cosas con el término preciso; de mejorar
IMPORTANCIA
DE LA LOGICA
Simón Martí nez Ubarnez
Las necesidades sentidas en la sociedad
mundial, suscitadas por las formas más
comunes de solucionar los conflictos,
aún los más insignificantes de la vida
cotidiana, recurriendo a la violencia
como medida de arreglo, ha generado
una especie de predisposición y
agresividad endógena, que algunos
observadores y analistas denominan
cultura de la violencia, situación que
permite poner de relieve las palabras de
Juliana Gerán, quien refiriéndose al uso
de la razón como mediadora de las
relaciones cotidianas dice que “la vida
civilizada depende del éxito de la razón
en el intercambio social, del predominio
de la lógica sobre la violencia en los
conflictos interpersonales”.
De esta afirmación, el primer corolario
que se puede inferir, es que la lógica nos
puede aportar beneficios cuando se
estudia y practica como regla de
nuestras actuaciones cotidianas y
cuando se utiliza como guía orientadora
del comportamiento humano en todas
sus relaciones y actuaciones
interpersonales.
Porque la lógica, no es otra cosa que la
capacidad o habilidad del ser humano
para general, coordinar y expresar sus
ideas de manera clara y precisa, de
incrementar la capacidad de llamar a las
la capacidad de argumentar en forma
rigurosa para exponer ideas y de
analizar situaciones en forma crítica y
objetiva, y de paso, actuar –en lo
personal y social- conforme a esa
manera de pensar.
Pero tal vez en donde mejor se puede
percibir el beneficio de la lógica es en el
reconocimiento de que, mediante su
aplicación, la razón o su racionalidad –
como diferencia específica que
distingue a los seres humanos de otras
especies- se puede emplear en los
diferentes aspectos de las relaciones
sociales y humanas, como medio o
herramienta para el manejo y
conducción apropiada de nuestro trato
con los demás. Si no queremos ser mal
entendidos cuando nos expresamos, o si
esperamos que los demás entiendan con
facilidad las razones de los argumentos
que ante ellos exponemos, el mejor
camino es hablar de la manera más
precisa, clara y argumentada posible,
tarea en la cual, la lógica se convierte en
nuestra mejor aliada; porque la
comunicación es uno de los factores
determinantes de las relaciones
sociales, y estas, en una sociedad,
dependen del modo como sus miembros
se comunican. Sin comunicación no hay
sociedad y para comunicarnos de
manera apropiada, se necesita una gran
dosis de lógica así sea la lógica natural
del sentido común.
El ejercicio de la vida pública como
ciudadanos, la práctica política en una
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democracia participativa y el
desempeño competitivo en campos
específicos, como el derecho y la gestión
pública, exigen de ciudadanos y
profesionales razonables, conscientes,
autónomos, capaces de pensar por sí
mismos, de discutir los problemas con
libertad y competentes para tomar
decisiones racionales y mesuradas, es
decir, lógicas. El estudio de la lógica, en
consecuencia, juega un papel decisivo
en este plano de lo social, lo político y lo
profesional, por cuanto aporta
elementos de juicio, no solo para el arte
del buen pensar y la buena
comunicación de nuestros
pensamientos, sino también para
asumir una posición ética de respeto
por la razón.
Pensar es una acción connatural al ser
humano; pero discernir y hacerlo con
criterio, es algo que se debe cultivar y
perfeccionar, con el estudio y la
práctica. Al respecto señala Peirce que
“tanto el mal razonamiento como el
bueno son posibles; y este hecho es el
fundamento del aspecto práctico de la
lógica”. Pero precisamente la conciencia
crítica que la lógica contribuye a formar
en el ser pensante, le debe permitir a
cada ser humano, discernir entre el
buen y el mal razonamiento; porque,
como señalan Copi & Cohen, la lógica “es
el estudio de los métodos que se usan
para distinguir el razonamiento bueno
(correcto) del malo (incórrectó)”.
Estos planteamiento permiten
vislumbrar someramente, cuán
necesario se hace el uso de la razón y la
lógica en la coyuntura actual de la
encrucijada del momento socio político
por el que atraviesa la sociedad en
general, y su aplicación en las relaciones
sociales, políticas y humanas, como vía
y medio para alcanzar una sociedad
armónica, más equilibrada, ética, justa y
equitativa, en donde se imponga como
conducta típica la forma de mediatizar
las relaciones con los demás,
imponiendo siempre la fuerza de los
argumentos y no la fuerza como
argumento, o el argumento de la fuerza.
Queda claro pues, que, con el uso
adecuado de la razón y con el apoyo de
la lógica, el hombre se ahorra muchos de
los errores que puede cometer
ordinariamente, pues nos aporta las
herramientas para darle sentido lógico
a nuestras actuaciones con base en
nuestros razonamientos, permitiendo
además, que nos cuestionemos
contantemente sobre lo que somos y
todo lo que ocurre a nuestro alrededor
Hay razonamientos que pueden estar
perfectamente bien elaborados o
construidos, pero su contenido en
relación su valor de verdad puede
resultar falsos.
En suma, la lógica, adecuadamente
manejada, nos ayuda a entender las
dificultades, ventajas, desventajas de
nuestro propio ser, en un mundo
instrumentalizado que da mayor
relevancia a lo pragmático, a lo que
genera resultado inmediato, en el aquí y
el ahora.
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