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AMIN EL EUROCENTRISMO, C4 POR UNA VISION NO EUROCENTRICA DEL MUNDO

CONTEMPORANEO

El capitalismo, en la opinión común —y veremos que igual cosa ocurre en el análisis de los eruditos
—, es la América del Norte y la Europa Occidental de la serie “'Dallas'', del Estado providencia y de
la democracia. Los millones de niños abandonados en Brasil, la hambruna en el Sahel y los
dictadores sangrientos en Africa, la esclavitud en las minas de Sudáfrica, el agotamiento de las
muchachas jóvenes en las cadenas de montaje de las fábricas electrónicas de Corea del Sur, todo
ello no es verdaderamente el capitalismo, sino solamente los vestigios de la sociedad anterior. A lo
sumo, son las formas no europeas del capitalismo; y depende de los pueblos involucrados
desembarazarse de ellas para disfrutar a su vez de las mismas ventajas que los occidentales. una
etapa en una línea de desarrollo que podría homogeneizar al mundo a imagen de Europa.

El capitalismo mundial se manifiesta bajo formas que en apariencia todo el mundo conoce, pero en
las que hay que insisti, para formular su naturaleza verdádera y revelar las deformaciones que la
visión eurocéntrica les hace sufrir.

La primera de estas características es la desigualdad a escala mundial, caracterizada por las


diferencias de ingresos de un país al otro. En líneas generales, esta relación es del orden de 15 para
los países capitalistas desarrollados a 1 para los países del Tercer Mundo. La segunda
característica es que la desigualdad en el reparto interno —nacional— del ingreso es
considerablemente más marcada en las sociedades de la periferia que en las del centro.

Tercer Mundo, el reparto del ingreso siempre es aquí más desigual que en el centro. ¿Cómo se
interpretan y explican estos hechos en las corrientes dominantes del pensamiento social?

En primer lugar se pretende sencillamente que la productividad del trabajo es en los países
desarrollados 15 veces superior a lo que es en promedio en los del Tercer Mundo. Esta opinión no
es sólo la del gran público y la de los economistas burgueses; la comparten igualmente economistas
marxistas de las corrientes dominantes.

En segundo lugar, se afirma que las diferencias aparentes en la estructura global del reparto interno
del ingreso ocultan en realidad niveles de explotación del trabajo invertidos. Aunque los ingresos de
los trabajadores de la periferia sean muy inferiores a los del centro, la explotación del trabajo sería
más intensa en los países desarrollados. Como se ve, esta presentación de hechos salvaguarda la
idea de que là intensidad de la explotación del trabajo crece con el desarrollo capitalista, y por
consiguiente, la idea de la misión socialista del proletariado de los países desarrollados. La
desigualdad en el reparto del ingreso, más marcada en la periferia, provendría de una serie de
razones diferentes, entre otras la jerarquía más fuerte en los salarios, el reparto más desigual de la pr
opi edad a g ra r i a en el caso de muchos países, la diferencia entre la ciudad y el campo más
marcada, la proporción más elevada de las masas miserables marginadas amontonadas en las
megalópolis del Tercer Mundo, etcétera.

En tercer lugar las más de las veces se pretende que la tendencia general de la evolución es hacia la
reducción progresiva de la desigualdad. En este sentido la situación de la periferia contemporánea
seria sencillamente la de una transición todavía inacabada hacia el desarrollo capitalista. . Se podría

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dar a esta proposición una forma de expansión marxista diciendo que el reparto depende de las
luchas de clases en toda su complejidad nacional (alianza burguesa-campesina, social-
democracia, etc.) e internacional (posición ocupada en la división intérnacional del trabajo). El
sistema capitalista sería capaz de adaptarse a todas estas situaciones.

2- El concepto del valor mundializado permitirá comprender por qué la idea de que las diferencias
de productividad del trabajo explican las diferencias en el reparto del ingreso a escala mundial no
sólo es ingenua, sino que elude sencillamente el verdadero problème^ que es el de las transferencias
de valor ocultas en la estructura de los precios.

Verdad es que para el economista burgués los precios constituyen la única realidad económica;
el ingreso de cada clase corresponde a su contribución en la producción. El marxista denuncia el
carácter tautológico de este razonamiento que elimina de golpe el concepto de explotación. Sin
embargo, curiosamente, el marxismo eurocéntrico se niega a analizar globalmente el sistema, con-
forme al principio fundamental del propio marxismo y, como la economía vulgar, separa el
análisis de la explotación en el centro de la que se manifiesta en la periferia.

Esta manera de ver las cosas oculta en forma sistemática la unidad del sistema. En realidad los
precios en los que se contabilizan los ingresos constituyen una categoría empírica inmediata,
resultante de la adición de la remuneración real del trabajo que permiten las condiciones de su
explotación y de una ganancia calculada en torno a una determinada tasa (o varias),

En realidad, detrás del comentario inmediato e ingenuo de los datos empíricos, existe una hipótesis
metodológica que por cierto es ignorada en la imagen popular del mundo contemporáneo, pero que
es posible esclarecer en las teorías económicas dominantes. Esta hipótesis es que la estructura social
de cada formación nacional constitutiva del sistema mundial explica a la vez el nivel de las
productividades del trabajo en esta formación y la repartición del ingreso producido entre las
diferentes clases sociales que componen la sociedad.

Así, el mundo es conceptual izado ante todo como un conjunto de formaciones nacionales
yuxtapuestas, mientras que su interpenetración y su influencia recíproca es introducida después, en
el mejor de los casos.

El concepto de valor mundializado relativiza el sentido de los elementos empíricos inmediatos. Nos
permite comprender por qué, si las productividades del trabajo son desiguales de uno a otro país, la
medida de esta desigualdad mediante los ingresos distribuidos es engañosa. Rebasando las apa-
riencias superficiales para llegar más al fondo de los problemas proporciona un marco de
razonamiento que permite precisar la interacción de los factores internos y externos, dando cuenta
así de las especificidades del capitalismo periférico. De este modo la mundialízación del valor nos
explica por qué y cómo la polarización centros-periferias, es inmanente al capitalismo,

Discutir la ley del valor, definir sus modalidades de acción, es ante todo analizar las relaciones entre
las condiciones objetivas de ia reproducción social, y las condiciones llamadas subjetivas ( la lucha
de clases). Decir que hay una relación dialéctica entre estas dos series de factores es decir por una

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parte que "'los hombres hacen su historia" en un marco objetivamente determinado y, por la otra,
que su acción modifica el mismo marco

Hasta ahora no hemos abordado la lucha de clases. ¿Cómo tomarla en consideración e insertarla en
el mecanismo de las determinaciones sociales?

Primera actitud: la lucha de clases por el reparto del producto está subordinada a las leyes
económicas. No puede pues, en el mejor de los casos, más que revelar la tasa de equilibrio
objetivamente necesaria.

Segunda actitud: en reacción contra este tipo de análisis, se proclama la supremacía de la lucha de
clases, que ocupa el proscenio. El salario no se desprende de las leyes objetivas de la reproducción
ampliada, resulta en forma directa de la confrontación de las clases. La acumulación se ajusta si
puede, al resultado de esta lucha. Si no puede, el sistema entra en crisis, he aquí todo.

Tenemos pues que comprender esa relación dialéctica entre la necesidad económica objetiva y la
intervención de las luchas sociales. ¿Pero en qué marco?

Se puede conducir el análisis de tres maneras diferentes: primera, en el marco del discurso abstracto
sobre el modo de producción capitalista; segunda, en el marco concreto de una formación social
nacional cuyas características —nivel de desarrollo de las fuerzas productivas y productividad del
trabajo, estructura de clases, alianzas y conflictos entre éstas— se identifican y que se considera
como la unidad fundamental del análisis; tercera, operando directamente a nivel del sistema
mundial, considerado como la unidad fundamental real, cuyas formaciones nacionales no son sino
componentes.

La mundialización del valor, expresión del sistema productivo, implica pues que la fuerza de trabajo
sólo tenga un único valor para el conjunto del sistema mundial. Si este valor debe ser puesto en
relación con el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, este nivel es el que caracteriza al
sistema productivo mundial tomado en su conjunto, y no los diferentes sistemas productivos*
nacionales, que por el hecho mismo de la mundialización del sistema pierden progresivamente su
realidad. Sin embargo la fuerza de trabajo tiene precios diferentes, sobre todo de un país a otro.

El concepto de la preeminencia de los valores mundializa- dos permite dar todo su sentido a un
hecho capital no discutido, a saber, que las diferencias en las remuneraciones por trabajo (salarios e
ingresos de los pequeños productores) son en la periferia no sólo muy inferiores de lo que son en el
centro, sino también que lo son en una proporción considerablemente más fuerte de lo que lo es la
diferencia de las productividades comparadas. Dicho de otra manera, el concepto del valor
mundializado da cuenta de la explotación diferencial del trabajo por el capital en el centro y en la
perifria del sistema y le da un sentido político. A pesar de la tasa de explotación aparente —medida
en el sistema de precios e ingresos en vigor— más reducida en la periferia que en el centro, el
trabajo es más explotado en el primer grupo de sociedades, dado que la diferencia de las
remuneraciones del trabajo es mayor que la de las productividades.

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la transferencia de valor de la periferia hacia el centro es del orden de los 400 mil millones de
dólares, Se trata de una transferencia de valor invisible, porque está oculta en la estructura misma de
los precios mundiales.

El eurocentrismo rechaza la idea misma de que pudiera haber transferencia de valor de una
formación social a otra. Marx, en su época, ya había respondido a esta ceguera al exclamar: estos
señores no comprenden cómo un pueblo puede explotar a otro. Ni siquiera comprenden cómo una
clase explota a otra.

¿Cómo funciona la sobreexplotación que permite la producción de este valor transferido? ¿Cuáles
son sus consecuencias?

Para responder estas preguntas hay que tomar al sistema mundial en su conjunto como unidad de
análisis decisivo. Las clases sociales son los sujetos históricos cuyas confrontadbnes y alianzas a
escala mundial determinan: la tasa de plusyalor a escala mundial y las tasas respectivas (diferentes)
en el centro y la periferia, el trabajo excedentario extraído en los modo$ no capitalistas sometidos,
la estructura de precios y de mercancías mundiales por medio de la cual este plus valor se
redistribuye el salario real a nivel de su media mundial y de sus medias en el centro y en la
periferia, el volumen de las rentas de las clases no capitalistas (sobre todo en la perifería), el
equilibrio de los intercambios centro-periferia, flujo de mercancías y de capitales (y por tanto las
tasas de cambio, etcétera).

Estas alianzas y contrastes de clases, que funcionan a esta reproducen así las dis torsiones en la
estructura del desarrollo basado en la división desigual del trabajo a escala global. Es por estas
expresiones ideológicas —como por ejemplo las solidaridades nacionales interclasistas, basadas en
el reconocimiento de la importancia decisiva de las fuentes de abastecimiento de materias primas
para asegurar el crecimiento regular de los centros- como se reproduce la hegemonía ideológica
eurocéntrica.

3-El concepto de mundialización del valor nos permite, igualmente, volver sobre la cuestión de la
tendencia dominante en la evolución histórica del reparto del ingreso en el seno del sistema
capitalista.

La revolución campesina que a menudo inicia la era del capitalismo reduce, cuando es radica], la
desigualdad en el campo. Esta reducción se realiza en detrimento de los señores feudales, pero al
mismo tiempo pauperíza a una minoría de campesinos pobres lanzados hacia las ciudades y la
emigración de ultramar. En el estadio tardío del capitalismo, hay quizá una tendencia social demó-
crata a la reducción de la desigualdad. Pero ésta opera en unión con el imperiálisnio en la medida en
que una posición favorable en la división internacional del trabajo favorece las redistribuciones
sociales.

Para justificar su hipótesis optimista de que la periferia está en vías de “alcanzar’' al centro (o puede
hacerlo), el eurocentrismo se ve obligado a suponer que las mismas alianzas sociales que
permitieron en el centro la difusión de los beneficios del progreso y la homogeneización social se
reproducen (o pueden hacerlo) en el desarrollo de la periferia.

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La hipótesis subyacente es que el factor externo, la integración en el sistema económico
mundializado, es fundamentalmente favorable. Esta oportunidad de desarrollo será aprovechada
más o menos rápidamente, según las condiciones internas que caracterizan a las diferentes
sociedades del Tercer Mundo.

El aparato productivo de los países de la periferia no es la reproducción del centro en una etapa
anterior de su evolución. Estos aparatos difieren en el plano cualitativo. Cuanto más avanza el
desarrollo capitalista periférico, más marcada es esta distorsión y más desigual es el reparto del
ingreso,4 El sistema unificado en su expansión de conjunto reproduce la diferenciación, es decir
la polarización centros-periferias. La ley del valor opera, no a nivel de las formaciones capita listas
tomadas aisladamente, sino en el plano global,

4El increíble meollo deí prejuicio eurocéntrico se manifestó en todo su vigor con motivo del debate
sobre el "intercambio desigual”. El análisis del sistema sobre la base del vajor mundializado permite
colocar el intercambio desigual en su justo lugar. Porque el intercambio desigual tal como se le
puede tomar empíricamente, sobre la base de los precios practicados, no revela más que la parte
visible del iceberg. Lo esencial de la desigualdad está oculto en la estructura misma de los precios.
Agreguemos que el alcance de la polarización en el seno del sistema capitalista mundial no debe
ser reducido a su dimensión económica mensurable; ya sea aparente (el intercambio desigual) u
oculta (las transferencias de valor). Más allá de esta dimensión están las ventajas que proporciona a
los países del centro el acceso a los recursos naturales de todo el planeta, las rentas del
monopolio tecnológico, la división internacional del trabajo en su favor (que permite él pleno
empleo en tiempos de prosperidad y el desarrollo de las clases medias), etcétera.

Se sobreentiende que la deformación eurocéntrica no puede sino estar sorda a cualquier


proposición que trate de reorganizar la visión del mundo contemporáneo en torno al concepto del
valor mundializado. Existen también en cada etapa de esta evolución interlocutores inútiles para el
sistema, pues el sistema capitalista sigue siendo—y esto es lo que el eurocentrismo no puede
aceptar— un sistema destructivo cuyo programa comprende necesariamente la marginación de las
regiones de la periferia que .se vuelven inútiles para la explotación del capital en un estadio dado
de su despliegue.

El eurocentrismo explica la evolución sólo por la dinámica técnico-económica de los centros, en


rigor/por el ajuste del capitalismo a las luchas de clase dentro del mismo.

6 En oposición a estas diferentes escapatorias, más o menos hábiles, para eludir las cuestiones
espinosas, el análisis de la polarización que caracteriza al sistema capitalista mundial coloca al
Estado en el centro de sus preocupaciones,Las economías del capitalismo central son autocentradas.

Por ello sé entiende que están organizadas en torno a una articulación determinante que une la
producción de equipo a la de bienes.de consumo, entendiéndose que las relaciones exteriores están
entonces sometidas a la lógica de las exigencias de esta articulación determinante. Por oposición a
la acumulación en la periferia está modelada desde el principio por las exigencias de la del centro.
El ajuste permanente define la acumulación periférica.

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Ahora bien, la construcción de una economía au tocen t rada en un polo, el ajuste a la economía
mundial en el otror no son producto del funcionamiento de simples "leyes económicasM que
operan en un espacio políticamente vacío. Por el contrario, el papel del Estado es aquí decisivo.

En suma, el criterio cualitativo decisivo que permite clasificar las sociedades del sistema capitalista
mundial en centros y periferias es el de la naturaleza de su Estado. Las sociedades del capitalismo
central se caracterizan por la cristalización de un Estado nacional burgués, cuya función esencial,
además del simple mantenimiento de la dominación del capital, es precisamente la de controlar
las condi* ciones.de la acumulación, mediante el control nacional que ejerce sobre la reproducción
de la fuerza de trabajo, el mercado, la centralización del excedente, los recursos naturales y la
tecnología. El Estado cumple aquí,las condiciones que permiten la acumulación autocentrada y Ja
sumisión de las relaciones exteriores a la lógica de ésta. Por el contrario, el Estado periférico, que
como todo Estado cumple función del mantenimiento de la dominación interna de clases, no
controla la acumulación local.

En otros térxninos: la cristalización del Estado nacional burgués en algunos países se opone a la
que se da en otros. O aún más, el subdesarrollo de los unos es producto del desarrollo de los otros*
Pero debemos precisar aquí que esta proposición no es simétrica y reversible: pues no hemos di cho
que su contrario (el desarrollo de unos seria producto del subdesarrollo de los otros) fuera
verdadero.

La historia nos enseña que, en los centros, la cristalización del nuevo poder burgués hegemónico
ha implicado amplias alianzas entre esta nueva clase dominante y las demás clases: campesinos
parcelarios o propietarios rurales, según sea el caso, pequeña burguesía comerciante y artesanal

A su vez, estas formas de la hegemonía burguesa entrañaron políticas sociales y económicas que
iniciaron la homogeneizacién de la sociedad mediante la protección del ingreso de las clases rurales,
y de las capas urbanas intermedias. En la lase siguiente, iniciada hacia fines del siglo pasado,
que.todavía caracteriza hoy día al capitalismo central, la hegemonía burguesa se extiende a la clase
obrera estabilizada.

El medio por el cual se generaliza el consenso social es la asociación del fordismo como forma
dominante de organización del proceso de trabajo mecanizado, que asegura la producción en masa y
la política socialdemócrata (o keynesiana)

Este consenso no excluye la lucha de clases; pero ésta tiende a limitarse al terreno del reparto
económico de los resultados y a alejarse del cuestiona miento de la organización global de la
sociedad,

En un primer momento, la dicotomía centro/periferia se asienta en una alianza entre el capital


central dominante y clases rurales dominantes de antiguo tipo en las periferias (feudales o
latifundistas, etc.). América Latina, paga hasta hoy el precio legado por esta alianza

Entre el capital dominante y las oligarquías latifundistas. En Asia y África, las formas coloniales
que funcionaron todavía más brutalmente en el mismo sentido acentúan el retraso. Más tarde, la
época contemporánea, cuando se constituyen los estados burgueses como resultado de las luchas de
liberación nacional y/o cuando los poderes latifundistas locales son derrocados, la naciente

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industrialización se inscribe en un sistema mundial desfavorable para la ampliación de su base
social local. Aquí el fordismo no va acompañado por la democracia social obrera.

Se podrían multiplicar al infinito los detalles que van en el sentido de nuestra tesis demostrando que
todos los mecanismos de la economía mundial, o casi todos, constituyen obstáculos al progreso
social* en la periferia del sistema.

Regresando al siglo xix no se puede dejar de observar que Gran Bretaña, entonces potencia
hegemónica, se empeñaba por todos los medios en evitar la aparición de los centros autónomos.Pero
en Europa sus medios estaban limitados por las relaciones militares que se imponían mediante el
equilibrio europeo establecido desde 1815. Por el contrario, el dominio de los océanos le permitía
intervenir eficazmente en Oriente, Asia, América del Sur. La coalición europea movilizada por
Inglaterra contra Egipto en 1840 fue decisiva para el aborto de la modernización capitalista de ese
país.

Occidente no puede impedir a los Estados del Tercer Mundo que se desarrollen a su imagen y se
impongan como interlocutores iguales en el sistema mundial. Para probarlo, bastaría comprobar los
progresos realizados en las semiperiferias, o países recién industrializados.

Su existencia sería testimonio de que la periferizacíón no es fatal y que, cuando se lleva a cabo, es
por razones que obedecen principalmente a los factores internos, mientras que, de manera
simultánea, sería posible —a pesar del obstáculo ex-terior si es que existe— erigirse en nuevo
centro.

El problema podría en efecto ser resuelto, es decir, el contraste centro/periferia podría ser
suprimido, en el marco del capitalismo^definidopor la regla del mercado mundializado de productos
y capitales), a condición, ¡de abrir todas las fronteras a la inmigración ilimitada de trabajadores!
Sólo con esta condición el mercado generalizado de mercancías, capitales y fuerza de trabajo,
podríá teóricamente homoge- neizar las condiciones económicas y sociales a escala del planeta,
Como es más que evidente que esta hipótesis es inaceptable para las sociedades que componen
nuestro universo tal como es todavía, colocarse en el marco que define, es salirse del campo de la
política para entrar en el de la ficción.

Al eliminarse el internacionalismo de ios pueblos, quedó abierto el campo al del capital que
opera libremente a escala del sistema mundial y define las estrategias propias de la di-- visión de
los pueblos y los trabajadores. Esta solidaridad sólo puede ser construida —si se rechaza la utopía
de la abolición inmediata de las naciones y de las fronteras— sobre la base de una estrategia de
mantenimiento mutuo de estrategias nacionales populares de desconexión.

Luego de rechazar el concepto de mundialización del valor, el eurocentrismo se niega a analizar la


crisis del capitalismo que vivimos desde hace más de quince años como si en lo esencial se tratara
de una crisis del imperialismo, es decir un momento caracterizado principalmente por el agrava-
miento de las contradicciones centros/periferias resultantes de su acumulación en el curso de la
expansión capitalista mundializada que precedió la crisis en cuestión.Cualquier crisis en el sistema
capitalista es la expresión de un mal funcionamiento de la ley bajo el efecto de las luchas de clases.

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esta observación no implica de ninguna manera una simplificación que ignore los diferentes
aspectos de la crisis: la competencia en el Oeste, la crisis del fordismo como modo de explotación
del trabajo industrial, la crisis del Estado- providencia, la articulación de la crisis con el conflicto
Este- Oeste, el atlantismo y la crisis de la hegemonía de*Estados Unidos, etc.

El factor en juego de la crisis la elección entre la sumisión a la lógica de la expansión del capital o
la desconexión, medio para ampliar los márgenes de autonomía de los pueblos, las naciones y las
clases trabajadoras en el Oeste, el Sur y el Este.

El fordismocomo forma de relaciones de producción capitalistas correspondió a una fase dada del
desarrollo de las fuerzas productivas (la producción masiva, el trabajo en cadena, el consumo de
masa, el Estado-providencia). Actualmente está en crisis: la productividad del trabajo ya no puede
progresar sobre esta base, incluso a veces disminuye, las tecnologías nuevas (informática y
robotiza- ción, biotecnología y espacio) imponen otras formas de organización del trabajo.

La crisis de los años treinta había conducido a rupturas políticas serias: fascismos o frentes
populares. Por el contrario, en nuestra crisis izquierda y derecha, en el sentido electoral del término,
se acercan más, en la concepción de una gestión del paso al estadio superior de desarrollo de las
fuerzas productivas. ¿Acaso no es ése un efecto político evidente de la creciente polarización en el
seno del sistema mundial?

Abordamos ahora el tema tabú de la desconexión, pues la desconexión, que se asimila


rápidamente a la autarquía pura y simple, implicaría una austeridad inaceptable, el despotismo
primitivo, etc. Se sobrentiende que no hay salvación fuera de la integración al sistema mundial,
único medio por el cual los pueblos todavía bárbaros pueden, si lo desean, salir de su barbarie
europeizándose.

La desconexión no es una receta sino una elección de principio, la de desconectar los criterios de
racionalidad de las decisiones económicas internas de las que gobiernan el sistema mundial, es decir
de liberarse de la presión del valor mundializado sustituyéndolo por una ley del valor de alcance
nacional y popular.

La tradición marxista ha quedado en desventaja por la visión teórica inicial de revoluciones obreras
que comienzan sobre la base de fuerzas productivas avanzadas, una transición relativamente
rápida, caracterizada por un poder democrático de las masas populares que es teóricamente más
democrático que el más democrático de los estados burgueses.

Lo esencial de las lecciones que es posible extraer de las experiencias del "poscapitalismo", se
podría hacerlo en los siguientes puntos:

En primer lugar: el carácter profundamente desigual inmanente a la expansión capitalista ha puesto


a la orden del día de la historia la revolución de los pueblos de la periferia. Esta revolución es
anticapitalista en el sentido de que se opone al desarrollo capitalista realmente existente, insoporta -
ble para estos pueblos. Sin embargo esta revolución anticapitalista no por ello es simplemente
socialista.

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En segundo lugar: el marxismo ha desarrollado una visión de la sociedad sin clases que, según él,
debe abrirse camino por el juego mismo de la respuesta a las contradiccio nes internas del
capitalismo. También ha desarrollado una visión de las grandes direcciones de la transición del
capitalismo al comunismo, intitulada fase socialista.

En tercer lugar: todas las revoluciones de nuestra época (Rusia, China, Vietnam, Cuba, Yugoslavia,
etc.) que infaliblemente se califican de socialistas y que según la intención de sus autores se
asignaban este objetivo, son en realidad complejas revoluciones anticapitalistas de este tipo porque
se hicieron en regiones subdesarrolladas del sistema mundial. Por eso no iniciaron la era de una
construcción socialista que respondiera a los criterios* definí dos originalmente por el marxismo.

En cuarto lugar: en estas condiciones, la historia real nos impone analizar la naturaleza y la
perspectiva de las evoluciones "más allá del capitalismo" que se inician a partir de la revolución
anticapitalista de las periferias y de la radicalización de la liberación nacional.

El conflicto entre las fuerzas del socialismo y las del capitalismo y del estatismo en el seno de las
sociedades poscapitalistas no podría reducirse al examen formal del descubrimiento de la
coexistencia de los distintos sectores de la actividad; unos supuestamente socialistas a causa de
la propiedad pública, los otros calificados de capitalistas por estar regidos por la propiedad privada.
En efecto, en el propio sector público las relaciones de jerarquía entre quienes deciden, los
ejecutivos y los trabajadores, la organización del proceso de trabajo, la ideología de la eficacia tal
como se la practica, siguen siendo en gran medida análogas a lo que son en las sociedades
capitalistas.

Se podría entonces decir que las revoluciones socialistas son revoluciones nacionales populares que
han logrado su objetivo por medio de una desconexión basada en un poder no burgués, mientras que
los movimientos de liberación nacional, dado que han quedado bajo la dirección de la burguesía, no
han realizado todavía su objetivo. Por ello> las nuevas revoluciones nacionales populares están a la
orden del día de las exigencias objetivas en el Tercer Mundo contemporáneo. Sin duda estas
revoluciones que vendrán no serán más socialistas que las precedentes, sino sólo nacional
populares.

La expansión capitalista ha creado ciertamente en la periferia condiciones cada vez más difíciles
desde el punto de vista de la constitución de Estados-naciones semejantes a como son en
Occidente.

Así pues, si hay algo nuevo en las condiciones creadas por la transnacionalización profundizada, la
hipótesis más plausible podría resumirse en una frase: la burguesía de las periferias se ve y se verá
cada vez menos dividida entre su tendencia nacional y su tendencia a someterse a las presiones
globales y se volcará cada vez más al campo de la comprado- rización aceptada. La revolución
nacional popular es por ello una necesidad objetiva cada vez más importante y la exclusión de la
burguesía da una responsabilidad histórica Creciente a las clases populares y a la inteliguentsia
susceptible de organizarías.

Como siempre, los términos de esta salida son: socialismo o barbarie. Pero mientras se había
imagina- do que las luchas victoriosas de las clases obreras de Occidente iniciarían el camino al
socialismo, es preciso comprobar hoy día que el camino será más largo, más tortuoso; un camino

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que pasará por la revolución nacional popular de la periferia en espera de que, por sus propios
avances, los pueblos de Occidente contribuyan a crear las condiciones indispensables para una
renovación intemacionalista.

ARRIGHI EL LARGO S XX

INTRODUCCION

Nuestra tesis es que la historia del capitalismo se halla con toda probabili-
dad experimentando tal punto de inflexion, pero que la situaciOn no es tan inaudita
como pudiera parecer a primera vista. A lo largo de la historia del ca pitalismo, los periodos
dilatados de crisis, reestructuraciOn y reorganizaciOn, en resumen, de cambio discontinuo,
han sido mucho mas habituates que los breves lapsos de expansion generalizada de
acuerdo con una senda de desarrollo definida, como acontecio durante las decadas de 1950
y 1960. En el pasado, es-tos largos periodos de cambio discontinuo finalizaron con la
reconstitucion de la economia-mundo capitalista a partir de nuevos y mas ambiciosos
fundamentos

Se han producido cambios en la configuraciOn espacial de los procesos de acumulaciOn de


capital. , la tendencia observable desde 1970 indica una mayor movilidad geografica del
capital. Algunos autores han afirmado que la crisis de la produccion en masa gfordista),, basada
en sistemas de maquinas especializadas que operan en entornos organizativos de corporaciones
gigantes, integradas verticalmente y administradas burocraticamente, ha creado oportunidades
Unicas para la revitalizacion de los denominados sistemas de aespecializacian flodble», basados
en la production artesanal de pequefias series, realizadas en unidades empresariales de ramano
pequeno y medio, coordinadas mediante procesos de intercambio definidos por el mercado
(Piore y Sable, 1984; Sable y Zeitlin, 1985; Hirst y Zeitlin, 1991). Otros autores han puesto de
relieve la regula-cion legal de las actividades generadoras de renta y han observado como la
tformalizacions cada vez mayor de la vida econOmica, es decir, la proliferacion de restriccio nes
legates sobre los procesos de produccion e intercambio, ha dado lugar a la tendencia
opuesta, a la tinforinalizacioro, esto es, a la proliferaciOn de actividades generadoras de renta
que eludan la regulaciOn legal mediante un tipo u otro de modelo empresarial personal o
«familiar, (Lomnitz, 1988•Portes,CasteHsyBenton, 1989; Feige, 1990; Portes, 1994).

Coincidiendo parcialmente con esta literatura, numerosos estudios han seguido los pasos
de la escuela de la regulacion* francesa y han interpretado los cambios actuates en el modo
de funcionamiento del capitalismo como unacrisis estructurat de to que ellos denominan
régimendeacumulacion, fordista-keynesiano. El «keynesianismo* se describe como el
modo de regulacion que posibilitO al emergente regimen fordista la completa realizacion
de su potencial. A su vez, este modo de regulacion se concibe como la causa subyacente de
la crisis de la decada de 1970.

David Harvey (1989) sugiere que, en realidad, el capitalismo puede hallarse en el centro de
una transicion historica. del fordismo-keynesianismo a un nuevo regimen de
acumulaciOn que el denomina provisoriamente «regimen de acumulacion flexible.. Entre

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1965 y 1973, prosigue este autor, las dificultades encontradas por el fordismo y el
keynesianismo para contener las contradicciones inherentes del capitalismo se hicieron
cada vez mas evidentes: «Superficialmente, estas dificultades podrian conceptualizarse mejor
con una sola palabra: rigidez.. Surgieron problemas con la rigidez de las inversions a largo
plaza y a gran escala en los sisternas de produccion en masa; con la rigidez de los
mercados de trabajo y de los contratos laborales regulados, y con la rigidez de los
compromisos del Estado frente a los programs de bienestar y los gastos de defensa.

Harvey considera, no sin vacilacian, este (extraordinario florecimiento y transformacion


de los mercados financieros, como la novedad radical del capitalismo de las decadas de
1970 y 1980 y la ca-racteristica esencial del regimen emergente de acumulacion flexible

el punto de partida de nuestra investigation ha sido la afirmacion efectuada por Fernand


Braudel de que la caracteristica esencial del capitalismo histOrico en su longue duree, es
decir, a lo largo de toda su existencia, ha sido la •flexibilidad. y el •eclecticism°, del capital y
no las formal concretas asumidas por este ultimo en diferentes lugares y momentos:

Permitaseme subrayar la cualidad que me parece ser un rasgo esencial de la


historia general del capitalismo: su flexibilidad ilimitada, su capacidad de cambio y de
adaptation. Si existe, como yo creo, una cierta unidad en el capitalismo, desde la
Italia del siglo Xiii al mundo occidental actual, esta debe localizarse y observarse
sobre todo en tal capacidad. (Braudel, 1982: 433; cursivas en el original)

En ciertos periodos, incluso dilatados, el capitalismo pareciO4especializarseo, como en el


siglo xix, cuando 'se desplaza de modo tan espectacular hacia el nuevo mundo de la
industria.. Esta especializacion ha inducido a los thistoria-dores en general a contemplar la
industria como la floracion final que dio al capitalismo su "verdadera” identidad). Pero
se trata de una opinion limitada temporalmente

Marx nos dice tambien que, si no existe expectativa alguna por parte de las agendas
capitalistas sobre este incremento futuro de su libertad de elecciOn o si esta expectativa se
incumple de modo sistematico, el capital tiende a reorientarse hacia formas mss flexibles
de inversion, sobre todo, a su forma-dinero. En otras palabras, las agencias capitalistas
«prefieren, la liquidez y una parte considerablemente alta de su flujo de tesoreria tiende a
permanecer en forma liquida

Cada modelo de desarrollo capitalista de este orden, al alcanzar La etapa de expansion


financiera, esta anunciando de algun modo su madurez; [constituye] un signo otoñal
(Braudel, )

11
El aspecto central de la mencionada pauta radica en la alternancia de epocas de
expansiOn material (fases DM de acumulaciOn de capital) con fases de renaci miento y
expansiOn financieros (fases MD'). En las lases de expansion material, el capital-clinero
«pone en movimiento, una creciente masa de mercancias (in-cluidas la fuerza de trabajo
mercantilizada y los recursos naturales), y en las fases de expansiOn financiera, una
creciente masa de capital-dinero «se libera, de su forma de mercancia, y la acumulaciOn se
realiza mediante procedimientos financieros. En su conjunto, las dos epocas o fases
constituyen un ciao sistemico de acumulacion completo (DMD').

Nuestra investigaciOn consiste esencialmente en un analisis comparativo de los sucesivos


ciclos sistemicos de acumulacion para intentar identificar (1) las pat-tas de recurrencia y
evoiuckm que se estan reproduciendo en is actual fase de expansicfm financiera y
reestructuracion sistemica, y (2) las anomalies de esta actual fase de expansion
financiera que pueden conducir a una ruptura con las pautas anteriores de recurrencia y
evolucion.
Pueden identificarse cuatro ciclos sistemicos de acumulacion, cada uno de ellos definido
por una unidad fundamental de la agencia primaria y de la estructura de los procesos de
acumulacion de capital a escala mundial: un ciclo genoves, que se extendio desde ei siglo
XV hasta principios del siglo XVII; un ciclo holandes, que durO desde finales del siglo XVI
hasta finales del siglo un ciclo britanico, que abarcO la segunda mitad del siglo XVIII, todo
el siglo XIX y los primeros atlas del sigloXX, y un ciclo americano, que comenzO a finales del
siglo XIX y que ha continuado hasta la fase actual de expan-siOn financiera, Como se
desprende de esta aproximada periodizaciOn preliminar, los ciclos sistemicos de acumulacion
consecutivos se solapan y, aunque su duraciOn se reduce progresivamente, todos ellos
duran mas de un siglo: por tanto, la nociOn de siglo largo, se tomara como unidad temporal
basica en el analisis de los procesos de acumulacion capital a escala mundial

Estos ciclos son totalmente diferentes de los «ciclos seculares. (o ciclos logisticos de
precios) y de los mas reducidos ciclos de Kondratieff, a los cuales Braudel ha concedido
tanta importancia. Estos dos tipos de ciclos son constructos empiricos de incierto status
teorico, derivados de las fluctuaciones a largo plazo observadas en los precios de las
mercancías
Los ciclos de precios seculares y los ciclos sistemicos de acumulacion se hallan, sin
embargo, absolutamente desincronizados entre si.

En resumen, la conexion existente entre los ciclos seculares de Braudel y la acumulaciOn


capitalista de capital no tiene una clara fundamentacion logica o historica La nocion de
ciclos sistemicos de acumulacion, por el contrario, deriva directamente de la notion de
capitalismo elaborada por Braudel como el es-trato superior ano especializado) en la
jerarquia del mundo del comercio.
La nociOn de ciclos sistemicos de acumulaciOn que nosotros hemos extraido de las
observaciones historicas de Braudel sobre las expansiones financieras recurrentes, subraya

12
y se deriva logicamente de esta es-tricta relaciOn instrumental del capitalismo con el
mundo del comercio y de la proclucciOn. Esto significa que las expansiones financieras se
consideran como sintomaticas de una situacidn en la que la inversion de dinero en la
expansion del comercio y la produccidn no cumple ya el objetivo de incrementar el flujo
de tesoreria del estrato capitalista de modo tan efectivo como pueden hacerlo las
operations puramente financieras

La opinion convencional en las ciencias sociales, en el discurso politico y en los medios de


comunicacion de masas es que capitalismo y economia de mercado son mas o menos
identicos, y que el poder estatal es antitetico a ambos. Braudel, por el contrario, con templa
el capiralismo como absolutamente dependiente del poder del Estado en su emergencia y
en su expansiOn y como antitetico a la economia de mercado

De modo Inas especifico, Braudel concibe el capitalismo como el estrato superior de una
estructura de tres niveles; una estructura en la que, como en todas las jerarquias, los
lestratos1 superiores no podrian existir sin los inferiores de los cuales dependen,. El
estrato inferior y hasta muy recientemente el mas amplio es el de la mas extremadamente
elemental y en gran medida autosuficiente economia de subsistencia

La transicion realmente importante que debe dilucidarse no es la del feudalismo al


capitalismo, sino la que se produjo desde un poder capitalists disperso a un poder
capitalists concentrado. El aspecto esencial de esta transicion, habir tualmente no tenida en
cuenta, es la fusion Unica del Estado y el capital, que en ningfin otro lugar se realizo de
modo mss favorable para el capitalismo que en Europa:

El anverso de este proceso ha sido la competencia interestatal por el capital en busca de


inversion. Como senate, Max Weber en su Historia economica gene-ral, en in Antigiledad,
como en la Baja Edad Media, las ciudades europeas habian sido semilleros de un
ccapitalismo político

El Estado nacional autosuficiente es, pot lo tanto, el que brindo al capitalismo su oportunidad
de desarrollo y, en tanto que el Estado-nacional no gener6 un capitalismo imperial de alcance
mundial, de persistencia. Nuestro andlisis dotard de contenido a estas observaciones,
mostrando que La competencia interestatal ha sido un elemento clave de todas y cada una de
las expansiones financieras y un factor esencial en la formacion de esos bloques de
organizaciones gubernamentales y econOmicas que han dirigido la economia-mundo
capitalista a lo largo de sus sucesivas fases de expansiOn material

las expansiones ma-teriales mss importantes se han producido tan solo cuando un nuevo
bloque dominante ha conseguido suficiente poder mundial como para hallarse en condiciones

13
no solo de eludir o de elevarse por encima de la competencia interestatal, sino de lograr
controlar y asegurar una cooperaciOn interestatal minima

La idea de un continuo crecimiento de La concentracion del poder capitalista en el moderno


sistema-mundo se halla implicita en una obsetvacion efectuada por Karl Marx en El capital.
Como Weber, Marx concedia gran importancia al papel desempenado por el sistema de
deudas nacionales, inaugurado en la Baja Edad Media por Genova y Venecia, en el
impulso de la expansion inicial del moderno capitalismo

Asi pees, puede afirmarse que la expansion del poder capitalista durante los filtimos
quinientos atios se ha hallado vinculada no solo a la competencia interes-tatal por el capital en
busca de inversion, como senalaba Weber, sino tambien a la formacion de estructuras
political dotadas de recursos organizativos cada vez mayores y mss complejos para controlar
el entorno social y politico de la acun-iu-lacidn de capital a escala mundial.

Como documentaremos en el (Epiloga, la actual expansion financiera ha si-do testigo del


explosivo crecimiento de Japan y otros Estados menores del este de Asia como nuevo centro
del proceso de acumulaciOn de capital a escala mundial.

El poder capitalista en el sistema-mundo no puede expandirse indefinidamente sin erosionar la


compe-
tencia interestatal por el capital en busca de inversiOn sobre el que reposa esta ex-
pansion. Tarde o temprano, se alcanzara un punto en que las alianzas entre los poderes del
Estado y el capital, que se forman en respuesta a esta competencia, lleguen a ser tan
formidables que eliminen la competencia misma y, por consi-guiente, la posibilidad de que
emerja un orden superior para los nuevos poderes capitalistas.

Las concepciones de la relacion entre la economia de mercado y su antitesis capitalista


construidas por Braudel y Smith difieren, sin embargo, en un aspec-to importante. Para
Braudel la relacion es fundamentalmente estatica. Ni ob-serva ni preve sintesis alguna
derivada de la lucha entre Ia «tesiss y la tantitesisi. Smith, por el contrario, contempla la
emergencia de tal sintesis a partir de la eliminacion de la desigualdad de fuerzas
existente por mor del impacto del proceso mismo de formaciOn del mercado mundial.
Como indica Ia Ultima frase del parrafo citado anteriormente, Smith pensaba que Ia
ampliacion y Ia intensificaciOn de los intercambios en Ia economia de mercado mundial
actua-rian como un ecualizador imparable

Posteriormente, durante y despues de la 11 Guerra Mundial, las tornas cam-biaron. A lo largo


de Asia y Africa, se restablecieron viejas soberanias y se crea-ron innumerables soberanias
nuevas. La descolonizacion masiva fue acompa-nada por el establecimiento del mas

14
amplio y potencialmente destructivo aparato de fuerza occidental que el mundo habia
visto jamas. La extensa red de bases militares

La exitosa resistencia del pueblo viemamita constitur5 el apogeo de un pro-ceso iniciado


por la RevoluciOn Rusa de 1917, mediante el cual el mundo occidental y el mundo no-
occidental fueron remodelados en tres agrupamientos definidos como Primer Mundo,
Segundo Mundo y Tercer Mundo

Los recursos naturales de los paises del Tercer Mundo encontraban una gran demanda, al
igual que su barata y abun-dante fuerza de trabajo. Los agentes de los banqueros del
Primer Mundo hacian cola en los despachos de los gobiemos del Tercer (y Segundo)
Mundo ofreciendo a precio de gangs el sobreabundante capital que no podia encontrar una
inversion rentable en sus paises de origen.

Esta reconstrucciOn de la historia capitalista encierra sus propias limitaciones. La nociOn de


ciclo sistdmico de acumulaciOn proviene directamente, como hemos observado, del
concepto de capitalismo elaborado por Braudel como estrato superior de la jerarquia de la
actividad comercial. Nuestro constructo analitico, por consiguiente, se concentra en ese estrato
superior y ofrece una vision limitada de lo que sucede en el estrato intermedio de la economia
de mercado y en el es-trato inferior de la vida material. Ello constituye simultaneamente la
fuerza esencial y la principal debilidad de este constructo. Constituye su fuerza esencial porque
el estrato superior es eel hogar real del capitalismo) y, at mismo tiempo, es el menos
transparente y se halla menos explorado que el estrato intermedio de la economia de
mercado. La transparencia de las actividades que constituyen este ultimo estrato y la riqueza
de datos (particularmente datos cuantitativos) que generan estas actividades, lo ban convertido
en la «arena privilegiada) de la ciencia social histOrica y de la economia.

Hoy, cuando el capitalismo histOrico parece estar prosperando, no hundiendo sus raices
mAs profundamente en los estratos inferiores de la vida mate-rial y de la economia de
mercado, sino retirandose de los mismos, es un momento tan propicio como cualquier
otro para aceptar la invitacion de Braudel y explorar el hogar real del capitalismo localizado
en el estrato superior del edificio del comercio. Esto y tan solo esto es lo que pretendemos
realizar.

Nuestra construccion es tanto parcial como indeterminada en cierto sentido. Parcial


porque intenta comprender la logica de la actual expansiOn financiera haciendo
abstracciOn de los movimientos que contingan produciendose en virtud de su propia
dinamica y de sus leyes especificas en los estratos de las economias de mercado y de las
civilizaciones materiales del mundo. Es en cierto sentido indeterminada por la misma
razon. La logica del estrato superior es tan solo relativamente autenoma respecto a las
logicas de los estratos inferiores, y puede comprenderse Unicamente tan solo en relaciOn
con estas otras logicas.

15
HACIA UNA NUEVA AGENDA DE INVESTIGACION

Terence Hopkins (1990: 411) ha sugerido que las hegemonias holandesa, britanica y
estadounidense deberian interpretarse como cmomentos» sucesivos en la formation del
sistema-mundo capitalista: tla hegemonia holandesa posibi-lito una economia-mundo
capitalista como sistema social historico; la hegemonia britAnica clarified sus fundamentos y
se desplazo hacia un dominio global; la hegemonia estadounidense intensified su alcance,
marco y penetraciOn yLi-herd simultaneamente los procesos que estan generando su ocaso

La hegemonia britanica expandid el sistema mediante la inclusion de los Es-tados de colonos


que emergieron de la descolonizaciOn de las Americas y me-diante la elevation de los
derechos de propiedad de los individuos por encima de los derechos de soberania de los
gobemantes. El sistema asi instituido fue todavia un sistema de soberanias territoriales que
se legitimaban y excluian reciprocamente, como el Sistema de Westfalia original.

El moderno sistema interestatal ha adquirido, por consiguiente, su actual dimension


global mediante hegemonias sucesivas de alcance cada vez mayor, que han reducido en
consecuencia la exclusividad de los derechos de soberania realmente disfrutados por sus
Estados miembros.

¿HA alcanzado el mundo occidental bajo la hegemonia esta-dounidense un grado de poder


mundial tal que se halla a punto de goner fin a la historia capitalists tal y como se ha
concretizado en el surgimiento y expan-siOn del moderno sistema interestatal?

El anverso de este proceso de formac ion de un gobierno mundial es la crisis de los Estados
territoriales como instrumentos eficaces de dominio. Robert Jackson ha acunado la
expresion de •cuasi-EstadosD para denominar a los Esta-dos a los que se ha concedido una
estatalidad juridica y que, por lo tanto, se han convertido en Estados miembros del sistema
interestatal, pero que carecen de los recursos necesarios para realizar las fiinciones
gubernamentales histdricamente asociadas a la estatalidad.

La nocian de cuasi-Estados de Jackson se apoya, por consiguiente, en una teoria de la


soberania basada en un punado de experiencias historicas «exito-sas, de formaciOn de
Estados, en las cuales el «exitc» mismo se ha evaluado exclusivamente en terminos de la
capacidad de crear un Estadonacion terri-torial viable, y no atendiendo a la capacidad
real de ejercer la autoridad en el sistema-mundo globalmente considerado. Este doble
sesgo se halla bien ilustrado por el papel desproporcionada desempenado por Francia en
el establecimiento de las normas que definen la soberania, a tenor de las cuales se ha
evaluado la «integralidad, de otras experiencias de construccidn de Estado

16
El resurgimiento de formas protomodernas de politica militar en un mundo ultramodern°
o postmodern° no se halla confinado a las regions del Tercer Mundo que se han
sacudido recientemente el dominio colonial. Mucho antes de que los regimenes
comunistas del Segundo Mundo se desintegraran en una multitud de etno-naciones real o
potencialmente en guerra entre si

El sistema parece estar moviendose hacia delante, y hacia arras• al mismo tiempo. Este
doble movimiento ha constituido siempre una caracteristica esencial del moderno
sistema-mundo. En nuestro modelo analitico, los aviejos regimenes• no solo
Ipersisteni, como en el analisis de Arno Mayer (1981) de lo que hemos considerado que
fue la era de la hegemonia britanica.

Esta poderosa red no-territorial de acumulaciOn de capital flue esencialmen-te capitalista en


su estnactura y orientation. De acuerdo con Braudel (1984: 118), el enfoque genoves del
capitalismo fue macho mas modern° que [el del Venecia, y Genova como ciudad-Estado
(puede haber sido vulnerable en cierto sentido a causa de esta actitud precursora,. Si Venecia
fue el prototipo de todos los Estados capitalistas posteriores, como hemos sostenido en este
capitulo, la diaspora genovesa de banqueros mercantiles fue el prototipo de todos los sis-
temas no-territoriales de acumulaciOn de capital a escala mundial

el lenguaje y las vacilaciones de Braudel traicionan las dificultades implicitas en descubrir


un poder capitalista que no se halla «contenido, por un Estado, en el sentido dado por
Giddens a este terrain°, si-no que engloba un sistema de Estados. Estas dificultades se
encuentran enrai-zadas en el sesgo de nuestro equipamiento conceptual orientado a favor
del es-pacio-de-lugares que define el proceso de formaciOn del Estado y reacio al
espacio-de-flujos del capital que define las procesos de acumulaciOn de capital. Y, sin
embargo, histOricamente, el capitalismo como sistema mundo de acumu-lacion y dominio
ha crecido simultaneamente en ambos espacios. En el espacio-de-lugares, como indica
Braudel en el parrafo citado en la •lntroduccion,, triunfe identificandose con Estados
particulares. En el espacio-de-flujos, por el contrario, triunf6 no identificandose con
ninguno en particular, sino constru-yendo organizaciones empresariales no-territoriales de
alcance mundial.

el capitalismo moderno tiene su origen en el prototipo de Estado capitalista lider, cuyo


modelo de toda epoca posterior fue la ciudad-Estado de Venecia. En la genealogia que
exploraremos en el resto de este libro, el capitalismo moderno tiene su origen en el
prototipo de organizaciOn empresarial lider no-territorial y de alcance mundial, cuyo mo-
delo para toda epoca posterior fue la naciOn •diAspora, genovesa. La primera genealogia
describe el desarrollo del capitalismo como una sucesi6n de hegemonias mundiales. La

17
segunda genealogia describe ese mismo desarrollo como una sucesion de ciclos sistemicas de
acumulaciOn.

BARRACLUGH LA NATURALEZA DE LA HISTORIA CONTEMPORANEA. CAMBIO


ESTRUCTURAL Y DIFERENCIA CUALITATIVA.

G. Barraclough considera que la Edad Moderna se extendería desde el s. XV hasta 1890, momento
histórico cuyo papel protagonista estaría desempeñado por Europa. Sería a partir de finales del
s.XIX, y hasta 1960, cuando tendríamos una etapa de transición histórica caracterizada por toda
una serie de factores como son: la pérdida del eurocentrismo; la aparición de nuevas potencias
mundiales como son Estados Unidos, Rusia o Japón; la independencia de las colonias africanas y
asiáticas de sus respectivas metrópolis, para las cuales hace especial referencia a Egipto e India; y a
la vez, presenta una idea de globalización, encarnada por dos personajes muy diversos como son:
Wilson y Lenin.

La historia contemporánea se ah reducido a relatar las dos guerras mundiales, el tratado de paz del
18, la aparición del facismo y el nacionalsocialismo y a partir de 1945 la guerra fría.
La historia contemporánea difiere en calidad y contenido a lo que llamamos historia moderna, los
años transcurridos desde 1890 en que Bismark se retiro del escenario político y 1961 en que
kenndy ocupo la presidencia de los EEUU constituyen una vertiente e dos edades, la moderna y la
contemporánea.

La contemporaneidad tiene un carácter nebuloso, historiadores tienden a privilegiar elementos de


continuidad entre épocas. La H contemporánea es considerada como una fase de continuacion por
otros.

El siglo 20 no puede considerarse sencillamente como lacontinuidad del s 19 , la historia recinete


contemporánea no es el ultimo tramo de lo que llamamos hisotria moderna, ni la fase mas reciente
de una época que comenzó en la europa occidental con la reforma y el renacimiento.
Hay que buscar las diferencias entre etapas

La palabra contempornaeo sugiere dsitintas cosas a distinta gente, lo que para mi es


contemporáneo, para otro no lo puede ser. Es un termino muy elástico
La idea de historia contemporánea es una nocion de nuevo cuño introducida post 1918, para buscar
explicaciones en que se fallo para llegar a la guerra.

Para que tenga algún valor duradero el análisis de los hechos contemporáneos es preciso
profundizar en ello no menos que en cualquier otro tipo de historia. proyectar fuerzas del presente
nítidamente sobre el pasado.

18
El enfoque cuasal o genético es propio de los historiadores tradicionales germanicos,. La historia de
este tipo tradicional arranca desde un punto dado del pasado y a partir de ese punto va avanzando
sistemáticamente trazando una trayectoria continua y siguiendo la corriente de lso acontecimientos
desde el manantial que tomo como fuente original. La hisotria cotempornaea sigue un
procedimiento opuesto.
El historiador moderno se fiajra menos en la expansión gradual de los procesos industriales desde
sus comienzos convencionales que en las diferencias sustanciales entre la primera y segunda
revolucon industrial.
La HC no siginifica arañar la superficie de los acontecimientos recientes y desfigurarlos
interpretándolos a la luz de las ideologías actuales. La HC comienza cuando los problemas reales
del mundo de hoy se plantean por primera vez de manera clara. Los cmabios que nos permiten
decir que hemos desembocado en una nueva era

El nuevo periodo que llamamos contemporáneo o post moderno esta en sus principios y aun no
podemos predecir donde va a fijarse en ultimo termino su eje. La etiquetas con que solemos
denominar los periodos de la historia las fabricamos a posteriori.
Post 1890 se hacen visibles la mayoría de los acontecimientos que diferencian la historia
contemporánea de la moderna.
Fases de transición de una época a otra ; 1- 1GM 1914-18 (facilita el desencadenamiento de fuerzas
nuevas y debilita estruc social, post 1918 persistencia de mentalidad antigua), 2- 1960 termina la
fase de transición, el mundo entra en nueva orbitra

Están consloidaddos estados nacioanesl y el orden social firme. Mundo nuevo con raíces viejas.
Entre 1890 y 1960 hay dos procesos imbricados; el fi nde una época y el principio de otra. Los
conflicto europeos de primera mitad de siglo 19 fueron continuacion de contiendas anteriores.
Fascismo y nacionalsocialismo son subproductos característico del viejo mundo en decadencia. En
1914 eran todavía mas débiles que las fuerzas arraigadas en el pasado, pero cobraron fuerza con la
miseria post 1918.

Consecuencias del nacionalismo y el fascismo;a-dividieron las fuerzas que combatían por defender
el antiguo orden y con ello debilitaron y con el tiempo quebrantaron, la acción retardaría que había
sido efectiva., b- en lso 30 surge desafio al status quo, c- se desvia la atención a la amenanza
fascista

Por estos motivos el fascismo y el nacionalismo que pretendía ser los instrumentos de salvación del
antiguo muno, se convirtieron en su ruina, aceleraron la transición, con pocas contribuciones al
nuevo mundo. Hasta 1945 el aspecto mas destacable de la historia era el fin del antiguo mudo.

Entre 1955/60 hay nuevo mundo, aquí los asuntos pasaran de ser europeos a ventilarse y ocupara
diferentes lugares del mapa. Con Kennedy el poder decisivo y ejecutivo pasa a manos de una

19
generación que no se había visto envuelta en la política anterior a 1939 y que no estaba
influenciada por actitudes ni experiencias prebélicas. Surgían nuevos problemas en todo el mundo
que poco tenían que ver con el periodo de trancision.
Emancipación de países afroasiaticos, emergencia de china. Cambio de equilibrio de la fuerzas
mundiales, estructura de las sociedades nacionales e internacionales. Fin del trabaj0 largo y pesado

HOBSBAWM EL DIA DESPUES DEL FIN DEL SIGLO

El derrumbe del sistema comunista de los países de europa oriental en 1989, anticipa la
desintegración de la unión soviética hacia 1991. Desde 1917 por mas de 70 años los gobiernos de
los países occidentales y sus clases dominantes estuvieron obsesionados con el comunismo
soviético. Sin embargo, la supuesta amenzaza sovietcia de conquistar al mundo libre nunca tuvo
bases reales.

Para hobsbawm la verdadera amenanza para el poder norteamericano fue en la segunda guerra el
eje japon-alemania.

Es cierto que Lenin y los bolcheviques de la rev rusa de octubre del 17 pensaban que ese era el
primer paso para una revolución comunista obrera mundial, pero pornto se vio que su sucesor
Stalin, no tenia a la internacionalización de la revolución como su objetivo primordial.
Stalin desconfiaba de todos los movimientos y partidos comunistas que no estaban bajo su control,
la URSS tomo una estrategia frente al mundo K. kruxhev en los 60 penso que se podía competir en
la paz pero le costo el puesto de premier y breznev ya no podía ni quería hacer ningún cambio de
rumbo a lo que había determinado Stalin.
A escala mundial las 57 formas trotskistas ,maoístas,marxistas revolucionarios,neoanarquistas, etc
no tuvieron una incidencia importante en sus naciones, salvo en momentos partuclares. El único
impulso serio fue derivado de la revolución cubana en el 59 que no logro avanzar mas alla de sus
primeros pasos y respecto de la revolución iraní, se miraba mas a mahoam que hacia a marx. Hacia
1990 s0lo quedaban 3 partidos comunistas en cuanto aun apoyo de masas, Italia sudafrica, india
(mas alla de cuba y china)
Entre el 22 y el 42 occideten pasaba de una crisis económica a otra y se desarrollaban regímenes
fascistas y autoritarios por todas partes, salvo ciertas regones europeas y los aislados EEUU.
Minetras el ejerctio rojo soviético pudo hacer el enorme esfuerzo de detener al nazismo en Rusia
durante la SGM, deteniendo su expansión y salvando al K desarrollado en Occidente.
Quizá, dice polémicamente hobsbawm, lo que quedad en la historia de esa revolución del 17 que se
derrumba en el 90 sea haber salvado a ese mundo desarrollado
El gran crecimiento de las economías capitalistas y socialistas en la posguerra hasta los 70 implico
una competencia de bloques, sin embargo, material y tecnológicamente el mundo socialista ya
podía ver la semilla de su derrota.

20
El mundo occidental erradico la guerra de sus teritorios, llevándola hacia el tercer mundo, el cual
por otra parte completo politcamente el fin de los imperialismos coloniales entre 1945-48 con la
independencia de los países de asisa y africa
Sin embargo la paz del capitalismo se mantuvo por tres factores: una politca mundial dirimida entre
dos grandes jugadores,el acuerdo de yalta que dividia a las zonasd de poder de la superpotencias; y
la prosperidad de los capitalsimos occidentales que disiparon la posibilidad de una revolución
social.
Las economías occidentales con las medidas de salvataje de keynes pudieron expandirse formando
un capitalismo asistencial apoyado en una política corporativista o de acuerdo entre los intereses
empresarios, de trabajo y de gobierno.
Los movimientos organizados de trabajadores fueron un sosten fuerte e indispensable del avance
del capitalismo y los estados liberales. Estos movimientos no eran comunistas ortodoxos, sino
reformistas. Una estrategia distinta a la de conquistar la lealtad de los trabajadores,en esas
circunstancias, hubieran puesto en peligro los sistemas democráticos
De esta forma el capitalismo debilitado por las crisis de siglo XX y la segunda guerra pudo salir
triunfante, reorganizado a partir de un modelo transnacional que propicio una nueva era
tecnológica. Los pilares keynesianos a partir de los años 80 y 90 se han debilitado, las naciones
estado, y la masa de lso trabajadores industriales organizados por fuertes sindicatos han pasado a
un segundo plano en pos del nuevo mercado internacional.
Por otro lado, los países comunistas demostraron se incapaces para innovar el modelo económico
en base a nuevas tecnologías. Además en la era del predominio de los grandes servicios
informaticos y los medios de comunicación masivos era imposible aislar a las poblaciones
socialistas de la propaganda occifdental. Fianlemten la URSS no pudo sostener económicamente su
papel de superpotencia volviéndose cada vez menos competitiva. El vencedor de estos procesos no
es el capitalismo sino el viejo mundo avanzado de la Comunidad Económica Europea.
Para hobsbwam es indiscutible que el capitalismo ha demostrado sel la fuerza mas dinámica del
desarrollo mundial, aunque seguirá generando sus propias contradicciones, tal como planteara
marx. Luego de la desintegración de la URSS, de esa sombra que genero miedos y esperanzas a lo
largo del Sxx, este siglo ha concluido.
Quedan pues algunos desafíos planteados para el siglo XXI: la creciente brecha entre el mundo de
los pobres y el de ricos, el aumento del racismo y la intolerancia a las minorías extranjeras y la
crisis ecológica.
La caída de los bloques de las superpotencias no augura como profetiza fukuyama, la era de la paz
del mercado y del mundo sino una época de crisis por el recambio de poder mundial qe se esta
generando. Esto representa una inestabilidad en diferentes sectores: los países de europa del Este se
hallan en un momento de transición hacia una democracia liberal con inestabilidad política y
económica, las rivalidades nacionalistas de los distintos grupos étnicos y la crisis de medio oriente.

ERIC HOBSBAWM "VISTA PANORÁMICA DEL SIGLO XX"

La destrucción del pasado, o más bien los mecanismos sociales que vinculan la experincia
contemporanes del individuo con las generaciones anteriores, es uno de los fenómenos más

21
característicos y extraños del siglo XX. La mayor parte de los jóvenes de este final del siglo XX
crecen en una suerte de presente permanente sin relación con el pasado del tiempo en el que viven.

Estamos acostumbrados a concebir la economía industrial moderna en función de dos opuestos, el


capitalismo y el socialismo. El mundo que ha sobrevivido a la revolución de octubre ( ) es un
mundo cuyas instituciones y ppios básicos cobraron forma por obra de quienes se alinearon en el
bando de los vencedores (capitalismo) en la 2º guerra mundial, los del bando perdedor no sólo
fueron silenciados sino que además fueron borrados de la historia, excepto por su papel de
enemigos.

Eric Hobsbawm denomina al siglo XX corto a los años transcurridos desde el estallido de la 1º
guerra mundial hasta el hundimiento de la URSS.

A una época de catástrofes que se extiende 1914 hasta el fin de la 2º guerra mundial, siguió un
periodo de extraordinario crecimiento económico y transformación social que transformó a la soc.
humana. Esto es denominado EDAD DE ORO.

Cuando el decenio de 1980 dio paso a el de 1990, la última parte del siglo, fue una era de
descomposición, de incertidumbre y crisis para vastas zonas del mundo, como ser Africa, la ex
URSS y los países socialistas Europeos. El siglo XX conoció una fugaz edad de oro en el camino de
una a otra crisis, hacia un futuro desconocido y problemático.

El siglo XX corto, comienza con la 1º GM que marcó el derrumbe de la soc. occidental del siglo
XIX, la cual era capitalista desde el punto de vista económico, liberal en su estructura jurídica y
constitucional, burguesa x su clase hegemónica y brillante por los avances alcanzados en el ámbito
de la ciencia, el conocimiento y la educación. Además estaba profundamente convencida de la
posición central de Europa, cuna de revoluciones científicas, artística, política e industrial cuya
economía había extendido su influencia a una gran parte del mundo, que sus ejércitos habían
conquistado, cuya población había crecido formando una 3º parte de la raza humana y cuyos
principales estados constituían el sistema de política mundial.

Los decenios transcurridos dsd la 1º GM y sus cuarenta años sucesores, fueron una época de
catástrofes para esta sociedad, cuyos cimientos quedaron quebrantados.

En efecto, se desencadenó una crisis económica mundial de una profundidad sin precedentes que
parecía poner fin a la economía mundial. Incluso los EE.UU que no habían sido afectados x la
guerra parecían estar al borde del colapso. Mientras la econ. se tambaleaba, las instituciones de la
democracia liberal prácticamente desaparecieron entre 1917 y 1942, excepto x una pequeña franja
de Europa y algunas partes de América Latina, donde avanzaban el fascismo y sus movimientos y
regimenes autoritarios satélites. Sólo la alianza del capitalismo y el comunismo contra el fascismo
(1930 a 1940), permitieron salvar la democracia pues la victoria de Hitler sobre Alemania fue
gracias al ejército rojo. Excepto por ese breve periodo de unión, la relación del capitalismo y
comunismo estuvo caracterizada por un antagonismo irreconciliable.

Ahora el capitalismo luego de sobrevivir al triple reto de la depresión, el fascismo y la guerra,


tendría que hacer frente a la URSS, que había surgido como superpotencia luego de la 2º GM.

También se debe señalar que en la tercer cuarta parte del siglo, se terminó con 7 u 8 milenios de
historia humana gracias a las guerras.

22
Aunque el hundimiento del socialismo fue el acontecimiento más destacado pasada la edad de oro,
la crisis afectó a todo el mundo en formas y grados distintos, independientemente de sus
configuraciones políticas, económicas y sociales, ya que la edad de oro había creado por primera
vez en la historia, una economía mundial universal cada vez más integrada y cuyo funcionamiento
transcendía las fronteras de las ideologías estatales.

Eric Hobsbawm nombra una segunda EDAD DE ORO, pero en este caso caracterizada por el
periodo que va desde 1947 a 1973, en el cual para sorpresa de todos el capitalismo presento un
crecimiento sin precedentes tal vez anómalo. La escala y el impacto de la transformación
económica, social y cultural que se produjo en esos años, fue la mayor, la más rápida y decisiva que
existe registro en la historia.

En los años setenta, los problemas se vieron sólo como una pausa temporal al gran salto adelante de
la economía mundial, y los sistemas económicos y políticos trataron de aplicar soluciones
temporales, pero se ingresó en un período de dificultades duraderas contra las cuales los países
capitalistas buscaron soluciones radicales basadas en nuevas políticas, diferentes a las utilizadas
durante la edad de oro, las cuales no serían útiles en este momento.

Pero nuevamente en el decenio de 1980 y los primeros años de los '90, presentaron un nuevo
período de crisis económicas, el desempleo masivo, graves depresiones cíclicas y el enfrentamiento
cada vez más fuerte de las clases bajas contra las altas; los países socialistas, en los cuales las
economías eran frágiles y vulnerables, se vieron abocados a una ruptura que llevaría al hundimiento
de la URSS, con lo cual finalizaría el siglo XX corto.

En el comienzo de los años 90 la crisis no era sólo económica, sino tmb, política. Las tensiones
generadas por la economía socavaron los sistemas políticos democráticos, parlamentarios y
presidencialistas, al igual que a los sistemas políticos del 3º mundo, los estado-nación, los cuales
resultaron desgarrados por las fuerzas de la economía transnacional y por las fuerzas
infranacionales de las regiones étnicas secionistas.

Más evidente aún era la crisis moral y social, la cual no era sólo una crisis de ppios de la
civilización moderna, sino también de las estructuras históricas de las relaciones humanas que la
soc. moderna había heredado del pasado pre-industrial y pre-capitalista las cuales habían permitido
su funcionamiento.

Paralelismo entre el mundo de 1914 y el mundo de los '90

- Se cuenta con 5 o 6 millones de seres humanos más que al comenzar la 1º GM.

- El mundo es incomparablemente más rico de lo que ha sido nunca, en lo que respecta a su


capacidad de producir bienes y servicios.

- Durante algunas décadas parecía que se había encontrado la manera de distribuir de los países más
ricos, una parte de tan enorme riqueza, pero al terminar el siglo predomina de nuevo la desigualdad.

- La humanidad es mucho más instruida que en 1914.

23
- A diferencia del siglo XIX largo, el período de progreso material, intelectual y moral casi
ininterrumpido, desde 1914 se ha registrado un retroceso desde los niveles que se consideraban
normales en los países desarrollados y en las capas medias de la población.

- Se ha vuelto un elemento normal de seguridad de los estados desde 1914, la tortura o incluso el
asesinato, los cuales habían sido abolidos en la década de 1780.

- Existen 3 aspectos que diferencian el mundo de finales del siglo XX con el de 1914:

*Ya no es euro céntrico. A lo largo del siglo se ha producido la decadencia y la caída de Europa que
al comenzar el siglo era el centro incuestionado de poder, de riqueza, de inteligencia y de
civilización occidental.

*Entre 1914 y 1990 el mundo avanzó notablemente en el camino que ha de convertirlo en una única
unidad operativa, lo que era imposible en 1914. El mundo es ahora la ppal unidad operativa y las
antiguas unidades como las economías nacionales definidas x una política de los estados
territoriales han quedado reducidas a la complicación de las actividades transnacionales. Este
estadio alcanzado en 1990 es la aldea global. La característica más destacada de finales del siglo
XX es la incapacidad de las instituciones públicas y del comportamiento colectivo de los seres
humanos de estar a la altura de ese acelerado proceso de mundialización.

*La desintegración de las antiguas pautas por las que se regían las relaciones sociales y con ella la
ruptura de los vínculos gerenacionales, es decir, entre el pasado y el presente. Esto es evidente en
los países más desarrollados del capitalismo accidental en los que han alcanzado una posición
preponderante los valores del individualismo asocial absoluto. Estas tendencias existen en todas
partes x la erosión de las sociedades y las religiones tradicionales y por la destrucción de las
sociedades del "socialismo real"

HOBSBAWM, ERIC, “EL FIN DEL MILENIO” EN HISTORIA DEL SIGLO XX,
BARCELONA, EDITORIAL CRÍTICA, 2005, PP. 551-576.

El mundo de los años noventa carecía de cualquier sistema o estructura internacional.


El único estado que se podía calificar de gran potencia, en el sentido en que el término se empleaba
en 1914, era los Estados Unidos. 
El Reino Unido y Francia se vieron relegados a un estatus puramente regional, y ni siquiera la
posesión de armas nucleares bastaba para disimularlo. 
El siglo XX había sido un siglo de guerras mundiales, calientes o frías, protagonizadas por las
grandes potencias y por sus aliados, con unos escenarios cada vez más apocalíptico de destrucción
en masa, que culminaron con la perspectiva, que afortunadamente pudo evitarse, de un holocausto
nuclear provocado por las superpotencias. Este peligro ya no existía guerras que no tenían nada que
ver con la confrontación entre las superpotencias mundiales eran posibles en cualquier momento.
En resumen, el peligro global de guerra no había desaparecido; sólo había cambiado. 
No cabe duda de que los habitantes de estados fuertes, estables y privilegiados (la Unión Europea
con relación a la zona conflictiva adyacente;Escandinavia con relación a las costas ex soviéticas del
mar Báltico) podían creer que eran inmunes a la inseguridad y violencia que aquejaba a las zonas
más desfavorecidas del tercer mundo y del antiguo mundo socialista; pero estaban equivocados el
terrorismo no estatal, al contrario de lo que se suele suponer, era mucho menos indiscriminado que
los bombardeos de la guerra oficial, aunque sólo fuera porque su propósito, cuando lo tenía, era más
bien político que militar.
En muy pocos casos de conflicto internacional los estados, por grandes que fueran, estaban

24
preparados para afrontar estos enormes gastos.
Varias situaciones derivadas de la guerra fría, ilustraban esta imprevista limitación del poder del
estado, y arrojaban nueva luz acerca de la que parecía estarse convirtiendo en la principal causa de
tensión internacional de cara al nuevo milenio: la creciente separación entre las zonas ricas y pobres
del mundo.
Cada una de ellas tenía resentimientos hacia la otra. Cada una con sus propias razones como la
xenofobia por parte de los países occidentales y e.u.
Desde un punto de vista militar, el primer mundo podría tratar al tercero como lo que Mao llamada
“un tigre de papel”.
lasegunda mitad del siglo XX cada vez quedó más claro que el primer mundo podía ganar batallas
pero no guerras contra el tercer mundo o, más bien, que incluso vencer en las guerras, si hubiera
sido posible, no le garantizaría controlar los territorios. Había desaparecido el principal activo del
imperialismo: la buena disposición de las poblaciones coloniales para, una vez conquistadas, dejarse
administrar tranquilamente por un puñado de ocupantes.
En suma, el siglo finalizó con un desorden global de naturaleza poco clara, y sin ningún mecanismo
para poner fin al desorden o mantenerlo controlado.
El siglo XX corto ha sido una era de guerras religiosas, aunque las más militantes y sanguinarias de
sus religiones, como el nacionalismo y el socialismo, fuesen ideologías laicas nacidas en el siglo
XIX, cuyos dioses eran abstracciones o políticos venerados como divinidades.
El derrumbamiento de la Unión Soviética llamó la atención en un primer momento sobre el fracaso
del comunismo soviético: esto es, del intento de basar una economía entera en la propiedad estatal
de todos los medios de producción, con una planificación centralizada que lo abarcaba todo y sin
recurrir en absoluto a los mecanismosdel mercado o de los precios
Por otra parte, la utopía antagónica a la soviética también estaba en quiebra. Ésta era la fe teológica
en una economía que asignaba totalmente los recursos a través de un mercado sin restricciones, en
una situación de competencia ilimitada; un estado de cosas que se creía que no sólo producía el
máximo de bienes y servicios, sino también el máximo de felicidad y el único tipo de sociedad que
merecía el calificativo de “libre”. Nunca había existido una economía de laissez-faire total.
El fracaso del modelo soviético confirmó a los partidarios del capitalismo en su convicción de que
ninguna economía podía operar sin un mercado de valores.
Más grave aún que la quiebra de los dos extremos antagónicos fue la desorientación de los que
pueden llamarse programas y políticas mixtos o intermedios que presidieron los milagros
económicos más impresionantes del siglo.
Había que dejar que cada individuo persiguiera su satisfacción sin restricciones, y fuera cual fuese
el resultado, sería el mejor posible. Cualquier curso alternativo sería peor, se decía de manera poco
convincente.
Los dos problemas centrales, y a largo plazo decisivos, son de tipo demográfico y ecológico.

JUDT EL MUNDO QUE HEMOS PERDIDO

1. INTRODUCCIÓN
Se trata de un texto humanístico, en concreto sobre un ensayo de historia contemporánea, tal y
como dice su autor, cuyos textos abarcan desde 1994 hasta 2006. Este fragmento corresponde a la
introducción del libro “El mundo que hemos perdido” escrito por el historiador británico Tony Judt.
2. TEMA
El tema del fragmento es histórico, sobre la historia contemporánea, especialmente sobre el siglo
XX y sus consecuencias en el siglo XXI. El paso brusco del siglo XX al XXI con el único propósito
de no repetir los errores del pasado.

25
3. IDEAS DESARROLLADAS
El texto gira en torno a dos ideas principales, que luego irán desarrollándose conforme avanza el
texto. La primera; sobre la importancia en la historia de los intelectuales y pensadores, y el papel
fundamental de las ideas. En segundo lugar, la idea que trata sobre el olvido y la no suficiente
constancia de los hechos totales del siglo XX en la memoria de los hombres del siglo XXI. 
Como ideas secundarias aparece el modelo de selección que el hombre hace a la hora de recordar
las cosas. Otra idea que subyace, es la manera de entender los hombres actuales la historia y la
manera de aprendizaje.
4. ARGUMENTACIONES
Para sustentar estas ideas, el autor establece una serie de argumentaciones para corroborar su tesis. 
En cuanto al papel pionero y fundamental quelas ideas ejercen en una comunidad, el historiador nos
remite a otros tiempos, como por ejemplo la Revolución Francesa, basada en los pensamientos y
postulados de la Ilustración. También alude a los ideales económicos neoclásicos, el liberalismo, el
marxismo, la industrialización, el imperialismo… han sido los fundamentos del siglo XX.
Las argumentaciones respecto a la segunda idea , según el texto para la mayor parte de los
habitantes del siglo XIX y gran parte del siglo XX el futuro estaba asociado al pasado. La crítica al
pasado suponía tal vez, una manera de aprender de las equivocaciones. Pero a finales del siglo XX,
pasamos al siglo XXI dejando en claro el triunfo de Occidente, la hegemonía de Estados Unidos, la
globalización, el mercado libre…como si fuera el fin de la historia. El pasado no tiene nada de
interesante, el hombre actual confía en sus instituciones, en sus prácticas políticas y económicas..
Respecto a las ideas secundarias , el hombre a la hora de recordar la historia establece un modelo de
selección, y en nuestro siglo, según el texto solo aquellos hechos que han servido como triunfos o
resultados terribles con víctimas. El hombre de nuestro tiempo se mantiene ajeno del pasado. El
autor argumenta incluyendo ejemplos de personajes no tan famosos en la historia pero tal vez, con
mayor profundidad en sus estudios que otros conocidos. 
5. TESIS
El autorde este texto defiende como principal tesis que, lo nuevo, hacia final del siglo XX no fueron
tanto aquellas estrategias dedicadas a hacer frente a cuestiones sociales, si no a la llamada de una
nueva forma política y social que fuera totalmente distinta. En la cual aparece por primera vez un
orden , instituciones…que desempeñen la labor del Estado. Una sociedad en la que el Estado
asegure el bienestar lo que denominamos “Estado del Bienestar” y que hoy se ve embargado por la
pérdida de certidumbre. Aporta una crítica a la convicción del hombre actual e cuanto a la selección
histórica, pues solo aprende de los errores y de los triunfos , en cambio el autor nos indica que el
pasado puede ayudarnos a comprender todos aquellos fallos del sistema. Ahora bien, los estados
deben actuar frente otras cuestiones que los desbordan, en las que el ámbito financiero lo mueve
todo.

6. CONCLUSIONES DEL AUTOR


Podríamos abordar como conclusiones del autor que las ideas y os pensadores están detrás de cada
acontecimiento histórico , son sus antecesores, por lo cual su importancia es fundamental. Por otro
lado ha sucedido un repentino cambio en cuanto a la manera de interpretar el pasado, la historia
reciente se halla en medio de una época de olvido, con dificultad para comprender el pasado siglo.
Esto es así porque nos sentimos ajenos al pasado, cada vez se insiste más en nuestrossistemas,
estrategias institucionales, prácticas políticas…El pasado de esta manera no tiene nada que
enseñarnos. El hombre ha confiado en esto y ante el fallo del sistema siente miedo y se hace una
serie de preguntas a las que no sabe cómo responder. 
7. CONCLUSIONES PERSONALES
Como conclusiones podría afirmar que en cierto modo, con la conciencia del hombre del siglo XXI,
que tiende a olvidar el pasado tal vez la historia ya no sea maestra de la historia para algunos . Por
otro lado, esta modernidad tardía del siglo XX ha supuesto tal cambio en las relaciones entre pasado
y futuro que el primero ha perdido relevancia para aplicarlo a nuestra vida cotidiana.

26
El hombre de nuestro tiempo ha depositado su confianza en los nuevos sistemas, prácticas e
instituciones, fundándose el Estado del bienestar. Pero, su funcionamiento puede ser que no sea el
correcto y no esté sufragando las peticiones de los hombres, de esta manera se ha creado entre
nosotros un miedo e incertidumbre. Pues, hoy en día los estados han dejado de ser los centros de
decisiones y quienes llevan a cabo estas son los centros financieros.

GARTON ASH HISTORIA DEL PRESENTE


El autor dice combinar el oficio del historiador y del periodista, ambos teminos desginan
contradicción. Hay gente que sosotiene que es necesario que pase tiempo para considerar algo omo
histórico lo cual viene del positivismo de ranke.
Hoy en dia a aumentado lo que es posible saber poco después de los hechos y ha disminuido lo que
se puede saber mucho después.
Nuevas fuentes pueden cambiar de forma sustancial el panorama y no saber las consecuencias de
los hechos actuales, son las consecuencias de la H del P. la HdP es u npunto de encuentro entre
literatura,periodismo e historia. el reportaja o la narración histórica llevan la percepción individual
de quien la escrbie.
Hobsbawm sostiene que es esencial que lso historiadores defiendan la base de su disciplina, la base
de la disciplina, la supremacia de la prueba.

Homenaje a Cataluña de George Orwell es un modelo de ese tipo de veracidad. El libro es una obra
literaria. Es inexacto en muchos detalles, entre otras razones, porque sus cuadernos se los robaron
los matones comunistas que fueron a detenerle por ser trotkista. La frontera entre periodismo e
historia es larga. 30 años tardan en hacerse oficiles los documentos oficiales
Escribir historia del presente siempre ha merecido la pena. Hoy estamos favorecidos por las formas
de alamcenar documentos

ROMERO INTRODUCCION AL MUNDO ACTUAL

La historia política debe esperar cierto tiempo a que se develen documentos. La historia de la
cultura, tiene testimonios a que podemos acudir es mucho mas vasto que el de la H política y
están al alcanze de cualquier observador.
Nuestro tiempo es testigo de una marcada debilidad en la consciencia histórica. Estamos frente a
una crisis trascendental de la historia y parece creerse que el curioso fenómeno data de un pasado
no bien delimitado.
Se habla habitualmente de una época contemporánea que comineza en 1789 que abarca hasta
nuestro mundo actual.la época contemporánea podría definirse como la época en la que confluyen
las variadas derivaciones de la revolución industrial por una parte, y las derivaciones políticas de
las revoluciones que se produjeron en estados unidos y francia en als postrimerías del s18. Los
matices que se dan dentro de esta época permiten establecer periodizaciones secundarias.

27
La 1GM abre un periodo que llega hasta la segunda posguerra sin haberse cerrado, es el “periodo
de las guerras mundiales”. Aquí has dentro, dos fases de posguerra. Este periodo es inconcluso . las
guerra de esta época abarcan la myor parte del globo, por los intereses de las partes implicadas.
Nuestra época es oscura e ininteligible. Chaplin muestra personajes inadaptados con la realidad en
conflicto con ella. Un mundo sin sentido pero civilizado, o sin sentido a causa de la civilización. La
imagen de un mundo oscuro es la que encontrara primeramente un observador incauto. Fuezas en
conflicto, grupos sociales que buscan su equilibrio dentro del conjunto; he aquí el problema
primario del mundo actual.

Minorías y masas. Desde fines de la E Media y hasta fines del siglo 18 la burguesía fue
escalonando posiciones en el terreno económico-social, al tiempo que creaba nuevas fuentes de
riqueza, esta modificación repercutió sobre los demás grupos sociales; socavo los cimientos de
poder de la aristoi y abrió perspectivas a las clases desposeídas.
Asi comenzó a cobrar fisonomía propia , por debajo de la burguesía, una clase que dependiendo de
ella y de su grado de desarrollo economicco, constituía con ella un bloque solidario. La movilidad
entre burguesía y sectores bajos se fue haciendo frecuente.
La revolución industrial marca una transformación; éxodo rural concentración urbana, lo que
siginifica abandonar unos ideales y abraxzar otros. La crisis del 30 provoca que masas insatisfechas
se apoyen en movimientos de masas que procuraron un ascenso en la condcin social y económica
de las masas.
En el periodo de las guerras se había operado, gracias a esta acentuada aceleración del fenómeno de
movilidad social, una cabal renovacionn de la consciencia social. Se genera una idea de que era
necesario levantar el nivel económico y social de las masas para ampliar suficientemente el
mercado consumidor de la gran industria, un ejemple es Henry Ford. Hay una renovada consciencia
social, que es una neva idea del hombre. La revalorización del hombre.

Formas de poder. el orden jurídico liberal entra en crisis post 1GM. La tendencia a resolver las
criticas situaciones económicas sociales mediante el ejercicio de la violencia y el poder es rasgo
típico del periodo. Violencia y poder se enmascaran adopatando apariencias institucionales que
configuran el estado totalitario contemporáneo. Estado absoluto apoyado en las masas.
Poder de hecho,dictadura,cesarismo o bonaparismo eso es en ultima instancia el estado absolutista.
Recursos técnicos para dirgiri una sociedad de masas y moverla en su favor, lo cual los hace peor
que las viejas dictaduras. No es fácil distinguir movimientos de masas que tienden aconducirlas
hacia sus legitimos objetivos y los que los conducen al mal camino.

La condición del hombre. El asecnso de masas conduce a la contitucion de unba sociedad


multitudinaria cuya expresión política es el estado absoluto. En la sociedad de masas , estas no han
logrado estabilizarse definitivamente

28
ENZO TRAVERSO LAHISTORIA COMO CAMPO DE BATALLA

EL AÑO 1989 no es una simple marca en el desarrollo cronológico del siglo XX. Lejos de
inscribirse en la continuidad de una temporalidad lineal, indica un umbral, un momentum, que
cierra una época para abrir una nueva

En el transcurso de este cuarto de siglo, palabras como “revolución” o “comunismo” han adquirido
una signifi cación diferente en el seno de la cultura, las mentalidades y el imaginario colectivo: en
lugar de designar una aspiración o una acción emancipadora, evocan de ahora en adelante un
universo totalitario. Al contrario, palabras como “mercado”, “empresa”, “capitalismo” o
“individualismo” han experimentado el camino inverso: ya no califi can un universo de alienación,
de egoísmo o de valores aceptables únicamente si los sostiene un ethos ascético intramundano.

Los años ochenta han sido el vector de este viraje. En el mundo occidental, la revolución
conservadora de Reagan y Thatcher abrió el camino. En China, el giro modernizador iniciado por
Deng Xiaoping tras la eliminación de la “banda de los cuatro” iba a impulsar al país al centro de la
economía internacional. La revolución iraní marcó el fi n del tercermundismo y anunció la ola
religiosa que acabó con la experiencia de los nacionalismos laicos en el mundo musulmán y que
planteó un nuevo tipo de desafío al orden imperial. En América Latina, los sandinistas terminaron
extinguiéndose en su aislamiento, mientras que en los países del Cono Sur la democracia regresó
sobre la base de un modelo económico introducido por las dictaduras militares. Con el derrumbe del
socialismo real y el desmembramiento del imperio soviético, en 1989-1990, todas estas piezas
compusieron un nuevo mosaico

El antitotalitarismo liberal, un humanitarismo consensual y la naturalización del orden dominante


constituyen las coordenadas generales de este comienzo del siglo XXI. Los historiadores trabajan
dentro de estas nuevas coordenadas políticas y “epistémicas”. La historia se escribe siempre en
presente.

Escribir una historia global del siglo XX no signifi ca solamente otorgar una mayor importancia al
mundo extraeuropeo en relación con la historiografía tradicional, sino sobre todo cambiar de
perspectiva, multiplicar y cruzar los puntos de observación.

La historia global es un espejo de dichas transformaciones. En este libro, ella atraviesa varios
capítulos, desde el primero, sobre la obra de Eric Hobsbawm, hasta aquellos en los que se aborda la
comparación de los genocidios y la percepción de las violencias del siglo XX por el exilio judío y la
diáspora negra.

Siempre es desde el presente que uno se esmera en reconstruir, pensar e interpretar el pasado. Y la
escritura de la historia –esto vale todavía más para la historia política– participa, aunque también
sufre las restricciones, de lo que Jürgen Habermas llama su “uso público”.

Los trabajos reunidos en este volumen tratan de ajus-tarse a ciertas "reglas” que he encontrado
formuladas muyclaramente en Arno J. Mayer, en una contribución escrita enrespuesta a sus críticas.
La primera regla es lá de la contextualización, que consiste siempre en situar un acontecimiento o
una idea en su época, en un marco social, en un ambiente intelectual y lingüístico, en un paisaje
mental que le son propios. Luego, la del historicismo, es decir, la historicidad de la realidad que nos

29
rodea, la necesidad de abordarlos hechos y las ideas desde una perspectiva diacrónica quecapte sus
transformaciones en la duración.

La tercera regla es la del comparatismo. Comparar los acontecimientos, las épocas,los contextos, las
ideas es una operación indispensable para tratar de comprenderlos. La cuarta regla es la de la
conceptualizcición: para aprehender lo real, hay que capturarlo pormedio de conceptos - “tipos
ideales", si se quiere- sin porello dejar de escribir la historia en un modo narrativo; dicho de otra
manera, sin olvidar jamás que la historia real no coincide con sus representaciones abstractas.

Estas “reglas” no son "leyes" de producción del conocimiento histórico, sino parámetros útiles en el
ejercicio deuna profesión, copio ujuinétodo adquirido e interiorizado más que como un esquema a
aplicar. Designan o forman una“operación” -escrilpr la historia- que sigue profundamente anclada
en el presente.

Finalmente, al presentar este libro, me parece necesario evocar la influencia subterránea pero
omnipresente deWalter Benjamin. En sus escritos he hallado no tanto unarespuesta a mis
cuestionamientos, sino más bien una ayudaa su formulación, lo que constituye la premisa
indispensa-ble de cualquier investigación fructífera.

Auschwitz nos impone mirar la historia como uncampo de ruinas, mientras que el gulag nos prohíbe
cual-quier ilusión o ingenuidad con respecto a las interrupcionesmesiánicas del tiempo histórico.

FIN DE SIGLO ERIC HOBSBAWM


su historia del"corto" siglo xx. Desde luego que ya ocupaba un lugar pro-
tagónico en la historiografía internacional, pero^la^aparición de esta obra le permitió conquistar un
público mucho más grande. Hobsbawm, en cambio, no esconde sus simpatías por el comunismo, el
gran perdedor de la Guerra Fría, ni su adhesión a una concepción de la historia de inspiración
marxista. Su libro funciona como contrapunto al consenso liberal en torno a una visión del
capitalismo como orden natural del mundo.

Fue uno de los primeros en interpretar este acontecimiento como el signo de una transformación
que no sólo ponía fin a la Guerra Fría, sino que, en una escala mayor, Si la guerra fue la verdadera
matriz del siglo xx, la revolución bolchevique y el comunismo fueron los que le dieron un perfil
específico. Hobsbawm lo sitúa por completo bajo el signo de Octubre; y justamente el final de la
trayectoria de la URSS, alcabo de un largo declive, firma su culminación.clausuraba un siglo.

Arno J. Mayer habíacalificado el siglo xix como edad de la “persistencia del Antiguo Régimen". En
el plano económico, la burguesía ya era laclase dominante, pero su mentalidad y su estilo de vida
revelaban su carácter subalterno respecto de modelos aristocráticos que -a excepción de algunos
raros regímenes republicanos, entre los que estaba Francia después de la década de
1870- seguían siendo premodemos. En 1914, una segundaGuerra de Treinta Años ponía fin a la
agonía secular de esteAntiguo Régimen en remisión condicional.

30
Hobsbawm parece haber llegado a conclusiones parecidas. En el primer vo-
lumen de su tetralogía, define a la gran burguesía industrial yfinanciera como la “clase dominante”
de la Europa del siglo xix.Luego, en el segundo, matiza su análisis destacando que, en
la mayoría de los países, la burguesía no ejercía el poder político, sino solamente una “hegemonía"
social,

El nuevo siglo empezó comouna "era de la catástrofe" (1914-1945) enmarcada por dos

guerras totales destructoras y criminales: tres décadas durante las cuales Europa asistió al derrumbe
de su economía y de sus instituciones políticas. Encomparación con estas tres décadas de
cataclismos, las dela posguerra -la “edad de oro" (1945-1973) y la “debacle"(1973-1991)- parecen
dos momentos distintos de una sola y misma época que coincide con la historia de la Guerra Fría.
La "debacle" (landslide) comenzó con la crisis del petróleo de 1973, que puso fin al boom
económico y se prolongó con una onda expansiva recesiva. Al Este, ella se anunció con la guerra
de Afganistán (1978), que inició la crisis del sistema soviético, al que acompañó hasta su
descomposición. La "debacle” siguió a la descolonización -entre la independencia de India (1947)
y la guerra de Vietnam(1960-1975)-, durante la cual el desarrollo de los movimientos de liberación
nacional y de revoluciones antiimperialistas se mezcló co^eLconflicto entre las grandes potencias.

Eurocentrismo. La periodización propuesta por Hobsbawm da fuerza a su tetralogía y, al mismo


tiempo, marca sus límites. A lo largo de estos últimos años, varios historiadores han criticado su
interpretación de una doble revolución, a la vez económica y política: la Revolución Industrial
inglesa que transforma el capitalismo y la Revolución Francesa que, después de las guerras
napoleónicas, acaba con el Antiguo Régimen en Europa continental (con excepción del Imperio de
los zares). El siglo xix fue indiscutiblemente una época de modernización, pero este proceso np fue
ni rápido ni homogéneo.

En el primer tomo de su tetralogía, Hobsbawm apenasevoca las guerras de liberación en la América


Latina de la década de 1820, mientras que en los siguientes describe la guerra civil estadounidense
pero se detiene sólo superficialmenteen la revuelta de los taiping, el mayor movimiento social
delsiglo xix que perturbó profundamente la China entre 1851 y1864.20 Si bien las revoluciones
marcaron con su sello el siglo xix, constituyeron un fenómeno esencialmente europeoque alcanzó
su apogeo en 1848. Osterhammel, eti m b io,las analiza como un movimiento global que se
desplegó entres olas distintas.

En síntesis, la periodización propuesta por Hobsbawm en su tetralogía queda presa de un horizonte


eurocéntrico. ¿Es legítimo considerar 1789 o 1914 como momentos cruciales para la historia de
África. Hobsbawm reconoce que "la descolonización y las revoluciones transformaron
drásticamente el mapa político del globo”, pero su argumentación no parece captar en la revuelta de

31
los pueblos colonizados y su transformación en asunto político de la escena mundial un aspecto
central de la,historia del siglo XX. Su recuerdo de los saqueos de la hambruna en India, en la que
"se morían de a millones", o de otras innumerables "catástrofes” de la mitadi del siglo XIX en el
conjunto del mundo colonial, aparece más como un producto del retraso del mundo extraeuropeo
que como una consecuencia de la dominación imperial.

En una respuesta a sus críticos, Hobsbawm reconoció el enfoque eurocéntrico de su libro, pero al
mismo tiempo admitió que su tentativa de "representar un siglo complicado” no era incompatible
con otras interpretaciones y otros recortes históricos. No faltan los ejemplos en tal sentido.

En 1994, Giovanni Arrighi publicó El largo siglo xx, una obra que, inspirada a la vez en Marx y en
Braudel, propone una nueva periodización de la historia del capitalismo. Arrighi señala cuatro
siglos "largos" que se extienden en seiscientos años y que se corresponden con diferentes “ciclos
sistémicos de acumulación", aunque susceptibles de superponerse unos a otros: un siglo genovés
(1340-1630), un siglo holandés (1560-1780), un siglo británico (1740-1930) y,por último, un siglo
estadounidense (1870-1990). Este último, que se inicia no bien acabada la guerra civil, alcanza su
apogeo con la industrialización del Nuevo Mundo y se desinfla alrededor de los años ochenta,
cuando una economía globalizada y financiarizada reemplaza al fordismo. Según Arrighi, hoy
hemos entrado en un siglo xxi "chino", es decir,en un nuevo ciclo sistémico de acumulación cuyo
centro de gravedad se sitúa progresivamente en Extremo Oriente.

En un pasaje impactante de Historia del siglo xx, Hobsbawm declara que para el 80% de la
humanidad la Edad Media se detuvo súbitamente en los años cincuenta.55 Desdeese momento de
inflexión, vivimos en un mundo en el queel desarrollo de los medios de comunicación ha
suprimidolas distancias, la agricultura ya no es más la fuente principalde riquezas y la mayoría de
la población vive actualmenteen áreas urbanas.

COMUNISMOComo el hilo conductor que cruza Historia del siglo xx es latrayectoria del
comunismo, su comparación con El pasadode una ilusión (1995) es prácticamente inevitable.
Hobsbawm nunca ha visto en Franqois Furet un gran historiador,a quien consideraba, en el fondo,
como un epígono del conservador Alfred Cobban.
El pasado de una ilusión revela la altanería del vencedor; laHistoria del siglo xx está escrita, en
cambio, por un vencido que no reniega de su combate.Lejos de indicar un "destino providencial de
la humanidad" -escribe Furet-, el fascismo y el comunismo no han sido más que "episodios cortos,
enmarcados por aquello que quisieron destruir": la democracia liberal.60

Por su parte, Hobsbawm escribió una tragedia. La esperanza libertaria sostenida por el comunismo
atravesó el siglo como un meteoro. Su objetivo no era la destrucción de la democracia, sino la
instauración de la igualdad, la inversión de la pirámide social y que los eternos oprimidos y
explotados tomaran el destino en sus manos. La revolución deOctubre -un sueño que "vive aún en
mí”, tal como afirma en su autobiografía-62 transformó la esperanza libertaria en“utopía concreta".

32
Esta esperanza, encarnada por el Estado soviético, conoció primero un acenso espectacular, al que
le siguió un largo declive, cuando su fuerza propulsora se agotó, hasta acabar con su caída final. El
socialismo soviético fue espantoso, Hobsbawm lo reconoce sin vacilación,pero no había otra
alternativa.

Hobsbawm no comparte la opinión de Furet,para quien la revolución de Octubre, a semejanza de la


Revolución Francesa, no fue más que un desacierto que bien nos podríamos haber ahorrado. El
comunismo estaba llamado al fracaso, pero cumplió una función necesaria. Tenía una vocación de
sacrificio. Hobsbawm no comparte la opinión de Furet, para quien la revolución de Octubre, a
semejanza de la Revolución Francesa, no fue más que un desacierto que bien nos podríamos haber
ahorrado. El comunismo estaba llamado al fracaso, pero cumplió una función necesaria. Teníauna
vocación de sacrificio.

El estalinismo fue el producto de un repliegue de la Revolución Rusa sobre sí misma, aislada tras la
derrota de las tentativas revolucionarias en Europa central, rodeada por un mundo capitalista hostil
y, sobre todo, enfrentada a la amenaza nazi a partir de 1933. No podía más que fracasar,pero había
que creer en él. En noviembre de 2006, Hobsbawm seguía lanzándose a una justificación de la
represión soviética ocurrida en Hungría cincuenta años antes.

Barbarie. El siglo xx que pinta Hobsbawm es, en realidad, un dípticoen el que la Segunda Guerra
Mundial marca la línea divisoria. La presenta como una "guerra civil ideológica
internacional"vilización.74 En un estudio paralelo a Historia del siglo xx,capta el núcleo profundo
de esta guerra en la oposición entre la Ilustración y la anti-Ilustración, la primera encamada por la
coalición de democracias occidentales y comunismo soviético; la segunda, por el nazismo y sus
aliados.

Contrariamente a los filósofos de la escuela de Francfort, Hobsbawm no avanza hasta el punto de


localizar las raíces de la barbarie en la propia civilización; una civilización que habría
metamorfoseado el racionalismo emancipador de la Ilustración en la racionalidad instmmental
ciega y dominadora ^Lel totalitarismo.

Desde ya, la historia del comunismo no se reduce a su enfrentamiento titánico con el Tercer Reich.
Por su sola existencia, la URSS dio un impulso extraordinario a la insurrección de los pueblos
colonizados contra el imperialismo. Enel mundo occidental, algunos partidos comunistas -a pesar
de su carácter de "contrasociedad", Iglesia y cuartel a la vez- supieron dotar de una representación
política y un sentimiento de dignidad social a las clases trabajadoras. Sin embargo, estos dos
aspectos no son invocados por Hobsbawm, quien, entre los muchos rostros del comunismo a
lolargo del siglo xx, elige legitimar el peor, el más opresor ycoercitivo, el del estalinismo.

LARGA DURACION. En Historia del siglo xx, el siglo es observado con un teles-

33
copio. Hobsbawm adopta un enfoque braudeliano en elque la "larga duración” engulle el
acontecimiento. Se pasarevista por los movimientos centrales de un siglo de cataclismos como si
fueran las piezas de un conjunto, raramente aprehendidas en su singularidad. Los campos de
concentración y de exterminio no tienen lugar en su relato. En el siglo de la violencia,las víctimas
son reducidas a cantidades abstractas.

Por ejemplo, la toma delpoder de Hitler en Alemania, en enero de 1933,_ Hobsbawm la inscribe
simplemente en una tendencia general marcadapor el desarrollo del fascismo en Europa, pero no la
analizacomo una crisis específica cuyo desenlace nó era ineluctable. (Ian Kershaw, uno de los
mejores especialistas en historia del nazismo, considera este acontecimiento como el resultado de
un "error de cálculo" de las elites alemanas.)

La adopción de este enfoque de “larga duración" queborra la singularidad de los acontecimientos


no es una in-novación del último Hobsbawm; ya estaba presente en los volúmenes anteriores de su
tetralogía. Hobsbawm ha labrado acta del fracaso del socialismo real: "Si la humanidad ha de
tenerun futuro, no será prolongando el pasado o el presente”.

 GARTON ASH, Timothy. Historia del presente. Barcelona, Tusquet, 2000.

Introducción
Este libro viene a ser una colección de lo que se denominan acertadamente piezas o retazos que
reflejan los intereses, experiencias y viajes del autor.
Primero, el autor va a reflexionar sobre lo que significa escribir “la H del presente”. La expresión
no es de él, sino que la acuño el diplomático Kennanen una reseña de un libro de Gaton. Es la mejor
definición posible entonces de lo que intenta hacer Garton, combinando el oficio de historiador y de
periodista.
Sin embargo “la Historia del presente” son términos contradictorios. La historia, por definición
consiste en descubrimientos y documentos.
Dejemos aparte la objeción de que el presente no es más que una fina línea, de apenas milisegundos
entre el pasado y el futuro. Sabemos a qué nos referimos cuando decimos el presente aunque los
límites cronológicos sean siempre objeto de discusión. Se lo puede llamar pasado muy reciente o
acontecimientos actuales.
Pero no siempre fue así. Fue solo con la aparición de la idea de progreso, la expansión de la
filología crítica y la obra de Leopold von Ranke cuando los historiadores empezaron a pensar que
los acontecimientos se entendían mejor cuanto más alejado estuviera uno de ellos. Si nos paramos a
pensarlo, la verdad es que esta es una idea muy rara: supone afirmar que la persona que no estuvo
allí sabe más que la que estuvo.
Por consiguiente es preferible contar con un testigo que también tenga interés por encontrar
respuestas a las preguntas del historiador sobre los orígenes, las causas, las estructuras, los procesos,
el individuo y la masa.
En tiempos de Ranke, la política se plasmaba sobre el papel, también entonces la mayoría de la
experiencia humana no se anotaba jamás, pero la política sí.

34
Hoy, por el contrario, la alta política se desarrolla cada vez más por medio de encuentros
personales, teléfono o mails. Por otro lado, nunca como ahora han estado los políticos,
diplomáticos, militares y empresarios tan ávidos de ofrecer su propia versión de lo que acaban de
ocurrir (como en la CNN, etc). En otras palabras ahora ha aumentado lo que es posible saber poco
después de los hechos y ha disminuido lo que se puede saber mucho después. Gran parte de la
historia reciente ha desaparecido de este modo y no podrá recobrarse jamás, por falta de un testigo q
dejara constancia.
Aun así, siguen existiendo dos poderosas objeciones: primero que lo que se intenta mantener en
secreto son las cosas más importantes y por otro lado es que no se conocen las consecuencias de los
hechos actuales, de forma que la comprensión de su importancia histórica es mucho más
especulativa y susceptible de revisión.
No obstante, eso puede ser también una ventaja: quien escribe mientras ocurren los hechos deja
documentado lo que la gente no sabía entonces, por ejemplo, que el muro estaba por caer. Cada
generación tiene su propio Cromwell, su propio Napoleón.
Los periodistas norteamericanos que escriben libros sobre la historia reciente suelen referirse a ellos
con modestia, como borradores.
“la Historia del presente” está en un punto de encuentro entre la historia, el periodismo y la
literatura, áreas que son fronterizas pero que están en continua tensión.
El reportaje o la narración histórica es siempre un relato escrito por un autor concreto, impregnado
por su percepción individual y su estilo propio al colocar las palabras sobre la página. En ese
sentido, el historiador y el periodista trabajan como los novelistas.
Algunos postmodernos están en desacuerdo. Sugieren que la labor de los historiadores debe
juzgarse como la de los autores de ficción por su fuerza retórica y su capacidad de convicción
imaginativa, no por su ilusoria verdad objetiva.
Lo mismo ocurre con el periodismo. Todos sabemos que, en los niveles más bajos en la prensa
amarilla, se inventan historias. El docudrama, es por así decirlo, medio tramposo. Pero en la
mayoría de las ocasiones, esa trampa se hace bajo una máscara de sobria autenticidad.
Los precedentes son notables, como por ejemplo el relato de John Reed.
Desde luego, la mejor historia contemporánea se ha hecho en televisión, ya que también se puede
hacer que una cámara mienta mediante una selección tendenciosa y un montaje manipulador. Por el
contrario, para el escritor, la grabadora y la cámara convencionales, visibles y de uso manual tienen
grandes inconvenientes. Es decir, estos aparatos cuya función es registrar la realidad, de hecho, la
alteran con su mera presencia. Pero eso es algo que solo ocurre con que se vea una libreta de notas.
La frontera entre periodismo e historia es la más larga en nuestro punto de encuentro.
Si bien las características de un mal periodismo y una mala historiografía son muy diferentes
(teorías populistas – tesis que nadie lee), cuando tienen virtudes son muy parecidas la investigación
exhaustiva, la crítica a las fuentes, la prosa clara y llena de vida.
Cada profesión tiene su defecto característico. En una palabra la del periodismo es la superficialidad
y el del trabajo académico la irrealidad (yo le agregaría la falta de relevancia)
Hoy en día, los periódicos más famosos están ocupados no por noticias sino por diversas secciones
más populares, por lo que cada vez es menos frecuente que la historia del presente se escriba en su
medio natural, los periódicos. Pero también en la historia hay problemas, según Garton, casi todos
los historiadores académicos siguen siendo reacios a aproximarse a la actualidad por debajo de los
habituales treinta años que tardan en hacerse públicos los documentos oficiales de la mayoría de las
democracias.

35
Por eso Garton sostiene, que pese a todos los inconvenientes la aventura literaria de escribir “la H
del presente” siempre ha merecido la pena, y ahora más todavía, por la forma de hacer y
documentar H en nuestros días, y porque la ha perjudicado la evolución habida en las profesiones
del periodismo y la historia académica.

 VIRNO, Paolo. El recuerdo del presente. Ensayo sobre el tiempo histórico. Buenos Aires,
Paidós, 2003.

Cap. 1 “El fenómeno déjà vu y el fin de la historia”.


El objetivo de estas páginas es probar la relación entre la teoría de la memoria y la filosofía de la
historia. No se trata de equiparar el pasado colectivo a lo Combray de Proust, ni de reducir la
empresa historiográfica a una degustación de petitis madeleines.
¿En qué consiste el significado suprapersonal de los procesos mnésicos? Su nombre es “memoria
historia”. Con esta fórmula se designa la conciencia de los eventos ocurridos y su duradera
influencia sobre la situación actual. Pero más q de memoria, deberíamos hablar de conocimiento o
de cultura histórica. La memoria no es “histórica” en virtud del contenido particular de los
recuerdos. Lo es, en cambio, en cuanto facultad q distingue la existencia singular. La memoria
constituye una especie de “recapitulación ontogenética” de los diversos modos del ser histórico,
como también la matriz formal de la categorías historiográficas.
¿No se relaciona, tal vez, el núcleo esencial de todo pensamiento histórico con la antigua pregunta,
postulada por Agustín, de qué cosa es el “recuerdo del recuerdo” sino el “recuerdo de un olvido”?
Las paginas siguientes están dedicadas a un único fenómeno mnésico: el deja vu. Con la convicción
de q esta patología específica de la memoria arroja una luz imprevista sobre un tema canónico de la
reflexión histórico-filosófica, como también sobre un estado de ánimo extendido y prepotentes q
caracteriza las formas de vida contemporáneas: el tema del final de la historia.
Mirarse vivir.
Con la expresión deja vu, lo que está en juego es una repetición solo aparente, ilusoria. Se cree
haber vivido algo q, en cambio, está sucediendo en este momento por primera vez.
Entre el evento actual (ahora), considerado como mera replica, y el fantasmal prototipo anterior, no
subsiste una simple analogía, sino la más completa identidad. El estado de ánimo asociado al deja
vu es el típico de quien se prepara para mirarse vivir: apatía, fatalismo, indiferencia por un devenir
q parece prescrito hasta en los detalles.
En fenómeno del “falso reconocimiento” permite descifrar críticamente la idea de cada filosofía de
la historia: el final o el agotamiento o la implosión de la propia Historia. Sobre todo permite ajustar
la cuenta con la versión contemporánea, “posmoderna” de esta idea del noble linaje y del completo
árbol genealógico. La historia se reducía hasta desvanecerse, en cuando la aspiración de anular la
duración, parece satisfecha por la instantaneidad de la información, por las técnicas de
comunicación en tiempo real, por la disposición a “tomar los hechos antes de q hayan acontecido”.
La idea de q “no hay nada nuevo, y cada momento es una repetición del pasado”, este falso
reconocimiento nos lleva a preguntarnos, ¿de qué paño está hecho un recuerdo del presente? ¿Cómo
se forma?
El recuerdo del presente.

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Se podría decir q el deja vu es un momento de la verdad respecto del funcionamiento de la
memoria; hace su aparición en cuanto dicho funcionamiento se manifiesta como realmente es, con
una pureza no adulterada.
La huella mnésica constituye el indefectible correlato de la experiencia inmediata. El típico síntoma
del deja vu, es decir, la revocación de cuanto está sucediendo ahora, es también la condición de
posibilidad del recuerdo en general. No habría memoria si ella no fuese memoria del presente.
El recuerdo del presente se yuxtapone a su percepción. Recuerdo y percepción muestra su
heterogeneidad esencial. Hay un presente percibido un presente del cual se tiene memoria.
El presente actual y virtual.
La percepción fija el presente en cuanto real, acabado, resultado en unívocos datos de hecho; el
recuerdo lo retiene, en cambio, en el ámbito de la simple potencialidad, lo guarda como algo virtual.
La diferencia entre las dos formas con las que pretendemos tomar posesión de nuestro “ahora” es
una diferencia modal: modalidad de lo posible o modalidad de lo real, memoria de la potencia o
percepción del acto. El deja vu opera al unísono en ambas modalidades. La vigencia sincrónica de
ambas puede provocar un efecto hipnótico, dilatado. ¿Por qué lo posible debería manifestarse en
forma de recuerdo?
El q un hecho-sea-posible, si bien pertenece al presente, se ve como ser-sido-posible, mediante un
anacronismo sistemático. Lo posible no es otra cosa q lo real, con el agregado de un acto del
espíritu q relanza la imagen al pasado. El dispositivo q lo permite es el recuerdo. El recuerdo del
presente: aun el que pertenece al pasado en cuando a la forma y al presente en cuando a la materia.
El punto crítico está en la transformación de un “recuerdo del presente” en un 2falso
reconocimiento”:
En el primero, lo virtual sale a la luz, haciendo ver junto a lo actual
En el segundo, lo virtual es anulado, del modo más drástico, ya q toma el aspecto de algo q ya ha
sido real, de un acto sucedido anteriormente.
El deja vu surge cuando se cambia la forma-pasado, aplicada al presente, por un contenido-pasado,
q el presente repetiría con obsesiva finalidad. O cuando se cambia el presente-posible por un
pasado-real.
La patología mnéstica e histórica consiste en disimular aquella coexistencia q se ha entrevisto en
disimular aquella coexistencia q se ha entrevisto, en velar o exorcizar la dificultad e involucra.
La temporalidad de lo posible.
El porvenir parece ya fluido y archivado cada vez q adoptamos el tiempo verbal del futuro perfecto.
Éste es “memoria del porvenir”.
Parafraseando a Agustín, deberíamos hablar de un pasado del pasado (el antiguo “recuerdo del
presente” q se afianzó en esa percepción); de un pasado del presente (tal como emerge en el
fenómeno del deja vu); de un pasado del futuro (la memoria del porvenir, instituida por el “habré
sido”)
Dos tipos de anacronismos.
El “recuerdo del presente” lejos de coincidir con el “falso reconocimiento” encuentra en él a su
auténtico opuesto. Mientras el primero provoca la experiencia de lo posible, el segundo la disimula
o la bloquea. En ambos casos opera un anacronismo: tanto en la manifestación como en el
ocultamiento de lo virtual se sirve de un procedimiento contratemporal, o sea, postulan la
transposición del hic te nunc en el pasado:

37
Anacronismo formal, aquel q instituye el recuerdo del presente. Este consiste en aplicar la forma
pasado al presente en curso, lo q significa entender la palabra q se está profiriendo como indicio de
la competencia lingüística.
No existiría historia si el instante q estoy viviendo fuese solamente percibido, antes q ser recordado
mientras lo vivo. El anacronismo formal cuya prerrogativa es ostentar el entrelazamiento como el
hiato entre lo posible y lo real, no es antihistórico ni suprehistorico, sino historizante.
Anacronismo real, el tipo opuesto, q se corresponde con el falso reconocimiento. Este distorsiona,
invierto, oculta los procedimientos y resultados del anacronismo formal. Es una reacción de éste
último.
La historia se detiene cuando la facultad es reducida a un guión meticuloso y forzado, a un cúmulo
de acciones q se reiteran hasta el infinito.
El esnobismo del recuerdo.
El sentimiento del deja vu, suscitado por un “falso reconocimiento” puede expresarse así: aunque
asista a un cambio continuo, todo es igual, todo se repite. Es evidente, sin embargo, q no sería un
“falso reconocimiento” si no fuese un “recuerdo del presente”.
El fin de la Historia es una idea, o un estado de ánimo, q surge precisamente cuando se vislumbra la
misma condición de posibilidad de la Historia, cuando la raíz de toda acción histórica es arrojada a
la superficie del devenir, ganando una evidencia fenoménica; cuando la historicidad de la
experiencia se manifiesta también históricamente.
El final de la historia se perfila también como esnobismo: de un comportamiento artificioso q rehúe
todo automatismo utilitario y contradice el “dato natural o animal”.
Pone al desnudo el fundamento de los conflictos históricos, ya q se empeña en representar,
mediante una serie de gestos determinados, el contraste q subsiste entre el gesto humano y el “ser-
dado”.
Acerca de la utilidad y el perjuicio de la memoria para la historia.
La tesis del análisis del deja vu, reza: el “fin de la historia” es un estado de ánimo q arraiga solo ahí
donde se pone de relieve la misma historicidad de la experiencia, allí donde se une con la génesis
del tiempo histórico.
La tesis se encamina a refutar un texto q imputa directamente a la facultad mnésica el desastre de la
praxis histórica. La tesis adquiere un tono autoreflexivo: el funcionamiento de la memoria figura
como explican y como explican un modelo profundo y fenómeno de superficie, hilo conductor, eje
de solución y causa del problema.
Modernariato.
El recuerdo del presente se revela sin recato porque la experiencia de lo posible ha venido
asumiendo una importancia crucial en el cumplimiento de las tareas vitales.
En nuestra época la raíz del actuar histórico ha adquirido una relevancia fenoménica, empírica,
hasta pragmática.
La historia anticuaria del presente, es decir, el modernariato, se identifica con la sociedad del
espectáculo. Es decir, el sujeto se vuelve espectador de sí mismo. ¿Por qué el presente se duplica sin
pausa en el espectáculo del presente? El presente se duplica a causa del deja vu. Es en ocasión de un
falso reconocimiento q nos hace sentir actores y espectadores de nuestra vida. El espectáculo es la
forma q asume el deja vu a pensar deviene fenómeno suprapersonal, publico. Ofrece al hombre la
“exposición universal” de su propio poder-hacer, poder-decir, poder-ser, reducido, sin embargo, a
hechos realizados, palabras dichas, actos ya efectuados. Reducidos a objetos del modernariato.

38
UNIDAD 2

DUROSELLE LA DEMOCRATIZACION DE LOS EStADOS

Un número cada vez mayor de personas se interesan en los asuntos públicos durante el siglo XIX. Los
poderosos siempre tuvieron más influencia sobre el poder. Pero la masificación de la instrucción, que se hizo
obligatoria en muchos países hicieron que la gente descubriera que sus intereses eran distintos a los de los
notables.

Se constituyen partidos radicales o socialistas, que buscan una mejor distribución de la riqueza. Los ministros
pertenencen cada vez menos a la aristocracia. Estos cambios se operaron en una relativa tranquilidad... las
revoluciones sangrientas de la era romántica habían terminado (la última fue la Comuna de París en 1871,
sería su última guerra civil).

Los revolucionarios durante este período se agrupan alrededor de partidos socialistas.Se proclamaron en
extremo internacionalistas (la II Internacional es de 1889)

Hay una tensión entre el internacionalismo socialista, y los nacionalismos, ambos desarrollándose junto con
los poderes populares.1914 muestra que el nacionalismo fué más fuerte.

Las reformas democráticas y los progresos de la izquierda

Se votó más y mas por los reformistas, los que querían los cambios. Sin embargo cuando estos llegaban al
poder se moderaban (contacto con la realidad) y los partidos de izquierda se fueron desplazando hacia el
centro.

Francia:

1871 tenía ya el suffragio universal. La enorme mayoría voto por los monárquicos porque querían la paz, y
los republicanos parecían ser los tipos de la guerra a ultranza. La derrota de la izquierda en la Comuna, la
gente voto por los republicanos, ahora moderados.

Los realistas no volvieron al poder por una extraordinaria ceguera del conde de Chambord, que quería volver
al trono legitimado por el derecho divino. Y los franceses no querían es tipo de continuidad. 1876 ya se
habían votado las leyes que permitían tener una republica, y los monárquicos no eran más que una minoría.

El espectro se configuró pues de la siguente forma:a la izquierda los Radicales (anticlericales), al centro los
“oportunistas” o republicanos moderados,A la derecha los conservadores.

Hay reformas (principio de los 80's), enseñanza gratuita, laita y boligatoria, libertad de reuion prensa, etc.

Después con el apaciguamiento viene el estancamiento. Luego una serie de gobiernos radicales (hasta la
guerra)Los socialistas suben en popularidad. Sale a la luz el tema del antisemitismo por el caso Dreyfuslos
radicales en el poder con el tiempo se vuelven más moderados.

En Inglaterra el derecho a voto se va expandiendo de a poco. Con varias reformas.

las reformas no fueron el monopolio de los liberales. Ambos partidos competían proponiendo reformas, para
asegurarse el apoyo electoral, que iba y venía.

39
Alemania no era democrática propiamente tal en 1914. Prusia, el estado más grande elegía sus diputados en el
Landtag según un sistema en el cual los ricos tenían más peso. En la Confederación había sufragio universal
(Reichtag) sin embargo era solo para temas federales como el ejército, y de recursos limitados.

Bismarck impulsó una serie de reformas (unificación de los códigos de justicia, evitar que fuera administrada
solo por nobles por ej) en sentido democrático para limitar el avance del socialismo. Después de Bismarck
hay reformas análogas.

dos limites importantes para una avance hacia la democracia:

 un ejecutivo independiente con respecto al pueblo (nombrado por el Emperador)


 la influencia de los militares

Rusia: hasta 1905 es puramente autocrático. La policía y las autoridades tienen poderes ilimitados. Se controla
la prensa y la literatura, el gobierno nombra y destituye los profesores de universidades. Además se toman
medidas antisemitas, y de rusificación forzada de las provincias alógenas.

Era un régimen muy pesado --> rebeliones empezaban a surgir.

1905, con la derrota en la guerra con Japón, los desórdenes se propagaron en una verdadera revolución. Hay
protestas pacíficas inmensas que son detenidas con el fuego de la policía, y que desencadena una huelga
general.

Nicolas II acceptó entonces promulgar una constitución que garantizaba las libertades fundamentales, asi
como un cuerpo legislativo electo (la Duma). En la práctica se siguió reprimiendo de manera salvaje. La
Duma no servía para nada y las reformas democráticas eran un simple barniz

eso explica que el socialismo en su versión más revolucionaria haya llegado al poder.

El socialismo

el autor lo llama fermento de destrucción en el proceso democrático europeo, este es el socialismo


revolucionario e internacionalista.

Hacia mitad de XIX se había pasado del socialismo “utópico” a versiones más duras [el autor dice que más
realistas también... pero eso es discutible].

El Capital de Marx data de 1867. sin embargo faltaba mucho para que se aplicara. Entre tanto habían otras
corrientes que competían, el anarquismo de Proudhon y Bakunin quería la desaparición del Estado burgués
y sustituirlo por una vaga federación de comunas. En vez de sustituírlo por un estado proletario.

La “Comuna de París” de 1871 fué más influida por el anarquismo que por el marxismo.Los partidos
socialistas se empezaron a crear por todos lados (aunque sus doctrinas no eran homogéneas).

empiezan a pesar dentro de los congresos y parlamentos (francés, alemán, italiano).

40
En inglaterra los dos partidos habían forjado relaciones con los sindicatos (trade unions). Hacia 1900 se fundó
un labour Party para representar a los obreros no sindicalizados y más violentos... pero aún así no tuvo mucha
importancia hasta después de la guerra.

Sin embargo socialismo en esta epoca significa dos cosas distintas.

-> corriente reformistas (via electoral, aceptando gobierno e iniciativas de otros partidos)

-> corriente revolucionaria

la segunda quería cambios estructurales, sin compromisos con los burgueses, la izquierda debía tener todo el
poder.

Este es un esquema algo simplificado. Hay grados intermedios (hay socialistas que quieren el poder, pero que
ven la conveniencia de alianzas provisionales con los burgueses.

La mayor o menor intransigencia es más o menos equivalente a la mayor o menor penetración de las ideas
marxistas en los mov obreros. Alemania fué el primer país que vió un triunfo del socialismo marxista. En
1874 se unen dos PS en un P Social Demócrata, liderado por marxistas.

En Francia hubo unificación socialista trás las ideas marxistas solo en 1905 (P S unificado liderado por Jean
Jaurès)

en rusia el marxismo cunde más, y hay varias tendencias como

 socialistas revolucionarios (favorables a los atentados terroristas desordenados)


 social demócratas (favorables a una política de espera... el proletariado industrial era escaso en rusia) 66
1903 no se produce una fusión, sino una separación entre la minoría social demócrata ( menchevique) de la
mayoría bolchevique que creía (con Lenin a la cabeza) en la posibilidad de una revolución.

En Inglaterra es la fusión de tres grupos que constituyó el reformista Labour Party.

Entre reformistas y revolucionarios: la patria. Los reformistas abogaban por una solidaridad geográfica (y se
movilizarían en caso de guerra por ejemplo)Los revolucionarios querían una solidaridad internacional de
clase y oponían huelga a la movilización. De hecho se impuso lo primero. Un señor Kautsky diría: en tiempo
de guerra, todo el mundo es nacionalista.

HOBSBAWM CAP. 4 “LA POLÍTICA DE LA DEMOCRACIA”

El período histórico que estudiamos en esta obra comenzó con una crisis de histeria internacional entre los
gobernantes europeos y entre las aterrorizadas clases medias, provocada por el efímero episodio de la
Comuna de Paris en 1871, cuya supresión fue seguida de masacres de parisinos que habrían parecido
inconcebibles en los estados civilizados decimonónicos y que resultan impresionantes incluso según los
parámetros actuales, cuando nuestras costumbres son mucho más salvajes. Este episodio breve y brutal –y
poco habitual para la época- que desencadeno un terror ciego en el sector respetable de la sociedad, reflejaba
un problema fundamental de la política de la sociedad burguesa: el de su democratización.
Los intereses de los pobres y de los ricos, de los privilegiados y de los desheredados no son los mismos. Este

41
era el dilema fundamental del liberalismo del siglo XIX que propugnaba la existencia de constituciones y de
asambleas soberanas elegidas, que, sin embargo, luego trataba por todos los medios de esquivar actuando de
forma antidemocrática, es decir, excluyendo del derecho de votar y de ser elegido a la mayor parte de los
ciudadanos varones y a la totalidad de las mujeres. Hasta el período objeto de estudio en esta obra, su
fundamento inquebrantable era la distinción entre lo que la mente lógica de los franceses había calificado en
la época de Luis Felipe como el “país legal” y “el país real”. El orden social comenzó a verse amenazado
desde el momento en que “el paísreal” comenzó a penetrar en el reducto político del país “legal” o “político”,
defendido por fortificaciones consistentes en existentes de propiedad y educación para ejercer el derecho de
voto y, en la mayor parte de los países, por el privilegio aristocrático generalizado, como las cámaras
hereditarias de notables.
Pese a todo, lo cierto es que a partir de 1870 se hizo cada vez más evidente que la democratización de la vida
política de los Estados era absolutamente inevitable. Las masas acabarían haciendo su aparición en el
escenario político, les gustara o no a las clases gobernantes. Eso fue realmente lo que ocurrió.
Fuera cual fuere la forma en que avanzo la democratización, lo cierto es que entre 1880 y 1914 la mayor parte
de los Estados occidentales tuvieron que resignarse a lo inevitable. La política democrática no podía
posponerse por más tiempo. En consecuencia, el problema era cómo conseguir manipularla.
La consecuencia lógica de ese sistema era la movilización política de las masas para y por las elecciones, es
decir, con el objetivo de presionar a los gobiernos nacionales. Ello implicaba la organización de movimientos
y partidos de masas, la política de propaganda de masas y el desarrollo de los medios de comunicación de
masas.
¿Quiénes formaban las masas que se movilizaban ahora en la acción política? En primer lugar, existían clases
formadas por estratos sociales situados hasta entonces por debajo y al margen del sistema político, algunas de
las cuales podían formar alianzas más heterogéneas,coaliciones o “frentes populares”. La más destacada era la
clase obrera, que se movilizaba en partidos y movimientos con una clara base clasista.
Hay que mencionar a continuación la coalición, amplia y mal definida, de estratos intermedios de
descontentos, a los que les era difícil decir a quién temían más, si a los ricos o al proletariado. Era esta la
pequeña burguesía tradicional, de maestros artesanos y pequeños tenderos.
Naturalmente, hay que hablar también del campesinado, que en muchos países constituía todavía la gran
mayoría de la población, y el grupo económico más amplio en otros. Aunque a partir de 1880 (la época de
depresión), los campesinos y granjeros se movilizaron cada vez más como grupos económicos de presión y
entraron a formar parte, de forma masiva, en nuevas organizaciones para la compra, comercialización,
procesado de los productos.
Si los grupos sociales se movilizaban como tales, también lo hacían los cuerpos de ciudadanos unidos por
lealtades sectoriales como la religión o la nacionalidad.
La Iglesia se opuso a la formación de partidos políticos católicos apoyados formalmente por ella, aunque
desde la década de 1890 reconoció la conveniencia de apartar a las clases trabajadoras de la revolución atea
socialista y, por supuesto, la necesidad de velar por su más importante circunscripción, la que formaban los
campesinos.
Si la religión tenía un enorme potencial político, la identificación nacional era un agente movilizador
igualmente extraordinario y más efectivo. Cuando, tras la democratizacióndel sufragio británico en 1884,

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Irlanda votaba a sus representantes, el Partido Nacionalista Irlandés consiguió todos los escaños católicos de
la isla.
En segundo lugar, los nuevos movimientos de masas eran ideológicos. Eran algo más que simples grupos de
presión y de acción para conseguir objetivos concretos, como la defensa de la viticultura.
A diferencia de esos grupos con intereses específicos, aunque ciertamente poderosos, el nuevo partido
representaba una visión global del mundo.
La religión, el nacionalismo, la democracia, el socialismo y las ideologías precursoras del fascismo de entre
guerras constituían el nexo de unión de las nuevas masas movilizadas, cualesquiera que fueran los intereses
materiales que representaban también esos movimientos.
En tercer lugar, de cuánto hemos dicho se sigue que las movilizaciones de masas eran, a su manera, globales.
Quebrantaron el viejo marco local o regional de la política, minimizaron su importancia o lo integraron en
movimientos mucho más amplios.
En definitiva, para quienes lo apoyaban, el partido o el movimiento les representaba y actuaba en su nombre.
De esta forma, era fácil para la organización ocupar el lugar de sus miembros y seguidores y a sus lideres
dominar la organización. En resumen, los movimientos estructurados de masas no eran, de ningún modo,
republicas de iguales. Pero el binomio organización y apoyo de masas les otorgaba una gran capacidad: eran
Estados potenciales. De hecho, las grandes revoluciones de nuestro siglo sustituirían a los viejosregímenes,
Estados y clases gobernantes por partidos y movimientos institucionalizados como sistemas de poder estatal.
Este potencial resulta tanto más impresionante por cuanto las antiguas organizaciones ideológicas no lo
tenían. Por ejemplo, en Occidente la religión parecía haber perdido, durante este período, la capacidad para
transformarse en una teocracia, y ciertamente no aspiraba a ello. Lo que establecieron las Iglesias victoriosas,
al menos en el mundo cristiano, fueron regímenes clericales administrados por instituciones seculares.
La democratización, aunque estaba progresando, apenas había comenzado a transformar la política. Pero sus
implicaciones, explicitas ya en algunos casos, plantearon graves problemas a los gobernantes de los Estados y
a las clases en cuyo interés gobernaban. Se planteaba el problema de mantener la unidad, incluso la
existencia, de los Estados, problema que era ya urgente en la política multinacional confrontada con los
movimientos nacionales. ¿No interferiría inevitablemente la democracia en el funcionamiento del capitalismo
y –tal como pensaban los hombres de negocios-, además, de forma negativa? Se planteaba, incluso la
supervivencia de la sociedad tal como estaba constituida, frente a la amenaza de los movimientos de masas
deseosos de realizar la revolución social.
Los contemporáneos pertenecientes a las clases más altas de la sociedad eran perfectamente conscientes de los
peligros que planteaba la democratización política y, en un sentido más general, de la creciente importancia
delas masas.
Fue la súbita aparición en la esfera internacional de movimientos obreros y socialistas de masas en los años
1880 y posteriormente, el factor que pareció situar a muchos gobiernos y a muchas clases gobernantes en unas
premisas básicamente iguales.
En realidad, el único desafío real al sistema procedía de los medios extraparlamentarios, y la insurrección
desde abajo no sería tomada en consideración, por el momento, en los países constitucionales, mientras que
los ejércitos, incluso en España, país típico de pronunciamientos, conservaron la calma. Y donde, como en los
Balcanes o como en la América latina, tanto la insurrección como la irrupción del ejército en la política fueron

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acontecimientos familiares, lo fueron como partes del sistema más que como desafíos potenciales al mismo.
Antes o después –en el caso de los socialistas después de su caída en 1889-, los gobiernos tenían que aprender
a convivir con los nuevos movimientos de masas. En general, el decenio de 1890, que conoció la aparición del
socialismo como movimiento de masas, constituyó el punto de inflexión. Comenzó entonces una era de
nuevas estrategias políticas.
Pero si (a diferencia de lo que ocurrió en los decenios posteriores a 1917) la sociedad burguesa en conjunto no
se sentía amenazada de forma grave e inmediata, tampoco sus valores y sus expectativas históricas
decimonónicas se habían visto seriamente socavadas todavía. Se esperaba que el comportamiento civilizado,
el imperio de la ley y las instituciones liberales continuaran con suprogreso secular.
Así pues, las clases dirigentes optaron por las nuevas estrategias, aunque hicieron todo tipo de esfuerzos para
limitar el impacto de la opinión y del electorado de masas sobre sus intereses y sobre los del Estado, así como
sobre la definición y continuidad de la alta política. Su objetivo básico era el movimiento obrero y socialista,
que apareció de pronto en el escenario internacional como un fenómeno de masa en torno a 1890.en
definitiva. Éste sería más fácil de controlar que los movimientos nacionalistas que aparecieron en este período
que, aunque habían aparecido anteriormente, entraron en una fase de nueva militancia, autonomismo o
separatismo. En cuanto a los católicos, salvo en los casos en los que se identificaron con el nacionalismo
autonomista, fue relativamente fácil integrarlos, pues eran conservadores desde el punto de vista social –este
era el caso incluso entre los raros partidos socialcristianos como el de Lueger- y, por lo general, se
contentaban con la salvaguarda de los intereses específicos de la Iglesia.
Ciertamente, era impensable todavía incluir a los socialistas en el Gobierno. No se podía esperar tampoco que
toleraran a los políticos y gobiernos “reaccionarios”. Sin embargo, podía tener buenas posibilidades de éxito
la política de incluir cuando menos a los representantes moderados de los trabajadores en un frente más
amplio en favor de la reforma, la unión de todos los demócratas, republicanos, anticlericales u “hombres del
pueblo”.
Lo que impulsaba a los hombres sensatosde las clases gobernantes era, más bien, el deseo de explotar las
posibilidades de domesticar a esas bestias salvajes del bosque político. La estrategia reportó resultados
dispares según los casos, y la intransigencia de los capitalistas, partidarios de la coacción y que provocaban
enfrentamientos de masas, no facilito la tarea, aunque en conjunto esa política funcionó, al menos en la
medida en que consiguió dividir a los movimientos obreros de masas en un ala moderada y otra radical de
elementos irreconciliables –por lo general, una minoría-, aislando a esta última.
Lo cierto es que la democracia seria más fácilmente maleable cuando menos agudos fueran los descontentos.
Así pues, la nueva estrategia implicaba la disposición a poner en marcha programas de reforma
Hay asistencia social, que socavo la posición liberal clásica de mediados de siglo de apoyar gobiernos que se
mantenían al margen del campo reservado a la empresa privada y a la iniciativa individual.
Bismarck, con una mente siempre lógica, ya había decidido en el decenio de 1880 enfrentarse a la agitación
socialista por medio de un ambicioso plan de seguridad social.
Dice y estaba también en lo cierto cuando hacía hincapié en el incremento inevitable de la importancia y
el peso del aparato del Estado, una vez que se abandono el concepto del Estado ideal no intervencionista.
Pero ¿acaso no era posible conseguir la lealtad de las masas sin embarcarse en una política social de grandes
gastos que podía reducir los beneficios de los hombres de negocios delos que dependía la economía? Como

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hemos visto, se tenia la convicción no solo de que el imperialismo podía financiar la reforma social, sino
también de que era popular. La guerra, o al menos la perspectiva de una guerra victoriosa, tenia incluso un
potencial demagógico mayor. El imperialismo norteamericano consiguió movilizar con éxito la popularidad
de las armas para la guerra contra España en 1898.
En consecuencia, este fue el momento en que los gobiernos, los intelectuales y los hombres de negocios
descubrieron el significado político de la irracionalidad. La vida política se ritualizó, pues, cada vez más y se
llenó de símbolos y de reclamos publicitarios. Conforme se vieron socavados los antiguos métodos –
principalmente religiosos-para asegurar la subordinación, la obediencia y la lealtad, la necesidad de encontrar
otros medios que los sustituyeran se cubría por medio de la tradición utilizando métodos antiguos y
experimentados capaces de provocar la emoción, como la corona y la gloria militar y otros sistemas nuevos
como el imperio y la conquista colonial. Así por ejemplo el 14 de julio francés se impuso como auténtica
fiesta nacional porque recogía tanto el apego del pueblo a la gran revolución como los deseos de contar con
una fiesta institucionalizada.
Así, pues, los regímenes políticos llevaron a cabo, dentro de sus fronteras, una guerra silenciosa por el control
de los símbolos y ritos de la pertenencia a la especie humana, muy en especial mediante el control de la
escuela pública (sobre todo la escuelaprimaria, base fundamental en las democracias para “educar a nuestros
maestros” en el espíritu “correcto”) y, por lo general, cuando las Iglesias eran poco fiables políticamente,
mediante el intento de controlar las grandes ceremonias del nacimiento, el matrimonio y la muerte. De todos
estos símbolos, tal vez el más poderoso era la música, en sus formas políticas, el himno nacional y la marcha
militar y, sobre todo, la bandera nacional.
Los Estados y los gobiernos competían por los símbolos de unidad y de lealtad emocional con los
movimientos de masas no oficiales, que muchas veces creaban sus propios contra símbolos, como la
“Internacional” socialista, cuando el Estado se apropió del anterior himno de la revolución, la Marsellesa.
Los partidos socialistas que aceptaron la guerra lo hicieron, en muchos casos, sin entusiasmo y, fundamental
mente, porque temían ser abandonados por sus seguidores, que se apuntaron a filas en masa con celo
espontáneo. En el Reino Unido, donde no existía reclutamiento militar obligatorio, dos millones de jóvenes se
alistaron voluntariamente entre agosto de 1914 y junio de 1915, triste demostración del éxito de la política de
la democracia integradora.
De cualquier forma, en el período que transcurre entre 1880 y 1914, las clases dirigentes descubrieron que la
democracia parlamentaria, a pesar de sus temores, fue perfectamente compatible con la estabilidad política y
económica de los regímenes capitalistas. Ese descubrimiento, así como el propio sistema, era nuevo, al menos
en Europa.

 ELEY, Geof. Un mundo por ganar. Historia de la izquierda en Europa, 1850-2000. Barcelona,
Crítica, 2003.

Capítulo 4. La ascensión de los movimientos obreros. El avance de la historia.


La década de 1860 fue decisiva para la izquierda. Las tradiciones antiguas se eclipsaron al tiempo que otras
como el anarquismo se desplazaban hacia los márgenes del movimiento internacional. Apareció un ideal
nuevo de partidos obreros, con una organización nacional, y centrados en la palestra parlamentaria. Este
constitucionalismo socialista surgió de las liberalizaciones de 1867-1871, que permitieron a muchos
movimientos obreros llevar a cabo su primera agitación legal en una escala superior a la agitación local.

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También fue fomentado activamente por la I Internacional, cuya influencia sobrepasaba con mucho el
modesto número de afiliados a los partidos que la integraban. Sus perspectivas eran las de Marx y Engels, que
durante estos años asumieron su papel duradero como asesores principales de los movimientos socialistas de
Europa. Estos movimientos constituyeron un desvío novedoso para la izquierda europea. Fueron los primeros
partidos socialistas con una organización nacional y una existencia continuada.
La geografía del socialismo La importancia de los nuevos partidos variaba enormemente. Los más fuertes
estaban en Escandinavia y en la Europa central de habla alemana (incluidos los territorios checos del imperio
Habsburgo); los más débiles, en el mediterráneo. Donde la industria hizo pocos progresos, lo mismo ocurrió
al socialismo, como en el sudeste de Europa, pero la industrialización no era una guía infalible. La legalidad,
una constitución parlamentaria que funcionara bien y el democrático derecho al voto eran tan capacitadores
como la industrialización. A la inversa, la autocracia rusa frenó la expresión democrática de la militancia
popular y un sufragio discriminatorio disminuyó las posibilidades de los socialistas en Bélgica. Así pues, los
primitivos marcos políticos democráticos de signo liberal podían compensar la falta de industria capitalista,
del mismo modo que la falta de liberalización podía obstaculizar el avance de un movimiento obrero hacia un
modelo “alemán” o “escandinavo” de éxito socialdemócrata en las economías industriales. En este sentido, el
factor constitucional podía anticipar o impedir las consecuencias de la formación de clases industriales. Hay
dos complicaciones más en esta geografía de apoyo a los socialistas. En primer lugar, en el Mediterráneo
occidental el panorama se veía enturbiado por el anarquismo y, después de 1900, por un movimiento afín,
antiparlamentario, anticentralista y partidario de la acción directa al que normalmente se llamaba sindicalismo
revolucionario. Esto ocurría de manera especial en España, donde los partidarios de Bakunin se adelantaron a
los de Marx a finales del decenio de 1860 y donde el atraso económico y la fragilidad del liberalismo eran
obstáculos para los socialistas. Pero también ocurría en Italia, donde el PSI no logró suplantar la vigorosa
tradición anarquista. La segunda complicación antes de 1914 era Gran Bretaña. En ella se daba una paradoja,
puesto que la nación con el capitalismo más avanzado y la sociedad más proletaria era la que menos votos
daba a los socialistas.
Con esta única excepción, había tres geografías socialistas antes de 1914: el “núcleo” socialdemócrata de
Escandinavia y Europa central, donde el nuevo modelo parlamentarismo socialista y sindicalismo asociado a
él dominaba los movimientos obreros; el Mediterráneo occidental, donde el anarcosindicalismo debilitó los
partidos socialistas e hizo que la política obrera fuese más inestable; y el borde oriental de Europa formado
por Rusia, los Balcanes y gran parte de Austria-Hungría, donde el atraso económico y político demoró los
partidos socialistas o los obligó a pasar a la clandestinidad. Los partidos socialistas llegaron en dos fases: la
primera ocupó el lapso entre la I Internacional y la II Internacional y terminó con el partido italiano en 1892;
la otra empezó con la fundación de partidos socialistas en los Balcanes y Polonia a principios del decenio de
1890 y acabó en 1905 con la revolución rusa.
Socialismo, gobierno parlamentario y derecho al voto Desde las agitaciones constitucionales de 1867-1871
hasta 1914, en el norte y en el centro de Europa imperó una sorprendente estabilidad. A lo largo de estos
decenios, la estabilidad requirió importantes hazañas de concertación, como en la Tercera Ley de Reforma
británica (1884), la constitución belga (1893), el sufragio universal masculino en Austria (1907) e Italia
(1912) y las liberalizaciones en Noruega (1898), Dinamarca (1901), Finlandia (1905) y Suecia (1907). Pero
estos ordenamientos se negociaron precisamente a través de los medios constitucionales disponibles. Las
aspiraciones se encauzaron hacia el marco constitucional liberal. La estabilidad se aseguró mediante las
formas parlamentarias que existían. El decenio de 1860 instauró las duraderas normas parlamentarias y
constitucionales para la vida política de Europa que tanto la izquierda como sus oponentes aceptaron. Después
de 1905, inspirados por el soviet de San Petersburgo y las agitaciones huelguísticas europeas, los radicales
socialistas empezaron a criticar estas perspectivas parlamentarias. Pero sus críticas no fructificaron hasta
1917-1923. Antes, la mayoría de los socialistas observaban las normas parlamentarias; y allí donde no
existían, el objetivo de la agitación extraparlamentaria era crearlas.
Para los nuevos partidos socialistas, un principio era axiomático: las ideas políticas del trabajo necesitaban los
sistemas parlamentarios existentes. Estos sistemas podían utilizarse en parte como tribuna para incitar a las
masas y en parte para obtener reformas a corto plazo. Además, las nuevas luchas por el derecho democrático
al voto afectaron directamente a las relaciones de la izquierda con el liberalismo, porque mientras los antiguos
regímenes se resistieron a las reformas, los liberales solían formar parte de los frentes de oposición junto a los
socialistas y otros radicales. Pero una vez los obreros obtuvieron el derecho al voto, se produjeron escisiones.
La democratización de la constitución, por modesta que fuera, abría el camino a otros conflictos. Después de

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conseguir que se democratizara más el sufragio, los socialistas obtuvieron su independencia política. Gran
Bretaña era un caso extremo en el que los socialistas fueron socios subalternos de una coalición liberal
durante más tiempo que en cualquier otra parte. Alemania representaba el extremo opuesto y en ella la ruptura
entre el trabajo y el liberalismo se produjo excepcionalmente pronto en el decenio de 1860 1. Escandinavia y
los Países Bajos ocupaban un lugar entre estos extremos: una vez resuelta la cuestión constitucional, el
incremento de la fuerza parlamentaria de los socialistas fomentó la independencia y fue posible un
realineamiento.
La cuestión constitucional dio un nuevo giro. El derecho a voto era una cosa. El marco más amplio de
responsabilidad parlamentaria, que podía llevar a los socialistas al gobierno, era otra. También en este caso
hubo grandes diferencias. La relación de los partidos con el estado y la respuesta de éste a la ascensión de
aquellos influyeron en sus tendencias radicales. Allí donde las tradiciones parlamentarias eran antiguas y la
ideología popular identificaba la democracia con la fuerza de tales tradiciones, como en Gran Bretaña, o
donde el estado respaldaba las libertades civiles y el arbitraje laboral, como en Suecia y Dinamarca, los
movimientos obreros estaban a favor del gradualismo o reformismo. Donde los socialistas carecían de
representación parlamentaria y el estado se comportaba de forma represiva -como en la Península Ibérica,
Italia antes de 1912, la mitad húngara del imperio Habsburgo o la Rusia imperial-, la militancia obrera se
volvía intransigente. La Ley Antisocialista, el acoso policial, la exclusión de los socialistas de los empleos
públicos, su demonización como “antinacionales”: estas condiciones que existían en Alemania vincularon
fuertemente la lealtad del SPD al marxismo revolucionario. Ver el estado como instrumento de la clase
gobernante, un instrumento que no había que reformar sino que destruir, nació del maltrato que el movimiento
recibía a diario, entre otras razones porque su fuerza electoral creciente se veía invalidada por el hecho de que
el gobierno no estuviera sometido al control del parlamento. En un ejemplo de lo contrario, Dinamarca
demostró cómo el acuerdo temprano entre el estado, el capital y el trabajo podía dar a la política del
movimiento un molde reformista. Sin embargo, los partidos socialistas no dependían exclusivamente de las
instituciones parlamentarias para florecer. La rápida ascensión de los partidos ruso, judío, ucraniano y letón
en el imperio ruso demostró la capacidad de los socialistas para adaptarse a las condiciones de ilegalidad.
Sindicalismo Casi todos los partidos socialistas mantenían relaciones estrechas con federaciones sindicales
organizadas nacionalmente. De hecho, colaboraron en la creación de dichas organizaciones nacionales, las
cuales, con la excepción de Gran Bretaña, fueron posteriores a la fundación del partido socialista mismo. En
términos generales, el sindicalismo era cuestión de economía y se extendía junto con las tasas y las formas de
industrialización. Hubo tres tipos de experiencia antes de 1914, empezando por Gran Bretaña y Bélgica,
pioneras de la industrialización a comienzos del siglo XIX. Vino luego la industrialización de Escandinavia y
Alemania en la segunda mitad del siglo, con una aceleración a gran escala después de la década de 1890.
Finalmente, la industrialización fue más débil en otras partes, aunque a partir del decenio de 1890 Francia,
Italia y Rusia crearon sectores industriales muy avanzados y lo mismo hicieron Bohemia, Viena y Budapest
en el imperio Habsburgo y Barcelona en España. En todos los casos, los pequeños y exclusivos sindicatos de
artesanos cedieron ante el sindicalismo masivo que la industria hizo posible.
En todas partes, los forjadores de los movimientos obreros no fueron los obreros de las fábricas, sino más bien
los hombres especializados que trabajaban en talleres pequeños. Los primeros sindicatos nacieron de
sociedades de socorro mutuo, sociedades de oficiales y asociaciones educativas que llenaban el espacio
dejado por los gremios. Estos artesanos poseían un conocimiento especializado de la producción y la
capacidad de regular los mercados de trabajo por medio de la costumbre y el aprendizaje. Se escapaban de la
“explotación”· que se encontraba en los mercados de trabajo más dominados por los patronos, los cuales
mataron oficios como los de sastre y el de zapatero. A diferencia de los artesanos rurales o los obreros de las
fábricas, contaban con organizaciones colectivas. En la tradición desde este sindicalismo gremial Gran
Bretaña fue un caso único. En ella los sindicatos crecieron dentro de un marco gremial cuya fuerza era
excepcional, los sindicatos de artesanos se convirtieron en el modelo incluso de los obreros especializados
creados por la propia industrialización, como los hilanderos del algodón, que luego excluyeron a los menos
especializados. Esta dominación también hizo posible otro efecto británico distintivo después de 1889, los
sindicatos generales polimorfos, que penetraron en todas las industrias de las que los sindicatos de artesanos
1
La inclusión del sufragio universal en las constituciones de Alemania del Norte y del Imperio de 1867-1871
liberaron al joven Partido Socialista de la dependencia de los liberales. Los socialdemócratas alemanes
tardaron dos decenios en convertirse en un partido de masas, pero se establecieron las condiciones políticas de
la independencia.

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hicieron caso omiso debido a su tradicionalismo. Estos sindicatos generales diferían de otros modelos del
continente: los sindicatos industriales, que reclutaban a todos los trabajadores de una misma industria,
prescindiendo de su especialización e incluso de la “línea del cuello”; y los sindicatos de peones en general,
que reunían a todos los especializados que quedaban, ya fuera debido al exclusivismo de los sindicatos
gremiales o porque sus empleos eran inclasificables de acuerdo con los criterios tradicionales; cuando se
había reunido un número suficiente de obreros no especializados, se les reasignaba al sindicato industrial
apropiado en el que idealmente se fundían con los oficios pertinentes.
Si Gran Bretaña contaba con una mezcla de sindicatos gremiales y generales con organización nacional,
mientras Francia, España e Italia produjeron coaliciones con base local, descentralizadas y heterogéneas,
Alemania mostraba la progresión evolutiva más clara, con las tradiciones de los artesanos sucumbiendo ante
el sindicalismo industrial de masas. El movimiento obrero alemán también creció a partir de asociaciones de
artesanos locales que abarcaban ciudades enteras. Pero los sindicatos gremiales alemanes nunca ampliaron su
base como los británicos.
Expansión de los movimientos obreros El ritmo de avance del sindicalismo estuvo vinculado tanto a los
altibajos del ciclo económico como a la política. Una dialéctica de liberalización política y economía en
expansión había influido en la primera oleada paneuropea de huelgas en 1868-1873, durante la cual la
militancia penetró mucho en la periferia subdesarrollada, desde España hasta Galitzia. La liberalización actuó
entonces con el final de la depresión en 1895-1896 y contribuyó a la transición al sindicalismo de masas. La
política también impuso la explosión obrera continental en 1904-1907, y durante estos años los afiliados a los
sindicatos austríacos se triplicaron; los alemanes, noruegos y suecos aumentaron más del doble y los húngaros
casi hicieron lo propio, por no hablar de la militancia localizada en Francia, Italia y España y la turbulencia
revolucionaria en Rusia, donde los sindicatos fueron legalizados por primera vez. Las cuestiones relacionadas
con el sufragio y la inspiración revolucionaria de Rusia fueron el ímpetu, aunque no cabe duda de que el
incremento de la actividad económica también contribuyera a ello.
Un efecto de la depresión fue decisivo. Fuera de Gran Bretaña, el período 1873-1896 trocó el libre comercio
por el proteccionismo y metió al gobierno en la economía. En la industria pesada y en los nuevos sectores
químicos y de ingeniería eléctrica, este hecho también impulsó a la concentración, con imponentes niveles de
concentración vertical y horizontal en los sectores y entre sectores, implacable regulación del mercado por
medio de cárteles y nuevos grupos de presión corporativa que influían en el gobierno. Donde más acentuado
sucedía esto era en Alemania. Pero ocurría en los sectores dinámicos en todas partes y creó una pauta nueva
para las economías en vías de industrialización en Italia, Rusia y Escandinavia. El capitalismo estaba mucho
más organizado: a mayor escala, más interrelacionado con la economía nacional, más politizado y más
integrado corporativamente con el estado. Esto reconfiguró el entorno en el que tenían que actuar los
sindicatos, con grandes consecuencias para sus probabilidades de éxito. El avance hasta el sindicalismo de
masas fue impresionante.
Los sindicatos invadieron finalmente las fábricas, en contraposición a las obras de construcción, las minas de
carbón y los talleres pequeños, donde ya estaban presentes. Estos nuevos reclutas no tenían una formación
profesional, sino habilidades específicas de la industria que trabajaban: productos químicos, elaboración de
alimentos y nuevas ramas de la ingeniería como la producción de bicicletas y automóviles, donde el sindicato
era débil. En ramas más antiguas de la ingeniería, las reivindicaciones sindicales tomaban formas
profesionales conocidas y se centraban en el aprendizaje, la demarcación y el personal encargado de las
máquinas, así como cuestiones generales más relativas al trabajo a destajo, las horas extras y la jornada de
ocho horas. Pero la debilidad del sindicalismo gremial en los sectores nuevos permitió a los organizadores
centrarse en los maquinistas semiespecializados y especializados que la mecanización empezaba a crear. Por
otra parte, si en Gran Bretaña esta expansión ocurrió más allá de los sindicatos gremiales existentes, que eran
reacios a organizar a los obreros menos especializados, en el continente el sindicalismo de la industria del
metal se adaptó exactamente para el mismo fin. Pero en ambos casos estaba apareciendo una vanguardia
nueva: el obrero mundial semiespecializado que se había formado mientras trabajaba. La negociación
localizada se volvió cada vez más difícil. Campañas como la relativa a la jornada de ocho horas exigían
coordinación nacional. Los patronos también forzaban agresivamente la marcha. Con el crecimiento de una
esfera pública nacional y la ascensión de los partidos socialistas de masas, el sindicalismo cristalizó
esperanzas y temores mayores. Los conflictos laborales simbolizaban principios más amplios. A medida que
creció la escala de las luchas sindicales, aumentó también esa dimensión política nacional.

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Socialismo, política nacional y vida cotidiana A mediados del decenio de 1890, los movimientos obreros
europeos habían llegado a un primer punto decisivo. Un ciclo de fundación de partidos había terminado y
abarcaba el norte y el oeste de Europa; y la segunda fase estaba en marcha, empezando por los partidos de
Polonia y los Balcanes a comienzos del decenio, continuando en todo el imperio ruso hasta su culminación en
1905. Los estados parlamentarios creados por los ordenamientos constitucionales del decenio de 1860 se
habían estabilizado, con ampliaciones del derecho al voto en los Países Bajos y Escandinavia. El auge
económico posterior a 1895-1896 trajo el primer período de sindicación sostenida. Los partidos socialistas del
primer ciclo obtuvieron mejores resultados electorales ininterrumpidos, instauraron una presencia
parlamentaria, impregnaron la esfera pública y ahondaron sus raíces. Estos procesos generaron conjuntamente
el “núcleo socialdemócrata” del norte y el centro de Europa.
Sólo una minoría de obreros se afilió a los partidos socialistas y sus sindicatos, y todavía eran menos los que
conocían las sutilezas de la teoría socialista. Pero la experiencia de la vida cotidiana, donde las relaciones
abstractas de poder se experimentaban en la práctica, generó actitudes de independencia con un potencial
político obvio. En circunstancias de crisis social y política general, como las insurgencias europeas de
1904-1907, el período revolucionario de 1917-1921, o movilizaciones concretas de índole nacional y local, las
culturas de resistencia podían adquirir un significado político más completo. Entonces el mundo de la política
y el cotidiano podían actuar conjuntamente.
Conclusión Así pues, el impresionante crecimiento de los partidos socialistas antes de 1914 contenía algunos
límites claros. No sólo alcanzaron un tope de apoyo electoral -entre un cuarto y un tercio del electorado en el
mejor de los casos-, sino que se encontraban estructuralmente fuera del orden gobernante y permanecían allí
tanto a causa de su propia oposición rotunda al sistema como por el deseo de éste de excluirlos. En los pocos
casos en que el sufragio universal y el gobierno parlamentario en toda regla llegaron aparte de la primera
guerra mundial, estos límites se aflojaron. Pero en otros sitios los partidos conservaron su condición de
elementos ajenos al sistema y confiaron en que la lógica a largo plazo del desarrollo y las crisis capitalistas les
llevarían al poder. Cuando aparecían reformistas, como los posibilistas franceses de la década de 1880 o los
moderados del SPD en los estados del sudoeste de Alemania, que eran más liberales, después del decenio de
1890, fueron rechazados. La no participación en “gobiernos burgueses” continuó siendo la norma de la II
Internacional. En 1913, el SDAP holandés de basó en ello para rechazar un puesto en el gobierno.
A partir de la década de 1890, las condiciones económicas favorables, las acrecencias de la legislación social
y el derecho laboral nacional y el fortalecimiento de los sistemas parlamentarios permitieron la expansión de
los partidos. Ya fuera por medio del nuevo sindicalismo de masas, la recién creada maquinaria de los partidos
y las actividades culturales o los primeros logros del socialismo municipal, se convirtieron en poderosas
partes integrantes de sus sistemas políticos. Sin embargo, nunca estuvieron cerca de contar con el apoyo
universal de la clase obrera. La capacidad del socialismo para armonizar intereses heterogéneos fue siempre
insuficiente.

Capítulo 5. Retos más allá del socialismo. Otros frentes de la democracia.


La socialdemocracia se convirtió en la principal fuerza de la voz en la mayor parte de Europa entre 1870 y
1914. El ímpetu colectivista de los nuevos partidos socialistas nació de una experiencia obrera compartida que
las críticas al capitalismo como sistema de desigualdad describieron de manera convincente. Pero igualmente
fundamental fue la hostilidad de los gobiernos europeos a las masas, a las que excluyeron de la ciudadanía.
El clima político previo a 1914 requería la postura revolucionaria de la izquierda, porque la intransigencia de
sus oponentes no ofrecía otra opción.
Los movimientos más fuertes presentaban una pauta común: partido único que estaban unidos
organizativamente pero eran diversos desde el punto de vista ideológico, sin rivales dignos de tenerse en
cuenta, y reunían una mezcla de intereses alrededor de valores que en línea generales cabía calificar de
socialdemócratas. Pero este modelo se instauro inequívocamente en el norte y centro de Europa. En otras
áreas, la política de izquierda resulto más polémica (Gran Bretaña: socialismo con pocos progresos frente al
liberalismo; Italia y España: conflictos violentos internos; Francia: socialismo divido).
Estos primeros partidos socialistas no fueron los únicos propugnadores de la democracia antes de 1914:

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Las desavenencias internas de los partidos fueron semilleros de otras ideas, y entre 1905-13, la ortodoxia se
vino abajo.
Los rivales contemporáneos del socialismo también marcaron un espacio para otras posibilidades.
Las feministas
Las tensiones aumentaron entre 1905-1914, cuando los marcos políticos creados durante los esfuerzos
constituyentes del decenio de 1860 se tambalearon, amenazaron con derrumbarse y cayeron.
La II Internacional y sus divisiones En 1889, centenario de la Revolución Francesa, se celebran dos
congresos internacionales rivales:
Moderados.
SPD: vertiente marxista de los nacientes partidos socialistas. 1) Jornada de 8 hs y condiciones de trabajo; 2) la
paz, la guerra y las virtudes de las milicias nacionales en comparación con los ejércitos permanentes; 3) el
sufragio universal; 4) y la propuesta del 1° de Mayo como solidaridad de la clase obrera internacional.
Al Congreso Marxista asistieron delegados de 20 países, e inauguró la II Internacional.
Los debates iniciales siguieron a la I Internacional, y sirvieron para distanciarse del anarquismo y de la
“democracia burguesa”, por igual. La conclusión del congreso de 1893 equilibró los principios
revolucionarios con una serie de mejores prácticas y permitió que los objetivos maximalistas y la mejora a
corto plazo habilitaran un lenguaje político común. Se rechazaron las posturas violentas del anarquismo, pero
también la colaboración directa con los reformadores no socialistas. Se trazó un amplio programa de
democracia y reforma social para la acción parlamentaria en el que se hacía hincapié en el sufragio universal,
la emancipación de las mujeres, jornadas de 8 hs y la oposición a la guerra. Pero esto solo podían alcanzarlo
los partidos obreros independientes y liberados de la tutela burguesa que Marx propugnara durante la I
Internacional.
Pero, en lugar del derrumbamiento, se produjo una inclusión progresiva. En 1900 los partidos socialistas ya
estaban entrando en la constelación política “burguesa” y ganaban en las elecciones nacionales, participaban
de la cultura parlamentaria y hacían campaña a favor de la reforma.
El primer gran escándalo fue el de Millerand, en Francia. Sus reformas, aunque importantes, tenían detrás el
simbolismo de entrar en un gobierno en el que estaba el general Gallifer, el carnicero de la comuna de París
en 1871, algo que para Vaillant era intolerable.
Desde 1860, los socialdemócratas habían considerado que los parlamentos eran de suma importancia para su
eficacia, tanto con el fin de obtener beneficios para la clase obrera por medio de la legislación como para
recibir apoyo popular en las elecciones. Sin embargo, los críticos de Jaurés veían las cosas con ojos menos
favorables. Vaillant opinaba que el Estado no era un marco neutral que pudiera utilizarse para la
“penetración” obrera, sino que lo definía la maquinaria represiva que formaba el ejército, la policía y la
judicatura.
En vez de ello, los obreros avanzaban por medio de su propia combatividad y arrancaban concesiones de los
gobiernos o hacían la guerra de clase en la independencia. El principal valor de la república consistía en haber
liberado la política de la lucha “real” del trabajo y del capital. Según ésta idea, los socialistas debían utilizar al
Parlamento y las elecciones y debían defender la república y sus libertades, pero sin hacerse ilusiones. Los
objetivos más amplios de la revolución debían prevalecer siempre.
Guesde veía las cosas de forma aún más desfavorable: la republica era una farsa. “Un socialista que entra en
un ministerio burgués o bien se pasa al enemigo o se rinde ante el enemigo”. Pero esta postura cedió ante el
pragmatismo revolucionario de Kautsky, que defendía los derechos democráticos por su valor intrínseco y
aprobaba las alianzas tácticas. Ver a los no socialistas como una “masa reaccionaria” era un grave error. La
clave residía en la claridad y la independencia socialistas.
El caso más claro a favor de la coalición era una emergencia nacional, cuando “las instituciones democráticas
fundamentales” de una sociedad corrían peligro. La respuesta de los liberales fue formar un frente común con
la extrema izquierda.

50
Estos experimentos con el reformismo provocaron algunas recriminaciones. Inmovilizaron al PSI durante
gran parte del periodo previo a la guerra. El escándalo a causa del “ministerialismo” reveló dos modelos de
política socialista cuyas tensiones volverían a aparecer:
La orgullosa defensa del objetivo revolucionario del socialismo – la destrucción del capital y la construcción
de una sociedad diferente – que exigía oposición decidida, total renuncia a una cooperación con partidos
“burgueses” y no participan en las instituciones existentes. Kautsky, el “papa” del socialismo, era el más
célebre representante de esta idea. La victoria final sería fruto del funcionamiento de la historia a medida que
el movimiento obrero ganara en organización y fuese más popular.
Imaginaba un resultado parecido, en términos menos utópicos. Hacía hincapié en la búsqueda de principios y
un humanismo ético y democrático y trataba los valores socialistas como el punto que llevaba a coaliciones
mayores, basadas en la democracia y la justicia social.
Los representantes eran Jaures en Francia, Vandervelde en Bélgica, Víctor Adler en Austria, Turati en Italia.
Al aumento la fuerza parlamentaria del SPD, la preservación de su pureza revolucionaria se convirtió en un
problema. Cooperaba con progresistas ajenos al socialismo en elecciones y maniobras políticas, formaba parte
de comisiones parlamentarias, apoyaba o se oponía a las leyes. En este hueco entre la teoría revolucionaria y
la práctica inmediata se introdujo una serie de artículos de Bernstein, importante intelectual del SPD.
Contra la teoría catastrófica de la transición revolucionaria, Bernstein proponía un modelo continuo de mejora
o “socialismo evolutivo”. Sus argumentos provocaron un gran escándalo entre los marxistas ortodoxos, como
Luxemburgo, Bebel, Kautsky.
La derrota del revisionismo inspiró una importante recuperación de la ortodoxia en el SPD que restringió
mucho la formación de colaciones en el futuro. Kautsky trato este hecho como un juego de suma cero: la
primacía de la lucha de clase impedía cooperar con partidos burgueses y viceversa. También este asunto fue
trasladado a la Internacional.
La resolución del SPD que prohibía las alianzas reformistas por considerarlas una distracción de lucha de
clases fue aprobada por mayoría de votos. Los que votaron en contra y los que se abstuvieron procedían de
países con constituciones parlamentarias más fuertes; los que la aprobaron, eran países del Este con
democracias débiles.
Hecho presagió la constelación de 1914-1917, porque entre los enemigos declarados del revisionismo había
varios miembros de la oposición revolucionaria durante la guerra.
Las cuestiones relacionadas con el imperialismo y el nacionalismo produjeron divisiones parecidas.
Los socialistas encontraban varios motivos para aceptar al imperialismo. Creaba puestos de trabajo,
especialmente astilleros, los muelles, las fábricas de armas y las industrias que dependencia del comercio
colonial. A pesar de que el asunto de la guerra había sido eludido, a partir de 1904 los llamamientos a huelga
general contra la fuera nunca dejaron de figurar al orden del día.
Si bien los socialistas resultaron vulnerables a las lealtades nacionales de orden superior antes de 1914,
habituándose a los ritmos hegemónicos del interés nacional, en cambio desatendieron en la misma medida a
las minorías nacionales. Esto no ocurrió de manera invariable en todo el mundo.
Cuando el estallido de la guerra en agosto de 1914 sumió a la II internacional en el caos, no sólo el
antimilitarismo resultó perjudicado, sino también el enfoque clásico de la cuestión nacional por parte de los
socialistas. Los teóricos marxistas, de Kautsky a Luxemburgo, de Trotsky a Lenin, creían que una mayor
conciencia de clase permitiría que la identidad nacional de los obreros se extinguiera gradualmente.
Populistas, anarquistas y sindicalistas revolucionarios Si el nacionalismo planteaba problemas a la
izquierda, más aún los planteaba el campo. Los socialdemócratas contaba con que sus votantes obreros se
convirtiesen en “la gran mayoría de la población”, cuyo inmenso numero prometía una legitimidad
democrática a toda prueba. Sin embargo, incluso en Alemania, la agricultura representaba el 28,4% del
empleo en 1907. La sociedad comprendía otras clases populares: campesinos, trabajadores autónomos,
funcionarios y profesionales modestos, administrativos. Para ganar elecciones, los socialistas necesitaban a
estos grupos, con los pequeños agricultores en la cabeza de la lista.

51
A veces los socialistas podían proteger la ortodoxia tratando a los habitantes del campo como una clase obrera
rural. Pero era difícil atraer así a los campesinos pequeños y medianos con poca mano de obra asalariada.
Kautsky reafirmó la ortodoxia: el apoyo al campesinado solo servía para salvar una forma arcaica de
agricultura que estaba condenada a desaparecer con la expansión del capitalismo; la verdadera prioridad del
partido eran los peones agrícolas de las grandes propiedades. Aunque la político bávara no experimento
ningún cambio, la intervención de Kautsky acalló el debate nacional.
La anterior tradición revolucionaria en Rusia, el populismo, seguía una estrategia de orden de los campesinos
combinada con la insurrección incluida el terror ejemplar contra el zar y altos cargos de gobierno. Contra
estas perspectivas, los primeros marxistas rusos hicieron hincapié en la necesidad de desarrollo del capital.
Este rechazo del campesinado reflejó la rigidez que se apoderó del marxismo después de Marx.
Esta confianza en un modelo K uniforme estaba fuera de lugar: el propio campesinado europeo tardo un siglo
en desaparecer; la polarización de las clases no se produjo; y los obreros industriales se convirtieron en una
parte de la sociedad que era cada vez menos en lugar de mayor. En 1917-1923, el campo pasó a ser una
reserva contrarrevolucionaria en Italia y Alemania, y una poderosa fuente de inercia contra el bolchevismo en
la URSS. El desarrollo desigual del K europeo, el destacado papel económico del coactivo Estado ruso, la
primacía del campesinado ruso como fuerza revolucionaria y el potencial democrático de la organización
comunal campesina: fue un error tremendo no tener todo eso en cuenta al formar un movimiento socialista.
De nuevo Kautsky fue quien fijó los debates en torno a las posiciones doctrinarias. Lo trágico es que donde
más se le siguió fue en sociedades agrarias en las que eran más necesarias las estrategias campesinas: Rusia
imperial, Los Balcanes, El Este de Europa, y El Mediterráneo.
La filo izquierda más fuerte contraria al socialismo después del decenio de 1860, el anarquismo, condensaba
los dilemas de la democracia con especial agudeza:
Los anarquistas condenaban la idealización marxista de la organización centralizada, ya fuera en la economía
o en el Estado. Rechazaban la atención que la socialdemocracia prestaba al Parlamento y las elecciones.
Rechazan la atención que la socialdemocracia prestaba al Parlamento y las elecciones.
En su lugar, defendía valores democráticos que socialistas como Kautsky tendían a olvidar: el control local, la
participación directa, la comunidad a pequeña escala y la cooperación federativa.
Sus conspiraciones revolucionarias prescindían de todo el proceso democrático.
Hasta 1890, los anarquistas rivalizaron con los socialistas en toda Europa.
Algunas creencias anarquistas eran homologas a las culturas socialistas que se consolidaron después de 1870
– una ética de sociedad cooperativista, ideales de perfeccionamiento humano, secularismo combativo,
colectivismo básico – y durante algún tiempo las dos continuaron siendo porosas. Se dividieron a causa de
cuestiones relativas al Estado, la estrategia organizativa y la naturaleza del cambio revolucionario. Los
anarquistas rechazaban la autoridad del Estado. Eran contrarios a los partidos y a los sindicatos por
considerarlos prefiguraciones burocráticas del poder coactivo y en su lugar valoraban la dialéctica de la
organización conspirativa y la espontaneidad popular; insurrección violenta.
Al faltar el procedimiento púbico de los socialistas, los individuos exaltados no tenían freno. El anarquismo
quedo identificado para siempre con la desesperación política de jóvenes apasionados pero desquiciados.
A pesar de sus afinidades con el anarquismo, el sindicalismo revolucionaria en los primeros años del siglo XX
fue un fenómeno nuevo que se identificaba con un aumento de la combatividad obrera en Francia.
En vez del proceso parlamentario, los sindicalistas revolucionarios celebraran la acción directa del sabotaje y
las huelgas; en lugar de burocracias centrales, exigían iniciativa de las bases; contra las elecciones,
propugnaban el valor revolucionario de la huelga general.
El impulso saldría de las fábricas, de los sindicatos industriales en lugar de los gremiales o faccionales, y por
medio de la acción directa, que incluiría sabotaje y huelgas no autorizadas. Esto era contrario a los rasgos
principales de la socialdemocracia: electoralismo y política parlamentaria, primacía del partido sobre los
sindicatos, organiza centralizada y socialización de la economía por medio del estado.
La energía principal acabó trasladándose al sindicalismo nacional de tipo convencional. La agitación laboral
de antes de 1914 introdujo categorías nuevas de obreros semiespecializados en los sindicatos, como en el caso

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de la Unión Obrera Británica, pero la huelga general revolucionaria, la panacea del sindicalismo
revolucionario, no llegó nunca.
Al final, el sindicalismo revolucionario organizado retrocedió ante la radicalización más general de 1905-
1914, que contribuyó a dinamizar. La retórica sindicalista revolucionaria resonaba con temperamento
revolucionaria de una nueva izquierda marxista, inspirada por 1905, que discutía las ortodoxias kautskyanas
de la II Internacional en el resurgir extraparlamentario. Lo irónico del caso es que las ideas sindicalistas
revolucionarias reforzaron las agitaciones políticas socialistas a favor del sufragio universal.
Las agitaciones revolucionarias apelaban a los deseos de autonomía y control en el lugar de trabajo, lo cual
alejaba la estrategia revolucionaria de la insistencia de Kautsky en el Estado. Los sindicalistas revolucionarios
albergaban la esperanza de que los sindicatos pudieran convertirse en las “organizaciones fundamentales para
la producción y la distribución” después de la revolución, basando el socialismo “no en el Estado centralizado
opresivo, sino en los grupos funcionales y autónomos de productores”. La huelga se convirtió en una panacea
universal, el muy necesario disolvente de la prudencia del partido y la burocracia del sindicato, que estaban
debilitando la conciencia de clase espontánea del proletariado. Así, el sindicalismo revolucionario volvió a
conectar con los ideales anarquistas de 1870. Pero también fue un anticipo de los comunismos de los consejos
de 1917-1923.
Feministas, socialistas y la emancipación de la mujer En teoría, los socialistas eran defensores de la
igualdad sexual. Las mujeres estaban doblemente oprimidas:
Por la dependencia económica y social respecto al hombre
Por la explotación capitalista.
La emancipación jurídica y política no podía ser suficiente. Las mujeres solo serían liberadas de verdad por el
socialismo, gracias a la independencia económica que significaba trabajar fuera de casa.
Los socialistas compaginaban los derecho políticos con exigencias más amplias de índole socioeconómica,
entre ellas el cuidado socializado de los hijos de madres trabajadoras, la igualdad de salario, la igualdad de
educación, unidades domesticas igualitarias, reforma de las leyes sobre el aborto, y los medios
anticonceptivos. Pero la cuestión social ocupaba el primer lugar.
La práctica socialista era más ambigua. Muchos socialistas veían a las mujeres como una “fuerza atrasada” a
favor del conservadurismo.
El feminismo del movimiento obrero previo a 1914 tenía límites claros: las obreras no eran prioridad para los
sindicatos.
El abismo entre la retórica socialista y la práctica sindical resultaba especialmente penoso en la única
industria en la que las mujeres siempre tuvieron fuerza: la textil. Pero la militancia femenina provocaba quejas
de los líderes sindicales: huelgas no autorizadas interrumpían la toma de decisiones de arriba abajo, y la
participación de mujeres en la huelga sobrepasaba su disposición a afiliarse al sindicato. La burocracia
masculina del sindicato negaba a las mujeres puestos oficiales, se resistía a la igualdad salarial y hacía caso
omiso de la carga extra para las mujeres representaban las obligaciones familiares, las reglas discriminatorias
en el lugar de trabajo y el acoso sexual.
Este antifeminismo negaba legitimidad al trabajo de las mujeres. Aunque las mujeres socialistas se unían con
frecuencia a otras feministas para oponerse a las leyes protectoras basadas en el sexo, los partidos socialistas
adoptaron la actitud paternalista. La protección de las trabajadoras llevaba aparejadas reformas auténticas,
especialmente cuando se integraba con objetivo como la jornada de 8 hs, y la igualdad salarial. Sin embargo,
los socialistas daban a entender otra cosa: que las mujeres no debían trabajar. Su lugar estaba en la casa.
El movimiento feminista del SPD comienza y se expande entre 1904 y 1905, bajo bandera de precios de los
alimentos, el bienestar familiar y coste de la vida. El SPD convirtió la “familia socialdemócrata” en su ideal,
en el sostén de la respetabilidad obrera.
La mujer socialista ideal se convirtió en la arquitecta de un hogar socialista que criaba niños socialistas y
proporcionaba socorro a un esposo socialista.
Este programa se tradujo en política pública. Pero, a pesar del desarrollo de políticas de lucha, la
emancipación de la mujer quedo subsumida en los programa de bienestar basados en la familia.

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El empeño socialista en eludir la cuestión de la mujer fue especialmente grave en el asunto central: el
sufragio. Donde los obreros tenían derecho a votar, los partidos socialistas no daban prioridad al sufragio
femenino. Allí donde partidos socialistas de masas monopolizaban los argumentos a favor de la democracia,
el abismo entre ellos y las defensoras de los derechos femeninos se ensanchó, estigmatizando el “feminismo”
como exigencia interesada de la clase media. Dada la cultura machista de los movimientos obreros y su
ideología centrada en la familia, el espacio para el feminismo democrático en los partidos socialistas era
pequeño.
En 1914, las campañas a favor de los derechos de las mujeres se bifurcaron entre los partidos socialistas, que
daban preeminencia a los objetivos de política de clase y sindicalismo masculino, y los movimientos de
mujeres “burguesas”, que se agrupaban alrededor de la emancipación individual o igualdad con los hombres
de clase media.
Las feministas no socialistas también aspiraban a la organización internacional, de la efímera Asociación
Internacional de Mujeres de Goegg. Sin embargo, la mayoría de los grupos femeninos, desde las socialistas a
las sufragistas, secundaron las solidaridades nacionalistas de la PGM; y su creencia en la misión cultural de la
mujer hizo que asumieran las ideologías nacionalistas y etnocentricas, que imperaban a la sazón.
Conclusión Al igual que los anarquistas, los sindicalistas revolucionarios y los radicales agrarios, las
feministas de antes de 1914 señalaron posibilidades democráticas más allá de los límites del socialismo
parlamentario. Estos retos no salieron solo del sufragio organizado, ni de las campañas a favor de los derechos
de la mujer ni de las activistas capacitadas por los propios partidos de la II Internacional, sino también de las
vidas ejemplares de las pioneras, que la PGM aplacaría. El sufragio femenino no se lograría por medio del
socialismo, sino por la democratización.
El sindicalismo revolucionario de la preguerra se reprodujo y la combatividad sobrepasó los marcos sindicales
existentes. Los movimientos de base se fijaron como objetivo el lugar de trabajo en vez de acuerdos o leyes
nacionales, y exigieron consejos de fábrica y control obrero. Estos movimientos fracasaron, pero cambiaron el
equilibrio del poder industrial en los corporativismos nacientes que los movimientos obreros esperaban
controlar.
Los radicalismos no socialistas de antes de 1914 siguieron siendo una serie de estímulos y reproches de los
que durante los decenios siguientes la izquierda solo se ocupó parcialmente, suponiendo que se ocupara de
ellos de algún modo.

2.2. El mundo imperial. Un orden multipolar y homogéneo: las conferencias de Berlín. La crisis de 1873 y la
expansión imperial: sus efectos sobre la política en Europa y en el resto del mundo. Las potencias periféricas:
Estados Unidos y Japón. La pentarquía y la cuestión de la sexta potencia. El surgimiento de la periferia.

CARL E. SCHORSKE - “VIENA FIN-DE-SIÈCLE” III. “POLÍTICA EN UN NUEVO TONO: UN TRÍO


AUSTRÍACO”

En todos los aspectos de su programa, los liberales austríacos sabían que combatían contra lo socialmente
superior y lo históricamente anterior: se veían a sí mismos como conductores de lo que estaba debajo y
avanzaba en contra de lo que estaba arriba y retrocedía. Si bien aún no podía confiarse en el pueblo -puesto
que éste no siempre comprendía-, la expansión de la cultura nacional contendría algún día las condiciones
previas para un sistema ampliamente democrático. El poder popular sólo aumentaría como una función de la
responsabilidad racional. La sociedad austríaca no respetó estas coordenadas de orden y progreso. Durante el
último cuarto del siglo XIX, el programa que los liberales habían elaborado contra las clases altas provocó el
estallido de los de abajo.

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Los liberales lograron liberar las energías políticas de las masas, pero contra sí mismos y no contra sus
antiguos enemigos. Entonces, lejos de unir a las masas contra la antigua clase dominante de arriba,
inconscientemente los liberales extrajeron de las profundidades sociales las fuerzas de una desintegración
general. No nos corresponde remontarnos a la compleja historia de la expulsión de los liberales austríacos del
poder político, ni de la parálisis del parlamentarismo por el conflicto nacional y social. Nos centraremos más
bien en la naturaleza de los líderes que, rompiendo con su origen liberal, organizaron y representaron las
aspiraciones de los grupos que los liberales no habían logrado captar.

Nuestro trío de los líderes de los nuevos movimientos de masas pone en evidencia, a pesar de sus diferentes
objetivos políticos, un nuevo estilo común, heraldo de una nueva cultura política en la que el poder y la
responsabilidad se integraban diferente que en la cultura del liberalismo racional.

Georg von Schönerer (1842-1821) Organizó a los nacionalistas germanos radicales y los condujo a una
política antisemita extrema. Aunque nunca logro plasmar un partido poderoso, elevó el antisemitismo a una
importante fuerza desintegradora en la vida política austríaca. Su pretensión aristocrática da una clave de las
fuentes psicológicas de su propia rebelión rencorosa contra la cultura liberal y de las sensibilidades de los
estratos sociales que él organizó. Georg von Schönerer adquirió su título por honesta herencia, pero estaba
lejos de ser un aristócrata de sangre. Es el único de nuestros tres líderes que provenía de la nueva clase
industrial. Su padre había recibido el título de nobleza de manos de un emperador agradecido por sus
servicios como ingeniero y administrador ferroviario. Así, Georg era hijo de un self-made man, “un hombre
con cualidades”. Pasó la vida oscilando entre reivindicar o refutar su legado. En tanto la mayoría de los hijos
de los miembros de la exitosa clase media austríaca abrazaban una profesión urbana, el cometido de
Schönerer consistió en convertirse en una modesta réplica del príncipe Schwartzenberg, llevando la ciencia y
el espíritu empresarial a la agricultura, como un moderno señor del feudo. Se preparó para rebelarse contra
todo lo que su padre había construido durante su vida: lealtad a los Habsburgo, capitalismo, tolerancia
interracial y especulación financiera. Como frustrado pseudoaristócrata, Georg se preparó casi
inconscientemente para dirigir a los estratos sociales que bullían a fuego lento bajo el dominio de la burguesía
industrial de la que él mismo había surgido. A su debido tiempo se encontrarían las masas rebeldes y el hijo
sublevado.

Después que los liberales divididos cayeron del poder en 1879, Schönerer y un importante grupo de
estudiantes universitarios que lo habían adoptado como representante parlamentario, se rebelaron
abiertamente contra la línea de su partido. Antepusieron los principios de la democracia y el nacionalismo
alemán a la estabilidad imperial y de la oligarquía de clase media. Orientando la lucha popular contra los
banqueros y bolsistas por canales antisemitas, Schönerer, confirió a la cuestión la explosiva energía de su
tardía rebelión edípica. No sólo acusó a liberales y ministros, sino indirectamente a la corte misma de
“inclinarse ante el poder de los Rothschild y sus camaradas”, y amenazó a todos con “colosales vuelcos
contundentes” en manos del pueblo si no se quebraba este poder. El retorno de lo reprimido en la sociedad
capitalista tuvo su analogía en el retorno de lo reprimido en la psique de Schönerer.

Los liberales, ante este estallido de crudo rencor, se encontraron entre la espada y la pared. Schönerer fue el
primer cabecilla de la fuerza centrífuga à outrance que surgió en la era del dominio liberal. Jamás nadie
abrazó tan a fondo toda potencialidad desintegradora de la sociedad: clase, ideología, nacionalidad y religión.
El nacionalismo fue el centro positivo del credo de Schönerer, pero dado que el nacionalismo podía
satisfacerse sin la desintegración social, necesitó de un elemento negativo para dar coherencia a su sistema.
Ese elemento fue el antisemitismo, que le permitió simultáneamente ser antisocialista, anticapitalista,
anticatólico, antiliberal y anti-Habsburgo.

Karl Lueger (1844-1910) Tenía mucho en común con Schönerer. Ambos empezaron como liberales, ambos
criticaron inicialmente al liberalismo desde un punto de vista social y democrático, y ambos concluyeron

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como apóstatas, exponiendo en forma explícita doctrinas antiliberales. Los dos emplearon el antisemitismo
para movilizar a los mismos elementos inestables de la población: artesanos y estudiantes. Y -decisivo para
nuestra exposición- ambos desarrollaron las técnicas de la política extraparlamentaria, la política de la
camorra y la turba. El principal logro de Schönerer consistió en metamorfosear una tradición de la vieja
izquierda en una ideología de la Nueva Derecha: transformó el nacionalismo groosdeutsch y democrático en
pangermanismo racista. Lueger hizo lo contrario: transformó una ideología de la Vieja Derecha -el
catolicismo político austríacoen una ideología de la Nueva Izquierda, el socialismo cristiano. eva Izquierda, el
socialismo cristiano. Lueger era un político vienés, es decir, un representante de los intereses de la ciudad en
tanto capital imperial. Conservó una lealtad fundamental con la monarquía de los Habsburgo y por lo tanto no
se sintió atraído por el nacionalismo germano, la positiva esencia variable de los innumerables odios de
Schönerer. El catolicismo ofreció a Lueger una ideología que podía integrar los dispares elemento
antiliberales que se habían movido en direcciones contradictorias a medida que su carrera evolucionaba:
democracia, reforma social, antisemitismo y lealtad a los Habsburgo.

Theodor Herzl (1860-1904) Intentó proporcionar una utopía liberal a su pueblo (el judío), no sobre la base de
una premisa racionalista, sino en base a la fantasía creativa: “el deseo nos hace libres”. Consideraba que la
intolerancia exterior y la endogamia judía habían “limitado a los judíos física y mentalmente. Así se habían
visto impedidos de mejorar su raza”. “El cruce de las razas occidentales con la así llamada oriental, en base a
una religión estatal común es la solución más deseable”, escribió Herzl en 1882. El hecho de adherir a una
asimilación racial y religiosa tan abarcadora volvió su extrusión como judío, conmovedora y a la vez
insustancial. En tanto partidario de la asimilación, al principio consideraba que el problema judío era
adyacente a la cuestión social. Siendo el problema judío un aspecto de los problemas de la sociedad moderna,
sólo podía resolverse dentro de los más amplios. Hacia 1893, Herzl había llegado a abjurar de toda posibilidad
de resolver el problema judío por medio de la persuasión racional. El mejor paliativo contra los síntomas del
antisemitismo consistía en recurrir a la “fuerza bruta” en forma de duelos personales con los detractores de los
judíos. Herzl comenzó así a reunir los elementos de la política de nuevo tono para los judíos: postura
aristocrática, rechazo profético del liberalismo, gesto dramático y compromiso con la voluntad como clave de
la transformación de la realidad social.

2.2

ARENDT LSO ORGIENES DEL TOTALITARISMO

C5 LA EMANCIPACION DE LA POLITICA DE LA BURGUESIA

Las tres décadas que median entre 1884 y 1914 separan al siglo XIX, que acabó con la rebatiña por África y
el nacimiento de los panmovimientos, del siglo XX, que comenzó con la primera guerra mundial.
Este es el período del imperialismo, con su inmóvil sosiego en Europa y su vertiginoso desarrollo en
Asia y en África. Algunos de los aspectos fundamentales de esta época parecen tan próximos al fenómeno
totalitario del siglo XX, que puede resultar justificable considerar a todo el período como una fase
preparatoria de las subsiguientes catástrofes.

Por cercano que nos resulte este pasado, somos perfectamente conscientes de que nuestra experiencia de los
campos de concentración y de las fábricas de la muerte resulta tan alejada de su atmósfera general
como lo es de cualquier otro período de la historia occidental.

Acontecimiento central del período imperialista en el interior de Europa fue la emancipación política
de la burguesía, que hasta entonces había sido la primera clase en la Historia en lograr una preeminencia
económica sin aspirar a un dominio político. La burguesía se había desarrollado den-tro de, y junto con, la
Nación-Estado. . Sólo cuando la Nación-Estado se reveló incapaz de ser el marco para un ulterior

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desarrollo de la economía capitalista se tornó abierta la lucha por el poder, hasta entonces latente entre el
Estado y la sociedad. Durante el período imperialista, ni el Estado ni la burguesía obtuvieron una
victoria decisiva. Las instituciones nacionales resistieron la brutalidad y la megalomanía de las aspiraciones
imperialistas y los intentos burgueses de utilizar el Estado y sus instrumentos de violencia para sus
propios objetivos económicos hallaron siempre un éxito a medias

«La expansión lo es todo», dijo Cecil Rhodes, Había descubierto el principio motor de la nueva era
imperialista.

Parecía como si los que se oponían o ignoraban el imperialismo —como Eugen Richter en Alemania, o
Gladstone en Inglaterra, o Clemenceau en Francia— hubieran perdido el contacto con la realidad y no
comprendieran que el comercio y la economía habían implicado ya a cada nación en la política mundial. El
principio nacional les estaba conduciendo a una ignorancia provinciana, y la batalla librada en pro de la
cordura estaba ya perdida.

La moderación y la confusión eran los únicos premios a la firme oposición de cualquier político a la
expansión imperialista. Así, Bismarck, en 1871, rechazo la oferta de posesiones francesas en África a
cambio de Alsacia-Lorena.

Estos políticos, que pensaban primariamente en términos del territorio nacional establecido, estaban
bastante justificados al mostrarse suspicaces ante el imperialismo, excepto que había algo más en juego que lo
que ellos denominaban «aventuras de ultramar». Sabían, por instinto más que por perspicacia, que este
nuevo movimiento expansivo, en el que «el patriotismo... está mejor expresado en ganar dinero»
(Huebbe-Schleiden) y la bandera nacional es un «activo comercial» (Rhodes), sólo podía destruir el
cuerpo de la Nación-Estado. La Nación-Estado, empero, basada en el activo asentimiento a su Gobierno de
una población homogénea (le plébiscite de tous les jours), carecía de semejante principio unificador y,
en caso de conquista, tenía que asimilar más que integrar, imponer el asentimiento más que la justicia,
es decir, degenerar en tiranía.

La expansión como objetivo permanente y supremo de la política es la idea política central del imperialismo.
Como no implica un saqueo temporal ni una más duradera asimilación de conquista, es enteramente un nuevo
concepto en la larga historia del pensamiento y de la acción políticos.

El imperialismo nació cuando la clase dominante en la producción capitalista se alzó contra las limitaciones
nacionales a su expansión económica. La burguesía recurrió a la política por necesidad económica; porque no
deseaba renunciar al sistema capitalista, cuya ley inherente es el constante crecimiento económico, tuvo que
imponer esta ley a los gobiernos nacionales y proclamar que la expansión era el definitivo objetivo político de
la política exterior.

El imperialismo en sus fases iniciales podía aún ser descrito como una lucha de «imperios
competidores» y diferenciado de la «idea de Imperio en el mundo antiguo y en el medieval (que) era la de
una Federación de Estados, bajo una hegemonía, abarcando... a todo el mundo reconocido»

Allí donde la Nación-Estado apareció como conquistadora despertó la conciencia nacional y un deseo de
soberanía entre los pueblos conquistados, derrotando por eso todos los propósitos genuinos de construir
un imperio. Así, los franceses incorporaron Argelia como una provincia de la madre Patria, pero no pudieron
convencerse ellos mismos para imponer sus propias leyes al pueblo árabe. Continuaron respetando más bien
la ley islámica y concedieron a sus ciudadanos árabes un «status personal», originando el absurdo híbrido de
un territorio nominalmente francés, legalmente tan parte de Francia como el Département de la Seine, y
cuyos habitantes no eran ciudadanos franceses.

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La estructura nacional del Reino Unido había hecho imposibles la asimilación rápida y la
incorporación de los pueblos conquistados; la Commonwealth británica nunca fue una «Comunidad de
Naciones», sino la heredera del Reino Unido, una nación dispersa por todo el mundo. La dispersión
y la colonización no extendían, sino que trasplantaban la estructura política, con el resultado de que
los miembros del nuevo cuerpo federado permanecían estrechamente unidos a su común madre Patria por
profundas razones de un pasado común y de una ley común. La estructura nacional del Reino Unido había
hecho imposibles la asimilación rápida y la incorporación de los pueblos conquistados; la Commonwealth
británica nunca fue una «Comunidad de Naciones», sino la heredera del Reino Unido, una nación
dispersa por todo el mundo. La dispersión y la colonización no extendían, sino que trasplantaban la
estructura política, con el resultado de que los miembros del nuevo cuerpo federado permanecían
estrechamente unidos a su común madre Patria por profundas razones de un pasado común y de una ley
común. Siguió el modelo griego de colonización. Los franceses, en contraste con los británicos y las demás
naciones de Europa, trataron en época reciente de combinar el ius con el imperium y de construir un imperio
en el antiguo sentido romano.

Los británicos trataron de escapar a la peligrosa inconsecuencia inherente al intento nacional de construir un
imperio, dejando a los pueblos conquistados entregados a sus propios medios por lo que a cultura, religión y
leyes se refería, manteniéndose distantes y absteniéndose de extender la ley y la cultura británicas. El
imperialismo no es la construcción de un imperio y la expansión no es conquista. Los conquistadores
británicos, los antiguos «violadores de la ley en la India» (Burke) tenían poco en común con los
exportadores del dinero británico o con los administradores de los pueblos indios. Si los últimos hubieran
pasado de aplicar decretos a elaborar leyes, se habrían convertido en constructores de un imperio. En
ningún caso estaban «dispuestos a aplicar el sistema administrativo y político de su propio país al gobierno de
poblaciones atrasadas»y a ligar las extensas posesiones de la Corona británica a la nación inglesa.

En contraste con las verdaderas estructuras imperiales en las que las instituciones de la madre Patria se hallan
integradas de diversas formas en el Imperio, es característico del imperialismo que las instituciones nacionales
permanezcan separadas de la administración colonial, aunque se permite a aquéllas ejercer un control de
ésta. El motivo de esta separación era una curiosa mezcla de arrogancia y respeto: la nueva arrogancia
de los administradores que en el exterior se enfrentaban con «poblaciones atrasadas» o «castas inferiores»,
en contraste correlativo con el respeto de los anticuados políticos de la Patria, que consideraban que
ninguna nación tenía derecho a imponer su ley a un pueblo extranjero.

Los historiadores contemporáneos, enfrentados con el espectáculo de unos pocos capitalistas que dirigían en
todo el globo una búsqueda rapaz de nuevas posibilidades de inversión y que apelaban al deseo de beneficio
de los demasiado ricos y a los instintos de juego de los demasiado pobres, deseaban vestir al
imperialismo como la antigua grandeza de Roma y de Alejandro Magno, una grandeza que habría
hecho más humanamente tolerables todos los acontecimientos subsiguientes.

La única grandeza del imperialismo descansa en la batalla perdida que contra él libró la nación. La tragedia de
esta oposición a medias consistió en que los empresarios imperialistas no pudieran comprar a muchos
representantes nacionales; peor que la corrupción fue el hecho de que los incorruptibles se hallaran
.convencidos de que el imperialismo era la única forma de realizar una política mundial.

La conciencia de la nación, representada por un Parlamento y por una prensa libre, funcionaba, y era objeto
de agravio para los administradores coloniales —en todos los países europeos con posesiones
coloniales—, tanto si se trataba de Inglaterra como de Francia, Bélgica, Alemania u Holanda. En
Inglaterra, en orden a distinguir entre gobierno imperial, con sede en Londres y controlado por el

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Parlamento, y los administradores coloniales, esta influencia fue denominada el «factor imperial», acreditando
por ello al imperialismo con los méritos y vestigios de la justicia que tan ansiosamente trataba de eliminar.

El «factor imperial» fue expresado políticamente en el concepto de que los nativos se hallaban no sólo
protegidos, sino en cierta manera representados por el Parlamento británico, «Parlamento imperial»

El conflicto entre los representantes del «factor imperial» (que más bien debería llamarse factor nacional) y
los administradores coloniales corre como un hilo rojo a lo largo de la historia del imperialismo
británico. En Alemania prevaleció una hostilidad similar entre los representantes nacionales y los
administradores coloniales en África. Otro tanto cabe decir de la dominación francesa. Los gobernadores
generales nombrados por el Gobierno de París o bien estaban sujetos a la poderosa presión de los colonos
franceses, como en Argelia, o bien se negaban simplemente a realizar reformas en el trato a los nativos,
supuestamente inspiradas por «los débiles principios democráticos de (su) Gobierno»

Lo que los imperialistas realmente deseaban era la expansión del poder político sin la fundación de un cuerpo
político. La expansión imperialista había sido desencadenada por un curioso tipo de crisis económica, la
superproducción de capital y la aparición de dinero «superfluo», resultado de un exceso de ahorro que ya
no podía hallar inversiones productivas dentro de las fronteras nacionales. La década inmediatamente
anterior a la época imperialista, la de los setenta del siglo pasado, pudo presenciar un crecimiento sin
paralelo de las estafas, los escándalos financieros y el juego en la Bolsa. Los pioneros de este desarrollo
preimperialista fueron aquellos financieros judíos que habían ganado su riqueza fuera del sistema
capitalista y a los que las Naciones-Estado en crecimiento habían necesitado para la obtención de
empréstitos con garantía internacional.

Tan pronto como se hizo patente que la exportación de dinero tendría que ser seguida por la
exportación de poder gubernamental, la posición de los financieros en general, y la de los financieros
judíos en particular, resultó considerablemente debilitada y la dirección de las transacciones y de las
empresas comerciales imperialistas pasó gradualmente a manos de los miembros de la burguesía nativa.

La primera consecuencia de la exportación de poder fue el hecho de que los instrumentos de


violencia del Estado, la policía y el Ejército, que en el marco de la nación existían junto a otras instituciones
nacionales y eran controladas por éstas, quedaron separados de este cuerpo y promovidos a la posición
de representantes nacionales en países incivilizados o débiles. El dinero pudo por fin engendrar dinero
porque el poder, con desprecio completo por todas las leyes —tanto económicas como éticas—, podía
apropiarse de la riqueza. Sólo cuando el dinero exportado logró estimular la exportación de poder pudo
hacer realidad los designios de sus propietarios. Sólo la ilimitada acumulación de poder logró producir la
ilimitada acumulación de capital.

El imperialismo debe ser considerado primera fase de la dominación política de la burguesía más que como
última fase de capitalismo. Es bien sabido cuán poco habían aspirado a gobernar las clases
poseedoras, cuán contentas se habían mostrado por cada género de Estado al que pudieran confiar la
protección de los derechos de propiedad. Cuando, en la era del imperialismo, los hombres de negocios
se convirtieron en políticos y fueron aclamados como hombres de Estado, mientras que a los
hombres de Estado sólo se les tomaba en serio si hablaban el lenguaje de los empresarios con éxito
y si «pensaban en continentes», estas prácticas y estos medios particulares fueron transformados
gradualmente en normas y principios para la gestión de los asuntos públicos

Resulta significativo que los modernos creyentes en el poder estén en completo acuerdo con la filosofía del
único gran pensador que trató de derivar el bien público del interés privado y que, en bien del interés

59
particular, concibió y esbozó una Comunidad, cuyas bases y cuyo fin último es la acumulación de poder.
Hobbes, El Leviathan de Hobbes expuso la única política según la cual el Estado se halla basado no en algún
género de ley constituyente —sea ley divina, ley natural o ley del contrato social— que determine los
derechos y los perjuicios del interés del individuo con respecto a los asuntos públicos, sino en los
mismos intereses individuales, de forma tal que «el interés privado es el mismo que el público»El poder,
según Hobbes, es el control acumulado que permite al individuo fijar precios y regular la oferta y la demanda
en tal forma que contribuyan a su propia ventaja. De esa forma esta pertenencia a cualquier tipo de comunidad
es para Hobbes un asunto temporal y limitado que esencialmente no cambia el carácter solitario y
privado del individuo (que no experimenta placer, sino, al contrario, una considerable aflicción al hallarse
en compañía, cuando carece de poder para aterrar a todos) ni crea lazos permanentes entre él y sus
semejantes.

La insistencia de Hobbes en el poder como motor de todas las cosas humanas y divinas (incluso el reinado
de Dios sobre los hombres está «derivado de no haberlos El creado... sino de su irresistible Poder»)
surgió de la proposición teóricamente indiscutible según la cual una inacabable acumulación de propiedad
debe estar basada en una inacabable acumulación de poder. El proceso ilimitado de acumulación de
capital necesita la estructura política de un «Poder tan ilimitado» que pueda proteger a la propiedad
creciente, tornándose constantemente cada vez más poderoso. Este proceso de inacabable acumulación de
poder necesario para la protección de una inacabable acumulación de capital determinó la ideología
«progresista» de finales del siglo XIX y anticipó la aparición del imperialismo. Lo que hizo al progreso
irresistible no fue la ingenua ilusión de un limitado crecimiento de la propiedad, sino el advertir que
la acumulación de poder era la única garantía para la estabilidad de las llamadas leyes económicas.
En la época imperialista una filosofía del poder se convirtió en la filosofía de la élite, que
rápidamente descubrió y estaba completamente dispuesta a reconocer que la sed de poder sólo podía apagarse
mediante la destrucción.

Hobbes fue el verdadero filósofo de la burguesía, aunque no llegara a ser nunca completamente reconocido
como tal, porque comprendió que la adquisición de riqueza concebida como un proceso inacabable sólo
puede ser garantizada por la consecución del poder político, porque el proceso acumulante más pronto
o más tarde debe forzar todos los límites territoriales existentes.Hobbes fue el verdadero filósofo de la
burguesía, aunque no llegara a ser nunca completamente reconocido como tal, porque comprendió que la
adquisición de riqueza concebida como un proceso inacabable sólo puede ser garantizada por la
consecución del poder político, porque el proceso acumulante más pronto o más tarde debe forzar todos
los límites territoriales existentes.

LA ALIANZA ENTRE EL POPULACHO Y EL CAPITAL: Cuando el imperialismo penetró en la escena de


la política con ocasión de la rebatiña por África en la década de los años ochenta del siglo XIX, se hallaba
impulsado por hombres de negocios a quienes se oponían ásperamente los gobiernos en el poder y a quienes
daba la bienvenida un amplio sector de las clases cultas

Bastante inocentemente, la expansión se presentó al principio como la salida para el exceso de producción de
capital y ofreció un remedio, la exportación de capital. La riqueza, tremendamente aumentada, lograda por
la producción capitalista bajo un sistema social basado en la mala distribución, había determinado «un
exceso de ahorro», es decir, la acumulación de capital que estaba condenado a la ociosidad dentro de la
existente capacidad nacional para la producción y el consumo.

El punto decisivo de las décadas de los sesenta y de los setenta, las crisis que iniciaron la era del
imperialismo, fue el que forzaron a la burguesía a comprender por vez primera que el pecado
original de simple latrocinio, que hacía siglos que había hecho posible la «acumulación original de capital»

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(Marx) y que había iniciado toda acumulación ulterior, tenía que ser eventualmente repetido, so pena
de que el motor de la acumulación set desintegrara súbitament

La exportación de dinero y las inversiones en el exterior como tales no son imperialismo ni


conducen necesariamente a la expansión como un medio político.

La ironía particular y, en cierto sentido, simbólica circunstancia en el inesperado desarrollo de África del Sur
como «cuna cultural del imperialismo», descansa en la verdadera naturaleza de su repentino atractivo cuando
había perdido todo su valor para el mismo Imperio: en la década de los setenta se descubrieron campos
diamantíferos y en la década de los ochenta grandes yacimientos auríferos. A partir de entonces, el
populacho, engendrado por la monstruosa acumulación de capital, acompañó a su engendrador en
estos viajes de descubrimientos, donde no se descubrían más que nuevas posibilidades de inversión.
Los propietarios de la riqueza superflua eran los únicos hombres que podían utilizar a los hombres
superfluos procedentes de las cuatro esquinas de la Tierra.

La complicidad de todos los partidos parlamentarios en los programas imperialistas es una cuestión que hay
que mencionar. La historia del Partido laborista británico es al respecto casi una ininterrumpida cadena de
justificaciones a la primera profecía de Cecil Rhodes: «Los trabajadores ven que aunque los americanos les
aseguran una excelente amistad e intercambian con ellos los sentimientos más fraternales, están cerrando la
puerta a sus artículos. Los trabajadores ven también que Rusia, Francia y Alemania, localmente, se
hallan haciendo lo mismo y los trabajadores consideran que si no se preocupan no hallarán un lugar en el
mundo con el que comerciar. De esta forma los trabajadores se han convertido en imperialistas y el
Partido liberal sigue su camino». En Alemania, los liberales (y no el Partido conservador) eran los
verdaderos promotores de la famosa política naval que tan considerablemente contribuyó al estallido de la
Primera Guerra Mundial

El Partido socialista oscilaba entre un activo apoyo a la política naval imperialista y el completo olvido
de todas las cuestiones de política exterior. La curiosa debilidad de la oposición popular al imperialismo,
las numerosas inconsecuencias y las promesas abiertamente rotas de los políticos liberales, frecuentemente
atribuidas al oportunismo o al soborno, tenían otras causas más profundas. Ni el oportunismo ni el soborno
hubieran podidopersuadir a un hombre como Gladstone para que rompiera su promesa como jefe del Partido
liberal de que evacuaría Egipto cuando llegara a ser primer ministro. A medias conscientemente, apenas
claramente, estos hombres compartían con el pueblo la convicción de que el mismo cuerpo nacional se
hallaba profundamente dividido en clases, que la lucha de clases era una característica tan universal
de la moderna vida política, que la verdadera cohesión de la nación estaba en peligro. La expansión se
presentaba de nuevo como salvavidas, aunque sólo fuera porque podía proporcionar un interés común para
toda la nación en conjunto y, principalmente por esta razón, se permitió a los imperialistas que se convirtieran
en «parásitos del patriotismo»Estas, así, fueron las razones por las que el nacionalismo desarrolló una tan
clara tendencia hacia el imperialismo, pese a la contradicción interna de los dos principios

Cuanto peor preparadas se hallaban las naciones para la incorporación de pueblos extranjeros (lo que
contradecía la constitución de su propio cuerpo político), más tentadas se sentían a oprimirlos. En teoría,
existe un abismo entre el imperialismo y el nacionalismo; en la práctica, puede ser salvado y lo ha sido por el
nacionalismo tribal y por el racismo declarado. Desde el comienzo, los imperialistas de todos los países
afirmaron y se jactaron de hallarse «más allá de los partidos» y de ser los únicos que hablaban a
toda la nación. Esto fue especialmente cierto en los países de la Europa central y orientalcon escasas o nulas
posesiones de ultramar. En ellos la alianza entre el populacho y el capital se desarrolló en el interior y

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afectó aún más gravemente (y atacó mucho más violentamente) a las instituciones nacionales y a todos
los partidos nacionales

Los funcionarios gubernamentales se comprometieron más activamente que cualquier otro grupo en el tipo
nacionalista de imperialismo y fueron los principales responsables de la confusión del imperialismo con el
nacionalismo.

La verdad es que sólo lejos de su patria podía un ciudadano de Inglaterra, Alemania o Francia ser nada más
que inglés, alemán o francés. En su propio país estaba tan implicado en intereses económicos o
lealtades sociales que se hallaba más cerca de un miembro de su clase de un país extranjero que de un hombre
de otra clase en el país propio. La expansión dio al nacionalismo un nuevo respiro y por eso fue aceptada
como instrumento de política nacional. Los miembros de las nuevas sociedades coloniales y de las ligas
imperialistas se sintieron «alejados de las luchas partidistas», y cuanto más lejos se iban, más fuerte era su
creencia de que representaban sólo un objetivo nacional». Esto revela el desesperado estado de las
naciones europeas ante el imperialismo, cuán frágiles se habían tornado sus instituciones, cuán anticuado su
sistema social mostraba ser frente a la creciente capacidad del hombre para la producción.

La alianza entre el capital y el populacho se encuentra en la génesis de cada consecuente política imperial. En
algunos países, especialmente en la Gran Bretaña, esta nueva alianza entre los demasiado ricos y los
demasiado pobres estuvo y siguió estando confinada a las posesiones de ultramar. La llamada
hipocresía de la política británica fue resultado del buen sentido de los políticos ingleses, que trazaron
una clara línea divisoria entre los métodos coloniales y la política interior habitual, evitando por eso con
éxito considerable el temido efecto de boomerang del imperialismo sobre la madre Patria. En otros
países, especialmente en Alemania y Austria, la alianza tuvo lugar en la patria en forma de
panmovimientos, y en menor grado en Francia en una llamada política colonial. El objeto de estos
«movimientos» era, por así decirlo, imperializar a toda la nación, y no sólo a la parte «superflua» de ésta, para
combinar la política interior y exterior de tal manera que permitiera organizar a la nación para el saqueo de
territorios exteriores y la permanente degradación de pueblos extranjeros.

Todos los grandes historiadores del siglo XIX observaron y advirtieron ansiosamente la elevación del
populacho a partir de la organización capitalista y su desarrollo. Al concluir el siglo, el affaire
Dreyfus mostró que en Francia el hampa y la alta sociedad estaban tan estrechamente unidas que era
definitivamente difícil situar a cualquiera de los «héroes» de los antidreyfusards en una u otra categoría.

Cualquiera que sea la naturaleza precisa de la larga evolución histórica de la burguesía en los diferentes
países europeos, los principios políticos del populacho, tal como se hallan en las ideologías
imperialistas y en los movimientos totalitarios, revelan una afinidad sorprendentemente fuerte con las
actitudes políticas de la sociedad burguesa, si éstas últimas se hallan libres de hipocresía y no teñidas
por concesiones a la tradición cristiana. Lo que en fecha más reciente hizo que las actitudes nihilistas del
populacho resultaran tan intelectualmente atractivas para la burguesía es una relación de principio que va más
allá del nacimiento del populacho. La ocasión —riqueza superflua creada por la superacumulación, que
precisaba de la ayuda del populacho para hallar una inversión segura y beneficiosa— puso en marcha una
fuerza que se ha hallado siempre en la estructura básica de la sociedad burguesa, aunque haya
permanecido oculta por tradiciones más nobles y por esa bendita hipocresía. El hecho de que este populacho
pudiera ser empleado sólo por los políticos imperialistas e inspirado sólo por las doctrinas racistas hizo que
pareciera como si solamente el imperialismo fuera capaz de liquidar los graves problemas internos, sociales y
económicos de los tiempos modernos.

Es cierto que la filosofía de Hobbes no contiene nada referente a las modernas doctrinas racistas, que no sólo
levantan al populacho, sino que, en su forma totalitaria, esbozan muy claramente las formas de organización

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mediante las cuales la Humanidad podría llevar el inacabable proceso de acumulación de capital. Pero
Hobbes, al menos, proporcionó un pensamiento político con el prerrequisito de todas las doctrinas racistas, es
decir, la exclusión en principio de la idea de Humanidad que constituye la única idea reguladora de la ley
internacional. Hobbes permite la mejor base teórica posible para esas ideologías naturalistas que
consideran a las naciones como tribus, separadas entre sí por la naturaleza, sin conexión alguna de
ningún tipo, inconscientes a la solidaridad de la Humanidad y que tienen sólo en común el instinto de
autopreservación que el hombre comparte con el mundo animal.

C9 LA DECADENCIA DE LA NACION ESTADO Y EL FINAL DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE

Es ahora casi imposible describir lo que realmente sucedió en Europa el 4 de agosto de 1914. La primera
explosión parece haber desencadenado una reacción en cadena en la que estamos envueltos desde entonces y
que nadie, al parecer, es capaz de detener. La primera guerra mundial hizo estallar la comunidad europea de
naciones hasta el punto de que se tornó imposible toda reparación del entuerto; fue algo que ninguna otra
guerra había logrado hasta entonces. Las guerras civiles que surgieron y que se desarrollaron a lo largo de
veinte años de inquieta paz no sólo fueron más sangrientas y crueles que todas las que las precedieron, sino
que se vieron seguidas de migraciones de grupos que, a diferencia de sus más afortunados predecesores
de las guerras de religión, no fueron bien recibidos en parte alguna ni pudieron ser asimilados en ningún
lugar.

Antes de que la política totalitaria atacara conscientemente y destruyera parcialmente la auténtica estructura
de la civilización europea, la explosión de 1914 y sus graves consecuencias habían conmovido
suficientemente la fachada del sistema político de Europa hasta dejar al descubierto su oculto entramado. La
atmósfera de desintegración, aunque característica de toda Europa en el período comprendido entre las dos
guerras mundiales, era más visible en los países derrotados que en los victoriosos y se desarrolló por
completo cn los Estados recientemente establecidos tras la liquidación de la Monarquía Dual y del
Imperio zarista. Ahora todo el mundo se alzaba contra todo el mundo, y especialmente contra sus más
próximos vecinos —los eslovacos contra los checos, los croatas contra los servios, los ucranianos
contra los polacos, y esto no era resultado de la pugna entre nacionalidades y pueblos estatales (o
minorías y mayorías); los eslovacos no sólo sabotearon constantemente al Gobierno democrático checo
de Praga, sino que al mismo tiempo perseguían a la minoría húngara en su propio suelo, mientras que
existía una hostilidad similar contra el pueblo estatal, por una parte, y entre ellas mismas, por otra, entre las
insatisfechas minorías de Polonia.

La desnacionalización se convirtió en arma poderosa de la política totalitaria y la incapacidad constitucional


de las Naciones-Estados europeas para garantizar los derechos humanos a aquellos que habían perdido
los derechos nacionalmente garantizados, permitió a los Gobiernos perseguidores imponer su norma de
valores incluso a sus oponentes. Aquellos a quienes el perseguidor había singularizado como la
escoria de la Tierra —judíos, trotskistas, etc.— fueron recibidos en todas partes como escoria de la Tierra;
aquellos a quienes la persecución había calificado de indeseables se convirtieron en los indésirables de
Europa.

LA «NACIÓN DE MINORÍAS» Y LOS APÁTRIDAS; La imperfección de los tratados de paz ha sido


explicada a menudo por el hecho de que quienes los elaboraron pertenecían a una generación formada por las
experiencias de la era de la preguerra, de forma tal que nunca comprendieron perfectamente todo el impacto
de la guerra cuya paz tenían que lograr. No hay mejor prueba de ello que su intento de regular cl problema de
la nacionalidad en la Europa oriental y meridional mediante el establecimiento de Naciones-Estados y la
introducción de los tratados de minorías. era aún más que dudoso el que pudiera ser importada a una zona que
carecía de las auténticas condiciones para el auge de la Nación-Estado: la homogeneidad de la población y su

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enraizamiento en el suelo. Pero suponer que las Naciones-Estados podían ser establecidas por los métodos de
los tratados de paz era simplemente absurdo.

Los tratados amontonaron a muchos pueblos en cada uno de los Estados, denominaron «estatales» a
algunos de estos pueblos y les confiaron el Gobierno, suponiendo tácitamente que los restantes (como
los eslovacos en Checoslovaquia o los croatas y los eslovenos en Yugoslavia) estarían igualmente asociados
en ese Gobierno, lo que, desde luego, no era cierto, y con una arbitrariedad igual crearon de lo que
restaba un tercer grupo de nacionalidades denominadas «minorías», añadiendo así a las abundantes
cargas de los nuevos Estados el inconveniente de tener que observar regulaciones especiales para una
parte de la población

El resultado fue que aquellos pueblos a quienes no les fueron otorgados Estados, tanto si eran minorías
oficiales o sólo nacionalidades, consideraron los tratados como un juego arbitrario que entregaba a unos el
mando y a otros la servidumbre. Por otra parte, los Estados recientemente creados, a los que se les
prometieron iguales derechos que las naciones occidentales en lo que se refería a su soberanía nacional,
consideraron a los tratados de minorías como un claro quebrantamiento de la promesa ycomo una clara
discriminación porque sólo los nuevos Estados, y ni siquiera la derrotada Alemania, se hallaban ligados por
tales tratados.

Los movimientos de liberación nacional del Este eran revolucionarios en la misma forma que los
movimientos obreros de Occidente; ambos representaban a los estratos «ahistóricos» de la población
europea y ambos se esforzaban por lograr un reconocimiento y una participación en los asuntos públicos.
Como el objeto era conservar el statu quo europeo, la concesión de la autodeterminación nacional y
de la soberanía a todos los pueblos europeos parecía desde luego inevitable

Las nacionalidades amargadas, prescindiendo por completo de la Sociedad de Naciones, prontodecidieron


hacer frente al problema por sus propios medios. Se integraron en un Congreso de Minorías que
resultó notable en más de un aspecto. Contradecía la idea misma tras la que se habían establecido los tratados
de la Sociedad, denominándose a sí mismo oficialmente «Congreso de los Grupos Nacionales Organizados en
Estados Europeos», anulando así la gran labor realizada durante las negociaciones de paz para evitar la
ominosa palabra «nacional»

El «Congreso de los Grupos Nacionales» no sólo esquivó el principio territorial de la Sociedad; fue
dominado naturalmente por las dos nacionalidades que estaban representadas en todos los Estados
sucesores y que se hallaban por eso, si lo deseaban, en posición de hacer sentir su peso en toda la Europa
oriental y meridional. Estos dos grupos eran los alemanes y los judíos. Las minorías alemanas de Rumania y
de Checoslovaquia votaron, desde luego, con las minorías alemanas de Polonia y de Hungría, y nadie
podía esperar que los judíos polacos, por ejemplo, permanecieran indiferentes ante las medidas
discriminatorias del Gobierno rumano.

El verdadero significado de los tratados de minorías descansa no en su aplicación práctica, sino en el hecho
de que estuvieran garantizados por un organismo internacional, la Sociedad de Naciones.

Pero mientras que el establecimiento de las Naciones-Estados coincidió con el establecimiento de un


Gobierno constitucional, siempre habían representado y se habían basado en el imperio de la ley contra
el imperio de la administración arbitraria y del despotismo. Así sucedió que, cuando quedó roto el
precario equilibrio entre la nación y el Estado, entre el interés nacional y las instituciones legales, la
desintegración de esta forma de Gobierno y de organización de los pueblos sobrevino con una aterradora
rapidez. Su desintegración.

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Las minorías eran sólo medio apátridas; de jure pertenecían a un cuerpo político, aunque necesitaran
una protección adicional en forma de tratados y de garantías especiales.

Mucho más tenaz, de hecho, y mucho más penetrante en sus repercusiones fue el caso de los apátridas, el
más nuevo fenómeno de masas en la Historia contemporánea, y la existencia de un nuevo pueblo, siempre
creciente, integrado por apátridas y el grupo más sintomático de la política contemporánea

Carente de importancia en sí mismo, aparentemente tan sólo una rareza legal, el apatride recibió una atención
y una consideración tardías cuando se le unieron en su status legal los refugiados de la postguerra que se
habían visto obligados a salir de sus países. El término «apátrida» reconocía al menos el hecho de que
estas personas habían perdido la protección de sus Gobiernos y requería acuerdos internacionales para
la salvaguardia de su status legal. El término de postguerra «personas desplazadas» fue inventado durante la
contienda con el expreso propósito de liquidar de una vez para siempre el estado de apátrida, ignorando
su existencia. El no reconocimiento del estado de apátrida significa siempre la repatriación, es decir, la
deportación a un país de origen que, o bien se niega a reconocer como ciudadano al repatriado en potencia, o,
por el contrario, desea que vuelva urgentemente para castigarle.

El primer gran golpe asestado a las Naciones-Estados con la llegada de centenares de miles de apátridas fue
que el derecho de asilo, único derecho que había llegado a figurar como símbolo de los Derechos del Hombre
en la esfera de las relaciones internacionales, comenzó a ser abolido.

El segundo gran choque que sufrió el mundo europeo por obra de la llegada de los refugiadosfue la
comprensión de que era imposible desembarazarse de ellos o transformarles en nacionales del país en el que
se habían refugiado. Desde el comienzo, todo el mundo estuvo de acuerdo en que sólo existían dos maneras
de resolver el problema: repatriación o nacionalización

Casi tan aterrador como estos nuevos peligros surgidos de los antiguos focos de perturbación de Europa fue el
género de conducta de todas las naciones europeas en sus luchas «ideológicas». No sólo las personas
expulsadas del país y de la nacionalidad, sino más y más personas de todos los países, incluyendo las
democracias occidentales, se presentaban ahora voluntarias para luchar en guerras civiles en otros
lugares (lo que hasta entonces sólo habían hecho algunos idealistas y aventureros), incluso cuando ello
significaba la separación de sus comunidades nacionales. Esta fue la lección de la guerra civil española y una
de las razones por las que los Gobiernos se sintieron tan aterrados ante las Brigadas Internacionales.

El verdadero mal comenzó tan pronto como se probaron los dos remedios reconocidos, la repatriación
y la nacionalización. Las medidas de repatriación fracasaron, naturalmente, ya que no existía país alguno al
que pudieran ser deportadas estas personas.

Por otra parte, la nacionalización también demostró ser un fracaso. Todo el sistema de
nacionalización de los países europeos se vino abajo cuando tuvo que enfrentarse con los apátridas.

Y ello por la misma razón por la que había sido abandonado el derecho de asilo. Esencialmente, la
nacionalización era un apéndice a la legislación de la Nación-Estado que sólo tenía en cuenta a los
«nacionales», a las personas nacidas en su territorio y ciudadanos por derecho de nacimiento. La
nacionalización resultaba necesaria en casos excepcionales para individuos aislados cuyas circunstancias
podían haberles impulsado a un territorio extranjero: Todo el proceso se quebró cuando hubo que
atender a masivas peticiones de nacionalización.

La Nación-Estado, incapaz de proporcionar una ley a aquellos que habían perdido la protección de un
Gobierno nacional, transfirió todo el problema a la policía. Esta fue la primera vez que la policía de Europa
occidental recibió autoridad para actuar por su cuenta, para gobernar directamente a las personas; en una

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esfera de la vida pública ya no era un instrumento para afirmar el cumplimiento de la ley, sino que
se convirtió en una autoridad dominadora, independiente.

No es necesario decir que los regímenes totalitarios, donde la policía se había elevado hasta la cumbre del
poder, se hallaban especialmente ansiosos de consolidar su poder a través de la dominación de amplios
grupos de personas que, al margen de cualquier delito cometido por algunos individuos, se hallaran en
cualquier caso fuera del redil de la ley. En la Alemania nazi las Leyes de Nuremberg, con su distinción
entre ciudadanos del Reich (ciudadanos completos) y nacionales (ciudadanos de segunda clase sin
derechos políticos), habían abierto el camino para una evolución en la que, eventualmente, todos los
nacionales de «sangre extranjera» podían perder su nacionalidad.

La noción de que el estado de apátrida es primariamente un problema judío fue un pretexto utilizado por todos
los Gobiernos que trataron de acabar con el problema ignorándolo. Ninguno de los políticos fue consciente de
que la solución hitleriana del problema judío, reduciendo primero a los judíos alemanes a la categoría de una
minoría no reconocida en Alemania, empujándoles como apátridas al otro lado de la frontera y, finalmente,
recogiéndoles en todas partes para enviarles a los campos de exterminio, era para el resto del mundo una
demostración elocuente de la forma de «liquidar» realmente todos los problemas relativos a las
minorías y los apátridas. la Nación-Estado no puede existir una vez que ha quedado roto su principio de
igualdad ante la ley. Sin esta igualdad legal que originalmente estaba concebida para sustituir a las antiguas
leyes y a las normas de la sociedad feudal, la nación se disuelve en una masa anárquica de individuos
privilegiados y de individuos desfavorecidos.

. LAS PERPLEJIDADES DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE; Como los Derechos del Hombre eran
proclamados «inalienables», irreducibles e indeductibles de otros derechos o leyes, no se invocaba a autoridad
alguna para su establecimiento; el Hombre en sí mismo era su fuente tanto como su objetivo último. Desde el
comienzo, la paradoja implicada en la declaración de los derechos humanos inalienables consistió en que se
refería a un ser humano «abstracto» que parecía no existir en parte alguna, porque incluso los salvajes vivían
dentro de algún tipo de orden social.

La completa implicación de esta identificación de los derechos del hombre con los derechos de los pueblos
en el sistema de la Nación-Estado europea surgió a la luz sólo cuando aparecieron repentinamente un
creciente número de personas y de pueblos cuyos derechos elementales se hallaban tan escasamente
salvaguardados por el funcionamiento ordinario de las Naciones-Estados en el centro de Europa como lo
habrían sido en el corazón de África.

Los apátridas estaban tan convencidos como las minorías de que la pérdida de los derechos
nacionales se identificaba con la pérdida de les derechos humanos como de que aquéllos garantizaban
a éstos.

Los Derechos del Hombre, supuestamente inalienables, demostraron ser inaplicables —incluso en países
cuyas Constituciones estaban basadas en ellos— allí donde había personas que no parecían ser
ciudadanas de un Estado soberano. A este hecho, suficientemente preocupante en sí mismo, debe añadirse la
confusión creada por los muchos intentos recientes para elaborar una nueva Carta de los derechos humanos,
intentos que han demostrado que nadie parece ser capaz de definir con alguna seguridad cómo son tales
derechos, diferenciados de los derechos del ciudadano.

La primera pérdida que sufrieron los fuera de la ley fue la pérdida de sus hogares, y esto significaba
la pérdida de todo el entramado social en el que habían nacido y en el que habían establecido para sí
mismos un lugar diferenciado en el mundo. La segunda pérdida que sufrieron los fuera de la ley fue la pérdida
de la protección del Gobierno, y esto no implicaba solamente la pérdida del status legal en su propio

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país, sino en todos. Los Tratados de reciprocidad y los acuerdos internacionales habían tejido una red en
torno de la Tierra que permitía al ciudadano de cada país llevar su status legal a cualquier parte.

Llegamos a ser conscientes de la existencia de un derecho a tener derechos (y esto significa vivir dentro de un
marco donde uno es juzgado por las acciones y las opiniones propias) y de un derecho a pertenecer a algún
tipo de comunidad organizada, sólo cuando emergieron millones de personas que habían perdido y que no
podían recobrar estos derechos por obra de la nueva situación política global. Lo malo es que esta calamidad
surgió no de ninguna falta de civilización, del atraso o de la simple tiranía, sino, al contrario, que no pudo
ser reparada porque ya no existía ningún lugar «civilizado» en la Tierra, porque, tanto si nos gustaba
como si no nos gustaba, empezamos a vivir realmente en Un Mundo. Sólo en una Humanidad
completamente organizada podía llegar a identificarse la pérdida del hogar y del status político con la
expulsión de la Humanidad.

Antes de esto, lo que llamamos hoy un «derecho humano» hubiera sido considerado como una característica
general de la condición humana que ningún tirano podía arrebatar. Su pérdida significa la pérdida de la
relevancia de la palabra (y el hombre, desde Aristóteles, ha sido definido como un ser que domina el poder de
la palabra y del pensamiento) y la pérdida de toda relación humana (y el hombre, también desde la época de
Aristóteles, ha sido considerado como el «animal político», el que por definición vive en una comunidad), la
pérdida, en otras palabras, de algunas de las más esenciales características de la vida humana.

El hombre del siglo XX ha llegado a emanciparse de la Naturaleza hasta el mismo grado que el hombre del
siglo XVIII se emancipó de la Historia. La Historia y la Naturaleza se han tornado igualmente
extrañas a nosotros, principalmente en el sentido de que la esencia del hombre ya no puede ser comprendida
en términos de una u otra categoría. Por otra parte, la Humanidad, que en el siglo XVIII, en la terminología
kantiana, no era más que una idea ordenadora, se ha convertido hoy en un hecho ineludible

No sólo la pérdida de los derechos nacionales entrañó en todos los casos la pérdida de los derechos humanos;
la restauración de los derechos humanos, como lo prueba el reciente caso del Estado de Israel, sólo ha
sido lograda hasta ahora a través de la restauración o del establecimiento de los derechos nacionales.
La concepción de los derechos humanos, basada en la supuesta existencia de un ser humano como tal, se
quebró en el momento en que quienes afirmaban creer en ella se enfrentaron por vez primera con personas
que habían perdido todas las demás cualidades y relaciones específicas —excepto las que seguían siendo
humanas.

DAVIS LOS ORIGENES DEL TERCER MUNDO

Los historiadores han descartado con frecuencia lo que consideraban «accidentes climáticos». Pero va y
resulta que estos no son accidentales después de todo. De hecho, la intensidad de los fenó- menos ENOS es
tan abrumadora en algunas instancias que resulta tentador afirmar que las grandes hambrunas, Esta
interpretación, por supuesto, resuena inadvertidamente al discurso oficial británico en la India victoriana,
como recapitulaban todos los informes de las varias comisiones sobre la hambruna y las alocuciones
virreinales: millones de personas murieron debido al tiempo extremo y no debido al imperialismo.

El contraste con los caóticos esfuerzos de socorro de finales de la dinastía Qing en 1877 y 1899 (o también
con el manejo monstruosamente malo de la sequía de 1958-61 por parte de Mao) no puede ser más chocante.
La capacidad del Estado chino durante el siglo dieciocho, como han enfatizado Will y sus colaboradores, era
verdaderamente impresionante: un cuadro de administradores experimentados en la solución de problemas; un
único sistema nacional de estabilización del precio de los cereales; grandes excedentes de cereales; graneros
bien administrados que almacenaban más de un millón de bushels de grano en cada una de las doce
provincias; e infraestructuras hidráulicas incomparables.

67
El intenso compromiso personal del Emperador consiguió que se alcanzase un estándar de precisión alto en
los informes de precios y, como ha demostrado Endymion Wilkinson, frecuentemente condujo a la
implementación de reformas significativas. '8 Ésta es otra differentia specifica del absolutismo de la dinastía
Qing. Resulta dificil imaginar a Luis XVI empleando sus tardes revisando escrupulosamente las minutas con
los precios de los cereales de Limoges o Auvernia, aunque tal esfuerzo hubiese podido, en última instancia,
haberle salvado de la guillotina. Ni tampoco es fácil imaginar a un monarca europeo seriamente
comprometido con el esoterismo que comporta la creación de trabajo público en la misma medida en que la
dinastía Qing se sumergió, rutinariamente, en los detalles del sistema de transporte de cereales en el Gran
Canal.

Es razonable aceptar que si una sequía de la magnitud de la de 1876 hubiese ocurrido en 1743 hubiese
provocado, inevitablemente, decenas, tal vez centenas de miles de muertos en las regiones más remotas. Pero
es improbable que una sequía como esa se hubiese transformado en un verdadero holocausto que consumiere
a la mayoría de la población de prefacturas y condados, como sí que sucedió a finales del siglo diecinueve.
Contrariamente a lo que sucedió en 1876-77, cuando los graneros habían sido vaciados o saqueados y los
precios se subían por las nubes sin control alguno, los administradores del siglo dieciocho podían contar con
grandes excedentes en el presupuesto imperial y graneros locales bien provistos y respaldados por los
enormes excedentes de arroz del sur.

Mientras que en 1876, el Estado chino -debilitado y desmoralizado después del fracaso de las reformas
domésticas de la restauración de la dinastía Tongzhi- se vio reducido a repartir, desorganizadamente, dinero
como medida de socorro, una cantidad monetaria que fue aumentada por las donaciones privadas y la
humillante caridad internacional, en el siglo dieciocho tenía tanto la tecnología, como la voluntad política de
transportar enormes cantidades de grano entre las regiones y, así, aliviar el hambre en una escala mayor de lo
que ninguna polis había hecho anteriormente en la historia de la humanidad.

¿Qué decir de la hambruna en la India antes a la colonización británica? el Estado mogol «consideraba que la
protección de los campesinos era una obligación esencial» y hay numerosos ejemplos, si bien esporádicos, de
operaciones de socorro humanitarias. Ocasionalmente, los británicos reconocieron, en su debida manera, las
políticas de sus predecesores «despóticos»

En contraste con el dogmatismo y la rigidez de las colonias británicas, cuyo propósito era maximizar las
rentas de la tierra, tanto los mogoles como los marathas diseñaron su dominio de modo flexible para poder
tener en cuenta las relaciones ecológicas clave y las fluctuaciones climáticas impredecibles que suceden en las
regiones del subcontinente indio más propensas a padecer sequías.

Aunque los británicos insistían en que habían rescatado a la India del «hambre eterna», más de un oficial
recibió un rapapolvo cuando los nacionalistas indios citaron un estudio publicado en 1878 en el prestigioso
Journal of ,he Statistical Society que contrastaba las treinta y una hambrunas graves ocurridas en los 120 años
de dominio británico con las diecisiete registradas en los dos milenios anteriores.46 En otras palabras, India y
China no entraron en el periodo histórico contemporáneo como las desvalidas «tierras de hambruna» que la
imaginación occidental recrea universalmente.

Como ha explicado elocuentemente Michael Watts en su historia de la «violencia silenciosa» de las sequías y
hambrunas en la Nigeria colonial: «El riesgo climático ... no lo crea la naturaleza ... sino que es un «acuerdo
negociado» porque toda sociedad dispone de medios institucionales, sociales y técnicos para afrontarlo ...
[Así] las hambrunas son crisis sociales que encarnan el fracaso de determinados sistemas políticos y
económicos»

68
La última generación de investigadores ha producido estudios abundantes que revelan las historias
económicas y sociales de las regiones teleconectadas por las perturbaciones episódicas del ENOS. Los
avances realizados por estas investigaciones han contribuido a demoler los estereotipos orientalistas, que
consideran que la pobreza inmutable y la superpoblación son los prerrequisitos naturales de las grandes
hambrunas del siglo diecinueve. Hay pruebas convincentes de que los campesinos y jornaleros agrícolas,
después de 1850, a medida que sus economías locales eran violentamente incorporadas al mercado mundial,
se vieron en una posición dramáticamente más vulnerable a los desastres naturales.

Tres cuestiones, referentes a la articulación con estructuras socio-económicas mayores, eran especialmente
decisivas para la subsistencia rural en el «proto-Tercer Mundo» de la era victoriana tardía.

En primer lugar, la incorporación forzosa de la producción minifundista a los circuitos productivos y


financieros controlados desde el extranjero tendía a socavar la seguridad alimenticia tradicional. La
investigación más reciente confirma que, en vez de ser tomada como una oportunidad empresarial, lo que
comúnmente promovió la adopción de cultivos comerciales fue la subsistencia desfavorable (situación que
consiste en la existencia de impuestos elevados, endeudamiento crónico, disponibilidad inadecuada de tierras,
pérdida de las oportunidades de empleo subsidiarias, desaparición de los recursos comunales, disolución de
las obligaciones patrimoniales y demás.)

A resultas de ello, la posición de los pequeños productores rurales en la jerarquía económica internacional era
equivalente con la movilidad a la baja 0, en el mejor de los casos, con el estancamiento.

En segundo lugar, la integración de millones de cultivadores tropicales en el mercado mundial a finales del
siglo diecinueve vino acompañada por un deterioro severo de las condiciones del comercio. El déficit de
poder por parte de los campesinos en comparación con los comerciantes y los prestamistas agrícolas aumentó
por la pérdida del poder adquisitivo de sus productos en el ámbito internacional.

En tercer lugar, el imperialismo victoriano formal e informal, respaldado por el automatismo supranacional
del patrón oro, confiscó la autonomía fiscal local y limitó las respuestas desarrollistas a escala nacional
(especialmente las inversiones en la conservación de agua y en la irrigación) que podrían haber reducido la
vulnerabilidad de la población frente a la inestabilidad climática. todo beneficio a las capas populares que
proporcionaron el ferrocarril británico y la construcción de canales, se vieron cancelados, en gran medida, por
el abandono oficial de los sistemas locales de irrigación y por la imposición del cercado brutal de los recursos
forestales y pastoriegos. Es decir, el fallo no estaba solamente en que las ganancias de las exportaciones no
fueron restituidas a los minifundistas en forma de incrementos en los ingresos familiares, sino que tampoco
volvieron en forma de capital social reutilizable o inversiones estatales.

En China, la «normalización» de los precios de los cereales y la estabilización ecológica de la agricultura en


la llanura del Río Amarillo fueron socavadas por la interacción de las crisis endógenas con la pérdida de
soberanía en el comercio exterior que ocurrió en las postrimerías de las dos Guerras del Opio.

El control británico sobre la deuda externa de Brasil y, por ello, sobre su capacidad fiscal , ayuda igualmente a
explicar el fracaso del Imperio y de la República que le sucedió en emprender cualquier medida desarrollista
contra la sequía en el sertao. Al igual que en India y China, la incapacidad de regular políticamente la
interacción con el mercado mundial, en un momento en el que la subsistencia generalizada dependía de forma
creciente de los derechos alimenticios adquiridos en el mercado internacional, se convirtió en un silogismo
siniestro del hambre.

La elaboración de estas tesis, como siempre sucede en las explicaciones geohistóricas, requiere un análisis
profundo de varias magnitudes. es necesario discutir brevemente cómo las posiciones estructurales de India y
China (los grandes batallones del futuro Tercer Mundo) en la economía mundial cambiaron en el curso del

69
siglo diecinueve. Los trabajos estadísticos hercúleos de Paul Bairoch y Angus Maddison en los últimos treinta
años, complementados recientemente por estudios de caso comparados de los estándares de vida europeos y
asiáticos, son básicos para entender los orígenes de la desigualdad global moderna (y ésta es la cuestión
esencial.)

El estereotipo habitual en la historia económica del siglo diecinueve es que Asia se quedó quieta mientras que
Revolución Industrial empujaba a Gran Bretaña, seguida por Estados Unidos y, eventualmente, el resto de
Europa occidental, por el camino del crecimiento veloz del PNB. Por supuesto, superficialmente esto es
correcto, aunque los datos acumulados por Bairoch y Maddison demuestran que Asia perdió su preeminencia
en la economía mundial mucho después de lo que muchos de nosotros imaginamos. El futuro Tercer Mundo,
dominado por las economías comerciales y artesanales altamente desarrolladas de China e India, fue
perdiendo terreno, de muy mala gana, hasta 1850

La desindustrialización de Asia, a través de la substitución de los textiles manufacturados localmente por


importaciones de algodón de Lancashire, solamente alcanzó su clímax en las décadas posteriores a la
construcción del Palacio de Cristal.

Los telares de China e India no fueron derrotados por la competición del mercado, sino que fueron
desmantelados a la fuerza por las guerras, las invasiones, el opio y el sistema de aranceles en una sola
dirección impuesto por Lancashire.

Es indiscutible que, desde aproximadamente 1780 ó 1800, cada intento serio de una sociedad no occidental de
introducirse en el carril de vía rápida del desarrollo o de regular las condiciones de su comercio recibía una
respuesta militar y económica de Londres o de otra capital imperial competidora. Japón, impulsado por los
barcos negros de Perry, es la excepción que confirma la regla. El uso de la fuerza para crear una economía
mundial «liberal» (como argumentan Marx y, posteriormente, Rosa Luxemburgo) es la esencia verdadera de
la Pax Británica. Los triunfos británicos simultáneos en la Revolución de los Cipayos y en la Guerra de la
«Flecha» en 1858, junto con el vasallaje de Japón a Perry el mismo año, fueron victorias memorables sobre la
autonomía económica asiática.

Paradójicamente, el «momento» más importante del Asia monzónica en la economía mundial victoriana no
fue a principios de esta época, sino hacia su fin. Las recaudaciones coaccionadas de riqueza de la India y
China no fueron esenciales para el auge de la hegemonía británica, pero fueron absolutamente cruciales para
postergar su ocaso.

En esta coyuntura, los hambrientos campesinados indio y chino fueron incorporados al sistema como
salvadores inverosímiles. Durante una generación apoyaron todo el sistema internacional de pagos, lo que
permitió que la supremacía financiera inglesa continuada coexistiese, temporalmente, con su relativa
decadencia industrial. Según Giovanni Arrighi, «el enorme superávit en la balanza de pagos india se convirtió
en el elemento central que permitió la reproducción amplificada de los procesos de acumulación de capital a
escala mundial por parte del Reino Unido y el dominio de las finanzas mundiales por parte de la City»

El funcionamiento de este circuito crucial era simple e ingenioso. Gran Bretaña ganaba anualmente un
enorme superávit en sus transacciones con India y China, que le permitían sostener déficit igualmente grandes
en sus transacciones con Estados Unidos, Alemania y los demás dominios poblados por los blancos

La India fue, claramente, el mercado cautivo más grande en la historia mundial. Gracias a la India, «los
financieros británicos no se vieron constreñidos a «atar» sus préstamos a las exportaciones británicas, ya que
los productos británicos siempre tenían a su disposición el capital imperial».

70
Si el dominio británico de la India fue útil para la industria británica, fue todavía más crucial para las
inversiones británicas».82 Hobsbawm afirma que «ni siquiera los defensores del libre comercio querían ver
cómo este filón de oro se liberaba del control británico»

La apertura del Canal de Suez y el crecimiento de la navegación a vapor redujo drásticamente los costos de
transporte de las exportaciones, en grandes cantidades, de productos del subcontinente indio. A resultas de
ello, en la India, el comercio exterior por vía marítima se octuplicó entre 1840 y 1886. 85 Además de cultivar
opio en Bengala, las nuevas exportaciones de monocultivos de índigo, algodón, trigo y arroz usurparon
millones de acres a los cultivos de subsistencia.

Especialmente en las décadas de 1880 y 1890, el comercio permanente y los desequilibrios contables que el
subcontinente indio mantuvo con Gran Bretaña fueron financiados con los excedentes comerciales del opio,
arroz e hilo de algodón que éste mantenía con el resto de Asia. De hecho, la explotación sistemática de la
India por parte de Inglaterra dependía, en gran medida, de la explotación comercial de China por parte de la
India. Este comercio triangular entre India, China y Gran Bretaña tenía una importancia económica
estratégica en el sistema mundial victoriano que trascendía otros flujos comerciales de mayores dimensiones.

Además de encontrarse en el bando perdedor del imperialismo librecambista, las economías india y china
también se vieron estranguladas por los gastos militares y el patrón oro. En la era victoriana, ningún otro de
los grandes países se vio obligado a dedicar a la guerra una porción tal de su producto nacional.

Bien es cierto que el caso chino era, incluso, más extremo. De 1850 a 1873, China estaba al rojo vivo, llena de
conflictos sociales y étnicos de tales dimensiones que ensombrecían totalmente la coetánea guerra civil
estadounidense. los efectos fiscales de tal guerra civil épica fueron enormes. 98 Durante varios años, los
rebeldes Taiping y sus aliados de la Tríada interrumpieron la llegada a Beijing de la recaudación de los
impuestos de media docena de provincias sureñas. Los rebeldes Nian, simultáneamente, interrumpieron las
tareas administrativas

Las dos grandes naciones de Asia también fueron las víctimas del nuevo sistema monetario internacional
establecido en la década de 1870. Aunque Gran Bretaña adoptó el patrón oro en 1821 , el resto del mundo
todavía se aferraba a un patrón basado en la plata o a un sistema bimetalista. Alemania, después de derrotar a
Francia en 1871 , adoptó el oro y fue rápidamente seguida por Estados Unidos, el resto de Europa y,
eventualmente, también Japón. Cantidades enormes de plata desmonetizada inundaron el mercado mundial,
depreciando la moneda de India y china, las naciones más importantes fuera del bloque hegemónico del oro.

En el caso de China, el choque que supuso la creación del patrón oro, a finales de la década de 1870,
incrementó el caos monetario heredado de las guerras civiles de las décadas de 1850 y 1860. En la década de
1860, la dinastía Qing, incapaz de parar el drenaje de plata que los británicos habían ingeniado con la
imposición del comercio de opio, también perdió el control del suministro doméstico de moneda de cobre

La conversión del mercado mundial al patrón de oro universal agravó la crisis de cambio, tanto externa como
interna, de China. En primer lugar, el precio internacional de la plata se desplomó.También se disuadió la
inversión extranjera en China, por miedo a que los reembolsos se realizasen en un estándar depreciado»

Los déficit comerciales impuestos a la fuerza; los impulsos a la exportación que disminuían la seguridad
alimenticia; la imposición excesiva y el capital mercante depredador; el control extranjero de los ingresos
clave y del desarrollo de los recursos; las guerras imperiales y civiles crónicas; el patrón oro que vació los
bolsillos de los campesinos asiáticos eran algunas de las modalidades clave usadas en la economía mundial de
finales de la era victoriana para transferir la carga del «ajuste estructural» de Europa y Norteamérica a los
agricultores de las recientemente acuñadas nuevas «periféricas».

71
Las investigaciones recientes ofrecen un cuadro más complejo de la relación entre demografia y subsistencia
en Asia. (La teoría de Malthus no es aplicable a los casos de Brasil y África, donde las ratios entre tierra y
población eran altas y la carestía de mano de obra crónica, al menos hasta mediados del siglo veinte.)

Igualmente, los investigadores contemporáneos están revisando con detenimiento la imagen tradicional del
«libertinaje demográfico» aplicada a la China imperial: esa «Maltusia» sin remedio, dibujada por
generaciones de economistas y demógrafos teóricos.11 8 Hasta hace bien poco, la mayoría de investigadores
aceptaba las pruebas fragmentarias que apoyaban la explosión demográfica durante el siglo dieciocho, que
dobló o, incluso, triplicó la población que China tenía en el año 1700. Sin embargo, el reduccionismo
demográfico siempre ha tenido dificultades para explicar cómo el crecimiento demográfico, que fue tan
claramente «boserupiano» durante el siglo dieciocho (que promocionaba la expansión dinámica de las fuerzas
productivas), pudo convertirse tan abruptamente en el maltusianismo mugríento del siglo diecinueve (que
bloqueaba todo avance en la productividad.)

Subsecuentemente, el hambre y las epidemias, seguidas por la guerra y la revolución, mantuvieron en el


mínimo el crecimiento demográfico del norte de China hasta 1948.

Como apunta Pomeranz, a principios del siglo diecinueve, Europa se enfrentaba a presiones demográficas y
ecológicas incluso más graves, pero fue capaz de solucionarlas con la ayuda de los recursos naturales del
Nuevo Mundo, de la emigración en masa a las colonias y, eventualmente, con la industrialización urbana.'25
En otras palabras, lo relevante no es tanto la presión demográfica per se, sino por qué Europa occidental pudo
escapar de la incipiente «trampa del equilibrio en un nivel alto» mientras que China no pudo.

Observa Patrick O'Brian que «casi la mitad de la población de Asia, África y América del Sur subsistían en
tierras en las que el mayor impedimento para aumentar la producción agrícola era el abastecimiento de
agua».126 Los «déspotas orientales» lo sabían; de hecho, lo consideraban obvio y uno de los mayores logros
de la Época Dorada de la dinastía Qing, así como del cenit del Imperio Mogol, fue el mantenimiento
sostenido de grandes inversiones.

Este déficit hidráulico reforzó la ilusión maltusiana de una «involución» sin remedio en China y en otras
partes. Las revoluciones contemporáneas en la productividad agrícola que sucedieron desde 1960 en el norte
de India y China, así como desde 1980 en el Nordeste, que estuvieron basadas en la irrigación, no hacen más
que reforzar, en cualquier debate sobre la «capacidad de carga» y «el tope demográfico, la importancia de los
recursos hídricos y de la capacidad política para desarrollarlos»

Queda claro que cualquier intento de elucidar los orígenes sociales de las crisis de subsistencia de finales de la
era victoriana debe incorporar en su haber la historia crucial de los recursos públicos (las cuencas hídricas, los
acuíferos, bosques y pasturas) y del capital destinado al gasto social (los sistemas de riego y de control de
inundaciones, los graneros, caminos y canales.) Defiendo que la pobreza ecológica -definida como el
agotamiento o la pérdida de los derechos a acceder a la base de recursos naturales de la agricultura
tradicional-, junto con la pobreza de la unidad familiar y la incapacitación del Estado, constituyen un
triángulo causal que explica tanto el surgimiento del «Tercer Mundo», como su vulnerabilidad a los
fenómenos climáticos extremos.

 HALLIDAY, Fred. Las relaciones internacionales en un mundo en transformación. Madrid,


Catarata, 2002.

“La sexta gran potencia: las revoluciones y el sistema internacional”

72
Un caso mutuo de interés
La relación q la disciplina de las relaciones internacionales ha mantenido desde hace mucho tiempo, con la
revolución ha sido una relación incómoda. Suele citarse el comentario de Arendt de que el siglo XX fue
moldeado por las guerras y las revoluciones, pero resulta llamativo como estos dos procesos históricamente
formativos reciben un tratamiento diferenciado. El estudio de la guerra es fundamental para el estudio
académico de las relaciones internacionales. Las revoluciones en cambio, han tenido una existencia marginal.
Las propias relaciones internacionales empezaron como una estudio de la guerra y de la causas de la guerra y
siguen estando centradas en la creencia de que la guerra entre los E debe concebirse como una agresión
decidida racionalmente y no como la internacionalización del conflicto social. El desarrollo subsiguiente de
las relaciones internacionales (y de las disciplinas que la estudian) ha confirmado esta situación.
Otros factores tiene que ver con el ambiente de las Cs. Sociales en general, en especial el estudio de la
revolución no encuentra acomodo en ningún lado. En estas disciplinas se ha tendido a estudiarlas haciendo
pocas referencias a las dimensiones internacionales del fenómeno.
Las obras sociológicas trataron a las revoluciones como si hubieran tenido lugar dentro de unas entidades
nacional- políticas discretas. La otra gran contribución reciente al estudio comparativo y teórico de las
revoluciones fue la obra de Goldstone.
Dentro de los enfoques teóricos de las relaciones internacionales el realismo si trata de las revoluciones, pero
en general hace referencia a ellas no como objetos de estudio en sí mismos sino para demostrar las presiones
de la conformidad, de la socialización impuesta por las constricciones del sistema hasta la más desviacionista
o revisionista de los E:
La reflexión más completa sobre las revoluciones desde una perspectiva realista es la obra de Armstrong. Se
trata, en el mejor de los casos, de un ajuste parcial: por un lado evita la cuestión de que hay en la constitución
interna de los E que pueda considerarse como constituyente de la norma, por otro lado, no presta atención al
funcionamiento de la sociedad internacional en el sentido general, q va más allá de las acciones de los
gobiernos.
Otras tendencias de las relaciones internacionales de los años setenta y ochenta dejan también poco espacio a
la acción revolucionaria. Se olvida el papel que tuvo la guerra de Vietnam en la toma de conciencia sobre la
interdependencia. Los estudios estratégicos del periodo de la guerra fría consideraron la carrera de
armamentos Este-Oeste haciendo la más completa abstracción de las configuraciones socioeconómicas en
dicho conflicto. Se prestó muy poca atención a los conflictos sociales y políticos del 3er mundo, y menos aún
a la guerra de guerrillas
Hay no obstante tres aspectos en el que este mutuo desinterés no ha sido absoluto y en el que pueden
identificarse elementos de interacción entre las relaciones internacionales y las revoluciones. Antes que nada
tenemos el conjunto de obras de relaciones internacionales centradas en las cuestiones analíticas y
comparativas puestas de manifiesto por las revoluciones.
En segundo lugar las revoluciones han estado presentes en las relaciones internacionales de una forma
solapada, irrelevante.
En tercer lugar hay algunas obras en ciencias sociales afines que resultan accesibles y relevantes para
construir un debate sobre las revoluciones dentro de las relaciones internacionales.
El examen del lugar que ocupan las revoluciones en las relaciones internacionales parece comprender tres
grandes áreas de indagación: la primera es la histórica; la segunda es descriptiva, se trata del examen de las
dimensiones internacionales de las propias revoluciones; la tercera y principal área de indagación tiene que
ver con la teoría, es decir que cuestiones teóricas plantea el estudio de las revoluciones a las relaciones
internacionales. Así, este aspecto involucra un doble proceso y que debería considerar no solo la cuestión de
cómo afectan las revoluciones a las relaciones internacionales sino en qué medida una consideración
apropiada del contexto internacional puede suponer un cuestionamiento a las explicaciones sociológicas o
políticas establecidas en la revolución.
Las revoluciones y sus consecuencias

73
El uso de los conceptos que se hace en las relaciones internacionales depende, en un grado que la disciplina
no reconoce, de unas definiciones importadas de otras áreas. Si esto ocurre con conceptos tales como E, poder
y sistema, la revolución no es una excepción.
La primera de las contribuciones es la de Skocpol en Estados y Revoluciones sociales, en donde sobre la base
del grado de transformación de la sociedad y de destrucción del antiguo E que las revoluciones suponen se las
identifica con una categoría diferenciada del acontecimiento: las revoluciones son transformaciones rápidas y
básicas del E y de la estructura de clases de una sociedad y son llevadas a cabo por revueltas de clases
inferiores. Skocpol se centró en la relación de las revoluciones con los E: las revoluciones intentaban a la vez
derribar E existentes y consolidar E nuevos, al hacerlo puso de relieve la medida de la competencia
interestatal.
La segunda fue la de Barrington-Moore en Los orígenes sociales de la dictadura y la democracia, en donde
desarrollo dos argumentos que contradicen profundamente las ideas de gran parte del pensamiento
convencional sobre la revolución. Contra la idea predominante de que GB y EEUU habían seguido una senda
pacífica y no revolucionaria señala que si tuvo capítulos revolucionarios. En resumen propone que tanto la vía
revolucionaria como la no suponen costes humanos.
El tercer elemento es la obra de Griwank titulada El concepto moderno de revolución, origen y desarrollo.
Trató así de discernir con mayor claridad los elementos constitutivos de ese uso moderno: que las
revoluciones involucraban no solo un cambio político o constitucional sino también la partición de las masas
en el proceso; que el objetivo principal de las revoluciones era el control del E y por consiguiente el concepto
de revolución no pudo desarrollarse antes del surgimiento del E moderno
Las cuestiones de la definición y el papel histórico desempeñado por las revoluciones son fundamentales,
evidentemente en toda discusión sobre la agitación política en el contexto internacional. La mayor parte de la
literatura de las relaciones internacionales asume también que las revoluciones son momentos de ruptura y no
de transición, y que estos momentos se distinguen por la violencia, contrariamente a unos regímenes
represivos pero estables, que no son violentos.
Cada uno de los trabajo usa un concepto diferente de revolución, por lo que existen tres paradigmas.
Los realistas suelen considerar a las revoluciones en relación a los cambiantes estilos de la política exterior y
de las prioridades de los E, entendiéndolas como un factor revisionista, insatisfecho o desequilibrante. Las
revoluciones suponen una ruptura en un mundo que sin ellas sería ordenado. En sí mismas no requieren ni
explicación ni contextualización histórica.
Para los behavoristas, las revoluciones forman parte del espectro de la violencia y como los virus pueden
difundir la transnacionalidad, pero esta violencia se concibe en términos psicológicos, abstraídos de las causas
sociales o del contexto internacional, y otra vez, contrasta implícitamente con una supuesta alternativa no
violenta debido a su estabilidad.
El materialismo histórico presente en las relaciones internacionales en su variante estructuralista domesticada,
presta mucha mayor atención a las revoluciones y las considera precisamente como configuradoras del papel
formativo y transicional identificado por Skocpol y Barrington Moore y como responsables de un cambio
social y político sustancial. Así consideran a las revoluciones bajo una luz positiva y también empiezan
considerando los factores internacionales, definidos por el K y el imperialismo.
Sin embargo, el materialismo histórico está tan centrado en la dimensión internacional de las revoluciones que
tiene dificultades para explicar por qué las revoluciones parecen estar confinadas a unos E específicos y
presentan unas características tan específicamente nacionales y nacionalistas. Además, poseen una concepción
de revolución que se inserta en la concepción de la historia que avanza hacia una meta histórica determinada,
es decir es teleológica.
La formación del sistema internacional
Según Wight durante gran parte de la historia del sistema internacional, las relaciones entre los E no han
estado determinadas por factores “normales”, sino por factores anormales, revolucionarios.
La importancia de la revolución en el S XX fue inmensa. La revolución bolchevique del 17 estableció una
fractura fundamental de las relaciones internacionales. La cuestión de en qué medida fue el antagonismo a la

74
revolución bolchevique y el temor a su impacto en Europa central lo que le dio el impulso al surgimiento del
nazismo es una cuestión abierta.
La división ya constituida entre E K y comunistas, fue agravada por el torrente de las revoluciones en el tercer
mundo cuya propia enumeración coincide con las de las principales crisis de postguerra.
Por otra parte la guerra fría fue un conflicto intersistémico. Entre 1945 y 1989 fueron sobre todo los conflictos
en el tercer mundo los que alimentaron las tensiones internacionales. Un indicador de ello es que fuera la
política a seguir en relación a las revoluciones del tercer mundo lo que llevó a los presidentes de los EEUU a
dar sus nombres a sus respectivas “doctrinas”. De la misma manera, los desafíos del tercer mundo fueron los
principales retos a los que se enfrentaron los presidentes de los EEUU como bien entendieron Truman,
Johnson y especialmente Garter. En las cuatro décadas que transcurrieron hasta fines de los años ochenta, la
revolución proporcionó el fundamento histórico del sistema bipolar, alimentado por la carrera de armamentos
nucleares, proporcionando caso tras caso de competición entre las grandes potencias y amenazando la
estabilidad política interna de las principales potencias.
El conflicto intersistémico de la guerra fría fue seguido por los episodios de agitación política de Europa
oriental de 1989 que asestaron un golpe mortal al mundo bipolar existente desde el 45. En cierto sentido estas
revoluciones tenían poca violencia y fueron llevadas a cabo no en nombre de alguna alternativa heterogénea
sino para alinear a estos países a las normas occidentales predominantes.
Tal como se argumentará más adelante, estas revoluciones fueron revoluciones en varios sentidos. Su
importancia para la política internacional es indudable. Fueron también estas revoluciones las que pusieron en
marcha una serie de conflictos, dentro y entre los E. estos conflictos llevaron al borde de la guerra a E que se
disputaban territorios y en algunos casos condujeron a la guerra.
Modelos históricos
Las revoluciones son acontecimientos internacionales por sus causas y efectos y, con la excepción parcial de
las revoluciones del 89, presentan un grado llamativo de uniformidad. En el caso de las revoluciones, hay al
menos cuatro áreas en las que esas generalizaciones pueden examinarse: las cusas, la política exterior, las
respuestas y la posterior adaptación.
Como ya se ha observado, las revoluciones tiene lugar cuando se cumplen dos condiciones generales: que los
dominados se rebelen y que los gobernantes no puedan seguir gobernando. Sin embargo, como demostraron
las obras de Skocpol, Goldstone y otros autores pertenecientes a la tercera ola, los factores internacionales
promueven la revolución principalmente a partir de la otra dimensión. En otras palabras, aunque los E pueden
usar la dimensión internacional y los recursos que ésta proporciona para consolidar su posición interna,
pueden también debilitarse internamente como resultado de sus actividades y alianzas internacionales.
El otro tipo de causa, el apoyo a los revolucionarios es evidentemente importante. Pero sin el debilitamiento
concomitante de los E, ese estímulo externo tiene efectos limitados.
La política exterior de los E revolucionarios del períodos anterior a 1989 es un área de estudio muy amplia
que ha recibido, curiosamente, mucha menos atención de la que merece. Parte de la literatura se centra en la
cuestión de la “nueva diplomacia” o sea el papel de la ideología revolucionaria y de la acción no convencional
en la política exterior de los E revolucionarios.
Esta última cuestión es importante porque en gran parte de la literatura realista y liberal se parte de la base de
que las metas de los E revolucionarios no son muy diferentes de las otros E. los liberales por su parte,
sostienen que si tan solo se tratara mejor a los E revolucionarios, estos no intentarían exportar la revolución.
La historia nos demuestra que esto no es así, y que el reto que plantean aparte de promover la revolución es
que hagan un cambio en las relaciones sociales y políticas.
La discusión sobre qué es lo que provoca que, la revolución internacional o la contrarrevolución internacional,
esté mal situada en perspectiva histórica. Ambos procesos pueden empezar de manera autónoma por razones
internas y sistémicas, y alimentándose mutuamente, llevar la confrontación. Si el internacionalismo
revolucionario es un resultado casi universal de las revoluciones, también lo es su opuesto, el
internacionalismo contrarrevolucionario.
Esta interacción plantea otras dos cuestiones que quizás sean más interesantes y que nos llevan al núcleo del
sistema internacional. Por un lado está la tendencia del sistema internacional a la homogeneidad es decir hacia

75
la organización similar. Tanto el internacionalismo revolucionario como el contrarrevolucionario se derivan
de esta tendencia a la homogeneidad.
La segunda cuestión ilustrada por los antecedentes históricos de ambas formas de internacionalismo es que,
pese a la voluntad de intervención, el sistema de E es perdurable. Todos los E revolucionarios trataron de
promover la revolución en el exterior para exportarla. En el sentido del término, ninguna lo ha logrado. En la
misma tónica las contrarrevolucionarias dirigidas por los E casi siempre fracasan.
Este corto plazo, es sin embargo, significativo, en el sentido de que la mayor parte del debate realista sobre la
socialización de los E se centra en el periodo inmediatamente post-revolucionario y en la aparente
domesticación de los E.
Un breve repaso al historial completo de los E revolucionarios demuestra que, mientras los órdenes internos
postrevolucionarios permanezcan intactos, estos E siguen representando un desafío para los sistemas de otros
E.
Esta perspectiva a largo plazo sugiere que la socialización de la revolución es menos sencilla de lo que la
ortodoxia resulta pretende hacernos creer, y también sugiere que este desafío recurrente, aunque generalmente
frustrado, es un producto tanto de factores internos como externos. La conclusión de esto es que hasta que
haya un reimposición de la homogeneidad, es decir hasta q los órdenes internos de los E revolucionarios
divergentes vuelvan a los órdenes convencionales de otras potencias, las potencias revolucionarias y las no
revolucionarias estarán en conflicto.
La interacción entre las revoluciones y el sistema internacional plantea, por lo tanto, unas cuestiones que no
solo están vinculadas al estudio de la revolución, sino también al de las propias relaciones internacionales. A
partir de esas implicaciones es posible delinear cinco áreas en las que se sitúan las revoluciones.
Vínculos internacionales e internos.
Las revoluciones no obligan a cuestionarnos el supuesto realista fundamental de que las estructuras
internas/domésticas pueden excluirse del estudio de las relaciones internacionales: el más breve examen de
cómo han contribuido las evoluciones al conflicto internacional, o a la guerra en sentido estricto, demuestra
como la cadena interactiva es un elemento fundamental de la explicación de cómo surgieron estas guerras.
Hay algunas implicaciones del concepto de E para el estudio de las revoluciones. Las revoluciones se hacen
en los E y sin embargo, las relaciones internacionales trabajan con un concepto problemático y cada vez más
cuestionado del propio E.
El concepto de E que se usa convencionalmente en relaciones internacionales impide examinar precisamente
esos procesos que hacen que las revoluciones sean internacionales.
El segundo concepto de E más restringido nos permite concebir a los E en su doble carácter, como entidades
de dos caras que miran a la vez hacia dentro, hacia la sociedad que intentan dominar, y hacia fuera, hacia los
otros E con los q interactúan con la meta de reforzar su propia posición interna. A partir de ese doble
concepto resulta también posible reexaminar un rasgo del sistema internacional. Los factores internos en la
actividad internacional nos conducen a la cuestión de la homogeneidad y heterogeneidad. Después de todo,
los E con regímenes diferentes pueden comerciar e intercambiar embajadores. Si respetan la no injerencia y
aceptan la diversidad de los sistemas internos, entonces la heterogeneidad no debería ser causa de conflicto.
Además, cierto elemento de heterogeneidad podría considerarse beneficioso para los E, ya que proporciona
otro, un objeto extraño y amenazador en el mundo externos, a partir del cual los E pueden movilizar apoyo
social y político internos.
El problema de la homogeneidad va más allá, en el sentido de que oscurece la que es quizás la cuestión
fundamental, a saber, la del papel de la homogeneidad en sentido positivo, en el reforzamiento de los E, es
decir, en el reforzamiento de la estabilidad de los E a partir de una interacción normal.
Esto apunta a la idea de que la dimensión internacional es fundamental no solo para explicar la
desestabilización de los E cuando hay heterogeneidad sino también para explicar la estabilidad de los órdenes
políticos y sociales cuando hay homogeneidad.
En otras palabras, la clave para entender el desafío ideológico de la heterogeneidad reside en identificar el
papel ideológico preexistente de la homogeneidad y el reforzamiento.

76
Revoluciones y guerra
No es necesario decir que tanto las guerras causas revoluciones como viceversa.
Para seguir con esto hace falta traer a colación un rasgo difícil pero recurrente en el debate sobre las
relaciones internacionales, a saber, el de la relación de la seguridad entre los E y la seguridad dentro de los E
(o seguridad vertical vs seguridad horizontal).
Quienes establecen un vínculo estrecho entre los dos tipos de seguridad están inclinados bien a ser coherentes
y unos perfectos contrarrevolucionarios o a defender un permanente proceso revolucionario mundial sobre la
base de que el conflicto entre E revolucionarios y contrarrevolucionarios es inevitable.
El consenso no ha consistido en evitar el problema y negar que las revoluciones conduzcan a la guerra; a
resueltas de ello, la comunidad internacional no estaba preparada para el estallido de las guerras que siguió a
las revoluciones del tercer mundo.
Estas cuatro cuestiones, presentes en la teoría de las relaciones internacionales en general, llevan a una quinta
que subyace a la manera en la que cada uno de los principales paradigmas de las relaciones internacionales
trata la cuestión de las dimensiones internacionales de la revolución, o sea, el propio carácter del sistema
internacional.
Para los realistas el sistema está constituido por E en interacción, para los pluralistas y behavoristas, los E
mantiene su importancia pero el sistema permite otras interacciones que no operan a través de los E; y para
los materialistas el sistema internacional está constituido por un sistema socioeconómico global, el K,
superpuesto a unas estructuras políticas.
Por un lado los teóricos realistas y transnacionales subestiman el grado en el que E y sociedades
aparentemente separadlos se han formado y siguen existiendo dentro de un contexto internacional definido
por rasgos sociales, económicos e ideológicos comunes.
El modelo convencional marxista sufre del problema opuesto, o sea la exageración en base a factores
socioeconómicos.
Puede argumentarse, a partir del colapso del comunismo y del fin, o al menos la atenuación de la perspectiva
revolucionaria heredada de la revolución francesa, que la cuestión de la revolución perderá su centralidad ene.
Funcionamiento de las relaciones internacionales. Aun si fuera así, ello no anularía la necesidad de
reconsiderar la historia del sistema internacional de los últimos 500 años y de examinar las posibles
consecuencias teóricas e históricas.
En primer lugar, si aceptamos que es improbable o imposible que tenga lugar revoluciones en E democrático,
solo nos estamos refiriendo a tres docenas de los casi 200 E del mundo.
Los sociólogos históricos, los economistas políticos internacionales y los analistas de la revolución se
enfrentan todos a la cuestión de que es lo que constituye el sistema, que es también la cuestión fundamental
de las TI. Lo menos que podemos decir es que no se ha llegado a ninguna respuesta adecuada enmarcada en
términos históricos y teóricos. El estudio de las evoluciones como fenómenos internacionales puede brindar
un medio de aproximarse a esta cuestión y a otras.

LA ERA DEL IMPERIO- ERIC HOBSBAWM 3. LA ERA DEL IMPERIO

I. Esta es una era en la que aparece un nuevo tipo de imperio, el imperio colonial. Entre finales del siglo
XVIII y el último cuarto del siglo XIX no se había intentado convertir la supremacía capitalista en una
conquista, anexión y administración formales. Entre 1880 y 1914 esto se realizó, y la mayor parte del mundo
ajeno a Europa y al continente americano fue dividido en territorios que quedaron bajo el gobierno formal o
bajo el dominio político informal de algunos estados, el Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos,
Bélgica, los Estados Unidos y Japón.
Dos grandes zonas del mundo fueron totalmente divididas: África y el Pacífico. No quedó ningún estado

77
independiente en el Pacífico, en África sólo Etiopía, Liberia y una parte de Marruecos. En Asia existía una
zona amplia nominalmente independiente. El continente americano pudo sustraerse casi por completo de ese
reparto, con la excepción de Canadá, las islas del Caribe y zonas del litoral caribeño. En América Latina la
dominación era informal.
Este reparto del mundo era la expresión más espectacular de la división del globo en fuertes y débiles.
El término “imperialismo” se incorporó al vocabulario durante la década de 1890. Carecen de valor las
referencias a las formas antiguas de expansión política ymilitar en que se basa el término. En efecto, los
imperios eran instituciones antiguas, pero el imperialismo era un fenómeno totalmente nuevo.
Lenin realiza en 1916 un análisis del imperialismo. El punto esencial era que el nuevo imperialismo tenía sus
raíces económicas en una nueva fase del capitalismo, que conducía a la división territorial del mundo entre las
grandes potencias capitalistas. Las rivalidades entre los capitalistas engendraron la primera guerra mundial.
Los análisis no marxistas negaban la conexión con el capitalismo, negaban que beneficiara a los países
imperialistas y que tuviera efectos negativos sobre las colonias, y negaban que haya sido el origen de la
primera guerra mundial.
El acontecimiento más importante en el siglo XIX es la creación de una economía global, que penetró en los
rincones más remotos del mundo. Ahora que eran accesibles, muchas de esas regiones parecían simples
extensiones potenciales del mundo desarrollado, que ya estaban siendo colonizadas por europeos, que
expulsaban y hacían retroceder a los habitantes nativos.
La civilización necesitaba el elemento exótico. El desarrollo tecnológico dependía de materias primas que se
encontraban exclusiva o muy abundantemente en lugares remotos. Por ejemplo, el motor de combustión
interna necesitaba petróleo y caucho, las industrias del automóvil yeléctricas, el cobre, y se demandaba
constantemente metales preciosos.
Además, el crecimiento del consumo de masas significó la rápida expansión del mercado de productos
alimentarios.
Estos acontecimientos convirtieron al mundo en un complejo de territorios coloniales y semicoloniales que se
convirtieron en productores especializados de uno o dos productos básicos para exportarlos al mercado
mundial. Las colonias de población blanca, especialmente las que percibían inmigraciones de europeos libres,
alcanzaron una extraordinaria prosperidad, las que tenían población negra, generalmente, sólo ofrecían mano
de obra barata.
Hay diferentes argumentos que explican al imperialismo. En primer lugar, la presión del capital para
encontrar inversiones más favorables que las que se podían realizar en el interior del país. En segundo lugar,
la búsqueda de nuevos mercados. Pero el factor fundamental era que una serie de economías desarrolladas
experimentaban simultáneamente la necesidad de encontrar nuevos mercados. 
Resulta difícil separar los motivos económicos para adquirir territorios coloniales de la acción política
necesaria para conseguirlo. La motivación estratégica para la colonización era fuerte. Además, el
imperialismo estimuló a las masas a identificarse con el estado y la nación imperial, dando justificación y
legitimidad a supolítica.
II. El impacto económico del imperialismo fue importante, pero profundamente desigual, por cuanto las
relaciones entre las metrópolis y sus colonias eran muy asimétricas. El impacto de las primeras sobre las
segundas fue decisivo.
De todos los países metropolitanos donde el imperialismo tuvo más importancia fue en el Reino Unido, el
cual tuvo el mayor beneficio. ¿Puede decirse que las demás potencias obtuvieron un beneficio similar? Es
imposible, pero se pueden establecer conclusiones: 1) el impulso colonial fue más fuerte en los países
metropolitanos menos dinámicos económicamente, 2) existían grupos económicos concretos que presionaban
en pro de la expansión, y 3) la mayor parte de las nuevas colonias atrajeron escasos capitales y los resultados
económicos fueron mediocres.
Pero la era del imperio no fue sólo un fenómeno económico y político, sino también cultural. La conquista del
mundo por la minoría “desarrollada” transformó ideas, llevó a las élites potenciales de los territorios
colonizados, ya sea formal o informalmente, la “occidentalización”.

78
¿Qué se puede decir de la influencia del mundo dependiente sobre los dominadores? En este período, cada
vez más y de forma más general, se consideró a los pueblos no europeos como inferiores, indeseables, débiles
y atrasados. Sin embargo seintensificó la confrontación y la mezcla de los mundos occidental y “exótico”.
Hubo otros aspectos positivos: 1) administradores y soldados con aficiones intelectuales realizaron
importantísimos estudios sobre sociedades no europeas que transformaron las ciencias sociales occidentales,
2) se aumentó el interés occidental hacia diferentes formas de espiritualidad derivadas de Oriente, y 3) en el
terreno artístico, en especial las artes visuales, las vanguardias occidentales, en muchas ocasiones se
inspiraron en las culturas no occidentales.
Un aspecto final del imperialismo: su impacto sobre las clases dirigentes y medias de los países
metropolitanos. El imperialismo dramatizó el triunfo de esas clases. Un conjunto reducido de países dominaba
el globo.
Pero el triunfo imperial planteó problemas e incertidumbres. Planteó problemas porque se hizo cada vez más
insoluble la contradicción entre la forma en las que las clases dirigentes gobernaban sus imperios. Planteó
incertidumbres. “¿Podían durar esos imperios tan fácilmente ganados, con una base tan estrecha, y
gobernados de forma tan absurdamente fácil gracias a la devoción de unos pocos y a la pasividad de los
demás? ¿Conduciría el imperialismo al parasitismo en el centro y al triunfo eventual de los bárbaros? ” Así, la
belle époque lo desarmaría

CAPITULO 12 HACIA LA REVOLUCION

Unos sistemas políticos que no sabían muy bien cóm o hacer frente a las agitaciones sociales dc la d é cada dc
1880, con la súbita aparición de partidos obreros de masas volcados hacia la revolución y con las
movilizaciones masivas de ciudadanos contra el estado por otros motivos, parecieron descubrir la forma de
controlar e integrar a unos y aislar a otros. Los quincc años transcurridos entre 1899 y 1914 fueron una belle
époque, no sólo porque fueron prósperos y la vida era extraordinariam ente atractiva para quienes tenían
dinero y maravillosa para quienes eran ricos, sino también porque los gobernantes de la mayor parte de los
países occidentales se preocupaban por el futuro pero no les aterraba el presente. Sus sociedades y sus regím
enes parecían fácilmente controlables.

Pero había extensas zonas del mundo donde la situación era muy diferente. En algunos de esos países — por
ejemplo, el imperio otomano— la guerra mundial fue sim plemente un episodio en una serie de conflictos
militares que ya habían com enzado unos años antes. En otros — posiblemente Rusia, y, sin duda alguna, el
imperio de los Habsburgo— la guerra mundial fue en gran medida consecuencia de la imposibilidad de
resolver los problemas de política interna. En un tercer grupo dc países — China, Irán y México— la guerra
dc 1914 no tuvo importancia alguna.

Los imperios que desaparecieron en esos años se contaban entre las fuerzas políticas más antiguas de la
historia. China, aunque cn ocasiones había sufrido perturbaciones y ocasionalmente había sido conquistada,
era un gran imperio y un centro de civilización desde hacía por lo menos dos milenios.

En efecto, con la excepción de México, la zona sísmica global, desde el punto dc vista político, dc 1900-1914
estaba formada fundamentalmente por el gran espacio geográfico que ocupaban los imperios antiguos,
algunos de los cuales se remontaban hasta las profundidades dc la Antigüedad, que se extendía desde China
en el este hasta los Habsburgo y, tal vez, Marruecos en el oeste. Según el parám etro de los estados-nación e
im perios burgueses occidentales, esas estructuras políticas arcaicas eran obsoletas

79
El imperio otomano, aunque mucho más joven, era el último de una sucesión de conquistadores nómadas que
habían surgido del Asia central desde los días de Atila para conquistar y ocupar a los pueblos orientales y
occidentales: ávaros, mongoles y varias ramas de turcos. Con su capital en Constantinopla, la antigua
Bizancio, la ciudad dc los Césares (Zarigrado), era el heredero del imperio romano, cuya mitad occidental se
había derrumbado en el siglo v d.C., pero cuya porción oriental había sobrevivido, hasta ser conquistada por
los turcos, durante otro milenio. Aunque el imperio otomano había retrocedido desde el siglo xvii, todavía
seguía siendo formidable, con territorios en tres continentes. Además, el sultán, su monarca absoluto, era
considerado por la mayor parte de los musulmanes como su califa, la cabeza dc su religión y. como tal, el
sucesor del profeta Mahoma y de sus discípulos del siglo vil. Los seis años que contemplaron la
transformación de estos tres imperios en monarquías constitucionales o repúblicas según el modelo occidental
marcan el final de una fase importante de la historia del mundo.

Rusia y los Habsburgo, los dos grandes imperios europeos multinacionales, e inestables, que estaban también
a punto de derrumbarse, no eran comparables excepto en el sentido de que ambos representaban un tipo de
estructura política — países gobernados, por así decirlo, como si se tratara dc un patrimonio familiar— que
cada vez los asemejaba más a una supervivencia prehistórica en medio del siglo xix.

El problema dc los imperios obsoletos europeos era que presentaban una dualidad: eran avanzados y
atrasados, fuertes y débiles, lobos y ovejas. Parecían destinados al colapso, la conquista o la dependencia, a m
enos que de alguna form a pudieran conseguir dc las potencias imperialistas occidentales lo que a éstas les
hacía tan formidables.

En la política iraní estaban ya presentes las tres fuerzas cuya conjunción resultaría en un estallido
revolucionario aún más importante cn 1979: los intelectuales occidentalizados y emancipados, profundam
ente conscientes dc la debilidad y de las injusticias sociales que reinaban en el país; los com erciantes, muy
conscientes de la com petencia económ ica extranjera, y la colectividad del clero musulmán, que representaba
a la ram a shií del islam que actuaba com o una especie de religión nacional persa, capaz de m ovilizar a las
masas tradicionales. A su vez, eran perfectamente conscientes de la incom patibilidad de La influencia
occidental y del Corán.

En la práctica, el acuerdo de 1907 entre el Reino Unido y Rusia para repartirse Persia pacíficamente dejaba
pocas posibilidades a la política persa. El primer período revolucionario terminó de facto en 1911, aunque
Persia siguió contando, nominalmente, con la constitución dc 1906-1907 hasta la revolución de I979.í Por otra
parte, el hecho de que ninguna otra potencia imperialista pudiera desafiar al Reino Unido y Rusia salvaguardó
posiblemente la existencia de Persia como estado y dc su monarquía, que tenía escaso poder propio, excepto
una brigada de cosacos, cuyo comandante pasó a ser, después dc la primera guerra mundial, el fundador de la
última dinastía imperial, los Pahlavi (1921-1979).

Marruecos tuvo menos suerte en este sentido. Situado en un lugar especialmente estratégico del mapa
mundial, el extremo noroccidental dc África, parecía una presa codiciada para Francia, el Reino Unido.
Alemania, España y cualquier otro país que pudiera amenazarlo con su flota

Tres grandes fuerzas dc resistencia existían en China. La primera, el establishment imperial de la corte y los
funcionarios confucianos, reconocían que sólo la modernización según el modelo occidental (o, más
exactamente, según el modelo japonés inspirado en Occidente) podía salvar a China. Pero eso hubiera
significado la destrucción del sistema moral y político que representaban

La segunda, la antigua y poderosa tradición dc rebelión popular y sociedades secretas imbuidas de la


ideología dc oposición, seguía tan fuerte como siempre. Dc hecho, a pesar de la derrota dc los Taiping, todo
se concitó para reforzarla cuando entre nueve y trece millones de personas murieron de hambre cn el norte de

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China en los últimos años del decenio de 1870 y los diques del río Amarillo se rompieron, simbolizando el
fracaso de un imperio cuya obligación era protegerlos

Sólo en el sur de China, donde los negocios y el com ercio siempre habían sido importantes y donde el
imperialismo extranjero había sentado las bases para el desarrollo de cierta burguesía indígena, existía un
fundamento todavía estrecho e inestable para esa transformación. Los grupos locales dirigentes estaban ya
apartándose dc la dinastía Manchú y sólo allí las antiguas sociedades secretas de oposición mostraron algún
interés cn un programa moderno y concreto para la renovación de China

El imperio cayó en 1911 com o consecuencia de una revuelta que estalló en el sur y el centro del país y cn la
que se mezclaban elementos de rebelión militar, insurrección republicana, la pérdida dc la lealtad de la
nobleza y la rebelión de las clases populares y de las sociedades secretas. Sin embargo, en la práctica no fue
sustituido por un nuevo régimen, sino por una serie de inestables y cambiantes estructuras regionales dc
poder, bajo control militar («señores de la guerra»). No resurgiría un nuevo régimen nacional estable en China
hasta transcurridos cuarenta años, hasta el triunfo del Partido Comunista en 1949.

Los pueblos cristianos sometidos de los Balcanes se mostraban cada vez más inquietos y. gracias al aliento y
la ayuda de las grandes potencias rivales, ya habían transformado una gran parte de los Balcanes cn un
conjunto de estados más o m enos independientes que trataban de incorporarse lo que quedaba del territorio
otomano. La mayor parte de las regiones más remotas del imperio, en el norte dc África y el Oriente Medio,
no habían estado durante mucho tiempo bajo control efectivo otomano. Ahora comenzaron a pasar — aunque
no de forma oficial— a manos dc los imperialistas británicos y franceses

a diferencia de Persia y China, Turquía contaba con una alternativa potencial inmediata al imperio que se
derrumbaba: un núcleo importante de población turca musulmana, desde el punto de vista étnico y lingüístico,
cn el Asia Menor, que podía constituir la base de un «estado-nación» según el modelo occidental
decimonónico.

La modernización turca pasó dc un marco liberal-parlamentario a otro militar-dictatorial y dc la esperanza en


una lealtad política secular-imperial a la realidad dc un nacionalismo turco. Ante la imposibilidad de ignorar
las lealtades de grupo y de dominar a las comunidades no turcas, a partir de 1915 Turquía optaría por una
nación étnicamente homogénea, que implicaba la asimilación forzosa de los grupos dc griegos, armenios,
kurdos y otros que no fueron expulsados en masa o masacrados.

A diferencia de Persia y China. Turquía no sólo liquidó, pues, un viejo régimen, sino que se apresuró a
construir uno nuevo. La Revolución turca dio inicio, tal vez, al primero de los regímenes modernizadores del
tercer mundo: apasionado defensor del progreso y la Ilustración frente a la tradición, del «desarrollo» y de una
especie dc populismo no perturbado por el debate liberal. En ausencia de una clase media revolucionaria —
de hecho, de cualquier clase revolucionaria— , el protagonismo correspondería a los intelectuales y, muy en
especial, después de la guerra, a los militares. Su líder, Kemal Atatiirk, general duro y brillante, llevaría
adelante de forma implacable el programa modemizador de los Jóvenes Turcos: se proclam ó una república,
se abolió el islam como religión del estado, se sustituyó el alfabeto arábigo por el romano, se abolió la
obligación de que las mujeres fueran cubiertas con el velo y se permitió su escolarización. La debilidad de la
Revolución turca, muy notable en sus logros económicos, residía en su incapacidad para imponerse sobre la
gran masa de la población rural y para cambiar la estructura de la sociedad agraria. Sin embargo, las
implicaciones históricas de esta revolución fueron de gran trascendencia.

Los imperios coloniales se controlaban todavía tan fácilmente como habían sido adquiridos, con la excepción
de algunos territorios montañosos como Afganistán, Marruecos y Etiopía, que todavía rechazaban la
conquista extranjera

81
Egipto, incluso tras la represión de la insurrección de los jóvenes soldados de Arabi Bajá en 1882, nunca
había aceptado la ocupación británica. Su máximo dirigente, el jedive, y la clase dirigente local formada por
los grandes terratenientes, cuya economía se había integrado hacía tiempo en el mercado mundial, aceptaban
la administración del «procónsul» británico, lord Cromer, con una notable falta de entusiasmo. El
movimiento/organización/partido autonomista, conocido más tarde con el nom bre de Wafd, ya estaba tom
ando forma definida. El control británico seguía siendo firme — de hecho, se mantendría hasta 1952— , pero
la impopularidad del control colonial directo era tal, que tuvo que ser abandonado después dc la guerra
(1922), siendo sustituido por una forma menos directa de administración, que supuso cierta egipcianización
de la administración. La semiindependencia irlandesa y la semiautonomía egipcia, conseguidas ambas en
1921-1922, constituyeron el prim er retroceso parcial del imperialismo.

Más entidad tuvo el movimiento de liberación en la India. En este subcontinente de casi trescientos millones
de habitantes, la influyente burguesía — comercial, financiera, industrial y profesional— y un importante
cuadro de funcionarios cultos que lo adm inistraban para el Reino Unido rechazaban cada yez con mayor
fuerza la explotación económica, la impotencia política y la inferioridad social.

Había tomado forma ya un movimiento autonomista cuya principal organización, el Congreso Nacional Indio,
fundado cn 1885, que se convertiría en el partido dc liberación nacional, reflejaba inicialmcnte el descontento
dc la clase media. Sin embargo, el Congreso, aunque tenía cada vez mayor fuerza — y era totalmente laico y
occidental en su mentalidad;— , seguía siendo una organización elitista. Con todo, en la zona occidental de la
India había com enzado una agitación que pretendía m ovilizar a las masas incultas apelando a la religión
tradicional. Bal Ganghadar Tilak (1856-1920) defendió a las vacas sagradas del hinduismo frente a la
amenaza extranjera con cierto éxito popular

Al mismo tiempo, una versión más radical dc la política dc liberación com enzaba a aparecer en Bengala con
su sofisticada cultura vernácula, su importante clase media, su numerosa clase media baja formada por
empleados cultos y modestos y sus intelectuales. El proyecto británico de crear cn esa extensa provincia una
zona de predominio musulmán hizo que la agitación antibritánica adquiriera grandes proporciones en 1906-
1909. (El proyecto hubo de ser abandonado.) El movimiento nacionalista bengalí, que desde un principio se
situó a la izquierda del Congreso y que nunca se integró plenamente en él. conjugaba, en ese momento, la
exaltación religioso-ideológica del hinduismo con una imitación deliberada de otros movimientos
revolucionarios occidentales próximos, com o el irlandés y el de los narodniks rusos. Produjo el primer
movimiento terrorista serio en la India

Donde el imperialismo resultaba más vulnerable cra allí donde imperaba el imperialismo informal más que
formal, o lo que después de la segunda guerra mundial recibiría el nombre de «neocolonialismo»

Si había un estado en el que se creía que la revolución era no sólo deseable sino inevitable, ese era el imperio
de los zares. Gigantesco, torpe e ineficaz, atrasado económica y tecnológicamente, y habitado por 126
millones de almas (cn 1897). dc las que el 80 por 100 cran campesinos y el 1 por 100 nobles hereditarios,
estaba organizado como una autocracia burocratizada, sistema que a todos los europeos cultos les parecía
auténticamente prehistórico según los esquemas preponderantes a finales del siglo xtx. Ese hecho hacía que la
revolución fuera el único método para cambiar la política del estado, al m argen del expediente dc poner cn
funcionamiento desde arriba la maquinaria del estado: el primer sistema no estaba al alcance de muchos y no
implicaba necesariamente el segundo.

Desde la guerra de Crimea (1854-1856), los gobiernos del zar eran conscientes dc que la condición de Rusia
como gran potencia no podía descansar únicamente en el tamaño del país, en su población masiva y, en
consecuencia, en sus ingentes aunque primitivas fuerzas armadas. Se imponía la modernización. Dado que las
campesinos no eran vistos ni escuchados como una colectividad fuera dc sus aldeas, no era difícil ignorar el

82
descontento dc casi cien millones de ellos, aunque la crisis de hambre de 1891 suscitó cierta preocupación por
ese problema. Ese descontento, agudizado por la pobreza, el hambre dc tierra, los elevados impuestos y los
bajos precios de los cereales, contaba con formas importantes de organización potencial a través dc las com
unidades aldeanas colectivas, cuya posición com o instituciones reconocidas oficialmente se había visto
reforzada, paradójicamente, por la liberación de los siervos y se había fortalecido aún más en el decenio de
1880 cuando algunos burócratas consideraron que cra un bastión de la lealtad tradicional, de inapreciable
valor contra los revolucionarios sociales. Otros, desde la posición opuesta del liberalismo económico,
instaban a su rápida desaparición para convertir sus tierras en propiedad privada.

Con independencia de su posición ideológica, prácticam ente todos los rusos estaban de acuerdo cn que el
gobierno del zar no había sabido realizar la reforma agraria y había descuidado a los campesinos

Los resultados, conseguidos mediante una mezcla de capitalism o privado y estatal, fueron espectaculares.
Entre 1890 y 1904 la línea férrea duplicó su extensión (en parte por la construcción del ferrocarril
transiberiano), mientras que la producción de carbón, hierro y acero se duplicó en los últimos cinco años de la
centuria.11 Pero la otra cara de la moneda fue que la Rusia zarista se encontró con un proletariado industrial
en rápido crecimiento, concentrado en unas fábricas desusadamente grandes reunidas en unos pocos centros, y
en consecuencia con el inicio dc un movimiento obrero que, naturalmente, estaba comprometido con la
revolución social. Una tercera consecuencia de la rápida industrialización fue su desarrollo desproporcionado
en una serie dc regiones de las márgenes occidental y meridional del imperio, com o en Polonia, U crania y
Azerbaiján (industria del petróleo). Las tensiones nacionales y sociales se agudizaron, especialmente desde el
momento en que el gobierno zarista intentó reforzar su control político mediante una política sistemática de
rusificación educativa, a partir de 1880

Desde 1830 todos los europeos liberales estaban familiarizados con el movimiento nacional de liberación — y
lo apoyaban— dc base nobiliaria, de Polonia contra el gobierno zarista, que ocupaba la zona más extensa de
ese país dividido, aunque desde la derrota de la insurrección en 1863. el nacionalismo revolucionario ya no
era visible en esc país.*

En Rusia, incluso aquellos que en otras circunstancias habrían sido liberales, eran marxistas antes dc 1900,
ante la imposibilidad social y política dc aplicar las soluciones liberales occidentales, pues el marxismo, al
menos, preveía una fase de desarrollo capitalista en el camino hacia su derrocamiento por el proletariado.

Los movimientos revolucionarios que se desarrollaron sobre las ruinas del populismo del decenio de 1870
eran marxistas, lo cual no ha de sorprender, aunque hasta los últimos años de la década dc 1890 no se
organizaron en un partido socialdemócrata ruso, o más bien, en un complejo dc organizaciones
socialdemócratas rivales, si bien ocasionalmente actuaban unidas, bajo los auspicios de ia Internacional.

La principal diferencia entre los bolcheviques y los demás grupos era que los camaradas dc Lenin estaban
mejor organizados y eran más eficaces y más fiables.11 Los gobiernos zaristas comprendieron claramente que
la inquietud social y política era cada vez mayor y más peligrosa, aunque la inquietud campesina remitió
durante algunas décadas después de la emancipación. El zarismo no sólo no desalentó, sino que a veces
estimuló el antisemitismo masivo

Se afirma que los regímenes débiles deben evitar las aventuras de política exterior. La Rusia zarista no se
resistió a lanzarse a ese tipo de aventuras com o una gran potencia (aunque de pies de barro) que insistía en
jugar el papel que creía que le correspondía en la conquista imperialista. La guerra ruso-japonesa de 1904-
1905, aunque causó a los japoneses 84.000 muertos y 143.000 heridos,11 constituyó un desastre rápido y
humillante para Rusia, que subrayó la debilidad del zarismo

83
Como dijo Lenin, la revolución de 1905 fue una «revolución burguesa realizada con medios proletarios». La
expresión «medios proletarios» constituye, tal vez. una simplificación, aunque de hecho fueron las huelgas
masivas de la capital y las que se declararon luego cn solidaridad en la mayor parte de las ciudades
industriales del imperio las que forzaron al gobierno a iniciar ia retirada y, más tarde, ejercieron la presión que
condujo a la concesión de una especie de Constitución el 17 de octubre. Además, fueron los obreros quienes.
sin duda con la experiencia acumulada en las comunidades aldeanas, se constituyeron espontáneamente en
«consejos» (soviets cn ruso), entre los cuales el soviet dc los diputados de los trabajadores de San
Petersburgo, establecido el 13 de octubre, actuó no sólo com o una especie de parlamento de los trabajadores,
sino también, durante un breve período, com o la autoridad más eficaz cn la capital nacional.

al igual que en 1917, fueron el estallido de las revueltas campesinas a escala masiva en la región de las Tierras
Negras, cn el valle del Volga y en algunas partes de Ucrania, y el derrumbamiento de las fuerzas armadas,
dramatizado por el motín del acorazado Poternkin, los factores que terminaron con la resistencia zarista.
También fue de gran importancia la movilización simultá nea de la resistencia revolucionaria de las minorías
nacionales.

Nadie puso en duda el carácter «burgués» dc la revolución. No sólo las clases medías apoyaron
abrumadoramente la revolución y los estudiantes (a diferencia de lo que ocurriría cn octubre de 1917) se
movilizaron masivamente para luchar por ella, sino que tanto los liberales como los marxistas aceptaban, de
forma casi unánime, que la revolución, si triunfaba, sólo podía desembocar en el establecimiento de un
sistema parlamentario burgués de corte occidental, con sus características libertades civiles y políticas, en el
seno del cual había que luchar por desarrollar las etapas siguientes de la lucha de clases marxista.

Lenin veía tan claramente como las autoridades zaristas que la burguesía — liberal o no— de Rusia era
demasiado débil, numérica y políticamente, como para arrebatar el poder al zarismo, de la misma forma que
la empresa capitalista privada era demasiado débil para poder modernizar el país sin la intervención extranjera
y la iniciativa del estado.

La novedad de la posición de Lenin con respecto a sus principales rivales, los mencheviques, cra que él
reconocía que, dada la debilidad o la ausencia de una burguesía, la revolución burguesa tenía que realizarse,
por así decirlo, sin la burguesía. Sería protagonizada por la elase obrera, organizada y dirigida por el
disciplinado partido vanguardista de revolucionarios profesionales, que fue la extraordinaria contribución de
Lenin a la política del siglo xx y se basaría en el apoyo del campesinado hambriento de tierra, cuyo peso
político en Rusia era decisivo. El proyecto de Lenin descansaba en el desarrollo de la clase obrera, en la
posibilidad de que el campesinado siguiera siendo una fuerza revolucionaria y, naturalmente, también cn la
movilización, adhesión, o cuando menos neutralización de las fuerzas de liberación nacional, que eran fuerzas
revolucionarias cn la medida en que eran enemigas del zarismo

El proletariado se estaba desarrollando, dado que Rusia inició un nuevo proceso de industrialización masiva
en los últimos años anteriores a 1914. Tras unos años de desmoralización a raíz de la derrota de la revolución
de 1905, a partir de 1912 se dejó sentir de nuevo una fortísim a m area de insurrección

En 1912-1914 el país era víctima de nuevo de la agitación social. Lenin estaba convencido de que se
aproximaba de nuevo una situación revolucionaria. En el verano de 1914 lo único que se interponía en el cam
ino de la revolución cra la fuerza y la sólida lealtad de la burocracia, la policía y las fuerzas armadas del zar
que ~ a diferencia de lo que ocurrió en 1904-1905— no se sentían desmoralizadas,1* y tal vez la pasividad de
los intelectuales rusos de clase media que. desmoralizados por la derrota de 1905, habían abandonado el
radicalismo político por el irracionalismo y el vanguardismo cultural.

84
el estallido de la guerra sirvió para aglutinar el fervor político y social. Cuando éste pasó, fue cada vez más
evidente aue el zarismo estaba condenado. En 1914, la revolución ya había sacudido a todos los antiguos
imperios del globo, desde las fronteras de Alemania hasta el m ar de la China.

Pero las repercusiones potenciales dc una Revolución rusa serían incluso más amplias que las de 1789. La
misma extensión física y el carácter internacional de un imperio que se extendía desde el Pacífico hasta las
fronteras de Alemania hacían que su hundimiento afectara a un número mucho mayor dc países cn dos
continentes, que en el caso de un estado aislado de Europa o Asia. En resumen, una revolución rusa podía
parecer importante tanto a los dirigentes obreros occidentales com o a los revolucionarios orientales, en Alem
ania o en China. La Rusia zarista ejemplificaba todas las contradicciones del mundo en la era imperialista.

 HALLIDAY, Fred. Las relaciones internacionales en un mundo en transformación. Madrid,


Catarata, 2002.

“La sexta gran potencia: las revoluciones y el sistema internacional”


Un caso mutuo de interés
La relación q la disciplina de las relaciones internacionales ha mantenido desde hace mucho tiempo, con la
revolución ha sido una relación incómoda. Suele citarse el comentario de Arendt de que el siglo XX fue
moldeado por las guerras y las revoluciones, pero resulta llamativo como estos dos procesos históricamente
formativos reciben un tratamiento diferenciado. El estudio de la guerra es fundamental para el estudio
académico de las relaciones internacionales. Las revoluciones en cambio, han tenido una existencia marginal.
Las propias relaciones internacionales empezaron como una estudio de la guerra y de la causas de la guerra y
siguen estando centradas en la creencia de que la guerra entre los E debe concebirse como una agresión
decidida racionalmente y no como la internacionalización del conflicto social. El desarrollo subsiguiente de
las relaciones internacionales (y de las disciplinas que la estudian) ha confirmado esta situación.
Otros factores tiene que ver con el ambiente de las Cs. Sociales en general, en especial el estudio de la
revolución no encuentra acomodo en ningún lado. En estas disciplinas se ha tendido a estudiarlas haciendo
pocas referencias a las dimensiones internacionales del fenómeno.
Las obras sociológicas trataron a las revoluciones como si hubieran tenido lugar dentro de unas entidades
nacional- políticas discretas. La otra gran contribución reciente al estudio comparativo y teórico de las
revoluciones fue la obra de Goldstone.
Dentro de los enfoques teóricos de las relaciones internacionales el realismo si trata de las revoluciones, pero
en general hace referencia a ellas no como objetos de estudio en sí mismos sino para demostrar las presiones
de la conformidad, de la socialización impuesta por las constricciones del sistema hasta la más desviacionista
o revisionista de los E:
La reflexión más completa sobre las revoluciones desde una perspectiva realista es la obra de Armstrong. Se
trata, en el mejor de los casos, de un ajuste parcial: por un lado evita la cuestión de que hay en la constitución
interna de los E que pueda considerarse como constituyente de la norma, por otro lado, no presta atención al
funcionamiento de la sociedad internacional en el sentido general, q va más allá de las acciones de los
gobiernos.
Otras tendencias de las relaciones internacionales de los años setenta y ochenta dejan también poco espacio a
la acción revolucionaria. Se olvida el papel que tuvo la guerra de Vietnam en la toma de conciencia sobre la
interdependencia. Los estudios estratégicos del periodo de la guerra fría consideraron la carrera de
armamentos Este-Oeste haciendo la más completa abstracción de las configuraciones socioeconómicas en
dicho conflicto. Se prestó muy poca atención a los conflictos sociales y políticos del 3er mundo, y menos aún
a la guerra de guerrillas

85
Hay no obstante tres aspectos en el que este mutuo desinterés no ha sido absoluto y en el que pueden
identificarse elementos de interacción entre las relaciones internacionales y las revoluciones. Antes que nada
tenemos el conjunto de obras de relaciones internacionales centradas en las cuestiones analíticas y
comparativas puestas de manifiesto por las revoluciones.
En segundo lugar las revoluciones han estado presentes en las relaciones internacionales de una forma
solapada, irrelevante.
En tercer lugar hay algunas obras en ciencias sociales afines que resultan accesibles y relevantes para
construir un debate sobre las revoluciones dentro de las relaciones internacionales.
El examen del lugar que ocupan las revoluciones en las relaciones internacionales parece comprender tres
grandes áreas de indagación: la primera es la histórica; la segunda es descriptiva, se trata del examen de las
dimensiones internacionales de las propias revoluciones; la tercera y principal área de indagación tiene que
ver con la teoría, es decir que cuestiones teóricas plantea el estudio de las revoluciones a las relaciones
internacionales. Así, este aspecto involucra un doble proceso y que debería considerar no solo la cuestión de
cómo afectan las revoluciones a las relaciones internacionales sino en qué medida una consideración
apropiada del contexto internacional puede suponer un cuestionamiento a las explicaciones sociológicas o
políticas establecidas en la revolución.
Las revoluciones y sus consecuencias
El uso de los conceptos que se hace en las relaciones internacionales depende, en un grado que la disciplina
no reconoce, de unas definiciones importadas de otras áreas. Si esto ocurre con conceptos tales como E, poder
y sistema, la revolución no es una excepción.
La primera de las contribuciones es la de Skocpol en Estados y Revoluciones sociales, en donde sobre la base
del grado de transformación de la sociedad y de destrucción del antiguo E que las revoluciones suponen se las
identifica con una categoría diferenciada del acontecimiento: las revoluciones son transformaciones rápidas y
básicas del E y de la estructura de clases de una sociedad y son llevadas a cabo por revueltas de clases
inferiores. Skocpol se centró en la relación de las revoluciones con los E: las revoluciones intentaban a la vez
derribar E existentes y consolidar E nuevos, al hacerlo puso de relieve la medida de la competencia
interestatal.
La segunda fue la de Barrington-Moore en Los orígenes sociales de la dictadura y la democracia, en donde
desarrollo dos argumentos que contradicen profundamente las ideas de gran parte del pensamiento
convencional sobre la revolución. Contra la idea predominante de que GB y EEUU habían seguido una senda
pacífica y no revolucionaria señala que si tuvo capítulos revolucionarios. En resumen propone que tanto la vía
revolucionaria como la no suponen costes humanos.
El tercer elemento es la obra de Griwank titulada El concepto moderno de revolución, origen y desarrollo.
Trató así de discernir con mayor claridad los elementos constitutivos de ese uso moderno: que las
revoluciones involucraban no solo un cambio político o constitucional sino también la partición de las masas
en el proceso; que el objetivo principal de las revoluciones era el control del E y por consiguiente el concepto
de revolución no pudo desarrollarse antes del surgimiento del E moderno
Las cuestiones de la definición y el papel histórico desempeñado por las revoluciones son fundamentales,
evidentemente en toda discusión sobre la agitación política en el contexto internacional. La mayor parte de la
literatura de las relaciones internacionales asume también que las revoluciones son momentos de ruptura y no
de transición, y que estos momentos se distinguen por la violencia, contrariamente a unos regímenes
represivos pero estables, que no son violentos.
Cada uno de los trabajo usa un concepto diferente de revolución, por lo que existen tres paradigmas.
Los realistas suelen considerar a las revoluciones en relación a los cambiantes estilos de la política exterior y
de las prioridades de los E, entendiéndolas como un factor revisionista, insatisfecho o desequilibrante. Las
revoluciones suponen una ruptura en un mundo que sin ellas sería ordenado. En sí mismas no requieren ni
explicación ni contextualización histórica.
Para los behavoristas, las revoluciones forman parte del espectro de la violencia y como los virus pueden
difundir la transnacionalidad, pero esta violencia se concibe en términos psicológicos, abstraídos de las causas

86
sociales o del contexto internacional, y otra vez, contrasta implícitamente con una supuesta alternativa no
violenta debido a su estabilidad.
El materialismo histórico presente en las relaciones internacionales en su variante estructuralista domesticada,
presta mucha mayor atención a las revoluciones y las considera precisamente como configuradoras del papel
formativo y transicional identificado por Skocpol y Barrington Moore y como responsables de un cambio
social y político sustancial. Así consideran a las revoluciones bajo una luz positiva y también empiezan
considerando los factores internacionales, definidos por el K y el imperialismo.
Sin embargo, el materialismo histórico está tan centrado en la dimensión internacional de las revoluciones que
tiene dificultades para explicar por qué las revoluciones parecen estar confinadas a unos E específicos y
presentan unas características tan específicamente nacionales y nacionalistas. Además, poseen una concepción
de revolución que se inserta en la concepción de la historia que avanza hacia una meta histórica determinada,
es decir es teleológica.
La formación del sistema internacional
Según Wight durante gran parte de la historia del sistema internacional, las relaciones entre los E no han
estado determinadas por factores “normales”, sino por factores anormales, revolucionarios.
La importancia de la revolución en el S XX fue inmensa. La revolución bolchevique del 17 estableció una
fractura fundamental de las relaciones internacionales. La cuestión de en qué medida fue el antagonismo a la
revolución bolchevique y el temor a su impacto en Europa central lo que le dio el impulso al surgimiento del
nazismo es una cuestión abierta.
La división ya constituida entre E K y comunistas, fue agravada por el torrente de las revoluciones en el tercer
mundo cuya propia enumeración coincide con las de las principales crisis de postguerra.
Por otra parte la guerra fría fue un conflicto intersistémico. Entre 1945 y 1989 fueron sobre todo los conflictos
en el tercer mundo los que alimentaron las tensiones internacionales. Un indicador de ello es que fuera la
política a seguir en relación a las revoluciones del tercer mundo lo que llevó a los presidentes de los EEUU a
dar sus nombres a sus respectivas “doctrinas”. De la misma manera, los desafíos del tercer mundo fueron los
principales retos a los que se enfrentaron los presidentes de los EEUU como bien entendieron Truman,
Johnson y especialmente Garter. En las cuatro décadas que transcurrieron hasta fines de los años ochenta, la
revolución proporcionó el fundamento histórico del sistema bipolar, alimentado por la carrera de armamentos
nucleares, proporcionando caso tras caso de competición entre las grandes potencias y amenazando la
estabilidad política interna de las principales potencias.
El conflicto intersistémico de la guerra fría fue seguido por los episodios de agitación política de Europa
oriental de 1989 que asestaron un golpe mortal al mundo bipolar existente desde el 45. En cierto sentido estas
revoluciones tenían poca violencia y fueron llevadas a cabo no en nombre de alguna alternativa heterogénea
sino para alinear a estos países a las normas occidentales predominantes.
Tal como se argumentará más adelante, estas revoluciones fueron revoluciones en varios sentidos. Su
importancia para la política internacional es indudable. Fueron también estas revoluciones las que pusieron en
marcha una serie de conflictos, dentro y entre los E. estos conflictos llevaron al borde de la guerra a E que se
disputaban territorios y en algunos casos condujeron a la guerra.
Modelos históricos
Las revoluciones son acontecimientos internacionales por sus causas y efectos y, con la excepción parcial de
las revoluciones del 89, presentan un grado llamativo de uniformidad. En el caso de las revoluciones, hay al
menos cuatro áreas en las que esas generalizaciones pueden examinarse: las cusas, la política exterior, las
respuestas y la posterior adaptación.
Como ya se ha observado, las revoluciones tiene lugar cuando se cumplen dos condiciones generales: que los
dominados se rebelen y que los gobernantes no puedan seguir gobernando. Sin embargo, como demostraron
las obras de Skocpol, Goldstone y otros autores pertenecientes a la tercera ola, los factores internacionales
promueven la revolución principalmente a partir de la otra dimensión. En otras palabras, aunque los E pueden
usar la dimensión internacional y los recursos que ésta proporciona para consolidar su posición interna,
pueden también debilitarse internamente como resultado de sus actividades y alianzas internacionales.

87
El otro tipo de causa, el apoyo a los revolucionarios es evidentemente importante. Pero sin el debilitamiento
concomitante de los E, ese estímulo externo tiene efectos limitados.
La política exterior de los E revolucionarios del períodos anterior a 1989 es un área de estudio muy amplia
que ha recibido, curiosamente, mucha menos atención de la que merece. Parte de la literatura se centra en la
cuestión de la “nueva diplomacia” o sea el papel de la ideología revolucionaria y de la acción no convencional
en la política exterior de los E revolucionarios.
Esta última cuestión es importante porque en gran parte de la literatura realista y liberal se parte de la base de
que las metas de los E revolucionarios no son muy diferentes de las otros E. los liberales por su parte,
sostienen que si tan solo se tratara mejor a los E revolucionarios, estos no intentarían exportar la revolución.
La historia nos demuestra que esto no es así, y que el reto que plantean aparte de promover la revolución es
que hagan un cambio en las relaciones sociales y políticas.
La discusión sobre qué es lo que provoca que, la revolución internacional o la contrarrevolución internacional,
esté mal situada en perspectiva histórica. Ambos procesos pueden empezar de manera autónoma por razones
internas y sistémicas, y alimentándose mutuamente, llevar la confrontación. Si el internacionalismo
revolucionario es un resultado casi universal de las revoluciones, también lo es su opuesto, el
internacionalismo contrarrevolucionario.
Esta interacción plantea otras dos cuestiones que quizás sean más interesantes y que nos llevan al núcleo del
sistema internacional. Por un lado está la tendencia del sistema internacional a la homogeneidad es decir hacia
la organización similar. Tanto el internacionalismo revolucionario como el contrarrevolucionario se derivan
de esta tendencia a la homogeneidad.
La segunda cuestión ilustrada por los antecedentes históricos de ambas formas de internacionalismo es que,
pese a la voluntad de intervención, el sistema de E es perdurable. Todos los E revolucionarios trataron de
promover la revolución en el exterior para exportarla. En el sentido del término, ninguna lo ha logrado. En la
misma tónica las contrarrevolucionarias dirigidas por los E casi siempre fracasan.
Este corto plazo, es sin embargo, significativo, en el sentido de que la mayor parte del debate realista sobre la
socialización de los E se centra en el periodo inmediatamente post-revolucionario y en la aparente
domesticación de los E.
Un breve repaso al historial completo de los E revolucionarios demuestra que, mientras los órdenes internos
postrevolucionarios permanezcan intactos, estos E siguen representando un desafío para los sistemas de otros
E.
Esta perspectiva a largo plazo sugiere que la socialización de la revolución es menos sencilla de lo que la
ortodoxia resulta pretende hacernos creer, y también sugiere que este desafío recurrente, aunque generalmente
frustrado, es un producto tanto de factores internos como externos. La conclusión de esto es que hasta que
haya un reimposición de la homogeneidad, es decir hasta q los órdenes internos de los E revolucionarios
divergentes vuelvan a los órdenes convencionales de otras potencias, las potencias revolucionarias y las no
revolucionarias estarán en conflicto.
La interacción entre las revoluciones y el sistema internacional plantea, por lo tanto, unas cuestiones que no
solo están vinculadas al estudio de la revolución, sino también al de las propias relaciones internacionales. A
partir de esas implicaciones es posible delinear cinco áreas en las que se sitúan las revoluciones.
Vínculos internacionales e internos.
Las revoluciones no obligan a cuestionarnos el supuesto realista fundamental de que las estructuras
internas/domésticas pueden excluirse del estudio de las relaciones internacionales: el más breve examen de
cómo han contribuido las evoluciones al conflicto internacional, o a la guerra en sentido estricto, demuestra
como la cadena interactiva es un elemento fundamental de la explicación de cómo surgieron estas guerras.
Hay algunas implicaciones del concepto de E para el estudio de las revoluciones. Las revoluciones se hacen
en los E y sin embargo, las relaciones internacionales trabajan con un concepto problemático y cada vez más
cuestionado del propio E.
El concepto de E que se usa convencionalmente en relaciones internacionales impide examinar precisamente
esos procesos que hacen que las revoluciones sean internacionales.

88
El segundo concepto de E más restringido nos permite concebir a los E en su doble carácter, como entidades
de dos caras que miran a la vez hacia dentro, hacia la sociedad que intentan dominar, y hacia fuera, hacia los
otros E con los q interactúan con la meta de reforzar su propia posición interna. A partir de ese doble
concepto resulta también posible reexaminar un rasgo del sistema internacional. Los factores internos en la
actividad internacional nos conducen a la cuestión de la homogeneidad y heterogeneidad. Después de todo,
los E con regímenes diferentes pueden comerciar e intercambiar embajadores. Si respetan la no injerencia y
aceptan la diversidad de los sistemas internos, entonces la heterogeneidad no debería ser causa de conflicto.
Además, cierto elemento de heterogeneidad podría considerarse beneficioso para los E, ya que proporciona
otro, un objeto extraño y amenazador en el mundo externos, a partir del cual los E pueden movilizar apoyo
social y político internos.
El problema de la homogeneidad va más allá, en el sentido de que oscurece la que es quizás la cuestión
fundamental, a saber, la del papel de la homogeneidad en sentido positivo, en el reforzamiento de los E, es
decir, en el reforzamiento de la estabilidad de los E a partir de una interacción normal.
Esto apunta a la idea de que la dimensión internacional es fundamental no solo para explicar la
desestabilización de los E cuando hay heterogeneidad sino también para explicar la estabilidad de los órdenes
políticos y sociales cuando hay homogeneidad.
En otras palabras, la clave para entender el desafío ideológico de la heterogeneidad reside en identificar el
papel ideológico preexistente de la homogeneidad y el reforzamiento.
Revoluciones y guerra
No es necesario decir que tanto las guerras causas revoluciones como viceversa.
Para seguir con esto hace falta traer a colación un rasgo difícil pero recurrente en el debate sobre las
relaciones internacionales, a saber, el de la relación de la seguridad entre los E y la seguridad dentro de los E
(o seguridad vertical vs seguridad horizontal).
Quienes establecen un vínculo estrecho entre los dos tipos de seguridad están inclinados bien a ser coherentes
y unos perfectos contrarrevolucionarios o a defender un permanente proceso revolucionario mundial sobre la
base de que el conflicto entre E revolucionarios y contrarrevolucionarios es inevitable.
El consenso no ha consistido en evitar el problema y negar que las revoluciones conduzcan a la guerra; a
resueltas de ello, la comunidad internacional no estaba preparada para el estallido de las guerras que siguió a
las revoluciones del tercer mundo.
Estas cuatro cuestiones, presentes en la teoría de las relaciones internacionales en general, llevan a una quinta
que subyace a la manera en la que cada uno de los principales paradigmas de las relaciones internacionales
trata la cuestión de las dimensiones internacionales de la revolución, o sea, el propio carácter del sistema
internacional.
Para los realistas el sistema está constituido por E en interacción, para los pluralistas y behavoristas, los E
mantiene su importancia pero el sistema permite otras interacciones que no operan a través de los E; y para
los materialistas el sistema internacional está constituido por un sistema socioeconómico global, el K,
superpuesto a unas estructuras políticas.
Por un lado los teóricos realistas y transnacionales subestiman el grado en el que E y sociedades
aparentemente separadlos se han formado y siguen existiendo dentro de un contexto internacional definido
por rasgos sociales, económicos e ideológicos comunes.
El modelo convencional marxista sufre del problema opuesto, o sea la exageración en base a factores
socioeconómicos.
Puede argumentarse, a partir del colapso del comunismo y del fin, o al menos la atenuación de la perspectiva
revolucionaria heredada de la revolución francesa, que la cuestión de la revolución perderá su centralidad ene.
Funcionamiento de las relaciones internacionales. Aun si fuera así, ello no anularía la necesidad de
reconsiderar la historia del sistema internacional de los últimos 500 años y de examinar las posibles
consecuencias teóricas e históricas.

89
En primer lugar, si aceptamos que es improbable o imposible que tenga lugar revoluciones en E democrático,
solo nos estamos refiriendo a tres docenas de los casi 200 E del mundo.
Los sociólogos históricos, los economistas políticos internacionales y los analistas de la revolución se
enfrentan todos a la cuestión de que es lo que constituye el sistema, que es también la cuestión fundamental
de las TI. Lo menos que podemos decir es que no se ha llegado a ninguna respuesta adecuada enmarcada en
términos históricos y teóricos. El estudio de las evoluciones como fenómenos internacionales puede brindar
un medio de aproximarse a esta cuestión y a otras.

 WASSELING, Henri. Divide y vencerás. El reparto de África (1880-1914). Barcelona, Península,


1999.

Conclusión.
La partición de África concluyó con el reparto franco-español de Marruecos y la casi simultánea anexión de Libia por
parte de Italia. A excepción de Etiopía no quedaba nada por repartir. Poco después empezaba la PGM. El escenario
principal se encontraba en Europa, pero también se luchó en África y Asia.
Francia recibió la mayor parte de Togo y Camerún, lo sobrante fue para Inglaterra, Bélgica. No obstante no todos los
dominios eran coloniales, sino territorios bajo mandatos que eran gobernados por las potencias coloniales en nombre de la
Sociedad de Naciones, aunque el asunto no terminó hasta 1935.
Del mismo modo que la repartición de África no empezó en 1880, no terminó en 1914, aunque se puede considerar este
lapso como la época de la repartición, pero ¿por qué ocurrió en aquellos años y de esa manera?
El reparto de África como problema
¿En qué fecha empezó? Ya acá hay problemas, aunque no tendría que traer problemas un año más o menos. En realidad
no se trata de la fecha en sí, sino del hecho de que cada uno de los años remite a un acontecimiento concreto.
Los debates sobre esta cuestión son importantes, y sería igual de necio pretender emitir un juicio concluyente sobre el
asunto, que presentar como elemento crucial otro acontecimiento más. No obstante nosotros debemos llegar a la
conclusión de que no es posible establecer con certeza el inicio de reparto, y que no se puede señalar un acontecimiento
concreto como causante del mismo. Ni siquiera está claro que exactamente, hemos de llamar de entender por
acontecimiento.
Un suceso histórico es pues, el resultado de toda una cadena de decisiones, que a su vez las tomaban distintas personas por
diferentes motivos. Si queremos explicar los acontecimientos hemos de reflexionar sobre las diversas motivaciones de las
personas implicadas.
El siguiente problema surge al observar las consecuencias de un acontecimiento. Hemos leído que el suceso A lleva al B.
Pero la sociedad en cambio, no funciona según las leyes de la mecánica, y en la historia no conocemos esta regla de causa
y efecto. Del mismo modo que una determina actuación era el resultado de varias decisiones, la reacción que producía
también lo era.
Dejando aparte la pregunta de cuándo y por qué empezó el reparto, es como mínimo igual de importante la pregunta de
por qué continuó hasta las últimas consecuencias, hasta donde no quedó nada por repartir. También podemos plantear la
pregunta de otra manera: ¿Qué habría podido detener la partición? En un principio hay dos respuestas posibles, una
oposición de los africanos o una intervención. Ambas fueron inexistentes.
Inicialmente la repartición fue un asunto de papeles, una cuestión de tratados entre distintos estados europeos. Pero las
cosas cambiaron. Como hemos visto, la ocupación efectiva se convirtió, en una época posterior, en la partición sobre el
terreno.
Hemos de ser conscientes de que, en la primera fase, ocurrían pocas cosas en África. La partición de África se registraba
en los mapas europeos, nada más. ¿Pero que representaban estos mapas? La división de cancillerías, que no se molestarían
entre ellas. En Europa primero se conquistaba y luego se reflejaba el resultado en el mapa. En África primero se dibujaba
el mapa y luego ya se vería lo que se tenía que hacer.
Como es lógica, estas prácticas se han criticado mucho. Con frecuencia se dice que, debido a ellas, las fronteras de África
son artificiales. Pero por regla general las fronteras no las decide la naturaleza, sino el poder es decir, la política. No
obstante lo peculiar de las fronteras africanas es que no ratificaba las relaciones de poder a posteriori, sino a priori.

90
No es de extrañar entonces que la década de 1880 no ofreciera oposición, ya q no había a que oponerse. Eso cambió en la
década de 1890 cuando la violencia aumento gravemente y adquirió un matiz distinto.
La partición iba enserio. De todos modos, hay dos observaciones: por un lado incluso en estos años las guerras coloniales
eran de un orden distinto al de las guerras europeas, por otro lado el fin del reparto no significó el fin de la violencia, que
siguió a pesar de haberse terminado la partición. En Europa podemos trabajar con la simple dicotomía paz o guerra, en la
situación colonial, esta pareja de conceptos solo cubre una parte de la realidad. Podemos afirmar entonces que el número
de guerras era relativamente pequeño y que no puede hablarse de una oposición masiva, colectiva y persistente a la
partición.
El segundo motivo por el que siguió el reparto fue la ausencia de intervenciones exteriores. En África representaban su
tradicional obra diplomática y lo representaban con entrega y talento, según las reglas teatrales que habían desarrollado a
lo largo de muchos siglos de política europea: exigiendo, amenazando, intimidando, cambiando y pacificando.
Motivos y decisiones
Los historiadores no solo han intentado averiguar que impulsó la partición del mismo modo han discutido
apasionadamente sobre los motivos que llevaron a los europeos a actuar en África.
Galagher y Robinson argumentaron que la política británica en la partición no fue dirigida por los K sino por los
políticos. Sea cual sea la opinión bien es cierto que solo puede referirse a GB. A los países que no tenían imperios en Asia
no les podían mover tales motivos: su política se basaba en otras motivaciones. Estos a su vez variaban de un país a otro,
de una época a otra. Aunque claro está q los grupos de presión insistían ante sus respectivos gobiernos para que estos
difundieran sus intereses.
Resulta más fácil observarlo en países pequeños, por ejemplo Holanda, que necesitaba y defendía los intereses de
comerciantes.
Había entonces muchos intereses en juego en África y es imposible señalar cual es preponderante, solo que en
determinados momentos los gobiernos se veían inclinado a unos u otros.
Así, solo se puede llegar a la conclusión de que en la repartición de África han intervenido muchos motivos, intereses y
motivaciones.
Causas y consecuencias
Si queremos responder a la pregunta de por qué ocurrió la partición cuando ocurrió, no podemos limitarnos a las personas
y sus motivaciones, hemos de hablar también de las causas y efectos. La repartición de África hemos de plantearnos la
pregunta de cuál es el fondo histórico de todo este proceso.
Gallagher y Robinson dijeron que la cuestión que se plantea es qué relación existe entre, los objetivos y los puntos de
vista, y por otro lado, las causas. La respuesta de ellos era que las visiones subjetivas que influyeron a los británicos que
repartieron África fueron unas de las causas objetivas de la partición en sí.
De todos modos un planteo no saca al otro. En un enfoque se enfatiza la realidad como la vivieron los contemporáneos,
en el otro se observa esa realidad con la sabiduría del tiempo transcurrido. Y si bien puede parecer un anacronismo, es la
parte del anacronismo en el que caen los historiadores.
Era inevitable que África se viera involucrada en la estrategia mundial europea. Más bien resulta sorprendente que se haya
quedado tanto tiempo al margen. Quizá se hubiera podido establecer una posición de dominio más fuerte. En el S XIX
esta situación empezó a cambiar. El botín adquirió mayor importancia puesto que gran parte del resto del mundo ya había
sido repartido.
También desempeño un papel importante la situación política interna de cada nación europea. Los gobiernos tenían que
enfrentar un nuevo deber: debían tener en cuenta a sus electores. Los problemas sociales y económicos llamaban la
atención cada vez más. Se ampliaron las instituciones estatales, se buscaba un E fuerte
Así pues, surgió una nueva situación en Europa a partir de 1870, tanto en el terreno de la política nacional como en la
internacional. Por lo que atañe a la última, la creación de los últimos E-N originó una nueva constelación de poder que se
caracterizaba por una fuerte rivalidad internacional y continuas maniobras diplomáticas. Difícilmente podrían separarse
los motivos económicos de los políticos. Se podría decir con más aciertos que la política fue la síntesis de
consideraciones sociales, económicas y puramente políticas.
Significado e interés
¿Qué interés tenía todo este período? Esa es una pregunta con dos caras: el interés para Europa y para África. Desde una
perspectiva europea no tenían gran importancia, ya que ocupaba un papel poco destacado en las preocupaciones de los
políticos de esa época. Desde el punto de vista económico no sería importante hasta después de la PGM.

91
Después de la SGM la era colonialista pronto llegó a su fin. Paradójicamente, fue entonces cuando empezó a fortalecerse
la conciencia colonialista en Europa.
Desde la perspectiva africana este período era un repudio al sometimiento y a la autoridad colonial si bien el periodo no
duro mucho, sin la participación de los políticos africanos todo esto no se podría haber llevado a cabo. Incluso durante el
colonialismo los africanos seguían siendo los dueños de su destino.
La era colonial duró poco, pero aun así puso en marcha o aceleró una serie de procesos que aún hoy tiene efectos. En lo
económico y social no aportó absolutamente nada, solo precipitó un proceso de modernización que ya había empezado
La mayoría de los africanos recuerda la época colonial con aversión, y la describen con horror. Antiguamente los
historiadores coloniales la juzgaban de otra manera, alabando el colonialismo como aporte de progreso y civilización.
No es necesario que seamos tan negativos en nuestros juicios sobre el colonialismo. No obstante, resulta extraño y
también algo triste, pensar que el colonialismo europeo en África haya tenido tan poca relevancia para Europa.

UNIDAD3

 DUROSELLE, Jean-Baptiste. Europa de 1815 a nuestros días. Barcelona, Labor, 1991.

Cap. VII. La Gran Guerra y la “paz fallida”.


La primera gran guerra mundial era una zambullida en lo desconocido. Se creía que iba a ser corta pero duró
más de cuatro años. Se sabía que iba a ser sangrienta pero nadie imaginó tan extremo.
Cuando se desencadenó los E no tenían en general objetivos de guerra precisos, todo dependía de la suerte
de los ejércitos.
Para el historiador los problemas esenciales parecen ser los de la estrategia política militar (la paz y la
transformación interna de los E)

Estrategia y política durante la guerra.


En agosto de 1914 la Entente2 estaba compuesta por Francia, GB y Rusia, y por dos pequeños E, Serbia y
Bélgica. Las potencias centrales eran Alemania y Austria Hungría.
Rápidamente sus estrategias fracasaron, dejando en claro que era preciso inventar nuevas formas de guerra.
Por ejemplo, el plan francés se basaba más en esperanzas que en una concepción racional (fracasó también
por cuestiones de mando); y el plan alemán era más racional, pero el comandante perdió los estribos y envió
demasiado pronto algunas divisiones hacia el frente.
Luego de estos encuentros, los ejércitos se encontraron frente a frente y se establecieron sobre una línea de
fortificaciones terrestres, las trincheras. El “frente que así se creó simbolizaba cruelmente la realidad del
equilibrio europeo, trasladado al plano militar.
Desde aquel momento, todo giró en torno a este frente occidental.
Puede decirse que el pensamiento de los dirigentes de ambos campos se orientó hacia tres direcciones: la
ruptura, el desgaste y la diversión.

2
La Triple Entente fue una coalición conformada por la alianza de Gran Bretaña, Francia y Rusia.
La nueva potencia mundial, Alemania, gobernada por Guillermo II, en 1890 consiguió que tres potencias que
tenían importantes diferencias entre sí, Francia, Reino Unido y el Imperio ruso, se aproximaran y terminaran
por coaligarse como la Aliada Mayor Nacionalista para hacer frente a la Triple Alianza del Imperio
alemán, Imperio austrohúngaro e Italia.

92
La ruptura era el ideal de los jefes militares, pero se necesitaba mucho material y una momentánea
superioridad de efectivos.
En 1916 el ejército alemán intentó sustituir la ruptura por el “desgaste” y de ahí la batalla de Verdún. El
objetivo consistía en aprovecharse de la ofensiva para infligir al enemigo un número de pérdidas que fuese
tres veces superior a las pérdidas alemanas, así no se trataría de conquistar terreno sino de doblegar
(psicológicamente) al enemigo.
En 1917 replantearon la estrategia cuando decidieron desencadenar la guerra submarina a ultranza.
La guerra de desgaste fue principalmente idea de Alemania. La estrategia de diversión fue sobretodo obra de
la Entente. Si no se podía vencer al enemigo en el sitio donde era más fuerte había que intentar atraer sus
reservas hacia otros puntos. Esto suponía que había que reclutar aliados y crear nuevos frente (aunque no
aguardó las intervenciones de países para practicar una estrategia periférica).
Al final no fueron ni el desgaste ni la estrategia periférica los que dieron la victoria a uno de los campos ni la
ruptura. Fue el temor de una próxima ruptura en provecho de la entente, debido a una creciente superioridad
numérica y al agotamiento del ejército alemán lo que llevó a Hindenburg y a Ludendorff a proponer a su
gobierno que pidiese el armisticio.
La paz de compromiso.
Cuando se pidió dicho armisticio sabían del estado de agotamiento del ejército alemán y de la permanente
amenaza de ruptura que sobre él posaba. Pero en su mente este armisticio permitía acotar las líneas,
reconstituir las tropas y mejorar las cosas en unas semanas. Había por su parte una doble quimera: que la
Entente caería en la trampa y que la población alemana aceptaría la continuación de un doloroso esfuerzo.
El resultado fue que el régimen imperial se hundió el 9 de noviembre. Después de la sublevación de marino y
el pueblo, de que el SD Elbert tomase el poder en una Alemania en plena efervescencia y de que los aliados
dispusieran que se debían de entregar todas las armas y se continuaría el bloqueo.
El paso de la interrupción de los combates a la paz, como era de prever, se hizo difícil y espinoso. El
compromiso fue la solución a la mayor parte de las disensiones, de ahí que resultase un tratado frágil, fuente
en sí mismo de ulteriores dificultades.
El primero fue el problema Wilson, quien había creado la política de la “nueva democracia”. Su razonamiento
consistía en demostrar que la Sociedad de Naciones garantizaría la seguridad y que ya no habría necesidad de
fronteras estratégicas ni ocupaciones militares. Finalmente los europeos debieron admitir una concepción de
la seguridad en la que solo tenían una confianza limitada.
El segundo problema eran los alemanes, ya que se había excluido a los vencidos del tratado, por lo que éstos
quedaron estupefactos e indignados. Todos están de acuerdo en que Alemania tenía derecho a discrepar en el
punto de las reparaciones, ya que si bien se había comprometido a pagar los daños de los civiles, las cifras
fueron dobladas luego por GB. Pero a su vez, como el tratado no fijó exactamente nada, esto impedía que la
economía alemana se reconstruyese sobre bases firmes.
Si bien Yoghi Goerge temía que los alemanes se negasen a formar, Clemenceau pensaba que Alemania tenía
que ceder (y que las pautas tenían que ser duras).
El tercer gran problema de la paz lo planteaban los bolcheviques, ya que entre los negociadores había
unanimidad en condenar su accionar y desear su caída ya que se temía que la doctrina se infiltrase. Pero
pronto se descubrió que eran débiles y odiados por la población, por lo que se limitaron a crear un cordón
sanitario de los E anticomunistas. Pero desde 1920 la Rusia soviética era para la Europa de Versalles una
misteriosa y terrible amenaza.
La transformación interna de los Estados.
La guerra sirvió de acelerador al proceso según el cual las masas sucedáneas de las nuevas capa sociales de
que hablaba Gambetta aumentaron su participación en la vida política de los países, En toda Europa los
desmovilizados regresaron con reivindicaciones y rechazaron la dirección de los notables. La elite campesina
y sobre todo la obrera formada y descubierta gracias a la acción sindical, consideró que debía jugar un papel
cada vez más importante. En todas partes los sindicatos y partidos obreros chocaron con las ofensivas de la
burguesía K.

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No se sabe de qué forma hubiera tomado esta lucha si en un país la facción revolucionaria de los bolcheviques
hubiera tomado el poder. La revolución de Octubre tiene la importancia de la Revolución Francesa. Un E
proletario, Lenin dio a este E un gobierno autoritario, basado en la dictadura del proletariado.
La pura existencia de este E cambió completamente las perspectivas de la acción proletaria, ya que casi todos
apoyaron la moción de unirse a la Segunda Internacional de Lenin.
Hasta 1934-36 los partidos comunistas permanecieron en la más intransigente oposición, y así la vida política
de los países europeos se vio afectada por la existencia de esta minoría. Pero otro peligro apareció, mucho
más grave de un modo inmediato: el fascismo.

 VINCENT, Gérard. Historia de la vida privada. La vida privada en el siglo XX. Buenos Aires,
Taurus, 1991.

"Guerras dichas, guerras silenciadas y el enigma de la identidad"


La guerra permanente
La revolución permanente es una utopía, la guerra permanente una realidad. La guerra siempre presente en el
pensamiento humano. Recuerdos heroicos, vergonzosos, reconstruidos, aborrecidos o privilegiados. La guerra
pertenece a la vida privada… estos intermedios en lo que se puede dar o recibir la muerte, imprevisiblemente.
Morir por la patria, matar por la patria. Aquello se valora, esto se calla. El deseo manifestado en la pasión de
destrucción del otro, son tan fuertes que podemos preguntarnos si la paz no es la continuación de la guerra por
otros medios.
1914-1918: Nunca más la guerra dicha.
Convencidos de que la moral no resistiría, todos los beligerantes han mantenido el secreto de la cifra original
de sus pérdidas y han maximizado las del bando enemigo.
Los especialistas recuerdan la superioridad del alto estado mayor alemán sobre el francés (ej: diferencias en
trincheras). Los combatientes experimentaban todos los suplicios, aunque la increíble resistencia de los
franceses en Verdún no fue obra de un estado mayor mediocre, sino del honor del hombre en tropa, de los
valientes soldados. Por una vez la ética de la convicción y la ética de personalidad se conjugaban, convencían
a cada soldado de que la suerte de la guerra dependía de su valentía. Todos tenían la convicción de que la
suerte de la guerra dependía de su valentía.
El historiador al leer las memorias de aquellas épocas puede hacerse una pregunta ¿cómo pudieron estos
hombres resistir más de cuatro años, pues los motines de 1917 fueron fácilmente sofocados por todas partes?
Se puede avanzar en tres hipótesis.
Una relación con la muerte que es todavía la de los tiempos modernos, y no la de una época contemporánea,
la muerte se adopta con una postura de normalidad.
La guerra crea una nueva jerarquía fundada sobre la valentía física y la integridad. El sentido de la solidaridad
trasciende las compartimentaciones sociales.
Todos los combatientes están animados por una ética de nacionalismo exacerbado. El nacionalismo es un
valor igualmente compartido por la derecha y la izquierda, lo que explica la bancarrota total del
internacionalismo en 1914.
Estudiando meticulosamente los monumentos erigidos en honor a los muertos, Prosa subraya el hecho de que
las ceremonias están marcadas por el rechazo del culto a la personalidad. Este autor insiste sobre la
desconfianza, incluso hostilidad, del valiente soldado respecto al oficial de carrera.
No hay obligación legal de construir un monumento y la ayuda del estado es modesta. No obstante, la
mayoría de los treinta y ocho mil municipios erigen e inauguran sus monumentos antes de 1922.

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La Gran Guerra, acontecimiento contemporáneo de la revolución rusa, inaugura una nueva etapa en la historia
de la humanidad. La inseguridad de las fortunas, de empleo, que penetra en las clases populares, alcanza
también a la burguesía. Después de los años de machacona propaganda, se generalizada un sentimiento de
incredulidad. Es una guerra contada, repetida, enseñada a los huérfanos en el medio familiar.
Muchos son quienes quedan definitivamente marcados por estos años de horror, incapaces de readaptarse a
una vida civil que, pocos años después, se vería trastornada por la gran depresión. Y enseguida aparece claro
que esta guerra no es la última. En 1923 se produce el putsch en Munich, a partir del final de 1929 se asiste a
la “resistible ascensión” de Hitler.
Los muertos de la Gran Guerra fueron seleccionados. En su mayoría se trataba de hombres con edades
comprendidas entre los 18 y 30 años, aquellos que, si hubieran sobrevivido, habrían ocupado en el período de
entreguerras los puestos de responsabilidad desde los cuales hubieran podido organizar la respuesta a los
desafíos económicos que la crisis lanzaba a una economía que dormitaba antes de 1914 y que después se vio
arruinada por la guerra.
1935-1945: La guerra silenciada y la tentación de la denegación.
La guerra de 1914-1918 tuvo su lado positivo: se prestó a un discurso maniqueo.
El gobierno invoca a Dios y devuelve a la Gran Cartuja a los religiosos. Esperanza de ser liberados de
sufragio universal y del parlamentarismo. La inteligentsia adopta una postura prudente o se comporta
resueltamente.
Y de este período, del cual Francia ha salido vencedora por haber delegado en una pequeña minoría la misión
de simbolizar el heroísmo cuyos riesgos se había ahorrado la gran mayoría, la memoria y el olvido han
administrado el porvenir ¿la memoria? A todo hombre en 1940 se le pregunta que hizo usted durante esos
años de vergüenza. ¿El olvido? A partir de los 50 la clase política levanta los ostracismos de los partidarios
del régimen de Vichy.
La tentación de la denegación es permanente. No quiero saber que mi marido me engaña, que mi hijo se
droga, que tengo un cáncer, que la tortura es diaria. ¿Conocían los franceses el holocausto? Los estatutos se
publicaban, las deportaciones, las acciones de concentración se conocían. Aquellos que no estuvieron en la
solución final, pudieron escapar u esconderse. En su conjunto los franceses no fueron delatores ni héroes.
Pero creo que viendo a los judíos desaparecer, conocían la deportación; pero no más que los mismos judíos,
no podían concebir lo que era la solución final.
Guerras ocultas
La palabra oficial no gusta llamar a las cosas por su nombre. Jurídicamente la guerra en Argelia no existe, se
trata de operaciones de mantenimiento del orden, no es exagerado entonces hablar del silencio de una
generación.
La guerra en Vietnam, pertenece también al epígrafe de las guerras silenciadas. Después de haber afirmado
que la suerte del mundo libre se jugaba en Asia del Sudeste, según la teoría de los dominós, los EEUU
deshicieron su compromiso en las condiciones de todos conocidas. El desamparo a los veteranos es un
fenómeno masivo. Si bien la guerra de Vietnam alimenta la imaginación americana, ya q se hacen películas,
novelas, etc, el sistema recupera todo, incluso el remordimiento y la vergüenza.
Las colonias penitenciarias
A pesar de que los nazis evitaron toda dominación precisa contentándose con el término vago de solución
final, a pesar de que el secreto constituía uno de los fundamentos del sistema concentracionario, y a pesar de
que los verdugos nazis hicieron todo lo posible para que huellas e indicios desapareciesen, la conspiración del
olvido fue desbaratada. Auschwitz, el Gulag, las desapariciones de América Latina son los últimos avatares
de una historia de la atrocidad que prosigue su trágico camino. Pero la democracia totalitaria parece
aportarnos algo nuevo en la historia de la deshumanización que se orienta a despojar al hombre de lo que le
constituye: su identidad.
Arendt, tratando de sacar a la luz del día esta experiencia concentracionaria a la vez incomunicada y golpeada
por la realidad, escribe: “Nada puede ser comparado con la vida de los campos de concentración”. El

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problema es pues saber si en esta empresa de total dominación y de absoluta degeneración del hombre “todo
es posible” o si como sugería Hegel, su alineación es la condición misma de su resurgimiento.
La palabra Gulag nace en 1934, es la sigla de la expresión rusa para designar la dirección de los campos de
trabajo correctivos.
Por lo que hace al exterminio de los judíos por los nazis, es preciso decir que fue en gran parte el producto de
la improvisación y del sucederse de los acontecimientos. Pero los nazis también encuentran numerosos
aliados: pequeños y medianos funcionarios burocráticos, la pequeña burguesía arqueoK, los profesionales
liberales. En fin, se trata de que ningún judío al insertarse en la cadena reproductiva pueda estar en el origen
de daños irreparables para la sangre alemana. Los judíos ricos logran escapar, a diferencia de los pobres, que
al provocar “la aglomeración” genera la “solución final que adopta la forma de genocidio.
¿Cómo sobrevivir en el campo? La negación de la identidad es inmediata: corte de pelo, despojo de cosas, etc.
No queda una sola huella de todo lo que socialmente podía situar al individuo. Cualquier jornada puede ser la
de la propia muerte, la adaptación puede ser inmediata o no.
La llegada al campo. El criminal de derecho común resiste bien, apoyado por el hecho de ser puesto en un
plano de igualdad con miembros de la elite política. La debilidad de sobrevivir depende de su aptitud para
comprender el funcionamiento de una sociedad imaginada, pero más jerarquizada. Para sobrevivir es
necesario relacionarse con el estrato superior de la capa dominante, es lo que los deportados llaman la
organización lo que lo permite: es preciso elaborar una estrategia de movilidad social ascendente.
¿Eran los más altos funcionarios del exterminio los monstruos que nos muestran las películas de horror? La
respuesta es tanto más aterrorizante cuando que es negativa: eran funcionarios disciplinados, preocupados
ante todo por el orden y la eficiencia. Pero se trataba de una eficiencia de un tipo particular: aniquilar al
máximo número de personas en el mínimo lapso de tiempo y lo más discretamente posible, lo que implicaba
una meticulosa organización. Arendt comenta que es la normalidad de Eichmann lo que le parece un hecho
enteramente nuevo, ni perverso ni sádico, se cree fiel a los principios morales de Kant.
Por otro lado, el superviviente se pregunta siempre sobre su grado de deshumanización que le permite estar
allí
La gangrena universal.
Para hablar de la tortura, el historiador debe recoger los testimonios de quienes todavía pueden hablar, porque
han sobrevivido relativamente indemnes y porque tienen la fuerza de evocar sus sufrimientos, también puede
recoger testimonios de verdugos, siempre reticentes.
La tortura es un medio de gobierno, no busca tanto la confesión como informaciones que permitan la
perpetuación del Poder. La tortura plantea a todos preguntas: ¿mantendré el secreto durante la tortura?
¿Escaparé del deseo de vengarme? ¿Quién soy? Esta voluntad de saber que motiva la acción del torturador.
En 1985 Levy, N. médico legal afirmó que el fin de la tortura no es hacer hablar sino hacerles callar,
desposeerles de su identidad y así de su palabra.
La SGM, las desapariciones y la guerra de Argelia y Vietnam han suscitado un sentimiento colectivo de
culpabilidad que ha sido interiorizado “no se hace lo que se quiere, pero se es responsable de lo que se hace”
escribía Sastre.
El enigma de la identidad
En las tres décadas que siguieron a la SGM, el nivel de la vida de las familias francesas se multiplicó por 4,
mientras que las desigualdades sociales se estabilizaban. Entonces se resucitó el viejo mito prometeico y este
suscitó la arrogancia. Es lícito plantearse si la sociedad industriales no habían entrado en una fase entrópica
planteando tanto a los ricos como a los pobres el enigma de la identidad.
El cese de actividad de un día para otro sin esperanza de encontrar un nuevo empleo a corto plazo implica un
dramático cambio de identidad. Esta crisis conlleva el desmoronamiento de la solidaridad. En los grupos de
jóvenes se impone el “cada uno a lo suyo”. El régimen de trabajo también plantea un problema de identidad,
se modifican los papeles tradicionales y se introduce la dicotomía exterior/interior.
Desde los años 50 el hombre tiene poder suficiente como para destruir el mundo y no lo ha hecho, el miedo ha
salvado a la humanidad del Apocalipsis. Nadie pone en duda que tanto las confrontaciones entre hombres

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como en las que tiene lugar entre las naciones, la agresividad ha quedado limitada por el temor a las
represalias. A partir de ahora vivimos en este innominable, sin teología o escatología, al día. La ciencia no
puede dar sentido a las preguntas como ¿de dónde venimos, quienes somos, adónde vamos? Al parecer, si la
bomba atómica ni el holocausto han incitado al hombre a pensar el mundo y a pensarse en el mundo de
manera original.
En un mundo menos dramático el problema de la identidad viene planteado por la nueva repartición hombre
del campo/hombre de la ciudad. El éxodo hacia las ciudades y la intrusión de los sistemas de los medios
nacionales en los hogares rurales conjugaron sus efectos: pérdida de la identidad regional. De los dialectos, de
las tradiciones, etc. Como reacción contra esta uniformización se desarrolla en los años 1970 el regionalismo
cultural.
La angustia ante la propia identidad suscita numerosas reacciones. Por ejemplo, a partir de 1960 la moda de la
genealogía se apasiona en los franceses, todos querían saber de dónde venían, quienes eran y que habían
hecho. En el mismo año Lacan, Foucault, etc, manifiestan su aplastante desprecio por la autobiografía, tipo
mismo de un enunciado ingenuo, arcaico, incluso deshonesto.
En cuanto al psicoanálisis, éste se marca como fin no tanto curar como acosar el secreto más escondido: aquel
que ni el individuo sabe q lo tiene. Ya no se trata de descubrir el secreto que el otro detenta conscientemente,
sino de revelar a la persona eso q está oculto. Lo que nos importa aquí, en esta problemática del secreto que
esbozamos es percibir el efecto de la emergencia de un recuerdo presente, pero encubierto.

 SABORIDO, Jorge. Historia de la Unión Soviética. Buenos Aires, Emecé, 2009.

Introducción
La herencia de Nicolás II
El imperio ruso, gobernado desde 1613 por la dinastía de los Romanov era hacia fines del S XIX el E más
extenso del planeta con una gran cantidad de pueblos de variada composición étnica.
El elemento geográfico es de fundamental importancia para explicar los avatares de la historia rusa, la
pobreza de la mayor parte del suelo solo aseguraba, en el mejor de los casos, una existencia precaria, mientras
q el resto del territorio estaba afectado por malas condiciones climáticas. El primer censo confiable, de 1897,
arrojó una población total de 122 millones de habitantes del cual el 87 % vivían en el campo. Muchos de los
campesinos censados habían nacido siervos, dado que fue recién en 1861 cuando se sancionó su
emancipación legal.
La dominación del zarismo se llevó a cabo controlando la tierra y entregándola a la nobleza con la mano de
obra servil atada a la misma, a cambio de la realización de servicios en general de carácter servil o militar.
Solo a fines del S XVIII la nobleza accedió a la propiedad de la tierra.
El estamento nobiliario estaba caracterizado por un 90% que vivía en una situación económica difícil, la
nobleza media tuvo cierta participación en la conformación de la intelligentsia.
Los siervos en Rusia carecían de acceso al sistema legal, los campesinos si bien debían pagar rentas por la
tierra tenían una existencia más llevadera q los siervos privados.
El proceso que condujo a la abolición de la servidumbre fue trabajoso. A partir de la guerra de Crimea (1854-
56) se comenzó a tomar conciencia del atraso ruso respecto de las principales potencias occidentales, mientas
que se sostenía que las tensiones sociales emergentes de una situación de opresión tan anacrónica ponían en
peligro la estabilidad del Imperio. Además, la servidumbre era vista como un obstáculo para el crecimiento:
liberado de sus vínculos de dependencia, el campesino tendría incentivos para aumentar la producción.
La ascensión al trono en 1856 de un zar reformador, Alejandro II dio un impulso a la cuestión: cómo proceder
frente a la nobleza terrateniente, que se vería privada de sus rentas y/o sus tierras, finalmente se llegó a una
salida: la asistencia financiera del E a los propietarios, que fueron indemnizados por la reforma.

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Los campesinos por un lado se veían aliviados de la opresión económica y social del señor, pero por otra
continuaban vinculados a la tierra y separados del resto de la población, además del ideario de que eran
propietarios de su tierra.
Los resultados de la emancipación de los siervos fueron negativos en la situación de los productos y positivos
en los resultados globales del sector agropecuario. Gran cantidad de campesinos se encontraron cultivando
parcelas apenas suficientes para sobrevivir, mientras la población creció a un promedio 1,5% anual entre 1883
y 1912, la producción promedio aumentó el 2, 1 llegando a sesenta millones de toneladas promedio en los
años anteriores a la PGM.
Un elemento importante a tener en cuenta es la continuidad tras la emancipación de una organización
socioeconómica basada en la comuna, q fue definido como “grupo humano, con una base territorial, unido por
lazos de interacción social e interdependencia, por un sistema de normas y valores establecidos, que poseía un
alto grado de autosuficiencia”. Esta unidad doméstica campesina estaba constituida por una pequeña parcela
hereditaria alrededor de la vivienda, una cuota proporcional de tierra concedida por la comuna, otra parte de la
tierra se reservaba para uso colectivo (pastos y bosques).
A lo largo de la segunda mitad del S XIX la comuna estuvo en el centro de una discusión de la cual
participaron intelectuales rusos preocupados por la situación de atraso en el Imperio. Por supuesto liberales y
marxistas no apuntaban al mismo objetivo: lo que para los primeros era una modernización K, para los
segundos constituía el paso previo necesario para la creación de las condiciones que permitirían el
advenimiento del socialismo. La polémica sobre la comuna se encuadra en un debate más amplio, el de la
relación entre Rusia y occidente, que ocupó a lo largo del S XIX: ¿debía seguir Rusia el camino de occidente,
o existe una originalidad rusa?
La incapacidad de Rusia para forjar una clase media sólida y numerosa es considerada por muchos de los
estudiosos la causa mayor de su desviación respecto del rumbo seguido por los países occidentales. Las
actividades industriales y comerciales eran consideradas un servicio al E imperial, por lo que los empresarios
se vieron bloqueados en su crecimiento. Por lo tanto cuando en las últimas décadas del S XIX se puso en
marcha un proyecto de desarrollo industrial. Impulsado por el E. se encontraron con que la clase media no
estaba preparada para tal realidad, Rusia había perdido la posibilidad de crear una burguesía en los comienzos
del desarrollo K, era tarea difícil hacerlo en una época ya dominada por las corporaciones y los grandes
bancos.
La autocracia desafiada
El zar era un autócrata cuyos poderes eran absolutos, no sometido a limitaciones constitucionales ni
institucionales, era el propietario de la tierra.
En la segunda mitad del S XIX el zarismo experimentó las contradicciones propias de un régimen cada vez
más anacrónico, y como consocia empezaron a implementarse algunas reformas.
Alejandro II fue el responsable de la abolición de la servidumbre. En 1864 se dispuso la reacción de consejos
locales electivos (zemstva) que se constituyeron en una fuente autónoma de autoridad, en condiciones de
implementar políticas que no siempre coincidían con las del gobierno imperial. En este intento reformista, se
puso en primer plano el accionar de la intelligentsia, un componente fundamental de la vida rusa del S XIX,
que ha sido definida como una comunidad ideológica caracterizada por la oposición al orden social y político
existente en Rusia (no se les puso intelectuales, sin embargo son intelectuales que aspiran al poder para
cambiar el mundo).
En 1881 asesinan a Alejandro I, y sube Alejandro II, quien fue un autócrata convencido que intentó revertir el
efecto de las reformas que se habían puesto en marca. El intento de introducir a los súbditos el sentimiento de
pertenecer a Rusia a través de la difusión del idioma, la cultura y las tradiciones moscovitas y de la
conversión a la fe ortodoxa fue lo que se llamó “la vigorización”.
Una de las anomalías del Imperio era el hecho de que a pesar de constituir un mosaico étnico y territorial era
tratado constitucional y administrativamente como una unidad nacional homogénea.
El mayor problema con las minorías provenía de los nacionalistas polacos, por otra parte los judíos también
luchaban por preservar su idioma y religión, ganándose el odio de grupos antisemitas. Otros dos pueblos no
rusos eran los ucranianos y bielorrusos.

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La distribución étnica y religiosa de la población no eslava mostraba un panorama de gran complejidad, había
musulmanes, turcos, finlandeses, lituanos, letones, georgianos, armenios, etc. La idea era crear una suerte de
“solidaridad nacional”. Sin embargo salvo la excepción polaca, no existían tendencias separatistas: el imperio
era considerado una institución permanente que requería democratización y reforma social, pero no su
destrucción.
Una de las claves del funcionamiento del Imperio era la Iglesia Ortodoxa, aproximadamente el 55% de la
población profesaba esa religión. La imagen que brindaba la Iglesia del emperador era la de un padre
piadoso. Los resultados de esta actitud fueron ganarse el descrédito de quienes pensaban que eran
imprescindibles cambios sociales y políticos en el Imperio, pero además crearon un vació espiritual en
condiciones de ser cubierto por ideologías de carácter secular.
El comienzo de la modernización económica
El reinado de Alejandro III no se redujo a la gestión reaccionaria y conservadora: la elite que rodeaba al zar
pensaba que para mejorar la situación internacional del Imperio era preciso no entrar en guerras costosas e
impulsar la economía sobre la base de la exportación de cereales y la aceleración del proceso de
industrialización. En 1891 con el impacto de una pésima cosecha todo se agravó.
En cuanto a la expansión industrial, se inició en esos años el vuelvo hacia el K extranjero. Cabe hacer
referencia a las primeras reacciones oficiales frente a una realidad determinada por el incremento numérico de
la clase obrera y los problemas que este tema generaba. El hecho de que buena parte de los trabajadores
mantuviera vinculación estrecha con la tierra, llevó a algunos miembros del gobierno a sostener que la
cuestión obrera, tal como se presentaba en occidente no existía en Rusia.
Sin embargo, afectada en su accionar por la dura represión del régimen, la incipiente clase obrera se fue
conformando con rasgos similares a lo que ocurría en otros ámbitos nacionales que iniciaban su
industrialización. Rusia hubiera avanzado más o menos rápidamente en el camino de su modernización: la
agudización de las tensiones sociales no sería entonces más que una situación coyuntural en una trayectoria
difícil, pero que sin duda estaba en marcha.
La otra explicación se preocupa por destacar que el proceso de 1914 no hizo sino acelerar un proceso que ya
estaba en pleno desarrollo, reforzando así la idea de que la revolución era inevitable, la cuestión pasa a ser
entonces si todo el proceso era inevitable o si, como es plausible sostener, a parir de la caída del zarismo se
abría un abanico de posibilidades, de las cuales la Revolución de Octubre era una de las más impensadas.

Cap. 2 “Nicolás II ¿modernizador a su pesar?”


Nicolás II asumió en 1894 en una situación desfavorable, afectado por los coletazos de la hambruna de 1891.
En ese escenario, el último representante de la dinastía Romanov se planteó como objetivo la continuidad de
la política desplegada por su padre.
Las transformaciones económicas y su impacto social
Para el nuevo zar la continuidad no significaba solamente la preservación del poder autocrático sino también
la búsqueda de los mismo objetivos. En ese sentido, la política ejecutada por Serguei Witte: su objetivo era el
de movilizar los vastos recursos ociosos del país creando una base industrial que reforzara su posición en el
escenario internacional. En pos de ese objetivo propugnaba el proteccionismo y la apertura al K extranjero,
otorgándolo un papel de importancia al E. a su vez, fue responsable de tres logros significativos: la
estabilización del rublo, la moneda rusa; el impulso a la construcción del Ferrocarril Transiberiano, y la
penetración comercial en el extremo oriental del Impero. Los tres estaban vinculados obviamente.
La inversión extranjera fue fundamental en el proceso de modernización industrial, las actividades extractivas
constituyeron el 55% del total, de origen francés e inglés en su mayoría. El gran problema de la economía lo
constituía la situación del campo, ya que sobre los hombres del campesinado recayó el esfuerzo principal del
intento de industrialización.
Los resultados de la gestión de Witte fueron espectaculares en términos cuantitativos, sin embargo el
crecimiento global de la economía fue mucho más modesto.

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Las consecuencias sociales del proceso de industrialización fueron profundas, en un principio se produjo un
importante desarrollo urbano.
A pesar de los esfuerzos realizados por el gobierno no pudo impedirse la penetración de las ideas marxistas
entre la clase obrera. Las respuestas ante la pregunta de por qué razón el marxismo pudo aclimatarse a un
clima agrario son dos: por una parte los cambios producidos en la sociedad rusa estaban potenciando el
desarrollo de la clase obrera y en menor lentitud de una burguesía K, y por otra los análisis marxistas
aportaban la certeza científica de que la revolución era inevitable. Así, en el 98 se realizó el primer intento de
organización de un PP revolucionario: en un congreso realizado en Minsk se fundó el Partido Obrero
Socialdemócrata. En 1903 se hizo el 2do congreso, en donde se manifestaron las diferencias y en donde se
colocó en un primer plano la figura de un joven dirigente, llamado Lenin. Cuando tenía 17 años su hermano
fue condenado a muerte por complicidad contra el Zar Alejandro II.
Los marxistas rusos estuvieron involucrados en 2 polémicas: una, la que los oponía a los populistas,
afirmando la realidad de la implantación del K en el Imperio, para argumentar a favor de esta postura Lenin
publicó en 1898 su primera obra de envergadura “el desarrollo del K en Rusia”. El otro debate estaba centrado
en la importancia que algunos dirigentes otorgaban a la lucha por las reivindicaciones económicas, lo que era
respondido argumentando q de esta manera la clase obrera desarrollaría una conciencia exclusivamente
sindicalista.
Desde ese momento, el POSD ruso desarrolló su actividad atravesado por esta división, que se manifestó en
varias ocasiones, hasta q en 1912 se concretó la ruptura, conformándose los bolcheviques y los mencheviques.
Hubo otro intento de organizar un partido político de izquierda. En 1901-02 se constituyó el PSR, que
unificando las posturas de varias agrupaciones, tuvo un tinte neopopulista, que reivindicaba a los campesinos,
la revolución social, el reparto de la tierra y la reivindicación de la comuna.
El principal impulso del socialismo revolucionario, Chernov, amplió las ideas originales de los populistas
afirmando que había una triple base social para la revolución en Rusia: la intelligentsia, el proletariado urbano
y los campesinos como el arma principal.
No solo los grupos de izquierda se preparaban para la acción política: las ideas liberales también buscaban
aclimatarse en este escenario que se estaba modificando.
A consecuencia de las derrotas experimentadas por Rusia en la guerra contra Japón en la segunda mitad de
1904, circunstancia que contribuyó a deteriorar aún más la situación del régimen, la Unión comenzó a actuar
de manera abierta dentro del territorio ruso.
La Revolución de 1905 y sus consecuencias
Los disturbios campesinos se hincaron en 1902 y se manifestaron bajo la forma de ataques directos contra los
grandes propietarios y sus posesiones. Las explicaciones sobre este retorno de la conflictividad son varias:
una de ellas es la que remite a los problemas tradicionales de escasa productividad y superpoblación del
campo, agravados por las dificultades que encontraban los campesinos para enfrentar los pagos de redención
cuando la presión impositiva del gobierno los obligó a disponer de mayores ingresos. Se habría generado
entonces una situación en la que el endeudamiento se transformó en una carga insoportable. Para otros
analistas, los campesinos opuestos desde siempre a toda injerencia estatal, aprovecharon la situación de
inestabilidad política para negarse a continuar pagando sus obligaciones. Sea una o la otra, lo cierto es que en
esos años los campesinos reaparecieron como una fuerza potencialmente revolucionaria.
En las ciudades, por su parte, la lamentable actuación del gobierno durante el enfrentamiento con Japón,
activó el accionar de la oposición.
En este clima, el 9 de enero una asamblea de trabajadores terminó con una masacre desencadenada por la
policía. Las reacciones que generó el Domingo Sangriento fueron de largo alcance. Con la plana mayor de sus
dirigentes en el exilio o desterrados en Siberia, los PS no desempeñaron un papel relevante en esos primeros
momentos, por lo que la voz cantante entre la oposición correspondió a los grupos liberales.
Durante la primera parte del año el gobierno se mostró incapaz de controlar la situación, la máxima concesión
fue la promesa de que se iba a crear una institución representativa. Así surgió la Asamblea Constituyente, en
donde la radicalidad de las posiciones emergentes hizo muy difícil llegar a acuerdos con quienes sustentaban

100
posiciones moderadas. De cualquier manera, la convocatoria tenía muy poco significado para vastos
segmentos de la sociedad rusa.
A principios de agosto se dio a conocer la propuesta oficial: la creación de una Duma (parlamento) compuesta
por representantes del pueblo pero cuyas funciones iban a ser consultivas. El rechazo fue masivo, generando
así una tremenda crisis.
Por otra parte el gobierno tenía dos caminos para superar dicha crisis: una dictadura miliar o el otorgamiento
de concesiones destinadas a instaurar un régimen constitucional. Nicolás II optó por la 2da opción. Parecía
haberse producido el triunfo de la democracia. Sin embargo el Manifiesto de Octubre dio como resultado la
división de las fuerzas opositoras, a la vez el gobierno acompaño la publicación de dicho Manifiesto con una
intensificación de la represión.
El manifiesto de octubre marcó también el momento de inflexión a partir del cual comenzaron a organizarse
los partidos políticos a los efectos de enfrentar la realidad que se aproximaba. Para los opositores la Duma se
convertía en el ámbito donde continuarían desarrollando su lucha contra la autocracia.
Desde octubre de 1905 hasta abril de 1906 hubo una gran actividad política. Bajo Witte el gobierno lanzó una
serie de iniciativas que concluyeron con la promulgación de las Leyes Fundamentales, q establecían los
principios de una nueva realidad institucional. Mientras tanto, los partidos recién creados daban a conocer sus
programas y se lanzaban a la búsqueda de apoyo en la sociedad civil.
Estos hechos fueron definidos como una “revolución burguesa fracasada” la debilidad de los grupos liberales
y la intransigencia de la autocracia determinó que los primeros adoptaran una posición racial cercana a las
agrupaciones de izquierda, y contara con el apoyo de éstas. Sin embargo, aún en condiciones precarias, el
zarismo resistió.
El imperio, ¿constitucional?
El 27 de abril Nicolás II recibió a los electos de la Primera Duma. Los poderes de ésta constituían parte de un
sistema bicameral, siendo la cámara alta un reformado Consejo de E.
Nicolás II sostenía que a pesar de las concesiones realizadas, el sistema que presidía era una autocracia, y
esta palabra seguía manteniéndose en las Leyes Fundamentales, aunque excluyendo el adjetivo de ilimitada.
El sistema electoral que se puso en vigencia para la conformación de la Duma era amplio pero con
limitaciones: estaba organizado para favorecer a los propietarios pero los trabajadores y los campesinos tenían
la oportunidad de elegir un número importante de representantes. El resultado de las primeras elecciones fue
sorprendente: fue para los candidatos que sostenían que la tierra debería ser transferida a manos de los
campesinos.
La imposibilidad de llegar a un acuerdo fue la causa principal de la disolución de la Duma, dispuesta por el
zar en 1906. Pero su gestión no se limitó a la represión: durante los años en los dispuso de poder fue el
impulso de una serie de cambios que a pesar de las críticas conservadoras apuntaban hacia el reformismo del
zarismo, la principal era la disolución de la comuna campesina.
El reformismo de Stoplin no se extendía a la Duma, ya que para el residía en el Poder Ejecutivo, no en el
pueblo representado en el Parlamento. La Duma que inició sus deliberaciones en febrero de 1907, fue disuelta
por Stoplin antes de los cuatro meses de funcionamiento.
Sin embargo la conformación del nuevo Parlamento, que se reunió a partir de noviembre de 1907 y prolongó
sus sesiones más de cuatro años y medio, no tuvo la docilidad que Stoplin esperaba: sus reformas eran
demasiado radicales para la derecha, e incluso el zar se fue convenciendo de que su accionar constituía un
obstáculo en su intento de retomar el poder de manera absoluta.
Los años posteriores a 1905 fueron de profunda crisis dentro del movimiento obrero y en los partidos
socialistas, fuertemente afectados por el accionar represivo del régimen.
En efecto a partir de 1911 se produjo un aumento de la movilización obrera, sobre todo como consecuencia de
la irrupción de una nueva generación de trabajadores caracterizados por su combatividad. La inquietud social
se mantuvo paralelo al crecimiento numérico de clase trabajadora industrial.

101
En esta coyuntura se daba la paradoja de que los seguidores del partido de Lenin en su mayoría no eran los
obreros más formados sino quienes “se guían en mayor medida por instintos y sentimientos antes que por
conciencia y cálculo”.
Ahora ¿Fue el impacto de la guerra el desencadenante de la revolución o por el contrario las contradicciones
que se estaban verificando en la sociedad rusa conducían a una situación en la que una alternativa
revolucionaria se tornaba posible?
La primera de estas respuestas, de orientación conservadora, afirma que desde 1905 Rusia estaba
experimentando un importante progreso económico y político.
Rusia frente a la guerra
Apenas iniciada la guerra, las tropas rusas comenzaron a avanzar sobre Prusia, este rápido movimiento estaba
provocado por las características de su alianza con Francia.
El temprano avance ruso sobre Prusia desbarató los planes alemanes, obligándolos a enviar a un número
considerable de efectivos hacia el frente oriental. Durante los primeros meses de la guerra, sin embargo, los
rusos hicieron patente su falta de preparación, ya que tuvieron más de 200 mil bajas entre muertos y
prisioneros. Estas derrotas significaron un duro golpe.
A fines de 1914 la guerra entró en un punto muerto, pero a partir de 1915 tanto austríacos como alemanes
lograron avances significativos, acercándose las tropas del Reich a Riga, capital de Letonia.
La guerra tuvo un profundo y decisivo impacto sobre la economía rusa. Antes de 1914 la principal relación
comercial era la existente con Alemania: por lo tanto se debió enfrentar una situación caracterizada por la
desaparición de este socio fundamental. Las demandas que las necesidades militares plantearon a la economía
fueron severas.
La adaptación de la industria a las necesidades bélicas no fue fácil, ya que siempre se creyó que era una
guerra corta los abastecimientos fueron reducidos.
Después de 1915 el comportamiento de la industria rusa mejoró sustancialmente: se incrementó la producción
de armamentos y municiones así como los suministros de carbón y petróleo.
La demanda de los hombres por parte del ejército y de la industria afecto duramente al campo: fue éste el que
proveyó la mayor parte de los soldados y de los obreros necesarios para la industria. Sin embargo el dinero
adicional que percibieron los campesinos les fue de escasa utilidad, ya que había pocos productos
manufacturados para comprar, a la vez que sus precios estaban inflados.
El problema de los alimentos se agravó por la insuficiencia de los sistemas de transporte. Los ferrocarriles se
vieron desbordados por la movilización de tropas y material bélico.
La guerra también afectó profundamente al sistema político: una semana después del comienzo de la misma
se realizó una sesión especial de la Duma en la que todos los diputados, con la oposición de cinco
bolcheviques y la abstención de mencheviques votaron los créditos solicitados por el gobierno.
Las derrotas militares de 1915 agravaron la situación: los cuestionamientos no se limitaron a la conducción
militar del conflicto, sino también a la dirección política del país. A pesar de q la mayoría de la Duma enfatizó
que sus críticas tenían por objeto apuntalar el esfuerzo bélico, hubo una reacción negativa desde el poder: la
orden del zar de disolver la sesión de Duma solo sirvió para polarizar la situación política, uniendo a la mayor
parte de diputados en contra del gobierno. El 70% de los diputados de la Duma se unieron formando el
Bloque Progresista. Su demanda principal consistía en la formación de un gobierno unificado compuesto por
individuos que actuaran en acuerdo con la Duma para la rápida implementación de un programa de
emergencia. A partir de la segunda mitad de 1915 el zar dedicó la mayor parte del tiempo a las actividades
militares en el frente, dejando a la emperatriz Alejandra.
A lo largo de 1916 se sucedieron cambios en el gabinete, pero sin apelar a la oposición nucleada en el bloque
progresista. La situación política se tornó insostenible: por una parte, un abismo separaba al gobierno de las
posiciones moderadas del Bloque Progresista, pero además, entre las clases superiores del Imperio había un
amplio descontento en contra de Nicolás II, hasta el punto de q en diciembre Rasputín fue asesinado por un
pequeño grupo que incluía a un primo lejano del zar.

102
Así, las tensiones sociales se fueron agravando casi desde el principio de la guerra.
De cualquier manera, las ciudades fueron las que en mayor medida sufrieron los efectos de la crisis
económica. Dado que buena parte de la mano de obra se satisfizo con el aporte de mujeres y niños. El
descontento se manifestó por medio de huelgas.
Frente a la guerra, los PS estaban divididos en dos grupos: los socialistas opuestos a esta, encabezados por los
bolcheviques, y los moderados, que matizaban esa posición planteando la posibilidad de una guerra defensiva
en contra de la agresión extranjera. Mientras los bolcheviques sostenían que obreros y campesinos debían ser
los protagonistas excluyentes, los moderados la imaginaban como resultado de la lucha contra el zarismo de
amplios sectores de la sociedad.
El invierno de 1916-17 fue muy peligroso, por medio de movilizaciones y huelgas los trabajadores
reclamaron aumentos salariales y se manifestaron contra las autoridades.
Pero existió otro factor que contribuyó al deterioro de la situación: el impacto producido por los rumores
sobre la corrupción moral existente en la familia real.

Cap. 3 “Las revoluciones de 1917”.


Dichas revoluciones fueron el resultado de la explosión de dos contradicciones fundamentales: el conflicto
existente entre la sociedad y el E, y la revuelta de las masas contra el orden establecido.
El desencadenamiento de la Revolución de Febrero
El 23 de febrero de 1917 las obreras textiles en Petrogrado iniciaron una huelga y se lanzaron a la calle
conmemorando el día internacional de la mujer, se extendió rápidamente y abarcó toda la ciudad al día
siguiente.
La huelga general del 25 paralizó a la capital. El 26 el gobierno por órdenes del zar, cambió de táctica y se
lanzó a terminar con el desorden. Es preciso destacar que las fuerzas militares encargadas de la represión
estaban compuestas en su mayoría por heridos que se estaban recuperando y por mayores de 40 que eran la
reserva rápidamente se incorporaron a la huelga y a la insurrección.
Uno de los hechos paradójicos es que la Revolución de Febrero fracasó en el intento de crear su propio
gobierno. Los dos órganos que surgieron de ella, el Soviet y el Comité de la Duma, tenían poco q ver con los
insurrectos, éstos continuaron afectando con su accionar el desarrollo de los acontecimientos pero el curso
específico de la revolución empezó a estar dominada por otros grupos.
El Soviet surgió por iniciativa de los mencheviques y tenían como objetivo inicial organizar y coordinar las
actividades rebeldes. La base de dicha estrategia estaba en la convicción de que un poder surgido de las masas
insurgentes no tenía posibilidad alguna de sobrevivir, por lo que el único camino para prevenir una guerra
civil era expandir la revolución comprometida con los grupos liberales.
El comité de la Duma se hizo cargo del aparato de gobierno e inició una serie de gestiones que culminaron
con la abdicación del zar, quien primero pensó en hacerlo a favor de su hijo Lexis, pero finalmente lo hizo a
favor de su hermano.
La idea de establecer un gobierno Provisional, aspiración de los dirigentes moderados del soviet y de los
liberales reunidos en el Comité de la Duma, tropezó con el escollo de que los rebeldes se rehusaron a entregar
todo el poder a un gobierno burgués, y los dirigentes debieron entonces negarle su apoyo incondicional. Se
conformó entonces una situación inédita: un poder dual, en el que las acciones del Gobierno Provisional
estaban sometidas a la aprobación del Soviet de Petrogardo (pg 44 ver programa por puntos de la acción del
Gobierno).
La composición del gabinete mostró la presencia de los partidos representados en la Duma bajo la presidencia
del príncipe Georgia Lvov, un hombre público sin alineación partidaria.
Algunos integrantes del gobierno fueron los encargados de presionar al gran Duque Miguel para que no
aceptara la corona, con lo que se completó el proceso de destitución del último zar de la dinastía Romanov y
el triunfo de una revolución.

103
Además de Petrogrado, la primera ciudad en q hubieron disturbios fue Moscú.
Solo el 3 de marzo, al publicar la noticia de que el zar había abdicado, la nación se enteró de que se había
producido una revolución.
Una de las consecuencias de la revolución fue la emergencia de movimientos nacionalistas en territorios
donde la población era predominantemente no rusa. La mayor parte de los súbditos del Imperio eran
campesinos, que no canalizaban sus agravios bajo reclamos nacionalistas, sino que lo hacían con la religión,
su entorno local y su status campesino.
En tanto el nacionalismo es una construcción ideológica elaborada por sectores intelectuales, se desarrolló en
mayor medida en los ámbitos urbanos, caracterizados por el surgimiento de la clase obrera.
La Revolución de Febrero en la historiografía
Hay tres temas que han sido en mayor medida objeto de debate.
¿Cuáles fueron las causas inmediatas de la revolución? Hay una amplia idea de que hubo un acuerdo amplio
entre la elite, incluidos los altos jefes militares e integrantes de la aristocracia, respecto de la necesidad de
destituir a Nicolás II. Si a estos sumamos la profunda inquietud social emergente de la pésima conducción
económica de la guerra, una de cuyas consecuencias fue el desencadenamiento de un incontenible proceso
inflacionario y la escasez de productos esenciales, queda claro por qué puede afirmarse que la Revolución de
Febrero terminó siendo una rebelión contra el E.
¿Se trató de una revolución espontánea o hubo una planificación? En relación con el interrogante planteado
respecto de la espontaneidad o no de la protesta obrera que condujo a la revolución, la visión más aceptada es
la que sostiene que las primeras manifestaciones de descontento fueron el resultado de la enorme
disconformidad existente entre los trabajadores, pero una vez iniciados las movilizaciones puede verificarse la
aparición de algunos dirigentes dispuestos a encarrillar el proceso.
¿Por qué los acontecimientos condujeron al establecimiento de dos centro de poder, resignando los obreros y
soldados la posibilidad de hacerse con todo el poder? Finalmente cabe hacer referencia al tema de las razones
por las que se produjo la emergencia de la situación de doble poder. Aquí, destacan las críticas que se han
formulado a quienes, los dirigente de los partidos socialistas, habiendo tenido la oportunidad de tomar el
poder, optaron por entregarlo a los políticos burgueses que conformaron el Gobierno Provisional.
Los fracasos del Gobierno Provisional y el comienzo de la radicalización política
La instalación del doble poder aparecía como una experiencia inédita. Por una parte, se había producido una
revolución política; por otra, en el terreno económico social, la situación no había experimentado
modificaciones. Por lo tanto, resultaba hasta cierto punto natural el hecho de establecer alguna forma de
cogobierno con las agrupaciones socialistas dispuestas a poner en marcha y fortalecer un régimen
democrático. En ese aspecto, la existencia de esta forma de doble poder, era explicable. Los problemas
emergían como consecuencia de dos circunstancias: en primer término la dirigencia del soviet no había
coincidido respecto de cuestiones esenciales como la permanencia o no en la guerra, pero además los
dirigentes se enfrentaban con un sector de la militancia fuertemente radicalizada que presionaba por
soluciones inmediatas. Estas razones sumadas a las limitaciones mostradas por el Gobierno Provisional para
encarar los problemas inmediatos, hicieron del doble poder una realidad profundamente inestable.
Sin embargo, la continuidad de los problemas de abastecimiento, la persistencia de la inflación y la falta de
resolución del tema de la guerra determinaron que a partir de mayo las huelgas comenzaran una escalada
importante.
Desde luego, las tareas que debía abordar el Gobierno Provisional no eran nada fáciles de concretar, y su
respuesta inicial se concentró en legislar sobre las cuestiones vinculadas con la democratización de la
sociedad.
Mientras tanto, la sociedad experimentaba una libertad inédita expresada en la destrucción de los símbolos del
zarismo y una tendencia a la igualación. Pero en poco tiempo, el choque con la realidad hizo desaparecer el
optimismo inicial. En un principio hubo un acuerdo generalizado respecto a la necesidad de apoyar al
Gobierno Provisional. Por lo tanto desde esta perspectiva, Rusia tenía por delante un período de consolidación

104
del K, de asentamiento de un régimen democrático burgués, pasando los partidos de izquierda a convertirse
en la oposición legal del nuevo régimen político.
Dirigentes bolcheviques, mencheviques y socialistas revolucionarios, si bien con variantes, coincidieron
inicialmente en la estrategia a desarrollar, y esta coincidencia se extendió hasta el punto de plantearse la
posibilidad de una reunificación del PS: en estos momentos se produjo el retorno de Lenin a Rusia,
circunstancia que dio lugar a un cambio crucial en la estrategia de los bolcheviques.
El retorno de Lenin y el nuevo rumbo de los bolcheviques.
Exiliado en Suiza, la preocupación del líder bolchevique pasó a ser la manera de llegar lo más rápido a
Petrogrado, ya que era una operación dificultosa.
A partir de la evaluación de la coyuntura, para los alemanes pasaba a segundo plano que Lenin también
llamara a una revolución.
El 3 de abril de 1917 una multitud repetía un rito: recibir con todos los honores a los dirigentes que venían del
exilio.
Lenin al llegar sostuvo que después de haberse producido la primera etapa de la revolución, que dio el poder a
la burguesía, era el momento de una segunda revolución, que transfiriera todo el poder al proletariado. A
partir de su análisis estipulaba la posibilidad de que la revolución estallara en un eslabón débil de la cadena
imperialista.
Entre las cosas que pidió fueron: la transferencia del poder a los soviets, la confiscación de la tierras de
terratenientes y entrega a los campesinos, la libertad de separase de Rusia a todas las naciones y la paz.
La crisis de abril
El vuelco de los bolcheviques hacia las posturas de Lenin se vio reforzado por el hecho de que en los
primeros días el Gobierno Provisional experimentó su primera crisis seria.
El objetivo del soviet se orientó hacia la adopción de la estrategia elaborada por los defensistas, mencheviques
que sostenían la necesidad de coordinar con el Gobierno Provisional una serie de medidas destinadas a
combinar el apoyo al accionar militar con el impulso a la realización de gestiones destinadas a alcanzar una
paz negociada. Quedaron desplazadas entonces las posiciones internacionalistas, que definían la guerra como
imperialista y demandaban la intervención de la Segunda Internacional para imponer la paz.
Cuando se filtró la nota de Miliukov a la prensa, la reacción de las masas en la calle condujo a una serie de
crisis en el gobierno.
La decisión de los PS de participar en las tareas de gobierno resultó a la postre un tremendo error, ya que les
quitó autoridad para ganarse el apoyo de los afectados por una situación en constante deterioro. La
justificación de esta política consistía en sostener que así se ayudaba a crear las condiciones de paz social y
disciplina necesarias para que el pueblo se expresara en la Asamblea Constituyente.
La ofensiva de Julio
Una de las estrategias pergeñadas por el Gobierno Provisional destinadas a enfrentar la conflictiva realidad
fue la de intentar obtener una victoria militar importante, que le permitiera ganar apoyo en la sociedad.
En ese escenario, caracterizado por la creciente disconformidad respecto del comportamiento de los líderes de
los PS asociados en la gestión del Gobierno Provisional ganaron audiencia las consignas surgidas de las Tesis
de Abril: los militantes bolcheviques no solo impulsaron declaraciones en contra de la guerra sino que
también acusaron a los dirigentes del soviet de traicionar a los obreros y campesinos apoyando al Gobierno
Provisional.
El ejército Ruso, que formalmente siguió en la guerra, sin embargo dejó de existir como una organización en
condiciones de luchar.
Los días de Julio
La actuación del Partido Bolchevique había sido hasta ese momento muy limitada: las Tesis de Abril no
condujeron inicialmente a un incremento de su presencia entre los trabajadores y campesinos.

105
En efecto: en las calles, las fábricas y entre los soldados, la situación empezaba a evolucionar en un sentido
favorable a los bolcheviques, ya que podían capitalizar en su favor el descontento que provocaba la situación
política y económica, mientras que el resto de los PS tenían sus representantes en el Gobierno Provisional y
por lo tanto estaban limitados en su accionar crítico.
Mientras tanto, se trataba de miles de obreros impacientes, que poco o nada sabían de marxismo y de
disciplina radicalizada y partidaria.
Durante junio, los líderes del sector radicalizado de los bolcheviques, planearon una operación en la capital
destinada a la toma del poder, la que fue neutralizada a último momento por Lenin, quien sostuvo la idea de
que se trataba de una maniobra prematura.
El punto de partida de todo el proceso lo constituyó la reacción de los soldados de un regimiento de
ametralladoras, por lo que llamaron a una insurrección en contra del GO:
Pero ¿Fue un intento de golpe fallido o se trató de una manifestación que desbordó las expectativas y
consignas de quienes la convocaron?
No existe sin embargo consenso entre los historiadores respecto de las características de la participación
bolchevique.
El desencadenamiento de estos acontecimientos fue acompañado por la decisión del gobierno de denunciar
públicamente las actividades de los bolcheviques, acusado de recibir ayuda financiera de los alemanes, que
sin duda los desprestigió y se vieron obligados a huir o fueron arrestados. Así el gobierno tuvo excusas para
incrementar la postura represiva.
La cuestión nacional
A la hora del estallido de la Revolución de Febrero si exceptuamos a los polacos y los finlandeses existían
ocho nacionalidades dentro del Imperio Ruso: Lituania, Letonia, Estonia, Armenia, Georgia, Azerbaiyán,
Ucrania y Bielorrusia. La principal reacción de orientación nacionalista se produjo en Ucrania. En Bielorrusia
al producirse la caída el movimiento nacionalista era minoritario, por lo que la vida política estuvo dominada
por los bolcheviques, vigorizados por la presencia allí de gran cantidad de soldados que luchaban en el frente.
A principios de 1917 Lituania estaba ocupada por los alemanes, por lo que el impacto de lo ocurrido en Rusia
se hizo sentir en Estonia y Letonia. Allí nobles de origen alemán dominaban en las áreas rurales, mientras
que en el espacio urbano facilitó la conformación una clase media y la intelligentsia.
Por otra parte, la autocracia zarista había integrado a las elites nobiliarias de Georgia y Azerbaiyán en el orden
político y económico del Imperio y habían establecido contacto con los industriales.
En resumen: hacia 1917 en Georgia los mencheviques contaban con apoyo mayoritario, los armenios estaban
divididos entre una mayoría nacionalista y una minoría alineada con los PS rusos, mientras que los
musulmanes rusos de Azerbaiyán se mantenían indiferentes a las políticas nacionalistas.
El intento de Kornilov
El agravamiento de la situación económica y el incremento de la tensión social produjeron una justificada
alarma entre las clases superiores y en los partidos políticos liberales. A la vista del comportamiento del
Gobierno Provisional y de su moderación se pensó en una cooperación con ellos, pero el problema residía en
que la estrategia a nivel nacional fallaba cuando se trasladaba al ámbito local.
Kornilov, una vez designado en el máximo cargo en el ejército, su comportamiento comenzó a generar
sospechas: anunció que iba actuar de acuerdo con lo que le indicara su conciencia y que no permitiera que el
gobierno o los soviets interfirieran en las operaciones militares. Kerensky por su parte adoptaba posiciones
cada vez más conservadoras pero de manera alguna intentaba acabar con el poder de los soviets.
Un malentendido creado por Lvov llevó a Kerensky a suponer que Kornilov aspiraba a dar un golpe de E
asumiendo poderes dictatoriales, por lo que anuncia su destitución. La respuesta del general fue denunciar a
Kerensky y a los soviets, ordenando la marcha de tropas sobre Petrogrado.

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Ante esto obreros y soldados se prepararon para defender la revolución, se distribuyeron armas, pero antes de
que tuviera que actuar los ferroviarios obstaculizaron el avance la tropa y les advirtieron que estaban siendo
usados para un golpe contrarrevolucionario. Se destituyó a Kornilov y Kerensky siguió en el poder.
La situación en el campo
En general para los campesinos la caída del zarismo fue interpretada como el colapso del injusto régimen de
propiedad existente, por lo que brindaron inicialmente su apoyo al Gobierno Provisional: sin embargo se
trataba de un apoyo asociado a la satisfacción de sus demandas. La situación generada por la guerra era muy
difícil: si bien en un principio los altos precios de los granos contribuyeron a una mejora de sus situación, el
continuo drenaje de mano de obra para el frente, el incremento de los impuestos, la inflación, determinaron
que hacia 1917 el descontento fuera generalizado.
El Gobierno Provisional se limitó a trasladar el problema de la tierra a la Asamblea Constituyente, por lo que
el campo pensó que se iba a abordar el tema de una manera radical, pero nunca sucedió.
Las ocupaciones de tierras se incrementaron a partir de julio y tomaron un nuevo carácter dejando de lado
toda legalidad, los campesinos comenzaron a cultivar la tierra y a instalar su ganado en ella; se trataba de una
manera más de avanzar en una realidad que hacía que octubre de 1917 era absolutamente indiscutible: el
gobierno no solo había defraudado las expectativas de los campesinos, sino que tampoco estaba en
condiciones de ejercer su autoridad en el ámbito agrario.
El triunfo de los bolcheviques
La intentona de Korniulov tuvo consecuencias decisivas de cara al futuro. En principio la reputación de
Kerensky se vio seriamente dañada y a pesar de que se mantuvo en el puesto de jefe de Gobierno nunca
recuperó su prestigio.
Quienes salieron vencedores fueron los bolcheviques y los SR de izquierda, ayudados por el temor a una
nueva contrarrevolución.
Durante el mes de septiembre el país estuvo paralizado por una serie de huelgas cada vez más amplias,
acompañadas de un crecimiento de los saqueos y el vandalismo; el temor de las clases medias y altas se
incrementó de manera generalizada como consecuencia de la incapacidad del gobierno para neutralizar un
clima de creciente anarquía.
En esos momentos, la presencia de los bolcheviques entre los sectores obreros y entre los soldados creció de
manera rápida: con un intervalo de pocos días lograron a fines de agosto y principios de septiembre. La
mayoría tanto del soviet de Moscú como el de Petrogrado; así cobró fuerza la insistencia obsesiva de Lenin
respecto de la necesidad de actuar con prontitud. En los días siguientes se pusieron en marcha los aspectos
técnicos de la insurrección, se configura en el Soviet de Petrogrado el Comité Revolucionario.
Las operaciones de esos días fueron protagonizadas por soldados fieles al CMR y militantes bolcheviques, y
se dedicaron a atacar lugares estratégicos (solo eran maniobras defensivas)
El 24 se comenzó a discutir la formación del gobierno mientras Lenin informaba ala pueblo que el gobierno
había sido depuesto.
El 25 se dio el ataque al Palacio de Invierno, posible ya q no había resistencia.
Mientras tanto Lenin redacto los decretos que conformaron las bases del nuevo régimen: los decretos de paz,
sobre tierra (expropiar sin indemnizar) y el que anunciaba la formación del gobierno. También se expusieron
las condiciones de igualdad que ahora tenían todos los pueblos
La revolución se había llevado a cabo. ¿Pero se podrían mantener los bolcheviques en el poder?
La revolución bolchevique en la visión actual de los historiadores
Básicamente hay dos visiones: la liberal conservadora y la revisionista.
Manifiesta que la revolución fue un golpe de E de una minoría que terminaría estableciendo una dictadura
totalitaria o que pretendían remodelar la sociedad.

107
Argumentan que más allá del número de los participantes había un impulso revolucionario que venía desde
abajo.
Otros afirman que los bolcheviques y Lenin tuvieron la visión y decisión necesarias para percibir que ese era
el momento en el que había que actuar.

3.2

 DUROSELLE, Jean-Baptiste. Europa de 1815 a nuestros días. Barcelona, Labor, 1991.

Cap. VIII “Democracia y Totalitarismo”.


Entre democracia liberal y democracia popular la contradicción es total. La primera niega a la segunda el
derecho de llamarse democracia ya que la democracia para los liberales debe basarse en la voluntad popular,
surgida del sufragio universal. Los segundos denuncian inversamente que la democracia liberal es un régimen
de clase en el que la burguesía capitalista detenta la parte esencial del poder.
Es cierto que la libertad individual queda asegurada, pero tan solo para aquellos que poseen los medios para
aprovecharse de ella.
Sin la finalidad consiste en alcanzar el triunfo del proletariado, el poder debe pertenecer no a la mayoría poco
consciente, sino a la “vanguardia consciente”. Como que, por definición, este camino es el bueno, las masas
estarán cada vez más convencidas de que el partido tiene la razón.
Semejante contradicción nos es familiar hoy en día, pero no lo era por entonces hasta que terminó la PGM.
Hasta entonces se creía que le evolución histórica conduciría casi inexorablemente a todos los pueblos a una
forma más o menos auténtica de democracia liberal.
El problema se había hecho aún más agudo a causa de la vocación internacional del comunismo, ya que el
marxismo leninismo preveía una evolución en donde el comunismo primaría. La simple existencia de dichos
partidos suscitaba reacciones, el fenómeno esencial de entreguerras en el plano de la estructura interior de los
E fue que a los regímenes liberales y a la URSS se añadieron los fascistas.
El fascismo es una tendencia hostil a la democracia, a la que juzga corrompida, ineficaz y remisa a recordar
los verdaderos valores. Los verdaderos valores son el E y la nación, por lo que más que una doctrina es una
tendencia a favor de un nacionalismo exacerbado, rehabilitador de las nociones de violencia y guerra.
Los elementos comunes entre comunistas y fascistas son el partido político único y la poca importancia dada a
las libertades. Para los comunistas los elementos comunes entre democracia liberal y el fascismo son el hecho
de ser emanaciones del K y enemigas del proletariado. Para los fascistas las democracias liberales y el
comunismo tienen en común el hecho de destruir el valor de la nación.
Es por lo tanto esencial ver como se desarrollaron los regímenes en Alemania e Italia.
Establecimiento del fascismo en Italia.
En sus orígenes encontramos los siguientes elementos que observaremos también en Alemania: existencia de
un régimen democrático inestable, falto de autoridad, existencia de poderosos partidos políticos de izquierda
(comunistas) y de ultranacionalistas.
Al acabar la guerra la situación económica de Italia era poco brillante, había una necesidad de reformas
sociales y de rigor financiero ante las huelgas, ocupaciones de tierras, etc. El gobierno se iba disgregando.
El fascismo pues nació a causa de la necesidad de autoridad y del ultranacionalismo, muy extendido entre los
excombatientes y en la pequeña burguesía. Mussolini creó en 1919 el “fascio milanes de combate” con un
programa de reformas sociales y de conquista y la voluntad de crear un gobierno fuerte.

108
Los fascios eran activistas, es decir que actuaban por la violencia, en especial contra los comunistas, los
socialistas y los sindicatos.
A la cabeza de este movimiento nacido de la exasperación nacionalista y social se encuentra Mussolini. Llegó
al poder con grandes ambiciones pero sin ninguna doctrina ni plan. Era un periodista de sensacionalismo, que
comenzó a ampliar el gobierno hasta colocar a todos los fascistas en los puestos claves.
El advenimiento del nazismo en Alemania
El régimen imperial que se hundió en Alemania con la derrota no era democrático en el pleno sentido de la
palabra. La influencia de los militares era muy grande. Pero existía una Asamblea elegida mediante el
sufragio universal, el Reichstag, que votaba leyes federales.
La República de Weimar partió de bases desfavorables. Fue la república quien debió aceptar el tratado de
Versalles, el Diktat. Había al mismo tiempo, importantes núcleos nacionalistas, quienes no vacilaron en
asesinar a los dirigentes moderados a quienes consideraban como traidores. A su vez, la ocupación de los
franceses para obligarlos a pagar en 1923 sumó otra gota. El jefe del Partido Nacional Socialista alemán del
trabajo, Adolf Hitler trató de tomar el poder pero no pudo y fue condenado a la cárcel.
La crisis económica del 29 es determinante para la ascensión del nazismo lo mismo que 1920-21 para el
fascismo. En las elecciones de 1930 los partidos del centro, al igual que en Italia, fueron los grandes
perdedores, a su vez el presidente de la república nombró canciller a Hitler. Así, la rapidez del movimiento se
hizo presente con mucha más fuerza que en Italia. El 24 de marzo reformó la Constitución y la bandera, hizo
desaparecer a los partidos políticos y se declaró Fuhrer de Alemania.
Pero Hitler era muy diferente a Mussolini, a quien admiraba sinceramente. Hijo de austríacos, no quiso ser
funcionario y fracasó en sus ambiciones artísticas, por lo que llevó una vida oscura y miserable en Viena,
maldiciendo a los Habsburgo porque impedían la unión del pueblo alemán y odiando a los judíos. Para él
Alemania no estaba vencida.
Su doctrina, base y éxito de su empresa, puede resumirse así: las razas son desiguales. La raza superior es la
de los arios rubios dolicocéfalos (indoeuropeos), mejor preservada en Alemania que en cualquier otra parte, lo
que lo hace un pueblo superior. El resto será subyugado, o se firmarán alianzas desiguales.
Las democracias
Casi en todas partes las condiciones políticas eran mediocres.
Francia conoció antes de 1929 numerosas crisis, sobre todo financieras.
GB, mejor gobernada según las normas, se hundía más todavía.
La gran crisis que la valió a Alemania la dictadura nazi, produjo en Francia y GB resultado totalmente
distinto y divergente. En Francia fue la disgregación del ejecutivo, en GB la crisis llevó a apoyar a los
conservadores, que consiguieron el triunfo más grande de su historia. Si bien se reforzó la estabilidad no la
eficacia ni la audacia. En Francia se intentó yugular la crisis mediante la deflación, Inglaterra mediante el
proteccionismo aduanero, que puso fin a ochenta años de librecambio.
La agitación se extendió por Francia al sumarse la inestabilidad a la ineficacia (y a escándalos financieros).
El descontento al no disminuyó, tomó otra forma. Los electores se volvieron hacia la izquierda. En 1936
formaron el Frente Popular (ver prácticos). Francia se replegaba sobre sí misma.
Las democracias occidentales habían escapado al fascismo pero a cambio de un repliegue que aniquiló la
audacia necesaria. Estaban divididas: los EEUU aislacionistas, GB dispuesta al apaciguamiento, Francia
timorata. Para Hitler, era la ocasión de lanzar su ofensiva política, en espera del Blitzkrieg.

92

GENTILE LA VIA ITALIANA AL TOTALITARISMO, C4 PARTIDO,ESTADO Y DUCE EN LA MITOLOGIA Y


EN LA ORGANIZACIÓN DEL FACISMO

109
Partido, estado y Duce fueron los pilares fundamentales del sistema político fascista. En cambio, sigue siendo un
territorio casi totalmente inexplorado el mundo de los mitos y de las organizaciones del fascismo.

Nuestra interpretación del vínculo entre partido, estado y Duce tiene como punto de partida algunas consideraciones
generales:

1. El fascismo fue el primer partido milicia que conquistó el poder en una democracia liberal europea, con la declarada
intención de destruirla, y que planteó como finalidad específica suya -prácticamente efectuada- afirmar el primado de la
política sobre cualquier otro aspecto de la vida individual y colectiva, mediante la resolución de lo privado en lo público,
para organizar de modo totalitario la sociedad, subordinándola al control de un partido único, e integrándola al estado,
concebido e impuesto como valor absoluto y dominante.

2. El fascismo fue también el primer movimiento político de nuestro siglo que llevó al poder el pensamiento mítico,
consagrándolo como forma superior de expresión política de las masas y fundamento moral para su organización, e
institucionalizándolo en las creencias, en los ritos y en los símbolos de una religión política.

mito y organización fueron las componentes esenciales y complementarias de la política de masas del fascismo y de su
sistema político. categorías fundamentales por cuyo intermedio los fascistas interpretaron los problemas de la sociedad
de masas moderna y definieron su sitio en esa realidad

Aun antes de la guerra mundial, el movimiento nacionalista y el sindicalismo revolucionario habían adoptado y puesto
en práctica esa concepción, exaltando la función del mito y de la organización para una política de masas definida como
"voluntad de concreción y de poderío". El fascismo integró esa concepción con los mitos nacidos de la experiencia de la
guerra y del escuadrismo, dando forma paulatinamente a una nueva ideología antiideológica caracterizada, ya en sus
primeras formulaciones, por una orientación totalitaria.

La ideología "antiideológica" del fascismo fue esencialmente expresión de un pensamiento mítico, elaboración de mitos
políticos ya presentes

EL "partido milicia", concebido como organización cimentada en el mito de la nación, para hacer realidad nuevos mitos
de grandeza y de poderío, representados por la "romanidad", el "imperio", el "estado nuevo". La elaboración de esos
mitos no debe hacer pensar solo en una obra efectuada por fríos, expertos planificadores de la manipulación de las masas
y de la propaganda. Indudablemente la conciencia del poder mítico tenía un resultado instrumental; pero los propios
fascistas obraron dentro de la lógica de los mitos que proponían a las masas.

Los fascistas concebían la política "como audacia, como tentativa, como emprendimiento, como insatisfacción con la
realidad, como aventura, como celebración del rito de la acción"

En la Dottrina del fascismo, texto para los cursos de preparación política del PNF durante el régimen, se definía la
política como "acción creadora libre y volitiva de grupos especiales de hombres que obran bajo la influencia de mitos
sociales".

El fascismo, como movimiento político de masas, adoptó desde sus orígenes el carácter de partido milicia, organizando a
sus adherentes en el escuadrismo, con una jerarquía y una disciplina militar, y transfiriendo al combate político la
antítesis "amigo-enemigo", los métodos y las actitudes del estado de guerra. El Partido Fascista introdujo la
militarización de la política.

El objetivo del fascismo, tal como se fue precisando durante su desarrollo, antes y después de la conquista del poder, fue
una revolución política que, dejando intactos los pilares fundamentales de la sociedad burguesa, habría de transformar la
arquitectura y las funciones del estado unitario para edificar un "estado nuevo". Después de la conquista del poder, el
fascismo siguió elaborando el mito del "estado nuevo" e intentó hacerlo realidad con un experimentalismo institucional,

110
que utilizó las estructuras del régimen anterior, adaptándolas a sus fines totalitarios, y sumándoles sin cesar nuevas
instituciones o modificando radicalmente algunas de las ya existentes.

El embrión totalitario del partido milicia se desarrolló, después de la conquista del poder, con una acción simultánea de
destrucción del régimen liberal y de construcción del régimen fascista. Las bases jurídicas del régimen fascista se
echaron con la legislación autoritaria promulgada entre 1925 y 1929, que produjo un quiebre en la continuidad del orden
italiano, tal como se había desarrollado con el régimen liberal.

Con el estatuto de 1926, que introdujo el sistema de nombramiento desde lo alto de los cargos jerárquicos y asignó al
Gran Consejo la tarea de impartir las directivas al partido, consagrando la figura del duce como "guía supremo", se
subordinó al estado el PNF, por más que éste conservara una posición central y adquiriera un rol y una función
predominantes respecto de los demás institutos y organizaciones propios del régimen fascista.

es preciso tomar en consideración que consistió en una realidad heterogénea, en constante movimiento y en perenne
cambio. Otro hecho a considerar es la presencia, en el régimen fascista, de una constante tensión, aunque nunca
evidenciada como conflicto desembozado, si no a comienzos del gobierno fascista y en los meses que preceden la caída
de Mussolini, entre fascismo autoritario y fascismo totalitario.

Esas dos componentes concordaban en su diagnóstico de la crisis de transición de la sociedad tradicional a la sociedad
de masas, que -para ambas- implicaba rechazar la democracia liberal, y aceptaban como solución moderna para el
problema de las masas y del estado, el "régimen cerrado" construido por Alfredo Rocco. Pero, mientras el fascismo
autoritario consideraba definitivo y sustancialmente completo el sistema estatal concretado entre 1925 y 1929, para el
fascismo totalitario todo consistía, en cambio, sólo en un primer estadio en dirección a la construcción de un estado
integralmente fascista; un estadio que únicamente correspondía a la "etapa de compromiso" de la revolución.

Según creemos, en la década de 1930 el fascismo totalitario ganó nuevo ímpetu, sobre todo por iniciativa del Partido
Fascista, y se desplazó en tres direcciones; hacia la definición ideológica del estado totalitario, hacia la ampliación
sistemática de las formas de organización y movilización de las masas, bajo el mando del PNF. Después del éxito en la
conquista de Etiopía, es la aceleración, consciente y programada, del proceso de totalitarización de la sociedad y del
estado.

En 1937, con la creación de la GIL, el partido tomó el monopolio de la formación de las nuevas generaciones, desde la
primera infancia hasta el final de sus estudios. Desde el punto de vista institucional, el hecho más significativo; durante
la etapa de aceleración totalitaria, fue la creación de la Cámara de los Fasci y de las Corporaciones, decidida por el Gran
Consejo el 14 de marzo de 1938, momento en que también se decidió "proceder a completar la reforma constitucional
con la puesta al día del Estatuto del Reino". Otro acontecimiento significativo fue que se confirieran, en1937, las
funciones de ministro secretario de estado al secretario del PNF. Con el estatuto de 1938, el PNF se volvía formalmente
el "partido único

Incluso en esa etapa de aceleración totalitaria, el partido seguía formalmente subordinado al estado fascista: en ello el
totalitarismo fascista se diferenciaba del nazi y del comunista. el fascismo nunca llegó a sancionar formalmente la
superioridad del partido por sobre el estado, ya considerar el estado, como era por ejemplo en el nacionalsocialismo, un
instrumento del partido para hacer realidad su propio mito revolucionario

los fascistas "totalitarios", entre los que se contaban las nuevas generaciones, amén de los fascistas intransigentes e
integralistas de vieja data, no se sentían ligados a la conservación del estado existente, que les parecía una construcción
híbrida de elementos viejos y nuevos, y demasiado limitada y condicionada por la supervivencia de gran cantidad de
"islas apartadas" que aún eludían la fascistización

Puede decirse que, más allá de la subordinación formal del PNF al estado, hubo por parte del Partido Fascista un
constante, si bien discreto, afán antiestatalista, tendiente a contrarrestar el poder efectivo del estado tradicional.

111
Por las características propias de una propaganda totalitaria, esas señales delatan situaciones, fungen de hendijas que
permiten ver las tensiones y las orientaciones que tienen cabida en el seno de la realidad fascista, en el momento en que
"autoritarismo" y "totalitarismo", "estatalismo" y "mito del estado nuevo" entran en una etapa de conflicto directo ante la
hipótesis de un futuro del fascismo sin Mussolini.

El partido advertía a esos fascistas que

... en un sentido genuinamente político el Partido es sin duda superior al Estado [porque es] el portador de ese conjunto
de valores políticos que da vida y sustancia al Estado, imprimiéndole determinada orientación [...] Por ende, el Partido
reside en el origen del Estado [mientras que] en un sentido estrictamente jurídico el Estado se hace cargo, en cambio, del
contenido político del Partido, encuadra al Partido en su propia estructura formal y en tanto el Partido adquiere una
existencia estatal, esto es, la plenitud de sus recursos y de sus efectos, en cuanto existe en el Estado…

Se volvía a afirmar, en definitiva, el primado del pensamiento mítico en el activismo fascista, impulso genuino y nunca
aplacado para la acción política concebida como creación de "monumentos históricos" y concreción de mitos.

Desde la perspectiva del fascismo, el problema de las masas era el banco de prueba para su capacidad revolucionaria al
construir una "nueva civilización política", que debía ser civilización de masas organizadas e integradas en el estado.

Organizar a las masas se tornó el principal objetivo de la política fascista, perseguido con voluntad maníaca; así, llevó a
que el fascismo se apropiara de las organizaciones sociales existentes, a crear algunas nuevas, a multiplicar en extensión
e intensidad las estructuras en cuyo seno hacer confluir desde la primera infancia.

El fascismo totalitario consideraba que organizar y controlar a las masas eran la condición para transformar el carácter,
la mentalidad, la conducta de aquellas, y así producir la adhesión activa al fascismo. La concepción fascista acerca de las
masas excluía a priori la posibilidad de que las masas pudieran llegar a gobernarse por sí solas y a conquistar una
conciencia autorreflexiva y autónoma, pero de todas formas consideraba posible modificar su mentalidad, en pro de
educarlas para vivir en el estado, mediante la acción constante y cotidiana del mito y de la organización.

el fascismo pretendía formar una colectividad de ciudadanos que participaran en la vida del estado fascista no como
individuos autónomos, sino como milicianos disciplinados y obedientes, dispuestos a sacrificar su vida en aras del
poderío del estado. El hombre nuevo del fascismo no era un individuo devenido consciente de sí mismo y amo de su
propio destino, sino el "ciudadano-soldado" que se vaciaba de individualidad para dejarse absorber por completo en la
comunidad totalitaria.

No hay duda de que esa "fascistización" de las masas nada tenía en común con el proceso de participación en los
regímenes de democracia liberal.

el historiador del fascismo no puede soslayar el significado que la política de las masas en sentido totalitario tenía para
los fascistas, y por lo tanto debería estudiar de qué modo desempeñaron las organizaciones del fascismo, y en primer
lugar el partido, una obra de politización de las masas que, dada la concepción que las inspiraba, no habría podido ser
distinta de la que empíricamente fue, sustancialmente coherente con la intuición fundamental que el fascismo había
tenido, desde un principio, acerca del problema de las masas y del estado.

por su índole totalitaria, el estado fascista debía adoptar naturalmente el carácter de una institución laico-religiosa, cuyas
estructuras englobaban por entero al hombre en cuerpo y alma. Únicamente gracias a mitos, ritos y símbolos era posible
implicar al individuo y a la colectividad en el "cuerpo político" de la comunidad, y dar la percepción inmediata de la
continua realización del mito del estado totalitario en la conciencia colectiva

112
El mito del Duce. El nexo entre mito y organización halla, finalmente, una ve- rificación concreta en la figura de
Mussolini como duce del fas- cismo. El mito de Mussolini y su función de "duce del fascismo y jefe del gobierno"
constituyeron el elemento más decisivo de la caracterización del sistema político fascista

Recién después de la transformación en partido, Mussolini consolidó su rol de duce, no tanto por sugerencia carismática
cuanto porque de modo realista los jefes del fascismo reconocieron en él a la única personalidad política capaz de
conservar la unidad del fascismo

El mito del Duce fue, a lo largo de todo el fascismo, un elemento cohesivo entre los muchos ducetti, y la única fuente de
autoridad y de poder que aquellos reconocían. En el estatuto del PNF del año 1926, el Duce era colocado en el punto
más alto de la jerarquía. La fórmula más completa que definía el carácter político-mítico de la figura del Duce constaba
en el catecismo fascista de 1939: "El DUCE, Benito Mussolini, es el creador del Fascismo, el renovador de la sociedad
civil, el jefe del pueblo italiano, el fundador del Imperio

El mito de Mussolini se propagó y se afianzó porque era coherente con la mentalidad mítica del fascismo, y contribuyó a
nutrirla en las masas y en el recinto de los jerarcas, que sufrieron el poder carismático de Mussolini. La exaltación del
mito acompañó la exaltación del jefe, como cúlmine y guía de la organización fascista, del cual dimanaba cualquier
autoridad y poder. Todo el gradual proceso de desmantelamiento del régimen liberal y de construcción del estado
totalitario estuvo marcado por la constante concentración progresiva del poder en Mussolini.

El problema más espinoso, para los fascistas, era la fusión de la figura del Duce con la de jefe del gobierno y jefe del
partido. ¿Esa fusión también se habría mantenido en el sucesor de Mussolini?

La figura del “jefe” era inherente a la mentalidad y a la cultura fascistas, y era coherente con la concepción totalitaria del
estado, en cuanto régimen integralista fundado sobre la concentración de los poderes en el "mando único" y sobre la
organización jerárquica místico-política, a la que era congenial e indispensable una personificación carismática del mito,
como punto de referencia del culto y fuente de la autoridad.

Mito y organización eran vueltos a presentar en su nexo, que resultaba a la vez funcional e histórico, necesario para
cualquier forma de organización política de las masas en la sociedad moderna.

Somos de la opinión de que puede asignarse al sistema político fascista, en su realidad histórica concreta, la
denominación de cesarismo totalitario. Con ello definimos una dictadura carismática de tipo cesariano, integrada en una
estructura institucional basada sobre el partido único y sobre la movilización de las masas, y en constante construcción
para volverla conforme al mito del estado totalitario, conscientemente adoptado como modelo de referencia para la
organización del sistema político, y que obra concretamente como código fundamental de creencias y conductas para el
individuo y para las masas.

Bajo ningún aspecto coincidimos con quienes consideran que el fascismo sea reductible al mussolinismo, afirmando que
el sistema político fascista no fue un régimen totalitario sino una forma de dictadura personal tradicional, porque no
impuso la primacía del partido por sobre el estado, porque hizo que sobrevivieran instituciones y poderes que limitaban
sus pretensiones de dominio total, porque no logró hacer realidad la integración total de la sociedad al estado. De hecho,
precisamente por su índole de régimen originado a partir de un movimiento revolucionario de masas, organizado en
partido milicia con ideología totalitaria; por la presencia institucional del partido único; por la organización de la política
de masas, el régimen fascista no puede ser reducido a una forma de monocracia personal.

La "personalización del poder" que se realizó en el régimen fascista no fue idéntica al personalismo de las dictaduras
autoritarias, como por ejemplo el régimen de Salazar, que no surgen de un movimiento revolucionario y no se proponen
institucionalizar dicho movimiento en partido único con el rol principal de hacer realidad el mito totalitario mediante la
organización, la integración y la movilización permanente de las masas.

113
sin el partido único y la organización de masas, la misma figura institucional y mítica del "duce" se volvería
históricamente incomprensible. ndudablemente, la política totalitaria del fascismo encontró obstáculos, resistencias y
límites. Por ende, también se podría coincidir con una definición del fascismo como "totalitarismo incompleto" o
"totalitarismo imperfecto"

Por tanto, puede afirmarse que en la realidad histórica el totalitarismo es siempre un experimento continuo, vale decir,
un proceso en curso de realización, y no una forma completa y definitiva, especialmente si se toman en consideración las
conexiones entre mito y realidad, que están presentes, de distinta forma, en todos los experimentos totalitarios puestos en
práctica en el siglo XX.

Todos los regímenes totalitarios son, entonces, en uno u otro aspecto, formas de totalitarismo "incompleto" o
"imperfecto", con respecto a su mito de integración y según las distintas etapas de desarrollo y de los distintos contextos
históricos y sociales en que funcionan.

"Los regímenes -observó acertadamente Raymond Aron- no se volvieron totalitarios deslizándose, por así decir,
paulatinamente hacia el terreno del totalitarismo, sino bajo el empuje de una intención original suya: la voluntad de
transformar radicalmente el orden existente en función de una ideología". A esa observación se debe, sin embargo, que
no coincidamos con Aron en excluir el fascismo de los regímenes totalitarios, aunque indudablemente, como observa
también Aron, "la Italia fascista, régimen de partido único, nunca conoció una proliferación ideológica ni un fenómeno
totalitario comparable a la gran purga soviética o a los excesos de los últimos años del régimen hitleriano".

el proceso de transfor mación siguió sendas, ritmos y tiempos distintos de los propios de otros experimentos totalitarios.
En ese sentido, preferimos valernos del concepto de experimento totalitario para representar históricamente el proceso
de formación y plasmación del dominio totalitario en sus específicas características nacionales, culturales, ideológicas y
organizativas. El fascismo fue la vía italiana al totalitarismo.

Entre los experimentos totalitarios no puede no incluirse el fascismo, que inclusive fue el primero de esos experimentos
puesto en práctica en una democracia liberal, volviéndose modelo para otros proyectos totalitarios.

Orlando Figes: Cap. 4, “El Gran Terror (1937-1938)”

 El Gran Terror de 1937-1938 no fue una rutinaria oleada de arrestos masivos, sino una política
calculada de asesinato masivo. Como a Stalin ya no le satisfacía encarcelar a sus “enemigos
políticos” (reales o imaginarios), ordenó a la policía que sacara a la gente de las cárceles y los
campos de trabajo forzados y les diera muerte.
 Si bien no era la primera vez que los arrestos masivos tenían lugar en la Rusia soviética (por
ejemplo, la operación “anitkulak”), nunca se habían ejecutado tantos prisioneros (más de la mitad de
los arrestados- según estadísticas incompletas, 681.692!!).
 Según el autor, más que considerarlo un producto del caos del régimen estalinista, debe entendérselo
como una operación planeada y controlada por Stalin como respuesta a las circunstancias que
percibió en 19373. Encuentra la clave para ello en su miedo a una guerra inminente, y en su

3
Algunas interpretaciones de otros autores:
- Fue un acontecimiento descontrolado o accidental
- Sus orígenes estarían en el asesinato de Kirov, líder del Partido en Leningrado a fines del ’34 (pero
los arrestos masivos y persecuciones políticas fueron años después)
- Estaría vinculado con los temores de Stalin de una amenaza interna, especialmente en zonas
rurales, donde el descontento masivo podía volverse reclamo político (pero los informes de la
NKVD sobre ellos son poco fiables, y no eran mayores que en cualquier otro momento )
- Serían fenómenos relacionados pero diferenciados, cada uno explicable por sí mismo. (pero si bien
reunió elementos diversos, todos ellos empezaron y terminaron de manera simultánea, lo cual

114
percepción de la existencia de una amenaza internacional a la URSS.La agresión militar de
Hitler- manifestada en la ocupación de Renania en 1936-, y la ocupación japonesa de Manchuria,
convencieron a Stalin de que Rusia corría peligro, debido a que estaba cercada en dos frentes por
potencias del Eje.Este miedo se vio reforzado en noviembre del 36, cuando Berlín y Tokio se
unieron en un pacto en contra de la Comintern.
 A pesar de su constanet apoyo de la “seguridad colectiva”, no esperaba que la alianza con Occidente
sirviera para contener los avances del Eje (Las potencias occidentales no habían intervenido en
España). La prensa soviética mostraba constantemente amenazado por todos los flancos y socavado
por la infiltración de fascistas.
 Stalin temía que en caso de guerra contra la Alemania nazi, se produjera una reacción contra el
régimen soviético, semejante a la que terminó con el régimen zarista en el marco de la Primera
Guerra Mundial.
 En este marco, la guerra civil española- que consideraba un escenario válido para una futura guerra
europea entre el fascismo y el comunismo- reforzó sus temores. Adjudicó las derrotas militarse de
los Republicanos en el 36 a las luchas internas de las facciones entre los comuinistas, trotskistas y
anaquistas. Esto lo llevo a concluir que en la URSS era urgente instrumentar una represión política
para aniquilar no solo una “quinta columna” de espías y enemigos fascistas, sino también una
potencial oposición antes de que estallara la guerra.
 Solo hacían falta unos pocos enemigos ocultos para hacer una revolución en el país mientras
estuviera en guerra. Por ello se justificaban los arrestos masivos, aunque cayeran inocentes, con tal
de eliminarlos. Así, para Stalin y sus partidarios, el Gran Terror fue una preparación para la guerra
inminente.
 Coordinado por el Kremlin y llevado a la práctica por la NKVD, El gran Terror se extendió a lo
largo y ancho de toda la sociedad bajo la forma de una serie de campañas masivas destinadas a
purgar el país de elementos “antisociales” y potencialmente “antisoviéticos”.

Elementos del Gran Terror:


1. “grandes juicios” contra viejos bolcheviques
-Su propósito era descubrir y eliminar una red de espías y terroristas, organizada por ex opositores.
2. purgas de la élite política
- cuando un líder del Partido era arrestado, todos los que estaban en su órbita social caían bajo
sospecha. Los funcionarios se protegían entre sí mientras conservaran sus círculos de poder, pero el
arresto de uno implicaba el de todo su círculo, una vez que la NKVD ponía al descubierto las
conexiones existentes entre ellos.
- Así, el terror que cundía entre los miembros de la cúpula se extendió a las filas inferiores del Partido,
las instituciones y la sociedad. Cuanto más alto era el rango, mayores posibilidades de ser arrestado,
ya que sus subordinados estaban siempre prestos a denunciarlos para poder así remplazarlos en sus
cargos.
- Dentro de este marco se explican las purgas en la Comintern (y el caso de Piatntski, tomado como
hilo del capítulo):
o Hacia 1935, la política exterior de Stalin se orientaba a frenar el avance alemán por medio
del fortalecimiento de las relaciones con los estados democráticos occidentales (“seguridad
colectiva”), y la Comintern se hallaba subordinada a esta política. Su tarea era construir
alianzas con los socialistas europeos y conducirlos hacia la formación de gobiernos de

implica su inserción en una campaña integral que requiere explicación)

115
coalición (Frente Populares) con los partidos de centro para contrarrestar la amenaza
fascista.
o Esta estrategia tuvo éxito en Francia y en España, pero aún así había voces críticas dentro
de la Comintern (como Piatnitski). Se consideraba una traición a la causa revolucionaria
internacional, que solo podría materializarse mediante Frentes unidos (alianzas con los
socialistas, no con gobiernos burgueses). Se criticaba el acercamiento de Stalin a las
potencias occidentales por aburguesamiento de la élite soviética. Además, estaban
decepcionados porque no había prestado el apoyo suficiente a los defensores de la izquierda
de la República en la Guerra civil española.
o Stalin empezó a desconfiar cada vez más de la Comintern, y temía que se escapra de su
control. Por ello, en 1935 cambió su plana mayor (por ejemplo, sacó a Piatnitski de su cargo
ejecutivo). Esto, sumado al juicio de sus ex opositores Zinoviev y Kaminev (ex trotskistas
acusados de haber estado implicados en el asesinato de Kirov, jefe del Partido en
Leningrado), fue una advertencia de Stalin a sus críticos de que todas las decisiones se
tomarían desde arriba.
o Muchos funcionarios de la Comintern fueron arrestados entre 1937-38 por “espías
foráneos”; es más, fue uno de los principales blancos de Stalin.
3. arrestos masivos en las ciudades
4. la “operación kulac”
- La mayor de estas campañas fue la “operación kulak”, por la que se arrestaron y se ejecutaron ex
kulaks en su mayoría, y a sus familias, que habían regresado recientemente de las colonias especiales
y de los campos de trabajo del Gulag tras cumplir su sentencia. Se temía que su descontento y
resentimiento se convirtieran en amenaza. Según un informe de la NKVD, una organización
monárquica blanca, Union Militar General Rusa (ROVS), preparaba una sublevación kulak que
coincidiría con la invasión japonesa de Siberia.
- La operación kulak estaba vinculada con una purga integral de los soviets locales, y fue
particularmente brutal en las áreas fronterizas.
5. las “operaciones nacionales” contra las minorías
- de gran escala, consistieron en deportaciones masivas, y ejecuciones de minorías soviéticas que
eran consideradas espías potenciales en caso de guerra: alemanes, polacos, chinos, rusos de
Harbim.
- La desconfianza de Stalin hacia los polacos soviéticos era particularmente intensa. Los
consideraba una “quinta columna” del estado polaco semifascista, que podía aliarse con
Alemania contra la URSS.
 La gente vivía esperando con temor que los vinieran a buscar, con una gran pasividad, característica
de las ciudades. Por el contrario, los campesinos, con una larga tradición de huídas, compraban
identidades falsas y escapaban de las granjas colectivas y las colonias especiales.
 La élite bolchevique era particularmente pasiva, pues por su adoctrinamiento en la ideología del
Partido tenían la necesidad de demostrar su inocencia. Muchos estaban convencidos de que sólo los
culpables eran arrestados y que su inocencia los protegería. Otros, profundamente comprometidos
con los ideales comunistas, estaban dispuestos a confesarse culpables a pesar de su inocencia, si el
Partido lo exigía.
 En 1935 el gobierno había disminuido la edad de imputabilidad criminal a los 12 años, para poder
amenazar a los prisioneros con el arresto de sus hijos. En la élite bolchevique, la familia y los clanes
estaban vinculados a las lealtades políticas. Stalin entendía que la familia era colectivamente
responsable de la conducta de cada uno de sus miembros.

116
Esa es la victoria del totalitarismo: no solo fusilar a los supuestos enemigos sino quebrar los pocos restos
de humanidad que le quedan a las personas, transformarlas en sujetos vacíos, manipulables, obedientes.

Esa es la lección del Gran Terror: el peligro de acostumbrarnos al mal.

FURET EL PASADO UNA ILUSION, C6 COMUNISMO Y FASCISMO

BAJO SUS dos aspectos de movimientos y de regímenes, el comunismo y el

fascismo llenaron la misma época. Portadores de ambiciones inmensas, a la vez comparables y de signo
contrario,alimentan el anuncio del hombre nuevo, que les es común, con ideas antagónicas. que los oponen.
Movimientos en un principio, pronto se vuelven regímenes porsus victorias

De allí proviene una de las grandes dificultades que presenta la historia delsiglo XX. Al estar formada por regímenes
inéditos. los que le dan su carácter único, el historiador se ve tentado a reducir lodesconocido a lo conocido, y a
examinar el siglo XX con gafas del XIX: como unaversión renovada del combate en pro y en contra de la
democracia, en lamodalidad de fascismo/antifascismo.

La equivalencia postulada entrecomunismo y antifascismo bloqueó durante largo tiempo todos los análisis sobre
elprimero. Dicha equivalencia tampoco facilitó la historia del “fascismo”, puesto queen este concepto —pronto
devaluado como moneda multiplicada en todas lasmanos— se confundían el régimen mussoliniano y el
nazismo, para luegoextenderse a todos los gobiernos autoritarios o dictatoriales

El fin delcomunismo ha hecho de él un objeto histórico susceptible de autopsia, como elfascismo (o el


nazismo).Mas acaso no sea inútil retomar brevemente las aportaciones de estaépoca, ya que también me sirven
como puntos de apoyo.

La primera de ellas es la invención del concepto de totalitarismo paradesignar esta nueva realidad de una sociedad
más o menos sometida a un partido-Estado que reina por medio de la ideología y del terror. La palabra nació de
lacosa, pues los términos “despotismo” o “tiranía” no bastaban para contenerla, ysería apasionante contar con una
historia sistemática de su aparición y de sus usos. La insuficiencia del término “despotismo” para calificar el moderno
ejercicio delpoder sin control y su extensión sin precedentes es una vieja historia.

El adjetivo “totalitario” cunde en el decenio de 1920, propagado apartir del fascismo italiano: desde 1925, Mussolini
exalta ante sus partidarios“nuestra feroz voluntad totalitaria”. 196 El término aún no ha adquirido la dignidadde un
ideal tipo. Por una parte,expresa la supremacía de la voluntad política sobre toda la organización social y,en el interior
del movimiento político, el papel clave de la decisión dictatorial. Por la otra, designa ese punto extremo al que el
fascismo ha llevado la idea de Estado,elaborada durante cuatro siglos por el pensamiento político europeo; en el caso
dela omnipotencia de la “voluntad totalitaria” no sólo se trata del poder absoluto deun déspota no sometido a las leyes,
sino de un Estado que controla toda la vidasocial, por la integración de todos los individuos que hay en su seno.Ahora
bien, el adjetivo muy pronto adquiere carta de ciudadanía por casitoda Europa, en cuanto aparece. Lo emplean sobre
todo en Italia los admiradoresdel fascismo.

Se oye en Alemania, para caracterizar al nacionalsocialismo, aunqueno sea utilizado por Hitler, acaso por temor a
que crean que está copiando elejemplo italiano.. Carl Schmitt, Según él, no debe hacerse distinción entre “Estado
totalitario” y Estadono totalitario, ya que todos los Estados son depositarios del ejercicio legal de laviolencia, y

117
el Estado fascista deja subsistir y hasta define claramente una esfera independiente de su acción en la que reina la
propiedad privada.

El término “totalitario” —que acabará por engendrar susustantivo— se volvió usual desde finales de los años treinta
entre los intelectualesantinazis y emigrados, a la vez para analizar y para denunciar el régimenhitleriano: por su
intermediación, de Franz Neumann a Hannah Arendt, pasa alvocabulario de la ciencia política Estadunidense
inmediatamente después de laguerra.

Pero el inventario del término en el periodo entre las dos guerras no terminaallí: desde esta época, el adjetivo
“totalitario” y el concepto de totalitarismo comoalgo distinto del despotismo o de la tiranía también han pasado al uso
culto paracomparar fascismo y comunismo, y más exactamente la Alemania hitleriana y laUnión Soviética de Stalin.

Por lo demás, la idea también se encuentra en la literatura política deizquierda, y hasta entre los autores
marxistas. En sus textos deldecenio de 1930 a los que ya me he referido, Kautsky compara sin complejos
elcomunismo estalinista y el nacional-socialismo. Llega incluso a negar al primero laventaja sobre el segundo de la
buena intención y el objetivo emancipador. Por lo tanto, el comunismo soviético no sólose ha vuelto comparable al
nacionalsocialismo; es casi idéntico a él.

Por tanto, el concepto de totalitarismo no es una invención tardía de lospropagandistas de la Guerra Fría,
destinada a deshonrar a la Unión Soviética alhomologarla a la Alemania nazi, proscrita de la humanidad por
el proceso deNuremberg. En realidad, el adjetivo “totalitario” se volvió de uso corriente en elperiodo entre las dos
guerras para designar un tipo de régimen hasta entoncesinédito. Cierto, aún no ha adquirido la precisión analítica
que querrán darle, en lasegunda posguerra mundial, Hannah Arendt y los politólogos estadunidenses quese inspirarán en
ella.

Así, lejos de ser un invento de la posguerra, la comparación entre la UniónSoviética y los regímenes fascistas —sea
que reciba o no el calificativo de“totalitaria”— es tema corriente desde el periodo entre las dos guerras;

En un país como Italia, en donde la ideología delantifascismo alcanzó su mayor esplendor, el concepto de
totalitarismo nunca tuvoderecho de ciudadanía. La idea fue ignorada, casi prohibida, en el lugar dondehabía
nacido el término.

Este análisis no niega que la comparación entre nazismo y comunismo sehaya empleado a partir de la Guerra Fría con
fines de propaganda para movilizar alas democracias contra la amenaza soviética. Lo fue, desde luego. Pero la idea
esanterior a la guerra misma, y su pertinencia es más duradera. Su fuerza se debe menos a una propaganda
decruzada ideológica que al redescubrimiento de un régimen soviético fiel a sunaturaleza: que sofoca la libertad
en todos los países europeos donde su ejército haplantado sus banderas.

La guerra de 1914 tiene para la historia del siglo XX el mismo carácter dematriz que la Revolución francesa para el
XIX. De ella brotaron directamente loshechos y los movimientos que están en el origen de las tres “tiranías” de las
quehabla Élie Halévy en 1936. La cronología nos lo dice a su manera, ya que Lenintoma el poder en 1917, Mussolini en
1922 y Hitler fracasa en 1923, para triunfardiez años después. Nos deja suponer una similitud de época entre las
pasionesdespertadas por esos regímenes inéditos que hicieron de la movilización políticade sus ex soldados el camino
hacia la dominación de un solo partido. Por lo demás, imitación yhostilidad no son incompatibles. Mussolini toma cosas
de Lenin, pero lo hace paravencer y prohibir el comunismo en Italia. Hitler y Stalin ofrecerán no pocosejemplos
de complicidad beligerante.

Se puede considerar así que la victoria del bolchevismo ruso enOctubre de 1917 es el punto de partida de una
cadena de “reacciones”, a través dela cual primero el fascismo italiano y luego el nazismo aparecen como respuestas ala
amenaza comunista pero que siguen el modelo revolucionario y dictatorial delcomunismo. Una interpretación de ese
género puede conducir si no a unajustificación, al menos a una trivialización del nazismo, como lo ha

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mostrado elreciente debate de los historiadores alemanes sobre el tema: 205 ni siquiera ErnstNolte, uno de los
más grandes especialistas actuales en los movimientos fascistas, se libró de esta peligrosa tentación.

Bolchevismo y fascismo sesiguen, se engendran, se imitan y se combaten; pero antes nacen de la


mismasimiente: la guerra; son hijos de la misma historia terrible. El bolchevismo, elprimero en salir a la escena
pública, bien pudo radicalizar las pasiones políticas.Pero el miedo que provoca en la derecha no basta para explicar un
fenómeno comoel nacimiento de los “fascios” italianos en marzo de 1919. Después de todo, lasélites y las clases
medias de Europa vivieron mucho antes de la guerra de 1914 enel terror al socialismo, y hasta ahogaron en sangre todo
lo que pudiera asemejarsea una insurrección obrera, como la Comuna de París en 1871; pero nadacomparable al
fascismo vio la luz en el siglo XIX. Reacciones de rechazo o hasta depánico pueden explicar el consentimiento otorgado
a tal o cual régimen. Permitencomprender lo que tiene de antiliberal un régimen fundado en el temor pero nadamás.

Hijos de la guerra, el bolchevismo y el fascismo reciben de ella lo elemental.Llevan al terreno de la política el


aprendizaje que recibieron en las trincheras: elhábito de la violencia, la simplicidad de las pasiones extremas, la
sumisión delindividuo a la colectividad y, por último, la amargura de los sacrificios inútiles otraicionados. Introducen
en el orden político este poder del número al que losliberales del siglo XIX temieron siempre en el sufragio
universal, donde no era tanpeligroso, y que encuentran donde no lo vieron venir: en esos millones deciudadanos
unidos ya no por el ejercicio solitario de un derecho, sino por latragedia compartida de la servidumbre militar

Así, “la época de las masas” que inaugura este siglo es, en cierto sentido,una señal de los avances de la democracia. Pero
en cambio integra aese ciudadano a la política no por la educación, como habrían creído los optimistas,sino por los
recuerdos de una guerra. Las masas noentran en acción como conjuntos de individuos ilustrados que han hecho
unaprendizaje progresivo de la política moderna. Pasan brutalmente de la guerra a lapaz

Hemos visto que ya son antiguas las complicidades entre el socialismo y elpensamiento antiliberal y hasta
antidemocrático. Desde la Revolución francesa, laderecha reaccionaria y la izquierda socialista comparten la misma
denuncia delindividualismo burgués y la misma convicción de que la sociedad moderna,privada de verdaderos
fundamentos, prisionera de la ilusión de los derechosuniversales, no tiene un porvenir duradero. Una gran parte
del socialismoeuropeo, en el siglo XIX, despreció la democracia y exaltó la nación: recordemos aBuchez o a Lassalle.
en el periodo que precedió a la primera GuerraMundial, la crítica común del liberalismo llegó a aproximar a la
derecha másradical, es decir, la más nacionalista, con la idea socialista.

La idea nacionalsocialista (ofascista) no es una idea que se haya derivado en forma tan sencilla. En realidadextrae su
fuerza de la misma fuente que el bolchevismo victorioso: la guerra. Comoel bolchevismo, permite movilizar las
pasiones revolucionarias modernas, lafraternidad de los combatientes, el odio a la burguesía y al dinero, la igualdad
delos hombres, la aspiración a un mundo nuevo. Pero les señala otro camino que ladictadura del proletariado: el del
Estado-comunidad nacional.

Bolchevismo y fascismo, en cuanto vastas pasiones colectivas, pudieronencarnar en personajes por desgracia
excepcionales: ésa es la otra vertiente de lahistoria del siglo XX: lo que tuvo de accidental, que se sumó a lo que de
antemanotenía de revolucionaria. Porque hay un rasgo común que emparenta a las tresgrandes dictaduras de la
época: su destino está supeditado a la voluntad de unsolo hombre.

Porque hay un rasgo común que emparenta a las tresgrandes dictaduras de la época: su destino está supeditado
a la voluntad de unsolo hombre. En realidad, los tres conquistaron el poder quebrantando a regímenesdébiles
con la fuerza superior de su voluntad, dirigida por completo y con increíbleobstinación hacia esa meta única. Y lo
mismo puede decirse del cuarto: Stalin; sinél, ¡nada de “socialismo en un solo país”! Y, por definición, ¡nada de
“estalinismo”! Desde luego, cada una de ellas aprovecha, para vencer, las circunstanciasparticulares, pero todas triunfan
sobre adversarios ya derrotados o casi anuentes.

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Lenin recoge el poder, más que conquistarlo. Mussolini ordena entrar a susCamisas Negras en una Roma que les
ha abierto las puertas. Hitler es llamado alpoder por Hindenburg; en cuanto a Stalin, los adversarios a quienes
tuvo quederrotar para reinar aceptaron de antemano las reglas de un juego que loscondenaba a la derrota.

Sin embargo, una vez amos del poder, todos lo ejercen de maneraautocrática tarde o temprano. Sólo Lenin se
hizo de él según el esquemarevolucionario, pero todos lo utilizan para poner en práctica su concepción
delhombre nuevo.

El camino menos malo para adentrarse en el complejo problema de lasrelaciones entre el comunismo y el
fascismo aún es la vía clásica del historiador: elinventario de las voluntades y de las circunstancias.

El tema puede dividirse endos grandes actos, que forman dos épocas: Lenin y Mussolini por un lado, Stalin y Hitler
por el otro.

Lenin y Mussolini proceden de la misma familia política: la del socialismorevolucionario. Porque Mussolini fue el Duce
de la revolución antes de serlo delfascismo: De Leninposee la vehemencia subversiva, el amor a la violencia, la
obsesión de la toma delpoder, la subordinación de cualquier consideración moral a este fin único y hastala pasión de la
escisión: bien lo vemos en el momento de su mayor influencia en elsocialismo italiano, entre 1912 y 1914, cuando
manda expulsar del partido a loselementos moderados. Pretende utilizar la guerra pararegenerar el país; no
rechazándola, como Lenin, sino participando en ella. Hay enambos el mismo rechazo del pacifismo, el mismo desprecio
al burgués, la mismacertidumbre de que la guerra les servirá a sus fines. Pero mientras que Leninreanima la
revolución en el marco del marxismo, Mussolini la hace presidir elmatrimonio subversivo del socialismo con la
nación, que ha sustituido alproletariado en la redención del mundo burgués.

El fascismo italiano es hijo de la guerra, más directamente que ningún otrorégimen dictatorial de aquellos años.
También lo es el bolchevismo. Pero Leninconquista el poder por haberse opuesto a ella, no por haberla
dirigido. Elnacionalsocialismo también lo es. Pero Hitler, soldado desconocido de la derrota,es vencido por la
República de Weimar antes de obtener la victoria.

Desde antes de ser una doctrina, elfascismo es un partido paramilitar que cuenta con organizaciones armadas.
Losarditi, esas tropas de choque del ejército italiano, formadas en un espíritu dearistocratismo guerrero, integran
los primeros “haces” desde su fundación, en laprimavera de 1919. La política fascista essencilla como la guerra.
Extiende al compatriota la categoría de enemigo.

En el movimiento socialista anterior a 1914, Lenin y Mussolinicomparten el odio a los reformistas, esos
vergonzosos aliados de la burguesía.Ambos distinguen radicalmente la causa proletaria de la democracia
burguesa.

Pero 1914 los hace diferentes: Lenin quiso luchar contra la guerra internacional pormedio de la guerra de clases;
Mussolini quiso hacer la guerra en el exterior paraaprovechar sus consecuencias en el interior.

La dictadura del proletariado, inscrita en la necesidad histórica y encarnadapor el Partido Bolchevique, no quiere tener
ninguna relación con los azares de unescrutinio y las incertidumbres de un parlamento. A Mussolini, que se
proclamaheraldo de los valores de la guerra y fortalecido por la violencia ejercida por suspartidarios en toda Italia, le
bastará plegar a los diputados a su voluntad. La sustitución del voto de los ciudadanos, o de susrepresentantes
elegidos, por el partido o su jefe consagra el fin de la legitimidad yde la legalidad democrática. Por una parte, el centro
del poder estará ocupado, en adelante y constantemente, en nombre de una identidad esencial con una
claseelegida por la historia o una comunidad nacional superior a las demás: identidadde orden ontológico, que ya no
tiene nada que ver con la contingencia empírica deun voto, y que priva de todo sentido a la competencia política
arbitrada mediante elección.. Lenin no toma el poderen Octubre a causa de sus ideas filosóficas sino a pesar de ellas: es
la situación laque le ofrece esta ocasión a su voluntad inflexible, en el más improbable de loscontextos para un

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marxista. Mussolini no triunfa en 1922 porque sea el hombre deuna doctrina, sino porque sus adversarios son débiles o
pusilánimes

Encontramos así, en el bolchevismo ruso y en el fascismo italiano, unsistema político de doble nivel en el que
coexisten una filosofía de la historia y unapráctica política; la primera, hecha de intenciones y de ideas nobles; la
segunda, demedios expeditivos.Las pasiones que busca despertar el militantefascista no son las mismas que aquellas a
las que apela el bolchevismo, pero sí sonde la misma naturaleza. En lugar de la igualdad social, aparece la
patriareinventada como utopía comunitaria, hogar renovado de las grandes emocionescolectivas; pero hay múltiples
“vasos comunicantes” entre una y otra de esasobsesiones al actuar. En cuanto a los medios, los que preconiza
o emplea elmovimiento fascista ya están presentes en la panoplia bolchevique: todos sonbuenos si sirven a la
causa.

Vemos así que el fascismo no sólo es una reacción al bolchevismo; no se lepuede reducir a ese papel funcional de
instrumento “burgués”.Su verdadera novedad no está en la movilización de un anticomunismo demasas, que ya existía
desde antes —por ejemplo en Alemania, a través de lasocialdemocracia, y en Italia, con el partido democristiano—,
sino en la invención de una derecha revolucionaria. Aun después de que Mussolini hayatomado el poder al precio de
un compromiso táctico con las élites tradicionales deItalia, después de que su régimen haya traicionado a su
movimiento, seguirásiendo un dictador que se ha librado del control de las clases dirigentes y de lasleyes

La originalidad del escenario italiano está en que ofrece por primera vez elespectáculo de una batalla en tres
dimensiones: una izquierda revolucionaria, unconjunto de partidos “burgueses” y una derecha revolucionaria. Desde esta
ópticase puede estudiar al fascismo como “reactivo” al comunismo, y la tesis de ErnstNolte recupera su verdad. No
desempeñó ningún papel en el fracasode la revolución “obrera”, pero este fracaso allana el camino a su
revolución“nacional”.

A partir del otoño de 1920, Mussolini desarrolla la doble estrategia queservirá de modelo a la vía fascista hacia el
poder: aterrorizar a las fuerzas de laizquierda para hacer capitular, de rebote, a la monarquía y la burguesía. Por
unaparte, sus bandas armadas liquidan las revueltas de los agricultores de la llanuradel Po, y queman las Bolsas de
Trabajo de la península. Por otra, el Duce teje suurdimbre de intrigas parlamentarias, aprovechando la reputación de
moderadoque le inventan sus extremistas, utilizando lo mejor posible la debilidad de losliberales arrinconados
entre dos fuerzas indecisas, los socialistas y los popolari.

El joven Partido Comunista Italiano hace su contribución capital a la victoriade los fascistas, por una parte
reviviendo con sus lemas el fantasma delbolchevismo, y por otra centrando sus ataques en el odiado Partido
Socialista. aunquepretende estar en la primera fila de la batalla contra Mussolini, el PartidoComunista Italiano,
dócil a las órdenes del Komintern que acaba de llevarlo a susfuentes bautismales, engloba en el campo fascista todo lo
que está fuera de él: a talpunto que la prioridad del combate antifascista es la liquidación del PartidoSocialista.

Así pues, el fascismo conquistó el poder antes de haberlo recibido. Ofrece a la derecha, junto con la pasión de
llegar al pueblo contemas renovados, los secretos de propaganda del bolchevismo y la idea de otrarevolución,
hecha ésta en nombre de la nación

La interpretación comunista del fascismo, quedominó el último medio siglo, ocultó la naturaleza del fenómeno,
y suindependencia, sea en sus relaciones con el mundo burgués, o en su complicidadconflictual con el Bolchevismo. En
octubre de 1922, el establishment político italiano tiene dos razones paraaceptar el “experimento” de Mussolini. La
primera es que el movimiento fascistamoviliza la opinión y ocupa el terreno. La segunda es que el Duce ha desviado
sudiscurso hacia la derecha, alimentando así la esperanza de que es recuperable en elmarco del sistema existente.

Así, la entronización gubernamental de Mussolini frustró todas lasesperanzas de Giolitti y de los políticos liberales
o democristianos. 230 Ellos creíandomar al revolucionario, que había parecido prestarse de buen grado. Pero

121
él,apenas en el poder, lleva adelante su idea revolucionaria, si aceptamos aplicar esteadjetivo a un proyecto de
dominación absoluta del Estado, concebido a su vezcomo algo que engloba a toda la sociedad.

Así como Lenin hizo regresar la revolución al corazón dela izquierda europea, Mussolini la lleva a la derecha, como
regalo de su rencuentrocon el pueblo. Así, las promesas de la revolución no eran las mismas en cada bando; perolos dos
regímenes son comparables, casi idénticos después de algunos años deexistencia... Unos fusilaron a los burgueses,
otros han aplastado a los obreros, perounos y otros inventaron el gobierno del partido único, y la mentira de la unidaddel
pueblo

En la historia de las relaciones entrecomunismo y fascismo, son los dos grandes monstruos del siglo los que aportan
laprincipal materia.

Se puede partir de una comprobación que ya es clásica:el bolchevismo estalinizado y el nacionalsocialismo


constituyen los dos buenosejemplos, y los dos únicos, de los regímenes totalitarios del siglo XX

La Alemania de Hitler y la Rusia de Stalinson universos distintos. Y la Alemania nazi es menos totalitaria en
1937 que en1942, mientras que el terror estalinista está en su apogeo antes y después de laguerra, más que
durante ésta. Pero eso no impide que los dos regímenes —y sóloellos— tengan en común haber iniciado la destrucción
de todo el orden civil pormedio de la sumisión absoluta de los individuos al terror del partido-Estado. Enambos casos —
y sólo en ellos— la mitología de la unidad del pueblo en y por elpartido-Estado, bajo la conducción del Guía infalible,
dejó millones de víctimas ypresidió un desastre tan completo que quebrantó la historia de las dos.

La Alemania nazi pertenece a la familia de los regímenes fascistas, y laRusia de Stalin a la tradición bolchevique. Hitler
imitó a Mussolini, mientras queStalin siguió a Lenin. distingue dos ambiciones revolucionarias, fundadauna de ellas
en lo particular, la nación o la raza, y la otra en lo universal,considerando que la emancipación del proletariado
prefigura a la de la humanidadentera. Esta oposición clásica y literal entre las dos ideologías no impide a la una nia la
otra constituir sistemas cerrados de interpretación inmanente de la historiahumana destinados a ofrecer a cada
quien algo parecido a la salvación.

En cambio, en el capítulo de las ideas, ni siquiera la oposiciónfascismo/comunismo es tan clara como a


menudo se ha creído, aun dejando delado articulación de esas ideas con los regímenes particulares que
afirmandescender de ellas. Con Lenin y Mussolini, el enfrentamiento entre clase y nación,que a primera vista parece un
reforzamiento de las ideas políticas de fin de siglo,es menos radical de lo que parece, pues ambos proceden de la
tradiciónrevolucionaria socialista, y Mussolini nunca abandonará la pretensión del fascismoitaliano de volverse
universal. 238 Sólo Hitler se instalará con cinismo en el culto delo particular, en nombre de la raza superior. En cuanto
al bolchevismo, la victoriade los hombres del “socialismo en un solo país” imprime al movimiento unatendencia
nacional, por no decir nacionalista, que encarna en Stalin y que seafirmará al correr de los años: la emancipación
del proletariado internacional tienecomo preámbulo la victoria de Rusia.

El “derrotismo revolucionario” que había preconizado Lenin, junto con ladisgregación del ejército del zar, los
había llevado al poder. Pero la receta nofuncionó en Alemania. Sin duda, la derrota militar trastornó desde sus
orígenes elrégimen político, pero en vez de llevar al pueblo hacia la revolución comunista, elprecedente bolchevique
movilizó contra él a lo que quedaba del ejército y a losburdos batallones de la clase obrera, que permanecieron
fieles a la vieja bandera dela socialdemocracia. El fracaso de la “revolución” de 1919 lo mostró. Rusia se había
deshecho pero no había sido propiamente vencida.

Alemania, en cambio, estaba vencida pero no se hallaba deshechaPorque la Alemania de la posguerra se parece un poco
a Italia, pero en unaversión más radical y trágica. El fin del Estado constitucional y de la Monarquíamitad burguesa y
mitad aristocrática ya se consumó sobre los campos de batalla enque se enfrentaron los pueblos armados.

122
En rigor, comparten con los bolcheviques la fuerza de la convicciónrevolucionaria. Pero la consideran un
añadido de la idea nacional, en lugar dehacerla un instrumento de derrocamiento del orden social. Por ello,
losbolcheviques ocupan el primer lugar en la escala de su odio: ellos, a diferencia delos socialistas, muestran una
interpretación de la guerra, y esta interpretación,tanto más peligrosa cuanto que viene fortalecida por su energía
revolucionaria,lleva directamente a la negación de Alemania.

En ese contexto resulta inteligible el cuerpo de ideas y de representacionespuesto en circulación por Hitler. Éste se
ha curtido durante todo el periodo deposguerra en ese hormigueo de organizaciones nacionalistas y revolucionarias,
ennombre del pequeño Partido Obrero Alemán Nacional-socialista, del que ahora se ha convertido en jefe. No tiene,
como Mussolini, un pasado político anterior a 1918.

No es, como Stalin, el heredero de un partido o de un sistema.Hitler dio una voz a las pasiones alemanas posteriores
a la derrota. Lo que lo llevó al poder, ante todo —a él, que partió de tanabajo, a él, tan improbable canciller—, fue
su capacidad de encarnar ideas y temores comunes a millones de hombres. Maldijo la democracia en términos
democráticos. La destruyó en nombre del pueblo

En el caso de los bolcheviquesla ascendencia intelectual es única, y Lenin y Stalin siempre podrán buscar refugioen
Marx, inagotable sustento económico, histórico y filosófico. Nada similar vemosen Hitler. El hombre no se adhiere a
ningún gran filósofo y, por lo demás, no seatribuye antepasados, Se instaló por sí solo en el papel que los escritores
románticos se habían adjudicado un siglo antes: el de mediador entre elpueblo y las ideas.

Pero Hitler no representaprecisamente un nacionalismo alemán, ni siquiera un pangermanismo. No


esexactamente un enemigo de la democracia, así sea fascista: es un profeta del“nihilismo”, según la expresión
de Rauschning. 246 A diferencia de Mussolini,combate contra el cristianismo en nombre de la selección
natural. Se proponerevertir toda la tradición europea para sustituirla por el reino de los fuertes sobrelos débiles. Quiere
destruir la democracia no en nombre de la clase, sino bajo labandera de la raza. Por ello, la idea nazi rebasa los límites
de un nacionalismo, asísea extremo, como el de los fascistas italianos.

Pues aunque en la prédica de Hitler figuran no pocos lugares comunes delpangermanismo de moda a comienzos del
siglo, como la conquista de las tierraseslavas o la inevitable decadencia de Francia, su carácter particular consiste
entener como centro una idea transnacional (o también anacional): la de la raza. Pero, reutilizada de manera
sistemática, instalada como el meollo de unprograma político, y sustituyendo a la idea de nación.

Lo mismo puede decirse del antisemitismo hitleriano. ¡Dios sabe que el odioa los judíos es una vieja pasión en la
historia de Europa!. Por doquier experimentó unrenacimiento a finales del siglo XIX: sobre todo en aquella Viena
donde Hitler pasósu juventud. El autor de Mi lucha no tuvo que buscar muy lejos en su memoriapara describir,
una vez más, las maldades del judío.

Sólo tuvo que agregarle un papel, nuevopor definición: agente del bolchevismo. El judío de antes de 1914 era
burgués osocialista. El de la posguerra también es comunista. El personaje ofrece la ventajaincomparable de encarnar a
la vez el capitalismo y el comunismo, el liberalismo ysu negación. Bajo la forma del dinero descompone sociedades y
naciones. Bajo eldisfraz bolchevique, amenaza hasta su existencia. Es aquel en quien encarnan losdos enemigos del
nacionalsocialismo: el burgués y el bolchevique

Uno de los rasgos extraordinarios de los grandes dictadorestotalitarios del siglo XX es que permanecen
dependientes de las ideologías que lessirven de fundamento. Incluso Stalin, que se considera marxista, o sea creyente
enuna filosofía docta de filiación democrática, transformó esta herencia en uninstrumento de gobierno absoluto de
las ideas. En sus manos, un cuerpo de ideas“ilustradas” (en el sentido de Aufklärung) degeneró hasta convertirse en
simpleinstrumento de terror. En cuanto a Hitler, su mensaje nunca fue otra cosa. A losdos dictadores, las ideologías no
sólo les sirven de escalones hacia la conquista delpartido o del Estado, para después dejarlas de lado, como
ingenuamente creyeronlos políticos burgueses.

123
Hitlerdetesta en el bolchevismo la última forma de la conjura judía, e hizo del combatecontra las ambiciones
bolcheviques sobre Alemania uno de sus primeros lemas.Pero comparte con los bolcheviques el odio y el desprecio
a la democracia liberal, yla certidumbre revolucionaria de que la época de la burguesía ha llegado a su fin.

Hitler va a investir al Estado con una estrategia semejante a la queinstrumentó Mussolini 10 años antes. Mezcla
la violencia paramilitar de las SA, 264con un esfuerzo de propaganda y reclutamiento inédito en la política moderna,
ycon la intriga parlamentaria y la manipulación de las clases dirigentes. Pues, aligual que Mussolini, Hitler será
llamado al poder por las autoridades legales

En efecto, tomemos el caso ejemplar delPartido Comunista Alemán de este periodo. Manipulado desde Moscú
duranteuna de las fases más sectarias de la política del Komintern, no tiene otra estrategiaque la de luchar bajo su
bandera por la revolución proletaria. Al hacerlo, siguiendoal joven Partido Comunista Italiano, no establece ninguna
diferencia entredemocracia liberal y fascismo, o nazismo. Stalin, desde luego, está tras la política del PCA, del
que Thaelmann, suenlace, se convierte en único patrón a partir de 1932. 275 No necesita que la derechaalemana sea
nacional-bolchevique para preferirla a los burgueses liberales, por nohablar siquiera de los socialdemócratas. Trata con
ella desde hace suficiente tiempopara saber que tienen en común intereses y cálculos, mucho más que ideas.

Después, y sobre todo,tiende a hacer del comunismo —y sólo de él— el centro y el interés de la luchaantifascista.
Ahora bien, esto es exactamente hacerle el juego a Goebbels, quienagita el espantajo de la Revolución
bolchevique, mientras que los miembros delPartido Comunista Alemán también pasean esa bandera por las
calles. Y es queGoebbels tiene mayor espacio que Thaelmann: puede ganar terreno entre laopinión “nacional”
en una República nacida de la derrota y que no ha sabido echarraíces profundas. Thaelmann no representa más que una
revolución rechazada yaen 1919 y 1923

En esos años decisivos de 1930-1933 en que Hitler procede a hacer susgrandes maniobras para la conquista del
poder, Stalin ya es el amo absoluto delPartido Bolchevique, y por tanto de la Internacional comunista y de toda la
políticasoviética. Acaba de poner de rodillas a Bujarin, su ex aliado y último rivalpotencial: la vieja guardia ha
sido liquidada o sometida. El Komintern ya no es más que uno de los teclados en que Stalin toca lapartitura
internacional de la URSS.

En efecto, el advenimiento de Stalin consolidó los sentimientos de simpatíaque la derecha “conservadora-


revolucionaria” alemana sintió desde 1919 en gradosdiversos hacia la URSS. Expulsó del poder a los judíos en Moscú
comenzando por el más visible, Trotski.

Lanzó el primer plan quinquenal y emprendió la colectivización de los campos,verdaderos desafíos al


capitalismo occidental. Nuevo zar, conquistó el poderabsoluto, que ejerce con puño de hierro en favor y en nombre
de la nación rusa

La política de los años treinta, en los que se concreta la segunda GuerraMundial, tiene un último aspecto: la
naturaleza del régimen hitleriano. La Europade posguerra ha visto nacer y crecer sin saberlo el totalitarismo
soviético. Hapresenciado con mirada de aprobación la victoria de Mussolini en Italia. En 1933surge una última
novedad política: la Alemania hitleriana. Es la repetición delguión italiano, a un ritmo más acelerado. La
revolución nazi se hace desde elinterior, después que su jefe ha llegado a canciller.

Desde fines de febrero, a menos de un mes delascenso de Hitler al gobierno, millares de comunistas son arrestados,
y tras elincendio del Reichstag se suspenden las garantías constitucionales de las libertades. el Reichstag cede a la
intimidación y otorga plenospoderes a Hitler. Luego vienen el sometimiento de las Länder, en adelante bajo laégida del
Estado central, la prohibición de los sindicatos y sus partidos y la entregade todo el poder al partido nazi. Entre fines de
enero y comienzos de julio de 1933,la primera oleada de la revolución ha derribado todos los obstáculos. La segunda,al
año siguiente, va a depurar al propio partido revolucionario. El 30 de junio de1934, Hitler manda asesinar a un centenar

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de sus partidarios, en la primera fila delos cuales se encuentra Röhm, jefe de las SA, y uno de sus más viejos
compañeros.

Así, los dos regímenes dan a conocer casi al mismo tiempo dos rasgos quelos apartan de la humanidad civilizada: el
reinado del partido único sobre el stado, y la dominación no compartida de dicho partido por un solo hombre.

Sistemas políticos sin leyes fijas, en los que nada protege a nadie y la policíapolítica puede detener y hacer
desaparecer absolutamente a cualquiera, salvo auno solo. Este terror universal había sido de tiempo atrás uno de los
pilares delrégimen soviético; pero estaba fundado a la vez en la doctrina y en la excusa de lascircunstancias: la guerra, la
contrarrevolución, la lucha de clases, los kulaks. En larepresión masiva y ciega cuya señal en toda la URSS es la muerte
de Kírov si la esencia del bolchevismo no está ni en el marxismo nien la herencia rusa o rusoasiática, sino en la
prioridad absoluta dada al ordenpolítico y a la formación de la sociedad, entonces el régimen nacido en Octubre
de1917 puede ser considerado como la primera aparición del Estado-partido,investido por la ideología con una
misión escatológica.

Esta aparición adoptó en Rusia la forma del marxismo por razonesparticulares: el país no tiene otro cuerpo de
ideas disponibles para entrar en lamodernidad, y recurrir a Marx permite que las masas se enciendan a la vez por
elespíritu revolucionario y por el poder de la ciencia y de la técnica, nueva religióndel siglo XIX. Por el contrario, en
el resto de Europa, es decir en su centro, loshombres y los partidos que se creen encargados de la misma
vocación que elPartido Bolchevique en Rusia no pueden actuar en nombre del siglo XIX. Tambiénellos son
absolutistas de la voluntad política y de la ideología; pero quieren dirigirsu combate contra las ideas del siglo XIX y
por consiguiente, a la vez, contra elliberalismo y contra el marxismo, incluyendo su versión rusoasiática. Tal
es lafunción del nacionalsocialismo, ese “bolchevismo pardo

En el fondo, las teorías liberal o marxista del fascismo no explican nadadel rasgo esencial de la historia europea
desde 1918: que la política, en variosgrandes Estados, se ha escapado de las manos de la burguesía. No sólo no
explicannada de esto, sino que lo ocultan. Ahora bien, en el caso de la victoria de Hitler enAlemania —especialmente
en ese caso— el fenómeno posee un relieveespectacular; la confiscación del poder en nombre de las “masas” por un
partidode aventureros se consumó en uno de los países más civilizados de Europa, conélites a la vez poderosas,
numerosas y cultas y sin que se haya producido unadisgregación comparable al desastre ruso de 1917. El
misterio está menos en lascircunstancias parlamentarias de enero de 1933 que en la manera en que, en pocosmeses,
los nazis redujeron el país, incluyendo la burguesía, a la obedienciaabsoluta.

VII. COMUNISMO Y ANTIFASCISMO

Despuésde haber recibido el brillo que aún le queda de la crisis del capitalismo, elcomunismo estalinista va a
encontrar un nuevo espacio político en el antifascismo.

La Internacional comunista ha sido antifascista siempre, desde antes delreinado de Stalin y desde los primeros
pasos de Mussolini. Pero hay dosantifascismos en el mundo comunista. Según el primero, cuyo ejemplo acaba
deofrecemos la estrategia del Partido Comunista Alemán frente a Hitler, el fascismono es más que una modalidad de las
dictaduras capitalistas burguesas: los únicosverdaderos combates antifascistas son los que entablan los comunistas, pues
sóloellos están dispuestos a desarraigar al capitalismo y a la burguesía.

Elhecho es que el gran proyecto abrigado por el bolchevismo desde su cuna, el de larevolución proletaria alemana, se
paralizó súbitamente al llegar Hitler al poder.

Es entonces, en los pocos años que siguen, cuando toma cuerpo un segundoantifascismo comunista que, lejos de estar
destinado a sustituir definitivamente alprimero, más bien alternará con él para configurar la estrategia estalinista.
Estesegundo antifascismo renuncia a meter indiscriminadamente en el saco de laburguesía todo lo que no es

125
comunista. Por lo mismo, consiente en establecer unadiferencia entre la democracia liberal y el fascismo, aceptando
defender a laprimera, al menos por un tiempo, codo con codo con los partidos burgueses y lasocialdemocracia

Las razones de ese viraje se localizan en dos series de acontecimientos: laprimera corresponde a la situación
internacional de la URSS y la segunda a lapolítica de la Internacional comunista. Una y otra son de
importancia desigual,pues cuando llegue la hora del “socialismo en un solo país” el resultado de labatalla se
decidirá primero en la URSS. La política exteriorsoviética, por su parte, aspiró a convertirse en la razón última
del proletariadomundial. Esta evolución, inscrita en la naturaleza y el funcionamiento delKomintern, convertirá
a los jefes comunistas del mundo en un aparatointernacional dirigido desde el Kremlin. Es probable que esa política
se llevase acabo en la época que reseñamos: Stalin no tardará en manipular los partidoscomunistas extranjeros,
al igual que lo hará Hitler

Ahora bien, el ascenso de Hitler al poder en Berlín es un factor que amenazacon modificar la situación europea.
pronunció tantasarengas incendiarias contra el orden estipulado por el Tratado de Versalles no es apriori un socio
confiable para nadie, sea en el Oeste o en el Este. Sin embargo, Stalindebió de creer —como lo hizo todo el sector de
políticos “realistas” con que cuentala política europea— que Hitler, una vez instalado en el poder, podría
modificarentonces sus ideas y sus proyectos. El hecho es que Stalin guarda silencio durantetodo el año de 1933 aun
después del incendio del Reichstag y la proscripción de loscomunistas alemanes, y aun después de la primavera, cuando
ya era evidente queel nuevo canciller del Reich seguía siendo el hombre de la revoluciónnacionalsocialista. Es
verdad que Hitler tuvo buen cuidado de recalcar ante elReichstag, a partir del 23 de marzo, que las relaciones
exteriores de Alemania noobedecían a la misma lógica que su política interna, y que deseaba conservar lasrelaciones de
amistad con la URSS, a condición de que la cuestión del comunismosiguiera siendo asunto interno. 293 Stalin no tiene
dificultad para comprender estelenguaje, pues también es el suyo.

Quince días después, Hitler es canciller del Reich. En la estrategia delKomintern, 1933 es el año del cambio:
el ascenso de Hitler al poder modifica eltablero internacional. No lo hace de un solo golpe ni en un solo día, pues
aún fuenecesario aguardar para ver cómo evolucionaba la pareja Hitler-Hugenberg.Loscomunistas creyeron en la
identidad de Hitler con la derecha alemana y en elcarácter provisional del fenómeno nazi por igual.

Pronto los desengañarán losacontecimientos, y sin embargo Stalin, como jefe de la Unión Soviética, no deja deser
cauteloso, como lo hemos visto: es muy posible que sólo la Noche de losCuchillos Largos lo convenciera de
la omnipotencia de Hitler sobre Alemania.

Pero, por intermediación del Komintern, Stalin reacciona rápido. El incendio delReichstag y el terror que este
hecho desató ofrecen el primer terreno en el quepuede prosperar una vasta campaña antifascista armada con nuevo
material. Ya nosólo se trata de atacar el Tratado de Versalles o la Sociedad de las Naciones o elimperialismo francés o
la socialdemocracia, que son los blancos habituales deMoscú. Ahora ha brotado un imperialismo complementario, y
éste no es otro queHitler, el enemigo de la libertad y la nueva amenaza para la paz. Comunismo y fascismo se
encuentran así cara a cara en la antinomia revolución/contrarrevolución, la cual le resulta familiar a la cultura
políticaeuropea, y el nazismo no hizo sino llevar el enfrentamiento a su tensión máxima.

Los dos regímenes antagónicos están estrechamente ligados, pues el fascismo es,en muchos aspectos, una respuesta a la
amenaza de la revolución proletaria y, a finde cuentas, el duelo entre ambos es el punto en el que confluyen las batallas
delsiglo: en ese sentido, el antifascismo no es otra cosa que la arena de la revolución.

Pero visto desde otro ángulo abarca, al menos en un primer estadio, incluso a lospartidarios de la democracia pluralista
que marchan al lado de los comunistas; esdecir, no sólo a los obreros socialistas, anarquistas, católicos o desorganizados,
sinotambién a los partidos burgueses o campesinos fieles a la libertad. La nueva tácticapropuesta por el VII Congreso
tiene como objetivo congregar al Frente PopularAntifascista—en el que los comunistas aparecen como los
campeones en torno dela herencia democrática burguesa— alrededor del frente único de la clase obrera,columna

126
vertebral de la coalición. El objetivo final sigue siendo la dictadura delproletariado, el derrocamiento, por
doquier, de la burguesía. Sólo que el camino aseguir ahora es distinto. La experiencia francesa de 1934-1935, a la
que rindehomenaje Dimitrov, servirá en adelante de referencia a la Internacional. El FrentePopular ha sustituido a la
táctica de “clase contra clase”.

El antifascismo despoja al movimiento comunista del carácterparticularmente sectario que tuvo la lucha de
clases, tal como ésta fuerigurosamente concebida y practicada en el periodo 1929-1934. En adelante, la“clase
obrera” conoce la apertura a unas perspectivas en verdad nacionales; harecuperado en su favor las tradiciones
y las virtudes del patriotismo, y se haganado en la derecha muchos aliados, dejando a la zaga a los socialistas. Por
todaEuropa, salvo en los Estados fascistas, los partidos comunistas multiplican susafiliados y sus diputados.
Francia

Queda en pie el hecho de que el papel desempeñado en la época por elantifascismo en la cultura comunista
expuso el conjunto del movimiento a unacierta fragilidad. Entonces fue cuando sobrevino el viraje de la política
exterior dela URSS, de modo que la identidad militante de esos catecúmenos del bolchevismose encontró puesta en
entredicho.

Pero el antifascismo desvía las miradas de la URSS para fijarlas en laAlemania nazi, donde los
acontecimientos ocurridos a partir de enero de 1933bastan y sobran para provocar la indignación de los amigos
de la libertad. Sinembargo, la observación de los hechos interviene menos en esta indignación que lasimple tradición
ideológica: en el momento en que Hitler se jacta de quebrantar lademocracia, la ofrece como bandera a sus
adversarios.

Stalin hacomprendido lo que nadie en el Oeste quiere ver: que Mi lucha es un programa degobierno. Por tanto, la URSS
está amenazada. Ergo, hay que evitar que sea la únicaen enfrentarse a Hitler, o bien la primera en recibir su asalto. Ello
explica el ingresode la Unión Soviética en la SDN y su apertura al Oeste, especialmente a Francia. Asu vez, el
Komintern ejecuta la misma melodía en otro instrumento, en que laideología, por definición, amplifica y
transforma las razones de la Realpolitik. Si nosatenemos al motivo principal, su secuencia es la siguiente: comunismo
antifascistasucede al comunismo antiburgués, el comunismo del Frente Popular al comunismode “clase contra clase”, y
los ataques contra Hitler a los insultos contra Briand. Deeste modo, la Revolución rusa recupera en el nazismo el medio
de enriquecer sucarácter universal, precisamente en el momento en que es más “asiática” quenunca. Stalin, por su
parte, toca sobre los dos teclados: por una parte, anima pormedio de Dimitrov la propaganda del comunismo
democrático y, por la otra,sopesa con Litvínov las inclinaciones y los medios de las grandes potenciaseuropeas.

La identificación de lademocracia liberal y del marxismo —tan familiar al pensamiento alemán, tanfundamental
en la ideología nazi— recibió de los acontecimientos de 1933 unaespecie de confirmación, incluso en el espíritu
de quienes la juzgaban incoherenteo absurda.

Los comunistas suelen maniobrar políticamente enforma demasiado sutil para llevar más lejos de lo necesario la
discusión sobre elorden constitucional o el pluralismo democrático. Por esta razón, la reunión dedemócratas y
comunistas frente a Hitler y sus supuestos cómplices en Francia seconstituye, al principio, en tomo de una negación: la
causa del antifascismo abrigaindistintamente a partidos y hombres que tienen ideas opuestas sobre lademocracia.

Así, el antifascismo también puede proporcionar, en una modalidad máselaborada que la simple reacción de defensa,
un comienzo de respuesta a lapregunta filosófica sobre la democracia moderna. Al simplificar el
universopolítico en dos bandos, conduce implícitamente a la idea de que uno de ellos, elque lucha contra Hitler, no
congrega a simples aliados de ocasión que difieren entodo, unidos sólo por las circunstancias, sino a hombres que
representan dosépocas del mismo movimiento de emancipación: la democracia burguesa y lademocracia
proletaria.

127
La dictadura terrorista del Partido Bolchevique sobrevive a su victoria y a laeliminación de sus enemigos. Al
tiempo que se perpetúa como poder absoluto,fundado sobre la ideología y el temor, cada vez más monolítico y cada
vez más enmanos de un solo hombre, se lanza a aventuras sin precedente, como lacolectivización de los campos.
Ya no lucha contra sus enemigos: los inventa paraliquidarlos. Con ello, conforme pasa el tiempo y el régimen
soviético afirma suomnipotencia, tiende a perder una parte de su legitimidad “jacobina” a medidaque se
consolida.

En este libro no se pretende hacer la historia propiamente dicha del FrentePopular en Francia. Lo que me propongo
comprender es otra cosa, a saber: lasituación y la estrategia que lo hicieron posible, así como el conjunto
derepresentaciones políticas que le hicieron el momento más brillante de la izquierdafrancesa entre las dos guerras.

Lo paradójico de la situación se debe a que el comunismo estalinista arraigaen Francia a través de acontecimientos
ajenos a su programa, es decir, por mediode elecciones democráticas y de huelgas reivindicativas. En el momento en que
elantifascismo le hace don, en las dos vueltas del escrutinio, de un amplio electoradosocialista e incluso burgués, el
triunfo de las huelgas de junio le permite dilatar suvocación obrera en el marco de la unión antifascista. El Partido
Comunista gana asíen ambos tableros, a la vez como partido “democrático” y como partido leninista.

Nunca le han faltado buenas referencias revolucionarias, y no las pierde en laaventura de 1936, que lo despoja de
su carácter un tanto conspirador sin debilitarempero su promesa.

Poco importa que el Frente Popular en Francia probablemente no hayaestado, por su acción, a la altura de su
brillo entre la opinión: de hecho, ni supolítica económica, ni su política militar, ni su política exterior supieron
responderverdaderamente a las necesidades del momento, y, por otra parte, los más grandesrecuerdos que ha dejado
son de orden social. Pero, en fin, la victoria de unaizquierda unida en 1936, y el primer gobierno de nuestra
historia dirigido por unsocialista han servido para establecer un contraste con la rutina harto mediocre dela política
francesa, y tampoco es cualquier cosa haber cambiado la condiciónmoral y material de la clase obrera en la nación.

En la cuestión española toma cuerpo una crisis internacional, a la cual le daun contenido ideológico aparentemente
límpido, tomado del enfrentamiento de lospartidos en el escenario local. La izquierda española ha ganado —con pocos
votos,pero en muchos escaños— las elecciones de febrero de 1936. Aun cuando se hallamuy fragmentada, pues sólo
tiene como punto de unión el voto electoral (conexcepción de los anarcosindicalistas), constituye el primer
éxito de un “FrentePopular” en Europa. De allí que la derecha reaccione con la movilización, confalangistas y
militares a la cabeza, apoyándose en las fuerzas sociales reaccionarias,así como el desencadenamiento de la ofensiva
franquista del 17 de julio de 1936

La España de la época ocupa desde hace algunos siglos la periferia políticade Europa: encerrada en su pasado,
excéntrica, violenta, España ha seguido siendoun país católico, aristocrático y pobre, en que el Antiguo Régimen
sigue siendopoderoso, alimentando contra él las pasiones revolucionarias. al ejército como a uninstrumento de
dictadura, y la democracia representativa no tiene un fuerte apoyosocial. La propia unidad nacional es problemática, y a
la diversidad de los partidosnacionales se añade la de los separatismos catalán y vasco

Cabe señalar que la España de 1936 es uno de los países de Europa quemenos pueden ser comprendidos por
medio de la oposición fascismo-antifascismo.

La insurrección de julio de 1936 es una revuelta del ejército, apoyada por la Iglesiacatólica, los monárquicos, los
terratenientes y todo lo que en España figura comofuerza tradicionalista. Lo que tiene de propiamente “fascista” se
debe a lo quequeda de la Falange de Primo de Rivera y de su programa social. 359 Pero esta“izquierda” del
franquismo pronto será despojada de toda influencia, al mismotiempo, por cierto, que la derecha legitimista. La
nueva Falange, nacida de losprogresos de la insurrección, acompañará a la victoria, pero no será su punta delanza.

128
España ofrece el espectáculo de un conflicto más antiguo que el delfascismo y del antifascismo: sobre su suelo
se enfrentan la revolución y lacontrarrevolución.

En efecto, el levantamiento militar radicaliza en sentido inverso elmovimiento social y acentúa su carácter
revolucionario, justo en el momento enque el nuevo gobierno republicano, por muy moderado que sea, no
tiene otraopción que la de apoyarse sobre las organizaciones populares, los sindicatos y lospartidos. En efecto, le
faltan todos los medios: el ejército, la mayor parte de lasfuerzas de policía y una parte considerable de la
administración se han alineadocon los rebeldes.

El objetivo de Stalin no es salvar la libertad ni acudir en ayuda de larevolución de España. Acaso tampoco se
proponga vencer la insurrecciónfranquista: me inclino a pensar que le basta con impedirle salir victoriosa,
conobjeto de mantener un foco de atención de la guerra europea que le permitaquedarse con una prenda sin
exponerse demasiado y atraer la atención de losalemanes hacia el Oeste. Su objetivo es colocar a la España
republicana bajo lainfluencia soviética y hacer de esta España un país “amigo de la URSS”

El acontecimiento más característico de la intromisión de Stalin en laRepública española es la represión que él


teleguía desde Moscú contra la izquierdarevolucionaria no comunista en Cataluña, en la primavera de 1937, poco antes
delascenso de Negrín a la dirección del gobierno. Estas famosas “jomadas de mayo”en Barcelona han sido descritas
por Orwell en su Homenaje a Cataluña: 363desencadenadas por una intentona de los comunistas por adueñarse de la
centraltelefónica controlada por los anarquistas, son la tumba de la revolución española.

La guerra de España no escapa a esta regla. Inglaterra, seguida por Francia,no quiso meter ni el dedo meñique en este
engranaje revolucionario, y menos aúnconvertirlo en motivo de guerra con Hitler; pero Stalin, por su parte, ha
puestomucha atención para no dejarse arrastrar a un conflicto mayor con el dictadoralemán.

En 1938, la crisis europea se ha desplazado de España a Austria y luego, en elverano, a los Sudetes. Hitler tiene
en mente unas maniobras más importantes quela ayuda militar a Franco: en efecto, piensa repatriar a la Legión Cóndor
(lo quefinalmente no hará). Los ingleses hablan con los italianos.

Los franceses también lohacen, ya que la alianza italiana, deslucida por la intervención en masa deMussolini en
España, es una vieja obsesión del Quai d’Orsay. Stalin pone atención alas amenazas de Hitler en la Europa central, y
piensa en reducir su compromisoespañol. El propio Negrín, en España, se ha mostrado accesible con Franco —
loque resulta inútil para una paz de compromiso—: en lugar de esa componenda, elejército republicano entabla la
terrible batalla del Ebro, que culmina en el momentode la crisis de los Sudetes, en septiembre de 1938. La capitulación
franco-inglesa enMunich empuja a Stalin a llegar a un acuerdo con Hitler, al que nunca excluyó desu juego. Y ello
representa una razón de más para desembarazarse de España, delo que es símbolo el retiro de las Brigadas
Internacionales en el otoño.

A partir de ese momento, España ya no es, en relación con la tragediaeuropea, más que un drama secundario,
al que se le promete un desenlaceinminente. Privada de su resorte revolucionario, incapaz de tener un
lenguajepropio, agotada por las violencias cometidas por ella y por sus enemigos, laRepública de Azaña y de
Negrín no se imagina ya otro porvenir que una guerra mundial en que por fin encontraría, a su lado, a Inglaterra y
Francia. Pero nisiquiera llegará hasta ahí. 373 No obstante, esta República vencida también es una República
legendaria.

La dictadura que sale victoriosa de la guerra civilse asemeja más a una autocracia reaccionaria respaldada por la
Iglesia y lospropietarios que a un poder totalitario conquistado en nombre de las masaspopulares bajo la bandera
de un nacionalismo social. De allí que, predemocráticatanto como antidemocrática, esa dictadura ofrezca un dilatado
campo de acción asus adversarios.

129
En realidad, como hemos visto, la URSS no intervino en España comopotencia fraternal ni siquiera en nombre
de sus intereses o de sus cálculos, sinoante todo, obedeciendo a su inclinación de partido-Estado totalitario; de modo
queintervino menos para ayudar a la República que para adueñarse de su controlmilitar y político.

Por eso la leyenda de la guerra de España, tal como se ha transmitido a lasgeneraciones, contiene en igual medida
verdad y mentira. En julio de 1936, elantifascismo fue el estandarte de la revolución española antes de ser, menos de
unaño después, su sudario. Ese ramillete de pasiones democráticas y libertarias semarchitó al extremo de
convertirse en un dogma de doble fondo y prácticaspoliciacas; se degradó a tal punto que mató la energía
republicana so pretexto deorganizarla, así como comprometió la causa republicana so capa de defenderla.

Pero de esta historia nada se puede confesar, pues habría que deslindar lasresponsabilidades, a riesgo de debilitar
aún más el combate. Apenas de vuelta enInglaterra después de haberse batido en las tropas del POUM, Orwell escribe
en unsemanario inglés que la guerra de España produjo “la más abundante cosecha dementiras desde la Gran Guerra de
1914-1918

HOBSBAWM EL FIN DE LOS IMPERIOS

En el curso del siglo XIX un puñado de países —en su mayor parte situados a orillas del Atlántico norte— conquistaron
con increíble facilidad el resto del mundo no europeo y, cuando no se molestaron en ocuparlo y gobernarlo,
establecieron una superioridad incontestada a través de su sistema económico y social, de su organización y su
tecnología.

El capitalismo y la sociedad burguesa transformaron y gobernaron el mundo y ofrecieron el modelo —hasta 1917 el
único modelo— para aquellos que no deseaban verse aplastados o barridos por la historia.

Desde 1917 el comunismo soviético ofreció un modelo alternativo, aunque en esencia del mismo tipo, excepto por el
hecho de que prescindía de la empresa privada y de las instituciones liberales. la historia del mundo no occidental
(o, más exactamente, no noroccidental) durante el siglo xx está determinada por sus relaciones con los países que en el
siglo xix se habían erigido en «los señores de la raza humana».

la dinámica de la mayor parte de la historia mundial del siglo xx es derivada y no original. Consiste fundamentalmente
en los intentos por parte de las elites de las sociedades no burguesas de imitar el modelo establecido en Occidente, que
era percibido como el de unas sociedades que generaban el progreso, en forma de riqueza, poder y cultura, mediante el
«desarrollo» económico y técnico-científico, en la variante capitalista o socialista

De hecho sólo existía un modelo operativo: el de la «occidentalización», «modernización», o como quiera llamársele.
Del mismo modo, sólo un eufemismo político distingue los diferentes sinónimos de «atraso» (que Lenin no dudó en
aplicar a la situación de su país y de «los países coloniales y atrasados») que la diplomacia internacional ha utilizado
para referirse al mundo descolonizado («subdesarrollado», «en vías de desarrollo», etc.).

El modelo operacional de «desarrollo» podía combinarse con otros conjuntos de creencias e ideologías, en tanto en
cuanto no interfirieran con él, es decir, en la medida en que el país correspondiente no prohibiera, por ejemplo, la
construcción de aeropuertos con el argumento de que no estaban autorizados por el Corán o la Biblia, o porque estaban
en conflicto con la tradición inspiradora de la caballería medieval o eran incompatibles con el espíritu eslavo.

Tanto el tradicionalismo como el socialismo coincidieron en detectar el espacio moral vacío existente en el triunfante
liberalismo económico —y político— capitalista, que destruía todos los vínculos entre los individuos excepto aquellos
que se basaban en la «inclinación a comerciar» y a perseguir sus satisfacciones e intereses personales de que hablaba
Adam Smith.

130
El fundamentalísmo religioso como fuerza capaz de movilizar a las masas es un fenómeno de las últimas décadas del
siglo xx, durante las cuales se ha asistido incluso a la revitalización, entre algunos intelectuales, de lo que sus
antepasados instruidos habrían calificado como superstición y barbarie.

En cambio, las ideologías, los programas e incluso los métodos y las formas de organización política en que se
inspiraron los países dependientes para superar la situación de dependencia y los países atrasados para superar el atraso,
eran occidentales: liberales, socialistas, comunistas y/o nacionalistas; laicos y recelosos del clericalismo; utilizando los
medios desarrollados para los fines de la vida pública en las sociedades burguesas: la prensa, los mítines, los partidos y
las campañas de masas, incluso cuando el discurso se expresaba, porque no podía ser de otro modo, en el vocabulario
religioso usado por las masas.

Esto supone que la historia de quienes han transformado el tercer mundo en este siglo es la historia de minorías de elite,
muy reducidas en algunas ocasiones, porque —aparte de que casi en ningún sitio existían instituciones políticas
democráticas— sólo un pequeño estrato poseía los conocimientos, la educación e incluso la instrucción elemental
requeridos.

Ello no implica que las elites occidentalizadas aceptaran todos los valores de los estados y las culturas que tomaban
como modelo. Sus opiniones personales podían oscilar entre la actitud asimilacionista al ciento por ciento y una
profunda desconfianza hacia Occidente, combinadas con la convicción de que sólo adoptando sus innovaciones sería
posible preservar o restablecer los valores de la civilización autóctona.

El objetivo que se proponía el proyecto de «modernización» más ambicioso y afortunado, el de Japón desde la
restauración Meiji, no era occidentalizar el país, sino hacer al Japón tradicional viable.

Fueran cuales fueren los objetivos que de manera consciente o inconsciente pretendieran conseguir aquellos a quienes
les incumbía la responsabilidad de trazar el rumbo de la historia del mundo atrasado, la modernización, es decir, la
imitación de los modelos occidentales, era el instrumento necesario e indispensable para conseguirlos.

Fuera del mundo islámico son raros los casos en que la religión común proveía un vínculo de esas características, en este
caso el de la superioridad frente a los infieles.

La economía mundial del capitalismo de la era imperialista penetró y transformó prácticamente todas las regiones del
planeta, aunque, tras la revolución de octubre, se detuvo provisionalmente ante las fronteras de la URSS. Esa es la razón
por la que la Gran Depresión de 1929-1933 resultó un hito tan decisivo en la historia del antiimperialismo y de los
movimientos de liberación del tercer mundo. Todos los países, con independencia de su riqueza y de sus características
económicas, culturales y políticas, se vieron arrastrados hacia el mercado mundial

En 1913, más de las tres cuartas partes de las inversiones británicas en los países de ultramar —los británicos exportaban
más capital que el resto del mundo junto— estaban concentradas en deuda pública, ferrocarriles, puertos y navegación

La industrialización del mundo dependiente no figuraba en los planes de los desarrollados, ni siquiera en países como
los del cono sur de América Latina, donde parecía lógico transformar productos alimentarios locales como la carne, que
podía envasarse para que fuera más fácilmente transportada.

Evidentemente, el imperialismo, la vieja «división internacional del trabajo», tenía una tendencia intrínseca a reforzar el
monopolio de los viejos países industriales. Esto daba pie a los marxistas del período de entreguerras, a los que se
unieron a partir de 1945 diversos «teóricos de la dependencia», para atacar al imperialismo como una forma de perpetuar
el atraso de los países atrasados.

131
En la India, la más extensa de todas las colonias, el descubrimiento durante la primera guerra mundial de que no tenía la
capacidad necesaria para garantizar su autosuficiencia industrial y la defensa militar se tradujo en una política de
protección oficial y de participación directa en el desarrollo industrial del país.

Si la guerra hizo experimentar incluso a los administradores imperiales las desventajas de la insuficiente industria
colonial, la crisis de 1929-1933 les sometió a una gran presión financiera. Al disminuir las rentas agrícolas, el gobierno
colonial se vio en la necesidad de compensarlas elevando los aranceles sobre los productos manufacturados, incluidos
los de la propia metrópoli, británica, francesa u holandesa.

Pero, a pesar de las repercusiones de la guerra y la Depresión, lo cierto es que en la primera mitad del siglo xx el mundo
dependiente continuó siendo fundamentalmente agrario y rural

Prácticamente todas las regiones de Asia, África, América Latina y el Caribe dependían —y se daban cuenta de ello—
de lo que ocurría en un número reducido de países del hemisferio septentrional, pero (dejando aparte América) la mayor
parte de esas regiones eran propiedad de esos países o estaban bajo su administración o su dominio.

Era inevitable que en esas zonas se planteara la necesidad de liberarse de la dominación extranjera. No ocurría lo mismo
en América Central y del Sur, donde prácticamente todos los países eran estados soberanos, aunque Estados Unidos —
pero nadie más— trataba a los pequeños estados centroamericanos como protectorados de facto, especialmente durante
el primero y el último tercios del siglo.

Desde 1945, el mundo colonial se ha transformado en un mosaico de estados nominalmente soberanos, hasta el punto de
que, visto desde nuestra perspectiva actual, parece que eso era, además de inevitable, lo que los pueblos coloniales
habían deseado siempre.

Sin duda ocurría así en los países con una larga historia como entidades políticas, los grandes imperios asiáticos —
China, Persia, los turcos— y algún otro país como Egipto, especialmente si se habían constituido en torno a un
importante Staatsvolk o «pueblo estatal», como los chinos han o los creyentes del islam chiíta, convertido virtualmente
en la religión nacional del Irán. En esos países, el sentimiento popular contra los extranjeros era fácilmente politizable.

Las más de las veces, el concepto de entidad política territorial permanente, con unas fronteras fijas que la separaban de
otras entidades del mismo tipo, y sometida a una autoridad permanente, esto es, la idea de un estado soberano
independiente, cuya existencia nosotros damos por sentada, no tenía significado alguno, al menos (incluso en zonas de
agricultura permanente y sedentaria) en niveles superiores al de la aldea.

El mundo poscolonial está, pues, casi completamente dividido por las fronteras del imperialismo.

Aquellos que en el tercer mundo rechazaban con mayor firmeza a los occidentales, por considerarlos infieles o
introductores de todo tipo de innovaciones perturbadoras e impías o, simplemente, porque se oponían a cualquier cambio
de la forma de vida del pueblo común, que suponían, no sin razón, que sería para peor, también rechazaban la
convicción de las elites de que la modernización era indispensable.

En esos países, la principal tarea que debían afrontar los movimientos nacionalistas vinculados a las clases medias era la
de conseguir el apoyo de las masas, amantes de la tradición y opuestas a lo moderno, sin poner en peligro sus propios
proyectos de modernización.

La primera fase importante del movimiento nacionalista indio, entre 1905 y 1910, se desarrolló bajo estas premisas y en
ella tuvieron un peso importante los jóvenes terroristas de Bengala. Luego, Mohandas Karamchand Gandhi (1869-1948)
conseguiría movilizar a decenas de millones de personas de las aldeas y bazares de la India apelando igualmente al
nacionalismo como espiritualidad hindú, aunque cuidando de no romper el frente común con los modemizadores (de los
que realmente formaba parte; véase La era del imperio, capítulo 13) y evitando el antagonismo con la India musulmana,

132
que había estado siempre implícito en el nacionalismo hindú. Gandhi inventó la figura del político como hombre santo,
la revolución mediante la resistencia pasiva de la colectividad («no cooperación no violenta») e incluso la
modernización social, como el rechazo del sistema de castas, aprovechando el potencial reformista contenido en las
ambigüedades cambiantes de un hinduismo en evolución

como reconoció al final de su vida, antes de ser asesinado por un fanático del exclusivismo hindú en la tradición de
Tilak, había fracasado en su objetivo fundamental. A largo plazo resultaba imposible conciliar lo que movía a las masas
y lo que convenía hacer. A fin de cuentas, la India independiente sería gobernada por aquellos que «no deseaban la
revitalización de la India del pasado», por quienes «no amaban ni comprendían ese pasado ... sino que dirigían su mirada
hacia Occidente y se sentían fuertemente atraídos por el progreso occidental»

El efímero intento de Mahatma Gandhi de dar vida a un hinduismo a la vez populista y progresista ha caído totalmente
en el olvido.

En el mundo musulmán surgió un planteamiento parecido, aunque en él todos los modemizadores estaban obligados
(salvo después de una revolución victoriosa) a manifestar su respeto hacia la piedad popular, fueran cuales fueren sus
convicciones íntimas. Pero, a diferencia de la India, el intento de encontrar un mensaje reformista o modernizador en el
islam no pretendía movilizar a las masas y no sirvió para ello.

en el mundo islámico los auténticos revolucionarios y los que accedieron a posiciones de poder fueron modernizadores
laicos que no profesaban el islamismo: hombres como Kemal Atatürk, que sustituyó el fez turco (que era una innovación
introducida en el siglo xix) por el sombrero hongo y la escritura árabe, asociada al islamismo, por el alfabeto latino, y
que, de hecho, rompieron los lazos existentes entre el islam, el estado y el derecho. Sin embargo, como lo confirma una
vez más la historia reciente, la movilización de las masas se podía conseguir más fácilmente partiendo de una
religiosidad popular antimoderna (el «fundamentalismo islámico»). En resumen, en el tercer mundo un profundo
conflicto separaba a los modernizadores, que eran también los nacionalistas (un concepto nada tradicional), de la gran
masa de la población.

Fue la primera guerra mundial la que comenzó a quebrantar la estructura del colonialismo mundial, además de destruir
dos imperios (el alemán y el turco, cuyas posesiones se repartieron sobre todo los británicos y los franceses) y dislocar
temporalmente un tercero, Rusia (que recobró sus posesiones asiáticas al cabo de pocos años).

Las dificultades causadas por la guerra en los territorios dependientes, cuyos recursos necesitaba Gran Breta- ña,
provocaron inestabilidad.

El impacto de la revolución de octubre y el hundimiento general de los viejos regímenes, al que siguió la independencia
irlandesa de facto para los veintiséis condados del sur (1921), hicieron pensar, por primera vez, que los imperios
extranjeros no eran inmortales.

el partido egipcio Wafd («delegación»), encabezado por Said Zaghlul e inspirado en la retórica del presidente Wilson,
exigió por primera vez una independencia total. Tres años de lucha (1919-1922) obligaron a Gran Bretaña a convertir el
protectorado en un territorio semiindependiente bajo control británico; fórmula que decidió aplicar también, con una sola
excepción, a la administración de los territorios asiáticos tomados al antiguo imperio turco: Irak y TransJordania.

El período revolucionario de 1918-1922 transformó la política nacionalista de masas en el subcontinente, en parte


porque los musulmanes se volvieron contra el gobierno británico, en parte por la sanguinaria histeria de un general
británico que en el turbulento año 1919 atacó a una multitud desarmada en un lugar sin salida y mató a varios centenares
de personas (la «matanza de Amritsar»), y, sobre todo, por la conjunción de una oleada de huelgas y de la desobediencia
civil de las masas propugnada por Gandhi y por un Congreso radicalizado.

133
Aunque en Gran Bretaña había un poderoso grupo de imperialistas a ultranza, del que Winston Churchill se
autoproclamó portavoz, lo cierto es que a partir de 1919 la clase dirigente consideraba inevitable conceder a la India una
autonomía similar a la que conllevaba el «estatuto de dominio» y creía que el futuro de Gran Bretaña en la India
dependía de que se alcanzara un entendimiento con la elite india, incluidos los nacionalistas

el fin del dominio británico unilateral en la India era sólo cuestión de tiempo.

Nunca como en el período de entreguerras había estado un área tan grande del planeta bajo el control, formal o informal,
de Gran Bretaña, pero nunca, tampoco, se habían sentido sus gobernantes menos confiados acerca de la posibilidad de
conservar su vieja supremacía imperial. Esta es una de las razones principales por las que, cuando su posición se hizo
insostenible, después de la segunda guerra mundial, los británicos no se resistieron a la descolonización. Posiblemente
explica también, en un sentido contrario, que otros imperios, particularmente el francés —pero también el holandés—,
utilizaran las armas para intentar mantener sus posiciones coloniales después de 1945. Sus imperios no habían sido
socavados por la primera guerra mundial. El único problema grave con que se enfrentaban los franceses era que no
habían completado aún la conquista de Marruecos, pero las levantiscas tribus beréberes de las montañas del Atlas
representaban un problema militar, no político, que era todavía más grave para el Marruecos colonial español, donde un
intelectual montañés, Abd-elKrim, proclamó la república del Rifen 1923.

El período revolucionario había afectado especialmente al imperio britá- nico, pero la Gran Depresión de 1929-1933
hizo tambalearse a todo el mundo dependiente. La era del imperialismo había sido para la mayor parte de él un período
de crecimiento casi constante, que ni siquiera se había interrumpido con una guerra mundial que se vivió como un
acontecimiento lejano

A pesar de ello, la economía mundial parecía remota, porque sus efectos inmediatos y reconocibles no habían adquirido
el carácter de un cataclismo, excepto, tal vez, en los enclaves industriales que, aprovechando la existencia de mano de
obra barata, aparecieron en lugares como la India y China, donde desde 1917 empezaron a ser frecuentes los conflictos
laborales y las organizaciones obreras de tipo occidental, y en las gigantescas ciudades portuarias e industriales a través
de las cuales se relacionaba el mundo dependiente con la economía mundial que determinaba su destino

Todo ello fue trastocado por la Gran Depresión, durante la cual chocaron por primera vez de manera patente los
intereses de la economía de la metró- poli y los de las economías dependientes. Por primera vez, el colonialismo y la
dependencia comenzaron a ser rechazados como inaceptables incluso por quienes hasta entonces se habían beneficiado
de ellos. «Los estudiantes se alborotaban en El Cairo, Rangún y Yakarta (Batavia), no porque creyeran que se
aproximaba un gran cambio político, sino porque la Depresión había liquidado las ventajas que habían hecho que el
colonialismo resultara tan aceptable para la generación de sus padres»

La década de 1930 fue, pues, crucial para el tercer mundo, no tanto porque la Depresión desencadenara una
radicalización política sino porque determinó que en los diferentes países entraran en contacto las minorías politizadas y
la población común. Eso ocurrió incluso en lugares como la India, donde el movimiento nacionalista ya contaba con un
apoyo de masas.

Al final de los años treinta, la crisis del colonialismo se había extendido a otros imperios, a pesar de que dos de ellos, el
italiano (que acababa de conquistar Etiopía) y el japonés (que intentaba dominar China), estaban todavía en proceso de
expansión, aunque no por mucho tiempo

En la zona francesa del norte de África surgieron importantes movimientos políticos en Túnez y en Argelia —se produjo
incluso cierta agitación en Marruecos—, y por primera vez cobró fuerza en la Indochina francesa la agitación de masas
bajo dirección comunista, ortodoxa y disidente. Los holandeses consiguieron mantener el control en Indonesia, una
región que «acusa con mayor intensidad que la mayor parte de los países cuanto ocurre en Oriente» (Van Asbeck, 1939),
no porque reinara la calma, sino por la división que existía entre las fuerzas de oposición: islámicas, comunistas y
nacionalistas laicas

134
Sólo el África subsahariana permanecía en calma, aunque también allí la Depresión provocó, a partir de 1935, las
primeras huelgas importantes, que se iniciaron en las zonas productoras de cobre del África central. Londres empezó
entonces a instar a los gobiernos coloniales a que crearan departamentos de trabajo, adoptaran medidas para mejorar las
condiciones de los trabajadores y estabilizaran la mano de obra, reconociendo que el sistema imperante de emigración
desde la aldea a la mina era social y políticamente desestabilizador. La oleada de huelgas de 1935-1940 se extendió por
toda África, pero no tenía aún una dimensión política anticolonial, a menos que se considere como tal la difusión en la
zona de los yacimientos de cobre de iglesias y profetas africanos de orientación negra y de movimientos como el
milenarista de los Testigos de Jehová (de inspiración norteamericana), que rechazaba a los gobiernos mundanos

A la pregunta de si en 1939 podía verse como un acontecimiento inminente la previsible desaparición de los imperios
coloniales he de dar una respuesta negativa, si me baso en mis recuerdos de una «escuela» para estudiantes comunistas
británicos y «coloniales» celebrada en aquel año. Y nadie podía tener mayores expectativas en este sentido que los
apasionados y esperanzados jóvenes militantes marxistas. Lo que transformó la situación fue la segunda guerra mundial:
una guerra entre potencias imperialistas, aunque fuese mucho más que eso.

Francia se hundió estrepitosamente, y si conservó muchas de sus dependencias fue porque se lo permitieron las
potencias del Eje. Los japoneses se apoderaron de las colonias que aún poseían Gran Bretaña, Países Bajos y otros
estados occidentales en el sureste de Asia y en el Pacífico occidental. Incluso en el norte de África los alemanes
ocuparon diversas posiciones a fin de controlar una zona que se extendía hasta pocos kilómetros de Alejandría. En un
momento determinado, Gran Bretaña pensó seriamente en la posibilidad de retirarse de Egipto. Sólo la parte del
continente africano al sur de los desiertos permaneció bajo el firme control de los países aliados, y los británicos se las
arreglaron para liquidar, sin grandes dificultades, el imperio italiano del Cuerno de África

Lo que dañó irreversiblemente a las viejas potencias coloniales fue la demostración de que el hombre blanco podía ser
derrotado de manera deshonrosa, y de que esas viejas potencias coloniales eran demasiado débiles, aun después de haber
triunfado en la guerra, para recuperar su posición anterior.

No puede sorprender que fuera en Asia donde primero se quebró el viejo sistema colonial. Siria y Líbano (posesiones
francesas) consiguieron la independencia en 1945; la India y Pakistán en 1947; Birmania, Ceilán (Sri Lanka), Palestina
(Israel) y las Indias Orientales Holandesas (Indonesia) en 1948

La zona islámica del norte de África estaba ya en plena efervescencia, pero no se había llegado aún al punto de ruptura.
En cambio, la situación era relativamente tranquila en la mayor parte del África subsahariana y en las islas del Caribe y
del Pacífico. Sólo en algunas zonas del sureste asiático encontró seria resistencia el proceso de descolonización política,
particularmente en la Indochina francesa (correspondiente en la actualidad a Vietnam, Camboya y Laos), donde el
movimiento comunista de resistencia, a cuyo frente se hallaba el gran Ho Chi Minh, declaró la independencia después de
la liberación.

La resistencia fue más desigual en el resto del sureste asiático. Los holandeses (que tuvieron más éxito que los británicos
en la descolonización de su imperio indio, sin necesidad de dividirlo) no eran lo bastante fuertes como para mantener la
potencia militar necesaria en el extenso archipiélago indonesio, la mayor parte de cuyas islas los habrían apoyado para
contrarrestar el predominio de Java, con sus cincuenta y cinco millones de habitantes.

El proceso por el que llegó a hacerse realidad la idea de un «Pakistán» separado, un nombre y un concepto inventados
por unos estudiantes en 1932- 1933, continúa intrigando tanto a los estudiosos de la historia como a aquellos a quienes
les gusta pensar qué habría ocurrido si las cosas hubieran sido de otro modo. La perspectiva del tiempo permite afirmar
que la división de la India en función de parámetros religiosos creó un precedente siniestro para el futuro del mundo, de
modo que es necesario explicarlo. En cierto sentido no fue culpa de nadie, o lo fue de todo el mundo. En las elecciones
celebradas tras la entrada en vigor de la Constitución de 1935 había triunfado el Congreso, incluso en la mayor parte de

135
las zonas musulmanas, y la Liga Musulmana, partido nacional que se arrogaba la representación de la comunidad
minoritaria, había obtenido unos pobres resultados

Fue la guerra la que produjo la ruptura de la India en dos mitades. En cierto sentido, este fue el último gran triunfo del
raj británico y, al mismo tiempo, su último suspiro. Con la excepción de Indochina, el proceso de descolonización estaba
ya concluido en Asia en 1950.

a revolución de los Oficiales Libres en Egipto (1952), dirigida por Gamal Abdel Nasser (1918-1970), y el posterior
derrumbamiento de los regímenes dependientes de Occidente en Irak (1958) y Siria fueron hechos irreversibles, aunque
británicos y franceses, en colaboración con el nuevo estado antiárabe de Israel, intentaron por todos los medios aniquilar
a Nasser en la guerra de Suez de 1956 (véase p. 360). En cambio, Francia se opuso con energía al levantamiento de las
fuerzas que luchaban por la independencia nacional en Argelia (1954-1961), uno de esos territorios, como Suráfrica y —
en un sentido distinto— Israel, donde la coexistencia de la población autóctona con un núcleo numeroso de colonos
europeos dificultaba la solución del problema de la descolonización.

De hecho en 1970 ningún territorio de gran extensión continuaba bajo la administración directa de las antiguas potencias
coloniales o de los regímenes controlados por sus colonos, excepto en el centro y sur de África y, naturalmente, en
Vietnam, donde en ese momento rugían las armas. La era imperialista había llegado a su fin. Setenta y cinco años antes
el imperialismo parecía indestructible e incluso treinta años antes afectaba a la mayor parte de los pueblos del planeta

HERF EL MODERNISMO REACCIONARIO

Herf ha llamado el modernismo reaccionario: una letal combinación de innovación científica, nuevas tecnologías
futuristas, cruzada pseudocivilizatoria y espectacular cultura de masas, como aparato ideológico que argumenta la
supremacía irrestricta de un bloque de poder que no duda en imponerse a sangre y fuego contra toda resistencia

La continuidad de la ideología modernista reaccionaria después de 1933 era mas general


que esas otras concepciones y msa importante en la explicación de la primacia de la política
ideologica durante la época de hitler. construcción de historia mitica de una batalla racial e/
arios y judíos, la sangre y el oro.
Obras de feder usan el vocabulario marxista, y hablan de la liberación del trabajo
productivo y llamaban a los pueblos de todas las naciones a unirse contra la fuerza de las
finanzas internacionales. El K creativo era una fuente de utilidad, empleo y avance
tecnológico, mientras que el capital parasitario extraía recursos nacionales en beneficio de
un numero pequeño de financieros internacionales.
La retorica anti-k de feder cayo en desgracia no Hitler cuando este desarrollo lazos mas
estrechos con algunos industriales alemanes en los últimos años de la república de Weimar.
Los nazis introducen otro giro nuevo, minetras que los judíos destruían la tecnología y
abusaban de ella , la raza nordica estaba idealemente preparada para acogerla. El get
técnico y el mito racial nazi formarían un frente común contra el materialismo judío.
El nacionalsocialismo estaba dedicado a la emancipación de la tecnología del intercambio
capitalista, una meta que mostraba semejanzas notables con el lenguaje anti-k de los
ingenieros
Oara Hitler el elemento decisivo era la ideología de la voluntad de poder, si la vida y la
politca fuesen esencialmente una lucha en la que ganara el mas fuerte, en la política entre
naciones mereciian la derrota los tecnológicamente débiles. En mi lucha, mostraba que la
humanidad se divide en tres categoría fundadores=arios, portadores=japoneses, y
judíos=destructores.

136
Su aceptación de la tecnología moderna como una expresión de la voluntad aria era
enteramente compatible con el rechazo de la ilustración y de las consecuencias sociales de
la RI y la RF.
En una era tecnológica surge el peligro de que la tecnología prive a los hombres de su alma.
El nacionalsocialismo nunca la rechaza ni lucha vs ella. La lleno de alma,discplina y la
puso al servicio de su pueblo. Mientras que la reacción burguesa era extraña a la tecnología
y la incomprendia.
La ideología nazi no endrogo a toda la población, pero actuaba como una droga para la elite
política nazi, una droga que la hacia olvidar las consecuencias catastróficas de la ideología,
las deficiencias técnicas y el liderazgo totalitario de Alemania.
Hitler era entusiata del avance técnico, pero la concepción que tenia de la innovación como
resultado de las fuerzas creativas alojadas en el alma alemana no era propicia para los
requerimientos de la investigación científica y técnica. L oque se hizo evidente durante la
guerra. Al iniciar la guerra la teconologia alemána era inferior a la de sus enemigos en
términos cuantitativos y cualtativos. Carecían de los medios técnicos para ganar la guerra
Storz sostenía que la tragedia de la tecnología alemana era que el tratado de versalles
bloqueo la expansión técnica alemana
El verdadero logro nazi consistía en haber visto que la tecnología era un fenómeno
biológico antes que un fenómeno económico. En los tiempos finales de la guerra Hitler
tenia su convicción de que los avances técnicos revertirían la situación. La tradición
modernista reaccionaria no se desvaneció bajo presiones de la guerra, sino que los nazis
usaron su lenguaje y metáforas para afirmar su rechazo a la ilustración.

Este mismo rechazo se convirtió en una barrrera a la innovación técnica e impidió que las
capacidades técnicas correspondieran a las realidades estratégicas. El nazismo era
autodestructivo, sino hubeiran evitado la guerra y perder de forma catastrófica. La tradición
modernista reaccionaria era congruente en tres sentidos: cotribuia al vigor teconologico que
hacia la guerra acepatable,preservaba un ethos anticientífico y antirracional, formaba parte
del fanatismo ideologicoo que convence a los nazis de que pueden ganar.

 KERSHAW, Ian. “Nazismo y estalinismo. Límites de una comparación” en. Le Débat. N° 89, París,
marzo-abril 1996.

Una comparación resucitada


Las comparaciones entre comunismo y fascismo se remontan a los años 20’, entre la Unión Soviética de
Stalin y la Alemania de Hitler de los 30’s. Se fundamentan en la idea de “totalitarismo”; el uso del vocablo es
impuesto al fascismo y al comunismo como antítesis de la democracia liberal.
Las características terroristas de la Alemania hitlerista y de la Rusia stalinista no harían más q alentar esta
insistencia sobre su similitud intrínseca en el curso de los 30. Luego se dejó de usar la noción en los 40, con la
invasión de la Unión Soviética por las tropas hitlerianas, y la unión de la gran alianza contra el Tercer Reich.
Luego reaparece con la guerra fría.
Si bien no había desaparecido, este concepto ha sido largamente desacreditado por intelectuales e
historiadores. Pero después del fin del imperio soviético, simbolizada por la caída del muro, ha renacido.
Comparación popular, comparación sabia
La comparación entre comunismo y fascismo se volvió común. En el ámbito académico, hubo signos de
cambios de paradigma en la historiografía al fin del sistema soviético.

137
En el centro derecha, el concepto de totalitarismo ha sido muy resistente a los cambios.
En los 80, Nolte (ex alumno de Hieddegger) vio al fascismo desde una imagen espectacular del comunismo:
“es un antimarxismo q busca destruir al enemigo elaborando una ideología opuesta, y empleando los mismos
métodos, pero en el marco de la afirmación y de la autonomía nacional”. Es decir q “sin marxismo, no hay
fascismo”.
Furet, enfrenta los tabúes, demuele los ídolos de la izquierda; en su comparación del comunismo y el
nazismo, del estalinismo y el nazismo, Furet no va lejos. Llega a pretender q la ideología fascista es menos
mentirosa q la comunista, la cual puede enmascarar su ferocidad, la “dulce idea democrática” y la ilusión de
un “porvenir nuevo” de una “humanidad nueva”
Las grandes diferencias se centran en la concepción de la propiedad privada.
Comparación teórica, comparación empírica
La comparación teórica del estalinismo y el nazismo sobre la base del concepto de totalitarismo es limitada y
superficial; y la comparación empírica es más útil para descubrir las diferencias.
El concepto de totalitarismo:
En la entreguerra, tenía la frase de los partidarios de una nueva forma de régimen político q la empleaban de
dos maneras:
Los q hacían uso estatal, q buscarían el medio por el Estado estatal de sobrepasar la división democrática del
Estado y la sociedad. Fiedrich pondría en la balanza los efectos estatales: ideología oficial, partido único de
masas, vigilancia policial de terroristas, monopolio de medios, de armamentos y de control de la economía.
El uso “militante” q privilegiaba la “movilización total”. Arendt insistiría sobre el dinamismo, la
radicalización y las tendencias antiestructurales del poder totalitario.
El concepto sin teoría:
No es una teoría, es un concepto. Furet dice utilizarlo como tipo ideal, pero es de una especie poco común.
Comúnmente a grupos genéricos sistemas políticos, como democracia, fascismo, absolutismo, feudalismo, q
tienen similitud aceptada; pero esto no sucede con el totalitarismo.
Hay dos usos del totalitarismo fácilmente confundibles:
O comparar el régimen de Stalin y Hitler.
O comparar al comunismo como forma estatal con el nazismo (o el fascismo).
Tal como argumentó Furet, el concepto de totalitarismo es extensamente estático: insiste sobre los aspectos
contrales del estalinismo pero es incapaz de describir correctamente la evolución del sistema soviético con
posteridad a los 70.
La dinámica autoritaria
El totalitarismo no conservaría ningún valor sino a condición de ver ni un conjunto estático de propiedades
comunes en los regímenes comunistas y fascistas sino una fase dinámica de ciertos sistemas autoritarios
modernos, no un sistema sino un antisistema batiente en la institución misma del Estado en lugar de reforzarla
y pretender ejercer sobre sus ciudadanos una dominación total q no es defendible más q por un espacio de un
periodo de convulsión corto.
Tanto Stalin como Hitler, su dinamismo revolucionario asociados a los objetivos ideológicos de largo plazo e
imponiendo con el aval del Estado por un grado de violencia sin precedentes, ha contribuido destruir las
estructuras ya establecidas. La falta de estructuras y la destrucción del “sistema” es una forma de unir ambos
regímenes.
Contrastes:
Para no usar totalitarismo, sería necesario otro termino para distinguir nazismo de estalinismo, considerados
juntos de las otras dictaduras modernas.

138
Los modelos conceptuales comprendidos entre el fascismo y el totalitarismo, deben basarse o deben apoyarse
en bases sanas. Los orígenes sociales y políticos diferentes de los dos sistemas reciben en gran medida en sus
divergencias sobre el plano de la ideología, de los objetivos y de las estructuras. Y una vez en el poder, el
partido nazi nunca ejerció sobre el aparato de Estado una dominación comparable a la del partido comunista
en la URSS.
El terror es el trazo q comparten ambos regímenes. Pero también presentan diferencias; el soviético estaba
inclinado hacia el interior, contra la población de la URSS, mientras q el nazi se desencadenó fuera de
Alemania.
El terror stalinista fue una continuación de la guerra civil, luego de los terribles sufrimientos de la PGM.
El terror nazi era de una naturaleza diferente. En Alemania, incluso en los 30 apuntó a las secciones más
débiles de la sociedad, víctimas de la discriminación. La sociedad estaba dividida entre aquellos q pertenecían
a la “comunidad nacional” y los q estaban excluidos de ella.
El régimen de Stalin tuvo más víctimas q el nazismo. Pero el objetivo no era la exterminación de todos los
grupos étnicos hasta el fin. La irracionalidad del terror nazi era la imagen de los objetivos irracionales del
régimen hitleriano.
Culto al jefe:
La autoridad carismática, como describió Weber, supone un jefe al que se le confía una misión heroica y al
que sus fieles dan una grandeza. Es la negación directa de la autoridad burocrática q sirve de base a todos los
sistemas estatales modernos.
Este modelo en Hilter es fácil de aplicar. Su culto fue no un subproducto del nazismo, sino su foco de
organización y su fuerza ideológica. Formaba un lazo entre las masas y la motivación ideológica de los
dirigentes.
Sin embargo, es más difícil de aplicar a Stalin, q fue el producto de otros sistemas de dominación. El sistema
soviético y su ideología marxista-leninista eran anteriores a Stalin y lo sobrevivieron; en cambio, el nazismo y
Hitler eran inseparables.
Singularidades del nazismo
El Stalinismo y el fascismo tienen lazos en común. Ambos nacieron de un conflicto contradictorio de la
sociedad burguesa liberal.
Ambos se combatieron como movimientos y como regímenes, en los 20 y en los 30.
Se enfrentaron en la guerra
El fascismo del que el nacionalsocialismo fue una de las formas, tenía raíces autónomas en la amalgama de
nacionalismo integrista, racismo y darwinismo social q se expendieron en Europa de fin de siglo.
Esto no significa q el nazismo y el comunismo sean fenómenos políticos similares en algún otro punto q no
sean superficiales, aun menos q el comunismo hay sido la causa del fascismo o q haya sido responsable del
genocidio nazi.
La ideología de Hitler se formó en el contexto de ideas pangermánicas, como respuesta de la extrema derecha
a la crisis del liberalismo y al desafío de las nociones emancipadoras. Incluso, en esa época las expresiones de
su odio a los judíos y sus primeras formulaciones de lo q debía ser uno de los objetivos de la política alemana,
tuvieron como marco un anticapitalismo populista, no el antibolchevismo. Esta amalgamación del
antibolchevismo, reduce su valor causal.
En los 20, el partido nazi fue conscientemente organizado en un “movimiento carismático”. En cuando Hitler
tomó el poder, fue el Estado mismo el q heredo la “autoridad carismática”.
En el seno de la “familia fascista”, el nacionalsocialismo alemán se mantiene único, la comparación con el
stalinismo no hace más q subrayar esta singularidad.

139
 PROST, Antoine. Historia de la vida privada. La vida privada en el siglo XX.9. Buenos Aires,
Taurus, 1991.

El trabajo
La primera gran evolución del s XX tiene lugar en el campo de trabajo. Se trata de un doble movimiento: de
separación y de especialización de espacios. Los lugares de trabajo ya no son los mismos que los de la vida
doméstica; y la vida privada ha dejado de regirse por normas de lo privado, para adoptar convenios colectivos.
La especialización de los espacios
A comienzos de siglo, trabajar en la propia casa corresponde a dos situaciones diferentes: trabajar en la casa,
pero para otro: obreros a domicilio; obreros q se desplazan para ir a buscar a casa del comerciante su trabajo.
Son obreros a destajo.
Viven muy mal y trabajan duramente. El trabajo se encuentra integrado en una esfera privada a la q termina
por absorber enteramente, confundiendo al vida y el trabajo.
El trabajo a domicilio no solo ha disminuido por razones económicas, sino también por una cuestión de
tiempo destinado a trabajar.
Trabajar en la casa para sí mismo: trabajadores independientes.
En los campesinos, comerciantes y en los artesanos, la familia es una unidad de producción autónoma, una
célula económica. En los comerciantes y artesanos, la mujer lleva las cuentas. El compromiso de toda la
familia implica una confusión relativa entre la vida privada y el trabajo productivo.
La empresa es privada: el éxito del grupo familiar se inscribe en el espacio colectivo, y se conoce su lugar en
las jerarquías locales por la extensión de las tierras q posee. Por lo q el éxito privado es también publico
El desarrollo del trabajo asalariado priva a la familia a su funcione con y a la emigración del trabajo fuera de
la esfera doméstica, lo q acompaña una socialización creciente de la función educativa y protectora. Así, la
escolarización reemplaza la familia.
El cambio del estatuto jurídico (el patrón de una pequeña empresa transforma su propiedad en sociedad de
responsabilidad limitada, incluso en sociedad anónima, y se convierte en su gerente asalariado) traduce de
hecho la disociación entre la empresa y la familia.
La indiferenciación del espacio implica la del tiempo. Cuando los clientes encontraban la puerta cerrada no
titubeaban en llamar a la ventana de la cocina en la q cenaba la familia. Pero actualmente existe una clara
frontera q separa el mundo de la vida privada del de la pública.
Trabajo y lugares de trabajo
El recinto q aísla y define a la fábrica es una construcción tardía q se erige como consecuencia de las grandes
huelgas y delimita un poder q no tenía necesidad de fronteras por cuanto nadie se oponía a él.
La polivalencia del espacio en la empresa no es únicamente el resultado de la constitución progresiva, a
merced de las circunstancias, sino q forma parte de una concepción de conjunto q ante todo define al hombre
por su trabajo. La idea de q fuera del trabajo puede haber otras actividades no solo legítimas, sino valiosas, es
una concepción moderna.
La reorganización del espacio industrial sobre planes racionales se escalona a lo largo de todo el s XX con
fases de aceleración durante las reconstrucciones q siguieron a cada guerra mundial. A ello contribuye la
difusión del taylorismo y de la organización científica del trabajo.
La especialización industrial dispone a las maquinas según un orden estricto y asigna a cada obrero un lugar.
Los espacios de circulación o almacenamiento en el interior de la fábrica se diferencian de los q se reservan a
la producción. Se refuerza el sistema de dominio del tiempo y espacio; sistema de reloj y ficheo del obrero.
El urbanismo moderno tiende hacia la especialización de barrios. Las primeras zonas industriales todavía no
son demasiado amplias. Después, el crecimiento económico incita a diseñar a gran escala: se disponen
centenares de hectáreas y las zonas industriales se convierten en zonas de actividades.

140
El trabajo femenino. La antigua indiferenciación del espacio y de las tareas y su desaparición aportan los
datos suficientes para responder a estas preguntas. En tanto q las tareas domésticas y productivas se realizan
en el seno del universo doméstico. La división sexual del trabajo no se percibía como una desigualdad, sino
como costumbre.
La especialización de los espacios rompe la igualdad conyugal y hace de la mujer una sirvienta. El trabajo
asalariado del hombre adquiere una nueva dignidad, y la mujer q permanece en su casa se convierte en una
criada de su marido. Así, la segregación de los espacios productivo y domestico transforma el sentido de la
división sexual de las tareas e introduce en la pareja la relación de amo a servidor q antaño caracterizaba a la
burguesía.

 LEFORT, Claude. La invención democrática. Buenos Aires, Nueva Visión, 1990.

Stalin y el estalinismo
Hay dos actitudes por parte de los historiadores:
La historiografía tradicional: se confunde con el de un periodo q comienza cuando se afirma la autoridad del
dictador, y q se cierra con su muerte. No se puede circunscribir dicho periodo con exactitud; no hay golpe de
Estado. Se plantea cuando comienza la era italiana, si con la muerte de Lenin, en los 30 o en 1934 o después.
Y además de la temporalidad, el otro problema es el termino stalinismo no designa al gobierno de Stalin, sino
a un ejercicio singular del poder, valores, normas, q dieron su fisonomía al régimen soviético. El término fue
forjado por trotskistas.
La de los opositores q toman por doble reflejan al marxismo y la práctica leninista. El concepto stalinismo
solo podría definirse en la esfera de la problemática marxista-leninista, con la condición de imaginar una
historia regida por el advenimiento del socialismo.
Es un compromiso entre la exigencia de la conceptualización y la perspectiva de una historia de
acontecimientos.
La idea de una ruptura en la edificación del socialismo, del paso de una política revolucionaria q lleva el
nombre de Lenin, a otra política al servicio de la consolidación de un aparato burocrático q lleva el nombre de
Stalin, se puede seguir con los acontecimientos. Pero esta ruptura está inscripta en un proceso objetivo,
anónimo, q parece escapar de los actores, y ser inevitables.
El segundo momento de la interpretación trotskista no está en la causalidad, sino en los efectos de la política
stalinista. Así, según esta lógica, el stalinismo ya no está moldeado por la historia, sino q es él el q imprime a
ésta su curso singular.
Pero ambos enfoques se yuxtaponen. Lo que Trotsky podría explicar, reconstruyendo la secuencia de
acontecimientos, es el fracaso de la revolución rusa y la formación de un régimen contrarrevolucionario de un
nuevo tipo, opositor a los intereses del proletariado; pero se traspasan los límites de la interpretación marxista
cuando se utiliza el análisis histórico para insertar en una continuidad temporal una formación política a la q
se atribuye una coherencia propia, y el carácter de obstáculo a la revolución.
Detengámonos en dos cosas de la argumentación de Trotsky: una fatalista, donde la URSS ya no tenía
posibilidad política revolucionaria en 1923; la segunda, q a falta de poder llevar a cada revolución según el
esquema de Marx, habría sido posible contemporizar con lo real, sin perder de vista los objetivos últimos. Lo
que me interesa es q el stalinismo aparece no ya como una desviación directa del marxismo, sino como
desviación de una vía que ya incluso en tiempos de Lenin, se apartaba de la vida regia de la política
revolucionaria.
La definición del stalinismo como exceso prueba ser inconsistente desde el momento en q se concedió q ya
había excesos antes de la era stalinista, por lo q solo queda distinguir entre excesos normales o excesivos.

141
El enfoque histórico-descriptivo jamás permite concebir la naturaleza de una formación política. Pero
además, deberíamos prescindir del discurso de los actores, sean stalinistas o anti, si queremos dilucidar el
sistema en q se inscriben sus concepciones y acciones y cuya lógica se les escapa.
¿Cuál es entonces el camino q proponemos? El stalinismo es en apariencia el nombre q se le da a la manera
como Stalin ejerce el poder, por extensión, a la manera en q éste es ejercido, bajo el manto de su autoridad y
en conformidad con su modelo, en toda la sociedad. Si el poder constituye el objeto privilegiado del
conocimiento de lo político, lo es en el sentido de q la definición q adquiere aquí y allá condiciona la puesta
en forma y la puesta en escena de un conjunto social.
¿Cómo caracterizar el lugar del poder bajo la dictadura de Stalin? Por un lado, no se representa ni es percibida
como transitoria; su autoridad parece inscripta en la esencia del régimen; su poder está soldado, es un poder
social, investido en un individuo. La legitimación del poder stalinista descansa en una imagen del pueblo
soviético, según la cual éste se halla presente de una manera permanente, con una presencia en todo momento
manifiesta, aun cuando para describir esa manifestación se requiere el ojo atento de sus dirigentes.
El poder no ejercer solamente una potencia de hecho; la cosa estriba en su representación. No hay distancia
entre la posición de los dirigentes y el poder, ni entre el poder de Estado y la sociedad. La noción de una
sociedad civil se desdibuja. En el interior de lo q hemos estado acostumbrados a pensar como Estado, no hay
diferenciación de principio entre ámbitos de competencia.
Al término de este breve análisis, es manifiesta la inconsistencia de la teoría de los “excesos” de Stalin o de la
“desviación” stalinista. Los rasgos q describimos gobiernan a otros, corrientemente utilizados para
caracterizar al stalinismo, y forma con ellos un sistema. La posición del poder es de tal magnitud q en el
momento de desaparecer la distinción entre Estado y sociedad civil, él se erige como dominante.
El sistema totalitario no se establece sino por la intervención de un individuo q lo excede. Este individuo es el
producto. Pero el producto es engendrado de tal manera q se desprende, se desata. Esa figura ese nombre, son
los de un individuo q, poseído por el cuerpo social, queda atrincherado en su existencia privada, y cuyas
fantasías son desatadas por la fantasía totalitaria.

VILLAN; DE LA PROSPERIDAD A LA CRISIS ECONOMICA

Para europa los años 20 son los de la reconstrucción y experimentación de nuevos


regímenes. Para USA son los de prosperidad. La difusión masiva de bienes durables como
automóviles , electrodomésticos. Productividad alta, y mayor capacidad de compra del
consumidor.
Henry Ford puede ser considerado el mas convencido y coherente partidario y
experimentador de los nuevos procedimientos. El modelo taylorista, organización y
ejecución del trabajo deben estar a cargo de personas diferentes. el perfeccionamiento de
las maquinas de herramientas y la racionalización de los procedimientos permitían no solo
el aumento de la producción sino tambien la redduccion del horario laboral y mas
remuneraciones
Desarrollo de la prensa popular, radio, cine y tv. Tiempo libre para la practica del deporte.
En nueva york la facilidad del crédito atraía la especulación. Luego la confianza tambaleo
las cosas, lo cual termino la época de la prosperidad de wall street. El quiebre causo una
drástica reducción del crédito que había alimentado el mecanismo del mercado de la nueva
sociedad de consumo. Los bancos tenían dificultades; el circulo producción-consumo se
rompia; automóviles y neveras quedaban sin vender; las fabricas cerraban o reducían el
trabajo; los obreros quedaban en el paro.
A partir de 1931 ningun país pudo sustraerse de las repercusiones.

142
La restricción al crédito se impuso como forma de controlar la especulación. El gran boom
industrial había descansado en las facilidades de crédito y en la confianza de cumplir con
los vencimientos de cuotas a largo plazo para adquirir casa, auto,etc.
La experiencia de USA sirvió para que keynes reformule su teoría y formular al trabajo y
las rentas como factores esenciales del desarrollo.
El sistema k se veía amenazado en sus raíces y desafiado por las nuevas ideologías y los
nuevos regímenes; el fascismo y el comunismo.. las consecuencias políticas inmediatas fue
la derrota del partido republicano y la propuesta del new deal de rooselvelt . keynes
apoyaría al presi.
El economista ingels dio forma científica y teorica a las ideas para regualr la economía
capitalista y recuperar el equilibrio económico con elevados niveles de empleo y
beneficios, publivaria su obra en 1936. Aumentar la demanda provoca reanudación de
inversiones y de la producción

En el ámbito global las repercusiones no fueron igualmente grave en todas partes.


Solamente las regiones totalmente excluidas o marginales del mercado internacional la
sufrieron menos pero sus economías eran muy primitivas. Fue diferente el caso de la URSS
que aunque mantenía algún intercambio con países k, se regia por un sistema económico
colectivista en el que todos los aspectos de la producción, las finanzas y la comercialización
estaban celosamente controlados y regulados por los órganos de lestado y las decisiones del
gobierno.
El motivo de la propagación tan amplia de la crisis se debe a las gigantescas dimensiones
asumidas por la producción industrial de estados unidos que cubria el 45%, además de la
influencia del dólar.
La destruccio de bienes de consumo, mientras el desempleo reducia a la miseria y el
hambre a trabajadores es un signo de las contradicciones y el desorden de la economía
capitalista y objeo de polémica entre lso críticos del sistema. Generalmente se considera
apropiado recurrir a la protección aduanera contra la propagación de crisis; para lo países
pobrees era una necesidad limitar las importaciones..
La crisis monetaria fue la ultima etapa de la descomposición de la economía mundial.
Deterioro de la situación política; japon le hace la guerra a china para salvar la
economía,Italia con economia corporativa, URSS colectivización forzosa dee empresas y
esfuerzo de industrialización.
La crisis acentuaba las diferencias, inspiraba egoísmo y los antagonismos nacionalistas,
reabría las heridas de la reciente guerra, ponía fin a esperanza de restauración pacifica y
preparaba las condiciones para el futuro conflicto. Paradójicamente el gasto militar fue la
salida mas eficaz de la crisis.
La crisis en europa echo por piso las esperanzas de restaurar la estabilidad monetaira
internacional, considerada el fundamento de la economía mundial antes de 1914. Inglaterra
abandona los principios del libre comercio internacional al que había permanecido fiel
después de 1870 cuando la mayoría de los países toman medidas proteccionistas. Promueve
un sistema de preferencias imperiales que constituía de hecho a través de los privilegios
aduaneros, un area de libre cambio entre países de Commonwealth en el cual la libra
cumplia la función de regulador monetario. Tmb había países ligados económicamente
El mundo se dividió en 3 bloques; el aureo en el continente europeo con francia a la cabeza
( los que querían continuar expresando en oro el valor de sus monedas) el bloque de la libra
(de ING), y el bloque del dólar.
143
Los países del patrón oro (fran,ita,hol,belg,sui,pol) se vieron obligados a abandonar su
politca devaluando sus monedas o adpatando medidas rigurosas de control de cambio
(iitalia y polonia). En el area de la libra, hay países como argentina y canada que pasan al
area dólar.

3.3

CASANOVA UNA GUERRA INTERNACIONAL EN SUELO ESPAÑOL


se examina nuestra guerra civil no como problema hispano sino, muy al contrario, en ese
peculiar contexto europeo que la convierte -por usar las propias palabras del autor- en
“guerra internacional en suelo español”.

En España no era solo un combate entre fascismo y democracia. Había mas, hubo muchas
contiendas; un conflicto militar iniciado cuando el golpe de estado enterro las soluciones
políticas y puso en su lugar las armas. Fue tambien una guerra de clases entre diferentes
concepciones de orden social, una guerra religiosa entre catolicismo y anticlericalismo.
No se la puede reducir a un combate entre fascismo y comunismo. Hay batallas universales,
por eso tanta gnete de otros países, obreros, intelectuales, y escritores, se sintió
emocianelmente comprometida.
Hasta que llego la segunda república, España pareció mantenerse al margen de las
dificultades y trastornos que sacudían a la mayoría de los países vecinos desde 1914. La
proclamación de la república abrió un abismo entre mundos culturales antagonicos.
Antirrepublicanismo de hombres de negocios, terratenientes, ejercito ,la iglesia.
Confederación Española de Derechas Autonomas, primer partido de masas de deracha en
España 1933. Derrotados en el 36 toman las armas. La izquierda tomara la idea de la
revolución frente a la democracia, asi como la derecha el autoritarismo. La fuerza era el
único camino para liquidar los privilegios de clase y los abusos consustanciales de poder.
El go,pe de muerte a la república se lo dieron los militares desde dentro que traicionaron la
lealtad en julio de 1936, lo cual marca la división en el ejercito. La guerra civil es una lucha
que enfrenta militares y población civil dentro de un estado. Gobierno de la república vs
militares rebeldes.
Guerra civil y proceso revolucionario se adaptarían asi a la situación de soberanía
multiple.vemos imágenes que resumían la inversión del orden. Orwell sostiene que era la
primera vez que estaba en una ciudad en donde la clase obrera ocupaba el poder. 1936
vemos colectivizaciones campesinas, en tierras que habían sido abandonadas por
propietarios o incautadas. Revolucionarios asesinaron a industriales terratenientes.
Revolución era limpiar el ambiente, aplicar el bisturí a los órganos enfermos.
La anarcosindicalista “CNT” dirigía a ese pueblo en armas. La depresión había minado la
fe en el liberalsimo y la democracia. El apoyo internacional a los dos bandos fue vital.italia
y Alemania a los militares, la URSS a la república (lo cual sirve de pretexto a las potencias
del eje para que incrementaran su apoyo a franco). Gobernantes francese e ingleses estaban
el la política de apaciguamiento, consistente en evitar una nueva guerra a costa de aceptar
las demandas fascistas.
En ese ambiente para muchos ciudadanos europeos y norteamericanos, España se convirtió
en el campo de batalla de un conflicto inveitable en el que al menos había tres
contendientes; el fascismo,comunismo yy la democracia.

144
La república quedo inicialmente sin ayuda y los militares rebeldes, carentes de legitimidad,
recibieron casi desde el primer disparo el auxilio italoaleman. Círculos
diplomáticos,aristoi,brgueses,y la jerarquía eclesiástica, apoyan la rebelión. El partido
laborista, los sindicatos y muchos intelectuales se inclinaban por la causa republicana.
El comité de no intervención compuesto por los representantes de Alemania ,Italia ,francia
e Inglaterra y la URSS fue una farsa. Nazi e italianos crean el eje roma-berlin. Nazis
intervienen con lapropaganda de guerra entre fascistas y marxistas. Usaron suelo español
como sala de ensayos.
Después de la 1GM y la revolución rusa, ninguna guerra civil podía ser ya solamente
interna. Cuando empezó la guerra civil española, los poderes democráticos estaban
intentando apaciguar a los fascismos. La república se encontró en una adversidad de tener
que hacer la guerra a militares beneficiados con la situación internacional. Dictaduras de un
solo hombre estaban sustituyendo a las democracias. La derrota de las repúblicas fue la
derrota de las democracias.

 DUROSELLE, Jean-Baptiste. Europa de 1815 a nuestros días. Barcelona, Labor, 1991.

Cap. IX “La agudización de los peligros y la segunda guerra mundial.”


De 1919 a 1933 no se creyó en absoluto en la eventualidad de una nueva guerra. Es más, se pensaba que iba a
haber un desarme general y se acató la ley que decía que se impedía la guerra.
Una política de apaciguamiento sucedió a la política de ejecución del tratado de Versalles. Se suavizaron los
pagos alemanes.
La crisis económica que conmovió al mundo acrecentó los sufrimientos de los pueblos y como consecuencia,
las tensiones.
La era de los golpes de fuerza (1933-1939)
Según Hitler, para conseguir ejecutar su programa se evitarían las negociaciones previas, se actuaría según
planes minuciosamente elaborados, ejecutados con una brutalidad total, explotando al máximo el efecto
sorpresa. De este modo se ejercería una influencia terrorífica sobre los países “decadentes” y se los obligaría a
caer.
En 1933 Alemania abandonó bruscamente la SDN y la Conferencia del Desarme, como que estaba llevando a
cabo negociaciones bilaterales con Francia sobre el desarme, Hitler irritó a este país hasta tal punto que la
ruptura, el 17 de abril de 1934, se produjo por iniciativa francesa. Desde entonces se rearmó casi
abiertamente.
En mayo Francia firmó un pacto de asistencia mutua con la URSS pacto preparado, y si bien el organizador
original murió y el que le sucedió parecía no tener tanto peso, la idea era que se estaba armando una barrera,
aunque algo débil.
Consciente de las debilidades de sus oponentes, Hitler con el pretexto de que el pacto franco-soviético violaba
el pacto de Locarno (lo cual era falso) volvió a ocupar la zona desmilitarizada de Renania en el 36.
Por otra parte, la subida al poder del frente popular en Francia distrajo la atención de los problemas exteriores.
La legítima embriaguez de un pueblo que se emancipaba le hizo olvidar que ninguna conquista social iba a
sobrevivir.
Desde el instante en que Hitler se sintió seguro de su preponderancia militar pudo pasar de la destrucción de
las cláusulas de Versalles a la etapa ulterior: la creación del Gran Reich.
Al mismo tiempo que cambiaba al canciller por otro nazi la prensa empezó a difundir como los de lengua
alemana sufrían persecuciones por parte de los checos.

145
Chamberlain se entrevistó con Hitler en 1938, y éste le hizo saber que su paciencia había llegado al límite y
que se iba a anexionar el país de los Sujetes (los q eran acosados teóricamente). A su regreso, Chamberlain
convenció a Daladier. Francia y GB ejercieron una fuerte presión sobre Checoslovaquia que se resignó, no sin
indignación por el abandono francés. Aunque Ch. le comunicó a Hitler que tenía la solución, se creyó que la
guerra era inminente. Empezó la movilización. Instigado por Chamberlain, Mussolini sugirió a Hitler una
conferencia para resolverlo en la famosa conferencia de Múnich (sept 1938). A cambio de ciertas concesiones
formales, Hitler obtuvo el país de los Sujetes. El segundo golpe de fuerza había triunfado sin que Hitler
tuviera que ir más allá de la amenaza, haciendo que Chamberlain dijera que “esta era la nueva paz”.
Por primera vez Hitler se anexionaba un territorio donde se hablaba una lengua eslava y lo convertía en un
protectorado. Pasaba de la fase del espacio alemán a la del espacio vital. Era el tercer golpe de fuerza.
Chamberlain y el gobierno de GB advirtieron que el próximo golpe de fuerza alemán Inglaterra iría a la
guerra. Stalin dio un viraje, tramando negociaciones secretas con Alemania, mientras que las negociaciones
con los occidentales se perdían en los detalles.
Hoy sabemos que el 3 de abril había dado la orden de invadir Polonia el 1° septiembre Hitler respaldado por
el acuerdo germano soviético mantuvo la fecha y el ataque. El 3 de septiembre Inglaterra y después Francia
declararon la guerra a Alemania.
La guerra europea.
Como podía preverse la muralla occidental impidió a Francia socorrer a su aliado. Polonia fue aplastada en
mes y medio, teniendo en cuenta que los soviéticos intervinieron el 17 de septiembre.
Después bruscamente el 10 de mayo de 1940 lazó su ataque por el Oeste invadiendo Bélgica y los demás
Países Bajos.
El 28 de Marzo Francia suscribió con Inglaterra un acuerdo por el que ambos países se comprometían a no
firmar por separado ni la paz ni el armisticio.
En cuanto a la guerra, la supervivencia de los británicos dependía de su superioridad naval. Su los alemanes
añadían a su marina y a la marina italiana los buques franceses, se convertían en los dueños del océano.
Ahora, la Europa continental está ocupada, Inglaterra se ha quedado sola contra el Eje, con un pequeño
ejército, una aviación insuficiente y protegida tan solo por su flota de un desembarco que se cree eminente.
En inmenso ejército alemán no cruzó las fronteras soviéticas hasta el 22 de junio (retraso porque estaban
tratando de conquistar Grecia, siendo una derrota sucesiva). Mientras que en las vastas llanuras de Rusia y
Ucrania se jugaba la suerte de la humanidad, el Japón se preparaba para la conquista de su espacio vital: este
era ante todo China.
La derrota de Francia permitió la ocupación del Tonkin, cerrando así la vía ferra del Yunnam. El gobierno
japonés decidió correr un gran riesgo ya que los EEUU iban a entrar a la guerra ¿por qué no agarrarlos de
sorpresa y destruir su superioridad naval? El 7 de diciembre de 1941 destruyeron la flota americana en Pearl
Harbor mientras que flotas de invasión desembarcaban en todo el Sudeste asiático. Tojo, al igual que Hitler
había preferido la audacia o más bien la locura.
La fase mundial de la guerra.
A partir del 7 de diciembre de 1941 se desencadenaron tres guerras, casi una independiente de la otra:
- la más dura y sangrienta fue la que enfrentó a la Wehrmacht con el ejército rojo en las llanuras de Rusia.
- la segunda anfibia, dispersa, enfrentó a los americanos y a los japoneses.
- la tercera enfrentó a los británicos y los americanos con Alemania e Italia.
En efecto, Hitler y Mussolini declararon la guerra a los EEUU casi inmediatamente después de Pearl Harbor,
intentando arrastrar al Japón en la lucha contra la URSS.
Pero la decisión esencial, tomada desde antes de Pearl Harbor, fue la de dedicar el esfuerzo principal a la
derrota de Alemania.

146
La guerra de Rusia, la “gran guerra patriótica”, para empelar la terminología soviética es la que tuvo el
esquema más simple. El invierno agarró a los alemanes, que si bien habían triunfado militarmente, no lo
podían hacer físicamente. Cuando Hitler quiso atravesar el Volga por Stalingrado, los soviéticos resistieron
increíblemente.
En efecto, en 1943 la ofensiva alemana, rota inmediatamente, se vio seguida de una ofensiva rusa. Ucrania fue
lentamente reconquistada.
En el pacífico si bien los japoneses se apoderaron de la zona de Birmania hasta las Filipinas e Indonesia luego
fueron detenidos.
En cuanto a la tercer guerra, la de Europa Occidental, el problema que se planteó a los dirigentes americanos e
ingleses fue saber dónde golpear y cuando.
En 1944 se impusieron las tesis de los americanos ya que ahora poseían los batallones más numerosos.
La resistencia comunista o no, se organizó por todas partes. En torno a los núcleos fuera de la ley se
agruparon los patriotas. En ningún país la resistencia fue mejor que en Yugoslavia, favorecida por las
montañas y el talento del jefe de los partisanos, secretario del PC, Josip Broz-Tito. Las relaciones a menudo
tensas entre anglosajones y soviéticos mejoraron de octubre de 1943 a febrero de 1945. En efecto lo
importante era asegurar la victoria y preparas la paz. Los principales acuerdos a los que se llegaron (Stalin,
Roosevelt y Churchill) era crear la organización de las Naciones Unidas y la promesa soviética de intervenir
contra el Japón tres meses después de la capitulación alemana.
Japón, víctima de las primeras bombas atómicas, atacado por los rusos en Manchuria y Corea, capituló el 2 de
septiembre.
La guerra al menos había aniquilado al fascismo, nacismo y el ultranacionalismo Japonés. Pero dejaba frente
a frente a occidentales y comunistas, con sus ideologías contradictorias y todos los conflictos q esto
implicaba.
Progresivamente, los hombres se dieron cuenta una vez más de que la victoria no lo era todo, y que la política
internacional no conseguía apartar de su destino la sombra espantosa de la guerra.

ERNEST NOLTE: “LA GUERRA CIVIL EUROPEA 1917-1945: NACIONALSOCIALISMO Y


BOLCHEVISMO”

La aparición del fascismo se debe a una reacción frenta a la revolución rusa. El bolchevismo fue temor y
modelo a seguir de los nazis.

El concepto de guerra civil implica que dentro de una nación se enfrentan dos grupos de ciudadanos armados,
insurgentes que luchen contra gobierno o que ambas dispongan de un territorio propio. Un ejemplo es la
guerra de secesión EEUU.

El partido bolchevique en 1917 llamó a los proletarios del mundo a sublevarse contra el capitalismo. Desde
este año existió un estado-URSS- y desde 1919 un partido internacional que en todas partes llamaba al
“levantamiento armado” y por ende a la guerra civil mundial. (el comunismo da el 1º paso a la guerra civil).

El partido comunista es entendido por Nolte como “un grupo orientado al levantamiento armado”. La
amenaza del llamado a la guerra civil por parte del bolchevismo generó un fenómeno nuevo, el fascismo, el 2º
y radicalmente opuesto partido de la guerra civil. Para 1922 existían dos partidos orientados a la guerra civil
que proporcionaban un fundamento ideológico para esto. Ambos se habían apoderado de un Edo y contaban

147
con partidarios. Ambos estados compartían la características de ser estados marginales(Rusia e Italia). Hacia
1929 no había rasgos de una guerra civil europea, sino dos Edos unipartidistas que habían eliminado a sus
adversarios por medio de una guerra civil, aunque en formasdistintas.

Sin embargo, con la crisis del 29 la guerra civil se instaló en Alemania. Era sobre este país sobre el que con
mayor intensidad se proyectaba la sombra de lo ocurrido en Rusia, donde un sector de la población apoyaba a
la URSS, mientras que otro al modelo fascista. Es a partir del momento en que Hitler asume el poder que se
inaugura la era del fascismo. Los movimientos fascistas tienen como condición más importante la intención
antibolchevique. Nolte no diferencia fascismo de nazismo: los agrupa a ambos bajo la etiqueta de
anticomunista, “reduciendo el antisemitismo de los nacionalsocialistas a un factor secundario”. El nazismo
fue estudiado desde distintos puntos de vista.

El enfoque más antiguo lo presenta como el revisionismo del Tratado de Versalles y el revanchismo de la
1GM. El resto de Europa, dueño de una cultura fundada en la romana, contrastaba con esta Alemania nazi,
confirmándose esta confrontación en la 2GM. Hitler y su partido sólo representaban una nueva manifestación
de la ambición pangermánica de dominar el mundo. La única solución era destruir esta concentración de
poder e integrar a los alemanes en una sociedad de las naciones, ya fuera de Europa o del mundo. Sin
embargo, ese planteo pareciera implicar que Alemania era el único país imperialista. Para el autor, paises
como GB y Fr, eran tanimperialista como Alemania; y en todas partes surgieron movimientos y partidos que
pretendían enfrentar la gran crisis de manera similar al nacionalsocialista. Desde esta perspectiva, el nazismo
dejaba de estar atado a Alemania: estaba en un contexto más amplio.

La conclusión es que el nacionalsocialismo debe entenderse, por lo tanto, como una manifestación del
fascismo. Es necesario, por lo tanto, definir este movimiento como algo nuevo derivado de circunstancias
históricas novedosas o de la reacción producida por ellas: la derrota de las potencias del centro, la Revolución
rusa, la ola socialista que se dio en Europa entre 1919 y 1920. Lo fundamental en esta concepción es la
contraposición entre el movimiento fascista y el comunismo y el socialismo.
- Nolte parte del supuesto de que la relación de Hittler con el comunismo, caracterizada por el miedo y por el
odio, rigió los criterios y la ideología de aquel, la cual solamente reflejaba los sentimientos de
contemporáneos suyos. Esta era una época en la que el comunismo había llamado al levantamiento armado.
La enemistad entre comunistas y nacionalsocialista es un componente escencial del fascismo, por lo que no se
justifica bajo ningún punto de vista la equiparación entre ambos. Por tanto solo se explica el surgimiento del
fascismo en relación con el comunismo. Laguerra civil europea se desató por la revolución bolchevique en
1917, año en que el comunismo se manifiesta como una amenaza real.

El fascismo italiano fue el primero en surgir en Europa, y su lider, Mussolini, era un ex socialista. En este
ejemplo se manifiesta la relación y oposición que existía entre ambos sectores. Hitler compartía este
sentimiento reaccionario, a lo que se le sumaban raices históricas alemanas, como la unificación
pangermánica. No obstante, muy pronto esa reacción también adquirió el aspecto de una copia, como lo
muestra la simple adopción modificada de la bandera roja (la bandera nazi era roja). Durante la guerra, los
elementos importantes del bolchevismo fueron convirtiéndose, de una manera cada vez más inconfundible, en
un modelo a seguir para Hitler. Desafío y reacción, original y copia.

Para el nacionalsocialismo, el bolchevismo fue motivo de temor y modelo a seguir al mismo tiempo. Un
motivo que contaba con un sólido fundamento en la realidad. El hecho de que el exterminio social haya sido
sucedido por un exterminio biológico, que en algunos de sus aspectos la copia haya superado la intensidad del
original, no puede definirse con términos de la vida cotidiana, como crímen.
Cuando existen poderosas emociones como odio, temor, angustia, que determinan la acción de extensos
grupos depersonas, debe hablarse de emociones básicas. Tales emociones básicas dominaron a un gran nº de

148
obreros debido a las injusticias y desigualdades del sistema capitalista; el mismo tipo de emociones básicas
también rigió a la burguesía Alemana e Italiana bien enterados del trato propinado a sus semejantes en Rusia.
Uno de los dos partidos fue anterior al otro-el bolchevique-, pero luego ambos se fueron potenciado este
sentimiento de temor y también de modelo a seguir el uno para el otro.

Sin embargo, Nolte remarca que no fue Hitler el 1º en declarar en público, desde una posición de poder, que
él y su partido no podían compartir el mundo con un grupo de personas, por lo cual había que exterminarlos.
Según el autor, cuando se habla acerca de la matanza de judíos, es un error caer en el pensamiento de que este
era un enfrentamiento entre el pueblo judío y el pueblo alemán. Este error está justificado en el hecho que en
las purgas que realizaba Stalin, el pueblo más perjudicado por ellas fueron los judíos. Por su parte, la
ideología judía era tan heterodoxa como la de cualquier otro pueblo, sin embargo, al hacer a los judíos
responsables de aquello que le provocaba temor, Hitler llevó el concepto de exterminio original de los
bolcheviques a una nueva dimensión, sustituyendo el punto de partida social por uno de carácter biológico.

 KENNEDY, Paul. Auge y caída de las grandes potencias. Madrid, Plaza y Janés, 1990.

Cap. VI “El advenimiento de un mundo bipolar y la crisis de las potencias medianas, 1919-1942”
El orden internacional de la posguerra.
Los estadistas de las mayores y menores potencias, reunidos en Paris a principios de 1919 para concertar un
arreglo de paz, se enfrentaron con una serie de problemas más complejos y más insolubles. Aunque muchos
asuntos del orden de día pudieron ser acordados e incorporados en el Tratado de Versalles la confusión que
prevalecía en la Europa Oriental, significaron que muchos asuntos no fueron fijados hasta 1920.
El cambio más impresionante en Europa fue la aparición de un racimo de Naciones Estado en tierras que
antes formaban parte de los imperio Habsburgo, Romanov y Hohenzollern.
En el caso de Alemania perdió Alsacia Lorena (con Francia), rectificaciones de fronteras con Bélgica y
Dinamarca, por la ocupación militar aliada de la Renania, y por una cantidad enorme en concepto de
reparaciones.
La conferencia de Washington de 1921-22 demostró que en las potencias de oriente y occidente tenían un
sistema internacional que de apoco se iba estabilizando a principios de los años veinte.
La súbita retirada norteamericana a un, por lo menos, relativo aislamiento diplomático, después de 1920
pareció otra contradicción de las tendencias mundiales. El escenario internacional estaría crecientemente
influenciado, sino dominado por las tres potencias en auge: Alemania, EEUU y Rusia. En vez de esto, la
primera había sido decisivamente derrotada, la segunda se había derrumbado en la revolución y conducida al
aislamiento por los bolcheviques, la tercera prefirió también retirarse del centro de la escena diplomática.
Durante los años veinte y más allá los asuntos internacionales parecieron girar alrededor de las acciones de
Francia y GB. Japón también parecía tranquilo después de la conferencia de Washington.
Así pues de manera curiosa y artificial, el mundo parecía centrado todavía en Europa. Los franceses trataron
de crear una serie de sustitutivos: fomentando la formación de un bloque de Estados “antirrevisionistas” en la
Europa oriental, manteniendo un gran Ejército y una gran Fuerza Aérea.
Fue también un período de intensa diplomacia: financiera, debido a que el problema complejo de las
reparaciones alemanas y las deudas de guerra de los Aliados complicaron las relaciones. A finales de los
veinte pareció que el escenario diplomático había vuelto a la normalidad.
Sin embargo, a pesar de estas impresiones superficiales, las estructuras subyacentes del sistema internacional
de después de 1919 eran muy diferentes de, y mucho más frágiles que, las que influyeron en la diplomacia
medio siglo antes. En primer lugar, pérdidas humanas y los trastornos económicos causados por cuatro años y
medio de guerra “total” eran enormes. Los déficits de nacimientos durante la guerra, las bajas de hombres, los
costos materiales de la guerra, la devastación del paisaje, etc.

149
Pero si algunas sociedades se vieron más gravemente afectadas por la guerra, otras perdieron poco y muchas
mejoraron su posición. Pues lo cierto es que aquella guerra moderna y la productividad industrial generada
por ella, también tuvieron efectos positivos. Los adelantos tecnológicos, los beneficios económicos de
EEUU, Canadá, Australia, América del Sur. Pero las acciones de la guerra y del bloqueo crearon sus propias
exigencias perentorias y así deformaron masivamente las pautas naturales de la producción y el comercio
mundiales (Ej: mucha demanda y producción al principio, luego siguen produciendo pero no hay demanda,
superproducción y poco ingreso).
Por último la financiación de la guerra había causado problemas económicos, ya que casi todos los E
confiaron en tomar créditos. Las deudas públicas, ahora no garantizadas con oro, se elevaron
vertiginosamente, el papel moneda fluyendo del Estado, provocó una enorme subida de los precios.
Devaluaciones competitivas de la moneda nacional realizadas en un desesperado intento de fomentar las
exportaciones, crearon simplemente más inestabilidad financiera, así como más rivalidad política.
La aparente estabilización financiera y comercial de la economía mundial a mediados de los veinte
descansaba en cimientos muchos más precarios que los que habían existido antes de la PGM.
Estas insuficiencias estructurales fueron disimuladas a finales de los años veinte, cuando grandes cantidades
de dólares salieron de los EEUU en préstamos a corto plazo a Gobiernos y municipios europeos.
La terminación de aquel boom en la crisis de Wall Street de octubre de 1929 y la ulterior reducción de los
préstamos norteamericanos, que a su vez redujeron la inversión y el consumo. La devaluación, la salida de
patrón oro, la deflación, las medidas restrictivas del comercio, fueron los diversos recursos para zafar, pero a
la vez daban un golpe al sistema mundial.
Dada la gravedad de esta depresión mundial y el fuerte desempleo causado por ella, no había manera de que
la política internacional pudiese librarse de sus terribles efectos. Las democracias más frágiles, especialmente
en la Alemania de Weimar, pero también en España, Rumania y otras partes, se doblaron bajo estas tensiones
políticas económicas. Si las democracias de Occidente capearon mejor estos temporales, sus estadistas se
vieron obligados a concentrar toda su atención en la dirección económica doméstica, en una actitud cada vez
más marcada de pordioseros.
En aquella época el orden cosmopolita mundial se había disuelto en varias subunidades rivales: un bloque de
esterlina, un bloque del oro, del yen, del dólar, etc. Las democracias no se hallaban en un estado de ánimo
propicio para cooperar en solucionar las presiones que se estaban ejerciendo para cambios territoriales en el
agrietado orden mundial de 1919.
El problema con la opinión pública después de 1919 era que muchas partes de ella no coincidían con la
indulgente visión gladstoniana y wilsoniana de un pueblo liberal, educado e imparcial, imbuida de ideas
internacionalistas, aspiraciones utilitarias y respeto por el imperio de la ley. Políticos rápidos como Loyd
George inventaron sus propios paquetes de medidas progresivas, mientras que otros más conservadores y
nacionalistas del campo Aliado era muy diferente. En su opinión, los principios wilsonianos debían ser
firmemente rechazados, mientras que la amenaza de Lenin, mucho más espantosa tenía que ser
implacablemente aplastada en su tierra bolchevique.
Pero había más. En las democracias occidentales, las imágenes de la PGM que prevalecían a finales de los
años veinte eran de muerte, de destrucción, de horror, de pérdida y de futilidad de todo aquello.
Esto significó que las relaciones internacionales durante los años 20 y 30 continuaron complicándose con las
ideologías y la continua división de la sociedad mundial en bloques políticos que solo en parte coincidían con
las subdivisiones económicas mencionadas más arriba. De una parte. Estaban las democracias occidentales de
otra parte estaba la URSS, aislada del sistema político-económico mundial, pero atrayendo a admiradores de
Occidente. Por últimos estaban al menos en los años 30 los E fascistas revisionistas de Alemania, Japón e
Italia que no solo eran anti bolcheviques sino que denunciaban también el statu quo liberal capitalista
restablecido.
La PGM aceleró las tendencias de muchas maneras. En primer lugar, la intensificada explotación económica
de las materias primas en los trópicos y los intentos de que las colonias contribuyesen al esfuerzo de guerra
de las potencias metropolitanas, causó inevitablemente que se hiciesen preguntas sobre compensaciones que
era lo mismo que hacían las clases trabajadores en Europa. Además, las campañas en el oeste, el sudoeste y el
este de África en el Próximo Oriente y en el Pacífico, suscitaron preguntas sobre la viabilidad y la

150
permanencia de los imperios coloniales en general, tendencia reforzada por la propaganda aliada sobre la
autodeterminación nacional y democracia.
Más importante aún, esta rebelión contra Occidente ya no encontraría a las grandes potencias unidas en la
hipótesis de que fuesen cuales fueren las diferencias entre ellas, existía un gran abismo entre ellas mismas y
los países menos desarrollados del globo; lo cual era muy diferente de los tiempos de la conferencia de Berlín
sobre África Occidental. Esta unidad había sido ya hecha superflua por la entrada de los japoneses en el club
de las Grandes Potencias. Y fue alcanzada al mismo tiempo por el advenimiento de las dos versiones de una
nueva diplomacia propugnadas por Lenin y Wilson, que por más diferencias que tuvieran tenían en común la
antipatía al viejo orden colonial europeo y un deseo de transformarlo en otra cosa.
Esto no significa que la colonización occidental estuviese a pronto de derrumbarse. Solo las muchas más
fuertes sacudidas ocasionadas por la SGM aflojarían realmente estos controles imperiales. Sin embargo, esta
agitación colonial tuvo cierta importancia para las relaciones internacionales de los años veinte y
especialmente de los treinta. Ante todo, distrajo la atención de algunas grandes potencias de su preocupación
por el equilibrio europeo de su poder.
La última causa principal de la inestabilidad de la posguerra fue el embarazoso hecho de que la cuestión
alemana no se había resuelto, sino que se había hecho aún más difícil e intensa. Cuando las condiciones del
arreglo de París trajeron consigo más humillaciones, gran número de alemanes denunciaron tanto el tratado de
esclavos como a los políticos demócratas de Weimar que habían aceptado aquellas condiciones.
El problema de colocar a Alemania en el lugar que le correspondía en Europa se veía agravado por la curiosa
y desequilibrada distribución del poder internacional después de la Primera Guerra Mundial. Alemania era
todavía potencialmente, después de 1919, una gran potencia de enorme fuerza, poseía una población más
numerosa que Francia y su capacidad de producción en hierro era tres veces mayor.
Por su parte, Francia mantenía sus propias y costosas Fuerzas Armadas esforzándose en convertir la Sociedad
de Naciones en una organización dedicada al status quo y poniéndose a todas las sugerencias de que se
admitiese que Alemania se armase al nivel de Francia. El otro elemento de batería francesa de armas
diplomáticas y políticas fueron sus lazos con los Estados sucesores de la Europa Oriental debido a la
dispersión geográfica de las varias poblaciones que habían estado bajo los imperios multinacionales
anteriores, no había sido posible crear en 1919 una disposición territorial que fuese étnicamente coherente.
El escenario económico en Europa oriental y central empeoraba cada vez más las cosas ya que el
establecimiento de Aduanas y de barreras arancelarias alrededor de los países recién creados aumentaba las
rivalidades regionales y obstaculizaba el desarrollo general.
Muchos de los participantes de las negociaciones de Paris de 1910 se dieron cuenta de estos problemas, pero
pensaron que la Sociedad de Naciones podía arreglar dichos problemas. EEUU no ingresó a la Sociedad de
Naciones, la URSS fue tratada como estado para y mantenida fuera de la Sociedad.
La sociedad carecía de poderes coactivos y no tenía un verdadero instrumento de seguridad colectiva. Por
ello, irónicamente, lo que hizo realmente la Sociedad de Naciones no fue disuadir a los agresores, sino
confundir las democracias.
Antes de ver cómo condujeron a la guerra las crisis internacionales de este período es importante examinar
una vez más las fuerzas y flaquezas particulares de cada una de las grandes potencias.
Los retadores
La vulnerabilidad económica de una gran potencia no se ve en parte alguna más clara que en el caso de Italia
durante los años 30. El país de Mussolini había traído desde un segundo término al primer plano del mundo
diplomático. Pero su preeminencia diplomática no fue la única medida de la nueva grandeza de Italia. Este E
fascista con su eliminación de partidos políticos facciosos, su planificación corporativista de la economía en
vez de las disputas entre el capital, su dedicación a la acción gubernamental, parecieron ofrecer un nuevo
modelo a una desengañada sociedad europea de posguerra y muy atractivo para aquellos que temían al
modelo alternativo ofrecido por los bolcheviques. Bajo Mussolini, el E se comprometió en un ambicioso
programa de modernización. También el poder militar pareció dar buenas señales del resurgimiento de Italia
(demostrado en un significativo aumento en los gastos de defensa). Desgraciadamente para estos sueños,
Italia era extremadamente débil políticamente. Gracias a la afluencia de migrados la población aumentó, pero

151
en la raíz de la debilidad estaba la continua confianza en la agricultura a pequeña escala. Otra señal de este
retraso económico era que, en fecha tan tardía como 1939 la mitad de los gastos de una familia se iban en
comida. El fascismo lejos de reducir estas proporciones con su énfasis sobre las virtudes de la vida rural, se
esforzó en apoyar la agricultura con una serie de medidas.
Dada la naturaleza relativamente atrasada de la económica italiana y la voluntad del E en no gastar dinero en
armamentos y en la preservación de la agricultura no es de extrañar que la cantidad de ahorros para
inversiones empresariales fuese muy baja. Al mismo tiempo, Italia seguía dependiendo de las importaciones y
nunca se diseñó una política por si cesaban esas importaciones.
El atraso económico también explica porque a pesar de toda la atención y esfuerzos de Mussolini a las FFAA,
su actuación y sus condiciones fueron malas y empeoraron cada día. Dada la casi irremediable debilidad de
esta economía fascista, sería irreflexivo sugerir que podía haber ganado una guerra contra otra gran potencia
propiamente tal; pero sus perspectivas eran aún más tristes por el hecho de que sus fuerzas armadas eran
víctimas de un rearme prematuro y de una rápida caída en desuso de las armas.
El factor clave era la intensa aplicación de la ciencia y la tecnología a la evolución militar que, en este
período, estaba transformando los sistemas de armas en todos los servicios: los aviones de casa, los
bombarderos, los buques, etc. En este contexto tecnológico económico es que pueden comprenderse mejor
los variados sistemas de rearme de las grandes potencias en los 30. Visto bajo la luz comparativa, el problema
italiano se hace más claro. Italia no había gastado mucho en armamentos, en términos absolutos, durante la
primera mitad de los 30.
Al cargar el acento sobre las armas y los números se ha prescindido de los elementos de liderazgo, calidad del
personal y tendencia nacional al combate, pero en el caso de Italia, estos elementos eran los q también
contribuían a la debilidad. A pesar del adoctrinamiento fascista nada había cambiado entre 1900 y 1930. El
ejército no era un arma eficaz en manos de Mussolini.
Por último, estaba el propio Mussolini, un estorbo estratégico, ya que no era como Hitler. Pero aunque su
régimen hubiese sido absoluto (también estaba el rey y el Papa) no se hubiera mejorado la posición de Italia.
En 1939 y 1940 los Aliados occidentales consideraron con frecuencia los pro y contras de que Italia luchase
con el bando alemán más que permanecer neutral.
En el mundo de los 20 y treinta, caracterizado fuertemente por prejuicios racistas y culturales, muchos
occidentales etiquetaban a los japoneses como “hombrecitos amarillos”, pero solo después de Pearl Harbor,
Malasia y Filipinas se demostró lo tonto que era este tópico de un pueblo miope, canijo y atrasado. La marina
japonesa se adiestraba bien. Las fuerzas aéreas navales y del Ejército estaban bien instruidas, disponiendo de
gran número de pilotos competentes y tripulantes abnegados.
Pero lo que distinguía a los japoneses es que poseían superioridad técnica y militar, así como bravura. A
semejanza de los que pasó en EEUU las deudas exteriores de Japón fueron liquidadas durante la guerra y
Japón se volvió acreedor. No solo se había hecho más fuerte económicamente que Italia, sino que también
había alcanzado a Francia en todos los índices de producción manufacturera e industrial.
Debido a su sistema bancario primitivo, no le había sido fácil ajustarse a su posición de nación acreedora
guante la PGM. Además, un gran aporte de la población japonesa seguía explotando la agricultura en
pequeñas parcelas. Por otra parte, cuando se recobraron la industria y el comercio japonés durante los 30 en
parte a través del rearme y en parte a través de la explotación de los mercados de Asia oriental cautiva, así
aumentó su dependencia de las materias primas de importación. La busca de la seguridad económica
evidentemente buena a los ojos de los fervientes nacionalistas y de los gobiernos militares, continuó siempre
adelante, pero con diferentes resultados.
Mientras las dos potencias navales economizaban durante los años veinte (EEUU y GB) y principios de los
treinta, Japón construyó hasta los límites del tratado, y en secreto, por encima de estos. Pero el elemento más
poderoso y eficaz servicio aéreo naval de Japón. Gracias al reclutamiento el ejército tenía fácil acceso a la
fuerza humana y podía inculcar a sus reclutas sus tradiciones de obediencia absoluta y de máximo esfuerzo
masivo (tenía más de un millón de hombres).
Su efectividad no estaba libre de flaquezas. Las decisiones de gobierno en los 30 eran desiguales y a veces
incoherentes por culpa de los choques entre las diversas facciones, las disputas entre civiles y militares y los

152
asesinatos. Por otro lado, mientras que la Marina tenía el ojo contra GB y EEUU, el ejército estaba contra la
URSS.
En 1938 la deuda nacional subió a un ritmo alarmante, al pedir el gobierno más y más crédito para pagar los
enormes gastos de defensa. Por otro lado eran extremadamente dependientes de los productos americanos,
ingleses y holandeses.
El embargo moral sobre las exportaciones de materiales aeronáuticos en junio de 1938, la derogación del
tratado comercial norteamericano-japonés en el 39, y sobre todo la prohibición de exportación de hierro y
petróleo de los ingleses, los holandeses y norteamericanos, después de apoderarse los japoneses de indochina,
dejaron bien en claro que la “seguridad económica” solo podría lograrse al precio de una guerra con EEUU.
En los años veinte, Alemania parecía ser, con mucho, la más débil y agobiada de todas las potencias que no
se sentían satisfechas con los arreglos territoriales y económicos de posguerra. Las cláusulas del tratado
hicieran que careciera de libertad de acción en los asuntos extranjeros, libertad q si tenían Italia y Japón. Si el
advenimiento de Hitler transformó la posición de Alemania en Europa en unos años es porque a pesar de sus
pérdidas todavía conservaba potencial industrial para ser la fuerza europea, además sus esfuerzos para resurgir
eran ahora diferentes y estaban mucho menos coordinados que antes de 1914.
La especialidad de Hitler tiene dos aspectos:
La naturaleza peculiar intensa y maníaca de Alemana nacionalsocialista que pretendía crear, una sociedad
racialmente purificada, una economía controlada y movilizada y una ideología de fuerza y lucha. Por otro
lado, se tiene q tener en cuenta que el régimen era inmensamente popular y absolutamente indiscutido en su
disposición de los recursos nacionales.
El estado espantosamente precario de la economía durante aquella expansión, aunque incrementó
repentinamente sus fuerzas armadas.
Si todo esto parecía imponerse desde el exterior, era decididamente poco sólido visto desde adentro. Solo
durante 27-28 estuvo un poquito mejor, hasta que llegó la crisis del 30 y la derrumbó de nuevo.
El primer problema grande fue la estructura por completo caótica de la toma de decisiones nacionalsocialista,
algo que parece que Hitler fomentó con el fin de conservar la autoridad suprema. No había un programa
nacional coherente para relacionar el aumento de armamentos con la capacidad económica de Alemania. Sin
duda hubiese existido una situación más difícil si el Gobierno no hubiese impuesto severos controles sobre el
trabajo, obligando a la industria privada a reinvertir sus beneficios en manufacturas aprobadas por el E y a
través de elevados impuestos, préstamos, etc.
Por último este frenético aumento de armamentos chocaba con la aguda dependencia de Alemania de materias
primas importadas.
Lo dicho tuvo tres consecuencias en el poder y la política alemana. La primera fue que Alemania no era en
38-39 tan fuerte como pretendía Hitler y temían las democracias occidentales. La segunda fue que debido a
que las fuerzas alemanas se habían rearmado tan rápidamente que habían puesto en grave tensión a la
economía, Hitler sentía la fuerte tentación de recurrir a la guerra para obviar aquellas dificultades
económicas. La tercera y era ¿hasta dónde podía llegar Alemania en esta política de conquista y pillaje sin
extenderse demasiado? ¿Sería capaz Alemania de enfrentarse con EEUU y GB todavía dependiente en alto
grado de materias importadas? Las pruebas sugieren que si bien estaba dispuesto a correr el riesgo de luchar
contra las democracias occidentales en 1939, Hitler esperaba que se echaran atrás una vez más y le permitiría
otra guerra.
Por otra parte, si el régimen nazi vivía de la conquista y Hitler se sentía impulsado de una rapiña a la siguiente
¿cómo y dónde podría detenerse? La pura lógica de su megalomanía implicaba que ningún otro E podía ser un
rival para Alemania en Europa, y posiblemente en el mundo.
Francia y Gran Bretaña
La posición de ambos países frente a la tormenta era de agudas y crecientes dificultades. Ambas eran
democracias libre K que se habían visto perjudicadas por la guerra y eran incapaces de volver a la rosada
economía. Si bien discrepaban sobre la manera de abordar el problema alemán, ambas eran potencias
partidarias del statu quo.

153
A principios de los 30 Francia era quien parecía la más fuerte e influyente. Diplomáticamente, tenía una
enorme influencia y su industria en el 26 estaba en auge. Incluso cuando se produjo la crisis pareció la menos
afectada, sin embargo después del 33 empezó a derrumbarse sistemáticamente. El ya flojo sector industrial
francés se vio más perjudicado cuando el gobierno del Frente Popular en el 36 impuso la semana laboral de
cuarenta horas y un aumento de salario. En el sector agrícola el exceso de producción mantenía bajos los
precios y empeoraba la ya baja renta per cápita.
Por consiguiente sería muy fácil explicar el colapso de la eficacia militar francesa en los años treinta en
términos puramente económicos. Si bien Blue trató de invertir esta decadencia en gastos por armas, hubo q
esperar al 37 para que se superasen los del 30 y la mayor parte de aquel aumento se invirtió en rearar las
deficiencias más evidentes en el Ejército de campaña y en mejorar las fortificaciones.
Con esta rápida debilitación de su economía era imposible que Francia reequipase satisfactoriamente a sus
tres FFAA.
Pero, según reconocen la mayoría de historiadores, detrás de estas dificultades económicas había problemas
políticos y sociales más profundos. El auge del fascismo en Europa, lejos de producir una unión sacral, había
causado al menos en los tiempos de la guerra civil española, nuevas divisiones entre la opinión francesa, con
la extrema derecha prefiriendo a Hitler que a Blum, y con muchos elementos de izquierda mostrándose
contradictorios. Estos choques se sumaban a la vulnerabilidad de los partidos.
Como en frecuentes ocasiones anteriores en la política francesa, todo esto afectaba las relaciones cívico
militares, ya que no había organizaciones específicas para enlazar ramas militares y no militares. Los hombres
del ejército eran grandes y no intentaban encontrar maneras alternativas de emplear nuevas armas de guerras y
menospreciaban el papel de la aviación era menospreciado. Dados estos fallos en el mando y en la
instrucción, el ejército francés encontraría sumamente difícil compensar el malestar sociopolítico del país y la
decadencia económica, si estallaba otra guerra. En los treinta estas contradicciones en la política interna de
Francia se hicieron más manifiestas. Por otro lado encontraron a la URSS reacia a colaborar con Occidente y
poco dispuesta a seguir tomando en serio el pacto franco ruso de 1935.
En tan negras circunstancias diplomáticas, militares y económicas, no es de extrañar que la estrategia francesa
se limitase esencialmente a granjearse el apoyo británico a gran escala en cualquier guerra futura con
Alemania. Sin embargo podría decirse que esta estrategia francesa de esperar a Gran Bretaña fuese una
ventaja indiscutible. Evidentemente, daba la iniciativa a Hitler que desde el 34 había demostrado
repetidamente que sabía tomarla. Desde el 19 los ingleses habían estado aconsejando a Francia que adoptase
una política más suave y conciliadora con Alemania.
Tal vez el mayor error de cálculo de Francia era q GB a finales de los 30 era capaz de ayudar a responder al
desafío alemán, como lo hizo en el 14. Si bien era una potencia, su posición era menos sustancial y segura de
lo q había sido antes: fue gravemente dañada psicológicamente por la guerra por lo que todo el fisco gira
entorno a la cuestión social.
El escenario internacional después del 19 aconsejaba precaución y no comprometerse. Si GB iba a ir a la
guerra sería por una razón que afectase a sus dominios. Por otro lado, la crisis del treinta y la caída del
gobierno laborista mostraron la vulnerabilidad económica del país. Ya en 1934 se comenzó a mejorar, y la
caída de precios de comestibles y de materias primas ayudaron al consumidor británico. La prioridad era que
el país mantuviera su posición en el mundo, lo cual significaba equilibrar los libros del Gobierno, es decir,
reducir los impuestos al mínimo y controlar los gastos del E.
Estas presiones político-domésticas y económicas hicieron que GB al igual que Francia redujese sus gastos de
defensa, solo después del 36 comenzaron a crecer los gastos de GB.
Se debe agregar que confiaban en algunos contactos razonables con el régimen nazi, mientras que aborrecían
la idea de una coalición antifascista con la URSS.
En lo económico, también se debe agregar que al bajar las reservas de oro y dólares del país, el crédito se
resintió más que nunca.
Tanto el apaciguamiento como el anti apaciguamiento tenían sus inconvenientes, solo era cuestión de elegir el
mal menor.
Las superpotencias entre bastidores

154
Una de las más grandes dificultades con las que se enfrentaban ingleses y franceses que tomaban decisiones,
era la incertidumbre que rodeaba la actitud de las dos potencias gigantes, y en cierto modo aisladas, la URSS
y los EEUU. Desde el punto de vista de Berlín y de Tokio la actitud de URSS y EEUU era igualmente
importante.
En realidad ¿Qué fuerza tenían? ¿Cuál era su importancia en el cambiante orden internacional?
Lo más difícil era intentar dar respuesta a estas preguntas en el caso de una sociedad “cerrada” como al
URSS. El punto primero y más obvio era que la fuerza de Rusia había sido reducida. La pérdida de Polonia,
Finlandia y los E bálticos había representado la de muchas instalaciones industriales del país, ferrocarriles y
explotaciones agrícolas, y la prolongada guerra civil había destruido mucho de lo que quedaba. El comercio
había desaparecido. En el 26 la producción agrícola había vuelto a su nivel antes de la guerra, a la que luego
se sumó la producción industrial. Pero era improbable que esta marcha ascendente fuera lo bastante rápida
mientras Rusia trabajase bajo su tradicional debilidad económica. La eliminación de la clase media
permanecía atascado el sector agrícola, q estaba mayormente en manos privadas. Parecía que la forma de
conseguir dinero para el Estado de Stalin era la colectivización de la agricultura, obligando a los campesinos a
formar comunas destruyendo los kulaks. El Estado se impuso así entre los productores rurales y los
consumidores urbanos y sacó dineros a todos ellos en un grado al que nunca se había atrevido al régimen
zarista. Había así dos consecuencias económicas contrarias de este intento de una “economía de mando”
socialista: la primera fue la decadencia catastrófica de la producción agrícola soviética al resistir a los kulaks
la colectivización forzada y ser eliminados después. La segunda fue fantástica, ya que al haber bajado el PBN
igualmente pudo invertir el 25% en inversiones industriales y poseer todavía sumas considerables para la
educación, ciencia y servicios armados. El aumento resultante en la producción manufacturera y en la renta
nacional fue algo sin precedentes en la historia de la industrialización. A finales de los 30 había superado a
Francia, Japón e Italia y alcanzó a GB. Sin embargo detrás de este crecimiento se escondían muchas
deficiencias, ya que en muchas industrias existía una fuerte dependencia de empresas y técnicos extranjeros.
Por otro lado si el terror hizo que mucho demostrasen lealtad también el sistema restringió en gran manera la
innovación, ale experimentación, etc. Por otro lado, produjo por demás armamento y alguno resultó
totalmente inútil.
El cambio diplomático de rumbo hacia occidente, con la entrada de Rusia a la Sociedad de Naciones en el 34
y los tratados con Francia y Checoslovaquia en el 35 no trajo el deseado fortalecimiento de la seguridad
colectiva. Durante 1938-39 la situación exterior debió parecer más amenazadora que nunca a los ojos de
Stalin. El arreglo de Múnich no solo confirmó las ambiciones de Hitler en la Europa del centro oriental sino
que reveló que Occidente no estaba preparado para oponerse a ellas y podía preferir desviar las energías
alemanas más hacia el este no era sorprendente que Stalin decidiese también seguir una política de
apaciguamiento con Berlín, aunque significara sentarse con su enemigo ideológico. El sorprendente pacto
nazi-soviético del 39 dio al menos a Rusia una zona segura en su frontera occidental y más tiempo para el
rearme, mientras que Occidente luchaba contra Alemania a consecuencia del ataque de Hitler sobre Polonia.
Todo esto hace más difícil medir el poder político de la URSS en los treinta.
El poder relativo de los EEUU en los asuntos mundiales, guante las dos guerras, estaba curiosamente en
relación inversa con el URSS y el de Alemania. Fue el único país, además de Japón, que se benefició de la
primera guerra, ya que era financiera y acreedora, disponía de K para inversiones y tuvo una importación en
ascenso.
Por otro lado el pueblo norteamericano rechazó decididamente un papel de líder en la política mundial, en
segundo lugar todos los aumentos absolutos en las exportaciones e importaciones americanas no
representaban un gran papel en la economía mundial. Por último tampoco tenían un cuerpo de guerra ni un
cuerpo civil militar para considerar los problemas estratégicos.
Sin embargo en 1937-38 parece que el propio Roosevelt se preocupó más de las amenazas fascistas, aunque la
opinión pública norteamericana y las dificultades económicas le impidieron llevar la batuta. Cuando estalló la
guerra en Europa, ninguno de los servicios estaba preparado del todo, pero si en mejor forma, relativa a las
exigencias de la guerra moderna, de lo que habían estado en 1914.
Ni siquiera estas medidas de reame perturbaron apenas una economía del volumen de los EEUU. Pero su
rápido carrera demostraba como los EEUU se estaban esforzando en compensar la diferencia de armamentos
que había sido producida por los anteriores y fuertes gastos de defensa de los E fascistas.

155
En el caso de Hitler, el problema se complicaba con su desprecio por los EEUU como potencia degenerada y
mestiza, pero sabía que tenía que apurarse para que la balanza no se equilibrara del lado anglo-francés.
El desdoblamiento de la crisis, 1931-1942
El curso de la diplomacia internacional durante los años treinta se hace mucho más comprensible. Pero está
claro que cuando surgió una crisis regional, las estadísticas de cada una de las principales capitales tuvieron
que observar dichos sucesos a la luz, tanto del más amplio escenario diplomático, como y tal vez
especialmente de sus problemas domésticos apremiantes.
Es bueno recordar que las preocupaciones de los políticos eran a menudo inmediatas y prácticas y no a largo
plazo y estratégicas.
La propia Sociedad de Naciones por muy admirables que fuesen sus principios no tenía medios eficaces para
impedir la agresión japonesa en Manchuria, como no fuesen las FFAA de sus principales miembros.
La reactivación de la amenaza alemana en 1933 aumentó las tensiones en la colaboración diplomática anglo-
francesa-americana en un momento en que la Conferencia Económica Mundial había fracasado y las tres
democracias estaban erigiendo sus propios bloques de moneda y comerciales. Pero el dictador se había
mostrado sorprendentemente dispuesto a negociar un arreglo con Polonia, ya que sabía que era
considerablemente débil que Rusia o Francia.
Pero en la segunda mitad del 35 esta animadora escena se desintegró de prisa sin que Hitler levantara un dedo.
Las diferentes maneras de ver los ingleses y franceses el problema de la seguridad se revelaron ya en la
inquietud británica ante los renovados lazos de Francia con Rusia y el enojo francés por el acuerdo anglo-
alemán. Aun así estas contradicciones eran negativas pero no catastróficas. La potencia peor afectada en los
años 1936-37 fue indudablemente Francia: no solo flaqueaba su economía sino que muchos pensaron q estaba
al borde de la Guerra Civil y que los diferentes golpes q había recibido destruían su ya complicado sistema de
seguridad (tuvieron continuas apropiaciones de territorios).
Por otro lado, la ocupación de Austria en el 39 no fue visto en primer momento como algo grave ni por
Francia ni por GB, solo lo vieron como una muestra de la afición de Hitler a las maniobras no anunciadas. Por
consiguiente, cuando Hitler comenzó a ejercer presión sobre Polonia a finales del 39 las posibilidades de
evitar un conflicto eran menos que en el año anterior y las perspectivas de una victoria anglofrancesa eran
mucho menores aún. Alemania se anexó Checoslovaquia, Italia, Albania. Todo esto condujo a las
democracias occidentales a ofrecer su ayuda y protección a Polonia, Grecia, Turquía y Rumania atando así el
destino de Occidente al de Oriente: algo totalmente ilógico. Pero la única ayuda que podía tener Polonia era
por parte de la URSS.
Así, el estallido de la segunda guerra mundial encontró a GB y a Francia opuestas una vez más a Alemania y
como en 1914, las flotas anglofrancesas imponían su bloqueo marítimo. Pero las reglas esta vez fueron
completamente diferentes y perjudiciales para los aliados: no solo había un frente oriental sino un acuerdo
entre Moscú y Berlín para repartirse Polonia. Al triunfar tan decisivamente en el 39-40 la máquina de guerra
alemana aumentó en gran manera los recursos disponibles. No solo saqueaba sino que la debilidad de sus
derrotados enemigos significó un pequeño desgaste en sus tropas.
Si la guerra hubiese continuado simplemente con estos tres beligerantes es difícil decir lo que hubiese podido
durar. Entonces la fatídica decisión de Hitler de invadir Rusia en junio del 41 cambió todas las decisiones del
conflicto
Diciembre del 41 marcó el segundo momento crucial en una guerra que se había hecho ahora mundial. Los
contraataques rusos alrededor de Moscú en aquel mismo mes confirmaron que, al menos allí, la Blitzkrieg
había fracasado.
En realidad dentro de otro año estaría al fin a punto de realizarse la previsión de Tocqueville de 1835
referente al surgimiento de un mundo bipolar.

 HOBSBAWM, Eric. El Siglo XX. Barcelona, Critica, 1995.

156
Capítulo IV. La caída del Liberalismo.
I. De todos los acontecimientos de la era de las catástrofes, el que mayor impresionó a los sobrevivientes del
s XIX fue el hundimiento de los valores e instituciones de la civilización liberal:
El rechazo de la dictadura y del gobierno autoritario.
El respeto del sistema constitucional con gobierno libremente elegidos y asambleas representativas q
garantizaban el imperio de la ley.
Un conjunto de derecho y libertades de los ciudadanos, de expresión y opinión.
Hasta 1914, estos valores solo eran rechazados por la Iglesia católica, por algunos intelectuales rebeldes. La
ignorancia y el atraso de las masas, su decisión de destruir la sociedad burguesa mediante la Revolución
social, la irracionalidad latente, era motivo de alarma. Sin embargo, el movimiento obrero socialista defendía
la teoría y la práctica, la razón y la ciencia; lo que rechazaba era el sistema económico, no el gobierno
constitucional. Sin duda las instituciones de la democracia liberal habían progresado en la esfera política y
parecía q el estallido de la barbarie del 14 al 19 había servido para acelerar ese proceso.
Pero en casi todos los países, el gobierno constitucional liberal estaba instaurado para 1920; sin embargo, hay
q recordar q éstos eran países de Europa y América, y q la tercera parte del mundo se encontraba bajo el
dominio colonial.
La mayor parte del planeta, tras los 20 hasta la SGM se va corriendo hacia la derecha. Los sistema
constitucionales se Irán desvaneciendo. La era de las catástrofes conoció un claro retroceso del liberalismo
político, q se aceleró notablemente cuando Hitler asumió el cargo de canciller de Alemania (en 1920, había 35
gobiernos constitucionales; en 1938, y en 1944, 12).
El temor de la Revolución social y el papel q pudieran desempeñar en ella los comunistas estaba justificado,
pero en los 20 años de retroceso del liberalismo ni un solo régimen democrático-liberal fue desalojado del
poder desde la izquierda. El peligro procedía de la derecha, q era una amenaza para el gobierno constitucional
y una amenaza ideológica para la civilización liberal como tal.
Las fuerzas q derribaron regímenes liberales democráticos eran de 3 tipos:
Todas eran autoritarias y hostiles a las instituciones políticas liberales, contrario a la Revolución social;
tendían a favorecer al ejército y a la policía, es decir, la coerción física.
Todas tendían a ser nacionalistas; o por resentimiento a estados extranjeros, por haber perdido la guerra o por
no haber podido formar un imperio, además de ser una forma de adquirir legitimidad y popularidad entre las
masas.
Pero existían diferencias entre ellas:
Los autoritarios o conservadores de viejo cuño: carecían de ideología concreta, más allá del anticomunismo.
Si se aliaron a Alemania hitleriana o al fascismo fue por la coyuntura de entreguerras y la tendencia hacia la
derecha.
Los estados orgánicos: una segunda corriente de derecha, o sea, regímenes conservadores q, mas q defender el
orden tradicional, recreaban sus principios como una forma de resistencia al individualismo liberal y al
desafío q planteaban el movimiento obrero y el socialismo. Estaban animados por la nostalgia de una sociedad
feudal de Edad Media, con clases pero con el peligro de la lucha de clases.
Siempre se consideraron superiores a la democracia, aunque generalmente se los asociaba al autoritarismo y
estados gobernados desde arriba por burocracias. Anulaba la democracia electoral, sustituyéndola por
correctivos corporativos. (Ej.: Portugal de Salazar; Austria del 34 hasta Hitler, y España de Franco).
Aunque los orígenes y las inspiraciones de este tipo de regímenes reaccionarios fuesen más antiguos q los del
fascismo, no había una línea de separación entre ellos, porque compartían los mismos enemigos y los mismos
objetivos. Así, la Iglesia, no solo no era fascista sino q por hostilidad hacia los estados laicos con pretensiones
totalitarias debía ser considerada como adversario al fascismo.

157
La era fascista señaló un cambio de rumbo en la historia del catolicismo porque la identificación de la iglesia
con una derecha cuyos principales exponentes eran Hitler y Mussolini creó varios problemas morales y
políticos.
II. Movimientos fascistas:
El italiano: dio nombre al fenómeno, y fue la creación de un periodista socialista renegado de Mussolini. No
tuvo un gran éxito internacional, a pesar de q intentó inspirar y financiar movimientos similares.
El hitleriano. Fue el gran impulsor del fascismo a nivel mundial, como suerte de equivalencia de derecha
opuesta al comunismo. Si Alemania no hubiera alcanzado una posición de potencia mundial de primer orden,
el fascismo no hubiese alcanzado influencia fuera de Europa.
No es fácil decir qué tenían en común las diferentes corrientes del fascismo desde 1933, aparte de su
aceptación por la hegemonía alemana. La teoría no era el punto fuerte de unos movimientos que predicaban la
insuficiencia de la razón y del racionalismo y la superioridad del instinto y la voluntad. El fascismo compartía
el nacionalismo, el anticomunismo, el antiliberalismo con otros elementos no fascistas de la derecha.
La principal diferencia entre la derecha fascista y la no fascista era q la primera movilizaba a las masas desde
abajo. Pertenencia a la era de la política democrática y popular q los reaccionarios tradicionales rechazaban.
El fascismo se complacía con los movimientos de masas y las conservó simbólicamente. Los fascistas eran
los revolucionarios de la contrarrevolución.
Los principales movimientos fascistas no recurrieron a los guardianes históricos del orden conservador, la
Iglesia y la monarquía. Por el contrario, intentaron suplantarlos por un principio de liderazgo nuevo encarnado
en el hombre hecho a sí mismo y legitimado por el apoyo de las masas, y por ideologías laicas.
Hostil a la Ilustración y a la revolución francesa, el fascismo no podía creer en la modernidad y el progreso,
pero no tenía dificultad en combinar un conjunto de creencias con la modernización tecnológica en la
práctica.
Es necesario explicar esa combinación de valores conservadores, de técnicas de la democracia de masas y de
una ideología innovadora de violencia irracional, centrada en el nacionalismo: ese tipo de movimientos no
tradicionales de la derecha radical habían surgido en varias partes de Europa y en contra del socialismo
obrero, y también en contra de los movimientos migratorios mundiales.
Ya a fines del XIX se vislumbraba la xenofobia q caracterizaría al XX, de la q el racismo pasó a ser la
expresión habitual. Esos sentimientos encontraron su expresión en el antisemitismo; los judíos estaban en
todas partes y podían simbolizar lo más odios de un mundo injusto. Podían servir como símbolos del odiado
capitalista/financiero; de agitador revolucionario, de intelectuales desarraigados; de profesionales o de
extranjeros intrusos. Y además, de ser los cristianos que habían matado a Jesucristo.
Pero no debe asociarse ataques a judíos como necesariamente antisemitas. El antisemitismo agrario de Europa
central y oriental, donde en la práctica el judío era el punto de contacto entre el campesino y la economía
exterior de la q dependía su sustento, era más permanente y explosivo.
Existe una continuidad entre el antisemitismo popular origina y el exterminio de los judíos mediante la SGM.
Éste dio un fundamento a los movimientos fascistas de Europa Oriental. Es un error confundir el racismo de
los populistas norteamericanos o el chauvinismo de los republicanos franceses con el protofascismo, pues
estos eran movimientos de izquierda. En los países centrales del liberalismo occidental (GB, Francia, EEUU)
la hegemonía de la tradición revolucionaria impidió la aparición de movimientos fascistas.
Desde los 60, la xenofobia y el racismo político de Europa occidental es un fenómeno q se da entre los
trabajadores manuales. Las capas medias y las medias bajas fueron la espina dorsal de esos movimientos
durante el fascismo. Eso no quiere decir tampoco q el fascismo no tuviese el apoyo de clases obreras menos
favorecidas. Sin embargo, dado q el fascismo tenía dificultades para atraer a los elementos tradicionales de la
sociedad rural, y q era el enemigo jurado de las ideologías identificados con la clase obrera organizada, su
principal apoyo era en las clases medias.
Durante el periodo de entreguerras, la alianza “natural” de la derecha abarcaba desde los conservadores
tradicionales hasta el sector más extremo de la patología fascista, pasando por los reaccionarios de viejo cuño.
Las fuerzas tradicionales del conservadurismo y la contrarrevolución eran poco activas, aunque fuertes. El

158
fascismo les dio una dinámica. De la misma forma q desde 1933 el dinamismo de los comunistas ejerció un
atractivo sobre la izquierda desorientada y sin rumbo, los éxitos del fascismo, sobre todo desde la subida al
poder de los nacionalsocialistas de Alemania, lo hicieron aparecer como el movimiento del futuro.
III. El ascenso de la derecha radical después de la PGM fue una respuesta al peligro, o más bien la realidad,
de la revolución social y el fortalecimiento de la clase obrera, y a la revolución de octubre y al leninismo en
particular. Sin embargo, hay q matizar esta afirmación:
subestima el impacto q la primera guerra mundial tuvo sobre un importante segmento de las capas medias y
bajas, los soldados o los jóvenes nacionalistas, q después del 18 comenzaron a sentirse defraudados por haber
perdido su oportunidad de acceder al heroísmo.
La reacción derechista no fue una respuesta al bolchevismo como tal, sino a todos los movimientos, sobre
todo los que la clase obrera organizaba, q amenazaba el orden vigente de la sociedad. Lenin era símbolo de
esa amenaza, mas q una plasmación real. La amenaza del ascenso de la clase obrera.
Ahora bien, hay q explicar por qué la reacción de la derecha después de la PGM consiguió sus triunfos
revestida con el ropaje del fascismo, puesto q antes del 14 habían existido movimientos de ultraderecha q
hacían gala de un nacionalismo y de una xenofobia histéricos, q idealizaban la guerra y la violencia,
antiliberales, antidemócratas, antiproletarias, antisocialistas, antirracionalistas, q soñaban con el retorno de los
valores q la modernidad había destruido. Lo que dio oportunidad de triunfar después de la PGM fue el
hundimiento de los viejos regímenes, y con ellos de las viejas clases dirigentes y de su maquinaria de poder,
influencia y hegemonía.
El fascismo no fue necesario cuando una clase dirigente nacionalista se hizo con el poder en los países q
habían conquistado su independencia. En entreguerras, era la retórica lo q identificaba con el fascismo a la
derecha antidemocrática europea.
Las condiciones óptimas para el triunfo de esta ultraderecha extrema eran un estado caduco cuyos
mecanismos de gobierno no funcionaban correctamente; ciudadanos q no sabían en quien confiar y
movimientos sociales revolucionarios que amenazaban.
Sin embargo, el fascismo no “conquistó” el poder en ninguno de los dos estados fascistas. En ambos, el
fascismo accedió al poder con la connivencia del viejo régimen. La novedad del fascismo consistió en q, una
vez en el poder, se negó a respetar las viejas normas del juego político, y cuando pudo impuso la autoridad
absoluta.
Debemos rechazar dos tesis sobre el fascismo:
No hubo una revolución fascista, sustentada por liberales.
El fascismo no fue la expresión del capitalismo monopolista o del gran K, sustentada por el marxismo
ortodoxo.
1) Los movimientos fascistas tenían elementos característicos de los movimientos revolucionarios, en tanto
querían transformar la sociedad. Pero no tuvieron ningún predicamento. Lo que sí consiguió el
nacionalsocialismo fue depurar las viejas elites y las estructuras institucionales imperiales. Solo el viejo
ejército prusiano organizó, en 1944, una revuelta contra Hitler.
Esta destrucción hará posible la construcción de la República Federal Alemana sobre bases más sólidas que la
República de Weimar (18-33), q no era más q el imperio derrotado sin el Káiser.
El gran logro de Alemania fue haber sobrevivido a la crisis del 30, gracias al antiliberalismo de los nazis (no
al libre mercado).
Ahora bien, el nazismo, mas q un régimen nuevo, era el viejo, renovado y revitalizado. Era una economía K
no liberal q consiguió una sorprendente dinamización del sistema industrial. Los resultados económicos
tuvieron consecuencias en la guerra, donde resultó débil. Era un régimen discursivamente fascista, pero q
defendía los intereses de las clases viejas dirigentes.
El fascismo italiano, q continuó el proceso de unificación nacional del s XIX, consiguió logros importantes.
Mussolini inspiró a Hitler; sin embargo, fue también una anomalía entre movimientos derechistas, por su
desinterés hacia el racismo antisemita y por su tolerancia.

159
2) el fascismo no era la “expresión de los intereses del capital monopolista”.
Sin embargo, hay q reconocer q el fascismo presentaba algunas ventajas para el K q no tenían otros
regímenes.
Eliminó o venció a la revolución social izquierdista.
Suprimió los sindicatos obreros.
Destruyó los movimientos obreros
Dinamizó y modernizó las economías industriales, aunque no tuvo tan buenos resultados como las
democracias occidentales en la planificación científico-tecnológica a largo plazo.
IV. Sin dudas, fue la gran depresión la q le permitió al fascismo alcanzar un lugar relevante. Pero ni siquiera
la gran depresión habría dado al fascismo la fuerza y la influencia q poseía en los 30 si no hubiera llevado al
poder un movimiento de este tipo en Alemania, un estado destinado por su tamaño, su potencia económica y
militar, y su posición geográfica a desempeñar un papel político de poder orden en Europa con cualquier
forma de gobierno. Pero aunque en los 30 la influencia del fascismo se dejase sentir a escala mundial, entre
otras cosas porque era un movimiento impulsado por dos potencias dinámicas y activas, fuera de Europa no
existían condiciones favorables para la aparición de grupos fascistas.
Japón, no era fascista. El fascismo europeo no podía ser reducido a un feudalismo oriental con una misión
nacional imperialista. Pertenecía esencialmente a la era de la democracia y del hombre común, y el concepto
mismo de “movimiento”, de movilización de masas por objetivos nuevos, tal vez revolucionarios, tras unos
líderes autodesignados no tenía sentido en el Japón Hirohito.
En cuanto a los estados y movimientos q buscaron el apoyo de Alemania e Italia, en particular en la SGM
cuando la victoria del Eje parecía inminente, las razones ideológicas no eran el motivo fundamental de ello.
Es innegable el impacto ideológico del fascismo europeo en el continente americano. Sin embargo, fueron
muy diferentes los modelos europeos de los logros políticos de unos hombres q reconocían su deuda
intelectual para con Mussolini y Hitler.
V. ¿Cuál era la cusa de q el liberalismo retrocediera en el período de entreguerras, incluso en aquellos países
q rechazaron el fascismo? Los radicales, los socialistas y los comunistas occidentales de ese periodo se
sentían inclinados a considerar la era de la crisis mundial como la agonía final del sistema K. El K no podía
permitirse seguir gobernando mediante la democracia parlamentaria, y con una serie de libertades q habían
constituido la base de los movimientos obreros reformistas y moderados. La burguesía se veía ahora obligada
a recurrir a la violencia, esto es, algo similar al fascismo.
Entre 1918 y el estallido de la guerra las condiciones básicas de aceptación de un estado y de un sistema
democrático no habían llegado. El miedo a la revolución era tan intenso q la mayor parte de Europa oriental y
suroriental, así como en el Mediterráneo, no se permitió q los partidos comunistas emergieran de la ilegalidad.
La principal razón de la caída de la República de Weimar fue q la Gran Depresión hizo imposible mantener el
pacto entre el estado, los patronos y los trabajadores organizados. La industria fue imponiendo recortes. Por
contraste, es innegable q la estabilidad democrática tras la SGM fue posible por la nueva República Federal
Alemana, gracias al modelo económico de redistribución.
El compromiso y el consenso tienden a prevalecer. Pero, como lo demostró la Gran Depresión, esto es solo
una parte de la respuesta. Una situación similar llevó al hundimiento del sistema parlamentario y a la
candidatura de Hitler. La gran depresión no supuso la suspensión automática o la abolición de la democracia
representativa. Fue solo en América Latina, en la q la economía dependía de las exportaciones de bienes
primarios, donde la crisis golpeó fuerte y se desencadenaron golpes militares.
La vulnerabilidad de la política liberal estribaba en q su forma de gobierno, la democracia representativa,
demostró ser una forma poco convincente de dirigir los estados, y las condiciones en la era de las catástrofes
no le ofrecieron condiciones q podían hacerla viables: falta de consenso y solidez de los ejemplos
democráticos de la época.
Poco nivel de compatibilidad entre los diferentes componentes de “pueblos”. La democracia era viable allí
donde el voto democrático iba más allá de las divisiones de la población nacional. Sin embargo, en una era de

160
revoluciones y de tensiones sociales, la norma era la lucha de clases trasladada a la política y no la paz entre
las diversas clases.
La tercera condición q hacia posible la democracia era q los gobiernos democráticos no tuvieran q
desempeñar una labor intensa de gobierno. Pero en el s XX era importante la gobernabilidad de los estados.
Riqueza y prosperidad. Las democracias de los años 20 que quebraron bajo la tensión de la revolución y la
contrarrevolución (Hungría, Italia, Portugal) o de los conflictos nacionales (Polonia y Yugoslavia).
En estas circunstancias, la democracia era más bien un mecanismo para formalizar las divisiones entre grupos
irreconciliables. Pero en los periodos de crisis, los costos del sistema parecían insostenibles, y sus beneficios,
inciertos. El retroceso de la democracia parecía inevitable.

Capítulo V: Contra el enemigo común.


Alemania – país donde la ideología determinaba su política y sus ambiciones. Era una potencia fascista.
1930 posibilidad de una guerra ideológica
Internacional: Todo occidente respondió
Civil: Enfrentamiento pro y anti fascista.
A su vez se manifestaba la debilidad de las democracias liberales, que a su vez daba fuerza a los argumentos y
fuerzas del fascismo. La URSS era el único país que podía resistir abiertamente, por lo que vacilaban en
criticarla e iba ganando, progresivamente, cada vez más adeptos.
La unidad antifascista se dio por un triple llamamiento: las fuerzas políticas de interés común, la política de
resistencia, y los gobiernos que practican esa política.
Todas estas fuerzas debían permanecer unidas. Era lo más difícil de lograr debido a lo diferentes que eran.
Primero el comunismo estuvo contra la socialdemocracia, luego serían los enemigos sistemáticos y eficaces
del fascismo.
La Internacional Comunista y Stalin proponen un Frente Nacional sin importar la ideología, para que uniendo
fuerzas se puedan enfrentar al fascismo.
Los frentes populares significaron entonces la unión del centro y de la izquierda. Mientras que Francia y
España tuvieron mucha más voluntad, GB se vio sin iniciativa.
En 1930 la izquierda estaba debilitada electoralmente.
Los antifascistas primero eran minorías, intelectuales exiliados sobre todo. Lentamente se empezaron a ver
como los campos de concentración funcionaban como herramientas de disuasión. Pero para los que no
estaban en políticas no pasaba cosas tan atroces.
Por esto todos los países tenían que unirse, era una resistencia que se presentaba como lógica.
Los países conservadores no veían mal una guerra germano soviética, así los dos países se verían debilitados
y se sacarían de encima tanto a los fascistas como a los comunistas.
En 1939 Stalin concreta un pacto de no agresión con Alemania, con fundamentos en su miedo.
La democracia liberal hizo todo más lento en cuanto a decisiones tal vez impopulares. En Francia y GB las
democracias liberales se deterioraron por el recuerdo de la Primera Guerra Mundial, cosa que era necesario
evitar. La guerra era el último recurso de la política, aunque esto es diferente a no luchar. Se ve así que si bien
la PGM fue un trauma para todos, fue peor para GB y Francia.
Si bien la izquierda se resistía a la guerra, bien sabía que para resistir necesitaba armas.
Para Francia y GB la salida se iba a hacer mediante las negociaciones aunque suponga hacer concesiones.
Esto era algo imposible! Lo irracional e ilimitado de la política del Nacionalsocialismo y Hitler lo
demostrarían pronto.

161
La política de apaciguamiento fue consecuencia de la falta de realismo, fue algo imposible de concretar.
Terminó en una declaración de guerra a Hitler debido a su política desde el pacto de Múnich.
Lo único que podía hacerse era preparase para la guerra lo mejor posible. Pero no se hizo. La influencia de
terrores, prejuicios y esperanzas fue demasiado fuerte.
El statu quo se hacía cada vez más insoportable. Era: o el fascismo o la revolución social y el bolchevismo.
En 1930 debate transnacional. La guerra civil española significó la expresión suprema del enfrentamiento
global.
En España en el 31´ liberales; en el 33´ conservadores; y en el 36´ Frente Popular. El golpe fue dado por la
derecha, la Iglesia y los monárquicos vs los liberales y los comunistas, pero este fue un mal momento para el
golpe, ya que la victoria democrática del Frente Popular hizo insurreccionar a las masas. Así este triunfo
electoral suscitó una reacción inmediata por parte de los antifascistas, aunque no de los gobiernos antifascistas
sino de los medios de opinión, es decir solo la izquierda extrema y los liberales. Solo la URSS envió ayuda,
mientras que el resto se mantuvo más cauto.
Esta oposición al golpe fue lo que frenó la destrucción de la izquierda. Para quienes luchaban contra el
fascismo, España era su frente de batalla.
Si bien la Guerra Civil se caracterizó por su resistencia a la derrota, esto fue su propia debilidad, saber que ya
estaban derrotados. A su vez, la República estaba muy dividida como para sobrevivir.
Así, la guerra civil preparó las estructuras para destruir al fascismo y dio la estrategia política de la SGM: la
alianza de los Frentes Nacionales. Esto fue posible solo porque se borraron las diferencias entre los pro y anti
Octubre. No tenían que defender la revolución social, sino la democracia.
En 1941 Alemania invade la URSS. Así se da la alianza entre el K y el Comunismo, y la lucha contra el
fascismo se hizo totalmente global.
La legitimidad de los países que resistían, aunque no sirvió tanto, fue algo político y moral. Por esto durante
el 45 y 47 el Comunismo alcanzó su mayor influencia.
El comunismo era el partido político de vanguardia, preparado para resistir en citaciones extremas. Su
internacionalismo dogma y convicción lo beneficiaban. Se sumaba su valentía y la determinación.
Por otra parte, lo que decía Stalin era que no había que hacer la revolución, sino que se debía concretar una
alianza antifascista global del K y comunismo. Lo efímero de esta idea se vería en la Guerra Fría. Además
agregaba que ahora, el socialismo quedaría limitado a la URSS.
El ideal de la alianza de Stalin no fortaleció, sino que mostró la fuerza y amplitud del fascismo. Por otro lado
el anti-imperialismo y el antifascismo no lucharon juntos (aunque deberían de haberlo hecho). Si bien los
primeros fueron apoyados por la URSS y el Comintern, al ser minoría, el antiimperialismo terminó acercando
al antifascismo ya que veían en la posguerra un futuro de transformación social.
La derrota de Alemania y Japón no dejó amargura, ya que se había extendido a pocos países y a una minoría
de personas.
Aunque el antifascismo tuviese una movilización heterogénea y transitoria, consiguió unir a un amplio
espectro de fuerzas. Al fin, los ideales no eran tan diferentes entre el K, comunismo y los países del tercer
mundo: igualdad de derechos, y no a la supremacía del mercado (para el K y los del tercer mundo tenía que
haber intervención estatal mientras que para el comunismo debía existir planificación.
Cuando desapareció el fascismo, el K y comunismo se hicieron enemigos íntimos.

UNIDAD 4

ARRIGHI EL CUARTO CICLO SISTEMICO DE LA ACUMULACION

162
La belle epoque de la era eduardiana marco el punto maxim° del imperialismo britanico del libre comercio.
La riqueza y el poder de las clases propietarias, no unicamente de Gran Bretana, sino de todo el mundo
occidental, habian alcanzado cotas sin precedentes.

Como hemos observado anteriormente, el aumento de los precios de mediados de la decada de 1890 curd la
enfermedad de la burguesia europea, invirtiendo la tendencia a la baja de los beneficios de los veinticinco
afios anteriores. Con el tiempo, sin embargo, la curs resulto ser peor que la enfermedad. El aumento de
los precios se bash fundamentalmente en el incremento de la intensificacion de la carrera de
armamento entre las grandes potencias europeos. Como tal, esta reflejaba no la supresion de la intensa
competencia intercapitalista vigente durante la Gran DepresiOn de 1873-1896, sino el cambio de su
escenario primario de actuacion, ya que dejaba de operar en el Ambito de las relaciones interempresariales
para pasar a desenvolverse en la esfera de las relaciones interestatales.

Durante el medio siglo que precedi° a la I Guerra Mundial, el imperio bri-tanico de ultramar y la India
en particular se habian hecho alas esenciales que nunca para la autoexpansian del capital britanico a
escala mundia[.Estados Unidos fue el pais querecibio la mayor pane de estas inversiones y que
proporciono a los inversores britanicos el mayor contingente de titulos sobre los activos e ingresos
futuros del mismo. Asi, entre 1850 y 1914, la inversion extranjera y el endeudamiento a largo plazo de los
Estados Unidos totalizaron tres billones de &tares

Al final de la guerra, por consiguiente, los Estados Unidos habian recom-prado a precicr de saldo
algunas de las enormes inversiones que habian constituido la infraestructura de su economia domestica
durante el siglo XIX y, ademas,habia acumulado ingentes creditos de guerra. Por otro lado, en los
primeros arios de la guerra, Gran Bretaria habia concedido prestamos a sus aliados mas pobres,
fundamentalmente Rusia, mientras que los Estados Unidos, todavianeutrales, tuvieron las mans fibres
para acelerar el desplazamiento de Gran Bretaria en America Latina y otras partes de Asia como
principal inversor ex-tranjero e intermediario financiero.

El control sobre una pane substancial de la liquidez mundial no dotaba a los Estados Unidos del poder
de administrar el sistema monetario mundial. Si atendemos a sus recursos organizativos, las institutions
financieras estadounidenses simplemente no se hallaban a la altura de La tarea. Esta redistribution de
poder e influencia, sin embargo, no cambia el modo de funcionamiento del sistema monetario
mundial. Wall Street y la Reserva Federal de Nueva York simplemente se unieron a la City de Londres y
al Banco de Inglaterra para mantener y aplicar el patron•or° internacional, cuyo principal beneficiario
habia sido y seguia siendo Gran Bretana.

La comunidad financiera de Nueva York habia estimulado y sostenido, mediante su apoyo al patrOn-
oro internacional, los intentos efectuados por Londres, en Ultima instancia fittiles, para seguir siendo
el centro de las finanzas mundiales.

A lo largo de la decada de 1920, la mayoria de los gobiernos occidentales compartieron la conviccion de


que inicamente el restablecimiento del sistema monetario mundial anterior a 1914, «esta vez sobre
fundamentos solidos,, podria restaurar la paz y la prosperidad. Sea cual fuere su orientaciOn
ideologica, los gobiernos nacionales adaptaron sus politicas fiscales y monetarias a la salvaguarda de la
moneda, mientras se celebraban innumerables conferencias internacionales, de Bruselas a Spa y
Ginebra, de Londres a Locarno y Lausana, para crear las condiciones politicas propicias para la
restauracion del patron-oro

163
lronicamente, sin embargo, este esfuerzo concentrado, en lugar de revitalizar el sistema monetario
mundial anterior a 1914, precipit6 su crisis terminal. Todo el mundo se mostraba de acuerdo en que la
estabilidad de las monedas dependia en ultimo termitic) de la liberalizacion del comercio

El objetivo de conseguir monedas estables bajo la presiOn de la «huida de capitales, convirtio


finalmente el estancamiento del comercio y de la producciOn mundiales de la decada de 1920 en la
recesion de principios de la decada de 1930. A lo largo de la primera de estas decadas, la productividad
continuo creciendo mas rapid° en los Estados Unidos

Un pais tras otro, enfrentados a las repentinas reclamaciones o a la huida de los fondos a corto plazo, se
vio forzado a proteger su moneda, bien recurriendo a la depreciacion, Bien al control de cambios. La
suspension de la convertibilidad en oro de la Libra britanica en septiembre de 1931 condujo a la
destruccian final de la red independiente de transacciones comerciales y financieras de alcance mundial
sobre la que reposaban las fortunas de la City de Londres. El proteccionismo comenzo a ser rampante, se
abandono el objetivo de disponer de monedas estables y el gcapitalismo mundial se retird a los ighles de
las economias de su Estado-nacion y de sus imperios asociados.Esta es la «revolucion mundialg que Karl
Polanyi rernitiO a la grotura del hilo de oro.

A finales de la II Guerra Mundial, ya habian ernergido los principales contornos de este nuevo orden
mundial: en Bretton Woods se habian establecido los cimientos de un nuevo sistema monetario
mundial; en Hiroshima y Nagasaki, nuevos instrumentos de violencia habian demostrado cuales serian los
fundamentos militares del nuevo orden mundial, y en San Francisco, se habian acordado las nuevos
normas y reglas para la legitimacion de la construccion del Estado y de la organizacion de la guerra en la
Carta de las Naciones Unidas.

La centralizaciOn del poder financiero mundial era incluso mayor. Como puede observarse en la Figura
17, el impact() de in II Guerra Mundial sabre la balanza comercial estadounidense reprodujo a escala
ampliada el impacto de la I Guerra Mundial.

La ruptura final de la economia-mundo centrada alrededor del Reino Unido habia sido, por consiguiente,
extremadamente beneficiosa para los Estados Unidos. No habian transcurrido todavia veinte afios desde el
Gran Crash de 1929, cuando el mundo era un monton de escombros; mientras, la riqueza nacional y el poder
de los Estados Unidos habian alcanzado cotas incomparables que no conocian precedentes. Estados Unidos
no era el primer Estado que se beneficiaba tremendamente de las dificultades de la economia-mundo, de
la cual era un elemento integral y esencial.

Si la II Guerra Mundial habia demostrado que los Estados Unidos podian enriquecerse e incrementar su
poder en una situaciOn de creciente caos sistemico, tambien habia evidenciado que el aislamiento
estadounidense habia alcanzado el punto en que los rendimientos habian comenzado a ser
decrecientes. La posicion aislacionista se sustentaba en la creencia de que la seguridad de los Estados
Unidos era inviolable. Una vez que el bombarded de Pearl Harbor hizo anicos esa creencia, el
presidente Roosevelt utilize con astucia los sentimientos nacionalistas que habia hecho aflorar el
primer ataque realizado sobre territorio estadounidense desde 1812 para injertar su concepclan de un
iinico bloque mundial bajo la egida del programa definido por el New Deal.

Tan solo despues de que la ideologia roosetveltiana de un solo mundo se hiciera operativa a traves de la
doctrina de los dos mundos irremediablemente opuestos entre si, acufiada por Truman: un mundo
comunista agresivamente expansionista, por un lado, y tin mundo libre que finicamente Estados Unidos

164
podia organizar y dotar del poder suficiente, por otro. El mo-del° de un fink° mundo de Roosevelt
simplemente no era lo suficientemente realista como para obtener el apoyo necesario por parte del
Congreso y de la comunidad empresarial estadounidenses. El mundo era un lugar demasiado grande y
demasiado caotico para que Estados Unidos to organizase a su imagen y semejanza, particularmente si esta
reorganizaciOn tenia que lograrse mediante

Organos de gobierno mundial, como habia previsto Roosevelt, en los que los Estados Unidos deberian
transigir continuamente con las opiniones particula-
tes tanto de amigos como de enemigos

En el modelo de Amin, las economias del centro de la economia-mundo son cautocentricas, en tanto que
sus elementos constitutivos (ramas de produccion, productores y consumidores, capital y trabajo, etc.) se
hallan integrados organicamente en una Unica realidad nacional, en neto contraste con la extroversiOnD de
los elementos constitutivos de las economias perifericas: .en una economia extrovertida, [la unidad de sus
elementos constitutivos) no debe buscarse en el contexto nacional; esta unidad se hallo rota y puede
redescubrirse Onicamente a escala mundial*

En nuestro modelo, la distinciOn entre economias nacionales extrovertidas y autocentricas resulta de


mayor utilidad para identificar una diferencia estructural fundamental existente, no entre las
economias del centro y de la periferia de la economia-mundo, sino entre el regimen de acumulacion
britanico y el regimen estadounidense que le sucedio. En el regimen britanico, la extroversion de la
economia dominante y lider (la britanica) se convirtió en el zocalo de un proceso de formacion del
mercado mundial en el que las ramas mas importantes de la actividad econornica britanica
desarrollaron vinculos mas fuertes de complementariedad con las economias de los paises coloniales
y extranjeros que los que establecieron entre si.

En el regimen es-tadounidense, por el contrario, la naturaleza autocennica de la economia nacional


dominante y lider (la estadounidense) se convirtio en el zocalo de un proceso de «internalizaciOn) del
mercado mundial en el interior de los dominios organizativos de corporaciones empresariales gigantes,
mientras que las actividades econOrnicas desarrolladas en los Estados Unidos siguieron estan do
organicamente integradas en una realidad national en un grado mucho mayor al que nunca lo
estuvieron las actividades econOrnicas desarrolladas en la Gran Bretana del siglo XIX

Esta diferencia entre ambos regimenes fue el resultado de un dilatado proceso histOrico a lo largo del
cual el regimen estadounidense se configure) como un componente esencial y subordinado de las
estructuras de acumulaciOn del regimen britanico dominante, a cuya desestabilizacion y destrucciOn
contribuyo despises, para emerger finalmente como el nuevo regimen dominante. Como hemos
indicado anteriormente, durante los cincuenta atios que siguieron a la Guerra Civil Norteamericana, la
empresa estadounidense experimento una revolucidn organizativa que propiciO la creaciOn de un elevado
nOmero de corporaciones verticalmente integradas y burocraticamente gestionadas, que comenzaron su
expansion transnacional tan pronto como concluyeron su integraciOn continental en el interior de los
Estados Unidos.

Hasta su crisis terminal, el regimen britanico flue y si,guio siendo principal-mente un sistema de pequeilas
y medianas empresas comerciales. Una vez que las grander companias estatutarias por acciones hicieron el
trabajo de abrir nue-vas esferas de comercio e inversion exterior para la empresa britanica, fueron
liquidadas.

165
El Estado britanico, habiendose convertido en el principal centro mundial de intercambio e
intermediacion comercial, brincld oportunidades Unicas a las empresas establecidas en sus dominios
metropolitans para especializarse en ac-tividades generadoras de un alto valor anadido, para obtener sus
inputs en cualquiet parte del mundo en donde pudieran adquirirse al precio mas bajo y para enajenar sus
productos en cualquier punto del planeta en donde pudieran alcanzar los precios mas elevados. La
explotaciOn integral de estas oportunidades requeria que la especializacion de la empresa britanica fuese
tremendamente flexible: es decir, que estas empresas especializadas se hallasen preparadas para cambiar en
poco tiempo de un tipo de combinacion input-output a otro

Cuando las industrias britanicas comenzaron a perder terreno en los mercados mundiales no
unicamente frente a Alemania o Estados Unidos, sino frente a un cierto nUmero de otros paises,
incluida la India, que comenzo a i re i ndustrializarse ) durante la Gran DepresiOn, «las finanzas [de
Gran Bretana] triunfaron, sus servicios como comisionista, operador e intermediario en el sistema de
pagos mundial se hicieron cada vez mas indispensables. En realidad, si Londres fue en algOn momento
el eje economic° real del mundo y la Libra esterlina su fundament°, ese momento estuvo localizado entre
1870 y 1913

En resumen, la especializacian flexible y la racionalidad pecuniaria del capitalismo de mercado britanico


fueron la expresiOn de las funciones de centro de intermediaciOn e intercambio del comercio mundial, y
de las funciones imperiales desemperiadas por el Estado britanico. La rentabilidad de las unidades que
constituian el sistema dependia primordialmente, por un lade, del hecho de que el capitalism° de
mercado britanico era abastecido desde todo el mundo para que este fuese abastecido de nuevo por
Gran Bretana y, por otro, del control politico sobre un imperio territorial que proporcionaba los medios
(la liquidez, los mercados, el abastecimiento de materiales que pudieran precisarse) necesarios para
mantener al mundo vinculado con el centro de intermediacion e intercambio britanico. En tanto que la
intermediaciOn comercial y financiera mundial reforzada por el tributo imperial resultaba mas rentable, o
igualmente rentable, que la producciOn industrial, la emergencia de nuevos centros industriales no
planted en si misma amenaza alguna al conjunto de la comunidad empresarial britanica. Y en tanto que
estos nuevos centros industriales competian entre si por los servicios prestados por las empresas britanicas
en el abastecimiento de su inputs o en la enajenaciOn de sus productos, como hizo la mayo ria de ellos a
finales del siglo XIX y principios del siglo XX, su emergencia y expansion beneficiaron mas que
penalizaron a las empresas britanicas.

Como la variante alemana, la variante estadounidense de capitalismo corporativo se desarrollo como


respuesta a la intensificacion de las presiones competitivas derivadas de la expansion global de esta
economia-mundo de mercado centrada en el Reino Unido.

Durante las decadas de 1880 y 1890, las estructuras cambiantes de las empresas alemanas y estadounidenses
comenzaron a divergir radicalmente. En ambos paises, tomaba auge la centralizacion de capital. En
Alemania, las oportunidades para acometer in integraciOn vertical, es decir, la integracion de las operaciones
de una empresa con las de sus suministradores y dientes, se agotaron rapidamente y la integracion horizontal
paso a constituir La principal fuerza que animaba la centralizacion de capital (Landes, 1966: 109-110), es
decir, la integraciOn de empresas que competian entre si. En Estados Unidos, por el contrario, la principal
fuerza que anima la centralizaciOn de capital flue La integracion vertical.

166
Contrariamente a lo que sostiene una opinion extendida, la variante del ca-pitalisrno corporativo que
emergio durante la Gran DepresiOn de 1873-1896 en los Estados Unidos supuso un alejamiento mucho
mas real y efectivo del regimen britanico dominante del capitalismo de mercado que la variante que
ernergiO aproximadamente en el mismo momento en Alemania. Ambos tipos de capitalismo corporativo
se desarrollaron como reaccion a la competencia texcesiva' y a las perturbaciones que resultaban del
proceso de formacidn del mercado mundial centrado alrededor del Reino Unido. Pero, mientras que la
variante alemana meramente suspendici el proceso, la variante estadounidense verdaderamente lo
sustituya

El control sabre el mercado mundial constituy6 la especificidad del capitalismo britanico. El mercado
mundial del siglo xix fue una creaciOn britanica que controlaron conjuntamente el gobierno y la
comunidad empresarial britanicos desde el momenta de su conformaciem, la cual se produjo durante e
inmediatamente despues de las guerras napoleonicas, hasta su destruccion, poco despues de la I Guerra
Mundial. En Ultima instancia, la principal razem por la que el capitalismo britanico no experimento una
reorganizaciOn corporativa de acuerdo con el modelo aleman o estadounidense fue que tal reorganizaciem
no era ni factible ni aconsejable. La autoexpansiem del capital britanico se hallo siempre inmersa en un
proceso de formaciOn del mercado mundial, que hizo que la totalidad de sus ramas mas importantes
fueron dependientes de los suministros y/o mercados exteriores y coloniales

Control no es una palabra demasiado contundente para designar in relacian que mantenia Gran Bretaria
con el mercado mundial durante el siglo XIX. En realidad, si por mercado entendemos el Lugar en
donde se encuentran la demanda y in oferta, entonces Gran Bretaria fue el mercado mundial, ya que sus
instituciones gubernamentales y empresariales fueron los principales intermediarios entre los
productores y consumidores de todo el mundo.

Aunque la transformacion de Alemania en tuna gran fabrica* no podia compensar Las economias
extemas disfrutadas por el capital britanico, si podia no obstante incrementar tremendamente los costes
de defensa del imperio mundial sobre el que reposaban esas economias. Una vez que Alemania movilizo
su poderoso aparato militar-industrial en su kisqueda de Lebensraum, la viabilidad del regimen de
acumulacion britanico se hallo irremediablemente minada. La I Guerra Mundial demostrO, ante
todo, que el capital britanico precisaba un imperio territorial mas que nunca y que, sin embargo, ya no
podia disponer de el por mas tiempo.

El capital estadounidense, por el contrario, no necesitaba un imperio de esas caracteristicas para


emerger victorioso de la intensificacion de la lucha competitiva.

Poco antes de que se iniciase la Gran DepresiOn de 1873-1896, la relation de la economia domestica
estadounidense con el sistema del mercado mundial britanico era, por consiguiente, de algun modo
analoga a la de la economia domestica alemana, ya que la expansion economica alemana tambien
habia dependido hasta ese momento fundamentalmente de la exportaciOn de su excedente agricola.

Contrariamente a las generalizaciones efectuadas por Hilferding, sin embar-go, el capital financiero
norteamericano no desempeno funcion alguna en la activaciOn del proteccionismo estadounidense.
La comunidad financiers de Nueva York en particular alabo firmemente las virtudes del libre comercio e
hizo todo lo que se hallaba en su mano para inducir al gobiemo estadounidense a que asumiese el
liderazgo y la responsabilidad de evitar la destrucciOn del mercado mundial

167
El capitalismo corporativo estadounidense fue y sigui6 siendo un poderoso agente de la destrucciOn de
las estructuras de acumulacion del capitalismo de mercado britanico y de la centralizacion en los Estados
Unidos de la liquidez, el poder de compra y la capacidad productiva de la economia-mundo

Estas eran las raices estructurales de la paralizacion que impedla, tras la lI Guerra Mundial, el
reciclaje de la liquidez en la expansiOn de la produccion y el comercio mundiales. Finalmente, esta
paralizacion se rompio mediante la invenciOn* de la Guerra Fria. Lo que los calculos coste/beneficio no
podian conseguir y no consiguieron, lo logra el miedo. Mientras el capital excedente permanecia
estancado en los Estados Unidos y en su entorno regional (Canada y America Latina), el caos continuaba
incrementandose en Eurasia y creando un terreno fend para la toma del poder del Estado por parte de las
fuerzas revolucionarias

El Plan Marshall iniciO la remodelaciOn de Europa seem el modelo ameri-cano y supuso, directa e
indirectamente, una contribucion decisiva para el gdespegue* de la expansion del comercio y de la
produccion mundiales de las decadas de 1950 y 1960. Su objetivo esencial, estimular la formacion de los
Es-tados Unidos de Europa, sin embargo, se vio seriamente obstaculizado a finales de la decada de 1940 por
In continua escasez de Mares

La integraciOn europea y la expansiOn economica mondial exigian un red-claje mucho mas


exhaustivo de la liquidez mondial que el contemplado en el Plan Marshall y otros programas de ayuda.
Este recidaje mas exhaustivo se materialize) finalmente en el esfuerzo armamentistico mas
impresionante que el mundo jamas habia conocido en tiempos de paz

El rearme masivo que tuvo lugar'durante y despus de la Guerra de Corea resolvio de una vez par todas
los problemas de liquidez de la economia-mundo postbelica. La ayuda militar a los gobiemos extranjeras y
los gastos militares directos de los Estados Unidos en el exterior, cuyo volumen credo constantemente
entre 1950 y 1958 y otra vez entre 1964 y 1973, proporcionaron a la economía/mundo toda la liquidez que
necesitaba para expandirse. Y con el go-bierno estadounidense actuando coma banco central
tremendamente permisivo, el comercio y la produccion mundiales se expandieron a tasas sin preceden-tes
(cfr. Callen, 1970: 86-87; Gilpin, 1987: 133-134).

De acuerdo con McCormick (1989: 99), el periodo de 23 aftos inaugurado por la Guerra de Corea y
cerrado por los Acuerdos de Paz de Paris que a principios de 1973 pusieron virtualmente fin a la
guerra de Vietnam, fue (el periodo mas rentable y sostenido de crecimiento economic° en la historia
del capitalismo mundia►. Stephen Marglin y Juliet Schor (1991), entre otros, han denominado a este
mismo periodo ,la edad de aro del capitalismo
En cualquier caso, desde la perspectiva adoptada en este estudio, las decadas de 1950 y 1960, como las de
1850 y 1860, constituyen otra fase de expansion material (DM) de la economia-mundo capitalista: es
decir, un periodo durante el cual el capital excedente se reinvirtio de nuevo en el comercio y la
produccion de mercancias a una escala lo suficientemente amplia como pars crear las condiciones de una
cooperaciOn y una division del trabajo renovadas en el in-terior de/entre las organizaciones
gubernamentales y empresariales de la economia-mundo capitalista. Obviamente, la velocidad, la escala y
el alcance de la conversion del capital excedente en mercancias fueron mayores en el ciclo estadounidense
que en cualquier otro ciclo anterior. La fase de expansion material de las decadas de 1950 y 1960 se
asemejaron, sin embargo, a todas las demas en un aspecto slave: su mero desarrollo produjo una
intensificacion fundamental de las presiones competitivas sobre todas y cada una de las organizaciones de

168
la economia-mundo capitalista y provocO una enorme sustraccion de capital-dinero del comercio y de la
production.

El cambio se produjo en los Mos cruciales que mediaron entre 1968-1973. Durante estos anos, los
depositos efectuados en el denominado mercado de eurodolares o eurodivisas experimentaron un
alza repentina seguida de veinte arms de crecimiento explosivo. Y fue durante estos mismos seis
ailos cuando se abandonO el sistema de las paridades fijas entre las principales monedas
nacionales y el &Ear estadounidense, y entre este y el oro, que habia estado en vigor a lo largo de
toda la fase de expansion material, optandose por el sistema de tipos de cambio flexible o flotante;
sistema que algunos autores (por ejemplo, Aglietta, 1979b: 831) contemplan no como un sistema por
derecho propio, sino como la forma asumida por la crisis del sistema preexistente.

A mediados de la decada de 1970, coma resultado de estas din%micas que se reforzaban entre si,
el volumen de las transacciones puramente monetarias realizadas en los mercados monetarios
extraterritoriales ya era varias veces mayor que el valor del comercio mundial. Desde entonces,
la expansion financiera se hizo imparable.

LA SOCIALDEMOCRACIA - LUDOLFO PARAMIO CAP. II – Y LOS PARTIDOS SOCIALDEMÓCRATAS


AL MODELO SOCIALDEMÓCRATA DE SOCIEDAD

Tras la Segunda Guerra Mundial la más espectacular reaparición de la socialdemocracia fue el triunfo del
laborismo británico en 1945, nada menos que frente a Winston Churchill. El ascenso del laborismo puede
explicarse por el deseo lógico que quienes habían combatido y soportado el asedio, de construir un país solidario
en La Paz, como lo había sido en la guerra. En 1949 el sociólogo T. H. Marshall anunció unas célebres
conferencias sobre "Ciudadanía y clase social". El concepto de ciudadanía había tenido un desarrollo histórico
comenzó por el reconocimiento de los derechos civiles, para pasar después a incluir los derechos políticos, muy
especialmente el derecho al voto. Ahora había llegado la hora del reconocimiento de los derechos sociales de los
ciudadanos para Marshall la meta era compensar las divisiones de clase creando unas condiciones mínimas de
igualdad entre todos los ciudadanos. El gobierno laborista de 1945-1951 nacionalizó la industria pesada y
estratégica, con el objetivo de racionalizarla y modernizar. Sería un error sin embargo pensar que en aquel
contexto, las nacionalizaciones y la planificación eran un rasgo distintivo de los partidos socialistas. En realidad,
las nacionalizaciones fueron algo normal en la posguerra, y también para los gobiernos conservadores que, en
algunos casos, como Italia, se limitaron a asumir la herencia de las ya realizada por el fascismo, en otros (España)
las limitaron y en general la vieron como una forma de dar más peso a la intervención pública en la economía.
Porque la experiencia había terminado con los tabúes liberales respecto a la intervención del Estado en la
economía. El esfuerzo de guerra había exigido esa intervención a una escala sin precedentes, fijando objetivos a la
industria o interviniéndola directamente, estableciendo salarios y garantizando precios. Y a la postre sería más
significativo: una economía de guerra todos los gobiernos estaban asumiendo conscientemente o no, una política
keynesiana del gasto público financiado a costa de déficit, y al hacerlo resolvieron la herencia recesiva de la crisis
del 29. Mientras que las ideas pequeñas sólo habían encontrado eco ante la guerra en el gobierno socialdemócrata
sueco, en los Estados Unidos del New Deal, la guerra hizo todos los gobiernos keynesianos. De hecho, el éxito
económico de Hitler había sido consecuencia de dos programas keynesianos, el de construcción de autopistas y el
del rearme. Evidentemente, el objetivo de estos programas no había sido sentar las bases de la expansión militar de
la Alemania nazi. Nacionaliza la industria o crear empresas públicas se consideraba una forma legítima de
proceder para los gobiernos que afrontaban la reconstrucción. Se suele argumentar que un factor decisivo en la
adopción de políticas sociales universales por los gobiernos conservadores fue el clima de guerra fría y la

169
necesidad de ganar la guerra ideológica al comunismo. El motor del salto hacia el estado de bienestar fue mucho
más un déficit de legitimidad social y el temor al avance de los partidos comunistas como una hipotética
insurrección de éstos. Lo que no estaba previsto es el círculo virtuoso que se iba a establecer entre el modelo de
sociedad de bienestar y la nueva forma de producción masiva de bienes de consumo, lo que se ha llegado a
conocer como "fordismo". El modelo de producción en cadena que había dado fama a las fábricas Ford no sólo
implicaba un fuerte incremento de la productividad, sino también el abaratamiento del producto. La intención
declarada de Henry Ford había sido que entre los compradores de sus automóviles detuvieron en primer lugar los
propios trabajadores que lo producían. La otra cara de la sociedad de bienestar y base del incremento del poder
adquisitivo de los trabajadores al asumir el Estado de educación y la atención sanitaria, que de otra manera eran
partidas a carga del presupuesto familiar. Los nuevos derechos sociales, incluidas las pensiones, se convertían a
los trabajadores en consumidores potenciales al reducir considerablemente sus necesidades de ahorro. De esta
forma el capitalismo de posguerra entró en un modo de regulación distinto de lo que había sido el capitalismo
liberal. Desde finales del siglo XIX ya se había producido una importante transformación con la aparición de
monopolios y oligopolios con capacidad para fijar los precios del mercado, lo que en cierta manera supuso el final
del capitalismo de libre competencia y obligó a los gobiernos a introducir regulaciones para proteger a los
pequeños productores del poder de los monopolios. El nuevo modo de regulación Forddista suponía la creación de
un mercado masivo para los bienes duraderos y consumo, incluyendo los electrodomésticos, la televisión y el
automóvil. El acceso de las mayorías sociales a estos productos era posible en primer lugar por su abaratamiento y,
en segundo lugar por la generalización de las ventas a crédito. Pero el elemento más nuevo en el cambio que
significaban el Estado de bienestar y la gestión keynesiana de la economía. El empleo adquiría una nueva
estabilidad, y al desaparecer la necesidad de ahorro para educar a los hijos, para prevenir la enfermedad o para
proveer el retiro, los trabajadores podrían gastar y comprometer su renta futura. El consiguiente bienestar material
significó un salto cualitativo en la condición de la clase trabajadora respecto a la sociedad anterior a la segunda
Guerra. El viejo sueño de la socialdemocracia, la formación de una sociedad en la que el proletariado llegaría a ser
la mayoría social, comenzó a alejarse. En ese contexto se produjo el giro programático simbolizado por el nuevo
programa de la socialdemocracia alemana. En su congreso de 1959 en Bad Godesberg el SPD pasó a presentarse
como un "partido de todo el pueblo", abandonando la concepción de "partido del proletariado". Éste cambio tenía
un aspecto ligado a la coyuntura política alemana, en la que el rechazo de la OTAN y el discurso marxista dejaban
fuera de juego al SPD y le impedía aspirar seriamente a gobernar. También la socialdemocracia sueca había
abierto el camino al dejar de ver al socialismo como un modo de producción distinto, caracterizado por la
propiedad social de los medios de producción. El objetivo era profundizar y desarrollar el principio democrático,
en la política y en la economía. Su apuesta era la las condiciones sociales para que el país contara con una
industria un paréntesis privada) internacionalmente competitiva, una mejor y más avanzada tecnología y salarios
altos para trabajadores informados y política. En los años 70 el Plan Meidner preveía transferir parte de las
ganancias de las empresas más rentables a unos "fondos de los trabajadores" que podrían llegar a controlar la
propiedad dichas empresas. Pero este plan y el sistema fiscal provocaron que las empresas suecas comenzaron a de
localizarse a otros países europeos en los años 80, buscando además la ventaja de la presencia en el mercado único
de lo que sería la Unión Europea. La variedad de sociedades de bienestar en Europa occidental hace muy difícil
reducirlas a un solo modelo: la herencia cultural y social y la historia política de cada nación han tenido un papel
determinante en la formación de los distintos modelos de sociedad. El ejemplo más evidente es el que separa a los
países nórdicos los países del sur de Europa. En éstos, la familia extensa (las mujeres y especialmente las abuelas)
han asumido en muchos casos el cuidado de los niños y la atención a las personas dependientes. En cambio, en el
norte de Europa, y sobre todo en los países nórdicos, existen sus servicios sociales que permiten a las mujeres
llevar una existencia laboral independiente. Desde otro punto de vista, los modelos de bienestar pueden
diferenciarse en la igualdad social real y no sólo en la igualdad de oportunidades la idea era aportar las distancias
sociales y no sólo ofrecer las mismas oportunidades a todos. Si en Europa occidental se forjó tras la segunda
guerra un acuerdo implícito sobre el modelo de bienestar, los años 60 reflejaron además políticamente la
hegemonía ya establecida en términos de valores. Willy Brandt se convirtió en 1969 en canciller de la República
Federal Alemana ese mismo año se convirtió en primer ministro el sueco Olof Palme y desde 1964, el primer

170
ministro del Reino Unido era el laborista Harold Wilson. Curiosamente, este momento de apogeo los partidos
socialdemócratas fue el preámbulo de una confrontación general que se puede considerar consecuencias los
cambios sociales traídos por los años de prosperidad y bienestar de la posguerra. El momento estelar de esta
confrontación sería el Mayo francés de 1968, la masiva movilización estudiantil que paralizó París. Veinte años
después de la guerra, jóvenes no tenían experiencia directa de los horrores de ésta ni de las indecibles penalidades
de la reconstrucción. Habían accedido masivamente la educación y vivían en un mundo en el que resultaba fácil
encontrar empleo e independizarse. Esta libertad material y su mejor nivel cultural les hacían reacios a la
aceptación de las jerarquías tradicionales. Las resultaba incomprensible la diferencia de sus padres hacia la
autoridad y su respeto a los valores heredados eran los beneficiarios de un cambio radical en las condiciones de
existencia y entraron en colisión con una sociedad que mantenía las costumbres y los valores anteriores. Los
jóvenes acudieron a la panoplia (colección) de las ideologías radicales disponibles, desde el maoísmo al
trotskismo, pasando por la teoría crítica de la Escuela de Frankfurt en la versión freudiana de Hebert Marcuse, en
busca de un discurso de oposición al sistema, sistema dentro del cual incluían a la socialdemocracia. Pero los
valores de los jóvenes se articularon también en un nuevo discurso reivindicativo, en particular de la conservación
del medio ambiente y de la igualdad de mujeres y hombres. El fenómeno más notable en el plano de la política
organizada fue la aparición en Alemania de Los Verdes, un partido de nuevo cuño en cuyo programa se incluían
tanto el ecologismo como el feminismo y al que se incorporó buena parte de la nueva izquierda radical de los años
60. Los principales motivos de enfrentamiento con la socialdemocracia en un primer momento eran: por una parte,
la contradicción entre ecología y empleo: las exigencias de defensa del medio ambiente chocaban con el interés de
los sindicatos por mantener el empleo en las fábricas y sectores contaminantes y eso llevaba a los
socialdemócratas a verlas con cierta cautela. El segundo motivo de enfrentamiento de Los Verdes con la
socialdemocracia era el pacifismo antinuclear de los primeros. El pacifismo antinuclear dejó de ser una cuestión
central de la política europea con el acuerdo de 1987 para eliminar todos los "euromisiles", dentro del clima de
distensión traído por Mijail Gorbachov y la posterior disolución del bloque del Pacto de Varsovia y de la Unión
Soviética así fue posible un acercamiento de Los Verdes y la socialdemocracia, hasta el extremo de gobernar
Alemania en coalición entre 1998 y 2005. La brecha cultural y de valores abierta entre la creación de la guerra y
los estudiantes del 68 ha llegado a ser un lugar común. Se habla menos la ruptura generacional se produjo también
en el seno del movimiento obrero, pese a que sería uno de los elementos claves de la crisis económica de los años
70. Los sindicatos se vieron de pronto desbordado por las reivindicaciones de una nueva generación de jóvenes
jóvenes trabajadores no tenían esa cultura sindical de antaño. La crisis de los años 70 no sólo supuso el final de un
periodo de crecimiento marcado por la gestión keynesiana de la economía, sino también la crisis del modo fordista
de regulación del capitalismo un y así se abrió un período de crisis de la socialdemocracia, que debió buscar
políticas económicas alternativas a las que había mantenido durante este período dorado. Sin embargo conviene
distinguir diversos elementos en esta crisis. El primero se refiere a la imposibilidad de dar una respuesta
keynesiana a una crisis caracterizada a la vez por el estancamiento y la inflación. Podemos decir que ese fue el
problema original, pero a éste se sumaron otros dos. Uno de ellos es el impacto de la globalización, que ya se
apuntaba anteriormente al señalar que la presión fiscal o los altos salarios pueden sumar a las empresas a de
localizarse hacia países con impuestos o salarios más bajos que en ellos las condiciones necesarias para desarrollar
su producción y los costes de transporte hacia los mercados globales no son demasiados altos. Pero un último
elemento, económico pero probablemente el más decisivo, fue un cambio de valores entre las clases medias y las
élites europeas. A partir de la victoria electoral Margaret Thatcher, en 1979, comenzó el ascenso imparable de la
visión neoconservadora de la sociedad y la economía, que se sintió confirmada por la desaparición de la Unión
Soviética en 1991 y trató de reconstruir el mundo a la medida de su ideología, de forma especialmente clara
mientras la Casa Blanca estuvo ocupada por George Bush. El modelo neoconservador se ha caracterizado durante
tres décadas por promover el recorte de los impuestos, la reducción de los servicios públicos, el acoso a los
sindicatos, de los que representan, y por impulsar la ilusión de que la propiedad de todo depende de que los más
ricos aumentan sus ingresos, alejándose cada vez más del ingreso medio, y el acceso a través del mercado a los
servicios que en el modelo socialdemócrata de sociedad ausente servicio públicos universales. La desigualdad

171
como principio de progreso social fluye a la visión de una sociedad cohesionada, con buena calidad de vida para
todos y capaz de competir económicamente por la inversión en educación, sanidad e infraestructura.

FEDRIC JAMESON PERIODIZAR LOS 60

El periodo en cuestión es entendido no como cierto estilo de vida compartido,omnipresente uniforma, o como un
modo de pensar o actuar, sino mas bien como una situación objetiva, respecto de la cual son posibles una enorme
gama de respuestas e innovaciones creativas, pero siempres dentro de los limites estructurales de esa situación.

El comienzo del tercer mundo: aquí los 60 coienza con los moviemientos de descolonización en el africa británica
y francesa. Se puede argüir que las expresiones mas características del o que fueron los sesenta en el primer
mundo son mas tardias. Los 60 del primer mundo le deben mucho al tercemundismo, en términos contra-culturales
(drogas y rock) asi como en los términos políticos de la Nueva Izquierda estudiantil o del masivo movimiento
pacifista.

Independencia de ghana en el 57, la independencia de colonias francesas post59, revolución de Argelia. Lso 60
fueron el periodo en que estos nativos se convirtieron en seres humanos, interna como externamente; aquellos
colonizados internos del primr mundo, asi como sus sujetos externos y nativos oficiales.

Es importante situar la emergencia de estas identidades colectivas o sujetos de la historia en la situación histórica
que las hizo posible y en particular, relacionar la emergencia de estas nuevas categorías sociales y políticas con la
crisis en la categoría de clase social.

Represión macartista del PC en USA y desaparición en 1956. Krushev desestaliniza lo cual repercute en el
exterior. Revolución cubana nos muestra a los 60 como periodo de inesperadas innovaciones políticas mas que
como la confirmación de viejos esquemas sociales y conceptuales. Nuevas fuerzas sociales.

El final del tercemundismo en USA y europa, coincide con la conciencia de la creciente corrupción en muchos de
los estados africanos recién independizados y la casi completa militarización de los regímenes latinoamericanos
después del golpe de estad ochileno en el 73. En el primer mundo de finales de los 60 hay un retorno a las policas
internas como lo vemos con el mov pacifista y el mayo francés. El movimiento negro en EEUU entra en crisis
para esta época.

El final de los 60 ,lo metemos alrededor del 72-74. El final del sistema imperialista pasado de moda, determino
uno nuevo del FMI. Los 60 , a menudo imaginadoscomo un periodo en el que el k y el poder del primer mundo
están en retirada en todo el mundo, puede fácilmente conceptualizarse como el periodo en el cual el k esta en
expansión dinámica e innovdora, equipado con una aramdura de producciones nuevas y técnicas de producción.

El maoísmo, la mas rica de todas las nuevas ideologías de los 60, será una presencia impalpable pero central a lo
largo de este ensayo. Lo mas fascinante es el cisma con la URSS, con la retorica china de criticar la burocracia
soviética como revisionista y burguesa, tendrá incluso efecto de evacuar el contenido clasista de estos slogans.

El postmodernismo es un marco significativo en el cual describir lo que sucedió en la cultur en los 60. El
postmodenismo emerge como modo de hacer espacios creativos par artistas oprimidos por aquellas categorías
modernistas consideradas hegemonicas. La especificidad hisotrica del modernismo debe ser justificada en
términos de la funcionalidad social de la cultura. El postmodernismo constituye la estectica dominante o
hegemonica de la sociedad de consumo y sirve a la producción demercancias.

Hay dos cortes uno en el 67, otro en el 72-74. El segundo marca el fin a escala global, mas de primer mundo por
eje retirada de tropas de USA de Vietnam que significa el fin de la política de masas del movimiento pacifista
americano mientras la firma del programa común entre el PC y el nuevo partido socialista en Francia, pareciera

172
marcar un estratégico rechazo al tipo de actividades políticas asociadas con mayo del 68 y sus consecuencias.
Como resultado de la guerra de yom kippur, emerge el arma del petróleo y administra un diferente tipo de shok en
las economías, las esrategias políticas yen los habitos de la vida diaria de los países avanzados. Es el momento en
el cual surge el concepto de corporación multinacional, surgen como actores.

Pero tenemos que considerar la economía, 73-74 es el momento del comienzo de una crisis económica mundial,
cuya dinámica aun hoy esta entre nosotros y que detuvo definitivamente la prosperidad y la expansión económica
características del periodo post-guerra en gral y de lso sesenta en particular. Recesión en Alemania del este en
1966, y la de otros países podrían inclinar el corte al 67.

Hay un nuevo colonialismo con teconologia nueva, con lo cual el k transnacional transforma la relación de sus
colonias penetrando el mercado, destruyendo la vieja comunidad de las villas y creando una nueva comunidad de
mano deobra asalariada y un nuevo lumpen proletariado.

El capitalismo tardio, tomando a mandel, penetra en todos los rincones. Puede ser descrito como el momento
durante el cual lso últimos vestigios de la naturaleza sobrevivientes en el k clásico,son al fin eliminados: es decir el
3ermundo y el inconsciente.

Los 60 epoca en la cual hay un proceso que funcionaen el primer y tercer mundo, dialectico en el cual liberación y
dominación se realcionan.periodo de liberación universal, descarga de energias universales (ejemplo CHINA de
MAO) y fuerza (movimientos étnicos y minorías sociales). Época de inflación de créditos abandono universal del
standart referencial del oroM una extraordinaria impresión de significantes aun mas devaluados. Con el fin de los
60con la crisi económica, las deudas vencieron

LEFORT EL TOTALITARISMO SIN STALIN

Solo la conclusión:

La URSS se reconstruye con éxito. El capitalsimo de estado en la URSS y la planificación que iimplica, han sido
capaces al menos a un cierto nivel de desarrollo de F productivas, de utilizar mas eficazmente las posibilidades
que ofrece la técnica. Hay una transformación de las F sociales en presencia, un desarrollo completo de la
burcracia y un crecimiento de la clase obrera que es ahjora numérica y culturalmente un gran proletariado
moderno.

Debido a estos cambios aparecen problemas en el funcionamiento de instituciones que complica las relaciones
entre dominantes y explotados. Esos problemas están ligados a la esenciadel totalitarismo, pero no lo están menos
a la esencia del sistema de explotación moderno. El totalitarismo no es una forma acccidental añadidad a la
estructura social k; es a nuetro entender su forma mas perfecta.

La idea totalitaria posee una eficacia nueva; hace que el indiviiduo sea sensible, en cada terreno de actividad, a los
imperativos de la sociedad en su conjunto y de su provenir histórico, pero lepriva al mismo tiempo de toda
posibilidad de adhesión real a esos imperativos al imponer por medio de la coaccion la Norma de aparato
dominante.

Jruschov predica la vuelta a leninismo. Lenin creía que el partido era la prefiguración de la sociedad comunista del
porvenir y superaba la lucha económica que pudiera existir en el periodo post revolucionario, ahora se le considera
como un grupo mas sometido al baremo k de la productividad, cuyos militantes son pagados en función de su
rendimiento de trabajo.

La figura de Lenin contribuye con un nuevo significado a cristalizar la acción colectiva de las masas, adhesión a la
tarea común. Las contradicciones no signiofican que la URSS este condenada. Hay que admitir que el sistema no

173
puede escapar a la contradicción, a la obsesion permanente de un debate social. la URSS ES UNA IMAGEN
PARTICULAR DEL K.

4.2

ARON : ENTRE LA DIPLOMACI IMPERIAL Y EL AISLACIONISMO

El autor escribe esto en el 25° aniversario del famoso artículo de Kenna, de que rescata el concepto de
“contención del comunismo”, concepto que otros estadounidenses subrayaron agregándolo el “rechazo
activo”. A lo largo del libro admitirá que la conducta efectiva de los EEUU durante los 25 años se adecuó a la
fórmula de la contención del comunismo con una sola excepción: la tentativa de unificar Corea por medio de
las armas.
Otros dos especialistas expusieron dos objeciones: primero que había que tener en cuenta las ilimitadas
implicaciones de esta doctrina y por otro que se suplantaría la diplomacia de un E por los definidos intereses y
los recursos de una misión universal y planetaria: detener la expansión del poderío o de la influencia
soviética. Más precisamente esa doctrina se prestaba a objeciones de derecha e izquierda.
En la medida en que los EEUU, tras la SGM se propusieron un objetivo o se adjudicaron cierta misión ¿Qué
otra fórmula que la de la contención del comunismo se les ofrecía a partir del momento en que se revelaba
imposible cooperar con Stalin?
Esa contención visibilizaba la versión defensiva de la inevitable rivalidad establecida frente a la URSS.
La extensión al África de la doctrina presentaba exactamente la misma racionalidad que la sustitución de GB
por parte de EEUU en la función de garante del equilibrio europeo de protector. Japón no habría tolerado que
se reconstruyera la unidad coreana bajo un régimen hostil, y los EEUU que se habían asumido la carga de la
soberanía japonesa, actuaban como cualquier gobierno del Imperio del Sol Naciente.
También la militarización de la contención del comunismo en Europa siguió la campaña Coreana.
EEUU debía aprender que la conducción de la acción exterior aun en tiempos de paz exige no solo gran
potencial económico “arsenal de las democracias” sino también una amplia fuerza militar inmediatamente
disponible.
En 1950 tanto los gobernadores como la opinión mayoritaria de Europa estaban suspirando por la OTAN, y
una vez entrados en el sistema tanto los europeos como los estadounidenses les cuesta dejarlo, es más, los
europeos no quieren dejarlo.
La experiencia vietnamita explica la pasión desplegada para poner en discusión los fundamentos de la
diplomacia estadounidense. Todo estado imperial se caracteriza por un proyecto de orden mundial, de donde
se sigue una distinción fundamental entre dos objetivos: por una parte la seguridad física del E y su población
y por otra, la constitución de un ambiente internacional que concuerde con la idea o proyecto del E imperial.
En efecto “la contención del comunismo” se ha ampliado hasta formar una doctrina del orden internacional
que corría el riesgo de intervenir para mantener gobiernos favorables a las instituciones e ideología de EEUU.
Por lo tanto ¿es una diplomacia ideológica? Negativamente ideológica si, contra los regímenes que se han
declarado marxistas o que tienden a serlo. Pero a esta diplomacia negativamente ideológica también se la
puede considerar como realista, ya que prefiere los regímenes autoritarios de izquierda. De acá resultan los
esfuerzos para cubrir con apariencias democráticas la desnudez de los poderes arbitrarios e incapaces de
someterse a procesos electorales.
Personalmente, la filosofía implícita de la diplomacia estadounidense me parece ser una antítesis de realismo
en actos (la contención del comunismo) y de idealismo en palabras (orden mundial, no recurrir a la fuerza y
derecho de los pueblos a disponer libremente de sí mismo). Esta síntesis inspiraba una estrategia defensiva,
según la cual jamás han sido cuestionados los hechos consumados en Europa, en Corea del Norte, en China y
en Vietnam del Norte a partir del 54.
La diplomacia de la contención negativamente ideológica debería haber sido concebida razonablemente como
una diplomacia realista, ya que no les disputaba ni a los soviéticos ni a los chinos lo que ya poseían, y
tampoco podía, a salvo por un ataque de enajenación mental, atribuir a la sovietización de la mitad de

174
Vietnam efectos directos y físicos contra la seguridad los EEUU. Lo que condujo a la tragedia de Vietnam no
fue la fórmula de contención sino la sustitución creciente del símbolo por la realidad en la discriminación de
los intereses y de las apuestas.
Los pequeños E limitan sus ambiciones a la supervivencia física y su independencia jurídica y de sus
instituciones. En cambio las grandes potencias además de esto tienen que luchar por el bienestar de su
población y el mantenimiento de los intercambios con el exterior, que son indispensables para su prosperidad
y crecimiento del producto nacional. Pero no tiene tanto peso lo ideológico. En el caso de EEUU a partir del
47 es obvio que fue negativamente ideológica estando en contra de la URSS y apoyando a cualquier sistema
que no sea marxista.
La diplomacia de EEUU durante los 30 parece retrospectivamente detestable, porque se rehusaba a elegir. La
mayoría de los estadounidenses sabían que no podían tolerar ni la victoria de la Alemania de Hitler ni la del
Japón de Tojo; sabían también que no se encontraban en primera línea frente a ellos. El aislacionismo salió
maltrecho. Si EEUUU detuvo dos veces esas expansiones imperiales (en la URSS y Alemania) ha sido ante
todo porque los responsables de su diplomacia no han confundido al interés nacional con la mera seguridad
física. Dos veces quisieron salvaguardar un ambiente que no estuviese dominado por ningún E hostil.
Si en el siglo XX el aislacionismo, definido por negarse a tomar posición explícita y resuelta en los conflictos
de Europa y de Asia, ha quedado fuera de lugar ha sido porque, a la hora de la verdad, los responsables, la
opinión pública y los acontecimientos han llevado a EEUU por dos veces a internar.
Por otro lado, la proliferación del armamento nuclear no sería necesariamente contrario a los intereses
estadounidenses, ya que éstos se fundan en la hipótesis de una paz divisible y de un sistema fragmentado.
El aislacionismo que no se entrega ilusiones reconoce claramente el precio que hay que pagar por él: la
disminución del poderío y de la influencia de EEUU en todo el mundo. Si incluimos la guerra de Corea y a
la de Vietnam, el “imperio” o más bien la diplomacia imperial, le ha costado a EEUU más de lo que ha
proporcionado.
Con el primer mandato de Nixon y de su visita a Pekín y Moscú y la liquidación de la guerra de Vietnam está
terminando la postguerra y la guerra fría. Sobre el sistema que está por nacer pesan dos incertidumbres: por
un lado el humor del pueblo estadounidense y la dependencia de los diplomáticos respecto a ese humor y por
otro lado el significado histórico de todo esto. Esta incertidumbre histórica consiste en que la URSS empuño
sus armas dos veces y contra sus hermanos socialistas, mientras que los EEUU han librado guerras terrestre
en Asia y ahora repiten ¡nunca jamás haremos guerras terrestres en Asia!
La contención del comunismo según Kenan, debería durar hasta el día en que el poder soviético resulte
quebrado por sus contradicciones y suavizado por el desgaste del tiempo. El debilitamiento de su ideología le
ha despojado al poder soviético de su voluntad revolucionaria y su capacidad de fascinar, pero no les ha
quitado a los dirigentes del Kremlin las ambiciones de ser una gran potencia.
En el campeonato mundial de ajedrez tras veinticuatro partidas ganó Bobby Fischer, peor en el campeonato
interestatal, el vencedor vuelve a poner en juego su título en cada partida. Si se siente aislacionista, quiere
retirarse a su ermita, y si se siente globalista se empaña en ganar todas las partidas. La tradición no nos enseña
el cinismo, sino la prudencia: suprema virtud de este mundo sublunar.

CAMPOS SERRANO POLITICA POSCOLONIAL AL SUR DEL SAHARA

Con la segunda liberación de africa con el apartheid, lso regímenes militares de partido único predominanteen todo
el contienete fueron sustituidospor constituciones multipartidistas, surgidas a veces de conferencias nacioanels
como la celebrada en benin en 1991. Terminaron conflicto intratables como etipia y Mozambique.

Sin embargo en nigeria se desata dictadura militar. Conflictos en angola somalís y sudan persisteiron en los 90.
Reactivación de iniciativas interafricanas, como la transformación de la OUA en ala Union Afriacana. Pero las

175
naciones afriacanas tienen niveles bajos en losindices con lso que las naciones unidas miden el desarrollo humano,
tmb siguen regímenes autoritarios.

El tratamiento de los asunto al sur del sahara tiende a sufrir un déficit político. Explicaciones enfatizan cuestiones
económicas como la pobreza. O bien de carácter cultural como las especififdades de la tradición africana o la
pervivencia de indentidades grupales centenarias.otro déficit se presenta en lo histórico, las cosas paracen ocurrir
en un presente permanente, o como consecuencia de estructuras preecxistenetes desde hace tiempo.

Vemos dinamicas de largas duración, cabe señalar las dificultades que han encontrado muchas autoridades
africanas para consolidar un orden político centralizado, en los rasgos caracteristicos encontramos es la gran
cantidad de territorio, y otro es la integración de socieades africansa en procesos y redes comerciales, religiosos y
políticos muy amplios que aveces alcanzan dimensiones transcontinentales..

Entre las dinamicas hisotricas mas recientes que afectaron a la practica totalidad del continente durante el largo
siglo XX hay que señalar la invasión y colonización europea,procesos de descolonización de los 60. Ideas de
ausencia de civilización y atraso. En ls objetivos estaban la explotación de los recursos naturales del continente
para alimentar las industrias metropolitanas, pero tmb la estabilidad y el mantenimiento del control social, por
ultimo con igual intensidad, una autoasignada misión civilizadora de occidente.

El ultimo eslabon de mando, era alguien local que acutaban cmo intermediarios. El coloialismo integro a las zonas
coloniales. Fueron catalogados en territorios,tribus y etnias. La descolonización fue producto de diversos factores
desde el cambio en las estructuras de poder internacionales que siguió a la segunda guerra mundial, al surgimiento
de moviminetos sociales en africa y la consiguiente aparición de partidos nacionalistas en lso 50.

1954 ,la ONU declara el colonialism como ilegitimo. El proyecto nacionalista prometia un proceso de
transformación social que , en nombre de las nuevas naciones poscoloniales, supondría la emancipación de las
estructuras de dominación coloniales y la modernización de las sociedades africanas.

Em lso 50 y lso 60 el estado era percibido por muchosafricanos como el gran instrumento qe iba permitir llevar a
cabo el desarrollo y la democracia que el colonialismo había impedido. Los fracasos de los primeros años fueron
llevando a falta de optimismo. Se pasa a ver que el estado era la verdadera carga del hombre negro (davidson).
Este autor además sostiene que se han expandido formas culturales e institucionales occidentales; y si la
independencia no supuso una verdadera emancipación de los africanos fue porque se hizo en nombre de ideas
como la nación o el estado, extraña a concepciones dinamicas africanas.

La idea de que lso estados africanos son extrañso aL continente elude de alguna manera la participación de los
mismos africanos en su aparición y el hecho de que fueron los movimientos nacionalistas que lucharon y exigieron
el reconocimiento de la soberanía nacional para los territorios coloniales. El estado nacional se ha indigenizado y
constituye parte de la vida cotidiana.

L ocierto esqe el estado modernizador no hapodido transformar las estructuras económicas y sociales heredadas de
la colonización. Desplegan violencia y represión. Regímenes militares o de partido único. El estado se ha
convertido asi en un espacio publico desmoralizado, atravesado por redes clientelares de lso grandes hombres que
los monopolizan, al que los ciudadanos se acercan solo en busca de las prebendas y delque huyen para encontrar
en otros ámbitos un sentido en lavida colectiva.

Uno de esos ámbitos es la etnicidad. Consciencia de los limites y diferencias entre grupos linguisticos,religiosos o
culturales es habitual en los lugares de encuentro y frontera social, como ciudades mercados los lugares de trabajo,
los campos de refugiados. El mismo estado esta con políticas de etnicidad.

176
Interpretacones de la etinicidad genera debates; tesis primordialistas( simpatizantes dee la etnicidad, la ven como
elelemento arraigado en la cultura africana, proveniente de tiempos lejanos y opuestos a la artificialidad y
modernidad que se atribuyen al estado poscolonial), y análisis contructivista (influenciada por tesis de la invención
de la tradición desarrolladas por los historiadores hobsbawm y ranger. Sostienen que dietntidades étnicas que se
presentan como cnetnarias, le deben al colonialismo.La etnicidad es un fenómeno contemporáneo

Amin y Rodney sostienen la cirisis africana debido a la dependencia.el colonialismo había subordinado al
contienente a las necesidades de amterias primas y alimentos energéticos de las indsutrias metropolitanas, y la
descolonización no había alterado esta situación sustancialmente.

Sin embargo debemos decir que la depednecia africana no afecta a todos los africanso por igualmente, munchos de
esos actores son los gobernantes mediardores entre poblaciones africanas y el sistema internacional. Esto mas que
depedencia seria extroversión. La depednecia es por tanto característica de la inserción del continente en el sistema
mundial perotambien una estrategia de supervivencia de los gobernantes africanos

En lso 80 la cirisis económica africana, y el contexto mundial del programa de ajuste del FMI y el banco mundial,
que iban dirigidos a disminuir el papel del estado regulador obtuvieron poco éxitos sociales, el mercado se
convirtió en entonces en la única institución que frente a los fracasos del estado, y tmb frente a la ayuda del
desarrollo, podía conseguir el crecimiento económico necesario para el desarrollo de Africa.

Amin llegaría a preconizar que la desconexión de africa del sistema económico mundial llevari al desarrollo. En
acuerdo con amartya sen, el desarrollo esta vinculado a la capacidad de la gente de llevar a cabo vidas con sentido.
Disfrute de derechos y libertades de las personas incluido el de particpacion política

La democracia en africa será la quedecidan lso porpios africanos. Las democracias se ha nconvertido en este
contexto en una especie de simulacro y el lenguaje de las libertades cinviles en un discurso fiticio.

DINNER, DAN, ISRAEL: EL PROBLEMA DEL ESTADO NACIONAL Y EL CONFLICTO DEL ORIENTE


PRÓXIMO

El Estado de israel se proclamóel 15 de mayo de 1948. En esta fecha se suele situar el comienzo del conflicto del
Oriente Pr óximo. sta forma de valorar la cuestión, que parte del acto de creación del Estado de Israel, lleva a
entender el conflicto-árabe-israelícomo si se tratase de un conflicto entre Estados nacion ales, entre adversarios
iguales, el cual podría solucionarse mediante un compromiso territorial o incluso mediante el elemento remediador
del tiempo. ESTA oculta necesariamente elcarácter especial de las disputas entre árabes y judíos en torno al
antiguo protectorado británico de Palestina, disputas que datan de antes de la creación del Estado judío en mayo de
1948. Este hecho no supuso realmente más que un cambio de forma en un conflicto cuyas condiciones se fijaron
ya antes de la fundación del Estado y cuyas repercusiones se dejarán sentir más allá del presente.

CONDICIONES DE LA CREACIÓN ESTADO NACIONAL JUDIO EN PALESTINA

El conflicto de Palestina empezó hace más de ochenta años, cuando se planteó la reivindicación sionista, es decir,
nacional judía, de Palestina y se emprendió una colonización organizada del país por inmigrantes judíos. Los
sionistas pretendían crear allí un Estado que «debe ser tan judío como Inglaterra es inglesa», según palabras del
después presidente de Israel y antes presidente durante muchos años de la Organización Sionista Mundial, Chaim
Weitzmann.

Sin detenemos en la legitimidad de semejante pretensión, motivada entonces por la discriminación, represión y
persecución de los judíos en Europa oriental, sobre todo en la fase final del siglo xix, parece conveniente, a fin de
comprender mejor el conflicto del Próximo Oriente, ocuparse de las especiales condiciones y consecuencias de la
creación de semejante Estado nacional en Palestina. 

177
Más aún: el país Palestina en donde debía erigirse la soberanía nacional judía estaba ya habitado. Habitado por
hombres de otra lengua, otra cultura y otra filiación religiosa, atributos que no podían responder y se contraponían
a la nacionalidad judía que se pretendía establecer en el país.  La consecuencia de la pretensión de crear en este
país un Estado nacional judío sería que la población árabe existente quedaría en minoría. Ninguno de los grupos
establecidos en el lugar, y mucho menos una mayoría arraigada desde hacia muchos siglos en el país, como la
población árabe de Palestina, podía someterse voluntariamente a semejante proyecto. como en Palestina, la
población inmigrante tenía que apropiarse, como premisa de la creación de una mayoría, de las condiciones
materiales para la fundación del Estado nacional judío. Se trataba, sobre todo, del suelo, del territorio en el que se
levantaría el Estado nacional.

La compra y colonización del suelo eran, pues, desde un principio, las condiciones para la creación de un Estado
nacional judío en Palestina. Pero de este modo se determinaba ya la forma en iba a transcurrir el conflicto había
que vincular al suelo colonos judíos en vez de la población campesina árabe, los fellagas, y, al mismo tiempo,
había que impedir que ese suelo pudiera ser comprado de nuevo por los árabes. Esto se consiguió, sobre todo
haciendo que la organización sionista para la compra de tierras, el Keren Kayemeth Leisrael (KKL) , prohibiera
expresamente a los judíos enajenar el suelo adquirido. Desde el momento de su adquisición sería propiedad
nacional. Esta reglamentación, que todavía mantiene su validez jurídica en el actual Estado de Israel, no debe
confundirse con una medida de socialización encaminada a estatalizar la tierra. Se trata más bien de una
nacionalización en el sentido originario de la palabra, en tanto en cuanto que estas tierras sólo pueden ser
reclamadas y colonizadas por un grupo nacional de la población, el judío

Pero, para los árabes, estas normas de nacionalización tienen carácter de exclusión, pues «en este proceso no
puede reconocer la socialización el grupo étnico que no pertenece a la societas». Estas normas equivalen, tanto en
el pasado como en el presente, a medios para transformar en territorio judío las tierras de los árabes palestinos
primero compradas, luego conquistadas en la «guerra de independencia» de 1948/49 y más tarde confiscadas por
el Estado de Israel. 

De las manifestaciones del destacado sionista y antiguo director del fondo de tierras, el KKL,Menájen Usshiskin.
En su opinión, hay tres posibilidades de adquirir tierras:«Por la fuerza, esto es, por la conquista bélica, o dicho en
otros términos, robándoselas a sus propietarios; por compra forzosa, es decir, por incautación de la propiedad del
suelo recurriendo a la fuerza del Estado; y, finalmente, por compra con el consentimiento del propietario. ¿Cuál de
estas posibilidades está a nuestro alcance? E1 primer camino no es viable, carecemos de poder suficiente para ello.
Esto significa que debemos tomar el segundo y el tercer camino»

Todavía hoy siguen vigentes en el Estado de Israel leyes que prohíben la enajenación, transferencia o labranza por
no judíos de las tierras que jurídicamente pertenecen al KKL o son «tierras estatales». 

Para que el suelo palestino se convirtiera en territorio nacional judío hubo que tomar otras medidas. Hubo que
establecer sobre todo una vinculación real entre los colonos judíos y la tierra. El pionero teórico de la apropiación
sionista del suelo, el sociólogo y economista Franz Oppenheimer, propuso garantizar la «colonización con
campesinos que trabajasen ellos mismos la tierra y el derecho estatal de propiedad»~. El profundo sentido político
del trabajo agrícola: era sobre todo un medio político de adquirir tierras. Pues una actividad agraria que atara a los
hombres a la tierra asegurándoles el sustento constituiría un verdadero lazo en contraste con la reclamación
puramente formal. Otro responsable de la ocupación de tierras en Palestina, Adolf Bühan, En toda la historia se
pone de manifiesto que sólo el pueblo que la cultiva realmente es el que posee permanentemente la tierra y el que
determina su carácter. No es el propietario de la tierra el que la nacionaliza, sino el que la trabaja»

El incentivo económico del beneficio y la rentabilidad de la producción mueve cada vez más a emplear una fuerza
de trabajo barata. Esta la constituía y constituye en Palestin a o en Israel el trabajo asalariado árabe. Por eso, tal
como dispusieron los planificadores del asentamiento, «el primer mandamiento de la colonización agraria tenía

178
que ser la exclusión del trabajo asalariado, puesto que el judío sólo puede enraizarse en la tierra trabajándola con
sus propias manos»”.Por tanto, l departamento de colonización de la organización sionista determinó  que se
prohibiera por principio el trabajo asalariado en las tierras del KKL

Resumiendo las condiciones de creación del Estado nacional judío en una Palestina poblada por árabes, dada la
inexistencia hasta 1948 de un poder estatal judío, fueron necesarias medidas económicas que en realidad tuvieron
escasa importancia económica ya que su función fue más bien la de crear un Estado: compra de tierras y cultivo de
las mismas a fin de vincular al judío al suelo en su calidad de futuro ciudadano del Estado nacional, limitar su
movilidad e impedir la vuelta de los árabes como jornaleros. De ahí el predominio de las formas colectivas de
asentamiento en las posesiones sionistas de Palestina.

la fundación de la central sindical sionista, la Histadrut. Como ésta sólo aceptaba a trabajadores judíos, cosa que
Zvi Sussman califica de «discriminación institucional» , y los anteponía a los árabes. La consecuencia fue que los
obreros judíos pasaron a constituir la mano de obra cualificada y los árabes la no cualificada. Así pues, el mercado
de trabajo se desarrolló de tal manera que el elemento social fue inseparable del nacional. Los conflictos
nacionales provocaron conflictos sociales, y viceversa.

Fueron sobre todo las organizaciones obreras sionistas, los llamados sionistas de izquierda, los que impulsaron esa
nacionalizaci ón de la economía, que se contradecía abiertamente con su ideología socialista. 

Este proceso de colonización, que puede ser calificado también de ocupación, puesto que un grupo de la población
sustituyó a otro con el fin de crear un Estado nacional, puede considerarse como concluido con la creación del
Estado de Israel en 1948.

Israel no puede librarse del conflicto originario de su nacimiento, por las razones siguientes: Israel no se considera
el Estado de sus ciudadanos decir, el Estado de los judíos y árabes que viven en él, sino el Estado judío, el Estado
de los judíos, del pueblo judío, que en su inmensa mayoría no vive en el país

La minoría árabe de Israel forma parte de una mayoría regional que señala claramente el carácter minoritario de
Israel como Estado judío en este entorno. Esto hace que dicha minoría sea cada vez más oprimida en Israel,
opresión que se traduce directamente en discriminación, puesto que un Estado nacional como Israel no sólo
acentúa su carácter judío como razón de ser en la conciencia de sus ciudadanos, sino que también debe
garantizarlo con una política sionista práctica, es decir, con medidas legales y administrativas concretas.

Los privilegios constitucionales de los inmigrantes judíos y de la población judía como tal sign ifican de por si una
discriminación de los ciudadanos árabes de Israel y suponen un rechazo estructural del principio de igualdad ante
la ley de los ciudadanos, tal como se presupone en una democracia burguesa.

El postulado de la igualdad incluido en la declaración de independencia pasa a segundo término tras el contenido
preferencial de la «Ley de Retorno», válida solamente para los judíos, y se reduce así jurídicamente a una
declaración de intenciones políticas susceptible de ser impugnada.

La lucha de ambas nacionalidades dentro del Estado de Israel y en toda Palestina prosigue también porque la
mayoría dominante de los judíos en el entorno árabe, prescindiendo del postulado ideológico del «retorno» sionista
y de los conflictos que de él se derivan, no puede dejar de temer que el aumento de la población árabe, en virtud de
su tasa de natalidad más elevada, pase a convertirla biológicamente, de forma natural, en mayoría, en contra de lo
que se ha propuesto o se propone políticamente, es decir, programáticamente, el sionismo frente a los árabes de
Palestina

Para los planificadores no existe, pues, ninguna diferencia entre la Galilea israelí y las zonas ocupadas en 1967.
Así, por ejemplo, cuando se inauguró una nueva colonia judía en Galilea central, llamada Zalmon, en las

179
proximidades de la aldea árabe de Dir Jana, el comandante de las fuerzas armadas del sector norte subrayó la
importancia de este asentamiento «al compararlo con una avanzadilla de primera línea» .

Sobre todo desde que se habla de la creación de un Estado palestino en la orilla occidental de la Jordania ocupada
por Israel desde 1967, y en la franja de Gaza, existe en Israel el temor a que los árabes de Galilea, aunque
oficialmente ciudadanos israelíes, puedan pedir su fusión con ese Estado palestino. Por otro lado, la plena
equiparación de los árabes dentro de Israel supondría que a cada israelí, cualquiera que fuera su origen, se le
garantizaría la participación ilimitada en la vida estatal. Pero semejante concepción del ciudadano israelí, en vez
de la actual diferenciación entre judíos y no judíos, transformaría a Israel, de un Estado exclusivamente judío y
sionista, en un Estado binacional

on la confiscación de las «tierras árabes», esto es, de las tierras que son propiedad privada de los árabes, se
pretende sobre todo dividir las zonas homogéneas de colonización árabe mediante la instalación de asentamientos
judíos. Esta «judaización» de Galilea, como se llama en Israel a la ocupación interior de tierras, refuerza la
conciencia de los árabes de Israel en el sentido de que no son ciudadanos del Estado, sino más bien forasteros en
su propia tierra. La resistencia de la población árabe a estas confiscaciones llevó el 30 de marzo de 1976 a huelgas
generalizadas .

La continuación del conflicto en su forma originaria como ocupación de tierras se agudizó tras la guerra de junio
de 1967. La conquista del resto de Palestina, es decir, la orilla occidental (Cisjordania), enfrentó al Estado de Israel
con zonas donde las colonias árabes tenían un carácter homogéneo

Si la política de asentamientos de los partidos laboristas sionistas de izquierda iba, por tanto, encaminada a
impedir, mediante este aislamiento de los árabes, una soberanía palestina en la margen occidental y en la franja de
Gaza y a dejar abierta todavía la vuelta de la administración jordana («Plan Ailón»), el sionismo de derechas,
representado por el gobierno de Beguin, parte de que las zonas ocupadas en 1967 al oeste del Jordán y en la franja
de Gaza también pertenecen al pueblo judío por razones de legitimación bíblico-histórica y, - por consiguiente, son
inalienables. 

Los sionistas se remiten mis bien al «derecho histórico» de un pueblo judío, políticamente indeterminable, a la
tierra, a Erez Israel. Esta postura ideológica llega en sus consecuencias históricas hasta el extremo de aceptar una
posible autodestrucción de los israelíes judíos en aras del principio sionista. Los sionistas necesitan un «derecho
histórico», ideológicamente fundamentado, del pueblo judío a la tierra. Una nacionalidad judeo-israelí que no se
apoye en el sionismo sino simplemente en su existencia y rompa así con el sionismo, carece de todo derecho sobre
la base de la legitimación sionista, como expuso ejemplarmente Begnin. 

Dado que Israel necesita la ayuda de Occidente, sobre todo financiera, y que con la anexión abierta de la margen
occidental como provincias israelíes de «Samaria» y «Judea», así como del «distrito de Gaza», chocarían con la
resistencia occidental, que socavaría las bases de su existencia, se encontró otra fórmula para reivindicar la
colonización como condición material de la soberanía judía: el «plan de autonomía» de los acuerdos de Camp
David de 1978. Tal como la entienden los israelíes, la autonomía supone la continuación de la ocupación sionista
de tierras, en la medida en que se debe privar a la población árabe del acceso al suelo. Las personas pueden
ser «autónomas», es decir libres de la intervención israelí en su forma actual de régimen militar, pero no las
comarcas en que viven.

Lo que queda de la interpretación israelí del concepto de autonomía es una especie de autonomía cultural y una
limitación o supresión de la administración militar israelí, pero no la retirada de las tropa s de la margen occidental
y de la franja de Gaza. El resultado seria un bantustán palestino, un homeland árabe en el que el Estado israelí, sin
necesidad de una anexión tal como la entiende el derecho internacional, no reconocería siquiera el derecho de la
población a un trato igual. 

180
Originariamente, según el plan de partición de la ONU de 1947, Jerusalén no debía pertenecer ni a la parte judía de
Palestina ni a la parte árabe. Jerusalén debía ser internacionalizado en su conjunto y considerado jurídicamente
como corpus separatum. Sin embargo, en conversaciones secretas, los dirigentes sionistas y posteriormente el
gobierno israelí y el emir de Transjordania y posterior rey de Jordania, Abdullah, se pusieron de acuerdo en
repartirse la ciudad lo mismo que el resto de Palestina. Por eso, durante la primera fase de la guerra palestina de
1948/49, Israel introdujo de motu propio medidas para hacer fracasar la posible internacionalización de la parte
judía, al oeste de la ciudad.

II. Sobre la economía de la ocupación de tierras

El proceso de formación del Estado nacional judío se llevó a cabo sobre todo con medios económicos hasta los
combates de 1947/48. l primer plano lo ocupó la compra de tierras por terratenientes locales, adquisición que
exigió un considerable esfuerzo financiero de la Agencia Judía. Como no era posible una conquista militar dada la
correlación de fuerzas existente, la expansión de la empresa colonizadora dependía «del montante de los fondos
disponibles» .Estos medios, conseguidos en su mayor parte a través de donaciones, no podían utilizarse, debido a
la necesidad de adquirir tierras, con vistas a una rentabilidad económica. El suelo no se adquirióprincipalmente
para sacarle provecho, sino para disponer de él más tarde como territorio estatal,

Lo mismo puede decirse de los gastos militares. Pues si se juzga el conflicto de Oriente Próximo sobre todo como
consecuencia y ampliación de la lucha por Palestina, resulta que los gastos de armamento han de imputarse al
capitulo de los costos relacionados con el mantenimiento de la estructura sionista del Estado de Israel.

Como ya se ha mencionado, las instituciones sionistas de Palestina impusieron una economía dividida por
grupos étnicos. En el ámbito no colectivo fue posible privilegiar al grupo propio mediante prestaciones especiales
a los trabajadores judíos. Estas prestaciones especiales resultaban necesarias porque los salariosárabes eran
demasiado bajos para garantizar las necesidades vitales de los inmigrantes judíos. Los obrerosárabes tenían
asegurada la supervivencia gracias a las comunidades de aldea, todavía intactas. Las instituciones sionistas
aportaron medios «para complementar los salarios de los trabajadores judíos allí donde, por razones de
competencia, se ven obligados a aceptar salarios por debajo del mínimo vital». De este modo los salarios de
los «obreros judíos.., podían ser desde un principio mucho más altos que los de los árabes

La dependencia financiera de Occidente puede obligar, por tanto, a Israel a renunciar a otros objetivos sionistas.
Tras la guerra de junio de 1967, el mercado interior israelí se amplió con más de un millón de
consumidoresárabes. El boom de la construcción fue acompañado de una demanda de mano de obra que se
satisfizo principalmente gracias a los trabajadores árabes peor pagados de las zonas ocupadas. Hoy en día, los
trabajadores del sector de la construcción y de la agricultura (circunstancia ésta última que constituye un sacrilegio
para los sionistas) son casi exclusivamente árabes. 

El bloque sionista burgués intenta desde entonces, sobre todo desde diciembre de 1979, abandonar
progresivamente la econom ía política de la ocupación de tierras o la creación del Estado nacional en aras de la
competitividad de la economía israelí en el mercado mundial, naturalmente sin renunciar a la ocupación de tierras.
En contraste con la política de los partidos laboristas, los fondos destinados a la ocupación de tierras no se guarda
en secreto, sobre todo en los servicios económicos del Estado, sino que se habla de ellos abiertamente. La recesión
de 1965-67 y la consiguiente emigración pusieron ya en entredicho el sistema político-económico de la creación
del Estado nacional para un Israel sionista, un país de inmigración ideológica.

El apoyo incondicional a la política israelí por Occidente tiene hoy día unos límites, puesto que ha cambiado la
relación entre Occidente y los Estados árabes. El conflicto tradicional entre Occidente y losárabes era en última
instancia la razón decisiva del apoyo a Israel por parte del mundo occidental .

III Del conflicto de Palestina al conflicto del Oriente Próximo

181
El conflicto de Palestina es el meollo, aunque no siempre el motivo inmediato, de las hostilidades y la guerra entre
Israel y los Estados árabes, se trata de una prolongación regional del conflicto local de Palestina. La función de
Israel para los regímenes árabes no anula, empero, el potencial conflictivo que encierra realmente la cuestión de
Palestina

Su resistencia a los proyectos sionistas se materializó en un principio en congresos, resoluciones y acciones de


protesta, y más tarde en la violencia armada, De 1936 a 1939, la oposiciónárabe a la ocupación sionista de tierras y
al protectorado británico que la permitía se plasmó en una lucha armada que fue sangrientamente reprimida 

En relación con la creación del Estado nacional sionista, la discusión de la huida o expulsión de los palestinos
carece de importancia. Lo decisivo es más bien el hecho innegable de que Israel no es taba en absoluto dispuesto a
readmitir a los refugiados, a fin de poder crear de esta manera un Estado nacional judío relativamente homogéneo
en Palestina, Si la población árabe de Palestina se hubiese quedado en su mayoría dentro del país, no se habría
podido imponer esa creación del Estado.

La cuestión de los refugiados se convirtió en el conflicto central entre Israel y los árabes. En los campamentos y
viviendas provisionales establecidos en las líneas del armisticio de 1948-49, los palestinos manifestaban su
voluntad de volver. en la inmensa mayoría de los casos los refugiados árabes de Palestina de 1948 eran
campesinos que con la conquista y ocupación sionista habían perdido sus tierras y, con ellas, la base de su
existencia

La consecuencia fue que «los costos políticos y económicos de la pérdida de tierras se transfirieron ahora por
medios militares a los Estados árabes y a la ONU» Entre las filas de los refugiados palestinos que en un principio
querían sencillamente volver a sus campos y a sus casas, surgió paulatinamente un movimiento nacional cuya
meta consiste hoy en la creación de un Estado naci onal palestino. El paso del elemento social al nacional se refleja
en los combates librados desde 1949 a lo largo de la sangrienta línea de armisticio del Estado de Israel,
políticamente consolidado. Diariamente la prensa informaba de los intentos de los aldeanos árabes por volver a sus
campos, «de los que hablan sido separados por la línea de armisticio y que ahora estaban en sazón». Al ser
rechazados, empezaron los combates habituales, con muertos por ambas partes »,

La violencia reinante en las líneas de armisticio trazadas en torno a Israel hacía inevitable que la violencia armada
del Estado sionista, aplicada como «represalia» por la trasgresión de la frontera, se contagiara a los Estados árabes,
sobre todo teniendo en cuenta que la «represalia» militar de Israel se desarrollaba en su territorio.

Israel partía del principio de que de cada acción violenta que se ejerciese desde territorio árabe eran responsables
los Estados árabes. De este modo, los <="" span="">»israelíes cada vez se dirigieron más contra Jordania y
Egipto. El resultado fue que estos Estados se vieron Inmersos en la década de 1950 en el conflicto de Palestina
más de lo que ellos habrían querido. El conflicto de Palestina se transformó, por tanto, en el conflicto de O riente
Próximo o árabe-israelí.

Los Estados árabes, y sobre todo Jordania y Egipto, que controlaban las partes del antiguo protectorado de
Palestina que no habla conquistado Israel en 1948-49, se dieron cuenta del peligro. Por eso intentaron no dejarse
arrastrar por los refugiados palestinos a un conflicto armado con Israel, militarmente superior. Jordania, por
ejemplo, se esforzó por perseguir los ataques de los «infiltrados» palestinos y por colaborar con las autoridades
israelíes”.

Hasta la primera mitad de 1955, Egipto tomó también medidas para retener a los palestinos detrás de la
frontera. Para ello se emplearon, no pocas veces, métodos brutalesSe tomaron medidas represivas que
excedieron incluso a las represalias israelíes, como, por ejemplo, la orden de abrir fuego contra
cualquier «infiltrado» que se mostrase a la vista, el encarcelamiento preventivo de sospechosos y su

182
concentración en campos especiales de prisioneros, así como el reasentamiento de sospechosos o de personas
sospechosas de colaborar con los «infiltrados» y su traslado lejos de la línea de armisticio.

Por tanto, la guerra de Palestina se prosiguió como una pequeña guerra fronteriza. En octubre-noviembre de
1956, la sangrienta guerra fronteriza llevó a la agresión de Inglaterra, Francia e Israel contra Egipto.
existencia de ese elemento global de conflicto, que se sumó a la guerra fronteriza árabe-israelí: la intención de
Francia e Inglaterra de asestar así un golpe mortal al nacionalismo árabe con el derrocamiento de Nasser, Con
ello, Inglaterra creía poder anular la nacionalización del canal de Suez declarada por Nasser

En la frontera siria fueron también las acciones armadas de los palestinos las que llevaron a la agudización del
conflicto entre Israel y Siria, arrastrado desde 1949, por el control de las llamadas zonas desmilitarizadas, que
por lo demás no hab ían dejado de provocar tensiones entre ambos países. Para los palestinos, estos conflictos
y los relativos a la desviación del agua del Jordán representaban la oportunidad de volver a poner en juego su
causa como parte del conflicto árabe-israelí

De esta guerra, que llevó a la destrucción de los ejércitos árabes, salieron vencedores, paradójicamente, los
palestinos, si no militar al menos políticamente. Con la conquista del resto de Palestina el mundo volvió a
tomar conciencia de la vieja cuestión palestina, encubierta por el concepto generalizador de “conflicto del
Oriente Pr óximo”. Se hizo así evidente que sin una solución del problema de Palestina no era posible poner
fin al conflicto árabe-israelí.

IV Israel y la importancia política a nivel mundial del conflicto del Oriente Próximo

El interés de Gran Bretaña, como potencia protectora, por la colonización sionista se debió también a razones
principalmente estratégicas. Las grandes arterias del imperio británico pasaban por el Oriente Próximo. El
centro de esas vías de comunicación, de las «rutas imperiales» británicas, era el canal de Suez.

Una vez que Inglaterra se hubo asegurado Palestina a través del mandato de la Sociedad de Naciones,
transformó la antigua aldea de pescadores de Haifa en un importante puerto para barcos de gran tonelaje. Un
oleoducto iba desde los campos petrolíferos iraquíes hasta Haifa, donde también se construyó una refinería. El
aeropuerto de Lod asumió una función de bisagra entre Asia y Africa.

Antes de la guerra mundial, los británicos pensaron ya en erigir en Palestina, fomentando la colonización
judía, una barrera física contra la posible amenaza del canal por parte de Turquía y el imperio alemán aliado
de ella, así como contra los aliados rivales, Francia y Rusia.

La resolución británica contraria a los intereses árabes se tomó ya durante la guerra, cuando los representantes
diplomáticos de Inglaterra y Francia, Sykes y Picot, firmaron un tratado secreto. Este acuerdo imperialista
permitió a los británicos prometer a los sionistas lo que sería el contenido de la declaración de Balfour de
noviembre de 1917, a saber, el apoyo a la construcción de un «hogar nacional»para el pueblo judío en
Palestina

Las sionistas y la empresa de colonización planeada por ellos dependieron, pues, desde un principio, de la
protección y la benevolencia de Gran Bretaña, También después, y a pesar de las luchas contra el mandato
británico de 1944 a 1947, Ben Gurion se esforzó por mantener la presencia británica en el Oriente Próximo.
Los dirigentes sionist as estaban seguros de la benevolencia de su potencia protectora. Sin embargo, esta
protección sólo se dio mientras se mantuvo intacta la posición de Inglaterra como potencia hegemónica en el
Oriente Próximo. Ben Gurion reconoció ya durante la segunda guerra mundial que Gran Bretaña tenía que
perder su importancia después de la guerra y supuso que los Estados Unidos asumirían el papel de Inglaterra.
Desde ese momento fueron los Estados Unidos los que actuaron como potencia protectora oficiosa.

A los intereses estratégicos y geográficos de la vieja potencia comercial —Inglaterra— en el Oriente Próximo


se sumó otro elemento antes de la primera guerra mundial y sobre todo después de ella: el petróleo .  Las

183
favorables condiciones de extracción y transporte hacían que el petróleo del Oriente Próximo fuese muy
barato y los beneficios muy altos

Semejante política de precios era posible sobre todo gracias a la presencia militar y política de las potencias
occidentales en el Oriente Próximo. Se pod ía obligar a los gobernantes tradicionales del lugar a entregar sus
materias primas en condiciones favorables. La presencia occidental en el Oriente Próximo consolidó, por
tanto, los gobiernos tradicionales de estos países frente al movimiento nacional revolucionario que no sólo
exigía la independencia nacional, sino también la plena disposición de las riquezas minerales de sus países, es
decir la nacionalización de los yacimientos de petróleo. Estas aspiraciones fueron reprimidas por todos los
medios, como lo demuestra el ejemplo iraní en la década de 1950.

Pero a partir de mediados de la década de 1950, los países árabes consiguieron librarse de la presencia
occidental en sus territorios. La evacuación de la zona del canal de Suez por Inglaterra y la nacionalización
del canal de Suez por Nasser fueron en 1956 la respuesta indirecta a la costumbre de Occidente de considerar
el Oriente Próximo como su finca particular.

Poco después, en 1958, se produjo la caída de la monarquía hachemita en Irak, Las convulsiones que sufrió el
Oriente Próximo en las décadas de 1950 y 1960 hicieron finalmente que Occidente perdiera sus bases
militares

 Israel era para Occidente un aliado más seguro que los Estados árabes cuyos regímenes no representaban
evidentemente los intereses de la población y cuya estabilidad estaba siempre, por tanto, en peligro El
antagonismo que enfrentaba y enfrenta a Israel con los árabes debido a la ocupación sionista de tierras en
Palestina hace que la prosperidad o la ruina del Estado judío dependa de la ayuda exterior y por consiguiente
es algo que pueden instrumentalizar estas potencias extranjeras.

El propio Israel ha elevado el antagonismo entre Occidente y el nacionalismo árabe a principio de su


seguridad nacional, cambiando su protección por algunos «favores» prestados a Occidente. Desde mediados
de la década de 1960 los fedayin palestinos empezaron a realizar acciones militares contra Israel.

Esto se relaciona sobre todo con el carácter esencialmente colonial del conflicto, el cual impide el
reconocimiento del enemigo como adversario y, por tanto, como sujeto del derecho internacional. La
violencia así aplicada no tiene pues limites personales ni espaciales, circunstancia que podría eliminarse
mediante el reconocimiento mutuo, con lo que llegaríamos de nuevo al núcleo del conflicto, aún sin
resolver. +

Con las acciones armadas de mediados de la década de 1960 se puso en marcha, por tanto, la espiral de la
escalada que, con sus efectos secundarios para los países árabes, llevó a la guerra de junio de 1967, Pero
prescindiendo de esto, y de la polémica en torno al proyecto de Israel de desviar las aguas del Jordán, la
guerra se desencadenó principalmente porque los intereses de los regímenes nacionalistas árabes chocaban
cada vez más con los de Occidente. En Irak se veía amenazado el monopolio de la Irak Perroleum Company
por las medidas de progresiva nacionalización, 

Desde la guerra de octubre de 1973 se ha modificado la relación de antagonismo histórico entre Occidente y
los países árabes, siempre que éstos no sean aliados de la Unión Soviética en el conflicto global Este-Oeste.
Con la plena independencia nacional y el consiguiente control de su territorio, los Estados árabes adquirieron
también el control directo de sus materias primas y de las vías de comunicación de su zona. Por eso pudieron
decidir también los precios de sus materias primas, es decir del petróleo, y elevarlos oportunamente. En la
llamada «crisis del petróleo» de 1973 se fijó un prec io que supuso la definitiva revisión de la relación de
sumisión del Oriente Próximo bajo hegemonía occidental. No fue casual que en las horas más difíciles de
Israel, en la guerra de octubre, cuando el Estado judío perdió en los primeros días de la guerra el mito de su
invencibilidad militar, el «16 de octubre de 1973 acordasen por primera vez en la historia seis ministros de la
OPEP, en Kuwait, elevar colectiva y unilateralmente el precio del petróleo de 2,89 a 5,11 dólares el barril».

184
os esfuerzos intensificados desde 1973 por poner fin de una vez por todas al conflicto del Oriente Próximo,
iniciados con la retirada de las tropas egipcio-israelíes después de la guerra de octubre, hasta la «iniciativa de
Sadat» de noviembre de 1977, los acuerdos de Camp David y el tratado de paz egipcioisraelí de 1979,
persiguen este fin. Pero en la medida en que es preciso suprimir el carácter internacional del conflicto, se
choca con el quid de la cuestión: el problema palestino, o mejor dicho los efectos, repercusiones y
condiciones de la ocupación sionista de tierras o de su continuación.

Se cierra así el círculo en el que confluyen los diversos componentes del conflicto global: no podrá ser
resuelto mientras Israel no renuncie a continuar con la ocupación de tierras y no conceda a los palestinos el
derecho a la independencia en Palestina

Seria ésta una solución binacional del conflicto de Palestina, solución que, indudablemente, no puede


realizarse de la noche a la mañana y que, además, exigiría transformaciones sociales. Sin embargo, como
punto de partida de un proceso evolutivo, es la única posibilidad real de acabar con el conflicto en beneficio
de los hombres que allí viven.

V La nacionalidad judeo-israelí; dialéctica del reconocimiento.

Esta realidad no puede sin embargo ser políticamente eficaz hasta que ambass partes la reconozcan
conscientemente y la defiendan programáticamente. Para la nación judeo-israelí, que ha crecido mientras
tanto en el país, esto significa respetar los derechos individuales y colectivos de los árabes palestinos
y romper, no sólo ideológicamente, sino también en la pr áctica, con el sionismo, anulando todas las medidas
legales y políticas que privilegian a los judíos y discriminan a los árabes y suprimiendo las instituciones
correspondientes. La nación árabe Palestina, por su parte, tiene que reconocer que, aunque a través de un
proceso de colonización y usurpación, se ha constituido mientras tanto una nacionalidad judeo-
israelí independiente.

La sustitución del sionismo por el Estado judío-israelí, necesaria para esto, todavía no ha calado en la conciencia
colectiva, a pesar de —o debido a— que la realidad social binacional empuja en esta dirección en virtud de la
integración económica de am bos pueblos, que ya coexisten. Las reticencias de los palestinos para aceptar esta
perspectiva son, en cambio, de otro tipo. Para empezar, no pueden admitir la peculiaridad de una nacionalidad
judeo-israelí en el país, ya que, por culpa del sionismo y de las formas del conflicto, que le vienen dadas de
antemano, la nacionalidad judeoisraelí no ha sido capaz de desprenderse hasta ahora de las estructuras sionistas
dominantes en su comunidad a fin de reconocer así a los palestinos como grupo con los mismos derechos y valores
colectivos e individuales. 

El reconocimiento de los derechos colectivos de la nacionalidad judeo-israelí dentro de Palestina se diferencia


cualitativamente del proyecto palestino de un Estado democrático laico en el que deberían ser reconocidos por
igual los cristianos, judíos y musulmanes que viven en él, Al hacer hincapié en una igualdad que prescinde de la
confesión religiosa se elude la cuestión nacional como problema realmente dominante

La binacionalidad aquí esbozada se remite en cambio al resultado, a la nación judeo-israelí en Israel o en una


Palestina global y no a la ejecución de sus condiciones de creación y conservación, El resultado de la disolución de
la constitución sionista de Israel seria una nacionalidad judeo-israelí y árabe-palestina autóctona. Esta es la
importancia de la binacionalidad en el sentido de un reconocimiento post festurn delstatu quo, de la nación
judeoisraelí sin sionismo.

La supresión de la estructura sionista significa históricamente la negación de la negación de la existencia judeo-


israelí y árabe-palestina en una Palestina global. Negación de la negación en tanto en cuanto la estruct ura sionista
del Estado de Israel significa delimitación y discriminación de los árabes palestinos, y estosúltimos, en su reacción
a su expulsión, en lugar de dirigir exclusivamente sus ataques contra la estructura sionista de Israel, pueden caer en

185
la confusión creada entre estructura sionista y existencia judeo-israelídominada por la primera y no distinguir entre
ambas.

GADDIS LA GUERRA FRIA, C4 EL SURGIMIENTO DE LA AUTONOMIA

Las acusaciones vertidas contra Jruschov sin duda merecian esta descripci6n por parte dellider sovietico. Se le
atribuia crueldad, distracción,MEGALOMANIA. Habia arruinado Ia t sovietica y habia llevado al mundo al borde
de una guerra.

Fue una manera indigna y cruel de liquidar allfder de Ia segunda potencia mundial, pero no hubo derramamiento
de sangre, ni lamientos ni exilio para nadie. Se permitio a Jruschov una retirada pac[fica. siempre optimista, ellider
depuesto llego aver su mayor logro en el hecho de no haber podido conservai su puesto, precisamente por las
restricciones al ejercicio del poder que ei misino impuso durante los aiios de su presidencia.

El destino de Jruschov era un reflejo microcosmico del destino de las dos superpotencias entre finales de los aiios
cincuenta y principios de los sesenta. Sin embargo, tanto Estados Unidos como la Union Sovietica topaban con
crecientes dificultades para manejar a otras potencias rnenores, ya hubieran sido aliadas o neutrales en la Guerra
Fria, al tiernpo que perdian en casa una autoridad que siempre habian dado por sentada. Los debiles empezaban a
descubrir oportunidades para enfrentarse a los fuertes.

Los priemros indicios de cambios llegaron con el proceso de descolonizaicon, un proceso que ya había comenzado
antes de la guerra fría. En I905, japon, una potenc1a emergente, gano la guerra que habfa iniciado contra Rusia,
uno de los imperios mas debiles de Europa. Esta victoria hizo saltar · por los aires Ia ilusion de que los europeos
siempre saldrfan vencedores.

La propia Europa acabo con otro espejismo -el de su propia unidad- al estallar la guerra en I9I4- La Primera
Guerra Mundial produjo a su vez dos justificaciones irrefutables para poner fin al dominio colonial. Una de elias
surgio de Ia revolucion bolchevique, cuando Lenin exigio el fin del <> en cualquiera de sus formas. La otra lleg6
de Estados Unidos cuando Woodrow Wilson incluyo entre sus Catorce Puntos el principia de autodeterminacion,
cuya intencion era atajar el atractivo de los bolcheviques, pero sus palabras excitaron a los enemigos del
imperialismo en toda Asia, Africa y Oriente Medio.

El colapso del colonialismo coincidio por tanto con el comienzo de Ia Guerra Frfa, si bien no fue esta su causa. La
descolonizacion no fue una de las cuestiones significativa: los comienzos de la Guerra Frfa. La Union Sovietica
seguia siendo tiimperialista no iba a serlo?- y llevar la revolucion a lo q: pronto empezaria a llamarse el «Tercer
Mundo >> no era para Stalinel!k posguerra inrnediata tan importante como recuperarse de la contiend;( ampliar su
influencia en Europa. Estados Unidos, por su parte, tampoco estaba dispuesto a defender el colonialismo europeo

A finales de 1949la '- pugna sovietico-estadounidense por Europa habia llegado a un callej6n sin salida, lo que
despertaba tentaciones de aprovechar otras oportlinidades. Stalin sucumbio a estas al autorizar a Kim Il-sung el
ataque Corea del Sur, al tiempo que incitaba a Ho Chi Minh para que entrase en guerra con Francia en Indochina.
Pero el viejo dictador sabia muy poco sobre el Tercer Mundo y no realizo un esfuerzo sostenido para ampliar la
influencia sovietica en estas zonas. Jruschov se mostr6 rrias energico.

A diferencia de Stalin, le encantaba via jar al extranjero y rara vez perdia la ocasion de hacerlo. Figuraban entre
sus destines predilec- r,.'. tos los paises surgidos del imperio colonial europeo, que disfrutaban l de su recien
adquirida independencia. «No soy un aventurero, pero es nuestra obligacion ayudar a los movimientos de
liberacion nacionah, decia Jruschov.

186
Pero Estados Unidos no podia desligarse de sus aliados britanicos, franceses holandeses y portugueses por Ia razon
de que estes atin conserc,eses, algunas posesiones coloniales, pues Ia prioridad era restablecer la seguridad y
prosperidad a en europa.

Era poco favorable para Estados Unidos -incluso prligroso- que el colonialismo concluyera cuando Ia Guerra Frfa
crecía en intensidad, pues los pecados cometidos por sus aliados en el pasado podían hacerlos facilmente
vulnerables en el futuro. Aqui radicaban sin duda las esperanzas de Jruschov.

Todo ello significaba que los nuevos estados podían alterarel equilibrio de poder durante la guerra fría. Una de los
aspectos sorprendentes de la guerra de corea para USA fue la rapidez con que un interés periférico paso a
convertirse en vital.

Las fichas de domino podian caer como consecuencia de una agresi6n externa, como en Corea, ode una subversion
interna, como estaba ocurriendo en Indochina; pero tambien podian caer si los Estados surgidos del colonialismo
decidian inclinarse hacia Ia Union Sovietica ()China. Semejante posibilidad sitoaba Ia descolonizacion en un
contexte inedito: Ia emergencia del nacionalismo, desde Ia perspectiva de Washington, podia causar tantos
problemas como Ia persistencia del colonialismo. La Guerra Fria empezaba a alcanzar una magnitud global, si
bien provocaba la paradojica consecuencia de fortalecer al pueblo -que hasta entonces carecfa de cualquier poder-
en nombre del cual se lucharia en lo sucesivo. El procedimiento fue Ia no alineación.

La estrategia de no alineación ofreció a los lideres de los países del tercer mundo la posibilidad de inclinarse sin
peligro de caer; la idea de no comprometerse con ninguno de los nados enfrentados en la guerra fría, pero dejand
abierta la posibilidad de hacerlo. Amenaza de alinearse con el enemigo.

Yugoslavia encabezo este proceso, que no era un Estado del Tercer Mundo. Tito no buscaba la condena de Stalin _
en 1948; era, y continuo siendo, un comunista convencido, pero no estaba dispuesto a sacrificar su soberania por
solidaridad ideol6gica y, a diferencia de la mayorfa de los lideres de Europa del Este, no tuvo necesidad de
hacerlo. A la vista de como Estados Unidos se apresuraba a ofrecerle ayuda economica tras su ruptura con Stalin,
Tito detect& Ia· oportunidad de desarrollar una estrategia. ¡Se atreverfan los emplear la fuerza contra los
yugoslavos si esto podia desencadenar una guerra con Estados Unidos! La presencia de la Sexta Flota en las costa
en las costas yugoslava obligaba a Stalin a pensarlo dos veces.

Juzgo asf sensato dejar una puerta abierta a la reconciliacion con la Union Sovietica y, tras la muerte de Stalin,
Jruschov visito Belgrado para disculparse por el comportamiento f de su predecesor, y fue recibido con respeto por
ellider Yugoslavo, pero tambien como un igual. A partir de ese momenta Jruschov se sinti6 obligado a consultar
con Tito; el ejemplo mas notorio se produjo cori la crisis hungara, en 1956, cuando Jruschov y Malenkov
emprendieron' un vuelo espeluznante a bordo de un pequeii.o avion en mitad de una tormenta, y luego un tortuoso
viaje en barco por mares embravecidos para asegurarse de que Tito aprobaba la decision sovietica de sofocar Ia ,.,
sublevacion. Tito estaba de «vacaciones>> en su isla del Adriatico y no podia molestarse en viajar hasta Belgrado
o Moscu.

Las razones de Nehru guardaban relaci6n con Estados Unidos y £akistan. Gran Bretaiia habia concedido la
independencia a India y Pakistan en 1947, y Nehru aspiraba a mantener el subcontinente compartido por ambos
paises lejos de la Guerra Frfa. Pero los paquistanies, preocupados por las ambiciones de India, buscaron el apoyo
de Estados Unidos, proclamandose abiertamente anticomunistas y en posesion de " ejercito entrenado por los
britanicos,. La posicion de India entre los paises <> para Nehru la manera de reprender tanto a Pakistan como a
Estados Unidos, al tiempo que seiialaba al resto del Tercer Mundo la existencia de otras alternativas.

Las razones de Zhou Enlai para apoyar la estrategia de <> -que eran naturalmente las de Mao Zedong-, se
fundaban igualmente en el temor ala hegemonfa que, a juicio de China, podian ejercer tanto Estados Unidos como
la Union Sovietica. Washington habia seguido apoyando a Chiang Kai Chek y a los nacionalistas chinos tras su

187
huida a Taiwan en 1949; la amenaza de reconquista del continente por parte de los nacionalistas respaldados por
Estados Unidos no podia desestimarse en Pekin. Sin embargo, Mao no estaba dispuesto a confiar unicamente en la
alianza chino-sovietica para hacer frente a este peligro.

Fue esta convergencia de intereses, sino de objetivos finales, lo q:P llevo a Tito, Nehru y Zhou a celebrar la
primera conferencia de paise- «no alineados>> en Bandung, Indonesia, en abril de I 9 55.

Egipto no h abfa sido formalmente una colonia, aun cuando !d's britanicos ejerdan su control sabre el pafs desde I
8 So. El Canal de Suez, enteramente situado en territorio egipcio, era un paso clave entre Oriente Media, India y el
sureste asiatica. Una revolucion nacionalista concluyo en I9 52 con el derrocamiento del complaciente rey Faruk y
dos aiios mas ' tarde los britanicos accedieron a desmantelar las bases militares que aun conservaban en Egipto,
reservandose el derecho de desplegar sus ejercitos para proteger el canal si en algun momenta se vefa en peligro.
Para entonces Nasser ostentaba el poder en El Cairo ' y aspiraba a convertirse en el principal Hder nacionalista del
mundo arabe. Egipto no podfa par tanto aliarse con Estados Unidos, pues, si bien habfa contado con el apoyo de la
Administracion estadounidense, los vfnculos de esta con Europa eran demasiado evidentes y par tanto susceptibles
de, en palabras de Nasser, «molestar a alguna potenda colonial>>. 12 Fiel al espfritu de Bandung, Nasser resolvio
permanecer neutral, aunque exploto las esperanzas de Washington y Moscu, donde' no se descartaba la posibilidad
de acercarlo a sus respectivas esferas de influencia. Nasser convencio a Estados Unidos para que financiara Ia
construccion de la Gran Presa de Asuan en el Nilo, un proyecto crucial para el desarrollo economico de Egipto;
pero tambien decidio comprai armas a Checoslovaquia.

Reconoce la existencia de china. USA cancela la construcción de la gran presa, pero la URSS la termina. Esto
alarmo a su vez a britanicos y franceses quienes, sin consultar con Washington, urdieron un complot con Israel
para que este país atacase el canal, dando así a Londres y a Paris el derecho de protegerlo aunque el proposito real
era la cafda de Nasser. Mal concebida, mal sincronizada y mal dirigida, la invasion casi "- supone la ruptura de la
OTAN.

El verdadero ganador fue, sin embargo, Nasser, quien conservo el canal, humill6 a los colonialistas y equilibro la
fuerza de las superpotencias en la Guerra Frfa, al tiempo que consolidaba su posicion como líder incuestionable
del nacionalismo arabe. La incompetencia estadounidense confirio a Nasser un poder todavia mayor. En enero de
I9 57 Eisenhower anuncio que Estados Unidos trabajaría con los países de la región para ahuyentar la amenaza del
comunismo. Sin embargo, habida cuenta de su falta de confianza en el poder del nacionalismo, la doctrina
eisenhower cosecho pocos apoyos.

3-La estrategia de no alienacion no fue la única. Sino tambien la posibilidad de hundimiento. Era imposible que
anticomunistas acerrimos como Syngman Rhee en Corea del Sur, Chiang Kai Chek en Taiwan o Ngo Dinh Diem
en Vietnam del Sur amenazaran con pasarse al bando contrario -por mas que Diem, desesperado por conservar el
poder tras ser abandonado por Estados Unidos en I963, intentara la improbable empresa de abrir ne· gociaciones
con Vietnam del Norte-. 1 9 Era igualmente imposible que anticapitalistas profesos como Kim Il-sung en Corea
del Norte o Ho Chi Minh en Vietnam del Norte anunciaran con alguna credibilidad Ia intencion de alinearse con
Estados Unidos. Pero sf podfan, en ambos casos, alimentar el temor de que sus regimenes cayeran si no recibfan el
debido apoyo de sus respectivas superpotencias aliadas.

Esto significaba la defensa por parte de Estados Uriidos de un regimen autoritario, puesto que Rhee tenia muy
poca paciencia o interes por los procedimientos democraticos. Corea del Sur seria lo que el quisiera, no lo que
quisieran los estadounidenses, para lo tual Rhee disefio una atractiva modalidad de chantaje: si me presionas
demasiado, mi Gobierno caera y tendras que lamentarlo.

Hoy se sabe que la Union Sovietica tuvo una experiencia similar con Kim 11-sung en Corea del Norte. Permitio al
mandatario norcoreano construir un Estado estalinista basado en el culto a la personalidad justo cuando Jruschov

188
condenaba estas perversiones del marxismo-leninismo en otros lugares. En consecuencia, Corea del Norte se
convirtio en un regimen autoritario, crecientemente aislado y dependiente al mismo tiempo del apoyo economico y
militar del resto del mundo comunista.

Tampoco fue mayor el exito de rusos y estadounidenses en el control de sus aliados chinos. Chiang Kai Chek
habia insistido en conservar algunas islas frente a la costa china cuando se retir6 del continente en I949· Asegur6
que servirfan como escala en una eventual operaci6n para reconquistar la totalidad de la China continental. La
Administraci6n Truman se mostr6 esceptica y no se comprometi6 siquiera a defender Taiwan. Pero cuando Mao
empez6 a bombardear las islas en septiembre de I9 54, aparentemente como una demostraci6n de fuerza a raiz de
las concesiones realizadas por China y Vietnam del Norte sobre Indochina en la Conferencia de Ginebra, Chiang
insisti6 en que la perdida de las islas podia tener un efecto psicol6gico tan severo como para provocar la caida de
su regimen en Taiwan. Eisenhower y Dulles respondieron como ya lo habian hecho en Corea del Sur: Chiang
consigui6 su tratado de mutua defensa, en virtud del cual Estados Unidos se comprometia a defender Taiwan.
Quedaba abierta sin embargo Ia cuesti6n de la defensa de las islas. Mao aprovech6 la oportunidad, ocupando una
de las islas y reforzando sus efectivos militares frente a las restantes. Convencidos de que su propia credibilidad
tanto como la de Chiang se hallaba en entredicho, Eissenhower y Dulles anunciaron a comienzos de I 9 55 que
estaban dispuestos a defender las principales islas, Quemoy y Matsu, incluso con armas nucleares en caso
necesario. Mao decidi6 entonces rebajar la tension, no sin antes haber establecido dos puntos significativos.
Primero, otro aliado volvia a obtener una vez mas un compromiso de protecci6n por parte de Estados Unidos tras
airear publicamente su debilidad. En segundo Iugar, Washington retrocedia ante la iniciativa de Mao.

Jruschov respondi6 finalmente a las amenazas nucleares de Estados Unidos sabre Quemoy y Matsu lanzando sus
propias amenazas, no sin antes haberse asegurado de que la crisis estaba a punto de resolverse. 2 7 Los
enfrentamientos por estas islas entre los aiios 1954-1955 y 1958 enseiiaron a rusos y estadounidenses otra lecci6n
sabre los lfmites de la autoridad de las superpotencias. Nadie, ni en Washington ni en Moscu, habia instigado
aquellos hechos; los responsables fueron Chiang y Mao. Ningun lfder sovietico o estadounidense pensaba que las
islas merecieran desencadenar una guerra con armas nucleares, pero fueron incapaces de contener sus mutuas
amenazas porque no podian controlar a sus propios aliados.

Algo muy similar, aunque con consecuencias mucho mas devastadoras, sucedi6 en otro pais del sureste asiatica
dividido por la Guerra Frfa: Vietnam. Tras la victoria de Ho Chi Minh sabre los franceses en 1954, estos, junto
con estadounidenses, britanicos, rusos y comunistas chinos acordaron en Ginebra la partici6n del pais por el
paralelo I7- Ho Chi Minh estableci6 entonces un Estado comunista en el Norte, mientras Estados Unidos
emprendia la busqueda de un regimen alternativo en el Sur del pais. El elegido result6 ser Ngo Dinh Diem.

Diem era tan como Rhee, y a principios de los aiios sesenta su Gobierno se habfa con. vertido en un estorbo para
la Administracion estadounidense, ademas de en objetivo para la insurgencia que renacia en Vietnam del Norte.
Consciente de que la credibilidad de Washington volvfa a estar en Ia cuerda floja, Diem, inspirado por Rhee y por
Chiang, advirtio de que su regimen podia caer si Estados Unidos no incrementaba su apoyo_.

Curiosamente, tampoco los lideres sovieticos estaban contentos con !a situacion. Jruschov habia intentado mejorar
las relaciones con Estados Unidos tras la crisis de los misiles cubanos -que sirvio para quitarle el miedo al
hundimiento-, y sus sucesores, Leonidas Brezhniev y Alexei Kosigin, esperaban continuar el proceso. Sin
embargo, al proclamarse la guerra se sintieron obligados a apoyar a Vietnam del Norte, en parte por razones
ideologicas, pero tambien porque sabian que, de no hacerlo, los comunistas chinos, enzarzados para entonces en
abierta polemica con los sovieticos, sabrian aprovechar la situacion.

Fue asf como fracasaron los primeros intentos por rebajar la tension en Ia Guerra Frfa, por mas que Washington y
Moscu lo desearan, pues las acciones de pequeiios paises atrapaban a las superpotencias en una confrontacion de
la cual no tenian ni los medios ni la resolucion para escapar.

189
La Alemania de posguerra presentaba fortalezas y debilidades a Uri tiempo. Habia sido el pais mas fuerte de
Europa hasta 1945, de ahi que ninguna de las dos superpotencias se mostrara dispuesta a correr el riesgo de que
una Alemania unificada se aliara con su principal adversario. En este sentido, Ia division del pais se impuso desde
fuera y resulto inevitable una vez comenzada Ia Guerra Fria. Sin embargo, una vez dividido el pais, Ia debilidad de
los alemanes se convirtio en fortaleza. Puesto que el pais se encontraba realmente al borde del colapso -y con el
paso del tiempo aprendio a «aparentarlo»- , los alemanes tanto del Este como del Oeste podian convocar en
cualquier momenta el espectro de un enemigo pasado al caer bajo el control de un enemigo futuro.

Un modelo similar se desarrollo en Alemania oriental, aunque en este caso lo que amenazaba con hundirse no era
un partido politico -pues de hecho solo existia uno- sino el sistema en su conjunto. La intervencion sovietica salvo
a Ulbricht en junio de 19 53, aunque fue esta dem·ostracion de debilidad lo que paradojicamente le proporciono su
fortaleza; tal fue Ia alarma en el Moscu posterior a Stalin (y a Beria) que los Hderes del Kremlin no tuvieron otra
opcion que apuntalarlo. El dirigente aleman pudo asi, en lo sucesivo, chantajear a sus valedores sovieticos cuando
le vino en gana.

Adenauer y Ulbricht no eran pese a todo los aliados mas dificiles; esta distinci6n corresponde a Charles de Gaulle
y a Mao Zedong. Francia y China se habian beneficiado ampliamente de sus relaciones con las superpotencias.
Estados Unidos financi6 la reconstrucci6n de Francia en Ia posguerra, garantiz6 su seguridad a traves de la OTAN
y apoy6 en secreta el desarrollo de la capacidad nuclear francesa.42 La Union Sovietica proporcion6la inspiraci6n
ideol6gica pa,.ra la revoluci6n China y, tras la muerte de Stalin, la respald6 con generosas dotaciones econ6micas
y militares, ademas de ayuda tecnica para el desarrollo de una bomba nuclear, cuya fabricaci6n China inici6 en 19
55.43 Aun asi, a finales de los cincuenta y principios de los sesenta De Gaulle y Mao se disponian a desmantelar
las alianzas que habian nutrido a sus Estados y protegido sus regimenes. Se proponian nada menos que romper el
equilibria bipolar de la Guerra Fria.

La lista de las ofensas de De Gaulle fue extensa. Se nego a coordinar la estrategia nuclear de Francia -que realizo
su primer ensayo atornico en I96o- con Ia de Estados Unidos y Gran Bretaiia; lo que hizo, por el contrario, fue
preparar su pequeiia force de frappe para «defenderse en todas las direcciones>>, con el aparente objetivo de
inquietar tanto a los adversaries como a los aliados. 46 Veto el ingreso de Gran Bretafia en la Comunidad
Economica Europea, humillando asia un estrecho aliado estadounidense y retrasando al menos en una decada el
pro- 't ceso de integracion de este pais en el continente

Las dificultades de Estados Unidos con De Gaulle palidecen sin embargo ante las que debio afrontar Jruschov para
controlar a Mao Zedong. Las tensiones entre Rusia y China contaban con una larga historia de hostilidad mutua,
solo parcialmente superada por la afinidad ideologica; por muy comunistas que ambos fueran, tanto Jruschov
como Mao tenian todos los instintos y todos los prejuicios propios de los nacionalistas. Ellegado de Stalin tambien
suscitaba problemas. Mao defendio al dictador muerto cuando Jruschov lanzo su ataque contra el en I956, pero
ellider chino tambien cultivaba -y exhibia con frecuencia- el recuerdo de cada desliz, afrenta o insulto de Stalin

Mao desafio la logica del equilibria del poder en la esfera internacional porque buscaba un equilibria distinto; creia
que un mundo dominado por el peligro, ya fuera el de Estados Unidos, el de la Union Sovietica o el de ambos a la
par, minimizaria el riesgo que suponia para su regimen el desafio de sus rivales dentro de China.s4 La estrategia
tuvo un exito rotundo. No obstante su mala gestion -si este eufemismo puede definir las politicas que provocaron
la muerte de hambre de tantos de sus compatriotas durante el Gran Salto Adelante- Mao sobrevivio como gran
timonel de china

Tanto De Gaulle como Mao entendian de un modo muy similar la utilidad del chutzpa, una palabra que careda de
un equivalente preciso en sus respectivas lenguas y que podria definirse como el arte de practicar la acrobacia sin
red. Ello requeria - De Gaulle y Mao fueron autenticos maestros- no mirar hacia abajo.

190
Llego sin embargo el momenta en que ambos miraron hacia abajo, y lo que vieron los dejo atonitos. En julio de
I967, el cuartel general de Mao en la capital china, conocido como Zhongnanhai, fue asediado por miles de
miembros de la ]oven Guardia Roja. Algunos de los mas estrechos colaboradores presidenciales fueron humillados
publicamente, incluso agredidos, y el propio Mao tuvo que huir de la ciudad de Wuhan ' donde se encontraba con
el proposito de aplacar el creciente malestar. «No me escuchan -se quejo, sin dar credito-. Me han ignorado.,,ss De
Gaulle vivio una experiencia similar en mayo de I968, cuando ante el temor de que las revueltas estudiantiles
pudieran provocar la caida del Gobierno se traslado apresuradamente de Paris a una base militar francesa en
Alemania occidental. Reconocio que Francia sufria <<

La oposicion ala Guerra de Vietnam se intensifi.co en Estados Unidos a lo largo de ese verano hasta el punta de
desafiar todas las fuentes de la autoridad: gubernamentales, militares, empresariales y educativas. Por aquel
entonces cerca de 5 so.ooo militares estadounidenses combatian en Vietnam. Muchos de los estudiantes se
encontraban en periodo de pr6rroga y pronto serian llamados a fi.las. Los jovenes estadounidenses tenian razones
tanto ideol6gicas como personales para pratestar contra una guerra que muchos consideraban injusta e imposible
de ganar, pese a lo cual serian reclutados.

Los Gobiernos no habfan previsto que el aumento de una poblacion joven y dotada de mejor educaci6n en un
contexto de estancamiento internacional pudiera desencadenar la insurrecci6n. El aprendizaje no puede parcelarse
facilmente: se prepara a los estudiantes para que sean capaces de pensar de acuerdo con los fines aprobados por el
Estado -o por sus progenitores-, sin dotarlos al mismo tiempo de la capacidad de pensar por si mismos? A lo largo
de la historia ha sido frecuente que los hijos cuestionaran los valores de los padres, pero en ese momenta preciso la
educacion universitaria ponfa en sus manos la capacidad de hacerlo. El resultado fue el descontento con el mundo
tal como era, ya se hablara de armas nucleares, de injusticia racial, social Y econ6mica, de la Guerra de Vietnam,
de la represion en Europa del Este o incluso de las propias universidades, convertidas para los jove-nes en
herramientas de un arden obsoleto que era preciso derrocar. Se trataba de un fenomeno nunca vista, de una
revolucion que trascendfa lo nacional para atacar directamente al poder, cualquiera que fuese su ideologia.

En marzo de I969 se produjeron choques entre tropas de Ia Union Sovietica y China a lo largo del rio Ussuri, la
frontera que ambos paises cornpartian en el noreste asiatica. Los combates pronto se extendieron a! rio Amur y a
la frontera de Xianjiang-Kazajstan. En el mes de agosto corrfan rumores de guerra total, posiblemente con armas
nucleares, entre los dos Estados comunistas mas poderosos del mundo.

Es improbable que Mao contara con espias en las altas esferas de Washington ese verano, asi como que Nixon los
tuviera en Pekin, pues apenas existia comunicacion entre ellos. Ambos tenian, sin embargo, intereses
convergentes. Uno era Ia Union Sovietica, a Ia que percibfan como una amenaza creciente.

Otro de los intereses compartidos por China y Estados Unidos era Vietnam. Nixon queria retirarse de alii, pero en
terminos que no suusieran una humillacion para su pais; a esto se refeda cuando en la Primavera siguiente hablo
del <>. No poesperar ninguna ayuda de Vietnam del Norte, pero China -que hasta e1 momenta habia sido el
principal valedor economico y militar de Hanoi- tenia una perspectiva diferente. No deseaba que los combates se
extendieran por su frontera meridional en un momenta en que se auguraba _un conflicto masprofundo_ y religioso
con Ia Union Sovietica.

«La historia nos ha unido -dijo Nixon al despedirse de Mao-. La cuestion es si nosotros, con diferentes filosofias
pero con los pies en Ia tierra, y como hombres que proceden del pueblo, seremos capaces de hacer alga
significativo no solo para China y Estados Unidos sino para el mundo entero en los afios venideros.>> Y Mao
respondio, aludiendo allibro de Nixon, Seis crisis, escrito antes de su llegada a la presidencia: «Tu libro noes un
mallibro»

191
La doctrina Brezhniev ofreda Ia fachada perfecta en esta situacion, aun cuando los lfderes sovieticos fueran muy
conscientes del coste que podia tener si en algun momenta se veian obligados a aplicarla. Su principal prioridad en
los afios setenta fue asegurarse de que tal cosa no ocurriera, y ello exigfa mejorar las relaciones con Estados
Unidos y sus aliados en la OTAN. El marxismo-leninismo habia fracasado en sus expectativas; paises como
Polonia, Hungrfa y Alemania oriental veian como su nivel de vida no solo se estancaba sino que disminuia, y la
situacion resultaba aun mas deprimente en contraste con Ia prosperidad del resto de Europa y Alemania occidental.
La intervencion militar jamas resolverfa este problema; de hecho era probable que lo agravara, puesto que podia
provocar sanciones economicas por parte de Occidente. Era conveniente buscar la distension con Estados Unidos,
pues solo esto podia garantizar la estabilidad en el area de influencia sovietica.

Alemania occidental ya habfa allanado el camino al insinuar que, si Ia reunificacion no era posible, tal vez
Alemania oriental, los paises de Europa del Este e incluso Ia Union Sovietica cambiarian con el paso del tiempo.
Un flujo controlado de personas, bienes e ideas entre ambos mundos podia rebajar las tensiones, ampliar las
relaciones y moderar a largo plazo el caracter autoritario de los regimenes comunistas. El pruicipal objetivo era Ia
estabilidad geopolftica, y tambien la Ostpolitik, tal como se clio en Hamar a esta estrategia, que proporcionara
acaso cierta estabilidau social, al reducir el grado de frustracion que a buen seguro surgirfa en las dos Alemanias
cuando se confirmara definitivamente que seguirfan divididas

Nixon y Kissinger respondieron inicialmente con recelo a la Ostpo: litik, quiza porque la idea nose les habia
ocurrido a ellos. Sin embargo pronto comprendieron que este plan podia enmarcarse en una estrate: gia mas
amplia; que la necesidad econ6mica podia combinarse con la apertura hacia China, lo cual forzaria ala Union
Sovietica a negociar con Estados Unidos una serie de cuestiones (la limitacion de las armas estrategicas, un
acuerdo para el fin de la Guerra de Vietnam o el fortalecimiento del comercio Este-Oeste), al tiempo que aplacaria
a los criticos internes, que habian estado a punto de paralizar la politica exterior estadounidense en. los ultimos
aiios de la presidencia de Johnson y los primeros de Nixon.

HALLIDAY GENESIS DE LA SEGUNDA GUERRA FRIA, LA VIEJA Y LA NUEVA GUERRA FRIA

Desde mediados de los 70 el mundo presencio el inicio de una segunda guerra fría, comparable a lprimere de
1946-53. Ahora podíamos escuchar mas a moscu y Washington tirándose amenaza. Se le dio especial importancia
al papel desempaño por la carrera armamentista nuclear y los peligros que ella acarrea.

Las guerras frias implican una merma de confianza en el mecanismo del logro de paz y en la capacidad de los
políticos para hallar soluciones a los problemas mundiales. Al mismo tiepo incrementar el temor al adversario y el
impulso hacia la competición. Quienes quieran compredner el periodo de guerra fría se enfrenta la doble
problema ; el problemamoral de reaccionar y oponerse a las fuerzas que favorecen la guerra y que amenazan a la
humanidad con la destrucción nuclear. Al mismo tiempo ,existe un problema intelectual de reforzar el ultraje
moral con un análisis tan cuidadoso y global como sea posible, de cuales son las causas de esta tensión
internacional.

Posguerra de divide en 4 etapas;fase1 primera GF, fase 2 periodo de antagonismo oscilatorio (53-69), fase 3
distension (69-79), fase4 segunda guerra fría 1979-adelante.

1er fase; doctrina trauman 1947, plan marshal (difundir k en europa bajo influencia de USA) 1947, comunismo
alejados del gobierno en Italia, francia, en grecia . otan en el 1949. 1949 revolucion china. 1950 invasion de corea
del sur.

La primera guerra fría termino como consecuencia de 2 hecho; la muerte de Stalin y el deshielo concomitante en
la política soviética interior y exterior, y por otro lado la elección de Eisenhower que promete acabar con la guerra

192
de corea. Ambos hechos llevaron al cese del fuego en eljano oriente. Austria seria declarado neutral con
lacondicion de qe el ejercito soviético se retirara, en corea e indochina se cesaron hostilidades y hubo división
territorial .

Guerra fría no trae paz ni honra a quien la libra. La 1er guerra fría no trajo honor o paz, ni este ni el oeste fuero
ncapaces de predominar sobre el otro. En el lado soviético su dominio se extendia desde berlin a pekin. Los USA
crearon por su parte un nuevo sistema de alianzas, a diferencia del soviético era mundial, proyección de la
ideología del mundo libre. Si ni la URSS ni USA lograron honor y paz, del modo que habían imaginado, ambos
logran influencia estratégica y confianza firme de esta 1er guerra fría de la era nuclear.

La 1GF dio paso a periodo de antagonismo oscilatorio del 53-69y a la distensión después de 69-79. El periodo de
antagonismo oscilatorio fue uno en que se hicieron intentos para suavizar la confrotnacion y lograr acuerdo, y para
eliminar algunas de las tensiones internas de cada campo, de la confrontación este-oeste. pero cada uno de estos
intentos fracaso , debido al impacto de otrasfuerzas y tensiones sobre el conflicto este-oeste. Asi la conferencia de
ginebra sobre indochina, el acuerdo de corea en el 54 y la cumbre de ginebra de los lideres sovieticos y
occidentales en 1955, la primera desde postdam en 1945, dio paso a la doble crisis del 56, la invasión anglo-
francesa-israeli d Egipto y la invasión soviética de Hungria.la crisis de los misiles en el 62 sera la amenza de paz
mas grave.

1967 guerra árabe israelí provoca tensiones. El periodo de distensión que duro una década, hasta 1979 fue de
seguimiento, relativamente concertado por ambas partes de una estructura negociada sobre asuntos principales de
disputas entre ellas. Hubo crisis como la guerra árabe del 73, pero no perjudicaron la negociación, del modo
característico de fase 2.

El termino fría se usa ; para marcar la temperatura de las relaciones, para marcar lo frenadas que están. 6 rasgos
que marcan la guerra fría: 1-concentraion militar con énfasis en armas atomicas, 2- la 1GF lleva propaganda
intensa, 3-novhubo negociaciones fructíferas, 4-el tercer mundo muestra situaciones revolucionarias.,5-se fuerzan
lso controles en ambos bloques, hay represión., 6- aunque el conflicto a continuado a lo largo de psoguerra se hace
hincapié en la movilización para la confrontación

Características de la distensión: reducción de la carrera armamentista,retorica de la paz, acuerdo sobre


armamentos, cumbres ,visitas de jefes de estado, todo en contraste la paralissi de la GF. La distención estuvo
marcada por el deseo de occidente de liberarse de las confrontaciones en el 3er mundo y de ese modo marca
limites frente a las fuerzas revolucionaria contra las que habían estado combatiendo. Precedidad por cierta
relajación de los controles políticos en el bloque oriental y condujo a suavizar los controles de emigración de los
70. Disminución de sentimientos anticomunistas en los países k.

La segunda guerra fría: surge por ruptura de relaciones. Desde 1978 los gobiernos occidentales habían estado
exigiendo una nueva capacidad militar, resaltando la necesidad de aumentar el gasto militar y subrayando la
legitimidad del uso de la fuerza en las relaciones internacionales. Carter y reagan se comprotmeten a aumentr
poderío militar.

No hubo un endurecimiento de la política similar en la URSS, si hay fuerza en la politicaexterior con la invasión a
afganistan en el 79, era la primera vez que se usaban tropas sovieticas de combate fuera del ámbito soviético desde
1945.

La 2GF estuvo acompañada de nuevas oleadas de recusación ideologica tan carasticia del peirodo anterior.
Occidente hizo hincapié en la debilidad económica. La discusión llevo a formas especulativas , que tenían poco
que ver con la realidad. Reagan los acusa de intentar matar al papa. Desde el punto de vista soviético se
consideraba a USA como responsable de acciones militares de vs la URSS. Dramático enfriamiento de las
relaciones.boicoteos y cancelaciones de acuerdos para subordinar lazos económicos.

193
El punto álgido de la 1GF fue la revolución de 1949. Pero en la 2GF no haypunto álgido, las cirisis fueron
deszaplazadas a escenarios tercemundistas. La 2GF esta marcada por un retorno consevador a la politca de USA y
europa (políticas monetaristas, recorte del gasto social).

Reforzamiento de USA en posiciones militares. Tanto asuntos internos como internacionales, la postulación de
una amenza exterior se combino con alarma por la erosion de valores pre-existentes, para alentar la movilización
para una nueva guerra fría.

En la URSS, lso dirigentes del partido habían llevado adelante, una reducción continua de los actos arbitrarios y
terroristas cometidos por las fuerzas de seguridad del estado. Aun asi con el inicio de la guerra fría 2, se aumenta
la hostilidad con la oposición interna cuando disminuyeron los contactos entre este y oeste. Conexiones telefónicas
con europa se cortaron al año siguiente y se prohibió el envio de libros al exterior. Se estimula mas sentimiento
patrioico en la URSS, educar a la juventud.

En la 1 y 2 GF los lideres occidentales han resaltado en carácter bipolar y antagonista de la politca mundial y la
necesidad de poner todas las fuerzas a disposicon de occidente para una confrontación con el bloque adversario.

Comparaciones; en lo ideologico, si la 1GF fue anticomunista, esta segundaGF se dirigirá mas concretamente
contra la URSS (china se alia con las fuerzas opuestas a la URSS). Paradoja en apoyo paradójico de fuerzas del
mundo desarrollado, a fuerzs del tercer mundo, ejemplo USA al khmer rojo.

En la 2GF hay nueva correlacion de fuerzas. En la 1GF los USA tenan una abrumadora superioridad militar sobre
la URSS, y económica. La URSS era débil para negociar. Estos márgenes se redujeron en la “distención”. La 2GF
tiene mas fuerza, y muestra diferencia subtancial por el papel de europa y el tercer mundo. La 1GF se concentro
inicialmente en europa; sobre la cuestión alemana y sobre conflictos en polonia,grecia y los partidos comunistas de
europa occidental. Mas tarde se extendió a causa delas crisis del lejano oriente; las revoluciones china , coreana y
vietnamita y los miovientos guerrilleros en filipinas y malasia. Aun asi, pese a la importancia del lejano
oriente,europa siguió suendo un escenrion de conflicto.

El inicion de la 2GF debió poco al conclficto. La cuestión de berlin estaba latente cuando la primera guerra fría
comenzó en europa y después se desvio al lejano oriente. Lso hechos que preciitaron la segunda guerra fría se
hallan en el 3er mundo. En el acro de crisis ,región que se extiende desde afganistan a través de iran y el mundo
árabe, hasta el cuerno de africa. La 2GF coincide con una recesión económica y caída de crecimiento de bloque
soviético. La 2gf puede llevar a la extrema destrucción.

C4 UN NUEVO PERIODO DE REVOLUCIONES EN EL 3ER MUNDO

Tercer mundo se estiende la guerra,la revolución social, la pobreza masiva. Es un lugar particular en el mundo de
la guerra fría; nivel de actividad revolucionaria, posición modificada vs el k.simplificacion de la ideología con la
amenaza soviética.

La 1GF estuvo acompañada de creación de regímenes poscapitalistas tanto en europ como en extremo oriente. 8
estados en europa oriental,2 como resultados de movimientos nacionalistas y revolucionarios autóctonos
(Yugoslavia,Albania) y seis como consecuencia de la imposición desde arriba de la autoridad comunsta en países
con grados variables de influenciacomunista (ale,hungria,Rumania,Bulgaria,polonia,Checoslovaquia)

A estas democracias populares en europa oriental se suman revoluciones en china,corea e indochina. Para el
53.54 ,la primera oleada revolucionaria termina. A fines de los 50 se inicia la 2da ola revolucionaria y primeros de
los años 60 en iberoamerica,orientemedio,y africa eje (revolución cuabana e independenciaargelica del 62.)

194
En el 60 se crea el frente de liberación nacional de Vietnam del sur. USA preocupado busca reprimir estos
movimientos. Desde el 62 al 74 la situación parece contenerse, la revolución cuban parecía estar limitada en su
isla, por su represión y errores militares. Hacia los 70 un informe del congreso de USA decía que los USA se
enfrentan a un mundo políticamente multipolar y económicamente interdependiente. Esta creencia fue uno de los
fundamentos de la distinción

Revolución etíope y revolución portuguesa en el 74 (angola ,Mozambique,guinea-bissseau ,cabo verde, santo


tome, se rebelaron tras la caída del fascismo protugues). En africa se dan 7 revoluciones.

La consolidación de la revolución angoleña, con ayuda cubana y soviética, socavo lailusion de un tercer mundo
manejable. Si fue en etiopia quien iba a dificultar la resolución de laguerra fría de brzezinski en 1978, fue angola
quien para finales de 1975 habia producido el mismo efecto sobre el secretario de estado kissinger.

Estos conflictos eran solo preludios de los que podía considerarse como el mas importante conflicto,
potencialmente del 3er mundo en los últimos años del presente siglo; el conflicto de sudafrica misma.

Las guerras de Vietnam,laos, y Camboya acabaron en 1975 con la caída de los regímenes porestadounidenses
respectivos. El colapso simultaneo fue mas dramático para los países colonialistas, al producirse después de la
costosa intervención estadounidense en la región. Para los estadounidenses la fecha clave fue 1973 cuando se
retiraron sus tropas.

La escala misma del fracaso en indochina,junto con la naturaleza encubridora de la retirada por fases deUSA, para
salvar las apariencias dejo a la conciencia imperial paralizada y la defensiva.

13 de estos levantamientos compartieron unacaracteristica en común que limitaba su posible relevancia a futuro.
Este sello distintivo es que las formas de dominación contra las que se dirigían, se estaban volviendo cada vez mas
escasas en eltercer mundo.

Los gobiernos de afganistan y etiopia eran monarquistas precapitalistas y habían sobrevivido en parte por razones
de ubicación geográfica a la furiosa investida del k moderno. En suma est tercera oleada de levantamientos en el
mundo colonial surgo contra los últimos vestigios de los viejos ordenes coloniales y precapitalistas. La mayoría se
desarrollo en condiciones relativamente arcaicas.

La única excepción fue iran, tenia liderazgo e ideología retrogrados, pero su modo de triunfar eran modernos.
Reaccionariay moderna. La revolución de Vietnam fue la mas importante, le produce muchas bajas a USA, la
mayor derrota. Otras 3 importantes derrotas estratégicas para USA fueron angola,iran,Nicaragua. En angola hubo
apoyo cubano y soviético. La derrota irania tuvo la fase de la caída del Sha y la parte de la detencio de lso rehenes
estadounidenses en el 79. Ambas partes muestran la debilidad de USA. Nicaragua marca el primer éxito en
iberoamrica

Comentaristas occidentales atribuyen a la URSS la responsabilidad de esta nueva oleada, una violación al periodo
de distención. Aun asi la capacidad de desempeñar tal papel ha dependido mas de algo fuera de control de la
URSS ; la evolución de ls situaciones políticas em los países concretos en cuestión.

En los 70 USA aduce que la URSS mete mano para justificar su invasión, son crisis falsas. Sin embargo el nucleo
emocional de la amenaza soviética es la combiancion de 2 cuestiones cruciales; Israel yel petróleo. Estrategas
estadounidenses sostenían que USA debía meterse en el golfo. No había ninguna potencia en esa región. Este
énfasis en el petróleo del golfo estab en la idea de que la URSS estaba detrás de los éxitos árabes contra los
israelíes.

195
Kissinger en el periodo transcurrido hasta los años sesenta los USA, habían empleado su superioridad estratégica
para limitar la ayuda dada por la URSS y china a movimientos del tercer mundo. En los 70 USA intento una
política de vinculación induciendo a la URSS y a china a cooperar para limitar las revoluciones en el 3er mundo a
cambio de oncesones en lso ámbitos nuclear y económico. La tercera oleada de revoluciones ha demostrado que
tal política no tuvo éxito; ya que la URSS no esta dispuesta a actuar según ests normas de USA, y aunque la ayuda
soviética es un factor importante no es moscu quien controlas las sublevaciones.

Un cambio en la doctrina militar de USA, la doctrina Nixon de delegación propuesta no es mas la adecuada. La
opinión publica de USA se modifico en cuestiones en torno a intervenir en el 3er mundo, lo cual al fines de la
década del 70 renace el intervencionismo

El tercer mundo tiene unlugar especial en la 2GF como un símbolo y como una causa sustantiva. Es una zona
donde el combate real causa estragos y se pierden vidas como consecuencia de las politcas de USA y de los
aliados. El renacer del militarismo de USA se da por la confusión de izquierda metropolitana en donde partidarios
y adversarios se apresuran aadoptar actitudes de guerra fría. El otro factor es la nueva importancia de los países
de3er mundo dentro de la reorganización global del k internacional.

 HELLER, Agnes y FEHER, Ferenc. De Yalta a la glasnot. Madrid, Pablo Iglesias, 1992.

“La Primavera de Praga en la tipología de las revueltas por la emancipación”


I En la Europa del Este postestalinista pueden distinguirse cuatro tipos principales de conflictividad social. El
primer tipo, caracterizado especialmente por episodios de rebelión causada por la escasez, ha tenido como
causas un período de reajustes insoportables de la productividad en las fábricas o una reforma social. Son
abrumadoramente espontáneos. En ocasiones adoptan formas violentas, como en Berlín y Poznan, donde el
conflicto se resolvió en barricadas, pero no son revolucionarios. Después de un breve período de transición, el
levantamiento de Berlín condujo a un control aún más firme de Ulbricht sobre Alemania Oriental.
El segundo topo está representado por un hecho singular: la revolución húngara de 1956 que fue radical y
total, cuestionó y finalmente rechazó al sistema comunista de partido único. La revolución destruyó ese
sistema. Precisamente por su inflexible radicalismo, la revolución húngara no se convirtió ni podía convertirse
en un paradigma de acción para otras naciones de la región. Fue una especie de revolución antiautoritaria.
El tercer tipo fue el intento de reforma estructural que se acometió en Checoslovaquia. Las peculiaridades de
estos hechos se examinarán en detalle más adelante, por lo que aquí solo señalaremos su presencia en nuestra
tipología
En el cuarto tipo, ilustrado por los acontecimientos de la Polonia contemporánea, observamos la culminación
de una década de luchas sociales caracterizadas por batallas desesperadas y a veces sangrientas entre el
Estado y las grandes masas, en su mayor parte industriales, de asalariados del Estado.
Al definir los hechos de Polonia como una rebelión de la sociedad civil contra el Estado. Podemos señalar la
simbiosis antagónica de un población amotinada, por una parte, y un Estado totalitario a la defensiva pero
reivindicando firmemente su derecho a gobernar, por otra. En cualquier momento puede inclinarse hacia un
polo u otra causa de un movimiento aleatorio d uno de los dos antagonistas. Esto genera un clima de
incertidumbre en la totalidad de la vida social, donde a los arrebatos de esperanza les siguen profundas
depresiones.
La verdad era sin embargo que en aquel momento la población carecía de la esperanza y por tanto, de la
audacia necesarias para ir más allá.
Esta extraña simbiosis, en la que ambas partes esperaban que ocurriera un milagro social, no incluía los
elementos específicos de la opción checoslovaca, es decir, no albergaba ilusiones de reformas en y por el
partido
II Los tipos segundo, tercero y cuarto poseen tres características comunes

196
En primer lugar, todos estuvieron precedidos por crisis económicas que aunque de naturaleza diferente,
afectaron a la base del poder de sus respectivas sociedades.
En segundo lugar tanto a nivel político como a nivel económico, las raíces de estos hechos pueden
encontrarse en una época muy anterior a su espectacular erupción. Los tres países estuvieron precedidos por
prolongadas crisis sociales durante las cuales muchos actores sociales intentaron influir y erosionaron la base
del poder de sus respectivos regímenes en un grado importante aunque variable.
Por último, todos compartieron un peculiar ritmo común. Tras un largo período de apatía, durante el cual una
cohorte numéricamente débil de militantes parecían excéntricos en lugar de acciones sociales.
Debemos ahora ocuparnos de sus diferencias y rasgos opuestos.
Por un lado están Checoslovaquia y Hungría, por otro Polonia. Los primeros, de corta duración, fueron
iniciados y consumados por comunistas reformistas y de la oposición, pertenecientes a diversos niveles de la
jerarquía social; en otras palabras, por intelectuales sin poder y funcionarios bien situados. En cambio,
después de que el régimen de Gomulka traicionase sus promesas en el 56, el movimiento polaco a partir de
mediados de la década de 1960 dejó de albergar ilusiones comunistas reformistas. La última expresión de
autocrítica comunista en el proceso de radicalización polaco, la carta abierta de Kuron y Modzelewski a los
miembros del PC polaco, preconizaba un levantamiento dentro del espíritu del socialismo contra la nueva
clase.
Otra característica que distingue los movimientos de Hungría y Checoslovaquia del proceso polaco puede
encontrarse en el contexto de los acontecimientos internacionales. La radicalización de Checoslovaquia y
Hungría tuvo lugar ante un cambio de dirección en la URSS. En el caso de Hungría este cambio señaló una
espectacular crisis en el vacío de poder postestalinista.
A modo de contraste en Polonia que padecía el conservadurismo de Breznev, la década del 70 pareció ofrecer
únicamente la oscuridad impenetrable de una inmovilidad social osificada. El gran logro de los trabajadores y
los intelectuales radicales polacos fue encontrar el aguante, el valor y los métodos para llegar a la arrolladora
victoria de agosto del 80 y provocar con ella una crisis de legitimidad del régimen, sin desencadenar la
intervención soviética.
Por otro lado hay un criterio de comparación concreto que nos permite diferenciar las luchas: la conciencia
desarrollada históricamente de los peligros inherentes a una acción radical. Nacidos después de los hechos del
56 en Hungría, los movimientos de Checoslovaquia y Polonia pudieron asimilar algunas lecciones de
Hungría. Dos de ellas son notables, la primera consistió en comprender que la URSS intervendría con toda
probabilidad si las dictaduras de los partidos comunistas se veían amenazadas. En segundo lugar, sabían con
una certeza razonable que las potencias occidentales no emprenderían ninguna acción militar de peso para
disuadir a los soviéticos de intervenir.
A pesar de ciertos gesto que retrospectivas podemos calificar de eufóricamente optimistas, la ingenuidad
histórica y progresista del radicalismo húngaro estuvo ausente de las aspiraciones checoslovacas y polacas.
Lo que sigue siendo indudable es que los dirigentes soviéticos siempre tuvieron la intención de intervenir en
caso de desestabilización en su esfera de influencia, sobre todo si la intervención era posible sin excesivos
costes. Pueden extraerse otras dos conclusiones. Debemos considerar la irracionalidad e imprevisibilidad
generales de la actuación soviética tanto en los asuntos exteriores como en su política imperial.
Por otra parte, si ocupar los edificios del PC, armar a la población y exigir un sistema pluripartidista
constituye una revolución, los hechos acaecidos en Checoslovaquia en 1968 no fueron una contrarrevolución,
pero aun así se produjo una intervención en este país
En segundo lugar, con independencia de la opinión de los dirigentes soviéticos no hay nada más nocivo y
paralizador para un movimiento de masas que el convencimiento previo de su fracaso. Este sentimiento puede
generar una grandeza trágica.
III Debemos ahora, definir nuestra posición como espectadores
Las noticias sobre Checoslovaquia en el 68 generaron una inmensa sensación de alivio en Hungría,
especialmente cuando las reformas anunciadas en enero de 1968 se convirtieron en la política oficial del PC

197
Checoslovaco. Esta sensación de alivio afectó a tres dirigentes diferentes: los dirigentes kadaristas, que
apreciaban la idea de una reforma económica (aunque cuando cayó Jruschov se sintieron aislados).
Aunque por razones distintas, la inteligentsia y los tecnócratas compartieron el optimismo kadarista en las
primeras semanas de las reformas de Checoslovaquia. Aunque siempre conservaron sus recelos a veces
incluso su odio, hacia el régimen creado por Kruschov y Kadar, y aunque exhibieron grados variables de
escepticismo, la mayoría de los intelectuales admitieron no obstante la posibilidad de colaboración con las
aspiraciones reformistas de Kadar, siguiendo el modelo Checoslovaco.
El tercer grupo estaba formado por la tecnocracia no ideológica, es decir intelectuales y directivos
tecnológicos, se adhirieron a la alianza pro-dubcekista. Puesto que carecían de poder político autónomo su
única opción era negociar con la burocracia del partido.
Los tres grupos de actores húngaros cada uno con sus propios objetivos, tenían expectativas muy diferentes en
relación con el curso de los acontecimientos de Checoslovaquia. Los dirigentes kadaristas deseaban una
simple duplicación de su propia política.
Los ideólogos quería una “democracia socialista” con fundamentos teóricos. Los tecnócratas, por su parte,
nunca habían visto con excesivo entusiasmo la participación popular en asuntos que, en su opinión, debían
dejarse para los expertos.
La diferencia de expectativas en el seno de esta alianza casual creó necesariamente tensiones internas que
comenzaron a salir a la luz en junio. Cuando llegó la invasión y el gobierno de Dubcek firmó el humillante
“acuerdo de Moscú”, las reacciones de los diversos actores húngaros ofrecieron drásticas diferencias. Los
pragmáticos perdieron la fe en todo cambio. Los dirigentes kadaristas capitularon aún antes de las órdenes
soviéticas. Por lo que respecta a observadores como nosotros, la reacción fue rápida y tajante.
Después de la derrota y en gran medida después de la auto humillación del reformismo Checoslovaco, nos
sumimos de nuevo en la oscuridad de aquel túnel sin fin en el que vivíamos antes de enero de 1968, y
especialmente a comienzos del 60. Nos sentimos envueltos en una nueva distopía. Teníamos la sensación de
que nada podía ocurrir ya en Europa oriental, y de que el reloj de la historia se había parado para siempre en
nuestra olvidada parte del mundo.
Desde el comienzo del experimento de Dubcek, tuvimos la clara conciencia de que sólo el espectacular y
tajante fracaso del jruschovismo podía polarizar las tendencias del desarrollo social de Europa del Este. En
virtud de la participación de Kadar en el contingente intervencionista, aunque fuese a título simbólico, la
suerte de Checoslovaquia se convirtió también en una responsabilidad de Hungría.
Hungría quedaba aislada en un medio hostil a todas estas ideas. Sin embargo, algunas acciones fueron
contraproducentes para el kadarismo. En ningún momento creímos que Husak pudiera consolidar su control
sobre el poder del régimen como había hecho Kadar a comienzos del 60. No queremos que esto se entienda
como una sobreestimación romántica de las reservas de la resistencia en CH ni como una evolución
apologética de la actuación de Kadar. En cuanto a los primero, los estereotipos nacionales generalizados
impulsaron el realismo. El contraste entre los dos regímenes era evidente. Aunque tanto el liderazgo de Kadar
como el de Husak fueron creados por un ejército extranjero de ocupación, el primero nació después de una
revolución desesperada y global. En consecuencia la población húngara estaba resignada a la permanencia del
terror Kadar tenía algo que ofrecer: la mitigación del terror por su régimen.
Pasado a otra serie de contrastes, Husak era sin duda superior a Kadar en el plano personal, más culto, igual
de astuto y poseedor de un historial carcelario incomparablemente las heroico. No podían ofrecer nada desde
el punto de vista político.
Para nosotros, en Hungría, la Primavera de Praga planteó esta pregunta inicial: ¿era viable la reforma social
en los países de Europa del Este a través de la reforma del partido? ¿Además era una forma razonable de
reforzar la sociedad? Obviamente nosotros pensábamos en una solución social que crease institución es
nuevas y más aceptadas en un clima general del contrato social ya fuera tácito o explícito.
En tres ocasiones se perdió la oportunidad: la primera con Jruschov, la segunda con Gomulka y la tercera con
la Checoslovaquia de Dubcek. El singular carácter de la reforma social desde arriba del movimiento
checoslovaco puede comprenderse considerándolo el penúltimo casi histórico de reforma social en la Europa
del Este, un ejemplo concebido y ejecutado básicamente con una reforma del partido.

198
La expresión de estas consideraciones y el descubrimiento del carácter conservador de toda reforma social
que sea esencialmente una reforma del partido fueron sin duda una consecuencia no buscada en el
movimiento checoslovaco en pro de la reforma social.
También en este sentido la situación de Checoslovaquia era excepción y especialmente instructiva. Hoy
vemos que sin la intervención soviética los dirigentes ducekistas habrían llegado en el mejor de los casos, a
otra versión del titoísmo. Esto habría sido muchísimo mejor que el mundo cínico, opresivo, moral y
políticamente repugnante del régimen de Husak, pero no es ciertamente un ideal que nosotros defenderíamos.
Algunos dicen que si el régimen de Dubcek continuaba se habría llegado a un consenso para implantar un
sistema pluripartidista. El autor piensa que el carácter excepcional de la Primavera lleva a la conclusión
opuesta. Si la iniciativa popular apareció en Checoslovaquia manifiestamente al final de la era de Dubcek y
no antes, es una prueba de la incompatibilidad mutua entre la tutela de un partido liberal-reformista y la
emancipación de las masas.
Llegados a este punto crucial, hay que hacer una matización. Al defender la inutilidad última de toda reforma
social concebida exclusivamente, o incluso básicamente como una reforma del partido y al emplear la
Primavera de Praga como ejemplo más ilustrativo no queremos decir que fuera superflua. Semejante
afirmación sería arrogante y carecería de sentido. Formular eso supondría arrogarse una posición de
inhabilidad con respecto a todos los protagonistas históricos y la afirmación carecería de sentido en la medida
en que equivaldría a hablar de los protagonistas desde la perspectiva de un capítulo cerrado de la historia.
La Checoslovaquia del 68 todavía tenía derecho a pedir otra oportunidad (como la República de Weimar o el
PC de Francia)
Finalmente acaso no es infundado decir que el lento proceso de la década de 1960 puede denominarse
protoeurocomunista, es decir, una actitud caracterizada por la recuperación de su conciencia y su sentido de la
responsabilidad en relación al estalinismo, etc. Estos factores constituyen un poderoso argumento a posteriori
a favor del comunismo Checoslovaco y su voto de confianza.
Pero en ciertas coyunturas históricas, los movimientos son como los individuos: cuando no están dispuestos a
sufrir un proceso radical de reaprendizaje, tiende a repetir los errores fatales del pasado.
El derrotismo de los dirigentes checos fue un estímulo directo para el Buró Político Soviético. Plenamente
conscientes de la decisión de los checos y de su determinación de no responder a la fuerza con la fuerza, el
Buró sopesó las ventajas frente a una desventajas muy limitadas, en su mayor parte en forma de aireados
editoriales.
El año de 1948 brindó una oportunidad inicial, cuando un país tras otro cayó bajo un poder totalitario en un
ejemplo clásico de la teoría del dominó político. Pero los partidos liberales y democráticos nacionales que
podían haber participado en una acción sincronizada en aquel momento no estaban preparados política e
ideológicamente para representar ese papel.
La segunda oportunidad se presentó unos meses después, con la excomunión de los yugoslavos. La tercera en
1956 para naciones enteras, produjo al menos algunos elementos de acción solidaria.
En agosto del 68 se planteó una situación excepcional que no solo ofrecía la posibilidad de actos de
solidaridad, sino que los exigía. Pero sin embargo, esta solidaridad no llegó, al menos no de una forma
políticamente eficaz.
Los dirigentes soviéticos posteriores no especialmente versados en los clásicos, consiguieron aprender no
obstante tres palabras latinas que fueron la clave de su dominación en Europa de Este: divide et impera. Y las
fuerzas de un movimiento de oposición deben tener presentes, siempre que otro país de la zona muestre
turbulencia, otros tres vocablos latinos: tua res agitur.

 TAMANES, Ramón. China 2001: La cuarta revolución. Del aislamiento a superpotencia mundial.
Madrid, Alianza, 2001.

Cap. 2. “La era de Mao”.

199
Se verán todos los cambios revolucionarios que China experimentó con el triunfo del PCCh y de Mao.
Comenzado por lo que se suponía iba a ser la transformación más importante del gran proceso histórico,
habida cuenta del carácter fundamentalmente rural de la economía china.
Con esto se refiere a las reformas agrarias o “la tierra para los campesinos”. Fueron los comunistas quienes
abordaron la experiencia, empezando por las zonas liberadas durante la Larga Marcha y la guerra civil. Así,
una vez conquistado el poder en 1949 la reforma se generalizó a todo el país a base de confiscar parte de la
tierra de los propietarios ricos y medianos, para su ulterior redistribución entre los campesinos pobres y los
obreros agrícolas. No es extraño entonces que la reforma llevara a la adhesión de la inmensa mayoría del
pueblo chino. Por primera vez en el S XX, los políticos no faltaban a sus promesas; hechas no con base en
unas elecciones, sino a lo largo de la más dura guerra revolucionaria.
La reforma tuvo un carácter individualista aunque existieron fórmulas de cultivo común; a base de equipos de
ayuda mutua y cooperativas voluntarias para reforzar entre los campesinos la idea de ganar economías en
escala.
Esta cooperativización constituyó una gran mejora al permitir un mayor rendimiento por trabajador, pero
desde el punto de vista de la construcción del socialismo las cooperativas representaban la perpetuación de la
propiedad privada, a lo cual se unía la aspiración de conseguir una mayor productividad.
Así desde 56-57 la figura de las cooperativas elementales de producción cedió paso a las de producción
avanzada.
La siguiente mutación vendría dada por las comunas creadas para combinar elementos de política agraria con
otros de organización industrial y administración regional, que tuvo su origen en la asociación espontánea de
unas treintena de cooperativas avanzadas al objeto de concentrar mayores superficies bajo una sola dirección
y suprimiendo al propio tiempo el concepto de propiedad privado.
Así, ahora las faenas de trabajo se realizaron por brigadas de trabajo administradas por un comité para temas
agrícolas y de otras áreas de actividad. Esta experiencia fue mucho más racional q la experiencia rusa de
1920-30, aunque sus resultados no fueron del todo positivo.
Se desencadenó la revisión del movimiento comunero autorizándose de nuevo las formas de propiedad
privada. Simultáneamente se redujo la dimensión media de las comunas, para administrarlas mejor. Desde
1960 China no se vio precisada a hacer grandes compras de alimentos, en especial de cereales.
Aparte de las comunas también se formaron en China granjas estatales, al estilo sovjoses en la URSS.
Los efectivos humanos de esas explotaciones directamente promovidas por el Estado, se nutrieron
inicialmente de veteranos del ELP, así como de retornados del extranjero tras la victoria de la revolución.
2. La industrialización y las Cien Flores
La inflación se controló de inmediato con la reforma monetaria y a base de vigilancia de precios y salarios.
Paralelamente, se dieron los primeros pasos en la conducción socialista de la economía, al nacionalizarse las
principales industrias, la banca y el comercio mayorista. Sin embargo, la mayor parte de la pequeña y media
industria permaneció en manos privadas.
La industrialización del país se planteó en los inicios según el modelo soviético, pero con cambios
importantes a lo largo de las sucesivas fases de desarrollo. Con el Primer Plan Quinquenal 1953-57 se
centralizaron las decisiones en una Comisión Estatal de Planificación presidida por el veterano dirigente i Fu
Chun que se planteó como objetivo principal poner en marcha 700 centros mineros y fabriles, de los cuales
156 con asistencia soviética tipo kombinats.
Los resultados generales se estimaron por el rápido aumento de las producciones, formación de técnicos,
implantación progresiva de una administración más capaz, información estadística recrecida y mejor
aprovechamiento de las industrias ligeras y de la artesanía. Sin embargo en el incipiente proceso industrial
pronto se advirtió la aparición de síntomas del burocratismo, inevitables por la propia naturaleza del método
purificador.
En 1957 Mao planteo una política de liberalización ideológica, permitiendo que se formularan críticas al
sistema. Las reacciones no tardaron el producirse, sobre todo por el economista Ma Yinchu del PCCh. Entre
sus críticas se encontraban: planificación excesivamente centralizada y sin flexibilidad, graves errores de

200
localización industrial, exceso de rapidez, etc. Estas críticas no fueron bien aceptadas y se calificaron de
economicistas. Además se pugnaba por la no aplicación de medidas de la incipiente liberalización económica
planteada por la URSS durante los años de Kruschev, con quien Mao mantenía las peores elaciones por las
causas que luego veremos. De hecho se inició así una clara separación de puntos de vista entre chinos y
soviéticos.
3. El Gran Salto Adelante y la escisión chino soviética (1958-1960)
Con ocasión de prepararse el Segundo Plan Quinquenal el Gobierno de la Republica Popular, una vez
suprimida la libertad crítica del Movimiento de las Cien Flores y restaurado el monolitismo, se planteó la
necesidad de forzar el crecimiento en el camino hacia el comunismo; impulsándolo con un esfuerzo masivo
de colectivización de la agricultura y de acelerado desarrollo industrial.
Básicamente de lo que se trataba era de industrializar el país, aprovechando los recursos locales y la
tecnología tradicional; poniendo en marcha incluso las áreas rurales más remotas y de menor peso industrial.
Sintéticamente, la meta para la vasta operación emprendida –El gran salto hacia delante- se fijó en sobrepasar
en 1972 los niveles de la producción de GB, que por entonces aún era la tercera potencia económica mundial.
Con el Gran Salto Adelante se consiguieron algunos éxitos inmediatos. La producción de hierro y acero,
sector en el que se puso máximo énfasis, se dobló en solo un año. Pero la propia intensidad del esfuerzo, la
precaria coordinación, etc., condujeron a su suspensión.
Ante esta decisión, debemos preguntarnos por qué se retiró la ayuda soviética. Varias opciones.
Con el Gran Salto Adelante Pekín intentaba quemar etapas, lo cual era una crítica a la historia soviética.
El máximo dirigente soviético Kruchev planteó la también mencionada política de coexistencia pacífica con
el K, q a los ojos de los chinos equivalía a una especie de contemporización soviético-norteamericana en cuyo
marco el retorno de Taiwán a Pekín se posponía de manera indeterminada.
Había también cuestiones de realpolitik en el tradicional sentido: en 1985 la URSS se había comprometido a
facilitar a China asistencia técnica para fabricar una bomba atómica. Pero luego Moscú se pensó mejor la
cosa: por muy socialista que fuera China mejor era q no tuviera un arma tan formidable.
Esas tres razones explican la retirada súbita de la ayuda soviética, que ocasionó el más duro golpe a la
economía de la República Popular.
No obstante, es que pasado el primer año de la Gran Salto Adelante, al anterior intenso crecimiento
económico de China cedió bruscamente. Por lo cual, en la segunda mitad de 1960 se adoptó una línea más
flexible de política económica: se redujeron las ambiciosas metas evidenciadas como excesivas y se limitó el
grado de autarquía regional a que se aspiraba a la vista de sus secuelas.
4- La relevancia de la Revolución Cultural
Tras las evoluciones y problemas comentados la recuperación económica se produjo más rápidamente de lo
esperado en Occidente y en 1964 China de nuevo se encontró en condiciones de plantearse una nueva
aventura.
Mai, por los fracasos del Gran Salto Adelante fue obligado a renunciar a la presidencia y asumió Liu Shao-
ch’i. Estos dos se enfrentaron gravemente. La polémica se convirtió en una lucha abierta por el control del
PCCh, y Mao, con parte del Comité Central abandonó Pekín. Marchó a Shangai y puso en marcha la
Revolución Cultural masivamente respaldada por la juventud por las Guardias de rojo. La Revolución
Cultural llegó a todo el país, impregnando masivamente a la juventud en la ideología de asumir la vía rápida
al comunismo. Pero en 1968, dentro del desorden de un movimiento lleno de incoherencias, destrucción de
templos y otros lugares de tradición, de autocríticas, etc, Liu Shao-ch’i fue depuesto de la presidencia. Al año
siguiente Mao recuperó el control del PCCh. Por lo demás la RC fue aplacándose en paralelo al agotamiento
provocado por tantas tensiones. Finalmente el 25 de octubre de 1971 la República Popular fue admitida como
miembro de la ONU, en el puesto antes ocupado por Taiwán. A partir de entonces, en relaciones cada vez más
normalizadas con EEUU, sobre todo a través del viaje de Nixon a Pequín, China empezó a participar en las
relaciones internacionales.
5- La significación de Mao

201
Y lo primero que surge en esa retrospectiva es el talante con que asumió el protagonismo de la historia que él
mismo incardinó desde la misma fundación del PCCh. Para luego liderar la Larga Marcha, la prolongada
contienda civil frente al KMT (¿) y la dura guerra contra Japón.
En esa primera dimensión de grandeza personal, Mao supo representar todo aquello a lo q China aspiraba
como futura potencia mundial, en el camino de una eventual confrontación con el único país que podía
oponerse a sus designios, EEUU.
Por otro lado, Mao denotaba constantemente su abierto inconformismo con cualquier aburguesamiento o
incluso con la simple adaptación de lo simplemente normal.
En este sentido quiso construir la utopía del comunismo, para lo cual no vaciló en cometer diferentes
experimentos: la reforma agraria, las Cien Flores, el Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural. Estos
momentos fueron golpes sucesivos para cambiar el curso de la historia, con un fracaso sin paliativos. Se
puede decir que el último emperador no fue Pu Yi, sino Mao, que acumuló poder total para defenderlo hasta
las últimas consecuencias en los momentos más dramáticos: unió en una sola persona el heroísmo y la
represión, ligados a una gran causa aunque sea sin esperanza posible. Porque efectivamente Mao dejó a su
país sin previsiones sucesorias, sin designar su delfín. Tal vez su autograndeza no concibió la posibilidad de
un heredero legítimo. El PCCh también quedó sin figura.
Mao recuperó para China la idea de grandeza que le alejó para siempre de los complejos de inferioridad del
tiempo anterior. De un país humillado y relegado, se pasó a una gran potencia en ciernes.

 WALLERSTEIN, Immanuel. Después del liberalismo. México, Siglo XXI, 1996.

Cap.1 “La Guerra Fría y el Tercer Mundo ¿los buenos tiempos pasados?
Entre 1945 y 1990 fue la era de la hegemonía estadounidense en el sistema mundial. Hay 4 afirmaciones para
tal período:
EEUU era la potencia hegemonía en un sistema unipolar. Su poder, basado en el sistema de alianzas con
Europa occidental y Japón, llegó a su apogeo entre el 67 y el 73.
La abrumadora ventaja económica de EEUU en 1945 fue consecuencia de:
La invariable concentración de la energía nacional de EEUU desde 1865 en el mejoramiento de su capacidad
de producción y de innovación tecnológica.
La libertad de EEUU de realizar gastos militares serios, a Lemnos hasta 1941.
La ausencia de destrucción de su infraestructura por la guerra.
EEUU pudo institucionalizar rápidamente esa ventaja, creando una hegemonía q le permitió controlar o
dominar todas las decisiones importantes.
Los dos pilares clave en q se apoyaba esa hegemonía eran un sistema de alianzas con los países importantes
ya industrializados del mundo por un lado, y un estado de bienestar de integración nacional en lo interno, por
otro.
EEUU y la URSS mantenían un conflicto estructurado, en q la URSS actuaba como agente subimperialista de
EEUU.
En la superficie, EEUU y la URSS eran enemigos ideológicos entrampados en una guerra fría desde 1917, no
solo desde 1945. Sin embargo, la realidad era distinta. En Europa se trazó una línea en el lugar donde estaban
las tropas soviéticas y estadounidenses al término de la segunda guerra: al este de esa línea estaba la zona
reservada al predominio político soviético.
La URSS podía hacer lo q quisiera dentro de su zona del este de Europa. Se establecieron dos condiciones de
trabajo. Las dos zonas observarían paz entre los estados y se abstendrían de cualquier intento de cambiar o
subvertir los gobiernos de la otra zona.

202
La URSS no esperaba ni recibiría apoyo ni ayuda de los EEUU para su reconstrucción económica. La URSS
podían tomar todo lo q pudiera de Europa oriental, mientras q el gobierno de EEUU concentraría sus recursos
económicos en Europa occidental y Japón.
Se puede decir q la URSS era una potencia subimperialista de EEUU porque funcionó para garantizar el orden
y la estabilidad dentro de su zona.
El tercer mundo se impuso a la atención de EEUU, la URSS y Europa occidental al reclamar derechos más
completos.
Al tercer mundo nunca se le preguntó si aprobaba el orden mundial establecido por los EEUU en colusión con
la URSS. EEUU tenía un programa para el tercer mundo: Wilson llamó a esto la autodeterminación de los
pueblos: cada pueblo irá recibiendo derechos políticos, soberanos e individuales.
El leninismo como ideología era la autonomía del wilsonismo. Lenin tradujo este programa a la jerga
marxista, y renació como antiimperialismo y la construcción del socialismo.
Pero después de 1945 el tercer mundo apresuró el paso.
Los comunistas chinos entraron en Shanghai.
Los pueblos de Indonesia e Indochina se negaron a recibir de nuevo a sus señores coloniales. El subcontinente
indio reclamó independencia inmediata.
Los egipcios acabaron con la monarquía y nacionalizaron el canal de Suez.
Los argelinos se negaron a aceptar la idea de q eran parte de Francia.
En 1950 se dio la liberación africana.
Comienza una revolución política en América Latina.
Las potencias coloniales se opusieron a ese aceleramiento e hicieron lo posible por detenerlo. Sin embargo, la
batalla política fue ganada por el tercer mundo.
1970 y 1980 fueron un periodo de estancamiento económico global, resistencia de EEUU a si declinación
inminente y desilusión del tercer mundo con su propia estrategia.
Para 1970, EEUU había llegado al apogeo y a los límites de su poder. La declinación de sus reservas de oro lo
obligó a abandonar la paridad fija del dólar con el oro. El crecimiento económico de Europa occidental y
Japón había sido tal q ya habían igualado y estaban comenzando a superar los niveles de productividad de
EEUU. Y la revolución mundial de 1968 minó todo el consenso ideológico q EEUU había construido.
En los dos decenios transcurridos desde entonces EEUU se ha dedicado a un trabajo de remiendos.
A los europeos occidentales y a los japoneses les ofreció el trilateralismo, es decir, la promesa de más
consultas en la creación de políticas mundiales. A la URSS le ofreció la distensión, o sea, bajar los decibeles
ideológicos, lo q fue como un bálsamo para la burocracia brezhneviana después de la ola de choque de 1968.
Económicamente, el mundo tuvo entonces q enfrentar las cuentas del trabajo de remiendo de los años setenta,
la crisis de la deuda se manifestó por primera vez en Polonia en 1980, y fue reconocida en México en 1982. El
resultado fue el espiral económico descendente en todo el tercer mundo.
La URSS era una superpotencia debido a su arreglo especial con EEUU, llamado guerra fría. Si EEUU ya no
podían desempeñar su papel de potencia hegemónica, la guerra fría no cumplía ninguna función y la URSS
corría el riesgo de ser tratada como otro estado semiperiférico en la economía capitalista mundial.
El iraquí Saddam Hussein vio la debilidad de EEUU, en su incapacidad de imponer a Israel el proceso de
arreglos regionales q formaba parte de la liquidación de la guerra fría. Así, vio el momento de invadir Kuwait.
En su cálculo entraron varias variables:
La crisis mundial de la deuda; que Israel pusiera fin a las conversaciones de paz con la Organización para la
Liberación Palestina; la caída de los comunismos: Saddam Hussein sabia q la URSS no lo apoyaría, lo q lo
liberaba de las automáticas limitaciones del arreglo entre EEUU y la URSS, y además la caída de los

203
comunismo era una caída ideológica; finalmente, él sabía q si invadía EEUU perdía, o política o
militarmente.
II. ¿Hacia dónde vamos ahora?
Yo creo q el sistema mundial está yendo hacia una mayor polarización Norte-Sur.
Mucho se habla sobre una división en tres partes del mercado mundial. Yo no creo q ocurra, dado q las triadas
dan lugar a divisiones binarias. La alianza natural es con Japón. Este es ahora fuerte en capacidad y potencial
de desarrollo. Tanto Japón como Estados Unidos llevarían al acierto sus vinculaciones en América Latina y el
Sudeste asiático.
Europa ve venir esto. Sabe que tiene q elaborar una estrategia si quiere participar. La clave es Rusia, a la q es
preciso incluir si Europa ha de tener alguna fuerza frente al acuerdo Japón-EEUU. Europa se esforzará todo lo
posible por impedir la desintegración de la URSS, y como Japón, China y EEUU también temen ese proceso.
En la segunda etapa cada uno de los dos Nortes tendrá q desarrollar su propia periferia. Actualmente las zonas
centrales están enterradas ante la perspectiva de q empiece la emigración rusa y china.
¿Qué pasará con lo q solía ser el tercer mundo? Habrá enclaves vinculados con uno de los dos Nortes, pero la
participación total del Sur en la producción mundial y en la riqueza disminuirá.
¿Cuáles son entonces las opciones abiertas?
La opción de Jomeini, del Islam, es la culminación de la ira contra los horrores del sistema mundial moderno,
y concentra la ira en sus mayores beneficios e instigadores. Esto parece llevar al camino del apaciguamiento
de las pasiones y el reingreso de la órbita cultural del sistema mundial. El problema vendría en el caso de q
estallen movimientos en otros países del Sur, impulsando su propia desintegración.
La segunda opción es la de Saddam Hussein. Yo creo q esta no es más q la opción de Bismarck. Es la
convicción de q puesto q las desigualdades económicas son resultado de las correlaciones de fuerza políticas,
la transformación económica requiere fuerza militar. El enfrentamiento entre EEUU e Irak es la primera
guerra entre el Norte y el Sur.
La tercera opción es la de resistencia individual por reubicación física. En un mundo de creciente polarización
Norte-Sur, con declinación demográfica en el Norte y expansión demográfica en el sur, es difícil impedir una
migración masiva.
Así, es muy posible q haya in intento de negarles los derechos políticos a los inmigrantes del Sur en el Norte,
lo q significa q en 200 años de integración social de las clases trabajadores en el Norte volveríamos a la
situación de comienzos de s XIX (la existencia de una masa sin derechos en los estratos más bajos)
La cuestión seria que se abre en la primera mitad del s XXI es si realmente surgirán nuevos movimientos
transformadores, con estrategias y programas de acción nuevos. De seguro está muy lejos; la razón es q
nadie ha propuesto estrategias y programas de acción nuevos para remplazar las ya difuntas estrategias
wilsoniano-leninistas para el tercer mundo, q en sí no eran otra cosa q extensiones de la estrategia del s XIX
de tomar el poder del estado.

 KENNEDY, Paul. Auge y caída de las grandes potencias. Madrid, Plaza y Janés, 1990.

Capítulo VII “Estabilidad y cambio en el mundo bipolar”.


Si el destino de las potencias del Eje estuvo sellado después de diciembre del 1941, había pocos indicios de
que ellas lo supiesen.
A pesar de las pérdidas económicas ocasionadas por la Operación Barbarroja, Rusia produjo más armamento
militar que Alemania. Dada la supuesta superioridad angloamericana en Francia, es sorprendente que los
alemanes se portasen tan bien durante tanto tiempo. Ocupaban todavía territorios más grandes que el propio
Reich al empezar la guerra. La doctrina operacional alemana, que hacía hincapié en la flexibilidad y en la

204
toma de decisiones descentralizada a nivel del campo de batalla, demostró ser muy superior a las tácticas
cautelosas de los británicos.
Sin embargo, nuestra admiración de hoy por la actuación operacional alemana que parece ir en aumento de un
libro a otro, no se debería oscurecer el hecho evidente de que Berlín, como Tokio, se había excedido.
Es importante señalar que incluso después de la expansión de los imperios alemán y japonés, las fuerzas
económicas y productivas alineadas sobre cada lado eran mucho más desproporcionadas que en la Primera
Guerra Mundial (obviamente, los aliados le pintan la cara al Eje).
Las adquisiciones de territorio por Alemania en 1939 y en 1940 la pusieron decisivamente muy por delante de
la aislada y un tanto maltrecha potencia de la que se hizo cargo Churchill. Por consiguiente, el
derrumbamiento de Francia y la entrada de Italia en el conflicto dejaron al Imperio británico frente a una
aglomeración de la fuerza militar que, en términos de potencial de guerra, era probablemente dos veces más
fuerte; el Eje Berlín-Roma era inatacable por tierra, todavía inferior en mar e igual en aire. De acá la
preferencia de GB a luchar en el Norte de África que en Europa.
Los decisivos acontecimientos de diciembre de 1941 alteraron completamente aquellos equilibrios: el
contraataque ruso en Moscú mostro que no caería bajo la Blitzkrieg, y la entrada de Japón y de los EEUU en
el que ahora un conflicto mundial hizo que se formase una Gran Alianza de enorme poder productor
industrial. Todo esto tampoco puede obviar el hecho de que los Aliados poseían el doble de la fuera
manufacturera el triple del potencial de guerra y el triple de la renta nacional.
Así, en 1940 la producción británica de armamentos estaba muy por detrás de la de Alemania, pero aumento
de prisa, de modo que, un año después, era ligeramente superior. Los dos golpes militares recibidos en
Stalingrado y África del Norte, y el hecho de hacerse cargo Speer del Ministerio de Economía, dieron enorme
impulso a la producción alemana de armas en 1943. Pero el cambio más impresionante se produjo con el
aumento en más de ocho veces, de la producción norteamericana de armas entre 1941-43, que significo que el
total de los aliados era más de tres veces superior al de sus enemigos.
Ahora está claro que el lanzamiento de las bombas atómicas en 1945 marcó un momento decisivo; pero en el
contexto, no fue más que uno de una serie de instrumentos militares que podían emplear los EEUU. A su vez,
eran los únicos que tenían recursos de producción y tecnologías suficientes no solo para sostener dos guerras
convencionales a gran escala, sino también para invertir en científicos, materias primas y dinero para la
fabricación de una nueva arma.
El nuevo panorama estratégico
Las anteriores grandes potencias (Francia-Italia) estaban ya eclipsadas. La ambición alemana de dominar
Europa se derrumbaba, lo mismo que la del Japón de dominar el Extremo Oriente y el Pacifico. Gran Bretaña,
a pesar de Churchill, se hallaba en decadencia. El mundo bipolar, pronosticado tan a menudo en el S XIX y a
principios del XX había llegado a su fin.
El poder norteamericano en 1945 era, por falta de otro termino mejor, artificialmente alto, como digamos, el
de GB a 1815. De 1940 a 1944 la expansión de industrial en los EEUU creció a un ritmo más veloz, causado
probablemente por la producción de guerra, por lo que el sector civil de la economía no se vio perjudicado
como en las otras naciones combatientes. Si nivel de vida era más alto que el de cualquier otro país, en
general se había enriquecido en vez de empobrecerse. Este poder económico se refleja en la fuerza militar de
los EEUU. La guerra por otra parte había sido la causa primordial de esta proyección hacia fuera del poder y
la influencia norteamericanos. Simplemente porque estaban políticamente comprometidos en la
reorganización de Japón y Alemania, en el Pacifico, en el norte de África, en Italia y en Europa Occidental,
tenía también fuerzas en aquellos territorios.
Como GB en 1815 veían como su influencia informal se convertía en algo formal, la Pax Americana había
alcanzado la mayoría de edad.
Los aspectos económicos de este nuevo orden eran, al menos bastante previsibles. Durante la guerra,
internacionalistas tales como Hull habían argumentado con cierta razón que la crisis mundial de los años
treinta había sido causada en gran parte por un mal funcionamiento de la economía internacional: por
aranceles protectores, competencia económica desleal, acceso restringido a las materias primas, políticas
gubernamentales autárquicas. A esto se añadió un resuelto y tal vez excesivo empeño de los militares por

205
asegurar el control americano, haciendo que los EEUU se comprometiesen en la creación de un nuevo orden
mundial beneficioso para las necesidades del K occidental. De acá los acuerdos internacionales forjados entre
1942-1946 (FMI- Banco Internacional) y más tarde el Acuerdo General sobre Tarifas y Comercio (GATT).
Los países que deseaban obtener alguna de las cantidades de dinero disponibles se vieron obligados a aceptar
las exigencias norteamericanas sobre libre convertibilidad de las monedas y la competencia abierta.
Los fallos prácticos: En primer lugar, la cantidad de dinero disponible resultaba insuficiente parar reparar la
devastación, en segundo lugar, el sistema de laissez-faire actúa inevitablemente en beneficio del país que tiene
la posición más competitiva.
Solamente la ulterior percepción norteamericana de los peligros gemelos de un amplio descontento social en
Europa y una creciente influenza soviética, que estimulo la creación del plan Marshall, permitió que se
destinasen fondos al sustancial desarrollo industrial del mundo libre. Toda esta influencia de EEUU iba del
brazo con el establecimiento de tratados sobre bases militares y seguridad en todo el mundo (también hay
paralelismo con GB después de 1815).
En 1945 todos parecían creer que todo esto era obra de un “destino manifiesto”, y que además tenían ahora
una oportunidad de oro para enderezar los entuertos de las anteriores grandes potencias mediante los ideales
de EEUU (obviamente el esfuerzo personal, el espíritu emprendedor, el libre comercio y la democracia)
La única zona donde era sumamente improbable que penetrasen la influencia norteamericana era la controlada
por la URSS. Pero incluso antes de que se derrumbase el Tercer Reich, Stalin había enviado docenas de
divisiones al Extremo Oriente, a Manchuria. Las fronteras territoriales rusas se extendieron, en el Norte a
expensas de Polonia y en el Sur, al recobrar Besarabia, a expensas de Rumania. Los Estados bálticos de
Estonia, Letonia y Lituania fueron reincorporados a Rusia. Fue tomada parte de Prusia Oriental y una parte
del este de Checoslovaquia. Al oeste y al sudoeste se extendía un cordón sanitario de Estados satélites,
Polonia, Alemania Oriental, Checoslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Yugoslavia y Albania. De acá el
Telón de Acero. Por el Oriente estaba Manchuria, Corea del Norte y Cajalin.
Pero la URSS tenía gravemente dañada su base económica, además de poseer una baja tasa de natalidad
(bajas masculinas).
Por consiguiente no es de extrañar que cuando los rusos se trasladaron a su zona de ocupación en Alemania,
tratasen de llevarse todos los bienes trasportables. Se debe agregar que Rusia había conseguido concentrar la
producción militar- industrial en detrimento de todos los demás sectores. Para 1945 era un gigante militar y al
mismo tiempo, económicamente pobre, miseria y desequilibrada. Entre 1945-1950 se logró el “pequeño
milagro económico” mejorando solo un poco las cosas. Por otra parte, Stalin mantuvo su cruel venganza
contra las preferencias de los campesinos por las parcelas de propiedad privada, consiguiendo así q
continuase la baja productividad y la alta ineficacia tradicionales de la agricultura.
Stalin estaba claramente resuelto a sostener un nivel alto de seguridad militar en el mundo de posguerra.
Otro elemento importante en el fortalecimiento del poder ruso fue el renovado énfasis puesto por Stalin sobre
la disciplina interna y el conformismo absoluto de finales de los años treinta. Cualquiera que tuviese
relaciones con el extranjero era sospechoso, es más, en 1948 fue purgada toda la directiva del partido de
Leningrado (Stalin la tenía montada). Todo esto, más la eliminación de la democracia en Polonia y en
Checoslovaquia, condujo a una considerable disminución del entusiasmo occidental por el sistema soviético.
Fuese cual fuese la causa, habría una gran extensión del territorio totalmente inmune a las influencias de la
Pax Americana y que ofrecería, ciertamente, una alternativa a esta.
Pero ¿Y las antiguas grandes potencias, ahora solo medianas, cuya caída era el reverso de la medalla del auge
de las superpotencias?
Cuando terminó la lucha, los Aliados siguieron adelante con sus planes para asegurarse de que ni Alemania ni
Japón volverían a ser una amenaza para el orden internacional. Se dividió a Alemania en cuatro zonas, se
despojó a Japón de sus posesiones de ultramar. Además, ambas tuvieron regresiones económicas en los 40.
Aunque Italia había cambiado de bando en 1943, su destino económico fue igualmente funesto. El nivel de
vida era terriblemente bajo, y de no ser por EEUU hubieran muerto todos. En realidad, todos estos países
dependieron de la ayuda norteamericana durante este periodo y en este sentido, eran poco más que satélites
económicos.

206
En el caso de Francia, la organización de De Gaulle dependió de gran manera de la ayuda de EEUU, cosa que
nos le gustaba para nada, aunque pidiese más. Aunque no pudo recuperar sus antiguos mandatos en Siria y el
Líbano, trato de reafirmar su posición en Indochina y en los protectorados de Túnez y Marruecos. Estos
intentos no eran más que los atributos de potencia de primera clase que ahora era débil económicamente.
El Imperio británico era el único Estado importante que había luchado en la Segunda Guerra Mundial desde el
principio hasta el fin. Pero lo cierto era que para asegurarse su victoria, los ingleses se habían estirado
demasiado, agotando sus reservas de oro y de dólares, desgastando su maquinaria doméstica, haciéndose cada
vez más dependiente de las municiones, transportes, comestibles y otros artículos americanos, para poder
continuar la lucha. Esta vez, era imposible creer que GB estuviese todavía, políticamente, en el centro del
mundo.
Los años siguientes fueron testigos de un afanoso intento británico por manejar estos factores incompatibles:
el nivel de vida, pasar a una economía mixta, llenar el vacío comercial, y sostener una serie de bases en
ultramar.
El gobierno laborista considero también prudente retirarse de la India, apartarse del caos de Palestina y
derogar las garantías a Grecia y Turquía. Por otra parte, la recuperación económica había dependido en gran
parte del préstamo que Keynes había negociado con Washington en 1945, del Plan Marshall y del estado
deteriorado de los países rivales.
Sin embargo, y a pesar de todos los esfuerzos en contrario de los Gobiernos ingleses y franceses, era
indudable que había pasado la era Europea. La Europa en la total de la producción manufacturera mundial era
menos que en cualquier tiempo desde principios del siglo XIX: Este eclipse de las potencias europeas se
reflejó de un modo todavía más marcado en el personal y los gastos militares. Esta impresión (de estar
“eclipsados”) fue aumentada por el advenimiento de las armas nucleares y de los lanzamientos a larga
distancia.
Stalin, puso a su terrible jefe de Seguridad, Beria, al frente del programa atómico, ya al día siguiente de
Hiroshima. Al mismo tiempo, la ventaja de EEUU en lo atómico, ayudo a equilibrar la preponderancia rusa
en fuerzas convencionales. Pero no paso tanto tiempo hasta que Moscú se pusiera en el mismo lugar que
EEUU.
El invento de las armas atómicas transformo el panorama estrategia ya que dio a cualquier Estado que las
poseyese la capacidad de una destrucción indiscriminada y en masada, incluso de la propia Humanidad.
El último elemento que pareció recalcar que el mundo debía ser ahora considerado estratega y políticamente
como bipolar y no en su forma multipolar tradicional, fue el realzado papel de la ideología. Sin embargo, la
compleja dinámica de las rivalidad multipolares a finales de los 30 hacia difícil todo intento de explicar los
asuntos mundiales en términos ideológicos.
En unos años, la naturaleza ideológica de lo que ahora es reconocido como Guerra Fría entre Rusia y
Occidente, se puso de manifiesto. La idea de que Rusia nunca iba a aceptar una democracia parlamentaria
condujo a un cambio masivo en los sentimientos norteamericanos, al que respondió con prontitud la
administración de Truman (obviamente, propagando su idea de Pax Americana). Stalin no tuvo otra opción
que aumentar su odio hacia Occidente.
O se estaba en un bloque dirigido por América o en el soviético. No había término medio.
La guerra fría y el Tercer Mundo
Gran parte de la política internacional durante las dos décadas que siguieron consistió en procurar ajustarse a
aquella rivalidad soviético-norteamericana y después, a su parcial rechazo. Al principio, la Guerra Fría se
centró en hacer fronteras en Europa.
El tratamiento de la cuestión polaca en Moscú estuvo relacionado con el problema alemán en todos los
aspectos. Políticamente, el apoyo de los polacos de Lublin iba del brazo con el adiestramiento de comunistas
alemanes en el exilio para que representasen un papel similar cuando volviesen a su patria. Económicamente,
la explotación por Rusia de Polonia y de sus vecinos europeos orientales era una anticipación del despojo de
bienes de Alemania.

207
Tanto en el caso de Polonia como en el de Alemania, la política rusa tenía que chocar con Occidente. Política
y económicamente los EEUU, los ingleses y los franceses deseaban que las ideas de libre mercado y
elecciones democráticas fuesen la norma en toda Europa. Occidente también estaba tan dispuesto como
Moscú a frenar todo militarismo alemán.
Entrar en una descripción del relato minucioso de la escalada de las tensiones no es necesario, sin embargo,
vale la pena examinar las características principales de la guerra fría después de 1945.
La primera de ellas fue la intensificación de la división entre los dos bloques de Europa. Pero debe
argumentarse que solo fue otra modesta presunción que Occidente sospechase que Stalin proyectaba también
controlar la Europa occidental y meridional cuando las circunstancias le fuesen propicias. Esto obviamente no
era posible mediante fuerzas militares, solo era posible si Moscú utilizaba a su favor la continuada dislocación
económica y las rivalidades y las rivalidades políticas generadas por la guerra. Pero por otro lado, Tito, los
comunistas griegos y Mao se preocupaban más de sus enemigos locales que de un orden marxista mundial.
Entre los diversos elementos de la acelerada estrategia de contención, se destacaron dos: El primero era
indicar a Moscú las regiones del mundo que los EEUU no podían permitir que cayesen en manos “hostiles”.
Por lo tanto, estos Estados, recibieran ayuda militar para resistir. El componente crucial de toda política de
contención a largo plazo, seria, pues, un programa masivo de ayuda económica. Según el Pte Kennan, había
solo cinco centros de poder industrial y militar en el mundo: los propios EEUU, la URSS, GB, Alemania y la
Europa central y Japón. Conservando estas tres últimas zonas, resultaría una “correlación de fuerzas” que
aseguraría la inferioridad permanente de la URSS.
Por otro lado, la asunción de los EEUU de las garantías británicas prestadas a Grecia y Turquía fue justificada
por Truman en terminaos de una “doctrina” que no tenía limitaciones regionales.
La solución de la administración norteamericana, el Plan Marshall, fue deliberadamente presentada como un
ofrecimiento a todas las naciones Europeas, y su razón de ser era convencer a todos los europeos de que la
empresa privada era mejor que el comunismo para su prosperidad. En la Europa Occidental, el crecimiento
económico siguió adelante, integrado en una red con el Atlántico del Norte.
En Europa Oriental se reforzaron los controles comunistas. En el 47 se creó el Cominform, una especie de
internacional comunista reconstituida y disfraza. El régimen pluralista de Praga fue terminado por un golpe
comunista en 1948, y Tito conseguía librarse del brazo de Stalin, y el resto entraba obligado el COMECOM
(Consejo de Mutua Ayuda Económica, onda un Plan Marshall, pero sin recursos financieros).
La intensificación de las rivalidades económicas de Este Oeste se completó a nivel militar y una vez más,
Alemania estuvo en el centro de disputa. Si algo llevo el antagonismo al límite fue la crisis de Berlín de 1948-
49 (EEUU debaten como permanecer unidos si Rusia salta nuevamente, Rusia bloquea la entrada Berlín,
Occidente piensa en mandar un convoy militar y abrir paso sin importar que quiera Rusia).
En estas circunstancias se creó la Organización del tratado del Atlántico Norte (OTAN) cuyo objetivo era la
prestación de ayuda norteamericana a EEUU en el caso de una agresión de Rusia, La alianza de la OTAN
hizo militarmente lo que el Plan Marshall había hecho económicamente: acentuó la división de 1945 de
Europa en dos campos, con solo los neutrales tradicionales, la España de Franco y algún que otro casito.
La segunda característica importante de la guerra fría, su continua escalada lateral desde Europa hacia el resto
del mundo, no fue sorprendente, Durante buena parte de la guerra, Rusia había concentrado sus energías casi
exclusivamente en combatir la amenaza alemana, pero esto no quería decir que Moscú retirar su interés de
Turquía, Irán y del Extremo Oriente.
Las primeras de las disputas extra europeas entre Rusia y Occidente fue, en gran parte, legado de aquellos
arreglos ad hoc de tiempo de guerra; en 1941-1943, Irán había sido colocado bajo protección militar tripartita.
Cuando Moscú no retiro su guarnición a primeros de 1943 empezaron las objeciones. La retirada de sus
tropas, seguidas de la represión del Ejército iraní de las provincias del Norte y del propio partido Comunista
(tudeh) dio amplia satisfacción a Washington, donde confirmo la creencia de Truman en la eficacia de hablar
fuerte a los rusos.
Fue con esta percepción del avance mundial del comunismo como consideraron también las potencias
occidentales los cambios que se producirían en el Lejano Oriente. Pero el sobresalto de los EEUU por la
pérdida de China fue todavía más fuerte del causado por aquella amenaza más al sur.

208
Todo esto planteo a EEUU repetidos problemas. De una parte, EEUU no podía ser tenido por partidario de los
regímenes corrompidos del Tercer Mundo, por otra, no quería que las fuerzas de la revolución se extendieran
más. Fue fácil alentar a GB para que se vayan de la India en 1947 ya que esto era el paso a un régimen
parlamentario y democrático bajo Nehru. Lo mismo para los holandeses que dejaron Indonesia en 1949.
Este endurecimiento de la posición de Washington en 1950 fue el resultado de dos factores. El primero, los
crecientes atraques sobre las políticas de contención más flexibles de Truman y Acheson, no solo por los
críticos republicanos y el cada vez más influyente cazador de rojos, Joe McCarthy, sino también por otros
intransigentes dentro de la propia administración. El segundo fue el ataque a Corea del Norte a través del
paralelo 38, en 1950, ataque que consideraron como parte de un plan agresivo orquestado por Moscú.
Esta contienda llevo a cambios significativos en la política norteamericana en las demás partes de Asia.
Taiwán era apoyado y protegido por los EEUU, mientras que la China era el feroz enemigo. En Indonesia el
nuevo Gobierno recibiría ayudar para combatir a los rebeldes comunistas, en Malasia, los británicos serian
animados a hacer lo mismo, y en Indochina EEUU daría dinero y armas para luchar contra el Vietminh. En
1951 se habían confirmado los derechos de bases aéreas y navales de los EEUU en las Filipinas, y pocos días
más tarde se firma un acuerdo tripartito de seguridad con Australia y Nueva Zelanda. Una semana después se
concluyó por fin el tratado de paz con Japón, poniendo oficialmente fin a la guerra del Pacifico y
restableciendo la plena soberanía del Estado japonés. Por otro lado la política con China comunista seria
hostil.
El tercer elemento de la Guerra Fría fue la creciente carrera de armamentos entre los dos bloques, junto con la
creación de alianzas militares de apoyos.
Moscú tenía sus mayores gastos en 1950-55 fueron causado por el temor de que una guerra con Occidente
conduciría a devastadores ataques aéreos contra la patria rusa. Por su parte, EEUU creían que en una campaña
nuclear ellos podían destruir a la URSS, más que ésta a ellos.
Una segunda y completamente nueva fase de la carrera de armamentos se inició en el mar, aunque también se
hizo de manera irregular. Fue sorprendente el aumento de la flota soviética, motivada por Stalin desde 1945,
plan que fue detenido por Kruschev que no veía la utilidad de los buques aunque si de las armas nucleares
La verdadera carrera de armamentos después del 45 se estaba dando en la esfera de las armas atómicas y de
los misiles de largo alcance para proyectarlas. Las innovaciones tecnologías y en especial los adelantos
soviéticos lo cambiaron todo, era un hecho que dentro de pocos años más habría terminado la era de la
invulnerabilidad norteamericana.
El principal elemento de esta rivalidad fue la creación de alianzas en todo el mundo y la competencia para
encontrar nuevos compañeros.
Por su parte, Washington consideraba que se estaba desplegando un plan maestro para el dominio del mundo
por los comunistas y que había que contenerlo. El ingreso de nuevos miembros en la OTAN en los 50
significo que EEUU “se comprometía a proteger a nuevas partes del mundo”. De acá en más se empezaron a
hacer pactos (EJ: con Canadá, Sudoeste del Pacifico,4 etc.) para ampliar la zona de protección.
EN tanto el Tercer Mundo iba a ser tomado en serio por la URSS. En 1956 Kruschev disolvió el Cominform,
luego las disputas con China se multiplicaron. Se decidió entonces comenzar con una política de empuje hacia
fuera.
En 1953 la URSS firman un acuerdo comercial con la India, 55-56 la URSS y Checoslovaquia le dan ayuda a
Egipto. Iraq, Afganistán y Yemen del Norte recibieron préstamos, lo mismo que paso con los Estados de
África declarados antiimperialistas. Finalmente en los 60 ingresan en América Latina.
EN este mundo bipolar, un Tercer mundo estaba adquiriendo la mayoría de edad y no estaban dispuestos a
convertirse en meros satélites. Kennedy dice que lo de Tercer. Durante los 50 y 60 estuvieron dominados por
problemas de descolonización y por crecientes llamamientos a poner fin al subdesarrollo, causas favorecidas
hábilmente por los rusos.

4
Se constituye CENTO, anterior pacto de Bagdad de 1955, GB, Turquía, Irán, Iraq, y Pakistán vs. Los
comunistas.

209
Los más eminentes de los primeros abogados de la no alineación (Tito, Nasser, Neruh) simbolizaron esta
transformación. El caso de Yugoslavia fue notable, al romper con Stalin y mantener entera su independencia
sin q se produjese una invasión rusa. Nasser había alcanzado fama en todo el mundo árabe después de su
choque de 1956 con GB, Francia e Israel.
El mero hecho de que tantos nuevos Estados entrasen aquellos años en la Comunidad Internacional y de que
Rusia estuviera ansiosa de apartarles de Occidente, sin tener ella misma gran conocimiento de las condiciones
locales, significo también que muchas de sus ganancias diplomáticas fuesen con frecuencia acompañadas de
pérdidas.
El cambio de régimen de Iraq en 1958 permitió a Rusia presentarse como amiga de aquel Estado árabe y
ofrecerle préstamos. Cuatro años más tarde un golpe baasista condujo a la sangrienta eliminación del PC en el
país.
Así, pues la relación entre el Tercer Mundo y los dos Primeros fue siempre compleja y cambiante, había
desde luego, países que fueron pro rusos y otros firmemente pro americanos (Taiwán, Israel). Había algunos
que, siguiendo el ejemplo de Tito trataban de permanecer no alineados, por último, se produce en el Tercer
Mundo frecuentes revoluciones, guerras civiles, cambios de régimen y conflictos fronterizos.
Las fisuras del mundo bipolar
Al comenzar los 70 había aun buenas razones para que la relaciones Washington - Moscú continuase
pareciendo lo más importante en los asuntos mundiales.
Era tal la capacidad de cada superpotencia para borrar del mapa a la otra que empezaron a buscar sus arreglos
para controlar de diversas maneras la carrera de armamentos nucleares.
En 1963 se firma el tratado de prohibición de pruebas nucleares; se firmó el Tratado de limitación de armas
estratégicas de 1972 (SALT I). A finales de los 70 comenzaron las negociaciones para un tratado SALT II en
el 79, pero nunca fue ratificado por el senado de los EEUU.
En intervalos de pocos años se añadieron nuevos sistemas de armas; también en otros campos su rivalidad en
crucial. Era enorme la expansión de la flota de superficie de la URSS. Esta acción reflejo una importante
extensión de las rivalidades Ruso- norteamericanas en el Tercer Mundo, debido principalmente al éxito de
Moscú de entrar en regiones donde la influencia extranjera había sido hasta entonces monopolio Occidental.
La continua tensión en Oriente Medio y especialmente las guerras árabe - israelí de 67-73 donde el suministro
de armas de EEUU a Israel resultó decisivo, significo que varios E árabes (Siria Libia Iraq) siguieran
buscando al ayuda de Moscú.
En Angola los frecuentes intentos del régimen Libio de Gadafi y ayudado por los soviéticos de exportar la
revolución a otras partes y la presencia de gobiernos Marxistas en Etiopia, Mozambique, Guinea, Congo y
otros, indicaron que Moscú estaba ganando en la lucha por la influencia mundial.
Entre 1960-80 otras tendencias habían estado trabajando para hacer que el sistema de poder internacional
fuese mucho menos bipolar de lo que había parecido en el periodo anterior. No solo había surgido el Tercer
Mundo para complicar las cosas, sino que avían aparecidos fisuras importantes en los que habían parecido ser
dos bloques monolíticos dominados por Moscú y Washington. La división entre la URSS y la China
Comunista: Mao no estaba dispuesto a ser un subordinado del dogmático de Stalin sobre la importancia de
obreros y campesinos.
Sin embargo la gran amplitud de la fisura agarro a todos de los observadores por sorpresa y fue durante
muchos años inadvertida por unos EEUU excitados por el miedo a una conspiración comunista.
En 1959, Kruschev había anulado el acuerdo atómico con Pekín y ofrecía a la India préstamos mucho más
importantes que los que jamás habían concedido a China. En el 62-63 las cosas empeoraron cada día más.
Mao había denunciado a la URSS por ceder en la cuestión de Cuba y después por firmar el tratado de
Prohibición de pruebas nucleares con los EEUU y GB. Estratégicamente esta división fue el acontecimiento
más importante de 1945. Esto no quiere decir que China se hubiese erigido como Tercera Superpotencia de
pleno derecho. Económicamente tenía enormes problemas, exacerbados por la decisión de la revolución
cultural.

210
Al empeorar estas relaciones, no solo mostro Moscú interés en las conversaciones sobre limitaciones de armas
nucleares, sino que aceleraron el ritmo de un mejoramiento de las relaciones con países tales como la
República Federal Alemana. En el terreno político y diplomático la ruptura Chino-Soviética era más
preocupante para el Kremlin. Otra cosa muy distinta era que la URSS fuera abiertamente acusada de haber
abandonado los principios marxistas.
En el tercer mundo China estaba mejor situada para bloquear la influencia rusa. Pero sencillamente tener que
competir con un E marxista hermano, además de con los EEUU, era mucho más inquietante que las
previsibles rivalidades bipolares de las dos décadas atrás.
De todas maneras la actitud firme e independiente de China hacia que las relaciones diplomáticas fuesen más
complicadas especialmente en Asia.
Veinte años después de que China ataque a la URSS por ser blanda con Occidente, estaba ahora presionando a
la OTAN para que aumentase sus defensas y advirtiendo al Japón y al Mercado Común contra todo
reforzamiento de los lazos económicos con Rusia.
En el campo Occidental desde los 60 en adelante existieron diferencias causadas principalmente por la
campaña de De Gaulle contra la hegemonía de EEUU, eran mucho menos graves a largo plazo.
De Gaulle veía en las armas nucleares la oportunidad de conservar la condición de gran potencia, a la vez que
empieza a salir de la estructura militar de la OTAN e intento mejorar su relación con la URSS. Impulsada por
el Plan Marshall, la economía francesa había crecido rápidamente durante dos décadas. Francia pudo
beneficiarse de este más amplio mercado mientras reestructuraba su propia agricultura y modernizaba su
industria. Sin embargo en 1968 la carrera política del propio De Gaulle había sido socavada por la revuelta de
estudiantes y trabajadores.
Según EEUU después de 1945 una Europa fuerte e independiente, es decir, independiente del comunismo,
convenía a los intereses a largo plazo de los EEUU y contribuiría a reducir sus gastos de defensa. Pero si
EEUU estaban mejor posicionados antes las cambiantes formas del poder mundial, esto no se evidencio hasta
muchos años después de 1960. Desde luego y por encima de todo, los EEUU estaba cada vez más convulsos
por los problemas derivados de la guerra de Vietnam. Los vietnamitas del norte y el Vietcom del Sur
aparecían a los yankees como nuevas formas del progresivo comunismo asiático.
El hecho de que esta era una guerra hecha por una sociedad abierta, que era la primera guerra que los EEUU
habían perdido inequívocamente, hicieron que los efectos fueran vistos sobre todo a niveles personales y
psicológicos (una crisis en la civilización norteamericana y sus estructuras constitucionales).
En primer lugar este conflicto dio un útil y calmante recordatorio que la superioridad en armas y en
productividad económica no asegura una efectividad militar.
Esta no era una guerra en q tales superioridades tendrían eficacia. El miedo a la opinión doméstica y a la
reacción mundial impidió el uso de armas atómicas (hubo restricciones). Era importante no provocar a los dos
más grandes E comunistas a que entrasen en la guerra.
Los norvietnamitas y el Vietcom luchaban por algo en lo que creían firmemente y los q no creían en ellos
estaban sin duda sometidos a la disciplina de un régimen totalitario y apasionadamente nacionalista.
En contraste de ellos, el sistema de gobierno survietnamita aparecía corrompido, impopular y en una clara
minoría.
Sin embargo los efectos a corto plazo de la guerra solo podrían ser destructivos. Mientras EEUU ponía dinero
en Vietnam, la URSS dedicaba sumas más grandes a las fuerzas nucleares. La moral de los servicios armados
cayó en picada consecuencia tanto de la propia guerra, como de las secuelas de la postguerra.
Otra consecuencia de la guerra en EEUU fue que oscureció el reconocimiento por Washington e la
importancia del conflictivo chino soviético, perdiendo la oportunidad de crear una política para aprovecharse
de él.
El enfoque de Kissinger (Consejero de Seguridad Nacional, luego Secretario de Estado) de los asuntos
mundiales era historicista y relativista: los acontecimientos tenían que verse en su contexto más amplio y
relacionarse los unos con los otros. El reconocía las limitaciones del poder americano. No solo en el sentido
de que los EEUU podían permitirse una guerra prolongada en las selvas del sudeste asiático, sino porque el

211
cómo Nixon percibían que los equilibrios mundiales estaban cambiando. Kissinger preconizaba una
fundamental reforma de la diplomacia de EEUU en el más amplio sentido. La revolución diplomática causada
por el aprochomment Chino-EEUU después de 1971 dio un gran efecto en la correlación mundial fuerzas.
Japón sintió que al fin era capaz de establecer relaciones con la República Popular China.
Pakistán recibió apoyo de Moscú y Pekín durante su conflicto con la India en 1971 (era canal de mensajes
entre ambos países).
Alarmado por la hostilidad de China y la diplomacia de Kissinger el Kremlin considero prudente concluir el
tratado SALT II y fomentar otros varios intentos de mejorar las relaciones a través del telón de acero.
Es difícil saber cuánto tiempo habría continuado Kissinger con su juego estilo Bismarck si el escándalo de
Watergate no hubiese echado a Nixon de la Casa Blanca en el 74.
Con los EEUU debatiéndose con grandes problemas económicos durante los 70, y con los diferentes PP
tratando de apartarse a su reducida posición internacional, Carter gano también fama para mediar en el
acuerdo de Camp- David de 1978 entre Egipto e Israel. Sin embargo EEUU continúo apoyando mubutu del
Zaire, al rey de Marruecos y el sha de Irán. Carter esperaba también mantener bajos los gastos de defensa y
pareció asombrarse de que la distención con la URSS no hubiese frenado los gastos de armamentos de este
país y sus acciones en el Tercer Mundo. Cuando las tropas rusas invadieron Afganistán a finales de 1979
EEUU, que había lanzado un programa de defensa a gran escala, se retiró del Tratado SALTT II, cancelo las
ventas de cereales a Moscú y empezó a seguir una política de equilibrio de poder que el presidente había
condenado solo cuatro años antes. El gobierno de Reagan está decidido a manejar la nave del Estado por
rumbos nuevos, se aumentaría la producción de armas, y los derechos humanos se borraron de la orden del
día.
En la ONU EEUU parecía más aislada que nunca; en el 84 se retiraron de la UNESCO. EEUU iba a poseer un
armamento mucho mayor que en 1980.
La razón de anotar aquí conjuntamente, los diversos problemas de las administraciones Carter-Reagan es que,
tomadas en su conjunto, distrajeron la atención de las fuerzas más grandes que estaban formando la política
del poder mundial y en particular el paso de un mundo bipolar a uno multipolar que Kissinger había detectado
tiempo atrás.
Era indudable que la URSS aumento su fuerza militar en estos años. En 1979 dio el golpe en Afganistán para
que no se meta China.
Regan y su gabinete fueron mucho más pragmáticos y conciliadores.
Los equilibrios economices cambiantes 1950-1980
Nixon en el 71 dijo que existían cinco grupos de poder económico mundial: Europa Occidental, Japón, China,
URSS y EEUU.
Aunque el comercio y la prosperidad tuvieron turbulencias desacostumbradas pueden detectarse ciertas
tendencias a largo plazo que aprecian dar forma a la política mundial en un futuro previsible.
El primero y más importante rasgo fue un índice sin precedentes de crecimiento en la producción industrial
mundial (1953-75).
El volumen del comercio mundial creció espectacularmente después del 45, en contraste con las distorsiones
de la era de las dos Guerras Mundiales.
Esta disparidad puede explicarse por los grandes aumentos entre la manufactura y el comercio entre los países
industriales avanzados; pero la creciente demanda de los productos primarios y los comienzos de
industrialización en un creciente número de países del tercer mundo significaron que las economías de la
mayoría de estos últimos creciesen también más de prisa en estas décadas que en cualquier otro momento.
Los países menos desarrollados crecieron rápidamente en el siglo XIX cuando las economías abiertas (GB)
se extendían más de prisa. Durante los 50-60 alcanzaron de nuevo índices más rápido de crecimiento (se
atrasaron mucho en la crisis del ´30). Sin embargo dado el gran número de habitantes del tercer mundo, su
parte en la producción mundial, era muy baja y su pobreza más aún.

212
La ganancia no era compartida en proporciones iguales por todos los países menos desarrollados, las
diferencia en riquezas de los pases del trópico fueron aun mayor cuando se retiraron las potencias coloniales.
La caída de un precio podía destruir a un país de un solo saque. Por otra parte había E que pasaban por una
revolución verde. Otros tenían petróleo y los convirtió en una categoría económica diferente, aunque los
llamados OPEP-EDC sufrieron al caer los precios del petróleo en los años 80.
La disparidad entre las naciones menos desarrolladas constituye el segundo rasgo importante en el cambio
macroeconómico en las últimas décadas. La transformación económica del Japón luego del 45 ofreció el
ejemplo más espectacular de modernización. Luego del 45 fue ocupado y dependiente de la ayuda
norteamericana. En el 50 cambio todo gracias a los fuertes gastos de defensa de los EEUU en la guerra de
Corea.
Desde luego hubo en el milagro japonés mucho más que los gastos de EEUU durante la guerra de Corea. Una
razón principal fue su fanática creencia en conseguir los más altos niveles de control de calidad tomando y
mejorando técnicas y métodos de Occidente.
La economía requería grandes cantidades de K para conseguir un continuo crecimiento, y las recibió en parte
porque tenía como país “desmilitarizado” y atrapado por el paraguas estratégico americano pocos gastos de
defensa, pero tal vez más aun por la política fiscal e impositiva que fomentaba el ahorro.
Sean cuales fueran las explicaciones no se podía negar la dimensión de su triunfo económico.
Por su parte la República Popular China parecía un caso típico de estanque, aunque no estaba totalmente
desesperado. Lo que el país necesitaba era un largo periodo de estabilidad de aportaciones masivas de K. En
este aspecto, el plan quinquenal del 53 fue muy parecido al soviético (acero + carbón). Sin embargo, los
aumentos solo podían venir de la mano de una mayor industrialización, mejoras en las infraestructuras y de
inversión a largo plazo. Esto fue lo que sucedió en 1980 cuando China puso en marcha a su tigre asiático
interno.
Estaba también el milagro italiano, fomentado por las exportaciones, los buenos diseñadores, los salarios
bajos, baratura del petróleo, etc.
GB en el 45 estaba bastante adelantada, seguía aun con sus mercados coloniales cautivos y se rehusaba a
integrarse en los movimientos hacia la unidad europea. Pero a partir de 1945 su posición comenzó a ser más
frágil: derrota de Suez, el sindicalismo militante, dirección defectuosa del gobierno, actitudes culturales
negativas con el trabajador y el empresariado, crisis de la esterlina y devaluaciones, etc. Comenzó así lo que
se llama “aceleración de la decadencia industrial de GB”
La Alemania federal también tenía su propio milagro: bancos, industrias, compañías de automóvil,
exportaciones, acero. Solo porque seguía dividida y dominada por otros es que este peso económico no se
transformó en poder político.
Francia estaba queriendo arrancar, pero solo con excepciones como en la industria eléctrica, aeroespacial y
del automóvil. Hasta cuando todos crecían, Francia se quedaba atrás.

UNIDAD 5
La era del declive (1973-1991)

5.1. La crisis de 1973 y sus efectos económicos. La economía entre los años setenta y los ochenta: la
hegemonía neoliberal. Los inicios de la volatilización de la economía mundial. El fin del “Estado Benefactor”
y del pleno empleo.

 ARRIGHI, Giovanni. El largo siglo XX. Madrid, Akal, 1999.


La dinámica de la crisis global
La gran crisis del régimen estadounidense entre 1968 y 1973 se produce principalmente por tres causas:

213
-Militarmente: tenía cada vez más problemas en Vietnam.
-Financieramente: la Reserva Federal tuvo problemas y rompió la paridad dólar-oro del sistema de Bretton
Woods.
-Ideológicamente: la cruzada anticomunista perdió legitimidad en el interior y exterior.
Durante la década del 70 las estrategias exteriores de EEUU fueron descuidadas y se produjo un abrupto
declive del poder y prestigio, que culminan con la Revolución Iraní y la toma de rehenes en la embajada de
este país en 1980.
El despegue de la actual fase de expansión financiera centrada en EEUU es un aspecto central de esta crisis.
Comienza en 1968 con una aceleración explosiva del crecimiento de la colocación de los fondos líquidos de
eurodólares en Londres. Como respuesta a ese crecimiento explosivo, en 1971 el gobierno de EEUU
abandona el patrón dólar-oro, y a partir de 1973, la Reserva Federal y los Bancos Centrales admiten que no
pueden controlar las especulaciones contra los tipos de cambio fijos y pasan una cotización flexible del dólar.
La formación del mercado de eurodólares o eurodivisas, empezó después de la SGM con los depósitos de
dólares de los países comunistas en bancos de GB para poder comerciar con occidente. Pero la principal causa
de la formación de este mercado de eurodólares fueron los préstamos hacia Europa vía Plan Marshall, y la
migración de capital de EEUU a este continente a finales de los años 50 y 60, junto con los menores controles
para el capital financiero, que hicieron que el capital líquido fluyera hacia Londres. Esto reforzó el papel del
dólar como moneda mundial y facilitó la expansión mundial del capital estadounidense, ya que seguía
respaldado por las reservas de oro y el superávit de la balanza de pagos a favor de EEUU.
Pero en 1963, la expansión de las corporaciones de EEUU en el exterior y los mercados de eurodivisas
entraron en contradicción con el poder central de EEUU. Kennedy intentó contrarrestar el desequilibrio que
ejercían los pasivos de EEUU frente a las declinantes reservas de oro, restringiendo los préstamos y las
inversiones en el exterior, ya que a finales de los 50, los pasivos estadounidenses excedían las reservas de oro.
Esto fue contraproducente, porque para evitar los controles, el mercado de financiación internacional en
dólares se mudó de Nueva York a Londres.
Durante los años 50 y hasta mediados de los 60, el comercio y producción de los países de Europa occidental,
y en las ex colonias, estaba organizado por una mezcla de capitalismo familiar y estatal que venía desde el
mundo de mercado de fines del S. XIX. Ante esto, las corporaciones de EEUU disfrutaron de una ventaja
comparativa en la conquista de los mercados de sus productos finales y en la obtención de materias primas,
gracias a su inversión directa y su integración vertical entre la producción y el intercambio. Esta situación
cambió a finales de los 60, ya que por un lado, en los lugares que una corporación tenía un monopolio, ponía
barreras para que no aparezca otra competencia; y por otro, las empresas europeas se reestructuraron copiando
el modelo estadounidense, y con el apoyo de sus gobiernos generaron una competencia que desafiaba a las
corporaciones de EEUU. Como consecuencia, entre 1967 y 1974 las inversiones directas de EEUU
disminuyeron en comparación con las europeas.
En la década del 50 y antes de 1968, los salarios de Europa occidental y EEUU, habían subido, pero siempre
por debajo de la productividad del trabajo o al mismo ritmo, pero entre 1968 y 1973 se elevaron mucho más
rápido, generando una reducción de las ganancias empresarias.
En 1973 venían subiendo los precios de las materias primas y la crisis del petróleo terminó de agravar la crisis
de rentabilidad.
El poder de compra inyectado en la economía a partir de 1968, en vez de provocar el crecimiento del
comercio y producción generó inflación y la huida de capitales a mercados monetarios extraterritoriales.
Después de la SGM, la supremacía política y militar de EEUU fue una precondición para que las
corporaciones de EEUU tuvieran el predominio mundial. Pero también es cierto que esta expansión de las

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corporaciones estadounidenses es el soporte de la posición internacional, política y militar que ocupa EEUU.
Esta complementariedad solo entró en conflicto en Japón, ya que los intereses de la política exterior por
Vietnam y China, llevaron a priozar los intereses japoneses para fortalecerlo ante sus vecinos.
Después de finalizar la SGM, el gobierno de EEUU preparó el terreno para que sus empresas invadieran
Europa, pero con el tiempo no pudo conservar el control sobre la salida de capitales hacia Europa, y las
subsidiarias europeas comenzaron a trasladar el negocio financiero internacional a Londres. Ante esta pérdida
del control del flujo de capitales por parte de EEUU, y el desfasaje que esto generó entre las reservas de oro y
los dólares que circulan por el mundo, la Reserva Federal rompió el sistema de Bretton Woods de paridad
dólar – oro para recuperar la posición central de Washington en la oferta de liquidez mundial. De esta manera,
EEUU dejaba de lado la necesidad de generar un superávit fiscal, porque ahora tenía la libertad de imprimir
dólares sin necesidad de respaldarlos con oro. Además esto generó una devaluación del dólar que le permitió
que sus productos compitieran mejor en el mercado internacional y recuperar su mercado interno eliminando
la competencia de otras potencias, ya que carácter autocéntrico de la economía de EEUU le permitía depender
del mercado interno y no de las exportaciones, como le pasaba a Europa y Japón.
Gracias a esta política monetaria, entre 1973-79 la economía estadounidense mejoró mucho más que Europa y
Japón.
La ruptura del tipo de cambio fijo dio un nuevo impulso a la expansión financiera, ya que incrementaba los
riesgos e incertidumbres para las actividades comerciales e industriales. Ante las oscilaciones diarias en los
tipos de cambio, las empresas tuvieron que generar operaciones a futuro para protegerse contra posibles
déficits que pudieran producirse por las variaciones en la cotización. Además estos cambios generaban la
modificación de los balances de un día para otro. Ante estos problemas, los países del tercer mundo fueron los
más perjudicados.
A partir de los 70, cuando sube exponencialmente el precio del petróleo, un grupo pequeño de estados se
encontró con una enorme “renta petrolífera” que no podía ser utilizada inmediatamente y fue depositada
principalmente en bancos de Londres. Los países consumidores de petróleo aplicaron políticas deficitarias
para bajar el consumo o se endeudaron.
La política de tipos de cambio flexible aceleró la pérdida del control de estado sobre la producción y
regulación del dinero mundial. Sólo un pequeño porcentaje de la liquidez se convirtió en producción y la
mayoría fue al sistema financiero para reproducirse y competir con los nuevos dólares emitidos por la Reserva
Federal. Esta gran liquidez permitió que muchos países del tercer mundo que no tenían superávit accedieran a
créditos baratos.
Esta situación llevo a que en 1979, en el último año de la administración Carter, la Reserva Federal con Paul
Volker al frente, produjera un repentino cambio en la política monetaria, dejando de lado la política laxa por
una extremadamente estricta. Estos cambios buscaban restaurar la confianza en el dólar y que los mismos
retornen a EEUU. Para esto se tomaron cuatro medidas:
-Se elevó la tasa de interés por encima de la inflación para que el capital mundial sea invertido en EEUU.
-Se desreguló el sistema bancario estadounidense, lo que permitió que las corporaciones de EEUU y no
estadounidenses tengan una libertad de acción sin precedentes.
-Se inició el mayor ciclo de endeudamiento público de la historia mundial, a pesar de que Reagan ganó las
elecciones prometiendo que iba a equilibrar el presupuesto.
-Este incremento de la deuda estaba relacionado con la intensificación de la guerra fría mediante un
incremento del gasto militar y acciones de castigo ejemplar contra regímenes del tercer mundo como Granada
en 1983, Libia en 1986, Panamá en 1989, y en 1990-91 Irak.

215
Después de la derrota de Vietnam, a la crisis militar y de legitimidad del poder mundial de EEUU, se le sumó
las independencias de las ex colonias del tercer mundo.
La permanente carrera armamentista generaba presión sobre el abastecimiento de materias primas y esto
llevaba a reforzar la importancia del tercer mundo como proveedor de materias primas y mano de obra. Una
vez que el mayor aparato militar del mundo fue derrotado por un país pobre como Vietnam, se produjo una
crisis temporal del rol de EEUU como policía del mundo. Esto fue utilizado por diferentes frentes de
liberación nacional para independizar las últimas colonias, como las portuguesas o movimientos como el
Iraní.
Esta inversión repentina de las relaciones de poder en el sistema – mundo a favor del tercer y segundo mundo,
el “sur” y el “este”, constituyó una experiencia preocupante para la burguesía occidental y estadounidense.
Esta situación redujo la rentabilidad del capital a niveles no aceptables.
Con el precio del petróleo subiendo en 1973, sumado al virtual reconocimiento de la derrota en Vietnam y
seguido por la pulverización del mito invencible de Israel en la guerra de Yom Kipur, impulsaron a la OPEP a
subir el precio del petróleo para protegerse de la devaluación del dólar. Esta situación, combinada con los
aumentos salariales mayores al nivel de crecimiento de la productividad forzó a las empresas del primer
mundo a una competencia más intensa por la mano de obra y recursos energéticos del tercer mundo. Estos
mayores precios obtenidos por el crudo y otras materias primas generaron una virtual inundación de capital en
algunos países del tercer mundo. Esto provocó que los países del primer mundo perdieran el control sobre el
poder adquisitivo mundial, generando que los estados del tercer y segundo mundo tengan más poder.
La pérdida del régimen amigo del Sha en 1979 (que era la palanca del poder de EEUU en Oriente Próximo)
generó un nuevo revés para el poder estadounidense, que tuvo como consecuencia una crisis de confianza en
el dólar, una segunda crisis del petróleo y la invasión de la URSS a Afganistán. Esta situación convenció a
EEUU que había llegado el momento de terminar el enfrentamiento con el capital financiero originado en el
New Deal y había que buscar una alianza para recuperar la supremacía del poder global.
La recentralización del poder adquisitivo en los EEUU produjo un resultado espectacular e instantáneo de las
políticas monetarias restrictivas, los altos tipos de interés y la desregulación estadounidense poniendo
inmediatamente de rodillas a los estados del tercer mundo, cosa que el poderío militar no había podido hacer.
El endurecimiento de las políticas monetarias recortó drásticamente la demanda de suministros del tercer
mundo y como consecuencia entre 1980-88 los precios de las materias primas bajaron un 40 % y los del
petróleo un 50 %. Al mismo tiempo, los intereses de la deuda subieron estrepitosamente.
Así, la burguesía del mundo occidental comenzaba a disfrutar de una Belle Époque con una prosperidad sin
precedentes, pero que no había resuelto la crisis sino que la había desplazado. Esta nueva Belle Époque dura
desde 1980 a 1988.

 ANDERSON, Perry. “Neoliberalismo: un balance provisorio” en Sader, Emir y Gentili, Pablo La


trama del Neoliberalismo. Buenos Aires, Eudeba, 1999.

El neoliberalismo nació después de la Segunda Guerra Mundial, en una región de Europa y de América del
Norte donde imperaba el capitalismo. Fue una reacción teórica y política vehemente contra el Estado
intervencionista y de Bienestar. Su texto de origen es Camino de Servidumbre, de Friedrich Hayek, escrito en
1944. Se trata de un ataque apasionado contra cualquier limitación de los mecanismos del mercado por parte
del Estado, denunciada como una amenaza letal a la libertad, no solamente económica sino también política.
Hayek convocó a quienes compartían su orientación ideológica a una reunión en la pequeña estación de Mont
Pélerin, en Suiza. Entre los célebres participantes estaban no solamente adversarios firmes del Estado de
Bienestar europeo, sino también enemigos férreos del New Deal norteamericano.

216
Allí se fundó la Sociedad de Mont Pélerin, una suerte de franco masonería neoliberal, altamente dedicada y
organizada, con reuniones internacionales cada dos años. Su propósito era combatir el keynesianismo y el
solidarismo reinantes, y preparar las bases de otro tipo de capitalismo, duro y libre de reglas, para el futuro.
Con la llegada de la gran crisis del modelo económico de posguerra, en 1973 todo cambió. A partir de ahí las
ideas neoliberales pasaron a ganar terreno. Las raíces de la crisis, afirmaban Hayek y sus compañeros, estaban
localizadas en el poder excesivo y nefasto de los sindicatos y, de manera más general, del movimiento obrero,
que había socavado las bases de la acumulación privada.
Esos dos procesos destruyeron los niveles necesarios de beneficio de las empresas y desencadenaron procesos
inflacionarios que no podían dejar de terminar en una crisis generalizada de las economías de mercado. El
remedio, entonces, era claro: mantener un Estado fuerte en su capacidad de quebrar el poder de los sindicatos
y en el control del dinero, pero limitado en lo referido a los gastos sociales y a las intervenciones económicas.
La ofensiva neoliberal en el poder
La hegemonía de este programa no se realizó de la noche a la mañana. Llevó más o menos una década, los
años ‘70, Pero al final de la década, en 1979, surgió la oportunidad. En Inglaterra fue elegido el gobierno
Thatcher, Un año después, en 1980, Reagan llegó a la presidencia de los Estados Unidos. En 1982, Kohl
derrotó al régimen social liberal de Helmut Schmidt en Alemania. En 1983, en Dinamarca, Estado modelo del
Bienestar escandinavo, cayó bajo el control de una coalición clara de derecha el gobierno de Schluter.
El ideario del neoliberalismo había incluido siempre, como un componente central, el anticomunismo más
intransigente de todas las corrientes capitalistas de posguerra.
Los años ‘80 vieron el triunfo más o menos incontrastado de la ideología neoliberal en esta región del
capitalismo avanzado
Ahora bien, ¿qué hicieron, en la práctica, los gobiernos neoliberales del período? El modelo inglés fue, al
mismo tiempo, la experiencia pionera y más acabada de estos regímenes. Durante sus gobiernos sucesivos,
Margaret Thatcher contrajo la emisión monetaria, elevó las tasas de interés, bajó drásticamente los impuestos
sobre los ingresos altos, abolió los controles sobre los flujos financieros, creó niveles de desempleo masivos,
aplastó huelgas, impuso una nueva legislación anti sindical y cortó los gastos sociales. Finalmente y ésta fue
una medida sorprendentemente tardía, se lanzó a un amplio programa de privatizaciones.
La variante norteamericana fue bastante diferente. En los Estados Unidos, donde casi no existía un Estado de
Bienestar del tipo europeo, la prioridad neoliberal se concentró más en la competencia militar con la Unión
Soviética, concebida como una estrategia para quebrar la economía soviética y por esa vía derrumbar el
régimen comunista en Rusia. Se debe resaltar que, en la política interna, Reagan también redujo los impuestos
en favor de los ricos, elevó las tasas de interés y aplastó la única huelga seria de su gestión.
En el continente europeo, los gobiernos de derecha de este período a menudo de perfil católico practicaron en
general un neoliberalismo más cauteloso y matizado que las potencias anglosajonas, manteniendo el énfasis
en la disciplina monetaria y en las reformas fiscales más que en los cortes drásticos de los gastos sociales o en
enfrentamientos deliberados con los sindicatos. A pesar de todo, la distancia entre estas políticas y las de la
socialdemocracia, propia de los anteriores gobiernos, era grande. Y mientras la mayoría de los países del
Norte de Europa elegía gobiernos de derecha empeñados en distintas versiones del neoliberalismo, en el Sur
del continente (territorio de De Gaulle, Franco, Salazar, Fanfani, Papadopoulos, etc.), antiguamente una
región mucho más conservadora en términos políticos, llegaban al poder, por primera vez, gobiernos de
izquierda, llamados eurosocialistas: Mitterrand en Francia, González en España, Soares en Portugal, Craxi en
Italia, Papandreu en Grecia.
Al final de la década, el nivel de desempleo en Francia era más alto que en la Inglaterra conservadora, como
Thatcher se jactaba en señalar.
Alcances y límites del programa neoliberal
Lo que demostraron estas experiencias fue la impresionante hegemonía alcanzada por el neoliberalismo en
materia ideológica.
En los países del capitalismo avanzado, el neoliberalismo había tenido su origen a partir de una crítica
implacable a los regímenes socialdemócratas. Sin embargo, y con excepción de Suecia y Austria, hacia fines

217
de los años ‘80, la propia socialdemocracia europea fue incorporando a su programa las ideas e iniciativas que
defendían e impulsaban los gobiernos neoliberales. Paradojalmente, eran ahora los socialdemócratas quienes
se mostraban decididos a llevar a la práctica las propuestas más audaces formuladas por el neoliberalismo.
La razón principal de esta transformación fue sin duda la derrota del movimiento sindical, expresada en la
caída dramática del número de huelgas durante los años ‘80 y en la notable contención de los salarios. Esta
nueva postura sindical, mucho más moderada, tuvo su origen, en gran medida, en un tercer éxito del
neoliberalismo: el crecimiento de las tasas de desempleo, concebido como un mecanismo natural y necesario
de cualquier economía de mercado eficiente.
Finalmente, el grado de desigualdad (otro objetivo sumamente importante para el neoliberalismo) aumentó
significativamente en el conjunto de los países de la OECD: la tributación de los salarios más altos cayó un
20% a mediados de los años ‘80 y los valores de la bolsa aumentaron cuatro veces más rápidamente que los
salarios.
En todos estos aspectos (deflación, ganancias, desempleo y salarios) podemos decir que el programa
neoliberal se mostró realista y obtuvo éxito. Pero, a final de cuentas, todas estas medidas habían sido
concebidas como medios para alcanzar un fin histórico: la reanimación del capitalismo avanzado mundial.
Cabe preguntarse aún por qué la recuperación de las ganancias no condujo a una recuperación de la inversión.
Esencialmente, porque la desregulación financiera, que fue un elemento de suma importancia en el programa
neoliberal, creó condiciones mucho más propicias para la inversión especulativa que la productiva.
El peso de las operaciones de carácter parasitario tuvo un incremento vertiginoso en estos años. Por otro lado,
y éste fue el fracaso del neoliberalismo, el peso del Estado de Bienestar no disminuyó mucho, a pesar de todas
las medidas tomadas para contener los gastos sociales.
Dos razones básicas explican esta paradoja: el aumento de los gastos sociales con el desempleo, lo cual
significó enormes erogaciones para los estados, y el aumento demográfico de los jubilados, lo cual condujo a
gastar otros tantos millones en pensiones.
Por fin, irónicamente, cuando el capitalismo avanzado entró de nuevo en una profunda recesión, en 1991, la
deuda pública de casi todos los países occidentales comenzó a reasumir dimensiones alarmantes.
El segundo aliento de los gobiernos neoliberales
Sin embargo, más allá de estos éxitos electorales, el proyecto neoliberal continúa demostrando una vitalidad
impresionante.
La primera prioridad del presidente Clinton, en los Estados Unidos, fue reducir el déficit presupuestario, y la
segunda adoptar una legislación draconiana y regresiva contra la delincuencia, lema principal también del
nuevo liderazgo laborista en Inglaterra.
¿Cómo explicar este segundo impulso de los regímenes neoliberales en el mundo capitalista avanzado? Una
de sus razones fundamentales fue, claramente, la victoria del neoliberalismo en otra región del mundo.
Los nuevos arquitectos de las economías poscomunistas en el Este, gente como Balcerovicz en Polonia,
Gaidar en Rusia, Maus en la República Checa, eran y son ardientes seguidores de Hayek y Friedman, con un
menosprecio total por el keynesianismo y por el Estado de Bienestar, por la economía mixta y, en general, por
todo el modelo dominante del capitalismo occidental correspondiente al período de posguerra. Esos líderes
políticos preconizan y realizan privatizaciones mucho más amplias y rápidas.
No hay neoliberales más intransigentes en el mundo que los “reformadores” del Este.
Debe decirse que la revolución thatcheriana, o sea, antikeynesiana o liberal, apareció (con una apreciación
positiva) en medio del camino de Europa Occidental, y es preciso completarla”. Bien entendido, este tipo de
extremismo neoliberal, por influyente que sea en los países poscomunistas, también desencadenaron una
reacción popular, como se puede ver en las últimas elecciones en Polonia, Hungría y Lituania, donde partidos
ex comunistas ganaron, y ahora gobiernan nuevamente sus países.
La deflación, el desmantelamiento de los servicios públicos, las privatizaciones, el crecimiento del capital
corrupto y la polarización social siguen, un poco menos rápidamente, por él mismo rumbo.

218
América Latina, escenario de experimentación
El impacto del triunfo neoliberal en el Este europeo tardó en sentirse en otras partes del globo,
particularmente aquí en América Latina, que hoy en día se convierte en el tercer gran escenario de
experimentación neoliberal.
Me refiero, obviamente, a Chile bajo la dictadura de Pinochet: aquel régimen tiene el mérito de haber sido el
verdadero pionero del ciclo neoliberal en la historia contemporánea. El Chile de Pinochet comenzó sus
programas de forma drástica y decidida: desregulación, desempleo masivo, represión sindical, redistribución
de la renta en favor de los ricos, privatización de los bienes públicos.
La experiencia chilena de los años ‘70 interesó muchísimo a ciertos consejeros británicos.
En ese sentido, Friedman y Hayek podían ver con admiración la experiencia chilena, sin ninguna
inconsistencia intelectual o compromiso de principios.
Si Chile fue, en este sentido, una experiencia piloto para el nuevo neoliberalismo en los países avanzados de
Occidente, América Latina también proporcionó la experiencia piloto para el neoliberalismo del Este pos
soviético. Aquí me refiero a Bolivia. En Bolivia, la puesta en marcha de la experiencia neoliberal no tenía
urgente necesidad de quebrar a un movimiento obrero poderoso, como en Chile, sino de parar la
hiperinflación.
En otras palabras, América Latina también inició una variante neoliberal “progresista”, difundida más tarde
en el Sur de Europa, en los años del eurosocialismo. Pero Chile y Bolivia eran experiencias aisladas hasta
finales de los años ‘80.
El viraje continental en dirección al neoliberalismo no comenzó antes de la presidencia de Salinas, en México,
en 1988, seguido de la llegada de Menem al poder, en 1989, de la segunda presidencia de Carlos Andrés
Pérez en el mismo año en Venezuela, y de la elección de Fujimori en el Perú en el ‘90. Ninguno de esos
gobernantes confesó al pueblo, antes de ser electo, lo que efectivamente hizo después. Menem, Carlos Andrés
Pérez y Fujimori, por cierto, prometieron exactamente lo opuesto a las políticas radicalmente antipopulistas
que implementaron en los años ‘90. Salinas ni siquiera fue electo, apelando, como es bien sabido, a uno de los
tradicionales recursos de la política mexicana: el fraude.
De las cuatro experiencias vividas en esta década, podemos decir que tres registraron éxitos impresionantes a
corto plazo (México, Argentina y Perú) y una fracasó: Venezuela. La diferencia es significativa.
A pesar de esto sería arriesgado concluir que en América Latina sólo los regímenes autoritarios pueden
imponer con éxito las políticas neoliberales. El caso de Bolivia, donde todos los gobiernos electos después de
1985, tanto el de Paz Zamora como el de Sánchez de Losada, continuaron con la misma línea, está ahí para
comprobarlo. La lección que deja la larga experiencia boliviana es clara. Existe un equivalente funcional al
trauma de la dictadura militar como mecanismo para inducir democrática y no coercitivamente a un pueblo a
aceptar las más drásticas políticas neoliberales: la hiperinflación.
Un balance provisorio
La pregunta que queda abierta es si el neoliberalismo encontrará aquí, en América Latina, más o menos
resistencia a su implementación duradera que la que encontró en Europa Occidental y en la antigua URSS.
La región del capitalismo mundial que presenta más éxitos en los últimos veinte años es también la menos
neoliberal, o sea, las economías de Extremo Oriente como Japón, Corea, Taiwán, Singapur y Malasia.
En este sentido, cualquier balance actual del neoliberalismo sólo puede ser provisorio. Se trata de un
movimiento inconcluso.
Económicamente, el neoliberalismo fracasó. No consiguió ninguna revitalización básica de capitalismo
avanzado. Socialmente, por el contrario, ha logrado muchos de sus objetivos, creando sociedades
marcadamente más desiguales, aunque no tan desestatizadas como se lo había propuesto. Política e
ideológicamente, sin embargo, ha logrado un grado de éxito quizás jamás soñado por sus fundadores,
diseminando la simple idea de que no hay alternativas para sus principios, y que todos, partidarios u
opositores, tienen que adaptarse a sus normas. Históricamente, el momento de viraje de una onda es siempre
una sorpresa.

219
 WEBBER, Douglas. “La socialdemocracia y el resurgimiento del desempleo masivo en Europa
Occidental” en PATTERSON, William E. y THOMAS, Alastair H., El futuro de la socialdemocracia,
Valencia, Alfons El Magnánin, 1992.
Posiblemente no exista otra aspiración política con la que se hayan identificado más plenamente los partidos
socialdemócratas que con el logro o el mantenimiento del pleno empleo.
Probablemente pocos socialdemócratas hubieran estado en desacuerdo con la visión de Crosland, expresada
en El futuro del socialismo de que en caso improbable de que las presiones económicas endógenas hacia
niveles altos de empleo se debilitaran demasiado, las presiones políticas, sobre todo el temor a la derrota
electoral, obligarían a los gobiernos a intervenir para prevenir el crecimiento del desempleo.
Las formas como los partidos socialdemócratas han reaccionado por medio de sus programas y política al
resurgimiento de los altos niveles de desempleo han variado considerablemente. Por lo tanto, el capítulo trata
en primer lugar, de las diferencias y similitudes de las respuestas de los gobiernos socialdemócratas al
creciente desempleo o a la amenaza del aumento del desempleo, los principales instrumentos políticos para
identificar algunos de los factores que pudieran explicar por qué algunos gobiernos han tenido más éxito en
este campo que en otros.
El efecto de los gobiernos socialdemócratas sobre el desempleo
Los gobiernos socialdemócratas de algunos estados son mejores a la hora de frenar el desempleo que los
gobiernos de similar tendencia ideológica de otros estados. El desempleo abierto solo se ha mantenido en su
nivel aproximado de pre-crisis en Suecia y Austria.
En Suecia hubo una política de gasto financiero destinada a salvar la crisis. El auge sin embargo, cuando llegó
fue más débil y fugaz de lo que exigía la política. En 1977-78 Suecia experimentó todo el peso del declive
económico internacional.
Se dio mayor importancia a la colación de parados en el mercado abierto, en oposición a los programas
gubernamentales de empleo. Las demandas presupuestarias de la Administración del mercado de trabajo no
fueron atendidas. No obstante el alcance de los programas suecos de mercado de trabajo todavía iba mucho
más lejos que los de cualquier otro estado de Europa Occidental.
En Suecia el nivel comparativamente bajo de desempleo abierto no ha sido asegurado solo por la puesta en
práctica de amplios programas de mercado laboral. Un segundo factor que ha contribuido a ellos fue la
política de contrataciones en el sector público. La principal y más incongruente innovación fue la
nacionalización y masiva subvención de numerosas empresas en aquellas ramas de la industrial q más
duramente fueron golpeadas por la crisis industriales.
Los gobiernos burgueses mantuvieron un desempleo abierto comparativamente bajo en Suecia, a pesar de un
continuo crecimiento de la fuerza de trabajo extranjera. El coste de su defensa del empleo era, sin embargo,
elevado. La economía sueca incurrió en déficit por cuenta corriente desde el 74 al 81. El endeudamiento
gubernamental ha sido vertiginosamente, no obstante la administración socialdemócrata elegida en el otoño
de 1982 optó por ejercer una política económica ambiciosa dando prioridad al crecimiento económico y
defensa del empleo.
El éxito de esta medida para aumentar la competitividad internacional de la industria sueca la competitividad
internacional sueca dependería en gran parte del consentimiento de los sindicatos a recortes en los salarios
reales.
Sin embargo existe una fuerte oposición a estos planes por parte del capital sueco, cuya cooperación el
gobierno sabía que tenía que asegurar si se quería invertir la tasa descendente de inversión, como reconoció el
propio primer ministro socialdemócrata.
Las limitaciones institucionales para la búsqueda de una política de una política económica orientada hacia el
pleno empleo son mayores en Alemania Occidental que en Suecia. En primer lugar, la capacidad de maniobra
del gobierno federal en la formulación de la política económica está limitada por el papel del Banco Federal,

220
cuya independencia del gobierno está protegida por la ley. En segundo lugar el gobierno federal en una
amplia gama de áreas políticas que afectan a su capacidad para dirigir la economía, requiere el concurso de
las administraciones locales y regionales, cuyo gasto combinado excedía en mucho al de la federación.
La coalición Social-liberal no recurrió a las medidas de política de mercado laboral como un medio para
combatir el desempleo con la misma intensidad que las administraciones socialdemócrata y burguesa sueca.
La perspectiva de una aplicación anti-cíclica de los programas de mercado laboral tiende a estar limitada en
Alemania Occidental por el hecho de que tales medidas son financiadas por la administración del mercado
laboral, cuya principal obligación es pagar los subsidios de desempleos.
En comparación con Suecia, el aumento del empleo en el sector público en Alemania Occidental fue también
moderado durante la coalición Social-liberal. Efectivamente desde 1975 en adelante, el empleo en el
gobierno federal decayó. La política del empleo de la coalición Social-liberal se inclinó especialmente que la
de Suecia hacia la reducción de la oferta de trabajo mediante el fomento de la jubilación anticipada y la
exportación de los trabajadores extranjeros.
La coalición Social-liberal delegó mucho más la responsabilidad de crear empleo al sector privado de la
economía que los gobiernos burgueses suecos. El éxito considerable obtenido con esta política entre el 76 y
80 puede atribuirse en gran parte a la moderación ejercida en la negociación salarial por los sindicatos.
En Austria los socialdemócratas no han tenido que enfrentase con limitaciones tan formidables en la búsqueda
de una política de pleno empleo como las que tuvo que soportar la SPD mientras estaba en el gobierno federal
en Alemania Occidental. Desde el 70 al 83 el SPO pudo gobernar solo. La moderación salarial ha dado una
contribución decisiva al mantenimiento de un alto nivel de empleo. Por otro lado los austriacos han practicado
una política muy restrictiva hacia los trabajadores extranjeros.
Durante el período de 1974 al 79 en general los gobiernos laboristas de GB practicaron una política
presupuestaria más restrictiva que cualquier de sus homólogos socialdemócratas de la Europa Occidental
continental. Su perspectiva de combatir el desempleo mediante una política expansionista de gestión de la
demanda era más limitada que las de las administraciones hermanas dada la situación económica heredada de
los conservadores en febrero del 74. En su primer año en el poder Wilson siguió una política de gestión
económica anti-cíclica que mantenía el crecimiento del desempleo dentro de ciertos límites.
El gobierno parecía esperara que la restricción salarial sentaría las bases de un proceso de crecimiento del
empleo estimulado por la exportación cuando se reactivase el comercio internacional. Ciertamente la
estrategia industrial del gobierno reflejaba la filosofía de que la fuente primaria de los nuevos empleos debería
ser la inversión en la industria manufacturera.
En la práctica, la principal prioridad de la política económica de los gobiernos laboristas fue la reducción del
nivel de inflación, que Wilson describió como “el padre y la madre” del desempleo. El crecimiento del
desempleo fue controlado, pero el nivel de desempleo registrado casi permaneció estancado durante los
últimos años del gobierno laborista en mucho más de un millón.
En Francia el gobierno de coalición de la izquierda dirigido por los socialistas que ocupó el poder en el 81 se
fijó como primer objetivo luchar contra el paro. La gran extensión del sector público en la industria y la banca
llevada a cabo en los primeros meses de gobierno fue legitimidad en términos del papel que jugaría la
expansión del sector público en la regeneración de la industria francesa y en términos de estímulo del
crecimiento económico y del empleo. También se adoptó una política de tratamiento de la demanda
extremadamente expansionista.
Este programa no resulto totalmente un fracaso en las primeras 18 semanas de gobierno. El comparativamente
bajo nivel de endeudamiento estatal en Francia podría haber permitido una considerable expansión del déficit
presupuestario del sector público, pero la inflación comenzó a aumentar y en particular el déficit por cuenta
corriente francés creció fuertemente, disminuyendo la confianza internacional en el franco francés.
Al igual que ocurre con el empleo en el sector público y el horario laboral, la variedad de posturas políticas
entre los gobiernos socialdemócratas de Europa Occidental en relación con los trabajadores extranjeros ha
sido muy amplia. En parte estas diferencias pueden atribuirse a las características ideológicas.
Este análisis de la política de empleo y de los resultados de la misma en cinco estados de Europa Occidental
durante la crisis económica indica que, aparte de las circunstancias económicas y niveles de empleo

221
heredados, dos variables ejercen una influencia particularmente fuerte sobre la capacidad para combatir el
desempleo con eficacia en los gobiernos socialdemócratas. La primera de estas es el tiempo de relación de los
partidos socialdemócratas con los respectivos movimientos sindicales nacionales y el carácter de estos
sindicatos. Donde estas relaciones son estrechas y los sindicatos están centralizados y son cooperadores las
condiciones para mantener un nivel comparativamente bajo de desempleo son favorables (Alemania, Austria,
GB). Sin embargo el que haya sindicatos dispuestos a cooperar y existan unas estrechas relaciones entre los
sindicatos y los gobiernos socialdemócratas no son condiciones suficientes, ni siquiera necesarias, para el
mantenimiento de un bajo desempleo. La segunda variable que parece ejercer una poderosa influencia sobre
la capacidad, o la voluntad de tales gobiernos para mantener unos bajos niveles de desempleo es la fuerza de
la cultura socialdemócrata.
El impacto del desempleo sobre los partidos socialdemócratas
Los altos niveles de desempleo en Europa Occidental desde el 74 no han provocado tanta inestabilidad y
malestar como se temía cuando la crisis económica se hizo sentir por primera vez. La depresión de los 30
generó radicalismo político, no se han cumplido. Una serie de factores pueden ayudar a explicar por qué esto
no ha ocurrido.
En primer lugar el período del tiempo en q la mayoría de las personas desempleadas están sin empleo ha
seguido siendo limitado. En segundo lugar la mayoría de los estados de Europa Occidental, el nivel de
prestaciones de la Seguridad Social para los desempleados es muy alto. En tercer lugar, las tasas de actividad
eran tan altas en la mayoría de los estados que la mayoría de las personas sin empleo podían vivir en familias
donde alguna otra persona estuviese trabajando.
Las potenciales repercusiones de políticas de los altos niveles de desempleo depende, en cuarto lugar, de la
forma como se distribuye la carga del desempleo. Contrariamente los grupo clave en los movimientos obreros
y sindicales en la mayoría de los E de Europa Occidental, como los trabajadores cualificados, generalmente
han mantenido una posición comparativamente fuerte en el mercado de trabajo. La estrategia sindical puede
haber estado influenciada por la creencia de que un gobierno socialdemócrata o laborista todavía representaba
el mal menos.
Obviamente los 5 factores podrían constituir juntos no más de un elemento en la construcción de una
explicación de porqué el empleo no ha tenido un impacto más desestabilizador y radicalizador sobre la
política de Europa Occidental.
Si el elevado desempleo no ha provocado ninguna inestabilidad política o malestar significativo en Europa
Occidental, entonces ¿ha tenido algún efecto perceptible sobre la suerte electoral de los partidos
socialdemócratas gobernantes o de otros partidos o sobre el desarrollo de los sistemas de partidos de Europa
Occidental? Si bien los partidos socialdemócratas son vistos como el partido del pleno empleo igualmente
pueden haberse ganado esta imagen de competencia en política de empleo sobre la base de su actuación o de
sus partidos rivales. En tanto que el desempleo afectó al resultado de las elecciones de 1979 es casi probable
que beneficiara más al Partido Conservador que al Partido Laborista.
Las expectativas populares con respecto al desarrollo de la economía y la posición electoral del SPD
mejoraron a la vez que es año se ponía en marcha una recuperación económica.
Por lo tanto la tesis de la teoría clientelista, en el sentido de que la presencia o amenaza de alto desempleo
debería beneficiar a los socialdemócratas o partidos laboristas, no resisten bien el análisis, las conclusiones
deben extraerse con un elevado grado de precaución. La confianza pública en la competencia de las políticas
de empleo de los partidos puede verse afectada por la valoración general o la imagen que los votantes tienen
de ellos o por las predicciones o proyecciones económicas, así como, o en vez de, por los cambios
coyunturales en el mercado laboral.
Finalmente el comportamiento electoral puede haberse vuelto más inestable y sensible a las experiencias a
corto plazo.
Tanto las tensiones internas como las internaciones que se producen en la búsqueda de una política de pleno
empleo son políticas e ideológicas, así como también económicas por naturaleza. Allí donde las condiciones
políticas para su eficiente funcionamiento están presentes, los métodos de gestión económica ampliamente
keynesianos no son de ningún modo obsoletos, como la reducción del horario salarial, aunque esto implica

222
recortes en los sueldos, y otra área es la del gasto público/inversión pública. Sin embargo podrían encontrar
resistencia dentro de los partidos socialdemócratas y por parte de sus aliados de costumbre, los sindicatos.
El desempleo y los futuros de la socialdemocracia
El problema del desempleo se hizo cada vez más grave en Europa Occidental a principio de los 80, a la vez
que disminuía la capacidad de los partidos socialdemócratas para solucionarlo. Sin embargo las diferencias en
cuanto a resultados de la política de empleo han sido importantes y los que han actuado peor han sido
castigados electoralmente, en distintos grados, por su fracaso.
Austria y Suecia quedaron bastante bien para el 83, Alemania tenía menos esperanzas y peor estaba Francia y
todavía peor en GB.
El éxito o fracaso de los partidos socialdemócratas u otros para combatir el desempleo no es sino una de las
muchas variables que influirán en la evolución futura de la socialdemocracia en Europa Occidental. Pero en la
medida en que las tendencias del desempleo y el futuro de la socialdemocracia están entrelazadas, es
probablemente que la socialdemocracia en Europa Occidental tenga una amplia diversidad de formas.

5.2. Las respuestas políticas a la crisis. El ascenso neoconservador y la Segunda Guerra Fría. El Estado
Nación Europeo: comunitarios y fragmentados. Japón y los tigres del asiático.

FINKIELKRAUT LA NUEVA DERECHA AMERICANA


Introducción el complejo de Popeye: En el 78 nacia una nueva ideología en la que se expresaba la
impaciencia respecto a la administración carter , la nostalgia de los valores pioneros que crearon
norteamerica, ese movimiento recibió el nombre de nueva derecha, en los años posteriores con reagan esa
doctrina será mayoritaria. Valores de la moral familiar y el patriotismo volverán a la sociedad. El new deal al
revés.
1947 trautman dispone de una nueva estrategia militar llamada de contención.1968, Nixon inicia el
movimiento de apaciguamiento, seguridad por encargo, ejemplo ; el sha de iran..1976 carter presidente de la
decadencia, da mayor importancia al eje norte sur que al conflicto este-oeste.
Hay una psicosis de pacifismo, los sovietivos se sienten poderoros (cubanos en africa, ) , y se lanzan mas alla
de lo estipulado por el pacto de Varsovia.
El culto de la biporalidad ve en todo acontecimiento una peripecia de la lucha y no concede ninguna
autonomía a las realidades regionales; no se toma en cuenta otra motivación que el avance del comunismo o
la defensa de occidente. el resto es desdeñosamente calificado de irracional, o de insignificante.

Watergate revisitado: hacia el 78 las izquierdas están exangües y el conservadurismo lleva el viento en popa.
Que predomine la derecha, solamente se explica por la necesidad de afrontar los profundísimos efectos de la
guerra de Vietnam, de la contracultura y de todos los movimientos de lso años 60. Derecha nacionalista
buscara borrar de Vietnam de la memeria de los americanos

La contraofensiva ddel hombre normal; es el hombre blanco heterosexual y padre de flia. La derecha
construye una forma de comunicación politca basada en e lprincipio de guerrilla,, usan un lenguaje
ultrarradical paelan al pueblo, organiza manifestaciones a Washington en la tradición de las grandes marchas
de los año 60 y ha sustraído a la izquierda sus tácticas extraparlamentarias mas provech0osas, consiguinedo
una cpacidad de movilización que no había tenido desde los tiempos del macartismo..
La nueva derecha fiel a los principios de la derecha tradicional emprende campañas contra acuerdo SALT y
contra cualquier forma mas o menos timida de desarme
La flia es la nueva ciudadela del nuevo conservadurismo que hay que defender del homosexual que ha
sustituido al rojo de lmacartismo,, la mujer igual. Dentro del campo conservador, la derecha clásica intenta

223
diferenciarse de la derecha puritana ( que mivliza sus adeptos en torno a problemas particulares, a diferencia
de la clásica.). uso del populismo utracenttralisyta en su funcionamiento , este movineitno usa el juego
democrático para rechazar sus reglas.

Las desventuras del estado asistencial: hoy en dia la antigua mayoría silenciosa” tiene la voz y se esta
movilizando el hombre normal defiende su normalidad en crisis al reclamar menos impuestos , laclase media,
convertida en políticamente mayoriataria y capaz de expresarse , se ha negado a subvencionar el welfare y
cualquier program de ayuda a minorías.
Los dos partidos son maquinas vacias sin disciplinas y sin contenidos diuferenciados. La base , en este caso
la clase media , manipula al político.los grupos de presión, los famosos lobbies, dirgien actualmente la politca.
Agencias de la sociedad civil.
La decadencia de los partidos que ha permitido a carter apoyarse en su propia diferencia, le obliga ahora a
dirgigir una nación practicamnete ingobernable, para las locuara dictaroriales de su predecesor..
La nueva derecha pone en practica principios de la izquierda europea;, referenduns, activismo de barrio.
Se ha roto el consenso y toda una parte de la burguesía se alza contra el estado porque n en su opinión, el
poder publico es deamsiado prodigo con los parados y las minorías étnicas.
EL CAPITALISMO COMO UTOPIA; El liberalismo avanza actualmente acompañadp del prestigio de la
constestacion y de la contracultura. Ser liberal ya no es defender o justificar el estado de cosas presentes sino ,
al cotrario denunciar desde un pto de vista tan moral como empirico sus insuficiencias y su inequidad.
Realizan apolgia del capitalismo contraponiéndose al orden establecido. El pensamiento liberal rejuvenecido
y desprovisto de complejos procede de NORTEAMERICA, exactamente de en la universidad de chicago se
ha ppuesto en marcha, los chicagos boys critican al keynesianismo. En la época de intervencionismo estatal el
k esta moribundo.
Los lobbies dictan leyes, son innumerables, cada vez mas variados. Decadencia de partidos, ascenso de lso
grupos de presión; los neoliberales relacionan este doble fenómeno con la ampliación de la presencia del
estado. Combate vs el estado del despilfarro
La nueva derecha americana procede del desarrollo y de la fusión de lso grandes principios liberales y del
puritanismo.
¿existio alguna vez una guerra del Vietnam?: en el 44 nacio el imperialismo para colmpletar a escala mundial
la política que había demostrado su plena eficacia en los USA. Un único mundo ,bajo la dirección americana
era lo que se necesitaba según rooselvelt y la izquierda liberal para evitar la reaparición de la guerra. Los
republicano se popusieron a este programa. El imperialismo se consolida con el antisovietismo.
Con la guerra de Vietnam el imeprialismo perdió la legitimidad que había conquistado recién acabada la
guerra. El peligro totalitario ya no justificaba lso horrores de Vietnam. 3 derechas ocupan la escena política; la
derecha liberal, con su vanguardia libertaria que atribuye al estado y a su big government las disfunciones de
la economía norteamericana y pide el retorno al mercado y libre prensa, 2-la derecha puritana que defiende la
flia vs sus multiples asaltantes y 3- la derecha nacionalista que pretende devolder a USA su seguridad y
hegemonía. Estas tres se combinan de diferentes formas.
Las luchas raciales en la norteamerica post-racista: la segregación real ha sido sustituida por una segregación
de hecho ,subterrranea y mucho mas compleja, mas difícil de combatir que el racismo abierto y consciente.

Hotel california: a partir del final de la guerra de Vietnam, y a partir del momento de la sustitución del
servicio militar por un ejercito profesional, ni la política ni la utopía consiguieron movilizar la masa de los
estudiantes
Los años 70 o década de los terapeutas; en cada votación el pueblo brilla por su ausencia. Para la moyoria de
las personas la política no solo es inaccesible, tambien es trivial.

224
Kennedy una leyenda maltrecha:en 1976 el gran tema electoral era la moralidad. Demócratas y republicanos
encuetran las mismas dificultades en dirigirse al ciudadano. Kennedyno se enfrenta a carter a partir de
problemas o ideas precisas. Un Kennedy sgun la imagen común de los yanquis, es u nombre de temple
especial, figura excepecional, un personaje de una talla muy diferente a la de un común de los mortales.
Los hermanos asesinado de ted, son símbolo de la época de los 60 que ya no gozan con el favor de la mayoría
(la época). Por lo que Kennedy cortar puentes con el pasado pero por otra parte lo retoma

HARVEY, David. Breve historia del neoliberalismo. Madrid, Akal, 2007.


Cap. I “La libertad no es más que una palabra…”
Para que cualquier forma de pensamiento se convierta en dominante, tiene que presentarse un aparato
conceptual que sea sugerente para nuestras intuiciones, nuestros instintos, nuestros valores y nuestros deseos
así como también para las posibilidades inherentes al mundo social que habitamos.
La idea de dignidad y de libertad individual son conceptos poderosos y atrayentes por sí mismos. En términos
más generales, estos ideales atraen a cualquier persona que aprecie la facultad de tomar decisiones por sí
misma.
La idea de libertad, inserta en la tradición estadounidense desde hace largo tiempo, ha desempeñado un
notable papel en Estados Unidos en los últimos años.
Cuando todas las restantes razones para emprender una guerra preventiva contra Irak se revelaron deficientes,
el presidente apeló a la idea de que la libertad otorgada a Iraq era en sí misma y por sí misma una justificación
adecuada de la guerra. Los iraquíes eran libres y eso era todo lo que realmente importaba. ¿A qué destino, por
consiguiente, se espera que encamine el pueblo iraquí el caballo de la libertad que se le ha donado por la
fuerza de las armas?
De acuerdo con la teoría neoliberal, el tipo de medidas perfiladas por Bremer eran tan necesarias como
suficientes para la creación de riqueza y, por lo tanto, para el progreso del bienestar de la población en
general. La suposición de que las libertades individuales se garantizan mediante la libertad de mercado y de
comercio, es un rasgo cardinal del pensamiento neoliberal, y ha dominado durante largo tiempo la postura de
Estados Unidos hacia el resto del mundo. Evidentemente, lo que Estados Unidos pretendía imponer por la
fuerza en Iraq, era un aparato estatal cuya misión fundamental era facilitar las condiciones para una
provechosa acumulación de capital tanto por parte del capital extranjero como del doméstico. A esta forma de
aparato estatal la denominaré Estado neoliberal. Las libertades que encarna reflejan los intereses de la
propiedad privada, las empresas, las compañías multinacionales, y el capital financiero.
Merece la pena recordar que el primer experimento de formación de un Estado neoliberal se produjo en Chile
tras el golpe de Pinochet el «11 de septiembre menor» de 1973.
El golpe contra el gobierno democráticamente elegido de Salvador Allende fue promovido por las elites
económicas domésticas que se sentían amenazadas por el rumbo hacia el socialismo de su presidente. Contó
con el respaldo de compañías estadounidenses, de la CIA, y del secretario de Estado estadounidense Henry
Kissinger. Reprimió de manera violenta todos los movimientos sociales y las organizaciones políticas de
izquierda y desmanteló todas las formas de organización popular.
Conocidos como los “Chicago boys” a causa de su adscripción a las teorías neoliberales de Milton Friedman,
que entonces enseñaba en la Universidad de Chicago. La historia de cómo fueron elegidos es interesante.
Desde la década de 1950 Estados Unidos había financiado la formación de algunos economistas chilenos en la
Universidad de Chicago.
Pinochet puso a estos economistas en el gobierno donde su primer trabajo fue negociar los créditos con el
Fondo Monetario Internacional. El fruto de su trabajo junto al FMI, fue la reestructuración de la economía en
sintonía con sus teorías. Revirtieron las nacionalizaciones y privatizaron los activos públicos, abrieron los
recursos naturales (la industria pesquera y la maderera, entre otras) a la explotación privada y desregulada (en
muchos casos sin prestar la menor consideración hacia las reivindicaciones de los habitantes indígenas),
privatizaron la Seguridad Social y facilitaron la inversión extranjera directa y una mayor libertad de comercio.
El derecho de las compañías extranjeras a repatriar los beneficios de sus operaciones chilenas fue garantizado.

225
Se favoreció un crecimiento basado en la exportación frente a la sustitución de las importaciones. El único
sector reservado al Estado, fue el recurso clave del cobre (al igual que el petróleo en Irak). Esto se reveló
crucial para la viabilidad presupuestaria del Estado, puesto que los ingresos del cobre fluían exclusivamente
hacia sus arcas.
La reactivación inmediata de la economía chilena en términos de tasa de crecimiento, acumulación de capital
y una elevada tasa de rendimiento sobre las inversiones extranjeras, no duró mucho tiempo. Todo se agrió en
la crisis de la deuda que azotó América Latina en 1982.
El hecho de que dos reestructuraciones del aparato estatal que presentan una similitud tan manifiesta, hayan
ocurrido en épocas tan distintas y en lugares tan diferentes del mundo bajo la influencia coactiva de Estados
Unidos, sugiere que el alcance inexorable del poder imperial estadounidense, podría obedecer a la rápida
proliferación de formas estatales neoliberales alrededor del mundo registradas desde mediados de la década
de 1970. Aunque sin duda esto se haya producido a lo largo de los últimos treinta años, en ningún caso
constituye toda la historia, como muestra el elemento doméstico del giro neoliberal en Chile. Por otro lado,
Estados Unidos no obligó a Margaret Thatcher a adentrarse en la inexplorada senda neoliberal en 1979.
La reestructuración de las formas estatales y de las relaciones internacionales después de la Segunda Guerra
Mundial, estaba concebida para prevenir un regreso a las catastróficas condiciones que habían amenazado
como nunca antes el orden capitalista en la gran depresión de la década de 1930. Al parecer, también iba a
evitar la reemergencia de las rivalidades geopolíticas interestatales que habían desatado la guerra.
Tal vez, el mejor retrato del pensamiento de la época se encuentre en un influyente texto escrito por dos
eminentes sociólogos, Robert Dahl y Charles Lindblom, que fue publicado en 1953. En opinión de ambos
autores, tanto el capitalismo como el comunismo en su versión pura, habían fracasado. El único horizonte por
delante era construir la combinación precisa de Estado, mercado e instituciones democráticas para garantizar
la paz, la integración, el bienestar y la estabilidad.
Todas estas formas estatales diversas tenían en común la aceptación de que el Estado debía concentrar su
atención en el pleno empleo, en el crecimiento económico y en el bienestar de los ciudadanos, y que el poder
estatal debía desplegarse libremente junto a los procesos del mercado -o, si fuera necesario, interviniendo en
él o incluso sustituyéndole-, para alcanzar esos objetivos. Las políticas presupuestarias y monetarias
generalmente llamadas “keynesianas” fueron ampliamente aplicadas para amortiguar los ciclos económicos y
asegurar un práctico pleno empleo. Por regla general, se defendía un «compromiso de clase» entre el capital y
la fuerza de trabajo como garante fundamental de la paz y de la tranquilidad en el ámbito doméstico.
Actualmente es habitual referirse a esta organización político-económica como «liberalismo embridado» para
señalar el modo en que los procesos del mercado así como las actividades empresariales y corporativas, se
encontraban cercadas por una red de constreñimientos sociales y políticos y por un entorno regulador que en
ocasiones restringían, pero en otras instancias señalaban la estrategia económica e industrial.
A finales de la década de 1960 el liberalismo embridado comenzó a desmoronarse, tanto a escala
internacional como dentro de las economías domésticas. En todas partes se hacían evidentes los signos de una
grave “crisis de acumulación de capital”. Las políticas keynesianas habían dejado de funcionar. El oro no
podía seguir funcionando como la base metálica de la divisa internacional.
Una respuesta consistía en intensificar el control estatal y la regulación de la economía a través de estrategias
corporativistas Esta respuesta era alentada por diversos partidos socialistas y comunistas en Europa. La
izquierda congregó un considerable poder popular detrás de estos programas, rozando el poder en Italia y
ganándolo de hecho en Portugal, Francia, España y Gran Bretaña, sin dejar de conservar su poder en la
península escandinava. Incluso en Estados Unidos, a principios de la década de 1970, el Congreso controlado
por el Partido Demócrata generó un enorme aluvión de iniciativas de reforma legislativas.
Pero la izquierda no fue mucho más allá de las tradicionales soluciones socialdemócratas y corporativistas si
bien, a mediados de la década de 1970, éstas se habían revelado incompatibles con las exigencias de la
acumulación de capital. Esto desencadenó una polarización del debate entre quienes se alineaban a favor de la
socialdemocracia y de la planificación central por un lado, y los intereses de todos aquellos comprometidos
con la liberación del poder financiero y de las corporaciones, y el restablecimiento de las libertades de
mercado, por otro.

226
Cómo y por qué el neoliberalismo emergió victorioso como la única respuesta a esta cuestión es el quid del
problema que debemos resolver. Desde una mirada retrospectiva puede parecer como si la respuesta fuese tan
obvia como inevitable pero, al mismo tiempo, pienso que es justo decir que nadie supo o comprendió con
certeza qué tipo de respuesta funcionaría y cómo lo haría. El mundo capitalista fue dando tumbos hacia la
respuesta que constituyó la neoliberalización a través de una serie de zigzagueos y de experimentos caóticos,
que en realidad únicamente convergieron en una nueva ortodoxia gracias a la articulación de lo que llegó a ser
conocido como el «Consenso de Washington» en la década de 1990. Por entonces, tanto Clinton como Blair
pudieron haber dado la vuelta sin problemas a la observación de Nixon y decir de manera sencilla que «ahora
todos somos neoliberales».
Sin embargo, hay un elemento dentro de esta transición que merece una atención específica. La crisis de
acumulación de capital que se registró en la década de 1970 sacudió a todos a través de la combinación del
ascenso del desempleo y la aceleración de la inflación. El descontento se extendió y la unión del movimiento
obrero y de los movimientos sociales en gran parte del mundo capitalista avanzado, parecía apuntar hacia la
emergencia de una alternativa socialista al compromiso social entre el capital y la fuerza de trabajo. En gran
parte de Europa los partidos Comunista y Socialista estaban ganando terreno, lo q planteaba por doquier una
clara amenaza política a las elites económicas.
Una condición de acuerdo posbélico en casi todos los países, fue que se restringiera el poder económico de las
clases altas y que le fuera concedida a la fuerza de trabajo una mayor porción del pastel económico.
Tener una participación estable de una tarta creciente es una cosa. Pero cuando en la década de 1970 el
crecimiento se hundió, los tipos de interés real fueron negativos y unos dividendos y beneficios miserables se
convirtieron en la norma, las clases altas de todo el mundo se sintieron amenazadas.
El golpe de estado de Chile y la toma del poder por los militares en Argentina, promovidos internamente por
las clases altas con el apoyo de Estados Unidos, proporcionaba un amago de solución. En efecto, los efectos
redistributivos y la creciente desigualdad social han sido rasgo tan persistente de la neoliberalización como
para poder ser considerados un rasgo estructural de todo el proyecto.
Estados Unidos no está solo en este proceso, ya que el 1 % superior de los perceptores de renta en Gran
Bretaña ha doblado su porcentaje de la renta nacional del 6,5 al 13 % desde 1982. Y si lanzamos nuestra
mirada más lejos, vemos extraordinarias concentraciones de riqueza y de poder emergiendo por todas partes
(lo mismo sucedió en China, Rusia y México).
Por lo tanto, la neoliberalización puede ser interpretada bien como un proyecto utópico con la finalidad de
realizar un diseño teórico para la reorganización del capitalismo internacional, o bien como un proyecto
político para restablecer las condiciones para la acumulación del capital y restaurar el poder de las elites
económicas. En las páginas que siguen, argumentaré que en la práctica el segundo de estos objetivos ha sido
dominante. La neoliberalización no ha sido muy efectiva a la hora de revitalizar la acumulación global de
capital pero ha logrado de manera muy satisfactoria restaurar o, en algunos casos (como en Rusia o en China),
crear el poder de una elite económica. En mi opinión, el utopismo teórico del argumento neoliberal ha
funcionado ante todo como un sistema de justificación y de legitimación de todo lo que fuera necesario hacer
para alcanzar ese objetivo.
El ascenso de la teoría neoliberal
El neoliberalismo en tanto que antídoto potencial para las amenazas al orden social capitalista y como
solución a los males del capitalismo, había permanecido latente durante largo tiempo bajo las alas de la
política pública. Un grupo reducido y exclusivo de apasionados defensores -principalmente economistas,
historiadores y filósofos del mundo académico- se había aglutinado alrededor del renombrado filósofo
político austriaco Friedrich von Hayek para crear la Mont Pelerin Society (su nombre proviene del balneario
suizo donde se celebró la primera reunión del grupo).
Los miembros del grupo se describían como “liberales” (en el sentido europeo tradicional) debido a su
compromiso fundamental con los ideales de la libertad individual. No obstante, también se atenían a la
conclusión de Adam Smith de que la mano invisible del mercado era el mejor mecanismo para movilizar,
incluso, los instintos más profundos del ser humano como la glotonería, la gula y el deseo de riqueza y de
poder en pro del bien común.

227
Los neoliberales se oponían aún más fieramente a las teorías en torno a la planificación estatal centralizada,
como las propuestas por Oscar Lange, cuya obra se aproximaba a la tradición marxista. Las decisiones
estatales, argüían, estaban condenadas a estar sesgadas políticamente en función de la fuerza de los grupos de
interés implicados en cada ocasión (como podían ser los sindicatos, las organizaciones ecologistas, o los
grupos de presión empresariales). Las decisiones estatales en materia de inversión y de acumulación de
capital siempre habrían de ser erróneas porque la información disponible para el Estado no podía rivalizar con
la contenida en las señales del mercado.
Este marco teórico no es, tal y como varios analistas han señalado, enteramente coherente.
El rigor científico de su economía neoclásica no encaja fácilmente con su compromiso político con los ideales
de la libertad individual, al igual que su supuesta desconfianza hacia todo poder estatal tampoco encaja con la
necesidad de un Estado fuerte y si es necesario coactivo que defienda los derechos de la propiedad privada y
las libertades individuales y empresariales.
No obstante, este movimiento permaneció en los márgenes de la influencia tanto política como académica
hasta los turbulentos años de la década de 1970. En ese momento, comenzó a adquirir protagonismo,
particularmente en Estados Unidos y Gran Bretaña, con la ayuda de varios think-thanks generosamente
financiados (ramificaciones de la Mont Pelerin Society, como el Institute of Economic Affairs en Londres y la
Heritage Foundation en Washington) así como también, a través de su creciente influencia dentro de la
academia, en particular en la Universidad de Chicago, donde dominaba Milton Friedman. La teoría neoliberal
ganó respetabilidad académica gracias a la concesión del Premio Nóbel de Economía a Hayek en 1974 y a
Friedman en 1976.
En mayo de aquél año, Margaret Thatcher fue elegida en Gran Bretaña con el firme compromiso de reformar
la economía. Bajo la influencia de Keith Joseph, un publicista y polemista muy activo y comprometido que
poseía conexiones muy influyentes con el neoliberal Institute of Economic Affairs, aceptó que el
keynesianismo debía ser abandonado y que las soluciones monetaristas de las doctrinas “dirigidas a actuar
sobre la oferta” eran esenciales para remediar la estanflación que había caracterizado la economía británica
durante la década de 1970.
En una famosa declaración, Thatcher afirmó que no había «eso que se llama sociedad, sino únicamente
hombres y mujeres individuales»; seguidamente ella añadió, y sus familias. Todas las formas de solidaridad
social iban a ser disueltas en favor del individualismo, la propiedad privada, la responsabilidad personal y los
valores familiares. El asalto ideológico alrededor de estas hebras que atravesaban la retórica de Thatcher fue
incesante «La economía es el método», señaló, «pero el objetivo es cambiar el alma». Y la hizo cambiar,
aunque de formas que en ningún caso fueron exhaustivas ni acabadas, y mucho menos carente de costes
políticos.
En octubre de 1979, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos durante el mandato del presidente
Carter, Paul Volcker, maquinó una transformación da la política monetaria estadounidense.
El shock de Volcker, tal y como vino a denominarse desde entonces, ha de ser interpretado como una
condición necesaria pero no suficiente de la neoliberalización.
La victoria de Ronald Reagan sobre Carter en 1980 se reveló crucial, si bien Carter se había desplazado de
manera inquietante hacia la desregulación (de las líneas aéreas y del transporte por carretera) como una
solución parcial a la crisis de estanflación.
Reagan se mostró implacable y contundente con la Organización de Controladores Profesionales del Tráfico
Aéreo (PATCO) en la prolongada y amarga huelga que protagonizaron en 1981. Esta actitud anunciaba el
asalto en toda regla a los derechos de la fuerza de trabajo organizada en el preciso momento en el que la
recesión inducida por Volcker estaba generando elevados niveles de desempleo (10 % o más). El prolongado
ascenso de salario real comenzó entonces en serio.
Los nombramientos efectuados por Reagan para ocupar los cargos de poder en materias relativas a la
regulación del medioambiente, la seguridad laboral o la salud, llevaron la ofensiva contra el gran gobierno a
niveles nunca antes alcanzados. La política de desregulación de todas las áreas, desde las líneas aéreas hasta
las telecomunicaciones y las finanzas, abrió nuevas zonas de libertad de mercado sin trabas a fuertes intereses
corporativos. El capital financiero buscó cada vez más en el extranjero mayores tasas de beneficio. La

228
desindustrialización interna y las deslocalizaciones de la producción al extranjero, se hicieron mucho más
frecuentes.
Y así fue como comenzó el cambio trascendental hacia una mayor desigualdad social y hacia la restitución del
poder económico a las clases altas.
Sin embargo, acaeció otro cambio concomitante que también impelió el movimiento hacia la
neoliberalización durante la década de 1970. La subida del precio del petróleo de la OPEP que sucedió a su
embargo en 1973, otorgó un enorme poder financiero a los Estados productores de petróleo, como Arabia
Saudita, Kuwait y Abu Dhabi. Gracias a los informes de los servicios de inteligencia británicos, ahora
sabemos que Estados Unidos estuvo preparando activamente la invasión de esos países en 1973 en aras a
restaurar el flujo de petróleo y provocar una caída de los precios.
La tradición imperial estadounidense había experimentado una lenta elaboración, y en buena medida se había
definido a sí misma en oposición a las tradiciones imperiales británicas, francesas, holandesas así como de
otras potencias europeas. Aunque Estados Unidos había jugueteado con la conquista colonial a finales del
siglo XIX, había evolucionado hacia un sistema más abierto de imperialismo sin colonias durante el siglo XX.
El caso paradigmático se ensayó en Nicaragua en las décadas de 1920 y 1930 (encontrar un hombre
fuerte=Somoza=país abierto a las operaciones de K estadounidenses).
En el periodo posbélico, gran parte del mundo no comunista se abrió al dominio estadounidense mediante
tácticas de este tipo. Éste se convirtió en el método preferido para repeler la amenaza de las insurgencias y de
la revolución comunista, que implicaba desplegar una estrategia antidemocrática (e incluso más
enérgicamente antipopulista y antisocialista/comunista) por parte de Estados Unidos, que estrechó cada vez
más su alianza con las dictaduras militares y con los regímenes autoritarios represivos (de manera más
espectacular, desde luego, por toda América Latina).
Éste fue el contexto en el que los fondos excedentes que estaban siendo reciclados a través de los bancos de
inversión de Nueva York, fueron esparcidos por todo el globo. Los países en vías de desarrollo, sedientos de
financiación, fueron estimulados a solicitar créditos en abundancia, aunque a tipos que fueran ventajosos para
los bancos de Nueva York. Sin embargo, dado que lo créditos estaban fijados en dólares estadounidenses,
cualquier ascenso moderado, no digamos precipitado, del tipo de interés estadounidense, podía fácilmente
conducir a una situación de impago a los países vulnerables. Los bancos de inversión de Nueva York se
verían entonces expuestos a sufrir graves pérdidas.
Esta fórmula se convirtió en un protocolo de compartimiento después de que tuviera lugar lo que Stiglitz
denominó la «purga» de todas las influencias keynesianas que pudieran existir en el FMI en 1982. El FMI y el
Banco Mundial se convirtieron a partir de entonces, en centros para la propagación y la ejecución del
«fundamentalismo del libre mercado» y de la ortodoxia neoliberal.
No obstante, el caso de México sirvió para demostrar una diferencia crucial entre la práctica liberal y la
neoliberal, ya que bajo la primera, los prestamistas asumen las pérdidas que se derivan de decisiones de
inversión equivocadas mientras que, en la segunda, los prestatarios son obligados por poderes internacionales
y por potencias estatales a asumir el coste del reembolso de la deuda sin importar las consecuencias que esto
pueda tener para el sustento y el bienestar de la población local.
El significado del poder de clase
¿Pero a qué nos estamos refiriendo exactamente con el término «clase»? Se trata siempre de un concepto algo
impreciso (algunos dirían que sospechoso incluso). En todo caso, la neoliberalización ha implicado su
redefinición. Esto plantea un problema. Si la neoliberalización ha sido un vehículo para la restauración del
poder de clase, entonces, deberíamos ser capaces de identificar las fuerzas de clase que yacen detrás de la
misma y las que se han beneficiado de ella. Pero esto es difícil de hacer cuando «la clase» no es una
configuración social estable. En algunos casos, las capas «tradicionales» se las han arreglado para aferrarse a
una base de poder sólida (a menudo organizada a través de la familia y el parentesco). Pero, en otras
ocasiones, la neoliberalización ha venido acompañada de una reconfiguración de lo que constituye la clase
alta.
No obstante, es posible identificar algunas tendencias generales. La primera se refiere a los privilegios
derivados de la propiedad y la gestión de las empresas capitalistas - tradicionalmente separadas- para
fusionarse mediante el pago a los altos directivos (gestores) con stock options, esto es, con derechos de

229
compra sobre acciones de la compañía (títulos de propiedad). De este modo, el valor de las acciones y no el
de la producción, se convierte en la luz trazadora de la actividad económica y, tal y como se hizo visible con
la caída de compañías como Enron, las tentaciones especuladoras que resultan de esto pueden convertirse en
demoledoras. La segunda tendencia ha sido reducir de manera drástica la laguna histórica entre los intereses y
los dividendos generadores de capital monetario, por un lado, y la producción, la industria o el capital
mercantil dependiente de la producción de beneficios, por otro.
A lo largo de la década de 1970 gran parte de este conflicto o bien desapareció o bien adoptó nuevas formas.
Las grandes corporaciones cobraron una orientación cada vez más financiera aunque, tal y como ocurrió en el
sector automovilístico, estuvieran insertas en la producción.
Todo esto estaba conectado con el fuerte estallido de actividad y de poder dentro del mundo de las finanzas.
Se produjo una ola de innovaciones en los servicios financieros para producir no sólo interconexiones
globales mucho más sofisticadas, sino también nuevas formas de mercados financieros basados en la
titularización, instrumentos financieros derivados y en toda una gran variedad de operaciones comerciales con
futuro. En definitiva, la neoliberalización ha significado la financiación de todo. Esto intensificó el dominio
de las finanzas sobre todas las economías.
Por lo tanto, un notable foco del ascenso del poder de clase bajo el neoliberalismo, debe atribuirse a los altos
directivos que son los operadores decisivos en los consejos de administración de las empresas, y a los jefes
del aparato financiero, legal y técnico que rodea este santuario de acceso restringido de la actividad
capitalista. Sin embargo, el poder de los auténticos dueños del capital, los accionistas, se ha visto en cierto
modo menguado, salvo que obtengan un porcentaje de votos suficientemente alto como para influir en la
política de la empresa. Pero sería un error reducir el concepto de clase alta a este grupo únicamente.
Sin embargo, existe todavía otro enigma al que debemos prestar atención en el proceso de reconfiguración
radical de las relaciones de clase. Surge el interrogante, y ha sido objeto de un amplio debate, de si esta nueva
configuración de clase debe ser considerada transnacional o bien si todavía puede ser concebida como algo
basado exclusivamente dentro de los parámetros del Estado-nación45. Expondré mi propia posición al
respecto. La tesis de que la clase dominante de cualquier país ha confinado sus operaciones y definido sus
lealtades con relación a un único Estado-nación, ha sido en gran medida históricamente exagerada. Nunca
tuvo mucho sentido hablar de una clase capitalista específicamente estadounidense frente a una clase
capitalista británica, francesa, alemana o coreana. Los lazos internacionales siempre fueron importantes,
particularmente a través de las actividades coloniales y neocoloniales, pero también a través de vínculos
transnacionales que se remontan al siglo XIX, si no antes.
Dónde se adscriben específicamente es importante, pero ello no es más estable que la actividad capitalista que
desarrollan.
Aunque este grupo dispar de individuos insertos en el mundo de las corporaciones y en el mundo financiero,
comercial e inmobiliario, no necesariamente conspira en tanto que clase, y aunque pueda haber frecuentes
tensiones entre los mismos, poseen, no obstante, una cierta acomodación de intereses que por regla general
reconoce las ventajas (y actualmente algunos de los peligros) que pueden derivarse de la neoliberalización.
Igualmente poseen a través de organización como el Foro Económico de Davos, medios para el intercambio
de ideas y para tratar y asesorar a los líderes políticos. Ellos ejercen una inmensa influencia en los asuntos
globales y poseen una libertad de acción que ningún ciudadano ordinario tiene.
Perspectivas de libertad
Esta historia de la neoliberalización y de la formación de la clase, así como la creciente aceptación de las
ideas de la Mont Pelerin Society como las ideas dominantes de la época, resultan especialmente interesantes
cuando se colocan al trasluz de los contraargumentos expuestos por Karl Polanyi en 1944 (poco antes de la
fundación de la Mont Pelerin Society). En una sociedad compleja, observó, el significado de la libertad se
convierte en algo tan contradictorio y tan tenso como irresistible son sus incitaciones a la acción. En su
opinión, hay dos tipos de libertad, una buena y otra mala. En este segundo grupo se incluían «la libertad para
explotar a los iguales, la libertad para obtener ganancias desmesuradas sin prestar un servicio conmensurable
a la comunidad, la libertad de impedir que las innovaciones tecnológicas sean utilizadas con una finalidad
pública, o la libertad para beneficiarse de calamidades públicas tramadas secretamente para obtener una
ventaja privada». Sin embargo, proseguía Polanyi, «la economía de mercado, bajo la que crecen estas
libertades, también produce libertades de las que nos enorgullecemos ampliamente.

230
La idea de libertad «degenera, pues, en una mera defensa de la libertad de empresa» que significa «la plena
libertad para aquellos cuya renta, ocio y seguridad no necesitan aumentarse y apenas una miseria de libertad
para el pueblo, que en vano puede intentar hacer uso de sus derechos democráticos para resguardarse del
poder de los dueños de la propiedad».
El utopismo liberal o neoliberal esta avocado, en opinión de Polanyi, a verse frustrado por el autoritarismo, o
incluso por el fascismo absoluto.
Las buenas libertades desaparecen, las malas toman el poder
El diagnóstico de Polanyi parece peculiarmente apropiado para nuestra condición contemporánea. Nos ayuda
a avanzar un buen trecho en la comprensión de lo que el presidente Bush quiere decir cuando afirma que «en
tanto que somos la mayor potencia sobre la tierra, nosotros tenemos la obligación de contribuir a expandir la
libertad».
Tal y como Polanyi podría haber observado, el neoliberalismo confiere derechos y libertades a aquellos «cuya
renta, ocio y seguridad no necesitan aumentarse», dejando una miseria para el resto de nosotros. ¿Cómo es,
entonces, que «el resto de nosotros» hemos aceptado con tanta facilidad este estado de cosas?

LOS LÍMITES DE LA SOCIALDEMOCRACIA - JOSEPH PICÓ


Cap. VI – Los socialistas y la comunidad europea
Los partidos socialistas en la formación de la CE
La actitud de los partidos socialistas y socialdemócratas europeos respecto a la Comunidad Europea hasido
muy variada en función de factores diversos. A su ideología manifiestamente supranacional se hanopuesto, en
diversas ocasiones momentos los intereses nacionales; su actitud pro europea, cuando han
estado en el poder, se han contradicho a sus propias manifestaciones cuando han estado en laoposición y a
su vez ha sufrido la influencia de los sindicatos, sobre todo en aquellos partidos en los quela componente
sindical ha jugado un papel relevante. La iniciativa para el establecimiento de lo que enun primer momento
fue la idea de Europa no tuvo un peso específicamente socialista, ya que se asociaa nombres como los
franceses Robert Schuman, Jean Monnet y René Pleven o a los belgas Paul-HenrySpaak o a William Beyen y
Sicco Mansholt, de los cuales sólo Spaak y Mansholt era socialistas.
Elobjetivo de este libro es trazar un esquema del cual ha sido el comportamiento de estos partidosdespués de
la Segunda Guerra Mundial respecto a la Comunidad Europea, cuáles han sido los últimospasos que han
dado para la construcción de la unidad europea y por último cuál ha sidocomportamiento
paralelo de los sindicatos.
El Partido Socialista francés
Casi todas las opiniones concuerdan en que Francia es el país que más ha influido en la creación de laEuropa
comunitaria. La declaración del 9 mayo 1950 con la que Robert Schuman en ese momentoministro francés de
asuntos exteriores, lanzó la propuesta de la Comunidad Europea del carbón y elacero comenzaba así: "no
es posible salvaguardar la paz en el mundo de hacer esfuerzosconstructivos. La contribución que
puede hacer una Europa organizada y vivas a la civilización esindispensable para el mantenimiento de
las relaciones pacíficas. Con este objetivo en mente, elgobierno francés propone tomar medidas de
ayuda en la producción francoalemana de carbón y deacero bajo una autoridad común.
Los franceses pensaban establecer un nuevo marco para las relaciones franco alemanas, comenzabana sentar
las bases para la formación de la nueva Europa. Más tarde, con motivo del nacimiento de laOTAN, Mollet
recordó que la actitud del Partido Socialista discurrió por obvias una pacífica y otra
defensiva. Desde el punto de vista pacifista del partido era consciente de la necesidad del desarmeuniversal y
el establecimiento de negociaciones, pero desde el punto de vista defensivo se precisaba unejército fuerte que
impusiese respeto en el orden internacional. Así, la mayor parte del partido apoyó la
OTAN, en el Congreso en 1950 se habló de las naciones europeas con Norteamérica basadas en lafraternal
independencia poco después en el periodo de la Guerra Fría se alineó con Estados Unidos.

231
Por su parte, la actitud de la derecha gaullista fue contraria a la integración europea, pero perdió laselecciones
de 1956 y esto dio pie a que Mollet y su gobierno líder acento en las negociaciones quecondujeron a la firma
del tratado de Roma en 1957 . El objetivo de Mitterrand era una Europa federada
en la renuncia a la soberanía nacional en los temas de defensa, política exterior y moneda, peroesta actitud
socialista no venció la voluntad de De Gaulle que se opuso por segunda vez a la entrada delos británicos en
1967, y no se superó hasta que Pompidou convocó un referéndum en 1972 para laentrada de Gran Bretaña,
Dinamarca y Holanda, referéndum al que se opuso frontalmente el PartidoComunista francés y obligó al
Partido Socialista a renunciar a su tradicional postura integracionistaaconsejando la abstención con la
finalidad de no romper la unidad de la izquierda.
La postura de toda la izquierda comenzó a ser más convergente a partir del programa común que con motivo
de la campaña electoral de 1973, contenía un acuerdo con los objetivos:
1. la participación en la construcción de la CE, sus instituciones y su política, pero con unamentalidad para
algunos muy izquierdista, democratizando sus instituciones y apoyando lasreivindicaciones de los
trabajadores
2. preservar la libertad de acción en el Mercado Común para la realización de su programa políticoy
económico. Esta declaración socialista fue la que forzó a los comunistas a cambiar su visión antagonista.
En estos años socialistas siempre apoyaron el europea, pero desde postulados ideológicos más
radicales que los de sus homólogos. Esta actitud se hizo todavía más patente en el Congreso en 1939,ante las
elecciones europeas directas, cuando el CERES mostró claramente su hostilidad a la extensión de los poderes
del Parlamento Europeo de una mayor integración. La convención nacional de 1980 el partido todavía se
radicalizó más en defensa de los intereses nacionales.
En el manifiesto del Partido Socialista francés para las elecciones europeas de 1984 se recordaba ungobierno
bajo dirección socialista el que firmó el tratado de Roma por parte francesa, pero que la CE,estaba ahora
paralizada y dominada por fuerzas liberales. El desempeño sólo sería vencido con un
programa bloqueo concertado de recuperación económica, también papel importante al sector público y un
verdadero mercado unificado. Este manifiesto de 1984 se refiere a una Europa sin fronteras, launificación
monetaria, al apoyo al programa de renovación tecnológica Eureka que la renovación de laPAC.

El partido Socialdemócrata Alemán


El partido socialdemócrata alemán tuvo en principio una actitud contraria a la idea de Europa, debidosobre
todo a que Schumacher, su primer secretario después de la guerra, consideró la reunificación alemana como
meta primaria. Así, el SPD (Partido Socialdemócrata de Alemania) no estuvo oficialmente
representado en la conferencia europea de La Haya en 1948 y se opuso a la creación del Consejo de Europa
en 1949 porque veía en ello la consagración de la división de Alemania. Cuando se inició el plan Schuman 2
los socialdemócratas se opusieron por considerar que debería cubrir todaEuropa y no sólo una parte de esa,
mientras que los sindicatos reaccionaron positivamente porque lesatraía la idea del Comité consultivo de la
Comunidad Europea del carbón y el acero.
La firma del tratado sobre la unidad un momento crucial para el cambio de postura del SPD. Algunosautores a
su entender este cambio, como el hecho de que los sindicatos habían estado a favor deltratado sobre el acero y
el carbón, la popularidad que iban adquiriendo el industrial europeo, el peso ibaconquistando dentro el partido
del grupo parlamentario de los socialistas. A partir de aquí, apoyaron lacreación de la CEE y el Euratom 3 .
El programa de Bad Godesberg en 1959 proclamaba que el desarrollo económico exigía la colaboraciónde los
estados europeos que una Alemania unificada debería llegar a ser miembro del sistema deseguridad europeo.
A comienzos de los años 60 presionaron para crear la Europa de los pueblos en contraste con Europade los
estados, fueron los primeros en promover la ley para la elección directa de los parlamentarios,trataron de
potenciar el papel del parlamento sugirieron procedimientos para resolver diferencias con el,Consejo de
ministros.

232
Los socialistas fueron partidarios de ampliar la comunidad a otros países europeos con la finalidad deno
dividir Europa en dos grupos económicos competitivos, por eso condenaron el veto de De Gaulle a laentrada
de Gran Bretaña en 1963 y ante el segundo veto que puso el general en 1967 el Congreso delSPD, que se
celebró en Nuremberg al año siguiente, aprobó una resolución afirmando que persistíatodavía en la finalidad
de extender la comunidad a otros países europeos, especialmente Gran Bretaña,Irlanda y Escandinavia, para
construir una comunidad política. En la cumbre de La Haya de 1969,siendo ya Willy Brandt canciller, y
habiendo sido sustituido De Gaulle por Pompidou, presionaron para el ingreso del Reino Unido.
En 1970, declararon la voluntad de convertir la CE en el área social másprogresista del mundo real trascurso
de esa década . La cumbre de París en 1972, en la que Brandt tuvo una influencia crucial, fue todavía
más ambiciosa y acordó que la Unión Europea debería conseguirse para 1980.
Cuando en 1974 Schmidt sucedió a Brandt en el poder, la comunidad atravesaba serias
dificultadeseconómicas, la crisis del petróleo entorpeció progreso hacia la Unión Europea y monetaria y
además los.laboristas presionaban para renegociar los términos de la entrada de Gran Bretaña
desde 1972.
Schmidt apoyó las demandas inglesas y en 1974 expresó su acuerdo con la entrada de Grecia, Portugaly
España, después de la caída de las respectivas dictaduras y concertó su mayor esfuerzo en elestablecimiento
del sistema monetario europeo, que fue pactado finalmente en la cumbre de 1978.
El manifiesto de las elecciones europeas de 1979 el SPD debía una carta de derechos civiles paraproteger a
los ciudadanos de todos los estados miembros asegurándoles el pleno empleo, lademocracia
industrial de acuerdos económicos para resolver las desigualdades sociales, reclamaba
además, la unión económica y monetaria y aumentar el poder del parlamento para controlar
el presupuesto y aprobar leyes.
Después de haber perdido las elecciones de 1982, el SPD ha reflejado en sus programas actitudes más
progresistas. La cumbre de Milán de 1985 apoyó la Unión Europea y subrayó su oposición al poder nuclear y
al despliegue de los misiles.

El partido laborista británico


La formación socialista que ha presentado más problemas con la CE ha sido el partido laborista, que ha
mantenido posiciones contradictorias y ambiguas desde su oposición a la iniciativa Briand en 1929 hasta su
propuesta de retirar al Reino Unido de la CD en 1980. Su política internacional se ha
caracterizado más por la defensa de la soberanía nacional y sus preferencias por la Commonwealth 4
yEstados Unidos en detrimento de la unidad europea.
Después de la guerra, el laborismo no vio con buenos ojos la unidad europea por tres motivos:
a. no querían reconocer el peso de Alemania como socio legítimo y con todos los derechos paraemprender
una nueva aventura
b. por su deseo de mantener la soberanía e independencia en un continente todavía desvastado por la guerra, y
c. los postulados de la unidad ponían de manifiesto un reconocimiento insuficiente de la
Commonwealth.
Los ingleses, por otra parte, estaban orgullosos de haber ganado la guerra, aunque hubiese sido de la mano de
su gran aliado americano así, el primer paso para la constitución de una Europa unida, el plan Schuman de
1951, fue rechazado alegando la forma en que había sido presentado por los franceses.
Esta oposición se evidenció de nuevo ante la propuesta de un plan de defensa de la CE. Para loslaboristas el
establecimiento de un ejército europeo duplicaría el sistema defensivo de la OTAN yademás permitiría el
rearme alemán.
Quienes primero hicieron una declaración de apoyo al proeuropeo gobierno conservador británico, para
establecer una amplia área de libre comercio, fueron los sindicatos. En 1957 y 1962 apoyaron las
negociaciones para la entrada en la Comunidad Económica Europea.

233
En su documento "Labour and the Common Market", el partido laborista subrayó cinco requisitos para entrar
en la Comunidad Europea:
1. fuertes y vinculantes salvaguardas para el comercio y otros intereses de nuestros amigos de
laCommonwealth
2. libertad para seguir con la propia política exterior
3. cumplimiento de la promesa gubernamental para nuestros asociados del área europea de LibreComercio
4. el derecho a planificar nuestra propia economía, y
5. garantía para salvaguardar la agricultura británica.
No se puede observar, se trata de una declaración poco socialistas que se zanjó con el veto de DeGaulle en
1963.
A pesar de que para los laboristas la primera responsabilidad de todo gobierno británico era
laCommonwealth, Wilson (Primer ministro) anunció en 1966 su decisión de entrar conversaciones
paraingresar a la CE, si los intereses británicos y los de la Commonwealth eran salvaguardados, en 1967
elpartido se pronunció por una mayoría de dos tercios a favor de la entrada, pero mientras tanto, lapetición de
ingreso fue vetada de nuevo por el presidente De Gaulle.
En 1971, Wilson se pronunció contra los términos negociados, pero no votar su aprobación en laCámara de
los comunes, los laboristas se dividieron contribuyendo a la división con los laboristas accedieron de nuevo al
poder en 1974, Wilson renegoció las condiciones de entrada y propuso unreferéndum para el 5 junio 1975,
pero ante este referéndum los socialistas se volvieron a vivir estacontradicción entre la actitud del partido y la
del gobierno se agudizaba cada vez más debido alpredominio creciente del ala izquierda laborista. La
presencia continua de este conflicto interno comoresultado que las elecciones europeas de 1979 los laboristas
sólo lograsen 17 eurodiputados de los 78que correspondían a todo el Reino Unido, y esta victoria de los
conservadores fue una premonición delo que ocurriría dos meses después con el ascenso al poder de Margaret
Thatcher.

El Partido Socialista italiano


Featherstone afirma que los socialistas italianos fueron los primeros en discutir las ideas sobre la
unidadeuropea ya que antes la Primera Guerra Mundial, mientras los socialistas en todas partes
entablabanacaloradas discusiones entre nacionalismo patriotismo e internacionalismo, el Partido Socialista
italiano abogaba por una opción europea, un plan de paz y el desarme pensando que de esta
maneradisminuiría el riesgo de guerra sobre todo si progresaba el federalismo.
Pietro Nenni, que fue uno de los líderes indiscutibles del PSI hasta su muerte, decía que Italia tiene queformar
parte de un bloque neutral y rechazaba a priori el anticomunismo, manteniendo
buenasrelaciones con la URSS por su colaboración con el Partido Comunista italiano, el PSI fue expulsado
dela internacional socialista en 1949 y no volvió a ella hasta 1966.
Mientras tanto, el PSI y el PCI atacaron a la OTAN y el Consejo de Europa por ser instituciones cuyafinalidad
era esencialmente mantener la división de Europa en dos bloques y favorecer la hegemoníaamericana. El plan
Schuman fue interpretado por el PSI como un intento de vincular la producciónindustrial de occidente con los
planes de rearme del gobierno americano, y se Opusieron también al plan para la defensa de la CE que
suponía el rearme de Alemania.Además, Nenni pensaba que el Mercado Común se convertiría en una zona de
libre cambio más en unmedio para establecer una política económica y social nueva que evitarse el
empobrecimiento de laszonas más desfavorecidas.
El primer cambio de actitud en el PSI se produjo en el Congreso de Milán de 1961, pues aunque laizquierda y
la derecha del partido se encontraban divididas sobre este tema, Nenni afirmó que se debíaprestar mucha
atención Europa participando en los movimientos europeos.
A partir del Congreso de 1964 en Milán, el PSI propuso la entrada del Reino Unido, Irlanda y Dinamarcay
respaldó las elecciones directas al Parlamento Europeo.

234
Craxi ha sido partidario de la plena integración europea y 1985 un papel muy importante en la cumbrede
Milán, en las discusiones sobre la unidad europea, proponiendo un tratado que extendiese lascompetencias de
la CE, reforzarse la Comisión y formalizarse la coordinación de la política exterior.

El Partido Socialista obrero español


En este grupo de cinco países, los socialistas españoles han sido una excepción debido a
lascircunstancias políticas por las que atravesaron en la dictadura. El régimen de franco, intentó directa
oindirectamente recabar su reconocimiento por parte de la Comunidad Europea. En 1962 pidió
laintegración que le fue denegada, desde 1970 firmó un tratado comercial con la comunidad
económicaeuropea después de la muerte del dictador, en 1937, España entró a formar parte del Consejo de
Europa y ya bajo la presidencia de Suárez formuló la petición de ingreso. En 1982 tuvo lugar la entradaen la
alianza atlántica bajo el mandato de Calvo Sotelo.
Cuando el PSOE accedió al gobierno del estado cambió de criterio y, al convocar el referéndum al que se
había comprometido, pidió el voto afirmativo a los electores para integrarse en la estructura no militar y por
una defensa que no utilizas armamento nuclear, alineándose así con países como Francia o es. Elpunto de
vista económico, el ingreso de España en la comunidad tropezaba sobre todo con losproblemas de
agricultura y pesca que afectaba a la economía francesa, de ahí que los propiossocialistas
franceses se negasen a la entrada española. Sin embargo, siendo François Mitterrand Presidente del Consejo
de ministros de la Comunidad Europea fue cuando se decidió fijar enero de 1986 como la fecha definitiva del
ingreso.
El PSOE deseaba entrar a formar parte de Europa lo antes posible no sólo por motivos económicos,sino
también políticos, ya que supondría un factor de estabilización democrática y un punto de no retorno. En la
década de los 90 el socialismo español se ha convertido en uno de los más firmes impulsores de la Unión
Europea

Los últimos pasos para la Unión Europea


La Segunda Guerra Mundial una conmoción general en el ánimo de la mayoría de la clase política y delos
ciudadanos europeos, tan profundo fue el derrumbamiento moral que se extendió un hondo deseode sustituir
el sistema europeo de Estado-nación rivales por una nueva forma de afrontar la política delviejo continente,
de tal manera que los europeos se convirtiesen en ciudadanos romanos. Cuando se.elaboró el plan Schuman
en 1950, que tuvo como resultado la Comunidad Europea del carbón y el acero, fue presentado como un
primer paso para poder constituir en un futuro la Federación europea.
Durante los primeros 20 años ha dado la impresión de que los estados han considerado la continuaciónde la
Comunidad Europea como lo estaba fuera de ellos y no como parte su propia constitución esencial. Sólo
recién, a principios de los años 70, en la cumbre de La Haya en 1969, y la consiguiente ampliación de la
comunidad a otros miembros, se dio un vuelco los objetivos puramente económicos y comerciales para
caminar más allá hacia metas netamente políticas.
La Comunidad Europea se puede convertir en pocos años en un gigante económico, en algunos aspectos
mucho mayor que Estados Unidos. La Comunidad Europea tiene un producto nacional bruto yuna cuota de
comercio internacional mucho mayor que los Estados Unidos. Sus exportaciones de
artículos manufacturados representan el 26% de los de la OCDE (Organización para la Cooperación yel
Desarrollo Económicos ) frente al 14% los Estados Unidos y el 17% del Japón. Desde 1983, Europa y un
superávit en el comercio de mercancías frente a Estados Unidos.

El desarrollo político
En los últimos años de la década de los 80 el proceso ha sufrido un cambio considerable en suevolución y
aceleración. Dejando de lado los sucesos acaecidos en los países del este, que aun siendode crucial
importancia, no cambiarían sustancialmente estructura institucional de la CE aunque pueden

235
fortalecerla considerablemente, al convertirse la Europa comunitaria en polo de atracción de toda unaserie de
estados de Europa central y oriental como Polonia, Hungría o Checoslovaquia.
Los principales acontecimientos de esta última fase han sido los siguientes:
a. el acuerdo de 1984 sobre la aportación presupuestaria británica
b. el fortalecimiento del poder de las funciones de la CE, que desembocó en el borrador del tratadode la Unión
Europea
c. el acuerdo de Luxemburgo sobre el acta única de 1985, para alcanzar una Europa sin fronterasen 1992, y
d. el acuerdo que aumentó los recursos presupuestarios duplicando el volumen de fondos y dándole
entrada definitiva a España en enero de 1986
El fortalecimiento de las instituciones ha sido también un camino muy lento. Durante muchos años no sehabía
hecho ningún progreso hacia una mayor integración comunitaria. Faltaba todavía el objetivo finalde la unidad
europea, suponía una posición exterior común, mayor cohesión de la política económica interna, un acuerdo
compartido sobre sistema de seguridad, mayor armonización jurídica y legal mayor cooperación científica y
cultural.
A pesar de que la mayor parte de la población europea consultada ha sido siempre favorable a la unidad, sólo
en 1984, cuando François Mitterrand llegó a la presidencia, sufrió un impulso decisivo.
Una de las cuestiones más importantes es el desarrollo de las instituciones su nivel de integración
delParlamento Europeo se creó en 1958 y tomó el nombre de asamblea como característica de la cámara
donde se exponen y discuten los temas, pero sin casi ninguna autoridad. Se trataba de una institución
débil. Hasta los años 80 el parlamento carecía de la mayoría de los atributos. Sus poderes legislativo y
presupuestario eran muy limitado. Poco a poco el parlamento tomó mayor protagonismo. Al Parlamento
acompañan con instituciones más representativas el Tribunal de Justicia, árbitro de intérpretes de la
legislación de la comunidad, el Consejo Europeo como árbitro político, el Tribunal de Auditores como fruto
de las finanzas comunitariasy el Banco de Inversiones.

El desarrollo económico
La CE carece de un plan económico global y la atención del Mercado Común se ha
centradoprincipalmente en la eliminación de las barreras del comercio y otras formas de
discriminación
económica que podían afectar negativamente al comercio interior de la propia comunidad. No existe,por
tanto, ningún consenso sobre los objetivos macroeconómicos de la comunidad. Lo que sí se ha
puesto en práctica son una serie de instrumentos económicos para evitar acciones nacionales quedeformen la
estructura competitiva del mercado, como las barreras arancelarias, las ayudas estatales, o para facilitar el
intercambio, como Sistema Monetario Europeo, el Banco Central o la moneda común.
El artículo segundo del tratado de Roma establece los objetivos de la CE: "la promoción de
undesarrollo armonioso, una expansión continua y equilibrada, un aumento de la estabilidad, un
aumentoacelerado de los niveles de vida unas relaciones más estrechas entre los estados miembros".
En la década de los 80, con la tercera revolución industrial basada en la micro electrónica y las tecnologías de
la información, Europa tomó conciencia de que las empresas japonesas y americanas eran muy superiores a
las europeas de las nuevas tecnologías. Este miedo al retraso rubio y su falta de
dinamismo se imputó a la fragmentación de la economía europea debido a la existencia de múltiplesmercados
nacionales de ahí que una de las soluciones más importantes para hacer frente a esta competencia se dice en la
desaparición de las barreras aduaneras y la formación de un mercado único,
el libre tránsito de mercancías, trabajadores, servicios y capital, poniendo una fecha definitiva a estas barreras
en 1992, debido al elevado coste supone este obstáculo administrativo.

236
Otro de los retos fundamentales que se le presentan a Europa en este final de siglo es el de la creación
asimilación de las nuevas tecnologías. La CE ya se percató de este problema en el primer proyecto de
Monet ha salido al paso con el proyecto ESPRIT (Programa Estratégico Europeo para Investigación y
Desarrollo en Tecnología de la Información) y el Eureka (Agencia de Coordinación Europea de la
Investigación).
De esta manera el programa ha generado expectativas para afrontar la competencia que viene del Japón y
Estados Unidos. Por su parte, Eureka es primordialmente un programa de investigación civil y comprende
diversos programas de grandes ordenadores, la tercera generación de la robótica, empresas
automatizadas redes de investigación y equipamiento de altas tecnologías en las empresas.

El desarrollo social
La entrada en la CE de los países del sur y sobre todo los más pobres añadió una nueva dimensión a los
problemas de la unidad, se trataba de la dimensión social. La libre circulación de mercancías podía ir en
detrimento de las regiones más pobres. Por eso algunos gobiernos como el griego, el español y el portugués
pidieron añadir declaraciones separadas al acta única argumentando que el progreso hacia elmercado único no
debería perjudicar a los sectores sensibles y vitales de su economía y exigían medidas para reequilibrar las
regiones más pobres.
A mediados de 1980, la Comisión adoptó cuatro nuevas disposiciones ejecutivas para simplificar y reformar
los fondos estructurales estas disposiciones definen las áreas de trabajo de los tres fondos (fondo social
europeo, fondo de desarrollo regional europeo y FEOGA), la coordinación entre ellos y el banco de inversion
europeo. Desde entonces la Comisión ha propuesto ya una serie de objetivos coordinados para aplicar estos
fondos, reservado 5 a principales de interés, que son:
1. el desarrollo estructural y el ajuste de las regiones más pobres
2. la reconversión de las regiones, que incluyen las áreas de empleo y las comunidades urbanasafectadas
seriamente por el declive industrial
3. combatir el paro de larga duración
4. la integración profesional de la juventud
5. el ajuste de las estructuras agrícolas y el desarrollo de las zonas industriales
El objetivo global de todo esto es asegurarse que la asistencia se dirige a las zonas de
mayornecesidad de modo efectivo y estable fondo social debe también promover la formación más que
lasimple readaptación y reinstalación de los trabajadores; reciclar a estos desempleados para afrontar el
progreso tecnológico y combatir el su empleo en la periferia.
La dimensión social del mercado único superior les planteó además problemas muy importantes por
lossalarios, el empleo, el entorno laboral, las normas y los dumpings sociales.

Los sindicatos y la Comunidad Europea


Hemos visto que los sindicatos, a diferencia de algunos partidos socialistas, vieron el Plan Schuman para
establecer la Comunidad Europea del carbón y el acero (CECA) con un interés creciente, puesto que el plan
implicaba a más de 2 millones de trabajadores que quedaban afectados por los cambios
estructurales que conservaría el establecimiento de este amplio mercado. A su vez los sindicatos también
fueron considerados por Monnet como miembros activos del Comité de acción para los estadosunidos de
Europa desde su fundación.

¿Hacia una Europa socialdemócrata?

237
La pregunta que se han de formular por los socialdemócratas europeos es: ¿cuál va a ser el papel de la
socialdemocracia propia en este juego? Ahora bien, aunque la unión política pudiera ser en 1933, lospasos
decisivos para configurar un espacio jurídico y político se han de dar todavía, y ahí es donde
lasocialdemocracia Lopera ha de prestar mucha atención tres son los ámbitos en que se estableceránestas
coordenadas: la unión política, la unión económica y la carta social, a su vez, esta conformaciónpolítica
marcará más pronto o más tarde su papel en el escenario mundial.
La socialdemocracia europea ha de ser consciente de que más que un determinado tipo de alianzageopolítica
un sistema monetario, lo que diferencia era el modelo europeo del de otros continentes seala carta de los
derechos ciudadanos. Solamente la política de equilibrio podrá fundamentar a la larga
una CE que no muestre las debilidades estructurales que hasta ahora presenta, usa fortaleza lepermitirá
jugar un papel protagonista en el escenario mundial.

HISTORIA GENERAL DEL SIGLO XX - GUILIANO PROCACCI


Cap. XXXIII – Europa Occidental en los años 70
Fue una década difícil: final del sistema de Bretton Woods 1 , devaluación del dólar y revalorización
delmarco habían favorecido sus términos de intercambio, pero se empeorarían por su dependencia de
lasimportaciones de oriente medio. Se pasó de un valor de 3 u$s del petróleo en junio de 1973 a 32.5 u$sen
diciembre de 1980.
La RFA (La Alemania Occidental o Alemania del Oeste fue el nombre extraoficial con el cual fueconocida
la República Federal de Alemania) fue el estado que mejor grupo sortear las dificultades de lacoyuntura
económica. El canciller Schmidt puso en marcha con éxito una política anti coyuntural basadaen la
concertación con los sindicatos. Pero esto se vio opacado por el terrorismo: grupo Baader-Meinhof. Con la
segunda crisis petrolera de 1979 3 , la coyuntura económica volvió a emplear y aumentó el número de
desocupados. En 1982, asume como canciller Helmut Kohl.

Francia padecerá una notable inestabilidad económica a partir de 1973. Ante ello el primer ministroRaymond
Barre en vez de recurrir a la concertación, depositó su confianza en los recursos y losautomatismos del
mercado. Desde su puesto desarrolló una política económica de austeridad, en unaépoca marcada por la crisis
económica del petróleo de 1979. Su economía estaba agotada. En 1981 eselegido presidente el socialista
François Mitterrand 5 .
Gran Bretaña va a sufrir un recrudecimiento de la cuestión de Irlanda del Norte. Los temas dominantesdel
debate político inglés eran: la adhesión a la comunidad de estados europeos y las relaciones entre el gobierno
y los sindicatos. Aparecen en ese tiempo los "euroescépticos".
Edward Heath, (gobierno conservador), después de la derrota conservadora en 1964, se convirtió enuna figura
importante de la oposición, siendo elegido líder de la misma en 1965, obteniendo la victoriaen las elecciones
del 18 de junio de 1970 derrotando al laborista Harold Wilson. Nombrado primer
ministro, tuvo que hacer frente a la crisis del conflicto terrorista en Irlanda del Norte. Siguió impulsandola
entrada en la Unión Europea que consiguió en 1973. Tuvo que hacer frente en 1972 a numerosashuelgas. La
crisis económica dio al traste con los intentos por reactivar la economía, lo que constituyó
uno de sus fracasos fundamentales en política interior. Tras el fracaso de las elecciones del 10 deoctubre de
1974, fue sustituido por Margaret Thatcher en 1975 como líder conservador.
Harold Wilson, (Gobierno laborista). Desde 1974 llevó a cabo la concertación con los sindicatos. Desde1973
Inglaterra era parte de la comunidad de estados europeos. La izquierda estaba en contra. Hay unaumento de la
inflación, la balanza de pagos era deficitaria, aumentan los desocupados. La esperanza
era el petróleo del mar del Norte, pero los costes de las inversiones eran mayores que los beneficios.
El primer ministro James Callaghan en septiembre de 1976 tuvo que recurrir al Fondo MonetarioInternacional
por préstamos. Sus tres años en Downing Street, como primer ministro, concluyeron en el llamado “invierno

238
del descontento”, con el país prácticamente paralizado porcontinuas huelgas sindicales, que dieron
munición a la oposición conservadora. Las huelgas estuvieronpresentes desde 1978 a 1979. Una moción de
censura, que Callaghan perdió por un voto, precipitó laconvocatoria de las elecciones generales de 1979, que
sellaron el ascenso de Margaret Thatcher.
Después de triunfar con su partido en las elecciones generales de marzo 1979, Margaret Thatcher seconvirtió
en la primera ministra del Reino Unido. Después de llegar al número 10 de Downing Street,Thatcher
introdujo una serie de iniciativas políticas y económicas para revertir lo que percibía como unprecipitado
declive nacional en el Reino Unido.
Para el autor, la desindustrialización, aspecto visible de la Inglaterra de los 70, no significa
forzosamentedecadencia, sino también una forma de reconversión.
Italia además de recesión económica tuvo una profunda crisis social y política. Fue la época delterrorismo,
conocida como los "años de plomo" 7 . Fue la época de las brigadas rojas 8 y otro grupo.
Después de la "primavera de Praga", el Partido Comunista italiano se distancia de Moscú busca lacoalición
con las otras fuerzas políticas.
En 1978 se produce el secuestro y muerte de Aldo Moro .
También se producen importantes cambios en España y Portugal, de la mano de Adolfo Suárez 10 yMario
Soares.
Chipre vivirá en punto su crisis durante 1973 y 1974 Grecia en 1974 pone fin a la dictadura de loscoroneles
11 . El primer ministro será Constantinos Karamanlís. En 1981 ingresa a la CEE.
Las recetas keynesianas ya no funcionaban.
CEE: existe el riesgo que los países europeos recurrieran al proteccionismo. Pero la CEE 12 soportó
laprueba. El eje franco -alemán estaba consolidado. En el 1978 en Bremer, la cumbre europea que paraenero
de 1979 un sistema monetario europeo (todos se adhieren menos Gran Bretaña).
En cuanto a la integración política, en junio de 1979 se realizó la primera elección con sufragio
universaldirecto del Parlamento Europeo

La política que emprende la RFA bajo la dirección de Willy Brandt: la "ostpolitik" 13 tendrá como testigo
elasignar Europa un papel activo, no sólo en la distensión, sino en la promoción de una verdaderacooperación
entre las dos partes del continente. Pero la lógica de la guerra fría hizo que se impusiera elenfrentamiento
bipolar (los euromisiles y Afganistán).

Cap. XXXIV – El área del Pacífico en los años 70


El estado en más afectado en los años 70 fue Japón ya que dependía casi totalmente de
lasimportaciones de oriente medio para su abastecimiento energético. La crisis del 73 afectó severamentesu
economía. Pero la reacción fue muy eficaz. Los factores que permitieron superar la coyuntura fueron los
mismos de los años 50:
- bajo nivel de gasto militar
- relaciones industriales basadas en la contratación empresarial
- estabilidad política
A ello debe sumarse una reconversión del aparato industrial potenciando los sectores de la electrónica yla
robótica.
Se va a dar un contencioso acercamiento con Estados Unidos y la CEE. Para el año 1975, se vansuperando las
asperezas. Lo mismo va aumentar las relaciones económicas con Corea del Sur, Taiwány la ASEAN
(Malasia, Tailandia, Singapur, Indonesia, Filipinas). El problema era china con quien no
tenía relaciones diplomáticas y su reconocimiento era incompatible con la alianza con Estados Unidos.

239
Por su parte, China era en ese momento una incógnita. Entre 1971-1978 hay una lucha interna entre
undesarrollo acelerado o un desarrollo gradual y sostenible (con soluciones o variables intermedias). Tras la
muerte de Zhon Enlai 14 y ocho meses más tarde la de Mao quedaba al frente del gobierno HuaGuofeng 15 ,
surgiendo en su contra Den Xiaoping 16 . Hua Guofeng renunciará en 1979.Deng propone las cuatro
modernizaciones 17 : industria, agricultura, ciencia y técnica y defensa. Perofaltaba capital y tecnología. Por
lo tanto debía replantearse la política exterior. Entre el "hegemonismo"
de la URSS y Estados Unidos, China entiende que la URSS tiene una política dirigida a aislar, burlar
ydebilitar a China, por lo cual inicia el acercamiento con Estados Unidos .
Estados Unidos responde con el abandono de la "teoría de las dos Chinas". Ante ello, Japón reconoce aChina
popular y clausura su embajada en Taiwán (eso no impide la continuación de las relacionescomerciales). El
ejemplo japonés es seguido por la ASEAN.
En 1978 Estados Unidos y China reabren las relaciones diplomáticas.
Los tigres asiáticos rechazan el modelo de desarrollo basado en la sustitución de las importaciones.
Adoptar el modelo japonés basado en la integración en el mercado internacional y del papel popular delas
exportaciones, basándose en un régimen de bajos salarios. Como diferencia con Japón, estos
países poseen regímenes autoritarios.

Características del ASEAN


Entre 1945 y 1990, en el contexto de la Guerra Fría, se los comenzó a ver como potencias. Lasprincipales
economías que se han desarrollado tan vertiginosamente —Corea del Sur, Hong Kong,Singapur y Taiwán—
demostraron un crecimiento en calidad, cantidad y bajo precio en sus productosalcanzando mercados
internacionales. A mediados de 1950, apuntaron a los avances tecnológicos y apolíticas sustitutivas de
importación, orientándose luego a las exportaciones. Estos países hancambiado paradigmas
mundiales. Parte del éxito de estos países, se ha basado en:
a. La abundancia de mano de obra.
b. Salarios bajos (Con largas jornadas de trabajo).
c. La carencia de derechos laborales.
d. La creación de las zonas francas portuarias, donde las empresas están exentas de impuestos,de aranceles
aduaneros y se les ofrece una legislación especial en materia laboral (como, porejemplo, limitación de
derechos sindicales), además de mejoras de infraestructura a cargo delEstado.
e. La fuerte inversión estatal y el desarrollismo dirigido, llevando la contraria al FMI (ver Ha-joonChang).
Estos factores han contribuido a la deslocalización de muchas empresas e industrias, concentradas enpaíses
desarrollados, que no necesitaban mano de obra cualificada, por lo que han trasladado sussedes a estos
lugares.
En poco tiempo, los países del sudeste asiático pasaron a ser países de escaso crecimiento comocontrapartida
de bajos salarios de los trabajadores, lo cual resultó atractivo para empresas extranjerasque se instalaron en la
región. La inversión favoreció el resurgimiento de la economía, pero siempre ycuando éstas tendieran a
los intereses nacionales, a la competitividad y a las expectativas del empresariado local.

Cap. XXXV – EE. UU. y Europa Occidental en los 80´Y 90´ – Convergencias y Divergencias
En 1980 Ronald Reagan 18 es elegido presidente. Durante esta época Estados Unidos poseía
comocaracterística una gran movilidad social que se basaba en inmigrantes, una gran reestructuración
ydesplazamiento industrial modificado por su geografía económica, una expansión del sector terciario,
una alta tasa de mano de obra femenina y mutaciones en el mercado de trabajo producto de lainnovación
tecnológica.

240
Consecuencia de esta movilidad social se presentan cambios en la familia estadounidense. El tiempode un
gran déficit presupuestario. Bajo la presidencia de Ronald Reagan y gasto militar fue cada vezmás oneroso y
la balanza comercial más deficitaria por la sobrevaloración del dólar.
Hay factores psicológicos que también pueden ser mencionados durante esta época: el conflicto quetrajo
aparejado la guerra del Vietnam la embajada de Teherán 19 . Es por eso en Estados Unidoscomenzó
a utilizar una política de "enseñar los dientes": se sintió la época de los misiles interestatales,misiles para
submarinos, bombarderos B1, el proyecto de SDI, la isla de Granada, la lucha contra lossandinistas, el
Irangate 20 , la ayuda a los rebeldes afganos, el bombardeo a Libia. Conjuntamente laURSS comenzó a verse
como "el imperio del mal". Es el momento de la segunda guerra fría.
Comunidad de estados europeos: durante esta época Europa tenía tras de sí graves problemaslaborales
producto de la escasez de mano de obra, las amplias migraciones en, la xenofobia que secomplementaba con
el bloqueo o la expulsión de los migrantes.
También se dio una disminución de la tasa de mortalidad y comienza a preocuparse todo
loconcerniente al medio ambiente. Es el momento de aparición de grupos o partidos ecologistas o"verdes".
En la República Federal Alemana tuvieron gran importancia.
En Gran Bretaña, Margaret Thatcher abandone los planteamientos keynesianas y adoptó una políticade tipo
monetarista 21 y liberalista. El resultado de todo esto fue la reducción de la inflación (el resto fue negativo).
Recibe apoyo con la guerra de Malvinas (1982), que se traduce en una gran popularidad. Sealienta a la
compra de viviendas por los inquilinos. Se privatizar industrias nacionalizadas. Tambiénderrota al
sindicalismo 22 . Finalmente en 1990 renuncia.
Por su parte Alemania, bajo el mando de Kohl en 1983 introduce medidas que son desgravacionesfiscales a
favor de las empresas, hay un recorte del gasto público y hay una concertación con los
sindicatos.
Es una época de defensa del medio ambiente. El partido verde gana adeptos Alemania continúa con lapolítica
de la "ostopolitik".
En 1986 se firma el acta única 23 , éste era un compromiso de transformar antes de 1992 la comunidad
europea en un "espacio sin fronteras internas en el que estará asegurada la libre circulación demercancías,
personas y capitales". Se dejaban de lado sus barreras arancelarias, vinculaciones fiscales,
jurídicas, etcétera. La comunidad adquiere poderes propios en detrimento de la soberanía de los estados. Uno
de los problemas era la política exterior y la seguridad común (PESC): había dosplanteamientos.
a. Los "atlantistas": Inglaterra y Holanda eran partidarios de una estrecha relación con la OTAN
b. los "europeístas": Francia y Alemania que buscaban revitalizar la UEO (Unión Europea
Occidental) y constituir una fuerza europea de defensa autónoma.
Esto implicaba extintas relaciones con Estados Unidos. En 1992 se firman tratado de Maastricht 24 : se
aprueba el tratado fundacional de la Unión Europea y sefija el plazo para la adopción de la moneda única
(1999). Pero hay varios problemas sin resolver:libertad de circulación de mano de obra, inmigración y
derecho de asilo.

5.3. Problemas y contradicciones del desarrollo económico en el mundo socialista. La URSS: desde el
“crecimiento declinante” de Breznev a la Perestroika de Gorbachov. El derrumbe del Imperio soviético:
Conflictos latentes y enfrentamientos. China después de Mao: las reformas de la era Deng Xiaoping. La
transición del socialismo al capitalismo: elementos generales.
 BAILEY, Paul J. China en el siglo XX. Madrid, Ariel, 2002.
Capítulo 7 “El orden posmaoísta”.
Tras un breve interregno después de la muerte de Mao en el que su sucesor Hua Guofeng trató de continuar
con las políticas maoístas en 1978 se dio inicio a un cambio de dirección y desmantelamiento de la herencia
maoísta. Algunos de los cambios o bien recordaban a las iniciativas de principios de la década de 1960 o bien

241
representaban la consolidación de tendencias ya iniciadas durante los últimos años de Mao (ej: política
exterior), las reformas orientadas al mercado constituyeron una transformación lo suficientemente drástica
como para que un observador, a finales de la década de 1980 describiera el período posmaoista como una
segunda revolución en donde el legado maoísta había sido completamente enterrado.
Esos cambios vinieron acompañados por el rechazo de otras contraseñas maoístas relativas a la enseñanza, a
la naturaleza del ELP y a la política demográfica.
El proceso de reforma, no obstante, situaba al PCC ante dos dilemas fundamentales dad su presuposición
explícita de que la primacía del gobierno monopartidista no se cuestionaría nunca. En primer lugar ¿cómo
habría de actuar el partido para alentar la participación de grupos más amplios de personas, revigorizar sus
instituciones políticas moribundas y diferenciar claramente el partido del gobierno sin poner en peligro el
control global primero? Y en segundo término ¿cómo actuaría el partido para alentar la participación de
grupos más amplios de personas, revigorizar unas instituciones políticas moribundas y diferenciar claramente
el partido del gobierno sin poner en peligro el control global del primero?
El cambio de dirección histórico de 1978
Hua Guofeng fue el sucesor elegido de Mao, que disfrutó del honor de haber salvado al partido y al país de
las maquinaciones de la Banda de los Cuatro, incluso hasta el punto de fomentar un mini culto a la
personalidad de sí mismo.
La reunión de 1977 del comité central que aprobó la posición de Hua como sucesor de Mao, aprobó también
el retorno de Deng Xiaoping, que se convertiría en miembro del Comité Permanente del Politburó. Deng
estaba condenado a chocar con Hua, que seguía identificándose con el legado maoísta y que había alcanzado
un papel prominente con la Revolución Cultural.
A principios del 78 Hua anunció un ambicioso programa decenal de desarrollo industrial y agrario, redactado
en términos maoístas que hacían hincapié en el papel de espíritu revolucionario como guía de la
modernización. Durante todo el 78 Xiaoping y sus colaboradores socavaron la posición de Hua criticando
implícitamente la obediencia ciega al pensamiento de Mao y utilizando, irónicamente eslóganes tales como
“la práctica es el único criterio de verdad” y “busca la verdad en los hechos”, que se inspiraban en los propios
textos de Mao.
En vísperas del propio pleno (el tercero) el partido declaró que las protestas de Tiananmen de abril del 76, que
habían sido condenadas como contrarrevolucionarias, eran de hecho revolucionarias, juicio que ponía a Hua
en una situación incómoda, ya que en aquella época él había estado a cargo de la seguridad y había sido el
responsable de reprimir las protestas. Durante el pleno el respaldo a la posición de Deng se manifestó bajo la
forma del movimiento de Muro de la Democracia. Un antiguo activista de la Guardia Roja propuso que se
instaurara la democracia como una Quinta Modernización. Para Deng siempre temeroso del luan
(desorden/caos) y de la ruptura del control centralizado del partido, que había presenciado personalmente
durante la Revolución Cultural, tales ideas iban lejos y el movimiento fue reprimido en marzo del 79. Al igual
que ocurriera tras la campaña de las Cien Flores en el 57 el partido impuso límites a las potenciales críticas.
Entre el 78 y el 81 la posición de Guofeng se hizo cada vez más vulnerable. Asimismo en el 78-80 se dieron
los primeros pasos para descolectivizar la agricultura e introducir la autonomía de gestión en las empresas
públicas urbanas. En el 80 Hua había renunciado al cargo de primer ministro y era reemplazado de Zhao
Ziyang. En el transcurso del 80, asimismo varias destacadas víctimas de la Revolución Cultural, como Liu
Shaoqi, fueron rehabilitadas póstumamente. Así las cuatro libertades así como el derecho de huelga se
eliminaron de la constitución revisada de 1982.
Cuando se sometió a juicio a la Banda de los Cuatro entre noviembre de 1980 y enero del 81 bajo la
acusación de procesar a millones de personas durante la Revolución Cultural, Jiang Ping desafió al tribunal
especial de treinta mostrándose impenitente e insistiendo en que ella y sus colaboradores sólo habían seguido
las instrucciones de Mao.
La condena de la Revolución Cultural hecha pública mediante el juicio perjudicó aún más de Hua, pero el
dilema planteado por las referencias de Jiang Ping a Mao seguía vigente. La resolución dejaba claro, no
obstante, que las aportaciones de Mao superaban a sus errores, y que su pensamiento seguiría constituyendo la
guía de acción del PCC. No podría hacer sido de otro modo. Esta crisis de fe afectaba especialmente a las
personas cuya edad rondaba la treintena.

242
No obstante la Resolución de 1981 había rechazado varias consignas ideológicas maoístas, incluyendo las
ideas de que la lucha de clases debía continuar tras el establecimiento de un estado socialista de que debería
surgir una clase burocrática en el seno del partido, y de que habría que aparecer contradicciones entre el
partido y el pueblo. En el 81 se consideraba que el RPC se hallaba en el estado primario del socialismo.
Asimismo, a partir del 81 se dio el espaldarazo oficial a la desmitificación de Mao, que se había iniciado ya a
finales de la década del 70. A principios de la década del 80 se eliminaron la mayoría de los retratos de Mao
de los lugares públicos. A finales de los 80 y principio de los 90 sin embargo se había apoderado de la
población de una nostalgia de Mao, en parte como respuesta al creciente desencanto frente a la cada vez
mayor corrupción oficial que habían engendrado las políticas de reforma económica de Deng.
El impacto inicial de la reforma
Fue el ámbito de la agricultura donde las políticas económicas de reforma tuvieron su impacto más
significativo. Las familias podrían ahora firmar contratos con el equipo de producción, así como tomar tierras
de éste en arriendo; todas las decisiones relacionadas con la inversión y la producción se tomaban en la
unidad familiar y, tras cumplir con sus obligaciones para con el estado, esta podía disponer de sus cosechas en
un dilatado mercado libre rural. En 1985, las compras estatales obligatorias de algodón y cereales se habían
reemplazado por un sistema de contratos de adquisición más voluntarios. Por otra parte, en el 84 nuevas
regulaciones permitían que las tierras se contratarán por un período de hasta quince años. Las reformas
aprobaron también la formación de familias especializadas en el campo.
Estas reformas tuvieron como resultado un aumento generalizado de la renta en las zonas rurales a principios
de la década de 1980, aunque inevitablemente surgieron desigualdades. También llevaron prácticamente al
desmantelamiento de la comuna y al consiguiente declive de los servicios de bienestar colectivos.
La reforma urbana se inició con la reducción del número de productos industriales vendidos a precios fijos y a
continuación se permitió una mayor autonomía de gestión y la retención de beneficios en las empresas de
propiedad pública.
También surgió un sector empresarial privado en os centros urbanos, lo que ayudó a abordar el desempleo
surgido como resultado de la afluencia a las ciudades. Asimismo un número cada vez mayor de mujeres
trabajaban en el servicio doméstico.
Distanciándose del concepto maoísta de independencia y en sintonía con la idea de Deng de que la RPC había
de incrementar sus vínculos con el mundo K, en 1979 se aprobó una ley de empresas conjuntas, que permitía
la inversión extranjera directa en empresas chinas tales como hoteles. En 1980 se crearon las primeras Zonas
Económicas Especiales, regiones orientadas al procesamiento para la exportación utilizando K y tecnología
extranjeros, y en las que se podían establecer empresas de propiedad extranjera (a los inversores extranjeros
se les proporcionaban incentivos).
El establecimiento de relaciones diplomáticas plenas entre China y EEUU en 1979 inició también un propio
Deng de mayor interacción con la comunidad internacional. La política exterior en general se hizo mucho más
pragmática a partir del 78, resulta significativo por ejemplo que la Teoría de los Tres Mundos enunciada en el
74 por Den Xiaoping ante la asamblea general de la ONU como la visión que en aquel momento tenía China
del mundo apenas se mencionara después del 80.
También las políticas militar de enseñanza y demográfica se vieron afectadas por el cambio de dirección
realizado a partir del 78. Poco después de la visita de Deng a EEUU en el 79 el ELP lanzó un ataque al
Vietnam comunista tras un período de tensión entre los dos países. El número importante de víctimas que
había sufrido el ELP para cuando se declaró el alto el fuego hizo que apremiaran aún más las voces que
pedían la revisión de la doctrina militar maoísta y la transformación del ELP en una fuerza moderna y
profesionalizada.
También la política educativa volvió la espalda aplazado de la Revolución Cultural. Se dio una mayor
preponderancia al papel económico de la educación y se dio prioridad a la formación de una elite cualificada
en colegios y universidades competitivos. La segregación cultural entre ciudad y campo que Mao había
condenado se vio consolidada en muchos aspectos por estos cambios.

243
Se podía señalar que si bien la constitución de 1982 garantizaba por primera vez la protección del individuo,
el partido seguía reservándose el derecho a calificar de contrarrevolucionarios a todos aquellos quienes
considerar culpables de críticas inaceptables.
Es importante señalar que no se aprobó ninguna ley nacional destinada a imponer control de natalidad, fueron
las provincias las que elaboraron reglamentos y directrices para llevar a cabo dicha política. En general se
utilizó un sistema de incentivos y sanciones para alentar las familias de un solo hijo. La política de
planificación familiar establecida a partir del 80 se interesaba no solo por la cantidad sino también por la
calidad de la población.
Las tensiones de la reforma y el movimiento de protesta de 1989
Las reformas económicas iniciadas a partir de 1978 y el desmantelamiento ideológico del maoísmo dieron
lugar a una explosión de consumismo en la década del 80.
En general la agenda de reformas políticas de Deng Xiaoping incluía tomar enérgicas medidas contra la
corrupción y el burocratismo en el seno del partido, separando claramente al partido del gobierno y limitando
el control del primero sobre las cuestiones económicas, haciendo hincapié en el reclutamiento de personal
más joven instruido para el partido y revigorizando las instituciones previamente inactivas.
La reforma del partido se concentró en aumentar la eficacia y erradicar la corrupción antes que en fomentar
cualquier forma de democracia interna.
Deng también ansiaba con fijar la edad de jubilación de los ministros del gobierno. En cuanto propio partido,
Deng insistía en el reclutamiento de tecnócratas más jóvenes e instruidos para reemplazar a los cuadros más
veteranos.
El cambio en el perfil educativo del partido se mostraba claramente en 1985 en donde 75% eran miembros
electos de comité central jóvenes universitarios.
En los inicios del programa de reformas de Deng si se hizo un intento más sustancial de democratizar la
política, cuando una Ley Electoral del 79 establecía por primera vez elecciones directas a los congresos del
pueblo cuyo ámbito superaba el nivel básico municipal. Se crearon además numerosos institutos de
investigación política, encargados de redactar propuestas de reforma y realizar encuestas de opinión públicas.
Se reactivó la industria cinematográfica.
Estos cautelosos pasos hacia la reforma política y la libertad cultural a finales de la década de 1980 se vieron
ensombrecidos en gran medida, por la preocupación más apremiante entre algunos ideólogos del partido de
evitar las consecuencias ideológicas insanas derivadas de las reformas económicas.
La primera de estas campañas, realizadas en 1981 promovía las virtudes de la civilización espiritual socialista
y estaba destinada a combatir el generalizado escepticismo público surgido a raíz de los traumas de la
Revolución Cultural, un fenómeno catalogado como crisis de fe.
El objetivo ideológico de la campaña de 1981 pronto degeneró en un intento de mejorar la conducta social y
de potenciar la legitimidad del partido asociándolo inequívocamente al patriotismo, el amor a la patria.
En 1983 los conservadores del partido expresaron sus preocupación por las dañinas tendencias ideológicas
derivadas de las reformas del mercado, el contacto más extenso con el mundo K y un mayor relajamiento en
el ámbito cultural.
Una campaña más estridente contra la liberalización burguesa se desencadenó a raíz de las protestas y
manifestaciones estudiantiles de diciembre de 1986 en las que se había exigido libertad de expresión, prensa
libre y democracia.
A finales de los 80 los problemas y tensiones derivados de las reformas se habían agravado. En el campo las
desigualdades entre regiones se hicieron cada vez mayores. El empobrecimiento de algunas áreas se había
visto exacerbado por la descolectivización. Paradójicamente la riqueza generada en algunas áreas rurales
como resultado de las reformas produjo un incremento de la inversión en propiedades residenciales.
Asimismo a partir del 85 China se caracterizó por un malestar urbano.

244
Una gran parte del descontento urbano sin embargo se debía al sentimiento generalizado entre los profesores,
investigadores, empleados de organismo gubernamentales y trabajadores industriales del sector público, de
que las reformas económicas les dejaban de lado.
Por otro lado en las zonas urbanas se incrementaban el número de vagabundos.
Pero aún mayor que las quejas respecto a las reformas económicas y que la impaciencia ante la falta de una
reforma política fue el creciente desencanto público debido a la incapacidad del partido para poner fin a la
corrupción oficial que habían alentado las propias reformas.
En 1985 algunos conservadores del partido vinculaban la corrupción a la política de puertas abiertas, cuyos
corrosivos efectos amenazaban con socavar el sistema socialista.
Curiosamente un documental de televisión emitido en el verano de 1988 que cuestionaba los objetivos y
valores fundamentales de la nación.
Las cosas llegaron a su punto culminante tras la repentina muerte del desacreditado Hu Yaobang. El suelo
público no tardó en desencadenar un movimiento de mayor envergadura, en donde los estudiantes se
concentraron pidiendo una valoración correcta de Hu, la divulgación de los salarios de los funcionarios,
libertad de prensa, etc.
La petición de los estudiantes fue rechazada por las autoridades, mientras Li Peng denunciaba la protesta
como un trastorno y como “antipatriotas”.
Zhao Ziyang a su regreso calificó las demandas de los estudiantes de razonables lo que enfadó a sus colegas
de la línea más dura. Además se enemistó con la vieja guardia cuando reveló en una conversación con el
presidente Gorbachov que visitaba China, que todas las decisiones se consultaban con Deng y a sus veteranos
colegas, un procedimiento que se suponía que se debía mantener en secreto.
Mientras varios estudiantes emprendían una huelga de hambre, el presidente de la República, Yang
Shanggkun dio instrucciones a la Comisión de Asuntos Militares de que iniciaría los preparativos para
concentrar tropas. El estudiantado en la plaza era un “Estado dentro de un Estado”. Por otra parte, los
estudiantes reflejando el tradicional elitismo de la clase erudita, se distanciaron de los trabajadores, e
inicialmente se mostraron renuentes a aceptarlos en la plaza. A la represión se siguieron de inmediato arrestos
masivos por lo que el partido condenó.
El movimiento del 89 representó entonces el más serio desafío al gobierno del PCC desde el establecimiento
de la República Popular China. A las divisiones en el seno del movimiento estudiantil, a la renuencia de los
estudiantes a aliarse con los obreros, al temor al desorden y al crecimiento económico previo, que
proporcionó cierta credibilidad al partido.
Si bien en su momento los medios describían a la protesta como una heroica protesta a favor a la democracia
una evaluación más equilibrada sostiene que con toda certeza el movimiento no fue una manifestación de
descontrol semejante a la Revolución Cultural dado que los estudiantes mantuvieron el orden en todo
momento. Los estudiantes elevaron el principio de unidad por encima del gobierno de la mayoría, tenían un
matiz de elitismo. Los estudiantes se reconocían como patriotas que se veían amenazados por la corrupción
del gobierno.
Por otra parte, también se han descrito los acontecimiento del 89 como un ejercicio de teatro político en el que
los estudiantes recurrieron a “guiones de protesta” conocidos.
La accesión de Jiang Zemin y la consolidación de la estrategia de reforma de Deng Xiaoping
El destituido Ziyang fue reemplazado por Zemin, quien se propuso recuperar el crecimiento económico y la
estabilidad política tras la crisis de 1989 una tarea que, según un reciente estudio, se había logrado ya en
buena medida cuando se había muerto Deng.
Quizá el acontecimiento más significativo a partir de 1989 fuera sin embargo la continuación de la agenda de
reformas económicas, que algunos conservadores del partido cuestionaron a raíz de la crisis del 89. En el
Congreso del 92 se decidió acelerar las reformas.
En 1997 Xiaoping solo cuatro meses antes de que la colonia británica de Hong Kong fuera oficialmente
reintegrada a la soberanía china. Sin embargo y como en el caso de Mao Zedong, el papel de Deng y de sus

245
ideas fue elogiado por el PCC y el presidente del partido, Jiang Zemin dejó claro que la visión de Deng de
China como una potencia económicamente vigorosamente bajo el disciplinado gobierno del PCC seguiría
guiando el futuro del país.

 HALLIDAY, Fred. “Los finales de la guerra fría” en Blackburn, Robin Después de la caída. El
fracaso del comunismo y el futuro del socialismo. Barcelona, Crítica, 1993.

Los acontecimientos de la última mitad de 1989 representan un terremoto en la política mundial. Han
reafirmado la capacidad de la población para emprender una acción violenta súbita, rápida e insólita. Ni la
izquierda ni la derecha pueden atribuirse el mérito de este cambio en los acontecimientos, aunque ambas lo
pretendan. Es tiempo no solo de grandes cambios en la situación mundial, sino de que el movimiento
socialista reexamine sus fundamentos (muchas veces implícitos).
Dicen que la Guerra Fría ha terminado, y q entramos a una época de mayor seguridad y de interdependencia.
Esta declaración del final de la Guerra Fría es el resultado de algo más que el colapso del sistema político de
Europa oriental y de la expectación generada por la perestroika. Al 1989 europeo le precedió otro año de
transición de quizás igual importancia : el 1988 del Tercer Mundo, el año en que, en diversos conflictos en
Asia, África y Latinoamérica, los procesos de negociación alentados por las grandes potencias empezaron a
surtir efecto en Camboya, Afganistán, el Golfo, el cuerno de África, Angola, el Sahara, Nicaragua, y en otras
partes. Mientras que Europa ha estado en paz desde 1945 en el tercer mundo se han desencadenado más de
140 conflictos de carácter anticolonial, antiestatal, de clases y étnico.
Se cree que más de veinte millones de personas murieron en los conflictos. En Europa, la única contienda
sangrienta comparable fue la guerra civil griega en la que perdieron la vida ochenta mil personas.
Significados de la Guerra Fría
El término guerra fría puede usarse por lo menos de dos formas. Una para referirse a períodos concretos de
enfrentamiento intenso entre los grandes bloques de la posguerra y, en particular a los años finales de los
cuarenta y principios de los 50, la primera guerra fría y a los de muy finales de los setenta hasta 1988. El otro
uso es para denotar la revitalidad esencial entre el comunismo y el K.
En términos generales (en relación al segundo uso del término) se puede decir que en la bibliografía existente
sobre la guerra fría y el conflicto Este Oeste, hay cuatro explicaciones de porque el conflicto y de lo que los
bloques han hecho.
Para una escuela asociada con el pensamiento realista, la rivalidad no es más que otra versión del conflicto
tradicional entre las grandes potencias.
Común entre los escritores liberales localiza el conflicto en el ámbito de los errores políticos, de las
oportunidades perdidas y de las percepciones erróneas por parte de ambos bandos, el conflicto era inevitable.
Sostiene q lo q parecen ser rivalidad internacionales son el producto de factores internos de esas sociedad, es
decir, de factores económicos y políticos q empujan a los estados en cuestión a competir entre ellos. La propia
Guerra Fría es un sistema más que una rivalidad entre dos sistemas.
El argumento de la rivalidad entre sistemas se ha debilitado por derecho propio. Lo que le dio una fuerza
especial fue su carácter intersistémico, el que expresase la rivalidad de dos sistemas distintos. Ambos
pretendían la hegemonía a escala mundial para producir un orden homogéneo dentro de los estados y ambos
negaban la legitimidad del otro, incluso cuando se vieron obligados a establecer relaciones diplomáticas y de
otro tipo.
El fin de la Guerra Fría fue la homogeneidad sistémica, y el objetivo fue el carácter socioeconómico y político
de los E centrales de cada bloque.
Un contexto histórico triple

246
La afirmación de que la guerra fría ha terminado es, por tanto, una afirmación ambigua que depende del
sentido en el que se utilice el término. Para responder si ha terminado y de qué forma ha terminado, hace falta
examinar los tres contextos históricos en los que se puede decir q residen los cambios del 88-89.
El primero y más evidente para los conflictos del Tercer Mundo y la carrera armamentista es que la distensión
de finales de los ochenta marca el fin de lo que se ha llamado la segunda Guerra Fría.
El segundo significado de los finales de los ochenta es que marcan el fin del sistema de posguerra que
prevalecía en Europa (los 90 y sus sacudidas producirán un orden nuevo al oeste de la frontera soviética.
Este cambio en Europa oriental va acompañado de, y comprende en su mismo, otra modificación del sistema
de posguerra; esto es, el fin del sistema bipolar y en particular del sistema dominado por lo q parecían ser las
superpotencias. El resultado de 1989, resumido en la cumbre de Malta, es que hay una sola superpotencia:
EEUU
A este sistema de posguerra a menudo se la llamaba de Yalta, suponiendo q en realidad lo estableció la
cumbre de Crimea de febrero de 1945 (Yalta simplemente reconoció el equilibrio de la fuerzas q existían en
Europa).
El molde de Versalles
Había por lo menos tres aspectos de Versalles.
La redistribución de los territorios coloniales: por lo menos dos de ellos, Namibia y Palestina siguen siendo
zonas conflictivas.
El establecimiento de un orden postimperial en la misma Europa (cayeron imperios, se independizaron
naciones nuevas, etc.)
Sin embargo, a Versalles no solo le preocupaba partir las colonias y dividir el mapa de Europa otra vez, sino
que
Estaba preocupada por otro legado de la primera guerra mundial: La revolución bolchevique. Entre las ruinas
de la guerra para terminar todas las guerras, 1919 vio la construcción de dos sistemas políticos internacionales
antagónicos: La Sociedad de Nacionales y la Internacional Socialista.
El hecho de q no surgiera como una característica dominante del mundo hasta 1945 se debió a la relativa
debilidad de la URSS hasta la segunda guerra mundial.
El futuro de la URSS es mucho más incierto que el de la Europa Oriental, pero se ha abierto una brecha
grande y probablemente irreparable en el sistema económico y político que prevalecía en la URSS de los años
20. En política internacional Gorbachov ha abandonado el compromiso de la competencia con, y oposición a,
el Occidente J, abandonando la lucha de clases en nombre de los valores humanos universales. En suma, el
nuevo rumbo que ha trazado Gorbachov, por muy incierto que sea su futuro, representa una ruptura con el
legado de la Revolución bolchevique, en el propio país y en el extranjero. Viene a ser nada menos q la
reorganización de la URSS en directrices K.
La lucha de clases a escala internacional
Ahora, hay que preguntarse si la guerra ha terminado, la respuesta depende en este caso de que significado de
Guerra Fría se use.
Si nos quedamos con el segundo término la cosa se complica, los dos bloques han hecho frente a dificultades
en la segunda guerra fría y no han sido capaces de predominar como hubieran deseado: los EEUU que
pretendía agotar la URSS con la carrera armamentista, han contraído el déficit presupuestario más grande de
la historia, se han convertido en la nación más deudora del mundo y han seguido perdiendo competitividad
frente a los japoneses y alemanes.
El K ha cambiado y seguirá haciéndolo. Pero es engañoso presentar el resultado como si los dos sistemas se
debilitaran por igual o como su los cambios actuales fueran simétricos. Porque al fin de la guerra fría, en el
primer sentido, y el clima de distensión que prevalece en Europa y en la mayor parte del Tercer Mundo, se
consiguen no por una convergencia de los dos sistemas o de una tregua negociada entre ellos, sino por el
fracaso de uno frente a otro. Esto significa la derrota del proyecto comunista.

247
El proceso no está completo en lo absoluto. Todavía no sabemos qué aspecto tendrá el mapa postelectoral de
la Europa Oriental, pero pocos pueden creer que los partidos comunistas permanecerán en el poder.
Según datos recientes solo cinco estados del mundo todavía se adhieren en la vida política a un modelo
ortodoxo; Cuba, Albania, Vietnam, Corea del Norte y China. Países caracterizados por tener movimientos
revolucionarios autóctonos con bases sociales y carácter nacionalista, debiéndole poco al ejército rojo. Sin
embargo, los cuatro E más pequeños están cada vez más a la defensiva, frente a la creciente presión externa.
Cuba, Albania y Corea tiene crisis política, Vietnam está en proceso de adaptación y, con una solución en
Camboya, puede ser capaz de enderezar el rumbo. Es el último de los 5, China, el que tiene los mayores
problemas, sobre todo a raíz de lo ocurrido en la Plaza de Tiananmen. Pero a China le resultará difícil resistir
la presión internacional a largo plazo, especialmente desde q su modelo es cada vez más desconcertante por
los progresos de la URSS.
La generosidad aparente de las reivindicaciones occidentales, según las cuales el antagonismo entre ambos ha
llegado a su fin, resulta una resaca triunfalista. Lo que ahora presenciamos es una lucha de clases a escala
internacional, puesto q la fuerza superior del K occidental impulsa la apertura de las sociedades q estuvieron
cerradas a él durante cuatro décadas o más.
Complejidades del estancamiento
¿Qué fue lo q llevó a este cambio en la Guerra Fría? ¿Por qué sucedió cuando sucedió?
La respuesta convencional es decir q el sistema comunista había fracasado: q su economía había perdido toda
dinámica, que perdió atractivo político porque no era democrático y q no pudo equipararse a Occidente en las
áreas que constituyen la competencia internacional. El período de mayor represión en la URSS fue en los
años 80. Sin embargo, el éxito industrial y militar del sistema soviético también se logró en esa época
mediante la movilización y el apoyo de la población soviética.
Si bien ahora es conveniente afirmar a q las economías comunistas son un fracaso, los mismo soviéticos
representaron eso a través del término estancamiento.
Sin embargo la imagen es exagerada. Según el nivel de la mayor parte de la población mundial, lo habitantes
de la URSS viven comparativamente bien.
A nivel internacional, la situación es variada. En los 70 se dieron en el tercer mundo la ola de revoluciones q
marcó el final de la pax americana y una nueva expansión internacional soviética. Norteamérica era débil,
Occidente estaba en declive.
No obstante la imagen del creciente poder internacional al soviético de los 70 no era del todo mítica o
imaginaria, correspondía a avances reales de las capacidades soviéticas (nota: ver quién es Brezhnev, porque
fue el q más dificultades le causó a Occidente fuera de Europa.)
La crisis Terminal
El sistema soviético no fracasó en un sentido absoluto: sus habitantes no se sublevaron y sus economías
proveían un suministro de artículos adecuado, aunque restringido. Los niveles de desigualdad económica y de
criminalidad eran más bajos que en los E K desarrollados. Mostraba una capacidad considerable de acción
política. Sin embargo, la realidad es q a finales de los 80 el sistema estaba en la q parecía ser una crisis
Terminal, incapaz de desafiar al K internacional o de reproducirse a sí mismo en la URSS.
Se me ocurren dos razones obvias del fracaso. La primera, la razón clásica marxista es q a principios de los 80
Occidente lazó una ofensiva para debilitar y paralizar a la URSS (campo nuclear, etc). Se creó la doctrina
Reagan para justificar la presión en los E revolucionarios del Tercer Mundo: se enviaron armas a guerrillas
que se oponían a los regímenes pro soviéticas.
El segundo argumento q se encuentra tanto en obras soviéticas como occidentales, se concentra en un proceso
interno, en una entropía. Es la idea de que la URSS se quedó sin combustible en los años 80, agotado de
cuatro a ocho décadas de dinamismo.
Coincidiendo con este estancamiento económico, se manifestaron los problemas ecológicos producidos por
décadas de intensivo saqueo a la naturaleza. Los problemas sociales también surgieron en estas décadas de
negligencia: descenso de los índices de natalidad, aumento de la delincuencia, disminución de la esperanza de
vida.

248
Un fracaso internacional
Sin embargo, estos factores solos, subsumidos bajo el término gorbacheviano de estancamiento, no pueden
proporcionar una explicación adecuada del colapso del comunismo a finales de los 80. Este estancamiento es
un término simplista, q implica un grado de homogeneidad dentro de los E comunistas. El grado de
estancamiento no es tan grande o tan exhaustivo como para llevarnos a estos resultados. Los factores
endógenos por si solos no pueden justificar el derrumbamiento final; lo que fue determinante, y lo que hizo
ver el estancamiento desde una perspectiva totalmente diferente, fue el contexto global y en especial el
historial particular del comunismo comparado con el de su adversario, el capitalismo moderno. Esto sobre
todo, determinó los acontecimientos de finales de los 80.
A nivel teórico, los partidos comunistas habían funcionado con dos supuestos q mostraron su fatal
imperfección: uno era el de la crisis inevitable y la decadencia secular del K; el otro era el de la capacidad de
los países comunistas para construir un bloque alternativo rival y con recursos propios, independientes del
mundo K.
La época de posguerra refutó los dos supuestos y al hacerlo, anunció lo q es el fracaso central del marxismo.
Es un tópico decir q la mayor equivocación del marxismo fue subestimar el nacionalismo; esta es una
afirmación dudosa, puesto q el liberalismo también lo hizo. El gran error del pensamiento marxista y
socialista no fue la infravaloración del nacionalismo ni la sobrevaloración del socialismo y su capacidad, sino
más bien la infravaloración del mismo K.
El detonante internacional de la crisis no fue solo resultado de que el bloque soviético no fuese competitivo,
la misma crisis tuvo unas dimensiones internacionales clave. En primer lugar, el derrumbamiento de la
hegemonía del partido comunista en Europa oriental. El cambio de política de Gorbachov fue fundamental y
condición previa indispensable para q se dieran los cambios.
Alternativas reales e imaginarias
Del fracaso comparativo del experimento comunista se siguen varias consecuencias. La primera es que la
alternativa convencional a la ortodoxia brezhneviana, es decir el socialismo del rostro humano, fue poco
convincente. El partido comunista, ya tuviese un rostro humano o inhumano, o bien tenía que insistir en que
gobernaba solo, o bien tenía q permitir la posibilidad de que lo hicieran abandonando el poder de una vez por
todas.
La segunda consecuencia tiene q ver con el destino del comunismo fuera del bloque soviético, y en particular
en Europa Occidental. Se afirma que una apertura política en el Este hubiese facilitado las cosas al
eurocomunismo y a otras corrientes. La historia nos dice lo contrario.
Por último, el rasgo más acusado de los actuales partidos comunistas de la Europa Occidental no es su mayor
capacidad crítica del pasado soviético, sino su falta de toda hostilidad radical hacia el K en sí.
Nueva Era, viejos problemas
Las ansiedades que se expresan sobre el poder alemán y japonés difícilmente prometen un siglo XXI
tranquilo. El derrumbamiento del poder soviético ha ido acompañado del estallido del nacionalismo y de los
conflictos étnicos por toda Europa oriental y la misma URSS, simultáneamente gran parte del Tercer Mundo
poscolonial está dividido por una violencia étnica q no presenta ningún indicio de su fin.
En el precipitado repliegue del comunismo ortodoxo se están abandonando muchas cosas positivas y
necesarias: por nombrar solo cuatro de ellas, el compromiso con la justicia social, la insistencia en excluir la
religión de la vida pública, la promoción por parte del estado de la igualdad entre hombres y mujeres, del
internacionalismo y de la solidaridad. Tampoco de los partidos socialdemócratas de Occidente ni de las
reformas gorbachevistas del Este surge una crítica clara y verosímil del K hoy en día.
Esta es una evolución curiosa y amenazadora, un triunfo de la simplificación ideológica. Después de todo, fue
el K el q en el siglo XIX nos trajo las masacres de las poblaciones autóctonas en tres continentes y en este
siglo dos guerras mundiales.

LEFORT, Claude. “La descomposición del totalitarismo” en: Écrire. París, Clamán-Lévy, 1992.

249
¿Qué es hoy el totalitarismo? La descomposición del Estado Totalitario está en curso. Su aparición fue el
acontecimiento mayor de la primera parte del siglo y caerá definitivamente en los próximos años y será el
mayor acontecimiento de este fin de siglo. Nadie puede percibir el ritmo de este proceso.
El partido, antes glorioso, está convertido en un cuerpo sin ideas.
Es sobre todo el desmembramiento de la URSS, pues no habrá cambio durable en la periferia del mundo
totalitario en tanto que la potencia dominante quede intacta en su centro.
Después de 1956 la derrota de Budapest, la lección está dada: la suerte del totalitarismo se jugará en Moscú.
Pues que la perestroika continúe, se amplifique a los periféricos, se puede presumir que nada resiste al
universo totalitario, en despecho de su diversidad y la igualdad de sus divisiones, todo se tiene en él, esto es lo
verdadero de la atracción del modelo.
El trotskismo deposita otra vez sobre la lógica del desarrollo combinado para anunciar el pasaje de países
económicamente atrasados al socialismo.
Esto que pasa en la URSS ¿era previsible? A mis ojos sí y no. Después del mito de que el socialismo se
hunde, otra ilusión se ha revelado. El Estado Totalitario aparece bloqueado pero se le considera invulnerable.
Cosa curiosa, la visión todopoderosa del régimen soviético está unida a la visión de una economía
perpetuamente en desbande y de una población por siempre destinada a vivir en la penuria.
Me pregunto ¿cómo creer que tal discordancia entre un E social arcaico y los resortes más modernos de la
técnica pueden mantenerse indefinidamente?
Más perspicaz, me digo hoy, se habría vuelto menos sorprendente el torbellino en el cual se encuentra la
burocracia. Lo que me parece extraordinario es que no imaginaba que este torbellino se produciría por la
instigación del Secretario General del Partido. Que una nueva generación de ingenieros, tecnócratas salidos de
la universidad fueron ganados en un sentido nuevo al realismo. La violencia solo podía venir desde abajo y no
de la fracción más esclarecida de la elite a remover.
El rol de Gorbachov invita a hacer algunas reflexiones, más cuando muchos sostienen que no ha cambiado
mucho la realidad de la sociedad soviética. Resumamos su argumento: la política de Gorbachov es un
espectáculo, se hace el reformador, es un malabarista: se apoya sobre los partidarios del cambio para intimidar
a los conservadores y viceversa; sin duda quiere remediar la inercia de la burocracia, pero no es el primer
burócrata que saca provecho del proceso burocrático ¿cómo creer que trabaja en la democratización de un
régimen cuando se lo ve concentrar todo el poder en sus manos? En fin, ¿es insensato imaginar que un
individuo puede modificar el curso de la historia?
¿Una política espectáculo? Todo debe hacerse signo de la cohesión social; toda referencia a la realidad es
intolerable y prohibida, si pone en falta la imagen de lo que deberá ser y lo que debe ser, se sacude la idea de
un orden irreversible. Así, cuando Gorbachov decide la liberación de Saratov, este gesto no es solo
espectacular, es un gesto violento que hace vacilar la imagen q la burocracia dirigente hace de su autoridad.
Cuando decide dar libre curso a los debates de la intelligentsia es también un artificio. Cuando decide la
rehabilitación de revolucionarios de quienes el nombre fue por mucho tiempo tabú, precipita y legitima una
exigencia del conocimiento del pasado que se formulaba en esos debates y esas revistas reservadas a los
intelectuales. He aquí de pronto el derecho a la memoria reconocida en el momento mismo donde se llama al
cambio. Y este derecho va a buscar mañana su expresión más vehemente en la publicación de El archipiélago
del Gulag.
¿Una táctica al servicio de la conservación del poder? Es cierto que la política de Gorbachov inquieta. Ha
acertado en esta hazaña de hacerse elegir a la vez cabeza del Partido y del E. pero como no ver que, con este
hecho, despoja al Partido de su prerrogativa. La autoridad aparentemente extraordinaria que Gorbachov tiene
es de otra naturaleza q la de sus predecesores. Lo usar de otra forma, de una manera nueva. No deja de hablar,
de mostrarse, pero no es exhibicionista. El poder se ha vuelto visible, identificable, susceptible de ser
evaluado.
¿Será que un hombre excepcional puede cambiar el curso de la historia? Supongo q la desconfianza que
suscita Gorbachov procede de una repugnancia a tribuir a un hombre una creatividad q no puede buscarse más
que en las fuerzas sociales.

250
Respondamos con Maquiavelo ¿Cómo un pueblo acostumbrado después de largo tiempo a vivir en la
servidumbre puede volverse libre? La respuesta no está allí donde el sentido de la ley, de la igualdad ante la
ley, poco a poco, se ha borrado. Solo un hombre de una ambición y talento extraordinario, salido de la capa
dominante, es capaz de restaurar su propia autoridad. Aunque el suceso es extraño, hasta el presente talento de
Gorbachov es manifiesto y la amplitud de la crisis del totalitarismo justifica nuestras esperanzas.

DE YALTA A GLASNOT - AGNES HELLER Y FERENC FEHER


Cap. XI – Las gloriosas revoluciones de Europa del este
Un acontecimiento político de los últimos 20 años ha llamado tanto la atención, incluso en los lugaresmás
remotos del mundo occidental, como los espectaculares cambios que tuvieron lugar en Europa deleste en
1989. Una repercusión casi idéntica ejercen los procesos y decisiones de carácter político,social y económico.
En Europa del este están sucediendo algo que no sucede a menudo, algo que va acambiar el mundo.
Los periodistas y los estudiosos emplean los términos históricos al hablar de estos hechos. El adjetivohistórico
tiene aquí tres significados distintos: en primer lugar significa que quedará constancia en todoslos libros de
historia del futuro. En segundo lugar significa que han transformado un continuum queparecía ser el eterno
presente de los países de Europa del este; que los hechos de 1989 han cerradopara siempre un capítulo de la
vida de esta nación. Y por último, el término histórico tiene el significadode historia vivida. Los
acontecimientos de Europa del este al crear un vínculo invisible, entre lospartícipes de los testigos de esta
historia, el vínculo de la contemporaneidad.
El lector de periódicos y el telespectador medio no tienen la menor duda de que en Europa del esteestán en
marcha una revoluciónes. Es indudable, que están teniendo lugar una revoluciones pero ¿quéclase de
revoluciones? ¿Cuáles son sus orígenes, sus tradiciones, qué funciones deben cumplir?¿Cómo pueden
transformar el mapa político Europa y quizás el del mundo? Éstas son las preguntas delas que nos ocuparemos
a continuación.
Antes debemos formular una observación. Europa del este no es una categoría histórica, cultural ogeográfica,
sino una categoría política. Checoslovaquia, Polonia, Hungría, Alemania oriental y algunasrepúblicas de la
federación yugoslava son centroeuropeas por tradición, y no sólo geográficamente. Ennuestro contexto,
Europa del este significa la esfera de influencia soviética esta definición incluye lossatélites de antaño, que
fueron obligados a aceptar el modelo totalitario de organización política ysocial, Yugoslavia, puso en práctica
el modelo por su propia voluntad.
En teniendo en cuenta que revolución comprende dos aspectos, primero la reconstrucción
deltotalitarismo, y segundo en la fundación de un nuevo orden político, social y económico, "Europa delEste"
no es una denominación incorrecta en tanto hablemos del primer aspecto, pero sí lo será cuandoemprendamos
el análisis del segundo.
Ciertas revoluciones suceden, mientras otras tienen lugar por eso Hannah Arendt observaba que lapolítica se
realiza en las esferas de la apariencia. Las revoluciones políticas son también intensivas ybreves.
En una serie de hechos concisos, acelerados, sea de paso o son derrotadas en cambio,
lasrevoluciones sociales y económicas tienen lugar más que suceden. Son de larga duración y
estánconstituidas por acciones. Estas acciones son decisiones, decretos, reformas. Pero a este acto iniciadorle
sigue un prolongado proceso de revoluciones sociales y económicas cuyo resultado no puedenpreverse, sólo
conjeturarse.
Las revoluciones políticas se inician conscientemente, la gente es consciente de estar haciendo unarevolución
pero las revoluciones sociales, económicas, incluso tecnológicas, rara vez se
inicianconscientemente. Son procesos subterráneos. El siglo XX y las llegada del totalitarismo
modernoaportaron un nuevo elemento esta historia. La dictadura totalitaria, especialmente su visión leninista-
estalinista, puso en marcha revoluciones sociales, políticas y biológicas por decreto los partidos
seinmiscuyeron constantemente en unas revoluciones que habían sido puestas en marcha. De este modolas
revoluciones sociales, tecnológicas y económicas se politizaron y adquirieron alta visibilidad, comoocurre con
todos los procesos políticos.

251
Las revoluciones actuales de Europa del este son revoluciones políticas, en la medida en que handerribado el
antiguo régimen y avanzar hacia el acto de una nueva fundación. Hasta ahora, con laexcepción de Rumanía,
no han tenido lugar en forma de levantamiento. Checoslovaquia, la revoluciónadoptó la forma de un
gigantesco acto colectivo de desobediencia civil. En Polonia y Hungría, larevolución política avanzó paso a
paso, como una suerte de secuela tardía de anteriores luchasdramáticas, a saber la revolución y el
levantamiento de un día de 1956, que fueron aplastados por elejército soviético, y los movimientos de protesta
masivos en Polonia en la década de 1970. Convienedecir que la población de Polonia, Hungría y
Checoslovaquia, en ausencia de una inminente amenazamilitar soviética, retomó sus iniciativas históricas
de eliminar el régimen soviético. En el caso deRumanía, no había ningún círculo que describir, como
tampoco en el de Alemania Oriental. Los motivosde Rumanía Alemania eran los más tradicionales.
Liberación de la ocupación extranjera y unificacióncon el resto de la nación, por una parte, y liberación del
tirano, por la otra. Sin duda, húngaros, checos,eslovacos y polacos no desean regresar a la situación de 1956,
1968 y 1980, y a las ideologías,proyectos y reformas de organización de aquellos tiempos gloriosos. Vuelve
casi exclusivamente parainaugurar un nuevo principio.
El cambio o transformación políticos puede llamarse revolución si tienen como resultado el cambio
desoberanía. Los sistemas políticos totalitarios se basan en la soberanía del partido, lo cual significa queel
Partido Comunista en la fuente formal de todo poder. En casi todos los casos (Bulgaria en la únicaexcepción),
la soberanía del partido ha sido desmantelada de iure y de facto en Europa oriental, y lasoberanía popular sea
instaurado ya en la región de Europa central.
El golpe de Estado bolchevique de octubre de 1917 no fue en sí mismo una revolución, sino un ejerciciode
una nueva técnica del poder. Los bolcheviques se adueñaron de las principales instituciones delpoder con el
fin de llevar a cabo una revolución política, social e ideológica resultante de un proyectoideológico. Es
importante el hecho de que los bolcheviques no aspiración, ni siquiera pretendiesenaspirar, a cumplir las
promesas y los objetivos de la revolución de febrero de 1917. La revolución defebrero fue una revolución
propiamente dicha que se inscribía en la mejor tradición europea. Lamonarquía absoluta fue
obligada a aplicar la soberanía popular sustituyó a la soberanía monárquica.
La encarnizada lucha contra la democracia y el liberalismo en nombre de una versión
supuestamentecomunitaria de la modernidad comenzó en octubre de 1917 y continuó con la marcha hacia
Roma y laabolición de la constitución de Weimar por el Führer. A pesar de la derrota militar de los dos
regímenestotalitarios europeos, las técnicas de poder de la dictadura autoritaria (en sus versiones
bolcheviquefascista) fueron ampliamente aceptadas en muchos estados del tercer mundo después de la
SegundaGuerra Mundial, y la versión bolchevique también en algunos países europeos. Y nos referimos aquí
alos principales estados "satélites" de la Unión Soviética.Por regla general, las revoluciones totalitarias surgen
en confrontación con otras formas de modernidad.
Todas ellas luchan contra la versión liberal/democrática/occidental, pero también luchan entre sí.El
totalitarismo nazi fue derrotado por las potencias aliadas. Lo que ocurrió después fue como un cuentoinfantil.
El primogénito de un país antaño totalitario recibió de los vencedores, como regalo
decumpleaños, una constitución liberal/democrática y un orden económico en funcionamiento. El segundohijo
(la parte más pequeña) recibió, también como regalo de cumpleaños, el modelo del sistematotalitario
soviético. El hermano mayor trabajo de firme y se hizo rico y orgulloso; el hermano menortambién trabajó de
firme, pero siguió siendo un pobre criado y un pordiosero. Después de representar elprimer acto de la
revolución, el hermano menor decidió aceptar la constitución del hermano mayor.
Como los dos hermanos son una sola nación, el mayor deconstruirá el orden sociopolítico totalitario delmenor
y más pequeño.Empleamos el término "reconstrucción" y no el de "destrucción". Los regímenes totalitarios en
cuantoregímenes deben ser destruidos, y el totalitarismo sólo se destruye si se destruyen totalmente.
Eltotalitarismo consta de dos aspectos: un Estado totalitario y una sociedad "totalizada".
El totalitarismo proscribe el pluralismo. Un Estado totalitario proscribe el pluralismo político; en unasociedad
totalizada no pueden existir instituciones sociales, ideas, formas de propiedad, costossociales,
etcétera. El pluralismo subsiste en los resquicios de toda sociedad moderna, esté prohibido ono. En el
momento en que un Estado totalitario renuncia a sus prerrogativas de totalizar la sociedad,surge de la
clandestinidad una pluralidad de ideas. Puesto que es el Estado totalitario el que totalizadala sociedad o
aminora su control, la muerte del Estado totalitario significa también tácitamente la muertede una sociedad
totalizada.

252
La estructura económica, la administración, las relaciones de propiedad, son otros tantos lastres delpasado
totalitario que no pueden soltarse sólo destruyéndolos. Tienen que ser destruidos.La desconstrucción del
totalitarismo, equivale a la reconstrucción de las funciones económicas yadministrativas de la
sociedad en dirección a una mayor libertad y la mayor eficacia. Reconstrucciónsignifica reedificación o
restauración, además implica que no es exactamente la misma estructura en laque se va a reedificar o
restaurar. La economía totalitaria se justificaba ante todo en función de laeficacia, sólo ocasionalmente en
función de la equidad y nunca en función de la igualdad.
La totalización de la economía y la sociedad por un Estado totalitario fue una revolución. Ahora está
enmarcha otra revolución económica y social, una revolución a través de la reconstrucción, una revolucióna la
inversa, una revolución gloriosa en el sentido metafórico.
Normalmente, las revoluciones políticas que suceden tienen una alta civilidad, mientras otros tipos
derevoluciones, las que tienen lugar, poseen una visibilidad bajo. Normalmente, las revoluciones socialesy
económicas (o tecnológicas) se desarrollan lentamente y se hacen visibles gracias a sus resultados. Aveces los
decretos, las leyes, las reformas medidas ponen en marcha revoluciones económicas ysociales, las aceleran,
pero por regla general no imponen presentó su proceso normalmente, lasrevoluciones económicas y
sociales imponen su propio ritmo.
Pero todo será diferente en Europa del este.
Tomemos la hipótesis óptima. En un estado post revolucionario de Europa central ha nacido ya unnuevo
orden democrático liberal. Se espera que ese estado deconstruya el entramado económicototalitario, que haga
una revolución a la inversa. Esta tarea supone que el gobierno liberal-democráticoen cuestión no puede actuar
como actúan otros gobiernos liberales-democráticos. Debe proponer unproyecto económico (y social), y ello
por muchas razones; entre otros, porque el Estado es el principalpropietario nominal de la riqueza nacional sin
un programa para abordar el problema que plantea esariqueza, las relaciones de propiedad seguirían siendo
totalmente oscuras. Al especificar el proyecto derevolución social y económica a la inversa, los nuevos
gobiernos elegidos democráticamente tienen quehacer algo muy parecido a lo que hicieron los estados
totalitarios en su momento: debe conduciradministrativamente la economía en una dirección fijada de
antemano.
Por otra parte, el nuevo gobierno no puede actuar de esa manera. En el momento en que la sociedadcivil
comienza a respirar libremente, producida por su cuenta movimientos, instituciones, grupos deintereses. De
modo simultáneo a la aparición de unas instituciones políticas democráticas, aparecerántambién numerosas
reglas de transición de carácter liberal-democrático. Un gobierno democrático nopuede reconstruir el
totalitarismo a voluntad ni por orden, ni siquiera con el apoyo del poder unificadordel nacionalismo.
Si pensamos en factores adicionales, como la terrible pobreza, el analfabetismo político y las gravestensiones
nacionales, el periodo más difícil no ha llegado todavía.
La revolución económica y social no ha comenzado aún, pero podemos prever algunas de
suscaracterísticas esenciales. La revolución social causará una profunda descentralización de
laadministración y reforzará el poder de las comunidades locales. La revolución económica conduce entodas
partes a la regulación de las transacciones económicas a través del mercado a corto plazo, a laprivatización
generalizada a largo plazo.
Las revoluciones sociales y económicas de Europa del Este tendrán una viabilidad muy alta,
comoconsecuencia de la extrema complejidad de la situación en general, y del dilema interno que se añadeal
programa de deconstrucción democrática del totalitarismo en particular.
La deconstrucción del totalitarismo es simultánea a la reconstrucción de una economía alternativa, máseficaz,
basada en las relaciones de mercado. Según la mayoría de los observadores de los recientesacontecimientos,
este proceso se concreta en la elección del capitalismo sobe el socialismo por Europadel Este. Es cierto que
Europa del este elige al capitalismo frente al socialismo totalitario por razoneseconómicas, pero también por
razones de libertad personal.
Hannah Arendt se entusiasmó con la revolución húngara de 1956, entre otras cosas, por la primacía
delelemento político en sus movimientos populares, una característica tan típica de aquella revolución.

253
Las revoluciones de Europa del este son "gloriosas" por cuanto han liberado a la población de Europacentral-
oriental de dictaduras totalitarias. La liberación es la condición previa de la constitución de laslibertades. Sin
embargo, no equivale al acto mismo de la fundación. Es posible que los habitantes dedeterminado estado de
Europa del este no recojan los frutos de la liberación, que renuncien, por supropia y libre decisión o mediante
coacción, a la constitución de sus libertades.
Puesto que la cuestión social y en particular la revolución económica, están en el orden del día, lasvirtudes
cívicas son necesarias inmediatamente. El poder de un Estado se basa en la libertad si losciudadanos autorizan
al gobierno a actuar de determinada manera.Todos los estados de Europa central/oriental son diferentes, como
lo son sus movimientos y actorespolíticos. Los peligros que hemos expuesto no les amenazan a todos del
mismo modo y en el mismogrado. Pero todos estos países postotalitarios se enfrentan al mismo dilema.
La tendencia a moralizar la política aparece con mayor fuerza en Checoslovaquia, donde se presentacomo un
cambio saludable después de una variedad especialmente repugnante de sí mismo en elperíodo de Husak. El
fundamentalismo religioso es más fuerte en Polonia. Pero en los países divididosen el ámbito religioso, el
fundamentalismo religioso no puede cumplir, ni siquiera temporalmente, lafunción de generar un consenso. El
nacionalismo si puede.
El nacionalismo que aparece en forma de hostilidad abierta hacia el grupo exterior es la fuerza creadorade
consenso más sencilla en los estados donde existe una minoría nacional fuerte. En esta explosiónde luchas
internas, los turcos en Bulgaria, los albaneses en Serbia, los húngaros en Rumanía recibenun trato duro e
injusto.
El nacionalismo como fuerza constructora del consenso también puede ponerse al servicio de laconstitutio
libertatis. La ciudadanía recién constituida es al mismo tiempo una nación constituida, omejor dicho, la
autoconstitución de la ciudadanía es a la vez la autoconstitución de la nación.
Hemos expuesto el dilema objetivo de la siguiente manera: las colosales tareas y cargas de unarevolución
económica y social requieren el apoyo pleno de una ciudadanía experta.
La hostilidad hacia el nacionalismo es una reacción errónea, pues implica desprecio por el pueblopropio, lo
cual es por su misma naturaleza antidemocrático y no tienen nada de virtud cívica. Seguir lacorriente
nacionalista es una reacción igualmente errónea, porque pensar de forma independiente yhacer pública
nuestra opinión independiente incluso en un ámbito hostil es una cuestión de valor cívico.
Nunca se insiste demasiado en que los estados totalitarios y los gobiernos comunistas nunca
fueronlegitimados en los territorios ocupados de Europa del este (con la posible excepción de Bulgaria). Si
sehubieran celebrado elecciones en cualquier momento durante los más de 40 años de ocupación decualquiera
de esos países, los comunistas se habían encontrado invariablemente en minoría, incluso enChecoslovaquia,
donde inicialmente eran más numerosos. Los regímenes totalitarios fueron impuestospor un país extranjero y
se mantuvieron gracias a la fuerte presencia o la intervención militar directa deun ejército extranjero.
Así pues, el totalitarismo y la pérdida de la independencia como estado estaban entrelazados. Losestados
satélites seguían siendo independientes de nombre, pero de hecho no lo eran. Los satélites deEuropa del este
tuvieron que limitar a la Unión Soviética incluso en detalles menores.
La falta de independencia se manifiesta palpablemente en la política exterior, en la medida en que
comoestados satélites se limitaban a cumplir las órdenes soviéticas.
Aunque el totalitarismo y la pérdida de la independencia como estado tuvieron lugar simultáneamente,una
rebelión o un grupo de presión concretos se centraron finalmente en determinado aspecto delproblema global.
El comunismo nacional no tenía ninguna objeción contra el sistema, pero reclamabanindependencia para un
dirigente o una dirección nacionales. El régimen rumano en el período deCeausescu fue el máximo ejemplo
de esta tendencia. En el otro extremo encontramos a solidaridad enPolonia. En el momento en que la
dirección de Gorbachov pareció aceptar que los estados de Europa del estefueran independientes
objetivamente, esos estados fueron independientes de hecho, y no tardaron endesprenderse del régimen
totalitario. Al renunciar al control de los estados satélites, no era Rusia la queperdía su prestigio, sino el
totalitarismo. La desaparición del totalitarismo en Alemania Oriental, unacontecimiento que los dirigentes
rusos toleraron, incluso alentaron, no fue en sí misma una pérdida deprestigio para Rusia. Sin embargo, la
desaparición total del estado de Alemania Oriental si lo es, si estosucede sin un tratado de paz con Alemania.

254
Las "gloriosas revoluciones" de Europa del este pretenden, entre otras cosas, recuperar
laindependencia de los estados. Es erráticamente seguro que cuando los gobiernos libremente elegidostomen
posesión y la reconstrucción del totalitarismo se emprenda", en serio, estos países no volverán aser satélites
soviéticos. Pero en la Unión Soviética puede ocurrir algunos cambios. La Unión Soviéticapuede vivir un
periodo de guerra civil, caos y violencia. Según la hipótesis óptima, las fuerzasdemocráticas
también ganarán terreno en la URSS. Pero, ocurra lo que ocurra, la Unión Soviética siguesiendo una
formidable potencia política.
Es obvio que las repúblicas independientes de Europa central y oriental, deben tener en cuenta lasnecesidades
y los intereses de la seguridad de un poderoso estado europeo al este de sus fronteras. Ylo que es más
importante, será una intensa interacción, tanto superficial como subterránea, entre la vidapolítica en las
nuevas democracias y la vida política de los estados de la Unión Soviética. Ocurra lo queocurra en la Unión
Soviética, este país continúa ejerciendo una gran influencia sobre la población deEuropa central-oriental.
Esta evolución sumamente peligrosa puede alentarse de dos maneras. En primer lugar, humillando aRusia y al
pueblo ruso; y en segundo lugar, de favorecer la hipótesis más negativa, la alianza delneofascismo con el
neostalinismo no reconstituido.
Las "gloriosas revoluciones" Europa Oriental son, como se ha dicho aquí, revoluciones en el sentido de"re-
tornar" y "re-volver" aunque no sea un estatus quo ante. De hecho, los países ocupados por elejército soviético
distaba mucho de ser independientes cuando fueron ocupados; habían sido colonias odependencias del
imperio alemán.
Los estados de Europa central-oriental son unos recién llegados a la soberanía nacional plena enEuropa.
Europa occidental es desde hace muchos siglos un mosaico colorista de estados y nacionessoberanas. Después
de dos siglos de nacionalismo e internacionalismo que precipitaron a Europa en ladevastación de guerras
mundiales y dictaduras totalitarias, el modelo cosmopolita ha vuelto a seratractivo.
Este sería un final de trayecto casi natural para las revoluciones de Europa del este. En la medida enque los
ciudadanos de Europa del este desean ser occidentales, no piensan solamente en ricosescaparates y están
dispuestos a abandonar su rico patrimonio cultural. En pocas palabras, deseandisfrutar de una vida en la que
las fronteras de los estados no importen, en la que el ancho mundo estéabierto a los hombres y las mujeres de
la aldea más pequeño, pero en la que esos mismos hombres ymujeres puedan conseguir absolutamente todo
aquello con lo que sueñan incluso quedándose en esapequeña aldea.
Las revoluciones de Europa del este son revoluciones posmodernas. Las revoluciones
modernasluchaban contra órdenes políticas, sociales y económicos premodernos; las revoluciones
posmodernas,por el contrario, derriban un sistema político moderno desvirtuado y comienzan a de construir
un ordensocioeconómico desvirtuado pero igualmente moderno. Pero esas son "revoluciones gloriosas" en
todaslas acepciones del término. Los posmodernos están "después" de la experiencia histórica con
formassumamente desvirtuadas de la modernidad. Las revoluciones posmodernas nos entienden a sí
mismascomo estaciones de tránsito en un viaje hacia mundos lejanos, un viaje que supera cada minuto
susverdaderos objetivos y horizontes vitales. Son gloriosas precisamente en este sentido.
Conclusión
El futuro está abierto en Europa del este. Todo puede suceder, y lo que suceda depende principalmentede los
aspectos que ahora están en el escenario. No hay -. Improvisan. Aprender a actuar.Pero ocurra lo que ocurre
en el futuro, y con independencia de que prevalezca la hipótesis másoptimista o se cumpla la más triste de las
premoniciones, nada puede cambiar algo decisivo: en el año1989 las naciones de Europa del este han
cambiado la historia. Han puesto fin a las dictadurastotalitarias de una vez por todas, desde el Elba
hasta la frontera soviética, y quizá lo que hanconseguido resuene aún más. Han anulado Yalta, han
terminado con la guerra fría y han infundidosólidas esperanzas de un siglo XXI mejor.
En el año 1989, las cartas de la historia mundial se repartieron una vez más en Europa del este y sejugaron en
la serie de revoluciones gloriosas.
Lo cierto es que las naciones de Europa del este han pagado caro y por adelantado por presentar estepapel en
la historia universal. Las bajas no se ha encontrado todavía, y el sufrimiento de millones depersonas no puede
repararse. Y sin embargo, hay motivos para dejar de lamentarse, para dirigir unamirada al presente y

255
alegrarse, porque con independencia de lo que ha ocurrido y de lo que vaya aocurrir, "el día es nuestro / el
perro sanguinario ha muerto".
SABORIDO HISTORIA DE LA URSS, GORBACHOV DE LA ESPERANZA AL DERRUMBE
G ascendió a la secretaria general del PCUS en medio de situación problemática. Una revolución tecnología
en la que dominaba el microchip antes que el material minero de hierro y el plástico. La estructura industrial
soviética se encontró entonces incapacitada para enfrentar el desafio y ciertas circunstancias como la ciada del
precio de petróleo, por el aumento de la producción en arabia saudita.
G era reprsentante de la nueva generación ,ajena al stalinismo. Era un negociador, buscador de consensos lo
cual lo diferenciaba de kruschov pesar de comaprtir cosas en comunes como el origen campesino y la
ugencia reformista.
La perestroika tecnocrática: 1980 habia declinación económica. Unos sostuvieron la carga de gastos militares,
sin embargo la mayor parte de los especialistas sostiene que la causa principal de las dificultades económicas
se encontraba en los problemas generados por el sistema de planificación centralizada. El sistema mostraba
serios problemas cuando setrataba de impulsar el crecimiento incrementando la eficiencia en el empleo de los
factores productivos. El mantenimiento de precios fijos para los alimentos, situados muy por debajo de los
costos, obligaba al estado a otorgar cuantiosos subsidios.
Gorbachov y su equipo iniciaron una gestión sin tenes una estrategia económica definida. En una opinión
compoartida con andropov, G sostenía queuno de los problemas de la estructura productiva residía en la falta
de disciplina laboral, medidas como restringir el consumo de alcohol no funcionaron. G no parecía innovar y
ponía mas fichas al centralismo.
La segunda perestroika: G pensó que los cambios tmb debían ir hacia lo político. Proceso de democratización.
Transparecia informativa (glasnost). La burocracia era parte importante de los problemas. La impletmentacion
de la glasnot permitió a la difusión y discusión de temas antes vedados a los ciudadanos,el rumbo económico
y las bases de lsistema comenzron a ser objeto del debate:
Procesos: 1-la sociedad al ver que partido no estab en condiciones, comienza a buscar lideres. 2-sectores
dentro del PCUS comenzaron a sentir preocupación. 3- radicalización de las reformas, con oposición de
conservadores.
Chernobyl incrementa la dinámica reformista en el 86. La glasnot se convirtió en el eje de la estrategia
reformista ya que por medio de la libre discusión Gorbachov podía lograr el apoyo de los sectores
intelectuales críticos y combatir asi la fuerza de la burocracia que de alguna manera operaba en cotra. Por la
libertad, surgen asociaciones que desarrollan actividades por fuera del control del partido
En el 87-89 se producen medidas tales ; 1- medidas destinadas a descentralizar economía de base estatal, 2-
destinadas a legitimar actividades económicas no relaizadas por el estado, 3- orientadas a impulsar el
comercio internacional y las inversiones externas. Las medidas fuero ndecpcionantes , sin banco privados
donde poner k y sin mercados para acceder a materias primas o insumos, los empresarios se veian en difícil
posibilidad de tener éxito.
Mafias económicas desde la época de breznev, vinculadas a esferas gubenamentales, adquieren enormes
dimensiones, enqiquecen aprovechando el desbarajuste.
Las transformaciones institucionales; ligachov expresaba temor con respecto a los cambios. Por us parte
grupos reformistas extremos, estaba el secretario del partido en moscu, boris Yeltsin , los cuales querían mas
velocidad en los cambios. Yeltsin desde ese puesto participio en operativos anticorrupción y destituyo a
funcionarios que consideraba ineptos lo cual le dio apoyo de la ciudadanía.
En el 88 gorbachov hara mas reformas tendientes a disminuir el papel del partido sobre el estado. El viejo
soviet supremo fue reemplazado por el congreo de diputados. Creación de nuevas instituciones elegidas por el
pueblo.
En el momento en que se produjoel ascenso de G al poder, la URSS confromaba un imperio multinacional
que se amntenia unido por una combiancion de instrumentos de coerción y mecanismos de adoctrinamiento
ideologico. En la mayoría de ls repúblicas los reclamos se realizaban sim que hubiera una vocación
mayoritaria de secesión. En algunas repúblicas el nacionalismo fue impulsado por el accionar de miembros de

256
elite del PCUS que de agentes locales de moscu pasaron a desempeñar e lpaple de voceros de la resistencia
loca. En lugar de negociar con estos, G se enfrento a ellos ampliando la brecha que los separaba.
El despliegue del proceso de democratización puso en primer plan ebn algunas de las preublicas los conflictos
entre minorías étnicas y el grupo nacionalista dominante. El problema mas grave para G , fue la aparición de
un movimiento nacionalista ruso bajo el liderazgo de Yeltsin
Uno de los acontecimientos cruciales en el proceso que llevo a la desintegración de la URSS fueron las
elecciones legislativas celebradas en la república rusa en marzo del 90, cuyo resultado produjo la elección de
Yeltsin como presidente del soviet supremo de la república rusa. Proclamo la soberanía rusa y anuncio que las
leyes de la república rusa iban a tener precedencia sobre las leyes de la unión soviética. Nacionalistas vs
comunistas conservadores.
La apertura informativa desplegada a partir del 87 tuvo un efecto importantísimo; al tomar contacto con
realidades antes escamoteadas, los ciudadanos sovieticos empezaron a creer realmente que la situación se
estaba modificando y se produjo el surgimiento de una sociedad civil dispuesta a pronunciarse sobre todos los
problemas que los afectaban.
El fracaso de esta apertura , es que las medidas estuvieron acompañadas por una evidente decadencia en el
nivel de vida de la población, por lo que para muchos la fiugra de G fue asociada al deterioro económico gral.

5.4. La fragmentación del Tercer Mundo. La crisis de los nacionalismos reformistas en Oriente Medio y el
surgimiento de los fundamentalismos. La Yihad contra los soviéticos en Afganistán. La guerra en el Golfo.
LA GLOBALIZACIÓN Y SUS EFECTOS EN LAS NACIONES DEL SUR - HUGO FAZIO VENGOA
La globalización y sus efectos en las naciones del Sur
Una de las mayores dificultades que enfrentan los analistas internacionales en la actualidad consiste
enencontrar un mapa conceptual que permita interpretar y entender el voraginoso presente. Si bien lamayoría
concuerda en señalar que la caída del Muro de Berlín, la desaparición del sistema socialista enEuropa Central
y Oriental y la desintegración de la Unión Soviética han sido los acontecimientoscapitales de este final de
siglo, y que sentaron las bases para poner fin a más de cuatro décadas decompetición intersistémico y de
Guerra Fría, profundas diferencias se presenta n a la hora de precisarlos factores que desencadenaron tal
cambio.
Las lecturas fundamentales podemos resumirlas en dos corrientes interpretativas:
La primera asociada con la lógica del poder internacional, privilegió en las décadas anteriores lacompetición
intersistémica como vector principal de la vida internacional, en el entendimiento de queese eje estructurador
de la política mundial no sólo se mantendría durante largo tiempo, sino queactuaría de igual forma como
garantía par a la reproducción de aquellos elementos que prolongaban lasuperioridad económica, política y
militar de las dos superpotencias. Con la caída del Muro de Berlín, seerosionaron los fundamentos de este
discurso y de esta práctica política. Como una forma de conservarsui predominio, se pretendió proyectar un
nuevo esquema de supremacía con la introducción de lanoción "nuevo orden mundial", en el cual las antiguas
potencias competidoras por la supremacía juntoa los demás grandes Estados actuarían en un marco de
colaboración para solucionar los problemasmás candentes de la nueva configuración planetaria. Esta noción
fue popularizada en el lenguajepolítico por George Bush en relación con la Guerra del Golfo, ideas similares
sostenían los principalesdirigentes soviéticos de la época de Gorbachov.
La segunda lectura, inspirada en una visión más totalizadora, constituyó, en la época de la GuerraFría, una
mirada que centraba su atención en los nuevos elementos que habían aparecido en la vidainternacional y sobre
todo en aquéllos que estaban erosionando el poder de las grandes potencias. Auncuando era mu y
heterogénea, agrupaba indistintamente concepciones que sostenían lainterdependencia, así como los
trabajos que defendían la idea de un sistema mundial o reclamaban unnuevo orden económico mundial. Esta
lectura, centrada en lo económico y en una percepción del poderque traspasa la actividad de los Estados, ha
puesto su atención en las tendencias que están dandoorigen a la conformación de un nuevo sistema mundial.
Si bien la mayoría de los estudiosos del mundo contemporáneo concuerdan en señalar que la caída delMuro
de Berlín fue un acontecimiento capital que sentó las bases par a poner fin a más de cuatrodécadas de

257
competición intersistémica y de Guerra Fría. La caída del Muro de Berlín significó el fin dela bipolaridad y de
la supremacía de los vectores políticos y militares como elementos ordenadores dela vid a internacional, pero
supuso igualmente la profundización y ampliación de otras tendencias deíndole económica, tecnológica y
comunicacional que habían comenzado a constituirse y sobre lascuales se ha empezado a establecer la matriz
de la nueva configuración planetaria.
Pero el componente perdurable más importante que se derivó del desvanecimiento del
sistemasocialista fue la desaparición del principal modelo alternativo de organización de la
sociedad, elsocialismo soviético, lo que significó la recomposición del escenario mundial. La desintegración
n del camp o socialista se tradujo e n la eliminación del último gran obstáculo que existía par
a launiversalización de un modelo de acumulación que desde la década de los años setenta se encontrabaa en
ciernes: el capitalismo transnacional.
La naturaleza del capitalismo transnacional
Ya en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial se observaron cambios importantes e n
elfuncionamiento del sistema capitalista internacional. Éste estaba ingresando en una nueva fase de
sudesarrollo, caracterizado por el mayor dinamismo que estaba comenzado a tener los procesos de
índoleinternacional. El acuerdo de Bretton Woods y la creación del Fondo Monetario Internacional (FMI),
delBanco Mundial, del GATT, e inclusive de la Organización de las Naciones Unidas, fuero n
fielestestimonios de esta transformación. Esta internacionalización traspasó las fronteras nacionales y vinculó
a pueblos y civilizaciones diversas dentro de su propia racionalidad. La mundialización, sin embargo, no
pudo transformar totalmente el espacio mundial porque chocaba con cuatro procesos que mantenían elperfil
de la anterior configuración:
En primer lugar, los Estados seguían siendo la articulación principal de la vida
internacional.Instituciones como las Naciones Unidas, se creaban con base en acuerdos interestatales y en
losEstados recaía la legitimidad de las mismas.
En segundo lugar, la tarea de reconstruir las economías nacionales en la mayoría de las nacionesdesarrolladas
llevó a que se fortaleciera el capitalismo dentro de una modalidad "nacional", queestimulaba el
desarrollo económico básicamente dentro de las fronteras territoriales de los Estados yfavorecía
principalmente el crecimiento económico interno.
En tercer lugar, la universalización de esta modalidad capitalista enfrentaba un serio obstáculo, debidoa que
coexistía con otros dos modelos de desarrollo que pretendían competir por su liderazgo yhegemonía; las
estrategias desarrollistas entre las naciones del Tercer Mundo y el modelo soviético enlos países del Este.
Y en cuarto lugar, el surgimiento de dos superpotencias con pretensiones hegemónicas a escalamundial frenó
la tendencia hacia la mundialización porque centró la actividad internacional en torno dela lucha
intersistémica catalizada por el poderío económico, político y militar de los grandes Estados.
Las relaciones internacionales en esta época se erigieron sobre una débil base transnacional peromantuvieron
como referente la actividad desplegada por los Estados en torno de las directricesgeopolíticas y
militares de las superpotencias.
En este sentido, durante las dos primeras décadas posteriores al fin de la Segunda Gxierra Mundial secrearon
unas situaciones que estimularon la consolidación de factores y procesos internacionales peroque, debido a la
dinámica política generada por la competición Este-Oeste, no pudieron trascender lalógica interestatal de
funcionamiento de las relaciones internacionales.
Hacia mediados de la década de los años setenta, el período de expansión postbélica llegó a su fin
ynuevamente se produjo un paulatino deslizamiento del poder internacional hacia los procesos y
factorestransnacionales. Esta reorientación fue parcialmente el resultado del declive de la hegemonía de las
dossuperpotencias en sus respectivas áreas de influencia y de la pérdida de importancia de
losmecanismos políticos y militares.
Los orígenes de la crisis del sistema soviético se remontan a finales de la década de los años sesenta,cuando
en los países occidentales se dio inicio a la llamada Tercera Revolución Industrial, proceso quesignificó una
renovación sustancial de la producción, gracias a importantes avances tecnológicos.

258
Desde la década de los años cincuenta, la Unión Soviética y los países de Europa del Este, bajo laégida de
Moscú, se habían trazado como objetivo alcanzar y sobrepasar a los países capitalistas entérminos de
desarrollo económico. Sin embargo, por razones estructurales inherentes a las economíasde estos países no
pudieron dar el salto de un desarrollo extensivo a uno intensivo. La profundizaciónde la crisis durante la
década de los años ochenta hizo completamente inviable la actualización delmodelo.
Una situación similar se presentó en muchos de los países del Tercer Mundo. Con la excepción deaquellos
Estados que podían extraer beneficios de la nueva dinámica que estaba empezando a imperara nivel mundial,
debido a su, tamaño, como la India y Brasil, y otros de dimensiones pequeñas pero queintrodujeron una
apropiada estrategia orientada hacia la exportación (básicamente los Nuevos PaísesIndustrializados del
Sudeste Asiático), el resto de los países del Tercer Mundo entró en una etapa decrisis. El agotamiento golpeó
por igual a las diferentes estrategias.
A pesar de sus logros iniciales, las políticas desarrollistas no pudieron romper el círculo vicioso de
ladependencia. La estrechez del mercado interno, la escasa eficiencia, la insuficiente
inversiónproductiva, el desarrollo deficiente de la productividad a nivel internacional, las abismales
diferenciassociales y económicas condujo a una parcial desvinculación y pérdida de participación de los
países delTercer Mundo en el mercado mundial.
Además, en algunas regiones del Tercer Mundo, la implantación de estos modelos no se tradujo en uncambio
radical con respecto a los esquemas imperantes con anterioridad. En África, por ejemplo, estemodelo no
distó mucho de los esquemas prevalecientes en el período colonial: el desarrollo deeconomías
agrarias de crecimiento extensivo y, consecuentemente, de débil productividad. Además,este modelo de
desarrollo no pudo romper con los marcos de la antigua división internacional deltrabajo.
Pero fue, sin duda, la crisis de la deuda externa lo que estimuló la veloz transformación de los modelosde
desarrollo de los países del Sur.
Como manifestación de los cambios que se estaban produciendo en las propuestas de desarrollo paralas
naciones del Tercer Mundo, en esta época, se puso en boga tina nueva vertiente de la doctrina de
lamodernización: el neoliberalismo. Lo mismo que ocurriera con la teoría de la
modernización,popularizados años atrás, esta concepción contenía un recetario que debía estimular el
crecimiento y eldesarrollo entre las naciones atrasadas.
A pesar de las similitudes que existen entre la primera y la segunda ola de la teoría de la
modernización,subsisten, empero, significativas diferencias. La más importante de todas es que mientras antes
seargumentaba la necesidad de crear un poderoso Estado que equilibrara el peso de los sectores públicoy
privado, en la década de los años ochenta se ha respaldado básicamente el desarrollo del sectorprivado, el
mercado y las estrategias de desregulación de la economía.En general, este programa, patrocinado por las
grandes instituciones multilaterales internacionales,constó de tres etapas. En la primera se propugnaba la
introducción de políticas de estabilizaciónmonetaria.
Después vinieron los programas de ajuste estructural, orientados a poner en funcionamiento
laeconomía de mercado a través de la eliminación de las distorsiones a los precios y al mercado, lareducción
del papel del Estado en la economía, la desregulación del comercio y de las inversiones, laflexibilización de
las relaciones laborales y el impulso a la privatización de las empresas estatales. Porúltimo, se dio inicio
a una tercera etapa caracterizada por el estímulo al crecimiento de lasexportaciones, a través de
la incitación al desarrollo del sector privado, el cual debía provocar lamodernización de la producción y la
diversificación de la oferta exportable y de los mercados y propiciarel arribo de inversionistas extranjeros, los
cuales, por su parte, contribuirían con tecnología, capitales,instrumentos y conocimientos para el acceso a los
grandes mercados de los países desarrollados.
La crisis de los modelos de desarrollo no fue, empero, un fenómeno exhaustivo de los países del Este ydel
Sur. El mismo problema se presentó también entre las naciones altamente industrializadas. Comoes sabido, en
el período de postguerra entre los países industrializados se expandieron y fortalecieronel fordismo, como
mecanismo de acumulación intensiva sobre la base de la consolidación de lastécnicas taylorianas y de la
automatización como paradigma tecnológico.
Desde finales de la década de los sesenta y comienzos de los setenta este modelo industrializadorentró en
crisis como producto de la excesiva internacionalización de los mercados y de los circuitosproductivos, que al

259
no acompañarse de una armonización internacional en el plano salarial, favoreció lainclinación por el
alimento de la productividad en detrimento del crecimiento de los mercados internos,los cuales prontamente
llegarona un nivel de saturación y de agotamiento de las reservas, lo que agudizó el problema de la
financiaciónde la inversión, a lo que se sumaron las apremiantes innovaciones tecnológicas, las crisis fiscales
yfinancieras y el shock petrolero de 1973, que obligó a aumentar las exportaciones para cancelar lascompras
del crudo.
A diferencia de los casos anteriores, la crisis del fordismo pudo ser superada al encontrarse un sustitutoen el
capitalismo transnacional o "liberal productivista".
Al mismo tiempo, algunos de los puntos derivados del acuerdo de Bretton Woods fueron reemplazadospor un
sistema de tasas de cambio flotantes. La anterior asociación entre Estado-nación, economíanacional y capital
productivo se desdibujó completamente.
Como vemos, los cimientos de este nuevo orden se forjaron durante las décadas de los años setenta yochenta.
Sin embargo, en ese entonces, su universalización era poco probable porque existían factorespolíticos y
militares que frenaban sus posibilidades de expansión y hacían además que, para algunos,se mantuviera el
sueño de hacer realidad los anhelos de un orden más justo para el Tercer Mundo. Peromás importante aún era
el hecho de que los países desarrollados estaban en la obligación de hacergrandes concesiones a las naciones
del Tercer Mundo para impedir que éstas pudiesen gravitar en laórbita de la URSS o utilizar la "carta"
soviética.
Las transformaciones en el mundo de postguerra fríaCon los cambios ocurridos en la Unión Soviética, sobre
todo desde el momento en que despuntó el Glasnost internacional, la posterior crisis del socialismo en
Europa del Este, la finalización de labipolaridad entre las superpotencias y de la competición militar y
nuclear, la posición marginal quedesde ese momento pasaron a ocupar los gobiernos
revolucionarios en el Tercer Mundo, lareunificación alemana en torno de la República Federal Alemana
y la posterior disolución de la UniónSoviética, se crearon las condiciones no sólo para poner fin a la Guerra
Fría sino para universalizar laspotencialidades contenidas en el orden económico mundial que comenzaba a
definirse.
Con la reorientación de los antiguos países socialistas hacia la lógica del mercado y las nuevas formasde
vinculación de las naciones en desarrollo a la economía mundial como resultado del agotamiento desu
modelo anterior de desarrollo y el impacto de la crisis de la deuda externa, se crearon
lascondiciones para la universalización de esta nueva modalidad capitalista que desde la década de losaños
setenta venía madurando entre las naciones altamente industrializadas: el capitalismotransnacional.
La naturaleza de este capitalismo es, de la misma forma diferente al de las fases anteriores, porque,además de
tener una vocación universalizadora, ha introducido transformaciones en la matriz misma delcapitalismo,
pues, ha desvinculado la economía de los productos primarios de la economía industrial yel empleo de la
producción, y ha desligado los vínculos que anteriormente existían entre producción,movimiento del capital y
comercio internacional.
Con estas transformaciones, el mundo de Postguerra Fría atraviesa en la actualidad por un períodotransitorio
en el cual se está constituyendo esta nueva matriz de funcionamiento del capitalismo, seestán formalizando
las nuevas relaciones de fuerza y poder y se encuentran en proceso de maduraciónlos valores y formas de
acción que estructuran la naciente configuración mundial.
La dimensión global del capitalismo transnacional
Esta transfiguración de los sistemas productivos nacionales y la reconversión de los
polostransnacionales en engranajes de una economía mundial han dado lugar al surgimiento de
espaciosdiferenciados pero interconectados de articulación de los circuitos económicos. El primero de éstos
seobserva en la consolidación de un espacio mundial o globalizado. Este ámbito, comúnmente definidocomo
globalización de los circuitos económicos, se caracteriza porque con su densificación
secontribuye a profundizar, acelerar y ampliar el radio de acción del emergente sistema mundial.
En tal sentido, la globalización podemos definirla como un proceso multidimensional que pone eninteracción
a los diversos Estados, sociedades y regiones del planeta de una manera desigual, tanto anivel internacional
como nacional.

260
Esta globalización se profundiza, acelera y amplía a través de complicados mecanismos que
conjuganindistintamente interacciones y reacciones frente al sistema. La globalización no debe ser
interpretadacomo un proceso que se desarrolla de manera rectilínea: se produce a través de situaciones
quetienden a veces a una mayor integración mundial y en otras hacia la fragmentación, es decir, lapropensión
a una recomposición de los Estados o a la constitución de "bloques económicos" para adaptarse al sistema; en
ocasiones se gravita alrededor de un cierto universalismo(El proclamado "fin de la historia", de Francis
Fukuyama), o hacia lo que Ignacio Ramonet denomina el"Estado globalitario", y en otras se estimula la
búsqueda de la diferencia (la defensa de la idiosincrasia francesa) o la constitución de un Estado cultural.
En tal sentido, la globalización, si bien en sus orígenes fue un proceso básicamente estimulado por
eldesarrollo económico y las nuevas condiciones tecnológicas, constituye una interrelación de
diferentesámbitos que van desde la economía y los nuevos circuitos comunicacionales, pasando por la
política, la cultura y la ideología. La globalización, sin embargo, no borra las diferencias nacionales y
regionales,sino que se articula con ellas.
Existe la falsa inclinación a imaginar que globalización, uniformidad y progreso son, en el presente,nociones
prácticamente equivalentes.Globalización es también el resultado del peso que actualmente tiene el disctirso
neoliberal, el cual no sólo asume que la transnacionalización y la globalización constituyen procesos y
estadios inevitables y deseables para todos los pueblos, sino que pretende destacar que la única forma acertada
de inserción internacional se produce a través de la completa liberalización y desregulación de
los circuitos económicos.
Por último, la globalización se percibe en la constatación del peso que en los noventa ha adquirido
elimaginario de que con las tendencias actuales estaríamos asistiendo a lo que Zaki Laidi, denomina "eltiempo
mundial", el cual "mina la idea de proyecto nacional histórico". "Pero la singularidad del tiempopresente es
que esta ruptura con el pasado no trae consigo ninguna idea de futuro.
Con los cambios económicos, tecnológicos y comunicacionales de las últimas décadas se
hacomenzado a producir una gran transformación cultural que ha desplazado el tiempo de la política
comovector estructurante por el tiempo de la economía y, sobre todo, del mercado, el cual, a partir de
lavelocidad del consumo, de la producción y de los beneficios, desvincula él presente del pasado,transforma
todo en presente e involucra los anhelos futuros en la inmediatez.
Esta interpretación neoliberal se articula en torno de la idea de que el libre movimiento de capitales ybienes
produce una distribución más eficiente de los recursos y posibilita una mayor cooperacióninternacional
como resultado de la interdependencia que existe entre los Estados y pueblos. Laglobalización,
por lo tanto, es presentada como sinónimo de eficiencia, democracia, bienestar yprogreso. Esta
interpretación altamente ideologizada pretende oscurecer la desigualdad que subyaceen el sistema actual
porque ignora deliberadamente las asimetrías inherentes a los procesos deglobalización.
Este discurso igualmente pretende pasar por alto el hecho de que la globalización reproduce
nuevasmodalidades de conflicto social y sobre todo una agudización de "la principal contradicción de
nuestrotiempo, el conflicto entre las zonas de la humanidad integradas y las excluidas en la nueva
divisióninternacional del trabajo".
Una de las más agudas tensiones que se desprenden de esta nueva realidad mundial es que laconsolidación de
la democracia en numerosas regiones del Este y el Sur no ha ido de la mano con laampliación de las
oportunidades.
Los principales agentes y beneficiarios de estos circuitos globalizados son los actores transnacionales,los
polos de eficiencia en el ámbito del comercio, las finanzas y la producción y, de modo particular,
lascorporaciones transnacionales. En el nuevo sistema mundial, las antiguas empresas multinacionales, sehan
transformado en corporaciones transnacionales, es decir, en empresas que están localizadas envarios países,
abarcan diversos estadios de la producción y corporativamente se reparten los beneficios
El poder de estas empresas es inmenso. Para finales de 1994 existían aproximadamente cuarenta
milsociedades transnacionales, que tenían 250 mil filiales en el extranjero. Cinco países —Estados
Unidos,Japón, Francia, Alemania y el Reino Unido— disponían de 172 de las 200 empresas
transnacionalesmás grandes del planeta. En dicha lista no figuran empresas de ningún país en vías de
desarrollo.

261
Pero su importancia no se mide únicamente en su crecimiento cuantitativo. Estas empresas se hanconvertido
en instituciones políticas que están rediseñando el panorama económico y político mundial,en la medida en
que han desplazado a los Estados de algunas funciones económicas, han intensificadola internacionalización
de las economías nacionales, han introducido un quiebre en la reglamentaciónde las relaciones laborales y han
desvertebrado la articulación entre el Estado y las empresas en elplano impositivo. Como señala Susan
Strange, las empresas transnacionales se han enquistado en elcampo de poder de los Estados.
La dimensión regional
A continuación de los ámbitos globalizados, se encuentran los segmentos intermedios, caracterizadospor el
surgimiento de los regionalismos multinacionales, del tipo de la Unión Europea, el NAFTA, elMercosur o el
ASEAN. La amplia difusión de estas modalidades de regionalización no es contradictoriacon la globalización.
Más bien se puede argumentar que debido a la inexistencia de un único centrohegemónico y a la aguda
competición entre los polos económicos y comerciales mundiales se producela inclinación a asumir la
globalización de modo interno o regionalizado,
Dos modalidades de regionalización caracterizan el mundo actual. De una parte, se asiste a una nuevaforma
de regionalización, cuyas fronteras no están determinadas por motivos políticos ni institucionalessino por una
invisible normatividad económica. A veces son regiones nucleares dentro de fronterasestatales (Sao Paulo en
Brasil, Cataluña en España, Alsacia y Lorena en Francia, Badén-Wurtembergen Alemania) y en otras
traspasan estas fronteras e interaccionan con regiones de dos o más países(San Diego y Tijuana, Hong Kong y
el sur de China).
La otra modalidad se produce a través de la celebración de programas de integración, como el de laUnión
Europea que se ha propuesto la creación de instituciones que garanticen y posibiliten la viabilidadde la
integración supranacional de los Estados miembros. Estas regionalizaciones pueden asumirdiferentes
modalidades: zonas de libre comercio que consisten en el compromiso, por parte de lospaíses que suscriben el
acuerdo, de eliminar los aranceles y demás barreras no tarifarias en sucomercio mutuo; la unión aduanera,
que se produce cuando a las preferencias de la zona de librecomercio se le añade el establecimiento de una
política comercial con un arancel externo común; elmercado común, que es una unión aduanera que establece
una determinada liberalización de algunosfactores, como productos, capitales, personas, etc.; y, por último, la
unión económica, que se orienta aestablecer políticas económicas comunes entre los países miembros.
A nivel mundial, la amplia difusión de estas regionalizaciones es una clara demostración de
laslimitaciones del actual sistema internacional para integrar una economía mundial. La inexistencia de
unpoder dominante que establezca formas consensúales de orientación económica y política explica
lainclinación de numerosos Estados por la regionalización, por ser ésta una fórmula a través de la cual
sebusca la adaptación al sistema y, al mismo tiempo, se defienden sus más inmediatos
intereses nacionales.
A partir de estos espacios diferenciados, la globalización desarrolla un esquema piramidal de
relacionesinternacionales desde los primeros núcleos transnacionalizados. Es un esquema
asimétrico de relaciones de poder, en el cual se destacan los principales centros o polos económicos y
financieros de alcance mundial (Estados Unidos, la Unión Europea y Japón), las regiones integradas a los
mismos (el NAFTA, los países de la EFTA y el Sudeste Asiático, correlativamente), los países o regiones que
por razones comerciales o estratégicas pueden suscitar la atención de los respectivos vértices (el Medio
Oriente, los países más desarrollados de América Latina y parte del Asia Meridional) y, por último, las
regiones marginadas, en las cuales se incluyen una parte de los países latinoamericanos menosdesarrollados,
los países del Acuerdo de Lomé y varias islas del Pacífico.
La dimensión nacional
En tercer y último lugar, a continuación de los espacios globalizados y las macro-regionalizaciones,tenemos
los espacios nacionales, es decir, los lugares donde se sigue ejerciendo un poder político yjurídico explícito y
donde se reproducen las relaciones sociales. El Estado conserva su relación política:sigue siendo el lugar por
excelencia donde se constituye, reproduce y transforma el "bloque en elpoder", se organiza y expresa la
sociedad, se corrigen las disfunciones económicas y sociales y seestimula el capitalismo, aun cuando sea bajo
una lógica transnacional.

262
En una economía globalizada, el Estado sufre una transformación radical. La transnacionalización hareducido
sensiblemente la soberanía del Estado en el control macroeconómico. Pero, de otra parte, elEstado se ha
convertido en un vínculo que une al respectivo país con la economía immdializada y actúacomo agente de
este proceso.
Una consecuencia que estos procesos de globalización han tenido para los países en desarrollo es quehan
aumentado la vulnerabilidad del Estado.
Asistimos, por lo tanto, a un doble desbordamiento del Estado- nación. De una parte, el espacionacional se ha
transnacionalizado para convertirse en una esfera de acción y competencia de losgrupos económicos
transnacionales. De otra parte, el Estado-nación ha sido rebasado hacia adentro "osea hacia la articulación de
las políticas públicas y privadas en los mercados regionales a fin de generarprocesos productivos específicos
que puedan ligarse directamente con el mercado mundial y paramaximizar la eficiencia de las inversiones
públicas y privadas".
Por último, el Estado ha comenzado a perder su legitimidad en tanto que lugar de identificación deconsensos
y de solidaridad funcional entre clases sociales
Todas estas transformaciones que apuntan a una relativa "autonomización" de las
relacionesinternacionales en relación con las actividades de los Estados no significan, empero, que los
Estadoshayan dejado de ser los actores por excelencia en los circuitos externos. Siguen siendo
agentesimportantes, pero su naturaleza, interna y externa, está siendo objeto de grandes alteraciones y
susanteriores actividades son competidas por parte de los actores y unidades transnacionales.El sur en el
nuevo sistema mundial
Ante estas profundas transformaciones, ¿cuál es el lugar de los países en desarrollo en este nuevosistema
mundial? Desde un punto de vista global, el fin de la Guerra Fría se ha traducido en unapérdida de
significación de estos países. En la época anterior, el antagonismo entre las dos grandespotencias se diseminó
por todo el planeta convirtiendo al Tercer Mundo en un escenario predilecto decompetición entre los dos
sistemas. La importancia estratégica que el Sur tenia para las superpotenciasse convirtió en una garantía para
la afluencia constante de recursos económicos, financieros, políticos ymilitares. Por consiguiente, al
desaparecer la Guerra Fría los países del Sur perdieron su importanciaestratégica y se restringieron los
recursos provenientes del Norte.
Quienes más duramente resintieron esta nueva realidad fueron los países en desarrollo que gravitabanen torno
de la órbita geopolítica de Moscú, por cuanto tuvieron que realizar una drástica modificación desus políticas
para readaptarse a la economía y política mundiales, dominada por las grandes nacionesindustrializadas de
occidente y acceder a condiciones impuestas por los organismo financierosmultilaterales para
relanzar sus maltrechas economías.
Además del menoscabo de su significación estratégica, se observa también una clara transformación delas
relaciones Norte-Sur en favor del primero. Los países del primer grupo gozan de un mayor podernegociador
frente al Sur.
Por último, cabe recordar que como lo señalábamos anteriormente los países en desarrollo, con laobvia
excepción de los Nuevos Países Industrializados, no representan un importante interésestratégico
a nivel comercial ni financiero para los tres polos económicos y financieros mundiales.
La desagregación de los espacios mundiales, los disímiles ritmos de interacción de estos espacios en
laeconomía mundial y la extrema diferenciación económica de estos países ha introducido una
excesivadesigualdad entre los países Tercer Mundo y ha destruido la validez argumentativa de las nociones
conlas que anteriormente se dividía el mundo, tales como "centro" y "periferia", "primero, segundo y tercer
mundo"
 SAID, Edward. Cultura e Imperialismo. Barcelona, Anagrama, 1996.

Cap. IV “El desmantelamiento de la dominación en el futuro”.


1- El dominio norteamericano: un espacio público en litigio.

263
El imperialismo no terminó, no se convirtió en algo pasado, una vez q la descolonización empezó a hacer
efectivo el desmantelamiento de los imperios clásicos. El triunfo de EEUU sugiere que el mundo se verá
estructurado por una nueva serie de líneas de fuerza. En la obra Alter Imperialism Barrat-Browm sostiene q
sin duda el imperialismo es aún la fuerza que conserva todo su poder en las relaciones económicas, políticas
y militares por las cuales los países con desarrollo económico inferior están sujetos a los más avanzados.
En esta nueva forma de imperialismo los discursos q se aplicaron estaban referidos a lo gigantesco y lo
apocalíptico, además de hacer referencia a una inevitabilidad extraordinaria, absorbente, impersonal y
dependencia.
¿Cuáles son los aspectos más notables del resurgimiento de las viejas injustitas imperiales? Uno por supuesto
es el inmenso abismo económico.
¿Cómo se producirán los cambios? Se ha abandonado casi totalmente la clasificación de las naciones en tres
mundos, que se estableció después de la Segunda Guerra Mundial. El pensamiento desarrollado en términos
mundiales tiende a reproducir la superpotencia, la Guerra Fría, las luchas religiosas, étnicas, etc, en donde los
débiles tendrán menos poder y más pobreza.
El paso que da Chomsky del dilema Norte-Sur a la dominación norteamericana y occidental, es esencialmente
correcto, a pesar del retroceso del poder económico estadounidense, de su crisis urbana, económica y cultural,
del creciente poder de los E situados a orillas del Pacífico y también de las confusiones de un mundo
multipolar. Todo ello ha debilitado la estridencia del período Reagan.
Por otro lado Ronald Steel contribuyó a que ese poder se hiciese más aceptable, al insistir en su carácter moral
y en su realismo y altruismo con una “notable destreza para no alejarse demasiado de la opinión pública”.
George Kennan, creador de la política de contención, creía que su país era el protector de la civilización
occidental y que esto dependía de puros conceptos de poder.
Además de personajes como Lippman y Kennan también hubo otras fuerzas que perfilaron la política exterior
tras la Segunda Guerra Mundial. Lippman y Kennan sabían que el aislacionismo, el intervencionismo, el
anticolonialismo, y el imperialismo de libre comercio estaban relacionados con las características domésticas
de una vida política norteamericana descrita por Hofstadter como antiintelectual y paranoica. De todos
modos, la idea del liderazgo y el excepcionalismo está siempre presente; independientemente de cuales sean
las actuaciones.
Barnet señala que entre 1945 y 1967 cada año se produjo una intervención militar estadounidense en el Tercer
Mundo. Estas intervenciones poseen “todos los elementos de un poderoso credo imperial: un sentido de
misión, de necesidad histórica y fervor evangélico. Si bien esto fue publicado (se refiere a una cita) en el 72,
describen de un modo incluso más certero la actitud de EEUU durante la invasión de Panamá y la Guerra del
Golfo, la de un país que sigue intentando imponer en todo el mundo sus puntos de vista sobre la ley y la paz, y
que sea llevada a cabo con un gran consenso.
Durante años, el gobierno de EEUU ha aplicado una política activa de intervenciones declaradas y directas en
los asuntos de Centro y Sudamérica, así también en Asia Oriental (ahí hubieron dos grandes guerras:
derrocaron el gobierno en Irán, contravinieron políticas establecidas de la ONU, etc) en el caso de Irak,
EEUU utilizó el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para forzar el acuerdo de entrar en la guerra
(mientras q con otros, como por ej. Israel, las resoluciones fueron ignoradas) y precisamente en aquellos
momentos EEUU tenía una deuda impagada con las Naciones Unidas de varios de cientos de millones de
dólares.
La literatura de la disensión –a las actuaciones nacionales y oficiales- siempre ha sobrevivido en EEUU junto
al espacio público autorizado, además de representar un movimiento antiimperialista y alternativo bastante
sólido, surgido en el propio seno de la familia. Sin embargo, su poder disuasorio no ha sido efectivo. Estas
plataformas, aun oponiéndose al ataque EEUU sobre Irak, en nada consiguieron detener, aplazar o reducir su
horrenda fuerza.
Se debe insistir en el ocultamiento intelectual de lo que “nosotros” hacemos en este proceso ya que es
evidente que ningún esquema o misión imperial puede jamás, a la larga, mantener para siempre el control de
su influencia en el extranjero; la historia también nos enseña que la dominación engendra resistencia, y que la

264
violencia inherentemente a la lucha imperial –a pesar de los beneficios o placeres que de vez en cuando pueda
aportar- representa un empobrecimiento para ambas partes.
La tendencia general del siglo XIX fue expandir y extender aún más el control sobre el mundo, y no dedicar
demasiado tiempo a reflexionar sobre la integridad y la independencia de los Otros, para quienes la presencia
americana supuso, en el mejor de los casos, un bien acompañado siempre de una serie de desventajas.
Pocos norteamericanos se han preocupados por sitios como Irak o Haití una vez concluida la crisis o la
intervención en el país. Lo curioso es que la dominación directo en el extranjero como fue el caso de GB o
Francia.
Dado que el expansionismo americano es principalmente económico, todavía depende mucho de ideas
culturales e ideológicas sobre EEUU. “Un sistema económico” declara Kiernan “igual que una nación o una
religión no solo vive de pan, sino de creencias, visiones, y aunque sean erróneos estos elementos no son
menos vitales para él”.
El paralelismo entre poder y legitimidad, el primero conseguido en el ámbito de la dominación directa, la
segunda en la esfera cultural, es característico de la hegemonía imperial clásica. Sin embargo, en el universo
norteamericano ha adquirido también una autoridad sin precedentes en el sistema, de la difusión y el control
de la información. Nadie ha negado que quien ostenta mayor poder en este sistema sea Norteamérica, bien sea
porque un grupo de empresas estadounidenses transnacionales controlen la composición, distribución y sobre
todo, la selección de noticias en las que casi todo el mundo confía. Esto se debe a diversas causas: porque la
expansión, q tan eficazmente ha logrado deshacerse de cualquier clase de oposición, ha creado un nuevo
mecanismo de incorporación y dependencia para someter no solo a la propia población sino a culturas como
menor fuerza. (Teorizaciones sobre esto: Marcase, Adorno, Enzensberber; Literatura: Orwell, Huxley y
Burnham)
Aparte de q los medios de comunicación sean exportados fuera del ámbito norteamericano, en lo doméstico
sirven para mostrar a la audiencia nacional culturas extranjeras, raras y amenazadoras. Consideremos como se
logró que la Guerra del Golfo fuera aceptada: la idea fue que EEUU no podía esperar a que las sanciones
diesen resultado sino atacar, haciendo de Sadam Husein un claro perdedor. House y Lewis, ambos realistas,
aceptaron el principio de que “nosotros” debíamos estar en el Golfo, controlando el comportamiento de los E,
los ejércitos y las personas. La ONU parecía ser una extensión de la política norteamericana.
Como norteamericano y árabe que ha vivido en los dos mundos, Said se encontró con un panorama
particularmente problemático, ya que la confrontación era total e involucraba a todo el mundo. Desde el punto
de vista árabe, el paisaje está igualmente desequilibrado. Hoy sigue sin haber apenas literatura escrita en árabe
que hable de los norteamericanos y los describa.
La sensación predominante que se tuvo durante la época de la operación Tormenta del Desierto era la de
inevitabilidad, como si la necesidad declarada por el Presidente Bush de ir allí y meter caña tuviese que
habérselas con las expresiones abiertamente brutales con Sadam Husein formuló la necesidad árabe
poscolonial de enfrentamiento, réplica y terca oposición a los EEUU.
Históricamente los medios de comunicación norteamericanos y quizá también los occidentales en general ha
sido extensión es sensoriales del contexto cultural principal.
Todos los caminos llevan al bazar, los árabes solo entienden la fuerza, la brutalidad y la violencia forman
parte de la civilización árabe, el Islam es una religión intolerante, segregacionista, medieval, fanática, cruel, y
adversa con las mujeres. El contexto de cualquier discusión estaba limitado de hecho congelado, por estas
ideas. Poco se habló de los beneficios de las compañías petrolíferas. El conflicto de Irak con Kuwait fue
apenas tratado o tenido en cuenta, menos sobre la complicidad y la hipocresía compartida entre los E del
golfo, Norteamérica, Europa e Irak durante la guerra de Irán-Irak.
La entera premisa tenía un carácter colonial: una pequeña dictadura de un país del Tercer Mundo, promovida
y apoyada por Occidente, no tenía derecho a desafiar a Norteamérica, nación de raza blanca y superior.
Sin embargo, hasta los escolares saben que Irak es la sede de la civilización abásida, el mayor florecimiento
de la cultura árabe entre los S XI y XII. Pero frente a esto, EEUU se sigue mostrando como triunfalista en el
plano internacional y está ansioso por demostrar que es el número uno.

265
El entorno árabe del autor había vivido durante mucho tiempo bajo la experiencia colonial, pero con más paz
y libertad para viajar (no había bombardeos por todos lados). Ahora, el nacionalismo árabe no ha muerto, pero
se ha descompuesto en demasiadas unidades.
El esfuerzo de homogeneizar a las poblaciones en nombre del nacionalismo (y no de la liberación) ha llevado
sacrificios y fracasos coloniales.
En este estado de cosas marcado por el desequilibrio, el militarismo adquirió demasiados privilegios en la
economía moral del país. En gran medida este hecho tuvo que ver con la sensación de estar percibiendo un
trato injusto ¿era la fuerza militar la única respuesta? No hay ni un solo árabe que no haya criticada esta
opción. Llevada lo suficientemente lejos, esta situación desemboca en el exterminismo, concepto según el
cual si algo no sale como queremos o nos desagrada es posible aniquilarlo sin más.
La democracia, en cualquiera de los sentidos que pueda tener la palabra, no puede encontrarse hoy en ninguna
parte del Oriente Medio. El grueso de la población está aplastado bajo el peso de las dictaduras. O de
gobiernos inflexibles.
Durante dos generaciones, la actuación de EEUU en Oriente Medio se ha decantado por la tiranía y la
injusticia. Oficialmente no se ha apoyado ninguna lucha por la democracia, ni los derechos de las mujeres y
las minorías, ni la secularización. La concepción de los EEUU de trabajar por una Pax Internacional no es ni
por ahí creíble. Es más, después de que desapareció el primer embajador que sabía algo de la zona (Glaspie)
no hubo político que llegara que entendiera bien lo q pasaba. En este marco, la operación Tormenta del
Desierto representó una guerra imperial contra el pueblo iraquí, un esfuerzo por vencer y matar a sus gentes
como parte de un intento más global por vencer y matar a Sadam Husein. Hasta los medios construyeron (en
especial para la guerra del Golfo del 91) una perspectiva poco creíble de la guerra.
2- El desafío de la ortodoxia y de la autoridad
Nadie en el espacio público dominante en EEUU había prestado tanta atención a Irak como sociedad, cultura,
o historia hasta agosto del 91.
Por otro lado, debemos preguntarnos por qué se ha originado y desarrollado en Occidente la costumbre de
restringir su propia carga teórica mientras, al mismo tiempo, en el mundo anteriormente colonizado la
perspectiva de una cultura con un fuerte componente también libertario pocas veces ha parecido un proyecto
más sombrío y confuso. Ej: nunca en las universidades árabes se ha pensado la relación entre el idioma y la
literatura árabe, no había una visión crítica.
Un caso bueno para citar son Los versos satánicos de Rushdie. Lo que hizo fue hablar del Islam en la lengua
inglesa para lo que se supone, era un público mayoritariamente occidental. Pero también mediante el texto se
condenó al islam, y por otro lado dio la impresión que se dejó de existir interés por el mundo islámico en el
ejercicio de las letras.
Durante el vigoroso apogeo de la descolonización y el despertar de los primeros nacionalismo del Tercer
Mundo, poca gente se dio cuenta o prestó suficiente atención al hecho de que un nativismo cuidadosamente
alimentado desde las filas del anticolonialismo estaba desarrollándose sin parar, hasta llegar a proporciones
desconsideradas. Se deberían estudiar las nuevas configuraciones culturales desde un punto de vista en cierta
manera menos atractivo pero más realista y político.
En este marco, lo que hace en realidad el sistema internacional de los medios de comunicación es lo mismo
que aspiran a hacer las comunidades imaginadas, es decir, alimentadas por nociones de colectividad idealistas
o ideológicas.
Los medios de comunicación no solo constituyen una red práctica plenamente integrada sino también un
sistema de articulación muy eficiente para unir a todo el mundo (y casi todas las veces produciendo imágenes
transnacionales desproporcionadas. Tomemos para este caso el ejemplo de la aparición del “terrorismo” y el
“fundamentalismo” dos términos claves durante los años 80. Ambos inducían el medo y el terror (eran como
diablos extranjeros creados por una imaginería internacional). Este hecho hace que oponerse al terrorismo y
fundamentalismo sea algo racional. A su vez, estos modelos de ortodoxia coactiva y auto celebración
refuerzan, aún más, el sometimiento irreflexivo a doctrinas incuestionables. Las únicas posibilidades son:
unirse al grupo dominante ya constituido o en calidad de “otro subalterno”, aceptar una posición de
inferioridad, o luchar hasta la muerte.

266
Todo nuestro mundo (o la concepción que tiene Said de la historia) es susceptible de ser investigado y
estudiado sin claves mágicas, jergas e instrumentos especiales, o prácticas exotéricas. Es necesario establecer
un nuevo paradigma, diferente e innovador en la investigación humanística, para que así los especialistas
puedan dedicarse libremente a la política y los intereses del presente.
La idea que subyace a todas estas obras es que las versiones ortodoxas de la historia, autoritarias nacionales e
institucionales, tiende sobre todo a inmovilizar otras versiones, provisionales y de alta capacidad crítica y
beligerante, para convertirlas en identidades oficiales. Ej: en la imagen oficial que EEUU tiene de sí misma se
ha introducido un alarmante ánimo defensivo, especialmente en sus representaciones del pasado nacional
(como por ejemplo “Norteamérica como Oeste”). Es paradójico que una sociedad compuesta por inmigrantes
y muchas culturas se apoye en un discurso público tan vigilado y controlado, con tanta necesidad de presentar
el país libre de cualquier mancha y unificado alrededor de un relato básico blindado que evoque un falso
triunfo inocente (ej: es imposible una conspiración política, porque “nosotros” representamos un mundo
mejor e inocente –aunque en realidad las pruebas existen-)
Los estudios literarios de la modernidad están unidos de desarrollo del nacionalismo cultural, cuya intención
fue, en primer lugar, establecer la tradición nacional, y posteriormente mantener su eminencia, autoridad y
autonomía estética. Pero luego de dos Guerras Mundiales los temas están abordando otras áreas, como la
esclavitud, el colonialismo y el racismo. Deben expandirse los horizontes contra los cuales se plantean y
responden los interrogantes sobre cómo y que leer y escribir. Esto significa que nosotros, estudiosos y
profesionales de la literatura, debemos tener en cuenta una serie de graves cuestiones al respecto, arriesgarnos
a ser impopulares y también acusados de megalomanía. Ningún país está exento de la responsabilidad de
debatir que debe leerse, enseñar y escribir.
Las disciplinas multiculturales han encontrado, en realidad, un refugio acogedor en las instituciones
académicas norteamericanas contemporáneas. La posición neoconservadora sostiene que, al admitir en los
planes de estudio el marxismo, el estructuralismo, el feminismo, etc, la universidad norteamericana sabotea el
fundamento mismo de sus supuesta autoridad y ahora ya está dirigida por una conjura extremista de
intolerantes ideólogos que la controlan.
Por otro lado, sería una irresponsabilidad desestimar los efectos de la cobertura del mundo no occidental por
parte de los medios de comunicación electrónicos norteamericanos con su influencia sobre las actitudes
norteamericanas y sobre la política exterior estadounidense. La historia de otras culturas no existe hasta que
entra en confrontación contra la de EEUU.
La centralidad genera relatos semioficiales que autorizan y provocan ciertas secuencias de causa y efecto,
previniendo al mismo tiempo el surgimiento de contrarrelatos. La secuencia más común es la vieja convicción
de que EEUU, una potencia para siempre en el mundo, se alza constantemente para los obstáculos de las
conspiraciones extranjeras, antológicamente perjudiciales y fundamentalmente “contra EEUU”.
Evidentemente, no se puede tratar el mundo no occidental como si estuviese desligado de los avances de
occidente.
3-Movimientos y migraciones
A pesar de las grandes diferencias ideológicas, todas las protestas de masas en el 60 tiene en común haber
desafiado algo básico en toda teoría y técnica de ejercicio de poder: el principio del confinamiento. Pocos han
parecido tan fáciles, accesibles y convenientemente atractivos como las apelaciones, a la identidad nacional o
religiosa o al patriotismo.
No han existido casi análisis serios o discusiones acerca del aplastamiento de otras religiones y culturas ni se
ha estudiado con solvencia y rigor la profunda autocelebración conservadora actual. De todos lo q analizaron
el libro de Rushdie tan solo algunos se tenían en la obra en sí misma.
Con el virtual agotamiento de los grandes sistemas y teorías totalizantes entramos en un período de vastas
certidumbres. En occidente el posmodernismo se ha apropiado de la falta de peso ahistórico, del consumismo
y la espectacularidad del nuevo orden.
La tarea mayor podrá en relación las nuevas dislocaciones y configuraciones económicas y sociopolíticas de
nuestro tiempo con las arrolladoras realidades de la interdependencia humana a escala mundial. Si los
japoneses, los europeos del Este, los islámicos y las instancias occidentales expresan algo en común, se trata

267
de la necesidad de una nueva conciencia crítica y la certeza de que a ella solo se puede acceder revisando las
actitudes respecto a la educación.
La fuerza de la máquina de guerra no proviene únicamente de su libertad nómada, sino también de su arte
metalúrgico por el cual se forjan sus materiales modelándose más allá de las formas separadas.
Podemos percibir esta evidencia en el mapa político del mundo contemporáneo. Seguramente una de las
características más infortunadas de nuestra época es haber producido más refugiados, emigrantes, personas
desplazadas y exiliados que cualquier otra anterior en la historia: la mayoría de ellos como consecuencia y
como factor agregado, irónicamente, a los grandes conflictos imperialistas y postcoloniales.
Se debe resaltar las energías de lo marginal, subjetivo, migratorio y característicos del exilio, energías que se
han expresado en las luchas por la liberación y cuya gran capacidad de adaptación las hace demasiado
resistentes como para que puedan desaparecer.
Nadie es hoy puramente una sola cosa. Etiquetas como indio, mujer, musulmán o norteamericano no son más
que puntos de partida: en cuanto se convierten en experiencias reales hay que abandonarlos inmediatamente.
El imperialismo consolidó la mezcla de culturas e identidades a escala global. No obstante del mismo modo
en que los seres humanos hacen su propia historia, los pueblos también se hicieron sus identidades étnicas y
sus culturas. Nadie puede negar la continuidad persistente de largas tradiciones, sostenidos asentamientos,
lenguajes nacionales y geografías culturales. Pero no parece existir razón, excepto el miedo y el perjuicio,
para que se insista en su separación y sus caracteres distintivos, como si la vida humana consistiese solo en
eso.
Se debe intentar no dominar a los otros, ni tratar de clasificarlos o situarlos en molde jerárquicos. Por encima
de todo, no reiterar constantemente que nuestra cultura o país es el número uno. Un intelectual para quien
existan suficientes elementos de valor puede prescindir de ellos.

 BALTA, Paul. Islam. Civilización y Sociedad. Madrid, Sigo XXI, 1994.


“Ruhallah Jomeini, Savonarola del Islam”
Jomeini se afirmó como jefe supremo de los musulmanes en 1989. Ha logrado movilizar a un pueblo inerme
para derrocar a Pahlavis, dinastía de reciente aparición q se apoyaba en una tradición monárquica de 2500
años, y para humillar a los poderosos EEUU que la apoyaban.
El patriarca de Qom (una de las ciudades santas de Irán) se ha inspirado siempre en Dios y ha fundado su
acción en la interpretación de una ortodoxia discutida por algunos de sus pares, de los preceptos del Corán.
Este papel mesiánico le ha valido una audiencia considerable entre el pueblo iraní y en gran parte de las masas
árabes y musulmanes.
En un mundo musulmán desgarrado entre la sed de un retorno a las fuentes y las exigencias de la modernidad,
Jomeini ha magnificado la tradición del chií del justo inconformista y perseguido q tiene la pasión del
martirio. Jomeini preconizaba una revolución moral, orientada a la aplicación de los principios q regían la
sociedad musulmana en el siglo VII- Una vida ascética.
1- Una vida ascética
Pertenecía a una familia de religiosos, fue criado por su tía y empezó sus estudios religiosos y luego a los
doce ya enseña. Impone una estricta disciplina cotidiana, lleva una vida ascética, medita el Corán. También es
testigo de la instalación en 1925 del régimen implacablemente modernizador de Reza Jan, fundador de la
dinastía pahlevi.
No separa religión y política, de conformidad con la tradición del chiísmo que desde sus orígenes ha
planteado el problema del poder considerándolo basado en dos poderes: el inmato y la justicia.
Tres temas han dominado sus intervenciones a lo largo de toda su vida: la libertad, la independencia y el
rechazo a la dominación extranjera. El país está en peligro, explicaba, porque el chah representa el mal
absoluto y es el instrumento de potencias satánicas. Sus vigorosas críticas a Mohamed Reza le valieron ser
detenido en 1963. Liberado un año más tarde, siguió criticando y afirmando q no se puede modernizar Irán si
se detenía a los intelectuales.

268
2- El exilio y el regreso
Exiliado en Turquía y luego en Irak, vivirá 15 años con su familia en Bagdad. Los jefes de E musulmanes de
la región, que cuenta también con chiíes entre sus poblaciones, no desean acoger a este santo hombre
incómodo, que tiene q encontrar refugio finalmente en Francia.
Desde su modesto chalé de los arrabales de París, el exiliado inicia la fase activa y pública de su acción
política y se empeña en el último combate contra el chah, del q saldrá vencedor. Anima las huelgas q
paralizan el país y socavan las bases del poder. El 1 de febrero de 1970 es acogido por 4 millones de personas
y entra así triunfalmente en Teherán. La insurrección popular de los días 10, 11 y 12 de febrero provoca el
hundimiento del ejército y de la monarquía y la partida de unos 40.000 consejeros militares norteamericanos.
El 1 de abril tras el referéndum de la víspera se proclama la República Islámica de Irán.
3- El poder del velayat Fagih
Jomeini proclama el poder del felayah fagih (gobierno jurisconsulto religioso) y se erige en el guía supremo
de la revolución islámica. Concentra en sus manos el poder espiritual e implanta los fundamentos de una
república de inspiración divina.
Los comités Jomeini y los pasdarans (guardianes de la revolución) se extienden por todo el país. El, que había
afirmado en Francia que el gobierno islámico garantizaría la libertad de pensamiento y de expresión, no
levantaba la voz cuando los comités, q afirmaban actuar en su nombre, cierran los periódicos mal pensantes,
atacan a los militantes de izquierda, boicotean a intelectuales, etc. El, que había exaltado los principios
igualitarios del Islam, recurre a la fuerza contra las minorías étnicas.
Tal es el contexto cuando el 4 de noviembre de 1979, los estudiantes islámicos en la línea del imam o imán
(persona que dirige la oración colectiva en el islam) ocupan la embajada de EEUU. Esta acción cambia el
curso de la revolución: considerado excesivamente moderado, el primer ministro Mahdi Bazargan es forzado
a dimitir, el régimen se radicaliza y se impone el jomeinismo, versión irano-chií del islamismo.
Con una innegable habilidad, el régimen elimina de la escena político, uno tras otro, a los movimientos y a los
partidos rivales. Esto se va a conocer como su fase de terror y devorará así, a sus propios hijos. En política
exterior el tono se endurece.
IV- La guerra Irak-Irán
Sube la tensión entre Bagdad y Teherán. Los dos países se adentran en el fatal engranaje q les conducirá a la
guerra. Persuadido de ser a la vez el blanco de una conspiración internacional y el protegido de Dios, Jomeini
siente tanto más la tentación de exportar la revolución islámica cuanto que la situación interior va
degradándose cada vez más. Sintiéndose provocado, Irak va a atacar.
La guerra despierta al profundo nacionalismo persa. Hasta los adversarios del régimen cierran filas en torno a
Jomeini para defender la patria. Las hostilidades ocultan el gran proyecto de nueva sociedad islámica
prometido en 1978-79, que los religiosos han sido incapaces de aplicar.
El imam Jomeini permanece impasible, estas pruebas no afectan la concepción de q él es hijo de Dios. El 2 de
septiembre del 82 el hoyatolestam Ali Jomeini es elegido. Por primera vez en su historia, Irán tiene a
religiosos frente a todos los puestos clave del E.
La reconquista de Juzistan, iniciada en el 81, acaba victoriosamente en junio del 82 al tiempo que las fuerzas
Israelíes invaden el Líbano. El presidente Saddam Hussein propone nuevamente el cese de las hostilidades y
sugiere a los ejércitos luchar contra el enemigo común cesionista.
El imam Jomeini ha sido, hay q admitirlo, el principal obstáculo para la paz desde el 8. Quería proseguir la
guerra por razones estratégico-religiosas: una victoria iraní habría favorecido la de la revolución islámica en
el mundo árabe musulmán.
En el 88 se decide por fin aceptar con un año de retraso la resolución de la ONU, que impone el alto el fuego.
V- El caso de los “versículos satánicos”
Jomeini así lo comprendió. Por eso es por lo q en el 89, al día siguiente del décimo aniversario del triunfo de
la revolución abre el caso de los Versículos satánicos y lanza llamamientos al asesinato del novelista Rushdie.

269
Más allá de los motivos religiosos q hayan podido inspirar esta condena, Jomeini pretendió igualmente,
ocultar la problemática que desgarraba a Irán y la corrupción reinante, frenar la apertura a Occidente,
restaurar la propia autoridad y obligar a los candidatos eventuales a la elección presidencial a adoptar una
línea radical.
La guerra del Golfo quedará sin embargo como la ilustración y el símbolo de los desgarramientos del mundo
islámico contemporáneo.
Finalmente, pese a su fe profunda y a su innegable estatura, Jomeini aparece, como el hombre de rechazos
más q de proyectos.
Aunque devolviese el poder al clero chií, era un poder que parecía más preocupado por rehabilitar un pasado
periclitado que por inventar el futuro para permitir a los musulmanes estar al diapasón del mundo. En la era
de la informática y de los satélites, Jomeini dejó a Irán más pobre de cómo lo habían encontrado los iraníes, y
sus sucesores tienen conciencia de ello.

 KEPEL, Pilles. Fitna. Guerra en el corazón del Islam, Barcelona, Paidós, 2004.

Cap. 1 “La revolución neoconservadora”.


El 11 de septiembre del 2011 sorprendió a los EEUU en el medio de un complejo debate sobre el papel
internacional del país tras el hundimiento soviético y frente a las nuevas amenazas no convencionales
imputables a los E canallas. Bush era conocido por su hostilidad al nation building y reacio a las misiones
destinadas a dar luz a Estados viables a partir del caos étnico o religioso. Las numerosas metidas de pata eran
indicio de un acrecentado desinterés respecto a la geografía y a la historia del mundo.
La prensa hablaba del nuevo aislacionismo del inquilino de la Casa Blanca. Su equipo de consejeros estaba
dividido en dos grandes corrientes. Una, representada por Colin Powell y el departamento de E, con un
realismo prudente que evitara cualquier conmoción del orden mundial y proponían usar los instrumentos
multilaterales tradicionales, como la ONU. La otra, cuyos miembros más importantes se situaban entre los
responsables civiles del pentágono proponía una transformación radical del orden tradicional que tradujera la
omnipotencia americana y el supuesto fin de la historia que expresaba. Exhortaba a la propagación universal
del modelo democrático de Estados Unidos. Bush se alineó esencialmente con la visión del mundo de estos
últimos, en una “guerra contra el terror”. Una vez obtenido el consenso de las Naciones Unidas para aniquilar
el poder de los talibanes en Afganistán, prescindió del acuerdo del Consejo de Seguridad con la invasión de
Irak.
Tomar la iniciativa para conseguir por la fuerza el doble objetivo permanente de EEUU (garantizar
simultáneamente la seguridad de los aprovisionamientos petrolíferos y la continuidad de Israel), la revolución
q conoció la política exterior americana después del 11 de septiembre tenía la vocación de reestructurar el
orden del mundo según una línea ideológica concreta, calificada por la mayor parte de los comentaristas de
proyecto neoconservador.
Para comprender en q contexto americano se produjo el 11 de septiembre y qué tipo de reacciones engendró
es crucial establecer las grandes líneas del debate política exterior tal como se ha desarrollado desde la
elección de Bush. La yihad contra el ejército rojo en Afganistán fue el punto de partida, complejo, pero
reprimido en el sentido freudiano de la palabra, de la situación internacional que heredó el nuevo presidente.
La yihad de Afganistán gozó tanto del apoyo operativo y financiero de la CIA como de los subsidios de las
petromonarquías del Golfo y reunió, al lado de los muyahidines afganos a combatientes de la guerra santa,
precedentes de todos los rincones del mundo.
Las armas portadas por EEUU representaron una revolución militar y política y pronto se volvieron contra sus
diseñadores. La disuasión entre los dos bloques surgidos de Yalta que habían acumulado arsenales
convencionales y nucleares para no servirse de ellos, pero que habían estado obligados a lanzarse en paralelo

270
a una carrera sobre la alta tecnología militar, lo cual tuvo efectos divergentes para EEUU por un lado y para
la URSS por el otro.
Moscú salió agotado, incapaz de renovar un sistema socialista desgajado de las fuerzas vivas de la sociedad y
ahogado por la necrosis del omnipotente aparato burocrático del PC. La investigación militar, las armas
inteligentes estuvieron en la base del proyecto Solarium, según el nombre dado a la iniciativa del presidente
Eisenhower en 1953. En ese marco se elaboró el proyecto de las armas inteligentes privilegiando la calidad
sobre la cantidad. Uno de los padres de esta estrategia fue un seguidor de Raymond Aron: Albert Wohlstetter.
Su legado es esencial por los desarrollos. Reticente respecto a la doctrina del equilibrio del terror sobre la q se
basaba la disuasión nuclear, se hizo célebre por privilegiar la lógica denominada del segundo golpe, q
permitiría a EEUU en caso de ataque sorpresa de la URSS, infligir a ésta daños irreparables.
Según él, los conflictos en un teatro limitado eran cruciales para la superioridad de las armas y el pensamiento
político militar de EEUU. En ese sentido, la guerra de Vietnam fue desastrosa.
Tras los éxitos antisoviéticos de los guerrilleros de la yihad afgana en la operación Tormenta del Desierto en
Kuwait en 1991, representó de manera ejemplar la aplicación de las incursiones aéreas preventivas q
destruyeron al enemigo y a su capacidad de combate. El éxito de la aplicación de la doctrina Wohlstetter no
tenía más límites que una tecnología aun imperfecta y alcanzó su apogeo tras la muerte de su diseñador con
las dos primeras guerras posteriores al 11 de septiembre del 2011.
La fase de conquista de la ofensiva de Irak de marzo a abril del 2003 se caracterizó por el uso inigualado hasta
entonces de armas inteligentes q seleccionaban sus objetivos con precisión y minimizando los daños (ej: las
imágenes de CNN emitiendo mientras atrás caían bombas).
La extrema fiabilidad de las armas de precisión es el resultado de la estrategia militar q procede de la visión
de Wohsletetter y condiciona el que su uso se convierta en un instrumento decisivo de la política exterior.
Gracias a ellas, la ofensiva ya no debe aniquilar al enemigo de manera indeterminada, el objetivo buscado
consisten en este caso en dirigirse selectivamente al aparato dirigente. Permite destruir regimenes previamente
estigmatizados moralmente y castigar al E, jactándose de promover y reforzar la sociedad civil virtuosa.
Semejante disposición fue teorizada (y concebida como la realpolitik) por 1992 por el gran discípulo de
Wohlstetter, Paul Wolfowitz. El texto, filtrado, fue descrito como un proyecto dirigido a garantizar la
supremacía mundial de EEUU después de la Guerra Fría a través del enfrentamiento militar con los polos de
poder regional opuestos a la hegemonía absoluta americana, o al menos, gracias a su desarme. Su teoría fue
adaptada al ámbito operativo por el jefe de la Oficina de Evaluaciones, Andy Marshall, quien inventó nuevas
formas de hacer la guerra inteligente, que van desde programas de investigación tecnológica y de la
universidad.
Tal estrategia supone que el criterio ético de un consenso tanto entre la opinión americana como en el seno de
la naciones civilizadas. La desaparición del polo del Mal, la URSS obligó a los intelectuales y universitarios
cercanos al poder americano a pensar en nuevos términos la victoria del Bien, a redefinir la identidad en un
contexto completamente cambiado.
Si bien durante la Guerra Fría las certidumbres éticas fluctuaban a veces, faltaron varios acontecimientos (la
primavera de Praga, los Gulag, etc.) para que el sistema soviético quedara sin cualquier magisterio moral. Tal
despego se debió a los efectos perversos espontáneos del sistema soviético, liberticida y económicamente
eficaz, pero fue estimulado tanto por el financiamiento de la disidencia como por la publicidad q se le dio,
gracias a la acción de thinks tanks, grupos de presión y redes universitarias americanas en cuyo seno a
nebulosa neoconservadora desempeño un papel cardinal.
En 1982 se concretó el Fondo Nacional para la Democracia, que buscaba ser el portaestandarte de los valores
con vocación universal.
La revolución neoconservadora que ha influido tanto en los círculos de decisión en materia política extranjera
a partir de los días posteriores al 11S tenía sus fuentes en los 60, cuando un grupo de intelectuales
desencantados se vieron ridiculizados con el concepto despectivo de neoconservadores, y lo convirtieron en
un emblema. Si era reticente ante las políticas públicas de la administración Jonson, era más crítica aún cómo
se estaba manejando la relación con el bloque soviético.

271
El contacto del grupo en los círculos de poder de Washington era el senador demócrata Scoop Jackson, muy
vinculado a la AFL-CIO, de quienes sus dirigentes eran a la vez defensores de los asalariados contribuyentes
y anticomunistas acérrimos. Era importante adoptar una actitud sin compromiso. Esta postura política tenía su
paralelo en el mundo universitario: Kistol y Leo Strauss, quienes acuñaron la búsqueda de un interés
particular: la puesta en marcha de una política científica, la defensa de una categoría profesional, de una rama
de la industria, de un partido, de una idea, etc.
Más que otros, los neoconservadores han sido los artífices de ese compromiso del saber al servicio de una
causa, al prolongar e invertir el compromiso de los intelectuales de izquierda con el socialismo, e incluso con
la dictadura del proletariado. De su inicial formación trotskista, Kirstol conservó algunos rasgos: el
antiestalinismo. Del compromiso radical contra el establishment, expresado en la lucha de clases, mantuvo la
voluntad de acabar con las certidumbres más asentadas de una clase política americana dispuesta a sacrificar
el esfuerzo de una visión a largo plazo por los consuelos del corto plazo, deseosa de privilegiar la militancia
sobre la contemplación filosófica, sedienta por cambiar el mando antes que por interpretarlo.
En la articulación entre esos postulados casi marxistas y sus resultados neoconservadores es donde el profesor
Straus tuvo un papel primordial (era judío alemán). Su obra se ponía en guardia contra cualquier tentación de
convergencia en nombre de la realpolitik entre EEUU y la URSS; entre el Bien y el Mal. Tiene un profundo
pesimismo en cuanto a las capacidades de las masas. Si bien en los 70 y 80 se persiguieron a sus discípulos,
esto favoreció la solidaridad entre el grupo.
Bloom, discípulo de Strauss, contribuyó a crear un terreno favorable para la ideología neoconservadora.
La combinación de la visión estratégica de Wohsletetter, la táctica de Crisol, y en cierta medida la filosofía de
Strauss, formó la peana de una teoría neoconservadora que, en política internacional, se tradujo primero en
un combate sin tregua para acabar con el bloque soviético.
Bush, que había edificado su fortuna con el petróleo, motivaba la idea de una inversión a largo plazo. La
travesía del desierto de los años noventa fue propicia para la teorización retrospectiva de la victoria contra la
URSS.
Hay que agregar que a mediados de los noventa dos pasiones se habían quedado sin objeto: el comunismo
había desaparecido y no quedaban más trazas de la contracultura que su recuperación comercial por el
establishment, mientras Clinton tocaba el saxo y confesaba haber fumado algún canuto de faso.
Así, en 1996 todo parecía sonreír al enemigo por excelencia de los neoconservadores, Clinton. EEUU debía
dotarse de una capacidad militar inigualable para disuadir a cualquier enemigo de un ataque y garantizar un
mundo en donde todos temieran un garrote americano (esto salía de la teoría de Reagan) y la promoción de
los ideales americanos presionando a las dictaduras de la derecha e izquierda.
En torno a la cuestión de Oriente Medio cristalizó la reflexión de los thinks tanks sobre los nuevos
antagonismos de la era post soviética. El tema se ha convertido desde entonces en un estribillo que entonan
grandes y pequeños.
Sin entrar en detalles, señalemos que hacen del Islam el otro por excelencia de Occidente, otro hostil que se
resumen en la famosa fórmula del autor Huntington, quien dice que se busca sustituir un enfrentamiento del
bien y el mal por otro, mediante el deslizamiento de la toponimia. Pero la comparación es engañosa, ya q
sugiere que el mundo del Islam esta tan centralizado como la URSS: no, no es ni monolítico ni homogéneo.
Pero este paralelismo de los peligros permitía a Washington trasmitir imaginarios de un contexto a otro muy
fácilmente. Además hay dos factores: el petróleo y la existencia de Israel.
Así es que las aspiraciones democráticas q se expresaron en la península arábiga tras la liberación de Kuwait
en la primavera del 91 no encontraron eco en una Casa Blanca preocupada primordialmente por la estabilidad
del Golfo. La regularidad de los abastecimientos de petróleo condiciona la marcha de la economía mundial.
La complacencia occidental con el statu quo político en Oriente Medio y su corolario, el resentimiento que
alimenta la ideología islamista, fueron identificados por los neoconservadores como un problema a mediados
de los noventa y por un giro intelectual intervencionista. Pero además estaba la seguridad y la continuidad de
Israel, cosa q no se garantizaba si no se derrocaba a las oligarquías de los países árabes vecinos (y de Irán).
El desencadenante del proceso, que inauguraría una verdadera revolución en la política exterior americana
tenía que ser la eliminación del régimen de Sadam Husein en Irak. En principio, su desaparición tenía que

272
permitir la supresión de ese peligro, al privar a los enemigos árabes del E hebreo de uno de sus principales
apoyos. Por último, abriría una era de prosperidad en Oriente Medio. El ejemplo de Irak enardecería a las
poblaciones de los E vecinos y los incitaría a derrocar a sus propios dirigentes.
La primera etapa de este proyecto, es decir la erradicación de Husein, se trató como a la erradicación del
comunismo, ya que Irak según los neoconservadores era propensa a un futuro democrático.
La solución que preconizaban los neoconservadores era una iniciativa militar para derrocar el régimen de
Sadam utilizando las armas inteligentes de las q disponía EEUU.
Sin embargo, para que esa iniciativa saliera a la luz, se necesitaba una coyuntura excepcional. EEUU tenía
que poder desplegar sus fuerzas de manera unilateral, o al menos obtener un cheque en blanco del Consejo de
Seguridad de la ONU. Los atentados del 11S proporcionaron esa ocasión.
ISLAM – PASADO Y PRESENTE DE LAS COMUNIDADES MUSULMANAS - JOHN
ESPÓSITOCAP. V – ISLAM CONTEMPORÁNEO: RELIGIÓN Y POLÍTICA

El tema del dominante del islam contemporáneo ha sido su surgimiento. Desde lso 70 ha sido evidente en
gran parte de lmundo musulman un impacto mas acusado del islam en la vida musulmana. Se ha reafriamdo
mas enérgicamente en las vidas publicas como personales de las sociedades musulmanas de una forma
sorprendente y en ocasiones espectacular que ha menudo se ha denominado resurgimiento islámico,
renacimiento islámico, fundamentalismo islámico, o islam político. Hay diferentes percepciones; es una forma
de vida: se considera que el islam es aplicable y parte integral de la política, elderecho, la educación, la vida
social y la economía.El islam es hoy una regiónglobal.

El resurgimiento islámico se refleja en un creciente hincapié en la practica religiosa. Gobernantes de


sudan,libano,Egipto,iran,pakistan y malasia han usado el isalm para reforzar su legitimidad y sus
políticas.hacer frente a la modernidad ha sido una de las cuestiones a las que se enfrenta la comunidad
musulamana. Para lso años 50 las modernidad ya no era una fuerza externa,sino que se infiltraba o invadía los
territorios musulmanes, sino un orden interno establecido presente en la sociedad y actitudu de dirigentes.

En los 60 los regímenes socilistas árabes que habían tomado el poder en Egipto,siria,irak y Argelia reforzaron
su petición de respaldo popular con un uso intencionado y selectivo de la relgiion para legitimar sus
ideologías y gobiernos socialistas (eje Nasser en Egipto)

A finales de los 60 se produjo un punto de inflexión y el amanecer de una etapa de la historia del isalm con el
auge y la difusión del resurgimiento religioso por factores como; crisis de identidad precipitada por una
sensación de fracaso, perdida de identidad y falta de autoestima, decepcion con occidente, la nueva sensación
de orgullo como resultado de los triunfos militar (guerra árabe-israeli) y económico (embargo del petróleo) en
1973 , y la revolución iraní del 79, una búsqueda de identidad mas autentica enraizada en un pasado isla mico.

La guerra de 1967 transformó un problema árabe palestino en un problema islámico. La liberación


deJerusalén se convirtió en un problema político -religioso mundial (islámico). Es la llamada guerra de lso 6
dias. Desde su creación en 1948, Israel y sus vecinos árabes han estado enfrentados por la creación de u n
estado judío en palestinaa. La contundente derrota de las fuerzas conjuntas de Egipto,siria y Jordania en 6 dias
y su enorme perdida de territorio (Cisjordania y especialmente jerusalen este, Gaza) suscito serias pregutnas
sobre la fuerza de lso regmenes árabes y sus políticas nacionales y socialistas.

La perdida de jerusalem la tercera ciudad santa del islam , fue un golpe al orgullo musulman, que hace crisis
de identidad. La liberación de jerusalem se convirtió no solo en un problema político regional, sino tmb en un
lema y un problema político-religioso mudial (islámico).

Los musulmanes habían falldo al islam confiando en occidente para su orientación y desarrollo. El éxito
dependeian de la lealtad a la palabra de dios y el profeta. se consideraba a Israel un estado occidental o

273
colonia occidental en el mundo árabe, creado y sostenido por el respaldo de las potencias occidentales, en
particular USA.

Modernistas confundidos, secotres religiosos critican al modelos de desarrollo político,social por considerarse
transpalntes importados que habían fracasado, fomentando una dependencia política y cultural de occidente y
generando secularismo,materilaismo y ruina espiritual.

La guerra del 73, a pesar de que termino con victoria israelí, muchos sintieron refrendados por las victorias
egipcias. Y por el uso de simbolos islámicos por parte de Anuar Al- Sadat para movilizar fuerzas, hizo que se
consideraran victorias morales islamicas. Fue llamada guerra del ramadán

El embargo del petróleo, parecía que por primera vez desde los albroes del colonialismo , occidente parecía
depender del mundo musulman.. creían el retorno del favor de dios. Grandes potencias petroleras como arabia
saudita, emiratos árabes, libia usaban sus petrodólares para fomentar el resurgimiento tanto por convicción
como por política. Ayudan a otros gobiernos musulmanes, financian organizaciones islamicas.

Para musulmanes shiies como sunies, la revolución iraní de 1978-79 fue decisivia. Revolución islámica. La
insistencia del ayatola Jomeini en que la revolución iraní era una revolución islaimca, no solo shii, y su
llamamiento a que otros siguieran su ejemplo inspiro estallidos similares en arabia saudí y el golfo, sino tmb
admiración entre los musulmanes y las organizaciones sunies.

El nucleo del resurgimiento es la ideologización del islam; el islam se interpreta como una ideología total que
proporciona un marco básico de significados y dirección para la vida poltica.social y cultura.La ideología de
los activistas políticos islámicos es producto de la fe y la experiencia, una visiónreligiosa interpretada y
aplicada dentro del contexto de un país o región concreto. De ahí su diversidad.

Creencias del sistema ideologico; islam forma devida total, necesidad de reforma que se inspire en el coran y
el 1er movimiento islámico encabezado por mahoma, códigos civiles deben ser reemplazados por la ley
islámica, la ciencia y tecnología se aceptan pero deben estar subrodinados a creencias islamicas,necesidad de
asociaciones para la la lucha (yihad)

Activistas radicales van mas alla de estos preceptos, necesitan una revolución violenta; una mentalidad de
cruzadas, implantación de gobierno islámico como imperativo, gobiernos que no siguen la sharia son
ilegitimos, el yihad contra los no creyentes es un deber religioso, crisitians y judíos son conspiradores contra
el islam.

El islam estatal es impuesto por el gobierno modelado por regímenes gobernantes a menudo con la
cooperación de la institución religiosa. Gaddafi en libia 1969, anual al-sadat en Egipto 70-81, ayatola jomeini
79-89 e n iran , , los talibanes en afganistan 1996-2003, etc. Son muestras de que el islam estatal refleja un
amplio espectro que oscila desde la conservadora monarquía saudí hasta el estado de masas populista de
gaddafi.

Facultades religiosas han desempañado papel importan entre los shiies, las organizaciones sunies son
predominantemente laicas y no clericales, sus miembros son en su mayoría estudiantes y jóvenes
profesionales, reclutados en escuelas y mezquitas. Forman parte del sector moderno de la sociedad, quieren
otro tipo de modernización.

La mayoría moderada, aspira a la reforma gradual de la sociedad, una minoría radical quiere la revolución
violenta. Organizaciones como lso hermnos musulmanes de Egipto y Jordania, las yamiyyat al –islah de
Kuwait, las yammat-i-islami de pakistan gestionan programas educativos y sociales, asociacioens de
asistencia jurídica y hsopitales. Grupos extremistas como el ejercito de dios en Egipto y grupo islámico

274
armado de argeliaa quieren la violencia. Los radicales consideran a los gobeirnos musulmanes como
regimenews antiislamicos que controlan la religión para reprimir a los verdaderos islámicos. Anuar al sadat y
gaddafi los reprimieron.

La construcción nacional moderna en el mundo musulmán muestra tres modelos:a. secular: Turquía (Mustafá
Kendal) religión limitada a la vida privada,b. islámico: Arabia Saudita,c musulmán: el resto

El islam en occidente: el judaísmo y el crisitianismo comenzaron en oriente medio, pero se extendiero por
gran parte del planeta. Al islam por el contrario, pese a su importante presencia en occidente, se le continua
identificando principalmente si no exclusivamente con el mundo no-occidental

Eventos del 73,79 y el asesinato en el 81 de anuar al-sadat en Egipto por militantes crearon nuevos
estereotipos. Reeemplazadas por temores a amenza económica,energética de ricos jefes árabes del petróleo y
la amenaza política de los fundamentalistas islámicos militantes. Los musulmanes serán los nuevos
villanos.La relación con europa comienza en desde el siglo 11. Hoy el islam ha vuelto

UNIDAD 6
¿La globalización: nuevo orden o nuevo desorden mundial?

6.1. El Nuevo Orden Económico Mundial entre la aldea global y los mercados regionales. La creciente
brecha entre los países pobres y los países ricos. La revolución de la tecnología de la información. Efectos
políticos y económicos de la globalización capitalista: los flujos migratorios, desocupación, xenofobia y
racismo.

CASTELLS LA ERA DE LA INFORMACION


C1 LA REVOLUCION DE LA TECNOLOGIA DE LA INFORMACION.

Por tecnología entiendo, en continuidad con Harvey Brooks y Daniel Bell, “el uso del conocimiento
científico para especificar modos de hacer cosas de una manera reproducible 4. Entre las tecnologías de la
información incluyo, como todo el mundo, el conjunto convergente de tecnologías de la microelectrónica,
la informática (máquinas y software), las telecomunicaciones/televisión/radio y la optoelectrónica
La exageración profética y la manipulación ideológica que caracterizan a la mayoría de los discursos
sobre la revolución de la tecnología de la información no deben llevamos a menospreciar su
verdadero significado fundamental.
Lo que caracteriza a la revolución tecnológica actual no es el carácter central del conocimiento y la
información, sino la aplicación de ese conocimiento e información a aparatos de generación de
conocimiento y procesamiento de la información/comunicación, en un círculo de retroalimentación
acumulativo entre la innovación y sus usos 14. Un ejemplo puede clarificar este análisis. Los
empleos de las nuevas tecnologías de las telecomunicaciones en las dos últimas décadas han pasado
por tres etapas diferenciadas: automatización de las tareas, experimentación de los usos y
reconfiguración de las aplicaciones 15. En las dos primeras etapas, la innovación tecnológica progresó
mediante el aprendizaje por el uso, según la terminología de Rosenberg 16. En la tercera etapa, los
usuarios aprendieron tecnología creándola y acabaron reconfigurando las redes y encontrando nuevas
aplicaciones. la difusión de la tecnología amplifica infinitamente su poder al apropiársela y redefinirla sus
usuarios.
Las nuevas tecnologías de la información no son sólo herramientas que aplicar, sino procesos que
desarrollar. Los usuarios y los creadores pueden ser los mismos. De este modo, los usuarios pueden tomar el
control de la tecnología, como en el caso de Internet.
Las nuevas tecnologías de la información se han extendido por el globo a una velocidad vertiginosa en
menos de dos décadas, de mediados de la década de 1970 a mediados de la de 1990, exhibiendo una
lógica que propongo como característica de esta revolución tecnológica: la aplicación inmediata para su
propio desarrollo de las tecnologías que genera, enlazando el mundo mediante la tecnología de la
información.
Aunque pueden encontrarse precedentes científicos e industriales de las tecnologías de la información
basadas en la electrónica unas décadas antes de 1940 fue durante la Segunda Guerra Mundial y el

275
periodo subsiguiente cuando tuvieron lugar los principales avances tecnológicos en la electrónica: el primer
ordenador programable y el transistor, fuente de la microelectrónica, el verdadero núcleo de la revolución de
la tecnología de la información en el siglo XX. No obstante, hasta la década de los setenta
no se difundieron ampliamente las tecnologías de la información.
El transistor, inventado en 1947 en los Laboratorios Bell de Murray Hill (Nueva Jersey) por tres
físicos, Bardeen, Brattain y Shockley (ganadores del Premio Nobel por este descubrimiento), hizo posible
procesar los impulsos eléctricos a un ritmo más rápido
No obstante, el paso decisivo en la microelectrónica se había dado en 1957: el circuito integrado fue
coinventado por Jack Kilby, ingeniero de Texas Instruments (que la patentó) y Bob Noyce, uno de
los creadores de Fairchild. Pero fue Noyce quien los fabricó primero, utilizando el proceso planar. Desató
una explosión tecnológica.
El salto gigante hacia adelante en la difusión de la microelectrónica en todas las máquinas llegó en
1971 con la invención efectuada por un ingeniero de Intel, Ted Hoff (también en Silicon Valley),
del microprocesador, esto es, el ordenador en un chip. De este modo, la capacidad de procesar
información podía instalarse en todas partes.

A mediados de la década de 1990, las valoraciones técnicas todavía otorgaban diez o veinte años de
buena vida a los circuitos basados en el silicio, si bien se había acometido la investigación sobre
materiales alternativos. El grado de integración ha progresado a pasos agigantados en las dos
últimas décadas. Aunque los detalles técnicos no tienen cabida en este libro, resulta importante desde el
punto de vista analítico indicar la velocidad y extensión del cambio tecnológico.
La microelectrónica cambió todo esto al introducir una “revolución dentro de la revolución”. El
advenimiento del microprocesador en 1971, con la capacidad de colocar un ordenador en un chip,
cambió de arriba abajo el mundo de la electrónica y, en realidad, el mundo.
En los últimos veinte años del siglo XX, el aumento de la potencia de los chips tuvo como
resultado un espectacular incremento de la potencia de los microordenadores. A comienzos de los años
noventa, microordenadores basados en un único chip tenían la misma capacidad de procesamiento de IBM
sólo cinco años antes.
Las telecomunicaciones también han sufrido la revolución producida por la combinación de las
tecnologías de “nodo” (conmutadores y selectores de rutas electrónicos) y los nuevos enlaces
(tecnologías de la transmisión).
La creación y el desarrollo de Internet en las tres últimas décadas del siglo xx se derivó de una combinación
única de estrategia militar, cooperación de grandes proyectos científicos, espíritu empresarial tecnológico e
innovación contracultural
A finales de los años noventa, el poder de comunicación de Internet, junto con nuevos desarrollos en
telecomunicaciones e informática, indujo otro cambio tecnológico de primer orden: el paso de los
microordenadores y los superordenadores descentralizados e independientes a un sistema informático
ubicuo a través de dispositivos interconectados de procesamiento de información en múltiples
formatos.
Aunque la biotecnología podría remontarse a la tablilla de Babilonia del año 6000 a.C. sobre la
fermentación de la cerveza, y la revolución en microbiología al descubrimiento científico de la
estructura básica de la vida, la doble hélice del ADN por Francis Crick y James Watson en la universidad de
Cambridge en 1953, hasta comienzos de los años setenta la división de los genes y la recombinación del
ADN, el fundamento tecnológico de la ingeniería genética, no hicieron posible la aplicación de
conocimiento acumulativo.
Sin embargo, a finales de los ochenta y en los noventa un importante avance científico y una
nueva generación de intrépidos empresarios científicos revitalizaron la biotecnología, centrándose de
forma decisiva en la ingeniería genética, la tecnología auténticamente revolucionaria de ese campo.
El desarrollo de la ingeniería genética abre la posibilidad de actuar sobre los genes, lo que hará a la
humanidad capaz no sólo de controlar ciertas enfermedades, sino de identificar las predisposiciones
biológicas e intervenir en tales predisposiciones, modificando potencialmente el destino gen ético. En los
años noventa, los científicos podían identificar defectos concretos en genes humanos específicos
como origen de diversas enfermedades.
Si la primera revolución industrial fue británica, la primera revolución de la tecnología de la información
fue estadounidense, con una inclinación californiana. En ambos casos, científicos e industriales de
otros países desempeñaron un papel importante, tanto en el descubrimiento como en la difusión de las

276
nuevas tecnologías. Francia y Alemania fueron fuentes clave de talento y aplicaciones en la revolución
industrial. Los descubrimientos científicos originados en Inglaterra, Francia, Alemania e Italia pusieron las
bases de las nuevas tecnologías de la electrónica y la biología. El ingenio de las compañías japonesas fue
decisivo para la mejora de los procesos de fabricación en la electrónica y en la penetración de las
tecnologías de la información en la vida cotidiana de todo el mundo, mediante un aluvión de productos
innovadores, de los vídeos y faxes a los videojuegos.
En efecto, desde los comienzos de la década de 1970, la innovación tecnológica se ha dirigido
esencialmente al mercado 84; y los innovadores, aunque aún suelen ser empleados de las principales
compañías, sobre todo en Japón y Europa, continúan estableciendo sus propias empresas en los
Estados Unidos y, cada vez más, a lo largo del mundo. Ello provoca la aceleración de la
innovación tecnológica y la difusión más rápida de esa innovación, ya que las mentes creadoras, llevadas
por la pasión y la codicia, escudriñan constantemente la industria en busca de nichos de mercado en
productos y procesos. En efecto, es por esta interfaz de programas de macroinvestigación y grandes
mercados desarrollados por el Estado, por una parte, y la innovación descentralizada estimulada por una
cultura de creatividad tecnológica y modelos de rápido éxito personal, por la otra, por lo que las nuevas
tecnologías de la información llegaron a florecer. Al hacerlo, agruparon a su alrededor redes de
empresas, organizaciones e instituciones para formar un nuevo paradigma socio-técnico.

C2 LA NUEVA ECONOMÍA: INFORMACIONALISMO, GLOBALIZACION E INTERCONEXION EN


RED

En el último cuarto del siglo XX surgió una nueva economía a escala mundial. La denomino
informacional, global y conectada en redes para identificar sus rasgos fundamentales y distintivos, y
para destacar que están entrelazados. Es informacional porque la productividad y competitividad de las
unidades o agentes de esta economía (ya sean empresas, regiones o naciones) dependen fundamentalmente
de su capacidad para generar, procesar y aplicar con eficacia la información basada en el conocimiento.
Es global porque la producción, el consumo y la circulación, así como sus componentes (capital,
mano de obra, materias primas, gestión, información, tecnología, mercados), están organizados a escala
global, bien de forma directa, bien mediante una red de vínculos entre los agentes económicos.

Los historiadores económicos han expuesto el papel fundamental que ha desempeñado la tecnología
en el crecimiento económico, vía el aumento de la productividad, a lo largo de la historia y en especial en la
era industrial 13. La hipótesis sobre el papel crucial de la tecnología como fuente de la
productividad en las economías avanzadas parece ser capaz de abarcar también buena parte de la
pasada experiencia de crecimiento económico, transcendiendo diferentes tradiciones intelectuales de la
teoría económica.Así pues, a largo plazo 18 (dejando de lado por el momento el análisis de las tendencias a
finales de los noventa), hubo un aumento de la productividad
constante y moderado, con algunos retrocesos, en el periodo de formación de la economía industrial entre
finales del siglo XIX y la Segunda GuerraMundial; una aceleración de la productividad en el periodo de
madurez del industrialismo (1950-1973); y una disminución en el periodo 1973-1993, a pesar del importante
aumento de insumos tecnológicos y de la aceleración del ritmo del cambio tecnológico. Por lo tanto,
por una parte, debemos extender el argumento del papel central de la tecnología en el crecimiento
económico a periodos históricos pasados, al menos en lo que respecta a las
economías occidentales de la era industrial.
Si fechamos el surgimiento del nuevo paradigma tecnológico a mediados de los años setenta y su
consolidación en los años noventa, parece que la sociedad en su conjunto, las firmas comerciales, las
instituciones, las organizaciones y la gente apenas tuvieron tiempo para procesar el cambio tecnológico
y decidir sus usos. Como resultado, el nuevo sistema tecnoeconómico aún no caracterizaba a
economías nacionales enteras en las décadas de 1970 y 1980 y no pudo reflejarse en una medida tan
sintética y agregada como la tasa de aumento de la productividad del conjunto de la economía hasta los años
noventa.
Las empresas y naciones (o entidades económicas de distinto tipo, como las regiones de la Unión
Europea) son los agentes reales del crecimiento económico. No buscan la tecnología por sí misma o por el
aumento de la productividad en beneficio de la humanidad. Actúan en un contexto histórico dado,
dentro de las reglas de un sistema económico (capitalismo informacional, como propuse antes), que en
última instancia recompensará o sancionará su conducta.

277
Así, las empresas no son motivadas por la productividad, sino por la rentabilidad y el aumento del
valor de sus acciones. Para ello, la productividad y la tecnología pueden ser medios importantes,
pero sin duda no los únicos. y las instituciones políticas, moldeadas por un conjunto más amplio de valores
e intereses, se orientarán, en el ámbito económico, hacia la maximización de la competitividad de sus
economías constituyentes. La rentabilidad y la competitividad son los determinantes reales de la innovación
tecnológica y del crecimiento de la productividad.
Es en su dinámica histórica y concreta donde podemos encontrar las pistas para comprender los caprichos
de la productividad.

Para abrir nuevos mercados, vinculando en una red global a los segmentos valiosos del mercado de cada
país, el capital requiere una extremada movilidad y las empresas necesitan incrementar
espectacularmente sus capacidades de comunicación. La desregulación de los mercados y las nuevas
tecnologías de la información, en estrecha interrelación, proporcionan esas condiciones 41. Los
primeros y más directos beneficiarios de esta reestructuración fueron los mismos actores de la
transformación tecnoeconómica: las empresas de alta tecnología y las sociedades financieras. La
integración global de los mercados financieros desde comienzos de la década de 1980, posibilitada
por las nuevas tecnologías de la información, tuvo un impacto espectacular en la disociación de los
flujos de capital de las economías nacionales.
El lento movimiento de la productividad en las economías nacionales tomadas en su conjunto puede
esconder tendencias contradictorias de aumento de la productividad fulminante en industrias
sobresalientes, declive de las empresas obsoletas y persistencia de las actividades de servicios de
baja productividad. Además, este sector dinámico constituido en tomo a empresas altamente rentables
se globaliza cada vez más cruzando fronteras y cada vez tiene menos sentido calcular la productividad de las
“economías nacionales” o las industrias definidas dentro de los límites nacionales.
Aunque la parte mayor del PIB y el empleo de la mayoría de los países continúa dependiendo de
actividades cuyo objetivo es la economía interna y no el mercado global, es en realidad la competencia
en estos mercados globales, tanto en industria como en finanzas, telecomunicaciones u ocio, la que
determina la parte de la riqueza que se apropian las empresas y, en última instancia, la gente de cada
país 45. Por ello, junto con la búsqueda de rentabilidad como motivación impulsora de la empresa, la
economía informacional también se ve determinada por el interés de las instituciones políticas en fomentar
la competitividad de aquellas economías que deben representar.

La economía informacional es un sistema socioeconómico distintivo en relación con la economía


industrial, pero no debido a que se difieran en la fuente para aumentar su productividad. En ambos casos,
el conocimiento y el procesamiento de la información son elementos cruciales del crecimiento
económico, como puede ilustrarse con la historia de la industria química, basada en la ciencia 50 o
por la revolución de la gestión que creó el fordismo 51. Lo que es distintivo es la realización final del
potencial de productividad contenido en la economía industrial madura debido al cambio hacia un
paradigma tecnológico basado en las tecnologías de la información.
No obstante, al mismo tiempo hubo una destrucción creativa en grandes segmentos de la economía,
afectando también de forma desproporcionada a determinadas empresas, sectores, regiones y países. El
resultado neto en el primer estadio de la revolución informacional tuvo así sus pros y sus contras para
el progreso económico. Además, la generalización de la producción y gestión basadas en el conocimiento a
todo el ámbito de los procesos económicos a escala global requiere unas transformaciones sociales,
culturales e institucionales fundamentales que, si se tiene en cuenta el registro histórico
de otras revoluciones tecnológicas, llevará algún tiempo.

RAPOPORT Y BRENTA LA CRISIS MUNDIAL DE 2007 Y 2010

Promediando la década del 90 como la economía basada en la producción seguía sin brindar las ganancias
que requería el k, este se volcó aun mas a la especulación. Los productos derivados tienen origen en gran
medida a la privatización de operaciones que antes estaban a cargo de los estados nacionales como los
riesgos de cambio o los contratos a futuro de determinados comodities. La apuesta se realizaba sobre el
precio a futuro o sobre su opción de compra o venta

278
Estas operatorias se produjeron en el marco de una creciente liberación de los mercados ante la creencia en
su supuesta autorregulación y eficiencia. Se trata de un largo proceso iniciado en la década de 1970 que
implico la paulatina supresión de las intervenciones regulatorias de las autoridades.
Una maniobra usada para lograr rapidas y riesgosas ganancias es el apalancamiento que funciono en
diversas burbujas especulativas.este mecanismo permite a un operador (empresa,institución financiera o
unidad fliar) obtener rentabilidades elevadas a partir de un k inicial limitado, movilizando no solo su propio
dinero sino sumas prestadas para lanzar operaciones de alto riesgo con un beneficio muy superior a la tasa
de interés exigida por los prestamistas. De ese modo se amplian las ganancias potenciales de una inversión
pero tambien se incrementan su perdidas si el apacalancamiento fracasa.

Verificando también la dirección de causalidad propuesta por Arrighi, los estudiosos anotan en el capítulo
iii, al examinar las crisis del centro, que después de la quiebra de la bolsa de 1987 y la crisis de las cajas de
ahorro y préstamos de 1989, puesto que “la economía basada en la producción seguía sin brindar las
ganancias que requería el capital, este se volcó aún más a la especulación”. No obstante –y aunque
reconocen que “la historia indica que los imperios no duran para siempre”, así como la naturaleza crítica de
la situación por la cual pasa Estados Unidos– Rapoport y Brenta piensan que lo que muestra la crisis
desatada en 2007 es el fracaso y fin de la etapa de la globalización neoliberal, en tanto que la declinación se
avizora a largo plazo, siendo lo más probable la perpetración de un nuevo “reparto” imperial.
El aumento de la riqueza a través de la valorización financiera tuvo mucho de ficticio y genero en paralelo
un aumento del endeudamiento y de la carga por pago de intereses y gastos relacionados con el
financiamiento del consumo y de la vivienda, al tiempo que los salarios indiividuales e ingresos fliares
cayeron en picada

Recién a partir de 1992, con la “nueva economía” del conocimiento, se retomó la senda de crecimiento en el
marco de una ola especulativa. En este periodo las crisis no fueron globales sino geográficas o sectoriales:
afectaron a algunas ramas de la producción más que a otras mientras se expandían la informática, el sector
financiero y las comunicaciones. A su vez, en ciertas regiones, como en la Unión Europea, las tasas de
crecimiento cayeron sensiblemente; mientras en países emergentes, como China, el crecimiento, ya
vigoroso, se intensificó entrando al nuevo siglo y en Japón se vivía una larga fase de estancamiento.
Finalmente, la recuperación de la economía norteamericana en 2002-2006 basada en la burbuja de las
viviendas, la baja de las tasas de interés, el endeudamiento público y privado y los gastos militares, se
detuvo en forma abrupta con la crisis de las subprime en 2007.12 Una crisis que se expandió rápidamente en
el mundo afectando en particular a Europa.
CRISIS SUBPRIME 2007
Después de la prosperidad de la segunda mitad de los años noventa, con el nuevo siglo, los problemas
económicos retornaron a la potencia del norte. Aun antes del atentado a las torres gemelas comenzaron a
quebrar varios fondos de inversión y empresas puntocom y de servicios con acciones sobrevaloradas en la
bolsa o directamente vaciadas por sus dueños, como Enron o Worldcom
Mientras tanto la dicotomía entre la economía financiera y la real se profundizaba. En esta última primaba
una estructura oligopólica de grandes empresas multinacionales que encontraba sus límites en una demanda
declinante, pero los mercados de valores bursátiles parecían no tener techo. La espiral de burbujas
especulativas generadas con productos financieros cada vez más sofisticados y riesgosos, capturaba enormes
masas de capitales en busca de maximizar su rentabilidad. Sin embargo, los excedentes financieros
provenían de una distribución del ingreso cada vez más regresiva a nivel mundial.
La crisis de las subprime que estalló en el primer semestre de 2007, resultó así la gota que rebalsó el vaso,
porque no constituyó una crisis financiera más ni involucró principalmente a acciones de empresas o bonos
gubernamentales. Se trató de hipotecas inmobiliarias de alto riesgo basadas en préstamos a individuos que
no calificaban para los tipos de interés del mercado debido a su pobre historia crediticia. Esas hipotecas se
incorporaron luego a sofisticados productos financieros vinculados directamente a la economía real a través
de los propietarios insolventes de inmuebles que no podían afrontar sus compromisos financieros. Con la
crisis, los bancos quisieron recuperar sus acreencias y esos deudores se quedaron sin techo, mientras los
inmuebles se desvalorizaron y hundieron al sistema bancario, al mercado inmobiliario, y a la industria de la
construcción y sus cadenas productivas. El sobreendeudamiento crediticio acompañó la sobreproducción de
viviendas, pero también afectó a todo tipo de artículos de consumo. Algo parecido sucedió en Europa.

279
Tiene origen en la década del 70. La financiarizacion se produjo de la mano del menor crecimiento
económico de USA que dio lugar a una expansión sin igual del endeudamiento publico y privado y a la
búsqueda de beneficios especulativos por parte de inversores particulares e institucionales.
Desde que el gobierno de USA abandono la realcion dólar con el oro, el nuevo patrón dólar le permitió
obtener un doble estanbdar, drenar recursos de otros países sin reciprocidad alguna, gobernando
financieramnete a l mundo a través de su posición de deudor y no de acreedor. Desde los años ’70, sin
embargo, el mundo comenzó a ser escenario de una serie de crisis sucesivas que afectaron a varias naciones
y zonas geográficas, alternadas con etapas más cortas de crecimiento según los países. En términos
generales, los períodos de auge o de recuperación de la economía de Estados Unidos coincidieron con crisis
profundas en la periferia y viceversa.
Igual que en 1929, en la década de 1970 la crisis expresaba la debilidad de la moneda clave –antes, la libra;
hoy, el dólar– la baja de la rentabilidad empresarial, la disminución de las tasas de crecimiento del pib y
otros desequilibrios en las economías centrales. Pero, también, el conflicto acerca de la distribución del
producto mundial entre los países exportadores de materias primas y las potencias industriales. La
estanflación resultó su modo de manifestarse, mientras que su resolución consistió en procurar el
desmantelamiento del Estado de Bienestar construido en la posguerra, a manos de los gobiernos
neoconservadores y las políticas neoliberales de los ochenta y noventa. Sus consecuencias se prolongaron
hasta nuestros días, con la caída de las tasas promedio de crecimiento mundial, concentración de los
ingresos y sucesivas crisis en diferentes partes del mundo. La financiarización de la economía mundial
abrevó su fuente en mecanismos creados en esos años (Le Monde, 1996).
La crisis de 2007-2010 corona la inestabilidad de los últimos cuarenta años, pero, a la vez, es un resultado
de ella, y por eso puede ser temible. En su origen y evolución juegan la hipertrofia de los mercados
financieros y su desregulación, reflejada en las quiebras inmobiliaria y bancaria; el sobreendeudamiento y la
sobreproducción de bienes; las crecientes desigualdades de ingresos y la fragilidad del sistema monetario
internacional.
La conclusión principal que surge de ese panorama geopolítico y económico no pareciera ser, sin embargo,
la definitiva decadencia del gigante americano, sino un mundo más multipolar aunque lleno de
incertidumbres. La ue, sufre la recesión, carece de un gobierno central y su peso estratégico y militar es
escaso. Además, la profundización de la crisis en algunos países de la eurozona pone en peligro la
estabilidad del euro, por ahora la principal divisa rival del dólar.
Septiembre de 2008 marca el momento en el que l crisis ingresa en una nueva fase. Luego del estallido de la
brubuja inmobiliaria que comenzó a afectar a diversas entidades bancarias, le siguió el derrumbe de los
principales bancos de inversión, la paralisis de mercados financieros y las caídas generalizadas en las bolsas
de valores. La reserva federal inyecta fondos en entidades hipotecarias, pero deciden dejar que se hunda la
lehman brothers con el objeto de disciplinar el mercado, lo cula provoca efecto contrario y la crisis se
profundiza.
La economía norteamericana acumuló obligaciones externas que a fines de 2009 convertía al país en el
mayor deudor planetario; con un monto equivalente a casi todo su producto bruto, a siete años de
exportación de sus bienes y servicios y a algo más de la quinta parte del producto bruto mundial. ¿Cómo
pudo Estados Unidos sostener ese nivel de endeudamiento? La respuesta es simple: a partir del ahorro
acumulado en gran parte del globo, principalmente en los países en desarrollo. Como señala Michel Hudson
desde que el gobierno estadounidense abandonó la relación del dólar con el oro, el nuevo patrón dólar le
permitió obtener un doble estándar: drenar recursos de otros países sin reciprocidad, gobernando
financieramente al mundo a través de su posición de deudora, no de acreedora “[…] las deudas en dólares
han reemplazado al oro como respaldo de las reservas de los bancos centrales y, hasta aquí, para la oferta de
crédito mundial […] Ninguna nación antes ha sido capaz de invertir las reglas clásicas de las finanzas
internacionales. […]” EEUU ha convencido al resto del mundo “a reorientar sus economías para facilitar la
evolución estadounidense de acreedora en deudora.
De ese modo, como emisor de la divisa utilizada en las transacciones internacionales, los Estados Unidos
pueden incurrir de manera persistente en déficits externos sin necesidad de endeudarse en otra moneda más
que la propia, como deben hacerlo las demás economías del mundo

Crisis europea

Con el Tratado de Maastricht, en febrero de 1992, que creó la Unión Europea (UE) se inició el camino hacia
la unión monetaria cuyo objetivo, explícitamente antiinflacionario, impuso duras condiciones a quienes se

280
incorporasen a él.27 En ese marco, se fue imponiendo paulatinamente un rumbo de cuño neoliberal, que
supuso el retiro paulatino del Estado benefactor, una tendencia regresiva en la redistribución de los ingresos,
una menor presión tributaria directa acompañada por una carga impositiva más alta a los consumidores y, en
muchos casos, la privatización de empresas de servicios públicos. Varios países -Suecia, Gran Bretaña y
Dinamarca- se habían ya excluido de la unión monetaria mientras que para los otros comenzó una dura
etapa de ajuste, pues la “calificación” para ingresar como miembros los obligaba a alinear las tasas de
inflación e interés, lograr un déficit fiscal inferior al 3% del PIB, y tener una deuda pública no mayor al
60% del PIB
En el plano financiero, la creación del euro y la evolución de la economía de la eurozona sentaron las bases
para una acumulación de colocaciones de dinero a tasas superiores que la rentabilidad de la producción de
bienes y servicios. A las ganancias crecientes provocadas por la distribución regresiva del ingreso y las
desgravaciones impositivas se añadían las bajas tasas de inversión productiva, los recortes presupuestarios
de los estados y la proliferación de recursos de los fondos de pensión. Esto creaba una alta liquidez que se
colocaba en los mercados financiero e inmobiliario. De ese modo la crisis que se inicia en 2007 golpeó con
fuerza en Europa advirtiéndose desde un primer momento, como en Estados Unidos, su involucramiento en
el negocio de las subprime, que afectó tempranamente bancos de la región.
Esa crisis se agudizó en el 2010 en los países más débiles de la eurozona por distintas razones: España,
Grecia, Portugal e Irlanda sufrieron el estallido de burbujas especulativas de muchos años. Países que
parecían paradigmas de los beneficios de la mundialización, de lo que había que hacer para superar
definitivamente el subdesarrollo, ahora se presentan como los “pigs”, que deben poner a dieta sus excesos
del pasado reciente. Por cierto que la crisis en cada una de estas naciones presenta un sesgo específico. En el
caso de Grecia el proceso de endeudamiento fue sobre todo del mismo Estado, ayudado por Goldman Sachs,
una compañía financiera estadounidense que ya estuvo involucrada por maniobras parecidas en la lejana
crisis de 1930. En el caso de España, Irlanda y Portugal fueron los agentes privados (empresas y familias)
los que más se endeudaron, pero en todos ellos están al borde del default.
Una responsabilidad mayor en la crisis la tuvo el Banco Central Europeo cuya política de altas tasas de
interés para contener los precios, superiores a las vigentes en otros países como los Estados Unidos o Japón,
provocaron un permanente flujo de capitales externos que generaron una paulatina revaluación del euro,
haciendo perder competitividad a la producción de bienes europeos y forzando a duros ajustes
microeconómicos para compensarla
Se compara hoy la situación del euro con la que existía durante la vigencia de la Ley de Convertibilidad en
la Argentina. La diferencia es que este país pudo devaluar y a los europeos en dificultades una acción
parecida les puede costar más caro porque los obligaría a salir de una zona protegida (al menos hasta el
momento).
Hay quienes afirman que la cualidad de unidad de cuenta del euro tropieza con serias dificultades en
distintas esferas de transacción (alimentación, automóviles e inmobiliario) como para suplantar en las
prácticas cotidianas las anteriores monedas nacionales. No basta con suprimir la circulación de éstas
últimas, es necesario que los usuarios de la nueva moneda adhieran a ella. El euro no es neutro socialmente
ni tampoco es capaz de estabilizar el sistema de precios entre los países; depende del poder y de las políticas
económicas de cada uno de ellos y de la relación entre los estados y los agentes y grupos sociales internos.
Volver a contar con una moneda propia permitiría ajustar mejor las variables internas y la relación de éstas
con las internacionales
La crisis puso en evidencia, sin duda, la fragilidad de una unión monetaria atada con alfileres: basada en la
fortaleza económica de algunos países, en el creciente endeudamiento externo y déficit fiscal de otros y,
sobre todo, en la disparidad de las tasas de inflación, productividad y crecimiento. Pero el esfuerzo para
mantener la eurozona no es sólo económico, sino también estratégico y político. Responde al fundamento
mismo de la UE, un poder que ha querido al menos equipararse al estadounidense. En caso de que el euro se
reduzca, también lo harán las fronteras monetarias y comerciales de Europa. Y los países que salgan de la
zona tendrán menor relación con los que sigan en ella, pues estarán sujetos a la competencia internacional
En un análisis comparado, las tres grandes crisis ocurridas bajo la hegemonía norteamericana -la de 1929, la
de 1970 y la actual-, a largo plazo forman parte de un mismo proceso, pero cada una de ellas marca una
nueva era del capitalismo moderno.

 HOBSBAWM, Eric. Sobre la historia. Barcelona, Crítica, 1998.

“Barbarie, una guía para el usuario”

281
La barbarie es más bien una consecuencia de la vida en determinado contexto social e histórico. La palabra
avispado expresa mejor lo que quiero decir porque indica la adaptación real de las personas a la vida en una
sociedad sin reglas de la civilización.
La esperanza del autor es que esta guía va ayudar a comprender el cómo se ha llegado a esta situación.
La barbarie ha ido en aumento durante la mayor parte del siglo XX, y no hay ninguna señal de que este
aumento haya terminado. En este contexto, interpreto que la palabra barbarie significa dos cosas.
La primera es el trastorno y la ruptura de los sistemas de reglas y comportamiento moral por los cuales todas
las sociedades regulan las relaciones entre sus miembros, y en menor medida, entre sus miembros y los de
otras sociedades. La segunda, más específica, es la inversión de lo que podríamos denominar “el proyecto
de la Ilustración del siglo XVIII”, a saber una instauración de un sistema universal de reglas y principios de
comportamiento moral.
En cuanto a la segunda forma, Hobsbawm es parte interesada. Es una opinión que no está de moda en la
actualidad, toda vez que se rechaza la Ilustración porque se la considera superficial. Pero también es el
único fundamento de todas las aspiraciones a edificar sociedades apropiadas para que ellas vivieran todos
los seres humanos en cualquier parte de esta Tierra, y para la declaración y defensa de sus derechos
humanos como personas.
Permítanme que les muestre, la anchura del abismo que hay entre el período anterior a 1914 y el nuestro. Lo
que quiero recordarles a ustedes son las pautas de conducta. Un autor escribió que después de las guerras
napoleónicas, daba por sentado que las fuerzas armadas de los estados civilizados no mataban a los
prisioneros de guerra ni devastaban los países. Esto hoy ya no se da por sentado. Antes de 1914 la opinión
de que la guerra se hacía contra los combatientes y no contra las personas que no lo eran. Engels también
pensó que la guerra debía hacerse contra los combatientes y no contra los civiles. Hoy en día los
revolucionarios y los terroristas no reconocen esta limitación más que los gobiernos que hacen la guerra.
Ahora, hay una breve cronología de este deslizamiento por la pendiente de la barbarie. Sus principales
etapas son cuatro: la primera guerra mundial el período de crisis global, los cuatros decenios que duró la
guerra fría y finalmente, el derrumbamiento general de la civilización tal como la conocemos que se ha
producido en gran parte del mundo en los años ochenta. Hay una continuidad obvia entre las tres primeras
etapas. Hoy en día las sociedades humanas se derrumban pero en unas circunstancias en que las pautas de
conducta pública permanecen en el nivel al que se vieron reducidas a causa de los anteriores períodos de
avance de la barbarie.
Son varias las razones por las cuales la primera guerra mundial inició el descenso a la barbarie. En primer
lugar, fue el comienzo de la era más sanguinaria de la historia hasta ahora. En segundo lugar, los sacrificios
sin límites que los gobiernos impusieron a sus propios hombres al empujarlos al holocausto de Verdún e
Ypres sentaron un siniestro precedente, siquiera por causar matanzas aún más ilimitadas entre el enemigo.
En tercer lugar el concepto mismo de una guerra de total movilización nacional destruyó la columna central
de la guerra civilizada, es decir, la distinción entre combatientes y no combatientes. En cuarto lugar, la
guerra mundial del 14-18 fue la primera contienda importante al menos en Europa, que tuvo lugar en las
circunstancias políticas de carácter democrático y su protagonista fue la población entera o ésta participó
activamente en ella.
Esta era de derrumbamiento y revolución dominó los 30 años que empezaron en 1917. El siglo XX se
convirtió, entre otras cosas, en una era de guerras religiosas en las que un liberalismo K, a la defensiva y en
retirada desde 1947 se enfrentaba a movimientos tanto de comunismo soviético como de tipo fascista, los
cuales también deseaban destruirse mutuamente. De hecho, la única amenaza real que se cernía sobre el K
liberal procedía de la derecha.
Sin embargo, lo que hizo que la crueldad, que es resultado natural de las guerras religiosas, fuera más brutal
e inhumana fue el hecho de que la causa del bien se enfrentara a la causa del mal, cuyos representantes, a la
mayoría de las veces, eran gentes que veían rechazada su reivindicación de la condición de seres humanos
de pleno derecho. La revolución social era un desafío al sentido de una superioridad natural de los de arriba
sobre los de abajo en sociedades que eran por naturaleza desiguales. La lucha de clases, como nos recordó la
señora Tatcher, suele dirigirse con más rencor desde arriba que desde abajo. Si así ocurría en la relación
entre las clases altas y las bajas, más aún se daba en la relación entre razas. La barbarie de la Alemania nazi
fue mucho mayor contra los rusos, los polacos, los judíos y otras personas consideradas infrahumanas que
contra los europeos occidentales.
Y sin embargo, la falta de piedad implícita en las relaciones entre los que se creían superiores por naturaleza
y lo que eran sus inferiores, supuestamente también por naturaleza no hizo más que acelerar el avance de la

282
barbarie latente en todo enfrentamiento entre Dios y el Diablo. Porque en estos enfrentamientos
apocalípticos solo puede haber un resultado: la victoria total o la derrota total.
Es más fácil ver por qué la civilización retrocedió entre el Tratado de Versalles y el lanzamiento de la
bomba sobre Hiroshima. El hecho de que en la segunda guerra mundial, a diferencia de la primera, un bando
lo integran beligerantes que rechazaban específicamente los valores de la civilización del siglo XIX y de la
Ilustración habla por sí solo. Empezó una era de catástrofes; guerras seguidas de revoluciones sociales, fin
de imperios, derrumbamientos de la economía liberal, etc.
Lejos de ser una era de catástrofes, el tercer cuarto del siglo XX fue una era de triunfo para un K liberal
reformado y restaurado, por lo menos, en los principales países donde había una economía de mercado
desarrollada. Permítanme que, a modo de ejemplo, les hable de algo desagradable: la tortura.
Los principales progresos que hizo la tortura entre las dos guerras tuvieron lugar entre los regímenes
comunistas y fascistas. Es casi seguro que el modelo fue la tortura fascista, en particular como la practican
los alemanes en la represión de los movimientos de resistencia durante la segunda guerra mundial.
Permítanme ahora que introduzca a Amnistía, en beneficio de la cual se celebran estas conferencias. Esta
organización se fundó en el 61 para proteger a los presos políticos y otros presos de conciencia. Ya hacía
tiempo que el empleo de la tortura desarrollada en Argelia era motivo de escándalo en Francia. Así que
Amnistía tuvo que concentrar gran parte de sus esfuerzos en la tortura y el informe que publicó en 1975
sigue siendo fundamental. También alcanzó su apogeo en la década de los 70 en América Latina.
¿Cómo se explica este fenómeno deprimente? Desde luego no puede explicarse mediante la racionalización
oficial de la costumbre.
Sugiero que intervienen en ellos tres factores. El aumento de la barbarie occidental después del 45 tuvo
lugar con el trasfondo de las locuras de la guerra fría, período que algún día a los historiadores les resultará
tan difícil de comprender como la caza de brujas de los siglos XV y XVI.
Asimismo es obvio que la tortura occidental surgió al principio, en escala significativa, como parte del inútil
intento de una potencia colonial o, en todo caso, de las fuerzas armadas francesas, de preservar su imperio
en Indochina y el norte de África.
En los años sesenta, tras la revolución cubana y la radicalización de los estudiantes, hubo que contar con un
tercer elemento: la aparición de movimientos insurrectos y terroristas. La estrategia básica de tales grupos
era la polarización. Esperaban que, demostrando que el régimen enemigo había perdido el control de la
situación provocándolo para que desencadenase la represión general, empujarían a las masas pasivas a
apoyar a los rebeldes. Ambas variantes eran peligrosas.
Pero un siniestro aire de irrealidad envolvía estas guerras subterráneas. La revolución socialista no estaba en
el orden del día de las diversas brigadas terroristas de izquierda. Sus probabilidades reales de vencer y
derrocar a los regímenes existentes mediante la insurrección eran insignificantes y se sabía que lo eran.
Permítanme que me ocupe finalmente del período actual. Las guerras de religión en su forma característica
del siglo XX más o menos han terminado aunque han dejado un substrato de la barbarie pública. El actual
caos de conflictos nacionalistas y guerras civiles no debemos verlo como un fenómeno ideológico. Es a mi
modo de ver, una respuesta a un derrumbamiento doble: el del orden político que representan los estados
que funcionan y el de los antiguos marcos de las relaciones sociales en gran parte del mundo.
Creo que los horrores de las actuales guerras civiles son fruto de este doble derrumbamiento. No son la
vuelta a antiguas salvajadas.
Lo que han hecho estas cosas fue peor lo que sin duda hará que empeores en el futuro, es ese
desmantelamiento constante de las defensas que la civilización de la Ilustración había levantado contra la
barbarie y que ha intentado bosquejar en la presente conferencia. Hemos aprendido a tolerar lo intolerable.
La guerra total y la guerra fría nos han lavado el cerebro y nos han hecho aceptar la barbarie. Permítanme
concluir con la historia de los últimos avances de la civilización del siglo XIX, a saber: la prohibición de la
guerra química. Mediante un acuerdo virtual fueron prohibidas después de la primera guerra mundial al
amparo del Protocolo de Ginebra, que debía entrar en vigor desde 1928. En 1987 fue rota de modo
despectivo y provocativo por Sadam Hussein que mató a varios miles de ciudadanos suyos con bombas de
gas tóxico.
La oposición a la guerra biológica siguió siendo más fuerte. Los medios de hacerla debían destruirse
totalmente al amparo de un acuerdo de 1972: pero no los químicos. Podríamos decir que el gas tóxico había
sido domesticado con discreción.
No necesito recordarles lo que fue: atacó los campos petrolíferos que los Estados Unidos consideraban
vitales.

283
 ARRIGHI, Giovanni. El largo siglo XX. Madrid, Akal, 1999.

Epilogo ¿Puede sobrevivir el capitalismo con éxitos?


La prodigiosa expansión del comercio y la producción experimentada por la economía-mundo capitalista en
su conjunto aproximadamente desde 1950 hasta 1970, período durante el cual el orden mundial de la Guerra
Fría de Truman permaneció firmemente en vigor, demuestra la tesis de Schumpeter, que afirmaba que el
potencial de crecimiento del capitalismo de la gran empresa no iba a la zaga de otros modelos. También
ofrece, sin embargo, datos objetivos contundentes a favor de la tesis de Polanyi, que indicaba que
únicamente si son gobernados los mercados mundiales pueden producir resultados positivos y no
desastrosamente negativos y que la mera existencia de los mercados mundiales, sea cual sea su duración
exige cierto tipo de gobierno mundial. A tenor de esta evidencia, puede parecer sorprendente la repentina
revitalización durante la década de 1980 de las creencias del siglo XIX en un mercado autorregulado, y el
redescubrimiento contemporáneo de las virtudes de la pequeña empresa por los teóricos de la
“especialización flexible” y del “sector informal”. Esta tendencia, sin embargo, no resulta tan extraña como
podría parecer a primera vista. En realidad, se adapta perfectamente a la vieja pauta de comportamiento de
fases alternantes de “libertad económica” y de “regulación económica”.
Cada una de las oscilaciones tenía su origen en las disfunciones producidas por la dinámica organizativa,
formal o informal. La dinámica “reguladora” del régimen estadounidense se desarrolló como respuesta a las
disfunciones de la dinámica “desreguladora” del régimen británico. E, igualmente, la dinámica
“desreguladora” de nuestros días puede ser en realidad indicativa de una nueva oscilación de la economía-
mundo capitalista hacia la libertad económica.
Es también posible, sin embargo, que esta nueva oscilación hacia la “libertad económica” sea cortada de
raíz por las tendencias opuestas que está provocando su propia escala, intensidad y velocidad. Aunque la
actual revitalización de un mercado autorregulado ha sido realmente parcial, ya ha tenido consecuencias
insoportables. Comunidades, países e incluso continentes enteros, como sucede con el África subsahariana,
han sido declarados redundantes, superfluos para la cambiante economía de la acumulación de capital a
escala mundial. Si a esto se une el colapso del poder mundial y del imperio territorial de la URSS, la
desconexión de estas comunidades ha desencadenado innumerables disputas de una enorme violencia sobre
la apropiación de recursos. En general, estas disputas no han sido diagnosticadas y tratadas como
expresiones de la autoprotección de la sociedad contra la destrucción, por el impacto de la creciente
competencia del mercado mundial. Contrariamente, han sido diagnosticadas y tratadas como expresión de
odios ancestrales o de luchas de poder entre “matones” locales. Mientras prevalezca este tipo de diagnóstico
y de tratamiento, lo más probable es que la violencia en el conjunto del sistema mundo escape todavía más
al control.
La violencia incontenida en el mundo contemporáneo se halla estrechamente vinculada con la extinción del
moderno sistema de Estados territoriales, como sede primaria del poder mundial. Esto se ha traducido en
fuertes presiones, tanto hacia arriba como hacia abajo, para reubicar la autoridad del Estado-nación.
En los últimos años, la presión más significativa para reubicar la autoridad hacia arriba ha estado definida
por la tendencia a contrarrestar el caos sistémico mediante un proceso de formación de un gobierno
mundial. Las adormecidas organizaciones supraestatales instituidas durante los últimos años de la Segunda
Guerra Mundial han sido rápidamente revitalizadas.
La propia extensión y severidad de la actual crisis de sobreacumulación y la elevada velocidad con la que se
están desplegando pueden generar fácilmente una situación en la que la tarea de crear unas estructuras de
gobierno mundial mínimamente eficaces sobrepase los recursos limitados de los Estados Unidos y de sus
aliados.
No obstante, el desplazamiento de una “vieja” región (Norteamérica) por una “nueva” región (este de Asia),
como centro más dinámico de los procesos de acumulación de capital a escala mundial es ya una realidad.
El milagro económico regional (este de Asia) no comenzó realmente hasta la década de 1970, es decir,
después de la crisis-señal del régimen de acumulación estadounidense.
No está en absoluto claro si el emergente liderazgo japonés puede traducirse realmente en un quinto ciclo
sistémico de acumulación. Sea o no así, el grado de avance japonés en los procesos sistémicos de
acumulación de capital desde la crisis-señal es mucho mayor.
En segundo lugar, y ello resulta más importante, este ascenso espectacular de una masa demográfica
considerable en la estratificada estructura de la economía mundo capitalista estuvo acompañado por un
avance igualmente espectacular en el mundo de las altas finanzas.

284
Aunque menos espectacular que el avance japonés, el ascenso de Corea del Sur, Taiwán, y de las ciudades-
Estado de Singapur y Hong Kong es en sí mismo realmente impresionante de acuerdo con los criterios de la
economía-mundo contemporánea. Corea del Sur y Taiwán son los únicos estados que bajo el régimen de
acumulación estadounidense han logrado ascender del grupo de Estados con renta baja al grupo de Estados
con renta media.
No se trató de una cuestión de industrialización como tal. Durante la década de 1980 otros estados de la
región han experimentado una rápida industrialización, pero no han ascendido en la jerarquía de la
economía mundo capitalista.
En el G7 los Estados norteamericanos y europeo-occidentales todavía dominan los puestos de mando de la
economía-mundo capitalista.
Y sin embargo, en lo que se refiere a la expansión material de la economía mundo capitalista, el capitalismo
del este de Asia ya ha pasado a ocupar una posición de liderazgo. En 1980, el comercio a través del océano
Pacífico comenzó a superar en valor al comercio realizado a través del Atlántico.
Este cambio en la sede primaria de la expansión material del capital desde Norteamérica hacia el este de
Asia constituye un poderoso estímulo adicional para la tendencia a la formación de estructuras
supraestatales de gobierno mundial, promovida por los Estados Unidos. Constituye también, no obstante, un
obstáculo formidable para la realización real de esa misma tendencia.
El resurgimiento del capitalismo japonés de las cenizas del imperialismo japonés tras la Segunda Guerra
Mundial tuvo su origen en el establecimiento de una relación de intercambio político entre el gobierno
estadounidense y los grupos dominantes japoneses. Gracias a esta relación, la clase capitalista japonesa se
ha hallado en condiciones de externalizar los costes de protección y de especializarse unilateralmente en la
obtención de beneficios.
Durante la década de 1960, bajo el impacto del endurecimiento de las construcciones financieras, comenzó a
promover su integración mutua en las redes comerciales regionales centradas alrededor de Japón. Para
lograr este fin, el gobierno estadounidense incitó activamente a Corea del Sur y a Taiwán a que superasen su
resentimiento nacionalista contra el pasado colonialista de Japón y a que abriesen sus puertas al comercio y
a las inversiones japonesas.
Japón ganó mucho más que un espacio económico circundante en el este de Asia. Gracias a la intervención
del gobierno estadounidense, fue admitido en el GATT, se privilegió de su acceso al mercado
estadounidense y se convirtió en destinatario de los gastos militares realizados por los Estados Unidos fuera
de sus fronteras. Por otro lado, el gobierno estadounidense toleró un cierre administrativo de la economía
japonesa frente a la empresa privada extranjera.
Ante la crisis de finales de los ’60 y principios de los ’70, EEUU comenzó a presionar al gobierno japonés
para que reevaluase el yen y para que abriese la economía. Cuando el reacercamiento con China y los
acuerdos de paz concluyeron la guerra estadounidense contra Asia, se intensificaron las presiones
estadounidenses sobre Japón para que redistribuyese los beneficios de su expansión económica. La crisis de
sobreacumulación impulsó al capital japonés por la senda de la expansión transnacional.
El rasgo primordial de esta expansión radica en que consistía básicamente en la reproducción ampliada del
sistema de subcontratación multiestratificado. Como ha sido puesto de relieve por los teóricos del “sector
informal” y de la “especialización flexible”, desde aproximadamente 1970 diversos tipos de sistemas de
subcontratación han florecido por todo el mundo.
La naturaleza “informal” y flexible de la expansión del capital japonés en la región de baja renta circundante
fue lo que elevó su competitividad mundial en un momento de inflación de costes generalizada de alcance
mundial.
A finales de los ’80, cuando las subidas salariales erosionaron las ventajas comparativas que los Cuatro
Tigres (Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong, Singapur) poseían en el extremo inferior de la producción
industrial en términos de incorporación de valor añadido, las empresas de estos Estados se unieron a las
empresas japonesas para explotar los todavía abundantes y baratos recursos de fuerza de trabajo de un
grupo de países vecinos más pobre y poblados (Indonesia, Malasia, Filipinas, Tailandia, Brunéi, Vietnam,
Laos, Birmania y Camboya). El resultado fue una segunda ronda de expansión hacia el exterior, mediante la
cual se produjo la incorporación de una mayor masa de fuerza de trabajo barata. A las empresas japonesas y
a la de los países del Grupo de los Cuatro, se unieron las empresas de los países receptores de la segunda
ronda de expansión industrial regional (fundamentalmente Tailandia) en la operación de trasplantar
actividades intensivas en trabajo, situadas en el extremo inferior de la cadena de incorporación de valor
añadido a países todavía más pobres y poblados (China y Vietnam).

285
La sumisión de Japón a las exigencias estadounidenses es totalmente comprensible, si se tiene en cuenta su
dependencia todavía fundamental, no tanto de la protección militar estadounidense, cuyos límites habían
quedado al descubierto en Vietnam, como de los mercados estadounidenses y de otros países del centro de
la economía mundo capitalista para asegurar la rentabilidad de sus empresas.
Aunque no obstante cumplió las exigencias norteamericanas, el aspecto esencial de la relación
estadounidense-japonesa después de 1987 fue que la inversión japonesa se recanalizó progresivamente
desde los Estados Unidos hacia Asia. El capital japonés, habiendo perdido enormes cantidades de dinero en
Estados Unidos, descubrió finalmente que los mayores beneficios no iban a realizarse haciendo un fútil
intento de apoderarse de la tecnología y la cultura estadounidenses, o financiando el cada vez más
irresponsable keynesianismo militar norteamericano. Por el contrario, esos beneficios se conseguirían
acometiendo una explotación más global y extensiva de los recursos de fuerza de trabajo asiática.
Todavía es demasiado pronto para indicar cuál será el resultado final de este proceso de emancipación del
régimen de acumulación emergente del este de Asia respecto al viejo régimen estadounidense.
Las guerras calientes han proliferado desde 1987. Lo han hecho primordialmente en forma de disputas
locales derivadas de la cada vez mayor escasez de recursos materiales o pecuniarios. Por otro lado, esta
intensificación de la violencia ha tendido a unir militarmente a los Estados capitalistas dominantes en
acciones conjuntas de policía o de castigo y no a dividirlos en bloques antagónicos.
La configuración del poder mundial que ha emergido al final del ciclo sistémico de acumulación
estadounidense es peculiar. Por un lado, los Estados Unidos conservan un cuasi-monopolio del uso legítimo
de la violencia a escala mundial; un cuasi-monopolio que se ha endurecido desde 1989 con el colapso de la
URSS. Pero su endeudamiento financiero es tal que puede continuar ejerciéndolo únicamente con el
consentimiento de las organizaciones que controlan la liquidez mundial. Por otro lado, Japón y las “islas”
menores del archipiélago capitalista del este de Asia han ganado un cuasi-monopolio de la liquidez mundial;
un cuasi monopolio que también se ha endurecido desde 1989. Pero su indefensión militar es tal, que
únicamente pueden continuar ejerciendo este cuasi-monopolio con el consentimiento de las organizaciones
que controlan el uso legítimo de la violencia a escala mundial.
Lo que resulta novedoso en la actual configuración del poder es que Japón ha logrado arrancar al mundo
occidental uno de los dos ingredientes más importantes que han conformado su destino durante los últimos
quinientos años: el control sobre el capital excedente.
Por un lado, los recursos para construir el Estado y organizar la guerra de los tradicionales centros de poder
del mundo occidental capitalista han alcanzado tal punto que pueden incrementarse únicamente mediante la
formación de un imperio-mundo verdaderamente global.
Cualquiera que sea, no obstante, la naturaleza substantiva de este imperio-mundo, su realización requiere el
control sobre las fuentes más prolíficas del capital excedente mundial, que en la actualidad se localizan en el
este de Asia.
Hay tres resultados posibles de la actual crisis del régimen de acumulación estadounidense para el
capitalismo como sistema-mundo.
1) Los viejos centros pueden detener exitosamente el curso de la historia capitalista, apropiándose mediante
la fuerza del capital excedente que se acumula en los nuevos centros y, por medio de ello, concluir la
historia capitalista mediante la formación de un imperio-mundo verdaderamente global.
2) El capital del este de Asia puede llegar a ocupar los puestos de mando en los procesos sistémicos de
capital. Pero, al carecer de los recursos para construir el aparato de Estado y para organizar la guerra que,
históricamente han estado asociados con la reproducción ampliada de un estrato capitalista, la historia
capitalista concluiría como resultado de las consecuencias inesperadas de los procesos de formación del
mercado mundial.
3) La historia capitalista puede continuar, instalándose permanentemente en el caos sistémico y violento en
el que se originó hace seiscientos años y que se ha reproducido a una escala cada vez mayor en cada una de
sus transiciones. Resulta imposible decir si esto significaría únicamente el fin del capitalismo o el de toda la
humanidad.

 HABERMAS, Jürgen. “El Estado-Nación europeo y las presiones de la globalización” en New Left
Review N° 1, Madrid, Akal, 2000.

Desafíos que arrastran la democracia y el Estado-nación

286
Los Estados ya no constituyen los nodos fundadores de la red mundial de relaciones comerciales gracias a la
estructura de relaciones interestatales o insertas en los mercados y no las economías las que están insertas
dentro de las fronteras estatales.
La "deslocalización" de la sociedad, la cultura y la economía, que avanza a grandes pasos, está afectando a
las condiciones fundamentales de existencia del sistema de Estados europeos, erigido sobre una base
territorial a comienzos del siglo XVII y que continúa definiendo los actores colectivos más importantes de
la escena política. Pero la constelación postnacional está acabando con una situación en la que lo político y
el sistema legal entran en un recíproco engranaje constructivo con los circuitos económicos y las tradiciones
nacionales dentro de las fronteras de los Estados territoriales.
Me limitaré aquí a considerar tres aspectos de la erosión de las prerrogativas del Estado-nación.
Debilitamiento del Estado-nación
a) La pérdida de autonomía significa entre otras cosas, que un Estado ya no puede contar con sus propias
fuerzas para proporcionar a sus ciudadanos la protección adecuada frente a los efectos externos de
decisiones tomadas por otros actores. Aquí entran, por ejemplo, la contaminación, el crimen organizado, el
tráfico de armas, las epidemias, etc.
b) Los déficits de legitimación democrática surgen cuando el conjunto de los implicados en la toma de
decisiones democráticas no llega a coincidir con el conjunto de los que se ven afectados por estas. El hecho
de que los Estados-nación están insertos institucionalmente en una red de acuerdos transnacionales,
significa que más decisiones políticas son sustraídas de la arena de la formación de la opinión y la voluntad
democráticas, que son arenas exclusivamente nacionales.
c) Restricción de los recursos de intervención movilizados por el Estado para llevar a cabo sus políticas
sociales de legitimación. El capital desterritorializado puede amenazar con hacer uso de su opción de salida
cuando un gobierno plantee restricciones gravosas para las condiciones de la inversión interna intentando
protegerlos valores sociales, conservar la seguridad en el empleo o preservar su propia capacidad de gestión
de la demanda.
Así los gobiernos nacionales están perdiendo el poder de movilizar todos los mecanismos disponibles de
conducción de la economía interna, de estimular el crecimiento y asegurar de tal forma las bases vitales de
su legitimación.
Los parámetros de una discusión
Hay varias respuestas a este desafío.
a) El apoyo a la globalización se basa en la ortodoxia neoliberal. Habermas la rechaza porque una economía
mundial completamente liberalizada implicaría la aceptación en el plano nacional e internacional de un
período de transición que vería no sólo un drástico aumento de las desigualdades sociales y la
fragmentación social, sino también del deterioro de los valores morales y de las infraestructuras culturales.
De la territorialidad a la xenofobia
b) Como reacción a la erosión de la democracia y el poder del Estado-nación, se ha formado una alianza de
aquellos que se resisten al declive social potencial o real de las víctimas del cambio estructural y a la
despotenciación del Estado democrático y de sus ciudadanos. Pero el enérgico deseo de cerrar las
compuertas acaba delatando en este "partido de la territorialidad" la impugnación de las bases igualitarias y
universalistas de la democracia misma. El sentimiento proteccionista aprovecha la ocasión para difundir el
rechazo etnocéntrico de la diversidad, el rechazo xenófobo del otro y el rechazo antimoderno de la
complejidad de las condiciones sociales.
No resulta difícil ver por qué el Estado-nación no podría recobrar la fuerza de antaño limitándose a atrancar
las escotillas.
Una tercera vía se separa en dos direcciones, en función de variantes más o menos defensivas u ofensivas.
Una parte de la premisa es que, si las fuerzas del capitalismo global, una vez desencadenadas, ya no pueden
ser domesticadas, su impacto puede amortiguarse en el ámbito nacional. La otra pone sus esperanzas en el
poder transformador de una política supranacional que alcanzaría a los mercados fugitivos.
c) La variante defensiva sostiene que el avance del mercado sobre la política es irreversible, y que el Estado-
nación debería limitarse al fomento de inversiones y a proporcionar a los ciudadanos las habilidades
necesarias para competir.
d) La segunda variante es más ofensiva. La perspectiva que ofrece gira en torno a la idea de que lo político
debería anteponerse a la lógica del mercado. Deben buscarse unidades políticas más amplias y a sistemas
transnacionales que puedan compensar las pérdidas funcionales del Estado-nación de tal manera que no sea
necesario romper la cadena de la legitimación democrática. La Unión Europea se nos presenta como el
ejemplo de una democracia que funciona trascendiendo los límites del Estado-Nación.

287
Las consecuencias problemáticas de una política que equipara la sociedad en su conjunto a las estructuras de
mercado se explican por el hecho de que el dinero no puede sustituir indefinidamente al poder político. Los
criterios de medida de los usos legítimos del poder son distintos de los utilizados para medir la prosperidad
económica. La política que fortalece los mercados es autorreferencial hasta tal punto que toda medida a
favor de la desregulación de los mercados supone una descualificación simultánea o una autorrestricción de
la autoridad política como mecanismo para aplicar decisiones colectivas vinculantes. La política de "ponerse
a la altura" invierte este proceso; es una política reflexiva en su versión positiva.
Europa y el mundo
Las economías europeas, hasta ahora estructuradas nacionalmente, han alcanzado diferentes niveles de
desarrollo y se caracterizan por sus diferentes estilos económicos. Hasta que una economía unificada surja,
de esta mezcla heterogénea, la interacción entre cada una de las zonas económicas europeas, todavía insertas
en diferentes sistemas políticos, generará fricciones.
Europa se enfrenta a una alternativa: puede aliviar esas tensiones pasando por el mercado, vía la
competencia, o resolverlas con medios políticos, a través de un intento de producir una "armonización" y
una regulación mutua progresiva entre políticas del bienestar, mercado de trabajo y políticas fiscales. La
cuestión fundamental es si debe defenderse el statu quo institucional o si la Unión Europea debería
evolucionar más allá de su forma actual de alianza interestatal hacia una verdadera federación. Sólo en este
último caso podría cobrar la suficiente fuerza política como para decidir la aplicación de medidas
correctivas a los mercados y establecer mecanismos reguladores redistributivos.
Los bandos en torno a Europa
El debate entre euroescépticos y eurofederalistas gira sobre todo en torno a la cuestión de si la UE pese a la
diversidad de sus Estados miembros, con tantos pueblos, lenguajes y culturas diferentes, podrá acaso
adquirir el carácter de un auténtico Estado, o bien deberá seguir enredada en sistemas de negociación
neocorporativa. Los eurofederalistas se esfuerzan en aumentar la gobernabilidad de la Unión. Desde este
punto de vista, todo aumento de la capacidad de acción política de la Unión debe ir acompañada de un
ensanchamiento de sus bases de legitimación.
Extender la solidaridad.
No cabe duda de que la condición sine qua non para la formación de una voluntad democrática a escala
paneuropea, tal que pueda legitimar y apoyar enérgicamente políticas de redistribución coordinadas,
consiste en una mayor solidaridad en la base. Hasta el momento, la solidaridad social se ha limitado al
Estado-nación: debe ampliarse hasta abarcar a todos los ciudadanos de la Unión.
En el siglo XIX la conciencia nacional y la solidaridad social sólo se crearon progresivamente, con la ayuda
de la historiografía nacional, las comunicaciones de masas y el servicio militar obligatorio. Si aquella forma
artificial de "solidaridad entre desconocidos" surgió gracias a un esfuerzo históricamente decisivo de
abstracción de la conciencia local, dinástica, hacia una conciencia nacional y democrática, este proceso de
aprendizaje puede ampliarse de igual manera más allá de las fronteras nacionales.
Sin duda quedan obstáculos mayores. Una constitución no será suficiente. Sólo surgirá un sistema de
partidos europeo en la medida en que los partidos existentes, al principio en la arena política nacional,
discutan el futuro de Europa, descubriendo en el proceso intereses que trascienden las fronteras. Esta
discusión debe sincronizarse en toda Europa mediante una interconexión de las esferas públicas nacionales,
es decir, deben discutirse los mismos problemas al mismo tiempo, con el fin de fomentar la emergencia de
una sociedad civil europea con sus grupos de interés, organizaciones no-gubernamentales, iniciativas
ciudadanas, etc. Pero los mass media transnacionales sólo pueden determinar un contexto comunicativo
políglota si los sistemas nacionales de enseñanza procuran que los europeos tengan unos rudimentos
comunes en lenguas extranjeras.
El objetivo a largo plazo sería la eliminación progresiva de las divisiones sociales y de la estratificación de
la sociedad mundial sin menoscabo de la especificidad común.

 HOBSBAWM, Eric. Años interesantes. Barcelona, Crítica, 2003.

Cap. 20 “De Franco a Berlusconi”.


I A comienzos de los años cincuenta España era un país pobre y hambriento. En España no había voces
públicas. Las noticias que se producían en Barcelona llegaban al resto del país de boca en boca, por los
viajeros como yo, por los vendedores ambulantes, los camioneros y algún oyente ocasional de las emisoras

288
de radio extranjeras. Intelectualmente, España, la mayor parte de cuyos talentos había emigrado, era un país
asfixiado.
El régimen sobrevivió, a pesar de lo perceptible que era su injusticia y de la impopularidad de que gozaba
entre las masas, no tanto por su poder y su disposición a sembrar el terror, sino porque nadie deseaba otra
guerra civil.
España, sobre todo, era un país aislado. Su régimen manchado de sangre seguía viviendo bajo el caparazón
de la antimodernidad, bajo el catolicismo tradicionalista y la autarquía. La extraordinaria industrialización
del país, que lo haría irreconocible y que incluso cambiaría el aspecto físico de los españoles en los treinta o
cuarenta años siguientes, apenas había empezado.
Como España parecía anclada en su historia, y posiblemente seguiría así durante mucho tiempo, resultaba
un escenario extraordinariamente peligroso para los observadores y los analistas del exterior.
El único partido de la oposición eficaz que existía, el Partido Comunista, seguía sin querer aceptar que no se
vislumbraba en absoluto un derrocamiento repentino del régimen. Los anarquistas, otrora poderosos en el
seno del movimiento obrero español, no habían conseguido sobrevivir a la guerra civil como una fuerza de
peso.
II Mi descubrimiento de Italia en 1952 fue muy distinto del de España en casi todos los aspectos. Italia no
era un país hambriento ni anquilosado. Los primeros signos de dinamismo ya eran evidentes. Sin embargo,
no toda Italia estaba camino de la modernidad occidental, especialmente en el sur y en las islas.
Una larga historia de pertenencia a un país considerado tradicionalmente encantador, pero no demasiado
serio, por el mundo exterior, a un país unificado desde 1860, pero no lo suficientemente acertado en sus
actuaciones en la paz y en la guerra. Según mi punto de vista, estas circunstancias condujeron a un arraigado
sentimiento de marginalidad y provincianismo. Los italianos se habían resignado a la creencia de que la
verdadera acción histórica, los centros de la civilización y de las autoridades intelectuales, estaban en otros
lugares.
El fascismo, aunque en cierto sentido reforzó un sentimiento de identidad nacional, había fracasado en su
intento de curar esa sensación italiana de inferioridad política y militar, y no cabe la menor duda de que no
hizo nada por desprovincializar la cultura del país. Se consideraba que la Italia posfascista tenía muchísimo
que hacer para ponerse al día culturalmente y, de una forma u otra, su referencia para este cometido se
encontraba fuera de sus fronteras.
Quizás el logro más espectacular e inesperado de la República italiana nacida de la Resistencia antifascista
fuera cambiar toda esta situación, y al hacerlo consiguió demostrar lo que resultaba siempre evidente a los
ojos de cualquier extranjero libre de prejuicios, a saber, que los italianos no habían perdido ninguna de las
dotes intelectuales, artísticas y empresariales que habían dado lugar entre los siglos XIV y XVII a aquellas
grandes conquistas admiradas universalmente.
Mientras Francia perdía después de 1945 la hegemonía cultural, el diseño y estilo de vida italianos seguía
una progresión ascendente.
Al pensamiento italiano le costó trabajo sacudirse de encima el provincialismo del pasado, sobre todo
debido a la vieja resistencia del sistema universitario italiano, que desde tiempos inmemoriales era víctima
del control ejercido por los políticos y los burócratas.
El príncipe de estos arquitectos de la cultura de la Italia posfascista fue el editor Guilio Einaudi.
Paradójicamente, no era una figura muy intelectual, pero se puso al frente de un equipo de asesores que
combinaban una inteligencia, una erudición, un ingenio, una cultura cosmopolita y una creatividad literaria
excepcionales.
En los años ochenta acabó perdiendo el control de la empresa, y en 1991, tuvo que venderla al imperio
mediático de Silvio Berlusconi.
Entre 1952 y 1997 Italia conjugó su espectacular transformación social y cultural con una política
inamovible. Al finalizar la Guerra Fría la población de esta península tradicionalmente pobre poseía más
automóviles por habitante que prácticamente cualquier otro Estado del mundo. Pero desde que empezó la
confrontación de los países del este y del oeste en 1947 quedó claro que Estados Unidos no permitiría bajo
ninguna circunstancia que los comunistas subieran al poder en Italia, ni siquiera que fueran elegidos para
desempeñar cargos en el Gobierno.
Italia había empezado a acomodarse a un futuro previsible, lo mismo que Japón, como satélite político
increíblemente corrupto de Estados Unidos, bajo un partido único, la Democracia Cristiana, mantenido en el
poder de manera permanente gracias al veto de los norteamericanos. La mafia y la camorra son producto del
sistema político de la Guerra Fría. Durante las décadas que siguieron a 1950 la República italiana se
convirtió en una institución extraña, laberíntica, con frecuencia absurda y a veces hasta peligrosa, cada vez

289
más alejada de la realidad de la vida de sus habitantes. Arreglárselas, más gracias a los contactos que
utilizando sobornos se convirtió en el lema nacional italiano.
En algún lugar entre una sociedad civil próspera y más segura de sí misma que nunca y las actividades
esotéricas del Estado y cubierto por infinitas capas de silencio y ofuscación se encontraba la esfera del
poder. No tenía constitución ni estructura formal. Una parte de esa esfera de poder era secreta y seguía
caminos subterráneos.
En los años noventa el sistema se vino abajo. El fin de la Guerra Fría privó al régimen italiano de su única
justificación, y una verdadera sublevación de la opinión pública contra la codicia realmente espectacular del
primer ministro socialista y de su partido acabó con él. Todos los partidos de la Italia de posguerra quedaron
borrados del mapa en las elecciones de 1994, excepto el PC italiano y los neofascistas.
III ¿qué puede decir el autor de su biografía acerca de un país que ha formado parte de su vida y de la de su
esposa durante medio siglo? Este país se ha portado maravilloso con Hobsbawm. Les ha dado sus temas
como historiador. Pero ¿por qué la Italia de Berlusconi del 2002 no es lo que Hobsbawm se imaginaba?
Cinco años después del fallecimiento de Berlinguer había caído el Muro de Berlín y el PCI abandonado sus
símbolos y tradiciones, reconstruía sus propias estructuras y cambiaba su nombre para presentarse de un
modo poco definido como el Partido Democrático de Izquierda.
Así, a la larga, disfrutar de Italia resultó más fácil de entenderla. Paradójicamente, fue más fácil en la época
de la crisis de la República. Desde el punto de vista de Hobsbawm Italia fue durante los años 80 una
sucesión de acontecimientos públicos y conversaciones académicas.
Su recuerdo más vívido es de un viaje a Roma, para hacer un programa que se llamaba Una velada con Karl
Marx. La velada fue surrealista.
Estaba ahí en el 94, cando el pueblo italiano derrocó el régimen más corrupto de Europa, acabando al final
con los partidos de la república de la Guerra Fría. Sin embargo, lo que resultó particularmente desalentador
para los antiguos admiradores del PCI aunque no fuera un hecho inesperado, fue el fracaso de lo que en otro
tiempo fuera el PCI. Cuando finalmente consiguió ocupar el lugar que le correspondía a la cabeza de un
gobierno democrático no estuvo a la altura de las circunstancias.
Para la mayoría de los italianos la vida seguía igual, probablemente mejor que nunca tras el período de
desarrollo de 50 años más milagroso de toda su historia.

 WALLERSTEIN, Inmanuel. Conocer el Mundo, Saber el Mundo. El fin de lo aprendido. México,


Siglo XXI, 2001.

El ascenso de Asia Oriental, o el sistema tercer mundo en el Siglo XXI.


Desde alrededor de 1970 lo que se llama el ascenso del este asiático ha sido uno de los principales temas de
discusión entre los que se interesan por la evolución del sistema mundial. Para la mayoría significaba
primero el extraordinario crecimiento de todos los indicadores económicos en Japón. La realidad empírica
parece bastante clara, lo que se discute es principalmente su significación. Esta discusión se ha centrado en
dos preguntas:
1- ¿Cuál es la explicación de ese crecimiento?
2- ¿Qué presagia el crecimiento económico del este de Asia?
La estructura y la trayectoria están íntimamente ligadas. Acá se resumirán algunas opiniones que el autor ha
explicado en otra parte mediante una lista de proposiciones más relevantes a esas preguntas.
- El moderno sistema mundial es una Economía mundo K, o sea que es gobernada por el impulso hacia la
acumulación interminable del K.
- Ese sistema se expandió al paso de los siglos, incorporando sucesivamente a otras partes del mundo.
- El oriente de Asia fue la última región grande incorporada.
- El sistema mundial K está constituido por una Economía Mundo dominada por relaciones centro periferia.
- las contradicción fundamentales del sistema K se han expresado en el proceso sistémico a través de una
serie de ritmos cíclicos.
- Los dos ritmos cíclicos más importantes han sido los de Kondratieff de 50/50 años. Y los ciclos
hegemónicos de 100/150 años.
- Los ritmos cíclicos dieron origen a periódicos y lentos pero significativos desplazamientos geográficos de
los centros de acumulación y de poder.
- Esos cíclicos nunca fueron perfectamente simétricos.

290
- El moderno sistema mundial, como todos los sistemas, es finito en duración y llegará a su fin cuando sus
tendencias seculares lleguen al punto en que las fluctuaciones del sistema sean suficientemente amplias e
impredecibles para que les resulte imposible asegurar la renovada viabilidad de las instituciones del sistema.
Dentro de este conjunto de premisas es bastante fácil analizar el llamado ascenso de Asia Oriental. Ocurrió
durante una fase B Kondratieff. Para la mayoría de países esta fase es iguala a una mala racha. Sin
embargo, un período de esos nunca es malo para todos. Por lo tanto hay un cuadro básico de oportunidad
para varias zonas, pero gran éxito para una sola de ellas.
Por supuesto, también debemos explicar por qué la gran beneficiaria fue Asia oriental en lugar de, por
ejemplo, Brasil o Asia meridional. Sin embargo se podía sostener que en 1945 la situación económica de
Brasil o de Asia meridional no era en realidad muy diferente a la de Asia oriental. La gran diferencia era la
geografía de la guerra fría: Asia oriental estaba en el frente y los otros no.
La consecuencia económica del ascenso de Asia oriental ha sido la transformación de la geografía del
mundo de la posguerra. En los 50 EEUU era el único centro importante, para los 60 Europa había vuelto a
serlo. Para los 70 Japón había llegado a ser el tercero. Así estaba la tríada completa. El ascenso de Europa y
Asia oriental significó necesariamente una reducción del papel de las estructuras económicas
estadounidenses y por consiguiente las finanzas estatales de EEUU. Durante los 80 EEUU adquirió una
enorme deuda externa para pagar su keynesianismo, militar y en los 90 ha dado prioridad a la reducción del
gasto estatal (esto tuvo efectos muy importantes sobre su capacidad de realizar actividades militar, como
por ejemplo la guerra del golfo, etc).
De 1789 a 1989 es la historia de la estabilización política del sistema mundial. Las ideas fueron
verdaderamente revolucionarias y peligrosas y amenazaban a todas las autoridades establecidas.
El liberalismo surgió como ideología para enfrentar al conservadurismo, pues sus proponentes consideraban
que como respuesta al desafío el conservadurismo era rígida y contraproducente. El radicalismo/socialismo
surgió como la tercera ideología, apartándose del liberalismo.
La batalla entre los defensores de cada una de las tres ideologías ha sido la historia política central de los
siglos XIX y XX. La primera característica es que ninguna de estas ideologías era anti-estatal.
La segunda es que por un largo período el liberalismo fue la ideología dominante de las tres marcó la
geocultura del sistema mundial.
Esto, por supuesto, no es toda la historia política de los siglos XIX y XX. Ese mismo período (1848-1968)
que propongo como era del triunfo del liberalismo en al geocultura del sistema mundial. También fue
después de todo el período de nacimiento, ascenso y si, triunfo de la llamada vieja izquierda.
La segunda mitad del siglo XIX presenció la lenta creación de estructuras burocráticas principalmente en
Europa y EEUU.
Ese período fue al mismo tiempo el momento de la última gran expansión geográfica de la economía
mundo, incluyendo la incorporación de Asia oriental. Fue el momento de la gran última subordinación
política de la periferia: la colonización de África, Asia y el Pacifico.
Si juntamos todos los elementos no es difícil comprender porque el programa político liberal de tres punto
para las clases trabajadores europeas (sufragio, E de bienestar y creación de una identidad nacional) logró
para comienzos del siglo XIX domar a las clases peligrosas de Europa.
Sin embargo, fue precisamente en ese punto cuando el Oriente levantó su cabeza política en el sistema
mundial. La revolución china de 1911 inició el proceso de reconstitución del Imperio Medio.
En todo el mundo, en el periodo comprendido entre el 45 y los 70 la vieja izquierda llegó al poder con base
en esos programas políticos liberales. Lo que a esas alturas había alcanzado los miembros de la Vieja
izquierda sin embargo, no era en absoluto lo que originalmente se habían propuesto lograr a mediados del
siglo XIX. No había logrado establecer un mundo lo suficientemente democrático. Era porque las fuerzas
populares realmente creían que iban en camino de quedarse con todo el pastel.
El genio de los liberales consistió en que lograron dominara a las fuerzas populares y transformaron los
movimientos de sus oponentes en avatares suyos.
La revolución mundial del 68 se sintió en todas partes. Las quejas y demandas específicas eran particulares
de cada lugar, pero los dos temas repetidos eran: uno la denuncia del sistema mundial dominado por los
EEUU y dos, la crítica de la Vieja Izquierda por sus fallas y en particular por el hecho de que sus múltiples
movimientos se habían convertido en meros avatares de la doctrina liberal. Pero al revolución del 68
también tuvo un efecto inmediato perdurable y un efecto que se hizo sentir en las dos décadas siguientes.
Después del 68 el sistema mundial volvió al cuadro ideológico de 1815 -1848: una lucha entre las tres
ideologías.

291
El segundo cambio posterior al 68 fue la pérdida de la fe popular en el gradualismo o más bien en los
movimientos de la Vieja Izquierda que lo habían predicado como forma revolucionaria.
Lo que esta fase B Kondratieff dejó claro fue la estrechez de los límites dentro de los cuales puede darse el
llamado desarrollo económico de las naciones subdesarrolladas. La industrialización incluso cuando es
posible, no es un remedio por si sola.
Ahora meditemos sobre las consecuencias políticas de las dificultades de la economía mundo en el periodo
del 70-95 significó el grave descrédito de la Vieja Izquierda, su atractivo disminuyó seriamente y también,
hasta cierto punto su confianza en sí mismos.
La segunda consecuencia es que las poblaciones se han vuelto contra el E. La actitud antiestatal se refleja no
solo en el rechazo del papel del E en la redistribución económica, sino también en una visión general
negativa del nivel de los impuestos y de la eficacia y motivación de las fuerzas de seguridad del E. Se
expresa en un desprecio cada vez mayor por los procesos legales, y de hecho en el aumento de la
delincuencia como forma de protesta. Cada uno de esos pasos debilita cada vez más y hace más difícil para
los E cumplir sus funciones.
La única región q no ha presenciado la difusión del antiestatismo es precisamente Asia oriental, porque es la
única que no vivió una declinación seria de sus perspectivas económicas durante el periodo 70-95 y por lo
tanto la única donde no se ha producido la desilusión con el reformismo gradualista.
¿Qué pasará en el futuro? Básicamente hay dos libretos posibles.
Por un lado:
Pronto deberá iniciarse otra fase A de Kondratieff.
Habrá una intensa competencia entre Japón, EEUU y la UE.
Se iniciará otra competencia entre Japón y la UE por suceder a EEUU.
La combinación más probable es Japón con EEUU contra la UE.
Esto llevará a la clásica situación de una potencia de mar y aire apoyada por la ex potencia hegemónica
contra una potencia de base terrestre.
Cada uno de los miembros de la tríada seguirá reforzando sus vínculos económicos y políticos con regiones
particulares.
El problema más difícil en ese reagrupamiento geopolítico sería la inclusión de China en la zona de Japón-
EEUU y de Rusia en la zona de la UE
El autor no le quiere dedicar más tiempo a esta posibilidad porque no cree que ocurra. O más bien cree que
ya ha empezado y continuará, pero no llegará a la conclusión natural.
Acá también se resumirán sus opiniones porque ya las ha elaborado:
No podemos estar seguros de si la fase B va terminar con suavidad o violentamente, estamos yendo a una
época de deflación.
El reinicio de una fase A requiere una expansión de la demanda efectiva real. La población del mundo tiene
q ganar poder adquisitivo por encima del que ya tiene.
En cualquier caso, un viraje hacia arriba, requeriría una inversión productiva considerable y se ubicará en el
Norte.
La desruralización del mundo ha llegado a eliminar prácticamente el mecanismo de compensación
tradicional de abrir nuevas zonas de producción primaria.
Los graves dilemas ecológicos crearán una enorme presión para que los gobiernos reduzcan otros gastos a
fin de poder manejar los costos de la restauración de un nivel aceptable de equilibrio.
El nivel de demanda popular de servicios estatales no disminuirá.
El sur excluido se mostrará políticamente mucho más inquieto que ahora, y el nivel de desorden global
aumentará marcadamente.
El colapso de la vieja izquierda habrá eliminado las fuerzas moderadoras más efectivas contra esas fuerzas
desintegradoras.
Esto nos permite anticipar un periodo más bien prolongado de tiempos revueltos, con aumento de las
guerras civiles. El guión termina acá. Porque el resultado de este proceso impondrá la “búsqueda del orden”.
De todas formas, nada es claro.

6.2. Los Estados Unidos ante el desafío de su hegemonía. Del momento unipolar al multilateralismo
económico y la “doctrina Clinton”. El atentado y la redefinición de la agenda internacional (?). En busca de
un nuevo enemigo: los oponentes potencialmente comparables, los Estados Rebeldes y el nuevo terrorismo.

292
Los HECHOS SON SUBVERSIVOS’, DE TIMOTHY GARTON ASH

Prefacio
Bush quiere derricaar a sadam Husein mediante una acción militar justificada por la conjunción del
terrorismo y las armas de destrucción masiva. Pero la inteligencia y los hechos se están manipulando a
favor de la operación. Los hechos se estaban manipulando.
La 1er tarea del hisotriador y del periodista consiste en encontrar los hechos, los cuales deben ser
constrastados con todas las pruebas disponibles. En la actualidad la fuente de manipulación de los hechos
han de buscarse en la frontera e/ política y medios de comunicación. Polticis usan los medios para impner.
La línea entre la realidad y la realidad virtual es sistemáticamente desdibujada.
La década del noventa comineza con la caída del muro y termina en 2001 con la de las torres. Del 2001 al
2008 (ascenso de obama) esta la era de la guerra global vs el terrorismo. A partir del 2008 comienza otra era
con el ascenso de las potencias no occidentales, el desafio a lcalentamiento global que bush no había
relaizado.
La influencia del continente europeo continuara disminuyendo en lso porximos años. El despilfarro de USA
provoca que no sea capaz de modelar la próxima década.

WALLERSTEIN CAP. X – ESTADOS UNIDOS Y EL MUNDO: HOY, AYER Y MAÑANA

Durante el período que va desde 1945 a 1990, presenta rasgos esenciales:Estados Unidos fue la
potencia hegemónica en un sistema mundial unipolar de nuestro sistemamundial. Lo que marca
ese período es la prosperidad. EEUU y la URSS mantenían un conflictosumamente estructurado. El
tercer mundo reclama derechos más completos. Las décadas de1970 y1980 fueron décadas de
estancamiento económico global.
El presente empezó en 1945. Con Yalta, Europa quedó dividida por el Elba o bien por la línea Stettin-
Trieste con la "cortina de hierro".
Yalta tenía tres legados:
1. Relacionado con el funcionamiento de la economía-mundo: la zona soviética no pediría ni recibiríaayuda
de Estados Unidos para su reconstrucción. Respecto al primer punto podemos decir queEEUU se concentró
en el mejoramiento de su capacidad de producción y de innovación tecnológicay su infraestructura no se vio
dañada por la segunda guerra mundial, a diferencia de lo sucedido enEuropa. Esto le dio gran ventaja y le
permitió controlar todas las decisiones importantes en los
foros mundiales. Se apoyó en las alianzas con los países ya industrializados del mundo y en unestado de
bienestar de integración nacional. Ideológicamente se comprometió a cumplir con laspromesas del
liberalismo político: sufragio universal y un sistema parlamentario, para lo cual seexcluyó a los regímenes
comunistas de los derechos políticos comprometió a cumplir con laspromesas del liberalismo.
2. Relacionado con lo ideológico se autorizó a fomentar la mutua condenación. Lo que
debiócontrolarse la izquierda de los dos bloques. La URSS era el agente sub imperialista de EstadosUnidos.
En el segundo punto advertimos que a primera vista la relación EEUU-URSS era unaenemistad absoluta
pero en la realidad se trató de un pacto de no-intervención en los asuntos delotro; trazaron una línea
imaginaria para delimitar la zona de influencia de cada uno. De hecho, sepodría decir que la URSS era una
potencia subimperialista de EEUU y que fue sumamente útil parala ejecución de sus planes y el
mantenimiento del orden global.
3. No se permitiría que nada del mundo es europeo (el tercer mundo) cuestionará la gran
pazestadounidense en Europa y su soporte institucional (la doctrina de la contención-Yalta). Nuestrotercer
rasgo nos dice que el tercer mundo no era tomado en cuenta al momento de tomardecisiones
importantes; le eran conoce derechos debidos, principalmente, a su militancia a favor deEEUU. Tanto el
leninismo como el wilsonismo buscaban un cambio político que establecería lasoberanía posteriormente un
cambio económico que incluiría el establecimiento de una burocraciaestatal eficaz, el mejoramiento de los
procesos productivos y la creación de una infraestructurasocial. El resultado que se pretendía obtener era
cerrar la brecha entre los países ricos y lospobres. Los países del tercer mundo estaban ansiosos por
implementar estas reformas y el primerpaso fue independizar las colonias y llevar a cabo
revoluciones en algunos países,paradójicamente tanto la URSS como EEUU retardaron lo más posible
este tipo de movimientos eincluso se negaron a apoyar algunos de estos. A pesar de esto, la batalla política
fundamental fueganada por el tercer mundo aunque en la mayoría de los países el segundo paso no se
daríanunca.4. A partir de 1968 presenciamos un resentimiento por el imperialismo de Estados

293
Unidos, unresentimiento por el sub imperialismo soviético y su colisión con Estados Unidos,más otros.
Elincendio se apagó después de tres años. Para el autor, el fin de la Guerra Fría fue una derrota paraEstados
Unidos. Eliminó el último soporte importante de la hegemonía y prosperidad de EstadosUnidos el escudo
soviético. El apogeo de la prosperidad de Estados Unidos ha terminado. Lasbases se desmoronan.Haciendo
alusión al cuarto rasgo, diremos que EEUU llego a su máximoapogeo en la década de los 70s y es entonces
que su crecimiento comenzó a declinar, se podríadecir que el desarrollo económico de Europa occidental y
de Japón había ya superado los niveles
de EEUU. A esto debemos aunar el hecho de que EEUU debía acceder a su propio credowilsoniano ya
que el costo de no hacerlo estaba debilitando la legitimación del gobiernoestadounidense en su
propio país. Para evitar un deterioro mayor se recurrió a una política deremiendos, entre los más brillantes
debemos mencionar el aumento de los precios del petróleo dela OPEP que tuvo lugar con la anuencia de
Estados Unidos. Es en esta década que EstadosUnidos trata de mantener a todos en calma, incluyendo a sus
propios ciudadanos. Esta políticallamada de “perfil bajo” mostraba las limitaciones del poder de EEUU y
funciono bien hasta que eltercer mundo se negó a aceptar las reglas del juego. Esto origino posteriormente
una políticamucho más dura por parte de Estados Unidos hacia sus aliados, la URSS, el tercer mundo y
dentrodel país. Es entonces que el mundo se ve sumido en una serie de crisis económicas
quesumieron a la mayoría de los países en deudas enormes. La URSS decidió tomar medidasdrásticas
para tratar de seguir siendo una potencia mundial, pero no lo logró.
En opinión del autor, el sistema mundial se está yendo hacia una mayor polarización Norte-Sur que
laexistente hasta ahora. Prevé que la economía mundial saldrá adelante y los tres centros de producciónde
las nuevas industrias principales serán Japón, la Unión Europea y Estados Unidos; estos países
seenfrascaran en una feroz lucha entre ellos por el control del mercado mundial. Menciona que el másdébil
de estos tres se aliara con uno de los otros (prevé que sea Estados Unidos con Japón) y suponeque trataran
de impedir la desintegración de la URSS.
Nos dice que nada bueno ocurrirá con lo que solía ser el tercer mundo, ya que su producción y suriqueza
disminuirán, aunque se verán importantes inversiones en materia de educación y salud.
Una opción que tienen estos países es liberarse del actual sistema mundial, otra seria el uso de lafuerza
militar para crear una transformación económica, una nivelación en la economía de los paísesque les
permita alcanzar un nivel máximo sin encontrarse siempre a la sombra de EEUU.
De estas dos obviamente la segunda es la más temible ya que los países del sur no son actualmentetan
débiles como lo fueron en el pasado y el Norte no tiene la seguridad de ganar una guerra contra elsur.
La tercera opción sería la llamada opción de resistencia individual por reubicación física, que consistiríaen
la influencia que llegara a tener la población del sur que migre hacia los países del norte en materiapolítica y
social.
La posición de la izquierda es sumamente difícil tanto en el Norte como en el Sur, ya que dudan
quecualquiera de las opciones anteriormente mencionadas lleve en realidad a un mundo de igualdad
ydemocracia. La duda es si realmente surgirán nuevos movimientos transformadores para el tercermundo.

HUNTINGTON EL FUTURO DE LAS CIVILIZACIONES

En la historia de todas las civilizaciones, la historia termina al menos una vez, y a veces más. Cuando
aparece el Estado universal de la civilización, sus gentes quedan cegadas por lo que Toynbee llamaba «el
espejismo de la inmortalidad», convencidas de que la suya es la forma final de la sociedad humana. Sin
embargo, las sociedades que suponen que su historia ha terminado son habitualmente sociedades cuya
historia está a punto de empezar a declinar.
La mayoría de los occidentales se siente inclinados, de forma absolutamente natural, a responder
afirmativamente a ambas preguntas. Y quizá tienen razón. Sin embargo, en el pasado los pueblos de otras
civilizaciones pensaron de modo semejante y se equivocaron. Occidente difiere obviamente de todas las
demás civilizaciones que han existido, por cuanto ha dejado una huella profunda en todas las demás
civilizaciones que han existido desde el año 1500. Además, inició los procesos de modernización e
industrialización que se han convertido en universales.

El desarrollo de Occidente hasta hoy no se ha apartado significativamente de las leyes evolutivas comunes a
las civilizaciones a lo largo de la historia. El Resurgimiento islámico y el dinamismo económico de Asia
demuestran que otras civilizaciones están vivas y con buena salud, y amenazan, al menos potencialmente, a
Occidente. Una gran guerra en la que intervengan Occidente y los Estados centrales de otras civilizaciones

294
no es inevitable, pero podría suceder. Por otra parte, la decadencia gradual e irregular de Occidente, que
empezó a principios del siglo XX, podría prolongarse en el futuro durante décadas, quizá siglos. También es
posible que Occidente experimente un período de renacimiento, invierta la tendencia decadente de su
influencia en los asuntos mundiales y confirme de nuevo su posición como líder al que las demás
civilizaciones siguen e imitan.
. La cuestión fundamental para Occidente es si, dejando totalmente a un lado las amenazas exteriores, es
capaz de detener e invertir los procesos internos de decadencia. ¿Puede Occidente renovarse, o la continua
degeneración interna simplemente acelerará su final o su subordinación a otras civilizaciones económica y
demográficamente más dinámicas?*
A mediados de los años noventa, Occidente tenía muchas características que Quigley catalogaba como las
de una civilización madura en la antesala de la decadencia. Económicamente, Occidente era mucho más rico
que ninguna otra civilización, pero también tenía índices bajos de crecimiento económico, de ahorro y de
inversión, particularmente en comparación con las sociedades del este de Asia

La cultura occidental está cuestionada por grupos situados dentro de las sociedades occidentales. Uno de
esos cuestionamientos procede de los inmigrantes de otras civilizaciones que rechazan la integración. En
Europa, la civilización occidental también podría quedar socavada por el debilitamiento de su componente
central, el cristianismo. El número de europeos que profesan creencias religiosas, observan prácticas de una
religión y participan en sus actividades son cada vez menores. » Los estadounidenses, a diferencia de los
europeos, creen mayoritariamente en Dios, se consideran gente religiosa y asisten a la iglesia en gran
número. Aunque no había indicios de un resurgimiento de la religión en Estados Unidos a mediados de los
años ochenta, la década siguiente fue testigo de una actividad religiosa intensificada
En los Estados Unidos existía un peligro más inmediato y grave. La tendencia multicultural se manifestó
también en una variada legislación que siguió a las leyes de derechos civiles de los años sesenta, y en los
años noventa el gobierno de Clinton hizo del estímulo de la diversidad uno de sus objetivos principales. En
nombre del multiculturalismo, atacaban la identificación de los Estados Unidos con la civilización
occidental, negaban la existencia de una cultura estadounidense común y promovían identidades y
agrupamientos raciales, étnicos y otros de tipo cultural subnacional.
Los multiculturalistas también cuestionaban un elemento fundamental del credo estadounidense, al sustituir
los derechos de los individuos por los derechos de los grupos, definidos ampliamente desde el punto de vista
de la raza, la etnia, el sexo y la preferencia sexual.
El rechazo del credo y de la civilización occidental supone el final de los Estados Unidos de América tal y
como los hemos conocido. También significa realmente el final de la civilización occidental. Si los Estados
Unidos se desoccidentalizan, Occidente queda reducido a Europa y a unos pocos países ultramarinos de
colonos europeos escasamente poblados. Sin los Estados Unidos, Occidente se convierte en una parte
minúscula y decreciente de la población del mundo, en una península pequeña y sin trascendencia, situada
en el extremo de la masa continental euroasiática.
El choque entre los multiculturalistas y los defensores de la civilización occidental y del credo
estadounidense es, según la frase de James Kurth, «el verdadero choque»dentro del sector americano de la
civilización occidental.
Occidente, atravesó una primera fase europea de desarrollo y expansión que duró varios siglos, y después
una segunda fase americana en el siglo XX.
Un mundo en el que las identidades culturales —étnicas, nacionales, religiosas, de civilización— son
fundamentales, y las afinidades y diferencias culturales configuran las alianzas, antagonismos y líneas de
conducta de los Estados, tiene tres consecuencias claras para Occidente en general y para los Estados
Unidos en particular.
En primer lugar, los estadistas sólo pueden alterar la realidad de forma constructiva si la reconocen y
entienden. La política de la cultura que está surgiendo, el poder en alza de las civilizaciones no occidentales
y la creciente afirmación cultural de estas sociedades han sido ampliamente reconocidos en el mundo no
occidental. En conjunto, el gobierno estadounidense ha tenido una dificultad extraordinaria para adaptarse a
una época en la que la política mundial está configurada por mareas culturales y de civilización.
En segundo lugar, el pensamiento estadounidense en materia de política exterior adolecía también de una
renuencia a abandonar, alterar o, a veces, incluso reconsiderar posturas adoptadas para satisfacer las
necesidades de la guerra fría. Algunos demostraban esta actitud persistiendo en ver como amenaza potencial
a una resucitada Unión Soviética.

295
En tercer lugar, la diversidad cultural y civilizatoria cuestiona la creencia occidental, y particularmente
estadounidense, en la validez universal de la cultura occidental. Esta creencia se expresa tanto descriptiva
como normativamente. Descriptivamente, sostiene que los pueblos de todas las sociedades quieren adoptar
los valores, instituciones y prácticas occidentales.
En el mundo que está surgiendo, de conflicto étnico y choque entre civilizaciones, la creencia de Occidente
en la universalidad de su cultura adolece de tres males: es falsa; es inmoral; y es peligrosa. La creencia de
que los pueblos no occidentales deben adoptar los valores, instituciones y cultura occidentales es inmoral
debido a lo que sería necesario para llevarla a la práctica. El alcance casi universal del poder europeo a
finales del siglo XIX y la dominación a escala mundial de los Estados Unidos a finales del siglo XX
difundieron gran parte de la civilización occidental por el mundo. Sin embargo, el mundialismo universal ya
no existe.
El universalismo occidental es peligroso porque se basa en un espejismo, el de la centralidad de Occidente
en la historia universal. Es peligroso para el mundo porque podría conducir a una gran guerra entre Estados
centrales de diferentes civilizaciones, y es peligroso para Occidente porque podría llevar a la derrota de
Occidente.
Todas las civilizaciones pasan por procesos semejantes de aparición, ascenso y decadencia. Occidente
difiere de las demás civilizaciones, no en el modo en que se ha desarrollado, sino en el carácter peculiar de
sus valores e instituciones. Entre éstos se encuentran sobre todo su cristianismo, pluralismo, individualismo
e imperio de la ley, que hicieron posible que Occidente inventara la modernidad, se extendiera por el mundo
y se convirtiera en la envidia de las demás sociedades. la principal responsabilidad de los líderes
occidentales no es intentar remodelar otras civilizaciones a imagen de Occidente, cosa que escapa a su poder
en decadencia, sino preservar, proteger y renovar las cualidades únicas de la civilización occidental.
Una guerra a escala planetaria en la que participasen los Estados centrales de las principales civilizaciones
del mundo es muy improbable, pero no imposible. Una guerra así, lo hemos indicado, podría producirse a
partir de la intensificación de una guerra de línea divisoria entre grupos de diferentes civilizaciones, entre
los que muy posiblemente se encontrarían musulmanes por un lado y no musulmanes por el otro. La
intensificación se hace más probable si los aspirantes musulmanes a Estado central rivalizan en
proporcionar asistencia a sus correligionarios dispuestos a la lucha.
Una fuente más peligrosa de guerra a escala planetaria entre civilizaciones es el cambiante equilibio de
poder entre las civilizaciones y sus Estados centrales. A lo largo de la historia, tales cambios de poder entre
Estados importantes han producido guerras significativas. Si continúan, el ascenso de China y la creciente
seguridad en sí mismo de ésta, «el mayor actor de la historia del hombre», ejercerán una tremenda presión
sobre la estabilidad internacional a principios del siglo XXI. La aparición de China como la potencia
dominante en el este y sudeste asiático sería contraria a los intereses estadounidenses tal y como éstos han
sido interpretados históricamente.

Así, los Estados Unidos, Europa, Rusia y la India se han visto envueltos en una lucha verdaderamente
planetaria contra China, Japón y la mayor parte del islam. ¿Cómo terminaría una guerra así? Ambos bandos
tienen un importante potencial nuclear, y está claro que si tal potencial llegara a usarse en una proporción
que no fuera mínima, los principales países de ambos bandos podrían quedar en gran parte destruidos.
Sea cual sea el resultado inmediato de esta guerra planetaria entre civilizaciones —la mutua devastación
nuclear, una pausa negociada como resultado del agotamiento de ambos bandos o la marcha final de fuerzas
rusas y occidentales hasta la plaza de Tiananmen— el resultado más claro a largo plazo sería, casi
inevitablemente, la radical decadencia del poderío económico, demográfico y militar de todos los grandes
contendientes de la guerra. Como resultado de ello, el poder a escala mundial que había pasado a lo largo de
los siglos de Oriente a Occidente y después había comenzado a cambiar de nuevo de Occidente a Oriente, se
desplazaría ahora del norte al sur. Los grandes beneficiarios de la guerra de civilizaciones son aquellas
civilizaciones que se abstuvieron de entrar en ella.
En la era que viene, dicho brevemente, para evitar grandes guerras entre civilizaciones es preciso que los
Estados centrales se abstengan de intervenir en conflictos que se produzcan dentro de otras civilizaciones.
Ésta es una verdad que a algunos Estados, particularmente a los Estados Unidos, sin duda les resultará
difícil de aceptar. Esta norma de abstención, según la cual los Estados centrales deben evitar intervenir en
conflictos dentro de otras civilizaciones, es el primer requisito de la paz en un mundo multicivilizatorio y
multipolar. El segundo requisito es la norma de mediación conjunta, según la cual los Estados centrales han
de negociar unos con otros la contención o interrupción de las guerras de línea divisoria entre Estados o
grupos de sus civilizaciones

296
Algunos estadounidenses han promovido el multiculturalismo dentro de su país; otros han promovido el
universalismo fuera de él; y los hay que han hecho ambas cosas. El multiculturalismo dentro del país
amenaza a los Estados Unidos y a Occidente; el universalismo fuera de él amenaza a Occidente y al mundo.
Ambos niegan la unicidad de la cultura occidental. Los monoculturalistas a escala mundial pretenden hacer
el mundo como Estados Unidos. Los multiculturalistas quieren hacer Estados Unidos como el mundo.
Las culturas son relativas; la moralidad es absoluta. Las culturas, como ha sostenido Michael Walzer, son
«densas»; prescriben instituciones y modelos de conducta para guiar a los seres humanos por los caminos
correctos en una sociedad particular. En lugar de promover las características supuestamente universales de
una civilización, los requisitos de la convivencia cultural exigen investigar lo que es común a la mayoría de
las civilizaciones. En un mundo de múltiples civilizaciones, la vía constructiva es renunciar al
universalismo, aceptar la diversidad y buscar atributos comunes
Si los seres humanos llegan alguna vez a crear una civilización universal, ésta surgirá gradualmente
mediante el examen y expansión de estos elementos comunes. Así, además de la norma de abstención y de
mediación conjunta, la tercera norma para la paz en un mundo multicivilizatorio es la norma de los atributos
comunes: los pueblos de todas las civilizaciones deben buscar e intentar ampliar los valores, instituciones y
prácticas que tienen en común con los pueblos de otras civilizaciones.
En la época que está surgiendo, los choques de civilizaciones son la mayor amenaza para la paz mundial, y
un orden internacional basado en las civilizaciones es la protección más segura contra la guerra mundial

BRZEZINSKI DE LA ESPERANZA A LA AUDACIA, UNA EVALUACION DE LA POLITICA


EXTERIOR DE OBAMA

OBAMA ha realizado un esfuerzo valeroso para redifinir la visión de USA del mundo y para reconectarla
con el contexto hisotirco emergente del siglo 21. Ha replanteado totalmente la política exterior : el islam no
es un enemigo y la guerra global contra el terrorismo no define el papel que USA desempeña en el mundo
de hoy en dia. USA será mediador imparcial y decidido cuando se trate de lograr la paz duradera entre
isarael y palestina, USA debe negociar con iran sobre su programa nuclear, la campaña en afganistan vs los
talibanes debe ser mas iniciativa política, que labor militar, ampliar el contacto con cuba, activar su
com,promiso para reducir el arsenal nuclear, china debe ser tratada como socio geopolítico, mejorar
relaciones con Rusia,
La influencia del secretario de defensa Robert gates sobre la estrategi de seguridad nacional aumenta. Gates
debe concluir conflictos cvon iran y Rusia.
Es vulnerable a la demora de los funcionarios de alto rango que tienen la predisposición burocratica a
preferir la precaucion a la acción y lo familiar a lo innovador. Estos funcionarios que no simpatizan con las
politcas de obmama , no son buenos ejecutores. Asimismo asesores en política interna del presidente tienden
inveitablemente a ser mas sensbiles a la presión de grupos de interés interenos.
Hay 3 temas que presentan una prueba difícil e inmediata para su cpacidad y determinación de forma
siginifitcativa la poltica de USA: el conflicto árabe-israeli, las ambiciones nuclerare de iran, y el desafio
afgano pakistaní .

La paralisis sobre en conflicto árabe-israeli ha durado mucho tiempo y dejarlo sin resolver ha tenido
consecuencias perjudiciales para los palestinos para la religión y para estados unidos, y a la larga
perjudicara a Israel. 40 despues de la ocaupacion israelí de csisjordania es evidente que es necesaria la
intervención de USA; los palestinos están demasiados divididos y son demasiados débiles para tomar
decisiones necesarias para impulsar el proceso de paz, y los israelíes están tmb divividos y son demasiado
fuerte par hacer los mismo.
Puntos básicos de la negociación serian no darle el derecho al retorno a lso palestinos, sino dentro de
palestina. Después, es necesario compartir jerusalen , occidental para Israel y oriental para palestina.
Además los asentamientos se deben basar en las fornteras de 1967. Pensar partes del norte y surde Israel
como territorio palestino. Poblaciones similares en numero pero con diferente cantidad de territorio. Por
ultimo la Organización del Tratado del Atlantico Norte debe poner tropas para llevar tranquilidad a Israel
de que no habrá revolución árabe.
Hasta ahora obama no supo aprovechar oportunidad de imponer influencia.
El desafio iraní, esta relacionado con el programa nuclear y su rol en la región. Viendo el panorama lso
iraníes tienen la capacidad para enriquecer uranio y no están dispuestos a renunciar a ella, pero es posible un

297
acuerdo que evite su utilización en armamento. Las sanciones deben castigar a la clase dirigente israelí, no
a la clase media como lo haría un embargo a la gasolina, lo cual incitaría al nacionalismo y la indignación.
Para las negociaciones se necesitaran un presidente fuerte que enfrente voces internas contrarias. Hasta
ahora (2010) obama no ha iniciado ninguna amenaza explicita de acción militar.
El embrollo afgano-pakistani; hasta ahora obama abandono obejtivos ideologicos que defniieron la
actuación inicial de USA en afganistan, como la creación de la democracia. USA debe ser cuidadoso en su
actuar si no desea que sus actos sean vistos como colonialismo por pakistaníes y afganos. Militarmente
USA pierde con lso afganos. Estrategia nueva; el gobierno afgano y la OTAN deben tratar de iniciar
localmente proceso limitado de acuerdo con los elementos recpetivos de los talibanes. Los talibanes no son
una maenza directa para occidente, son un fenómeno limitado. USA debe desarrollar politcia para ganarse el
apoyo de pakistan no solo para que no les de prestigio a los talibanes de ese país, sino para meterp resion
para que los talibanes asentados en afganistan lo acepten.
La forma en que obama maneje estos tre problemas determinara el papel de USA a futuro. Además se debe
mejorar 3 realciones con Rusia,china y europa. El gobierno dsecidio reinmiciar las relaciones con Rusia.
Tratar de ampliar la cooperación con Rusia no significa aceptar que Rusia subornia a georgi ( a través de la
cual pasa al esencial oleducto Baku-tiflis-ceyhan que le da acesso a europa a la energi de asia central) o que
intimide a ucrania (el corazón agrícola e industrial de la antigua URSS). Cualqueira de estas acciones seria
un enorme retroceso. USA le da armas a Georgia, Rusia a Venezuela ..
China a diferencia de Rusia se muestra pacificmente segura de si misma. Pero esta emergiendo de forma
egosita, y es necesaria acercarla hacia una cooperación constructiva sobre decisiones económicas. La
decsion de obma de iniciar relación bilateral es opoortuna
En cuantoeuropa hay mens espeanzas de mejora en las relaciones, bush dejo un amargo legadfo,. Obama
limita el contacto con Alemania ,francia y reino unido. Pero el dialogo es reducido por las diferencias
políticas de estos lideres. No hay visión unificada europea.
Tres desafíos internmos; 1-los grupos de presión se han vuelto mas influyentes, por el congreso porponen y
consiguen intervención legislativa en asuntos exteriores. 2- escicison ideologica que reduce las posibilidades
de 1 bipartidismo efectivo en la politiaca exterior. 3- fianlmene de los grandes países democráticos, USA
tiene uno de los públicos menos informados en l oque se refiere a asuntos exteriores.. menos acesso a
noticias confiables y oportunas. En ese contexto la demagogia tienden a ser mas atractivas.
Obama lidera mediante la conciliación. Pero no ha logrado la transición de orador a líder estadista que
convenza. Ha generado mas expectativas que avances estratégicos.

 FUKUYAMA, Francis. “¿El fin de la Historia?” en: Babel. Revista de libros. Buenos Aires, Enero
de 1990, Año II, Nº 14.

Lo observado: El triunfo de Occidente es evidente primariamente en el total agotamiento de las alternativas


sistémicas viables al liberalismo occidental. Esto se ve en los cambios en el clima intelectual de los dos
países comunistas más grandes y en la omnipresencia de la cultura de consumo.
La tesis: Lo que estamos presenciando puede ser no sólo el fin de la Guerra Fría, sino el fin de la historia
como tal: esto es, el punto final de la evolución ideológica de la humanidad y la universalización de la
democracia liberal occidental como la forma final de gobierno humano. Esto no quiere decir que no vayan a
ocurrir más acontecimientos: la victoria del liberalismo ha ocurrido primariamente en el reino de las ideas o
de la conciencia, pero todavía está incompleta en el mundo real o material. Pero hay razones poderosas para
creer que el liberalismo es el ideal que gobernará el mundo material en el largo plazo.
I Fundamentos teóricos
Para Hegel, la humanidad ha progresado a través de una serie de etapas primitivas de conciencia para llegar
al presente, y estas etapas se correspondieron con formas concretas de organización social. Hegel creía que
la historia terminaba en un momento absoluto: un momento en el que una forma final y racional de sociedad
y estado triunfaba.
El estado que emerge en el fin de la historia es liberal en la medida que reconoce y protege a través de un
sistema de leyes el derecho universal del hombre a la libertad y es democrático en la medida que existe
solamente con el consentimiento de los gobernados. Si la historia humana se caracterizaba por la existencia
de "contradicciones", en el estado universal homogéneo se resuelven todas las contradicciones previas y se

298
satisfacen todas las necesidades humanas. No hay lucha o conflicto sobre "grandes" temas y, por ende, no
hay necesidad de generales ni de estadistas; lo que queda es primariamente actividad económica.
II Conciencia y mundo material
Para Hegel, las contradicciones que impulsan la historia existen primero en el reino de la conciencia
humana, vale decir en el nivel de las ideas, en el sentido de grandes perspectivas mundiales unificadoras que
pueden comprenderse mejor bajo la rúbrica de la ideología. Ideología en este sentido no se restringe a las
doctrinas políticas seculares y explícitas que usualmente asociamos con el término, sino que también puede
incluir religión, cultura y el complejo de valores morales que subyace bajo toda sociedad.
Para Hegel, todo el comportamiento humano en el mundo material, y por lo tanto toda la historia humana,
están enraizados en un estado previo de conciencia. Esta conciencia puede no ser explícita ni consciente de
sí misma, como las doctrinas políticas modernas, pero, en lugar de eso, puede tomar la forma de religión, o
simples hábitos culturales y morales. Y, sin embargo, este reino de la conciencia en el largo plazo
necesariamente se vuelve manifiesto en el mundo material, y hasta crea el mundo material a su propia
imagen. La conciencia es la causa y no el efecto, y puede desarrollarse autónomamente con relación al
mundo material.
Marx invirtió completamente la prioridad de lo real y lo ideal, relegando todo el reino de la conciencia -la
religión, el arte, la cultura, la filosofía misma- a una superestructura completamente determinada por el
modo de producción dominante.
El prejuicio materialista del pensamiento moderno no sólo es característico de gente de izquierda que puede
simpatizar con el marxismo sino también de muchos antimarxistas.
Al observar el mundo contemporáneo se pone de manifiesto la pobreza de las teorías materialistas de
desarrollo económico. El fracaso en comprender que las raíces del comportamiento económico yacen en el
reino de la conciencia y la cultura lleva al error común de atribuir causas materiales a fenómenos que son
esencialmente ideales en su naturaleza.
Decir que la historia terminó en 1806 significaba que la evolución ideológica de la humanidad terminaba
con los ideales de la Revolución Francesa, o la norteamericana; si bien regímenes particulares en el mundo
podían no implementar estas ideas plenamente, su verdad teorética es absoluta.
Pero, si la misma percepción humana del mundo material está formada por su conciencia histórica de él, el
mundo material claramente puede afectar a su turno la viabilidad de un particular estado de conciencia. Yo
quiero evitar el determinismo materialista que dice que la economía liberal inevitablemente produce una
política liberal, porque creo que tanto la economía como la política presuponen un estado de conciencia
autónomo y previo que las hace posibles. Pero ese estado de conciencia que permite el crecimiento del
liberalismo parece estabilizarse del modo que uno esperaría en el fin de la historia si está solventado por la
abundancia de una economía de mercado libre.
III ¿Hemos llegado efectivamente al fin de la historia?
¿Hay (en otras palabras) "contradicciones" fundamentales en la vida humana que no puedan ser resueltas en
el contexto del liberalismo moderno, y que serían solubles por una estructura político económica
alternativa? Si aceptamos las premisas idealistas establecidas anteriormente, la respuesta a esta pregunta
debe buscarse en el reino de la ideología y la conciencia.
En el siglo que ha pasado, ha habido dos grandes desafíos al liberalismo, los del fascismo y el comunismo.
El primero interpretó la debilidad política, el materialismo, la anomia y la falta de comunidad de Occidente
como contradicciones fundamentales en sociedades liberales que sólo podrían ser resueltas por un estado
fuerte que forjara un nuevo "pueblo" sobre la base del exclusivismo nacional. Lo que destruyó al fascismo
como idea fue su falta de éxito.
El desafío ideológico montado por el comunismo era mucho más serio. Marx, hablando el lenguaje de
Hegel, afirmó que la sociedad liberal contenía una contradicción fundamental que no podía ser resuelta
dentro de su contexto, la del capital y el trabajo, y esta contradicción ha constituido la principal acusación
contra el liberalismo desde entonces. Pero, por cierto, el problema de las clases en realidad ha sido resuelto
en Occidente. Las causas de la desigualdad económica no tienen tanto que ver con la estructura legal y
social prevaleciente en nuestra sociedad, como con las características culturales y sociales que la componen,
que a su vez son el legado histórico de condiciones pre modernas.
Es precisamente en el mundo no europeo donde uno se sorprende más por la realización de
transformaciones ideológicas de primer orden. La primera alternativa asiática al liberalismo que fue
decisivamente derrotada fue la fascista, representada por el Japón imperial. Cuando el capitalismo
occidental y el liberalismo occidental fueron trasplantados a Japón, los japoneses lo adoptaron y
transformaron hasta que quedaron casi irreconocibles.

299
Pero el poder de la idea liberal parecería mucho menos impresionante si no hubiera infectado la cultura más
grande y antigua de Asia, China. Los últimos quince años han visto un descrédito casi total del marxismo-
leninismo como sistema económico. Desde 1978 el Partido Comunista Chino se abocó a descolectivizar la
agricultura. El rol del estado en agricultura fue reducido al de un recaudador de impuestos, mientras la
producción de bienes de consumo fue fuertemente incrementada para dar a los campesinos una prueba del
sabor del estado homogéneo universal y por lo tanto, un incentivo para trabajar.
El punto central es el hecho de que la República Popular China ya no puede actuar como una fortaleza para
fuerzas antiliberales del mundo, se trate de guerrillas en alguna jungla asiática o de estudiantes de clase
media en París. El maoísmo se volvió un anacronismo.
Sin embargo, y si bien estos cambios en China han sido importantes, son las novedades de la Unión
Soviética las que han puesto el clavo final en el féretro de la alternativa marxista-leninista a la democracia
liberal.
Lo que ha ocurrido en los cuatro años de la llegada de Gorbachov al poder es un asalto revolucionario
contra las instituciones y los principios más fundamentales del estalinismo y su remplazo por otros
principios que no equivalen al liberalismo per se, pero cuyo único hilo conductor es el liberalismo.
En el fin de la historia no es necesario que todas las sociedades se vuelvan sociedades liberales exitosas,
sino meramente que acaben con sus pretensiones ideológicas de representar formas diferentes más elevadas
de sociedad humana.
Si admitimos por el momento que los desafíos fascista y comunista han muerto, quedan todavía dos
alternativas: la religión y el nacionalismo.
El ascenso del fundamentalismo religioso en años recientes dentro de las tradiciones cristiana, judía y
musulmana ha recibido una amplia atención. Sin embargo, impulsos religiosos han sido satisfechos
exitosamente dentro de la esfera de la vida privada que se permite en las sociedades liberales.
La otra contradicción importante potencialmente irresoluble por el liberalismo es la del nacionalismo y otras
formas de conciencia racial y étnica.
Pero no es claro que el nacionalismo represente una contradicción irreconciliable con el liberalismo.
La gran mayoría de los movimientos nacionalistas del mundo no tienen un programa político más allá del
deseo negativo de independencia de algún otro grupo o pueblo y no ofrecen una agenda de organización
socioeconómica de ningún tipo. Como tales, son compatibles con doctrinas y con ideologías que sí ofrecen
tales agendas.
V Conclusiones
La desaparición del marxismo leninismo primero de China y después de la Unión Soviética va a significar
su muerte como ideología viviente de significación histórica mundial. Y la muerte de esta ideología
significa la creciente "mercadización común" de las relaciones internacionales y la disminución de la
probabilidad de conflictos de gran escala entre los estados.
Esto no implica en modo alguno el fin del conflicto internacional per se. Porque el mundo en este punto va a
estar dividido entre una parte histórica y una parte posthistórica. Todavía sería posible el conflicto entre los
estados que aún están en la historia y aquellos que están en el fin de la historia. Habrá un nivel alto y tal vez
creciente de violencia étnica y nacionalista, ya que estos impulsos no están completamente agotados,
incluso en partes del mundo post-histórico. Pero los conflictos en gran escala necesitan de estados grandes
que todavía estén atrapados en el puño de la historia estos son los que parecen estar desapareciendo de la
escena.
El fin de la historia va a ser un tiempo muy triste. La lucha por el reconocimiento, la disposición a arriesgar
la propia vida por un objetivo puramente abstracto, la lucha ideológica mundial que requería audacia,
coraje, imaginación e idealismo, serán reemplazados por los cálculos económicos, la resolución
interminable de problemas técnicos, problemas del medio ambiente y la satisfacción de sofisticadas
demandas de consumo. En el período post-histórico no habrá arte ni filosofía, solo la perpetua mascarada
del museo de la historia humana.

 HALLIDAY, Fred. Las relaciones internacionales en un mundo en transformación. Madrid,


Catarata, 2002.

“Las relaciones internacionales y el fin de la historia”


En este capítulo se considera la evolución del sistema internacional en términos más generales.

300
A fines de la década de los '80 y principios de la de los '90 el mundo sufrió un terremoto estratégico e
intelectual. Una incertidumbre sin paralelo desde los años treinta pasó a dominar la esfera internacional.
Las secuelas de la Guerra Fría
Un bloque de Estados, dominado por la URSS se colapsó. La originalidad de colapso tuvo lugar sin que
mediara una guerra interestatal, sin la presencia de unas formas evidentes de vanguardias u organizaciones
políticas y sin que se produjera un derramamiento de sangre significativo. Quienes promovían el cambio en
este caso no pretendían crear algo "nuevo", una alternativa al orden mundial, sino, más bien, buscaban la
conformidad con ese orden.
Ha tenido lugar un cataclismo que acabó no sólo con la guerra fría, sino también con un período más largo
de la historia internacional durante el cual existía un movimiento contestatario identificable ante el modelo
capitalista hegemónico.
Dos cuestiones que evidentemente se planteaban en relación al futuro eran las de si esto marcaba el fin de la
rivalidad militar de las grandes potencias en general, al menos por el espacio aproximado de una
generación, y la de si un nuevo modelo de bloques interestatales y de hegemonía surgiría para reemplazar al
viejo.
La segunda dimensión planteada por el fin de la guerra fría era el fin del comunismo como fuerza política.
La tendencia en China parece indicar un avance hacia el capitalismo, si no hacia el liberalismo, y los
Estados comunistas restantes (Cuba, Vietnam, Corea del Norte) se han mostrado incapaces de plantear una
alternativa internacional. Dos grandes interrogantes se planteaban a este respecto. En primer lugar, cuál era
el futuro de una alternativa al capitalismo -y si realmente la había- y, en segundo lugar, cuál era el
significado histórico de la experiencia comunista en general.
En lo que respecta al primer interrogante, parecía que ningún programa planteado como desafío político al
capitalismo liberal desde la izquierda tenía ahora ningún crédito ni apoyo serio: el desafío comunista había
quedado exhausto.
La cuestión de qué era el comunismo ha dado lugar a varias explicaciones: una tendencia dictatorial, un
movimiento malogrado para la autoemancipación de la clase trabajadora, una expresión de mesianismo
judeo-cristiano, un producto del despotismo oriental o un proyecto desarrollista fracasado.
El tercer elemento del fin de la guerra fría fue el derrumbamiento de la URSS y de su sistema de alianzas.
Se había creado una situación en la que, tras la ruptura del orden preexistente, habían surgido nuevas
alianzas regionales y unas nuevos hegemonías potenciales: en Europa, Alemania; en el Cáucaso, el Mar
Negro y en Asia central, Turquía. En el lejano oriente, los realineamientos fueron menos importantes.
El lejano oriente era sin lugar a dudas la región con la mayor potencialidad política y económica y prometía
ser el pivote del siglo XXI.
La cuarta consecuencia general del colapso del comunismo fue la ruptura de un "régimen" que había
prevalecido desde el fin de la segunda guerra mundial y que era responsable de que el mapa existente del
mundo, con sus iniquidades y arbitrariedades, se mantuviera estable.
Tras 1989, tanto la fusión como la fisión volvieron a la orden del día.
Variedades de evaluación histórica
En términos generales, las respuestas a estos cambios fueron de tres tipos. La respuesta de la derecha
consistió en un pesimismo sombrío y melancólicamente discreto, entendiéndose que la ruptura del orden de
la guerra fría significaba, en muchos aspectos, un retorno al mundo anterior a 1914, o al que existió entre las
dos guerras mundiales y que conduciría a más conflictos interestatales, a la proliferación nuclear y al
hipernacionalismo. El segundo tipo de respuesta fue el pesimismo de la izquierda, que sostenía que
estábamos en una nueva era imperialista. La tercera respuesta era optimista y consideraba que el mundo
había avanzado decisivamente y que estaba en un período en que las metas deseables -paz, democracia,
mayor prosperidad- habían pasado a estar al alcance de todos. Eran, todas ellas, deficitarias.
La perspectiva pesimista de derecha parecía alimentarse de las nuevas formas de conflicto interestatal y del
ascenso del nacionalismo. Las principales potencias no estaban dominadas por el nacionalismo y dirigidas
contra las demás. Hubo una oleada de nacionalismo, pero asumió un carácter comunitario e interétnico, no
un carácter estratégico.
La posición contraria, el pesimismo de izquierda, se reforzó considerablemente con la guerra del Golfo. Sin
embargo, los EEUU no consiguieron usar su victoria para presionar a sus rivales económicos o a otros
países del tercer mundo. El sentimiento militarista en los EEUU no aumentó de manera permanente.
Las críticas de la izquierda pesimista tuvieron mayor fuerza en otras cuestiones. En primer lugar, en relación
a la marginalización del disentimiento organizado y de la crítica radical en el mundo desarrollado y
subdesarrollado, y en segundo lugar, en relación a la cuestión de las relaciones económicas internacionales y

301
a la cuestión de si la riqueza de los países más ricos, dadas las limitaciones históricas y las nuevas
limitaciones, puede expandirse de alguna forma razonable al resto de la humanidad.
Tanto el pesimismo de izquierda como el de la derecha comparten un punto de vista común sobre el papel
reducido del Estado y sobre la creciente globalización del mundo a nivel económico, político y cultural.
Este cuadro de creciente internacionalización suele estar acompañado de dos preocupaciones, a saber, la
creencia en que el Estado tal como estaba establecido se está erosionando, y la de que la naturaleza del
poder en el mundo actual está cambiando, pasando de estar sobre todo confinado al poder militar a estar
cada vez más basado en factores económicos y hasta culturales. El mundo está volviéndose, según se nos
quiere hacer creer, cada vez más internacional.
El poder de los Estados ha sido erosionado. A este respecto hemos de ser extremadamente cautelosos. La
globalización en sí misma es, en buena medida, obra de los Estados que dirigen, estimulan y asisten a las
empresas para que éstas hagan lo que quieren hacer. Además, hay muchas cosas que los Estados pueden
hacer para estimular la competición en el plano internacional, pese a que hayan perdido parte de su control
sobre los flujos de capitales y las tasas de interés.
Puede que tengamos que distinguir, ciertamente, entre dos cuestiones: la primera es la de si algún tipo de
actividad humana -basada o no en el Estado- puede afrontar los problemas a los que nos enfrentamos; la
segunda es, dado que puede darse alguna respuesta estratégica deliberada a estas cuestiones, si esta debería
basarse en el Estado o en una instancia internacional.
Sin embargo, por más lejos que vayamos y que podamos ir por ese camino, los componentes de esa
estructura de gobernanza, serán, principalmente, Estados.
Lo mismo vale para el terreno de la legítima competición internacional.
La creciente importancia de la dimensión internacional, tanto real como aparente, es por lo tanto un proceso
más históricamente complejo y ambivalente que lo que una simple afirmación sobre lo internacional que se
ha vuelto el mundo nos permitiría sospechar. El mundo está avanzando simultáneamente en, al menos, dos
direcciones contradictorias.
Esto nos lleva a la última de las perspectivas sobre el mundo contemporáneo: la optimista. Si bien yo estaría
de acuerdo con que la competición militar entre los principales Estados es, al menos por algún tiempo,
improbable, esto no significa que el conflicto en las relaciones internacionales vaya a declinar o que nada
cercano a un "nuevo orden mundial" haya sido creado o pueda crearse.
El fin de la Historia
Halliday revisa el artículo de Fukuyama.
1) Importancia del progreso en la historia contemporánea: Fukuyama afirma que la humanidad en general ha
hecho progresos significativos en los últimos siglos y que tiene la capacidad, dejando de lado el desastre
ecológico y nuclear, de seguir progresando. Para Halliday, esta nota optimista merece ser reafirmada.
2) Guerra fría: la visión de Fukuyama sobre el final de la Guerra Fría, es decir que un lado ganó y el otro
perdió, también debe ser aceptada.
3) La democracia liberal: La interpretación de Fukuyama es selectiva y ahistórica. El que la mayor parte de
los liberales clásicos no creyeran en el sufragio universal ni en la igualdad de las naciones y sí creyeran en
un Estado intervencionista es algo que él no reconoce. Fukuyama parece adherirse al punto de vista según el
cual los "mercados" pueden lograr, de alguna manera, el cambio social, soslayando el hecho de que los
mercados, al igual que las cosas y las instituciones, están hechos por hombres.
Su argumento está, además, muy inclinado hacia la idea complaciente de que se ha encontrado una solución
en la "democracia liberal" y que esta durará más o menos para siempre. Pero también es posible hacer otra
lectura de Fukuyama, a saber, que aunque la democracia liberal sea la principal solución política del mundo
actual, en sí misma es inherentemente inestable y propensa a la autodestrucción. Tal argumento se basa en
los efectos desestabilizadores del impulso humano hacia el reconocimiento (concepto hegeliano).
4) La cuarta área en la que la argumentación de Fukuyama presenta interés es la de su análisis de la
tendencia hacia la universalización en el mundo contemporáneo. Existe una fuerte resistencia a esta idea de
parte de ciertas teorías de relaciones internacionales. Debajo de esta resistencia hay una creencia que
persiste incluso en la situación de post-guerra fría, a saber, que el capitalismo, de cierto modo, "necesita" un
enemigo".
Perspectivas de la democracia liberal y de la paz
La argumentación de Fukuyama presenta muchos problemas, pero sirven para indicar un programa para el
futuro trabajo teórico e histórico.
La argumentación de Fukuyama es más endeble en otros dos aspectos. En primer lugar, en relación a la idea
de que el capitalismo puede lograr que el mundo entero alcance los niveles de los países desarrollados. En

302
segundo lugar, en relación al grado en que Fukuyama cree que la democracia liberal se está expandiendo en
la actualidad.
Fukuyama ignora los hechos, a saber, que mientras que son pocos los países fuera de África que están
empobreciéndose, la brecha entre Estados ricos y Estados pobres está creciendo. Además, el club de los
Estados ricos ha tenido los mismos miembros desde hace más de un siglo.
La creencia en la democracia liberal subestima el grado de precariedad de la democracia capitalista. La
dictadura puede restablecerse.
Llegamos ahora al problema teórico central de la obra de Fukuyama, que no es el de si la historia ha
terminado, sino el de qué es lo que constituye la historia, y más específicamente, la acción histórica.
La respuesta de Fukuyama es idealista, siendo el desarrollo científico-económico, combinado con la
evolución de la libertad humana lo que constituye para él el motor de la historia. En relación a esto hay
muchos puntos en los que Halliday está en desacuerdo. Su explicación de la evolución de la ciencia es
curiosamente ignorante de la obra de Kuhn y de otros estudios institucionales sobre cómo las relaciones de
poder determinan el progreso científico. Fukuyama ignora el que es el principal motor de la historia
humana, en este siglo y en los anteriores, a saber, la acción política colectiva, la acción emprendía por
grupos, ya sean clases, naciones o Estados.
Conclusión
Las Relaciones Internacionales han actuado, ciertamente, como si la agentividad fuera una categoría
marginal en comparación con los diferentes determinantes de los sistemas interestatales o de los sistemas
jerárquicos globales que se suelen postular como objetos de estudio apropiados. Responder a Fukuyama
supone, sin embargo, responder a este nivel de su argumentación, planteando una teoría alternativa de la
acción en asuntos internacionales y, a partir de ahí, postular tanto un pasado como un presente alternativos.

 HOBSBAWM, Eric. Guerra y Paz en el siglo XXI. Barcelona, Crítica, 2007.

Cap. 2 “Guerra y Paz”.


Entrevista sobre el siglo XXI: "Guerra y Paz"
Pregunta: El corto siglo XX termina con una guerra, exactamente como comenzó. De nuevo arden los
Balcanes. ¿Es que la historia se repite?
Respuesta: Es cierto, en determinados aspectos la guerra de los Balcanes es una guerra de rasgos antiguos.
Sin embargo, en mi opinión, es más importante analizar la naturaleza general de la guerra y de la paz para
entender cómo han cambiado ambas a fines del siglo XX.
¿Cómo ha cambiado la guerra? En el doble sentido, político y tecnológico. Me hago, así, tres preguntas a las
que me propongo dar otras tantas respuestas.
Primera: ¿Es todavía posible una guerra entre las grandes potencias mundiales? La respuesta es no, mientras
los Estados Unidos sigan siendo la única superpotencia.
Segunda: ¿Es posible una guerra nuclear? Por una parte, la escasa probabilidad de una guerra mundial hace
también improbable una guerra nuclear.
Tercera: ¿Son posibles las guerras entre estados, al viejo estilo, a las que estamos más habituados? La
respuesta es que nunca han dejado de producirse.
Las probabilidades de que sigan estallando son, pues, altas. No se puede dar por excluido este tipo de
guerras en el mundo del futuro. Y, sin embargo, tal vez ya no serán tan importantes como lo han sido
durante el siglo XX.
Pregunta: ¿Cuál ha sido la novedad de la guerra en los Balcanes?
Respuesta: Yo creo que la novedad de la situación que se ha creado en los Balcanes es que la línea divisoria
entre conflictos internos y conflictos internacionales ha desaparecido o tiende a desaparecer.
La situación yugoslava es un ejemplo típico. Las viejas reglas de la guerra y de la paz, que distinguían los
conflictos internos de los internacionales, han sido vulneradas y no me parece en modo alguno que vayan a
ser restauradas en el breve plazo.
Pregunta: hay también diferencias en el modo en que se hace la guerra.
Respuesta La primera radica en el modo en que la alta tecnología ha transformado la guerra. El progreso
tecnológico permite un recurso más displicente y más frecuente a la destrucción.
Finalmente, en el nivel inferior, el de los pueblos que no disponen de alta tecnología, se establece una
enorme diferencia entre la guerra que llevan a cabo aviones que vuelan a quince mil metros de altura, que

303
descargan bombas extraordinariamente sofisticadas, y lo que sucede a ras de tierra, donde la gente mata
físicamente a otra gente, con machetes, con cuchillos, como pasó en África central.
En el pasado los guerrilleros iban armados con fusiles o ametralladoras, hoy en día disponen de
lanzacohetes y armas antiaéreas portátiles. Esta es otra herencia de la guerra fría, que inundó el mundo de
complicados instrumentos de muerte.
A todo esto hay que añadir tendencias recientes que afectan a las guerras directamente vinculadas a los
gobiernos y dirigidas por ellos, como la de eliminar el reclutamiento general. La tendencia general es la de
echar mano de militares profesionales y de elevada cualificación. Este proceso crea sin duda un margen para
las actividades privadas. Creo que el armamento, los transportes, el aprovisionamiento, la vestimenta de las
tropas, se contratarán cada vez más con empresas privadas. Este fenómeno nuevo surge, en parte, de una
relativa desintegración del poder de los estados en algunas zonas del mundo.
Además, este fenómeno se ve reforzado por un nuevo elemento: la extraordinaria riqueza de que hoy
disponen los particulares. En efecto, determinados individuos o grandes corporaciones poseen tanto dinero
como los estados mismos. Esto está clarísimo en Colombia, donde el gobierno ha perdido el control, en la
práctica, de amplias zonas del país, porque las bandas que las dominan disponen de la financiación
suficiente como para resistir y combatir.
Cuanto menos estructurados, estatales, son los conflictos armados, más peligrosos son para las poblaciones
civiles.
En el cambio del carácter de la guerra ha sido decisivo, sin duda, el nuevo papel que ha asumido la opinión
pública.
También este es un fenómeno de la posguerra fría. En gran parte porque el control gubernativo y la censura
sobre la información son mucho menores que antes. El extraordinario poder de la televisión es un
instrumento del que disponen para movilizar a la opinión pública con una rapidez incomparable respecto al
pasado.
Los gobiernos tienden a legitimar las guerras, al buscar el apoyo popular, sosteniendo que son justas. Pero
es muy difícil encontrar en la historia ejemplos de gobiernos que hayan ido a la guerra por otras razones que
no hayan sido sus propios intereses nacionales.
Ha habido, sin embargo, dos casos importantes de intervención militar que han conseguido poner fin a
crímenes contra la humanidad y expulsar a dictadores sanguinarios. El primero, en Camboya, para derrocar
a Pol Pot. El segundo, en Uganda, contra Idi Amin.
Creo que precisamente a causa de las nuevas imbricaciones entre política interior y política internacional, la
intervención en los asuntos internos de un estado debe responder a criterios y reglas bien definidos. Hay que
abrir una discusión sobre este punto: ¿cuáles son las nuevas reglas del sistema internacional de las
potencias? Hay que recuperar una situación en la que nadie pueda emprender una acción militar si no existe
un consenso amplio y basado en acciones graves.
La crisis del Estado-nación
Creo que debemos distinguir entre dos significados del término estado-nación.
En el sentido tradicional significa un estado territorial, sobre el cual la gente que lo habita, la nación, tiene
alguna soberanía política. No es una definición del estado en un sentido étnico o lingüístico, sino político: el
pueblo que elige su gobierno y decide vivir bajo una determinada Constitución y unas leyes concretas.
El otro significado consiste en la idea de que cada estado territorial pertenece a un pueblo determinado,
caracterizado por peculiaridades étnicas, lingüísticas y culturales, y eso es lo que constituye la nación. De
acuerdo con esta idea, en un estado-nación existe una sola nación.
Hay una crisis en ambos tipos de Estado-nación.
En mi opinión, hay en realidad pocos indicios de una presión desde abajo, desde las masas para conseguir la
desintegración de los estados multinacionales. La verdad es que cuando, por cualquier razón histórica, estos
imperios (multinacionales) desaparecen (Yugoslavia, la Unión Soviética, Austria-Hungría), las
nacionalidades se ven obligadas a buscar soluciones alternativas, casi a encontrar una justificación para lo
que ha sucedido. Se justifica una situación política de hoy con un acontecimiento histórico que no tiene
nada que ver con el presente, pero que era cierto hace seis siglos (Serbia/Kósovo) o hace dos mil años
(Israel/Palestina); y que se utiliza como sustituto de todo lo que ha sucedido en el ínterin.
Estas mistificaciones ejercen una fascinación sobre los pueblos porque al final las élites, las minorías cultas,
consiguen imponer su versión de la historia y de la literatura sobre el resto del pueblo.

Cap. 3 “Por qué la hegemonía americana difiere del Imperio británico”.

304
Los actuales debates son particularmente nebulosos, porque lo más próximo a la supremacía mundial a la
que aspira el actual gobierno estadounidense es un conjunto de palabras -imperio, imperialismo- en franca
contradicción con la autodefinición política tradicional de Estados Unidos, y que además se hicieron muy
impopulares durante el siglo XX.
Bajo los actuales intentos de resucitar el imperio mundial como modelo para el siglo XXI subyacen cuatro
acontecimientos. El primero es la extraordinaria aceleración de la globalización desde la década de 1960 y
las consiguientes tensiones surgidas entre los aspectos económicos, tecnológicos, culturales, etc., de ese
proceso y la única rama de la actividad humana que se ha mostrado hasta ahora imperturbable, en concreto
la política.
El segundo es el colapso del equilibrio de poder internacional a partir de la segunda guerra mundial, que
mantuvo a raya tanto el peligro de una guerra global como la caída de gran parte del planeta en el desorden
y la anarquía. La desaparición de la URSS destruyó ese equilibrio que ya venía agrietándose desde finales
de la década de 1970.
El tercero es la pérdida de capacidad del llamado "estado-nación" soberano para ejercer las funciones
básicas de mantenimiento del control sobre lo que sucede en su territorio.
El cuarto es la proliferación de catástrofes humanas de masas, incluidas la deportación y el genocidio de
pueblos enteros, y con ellas del temor generalizado.
En resumen, el mundo parecía reclamar cada vez más soluciones supranacionales a problemas
supranacionales o transnacionales, pero no había autoridades globales disponibles con capacidad de tomar
decisiones políticas, y menos aún con poder suficiente para llevarlas a la práctica.
Los únicos actores reales y eficaces son los estados, y en cuanto a capacidad militar para desarrollar
acciones importantes a escala global, en este momento sólo existe uno capaz de llevarlas a cabo, Estados
Unidos.
Similitudes
Gran Bretaña desde mediados del siglo XVIII hasta mediados del XX y Estados Unidos desde entonces son
los únicos ejemplos de imperios genuinamente globales con horizontes políticos globales y no meramente
regionales, y con recursos de poder, respaldados por una red mundial de bases al efecto.
Gran Bretaña durante el siglo XIX y Estado Unidos en la segunda mitad del XX dominaron la economía
industrial mundial.
Ambas metrópolis imperialistas sirvieron también como modelo económico, pioneras técnicas y
organizativas y marcadoras de tendencias, así como centros del sistema mundial de flujos financieros y de
mercancías y de los estados cuya política financiera y comercial determinaba en gran medida la
globalización de la lengua inglesa. Pero la hegemonía cultural no evidencia potencia imperial ni depende
mucho de ella.
Diferencias
Me referiré ahora a las diferencias cruciales entre un estado y otro. El tamaño potencial de las metrópolis es
la primera diferencia obvia: las islas como Gran Bretaña tienen fronteras fijas. Cuando los países que
forman Gran Bretaña generaron una población excedente, ésta emigró a otros lugares o fundó colonias en
ultramar. Las islas británicas se convirtieron en una fuente importante de emigrantes. Estados Unidos, en
cambio, fue y sigue siendo esencialmente receptor de población y no emisor.
El imperio estadounidense, me parece a mí, es el resultado lógico de esta expansión en todo un continente.
De nuevo, a diferencia de Gran Bretaña y otros estados europeos, Estados Unidos nunca se vio a sí mismo
como parte de un sistema internacional de potencias políticas rivales.
La forma característica del poder estadounidense fuera de su propio territorio no era colonial ni un dominio
indirecto en un marco colonial de control directo, sino un sistema de estados satélites o subordinados.
Hasta este momento varias de las bases cruciales del poder estadounidense en el extranjero están situadas
técnicamente en el territorio de algún otro estado que podría dar por finiquitada la presencia estadounidense.
En segundo lugar, Estados Unidos proviene de una revolución. Para poder asumir una misión imperial, esta
tenía que basarse en el mensaje mesiánico y la convicción básica de que su sociedad libre era superior a
todas las demás y estaba destinada a convertirse en modelo para todas ellas. Su política, sería
inevitablemente populista y antielitista. Gran Bretaña tenía ciertamente una convicción muy profunda de su
superioridad frente a otras sociedades, pero no una creencia mesiánica ni un deseo particular de convertir a
otros pueblos a las formas británicas de gobierno.
En tercer lugar, Gran Bretaña se estructuró en torno a un fuerte centro de ley y gobierno. En Estados Unidos
la libertad se contrapone al gobierno central, e incluso a cualquier autoridad del estado, deliberadamente
limitada por la separación de poderes.

305
Permítaseme mencionar brevemente una diferencia adicional entre dos países, considerados como naciones:
la edad. Estados Unidos no podía recurrir a una historia ancestral como mito fundacional. Tenía que
construirse primordialmente a partir de su ideología revolucionaria y sus nuevas instituciones republicanas.
La mayoría de las naciones europeas tienen "ajenos hereditarios". Estados Unidos sólo tiene enemigos
ideológicos.
Lo mismo que de los estados se puede decir de los imperios. También en eso Gran Bretaña y Estados
Unidos son muy diferentes. En Estados Unidos prevaleció desde el principio la decisión de ser un gigante
continental. La tierra, y no el mar, era la columna vertebral de su desarrollo.
Gran Bretaña, en cambio, privada de su imperio era únicamente una economía de mediano tamaño entre
muchas otras.
La economía estadounidense no tenía ni tiene esa relación orgánica con la economía mundial. Al ser de
lejos la mayor economía industrial del mundo, influía y sigue influyendo sobre éste por su puro tamaño
continental y por la originalidad yanqui en cuanto a tecnología y organización empresarial, que se
convirtieron en modelo para el resto del mundo a partir de 1870. A diferencia de Gran Bretaña, hasta finales
del siglo XX fue un importador de bienes de consumo relativamente modesto y un exportador
desproporcionadamente pequeño de bienes y capital. Sigue siendo una de las economías menos
dependientes del comercio del mundo.
Ante la industrialización de Europa y Estados Unidos, la Gran Bretaña victoriana, todavía masivamente
industrializada y que todavía era el exportador e inversor mayor del mundo, desplazó sus mercados e
inversiones de capital al imperio formal e informal. Los Estados Unidos de principios del siglo XXI no
tienen esa opción y en cualquier caso no estaría a su alcance, ya que han dejado de ser un importante
exportador de bienes y capitales, y para satisfacer la enorme demanda de bienes que no pueden producir ya
por sí mismos contraen deudas cada vez mayores con los nuevos centros de la industria mundial. Es el único
imperio importante que también se ha convertido en un importante deudor.
Sin embargo, la supremacía estadounidense sí puede ser muy vulnerable a su declive relativo y al
desplazamiento del poder industrial, el capital y la alta tecnología a Asia. En un mundo globalizado, el
"poder blando" del mercado y la americanización cultural ya no refuerza la superioridad económica
estadounidense.
El imperio estadounidense, a diferencia del británico, ha tenido que recurrir permanentemente a sus fuerzas
armadas.
El viejo Imperio Británico no es y no puede ser un modelo para el proyecto estadounidense de supremacía
mundial, excepto en un aspecto. Gran Bretaña conocía sus límites: dado que su ventajosa situación
económica no dependía del poder imperial sino del comercio, ante los aires de cambio se acomodó más
fácilmente a su pérdida política.
¿Aprenderá Estados Unidos esa lección? ¿O se verá tentado a mantener su predominio global, cada vez más
erosionado, recurriendo a la fuerza político-militar, y al hacerlo promoverá no el orden global sino el
desorden?

 FERGUSON, Neil. Coloso. Auge y decadencia del imperio americano. Barcelona, Debate, 2005.

Cap. 8 “La puerta que se cierra”.


De vuelta a la gran convergencia
La característica de Europa ha sido la fragmentación política. Los períodos de unidad imperial ha sido la
excepción, no la regla. Desde el otro lado, Asia Oriental, la unidad imperial fue la norma. Antes de la
revolución China también era el titán de la economía mundial. Pero en los siglos XIX y XX el nivel de vida
en China sufrió un hundimiento desastroso. Los chicos atribuyen su decadencia a los efectos negativos del
imperialismo occidental después de las guerras del opio en 1839-42 y 1856-60. Una hipótesis occidental
más reciente es que la unidad política de China de tan larga duración tuvo un efecto en el desarrollo
estratégico y tecnológico del país en un momento en que Europa estaba dividida en E- N rivales. La
adquisición de colonias en el Nuevo Mundo llevó a Europa a superar a China.
La suerte de China en el siglo XX fue triste. A instancias de los británicos las potencias occidentales rivales
se pusieron de acuerdo en la política de puertas abiertas: China sería una gran zona de libre comercio pero
mantendría sus propias instituciones políticas. La transición del imperio a la República en 1921 fue
frustrada sobre todo por las desastrosas consecuencias del imperialismo japonés en la década de 1930 y la
consiguiente guerra civil.

306
A partir de las reformas iniciada por el finado Deng Xiaoping a finales de la década del 70, sin embargo,
China ha experimentado una sorprendente recuperación económica. Los chinos se han concentrado antes en
modificar sus instituciones económicas existentes, a la vez que hacen solo cambios políticos limitados. El
resultado ha sido un crecimiento espectacular en la tasa de crecimiento económico. China es el desafío
estratégico del futuro, parece que es el candidato más verosímil para el papel de contrapeso frente a EEUU
que la UE.
Una posibilidad que no puede descartarse es que la nueva confianza de China en el comercio libre y en la
inversión extranjera directa sea nada más que una vuelta a la época de puertas abiertas de hace un siglo.
Lejos de ser rivales estratégicos, estos dos imperios tienen la relación de socios económicos. La única
pregunta es cuál de los dos es más dependiente, cual es mas en peligro de perder.
Revisión del exceso
Derrocar tres tiranías en cuatro años no es un logro mezquino para los parámetros de ningún imperio del
pasado. Desde el 99 Milosevic, los talibanes y ahora Sadam Hussein han sido derrocados como resultado de
la intervención militar estadounidense contra sus fuerzas armadas. Paul Kennedy advertía que EEUU corría
el riesgo de incurrir en un “exceso imperial”, que gastaba demasiado grande de su ingreso nacional en
compromisos militares. También se preguntaba si podría EEUU esperar conservar su antigua posición en la
guerra fría de superpotencia. La única respuesta, según Kennedy es no.
Al escribir el 2002 sobre el ascenso de EEUU de superpotencia a hiperpotencia recurrió a “deus ex
machina” (es cuando una grúa –machina- introduce una deidad –deus- proveniente de fuera
del escenario para resolver una situación) para explicar porque sus predicciones sobre el exceso no se
habían cumplido.
La ironía es que la tesis original de Kennedy sobre el exceso fiscal todavía puede ser definida, pese a su
decisión de abandonarla. El exceso fiscal de EEUU es mucho peor hoy en día de lo que el previó hace 16
años. El punto esencial es que este exceso no tiene nada que ver con los compromisos militares de EEUU
en el exterior. La mayoría de los estadounidenses, incluso aquellos que se consideraban bien informados
sobre las finanzas de la nación, lo encuentran simplemente increíble. En efecto la primera razón por la que
la crisis fiscal estadounidense se mantiene latente es porque las personas se niegan a creer en su existencia.
China contribuye ahora a sostener el poder estadounidense.
Dirigir el incipiente imperio liberal de EEUU es sorprendentemente barato. Esto se debe en parte a que la
economía estadounidense es muy grande. Muchos estadounidenses se preocupan sobre el coste de la
ocupación de Irak. Esto se debe en gran parte a que les han inducido a creer que no costaría anda.
La primera guerra del Golfo fue en efecto gratis para los estadounidenses, porque una amplia coalición, que
incluía a Alemania y a Japón, pagó entre el 80 y 90 por ciento del total de sus costes militares. Pero en la
segunda guerra del Golfo, EEUU hizo que derrotar a Irak, pues la ocupó. Y lo hizo con el apoyo de pocos
aliados ricos.
Vale la pena recordar que en septiembre del 2003 el gobierno de Bush había gastado relativamente poco en
la reconstrucción de Afganistán. Era no más de un cuarto del monto realmente gastado en la recuperación
después del conflicto de Kosovo, pese al hecho de que las necesidades en Afganistán eran obviamente
mucho más graves.
La estabilidad futura de Afganistán depende claramente del éxito de la administración interina establecida
en Kabul bajo el presidente Hamid Karzai. Hacia mayo del 2003 EEUU había desembolsado la pequeñez de
5 millones. Esa tacañería no es solo responsabilidad del gobierno de Bush si no el resultado de los
legisladores estadounidenses. Puestos a elegir entre la asignación local y la seguridad nacional, siempre hay
algunos miembros del Congreso que optarán por la primera.
Pero las actitudes cambiaron en el 2003 cuando se aprobó la solicitud para dar 87 millones para financiar la
ocupación y reconstrucción de Irak y Afganistán.
Dada la imposibilidad de predecir cuánto costaría un fracaso en Irak parece un precio razonablemente bajo
para establecer un sistema de gobierno estable y aliado en ese país.
Solo alrededor de 20 millones se destinaron a la reconstrucción. Después de todo, es el segundo país con las
reservas petrolíferas más grandes del mundo.
Con todas las ganas, tal vez Irak podría recuperar su nivel de vida anterior a 1979. Deberían de darse tres
cosas: la imposición efectiva de la ley y el orden, la preparación y restauración de la infraestructura básica y
un gasto importante en la reconstrucción para modernizar los importantes yacimientos petrolíferos.
Contrariamente a lo que defiende la teoría conspirativa, el gobierno de Bush no invadió Irak por las reservas
de petróleo. Sin embargo, resucitar la producción petrolera es requisito necesario para el éxito de la
transformación estadounidense de Irak.

307
Los críticos del gobierno de Bush se quejan de que las compañías estadounidenses están otorgando
contratos para la reconstrucción de las infraestructuras de Irak. Deberán en cambio celebrar el hecho de que
se crean puestos de trabajo. La aritmética de la ocupación no es la de un juego en la que uno pierde lo gana
el otro, tal como lo dicen los críticos radicales de Bush, que insisten que cada dólar gastado allá es uno
menos para acá.
Cañones y mantequilla
No es entonces el costo del cambio de régimen y la construcción nacional lo que amenaza al imperio
americano con un exceso. Es el gasto mucho más cera al interior. Ya que el poder exterior de EEUU se
sustenta en la fortaleza de su economía hay por tanto una paradoja. Pero el imperio de EEUU necesita el
consumo para alimentar su crecimiento económico, a partir del cual permitirse fácilmente su gasto militar
(ver ejemplo de Hummer ¿para qué sirve? Para la conquista y para el consumo).
A los estadounidenses les gusta la seguridad, pero les gusta más la seguridad social que la nacional. En solo
cuatro años los primeros casi setenta y siete millones nacidos durante el boom de natalidad comenzarán a
cobrar las prestaciones del Medicare. Y cuando estos se jubilen, EEUU habrá duplicado el tamaño de su
población americana. De hecho, puede ser más fácil incumplir con una deuda declarada que dejar de pagar
las prestaciones de la Seguridad social y del Medicar.
Ya autores se preguntaron si el gobierno pudiera contar con todos los ingresos que puede esperar recaudar
en el futuro pero tuviera que también usarlos en pagar todos su compromisos de gastos futuros ¿bastaría con
el valor presente descontado de todos su futuro ingresos para cubrir el valor actual descontado de todos sus
gastos futuros? Otra forma de decirlo es comparar la carga fiscal durante nuestra vida con la que la próxima
generación tendrá que sobrellevar si el gobierno no toma ninguna medida de las anteriores (esto es la
“contabilidad generacional).
Sin embargo, hay un grave problema con estas cifras, no con los cálculos en que se basan sino con su
aceptación. Hablando en plata, las noticias son tan malas que casi nadie las cree. Lo que la gente no percibe
aún es lo aro que será. Nadie puede sorprenderse que esta desagradable aritmética fiscal sea marginada en el
sistema político estadounidense. Por tanto cabo suponer que en un corto plazo no se hará casi nada para
traer el problema del desequilibrio generacional. Tarde o temprano el gobierno tendrá que reducir sus gastos
o aumentar sus ingresos por impuestos.
Una posible solución fiscal al problema del desequilibrio ha sido puesta en práctica por GB, consiste
simplemente en el mecanismo que permite que los programas de ayuda social suban por encima de la
inflación general.
En la situación actual de EEUU la cuestión vital debe ser controlar el gasto Medicare.
Los políticos estadounidenses se refieren a veces a la Seguridad Social como el “tercer raíl” de la política,
porque aquellos que lo tocan para sugerir cualquier recorte en las prestaciones reciben una fuerte descarga
política por parte de la asociación de jubilados de EEUU.
Llegado al momento crítico
La opinión ortodoxa dice que si los inversores y corredores de bonos del E anticipan un creciente
desequilibrio en la política fiscal de un gobierno, venderán los bonos de ese gobierno. Una brecha creciente
entre los ingresos y los gastos ordinarios se cubren generalmente de dos formas. La primera es vender más
bonos al público. La segunda es imprimir más moneda. Cuanto más alta sea la tasa de inflación más se
elevarán los tipos de interés porque nadie quiere prestar dinero. Pero al elevar los tipos de interés suben el
coste de financiar la deuda pública y por tanto empeoran su situación fiscal. Las compañías dejan de
contraer préstamos y comienzan a despedir trabajadores. Si el gobierno puede convencer al sector privado
de que pagará sus cuentas sin imprimir moneda, los tipos de interés se mantendrán altos. Si no subirán y el
gobierno puede verse obligado a imprimir moneda tarde o temprano.
Cuando se trata de hacer las cuestiones financieras más vívidas, los escritores con frecuencia recurren a
imágenes tomadas de la naturaleza. Es tentador hablar del equivalente fiscal de una tormenta perfecta. La
gran crisis fiscal es imposible de determinar ni como impactará.
Sin embargo, hay razones para ser escépticos con la idea de una nueva inflación. Para empezar, hay fuertes
presiones deflacionarias actuando en EEUU hoy en día. Sin embargo, hay otra posibilidad, más dura. Los
mercados de bonos se preocupan por la demora de las cargas declaradas y transferibles del gobierno no por
sus cargas no declaradas tales como la Seguridad social.
Quizás Kennedy no estaba tan equivocado al trazar paralelos entre el EEUU contemporáneo y la Francia
revolucionaria. Ambas eran imperiales pero también Francia se desplomó debido a una curiosa forma de
exceso.
El imperio deudor.

308
EEUU costeó todo: guerras, conquistas, el plan Marshall. Pero también es el deudor más grande del mundo.
La posición del país en la inversión internacional ha cambiado espectacularmente. EEUU está unido al K
externo, más el gobierno que el sector privado. Dado que la polarización interna llevará seguramente a una
cadena de déficit en las décadas venideras, mucho dependerá de que los inversores extranjeros tengan o no
el deseo de absorber cantidades crecientes de valores de EEUU. Pero los inversores extranjeros, cuando
invierten en EEUU parecen dispuestos a aceptar rendimientos notablemente más bajos que los que los
estadounidenses obtienen cuando invierten en el extranjero.
Las exportaciones a China son uno de los principales motores de crecimiento y de creación de empleo. Los
asiáticos influyen a EEUU en el modo convencional que un acreedor tiene influencia sobre un deudor. Esto
crearía una presión sobre el dólar y sobre los tipos de interés de EEUU. Dado el modo en que los bancos
asiáticos generalmente tienen dólares en sus reservas, pero prestan en moneda local, la devaluación del dólar
podría castigar a los chinos al precipitar a su sistema bancario en una crisis.
En cualquier caso, el gobierno de Bush parece a veces querer morder la mano de quien le presta. La relación
entre EEUU y China descrita antes no se basa en ningún modo en el altruismo chino. Los chinos compran
bonos en dólares no para ayudar a Bush sino para mantener el tipo de cambio de su moneda frente al dólar y
con ello, la competitividad de sus propios productos a ojos de los consumidores estadounidenses.
Hay dos razones por las cuales tales llamamientos son malos consejos, por no decir algo peor. El primero,
repetimos, es que la devaluación del dólar tendría graves consecuencias para las instituciones financieras
chinas: una deflación difundiéndose en toda la economía china. La segunda razón es que las medidas anti
chinas perjudicarían a las firmas estadounidenses, un creciente número de las cuales están invirtiendo
directamente en China, para explotar su combinación de mano de obra barata, pero relativamente, bien
calificada en un ambiente institucional estable, en apariencia.
Los tipos de interés a largo plazo, son la clave de la posposición del ajuste de las cuentas fiscal en EEUU.
En la historia sin embargo, ningún equilibrio se mantiene ininterrumpido.
Nadie puede saber que provocará un cambio en el equilibrio del pasado años a algo bastante diferente.
Podría ser la ansiedad en el interior del país, por una demora del pago de beneficios; podría ser un cambio
estratégico en el corazón de Asia oriental. Como en un terremoto, la hora y la magnitud son imposibles de
pronosticar. Si ese es el caso, si China sufre el destino de Japón y se precipita en la deflación por culpa de
los caprichos de la política económica estadounidense, el futuro del dólar como divisa favorita del mundo,
sin duda dejará de estar asegurada. La puerta abierta hoy entre América y Asia puede cerrarse con un
sorprendente portazo.

 HARVEY, David. El Nuevo Imperialismo. Madrid, Akal, 2004.

Cap. I “Todo tiene que ver con el petróleo”.


Harvey se propone analizar en el actual estado del capitalismo global, al "nuevo" imperialismo, desde la
perspectiva de la larga duración y el materialismo histórico geográfico. Comienza su análisis reconociendo
desde su propia infancia que la idea de imperio que tenía era de la Gran Bretaña, que pronto se vería
desbancada por el poderío de EEUU que señala que hace solo unos años era públicamente proclamado
como el nuevo imperio. Este nuevo papel es denunciado y alentado por unos y otros en los mismos EEUU
donde se perciben a sí mismo como los británicos del siglo XXI en su misión de dar una pax americana
(yankee diría yo) homónima a la de los anteriores. Así algunos sostienen que "... Otros países atribulados
echan de menos hoy el tipo de administración extranjera ilustrada que en otro tiempos proporcionaban
ingleses seguros de sí mismos...". Esto que también se ve reflejado en discursos presidenciales como en
documentos oficiales, es para Harvey una pretensión imperial que se asimila a una declaración formal.
De todas formas la política imperial de EE.UU. no ha sido uniforme ni mucho menos. Algunas veces se ha
mostrado como "ligera" como en la administración Clinton, la cual bajo el multiculturalismo permitía
ciertos grados de libertad y es actualmente caracterizada como "afeminada" (mejor acordarse que bajo
Clinton volaron casi hasta el piso Kosovo). Opuesta a esta surge la política de Bush, más determinantemente
imperial, invadiendo lisa y llanamente dos países. Sin embargo la construcción del imperialismo
norteamericano, según Harvey, fue de tipo ligero, ya que no se expresaban objetivos en forma explícita y no
se permitía que influyeran sobre la situación domestica (Vietnam?).
Desde la izquierda tradicional se ha afirmado que el imperialismo yankee es un fenómeno que tiene
mínimamente 100 años y ha disparado grandes debates en los 60 desde las perspectivas de la dependencia o
del análisis de Lenin y Hilferding del imperialismo. Sin embargo la cuestión ha tomado nueva importancia

309
desde la gran discusión que se dio a partir de la aparición del libro Imperio de Hardt y Negri (posmo alerta).
Esto para Harvey resalta que el imperio, más allá de su existencia reciente o no, ha tomado nuevas formas.
Y como caso va a tomar la invasión de Irak, perpetrada sin el apoyo de aliados tradicionales, como Francia
y Alemania, así como de viejos enemigos como Rusia y China.
Historia de dos productores de petróleo
El autor propone un paralelismo entre Venezuela e Irak. Describe la situación del golpe de estado a Chávez
y su buena recepción en EEUU así como su pronto despegue mientras Chávez reasumía el poder. En Irán
también se pretende una vocación "democrática" pero esta no concuerda con el golpe de estado de 1953
para instaurar la dictadura del Sha. La cuestión de las armas masivas fue también esgrimida, pero nunca
fueron encontradas y la capacidad militar de Irak era nula previa a la invasión. Todos estos argumentos
débiles o directamente contrapuestos fundan la creencia de que algo se está ocultando o que los propios
actores no lo saben.
La dialéctica interna de la sociedad civil estadounidense
Harvey ahora presta atención a la situación interna de EE.UU. previa al desarrollo de los ataques
imperialistas. Así, en 2001 la crisis económica era palpable. Varios imperios comerciales caían, los
escándalos contables salían a la luz y destruían a Wall Street, los fondos de pensión perdían muchísimo
dinero, así como crecían los déficits y la deuda interna. A esto se le sumaba a la deslegitimación del mismo
Bush, electo por el tribunal de justicia de Miami luego de la cuestionada votación en el estado. El 11 de
septiembre puso fin a todo esto, centrando la atención en una "guerra con el terror" (mayores abstracciones
que esa se ven poco) inconducente, pergeñada durante años por los think tanks de la derecha
neoconservadora, la cual va a constituirse como núcleo de los equipos de defensa y relaciones
internacionales de Bush. Harvey sostiene que desde hace ya años sabían que se necesitaba un nuevo Pearl
Harbor para poder validar tamaña acción militar, facilitada solo por el gran desconocimiento de los
estadounidenses de la geografía mundial. Sin embargo Harvey introduce una variable mucho más
importante para analizar esta nueva fase de imperialismo. Con la caída de la amenaza soviética, la sociedad
estadounidense se preparaba para un boom económico que debería haber asegurado su reproducción interna
de acuerdo a la exaltación de la competencia y del individualismo extremos que se propaga desde todas las
esferas de la cultura y la producción. Sin embargo esto no fue suficiente y los 90 fueron una década
turbulenta. Los disturbios sociales, la creciente desigualdad y la exuberancia de los nuevos ricos, la
violencia juvenil entraba en las escuelas, se sospechaban intentos de asesinatos desde la Casa Blanca, los
empresarios tenían mucha llegada para aceitar los procesos políticos, etc. El autor lo expone como un
proceso acelerado de desintegración de la sociedad (ya no tan) civil. Así la propuesta moral y autoritaria del
neoconservadurismo de Bush venció al neoliberalismo clintoniano y el 11 de septiembre fue el elemento
aglutinador para poner orden y estabilidad en la sociedad civil. Citando a Arendt, Harvey plantea que la
dinámica interna de la democracia de los EEUU necesita de una continua retroalimentación de poder para
poder seguir existiendo, lo cual esta nueva década vendría a confirmar.
Todo tiene que ver con el petróleo
El petróleo es un elemento central para explicar el conflicto, aunque esto debe ser puesto en su causa justa y
no como explicación única del conflicto. Algunos afirman que el poder estatal ha sido usurpado por una
vanguardia petrolífera que quiere tener contratos y nada más. El autor se niega a dar crédito total a esta
explicación, ya que todo el consorcio tecno-militar se encolumnó detrás de este único objetivo.
El interés en Irak es el petróleo, pero también lo es la geopolítica de dicha región. Más allá del petróleo
iraquí en sí, el estrecho de Ormuz es el paso por el cual se concentran más del 60% del flujo de crudo, lo
cual, dado algún conflicto, pondría en serio riesgo a la economía mundial (el actual conflicto con Irán tiene
que ver con esto). En Oriente Medio además se encuentran otros países clientes de Estados Unidos, como
Arabia Saudita, Kuwait, etc. Sin dudas que la mayor parte de las reservas de petróleo se encuentren en esta
región sigue siendo el mayor interés. Así esta cuestión se vuelve clave en el carácter del nuevo imperialismo
de los EEUU ya que si la supremacía económica en tanto potencia capitalista se viera cuestionada, entonces
la resolución militar seria la elegida con toda seguridad. Harvey deja lo económico para el siguiente
capítulo.

 BONIFACE, Pascal. “A veinte años de la caída del muro” en Archivos del Presente, Año 14 N° 51,
Buenos Aires, Fundación Foro Sur, 2009.

310
La caída del muro de Berlín representó la esperanza en un mundo pacífico, en el que la guerra y la crisis
debían ser excluidas de las relaciones internacionales. A partir de ahí dejamos de lado el mundo bipolar que
había estructurado las conciencias y las relaciones internacionales.
La pregunta era ¿por qué sería reemplazado ese mundo? Se hablaba de un mundo multipolar, se hablaba de
la declinación del imperio norteamericano y se decía que en la Unión Soviética no eran los hombres lo que
había fracasado, sino el sistema. La Unión Soviética ya no sería comunista, adoptaría una economía de
mercado y tendría que cambiar su performance.
Hoy el mundo no es multipolar porque no existe un poder similar al de los Estados Unidos. Pensemos que la
última elección presidencial norteamericana fue seguida de cerca, porque según la personalidad, la política y
el programa del futuro presidente norteamericano sabemos cuáles serán las repercusiones directas para
nosotros.
Tampoco estamos ante un mundo unipolar porque, contrariamente a lo que pensaba George Bush, Estados
Unidos no puede regular por sí solo la agenda internacional o arreglar los problemas del mundo.
La idea de un mundo unipolar llevó a grandes errores, como la Guerra de Irak, pero ahora estamos en vías
de una multipolarización. El dominio de Occidente sobre el mundo, un proceso que se inició en el siglo
XVI, terminó. Ahora estamos en un mundo en recomposición. La globalización nos hace vivir en una aldea
global en la que podemos estar cerca aunque nos separen veinte mil kilómetros. Nos podemos comunicar en
directo y hemos cambiado nuestra manera de trabajar. En esa aldea habitamos, pero no tenemos todavía un
Consejo que permita definir las reglas, aplicarlas y hacerlas respetar.
Podemos constituir un atlas de la crisis y conflictos y ver que hace treinta años estaba tan cargado como
hoy. No con los mismos conflictos, pero sí con tantos como ahora: unos cuarenta en total.
La buena noticia es que América Latina, que era una tierra muy convulsionada, ha disminuido sus
conflictos. América Latina es una zona en la que el final de la Guerra Fría contribuyó a apagar o atenuar la
mayoría de los conflictos que atravesaba el continente; pero aparecieron conflictos en otros lugares donde
no existían, porque estaban apagados por la Guerra Fría.
En Europa, tras el fin de la Guerra Fría se generaron conflictos en pueblos que antes estaban a cubierto de
ellos. Surgieron las guerras balcánicas, a causa del derrumbe de la sociedad multinacional yugoeslava.
También vemos distintas crisis en torno a las ex repúblicas soviéticas, donde la autoridad de Rusia no llega
a ser respetada y surgen conflictos armados, como en Georgia. Surge la crisis de provincias secesionistas
como Chechenia.
Rusia se siente cercada por la OTAN. Pero Barack Obama ya no considera que Rusia sea el país que perdió
la Guerra Fría: hay una situación de diálogo e intercambio.
En otras partes, como en África, presenciamos el genocidio en Ruanda. Durante la Guerra Fría, las
superpotencias no habrían permitido semejante cosa.
Tras la caída del Muro surgió un idealismo enorme que nos hizo ver el mundo color de rosa. El primer error
es considerar el choque como inevitable. El segundo es pensar que no existirán choques.
Hay en el Medio Oriente un arco de crisis, cada conflicto tiene su lógica, sus protagonistas y su historia. Al
mismo tiempo esos conflictos particulares se nutren y vinculan. El problema es que el vínculo es muy
negativo, no es atenuado y cada uno se desborda y destiñe sobre los otros.
En Afganistán, la OTAN es demasiado fuerte para perder la guerra, pero tampoco podrá vencer. Porque los
talibanes no son vistos por la población local en general como terroristas sino como personas que luchan
contra la ocupación extranjera.
El conflicto entre Israel y Palestina desespera a todo el mundo. La paradoja es que las sociedades quieren la
paz y están dispuestas a reconocer al otro, a que tenga su Estado y su identidad, pero hay tal miedo, tal
desconfianza y tal falta de líderes que nadie puede llegar a una solución apta.
El conflicto escapa a sus protagonistas y está en el corazón de un choque de civilizaciones. Así, parece que
lo que evita llegar a una solución del conflicto es la protección que el mundo occidental le da
estratégicamente a Israel, por lo tanto, sin el apoyo norteamericano, Israel podría negociar realmente.

DESPUÉS DEL LIBERALISMO - IMMANUEL WALLERSTEIN


La destrucción del Muro de Berlín y la subsecuente disolución de la URSS han sido celebradas como
lacaída de los comunismos y el derrumbe del marxismo-leninismo como fuerza ideológica en el mundo
moderno. Sin duda eso es correcto. Además han sido celebradas como el triunfo definitivo
del liberalismo como ideología. Esto es una percepción totalmente equivocada de la realidad. Por
elcontrario, esos acontecimientos marcaron aún más el derrumbe del liberalismo y nuestra entrada
definitiva en el mundo “después del liberalismo”.

311
Este libro se dedica a exponer esa tesis. Está compuesto por ensayos escritos entre 1990 y 1993, en
unperiodo de gran confusión ideológica en que un temprano y muy difundido optimismo
ingenuoempezaba a dejar el lugar a un gran miedo y desaliento difusos ante el surgimiento del
desordenmundial.
El año 1989 ha sido abundantemente analizado como fin del periodo 1945-1989, es decir como el añoque
significa la derrota de la URSS en la guerra fría. En este libro se sostendrá que es más útil contemplarlo
como fin del periodo 1789-1989, es decir el periodo de triunfo y caída, de ascenso yeventual defunción, del
liberalismo como ideología global –lo que yo llamo geocultura- del modernosistema mundial. El año
1989 marcaría entonces el fin de una era político-cultural -una era derealizaciones
tecnológicas espectaculares- en que la mayoría de las personas creía que los lemas de laRevolución francesa
reflejaban una verdad histórica inevitable, que se realizaría ahora o en un futuropróximo.
El liberalismo nunca fue una doctrina de la izquierda, siempre fue la quintaesencia de la doctrina delcentro.
Sus defensores estaban seguros de su moderación, su sabiduría y su humanidad. Su posturaiba a la vez en
contra de un pasado arcaico de privilegio injustificado (que consideraban representadopor la ideología
conservadora) y una nivelación desenfrenada que no tomaba en cuenta la virtud ni elmérito (que según ellos
era representada por la ideología socialista/radical). Los liberales siempre hantratado de definir al resto de la
escena política como constituido por dos extremos, entre los cuales seubican ellos. En 1815-1848 afirmaron
estar igualmente en contra de los reaccionarios y en contra de losrepublicanos (o demócratas); en 1919-
1939, en contra de los fascistas y en contra de los comunistas;en 1945-1960, en contra de los imperialistas y
en contra de los nacionalistas radicales; en la década de1980, en contra de los racistas y de los racistas al
revés.
Los liberales siempre han afirmado que el estado liberal –reformista, legalista y algo libertario- era elúnico
estado capaz de asegurar la libertad. Y quizá eso fuera cierto para el grupo relativamentepequeño cuya
libertad salvaguardaba, pero desdichadamente ese grupo nunca ha pasado de ser una minoría perpetuamente
en vías de llegar a ser la totalidad. Siempre han afirmado además que sólo el estado liberal podía garantizar
un orden no represivo. Los críticos de derecha han dicho que el estado liberal, en su renuencia a parecer
represivo, permitía o incluso alentaba el desorden. Los críticos de
izquierda, por su parte, siempre han dicho que en realidad la preocupación principal de los liberales en el
poder es el orden y que son muy capaces de reprimir, ocultándolo sólo parcialmente.
No se trata de discutir una vez más los méritos y las deficiencias del liberalismo como base de la buena
sociedad: más bien lo que necesitamos es tratar de hacer la sociología histórica del liberalismo.
Necesitamos analizar claramente su surgimiento histórico inmediatamente después de la
Revoluciónfrancesa, su meteoro ascenso hacia el triunfo como ideología dominante, primero en unos
pocosestados (pero los más poderosos) y después en el sistema mundial como sistema mundial, y su
destronamiento igualmente súbito en los últimos años.
Los orígenes del liberalismo en los cataclismos políticos desencadenados por la Revolución francesa han
sido ampliamente discutidos en la literatura. Un poco más polémica es la afirmación de que el liberalismo
pasó a ser el credo central de la geocultura del sistema mundial. La mayoría de los analistasestaría de
acuerdo con que para 1914 el liberalismo triunfaba en Europa: sin embargo algunos afirmanque su
declinación se inició entonces, mientras que yo sostengo que su apogeo se dio en el periodoposterior a 1945
(hasta 1968), la era de la hegemonía de Estados Unidos en el sistema mundial.
Además, muchos discutirían mi visión de cómo triunfó el liberalismo –sus vínculos esenciales con
elracismo y el eurocentrismo.Sin embargo creo que lo más provocativo es la afirmación de que la caída de
los comunismos no
representa el éxito final del liberalismo como ideología sino la socavación definitiva de la capacidad dela
ideología liberal para continuar su papel histórico. Ciertamente una versión de esta tesis está
siendodefendida por los trogloditas de la derecha mundial: muchos de ellos de manera cínica
manipulanslogans o siguen siendo románticos irremediables de una utopía centrada en la familia que nunca
haexistido históricamente. Muchos otros simplemente están aterrados ante la inminente desintegración del
orden mundial que, como correctamente perciben, está ocurriendo.
Ese rechazo del reformismo liberal está siendo puesto en práctica hoy en Estados Unidos bajo el rótulode
Contract with America, a la vez que está siendo forzosamente administrado a países del mundoentero por
medio del Fondo Monetario Internacional. Es probable que esas políticas abiertamente reaccionarias
provoquen una reacción contraria en Estados Unidos, como ya ha estado ocurriendo en Europa oriental,
porque esas políticas empeoran la situación económica inmediata de la mayoría de la población en lugar de
mejorarla. Sin embargo esa reacción contraria no significará un regreso a la creencia en el reformismo

312
liberal: significará simplemente que una doctrina que combina una falsaadulación del mercado con
legislación contra los pobres y los extranjeros, que es lo que propugnan hoy reaccionarios revigorizados,
no puede ofrecer un sustituto viable para las promesas fallidas del reformismo. En todo caso, mi
argumentación no es la de ellos. La mía es la opinión de quienes sostienen lo que en uno de los ensayos
llamo la “modernidad de la liberación”. Creo que necesitamos echar una mirada sobria a la historia del
liberalismo a fin de ver qué podemos salvar del naufragio, y ver cómo podemos luchar en las difíciles
condiciones, y con el ambiguo legado, que el liberalismo ha dejado al mundo.
No estoy tratando de pintar un cuadro de condenación y sombras, pero tampoco
recomiendotranquilizantes para verlo todo color de rosa. Creo que el periodo posterior al liberalismo es un
periodode grandes luchas políticas, de mayor importancia que cualquier otro de los últimos quinientos años.
Veo fuerzas del privilegio que saben muy bien que “es preciso cambiar todo para que nada cambie” yestán
trabajando con mucha inteligencia y habilidad para hacerlo. Veo fuerzas de liberación
queliteralmente han quedado sin aliento. Ven la futilidad histórica de un proyecto político en el que
haninvertido ciento cincuenta años de lucha –el proyecto de transformar la sociedad por la vía de tomar
elpoder estatal en todos los estados, uno por uno. Y no tienen ninguna certeza de si existe o no un proyecto
alternativo. Pero el proyecto anterior, la estrategia de la izquierda mundial, falló principalmenteporque
estaba imbuido, impregnado, de la ideología liberal, incluso en sus variantes más
declaradamente antiliberales, “revolucionarias”, como el leninismo. Hasta que haya claridad acerca delo que
ocurrió entre 1789 y 1989 no podrá presentarse ningún proyecto de liberación plausible en elsiglo XXI.
Pero aun si tenemos claro lo que ocurrió entre 1789 y 1989, y aun cuando estemos de acuerdo con que la
transición de los próximos veinticinco a cincuenta años será una época de desorden sistémico,desintegración
y agudas luchas políticas acerca de qué tipo de nuevo (s) sistema (s) mundial (es)construiremos, la cuestión
que interesa a más gente es: ¿qué hacer ahora? La gente está confundida,furiosa, atemorizada ahora –a veces
incluso desesperada, pero no pasiva, en absoluto. El sentimiento de que es necesario actuar
políticamente sigue siendo fuerte en el mundo entero, a pesar delsentimiento igualmente fuerte
de que la actividad política de tipo”tradicional” es probablemente inútil.
La elección ya no puede presentarse como “reforma o revolución” . Esta supuesta alternativa se hadiscutido
por más de un siglo, sólo para descubrir que en la mayoría de las ocasiones los reformadoreseran en el
mejor de los casos reformadores renuentes, los revolucionarios eran tan sólo ligeramentemás reformadores
pero militantes, y las reformas que efectivamente se aplicaron en conjunto lograronmenos de lo que se
proponían sus defensores y menos de lo que temían sus adversarios. Éste fue enrealidad el resultado
necesario de las limitaciones estructurales que nos impuso el consenso liberal
dominante.
Pero si desintegración es un nombre más correcto que revolución para lo que sea que va a ocurrirahora,
¿cuál debe de ser nuestra postura política? Yo veo sólo dos cosas que hacer, y es preciso hacerlas dos
simultáneamente. Por un lado, la preocupación inmediata de casi todos es cómo enfrentar losproblemas
continuos y apremiantes de la vida –los problemas materiales, los problemas sociales yculturales, los
problemas morales o espirituales. Por otra parte un número menor de personas, que sinembargo también
son muchas, tiene una preocupación a largo plazo. La estrategia de latransformación. Ni los
reformistas ni los revolucionarios tuvieron éxito en el siglo pasado porque ni unosni otros reconocieron en
qué medida la preocupación a corto plazo y la preocupación a largo plazorequerían una acción simultánea,
pero de tipos muy distintos (incluso divergentes).
El estado moderno ha sido el instrumento por excelencia de los reformistas para ayudar a la gente a
irsobreviviendo. Ésa no ha sido en absoluto la única función del estado, quizá ni siquiera su
funciónprincipal. Además la acción orientada por el estado no ha sido el único mecanismo de
supervivencia.Pero el hecho es que la acción estatal ha sido un elemento ineluctable en el proceso de
sobrevivencia,y que los intentos de sobrevivir de las personas comunes se han dirigido, en forma justificable
einteligente, a lograr que los estados actúen de determinada manera. A pesar del desorden , la confusióny la
desintegración actuales, esto sigue siendo cierto. Los estados pueden aumentar o reducir elsufrimiento
mediante la asignación de recursos, el grado en que protegen los derechos y suintervención
en las relaciones sociales entre grupos diferentes. Sería una locura sugerir que ya no hay que preocuparse
por lo que hace el estado, y no creo que muchas personas estarían dispuestas a desistir por completo de
preocuparse activamente por las acciones de su estado.
Los estados pueden hacer las cosas un poco mejores (o un poco peores) para todos. Pueden escogerentre
ayudar a la gente común a vivir mejor y ayudar a los estratos superiores a prosperar aún más.Pero eso es
todo lo que los estados pueden hacer. Sin duda esas cosas tienen mucha importancia acorto plazo, pero a

313
largo plazo no importan en absoluto. Si queremos afectar en forma significativa laenorme transición del
sistema mundial que estamos viviendo, para que vaya en una dirección y no enotra, el estado no es un
vehículo principal de la acción. En realidad, más bien es uno de los principalesobstáculos.
Esta comprensión de que las estructuras estatales han llegado a ser (¿han sido siempre?) un
obstáculoimportante para la transformación del sistema mundial, incluso cuando (o quizá especialmente
cuando)fueron controladas por fuerzas reformistas (que afirmaron ser fuerzas “revolucionarias”), es lo que
estádetrás del vuelco general en contra del estado en el tercer mundo, en los países antes socialistas e
incluso en los países de “estado de bienestar” de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE). En el naufragio, los slogans del “mercado”, propugnados con una
nueva
agresividad por un despliegue de figuras políticas y expertos conservadores (occidentales), han llegado a ser
momentáneamente una expresión verbal de uso corriente. Sin embargo, como las políticas estatales
asociadas con el “mercado” como slogan hacen la supervivencia más difícil en lugar de másfácil, en muchos
países se ha iniciado ya el movimiento de retroceso en contra de los gobiernos quedan prioridad al mercado.
Pero ese movimiento no es hacia una renovada creencia en la capacidad del
estado para transformar el mundo: en la medida en que está ocurriendo, ese movimiento de retroceso no
hace más que reflejar el juicio sobrio de que todavía necesitamos utilizar el estado para ayudar a la gente a
sobrevivir. Por eso no es incongruente que hoy las mismas personas se vuelvan hacia el estado(para que los
ayude a sobrevivir) y denuncien al estado y la política en general como inútiles e incluso nefastos (en
términos de la reestructuración del mundo en la dirección que esperan que pueda ir).
¿Qué van a hacer, qué pueden hacer esas personas, entonces, que sea capaz de afectar la direcciónde la
transición? Aquí entra otro slogan engañoso: se trata del llamado a construir la “sociedad civil”.
Eso es igualmente vano. La “sociedad civil” sólo puede existir en la medida en que los estados existan
ytengan la fuerza suficiente para sostener algo llamado la “sociedad civil”, que esencialmente quieredecir la
organización de ciudadanos dentro del marco del estado con el objeto de realizar actividadeslegitimadas por
el estado y para hacer política indirecta (es decir no partidaria) frente al estado. Eldesarrollo de la sociedad
civil fue un instrumento esencial en la erección de los estados liberales, pilaresdel orden interno y del
sistema mundial. Además la sociedad civil fue utilizada como símbolo aglutinantepara la instalación de
estructuras estatales liberales donde aún no existían. Pero sobre todo,históricamente la sociedad
civil fue un modo de limitar la violencia potencialmente destructiva de y por elestado, así como de domeñar
a las clases peligrosas.
La construcción de la sociedad civil fue la actividad de los estados de Europa occidental y Estados Unidos
en el siglo XIX, todavía se podía hablar de construir sociedades civiles en más estados. Pero con la
declinación de los estados, necesariamente la sociedad civil se está desintegrando. En realidad, es
precisamente esa desintegración lo que los liberales contemporáneos deploran y los conservadores festejan
en secreto.
Estamos viviendo la era del “grupismo” –la construcción de grupos defensivos, cada uno de los cuales
afirma una identidad en torno a la cual construye solidaridad y lucha por sobrevivir junto con y en contrade
otros grupos similares. Para esos grupos el problema político consiste en evitar
convertirsesimplemente en otro organismo para ayudar a la gente a sobrevivir (lo que es políticamente
ambiguo,puesto que preserva el orden al llenar las lagunas que crea el derrumbe de los estados), a fin de
poderllegar a ser verdaderos agentes de la trasformación. Pero para ser agentes de la transformación es
preciso que tengan claros sus objetivos igualitarios. Luchar por los derechos del grupo como unainstancia de
la lucha por la igualdad es diferente a luchar por el derecho del grupo a “alcanzar a losdemás” y llegar a
encabezar la fila (lo que, en todo caso, para la mayoría de los grupos se ha convertidoen un objetivo
imposible).
Durante la actual transición mundial, es eficaz trabajar en los niveles local y mundial, pero trabajar en
elámbito del estado nacional tiene una utilidad limitada. Es útil perseguir objetivos a plazo muy corto o
alargo plazo, pero el mediano plazo se ha vuelto ineficaz porque el mediano plazo supone un
sistemahistórico en marcha y funcionando bien. Esa estrategia no es fácil de aplicar, porque las tácticas de
unaestrategia de ese tipo son necesariamente ad oc y contingentes, y por eso el futuro inmediato se presenta
tan confuso. Sin embargo, si aceptamos que ahora vivimos en un mundo en el que los valores
liberales ya no dominan, y donde el sistema histórico existente no es capaz de asegurar ese nivel mínimo de
seguridad personal y material indispensable para su propia aceptabilidad (por no hablar de legitimación),
entonces podemos seguir adelante claramente con un grado razonable de esperanza y deconfianza, aunque
desde luego sin ninguna garantía. El día del ideólogo liberal seguro de sí mismohasta la arrogancia ha

314
quedado atrás. Los conservadores han resurgido, después de ciento cincuenta años de humildad
autoimpuesta, para proponer como sustituto ideológico el interés particular ydespreocupado,
enmascarado por misticismos y afirmaciones piadosas. En realidad, no funciona. Losconservadores tienden
a ser presumidos cuando dominan y profundamente coléricos y vengativoscuando se ven denunciados o
incluso sólo seriamente amenazados. Ahora toca a todos los que han quedado fuera del actual sistema
mundial empujar hacia delante en todos los frentes. Ya no tienencomo foco el objetivo fácil de tomar el
poder del estado. Lo que tienen que hacer es mucho máscomplicado: asegurar el libre mercado mundial
creación de un nuevo sistema histórico actuando unidos y al mismo tiempo de manera muy local y muy
global. Es difícil, pero no imposible.
En la introducción el autor nos planta que la caída del comunismo es toma por muchos como el
triunfodefinitivo del liberalismo, percepción equivocada según nuestro autor ya que este hecho marca aún
másel derrumbe del liberalismo. El liberalismo siempre fue la quintaesencia de la doctrina del centro.
Lapostura de sus defensores estaba en contra de un pasado de privilegio injustificado y de una
nivelacióndesenfrenada que no tomaba en cuenta el mérito. Según su ideología, se ubica en el punto medio
entre
estos dos extremos. Para ellos el estado liberal es el único capaz de asegurar la libertad (solo para
unaminoría), afirman que puede garantizar un orden no representativo. Posteriormente realiza un
bosquejode cómo se ha ido desarrollando el Estado y nos dice que ha sido cada vez más necesaria
laintervención de este para la supervivencia de los individuos, por otra parte afirma que el Estado no esun
vehículo para la transición de un sistema a otro, sino más bien es un obstáculo para el cambio.
Ciertamente se requiere de un estado fuerte para el sostenimiento de la sociedad civil, la cual es la
organización de ciudadanos dentro del marco del estado con el objeto de realizar
actividadeslegitimadas por este y para hacer política indirecta frente al estado.

Cap. X – Estados Unidos y el mundo: hoy, ayer y mañana


Durante el período que va desde 1945 a 1990, presenta rasgos esenciales:Estados Unidos fue la
potencia hegemónica en un sistema mundial unipolar de nuestro sistemamundial. Lo que marca
ese período es la prosperidad. EEUU y la URSS mantenían un conflicto sumamente estructurado. El
tercer mundo reclama derechos más completos. Las décadas de1970 y1980 fueron décadas de
estancamiento económico global.
El presente empezó en 1945. Con Yalta, Europa quedó dividida por el Elba o bien por la línea Stettin-
Trieste con la "cortina de hierro".
Yalta tenía tres legados:
1. Relacionado con el funcionamiento de la economía-mundo: la zona soviética no pediría ni recibiríaayuda
de Estados Unidos para su reconstrucción. Respecto al primer punto podemos decir queEEUU se concentró
en el mejoramiento de su capacidad de producción y de innovación tecnológicay su infraestructura no se vio
dañada por la segunda guerra mundial, a diferencia de lo sucedido enEuropa. Esto le dio gran ventaja y le
permitió controlar todas las decisiones importantes en losforos mundiales. Se apoyó en las alianzas con los
países ya industrializados del mundo y en unestado de bienestar de integración nacional. Ideológicamente se
comprometió a cumplir con laspromesas del liberalismo político: sufragio universal y un sistema
parlamentario, para lo cual se
excluyó a los regímenes comunistas de los derechos políticos comprometió a cumplir con laspromesas del
liberalismo.
2. Relacionado con lo ideológico se autorizó a fomentar la mutua condenación. Lo que
debiócontrolarse la izquierda de los dos bloques. La URSS era el agente sub imperialista de EstadosUnidos.
En el segundo punto advertimos que a primera vista la relación EEUU-URSS era unaenemistad absoluta
pero en la realidad se trató de un pacto de no-intervención en los asuntos delotro; trazaron una línea
imaginaria para delimitar la zona de influencia de cada uno. De hecho, sepodría decir que la URSS era una
potencia subimperialista de EEUU y que fue sumamente útil parala ejecución de sus planes y el
mantenimiento del orden global.
3. No se permitiría que nada del mundo es europeo (el tercer mundo) cuestionará la gran paz
estadounidense en Europa y su soporte institucional (la doctrina de la contención-Yalta). Nuestrotercer
rasgo nos dice que el tercer mundo no era tomado en cuenta al momento de tomardecisiones
importantes; le eran conoce derechos debidos, principalmente, a su militancia a favor deEEUU. Tanto el
leninismo como el wilsonismo buscaban un cambio político que establecería la soberanía posteriormente un

315
cambio económico que incluiría el establecimiento de una burocracia estatal eficaz, el mejoramiento de los
procesos productivos y la creación de una infraestructura
social. El resultado que se pretendía obtener era cerrar la brecha entre los países ricos y los pobres. Los
países del tercer mundo estaban ansiosos por implementar estas reformas y el primerpaso fue
independizar las colonias y llevar a cabo revoluciones en algunos países,paradójicamente tanto
la URSS como EEUU retardaron lo más posible este tipo de movimientos e incluso se negaron a apoyar
algunos de estos. A pesar de esto, la batalla política fundamental fueganada por el tercer mundo aunque en
la mayoría de los países el segundo paso no se daríanunca.
4. A partir de 1968 presenciamos un resentimiento por el imperialismo de Estados Unidos,
unresentimiento por el sub imperialismo soviético y su colisión con Estados Unidos, más otros. Elincendio
se apagó después de tres años. Para el autor, el fin de la Guerra Fría fue una derrota paraEstados Unidos.
Eliminó el último soporte importante de la hegemonía y prosperidad de EstadosUnidos el escudo soviético.
El apogeo de la prosperidad de Estados Unidos ha terminado. Lasbases se desmoronan.Haciendo alusión al
cuarto rasgo, diremos que EEUU llego a su máximoapogeo en la década de los 70s y es entonces que su
crecimiento comenzó a declinar, se podríadecir que el desarrollo económico de Europa occidental y de
Japón había ya superado los niveles de EEUU. A esto debemos aunar el hecho de que EEUU debía
acceder a su propio credo wilsoniano ya que el costo de no hacerlo estaba debilitando la
legitimación del gobierno estadounidense en su propio país. Para evitar un deterioro mayor se recurrió a
una política deremiendos, entre los más brillantes debemos mencionar el aumento de los precios del
petróleo dela OPEP que tuvo lugar con la anuencia de Estados Unidos. Es en esta década que
EstadosUnidos trata de mantener a todos en calma, incluyendo a sus propios ciudadanos. Esta
políticallamada de “perfil bajo” mostraba las limitaciones del poder de EEUU y funciono bien hasta que el
tercer mundo se negó a aceptar las reglas del juego. Esto origino posteriormente una políticamucho más
dura por parte de Estados Unidos hacia sus aliados, la URSS, el tercer mundo y dentrodel país. Es
entonces que el mundo se ve sumido en una serie de crisis económicas quesumieron a la
mayoría de los países en deudas enormes. La URSS decidió tomar medidasdrásticas para tratar de seguir
siendo una potencia mundial, pero no lo logró.En opinión del autor, el sistema mundial se está yendo hacia
una mayor polarización Norte-Sur que laexistente hasta ahora. Prevé que la economía mundial saldrá
adelante y los tres centros de producciónde las nuevas industrias principales serán Japón, la Unión Europea
y Estados Unidos; estos países seenfrascaran en una feroz lucha entre ellos por el control del mercado
mundial. Menciona que el más
débil de estos tres se aliara con uno de los otros (prevé que sea Estados Unidos con Japón) y supone que
trataran de impedir la desintegración de la URSS.
Nos dice que nada bueno ocurrirá con lo que solía ser el tercer mundo, ya que su producción y suriqueza
disminuirán, aunque se verán importantes inversiones en materia de educación y salud.
Una opción que tienen estos países es liberarse del actual sistema mundial, otra seria el uso de lafuerza
militar para crear una transformación económica, una nivelación en la economía de los países que les
permita alcanzar un nivel máximo sin encontrarse siempre a la sombra de EEUU.
De estas dos obviamente la segunda es la más temible ya que los países del sur no son actualmente tan
débiles como lo fueron en el pasado y el Norte no tiene la seguridad de ganar una guerra contra elsur.
La tercera opción sería la llamada opción de resistencia individual por reubicación física, que consistiríaen
la influencia que llegara a tener la población del sur que migre hacia los países del norte en materiapolítica y
social.
La posición de la izquierda es sumamente difícil tanto en el Norte como en el Sur, ya que dudan
quecualquiera de las opciones anteriormente mencionadas lleve en realidad a un mundo de igualdad
ydemocracia. La duda es si realmente surgirán nuevos movimientos transformadores para el tercer mundo.

6.3. Los grandes retadores. La Federación Rusa de la implosión de la Unión Soviética a la búsqueda de una
hegemonía regional. Los tres escenarios y tiempos de la desaparición de Yugoslavia: la independencia
eslovena y croata, la masacres en Bosnia y la Guerra de Kosovo. La República Popular China: la larga
marcha de la fórmula “un país, dos sistemas”.

 POCH-DE-FELIU, Rafael. La gran transición. Rusia, 1985-2002. Barcelona, Crítica, 2003.

316
Cap. 13 “La Rusia de después”.
Las ambigüedades de la Rusia poscomunista
Todos los grupos gobernantes de las quince repúblicas soviéticas habían salido ganando con la disolución de
la URSS. La quiebra de la doctrina del antiguo régimen significaba que habían desaparecido,
definitivamente, los decorados e impedimentos doctrinarios que obstaculizaban el sueño general de la
nomenclatura de dejar de ser clase administrativa para convertirse en clase propietaria. Por otro lado, la
desaparición de la URSS, de su gobierno central y sus instituciones, significaba el ascenso automático y
concreto para cada uno de los grupos dirigentes de las repúblicas: eran gobernantes plenamente soberanos
que no tenían que rendir cuentas a ningún nivel superior de poder. La suma de los dos factores abría
extraordinarias perspectivas de poder y riqueza, pero en Rusia esa liberación tenía un matiz nacional
diferente.
Mientras las demás repúblicas ascendían como naciones, Rusia había sido degradada. Ya no era la matriz de
un imperio, sino menos: un "estado soberano."
Rusia perdía el imperio y con él, la mitad de la población, el 40% del PIB, la cuarta parte de su territorio, las
principales salidas al mar.
Esa carencia llenaba de estrés la reforma económica rusa, porque en Rusia el capitalismo debía compensar
de alguna forma lo perdido desde el punto de vista nacional. La pérdida del imperio podía no tener gran
importancia si el nivel de vida mejoraba, pero lo que ocurrió, en todas las repúblicas, fue lo contrario; el
nivel de vida descendió notablemente.
Otra manifiesta ambigüedad era la actitud fanática, simplista y primitiva que marcó desde el principio los
propósitos de cambio de los reformistas rusos. El origen de esa actitud no era otro que la cultura comunista
rusa tradicional en la que todos los reformadores rusos, políticos, ideólogos y tecnócratas, se habían
formado, ahora aplicada a realizar la reforma de mercado con las recetas del neoliberalismo de los años
ochenta, el llamado "consenso de Washington".
Si como ideología de nivelación social y solidaridad el comunismo había muerto por completo, como
cultura y mentalidad autoritaria se mantenía completamente vivo. El cambio de bandera tampoco había
alterado el esquema "filosófico", puramente "marxista leninista" en el sentido vulgar. Principio fundamental
de tal esquema era la prioridad de la base económica sobre la forma política. La democracia era vista, ante
todo, como un asunto de transformación económica, una consecuencia de la economía de mercado y de la
existencia de una clase de propietarios, de la misma forma en que el socialismo había sido consecuencia de
la configuración de una economía colectivista y de la existencia de una clase obrera.
La clase de propietarios debía ser creada mediante una rápida y enérgica privatización.
Aspectos esenciales de un sistema democrático como la división de poderes, la independencia judicial, la
idea de legalidad y el concepto de estado de derecho, se borraban o perdían de vista al ser relegados a una
superestructural "tercera instancia":
La quinta gran ambigüedad de la Rusia de Yeltsin se derivaba de su ideología. El grupo dirigente ruso no
era nuevo: el de Rusia fue, desde sus inicios, un régimen de ex comunistas anticomunistas.
Estas cinco ambigüedades de la Rusia poscomunista: la falta de rodaje democrático de su sociedad, los
inconvenientes prácticos y psicológicos derivados de haber dejado de ser un imperio, la forma no
democrática y usurpadora con la que habían llegado al poder las nuevas autoridades, la primitiva mentalidad
de "marxismo soviético invertido" que dominaba entre el grupo reformador y su ideología anticomunista.
No obstante, los conflictos potenciales -similares a los de la desintegración de Yugoslavia- no se realizaron
más que en una parte muy pequeña.
Shock sin terapia
La Rusia que sucedió a la URSS después de diciembre de 1991 heredó de esta una situación económica
sumamente complicada. En 1991 el PIB había caído un 20%, la producción industrial entre 15-20%, las
inversiones de capital un 15%. La gente ansiaba comprar cualquier cosa para sacarse de encima un dinero
que no valía nada, no respaldado por mercancías y que, se presentía, iba a valer aún menos bien pronto. En
cualquier caso: el espectro de una quiebra acechaba, y había que hacer algo rápido para evitarla. Pero lo que
los nuevos amos del país hicieron aún empeoró más las cosas.
Yeltsin puso al frente del bloque económico a un grupo de jóvenes economistas agresivos y dotados para la
destrucción, pero incompetentes para la reforma, porque no tenían la más mínima experiencia de trabajo en
las estructuras de la economía real del país y carecían de toda idea de reconversión industrial.
Al equipo se unieron asesores del FMI, la Fundación Ford, etc. Su recetario era el guión de los manuales
occidentales para la estabilización y la reforma estructural de economías de mercado en los países pobres de

317
los años setenta y ochenta: rápida liberalización de precios, cortes drásticos de subsidios estatales, política
monetaria restrictiva, un presupuesto equilibrado y liberalización del comercio internacional.
El problema general era que ese recetario había sido elaborado para "curar" economías de mercado
enfermas. Rusia era otra cosa: una economía dominada por monopolios, sin cauces ni motivos para la
competencia y presidida por el partido de estado y una lógica militar, cuyos desajustes y desórdenes venían
parcialmente compensados por todo tipo de comercios y relaciones informales o subterráneas.
La principal diferencia que la economía rusa tenía con respecto a la occidental era que toda la estructura
económica estaba supeditada a objetivos militares, independientemente de su división formal en civil o
militar.
Al mismo tiempo, ese esfuerzo militar absorbía el grueso de la capacidad científica y de innovación. Aun
cuando se redujo el monto de los gastos militares, no hubo ninguna transferencia de recursos de la economía
militar a la civil.
El tercer gran elemento de desbarajuste fue que Rusia realizó su propia terapia de choque sin implicar ni
coordinar sus medidas económicas con las otras repúblicas de la ex URSS que formaban parte del mismo
organismo económico. El resultado fue el colapso industrial y el hundimiento del comercio interno por
ruptura del marco económico común.
Otro elemento de desorden fue ocasionado por el relevo de dirigentes políticos y responsables económicos.
Los cuadros más calificados dejaron la administración para dedicarse a los negocios.
Los resultados del año 1992 fueron catastróficos. En lugar del previsto 30 por 100 de inflación se alcanzó el
2500 por 100. No hubo ni asomo de estabilización. La reducción de gastos militares y sociales no
disminuyó, sí que aumentó el déficit presupuestario. La producción cayó un 20%. La inflación volatilizó los
ahorros de 118 millones de personas en las cajas de ahorro. Esos ahorros habían sido la principal base de
inversiones en tiempos de la URSS y Rusia se quedó sin ella.
Decenas de millones de ciudadanos sufrieron retrasos en el cobro de salarios, pensiones de jubilación,
subvenciones familiares y becas estudiantiles.
El sistema resultó ineficiente y condujo rápidamente a una colosal acumulación de deudas.
Los responsables de las medidas económicas de 1992 reivindicaron como éxitos la victoria sobre la escasez.
Efectivamente, las tiendas se llenaron y se acabó con el déficit soviético y en el país se institucionalizó una
cierta mentalidad de mercado, por muy torcida que esta fuera. Pero su verdadera esencia, su principal
efecto, fue el de una desindustrialización forzada.
Las dos grandes vías para el rápido enriquecimiento que precisaba esta "reconversión social" fueron las
operaciones comerciales de exportación de materias primas y la privatización, fraudulenta, del patrimonio
nacional que había sido creado por el conjunto de la sociedad en medio de enormes sacrificios y
sufrimientos en las dos anteriores generaciones.
En 1992, mientras todo se derrumbaba, la exportación de materias primas aumentó espectacularmente, pese
a que su producción y extracción disminuyó sensiblemente. El aumento de la exportación se hizo a costa del
consumo interno. Las exportaciones rusas en 1992 superaron a las de la URSS en cualquiera de los diez
años anteriores.
La factura de esta "reconversión social" fue sumamente dura para la gran mayoría social. Bajó el consumo
de todos los alimentos. A partir de 1992 comenzó un proceso de despoblación y disminuyó manifiestamente
la esperanza media de vida. Se daban pues muchas condiciones para la revuelta social: ¿por qué en Rusia no
pasó nada de eso?
Una explicación tiene que ver con la profunda bancarrota ideológica del régimen anterior. Las nulas
esperanzas en su modelo desprestigiaban por completo posibles ideas alternativas al discurso neoliberal.
Cualquier veleidad keynesiana o socializante, cualquier consigna de justicia social, bienestar popular,
interés nacional, quedaba fácilmente invalidada por la nueva propaganda oficial gracias al recuerdo que el
modelo anterior evocaba en una mayoría social.
Además, la catástrofe macroeconómica tenía importantes matices. Uno era la política de aumentos salariales
selectivos dirigida a los raros colectivos de trabajadores organizados o políticamente activos. Otro se
desprendía del repliegue de millones de ciudadanos a la economía natural, al trueque, a las relaciones de
solidaridad ajenas a la lógica de mercado, al clientelismo, al comercio de servicios y prestaciones. La
agricultura privada también garantizaba una relativa autosuficiencia alimentaria.
Al mismo tiempo, mientras casi todos los precios subían, el del vodka bajó. Psicológicamente, la
modernización de la industria del entretenimiento televisivo introdujo nuevos productos como los
culebrones latinoamericanos y jugó también un papel apenas estudiado.

318
Otro factor de explicación es la fe en Yeltsin que, pese al shock del año 1992, muchos rusos mantuvieron
los primeros años. Una vez agotada esa fe, el apoyo a Yeltsin se mantuvo porque, pese a todo, una mayoría
social lo prefería a sus alternativas electorales.
El miedo profundo de la población al caos y al cambio de régimen político. Miedo a la revolución, a la
guerra civil, a que la acción popular instaure un desorden y un mal aún superiores al que produce un "mal
gobierno"
"Patriotas" contra "demócratas"
El nuevo núcleo dirigente ruso estaba formado por cuatro grupos.
Desde el principio todos estos grupos se entregaron a la habitual lucha moscovita por el poder. La gran
diferencia con sus antecesores soviéticos era su total emancipación de ideologías y disciplina de partido.
Acicate de lucha fueron los desastrosos resultados de la reforma de Gaidar. El espectro político quedó
rápidamente dividido en dos grandes campos ideológicos:
1) Demócratas. Formado por un sector de la burocracia de estado tradicional gobernante. Este campo
contaba con un notable dominio de los medios de comunicación.
2) Patriotas. Coalición de comunistas neo estalinistas, nacionalistas e intelectuales ex "demócratas"
desencantados con el yeltsinismo, sectores de la burocracia y la industria marginados por la nueva política
económica.
Lo que no había era mentalidad democrática, comprensión de lo más esencial del funcionamiento de un
estado de derecho y de sus consecuencias institucionales.
Para la mentalidad pre democrática el equilibrio de poderes era una abstracción y el pluralismo institucional,
un estorbo
Para que la reforma económica funcionase, había que restablecer el autoritarismo (samovlastie), bajo la
forma de un poder presidencial fuerte y no sujeto a control, aunque sometido a elección popular. Pero el
cambio constitucional era imposible sin el consenso con el Congreso, así que los demócratas se hicieron
golpistas.
Por su parte, el parlamento y el Congreso, dominados por los "patriotas" respondieron con una defensa del
papel de las cámaras legislativas. Esa defensa era democrática en apariencia. Los patriotas desconocían las
reglas más elementales del juego democrático y simplemente defendían otra variante del poder pre
democrático: la dirección colectiva.
El resultado era una lucha entre dos programas retrógrados.
El golpe y las jornadas de otoño de 1993
En 1992, el Congreso canceló los "poderes extraordinarios" de Yeltsin y censuró por "anti popular" la
terapia de choque de su gobierno.
Yeltsin pasa a la ofensiva. En 1993 anuncia un referéndum para disolver el Congreso y establecer un
sistema presidencialista. La posición de Yeltsin contaba con el apoyo de un importante sector de la
intelectualidad.
La oposición, el parlamento como institución, fueron expulsados de la televisión. Al mismo tiempo se
estrenó en Rusia la propaganda electoral de estilo occidental. Hubo también una extraordinaria proliferación
de promesas electoralistas, otra figura desconocida en Rusia. En los quince días anteriores al referéndum
Yeltsin firmó dos o tres decretos diarios para ganarse a sectores concretos de la población.
El referéndum reveló un país dividido: sobre 88 regiones, sólo 45 habían aprobado la política presidencial.
Yeltsin se apoyó en este referéndum para dar un golpe y eliminar el Parlamento, que se efectuó en 1993. La
población lo presenció con cierta indiferencia.
El nuevo régimen: el derecho de "ukaz"
Debidamente adoctrinado por la televisión y las "tecnologías electorales", el pueblo había sido convocado
aquel día a las urnas para sancionar esos escenarios en un referéndum constitucional y unas elecciones
legislativas diseñadas para la victoria.
Sin embargo, los resultados mostraron una derrota del oficialismo. El partido Liberal-Democrático había
sido el primero en más de dos tercios de las regiones de Rusia. Esto se debía a que tenía significativos
apoyos en el ejército, la juventud, el empresariado de provincias y técnicos cualificados; a su condición de
marginal y su discurso agresivamente nacionalista.
Los resultados del referéndum aun no fueron esclarecidos. El portavoz presidencial se limitó a anunciar que
la constitución había sido aprobada.
Lo importante de estas elecciones es que institucionalizaron la práctica de "elecciones organizadas". La
"tecnología electoral", incluidos abusos mediáticos y movilización de todos los recursos del estado a favor

319
de una opción, que habría invalidado de las elecciones en cualquier democracia respetable, impidió una
probable victoria comunista en las presidenciales de 1996 y logró la elección de Putin en la primera vuelta.
Con sus elecciones organizadas, el régimen establecido en 1993 institucionalizó la ausencia práctica de
mecanismos de rotación de los gobernantes y la imposibilidad de que la oposición -o más genéricamente, de
que cualquier opción distinta a la que el poder establecido decida- llegue al poder en Rusia. Eso equivale al
mantenimiento, en condiciones de pluralismo y elecciones, de una de las esencias del tipo de poder
tradicional: el imperio del decreto (ukaz).
La mayoría parlamentaria no forma gobierno y en caso de desacuerdo con la candidatura del primer
ministro designada por el presidente, este puede disolver el Congreso.
Rasgo del nuevo régimen instaurado fue la posibilidad en vísperas de elecciones, de no reconocer los
resultados de estas en caso de que no coincidieran con la voluntad del poder, de anularlas o de posponerlas.
La institucionalización del "derecho de ukaz" evidenció así toda una elemental y congénita incomprensión
del régimen hacia la división de poderes y el estado de derecho.
El nuevo régimen ruso fue restaurador también en otro aspecto tradicional clave: la mayor burocratización
del país.
Junto con su número, la burocracia incrementó su influencia y poder político. La dependencia burocrática de
muchas instituciones hacia el poder ejecutivo se convirtió en un factor fundamental. Los comunistas se
integraron en el régimen. La concentración de poder y la relativa estabilidad política introdujeron un
ambiente de relajada confianza en el Kremlin.
La "bananización" de Rusia se expresó en la política de los llamados "organismos económicos
internacionales". El FMI aplicó en Rusia la receta habitual para los países del tercer mundo, con el habitual
desastroso resultado. De puertas afuera, la imagen de Rusia en el mundo cayó en picado.
El nuevo régimen: el "estado de mercado"
El Estado de mercado es una síntesis negativa entre el tradicional burocratismo ruso, el estatismo soviético y
la modalidad de capitalismo depredador mundialmente generalizada en los años ochenta y noventa. En el
lugar de una estructura consolidada, aparece un conglomerado burocrático de grupos de presión, clanes y
camarillas, que realizan sus intereses privados bajo la apariencia de la tradicional política de estado. Toda
ley o precepto es negociable.
Para realizar su reconversión social -transformar el poder en propiedad- la burocracia nomenclaturista tuvo
que echar mano de jóvenes profesionales (economistas, juristas, expertos en relaciones internacionales, etc.)
que supieran moverse en el mercado internacional, que se orientaran en el funcionamiento de un banco, una
sociedad accionarial, o que estuvieran más o menos familiarizados con el modus operandi del sistema
occidental, tanto desde el punto de vista de la economía, como de la política y el derecho.
Estos ayudantes fueron encontrados principalmente en cuatro ámbitos:
1) Cuadros intermedios y bajos de la intelligentsia humanitaria y técnica de los institutos y universidades de
Moscú y Leningrado: por no ocupar puestos de responsabilidad ni altos cargos, ese sector era el que había
mantenido mayor contacto con el mundo de la disidencia, con el discurso y las recetas occidentales, en los
años setenta y ochenta. Este medio puso la ideología de la "reforma de mercado."
2) Jóvenes cuadros del Komsomol (juventudes comunistas): ámbito sumamente flexible y desideologizado.
Esa juventud había ingresado en el funcionariado en una época completamente exenta de ilusiones
ideológicas, por estrictas razones de carrerismo y promoción personal. Este medio suministró muchos
cuadros ejecutivos.
3) Militares, policías y agentes del servicio secreto: formaron los cuerpos armados, las escoltas y los
servicios de vigilancia e inteligencia de muchos de los grandes consorcios, empresas, clanes y camarillas.
4) Publicistas y personalidades de los medios de comunicación.
La clase de administradores del antiguo régimen y sus ayudantes tuvieron que aliarse con el otro grupo
protocapitalista existente ya en la época de Brezhnev: el de los representantes del comercio y negocio ilegal,
criminal o simplemente subterráneo.
Todos estos grupos, absolutamente presididos y dominados por la burocracia, intervinieron en las tres
grandes esferas económicas de la Rusia de los noventa: las materias primas, la especulación financiera, y la
industria mayormente militar.
El sujeto del "Estado de mercado" no es el empresario privado, sino el funcionario: el principal negocio es
la función pública.
La propiedad privada queda, así, inserta en una especie de derecho informal de vasallaje que conecta al
propietario con el burócrata en los distintos niveles de la jerarquía.

320
Naturalmente, no se puede reducir toda la economía rusa a este esquema, pero el funcionamiento del país,
del grueso de su población no se entiende sin atender a esta economía política.
Tan eficaz para invertir poder en propiedad, el "Estado de mercado" es un obstáculo al desarrollo: no hay
inversiones, hay poco negocio a largo plazo y mucha propiedad en el extranjero.
En general, todo este encadenamiento de desfalcos era perfectamente conocido por los órganos judiciales y
policiales del estado. La actitud de los órganos judiciales y de orden público hacia la corrupción no podía
ser otra, porque todo este conglomerado forma parte del "Estado de mercado" y vive inmerso en su medio
ambiente.
El "Estado de mercado" dio lugar a diversos tipos de partidos y activistas políticos, pero quizá el más
característico de ellos fue el Partido Liberal-Democrático (LPDR) de Vladimir Zhirinovski. Desde sus
inicios, el LPDR se pareció más a una corporación que vendía sus servicios en régimen de alquiler que a lo
que se suele entender por un partido político. El papel del LPDR fue apoyar sistemáticamente al Kremlin en
los momentos más delicados.
La verdadera contribución de Zhirinovski y su partido fue, sin embargo, la de canalizar el voto de protesta y
la irritación social hacia el "Estado de mercado" y el humillante ocaso de la potencia imperial,
manteniéndolos dentro de un cauce controlado. Pero la verdadera imagen de marca es que todo esto se hizo
sobre bases fundamentalmente comerciales. En 1995 vendió escaños a representantes de la delincuencia
organizada y de clanes del Cáucaso del norte.
La caída del antiguo régimen y el "shock sin terapia" de 1992 tuvo una seria repercusión en los medios de
comunicación. Los costes de edición se dispararon. Sin embargo, en ese mismo período el número de
publicación, periódicos y revistas aumentó.
Otro componente importante para el papel de los medios de comunicación fue la idiosincrasia de los
periodistas. En su mayoría, los periodistas eran "demócratas" convencidos. La generación que en los
noventa tenía entre treinta y cincuenta años se había formado en el particular ambiente de la crisis social del
brezhnevismo y estableció enseguida una relación de contrato con el régimen de Yeltsin.
En el ámbito de la televisión musical la corrupción era norma "absolutamente universal".
¿Cómo justificar ante la gente común algo así? La solución fue dar aspecto "de toda la sociedad" a todo el
asunto. Un medio fue la privatización de la vivienda, algo que, efectivamente, concernió a una mayoría
social. Por procedimientos rápidos y sencillos, los rusos recibieron en propiedad las viviendas que
ocupaban.
El siguiente paso fue la venta de las empresas, generalmente en subastas previamente organizadas en
"pequeño comité", en las que se sabía de antemano quién se quedaba con qué. Los precios de venta fueron
ridículos y absolutamente arbitrarios.
Rusia ingresó por privatización cantidades menores que pequeños países ex comunistas de Europa central,
como Hungría y la República Checa.
Desde que en Rusia se configuró el "Estado de mercado", la administración norteamericana y el FMI
apoyaron con créditos políticos sus manifestaciones. Se dio la paradoja que las economías que funcionaban
manifiestamente, las de Asia oriental, lo hacían sin aplicar las recetas de los organismos económicos
internacionales, mientras que allí donde se aplicaban, como en Rusia, las cosas iban mal. Los créditos del
FMI y de occidente servían para apoyar a Yeltsin en los momentos políticamente difíciles y para sostener
una cotización irreal del rublo.
En la Rusia de 1989 sólo el 2% vivía en la pobreza. Trece años después era el 24%. La desigualdad del
darwinismo social y el abandono de la asistencia social creaban a principios del siglo XXI, serios problemas
para una posible recuperación, incluida una crisis de despoblación que los políticos comenzaban a tratar
como problema de "seguridad nacional."
El concepto de "Estado de mercado" no pretende sugerir el carácter "único" de lo ocurrido en Rusia. Rusia
es sólo un capítulo grande y espectacular de una tendencia general.
Chechenia, revolución y guerra.
La "independencia" chechena y la guerra habrían sido muy improbables sin los desbarajustes moscovitas.
Entre 1990 y 1993, mientras en Moscú la burocracia rusa disputaba el poder a la de la URSS, mientras se
disolvía el superestado soviético y se sentaban las bases del nuevo régimen sobre el carril de una
continuidad de fondo, en Chechenia pasó algo completamente distinto: la nomenclatura local fue totalmente
desplazada del poder. Allí el régimen del general Dyojar Dudayev barrió por completo a la nomenclatura,
llevó al poder fundamentalmente a las capas bajas de la intelligentsia chechena y se hizo con un
considerable arsenal militar.

321
Con el tiempo, la Chechenia de Dudayev se convirtió en la "zona económica especial" del "Estado de
mercado": allí se imprimían miles de millones de rublos en billetes de banco falsos. Mediante órdenes
bancarias falsas se extrajeron de los bancos rusos varios billones de rublos. En Chechenia además se
producía alrededor de un millón de toneladas de petróleo y derivados, que se exportaban sin el más mínimo
control fiscal y aduanero.
El departamento que debía ocuparse de las relaciones nacionales e interétnicas dentro de la Federación
Rusa, era el Comité de Estado para las nacionalidades, pero su influencia en las decisiones era muy discreta.
A partir de 1994 se endureció y se hizo muy permeable a la opinión de quienes reducían el problema
checheno a un asunto de orden público.
En 1994 Yeltsin acudió al Consejo de Seguridad para anunciar su decisión de intervenir militarmente y el
consejo la aprobó.
Naturalmente, en la postura de Yeltsin también influyó la extraordinaria anarquía imperante en Chechenia.
Bandas de delincuentes asaltaban trenes y autobuses en la república y sus alrededores. Los derechos básicos
de muchos ciudadanos eran violados en este contexto, sin la menor posibilidad de intervención.
De las zonas limítrofes con Chechenia llegaban noticias frecuentes de incursiones y robos que quedaban
impunes. Además, el descontrol de Chechenia trastocaba vías de comunicaciones y proyectos. La tradición
y costumbres chechenas no se amoldan con un dominio imperial foráneo.
La Rusia soviética logró en los años treinta algo que en su anterior encarnación imperial no había
conseguido: la integración en su sistema de un sector de chechenos instruidos. Pero, pocos años después,
con su absurda y violenta política de colectivización, su burda imposición y su cruda represión, eliminó en
varias purgas todo lo que su sistema había sembrado. En los años treinta, miles de cuadros chechenos fueron
liquidados.
No colaboraban: había una resistencia activa, con zonas no controladas, bandas sostenidas por la población
en montañas y bosques, etc.
En este contexto ocurrió una deportación masiva en 1944 por orden de Stalin. Decenas de miles murieron en
el transporte y durante el asentamiento. La tercera parte de la población de Chechenia de principios de los
noventa vivió aquella barbaridad, lo que para un pueblo tan pequeño fue una verdadera experiencia de
genocidio.
La estructura social chechena se articula en clanes y grupos de clanes y no es demasiado compatible con la
práctica de un gobierno y un poder central establecido. Entre los chechenos el prestigio y el reconocimiento
no son algo que vengan de nacimiento, sino algo que uno tiene que ganarse demostrando su valor. Para
evitar la anarquía, esa sociedad poco jerárquica de "hombres libres" en permanente tensión competitiva se
dotó de estrictos códigos de conducta masculinos.
Tal sociedad parece también (y en gran medida lo es) extremadamente dividida, fragmentada por la lucha
interna. Pero cuando aparece una amenaza exterior, esa lucha interna puede adoptar otra forma y
transformarse en una heroica competencia ante la lucha contra el invasor.
Los dos líderes principales, Dudayev y Masjadov, asistieron al principio del desmoronamiento de la URSS
en el Báltico, el eslabón más débil de la cadena nacional soviética.
Como tantas otras minorías nacionales de la URSS, los chechenos se sentían más a gusto en el amplio
superestado soviético, con toda su polifonía civilizatoria, que en un estado ruso más homogéneo, que les
colocaba, frente a frente, ante una mayoría étnica aplastante y uniforme.
Dudayev era soviético en su visión del mundo y rechazaba "la esclavitud del trabajo asalariado".
Cuando regresaron a su tierra en 1957, los chechenos continuaron sometidos a crudas prohibiciones que
significaban el mantenimiento de su estigma de pueblo castigado. No se les dejaba abrir ni una sola
mezquita y sufrían discriminaciones en el acceso a la enseñanza y en la promoción profesional. La mayoría
de los cargos de dirección de prestigio los ocupaban rusos. Lo mismo ocurría con los sectores de la
economía local, la industria petrolera, la construcción, y con los servicios de educación y sanidad.
Chechenia era también discriminada en la asignación de recursos y era una de las zonas más pobres de
Rusia. Dentro de discriminación, los chechenos desarrollaron una vida normal en la URSS postestalinista,
conviviendo después de 1957 en su república con los centenares de miles de foráneos, en su mayoría rusos.
Ente 1957 y 1991, la población chechena se duplicó, la mitad de ellos jóvenes sin posibilidades de hacerse
una vida, pues en Chechenia no había trabajo ni forma de ganar el dinero necesario para realizar el horizonte
del adulto: casarse y construirse una casa. Esa circunstancia empujó a miles de chechenos al trabajo
temporal fuera de su república. A finales de los ochenta, la juventud chechena se quedó sin trabajo.
Todas estas circunstancias explican por qué la independencia chechena tuvo un aspecto tan desastroso y
salvaje.

322
1994: primera guerra chechena. El ejército ruso actuó ineficaz y desorganizadamente. Yeltsin impuso en
1996 la paz. La clave total del acuerdo de paz fue la conformidad rusa con una retirada militar total de
Chechenia y un documento "sobre relaciones entre la Federación Rusa y la República de Chechenia."
La Chechenia independiente heredó un paisaje de ruinas y una sociedad destruida. No había medios de
subsistencia. En aquellos tres años de guerra, toda una generación se había educado en la violencia más
cruel. La autoridad de los ancianos y hasta el propio Islam local, estaban en ruinas.
Después del tratado de paz, Rusia, Azerbaidjan y Chechenia firmaron un acuerdo sobre el tránsito del
petróleo hacia el mar Negro. El gobierno checheno dependía desesperadamente del dinero obtenido en
concepto de derecho de tránsito. El acuerdo funcionó alrededor de un año, pero a partir de 1998, los rusos
dejaron de pagar a los chechenos, asfixiando a su gobierno. Incapaz de realizar funciones de gobierno, la
administración de Masjadov se hundió en el caos.
La industria del secuestro adquirió enormes proporciones, con más de mil secuestrados en Chechenia y sus
alrededores en dos años y medio. Gente del gobierno se dedicaba a los secuestros sin tapujos.
La anarquía crecía y buscando soluciones "de orden", el presidente Masjadov recurrió a la introducción del
derecho islámico o sharía, aunque lo consideraba inaplicable a Chechenia.
Las rivalidades internas debilitaban a los líderes chechenos.
1999: segunda guerra chechena.
Ambos bandos se preparaban para la guerra.
En tres ciudades rusas volaron edificios enteros con sus habitantes en plena noche. Por su horario y
localización, aquellos atentados estuvieron claramente planeados para ocasionar el mayor número posible de
muertes indiscriminadas y no tenían precedentes en Rusia.
Una facción belicista chechena se propuso promover una insurrección en la vecina Daguestán, tomando
varios pueblos de montaña. Ante la agresión, la población de Daguestán se indignó y el ejército ruso pasó a
la ofensiva. Una diferencia entre la primera y la segunda guerra chechena fue el apoyo masivo de la
sociedad rusa. Otra fue la mayor crueldad y criminalidad de la segunda.
La guerra además sirvió para solucionar conflictos políticos en el Kremlin: Yeltsin pudo nombrar a su
sucesor, Vladimir Putin, asegurándose así la continuidad de su política. Para Poch, la facilidad con que se
dio tal movida política demostraba la crónica ausencia de sociedad característica de Rusia.
Occidente y Rusia
Durante la guerra fría, Occidente respetaba la fortaleza de la URSS. Con Gorbachov, la URSS dejó de ser
temida, pero no dejó de ser respetada. En los ochenta, los sentimientos hacia ella entre una nueva forma de
respeto al reformador ruso y su propósito, y la creciente preocupación ante su eventual fracaso. En los
noventa la situación cambió radicalmente: occidente perdió todo respeto a Rusia.
Con el fin de la guerra fría Estados Unidos formuló bastante rápido su nueva prioridad política. Consistía en
ocupar los espacios que la retirada y debilidad rusas dejaron en su zona de influencie euroasiática.
El principal papel de Europa era consolidar la cabeza de puente estadounidense en el continente
euroasiático. El instrumento tradicional para mantener esa "cabeza de puente" era la OTAN. El problema
era que desaparecido el comunismo, la OTAN se había quedado sin justificación. La violencia en los
Balcanes fue la solución ideal.
La violencia en los Balcanes tenía diversas fuentes y motivos, pero en una de ellas, en la Serbia de
Milosevic, se daban varias anomalías que convertían a ese país en el candidato idóneo para ser designado
como el único origen de todos los males. Muerto el comunismo, la tradición nacional se encargó de
mantener un sistema anómalo desde el punto de vista de la nueva disciplina europea.
Mientras en el resto de Europa, los países ex comunistas se ponían en la cola de la Unión Europea y de la
OTAN, incorporándose a los programas y discursos correspondientes, en Belgrado cambió poco la manera
de entender la soberanía. A estos efectos, la Yugoslavia reducida de Milosevic continuaba siendo una
especie de país socialista.
A principios de los noventa, cuando todo esto se estaba fraguando, la política exterior rusa vino marcada por
su pésima calidad. El gran error de Gorbachov había sido acceder a la reunificación alemana sin haber
dejado atado un nuevo sistema de seguridad colectiva en Europa. El primer período de Yeltsin fue la
obsesión ante la idea de una completa sintonía con Estados Unidos, descuidando e incluso despreciando las
privilegiadas relaciones con los países en desarrollo heredadas del estatuto mundial de la URSS, la
cooperación con los países asiáticos, y, aún más grave, con las nuevas repúblicas de la CEI.
Rusia tenía en la CEI su principal mercado, sus principales socios industriales y sus intereses geopolíticos
vitales. Diez años de abandono de todo eso concluyeron con buena parte de la influencia rusa.

323
Estados Unidos interpretó el vivo deseo de Rusia por asociarse con occidente como una promesa de
alineamiento con su propia política y una renuncia a una política exterior propia. La postura
deliberadamente amigable sedujo a los nuevos líderes rusos y les fue fácil engañarse a sí mismos y pensar
que también ellos eran los líderes de una superpotencia.
El zigzag de Rusia, primero oponiéndose a la guerra y luego ayudando a concluirla con el éxito de la
capitulación de Milosevic, sugería bien a las claras que para Moscú lo verdaderamente irritante no era la
guerra, sino su marginación de la situación. La incoherencia rusa no sólo demostró una total ausencia de
principios, sino que fue un claro factor de sufrimiento innecesario para los serbios. Los dirigentes serbios
tenían desde el principio algunas esperanzas en el papel de Rusia en el conflicto. Si hubieran sabido que
Rusia no sólo no iba a ayudarlos sino que terminaría ayudando a la OTAN a obtener su capitulación,
seguramente se habrían rendido antes ahorrándose muertes inútiles.
La guerra de Kósovo, la injerencia norteamericana en Bielorrusia y en Ucrania sembró en Rusia todo tipo de
miedos.
El retroceso geopolítico de Rusia en su gran transición tuvo tres etapas: la primera, con Gorbachov en
Europa del Este; la segunda, con Yeltsin, el abandono del Báltico y la expansión de la OTAN hacia el este;
la tercera, con Putin, con la presencia militar norteamericana en Asia central y Georgia.

 KALDOR, Mary. Las nuevas guerras. Barcelona, Tusquet, 2001.

Introducción
Mi argumento fundamental es que durante los años ochenta y noventa se ha desarrollado un nuevo tipo de
violencia organizada -especialmente en África y Europa del Este- propio de la actual era de globalización.
Dicho tipo de violencia lo calificó de "nueva guerra". El término "guerra" lo empleo para subrayar el
carácter político de este tipo nuevo de violencia, pese a que, las nuevas guerras implican un desdibujamiento
de las distinciones entre guerra (normalmente definida como la violencia por motivos políticos entre
Estados o grupos políticos organizados), crimen organizado y violaciones a gran escala de los derechos
humanos.
Aunque la mayoría de dichas guerras son locales, incluyen miles de repercusiones transnacionales, de forma
que la distinción entre lo interno y lo externo es difícil de defender.
Nuevas guerras es un término también que se emplea para referirse a las guerras virtuales y las guerras en el
ciberespacio.
Autores especializados hablan de una revolución en los asuntos militares con la llegada de la tecnología de
la información. Sin embargo, prevén conflictos con arreglo a un modelo tradicional en el que las nuevas
técnicas se desarrollan más o menos en una línea que viene del pasado. La técnica preferida es el bombardeo
aéreo espectacular, que reproduce la apariencia de la guerra clásica para consumo público y, en realidad,
tiene muy poco que ver con lo que está pasando en tierra.
Comparto la opinión de que ha habido una revolución en los asuntos militares, pero se trata de una
revolución en las relaciones sociales de la guerra, no en tecnología.
El impacto de la globalización es visible en muchas de las nuevas guerras. En realidad, las guerras son el
símbolo de una nueva división mundial y local entre los miembros de una clase internacional, y los que
están excluidos de los procesos globales.
Las nuevas guerras surgen en el contexto de la erosión de la autonomía del Estado y, en ciertos casos
extremos, la desintegración del Estado. En concreto, aparecen en el contexto de la erosión del monopolio de
la violencia legítima. Dicho monopolio sufre una erosión por arriba y por abajo. Por arriba, lo erosiona la
transnacionalización de las fuerzas militares, las alianzas militares, la producción y el comercio
internacional de armas, diversas formas de cooperación e intercambio militar, los acuerdos de control de
armamento.
Por abajo, el monopolio de la violencia organizada sufre la erosión de la privatización.
Se puede establecer un contraste entre las nuevas guerras y las de otros tiempos en lo que respecta a sus
objetivos, sus métodos de lucha y sus modos de financiación. Los objetivos de las nuevas guerras están
relacionados con la política de identidades, a diferencia de los objetivos geopolíticos o ideológicos de las
guerras anteriores.
Al decir política de identidades, me refiero a la reivindicación del poder basada en una identidad concreta,
sea nacional, de clan, religiosa o lingüística.

324
Hay dos aspectos de la nueva oleada de política de identidades que están específicamente relacionados con
el proceso de globalización. En primer lugar, la nueva oleada de política de identidades es, a la vez, local y
mundial. En segundo lugar, esta política utiliza la nueva tecnología. La velocidad de movilización política
es mucho mayor debido al uso de los medios electrónicos.
La segunda característica de las nuevas guerras es que ha cambiado el modo de combatir. Las nuevas
estrategias bélicas aprovechan la experiencia tanto de la guerrilla como de la lucha contrarrevolucionaria,
pero son muy peculiares. En la guerra convencional o regular, el objetivo es la captura del territorio por
medios militares. La guerra de guerrillas se desarrolló como forma de sortear las grandes concentraciones de
fuerza militar que caracterizan a la guerra convencional. En ella, el territorio se captura mediante el control
político de la población. También la nueva guerra intenta evitar el combate y hacerse con el territorio a
través del control político de la población. El objetivo es controlar la población deshaciéndose de cualquiera
que tenga una identidad distinta. Por eso, el objetivo estratégico de estas guerras es expulsar a la población
mediante diversos métodos, como las matanzas masivas, los reasentamientos forzosos y una serie de
técnicas políticas, psicológicas y económicas de intimidación. Esa es la razón de que en todas estas guerras
haya habido un aumento espectacular del número de refugiados y personas desplazadas, y de que la mayor
parte de la violencia esté dirigida contra civiles.
En contraste con las unidades jerárquicas verticales que caracterizaban a las "viejas guerras", las unidades
que libran las guerras actuales comprenden una enorme variedad de grupos: paramilitares, caudillos locales,
bandas criminales, etc.
El tercer aspecto es que la nueva economía de guerra globalizada es casi exactamente lo contrario de las
economías bélicas de las dos guerras mundiales. Aquellas eran centralizadas, totalizadoras y autárquicas.
Las nuevas economías de guerra están descentralizadas. La producción interior disminuye de forma drástica
debido a la competencia global, la destrucción física o las interrupciones del comercio normal, como ocurre
con los ingresos fiscales. Las unidades de combate se financian mediante el saqueo y el mercado negro o
gracias a la ayuda exterior. Todas estas fuentes solo pueden mantenerse a través de la violencia permanente.
No hay ninguna solución posible a largo plazo dentro de la política de identidades. Y dado que se trata de
conflictos con amplias ramificaciones sociales y económicas, los métodos impuestos desde arriba tienen
todas las probabilidades de fracasar. La persistencia de mandatos heredados y la tendencia a interpretar estas
guerras en términos tradicionales eran la principal razón por la que la intervención humanitaria no sólo no
ha sido capaz de impedir las guerras sino que, tal vez, ha ayudado activamente a mantenerlas de diversas
formas.
La clave de cualquier solución a largo plazo es restaurar la legitimidad, devolver el control sobre la
violencia organizada a las autoridades públicas, sean locales, nacionales o internacionales.
Aunque las nuevas guerras están concentradas en África, Europa del Este y Asia, son un fenómeno global.
Las características de las nuevas guerras que he descrito también se dan en Norteamérica y Europa
occidental (p. ej. las milicias de extrema derecha).

Epílogo
Es cada vez más importante reflexionar sobre las repercusiones de la crisis de Kósovo a la hora de
comprender este tipo de guerra y las reacciones internacionales.
Se recibió con la calificación de ser la primera guerra por los derechos humanos. El objetivo declarado
representaba una novedad y un precedente importante.
No obstante, los métodos estuvieron mucho más cercanos a una concepción tradicional de la guerra y
tuvieron poco que ver con ese objetivo. En la práctica, se libraron dos guerras al mismo tiempo. Primero,
estuvo la guerra de Milosevic contra los albanokosovares. Era un ejemplo arquetípico de la "nueva guerra".
Segundo, estuvo la "guerra espectáculo" de la OTAN, un tipo de guerra cuya historia puede trazarse a través
del conflicto imaginario de la era de la guerra fría.
La "nueva guerra" en Kósovo
En primer lugar, fue una guerra librada en nombre del "nuevo nacionalismo". La población albanesa está
claramente diferenciada de los serbios, desde el punto de vista tanto lingüístico como étnico. Además, en el
siglo XX ha habido violencia y hostilidad entre ambas poblaciones. Durante todo el periodo de posguerra
hubo tensiones entre ambos grupos. De todas formas, la situación no estaba tan clara. Hubo periodos de
cooperación religiosa e incluso sincretismo junto a otras épocas de conflicto.
El origen de la crisis actual debe remontarse al auge del nuevo nacionalismo en Yugoslavia.
El crecimiento del sentimiento nacionalista entre los albanokosovares durante los años ochenta y noventa
tenía también ciertos elementos nuevos. Especialmente importante fue el papel de los expatriados.

325
Asimismo puede decirse que el movimiento albanés reflejaba ciertos elementos nuevos de civismo. Bajo la
dirección de Ibrahim Rugova, los albanokosovares declararon la independencia y organizaron su propio
sistema paralelo de servicios públicos, incluida la educación dentro de Kósovo. Adoptaron una estrategia no
violenta.
En segundo lugar, los métodos de la nueva guerra representaron el perfeccionamiento de las técnicas
desarrolladas en Croacia y Bosnia, la estrategia de controlar el territorio mediante el desplazamiento de la
población. La violencia se dirigió principalmente contra los civiles. La limpieza étnica se desarrolló con
arreglo a una pauta sistemática y organizada. La realizó una combinación de fuerzas regulares y grupos
paramilitares a los que se añadieron criminales puestos en libertad para dicho propósito.
El conflicto de Kósovo fue también un ejemplo característico de nueva economía de guerra. Kósovo
siempre fue una de las regiones más pobres de Yugoslavia. Cuando le arrebataron la autonomía, la
economía formal se deterioró a toda velocidad.
La "guerra espectáculo" de la OTAN
No obstante, el método escogido para evitar la guerra fue la diplomacia respaldada por la amenaza de
ataques aéreos.
Los ataques aéreos se llevaron a cabo. Pero, sobre todo, se llevaron adelante porque los líderes occidentales
pensaron que daría peor impresión no hacer nada.
A la hora de la verdad, sin embargo, la utilidad de los ataques aéreos fue muy dudosa. No pareció que se
hiciera mucho daño a la máquina militar yugoslava: hacía 50 años que el ejército yugoslavo se entrenaba
para hacer frente a un enemigo superior. Los ataques no sirvieron para evitar las acciones contra civiles
albanokosovares.
Tuvieron más éxito con los objetivos civiles (carreteras, puentes, etc.). Los "daños colaterales" supusieron la
muerte de 1400 personas.
Se destruyeron emplazamientos históricos. Se destruyó una emisora de televisión, y los periodistas que
estaban en ella murieron. Y se atacó a objetivos en Montenegro, cuyo gobierno se había negado a participar
en la guerra de Kósovo.
Desde el punto de vista político, este tipo de bombardeo fue contraproducente.
Al final, Milosevic capituló y aceptó las exigencias de la OTAN. Al parecer, los factores cruciales fueron la
destrucción de las infraestructuras civiles, la pérdida de apoyo en parte del círculo más cercano a Milosevic
y, sobre todo, la intervención de los rusos, que dejaron claro que no podían seguir respaldando la postura
yugoslava.
La rendición de Milosevic permitió que los refugiados regresaran a Kósovo. Pero el trauma de la limpieza
étnica no puede hacerse desaparecer. La incapacidad de evitar la limpieza étnica y el vacío creado tras la
retirada de los serbios ha fortalecido enormemente la situación del Ejército de Liberación de Kosovo. En
vez de conservar los valores multiculturales, la OTAN está protegiendo un enclave albanés étnicamente
homogéneo.

 PETRAS, James y VIEUX, Steve. “Bosnia y la hegemonía de los Estados Unidos” en New Left
Review N° 0, Madrid, Akal, 2000.

El artículo de James Petras y Steve Vieux sostiene que los Estados Unidos, en el intento defender su
liderazgo, minaron una y otra vez las tentativas de asegurar un acuerdo en Bosnia negociado por mediadores
europeos o representantes de las Naciones Unidas. Tan solo después de agosto de 1995, Washington decidió
conceder su apoyo al acuerdo de paz que sancionaba tanto la «limpieza étnica» de croatas y serbios, como la
concesión a los bosnios únicamente de lo que ya se les había concedido previamente. Entre tanto, esta
estrategia ha costado la vida a miles de personas.
Desde la Segunda Guerra Mundial, la principal preocupación de los creadores de la política estadounidense,
tanto demócratas como republicanos, ha sido el liderazgo mundial. De este modo los necesarios y posibles
asuntos nacionales han quedado subordinados al objetivo principal de construir y mantener la hegemonía
estadounidense sobre los aliados. Surgieron varios acuerdos y organizaciones, se crearon instituciones
militares, económicas y culturales con el propósito de consolidar la ventaja estratégica de la que disfrutaba
Washington.
El comercio y las corporaciones multinacionales estadounidense han florecido bajo el cobijo de la
hegemonía política y militar. La principal preocupación de Washington tras la SGM consistía en derrotar a
los movimientos comunistas o nacionalistas revolucionarios. La formación de alianzas regionales era un

326
elemento central de la estrategia estadounidense. Por consiguiente la Alianza Atlántica estaba al servicio
de una multiplicidad de propósitos que sobrepasaban su función de seguridad inicial. El final de la Guerra
Fría, la victoria de occidente y el colapso de los regímenes comunistas y el colapso de los regímenes
comunistas puso en tela de juicio las premisas de seguridad originales sobre las que había sido fundada la
OTAN. En 1990 parecía que la OTAN estaba en vías de extinción.
La inversión de esta tendencia tomo cuerpo de forma insospechada en una nación marginal de un E
multiétnico. La desintegración de la Confederación Yugoslava y la consiguiente aparición de mini E étnicos
beligerantes fueron el escenario de la revitalización de la OTAN y del resurgimiento de la hegemonía de
EEUU en Europa. Los EEUU bloquearon las iniciativas europeas a fin de salvaguardar su liderazgo político.
La OTAN, la Guerra Fría y la hegemonía de los EEUU
Desde sus comienzos, la OTAN fue diseñada para permitir que la configuración del diseño político y
económico europeo se adecuara al proyecto más amplio de las ambiciones EEUU. La OTAN aseguraba la
permanencia de las bases militares estadounidense en Europa y la presencia militar.
Hoy en día, Europa es el mayor mercado para los productores estadounidenses. Las filiares de las
multinacionales de EEUU producen más mercancías y servicios y obtiene más beneficios en Europa que en
cualquier lado.
Hacia finales de la década del 70 y principios de los 80, Europa en general y Alemania en particular estaban
compitiendo con éxito con los EEUU en los mercados mundiales. No pasó mucho tiempo antes de que la
idea de un sistema de seguridad puramente europeo surgiera disfrazada de diferentes maneras. Los europeos
aseguraron a Washington que la OTAN era crucial para la seguridad europea, Washington animo a Europa a
que asumiera más responsabilidad sobre su propia defensa. Los encargados del diseño de la política
estadounidense se vieron envueltos en un nudo retorico en el que públicamente apoyaban el sistema europeo
de defensas mientras que en privado trataban de subordinar o militar su papel al de la OTAN.
Alemania se encargó de empujar a la CE (Comunidad Europea) hacia formas de integración más elevadas.
El colapso de la URSS estimulo una carrera en la que Europa y EEUU competían por hacerse con el mayor
pedazo del pastel económico.
Esta evolución se vio cristalizada en 1990, coyuntura y periodo de especial importancia política, ya que la
cooperación europea se estaba expandiendo hacia una integración política y económica mucho más
profunda.
Evidentemente, la Conferencia sobre la Unión Política Yugoslavia como un desafío y como una oportunidad
para demostrar la capacidad de la Comunidad para diseñar y llevar a cabo una política exterior común y
hasta una política de seguridad común.
Las concepciones estadounidenses de la integración europea
Entre las elites políticas estadounidenses han surgido tres posiciones frente las relaciones entre la
Comunidad Europea y los Estados Unidos. La opinión tradicional argumenta que la cooperación europea es
provechosa para Estados Unidos y pretende fomentarla y defenderla. Una segunda postura sostiene que la
Comunidad Europea debería asumir una mayor cuota de las cargas militares para que la contribución de
Estados Unidos pueda ser menor. Una tercera y escéptica oposición argumenta que la cooperación de la
Comunidad Europea probablemente resultará desfavorable para Estados Unidos, que tiene que defender
atentamente sus intereses internacionales ante este proceso y deberían romper el consenso de la comunidad
si ese consenso amenaza los intereses propios en Estados Unidos. El punto de vista escéptico se ha estado
extendiendo desde la caída de la Unión Soviética.
Aparte de la agricultura, la competencia potencial con el dólar de la nueva moneda europea que se
vislumbró en Maastricht constituye un ámbito de rivalidad fundamental. Una operación más estrecha entre
los mercados europeos y el surgimiento de la moneda europea puede hacer que los europeos sean menos
vulnerables a la manipulación del tipo de cambio.
El Departamento de Estado y de Defensa estadounidenses se han opuesto tajantemente a dar voz al Consejo
Europeo en decisiones de seguridad. Los Estados Unidos dejaron también claro su irritación ante el
eurocorps. Pero pesar de todos los reaseguros de los europeos, algunos llegaron a la conclusión de que
ningún tipo de coordinación militar entre países de la comunidad europea era aceptable para los Estados
Unidos.
La OTAN en busca de una justificación
Después de 1989, los planificadores estratégicos de alto nivel de los Estados Unidos se enfrentaban a un
serio desafío: cómo mantener la supremacía global de los Estados Unidos a falta de un enemigo externo que
justificasen la subordinación europea a la OTAN. En febrero de 1992 se creó el documento llamado
Defense Guidance Planning. Las DGP consideraban que la desintegración de la Unión Soviética y de su

327
imperio en Europa del Este, junto con la victoria militar sobre Irak, representaban una oportunidad única
para la construcción de un imperio. Estas "victorias" creaban un "nuevo entorno internacional" reafirmaban
el "liderazgo global de los Estados Unidos" e "integraban" a los aliados competitivos, como Alemania y
Japón, en un sistema de "seguridad colectiva" bajo dominio estadounidense. Sin embargo, los encargados
del diseño de la política estadounidense actuaban sometidos a una fuerte oposición interna: una persistente
mayoría de la opinión pública nacional se ponía proporcionar apoyo militar y financiero para sostener el
globalismo de Washington. La creciente preocupación por los asuntos nacionales se puso de manifiesto en
un encuesta de 1995 en la que el 86% de la población afirmaba que "preocuparse por problemas internos era
más importante que proporcione ayuda a países extranjeros".
Para justificar las acciones militares Washington involucró con éxito a los medios de comunicación para que
proporcionasen cobertura moral y utilizar la indignación selectiva ante determinados crímenes de guerra
para perpetrar otros. Washington pretendía demostrar que su poder militar era indispensable para la
"resolución" de conflictos regionales. Con este fin planeó y financió tres intervenciones militares: en el
Golfo, en Somalia y en Bosnia.
La guerra del Golfo y la intervención en Somalia
El hecho más significativo de la guerra del Golfo, desde la perspectiva estratégica de Washington, no fue la
derrota de Irak, sino la construcción de una alianza militar bajo de la dirección de los Estados Unidos. Poco
después, la formidable alianza de guerra empezó a desintegrarse, ya qué Japón, Alemania incluso los países
de Oriente Medio empezaron a actuar con arreglos a sus propios intereses. El triunfo había sido construido
sobre acontecimientos coyunturales que dejaban abierta la cuestión de la permanencia de la hegemonía
estadounidense en Europa y el resto del mundo.
Posteriormente, la administración Bush, se entregó a la empresa de moldear la opinión pública para que
apoyara la intervención estadounidense en Somalia. Las palabras clave en este caso fueron "hambre" y
"guerras tribales" o de "clanes". Una vez más una "misión humanitaria pacífica" con helicópteros de
combate y vehículos blindados de transporte de tropas involucró a las fuerzas armadas estadounidenses en el
combate directo. Con el creciente número de bajas militares estadounidenses, el apoyo de la opinión pública
y el congreso se evaporo.
Una vez más, el esfuerzo por proyectar el poder estadounidense acabo un fracaso. El hecho de que los
Estados Unidos perdieran la capacidad de ejercer un papel de policía global preparó el terreno para aquellos
políticos de Europa occidental se decidieran a establecer su propio "liderazgo regional" con el fin intervenir
política y militarmente.
La partición de Yugoslavia: la iniciativa europea
De todas las mentiras que rodeó el desastre de la ex república de Yugoslavia, nada es más obsceno que la
idea de que la partición fue resultado de "odios seculares" y disputas "ancestrales" en una región balcánica
violenta y volátil. Se trataba de una mentira conveniente que ocultaba tres hechos básicos.
En primer lugar, estos pueblos "llenos de odio" habían vivido y trabajado juntos de manera pacífica durante
casi medio siglo.
En segundo lugar, el papel central que desempeñó occidente, y en particular las instituciones crediticias
internacionales a la hora de generar las condiciones sociales y económicas previas para un futuro conflicto
étnico explosivo. Las medidas de austeridad contribuyeron a la guerra de los Balcanes entre sentidos. En
primer lugar, la política del FMI exacerbó las rivalidades. En segundo lugar, las medidas de austeridad
aumentaron la inflamabilidad de las relaciones sociales a lo largo y ancho de Yugoslavia. Por último, las
medias mismas generaron un extracto de juventud desempleada, enfadada y frustrada, en edad de guerrear.
Yugoslavia acumuló deudas considerables en la década de 1970 al intentar enfrentar las consecuencias
económicas de la subida del precio del petróleo y la decadencia de los mercados occidentales para sus
productos manufacturados. Durante la década de 1980 se aplicó de forma intermitente un programa de
estabilización dirigido por el FMI.
Los subsidios alimenticios desaparecieron en 1982. En 1983, los precios de la gasolina, el gasoil de
calefacción, la comida y el transporte aumentaron un tercio. El gobierno congeló la inversión en
infraestructura y servicios sociales. El desempleo ascendió al 14% en forma medio. Durante los primeros
nueve meses de 1990 600.000 trabajadores, de una fuerza de trabajo de 2,7 millones, habían sido
despedidos.
La miseria de la estabilización dejó grandes masas de ciudadanos disponibles para la movilización política.
Cuando empezó la guerra, los jóvenes y los desempleados contribuyeron significativamente a incrementar el
contingente de soldados de las partes beligerantes.

328
El FMI no sólo dirigió las reformas económicas, intenta también incentivar reformas políticas
institucionales. La toma de decisiones federales debía ser reforzada a expensas del viejo estilo desde una
política de consenso entre los representantes la República. La tendencia de la política del FMI consistía en
erosionar la compleja "acción de equilibrio" del periodo de Tito, que había intentado reducir las
desigualdades entre repúblicas y pueblos.
El tercer hecho oscurecido por la tesis del odio étnico es que los conflictos internos y las particiones
territoriales fueron fomentadas e impulsadas en gran medida por políticos europeo-occidentales y
estadounidenses.
Las ambiciones alemanas
La partición de Yugoslavia entre el mismo modelo de disolución de unidades mayores y coherentes en otras
menores en las que los gobiernos locales pueden ser convertidos con mayor facilidad en regímenes clientes.
A Washington le gustaba la idea de un Estado unificado, estable. Este tipo de estado residía en la existencia
de la autoridad central responsable del pago de deudas internacionales pendientes, pero se presentaron dos
problemas. Las ambiciones regionales alemanas y expropiaciones hegemónicas serbias.
Alemania obligó a la comunidad europea a seguir sus pasos en el reconocimiento de la independencia de
Croacia y Eslovenia. Ambos países eran vistos como parte de la esfera de influencia de la Nueva Alemania.
Al mismo tiempo, los serbios pretendían establecer un gobierno hegemónico sacándole luz la promoción del
destino de las minorías serbias. Los europeas reconocieron Croacia sin proporcionar ninguna garantía a los
serbios que allí vivían, con eso entregaron los extremistas y a los chovinistas serbios una poderosa arma de
movilización. Yugoslavia se transformó en una región de entidades étnicas beligerantes que ocupaban el
mismo territorio y dependían de patronos externos.
La Guerra arrasó con todas las "minorías" que residían en los territorios conquistados por las "mayorías",
aunque sin lugar a dudas los bosnios musulmanes fueron los más perjudicados. El gobierno serbio participó
activamente en la distribución de armas, el enfrentamiento y el suministro de apoyo logístico y artillería al
ejército serbo-bosnio. En la guerra se dieron acciones que cumplían los criterios establecidos en la
Convención sobre Genocidio.
Cómo los Estados Unidos poseían la mejor maquinaria propagandística escala mundial para dar publicidad a
las víctimas que eran sus clientes, fueron capaces de provocar una indignación moral selectiva. El calvario
de los musulmanes fue un componente crucial de la historia, pero no constituye toda la verdad. Por tanto,
los informes de los medio comunicación polarizaron la fuerza beligerantes entre el agresor serbio y todas las
demás fuerzas, un guión que ignoraba los episodios de cooperación entre Serbia y Croacia para el
desmembramiento planificado de Bosnia-Herzegovina. La existencia de estas discusiones y planificaciones
era incompatible con la versión de los hechos del gobierno estadounidense, que condenaba exclusivamente a
los serbios.
La indignación selectiva
La elección de Franco Tudjman en Croacia en 1990 estuvo marcada por una virulenta campaña antiserbia y
por inquietantes picos de antisemitismo. Civiles serbios inocentes fueron asesinados por fuerzas
gubernamentales en muchos pueblos y ciudades de Croacia, y decenas de miles de serbios fueron
expulsados sus hogares. En la primavera de 1993 estalló la guerra entre musulmanes y croatas en Bosnia.
Los soldados croatas asesinaron a cientos de civiles musulmanes en abril de 1993 en Ahmici y el octubre de
1924 en Stupni Do. El principio de "limpieza étnica" en el que se vio involucrado el mayor número
refugiados de la historia de la guerra fue llevado cabo por el ejército croata en unos pocos días en 1925. Más
de 150.000 serbios fueron puestos a la fuga. Las fuerzas militares leales al gobierno bosnio también
cometieron crímenes y excesos, aunque no en la escala en la que lo han hecho las fuerzas serbias y croatas.
Dentro este matadero, la única preocupación moral de los medios de comunicación en las atrocidades
cometidas por los serbios contra los bosnios musulmanes. Una vez más los medios de comunicación
convencieron a los comentaristas liberales y progresistas de que la intervención estadounidense era
necesaria por sus elevados fines morales.
La propaganda y los intelectuales
La mayor parte de los intelectuales estadounidenses se rindieron ante una campaña de propaganda tan dura
que, en ocasiones identificaba a los detenidos serbios en los campos o a los niños serbios muertos
simplemente con musulmanes. Todo esto culminó en indiferencia de los medios ante la limpieza étnica de
Krajina en 1995. Este tema se hizo aún más "delicado" tras la desintegración del Nuevo Orden Mundial de
Bush, donde se produjo una oposición sólida y duradera, tanto la opinión pública como el Congreso, a la
intervención militar estadounidense en Bosnia.
La independencia europea: la prueba Bosnia

329
Los europeos occidentales bajo el mando de franceses e ingleses intentaron imponer un acuerdo que tuviera
en cuenta la existencia de fragmentos territoriales que eran el resultado de las guerras étnicas. Sin embargo,
había mucho más en juego que la media instauración de la paz o de las nuevas áreas de influencia en Europa
central. La cuestión estratégica era en qué medida las potencias europeas serían capaces de establecer su
propio "sistema de seguridad". Las iniciativas de paz en la antigua Yugoslavia comenzaron con la iniciativa
de Lisboa, en febrero de 1992. El plan había dividido Bosnia entre regiones dominadas por grupos étnicos
separados. La opción defendida por los Estados Unidos de reconocer Bosnia-Herzegovina surgió como
alternativa al acuerdo de Lisboa. Finalmente, los Estados Unidos se impusieron y en abril de 1992 y los
europeos secundaron a Washington.
A comienzos 1993 los europeos formularon el Plan Vance Owen. Este plan recomendaban la división de
Bosnia -Herzegovina en 10 provincias: croatas, musulmanes y serbios tendrían cada uno mayorías en tres de
ellas. Este plan era realista porque después de todas las matanzas étnicas fomentadas por las luchas de poder
europeas y estadounidenses, era imposible imaginar la vuelta a la sociedad multicultural y multiétnica que
había existido durante 50 años bajo el régimen comunista de Tito.
El socavamiento del plan Vance-Owen
Los croatas aceptaron rápidamente la total del contenido del plan. El líder musulmán Izetbegovic aceptó la
organización política y los planes militares propuestos, pero rechazó el mapa de una manera que Owen
describió como "posición totalmente innegociable". Casi inmediatamente, la administración Clinton
comenzó a socavar las expectativas del plan. Lo más significativo es que los Estados Unidos repitieron la
objeción principal de los musulmanes al acuerdo señalada por Owen: el mapa era inaceptable. Según los
Estados Unidos, el plan ratificaba las conquistas serbias conseguidas mediante limpieza étnica.
Owens señaló "no conseguimos que los musulmanes acepten el mapa. La culpa de eso la tienen
principalmente los estadounidenses, porque los musulmanes no cederán mientras piensen que Washington
puede intervenir por ellos cualquier día de estos".
Las posiciones como esta y las menciones al levantamiento del embargo de armas socavaron las
negociaciones y provocaron una crisis. Clinton insistió del principio en que no impondría una solución ni
apoyaría ninguna imposición sobre las partes involucradas. Las consecuencias de la política de Estados
Unidos quedaron manifiestas en el destino del plan.
Lugo de la fase final de este plan surgió nuevo en el verano de 1923. Los Estados Unidos adoptará la misma
posición y además Clinton insistió en el cumplimiento de numerosos requisitos ante que las tropas
estadounidenses se vieran implicadas, incluyendo un notable control de la OTAN.
El Grupo de Contacto
Una iniciativa de paz final que fue saboteada por los Estados Unidos durante este período fue la negociación
del Grupo de Contacto, organizada por los Estados Unidos, Rusia, Francia, Gran Bretaña y Alemania. A
tenor de este plan, una federación musulmana -croata recibía el 51% del territorio bosnio y los serbios el
49%. Los serbios -bosnios lo rechazaron. El avance del Grupo de Contacto en sus esfuerzos por ayudar a los
serbios -bosnios fue interrumpido por los bosnios musulmanes y por los Estados Unidos. Los musulmanes
lanzaron una ofensiva en tres frentes y los Estados Unidos persuadieron a la Asamblea General de las
Naciones Unidas para que presionara el Consejo de Seguridad para que levantara el embargo de armas en
Bosnia. Los estados miembros fueron instados a "cooperar". Estas acciones por parte de los Estados Unidos
y los musulmanes contribuyeron a enterrar el trabajo del Grupo de Contacto.
La política de los Estados Unidos llevó a los bosnios musulmanes a creer que resistiéndose a la política
europea conseguirían el apoyo estadounidense para mejorar su posición. Sólo consiguieron lo suficiente
para mantener la guerra en marcha, pero no para ganar, lo cual venía muy bien Estados Unidos. Más bosnios
muertos significaban mayor publicidad favorable para Washington, un mayor descrédito moral para Europa
y una mayor demanda de la intervención de los Estados Unidos.
El acuerdo de Dayton: el "liderazgo" estadounidense en acción
El acuerdo de Payton era de partición: a excepción de Sarajevo, los musulmanes apenas consiguieron nada
en lo que se refiere a un verdadero control sobre poblaciones y regiones croatas o serbias. Probablemente, la
piedra angular del acuerdo fue impacto privado elaborado entre Milosevic y Tudjam. Después del largo
período de intransigencia de los musulmanes bosnios, inspirado por los Estados Unidos, aquellos acabaron
aceptando un acuerdo respaldado por estos. Estos fueron los logros de diplomacia estadounidense, un
acuerdo que recalificaba la limpieza étnica escala nunca prevista en anteriores planes. Los europeos fueron
totalmente excluidos de las negociaciones del Dayton.
Después de que Washington dijera a los musulmanes que esto era lo que podían conseguir y que si no lo
aceptaban no tendrían más apoyo, los musulmanes firmaron. El elemento crucial fue la sustitución del

330
acuerdo seguridad dirigido por los europeos, por el mando de la OTAN y los Estados Unidos. Una vez roto
el liderazgo europeo en la región, se mostró con poca compasión por los musulmanes. Repentinamente, se
reconoció que la minería serbia, entonces estigmatizada como criminal de guerra, tenía algunos temores
legítimos. Washington empezó imponer su control sobre sus clientes bosnio-musulmanes. El corolario fue el
miserable fracaso del esfuerzo europeo por crear un sistema de seguridad independiente.
El retorno de la OTAN
Los estados unidos volvieron al centro de la escena, a través de la reafirmación de la supremacía de la
OTAN y al mando de la poderosa fuerza de ocupación de 60.000 hombres estaba compuesta principalmente
por esa fuerza.
Conclusión
La reafirmación de la influencia estadounidense en Europa a través de Bosnia es precaria porque una
importante mayoría de los ciudadanos estadounidenses está cansada de sacrificar las prioridades nacionales
en nombre de un liderazgo global. Para muchos intelectuales progresistas, la campaña publicitaria de los
Estados Unidos en torno a la guerra de los Balcanes destruyó el viejo tabú, que se remontaba al movimiento
antibélico de la Guerra del Vietnam, contra las intervenciones estadounidenses en el extranjero.
Los motivos imperialistas que se escondía entre la retórica justiciera del gobierno estadounidense fueron
olvidados. Pero lo más importante es que se ignoró el papel que desempeñó occidente en la génesis de la
guerra, dirigido por un FMI y un Banco Mundial dominados por los Estados Unidos. Exactamente igual que
las guerras del Golfo y de Somalia fueron inauguradas con pomposos pronunciamientos y acabaron sin
gloria, Bosnia entrará en los libros de historia como un nuevo intento fallido de los Estados Unidos de
reformar sus pretensiones de liderazgo mundial. Es terrible que se haya invertido la vida de tantos
musulmanes bosnios, serbios y croatas para redactar esta nota a pie de página de la historia posterior a la
guerra fría.

 MEISNER, Maurice. La China de Mao y después. Una historia de la República Popular, Córdoba,
Comunicarte, 2007.

Cap. 25 “El fin del reinado de Deng Xiaoping: China en los años noventa”.
Luego de la masacre de Beijing del 3 y 4 de junio 1989, se predijo que China debería pagar por los brutales
actos políticos de sus dirigentes y el precio sería estancamiento económico. Algunos occidentales
proclamaban que el triunfo del "mercado libre" era la culminación del progreso humano y que el capitalismo
y la democracia liberal marchaban de acuerdo. Que Deng Xiaoping fuera el dirigente chino más importante
de "la línea dura", líder de la represión, y la vez fuera el más ardiente promotor del capitalismo chino, era
una aparente contradicción que fue convenientemente ignorada. Deng no veía incongruencia y juro que las
políticas de reestructuración de mercado y las "puertas abiertas" al mercado capitalista mundial no serían
abandonadas luego de la condena internacional. Además, aseguró, que los intereses de la nación, el partido
y el bienestar social serían bien servidos por igual acelerando el desarrollo capitalista.
No obstante, los años que siguieron a Tiananmen fueron un periodo de represión política. Miles de cuadros
del partido, que habían apoyado el Movimiento por la Democracia, fueron expulsados o degradados. Con
todo, justo en este período de dura represión política a comienzos de los años 90, China obtuvo sus logros
económicos más espectaculares. En 1989 China sufrió severas dificultades económicas durante la fase de
"crisis" el ciclo económico capitalista típico, soportando una penosa combinación de inflación y recesión.
Ambas habían contribuido al movimiento estudiantil de 1989. Sin embargo, con las presiones inflacionarias
calmándose en 1990 se reinició crecimiento. En 1991, el PBI de China aumentó el 7,5%.
La "gira por el sur"
A comienzos de 1992, Deng Xiaping ya no ocupaba ningún cargo formal en el partido. Con todo,
permaneció políticamente predominante y su nuevo protegido era Jiang Zemin. Pero Deng permaneció
como "líder supremo" informa similar a Mao y comenzó a cernirse sobre el aparato del partido. Su
intervención más dramática fue la llamada "gira por el sur".
El 18 enero de 1992 se embarcó en un viaje de cinco semanas a través de la China del Sur. Así exhortó
funcionarios locales a acelerar el desarrollo económico y a "profundizar" la restructuración orientada hacia
el mercado. Aquellos que temían que la mayor mercantilización resultara en una China completamente
capitalista, les seguro que el Estado comunista garantizaba que el desarrollo económico, por el medio que
fuese, en última instancia tendría un resultado socialista. "El poder político está en nuestras manos" dijo.

331
También Deng buscaba eliminar a sus dirigentes opuestos o que no le respondían. Así proclamó que el
principal peligro era el izquierdismo, ampliamente definido como una falta de suficiente entusiasmo por la
reestructuración capitalista. El principal portavoz de estos últimos era Chen Yun, cuya capitulación
ideológica en la primavera de 1992 marcó la definitiva victoria de los partidarios de Deng.
En mayo de 1992 se continuó un rápido movimiento hacia una economía más completamente capitalista. Se
les permitió a las empresas estatales un amplio grado de autonomía, inaugurando un complejo y prolongado
proceso de semiprivatización al emitir acciones que eran negociadas en bolsas establecidas recientemente en
Shangai y Shenzhen. Estas medidas se combinan para hacer estallar un boom económico sin precedentes en
la historia china que llevó a que su PBI aumentará 12% en 1992,14% en 1993 y 12 por ciento nuevamente
en 1994. Para medio de los 90, ya se había alcanzado el objetivo antaño aparentemente utópico de
cuadruplicar el tamaño de la economía china durante el periodo de 20 años de 1980 al 2000.
Éstas políticas fueron celebradas en el catorceavo congreso en Beijing. Éste ratificó la adopción
virtualmente ilimitada de métodos capitalistas que fueron oficialmente llamadas un "sistema económico de
mercado socialista". Una victoria política más fue la renovación total del personal de los órganos centrales
del partido ahora totalmente dominados por la facción de Deng. El catorceavo congreso, entonces, progreso
hacia la "reforma política" que significaba simplemente la racionalización tecnocrática del gobierno
burocrático. La gira por el sur tuvo el efecto de borrar el epíteto de brutal dictador comunista que se había
ganado luego de la represión y ser rehabilitado como un "iluminado reformista del mercado".
El reinicio rápido crecimiento trajo consecuencias familiares. El primer efecto fue la inflación del orden del
25%. Esta se combinó con la corrupción oficial y la especulación con acciones y bienes inmobiliarios, que
sumada la pérdida de controles económicos, infligió penalidades a la mayoría de la población trabajadora.
Para lidiar con esta situación se convocó a Zhu Rongji que fue nombrado presidente del banco popular de
China. Emulando los bancos centrales de los países occidentales, se impuso un programa de austeridad que
se basaba en restricciones fiscales y monetarias para bajar la inflación, bajando la tasa de crecimiento. Esto
tuvo la resistencia del máximo líder, pero permaneció lo suficiente para que la política fiscal ajustada
redujeran las tasas inflacionarias y no parar el crecimiento.
En 1994 dengue hizo su última aparición pública y falleció el 19 febrero de 1997 a los 92 años. El quizás
sea el último de los viejos revolucionarios chinos, que podía reclamar pertenecer a la generación de
intelectuales revolucionarios del 4 de mayo. Después de 1949, estuvo entre la media docena de dirigentes
del grupo gobernante maoísta, al menos hasta que fuera temporalmente derribado por la revolución cultural.
Sin embargo, será mejor recordado como el padre el capitalismo chino.
Su prolongada agonía le permitió su sucesor, Jiang Zemin, consolidar su poder y el del grupo gobernante
posterior. Éste mantuvo los elementos esenciales de las políticas de Deng: rápido crecimiento económico,
restructuración capitalista y la preservación de la dictadura del partido leninista. La propuesta económica
más audaz del nuevo líder, fue un paso completamente lógico. Se convocó a la parcial privatización del
sector industrial estatal. Las fábricas de propiedad estatal y las empresas relacionadas, que todavía contaban
con más de 40% de la producción industrial en 1997 y empleaban más de 120 millones de trabajadores, eran
por supuesto esenciales para el funcionamiento de la economía. Los esfuerzos para la "reforma" del sector
estatal han estado en curso por más de una década, combinados con los ataques ideológicos contra el "tazón
de arroz de hierro", el sistema de mantenimiento del trabajo y un beneficio de bienestar social de por vida.
Los dirigentes del partido eran reacios a enfrentar los problemas del sector estatal, en parte porque temían el
abandono de la propiedad del gobierno pudiera ser interpretado como un abandono del socialismo.
En la primavera de 1997, comenzando con una andada contra el pensamiento "fosilizado" de los
"izquierdistas", el Secretario General estableció su plan para la reforma las empresas estatales. El Estado
retendría la propiedad de una cantidad de industrias claves relacionadas con la defensa y alta tecnología, así
como el comercio de grano, la mayoría las empresas serían privatizadas o, al menos, parcialmente
desnacionalizadas. Además, el término "propiedad estatal" fue redefinido libremente para que las empresas
donde la parte del gobierno era sólo el 30% pudieran ser clasificadas como "públicas".
La propuesta de privatización fue formalizada para ser adoptada en el quinceavo Congreso del Partido
Comunista chino, que se reunió en Beijing el 12 septiembre de 1997.
El quinceavo congreso
La tarea principal del primer Congreso del Partido Comunista de la época posterior a Deng fue legitimar el
liderazgo de sucesor. Esto se cumplió debidamente, sin debate y por el voto un anime de los 2000
delegados. Así, Jiang Zemin surgió del congreso con su poder y prestigio muy incrementados, habiendo
demostrado que hay alguna sustancia en los elevados títulos que ha acumulado, que lo hacen,
simultáneamente, jefe del partido, jefe del Estado y dirigente de los militares.

332
La tarea principal en cuanto las políticas fue aprobar el plan de privatizaciones las empresas estatales. La
aprobación del Congreso siguió sin debates o discusiones serias y, como era habitual, por voto unánime. El
entero tema de la privatización fue revestido con un disfraz ideológico, poniéndose mucho énfasis en
continuar con la "propiedad pública" bajo un "programa de fondos en común" vagamente definido. Había
mucha preocupación en el partido por la inquietud social y política que podía resultar del desempleo masivo
que seguramente sería consecuencia del achicamiento del sector estatal, saquese reconoció que al menos un
tercio de los más de 100 millones de trabajadores estatales eran excedentes.
La gran expansión de la propiedad privada de los medios de producción pronosticada por los planes Yiang
Zemin para la venta de las empresas estatales dio otro golpe a las pretensiones socialistas del régimen de
Beijing. Estas pretensiones, por largo tiempo frágiles y quizás espurias, en primer lugar, habían descansado
en gran medida en el predominio la propiedad pública de los medios de producción. Para llenar el
decreciente vacío ideológico, el régimen comunista había estado dedicando enormes esfuerzos a promover
el nacionalismo y esto fue intensificado con un incremento del chovinismo que llego hacer virtualmente la
única ideología del estado comunista chino.
El nacionalismo, por supuesto, siempre ha sido una fuerza poderosa en el movimiento comunista chino. Sin
embargo, este triunfo definitivamente sobre los valores y aspiraciones revolucionarias recién durante el
reinado de Deng (1978 -1997). Un reflejo de este fenómeno se vio en historiografía oficial, donde el viejo
énfasis maoísta en la lucha de clases y las guerras campesinas fue en gran medida abandonado a favor de la
alabanza de los logros de los grandes emperadores de la historia tradicional y de los grandes dirigentes
nacionalistas modernizadores de la historia moderna.
La recuperación de Hong Kong
El nacionalismo comunista chino encontró su expresión más concreta en el retorno de Hong Kong a la
soberanía china el 1 julio de 1997, un acontecimiento que produjo una infusión de fervor patriótico
celebratorio. Para los chinos virtualmente todas las creencias, no había un símbolo más potente de la
humillación de China a manos de las potencias imperialistas extranjeras que la colonia británica de Hong
Kong.
Esta colonia tenía poco sentido previo la victoria comunista ya que, en realidad esta prolongó la vida más
allá de lo que habría tenido caso. La búsqueda de la "autoconfianza" económica dejo en gran medida aislada
del mundo durante el período revolucionario, por lo cual hizo a Hong Kong, bajo dominio inglés,
económicamente esencial para China como fuente de moneda extranjera y como vínculo. Sin embargo, en la
época post -maoísta, Hong Kong británico se va ser económicamente superfluo tanto como políticamente
anacrónico. El evento de la devolución de Hong Kong a China fue parte de la buena fortuna política de
Jiang Zemin ya que lo pudo presidir.
Taiwán
El restablecimiento de la soberanía china sobre Hong Kong dejó Taiwán como la última barrera
significativa para la unificación nacional completa. Las clasificaciones más convencionales de las
nacionalidades en el mundo moderno dejan pocas dudas de que Taiwán es parte de la nación china. Étnica,
cultural y lingüísticamente, los habitantes de Taiwán son abrumadoramente chinos. Salvo por una pequeña
población aborigen.
En 1945, el gobierno de China era el régimen nacionalista de Chiang Kai-shek. La derrota de Chiang en la
Guerra civil con los comunistas finalizó con la huida a Taiwán de los restos del ejército y la burocracia
nacionalista: casi 2 millones de habitantes del continente que se superpusieron sobre la población taiwanesa
nativa de 10 millones. El régimen nacionalista en Taipei reclamo ser el gobierno legítimo de toda China.
Fue apoyado en su reclamo por los Estados Unidos.
Por supuesto, la legitimidad artificial del gobierno de Taiwán no pudo ser manteniendo fluidamente. La
completa normalización de las relaciones chino -estadounidenses en 1979 estuvo acompañada por el
reconocimiento por los Estados Unidos de la "posición china" de que hay una sola china y que "Taiwán
forma parte de China". El potencial de conflicto, en realidad de guerra, de este acuerdo se revelaría en forma
amenazadora casi dos décadas más tarde, en 1995. Después de la muerte del líder nacionalista en 1975 y la
muerte de su hijo y sucesor en 1988, las reformas democráticas aceleraron la "Taiwanización" de la política
de la ahora modernizada y prospera isla. En realidad, el mismo partido nacionalista gobernante estuvo cada
vez más dominado por taiwaneses nativos y cuando el vicepresidente taiwanés sucedió a Chiang hijo como
presidente la República de China y presidente del partido nacionalista, esto ciclo se vio completamente
terminado.
Como nuevo presidente Lee abandonó la política de una china y gradualmente intentó llevar a Taiwán al
estatus de estado -nación independiente. Esto se hizo en parte mejorando las relaciones con el régimen

333
comunista. Sin embargo, la campaña oculta de Lee por un Taiwán independiente llegó a un penoso final. Y
los peligros para la estabilidad se revelaron al mundo cuando él visitó los Estados Unidos en junio de 1995.
La reacción de 25 ante la visita "privada" de Lee, un viaje que por supuesto fue muy público y muy
publicitado, fue bastante predecible. En julio y agosto de 1996, China dirigió pruebas de misiles avanzados
frente a las costas de Taiwán. En respuesta dos grupos de batalla de portaviones estadounidenses con armas
nucleares fueron enviados a las aguas cercanas a China. No sería difícil establecer un argumento histórico
razonable para un Taiwán independiente. Durante medio siglo dominio colonial japonés (1985 -1945), el
pueblo de Taiwán estuvo aislado de China durante un pedido crucial en su historia moderna y desarrollo una
identidad nacional diferenciada taiwanesa. Sin embargo, por muy atractivo que sean los argumentos
históricos y morales que puedan ser invocados a favor de la independencia de Taiwán, la verdad
incontrastable es que un Taiwán independiente no es militar ni políticamente viable. La semi independencia
Taiwán hasta ahora estado garantizado por un protectorado militar estadounidense de facto.
La "unificación pacífica" con el continente, de una manera otra es entonces la única opción racional para
Taiwán.
Capitalismo, socialismo y democracia
Los resultados económicos de la época de las reformas del mercado inaugurada por Deng han sido
asombrosos. Desde 1978, la economía china ha crecido un promedio de más del 10% anual. Los resultados
sociales del capitalismo chino han sido menos saludables. Ciertamente, la gran mayoría del pueblo chino sea
beneficiado. No obstante, el progreso económico se ha cobrado un terrible precio social. Entre los costos y
consecuencias del desarrollo capitalista en la china posterior a Mao ha estado la destrucción del medio
ambiente en la escala más masiva de la historia humana, incluida una alarmante reducción de las tierras
cultivadas tanto como la tendencia universal de la industrialización a envenenar el aire y el agua. Además, el
progreso material general ha sido acompañado por condiciones de vida cada vez más inseguras para la
mayoría de la población trabajadora, en la medida en que el mercado exige "eficiencia" para la mano de
obra. Las dislocaciones sociales que el rápido crecimiento económico inevitablemente ocasiona han
contribuido a un aterrador aumento en los delitos comunes con número si llevo 11 veces entre el 78 y el 90.
El resultado más perturbador del "sistema de mercado socialista" chino ha sido el incremento terrorífica
mente rápido de las desigualdades sociales y económicas extremas. Las diferenciaciones socioeconómicas
dentro de las localidades y regiones son reflejo de las nuevas divisiones de clases sociales y las relaciones
de mercado promovidas por el estado generaron tan rápidamente. La comercialización del campo, por
ejemplo, ha producido una nueva burguesía rural conformada por granjeros de tipo capitalista. A la vez, el
trabajo de los nuevos mecanismos de mercado ha expulsado de su tierra a más de 200 millones de
campesinos "superfluos".
Las desigualdades económicas y sociales son aún más evidentes en las áreas urbanas en el campo. Las
ciudades están ahora bajo el dominio de una elite voraz conformada por altos funcionarios comunistas que
lucran con miríadas de actividades en el mercado, empresarios privados industriales y comerciales,
financistas y especialistas tecnológicos y administradores muy bien pagados. Estos nuevos ricos mantienen
el mercado de bienes de lujo que más rápidamente crece en el mundo. En cuanto a quienes trabajan, están
encontrando que sus "razones de arroz de hierro" en realidad han sido destruidas debido a la
reestructuración del mercado. La brecha social y económica entre la nueva elite burguesa china y la sub
clase de trabajadores migratorios que viven en villas miseria o duermen en las estaciones de ferrocarril, es
una división social tan amplia y vergonzosa como el que se puede encontrar en cualquier ciudad del mundo
capitalista. Las desigualdades generadas por el mercado no fueron totalmente imprevistas. La tosca
apelación de Deng a la codicia y a la avaricia individuales, y su aprobación a priori de la desigualdad,
resumida en las dos máximas: "hacerse rico glorioso" y "algunos eran ricos primero" fue el aviso de lo que
podía pasar.
Con todo, en medio de los procesos salvajes de desarrollo capitalista que iniciaron y promovieron, los
dirigentes comunistas chinos todavía sentían la necesidad de reclamar una ascendencia socialista y marxista.
La aparición desierta medidas de continuidad ideológica con la tradición marxista y sus principales
discípulos chinos le proporciona una fachada de legitimidad al Secretario General como el guardián de la
revolución de 1949 la que produjo el estado en al cual el ahora dirige.
Socialismo y democracia
El restablecimiento del término "democracia socialista" por Jiang es curioso. Después de casi dos décadas
de desarrollo capitalista intensivo pareciera que incluso hablar de socialismo democrático está más allá del
campo del entendimiento oficial. No obstante, el régimen de Beijing todavía promete vagamente con futuro
socialista, aparentemente sobre la base de una creencia marxista ultraortodoxa de qué socialismo será

334
resultado automático de niveles avanzados de desarrollo económico y tecnológico. Esto se ha llamado y es
tomado como principio fundamental de la "teoría Deng Xiaoping".
Las fuentes reales de cualquier socialismo chino concebible no se esperan en la madurez económica del
sistema comunista en algún momento distante del futuro, sino más bien en una lucha democrática contra el
régimen comunista del presente. Merece la peculiaridad que en la historia china el proletariado, la clase que
el Partido Comunista chino todavía habitualmente proclama presenta representar, hay resultado ser la
principal amenaza para el régimen comunista. Tal, después de todo, hoy casa en muchos países comunistas
de Europa oriental desde los años 50 a los 80. Esta asociación aparentemente extraña del comunismo con el
capitalismo hace más improbable que la burguesía china vas a hacer una ardiente promotora de cambio
democrático. En todo caso, es que vendrá principalmente de la clase obrera china, muy expandida y cada
vez más explotada ir sus aliados.
Aunque las transformaciones económicas de 1978 han sido deslumbrantes, los cambios políticos post
maoístas no son insignificantes. El régimen inicial de Deng mejoró dramáticamente las prácticas represivas
y totalitarias del Estado maoísta. Durante los años 80, la diversidad de expresiones intelectuales y culturales
no tuvo precedente en la historia de la República popular. No obstante los fundamentos del sistema político
estalinista fueron mantenidos. El partido mismo ha resistido toda forma de democratización en su historia.
La elección directa de "congreso del pueblo" locales fue una provisión de la electoral de 1979. Sin embargo,
el experimento fue frustrado tus veces. El proceso fue revivido a comienzos y medio de los 90. Mientras que
las elecciones de aldeas y municipios pueden servir para expresar la opinión popular sobre temas locales y
quizá facilitar grados de control de los ciudadanos sobre los gobiernos locales, las elecciones locales, por
muy deseable que sean, son difícilmente presagio de algún proceso general revolución democrática. Más
prometedoras que las elecciones en las aldeas aprobadas por el gobierno central, hacia las iniciativas
democráticas locales no publicitadas, emprendidas discretamente ensaladita rusa del campo. Aunque el
control del Estado comunista sobre la sociedad fue relajado en gran medida los años 80, la represión del
movimiento por la democracia anunció un nuevo y prolongado período de represión. También
contribuyeron el clima represivo los temores generados por la desintegración del comunismo y de la Unión
Soviética. De allí extrajeron la lección de que era necesario fortalecer el poder dictatorial del Estado y el
partido leninista, así como que era necesario profundizar las reformas de mercado para acelerar el desarrollo
económico, elevar los niveles de vida y con esto mitigar el descontento popular.
La represión política posterior a 1989 cayó duramente sobre la clase obrera urbana. Durante los años 80, los
dirigentes políticos estaban acosado por el "temor polaco", la perspectiva de la alianza tipo solidaridad entre
trabajadores intelectuales que pudiera plantear una seria amenaza política régimen comunista.
Ninguna de los derechos humanos básicos el Estado comunista chino ha sido más ferozmente vigilante que
en la eliminación de los activistas que luchan para organizar sindicatos libres. El interés económico
derivado de las reformas de mercado de Deng, que han hecho el Estado comunista dependiente del éxito del
sistema capitalista burocrático que ha creado. El capitalismo chino, a su vez, se posa en el Estado comunista
para recibir una amplia provisión de mano de obra, mantener los salarios bajos y disciplinar a los
trabajadores. Estas funciones son la esencia de esas características chinas especiales que hacen en la
República popular tan atractiva para los inversores domésticos y extranjeros. El ataque contra los
trabajadores siguen un momento de gran angustia para la clase obrera china. Es un momento en que los
preceptos y realidades de una economía capitalista imponen una fuerza laboral menor y sueldos todavía más
bajos. Es un momento en que el mercado exige el desmantelamiento de la mayoría de las ventajas del viejo
sistema de bienestar social de la época de Mao. Además, sumadas a las cargas de la familia de la clase
trabajadora están las nuevas excepciones burocráticas, tal y como la imposición de pago de inscripción para
las escuelas primarias públicas.
Enfrentados con esta triple embestida los trabajadores chinos, privados de libertad de construir sus propias
organizaciones, están virtualmente indefensos y pueden ofrecer sobre resistencia espontánea.
Es claramente la clase urbana lo que los dirigentes comunistas temen más como la mayor amenaza a su
lucrativo monopolio del poder político. Quizás oscuramente recuerden de sus lecturas de juventud la
profecía de Karl Marx de que capitalismo crea sus propios enterradores en la forma el proletariado moderno.
Sería sumamente irónico si esta aparentemente antigua profecía, habiendo fallado en realizarse en los países
capitalistas occidentales, se cumpliría en China en oposición a un partido comunista gobernante que todavía
reclama encarar los intereses, las aspiraciones y la misión histórica de la clase obrera industrial moderna.

335
6.4. Las novísimas guerras de religión: pérdida de poder estatal y el nuevo terrorismo. La interminable
guerra afgana hasta la intervención de la OTAN. Las tensiones en Cercano y Medio Oriente. La Guerra
contra Irak y el conflicto palestino-israelí: de los inicios de las negociaciones a la guerra permanente. Las
guerras civiles en África.

 HOBSBAWM, Eric. Años interesantes. Barcelona, Crítica, 2003.

Cap. 21 “El Tercer Mundo”.


La revolución de Fidel Castro en 1959 dio lugar a una repentina oleada de interés por todo lo relacionado
con América Latina, región acerca de la cual corrían muchos rumores, pero sobre la que se sabía poco fuera
de las Américas. Desde que el continente había sido descolonizado, carecía de la numerosa literatura, tan
inteligente como documentada, creada por los administradores imperiales cuya tarea consistía en entender a
sus países para gobernarlos con eficacia.
Latinoamérica estaba entonces más alejada del Viejo Mundo que cualquier otra parte del globo, aunque no,
por supuesto, de la potencia imperial del norte, que supervisaba a sus satélites técnicamente independientes.
Vivió las dos guerras mundiales sólo como episodios portadores de prosperidad. Continente con una sola
religión, se ha librado hasta la fecha de la epidemia mundial que supone el nacionalismo lingüístico, étnico
y confesional.
Los principales países estaban atravesando además una de las fases de gobiernos civiles constitucionales
raras en todo el continente, que no tardaría en llegar a su fin. No obstante, el caudillo o dirigente personal a
la vieja usanza estaba ya en vías de extinción, al menos fuera del Caribe. Los regímenes de torturadores
debían ser colectivos de oficiales sin rostro y en la mayor parte de los casos sin color de piel.
Lo más evidente a primera vista en esos países no era tanto su espectacular desigualdad económica como el
enorme abismo que separaba las clases dirigentes e intelectuales, con las que tenían contacto los académicos
extranjeros, y el pueblo llano. Los intelectuales, casi todos pertenecientes a familias acomodadas eran
sofisticados, habían viajado mucho y hablaban inglés y francés. Como ocurre a menudo en el Tercer
Mundo, formaban el estrato social menos numeroso del continente.
Fuera del cono sur, ya urbanizado, la mayoría de la gente acudía profusamente desde las zonas rurales a los
barrios de chabolas de las ciudades en desordenada expansión, llevando consigo sus costumbres rurales.
La gente que llegaba a la ciudad era cuando menos visible en las calles. Los que vivían en las zonas rurales
estaban doblemente alejados de la clase media, incluso de sus revolucionarios, como Che Guevara, por la
distancia geográfica y social. Incluso aquellos que estaban vivamente interesados en establecer un contacto
directo con ellos hallaban un obstáculo insalvable en sus respectivos estilos de vida, por no hablar de su
nivel de vida. Eran muy pocos, salvo los expertos, los que vivían realmente entre los campesinos.
Por otro lado, los dos grandes movimientos campesinos o rurales de Sudamérica –los de Perú y Colombia-,
que cualquier observador no habría podido dejar de ver a los pocos días de llegar a la zona pasaron
prácticamente desapercibidos y de hecho no fueron conocidos por el mundo exterior a finales de 1962.
Colombia era sobre el papel un modelo de democracia constitucional bipartidista, casi completamente
inmune a los golpes militares y a la dictadura en la práctica, a partir de 1948 se convirtió en el campo de la
muerte en Sudamérica.
La oleada de guerra civil llamada “la Violencia”, iniciada en 1948 y oficialmente concluida, había seguido
causando la muerte a 19000 personas en 1963.
En medio de “la Violencia”, el partido Comunista había creado zonas de “autodefensa armada” o
“repúblicas independientes”, concebidas como refugio de los campesinos que desearan o tuvieran que
ponerse a salvo de las bandas de asesinos del Partido Conservador y a veces también el Liberal. Acabaron
convirtiéndose en la base del formidable movimiento guerrillero de las FARC. Las propias FARC no
nacieron hasta que el Gobierno colombiano, deseoso de utilizar contra los comunistas las nuevas técnicas
antiguerrilla ideadas por los asesores militares norteamericanos.
Entre mediados de los sesenta y mediados de los setenta los militares gobernaban en toda Sudamérica
excepto en los países de la costa del Caribe; fue la era de la dictadura militar, del estado del terror y la
tortura. Se produjo una diáspora de refugiados latinoamericanos. Las oligarquías dirigentes nacionales no
supieron qué hacer ante la amenaza planteada por las clases humildes, ni ante los políticos populistas
radicales que las atraían con un éxito evidente. Los jóvenes de izquierda de clase media, inspirados por el
ejemplo de Fidel Castro, pensaban que el continente estaba maduro para una revolución que debía precipitar
la acción armada de los guerrilleros.

336
Los debates en torno a la izquierda latinoamericana se volvieron académicos durante los años setenta tras el
triunfo de los torturadores, más académicos aún durante los ochenta, con la era de la guerra civil respaldada
por Estados Unidos en América Central y la retirada de los Gobiernos militares en Sudamérica, y
completamente surrealista con la decadencia de los partidos comunistas y el final de la URSS.
En Colombia, Belisario Betancur inició una política tendiente a entablar negociaciones de paz. Las propias
FARC estuvieron dispuestas a participar en el juego constitucional creando una “Unión Patriótica” cuyo
objetivo era funcionar como el partido electoral de la izquierda que nunca había logrado aparecer en el
espacio situado entre los liberales y los conservadores. Tuvo poco éxito en las ciudades y cuando fueron
asesinados los alcaldes, concejales y activistas obtenidos las FARC retomaron las armas.
¿Qué ha sido de Latinoamérica en los cuarenta años transcurridos? La revolución esperada y en muchos
países necesaria no se ha producido, estrangulada por los ejércitos nacionales y Estados Unidos, pero
también por las debilidades internas, las divisiones y la incapacidad de muchos. Ninguno de los
experimentos políticos que he observado de cerca o de lejos desde que tuvo lugar la revolución cubana ha
supuesto una diferencia muy duradera.
Sólo dos han dado la impresión de serlo: 1) el PT de Lula da Silva, 2) el fin del régimen de partido único del
PRI en México.
La política en Latinoamérica sigue siendo a todas luces lo que ha sido desde hace mucho tiempo, lo mismo
que su vida cultural. En la escena económica mundial desempeña un papel secundario. Durante medio siglo
se han interpretados las transformaciones transitorias como tendencias políticas seculares, pero la región
sigue siendo inestable a la hora de la práctica política.
Y sin embargo, durante los últimos cuarenta años, Latinoamérica fue una sociedad que se transformó por
completo: su población se triplicó y se urbanizó; las comunicaciones han acabado con los localismos.

 ZERAOUI, Zidane. Islam y política. Los procesos árabes contemporáneos. México, Trilla-ITESM,
2004.

Cap. 9. Neofundamentalismo y terrorismo”.


Desde 1997 hasta el 2001 se observaba una reducción de la intensidad del fundamentalismo islámico, pero
con los atentados de 2001 esto se revierte 180 grados. Asimismo el autor sostiene que el fundamentalismo
islámico clásico se ve reemplazado por un "neofundamentalismo" que se enfoca a la violencia per se, pero
ambos conviven y pueden ser diferenciados. Comúnmente dentro de los EEUU se sostiene que todos los
movimientos islámicos son extremistas y que nunca entraran en procesos democráticos. También existe una
segunda corriente de pensamiento que entiende que su extremismo depende del grado de inserción que
tengan en el mantenimiento del bienestar social. Así, la clave de las opciones políticas seria el nivel de crisis
en la sociedad.
La idea de terrorismo que hoy se instaura es que este fenómeno es propio del Islam y de los islamistas más
radicalizados. Claramente el terrorismo existe hace miles de años y no es propio ni de una religión ni de una
región.
Definir el terrorismo
Citando a varios libros o "definiciones" en leyes, el autor encuentra que no hay una definición univoca del
termino y que muchas veces la acción es contradictoria entre sí, como en el caso donde se han condenado
las acciones terroristas de un grupo, pero no así sus medios de difusión, de donde reclutan miembros y
recaudan fondos, en una "defensa de la libertad de expresión". Así pasa por la definición del FBI "uso ilícito
de la fuerza y violencia contra personas a fin de intimidar a un gobierno a que haga algo" (calcada es la Ley
Antiterrorista) que básicamente es usada contra movimientos de liberación nacional, pero el autor también
retoma el terrorismo como una acción que puede ser llevada a cabo desde el estado, citando el caso
argentino. Para buscar algo más englobante, cita a un autor que quiere deconstruir la lógica del terrorismo y
su validación, que siempre tiende a la creación de un enemigo, satanización que también sucede en la
guerra, que luego de validada dicha creación, este puede ser eliminado sin mayores cuestionamientos.
Así va a construir tipologías de grupos terroristas y de estados terroristas, sacándola de la reducción actual
que se encuentra circunscripta "al terrorismo de los débiles"
Un viejo-nuevo concepto
En este apartado, el autor se propone desmenuzar el concepto de terrorismo que ha sido utilizado desde el
11 de septiembre de 2001 en adelante. La vasta producción editorial que trajo el atentado se fundó sobre una
construcción maniquea del Islam y el Mundo Occidental, haciendo del primero una religión proclive a la

337
radicalización y el segundo un afectado de los delirios del primero. Así, Occidente es planteado como
benévolo, interviene solo en beneficio humanitario, mientras que el Islam lo hace para promover su propia
causa, como relata Zeraoui citando a Landau sobre el caso de la guerra civil en Somalia.
Los atentados suicidas
Los atentados suicidas no eran un instrumento de las organizaciones más clásicas en Occidente que
luchaban por la liberación como el IRA y la ETA. Estos se comienzan a popularizar en los 80 siendo
Hezbolá su principal usufructuante. Estos se basan en el elemento de sorpresa y en causar la mayor cantidad
posible de víctimas, mientras que el método previo era avisar previo al estallido, solo causando temor. La
sofisticación de este método fue avanzando, hasta la espectacularidad del 11S. El surgimiento de cadenas
informativas de 24 horas también les ha permitido a los atentados suicidas elevar al máximo la capacidad de
publicidad sobre su objetivo o causa (no todos los atentados son reivindicados por un grupo, como el de la
Torres gemelas, pero si tienen una finalidad). Aunque se ha visto al Islam como una religión de donde
provienen la mayoría de los suicidas, esta prohíbe el suicidio, aunque lo autoriza solamente, como toda
religión, en el caso de los mártires, o sea, en defensa de la religión, los creyentes, etc.
Una tipología del terrorismo
El autor va a construir una tipología del terrorismo. Aclara que esta no se va a centrar en el solo hecho del
uso de la violencia, así como tampoco se dejara de lado la violencia sistemática del estado como un acto
terrorista.
Los grupos terroristas
Los grupos terroristas son "movimientos que se han enfocado a hacer uso del terror y de la violencia como
su acción primordial, muchas veces olvidando inclusive su propia reivindicación". El primer caso que va a
tomar es el de Bin Laden. Lo sitúa como un grupo dedicado a la violencia, cuyo único objetivo algo claro
seria echar a los EEUU de Oriente Medio. Luego describe su iniciación en la resistencia a la invasión de
Afganistán por parte de la URSS, apoyados en su resistencia por EEUU. Luego de la guerra rompe con
EEUU debido a su doble discurso sobre Israel y la ocupación de Palestina y la de Saddam y la guerra del
Golfo. Así se dedica a formar su organización que ataca a EE.UU. en 1993 y 1998. Después Zeraoui se
dedica a hacer una comparación asquerosa entre Bin Laden y el Che Guevara y mencionar varios grupos
que él considera terroristas, ninguno de relevancia salvo Hamas. A todos los declara "casi" sin fines
políticos.
Los estados terroristas
Define a los estados terroristas a los que han levantado el terror como sistema político a nivel de masas. El
caso más importante es la URSS durante el Stalinismo o las dictaduras de América Latina y África. Define
al Stalinismo como "el uso arbitrario, por los órganos de la autoridad política, de una severa coacción contra
individuos o grupos, la amenaza creíble de semejante uso, el exterminio arbitrario de tales individuos o
grupos".
Luego de esta definición pasa a decir que todo el sistema soviético fue un sistema de terror y da otros
ejemplos, como el de Pol Pot y su genocidio socialista campesino anti urbano, Pinochet en Chile, Idi Amin
en Uganda (para el autor son todos lo mismo).
El recurso del terrorismo
Aquí el autor analiza varios actos que son terrorista, pero dentro de grupos o estados que no son
considerados tales. Caracteriza como de índole terrorista hechos como el bombardeo aliado a la ciudad de
Dresden en la Segunda Guerra Mundial o las bombas de Hiroshima y Nagasaki. En el caso francés,
denuncia el uso de napal y de campos de concentración como un acto terrorista, como nuevamente los
EEUU en Vietnam. Igualmente Israel cae en este mismo lugar por las matanzas contra palestinos o
libaneses. También señala la aparente contradicción de ser un estado democrático pero utilizar la violencia
terrorista.
En el caso especial del Frente de Liberación Nacional de Argelia, la violencia fue utilizada en casos
específicos y luego retirada completamente al consolidarse la guerra civil. Este método también incluyó una
efectiva táctica de separación de la violencia terrorista entre metrópoli y colonia, que puso a los franceses de
su lado. Esto lo diferencia, según los ejemplos del autor, de Hamas.
Hezbolá ¿un movimiento terrorista?
Este movimiento surge como respuesta a las incursiones que en la década de los 80 Israel continuamente
hacia contra el Líbano. Su transformación se fue dando de movimiento terrorista, a movimiento de
resistencia y luego a partido político. Como la mayoría de movimientos chiitas, comenzó sus acciones
tendientes a mejorar la calidad de vida de los más pobres en las regiones asediadas por Israel,
reconstruyendo casas y centros de salud pública, con gran apoyo de Irán y Siria. El comienzo de su

338
conversión a organización política se da en la misma Teherán en el 88, con la centralización de su aparato
decisorio y la creación del Consejo Consultivo y del Secretariado General. Su política de intervención social
los ha puesto en una gran posición política, ya que el gobierno no llega con su asistencialismo y el partido
opositor Amal es tradicionalmente clientelista.
Hezbolá ha sabido adaptarse al sistema político multiconfesional libanes (que incluye chiitas, sunitas,
maronitas y drusos) y ha establecido alianzas tácticas con muchos de ellos. Sin embargo aún es cuestionado
por su radicalismo y su intención de establecer una república islámica, contradiciendo el sistema antes
nombrado, pero que en el último tiempo ha abandonado. Se los acusa de inconsistencia ideológica, a raíz de
esto.
A pesar de esto, el movimiento ha sabido no traicionar sus bases revolucionarias, que lo convierte en un
intransigente crítico de los gobiernos de la posguerra, haciendo gran uso de sus espacios electorales. En esto
también ha resultado en cierta libanización del partido, como es de esperar ante su adecuación al sistema
político.
Con la retirada en el 2000 de Israel del territorio libanés, se pensó que Hezbolá iba dejar su discurso y su
organización miliciana, sin embargo esto no sucedió. Convencidos que el retiro de Israel de todos los
territorios árabes, incluido Jerusalén, va a traer la paz, esto prolonga indefinidamente su acción militar. Esta
se circunscribe al Líbano, pero mantiene en el discurso una fuerte presencia anti sionista. Otro eje de lucha
política de Hezbolá es la desconfecionalización del sistema político libanes (la constitución dicta que el
presidente debe ser cristiano maronita, el primer ministro un chiita y el presidente del Parlamento un sunita).
El paso a un sistema de mayoría simple le daría el poder a Hezbolá y se acercaría a la tendencia de la
construcción de un Estado Islámico.
Hoy es innegable el grado de integración de Hezbolá. Este ha sido reconocido por la ONU, los mismos
partidos políticos libaneses y, evidentemente, el mismo pueblo libanés.
El neofundamentalismo islámico
El Islam está compuesto por más de 57 países que tienen mayoría musulmana y donde hay fuertes minorías.
En cada uno de estos países se practica un Islam diferente. Su punto unificador es la observancia de
preceptos comunes. El autor afirma que el fundamentalismo no siempre toma formas violentas como los
medios de comunicación. El Islam ha llegado al poder por la vía democrática (Turquía y Argelia), por un
golpe de estado (Sudan en 1998 liderados por Turabi), una revolución (Irán en 1979 con Jomenei) o una
guerra civil (Afganistán en 1996 de la mano de Omar). En muchos casos la interpretación del Islam se basa
en el Imán y pueden ser mucho más radicalizadas, como en el caso de Afganistán, donde se prohibió la
música.
El objetivo del fundamentalismo es volver al Corán, la Sunna (la tradición, los dichos y los hechos del
profeta) y la Shari'a (ley revelada), instalando el Estado Islámico para liberar a todo lo de occidental que
haya entrado en la Umma (sociedad) como la Bid'a (innovación contraria al Islam). Así podríamos ver al
Islam como una reacción contraria a la cultura occidental capitalista. Pero el autor va a afirmar que para
entender la violencia religiosa tenemos que introducir el concepto de neofundamentalismo, que se
caracteriza por su violencia directa sin siquiera reivindicar sus acciones, en oposición al fundamentalismo
que se circunscribía a un objetivo político nacional.
Para entenderlo nos señala una lista de características:
Su radicalismo religioso irredentista.
Su no pertenencia a un Estado determinado.
Su carácter conspiratorio más que revolucionario.
Sus métodos violentos desligados de un objetivo político determinado.
Su fin es la violencia o el terrorismo, no la toma del poder.
No tiene objetivos políticos claros, sino un discurso radical religioso antioccidental.
Se identifica con la corriente wahabí.
Se opone radicalmente al chiismo.
Es violentamente antijudío y anticristiano.
Obviamente, Al Qaida es señalada como el modelo más claro.
Los Talibán en Afganistán
Los Talibán fueron en su mayoría muyahidín (combatientes contra la invasión de la URSS que en 1992
derrocan al gobierno de Nayibulah) y en 1994 se organizan y toman el poder en 1996. Su interpretación del
Islam prohíbe a la mujer trabajar, votar, estudiar, debe usar velo y a los hombres los obliga a usar barba e ir
a la mezquita, prohibiendo también en general la música y la televisión. Las medidas contra las mujeres

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fueron aun criticadas por los mismos islamistas iraníes, dada la situación de viudas que ya no podían
trabajar.
Afganistán no es un país rico, aunque sea el primer productor de heroína, pero si tiene un gran valor
estratégico, al estar entre India, Irán e Irak, así como ser un paso al océano Indico, punto neurálgico de
comercio. La gran complejidad de Afganistán reside en la población étnica que habita en él. La mayoría
Pashtun, seguidos por los tadyiks, uzbecos y turcomanos. Como los pashtunes apoyan a los talibanes, la
situación política es muy difícil de controlar.
La caída de Saddam Hussein y la estabilidad en el Medio Oriente
La caída de Saddam ha traído gran inestabilidad a la región. El autor ve en general un corrimiento hacia las
fuerzas más conservadoras en toda la región y que el neofundamentalismo se ha afianzado como opción
política.
El autor concluye el texto diciendo que el establecimiento de una socialdemocracia como la de Jatami en
Irán puede ser una salida para la región.

 RAMONET, Ignacio. Geopolítica del caos. Barcelona, Debate, 1999.

Cap. 7 “Irak: la guerra interminable”.


En el programa de la materia este artículo aparece como escrito por Ramonet. Se trata de un texto muy
breve y muy periodístico: poca información sustancial. Relata a grandes rasgos cómo, utilizando como
excusa unas pocas irregularidades durante la inspección de armamento por parte de personal de Naciones
Unidas en Irak, Estados Unidos emprende la Operación Zorro del Desierto (1998). Aunque fue dada por
concluida al momento de la redacción del texto, el autor es escéptico respecto de una posibilidad de paz en
la región del Golfo Pérsico. Nosotros ya sabemos cómo terminó esta historia.
Si la fecha de la Operación Zorro del Desierto pudo fijarse en función de preocupaciones interiores, el uso
de la fuerza contra Bagdad estaba previsto desde hacía tiempo y se inscribe ante todo en una estrategia de
Estados Unidos de preeminencia militar y política en el Oriente Próximo y en el Golfo, cuyos dos pilares
inquebrantables continúan siendo un acceso libre y a bajo precio al petróleo y la alianza con Israel.
Por otra parte, la alianza estratégica con Israel se mantiene, por razones tanto internas como externas,
inquebrantable. En particular, la Casa Blanca comparte la visión israelí de la amenaza que las armas de
destrucción masiva hace pesar sobre el Oriente Próximo, olvidando que Israel es el primer país que ha
introducido el arma nuclear en la región.
El ataque contra Irak haría levantar, en el conjunto del mundo árabe y musulmán, una ola de
manifestaciones sin precedentes desde 1991: de Marruecos a Siria, de Yemen a Egipto, y sobre todo en
Palestina.
Lo quieran o no, los dirigentes norteamericanos cavan las trincheras cada vez más profundas de una “guerra
de civilizaciones” en la que los malos son siempre musulmanes o árabes y los buenos “blancos” son
portadores de los más altos valores morales.
Naciones Unidas se ha desacreditado.
Clinton desarrolló los ejes principales de su estrategia: el mantenimiento en el Golfo de una fuerza militar
importante, preparada para bombardear de nuevo; el mantenimiento de las sanciones, “las más largas en la
historia de Naciones Unidas”; el retorno de los inspectores de la Comisión Especial de las N.U. y la Agencia
Internacional de Energía Atómica, a condición de que Irak demuestre que está dispuesto a cooperar por
ellos.
Irak es incapaz de exportar lo que necesita para cobrar las sumas previstas; además, al no poder importar
prácticamente ningún material, es incapaz de reconstruir sus infraestructuras –distribución de agua potable,
centrales eléctricas, carreteras, puentes, etc.- lo que tiene consecuencias trágicas para la población.
Las discusiones en el Consejo de Seguridad sobre el futuro inmediato se reanudaron a finales de diciembre
de 1998 y corren el riesgo de eternizarse.

 CHABAL, Patrick. “Las políticas de la violencia y conflicto en el África contemporánea” en


Revista Académica de Relaciones Internacionales, N° 6, Abril de 2007, Universidad Autónoma de Madrid.

Chabal emprende su trabajo señalando que todos los trabajos sobre conflictos armados toman los
mecanismos en los cuales la violencia se debe detener y no analizan las cusas más profundas de la misma.

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Entre las explicaciones dominantes, resaltan dos: la que remite al origen de la violencia por la falta de
desarrollo económico, la pobreza y la necesidad y la segunda, por la debilidad de las instituciones políticas y
sociales. Una tercera explicación es que en África se dan "nuevas guerras" que se caracterizan por ser
conflictos apolíticos, se atacan deliberadamente civiles con algún propósito y se transforman en un negocio
en sí mismo. El autor no está de acuerdo con ninguna de las tres hipótesis completamente y las considera
simplificaciones, más aun la última, ya que no tienen nada de novedoso ese tipo de guerras.
Chabal va a sostener que los diferentes y variados tipos de violencia, guerras y genocidios en África se
enmarcan dentro de "un contexto histórico, social, político, económico y cultural especifico del África
poscolonial, y la clave para entender su frecuencia reside en las formas en que el poder se ha ejercido en el
continente desde su independencia. En suma, la combinación de factores formales e informales que vinculan
el estado y la sociedad conspiran para mantener en su sitio una forma de gobierno (neo) patrimonial,
contraria a la institucionalización y al desarrollo. Esto, a su vez crea las condiciones que favorecen el
florecimiento de la violencia, siendo gran parte de ella instrumentalizada posteriormente con motivos
políticos o económicos. En consecuencia, el uso de la fuerza como instrumento político se ha enraizado en
muchas partes del continente". En este marco el autor va a estructurar tres partes de análisis. Una breve
revisión de planteos sobre la violencia, el análisis de las cusas y consecuencias de la violencia y las
discusiones sobre las perspectivas de la paz y el desarrollo.
A.- El estudio del conflicto en África
En la mayor parte de la literatura sobre África se asume que el conflicto tiene causas identificables y
universales. Así se da por supuesto que el descontento conduce al conflicto, lo cual es evidentemente cierto
pero no explicativo del mismo en su devenir histórico particular. Tampoco lo es asumir causas que han sido
relevantes para conflictos en otros escenarios del mundo. Otra suposición generalizada es que para terminar
con el conflicto se debe hallar soluciones correctas. Esto va acompañado de la certeza que el fin de la
hostilidad es la resolución del conflicto y eso no es para nada cierto. En África la violencia se ha tornado un
instrumento político y económico, por lo cual desterrarla es harto difícil, ya que su uso o no deviene de un
cálculo costo-beneficio. El tercer supuesto que el autor combate es el de suponer que los conflictos son
"injustos o estúpidos". Además de ser una verdad de perogrullo, el autor enfatiza en que el conflicto es parte
fundante de las sociedades y la pregunta que debe hacerse es que motiva a la resolución violenta de los
mismos.
B.- Las causas y las consecuencias del conflicto político en África
Acá el autor va a volver a su hipótesis primaria del ejercicio del poder como causa explicativa del conflicto
político. Así va a decir que existe un poder patrimonial que se ejerce en la interacción entre las instancias
formales e informales del poder. Y por las informales el autor entiende las redes verticales de patrono-
cliente existentes, lo cual redunda en una estructura de poder personalizado. La realización de la relación
patrono-cliente se daba por la satisfacción de demandas, que se traducía en lo que conocemos como
representación política. Este sistema descansaba sobre la prosperidad económica que tuvo el África
poscolonial, pero que se quiebra en la década del 70 con la crisis económica. Así los patronos comenzaron a
luchar por uno de los espacios donde reside el poder económico, el estado. También las redes patronales,
según el autor, impidieron el desarrollo económico por enfocarse en consumos inmediatos de sus clientes.
Este análisis contempla las continuidades del pasado precolonial y colonial, no viendo a la descolonización
como una ruptura radical. La construcción de los estados nación poscoloniales se superpusieron con la
lógica informal de la elites políticas, lo cual genero una cascara vacía que a partir de la crisis del petróleo
del 75 fue utilizado para desviar recursos a lo informal. Así las estructuras de lo formal (estatal) no pueden
ejercer el uso de la violencia legítima para contener el conflicto ya que la política discurre por las vías
informales, lo cual muchas veces implica una privatización de la violencia y de la coerción. Dado el estado
de desorden, este se utiliza como instrumento. Y se obtienen ganancias mediante la apropiación ilícita o la
"ayuda" extranjera para solucionar el conflicto original.
C.- Previsiones para la paz y el desarrollo
En este apartado el autor centra la resolución del conflicto en el entendimiento de las partes como forma de
pacificación posible y supedita la intervención extranjera de cualquier tipo a este hecho, otorgando solo una
escasa o nula efectividad si no se anda primero el antedicho camino.
El autor descarta como solución la instauración de sistemas pluripartidistas como forma de llegar a la paz,
ya que muchas veces ha contribuido a las escaladas de violencia debido a la inestabilidad constante de
cualquier democracia y de nuevos círculos que pueden aspirar al poder. Así el autor va a proponer que se
deben institucionalizar las formas de lo político, pero no tendiente a sistemas occidentales, sino a formas
novedosas, endógenas o de cualquier tipo que puedan contener dentro de márgenes tolerables el conflicto.

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Esto implica que se establezcan instituciones de responsabilidad y de representación y un marco legal de
control de la violencia.

 HUBAND, Mark. África después de la guerra fría. La promesa rota de un continente. Barcelona,
Paidós, 2004.

Cap. 11 “Los estados “canallas”: Estados Unidos y Sudán”


Sudán es un cruce civilizaciones. Las nuevas ideas sean visto obligadas a coexistir con el legado de la
tradición y han sido constantemente manipuladas por la elite política siempre vinculada al poder. La religión
ha moldeado directa o indirectamente la política sudanesa desde la caída del imperio otomano y la revuelta
de 1881. El gobierno sudanés, desde que conquistó el poder con el golpe de Estado de 1989, ha intentado
crear un Estado islámico cuya política esté inextricablemente unida al sistema gubernamental. Así, será
convertido en una paria internacional, un estado "canalla" más que una sociedad islámica respetable. Sudán
ha supuesto un desafío para occidente y los estados conservadores islámicos. Ha sido condenado en parte
porque es relativamente fácil reprobarlo sin temor a consecuencias.
Los países occidentales han confiado en los dictadores aliados de los países islámicos para utilizar la fuerza
bruta, en lugar de la persuasión, con el fin de diluir el mensaje del islamismo político. Estados Unidos, en
particular ha impulsado su política de aislamiento de Sudán que, a pesar de todo, no ha logrado atenuar el
carácter dictatorial del régimen y comprender el fundamento que explica la política sudanesa. Esto fracasos
múltiples han contribuido a agravar las penurias de la población sudanesa tanto en el norte como en el sur.
Si bien la inestabilidad política, la pobreza y la guerra en los países en vías de desarrollo han obstaculizado
la expansión del nuevo orden, tal vez el mayor desafío para aceptación mundial del Nuevo orden de la
posguerra fría liderado por occidente ha sido el islamismo político. La incapacidad de Estados Unidos para
convencer a la facción árabe de que podría desempeñar la función de gente honesta ha sido clave. El
poliédrico conflicto norte-sur que ha asolado a Sudán en diversas fases de declaración de independencia en
1957 es el microcosmos de muchas batallas religiosas, raciales y políticas que afecta a gran parte del
continente africano. La búsqueda de soluciones para la pésima situación económica y social del continente
se cimentara cada vez más en el sentimiento antioccidental, que culpa fundamentalmente a los inversores
financieros, gobiernos y políticos liberales de occidente. El fundamento originario, hoy desacreditado, de la
historia política y religiosa del pasado siglo en Sudán es la tradición del mandismo.
La revuelta mandista de 1881 contra la hegemonía anglo-egipcia en Sudán fue un significativo intento de
instaurar un estado islámico. Hasta la independización del país, formalizada el 1 enero 1956, la vida política
de Sudán estaba dominada por las ambiciones políticas de Mahdi, hijo del anterior Mahdi, ambiciones que
partir de 1945 se canalizaron hacia su recién fundado partido de nombre Umma. La fundación del partido
dirigido por herederos de Mahdi avivo el miedo a la creación del estado mahdista. El régimen civil duró
hasta el 17 noviembre 1958, cuando el general Abboud capitaneó un golpe de estado, fundamentalmente
como reacción ante el caos y la incompetencia del gobierno civil de coalición. Mahdi murió en 1961, su
poder político religioso fue repartido entre su hermano Hadi y su hijo Mahdi.
A partir de 1922, los británicos habían logrado aislar la zona norte, principalmente árabe, de la zona sur de
Sudán, africana, programando el sur como área oficialmente cerrada. El objetivo de Gran Bretaña era
incorporar el sur a su política para África central y oriental. Ya antes de la independencia comenzó a
emerger la conciencia del Sur. Durante la década de los 50 y 60 el sur fue activo foco de oposición,
revueltas e intentos de derrocar al gobierno, hasta que fueron marginados cuando Nimeiri tomó el poder en
1969. El agravamiento de la crisis política y militar en el sur, con el estallido de una guerra secesionista en
1981 desencadenada por el Movimiento Popular de Liberación de Sudan y la incesante crisis económica del
norte contribuyeron al derrocamiento de Nimeiri en 1985 por medio de un golpe militar. El régimen civil se
instauró en 1986 con el tercero de los Mahdi. La fuerza del conflicto bélico del Sur acabó derrocando al
Mahdi en un nuevo golpe Estado incruento, el 30 junio 1989, emprendido por el-Bashir.
El-Bashir había establecido una alianza con el Frente Nacional Islámico de el-Tourabi. En 1991, el gobierno
militar comenzó introducir ciertos elementos de la sharía en su línea política. La decisión de fortalecer la
política islámica y su eficacia en Sudán, así como de fomentar su influencia fuera del país, hasta 1995
favoreció un inusitado grado de coordinación entre los países africanos orientales y lo del Cuerno de África,
con el objetivo de hacer frente común contra Sudán.
El mundo es puro teatro

342
Sudán se fue convirtiendo en un paraíso para organizaciones como Hamás, cuyo rechazo del acuerdo de paz
de Oslo con Israel le enfrentaba directamente con la Organización para la Liberación de Palestina, que
prefería pactar una solución sobre el futuro de Palestina ante que fuera demasiado tarde. Said, líder de
Hamás, declaró: "tenemos un proyecto islámico. Sudán tiene el mismo proyecto y pretendemos llevar a
cabo este mismo proyecto en tonos países islámicos". Alguna de las condiciones tácitas aceptadas por
Hamás antes establecerse en Jartum estipulaban que no llevaría a cabo operaciones afuera de Palestina.
A comienzos de los 90, Sudán comenzó a preocuparse por la degradación de la situación de Somalia y
considero que era terreno fértil para expandir sus influencias en el cuerno de África. No existe acuerdo
sobre hasta qué punto desarrollo Sudan una meticulosa estrategia para la intervención armada en Somalia,
una cuestión que ha sido tratada de modo bastante tendencioso, sin pruebas. Aunque no cabe duda de que
Tourabi aspiraba a extender su influencia en el Cuerno de África y otras regiones, las afirmaciones de
autores que tienden establecer claros vínculos entre todos los enemigos de Estados Unidos de un modo que
contradicen los hechos documentados y, por tanto, suscitan reacciones más derivadas de teorías
conspiradoras y paranoicas que un análisis racional de la realidad.
Aparte de que la violencia fuera culminación de varias semanas de provocaciones, la principal facción
somalí que combatía contra tropas estadounidenses de aquella época había condenado el papel de los
islamistas en Somalia. Uno de los factores que dificultaron la intervención de fuerzas estadounidenses y de
la ONU en Somalia era la desconfianza somalí hacia los extranjeros. Los iraníes y sudaneses, entre otros,
eran objetos de la xenofobia somalí, al igual que los paquistaníes, americanos y keniatas. Así se comprende
mejor el conflicto, sin demonizar a lo sudaneses. Entre tanto, Tourabi, envalentonado por el papel de Sudán
en Somalia, continuó su carrera hace liderazgo islamista en la región. A lo largo de los años 90, Sudán
intentó convertirse en instigador de la agitación política en la zona. Así, uno de los movimientos que apoyó
fue la yihad islámica.
Orden y desorden de un mundo nuevo
Atrapada en una combinación de espionaje deficiente y prejuicios personales, la política estadounidense en
el mundo islámico en su conjunto, y en Sudán en particular, no ha logrado responder a la evolución
relativamente rápida del islamismo político. Para desarrollar una respuesta adecuada a los cambios políticos
de los estados islámicos es esencial comprender que la situación interna que ha motivado dicha
transformación. En el norte de Sudán ha surgido presiones a favor de un cambio, que sumada a las tensiones
internas del alianza religioso-militar han favorecido la perdida de apoyos en un sector por naturaleza
proclive al presidente. Pero Estados Unidos sigue sin comprender esto y apoya unilateralmente al sur sin ver
las resistencias en el norte musulmán.
Tras la debacle norteamericana de 1992 y 1993 en Somalia, Estados Unidos no se sentía con ánimo de
intervenidos asuntos africanos. Debido a esto se plantearon la internacionalización de la situación de Sudán,
algo que generó mucho recelo en el país y fue visto con desconfianza. Estados Unidos, que raras veces
definir sus posiciones políticas exteriores sobre la base del respeto autentico al tipo de diversidad que
encontraban los entornos culturales y contantes con la tendencia americana, jamás lograría modificar la
opinión del gobierno islámico. Y por consiguiente, nunca lograría asumir el papel de la posguerra fría al que
aspiraba en calidad de fundador del Nuevo orden mundial.
Desde los últimos comicios en Sudán, en lo que fue elegido como presidente para Bashir ha tenido una
creciente distancia de Tourabi. Esto dio lugar a posiciones menos radicalizadas y a una situación más
distendida en Sudán pero que se vio seriamente amenazada, cuando el 20 agosto 1998 Estados Unidos atacó
con misiles de crucero la fábrica farmacéutica de al-Shifa en las afueras de Jartum. El ataque contra la
fábrica revelaba un incontrolable deseo de venganza por parte por parte de los responsables de la
planificación militar estadounidense. Los diplomáticos destinados en Jartum se tomaron muy en serio las
quejas sudanesas, sobretodo porque se tenía clara conciencia de que en aquel momento Sudán estaba
cambiando de orientación política y la fábrica era realmente medicamentos. A esta situación se sumó el
disgusto de Sudán para con los estados árabes que sólo condenar el ataque varios días después de que
ocurriera.
Una guerra fría
Tras el bombardeo, ya no fue posible ocultar la ineficacia de la rígida política estadounidense de aislamiento
de Sudán. Si bien los líderes árabes habían sospechado anteriormente que Sudán podría representar una
amenaza para la seguridad, desde finales de 1990 mientras los estados ni las propias organizaciones
políticas islamistas siguieron condenando Sudan como una pieza importante en las el escenario político
islamista. Pero la disminución de la aparente amenaza de Sudán para los países vecinos no modificó la
política estadounidense.

343
El estudio histórico sobre el proceso de negociación de paz de este conflicto sólo puede ser ecuánime si, de
nuevo, reconoce la incapacidad de todas las partes para negociar con sinceridad. Toda labor diplomática
debe aceptar que el conflicto tiene profundas raíces históricas y que, aunque las declaraciones de las
diversas partes parezcan sinceras cuando se someten a escrutinio, tras esas palabras existen posturas
verdaderas que, si se comprenden, permitirán otros fruta diplomáticos mucho mejores.
La elección de la segunda administración Clinton propició que Sudán intentase reparar relaciones con
Estados Unidos, de un modo más firme y abierto. Sin embargo todos los logros comunicados por carta entre
los ministros de asuntos exteriores de Estados Unidos y Sudán fueron vistos como insuficientes por los
primeros o directamente como irrelevantes. Era obvio que todo lo que decidiera Jartum sería siempre a los
ojos Estados Unidos, inadecuado. El rechazo estadounidense del acercamiento político sudanés condujo que
Jartumw intentase establecer vínculos con Estados Unidos a través de los servicios de inteligencia y
seguridad. "Sudán había hecho todo lo que le había pedido Estados Unidos, imperaba cambio algún tipo de
señal por parte de Washington. Pero no ocurrió nada" aseguraba un ex oficial de la CIA.
Los esfuerzos del gobierno sudanés por renovar el contacto con Estados Unidos en 1999 sentar las bases del
nuevo tipo de relación:
"no vamos a comprometernos en todos los aspectos para complacer a los americanos. Ellos no están
dispuestos a que satisfagamos sus intereses". Muchas decisiones estadounidenses en lo que respecta a Sudán
se basan en la ignorancia, más que una política razonable. El comienzo del siglo XXI, la política
estadounidense no ha cesado de atacar a Sudán por incumplimiento de los derechos humanos en su territorio
y la defensa del terrorismo internacional. La política Estados Unidos en Sudán no ha sabido aceptar la
realidad del país. Susan Rice, en calidad de secretaría adjunta de asuntos africanos, no contribuyó a acabar
con la guerra norte -sur, que constituye el núcleo del problema de Sudán y es muy anterior a la instauración
del régimen actual de Jartum. La decisión de atacar, en agosto de 1999, a un enviado especial Estados
Unidos, Harry Johnston, fue acogida con recelo por el gobierno. Sin embargo, los sudaneses en el sur lo
interpretaron como un signo de que Estados Unidos tal vez había aceptado la guerra es la causa de la
inestabilidad política prolongada. Tal aceptación representa quizás un nuevo planteamiento de la política
norteamericana, un giro desde la antigua disposición alinearse con un bando contra el otro en la creencia de
que un conflicto religioso-cultural puede ganarse por la fuerza de las armas, hacia la idea de que Sudán
representa una oportunidad para entablar un diálogo fundamental, un diálogo que podría abrir una vía hacia
negociaciones interraciales e interreligiosas en otras zonas.

MARY KALDOR LA 2DA GUERRA FIRA

En su libro El retorno de la historia y el fin de los sueños (2008), Robert Kagan dice que el mundo se ha
vuelto “otra vez normal”. Al decir normal se refiere a la geopolítica, a una rivalidad entre Estados soberanos
que se apoya en el poder militar. Algunos definen esta situación como una segunda guerra fría, es decir, el
regreso imaginario de la primera. En ministerios de Defensa, empresas de armamento y grupos de estudios
estratégicos, este giro narrativo ha ido acompañado de un suspiro colectivo de alivio. Irak y Afganistán han
quedado atrás. Podemos volver a lo que sabemos hacer, evitar un conflicto con Rusia o China y construir
sistemas armamentísticos cada vez más complejos.

La última Revisión de la Defensa de Reino Unido —documento que recoge periódicamente la estrategia de


seguridad nacional de ese país— compromete a Londres a desarrollar una nueva generación de armas
nucleares lanzadas desde submarinos y adquirir dos portaviones dotados del avión de combate F-35, tan
sofisticado y tan increíblemente caro que todavía no se ha fabricado. El documento no explica
verdaderamente por qué se necesitan estos sistemas, ni se percibe ninguna sensación de urgencia sobre los
peligros que afronta Reino Unido; seguramente porque se supone que esas adquisiciones son normales.
Parece darse por sentado que la seguridad consiste en fuerzas militares al estilo de las de la Guerra Fría y
que todo lo demás es secundario, o se espera que encaje en su sitio, no se sabe cómo. En otras palabras, lo
que podríamos llamar la segunda guerra fría es una repetición imaginaria de la primera.

La primera Guerra Fría se consideró en general una rivalidad épica entre dos sistemas sociales: capitalismo
contra socialismo o democracia contra totalitarismo. Se decía que la disuasión era lo único que podía

344
impedir el estallido de una III Guerra Mundial. Por supuesto, hubo conflictos locales fuera de Europa en los
que murieron millones de personas, además de represión y dictaduras en Europa del Este. Pero Europa
Occidental y Estados Unidos vivían bastante a salvo de la violencia real.

Ahora bien, ¿y si la ausencia de enfrentamientos armados en Europa Occidental tuviera otra explicación?
También la primera Guerra Fría se puede caracterizar de imaginaria. Se suele decir que Europa vivió “en
paz” durante ese periodo. En efecto, aparte de los conflictos en Europa del Este, Grecia y Turquía, Irlanda
del Norte y el País Vasco, lo que experimentó Europa fue una guerra imaginaria. Una y otra vez, en las
maniobras militares a través de las llanuras alemanas, en los relatos de espionaje y contraespionaje, en la
retórica de los políticos y los periódicos, lo que había entre el este y el oeste era imaginario. Los europeos
vivían con la angustia del choque inminente y las formas de control y organización típicas de una situación
bélica. Era como si la II Guerra Mundial no hubiera terminado. Y las imágenes resultaban tan emocionales
porque los recuerdos de esa guerra estaban todavía frescos.

Se podría decir que la guerra imaginaria fue una forma de ejercer el poder. Permitió a los dos bandos retener
lo que habían ganado durante la II Guerra Mundial. Sirvió para mantener la cohesión de Occidente y
justificar un gasto público elevado para prevenir la vuelta del desempleo. Y, en el este, facilitó una
mentalidad bélica que legitimó el dominio soviético de esa parte de Europa y las formas centralistas y
represivas de organización. Según esta explicación, ninguno de los dos bandos quería el enfrentamiento;
sólo reforzar sus respectivas posiciones internas. Y si eso es verdad, entonces la Guerra Fría tal vez
contribuyó a impulsar la longevidad del comunismo en Europa del Este, a sostener la hegemonía de EE UU
y a justificar un gasto cada vez mayor de armamento.

Hablar de la segunda guerra fría puede desempeñar una función similar. Desde el punto de vista de Putin,
las historias de la expansión de la OTAN, las violaciones occidentales del derecho internacional en Irak y
Kosovo y la manipulación occidental de las revoluciones de colores en el antiguo dominio soviético ofrecen
una justificación para los actos de Moscú en los países vecinos, en Osetia, Crimea y el este de Ucrania, por
no hablar de la campaña de bombardeos en Siria. Recuperar el discurso de la época soviética, acudir al
rescate de los ciudadanos rusos y actuar como superpotencia en Oriente Próximo son medidas que refuerzan
su endeble posición interna. En concreto, las protestas en Ucrania, que estaban dirigidas contra la oligarquía
rusa en el país y sus vínculos criminales (no muy diferentes a las de los indignados en España), podrían
haber dejado al descubierto a los delincuentes rusos y además estaban empezando a encontrar eco en
Moscú. La anexión de Crimea y la guerra en el este de Ucrania transformaron la interpretación de lo que
estaba sucediendo, convirtieron unas manifestaciones en favor de la democracia en un conflicto étnico y, de
esa forma, impidieron cualquier cambio sustancial en Ucrania.

Desde el punto de vista de Occidente, el comportamiento de Putin ofreció nuevos argumentos para la OTAN
y para aumentar el gasto de defensa. Cuando parecía que nadie estaba dispuesto a examinar cómo se
hicieron tan mal las cosas en Irak y Afganistán, ni a aprender las lecciones de aquellos años, dio la
impresión de que se agradecía la vuelta a elementos institucionales conocidos, en un momento en el que
varios proyectos de armamento estaban dando fruto y necesitaban más inversiones. Era una forma de
ignorar las interminables consecuencias de aquellas guerras —la extensión de los conflictos en Oriente
Próximo y África y la expansión del ISIS— y, al mismo tiempo, contentar a varios grupos tradicionales de
apoyo en los respectivos países. Extrañamente, por ejemplo, el anacrónico debate sobre la compra de
submarinos Trident en Reino Unido, a un precio de más de 40.000 millones de libras (51.600 millones de
euros), sólo puede entenderse por intereses partidistas, como una forma de dividir al Partido Laborista. Igual
que la primera Guerra Fría puede interpretarse como un empeño colectivo en el que ambas partes se
reforzaban mutuamente, el relato geopolítico común, hoy, ofrece beneficios mutuos a los diversos actores
dominantes.

345
Salvo que quizá la segunda vez no salga tan bien. Ya no es tan fácil aislar a Europa Occidental y EE UU de
los problemas en otras partes del mundo. Las guerras en Ucrania, Oriente Próximo o África también pueden
considerarse empeños colectivos y quizá una especie de condición social. En lugar de dos bandos con
objetivos políticos identificables, se caracterizan por tener numerosos grupos armados, algunos vinculados
al Estado y otros no, que sacan más provecho de la violencia y el caos que de la victoria, y eso explica su
persistencia y por qué es tan difícil ponerles fin. Son grupos que viven de propagar creencias sectarias y
fundamentalistas y de enriquecerse mediante el saqueo, el robo, el secuestro y el contrabando de petróleo,
drogas o antigüedades. Los choques entre los grupos armados son menos frecuentes que la violencia
dirigida contra la población civil. La estrategia típica consiste en establecer el control político mediante los
desplazamientos forzosos.

Estas guerras no sólo son difíciles de terminar, también son complicadas de contener. Se extienden con los
refugiados y los desplazados (un millón del este de Ucrania, ocho millones de Siria, por el momento, por no
hablar de Yemen, Afganistán, Libia, Mali, Sudán del Sur, República Democrática del Congo, etcétera). Se
propagan a través del crimen organizado internacional, con la venta de drogas y antigüedades o el blanqueo
de dinero —el problema de los precios de la vivienda en Londres, por ejemplo, se explica porque la
propiedad inmobiliaria es uno de los mejores métodos de blanqueo de dinero para los oligarcas rusos y
ucranios y los nuevos ricos de la guerra en Oriente Próximo—. Y se extienden a través de ideologías
extremistas, como hemos visto en París, Bruselas y otros lugares.

La geopolítica no es ninguna solución. El comportamiento de Occidente o de Rusia sirve de excusa para


justificar actos terroristas: se enmarca como víctimas a los musulmanes en Crimea, Chechenia, Irak y Siria.
La intervención militar sirve para justificar más violencia. El suministro de armas no hace sino contribuir a
aumentar el número de muertos y de desplazados.

La segunda guerra fría tampoco puede solucionar problemas internos. La economía rusa sigue cayendo y a
los manifestantes por la democracia ya se han unido también los sindicatos. El gasto de defensa no va a
acabar con el paro ni las desigualdades, y la retórica de la segunda guerra fría sólo sirve para alimentar el
populismo de extrema derecha. En otras palabras, lo que ahora es normal está sujeto a la inseguridad, la
precariedad y el miedo. La segunda guerra fría es una fantasía peligrosa y anacrónica que nos impide pensar
seriamente en cómo resolver las tragedias de nuestra época e incluso las agrava.

PARTE 2

UNIDAD 1

ROGAN LOS ARABES…” C5 LA PRIMERA OLEADA DE COLONIALISMO.EL NORTE DE AFRICA”.

El imperialismo europeo en el mundo árabe comenzaría a manifestarse en serio en el ultimo cuarto del siglo
XIX. La bancarrota del imperio otomano y sus provincias autónomas del norte de africa terminaría por allanar
el camino a europa, facilitándole formas de control mas directas.

En torno a la década de 1880 las potencias europeas empezarían a preocuaparse mas de la promoción de sus
intereses nacionales en el mediterraneo meridional que preservar la integridad territorial del imperio otomano.
Antes de que estallara la 1GM el norte de africa estaba repartido entre potencias europeas.

Varias razones explican que la practica del imperialismo europeo en el mundo arabe comenzara en el norte de
africa. Esta zona se halla lejos del centro de graveadad político otomano, y en el transcuros de los siglo 18 y
19 irian adquiriendo una creciente autonomía respecto a Estambul. Territorio como tunez y Egipto habían

346
pasado a convertirse en estados vasalllo de imperio minetras que damasco y Alepo eran provincias integradas
en el seno imperial.los estados del norte se hallaban cerca de España,fancia e Italia. Además de un precedente
francés en Argelia desde 1827,

La regencia de argel formaba parte del iperio otomano, era gobernada por un virrey. Las elites dominantes
estaban compuestas por militares, se organizaban en fomra de consejo administrativo y su cabecilla era el dey.
El sultan de Estambul confirmaba al electo, por lo demás la autoridad del sultan el argel era ceremonial.

Los deyes de argel aprovechaban su autonomía para establecer relaciones comerciales y políticas propias con
europa, sin el control de Estambul. Pero los deyes no podían ejercer una gran influencia con los europeos. La
capitulación de Hussein pacha ocurrida en 1830 por el incidente de la paleta de mosca y guerra con los
franceses pondría fin a 3 siglos de historia otoman y vendría a señalar el comienzo de 32 años de dominación
francesa en Argelia. No iban a tener el control total del país.

La población argelina estaba integrada por árabes y bereberes, siendo esta ultima una comunidad étnica no
árabe convertida al islam tras las conquistas musulamanas del siglo 7.sometidas a las matanzas por parte de
los franceses los naturales de Argelia se tambalearon y el respaldo publico de que había venido gozando
hasta entonces el movimiento de resistencia de abdelkander comenzó a derrumbarse.

Tras el caso francés, las potencias europeas habiran de respetar el compromiso adquirido de mantener la
integridad territorial del imperio otomano al menos en el periodo comprendido entre 1840 y 1878. Para los 80
en europa había arraigado el nacionalismo. En grecia predenria en 1830, consiguiendo la independencia del
imperio otomano.

Potencias europeas empezaron a ayudar a los cristianos otomanos que trataban de liberarse del yugo otomano,
las naciones balcánicas. La bancarrota otomana de 1875 era síntoma de que turquia era el enfemro de europa.
La solución era que se repartieran los territorios e/ europeos.

La derrota otomana a manos de Rusia llevo que en 1878 en el congreso de berlin las potencias europeas
repartirían sin titubeos el territorio. Bulgaria quedaría autónoma, bosnia y herzagovina pasarían a ocupación
austriaca. Rumania, serbia y monetengro serian indeptes. Rusia ocupa anatolia oriental.

ING quería hacerse con el control del mediterraneo oriental, superviar el canal de suez, para lo cual se
asentaría en Chipre. Alemanes e ingleses ofrecen tunez a francia, a Italia le irían dando libia, de la cual toma
contro en 1911. Finalmente en el 81 francia toma tunez en situación de bancarrota.

En Egipto, la intervención de las potencias europeas llevo a una inestablilidad y dieron pie al surgimiento de
un movimiento de resistencia que ponía en peligro al jedive. Lo que haría que una empresa en conjunto e/
francia e Inglaterra terimna en el 82 con la ocupación de ING.

Las elites urbanas y terratenientes, irritadas por las medidas de austeridad económica que se les habían
impuesto a fin de poder atender al pago de la deuda externa egipcia, hablaban mal de gobierno del jedive
tawqif pacha. En el ejercito había división que separaba a la elite turca de los nacidos en Egipto. Ahmad urabi
liderara revuelta que precipitara la ocupación británica de Egipto en el 82.

En el 81 se formaría una coalición mixta de militares mas terratenientes, formarían un partido nacional,
Egipto para los egipcios era el lema. Militres egipcios mostraban mas lealtad a urabi que al jedive . urabi es
integrado al gobierno del jedive Tawfiq. Francia se retira se estaba recuperando de la derrota de Alemania, ,
del coste de someter a Argelia en el 71 y a tunez. Deja el campo liberado para Inglaterra.

347
1882 intervencion inglesa, urabi tomara la resistencia pero el ejercito no era bueno. Fue exiliado a ceylan. El
jedive tawquif recupero un trono pero ya sin plena soberanía. Lso británicos se habían enseñorado el país y
ocupaban ahora puestos en todos los niveles del gobierno, el verdadero gobernante de Egipto era lord cromer.

Los acontecimientos que siguieron terminarían por conocerse como la carrera por frica, ya que
iNG,FRA,ALE,PORT,ITA se dedicarían a teñir el mapa de africa. La pelea será francia vs Inglaterra.

Francia como consuelo, le dieron marruecos pero tendrá que lograr que la spotencias europeas le reconozcan
su dominio, especialmente Alemania. en 1909 francia será reconocida. Marruecos estaba tratando de
modernizarse para evitar la injerencia europea. Francia usa la frontera con Argelia para mandar soldados, y
dan préstamos al gobierno. La ocupación francesa terminaría en 1912, donde francia lo haría con forma de
protectorado. Los jefes conservaran el trono, pero los franceses controlarían por 44 años, francia podía
perdonar por fin a ING.

Libia era la ultima zona que seguía bajo control directo de otomanos. En la época de francia en marrueco,
Italia ya estab en guerra con libia. Tras las ocupaciones inglesas y francesas , los turcos se preocupan mas por
libia. La revouclion de los jóvenes turcos en el1908 lleva al poder a nacionalistas. En 1911 los italianos entran
a los cañoñazos.

El coste de la restauración para los otomanos fue elevado, estados europeos actuarían como mediadores entre
italianos y otomanos. Y se firma acuerdo en 1912 que reconoce a Italia en libia , hasta 1930.

El imperialismo aporto 2 ingredientes importantes en primer lugar definió un conjunto de fornteras que
vinieron a señalar claramente el territorio nacional que se precisaría liberar, y por otro lado se erigion un
enemigo en común contra el cual unificar la población. Solo después que los europeos ocuparan el norte
comenzaría en serio el proceso de autodefinición nacional en la región. Antes de la 1GM solo Egipto tiene un
periodo de significativa agitación nacionalista, de la mano de los clérigos musulamnes y nacionalistas laicos.

SAID ORIENTALISMO. C1 CONOCER LO ORIENTAL

La elección del térmi-no «oriental» era canónica, lo habían empleado Chaucer, Mandevi11e, Shakespeare,
Dryden, Pope y Byron. Designaba Asia o el Estedesde un punto de vista geográfico, moral y cultural; se podia
hablaren Europa de una personalidad oriental, de un ambiente oriental, deun cuento oriental, de un
despotismo oriental o de un modo de producción oriental y ser comprendido.

La lógica de Balfour es interesante, sobre todo porque es totalmentecoherente con las premisas de su discurso.
Inglaterra conoce Egipto,Egipto es lo qne Inglaterra conoce; Inglaterra sabe que Egipto no escapaz de tener un
autogobierno, Inglaterra confirma que, al ocuparEgipto,

Egipto es para los egipcios lo que Inglaterra ha ocupado yahora gobierna; la ocupación extranjera se
convierte, pues, en «elfundamento principal» de la civilización egipcia contemporánea;Egipto necesita -de
hecho, exige-s- la ocupación británica. Pero sila particular intimidad que existe entre gobernador y gobernado
enEgipto se ve turbada por las dudas del Parlamento, entonces (da autoridad de lo que [... ] es la raza
dominante -yque, según pienso, debeseguir siendo la raza dominante- ha sido minada».

Balfour habla por ellos, porque,quizá, lo que ellos dirían si se les preguntara y fueran capaces decontestar,
confirmaría de manera superflua 10 queya es evidente: queson una raza sometida, dominada por una raza que
los conoce yque sabe mejor que ellos lo que les conviene. Tuvieron sus grandesmomentos en el pasado, pero
su utilidad en el mundo moderno sedebe a que los imperios poderosos y modernos les han sacado de lamiseria
y del declive y les han convertido en habitantes readaptadosde colonias productivas.

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Egipto, en particular, ofrecia un excelente argumento, y Balfour,como miembro del Parlamento de su pais, era
perfectamente cons-ciente de que tenia derecho a hablar del Egipto moderno en nombrede Inglaterra, de
Occidente y de la civilización occidental. PorqueEgipto no era una colonia como las otras: era la justificación
delimperialismo occidental; habia sido, hasta su anexión por parte deInglaterra, un ejemplo casi clásico del
retraso oriental e iba a signi-ficar el triunfo del conocimiento y del poder inglés. Entre 1882, añoen que
Inglaterra ocupó Egipto y puso fin a la rebelión nacionalistadel coronel al-Urabí, y 1907, el representante
inglés en Egipto, eldueño de Egipto, fue Eveling Baring, lord Cromer

Si el éxito británico en Egipto fue excepcional, como dijo Bal-four, no fue, sin embargo, algo inexplicable o
irracional. Los asuntosegipcios habían sido dirigidos de acuerdo a una teoría general con-tenidaen las
nociones generales que Balfourtenía sobre la civiliza-ción oriental y en la gestión de los asuntos diarios que
Cromer llevóa cabo en Egipto. Lo más importaote de esta leoria durante la primeradécada del siglo xx fue que
funcionó y, además, asombrosamentebien. El razonamiento reducido a su forma más simple era claro, pre-
císo y fácil de comprender: hay occidentales y hay orientales. Los pri-meros dominan, los segundos deben ser
dominados.

A diferencia de Balfour, cuyas tesis sobre los orientales pretendíanser universales, Cromer habló sobre los
orientales de una maneraespecífica, de acuerdo con su experiencia de gobernador y adminis-trador primero en
la India y después, durante veinticinco años, enEgipto, periodo en el que llegó a ser cónsul general supremo
delImperio británico. Los «orientales» de Balfour son las «razas some-tidas» de Cromer

La idea de Cromer es que el Imperio británico no se di-solverá mientras se mantengan a raya el militarismo y
el egoísmocomercial en la metrópoli y se haga lo mismo con las «institucioneslibres» en la colonia (en tanto
que opuestas al gobierno británico «deacuerdo al código de moralidad cristiana»). Porque si, según Cromer,la
lógica es algo «cuya existencia el oriental está totalmente dispuestoa ignorar», el método adecuado para
gobernarlo no es imponerlemedidas ultracientíficas u obligarle a aceptar la lógica a la fuerza; elmétodo
adecuado consiste en comprender sus limitaciones y en «pro-curar encontrar, en la satisfacción de la raza
sometida, un vínculo deunión más valioso y, si se puede, más fuerte entre los dirigentes y losdirigidos».
Disimulada tras la idea de la pacificación de la raza some-tida, se esconde la potencia imperial

Cromer no hace ningún esfuerzo por disimular que para él losorientales no son más que el material humano
que él gobierna en lascolonias británicas: «Como simplemente soy un diplomático y unadministrador que
también estudia al ser humano, aunque siempredesde la perspectiva de gobernarlo ----diceCromer- [... ] me
conten-to con observar el hecho de que el oriental, de un modo u otro, nor-mahnente actúa, habla y piensa de
una manera completamente opues-ta a la de un europeo».

Creo que nos equivocaríamos si menospreciáramos el cúmulo deconocimientosrecibidos y los códigos de


ortodoxia orientalista a losque Cromer y Balfourse refieren en todo momentoen sus escritosyen su quehacer
político. Decir que el orientalismo era una racionali-zación del principio colonial es ignorar hasta qué punto el
principiocolonial estaba ya justificado de antemano por el orientalismo. Loshombres siempre han dividido el
mundo en regiones que tienen di-ferencias reales o imaginarias; la demarcación absoluta entre Orien-te y
Occidente que Balfour y Cromer aceptaron con tanta complacen-cia habia estado formándose durante años,
incluso siglos.

A partir de mediados del siglo XVIII, hubo doselementos principales en las relaciones Este-Oeste: uno fue
que Eu-ropa adquirió unosconocimientos sistemáticos y crecientes acerca deOriente que fueron reforzados
porel choquecolonial y por el interésgeneral ante todo lo extraño e inusual que explotaban las nuevas cien-
cias. El otro elemento que mar-có estasrelacionesfue queEuropa mantuvo siempreunaposición defuerza, por
no decir de dominio; y no se puede encontrar ningúneufemismo para explicar esto.

349
El oriental es irracional, depravado (perdido), infantil, «diferente»; mientras que el euro-peo es racional,
virtuoso, maduro, «normal».La manera de fomentaresta relaciónconsistía en acentuar el hecho de que el
oriental habíavivido en unmundopropio, diferente, perocompletamente organiza-do, unmundocon sus propias
fronteras nacionales, culturales y epis-temológicas,y con sus propios principios de coherencia interna. lo que
le daba al mundo oriental su ioteligibilidad e identidad, no erael resultado de sus propios esfuerzos, sino más
bien la complejase-rie de manipulaciones inteligentesque permitían a Occidente carac-terizar a Oriente.

Para empezar, puede decirse que Occidente, durante lossiglos XIX y xx, asumió que Oriente -ytodo lo que en
él había-, sibien no era manifiestamenteinferiora Occidente, sí necesitaba serestudiado y rectificado por él.
Oriente se examinaba enmarcado en unaula,un tribunal, unaprisióno unmanual ilustrado, y el
orientalismoera,portanto, unacienciasobreOriente quesituaba los asuntos orien-tales en una clase, un tribunal,
una prisión o un manual para analizar-los, estudiarlos, juzgarlos, corregirlos y gobernarlos.

Los dos grandes imperios eran el británicoy el francés, aliados y socios en algunos momentos y hostiles
rivalesen otros. En Oriente, desde las costas orientales del Mediterráneohasta Indochina y Malasia, sus
posesiones coloniales y sus esferas deinfluencia imperial eran colindantes, frecuentemente rozaban entre sí,y,
a menudo, habían sido objeto de sus disputas. Pero fue en OrientePróximo, en las tierras del Oriente Próximo
árabe en las que se su-pone que el islam define las características culturales y étnicas, don-de británicos y
franceses se enfrentaron entre sí y con «Oriente» deuna manera más intensa, familiar y compleja.

Lo que compartieron no fue solo la tierra, los beneficiosy la soberanía; fue también esa especie de poder
intelectual que yo hedenominado orientalismo, y que, en cierto sentido, constituyó la bi-blioteca o el archivo
de las informaciones que fueron en común eincluso al unísono adquíridas.

En resumen, el orientalismo se puedecomprender mejor si se analiza como un conjunto de represiones


ylimitaciones mentales más que como una simple doctrina positiva. Si la esencia del orientalismo es la
distinción incuestionable entre lasuperioridad occidental y la inferioridad oriental, debemos estar dis-puestos a
observar cómo el orientalismo, a través de su evolución yde su historia subsecuente, profundizó e incluso
agudizó la distinción.

Cuando durante el siglo XIX se hizo práctica común que Gran Bretaña retírara a sus administradores de la
India y de cualquíer otro lugaruna vez que hubieran llegado a los cincuenta y cinco años de edad,el
orientalismo alcanzó un refinamiento complementario: ningúnoriental tendría la posibilidad de ver a un
occidental envejecer y de-generarse, y de igual modo, ningún occidental necesitaría reflejarseen los ojos de la
raza sometida, a no ser que fuera para verse comoun joven representante del Raj, * vigoroso, racional y
siempre alerta.

Las ideas orientalistas adoptaron diferentes formas durante lossiglos XIX y xx. En primer lugar, en Europa
existia una gran cantidadde literatura sobre Oriente que se habia heredado del pasado. Lo quedistinguió el
fmal del siglo XVIII y los principios del XIX, cuando se-gún nuestro planteamiento empezó el orientalismo
moderno, es quese produjo un resurgir de lo oriental

De pronto, una amplia y variada gama de pensadores, políticos yartistas adquirió una nueva conciencia de
Oriente, desde China alMediterráneo, debido, en parte, al descubrimiento y a la traducciónde unos textos
orientales

El tono de esta relación entre el Oriente Próximo yEuropa lo dio la invasión napoleónica de Egipto en 1798,
invasión quefue, por muchas razones, un modelo perfecto de lo que es una verda-dera apropiacióncientíficade
una culturapor otra aparentementemásfuerte. En efecto, con la ocupación napoleónica de Egipto, se pusie-ron
en marcha muchos procesos entre Oriente y Occidente, procesosque todavia hoy dominan nuestras
perspectivas culturales y políticas.y la expedición napoleónica, con su gran monumento colectivo deerudición,

350
la Description de 1'Égypte, proporcionó al orientalismo suescenario o su decorado, ya que Egipto y, a
continuación, las demástierras islámicas se convirtieron en marco de ,estudios experimenta-les, un
laboratorio, un teatro para el conocimiento efectivo de Oriente.Volveré a la aventura napoleónica algo más
adelante.

El estudio apropiado de losorientales, en este sentido, es el orientalismo, separado de forma ade-cuada de


otras formas de conocimiento, pero, al fin y al cabo, útil(porque es finito) para la realidad material y social,
que contiene todoel saber, lo apoya y le proporciona su utilidad.

En resumen, que desde los comienzos de la historia moderna hasta el momento, el orientalismo, como forma
depensamiento que se relaciona con el exterior, ha demostrado de ma-nera característica la tendencia
deplorable de toda cieucia que se basaen distinciones tan rigurosas como son las de «Este» y «Oeste», ten-
dencia que consiste en canalizar el pensamiento hacia un comparti-miento, el «Oeste», o hacia otro, el «Este»,
Como esta tendencia ocu-pa justo el centro de la teoria, la práctica y los valores orientalistasque se encuentran
en Occidente, el sentido del poder occidental so-bre Oriente se acepta sin discusión, como si de una verdad
científica se tratara.

Es natural que los hombres que están en el poder pasen re-vista de vez en cuando al mundo del que se tienen
que ocupar; Bal-four 10 hacía frecuentemente; nuestro coetáneo Henry Kissingertambién lo hace y rara vez
con más franqueza explícita que en suensayo «Domestic Structure and Foreign Policy», El drama que des-
cribe es real y consiste en que Estados Unidos debe ordenar su com-portamiento en el mundo ante la presión
que recibe, por un lado,de fuerzas interiores y, por otro, de realidades exteriores. Kissingerconstata que
Estados Unidos puede tratar con el Occidente industrialdesarrollado de una manera menos problemática que
con el mundo envías de desarrollo. Al contrario que Cromer, Kissiuger no necesita citar a sir AlfredLyall al
hablar de la poca habilidad del oriental para ser exacto; suargumento es lo suficientemente indiscutible como
para no exigirninguna validación particular. Nosotros tuvimos nuestra revoluciónnewtoniana, ellos, no; como
pensadores, nosotros somos mejores queellos. Bien, las líneas de demarcación son trazadas en su mayor par-te
del mismo modo en que Balfour y Cromer lo hicieron; pero entreKissinger y los imperialistas británicos hay
por lo menos sesenta añosde diferencia. . Los orientalistas tradicionales, como veremos, y Kissingerconciben
las diferencias entre las culturas como una realidad queprimero crea un muro que las separa, y segundo invita
a Occidentea controlar, dominar y gobernar a lo Otro (gracias a su conocimien-to superior y a su poder de
acomodación). No hace falta recordarahora con qué resultados y a qué precio se han mantenido estas di-
visiones militantes.

Por un lado están los occiden-tales y por otro los arabo-orientales; los primeros son (citamos sinseguir ningún
orden especial) racionales, pacificas, liberales, lógicos,capacesde mantener valores reales y no son
desconfiados por natu-raleza; los segundos no tienen ninguna de estas características. ¿Dequé perspectiva
colectiva, y sin embargo detallada, de Oriente sederivan estas afirmaciones?

WESSELING DIVIDE Y VENCERAS EL REPARTO DE AFRICA 1880-1914

C4 EGIPTO

Limita con dos mares. Enlace entre europa y oriente. Canal de suez se hace en 1869. La historia del Egipto
moderno comienza con Mohamed ali. Comerciante que dirigía u regimiento al servicio del sultan turco,
expulsa y toma el puesto de gobernador, el imperio otomano le da reconocimiento. 1811 virrey. Modernizo la
admin, ejecito, flota,. Egipto se hace como potencia independiente aunque bajo dominio otomano y deber
tributario. 1867 el sultan da el titulo de jedive o rey. Los afanaes de independencia de los turcos se veian
restados por la dependencia de los europeos.

351
Ali dividió a Egipto en prefecturas según el modelo francés. Alejandria y wadi halfa son los centros. Mayoría
de población formada por fellahs,( campesinos y jornaleros). La tierra era propiedad del estado. Ali mejora
regadíos e introduce la prop privada (mediante aumento de impusestos,etc) lo que genero terratenientes.
Cultivo de algodón. Clase superio formada por turcos egipcios. Europeos controlan economía. el canal era
objeto de atención diplomática.

Lso ingleses no eran partidarios del canal, yaque en un principio beneficiaria a francia, y su influencia en
Egipto. Los ingleses quería ferrocarril, los franceses un canal.. en el 1854 llega un vueo virrey said pacha e
inclina la balanza para los franceses. Pero luego se tira atrás por temor a represalias del sultan. Pero llega
ismail y lo apruba , para 1869 se termina. Transformaría asia. Auqnue se lo esperaba como un instrumento de
paz, muy lejos lo va a ser.

Con ismail Egipto cambia, antes era gobernada por digirigentes que no modernizaban, conservadores.
Transformo Egipto en un estado europeo. El canal de suez llevo a ismail al abismo financiero, al principio la
explotación del canal no tuvo mucho éxito

La guerra entre francia y Prusia había roto el equilibrio europeo. La posición de francia se debilita. Inglaterra
se convierte en el accionista mayor de la sociedad del canal. En 1876 el estado quebró, se interrunpe el pago
de bonos del tesoro. El jedive despide ministros europeos. El sultan lo echa en el 79, le sucede su hijo Tawfiq,
el control económico por parte de francia e Inglaterra se institucionaliza en el nombramiento de 2
interventores. Uno de ellos lord cromer.

A Inglaterra la intervención en egiptole costo la enemistad con francia y coloco al país en una situación de
dependencia de las demás potencias. El sultan , estaba a la merced de europa, tawfik era una marioneta. Surge
movimiento antiimperialista, alimentado por ideas de renacimiento del islam. El movimiento tenia diversos
bandos y lideres. Ahmed arabi será el líder, figura del ejercito, sacan a Tawfiq y toman el poder.

Gladstone y gambetta mandan sus ejércitos a alejandria en el 82, pero en el momento critico, francia
abandono por la política francesa que estaba muy dividida. La sobeania del sutla otomano era cada vez mas
una ficción.. el eestado Egipto socvado por las hipotecas e intevernciones ya no era capaz de recuperarse solo.
Por este morivo Inglaterra permaneció en Egipto. Y a través de Egipto se instalo en sudan.

Francia inicio la partición de africa.senegal, tunez, Argelia. Por ocuapar Chipre, Inglaterra tuvo que ofrecer a
francia ocupar tunez. La cuestión egipcia esta marcada por la pelea entre francia e Inglaterra. El imperio turco
no deseñpeñaba un papel relevante. Su soberanía era utilizada o rechazada a conveniencia de . Rusia e Italia
observaban a distancia, rabiosas pero impotentes.. Bismarck no quería ver a francia ni humillada ni reforzada

Ingalterra quería un Egipto neutral e independiente. Estaba la promesa constante de que se rettirarian de
Egipto, porque las ondiciones no estaban; calma, seguridad orden. En 1914 egipto se convirtió en
protectorado.. la ocupación puso a ing en posición complicada. Se vio obligada a proteger a Egipto y a sudan
tmb (para proteger el nilo) el cabo y zanzibar. Ocupación ni deseada ni planeada.

UNIDAD 2 EL REGIMEN DE MANDATOS EN CERCANO ORIENTE Y LA PROMOCION DE LAS


MONARQUIAAS

LEWIS DE GUERRA EN GUERRA

La rivalidad otomano-irani acabo mal para los 2. El imperio luchara vs nacionalistas independentistas y vs
bajas ambiciosos como muhamad ali pasha quien puso una nueva dinastía en Egipto a paesar de ser un estado
cuasiindependiente.

352
El movimiento de los wahhabies se atrevió a desafiar la autoridad delestado, posutulaban la vuelta al islam
puro. Desde mediaoado del s 18 conquistaron grna parte de africa y al cabo de poco tiempo llegaron a
amenzar los confines de siria e irak. Los ejectiros otomanos era feurtes para aplastar bebeduinos rebeldes,
pero no para repeler potencias europeas. Rusia vs otomanos. La decadencia otomana comenzó a ser
denomianda por diplomáticos como la cuestión de oriente. Guerra de Crimea, Inglaterra y francia ayudan a
otomanos vs Rusia. Aliados se aseguraban herencia del enfermo, los países mas apartados.

Los iraníes enfrentan a Inglaterra (cuya dominación en india lo lleva hasta ahí) que ocupa el sur, y Rusia que
ocupa el norte. Las minorías étnicas en rian no se unian. Las medidas de lso sha iraníes fueron parecidas a las
de los sultanes; modernización de fuerzas armadas y sistema educativo. Pero no tenían un canpo tan amplio,
anuladas por obstáculos regionalistas. La presión rusa era mitara, la ingelsa económico-diplomatico. Derrota
rusa vs japon. En 1906 iran hace constitución firmada por el sha.

La revolución cosntitucional otomana se da en 1908, el despotismo abolido,constitución que convoca


elcciones libres, turcos armenio,musulmanes y cristianos se abrazaban. Revolución de los jóvenes turcos,
saludadad por las potencias. Guerras balcánicas. La frágil democracia de jóvenes turcos se debilitqa en el 13 y
hay dictadura militar.

En la 1GM los otomanos esperaban que los musulmanes de pueblos sometidos por ING,fran y Rusia se
levantaran en armas. Cosa que no paso. Los armenios se rebelan, pero son deportados y reasentados en
anatolia. Muertes por habre y matanza. Lso árabes de hiyaz en arabia fue el otro levantamiento , tuvo mejor
apoyo que los armenios. Se lanza en provincia autónoma árabe y musulman. Alejada de centros de poder
otomanos. 1917 idenpendencia de hyfaz y el jerife Husayn se declara rey.

En 1916 tropas britanis avanzan sobre palestina desde Egipto. En 1917 toman bagdag en irak y gaza en
palestina. La 1GM supuso la retirada del islam frente el avance de occidente. turcos abandonan teritorios
árabes y van para anatolia. Cuando se retiran los otomanos; las rivalidades imperiales pasan tres fases; a-en
esta fra e iNG se adueñan de la región, b- en los 30-40 la domiancion anglo francesa debe luchar vs Alemania
e Italia, c- en la posguerra 2 ing y fra están deblitadas.

En el asia suroccidental, Inglaterra y francia dividieron el creciente fértil no ,como en otros tiempos en
colonias y protectorados, sino en nuevos estados con nuevas fornteras ,regímenes modelados a su imagen.
Irak se convierte en monarquía bajo el mandato británico. La zona occidental siria quedo dividia en 3, la parte
central y septentrional fueron asignadas a francia y la meridional con el nombre de palestina a Inglaterra.
Francese establecieron 2 republicas, una sellamo libano y otra siria.

Del mismo modo Inglaterra dividió la región en 2 zonas, creo un emirato árabe en la parte oriental a la que
denomino transjordania, y adminisro directamente la parte occidental que es palestina. En arabia las cosas
fueron distinas era independiente y en 1932 tras añadir nuevos territorios el reino se bautiza como arabi
saudita.

Turquia con mustafa kemal, expulsa de anatolia a las potencias extranjeras y proclama la república en 1919.
En ese año iran es testigo del tratado anglo persa que pone bajo dominio ingles pero da independencia. El
parlamento iraní no aporbo, apareció influencia rusa en el norte. Reza khan depone monarquía y se proclama
sha de iran que durara hastael 79. Mustafa y reza hacen centralización y modernización pero reza no hace
intento de separar estado e islam.

Egipto e irak obtuvieron la independencia pero la presencia británica siguió allí. El libano continuo siendo
singular al ser centro de pluralismo cultural y religioso y de libertad económica y política. Que quedab en tod
el mundo árabe.

353
En palestina había judíos pero en la época del imperio romano habían dejado de constituir la mayoría. en el
ultimo cuarot de S19 llego un grupo de jóvenes con inspiración en el sionismo, movimiento surgido de la
tradición religiosa y versión hebrea del nacionalismo, empujados para hallar respuesta al rechazo que sufrían
en europa oriental y oriente próximo. Los asentamientos de ellos y sus sucesores acabarían por construir el
futuro estado de Israel.

En 1917 ing a través de la declaración de baltour en virtud de la cual concedia su apoyo al proyecto de
establecimiento de una patria nacional para los judíos. Esa promesa agravo la lucha aarabe contra el mandato
británico. Alemania e Italia alcanzaban la unidad nacional tras liberar y unificar por la fuerza de las armas a
uan serie de pqueños estados. Irak y jerusalen árabe le dan el apoyo.

La propaganda nazi era específicamente antijudia mas que genéricamente antisemita. La persecución de los
judíos por los nazi y su imitadores precipito la inmigración de judíos a palestina y el consiguiente
fortalecimiento de la comunidad hebrea en dicho país.. almeania e itali propagan el odio judío en el mundo
árabe. El apoyo al eje se basab a en el principio del enemigo de mi enemigo es mi amigo, el eje visto como
enemigo de occidente.

Los resultados de la guerra serian decpecionantes para los pueblos y los gobiernos del oriente próximo. Pese a
las promesas de retirada las tropas alidas siguieron en presencia en los países árabes. Unos con dominación
colonial , otros con regímenes con odio de parte de sus súbditos. Los judíos de palestina odian a lso británicos
porque estos impidieron, durante la guerra la llegada de mas judíos. Esto fue intento de los británicos por
ganarse la amistad del nacionalismo árabe. Propagandistas del eje y alidaso rivalizaban a la hora de alentar
nacionalismos. La liga árabe del 45 alentada por ING, que luego fue excluida

Iran,irak,arabia y otros países, lugar de campos petrolíferos y el oriente proxximo se convirtió en una de las
grandes zonas. A los inglese les interesaba la india a los franceses el norte de africa. El imperio otoamno le
había suministrado a oriente próximo una estructuray protección que lo habían resguardado de lso numerosos
peligros que lo amenzaban desde afuera. La dominación anglofrancesa supuso un interludio para oriente
próximo. Para las potencias occidentales el beneficio fue mas visibe a la hora de enfrentar la 2GM.

PROCACCI EL MUNDO ISLAMICO

LA Caida del imperio otomano dio ocasión para reflexionar sobre los valores tradicionales, nuevas
orientaciones que afecto a todo el mundo islámico. En afagnistan en el contexto de posguerra pasaron las
mismas cosas que en Persia, el reformador fue aquí aman ala que hace tratado de amistad con la URSS en
1921 y hay modernización que se estrello contra escollos de atraso y tribalismo.

Egipto fue el primero en emanciparse del imperio otomano, el algodón y el recurso del cnala le daban mejores
recursos. En el 82 ya había asumido control factico, en 1914 sera protectorado. En el 22 inglaterra renuncia al
protectorado y en el 23 habia nueva constitución, pero todavía había tropas británicas en el canal de suez, y
compartían la soberanía con sudan, y en consecuencia el control sobre las aguas del nilo.

Siria, palestina e irak eran mandato de tipo A, es decir de los que se consideraban mas maduros para la
independencia y donde del cometido de las potencias mandatarias hubiera tenido que ser precisamente el de
poner en marcha y acelerar el proceso a la plena soberanía. Siria fue separada de libano y desmenbrada en
varias provincias cada una dotada de instituciones representativas con jurisdicción limitada sobre asuntos
locales. El poder real lo tenia el gobernador nombrado desde parís. Revuelta de drusos entre el 26 y27
consiguieron mas flexibilidad.

Inglaterra en irak había estado explotando desde el 20 el petróleo, en el 26 promulga su constitución en el 30


se le reconoce su independencia.

354
En plaestina la noveada fue la inmigración judía, que recibió un impulso con la declaración de balfour de
1917. En 1925 por iniciativa de chaim weismann , un científico que había sido uno de lso inspiradores de la
declaración de balfour, funda la universidad de jerusalen. La convivencia con la población de palestina y
colonos que procedían en su mayoría de europa oriental y central, se hacia mas difícil y las sutoridades no
encontraron otra mediad para suavizar la tensión que no fuese un control gradual del flujo de inmigración
según las cirscuntancias. En 1929 tuvieron lugar los primeros enfrentamientos

UNIDAD 3 DESE EL FIN DE LA SG A LA CRISIS DEL 73

AZZAOLA PIAZZA EL EGIPTO NASSERISTA Y EL APOGEO DEL PANARABISMO

La creación del estado israelí en el 48 y la guerra de palestina fueron lso detonantes de un cambio radical en
todo el mundo árabe y Egipto. La derrota de palestina impulso la liberalización de Egipto. El fracaso de los
regímenes árabes en su intento por evitar una derrota en palestina, la incapacidad de las nuevas fuerzas
políticas de suplantar a los partidos tradicionales y la debilidad de una burguesía nacional se traduheron en
que solo el ejercto apareciera como la única fuerza organizada capaz de emprender.

1952 el grupo de oficiales libres hacen golpe de estado, comandado por nassser y naguib. Se forma en el 49 y
Entre lso objetivos de este grupo estaba la depuración de responsabilidades en el ejercito tras la derrota de
palestina, la liberación de Egipto de la ocupacio birtanica y el establecimiento de un gobierno justo.

El monarca abdica a favor de su hijo. El poder pasa a manos del consejo de la revolución, presidido por
naguib. La escena política que se encootnraron con el dominio del palacio, latifundistas, ingleses, el partido
wafd debía ser desmantelada. Al no tener porgrama poltico dan pista a los políticos ya ecxistentes. Naguib
tomara el puesto de primer ministro, en el 52 dictan ley de reforma agraria, distribuir campesinos y crear
cooperativas agrícolas. La medida fue mas simbolica.

1953 se disuelven los partidos políticos, y se crrea el embrión del partido único, el Reagrupamiento Para La
Liberacion. Su objetivo era movilizar a la apoyo popular reorganizar fuerzas populares. El carisma de al
nascer le permitió escalar posiciones en el consejo de la revolución y poner sistema presidencialista.

Constitución del 53, organizaciones de partido único, la reagrupación de liberación 53-56, la unión nacional
56-62, y la unión socialista árabe 62-76. La prohibición de partidos tuvo una excepción, los hemrnaos
musulmanes, porque eran una ascociacion, pero luego se los suprimirá, habrá atentado vs nascer y se los
reprimirá, había lucha por apropiarse de la revolución. Monarquía abolida fin de la dinastía de muhamad ali .

La nueva república nació con contradicciones con nascer vicepresi del consejo de la revolución y naguib el
presi. El primero apostaba por un gobierno de partido único que fue derivando hacia un régimen autoritario
que finalmente triunfaría, y el segundo por la vuelta a un régimen pluralista, y por la convocatoria de
elecciones libres que llevasen a la asamblea constituyente.

Naguib era un presidente limitado por lo que renuncio en el 54, pero luego es repuesto, y autorizo los paritdos
políticos por 4 dias. El atentado contra nasser frustrado hace que naguib sea depuesto y asuma nasser. Se
suprimen la diferencia de tribunales por confesiones. La confencia en Bandung en abril del 55 siginifo el
encunetro con nasser con el 3er mundo, la filosofía politca del neutralismo positiva, no asociarse con ninguno
de los colonialistas. Yugoslavia e india

La negativa de americanos y británicos para financiar la gran presa de asuan, desencadeno la nacionalziacion
del canal lo que supuso ingresos económicos y señal de soberanía política. En el 56 nasser reelegido
presidente en referéndum y pasa a liderar las luchas árabes por la independencia.

355
El nacionalismo egipcio se convirtió en un nacionalismo solidario con movimientos de liberación árabes.. la
crisis de suexz fue el principal catlaizador para que nasser incluyera el concepto de nacionalismo egipcio en
otro mas amplio de nacionalismo árabe.

Suez marca tmb la egipcianizacion de las emperesas extranjeras, bancos ingleses y franceses pasan a ser de
egipccios. INg, Fran e Israel acordaron intervenir el canal, la URSS y USA se oponen. Lo cual fracaso,
marcando el fin de los imperios coloniales tradicionales e iniciando la batallas de las 2 superpotencias en la
región. La URSS se ofrece a financiar la presa de ASUAN. USA ira para irak,libano y arabia saudí, regímenes
conservadores. Tmb Israel. La doctrina Eisenhower

Los estados pananrabistas soñaban con un progreso de unificación real entre estado, como el caso de siria. En
el 58 los presi de Egipto y siria firman la unión de ambos en la república árabe unida o RAU, en la cual nasser
será elegido presi. Se porclama cosntitucion similar a la de egipt, se reemplazan los partido de siria por Union
Nacional, la organización departido único egipcia.

Pero el desequilibrio por la hegemonía de Egipto, derivo en golpe de estado que puso fin a la experiencia.
Nasser se sintió humillado. Antes esto busco nuevas bases de apoyo para lo cual buscara neutralizar a la
burguesía y reorganizar la unión nacional. se formulra un nuevo orden social basado en principios socialistas,
a través de la pronunciación de la Carta Nacional en 1962. el régimen pasa a definirse como democracia
social, en el 61 se dicta otra ley agraria que no cambia las cosas. La UN pasa a ser USA.

Se controlara la banca y el comercio exterior,nacioalizara la indsutri y rezaría el sector publico. La


constitución interina del 64 consolidara los poderes del presidente. Parra elecciones la asamblea nacional
presentaba un solo candidata que debía estar elegido por referndum, la samblea debía estar compuesta por
campesinos o trabajadores.

A pesar de paoyo pupular el régimen estab en crisis. El fin llego con la guerra de los 6 dias en 1967,cuya
derrota supuso la victoria israelí y la victoria moral de siria en el enfrentamiento por el liderazgo nacionalista
que se mantenía con Egipto. Existía tensión precedente con incidentes armaddoas en la frontera entre siria e
Israel. Egipto se alia con siria y Jordania. Israel se unifica jerusalen al anexionar la parte oriental que había
estado en manos jordanas desde 1948.

El consejo de seguridad de naciones unidas decalraba inadmisibles las conquistas territoriales y estipulaba que
Israel debía retirrse.. países productores de ptroleo se dipsusieron a ayudar a Egipto.la guerra del 67 supuso la
ocupación de gaza y csisjordania por parte de lestado israelí y la peninmsula sinai parte necesaria para el
contro del canal de suez.

Nasserl continuo participando como mediador en palestina o la tregua jordano plaestina o la de libano con el
olp. Arabia saudí se convertirá en el aerbitro de la región. Hacia el 70 iniciara acercamient hacia USA e Israel,
pero muere.

Las dos fuerza opositoras fueron los comunistas y los hermanos musulamnes. Amabas estaban fuera del
parlamento. Los marxistas aplaudieron las nacionalizaciones pero criticaran fuerte a partir del 67. Los
hermanos apoyaron a naser al principio. Nasser se presentao como el responsable del verdadero mensaje
islámico y aucsando a los hermanos de herejía por ocnspirar contra el estado.

Falta ver desde la 79 a la 89

 DINER, Don. “Israel: el problema del Estado Nacional y el conflicto de Oriente Próximo” en
BENZ, Wolfrang y GRAML, Hermann El Siglo XX. III. Políticas mundiales ante los dos bloques de poder,
Madrid, Siglo XXI, 1982.

356
El Estado de Israel se proclamó el 15 de mayo de 1948. En esta fecha se suele situar el comienzo del conflicto
del Próximo Oriente. Otra forma es tratar de entender esta lucha como acontecimientos: 48/49-56-67 y 63.
Ambas formas llevan a entender al conflicto árabe-israelí como si se tratase de un conflicto entre Estados
nacionales, idea que oculta el carácter especial de las dispuestas entre ambos en torno al antiguo protectorado
británico de Palestina, disputas que datan de antes de la creación del Estado judío en el 48.
I Condiciones de la creación del Estado nacional judío en Palestina
El conflicto de Palestina empezó hace más de ochenta años, cuando se planteó la reivindicación sionista, es
decir, nacional judía, de Palestina y se emprendió una colonización organizada del país por inmigrantes
judíos.
Parece conveniente, a fin de comprender mejor el conflicto del Próximo Oriente, ocuparse de las especiales
condiciones y consecuencias de la creación de semejante Estado nacional en Palestina. El propósito de crear
tal Estado era ya peculiar, porque la población judía que debía alcanzar su independencia nacional en él no se
hallaba en el lugar de la pretendida fundación estatal. Más aún: el país Palestina en donde debía erigirse la
soberanía nacional judía estaba ya habitado.
El proyecto sionista de establecer la soberanía judía en Palestina cambió también la relación de los judíos
asentados ya allí con respecto a los árabes mayoritarios. La consecuencia de la pretensión de crear en este país
un Estado nacional judío sería que la población árabe existente quedaría en minoría.
La compra y colonización del suelo eran, pues, desde un principio, las condiciones para la creación de un
Estado nacional judío en Palestina. Desde el momento de su adquisición sería propiedad nacional. Esta
reglamentación, que todavía mantiene su validez jurídica en el actual Estado de Israel, no debe confundirse
con una medida de socialización encaminada a estatalizar la tierra. Se trata más bien de una nacionalización
en el sentido originario de la palabra, en tanto en cuanto que estas tierras sólo pueden ser reclamadas y
colonizadas por un grupo nacional de la población, el judío.
Todavía hoy siguen vigentes en el Estado de Israel leyes que prohíben la enajenación, transferencia o labranza
por no judíos de las tierras que jurídicamente pertenecen al KKL o son «tierras estatales». Además de los
estatutos del Fondo Nacional, existe una «Ley constitucional sobre la propiedad del suelo», una «Ley sobre la
propiedad del suelo en Israel» y una «Ley de administración territorial de Israel» del 19 y 15 de julio de 1960,
respectivamente. Estas leyes se aplican a casi el 92 por ciento de la superficie del país.
Para que el suelo palestino se convirtiera en territorio nacional judío hubo que tomar otras medidas. Hubo que
establecer sobre todo una vinculación real entre los colonos judíos y la tierra.
El pionero teórico de la apropiación sionista del suelo, el sociólogo y economista Franz Oppenheimer,
propuso garantizar la «colonización con campesinos que trabajasen ellos mismos la tierra.
Este era, pues, el profundo sentido político del trabajo agrícola: era sobre todo un medio político de adquirir
tierras. Pues una actividad agraria que atara a los hombres a la tierra asegurándoles el sustento constituiría un
verdadero lazo en contraste con la reclamación puramente formal. Pero la prohibición de vender y el cultivo
de la tierra tampoco bastaban para nacionalizar el suelo con vistas a la creación de un Estado judío mientras
siguiera allí instalada una población árabe considerable. El incentivo económico del beneficio y la
rentabilidad de la producción mueve cada vez más a emplear una fuerza de trabajo barata. Esta la constituía y
constituye en Palestina o en Israel el trabajo asalariado árabe.
«El primer mandamiento de la colonización agraria tenía que ser la exclusión del trabajo asalariado, puesto
que el judío sólo puede enraizarse en la tierra trabajándola con sus propias manos». Más tarde, en el Estado de
Israel, esta condición para el cultivo de las tierras del KKL y del denominado suelo estatal se convirtió en una
norma casi constitucional, aunque esta norma se rompe una y otra vez por la presión económica en orden a la
obtención de beneficios.
Resumiendo: fueron necesarias medidas económicas que en realidad tuvieron escasa importancia económica
ya que su función fue más bien la de crear un Estado: compra de tierras y cultivo de las mismas a fin de
vincular al judío al suelo en su calidad de futuro ciudadano del Estado nacional, limitar su movilidad e
impedir la vuelta de los árabes como jornaleros. De ahí el predominio de las formas colectivas de
asentamiento en las posesiones sionistas de Palestina.
En el ámbito industrial la diversificación de la economía de Palestina, junto con las diferencias nacionales
como condición de la creación del Estado nacional, fue acompañada sobre todo de la fundación de la central
sindical sionista, la Histadrut.
Se ejerció una presión sobre los empresarios judíos: para que en lugar de los salarios más altos que estaban
obligados a pagar, importasen más máquinas de las que hubiesen sido necesarias en caso de haber recurrido a

357
la fuerza de trabajo árabe más barata. La consecuencia fue que los obreros judíos pasaron a constituir la mano
de obra cualificada y los árabes la no cualificada.
Este proceso de colonización, que puede ser calificado también de ocupación, puesto que un grupo de la
población sustituyó a otro con el fin de crear un Estado nacional, puede considerarse como concluido con la
creación del Estado de Israel en 1948.
Israel no puede librarse del conflicto originario de su nacimiento, por las razones siguientes: Israel no se
considera el Estado de sus ciudadanos decir, el Estado de los judíos y árabes que viven en él, sino el Estado
judío.
Pero a su vez carece de fronteras fijas, de un territorio definido, en una región que tiene un carácter
marcadamente árabe. La minoría árabe de Israel forma parte de una mayoría regional que señala claramente el
carácter minoritario de Israel como Estado judío en este entorno. Esto hace que dicha minoría sea cada vez
más oprimida en Israel.
Palestina prosigue también porque la mayoría dominante de los judíos no puede dejar de temer que el
aumento de la población árabe pase a convertirla biológicamente.
Sobre todo desde que se habla de la creación de un Estado palestino en la orilla occidental de la Jordania
ocupada por Israel desde 1967, y en la franja de Gaza, existe en Israel el temor a que los árabes de Galilea,
aunque oficialmente ciudadanos israelíes, puedan pedir su fusión con ese Estado palestino.
En un Estado binacional. Israel no sería ya un Estado de los judíos, sino el Estado de sus ciudadanos.
Las autoridades israelíes, junto con la ejecutiva de la organización sionista, Agencia Judía, se ven obligadas a
proseguir la ocupación de tierras para asegurar el Estado judío en el llamado núcleo de Israel. Con la
confiscación de las «tierras árabes», esto es, de las tierras que son propiedad privada de los árabes, se pretende
sobre todo dividir las zonas homogéneas de colonización árabe mediante la instalación de asentamientos
judíos. La resistencia árabe a las confiscaciones llego el 30 de marzo de 1976.
La continuación del conflicto en su forma originaria como ocupación de tierras se agudizó tras la guerra de
junio de 1967. La conquista del resto de Palestina, es decir, la orilla occidental (Cisjordania), enfrentó al
Estado de Israel con zonas donde las colonias árabes tenían un carácter homogéneo.
Los sionistas se remiten mis bien al «derecho histórico» de un pueblo judío, políticamente indeterminable, a
la tierra, a Erez Israel. Los sionistas necesitan un «derecho histórico», ideológicamente fundamentado, del
pueblo judío a la tierra. Una nacionalidad judeo-israelí que no se apoye en el sionismo sino simplemente en su
existencia y rompa así con el sionismo, carece de todo derecho sobre la base de la legitimación sionista.
Dado que Israel necesita la ayuda de Occidente, sobre todo, financiera, se encontró otra fórmula para
reivindicar la colonización como condición material de la soberanía judía: el «plan de autonomía» de los
acuerdos de Camp David de 1978. Tal como la entienden los israelíes, la autonomía supone la continuación
de la ocupación sionista de tierras, en la medida en que se debe privar a la población árabe del acceso al suelo.
Lo que queda de la interpretación israelí del concepto de autonomía es una especie de autonomía cultural y
una limitación o supresión de la administración militar israelí, pero no la retirada de las tropas de la margen
occidental y de la franja de Gaza.
Israel se reservaría los territorios importantes para continuar la ocupación sionista de las tierras, pero
abandonaría aquéllas hacia los que está obligado en virtud de la ocupación, tal como se define en el derecho
internacional. La situación de los palestinos empeoraría aún más, comparada con la de los ciudadanos árabes
que viven y son discriminados en Israel, y de este modo se legalizaría jurídicamente.
Pero también es objeto de controversia en Israel el concepto de autonomía entendido como concesión a
Egipto. Esto puede ilustrarse con la espectacular «ley de Jerusalén», presentada en el verano de 1980 por el
partido Tehiya (renacimiento), de ideología ultrasionista. La intención de su diputada Geula Cohen era
romper las negociaciones de paz con Egipto, especialmente sobre la «autonomía» de los palestinos. En una
paz árabe-israelí y en cualquier devolución de las zonas ocupadas, el Tehiya no sólo ve una amenaza a la
seguridad y existencia de Israel sino también una traición ideológica al sionismo.
La diputada Geula Cohen ha puesto en marcha, por purismo ideológico, un mecanismo automático de cuya
aplicación se habían abstenido hasta ahora otros responsables del Estado judío por consideración a los
protectores occidentales de Israel. Del contenido material de la ley se deduce que su carácter provocador iba
dirigido tanto contra el gobierno sionista de derechas de Beguin, del que se habían separado Geula Cohen y
sus partidarios a consecuencia de los acuerdos de Camp David, tras formar parte del partido Herut (libertad)
de Beguin, como contra Sadat y Occidente, a fin de inmunizar la conciencia aislacionista de Israel contra
cualquier cesión territorial.

358
Tras la guerra de junio de 1967 y con la conquista de la parte oriental jordana y por tanto árabe de la ciudad se
aprobó el 27 de junio en la Knesset una ley que presentaba la anexión de la parte árabe como una
«reunificación» meramente administrativa de Jerusalén oriental y occidental.
Para efectuar materialmente esta anexión formal se modificó también el carácter demográfico y urbano de la
parte oriental anexionada mediante una amplia colonización de la ciudad. Por eso Abba Eban presentó la ley
de 27 de junio de 1967 como meramente «administrativa y municipal», a fin de reducir la esperada oposición
internacional a los hechos consumados unilateralmente por parte de Israel. La diputada Cohen pretendía
exactamente lo contrario con su petición, en el verano de 1980, de declarar en una ley con rango
constitucional a Jerusalén «capital eterna» de Israel. De esta manera se superaban las trabas para otras
anexiones oficiales, trabas que, si no cuentan con la aprobación occidental activa, si cuentan con su
consentimiento pasivo.
De esta manera, gracias a Geula Cohen no se han vuelto a plantear la cuestión del carácter jurídico de la
ciudad oriental conquistada en 1967 sino también la situación de la parte occidental como parte integrante del
Estado Israelí.
Originariamente, según el plan de partición de la ONU de 1947, Jerusalén no debía pertenecer ni a la parte
judía de Palestina ni a la parte árabe.
En 1949 se decidió declarar a Jerusalén sede del gobierno. El hecho de que hasta la «ley de Jerusalén» de
Geula Cohen, de 1980, se olvidase el carácter jurídico de todo Jerusalén como corpus internacionalmente
reconocido en su origen mediante el establecimiento de las embajadas occidentales en la parte judía, se debió
a la política seguida por los partidos del sionismo laborista hasta 1977: crear situaciones de hecho sin darles
publicidad mediante su declaración oficial y evitar así una oposición internacional que pudiera perjudicar a
Israel. Geula Cohen parecía poner fin a esta práctica.
II. Sobre la economía de la ocupación de tierras
El proceso de formación del Estado nacional judío se llevó a cabo sobre todo con medios económicos hasta
los combates de 1947/48, que conducirían a la fundación del Estado de Israel. El primer plano lo ocupó la
compra de tierras por terratenientes locales, adquisición que exigió un considerable esfuerzo financiero de la
Agencia Judía. Esta intención política impedía aplicar el principio de rentabilidad y beneficio, si no se quería
permitir la rearabización del suelo a través del trabajo asalariado y con ello poner en peligro la meta sionista
de crear un Estado.
Como ya se ha mencionado, las instituciones sionistas de Palestina impusieron una economía dividida por
grupos étnicos. En el ámbito no colectivo fue posible privilegiar al grupo propio mediante prestaciones
especiales a los trabajadores judíos
Generalizando, se puede defender la tesis de que la estructura sionista de Israel, es decir el marco institucional
y económico que permite la inmigración judía, evita la emigración, crea puestos de trabajo para los judíos y
coloniza la tierra con judíos, se mantendrá con la afluencia de capital extranjero en forma de donativos
financieros. Esto impide utilizar los fondos de acuerdo con una racionalidad capitalista orientada al beneficio.
No se trata de inversiones, sino de medios necesarios para la creación del Estado nacional.
En la guerra de 1948-49, Israel luchó todavía con ayuda soviética. Hasta 1950, la dirección del Estado se
esforzó por adoptar una postura de «no alineamiento» en la agudizada guerra fría.
Las donaciones de capital podían resultar, sin embargo, un arma de dos filos: sin duda contribuyeron a
introducir y mantener una estructura sionista; pero al mismo tiempo la dependencia de Occidente y
especialmente de los Estados Unidos era tan completa que los americanos pudieron obligar a Israel en 1956-
57, bajo la amenaza de rescindir su ayuda, a desalojar la península de Sinaí ocupada por el Estado judío y
anexionada según palabras de Ben Gurion durante la agresión de Inglaterra Francia e Israel contra Egipto en
Suez y el Sinaí.
El descenso de la inmigración, estimulo de la coyuntura israelí a través del motor económico global de la
construcción de viviendas, indujo al gobierno a frenar la economía mediante medidas deflacionarias Con estas
medidas se desencadenó, sin embargo, una recesión. También la emigración de obreros cualificados a
Occidente tomó proporciones amenazadoras.
En 1967, año de la guerra de junio, todavía no se veía el fin de la crisis económica. Es indudable que la
recesión de mediados de la década de 1960 y el paro consiguiente favoreció considerablemente el estallido de
la guerra. Lo contrario ocurrió, por ejemplo, antes de la guerra de octubre de 1973. Entonces Israel atravesaba
por una coyuntura de boom económico.
Tras la guerra de junio de 1967, el mercado interior israelí se amplió con más de un millón de consumidores
árabes. Se llevó a cabo una política de privatización de empresas estatales y el capital invertido tenía un

359
marcado carácter especulativo. El boom de la construcción fue acompañado de una demanda de mano de obra
(árabes, obvio).
La privatización de las empresas estatales o de la participación estatal y pública en las fábricas y empresas no
produjo consecuencias políticas hasta diez años después, en mayo de 1977. En esas fechas el partido laborista
fue sustituido por el bloque sionista-burgués, era más bien una decisión de sustituir partidos (y no de
programas políticos). Beguin accedió al poder por la ruina económica e institucional interna.
El bloque sionista burgués intenta desde entonces, sobre todo desde diciembre de 1979, abandonar
progresivamente la economía política de la ocupación de tierras o la creación del Estado nacional en aras de la
competitividad de la economía israelí en el mercado mundial, naturalmente sin renunciar a la ocupación de
tierras. El ahorro tiene que basarse en la supresión de las subvenciones a alimentos y agricultura. Pero
también mediante una política de cierra de fábricas y empresas.
La contradicción de estas medidas radica en que el gobierno pretende por un lado sustituir el modelo
parcialmente dirigista del sionismo laborista por una tendencia muy fuerte hacia el capitalismo competitivo,
sin reconocer por otro lado la motivación sionista que constituye la base de esa política.
La «nueva política económica» del gobierno parte de una inflación superior al 100 por ciento anual y de una
redistribución revolucionaria de la riqueza social cuyos beneficiarios son los propietarios del capital destinado
a la inversión.
Esto significa que ahora se ven sensiblemente afectadas las empresas que existen a base de subvenciones y
cuya función es la ocupación de tierras, sobre todo en la agricultura. Esto no significa, sin embargo, que el
campo burgués sionista esté dispuesto a renunciar a la ocupación expansiva de tierras, devoradora de medios.
Pero, en términos generales, se pone más de manifiesto la costosa «misión sionista» de Israel, El gobierno
corre así dos riesgos: a la larga no puede escapársele a la población que tendrá que renunciar a su nivel de
vida material si se mantiene la rigurosa política de austeridad, pero al mismo tiempo el Estado sigue poniendo
los medios para alcanzar las metas sionistas. El apoyo incondicional a la política israelí por Occidente tiene
hoy día unos límites, puesto que ha cambiado la relación entre Occidente y los Estados árabes
III Del conflicto de Palestina al conflicto del Oriente Próximo
En el conflicto general árabe-israelí se trata de una prolongación regional del conflicto local de Palestina. La
competencia entre los países árabes, pueden ser fácilmente distinguidas de la postura correspondiente ante la
Cuestión palestina y vinculadas a la legitimación árabe en general.
La creación del Estado nacional judío tenía necesariamente que ir unida a la paulatina expulsión de los árabes
palestinos. Esto lo tenía bien claro la población árabe palestina desde los comienzos de la colonización
sionista. De 1936 – 39 la oposición se plasmó en una lucha armada que fue sangrientamente reprimida. En los
años 1947-49 se enfrentaron casi exclusivamente a tropas de los Estados árabes durante el conflicto armado
acaecido antes de la fundación del Estado.
En lo esencial, la reacción de los palestinos fue la pasividad. Este movimiento de huida, iniciado ya en 1947,
no puede compararse con la expulsión masiva de los palestinos llevada a cabo por los israelíes durante los
combates de 1948.
Si la población árabe de Palestina se hubiese quedado en su mayoría dentro del país, no se habría podido
imponer esa creación del Estado. También está documentado que se efectuaron expulsiones premeditadas y
planificadas en masa.
Por otro lado, el paso del elemento social al nacional se refleja en los combates librados desde 1949 a lo largo
de la sangrienta línea de armisticio del Estado de Israel, políticamente consolidado. Para imponerse como
Estado nacional judío en Palestina, Israel tenía que marcar a fuego su frontera dentro de la anterior estructura
social de toda Palestina.
La violencia reinante en las líneas de armisticio trazadas en torno a Israel hacía inevitable que la violencia
armada del Estado sionista, aplicada como «represalia» por la trasgresión de la frontera, se contagiara a los
Estados árabes, sobre todo teniendo en cuenta que la «represalia» militar de Israel se desarrollaba en su
territorio. Para no tener que reconocer a los palestinos, Israel partía del principio de que de cada acción
violenta que se ejerciese desde territorio árabe eran responsables los Estados árabes. De este modo, los «actos
de represalia» israelíes cada vez se dirigieron más contra Jordania y Egipto.
Los Estados árabes, y sobre todo Jordania y Egipto, que controlaban las partes del antiguo protectorado de
Palestina que no habla conquistado Israel en 1948-49, se dieron cuenta del peligro. Por eso intentaron no
dejarse arrastrar por los refugiados palestinos a un conflicto armado con Israel, militarmente superior.
Hasta la primera mitad de 1955, Egipto tomó también medidas para retener a los palestinos detrás de la
frontera. Las autoridades egipcias hicieron todo lo posible hasta mediados de 1955 o hasta el ataque israelí a

360
Gaza el 28 de febrero de 1955 para impedir que los palestinos cruzaran la frontera y entrasen en Israel, sobre
todo se tomaron medidas represivas.
Por tanto, la guerra de Palestina se prosiguió como una pequeña guerra fronteriza. Sin embargo, en esta guerra
fronteriza estuvo siempre en germen su extensión a un conflicto armado más amplio. En 1956, la sangrienta
guerra fronteriza llevó a la agresión de Inglaterra, Francia e Israel contra Egipto.
Obviamente había una real existencia global de conflicto, que se sumó a la guerra fronteriza árabe-israelí: la
intención de Francia e Inglaterra de asestar así un golpe mortal al nacionalismo árabe con el derrocamiento de
Nasser, Con ello, Inglaterra creía poder anular la nacionalización del canal de Suez declarada por Nasser
cuatro meses antes.
La guerra de junio de 1967 se desencadenó también en la frontera y por tanto debido al conflicto de Palestina.
En la frontera siria fueron también las acciones armadas de los palestinos las que llevaron a la agudización del
conflicto entre Israel y Siria, arrastrado desde 1949, por el control de las llamadas zonas desmilitarizadas, que
por lo demás no habían dejado de provocar tensiones entre ambos países. De esta guerra, que llevó a la
destrucción de los ejércitos árabes, salieron vencedores, paradójicamente, los palestinos, si no militar al
menos políticamente. Con la conquista del resto de Palestina el mundo volvió a tomar conciencia de la vieja
cuestión palestina, encubierta por el concepto generalizador de “conflicto del Oriente Próximo”.
IV Israel y la importancia política a nivel mundial del conflicto del Oriente Próximo
La creación del Estado nacional judío dependió de la protección de potencias no regionales, es decir,
europeas. El interés de Gran Bretaña, como potencia protectora, por la colonización sionista se debió también
a razones principalmente estratégicas. Las grandes arterias del imperio británico pasaban por el Oriente
Próximo. El centro de esas vías de comunicación, de las «rutas imperiales» británicas, era el canal de Suez.
Antes de la guerra mundial, los británicos pensaron ya en erigir en Palestina, fomentando la colonización
judía, una barrera física contra la posible amenaza del canal por parte de Turquía y el imperio alemán aliado
de ella, así como contra los aliados rivales, Francia y Rusia.
La resolución británica contraria a los intereses árabes se tomó ya durante la guerra, cuando los representantes
diplomáticos de Inglaterra y Francia, Sykes y Picot, firmaron un tratado secreto. Este acuerdo imperialista
permitió a los británicos prometer a los sionistas lo que sería el contenido de la declaración de Balfour de
noviembre de 1917, a saber, el apoyo a la construcción de un «hogar nacional» para el pueblo judío en
Palestina.
A los intereses estratégicos y geográficos de la vieja potencia comercial –Inglaterra- en el Oriente Próximo se
sumó otro elemento antes de la PGM y sobre todo después de ella: el petróleo se convirtió cada vez más en
una importante fuente de energía. Semejante política de precios era posible sobre todo gracias a la presencia
militar y política de las potencias occidentales en el Oriente Próximo.
Poco después, en 1958, se produjo la caída de la monarquía hachemita en Irak, Las convulsiones que sufrió el
Oriente Próximo en las décadas de 1950 y 1960 hicieron finalmente que Occidente perdiera sus bases
militares y con ellas también el control directo de las materias primas y las vías de comunicación de la región.
Con estos cambios se perfilaba también la tendencia a una modificación de la actitud occidental frente a
Israel. A pesar de toda la ambivalencia frente a la empresa sionista, Israel era para Occidente un aliado más
seguro que los Estados árabes.
Desde mediados de los 60 los fedayin palestinos empezaron a realizar acciones militares contra Israel. Es una
violencia que no hace ninguna distinción entre combatientes y no combatientes, entre militares y civiles. Esto
se relaciona sobre todo con el carácter esencialmente colonial del conflicto, el cual impide el reconocimiento
del enemigo como adversario y, por tanto, como sujeto del derecho internacional.
El hecho de que indiquemos los distintos elementos del proceso que condujo al estallido de la guerra de junio
de 1967 no significa que Israel actuase directamente por órdenes occidentales cuando el 5 de junio marchó
militarmente contra los Estados árabes unidos.
Desde la guerra de 1973 se ha modificado la relación de antagonismo histórico entre Occidente y los países
árabes, siempre que éstos no sean aliados de la Unión Soviética en el conflicto global Este-Oeste. Los Estados
árabes adquirieron también el control directo de sus materias primas y de las vías de comunicación de su
zona, por lo q pudieron decidir también los precios de sus materias primas, es decir del petróleo, y elevarlos
oportunamente.
Ahora hay que evitar que la violencia resultante de la cuestión palestina aún sin solucionar se extendiese y
abarcase a toda la región, región en la que se encuentran las mayores reservas de energía del mundo, y a la
que afluyen también en grandes proporciones capitales occidentales.

361
Se cierra así el círculo en el que confluyen los diversos componentes del conflicto global: no podrá ser
resuelto mientras Israel no renuncie a continuar con la ocupación de tierras y no conceda a los palestinos el
derecho a la independencia en Palestina.
V La nacionalidad judeo-israelí; dialéctica del reconocimiento.
La perspectiva de una comunidad binacional judeo-israelí y árabe-palestina en una Palestina global parte, a
nivel conceptual, de la realidad política de que en ese país viven dos pueblos
¿Cómo pueden justificarse la perspectiva histórica del conflicto que hemos expuesto y la salida binacional? A
esta visión de la cuestión palestina se llega si se abandonan el programa y la realidad de unas reivindicaciones
nacionales excluyentes, tales como las del programa sionista.
Pero por otro lado hay posibilidades de un proceso de des-sionización de Israel podría acelerarse y facilitarse
con el reconocimiento anticipado de una nación judeoisraelí por los palestinos. De este modo los propios
palestinos árabes participarían en el proceso de separación entre la nacionalidad judeo-israelí y el sionismo.
Pero, también el reconocimiento de los derechos colectivos de la nacionalidad judeo-israelí dentro de
Palestina se diferencia cualitativamente del proyecto palestino de un Estado democrático laico en el que
deberían ser reconocidos por igual los cristianos, judíos y musulmanes que viven en él.
La supresión de la estructura sionista significa históricamente la negación de la negación de la existencia
judeo-israelí y árabe-palestina en una Palestina global. Negación de la negación en tanto en cuanto la
estructura sionista del Estado de Israel significa delimitación y discriminación de los árabes palestinos, y estos
últimos, en su reacción a su expulsión, en lugar de dirigir exclusivamente sus ataques contra la estructura
sionista de Israel, pueden caer en la confusión creada entre estructura sionista y existencia judeo-israelí
dominada por la primera y no distinguir entre ambas. La aclaración y solución real del conflicto no será
posible hasta que los judíos israelíes no deseen teórica y prácticamente la ruptura con el sionismo en cuanto
ideología y estructura material y hasta que los árabes palestinos no estén dispuestos a reconocer la existencia
colectiva de la nación judeo-israelí en Palestina. Eso significa para ambas partes reconciliarse con la historia.

HALLIDAY C4 UN NUEVO PERIODO DE REVOLUCIONES EN EL 3ER MUNDO

Tercer mundo se estiende la guerra,la revolución social, la pobreza masiva. Es un lugar particular en el mundo de
la guerra fría; nivel de actividad revolucionaria, posición modificada vs el k.simplificacion de la ideología con la
amenaza soviética.

La 1GF estuvo acompañada de creación de regímenes poscapitalistas tanto en europ como en extremo oriente. 8
estados en europa oriental,2 como resultados de movimientos nacionalistas y revolucionarios autóctonos
(Yugoslavia,Albania) y seis como consecuencia de la imposición desde arriba de la autoridad comunsta en países
con grados variables de influenciacomunista (ale,hungria,Rumania,Bulgaria,polonia,Checoslovaquia)

A estas democracias populares en europa oriental se suman revoluciones en china,corea e indochina. Para el
53.54 ,la primera oleada revolucionaria termina. A fines de los 50 se inicia la 2da ola revolucionaria y primeros de
los años 60 en iberoamerica,orientemedio,y africa eje (revolución cuabana e independenciaargelica del 62.)

En el 60 se crea el frente de liberación nacional de Vietnam del sur. USA preocupado busca reprimir estos
movimientos. Desde el 62 al 74 la situación parece contenerse, la revolución cuban parecía estar limitada en su
isla, por su represión y errores militares. Hacia los 70 un informe del congreso de USA decía que los USA se
enfrentan a un mundo políticamente multipolar y económicamente interdependiente. Esta creencia fue uno de los
fundamentos de la distinción

Revolución etíope y revolución portuguesa en el 74 (angola ,Mozambique,guinea-bissseau ,cabo verde, santo


tome, se rebelaron tras la caída del fascismo protugues). En africa se dan 7 revoluciones.

La consolidación de la revolución angoleña, con ayuda cubana y soviética, socavo lailusion de un tercer mundo
manejable. Si fue en etiopia quien iba a dificultar la resolución de laguerra fría de brzezinski en 1978, fue angola
quien para finales de 1975 habia producido el mismo efecto sobre el secretario de estado kissinger.

362
Estos conflictos eran solo preludios de los que podía considerarse como el mas importante conflicto,
potencialmente del 3er mundo en los últimos años del presente siglo; el conflicto de sudafrica misma.

Las guerras de Vietnam,laos, y Camboya acabaron en 1975 con la caída de los regímenes porestadounidenses
respectivos. El colapso simultaneo fue mas dramático para los países colonialistas, al producirse después de la
costosa intervención estadounidense en la región. Para los estadounidenses la fecha clave fue 1973 cuando se
retiraron sus tropas.

La escala misma del fracaso en indochina,junto con la naturaleza encubridora de la retirada por fases deUSA, para
salvar las apariencias dejo a la conciencia imperial paralizada y la defensiva.

13 de estos levantamientos compartieron unacaracteristica en común que limitaba su posible relevancia a futuro.
Este sello distintivo es que las formas de dominación contra las que se dirigían, se estaban volviendo cada vez mas
escasas en eltercer mundo.

Los gobiernos de afganistan y etiopia eran monarquistas precapitalistas y habían sobrevivido en parte por razones
de ubicación geográfica a la furiosa investida del k moderno. En suma est tercera oleada de levantamientos en el
mundo colonial surgo contra los últimos vestigios de los viejos ordenes coloniales y precapitalistas. La mayoría se
desarrollo en condiciones relativamente arcaicas.

La única excepción fue iran, tenia liderazgo e ideología retrogrados, pero su modo de triunfar eran modernos.
Reaccionariay moderna. La revolución de Vietnam fue la mas importante, le produce muchas bajas a USA, la
mayor derrota. Otras 3 importantes derrotas estratégicas para USA fueron angola,iran,Nicaragua. En angola hubo
apoyo cubano y soviético. La derrota irania tuvo la fase de la caída del Sha y la parte de la detencio de lso rehenes
estadounidenses en el 79. Ambas partes muestran la debilidad de USA. Nicaragua marca el primer éxito en
iberoamrica

Comentaristas occidentales atribuyen a la URSS la responsabilidad de esta nueva oleada, una violación al periodo
de distención. Aun asi la capacidad de desempeñar tal papel ha dependido mas de algo fuera de control de la
URSS ; la evolución de ls situaciones políticas em los países concretos en cuestión.

En los 70 USA aduce que la URSS mete mano para justificar su invasión, son crisis falsas. Sin embargo el nucleo
emocional de la amenaza soviética es la combiancion de 2 cuestiones cruciales; Israel yel petróleo. Estrategas
estadounidenses sostenían que USA debía meterse en el golfo. No había ninguna potencia en esa región. Este
énfasis en el petróleo del golfo estab en la idea de que la URSS estaba detrás de los éxitos árabes contra los
israelíes.

Kissinger en el periodo transcurrido hasta los años sesenta los USA, habían empleado su superioridad estratégica
para limitar la ayuda dada por la URSS y china a movimientos del tercer mundo. En los 70 USA intento una
política de vinculación induciendo a la URSS y a china a cooperar para limitar las revoluciones en el 3er mundo a
cambio de oncesones en lso ámbitos nuclear y económico. La tercera oleada de revoluciones ha demostrado que
tal política no tuvo éxito; ya que la URSS no esta dispuesta a actuar según ests normas de USA, y aunque la ayuda
soviética es un factor importante no es moscu quien controlas las sublevaciones.

Un cambio en la doctrina militar de USA, la doctrina Nixon de delegación propuesta no es mas la adecuada. La
opinión publica de USA se modifico en cuestiones en torno a intervenir en el 3er mundo, lo cual al fines de la
década del 70 renace el intervencionismo

El tercer mundo tiene unlugar especial en la 2GF como un símbolo y como una causa sustantiva. Es una zona
donde el combate real causa estragos y se pierden vidas como consecuencia de las politcas de USA y de los
aliados. El renacer del militarismo de USA se da por la confusión de izquierda metropolitana en donde partidarios

363
y adversarios se apresuran aadoptar actitudes de guerra fría. El otro factor es la nueva importancia de los países
de3er mundo dentro de la reorganización global del k internacional.

MARÍN GUZMÁN EL FUNDAMENTALISMO ISLÁMICO EN EGIPTO

Sayyid Qutb, miembro de los al-Ikhwan al-Muslimun, quien fue también uno de los más importantes líderes
del fundamentalismo islámico en Egipto. Una publicación de los Hermanos Musulmanes de Egipto nos
explica, en unas pocas líneas, las injusticias sociales existentes en este país

“La clase gobernante en Egipto se ha apropiado de privilegios sin precedente. El ciudadano común percibe en
Egipto una deslumbrante desigualdad. Muchas de las leyes recientes sirven y defienden los intereses de los
pocos que están en la cúspide.”

Los pensamientos anteriores muestran algunas de las causas de los movimientos fundamentalistas en Egipto:
la corrupción del gobierno y sus planteamientos seculares y la distribución desigual de la riqueza, que lleva a
la lucha de clases y a la ampliación de la brecha social. Los Hermanos Musulmanes proponen entonces y nos
plantean la alternativa religiosa frente a lo que ven como los fracasos del secularismo.

¿Por qué el uso de la violencia como alternativa? ¿Por qué el rechazo a la sociedad existente? ¿Cuál es la
ideología que sustenta toda la praxis política de los Hermanos Musulmanes? ¿Cómo justifican con
argumentos religiosos los medios violentos para lograr los fines? Esta primera parte del estudio sobre el
fundamentalismo islámico en Egipto responde a estas interrogantes y tiene como propósito analizar con
detalle las principales causas políticas, sociales, económicas y religiosas de los al-Ikhwan al-Muslimun, sin
duda uno de los más importantes movimientos fundamentalistas en este país

Egipto es sin duda uno de los más importantes países musulmanes. En primer lugar porque aquí se encuentra
la Universidad de al-Azhar, la más importante universidad de estudios islámicos en el mundo, y en segundo
lugar porque en este país se han iniciado varios de los movimientos de reforma y de renovación religiosa
islámica.

desempeñó un papel preponderante el de al-Salafiyya, una aspiración reformista hacia finales del siglo XIX,
que deseaba rescatar los valores de los antepasados. Al-Salafiyya, no obstante, siguió los lineamientos de
conformidad con el sistema político, lo que hacia los años treinta cuestionaron los al-Ikhwan al-Muslimun
(los Hermanos Musulmanes), grupo fundado en Egipto.

Hasan al-Banna’, un hombre de gran personalidad y carisma fundó el grupo de los al-Ikhwan al-Muslimun en
Isma ‘iliyya, en Egipto en el año 1928. Nosotros somos los hermanos al servicio del Islam; por lo tanto,
somos los Hermanos Musulmanes.7 El grupo surgió debido a los serios problemas económicos, sociales y
políticos que afrontaba entonces el país en esos años de posguerra. A lo anterior se pueden añadir también la
difusión de la cultura europea, los planes de secularización y la imposición económica del Occidente.

Los Hermanos Musulmanes de Hasan al-Banna’ buscaban rescatar los fundamentos (asas, pl. usus) del Islam,
pues opinaban que se habían perdido. La da`wa (llamado, prédica) de los al-Ikhwan al-Muslimun apelaba a
todos los musulmanes para rescatar los principios propios de la religión, y volver sobre las bases religiosas,
económicas y políticas del Islam.

Desde finales de los años treinta los al-Ikhwan al-Muslimun constituían un fuerte grupo que contaba con
numerosos seguidores, procedentes de todos los sectores sociales. El grupo empezó a presionar y a ejercer
influencia en la política egipcia, al tiempo que surgían simpatizantes de la Hermandad en otros países vecinos.

364
Banna’ llegó a tener las siguientes características que lo diferencian de los otros movimientos de renovación
islámica: una ideología activa, una estructura organizativa, una liderazgo carismático, una gran masa de
seguidores, y una orientación pragmática. El grupo de los al-Ikhwan al-Muslimun no tuvo la profundidad
filosófica de otros movimientos, como por ejemplo la al-Salafiyya

Sin embargo, los Hermanos Musulmanes tuvieron éxito en unir u organizar con mayor fuerza a las masas de
seguidores, como no lo ha logrado ningún otro movimiento de renovación islámica de tiempos recientes,
excepto el caso de Irán

Al terminar la Segunda Guerra Mundial los Hermanos Musulmanes continuaron con empeño su oposición al
gobierno, a los británicos y al partido del Wafd (NACIONALISTAS), no obstante la represión que debían
enfrentar.

. En esta reunión en 1945 Hasan al-Banna’ presentó un conjunto de estatutos comprehensivos que llamó
Qanun al-Nizam al-Asasi li-Hayat al-Ikhwan al-Muslimin al-‘Amma que modificados en 1948 y
suplementados en 1951, dieron origen a la carta de constitución de los al-Ikhwan al-Muslimun. Esta
constitución y los programas de los al-Ikhwan al-Muslimun eran instrumentos contra el Wafd y contra los
comunistas. Debido a que se dirigían contra estos últimos, no obstante la oposición al régimen, el gobierno
intentó atraer a los Hermanos Musulmanes a su lado.

Los Hermanos Musulmanes también participaban activamente en la violencia en las calles, en especial en El
Cairo. Estas luchas inclusive llevaron al asesinato de algunas prominentes personalidades. El primer ministro,
Mahmud Fahmi Nuqrashi,20 temiendo perder el control del gobierno, dirigió una violenta represión contra los
Hermanos Musulmanes y represión contra los Hermanos Musulmanes y ordenó disolver esta agrupación el 8
de diciembre de 1948. En esos momentos la represión militar y policial reveló las verdaderas dimensiones de
la organización, su expansión por todo el país y su peso político de oposición, lo que hasta entonces se
desconocía.

En lucha contra las autoridades y como respuesta a la represión política, un miembro de al-Ikhwan al-
Muslimun, ‘Abd alMajid Ahmad Hasan, de 23 años de edad y miembro de los Hermanos Musulmanes desde
1944, asesinó al primer ministro Nuqrashi el 28 de diciembre de 1948. El descontento de amplios sectores de
la población contra la violencia de los al-Ikhwan al-Muslimun y por el asesinato del primer ministro
Nuqrashi, se manifestó durante el funeral. Estas represiones llevaron finalmente al asesinato de Hasan al-
Banna’, el 12 de febrero de 1949.

Cuando en enero de 1950 volvió a ganar el partido del Wafd, se detuvo la represión contra los al-Ikhwan al-
Muslimun y el grupo recuperó su estatus legal. A pesar de los nuevos proyectos y las muchas expectativas del
gobierno de Nasser a partir de 1954, y aunque su lucha nacionalista coincidía en muchos aspectos con los
Hermanos Musulmanes, éstos tenían métodos y fines diferentes. Por ello se opusieron a sus aspiraciones
seculares, dirigidos en esta lucha por su líder Hasan al-Hudaybi.28 La oposición de los Hermanos
Musulmanes contra Nasser cobró mayor intensidad cuando el presidente firmó un acuerdo con los británicos
respecto de la evacuación de la zona del canal (19 de julio de 1954). Durante esos años de lucha contra Nasser
y de la obstinada oposición de los al-Ikhwan al-Muslimun a los británicos, los Hermanos Musulmanes
siguieron publicando su periódico, Jaridat al-Ikhwan al-Muslimin, y llamaron a la Jihad contra los británicos.

Algunos afirmaban que el antagonismo entre los Hermanos Musulmanes y Nasser se debía a las diferencias
personales entre el líder político y Hasan al-Hudaybi. Nasser no podía aceptar la oposición de los al-Ikhwan
al-Muslimun ni su lema referido al presidente de Muerte a los Traidores.

Al mismo tiempo, aparentemente, el gobierno provocaba incidentes, como el reportado en la mezquita de los
Hermanos Musulmanes en Tanta, cuando una pelea provocó también que el imam de la mezquita amenazara

365
con un cuchillo a sus oponentes. Para entonces era evidente la lucha constante de los Hermanos Musulmanes
contra Nasser, al punto que los comunistas en su publicación clandestina Rayat al-Sha‘b, aseguraban: La
resistencia a la revolución está dirigida por dos fuerzas básicas: el Partido Comunista y el grupo de los
Hermanos Musulmanes.

En esos mismos años se puede notar un enorme contraste entre los Hermanos Musulmanes y las órdenes
sufíes. Las órdenes sufíes, por medio de su al-shaykh al-mashaykh (sufi, dirigente supremo de todas las
órdenes sufíes en Egipto) hablaban a favor, mientras los al-Ikhwan al-Muslimun se oponían al presidente
Nasser.

No obstante los problemas de represión y encarcelamiento de sus líderes, al-Ikhwan al-Muslimun ha logrado a
lo largo de los años renovarse y contar con seguidores, siempre activos en sus planes.

El fracaso de Egipto frente a Israel, A raíz de esto Nasser cambió de táctica y empezó a aparecer en la
mezquita. La propaganda religiosa que intentaba cubrir en la religión el fracaso militar y aseguraba: Israel ha
sido fiel a su religión y por ello ha obtenido la victoria; pero en cambio nosotros salimos derrotados porque
nuestra fe no ha sido suficientemente. Los al-Ikhwan al-Muslimun tomaron con recelo estos planteamientos y
aunque estaban de acuerdo con el gobierno en la necesidad de volver a Dios, de tornar sobre los fundamentos
de la religión islámica, no aceptaban en su totalidad esa propaganda. Antes bien, acusaban al gobierno de su
alejamiento de Allah

Con el al-Nizam al-Islami (El Orden Islámico) los Hermanos Musulmanes planteaban el primer paso para
llegar luego al Estado Islámico, en el que se aplicaría estrictamente la Shari‘a. En opinión de los Hermanos
Musulmanes la civilización musulmana sin la Shari‘a no tendría sentido, ya que la Shari‘a es tanto necesaria
desde el punto de vista religioso como social.49 Por esta razón no puede haber separación entre Estado y
religión, ya que el Islam no es sinónimo de religión, sino que ésta es una palabra que incluye en su totalidad
religión, política, economía, sociedad, etc.

Sayyid Qutb fue el gran ideólogo de los al-Ikhwan al-Muslimun y la base de las doctrinas de los otros
movimientos fundamentalistas en Egipto. “La finalidad última de los musulmanes comprometidos con esta
causa es la fundación del reino de la soberanía de Allah sobre la tierra, la Hakimiyya, con lo que acabaría todo
pecado, sufrimiento y represión”

Sayyid Qutb, para legitimar el uso de medios violentos con el propósito de lograr los fines propuestos, se basó
en los argumentos de Ibn Taymiyya; Aseguraba que los musulmanes devotos debían aceptar al gobernante
musulmán si éste obedecía y llevaba a cabo la Shari‘a. 63 Si no la cumplía los musulmanes devotos tenían el
derecho y la responsabilidad de luchar para deponer el gobierno de ese líder que era apóstata y que había
perdido su autoridad moral y la legitimidad para gobernar. Todo esto lo desarrolló en su concepto de Jihad

En el siglo XX el grupo fundamentalista de los al-Ikhwan al-Muslimun ha sido uno de los de mayor
relevancia interna e internacional. Este grupo fundamentalista que tiene como finalidad la fundación de un
Estado islámico en el que opere la Shari’a. los Hermanos Musulmanes también surgieron como una seria
reacción a las injusticias sociales y a la desigual distribución de la riqueza. Sin embargo, como queda
demostrado en la primera parte de este artículo sobre el fundamentalismo islámico en Egipto, a mayor
represión gubernamental, mayor es la presencia y determinación de los Hermanos Musulmanes, que no han
desaparecido como grupo de oposición en Egipto.

Muchos de los grupos neofundamentalistas han surgido no sólo como un rechazo al secularismo y al
gobierno, sino también a raíz de las injusticias sociales, la desigual distribución de la riqueza y las
oportunidades, y la ampliación de la brecha entre ricos y pobres en Egipto

366
A partir de las opiniones de Sayyid Qutb en relación con la separación de los musulmanes de la sociedad de la
Jahiliyya, entre los al-Ikhwan al-Muslimun se desarrollaron controversias. Los que se llamaron Jama’at
al-’Uzla al-Shu’uriyya (La Sociedad de la Separación Emocional/Espiritual) opinaban que la sociedad de la
Jahiliyya debía excomulgarse totalmente. El otro grupo se denominó Mufasala Kamila (La Separación
Completa, Total), grupo que pensaba excomulgar a toda la sociedad de la Jahiliyya. En forma semejante al
grupo anterior, los partidarios también temían declarar esa ruptura total con la sociedad y la excomunión, pues
estaban todavía en una etapa de debilidad. Al lado de estos planteamientos los islamistas volvieron sobre las
doctrinas de Sayyid Qutb.

Todo lo anterior provocó que a finales de la década de los años sesenta y en los primeros años de la década de
1970 los movimientos fundamentalistas en Egipto estuvieran divididos por diferencias tácticas, de
organización, de liderazgo e ideología, que se manifestaron en diversos enfrentamientos entre ellos.
Contribuyó mucho a estos cambios la muerte de Nasser. Anwar alSadat asumió la presidencia de Egipto, lo
que para los Hermanos Musulmanes fue un acontecimiento positivo, pues les permitió renovarse.

El gobierno liberó de las cárceles a los más viejos seguidores de al-Ikhwan al-Muslimun, al inicio de la
administración de Sadat, con el propósito de que detuvieran a los nasseristas y a los comunistas, mientras que
los más jóvenes habían declarado, por su parte, la Jihad al régimen. Los dos grupos más importantes en estas
controversias fueron el Hizb al-Tahrir al-Islami y el al-Takfir wa al-Hijra que se convirtieron en rivales por
sus hondas diferencias en tácticas e ideología.

La principal diferencia entre estos dos grupos islamistas se dio en que el Hizb al-Tahrir al-Islami condenaba y
atacaba al gobierno y a toda la sociedad que consideraban que estaba en el periodo de la Jahiliyya. El shaykh
Sukri Ahmad Mustafa planteaba la separación de la sociedad no sólo desde el punto de vista emocional sino
también del político.

Shukri Ahmad Mustafa exigía a todos sus seguidores abandonar cualquier trabajo burocrático y a cambio les
proponía dedicarse a la agricultura. Este líder fundamentalista rechazaba el ejército, así como cualquier tipo
de alianza con el Estado, y exigía a sus seguidores que no se alistaran en las filas del primero.11 Veía al
ejército egipcio como una institución decadente y enemiga de los “verdaderos” musulmanes, como se
llamaban y se consideraban ellos mismos. Cuando Shukri Ahmad Mustafa declaró que rechazaba la
educación, en realidad lo que hacía era poner el dedo en la llaga de un problema crucial en Egipto: para
muchos egipcios no es necesario aprender a leer. Asimismo, acusó a los ‘ulama’ de ser culpables de todos
estos problemas que antagonizan la sociedad. En su parecer, los ‘ulama’ se benefician al monopolizar los
asuntos legales y la interpretación de la ley. Por estas razones se opuso radicalmente a la ley en su país y
rechazó las cortes egipcias y todo el sistema legal, así como la influencia y el establishment de los ‘ulama’.

La separación y rechazo de estos “verdaderos” musulmanes de la sociedad de la Jahiliyya significaba aislarse


e ir a vivir en comunidad fuera de la sociedad, en el campo o en ciertos barrios de El Cairo. En 1973 se
reprimió fuertemente a este grupo, se arrestó a muchos de sus miembros y se confiscaron las obras que Shukri
Ahmad Mustafa había escrito. La principal acusación era que seducían a las mujeres para involucrarlas con la
agrupación. También el gobierno temía que esta jama’a podía significar una seria amenaza contra la sociedad
y el régimen

En 1976 se vivieron en El Cairo y en otras ciudades egipcias serios enfrentamientos entre los distintos grupos
islamistas, pues algunos querían convencer a los seguidores de Shukri Ahmad Mustafa de que abandonaran
esa agrupación y formaran parte de otras asociaciones. Hasan al-Hilawi, en especial, quiso sacar a algunos de
los miembros de al-Takfir wa al-Hijra para iniciar su propia jama’a,

367
Los dos grupos, el Hizb al-Tahrir al-Islami y el al-Takfir wa al-Hijra, tenían en común su oposición a los
preceptos económicos tanto del capitalismo como del comunismo, sistemas a los que consideraban inhumanos
y que no tenían temor de Dios. Para lograr estos objetivos el grupo del al-Takfir wa alHijra planeaba recrear
la comunidad (umma) musulmana de la época del Profeta Muhammad. Por otra parte, el Hizb alTahrir al-
Islami proponía adaptar la sociedad a la época moderna para así lograr sus objetivos. Los dos grupos
reclutaban seguidores, básicamente entre gente joven, estudiantes y recién graduados. La mayoría de los que
formaban parte de cualquiera de estos dos grupos pertenecía a la clase media baja y muchos de ellos
procedían de las zonas rurales

Las tácticas de estos dos grupos también variaban. El Hizb al-Tahrir al-Islami planteaba la creación inmediata
de un Estado islámico, por lo que infiltraban a sus miembros en la policía y en el ejército para, desde dentro,
destruir al régimen imperante. Esto contrastaba con los medios de los al-Ikhwan al-Muslimun que, en sus
primeros tiempos, proponían la estrategia gradual de construir un orden islámico. No obstante esto, los al-
Ikhwan al-Muslimun después se radicalizaron y pregonaron el empleo de la violencia para lograr sus fines

es oportuno recordar que cuando Anwar al-Sadat asumió el poder se enfrentó a varios y muy serios problemas
tanto internos como externos. En el ámbito nacional tuvo la imperiosa necesidad de consolidar el poder, pero
no tenía ni la fuerza, ni el carisma, ni el apoyo popular del que había gozado su predecesor Jamal ‘Abd al-
Nasser. Sadat también debía lidiar con las rivalidades nasseristas.43 En el ámbito externo tenía que resolver el
problema de la pérdida del Sinaí frente a Israel y el asunto del margen oriental del Canal de Suez. Para
establecerse con fuerza en el poder, empezó por liberar de las cárceles a los al-Ikhwan al-Muslimun con el
afán de evitar su oposición. Sadat también estimuló los sentimientos antinasseristas de los Hermanos
Musulmanes, con lo cual explotaba la enemistad histórica de éstos contra Nasser y el nasserismo.

Este proceso lo llevó a cabo en cuatro relevantes planos, que se describen a continuación:

a) “Desnasserización” de la sociedad egipcia. Este programa paulatino se centraba en desmantelar el sector


público socialista. b) Institucionalización del nuevo programa del Infitah (apertura) de la economía egipcia.
Esto significaba abrir la economía egipcia al Occidente, en especial a las inversiones de Estados Unidos, así
como crear y fortalecer un amplio sector privado. c) Lograr un acercamiento con Estados Unidos. Buscar el
apoyo económico, político y militar de Estados Unidos, lo que implicaba mayor alejamiento de la Unión
Soviética. d) Democratización de Egipto. Establecimiento de partidos políticos, elecciones libres para
democratizar al país, Sadat propuso la Revolución Correctiva52 (Thawrat al-Tashih) en 1971.53 Sin embargo,
los grupos opositores, tanto los Hermanos Musulmanes, como las otras agrupaciones islámicas, veían los
fracasos de estos planes.

Su primer paso en este sentido fue establecer en la Constitución de 1971 que el islam era la religión oficial de
Egipto, en 1974 el ataque fundamentalista contra la Academia Técnica Militar fue la respuesta al acuerdo al
que había llegado Sadat con Israel después de la Guerra de 1973. También este atentado era una reacción a los
planes económicos y políticos del presidente

Para lograr estos proyectos el presidente Sadat reprimió al grupo islámico más radical, el al-Takfir wa al-
Hijra, y se acercó a los al-Ikhwan al-Muslimun, a los que les permitió publicar, hacia 1976, dos revistas
mensuales

A pesar de su constante oposición al gobierno de Nasser, los al-Ikhwan al-Muslimun apoyaron por un tiempo
a Sadat, quien hábilmente supo atraerlos hacia su régimen. De esta manera, para la elección de 1976 los
Hermanos Musulmanes, unidos a otros partidos políticos, lograron elegir la Asamblea que estuvo a favor del
gobierno. provocó que este grupo fundamentalista perdiera apoyo popular. Para muchos egipcios esta relación
con el presidente significaba la aceptación por parte del grupo de los planes e ideología del gobierno. Por este

368
motivo, además de la radicalización de sus doctrinas, desde finales de 1976 y en especial en el transcurso de
1977, los al-Ikhwan al-Muslimun se separaron de Sadat

Los al-Ikhwan al-Muslimun y los otros grupos islamistas también se opusieron al programa de Sadat del
Infitah o apertura económica hacia los sectores privados y hacia el Occidente. Los islamistas, en especial los
al-Ikhwan al-Muslimun, rechazaron esa occidentalización de muchos asuntos sociales de Egipto,65 sobre todo
los cambios referentes a la posición social de la mujer que entraban en contradicción con el islam. No
obstante esto, posteriormente, a finales de la década de 1990, los al-Ikhwan al-Muslimun han moderado esta
posición y en alguna medida han aceptado ciertos cambios con respecto a la posición de la mujer, sobre todo
referentes a ocupar ciertos cargos políticos.

Cuando en 1979 triunfó la Revolución islámica shiíta en Irán, los al-Ikhwan al-Muslimun concluyeron que así
como los iraníes habían tenido éxito, de forma semejante, ellos podrían también llegar al poder en Egipto.69
Desde entonces los Hermanos Musulmanes y otros grupos fundamentalistas egipcios reactivaron su oposición
al gobierno de Sadat, al que consideraban ser representante de la sociedad de la Jahiliyya

En 1980, un plebiscito estableció que la Shari’a era la principal fuente de la legislación. Sin embargo, para los
Hermanos Musulmanes y para muchos otros grupos fundamentalistas, la Shari’a debería ser la única fuente de
la ley. Por ello recrudecieron su oposición al gobierno que no aplicaba la ley revelada. Ante esos serios
enfrentamientos y con el propósito de acercarse y aplacar un poco a los fundamentalistas, el presidente Sadat
volvió sobre el islam. Empezó desde entonces a asistir a las mezquitas y a proyectar ante el país una imagen
de hombre piadoso. No obstante esto, los Hermanos Musulmanes y otros grupos fundamentalistas no lo
consideraban sincero.

.73 Como respuesta a todas estas críticas y con el propósito de congraciarse con los Hermanos Musulmanes,
el presidente nombró en abril de 1981 a dos miembros de la Hermandad. La relación de Egipto con Israel se
veía como una verdadera traición, por haber pactado con una nación enemiga del Islam. En septiembre de
1981 Sadat arrestó a 3 000 personas y tomó control de todas las mezquitas. Debido a estas medidas la
reacción contra el presidente no esperó, pues entre los detenidos había también islamistas, además de
nasseristas, socialistas y algunos líderes coptos. Sin embargo, menos de un mes después el grupo
fundamentalista Tanzim al-Jihad, del Alto Egipto, asesinó al presidente Sadat durante un desfile militar

El nuevo presidente, Husni Mubarak, no dudó en ajusticiar a al-Islambuli junto con sus cuatro compañeros.
Mubarak también encarceló a 300 miembros más de esta agrupación. Cuando el nuevo presidente habló de
ajusticiar a muchos otros cómplices del asesinato de Sadat, recibió condenas de todo el mundo islámico.

lo que Muhammad ‘Abd al-Salam Faraj como ideólogo del grupo Tanzim al-Jihad proponía en su obra
alFarida al-Gha’iba 95 era la lucha armada, el uso de la violencia y finalmente el rechazo de los gobernantes
que no eran buenos musulmanes y que no aplicaban la Shari’a como la única forma legal. Consideraba
entonces que era deber de todo musulmán devoto unirse en la Jihad para deponer a los gobernantes Kuffar,
acabar con la sociedad de la Jahiliyya y establecer un Estado islámico donde operara solamente la Shari’a.
Tampoco aceptaba ninguna cooperación ni diálogo con las otras religiones, pues consideraba a los judíos y
cristianos como politeístas

Al lado de estos grupos grandes e importantes que han tenido una destacada actuación política y social en
Egipto, que son alIkhwan al-Muslimun, el al-Takfir wa al-Hijra, el Hizb al-Tahrir al-Islami y el Tanzim al-
Jihad, estos últimos surgidos a principios de la década de 1970, han emergido muchos otros grupos

Mubarak continuó con el programa de la Infitah, que para muchos significaba seguir las medidas políticas y
económicas de Sadat. Para Mubarak la concentración se daba en la producción y no en el consumo, con lo que
pretendía beneficiar a los sectores más pobres

369
En los últimos años los distintos grupos fundamentalistas egipcios han continuado sus actividades
antigubernamentales, pero se han volcado contra intelectuales, pensadores y escritores liberales egipcios y
también contra los turistas extranjeros. Entre estas acciones terroristas se puede mencionar la dirigida contra
turistas griegos en El Cairo o la del grupo del Jama’at Islamiyya, que en octubre de 1997 disparó contra
turistas en Luxor. El saldo fue de más de sesenta muertos. En relación con el turismo, el propósito que tienen
es debilitar económicamente al Estado al reducir la afluencia de visitantes a Egipto, lo que provoca a su vez
una considerable disminución en el ingreso de divisas. Los islamistas esperan que con esas medidas caiga el
gobierno de Husni Mubarak y sustituirlo por un Estado islámico.

Hoy día los islamistas controlan algunas regiones en la parte central de Egipto. Aunque han perdido algo de
su fuerza inicial por la represión gubernamental, el fundamentalismo en Egipto sigue siendo un actor nacional
e internacional de gran relevancia. A pesar de que ahora estos grupos se encuentran en un proceso latente,
esto no quiere decir que el fundamentalismo haya desaparecido.

Mientras la situación económica, política y social de Egipto no mejore para los vastos sectores menos
favorecidos por el sistema, la alternativa religiosa seguirá siendo para muchos la única solución a sus
padecimientos y entonces el fundamentalismo, como el ave fénix, renacerá de sus cenizas. Después de todo lo
anterior es factible concluir que las reformas económicas de la Infitah de Sadat ampliaron las brechas sociales
en Egipto a partir de los primeros años de la dé- cada de 1970. Esos cambios, lo mismo que sus programas
seculares y los tratados de paz con Israel, provocaron gran oposición a su gobierno y fueron asimismo causa
del surgimiento de los grupos neofundamentalistas. Los neofundamentalistas han recibido una gran influencia
de los al-Ikhwan al-Muslimun, tanto en los argumentos teóricos como en los prácticos, en especial en los
medios violentos empleados en consecución de los objetivos.

Sus ataques se han dirigido también contra los musulmanes liberales y contra los escritores también liberales,
lo que es muestra de su intolerancia. La existencia de una gran cantidad de grupos neofundamentalistas en
Egipto, además de los al-Ikhwan al-Muslimun, prueba las profundas divisiones que tiene el movimiento
fundamentalista en este país y muestra también las dificultades para su estudio y análisis.

Las diferencias tácticas, doctrinarias, y los medios para lograr sus objetivos, así como el papel de los diversos
líderes, complican aún más la situación, sobre todo cuando se han dado enfrentamientos armados entre
distintos grupos fundamentalistas. Sin embargo, los grupos son sunnitas y luchan contra dirigentes políticos
que se dicen sunnitas y que gobiernan sobre la mayoría sunnita de la población

ZAREOUI EL MUNDO ARABE ENTRE LOS BLOQUES DE PODER (VER CON TEXTO.)

Hemos utilizado el concepto de Arco de Crisis para designar a la región que abarca desde el Cuerno de África
hasta Pakistán, como una zona estratégica en el juego bipolar. El Mundo Árabe oriental (el Mashraq) es parte
Mashraq del Arco de Crisis mientras que el Maghreb se sitúa afuera. Maghreb La periodización (ver
esquema) utilizada para el entendimiento del periodo abarcado, toma las guerras árabe-israelíes como puntos
medulares en los cambios político-económicos de la región. A partir de 1948, asistimos a la decadencia
paulatina de la burguesía latifundista y la emergencia de una pequeña burguesía urbana nacionalista,
representada por el régimen nasserista, que conoce, en 1956, la culminación de su imagen panárabe con la
nacionalización del Canal de Suez. Su modelo económico es el llamado «socialismo árabe», mezcla de
nacionalismo y de religiosidad. La tercera guerra árabe-israelí de 1967 tiene como repercusión el
desmoronamiento de la vía socialista que se acelera con la siguiente guerra, en 1973. En las décadas de los
años 50’s y 60’s la mayoría de los países árabes adoptaron el modelo socialista, salvo los Estados miembros
del Consejo de Cooperación Árabe (Arabia Saudita, Koweit, Qatar, Bahrein, Omán y los Emiratos Árabes
Unidos), Marruecos, Jordania y el Líbano. Durante este periodo, el reto conservador se centra primero en el
eje hashemita22 (Jordania e Iraq). Hasta 1958, las dos monarquías se erigen como el centro de poder

370
conservador en el Medio Oriente. Con la revolución iraquí de 1958 y la caída de la monarquía, Amán está
aislado y no puede representar un contrapeso real en la región. A partir de 1962, con el nombramiento de
Faisal a la cabeza de la monarquía saudí, el eje de poder cambia. Riad se convierte en el nuevo reto
conservador. Es en el Yemen que el enfrentamiento Radical-conservador se hará presente. Arabia Saudita y
Egipto entran en una Guerra Fría interárabe teniendo a los dos Yemen como actores locales. Así, a nivel del
liderazgo árabe, de 1952 a 1973, la corriente radical (el socialismo) predomina en la región para ceder el
poder a los conservadores, a partir de la guerra de octubre, encabezados por Arabia Saudita. Simbólicamente,
podemos enmarcar la hegemonía conservadora de 1973 a 1990, o sea de la guerra de Octubre a la Guerra del
Golfo. Mientras el poder conservador se consolida en la región los países radicales abandonan paulatinamente
el modelo socialista (ver cuadro).

La hegemonía saudita se impone a raíz de la crisis de los energéticos y del alza del precio de los
hidrocarburos que permite a Riad convertirse en una potencia financiera de orden mundial. Sin embargo, la
invasión de Líbano por Israel en 1982 y en particular la ausencia de reacción árabe demuestra que la presencia
israelí en el Medio Oriente dejó de ser la principal contradicción en la región y que la rivalidad radicalismo-
conservadurismo que marcó el proceso político árabe está cediendo el lugar a una nueva fuerza emergente: el
fundamentalismo islá- mico, que se ha convertido en el principal reto para los regímenes tanto liberales como
moderados. A partir de la revolución iraní en 1979, un nuevo actor emerge en el escenario regional: el
fundamentalismo islámico que logra imponerse después de la guerra del Golfo de 1990-1991. Con el Golpe
de Estado en Jartum en 1989, la salida de la tropas soviéticas de Afganistán el mismo año, las elecciones en
Argelia en 1990 para las municipales y en diciembre de 1991 para las legislativas, la victoria del Partido del
Bienestar en Turquía, el integrismo se convierte en un actor decisivo en el escenario árabe. Está fuertemente
implantado en Irán, en Afganistán, en Sudán, en Turquía y ganó las elecciones en Argelia23 . Además, está
presente en el parlamento jordano y activo en Egipto. Parecía que la década de los 90’s sería la década del
fundamentalismo en la región. A pesar de la globalización mundial, el Mundo Árabe se aferraba a sus pugnas
internas e interestatales. Sin embargo, el proceso mundial estaba minando los cimientos de los procesos
políticos. En 1997, los militares turcos presionan al Partido del Bienestar para renunciar al poder. El mismo
año, en octubre, los integristas de la Yamaa Islamiya logran su mayor atentado en Egipto, cuando balacean
frente al templo del Valle de las Reinas en Luxor a decenas de turistas, dejando más de 60 muertos. Lo que
fue el atentado más espectacular del integrismo egipcio es también su último acto. El gobierno reacciona con
energía, logrando prácticamente aplastar al fundamentalismo. Pero sería sobre todo la victoria de un
moderado en Irán, Jatami, en con- tra del candidato de los conservadores, que representa realmente el cambio
más drástico en la vida política regional. A partir de 1997, tomando a esta fecha como simbólica, podemos
afirmar que las naciones árabes han empezando a mirar a la globalización y a los procesos regionales de
integración con más seriedad. Así, la guerra del Golfo Pérsico viene a confirmar esta hipótesis. Sin embargo,
a partir de 1997, asistimos a un retroceso del integrismo, en particular en Irán, en Turquía, en Argelia y en
Egipto, y a la emergencia de los regionalismos (Consejo de Cooperación del Golfo o Organización de
Cooperación Económica)

UNIDAD4 1973-1991

 BALTA, Paul. Islam. Civilización y Sociedad. Madrid, Sigo XXI, 1994. EN UNIDAD 5.4
 KEPEL, Pilles. Fitna. Guerra en el corazón del Islam, Barcelona, Paidós, 2004 TAMBIEN.
 SAID TAMBIEN
 ESPOSITO TAMBIEN
ROGAN EL DECLIVE DEL NACIONALISMO ARABE
En el 50 nasserismo paso a convertirse en la expresión dominante en el nacionalismo árabe.pero hacia el 60
todo se derrumbo, unión con siria, guerra en Yemen, desastre con Israel. La liberación de palestina quedo

371
pospuesta ,al ocupar isareal los territorios palestinos junto con la península egpcia de sinai y los altos golan
sirios.
La influencia de la guerra fría se observaría en la guerra árabe israelí.. la experiencia que vivian lso árabes
parrecia seguir rigiéndose por el divide y venceras. Nasser jamás llegaría a reconocer el problema de la RAU;
que Egipto había gobernado de un modo cuasi imperial a los altivos sirios, en vez de aceptar eso nasser llego
a la conclusión de que Egipto y siria habían sido incapaces de de conseguir los niveles de reforma social
necesarios para que lograra funcionar un plan de unión tan ambicioso. A partir del 62 enacauzaria la
revolución para el lado socialista (carta nacional). con este giro socialista nasser renunciaba a tratar de
subvertir las normas de la guerra fría y unia su destino al de la unión soviética, adhiriéndose al modelo
comunista de una económica capitaneada por el estado
El socialismo árabe iba a dividir el mundo árabe. Estados que contaban con el visto bueno de occidente como
marruecos ,Jordania y arabia saudí , o las repúblicas liberales como tunez y el libano, termiarian mereciendo
el apeliativo de “estados reaccionarios”. Los estados árabes revolucionarios seguirían a moscu, , Egipto sirira,
irak, Argelia (tras la revolución),Yemen y libia. En el mapa egiptoestab aislado.
La guerra por la independencia argelina había emepzado en el 54. La reacción violenta de los franceses hizo
abrazar la causa nacionalsta. Los argleinos del frente de liberación nacional, creía nque la mejor estrategia era
difundir terror a los franceses a fin de provocar una terrible represión contra el pueblo argelino y asi forzar a
que se vayan. La pequeña insurgencia del 54 terminria convetiendose en guerra total para el 55.
En octubre del 56 lso francese cortarina la cbeza al FLN, los lideres fueron capturados y llevados a francia
donde permanecerían hasta el fin de la guerra. La batalla de argel atrajo la atención internacional, y sin duda
francia hubo de enfrentarse a numerosas declaraciones de condenas. Pero los argelinos hubieron de pagar un
precio terrible por eestas ventajas estratégicas.
En la batalla de argel todos los estratos sociles se movilizarían, las mujeres tendrán un rol clave. La guerrila
pone bombas para llevar la guerra a la capital, y como consecuencias se hacen redadas con torturas. Muertos o
encarcelados, el FLN llegaría a su fin en el 57 pero la guerra seguiría.. se abrirían nuevos frentes de guerra y
conseguir ayuda internacional por parte de países no alineados como Egipto. En francia para el 58 tmb estab
creciendo la división interna en torno a la cuetion argelina. Militares franceses simpatizaban con la causa
argelina.
De Gaulle regresaría al poder en el 58 y pndria en marcha la 5ta república, no tenían una visión clara del
movimiento nacionalista, pero empezaría a preparar las vías para lasecesion, los colonos y el ejecito lo verían
como un traidor y crearían organizaciones terrorista, como la OAS. Pero de Gaulle seguía negocindo con el
FLN. Que se lograría en el 62. Miembros dde la comunidad francesa se fueron
Argelia tendrá como consecuencias, una economía destrozada, dirigentes políticos divididos, sociedad
escindidad debido a los papeles de los hombres y mujeres. Nasser encontró un nuevo aliado.
El Yemen, una región antes del imperio otomano, había conseguido su independencia en el 18. Aquí nasser
lograriqa presionar al iman Ahmed con mediante mensaje en programs de radio.. Ahmed se oponía a la
visión que tenia nasser del socialismo y su políticas de nacinalizacion a las cuales consideraba ilegales. En e
l62 monarquia derrocda por militares, república árabe del Yemen, Egipto los respalda. Arabia saudí tomara
partido por la flia real.
Era un guerra civil y tmb una guerra árabe que enfrentaba árabes con árabes al luchar Egipto vs A-Saudi .
nasser no logro percibir el impacto que la guerra del Yemen iba a ejercer en lacpacidad del ejercito egipcio
para hacer frente a una amenza mas inmediata, la de israel.
USA paso a ser el principal suministrador de armas a Israel, la URSS a siria y Egipto. Guerra inevitable, tanto
como Israel como estados árabes que la rodeaban no querían la paz. Lso árabes se referían a isarel como
“entidad sionista”. Habían pecheado en el 48 y 56. Los refugiados palestino en el libano y siria, Jordania y la
franja de gaza venían de recorar la promesa de liberar palestina de la dominación israelí. Los israelíes
necesitabn el conflicto para conslidar sus limites defensivos, y llegar a consolidarse vs los árabes.
Nasser manda a ocupar el sinai, pero esto no intimida a Israel quien contaba con buen servicio de inteligencia.
Egipto y los demás estados árabes no habían aprendido la lección de 1948. No habían elaborado ningún plan

372
de guerra sensato y a pesar de sus mutuos pactos de defensa, no existía la mas minima coordinación militar
entre Egipto,siria, y Jordania. El Yemen había dejado mal a Egipto militarmente.
La derrota del 67 dario paso a nueva era en políticas árabes. La crisis de confianzallevaria a la gente a recelar
de todos los dirigentes políticos. Golpes de mano, y revoluciones dirigidos contra lso gobiernos de todo el
mundo arabe , tal como paso en el 48. En irakk el baaz derroca al presi, el libia kadaffi al rey, en siria, en
sudan. Estos nuevos dirigentes habrían de organizar una nueva plataforma nacionaista árabe de tendencia
radical a fin de presentarla como fundamento de su legitimidad. Llamarin a la destrucción de Israel, la
liberación de palestia y el triunfo sobre el imperialismo yanqui.
1967 marca la relación especial de USA con Israel, todos los países slvo (tunez,le libano, Kuwait, a arabia
saudí) cortarían sus relaciones con USA. Tras ser expulsados de su patria los palestinos no habían
conseguido hacerse de reconomicmiento internacional. Desde la época del mandato se refería a ellos como los
árabes de palestina. A los ojos de la opinión publca se pensaba que los de palestina eran iguales a los de siria
y otros lugares por lo cual se integrarían fácil..
El principio de paz por territorios de 1967 era la busca de solución de la lucha árabe israelí. Terminaría
consolidando el hecho de que Israel continuara siendo un miembro mas de la comunidad de naciones al
abogar a favor de que el estado judío se aviniera a poner en manos de la tutela egipcia o jordana los escasos
territorios de palestina árabe que todavía subsistían. Ya no habría territorio al cual volver.
La derrota árabe del 67 convencio a los nacionalista de que era hora de tomar ellos mismos las riendas y no de
que lo hagan otros países. Lucharían vs Israel y vs todo estado árabe que se metiera en su camino. Shaser
Arafat y kahlaf serian los que comenzarían en el 50 en Egipto. Y luego en Kuwait. Fundando al fatah.
La OLP del 64 inspiraba graves recelos en Arafat y allegados, fue creada por los estados árabes para que
lsospalestinos represetnaran sus aspiraciones. Arafat la veía mas como un órgano de control sobre la
población palestina. La derrota árabe seria signo de liberalización para la lucha palestina, tras la guerra de lso
6 dias Jordania pasaría a ser l centro de operaciones
En el 69 arafat seria nombrado presidente de la OLP lo que conservqaria hasta 2004. Por su parte elfrente
popular se mostro en desacuerdo. Para el 70 el mundo árabe se hallaba dividido en en estados diferenciados,
los intentos a partir de unificarse cerian en vano.; los gobeirnos árabes seguirían defendiendo retóricamente
temas que ocuapaban la mente de todos los árabes, pero si nconvicciones como la lucha contra el enemigo
sionista y liberar la patria palestina. La fuerza del poder petrolífero se estaba haciendo notar.
UNIDAD 5 LA POSGUERRA FRIA
ISLAM Y POLÍTICA - ZIDANE ZERAOUI CAP. IX – NEO FUNDAMENTALISMO Y
TERRORISMO

El término terrorismo aparece por primera vez en el derecho internacional en dos


convencionesrealizadas en Nueva York en 1997 y 1999. Pero no es definido con claridad.

Para el FBI, el terrorismo consiste en una utilización ilícita de la fuerza y de la violencia otras personas
obienes tendientes a intimidar u obligar a un gobierno, la población civil o parte de ella, en la búsquedade
objetivos políticos o sociales.Para Gran Bretaña, es "la práctica o la amenaza" de una acción que tiene como
objetivo influir elgobierno o intimidar al público por parte del, para promover una causa política, religiosa o
ideológica.Para la Unión Europea, es lo que daña seriamente o destruyen las estructuras políticas, económicas
osociales de un país.

Las tres definiciones giran alrededor del contenido político y la presión política. O sea, el terrorismo político.
Así podemos encontrar:

a. terrorismo de liberación nacional: asesinato de gente inocente: ETA, IRA etcétera.b. Terrorismo de Estado:
desaparición de personas: el proceso en Argentina.c. Terrorismo de guerra: masacre de civiles: el caso de
Hiroshima.

373
En los tres casos se crea un enemigo y debe ser eliminado.Los grupos terroristas son tan antiguos como el
mundo. Han cambiado los métodos y los recursos, no elhecho. Además, no todas las acciones terroristas se
realizan con grupos terroristas. Los atentadossuicidas buscar la sorpresa y causar el mayor daño posible, ya
sea un blanco civil o militar. A partir de ladécada 80 se fueron popularizando los grupos terroristas con los
atentados o los actos del Hizbola. Conel atentado del 11 septiembre se logró una complejidad y sofisticación
total.

Además buscar el máximo de publicidad. El 11 septiembre demostró que ni la superpotencia retarde elmundo
estaba fuera del alcance del terrorismo el islam prohibe el suicidio, pero varios jefes religiososhan elevado al
mismo al rango de deber religioso si fue realizado en defensa del islam.

Los grupos terroristas: fracción primordial es el uso del terror y la violencia, a veces olvidando supropia
reivindicación. El mejor ejemplo en la actualidad es el de Al Qaeda de Osama bin Laden. Enestos casos
vemos una ausencia de programa político. En los 80 y los 90 fue el grupo terrorista español ETA. En
Alemania estaba la Banda Bader-Meinhof. La Fracción del Ejército Rojo, Facción del EjércitoRojo (en
alemán: Rote Armee Fraktion, o RAF), también conocida como la banda Baader-Meinhof (porel apellido de
sus dos componentes más significativos), fue una de las organizaciones insurrectasrevolucionarias de
izquierda radical más activas de la República Federal de Alemania en la posguerra,que durante su actividad
fue responsable de, al menos, 34 asesinatos .

Por su forma de actuar foquista,puede considerarse una organización de esta índole desde una perspectiva
marxista. La RAF pretendíaser un grupo de resistencia al estilo de la guerrilla urbana de
Sudamérica, especialmente delosTupamaros uruguayos; entendían la guerra de guerrillas y, por tanto, sus
atentados con explosivos,como una lucha contra el sistema, el capitalismo y el imperialismo de los
Estados Unidos en unacontienda internacional de liberación. Operó entre la década de los 70 y 1998,
causando gran agitaciónen Alemania (especialmente en el otoño de 1977, lo que llevó a una crisis nacional) y
la muerte de 34personas y 20 miembros del grupo debido a diversos atentados.

Los estados terroristas: también se pueden llamar terrorismo de Estado. O el Stalinismo.


Lasdictaduras militares en América Latina o África. El régimen de Pol Pot en Camboya. El ejemplo clásicoes
el Saloth Sar (19 de mayo de 1925 – Camboya, 15 de abril de 1998), conocido como Pol Pot, fueun dictador
camboyano y el principal líder de los Jemeres Rojos desde la génesis de estos en la décadade 1960 hasta su
muerte en 1998.

Fue también primer ministro de Kampuchea Democrática, que fue laforma en la que se constituyó
políticamente el actual Reino de Camboya bajo su dirección entre 1975 y1979. Forjador de un estado de
corte maoísta, Saloth Sar pasó a la historia como el principalresponsable del denomina
dogenocidio camboyano, que fue la principal razón de la constitución de untribunal internacional desde
2006 para juzgar a los líderes supervivientes del régimen. Una vezconquistado el poder en 1975,
Saloth Sar llevó a cabo una drástica política de reubicación de lapoblación de los principales centros urbanos
hacia el campo como una medida determinante hacia eltipo de comunismo que deseaba implantar. Los medios
empleados incluyeron el exterminio de losintelectuales y otros "enemigos burgueses".

El resultado de ello fue la desaparición de entre un millón ymedio y dos millones de personas. Tomando las
estadísticas presentadas por K. D. Jackson, el 17 deabril de 1975, año en el cual los jemeres rojos tomaron
Nom Pen, había en Camboya una población de7,3 millones de habitantes, mientras que tres años después, en
1978, la población disminuyó a 6millones. K. D. Chandler señala como razones de este drástico descenso de
la población -que calcula en 1,5 millones de desaparecidos- a la malnutrición, los trabajos forzados y las
enfermedades mal atendidas en general, pero 200.000 personas, probablemente más, fueron
ejecutadas sin juicio, clasificados como "enemigos", entre los que se contaban niños, ancianos y personas

374
pertenecientesincluso al mismo Partido. Porque la mayoría de las víctimas pertenecían a la
etnia jemer, JeanLacouture denominó a este proceso "auto-genocidio". Su política incluía la oposición a
Vietnam, que hizo efectiva con numerosos ataques a ese país, lo que causó una invasión masiva de
Camboyaen 1979 que precipitó su régimen hacia su fin.

Las políticas de genocidio no son necesariamente "estados terroristas", centrada de genocidios, no


deterrorismo de Estado.

El recurso del terrorismo: un Estado puede recurrir a actos terroristas sin ser propiamente un Estadoterrorista.
El ataque Hiroshima o a Dresde. El napalm o los campos de concentración. La guerra deArgelia o Vietnam.
Israel son claros ejemplos. O sea, un Estado puede ser democrático internamente,pero utiliza la violencia
terrorista para acallar un movimiento de liberación nacional, fuera de susfronteras.

A su vez, los movimientos de liberación nacional en general recurrieron al uso del terrorismo para liberarsus
territorios. Fundado en 1954 en Argelia, operaba el FLN 1 quien anuncia: "la continuación de la luchapor
todos los medios hasta la realización de nuestro objetivo, de liberación del país". El FLN realizóactos
terroristas pero no fue un grupo terrorista.

El Hizbolá: el Hezbolá 2 el surge en los 80 para enfrentarse a las incursiones de Israel. De


movimientoterrorista fue creciendo a un movimiento de resistencia para luego convertirse en un partido
político.

Nace como una milicia shiita de inspiración jomeinista, patrocinada por Irán y Siria. Y
terminaconvirtiéndose en la encarnación misma de la resistencia libanesa. Posee un intenso programa
deasistencia social.

El Neo fundamentalismo islámico

Hay tantos islam como existen países musulmanes. El fundamentalismo no es necesariamente violento.

La figura del líder religioso es determinante en el proceso fundamentalista pues encarna a Mahoma.
Lainterpretación del islam en los países fundamentalistas no se centra en la fatwa 3 (resolución
religiosainterpretativa del Corán) de los ulemas (sabios islámicos), sino en el Iman que le da al islam un
carácterpeculiar. El fundamentalismo islámico significa volver a las fuentes: el Corán, la sunna 4 (la tradición
delprofeta, sus dichos y sus hechos) y la sharia 5 (ley revelada). Se trata de rescatar los valores propios
delislam y la restauración del estado islámico. Excluir las innovaciones.

El fundamentalismo tiene un objetivo político -nacional. El neo fundamentalismo se caracteriza por


suviolencia directa sin inclusive reivindicar sus acciones (atentado de las discotecas de Bali en 2002).

El neo fundamentalismo se caracteriza por:

- tener un radicalismo religioso irredentista, por la no pertenecía a un estado determinado

- es conspiratorio, no es revolucionario

- su fin es la violencia, no la toma del poder

- no tiene objetivos políticos claros, pero sí un discurso religioso antioccidental

- se opone al shiismo, es antijudío y anticristiano, se identifica con la corriente "wahabi" 6

- un modelo de este sería Al Qaeda.

375
Los Talibanes en Afganistán 7 : es uno de los movimientos islámicos más radical. El país es el
mayorproductor y exportador de heroína. En 1994 se crea el movimiento de los talibanes.

Proceden de tres etnias: pashtún 8 (talibán), hazaras y tadzhik

Los hazaras son normales shiítas, sería el único grupo afgano y siempre fue perseguido. Los pashtunesen
general, siempre gobernaron el país.

Caída de Saddam Hussein: Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 de Nueva York,
elpresidente estadounidense George W. Bush incluyó a Irak, Irán y Corea del Norte en el denominado 'ejedel
mal'.10 Dos años después, una coalición formada por Estados Unidos, Reino Unido, Australia yotros países
atacó el país, iniciando lo que se conoció como "Invasión de Irak".

El 20 de marzo de 2003,tropas aliadas lanzan los primeros ataques sobre Irak: unos 40 misiles 'Tomahawk'
destrozan objetivos selectivos de la capital iraquí. Son las 05.35 de la mañana. Acaba de empezar la segunda
Guerra del Golfo. Apenas 20 días después, el 9 de abril, iraquíes y estadounidenses derribaban la
estatua de Husein erigida en la plaza Al-Ferdaous, junto al Hotel Palestine, en pleno centro deBagdad. Un
acto simbólico -e histórico- retransmitido en directo por las cadenas de televisión a todoslos rincones del
planeta como testimonio de la caída del régimen de Sadam. Los motivos esgrimidos porel entonces presidente
estadounidense era que Irak poseíaarmas de destrucción masiva y que no había colaborado con los inspectores
de la ONU. Este conflicto supuso la caída del régimen de Saddam, pero esas armas no se encontraron.

El ex presidente iraquí Sadam Husein fue capturado el 14 de diciembre de 2003 por


tropasestadounidenses en su ciudad natal de Tikrit. Sadam Husein fue ahorcado en Bagdad el
30 dediciembre de 2006. El que lograra ser uno de los hombres más poderosos del mundo árabe, no
pudoevitar la ejecución de la condena a pena de muerte por sus crímenes contra la humanidad.Chiitas, sunitas
y kurdos: tres grandes comunidades étnicas conviven en Irak en una relación defrecuentes entrentamientos
políticos y religiosos, lo cual vuelve escabrosa la estabilidad y lagobernanza del país.

Desde el establecimiento de un Estado “autónomo” en 1921, bajo tutela del mandato británico, laminoría
sunita ejerció los principales cargos en la administración y las instituciones militares, en tantoque la mayoría
chiita y los kurdos fueron relegados.

Esta herencia colonial continuó invariable con el advenimiento de la independencia, en 1932, y


elestablecimiento de la República, en 1958, y continuó hasta el derrocamiento de la dictadura de
SadamHuseín en el 2003.

La caída de Sadam trajo un cambio: los chiitas asumieron el poder y han marginado a los sunitas,situación
que se ha traducido en un auge de la violencia sectaria y el apoyo de esta rama del islam asectores radicales
próximos a al-Qaeda.

Los kurdos, por su lado, gozan de una autonomía en el norte del país, pero, ante la degradación políticadel
país, refuerzan su reclamo de independencia.

He aquí un vistazo a estas tres comunidades:

Kurdos. Este pueblo ejerce el autogobierno en elnorte de Irak. Ante la arremetida de los yihadistas ha optado
por reforzar la defensa de las fronteras desu territorio, decidido a no aceptar ninguna tutela.

Más, ante la posibilidad de una desintegración del país, en estos momentos cobra fuerza su anhelado sueño de
patria independiente.

376
Los kurdos son unos 6 millones en Irak (17% de población), pero también están diseminados porTurquía, Irán
y Siria.

Los árabes en Israel: la debilidad económica del mundo árabe y su subordinación al sistema capitalista
internacional durante el siglo XIX son las causas esenciales de la partición y control imperialista de los
territorios árabes después de 1918, lo que sirvió de base económica y política para la colonización sionista de
Palestina.

La dominación conjunta de británicos y sionistas generó un modelo que tuvo poca oposición árabe -Palestina
dada sus limitaciones.

La idea del sionismo nacional era desarrollar la agricultura para obtener un sólido dominio de la tierra.Ello
incluía la compra de tierras por el fondo nacional judío para llevar a cabo la política de "conquistade la tierra"
y también la "conquista del trabajo", lo que marginaría a los árabes.El proceso de confiscación de la tierra fue
el factor más importante en la progresiva marginación económica de los árabes en Israel:

a. ley de territorios abandonados (1948): expropiación de tierras limítrofes, b. ley de adquisición de la


propiedad de ausentes (1950): las tierras se transferían en"custodia" al

Estado y éste ascendía a los judíos a través del fondo nacional judío. Chiitas. Constituyen el 60% de la
población de Irak(32 millones de habitantes). En el poder desde que elprimer ministro, Nuri al-Maliki, asumió
el Gobierno enel 2006. A al-Maliki se le recrimina la adopción deuna posición sectaria, pese a que en su
momento sepresentó como un “candidato unificador”.Sunitas. Son predominantes en el mundo
musulmán(85%), pero en Irak son minoría (37% si se suman árabes y kurdos).

Desde la época del dominio del Imperio otomano(acabó en 1918), fueron favorecidos en el ejerciciode
posiciones de poder tanto que entre 1921 y el2003 solo hubo un primer ministro chiita (duró menosde un año
en el cargo). Ese predominio se mantuvohasta el fin del régimen de Sadam Huseín. algobierno de
al-Maliki como un títere de Irán, donde elchiismo es mayoritario. Este proceso de usurpación territorial
erosionó la vida aldeana árabe.A partir de 1949 comenzó a surgir un proletariado árabe en Israel.

Fundamentalismo islámico

En cuanto a los movimientos a los que se suele englobar bajo la denominación de fundamentalistas, los
islamólogos suelen distinguir entre:

1. Los tradicionalistas o fundamentalistas propiamente dichos. No son un movimiento político sino una
corriente ortodoxa dentro del islam, defensora de lasharia en su interpretación más tradicional. La
denominación fundamentalismo no es aceptada por todos los autores, al ser considerada una trasposición de
un concepto occidental. Algunos autores árabes también utilizan esta denominación, adaptada al árabe
(usuliyya). Sus características esenciales, que la diferencian de los movimientos políticos designados a veces
con el mismo nombre, son:

En materia de interpretación del islam, son defensores de la tradición. El islam no tiene clero, por lo que
teóricamente cualquier creyente tiene capacidad para interpretar los textos sagrados y extraer de ellos las
aplicaciones para la vida cotidiana que necesite. Es lo que se llama ijtihad o esfuerzo
deinterpretación personal, que la doctrina islámica reconoce como algo perfectamente posible.
Sinembargo, la tradición, a lo largo de los siglos, ha consagrado lo que se denomina el cierre de laspuertas del
ijtihad; esto es, la tradición niega al simple creyente la capacidad de interpretar por sí mismolos textos
sagrados y otorga esa facultad en exclusiva a los ulemas, organizados endiferentes madhabs o
escuelas legales. Ante cualquier problema, el creyente debe abstenerse de haceruna interpretación propia,

377
y acudir a un experto para que emita un dictamen o fatwa. Losfundamentalistas son defensores
de esta tradición; por tanto, del poder y la omnipresencia de losulemas como guías de la sociedad. Como
tradicionalistas, son reacios a la participación de las mujeresen la vida pública, algo que el islam en sí mismo
no prohíbe, pero que sí ha sido consagrado por latradición.

Los fundamentalistas no se organizan como movimientos políticos que pretendan tomar el poder. No desean
sustituir a los poderes establecidos sino velar por que éstos cumplan fielmente la tradición. Poreso, no se
pronuncian acerca de las formas políticas ni la legitimidad de los gobernantes siempre queéstos sean fieles
musulmanes y tengan en cuenta los dictámenes de los ulemas.

Entre los ejemplos más conocidos de fundamentalismo está la mezquita y universidad de Al-Azhar,en El
Cairo, que trata de erigirse en tutora moral de la sociedad egipcia y que tiene gran predicamentoen buena
parte del mundo islámico.

Los islamistas son un movimiento de carácter político surgido en los años 20 del siglo XX y quealcanza su
auge a partir de finales de los años 70. Se extienden sobre todo por las universidades yentre las élites cultas,
tomando el relevo de los movimientos de carácter marxista o panarabista. Variascaracterísticas importantes
los diferencian del fundamentalismo:

Son contrarios a la tradición. Los islamistas se remiten a los primeros tiempos del islam y, grosso
modo,reniegan del corpus doctrinal legado por la tradición. Por esa razón, son partidarios del ijtihad o
esfuerzode interpretación individual, lo que necesariamente lleva aparejado una pérdida de
autoridad delos ulemas. En cierta medida, los islamistas pretenden "democratizar" y descentralizar aún más
el islam.

En la cuestión de la mujer, los islamistas se remiten a los textos sagrados, que no niegan
laparticipación de las mujeres en la vida pública, siempre que se ajuste a unos cánones que
consideranislámicos: separación espacial de sexos, uso del hiyab. Por esta razón, suele darse la
aparenteparadoja de que las organizaciones islamistas cuenten con una militancia femenina muy superior al
deorganizaciones políticas laicas, que a menudo suelen ser deudoras del peso de la tradición.

Son movimientos políticos. Plantean la creación de una sociedad íntegramente islámica, que llevaaparejadas
formas de Estado específicamente islámicas. Son contrarios a las monarquías, puesplantean que
los gobernantes deben ser electos en algún grado, y susceptibles de ser cesados en elcargo en cualquier
momento. A pesar de estas líneas generales, los diferentes grupos islamistas notienen ideas comunes sobre
qué es una forma de Estado propiamente islámica. Su teoría en esteaspecto es relativamente vaga, ya que
plantean que la sociedad islámica surgirá naturalmente deuna umma o comunidad de creyentes
sinceramente musulmana y capaz de interpretar los textossagrados convenientemente. En teoría,
los movimientos islamistas desean la superación de lasfronteras e identidades nacionales de los
países islámicos en favor de una identidad islámica común.

Las prácticas, sin embargo, están muy ligadas a los intereses nacionales de cada organización. Losejemplos
más claro de islamismo son los Hermanos Musulmanes, una poderosaorganización egipcia que ha
dado lugar a réplicas en varios lugares (Hizbullah, Hamás, Refah Partisi,etc.), y el régimen de Irán. Hay
no obstante diferencias importantes entre islamistassunníes eislamistas chiíes debido a la existencia
dentro del chiismo de una cierta clericalización y debido a laimportante centralidad que para estos últimos
tiene la revolución iraní, ajena sin embargo a los sunníes.

Los islamistas se dividen en dos corrientes, una original, "moderada", representada por los
HermanosMusulmanes y afines, y otra partidaria de la violencia política que ha dado lugar a la miríada
deorganizaciones llamadas Asamblea Islámica o Yihad Islámico.Los neofundamentalistas son un

378
movimiento surgido del islamismo pero que conjuga los planteamientos originales de éste con los
tradicionales del fundamentalismo. Son sus características:

Son, como el islamismo, un movimiento político. En general, tiene su origen en el ala más radical deéste, y
suele citarse como una de las razones de su aparición el diferente nivel cultural de su militancia:si en los
partidos islamistas el perfil del militante es urbano y universitario, con dirigentes de media oalta
cualificación profesional, en las organizaciones neofundamentalistas abunda la militanciaprocedente
de las áreas periféricas y paupérrimas de las grandes ciudades, aún muy conectadas alcampo y atraídas hacia
estas organizaciones a menudo a causa de su sistema de ayuda social. Es unamilitancia, por tanto, imbuida
de una educación tradicional y fundamentalista, aunque recelosadel establishment de ulemas
vinculado al poder.

Conjugan aspectos innovadores (islamistas) como el ijtihad con interpretaciones tradicionalistas. En la


práctica, ello se traduce en que no reconocen a los ulemas oficiales, pero a menudo se convierten ellos
mismos en ulemas autoproclamados, con escasa formación en materia religiosa pero con un poder absoluto a
la hora de emitir fatwas. Son extremadamente reacios a la participación de las mujeres en lo público. En
general, sus planteamientos suelen ser de un fundamentalismo extremo y de una excasa armazón teórica.

Derivado de lo anterior, practican constantemente el takfir o anatema, es decir, decretan que tal
persona(generalmente quienes se oponen abiertamente a ellos, así como miembros del Gobierno o de
lasfuerzas de seguridad) no es musulmana sino enemiga del islam, y es por tanto lícita cualquier violencia que
se ejerza contra ella. El anatema es un paso que no suelen dar ni los ulemas
másfundamentalistas, ni tampoco los islamistas. En general, los neofundamentalistas son movimientos
muypolarizados en torno a líderes carismáticos, y con discursos y prácticas que a menudo escandalizantanto a
fundamentalistas como a islamistas.

Los neofundamentalistas son los movimientos más conocidos en occidente, ya que a esta corrientepertenecen
grupos como los talibán, Al-Qaeda, el FIS argelino,Estado Islámico ó Boko Haram.

Diferencias entre los sunitas chiíes y kurdos

Hay muchas diferencias entre los sunitas chiíes y kurdos. Pero la más importante es la que correspondea los
kurdos.

Los kurdos son un grupo étnico del medio oriente que habitan predominantemente en una regiónllamada
Kurdistán, que abarca partes de Siria, Irán, Irak y Turquía. La mayoría de los kurdos habitan enla región
autónoma de Kurdistán Iraquí, donde tienen una especie de zona segura que tiene autoridad eindependencia
ante el gobierno iraquí.

Con esto se puede llegar a la conclusión de que los kurdos difieren con los sunitas y los chiíes ya quelos
kurdos son un grupo de personas que se identifican como etnia independiente. Los kurdos no estánvinculados
estrictamente a ninguna religión ni movimiento político más que el movimiento nacionalista kurdo para
mantener su autonomía. Los kurdos son predominantemente musulmanes sunitas, perotambién pueden existir
kurdos chiíes e incluso kurdos católicos. El ser kurdo no es vinculante con ladoctrina religiosa de la persona;
aunque si se han dado persecuciones y discriminación en contra de loskurdos por su precedencia.

En Irán, se han utilizado técnicas de discriminación en contra de los kurdos por parte del pueblo iraníque es
en su mayoría musulmán chiíta. De la misma forma, han sido tratados de mala manera por laspoblaciones
sunitas de Irak y de otras partes del mundo.

379
Bajo Saddam Hussein, Irak estaba bajo el yugo de una élite sunita árabe, la que abiertamente oprimía ala
mayoría árabe chiíta y a las minorías kurdas. El golpe contra Saddam logró estabilizar en cierta parteel
balance de poderes pero los grupos siguen en constante disputa. Las diferencias entre
losmusulmanes chiíes y sunitas son las más volátiles en Irak; las diferencias datan del siglo VII después
deCristo, cuando después de la muerte del Profeta Muhammad no se sabía a quién le correspondía ser elLos
chiíes creían que el Profeta le había otorgado el mando a su primo y yerno Ali, quien después lopasó a su hijo
Hussein. En cambio, los sunitas decidieron que debían elegir a un nuevo líder al que sele llamaría Califa. Los
califas fueron rechazados por los chiíes y a su vez, los sunitas rechazaron elnombramiento de Ali como el
líder de los musulmanes. Después de la muerte del tercer Califa, Aliaprovechó la oportunidad para nombrarse
el nuevo Califa. Los sunitas rechazaron esta acción y estefue el inicio del período de Guerra Civil del Islam.

Los sunitas constituyen tres cuartos de la población musulmana de todo el mundo; y los chiíes enrespuesta al
califato, eligieron a una serie de Imams que servirían como guías espirituales y políticospara la secta chiíta.
Los Imams eran descendientes directos del Profeta Muhammad, o bien, personasmuy cercanas a él. Estas
diferencias causaron una lucha violenta por el poder. Ali y Hussein fueronasesinados por sus enemigos. La
muerte de Hussein ocurrió en Karbala, en Irak. Esto pasó a formarparte de la simbología del martirio en la
tradición chiíta islámica. Los seguidores asisten al festival Ashura para autoflagelarse en representación de su
“fracaso” al no asistir a la ayuda de Hussein paraprevenir su muerte.

Por las diferencias entre sunitas y chiíes ambas ramas tienen diferentes formas de realizar
susprácticas, leyes y costumbres. También tienen diferentes configuraciones de jerarquía religiosa; peroambas
sectas tienen los mismos fundamentos de la religión islámica. Aunque en Irán lo
chiíesconstituyan la mayor parte de la población musulmana, en el resto del mundo árabe los chiíes son
unaminoría que frecuentemente es mal vista o discriminada. La rama extremista “salafista” sunita que tiene
presencia en Arabia Saudita y los jihadistas de al-Qaeda ven a los chiíes como ajenos a su religión.

A pesar de las diferencias entre sunitas y chiíes, existen cuestiones importantes teológicas, legales y políticas
con las que han logrado convivir a lo largo de la historia. Ambas ramas comparten el mismo espacio cuando
realizan el peregrinaje del Hajj anual a la Mecca.

El Hajj es uno de los pilares fundamentales del Islam. Es un peregrinaje obligatorio que debe realizar todo
musulmán adulto que tenga la capacidad física y económica de hacer el viaje a la Meca. La Mecaes la ciudad
más sagrada para el pueblo islámico, ya que es el lugar de nacimiento del ProfetaMuhammad y el lugar de su
primera revelación. Dentro de Meca se encuentra la Kaaba, que es unaestructura en forma de cubo que fue
construida por el antiguo mensajero de Dios, Abraham, y su hijoIsmael.

Los musulmanes de todo el mundo, sin importar su secta o división, realizan el Hajj durante el últimomes del
calendario lunar musulmán. En el Hajj se ejecutan rituales y prácticas que simbolizan la humildad, fraternidad
y equidad del pueblo del Profeta. Uno de los ritos del Hajj es el tawaf. El tawaf consiste en dar siete vueltas
consecutivas alrededor de la Kaaba mientras en cada vuelta, se intentaacercar y besar la Piedra Negra, que se
ubica en la esquina de la Kaaba que mira hacia el este. Sinimportar la rama de creencia, todo
musulmán tiene la obligación de cumplir con los pilaresfundamentales del Islam.

El conflicto actual entre las diferencias entre sunitas, chiíes y kurdos en Irak no está basado únicamenteen
diferencias que surgieron hace más de mil años, sino también en las políticas aplicadas por elrégimen
dictatorial de Saddam Hussein. Los musulmanes sunitas constituían un quinto de la población,lo que
significaba un grupo sustancioso de la clase gobernada bajo Saddam. Y a los chiíes, que conformaban más de
la mitad de la población, se les negaron sus derechos políticos y sus libertadesreligiosas fueron atacadas
vorazmente por parte del régimen. Las políticas de división también afectaron la manera en la que
se desarrollaba la política. Los partidos políticos principales de los chiíesque han dominado las elecciones

380
democráticas de Irak tienen estrechos vínculos con Irán. Este detalleha puesto en alerta a los sunitas de Irak y
a los regímenes aliados a Estados Unidos en el mediooriente. En cualquier momento podría ocurrir que se
forme un gobierno chiíta extremista que decidaaplicar el mismo tratamiento a los civiles sunitas en
retribución.

Algunas diferencias entre sunitas, chiíes y kurdos radican en que casi 80% de los iraquíes son árabes,mientras
un 15% son kurdos. Los kurdos son un grupo étnico con su propio lenguaje, historia y culturaque se ha
concentrado al norte de Irak, al este de Turquia, el noreste de Siria y el norte de Irán. Loskurdos tienen una
larga historia de lucha por sus derechos como comunidad minoritaria autóctona encada uno de estos países; y
en muchos de los casos han sufrido una represión terrible y persecución política. La zona del norte de Irak
designada para los kurdos está bajo el ojo vigilante de los EstadosUnidos desde la Guerra del Golfo
Árabe de 1991. Aunque los kurdos participen en las políticasnacionales de Irak, la gran mayoría
de kurdos iraquíes (y de todo Kurdistán) desean obtener laindependencia formal. Los kurdos son
predominantemente musulmanes sunitas; aunque las políticaskurdas estén fundamentadas por el
nacionalismo.

Ahora los kurdos gozan de reconocimiento por parte de Irak. La nueva constitución iraquí reconoce
laautonomía política de los kurdos al norte del territorio. Esto les permite mantener las ganancias de
loscampos petroleros de la zona, su propiedad y comercio, y al mismo tiempo pueden gozar de su
propiafuerza armada. Una diferencia entre kurdos, chiíes y sunitas es que los kurdos son muy reconocidos
porsus habilidades en el campo de batalla. A los kurdos se les suele contratar como mercenarios
oparamilitares ya que su historia de persecución y lucha política les ha otorgado las
habilidadesnecesarias para sobrevivir en escenarios de guerra.

Otro ejemplo es Siria. Siria es un país con una mayoría de población sunita, pero el régimen delpresidente al-
Assad es muy cercano al gobierno chiíta de Iran. La mayoría de Irak es chiíta, pero en elnorte del país hay
muchos sunitas; y los rebeldes sunitas han logrado ganar terreno hacia el interior delpaís. El vecino Irán tiene
una mayoría chiíta, mientras el vecino Arabia Saudita es mayormente sunita.

Los sunitas constituyen cerca del 85% de la población islámica del mundo.

Los sunitas creen en que los líderes musulmanes pueden ser elegidos si presentan las cualidadesnecesarias
para cumplir con el trabajo. En cambio los chiíes piensan que los líderes deberían serdescendientes del Profeta
o tener algún vínculo de importancia con él. Las ramas no reconocen a lasmismas autoridades en el Islam.
Esto se puede comparar como con los católicos y los protestantes;ambos son cristianos y comparten la misma
Biblia, pero solo los católicos reconocen la autoridad delPapa. De la misma forma que católicos y
protestantes, los sunitas y los chiíes tienen sus propias fechasreligiosas de celebración.

Los roles de cada sexo son abiertamente discutidos en la comunidad sunita. El Corán explica condetenimiento
las diferencias e igualdades entre ambos géneros en temas como la herencia, eltestimonio legal
y las leyes maritales. Pero el texto difiere de las verdaderas prácticas; el mundo ve a la religión islámica
como una doctrina basada en el hombre, aunque en realidad en el Corán hay bastantes
pasajes que le atribuyen a la mujer beneficios y protecciones si está bajo la creenciamusulmana. A
final de cuentas, los sunitas son simplemente la rama más grande del Islam, y aunquetienen sus diferencias
con las otras facciones, sus principios y fundamentos son los mismos.

¿Qué pasa en Iraq?

Para muchos de nosotros Iraq es un país en constante conflicto. Esto es en parte cierto, pero esteproblema se
ha agudizado en los últimos meses.

381
Tras la caída del dictador Saddam Hussein en 2003 y la posterior salida de las tropas estadounidenses del
territorio iraquí, el gobierno de este país quedó encabezado por el primer ministro Nuri al Maliki,quien ha
recibido críticas por sus políticas sectarias a favor de los chiitas, dejando de lado a lascomunidades sunitas
y kurdas, cohabitantes en Iraq. Ante el descontento y sumando diferenciashistóricas, el grupo
extremista conocido como el Estado Islámico en Iraq y Siria (ISIS, por sus siglas eninglés) ha puesto en jaque
al gobierno iraquí al tomar el control de regiones estratégicas del norte iraquí–Mosul, Anbar, Tal Afar, Banji,
entre otras- y apuntar hacia su principal objetivo, la capital Bagdad, y asícumplir su cometido: establecer un
Estado islámico, que se extienda desde Iraq hasta Siria. Esto haprovocado constantes enfrentamientos entre
ISIS –rama de al Qaeda formada en su mayoría porsunitas radicales- y el Ejército iraquí, quienes buscan
frenar su avance. En medio quedan los kurdos,que también pelean contra ISIS pero para proteger su territorio,
el Kurdistán iraquí, ubicado al noreste.

Los ataques han traído miles de muertes, heridos y desplazados, convirtiendo la disputa en una
crisishumanitaria. Tan solo en junio de este año se registraron 1,705 muertos, de acuerdo
con laOrganización de las Naciones Unidas (ONU); respecto a los desplazados, la ONU reporta que más
deun millón de personas han tenido que desplazarse por la crisis.

¿Quién es quién en el conflicto?: En el problema iraquí están presentes las diferencias religiosas ytambién de
etnias, cada una defendiendo sus intereses, ya sea políticos o económicos, y se remonta asiglos atrás. En el
año 632, el profeta Mahoma, máximo líder de la religión musulmana, proclamó a suyerno Alí como su
sucesor espiritual y político, con lo cual comenzó una disputa entre dos vertientes que desde ese momento
están divididas: los chiitas y los sunitas. Los primeros creían que el sucesordebía ser descendiente directo de
Mahoma, mientras que para los segundos interesaba una persona justa que no necesariamente debía tener el
linaje de su líder.

Chiitas: La comunidad islámica con mayor presencia en Iraq –aunque no en el mundo musulmán- es lachiita,
pues de 60 a 65% de los 32 millones de iraquíes (unos 19 millones de personas) pertenece aesta vertiente, de
acuerdo con la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés).

Los chiitas, quienes también están presentes en países como Irán, Líbano, Pakistán,
Afganistán,Bahrein y Arabia Saudita principalmente, fueron brutalmente reprimidos durante el régimen de
SaddamHussein (sunita) -entre 1979 y 2003-, lo que provocó una gran cantidad de muertes y que miles
huyeran del territorio en este periodo. La operación Libertad encabezada por Estados Unidos puso fin a
ladictadura de Hussein, lo que otorgó un poco de liberación a los chiitas y que, por el contrario, los
sunitasvieron como una amenaza. Actualmente, son los chiitas quienes están en el poder: tras la ejecución
deHussein en 2003 y la conformación de una nueva Constitución, Nuri al Maliki accedió al poder en 2006.

Aunque en su momento se presentó como un “candidato unificador”, ha sido acusado de concentrar elpoder
con sus aliados chiitas, de marginar a los sunitas, y de utilizar las fuerzas de seguridad contraestos últimos.

Sunitas: Los sunitas conforman la rama musulmana más numerosa en el mundo, sin embargo, en Iraqno son
mayoría. Entre el 32 y 37% de los musulmanes en Iraq son sunitas (cerca de 12 millones depersonas), según
la CIA. Los sunitas están establecidos principalmente en el oeste y suroeste de Iraq,un país cuya economía
depende de la producción de petróleo. No obstante, los campos petroleros másgrandes de este país se
encuentran en las zonas habitadas por chiitas y kurdos, etnia presente en eleste y noreste del país. Los sunitas
estaban representados en el gobierno con el régimen de Saddam

Hussein, pero ante su caída empezaron a perder todos los privilegios que tenían. Los militantes de
ISIS,quienes están tomando ciudades iraquíes y protagonizan el conflicto bélico, son en gran parte
sunitasradicales.

382
Kurdos: En Iraq hay alrededor de cuatro millones de kurdos. Los kurdos no tienen un interés religioso,sino
que históricamente buscan su independencia y la conformación de un Estado, el Kurdistán, queabarca
regiones de Iraq, Turquía, Irán, Siria y Armenia.

En 2005 se reconoció al Gobierno Regional Kurdo, con capital en Erbil, la tercera ciudad más grande deIraq.
El Kurdistán iraquí es una zona importante por las reservas petroleras presentes en ella, ademásde que la
región ha crecido económicamente de forma rápida, justamente por las reservas
dehidrocarburos.

En el conflicto actual, los kurdos defienden Kurdistán y sus fronteras, las cuales han estado en peligroante los
ataques de ISIS en ciudades fronterizas. En algunas de estas urbes, el Ejército iraquí bajó lasarmas y huyó,
por lo que los peshmerga –milicia kurda- ha tomado control de estas zonas,principalmente
Kirkuk, uno de los principales centros petrolíferos.

Alauitas: Parte del chiismo. Aunque los alauitas están presentes en su mayoría en Siria, también seestablecen
en Iraq. Tienen una visión particular de los fundamentos del islam, por lo que muchosmusulmanes los
consideran herejes. La gobernante familia al Asad en Siria pertenece a esta rama.

Concentran el poder en el gobierno, fuerzas armadas y servicios de inteligencia de ese país.Yihadistas: Los
yihadistas son los integrantes de las ramas consideradas más violentas y radicales del islamismo, defensores
de la yihad, la cual se refiere a la obligación religiosa de los musulmanes.

La principal organización que defiende estos principios es Al Qaeda, que se ha convertido en laaglutinadora
del yihadismo y que busca regresar a los orígenes del islam, aunque dentro de esta se handesprendido grupos
extremistas, aún más radicales, como ISIS.

Entonces, ¿Al Qaeda e ISIS no son lo mismo?: El Estado Islámico en Iraq y Siria es un grupoderivado de al
Qaeda que nació en Iraq en fusión con el Frente al Nusra –grupo que se creó en 2012 enSiria. Su principal
objetivo es establecer un califato o Estado islámico sunita en la región.

Está compuesto por militantes sunitas, chechenos, turcos y de otros países que se sintieron atraídospor el
conflicto en Siria. ISIS se fortaleció en cuanto las tropas estadounidenses se retiraron de Iraq en2011;
actualmente tienen alrededor de 8,000 militantes. Aunque se haya originado en al Qaeda, suextremismo ha
llevado a que incluso esta se haya deslindado de las acciones de ISIS. El líder de alQaeda Ayman al Zawahiri
dijo que la organización que lidera no tiene relación con ellos y no esresponsable de sus acciones. Los
militantes de ISIS han llevado a cabo masacres sangrientas, handecapitado a rivales capturados, secuestrado a
activistas, realizado actos terroristas y, además, todoesto lo han compartido en internet y redes sociales.

BANI SARD APRENDER DE LA EXPERIENCIA IRANÍ


Al deponer a un déspota que era el principal obstáculo para la democracia, la revuelta tunecina tiene una
inmensa importancia para el mundo árabe e islámico. Por sobre todas las cosas, abrió un futuro que, dada la
mano de hierro del sistema político autoritario respaldado por los gobiernos europeos y árabes, se consideraba
cerrado.

Como ya vemos por las manifestaciones de Egipto, en la región se percibe que el derrocamiento de autócratas
corruptos ya no es un sueño imposible . El mensaje de Túnez a la región es que el despotismo no es un
destino al que hay que someterse. Ese mensaje se extiende con rapidez porque el movimiento democrático
tunecino tiene legitimidad nacional y no está vinculado a un auspiciante occidental, como pasó con la
invasión de EE.UU. a Irak.

383
Como bien sé por experiencia personal, sin embargo, un futuro abierto no sólo comprende la posibilidad de la
democracia, sino también la posibilidad de una nueva dictadura.

A los efectos de alcanzar la democracia y reducir las perspectivas del ascenso de un nuevo hombre fuerte, es
necesario que se cumplan ciertas condiciones.

En primer lugar, el movimiento tiene que distanciarse del antiguo régimen y de sus elites . Las
revoluciones sólo tienen lugar cuando el sistema se desmantela por completo y se reconstruye. Por ahora, si
bien se encuentran en un estado de conmoción y fragilidad, las estructuras económicas neoliberales y políticas
que sostenían la dictadura de Ben Alí siguen intactas. Son las mismas elites las que manejan el país (...) En
segundo término, toda la estructura del régimen despótico –los poderes ejecutivo, judicial y legislativo– deben
ser objeto de una revolución. Sería un error limitar los objetivos del movimiento a un simple cambio de
personalidades. La falta de experiencia de la gente común no debe llevar al movimiento a importar elites del
régimen anterior al nuevo gobierno.

Mi experiencia de la revolución iraní de 1979 me enseñó que en todo departamento y ministerio hay
suficientes especialistas patrióticos que no están contaminados por la relación con el régimen anterior y que
están dispuestos a desempeñar un papel positivo en la reconstrucción del país (...).

La población tiene que dejar de buscar líderes que se hagan cargo. Tiene que reconocer que todos pueden
convertirse en líderes mediante la asunción de responsabilidades, la participación en el debate y el trabajo con
otros en el movimiento. En las democracias, el espacio público le pertenece a la población. Cuando ésta siente
que hay temas que abordar, debe volver a la calle. Si la gente abandona el espacio político, éste
inevitablemente se llenará con organizaciones políticas que buscan el poder y que terminarán por volver a
imponer prácticas represivas (..).

Para neutralizar la violencia de esos grupos, todo nuevo gobierno deberesistir la tentación de crear su
propia guardia revolucionaria . Si el Irán actual sirve de ejemplo, esas organizaciones pueden transformarse
con gran facilidad en una mafia económica y militar que se convierte en parte de la nueva élite. La solución
pasa por reorganizar las fuerzas de seguridad existentes de modo tal que dependan de la democracia civil y la
ley (...)Ahora no hay vuelta atrás. La lucha dará lugar a una verdadera democracia si quienes hicieron la
revolución perseveran. Si retroceden, habrá dictadores al acecho que ganarán poder a partir del vacío.
Entonces, como en Irán, la gente tendrá que volver a empezar para recuperar la libertad.

GARTON ASH ¿ESTAMOS ANTE EL 1989 ARABE?

El futuro de Europa está en juego esta semana en la plaza Tahrir de El Cairo, igual que lo estaba en la plaza
de San Wenceslao de Praga en 1989. En esta ocasión, por motivos de geografía y demografía. El arco en el
que está produciéndose la crisis árabe, desde Marruecos hasta Jordania, es el vecino de al lado de Europa. Y
decenios de migraciones hacen que los jóvenes árabes que gritan airados en las calles de El Cairo, Túnez y
Amán tengan primos en Madrid, París y Londres.

Si las revueltas triunfan, y el resultado no es otra dictadura islamista, estos hombres y mujeres jóvenes,
frustrados y con frecuencia desempleados tendrán oportunidades en sus propios países. La diferencia entre la
vida en Casablanca y Madrid, Túnez y París, disminuirá gradualmente, y con ella la disonancia cognitiva
cultural que, llevada al extremo, desemboca en el terrorista suicida marroquí que sube a un tren de cercanías
en Madrid. Con la modernización de sus países, los jóvenes árabes -y casi un tercio de la población del litoral
norteafricano tiene entre 15 y 30 años- circularán entre un lado y otro del Mediterráneo y contribuirán a las
economías europeas y a pagar las pensiones de las sociedades europeas envejecidas. Además, los ejemplos de
modernización y reforma tendrán eco en todo el mundo islámico. Si las revueltas fracasan, y el mundo árabe
vuelve a sumirse en un abismo de autocracia, decenas de millones de esos jóvenes, tanto hombres como

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mujeres, trasladarán al otro lado del mar sus patologías de la frustración, que sacudirán los cimientos de
Europa. Si, por último, las revueltas consiguen derrocar a esta generación de tiranos, pero las fuerzas
islamistas violentas y antidemocráticas se hacen con el poder en varios países y nos encontramos con un
montón de nuevos iranes, que Dios nos ayude. Todo eso es lo que está en juego. No se me ocurre ninguna
otra situación en la que Europa tenga un interés más vital.

¿Es el 1989 de los árabes? Existe la misma sensación que entonces de que los acontecimientos saltan de un
país a otro y de que la gente corriente, en masa, ha decidido plantarse de forma espontánea para decir "basta".
Sin embargo, hasta ahora, no se ve una organización social como la que, encabezada por los movimientos
democráticos de oposición y los grupos de la sociedad civil, mantuvo en 1989 la disciplina de la no violencia,
incluso ante las provocaciones, y preparó el terreno para una transición negociada. En Túnez, los sindicatos
han desempeñado un papel importante. En Egipto están Mohammed el Baradei, con su Asociación Nacional
para el Cambio, y el líder de la oposición encarcelado Ayman Nour, pero no ha surgido verdaderamente
ningún frente popular, foro cívico ni gran estructura de otro tipo. En la gran manifestación del martes en la
plaza de Tahrir, hubo muestras alentadoras de organización cívica. Pero al día siguiente ya hubo una respuesta
caótica a los ataques violentos de los partidarios de Mubarak.

Por más poder movilizador que tengan Internet y las redes sociales, esta cuestión de la organización política
es fundamental. Por eso los israelíes dicen que la analogía más apropiada no es con la Europa de 1989 sino
con el Irán de 1979. Un gran levantamiento popular, con muchos elementos laicos y de izquierdas, pero que
cayó en manos de los islamistas porque estaban mejor organizados. El hecho de que dictadores árabes como
Hosni Mubarak hayan agitado durante 30 años el espectro islamista para chantajear a Occidente no significa
que ese espectro no exista. Pero es comprensible la frustración de los demócratas árabes que se topan con esta
actitud como primera reacción de Occidente a su única esperanza de liberación en muchos años. "Esta es una
revolución en la que Allahu-Akbar no tiene nada que ver", dice el periodista egipcio Yosri Fouda.

Nadie sabe lo que sucederá mañana, ni mucho menos el próximo mes ni el próximo año. Ante las
revoluciones, los responsables políticos y los expertos a larga distancia son como peatones con calzado de
ciudad que intentan seguir una carrera de obstáculos frenética y embarrada. La siguen como pueden, jadeando
y a duras penas. Lo que necesitamos es gente que esté sobre el terreno, que hable el idioma, conozca la
historia, haya estado allí repetidas veces desde hace años y sea capaz de evaluar a los actores y fuerzas
sociales más importantes. El hecho de que haya tan pocos corresponsales y expertos de ese tipo es prueba de
la indiferencia de Europa respecto a su patio de atrás. Seguramente hay más europeos especializados en la
política de California que en la de Egipto, por no hablar de Túnez y Marruecos.

La reacción política de Europa, hasta ahora, ha sido un silencio avergonzado, seguido de palabras muy
precavidas de apoyo a un cambio pacífico, como la declaración de los ministros de Exteriores de la UE el
lunes pasado. Francia, que durante décadas respaldó y ayudó al dictador tunecino Zine el Abidine Ben Ali,
ahora se une a las sanciones de la UE contra él y su familia. ¿O sea que acaba de enterarse de que es malo? La
llamada Unión para el Mediterráneo ha demostrado ser completamente irrelevante. Y, al contrario que la
secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, la alta representante de la UE para la Política
Exterior, Catherine Ashton, ha estado invisible.

Es verdad que Washington también tuvo una primera reacción de silencio embarazoso y luego unas palabras
astutamente formuladas con las que instaba a hacer un cambio pacífico. Pero, por lo menos, se vio su
confusión. Cuando obtengamos (si la obtenemos) la próxima remesa de Wikileaks, tal vez descubramos que
Estados Unidos tuvo algo que ver con la extraordinaria declaración del Ejército egipcio de que no iba a
emplear la fuerza contra las demandas legítimas de "nuestro gran pueblo". Europa, en cambio, no ha tenido
ninguna influencia que se haya notado en la evolución de unos hechos cruciales para su futuro. Aparte de
advertir urgentemente a los líderes árabes sobre las consecuencias económicas de una represión violenta, cosa

385
que los europeos deben hacer por todos los canales posibles, es poco lo que en estos momentos se puede
llevar a cabo para alterar el curso inmediato de los acontecimientos. Un apoyo demasiado explícito de
Occidente a un candidato o movimiento de oposición concreto podría desatar una reacción en su contra. Por
ahora, cuanto menos se haga, mejor. Pero otra cosa es lo que ocurra mañana, o pasado mañana. En Europa
debemos prepararnos ya para ese día.

Los manifestantes egipcios tienen muy claro lo que no quieren: Mubarak. Ahora bien, a diferencia de los de la
plaza de San Wenceslao en Praga, no tienen una visión inequívoca ni común de lo que quieren para después.
Salvo, por supuesto, algo que sea mejor. Si los nuevos gobernantes de Egipto -y los de Túnez y otros países
vecinos-, ya sean definitivos o de transición, parecen dispuestos a aceptar la ayuda de Europa, nosotros
debemos estar preparados para ofrecérsela.

Nadie tiene tanta experiencia como los europeos en difíciles transiciones de la dictadura a la democracia.
Ninguna región posee tantos instrumentos para influir en los acontecimientos del Oriente Próximo árabe.
Estados Unidos tiene unas relaciones especiales con el Ejército egipcio y las familias árabes gobernantes, pero
Europa tiene más relaciones comerciales, da mucha ayuda y dispone de una densa red de vínculos culturales y
personales entre un lado y otro de lo que los romanos llamaban mare Nostrum, nuestro mar. Cuenta con 27+1
canales de relaciones diplomáticas. Es el lugar al que la mayoría de los jóvenes árabes desea viajar de visita,
para estudiar, para trabajar. Sus primos ya están aquí. Y ese nexo es, al mismo tiempo, un problema y una
ventaja.

La invisible Ashton debería estar formando ya un grupo de trabajo del nuevo servicio de acción exterior
europeo para decidir y preparar las reacciones a todos los resultados posibles de la situación en Egipto, Túnez
y cualquier otro país en el que los árabes se propongan recuperar el control de su propio destino. Debe
colaborar, en especial, con las autoridades de los países -desde luego, por lo menos, España, Portugal, Francia
e Italia- más directamente interesados en una iniciativa así. La UE necesita rapidez, flexibilidad, audacia e
imaginación, cualidades con las que no suele relacionarse a este club multinacional y lento de reflejos. Europa
debe actuar con valentía en el extranjero para demostrar que puede construir su propio futuro.

LIBIA Y EL INTERVENCIONISMO LIBERAL

ntervenir o no intervenir? Esa es la cuestión. Ver lo dispuesto que está Muamar el Gadafi a matar a todos esos
libios que, según él, le "aman" -aunque lo demuestren de formas extrañas-, vuelve a situarnos en un debate
fundamental de nuestra era.

Desafío a cualquiera que vea los ataques de los aviones de Gadafi contra esas ciudades asediadas a no
reconocer que, por lo menos, es legítimo preguntarse si las potencias extranjeras no deberían intervenir de
alguna forma para impedir que siga matando a su pueblo. Y es evidente que algunos libios están de acuerdo.
En un artículo publicado el otro día en la página web de The Guardian, "Muhammad Min Libya",
un bloguero que escribe desde Trípoli, se opone con elocuencia a "toda intervención militar de cualquier
fuerza extranjera sobre el terreno", pero es partidario de una zona de exclusión aérea. El hecho de que hasta
hace muy poco varios países occidentales, como Reino Unido e Italia, estuvieran haciendo la pelota a Gadafi
de la manera más cobarde y vendiéndole armas que ahora puede utilizar contra su propia gente hace que sea
todavía más importante plantearse esta pregunta.

El debate sobre el llamado "intervencionismo liberal" está lastrado por dos distorsiones importantes. En
primer lugar, al hablar de intervención se suele pensar solo en la intervención armada. Es decir, se ignoran
muchas otras maneras que pueden tener los Estados de intervenir en los asuntos internos de otros países. El
mero ofrecimiento de ayuda humanitaria a las víctimas de lo que empieza a parecer una guerra civil en Libia
es, desde un punto de vista fundamental, intervenir. Y, a partir de la labor de las organizaciones humanitarias,

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que cuenta con una aceptación prácticamente universal, existen numerosos métodos de intervención, como las
zanahorias y los palos económicos y las presiones diplomáticas, hasta llegar a la ayuda cubierta o encubierta,
y muchas veces controvertida, a los medios de comunicación independientes y los grupos de oposición, la
formación en métodos de actuación no violentos, etcétera. Dentro de ese abanico se encuentran muchas de las
formas de intervención más auténticamente liberales -las que ayudan a la gente a ganar su propia libertad-,
pero no el uso de la fuerza armada. Durante los últimos 30 años las hemos utilizado demasiado poco en
Oriente Próximo.

La otra gran distorsión en el debate sobre el "intervencionismo liberal" es que las acciones militares que más
relacionamos hoy con el término (Afganistán, Irak) no tuvieron nada de liberales; o, por lo menos, ese no fue
su carácter fundamental. Algunos justificaron esas acciones con argumentos liberales, y algunos liberales las
apoyaron, pero no fueron actuaciones basadas en un principio liberal, como sí lo fueron las intervenciones
militares de Occidente en Bosnia (demasiado tarde), Sierra Leona y Kosovo.

Los motivos siempre son variados, pero la razón principal por la que las fuerzas occidentales invadieron
Afganistán fue que Al Qaeda, que entonces tenía su cuartel general en aquel país, había atentado en Estados
Unidos. Esa misión se transformó en -o se mezcló con- la de construir una sociedad en la que, por ejemplo, no
se tratase a la mujer como a una esclava encapuchada propiedad del marido: un buen objetivo liberal al que
Occidente está hoy renunciando en silencio y avergonzado. Pero seguro que George W. Bush no había
pensado mucho en las mujeres oprimidas de Afganistán antes del 11 de septiembre de 2001.

Irak es un caso más complicado. Aquí, los motivos como la frustración por no haber capturado a Osama Bin
Laden, el deseo de emplear la superioridad militar estadounidense para apabullar ("conmoción y espanto") y
el interés por el petróleo iraquí se mezclaron desde el principio con un programa neocon de difusión de la
democracia y dar ejemplo a toda la región. Incluso el falso argumento de las armas de destrucción masiva se
relacionó con casos anteriores de "intervención liberal", al insinuar que un Sadam Husein con armas
nucleares, químicas y biológicas podría ser otro Slobodan Milosevic (de hecho, ya lo había sido con los
kurdos iraquíes, un Milosevic antes de Milosevic, mientras Occidente lo ignoraba y le defendía frente a Irán).

Habría que ser estúpido para no reconocer que la invasión de Irak dio al "intervencionismo liberal" mala
fama. Y el que más contribuyó a ello fue Tony Blair. Blair, a quien apoyé con firmeza cuando, en su primera
época, tuvo un comportamiento gladstoniano en Sierra Leona y Kosovo, queda hoy especialmente mal.
Porque no solo se apropió de los argumentos del intervencionismo liberal para justificar la invasión de Irak; a
continuación mostró su apoyo personal a Gadafi, el Sadam del norte de África. ¡No acertó ni una! (es verdad
que Reino Unido y EE UU convencieron a Gadafi de que renunciara a la mayoría de sus armas de destrucción
masiva y, gracias a eso, por lo menos no tiene hoy bombas nucleares que pueda utilizar contra su pueblo, pero
para conseguirlo no hacía falta tanta adulación ni tantos negocios con él).

Sin embargo, junto a estas distorsiones del intervencionismo liberal, ha seguido desarrollándose discretamente
una versión mucho más liberal de verdad, precavida y respetuosa con la ley. Sobre la base de la tradición
nacida tras 1945 de impulsar los derechos humanos y el derecho humanitario internacional, y en colaboración
con la ONU, este intervencionismo ha engendrado el Tribunal Penal Internacional y la doctrina de "la
responsabilidad de proteger", también refrendada por la ONU. Desde luego, es una hipocresía que EE UU,
Rusia y China amenacen a Gadafi con llevarle ante un tribunal internacional cuya autoridad no aceptan para sí
mismos ("haz lo que decimos, no lo que hacemos"). Pero ese es un motivo para que los tres países se
incorporen al TPI, no para que haya que abolirlo. Si la amenaza de juicio empuja a más esbirros de Gadafi a
desertar, habrá servido de algo.

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Y, al fin y al cabo, ¿no tenemos cierta responsabilidad de proteger a quienes se han rebelado contra él, aunque
solo sea con la zona de exclusión aérea que proponen ciudadanos libios como "Muhammad Min Libya", y
sobre todo si se trata de protegerlos contra unas armas que nosotros vendimos al dictador?

Hace una década, una comisión internacional independiente encargada de desarrollar la idea de la
"responsabilidad de proteger" elaboró seis criterios para decidir en qué casos está justificada la acción militar.
Se trata, en definitiva, de una versión modernizada de los viejos criterios católicos sobre la "guerra justa".
Son: autoridad legítima, causa justa, intención debida, último recurso, medios proporcionales y posibilidades
razonables. La amarga experiencia, desde Kosovo hasta Afganistán, nos ha enseñado que las "posibilidades
razonables" (de triunfar) pueden ser las más difíciles de calibrar y conseguir.

Con arreglo a estos criterios, no estoy nada convencido de que esté justificado implantar una zona de
exclusión aérea en Libia... en el momento de escribir estas líneas. Si resulta que Gadafi tiene todavía un
arsenal escondido de armas químicas que puede arrojar desde el cielo, mi opinión podría cambiar de la noche
a la mañana. Deberíamos preparar planes de emergencia por si acaso. Pero todavía no hemos agotado todas
las demás vías, como intentar por todos los medios que los amigos de Gadafi le abandonen (quizá podríamos
crear para ellos un centro especial de retiro en la London School of Economics, que hace no mucho tiempo
recibió una generosa donación de Saíf al Islam, el hijo de Gadafi). Una zona de exclusión aérea sería muy
difícil de controlar y tal vez no tendría más que un efecto marginal en tierra.

Sobre todo, cualquier forma de intervención armada de Occidente -y el Ejército de EE UU dice que para hacer
respetar realmente una zona de exclusión aérea sería necesario empezar por bombardear las instalaciones
libias de radares y defensas antiaéreas- echaría a perder el mayor motivo de gloria de estos acontecimientos,
que es que son todos obra de hombres y mujeres valientes que luchan por su propia liberación.

TODOROV LA GUERRA EN LIBIA 3 MESES DESPUES

A los tres meses de haberse desencadenado, continúa la guerra en Libia. La OTAN, que ha tomado el mando
de la misma, acaba de concederse tres meses suplementarios para conducirla a la victoria. El país sigue
inmerso en una guerra civil, con los "leales" enfrentados a los "insurgentes". Al estar mejor armados que los
insurgentes, los leales aprovechan esa ventaja para masacrarlos, pero esa asimetría se reproduce luego entre
las fuerzas de la OTAN y los leales: los cañones de los unos aplastan a los fusiles de los otros, lo mismo que
los misiles de los unos aniquilan sin problemas a los cañones de los otros. Dada esa desproporción de fuerzas,
el desenlace militar de la confrontación no ofrece dudas: los bombardeos tendrán la última palabra, así que
venceremos.

Es evidente que la intervención de la OTAN no solo ha destruido armas, sino también vidas humanas; y no
habrá de tenerse en cuenta la falaz distinción, propuesta por la Corte Penal Internacional, entre víctimas
causadas voluntariamente (las de Gadafi) y víctimas causadas involuntariamente (las de la OTAN): las
bombas están hechas para destruir y matar. Sencillamente, las víctimas del enemigo nunca son contabilizadas,
ni siquiera mencionadas. Tampoco se incluyen entre los "daños colaterales" a los refugiados que huyen de un
país en guerra, que se imaginan que la vecina Europa estará encantada de acogerles y que se hacinan en
embarcaciones de fortuna: se estima en al menos 1.200 el número de los que han muerto ahogados a lo largo
de las costas libias.

Realmente el objetivo de la intervención no es ya el de imponer un alto el fuego ni el de proteger a la


población civil, sino el de apartar a Gadafi del poder: objetivo al principio sobrentendido, luego afirmado de
modo cada vez más claro. Lo que explica que los bombardeos de la OTAN ya no se concentren sobre las
ciudades asediadas por los leales, sino sobre Trípoli, la capital. Oficialmente, la eliminación de Gadafi no
forma parte de los objetivos, pero la Alianza bombardea con asiduidad todos los lugares en los que podría

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llegar a encontrarse, como centros de mando, de control y de comunicación; si se le mata no habrá sido
intencionadamente...

Occidente ha preferido llamar "pueblo" a los adversarios de Gadafi y "mercenarios" o "poblaciones sumisas"
a sus partidarios, y ha optado por los primeros contra los segundos. También los gratifica con calificativos
tales como "demócratas", cuya justificación no está nada clara. Hay que recordar que los dirigentes de los
insurgentes son antiguos jerarcas del régimen de Gadafi, el mismo al que describimos como una dictadura
sangrienta. Sus fuerzas armadas están comandadas por el general Abdelfatah Yunis, antiguo ministro del
Interior y jefe de las tropas especiales encargadas

de la represión, compañero de armas de Gadafi ¡desde 1969 hasta 2011! Su dirigente civil, que ha hecho el
recorrido de las capitales europeas, es Mustafá Abdeljalil, antiguo ministro de Justicia, responsable, entre
otras cosas, del calvario infligido, unos años atrás, a las "enfermeras búlgaras". En este conflicto, que enfrenta
al número 1 del régimen con los antiguos números 2 y 3, ¿es apropiado invocar constantemente los derechos
del hombre y la libertad del pueblo?

En su discurso del 28 de marzo de 2011, Obama, el presidente de Estados Unidos, ha provisto de legitimación
global a la intervención en Libia, como con anterioridad lo había hecho respecto a Afganistán. Estados
Unidos es "el garante de la seguridad global y el defensor de la libertad humana", y, comparado con el resto
del mundo, tiene al respecto la responsabilidad del liderazgo. Por lo tanto, debe intervenir cada vez que se
produce un desastre natural en cualquier rincón del mundo, pero también para "prevenir los genocidios,
garantizar la seguridad regional y mantener la libertad de comercio" (como se ve, los intereses económicos no
se olvidan). Esta misión le ha sido confiada no por Dios ni por el acuerdo de las naciones, sencillamente se
deriva de su estatus de "la nación más poderosa del mundo": he aquí cómo la fuerza se adorna con los atavíos
del derecho.

La intervención en Libia confirma así el esquema mesiánico familiar a las democracias occidentales:
consideran que su superioridad militar les atribuye el derecho, o incluso el deber, de gestionar los asuntos de
todo el mundo (excepción hecha de los otros miembros permanentes del Consejo de Seguridad y de sus
protegidos) imponiendo a los países mal clasificados los valores que ellas juzgan superiores y, en la práctica,
los Gobiernos que estiman aptos para conducir la política apropiada. Cual variante moderna de la fórmula de
Kipling, ya no se trata de "la carga del hombre blanco", sino de la del homo democraticus. La causa
humanitaria (impedir el baño de sangre) resulta ser una especie de caballo de Troya, un buen pretexto para
intervenir militarmente y controlar la orientación política de los Estados rebeldes. Conviene dejar constancia
de que todos los esfuerzos desplegados por las potencias occidentales para "moralizar" las guerras no
conciernen hasta el momento más que al embalaje mediático que se hace de todo ello.

¿Podrá decirse al menos que esta intervención es, en el actual estado de cosas, un mal menor? Después de
todo, el coronel Gadafi se muestra como un dictador despiadado que daña a su pueblo. ¿Acaso echarle del
poder, cuando no matarle, no es preferible a la impunidad de la que disfruta? Pero razonar así implica que,
para lograr su objetivo, todos los medios son igualmente buenos. Y, sin embargo, era posible imaginar una
solución diferente de la crisis libia, solución que por otra parte era solicitada por los otros países africanos,
pero cuya opinión se consideró desdeñable. Después de la intervención inicial, que destruyó las fuerzas aéreas
del régimen y que detuvo la ofensiva contra las ciudades en manos de los insurgentes, era posible imponer un
alto el fuego a todos los beligerantes, tanto a leales como a insurgentes. Como resultado de lo cual debían
establecerse negociaciones políticas, preferiblemente bajo los auspicios de la Unión Africana. En esas
condiciones se hubiera podido negociar la salida de Gadafi; y de no llegarse a ningún acuerdo, tal vez se
habría impuesto la transformación del país en una federación, e incluso su partición. Soluciones ciertamente
provisionales e imperfectas pero libres de la desmesura que anima la idea de una guerra hasta la victoria final,
cualquiera que sea su coste.

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AZZAOLA PIAZZA EL EGIPTO DE MUBARAK

AL Ser vicepresidente, Mubarak pasa a ocupar el puesto de presi, y fue ratificado mediante referéndum. No es un líder
carismático, particpo activamente en la planificación de la guerra del 73. Adopta tono conciliador dialogante al contrario que su
antecesor no tuvo que enfretarse a ninguna lucha particular por el poder cuando accedió al cargo. Afirmo la adhesión a los
acuerdos de camp David . tras dicho acuerdos USA ayud a Egipto. Tmb realnzo lacooperacion con la URSS rotas desde 1972, y
emepzo a acercarse a países árabes.

Libera a prisioneros políticos y lanza campaña vs la corrupción principal causasde desprestigio del régimen de al saddat. Leyes
contra la prensa promulgadas por sadat fueron derogadas. Ley de secretos de estado y ley de estado de excepción (justificación
de amenaza terrorista para arrestar islamistas y comunistas). Fue autorizado el partido de la Umma, organizacio de bases
islamicas. El partido neo-wafd se habi autodisuelto en el 78 y vuelve en el 84.

En cuanto a economía se mantien el papel del estado como distribuidor pero tmb se abre la economía egipcia a las inversiones
privadas (infitah iniciadad por sadat). El sistema económico era un equilibrio inestable, nunca reacudo lo suficiente para las arcas
publicas, y fue por medio de su endeudamiento que financio su plan de reformas económicas.

Elecciones legislativas del 84 fueron presentadas como símbolo de nueva era. Pero la elite económica seguía conservando el
poder. el pluralismo electoral estaba planifiicado para que el sucersor del que fuera partido único, el PND siguiese gobernando en
solitario hegemónicamente. En el 84 se presentaron ; pnd,neo-wad,tagammu,partido socialista del trabajo, partido liberal
socialista. Hermanos musumanes decidieron unirse al neo-wafd, nasserista y comunistas al tagammu.

En las elecciones del 87 las alianzas se convirtieron en la principal preocupación de los partidos políticos para obtener la cifra del
8 %. Los hermanos musulamnes pasan a aliarse con el PLS y el PST pasando a formar la coalición islámica. Ña novedad es que
en la politca egipcia se recurre a la religión para una proclama política, islam es la solución, y los H-musulamnes se incorparan al
juego paralentario. Parecía táctica de Mubarak para debilitar a las alas mas radicales del movimiento.

Egipto pasa a ser interlocutor entre USA,Israel y el OLP. 1989 egpto regresa a la liga árabe, en julio del 89 mubark planteo su
plan de 10 puntos con el propostio de facorecer elecciones libres en Cisjordania , gaza y jerusalen este, garantizadas por algún
organismo internacional. Este programa era una prueba de la compelta normalización de realciones egiptos –arabes y egipcio
plaestinas, la iniciativa fue aceptada por la OLP y rechazada por el gobierno isaraeli.

Pero la invasión iraquí e nkuwait desencadeno la segunda guerra de l golfo en el 90. Hizo por tierra el proyecto y marco un giro
en la política exterior egipcia. Acontecimientos, ,marcaron el comienzo de un proceso de recomposición del funcionamiento del
sistema internacional al trazar el paso de la guerra fría biplar al multilateralismo asimétrico con rol importante de USA.

La invasión iraquí a Kuwait dividió al mundo árabe. La cunbbre de la liga árabe celebradad en el cairo en el 90 marco la ruptura
entre la línea egipcia que exigia la retirada iraquí junto a marruceos, siria,libano,Somalia, y yibuti, y la otra posición formada por
Jordania palestina,Yemen ,sudan,libia y tunez.

Las ventajas económicas que Egipto obtuvo por unirse a las filas de la colaiccion occdiental no tuvieron precedente y permitieron
una revitalización inesperada de su economía, sim embargo el alineamineto del gobierno egipcio con USA, favoreció el
surgimiento de la poscion islamista y nacionalista en la población mas cultivada.

Para elecciones del 90 aparecieron partidos nuevos como el partido del joven Egipto,el partido de lso verdes egpcio, y el partido
unionista democrático. El fmi otorga crédito en el 91 ,para que egipcio lanze un prgoram de ajuste estructural en la economía.
esto afecto a clases medias-bajs mientras que una clase burguesa que se había enriquecido en el sector privado controlaba a la
elite política y adminitrativa del país.

1993 aumenta la cifra de atentados del islamismo violento, inicada un año antes. Ataque a turistas. El dialogo nacional lanzado
por muba en el 94 fracasa. Ante esto reprime la oposición en especial a hermanos musulmanes.

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La nueva formación al –wassat creada or jóvenes musulmanes que se habían desmarcado de las directrices de los hermanos
musulmanes querían su propio partido pero fueron negados ante lo cual tuvieorn que formarse como ONG.

A fianles de los 90 el ambiente vivio un recorte de las libertades de expresión en gral cerrando el espcio politioc a los islamistas
moderados, al tiempo que se radicalizaban islamistas extremistas que multiplicaban sus acciones violentas sobre todo vs
extranjeros.

En marzo del 2000 fue legalizado un nuevo partido , la conciliación nacional. de ideología panarabista a través de comités de
partidos. Co neste eran 15 los partidos políticos legalizados hasta l afecha en la escena política egipcia.

Tras el 11S se incia la politca del terrorismo de bush. Algunos gobiernos árabes respondieron a las presiones de USA y daron
pequeños giros liberalizadores en política. En el caso egipcio dichos pasos se tradujeron en una apertura en el discurso del poder
político y concretamente en la dirección del partido del gobierno, el PND. Ante la nueva agresión de USA a Irak esta vez el
gobierno egipcio se manifestó en contra ya que no había aval del consejo de seguridad. Muba se reúne con países árabes para
unificar posiones

El sistema de elección presidencial le permitia a Mubarak el poder ya que su partido controlaba el parlamento. En 2005 mubrak
manda una reform constitucional para celebrar eleccione directas, el ejercito da su consentimiento, el 10 de mayo se aprobó la
celebración de eleccione con mas de 1 candidato. Sin embargo la aporbacion resultab insuficiente para la celebración de
elcciones verdaderaemente democráticas., faltaba limitar mandatos de 6 a 4 años y solo con una reelección,, reforzar al
supervicion judicial de los procesos electorales, abolir el estado de excepción y poner fin a violaciones de libertades civiles.

Las elecciones del 2005 fueron boicioteadas. Gana muba por el 86 vs el 23. El posocionamiento de los sindicatos oponiéndose
reivindicaciones y huelgas de lso trabajadores se convirtió en un rasgo característico del periodo Mubarak. Por lo que trabajdroes
desafian a los sindicatos. Clientelismo entre gobierno y lideres sindicales.

Lso colegiso profesionales han sido ámbito de participación de hermnoas musulmanes nunca se pudo controlas. En lso 90
sectores de izquierda como islamistas dejan la potlica y van a la acción publica despolitizada, sin inteion de cambiar el gobierno,
y se centraron en la cracion y gestión de asociaciones, es decir abandonaron un sector de la esfera publica en el que los
gobernantes dominaban y estaban omnipresentes para volcarse en otro sector tolerado por las autoridades donde podían ser mas
activos. El kifaya = basta, , movimiento egipcio par el cambio, este ultimo reclama fin de Mubarak, del monpoio de partido y ley
de estado de excepción compuesto por dieferentes tendenciasConsideran que el cambio debe producirse desde dentro y la
resistencia que pongan lso egipcios.

La participación de lso hermanos musulmanes en la arena política resulto muy beneficiosa para el conjunto del movimiento
islamista pues le permitió el acesso a los medios de comunicación, reforzó su labor de carácter sociopolítico, todo ello sin
renunciar a implnatar la sharia en el país. tras el 11s los islamistas fueron mas perseguiidos en egip

ROGAN TRAS LA GUERRA FRIA

El mapa político de la zona traza una línea de división aún hoy válida. Tras la caída de la URSS los
países árabes comienzan a distinguirse por su grado de acercamiento, o su grado de autonomía,
de las potencias occidentales. Irónicamente, aquellos que blandieron contra los otomanos el
discurso de la dependencia y el empobrecimiento, son hoy el punto de mira de los pueblos árabes
por estas mismas causas. El crecimiento del proyecto islamista únicamente se explica como una
vía alternativa al discurso nacionalista, como una nueva válvula de escape a la necesidad de
independencia y autonomía.

Eugene Rogan nos advierte en la introducción que, hoy en día, una gran parte de la población
árabe optaría por proyectos islámicos para vehicular su fuerte anhelo de independencia y
autonomía. Las democracias occidentales deben asumir las consecuencias de sus actos, y ser

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plenamente coherentes con el contenido de sus discursos políticos. La democracia no puede
plegarse a las conveniencias de nadie, ni recoger velas cuando el resultado de la voluntad del
pueblo no se ajusta a deseos o intereses. De hecho, Rogan advierte de la necesidad de abrir una
etapa de reflexión en occidente para afrontar el futuro desde la consciencia sobre los errores
pasados. Ese parece ser, de hecho, el único camino para no avivar viejas rencillas, impulsar
nuevos fantasmas o cometer nuevas equivocaciones.

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