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Para iniciar, se debe definir a la Edad Media como el periodo histórico que comprende
entre la caída del Imperio romano alrededor del año 476 hasta el Renacimiento en el
S. XVI. Este periodo se caracterizó por ser teocéntrico, es decir, por centrar su interés
en Dios, el cual, es concebido un poder sobrenatural que todo lo domina e invade. Un
Ser que subsiste por sí mismo y no debe su existencia a nadie y también se caracteriza
porque hay un intento por unir la razón y la fe.
Ahora bien, el origen del término medioevo o Edad Media se da entre los humanistas
procedentes de Italia quienes la ubican entre las dos fases gloriosas de la humanidad:
Antigüedad (Grecia) y la modernidad (Renacimiento). Por tanto, desde el punto de
vista renacentista, la época medieval está enmarcada por una tremenda “oscuridad” y
en consecuencia, es calificada con adjetivos de barbarie, ignorancia, retroceso,
oscuridad ya que según estos planteamientos, es una una época marcada por el
retroceso intelectual, cultural, la ignorancia, la superstición, el inmovilismo, la guerra,
el hambre, las enfermedades y la subyugación de los siervos y las mujeres.
Sin embargo, se debe aclarar que la época medieval no fue una etapa de retroceso ni
de ignorancia como se piensa, ya que las raíces materiales y espirituales de Europa se
encuentran en la Edad Media, en donde se van gestando las naciones-estados del viejo
continente. Además, gracias al latín (lengua oficial del Imperio y de la Iglesia) va
evolucionando y permite el nacimiento de las lenguas romances; también surgen los
bancos y las letras de cambio; nacen las universidades y el pensamiento científico
pone sus cimientos en este periodo con Guillermo de Ockham y por último los
parlamentos, las cortes y los estados generales medievales evolucionan y son la base
de los sistemas democráticos de nuestros tiempos modernos.
Finalmente como conclusión en este escrito donde se evidencian las dos contrapartes
del pensamiento sobre los periodos del medievo y modernidad, notamos que un
periodo permite que se establezcan las raíces y bases que servirían como componente
activo para el desarrollo del otro y no su retroceso. Este planteamiento que se acaba de
decir, se puede ver demostrado en los diversos exponentes o autores de edad media
como San Agustin, Santo tomás o San Anselmo los cuales retoman y complementan
doctrinas filosóficas aún más antiguas como las de Platon o Aristoteles siendo así una
complementación y continuación al pensamiento antiguo pero desde un punto de vista
cristiano, que la época moderna debió continuar pero hizo lo contrario, rompió la
continuación del pensamiento gracias al fanatismo de la Ilustración, odio al papado
del protestantismo, anticlericalismo francés y esnobismo clasicista. Y como ya dije
anteriormente, cada época tiene sus pro y sus contra y cada una se complementa y se
apoya en los avances que se realizan en cada una de ellas y por eso se debe cambiar
este pensamiento de ver a la época medieval como retrógrada y oscura, ya que no es
como se pinta, el medioevo si tuvo avances tanto en lo científico, en lo literario,
filosófico, que se ven plasmados en la modernidad, aunque esta no lo reconozca.