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misterio de Dios y de su designio salvador (creación y redención), y precisa
MORAL SOCIAL mente por eso, ofrece valiosas indicaciones de sentido para la existencia del
hombre y de las comunidades en las que este participa.
Aquf surge ya la primera objeción que cnircnta hoy un tratado de "Moral
secar', que podrfa expresarse ast: un discurso de naturaleza religiosa oteo
lógica puede encontrar validez para aquellos que comparten la fe, pero no
resulta apto para lo social, pues no cabe esperar contribuciones de discursos
sectoriales a la plaza pública de la sociedad moderna, plural en lo religioso y
en lo cultural. La primera lección de este curso quiere contribuir a responder a
esta cuestión. Es cierto que la teología cristiana parte de la fe, pero se formula
E'.UNSA también en clave racional y permanece abierta al diálogo y a sopesar los ar
gumentos propios con aquellos que provienen de otras propuestas. Por eso, la
Moral social se autoconcibe como una propuesta de alcance público, abierta
a la escucha y eventual consenso de no creyentes o de creyentes de otras re
ligiones. Como es obvio, esas propuestas han de cumplir como condición el
respeto de la libertad y de la diferenciación que caracterizan a las sociedades
modernas.
• El hiloconductorde la Moral socialcristiaN viene constituido por la caridad: 1. lntroduc:ción
el hombre que recibe como don el amor de O.os, es capa,: a. su vee de donar.;e,
de vivir una. (!l<istcncia conformada con el doble precepto de amor a Dios y al Se ha scl\abdo ya la paradoja: la primera lección de este curso de Moral Social
adopta una �rsp«tiva sodol6gia y no teológica Esdew, que vamos a mi-
prójimo, romo dos aspectos ino;eparables de una realidad. 8e principio de la
rar a la religión de5de fuera de la fe, fi�ndono, ensu "olud6n ,mpiria para
caridad se despliega y articula (.'O[l otro5. la exigencia de justici.t, de n'Speto
reflexionar sol;,re esos datos de experienoa. Queremos saber qué ha ocurrido
pcr elotro.quecompane la IT\J5ma dignidad y derechos fund;unent..Jes. pero
pn:.-scnta también sus diversidades espcdficas; e igualmente, el ¡;rincipio del con la rehgión en la sociedad rnode� y también qué ideas sobre la rehg,ón
tenían en la cabeza los padrcs de la sooo!ogía.
bien comUll, de sol.idaridad, de un destino originario común de los bienes, cte.
El objetivo de la Moral social consiste por tanto Cf'I ofnxc, las indicaciones que Veremos que esa mirada cuaja en la •1wria d, b ffCUIM'iz.ad6n•, y en su
penniltn construir una 'civiliu<:ión dd amor'. Y en esa linea se ha movido traducción práctica del principio de laiddad del estado y de los distmtos
tambiro la ensel\anza del magisterio social de la Iglesia, que no pretende com- subsasternas de la esfera pitbhca (economía, educación. sanidad, etc.) Los
petir ron los diversos programas de acción soaal {política, económica, etc.), padres
de la soeiologla (Marx, Ourkhc!im o Max Weber) observaron la ten·
sino más bien indicar principios étiC05 dimanantes de la persona que estlin denoa del hombre rnodemo a penler arraigo en la tradición, en favor de
llamados a realizarse en drrunstairias y entorrcs sociales muy variados, y una vul.a mis racional y m.'is individualista. Como consecuencia, la religión
son por eso rompa tibies con un plunlismo secial entendido en sentido no perderla la ("ffltraiidad qu<' tt'nfa en lo social, y serla desplazada hasta verse
relativista. margmah.z.ada o privatizada E5e esquema, que afinna la incompatibilidad
de la ffiigi6n con la 50CiNiad mod<"rna,ha estado present<' dw-antt'db::adas
en la sociologla.
Sin embargo, desde no hace mucho hay sociólogos muy importantes a los que
esle esquema les parece demasiado simple y empiezan a plantear cuestiones:
RELIGIÓN • es posible que lo que ocurnó con la religión en Europa oo se pueda trasla-
Y SOCIEDAD MODERNA dar sin mis a otros lugares del mundo, y que la religión siga evoluciones
diversas en cada lugar
• por otra parte, ¿qué sign.ific¡¡ s«11l.ariud6n; que la po!itica se 5epara de
Esta primera lección adopta una peepecwa sociológica. se acen:a al lu la religión?, ¿o que a las pe1S<lllaS !a rcligión empieza a oo 1mportar!('s?,
gar que conesporde a la religión en la esfera públic.l. y no� l),ll"a el ¿o que la rehgión pasa a ser algo pnvado, como escuchamos hoy tantas
veces?
creyente. En esta. leccíOo se atleOde {1) a la teorla de la secul.wizacioo.
como paradgma desde el que las ciencias sociales han afrontado la re- • y tambitn, las preguntas sobn! la modttnidad: ¿ro qu� consiste? ,se tr.tta-
lglón, (2) a la aíliea soc�a que ha reobido ese p¡wadign¡¡ reden- rla de un esquema rlgido, de forma que sólo habría un modo de ser moder-
terrente, yen «oseoeooa O) a la necesidad de redefinir la latiiad, en no, o caben modernidades alternativas?, ¿culturas o palses que arrancan
de puntos dlVC'fSOS tienen que converger y uniformarse si se mockmizan?
lérminos de ibenad relic]� y de neutralidad del E51adQ. peo sin neg.Jr
de entrada la presencia en la esfera públiu de tocia mantesradón de la Veremos que esta.s criticas oo conducen a rechaz.u el paradigma de la s.xula-
religü,. inck.iso de aquellas que son respetuosas de las lrbertades. riución, pero 51 a poner de relieve que loocunidocon la religión en Europa
puede ser exreptional y oo el modelo que todos tienen que seguir. 51 se alcan-
za esa nueva percepción,. la conclusión es que se debe ndtfinir ,1 paradigma
d, la laicidad.
Dos observaciones, finalmente: respetuosas de !a libertad y que no degeneren en actitudes de tipo fan.itiro o
intolcr.1.nte. Esto nos lleva al segundo y último punto.
1. ¿Por qu�csta lecdón sobre J., rtUgión en la es/era pública al comenzar un
2. ¿Cómo se ha de redefinir La laicidad?
curso de Moral social?
La laicidad bien c,itendida se considera una adquisición de La modernidad. En
Porque sólo si la reHglón tiene cierto v.1.lor público (un =nocimiento tam
una sociedad plural el Estado no debe tomar partido en materia de religión.
bu!n de personas nocreyentes), cntoncl'!I tiene !Cfltido un di,curso religioso
sino hacer posible la hbcrtad religiosa de los ciudadanos, y a continuación.
(trológiro) para la sociedad plural. Si la, religiones carecen de todo valor para
tomar no1a de cómo la cj=itan, para establecer lu oportunas relaciones de
el bien común, enton,ccs quedar!an como discu!SO& de secta, consider...:iooes
colaboración ron lu instituc:iOnl'S religiosas. Estas, por su parte, no deben caer
o preferencia, marginales para quicncs no comparten la k.
en fonrnis de clericahsmo que las lleve a buscar una presencia m la polftia.
Aquí se parte de una idea di vena de la religión. que atiende al 111eno5 a las quecksd,ga dcsu naturaleza religiosa.
siguientes razones:
Sin embargo, la modernidad ha comprendido la la,ddad como exclusión de
• las religiones monotcfstas tradlcionall'!I presentan una dogmltka inter la religión dcl espacio póbhro. Y eso esconde una visión sclectiva de la reli
na, un mens.a.je que remite en definitiva a la autoridad de un Dios que se gión.que la reduce a problema. Algunas vceC>S ha s,doasl, pero mucha, otras
revela, y que propone tal met15Jjc para que !l('a aceptado por el acto de la religión ha [ugadc en favor de la libenad, y ha aportado las bascssobre las
k:. Ese es el dominio de la razón creyente y de la obediencia. por parte de que construir el respeto a las personas y 1a convivencia entre tes pueblos. Por
quien h:l hecho la profesión de fe. Junto a él, las rehgioncs prcsentan otro eso, aqul se proponc una afirmación de la laicidad como libertad religiosa
especie que podrta denominarse de dillogo laico, ron la, otras religiones, y neutralidad del E5tado, pero sin uclusi6n de la religión de la esfera pú
con ICII no creyente, y con las instituciones pol!ticas y civiles: aqul no se blica.
trata tanto de lo difcrcnclal (de IC11 'dogmas' como objeto de fe especifica),
sino de aquellos valores humanos y princip,015 Nkos que pueden ser y con
frecuencia 500 compartidos por oo crcyentcs. y que pide11 un intercambio 2. La sociedad moderna:
racional para alcanzar consensos sobre las e1ug<'nciM prácticas que com teorías de ta diferenciación social
portan aquí y ahora.
Como es sabido, las ciencias sociales nacen en el siglo XIX de La observa
• En l5C scgundo dominio, las grand'"5 tradkionc:!1 religiosas guardan un va ción de l.as transformaciones que acontecen con el paso de La Edad Media a La
lioso patrimonio de rdlui6n y de e�pcriencia para enfrentar los des.dios Edad Moderna y, mis allá de su observación, como un in!ento de explicarlas
tticos de La e�istenc1a humana. En ese espacio puede11 ser rompartodos desde una base empirica. La sociología explica el surgimicnto de la socied.id
por cn.ycnt'"5 y no creyentes multitud de exigencias de orden pdctico: moderna romo fruto de un proceso o conjunto de procesos de difi,rmdaci6n
exigencia.s de ju�ticia, la lmportanc:m del don y de la solidandad romo fun sod,1L As(. Las sociedadc:!i de La anligOedad y medievales estaban construidas
damento de la convivencia, del valor y dignidad de rada hombre y mujer, sobre la primada de la tradición, como sociedades ,erá"1uicas, e,;tructuradas
la preocupación por el medio ambiente, etc. En este terreno l.as religiones en tomo a un eje o centro o, si se quiere, con un vt<rt1cc. Ese centro venia cons
h:ln ofrecido una aportación valiosa durante mu<:hos siglCII. Ciertamente, tituido principalmente por La religión. Como es lógico, esto no quiere decir
la historia contiene tambiln puntos oscuto11 del lado de la religión; deben que todas las �s fueran igualmente fervom;as o cumplidoras de Las exi
ser corregidC11, pero eso, abu.505 noautorilln a desechar todo ese palrilno gencias prácticas provenientes de un credo Lo que se afinrni es que la religión
nio y tirarlo por la borda. aportaba el principio de orden social, ofreda legitimación a las inst1tuooncs
Por eso, hoy i!On mucho, los no creyentes que rompart<.!fl pan;:ialmcnte W (iambi&, políticas), provcta loscnteriOl5 para juzgar lC11comportamientC11,elC.
Y ese estado de cosas era aceptado por todos o una inmensa mayorfa, incluso
enscl\anzas de Ju religiones, y las consideran más como parte de la solución
por quienes pudieran en ocasiones contravenir de hecho ese orden.
que romo parte del problema Por eupuestc, siempre que l.as religiones !ll'iln
E5i fucne unidad social, provl.'nK'nte de un centro que aportab.l C'OOC!iiOn,. se diferenciación y 5ttlllarl:r.ación, puesto que cada esfera reclama autonomfa
de modo radical, también respecto de la religión (este es por ejemplo el caso
pierde en la sociedad moderna, que carece dtcvkttr jerirquico dtbido a la
apvidón dt mÍlltiplrs «nlros o tjrs. El proceso (005iste en el surgimiento de Max Wclx?r). Detengámonos a continuación en el significado de la expre
de diverA5 esferu que se ronciben • si mismas romo autónomu, que se sión 'sociedad secular'.
independizan o diferencian respecte a la �ligión y tambitn ,n� si: surge
asf la esfera de la polftka 51..oeular, de la cronomla capitalist.1 qU(! reclama inde 3, la teorfa sociológica de la secularl:tadón
pendencia de las nonT1aJ1 �ka!: y también de la política, de la denciaemplrit:a
frente a la lilosoffa y la tcologfa. etc. En efecto, en ese proctsO compltjo y La teorla de la secularización es !a herramienta o el paradigma con el que la
dilat.do tn d litmpo, suelen =ionarse cuatro grandes factores d, dif'"" sodologfa, hasta hace poco de forma indiscutida, ha tratado de comprender
r,ndai:ión social: la religión y emprender, en C'On51.'Cuencia, las praxis sociales que se [uzgan
a) La Rdorm.a prottSUnlt supuso la ruptura de la unidad religiosa en Euro. adecuadas a esa comprensión, En este sentido, las ciencias y praxis sociales
pa y la consiguiente tcrritorializaaón de las ronfcsiones cristianas. Es ro adoptaron desd<! su nacimiento un presupuesto o punto de partida, que por
lcbn la expresión latina ,uiu, rt¡ro, tÍl<S niligio, que formulad principio de su sencillez puede formularse como una. ecuación;
vigencia en cada ,q;ión de la religión del prfncipe o del rey. Con el tiempo, So,:iedad moderna• sociedad se,:ular
se irlan abriendo paso la tolerancia religi0!51. y cl principio de lll.Utralidad
del Estado respecto a la rcligiOn. Otra forma de expresarlo consiste en dcar que a medida que avanza el pro.
ceso de modernización (diferenciación. rac:ionalizadón) la religión vendría a
b) La pm:lida di' la posición h!'gemónica di' !a lgk'sia y la pluralil'."lción re menos(+ modernidad,• religión),
ligiosa da paso succsrvamcme al ascenso d, los estados modernos, a las
nuevas burocracias estatales que mantienen una comprensión secular de Dos observaciones son importarues para comprender esta expresión. La pri
la política, no ncccsitada ya de una lcg,timación d¡ origen tl'Ológico. Poco mera "'que dicha ecuación quiere establecer una correlación intrin5tta o n'""
a poro los estados irán asum�ndo funciones en las que la Iglesia habla cesarla entre los dos términos de !a misma. No se quiere dl'Cll" simplemente
desempellado el protagonismo (ensdlanza, sanidad, etc.). que hubo sccularizaaón pero pudo no haberla, es decir; que se trata de un
fenómeno contingente de la modernidad, de manera que Las cosas "podrlan
e) Un tercer factor es el surgim1e11to de los mercados apitallstas, cada vez haber ocurrido d¡ otro modo"; sino que se afirma una asociación rccesana
más de:sper.,onalizados y autónomos, que ponlan distancia con las exigen
entre modernidad y seculari:r.adón como dos prottSOS inseparables (asi por
cias morales de las iglesias. Naturalmente que los mercados instituciona
ejemplo, un país en proceso de mo<;fom,7..ación debe scguir la vfa de la secu
lizados existlan desde muchos siglos atrás, pero los fenómenos de indus
lariución)
triahzac,ón, urbanización, surgimiento de la clase obrera, etc., provocan
una nueva configuración de la economla y con ella de lo social. l..ai;egunda observación aporta también una matixación importante a lamen
cionada ecuación: con el vocablo 'secularización' no se quiere dar a entender
d) Finalmente, el surgimiento de las ci,ndas ,mpiricu ponla también dis
que la moderrudad comparte la desaparición de la religión, sin más; se n?fiere
tancia respecto de la filosoffa y la teologia Nose trataba SQ!o de un nuevo
más bien a un proceso de plrdid<1 dt importanci<1 social d, la rdigión, com
mffododentffico, s,no que en mucnas ocasiones la Ilustración newtoniana
patible con el hecho de que muchas personas sigan considerándola un llSp<'CIO
europea ahmentó una oosmovis1ón cientificista que se presentaba como
importante en su vida, incluso el principal.
remplawde la rehgión. en la medida en que pretendia onecer las exphca
riones primarias de la realidad. Es parad6jico que la teorfa como tal carezca de una Iormulactón clC'ntífica ri