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Procedimiento : RECURSO DE PROTECCIÓN.

Recurrente : PATRICIO CATTARINICH CHASSIN-TRUBERT


Rut. : 4.493.983-5
Abogada recurrente : CLAUDIA ELIZABETH REYES PEROT.
Rut. : 15.368.598-3.
Recurrido : ISAPRE COLMENA GOLDEN CROSS S.A.
Rut : 76.296.619-0.
Representante legal : LUIS ROMERO STROOY.
Rut : IGNORO.

EN LO PRINCIPAL: Recurso de Protección. PRIMER OTROSI: Acompaña


documentos. SEGUNDO OTROSI: Orden de no innovar. TERCER OTROSI: Patrocinio
y poder.
I. CORTE DE APELACIONES DE SANTIAGO

CLAUDIA REYES PEROT, Abogada, domiciliada en calle Marcoleta Nº 485,


departamento M, Santiago, dentro del plazo señalado en el N°1 del Auto Acordado sobre
Tramitación y Fallo del Recurso de Protección de las Garantías Constitucionales, a V.S.I.,
respetuosamente digo:

Recurro de protección en favor de PATRICIO CATTARINICH CHASSIN-TRUBERT,


empleado, de mí mismo domicilio, en su calidad de afiliado cotizante, en contra de ISAPRE
COLMENA GOLDEN CROSS S.A., representada legalmente por don Luis Romero
Strooy, ambos domiciliados en Los Militares 4777, comuna de Las Condes, Santiago, por la
acción arbitraria cometida al alzar unilateral e injustificadamente el precio base de su plan de
salud de 0,97U.F. a 1,02U.F, poniéndolo en la disyuntiva de allanarse, o aceptar otro plan de
salud de mayor valor y menor cobertura, lo cual significa una fuerte disminución de sus
beneficios, o bien poner fin a su contrato de salud, todo lo cual importa una privación,
perturbación y amenaza a su legítimo ejercicio de las garantías constitucionales
contempladas en el art. 19, N° 9, inciso final, y 24 de la Constitución Política de la República.
Por lo anterior, solicito a esta I. Corte restablezca de inmediato el imperio del derecho,
ordenándole a la recurrida dejar sin efecto el aumento del precio base de su plan de salud,
manteniéndose este en su valor de 0,97U.F., todo de conformidad a los argumentos de hecho
y de derecho que pasó a exponer:
I.- FUNDAMENTOS DE HECHO.
Fue entregada en el domicilio del afiliado una carta de Isapre Colmena S.A., emitida el 13 de
Diciembre de 2018, a través de la cual le notifica un alza del 4,8% del precio base de su plan
de salud. En esta carta se le informa las opciones que tiene frente a dicha variación y que son:

1.- Mantener su actual plan de salud con el nuevo precio, para lo cual basta con que nada
manifieste hasta el último día hábil del mes de Marzo de 2019.
2.- Cambiarse a otro plan de salud cuyo precio base sea más cercano al que paga en el plan
que actualmente tiene, pero que tiene menor cobertura y beneficios.
3.- Por último en caso de no estar de acuerdo con las opciones anteriores, debe poner fin a su
contrato de salud presentando una carta de desafiliación en cualquiera de sus sucursales.

Conforme a lo expuesto y a las alternativas ofrecidas en la carta, en el mes en que fue enviada
la carta, no existía certeza respecto del valor que debía pagar por concepto de cotización de
salud, puesto que este queda sujeto al estudio por parte del afiliado, quien podría optar por
cualquiera de las alternativa, hasta el último día hábil de Marzo de 2019. Así las cosas, y no
habiéndose recibido aún por el afiliado Formulario Único de Notificación, en virtud del cual
se materializa de manera cierta la adecuación, es que se entiende que se está dentro del plazo
para interposición de la acción cautelar; en este sentido lo ha resuelto la Excma. Corte
Suprema en diversos fallos tal como en el Rol 2314.2012, entre otros.
La Isapre en su carta de adecuación señala que los factores que ha motivado el alza son: El
aumento de expectativas de vida, aumento del número y costo de licencias médicas, aumento
en el uso de prestaciones, aumento en el costo de los prestadores y el uso de nuevas
tecnologías y equipamiento de mayor costo.

II.- FUNDAMENTOS DE DERECHO.


Respecto a los argumentos en los que la aseguradora intenta justificar la adecuación del
precio base del plan de salud, cabe señalar que si bien no merece dudas que la Isapre está
legitimada de origen al adecuar el precio base del plan, puesto que el art. 197, inciso 3º, del
Decreto con Fuerza de Ley Nº 1 de Salud, de 2005, contempla la posibilidad de revisar dicho
precio base de los planes a que alude, no merece el mismo comentario el ejercicio de tal
atribución en el presente caso. Ocurre que no se está en presencia de una facultad
discrecional sino de una reglada y entre las definiciones que el propio art. 197 establece en
su inciso 3º para el correcto ejercicio de la potestad, se halla aquella según la cual las
revisiones no podrán tener en consideración el estado de salud del afiliado o beneficiario.
Conforme lo señalado, lo que la recurrida ha hecho no es otra cosa que considerar el estado
de salud de los afiliados y beneficiarios de determinado plan para revisarles los precios, al
alza, pues así se desprende de lo informado en la referida carta de adecuación.
Tal aserto no merece dudas si se atiende a que el art. 197 obliga a la aseguradora a actuar en
condiciones generales respecto de todos quienes integran un mismo plan; si ellos generan
gastos por sus requerimientos de salud, la Isapre se considera justificada para alzarles a todos
los precios de la mantención del contrato, con lo que evidentemente está haciendo lo que la
ley le prohíbe, esto es considerar precisamente los estados de salud (aquellos que le han
deparado egresos-) para alterar la base, incurriendo así en ilegalidad de ejercicio.

A mayor abundamiento, cabe destacar que se desprende de la normativa general que


encuentra su fundamento en el art. 19 Nº 9 de la Constitución Política de la República y que
es comprensiva del ordenamiento público sanitario y de salubridad, que lo que el legislador
ha querido autorizar es la modificación del precio base de los contratos de salud cuando los
costos de las atenciones inherentes a la protección de ese bien superior experimentan un alza
sistémica más o menos imprevista, como por ejemplo, nuevas modalidades que sean
impuestas y que resulten ineludibles en su mayor costo, de orden técnico, científico u otro.

En esta perspectiva, lo que vendría a legitimar la modificación es la evidente variación al


alza, de la cantidad que la Isapre haya de dar por la prestación de su servicio de seguro de
salud; lo cual difiere de los gastos en que ella incurre por concepto de satisfacción de las
prestaciones que se obligó a cubrir. En este sentido, gastar es emplear el dinero en la
prestación del servicio que les es propio.
Así, entonces, y como lo ha entendido la Corte de Apelaciones de Santiago en diversos fallos
pronunciados en esta materia, nunca podrá leerse en el art. 197, inciso 3º, que extienda un
permiso para elevar unilateralmente los precios bases de contratos de salud sobre la base de
mayores “gastos” y no de mayores “costos”.

Por otra parte, en cuanto a la afirmación de la Isapre en atención a que el efecto del
aumento del gasto en las prestaciones de salud, sería considerablemente mayor del que
se refleja mediante el I.P.C., calculado por el INE, cabe señalar que tal afirmación no
es efectiva toda vez que desde enero de 2009, en Chile comenzó a operar un nuevo IPC, el
cual incorporó importantes cambios en su construcción y lógica, actualizando la canasta que
se venía utilizando desde hace 10 años. Este nuevo IPC, el cual fue elaborado por el Instituto
Nacional de Estadísticas (INE), aporta mayor transparencia en el mercado ya que busca
reflejar mejor las variaciones de los precios y gastos, al incorporar nuevos bienes y servicios
que reflejan los cambios que ha experimentado el consumo de la población chilena. Las
ponderaciones de este nuevo IPC se basan en la Encuesta de Presupuestos Familiares 2006-
2007.

En relación al gasto en salud, el nuevo IPC trajo importantes novedades. La división Salud
ahora se divide en tres grupos: a) Productos, artefactos y equipo médico; b) Servicios para
pacientes externos, y c) Servicios de hospital. Respecto de éste último grupo cabe mencionar
que los servicios a los que se hace seguimiento son los de mayor frecuencia de uso en
hospitales y clínicas privadas. El primer grupo está conformado por la canasta de productos
que los hogares adquieren para curar sus enfermedades, en cambio los dos grupos siguientes
están relacionados con los servicios que se adquieren a través de la modalidad de la Libre
Elección de los beneficiarios de Fonasa, los afiliados a una Isapre o a las personas en forma
particular.

En conclusión, si bien el sector salud bajó su ponderación desde 9,4% a 5,6% en la nueva
canasta, la principal causa de este cambio fue que el subgrupo de cuidado personal se traspasó
a la división de bienes y servicios directos, con una ponderación de 2,7% en la canasta. Así,
el efecto neto de salud fue de una reducción de sólo 1,1 puntos porcentuales.

En definitiva, atendido a que los antecedentes de modificación del precio base deben decir
relación directa con la Afiliado, puesto que debe justificarse como es éste quien ha motivado
la adecuación del plan, más allá del reajuste que por la vía de la variación de la unidad de
fomento ya debe soportar; resulta que no obstante lo expresado por la Isapre, del examen de
la carta de adecuación aparece evidente que no se observaron las exigencias que ella dice
respetar, puesto que en parte alguna señala las razones a que obedeció el alza del precio base,
como tampoco se indican los antecedentes que demuestren la efectiva variación en los gastos
de salud, en circunstancias que es de su cargo proporcionar los medios para establecer que la
revisión obedeció a criterios de racionalidad.

Es así que cabe concluir que el acto de revisión y adecuación del precio base, ha sido
realizado en forma tal que no se respetó la legislación vigente, por lo que cabe calificarla al
tenor del art. 20 de la Carta Fundamental, como arbitraria e ilegal, perturbando el legítimo
ejercicio del derecho de propiedad que le asiste al afiliado respecto de su contrato de salud,
toda vez que dicha alza, determinada en forma unilateral e injustificada, afecta en forma
directa su patrimonio, al obligarle a efectuar sin la debida justificación, un mayor desembolso
monetario; sin perjuicio de atentar en grado de amenaza, contra el ejercicio del derecho de
elegir su sistema de salud consagrado en el Nº 9 del art. 19 de la Constitución Política de la
República, en la medida que por tal situación puede verse obligado a desafiliarse y derivar
a un sistema no deseado.

POR TANTO;
A U.S.I. PIDO.- Se sirva tener por interpuesto el presente recurso de protección en contra
de ISAPRE COLMENA GOLDEN CROSS.A., por la acción arbitraria cometida al
aumentar unilateral e injustificadamente el precio base del plan de salud del recurrente,
poniéndolo con ello en la disyuntiva, de allanarse, o aceptar otro plan de salud de mayor valor
y con menor cobertura, o bien de poner fin a su contrato de salud, todo lo cual importa una
privación, perturbación y amenaza a su legítimo ejercicio de las garantías constitucionales
contempladas en el art. 19, N° 9, inciso final, y 24 de la Constitución Política de la República;
declararlo admisible y en definitiva acogerlo, dejando sin efecto el alza del precio base de su
plan salud, debiendo la Isapre mantenerlo en su valor actual de 0,97U.F., todo con expresa
condenación en costas.

PRIMER OTROSI: Ruego a V.S.I., tener por acompañados, en la forma que en derecho
corresponda, Carta de adecuación fechada como 13 de Diciembre de 2018.

SEGUNDO OTROSI: Ruego a V.S.I., se sirva decretar orden de no innovar, en el sentido


de que mientras se tramite este recurso la Isapre deberá mantener el actual precio base del
plan de salud del afiliado, tomando en consideración que el acto arbitrario se entenderá
aceptado si este nada manifiesta hasta el último día del mes de Marzo 2019.

TERCER OTROSI: Que en mi calidad de abogada habilitada para el ejercicio de la


profesión vengo en asumir personalmente el patrocinio de la presente causa, señalando como
domicilio el ubicado en Marcoleta Nº 485, depto M, ciudad de Santiago.

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