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1- Psicofisiología: ¿Qué es?

La psicofisiología, también denominada psicobiología, es una disciplina científica


que se deriva de la psicología y la fisiología. Forma parte de un grupo de
disciplinas que se reúnen bajo el nombre de ‘Neurociencias’ y tiene como
propósito entender cómo se interrelacionan los diferentes elementos del sistema
nervioso para originar el comportamiento. Incluye el estudio del sistema nervioso
desde el punto de vista estructural, químico, fisiológico y patológico.

Tiene como objeto de estudio a las interrelaciones existentes entre los aspectos
fisiológicos (el sistema nervioso y el sistema endócrino) y los aspectos
psicológicos (sensación, percepción, atención, memoria, emociones, pensamiento,
lenguaje y aprendizaje) del comportamiento.

2- Relación mente-cuerpo: Línea del tiempo

-René Descartes describe la mente como una entidad extracorpórea que se manifiesta en
la glándula pineal.
-Freud plantea que la mente, la tristeza o la alegría no tienen nada que ver con el estado
del cuerpo; no tiene origen físico.
-Durante la Primera Guerra Mundial, el fisiólogo Walter B. Cannon descubre la "respuesta
de ataque o escape" como una reacción frente al miedo y el peligro. Cannon demuestra
que al prepararse el cuerpo para la acción (aumento de la adrenalina y otras hormonas,
aumento del latido cardiaco y tensión muscular) se afecta seriamente al aparato digestivo.

-Para el año 1940 el bioquímico Hans Selye trabaja la relación entre la enfermedad física
y una serie de reacciones fisiológicas que denominó "respuesta de estrés", y muestra
cómo el desajuste emocional provoca esas mismas reacciones que a su vez causan
lesiones físicas.

-El cardiólogo investigador Herbert Benson, a principios de 1970, descubre un conjunto de


recciones fisiológicas que tranquilizan y que llamó: "respuesta de relajación” y que
consistía en una disminución en la respiración, el latido cardíaco y la presión arterial.
El psicólogo Robert Ader y el inmunólogo Nicolás Cohen en sus investigaciones
encuentran una cantidad de enlaces entre el sistema nervioso y el sistema inmunológico.
Dos sistemas que hasta ese momento parecía que actuaban por separado. Junto con
otros investigadores, se ha demostrado que las células nerviosas interaccionan
directamente con los órganos del sistema inmunológico, como la adrenalina y otras
hormonas asociadas al estrés.

En la actualidad nuevas investigaciones científicas dicen que la mente: pensamiento,


emoción, temperamento, personalidad afectan la salud.

3- Necesidades vitales: conociendo la pirámide de Maslow

Son aquellas cosas que el ser humano necesita para poder vivir una vida plena y
saludable. El ser humano tiene una serie de necesidades para poder subsistir y
que han de ser satisfechas, especialmente si hablamos de las necesidades
primarias. Abraham Maslow estableció una pirámide en la que determinó las
necesidades primarias, secundarias y terciarias para el ser humano.

-Necesidades primarias:

Se incluyen dentro de una categoría llamada las necesidades por déficit. Significa
que las sentimos cuando nos falta algún elemento fundamental para nuestra
supervivencia. Además, son las únicas cuya ausencia puede provocarnos
problemas de salud física o incluso la muerte. Según Maslow, estas son:
alimentarse, dormir, sexo, beber agua, respirar, protegerse del frío y del calor.

- Necesidades secundarias:

Tienen como objetivo aumentar la satisfacción y el bienestar del ser humano. Una vez se
han cumplido las primeras. No son básicas, pero si hacen que la vida sea más cómoda y
segura. Abraham Maslow propuso que estas son: acceso a las vacunas, tener un trabajo
que garantice aporte económico, asegurar una vivienda, acceso a la atención médica,
resguardarse del frío y del calor.
-Necesidades terciarias:

Son basadas en los aspectos de convivencia o reconocimiento social. Surgen cuando se


han cumplido las primarias y las secundarias. Maslow indicó las siguientes: Necesidad de
formar parte de un grupo de amigos, recibir el cariño y el afecto de la familia y los seres
queridos, ser una persona respetada a nivel social y poder participar en actividades
solidarias y humanitarias. 

4- Desarrollo mental y como se relaciona con la evolución

La mente humana es resultado de un largo y complejo proceso evolutivo, en el que cabe


diferenciar tres perspectivas: filogenética, socio-genética y ontogenética. En un proceso
filogenético evolutivo de millones de años surgió una capacidad cognitiva exclusiva de la
especie humana: la capacidad del individuo para identificarse con los otros miembros de
su especie, que le permite comprender a los demás como agentes intencionales y
mentales:
como individuos que tienen intenciones y metas y actúan movidos por ellas, y además
tienen sus propios estados mentales, pensamientos, creencias, sentimientos y deseos
(Filogénesis).

Esta nueva capacidad de ver y comprender a otras personas cambió radicalmente el


proceso de evolución cognitiva y la naturaleza de las interacciones sociales, dando lugar a
una forma singular de evolución cultural a través del tiempo histórico (Socio-génesis).

La nueva capacidad cognitiva-social posibilitó la generación y transmisión de la cultura,


herramientas, símbolos y tradiciones a las nuevas generaciones, en un continuado
proceso de innovaciones y mejoras, de progreso humano. Gracias a los procesos
educativos de transmisión de las nuevas conquistas culturales se modifica
sustancialmente la naturaleza del nicho ontogenético, en el que se desarrollan los niños
de las nuevas generaciones (Ontogénesis).

5- Voluntad para sobrevivir: la psicofisiología detrás la supervivencia


humana

Se ha dicho que es la capacidad del hombre para sobrellevar psicológicamente lo que determinará
si se convierte en un "superviviente" o si sigue siendo una "víctima" durante y después de la
exposición a un entorno hostil, en lugar de una modificación fundamental de su anatomía o
fisiología. (Leach, 1994). Hasta el momento se desconoce si los factores que distinguen a los
individuos, asumiendo que las características físicas son similares, representan una capacidad para
tolerar o suprimir las respuestas evocadas a los estresores psicofisiológicos.

En el contexto de la supervivencia, los factores psicológicos a veces se describen bajo el término


ambiguo de voluntad para sobrevivir (Kreider, 1967). Esta vaga frase se ha empleado para explicar
la razón por la cual ciertos individuos, con características físicas similares, pueden tolerar, reprimir
o soportar mayores dificultades que otros (por ejemplo, la expedición de Shackleton a la Antártida
en 1914; Lansing, 2000).

El término voluntad de sobrevivir implica una de dos cosas. En primer lugar, que algún aspecto de
la función psicológica es capaz de suprimir las respuestas fisiológicas provocadas como
consecuencia de la estimulación del entorno inmediato. En segundo lugar, que un componente de
la estructura psicológica de un individuo predispone a algunos a afrontar situaciones adversas con
mayor eficacia que a otros (tolerancia).

Distinguir entre las contribuciones de la tolerancia y la supresión para hacer frente a entornos
adversos puede proporcionar una idea de los componentes conscientes y subconscientes que
pueden comprender la voluntad para sobrevivir.

6- Goal setting: Cómo usamos nuestro cuerpo para alcanzar


objetivos

En la vida cotidiana, las personas se fijan objetivos. Una meta puede definirse como un objetivo,
un estándar, un objetivo de alguna acción o un nivel de desempeño o competencia (Locke y
Latham, 1985). Los objetivos proporcionan un enfoque para el desempeño de tareas, aumentan el
esfuerzo y la persistencia hacia un comportamiento objetivo y, por lo tanto, brindan motivación.
Se supone que los objetivos sirven como reguladores de la acción humana independientemente
del entorno o situación en la que se establezcan (Kingston y Hardy, 1997). En el deporte, las metas
establecidas específicamente conducen a niveles más altos de rendimiento físico, esfuerzo y
persistencia, lo que aumenta el impulso hacia el comportamiento instrumental físico y mental
(Locke y Latham, 1985).

Locke y Latham (1985) afirmaron que las metas ayudan a ayudar o enfocar la actividad y
posteriormente regulan el grado de esfuerzo. Por lo tanto, asumiendo que se acepta la meta, se
continúa con el esfuerzo hasta que se alcanza la meta u objetivo. Este proceso depende de la
disponibilidad de comentarios oportunos que pueden contener información que detalle el
progreso hacia la meta y la precisión de los movimientos del individuo. Esta información se puede
utilizar para juzgar el desempeño actual, qué tan lejos está el objetivo final deseado y si se está
progresando hacia ese objetivo.

Como tal, la retroalimentación puede estar mediada por la aceptación del objetivo por parte del
que ejecuta. Se razona que, si el ejecutante no acepta que el comportamiento objetivo es
importante para él, no hará ningún esfuerzo o persistencia para lograr este objetivo. Esta
aceptación sustenta la formulación del plan o estrategia esbozada para lograr la meta u objetivo
subsiguiente.

7- Las huellas de nuestra evolución en el cerebro: El Homúnculo de


Penfield

La evolución de los seres vivos está determinada por su capacidad de adaptación a los
cambios ambientales. Con este objetivo, los humanos han desarrollado dos habilidades
como son la comunicación y la manipulación de objetos, que vendrían determinadas en
gran parte por la cara y las manos. La importancia que estas zonas han tenido y tienen en
nuestra evolución se reflejaría en su desproporcionada representación cortical (sensorial y
motora) en el Homúnculo de Penfield, evidenciando así la especialización funcional de
estas regiones cerebrales y su capacidad para responder a las exigencias del contexto
físico y social.

Los cambios que la evolución ha impuesto a los seres vivos nos permiten entender el
origen de las extraordinarias capacidades de adaptación al medio físico y social de los
humanos. Estas capacidades habrían dejado huella en nuestro cerebro, como pudo
comprobarse en los trabajos del neurocirujano canadiense Wilder Graves Penfield (1891-
1976), que realizó un mapa cerebral de la extensión cortical de cada parte del cuerpo en
relación con su importancia sensoriomotora (Homúnculo de Penfield, Penfield y Boldrey,
1937).

Este mapa cerebral quedó representado en dos figuras humanas (homúnculos), una
sensorial en el lóbulo parietal, y otra motora en el lóbulo frontal, que mostraban una
desproporcionada extensión cortical de la cara y las manos, evidenciando así la
especialización funcional de estas regiones y el importante papel que jugaron en la
evolución de los seres humanos.

8- Corteza sensorial y motora: un mapa cerebral


En la corteza sensorial primaria, diferentes poblaciones de neuronas se encargan de procesar la
información sensorial que llega de diferentes regiones corporales. El córtex tiene el equivalente a
un mapa de todo el cuerpo, reflejándose en el la procedencia original de cada sensación. La
correspondencia entre sensaciones superficiales y corteza cerebral se denomina somatotopia
cortical. La superficie dedicada a cada órgano depende del número de terminaciones nerviosas en
el mismo, siendo muy distinta para unas partes del cuerpo que para otras y especialmente grande
para la boca, lengua y dedos de las manos.

9- Sensopercepción: Descubriendo cómo funcionan nuestros sentidos:

El ser humano necesita adaptarse al medio y reaccionar frente a las exigencias que le plantea. Para
adaptarse es necesario tener información que nos proporcione la imagen del medio. Esta
información se obtiene por la recepción, captación y procesamiento de los distintos estímulos
sensoriales que llegan al organismo. Todo este proceso de recepción de estímulos y extracción de
información se llama “proceso senso-receptivo”.

La sensación es la fase de recepción sensorial de señales o estímulos y conducción a los centros


nerviosos de procesamiento. Los fisiólogos la entienden como un fenómeno netamente
neurológico consistente en la estimulación de receptores y la transmisión de la señal a la corteza.
Los psicólogos la integran al proceso perceptivo formando toda la una unidad. Por esta razón
afirman que la sensación supone “darse cuenta” de la estimulación. Cada individuo experimenta la
sensación con su propia concepción perceptiva, por lo tanto, debe considerarse como un hecho
neurológico subjetivo.

La percepción es la fase cognoscitiva mediante la cual se toma conciencia de los estímulos


percibidos, es decir, se les interpreta, se les da significado y proporcionan la representación del
mundo exterior. La percepción, el aprendizaje y el pensamiento son fenómenos intelectuales
complejos en los que intervienen distintos elementos: huellas y engramas, memoria, asociación,
abstracción, generalización, imaginación, juicio, ideas.

10- ¿Cómo se ven afectados nuestros sentidos?: 5 trastornos


comunes de la senso-percepción
Hiperestesias: Se caracteriza por el aumento de la intensidad de la sensación cuando sobre el
receptor sensitivo actúa un estímulo normal o adecuado. Por ejemplo: la luz solar se percibe inten-
samente y puede llegar a provocar ceguera en el sujeto; la coloración de los objetos se hace
extraordinariamente viva y molesta; los sonidos normales se perciben con una intensidad que
produce malestar y pueden provocar, incluso, sordera, o resultar intolerables; los olores se
perciben muy intensos, lo cual ocasiona irritación en las mucosas nasales; la ropa interior o
exterior no puede soportarse sobre el cuerpo, etc. Este trastorno se observa, en ocasiones, en
algunos estados depresivos, ansiosos y neurasténicos particularmente intensos.

 
Hipoestesias: Constituye un trastorno opuesto a la hiperestesia. Aquí, hay una disminución
notable de la sensación cuando sobre el receptor sensitivo actúan estímulos normales o
adecuados. Por ejemplo, los objetos circundantes están faltos de color, los sonidos llegan sordos,
sin resonancia, en general se produce una indeterminación en la forma de percibir los estímulos
exteriores. Este trastorno puede presentarse en pacientes obnubilados y en estados de profunda
melancolía. Resulta necesario diferenciarlo de las alteraciones que se producen en débiles
visuales, hipos acústicos, etcétera.
 

Anestesias: Se caracteriza por la falta completa de sensación o sensibilidad para uno o varios
estímulos sensoriales cuando éstos actúan sobre el receptor adecuado. Por ejemplo, el enfermo
no ve la luz cuando está en un lugar iluminado, no oye los sonidos a su alrededor, no experimenta
dolor cuando se le pincha, no siente frío o calor cuando se le coloca sobre la piel hielo o algo
caliente. Este trastorno puede presentarse a causa de alteraciones orgánicas (intoxicación
alcohólica, encefalomielitis u otros) y funcionales (histeria), pero la diferencia puede establecerse
con precisión, generalmente, por la zona afectada.
 

Parestesias: Este trastorno se caracteriza por la presencia de sensaciones anormales o


inadecuadas provocadas por la acción de estímulos que habitualmente producen otros tipos de
sensaciones cuando actúan sobre los receptores cutáneos y propioceptivos, esto es, la sensación
puede corresponderse con la producida por otro estímulo sensorial diferente. Por ejemplo, el con-
tacto de un cuerpo en lugar de producir una sensación de lisura o rugosidad produce sensación de
frío o calor el pinchazo de una aguja, en vez de producir dolor provoca sensación de quemazón,
etc.

Cenestesias o cenestopatías: Son sensaciones imprecisas, marcadamente desagradables y penosas


procedentes de los órganos internos y de los músculos, que el enfermo interpreta como síntoma
de alteración de ellos, tales como, sensación de estiramiento, presión, arrancamiento, cosquilleo,
quemazón, cambios de posición, etc., que parten de distintas zonas del cuerpo o de diferentes
órganos internos, y que no pueden constatarse con los métodos actuales de exploración somática,
puesto que resulta prácticamente imposible poder precisar el estímulo que provoca la
cenestopatía. Por ejemplo, los enfermos se quejan de que sienten latidos en el vientre,
compresión de los órganos, movimiento del cerebro, falta de aire en los pulmones o, por el
contrario, movimiento de líquidos dentro de ellos.

11- La psicofisiología detrás de la percepción, conciencia, lenguaje, pensamiento,


aprendizaje y memoria:

Las estructuras del sistema nervioso que intervienen en el proceso de percepción estarían
integradas por componentes perceptivos, motores, límbicos, motivacionales. Por lo que se
asentaría en: sistema reticular activador, tálamo, sistema límbico, ganglios basales, córtex parietal
y prefrontal, lóbulo occipital y sentidos. Los estudios experimentales, tanto los clínicos como los
humanos, resaltan entre las estructuras relacionadas con la memoria: hipocampo, tálamo,
amígdala del lóbulo temporal, cuerpos mamilares, cerebelo, etc.

Dos principios parecen haber guiado a los primeros investigadores que estudiaron la base
fisiológica del aprendizaje. El primer principio fue el modelo reflejo del sistema nervioso que fue
presentado como una aproximación a cómo el cerebro interviene en las respuestas a los
estímulos. En este modelo se admiten conexiones simples en las sinapsis entre neuronas sensitivas
aferentes, neuronas de asociación y neuronas motoras eferentes. Tales conexiones cerebrales son
variables y por tanto varían las respuestas a los estímulos.

El segundo principio fue el correspondiente a la encefalización. Cuando se desarrollaron nuevas


partes del cerebro a través de la evolución, llegaron a dominar la actividad de las partes más
antiguas del mismo. En mamíferos tales como el hombre, la parte más reciente del cerebro es la
corteza cerebral. Se admitió por tanto que la corteza cerebral había asumido la categoría
filogenéticamente más nueva de función cerebral compleja: la formación de nuevas conexiones
entre estímulo y respuesta a nivel de las sinapsis.

Un concepto general de lenguaje, es: ‘el conjunto de sonidos articulados con que el hombre
manifiesta lo que piensa’ (RAE, 2016). Este concepto se resume quizá, en el lenguaje hablado,
aquél que puede ser entendido y percibido por el órgano sensorial auditivo específicamente. Sin
embargo, por otra parte, también se define según la Real Academia Española como el ‘conjunto de
señales que dan a entender algo’, lo que nos traslada a pensar a la manifestación o expresiones
corporales y gestuales que tienen la intención de comunicar un mensaje.

Desde un punto de vista psicobiológico, según Pérez Pàimes (1992), el lenguaje resulta de la
actividad nerviosa compleja que permite la comunicación interpersonal de los estados psíquicos
por medio de la ‘materialización de signos multimodales’, de acuerdo a las significaciones
compartidas dentro de un determinado contexto.

La fisiología del pensamiento está muy relacionada con la conducta y la cognición; determina y
orienta la entrada de información que proviene del mundo que nos rodea. La fisiología también
moldea la comunicación. Las bases fisiológicas de la conducta y el pensamiento; dirigen su
atención hacia los sistemas nervioso y endocrino, la evolución y la herencia.

La conciencia es un producto emergente de la materia en actividad psíquica. Existen determinadas


regiones del cerebro que entran en actividad neurológica cuando el sujeto psíquico percibe
conscientemente el mundo físico. Una persona consciente del mundo necesita permanecer en un
estado de vigilia. Cuando el cerebro está en un estado de vigilia entra en actividad el tronco del
encéfalo y del hipotálamo. Si no funcionan adecuadamente el cerebro se hallaría en un estado
fisiológico incapaz de producir conciencia. También es necesaria una actividad especial del tálamo
y la corteza, así como múltiples conexiones tálamo-corticales.

12-Sentidos: maravilla biológica. Psicofisiología detrás de la visión, la audición y el tacto.

El ojo es una estructura fascinante y compleja que permite la visión, uno de los sentidos más
importantes. Al mirar al mundo alrededor de nosotros, nuestros ojos reciben constantemente la luz,
un componente fundamental para el proceso visual. La parte frontal del ojo humano contiene una
lente curva, a través de la cual pasa, la luz reflejada en los objetos de los alrededores.

La luz atraviesa profundamente el ojo, alcanzando la parte de atrás, donde converge en un punto.
Un conjunto único de células en la parte trasera del ojo recibe la luz, potenciando su energía al
convertirla en impulso eléctrico o señal, que luego viaja junto a las neuronas en el cerebro. Los
impulsos son llevados a través de la vía neuronal que se extiende desde la parte trasera del ojo
hasta la parte trasera del cerebro, terminando en una zona llamada corteza visual. Allí, las señales
eléctricas de ambos ojos son procesadas y unificadas en una misma imagen.

El tiempo que le toma a la luz entrar al ojo y el que toma generar una imagen es casi instantáneo,
siendo solo fracciones de segundo.

La función del oído es convertir la vibración física en un impulso nervioso codificado. Se puede
considerar como un micrófono biológico. Como un micrófono, el oído es estimulado por la
vibración: en el micrófono la vibración se transduce en una señal eléctrica, en el oído en un
impulso nervioso que a su vez es procesado por las vías auditivas centrales del cerebro. El
mecanismo para lograrlo es complejo. El oído ha desarrollado un mecanismo complejo para
superar esta falta de coincidencia de impedancia, conocido como mecanismo de conducción del
sonido. El mecanismo de conducción del sonido se divide en dos partes, un oído externo y el oído
medio, una parte externa que capta el sonido y el oído medio que es un dispositivo de adaptación
de impedancia.

El tacto es particularmente útil para detectar vibraciones, en su mayor parte operando dentro del
espacio delimitado por nuestros brazos extendidos. Las vibraciones que surgen de eventos que
ocurren a distancias mayores también pueden detectarse, por ejemplo, un camión que pasa, pero
esto se hace a un nivel muy grueso. Finalmente, el tacto es invaluable para localizar y explorar
agujeros.

El tacto es particularmente útil para detectar vibraciones, en su mayor parte operando dentro del
espacio delimitado por nuestros brazos extendidos. Las vibraciones que surgen de eventos que
ocurren a distancias mayores también pueden detectarse, por ejemplo, un camión que pasa, pero
esto se hace a un nivel muy grueso. Finalmente, el tacto es invaluable para localizar y explorar
agujeros.

13-Conociendo el sistema nervioso: Sistema Simpático y Parasimpático

Sistema simpático

El sistema simpático tiene un importante efecto también en el control de la temperatura corporal. Algunas
células nerviosas del sistema simpático estimulan la actividad de las glándulas sudoríparas de la piel a fin de
aumentar la producción de sudor y disminuir la temperatura corporal mediante la evaporación de la
transpiración.

Otras células controlan los pequeños músculos lisos cutáneos, que al ser estimulados estiran los pelos de la
piel haciendo que se ericen. Este cambio mantiene una capa de aire relativamente estancada cerca de la piel
para minimizar la pérdida de calor.

En el ojo, el sistema simpático es el responsable del agrandamiento de la pupila cuando aumenta la cantidad
de luz que llega a la sensible retina, situada en la parte posterior del globo ocular.
Este compuesto por células nerviosas que se hallan situadas en las regiones torácicas y lumbar de la médula
espinal, así como por una larga cadena (llamada tronco simpático) de ganglios nerviosos que recorre la
columna vertebral. Esta envía nervios a los demás plexos y órganos internos. Algunas fibras nerviosas del
sistema simpático llegan a la médula de la glándula suprarrenal, que forma parte del sistema endocrino. Esas
fibras nerviosas estimulan la médula suprarrenal, que contiene células nerviosas modificadas que liberan
adrenalina y noradrenalina al torrente sanguíneo. Estas hormonas son liberadas en situaciones de
emergencia, cuando es preciso movilizar con rapidez reservas de energía.

Sistema parasimpático

El sistema parasimpático es el encargado de conservar energía, recuperar la normalidad en el estado interno


del cuerpo, fomentando la digestión y la eliminación de orina.

Hace que las glándulas salivales aumenten la producción de saliva, en tanto que en el estómago y los
intestinos hace que aumente la actividad de las glándulas y del músculo liso. El aumento de actividad del
músculo liso en los intestinos recibe el nombre de peristaltismo y ayuda a que la comida pase por el tubo
gastrointestinal, además de descomponerla, dándole una consistencia más fácilmente digerible.

En el sistema cardiovascular, actúa disminuyendo el ritmo cardíaco y la presión arterial, desvía la sangre de
los músculos hacia el tubo digestivo para ayudar al proceso de digestión.

En los pulmones, provoca la constricción de las vías respiratorias pequeñas e intensifica la actividad de las
pequeñas glándulas de los conductos respiratorios, que a su vez aumentan las secreciones.

En el ojo, hace que se contraiga la pupila cuando disminuye la cantidad de luz que llega a la retina, y
estimula la contracción del músculo ciliar, que tiene como consecuencia el aumento de tamaño de los
cristalinos con el fin de favorecer la visión, en condiciones de poca iluminación

El sistema parasimpático está compuesto por nervios que surgen directamente del encéfalo, como parte de
los pares craneales, mientras que el resto procede de las últimas porciones de la médula espinal, en la
región sacra. Utiliza como neurotransmisor la acetilcolina, que produce efectos antagónicos a los de la
noradrenalina y la adrenalina. Cuentan con receptores específicos para este neurotransmisor, órganos tales
como las pupilas, las glándulas salivales, los vasos sanguíneos que irrigan los músculos esqueléticos, los
bronquios, etc.
14-Trastornos del sistema simpático y parasimpático

Fenómeno de Raynaud:

El término fenómeno de Raynaud es utilizado para describir los episodios de isquemia digital transitoria
caracterizados clínicamente por cambios intermitentes de la coloración cutánea distal, como palidez y/o
cianosis seguida de coloración roja. El primero en describir estos eventos y a quien se debe su nombre fue
Maurice Raynaud en 1862, en personas que se exponían a temperaturas frías. Este fenómeno es atribuido a
la vasoconstricción de arterias digitales, arteriolas precapilares y shunt arteriovenosos cutáneos. Existe
evidencia de que se trata de una manifestación clínica de un trastorno vasoespástico generalizado,
especialmente en pacientes con angina de Prinzmetal, migraña o esclerodermia. El fenómeno de Raynaud
tiene una prevalencia del 3 al 5% en la población general, predomina en mujeres y presenta variaciones
geográficas y climáticas con claro predominio en zonas frías.

Síntomas comunes: sensibilidad al frío, falta de irrigación sanguínea, palidez o sensación reducida del tacto

El diagnóstico del fenómeno de Raynaud es clínico; no siendo necesario realizar pruebas de provocación,
como la inmersión en agua helada.

El tratamiento consiste en el cuidado personal. No se necesita ningún tratamiento además de los cuidados
personales, como abrigarse mejor.

Hiperhidrosis:

Es la Sudoración anormalmente excesiva que involucra las extremidades, las axilas y el rostro, usualmente
relacionada con la temperatura del cuerpo o el ejercicio. Puede tener causas que no se deben a una
enfermedad subyacente. Por ejemplo, el ejercicio intenso, estar en un ambiente caluroso o pasar tiempo en
una sauna.
Esta alteración suele iniciarse en la infancia o la pubertad y generalmente dura toda la vida si no se realiza
tratamiento. Se estima que el 3% de la población padece hiperhidrosis primaria; afecta de igual manera a
hombres y mujeres.

Síntomas:

-Sudoración que interrumpe la rutina diaria

-Sudoración que empeora repentinamente

-Sudores nocturnos sin razón aparente

Tratamiento:

Usar antitranspirantes a base de aluminio, bañarse diariamente y usar ropa hecha con materiales naturales
que permita que la piel respire puede ayudar a recudir la sudoración.

Ateroesclerosis:

Es la acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias en las paredes de las arterias. Esta ocasiona la
obstrucción de la irrigación sanguínea. Las placas pueden desprenderse y provocar la oclusión aguda de la
arteria mediante un coágulo.

A menudo, la aterosclerosis no presenta síntomas, hasta que la placa se desprende o la acumulación es lo


suficientemente grave como para obstruir la irrigación sanguínea. pero las personas pueden sufrir de
accidentes cerebrovasculares leves (ataques isquémicos transitorios), derrame cerebral, disfunción eréctil,
infarto agudo de miocardio o mala sanación de heridas

Una dieta saludable y el ejercicio pueden ser de ayuda. Los tratamientos incluyen medicamentos,
procedimientos para abrir las arterias obstruidas y cirugía.

15-Aspectos del placer y displacer según Freud


Uno de los procesos anímicos que el psicoanálisis describe dentro de su dimensión especulativa, pero en el
que no realiza una incursión especialmente detallada, es el proceso según el cual lo que Freud denominó
principio del placer, que es complementado en la infancia por el principio de la realidad.

Se podría decir entonces, que, por principio de placer, el aprovechamiento de las fuentes de placer más
cercano o inmediato, en un entorno educativo sería el de no cuestionar sus conocimientos y, por el
contrario, mantener de manera dogmática los saberes adquiridos, previamente brindados por un docente
por lo que podría existir cierto placer allí. Sin embargo, no se puede negar la posibilidad de que el principio
de placer opere allí por la adquisición de nuevos conocimientos, asunto interesante de explorar por la
relación entre el placer y el proceso de aprendizaje, basada en la curiosidad.

Sería oportuno entonces introducir también el concepto de principio de realidad propuesto por Freud (1886)
definido como el principio por el cual “Se abandona un placer momentáneo, pero inseguro en sus
consecuencias, sólo para ganar por el nuevo camino un placer seguro, que vendrá después” (p. 228). Esto
quizás no cause un placer inmediato o más cercano como sí se daría por el principio de placer, pero lo haría
a futuro.

Sin embargo, es necesario hablar de su contraparte, el displacer, cuando se habla de placer para así
entender las dos caras y los fenómenos que estas experiencias implican. El displacer es entendido, en la obra
de Freud (1884), como un aumento de la excitación de la vida anímica. Esta excitación puede entenderse
como una tensión, como resultado de la no satisfacción de fantasías, deseos o representaciones que apenas
están surgiendo y luchan por ser expresadas, manifestadas o liberadas.

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