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Diálogos Constitucionales: Pueblos
Originarios y Nueva Constitución
Nancy Yáñez Fuenzalida1
los Pueblos Indígenas. Universidad de Notre Dame, Estados Unidos; Abogada. Licenciada en Ciencias
Jurídica y Sociales. Universidad de Chile. Académica de la Universidad de Chile .
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del país, tras la Guerra de Pacífico, implicó la pérdida de la lengua y de sus
expresiones culturales más significativas; la colonización del pueblo Rapa
Nui, el despojo de sus tierras y sus sometimiento a formas de trabajo escla-
vista; la concesión de los territorios de los pueblos australes que implicaron
su exterminio, produciéndose un genocidio en la primera mitad del siglo XX.
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2. ¿Qué es la plurinacionalidad? ¿Cómo se puede incluir en la creación
de la Nueva Constitución?
Creo que es una obligación debatir sobre la plurinacionalidad e incorporar
este debate en la discusión constitucional sobre el modelo de Estado y el
decálogo de derechos fundamentales. El debate sobre la plurinacionalidad
responde a un imperativo democrático que Chile no puede soslayar.
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veremos, ello es insuficiente y debe ser robustecido/corregido en el proceso
constituyente. Los instrumentos internacionales vinculantes para el Estado de
Chile en los cuales han sido reconocidos estos derechos son: los Pactos de De-
rechos Humanos2 (Pacto de Derechos Civiles y Políticos y Pacto de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, en adelante PDCP y PDESC, respectiva-
mente), la Convención Americana de Derechos Humanos3, la Convención para
la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial4 y el Convenio
1695. También ha suscrito la Declaración Universal de Derechos de los Pueblos
Indígenas6.
Chile ratificó el PDCP por Decreto 778 de 1976, el que fue publicado en el Diario Oficial el 29 de abril
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de 1989, fecha en la que entró en vigencia en nuestro país. El PDESC fue promulgado y publicado el 28
de abril de 1989, fecha que entró en vigencia.
Decreto Promulgatorio 873 de RR.EE. de 23 de agosto de 1990. Publicado en el Diario Oficial el 05 de
3
enero de 1991, entró en vigor en esa misma fecha. El Estado de Chile en este acto reconoció la competencia
de los órganos encargados de la aplicación de la Convención, esto es la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) y la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).
Decreto Promulgatorio 747 de RR.EE. de 26 de octubre de 1971. Publicado en el Diario Oficial el 12 de
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de 2007.
Artículo 5, inciso 1º, Constitución Política de la República de Chile, Reforma 1989.
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los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes,
ratificación que está regulada en el artículo 54 de la Constitución8.
De acuerdo a esta normativa, no cabe sino concluir que los derechos huma-
nos reconocidos en los tratados internacionales, ratificados por Chile y que se
encuentran vigentes en el ordenamiento jurídico interno, complementan10 el
catálogo de derechos fundamentales en la Constitución chilena11. Se conforma
de este modo un “Bloque de Constitucionalidad”, cuyas bases normativas están
establecidas precisamente en el citado artículo 5 de la Constitución12.
8
Artículo 5, inciso 2º, Constitución Política de la República de Chile, Reforma 1989.
9
Nash, C. (2012), pp. 20-23. V. t. Bertelsen, R. (Mayo-agosto 1996), pp. 211-222. Pefeffer, E. (2003), p.
471. Gaete, E. (1996), p. 266. Ribera, T. (2007), pp. 89-118.
10
Sobre la relación de complementariedad entre el Derecho Internacional y Nacional, véase Cancado
Tricade, A. (2001), p. 273.
11
NOGUEIRA H., Nogueira, H. (2012), p. 223.
12
Esta concepción es seguida en la doctrina nacional por diversos autores: Nogueira, H. (2004 y 2012). Ruiz
Tagle, P. (2006). Nash, C. (2008).
13
Corte Suprema, Causa rol N° 3125 – 2004, Sentencia de 13-03-2007 establece: “En definitiva los derechos
humanos asegurados en un tratado se incorporan a ordenamiento jurídico interno, formando parte de la
Constitución material adquiriendo plena vigencia, validez y eficacia jurídica, no pudiendo ningún órgano
del Estado desconocerlos y debiendo todos ellos respetarlos y promoverlos, como asimismo, protegerlos
a través del conjunto de garantías constitucionales destinadas a asegurar el pleno respeto de los derechos.
Esta obligación no sólo deriva del mentado Artículo 5°, sino también del 1°, incisos primero y cuarto, y
19, N° 26, de la Carta Magna y de los mismos tratados internacionales, entre éstos del Artículo 1° común
a los Cuatro Convenios de Ginebra, que establece el deber de los Estados Partes de respetar y hacer
respetar el derecho internacional humanitario”. En la misma línea se pronuncia la Corte Suprema, Causa
Rol N° 4183 – 2006, Sentencia de 18 abril de 2007, considerando 10°: “Que, a lo anterior y conforme
a la norma de reenvío contenida en el Artículo 5° de la Constitución, debe extenderse el reconocimiento
con rango constitucional del derecho de defensa, también a los derechos garantizados por los tratados
internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes como son los Artículos 11.1 de la
Declaración Universal de Derechos Humanos [...]; el Artículo 14.3 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos […]; el Artículo 8.2 de la Convención Americana de Derechos Humanos […]”. Corte
Suprema, Causa Rol N° 6053 – 2007, Sentencia de 29 abril de 2008, considerando 11°.
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del catálogo constitucional de derechos fundamentales14, lo cierto es que
hay contradicciones que debilitan los derechos humanos y, en particular, los
derechos indígenas. El Tribunal Constitucional ha desarrollado una jurispru-
dencia heterogénea sobre la aplicación de los instrumentos internacionales
de derechos humanos15, y en relación a derechos indígenas ha omitido su
aplicación. En efecto cuando ha sido invocado el Convenio 169 para revisar
la constitucionalidad de otros cuerpos legales, tales como el Convenio Inter-
nacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV)16, la Ley
General de Pesca y Acuicultura17 y el D.S. 40 que aprueba el Reglamento
del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, el Tribunal Constitucional
rechazó la pretensión de que el Convenio 169 pueda ser utilizado como ba-
remo de constitucionalidad.
Corte Suprema, Causa rol N° 876 – 2008, Sentencia de 4 de mayo de 2008, considerando 2°; Corte
14
Suprema Causa Rol N° 9758 – 2009, Sentencia de 13 de abril de 2008, considerando 18; Corte Suprema,
Causa rol N° 6811 – 2008, Sentencia de 11 de noviembre de 2008, considerando 3°; Corte Suprema,
Causa rol N° 696 – 2008, Sentencia de 25 de mayo de 2009, considerando 11°.
Tribunal Constitucional, Causa Rol N° 226, Sentencia de 30 de octubre de 1995, considerando 25°: “[…]
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la doctrina como nuestra Constitución Política reconocen la existencia de derechos, aunque no estén
consagrados en el texto constitucional, a menos que esta consagración implique una violación a las normas
fundamentales. Esta última expresión significa que los hombres son titulares de derechos por ser tales, sin
que sea menester que se aseguren constitucionalmente para que gocen de protección constitucional.”;
Tribunal Constitucional, Causa Rol N° 815, Sentencia de 14 de agosto de 2008, considerandos 9° a 11°;
Tribunal Constitucional, Causa Rol N° 1340, Sentencia de 29 de noviembre de 2009.
Tribunal Constitucional, Causa Rol 1988.
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nalmente. Supone, además, ajustar las instituciones estatales a este estatuto de
derechos fundamentales y ello se expresa en la plurinacionalidad del Estado y
el pluralismo jurídico como regla de reconocimiento de los derechos específi-
cos de Pueblos Indígenas.
Evidentemente una práctica de esa característica no solo tiene que estar abso-
lutamente proscrita, sino que además tenemos que buscar mecanismos efica-
ces destinados a eliminarlas. Ello evidentemente no se va a generar solamente
por la adopción de una norma constitucional, pero puede coadyuvar a un cam-
bio cultural. Este cambio debe significar que la práctica del racismo sin lugar
a dudas sea aberrante y, por tanto, severamente sancionado en nuestro sistema
jurídico constitucional.
Es responsabilidad del Estado, erradicar esa práctica haciendo uso de todas sus
herramientas, tales como: la educación, la legislación, el derecho penal y el de-
recho constitucional. Esta situación constituye un flagelo en nuestra sociedad,
la cual lamentablemente tienen como principales víctimas a los pueblos indí-
genas. Esto a su vez, son reproducidos por los medios de prensa, autoridades
y grupos de opinión.
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4. ¿Cuál es la regulación internacional en esta materia? ¿Qué trata-
miento internacional regula los derechos de los pueblos originarios?
¿Cómo calificaría su aplicación respecto al contexto nacional y cómo
esperaría que sean incorporadas en esta nueva Constitución?
Hemos avanzado bastante en el debate respecto a la importancia que ha teni-
do el Derecho Internacional de los Derechos Humanos en el reconocimiento
de derechos específicos a los Pueblos Indígenas. Estos derechos se estructu-
ran en el derecho a la libre determinación/autodeterminación, reconocido en
los principales instrumentos de Derechos Humanos, como son el Pacto Inter-
nacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales
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tucional de las instituciones de gobierno refleje sustancialmente el resultado
de procesos guiados por la voluntad del pueblo o los pueblos gobernados”
(Anaya, 2005: 151).
Western Sahara, Advisory Opinion, 1975 I.C.J. 12., párrafo 68. La Corte negó valor a la teoría de la terra
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son los nuevos derechos fundamentales como es derecho al agua, a la tierra,
a la soberanía alimentaria, a los recursos naturales, a la biodiversidad, a los
bosques y a los saberes tradicionales. Estos son los marcos en los cuales debe
plantearse una democracia del nuevo siglo”, concluye el autor. (Boaventura
de Sousa, 2007)
A este último derecho, consulta, agregamos hoy el derecho al consentimiento libre, previo e informado,
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reconocido por la Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas del año 2007.
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En el caso Rapa Nui, referido a la aplicación de los artículos 13 y 14 de
la denominada Ley Pascua N° 16.441 que permite rebajar la penalidad
de los delitos contra la indemnidad sexual en Rapa Nui, debemos hacer
algunas precisiones:
Cabe precisar que la normativa fue impuesta por el Estado de Chile sin
participación del Pueblo Rapa Nui, basado en una concepción estereotipa-
da que visualiza a dicho pueblo como uno más liberal en sus costumbres
sexuales. Hoy día se da la paradoja que es el Estado el que argumenta su
inconstitucionalidad;
Las mujeres Rapa Nui han sido categóricas en señalar que la cultural
polinésica no tolera la violencia sexual contra las mujeres, que esta nor-
mativa no está basada en el derecho consuetudinario y que su aplicación
se ha traducido en la impunidad de actos gravísimos de violencia contra
la mujer y la revictimización.
Me parece que las mujeres indígenas están caminando en esa senda, así lo
recoge la Constitución ecuatoriana y podría ser interesante que nosotros lo
consideremos de igual forma en el texto constitucional.
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5.2 Respecto a la pregunta sobre de qué manera garantizamos la participa-
ción territorial
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