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Puntos Claves en La Rehabilitacion de Rodilla
Puntos Claves en La Rehabilitacion de Rodilla
de rodilla
Francisco Javier Morales Jiménez
Fisioterapeuta
En los casi 23 años que he ejercido como fisioterapeuta, con énfasis en pacientes
con alteraciones osteo-artro-musculares, he acumulado una serie de habilidades y
destrezas específicas para cada condición que me aseguran, en la mayoría de los
casos, brindar al paciente su mejor oportunidad de recuperación. Una de las dos
primeras causas de consulta en mi práctica profesional ha sido la afección de
rodilla, abarcando tanto el manejo conservador como el pre y posoperatorio. Con el
desarrollo y perfeccionamiento de mis habilidades técnicas y conceptuales en este
campo, he podido realizar un listado de los puntos clave en el proceso de
rehabilitación de dicha articulación que estoy seguro será útil para los estudiantes
de fisioterapia y para los colegas que se desempeñen con este enfoque.
1. Dolor patelofemoral;
JUSTIFICACIÓN
Cuanto más corto se encuentre el cuádriceps mayor será ese efecto de arco,
incrementándose la lateralización patelar y la compresión patelo-femoral.
El músculo cuádriceps es el único con inserción directa sobre la rótula por lo cual
su retracción puede producir lateralización (efecto de arco) y aumento de la
compresión patelo-femoral (fuerza de coaptación).
El estiramiento del recto femoral debe hacerse a expensas de cadera, sin forzar la
flexión de rodilla, para involucrar el componente biarticular.
2. PUNTOS CLAVE EN LA REHABILITACIÓN DE PACIENTES CON
REMODELACIÓN Y REPARACIÓN MENISCAL
El aspecto que más puede dificultar este proceso de rehabilitación y que más
influye en los resultados de la remodelación meniscal es el cambio degenerativo
preexistente. La extensión del daño condral se correlaciona con un peor
pronóstico.
La sentadilla profunda y la rotación tibial deben ser evitadas al menos durante las
primeras 12 semanas.8
Para los fisioterapeutas es muy importante tener en cuenta que no se debe realizar
flexión máxima ni forzada de rodilla (tocar glúteo con talón) en pacientes mayores
porque existe la posibilidad de producir un desgarro del cuerno posterior del
menisco. Mientras que los pacientes jóvenes con un tejido meniscal sano
generalmente requieren que se produzca un traumatismo de rodilla importante
para que se vea comprometido el tejido meniscal, los pacientes mayores van a ser
más propensos a sufrir roturas meniscales con el ejercicio normal o al realizar
actividades simples como ponerse de cuclillas (rotura secundaria simplemente a
una degeneración meniscal).
La comprensión del funcionamiento del LCP está retrasada una década respecto al
LCA. Teniendo en cuenta que la mayoría de los fisioterapeutas y médicos están
familiarizados con la rehabilitación en reconstrucción del LCA, consideramos útil
establecer algunos puntos comparativos entre la biomecánica y anatomía de los
dos ligamentos.
Al contrario de lo que sucede con el LCA, la función del LCP está poco apoyada
por estabilizadores secundarios. El LCA aporta un 85% +- 2% de la fuerza
restrictiva anterior mientras que el LCP aporta un 94% +- 2.2% de la fuerza
restrictiva posterior.9 Esto significa que el material utilizado para sustituir el LCP
está sometido a una mayor carga en la fase postoperatoria, aunque tan sólo sea
por el peso propio de la pierna.10
Esta observación nos hace concluir que el enfoque dado a la rehabilitación post
reconstrucción del LCP debe ser más conservador que el usado después de la
reconstrucción del LCA, ya que una inadecuada intervención fisioterapéutica
puede producir efectos bio-negativos con una incrementada laxitud residual del
injerto.
(8 a 12 semanas)
Aún con el abordaje acelerado se debe tener en cuenta que la banda antero
interna (mayor) del LCA es la que se reconstruye y se tensa con la rodilla en
extensión completa. Este dato biomecánico justifica que la extensión completa de
rodilla continúe siendo pasiva y el fortalecimiento de cuádriceps contra resistencia
en los últimos grados de extensión se inicie al menos pasadas seis semanas del
postoperatorio. Entonces, el fortalecimiento del cuádriceps en las primeras
semanas debe hacerse en el rango entre 90 a 40º. Esta consideración solamente
es válida para los ejercicios de cadena cinética abierta ya que los ejercicios de
cadena cinética cerrada, por ser más seguros y funcionales, se pueden iniciar
desde la primera semana del postoperatorio.
BIBLIOGRAFÍA