
esa parte no podrá invocar las prerrogativas de su propio derecho para
sustraerse a las obligaciones derivadas del convenio arbitral.

8. EL LAUDO ARBITRAL

Es el fallo final o resolución arbitral que pone fin al conflicto laboral.


Según el Artículo 65° de la LRCT: “El laudo no podrá establecer una
solución distinta a las propuestas de las partes, ni combinar planteamientos
de una y otra”.

El laudo recogerá en su integridad la propuesta final de una de las


partes. Sin embargo, por su naturaleza de fallo de equidad, podrá atenuar

28
posiciones extremas. El laudo, cualquiera sea la modalidad del órgano
arbitral, es inapelable y tiene carácter imperativo para ambas partes 14.

Por lo tanto, los árbitros, al emitir sus decisiones, deben:

1. Orientarse por el dictamen económico del Ministerio de Trabajo y


Promoción del Empleo, cuyo carácter es informativo.
2. Elegir integralmente una de las ofertas presentadas.
3. Atenuar posiciones extremas. Ni la ley ni su reglamento establecen
los límites de esta atenuación.
4. De haberse inclinado por la atenuación, deben precisar en el laudo
en qué consiste la modificación o modificaciones que se han tenido
en cuenta para adoptarla.
5. Cualquiera que sea su decisión, debe respetar el carácter
irrenunciable de los derechos reconocidos por el Artículo 28 de la
Constitución y demás normas legales.

14
HARO CARRANZA, Julio E. Derecho Colectivo del Trabajo. Pá g. 223.

29
FUENTES
BIBLIOGRÁFICAS

1. ARÉVALO VELA, Javier. Derecho Colectivo del Trabajo. Primera Edición.


Editorial Jurídica Grijley. Lima. 2005.

2. APONTE LOZADA, José. Derecho Laboral Peruano. Primera Edición. Editora


Diario Ahora. Lima. 2004.

3. BERMÚDEZ CISNEROS, Miguel. Obligaciones en el Derecho del Trabajo.


Primera Edición. Cárdenas Editores. México. 1997.

4. BOZA PRO, Guillermo. Lecciones de Derecho del Trabajo. Lima. 2011.

5. Decreto Legislativo que norma el Arbitraje, Ley N° 1071.

6. ELÍAS MANTERO, F. Derecho Laboral: Relaciones Colectivas de Trabajo.


Primera Edición. Jus Editores. Lima.

7. GOMEZ VALDEZ, Francisco. Derecho del Trabajo, Relaciones Colectivas de


Trabajo. Primera Edición. Editorial San Marcos. Lima. 2001.

8. HARO CARRANZA, Julio E. Derecho Colectivo del Trabajo. Primera Edición.


Editorial RAO S.R.L. Lima. 2004.

9. Ley De Relaciones Colectivas De Trabajo, Ley N° 25593.

10. MONTOYA MELGAR, Alfredo. Derecho del Trabajo. Primera Edición. Editorial
Tecnos. Madrid. 1998.

11. NEVES MUJICA, Javier. Introducción al Derecho del Trabajo. Primera Edición.
Ara Editores. Lima. 1997.

30
12. OJEDA AVILÉS, Antonio. Derecho Colectivo del Trabajo. Primera Edición.
Editorial Tecnos. Madrid. 2000.

13. PASCO COSMÓPOLIS, Francisco. Derecho del Trabajo. Relaciones Colectivas


del Trabajo. Primera Edición. Editorial ADEC-ATC. Lima. 1989.

14. Portal Web: Revista Institucional Al Día N° 03.

15. Portal Web: Diario El Comercio.

16. Portal Web: GESTIÓN TV.

17. RENDÓN VÁZQUEZ, Jorge. Derecho Colectivo Del Trabajo. Primera Edición.
Editorial EDIAL. Lima. 2004.

18. SARTHOU, Helios. Objeto, contenido o materia de los convenios colectivos.


Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima. 1990.

19. TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge Luis. Instituciones del Derecho Laboral. Gaceta
Jurídica. Primera Edición. Lima. 2004.

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