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PRODUCCIÓN
V SEMESTRE
ANALISIS SENSORIAL
INTEGRANTE:
DOCENTE:
Periodo Académico
2021
EL SABOR Y EL SENTIDO DEL GUSTO
SENSACIÓN GUSTATIVA
Los estímulos químicos presentes en el medio ambiente pueden ser detectados por tres
diferentes sistemas: el sistema olfatorio, el vomeronasal y el trigeminal. El sistema
olfatorio percibe las moléculas odoríferas transmitidas por el aire. En el ser humano los
olores brindan información sobre el medio ambiente, los alimentos, animales y otras
personas que influyen sobre su conducta alimenticia y social.
Los animales macrosmáticos tienen un sentido del olfato muy desarrollado que cumple
funciones de identificar el alimento, detectar a sus depredadores o a sus presas y localizar
su pareja durante la vida sexual y reproductiva. En los microsmáticos, como el ser
humano, el olfato está menos desarrollado, pero aun así es capaz de distinguir miles de
olores, muchos de ellos a concentraciones muy bajas.
La mayor parte de este capítulo se concentrará en el estudio del sistema olfatorio, sus
receptores, mecanismos de transducción que se desencadenan al ponerse en contacto con
los odorantes, la anatomía y fisiología de las vías olfatorias, estaciones de relevo y centros
de integración. Los aspectos neurobiológicos, psicológicos y físicos asociados a este
sistema también serán tema de estudio de este capítulo.
1) es de vital importancia para la supervivencia del ser humano ya que el sentido del olfato
tiene la capacidad de percibir olores desagradables que generalmente se asocian a
sustancias nocivas, gases contaminantes y alimentos en descomposición.
2) Colabora con el sentido del gusto en la percepción de los sabores de los alimentos. El
sabor no es más que la combinación de aferencias que recibe nuestro sistema nervioso
posterior a la activación de los sentidos del gusto, olfato y sistema somatosensorial una
vez que los alimentos presentes en la mucosa oral, entran en contacto con ellos.
3) Permite identificar una gran variedad de olores; el ser humano es capaz de percibir un
rango de 5 000 a 10 000 olores diferentes.
El color, como tal, no existe, solo es una percepción, la interpretación que el cerebro hace
de las señales nerviosas que le envían los ojos. El cerebro "sabe" colorear y, por eso,
vemos el mundo de colores.
¿Qué es el color? Según Sir Isaac Newton, es una sensación que se produce en respuesta
a una estimulación nerviosa del ojo. Este estímulo es causado por los rayos de luz y por
las longitudes de onda que lo componen.
Cualquier superficie iluminada absorbe unas ondas de la luz y refleja otras. El ojo (en
realidad, "los bastones y conos de la retina") capta esas ondas reflejadas y las envía al
cerebro, que interpreta cada longitud de onda como un color distinto. Pero el ojo sólo es
capaz de percibir colores a partir de cierta cantidad de luz. Por debajo de esa intensidad
solo distingue monocromo, o nada.
La interpretación del color es parte de nuestro sentido de la vista y, como tal, único y
particular. Al no existir ojos ni cerebros iguales, cada ser humano ve los colores de un
modo diferente, aunque muy similar si no sufre ninguna anomalía de la visión.
Somos capaces de ver colores gracias a dos de las propiedades de la luz. La absorción y
la reflexión.
Un cuerpo opaco, es decir no transparente, absorbe gran parte de la luz que lo ilumina y
refleja una parte más o menos pequeña. Cuando este cuerpo absorbe todos los colores
contenidos en la luz blanca, el objeto parece negro.
Cuando refleja todos los colores del espectro, el objeto parece blanco. Los colores
absorbidos desaparecen en el interior del objeto, los reflejados llegan al ojo humano. Los
colores que visualizamos son, por tanto, aquellos que los propios objetos no absorben,
sino que los propagan.
Absorción y reflexión
Todos los cuerpos están constituidos por sustancias que absorben y reflejan las ondas
electromagnéticas, es decir, absorben y reflejan colores.
Cuando un cuerpo se ve blanco es porque recibe todos los colores básicos del espectro
(rojo, verde y azul) los devuelve reflejados, generándose así la mezcla de los tres colores,
el blanco.
El rojo de un cuerpo
El tomate nos parece de color rojo, porque el ojo sólo recibe la luz roja reflejada por la
hortaliza, absorbe el verde y el azul y refleja solamente el rojo. Un plátano amarillo
absorbe el color azul y refleja los colores rojo y verde, los cuales sumados permiten
visualizar el color amarillo. [4]
EL SENTIDO DE LA VISTA
El sentido de la vista es el más desarrollado de los cinco sentidos que tenemos y, por ello,
el más importante de todos. Esto se debe, en parte, a que vivimos en un mundo en el que
históricamente se le ha dado prioridad a lo visual y a las imágenes.
De hecho, diversos estudios señalan que casi el 50% de nuestra actividad cerebral se
dedica a procesar las imágenes que captamos de la realidad y que, además, el grueso de
las experiencias sensoriales que tenemos es visuales. En segundo y tercer lugar de la
escala de sentidos se sitúan, aunque bastante relegados, el oído y el olfato.
Todo lo anterior ratifica la necesidad de mantener una salud visual óptima y de realizar
lo que esté a nuestro alcance para cuidar nuestros ojos, teniendo en cuenta, sobre todo,
que la prevención y la detección temprana son las mejores formas de evitar que las
enfermedades visuales generen daños irreversibles.
Ni siquiera el uso del lenguaje se salva del predominio de la vista. Basta con remitirnos a
algunas frases o expresiones que utilizamos a diario y en las que queda de manifiesto
cómo este sentido configura prácticamente todo lo que realizamos. Es común, por
ejemplo, escuchar expresiones del tipo «mira», «vamos a ver», «déjame ver», «echemos
un vistazo» o «veamos», pese a que no se refieren necesariamente a cuestiones
relacionadas con la vista.
De hecho, según una investigación del Instituto Max Planck, este uso del lenguaje es casi
común en todos los idiomas. Solo se conoce un ejemplo de un verbo que sirva para
referirse a una experiencia sensitiva mucho más plena: el «a’y» propio de la cultura de
los tzeltales, en el sur de México.
Por el contrario, son pocas las expresiones de uso común que se refieren al predominio
de otros sentidos. Existen, claro que sí, pero no están tan extendidas en el lenguaje como
las que se relacionan con el sentido de la vista. De hecho, están relegados a los ojos, como
si fueran un apoyo o complemento para estos.
Los ojos, que son el centro neurálgico del sentido de la vista, son órganos muy pequeños
pero a la vez muy delicados. Por ello, los cuidados que podemos darles no solo se
relacionan con el día a día, sino que también podemos poner en práctica una serie de
hábitos:
• Revisar la iluminación de los lugares donde nos encontremos a diario, bien sea
nuestra habitación, el estudio, la oficina u otros.
• Aprender técnicas para relajar la vista, sobre todo después de jornadas de trabajo
o estudio especialmente largas. La idea de cualquier técnica es aliviar la fatiga
visual y rebajar la tensión que se acumula en los músculos del aparato ocular. En
este sentido, las técnicas de cambio de enfoque son algunas de las que más
recomiendan los especialistas.
• Acudir a revisiones periódicas, sobre todo a partir de edades en las que los ojos
pueden empezar a presentar algunos problemas, como vista
cansada o cataratas. [5]
Textura Visual
Es aquel estrictamente bidimensional, es aquella textura que puede ser vista por el ojo
aun que puede evocar sensaciones táctiles. Se distinguen por tres clases.
1. Dureza: Propiedad relativa a la fuerza requerida para deformar el alimento o para hacer
penetrar un objeto en él. Por ejemplo, duro como una aceituna o un caramelo y blando
como un queso cremoso.
8. Humedad: propiedad que describe la percepción del agua absorbida o liberada por el
alimento. Seca como una galleta salada; húmeda como una manzana; acuosa como una
sandía; jugosa como una naranja.
[4] S. Lasso, «De colores: estudio del color,» 22 Febrero 2017. [En línea]. Available:
https://anasaci.com/blog/disenadores/diseno_grafico/que-es-el-color-como-funciona.html.
[5] F. Macias, «El sentido de la vista: importancia y cuidados,» 14 Enero 2021. [En línea].
Available: https://www.clinicabaviera.com/blog/el-sentido-de-la-vista/.
[6] V. Vargas Velázquez, «TEXTURAS. Un lenguaje para los sentidos,» 30 Marzo 2014. [En
línea]. Available: https://www.elterritorio.com.ar/noticias/2014/03/30/383282-texturas-un-
lenguaje-para-los-sentidos.