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INTRODUCCIÓN

El ser humano es la especie mejor diseñada que pueda existir, puramente materia, que es
conformada por átomos, moléculas, células, tejidos, aparatos y sistemas, lo cual permiten el
funcionamiento óptimo y eficaz para el desarrollo en todos sus aspectos. Mediante la
reproducción de las células se logra mantener y evolucionar la especie.
De tal manera desde la fecundación se está en constante desarrollo, al momento del
nacimiento no sólo se tiene un desarrollo físico si no interviene un crecimiento cognitivo y
afectivo. Es así como nos preparamos para la vida. Los aspectos mencionados darán el
preámbulo para una adaptabilidad e interacción con el mundo que le rodea.
Por lo anterior la etapa infantil es la más importante en el desarrollo del ser, es el parteaguas
a los primeros aprendizajes, emociones, sensaciones e interacciones, ya sea de manera
positiva o negativa esto afianzará el carácter y habilidad de cada individuo, dotándole de
experiencias y emociones que repercutirá en su aprendizaje y socialización
En esta etapa sobresale la importancia de los padres y la familia, los cuales de una manera
significativa participaran en la formación de cada infante, dotándole de relaciones afectivas y
efectivas, motivación, estímulos y emociones. Permitiendo la neurogénesis y la plasticidad
cerebral. durante la infancia temprana se tiene una alta plasticidad por lo que, en esta etapa
del desarrollo, la ausencia de experiencias sensoriales, principalmente las relacionadas con la
visión y la audición, puede tener serias consecuencias funcionales.
Es aquí donde nace la formulación de teorías constructivistas y pedagógicas, así como
técnicas, herramientas y métodos que permitirán un mejor asesoramiento y pautas para llevar
a buen puerto el desarrollo infantil, surgiendo la importancia de la estimulación temprana con
técnicas de intervención educativas que pretende impulsar el desarrollo cognitivo, social y
emocional del niño durante la etapa infantil (de 0 a 6 años) estimulando y potencializando las
capacidades y destrezas que muestra el niño.
El debate está abierto sobre quienes pueden echar mano de estas técnicas o si solo un
especialista puede realizarlo, así como si es tan necesario aplicarlas y quienes las necesitan.
Como en todo hay tabús, sin embargo, esta intervención puede darse tanto por un
especialista como por el padre de familia, y no solo es necesario, sino importante aplicar estas
técnicas tanto a niños que tengan capacidades disminuidas como aquellos que se encuentren
en un desarrollo adecuado, de manera que ayudan en todo aspecto y calidad del infante.
Un tema apasionante y que basa su estructura en la neurociencia y neuroeducación,
coadyubando a la enseñanza aprendizaje.
Este ensayo no solo busca la concientización para la utilización de la estimulación temprana,
sino hacer de estas técnicas una forma de vida, en cualquier etapa con ejercicios específicos
a la edad, ya que esto evitara la regeneración y mantenimiento de nuestro organismo. Lo más
importante recalcar el impacto de la estimulación temprana en los infantes.

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ESTIMULACIÓN TEMPRANA
Postulados de la neurociencia y neuroeducación mencionan que, en los primeros meses de
vida la plasticidad cerebral depende en mayor medida de las primeras experiencias por ende
como se comentaba en la introducción es de vital importancia la atención de los padres para
lograr una maduración del cerebro, especialmente para las estructuras encargadas de la
afectividad y la memoria. Los seres humanos requieren de una experiencia posnatal
significativa para adaptarse al nuevo entorno y aprender una forma de comunicación que les
permita sobrevivir en él, una relación parental afectiva y efectiva constituirá el lenguaje y la
actividad neuronal generada por la interacción con el exterior después del nacimiento
influyendo de esta manera en la estructura y la función del sistema nervioso, el desarrollo del
sistema límbico como la sensopercepción y las habilidades motoras. La actuación del adulto
en esta etapa es la de facilitar y cuidar los estímulos que se brindan con el propósito de
organizar información para que el cerebro del bebé pueda extraer de cada experiencia
acciones que necesita para construirse madurar y tener la funcionalidad correcta.
La capacidad de aprender se basa en la plasticidad del cerebro, que puede estimularse con
su uso.
En los primeros años de vida, la capacidad para establecer relaciones sinápticas es
maravillosa, por lo que los niños son tan hábiles para aprender nuevas cosas con bastante
rapidez.
Un niño en sus primeros cinco años de vida necesita estímulo, motivación, afecto,
reconocimiento y curiosidad, entre otros aspectos, para lograr una vida con aprendizajes y
experiencias significativas. El cerebro de un niño tiene una gran plasticidad que se nutre
constantemente por la experiencia propia y por la información genética.
El aprendizaje es el proceso a través del cual modificamos y adquirimos habilidades,
destrezas, conocimientos, conductas o valores como resultado de diferentes estudios,
experiencias, razonamiento, observación. De esta manera los dispositivos básicos para
aprender son la Memoria, Motivación, Atención, Emoción y Sensopercepción.
Cuando un bebé usa uno de sus sentidos –la vista, el gusto, el tacto, el oído y el olfato– se
crea una nueva conexión o sendero. Si un niño tiene diversas clases de experiencias y dichas
experiencias se repiten una y otra vez, más se fortalecen las conexiones cerebrales. De estas
conexiones depende la manera en que los infantes piensan, sienten, se comportan y
aprenden. Al hablarles o leerles a los infantes, jugar con ellos, cantarles, tocarlos y nutrirlos
con alimentos saludables y amor, están “nutriendo” ese fundamental órgano: el cerebro.
La estimulación del cerebro infantil comienza mucho antes de nacer. De la misma forma, la
relación entre los padres y su bebé comienza antes del nacimiento. Existen factores que
pueden ejercer significativa influencia en el desarrollo infantil y en todos los aprendizajes que
ocurren en esta época. Entre ellos, podemos mencionar: Factor nutricional, Factor emocional,
Factores de índole genética, Factor ambiental (entorno familiar, socioeconómico y cultural),
Lesiones cerebrales Experiencias directas y Aprendizajes previos.

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En el marco de buscar herramientas o técnicas que ayuden a los padres de familia a
desarrollar al infante, se crea y aplica La estimulación temprana, la cual promueve las
capacidades físicas, mentales y sociales del niño. Además, previene las alteraciones motoras,
psicológicas y cognoscitivas. Así también, detecta más rápidamente problemas de
aprendizaje futuros o trastornos del desarrollo y favorece el vínculo de los padres con su hijo.
Como podemos darnos cuenta no solo atiende el proceso cognitivo, sino cada aspecto del
ser. en esta ocasión se abordará específicamente la estimulación temprana en infantes de 0 a
4 años.
Durante esta etapa se perfecciona la actividad de todos los órganos de los sentidos, en
especial, los relacionados con la percepción visual y auditiva del niño, esto le permitirá
reconocer y diferenciar colores, formas y sonidos. Por otro lado, los procesos psíquicos y las
actividades que se forman en el niño durante esta etapa constituyen habilidades que
resultarán imprescindibles en su vida posterior. La etapa de 0-4 años de vida del niño
establece particularidades en el desarrollo:
 Se caracteriza por su ritmo acelerado del desarrollo del organismo.
 Interrelación entre el estado de salud, el desarrollo físico y psico nervioso del niño.
 Alto grado de orientación con el medio.
 Desarrollo de estados emocionales.
 Papel rector del adulto en el proceso del desarrollo.
La estimulación temprana busca estimular al niño de manera oportuna, el objetivo no es
desarrollar niños precoces, ni adelantarlos en su desarrollo natural, sino ofrecerle una gama
de experiencias que le permitirán formar las bases para la adquisición de futuros
aprendizajes.
Para favorecer el óptimo desarrollo del niño, las actividades de estimulación se enfocan en
cuatro áreas: área cognitiva, motriz, lenguaje y socioemocional. Permitiendo al niño
comprender, relacionar, adaptarse a nuevas situaciones, haciendo uso del pensamiento y la
interacción directa con los objetos y el mundo que lo rodea, habilidad para moverse y
desplazarse, permitiendo al niño tomar contacto con el mundo. También comprende la
coordinación 2 entre lo que se ve y lo que se toca, lo que lo hace capaz de tomar los objetos
con los dedos, pintar, dibujar, hacer nudos, etc., La capacidad comprensiva, expresiva y
gestual.
Los factores de la estimulación temprana es una manera de potenciar el desarrollo motriz,
cognitivo, social y emocional de nuestros hijos, pero al mismo tiempo se debe respetar el
desarrollo individual y la predisposición del bebé. Al inicio las actividades se enfocan en
reforzar el vínculo emocional, masajes y estímulos sensoriales, respetando el desarrollo
natural del bebé, y el instinto natural de sus padres. Luego se inician actividades de
motricidad gruesa, motricidad fina, concentración y lenguaje. Es muy importante cuidar y
proteger la iniciativa, la independencia y la autoestima del niño durante todo su proceso de
aprendizaje. Al mismo tiempo vale la pena tomar en cuenta factores importantes para lograr
aprovechar los estímulos adecuados a los cuales nuestros hijos pueden estar expuestos.

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los programas de Estimulación Temprana o Precoz van dirigidos al niño en las primeras
etapas de la vida, principalmente desde la etapa prenatal hasta los 4 o 6 años, según los
casos. Los programas de estimulación temprana son: Una manera muy especial de contactar
y divertirnos con el niño, siguiendo los ritmos que nos marque, animándole y teniendo fe en
sus posibilidades, siendo creativos e imaginativos, inventando cosas nuevas y llevándolas a la
práctica observando los resultados. Es prevenir y mejorar posibles déficits del desarrollo del
niño. - Apuntan a normalizar sus pautas de vida. Es enseñarle a mostrar una actitud ante las
personas, juguetes...es decir, fijar su atención y despertar su interés ante los acontecimientos
de la vida. Es poner los cimientos para facilitar el crecimiento armonioso y saludable, así
como para el posterior aprendizaje y personalidad del niño. Es trabajar en una serie de tareas
de una manera constante, pero introduciendo una pequeña novedad. Si no hay suficiente
constancia en los aprendizajes, no aprenderá la tarea y se le olvidará rápidamente, y si la
novedad es excesiva se va a desconectar y abrumar. Es un programa que pretende favorecer
la autonomía del sujeto, y lograr un nivel socioeducativo aceptable.
Son programas basados en los centros y focalizados en los padres, ya que éstos aprenden
del profesional y luego se les anima a seguir con el programa en casa, a la vez que se
desarrollan en el colegio. El programa de estimulación se desarrolla como una acción global
que puede ayudarles a ellos y al niño, por medio de la información y la observación, que
llevará implícito un trabajo más elaborado de programación de objetivos de desarrollo, que
ellos van a poner en práctica en su casa, de una manera relajada, aprovechando el ambiente
familiar con todas las posibilidades que tiene.
El periodo de 0 a 3 años es clave en el posterior desarrollo evolutivo del niño. En él aparecen
adquisiciones básicas fundamentales, como el control de movimientos, coordinación
binocular, sonidos, palabras, estructuración del pensamiento, de la personalidad, y
muchísimas adquisiciones que van a continuar madurando y evolucionando en las edades
siguientes. De ahí que la estimulación temprana no deje que las adquisiciones básicas
queden dirigidas exclusivamente por el azar o la estimulación natural espontánea, para
asegurar que el niño tenga las oportunidades precisas y suficientes que le permitan un sano y
positivo desarrollo. Además, el enfoque del desarrollo infantil temprano se basa en el hecho
comprobado de que los niños pequeños responden mejor cuando las personas que los cuidan
usan técnicas diseñadas específicamente para fomentar y estimular el paso al siguiente nivel
de desarrollo.
Un Centro de Estimulación comparte una tarea con todos los miembros de la familia del niño,
por lo tanto, deben seguir la misma dirección en cuanto a las actividades e incluso en la forma
del trato. Un niño que se comporta dulce y cariñoso con las especialistas, y en casa hace
berrinches y no obedece, es resultado de que algo no funciona bien, de que cada uno de
estos va con el niño por su lado.
Las obligaciones y actividades del centro deberán ser las siguientes:
1. Conocer y orientar a los padres sobre las etapas del desarrollo de su niño y las actividades
y material adecuado a emplearse y por qué.

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2. Emplear métodos para tratar sobre la conducta, alimentación, y pedagogía de cada niño de
acuerdo con el contexto donde se desenvuelve y también las características individuales de
cada niño.
3. Escuchar y atender las necesidades, demandas y peticiones de los padres o familia,
manteniendo el respeto mutuo, con un diálogo abierto.
4. Integrar a los padres en los logros de su niño, motivar su participación en actividades
compartidas con todo el grupo.
5. Realizar talleres informativos periódicamente donde puedan participar los padres, con
temas afines y de interés de ellos, respondiendo todas sus interrogantes.
6. Emplear términos sencillos y accesibles a la comprensión de los padres. Ellos no tienen por
qué dominar términos educativos, no nos cuesta explicárselos de manera más sencilla, la idea
principal es resolver dudas, no crearlas.
7. Generar entre los padres y la especialista, momentos de reflexiones y opiniones,
empleando diferentes técnicas grupales.
Con el objeto de favorecer la implantación precoz de programas de atención temprana se
definen como colectivos con mayor riesgo de padecer alteraciones o retrasos en el desarrollo
a los siguientes:  Niños que presentan deficiencias orgánicas, físicas y biológicas... que son
evidentes desde el primer momento del nacimiento o se han detectado en el periodo prenatal.
 Este grupo presenta un diagnóstico claramente evidente desde el primer momento del
nacimiento.  Niños que presentan un accidente de salud no necesariamente dramático.
Estos problemas pueden estar asociados posteriormente a dificultades en el desarrollo en
general, como por ejemplo niños prematuros, falta de oxígeno en el parto....  Niños que
proceden de ambientes más bien deficientes (económicos, sociales, familiares...) El
diagnóstico y la posterior intervención se tienen que empezar lo antes posible, ésta debe
continuar durante los siguientes años de vida e incluir el medio familiar. El diagnóstico, como
la intervención, tienen que ser de manera evolutiva, adaptados a las características del niño,
conforme va avanzando el tratamiento.

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CONCLUSIÓN
Probablemente se hace repetitivo mencionar el importante rol de los padres para la
estimulación en los infantes, pero es necesario dejar en claro que, si bien la estimulación
temprana es una herramienta muy necesaria, también lo es que, desde el vientre, la madre
empiece por cuidar su alimentación, su salud y brindarle al feto un ambiente óptimo para su
desarrollo.
En la actualidad es grato observar que los padres se preocupan mas por brindarles a
temprana edad esta estimulación, por lo que de manera efectiva atienden problemáticas o
circunstancias del menor, de manera diagnostica o presuntiva, ayudando a su disminución o
erradicación.
Las herramientas que brinda la estimulación no solo son útiles a nivel familiar sino
afortunadamente a nivel escolar, lo cual le da la confianza e incrementa el potencial de cada
infante.
Innumerables ocasiones se ha mencionado el objetivo principal de la educación de formar
alumnos críticos, analíticos y con facilidad de adaptarse a su medio; sin embargo, ¿cómo
docentes que se debe hacer para lograrlo? No solo basta con enseñar habilidades básicas,
necesitamos echar mano de la neurociencia, para poder entender el funcionamiento del
cerebro, y aplicar las técnicas correctas para el desarrollo cognitivo, motriz, lenguaje y
emocional del infante. Además, es necesario dar el seguimiento adecuado a cada una de
estas actividades de estimulación, de manera que se hace necesario en el aula implementar
ejercicios de oxigenación cerebral, así como de manera lúdica incentivar habilidades físicas,
motrices, artes y todo aquello que debido a reformas se ha ido perdiendo, pero que es de
mucha ayuda para abarcar las inteligencias múltiples.
El papel del docente para contrarrestar las desigualdades que se presentan en el desarrollo
de las capacidades básicas de los niños radica en que la diferencia individual más destacada
es la facilidad con que los niños se apropian de nuevos aprendizajes. Sirviéndole más al
docente conocer lo que puede realizar un niño, afirmando con esto que aquel niño que es
difícil de ayudar, es el que necesita más apoyo. El compromiso que adquiere el educador con
su profesión hace la diferencia a la hora de interactuar con el alumno, estas teorías nos
demuestran que se debe sentir interés por la enseñanza, buscar aprendizajes nuevos, así
como métodos y técnicas que le permitan resolver problemáticas cognitivas, psicológicas,
conductuales e inclusive hasta familiares. Mostrando con esto interés por el alumno,
comunicarse de manera adecuada, ser empático, paciente y guía.
La comunidad y/o el entorno de igual manera juega un papel importante, ya que es aquí
donde el infante pone en práctica lo aprendido y a su vez perfecciona con la observación. Por

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ende, es importante no dejar a un lado una convivencia sana y pacífica, que le brinde al niño
la seguridad, la libertad de expresión y adaptación.
Concluyendo como el principal objetivo de la intervención educativa temprana: estimular el
cerebro en el momento crítico en que el niño empieza a pronunciar sus primeras palabras, a
desplazarse y a explorar el mundo por sí mismo. Pero, además, la Educación Temprana
también se va a asegurar de que el pequeño alumno pueda extraer el mayor provecho del
proceso de aprendizaje y que adquiera nuevas estrategias eficaces en la manera de
interactuar con su entorno. En definitiva: que el niño aprenda a aprender.

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REFERENCIAS

- Cabrera, M. C. y Sánchez Palacios, C. (1984). La estimulación precoz. Un enfoque práctico. Madrid: Siglo XXI.

- Gasear, J. (1990). Manual del desarrollo psicomotor del niño. Barcelona: Masson (2ª Ed.).

- Sánchez Hipola, C. (1994). Responsabilidad familiar y profesional en la prevención y atención temprana (II).

- Martín Ramos, M. L. (1994). Atención temprana: Ayuda a los padres. Polibea.

- Polaino-Lorente, A. (1997). Apego y educación temprana. Comunidad Educativa.

- https://www.feandalucia.ccoo.es/docu/p5sd9223.pdf

- Pastor Pasquelle Roxana. Desarrollo y aprendizaje infantil y su observación. Programa de formación de


educadores, UNAM.

- Rotger, Marilina Neurociencia neuro aprendizaje: las emociones y el aprendizaje / Marilina Rotger. - 2a ed.
ampliada. - Córdoba: Brujas, 2018. Libro digital, PDF

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