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RESPONSABILIDAD CIVIL
UNIVERSIDAD DIEGO PORTALES
Profesor: Alejandra Aguad Deik
Ayudante: Job Jorquera Barahona
*Estos apuntes son meramente complementarios a las lecturas respectivas del curso, como también puede
contener errores conceptuales o pueden existir defectos en los ejemplos contenidos en este material de
estudio. Asimismo, el material acá presente puede estar incompleto debido a la poca cantidad de clases en
relación a la materia que se debío haber visto de forma presencial.
CONTRATOS CIVILES
ALEJANDRA AGUAD DEIK
Está ubicado en el Titulo XII, que trata del Efecto de las Obligaciones y específicamente la
ejecución forzada de la obligación de hacer, y ¿por qué de la obligación de hacer? Porque
esta es la característica más relevante y típica del contrato de promesa: genera una
obligación de hacer, no la obligación de dar una cosa, sino que hacer algo, la cual será la
obligación de celebrar un acto jurídico, que es el contrato prometido.
La promesa cumple un rol súper importante en el tráfico jurídico porque permite de alguna
manera cerrar ciertos negocios que por cuestiones circunstanciales no es posible de
materializar en el momento en que las partes llegan a ese acuerdo, puede ser por
ejemplo porque una de las partes no tiene el financiamiento necesario para comprar una
propiedad pero quiere tramitar tal financiamiento, no obstante desea cerrar el negocio en el
momento porque sino la oportunidad de compra/venta puede desaparecer. Cumple entonces
una función comercial/práctica muy importante. En ese sentido es un contrato
preparatorio, lo que no significa que sea un contrato accesorio, porque no es contrato de
garantía ni tampoco accede a una obligación principal, sino que es un contrato en sí mismo
principal, por otro lado tampoco es un contrato dependiente, ya que no depende de otro
contrato para que tenga plena validez de existencia y eficacia jurídica, el contrato de
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promesa como tal nace a la vida jurídica y produce sus plenos efectos desde el momento
que se celebra el contrato y de ese contrato nace esa obligación de hacer, en consecuencia
es un contrato principal.
ii) Pero también puede ocurrir que se pacte una promesa unilateral de celebrar un
contrato unilateral, aquí ambas partes concurren con su voluntad a celebrar el contrato,
porque, insistimos, se trata de un contrato y por ende es necesario el acuerdo de voluntades,
pero sólo una de ellas se obliga a celebrar un contrato y ese contrato a su vez es un contrato
que genera obligaciones sólo para una de las partes. O sea, el contrato futuro al cual esa
parte se obliga a celebrar es un contrato que genera sólo obligación para ella. Por ejemplo:
La promesa unilateral de generar un contrato de depósito; una donación, etc.
iii) Asimismo, también puede ocurrir que se pacte una promesa bilateral de celebrar un
contrato unilateral, por ejemplo, podría ser el caso de generar un contrato de garantía, ya
sea prenda o hipoteca (más allá de la discusión doctrinaria acerca de si los contratos de
garantía son efectivamente unilaterales o, generan obligaciones para ambas partes
tornándose aquellos bilaterales).
iv) Por último, puede ocurrir que se pacte una promesa unilateral de celebrar un
contrato bilateral, en donde una sola parte se obliga a generar un contrato bilateral. Esto
es típicamente lo que ocurre en el contrato de opción, el cual es un contrato en donde una
de las partes de reserva la facultad o la posibilidad de optar si ejerce o no la obligación
contenida en el contrato de opción, esto está tipificada a propósito de las concesiones
mineras. Sólo está contemplado en el Código de Minería.
II) En segundo lugar, la celebración del contrato prometido queda aplazada para el futuro y
el contrato de promesa es sólo su antecedente, por lo que no puede existir juntamente con el
contrato prometido; porque si se exigiera conjuntamente con el contrato prometido ningún
sentido tendría la promesa, porque el propósito precisamente es postergar la celebración del
contrato prometido y en consecuencia postergar la satisfacción del interés que las partes
han previsto en el negocio para una etapa posterior.
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IV) En cuarto lugar, el efecto único de la promesa es el derecho de exigir la celebración del
contrato prometido y, en consecuencia, solamente da origen a una obligación de hacer.
V) Y, por último, el contrato de promesa es siempre solemne, porque debe constar siempre
por escrito, así lo señala el artículo 1554. Que conste por escrito no significa que conste
por escritura pública, puesto que respecto la existencia del contrato basta el instrumento
privado. De esto nace la pregunta si es que ¿Será requisito otorgar el contrato de promesa
mediante escritura pública, en razón de que el contrato prometido se debe otorgar por
escritura pública? No, hubo un tiempo en que la respuesta era positiva, pero hoy hay
unanimidad en la doctrina bajo la postura de que no se requiere que la promesa cumpla
con la misma solemnidad que aquella que se exige para el contrato prometido. No
necesariamente eso sí la promesa debe constar en un único instrumento, no es un requisito,
sino que puede constar en dos o más instrumentos siempre que se cumplan con los
requisitos establecidos en el artículo 1554, siendo así, el resultado será efectivamente
contrato de promesa.
hecho convenido. Luego se decía que era inválido porque si uno solo se obliga el contrato
prometido es ineficaz (N°2 del Artículo 1554), pero puede criticarse este argumento ya que
desde el momento que evocamos la existencia de un contrato nos encontramos en otra
fuente de las obligaciones y que importa el acuerdo de dos sujetos de derecho, eso no
significa que tratándose de una promesa unilateral de contrato, ambas partes resulten
obligadas, puesto que tratándose de una promesa unilateral de contrato sólo una parte
resulta obligada (al igual que en la declaración unilateral de voluntad) pero la diferencia
radica en que el destinatario, la otra parte del contrato de promesa, acepta que el promitente
deudor quede obligado respecto de ella, existe consentimiento para que un sujeto se obligue
respecto de otro, aunque esa parte no queda obligada desde el inicio del contrato. Lo otro
que se decía es que la obligación sería nula porque dependería de una condición meramente
potestativa (dependen de la sola voluntad de la parte que se obliga), se sostiene que esa
obligación es nula por falta de la seriedad en la voluntad, cosa que es absurda por aquí
quien se obliga es uno y el otro, y más bien depende de la voluntad del acreedor.
Argumentos a favor: Se señala como argumento a favor que la exigencia del N° 4 del
artículo 1554 no significa de manera alguna que el contrato de promesa haya de tener la
misma esencia y naturaleza del contrato prometido. Lo que señala el Nº4, según esta
postura, es relacionado a la esencia, es decir, que los elementos de la esencia o más
principales del contrato prometido son los que deben estar especificados, pero no requiere
que sea exactamente el mismo documento, por así decirlo. Luego, se puede esgrimir que no
hay disposición legal que exija que en el contrato de promesa ambas partes se obliguen
recíprocamente, pero sin embargo hay numerosas disposiciones que revelan el espíritu de
nuestro ordenamiento de aceptar en materia de promesa de compraventa, obligaciones
unilaterales (como sucede en el pacto de retroventa). Y, por último, se dice que no hay
condición nula: el promitente que no se obliga se reserva la facultad de prestar o no su
consentimiento, pero no de cumplir o no una obligación contraída. Hoy no hay discusión
respecto este tema en todo caso.
obligado y el beneficiario de la acción están de acuerdo, hay consentimiento y por ende hay
contrato. Pero la diferencia técnica entre la promesa unilateral de contrato y el contrato de
opción consiste en que la formación del contrato prometido sólo se va a verificar por la
mera manifestación de voluntad del beneficiario de levantar o hacer efectiva la
obligación, en consecuencia solo ese mero acto de habla o explícito por vía escrita
justificará la formación del contrato que es base en la opción; no es necesario, por ende, a
diferencia de la promesa que se otorgue un contrato distinto a la promesa, es decir, no
existe una manifestación de voluntad de ambas partes en un contrato prometido, el mero
acto de levantar la opción forma el contrato, en cambio en el contrato de promesa
unilateral, no basta simplemente en decir “estoy de acuerdo en que se celebre el contrato
prometido” sino que habrá que ir necesariamente a otorgar ese contrato prometido.
Luego eso involucra saber o entender cuál instrumento puede ser más beneficioso o no para
un acreedor o destinatario eventual de una promesa unilateral o de un contrato de opción
¿Por qué uno podría preferir la opción antes que la promesa unilateral? ¿Cuál sería la
ventaja en términos jurídicos y económicos que me permitiría asegurar que si tuviera que
asesorar un cliente preferiría el contrato de opción en vez de una promesa unilateral de
contrato? Porque habrá menos riesgos que se incumpla el contrato, porque en el evento
de que se trate de una promesa unilateral de contrato y el beneficiario diga “vamos a
otorgar entonces el contrato prometido” se puede generar un incumplimiento contractual de
parte del promitente, puede ser que no concurra a la formación del contrato prometido y por
ende caerá en una situación de incumplimiento contractual y si cae ahí, la situación del
beneficiario de la promesa unilateral será que podrá activar los remedios contractuales para
el caso de un incumplimiento contractual, podrá intentar forzar el cumplimiento, resolver el
contrato, acompañado en ambos casos de una posible indemnización de perjuicios. En
cambio, tratándose de la opción, dado que la mera manifestación de la voluntad por parte
del beneficiario constituye contrato eso significa que no hay espacio para que aquel que
está obligado a la opción pueda incumplir, puesto que está en manos del destinatario.
Del beneficiario la realización del contrato.
Hay que tener en cuenta que frente a una situación de imposibilidad de cumplimiento
(supongamos el caso en que el promitente vendedor se tienta y enajena la cosa a otro sujeto
porque pagaba más), el destinario de la promesa no podrá hacer cumplir ese contrato
porque la cosa ya está enajenada a un tercero, por lo cual el cumplimiento forzado o
cumplimiento en naturaleza son absolutamente inviables porque se enajenó el inmueble y
salió del patrimonio del promitente. Esto se traduce en resolución e indemnización de
perjuicios ¿qué perjuicios? Son perjuicios menores entonces hay una desprotección en
definitiva en el contrario preparatorio de promesa unilateral de contrato; la fuerza
obligatoria del contrato se ve atenuada porque es muy fácil incumplir la promesa y el riesgo
de juicio o el riesgo de indemnización suele ser más bien bajo, a no ser que se trate de
negocios extremadamente grandes y millonarios. Aunque, de todas formas, dicha promesa
puede contener una cláusula penal, eso significa una sanción pecuniaria asociada al
incumplimiento contractual, esto puede ser un incentivo como un desincentivo a cumplir
la obligación, pero en la mayoría de las veces las cláusulas penales servirán de incentivo a
cumplir con lo pactado, bajo la amenaza que se tendrá que pagar una pena si es que se
incumple con lo establecido en la promesa. En cambio, en el contrato de opción, durante
todo el tiempo que está vigente la opción basta, para que se forme el contrato, que el
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i) Que la promesa conste por escrito: Es una solemnidad del acto jurídico de promesa, y
por tanto puede tratarse ya sea de algún instrumento privado o público, pero debe constar
por escrito. No es necesario que conste en un solo instrumento. Y, se supone un
consentimiento expreso (no puede ser tácito ni presunto).
ii) Contrato prometido no sea de aquellos que las leyes declaran ineficaces: Tienen que
concurrir los requisitos intrínsecos del contrato que se pretende celebrar, pero no con las
formalidades a que debe someterse para que tenga pleno valor legal. También se dice que la
promesa de venta sobre bienes raíces de relativamente incapaces, que no pueden
enajenarlos sin autorización judicial, es válida sin tal autorización; esto dice relación con
que la enajenación de bienes raíces de incapaces requiere autorización judicial, pero esa
autorización es un requisito para la enajenación, para la compraventa misma, no así para la
promesa. Pero, ahora nace la pregunta si es que ¿Es válida o nula la promesa de
compraventa de un bien embargado por decreto judicial? ¿Puedo celebrar promesa de
compraventa de las cosas que menciona el artículo 1464? La enajenación importa
necesariamente un título y el modo de adquirir. Ahora bien, todo sería muy sencillo
respecto del 1464 si uno lo analizara de esa manera “se puede celebrar todo tipo de contrato
respecto de las cosas del 1464 dado que no hay enajenación, sin embargo vamos a ver que
la cuestión se complica en los siguientes términos: venta no es igual a enajenación, sin
embargo, la conclusión de que podría celebrarse venta respecto de todas las cosas que
enumera el artículo 1464 sería apresurada, esto en razón de que el art 1810 del Código Civil
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Luego, teniendo en cuenta el artículo 1464 que dice que un objeto ilícito en la enajenación,
pero por otro lado el artículo 1810 nos indica que puede venderse todas las cosas cuya
enajenación no esté prohibida por ley ¿puede venderse las cosas del artículo 1464?
Atendido al artículo 1810 en complemento con el 1464 uno podría entender que con
independencia de que la compraventa no sea enajenación dado que la compraventa en
cuanto contrato solo puede recaer en cosas cuya enajenación no esté prohibida desde ese
punto de vista, entonces no podríamos celebrar compraventa, no debido al artículo 1464,
sino que debido al artículo 1810.
El 1810 dice “¿Puede celebrarse compraventa? Sí, pero respecto de cosas incorporales e
corporales, pero ¿Cuáles compraventas no pueden? No pueden venderse las cosas cuya
enajenación esté prohibida por la ley. Entonces yo no podría celebrar una compraventa
respecto de una cosa que esté prohibida por la ley, teniendo en cuenta el artículo 1464 y
teniendo en cuenta el artículo 1466 porque sería una un contrato prohibido por la ley, no
puedo vender lo que la misma ley establece que no se puede enajenar. Esa sería una
aproximación, de manera tal que una primera tesis, la más general, indicaría que la
compraventa de las cosas mencionadas en el artículo 1464 está prohibida considerando lo
indicado en el artículo 1810, en relación con el artículo 1466 pues se trataría de un contrato
prohibido por la ley, la compraventa de cosas cuya enajenación se prohíbe.
La virtud de la promesa que está regulada en el artículo 1554 nos indica que la promesa es
un contrato preparatorio, estoy preparando un contrato que es el contrato prometido y
justamente esos contratos sirven para este tipo de situación. Supongamos que hay una
persona que tiene un inmueble que está embargado, tiene una deuda, yo le digo “Me gusta
tu casa, te la compro” no la puedes comprar porque está embargada y entonces habría
objeto ilícito porque en virtud del 1464 en relación con el 1810 y al 1466 el contrato está
prohibido. “ah, pero celebremos una promesa” y la condición para celebrar la compraventa
será que levantemos el embargo, entonces “yo te doy la plata, el precio para que levantes el
embargo y embargues a quien le debes” levanto el embargo, se cumple la condición y voy y
celebro el contrato promedito y la compraventa. Entonces cumple una finalidad
económica la promesa y sí puede celebrarse respecto de las cosas que menciona el artículo
1464. Será válida entonces la promesa aunque antiguamente se pensaba no era así, hoy en
día la doctrina está conteste en afirmar positivamente la validez del contrato de promesa
respecto de las cosas que menciona el artículo 1464, porque la situación del embargo o de
la prohibición que traba en definitiva o que impide la libre circulación de ese bien debe
verificarse al tiempo del contrato prometido, y para que no quepa duda alguna tiene
importancia lo que normalmente hacen las partes al momento de celebrar un contrato de
promesa, y es que sujetan el otorgamiento del contrato prometido al alzamiento del
embargo o de la medida precautoria o de la prohibición que haya que de cierta forma trabe
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la libre circulación del bien. Muchas veces de hecho, se celebra el contrato de promesa
porque no se puede celebrar contrato debido a un embargo.
Ahora, si no se establece como condición el alzamiento (por ejemplo) del embargo, porque
las partes lo ignoran al momento de celebrar la promesa, la Corte Suprema ha sostenido que
de todas formas la promesa es perfectamente válida y produce sus plenos efectos, pero
evidentemente el contrato prometido no podrá otorgarse válidamente si al tiempo que debe
celebrarse la compraventa no se ha alzado el embargo.
iii) Contenga un plazo o condición que fije la época de celebración del contrato: Como es
un contrato preparatorio el legislador reconoce que, por tanto, esto no puede mantenerse en
una permanente indefinición, y, por tanto, debe existir un plazo o una condición que
permita la libre circulación de los bienes y consolidar situaciones jurídicas. La omisión de
este requisito acarrea la nulidad absoluta, que puede y debe ser declarada de oficio por el
juez ¿Por qué debe ser declarada de oficio por el juez? Esto en razón del Artículo 1683,
que establece que la nulidad absoluta puede y debe ser declarada por el juez, aun sin
petición de parte, cuando aparece de manifiesto en el acto o contrato.
Respecto del plazo, ha habido discusión (ya superada) en relación a la naturaleza del plazo,
si se trata de uno suspensivo o uno resolutorio. En el plazo suspensivo el derecho nace a la
vida jurídico al momento que se celebra el acto o contrato, sólo que se posterga su
exigibilidad hasta el vencimiento del plazo, por otro lado, en el plazo
extintivo/resolutorio el derecho nace a la vida jurídica, es exigible en el preciso momento
que nace, pero está sujeto a extinguirse por cumplimiento o vencimiento del plazo,
transcurrido el plazo se extingue el derecho. En la condición, en cambio, el derecho no
nacerá junto con la celebración del acto jurídico, sino que cuando se cumpla la condición, y
si no se cumple esta, a la luz de la vida del derecho, este nunca nació. Así en la doctrina se
discutió bastante tiempo sobre si el plazo tenía que ser suspensivo o extintivo, sin embargo,
hoy en día la jurisprudencia mayoritaria ha sostenido que el plazo es naturalmente
suspensivo, esto debido a que no tendría sentido que fuera extintivo, porque desde el día 1
sería exigible el derecho, pero la otra parte podría decir “no, me queda plazo todavía” así
hasta llegar al día del vencimiento del plazo y al día siguiente ya no se podrá exigir,
entonces carece de todo sentido y torna a la promesa totalmente inexigible. Siendo un plazo
suspensivo, significa que tan pronto venza el plazo será exigible el derecho y la celebración
del contrato prometido. Si las partes nada dicen respecto la naturaleza del plazo en una
promesa de contrato, se entenderá que esta es naturalmente suspensiva.
No es necesario que el plazo esté fijado como fecha cierta, basta que determine la fecha de
celebración. ¿Puede haber un plazo que no sea fecha cierta? digamos que el contrato deberá
celebrarse dentro del mes de septiembre, no es una fecha cierta, pero hay un término, si,
¿qué otro plazo es indeterminado? ¿saben lo que es un plazo indeterminado o no? porque el
plazo tiene una característica, el plazo es cierto siempre, porque es algo que va a ocurrir si o
si, pero puede ser indeterminado, no sabemos cuando va a ocurrir, como la muerte,
entonces yo podría por ejemplo, decir el contrato prometido se va a celebrar cuando
fallezca tal persona, raro eso, pero podría ser, entonces sigue siendo un plazo, pero uno
indeterminado, es que ese plazo indeterminado, me sirve o no me sirve para que cumpla
con los requisitos de la promesa? Si yo digo, se va a celebrar el contrato cuando se muera
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tal persona, *compañero dice que si se puede poner como plazo que se celebrará el contrato
dentro del año 2020, profesora responde: sí también podría ser, ahora, en la práctica
normalmente en el fondo las partes de alguna manera restringen el plazo, la idea es tener
cierta certeza de cuando va a ser más menos cierta la época en que se va a celebrar el
contrato, entonces, pero por ejemplo, las inmobiliarias nunca ponen un plazo para la
celebración del contrato porque no saben si es que van a tener la recepción de obra en la
fecha en que ellos pronostican que van a recibir la obra y van a tener certificado de
propiedad y todo lo que necesitan tener para poder vender, entonces te dicen “el contrato
prometido se celebrará dentro del plazo de 60 días que la inmobiliaria comunique al
remitente comprador que se ha obtenido la resolución que recibe el edificio y se ha inscrito
el certificado de propiedad inmobiliaria”.
Entonces uno no tiene idea, puede ser un año, dos años, tres años, uno no sabe, pero la
jurisprudencia y la doctrina han entendido que eso fija la época de la celebración del
contrato prometido, ahora el tema del plazo no es tan complejo como el plazo de la
condición, porque la condición como no es cierta, sino que incierta por naturaleza, no
sabemos si va a ocurrir, tenemos un problema con la condición indeterminada, si yo a la
condición no le sumo un plazo, tenemos un problema, y de hecho en el caso de la promesa
de compraventa de las inmobiliarias que les ponía anteriormente uno podría entender que la
recepción municipal de la obra incluso es una condición, porque puede ocurrir y hoy día
más que nunca como están las direcciones de obra vueltas locas, podría ocurrir que no se
reciba la obra, o que se anule el permiso de edificación, qué sé yo, cualquier cosa, y en
consecuencia que ese edificio nunca sea recepcionado municipalmente y si esto no ocurre,
entonces nunca va a nacer la obligación de las partes de suscribir el contrato prometido,
entonces ahí tenemos otro problema, porque en definitiva hay una condición, pero una
condición indeterminada porque, bueno, ¿En qué momento tiene que cumplirse esa
condición, así persécula seculurum?, ¿qué pasa con las condiciones indeterminadas,
recuerdan ustedes? Porque la condición es determinada cuando yo establezco un hecho
futuro e incierto pero le fijo un plazo dentro del cual deba cumplirse, ahí tengo una
condición determinada, entonces digo ya voy a celebrar el contrato prometido una vez que
se reciba la obra, pero dentro del plazo máximo de 4 años, ahí tengo una condición
determinada, de manera que si transcurren los cuatro años y no se ha cumplido con la
condición, la condición se entiende fallida y en consecuencia, el contrato de promesa queda
sin efecto, o sea, más bien no nace a la vida jurídica ninguna obligación que sea exigible al
amparo de esa promesa de compraventa. Pero si no digo nada, y simplemente pongo una
condición como la recepción municipal y no establezco un plazo, ¿qué ocurre? no sé sabe
cuando ocurrirá ese hecho futuro e incierto, entonces ¿cumple con los requisitos, porque el
requisito es que se establezca un plazo o condición que fije la época de la celebración del
contrato prometido? La ley habla de época, por eso es que en el plazo puede haber un
margen, puede ser septiembre, durante el año 2020, una época, no exige una fecha cierta,
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pero una época, algo que sea manejable, pero es inmanejable cuando la condición es
indeterminada.
Como es usual hay un pequeño debate acerca del plazo, cuando debemos
entender la condición indeterminada fallida, es evidente que no
podemos esperar ad eternum que se cumpla con una condición y por lo
mismo hay que establecer un plazo en el cual vamos a determinar que
en esa condición ya no se esperará más y se entenderá por fallida. El
problema se ha presentado usualmente en los casos de contratos de promesa,
como la promesa que es otro ejemplo de donde el plazo o la condición es un
elemento esencial, recuerdan el art 1554 CC en su numeral 3, que la promesa
contenga un plazo o canción de la época de celebración. El numeral 3
reconoce al plazo o condición como un elemento esencial de la promesa, uno
de los tiene que estar. El que redacte una promesa sin plazo o condición es
un idiota. Ahora que pasa cuando se colocó una condición indeterminada, la
técnica contractual es algo muy relevante en definitiva es como diagramar en
que la música del contrato tiene que prever para el futuro, el que coloca una
condición indeterminada, deja un vacío.
“Te prometo vender tales y tales inmuebles bajo condición que se realicen
tales reparaciones en el respetivo inmueble” la condición es esa un hecho
futuro e incierto. Es una condición suspensiva, dado que solo en el evento
que se verifique van a nacer el derecho a exigir el otorgamiento del contrato
prometido. Entonces, el código civil estableció como plazo máximo el de
30 años, 30 años es el lazo más largo que contempla el código civil para por
ejemplo la prescripción extraordinaria la nulidad absoluta. Luego de una
reforma en el año 1932, donde se van a reformar los plazos de prescripción
donde se entendió que todos estos plazos eran desmedidos excesivos,
entonces se bajaron los tiempos y se estableció que el plazo máximo sería
el de 10 años, que es lo que comprende el art 2510 para la prescripción
adquisitiva extraordinaria, es decir, la posibilidad de adquirir el dominio de
una cosa por prescripción cuando falla uno de los elementos de la
prescripción ordinaria, es decir, no se trata de un posesión regular o
eventualmente no se practicó la tradición. O en el caso de la nulidad
absoluta, como saben prescribe la acción de nulidad absoluta en un periodo
de diez años. Y el problema que se suscita es que si uno va a entender que la
condición va a fallar en el plazo máximo es decir de 10 años o en cambio
vamos a aplicar subsidiariamente el art 739 del código civil relativo al
fideicomiso, el cual contempla un plazo de 5 años nada más en que se
entiende fallida la condición relativa al fideicomiso toda condición en que
penda la restitución del fideicomiso y que tarde más de 5 años en cumplirse
se tendrá por fallida a menos que la muerte del fiduciario sea el evento de
que penda la restitución. Bueno la pregunta es si vamos a aplicar el plazo de
5 años del art 739 que refiere a un problema de condición aun asociado a una
institución especifica como es el fideicomiso o en cambio vamos a aplicar el
plazo máximo de 10 años, la verdad que en uno u otro sentido la cuestión no
es decisoria en cuanto a los argumentos, a propósito del fideicomiso esta
tratado el problema de la condición indeterminada o en cambio uno podría
decir que debiera aplicarse la regla general, máxima, de prescripción de
plazo de 10 años.
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¿Cómo tiene que ser la condición? ¿Suspensiva o resolutoria? ¿La condición resolutoria
puede servir? No, no sirve, porque lo que nosotros estamos haciendo es postergar la
celebración de un contrato futuro y la manera de postergarlo es pactando una condición que
de alguna manera importe que la exigibilidad y el nacimiento del derecho se postergue, y
la única forma en que se hace es a través de una condición suspensiva, porque la condición
resolutoria lo que hace es que el derecho nace y es exigible al momento en que se pacta el
contrato, pero está expuesto a extinguirse por la condición, entonces no nos sirve. En
consecuencia, la condición en el contrato de promesa siempre es una condición suspensiva.
Segundo bloque
iv) Especificación del contrato prometido: El artículo 1554 dice que, con ella, o sea con la
promesa, se especifique de tal manera el contrato prometido, que solo falte para que sea
perfecto la tradición de la cosa o las solemnidades que las leyes prescriban, concurriendo
estas circunstancias habrá lugar a lo prevenido en el artículo precedente, entonces, el
cuarto requisito se refiere a la especificidad del contrato prometido, en el sentido que
debe reunir, la pregunta es ¿completa y totalmente todas las condiciones del contrato
prometido o debe reunir todas las condiciones esenciales y particulares del contrato
prometido para que quede perfecta la promesa? Y en función de aquello, se pregunta la
doctrina sobre qué ocurre respecto de una promesa de un contrato consensual, donde no hay
una solemnidad que otorgar, porque este contrato se perfecciona con el solo
consentimiento, entonces, la primera pregunta es ¿es posible un contrato de promesa de un
contrato consensual? ¿Qué creen ustedes? La promesa de compraventa de un computador,
esa promesa, ¿es válida o no es válida? ¿qué creen ustedes? *nadie da señales de vida*
Porque si se dice, por ejemplo, ya “prometo vender y tu prometes comprar el computador
en el precio de $200.000.- dentro del plazo de 10 días” ¿es válido o no es válido a la luz del
cuarto requisito? Porque, en definitiva, está especificado el contrato prometido, pero
prácticamente se identifica con el contrato de promesa, la promesa está tan especificada en
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todos sus contornos o en todo el negocio jurídico que prácticamente es el mismo contrato o
es el mismo contrato. Entonces, la doctrina se pregunta ¿no se habrá formado ya el
consentimiento para la celebración del contrato prometido? o sea, ¿no estará en la promesa
de compraventa ya el consentimiento que obliga a las partes a ejecutar las prestaciones
convenidas, no solamente a celebrar un contrato futuro sino a exigir la tradición, por decirlo
así, y el pago del precio que nace de la compraventa? O sea, en el fondo, si yo hoy celebro
una promesa de celebrar un contrato de compraventa consensual, en el ejemplo de la venta
del computador, ¿puedo hoy decir “esa promesa en realidad es una compraventa”? Y, en
consecuencia, vencido el plazo estipulado exigir la entrega del computador y yo pagar el
precio, ¿en vez de exigir que celebremos el contrato de compraventa? En el fondo, uno
podría entender que si yo celebro esta promesa y digo “ya, me obligo a vender y tu te
obligas a comprar este computador en determinado precio en el plazo de 10 días”, uno
podría entender que ahí se formó el consentimiento de una compraventa sujeta a plazo para
hacer exigibles las prestaciones de la compraventa y no una promesa de compraventa de
celebrar una compraventa sobre un computador, entonces, uno podría decir que la promesa
es perfectamente válida y como promesa porque la voluntad de las partes está encaminada a
celebrar una promesa y no una compraventa, eso es lo primero; la voluntad de las partes es
explicita en ese sentido, se están comprometiendo a celebrar en un futuro y no están
celebrando hoy ese contrato; al margen de que ese plazo pueda entenderse como un plazo
que posterga los efectos de la compraventa o no los posterga, lo cierto es que la voluntad de
las partes hoy es celebrar solo una promesa.
Lo segundo es que aún cuando se trate de un contrato consensual, ustedes recuerdan que
hay solemnidades voluntarias, por decirlo así, que no son aquellas que establece la ley, pero
las partes pueden pactar voluntariamente que un contrato, por ejemplo, que no requiere
constar por escrito, sea constado por escrito, esas son las llamadas formalidades
voluntarias, y la verdad es que esas solemnidades o formalidades forman parte integrante
de la voluntad de las partes y, en consecuencia, si las partes han pretendido celebrar a
futuro un contrato distinto al que están celebrando hoy, ya sea otorgándola por escrito o
simplemente de manera consensual, esa voluntad está incorporada en la promesa, entonces
tiene que entenderse que la promesa y el contrato prometido son dos actos jurídicos
distintos, de suerte que si el día de mañana no se celebra la compraventa prometida y viene
el promitente comprador y pretende exigirme a mi la entrega del computador y me
demanda, por ejemplo, la tradición, la entrega del computador yo podría excepcionarme
diciendo “yo no he celebrado ningún contrato de compraventa, usted si quiere demándeme
para otorgar ese contrato de compraventa prometida, pero no me puede demandar la entrega
del computador”.
sobre el cual recae el contrato, es decir, con la dirección, con su inscripción conservatoria,
que es la manera más clara de identificar un bien raíz y el precio. Pero ¿es necesario que las
partes pacten cómo se va a pagar el precio o que pacten en qué momento se va a hacer
entrega material de la cosa? Puede que lo pacten, pero puede que no, y la pregunta es sí se
omite aquello, ¿esa promesa no es válida porque no está suficientemente especificado el
contrato prometido o es válida? ¿qué creen ustedes? Es válido porque si bien se requiere
cierta especificación, se ha entendido que esta atañe a los elementos de la esencia del
contrato prometido pero no a todos sus detalles, en consecuencia, puede ser que las
partes no hayan previsto en la promesa la forma en que se va a pagar el precio y eso no
significa que se haya omito un elemento del contrato prometido, por lo demás hay normas
supletorias de la voluntad de las partes en el contrato de compraventa, por ejemplo, si las
partes no pactan cómo se va a pagar el precio, éste se va a pagar al contado y eso lo dice la
compraventa, si las partes no establecen la época en que tiene que hacerse la entrega
material del bien objeto de la compraventa ésta debe efectuarse al momento en que se
celebra la compraventa, si no señalan el lugar entonces debe efectuarse en el lugar en donde
se celebró la compraventa, o en el domicilio del acreedor, entonces, hay normas supletorias,
entonces, si no están todas estás cosas, además de que no son necesarias para que el
contrato de promesa sea válido, en todo caso la ley suple la voluntad de las partes en el
contrato de compraventa, por ende no sería una razón para invalidar la promesa el que no
están específicamente todas condiciones del contrato prometido. Lo que interesa
básicamente es que lo que tu el día de mañana no vayas a celebrar algo distinto de lo que
conviniste en el contrato de promesa, sigue siendo lo mismo, sigue siendo un contrato de
compraventa, que recae sobre X objeto, el precio no ha variado, sino que son modalidades
que las partes incorporan, que pueden incorporar por distintas razones a lo largo del tiempo,
son contratos distintos, pero el contrato prometido está identificado en su naturaleza y
esencia ya en el contrato de promesa.
En la parte final del artículo 1554 dice que concurriendo estás circunstancias, o sea la del
número uno al número cuatro, habrá lugar a lo prevenido en el articulo precedente y,
¿qué es lo que hay en el artículo precedente? el artículo precedente es el artículo1553, se
refiere precisamente a la obligación de hacer, y dice “si la obligación es de hacer y el
deudor se constituye en mora, podrá pedir el acreedor, junto con la indemnización de la
mora cualquiera de estas tres cosas, a elección suya:
II) Que se le autorice al mismo para hacerla ejecutar a un tercero a expensas del deudor.
III) Que el deudor le indemnice de los perjuicios resultantes de la infracción del contrato.
jurídicos, es decir, cuando se trata de celebrar un acto jurídico, porque aquí yo no puedo
hacer ejecutar el hecho por un tercero a expensas del deudor, no me sirve, porque lo que
necesito es que lo ejecute la persona que se obligó nadie más que él, el dueño, me puede
transferir el dominio. Entonces, no se trata de la ejecución de hecho físico por decirlo así.
Sí se puede pedir apremiar al deudor por la ejecución del hecho convenido, lo que tendría
que hacer es básicamente establecer un plazo para que el deudor concurra a la celebración
del contrato prometido, y si no concurre a la celebración, entonces en ese caso está la figura
de la representación judicial, la representación puede ser legal, judicial o convencional, este
es un caso de representación judicial, el juez puede representar en este caso al deudor y
suscribir el contrato de compraventa en representación de este, en caso de que apremiado
que sea no concurra a la celebración del contrato, esa es la manera de ejecutar esta
obligación. Bueno, y evidentemente además puede demandarse la indemnización de los
perjuicios que acarrea el incumplimiento de la obligación. La representación del deudor
está en el artículo 532 CPC.
1. ¿Cabe impugnar la validez del contrato de promesa? No, porque cumple con los
requisitos del art.1554, hay que hacer un check, hagámoslo:
a. ¿Consta por escrito? Sí
b. Es un contrato perfectamente válido
c. Hay un plazo que fija la época de la celebración del contrato.
d. Se especifica lo esencial del contrato prometido, que son la cosa y el precio.
2. Suponga que en lugar de celebrarse el contrato en un plazo de 30 días, las partes
pactan como condición para la celebración del contrato prometido lo siguiente “se
acuerda que el contrato prometido se celebrará una vez que el promitente comprador
obtenga un crédito hipotecario”. ¿Cambiaría su respuesta?
¿Qué lo que es esa especulación “el contrato se celebrara… blablá? una condición
indeterminada. Y respecto de estas, depende de a quien se represente en el juicio.
Dijimos que 5 o 10 años según la doctrina, podría entenderse que la condición debe
cumplirse dentro de determinado plazo, 5 si aplicamos la regla de la propiedad
fiduciaria o 10 años si entendemos que lo que aplica es el plazo máximo efectivo
para consolidar situaciones jurídicas (prescripción extintiva). Pero hay todavía una
corriente doctrinaria que sostiene que esa condición indeterminada no cumple con
los requisitos del artículo 1554, por lo tanto la promesa sería nula.
Son muy pocos casos los que caen en esta hipótesis, porque en general la gente
establece plazos más que condiciones, y si establece condición la sujeta a un plazo,
o sea es una condición determinada. En el caso de las inmobiliarias la doctrina ha
CONTRATOS CIVILES
ALEJANDRA AGUAD DEIK
calificado la recepción de obra más que como una condición, como una obligación,
y en consecuencia si no se cumple con esa obligación, con ese hecho en definitiva,
se configura más bien una infracción contractual porque se considera que hay un
incumplimiento contractual por parte de la inmobiliaria, entonces la calificación ha
sido distinta, no por la vía de la condición sino por la vía del incumplimiento.
4. ¿Qué pasa si prometo vender algo que es de un tercero? ¿Qué pasa en este caso?
La venta de cosa ajena es válida, en consecuencia la promesa también, yo puedo
prometer vender algo que es de un tercero así como puedo vender algo que es de un
tercero.
¿Qué pasa con la promesa si, se puede impugnar de alguna forma o que puede hacer
el dueño verdadero? ¿ese contrato de promesa le es oponible o inoponible? es
inoponible al dueño, éste siempre va a tener acción reivindicatoria contra quien
tenga o posea la cosa, no ha perdido el dominio, porque el que vende cosa ajena no
transfiere propiedad porque no es de él, no puede transferir algo que no tiene, más
bien constituye posesión en el tercer adquirente, mientras ese tercer adquirente no
adquiera el dominio mediante prescripción adquisitiva siempre el dueño va a poder
ejercer una acción reivindicatoria contra el tercero poseedor, la promesa es válida,
sin perjuicio de los derechos del verdadero dueño, eso sería la respuesta en
principio. Ahora, supongamos que el promitente comprador celebra la promesa
ignorando que la cosa pertenece a un tercero y antes de celebrar el contrato
prometido descubre que la cosa le pertenece a un tercero, ¿puede excusarse de
celebrar el contrato prometido? ¿qué dirían ustedes? Sí, podría impugnarlo como
una especie de vicio del consentimiento, uno podría decir “hubo dolo que me indujo
a contratar, porque me dijo que era de él, pero no era suyo, entonces yo caí en el
error” y, en consecuencia hay dolo y por ese lado tratar de impugnar el contrato por
nulidad relativa. No estoy obligado a comprar algo que sé que no es del vendedor.
Esto se relaciona con las obligaciones que tiene el vendedor, si éste tiene o no la
obligación de transferir dominio, básicamente esa es la discusión, pero en principio
sí se ha sostenido y parece lógico, que el promitente comprador pueda excusarse a
celebrar el contrato prometido si toma conocimiento de que la cosa le pertenece a un
tercero, porque básicamente lo que él ha pretendido con la promesa es celebrar un
CONTRATOS CIVILES
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contrato válido y eficaz, que produzca efectos, en todos los aspectos y que como
consecuencia de ese contrato sea dueño, y cuando la cosa es ajena no se va a hacer
dueño, entonces parece razonable que pueda excusarse del cumplimiento alegando
que la cosa le pertenece a un tercero. También podría por otra vía impugnar la
promesa por el vicio del consentimiento, eso también es una opción.
EL CONTRATO DE COMPRAVENTA
O sea, por el mero consentimiento desde que han convenido la cosa y el precio.
¿Por qué “Los frutos y flores pendientes, los árboles cuya madera se vende, ¿los materiales
de un edificio que va a derribarse, los materiales que naturalmente adhieren al suelo, como
piedras y sustancias minerales de toda clase no están sujetos a esta excepción”? Porque está
pensando básicamente en las cosas que efectivamente adhieren al inmueble pero que al
momento en que se arrancan o cortan, o se celebra alguna transacción sobre ellas, se
reputan muebles.
CONTRATOS CIVILES
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Es un contrato bilateral, ambas partes resultan obligadas, una a vender, entregar la cosa,
hacer la tradición y la otra a pagar el precio.
Es un título traslaticio de domino obviamente, ¿por qué? porque sirve para transferir el
dominio, lo que no significa que por la mera celebración de la compraventa se transfiera el
dominio. O sea, los contratos no producen en Chile efectos reales como ocurre en Francia.
debe recaer sobre una cosa que esté dentro del comercio humano. Entonces, la cosa debe
ser comerciable.
La cosa debe existir o debe esperarse que exista ¿cuándo una cosa puede esperarse que
exista? Las compras en verde y blanco; las compras de cosechas porque el fruto todavía no
existe pero se espera que exista. Entonces, aquí hay que distinguir que la compraventa de la
cosa futura lo que señalan los artículos 1813 y 1814:
Entonces, por regla general si yo celebro un contrato de compraventa de una cosa que no
existe pero se espera que exista se entiende hecha con la condición de existir ¿qué significa
eso? que el contrato se celebra hoy ¿nacen derechos y obligaciones? no, ¿cuándo nacen
estos? cuando la cosa existe, porque se entiende hecha bajo la condición suspensiva de
existir. Entonces, si nada se dice en el contrato de compraventa se entiende que se ha hecho
bajo la condición de que la cosa exista, o sea se trata de una compraventa condicional, salvo
que se exprese lo contrario o que por la naturaleza aparezca que se compró la suerte, en ese
caso es un contrato puro y simple, nace a la vida jurídica y es exigible la entrega de la cosa
y el pago del precio y la suerte determinará el provecho económico que cada parte deba
reportar.
Es lo que pasa eventualmente con esas compras que se hacen de las maletas en los
aeropuertos uno paga un precio y no sabe qué cresta trae adentro la maleta y ahí se está
comprando la suerte.
El inciso primero ¿por qué? ahí las partes suponen que la cosa existe, pero en realidad no
existe, entonces su voluntad recae sobre una cosa que suponen existente pero que no existe,
es distinto a la situación anterior porque en el artículo 1813 las partes saben que es una cosa
futura que actualmente no existe, pero se espera que exista. Acá en cambio las partes
suponen que la cosa existe, pero realmente no, ¿qué pasa ahí? no produce efecto alguno
¿qué podría ocurrir ahí? Podría sostener que hay un error obstáculo, como vicio del
consentimiento, o sea hay un error porque las partes efectivamente creían que la cosa
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existía, pero no existe, entonces hay un error que impide la formación de la voluntad, ese
error obstáculo que llama la doctrina acarrea la nulidad absoluta, y es el único vicio del
consentimiento que acarrea nulidad absoluta, puesto que los otros solo se sancionan con
nulidad relativa.
Y luego establece, en el inciso final, una responsabilidad del que vende a sabiendas lo que
en todo o en una parte considerable no existía.
Entonces, para que la cosa sea determinada tiene que reunir los requisitos de existencia del
objeto del acto jurídico y estos son:
Y lo otro, es que la cosa comprado no debe ser propia, aun cuando se ignore por parte del
comprador que la cosa es propia. En relación a esto, el artículo 1816 inciso 1º prescribe:
Art. 1816. La compra de cosa propia no vale: el
comprador tendrá derecho a que se le restituya lo que
hubiere dado por ella (…)
II) Precio:
Constituye el objeto y causa ¿por qué? Yo me obligo a entregar algo porque otro se obliga
a pagar el precio, esa es la causa de la obligación, porque si no, no me obligaría. Entonces,
por eso es objeto y causa. Causa para que el vendedor entregue la cosa. Luego el precio
para que cumpla con los requisitos de la compraventa y no otra cosa tiene que ser dinero.
Puede ocurrir que las partes pacten, por ejemplo, que digan “te entrego este computador
a cambio del tuyo y hacemos un cambalache” ¿Eso es compraventa? No, eso es permuta
(cambio de una cosa por otra). Si yo pacto “te paso mi computador, pero te voy a pagar
por sobre el computador $100.000 y tu me entregas el tuyo” En este caso hay dinero y
entrega de una cosa ¿Hay compraventa? Ahí la regla es, ¿qué es lo que vale más? si el
computador vale $200.000 y el computador $100.000 es permuta. Si el computador vale
menos de $100.000 es compraventa, para que sea compraventa la cosa debe valer menos
que el dinero entregado. Para que se entienda compraventa el precio debe estar
constituido principalmente por dinero.
El precio debe ser real y serio, si bien este no es un requisito expresamente establecido
por la ley, pero en definitiva, si es un precio irrisorio no hay en realidad comunicación
propiamente tal, no hay una voluntad seria de obligarse. Algunas veces hay simulación,
otras veces se pactan precios que parecen ser irrisorios pero que en definitiva están
atados a una negociación o a un contrato distinto, por ejemplo, en los negocios
inmobiliarios, cuando una persona tiene una propiedad y hay una inmobiliaria que tiene
interés en construir en esa propiedad, normalmente esas promesas de compraventa más
bien quedan sujetas a la condición de que la inmobiliaria obtenga un permiso o le sea
aprobado un anteproyecto de edificación, si lo aprueban entonces se celebra la
compraventa, pero ocurre muchas veces que ese anteproyecto por razones varias es
tramitado por el propio dueño no por la empresa inmobiliaria que está prometiendo
comprar y en consecuencia al momento en que celebran la compraventa se venden dos
cosas: el inmueble y también los derechos sobre el permiso o sobre el anteproyecto
aprobado y a eso le tengo que poner un precio, porque si no lo hago no es compraventa,
puede ser $1000 o $1.000.000 y ahí nadie puede decir que es irrisorio porque está
jurídicamente atado a un negocio jurídico. En cambio si es un acto completamente
aislado uno puede ver que ahí no hay voluntad de obligarse realmente porque no hay un
precio real, por ende falta un elemento de la esencia del acto jurídico compraventa; o
hay una simulación.
III) Forma.
CONTRATOS CIVILES
ALEJANDRA AGUAD DEIK
MARTES 1 DE OCTUBRE
Si se trata de un bien inmueble, entonces el lugar de entrega será donde esté el inmueble.
Si se trata de un bien mueble, el lugar será de entrega será en el domicilio del comprador o
acreedor. Esto está regulado en el artículo 1587 del Código Civil.
Momento de la entrega
En este tema surge el problema relativo a ¿Qué pasa si se vende una misma cosa a dos o
más personas? Este problema se presenta a propósito de la entrega porque la ley lo resuelve
en función de la entrega. El artículo 1817 básicamente lo que señala es que, si se vende
una misma cosa a dos o más personas, entonces se prefiere a quien se le ha efectuado en
primer lugar la entrega ¿Por qué? Porque teóricamente se hace dueño con la entrega si el
tradente era dueño o entra en posesión material de la cosa que permite adquirirla por
prescripción adquisitiva. Entonces se prefiere al comprador que ha entrado en posesión de
la cosa.
Es el mayor problema jurídico que presenta la obligación de entrega que tiene el vendedor
respecto de la cosa objeto de la compraventa ¿En relación con qué? En relación con el
cumplimiento imperfeto de la entrega. Para saber si el vendedor extingue la obligación de
entrega es necesario saber a qué se obliga porque definiendo bien en qué consiste la
obligación de entrega, en definitiva, qué es lo que debe entregar, entonces puedo saber si es
que lo que se entregó satisface o no el interés jurídicamente protegido por la compraventa
del comprador y, en consecuencia, si es que esa entrega extingue la obligación del
vendedor.
CONTRATOS CIVILES
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Lo primero que hay que entender es a lo que dice el contrato, nuevamente voluntad de las
partes, el artículo 1828 señala “lo que reza el contrato”, es decir, la convención es lo que
debe ser entregado. Esto se relaciona con las reglas del pago como modo de extinguir la
obligación ¿Cómo debe ser el pago para que extinga la obligación? Debe ser íntegro.
Entonces, sabemos que la entrega de la cosa es a forma en que el vendedor paga su
obligación, debiendo ser íntegra conforme a lo que reza el contrato. Y, en esta materia, sin
embargo, la ley o también el legislador interpreta de alguna forma la voluntad de las partes
respecto de ciertas cosas sobre las que recae la obligación del vendedor. Por ejemplo, el
artículo 1830 cuando se refiere a la venta de una finca, dice que se entiende naturalmente
los accesorios que según el artículo 570 se reputan inmuebles, o sea, los inmuebles por
adherencia y, eventualmente, inmuebles por destinación. Dependiendo de qué es lo que se
venda, si yo vendo una finca o una hacienda o un fundo que tiene ganado, árboles frutales o
cosechas, se entiende que incluye todo aquello. Pero la ley… esto es un tipo de presunción
de la voluntad de las partes, por eso dice que naturalmente se extiende a lo accesorio, salvo
que las partes establezcan lo contrario. Entonces las partes pueden eventualmente excluir
determinados bienes que, si bien acceden al predio, las partes expresamente las excluyen de
la compraventa. Si nada dicen se entienden incluidas en el contrato de compraventa.
El artículo 1829 que se refiere específicamente a la situación de los animales “la venta de
cualquier animal hembra comprende la del hijo que tiene en su vientre o que amamante,
pero no la del que pueda pacer y alimentarse” O sea, la cría que ya ha ganado un nivel de
independencia, que ya no requiere a su madre para alimentarse o vivir. Entonces, se
entiende que ya no forma parte naturalmente de la compraventa y, en consecuencia, habría
que, si es que queremos que la compraventa también recaiga en ella, incluirla
expresamente.
Dentro de la entrega de la cosa que es objeto de la compraventa, otro de los problemas que
presenta la cuestión fundamental de qué es lo que debo entregar, es si la entrega de la cosa
ajena constituye o no constituye el incumplimiento de la obligación del vendedor a hacer
entrega, es decir, si vendo una cosa que me pertenezca una cosa que no me pertenece.
Ya sabemos que la venta de cosa ajena es válida, pero una cosa es decir que la venta de
cosa ajena es válida y, en consecuencia, el contrato de compraventa no puede ser
impugnado de nulidad porque cuando la venta de cosa ajena es válida, esa venta produce
sus plenos efectos jurídicamente y, desde el punto de vista del derecho, es perfectamente
válida. Esa es una cosa, pero una cosa un poco distinta es si el hecho de que yo, vendedor,
entrego una cosa que no me pertenece ¿constituye o no constituye un incumplimiento de la
obligación de entrega y, en consecuencia, habilitaría eventualmente al comprador a ejercer
los remedios contractuales generales? ¿Cuáles son los remedios contractuales?
Cumplimiento forzado o la resolución del contrato. El cumplimiento forzado es difícil si
CONTRATOS CIVILES
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la cosa no me pertenece, pero eventualmente uno diría que la resolución del contrato sí,
porque al vendedor, se le impone la obligación de entregar una cosa y, en consecuencia, la
obligación de hacer dueño al comprador con la entrega.
¿Qué ha dicho la doctrina sobre este punto? En la realidad nadie dice “estoy vendiendo algo
que no me pertenece, en consecuencia, sólo te voy a entregar la posesión”. Evidentemente
si las partes expresamente pactan que la entrega y, en consecuencia, el cumplimiento de la
obligación del vendedor no se va a entender perfecta mientras no se transfiera del dominio,
entonces, si no se transfiere el dominio hay un incumplimiento porque las partes
expresamente pactaron esa entrega como dominical. hay un pacto expreso en ese sentido.
Pero el problema se plantea cuando las partes nada dicen: el vendedor entrega algo y el
comprador cree que le pertenece, entonces también cree que está adquiriendo dominio
respecto de la cosa que se está haciendo tradición, pero luego llega un tercero que reclama
tener derecho de dominio respecto de esa misma cosa. En esta hipótesis ¿Hay o no
incumplimiento?
Con todo, la doctrina y la jurisprudencia mayoritaria han dicho que el vendedor no tiene la
obligación de hacer dueño al comprador ¿Por qué? porque toda la reglamentación del
Código Civil respecto de las obligaciones del vendedor distingue claramente entre la
obligación de dar y entregar, por un lado, de la garantía de la evicción que es un
remedio contractual especial que la ley contempla para cuando un tercero reclama tener un
derecho de dominio u otro derecho sobre la cosa. Entonces si la ley establece la obligación
del vendedor de indemnizar al comprador por la vía de evicción, en caso de que un tercero
reclame tener un derecho sobre la cosa es porque no ha tenido nunca, o sea, desde el
comienzo, la obligación de hacer dueño al comprador, sino que únicamente en que el
comprador entre en posesión tranquila y pacífica de la cosa que lo habilite eventualmente a
adquirir dominio por prescripción adquisitiva. Ahora eso es, salvo que las partes expresen
lo contrario, es decir, si las partes expresamente dijeron en el contrato que no se va a
entender perfeccionada o cumplida la obligación de entrega mientras no se haga dueño al
comprador, entonces evidentemente se va a entender que la pretensión solamente se va a
entender cumplida y satisfecha cuando se haga dueño, si no se hace dueño va a ver
incumplimiento.
- Cumplimiento.
- Resolución.
- Indemnización de perjuicios (con o y indemnización de perjuicios, recordar debate
sobre la autonomía de la indemnización de perjuicios)
Entonces en lo que sigue veremos el cómo van jugando estos distintos remedios
contractuales frente a una entrega imperfecta.
Los predios rústicos, que son básicamente todos los que están fuera de los limites
urbanos definidos por los planos regaladores comunales e intercomunales, pueden
venderse según su cabida (metraje, lo que comprende el predio “te vendo 100 hectáreas de
un campo en Linares) o pueden venderse como especie o cuerpo cierto. Cuando se vende en
relación a su cabida, en definitiva, la voluntad de las partes está encaminada a definir el
objeto y consecuencialmente el valor económico de lo que se está comprando en relación a
su cabida, o sea, no es lo mismo comprar 100 hectáreas que 90 hectáreas porque tienen un
precio distinto, valorizamos el precio por hectárea.
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Un predio rústico puede venderse con relación a su cabida o como una especie o cuerpo cierto.
Se vende con relación a su cabida, siempre que ésta se expresa de cualquier modo en el contrato,
salvo que las partes declaren que no entienden hacer diferencia en el precio, aunque la cabida real
resulte mayor o menor que la cabida que reza el contrato.
Es indiferente que se fije directamente un precio total, o que éste se deduzca de la cabida o número
de medidas que se expresa, y del precio de cada medida.
Es asimismo indiferente que se exprese una cabida total o las cabidas de las varias porciones de
diferentes calidades y precios que contenga el predio, con tal que de estos datos resulte el precio
total y la cabida total.
Lo mismo se aplica a la enajenación de dos o más predios por una sola venta.
En todos los demás casos se entenderá venderse el predio o predios como un cuerpo cierto.
Si se vende el predio con relación a su cabida, y la cabida real fuere mayor que la cabida
declarada, deberá el comprador aumentar proporcionalmente el precio; salvo que el precio de la
cabida que sobre, alcance a más de una décima parte del precio de la cabida real; pues en este
caso podrá el comprador, a su arbitrio, o aumentar proporcionalmente el precio o desistir del
contrato; y si desiste, se le resarcirán los perjuicios según las reglas generales.
Y si la cabida real es menor que la cabida declarada, deberá el vendedor completarla; y si esto no
le fuere posible, o no se le exigiere, deberá sufrir una disminución proporcional del precio.
Esta ultima norma establece este remedio especial en caso que la cabida declarada en el
contrato sea distinta a la cabida real “Yo me obligo a entregar 100 hectáreas y finalmente se
hace un levatamiento topográfico del predio y el comprador advierete que la cabida real es
de 80 o de 95, pero no es de 100”. Entonces la regla básicamente es que hay que pensar la
diferencia, el precio está establecido en razón de la cabida así que determinar como se
calcula la diferencia es re fácil; es llegar y multiplicar el precio unitario por las hectareas o
por los metros cuadrados que falten. Y a eso se le agregue (o hay) un margen de un 10%,
para arriba o para abajo, para efectos de que la persona que sale perjudicada en esta
cuadratura pueda resolver eventualmente el contrato. De manera tal que, o se completa el
precio o se rebaja el precio en relación a la cabida cuando esa diferencia no es superior a un
10%; si esa diferencia es superior a un 10%, para arriba o para abajo, hay posibilidad de
resolver el contrato. Este es el remedio especial que contempla el legislador para este caso.
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Ahora, la profesora insiste que se trata de la venta de predios rústicos porque suele ocurrir
que hay muchas demandas de colegas prestigiosos que demandan la rebaja del precio o la
resolución de contratos aplicando esta norma a predios urbanos y la Corte ha sido
reiterativa en señalar que no puede aplicarse por analogía a los predios urbanos, sino
exclusivamente a los predios rústicos.
Si el predio se vende como un cuerpo cierto, no habrá derecho por parte del comprador ni del
vendedor para pedir rebaja o aumento del precio, sea cual fuere la cabida del predio.
Sin embargo, si se vende con señalamiento de linderos, estará obligado el vendedor a entregar
todo lo comprendido en ellos; y si no pudiere o no se le exigiere, se observará lo prevenido en el
inciso 2.º del artículo precedente.
Las acciones dadas en los dos artículos precedentes expiran al cabo de un año contado desde la
entrega.
Seguimos en los predios rústicos; “Te vendo el campo de Linares, ubicado en tal parte
blabla” y lo vende y dice “aproximadamente en 100 hectáreas” y luego en la cláusula
siguiente se dice que la venta se hace como especie o cuerpo cierto en el estado que se
encuentre papapá…”. En definitiva, las partes han pactado expresamente que la venta se
hará como especie o cuerpo cierto. Supongamos que, al cabo de un cierto tiempo, el
comprador hace un levantamiento topográfico y se da cuenta que el predio no tiene las 100
hectáreas, sino 90 ¿Puede reclamar? No, no puede reclamar porque compró como especie o
cuerpo cierto, da lo mismo si tiene 90, 80 o 100. En definitiva, ahí la mención a la cabida es
una mención simplemente ilustrativa, pero que no produce efecto alguno para discutir
respecto del cumplimiento de la obligación de entrega. Pero si se señalan linderos
(deslindes del predio: al norte limita con X, al sur con X, etc.) y se dice además que el
predio tiene aproxidamente 100 hectáreas. Si el predio tiene 120 hectáreas y se han
señalado los deslindes del predio, el vendedor cumple su obligación unicamente cuando
entrega las 120 hectáreas, porque todo eso comprende el predio y está obligado a entregar
todo lo que está dentro de esos deslindes y si no puede entregarlos, dice la ley, entonces se
aplicará lo señalado a propósito del efecto de la cabida. Supongamos que no puede
entregarlo, hay una toma en una parte del predio y, en consecuencia, no puede hacer
CONTRATOS CIVILES
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entrega de todo lo que está dentro de los deslindes que se han señalado en la escritura. En
ese caso habrá que aplicar la regla de la cabida y ver cuanto comprende la toma en relación
a la cabida, y si la toma comprende más de un 10% entonces podrá resolver el contrato, si
la toma comprende menos del 10% entonces podrá indemnizarle la indiferencia o restituirle
la diferencia.
Obligación de saneamiento
La obligación de saneamiento, que tiene el vendedor, comprende o más bien se extiende a
dos cuestiones distintas: uno que es el saneamiento de la evicción (que lo que busca es
amparar al comprador en el evento que la cosa termina siendo evicta, es decir, que un
tercero reclame dominio sobre la cosa) y una segunda obligación que comprende la
obligación de saneamiento es acerca de los vicios ocultos o redhibitorios.
Parto primero con los vicios redhibitorios. Los vicios redhibitorios, una prevención es que
hay un texto de todos los que les subí que es de Iñigo, que se refiere a los remedios
contractuales y la problemática del cumplimiento imperfecto en la obligación de entrega, y
les da una idea bastante precisa de qué remedio contractual y cuál es la problemática
asociada a cada remedio; que es muy importante para distinguir los vicios redhibitorios, de
la disconformidad de la entrega (Alud pro alio) una cosa es que yo entregué algo distinto a
lo debido, y otra cosa es que entregué lo debido, pero que ella sea imperfecta para la
funcionalidad de los fines convenidos. Los vicios redhibitorios (artículo 1858) supone
vicios ocultos de la cosa debida, que no son advertidos por el comprador, y que hacen que
la cosa no sirva para su uso o lo haga imperfectamente; eso es una cosa; otra cosa es lo
que se conoce como el Alud pro alio, que es “una cosa por otra” o sea, yo entregue algo
distinto a lo que me obligué a entregar: la distinción no es fácil, y ello es porque la
jurisprudencia lo ha complicado. Ello, porque existe un concepto material y un concepto
funcional del alud pro alio. El concepto material es claro, porque atiende a la cosa o
identidad física de la cosa (se puede observar que se entrega algo distinto a lo que me
obligue a entregar), pero también hay un concepto funcional y a veces éste se suele
confundir con el vicio redhibitorio; o sea, la cosa no es la misma, porque la funcionalidad
no es lo que yo requería o no es lo que yo entendí que me iban a entregar. En esto tiene
importancia la sentencia de la corte suprema: “caso Cecinas La Preferida con Comercial
Salinak”
Caso: Cecinas demanda a Salinak para resolver el contrato de compraventa por el
incumplimiento de la vendedora (Salinak) buscando también por lo anterior una
indemnización de perjuicios. Además de demandar la resolución e indemnización; se
demanda en subsidio, los vicios redhibitorios (por si no se acoge la acción del
incumplimiento). La corte suprema analiza la cuestión para ver si la sanción aplicada a
Salinak por la entrega de una sal, con concentración distinta a la requerida por el
comprador, es un problema de vicio o bien de disconformidad; entonces, se explica el
artículo 1858, respecto de los redhibitorios, y se agrega el artículo 1861 sobre el
conocimiento del vendedor de los vicios y el problema de no declararlos; se obliga a rebajar
o restituir el precio, junto con indemnización de perjuicios (leer completo de todas formas.)
Se dice que al demandante se le entrega una sal distinta a la concentración que se había
pactado.
CONTRATOS CIVILES
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Con todo, se dice que no procede la acción redhibitoria en el caso concreto, en el entendido
que, la vendedora no habiendo entregado lo comprado por la actora, no resulta posible
determinar los vicios que se reclaman: Habiéndose entregado “sal de cura” y no “sal
nitrificada” no importa un vicio oculto, desde que el acuerdo de voluntades solamente daría
a entender que no se cumple la entrega como tal.
Entonces, lo que hace el fallo es primero adoptar una concepción material del alud pro alio
(la cosa física material entregada, no es lo convenido, pues se pactó una sal distinta a la
entregada.) En consecuencia, al ser algo distinto, no aplica el vicio redhibitorio, ya que el
vicio redhibitorio supone que se entregó la cosa debida, pero que tiene defectos
ocultos. Esto es re importante para no equivocarse en invocar la acción. Ahora, como la
jurisprudencia ha sido errática como les decía, hay cierta jurisprudencia que aplica más bien
el concepto funcional, y en consecuencia puede ser medio confuso si es que estamos frente
a un vicio redhibitorio o en una disconformidad en la entrega, les digo desde el punto de
vista profesional, lo que conviene hacer, siempre y cuando las acciones no estén prescritas
(puesto que la acción redhibitoria tienen prescripción de corto tiempo) es ejercer una en
subsidio de la otra; y así, tienen cubierto que la corte pueda rechazar por un lado e irse por
el otro.
Por ejemplo: Hay otro fallo de la corte de apelaciones de concepción me parece, que a
propósito de una venta de un inmueble que estaba gravado con una hipoteca, se vende la
propiedad y el comprador ejerció la acción resolutoria por incumplimiento, en el entendido
que lo entregado había sido imperfecto puesto que se encontraba gravado. El contrato no
decía que la venta se hacía libre de hipotecas, sólo decía que se vendía un inmueble. La
corte razonó sobre la base de que la existencia de esa hipoteca no era un vicio redhibitorio,
entendiendo que era difícil establecer que era un vicio oculto, para que la hipoteca se
constituya, ella debe inscribirse en el registro conservatorio, y la inscripción es un medio de
publicidad, por lo que el comprador con mediana diligencia tendría que haber conocido del
mismo. Entonces, la corte quizás, puesto que no lo dice en el fallo, tratando de obviar el
problema, y queriendo resolver el problema al comprador, hecho mano a este concepto
funcional del alud pro alio, entonces dice que la venta del inmueble no le permite destinarlo
usarlo y gozarlo en plenitud, por lo que lo entregado es distinto, porque esa funcionalidad
integra la configuración del objeto (el hecho de poder disponer del objeto es parte del
inmueble, y esto está limitado por una hipoteca) por lo que la corte acoge la acción
resolutoria.
En pura doctrina, el concepto más aplicado es el concepto material del alud pro alio, para
distinguirlo de los vicios redhibitorio.
Pregunta: Y, ¿cuál es el efecto si pedimos el alud pro alio?
Profesora: Acción resolutoria, cumplimiento, todas las reglas
contractuales generales.
Todo esto de los remedios es importante, entendiendo que tienen efectos distintos, cada uno
tiene su propia regulación y cada uno tiene un plazo de prescripción respectivo, por lo que
es importante saber dónde estamos parados. Les recomiendo el texto de Iñigo de la Maza y
uno de Guzmán Brito, que explica la prescripción de la acción redhibitoria, versus las
acciones generales de incumplimiento (21 a).
Vamos con los vicios redhibitorios: ya sabemos que los elementos están contenidos en la
definición del artículo 1858.
CONTRATOS CIVILES
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I) Lo primero es que los vicios deben ser coetáneos o anteriores a la venta, puesto que si
el desperfecto surge después de entregar la cosa, el riesgo o deterioro de la cosa recae en el
comprador y nada habría que reclamarle al vendedor; tienen que ser vicios que tendrían su
causa en situaciones anteriores o coetáneos a la venta.
II) Luego, tienen que ser graves, no cualquier defecto constituye un vicio redhibitorio, y la
ley establece como grave (usando la misma lógica de gravedad en materia del vicio de
consentimiento) aquello determinante (o determinada, no estoy seguro): que la cosa no
sirva para su uso natural o solo sirva imperfectamente. No cualquier defecto permite
entonces ejercer la acción redhibitoria por vicio redhibitorio.
III) Tienen que ser ocultos; esto de que sean ocultos tiene una doble significación:
i) Por un lado, deben ser ignorados por el comprador, o, que éste no haya podido
conocerlos. Es decir, si el examen de la cosa ha sido un examen negligente (no tomarme la
molestia de revisar lo que se compra, como el típico caso de los autos, y no mandar a un
taller ni nada) eventualmente no sería un vicio oculto, porque a lo mejor obvié un examen
de diligencia mínima, y ahí habría que ver el estándar, ya que este no aplica con
independencia de quienes contratan, sino que atienden precisamente de quienes son los
contratantes (no puedo exigir lo mismo si vendo un auto de un mecánico, que a una señora
de 80 años.) El “estándar” puede aumentarse o disminuirse, dependiendo de la calidad de la
persona; el cómo juzgo la conducta del comprador (no “Juan Pérez” sino que su perfil
como tal).
ii) O bien, que por su profesión u oficio debió haber sabido de la existencia del vicio,
nuevamente atendiendo al estándar.
Ahora, vamos a ver que existen varios remedios asociados a los vicios ocultos, van desde la
acción rescisoria (que es una resolución con la restitución del precio) hasta la acción
quantis minoris (acción de rebaja del precio) y, además, indemnización del perjuicios.
Pero, la acción restitutoria del precio y la acción quantis minoris, como es una obligación
de garantía, opera con independencia de si ha habido culpa o no del vendedor; no requiere
para la configuración del vicio oculto, que el vendedor haya vendido la cosa, sabiendo la
existencia del vicio oculto (con dolo) o siendo negligente (con culpa) habiendo podido
descubrir que aquello que vendía acaecía de algún vicio. No se atiende entonces, al factor
culpa para efectos de determinar la procedencia de esta acción; es una responsabilidad
objetiva.
En cambio, para la indemnización de perjuicios, que es el otro remedio que contempla la
ley, si es necesario que haya habido dolo o culpa del vendedor (porque lo otro es una
obligación de garantía, por lo que es distinto, al ser las de garantías, objetivas.) Porque esta
hace referencia a una responsabilidad personal del vendedor, atendiendo a la subjetividad
del vendedor en este caso, teniéndose que verificar la existencia de dolo/culpa
respectivamente.
Los efectos: Pedir la resolución del contrato, que es la propia acción redhibitoria del
artículo 1860, la ley habla de recisión, pero la doctrina está de acuerdo en que la palabra
está mal utilizada, y que en realidad es una acción resolutoria. Ahí hay una discusión eso
sí; creo que es Guzmán Brito quien dice que es una acción de nulidad (o recisión), porque
prescinde del elemento subjetivo de responsabilidad y es propia de la acción resolutoria,
según Guzmán, tiene que haber culpa. Porque la recisión tradicionalmente se utiliza para
CONTRATOS CIVILES
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denominarse a la nulidad relativa, la doctrina siempre lo ha entendido así; y por eso dice
que en este caso hay que hablar más de una acción resolutoria.
También da derecho al comprador, a solicitar la rebaja del precio (la denominada quantis
minoris) y finalmente el artículo 1861 que permite otorgar la indemnización de perjuicios,
si el vendedor conocía o debía conocer los vicios ocultos de la cosa (es decir, atendiendo al
elemento dolo o culpa) si conocía era dolo y se debía conocer, culpa (ya que se entiende
que hay presunción de mala fe, lo que da lugar a la indemnización de perjuicios.) Se lee el
artículo 1861 y 1860, el comprador puede pedir la restitución o la rebaja del precio;
también se lee el artículo 1868, si los vicios no son de la gravedad del 1860 se puede pedir
solo la rebaja del precio (deben ser graves para que se aplique la acción redhibitoria). Si no
son graves, pero son importantes, entonces sólo puede pedir rebaja del precio.
La extinción de la obligación: el artículo 1862, contempla que “Si la cosa viciosa ha
perecido después de perfeccionado el contrato de venta, no por eso perderá el comprador el
derecho que hubiere tenido a la rebaja del precio, aunque la cosa haya perecido en su poder
y por su culpa.” los vicios ocultos no se sanean incluso con la destrucción de la cosa.
Y cómo se extingue la obligación entonces:
i) Las ventas forzadas (Artículo 1865 hay norma expresa en donde se libera el vendedor del
saneamiento) en principios las ventas forzadas se produce una suerte de purga de los vicios
redhibitorios (no responsabilidad ulterior del vendedor), salvo habiendo sido requerido que
declare los defectos de la cosa, no lo hubiera hecho sabiendo que existían dichos vicios
(donde se vuelve a la posibilidad de reclamar la acción redhibitoria y la indemnización de
perjuicios).
ii) Por renuncia: es un derecho que mira solo el interés del enunciante, y en consecuencia,
según la regla general del artículo 12 la renuncia del mismo comprador para exigir la
acción redhibitoria, extingue la obligación (es una regla general).
iii) La prescripción: ella se presenta a propósito de reglas especiales: son prescripciones de
corto tiempo: artículo 1866. -Muebles: 6 meses (redhibitoria) y 1 año (quantis minoris);
-Inmuebles: 1 año (redhibitoria) y 18 meses (quantis minoris) El tiempo se cuenta “Desde
la entrega” y el artículo 1867 refiere sobre la quantis minoris y el artículo 1869 en cuanto
al plazo de quantis minoris. En estas reglas se da la posibilidad de que las partes pacten el
plazo pudiendo ampliarse o reducirse, expresamente en el contrato de compraventa; si nada
dice, se aplican estas reglas establecidas.
SEGUNDO BLOQUE
Luego B le vende la misma cosa a C. Si se declara la nulidad se produce su efecto propio,
en consecuencia se entenderá que las partes nunca celebraron este contrato de compraventa,
en consecuencia, B nunca adquirió dominio, A nunca de dejo de ser dueño y A podrá
ejercer una acción reivindicatoria en contra de C. A va a demandar la nulidad, supongamos
que A ha sido víctima de un fraude y en consecuencia esta compraventa está viciada de
nulidad y en consecuencia A va a demandar la nulidad de este primer contrato de
compraventa y conjuntamente, por un tema de económica procesal nomalmente, se
demanda conjuntamente la nulidad del contrato de compraventa( de este primer contrato) y
la accion reivindicatoria del tercer poseedor que sería C. C es un tercer poseedor, en este
caso porque suponiendo que ese contrato es nulo (porque se declarara la nulidad) las partes
se restituyen al estado anterior de la celebración de la compraventa y en consecuencia se
CONTRATOS CIVILES
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entiende que B nunca fue dueño y por lo tanto B nunca pudo trasnferir el domino a C. Esta
es una de las hipótesis.
Otra hipótesis podría ser por ejemplo, que la primera compraventa no sea un problema de
nulidad sino que, supongamos que en esta compraventa A y B celebran la compraventa, y B
queda debiendo un saldo de precio y el precio finalmente no se paga, como consecuencia
que este precio no se paga, A puede ejercer una acción resolutoria por no pago de precio de
esta compraventa, el efecto de la resolución declara judicialmente es también restituir a las
partes al estado anterior, en consecuencia pasa lo mismo: B nunca fue dueño, B no
transfirió dominio a C.
Normalmente va a ocurrir que producto del efecto restitutorio de la nulidad judicialmente
declarada o de la resolución, es que B nunca tuvo dominio y por ende no transfirió dominio
a C y C solamente es poseedor.
La diferencia entre la nulidad y la resolución, básicamente dice relación con la
protección frente a terceros, porque la declaración de nulidad da acción reivindicatoria
contra terceros poseedores que estén de buena o mala fe, en cambio, en caso de la
resolución, la acción reivindicatoria está limitada contra los terceros poseedores de mala
fe. En consecuencia, solamente en caso de que C haya adquirido el dominio, por ejemplo,
conociendo que existía un saldo de precio en esta compraventa y en consecuencia,
conociendo la existencia de la condición resolutoria que eventualmente haría extinguir el
derecho de B, en ese caso, A tiene acción reivindicatoria en contra de C.
(La profe cachó que nadie entendía así que empezó a explicar otra vez) Hay tres hipótesis
en que un tercero podría ejercer esta acción que tiene por objeto privar de dominio al
comprador
i) Una primera hipótesis es que por un acto anterior a la venta, el contrato anterior, el título
anterior a la venta o inmediatamente anterior o solo anterior (da lo mismo, pero que sea
anterior a la venta), esté viciado de nulidad y como consecuencia de la declaración de
nulidad se entienda que todos los posteriores poseedores, que han entrado en posesión de la
cosa nunca adquirieron dominio. Consecuencia de aquello, a quien en cuyo a favor se
declaró la nulidad va a poder ejercer una acción reivindicatoria en contra de quien este
poseyendo. Esa es la primera hipótesis. Acción reivindicatoria, que va a poder ejercer
siempre en contra del tercero que esté de buena o mala fe, siempre dentro del plazo de
prescripción, porque el tercero puede alegar prescripción adquisitiva ordinaria o
extraordinaria, va a depender.
ii) Segunda hipótesis: título anterior a la venta que estamos tratando, se declare resuelto por
el incumplimiento fundamentalmente de la obligación de pago de precio, no se pagó el
precio de una compraventa anterior y como consecuencia de la resolución entonces el
vendedor en ese caso que no recibió el precio, va a poder ejercer accion reivindicatoria en
contra del tercer poseedor. ¿Cuándo va a poder ejercer accion reivindicatoria? R: cuando el
tercer poseedor está de mala fe, ¿Cuándo se entiende que el tercer poseedor está de mala
fe? R: cuando la condición constaba en el título, y en el caso de título inscrito, cuando la
condición constaba en el título inscrito otorgado por escritura pública.
Supongamos en el caso de la compraventa de bienes raíces si es que se celebra la
compraventa, se establece un precio y se queda debiendo un saldo de precio y hay
constancia de que queda un saldo de precio, pendiente de pago en la escritura de
compraventa y en la inscripción de dominio, entonces el tercero no puede alegar ignorancia
CONTRATOS CIVILES
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nulidad del caso expuesto antes, nulidad del contrato de compraventa anterior y de nulidad
del contrato de compraventa anterior compareció y contestó la demanda, pero citado de
evicción tuvo que volver a contestarla por el comprador en lo que decía relación con la
acción reivindicatoria propiamente tal y empezó a correrle nuevamente el plazo. Pero eso lo
hizo el tribual y a la profesora le pareció como raro: dijo que lo va a aclarar.
Entonces lo primero es citarlo dentro del término de emplazamiento.
Luego, ¿Cuáles son las actitudes que puede adoptar el vendedor que ha sido citado de
evicción? :
No comparece: En cuyo caso acarrea su responsabilidad por la evicción, salvo dice la ley
que el comprador haya dejado de oponer una excepción que solo le copete al comprador y
que por eso la cosa fuese, terminara siendo evicta o sea terminara siendo privado de la
cosa. Por ejemplo: supongamos que había transcurrido los plazos de prescripción para o
poder alegar la prescripción adquisitiva del bien, esa es una excepción que puede alegar el
comprador, si el comprador no alega la prescripción adquisitiva del bien y por eso termina
diendo evicta la cosa, acarrea responsabilidad para el comprador.
Luego, si comparece, hay dos posibilidades: Una posibilidad es que se allane, artículo
1845, que se allane significa que en el fondo acepte la demanda, se demandó de nulidad y
se ejerció acción reivindicatoria y viene el vendedor y se allana la demanda entonces dice la
norma que en ese caso el comprador igual puede defenderse por si mismo, y eventualmente
oponer prescripción adquisitiva o cualquier otra cosa pero si llega a perder y fuese evicta la
cosa en ese caso no pretenda que el vendedor le pague las cosas, lógico porque el
comprador fue que asumió el riesgo del juicio y en consecuencia todos los gatos asociados
a ese juicio van a ser de cargo del comprador porque el otro se allanó y también respecto de
los frutos pendientes, entonces, en el fondo limita la responsabilidad del vendedor, porque
el vendedor se allano a la demanda y en consecuencia no va a responder respecto de los
prejuicios asociados al juicio propiamente tal a las costas se refiere, y otra posibilidad es
que se defienda, artículo 1844, es decir, el vendedor asume defensa propiamente tal frente
a la demanda. Artículo 1844: esto es lo que suele ocurrir, se cita de evicción al vendedor, el
vendedor comparece, contesta la demanda, se opone a la demanda, opone excepciones,
defensas, etc. y se sigue en contra de él la demanda reivindicatoria también y la demanda
principal, o sea de nulidad, por ejemplo, pero el comprador puede intervenir en el juicio
obviamente pero interviene como tercero coadyuvante, esa es el título bajo el cual
comparece y ejerce su defensa, como tercero, no como parte propiamente tal en el juicio.
**Preguntaron respecto a lo anteriormente visto de que el vendedor no comparece durante
el termino de emplazamiento: La profesora dice que si no comparece el vendedor va a ser
responsable 100% de todo, del juicio, de lo obviamente si la cosa es evicta va a tener que
indemnizar el valor de la cosa y todos los gatos, los frutos y todas las cosas que
correspondan, pero salvo que se haya privado al comprador de la cosa a causa de una
excepción que solo a él le compete y que dejó de oponer porque en definitiva no podría
haberla opuesto tampoco el vendedor, no podría haber alegado él aquello, sino que era de
resorte del comprador haber alegado, una excepción personal del comprador que no la
puede alegar el vendedor. Esa es la hipótesis.
Se siguió adelante el juicio y finalmente hay dos opciones, como en todo juicio, se gana o
se pierde, es decir, se acoge la demanda o se rechaza la demanda. Si se rechaza la demanda
es porque el vendedor ganó el juicio obviamente y no va a haber evicción, o sea no se va a
privar al comprador de la cosa y se van todos felices para la casa. El vendedor cumplió con
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solo va a poder tener derecho al saneamiento de evicción parcial, es decir, de la parte evicta
y proporcionalmente a esa parte se pagara la indemnización económica.
Entonces, en ese caso si es que opta por la resolución de la compraventa porque la parte
evicta es importante, grave y ha de presumirse que sin ella no habría comprado la
propiedad, entonces va a tener que restituirle la parte no evicta al vendedor, siendo
considerado como poseedor de buena fe. El vendedor debe restituir al comprador el precio
que percibió, los frutos que el comprador debió restituir por la parte evicta y todo otro
perjuicio que se haya ocasionado al comprador.
¿Cómo se extingue la obligación de evicción?
Hay casos en que se extingue totalmente y hay casos en que se extingue parcialmente.
Casos en que se extingue totalmente:
Artículo 1846 N°1: Este es un caso en que en definitiva, el comprador y el tercero que
reclama derechos sobre la cosa, acuerdan sustraer el conflicto de la justicia ordinaria y
someterla a la jurisdicción arbitral. En ese caso, en el fondo dice “usted asume el riesgo de
conflicto que se resuelva en ese arbitraje”, en consecuencia, exime de responsabilidad al
vendedor.
Artículo 1846 Nº2: Esto en realidad es una excepción que no es tal porque en definitiva
para que haya evicción o que estemos en el supuesto de obligación de saneamiento de
evicción, tiene que tratarse de una causa anterior a la venta y aquí pareciera ser un caso en
que el comprador pierde la posesión por un hecho propio, es decir, una causa posterior a la
venta necesariamente. Entonces, la verdad es que, si bien la ley lo trata como una extinción
de la obligación de saneamiento por evicción, la verdad es que nunca hubo obligación de
saneamiento. Estamos en el caso que veíamos antes, es decir, se deja transcurrir el termino
de emplazamiento y el comprador no cita de evicción, entonces ahí asume el riesgo de la
evicción.
Artículo 1843 inciso 3º: Si el vendedor no es citado de evicción.
Artículo 1843 inciso 3º: Si el comprador ha dejado de oponer una excepción o defensa
suya y por eso fuese evicta la cosa. También lo vimos anteriormente, que es el caso en que
el comprador deja de oponer una excepción suya y por eso termina siendo evicta la cosa. El
ejemplo que poníamos es que no alega la prescripción adquisitiva del dominio y por eso
termina siendo evicta la cosa.
Artículo 1854 inciso 3º: Cuando existiendo una renuncia a la acción de saneamiento, el
que compró lo hizo a sabiendas de ser ajena la cosa. Se refiere al caso de la renuncia a la
acción de saneamiento. Pues la acción de saneamiento puede renunciarse, pero supone
ciertos requisitos específicos, ósea, lo que el legislador quiere es que haya una renuncia
expresa y clara de la evicción en el sentido que el comprador asume sobre sí el riesgo de la
evicción y lo especifica, tal riesgo.
Artículo 1852 inciso 3°: Cuando el comprador expresamente tomó sobre sí el riesgo de la
evicción, especificándolo. En el fondo, hay, por ejemplo, ocurre sobre todo en terreno
inmobiliario, ocurre que muchas veces los títulos tienen algunos reparos y la inmobiliaria
decide igualmente porque es muy buen negocio porque el inmueble esta muy barato, con
cualquier razón comercial que va a comprar igualmente. Muchas veces el vendedor le exige
que, ok, pero en la escritura me especifica que usted conoce esta circunstancia de manera
de cubrirse con esta renuncia, o sea, el vendedor se cubre diciendo ok, pero usted esta
comprando a sabiendas de que existe este reparo, que existe este problema, a lo mejor el día
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de mañana un tercero puede reclamar un derecho sobre la cosa. Si usted le consta esa
circunstancia, entonces ok, y eso lo especifica. Esta es la hipótesis que especifica el artículo
1852.
No basta con decir, renunció a la acción de saneamiento de la evicción, sino que lo tiene
que especificar, a qué se entiende específicamente esa renuncia.
O también la hipótesis en que se compra sabiendo que la cosa es ajena.
Son las dos hipótesis:
i) Sabe que la cosa es ajena (esto no tiene por qué constar en el contrato, bien podría
probar mediante medios probatorios que el comprador sabía que la cosa no le
pertenecía al vendedor; y en ese caso se extingue a obligación) o;
ii) Especifica el riesgo de la evicción a la que está expuesto.
que restituir el precio, entonces le va a salir mucho mas caro. No hay incentivos
para hacer esto.
Artículo 1852 incisos 1º y 2º: Y la tercera posibilidad es la clausula general de renuncia a
la acción de saneamiento. Puede establecerse una clausula en el contrato que diga que las
partes acuerdan o que, a través de ese acto, el comprador renuncia a la acción de
saneamiento en conformidad a la ley. Esta renuncia general limita la obligación del
vendedor, pero no la extingue 100%, sino que la limita a la restitución del precio.
Entonces en estos casos, para que haya una extinción total de la obligación de saneamiento
por renuncia, es necesario, que se especifique el riesgo de la evicción, no basta con que se
diga generalmente que se renuncia. Tiene que especificarse, si no se especifica entonces la
renuncia es parcial, o más bien la extinción de la obligación de saneamiento es parcial y se
limita a la restitución del precio.
También la acción de saneamiento por evicción tiene plazos especiales de prescripción:
Hay plazos especiales de prescripción según la obligación de que se trate.
Tratándose de obligaciones de indemnizar perjuicios, es decir, la obligación que nace al
momento en que se dicta la sentencia que causa ejecutoria, y que priva total o parcialmente
de la cosa al comprador, tiene el comprador desde esa fecha 4 años para exigir el pago de
indemnizaciones, en definitiva.
Pero la ley establece un plazo especial solo para la restitución del precio el cual es de 5
años, desde la sentencia de evicción.
Pero la acción de hacer, de asumir la defensa es imprescriptible. O sea, cualquiera que sea
la fecha en que se ejerza la acción reivindicatoria, en cualquier momento, el comprador
tiene la facultad de citar de evicción a su vendedor, aunque hayan transcurridos 5 o 10 años
desde que le vendió, tiene la posibilidad de citarlo de evicción para que ejerza su defensa.
VIERNES 18 DE OCTUBRE
iii) Adicionalmente, una consecuencia de la mora en recibir la cosa es el tema del riesgo de
la especie o cuerpo cierto que se deba. Recordemos que cuando tratamos el tema del riesgo
es que, si la cosa se destruye, pendiente la entrega, el riesgo era de cargo del comprador,
esa es la regla general. Pero cuando el comprador se constituye en mora de recibir, entonces
se transfiere esa carga y el riesgo, en ese caso, de que se destruya la cosa pendiente la
entrega va a ser cargo del vendedor. *aquí la profesora se enredó y al final no quedó muy
claro si el riesgo al final era del vendedor o seguía estando de igual forma radicada en el
comprador*
dice que yo le pague íntegramente el precio y usted no puede discutir eso” No se admitiría
prueba en contrario, sería absurdo, o sea, no habría forma develar la simulación si es que
aplicaramos esta disposición entre las partes.
Efectos de la resolución
Supongamos que el vendedor que no recibió el precio de la compraventa opta por la
resolución del contrato de venta ¿Cuáles son los efectos? Primero que todo debemos
recordar que para que opere la resolución, el incumplimiento tiene que reunir una serie de
características o, en otras palabras ¿cualquier incumplimiento da derecho a la acción
resolutoria? No, el incumplimiento debe ser grave, debe tener cierta entidad. Obviamente
esto no es una cuestión que pueda “objetivarse” simplemente porque va a depender de la
obligación contraída, pero hay cierta coincidencia en la doctrina y jurisprudencia de que
debe tratarse de una cierta gravedad del incumplimiento respecto de la obligación
propiamente tal. Entonces, obviamente que el pago del precio es una obligación principal
del contrato y, en consecuencia, si el precio no se paga, el vendedor va a tener esta acción
resolutoria.
¿Cuáles son los derechos del vendedor frente a la acción resolutoria? El vendedor va a tener
derecho a que el comprador le restituya la cosa (que es la regla general). En materia de
frutos hay una excepción; si recordamos los efectos de la condición resolutoria cumplida a
propósito del artículo 1488 ¿Qué pasaba con los frutos? La regla general en materia de
condición resolutoria es que respecto de los frutos percibidos en el tiempo intermedio no
hay que restituirlos al vendedor, o sea, supongamos que por efecto una condición
resolutoria, cualquiera que esta sea, incorporada en el contrato de compraventa, pero que no
sea por el no pago del precio, sino que por cualquier condición resolutoria ordinaria
(cualquier evento futuro e incierto) se resuelve esa compraventa conforme a la disposición
anterior mencionada; respecto de un inmueble, si es que el comprador percibió rentas de
arrendamiento respecto del inmueble durante todo el tiempo en que tuvo la cosa en su
poder no va a tener la obligación de restituir las rentas percibidas al vendedor. Esa es la
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hipótesis que regula la regla general del artículo 1488. Aquí (como bien decíamos) en
cambio hay una norma distinta en materia de frutos que es el artículo 1875 inciso 1 y 2 del
Código Civil y dice que:
“La resolución de la venta por no haberse pagado el precio, dará derecho al vendedor para
retener las arras, o exigirlas dobladas, y además para que se le restituyan los frutos, ya en su
totalidad si ninguna parte del precio se le hubiere pagado, ya en la proporción que
corresponda a la parte del precio que no hubiere sido pagada”
“El comprador a su vez tendrá derecho para que se le restituya la parte que hubiere pagado
del precio”
Entonces si es que no se le pagó el precio… aquí la profe hace como una pregunta que no
pude entender pero dice algo así ¿Porque la parte del precio que le ha sido sólo
proporcional a la parte del precio que le ha sido pagada? Porque si es que el vendedor
supongamos ha recibido el 50% del precio de la compraventa y se le dejó a pagar el saldo
restante, igual va a tener acción resolutoria, es evidente, pero respecto de la plata que
recibió; esa plata también de alguna manera es un capital que genera intereses y esos
intereses lo percibió durante todo el tiempo el vendedor, entonces el percibió en el fondo
los frutos civiles de ese capital y por eso entonces sólo tiene derecho a que se le restituya
los frutos por la parte no pagada del precio.
Entonces, respecto de los frutos esta es la resolución que opera del contrato de venta por el
no pago del precio únicamente; sólo en ese caso el vendedor va a tener derecho a la
restitución de los frutos por todo el precio que no haya percibido de la compraventa.
Y en el caso de las arras (que recordemos que ellas pueden operar como garantías o como
parte del precio o señal de quedar convenidos) aquí en el fondo como están en garantías,
entonces dice que el vendedor va a tener derecho para que el comprador le restituya las
arras (si es que pagó el vendedor las arras) o exigir dobladas en caso contrario.
Respecto de los deterioros: puede ser que la cosa en poder del comprador haya sufrido
ciertos deterioros ¿De quien es cargo estos deterioros? Es el comprador y en esta materia es
mirada como un poseedor de mala fe, entonces dice el artículo 1875 inciso tercero que:
Para el abono de las expensas al comprador, y de los deterioros al vendedor, se considerará
al primero como poseedor de mala fe, a menos que pruebe haber sufrido en su fortuna, y sin
culpa de su parte, menoscabos tan grandes que le hayan hecho imposible cumplir lo
pactado
va a pagar las mejoras estrictamente necesarias para mantener el valor de la cosa, para que
esta no se deteriore; pero las mejoras útiles (las que aumentan el valor de la cosa) y
voluptuarias (gastos que son más bien de adorno, pero que no necesariamente le otorgan un
valor adicional a la cosa) no se pagan.
Ahora bien, ¿qué pasa con los efectos de la resolución frente terceros? Para esto debemos
referirnos al artículo 1876, el cual se remite al artículo 1490 y el artículo 1491. Estos
artículos se estudiaron a propósito de los efectos de la resolución frente a terceros cuando
vimos el incumplimiento resolutorio.
Ahora bien, ¿qué pasa con los efectos de la resolución frente terceros? Para esto debemos
referirnos al artículo 1876, el cual se remite al artículo 1490 y el artículo 1491. Estos
artículos se estudiaron a propósito de los efectos de la resolución frente a terceros cuando
vimos el incumplimiento resolutorio.
Los artículos 1490 y 1491 están tratados a propósito de la condición resolutoria, se refieren
a los efectos de la resolución frente a terceros, es decir, a lo que pasa si un contrato se
resuelve por un hecho imputable al deudor, en este caso sería el no pago del precio de la
compraventa. A eso se refiere el artículo 1836, a estas reglas generales. Si el comprador no
paga el precio el vendedor tiene acción resolutoria y esa acción resolutoria produce efectos
contra terceros en conformidad a los artículos 1490 y 1491.
El artículo 1490 se refiere a los bienes muebles, y el artículo 1491 a los bienes inmuebles,
lo que está detrás en ambos casos es que hay acción resolutoria contra terceros poseedores
de mala fe, ese es el trasfondo del 1490 y 1491. Quizá la cuestión más importante de tener
en cuenta a propósito de los bienes raíces es cuándo se entiende que el tercero está de mala
fe.
En el artículo 1491 se refiere a los inmuebles: aquí la situación fáctica podría ser que A
celebra un contrato con B de compraventa, quedando pendiente el pago del precio. B,
pendiente del pago del precio, o una parte del precio enajena la misma cosa a C (tercero).
Lo que ocurre en el caso, es que B no paga el precio, y por ende se verifica la condición
resolutoria, y aún más, A tiene éxito en que se declare la resolución del contrato celebrado
con B. Pero dado que la cosa pasó a manos de C, pendiente la condición resolutoria, la
pregunta es si A puede o no puede reivindicar el bien en manos de C, debemos eso si de
forma automática introducir el sistema registral. De hecho, el artículo señala que de tener
un bien inmueble bajo condición, (sin aludir a la naturaleza suspensiva) que debemos
entender que se trata una vez más de condición resolutoria, lo enajena, o lo grava con
hipoteca, censo o servidumbre, se señala que no podrá resolverse la resolución sino cuando
la condición constaba en el titulo respectivo, inscrito u otorgado por escritura pública. Por
ejemplo, A le vende a B un inmueble, y nuevamente queda pendiente la condición
resolutoria, es decir puede verificarse en el futuro. En nuestro caso, queda pendiente el
precio, acordando que el pago se efectuaría en cuotas. Pendiente el cumplimiento de la
condición resolutoria, el comprador enajena el bien a un tercero, llevando a cabo una nueva
escritura pública, y una nueva inscripción en el conservador. Ocurre sin embargo que B, el
primer comprador, no paga, y una vez más surge la pregunta de si A puede o no reivindicar
o qué puede hacer para recuperar el inmueble en manos de C. Acá surgen algunas
cuestiones prácticas para tomar en cuenta: La primera es que el artículo 1491 no alude al
ejercicio de la acción reivindicatoria, sino que se refiere a la posibilidad de resolverse la
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También hay que tener en cuenta que se puede renunciar a la condición resolutoria, según
el artículo 12, por tanto, no obstante que esté pendiente el pago del precio de la
compraventa, si las partes convinieron renunciar a la resolución en consecuencia la acción
resolutoria no constaría en el título inscrito en el CBR. Entonces, cuando la ley dice que
tiene que constar en el título otorgado por escritura pública no significa que tiene que haber
una cláusula expresa que diga que el vendedor tiene acción resolutoria, sino que se entiende
explícito, aunque no se exprese, es un elemento de la naturaleza. Basta que en el contrato
conste que hay un saldo pendiente de pago y que no haya renuncia a la acción resolutoria
para que se entienda que la condición consta en el título.
Obviamente que si la condición consta en el título inscrito otorgado por escritura pública
hay que exigir la escritura de cancelación de ese precio porque es la única manera de
asegurarme que ese precio está pagado.
Bueno, les decía que a propósito del artículo 1876, este se remitía a los artículos 1490 y
1491. Y establece la regla de presunción de pago que tiene por objeto proteger a los
terceros y respectos a los cuales, comprador y vendedor no podrán discutir respecto de la
realidad o no realidad de esa declaración de pago del precio. Para efecto de los terceros es
que el precio se pagó íntegramente porque sino no podríamos aplicar la regla del 1490. La
única manera sería destruir la compraventa vía nulidad o vía falsificación. En el caso de la
nulidad ¿Por qué podría destruirse por la nulidad? El efecto de la declaración de nulidad
frente a terceros causará sus efectos al ser una institución de orden público.
PACTOS ACCESORIOS
Los pactos accesorios en general en contratos son lícitos, pero en materia de compraventa
se incorporan ciertos pactos que están reglamentados por el código, esos pactos
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básicamente son 3, los cuales son el pacto comisorio, el pacto de retroventa y el pacto de
retracto.
Art. 1877. Por el pacto comisorio se estipula expresamente que, no pagándose el precio al tiempo convenido,
se resolverá el contrato de venta.
Entiéndese siempre esta estipulación en el contrato de venta; y cuando se expresa, toma el nombre de pacto
comisorio, y produce los efectos que van a indicarse.
Ahora, existen ciertas diferencias entre el pacto comisorio y la condición resolutoria tácita
que dice relación básicamente con el tema de la prescripción, sabemos que la condición
resolutoria tácita prescribe en el plazo de 5 años contados desde que la obligación se hizo
exigible. En cambio, el pacto comisorio simple prescribe en el plazo pactado por las partes,
el que no puede ser superior a 4 años, dado que éste es el plazo máximo, y se cuenta desde
la celebración del acto o contrato.
Ahora, todo esto nunca lo he visto discutirse jamás en ningún fallo, en ninguna
jurisprudencia, en ninguna parte, ¿por qué? porque la jurisprudencia de alguna manera, o
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sea, los tribunales tienen en su cabeza incorporado no el pacto comisorio simple, tienen
incorporado el pacto comisorio calificado, ahí si tiene aplicación el pacto comisorio
calificado y hay jurisprudencia y sentencias que se refieren a este, pero cuando está el pacto
comisorio simple en la compraventa o en cualquier negocio jurídico, aplican reglas
generales, aplican los 5 años contados desde que la obligación se hace exigible, yo nunca
he visto que apliquen esto de los 4 años contados desde que se celebró el contrato, a pesar
de que hay texto expreso, porque de alguna manera entienden de que el hecho de incorporar
un pacto comisorio al contrato no excluye la aplicación de las reglas generales en materia
de condición resolutoria, lo que me parece absurdo, porque si se incorporó un pacto
comisorio al contrato de compraventa es porque han querido excluir la regla supletoria de la
naturaleza del acto que es la condición resolutoria tácita. Es más bien una manera de salvar
los problemas que plantean esta diferencia en los plazos de prescripción, y no dejar en
consecuencia, en este caso, al vendedor sin posibilidad de resolver la compraventa, pero en
estricto rigor, si han un pacto comisorio simple y el plazo para el pago de la compraventa
excede el plazo de prescripción del pacto comisorio simple, al cabo del vencimiento del
plazo no vas a poder demandar la resolución del contrato si no te pagan, teóricamente.
Entonces mientras la obligación no es exigible el acreedor nada puede hacer y una vez que
la obligación se torna exigible por el vencimiento del plazo el acreedor podrá cobrar, pero
ante la negativa del deudor de pagar no podrá ejercer la acción resolutoria porque se
encuentra prescrita, esa es la situación de la acción no nata.
Cuando dice: se estipula que por el no pago del precio en el plazo convenido se resolverá
ipso facto el contrato de compraventa el comprador podrá sin embargo hacerlo subsistir
pagando el precio, lo más tarde, en veinticuatro horas subsiguientes a la notificación
judicial de la demanda, esa disposición o esa norma es una norma dispositiva, o sea en el
fondo disponible para las partes, éstas podrían alterarla y si yo digo en el contrato de
compraventa, incorporo la cláusula, que bastara con la notificación que haga una de las
partes, se va a poder discutir si es que el incumplimiento era resolutorio y todo eso, pero no
se puede discutir que yo no cumplí con el procedimiento que establece la norma, porque las
partes alteraron el procedimiento que se establece en dicha disposición. Pero, sin embargo,
si nada digo y se pacta que se va a resolver ipso facto el contrato, entonces si podría alegar
que el comprador tendría en consecuencia la posibilidad de enervar la resolución pagando
antes de las 24 horas contadas desde la notificación de la demanda y que no se me dio esa
posibilidad, podría, eventualmente.
Entonces, hay básicamente tres doctrinas para entender cómo opera el pacto comisorio
calificado:
I) Una primera doctrina es: se verifica el hecho futuro e incierto en que consiste la
condición, es decir, el no pago del precio de la compraventa, y se va a resolver el contrato
por el solo ministerio de la ley sin perjuicio de que tiene el comprador derecho a hacerlo
subsistir pagando dentro del plazo de 24 horas.
II) Una segunda doctrina dice no, el vendedor debe ejercer la acción resolutoria, o sea, el
pacto comisorio calificado da derecho a la acción resolutoria, y notificada la demanda, si el
comprador no paga dentro del plazo de 24 horas entonces el juez va a tener que declarar por
sentencia judicial resuelto el contrato, es decir, opera como opera la condición resolutoria
ordinaria tácita puesto que requiere sentencia judicial.
Es bien rara esta doctrina puesto que si no opera de forma distinta entonces para qué dice
ipso facto, además le estoy otorgando más beneficios por ser ipso facto, lo que es absurdo.
Argumentos a favor:
i) El código civil habla de que el plazo de 24 horas que tiene el comprador se cuenta desde
la notificación judicial de la demanda, lo que significa que tiene que haber una demanda, y
si hay una demanda tiene que haber una acción resolutoria, y si hay acción resolutoria es
porque no opera de pleno derecho.
ii) El código civil dice que el comprador podrá, sin embargo, hacerlo subsistir pagando el
precio, lo que significa que no se ha resuelto.
iii) Si la resolución operara por el solo ministerio de la ley se vería afectada directamente la
posibilidad que tiene el vendedor de ejercer la acción de cumplimiento.
Pero la doctrina refuta esto porque dice que no, lo que pasa es que como la resolución opera
en beneficio al vendedor puede renunciarla, y si la renuncia opera las reglas generales y en
ese caso podrá ejercer la acción de cumplimiento.
III) La tercera doctrina, que es la que le hace más sentido a la profesora, dice que el
vendedor debe ejercer la acción resolutoria, y el vendedor tiene 24 horas para pagar desde
que se notifica la demanda, pero si este no paga en el plazo legal se produce la resolución
de pleno derecho sin que sea necesario una sentencia judicial que así lo declare, o sea la
resolución va a operar en definitiva transcurrido el plazo de 24 horas de notificada la
demanda sin que se haya pagado el precio, en ese momento opera la resolución y la
sentencia se va a limitar a constatar la resolución ya producida, pero no va a declararla. En
este caso el cuando se va a producir la resolución es transcurridas las 24 horas sin que el
comprador haya pagado el precio, se produce la resolución, y la sentencia después dirá
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Respecto de la prescripción del pacto comisorio calificado son las mismas reglas que en el
pacto comisorio simple, o sea, cuatro años máximo, las partes podrían pactar un plazo
inferior, contadas desde la celebración del contrato, no desde que la obligación se haya eso
exigible, eso es lo más importante.
MIERCOLES 6 DE NOVIEMBRE
MIERCOLES 20 DE NOVIEMBRE
Cesión de Crédito
Algo ya se había visto con el ayudante respecto este tema. Cuando hablamos de cesión de
créditos hablamos de cesión de derechos personales, derecho que se tienen no sobre una
cosa, sino que en relación una determinada persona. Esto está regulado en los artículos
1901 y siguientes. Todos los créditos son personales, pero hay algunos que son
nominativos, en el fondo el sujeto activo, o el acreedor de ese derecho, es una persona
individualizada.
El artículo 1901 del Código Civil regula la cesión de los créditos nominativos, aquellos
que tienen un acreedor individualizado, los que son títulos a la orden o títulos al portador
no están regulados en este artículo, estos se ceden y transfieren de forma distinta. En los
casos de títulos al portador el acreedor se va a determinar al momento del cobro del crédito,
por eso pueden transferirse con la simple entrega.
ii) Tiene que haber entrega del título. Esa es la forma de hacer la tradición, la entrega del
título.
iii) La notificación o aceptación del deudor cedido: sólo para que sea oponible al tercero.
Sin este requisito, la cesión igualmente queda perfecta. El deudor cedido no puede oponerse
a la cesión. No es un requisito de validez de la cesión entre cedente y cesionario, sino que
solo de oponibilidad al deudor cedido.
Entonces, si, por ejemplo, A le otorga un mutuo a B (juan), A por tanto es acreedora de B
por $100.000.- y lo que quiere hacer con ese mutuo A es transferir ese derecho en contra de
B a C. ¿Cómo se hace esa transferencia? A le puede vender el crédito a C por el mismo
valor o por el valor que las partes convengan; entonces una vez vendido la tradición del
crédito se verifica con la entrega del título en donde consta el crédito de A en contra de B
que será el contrato de mutuo. Y ese documento se entregará con una anotación del traspaso
del crédito y bajo la firma del cedente (A). Se pone una glosa en el documento que con
fecha X se hace traspaso del crédito contenido en el documento a C y se firma. Se entrega
materialmente el título, el contrato, y esa es la forma de hacer tradición del crédito
contenido en el mutuo.
Hasta aquí la operación entre cedente y cesionario queda perfeccionada, es válida y eficaz,
pero para que, al deudor, en este caso B, le sea oponible, es decir, que no pueda
desconocerla, es necesario que o acepte la cesión o se le notifique. Basta que se le
notifique y la jurisprudencia así lo ha afirmado, pero tal notificación debe ser judicial, tiene
que haber una gestión voluntaria de notificación de la cesión para que sea oponible al
deudor cedido o que la acepte expresa o tácitamente. Pero mientras no medie la notificación
o la aceptación del deudor cedido ese traspaso es inoponible a B, entonces si es que éste
antes que se le notifique va y le paga a A ese pago es válido y liberta a B de su obligación,
aunque A haya cedido el crédito a C y por tanto A tendrá entregarle ese monto a C. Si
después de que B es notificado o haya aceptado la cesión, va y le paga a A, lo que pasa es
que paga mal, y el que paga mal paga doble, entonces en ese caso B no podrá excusarse de
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pago porque lo hizo mal y no puede oponer a C el pago efectuado a A y tendrá B que pagar
dos veces, aunque si tendrá la opción de demandar a A la restitución de lo mal pagado.
La aceptación del deudor puede ser expresa o tácita. Tácita es la que se contempla en el
artículo 1904: “consistirá en un hecho que la suponga, como la litis contestación
(contestación de la demanda) con el cesionario, un principio de pago al cesionario, etc. Es
decir, cualquier acto ejecutado por el deudor cedido que suponga reconocer como su
acreedor al cesionario.
Por su parte, la notificación debe hacerse con exhibición del título, que llevará anotado el
traspaso del derecho con la designación del cesionario y bajo la firma del cedente. La
jurisprudencia ha dicho que esta notificación debe ser formal, mediante resolución judicial
y notificación personal por receptor.
Ahora, también se puede evidenciar efectos de la cesión de créditos, así un efecto como tal
es que se traspasa el crédito con todos sus accesorios. Esto está en el Artículo 1906 “...
comprende sus fianzas, privilegios e hipotecas; pero no traspasa las excepciones personales
del cedente”. Esto significa que si ese crédito tiene ciertas garantías personales o reales o
cauciones se ceden con aquellas. Pero no traspasa las excepciones personales del cedente.
Si el cedente tenía ciertas excepciones personales que hacer valer en contra del deudor esas
mismas no se traspasan al cesionario, sin embargo, hay una regla especial en materia de
compensación que establece el artículo 1659, porque puede pasar que el cedente al
momento que cede el crédito al cesionario haya sido a su vez deudor del deudor cedido, de
manera que el cedente y del deudor cedido son deudores recíprocos. Entonces la pregunta
es que ¿Qué pasa con esa excepción de compensación cuando se transfiere el crédito al
cesionario? ¿Puede en ese caso el deudor cedido oponer al cesionario en compensación el
crédito que tenía en contra del cedente? Entonces en principio, siempre se ha dicho que la
compensación es una excepción mixta porque de alguna manera es personal pero una vez
opuesta pasa a ser real y esa extinción (por un medio equivalente al pago) es oponible erga
omnes. Lo que dice el artículo 1659 es que si el deudor aceptó la cesión y no hizo expresa
reserva de sus derechos entonces no podrá oponer en compensación al cesionario los
créditos que tenía en contra del cedente, pero si es que el deudor fue notificado únicamente
de la cesión o aceptó haciendo reserva expresa de sus derechos entonces sí podrá oponer en
compensación al cesionario los créditos que tenía en contra del cedente, aun cuando no
haya sido exigible al tiempo de la notificación.
Art. 1659. El deudor que acepta sin reserva alguna la cesión que el acreedor haya hecho de sus derechos a un
tercero, no podrá oponer en compensación al cesionario los créditos que antes de la aceptación hubiera podido
oponer al cedente.
Si la cesión no ha sido aceptada, podrá el deudor oponer al cesionario todos los créditos que antes de
notificársele la cesión haya adquirido contra el cedente, aun cuando no hubieren llegado a ser exigibles sino
después de la notificación.
También es importante destacar que existe una responsabilidad del cedente, esta se refiere
a qué responde el cedente respecto del crédito que cedió ¿Responde de la existencia del
crédito? ¿De la solvencia del deudor? Si la cesión la hizo a título gratuito, por ejemplo una
donación, el cedente no responde de nada, porque la obligaciones de garantía siempre están
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VIERNES 22 DE NOVIEMBRE
Hay conmoción porque la profe no sabe proyectar su presentación uwu.
La clase pasada revisamos la cesión de créditos y recuerden ustedes hablamos del créditos,
hablamos de derechos personales, particularmente de derechos nominativos, verdad, que
decíamos que los derechos o los créditos al portador y los créditos a la orden no están
regulados ahí en la forma de celebración/ cesión (0:15 no entiendo bien que dice *audio
feña) sino que se ceden por endoso o por la entrega del bien.
Cuando hablamos de cesión de créditos, siempre estamos pensando en que hay un acreedor,
titular de un crédito, de un derecho personal en contra de un deudor, ya o sea estamos
hablando básicamente de un contrato unilateral por decirlo así, de alguna manera o que
genera en el fondo que solo se está cediendo la posición contractual del acreedor o el
derecho que tiene le acreedor a cobrar el crédito. Pero es distinto cuando lo que se pretende
ceder no solamente es el crédito, o sea la parte activa sino que también la obligación.
Cuando la intención de las partes es ceder la posición contractual, no solamente, como digo
yo, un derecho personal que es exigible frente a un deudor, sino que la posición contractual,
entonces ya tenemos que hablar de cesión de contrato propiamente tal.
Entonces, por ejemplo, supongamos que hay un contrato de arrendamiento donde el, que
recae sobre inmueble y donde el arrendador entrega el uso y goce de la cosa al arrendatario
y el arrendatario está obligado a pagar una renta de arrendamiento por esa cosa, si el
arrendador, el arrendador tiene dos posibilidades, el arrendador tiene un crédito o un
derecho personal en contra del arrendatario para exigir el pago de la renta de arrendamiento
y a su vez tiene la posición contractual de arrendador, lo que significa que también como
arrendador tiene obligaciones para con su arrendatario, entonces el arrendador cuando cede
el crédito correspondiente a el derecho a cobrar la renta de arrendamiento solo está
cediendo ese crédito o por ejemplo:
Cuando constituye, por ejemplo, una prenda sobre ese crédito a favor de un acreedor, de un
tercero, es para que el acreedor pueda eventualmente, ese tercero acreedor pueda cobrar la
renta de arrendamiento, pero no para que cumpla la posición contractual que tiene el
arrendador por el contrato de arrendamiento porque no la puede ocupar si es que no le han
cedido el contrato ¿y por qué? porque básicamente en la cesión de contratos, no solamente,
como les decía yo, se cede la parte activa de la relación obligacional sino que también la
parte pasiva, y cuando uno pretende ceder obligaciones, ahí ya no basta con notificar a la
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otra parte, sino que la otra parte en el contrato tiene que comparecer aceptando esta cesión,
o sea, tiene que consentir en eso, y la razón es obvia, qué pasa con la cesión, cuando yo
cedo un crédito a un tercero no hay en eso ningún perjuicio eventualmente para el deudor
porque al deudor le da lo mismo pagarle A o pagarle a B, pero es distinto cuando se ceden
las deudas porque evidentemente no es lo mismo que A que tiene solvencia eventualmente
para pagar esa obligación, para cumplir esa obligación, le ceda esa obligación, esa deuda a
una persona que no tiene capacidad económica para cubrir esa obligación, y entonces para
el acreedor no es indiferente quien es su deudor, muy por el contrario, es muy importante
saber quién es su deudor, y por eso es que en nuestro sistema jurídico, no existe la cesión de
deuda, no se acepta ceder deudas, cuando se cede una deuda en realidad en realidad lo que
hay es una asunción de deuda, una asunción de deuda que no libera al primitivo deudor, o
sea, le primitivo deudor sigue siendo tan deudor del acreedor como el nuevo por decirlo asi,
ahora el acreedor, va a tener, por decir, dos patrimonios donde hacer efectivo su crédito
pero no ha liberado esa cesión de deuda no liberta al primitivo deudor.
La única manera que tiene de liberarse el primitivo deudor ¿cómo es?, en una hipótesis de
transferencia por decirlo así, de la obligación ¿Qué tendría que ocurrir para que el primitivo
deudor quede liberado? R: que acepte el acreedor, pero el aceptar el acreedor no es
suficiente, el aceptar el acreedor es, el acreedor acepta y esta asunción teóricamente, hay
una asunción de deuda del deudor del deudor cedido, o sea del deudor que adquiere la
deuda en el sentido de que ese deudor se va a constituir o se va a entender constituido como
un codeudor solidario o como un deudor subsidiario pero no queda liberado el primitivo
deudor, para que quede liberado el primitivo deudor ¿Qué tiene que ocurrir? R: Tiene que
operar una novación por cambio de deudor, el acreedor tiene que expresamente
consentir en novar la obligación dando por libre al primitivo deudor, eso es lo que tiene que
ocurrir, bueno, eso significa básicamente que nace la obligación, muere la obligación
primitiva y nace una nueva que reemplaza la primitiva obligación y en esta nueva
obligación, el sujeto pasivo ya no es el primitivo deudor sino que el nuevo, entonces, en
nuestro sistema jurídico, la verdad, es que no existe la cesión de las deudas, la única manera
de transferir el pasivo, más bien es extinguiendo la primitiva obligación y haciendo nacer
una nueva con un sujeto pasivo distinto. Y lo que la doctrina ha entendido que sí pueden
existir es esta, que nos decía, asunción de deuda ¿Cuándo opera esa asunción de deuda?
Cuando lo que ocurre en esta situación es que el acreedor sí comparece, acepta la cesión de
la deuda pero no libera expresamente al primitivo deudor, o se dice que en la cesión no
constituye novación y en ese caso lo que ocurre es que el tercero que adquiere la deuda en
definitiva se entiende constituido como un codeudor solidario o como un deudor
subsidiario.
Dicho lo anterior, y no obstante aquello la cesión de contrato es una figura que no está
regulada en el sistema jurídico pero que la doctrina y jurisprudencia sí la acepta. Y la
cesión de contrato no es lo mismo que cesión de crédito no solamente porque la cesión de
contrato generalmente involucra tanto la parte activa como la parte pasiva, es decir,
normalmente la cesión de contrato no solamente hay derechos o créditos sino que también
hay obligaciones ¿verdad?, sino además porque en la cesión de contrato lo que se transfier
es la posición contractual con todos los derechos potestativos que el hecho de ser acreedor
o deudor y le otorga el contrato. (Un compañero le pide que repita esto último) Que en la
cesión de contratos no solamente se transfiere el derecho y sus privilegios, hipotecas, sus
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prendas, sus accesorios, sino que también se transfiere la posición contractual con todos los
derechos potestativos que ello involucra y ¿a qué me refiero con los derechos potestativos?
Me refiero que por ejemplo en un contrato bilateral, el acreedor tiene la posibilidad de
demandar la resolución del contrato si el deudor no cumple, eso es un derecho potestativo
que le da el hecho de tener esa posición contractual del contrato.
Entonces, por ejemplo: Supongamos, les voy a poner un ejemplo que eh, vamos a graficar
toda la situación en un ejemplo que les pueda aclarar. Supongamos un contrato de CV
donde el vendedor, el comprador y aquí vamos a poner al cesionario. El vendedor le vende
algo al comprador y el comprador se obliga a pagar un precio y vamos a suponer que ese
precio lo queda debiendo, saldo de precio y se pacta un plazo para el pago, “saldo de precio
a plazo”. Tiempo después, todavía no es exigible la obligación de pago del precio, está
pendiente de pago el precio, el vendedor le transfiere el crédito, ese crédito a este
cesionario y el cesionario en consecuencia, como acreedor de ese derecho va a poder ir y
cobrarle al comprador, va a tener que operar como veíamos ¿se acuerdan ustedes como se
tenía que hacer la cesión de créditos? Donde se hace la entrega del título bajo firma del
cedente, ya, todo lo mismo, se hace, y después se notifica al deudor cedido si era el
comprador que ahora él es el acreedor, pero supongamos que en este caso el comprador no
pagó el precio, pregunta 1. ¿Puede el cesionario demandar la resolución del contrato CV
por no pago del precio? R: No!!! Porque no tiene los derechos potestativos del contrato CV,
él no es vendedor, no ha sido vendedor, sería absurdo que pudiera además resolver este
contrato porque si resolviera este contrato, (alguien dice algo muy bajito) no po las
restituciones mutuas no ya no ¿ah? Pregunta del compañero: ¿el vendedor originario
puede? R: es que lo que pasa es que ya no tiene el crédito, lo cedió, el cesionario puede
cobrar este crédito, sí, lo puede cobrar evidentemente y va a poder ejercer las acciones de
cobro y ya está, pero no puede pretender resolver el contrato de CV, lo que tendría ocurrir
en ese caso eventualmente es que el vendedor le cediera los derechos y acciones que le
correspondan y ahí derechos potestativos por decirlo así en este contrato de CV o que el
cesionario le diera un mandato -hay distintas opciones digamos- al vendedor, para que el
vendedor ejerza la acción resolutoria y poder digamos, con eso presionar más para el
cumplimiento o más bien para que se le pague ese crédito.
Pregunta de la compañera: pero entonces ¿ninguno por sí solo podría hacer algo? R: no,
porque el vendedor ya transfirió ese crédito, no tiene un derecho insatisfecho por decirlo así
respecto del cual poder ejercer alguna acción y por otro lado el cesionario no tiene la acción
resolutoria.
Pregunta de compañero: Pero ¿tendría que irse entonces por la vía ejecutiva para cobrar? Sí
podría cumplirlo ejecutivamente, acuérdate resolución o cumplimiento, podría
efectivamente el cumplimiento forzado de esa obligación, pero no puede resolver el
contrato que constituye la causa que da origen al crédito porque ahí de alguna manera
cuando se cedió el crédito, de alguna manera salió de la relación contractual.
Distinto es cuando lo que ocurre es una cesión de contrato donde se transfiere la posición
contractual. Y ahí les voy a cambiar el ejemplo para que se entienda, porque aquí no tiene
mucho sentido en esa hipótesis la cesión de contrato. Vamos a poner como ejemplo (“oye
pero el pizarrón está del terror, no borra na” jajaja) Ej. Ya, vamos a suponer un
arrendamiento: Hay un arrendamiento entonces tenemos al arrendador y un arrendatario,
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Pregunta compañera ¿No es más factible hacer dos contratos distintos? ¿Cerrar uno y hacer
otro? La profe dice que también podría ser, la compañera pregunta: ¿Cuál es la gracia de la
cesión en este caso? R: la gracia de la cesión -compañera le dice que siente que es mas
engorroso- la profesora dice que no, que es un tema práctico en realidad, le dice que no,
porque en el fondo hay una garantía que se otorgó al comienzo, esa garantía sigue
garantizando la obligación del arrendador, y es el cesionario en definitiva el que va a poder
después recuperarla en el caso en que el arrendador, en el caso en que efectivamente que se
entregue la propiedad sin ningún problema, no haya que hacer efectiva la garantía, o sea en
el fondo este es el contrato que nos rige, ya está acordado en esos términos, puede ser que
además el contrato para efectos del arrendador, o en este caso particular hay un plazo
pactado que interese mantener respecto de lo que ya ha pasado para atrás, pero también
respecto de lo que va para el futuro. En la práctica funciona mucho.
Pregunta compañero ¿el arrendador por ejemplo no podría hacer cesión de contrato de
contrato de arrendamiento respecto de esos inmuebles? R: sí, y también opera muy a
menudo-pregunta ¿y cómo podría si el cesionario no tendría propiedad sobre el inmueble o
el título? R: pasa muy a menudo también, el arrendador tiene un inmueble que arrienda al
arrendatario, o sea que le entrega en arrendamiento, al cabo de algún tiempo el arrendador
transfiere el inmueble -transferencia- al cesionario, pero no le transfiere el contrato, no le
cede el contrato, transfiere el inmueble, se lo vendió el inmueble, si le vende el inmueble al
comprador, ¿el comprador1 del inmueble necesariamente está obligado a respetar el
arrendamiento? (no hemos pasado el contrato de arrendamiento, después lo vamos a ver) R:
Si este contrato de arrendamiento está otorgado por instrumento privado, el comprador no
está obligado a respetar ese contrato de arrendamiento, y podría en consecuencia, él (creo
que se refiere a lo que está apuntando en la pizarra), resolver el contrato de arrendamiento o
poner término al contrato de arrendamiento por haberse resuelto o extinguido el derecho del
arrendador sobre el inmueble. Entonces, ¿Qué es lo que se hace habitualmente? Lo que se
hace habitualmente es que junto con vender el inmueble se cede el contrato de
arrendamiento y en esa cesión de contrato de arrendamiento también comparece el
1
Le había denominado cesionario pero dijo que no quiere hablar de cesionario porque no le cede el contrato
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Pregunta compañero: Según el marco del arrendamiento del 1962, establece un respeto de
justamente del nuevo comprador hacia el arrendatario en el caso de que por escritura
pública, ¿pero ahí tiene que hacerse nuevamente contrato, simplemente se respeta ese
contrato originario aunque no haya cesión? R: es que depende, a ver, en ese caso, el nuevo
arrendatario está obligado a respetar el contrato de arrendamiento, pero es raro porque fíjate
que está obligado a respetar el contrato de arrendamiento pero eventualmente incluso, ese si
no hay cesión de contrato –teóricamente ah, esto no pasa en la realidad- pero teóricamente,
si no hay cesión de contrato, el arrendatario podría seguirle pagando las rentas al vendedor
que ya no es dueño porque es su arrendador, y eso sería perfectamente posible porque lo
único que dice el art 1962 CC, es que el nuevo dueño está obligado a respetar el contrato de
arrendamiento pero ese es un contrato de arrendamiento ajeno respecto del cual él no es
parte, y en consecuencia el arrendatario sigue siendo arrendatario de su primitivo
arrendador a quien debería seguir entregando las rentas, entonces la manera en que hay para
que el nuevo dueño empiece a percibir las rentas de arrendamiento es que se le ceda el
contrato.
Pregunta de compañero: pese a que no hemos visto arrendamiento todavía, pero cuando
había una figura de que había un cesionario que dependía del arrendatario, ¿Cómo ahí lo
diferenciamos de la figura del subarrendamiento? R: La figura del subarrendamiento es
muy distinta porque ahí no hay cesión, aquí hay un subarrendatario, el subarrendatario tiene
una relación contractual con él (apunta a la pizarra), son dos relaciones contractuales
distinta, no es una relación obligacional, son dos, entonces su arrendatario- subarrendador,
arrendatario con arrendador. Ahora, vamos a ver que de repente hay acciones directas que
se yo que están reguladas legalmente, pero en principio son dos relaciones obligacionales
distintas.
Pregunta de una compañera: Cuando hay una cesión de contrato y se cambia el arrendador,
habló algo de un finiquito, que se le da un finiquito al arrendador, tiene dudas respecto a
ello. R: se da recíprocamente entre la parte que se mantiene en el contrato, porque no se
cual de los dos ha cedido digamos, la parte que se mantiene en el contrato y la parte que
sale, el cedente en definitiva, el cedente y la otra parte que se mantiene en el contrato, entre
ellos se otorgan finiquito. Pregunta de la compañera: ¿necesita al arrendador a que acepte al
(no termina pregunta)? R: Comparecen, mira, en una cesión de contrato comparecen todas
las partes. Pongamos el ejemplo de arrendamiento, arrendatario, arrendador y cesionario del
arrendatario, comparecen todas las partes, lo que se hace normalmente: Primero se describe
la relación contractual, se dice, por instrumento privado, por escritura pública, fecha tanto
“ta ta tá”, Juanito le arrendó la propiedad no se qué a Pedrito. Clausula segunda, en este
acto Pedrito con el consentimiento expreso de Juanito cede su posición contractual o cede
su calidad de arrendatario en dicho contrato a María, Juanito acepta expresamente esta
cesión y otorga, o y en el fondo da por libre a Juanito (creo que debería decir Pedrito) de
cualquier tipo de obligación respecto del contrato de arrendamiento, asumiendo la posición
contractual María, y después se otorga finiquito señalando que nada se adeudan por esta
relación contractual, que renuncian a las acciones que puedan corresponderle, eso es un
finiquito, eso es básicamente la estructura de la cesión.
Entonces, no hay pacto sobre cesión futura, están prohibidos, hay objeto ilícito ahí,
entonces, el derecho real de herencia se produce o nace con la delación de la herencia, es
decir, cuando el causante fallece. Ahora, no es necesario para poder ceder el derecho real de
herencia el que se haya tramitado y decretado la posesión efectiva de la herencia en favor
de los herederos, que se haya otorgado la posesión efectiva a los herederos ni tampoco que
se hayan practicado las inscripciones que dispone el art.688 que es básicamente la
inscripción del decreto que otorga la posesión efectiva, la inscripción especial de herencia
que es la inscripción de los inmuebles hereditarios a nombre de los herederos. No es
necesario, les insisto, que se haya practicado esas inscripciones del art.688 para que se
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pueda transferir este derecho real de herencia, pero si es necesario que la persona haya
fallecido.
Entonces, ¿cuáles son los requisitos?
Entonces, estas normas nos señalan cuales son los efectos o algunos de los efectos de la
cesión del derecho real de herencia, requiere para que haya una cesión del derecho real de
herencia igual como veíamos para que haya una cesión de un crédito cualquiera un título
translaticio de dominio, normalmente ese título traslaticio de dominio va a ser la
compraventa, al igual que veíamos a propósito de la cesión de crédito. Ahora, aquí existe
una solemnidad especial, si ustedes recuerdan, a propósito de la compraventa, cuando se
vende el derecho real de herencia se requiere escritura pública, ese contrato de compraventa
debe constar en una escritura pública, y esa es una solemnidad, así como para los inmuebles
se requiere escritura pública, bueno también para vender el derecho real de herencia.
Ahora, respecto de la forma de hacer la tradición del derecho real de herencia ha habido
bastante discusión en la doctrina y en la jurisprudencia. Básicamente por la discusión
respecto a la naturaleza jurídica de este derecho real de herencia, o sea ¿en qué consiste este
derecho real de herencia?
2. Entonces, hay una corriente doctrinaria distinta que sostiene en realidad que la
herencia es una universalidad jurídica distinta de los bienes que la componen y, por
lo mismo, como la inscripción conservatoria que es la forma de hacer tradición de
los bienes raíces es la excepción respecto de la forma general de hacer la tradición
de los bienes, lo que debiera aplicarse para efectos de hacer la tradición es la regla
general, es decir, la tradición de los bienes muebles, ¿cómo se hace la tradición de
los bienes muebles? Con la entrega, y se regula en el art.684 distintas formas de
entrega. Entonces, la regla general en materia de tradición es como se hace la
tradición de los bienes muebles, y al forma excepcional es la tradición por
inscripción conservatoria que es la forma en que opera la tradición de los
inmuebles, entonces por eso la corriente doctrinaria cuando califica al derecho real
de herencia como una universalidad jurídica, donde no hay comunicabilidad con
los bienes que la componen, dice apliquemos la regla general que es la tradición de
los bienes muebles.
3. Luego, hay una tercera corriente doctrinaria que dice, ya ok, pero ojo, hay que
distinguir en cada caso lo que se está transfiriendo. Si se está transfiriendo el
derecho real de dominio o el derecho real de herencia. Y esta última línea, la
verdad es que es media compleja, porque ¿qué pasa? muchas veces ocurre que
cuando una persona… supongamos que en la herencia lo único que existe es un
inmueble, y hay un solo heredero lo que hace es, antes incluso de practicar la
inscripción del 688 y pedir la posesión efectiva, transfiere los derechos que le
corresponden a la herencia del causante a el adquiriente X, si simplemente
transfiere todos los derechos que le corresponde a la herencia del causante lo que
está transfiriendo es su derecho real de herencia, con independencia a que ese
derecho real de herencia, universalidad jurídica, está compuesta por un solo bien
que a su vez es inmueble, porque está transfiriendo el derecho real de herencia, y
que es re importante, porque cuando yo transfiero el derecho real de herencia estoy
transfiriendo un patrimonio, y los patrimonios están compuestos por activos y por
pasivos, entonces puede ser que efectivamente el único activo que forma parte de la
herencia sea el inmueble, pero eventualmente pudieran haber deudas del causante,
deudas del causante que vamos a ver más adelante son siempre de responsabilidad
del heredero frente al acreedor, pero que en la relación contractual con el cesionario
son de cargo del cesionario. El inmueble es lo único que forma parte de este activo,
pero lo que yo igual estoy cediendo es el derecho real de herencia, entonces ahí está
claro que o estaría claro teóricamente bajo la corriente doctrinaria número dos que
estábamos viendo que la forma que tengo para hacer esa tradición es simplemente
la entrega, y voy a tener escritura pública, pero no voy a practicar la inscripción
conservatoria, de partida si tuviera que practicar la inscripción conservatoria habría
tenido primero que pedir la posesión efectiva, yo heredero pedí la posesión
efectiva, inscribí la posesión efectiva a mi nombre, practicar la inscripción especial
de herencia que es la inscripción del inmueble a mi nombre, para después transferir
al tercero, pero no estoy haciendo eso porque lo que estoy transfiriendo es
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Ahora, cuando se cede el derecho real de herencia, incluso sin la inscripción del art.688 lo
que ocurre es que el cesionario pasa a ocupar la calidad de heredero en la herencia que abre
el fallecimiento del causante y como heredero ¿qué puede hacer? todo lo que puede hacer el
heredero: puede pedir la posesión efectiva, puede pedir la partición de la herencia, puede
solicitar o ejercer la acción de petición de herencia que es como una acción equivalente a la
acción reivindicatoria pero recae sobre el derecho real de herencia, que es cuando un
tercero supuesto heredero, más bien falso heredero está ocupando la herencia y el verdadero
heredero ejerce una acción contra ese falso heredero, esa acción es una acción que se llama
acción de petición de herencia que equivale a una acción reivindicatoria, pero que recae
sobre el derecho real de herencia y no sobre el dominio, porque en ese mismo caso el
verdadero heredero es como el verdadero dueño y el falso heredero es como el poseedor,
está poseyendo una herencia ajena, eso es lo que esta haciendo el falso heredero. Entonces,
cesionario puede ejercer la acción de petición de herencia, pedir la posesión efectiva, puede
hacer o ejercer todos los derechos que le correspondan en calidad de heredero.
2
No entiendo qué dice minuto 40:17 (audio feña)
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Si al ceder el derecho real de herencia, el cedente (el heredero) especifica los efectos de que
se compone la herencia entonces, dice por ejemplo: se cede el derecho real de herencia que
está compuesta por un auto marca x, inmueble tatatatata, no significa eso que se este
transfiriendo los derechos de dominio sobre cada uno de esos bienes, se está transfiriendo la
universalidad, pero se están especificando los bienes que componen esa herencia, y en ese
caso el cedente se hace responsable de que efectivamente esos bienes compongan la
herencia, hay una obligación de garantía. Ahora, lo que les decía anteriormente, cuando se
cede el derecho real de herencia se transfiere de alguna manera la calidad de heredero al
cesionario, pero frente a terceros las obligaciones que tiene el heredero, ya sea obligaciones
digamos testamentarios (impuestas por el testamento) u obligaciones del causante, esas
obligaciones siguen siendo frente a terceros de cargo del heredero cedente, pero en las
relaciones particulares con el cesionario son de cargo del cesionario, esta es la típica
distinción entre la obligación a la deuda vs. la contribución a la deuda. En las obligaciones
ocurre muy a menudo que uno tiene la responsabilidad y en consecuencia la obligación de
pagar una deuda frente al acreedor, pero en definitiva no tiene que soportar en su
patrimonio esa deuda porque tiene derecho a repetición, o sea tiene derecho a cobrarle a
otro lo que pago. Esa es la distinción entre la obligación a la deuda (con el acreedor) y la
contribución a la deuda, quien en definitiva tiene que soportar en su patrimonio esa
obligación. En este caso en particular, ocurre eso, el heredero cedente por disposición legal
siempre va a ser obligado a la deuda, es decir, aunque haya transferido el derecho real de
herencia a X para efectos de terceros el obligado al pago es heredero cedente, original; pero
el heredero le transfirió el derecho real de herencia al cesionario, en consecuencia,
finalmente si el heredero tiene que pagar esa obligación, va a poder cobrar lo que pago al
cesionario.
Derechos litigiosos son los que están sujetos a controversia, o sea, cuando hay un derecho
litigioso es un derecho que de alguna está controvertido y supone una controversia judicial 3,
o sea necesariamente cuando decimos hay un derecho litigioso es por que hay un juicio
iniciado y se entiende que está trabada la litis cuando se notifica la demanda, desde ese
3
Definición ppt. “derechos litigiosos son aquellos derechos que son objeto de una controversia judicial y
cuya existencia es discutida en juicio”.
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entonces se entiende que es un derecho litigioso. Entonces, hay un derecho cuya existencia,
cuya declaración está siendo controvertida en un juicio y tiene que ser sancionada por una
sentencia judicial, por eso cuando se habla de la cesión de derechos litigiosos se dice que lo
que se cede es un evento incierto, no sabemos cómo finalmente va a terminar esta historia,
es la expectativa de obtener ganancia en un juicio u obtener una sentencia favorable. Por
eso es un contrato aleatoria y en este país más aleatorio todavía con los jueces que tenemos
ajajaj.
Requisitos:
1. Es necesario que exista un litigio.
2. Debe haber notificación judicial de la demanda, art.1911 inc.2, es decir, tiene que
estar trabada la litis.
¿Quién puede ceder un derecho litigioso?:
Obviamente que cuando se habla de la cesión de un derecho litigioso el único que puede
ceder es el sujeto activo en la relación procesal, es decir, el demandante dado que es él
quien tiene el derecho. Ahora, si hay demanda reconvencional obviamente el demandado
que es demandante reconvencionalmente. Pero en cualquier caso tiene que tener la calidad
de sujeto activo de la acción.
Existe respecto de esta cesión de créditos (cesión de derechos litigiosos), que el legislador
mira con algún tipo de suspicacia, con algún tipo de incomodidad, este derecho de retracto
o de rescate, digo que lo mira con algún tipo de incomodidad porque en el fondo transar
sobre derechos litigiosos se puede prestar para algunas cosas que están ahí en el borde,
entonces esta es una forma de desincentivar en realidad la operaciones o las transacciones
sobre derechos litigiosos y consiste básicamente en la posibilidad de devolver al cesionario
lo que haya dado o pagado por la cesión más los intereses que hallan corrido desde la fecha
en que se notificó de la cesión al deudor, por lo tanto el deudor podría eventualmente
extinguir su obligación simplemente pagando lo que el cesionario pagó al cedente por el
precio de la cesión. Ustedes comprenderán que en la cesión de derechos litigiosos, salvo
que sea un derecho donde hay un título ejecutivo que de alguna manera es un derecho
indubitado pero igual en juicio, normalmente el precio que se paga por la cesión es muy
inferior al beneficio que eventualmente podría obtenerse en caso de acogerse la demanda,
entonces el precio que se paga es un precio bajo en ese sentido. El deudor, sujeto pasivo
demandado en el juicio podría simplemente poner termino al juicio y extinguir su
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obligación pagando ese precio al cesionario, ese es el derecho a retracto, con los intereses
que corran, pero pagando dicho precio.
VIERNES 29 DE NOVIEMBRE
MANDATO
El contrato de mandato está definido en el Código Civil libro IV, artículo 2116, como
aquel en que una persona confía la gestión de uno o más negocios a otra, que se hace cargo
de ellos por cuenta y riesgo de la primera.
Este concepto básicamente indentifica los elementos centrales del contrato de mandato, que
es primero tener una relación de confianza, segundo, lo que se confía al mandatario es una
gestión de un acto o de uno o más negocios, y, se hace cargo el mandatario de ejecutar ese
negocio por cuenta y riesgo del mandanto. De la definición se extraen los siguientes
elementos:
I) Que sea por cuenta y riesgo del mandante significa que el resultado del negocio (de
beneficio de pérdida) será carga del mandante. No significa, a su vez, “en representación
del mandante”, son dos cosas distintas, actuar en representación del mandante significa que
los efectos del acto jurídico que ejecuta el representante se radican directamente en el
patrimonio del representado, eso opera con la representación, en el mandato, en cambio en
el mandato no necesariamente hay representación, el mandato es confiar la gestión de un
negocio, pero no necesariamente el mandatario actúa en representación del mandante, sino
que por cuenta y riesgo del mandante.
II) En segundo, como se dijo, hay una confianza en la gestión de los negocios, uno no
designa a un mandantario si no hay una relación relativa de confianza, y por eso se dice que
el mandato es un contrato de tipo personalísimo, vale decir, el contrato se celebra en
atención a la persona, en este caso, al mandatario. Y de eso se derivan, que sea un contrato
personalísimo, se derivan consecuencias, entre ellas:
a) Las obligaciones del mandatario no se transmiten. es decir, si fallace el
mandatario, a diferencia de la gran mayoría de las obligaciones patrimoniales que se
transmiten a los herederos del deudor, el mandato fenece junto con el mandatario, se
extingue con él, salvo situaciones particulares que se verán más adelante.
b) En consecuencia, por muerte del mandatario se pone fin al contrato de
mandato.
c) Normalmente existe la facultad del mandante de revocar el mandato: En un
contrato bilateral, normalmente, ninguna de las partes puede poner término al
contrato de forma unilateral, por su sola voluntad, pero aquí como es una relación
de confianza, efectivamente, se faculta al mandante revocar el mandato.
d) La otra característica, es que el error en la persona, como vicio del
consentimiento, es causal de nulidad de este contrato. Por regla general, nosotros
sabemos que el error en la persona no vicia el consentimiento, es decir, no es un
elemento que el legislador estime determinante en la relación jurídica, porque
entiende que cuando hay una relación de carácter patrimonial, es una relación más
bien de patrimonios más que de personas propiamente tales, por lo mismo, en
general el error en la persona no vicia el consentimiento, salvo casos especiales
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eventualmente cualquier otra deuda que pueda tener como titular de la cuenta corriente o de
los productos que tenga contratado con el banco. Entonces, ese mandato que le otorga el
vendedor al banco en realidad es un mandato que le interesa sólo al banco, no al mandante,
para poder pagarse, en ese caso se dice que el mandato se torna irrevocable. La
jurisprudencia ha ido evolucionando y ha dicho que aún cuando solo le interesa al
mandatario, ningún mandato es irrevocable, pero en el fondo uno puede pactar la
irrevocabilidad del mandato y puede pactarse (en caso de los bancos) que la revocación sea
solo por escritura pública con cierta anticipación.
Otro ejemplo sería cuando una inmobiliaria compra un terreno, celebra un contrato de
promesa con el dueño y sujeta la compra a que se le apruebe un anteproyecto de edificación
en ese terreno (eso es lo normal), pero para tramitar eventualmente ese anteproyecto ante la
dirección de obras municipales, muchas veces el dueño le tiene que otorgar un mandato, ese
mandato le intersa principalmente al mandatario (inmobiliaria) aunque al mandante
también, pero fundamentalmente al mandatario.
Pluraridad de mandatarios: Artículo 2127. Pueden ser muchos que obren individualmente o
de consuno. La ley no ha establecido responsabilidad solidaria entre mandatarios (salvo la
comisión mercantil. Art. 290 C. de C.); sin perjuicio de que se pacte solidaridad entre ellos.
Y el mandante tendrá que determinar la forma de actuación de aquellos mandatarios, si lo
harán de forma individual o de consuno.
esencia del mismo. Esta norma autoriza al mandatario para que actúe a nombre del
mandante (o sea para que lo represente) y agrega que cosas comprende naturalmente esa
representación. Termina diciendo que para todos los actos que salgan de estos límites
requerirá de poder especial; por lo tanto, la representación es de la naturaleza del mandato.
La doctrina en esto se ha dado 20 vueltas para decir si es que la representación es un
elemento de la esencia del mandato, pero a partir de esta regla está conteste en que en
verdad se trataría de un elemento de la naturaleza del mandato. En el fondo esta norma
permite que el mandatario actúe a su propio nombre, es decir, que actúe sin la
representación. Por tanto, el mandatario ejecutará el encargo sí o sí por cuenta y riesgo del
mandante (es elemento de la esencia), pero sin representación, a nombre propio, en
consecuencia lo que ejecute el mandatario se van a radicar directamente en el patrimonio
del mandatario y lo que ocurrirá después es que el mandatario tendrá que traspasar esos
activos o esas obligaciones o lo que corresponda al mandante a través de lo que se llama la
rendición de cuentas.
Sin embargo, la profesora considera que la representación siempre es un elemento
accidental, es decir, hay que otorgar poderes de representación al mandatario para que éste
puede actuar en representación del mandante.