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La Música en Nuestra Mente.

1998

Artículo del Dr. Norman M. Weinberger

Publicado en Educational Leadership Vol 56 No.3 1998.

Nuevas investigaciones demuestran, que la música no solo es divertida, sino que también mejora el
desarrollo cerebral y aun más, mejora las habilidades en otras áreas como la lectura y las
matemáticas.

Actualmente existe mucho entusiasmo acerca de la investigación sobre música. Casi semanalmente
la prensa popular reporta nuevos descubrimientos como, el efecto que tiene el escuchar música o
ejecutar música sobre el desarrollo de los niños, la inteligencia, las habilidades cognitivas y las
funciones cerebrales. El gobernador de Georgia considera que la música es tan importante que vale
la pena arriesgar capital político; Le pidió al estado pagar el costo de enviar un CD a cada mueva
mamá en Georgia. No logró que se aprobara su propuesta pero aun así recibió los CDs por cortesía
de Sony. En Florida, existe un movimiento para que los niveles de preescolar escuchen al menos 30
minutos de música al día. Que significa esto?

Muchos maestros y administradores de escuelas que toman decisiones sobre la curricula y


actividades escolares, necesitan saber sobre los últimos y significativos descubrimientos sobre la
música y la educación. Deben las escuelas reducir, desmantelar, mantener o incrementar los
programas de música? Cómo investigador relacionado con la música haré un resumen de los
descubrimientos más relevantes.

Antes de iniciar, quiero aclarar que independientemente de los hallazgos de la investigación, creo
que la música y las artes son parte esencial, no opcional de la educación. No deberíamos tener que
justificar la música en la curricula escolar solo por sus beneficios extra-musicales. Pero debido a
que los beneficios están siendo cada vez más obvios, los educadores necesitan información
actualizada para tomar decisiones bien pensadas sobre el lugar de la música en las escuelas.

Cuales son lo beneficios? La música tiene la habilidad de facilitar la adquisición de lenguaje y la


lectura así como el desarrollo intelectual en general. Promueve posteriormente actitudes positivas
disminuyendo el vandalismo en secundarias y preparatorias. Resalta la creatividad y mejora el
desarrollo social, la personalidad y la autoestima. (Hanshumaker 1980)

La música y el comportamiento

El revuelo actual sobre la investigación musical no se debe simplemente a un nuevo artículo aislado
sobre música y comportamiento, ni siquiera a un grupo de estudios. Más que todo se debe a tres
cosas. La primera y más importante es que la gente se ha dado cuenta de que la investigación
sobre música y comportamiento existe y que es un área tan seria de investigación como cualquier
otro campo de la ciencia. La segunda es que gracias a nuevos bríos, interés e investigación a nivel
mundial, se han retomado estudios y hallazgos antes relegados. La tercera es que los
investigadores, educadores y legisladores tienen ahora una visión más amplia del papel que juega
la música en nuestras vidas.
Enmarcando estos tres factores se encuentra el espíritu multidisciplinario para estudiar la música y
el comportamiento. Este espíritu multidisciplinario rechaza un enfoque unilateral restringido o
limitado, a favor de apreciaciones mutuas, comunicación y colaboración entre disciplinas como la
psicología, biología, medicina, educación, cibernética, y terapia musical. Todas estas se han
beneficiado de dos campos verdaderamente interdisciplinarios como son la neurociencia y la ciencia
cognitiva. Pronto será, lugar común, conducir experimentos como escanear la actividad funcional
del cerebro humano durante la cognición musical o la representación mental de la música. Viendo
hacia el futuro quizá discernamos los destellos de una ciencia musical multidisciplinaria.

Estos son tiempos promisorios en el basto campo de la investigación musical. Pero cuales son las
implicaciones para los educadores K-12 ? Deberíamos de escuchar a Mozart en las cafeterías para
incrementar los resultados de SAT como ha sido propuesto por algunos vivaces y tomado
seriamente por muchos? Como muchos educadores saben, las “píldoras para aprender” prescritas
en forma de Mozart no existen. El aprender a escuchar música, entenderla, y/ó ejecutarla, tiene
mucho valor, pero esto puede alcanzarse mejor a través de esfuerzo y guía.

Algunos estudios individuales pueden atraer nuestra atención, porque nuestro deseo de
información ha rebasado la capacidad del este campo para proveerla. Sin embargo necesitamos
más estudios relacionados para proveer resultados multicéntricos convergentes. Afortunadamente
esos estudios ya están saliendo a la luz.

Raíces biológicas

Tradicionalmente hemos visto a la música como parte de nuestra cultura e interacción social, no
como parte de nuestro equipaje biológico. Sin embargo la literatura científica sugiere lo contrario.
Cuatro tipos de hallazgos sugieren que la música tiene fuertes raíces biológicas.

En primer lugar, si la música tuviera un componente biológico fuerte, entonces los animales
tendrían habilidades fundamentales en música- y este parece ser el caso. Por ejemplo los monos
pueden pensar en términos de abstracciones musicales. Pueden determinar de alguna manera la
frecuencia fundamental de una serie de armónicos.

En segundo lugar, los aspectos biológicos son universales. La música también satisface este
criterio. Aunque sus usos pueden variar entre culturas, la música siempre esta presente. Los padres
y tutores en diferentes culturas se comunican con los infantes por medio de canciones de cuna y
habla infantil.

En tercer lugar, los comportamientos biológicos se revelan tempranamente en la vida, antes de que
los factores culturales influencien y cambien el comportamiento. En este punto la investigación ha
documentado ampliamente la extensa competencia de los niños pequeños en procesar elementos
musicales y comportarse de manera musical. Por ejemplo los bebes de un año, espontáneamente
exhiben comportamiento musical en sus juegos y su comunicación, componiendo tonadas e
inventando notaciones musicales originales. (Moorhead 1977).

Más aun, estudios recientes han revelado que los infantes tienen capacidades musicales. Por
ejemplo pueden discriminar entre dos notas tan bien como los adultos (Olsho 1984); pueden
recordar el contorno o tono de las melodías. (Thehub, Bull, Torpe, 1989). Pueden aun usar la
música para recordar eventos anteriores durante el día. (Fajen 1997)

En cuarto y ultimo lugar deberíamos esperar que el cerebro humano este organizado para procesar
actividades musicales. Se ha comprobado que esto es cierto. El cerebro contiene bloques musicales
básicos que están especializados para procesar elementos fundamentales de la música. Por
ejemplo, las neuronas (células cerebrales) son específicamente sensibles para tonos puros,
relaciones harmónicas complejas, ritmo y contorno melódico (Weinberger, McKenna 1988). El
hemisferio derecho del cerebro procesa la melodía y el hemisferio izquierdo procesa el lenguaje. La
arquitectura funcional del cerebro es tan compleja para la música como lo es para el lenguaje
dándole importancia a ambos.

Así que los cerebros de los niños están muy bien equipados para entender la música y por
consecuencia los niños disfrutan y se involucran con la música mucho antes de que lleguen al
kindergarten. Si los padres tutores y maestros reforzaran los comportamientos musicales
espontáneos de los niños, tanto como el lenguaje, entonces los niños desarrollarían este canal
natural de comunicación, expresión y cognición. Los maestros mismos se sentirían más cómodos al
educar en música. Afortunadamente debido a la curiosidad interminable de los niños y el hecho de
que los maestros no necesitan saber mucho de música para efectivamente enseñar con ella, existen
todavía muchas oportunidades para usar la música en los salones de clase.

La música, el cerebro y sus sinapsis.

Mientras los padres y los educadores vean a la música como relativamente sin importancia, las
escuelas continuaran pensando en la posibilidad de quitarle espacio a la educación musical. Pero,
como sabemos que la música es parte de nuestra herencia biológica- parte de la naturaleza
humana- no debemos continuar tratándola como algo superficial. Adicionalmente si consideramos
los beneficios que tiene la música en el desarrollo cerebral, seria imposible defender la postura de
eliminar o reducir la música de las escuelas.

Aprender y ejecutar música, realmente ejercita el cerebro, no solamente al desarrollar habilidades


musicales sino también formando y fortaleciendo sinapsis entre las células cerebrales. Actualmente
la literatura en neurociencias apoya fuertemente la conclusión de que las sinapsis aumentan y
mejoran con el uso y se debilitan con la falta de uso. Que sistemas dependen de la eficacia
sináptica?

- Los sistemas sensoriales y preceptúales. (Auditivo, visual, táctil y quinestésico.)

- El sistema cognitivo; simbólico, lingüístico y lectura.

- Movimientos planeados; acción y coordinación de fina y gruesa de losmúsculos.

- Retroalimentación y evaluación de acciones.

- El sistema motivacional y de placer.


- El aprendizaje y la memoria.

Al hacer música involucramos todos estos sistemas. Simplemente considere los pasos involucrados
en leer una partitura musical consistente de símbolos altamente complejos, ejecutar la pieza y
corregir la ejecución después de evaluar los resultados. Imagínese la ejecución de un ensamble en
el que cada estudiante debe de escuchar su propia ejecución mientras se coordina con los demás.
Si agregamos a esto el aprender y memorizar la partitura todo se hace más complejo. Lo que es
importante no es que tan bien un estudiante toca sino la acción simultanea de sentidos, músculos e
intelecto que se logra. Las resonancias tomadas durante la ejecución musical muestran que
prácticamente la totalidad de la corteza cerebral se encuentra activa. Podría pensarse en un mejor
ejercicio para la mente o el cerebro? En resumen, el hacer música, activamente involucra las
sinapsis cerebrales y existen suficientes razones para creer que incrementa la capacidad cerebral al
fortalecer las conexiones entre neuronas.

La música y la comprensión de la lectura.

Hurwitz y col. En 1975 investigaron si la música mejoraba las habilidades de lectura en niños de 1er
grado. Durante 7 meses por periodos de 40 min. el grupo experimental aprendió como oír música y
a reconocer elementos rítmicos y melódicos. El grupo control de la misma edad, coeficiente
intelectual y estatus socioeconómico, no recibió la enseñanza musical. Posterior al entrenamiento
en escuchar música el grupo experimental mostró resultados significativamente mejores en lectura
que el grupo control, estando en la percentil 88 y 72 respectivamente. La diferencia en los
resultados no se debió a diferencias en la enseñanza de lectura ya que el mismo maestro enseñó a
ambos grupos.

Estos resultados levantan dos cuestionamientos. El primero; la mejoría en lectura se debió a la


música o a la variedad del programa escolar? Segundo; Ya que el grupo experimental no aprendió
a leer música sino solo a escuchar música, ¿como es posible que el entrenamiento musical pueda
haber mejorado las habilidades de lectura?

Para entender como la educación musical puede mejorar la lectura debemos recordar las tres
etapas del aprendizaje de la lectura. (Frith 1985) ; Primero, reconocer visualmente las palabras,
aprender la correspondencia entre las palabras escritas (grafemas) y su sonido (fonemas) y adquirir
la habilidad de reconocer visualmente las palabras sin necesidad de pasar por los pasos anteriores.
La segunda etapa es crcítica y se denomina etapa fonológica y es de mayor importancia. La música
facilita la lectura al mejorar esta segunda etapa o etapa sonora.

Lamb y Gregory (1993) determinaron la relación entre la discriminación de los sonidos musicales y
la habilidad de lectura. Hicieron pruebas a niños de 1er grado, Aparte de pruebas estándares de
lectura, probaron la habilidad de pronunciar silabas sin sentido, mostradas en tarjetas así como la
conciencia tonal oyendo pares de notas musicales o acordes en secuencia y pedir que dijeran si
sonabas iguales o diferentes. También se probó la capacidad de reconocer los timbres sonoros.
Finalmente se midió la conciencia fonológica pidiendo a los niños que dijeran si los sonidos iniciales
o finales de las palabras eran iguales o diferentes. Posteriormente los investigadores determinaron
la relación entre los resultados de las diferentes pruebas. Encontraron un alto grado de correlación
entre, que tan bien los niños podían leer material estandar y fónico y que tan bien podían
discriminar tonos. La conciencia de timbre no fue un factor determinante.

Los resultados sugieren que una buena habilidad para discriminar tonos mejora esta segunda etapa
fonémica del aprendizaje de la lectura. Cambiar el tono de las palabras es el factor más importante
que conlleva información en las palabras. La relación entre lectura y educación de la escucha
musical es obvia y directamente proporcional porque el entrenamiento auditivo incluye
discriminación tonal. La conciencia del timbre de los sonidos no mostró relación con la las
habilidades de lectura, asumiendo de esa forma que los beneficios no son causados por el
incremento en la riqueza y variedad de la educación sino en el entrenamiento tonal especifico. Sin
duda se requerirán de mas estudios para clarificar nuestra comprensión de este fenómeno, pero los
resultados de estos 2 estudios se correlacionan bien y proveen evidencia franca de que la
experiencia de escucha musical específica facilita la lectura.

Música y razonamiento.

Otro ejemplo de los efectos benéficos de la música son ejecutar y hacer música en lugar de solo
escucharla. Rauch y cols. (1997) estudiaron los efectos del entrenamiento musical en teclado en
niños preescolares (3-4 años de edad). Un grupo control recibió entrenamiento para teclado de
computadora. Se pusieron a los participantes 4 pruebas estandarizadas, una de razonamiento
temporo-espacial antes y después del entrenamiento. Los resultados mostraron que el
entrenamiento en teclado musical produjo mejoría significativa solo en la prueba de razonamiento
temporo-espacial. El hecho de que el grupo control no mostró mejoría indica que el entrenamiento
en teclado musical tiene un efecto altamente especifico en este tipo de razonamiento. Raucher y
cols, mencionan que el entrenamiento musical en teclado puede mejorar la capacidad de
aprendizaje en materias como matemáticas y ciencias en los que el razonamiento temporo-espacial
es particularmente importante.

La música en las escuelas

Actualmente tenemos suficiente investigación que muestra un nuevo panorama para la música en
las escuelas. Al nivel más básico la música tiene raíces biológicas profundas. Por eso los niños
tienen gran habilidad en el procesamiento perceptual y cognitivo de los componentes
fundamentales de la música. Los padres y tutores instintivamente se comunican con los niños de
una manera musical, porque aunque los niños pequeños no entienden palabras, la estimulación
melódica siempre llama su atención. Los niños claramente disfrutan la música involucrándose
espontáneamente en actividades y comportamientos musicales. Adicionalmente el cerebro humano
contiene bloques de construcción musical específicos e identificables.

Esta herencia biológica amplía el concepto de las habilidades o dones humanos y enfatiza las
oportunidades de enseñar a través de la música. Hacer música parece ser el ejercicio mas extenso
y completo para las neuronas y sus conexiones sinápticas. La educación tanto en escuchar música
como en hacer música facilita el desarrollo intelectual de los estudiantes y les ayuda a aprender en
otras áreas como la lectura.

Aunque el incremento en el uso de la música en el K-12 no se ha difundido aun, las reacciones de


los padres, maestros y administradores a los que se les ha pedido participar en los estudios han
sido interesantes. Los padres no quieren participar en grupos controles ya que sus hijos perderían
los beneficios de la música en los salones de clase.

En ocasiones pienso que la música por ser divertida se encuentra en desventaja. Puede algo tan
divertido ser tan importante en la educación? Absolutamente sí. La música ofrece grandes
oportunidades para expresarse y comunicarse, para la creatividad y la cooperación, además de ser
buena para el cerebro y poder mejorar el aprendizaje y el desarrollo intelectual.

En lugar de preguntarse Por que música? Deberíamos de preguntarnos, por que no música y cómo
podríamos usar la música en beneficio de mis alumnos para ampliar mis metas como educador.

Todos parecemos estar de acuerdo en que nuestro recurso más importante, es el capacidad
potencial de la mente de los niños. Debemos esforzarnos par desarrollar su intelecto a través de
todos los medios. La investigación ha demostrado que la música puede jugar un papel importante
para lograr esa meta.

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